HISTORIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE CHINCHA

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HISTORIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE CHINCHA En el siglo XVI el español Hernán González, encomendero de Pachacámac (Lurín), adquirió algunos terrenos en Lima. Uno de ellos fue conocido como la Huerta de Pachacamilla, porque era cuidada por indígenas provenientes de Pachacámac. Estos indios, mal cristianizados, adoraban en secreto una imagen de Pachacámac, el antiguo dios de los terremotos, que pintaron en una pared. Este culto perduró con el paso del tiempo y fue contagiado a los negros esclavos del lugar. En el siglo XVII los indios desaparecieron y los negros angolas reemplazaron la imagen de Pachacámac por una del Cristo crucificado. Se sabe que desde 1650 los negros formaron una cofradía y se reunían para rendir culto a la imagen y le construyeron una ermita. En 1655, ocurrió un terremoto en Lima, causando pánico en la población. Se destruyó buen número de casas e iglesias. La ermita de Pachacamilla, sufrió el derrumbe de su techo, pero la pared donde estaba la imagen de Cristo crucificado no fue afectada. Esto fue considerado como un milagro. EN CHINCHA: Refiere la historia que cada mes de octubre, decenas de Chinchanos viajaban en peregrinación a la ciudad de Ica para rendirle culto al Señor de Luren, lo que aparte de las incomodidades del viaje, les irrogaba fuertes gastos y perdidas de días de trabajo, por lo que decidieron esculpir una efigie del señor, similar al de Ica y obsequiarle al templo de Santo Domingo de Guzmán. EL ÁRBOL BENDITO: Con este propósito se dieron a la tarea de buscar un árbol

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HISTORIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE CHINCHA

En el siglo XVI el español Hernán González, encomendero de Pachacámac (Lurín), adquirió algunos terrenos en Lima. Uno de ellos fue conocido como la Huerta de Pachacamilla, porque era cuidada por indígenas provenientes de Pachacámac. Estos indios, mal cristianizados, adoraban en secreto una imagen de Pachacámac, el antiguo dios de los terremotos, que pintaron en una pared.

Este culto perduró con el paso del tiempo y fue contagiado a los negros esclavos del lugar. En el siglo XVII los indios desaparecieron y los negros angolas reemplazaron la imagen de Pachacámac por una del Cristo crucificado. Se sabe que desde 1650 los negros formaron una cofradía y se reunían para rendir culto a la imagen y le construyeron una ermita. En 1655, ocurrió un terremoto en Lima, causando pánico en la población. Se destruyó buen número de casas e iglesias. La ermita de Pachacamilla, sufrió el derrumbe de su techo, pero la pared donde estaba la imagen de Cristo crucificado no fue afectada. Esto fue considerado como un milagro.

EN CHINCHA:

Refiere la historia que cada mes de octubre, decenas de Chinchanos viajaban en peregrinación a la ciudad de Ica para rendirle culto al Señor de Luren, lo que aparte de las incomodidades del viaje, les irrogaba fuertes gastos y perdidas de días de trabajo, por lo que decidieron esculpir una efigie del señor, similar al de Ica y obsequiarle al templo de Santo Domingo de Guzmán.

EL ÁRBOL BENDITO:Con este propósito se dieron a la tarea de buscar un árbol de olivo, en el que se esculpiría la imagen de nuestro señor redentor, así llegaron hasta una chacra de los esposos de Pedro Napa Y Vicenta Martínez en Condorillo donde existía un hermoso y añoso olivo, el que fue elegido por los feligreses devotos Chinchanos del señor de Luren.

Señalando el árbol de la tarde del 24 de octubre de 1908, se constituyó una nutrida concurrencia de devotos y mayordomos al hogar de los referidos esposos y les hicieron conocer el motivo de su visita y a cuyo requerimiento Don Pedro Napa de inmediato accedió y acto seguido se procedió a talarlo, sentándose el acta de este hecho.