Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

249

description

Pepe

Transcript of Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Page 1: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)
Page 2: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

LahistoriadeunPepe,sebasaenunhechoquediomuchoquehablarenlanueva ciudad de Guatemala de finales del siglo XVIII. El hecho mássobresalientequenarraestanovelasucedióenGuatemalaenelaño1794,cuando,conelamparodelanoche,fuedejadaenelumbraldelapuertadecalle de la familia Gálvez, una pequeña canasta demimbre en la cual seencontraba un bebé recién nacido. Todo apuntaba en aquellos días dechismes y habladurías, que había sido la madre acongojada, quien habíaabandonado a su pequeña criatura. La casa en donde fue dejado aquelpequeño infante era la del matrimonio Goyena y Gálvez, el Coronel delEjército Manuel Fadrique y Goyena y su señora, Gertrudis Gálvez, parejamuy querida y respetada entonces, quien de inmediato adoptaron alniño.Nuncasesupoquiéneseran losprogenitoresdeaquel “Pepe”,quienrecibiólasaguasbautismalesconelnombredeJoséMarianoFelipeGoyenayGálvez,quiencreciórodeadoconelamory losprivilegiosdesusnuevospadres.Coneltiempo,esteniñoresultóserunodelosgrandeshombresdelaépoca,y laHistoria loseñalacomounverdaderopatriota.UnhombredeEstado,unpolíticohábilydeideasdefinidas.Degrandesenergíaseidealesa favor de Guatemala (Acuña). Cuando llegó a la edad de 18 años, estemisterioso niño, quien Milla describe en su obra como un joven de ojosprofundos y negros, se destacó como hábil político, al punto de llegar aocuparlaJefaturadeEstadodeGuatemala,precisamentecuandosoplabanya en el ambiente patrio, los aires independentistas. En su época se lereconocióaJoséMariano,comounhombrebuenoyemprendedor,hacedorde grandes reformas, como la del antiguoMercadoCentral. En la obra deMilla,elprincipalprotagonista,eseljovenJoséGabriel,elPepe,ylahistoriatienecomoescenariolajovencapitalguatemaltecadelaño1792,tiempodeserenos,espadasydeduelos;depobrezasprofundasymujeresmalvistasyproscritascomocriminales,porlasupuestafaltadeladeshonra,causadaporunamaternidadfueradetiempo.

www.lectulandia.com-Página2

Page 3: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

JoséMilla(SaloméGil)

HistoriadeunPepe

ePUBv1.2Piolín.3901.01.11

www.lectulandia.com-Página3

Page 4: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

P

CAPÍTULOI

Unadesconocidaaquiensigueundesconocido

ersonas a quienes conocimos ancianas ya y que duermen hoy el sueñoeternodebajodela tierra,noscontabanquelosúltimosdíasdediciembrede 1792 fueron extraordinariamente fríos, y el 28 del mes aún más

destempladoquelosotros.

Comoenaquellos tiemposnosehacíanobservacionesmeteorológicas,nuestroslectores tienen que conformarse con el dicho de los viejos, de quienes tuvimosnosotros lanoticia,ycreer, sobre supalabra,queeldíade Inocentesde1792 faltómuypocoparaquesecubrierandeescarchalostejadosdeestacapital.

Biensabidoes,además,queenaquellaépocalanovísimaciudaddeGuatemalano contaba por las noches con otro alumbrado que el que proporcionabangenerosamentealatierralasestrellasdelcieloyeldelaluzmortecinaquedespedían,en una u otra calle, las candilejas encerradas en algunos nada limpios faroles,colgadosdelantedelosnichosdelossantos.

Laciudadparecía,pues,unvastopanteón,dondenoseveíacriaturaviviente,nise oía otro rumor que el que formaba el cierzo helado que hacía retemblar loscristalesdelasventanas.

Enelcentromismodeaquelcementeriodevivoshabíaotrodemuertos,eldelaparroquiadelSagrario,queocupabaelsitiodondeselevantahoyelmercadocentral,¡Extrañasvicisitudeslasdelascosasdeestemundo!Aúnnohacecincuentaañoslamanzana que cae al oriente de la catedral era un lugar destinado a guardar losdespojos de lamuerte. Un día se notificó a los difuntos la orden de desocupar elcampoylasblancasosamentastomaron,ensilencio,elcaminodeSanJuandeDios.Aúnnosparecequevemosdesfilarporlascalleslafúnebreprocesión.

Hoy ocupa el antiguo palacio de la muerte todo cuanto puede contribuir amantener la vida. ¡Qué bullicio! iqué algazara! ¡qué animación! Cuando solemosatravesarelmercado,abriéndonospasocondificultadal travésdelospromontoriosdevendimiasyentrelaapiladamuchedumbredelosexpendedores,nosasaltalaidea

www.lectulandia.com-Página4

Page 5: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

de que sería un espectáculo curioso el que se ofrecería a aquella multitud si sepresentaran de repente los antiguos propietarios del local, reivindicando el sitio dequeselesdespojósinoirlos.

Perdonad, lectores, ladigresión,yvolvamosalaño1792,enquenohabíaenlaplazueladelSagrariomercadosinocementerio.

A lasdosde lamañanadeldía28dediciembre sedeslizabauna figurablancapegadaalaparedexteriordelpanteón.Avanzabalentamenteycomocontemor,tantoquenecesitó emplearmásdeun cuartodehorapara andar las cienvrarasquehaydesdelaesquinanorestealasurestedelaplaza.Esdecir,queaquellafigurahumanaveníadelacalledeSantaTeresahacialapartecentraldelapoblación.Noobstantelalentitud con que caminaba, podía advertirse que era joven, y el traje que vestíarevelabaunamujerdeloquesellamabaentoncesclasemedia.Cubríalelacabezaylamitaddelcuerpoungranpañoblanco(probablementeunacolcha),yparecíallevarenlosbrazosalgúnobjetoqueleinteresabamuchoresguardardelfrío,puesprocurabacubrirloconelmayoresmero.

Pordesgracianoasomóenaquelmomentoporlacallequeseguíaladesconocidanielmayordeplazaconsupatrulla,niunvecinocualquieraaquienalgunagravísimanecesidadhicieseaventurarseaaquellahorayconel frío intensoquehacíapor lasinmediacionesdelcementerio.Sialgunolahubieravisto,lahabríatomadoporalmadelaotravidaytendríamoshoyunaleyendapoéticaquepodríamosaprovechar,envezdetenerquelimitarnosaserfielesnarradoresdehechosprosaicosdelavidareal.

Al llegar a la esquina sudeste del cementerio, la mujer se detuvo y fue aarrodillarsedelantedeunaimagendelaVirgendeDoloresqueocupabaunnichoenelánguloquehacíanlasparedesdeunacasaqueenfrentabaconelpanteón.Laluzdela lámpara iluminó de lleno el rostro de la desconocida. Estaba pálida como sihubiesesidouncadáverescapadodelvecinorecinto.

Llorabaymurmurabapalabrasentrecortadasporlossollozosyqueparecíaselasarrancabadelfondodelalma.Aquellapobrejovendebíaestarabrumadabajoelpesodeunodeesosdoloresqueseexperimentanenlavidadetardeentarde;peroqueenpocashorasnoshacenavanzarañosenelcaminoqueconducealaeternidad.

Selevantóconmuchotrabajo,apoyandolamanoizquierdaenelguardacantóndela esquina y sosteniendo con el brazo derecho el objeto de su solícito cuidado.Continuó caminando lentamente, sin desviarse de las paredes de las casas, comobuscandoalgúnapoyo.Avanzótrescuadrashaciaeloccidenteyentrandoenlapartehabitada por las personas principales y más ricas de la ciudad, veía las casas sinfijarseenninguna,comosinolasconociera.Sedetuvoalfindelantedeunadelasmásgrandesydemejoraspecto,yasiódelpesadoaldabóndebroncequependíade

www.lectulandia.com-Página5

Page 6: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

unamáscaragrotescamente cincelada.Lamanodeaquellapobremujer estabamásfríaqueelmetal.

Dominada,sinduda,porunasola¡dea,ladesconocidanohabíaadvertidoqueibasiguiéndola,aunoscincuentapasosdedistancia,unhombreembozadoenunagrancapa que llevaba un sombrero de alas anchas que le cubría hasta los ojos. Elembozadosedetuvomientraslamujerpermanecióarrodilladafrentealaimagendelavirgen;continuósiguiéndolaycuandoellaseparódelantedelapuertadelacasa,élapresuróelpasoyprocurandorecatarse,sesituóenelhuecodelapuertadeunadelascasasdeenfrente.

www.lectulandia.com-Página6

Page 7: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

L

CAPÍTULOII

UnregalodeldíadelosInocentes

amujer sacudióel aldabóncon toda la fuerzadeque fuecapazy repitióotras dos veces los golpes, que resonaron en el interior de la casa. Losprimerosqueescucharon los aldabonazos fuerondosenormesperrosque

velabanenelcorredorycuyosaullidospenetrantesyprolongados,despertarona laservidumbreyalborotaronalasmuíasdelcochequedormitabanenlacaballeriza.Elgatofavoritodelaseñoraquedormíaenlacocina,alamordelrescoldo,seenderezó,erizó lospelosdel espinazoycomenzóamayar en tono lastimero, completandoelconciertodesapaciblequeformabanlosladridosdelosperros,lascocesdelasbestiassobre el empedrado y los gritos de dependientes y criados que se levantaron yacudieronalzaguán,preguntandoquiénllamabayquéseleofrecía.

Elcasoeragrave.Losaldabonazosredoblabanynadierespondíaalasvocesdelaservidumbre.

Despuésdeunaligeradiscusiónentreelamodelacasa,elseñordonFernandoFernández (de Córdoba, según él aseguraba), y la señora su esposa, doña MaríaJosefadeAlvaradoyGuzmán,seresolvióqueelcaballeroselevantarayfueraaverloqueocurría.Dícese,quepasóuncuartodehoraantesdequeelseñorFernándezatinaraconelmodoenquedebíaponerseloscalzones;peroélsiempresostuvoquenohabíasidopormiedo, sinopor la iraque lecausóelque fueranaalborotarle lacasaasemejanteshoras.Buscóalgunaarmaynoencontrandomásqueelespadíndeparadaqueusabacuandovestíaeluniformede regidordelAyuntamiento, tuvoqueconformarsecontaninsignificantemediodedefensa.

LuegoquesaliódesualcobaelquesedecíadescendientedelGranCapitán, laseñorasaltódellechoamediovestiryechandomanoasudevocionario,searrodillójuntoalcandilqueardíaenunaventanillaquecomunicabalapiezaconlainmediata,ycomenzóarezarlasletanías.

Sinsaberbienporqué,doñaMaríaJosefaconsiderabaasumaridoenunpeligromásgravequeelquehabíacorridosuilustreantepasadoenlabatalladeCeriñola.

www.lectulandia.com-Página7

Page 8: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

DonFernando,quenolasteníatodasconsigo,hizodosmilconjeturas,cadaunade ellas a cual más probable, sobre lo que podía motivar aquel extraordinario,inusitado y pavoroso acontecimiento. Lo único que no le pasó siquiera por laimaginación,fueloquecausabaenrealidadelalborotoenquesepusolacasa.

DonFernandoteníadosdependientesespañoles,doscriadoscriollosyunnegroesclavoquemanejabaelcoche.Todossearmaroncomopudieronantesdeafrontarelpeligro;siendoelmástemible,enaparienciaalmenos,delosinstrumentosbélicosdequeecharonmano,unapistoladeEibar,mediodescompuesta,quellevabaunodelosdependientes.FernándezdeCórdoba, al frente de aquel improvisadoperodecididoejército,diolaordendeabrirysecolocódenodadamente...detrásdelapuerta.

Quitó la llaveelmásviejode losdosespañoles,unvizcaínomalencarado,quedebíaserdescendientedelquepeleócondonQuijote.Sacólacabeza,vio,escuchó;pero todo fue inútil. No se divisaba alma viviente, ni se oíamás ruido que el delvientoquesilbabaenladesiertaysilenciosacalle.Ibanaretirarsetodos,cuandounodeloscriadosobservóquehabíaalgunacosadelantedelapuerta.Recogióelobjeto,vio que era un cestillo cubierto con un lienzo blanco, y habiéndolo levantado porordendeFernández, seofreció a la vistade ésteyde losque lo acompañaban, unniñoprofundamentedormido.

El descendiente delGranCapitán, que había recobrado su serenidad cuando seconvenciódequenosepresentabanenemigosconquienescombatir,experimentó,alverelcontenidodelcestillo,unsentimientomezcladodeimpaciencia,deasombroydeespanto,comonossucededeordinario,cuandosobrevieneunacontecimientoquealoimprevistoagregalodesagradable.

—¿Cuántos tenemos? —preguntó con cólera al vizcaíno, que dilatódesmesuradamentelaspupilasaloirlaextrañapreguntadelpatrón.

—Yocreerqueninguno—contestóenmalcastellanoelbuenodelvascongado—.Hacer siete años que vos con doña Josefa casar y hasta ahora hijo no haber dadoDios.

—¡Animal! —gritó don Fernando, blandiendo el espadín sobre la cabeza delvizcaíno—;noesesoloquepreguntósinocuántosdelmestenemoshoy.

—Eso ser según la hora—contestó el dependiente sin alterarse—.Si noche demiércolessertodavía,a27estar,simadrugadadeljueves,a28.

—A28, eso es; lo que pensaba—dijo don Fernando—. ¡Día de Inocentes! Labromaesunpocopesadaynoseréyoelmajaderoquelaaguante.Ponesecanastodondeestaba,añadió,dirigiéndosealcriadoqueloteníaycierralapuerta.

www.lectulandia.com-Página8

Page 9: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

L

CAPÍTULOIII

Primerosañosdelavidadelpepe.Cambiocompletoensusituación.

osdosdependientesylostrescriadosdeFernándezseveíanunosaotros,espantadosysinatreverseaejecutarlaordencruelqueacababadedarlessuamo,dedejaraaquelpobreniñoabandonadoyalaintemperie.Después

de un momento de silencio, el vizcaíno, tomó el cestillo de manos del criado yexclamó:

—Eso no; criatura desamparada nomorir de frío donde hidalgo vizcaíno estar.Mañanamujernodrizabuscarydemisueldopagar,sifueremenester.

DichoestoysinatenderalosvotosyreniegosdedonFernando,seentróconelniño, que en aquel momento despertó y rompió a llorar. Lo oyó doña Josefa ytomandoelcandil,salióaverloqueocurría.

Informada del extraordinario acontecimiento, quiso ver al expósito, le pareciómuylindoyexclamóenternecida:

—TienerazónVericoechea(asísellamabaelvizcaíno),seríaunainiquidaddejarenlacalleaestapobrecriaturaconeltiempoquehace.QuevayanBlasyCarlos(elnegrococheroyuncriado),aJocotenangoenbuscadeunachichigua.Ofrézcanleloquepida,quevengaahoramismoymañanasedispondráloqueconvenga.

ElilustrevastagodelosFernándezdeCórdoba,apesardetenermuybiensentadaymerecida reputaciónde testarudoy atrabiliario, no acostumbraba replicar cuando"miPepa", como él llamaba a la señora, expedía una orden categórica.Envainó elespadín,lanzóunamiradafuriosaadonMartíndeVericoechea,aquienculpaba—ynosinrazón—delengorroqueseleveníaencima,ydejandoaladamaquehicierasuvoluntad,comosucedíasiempre,semetióensuaposento,murmurandoentredientes:

—ConrazóndicenqueaquienDiosnolediohijos,eldiabloledacosijos.

Elvizcaíno,sinhacerelmenorcasodelosrefunfuñosdesupatrón,llamóalotrodependiente y a los criados, y colocándose en medio de ellos, sin decir una sola

www.lectulandia.com-Página9

Page 10: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

palabra,conungestoexpresivo,pusoelíndicedesumanoizquierdasobresuslabiosydioconelpulgaryeldelcorazón.deladerecha,eseligerochasquidoquesirveparaexpresarordendemarcha.Acostumbradosalapantomimadelcajeromayor,quesinduda por hábito de ahorrar economizaba hasta las palabras, dependiente y criadoscomprendieronqueselesmandaba,bajopenadeexpulsión,guardarprofundosecretosobreaquellaextrañaaventura.

Entretanto,ladesdichadaqueacababadeabandonarasuhijoalapuertadeunacasaqueleeraabsolutamentedesconocida,regresóporlasmismascallesquehabíaseguido a la ventura.Al pasar otra vez delante del cementerio del Sagrario, sintiócomosielfrt'odelanochecorrieraporsusvenas.Laideadequequizáalsiguientedíael cadáverdelquehabía llevadoen su seno iría adormir el sueñoeternoenelsitiodestinadoalospárvulosenaquelpanteón,lehelabadeterror.

Aquellaconsideraciónhizolugarprontoenelespíritudeladesventuradamadreaotrareflexiónnomenosdesgarradora.

—¿Yqué importa lamuerte?—murmuróconvozentrecortadapor los sollozos—.¿Séacasodónde lohedejado?Esaseparaciónentre losdos,quecomienzahoyparaterminarmásalládeestemundo,¿noes,porventura,lomismoquelamuerte?

No dijo más. Quiso apresurar el paso; pero le faltaron las fuerzas y cayó sinsentido. Entonces el embozado, que continuaba siguiéndola, se acercó a ella, seinclinóhastapegarsurostroconelde lamujeryadvirtiendoqueaúnrespiraba,selevantóydiounsilbidoagudoyprolongado,querepitióelecolejanodelasdesiertascalles.

Notardaronenaparecer,comosihubiesenbrotadodelasparedesdelcementerio,cuatro hombres embozados en grandes chamarras, que se colocaron en fila delantedeldesconocido,sindecirpalabra.Leshablóésteenvozbaja;entoncesellostomaronenbrazosalamujerysiguiendolacalledelcostadodeSantaTeresa,llegarondelantede una casa de pobre apariencia situada amedia cuadra del Potrero de Corona, yllamandodosvecesalapuerta,pusieronenlagradaaquelcuerpocasiinanimadoysealejaron.

ElsecretodelosucedidoenlacasadeFernándezenlanochedel28dediciembrede 1792, fue religiosamente guardado por los testiaos del acontecimiento. Y sinembargo,hubounrumor,aunquemuyvagoyquenosegeneralizó,dequeaquelniñono era hijo de don Fernando y de su esposa. Las imaginaciones fecundas dieronrienda suelta a las conjeturas, y el chico vino a ser para algunos de los vecinos elfrutoclandestinodeundeslizdelamodelacasa.Eldespegoque,segúnsesabía,lemostrabaFernández,noeramás,decían,queartificioydisimulo,ytodosconveníanenqueelmuchachoeraelvivotrasuntodesupadre.Másaún.CuandoJoséGabriel

www.lectulandia.com-Página10

Page 11: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

(esefueelnombrequeledieron),ibaavanzandoenedad,segeneralizólaopinióndequeeraidénticoalretratodelGranCapitánquecorríaenuntomodelaHistoriadeMariana.Diganloquequieran,paraesodeencontrarsemejanzasnadienosgana.

Precisoesconfesar,sinembargo,quesiaqueladolescentenodescendíadelhéroeespañol,ibasacandounasfaccionesquesinformarunconjuntoperfecto,constituíanun rostro interesante, entre serio y grave, como suponemos debió de ser el delguerrerotancélebreporsushazañascomoporsusrespuestaspicanteseIngeniosas.

Undía,cuandocontabayaGabrielochoañosdeedad llegóasucasa llorosoyamostazado,yarrojándoseenbrazosdesucariñosamadre,lerefirióquealsalirdelaescuelasehabíaentabladounariñaentreélyunodesuscompañeros;yquehabiendoéstequedadovencido,legritócomoporburla:pepe,pepe.

—¿Porquémehabrállamadoasí?—preguntóelniñocandorosamente.

—Puesesmuyclaro—contestólaseñora—.PorqueunodetusnombresesJosé,yalosquesellamanasílesdicenPepes.

Sin quedar enteramente satisfecho con la explicación, el niño no concibió lamenor sospecha sobre el significadode la palabra que le habían arrojado comouninsulto,ycontinuóconsiderándose,comoeranatural,hijode losquepasabanenelmundoporpadressuyos.

AqueldíafueelúltimoenqueelhijoadoptivodedonFemandoFernándezydesu esposa, concurrió a la escuela pública. Informada del caso la señora, reunió unconsejo de familia, compuesto de ella misma, de su marido y del vizcaínoVericoechea. Don Fernando dijo con muestras visibles de mal humor, que a él leimportabamuypocoquellamaranalmozocomolesdieralagana.Hablóenseguidaelvizcaíno,queenmalcastellano,peroconmuybuensentido,opinóqueGabrielnovolvieraalaescuela,ofreciéndoseaserenadelantesuúnicopreceptor.

DoñaMaría Josefa aceptó la propuesta demil amores y como el programa deestudiosde aquel futurograndehombre se componíade lectura, escritura, doctrinacristianaylascuatroprimerasreglasdelaaritmética,seconsideróqueestasmateriasnoeransuperioresalosconocimientoscientíficosdelvizcaíno,quedesdeaqueldíaagregó a su oficio de primer cajero las funciones importantes de pedagogo deGabriel.

Crecióésteyllegóaloscatorceañossiendoelídolodelaquepasabaporsersumadre,cuyoentrañableamorlecompensabaeldesvíoconqueloveíadonFernando;quiencomosueledecirse,notragabaalpobrepepe.Aquelhombreduroyatrabiliario,comonoteníahijos,rabiabadequeotroslostuvieran,yagriándoselecadadíamáselcarácter con la edad, había acabado por odiar a los niños. Sólo la costumbre

www.lectulandia.com-Página11

Page 12: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

inveterada, que tenía de no contrariar en nada la voluntad de sumujer, hacía queaguantaraaaquelintrusoensucasa.

Doña Josefa se veía en el pepe y lo amabamás tal vez que si hubiera sido supropio hijo. ¿Por qué la misma causa produce con frecuencia efectos enteramentecontrariosenelhombreyenlamujer?

Labuenadelaseñorahacíacuantoleeradableparaecharaperderelcarácterdeaquel pobre muchacho, procurando que concibiera la más aventajada idea de símismo.CrecióGabrielitooyendoasumamá,atoscriadosyalosamigosdelacasaqueeraelniñomáslindo,másgraciosoymásvivodelaciudad.Perosobretodo,enloquepusomásempeñolaimprudenteseñorafueenurdirlelamáselevadaideadelaimportancia de su familia y de la nobleza, casi augusta, de su origen. Y lo máscuriosodelcasoesqueacabópordeciresoconlamayorbuenafe.Elamorcegabadetalmodoalapobreseñora,quecreíarealyverdaderamentequeaquelniño,enquienveíaunconjuntodeperfecciones,nopodíaserhijodeuncualquiera.

Por fortuna estas preocupaciones entraron en el alma impresionable del pepe,acompañadasdealgunossentimientosenérgicosyvaronilesqueelvizcaíno,apesarde sus pocos alcances, supo inspirar a su pupilo. Desgraciadamente, este hombrehonradonopudocompletarsuobra,puescuandoGabrielcumplíalosquinceaños,unviolentotabardillopusotérminoalavidaútilylaboriosadeaquelbuenespañol.Lasemillaquedaba,sinembargo,ydebíafructificar,andandoeltiempo.

Las lágrimas que derramó Gabriel sobre la tumba de su sencillo y bondadosopreceptor, fueron las primeras que le arrancó un dolormoral; pero iay! debían serseguidasmuydecercaporotrasaúnmásabundantes,yamargas.Alospocosmesestuvolugarunacontecimientoqueibaainfluirdeunamaneradecisivaenlavidadelexpósito. Una enfermedad repentina arrebató a doña Josefa, sin darle tiempo deasegurar, como tenía propósito de hacerlo, la suerte de su hijo adoptivo. Se habíapropuestodisponerensufavordelamitaddelosganancialesquelecorrespondíaenelcaudaldesumarido,perosintiéndoseenbuenasaludynodeedadavanzada,fueaplazandodedíaendíaelponerenobraaquelladeterminación.

Encontróse,pues,elexpósitocuandoibaacumplirdiezysieteaños,soloyfrentea frente con el hombre cuyo apellido llevaba, a quien creía su padre y cuyossentimientosnadaafectuososhaciaél,noleerandesconocidos.

Pasadoslosdíasderigurosoduelo,donFernandotomólaresolucióndearreglarsus negocios y trasladarse a España. Estaba rico, no debía nada a nadie, y a él ledebíanmuypoco;noteníayaafecciónalgunaqueloligaraalpaís;era,pues,naturalqueprefirieravolverasutierranativadondelequedabanaúnalgunosdeudos.

Comenzóatomardisposicionesparallevaracabosupropósito.Porfortunaselo

www.lectulandia.com-Página12

Page 13: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

facilitó la propuesta que le hizo la casa de Agüero y Urdaneche, una de las másimportantesdelacapital,decomprarlelasexistenciasqueteníalacasadehabitacióny hasta los muebles. Una sola conferencia entre Fernández y don Andrés deUrdanechefuesuficienteparaqueaquellosdoshombresprácticosyversadosenlosnegociosarreglaranelcontrato.Eldíaquesefirmólaescritura,luegoqueseretiraronelescribanoylostestigos,donFernandodijoadonAndrésqueteníaquehablarledeunasuntograve,aunquenadateníaquehacerconlosintereses.

DonAndrésfrunciólascejasycontestóalgobruscamenteaFernándezqueenelescritorio de la casa comercial deAgüero yUrdaneche no debía pronunciarse unasolapalabraqueno fuesedenegocios.Citó,pues,aFernándezparaaquellamismanoche,alassiete,ensucasadehabitación,ysindecirmás,abrióellibroMayorysepusoaescribircomosinadieestuvieradelante.

Fernández,queteníasindudaquesolicitarunserviciodeaquelhombreextraño,cuyocarácterleera,porlodemás,bienconocido,noinsistióyacudióalacitaalahoraseñalada.EncerrándoseenelgabinetededonAndrés,conferenciaroncercadeuna hora y al despedirse, don Fernando puso en manos de Urdaneche un pliegocerradoyselladoconsusarmas.

Gabrielveíaconasombroensucasapreparativosdeviaje;oíadeciraloscriadosqueelamosemarchabaynoacertabaaadivinarloquedispondríahacerdeél.DonFernandonohabíadirigidolapalabraalpobreniñomásqueunastresocuatrovecesdesdelamuertededoñaMaríaJosefa,yesoentérminosbastanteclaros.Llamábaloholgazán,inútilyvanidoso,ymoviendolacabezaconmisterio,lepronosticabaquehabíadeacabarmuymal.Gabrielnohabíaconocidomáspadrequeelsuyoycreíaque todoserancomodonFernando,y lasmadres todascomodoñaJosefa.Aunquesensible, pues, a tanto despego, no le extrañaba, mediante aquella candorosaconvicción.

LlegóeldíaenqueFernández ibaa salirde laciudadcondirecciónaTrujillo,donde se embarcaría en un galeón que debía hacerse a la vela, para Cádiz. Losarrieros cargaban lasmuías; los criados y criadas presenciaban con indiferencia lapartidade suamo,quenohabía sabidohacerse amardeellos,y el infelizGabriel,apoyado en uno de los pilares del corredor, con un nudo en la garganta y los ojosmedioinundadosdelágrimas,seguíaconinquietudaquellospreparativos.Veíaasupadrepróximoapartirsinél,ynosabíacuálseríasusuerte.

Dadas las últimas disposiciones y luego que don Fernando hubo repetido a laservidumbrelaordendecerrarlacasayentregarlasllavesalosnuevospropietarios,sacóunabolsaqueparecíaconteneralgúndineroydándolealcriadomásanciano,ledijoseñalándoleaGabriel:

www.lectulandia.com-Página13

Page 14: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Luegoqueyomevaya,llevaeseniñodondepuedaaprenderalgúnoficioconque gane su vida como * la ganamos todos. Ese dinero bastará para los primerosgastos. Pero ten entendido, añadió, dirigiéndose al joven, que nada, absolutamentenadamás,tienesyaqueesperardemí.

Dichoesto,montóenlamuíaysalió,seguidodedosmozos,tambiénmontados,queloacompañaríanhastaTrujillo.

Viendo alejarse al que creía su padre, Gabriel experimentó un sentimientoextraño,enqueunaciertasatisfacciónsemezclabaconelmásvivodolor.Lapartidadeaquelhombreduroycruelal¡y¡abasualmadeungranpeso,porunaparte,yporotra le desgarraba el corazón aquella indiferencia y la idea del abandono en quequedaba.

Elancianocontóeldineroqueconteníalabolsa.

—Son —dijo—, cincuenta duros. Con esto habrá para algún tiempo. Dígameusted¿quéoficioquiereaprender?

—Ninguno—contestóGabriel—.Memorirédehambreantesdehacerusodeesedinero.

—Veausted—replicóelcriado—,queesodedejarsemorirdehambre,esmásfácildecirloquehacerlo.Siustednorecibeloqueledejóelamo,noséquéhará.

Sin aguardar contestación comenzó el sirviente a cerrar las puertas. Gabrieldirigióunamiradadedespedidaalcuartodondehabíamuertosumadre,yenjugóunalágrima que se desprendía de su párpado.Oyendo que el criado, después de habercerrado, una tras otra todas las puertas, sonaba el manojo de llaves, como paraindicarlequeeratiempodesalir,dijoconentereza:

—Vamos,yseencaminóalapuerta.

www.lectulandia.com-Página14

Page 15: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

S

CAPÍTULOIV

Unprotectormisterioso

alióGabrieldeaquellacasadondehabíavividodesdelanocheenquevinoalmundo,yalaquenovolveríajamás,yseparóenlaesquina,sinsaberadóndeirniquépartidotomar.Estandoenaquellaperplejidad,se leacercó

unhombreque llegabaconpasoapresurado,ypreguntándolesieraelniñoGabrielFernández, a su respuesta afirmativa le entregó una esquela cerrada en forma detriángulo,comoseacostumbrabahacerloentoncesconlasquesedirigíandeunpuntoaotrodelaciudad.

AbriólaGabrielyleyólosiguiente:

"Vengaustedavermesinpérdidademomento.Tengoquécomunicarlealgoqueleinteresa.—AndrésdeUrdaneche".

Gabrielhabíavistofrecuentementeaaquelsujeto,quevisitabaasupadreysabíatambiéndóndeestabasituadoelestablecimientocomercialdeAgüeroyUrdaneche.Sedirigióalláinmediatamente.Pocosmomentosdespuéseljovenatravesabaelpatiodeunacasagrandeyenclaustrada,dondeseveíaenelcorredordelfondoentreabiertaunapuertamaciza,forradadeláminasdehierroconclavosdebronce.Eraelalmacén,piezaespaciosayoscura,cuyasparedesdesaparecíandetrásdeunagranestanteríadecedro,ocupadaconmultituddeobjetosdediferentesclases,lamayorparteinútiles.Aquellos rezagos, que no habían podido realizarse en la tienda de comercio, seamontonabanallí,pornosaberquéhacerconellos.Untramoodosestabanocupadosconloslibrosypapelesdelacasa.Juntoalaúnicaventanaqueteníalapiezaseveíaunamesadenogal, conpies labradosy cubierta conuna carpeta verde.Un tinterograndey nomuy limpio, compuesto de tres piezas de plata, colocadas en un platoovalado,delmismometal;cajasdeobleas,plumasdeave,cartasabiertas,elDiario,librovoluminosocubiertodecifrasyapuntamientosenletraespañola,élcalendariodeBetetay lasordenanzasdeBilbaoestabanesparcidos sobre lamesa.En lasdoscabecerashabíadossillasdebrazo,tapizadasdevaquetadecoloroscuro,confloresmedioborradasyapocadistanciaunaarcagrandeconunfuertecerrojoyotrasdosllaves.CasitodosesosmuebleshabíansidotraídosdelaAntiguacuandoseverificó

www.lectulandia.com-Página15

Page 16: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

latraslación.

Gabriel no estaba en situación de fijarse en aquellos objetos. Profundamenteimpresionadocuandovioquesupadreseibadejándoloenlacalle,luegoquerecibióelbilletedeUrdaneche,porunaevolucióndesuespíritu,deésasquesonnaturalesenjóvenesde suedad, concibió la ideadequedonFernando lohabía recomendadoaaquellosseñores,yqueladurezadesudespedidaeramásaparentequerealyefectode su carácter adusto y concentrado. ¿Cómo habría podido imaginar que hubieraquiénseinteresaraporélsinoeraaquélaquienreconocíaporpadre?

DonAndrésdeUrdanecheeraoriginariodeNavarra.HabíavenidoaGuatemalapocos años.antes de la ruina de 1773 y se asoció con don Francisco de Agüero,sevillano rico que, conociendo la probidad y talento comercial de donAndrés, novacilóenentregarlesucaudalque,segúndecían,habíaéstedobladoenpocotiempo.

La casa tenía negocios en España, el Perú y México; y aunque no faltabanalgunosquenoparecíantenerlaopiniónmásfavorabledelquelamanejabacasienabsoluto, lo cierto es que, la confianza que inspiraba a la generalidad era grande.Todoaquelquedeseabacolocarsusfondosconseguridad,acudíaaaquellacasa,cuyasolidezsehabíahechoproverbial.Susrelacionesentodoelreinoeranmuyextensasycasitodalacosechadeañilycacaopasabaporsusmanos.Debíanser,pues,efectodeenvidiaodemaledicencialosrumoresquecirculabanmuyporlobajorespectoaaquelestablecimientocomercial,unodelosmásimportantesdelpaís.

Don Andrés era alto de cuerpo, enjuto de carnes, de fisonomía grave, queindicabauncarácterfríoyreservado.Aunquenocontabasetentaaños,parecíamuchomásanciano.Talvezocultospesareshabíanminado la existenciadeaquelhombretaninsensibleyduroalparecer.Quizástenía,comocualquieraotro,unahistoriaqueconoceremos algún día, debiendo contentarnos por ahora con estas indicacionesgenerales.

Susojos,deunazuloscuro,lanzabandevezencuandomiradaspenetrantes,queobligabana losquehablabanconélabajar lossuyosoadirigirlosaotro lado.Surostro, cubierto de una palidez enfermiza, presentaba un conjunto más biendesagradablequenosimpático,ysusonrisaeratanviolentaytanforzada,quehacíaaún más desapacible la expresión habitual de su fisonomía. Había personas que,buscandosiempreparecimientos,decíanquelacaradedonAndréseraladeFelipeII,afeitado.

Vestía calzón de paño negro, medias de algodón, zapato con hebilla de acero,chalecoychaquetamuy largos,de lienzoblanco,yen lacabezaatadounpañuelo,cuyaspuntaslecaíanhaciaatrás,costumbremuygeneralenaqueltiempo.

CuandoentróGabriel,donAndrésdejólaplumaconqueescribía,sepusoenpie

www.lectulandia.com-Página16

Page 17: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

yduranteunospocossegundosestuvoexaminandoaljoven,enquienprobablementenosehabíafijadoencasadeFernández.

—Puede ser —murmuró entre dientes Urdaneche—, después de haberhecho aquel rápido examen de la fisonomía de Gabriel; y sin ofrecerle asiento,permaneciendoélmismoenpie,ledijo:

—¿A qué carrera quiere usted dedicarse? ¿Al comercio, a la abogacía, a lamedicina,alaiglesiaoalasarmas?

Gabriel,quehastaentoncesnohabíapensadoenelegirprofesión,nosabíacómoresponder a aquella pregunta inesperada. Después de un momento de silencio,contestó:

—Creo,señordonAndrés,queantesdedecidirmeporalgunacarrera,debosabersicuentoconlosmediosdeseguirla.

—Ustedpuedecontarconcuantonecesite.

Estas palabras, pronunciadas en tono seco y breve, afirmaron al candorosoadolescente en la idea de que su padre lo había recomendado a aquellos señores,quienes por encargo suyo debían cuidar de su educación. Este pensamiento loenterneció,yexclamó,conlosojosllenosdelágrimas:

—iAhíMibuenpadrehacuidado,antesdepartir,deasegurarmisuerte,sindudamientrasvuelve,omellevaasulado.

—Estenoes lugardehablardeesamanera—replicóUrdaneche—.Lacasaharecibido orden de una persona con quien tiene negocios, de proporcionar a ustedcuanto haya menester. Es asunto de cuenta corriente y nada más. No perdamostiempo,añadióconsultandoelreloj,¿aquéprofesióndeseausteddedicarse?

Puesyaquedebodecidirmeahoramismo—respondióGabriel,medioofendidopor la aspereza del viejo negociante—, a la de las armas. Pero yo no sé si deboadmitirauxiliosdeunapersonadesconocida,ignorandoloquemotivaesaprotección.

—Siustedrehusa—dijodonAndrés—,nohablemosmás.

—Norehuso;peroquisierasaber...

—Ustednotienenadaquésaber.¿Aceptaloquetengoordendeofrecerle,ono?

Gabriel,másymásconvencidodequedebíasersupropiopadreelqueproveíaasueducación,yquesóloporcapricho,opor rarezadecarácterprocedíadeaquellamanera,contestó,despuésdereflexionarunmomento:

—Acepto.

—Hoymismo—dijoUrdaneche—,sesolicitaráparaustedundespachodecadete

www.lectulandia.com-Página17

Page 18: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

delFijo.

Tomóunapluma,trazóunasdiezodocelíneasenunafojadepapel,lacerróenformadecartayentregándolaaljoven,añadió:

—Aquí tiene usted esta esquela para un caballero en cuya casa vivirá, si leacomoda. Puede usted disponer de todo el dinero que guste; poco o mucho, noimporta.Tieneustedletraabiertaenlacasa.

Dicho esto, hizo una ligera inclinación de cabeza, comopara indicar aGabrielque la entrevista debía terminar y comenzó a abrir una voluminosa corresponenciaqueteníasobrelamesa.

—Agradezcoaustedenmialma—dijoeljoven—,elinterésquesesirvetomarpormí;yencuantoaeseprotectorocultoqueustednoquieredarmeaconocer.

—¡PIazaola!—dijoUrdaneche,esforzandolavozycomollamando.

Presentóseinmediatamenteunindividuoquellevabaunaplumadetrásdelaorejayquesaliódeunapiezacontigua,cuyapuertahabíapermanecidocerrada.

—Vea usted —continuó diciendo don Andrés—, en las cartas de los'corresponsalesdeCádiz,paracuándoestabaanunciadalasalidadel"Neptuno".CreoqueestiempoyadequeesebergantínhubierallegadoaTrujillo.

Gabriel se retiró mordiéndose los labios, y cuando salió de la casa, vio elsobrescritodelacarta.EstabadirigidoaundonRamónMartínezdePedrera,ycomoeljovennoconocíaaaquelsujeto,seacercóauncaballeroquepasaba,ylesuplicóleindicara,silosabía,dóndehabitabalapersonaaquienibadirigidaaquellaesquela.

—Lo conozco—dijo el sujeto—. Don RamónMartínez de Pedrera, escribanoreal,viveenlacuadradelcuarteldeArtillería,segundacasa,aladerecha,pegadaaunatiendademaritates.

Gabriel agradeció la indicación y fue inmediatamente en busca de la casa delescribano.

Leabrióunviejonegroquevestíauntrajedeamarilloyverde,conpretensionesde librea;pero tandescoloridoy remendado,quenohabría sido temerario suponerquehabíaservidoalcriadodelafamiliadurantetresocuatrogeneraciones.

Preguntado por donRamón, contestó que en aquelmomento estaba el barberoacabandodeafeitarlo,yañadióqueelniñopodía,sigustaba,aguardaralamoenelescritorio.

EntróGabrielenuncuartobastanteespacioso,situadoalaizquierdadelzaguányenelquenoveíacosaalgunaqueindicaraeldestinoque,segúnelviejonegro,tenía

www.lectulandia.com-Página18

Page 19: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

aquellapieza.

Enunadelascabecerasestabaunarmarioenorme,deaquellosdetresrostrosqueseusabanantesyquesuelenversetodavía,pintadodecelesteclaroyconmoldurasqueseconocíanhabersidodoradas.Enunamesaredondaygrandecubiertaconunacarpeta verde y que ocupaba el medio de la pieza, no había objeto alguno, y enderredorestabancolocadashastadocesillas,tapizadasdevaquetaazul.Nohabíaenaquella sala un solo libro, ni recado de escribir, ni papeles, ni nada que pudierajustificareltítulodeescritorioqueledabaelcriado.

ComenzabaGabrielasospecharsiaquelcuartoseríamásbienelcomedordelacasa,ypartiendodeestaidea,infiriódeltamañodelamesaynúmerodelassillasquedebíasergrandelafamiliadelescribanoreal.

Laaparicióndeestepersonajevinoainterrumpirlasconjeturasdeljoven.EntródonRamón,peinadoconpolvos,acicalado,envueltoenunacapadepañodegranacongalóndeoroenelcuelloyconelsombrerodecastoren lacabeza,comosisedispusiese a salir.Correspondió al saludo deGabriel en los términos usuales, peroacompañandosuspalabrasconunarisamuyextraña.Tomóelbilletequelepresentóel jovenyseretiróalextremodelapiezaparaleerlo.Acadafrasequeleíaechabauna mirada de soslayo al muchacho, y cuando concluyó, guardó la esquela en elboslillodelchalecoymurmuróentredientes,demodoqueGabrielnopudopercibirloquedecía.

—HijodeFernández,vaasercadetedelFijo,diezysieteaños,cuarentapesosmensualesporhabitación,alimentosylavadoderopa,gastosextraordinariosaparte;¡diablo!noesmaloparalostiemposquecorren.Lacasapagatodo...aquíhaygatoencerrado;yvolvióareírsecomocuandosaludóaGabriel.

—Quedaustedadmitido—añadióenvozalta,dirigiéndosealjoven,yllamandoalviejonegro,ledijo:

—Elniño,enelcuartodelahorcado;arréglaloyvequeledendealmorzar.

Dichoesto,serióporterceravezysemarchóalacalle.

Mientraselnegroibaaprepararelalmuerzo,sequedóGabrielrumiandoaquellode"cuartodelahorcado",queacababadeoirasuhuésped.Notó,además,queaquelescritorio,o loque fuese,dondeporelmomento seencontraba, teníadosventanasquedabanalacalle,cerradasycubiertaslasjunturasdelastablascontirasdepañonegro. ¿Qué había, pues, en aquella habitación que así se procuraba sustraer a lasmiradasdeloscuriosos?Nada,absolutamentenada,másqueunarmariomuygrande,unamesaydossillas.

LlegóelnegroaavisarqueestabaservidoelalmuerzoypasóGabrielalcomedor,

www.lectulandia.com-Página19

Page 20: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

dondenoviomásqueunamesapequeñaydossillas.

—¿Cómosellamausted,buenhombre?—preguntóeljovenalancianosirviente.

—Benito—contestóelnegro.

—Dígameusted—continuóGabriel—,¿donRamónescasado?¿Tienefamilia?

—No.

—¿Viviremosaquísoloslosdos?

—Quizás.

Gabriel comprendió que aquel hombre no quería seguir la conversación y seabstuvodedirigirlelapalabraduranteunrato.Pero,muchachoycurioso,quisohacerunanuevatentativaydijoalnegro:

—¿Podrá usted darme razón por qué se llama la pieza donde voy a habitar el"cuartodelahorcado"?

Aloirestapregunta,elnegroabriódesmesuradamentelosojos,yponiéndoseundedoenloslabios,contestó,bajandolavoz:

—Nohableusteddeeso.Siquierevivirtranquiloenestacasa,vea,oigaycalle.

Todo esto excitó más y más la curiosidad del futuro cadete, que comenzó asospecharqueenaquellacasadebíadehaberalgoextraordinario,queé!noacertabaaexplicarse.

Concluidoelalmuerzo,Benitolearreglóelcuartoqueestabaenelcorredordelfondo, frente a la puerta de calle. Lo único que llamó la atención de Gabriel enaquellapieza fueunapinturaantiguaquependíade lapared,copia fieldelcélebrecuadrode los "Jugadores"deMiguelÁngeldeCaravachio.De las tres figurasquecontiene,laqueocupaelmedioyquerepresentaaunhombredemásedadquelosotrosdosjugadores,ofrecíalaparticularidaddetenerunagujeroenelojoizquierdo,lo que podía ser: porque hubiesen roto el lienzo de propósito, o efecto natural delabandonoenqueestabaelcuadro.

NodioGabrielatenciónalgunaaaquellacircunstancia,yluegoqueestuvosolo,se puso a reflexionar sobre el giro extraño que iba tomando su vida, y a formarconjeturasvagasrespectoalofuturo.Ignorandosuverdaderacondiciónyfirmeenlaidea de que su padre lo había dejado bajo la vigilancia de Urdaneche, a quienconsiderabayacomounaespeciedetutor,dejódeafligirseporencontrarsesoloyconla ligerezapropiade suspocosaños, acabópor sentirse satisfechode la resolucióntomadapordonFernando.

www.lectulandia.com-Página20

Page 21: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

C

CAPÍTULOV

Misteriosdelacasadelescribano.Uncapitánretirado

onsiderándoseyacomounhuéspeddedonRamón,Gabrielquisoconocerlaposadaysaliódesucuarto.Encontróseluegoconelnegroyhabiéndolepreguntado si haríamal en recorrer un poco la casa, le contestó Benito

moviendolamanoenderredor,comotrazandouncírculo,yseñalóenseguidaaunapuertagrandequeseveíaenelextremodelcorredordelfondo,alaizquierda.

ComprendióGabrielquedebíalimitarsuspaseosalpatioexteriordelacasayalaparte interiorde la izquierda.Yasídebíaser,'puesenelextremodeladerechadelcorredornohabíapuerta,sinounaqueparecíaventana,comodevaraymediadealtoydosterciasdeanchoyqueenaquelmomentoestabacerrada.

Aquella ventana excitó la curiosidad de Gabriel y no sin razón, pues no escostumbrequelashayaeneselugar,donderegularmenteestálapuertadelpasadizoqueconducealsegundopatioyalasoficinasinterioresdelacasa.

El jovencomenzóapasearseporelcorredor,mientraselnegro,sentadoenunabutacavieja,bajoelarcodelzaguán,parecíalucharconelsueñoycabeceabaacadamomento.Apocollamaronalapuerta.Benitoacudióaabrir,puesalacuentaconeseobjeto se había colocado en aquel sitio. Habló con el que llamaba, que sin dudabuscabaalamoeinformadodequenoestabaencasa,semarchó.Elnegrovolvióadormitarensubutaca.

No pasaron cincominutos sin que llamaran de nuevo y se repitiera la escena.Volvióaresonartresveceselaldabóncasideseguidaytornóelnegroalaoperacióndeabrirycerraryaladedormitarensusillón.

Vistoesto,sepusoGabrielacalcularsinopodría,sinqueloadvirtieraelnegro,que solía detenerse hablando con los que llamaban, ver lo que fuese aquello queparecíaventana,ysienefectoloera,echarporellaunaojeadahaciaelinteriordelacasa.Comolopensólohizo.Resonóunsextooséptimoaldabonazoyluegoquesehubo levantado Benito, se precipitó Gabriel a la ventana y probó a. abrirla. Al

www.lectulandia.com-Página21

Page 22: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

principioencontróresistencia,comositiraranpordentrodelapuerta;pero,haciendoun ligero esfuerzo abrió. ¡Cuál sería su sorpresa al advertir que lo que oponíaresistenciaeraunacadenadehierro,clavadaporunextremoalahojadelaventanaporlaparteinterioryquepasabaporencimadeuntornocomolosquehabíaenlasporterías de los conventos de monjas! Al tirar Gabriel de la puerta, resonó unacampanilla,yapocooyópasosqueseacercabanporlapartedeadentroyunavozdemujerqueledijo:

—¿Qué hay, Benito? ¿Ese hombre ha imaginado algún nuevo martirio paraatormentarme?¿Nolebastalaprisiónenquemetieneyloquemehacesufrirhaceyadoceaños?

AsustadoGabrielaladvertirelresultadodesuimprudentecuriosidad,ytemiendoviera el negro que había abierto la puerta que ocultaba el torno, cerróprecipitadamenteycontinuópaseándose,comosinadahubiesehecho.

Había en aquella voz de mujer algo de profundamente triste y simpático queimpresionó vivamente al joven. Estaba seguro de no haberla oído antes y sinembargo,parecíacomosinolefueseenteramentedesconocida.¿Loengañaríaalgunasemejanzacasual?Probablemente.

Pasó el resto de lamañana preocupado con aquella idea. A la una volvió donRamón,pidiólacomidaysesentaronalamesaélyGabrielúnicamente.Elescribanoparecía hombre comunicativo y de buen humor. Habló de diferentes cosas e hizohablarasujovenhuésped,preguntándoledetallessobresuinfanciayvidaencasadesuspadresyprocurando inquirir conmañadóndehabía conocidoadonAndrésdeUrdaneche.GabrielcontestóconsencillezyfranquezaalaspreguntasdedonRamón,aunque contrariado por aquella risa indefinible que era como una monomanía deaquelhombreextraño.

Porlanoche,comoalasnueve,encerradoyaGabrielensuhabitación,oyóllamaralapuertarepetidasvecesypasosdepersonasqueentrabanyqueparecíandirigirsealapiezaquellamabaelnegroalescritorio.Contóhastadiezllamadas;perovencidoporelsueño,nosupoyacuántasfueronenrealidadlasvisitasquerecibiósuhuésped.

Al siguiente día le remitió Urdaneche, bajo cubierta, su despacho de cadeteagregadoalasegundacompañíadelFijo.Laalegríaqueexperimentófuetangrande,comosi lehubieranconferidoelgradodecapitángeneral.Soñabadespiertoconelcuartel,elservicio,lasexpedicionesmilitaresylasbatallas;figurándosequeundíauotrorepetiríanlosingleseslainvasióndelascostasdelnorte,ycomohabíasucedidopocos años antes (según oía contar a su padre), tendría que salir el batallón acampaña.

Hiciéronleeluniformeycuandoestuvolistoelequipomilitar,quecompletóun

www.lectulandia.com-Página22

Page 23: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

sombrero apuntado y un espadín, poco faltó para que el mozo se considerara unhéroe.LaverdadesqueGabriel noparecíamal con su casacadepañoblancoconcuelloyvueltasazules,calzónmuyajustadodelmismocolorytelas,ybotasdecueronegroconcampanaamarilla.Estabamáscrecidode loquecorrespondíaasuedad,erabienformadoysinserloquesellamabaunbuenmozo,teníaunafiguradeesasqueinteresanyagradanaprimeravista.

Elnuevocadetefuemuyexactoenelcumplimientodesusobligaciones.

Pasabalamayorpartedeldíaenelcuartel,estudiabaporlanochelaordenanzamilitaryunlibrodetácticadeinfanteríaquecompróenunatiendadelportal,dondelopusoenventauncapitánretirado.Gabrielolvidólaaventuradelamujerencerradaenelsegundopatiodelacasa, lasvisitasnocturnasquerecibíadonRamónyhastallegóafamiliarizarseconlarisadeéste.Taleselimperiodelhábito,porunaparte;ytal, por otra, la condición de nuestro espíritu, que no puede sentirse vivamenteimpresionado por una idea, sin que se debilite la acción que sobre él ejercen lasdemás.

Gabriel hizo amistad estrecha con un subteniente de su misma compañía, dosañosmayor que él y que se llamaba don Luis de Hervías. Este joven y el cadeteFernándezhabíanvenidoasercasiinseparables,pasandojuntostodaslashorasqueelserviciolesdejabalibres.

—Debíastú—dijoundíadonLuisaGabriel—,hablaralcapitánRompeyrajaparaqueteenseñeajugarlaespada.

—Noconozco—respondióGabriel—,aningúncapitándeesenombre.

—¿Cómo—replicóelsubteniente—,quenoconocesalaflor,natayespumadeiosoficialesretirados;elmaestrodearmasdequienrecibeleccionestodalajuventuddelbatallónyque,segúnélmismodice,podíadarlasaPachecoyaCarranza?¿NohasoídohablardelcapitándonFelicianodeMatamoros,retiradocongocedemediosueldo?

—Conesenombresí—dijoGabriel—.Estáescritoenunaobradetácticaquefuesuyaycomprépocoha.

—Y que estuvo varias veces empeñada en la fonda de la esquina del cuartel,contestóHervías.Matamoros,másconocidoconelapododecapitánRompeyraja,alamitaddelmessellevabebidotodoelmediosueldo,yparaconcluirlosquincedíastienequeempeñarporacáyporacullálaspocasprendasquelequedan.

—¿Yloquepaganlosoficialesporlaslecciones—preguntóFernández—,quésehace?

—iLoquelepagamos!—dijoHervías—,sinoquiererecibirnada.Dicequeél

www.lectulandia.com-Página23

Page 24: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

novendeelartemássublimedetodoslosartesynuncaadmiteuncuarto.Esverdadquecuandoseleagotanlosrecursos,notieneescrúpuloenapelaralbolsillodelosdiscípulos, y como esto sucede amenudo, venimos a pagarle por vía de préstamo,algomásquesilapensiónfueseregularymensual.ElpobreMatamorosdicequeasuedadnohaymásgustosquecomer,fumaryecharalgunostragos,yesoesloqueélhacede lamañanaa lanoche.Mientras tanto, suhijamayor,Rosalía,muchachamuyguapa,trabajaparamantenerlafamilia,puesademásdeella,tieneelcapitándosniñasyunniñopequeñoque ledejó sudifuntaesposa.Yoconozcoa laRosalinda(queasí le llamamostodos)porqueconcurreconfrecuenciaalasleccionesquenosdasupadre.

—¡Qué!—dijoGabriel—,¿tambiénellaaprendeajugarlaespada?

—No—replicóHervías—,perodistribuyelascaretas,lasmanoplasylasarmas;recogeestosútilescuandoyahanservido,remiendaalgúnguantequese

rasga y adereza algunamáscara cuando un puntazo ha abollado el alambre.Laverdadesquelamuchachaesunángelyqueinteresavercómoquierealcapitánysufresusimpertinencias.¿Conque,quieresono,serunodelosdiscípulosdelprimermaestrodearmasdelasislasytierrafirmedelmarocéano,comoélsetitulacuandoestádemona?

—Iré —dijo Gabriel—; ese aprendizaje es útil y aun necesario a un oficial.Mañana, después del ejercicio, iremos a ver al capitán para que me cuente en elnúmerodelosqueaprendenelsublimearte.

Enefecto,al siguientedía,Gabrielysuamigoenpetiuniforme, llegaronacasadel capitán don Feliciano de Matamoros, que perfectamente afeitado y acicalado,estaba dando fin a un almuerzo opíparo, no tanto por la calidad, cuanto por lacantidad de los manjares. Daba la casualidad que aquel día habían pagadogenerosamente a Rosalía la costura de una basquina de terciopelo negro conguarnición de cuentas de azabache, obra de aguja laboriosa, y con—esto habíamanteleslargosencasadelbuenodelcapitán.

Correspondió éste al saludo de los jóvenes oficiales llevándosemilitarmente elrevés de la mano derecha a la visera de la gorra y les señaló dos sillas mediodesvencijadas,conasientosyrespaldosderejilla.

—¿Son ustedes servidos, caballeros? —dijo don Feliciano, mascando a doscarrillos—;lanzaenristreyadegüello;paratodoshay.

—Buen provecho, mi capitán —contestó el subteniente—; no creíamos queestuviera usted todavía a la mesa, pues es bastante tarde. Vengo con el objeto depresentaraustedunnuevodiscípulo,miamigoycompañerodonGabrielFernández

www.lectulandia.com-Página24

Page 25: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

deCórdoba,cadetedelasegundacompañíadelFijo.

—Servidordeusted,micapitán—dijoGabriel—poniéndoseenpieysaludandoaestilomilitar.

—ParaserviraDios,alreyyaustedcadete—contestóMatamoros,devolviendoel saludo—. ¿Conque usted, continuó, desea aprender el sublime arte, que es elprimeroentre todos losartes,comoquesinélno tenemossegurosni lahonrani lavida?

Diciendoasí,elcapitánsepusoenlabocaunapiernadegallina.

—Hace usted muy bien —añadió—. Joven, créame usted, un militar que noconoceporprincipioelusodelaespada,escomounboticarioquenosabemanejarlaespátula. Si ustedme hubiera visto el 25 demarzo de 1782, cuando atacamos losfuertesdeRoatándelquesehabíaapoderadoelinglés,habríacomprendidodecuántautilidad es el conocimiento del manejo del sable.Me acuerdo como si fuera hoy,exclamódonFelicianoentusiasmándosemásymás,nosabemossiconlamemoriadesus hazañas o conmedio vaso de aguardiente de caña que se echó a pechos.Meacuerdocomosifuerahoy.Hervías,padredeestejovensubteniente,yyo,fuimoslosprimeros que, seguidos de unos pocos soldados, saltamos a tierra de la fragata"Matilde". El teniente general, presidente donMatías de Gálvez y su segundo, elcoroneldonJosédeEstachería,nosanimabandesdeelpuente.Salióunacompañíadeinglesesypeleamosunahoracuerpoacuerpo,hastaquelosredujimosalosfuertes.Yotuvequehabérmelascondosherejesdescomunales,armadosdeespadonescomode tres varas, que amenazaban con partirme en dos a cada mandoble que measestaban.PeroallífueelhacerusodelasreglasdePacheco,deCarranza,dePérezdeMendozayotrosmaestrosdelarte.Meempinésobrelaspuntasdelospies(yfueejecutandodonFelicianotodoloqueibadiciendo),conelcuerpohechounarcohaciaadelante;paréuntirodeuninglés,yatrapándolelaespadaconlamanoizquierda,mearrojé sobre él, lo agarré por el cogote (y lo hizo así con el subteniente), le di lazancadillaycayóhaciendoretemblarlatierra.Así,nimásnimenosquecomoustedacabadecaer ahora,Hervías.Corrí ahacer elmismopasoconelotro inglés (y seechósobreGabriel;peroéste separapetódetrásde lamesayuna silla) ¡ca!ni suspolvos;sehabíaencerradoyaenelfuerte.¡Cespita,jóvenes!¡Quélanceaquél!Sentíayouncorajequehabríaqueridobebersangreinglesa.

Dichoesto,elcapitánRompeyrajaseechóelotromediovasoalcoleto.

En aquel momento entró la hija de don Feliciano a quien acompañaba suhermanitomenor,asidodeltrajedelajoven,llorandoypidiendodecomer.

—Hijo de un héroe—exclamó el capitán—, toma y participa de la refacciónfrugaldetuilustrepadre.

www.lectulandia.com-Página25

Page 26: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

AlargóalmuchacholaotrapiernadegallinaysedisponíaaconcluirlarelacióndelagloriosacampañadeRoatán;perolointerrumpióRosalía,diciéndole:

—Padre,ustednosabequeanochenoshemosescapadodeunabuena.

—¿Cómo?—gritódonFeliciano—.¿Quéhasido?¿Havueltoainvadirelinglés?

—No—contestó la joven—,nofueel inglés,sinoPiede lanaconsucuadrilla,quepusoenalarmatodoelvecindario.Acabadecontármelolavecina.MargaritalaFlorera. Estaba ella velando, por acabar unas coronas para el monjío, y como amaitines, oyó ruido por los tejados; salió al corredor y... ¡Jesúsme valga! sólo elfigurármelo me causa miedo; vio descolgarse por el albardón media docena deenchamarrados. Abrió su ventana, gritó, acudió gente; pero todo fue inútil. Losladrones se salieronpor lapuertade lamismacasade laMargarita.Después sehasabidoquerobarondondedonAntoniodeBerroterán,dejándoloamarradoalpiedesu cama y con unamordaza en taboca. ¡Jesús! De considerar que pudieron haberpasadoaquí,metiemblaelcuerpo.

Gabriel había quedado sorprendido al ver a Rosalía.Un ligero tinte de carmíncubriólafrenteylasmejillasdeaqueljoventancandidoypudorosocasicomounadoncella. La hija del capitán era de regular estatura; la tez morena y ligeramentesonrosada;elcabellocastaño,recogidohaciaatrásconunapeinetadecarey;losojosaterciopelados; nariz correcta; boca mediana; mano pequeña y fina y pie tandiminuto,queapenaspodíasostenerelcuerpo,quealandarsebalanceabacomoeltiernovastagodelcocoteroagitadoporlabrisa.Teníadiezyochoaños;perociertagravedadprofundamenteimpresaentodasupersona,lehacíaaparecerdemásedad.

Rosalía, quenoconocía al cadete, fijó losojos en élunmomento, saludándolocon una ligera inclinación de cabeza y los volvió a su padre con quien hablaba.Sospecharnos que si se hubiera preguntado a Gabriel lo que había dicho Rosalíacuando ésta concluyó la relación del lance de los ladrones, no habría acertado adecirlo.¿Eraaquelloamor?No losabemos.Eraunasensación indefinibleynueva,olvidodesímismoydecuantolorodeaba,concentración/absolutaenunsoloobjeto.Eranojosquenoqueríanvermásqueaellayseseparabandeellacomocontemor;eran oídos que no escuchaban más que lo que ella decía y no acertaban acomprenderlo; era el alma encadenada ya a otra alma para siempre. iAy! Así lohemoscreídotodosalosdiezysieteaños,cuandoamamosporlaprimeravez.

www.lectulandia.com-Página26

Page 27: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

E

CAPÍTULOVI

DondeelcadeteFernándezresuelvehacerloquenoharíaanoestarlocodeenamorado

l capitánMatamoros, cuando oyó lo que refería su hija, se puso en piemediotambaleandoyexclamó:

—¡Piedelana!¡Piedelana!¡Vayaunpersonajeparaponerenalarmatodauna ciudad!Añoshacequeese ladronzuelo es el cacodeGuatemala.Capitángeneral. Audiencia, batallón de linea, escuadrón de dragones, cuerpo de artillería,todos,hasta la Inquisición,hanprocuradodarlecazaynada.Apareceydesaparececomosifuerabrujo,ydespuésdenooirhablardeélenmuchotiempo,derepentesenos cuenta alguna nueva fechona suya. Que me den seis lanceros y me obligo apresentar en ocho días el cuero del tal Pie de lana y a entregar amarrada toda sucuadrilla.¡Puesbuenosoyyoparachanzas!CuandofuimosaRoatánadesalojarelinglés...

—Pero, padre—interrumpióRosalía—, el inglésdaba la carayPiede lananohacefrentesinocuandolossoldadossonpocos.Nadielohavisto,ningunoloconoce;sesabequeexiste,quemata,querobayesimposibledarconél.

—Puesyodaría—gritóMatamoros—,aunqueseescondierabajoelaltarmayor.¡Amíconésas!¡SableylanzalCuandodigoqueenRoatán...enRoatán...ynopudoconcluir. El héroe a medio sueldo, el gran maestro de armas, cayó bajo la mesa.Rosalía volvió la cara avergonzada y los dos jóvenes oficiales tomaron a donFelicianoylollevaronasucama,dondesoñóduranteelrestodeldíayenlanocheconelinglés,conlacampañade1782yconPiedelana.

Sielcapitánsoñódormido,Gabrielcontólashorasunatrasotra,asediadoporlaencantadoraimagendeRosalía.Laveía,laoía,elecbdesudulcevozvibrabaenelfondo de su alma, como una armonía celeste. Era el rumor de la cascada, el ecoblandodelabrisa,elarrullodelatórtola,elcantoconquelamadrehacedormirasuhijoensuregazo.

QuisiéramospoderdecirqueelsentimientoqueexperimentóGabrielenaquella

www.lectulandia.com-Página27

Page 28: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

primeranochedéamor,fuetodopuro,yquelagroserayvulgarintervencióndelossentidos,nomanchóaquellossueñosdeoro.Pero,lay!nofueasí.Aqueljovenqueestabaparacumplirdiezyochoaños,amabaydeseabayaardientementeposeerelobjetoamado.

Alsiguientedíaselevantómástempranoquedecostumbre,sepusoeluniforme,fuealcuartelycuandohubocumplidoconsusobligacionesdesoldado,sedirigióa...¿adóndehabíadeser?¡acasadelcapitán!

Hacía poco que se había levantado don Feliciano, cuyo rostro conservaba lasseñalesdelaborrascadeldíaanterior.Losojoserandosbrasas,lanarizunaacerolamadura y los pómulos dos tomates. Llevaba una casaca medio militar y mediopaisana;azul,sinlasvueltasrojasdeluniformedesucuerpo;peroconunosgrandesbotones de plata, o algún metal blanco que lo parecía. Tres o cuatro de ellos, demayordimensiónquelosotros,puesteníancasieldiámetrodeunpeso,estabanenlasmangasdelacasaca,formandouncírculo,enlapartequecaíasobrelasmanos.

El capitán se entretenía cuando llegó Gabriel, en limpiar dos gallos, pues eraaficionadísimoaesejuego,segúndecíaél,porlaemociónquelecausabaelcombatedeaquellosanimalesbelicosos.

—Tengo—ledijoelcadete—,quéhablarausteddeunasuntograve.

—¿Qué hay? —contestó el maestro de armas—. ¿Necesita usted de aprenderalgúnbuentiro?¿Setratadedespacharauncamaradaaiaeternidad?Aguardeustedunminuto;leenseñaréungolpeadmirablequetraedonLuisPachecodeNarváezenla"Grandezadelaespada".

—Nosetratadequeyomateanadie—replicóGabriel—sinodequeustedevitequeyomuera.

—Ta,ta—dijoelcapitánamediosueldo—.¿Esustedeldesafiadoyquierequele enseñe a parar los tiros de su adversario? Eso es lo de menos, cadete. Con ladoctrina de Jerónimo deCarranza en la "Filosofía y destreza de las armas", voy aponerloaustedendosminutos,enaptituddebatirseconelmismodiablo,sinquesupellejocorraelmásligeropeligro.Vengausted.¡SableylanzaIVengausted.

Diciendoasí,elcapitántomóporlamanoaGabrielylocondujoalapiezadondesedabanlasleccionesdeesgrima.

—Escúchemeusted—dijoeljovendeteniendoalcapitánqueibayaadescolgardosespadas—.Setratadelafelicidaddemivida.Yoquierocasarmeconlahijadeusted.

—¿Cómo? ,¿cómo?—exclamódonFeliciano—;¿quequiereustedcasarseconmihija?Ustedsechancea.¿Esserioeso?

www.lectulandia.com-Página28

Page 29: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Tanserio—replicóGabriel—,comoquenosaldrédeestacasasinobtenerelconsentimientodeusted.Ellaesmivida,midicha,miporvenir;amarlahastamoriryseramadoporella;heahí,capitán,laúnicaesperanzademialma.

—¿Yellaconsiente?

—Nolosé.Vengoaponermicorazónasuspiesyaoirdesuslabioslasentenciadevidaodemuerte.

— iCáspita!—exclamóel capitán—,pues elniño se explica.Aguardeusted;ydiciendoasí,sedirigióalapuertayllamóasuhija.

Al momento se presentó Rosalía, con las enaguas del vestido remangadas,cubiertalacabezaconunpañuelodemadrasacuadrosyunaescobaenlamano.

SaludóaGabriel,algocorrida,acausaquizáde lamaletaenque laencontrabaaquel jovenextrañopara ella, y apoyadas ambasmanosenelmangode la escoba,aguardóquehablaraelcapitán.

—Rosalía—dijodonFeliciano,tomandolaactitudmásteatralquelefueposible—;estejovencadete,quesellama...seHama...dispenseusted¿cuálessugracia?

—GabrielFernándezdeCórdoba.

—Eso es, lo tenía en la punta de la lengua.No conozcootra cosa.DonRafaelHernándezyCórdoba,dice...me—cuenta...pues...habladefelicidad,deamor,deviviromorir,¿quéséyo?¡enfin,quequierecasarsecontigo...!Peroahoramismo.¡Parecequelacosaleurge!¡Sableylanza!Yonolohiceasícontudifuntamadre.Catorceañosestuveentresicaigoonocaigo;peroaquéleraotrotiempo.Ahoratodosehacealabombé.Conque,¿teconvieneelnovio?

Rosalíanocontestóunasolapalabra.Veíaalcapitán,aGabriel,ydudabasiseríaaquelloserioodeburla.Mientrastanto,eljoven,conlosojosclavadosenelsuelo,temblaba como la hoja en el árbol y aguardaba una expresión de los labios de suamada, para arrojarse a sus pies. Al fin rompió el silencio y dijo, entre risueña ygrave:

—Caballero, si esto es una chanza, yo no sé cómo deba tomarlo. Si no meengaño,ayermehavistoustedporprimeravez;ydeconsiguiente,puededecirsequenomeconoce.Laedadqueustedrepresentameindicaqueesustedhijodefamilia;ysuapellido,queperteneceaunadelasprincipalesdelaciudad.Supongoqueloqueustedhaconcebidopormí,nopuedesermásqueuncapricho,quepasarácomohanacido.Agradeciendoausted,pues,elhonorquehaqueridohacerme,mepermitiráledigaqueesdemasiadojovenparapensarencasarse.Yomismanohedispuestosalirdelacondiciónenquemehalloyquemeimponeobligacionessagradasquedeseoseguircumpliendocomohastaahoralohehecho.Así,suplicandoaustedprescinda

www.lectulandia.com-Página29

Page 30: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

deloquenopuedetenerefecto,meexcusarásimeretiro.

Diciendoasí,lajovenhizounainclinacióndecabezaaGabriel,ysemarchó.

—iQuépicodeoro!—dijoelcapitán—.Esesermónmereceuntrago.

Abrióunaalacena,sacóunabotella,yabocadejarro,consumióunacuartapartedelcontenidodelenvase.

—Peronohayquéafligirse,señordonMiguelGonzálezdeCórdoba—añadió—;¿nohaoídousteddecirqueenlabocadelasmujereselnoeshermanomayordelsí?

Gabriel, poseído de la más negra desesperación, no escuchaba lo que decía elcapitán. Las últimas palabras de Rosalía habían triturado su corazón, como si lohubierapuestoentrelaspiedrasdeunmolino.Sintióquelasangreseleagolpabaalacabeza,yfaltándolelasfuerzasparatenerseenpie,tuvoqueapoyarseenelbrazodedonFeliciano.

¿Se ríe usted, respetable lector? Es porque ya ha olvidado la impresión de lasprimerascalabazasquecosechóallácuandocontabadiezyochooveinteaños.

Másfilósofoqueusted,elbuenodedonFelicianodeMatamoros,capitánretiradocongocedemediosueldoymaestrodearmas,viendoasufuturoyerno(puesportallocontabaya),mediomuertodedolor,acudióporloprontoaloqueélconsiderabacomo el único remedio para los males de la vida, e introduciendo el cuello de labotellaenlabocadeGabriel,lehizotragarunacantidaddelíquídocapazderesucitaraunmuerto.

Enseguidahizoqueel jovense sentaraenun sofáycomenzóahablardeestamanera:

—Siustedquierecreeramiexperiencia,joven,notomecomodicen,alpiedelaletraloquehacantadolamuchacha.¿CómoquiereustedtomarlaplazacomotoméyoelfuertedeRoatán,tododiciendoyhaciendo?Esonosevetodoslosdías.Pongaustedunsitioenregla,apuntebienlasbaterías,ycuandoseatiempo,ifuegol¡SableylanzalNome llamo Feliciano si la guarnición no capitula y se rinde a discreción.Usted debe tener padre,madre, tío o tutor que cuide de su persona y bienes, puessupongoquenodebeseruncualquiera,nitampocounpeladoquenotengasobrequécaersemuerto.Hableustedalseñoroalaseñoramayor;dígaletodoesodemuerte,juicio,infiernoygloriaquemedijoamí,ypídalelalicenciaparaelcasorio.Cuandoustedlatenga,vuelvaydígalealaRosalíaqueelsuegroosuegra,oloquefuere,laesperaconlosbrazosabiertos;y,oyonosénada,oustedoiráentoncesotrocantar.

Puedeusted,señordonMiguel,añadióelcapitán,decirquesunovia,eshijadeunhidalgoque,aunquepobre,teníasusejecutoriasmuyenreglayhaservidoaireypormarytierra,tanbiensinomejorqueotrocualquiera.Quesiasangrevamos,la

www.lectulandia.com-Página30

Page 31: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

delosMatamorosdePeñapeladanocedeaotraninguna,comoquedescendemosdeuno que allá, en la guerra de Granada, mató con su propiamano veinte y siete atreintaysieteinfieles(nolorecuerdobien),queestabanpintadosennuestroescudodearmas,queseperdióenlaruinajuntoconlasejecutorias.

Enfin,obtenidoelbeneplácitodequiencorresponda,ustedvuelve,insta,ysilamuchachadicenones,repiteportercerayporcuartavez,hastaquecaigalafrutadelárbolafuerzadegolpes.

—Mipadre—contestóGabriel—,estáenEspaña.LapersonaquecuidademíesdonAndrésdeUrdaneche,aquienusted talvezconoce.Lehablarédelasuntoysiestáautorizadoparasuplirelconsentimientodemipadre,nodudomelodará,puesnohayrazónparaqueloniegue.

—¡Bravo, cadete!—exclamó don Feliciano—. Eso es hablar. No hay que irsenunca por las ramas.Ustedes se casarán y viviremos todos juntos en paz deDios;porqueesodequeyomeseparedemiRosalía,niellademínidesushermanos,espensarenloexcusado.Conque,acaballo,lanzaenristreyadegüello.

Dichoesto,lepusoaGabrielelsombreroenlacabezaycasiaempelloneslohizosalirasolicitarelpermisoparalaboda.

El enamorado mancebo aguardó la hora en que se encontraba don Andrés deUrdanecheensucasadehabitaciónyfueabuscarlo.Habíanpasadoalgunosmesesdesdequesevieronporprimeravezenelescritoriodelacasacomercial.Nohabíaexperimentado el anciano alteración notable en su fisonomía. A la edad de donAndréssecambiamuylentamente.Gabriel,porelcontrario,parecíamáshombre;sumusculaturavigorosayflexiblesepronunciabacadadíamásyunligerobozonegroyfinosombreabasulabiosuperior.Además,elamor,aunquenofuerasinodedosdías,habíahechoviviraGabrieldosaños.Nosdiránquizáqueestoesunaparadoja;perola observación propia y ajena nos ha enseñado que nada hay como las grandespasionesparaacelerarelmovimientodelavida.

No se escapó a la percepción sagaz del viejo negociante aquella evoluciónfisiológica de su pupilo, y a fuer de práctico y conocedor del corazón humano,comprendió que debía proceder de alguna causa moral; deduciendo de aquellaspremisas la consecuencia lógica de que la visita inesperada del joven cadete debíatenerporcausaalgúnasuntodegrandeinterésparaéste.

DonAndrés era en su casamás humano que en el escritorio. Frío y reservadosiempre, parecía más accesible, y sin inspirar entera confianza, no era en la vidaprivada aquella encarnación viviente del tanto por ciento, de las pérdidas y lasganancias, que se sentaba detrás de una mesa en el oscuro almacén de Agüero yUrdaneche.

www.lectulandia.com-Página31

Page 32: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Despuésdelsaludo,preguntóelancianoaljovensobresuvida,siestabacontentode haber abrazado la carrera militar y si era de su gusto la posada que le habíaelegido.

—La profesión de las armas—contestó el cadete—, es la queme conviene, ycadadíaquepasamealegromásdehaberlaadoptado.Encuantoamihuésped,donRamón,mepareceunhombreexcelente,aunquealgoraroensupersonay...mododevivir.Perocomoyopasogranpartedeldíaenelcuartel,casinonosvemossinoalashorasdecomer.Lacasaestriste;donRamónnotienefamilia;secansaunodeleer,yalaverdad,haymomentos,muchashorasenquemefastidialasoledad.

—Esdecir—contestóUrdaneche—,queustedquerríacambiardeposada.

—No,precisamente—replicóGabriel—.Talvezenotranoestaríatanbiencomoenladelescribano,comonofuesemipropiacasa.

—Pero... —dijo don Andrés, clavando en el joven su mirada escrutadora ypenetrante—.Pero,ustednotienefamilia.

—Es verdad, señor don Andrés; mas pudiera ser que me fuera convenienteestablecercasa.

—¡Establecercasal¿Ycómovausted,tanjovenavivirsolo,enpoderdecriadosquelegastaránenormemente,sinqueporesoestémejorservido?

—Esquepudiera. ..pudierayo. ..(elpobreGabriel,dominadoirresistiblementepor la mirada del anciano, no se atrevía a terminar la frase). Pudiera yo.. . viviracompañado.

—¿Quéquiereusteddecirme?¿Cómo?—exclamódonAndréslevantándoseynosiendodueñoporloprontodedominarsuasombro.Perorecobrandoinmediatamentesuserenidadysangrefría,añadió:

—¿Por ventura habría usted pensado en casarse? ¿Podrá saberse cuál es lapersonaenquienustedhayapuestosupensamiento?

—Lamás virtuosa—contestóGabriel con entusiasmo—, lamás noble, lamáscumplida de lasmujeres.Una que, aunque escasa de bienes de fortuna, no cede aningunaotra en lo esclarecidodel linaje, en la bellezay en la respetabilidadde sufamilia.Lahijadeunveteranoquecuentalargosañosdeserviciosasupatriayasureyycuyonombreestáunidoaunodeloshechosmásgloriososdelahistoriadeestereino.Enunapalabra:lahijadelcapitándecaballeríadonFelicianodeMatamoros.

DonAndrés,contodosuaplomo,nofuedueñodecontenerse,aloirlasúltimaspalabrasdeljoven.

—¿Lahijadequién?—exclamó—;¿delcapitánMatamoros?¿Yesollamausted

www.lectulandia.com-Página32

Page 33: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

familiarespetableylinajeesclarecido?¡Uncualquiera,unebrio,petardistayjugadordeprofesión!Vamos,joven,ustedhaperdidoeljuicio.

Sequedóelpobrecadetefrío,comosilehubieranechadounarociadadehieloaloircalificardeaquellamaneraalhombreaquienélamabayrespetabayasóloporserpadre de Rosalía. Además, en su candidez, había tomado al pie de la letra lo quecontabaelcapitándesusejecutoriasydesushazañas.Haciendo,pues,unesfuerzoparadominarsuenojo,respondió:

—Usted es dueño de calificar como guste a un hombre que ha derramado susangreenloscamposdebatalla.YonoséqueelcapitánMatamorosseajugador,nipetardista,niborracho,auncuandopuedatenersusdescuidos,comocualquieraotro.En cuanto a su linaje, si no se hubieran perdido desgraciadamente en la ruina susejecutoriasysuescudodearmas,conellosprobaríayoaustedquelafamiliadelosMatamoros de Peñapelada son tan ilustres como pueden serlo los Fernández deCórdoba y que cuentan entre sus antepasados personajes capaces de honrarmejorgenealogía.Peroestonohacealcaso.Yonohevenidoaquíadiscutirsobreblasones,sino a suplicar a usted, en nombre de cuanto hay más sagrado, me dé elconsentimiento que necesito para casarme con la hija del capitán. Créame usted,señordonAndrés,añadióelpobrecadeteenterneciéndose:nopuedovivirsinella,yunanegativadeustedseríamisentenciademuerte.

Urdaneche, quehabía tenido tiempopara reflexionarmientras el jovenhacía larelación de las grandezas de los Matamoros de Peñapelada, contestó con muchacalma:

—Yonoestoyautorizadoparadarelpermisoqueustednecesitacomomenordeedad,paracasarse.Lopediréalapersonaqueseinteresaporusted...,quierodecir,queescribiréadonFernando,queeselúnicoquepuededarlo.

—Muylargoesaguardar—dijoGabriel—,quelacartavayaaEspañayvuelvalarespuesta.

—Larga para la impaciencia de usted, tal vez—replicóUrdaneche—. Pero nohayotroremedio.Supadredeustedvive,ysinsupermisonopuedeustedcasarse.

Gabrielnoteníaqueoirmás.Loscincooseismesesqueleeraprecisoaguardarleparecíansiglos.Salió,pues,decasadelviejonegocianteconelcorazónllenodeamargura y se dirigió a la de su futuro padre político y sabio mentor, a quién seproponíareferirelresultadodeaquellaentrevista.

www.lectulandia.com-Página33

Page 34: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Y,

CAPÍTULOVII

Primeramor

bienhijo,puessupongoquepuedoyadarteestenombre—exclamódonFeliciano,alverentraraGabriel—,¿Quédiceelpapá,lamamá,eltíooel

tutor?¿NoesverdadquelaalianzaconlacasadelosMatamorosdePeñapeladaleshaparecidocosacomobajadadelcielo?¡Vaya!,¡puesfácilhubierasidodarconunaprosapiamásilustrequelanuestra!

Diciendoasí,elcapitántosióymoviótresveceslacabezaadelanteyatrás,conmuestrasevidentesdeorgulloysatisfacción.

—Mitutor—dijoel joven—,noobjeta la familiadeusted,capitán(en locual,como sabemos,mentía comoun bellaco); pero dice que estando vivomi padre, esnecesariopedirleelconsentimientoparaelmatrimonio.Heaquíloqueyonopuedosoportar. Cinco o seis meses sin unirme a Rosalía, serán cinco o seis siglos detormento. Vea usted cómo podemos hacer para que el matrimonio se verifiqueinmediatamente.

DonFelicianorecapacitó;lepasóporlacabezalaideadeunenlaceclandestino,dando por sentado que podría convencer a su hija de que no debía desperdiciaraquellacolocación,que tenía trazasdeserbrillante;peroreflexionóenseguidaquesemejantepasopodríatraermalasconsecuencias,yquenadaseperderíaporaguardarunpoco.Lavanidadacudióenauxiliodelaprudencia,asegurandoaMatamorosqueelpadredeaqueljovennopodíaconsiderardesiguallaproyectadaalianza,yconestaconviccióndijoasufuturoyerno,concuyonombrenoacertabatodavía:

—Dime,Rafael, ¿no has leído tú la historia de aquel famoso general griego, oromano,nosébienloqueera,quesellamabaFabio?

—Sícapitán—contestóGabriel—;supongoqueserefiereustedaFabioMáximo,célebre general romano. Pero, ¿qué tiene que hacer aquel héroe con lo de mimatrimonio?

—Tiene,ymucho—contestódonFelicianoconmisterio—.Sirecuerdasbienlahistoria de ese romano, has de tener presente que debió muchos de sus grandes

www.lectulandia.com-Página34

Page 35: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

triunfosasussistemadeaguardarlaocasiónmásfavorableparaasegurareléxitodesus empresas, sin dejarse llevar jamás por la impaciencia. Esto le valió elsobrenombredeCunctator,quequieredecircontemporizador,segúnmeasegurabamimaestrodemedianos.Conque,yaves,amigoDaniel,quesi lahistoria,esamaestradelhombre,debeservinosdealgo,aquívienecomodemoldeunadesuslecciones.Siyo,enRoatán...

—Perdoneustedque lo interrumpa,señordonFeliciano—dijoGabriel—.Creoqueelejemplodelgeneralromanoesmuydignodeimitarse,ypormipartenodejaréde tenerlo presente, si algunavez llego amandar un ejército en campaña.PeromisituaciónactualnadatienequeverconladeFabioMáximo.Yonopuedovivirsinlahijadeustedylahistoriadetodoslosguerrerosdelmundonomeharáconformarmeconlaideadeaguardarcincooseismesesparaunirmeaella.

—Tú hablas como joven apasionado—replicóMatamoros—, y yo te aconsejocomoexperimentadoycauto.Nimihijaniyoconsentiremosjamásenprescindirdelconsentimiento de tu padre, pues nuestro legítimo orgullo no nos lo permitiría.Conquepaciencia,yaprovechareltiempoquepasarámientrasvienelarespuesta,enganartelavoluntaddelamuchacha.Puedesveniraquísiemprequeteacomode,puesyateconsiderocomodelacasa;yademás,teconozcodemasiadoparaquepudierayo abrigar lamenor sospecha contra tumoralidad. Y para darte, desde luego, unaprueba(quenoseladaríayoatodos),delafectoqueteprofeso,ydequeteveoyacomodelafamilia,vasaprestarmeunpardeduros,quetedevolverésinfaltaalgunaeldíaúltimodelmes,alrecibirmimediosueldo.

Causó a Gabriel alguna extrañeza aquella rara manera de mostrarle confianza;perociegoporRosalía,sealegródeagradarasupadreatanpocacosta,ylecontestó,poniéndoleenlamanolosdosduros:

—Esoymáscapitán,siemprequeustedlonecesite.Sabequecuantosoyycuantovalgo está a su disposición, y le agradeceré que en cualquier pequeño apuro, seacuerdeusteddemíantesquedeotroalgunodesusamigos.

Elcapitán,quesepreciabadetenermuybuenamemoria, leprometióacordarsedel cadete lo más frecuentemente que le fuera posible; y luego que el joven semarchó, mandó a traer dos botellas de aguardiente de España, una de las cualesconsumióenelrestodeldía,alasaluddesuhijopolíticoEzequielquéséyocuántos,comollamabaaGabriel.Entradalanoche,comenzóaatacarlasegundabotella;ylociertoesquehacialamadrugadadelsiguientedíalosdosdurosdeljovensehabíanencaramado, sin saber cómo, a la cabeza de sü futuro suegro ymetían en ella unalboroto de todos los diablos. Por fortuna, al capitán, cuando se hallaba en esasituación,loquelesucedíacuatroocincodíasdelossietedelasemana,noledabapor camorrista, sino por alegre, y luego que había hecho media docena de

www.lectulandia.com-Página35

Page 36: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

extravagancias,caíacomountroncoyroncabacomounbendito.

Entretanto,supobrehijaseafanabaafindequenadafaltaraasushermanosyque lacasaestuvieraenelmejorordenposible.No teníaunmomentodesocupado.Losquenoconsagrabaacosercosasajenasoahacercigarros,queponíaavender,losempleabaenlavaryenremendarlaropadelcapitányladesushermanitos.Dequienmenos seacordabaerade supersona,queno lemerecíaalgúncuidado, sinocuandohabíaconcluidoconlosdemás.TalhabíasidolavidadeRosalíaduranteseisaños,desdelamuertedesumadre,aquientuvoquesuplirenelmanejodelacasacuandonocontabamásquedoce.Alascincodelamañanaestabaenpie,yalasonceodocetodavíavelabaporsupadre,temiendonofueseasucederlealgunadesgraciaporefectodelaembriaguez.

DonFelicianoquería y casi respetaba a su hija; pero lo único enquenohabíapodido ser deferente a sus ruegos era en abandonar aquella funesta habitud, hartoarraigadaenelviejomilitar.Jamássediocasodequedijeraasuhijaunaexpresiónimpropia,nique semostrara impacienteconella;pero tampocodejódebeber,pormásqueellalehicieselasreflexionesmásrespetuosasysensatas.

Paralosniños,Rosalíanoeraunahermana,eraunamadre.Sugravedadnaturallehabíahechofácilaquelpapel,desdequetuvoquecomenzaradesempeñarlo,siendoellamismaunaniñatodavía.

No es preciso decir que los jóvenes oficiales que frecuentaban la casa no sehabían mostrado insensibles a las gracias de la hija del maestro de armas. Cadadiscípulo que llegaba a recibir lecciones, comenzaba por hacer la corte a Rosalía;perolaamableseriedaddeéstaponíatérminoalosdosdíasalgalanteo,yelcortejolodejaba, llevandounsentimientodeestimaciónydesimpatíahacia la joven,peroconlaconvicciónprofundadequesualmaerainsensiblealamor.Talfuelaideaquecorrióentre lasvecinas,yRosalíamisma,afuerzadeoirqueerafría, llegóacreerqueeraasí.Nunca lehabíahecho jovenalgunootroefectoqueelque lehacíaunahermosapintura.Lehalagabaalsentidodelavistaynadamás.

Gabriel Fernández, lo hemos dicho ye, no era un buen mozo; era un jovenagraciado a quien no sentaba mal el uniforme blanco. Rosalía veía diariamenteoficiales,másomenosinteresantes,conuniformesblancos;yasíesascircunstanciasnohubieransidobastantesahacerenaquellaalmaseriaygraveunaimpresiónqueduraramásdecincominutos.

PeroRosalíanohabíasidohastaentoncesmásqueobjetodegalanteosfrivolosypasajerosyningunodeaquéllosjóvenesorgullososhabríasidocapaz,niporchanza,deofrecersucorazónysumanoa lahijadeaquelcapitánamediosueldo,oscuro,pobre,dominadoporunafunestainclinaciónallicorymedianamenteridículoconsus

www.lectulandia.com-Página36

Page 37: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

pretensionesnobiliariasyconlosrecuerdosmediofabulososdesusproezasmilitares.

Cuandoaquelcadetedesconocido,peroque teníaciertoairededistinciónensupersona y en sus modales, hizo vibrar en el corazón de Rosalía los acentosapasionados de un amor que, no por ser súbitamente concebido, dejaba de serprofundo,experimentóellaunasensaciónnuevayextraña,unsentimientoquenoseatrevióaanalizar,talvezporquetemblódedescubrirloquenoquisieraconfesarseasímisma.

ElloesquecuandovolviólaespaldaaGabriel,despuésdehaberledadoaquellarespuesta que impresionó tan desagradablemente al enamorado joven, experimentóella,noaquelsentimientodetranquilasatisfacciónquehacenacerlaconcienciadeldeber cumplido, sino una especie de remordimiento por la dureza con que habíarechazadounadeclaraciónqueteníaelsellodelamáscompletasinceridad.Pasóelrestodeaqueldíayelsiguiente,distraída,intranquila,yporlaprimeravezensuvidadesdelamuertedesúmadre,tuvoalgunosrasgosdeimpacienciaconsushermanosyauncon supadremismo.Ya lohabéis comprendido, ioh jóvenes lectoras!El amorcomenzabaahacersentirsudolorosa,sudulce,suirresistiblepresiónenaquellaalmatantomásdispuestaaunsentimientoserio,cuantomáshabíatardadoenexperimentarsusefectos.

TresdíasdespuésdehabervistoaGabrielporlaprimeravez,Rosalíaamaneció,sinsaberporqué,conlaideafijadequeiríaasucasaeljovencadete,cuyonombrenosabíabienaún,puesnosehabíaatrevidoapreguntárseloasupadre.AquellaalmadeDios,quehastaentoncesnohabíapensadomáseneladornodesupersona,quenoteníasiquieraunespejo,hizoaquellamañanadoscosasextraordinariasyquehabríanalborotadoalasvecinas,sinohubieraellaprocuradoquelasvecinasnoadvirtieranaquellosdosactos,quecasi leparecíanundelito.Laprimerafuehaberbuscadoenunagavetadondeguardabaalgunasprendasdesudifuntamadre,unpedazodelistónencarnado,ylasegunda,irdepuntadepieysinqueloadvirtieraelcapitán,asacarun espejito que servía a éste cuando vestía de grande uniforme y en el que ibacontemplando,porpartes,elgarbomarcialdesuínclitapersona.Y,comoestáescrito:

¡Ay!queeldelitoengendrarádelito...,comodijounpoetasudamericano,noparóenesoelextraordinarioprocedimientodelajoven,sinoqueseatóellistónencarnadoenlacabezaysevioalespejo.Sufrenteysusmejillasestabanmásrojasquelacinta.Pero, ved loque esnuestra dañadanaturaleza.Pasada la primeravergüenzaque lecausó el encontrarse así adornada, una voz interior, que salía sin duda de lo másrecónditodesualma,ledijoquenoestabafea.Volvióaverseotravezenelespejoyse sonrió con cierta complacencia. Tuvo después, ¿por qué negarlo?, una violentatentaciónde iracortarunpreciosobotónde rosablancaquependientedel tallosebalanceabaenunamacetaqueellamismacuidaba;pero¿quédiríanlasvecinassipor

www.lectulandia.com-Página37

Page 38: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

desgracialaveíaalgunaconunacintarojayunbotónderosaenlacabeza?

Rosalía no se equivocó.A las once de aquellamañana llegó el joven cadete, aquien ella tuvo necesidad de recibir. ¿Qué había de hacer? Su padre no estaba enaptituddedejarseverdenadie.Decirquehabíasalido,habríasidounamentira.Lefue, pues, preciso resignarse. Eso sí, procuró rodearse de sus hermanos, y hasta elmenor,quenocontabamásqueseisaños,entróaformarpartedelaguardiadecorpsdelatímidadoncella.Nuncahabríaellapensadoenllevaraquellamañanaasuladoalnene,sihubierapodidopreverlamalapartidaquehabíadejugarle.

Fueelcasoque,agotados los lugarescomunesdeunaconversacióndeprimeravisita,Gabriel, tan novicio como (a dama, no sabiendo ya qué hacer ni qué decir,comenzó a acariciar almocito y a dirigirle algunas preguntas. Una de ellas fue siqueríamuchoasuhermanamayor,aloquecontestóelmuchacho:

—Sí,cuandoesbuenaconmigo,ymedaloquelepido.

—Yqué—ledijoRosalía—,¿nosoybuenasiempre,desagradecido,ynotienescuantoquieres?

—No—replicó el nene—; hace tres días que ya nome haces caso, ni quieresjugarconmigo,nimedasnada.Desdequevinoesteoficialydijopapáquequeríacasarse contigo, ya no me hablas, ni a mis hermanas tampoco, si no es pararegañarnos. Esta mañana, por estar componiéndote y viéndote en el espejo, teolvidastedevermialmuerzoyselocomióelgato.

Lapobrejovensepusomásencarnadaquecuandoseatólacintaenlacabeza,yno encontró una palabra para desmentir a aquel imprudente que vendía así sussecretos. Turbada, conn.ovida, sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas, yhaciendounainclinacióndecabezaaGabriel,seretiró,llevándosealniñoyseguidadesushermanos.

El joven sabía cuanto necesitaba saber por lo pronto: era amado.Aquella ideahalagadorainundósualmadeljúbilomáspuro,yporlaprimeravez,despuésdesuconversación conUrdaneche, se sintió con fuerzas para aguardar el permiso de supadreypodercasarseconRosalía.Lanegradesesperaciónqueatormentabasualma,hizo lugaraunsentimientomásdulceymás tranquilo.Al salira lacalle,el sol lepareciómás brillante, el cielomás sereno, el airemás refrescante; los árboles queasomaban sus copas sobre las paredes de las huertas, más verdes y frondosos; elmundo todo,mejorde loquehabía sidoen los tresdíasanteriores.Habríaqueridoabrazar a cuantas personas encontraba y hacer partícipes a todos de su felicidad.Acertóapasarasuladounmendigoylepidiólimosna.Echómanoalbolsillo,sacócuatro duros y se los dio. Le habría dado el Potosí, si lo hubiera tenido en aquelmomentoenlabolsa.

www.lectulandia.com-Página38

Page 39: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Después de aquella escena en que Rosalía vio inesperadamente descubierto elsecretodeloquépasabaensucorazón,seesforzótodavíalapobreenlucharconsuamor; pero inútilmente. La imagen de Gabriel la asediaba a toda hora, dormida odespierta, y embargaba por completo las potencias de su alma. Los dos amantesvolvieron a verse varias veces sin testigos ya, pues Rosalía cuidó de alejar a sushermanoscuandolavisitabael jovencadete.¿Quépasóenaquellasentrevistas?Loque acontece siempre en casos semejantes entre dos jóvenes apasionados, perotímidos,contenidosporelrespetoyporlaestimaciónmutuadentrodeloslímitesdeldeber. Entregada a sí misma, Rosalía supo conservar su dignidad y Gabriel, noobstantelavehemenciadesuamor,secontentóconaquellosfavoresinsignificantesensí;peroaloscualesdaelafectoelmássubidoprecio.

Vosotroslosqueguardáisenelfondodevuestrasalmascomounvaliosotesoroelrecuerdo de vuestro primero e inocente amor, verdadera poesía de la vida, podréiscomprender los goces inefables de aquellos dos corazones que con estrecho y alparecer indisoluble nudo, um'a un sentimiento puro y delicado, de ésos que coninmortalesrasgoshansabidopintarSaint-PierreyChateaubriand.

¡Desdichadoelquenohayaprobado,unavezalmenos,unamorsemejante,yquenopueda,evocandosurecuerdo,dulcificarconesagotademielelamargocálizqueendecadentesañosnoshaceapurarelinfortunio!

Pasaronlosdías,quesedeslizabanparalosjóvenesamantescomolasaguasdeun arroyo que corren sobre un techo de flores. Su vida, en los cinco mesessubsiguientesalarevelacióndelamordeRosalía,hubierapodidocompararseaunadeesasespléndidasmañanasdelmesdemayo,enquenovemoscruzarlamásligeranube sobre la azulada atmósfera, saturadade luzydeperfume.Pero, iay! ¡cuántasvecesobservamos,cuandoelsolhapasadoelmeridiano,unligerovaporblanquecinoque va condensándose poco a poco en un extremo del lejano horizonte, y que,convertidoluegoennegroygigantesconubarrón,cargadodeelectricidad,descorresuoscuromanto y cubre, de un extremo a otro, el firmamento! Es la tempestad quecierneyasusalaspavorosasyqueconestruendohorrísono,vaalanzarsobrelatierralacárdenaespiraldelrayo.

www.lectulandia.com-Página39

Page 40: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

U

CAPÍTULOVIII

Semidiosa

natarde,sentadosGabrielyRosalíajuntoalbalcóndelacasadeésta,serepetían por la cienmilésimavez el juramento de amarse eternamente, ycontabanlosdías,(quedebíansermuypocosya),quefaltabanparaquese

recibieselaansiadarespuestadelpadredelapasionadojoven.Nodudandoqueseríafavorable,porque siempre secree loque sedesea,Gabriel trazabaa suamadaconrasgos halagüeños el cuadro de su futura felicidad, cuando fue repentinamenteinterrumpidaaquellaconversaciónporelruidodeuncoche,quesedetuvoalapuertadelacasa.

Como el capitánMatamoros no recibía casi nunca visitas de las que se hacenconducirporpiesajenos,llamólaatencióndeRosalíaquesehubieseparadoelcochefrenteasupuertaysalióalaventanaaverloqueeraaquello.Gabrielhizolomismoimpulsadoporunnaturalsentimientodecuriosidad.

Enaquelmomentoabría laportezueladelcarruajeuncriadonegro,vestidoconunahermosalibreaazulgaloneadadeplata,einmediatamentebajóunamujerjoven,vestidacontantaeleganciaydeunairetandistinguido,queGabrielnopudomenosdeadmirarsealverla.Trasellasalióotramujerdeedad,queparecíaunadeaquellasantiguascriadasdelasfamiliasricasaquienessedesignabanconladenominacióndehijasdecasa.

—¡Ah!—dijoRosalíaalveralaquebajabadelcoche—,ellaes;ydejandosoloaGabriel,corrióarecibiraaquellajovenseñora.Entraron.Ladelcocheprecedíaalahijadelcapitánytraséstaibalacriada.Hizolaprimeraunligerosaludoalcadeteytomóelsitiodepreferenciaenelpobresofáderejillaqueocupabalacabeceradelasalita.

La recién llegadaparecía tenerpocomásomenos, lamismaedadqueRosalía;peropresentabaensupersona todoelmáscompletocontrasteconésta.Seríaquizáseisuochopulgadasmásalta;elgruesoeracorrespondienteasuestatura;elcabelloera rubiodorado, el ojo azul, el tinte del rostro, del cuelloyde lasmanos, deunablancurararaenunpaísquebañaelardientesoldeltrópico.Labocanopequeñay

www.lectulandia.com-Página40

Page 41: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

desdeñosa,ycontalairedemajestadensupersonatoda,queGabriel,apesardesuprofundoamorporlahijadelmaestrodearmas,nopudomenosqueconcederciertasuperioridad, aparente al menos, a aquella aristocrática belleza sobre la pobre ysencillajoven,quetomódesdeluegodelantedelaotraunaactitudmáshumildetalvezqueladelacriada.

Ladelcochellevabaelcabellorecogidoconunapeinetadeoro;vestíauntrajedeburatoverde,sumamenteestrechoydetallemuyalto,adornadoconrosasartificiales,yelzapato,derasodelcolordeltraje,conunostaconesopalillostangrandes,quelahacíanparecermásaltaaúndeloqueeraenrealidad.

—¿Cómo.vaelvestido,Rosalía?—preguntólareciénllegada,cuyoacentoteníaalgodeimperiosoaunquenodesagradable.

—Estátodohilvanadoya,Matilde—contestólahijadelcapitán—,ysiteparecepuedesprobártelo.

—Sí, a eso he venido—replicó la otra, echando una rápida mirada al cadete,como para hacerle comprender que sin un motivo importante, no habría elladescendidoavisitaralapobremuchacha.

El tono en que Rosalía habló a la dama, contrastaba con la familiaridad deltratamiento. Habían sido condíscípulas en un beaterío, y la hija deMatamoros nohabíaperdidoelhábitode tutearasuantiguacompañeradeescuela,noobstante ladiferenciadesusrespectivasposiciones.

En efecto, la jovenMatilde Espinosa de losMonteros pertenecía a una de lasfamiliasmásricaseimportantesdelreino.Hijaúnica,eralaidolatríadesuspadresyobjetodeunaespeciedecultodepartedeunamultituddeadoradoresqueaspirabanalamanodeaquellaorgullosabelleza,quenoencontrabaenelpaísunpartidodignodesuméritopersonalydesuconsiderablefortuna.

Rosalía era la costurera de Matilde, que tenía en mucho la habilidad de sucondiscípulaypagándolagenerosamente,creíahacercuantoestabaobligadaenfavordeunamuchachadetanhumildecondición.

Hemos debido insistir en estos detalles. Pintamos costumbres harto diversas delasdehoyynopodríamosdejardeseñalarlaprofundadiferenciaquereinabaentrelasclasessocialesenlaépocaenquetuvieronlugarlossucesosquevamosrefiriendo.

Pasaronlasdosjóvenes,conlacriada,alcuartodeRosalía.Gabrielnosemovió;pudiendo más su curiosidad excitada que el sentimiento de mortificación queexperimentabaalverelpapelsecundarioquerepresentabalaquedebíasersuesposa.

Seconsoló,sinembargo,conlaideadequemuyprontonoseveríaellaenladuranecesidad de ocuparse en aquel humilde oficio. El no podía comprender que

www.lectulandia.com-Página41

Page 42: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

cualquiertrabajohonradoenaltecealquelodesempeña.

La puerta del cuarto donde Matilde se ensayaba el traje había quedadoentreabierta.Gabriel tuvo la indiscrecióndedirigirunamiradahaciaaquelpuntoyvioalajovendepiedelantedelreducidoespejodelcapitán.Eltrajesecomponíadeunaenaguadeterciopelocolordecerezaconunabordaduradeoroenelruedo,yuncorpinode tisúdeplata, guarnecido conun soberbio encajedeMalinas.El escote,muyrebajado,dejabadescubiertoelespléndidobustode ladoncella,y lasmangas,abiertashastacercadelhombro,permitíanverlosdosbrazosmejortorneadosquesehabíanofrecidojamásalaadmiracióndeljovencadete.

Rosalíasehabíapuestoderodillasenelsuelo,paratirardelafaldadeltrajedeMatildeyemparejarla.

Gabriel prorrumpió en una exclamación de despecho, y volvió los ojos a otrolado.

Ensayado el traje y observados algunos ligeros defectos que debían corregirse,Matilde volvió a vestir el que llevaba y entraron las dos jóvenes en la sala, dondepermanecíaGabrielvisiblementepreocupado.

—¿Estarálistoparaeldía22?—preguntólajovenseñora.

—Indudablemente—contestóRosalía.Loquehayquereformaresmuypocoyestaráhechopronto.

—Muybien—replicóMatilde—.Teagradecerémeloenvíesel21porlatarde.Debessaberquemipadrehasidodesignado,comoregidormásantiguo,parahacerlasvecesdealférez real,porestaresteoficiovacante.Tenemosquedar refrescoel21,despuésdelasvísperas,yunsaraoenlanochedel22.

Diciendoasí, lajovensedespidió,yechandounamiradauntantodesdeñosaenderredor,añadióenvozbaja,dirigiéndoseaRosalía:

—Sialgotehacefalta,dímelo;sabesquepuedescontarconmigo.

Lamodestahijadelmaestrodearmasseruborizóligeramentealoiraquellaofertamedioamistosaymedioprotectoraycontestó:

—Gracias, Matilde; conozco la bondad de tu corazón y sé que en cualquieracircunstanciadifícil,nomefaltaríatuamistad;peroporahoranadanecesito.

Laaltivadoncellasalió,despuésdehaberhechootra ligeracortesíaalcadete,aquien,¿porquédisimularlo?,casinoleviolacara,pormásqueestohayaheridoelquisquillosoamorpropiodelhéroedeestahistoria.VerdadesqueeluniformequellevabaGabriel era indicio inequívocodequepertenecía aunabuena familia;peroMatildeEspinosadelosMonterosestabahabituadaaverasuspies,militaresdemás

www.lectulandia.com-Página42

Page 43: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

importancia que un simple cadete, sin que por eso hiciera caso a alguno de ellos.Además, tristeesdecirlo,perolacircunstanciasoladehaberloencontradodevisitaencasadelahijadeMatamoros,fuesuficienteparaqueconcibieraunaideanomuyaventajadade aquel joven.Suelen juzgar asímuchos hombres; ¿qué extraño, pues,quesedejaseguiarporigualcriteriounajovendamadeaqueltiempo?

CuandovolvióRosalía despuésdehaber encaminado a su antigua condiscípulahastaelcoche,dijoaGabriel:

—¡Quéhermosa!¿noesverdad?

—Insoportable—contestóGabriel,cuyomalhumorse leíaen laexpresióncasiferoz de su semblante—. Esa mujer, perdóname que te lo diga, se me ha hechoodiosa,porsuarrogancia,por losairesdeprotecciónquesepermite tomarcontigoy...portodo.

GabrielnoquisoconfesarqueeldesdéndeMatildelohabíaheridomortalmente.Rosalía, naturalmente buena, perdonaba a su antigua amiga aquella debilidad, engraciadeotrasapreciablescualidadesquelereconocía.

—La juzgasmal—dijo—,Matilde es orgullosa; pero almismo tiempo es unacriatura excelente. No puede ver una necesidad sin socorrerla, y a muchas gentespobres sirve con su dinero y con su persona. La caridad, Gabriel, hace olvidardefectosmásgravesquelosquepuedetenerMatilde.

—Talvez—replicóelcadete—;peroteaseguroqueparamíseríalamayordelasmortificacioneselencontrarmeconesamujeraquíotravez.

—Nohaypeligrodequeesosuceda—dijoRosalía,sonriendo—.Ellanovienesino muy de tarde en tarde, cuando necesita probarse algún vestido, pues soy sucosturera.

ConlamayornaturalidadpronuncióRosalíaaquellafrase,quehirióelorgullodeGabriel,puesélmásqueotrosestabaprofundamenteimbuidoenlasideasqueeranenaquel tiempo lasde laclasesocialaquecreíapertenecer.Dejamosdichoque laexcelente señora a quien aquel niño expósito reconocía por madre, tuvo laimprudenciadenutrirelalmadeGabrielconlasmásexageradasideasnobiliarias.AloirqueRosalíasedaba ladenominaciónde"costureradeMatilde" (entoncesnosedecíamodista),pensópor laprimeravezen loqueel amorno lehabíadejadoverantes,en ladiferenciaqueexistíaentre laposicióndesufamiliay lade lamujeraquienamaba.Ensuinteriorculpóalasuertequehacíatanmallascosas,puesasujuicio, debía haber dado a aquella virtuosa joven el rango y la fortuna queinmerecidamente ocupaban otras. Mas como aquello no tenía remedio, devoró sudespecho y procuró consolarse con la idea de que una vez casado con Rosalía,

www.lectulandia.com-Página43

Page 44: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ocuparíaéstaellugaraqueeraacreedoraynotendríaya,aDiosgracias,necesidaddeserviranadie.

—LaesposadeunFernándezdeCórdoba—sedijoa símismo—,valdrá tantocomounaquesellamaEspinosadelosMonteros,odecualquierotromodo.

ElcapitándonFelicianodeMatamorosentróenaquelmomento,acompañadodetres o cuatro de sus jóvenes discípulos, que iban a recibir la lección. El tenienteHervías, amigo íntimo de Gabriel, fue uno de los que llegaron con el capitán.Mientras disponían las armas, se habló de los preparativos que se hacían para lasfiestasdeldíadeSantaCecilia,queestabapróximo,yunodelospresentespreguntósisehabríarematadoalfineloficiodealférezreal.

—No—dijo el subteniente de artillería donRafaelManrique deLara—,no hahabidopostor,yheoídodecirquellevaráelpendónrealenelpaseo,elregidormásantiguo,donPedroEspinosadelosMonteros.

—Cierto—dijoeltenientededragonesprovincialesdonJuandeMallaySalcedo—,ycomoestangarboso,dicenqueelrefrescoyelsaraoquepreparaensucasavanaestarmagníficos.Túdebessaberalgodeeso,Hervías,añadióconalgunamaliciaelteniente.Cuéntanosloquehabrá.

—Lo sé yo tanto como tú—respondió Hervías—, que se puso rojo como lasvueltasdelacasacadelteniente.

—Vamos—replicóSalcedo—,¿aquévieneelnegarlo?Todalaciudadsabequehas sentado plaza en el batallónMatilde;más claro, que eres uno de los quince oveinte,sinosonmás,quesuspiranporesagrancoqueta.

Los demás oficiales, con excepción de Gabriel Fernández, acogieron concarcajadas la zumba que daba Salcedo a Hervías; pero éste hubo sin duda deencontrarlapesadaydijo:

—Señores,suplicoaustedesquenopaseadelanteestabroma.YonoconsentiréquesecalifiquetanligeramentecomolohahechoSalcedo,aunaseñoritacuyaúnicafaltaesladenoacogerloshomenajesqueletributanmuchos,yquenadiequenoestéciegoodespechadopuededejardeconsiderarcomo lamáscumplidade lasdamasdelreino.

Al escuchar este pomposo elogio, Gabriel, que estaba como hemos dicho,profundamenteheridopor laaltivezdeMatilde, se levantódesuasiento,pálidodecoraje,yasiendoviolentamenteelbrazodeHerviasexclamó:

—Puesyo,quenosoyciego,nitengoporquéestardespechado,puesapenashevistoaesamujerdurantecincominutos,tedigo,Luis,queeslamásaltanera,lamásengreídaylamásinsoportabledecuantashastaahoraheconocidoyquenomerece

www.lectulandia.com-Página44

Page 45: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

queunjovendetucaráctersedeclaresucaballero,comotúacabasdehacerlo.

Hervias,aquienseleagolpólasangrealacaraaloirlasdurasexpresionesdesuamigo,sepusoenpieymaquinalmentedirigiólamanoalpuñodesuespada.Gabrielse cruzó de brazos y con una mirada que revelaba un furor concentrado, parecióaceptareldesafío.PeroelcapitánMatamorosseinterpusoentrelosdosamigosyconeltonomássolemnequelefueposible,exclamó:

—Altoallá. iSabley lanza IPues,¿quiénhadichoquedosvalientes sehanderomperlacrismasobresiunamujeresonoeslamejordelreino?Sobregustosnohaydisputas. iCáspitalGuardenesosbríospara cuandovuelva el inglés, quenoesremoto,yquelaseñoritaMatildeseacomoDioslahahecho,quenofaltanentrelashijasdeotroshidalgosalgunastanbuenascomoella,aunquenorompanterciopelosniarrastrencoche.Quesiyonohubieragastadomijuventudenserviciodelrey,conescasa recompensa, allí está mi Rosalía que andaría hoy como la más pintada. Ydesdeluegounabrazoyquenohayamáspleito,pues,Ivotoacribaslquesihandepelear,elquequedevivosebateconmigo,yenunsantiaménlehagoelfamosotirodelazancadilla,comoselohicealinglésenRoatán.

Diciendoasí,elcapitánMatamorosdesnudóelsableyponiéndoseentreHerviasyFernándezcomenzóadarmandoblesenelaire,congrandiversióndelosoficiales,queaplaudieronlahabilidaddelmaestro.DonLuisyGabriel,mássosegadosyaserierontambién,yporunimpulsocomúnseadelantaronelunohaciaelotro,dándoselamano.

Durante aquella escena, Rosalía, que se hallaba presente, había permanecidopensativa,noacertandoacomprenderloquemotivaríalaactituddelasexpresionesdeGabrielconrespectoaMatilde.

Concluida la lección de armas, el teniente Hervías y el cadete Fernández deCórdobasalierondelbrazoy luegoquese separaronde losotros jóvenesoficiales,dijoGabrielasuamigo,entonocariñoso:

—Luis,habíameconfranqueza,¿amastúaesajoven?

—Sí,Gabriel—contestóHervías—,contodamialma.Eselúnicosecretoqueheocultadoatuamistad.Muchasvecesheestadoapuntodeconfiartemissufrimientos;pero vemi debilidad:me ha retenido cierto rubor de confesarte, aun a ti que erescomo hermano mío, que amo sin esperanza y que mi profunda pasión no haencontradohastaahorasinólaindiferenciaapenasencubiertabajolasaparienciasdelacortesía.¡Dichosotúmilveces,Gabriel,queamasaquiennotecorrespondeconuningratodesvío!

—Losiento,Luis—replicóGabriel—;Matildede losMonterosnoes lamujer

www.lectulandia.com-Página45

Page 46: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

que te conviene. Una alma como la tuya merece encontrar otra alma que sepacomprenderla.Esamujersecreeunadiosa,yperdonamifranqueza,deboconfesartequemeinspiralamásprofundaaversiónyqueseríaparamíunverdaderomartirioeltenerqueencontrarmeconellayvermeobligadoadirigirlelapalabra.

Don Luis no contestó ya. En eso llegaron ambos jóvenes a la posada deFernández.ElcriadonegroentregóaGabrielunpliegocerradoquehabíallevadoalcuartel. Lo abrió y se encontró con una orden en que se le prevenía alistarse paraacompañar,conotrocadetequesedesignaba,alregidordecanoqueharíadealférezrealenelpaseodeSantaCecilia.

—Bien—dijoGabriel—,tendréqueprepararmedecaballero,jaecesypaje.

—ElnegrosacóentoncesdelbolsillounaesquelaselladaconunescudodearmasydijoaGabriel:

—¡Ahímeolvidabadequetambiénhavenidoestaotracartaparausted.Herviasviolasarmasdelselloysepusoencendido.EranlasdelosEspinosadelosMonteros.La carta era una atenta invitación del regidor decano a donGabriel Fernández deCórdoba,cadetedelasegundacompañíadelFijo,paraquesesirvieraconcurrirenlatardedel21alrefrescodespuésdevísperasyalsaraoenlanochedel22.

—¡Imposible!—exclamóGabriel—.Noseréyoquienvayaaarrostrarlaaltivezdelareinadeesafiesta.

Diciendoasí,arrojólaesquelasobrelamesaydijoasuamigo:—Perdonasiteruegoquesalgamos.Veslaordenquerecibodealistarmeparaacompañaralregidorquellevaráelpendónreal.Debocomunicarloamitutorsinpérdidadetiempo,afindequemeproveadecuantonecesito.—Vamos—contestóHervias,ysalieron.

www.lectulandia.com-Página46

Page 47: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

E

CAPÍTULOIX

Losbotonesdelacasacadelcapitán

ntre las 9 y las 10 de la noche del día en que tuvo lugar la escena quehemosreferidoenelcapítuloanterior,llamarononcevecesalapuertadelacasadelescribano real,donRamónMartínezdePedrera.Apenascerraba

losojoselpobreviejonegro,saltabaensubutaca,despertadoporunaldabonazo;ycuandohabíarepetidolaoperacióndeabriralséptimouoctavodelosquellamaban,murmurabaentredientesquevaldríamásdejarabierta lapuertayqueentrara todoaquél a quien le diera la gana. Pero aquello no fue sino un inocente desahogo deBenito,puesbiensabíaélqueundescuidodeesaclasehabríadecostarlemuycaroconelamo,queconsuhumorfestivo,solíaserhombredemuymalosímpetus.

Todoslosqueentrabansedirigíanalsalóndelaizquierdaeibancolocándoseentornodelamesa.Enunadelascabeceras(laquehacíafrentealgranarmario),estabadonRamónconunmontóndemonedasdeoroyplataasuladoderechoyunabarajaenlamano.Losdemásactoresdeaquellaescenadenotabanser,porsuaspecto,trajey modales, pertenecientes a las clases principal y media de la sociedad. Habíafuncionarios y empleados, comerciantes y algunos militares. Por el juego que sejugabaypor lassumasquesecruzabanen lasapuestas,seveíaquenoeraaquellounasimpledistracción.Pedreraponíaelmonteyparecíamuyprácticoyentendidoenel oficio de banquero. A su lado derecho estaba uno de los oidores, que apostabafuerte,yalizquierdonuestroconocido,elcapitándonFelicianodeMatamoros,quealdarlasoncellevabaperdidalamitaddelmediosueldodelcorrientemes.

—¡Sableylanza!—exclamóelcapitánalverqueseibaelúltimoduro—.Parecementira; pero cuando más seguro estaba yo de que había de venir la sota, no haqueridosalir.Manrique,añadiódirigiéndosealjovenoficialdeestenombreaquienhemosvistoencasadedonFelicianorecibiendoleccionesdeesgrima;¿quiereustedprestarmedosduros?

El tenientealargó lasdosmonedasalmaestrodearmas,ycomopara recibirlastuvo éste que pasar el brazo por debajo de la baraja que tenía levantada Pedrera,observóqueelbotóndelamangadesucasaca,queestabasobreelbrazo,reflejaba

www.lectulandia.com-Página47

Page 48: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

perfectamente un dos de oros.Ya hemos dicho que los botones de lasmangas delcapitánerangrandesypulidos,yportanto,noteextrañaráquereprodujerancomoenunespejo,lacartaqueveníaenpuerta.

Estaba un dos de espadas sobre la mesa. Matamoros puso los dos duros deManriquesobreaquellacarta.Pedreralevantóelnaipeyaparecióeldosdeoros.DonFelicianorecogióloquehabíaganado,máscontentoquesihubieradescubiertounaguaca.

El lance se repitió varias veces, sin que ninguno de los jugadores advirtiera latrampa.Decían todos que la suerte se había cambiado, que la fortuna favorecía alcapitányquehacíabienenaprovecharla.Elloesque,aldarlauna,horaenquedebíaterminarseeljuego,donFelicianollevabaganadoscercadequinientosduros.Eloroapenaslecabíaenlagorra.Nuncahabíatenidoelpobrediablotantodinerojunto.

Lapérdidanoalteróenlomáspequeño,enlaaparienciaalmenos,elbuenhumordelescribano,quediomuchazumbaalcapitán,diciéndolequedesegurohabíahechopactoconeldiablo.Matamorossereíaydecíaensuinteriorqueeldiabloestabaenlosbotonesdesusmangas.

—Capitán—dijounodelosjugadores—,ustednecesitauncaballoparaelpaseodel22:tengounomagnífico,castañoclaro,oriundodelasdehesasdeCórdoba.

—¿Quévale?—preguntódonFeliciano.

—Doscientospesos,niuncuartillomenos.

—Grancosadebeserparavaleresasuma—exclamóelcapitán—.Perosiestalcualusteddice,talvezlocompraré.

—¡Soberbioanimal!—dijootro—.Esseguroquenadie,nielmismoregidorquevaahacerdealférez,montaráunoigual.

—¿Trotabien?¿Esmuybrioso?—preguntóMatamoros.

—Pues vaya si lo es—replicó el propietario del animal—. Tiene usted, si sequedaconél,queagarrarse,sinoquierecomprarlaplazadearmas.

—Esoloveremos—exclamóMatamoros,poniéndoseenpie—.Noenbaldehede ser capitán de caballería. iCáspital Pues tendría que ver. Sepa usted que no hanacido el caballo que ha de tumbarme a mí, aun cuando el mismo Bucéfalo queresucitaraexpresamenteparaello.Tratocerrado.Elcaballoesmío.

LehabíapicadoelamorpropioalbuenodedonFeliciano,ynodoscientospesos(que era un precio exorbitante en aquellos tiempos), habría dado por el caballo lagananciaenteraquedebíaasusbotones.

www.lectulandia.com-Página48

Page 49: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¡Doscientos durosl —repetía Matamoros, como hablando para sí mismo—;bien,ylosotrosdoscientosDarálasillayelmantillónconbordaduradeoro,estribosycabezadadeplata, libreaparaelpaje,etcétera.Mañana,dijoaldueñodelanimal,iréarecibirelcaballoytendráustedsudinero.

Diciendoasí,serellenólosbolsillosdemonedaysedisponíaamarcharse.Peroelescribanolodetuvoconpretextodedarlealgunosconsejosacercadeloquedeberíahacerparaconseguirunasilladignadelcaballoqueseproponíacomprarylosdemásjaeces correspondientes a la montura. Viendo a don Ramón y a don Felicianoempeñadosenaquellaplática, losdemás jugadores fuerondespidiéndose,hastaquese quedó solo el capitán discutiendo con Pedrera acerca de bordaduras, estribos ycabezadasdeplata.AnohaberestadoMatamorostanengolfadoenlaconversación,habría advertido ciertas ojeadas que echaba el escribano hacia el armario, al cualvolvíalaespaldadonFeliciano.

Cuandolosdemásjugadoresiríanyalejos,sedespidióelcapitán,yciñéndoseelsable,quehabíadejadoenunrincóndelcuarto,sedisponíaamarcharse.

Derepente,comosilehubieraasaltadounaideasúbita,dijoadonRamón:

—¿Sabeustedquenodejadeseralgo imprudentedemiparteel lanzarmesolopor esas callesmásoscurasque la bocadeun lobo, con cercadequinientospesossobremipersona?

—¡Cal—exclamóPedrera—,¿qué riesgopuedehaber?¿Hayacasoalgunoquesepaquevaustedapasaryquellevaoroenlasbolsas?

—¿YsimeencontrarayoconlacuadrilladePiedelana,quehacepocasnocheshadesvalijadoadonAntonioBerroteránenlavecindaddemicasa?

—iBerroterán!—exclamóPedrerariéndose—,unviejodemásdesesentaaños,incapazdematarunapulga.YaseguardaríabienPiedelanadeponérseledelanteatodo unmaestro de armas que se batió con no sé cuántos ingleses enRoatán. Sinembargo,añadióeltaimadodelescribanoconsurisaindefinible,siustedlocreemásprudente,dejeaquíesedineroymañanaseloremitiré.Esosí,cuidaremosdequenosetrasluzcaqueelcapitánMatamorostuvo...tuvo...

—¿Tuvoqué?—gritóelcapitán—.¡Sabley lanza!Noconcluyausted,quesoycapazdeirahoramismoabuscaraPiedelanayatodoslosdiablossiesmenester,paraprobarlequeyonotengomiedoanadie,iYojalámesalieralacuadrillaentera,queyosolobastoparadefendermecontraveinte!

—Nolodudo—replicódonRamón,riéndosedenuevo,ytomandounavelaparaalumbraradonFeliciano,quesedirigíaalapuertadecalle.Nolodudo,vayaustedconDios,capitán,ysi(loquenoesprobable),setopaporallíconesosdesalmados,

www.lectulandia.com-Página49

Page 50: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

duroconellosynoolvideustedlasreglasdePacheco,deCarranzaydeMendoza.

Matamoros no escuchó ya las últimas palabras del escribano, pues caminabahaciasucasacon tantaprisacomolepermitíaelpesode loscuatrocientosy tantosdurosquellevabaenlasfaltriqueras.

LuegoquedespidióadonFeliciano,volviódonRamónalescritorioyponiendola palmatoria sobre la mesa, comenzó a pasearse por el cuarto, estregándose lasmanosyriéndoseconsatisfacción.

—Si satanás no lo ayuda—dijo—, dificilHIo será que salga del paso. Tuve laideadellamaralotroyqueaquímismohiciéramosvomitarlasgananciasalhéroedeRoatán;peromañanalogritaríaportodalaciudadyesoseríafatal.Másvalequesehagacomoéllodispuso.¡Pobrecapitán!¡Quécaravaacostarlelaganancia!Eh,eh,eh,yvolvióareírsecomoloteníadecostumbre.

Mientrastanto,Matamoros,quecaminabatanligeramentecomoselopermitíaelpesado lastre que llevaba en los bolsillos, avanzaba hacia su casa, que estaba algodistante de la dePedrera.Ya no le faltabanmás que dos cuadras y se considerabalibredecualquierencuentropeligroso,cuandoalvolverunaesquina,sintióunacosacomo lá punta de una espada que lo detenía y vio a un embozado cuyo brazo,extendidohaciaadelante,sujetabaaquellaarma.

Elcapitándiounpasoatrásydesnudandoelsable,seenrollólacapaenelbrazoizquierdoysepusoenguardia.

—¡Apártate,canalla—gritóconvozfirme—,otehagovomitarelalma!—Ustedes el que va—adejar aquí—contestó el embozado—, o la vida o el fruto de sustrampas. Entregue inmediatamente la ganancia que ha debido a los botones de susmangas,ocuéntesepormuerto.

Algo desconcertó a don Feliciano al oir que aquel desconocido sabía laestratagemaaquepocosmomentosanteshabíarecurrido;pero,recobrandoluegosusangrefría,replicó:

—Pues ni el dinero ni la vida, perverso; toma —y tiró a su adversario untremendo sablazo, que éste supo parar muy hábilmente. El maestro de armascomprendióquese lashabíaconalgunoquenoeraextrañoalarte,yapelóa todossus recursos. Por desgracia para el pobre capitán, su tesoromismo no le permitíarivalizar en ligereza con su contrario, que esquivaba el sable de don Felicianohuyendoelcuerpocuandoeranecesario,yquetresvecesestuvoapuntodepasarloconsuespada.Quisoelmaestrorecurriralfamosotirodelazancadilla,quetanútillehabía sido en Roatán; pero el contendiente con quien ahora se las había, eramásladinoqueelinglés,ynosedejóatraparlaespada.Diezminutoshabíaduradoyael

www.lectulandia.com-Página50

Page 51: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

combate, y la victoria parecía indecisa entre aquellos dos hombres igualmenteejercitadosenlasarmas.Matamoroscomenzabaacansarse,locualhubosindudadeadvertirsucontrario,puesredoblandolavivezadelataque,hizoretrocederalpobrecapitán,quebuscabayaunapoyoen lapared.Peroantesdeque loconsiguiera, laespadade suenemigo lepenetróporelcostadoderecho,haciendosalir la sangreaborbotones.

—¡Muertosoyl—exclamódonFeliciano,ycayó.

El embozado suspendió el ataque; se acercóy sin darsemuchaprisa, vació lasfaltriquerasdelcapitán,despojándolohastadelúltimoduroquehabíaganado,yqueibaechandoenunaespeciedebolsagrandequellevabaatadaalacintura.

Terminadalaoperación,limpiósuespadaenlacapadeMatamorosysemarchó.

Dejemosaldesventuradomaestrodearmas,queestaba tendidoen tierracon lacarahaciaelcieloysinconocimientoyaporlasangrequehabíaperdido,yvolvamosal escritorio, o salade juegode la casadel escribano real donRamónMartínezdePedrera,quienseguíamidiendoelcuartodelargoalargoyquesindudacomenzabaya a sentir alguna inquietud, pues se paraba frecuentemente y dirigía los ojos coninsistencia hacia el armario. Al fin se abrió como por sí sola la puerta quecorrespondíaalrostrodeenmediodelmuebleysaliódeélunhombre.Parecíatenerunos45años;suestaturaeramedianaysucomplexiónnomuyrobusta.Nollevandoelcabelloempolvado,podíaadvertirsequecomenzaba•encanecer.Lascejas,negrasy pobladas, sombreaban dos ojos entrecerrados, que le daban la apariencia de unhombremediodormido.Estabavestidodesarganegrayllevabaatadaalacinturaunaanchacorreadecuero,quesujetabaunapistolayunpuñalconelmangoguarnecidodeplata.Enlamanoderechadeaquelindividuoseveíaunabolsagrandeyrepleta,queseapoyabaporlapartedeabajoenlamanoizquierda.Sindecirpalabra,eldelarmariosedirigióalamesa,sinhaceralandarelmásligeroruido,comosielhábitodemuchosañoslohubieseacostumbradoasentarlospiesenelsuelodeunamaneradiferentede lade losotroshombres.Parecíaaquel individuomásbienuna sombraquenounsercorpóreo.

Pusolabolsasobrelamesa,sesentóysinlevantarlosojosamiraralescribano,quepermanecíadepie, ledijo,despuésdehaberle indicadoque se sentara, conunmovimientodelamano:

—Nolequedaránganasalpobrecapitánderepetirlatrampa.

—¿Cómo,trampa?—exclamóPedreraasombrado.

—Puesque—replicóeldesconocido—,¿noadvirtióustedquelosbotonesdelamangadeesetunantereflejabanlacartaqueteníaustedabajo?

www.lectulandia.com-Página51

Page 52: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¡Voto al diablo! —dijo Pedrera—; ese perillán sabe más de lo que le hanenseñado.Confiesoqueésanoestabaenmilibro.¿Cómohapodidoustedadvertirloqueyonopudenotarestandotancerca?

—Porlomismoqueestabaustedinmediato,seleescapóelartificio.Peroyo,queestaba lejos, noté perfectamente el movimiento del brazo y el empeño con queMatamorosveía susbotones.Fijándomemásymás, caí en loqueaquello erayviclaro que estaba usted siendo víctima de una trampa. En fin, el pobre diablo hallevado lo que merecía. Dejemos eso, y dígame usted, don Ramón, ¿la casa hacumplidoconmisórdenes?

—Exactamente—contestóelescribano.

—¿Yélsospechaalgo?

—Nadaabsolutamente.

HubounmomentodesilencioqueinterrumpióalfinPedreradiciendo:

—Muylargohasidoelviajedeustedahora.

—Un poco —respondió el del armario—. He recorrido la mayor parte de laEuropaprocurandoestudiarnosolamentelasclasesprincipalesdolasociedad,sinotambiénlasmenosfavorecidasporlafortuna.Hehechovidacomúnconlosarrierosandaluces y genoveses, con los trajinantes suizos ymaragatos y con los carreterosnapolitanosycatalanes.HedescendidoalasminasdeFriddeberg,HidriayWiliska,hepartidoelpanconlosdesterradosdelaSiberiayhedormidobajolastiendasdelosárabeserrantesdeldesierto.Heencontradoen todaspartesqueelhombreeselmismo; la corteza es diferente, pero el árbol por dondequiera da idénticos frutos.Adiós,donRamón;noolvideustedmisórdenes.

Diciendoasí,elextrañopersonajesedirigióalarmariodedondehabía

salido;entróycerrólapuertapordentro.Elescribanolosiguióconunamiradaque revelaba respetoymiedoa lavez, ydijo enun tonodevozque apenaspodíapercibirse:

—¡Hombre incomprensible! En más de doce años no he acertado todavía adescifrareseenigmaviviente.Deboobedecerlociegamente.Misuerteylademuchosotrosdependedesuvoluntad.¿Quéquiere?¿Cuáleselfinquesepropone?Nolosé.Eltiempoaclararátalvezestemisterio.

DonRamóntomósupalmatoria,examinómuydespaciolas tirasdepañonegroquecubríanlasjunturasdelasventanas,ysegurodequenadadeloquehabíapasadoen aquella pieza podía haberse percibido desde fuera, se retiró a su dormitorio,meditabundoycabizbajo.

www.lectulandia.com-Página52

Page 53: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

M

CAPÍTULOX

Preparativosparalafiesta.Elojodeljugador

edia hora hacía que el capitán Matamoros estaba tendido en tierra,brotando sangre de la tremenda estocada que le había dado eldesconocido,cuandoacertóapasarunapatrulla,yviendoelcuerpode

aquel hombre, queparecíamuerto, acercóse el cabo a examinarlo.Vioque aunqueprivadodeconocimiento,aúnrespiraba,ynotardóenreconoceralmaestrodearmas,quefueInmediatamentetrasladadoasucasa.

FácilmentepuedeellectorimaginarcuálfueelespantoylaafliccióndeRosalía,al ver a su padre luchando entre la vida y la muerte. Pasó cinco días en aquellasituación; pero asistido por uno de los más hábiles cirujanos de la ciudad, se ledeclaróalfinfueradepeligro.

Entretanto, se hacían multitud de conjeturas sobre aquel acontecimiento. Unadocenadepersonashabíandejadoalcapitándispuestoasalirdecasadelescribanoconlosbolsillosllenosdedinero,yestasolacircunstanciatrasmitidadebocaenbocaybajomuchareserva,portodalaciudad,sirviódebaseaunahistoriacompletadellance,quecirculóconvariantesencuantoalasustanciayencuantoalosepisodios.LaversióndelprimerdíafuequeelcapitánhabíasidoatacadoporcincoindividuosdelacuadrilladePiedelana,quelosaquearon,dejándolopormuerto.Elsegundodíahabían sido diez los agresores; pero siempre de los afiliados en aquella temibleasociación,ymás tarde lacuadrillaenteraconsu jefea lacabezaera laautoradeldesmán.Enloquetodosestuvieronacordesfueenqueelmaestrodearmasnohabíahecho absolutamente nada para defenderse, portándose en el lance como un grancobarde.

Matamoros, cuando recobró el uso de la palabra, no quiso decir lo que habíapasado realmente; así fue que cada cual se quedó creyendo lo que le pareció quepresentabamayoresvisosdeprobabilidad.

Enlaépocaalacualhemosllegadoennuestranarración,esdecir,enel.iño1810,

www.lectulandia.com-Página53

Page 54: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

sehablabamuchoenlaciudaddelarecientereaparicióndeunanumerosacuadrillade salteadores que capitaneaba un jefe invisible y desconocido, a quien el pueblohabía bautizado con el nombre de Pie de lana. Dio origen a ese extraño apodo lacircunstanciadequehuboenotrotiempoenlaAntiguaunjefedemalhechoresqueacostumbraba envolverse los pies en tiras de ovillo, lo que amortiguabacompletamenteelruidodesuspasos.Enmemoriadeaquelcélebrebandido,seaplicóelnombrealindividuoquecapitaneabalacuadrillaquetraíaenapurosalapoblaciónenlaépocaaqueserefiereestahistoria.

ElnombredePiedelanasehizoextensivo,comosucederegularmente,a todoslos de la gavilla, y por abreviar les llamaban sencillamente los lanas, dando asíorigen,a loquesospechamos,aese famosodictadoquedesignabahastahacemuypocotiempoalaclasemenosrespetabledelvecindariodelacapital.

Bajo la presión del terror que inspiraba Pie de lana y su partida se atribuyógeneralmenteaestosindividuoselatentadodequeporpoconofuevíctimaelcapitánMatamoros.

HemosdichoyaqueestuvoelpobredonFeliciano luchandodurantecincodíasentre laviday lamuerte,yahoradebemosagregarquemientrasduró lagravedad,MatildeEspinosavisitóconmuchafrecuenciaaRosalíaylaayudóeficazmenteenlaasistenciadelenfermo.LasprimerasvecesquelaencontróGabrielenlacasa,volvióla espalda y se marchó con muy poca ceremonia, o mejor dicho, con bastantedescortesía.Matilde no diomuestras de advertir aquella falta. Supuso el orgullosocadetequelajovendama¡ríasóloporcumpliryquenovolveríaatenereldisgustode encontrarla en aquella casa. Pero por desgracia no fue así. Matilde volvió amañanaytardeymuchasnochesvelóadonFeliciano,mientrasdescansabaRosalía.Gabrielnosabíaquéhacerse.A todahoraseencontrabaa lacabeceradelheridoaaquellamujer,altivacomounareina,quenocontestabaasufríosaludomásqueconunaligerainclinacióndecabeza.Pormásrepugnantequelefueraaquelencuentro,nopodíadejardeveraRosalíaensuaflicción,yasítuvoalfinquetomarsupartidoyresignarseasufrirlapresenciadeaquellapersonaaquiencasiodiaba.

Matilde,alasegundavezqueseencontróconelcadeteenelcuartodelcapitán,conocióel sentimientode repulsiónque inspirabaa aquel joven. ¿Cuál es lamujerque no comprende al momento la impresión que causa? No podremos decir quéefectoprodujeraenelánimodeaquellahijamimadadesufamiliaydelasociedadelgroserodesdéndeun jovenmilitarqueno teníamalaaparienciayque tan tiernoycomedido se mostraba con Rosalía. Quizá ella misma no hubiera podido explicardesdeluegoloqueexperimentóenvistadetanextrañaconducta;yasí,menoshemosdeintentarnosotrosescudriñar loquepasabaenelfondodeeseabismoinsondablequesellamacorazóndemujer.

www.lectulandia.com-Página54

Page 55: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Cuando, mejorado el herido, pasaban Matilde y Rosalía largas horas juntas,conversandodecosasindiferentes,estuvomuchasvecestentadalahijadelcapitándehacer a la que tanbuena semostraba con ella la confidenciade sus amores con elcadete Fernández y del formal compromiso dematrimonio que entre ellos existía.Pero,prudenteydelicadasiempre,noquisohacerpartícipeaunatercerapersonadeun secreto que no era sólo suyo, y quiso contar antes con Gabriel. Pidióle, pues,permisoparacomunicaraMatilde loqueconsideraba tendríagustoen saber;pero,congranextrañezaoyóqueeljovensenegórotundamenteaqueledijeseunapalabrasobre el asunto.Rosalía guardó su secreto; pero debemos confesar que, a pesar deaquella reserva, no se escapó a la perspicacia de Matilde. Jamás se pronunció elnombredelcadeteenlasconversacionesíntimasdelasdosamigas,comosiporunconveniotácitohubiesenpactadonotocaraquellamateriadelicada.

Entretanto,GabrielexperimentabatantarepulsiónporMatilde,comoparecíaéstasentirlaporél,Iqqueafligíaalahijadelcapitán,quehabríaqueridoverunidasconloslazosdelaamistadapersonasparaellatanqueridas.Sindescubrirsusecretoalajoven señorita, le habló muchas veces en los términos más expresivos de lascualidadesdeGabriel,yotrotantohizoconésterespectoaMatilde.Todofueinútil.Ensuamigaencontrósólofrialdadeindiferencia;ensuamante,repulsiónydecididaantipatía. Consolóse con la esperanza de que, casada con Gabriel tendría mayorfacilidad para ponerlos de acuerdo y no volvió a insistir en lo que vio ser porentoncesenteramenteinútil.

Dejando,pues, lascosasenesasituaciónymientrasacababaderestablecerseelpobre maestro de armas, diremos que Gabriel Fernández, que había hablado aUrdanechedelaordenquese lecomunicaraparaacompañaralregidordecanoquellevaríaelpendónrealenelpaseodeSantaCecilia,encontróqueelviejonegocianteestaba ya instruido de esa circunstancia, y le dijo que se habían tomado lasdisposiciones convenientes para que se presentara de una manera adecuada a surango.

Eralafiestadel22denoviembrelaconmemoracióndelafundacióndelaciudaddeGuatemala,quellamamoshoylaAntigua,ynolacelebracióndeunabatallaqueasegurara el dominio español en estas provincias, como se creyó equivocadamentedurantemuchotiempo,fundándoseenunaantiguaactadelayuntamiento

Consistíalafunciónenunpaseoquesehacíaenlatardedel21,despuésdelasvísperas,yfestividadreligiosaenlacatedralenlamañanadel22.Laparteprincipaldelafuncióneraelpaseo,puesdabaocasiónaquelaspersonasmásprominentesymásricasdelvecindarioostentaranbastantelujoencaballos,jaeces,trajesylacayos.Desempeñabaelprimerpapelenlafiestaelalférezreal,aquiencorrespondíallevarelestandarte,opendónconlasarmasdelsoberano,enrecuerdodequelohacíanasí

www.lectulandia.com-Página55

Page 56: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

enotro tiempolosqueejercíanaquelcargo,cuandoel reyconcurríapersonalmenteenunabatalla.Elalférezdebíaobsequiaralaconcurrenciaconunrefrescoensucasadespuésdelpaseo,yalgunasvecesconunsaraoenlasiguientenoche.

UndíaantesdelafiestasepresentóencasadeGabrielundependientedeAgüeroyUrdanecheconuncriadoqueconducíadeldiestroelcaballoquehabíademontarelcadeteyqueibacubiertoconungrancaparazóndepañodegranacongalóndeplata.SorprendidoquedóGabrielalver,cuandoelcriadoquitó lacoberturaalcaballo,elsoberbioanimalqueseledestinaba.

Eraalgomáscorpulentoquelosdelpaís,decolortordorodado,yconelairedevigor,agilidadyviveza,quedifícilmentepodíaverseuntipomásacabadodelarazaárabe. La silla de terciopelo carmesí bordado de oro; los estribos de plata y lacabezadaguarnecidadechapasdelmismometal..Gabrielveíatodoaquelloyhastallegó a dudar que fuese para él tanmagnífico y lujosamente enjaezado corcel.UnlacónicobilletededonAndréshizocesaraquelladuda.

Decíaasí:

"Departedelapersonaqueseinteresaporusted".

Es decir, pensó Gabriel, de parte demi bueno, demi excelente padre. ¿Cómopudeyodudaralgunavezdesuamorpormí?

Yhaciendo,estareflexión,selellenaronlosojosdelágrimas,quelearrancabanlagratitudyelenternecimiento.

Después de haber hecho colocar el caballo en la cuadra, se despidió eldependiente,diciendoaGabrielquealsiguientedía,alaunadelatarde,estaríanenlacasalospajesquedebíanacompañarlo.Elpobrecadete,turbadoalverseobjetodetalesfavores,dijoaldependientequedieralasgraciasensunombreadonAndrésyqueéliríaaverlopararecomendarleunacartaparasupadre.

Enseguidaseretiróasucuarto,dondecomenzóapasearse,reflexionandosobrelararezade!carácterdedonFernandoFernándezdeCórdoba,quesehabíamostradotanduroconélalpartirparaEspañayquealmismotiempolesuministrabacuantolehacíafaltayleenviabaunobsequiotanvaliosocomoéldeaquelcaballo.

Engolfadoenestasreflexiones,Gabriel,dandoriendaasuefusión,exclamó:

—¡Ah,padremío,padremío!¡Cómoquisierayoveraustedaquíparaarrojarmeasuspiesybañándolosconmislágrimas,pedirleperdónpormisinjustassospechas!

Diciendoasí,levantólosojosylosfijóporcasualidadenelcuadrodeCaravachioqueestabaensuhabitación,comolohabíahechotantísimasveces.

—Pero. . . ¿qué es esto?—exclamó estupefacto, al advertir que el agujero que

www.lectulandia.com-Página56

Page 57: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

tenía en el ojo izquierdo la figura de uno de los tres jugadores, estaba en aquelmomento ocupado por una cosa que parecía la pupila negra de un ojo humano.Imaginó al pronto que aquella era una ilusión de sus sentidos, una ficción de suacaloradafantasía;perohabiéndosefijadomásdespacioenelcuadro,seconvencióde que había allí un ojo clavado en su persona con una mirada persistente y queseguíatodossusmovimientos.

Gabriel no era supersticioso ni cobarde; mas aquel hecho, que no podía, a sujuicio,admitirexplicaciónnatural,lodejóatónitoysinsaberquépensar.Sefrotólosojosconambasmanosyhabiendovueltoafijarlosenlafiguradelcuadro,encontrósiempre aquella negra pupila que lo miraba tenazmente y con una expresiónindefinible.

Recobradode laprimera impresióndeasombro, tuvo la ¡deade levantar la teladel cuadro y descifrar aquel enigma. Puso una silla junto a la pared, subió ydesaparecióelojo,quedandosolamenteelagujeroenellienzo.Levantóelcuadroyvio el tabique liso, que cubríaunpapelpintado.Nohabía allí nada, absolutamentenada que pudiera explicar tan extraordinario fenómeno. Lo único que le llamó laatenciónyqueantesnohabíaadvertido,fuequeeltabiquedivisoriodesucuartoconlapiezainmediataestabaformadodegruesastablas;peroestacircunstancianoteníapor sí sola, nadademuyextraordinario, quepudieraofrecer la aclaraciónde aquelmisterio. Dejó caer el cuadro, despechado, e inmediatamente lo asaltaron algunasreflexiones que se presentaban a su imaginación por primera vez desde que estabahospedadoenaquellaextrañacasa.Sinsaberporqué,pensóenelnombredel"cuartodelahorcado"quehabíaoídodaralapiezaqueocupaba;enelraroescritoriodedonRamón,dondenohabíanadaque justificaraaquelnombre;en lasvisitasnocturnasquerecibíasuhuésped;enlasrespuestaslacónicasdelcriadonegro,yporúltimo,enaquella mujer encerrada en el departamento interior de la casa y que no secomunicabaconlapartedeafuera,sinopormediodeuntorno.

Todos esoshechos, que salíanhasta ciertopuntode lo común, se agolparon enaquelmomentoenelánimodeGabriel,ysinqueélmismopudieradecirporqué,seunieronalarepentinaeinexplicableaparicióndeaquelojohumanoenelagujerodeuncuadro.

—Extrañacasa,porcierto,esésta—sedijo—,dondemehacolocadodonAndrésdeUrdaneche,ynosécómonoheprocuradoantesdeahorapenetrar losmisteriosqueencierra.SólomiprofundoamoraRosalíaquehaembargadomisfacultadesporcompleto,puedehaberhechoquenomefijeenloqueaquímerodea.

Hechasestas reflexiones,y conelmásvivodeseodeaclarar aquellos enigmas,consideróGabrielqueseríainútilinterrogardenuevoalviejonegro,queseguramentele respondería con tanto laconismo como la otra vez. Resolvió, pues, preguntar

www.lectulandia.com-Página57

Page 58: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

directamentealmismodonRamónypedirleexplicaciones,especialmenteacercadelsucesoextraordinarioquehabíatenidolugaraqueldía.

Hechoestepropósito,procuródesechardesuespírituaquellas ideasyseocupóúnicamenteendisponerseparalasfiestasque,comohemosdicho,debíantenerlugarel inmediato día y el siguiente. Volvió a ver el corcel que había de montar, ycontemplando aquel espléndido animal, se olvidó por el momento de la mujerencerrada,delasvisitasnocturnasdesuhuésped,delcuartodelahorcadoyhastadelojodeljugador.Taleslaversatilidaddenuestrasimpresionesalaedadquecontabaporentonceselhéroedeestahistoria.

www.lectulandia.com-Página58

Page 59: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

A

CAPÍTULOXI

Elpaseo

launade la tardedelsiguientedía,21denoviembre,GabrielFernándezacababa de vestir el uniforme y se ceñía el cinturón de que pendía elespadín,puesalasdosenpuntodebíaestarencasadelalférezreal.

El caballo, que acababan de enjaezar dos criados de la casa de Agüero yUrdaheche,piafabadeimpaciencia,atadoaunodelospilaresdelcorredor.

Resonaronfuertesaldabonazosenlapuertadecalle,yhabiendoacudidoaverelcriado negro de don Ramón entraron dos individuos jóvenes y de color cobrizo,ricamentevestidosdeárabes.EldependientedelacasadeAgüeroyUrdanechequelosacompañaba,dijoaGabrielquedonAndréslosenviabaporordendelapersonaque había remitido el caballo, y que aquellos dos individuos estaban destinados aacompañarloencalidaddepajes.

No volvía en sí el cadete del asombro que le causaba el ver aquellos extrañostiposdeunarazadesconocidayataviadosconlujoquedejabaatrásloquehabíaleídoovistopintadodelosesclavossarracenosdeloscalifas.

Eljovensecreíajuguetedealgunaficcióncomolasdeloscuentosdehadas,ylefue preciso tocar aquel caballo, oir a aquellos criados árabes hablar entre sí unalenguaininteligible,paraconvencersedequetodoaquellonoeraunsueño.Muyrico,muyespléndidoysobretodomuyamorosoconél,debíasersupadre,queleenviabasemejantespresentes.

Gabriel no era un mal jinete. Sin haber aprendido por principios el arte de laequitación, se había acostumbrado desde niño al uso del caballo, en lo cual tuvoparticular empeño el buen español que dirigió su primera educación en la casa deaquéllos a quienes el pepe reconocía por padres. Hizo, pues, gallarda figura y sesintió firmeen lasilla luegoquehubomontadoal fogosocorcel,para iracasadelalférezreal,acompañadodesusdospajesmoros.

Debesuponersequecausógrannovedadelveratravesarlascallesaljovencadeteenuncaballoquelagentecomparabaalosquehabíanvistopintadosenlasestampas

www.lectulandia.com-Página59

Page 60: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

de las cruzadas, y con aquellos esclavos moros semejantes a los de un príncipeoriental.Nosesabíaquépensardetanextraordinarioacontecimiento.

Elgraveregidorqueibaadesempeñarlasfuncionesdealférezreal,cuandovioaGabriel, opinó, aunqae sindecirlo, que erademasiado lujo aquel paraun cadete: yqueFernández,odebíadehaberperdidoeljuicio,oestaríainmensamenterico,unavezqueenviabaasuhijoprendasdignasdeungrandedeEspañadeprimeraclase.

Laciudadestabadegala.Ostentabanlosbalconeslujosascolgadurasdedamascocarmesí,ylapoblaciónenteraorecorríalascalles,oseapiñabaenlasventanasparaverelpaseo.

A las dos en punto salió la lucida cabalgada de casa del alférez. Precedían losmacerosdelAyuntamientoconsusgramallasrojasysusmazasdeplata.Seguíanlosclarines y tras éstos los encomenderos de indios; todos los sujetos de calidad, losabogados de los reales estrados y procuradores del número, los regidores, los dosalcaldesordinariosyenmediodeéstos,elquedesempeñabalasfuncionesdealférezreal. Inmediatamente después de éste y como sirviéndole de escolta, iban los doscadetesdelFijo,designadosalefecto.

LlegadosalasCasasConsistoriales,salióelalguacilmayorqueentregóelpendónrealalalférez,ysedirigió lacomitivahaciapalacio.Delantede lapuertaprincipalestaban tendidas las dos compañías de infantería de indios de la Ciudad Vieja, aquienes,comodescendientesdelostlascaltecasauxiliaresdedonPedrodeAlvarado,se dispensaba el honor de hacerlosmarchar vestidos de soldados y con arcabuz alhombro.Formabantambiénenlaplazaelbatallóndeinfanteríadelínea,elescuadróndedragonesprovincialesylabrigadadeartillería.

SalióelcapitángeneralconlarealAudienciaylosotrosfuncionariosprincipales,yhabiendomontadoalapuertadelpalacio,sedirigieronalacatedralparaasistirafas vísperas. Terminadas éstas, como a las cuatro y media, se ordenó el paseo,abriendo lamarcha los descendientes de los tlascaltecas, siguiendo el numeroso ylucidoacompañamientoycerrandolaprocesiónlatropaveterana.Elespectáculoeravistosoyanimado.Multituddeindígenasdelospueblosinmediatosllevabanarcosdemaderaadornadosconplumasymonedasdeplata.Losfuncionariosylosindividuosdelascorporacionesvestíansusuniformesdegala,losabogadosyprocuradoressusropas talares, sus togas los oidores y los caballeros particulares, en númeroconsiderable,rivalizabanenellujodesustrajesdesedabordadosdeoroyplata,enlos caballos y sus jaeces y en las libreas de los pajes que los acompañaban.Cadarepublicanodeaquéllos(comoselesllamaba),nocesabadeadmirarseasímismoalverseentanlujosoarreo,yalgunohuboquedespuésdehaberasistidoaunpaseodeSantaCecilia, emprendió lamarcha a laAntigua a visitar a su novia, no pudiendoprescindirdepresentárseletanventajosamentetransformado.

www.lectulandia.com-Página60

Page 61: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

SisehubieraencargadoaRosalesoaPontazauncuadrodelpaseo, tendríamoshoyunarepresentacióndeaquelcuriosoespectáculo,ynonosveríamosobligadosalimitarnos a estas breves pinceladas, en que seguimos los recuerdos que haconservado la tradición y tal cual ligera noticia que encontramos acá y acullá ennuestrasantiguascrónicas.Conestohabrándecontentarseporhoynuestroslectores,yconquelesdigamosqueenelpaseodenoviembredelaño1810,lagrannovedad,loquehizoparecerpálidotodoelaparatodelafiesta,fueelcaballoárabedelcadeteGabrielFernándezysusesclavosmoros.

Unaturbadecuriosos,muchachosensumayorparte,seguíanaljovenoficial,ycuandoelpaseodesembocóenlaplaza,dondelaconcurrenciaeraaunmáscompactaqueenlascalles, todoslosojossedirigieronalcaballeroyalcaballo.Elbalcóndepalacioestabacompletamenteocupadoporlasseñorasprincipalesdelaciudad.Enelcentroseveíaalaesposadelcapitángeneral,queteníaasuderechaaladelregentede la Audiencia y a su izquierda a la hija del que desempeñaba las importantesfuncionesdealférezreal.SeoyóunaexclamacióngeneraldeasombrocuandopasóGabriel y deteniendounmomento su fogosobridón, hizo a la presidenta el saludomilitar,almismotiempoquesusdospajesmoros,conlosbrazoscruzadossobreelpecho, inclinaban la cabeza hasta tocar casi con la tierra, en demostración dereverencia.

Gabrielfijólosojosinvoluntariamenteenlajovenqueocupabaelladoizquierdode lapresidenta,yseencontrócon lamiradadeMatilde,quenoseapartóyadeélcomo cuando lo había visto en casa delmaestro de armas.Una llama azul oscuraparecíasalirdelaspupilasdelaaltivajoven.Habíaenaquellamiradaunaexpresióninexplicable de asombro, de cólera, de interés, que hizo bajar los ojos al cadete.Nuncalehabíaparecidomáshermosaaquellamujeraquienaborrecíaenelfondodesualma.

Cuando se detuvo la comitiva delante del palacio para aguardar que entrara elpresidente,desaparecióMatilde,después saliópor lapuertaprincipaluncochequeocupaba la joven, que debía estar en su casa antes de que llegaran las personasinvitadasalrefresco.

Gabriel acompañó al alférez hasta la puerta de su casa y aunque don Pedro loinvitóaqueentrara,seexcusólomáscortésmentequepudoyseretiró,seguidodesuspajes.Tanextrañaconductadioocasiónaquelaconcurrenciadeambossexosseocuparaconmásempeñoaúnenelcadete,aquientodosesperabanverenelrefresco.Gabriel Fernández era generalmente conocido y dos días antes nadie se tomaba lapenadefijarseenél.Uncaballodepurasangreydoscriadossarracenosvinieronahacerloelhéroedeldía,ocomosehadichoentiemposmodernos,elleóndeaquellapequeña novelera sociedad, i Qué de comentariosl ¡Qué de conjeturas! ¡Qué de

www.lectulandia.com-Página61

Page 62: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

cálculosridiculamenteexageradossobreelvalordelosobjetosqueservíandepábuloalacuriosidadpúblicalTodaslasmadresqueteníanhijascasaderassehacíanlenguasdel garbo y gentileza del joven oficial, agregando que siempre habían dicho lomismo.

EnuncírculoqueseformóenderredordeMatildeEspinozadelosMonteros,sehablabadelagrannovedaddeldía.Estabaallíunjovenabogadoquealcanzabagranreputacióndetalentoysaber,peroconquienlanaturalezahabíasidoavaradegraciaspersonales. Don Diego de Arochena era pequeño, cabello rojo, algo bizco ydesgraciadamente tenía las intenciones aúnmás torcidas que los ojos. CiegamenteenamoradodeMatilde,nqpodíasufrirjamásquesehiciesedelantedesupretendidael elogio de hombre alguno. Lejos, pues, de unir su voz al coro de alabanzas queentonaban los oficiales del Fijo, hablando de Gabriel. Arochena, que sonreía conmalicia a cada palabra, dijo que los pajes del cadete que tanto habían llamado laatención de los ociosos y noveleros, eran tanmoros como él, pues todo elmundohabía conocido bajo aquellos disfraces, a los criados de la casa de Agüero yUrdaneche.

Don Luis de Hervías, que estaba presente, se puso rojo de ira y contestó,dirigiéndosealmalignoletrado:

—Y ese caballo como el cual jamás se ha visto en este reino, ¿será tambiénfingido?¿Querráusted,señorgarnacha,hacernoscreerqueesalgunadelasmuíasdelcochededonAndrésdeUrdanechedisfrazada?

UncorodecarcajadasacogióesaspalabrasdeHervías,ycomoMatildesesonrióligeramente,elabogadocontrahechosemordióloslabios,yaunquenoreplicóya,unobservadoratentohabríapodidoadvertirelsentimientoconcentradodeodioyfurorquelachanzasuscitóensucorazón.

AquelepisodiohacíaverqueGabriel,sibienteníaadmiradores,contabayaconenemigosimplacables.Aesapenaestácondenadotodoelqueseelevasobreelnivelcomún,porelméritopersonalopor lariqueza.Lafamatieneunahermanagemelaque se llama envidia. Esta sigue siempre los pasos de aquélla, y se ocupaincesantementeendestruirsuobra.

Matilde recobró su seriedad. Estaba preocupada y tal vez impaciente. Su malhumorsemostróalfin,puesdijoconairedistraído.

—Nadie puede negar que ese joven cadete se ha presentado en el paseo de unmodopropiopara llamar la atencióngeneral;ypormipartenodudo tampocoquetenga todas las buenas cualidadesque le reconocen estos caballeros; peroni usted,Hervias,queparecesersumásentusiastaadmirador,nisusotrosamigos,creopodránnegarquedonGabrielFernándeznoperderíanadaconmostrarseunpocomáscortés

www.lectulandia.com-Página62

Page 63: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

yalgosociable.Mipadreloinvitóaestareunión,comoeranatural,ynoveoquesehayadignadoaceptarelconvite.

—Algúnmotivograve,señorita,queyoignoro—contestóHervias—,debehaberimpedidoamiamigoelrecibirelfavorqueledispensóelalférezrealalconvidarlo.No dudo asegurar que si no hay algún inconveniente insuperable,Gabriel repararámañana,concurriendoalsarao,sufaltainvoluntaria.

ElabogadobizcocreyósorprenderunsentimientodesatisfacciónenelrostrodeMatilde;perotalveznofueaquellosinoamorpropiodemujersatisfecho,alqueloscelos del enamorado dieronmayor alcance del que correspondía. Ello es que donDiegodeArochenaviodesdeaquelmomentoeneljovencadeteunrivalmuchomáspeligrosoytemiblequetodoslosdemásadoradoresdeMatilde,ylejuróunaguerraamuerte.

Entretanto,aquélque,sinsaberlo,eraelobjetodeaquellaadmiraciónydeaquelodio,ycuyonombreservíade temaa lasconversacionesenel refrescodelalférez,había llegado a su casa y después de haber mandado desenjaezar el caballo ycolocarloenlacuadra,sedesnudódeluniforme,seencerróensucuartoysepusoameditarsobrelossucesosdelatarde.

Eraimposiblequehubiesepasadoinadvertidaparaeljovencadetelaadmiraciónquehabíaexcitado,yqueunsentimientodeorgulloyvanidadnosehicieralugarensucorazónal travésdesunaturalmodestia.Paraapreciaren loque realmentevaleesoquellamamosfama,senecesitaciertogradodefilosofíaquedasolamentelaedady la experiencia, y que no puede razonablemente exigirse de unmozode 18 años.¿Por qué ocultarlo? Gabriel estaba satisfecho de sí mismo, y había crecido unoscuantoscodosensupropiaestimaciónenelcortoespaciodeunatarde.

Mas, como casi nunca falta alguna espina oculta entre las rosas con que suelecoronarnos la fortuna, Gabriel sentía, en medio de su satisfacción, la punzada deaquellaespina,elrecuerdodelahijadelalférezreal,quesinsaberporqué,lehacíaexperimentarunasensaciónmortificante.Lamiradadeaquellamujerhabíaquedadoclavadaenlomásrecónditodesucorazóncomoundardoincandescente,ypormásquehacía,nopodíaarrojarladesumemoria.EvocóelplácidorecuerdodeRosalía;pero iah! fue únicamente para representársela de rodillas a los pies de Matilde,arreglándole el traje. Esta reminiscencia importuna le causó el más profundodisgusto,pueslehizomedirtodaladistanciaquelasuertehabíapuestoentreaquellasdosmujeres.Seestremecióalescucharunavozinteriorqueledecíaquelaposiciónde la aristocrática belleza era mucho más adecuada a la que él estaba llamado aocupar en elmundo, que no la de la humilde y oscura hija del capitán retirado ymaestro de armas, don Feliciano de Matamoros. El demonio del orgullo atacabainsidiosamente aquella pobre alma, y luchaba ya paraminar en ella el imperio del

www.lectulandia.com-Página63

Page 64: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

amor.

ComoparabuscarrefugiocontrasusmalospensamientosyponerseacubiertodeaquellasasechanzastentadorasdispusoGabrieliraveraRosalía;peroquisohablarantesconsuhuéspedypedirlealgunaexplicaciónsobre losmisteriosde lacasa,yparticularmenteacercadelextraordinarioincidentedelojodeljugador.

Encontró a donRamón dejando la capa y el sombrero pues acababa de entrar,después de haber visto en las calles el paseo. Luego que hubieron hablado de lafuncióny elogiadoPedrera el garbo conqueGabriel habíamanejado sumagníficocaballo, hizo éste rodar la conversación sobre el asunto que deseaba esclarecer.PreguntóadonRamón, comoporpuracuriosidad,qué significabaaquel tornoqueestabaenelextremodelcorredorysisehabríaequivocadoalcreerqueoíadevezencuandounavozdemujerenelsegundopatiodelacasa.

—Nosehaengañadousted—respondióelescribanoconmuchanaturalidad—;estáallíunamujer,unapobreloca,criadaantiguadelacasaaquienhasidoprecisoencerrar,porquesueleteneraccesosdefurormuypeligrosos.

Gabriel tuvo que conformarse con la explicación, por más que no lo dejaraenteramentesatisfecho.

—¿Ypodrésaber—dijoenseguida—,porquésellamaelcuartodelahorcadolapiezaqueyohabito?

AesapreguntacontestódonRamón,consurisaacostumbradayluegodijo:

—¿Será usted capaz, señor cadete de la segunda compañía del Fijo, de tenermiedoalosmuertos?Sitalhubierayoimaginado,lehabríadestinadootrocuarto.Elnombrequehallamadolaatencióndeusted,serefiereaunahistoriamuyantiguaya.Habitóesapiezauncaballeroquefuehuéspedmío,comoustedloesahora.Elpobreseñor tenía pesares ocultos, había sufrido grandes contrariedades en la vida, y unamañanaamaneciócolgadodeunaviga,precisamenteenellugardondeestálacamadeusted.Eh,eh,eh,yse rióconaquella risaque tantohabíachocadoaGabrielalprincipio,yqueahora,sinsaberporqué,ieocasionabauncalofríomuydesagradable.

—¿Ypudierausteddecirme—preguntóel joven—,porquéhevistounapupilahumanaenelagujeroquetieneenelojoizquierdolafiguradeunodelosjugadoresenelcuadroqueestáenmicuarto?

—¿Quéhavistoustedunojohumanoeneseagujero?exclamódonRamónconasombro—.Usted se equivoca, amigodonGabriel.Esa debe ser una ilusiónde sufantasíaynadamás.

—Estoy seguro, señor—dijoGabriel con seriedad—.Aquelojo tenazclavóenmí su mirada y siguió todos mis movimientos. Levanté el cuadro y no encontré

www.lectulandia.com-Página64

Page 65: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

agujeroalgunoeneltabique,ninadaquepudieraexplicartanextrañoincidente.

—Yausted love—replicóelescribanoconnaturalidad—.Nadahabía;ni¿quépodríahaber?

—Dígameusted,esapiezacontiguaamicuartoquesemantienesiemprecerrada...

—Esapiezaestáocupadaconunaestanteríaquecontienemisprotocolos,losdemi padre y los demi abuelo, que eran escribanos, como yo. Cuando quiera ustedverlolollevaréaella.

Gabrielvioquenadapodríasacardeaquelhombre,impenetrableyfríocomoeldestino,ydejóaltiempoelcuidadodeaclararaquellosmisterios.

www.lectulandia.com-Página65

Page 66: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

A

CAPÍTULOXII

Elsarao

las ocho de la noche del día 22 la espaciosa casa del regidor que habíadesempeñado las funciones de alférez real en la fiesta de SantaCecilia,abría sus puertas a lo más florido de la sociedad. El salón principal,

preparado para el sarao, estaba cubierto de un artesón abovedado de cedro conarabescosnegros,construcciónquenoerararaenaquellaépocayquedabaalassalasderecibimientounaspectomáselegantequeelquepresentáhoy,connuestrospobrescielos rasos planos, de tela blanqueada. Tres grandes arañas de plata, cargadas debujíasycandelabrosdelmismometalenconsolasdemadreperlaycarey,iluminabanla pieza, cuyas paredes habían sido decoradas para la ocasión con un cortinaje dedamascodeseda,amarillocarmesí.Lossofásylassillaserandenogal,conasientosy espaldares de vaqueta deRusia, con clavos dorados, y el pavimento desaparecíabajounaalfombra roja, sembradade lentejuelasdeoro. Jarronesde laChinaydelJapónsosteniendoenormesramosdefloresnaturales,yespejosconmarcosazogadoscompletabaneladornodelsalón,quenosdescribíanmuchosañosdespuéspersonasque conservaban entre los recuerdos más gratos de su juventud, la memoria delbrillante saraodel22denoviembrede1810.Laorquesta,poconumerosayno tanadelantadacomohoy,ejecutabarigodones,minués,paspiésyelvals,bailedeorigenalemán y que pasando por Francia y por España, era en aquella época de muyrecienteintroducciónenGuatemala.Seejecutabanconfigurasdiferentesquehacíancon los brazos los que bailaban y cada una de las cuales tenía su denominación.Lacayos con librea azul y plata y pelucas empolvadas circulaban por el salón,llevandoengrandesazafatessorbetesydulcesqueservíanalaconcurrencia.

DonPedroEspinosadelosMonteros,enuniformederegidoryostentandolacruzroja de Santiago, recibía con cortesana atención a señoras y caballeros,desempeñando igualdeber su esposay suhija, la incomparableMatilde,verdaderareinadeaquellahermosafiesta.Lucíaelespléndidotrajedeterciopelocerezoenquese había superado a sí misma la habilidad de la hija del capitán Matamoros. Elcorpinode tisúdeplata, lasgrandesmangasabiertasdescendíanhastaabajode losmuslosqueestaban*guarnecidasinteriormentedelamismateladeltalle;lariquísima

www.lectulandia.com-Página66

Page 67: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

blondadeMalinasquerodeabaelescotecuadradoyselevantabaporlapartedeatráshasta tocar con la cabeza; el peinado, adornado con plumas blancas y cargado dejoyas de gran precio; todo, hasta el zapato de raso color de perla con rosetas debrillantes y palillos rojos, era rico y de buen gusto en aquella joven, cuya bellezaesculturalatraíalasmiradasyseimponíaalaadmiracióndelosconcurrentes.

A las diez el sarao estaba en su mayor animación. Bailaban los jóvenes, laspersonasdeedadformabangruposenquesecomentaban lasúltimasnoticiasde lapenínsulaolosincidentesdelafiestayenlapiezainmediataaladelbaileseveíancuatro o cinco mesas, en que se jugaba a la malilla o al tresillo. Había allífuncionarios civiles y militares, propietarios, comerciantes y algunas señoras quetambiénjugaban.

Matilde parecía impaciente y dirigía miradas furtivas a la puerta principal delsalón.Alasdiezycuartodosjóvenesdeuniformeblancoatravesaronlosgruposysedirigieronalestrado,parasaludaralaseñorayalahijadeEspinosa.EraneltenientedonLuisdeHervíasyelcadetedonGabrielFernándezdeCórdoba,quefueobjetodelaatencióngeneral.

UnaverdaderaluchahabíatenidoqueentablardonLuisparaconvenceraGabrieldequenodebíadesairar la invitacióndel alférez, a quienhabía acompañadoen elpaseo.Cediendoalfinalasinstanciasdesuamigo,sedecidióGabriel,cuandoibanaserlasdiez,aponerseeluniformeyconcurriralbaile,proponiéndosenopermanecersinounbreverato,pornomostrarsedescortés.

Matilde acogió a los dos amigos con atención; pero sin que se advirtiera quehicieselamenordiferenciaentreelunoyeIotro.Laconversaciónrodósobrecosasgenerales,expresándoselajovenconsencillezynaturalidad."Lasemidiosasedignadescenderunescalóndesuelevadopedestal",pensóGabriel,quenocambiabalaideadesfavorablequeteníaformadadelaprotectoradesunovia.

—Hervías—dijoderepenteMatilde,volviéndoseal joven teniente—,¿quisieraustedhacermeelfavordebailaresevalsconlahijadelsecretariodelpresidente?Nohevistoquehayatomadoparteenladanzahastaahora.

—Yo me prometía —contestó don Luis—, pedir a usted la distinción deaceptarmeporcompañero;peroustedsabe,Matilde,que lamenor indicacióndesuparteesunaordenparamí.

El galante oficial hizo una inclinación de cabeza y fue a invitar a la hija delsecretario.

MatildeyGabrielquedaroncasisolosenunextremodelsalón.Eralaprimeravezqueel jovenseveíaobligadoasostenerunaconversaciónconaquellamujerquele

www.lectulandia.com-Página67

Page 68: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

inspiraba,comolohemosdicho,unaantipatíaqueapenasacertabaadisimularbajolasfórmulasdelaurbanidad.Maldecíaensuinterioralacasualidadqueloponíaenel caso inexcusable de sostener aquella plática y formaba el propósito de ponerletérminotanprontocomopudiesehacerlo,sinfaltardeunmodomarcadoalacortesía.

Creyóqueibaapresentarseladeseadaocasión,puesnohabríanpasadodos

minutos desde que se había separado Hervías, cuando se acercó a Matilde elabogadobizcoydecabellorojo,donDiegodeArochena,ylainvitóparaelvals.

—Gracias,donDiego—contestólajoven—,estoymuyfatigadaynobailoestapieza.

El letrado comprendió que Matilde deseaba continuar la conversación con elcadete;semordióloslabiosyseretiró.

—¿Quémediceusteddenuestropobreamigo,elcapitánMatamoros?—dijolahijadelalférez—;¿lohavistoustedhoy?

—Sí, señorita —contestó Gabriel—. Don Feliciano mejora y creo que prontoestarácompletamenterestablecido.

—Esunafortunaquesehayasalvado—observóMatilde—.Elcapitándeberálavida,despuésdeDios,alaesmeradaasistenciadeRosalía.Esacriaturaesunángel.

Lamiradaprofundadelajovenseclavó,alpronunciarestaspalabras,enlosojosdeGabriel,comosihubieraqueridoleerlaimpresiónquecausabaaquelnombreenelalmadelcadete.

—Rosalía —replicó él sin alterarse—, ha cumplido como buena hija, pero elenfermo debe también no poco a los cuidados que la bondad de usted le haprodigado.

—Es amigamía y esto basta. Quiero al capitán porque es su padre, y cuandoRosalíasecase,veréasumaridocomosifueramipropiohermano.

—¿CuandoRosalíasecase?—replicóGabriel,yluegoañadióentonosarcástico;peroentonces,señorita,perderáustedsucosturera;yesoserámuypronto.

Sin aguardar respuesta, hizo una profunda reverencia a la joven y le volvió laespalda,yendoaconfundirseentrelosgruposdeloscaballeros.

Matildesepusopálidadedespecho.Laimpertinenteconductadelcadetelehirióenlomásvivo;pero,¡ay!lasensacióndolorosaqueexperimentóenaquelmomentolerevelóloqueellamismanohabíaqueridocomprenderaún.Elfríoycasiinsolentedesdéndeaqueljoven,delcualhizomuypococasoalprincipio,habíavenidoaserelmáscruel torcedorparaaquelcorazón tanaltivocomoapasionado.Una lágrimade

www.lectulandia.com-Página68

Page 69: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ira...ydeamorquizá,rodóporlamejilladeMatilde,sinqueloadvirtieranmásqueaquélquesehabíaconstituidoensuvigilantecentinela,elabogadodelcabellorojo,quenolahabíaperdidodevistaduranteaquellaescena.

Laorgullosadoncellaenjugóinmediatamenteaquellalágrimaytomandoelbrazodelprimeroquellegóainvitarlaparabailar,selanzócomoposeídadeunvértigo.

GabrielFernández,elhéroedeldía,aquélquehabíavenidoahacerseelídolodelas jóvenes, la envidia de los galanes y objetivo, como se dice ahora, de lasmadres,desapareció.Habíacumplido,dejándoseverenelsarao,ysevolvióasucasa.

Entretanto, la animación del baile iba creciendo, a medida que avanzabanlas horas. Aquella juventud, tanto más ávida de goces cuando tenía menosoportunidades de proporcionárselos, se embriagaba con las emociones de la fiesta.Todosaspirabanatorrenteselplacerenaquellareuniónenqueseconfundíanenlasfiguras de una elegante contradanza, las casacas bordadas de oro y plata de loscaballerosconlosvistosostrajesdeterciopelo,detisú,ydesedadelaChinadelasdamas. Todos gozaban, con excepción de tres personas: la reina de la fiesta,humillada, contrariada en lomás recóndito de su alma; el desdichado donLuis deHervias,paraquiennotuvoMatildeunamirada,unapalabradesdequedesaparecióGabriel,comosiquisieracastigarlopornohaberloretenido,yelmalignodonDiegodeArochena,quebuscabaalgunaoportunidadparadarriendaasudespecho.

Enunodeesosmomentosquesuelehaberen losbailesenque lasparejasy laorquesta se dan una ligera tregua para descansar y cobrar nuevas fuerzas, hizo elastuto licenciado ciertas evoluciones calculadas para hacerse encontradizo conMatilde.Parecíaéstaprofundamentepreocupada,ysindarsecuentadeloquehacía,trituraba con sus menudos dientes la orilla de un riquísimo abanico que acaba derecibirdeFrancia.

Acercóseleelabogadodelcabellorojoyledijoenvozbaja:

—Parecequehayjóvenesquedanpruebasdemejorgustoenmateriadecaballosypajesquenoenpuntoa laelecciónde laspersonasaquienhacenseñorasdesuspensamientos.¿Quéopinausted,Matilde?

—Ignoro lo que usted quiere decir—contestó la joven en voz alta y en tonodesdeñoso.

—Pueslacosaesclara—replicóArochena,riéndose—.Preferirunacosturera,lahija de un espadachín, o maestro de armas, a.. . a alguna otra dama de calidad yverdaderoméritó,meparecequesólopuedehacerlounhombredeinclinacionesmuybajas.

—Caballero—dijoMatilde,conaltivadignidad—,necesitorecordarqueesusted

www.lectulandia.com-Página69

Page 70: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

enestemomentonuestrohuésped,paranocontestarcomodebieraaesaspalabrasconquepretendeagraviaraunajovenaquiennoconoce,yquesihanacidoenunaclasehumilde,noporesoesmenosestimablequeotras.PermítameustedlerecuerdequelahijadelcapitánMatamoros,aquienustedparecealudir,seacualfueresuorigenysuposición, es amigamía y que cualquier agravio que se le haga, lo recibo como sifueradirigidoamímisma.

Dichoesto,lahijadelalférezrealvolviólaespaldaalabogado,quepermanecióclavadoenelpuesto,enunaactitudyconairequehabríapodidoserviraunartistaquehubieraqueridohacerlaestatuadeldespecho.

Mientraselimpertinenteabogadodevorabaensilencioladuralecciónqueacabade recibir, invitamos al lector a que nos siga por unmomento al salón del juego.Acerquémonos a esa mesa donde están tres personas: un caballero anciano, enuniformedetenientegeneral,otrodemenosedad,conlacasacablancadelFijoytresgalonesenlasmangasyotroquerepresentaunoscuarentaycincoañosyquevisteun traje serio de terciopelo negro, con corbatín blanco y una elegante pechera quesalepor laaberturadelchaleco,medioabotonado.Elprimeroeselcapitángeneraldel reino y presidente de su real Audiencia; el segundo el coronel que manda elbatallóndeImeayeltercero...donJuandeMontejo.

¿Quiénesesesujeto?preguntaráacasoellector;ysiasífuere,sentiremosquenonosseaposiblesatisfacercumplidamentesucuriosidad.DonJuandeMontejoeraunpersonaje muy conocido en la sociedad guatemalteca de aquel tiempo. Riquísimosegúnlavozpública,nadiesabía,sinembargo,dedóndeprocedíasufortuna,puesnoteníanegocioniprofesiónconocida.Decíanalgunosqueerahombremuysagaz,conapariencias de lo contrario y que sabía mucho, aunque no había seguido carreraalguna.Segúnunos,eraunsujetoexcelente,ysegúnotros,unperverso.Habíaquienlo suponía un jugador afortunado y no faltaba quien atribuyera su caudal a ciertasbotijasdeoro,queasegurabansehabíaencontradoenunacasaviejadelaAntigua.Ello es que, el don Juan era un enigma que hasta entonces no había podidodescifrarse. Viajaba con frecuencia; últimamente había hecho, según decían, unalargaexcursiónporEuropayhacíaapenasdosdíasqueestabaenlaciudad.

Si don Juan de Montejo no era jugador de profesión, cosa que nadie podíaasegurar,nohabíadudadesucompetenciaenmateriadejuegosdesociedad.Jugabaalajedrezcomonadieenelpaísyunavezhizounapartidaenquesecruzabantresmil duros de apuesta, con la espalda vuelta al tablero, diciéndole al contrario lasjugadasquehacíaydisponiendoélelgirodesuspiezassinverlas.Contabanqueunanoche, jugando al billar, había hecho seiscientas tres carambolas continuadas.Consumadotresillista,casinuncaperdíaaesejuego.

Ysinembargo,aquellanochedonJuanteníaunamalasuertequenoacertabana

www.lectulandia.com-Página70

Page 71: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

explicarse ni el capitán general, ni el comandante del Fijo que formaban con él lapartidadetresillo.Alasdocellevabaperdidoscercadeochomilpesos,sinqueseleadvirtiera por eso la menor contrariedad. La expresión de sus ojos, medioadormecidos siempre, no se alteraba.El rostro de aquel hombre parecía impasible,comosilavidasehubierasuspendidoensusermomentáneamente,porefectodelaaplicacióndeunanestésico.

Apesar de que las apuestas eran fuertes, ningunode los tres jugadores parecíadarles mucha importancia, y, sm desatender el juego, conversaban acerca dediferentescosas.

—DonJuan—dijoelcapitángeneral—,cuandosalióusteddeTrujillo,¿sehabíapuesto ya en marcha el situado que vino de Veracruz en la "Thetis"? ¿Quién seencargadeljuego?

—Ladefiendo—dijoMontejo,contestandoalaúltimapreguntadelPresidente,yluegoañadió:

—Elsituadosaliódosdíasantesqueyo,conveintehombresdeescolta.

—Vanyvienen—dijoelcoronel,yagregódirigiéndosealcapitángeneral—;¿nocree Vuestra Excelencia que esa escolta es muy corta? Pudiera ocurrir algúnaccidente.LapartidadePiedelanaparecehaberaumentado,ysisabenque

vienencienmilpesos,no será remotoqueataquenel convoy. ¿Quédiceusted,donJuan?

—Laobservaciónmeparecejusta.Vuelven—contestóMontejo,empleandootrotérminotécnicodeljuego.

—NocreoquePiedelanaseatrevieraadaresegolpe—dijoelcapitángeneral;pero por cualquier evento. .. paso. . . coronel, haga usted salirmañana veinticincohombresdelbatallónalmandodeunteniente,yquevayanalencuentrodelconvoy.

—Muybien,señor—replicóelcomandantedelFijo—.IránalmandodeHervías,queesmuycumplidoyharéquevayatambiénelcadeteFernándezdeCórdobaquetienedeseodedistinguirseyganarlacharreteradesubteniente.Bola.

—Voy al robo—dijo don Juan deMontejo, y enseguida, consultando su reloj,añadió:

—Esmásde launa,VuestraExcelenciayusted,coronelmepermitiránquemeretire, pues me siento un poco fatigado. Veo venir hacia acá a don Andrés deUrdanecheyélpuedeconcluirlapartida,haciendomisveces.

ElcapitángeneralyelcomandantedelFijodijeronadonJuandeMontejoquefueseadescansarydonAndréstomólascartas.

www.lectulandia.com-Página71

Page 72: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Montejosalióapresuradamentedelacasa:seembozóensucapaydandounlargorodeo,sedirigióhaciaelcementeriodelSagrario.Llegóalapuerta,sacóunallave,abriósinhacerelmásligeroruidoyentró.

www.lectulandia.com-Página72

Page 73: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

R

CAPÍTULOXXIV

Revelaciones.Partesegunda

eunidasenlahuertadelacasadelescribano,doñaCatalinadeUrdanecheylahijadelmaestrodearmas,latardesiguienteaaquéllaenquelaseñorahizoa la joven susprimeras revelaciones, sentáronsea la sombrade los

árboles, cuyas elevadas copas doraban los últimos rayos del sol, próximo ya a suocaso.

—Rosalía, mi buena amiga —dijo doña, Catalina, luego que se hubo alejadoAntonio—,ustednohallevadonuncayojalánollevejamáselhorriblepesodeesadura cadena que algunas mujeres tenemos la desdicha de echarnos al cuello,entregandonuestrasalmas,todonuestroserahombrescrueleseindignos,queabusanmiserablemente de nuestra debilidad. Sin fuerzas para romperla, sin valor paraintentarlo siquiera,nosotrasmismashacemosdíapordíamásestrechoelnudoquenosahogayquellegaahacerseindispensableanuestratristeexistencia.

Tal había venido a sermi situación cuandohabíanpasadonueve años desde elinfaustodíaenqueconocíadonJuandeMontejo.Nocontabayomásqueveintiséisañosyelsufrimientonohabíaacabadoaúndemarchitaraquellafunestabellezaquefuelacausademiperdición.Apagadahacíatiempolapocaaficiónqueaquelhombreduro y egoísta pudo haber sentido por mí al principio de nuestras relaciones, lasconservaba por hábito y porquemi completa sumisión a su voluntad no dejaba delisonjearsuorgullo.Eleramiseñor,midueño,yyo lahumildeesclavaquehabríabesadoconefusiónelpolvoquepisabansuspies.

Enaquellascircunstancias,eldestinociego,nocontentoconmissufrimientosyconmiabyección,quisohacermásespantosamisuerteydispusolascosasdemaneraque el que correspondía a mi amor con la indiferencia, vino a convertirse en unverdugodespiadadoycruel.SucedióquehubodeveniraGuatemalaciertocaballerojoven, llamado don Ricardo de Bustamante, de una de las familias principales deTegucigalpa, en la provincia de Honduras, encargado por un tío suyo, sujetomuyrico, de realizar una gran partida de ganado. El tío conocía por desgracia a don

www.lectulandia.com-Página73

Page 74: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

RamónMartínezdePedrera,yescribióaésterecomendándolealsobrinoparaquelodirigieraenelnegocioysuplicándoleencarecidamenteloalojaraensupropiacasa.Era muy joven, decía, y muy inexperto, y como siempre se ha tenido en lasprovincias del reino una idea exagerada de los peligros que ofrece la vida de lacapital, temía el caballero sucediese alguna desgracia al mancebo, que habría derecibirunasumadedineroalgoconsiderable.

Desde que Pedrera y don Juan de Montejo recibieron aquella carta, formaronseguramenteelplandeapoderarsedelos—fondos,unavezquesehubieserealizadoelnegocio.Paraasegurarelgolpeeranecesarioqueelprovincianosealojaraen lacasa,ydesdeluegoresolvieronqueasíseharía.Mipresenciapodíaserleshastaciertopuntoembarazosa;pero,¿quéhacerdemí?Trasladarmealacasacontigua,eramáspeligroso,puesallíseverificabanlasreunionesdelosindividuosdelacuadrilla,dealgunosdeloscualesibaanecesitarseprobablemente,llegadoelcaso.Reflexionaron,porotraparte,queeldonRicardonoconocíaanadieenlaciudad,yproponiéndosePedrera no separarse de él en los pasos que habría de dar para la realización delganado,noseríafácilquesesupieraporélquehabíaunamujerervlacasa.DecirlequeerayounajovensobrinadedonRamón,yqueestabaparacasarmeconelhijodeunodesusamigos,erasuficiente.Asísehizo.LlegóBustamante,quemepareciódegallarda presencia y de modales distinguidos; pero que, por lo demás, no hizo lamenorimpresiónenmialma,dondenohabíalugarparaotrosentimientoqueelquemeinspirabadonJuan.

No sucedió otro tanto con don Ricardo. Me vio; mi funesta belleza hubo deinspirarleciertointerésyalospocosdíasaquellaaficiónsehabíaconvertidoenunamorvehemente.

Elpobrejoven,considerándomelibretodavía,aunqueprometidaaotro,notratódeocultarmesupasión;antesbienaprovechabatodaslasocasionesqueledejabalavigilancia del escribano para hacerme entender que me amaba. Yo me mostréreservadaconél,ynoledielmenormotivoquepudierahacerlecreerqueaceptabasusobsequios.Pero,pordesgracia,miseriedad,envezderetraerle,encendíamásymásel fuegoque loabrasaba;de talmodoquedonRamón llegóaadvertirlo,y seapresuróacomunicarloadonJuan.Loscelos,unoscelosviolentosysalvajes,comotodaslaspasionesdeesejefedebandidos,sedespertaronensualma,alaideadequepudierahaberquiénledisputaramiposesión.Disimuló,sinembargo,yprevinoasucómplice redoblara su vigilancia y observara cuidadosamente todas mis acciones.Aquelhombreinjusto,viendoqueyohabíasidodébilconél,mehacíaelagraviodecreermecapazdeserloconotro,sinfijar laconsideraciónenquelascircunstanciasqueme llevaron a ser esclava suya erande aquéllas queno suelenpresentarse dosvecesenlavida.

www.lectulandia.com-Página74

Page 75: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

UnanocheacabábamosdecenardonRamón,donRicardoyyo,yBenitosehabíaretiradoya.Llamaronalapuerta,yhabiendoacudidoelnegroaverquiénllamaba,entróaavisarasuamoqueunode losseñoresde la realAudienciadeseabaverlo.Pedrera se levantó; pero antes de salir del comedor me hizo seña de que debíaretirarmeamihabitación.Híceloasí,yeljovenBustamantenodisimulóeldisgustoquelecausabaelverquemealejabadeél.

Entréenmicuarto,ycomoaúnnoeratarde,nocuidédeecharlallaveymesentéen una butaca a reflexionar, como lo hacía muchas veces, sobré los azarososacontecimientosdemivida.Entregadaamiscavilacionesyconlaespaldavueltaalapuerta,noviqueéstaseabríayqueunhombreseintroducíaamicuarto.Cuandoloadvertí,donRicardoestabayaamispies,declarándomesuamorenlostérminosmásapasionadosyvehementes.Quiselevantarme,llamar;peroelespantomismodequeestabaposeídamedejósinacción.Eljovenseapoderódeunademismanos,labañóconsuslágrimasylacubriódebesos,sinquepudierayoevitarlo.Enaquelmomentovolvílacabezaalapuertayelterrorhelólasangredemisvenas.ViadonJuandeMontejo, queme dirigía unamirada cuya expresión indefinible no olvidaré jamás.Lancé un grito de terror y caí sin conocimiento.Cuandovolví enmí, donRicardohabía desaparecido. Nadie acudió en mi auxilio. Temblando cerré la puerta; meacostéynopudeconciliarelsueñoentodalanoche.EsperabayoquealsiguientedíavendríadonJuanymehorrorizabalaideadearrostrarsucólera,pormásquefueseyoinocente,puesnodesconocíaquelasaparienciasmecondenaban.

Amanecióelsiguientedíaynadasucedió.Pedreraestuvofestivocomosiempre,sinmásdiferenciaaparentequeelrepetirconmayorfrecuenciaciertarisaextrañaquees habitual en ese hombre. Don Ricardo almorzó con nosotros, mostrándose tanagradableycortéscomosiempre;pero loquemásadmiraráausted,amigamía,esquecuandodonRamónyBustamantehabíansalido,llegódonJuanysusemblantenorevelabalacóleradequeyolesuponíaposeído.Mehablócomodecostumbre,yyo, viendo que nada me decía de lo ocurrido la noche anterior, provoqué laconversaciónyquisedarleexplicaciones.Mecontestofríamentequenocomprendíalo que quería yo decirle; que él nada había visto, y que probablemente había yosoñadolaescenaquelerefería.

Atendida la naturalidad de sus respuestas, llegué a sospechar si el miedo mehabría hecho creer que veía a don Juan y comopasaron tres o cuatro días sin queocurrieraotro incidente,comenzabayaa recobraralguna tranquilidad.Pero ¡aylyonosabíaqueaquellacalmaaparentedelapasiónqueabrigabaelalmadeljefedelosbandidoseraprecursoradelamáshorrorosatempestad.

EljovenBustamantehabíarecibidoytraídoacasaveintidósmilpesos,preciodelganado,yguardándolosenunodesusbaúles,enelcuartoqueocupaba.Tresnoches

www.lectulandia.com-Página75

Page 76: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

después del día en que recibió aquel dinero, dormía yo profundamente, y despertéoyendo pasos en mi habitación. Cuando abrí los ojos, habría querido volver acerrarlos para siempre. Don Juan, con un semblante cuya expresión satánica noacertaréaexpresar,estabaadospasosdemilecho,armadoyconunalinternaenlamano.Sehabía introducidoenmicuartoporunapuerta secretaquedabaa lacasavecina.

—Levánteseusted—dijo,yponiendolalámparasobreunamesa,sesentóenunabutaca y me volvió la espalda, mientras me vestía.He dicho ya que no tenía yovoluntadpropiadelantedeaquelhombre..Obedecí,ycuandoestuvevestida,sepusoenpieyvolviéndosehaciamímedijoconacentoterrible:

—Usted me ha traicionado. Por un advenedizo a quien acaba de conocer, haviolado sus juramentosy faltadoa la fequemedebía.Ahoravaustedaver cómosabedonJuandeMontejocastigarlosagraviosquesehacenasuhonor.

Caíderodillasa lospiesdeaquelhombreybañadaenlágrimaslesupliquémeescucharayquesuspendierasuvenganza.Elbárbaronoatendióamis ruegos.Miscabellos destrenzados pendían sobremi espalda.Los enrolló en sumano y tirandofuertemente me sacó del cuarto arrastrándome, y me llevó al que ocupaba donRicardo, que estaba abierto e iluminado. Cuando entré, me heló de espanto elespectáculo que se ofreció ami vista. Bustamante, con unamordaza en la boca yatadaslasmanosalaespalda,estabaenpiecercadesucamaycustodiadoporcuatroindividuosdeaspectoferoz,aquienesyonohabíavistonunca.Unodelosbaúlesdeljovenestabaabiertoyseveíaunacantidaddedineroenelextremodeunamesa.EnelotroextremoescribíadonRamónPedreraconlamayortranquilidad.Pendientedeunadelasvigasquedabansobrelacamaestabaunlazo.Alverlocomprendíqueibaatenerlugarunaescenaespantosaylancéungrito.

—Lahetraídoaustedaquí—dijoPiedelana,paraqueseatestigodelsupliciodesuamante,yparaquepuedadarleelúltimoadiós.

El desdichado donRicardomovió tres veces la cabeza a un lado y otro, comonegandoelcargoqueenvolvíaaquellaspalabras;peroelimplacablebandidoanadaatendió.Hizo una seña a sus esbirros; hicieron éstos subir sobre la cama al pobrejoven y echándole el lazo al cuello, consumaron el horrible crimen. Cuando eldesventurado hubo exhalado el último aliento, le desataron lasmanos y derribaronunasillajuntoalacama.

Yo estabamuda de espanto; pero repentinamente sentí que se verificaba enmialmauna revolución inesperada, de esas que suelen experimentar los espíritusmásdébilescuandollegaasulímiteextremolaexasperaciónquecausalainjusticia.

Habíayocaídoderodillas;melevantéydirigiéndomeaaquelverdugo,ledije:

www.lectulandia.com-Página76

Page 77: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Monstruo,desdehoymásnosseparaunabismoquenadapodrállenar.Yonoamabaaesejoven,quehavenidoaservíctimadetufurorydeturapiña.Pero,óyelo:ahoraloamo;sí,adorarésumemoriacomoladeunmártir;surecuerdoestaráunidoami existencia para siempre y cuando suene la hora del castigo,meverás a tu ladoimplacable como tú lo has sido, vengadora como la justicia de Dios, pidiéndotecuentadeestenuevocrimenyllamándoteagritosasesino.

Sinquenadietrataradeimpedírmelo,subíalacamayestrechandoenmisbrazosel cadáver de don Ricardo, besé religiosamente sus manos, de las que se habíaapoderadoyaelhielodelamuerte.

—Pedrera—dijodonJuan—,sinalterarse,hagaustedqueencierrenaesalocayquesecumplanmisórdenesexactamente.

Los cuatro bandidos compañeros de Pie de lana se apoderaron de mí yconduciéndomeamihabitación,medejaronencerrada.Pocashorasdespués,antesdequeamaneciera,metrasladaronalpatiodeestacasa,yalostresdíasadvertíquemehallabaenunaverdaderaprisión,puestapiandolapuertaquedabaalpatioexterior,habían puesto en vez de ella un torno como los que hay en las porterías de losconventosdemonjas.

Loprimeroquevienaqueltorno,mediahoradespuésquetohabíanpuesto,fueunpaquetecerradoyun lazo.Toméaquellosobjetos;una terrible ideaatravesómiimaginación al ver aquella cuerda, nueva y fuerte. Abrí el paquete, esperandoencontraralgunaexplicaciónyviqueconteníalacopiadeunainformaciónjudicial,seguida a solicitud de don Ramón Martínez de Pedrera, sobre el suicidio de suhuésped,donRicardodeBustamante.

Tuve fuerzas para leer aquel documento. Resultaba de él que a la mañanasiguientealanocheenquetuvolugarelespantososuceso,donRamón,advirtiendoque su huésped no salía de su cuarto, ni respondía, sin embargo de que se habíallamadoalapuertamuchasveces,fueabuscarunalcalde,elqueacudióconcuatroalguacilesyuncerrajero.Habiéndosehechosaltarlacerradura,entraronyvieronelcuerpodeunhombre,pendienteporelcuellodeunlazoaseguradoenunaviga,sobrela cama, y que formaba un nudo corredizo.El hombre parecía habermuerto hacíaalgunashoras.Una silla estabacaída juntoa la cama, lo cualhacía suponerqueelsuicidahabíasubidosobreellayempujándolaconelpieparaquedarpendientedelacuerda. Los baúles estaban cerrados y las llaves se encontraron en el bolsillo delchalecoqueteníapuestoeldifunto.Unrelojdeoro,queparecíadebastantevaloryalgunas sortijas con brillantes estaban sobre la mesa. Abiertos los baúles, no seencontróenellosdineroalguno.Sobre lamesaestabauna fojadepapel, en laquehabía escritas algunas palabras. Habiéndola leído el alcalde, vio que era unadeclaración escrita y firmada por don Ricardo de Bustamante, en que decía que

www.lectulandia.com-Página77

Page 78: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

habiendo tenido la desgracia de perder en las tres noches anteriores la cantidad deveintidósmilpesosenalgunascasasdejuego,quenodebíadesignar,ynoteniendovalorparapresentarseasutío,aquienpertenecíaaquellasuma,despuésdehaberlaperdido,habíaresueltoponerfinasuvida.Pedíaperdónasutíoyañadíaquedejabaconsignadaaquelladeclaración,paraquenosehicieracargoanadiedesumuerte.Elalcaldeagregóaqueldocumentoalasumariaquecomenzóainstruirytambiénotrosescritos de puño de don Ricardo que estaban sobre lamesa, a fin de que pudieracompararse la letra. Se hizo constar que el cuarto estaba cerrado por dentro y quehabíasidonecesarioforzarlapuerta.

Elalcaldeignoraba,comotodos,queeltabiquequeseparabaaquellapiezadelacontiguaeradetablasgruesas,quealgunasdeellasestabancolocadasdemodoquepodían correrse con facilidadydejar unhuecopor el cual podía pasar unhombre.Que la junturaestabacubierta conuncuadroque representaba tres jugadoresy tanperfectamentedisimuladaconelpapelquetapizabalahabitación,quenoeraposibleadvertirla,aunquesequitaraelcuadro.

Agregadaalacopiadelainformaciónencontréunatirapequeñadepapel,enlaqueestabanescritasunaspocaspalabrasdeletradelmalvadoMontejo.Decíanasí:

"Ese lazoes la cadenadematrimoniodedonRicardodeBustamantecondoñaCatalinadeUrdaneche".

Besé con religioso respeto aquel instrumento demartirio, y desde aquel día lopuse,enrolladoypendientedeunclavo,sobremicama.

Laseñoraguardósilencioduranteunrato,yRosalía,profundamenteconmovida,nopronuncióunapalabra.DespuéscontinuódiciendodoñaCatalina:

—El crimen quedó oculto a los ojos de los hombres y hasta hoy permaneceimpune.Montejonopierdeocasióndeabrirdenuevomidolorosaherida.MehizopasarlascartasdeltíodedonRicardoenquelamentabalahorribledesgraciaydecíaquenadalehabríaimportadolapérdidadeldinero.Otravezencontréeneltornounpañuelocon las inicialesR.B.yuna tiradepapel enquedecíaqueconservarayoaquellaprendadelsuicida.Enfin,amigamía,seríacansaraustedelreferirle todaslas torturas que esemalvado imagina cuando está aquí para atormentarme. Pero lamás cruel de cuantasmehace sufrir es la denegarse a decirmequéha sidodemipobrehijo.Dicequelosabe,queloconoce,quelove,yqueyojamássabréquiénesnidóndeestá.iAh,amigamíaISiesehombrecruel,aquiendebomásdeveinteañosdedesdichas,mehicieraconoceramihijo,leperdonaríayotodoelmalquemehahechoyloserviríaderodillas,comolamáshumildedesusesclavas.

Más de doce años hace vivo en esta prisión, sin comunicación con personéviviente,anoserelcriadonegrodedonRamón,quemehablaporeltornoalgunas

www.lectulandia.com-Página78

Page 79: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

veces. De cuatro años acá, mi desdicha se ha hecho más horrible, pues unaenfermedadcruel,deésasquenomatanprontoyquehacensufrirterriblemente,sehaapoderadodemí.Jamáshelogradoquemeproporcionenunmédico,niherecibidoauxilioalguno.Ysinembargo,hoybendigoesaenfermedad,puesellahavenidoaproporcionarmeelconsuelodeconocerausted,deverla,dehablarle,ydequemeseadadodepositarmidolorososecretoenelsenodeunángel,aquiendebo,lorepito,lasprimerashorasdealivioquemispenashanexperimentadodespuésdetantosaños.

Diciendoasí,doñaCatalinadeUrdanechederramóalgunaslágrimasyestrechóaRosalíacontrasucorazón.Lajovenestabapálidadeemoción,ysinpoderarticularunapalabra,nohacíamásquesollozar.

Alfin,haciendounesfuerzo,cobróalgúnalientoydijoalaseñora:

—Mibuenaamiga,esnecesarioquelospadecimientosdeustedtengantérmino,yaqueustednoquierequeaviseyoalajusticia,saigausteddeestaprisión;muyfácilesqueustedpaseamicasa,ydeallía lacasadesupadreque,despuésdemásdeveinte años que han pasado, no ha de ser tan duro, que no le abra sus puertas yperdonesufalta.Resuélvaseusted;salgamosahoramismodeestahorriblecárcel.

—No,Rosalía—contestódoñaCatalina—;yahepensadoeneso,ynopuedeser.Esverdadquemipadretalveznomenegaríasuperdón,alsaberloquehesufrido;pero expondría yo gravemente su vida al acogerme a su casa.Don Juanme lo hadicho así, y no es hombre que amenace en vano.Dispone de grandesmedios parahacerelmalyaunquecayerasucabezaenelpatíbulo,noporesoestaríamipadreseguro de una desgracia. Por otra parte, yo sufro aquí, es verdad; pero, ¿a dóndequiereustedquevayaquenodéconmigomiverdugo?EsperemosquelajusticiadeDios,cansadaalfindetoleraraesemalvado,recobresusfueros,eimponiéndoleelcastigoquemerece,meproporcionelalibertad.Entonces,amigamía,yonoharémásque cambiar de prisión, pues con la enfermedad que padezco no me será dadocomunicarmeconnadie.Nohaymásqueunserenelmundo,añadiódoñaCatalinasollozando,aquiennocausaríahorrormisituaciónyquenomenegaríasuscaricias,y ése no sé dónde está.Quizá pasaría yo junto a él, y apartaría demí los ojos sinconocerme.

Rosalía no insistió ya, y prometiendo a la señora continuar viéndola confrecuencia,sevolvióasucasa,conelcorazónhechopedazosdedolor.

www.lectulandia.com-Página79

Page 80: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

B

CAPÍTULOXIII

Elsituado

iensabidoesquehubounaépocaenque,disminuidosconsiderablementelos productos de las rentas del reino de Guatemala, se hacía necesarioremitirtodoslosaños,deNuevaEspaña,ciertacantidadparacompletarlos

gastos de la administración pública. Llamaban a esa remesa el situado, y muchasvecesvem'adeVéracruzaTrujillo,ydeestepuertosedirigía,bajoseguraescolta,aestaciudad.

Unodeesosenvfos,porcantidaddecienmilpesos,eraelqueseaguardabaparafinesdenoviembrede1810,yalqueserefiriólaconversacióndelcapitángeneral,delcomandantedelFijoydedonJuanMontejoenelsaraodelalférezreal.

Hemosvistoquelanoticiaquedioaquelmisteriosopersonajesobrelodiminutode la escolta que vem'a con el convoy, ocasionó la disposición de que salieran 25hombres del batallón ai encuentro del situado; y atendiendo al carácter ymododeprocederdedonJuan,noseríatemerariosuponerquenosinintenciónpusoaquellacircunstanciaenconocimientodetalespersonajes.

Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que al siguiente día, muy temprano,recibieroneltenientedonLuisHervíasyelcadetedonGabrielFernández,laordende presentarsemontados, en el cuartel, para ir a desempeñar una comisión. Pocosmomentosdespués,habiéndosedadoaHervíaslasinstruccionesdelcaso,salíanalacabezadelpiqueteporelcaminodeSanSalvador,quesetomabaparairoparavenirdeTrujilloaestaciudad.

Ambosjóvenesrecibieronconvivasatisfacciónlaordendeponerseenmarcha,ydesde que salieron no hacían otra cosa que levantar castillos en e! aire sobre lasuposicióndequePiedelanaysucuadrillatuvieranlafelizideadequererasaltarelconvoy. Cuando a la luz dudosa del crepúsculo divisaban en lontananza algunashileras de árboles, a orillas del camino, palpitábanles los corazones de contento,imaginando que aquellas figuras indecisas eran los ladrones que los aguardabanresueltos a disputarles el paso.La realidad disipaba aquellas ilusiones; pero no loscurabadelamaníadeveraPiedelanaysucuadrilla,agazapados,encadagrupode

www.lectulandia.com-Página80

Page 81: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

matas,encadapartidadeganado,encadarecuadeacémilasquepercibíanalolejos.

Alsegundodíadehabersalidodelacapitalllegaban,alcaerlatarde,aorillasdelríodelMolino,alpiedelramaldelacordilleraquecortalosdoscaminosquepuedeseguirelviajeroquesedirigeaSanSalvador.HervíasyFernándezvieronbrillaralsol cañones de fusiles y en seguida percibieron las chaquetas encarnadas de lossoldadoscaribesqueformabanlaescoltadelconvoy. . .Veníaéstaalmandodeuncapitán, bajo cuyas órdenes se pusieron el teniente y el cadete con sus veinticincohombres.Elcomandantedispusopasarlanocheenaquelsitioycontinuarlamarchaalasdosdelamañanadelsiguientedía,aprovechandolalunaquedebíalevantarseunahoraantes.Distribuyólaescoltadelamaneraoportunaparaevitarcualquiersorpresaehizocolocarcentinelasenlospuntosconvenientes.

Gabrielseenvolvióensucapaysetendiósobreelcésped;peronopudoconciliarel sueño.Repasabaensu imaginación lossucesosde losúltimosdíasynodejódehacer laobservacióndequealgunosdeellos teníanuncarácterun tantonovelesco.Los misterios de la casa de su huésped mantenían siempre viva su curiosidad, yhacíanflotarsuespírituenunmardeconjeturasydeconfusión.PensabatambiénenRosalía,conlacomplacenciaquehaceexperimentaraunaalmajovenyapasionadalaideadelapróximaposesióndelobjetoamado;peroinmediatamenterecordaba,sinsaberporqué,alaorgullosahijadelalférezreal,queseofrecíaasuimaginaciónentodalaesplendidezdellujoylabellezaconqueselehabíapresentadocuatronochesantes,comounavisiónceleste,enmediodeunaatmósferade luz,dearmoníaydeperfumes.Parecíaleoiraúneltimbreargentinodeaquellavoz,imperiosaperodulce,diciéndolequeamaríacomoasupropiohermanoalmaridodeRosalía;expresiónaqueélcontestaraconindisculpabledureza.

GabrielnopodíadesconocerelcambioverificadoenlossentimientosdeMatilde,ynoeratanmodestoquenosintieraciertacomplacenciainterioralversepreferido,sinpretenderlo,alosnumerososadoradoresdeaquellaorgullosadama.Perocreíayhe ahí en lo que se engañaba tal vez, que si le complacía aquella preferencia, eraúnicamente porque podía ofrecer a la pobre y humilde hija delmaestro de armas,comounvaliosohomenaje,elsacrificiodelaprobabilidadfundadadeunaalianzaatodaslucesventajosa.Cuandolapasiónoelinteréscomienzanaarrastrarnosfueradela senda del deber, encontramos siempre algún argumento especioso con quepretendemosdisculparlafaltaanuestrospropiosojos.

Entregadoaestasreflexionesestabaeljovencadete,cuandolapálidareinadelanoche comenzó a levantar su argentado disco sobre la cumbre de lamontaña, quecoronabanpinosagrestesyvetustosencinos.Bañabalaluzlatranquilacorrientedelrío, harto reducido en aquella estación del año, pero de cuyas temibles crecientesinvernizasdaban testimonio lasgrandesplayasdearenaypiedraqueseveíanaun

www.lectulandia.com-Página81

Page 82: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ladoyotrodelacorriente.Losrobustosytronchadostroncosdeárbolesqueelaguahabía arrastrado, detenidos cuandoya no tuvo fuerza para seguir llevándolos haciaadelante,dabantugaraqueseformaranpequeñasygraciosascascadasdondelaluzdelalunarielabalosmasbelloscambiantes.

La cuesta dibujaba sobre la agria pendiente de lamontaña sublanquizco zig—zag,ypodíadivisarsedesdeabajolarústicacruzquecoronabaunconoformadoconpiedras,dolorosorecuerdodealgúncrimenperpetradoenaquelsitio.

Por el momento no turbaba el silencio de aquella soledadmás que el chillidoincesante,monótonoyagudodelChiquirínquepoblaba lavecinaselva,yelvueloperezosodealgunaavequepasabadeunárbolaotroyhacíabalancearlaramaconsupeso.

DerepentepercibióGabrielalolejosyenelcaminodelinmediatopueblodeLosEsclavos, ladridos de perros y el agudo canto de un gallo que despertaba.Repitiéronseunavezyotrayluegocreyódistinguirunrumordistante,comoelqueformaríauntropeldecaballos.Porloquepudierasuceder,avisóeljovencadeteasuamigoHervíasyalcomandantedelconvoy,quienhizoformarlaescolta.Elrumor,acadamomentomásdistinto,parecíaacercarseconpresteza,ynopodíayaestarmuydistantedelacentinelacolocadaenelcaminodelpueblo.Enefecto,seoyóluegoeliquiénvive!delsoldado,yaunquenopudopercibirselarespuesta,seconsideróque,onoladaríanonodebíasersatisfactoria,pueselvigilantedisparósuarmaytardóenincorporarse a la fuerza, anunciando la aproximación de un cuerpo numeroso degentedeapieydeacaballoquenohabíancontestadoalaordendehaceralto.

Hervias y Fernández oyeron con júbilo aquella noticia que les anunciaba lapróximaocasióndedistinguirse,yseprepararonarecibiralenemigo,puescomotalconsiderabanyaalosqueseacercaban.

Yeraasí,efectivamente.Unapartidadepocomásdesesentaindividuos,deloscualesalgunosibanarmadosconfusiles,otroscontrabucosyalgunosconnachetes,avanzabanensilencioyconbastanteorden,condirecciónalpuntodondeestabaelconvoy.Nohabíalugaraequivocarse:Piedelanaysupartida,quehabíanandadoenaquellosdíasenlacapitalyensusalrededores,sabiendolaaproximacióndelsituado,seproponíanapoderarsedeaquelcaudal.

Elcomandantedeloscuarentaycincohombresqueformabanlaescolta,deloscuales, como sabemos, veinte eran caribes de la costa del norte y veinticinco delbatallón de línea de la capital, tomó sus disposiciones con calma y con acierto,distribuyendo la fuerza del modo conveniente. Con diez soldados cada uno ycubriendolospuntosmásexpuestosaseratacados,estabanel tenienteHerviasyelcadeteFernández,enquieneselojoexpertodelviejooficialpercibiódesdeluegoel

www.lectulandia.com-Página82

Page 83: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

deseodedistinguirseydeganarungrado.

Luegoque estuvieron a tiro de fusil, los ladrones que llevaban armasde fuegohicieron un disparo, quedandomuerto unode los soldados deFernández y heridostres del mismo pelotón y dos de los de Hervias. La escolta contestó la descarga,viéndosecaervariosdelosladrones,noobstantelocual,yantesdequelossoldadostuvieran tiempo de volver a cargar sus fusiles, se precipitaron los bandidos comolobos rabiosos empeñándose un terrible combate, en que los hombres peleabancuerpoacuerpoyconverdaderadesesperación.Habíaunoentrelosdeacaballoqueparecíasereljefe,quecomunicabasusórdenesconrapidezyquerecorríalosgrupos,animando a los suyos y tomando parte personalmente en la lucha, pues se veía suespadateñidadesangrehastalaempuñadura.

Elrostrodeaquelhombredesaparecíaenlapartesuperiorbajolasanchasalasdeun gran sombrero negro, sobre el cual ondeaba una pluma del mismo color, y lainferior bajo una enorme barba que le caía sobre el pecho. Montaba un caballotambién negro, magnífico animal, de un vigor, un brío, una agilidad y unainteligenciaquerarísimavezsevenreunidasenigualgradoenunirracional.Hubounmomento en que el que parecía jefe de los bandidos se encontró solo conGabrielFernández, que se lanzó imprudente fuera de la línea de los suyos, y dirigió unvigoroso ataque al del caballo negro. La ventaja estaba por éste, que peleabamontado; pero Gabriel no reparó en esta circunstancia, y asestó los más terriblesgolpesasuadversario.Este,sinembargo,nohacíamásquedefenderseyrecularsucaballo,queejecutabaadmirablementelaevolución.Pero,pordesgracia,unodelosladronesquevioasujefeenloqueconsideróunpeligrograve,seacercóaGabrielyapuntándoleconsutrabucocasiaquemarropa,disparósuarma.

Eljovencadetecayóatravesadoporlabala.Eldelcaballonegrolanzóungritoyapeándoseprecipitadamentecorrióhaciaelherido;peroenaquelmomentoHervias,que había presenciado el lance y que acudió seguido de cuatro o seis soldados,levantóasuamigoylocondujoaalgunadistanciadelteatrodelcombate.

Entonces,elqueparecíajefedelapartida,hizoresonarunpequeñoclaríndeplataquellevabaatadoalacintura,conloquetodoslossuyosabandonaronelcombateyse reunieron en torno del misterioso personaje. Les dirigió algunas palabras einmediatamenteunos cuantos levantaron losheridosymuertosy se retiraron todosporel camino real, sinque losde laescolta seatrevierana seguirlos,puesestabanellosmismoshartodescalabrados.

HerviasllevóaGabrielalachozadeunlabradorqueestabaacincuentavarasdelrío,yformándoleunacamadelmejormodoposible,enelúnicotapexcoquehabíaenelrancho,lecolocaronallí,sinsabercómovalerseparacurarlo.

www.lectulandia.com-Página83

Page 84: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Pasaron tres horas sin que don Luis se separara un instante de la cama dondeestabasuamigoexánimeyconlapalidezdelamuertepintadaenelsemblante.Comoa las seisycuandoHerviasy losdemásoficialesestabanen lamayor,congoja,nosabiendo qué partido tomar, pues ni aun se atrevían a conducir a Gabriel enparihuelas,temiendoqueelmovimientoexacerbaralafiebrequese.habíadeclaradoya,vieronvenirporelcaminoaunhombrequellevabaunos'espejuelosverdesdelosde cuatro vidrios, un pañuelo blanco que le cubría la barba y la boca, como paradefenderlo del sol, un gran poncho de lienzo blanco sobre los hombros, y a quienseguíaunmozo,tambiénmontadoyconunamaletapordelante.Elviajero,sihabíadesubirlacuesta,teníaquepasarporprecisióndelantedelapuertadelachozadondeestabaGabriel;yasífue,efectivamente.Cuandoseacercó,lehablóelcomandantedelaescolta,preguntándolesieraalgúnhacendadodeaquellasinmediaciones,puestalparecía por su aspecto, y si no sabía de algún cirujano práctico que hubiese poraquelloslugares.

—Hacendado soy—contestó el viajero—; pero no de estas tierras, sino de laprovinciadeSanSalvador,adondemedirijo.Yencuantoalapreguntaqueustedmehace,digoquenoconozcoanadie,cirujanoonocirujano,deestoslugares.

Desconsolados y afligidos quedaron el comandante y los oficiales que talrespuesta oyeron; pero inmediatamente añadió el viajero, dirigéndose al jefe de laescolta:

—Sin que se tome a indiscreción, ¿podré saber el motivo que hace que usteddeseeencontraruncirujano?

—Nohayporquéocultarlo—contestóelcomandante—.Tenemosaquíunoficialgravementeheridoporresultadodeuncombateconunapartidademalhechoresquenosatacóestamadrugadayquetalvezustedhabrávistoporelcamino.

—Supe que habían pasado por Los Esclavos, donde hice noche—contestó elviajero—, y sólo por la suma urgencia que tengo de llegar ami casa,me decidí aseguir adelante, a riesgo de tener un encuentro que habría sidomuy desagradable.Peroya queusteddice quenecesita conurgencia un cirujano, puedoofrecerlemisservicios,pues,sinserprecisamentedelaprofesión,creoposeerlosconocimientosylaprácticasuficienteparahacerlaprimeracuraciónalheridoyponerloenactituddequeseleconduzcaalaciudad.

—Dijéralousteddesdeluego—gritóHervias,queestabaoyendolaconversacióndesdeelrancho—.Vengausted,caballero,pronto,puesnohaytiempoqueperder.

Enelmismosentidoseexpresaronelcomandanteylosotrosoficiales,conlocualelviajeroseapeó,despuésdehaberdichoalmozoquedesataralamaleta,ysacandounacajaqueparecíaunbotiquínyunestuchedecirujano,entróalachozaycomenzó

www.lectulandia.com-Página84

Page 85: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

a examinar a Gabriel, con la sangre fría y con la habilidad de un hombreexperimentadoenaquellaclasedeoperaciones.

Labalahabíaentradounpocoarribadelacaderaysalidoporlapartedeatrás,aunladodelespinazo.

—No creo —dijo el práctico—, que el proyectil haya tocado parte algunadelicada;peroesurgentecontenerlahemorragia.

Diciendoasí,preparólascompresas,vendóperfectamentealheridoyañadió:

—Nomeparecequehayapeligro.Estejovennecesitareposoycuidado,yquesele den alimentosmuy sencillos. Dentro de dos o tres días podrá conducírsele a laciudad.

Dicho esto, se despidió del comandante y de los oficiales, que le dieron lasgracias en términosmuy expresivos, y continuó sumarcha, subiendo la cuesta delVoladero.

—Máspareceesteseñoruncuraqueunhacendado—dijounodelosoficiales—.¿Ynoobservaronustedeslanarizquetiene?Esbastanterara.

—Curaohacendado—contestóHervías—(quebienpudieraserlounoylootro),nos ha prestado un buen servicio y me ha quitado un gran peso del corazón, aldeclararquelaheridademipobreamigonoesdepeligro.¿Quédisponeustedhacer,comandante?

—Queusted sequedecuidandoalherido—replicó el jefede la escolta—,concuatrosoldados,yqueelconvoycontinúeahoramismosumarcha.Cuandoesejovencadete pueda caminar sin exponer su vida, cuidará usted de conducirlo, pidiendoauxilioa losalcaldesdelpueblo inmediato,aquienharé,alpasar, lasprevencionesdelcaso.

Así se hizo. El convoy continuó su marcha y Hervías quedó al cuidado deGabriel. Por fortuna, sucedió lo que había anunciado el práctico. El herido fuemejorándose,yaltercerdía,aderezadaunacamilla,selecondujoalaciudad,dondehabíacorridolanoticiadelasaltoyladelvalorheroicoqueelcadeteFernándezdeCórdoba había desplegado en aquel lance. Esto aumentó la fama del héroe de lapresentehistoria,conmejorfundamento,porciertoquelodelcaballoárabeylosdospajesmorosquehabíasidoelprincipiodesupopularidad.

www.lectulandia.com-Página85

Page 86: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

U

CAPÍTULOXIV

UnaintrigadedonDiego

nodelosprimerosquetuvieronnoticiaenlaciudaddequelafuerzaqueescoltabaelsituadohabíasidoatacadaporlacuadrilladePiedelana,fueellicenciadodonDiegodeArochena,quefrecuentabamucholasoficinas

dePalacio y las de laAudiencia.La primera versióndel suceso fue que la escoltahabía sido deshecha y que el cadete Fernández quedaba expirando, atravesado porcincooseisbalazos.Ylacosadebíasercierta,pueslacontabalamujerdelprimodeuncabodelosexpedicionariosquehabíallegadoasucasaderrotado.ElmalignodonDiegoapenaspudodisimularsualegríaaloiraquellasnoticiasysinperdermomentosedirigióacasadedonPedro.

Estabanlasseñorasenelcuartodecostura.DoñaEngracia,madredeMatilde,seocupabaenhaceruncordóndesedayoroy la jovenbordabaunpañuelodeholánextendidoenunbastidor.Unanegraviejasentadaenelsuelo,entreteníaasusamascontándolescasosmuyrarosdeduendesyaparecidosocurridosen laAntiguaydelos cuales daba fe como testigo presencial.NanaMarianaEspinosa tenía setenta ydosañosyhabíasidoesclavahastalaedaddecincuentaytres.AlnacerMatilde,donPedroEspinosadioadosesclavoshombresyadosesclavasmujeresquetenía,suscartasdelibertad,comoregaloqueleshacíalareciénnacida;peroningunodeellosquisohacerusodelagracia.Continuaronenlacasacomocriadoslibresyllevabansiempreelapellidodesuamo.NanaMarianadespuésdehabersidochinadelaniña,habíavenidoaserunaespeciedeamadellavesquegobernabalaservidumbreyquenopocasvecesqueríamandartambiénasusmismosamos.

Era fuerte y robusta, guedejas canas, dentadura hermosa y completa yperfectamente marcado el tipo africano en todas sus facciones. Vestía camisa decambrai muy limpia, con las mangas hasta el codo, prensadas y cogidas conmancuernillasdeoro,ylaenaguadeunricoperoviejocabodelaChina,conpájaros,ramasyflorespintados,quehabíaservidodiezodoceañosadoñaEngraciaypasadodespuésaserpropiedaddeNanaMariana,aquienleduraríaseguramenteporelrestodesuvida.

www.lectulandia.com-Página86

Page 87: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Entrelaspersonasquevisitabanconfrecuencialacasahabíaalgunasaquieneslanegramostrabaaficiónyotrasqueleinspirabanunsentimientoderepugnanciaqueapenasse tomabael trabajodedisimular.Sussetentay tantosañosyelhabervistonaceralamode lacasa, ledabanderechoaciertas libertadesquesusseñoresy losamigosdelafamiliatoleraban.

UnodeaquéllosaquieneslaancianahabíatomadomalavoluntaderaelabogadoArochena, a quien había bautizado con el apodo de Cam, por el cabello rojo. NopodíaimaginarsiquieraqueMatilde,aquienidolatraba,fueraacasarsecon"eldelosojoscontraDios"ynodejabapasarocasióndeponeradonDiegomástachasquelasquedebíaalamadrastranaturaleza,queporciertonoeranpocas.

Cuando el criado anunció la visita del licenciado, la negra, que hubo deinterrumpiruncasointeresantísimodeduendes,exclamóconmalhumor:

—Se acabó; ya viene Caín, y ése echa raíces en la silla. Será preciso dejar elcuentoparamañana.Yselevantóparamarcharse.

—Nosevayausted,Mariana—dijoMatilde—;haremosdemodoquelavisitadedonDiegoseacorta.

Lanegraibaareplicar;peroenaquelmomentoentróArochena,cuyosemblanterevelabaciertaagitación.

—¿Quétieneusted?—preguntódoñaEngraciadespuésdecontestaralsaludodelabogado—;parececomosialgolehubierasucedido.

—Amí,señora—contestóelmaligno—,nadamehasucedido;—peronopuedeunoserindiferentealadesgraciadeunprójimo,ymuchomáscuandoésteesjovenquedababuenasesperanzas.

Matilde se estremeció, sin saber bien por qué, comprendiendo que aquelpreámbuloeraelanunciodealgúnacontecimientofunesto.

—Pero¿quéhay?—replicólaseñora—,¿dequédesgraciahablausted?¿Aquéjovenlehasucedidoalgo?

—¡Yqué!—añadiódonDiego—,¿nosabenustedesquesalierontresdíashace,veinticinco hombres del Fijo almando de un teniente a quien he visto aquí variasveces,donLuisdeHervías?

—Sí —dijo Matilde con interés—, ¿ha sucedido alguna desgracia a Hervías?Concluyausted,porDios;losentiríayoenelalma.

—No—replicó donDiego conmucha calma—, el teniente está bueno y sano;peronoasíotrosdelosqueibanenesamalhadadaexpedición.

www.lectulandia.com-Página87

Page 88: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Matilde temblaba y no se atrevía ya a preguntar, esperando oir una nuevaespantosa.

—Laescolta—continuóel abogado—, seencontróenel ríodelMolinocon lacuadrilladePiedelana,quelaatacóylahahechopedazos,llevándoseelsituado.Uncadetedelasegundacompañía,quesellama...

Podían oírse los latidos del corazón de Matilde, que estaba pálida como uncadáver.

—Sellama,creo,Fernández;elquehizotantoruidoporelcaballoylospajesenlatardedelpaseo.

—Ybien,Fernández—dijo la señora—,¿qué leha sucedido?AcabeustedporDios.

—Quecayóatravesadoporcincooseisbalazos,ydicenqueestatardeomañanaentraelcadáver.

Matildenofuedueñadecontenerungrito,yunestremecimientoconvulsivoagitótodosucuerpo.DoñaEngraciaestabamudadeterror,yelperversoabogadoveíaladesesperaciónde la jovencondiabólica complacencia.Eraunaprueba aquehabíarecurrido, para acabar de cerciorarse del sentimiento que Fernández inspiraba aaquellamujer,aquienélamabacondesesperación.

Lanegraesclavafuelaúnicadelospresentesqueconservósusangrefríaydijo:

—Como me llamoMariana que lo que acaba de contar este español, o es uncuentodeplaza,ohaymuchaponderaciónenloquedice.

DoñaEngraciacasinosefijóenlaimpresiónquehizoensuhijalanoticiaqueacababadedardonDiego.Unacontecimientocomoaquél,enaquellostiempos,salíadeloslímitesdeloextraordinarioyrayabaenloestupendo.Laseñoraquedó,pues,aloir la noticia, pocomenos impresionada que su hija, aunque por unmotivo hartodiferente. Doña Engracia apenas conocía al cadete Fernández, y sentía su muerte,comosentiríaladecualquierotroprójimo;peroelatrevimientodelacuadrilladePiedelanaeraparaerizarloscabellosacualquiera.

Oyó,pues,congustoyconsuelo,laréplicatanrotundadelanegraMariana,queponía en duda la autenticidad de la noticia, y por poco autorizada que fuese lacontradictora,novacilóenadherirseasuopinión.

—Yo no sé —dijo Arochena, picado de que se diese más importancia a laspalabrasdeunacriadaquealoqueéldecía—yonoséenquépuedafundarseestamujerparaponerendudaloqueafirmatodalaciudad;yextrañoquemiseñoradoñaEngracialedémáscréditoqueamí.Enfin,prontosabremosaquéatenernos.

www.lectulandia.com-Página88

Page 89: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Yo,señor—replicóMarianaconmuchacalma—,enloquemefundoesenqueenmásdesetentaañosqueDiosmehadadodevida,heoídomuchasvecescontarcosas muy grandes, y poco a poco van achiquitándose después, hasta quedarreducidas casi a nada.Ya verán susmercedes cómo así viene siendo, como lo delrobodelcaudaldel reyy lamuertedeesepobreniño,quenoparecesinoqueesteespañolsealegraradequefueraverdad,taleralacaraqueponíacuandolocontaba.

Nuestros lectores no deben extrañar la libertad que se tomaba la vieja negra,terciando,comolohacía,enlaconversacióndesusseñorasconunapersonadefuera.Hemos indicadoyaqueMarianahabíavenidoa ser,másquecriada, compañera, ypor otra parte, lo extraordinario del caso hacía que se le tolerara lo que en otracircunstancialehabríavalidotalvezunaligerareprimenda.

La llegadadedonPedropuso término a la extrañapolémica entablada entre elabogadodelcabellorojoylaviejanegradelasguedejasdelana.

—Túdebessaber—dijodoñaEngraciaasumarido—,loquehayadeciertoenlafatalnoticiaquenosdaArochenaacercadelsituado.¿EsverdadquePiedelanasehaapoderado del caudal del rey, derrotando la escolta y dejando muerto al cadeteFernández?

—Pie de lana —contestó don Pedro—, ha llevado lo que merecía por suatrevimiento. Atacó la escolta; pero nuestros oficiales y soldados pelearon comoleonesylosbandoleroshuyeronencompletaderrota.Esverdadquetuvimosalgunosmuertosyheridos,entreéstoselcadeteFernández,porfortunanodegravedad.Estevalerosojovenpeleócuerpoacuerpoyapiecontraeljefedelagavilla,queestababienmontado,yanohabersidoporqueunodelosladronesdisparósutrabucosobreel cadete, habría sido el último día de Pie dé lana. Todos se hacen lenguas de eseoficial,yacabodesaberqueSuExcelenciahafirmadohoyeldespachodetenienteensufavor,premiándolocondosgrados.

SiMatildenohabíapodidoreprimirlaexpresióndesudoloralescucharlafalsanoticiade lamuertedeGabriel, lefueigualmentedifícildisimular laalegríaquelecausóloquereferíasupadre.Laheridaeraleve,ylafamapregonabaenlaciudadelheroísmodelhombreaquienamaba.DoñaEngraciaylanegraMarianacelebraronelacontecimiento,ysóloelrespetoqueésta teníaasuamohizoquenoseburlaradeCaín en sus propias barbas. Verdad es que éste tampoco le dio tiempo de que lohiciera, pues viendo deshecha su perversa maquinación, tomó el sombrero y dijosonriéndose:

—¡Cuántomealegrodequeseafalsalanoticiaquemedierondeladesgraciadelcadete!VoyahoramismoadarlosparabienesporelascensoalapersonaquetieneenlaciudadmásderechoquenadieparacelebrarlabuenafortunadeGabrielFernández.

www.lectulandia.com-Página89

Page 90: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¿Yquiénesesapersona?—preguntódoñaEngraciaconcuriosidad.Supadrenoestáaquí,ynoséyoquetengaparientes.

—Parientes,no—contestóeldelpelorojo,riéndose—;peronovia,sí.Puesqué,señora, ¿ignora usted que ese joven va a casarse de un día a otro con la hija delcapitán retirado y maestro de armas, don Feliciano de Matamoros? A este dignosuegrodetalyerno,esaquienvoyacomunicarlabuenanueva,paraquelatrasmitaasuhija...la...nosécómosellama.Unacosturera.

Diciendo así, el diabólico abogado hizo a la señora y aMatilde una profundareverencia, y se marchó. La joven podía apenas contener las lágrimas que learrancabaeldespecho.

—¿Esciertoeso,Matilde?—dijodoñaEngracia—;túdebessaberlo,puestratasconalgunaintimidadalahijadeMatamoros.

—Ellanomehadichojamasquevayaacasarse—contestóMatildevisiblementecontrariada. Doña Engracia, excelente señora, a quien habían casado a la edad dedieciséis años con don Pedro de Espinosa de los Monteros, porque las familiasconsideraronqueasíconvenía,yque ignorabacompletamente loqueeraelamorylos celos, no hizo mucho alto en el desagrado de su hija. Don Pedro, que vivíaentregadoalapolíticapensabaenaquelmomentoenlasúltimasnoticiasdeEspañarecibidasporelcorreodeVeracruz,yhabíaolvidadoyaalcadeteFernándezyaPiedelana,ocupandosuespírituloqueacababadeleerenlasGacetas,delasperfidiasdeNapoleónydelasdesgraciasdelinocenteycautivoFernando.Sólolaviejanegratuvobastanteperspicaciaparaleerloquepasabaenelcorazóndesuseñorita;peronodijounapalabra.

Dos días después llegó a la ciudad Gabriel Fernández, transportado con lasprecauciones que exigía su situación, desde el punto donde había tenido lugar elcombate.

Como lo había dicho don Pedro Espinosa, el capitán general, informado de labizarríaconquecombatióelcadeteenelencuentrocon losbandidos, leexpidióeldespachode teniente,considerandoquenopodíahacermenosquepremiarcondosgrados el señalado servicio que prestara aquel joven. Exagerando un tanto loocurrido,seasegurabaqueeljefedelosladrones,aterradoporelardimientoconqueloatacóFernández,sehabíapuestoenfuga,salvándoseasíelcaudaldelrey,pueslaescoltaprobablementehabría sucumbidoante elmayornúmeroy la audaciade losenemigos.Hervias,dequienhacíatambiénelogioselcomandantedelaescolta,fueascendidoacapitán.

El despacho deteniente que recibió Gabriel al llegar a la ciudad, influyófavorablemente en apresurar su restablecimiento. Sin embargo, tuvo que hacer

www.lectulandia.com-Página90

Page 91: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

muchosdíasdecamaantesdequeel célebredoctorEsparragosa,que loasistía, lodeclararacompletamentesano.Cuidabandeélinmediatamentelascriadasdelacasayelnegroesclavodelescribano,puesaunquehabía,comosabemos,dosmujeresquehabríanqueridocontodasualmavelardíaynochealacabeceradeljovenoficial,nialaunanialaotraleserapermitidosatisfaceraqueldeseo.

Muchasveces,durantesulargaenfermedad,vioGabrielaquelojoqueasomabaporelagujerodelcuadro,yalfin,afuerzaderepetirsetanextrañoincidente,llegóanohacermuchocasodeélyaacostumbrarseenciertomodoaserobjetodeaquelinexplicableespionajedeunserinvisible.

Entretanto,severificabaeneljoventenienteunfenómenofisiológicoquenonosatrevemosaexplicarycuyacausapodría talvezbuscarseenese íntimoenlacequeexiste ennuestras afeccionesmoralesynuestrosórganos.Aquel amorardientequeGabrielsentíahacialahijadelmaestrodearmas,perdiógranpartedesuintensidadenlosdíasqueestuvosufriendolaherida,quelehizoperdernopocasangreyqueagotó considerablemente sus fuerzas.Esto chocará sin duda a aquéllos de nuestroslectores, y principalmente de nuestras lectoras que consideren el amor como unsentimientopuramenteplatónico, libredéla influenciade la acciónde los sentidos.Perohemostenidoqueconfesardesdeelprincipioqueelafectoqueexperimentabanuestrohéroenoerapordesgraciadeesanaturaleza.Siconsideramos,además,quelavanidad del joven oficial debió de haber subido de punto con el buen éxito de suprimerhechodearmas,ynoolvidamos,porotraparte,quelasideasaristocráticasenquefueeducadosehabíanhechooirenlomásrecónditodesualma,nossentiremosinclinados, ya que no a disculpar, almenos a no extrañarmucho que el amor delteniente

Fernándezhacia ladesdichadahijadelmaestrodearmascomenzaraadecrecer,entrando en lo que podríamos llamar el período álgido, tomando esta voz a lapatología.

Vosotrosqueos sintáis con tentacionesde calificar severamente la conductadeaqueljoven,arrojadlelaprimerapiedra,siesqueosconsideráistansuperioresalasdebilidadeshumanas.

www.lectulandia.com-Página91

Page 92: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

L

CAPÍTULOXV

OtraintrigadedonDiego

apobrehijadelmaestrodearmashabíapasadolosdíasylasnochesenlamayor aflicción,desdeque supoqueGabriel estabaherido, teniendoquecontentarse con las noticias que le llevaba su padre, que completamente

restablecidoya,ibaatodashorasacasadelescribano.

Lapopularidadquehabíaadquiridoeljovenenorgullecíaalviejocapitán,aquiense leescapabaalgunasveces la frase"mihijo",hablandodeGabriel.Peroquiso ladesgracia que amedida que fue enfriándose el amor de éste porRosalía, comenzótambiéneltenienteFernándezaadvertirlosdefectosdelpadredesunovia.

Entonces vino a caer en la cuenta de que el capitán se embriagaba con másfrecuencia de lo que convendría, de que se ponía en tal o cual ridículo con suinagotable historia de la campaña de Roatán y de que aquellos empréstitosforcivoluntariosque levantabacon frecuenciasobresusdiscípulosycuyo reintegrotendrían que aguardar hasta el día del juicio, lo colocaban en la poca respetablecategoría de los petardistas. La primera vez que se agruparon todas esascircunstanciasenelespíritudeGabriel, sintióque la sangrese le subíaa lacara,ehizomentalmenteun raciocinioquesino fueel siguiente,noanduvomuy lejosdeserlo:"ilindafiguraharíayoenelmundoconsemejantesuegro!".

Claro es que esa consideración era bastante a propósito para acabar de dar altraste con el amor del teniente, que caminaba a toda prisa hacia el cero, en esetermómetro invisible que tenemos todos en el corazón y quemarca los grados denuestrasafecciones.

Cualquierapersonaalgomásperspicazqueelmaestrodearmas,habríaechadodeverlafrialdadconquelorecibíaGabrielyelpocointerésconqueescuchabaloquerefería el capitán acerca de la inquietud y la aflicción de Rosalía. Una que otrapalabra cortés con que el joven contestaba, era transmitida al momento a lamuchacha; pero de tal manera transformada y acompañada con tal expresión deternura(delacosechadelbuenodelcapitán),quelapobrejovendebíacreerycreyóefectivamente,queelamordesunoviocrecíaacadainstante.

www.lectulandia.com-Página92

Page 93: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Cuandoeltenienteestabayacasirestablecidoysepreparabaacontinuarensusocupaciones ordinarias, ocurrió un incidente que fue a precipitar el completodescalabrodeaquellosamorestanmalparadosya.SucedióqueundíasepresentóencasadelcapitánMatamoroselabogadobizcoypelirrojodonDiegodeArochena,conpretextodesolicitardedonFelicianociertosdatosquedebíanservirleparaladefensadeunreoaquienacusabandeserunodelosafiliadosdelacuadrilladePiedelana,yañadíanquehabía sidode losqueatacaronalcapitán.Comoaésteno leconveníadecircómohabíapasadoenrealidadellanceyquenoeramásqueunsolohombreelque lo había atacado y vencido, contestó a donDiego de unamanera vaga, y sinnegarniadmitirquesehabíabatidocon lacuadrillaenterade losbandidos.PrestóArochenamucha atención a la relación del capitán y dijo que aquellos datos eranimportantísimosparaladefensadesucliente.Aldespedirse,pidiópermisoalcapitánparavolveryoirsusexplicacionessobreciertospuntosquenoleparecíanbastanteclaros;ycomoesdesuponerse,lefueconcedidoconlamejorvoluntad.

AlasegundavisitadonDiego,pidiendomilperdonesalcapitánporlaconfianzaque se tomaba, le presentó una botella de un riquísimo ron de Jamaica que habíarecibidoyquedeseaba,dijo,apurarencompañíadeunamigo.

NohayquedecirquedonFelicianoabsolvióenelactoalabogadopelirrojodelatrevimientoymásquedeprisafueenbuscadedosvasos,unpaquetedepurosyuntirabuzón.Nonoscabelamenordudadequelaconversacióncomenzóconelasuntodel reo y con lo de los datos que necesitaba don Diego para la defensa; pero nosabemoscómovinoasucederquealtercervasolosdosamigoshablabandeRosalíaydeFernández.Elcapitánrefirióalabogadodepeapaelprincipioylamarchadelos amores de su hija con el joven oficial, sin ocultar pormenor ni circunstanciaalguna,teniendoencuentaelconsejoprudentequeélhabíadado,apoyándoseenelejemplo de Fabio Máximo. Se manifestó muy satisfecho de no haber queridoprecipitar las cosas, aunque sí añadió que no dejaba de chocarle lo que tardaba larespuestadelpadredeGabriel,puesleparecíaqueerayatiemposobradodequesehubieserecibido.

Elabogadohizocomoquetomabaunbuentragoderonydijoalcapitán:

—Pues yo,mi amigo don Feliciano, creo, salvo elmejor parecer de usted quehabríasidomásoportunoaccederdesdeluegoalosdeseosdeljovenynoaguardarunconsentimientoqueteníaqueirabuscarseadosmilleguasdedistancia.

—Pero¿cómosehabíadehacer,isableylanza!—contestóelcapitán—,sialtalnovio le ocurrió nacer demasiado tarde y no tiene todavía edadpara casarse sin elconsentimientodesupadre?

—Muysencillamente—replicóel letrado—;unmatrimonioclandestino,quees

www.lectulandia.com-Página93

Page 94: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

tanválidocomocualquieraotro,habríasalvadoladificultad,ytodosecomponíaconunoscuantosdíasdearrestoyconasistiralamisadeochoconunavelaencendidaenlamano,cosaque,comoustedve,nohabríaquitadounpedazoalosnovios.

—Pero,¿ysidonFernandoFernándezdesheredabaasuhijo?

—.¿Quéhabíadedesheredar?¿Nosabeustedquetodoslospadres,aunencasospeores, comienzan a hacer cara deGestas a los recién casados y poco a poco vantragandolapildorayacabanporestarconelyerno"santo,dóndetepondré",ymáscuando a su tiempo viene el nietecito, que por supuesto tiene toda la cara de suabuelo?

—¡Votoabríos!—exclamóMatamoros,echándoseelquintovaso—,quetalvezno le falta a usted razón, mi amigo don Santiago de Michelena; y a la hora yaestuvierancasadosyperdonadosyyoapuntodeserabuelo;peroalohechopecho;ahora no hay más que aguardar, que por fortuna de un día a otro estará aquí elpermisoytodoseharácomoDiosmanda.

—Elpermiso, señordonFeliciano—replicódonDiegodeArochena—, tiempohacequedeberíaestaraquíyyometemoqueenestoandaalgunaintrigaqueniustedninadiepodrádesenmarañar.Elloesquelagentehablayelbuennombredelaniñadeusted lopadece.Laverdad,yoen su lugarmandaríaaldiabloal talnovioynovolveríaapensarensemejanteboda.

—¡Cómo! ¡Mandar al diablo al teniente Fernández de Córdoba! —gritó elcapitán, dando en lamesaunpuñetazoquehizobailar los vasos y botella, ya casivacía—. ¡Aunjoven que tiene delante las mejores esperanzas, que es hijo de unhombreque lo idolatrayque lemandauncaballoquenovalemenosdecincomilduros,, y dos esclavos moros que Dios sólo sabe lo que costarían! i A ese novioquiereustedquemandeyoaldemonio!Primeromedejo.. .vamoshombre,nomehagaustedhablarloquenodebo.

Paraahogarlacóleradequesesentíaposeído,elcapitánapuróelsextovasoderon,conlocualleparecióquesuinterlocutor,sinsabercómo,sehabíavueltodos.

DonDiegodejópasarlaprimeraexplosióndelfurordedonFelicianoyledijo:

—Puesyaqueusted,mibuenamigo,datantaimportanciaaesecasamiento,¿porqué no hace que se verifique cuanto antes?Si el padre no contesta, que vayan losnoviosamisaycuandoelcuraechelabendición,quegriteél,"éstaesmimujer"yella"ésteesmimarido";quedaránunidoscomodostortolitasyaverquiéndeshacelohecho.Deotromodo,amigomío,laniñaseexponeaquedeundíaaotrocacenelpájaroenalgunaotraparte.Elteniente,consucaballoárabe,suspajesmorosylodellancedeladefensadelsituado,haechadofama.Dicenquehadeheredarunmillóny

www.lectulandia.com-Página94

Page 95: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

que no parará hasta teniente general; con que vea usted si le faltarían novias quesuspirenporélymadresqueandentratandodepescarloparasushijas.Nohayquedejarenfriarelcaldo,amigodonFeliciano;dígaleustedmuyclaritoaltenientequeesprecisooerraroquitarelbanco.Elquierealaniña,yesseguroquesedecidealodelclandestino. Conque manos a la obra, pues si usted lo deja al tiempo y estáaguardandoesarespuestadeEspañaquenuncallega,eldíamenospensadosellevaeldiablo lo de la boda y usted se arrepentirá de haber andado tan escrupuloso ytimorato.

Elastutoabogadosemarchó,dejandoadonFelicianoqueacabarade!vaciarlabotellaydedigerirelsabioconsejoquelehabíasoltadoentrevasoyvaso.Nocayólasemillaenmalterreno;asífuequedioporfrutolafirmeresoluciónqueformóelcapitándequenosehabíadepasarelprimerdomingosinquesuhijayeltenientesecasaran "clandestinamente", es decir, en presencia de unos cuantos centenares deindividuosqueasistíanalamisadeocho.

Sinpérdidadetiempo,abriótacampaña,procurandopersuadiraRosalíaaquesepresentaraadar lacampanada,ysólo laplenaseguridadque lediodequeGabrieldeseaba que así se hiciese, la determinó a aceptar la idea, y resolverse que secelebrara el matrimonio clandestino. Supuso que habría inconvenientes que nodependíandelavoluntaddeljoven,ycomosupadreleaseguróqueelactoseríatanlegítimo como si se hiciera con todas las ritualidades, se decidió a abrazar aquelpartido,aunquenoconenterogusto.Sunaturaldelicadezaledecíaquenoharíabien;perocondescendióporamoraGabrielypordeferenciaasupadre.

El capitán contaba como cosa segura la prestación del teniente. ¿No lo habíainstado a él mismo para que buscara un medio de que se hiciera el matrimonioinmediatamente, y sin aguardar el consentimientopaterno?Cierto, pues, dequenopodría comunicarle nueva más agradable que la de que estaba resuelto que elcasamiento fuese clandestino, se apresuró don Feliciano a ir a casa de Gabriel, yluegoquelovio,abriólosbrazosyestrechándoloafectuosamenteledijo:

—Albricias,señorteniente,albricias.Sidigoquetúdebeshabernacidodepies.Todotesaleamedidadeldeseo.Yotuvequehacerdoceañosdesoldadodistinguidoparallegarasubteniente,ydiezparapasarateniente;ytúenseisuochomesestevesyaconlacharreterasobreelhombroderecho.¡Sableylanza!Noespocafortuna.Yahora, para coronar tu dicha, vengo a anunciarte, comoquiennodicenada, que eldomingopróximo,enlamisadeocho,tedalamanodeesposaunadelasmásguapasmozasdelreino,quenodigomásdeelloporque,susalabanzasnoestaríanbienenmiboca.iCáspita!Puesesnada;unaperlaengastadaencobre.¿Quétal?

Atónito escuchó Gabriel aquel aguacero de palabras, sin acertar bien lo quesignificaban; pero sí sospechó que el capitán se refería a un proyecto de próximo

www.lectulandia.com-Página95

Page 96: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

matrimonioconRosalía.

—Pero,¿dequésetrata?—dijoeljoven—.Sinoheentendidonada;ustedhabladequeyohedecasarmeeldomingo.

—Puesnimásnimenos—replicódonFeliciano—.Viendoque la respuestadepapá no aparece y que lamuchacha no puede perder, porque ya semurmura en elpúblico,heconsultadoconlosmejoresabogadosdeGuatemalaytodosmehandichoque el consentimiento del padre no sirve paramaldita la cosa; que en yendo tú yRosalía a la misa de ocho y pegando el grito cuando el cura eche la bendición,quedaránmejorcasadosquesilohubieranhechodelantedelpapa.Conque,vengoaavisarteparaqueestésalertayquetodosehagaenregla.

—YRosalía—dijoGabriel, fruciendolascejas—,¿consienteenquesehagaelmatrimoniodeesemodo?

—¿Puesnohadeconsentir?Demilamores.Lehedichoquetuestaspronto,quelos letrados apoyan el plan, que yo lo apruebo. ¿Qué más? Cuando el señorFernándezsepalosucedido,lesmandarásubendiciónyunbuenregalodeboda,puesparecequeelhombreesgarboso,ytodosviviremosenpazdeDios.¡Votoacribas,sólosientoque laheridanomepermita todavíacelebrarelgolpecomosemerece!Dichoso tú que a pesar de la tuya, podrás comer y beber como un buitre. Y apropósitodeesto,sitienesporallíunoscuarentaocincuentadurosquenotehaganmuchafalta,préstamelosparadisponerunafrancacheladeunospocosamigosytelosdevolveréreligiosamentealrecibirmisueldo.Esosí,yonomequedoconunrealdenadie.

Gabrielguardósilencioduranteun rato,meditando loquehabíadecontestaralparlanchínmaestrodearmas,yledijo:

—SientoquehayahabladodeesoaRosalíaantesdeconsultarme.Yonoestoyendisposición de prescindir del consentimiento demi padre, pues si tal cosa hiciera,sería elmás desagradecido de los hombres.Recibo cada día nuevas pruebas de suamorysubondad,ynodebocorresponderíasconingratitud.

—Esdecir—replicódonFeliciano,mudandocolores—,que tú rehusascasarte,queustedseniegaacumplirsuscompromisos,quetú...queusted...¡Sableylanza!iCáspita!iVotoasanes!¡Puesqué!¿AsísejuegaconelhonordelosMatamorosdePeñapelada?¿Puesnoesmásquedeciryanomecaso,despuésquetodoelbarrio,laciudad,el reino,elmundoentero, sabequeRosalíaestápedidaydaday todo listoparaelcasamientoclandestinoenlamisadeocho?¡Esono,porvidadeldiablo!¡Ysitú, si usted insiste en su capricho, nos hemos de ver las caras! En esto hay gatoencerrado.Peroyotengoaquienconsultar,yveremossiesnomásdedecirnoquiero,después que se ha entretenido a la muchacha tantos años, y quién sabe qué de

www.lectulandia.com-Página96

Page 97: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

casamientosverdaderoshaperdidoporsuculpa.Ustedverá.

Diciendoasí,elcapitánseencasquetólagorraconfuriayechandoaGabrielunamirada llenadeodio, que éste resistió con lamayor serenidad, semarchóy se fuederechoacasadelabogado.

—¡Condosmildeacaballo!—gritóalveradonDiego—;¿nosabeustedloquepasa?

—Supongoquealgograve—contestóelpelirrojo.

—Grave,regrave,gravísimo,regravísimo,—dijoelcapitán—.Eldiablosellevalaboda,miamigodonRoquedeMarchena; se la lleva;porqueesemequetrefedeltenientedicequenosecasaenmisadeocho,yquehadeaguardarelconsentimientodesupadre,aunqueseaeldíadeljuicio.¿Quélepareceausted?¿Noesverdadquepuedoymuypuedoobligarloconjusticiaaquesecaseoreviente?

—¿Quiereusted,señordonFeliciano—preguntódonDiegoconmuchacalma—,seguirunconsejo?

—Pues, ¿a qué otra cosa vengo, sino a pedirlo? ¡Voto alDiablo!—contestó elcapitán—.Diga usted; pero de ningúnmodo vaya a aconsejarme que consienta enqueesetunantesequederiendo.

—Si usted quiere evitar que eso suceda —dijo Arochena—, no vuelva amezclarse en el asunto. Póngale enmanos de la señoritaRosalía; dígale usted queFernández cree necesario aguardar el consentimiento de su padre, y que ella debeprocurarqueélsedecidayadopteelúnicopartidorazonablequesepresenta.Loqueella no alcance,mi amigo don Feliciano, difícil es, por no decir imposible que loobtengausted.

El capitán tuvo que rendirse ante la argumentación fría y serena del letrado, yhaciéndoserepetirlaleccióndeloquehabíadedecirasuhija,salióaponerporobraelprudenteconsejodesusabiomentor.

www.lectulandia.com-Página97

Page 98: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

C

CAPÍTULOXVI

Tripletraición

onociendo el carácter de la hija del maestro de armas, no extrañaránnuestros lectores les digamos que cuando su padre la informó de laresolución de Gabriel respecto al proyecto sugerido por el abogado

Arochena, dijo que el joven tenía muchísima razón al negarse a dar aquel paso.Hemosmanifestadoyaquesiellaseprestabaalodelmatrimonioclandestinoeraconmucha repugnancia y sólo porque le dijo ser la voluntad de su amante y la de supadre.Asífueque,lejosdeallanarseapersuadiraGabriel,comolohabíaimaginadoArochena,dijoterminantementequenosecasaríasinelconsentimientodelpadredesu novio. Semejante resolución, que hacía honor a los sentimientos y rectitud dejuicio de la hija de Matamoros, parece que debiera haber reavivado el amor deGabriel; pero por desgracia no fue así. Súbitamente concebido, tenía que agotarsetambiénconrapidez,porqueladecadenciaasíenlofísicocomoenlomoral,estácasisiempreenrazóndirectadelcrecimiento.LaprimeravezquevioGabrielaRosalíadespuésdelaherida,eljovenoficialestuvomuydistantedemostrarlelaefusiónqueellaaguardaba.

Suvisita fuecorta.Estabacontrariado, frío.Nohizoalusiónalgunaalproyectodelcapitán,nidijotampocounasolapalabraqueindicaraansiedadporlarespuestadesupadre, temaobligadodesusconversacioneshastapocosdíasantes.Lainfelizdoncellaadvirtióelcambioydevoróensilenciosudolor.

Cuandoseapoderadelalmalaconviccióndequeelamorquesentimosnoesyacorrespondido, experimentamos algo más triste, más desconsolador que lo quesentiríamossirepentinamenteseapagaraparanobrillarmáselastroquedaluz,caloryvidaaluniverso.Mástodavíaquizá.Podríacompararseconexactitudesasituaciónaladeaquélquehubiesesidosepultadovivo.Gozaríaaúndeltristeprivilegiodelavida,perosóloparasentirunadesesperaciónpeormilvecesquelamismamuerte.Lalosa del olvido esmás pesada ymás fría que elmármol que cierra la tumba parasiempre.

¿Advirtió Gabriel lo que pasaba en el alma de aquella pobre mujer? No lo

www.lectulandia.com-Página98

Page 99: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

sabemos.Talvezno.Elegoísmosuelesertanrefinadoensusprocedimientos,quenonos deja ver ni el mal que hacemos, a fin de no perturbarnos con el más ligeroremordimiento. Cuando no somos completamente perversos, sentimos el daño queocasionamos.Espreciso,pues,quenosproporcionemoslasatisfaccióndecreerquenadie sufre por culpa nuestra. Y a la verdad, Gabriel no era un perverso. Era unegoísta, como somos la generalidad de los hombres, y hacía elmal casi sin darsecuentadequeestabacausándolo.Nadiesabebientodavíacuaninagotableeslaminadeldolorqueencierraelcorazóndelamujer.Laslágrimassesecan,lossollozosseahoganenlagargantasinquedejendebrotarenelalmalosraudalesdelsufrimiento.Al salir Gabriel, Rosalía dijo adiós para siempre a sus muertas ilusiones. Con laintuición profunda que raras veces nos falta cuando tenemos que comprender yvalorarunodeesoscontratiemposquenoshundenenelabismodeladesesperación,vio con claridad la magnitud de su infortunio y se preparó a sobrellevarlo con laabnegación de un mártir. No derramó una lágrima, no exhaló una queja y con laagonía pintada en el semblante, continuó desempeñando sus deberes domésticos.¡Cuántos dramas de ésos habrán pasado y pasarán todos los días inadvertidos! Lamujer que pierde a un esposo, la madre que ve a su hijo descender al sepulcro,exhalan libremente su aflicción.Una jovenque se ve abandonadapor el hombre aquienhahecho el ídolode su alma, estáobligada a reir, a charlar, a representar latristísimacomediadelaindiferencia.Leespermitidoentregarsinreservasucorazón:perollegandoaversetraicionada,¡aydeellasidalamásligeramuestradedolor!

NopasóinadvertidoalosvecinosdeRosalíaelcambiodeGabriel.Losamoresdelacostureraconelbrillanteoficialquepertenecíaaunadelas—primerasfamiliasdelaciudad,provocabalaimpacienciademuchasjóvenesdecondiciónigualaladelahijadelmaestrodearmas,queno teníannoviosquemontarancaballosárabesysehicieranacompañardepajessarracenos.CuandoseadvirtióqueeltenienteFernándezdeCórdobacasinovisitabayalacasadedonFeliciano,corrióenelbarriolavozdequesehabíadeshechoelcasamiento.Yelbarrioseregocijócomosihubieratenidoelmayorinterésenquenoseverificaraaquellaboda.NohubovecinaquesedispensaradehacerunavisitaaRosalía.Lasjóvenesnoescasearonlasalusionescompasivasalaingratitudde loshombresy lasviejasdisertaron sabiamente sobreelpeligrode lasalianzasdesiguales.

ElcapitánMatamoros,heridoenlomásvivo,quisodesdeluego,poneraGabrielen la alternativa de casarse o batirse; pero Rosalía que percibió el proyecto de supadre, supo demostrarle todo lo que tendría de imprudente semejante paso y logróqueelnuevoBrenodesistieradelaideadeponerenlabalanzaelpesodesuespada.Obligado a devorar su cólera, don Feliciano menudeó las libaciones y pasaba lamayorpartedeltiempoencompletoestadodeembriaguez.

www.lectulandia.com-Página99

Page 100: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Hervías,jovendecorazónlealydejuiciorecto,viocondolorlaconductadesuamigo con la bondadosa hija del maestro de armas, y habiéndole hecho algunaindicación sobre el particular, recibió tan desabrida respuesta, que considerócompletamenteinútilvolverahablardelasunto.

El teniente Fernández había sido visitado por los principales sujetosdel vecindario. Hemos dicho que su reputación creció extraordinariamente con lahazaña del Molino, la que corrió de boca en boca, aumentada con pormenores ycircunstancias que no habían ocurrido; pero que la ciudad entera aceptó comoverdades inconcusas y que enaltecieron en el concepto público al héroe de estahistoria.Elentusiasmoque inspirabael jovenoficial llegóa talpuntoqueaquellasbuenasgentes,quepocosdíasantestemblabanalaideadequevinieranainvadirelreino las huestes del emperador francés, insinuaban ya que si tal cosa sucedía, seencontraría aquí Napoleón con la horma de su zapato. Esa horma era GabrielFernández.

Uno de los sujetos que visitaron al teniente fue don Pedro Espinosa de losMonteros,quenoanduvoescasodeelogiosalcomentarelsuceso.Peronoselimitóaestoel regidordecano,sinoqueconamablecandidez refirióaGabrielel sustoquehabíadadodonDiegodeArochenaasuesposayasuhija,contándolesellancedeunamaneraequivocada.Ponderó,sobretodo,lapenadeMatilde,queestuvodijo,apuntodedesmayarsealoirqueelcadetehabíamuerto,ysualegríacuandosupoquelaheridanoerapeligrosayque la trompetade la famaproclamaba sunombreportodoslosángulosdelaciudad,dedondelollevaríaelecoalosdelreinoydeallíalosdelmundoentero.

Gabriel no encontró hiperbólicos aquellos elogios y casi llegó a considerarsedignodefiguraralladodeWellingtonydeCastaños.Peroloquemáslohalagabaenloquereferíaelregidordecano,era,¿quiénlohabíadesuponer?,elinterésqueporélhabíamostradoMatilde.¿Seríaquesatisfacíasuorgulloalvercautivalavoluntaddeaquellaaltivabelleza?Así se lo figurabaélalmenos,noqueriendoconfesarsea símismo todavía que era un sentimiento de otro género el que comenzaba aenseñorearsedesualma.Peronosotros,usandodenuestroderechodeescudriñarlossecretosqueelhéroedenuestrahistoriaprocurabaocultaraunasupropiaconciencia,debemosdeclararquenoerasóloelamorpropiosatisfecho,sinounsentimientomástierno el que hacía que el teniente Fernández oyera con lamás viva complacenciaaquello de la congoja de Matilde al creerlo muerto y de su alegría al saber elverdaderoresultadodelcombateconlosbandidos.Gabrielnocreyódeberexcusarsede pagar la visita a don Pedro, y naturalmente quiso mostrar también suagradecimientoa las señorasde la casa.Matildeenun traje sencilloybordandoaltambor,lepareciómásencantadoraquecuandolaviovestidadeterciopeloyplatay

www.lectulandia.com-Página100

Page 101: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

cubierta de joyasdeslumbradoras, la nochedel sarao.Síntomamortal.Cuandounamujernosparecemáshechiceracadavezquelavemos,olaamamosya,oestamosmuycercadeamarla.

YeraloquelesucedíaanuestropobreamigoeltenienteFernández.Pendientedelos labios deMatilde, parecíale su voz una armonía celeste. El más ligero de susmovimientos estaba marcado con el sello de la distinción. Las cosas másinsignificantesquedijerateníanparaélelatractivodelagraciaydelaoportunidad.Noseadmirabayadeque tuviera tantosadoradores; sinodenover rendidosa suspies todos los hombres que la conocían. Ello es que la visita duró dos horas y aGabrielleparecierondosinstantes.Aldespedirse,laseñoraloinvitóaconcurrirasutertuliayélagradecióelconviteyseprometió'aprovecharlo.

He allí, amables lectores, en lo que vino a parar aquella mortal antipatía queconcibióGabriel al conocer aMatilde. Tan cierto es que nada anda tan cercano alamorcomoesosodiosinjustificados.Asísonlasalmasvehementes.Nisabenquererni aborrecer a medias, y suelen pasar del extremo del desafecto al cariño másacendrado.

NiunasolavezsepronuncióenaquellalargaconversaciónelnombredeRosalía,víctimadesdichadadeunadoble traición.SiGabriel la recordó, fueparaestablecerentre ella yMatilde una comparación que no era enmanera alguna ventajosa a lapobrehijadelmaestrodearmas.Rosalíanoeraacreedoraasemejanteprocedimiento.Ellavivíatranquila,feliz,gozandodelmayorbienaquepodíaaspirarunamujerdesuclase:lapazdelcorazón.Gabrielsoplósobreaquellagolímpidoyserenoysuscitóenéllastempestades.Élorgulloylavanidad,ingratasconsejeras,ledijeronundíaaloídoquenoeraaquellalamujerqueleconveníayleseñalaroncuidadosamenteotraque le presentaron como más digna de él, y de ahí que con la frialdad del másrefinadoegoísmo,abandonaalaquelehabíaentregadodesinteresadamentesualmaentera y se convierte en ciego adorador de la que lo amaba por su brillo y por sufama. Es preciso confesar que somos algunas veces muy canallas. La palabra esvulgar,peroeslaquecorrespondeynolaborraré.

La primera vez que Gabriel se encontró con su amigo el capitán Hervias, sesonrojó, tuvoquebajar losojosyseestremecióligeramentealestrecharle lamano.Eseruborqueacompañaalaprimeraacciónmala,esuntributoinvoluntarioquesepaga al sentimiento del honor y de la virtud. Pero, desgraciadamente nosfamiliarizamosconlasfaltasydespuésdeldisimulo,ladesvergüenzacubrenuestrorostroconunaimpenetrablecaretaquenopermiteverloquepasaenelfondodelaconciencia.

Hervias se encontró muchas noches con Gabriel en casa deMatilde. Los ojosvieron lo queun leal corazón se negaba a creer: pero al fin tuvoque rendirse a la

www.lectulandia.com-Página101

Page 102: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

verdad. La idea de que lo traicionaba aquel amigo, aquel compañero de armas, aquienamabamásqueaunhermano,hizosufrirasualmaelmásacerbodolor.NadadijoaGabriel,yésteporsuparte tampocoprocuróunaexplicaciónquenohubieradejadodeserlemuyembarazosa.

Matildede losMonteroseraculpable,puessabíaquearrebatabaelamanteasuamiga,asuprotegida;peronohabíarecibidoconfidenciaalgunadeRosalía.NoasíGabriel, que faltando a sus juramentos y a un compromiso formal contraído conaquellapobrejoven,traicionabaademásasuamigo,quelohabíahechodepositariodelsecretodeunprofundoamoraMatilde.Ellayélprocuraronacallarlavozdelaconcienciaconpretextos frivolosyseentregaronsin reservaaldeliriode lapasiónqueabrasabasuscorazones.

Todoslosadoradoresdelaorgullosabelleza,menosuno,seretiraron,dejandoelcampo libre a su afortunado rival. La sociedad, que supo muy pronto aquellasrelaciones,lasaprobóyaplaudióconesaligerezaconqueapruebayaplaudeloqueparece bueno y proporcionado, sin tomarse el trabajo de escudriñar lo que puedehaberdebajodeciertasbrillantesapariencias.Losdossonbuenosmozos,ricos,ydeexcelentefamilia,dijolasociedad;¿quémássenecesita?¿Supoellaacasoqueesasrelaciones a las cuales daba su inconsciente aprobación, despedazaban dos almasbuenaseinocentes,yhabíannecesitadoparaconstituirse,deunatripletraición?Ysilo hubiera sabido, ¿habría dado mucha importancia a esas faltas? Es permitidodudarlo.

Gabriel era un pepe; más la sociedad ignoraba esa circunstancia. Si algún díallegabaasaberse,yresultaba(loquenoeraimposible)quefuesedecondiciónmenosinferioraladesunovia,entonces,entoncessícondenaríalasociedadaquellaunión.El pecado original era imperdonable para aquella sociedad. Eran las ideas queentoncesdominaban.

Pero,¿quiénhubierapensadosemejantecosa?¿No llevabaaquel joven tenienteunodelosnombresmásilustresdelpaís?¿Nosedecíapúblicamentequesupadre,quehabíapasadoaEspaña,conánimodevolver,cuidabadequenada le faltara,ymásaun,leenviabaregalosquehabíansorprendidoatodoelmundo?¿Noerabiensabido que el teniente Fernández tenía letra abierta en una de las casas másacreditadasypodíapedirmilesdedurossiquisiera,sinqueselosnegaran?

Así fuequedonPedroEspinosade losMonteros,suesposa, losparientesy losamigosytodos,declararonaunavozqueaquelcasamiento(puesdeesonadamenossehablabaenloscorrillos),eraelmásproporcionadodecuantossehabíanvistoenmuchosaños.

Nohabíaunasolavozqueinterrumpieraaquelcorodealabanzas,debendiciones

www.lectulandia.com-Página102

Page 103: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

y de pronósticos de felicidad. Y sin embargo, el genio del mal, encarnado en unletrado bizco y pelirrojo, velaba y trabajaba en silencio, procurando urdirpacientemente la tramaenqueél, arañavil,habíadeenvolveraaquellosbrillantesinsectosdealasdeoroydezafir.Veamos loquehacíaaquelanimaluchoruinperopeligroso,parallevaradelantesusperversosdesignios.

www.lectulandia.com-Página103

Page 104: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

A

CAPÍTULOXVII

Elestudiodelabogado

cababandedarlasochodelamañana.EnunacasademedianacapacidadVregularapariencia,situadaenlacallequebajalaplazuetadeGuadalupealaquesellamabaPlazaVieja,hoydelTeatro,seveíanunasseispersonas

sentadasungranescañoqueestabaenelcorredor,yqueparecíanaguardaralamo,porülgunosasuntos.

Eraunadeellasunamujeranciana,vestidadealepínnegro,conunavendablancaenlafrenteycubiertalacabezaconunmantóndelamismateladelvestido,loqueledabalaaparienciadeunaviuda.

Seguía un hombre como de cuarenta años, de capa azul y sombrero de castornegro, prendas ambas harto viejas y mal tratadas, cuyo sujeto mostraba unamovilidad nerviosa y que hablaba incesantemente, dirigiendo la palabra a la viudaque tenía a su izquierda y a la persona que ocupaba el puesto de su derecha en elescaño.Eraesapersonaunhombrealto,grueso,deairebonachónyqueporsutrajeyaspectodenotabanserdefueradelaciudad.Seguíanotrosdosindividuosquehabríanpodidotomarseporunreceptordejuzgado,elprimero;yelsegundo,omejordicholasegunda,porunamujerquevivieradeltrabajodesusmanos.Eltercero,ysextoenelescaño, era nuestro grande y buen amigo don Feliciano de Matamoros, capitán amediosueldoyelprimerodelosmaestrosdearmasdelasislasytierrafirmedelmarocéano.

Al sonar la última campanada de las ocho, se abrió la puerta del pasadizo quedabaalpatiointeriordelacasa,ysalióunsujetodemedianaestatura,calzóndepañoazul,mediadealgodónmuylimpia,chalecodepiquéblancoychaquetadeindianillacolordecaldodefrijolesclaro.Llevaba lacabeza inclinadasobreelpecho,enairemeditabundo,ycuandolalevantó,alacercarsealgrupoqueocupabaelescaño,pudoverse que el individuo no era otro que el licenciado donDiego deArochena, queacabandodedesayunarse,pasabaasudespacho.

Los seis clientes del licenciado se pusieron en pie y lo saludaron con unareverenciamásprofundaquelaquehabríandirigidoalregentedelaAudienciayala

www.lectulandia.com-Página104

Page 105: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

quenosedignócontestaraquella lumbreradelforo,quesindetenerse,dijoa laqueparecíaviuda:

—Lasolicituddeustedporlodelmontepío,nocamina.Faltanrecados,hableconRosales.

Alhombredelacapavieja:

—Estápresentadoeltercerescritosobrelodelmayorazgo.Esnecesarioqueustedbusquealgúnbuenempeñoparaeloidorjuezdeprovincia.¿Meentiende?

AldecirestoelmalignodonDiegogolpeóconlosdedosdelamanoderechadelbolsillo de su chaleco, mímica harto significativa, que desconsoló visiblemente allitigantelocuaz.

AldefueradijoArochena:

—Creoqueanularemoslaventadelganado,porlesiónenormísima.Estáseñaladalavistadelnegocioparaelsábado.

AlreceptornadadijodonDiego,recibiendosindecirpalabra,unenormelegajodepapelesquelepresentóelcurial..

Alamujer:

—Yatehedichoqueelnegocionoadelantaporfaltadepruebas.Estuvomuymaldirigidoenprimerainstancia.Rosalestediráloqueconvienehacer.

Loscuatroclientesibanatomarlapalabraparahacertodosauntiempoalgunaobservaciónalabogado;peroéste,comoprácticoeneloficio,nolesprestólamenoratención,ydirigiéndoseadonFelicianoletomólamanoyledijo:

—Adelante,capitán—yempujándoloparaqueentraraensudespacho,entrótrasélycerrólapuerta.

Los litigantes volvieron al escaño, echando entre dientes mil pestes contra ellicenciado.Elreceptor,habituadoaaquellasescenas,nosemoviódesusitio,nihablóunapalabra.

EnaquelmomentollegóelsujetoaquienellicenciadodesignóconelnombredeRosales, su pasante, y como si dijéramos su alter ego, el hombre de todas susconfianzas.DonJerónimoRosalesera,menoslobizcoylopelirrojo,otrodonDiego.Seaquelailusiónquelehacíaelmaestroloindujeseaimitarlo,seaqueelhábitodetratarconéllohubieseidohaciendoinsensiblementeunacopiadeloriginal,lociertoes que Arochena y Rosales habían acabado por formar una sola entidad en dosindividualidades.Susalmaserandosarpasquesonabanperfectamenteacordes;dosrelojes que no discrepaban en su giro lamillonésima parte de un segundo. Tenían

www.lectulandia.com-Página105

Page 106: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

igualesgustos, idénticas ideas,ynofaltabaquiendijeraquehastaestabansujetosalasmismasenfermedades.

Don Jerónimo pasó delante de los clientes sin mirarlos, ni corresponder a susaludo;entróensuescritorio,piezacontiguaaladelmaestroycomunicadaporunapuerta,disimuladacomo las intencionesdeaquellosdosalumnosdeAstrea.Luegoque el bachiller en ambos derechos hubo colgado de una percha la capa y elsombrero,tomóunplumeroquependíadeunclavoysacudiómuydespaciolamesadonde trabajaba,poniendoalgúnordenen lospapelesqueestabanesparcidossobreella.Ocupóunasillatapizadadecuero,queestabajuntoalamesa,ydesdesuasientollamó al individuo de la capa raída y el sombrero viejo, a quien el patrón habíahabladodelodelmayorazgo.

—Torres —gritó don Jerónimo—, y al momento entró el litigante, haciendomuchasyexageradascortesías.

—YadonDiegohabrádichoaustedquesehapresentadoeltercerescrito.

—Sí,señor—contestóelsujetoaquiendonJerónimollamabaTorres—;melohadicho, y también que es necesario buscar algún empeño para el oidor juez deprovincia.

—Porsupuesto.¿Yquépiensaustedhacer?

—Nosé,comonoseaquevendayomialmaaldiablo,yaundudoacepteeltrato,aunqueseloproponga.Siganoelpleitodelmayorazgo,nopodrédisponerdelarentadelosprimeroscincoaños,queestáconsignadaadonDiegoporsushonorarios.

—Pues vaya usted a ver—dijoRosales—, a don Judas, el prestamista, que eshombredeconcienciayleadelantarátresmildurossobrelarentadelosotroscincoaños.

—¡Tresmildurosporsietemilquinientos!—exclamóTorres—;¡québarbaridad!¡Yenajenarélarentadediezaños!

—¿Cuántoscuentausteddeedad?—preguntódonJerónimo.

—Cincuentaycinco,cumpliré,porSanJuan.

—Puestieneustedquealossesentaycincoseencontrarádueñoyseñordemilquinientosduros anuales, que le vendrándeperlas, en la edad enqueyanopodráustedtrabajar.

—Buenoseráeso—replicóeldelacapavieja—,sinoesqueantesdeesosdiezañosmemuerayodepuranecesidad.

—Tendráusted—dijoelpasante—,algoquetransmitirasuheredero.

www.lectulandia.com-Página106

Page 107: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Sí, famoso—observó Torres con mal humor—, al mismo con quien ahoralitigoyque tantas cólerasmehadadoya.Muertoyo, sería sinduda alguna,quientendríaplenoderechoalmayorazgo.

—Pues vea usted cómo se gobierna para vivir esos diez años, que es lo queimporta.Yrepitoqueprocurehacersedelostresmildurosylostraigaaquí,porquesinaguanoandaelmolino.

Elpobrepretendientedemayorazgos semarchódemuymal talante,y entró laviuda.

—Señor—dijoéstaalpasante—,dícemedonDiegoquefaltanrecadosparaquemiasuntomarche.¿Pudierausteddecirmecuálesson?

—Sí,señora—contestóRosales—.¿Novivióustedquinceañosseparadadesumarido?

—Bien sabeDios que no por culpamía—respondió la dueña—.Aquí están omejor dicho, aquí no están cuatro dientes y dos muelas que si estuvieran no medejaríanmentir.

—Pues,señora—replicóelpasante—,lareaiordende22deagostode1800esterminante.Según ella, las viudasquehan estado separadasde susmaridos, tienenderechoalmontepío,probandoquenofueronculpablesdelaseparación.

—¿Y lo de los dientes y las muelas que me sacó el difunto?—Dios lo hayaperdonado;elpobrecitoeraunángel;perosolíatenersusmalosratos.

—En fin, dígame usted quiénes presenciaron algunos de esos malos ratos, oaduzcaotraspruebas.

—¿Yquémejorpruebaque losmismosdientesy lasmuelasqueguardocomoreliquias?—dijolaviudasollozando.

—Esonobasta—replicóRosales—,porquelospudosacarelbarbero.

Cuando llegaba a este punto la conferencia del pasante y la viuda, se oyó elretintín de una campanilla en la pieza contigua.Rosales hizo seña a la desdentadadamadequesemarcharayélpasó inmediatamentealestudiodesusabiomaestro,quelollamaba.

Don Diego estaba solo, con los codos sobre la mesa y la cabeza apoyada enambasmanos,enactituddeprofundameditación.ElcapitánMatamorosacababademarcharse. El abogado continuaba entregado a sus reflexiones y no parecía darsecuenta de la presencia de su pasante. Tosió éste dos veces como para llamar laatenciónadonDiego,quien,levantandoalfinlacabeza,dijoaRosales,señalándoleunasilla:

www.lectulandia.com-Página107

Page 108: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Siéntese.

Despuésdeunmomentodesilencio,continuódiciendoenuntonodevozapenasperceptible, pues hablaba muy bajo, como temiendo que sus palabras fuesenescuchadas:

—Rosales,¿cuántosañoshacequeasisteustedamibufete?

—Cuatroharáenelpróximomayo,contestóelpasante.

—Enesetiempo,¿hedadoaustedpruebasdeconfianza,lehereveladotodoslossecretosdeloficio,enunapalabra,hepuestolosmediosparaqueustedseaotroyoen.elejerciciodelaprofesión?

—Todo eso y más ha hecho usted por mí, don Diego, y usted sabe que migratitud...

—Nohableusteddeeso;esassonpalabrasquesellevaelviento.Noignoroqueusted está dispuesto a hacer por mí cuanto pueda, pues nuestros intereses son losmismos,yhayentrelosdos,lazosquenadapuededestruir.

Elpasantepareciócomoqueseestremecía ligeramente;peropronto recobrósuserenidad.

—Todoesoescierto—dijo—;ybien,¿quédebohacer?,¿quéexigeusteddemí?

—Ayudarme—replicódonDiego—,adesentrañaresesecretoqueentreveoynoalcanzoadescubriryporcuyaposesióndaríayodiezañosdemivida.¿QuiéneseseGabriel Fernández? Seguramente no lo que parece. Protegido por un personajemisterioso,sutíoabuelodeusted,donAndrésdeUrdanecheleabresubolsaconunagenerosidadquenoacostumbraconnadieyquehaestadomuydistantedemostrarconsupropiasangre.

—Demasiado lo sé —replicó Rosales—. Nunca he debido a mi tío más queconsejosyfavoresinsignificantes,aunquesídeboconfesarquemehahechounoquenopodrépagarlesuficientemente:eldecolocarmealladodeusted.

—Es verdad, me habló para que lo recibiera a usted en mi bufete—dijo donDiego—,yaunquenomegustabatenerpasantes,accedíporconsideraciónalacasa,cuyos negocios todos están a mi cargo. Pero dejemos eso y vamos a lo que másimporta.YonopuedocreerqueesetenienteseahijodedonFernandoFernándezdeCórdoba. No ha faltado quienme diga que fue expuesto a las puertas de la casa,aunquenadapodíaasegurarseconcertezasobreelparticular.

—¿NohaexaminadoustedtoslibrosdelaParroquia,aquepertencíalacasadeFernándezenlaépocaenquedebehabernacidoesejoven?—preguntóRosales.

www.lectulandia.com-Página108

Page 109: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Naturalmente—contestó el abogado—.Conpretexto de buscar la partida debautismodeotrapersona,puderegistrarloslibrosdelasparroquiasydialfinconlade José Gabriel, hijo legítimo de don Fernando Fernández de Córdoba y de doñaMaríadeAlvaradoyGuzmán.Pero,esto¿quéimporta?Legalmente,sisequiere,esejoveneshijodeFernándezydesuesposa;perorepitoquehaymotivosfundadosparacreer que no es más que un expósito, un pepe, recogido, criado y adoptado porcaridad y cuyo verdadero origen es probablemente oscuro y vergonzoso. ¿No veustedquedonFernandosevaaEspañaynolellevaconsigo,nienvíaporél,comosedijoalprincipio?

—Pero lo deja recomendado —replicó Rosales—, a la casa de Agüero yUrdaneche,lesuministracuantonecesita,leenvíaregalosdignosdeunpríncipe.

DonDiegocontestóalaobservacióndesupasanteconunarisasarcasticayluegodijo:

—¿Yustedtienealgunapruebadequeesoseaenrealidadcomosedice?¿SeráFernández quien ha dado al llamadóGabriel letra abierta para la casa deAgüero yUrdanecheyquienhaenviadoesecaballoárabeyesospajesmorosquetodosvimosfigurarlatardedelpaseo?

—Esonopodréasegurarlo—contestóelpasante.

—Puesyocasipuedosostenerlocontrario—dijoelabogado,yluegoañadió—:¿Conoceustedlahistoriadesutío?

—¿De mi tío? No por cierto —respondió Rosales—. Sé únicamente que fuecasado,quetuvounahija,yheoídodecirquemuriójoven.AlosdiezañosdehabervenidoalpaísmitíodonAndrés,llegóunahermanasuya,casadaconunempleadoderentas,donAntonioRosales,mipadre.Murieronamboscuandoyocontabaunosquinceaños,dejándomeunacortaherencia,conlacualpudehacermisestudioshastacolocarmealladodeustedybajosuprotección.Estodocuantosé.

—Usted conoce, naturalmente, a don Ramón Martínez de Pedrera —dijo donDiego.

—Devista—contestóelpasante—,yauncreohaberlehabladounaqueotravezenloscorredoresdelaAudiencia.

—¿Sabe usted qué clase de vida lleva ese escribano, que cartulamuy poco, onada,ydequévive?¿Tieneustednoticiadequeseacasado?

—Nosédequéviva,ylotengoporsoltero.

—Puesparecequemuchaspersonassereúnenensucasaporlanoche,nosesabeconquéobjeto,yademástengonoticiaciertadequeenlacasadeesehombrehayen

www.lectulandia.com-Página109

Page 110: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

el corredor del frente del primer patio un torno como el de las porterías de losmonasterios.

—Quizáhayanhabitadoprovisionalmenteenesacasa,queesgrande,algunasdelasmonjastrasladadasdelaAntiguadespuésdelaruina,ysehabráquedadoeltorno.

—Puedeser—dijoelabogado,encogiéndosedehombros—;peroenesecaso,sehaquedadoallí tambiénunade lasmonjas,puesenel segundopatiode lacasadePedrerahabitaunamujer,quejamásdalacara.

—Todoesoesbastanteextraño,sinduda—replicóelpasante—.¿Yquédeduceusteddeesosdatos?

—Yo,nadahastaahora—dijoArochena—;peronoséporquésospechoqueesemisterionoesajenoalaexistenciadeltenienteFernández,huéspeddePedrera,yqueentodoeseenredoandalamanodedonRamón,queesunbellacomuylisto,ladesuseñor tío deusted, queno lo esmenosy la de algúnotropersonaje poderoso, quedebeseraunmásbribónquelosotrosdos.

Rosalespermaneciópensativoduranteunmomentoyluegodijo:

—¿Haformadoustedalgúnplan?

—Varios,peroloshedesechadounoenposdeotroporimpracticables.Estomedesespera.EntantoesemuñecodetenienteganacadadíaenelcorazóndeMatildeyyonopuedoarrojarlealacara,porfaltadepruebas,estafrasequelomataría:"¡eresunpepe!".

Don Diego dejó caer la cabeza sobre el pecho con abatimiento. La levantódespués de un rato y dijo, señalando con sonrisa sarcástica las estanterías de subiblioteca,llenasdevolúmenes:

—Allíestácuantosehaescritosobreelderecho.Pero¿dequésirve,siningunode esos infolios puede revelarme lo que suele encerrar el alma humana? ¡Ah! iSipudierayoabrir loscorazonescomoabroesoslibrosliOhciencia,ciencia!noeresmásqueunviljuguetequesearrojaaloshombresparaentretenerlos.

Diciendoasí,Arochenadiosobrelamesaunformidablepuñetazo,quehizosaltarla tintaque rebalsabaenel tintero, salpicándole lacara, comosi lacienciahubieraqueridovengarseasídelasinjuriasdeaqueldesagradecido,queledebíatodoloqueeraycuantovalíaenelmundo.

www.lectulandia.com-Página110

Page 111: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

C

CAPÍTULOXVIII

LafamiliadeEspinosa.Investigaciones

orría el tiempo sin producir alteración notable en la situacjón de losdiversos personajes que figuran en esta historia. Para la desdichada hijadelmaestrodearmas,cadasolqueselevantabaenelhorizonteañadíauna

nuevaespinaalacoronaconqueeldolorceñíasulaceradocorazón.ParaGabrielyMatilde se deslizaban las horas fugitivas, dejándoles nuevas satisfacciones con losgocesdelpresenteyconlasesperanzasdemayorventuraparaelporvenir.

Completamente satisfechode la elecciónde suhija,donPedroEspinosade losMonteroshabíamanifestado,sinembargo,eldeseodeque launiónde. los jóvenesamantessediferiesetodavíaporalgúntiempo.Sedebía,dijo,aguardarelpermisodelpadre deGabriel; y deseaba, además, que éste alcanzara algún otro ascenso en sucarrera.

Elorgullosohidalgoqueríaqueelmaridodesuhijafuese,porlomenos,capitánosargentomayor,pareciéndolepocounsimpleteniente,porbrillantequepudierasersuposiciónyfundadaslasesperanzasconquecontaraparalodeadelante.

CuandoGabrielFernándezsepresentóadonAndrésdeUrdanecheadarlepartedesunuevaelecciónyrecomendarleunacartaparasupadre,elviejonegociantesesonrió con malicia; recordando, sin duda, la escena que había tenido lugar en elmismo sitio, no mucho tiempo antes, cuando fue el enamorado mancebo aparticiparlesuresolucióndecasarseconlahijadeMatamoros.

Noseexpresó,porsupuesto,enlostérminosdestempladosenquelohabíahechoenaquellaocasión.Porelcontrario,dijoqueGabrielnopodíahaberelegidomejor;pero al tratar del punto de recabar el permiso de don Fernando Fernández deCórdoba,fuevisibleelembarazodeUrdaneche.

Extrañoparecióestoaljoventeniente;peronolopareceráasíanuestroslectores,puesnoignoranquedonAndrésnopodíaabrigarporunmomentola¡deadeescribiralsupuestopadredeGabriel.Silodijoasíaéstecuandolecomunicóelproyectode

www.lectulandia.com-Página111

Page 112: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

matrimonioconlahijadelmaestrodearmas,fuecomodebehabersecomprendido,pordar largasal asunto, con la ideadeganar tiempoycon laesperanzadeque surecomendadodesistiríadesuabsurdopropósito.

EntreteneralcapitánMatamorosconlafábuladelpermisopedido,eraalosojosdelviejonegociante,unacosa sinconsecuenciaalguna;peroahora, estandodepormedio,unafamiliarespetable,elasuntoofrecíaseriasdificultades.DijoUrdanecheaGabriel qué hacía algún tiempo no recibía carta de don Fernando, que se habíaretirado deCádiz y trasladado su residencia a algún otro punto deEspaña, que nosabía aún cuál fuese, pues su amigo estaba indeciso respecto a la elección; que leremitiríalacartadeljovenyleescribiríaélmismo,luegoquesupieseadóndedebíadirigirlas; y añadió algunas otras razones que no parecieron a Gabriel muyconvincentes,peroque tampocosuscitaronensuánimosospechaalgunaacercadelsecretoqueocultabanaquellasreticencias.

Transmitió la respuesta de Urdaneche a Matilde y a su padre, y ni ella ni élmanifestaronlamenorsorpresa,considerandofundadaslasrazonesdedonAndrés;ycomo, según queda dicho, don Pedro deseaba que Gabriel obtuviera un nuevoascensoantesdequeseverificaraelmatrimonio,nolepesóqueésteseaplazaraporalgún tiempo.DoñaEngracia, acostumbraba a pensar siempre con la cabeza de sumarido,que,ensuconcepto,sabíamásquetodoslossabiosdelmundohabidosyporhaber,seconformóconloqueéstehabíadispuesto.¿Cómohabríapodidopermitirsecontrariarelparecerdeunhombrequeestabaempapadoen lasGacetasdeEspaña,ella, que por más que oía hablar el día entero de las noticias de la península,confesabaconcandorquejamáshabíapodidodistinguiraNapoleóndeGodoy?

Nohuboenlacasamásqueunapersonaquenosemostrósatisfechadequenoseverificaradesdeluegoelmatrimonio,yéstafuelanegraMariana,quemoviódosotresvecesconmisteriolacabezacubiertadeguedejasdelanaypronunciódosotresfrasesquemostrabanbiensudesconfianzaysurecelo.Nacíanestossentimientosdelentrañableamorquelaantiguaesclavateníaasuniña,comollamabacariñosamenteala hija de Espinosa, y de que su inteligencia sagaz había entrevisto lo que pasabainadvertidoasusmismosamos:elrencorosotesónconqueelabogadoArochenaseempeñaba en suscitar obstáculos al proyectado enlace. Habiendo bautizado a donDiego con el apodo de Caín,Mariana tuvo lamaliciosa idea deMamar aGabrielFernándezelinocenteAbel,sinintenciónquizádeaugurarunacatástrofecomoladelGénesis, pero sí con el designiomarcado de aludir a la sañosa envidia de que eraobjetoGabrieldepartedeArochena.

DoñaEngraciaseriodelostemoresdeMariana;ysiloscomunicóasumarido,fueporlacostumbrequeteníadeparticiparlehastalomásinsignificantedecuantosehacíaosedecíaenlacasa.ElgranpolíticoseñordelosMonterosestabacasualmente

www.lectulandia.com-Página112

Page 113: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ocupadísimo con las noticias de ciertasmedidas dictadas por la JuntaCentral paralibertaralreycautivoyarrojaralosfrancesesdelterritorioespañol,yapenasatendióaloquereferíadoñaEngracia.

Estaba la buena señora uno o dos siglos atrás del movimiento intelectual delmundo.Sabíaleer,nomuydecorrido,letraimpresa,olibro,comosedecíaentonces;carta, o manuscrito, con bastante trabajo; y en cuanto a escribir ella misma, norecordaba haberlo hecho sino tres o cuatro veces en su vida. Los caracteres queformabacon laplumaaquella excelentematronaeranmásbien jeroglíficosquenoletras alfabéticas, y en las raras ocasiones en que hubo de escribir a su marido,ausente, había tenido éste necesidad de consultar a algunos entendidos paleógrafosparadescifrarlacarta.

Las ideasdedoñaEngraciagiraban enun estrecho círculo.Sumarido, que erapara ella lo primero del mundo, su hija, sus criados y los quehaceres domésticoslimitaban el reducido horizonte a donde se extendía aquella alma Cándida. Comotenía tertulia, naturalmente no faltaban en su casa murmuraciones; pero siemprepropensaapensarbiendelosdemásonocreíaelmal,onodejabanuncadealegarsinceramentecircunstanciasatenuantes.

Eracaritativaporconvicción,practicandolacaridadnosolamentepormediodelalimosna,sinoporlatoleranciadelosdefectos,deloserrores,yhastadelasfaltasajenas,queesunadelasmás—notablesformasdeaquellavirtud.

La desigualdad de origen era a los ojos de doña Engracia un axioma tanindiscutiblecomo losmisteriosde fe.Nodespreciabaa sus inferiores,ycon taldeque se mantuviesen a una respetuosa distancia, estaba dispuesta a perdonarles elpecadodenohabernacido igualesaella.Másaún, lesdispensabavoluntariamentecierta afección compasiva, ligeramente desdeñosa tal vez; pero muy distinta de laaltivaarroganciaquehaceodiososa losquesuelenabusarde lasventajas sociales.DoñaEngraciaconcurríaconsuhijaalabodadeunapobremoza,parientadealgunadesuscriadas,quesecelebrabaenunbarriode laciudad;peroporningúnmotivohabríaasistidoalafiestadeunafamiliadelaclasemedia.

Unmatrimoniodesigual,enlorespectivoalaclasedeloscónyuges,horripilabaadoñaEngracia.Bienpodíaserelnoviounancianoseptuagenarioylanoviaunaniñadedieciséisabriles;enhorabuenaqueunodeelloso losdosfueranmáspobresqueJob, si las ejecutorias estaban en regla por una y otra parte, la unión era buena yproporcionadaalosojosdeladignaesposadelseñordelosMonteros.

Por lo que hace a Matilde, no tenemos que decir sino que era con mejorentendimiento, algún cultivo más y cierta altivez, efecto de su belleza, de sucondicióndehijamimadaydelextensocírculodeadoradoresquelarodeaba,elfiel

www.lectulandia.com-Página113

Page 114: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

trasuntolacopiaexactadesuseñoramadre.

EllicenciadodonDiegodeArochenaconocíaperfectamentelasideasdeaquellasdosdamasyteníalaconviccióndequeelamoroelcaprichoquehabíaconcebidolajovenporel tenienteque llevabaelapellidodeFernándezdeCórdoba, sedisiparíacomoelhumoantelacertidumbredequeel ídoloqueellajuzgabadeoropuro,noera sino de barro dorado. Nada menos que a esto equivaldría el verlo despojadorepentinamente del prestigio que le daba a sus ojos un origen ilustre. Por eso seafanaba tanto don Diego en descubrir el secreto del nacimiento de Gabriel, y noperdonabamediodecuantosdirectaoindirectamentepudieranconducirloaaquelfin.Su largaprácticade laprofesióndeabogadoloponíaenaptituddeseguir loshilosmisteriososdecualquierintriga,porqueélhabíaurdidoensuvidamuchastramas,yapara ocultar la verdad, ya para descubrirla, según las necesidades de los diferentesnegociosquehabíatenidoasucargo.

Hemosvistoporlaconversaciónquetuvoconsupasanteydequedimoscuentaen el capítulo anterior, que había logrado adquirir unos cuantos datos sobre lo quetanto le interesaba averiguar; esto es, que tenía cogidos algunosde los cabosde laenredadamadejadeaquella intriga;perorepentinamentesesncontródetenidoysinpoderpasaradelanteensupesquisa.

La explicación del camino por donde llegó Arochena al descubrimiento dealgunoshechosrelacionadosconlahistoriadelorigendelpepe,esmuysencilla.NofaltabaenlaciudadunaqueotrapersonaquerecordaraelrumorvagoquecorriódequeelhijodedonFernandoFernándezysuesposa,noeraenrealidadsinounniñodenacimientodesconocido,expuestoporalgunamadredesgraciadaalaspuertasdeaquellas personas principales y ricas, que, no teniendo sucesión, debía suponerserecibiríancongustoaaquelpobreniñoyconcentraríanenélsusafecciones.

Nosotros sabemosque si su juicioeraexactoporunaparte, eracompletamenteerróneoporotra.EnlaelecciónquehizolamujerquepusoaGabrielalapuertadelafamiliadeFernándezdeCórdoba,noentrónipodíaentrarcálculoalgunointeresado.Ella no conocía la casa donde dejaba a su hijo; buscó la que parecía, por suapariencia,habitadaporpersonasdecondición.

Arochenanolojuzgóasí.Instruidodelrumoraquehemosaludido,supuso,comoera natural, que se había elegido la familia Fernández por sus circuntanciasespeciales.Tratódeaveriguarelparaderodelossirvientesdelacasaydioconunamujer que había sido pormucho tiempo criada de la esposa de don Fernando. Lainterrogóconmaña, leofreciópagargenerosamente lasrevelacionesque lehiciera;peronopudoobtenerdatoalguno,porlasencillarazóndequenadasabíalamujer.NosehabráolvidadoqueelsecretoestabaentreeldependientedeFernándezysusdos criados.De éstos, el uno habíamuerto seis u ocho años antes y el otro había

www.lectulandia.com-Página114

Page 115: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

desaparecido yendo probablemente a establecerse en alguna de las provinciasdistantes. Vista la imposibilidad de averiguar cosa alguna por aquel lado, dirigióArochenasustrabajoshaciaotraspartes.

Sospechando que quizá el escribano donRamónMartínez de Pedrera, en cuyacasa vivíaGabriel, pudiera estar instruido del secreto, trató de interrogar al criadonegrodedonRamón.Nolefaltópretextoparabuscaraéstevariasveces,enlashorasprecisamenteenquesabráquenohabíadeencontrarloyprocuróentablarpláticaconBenito;perotodasusagacidadseestrellóenlareservadelesclavo,quecontestóalaspreguntasdedonDiegoconellaconismoquehabíaempleadoalresponderalmismoGabriel,eldíaquellegóalacasa.

Enseguidaelabogadodiotrazaymodoparaprocurarseunaconversaciónconlacriadadel escribano, y por aquel lado fuemás feliz quepor los otros caminos pordondehabíabuscadoenvanolosdatosquenecesitaba.Mediantealgunasdádivasdepresenteymuchaspromesasparalofuturo,supoquehabíaenlacasauntornoquecomunicabaelprimerpatioconelsegundo,yqueservíaparaqueBenitopasaralosalimentosaunamujerqueestabaallíencerrada,yquesedecíaeraunaseñoraloca.Supo también que todas la noches recibía don Ramón muchas visitas, que seencerrabanconelamoenlapiezagrandequeestáalaizquierdadelzaguán;perolacriadanopudodecirloquehacían.Encuantoaljovenoficialhuéspeddelescribano,nadamássabíaqueloqueeranotorioatodoelmundo.

Heahí,pues,elresultadodelaspesquisasdedonDiego.Pococoncluyente,porcierto,encuantoalobjetoqueteníaenmira,noerataninsignificantequenopudieraservirdepuntodepartidaaulterioresaveriguaciones.ElastutoletradohizoespiarlacasadePedreraporalgunosdesusagentesypocoapocofuesabiendoquéclasedepersonas eran las que lo visitabanpor las noches.Entre ellas había de todo; desdefuncionariosdecategoríahastasujetosdelpelajedelcapitánymaestrodearmasdonFeliciano deMatamoros. ¿Serán conspiradores? se dijo a símismo donDiego.Enaquellaépocacomenzabanyaagerminarlasideasdeinsurrección,suscitadasporlasnoticias de lo que acontecía en otros reinos de América.Más todavía. Circulabanrumoresdequesehabían introducidoenelpaísemisarios francesesque trabajabanocultamente en sembrar ideas subversivas.No sin razón hubo, pues, de sospechar,Arochena,quelasreunionesencasadePedrerapudiesenteneruncarácterpolítico.Perolacircunstanciadequeconcurríansujetosnotoriamenterealistas,hizoquenosefijaraenaquellaconjetura.¿Serán jugadoresqueseocultanpor temorde laspenascon que se ha amenazado recientemente a los de ese oficio? se decía también elabogado. Todo podía ser; pero ni aquella ni otras sospechas que lo asaltaron, leparecíansuficientementefundadas.

TuvolaideadearrendarunadelascasascontiguasaladePedrera,desdelacual

www.lectulandia.com-Página115

Page 116: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

pudieseestablecerunespionajedelpatiodondeestabaencerradalamujermisteriosa,y una vez formado este proyecto se dio a ponerlo en ejecución con su actividadacostumbrada. Había una casa desocupada, situada al lado derecho de la de donRamónycuyozaguándebíaquedarpareddepormedioconelescritoriodeéste.Delas indagaciones quehizo con los vecinos resultó que las ventanas de aquella casapermanecíancerradas, tantoqueseveíanlosvidrioscubiertosdepolvoytelarañas.Era propietaria del inmueble una viuda pobre, y se extrañaba que jamás alquilaraaquellacasa,queporsucapacidadpodíaproporcionarleunbuenarrendamiento.Elabogado se abocó con la viuda; pidió la casa, se le contestó que no se alquilaba;ofrecióunarrendamientodobledelquecorrespondía,ynopudoobtenerresoluciónfavorable. Don Diego se retiró con la convicción de que la casa contigua a la dePedrera participaba de losmisterios de ésta; pero no pudo llevarmás adelante susdeducciones.Persuadido,sinembargo,dequelaviudanolehabíadicholaverdad,se propuso averiguar quién fuese el oculto inquilino de aquella casa. Veremos losmediosquepusoenprácticaalefectoycuálfueelresultadodesuinvestigación.

www.lectulandia.com-Página116

Page 117: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

S

CAPÍTULOXIX

Unanocheencompañíadeuncadáver

ialgúnhabitantedelasoñolientaytranquilaciudaddeGuatemalahubieratenido, por alguna causa grave, que subir o que bajar, de las once de lanochealascincodelamañana,lacalledelcuarteldeartillería,mediandoel

mesdemayode1811,habríapodidovertendidoenlagradadepiedradelapuertadeunadetantascasasdeesacalle,unhombredemuymalatraza,queyaporefectodeembriaguez, o por sueño natural, roncaba de una manera que hacía retemblar losvidriosdelasventanasvecinas.

Cuatroocinconocheshacíayaqueaquelindividuo,queteníatodaslastrazasdeuncucuxque,opordioserodelacategoríamásmiserableentrelosdesuclase,elegíaaquellagradacomodormitorio,cuidándosemuypocodequeunodeesosaguacerosquenosonrarosenaquellaestación,leproporcionaseunbañodequenoteníapocanecesidadtantolapersonacomolosmugrientosharaposquelacubrían.Nadiehabíapasadoquevieraaaqueldormido;ysialgúnservivientehubieraatravesadolacalle,noesprobablehubiesefijadolaatenciónensemejantecircunstancia,hartocomúnenaquellos tiempos. Pero a la sexta noche, como a las doce, llegó un individuoembozadoenunacapadecoloroscuro,'yconunsombreronegrohundidohastalosojos, separóa lapuertadeunade las casasdel frentede aquélladondedormíaelmendigo.Ibatalvezaentrar;perodirigiendolavistaalabandaopuesta,percibióelbultoqueformabaeldormidoysedirigióhaciaélconpasoprecipitado.

La noche era oscurísima. Un espeso pabellón de nubes negras cubría elfirmamento, sin dejar paso a la luz de una sola estrella, y de vez en cuando caíanalgunas gotas de agua, de ésas que suelen preceder a un copioso aguacero.Divisábanse a lo lejos, por la parte del sur, relámpagos fugitivos, indicio de latempestadquedescargabasobrelacosta,yseoíaeltruenodistantequeacompañaalrayo.

El embozado estuvo observando durante un breve rato el cucuxque, pero sinpoderverle lacara,pues la teníacubiertaconunpedazodesombrero.Hízoloaunlado; y aunque quedó descubierto el rostro del dormido, como estaba la noche tan

www.lectulandia.com-Página117

Page 118: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

oscura, nada adelantó aquél en su examen. Pero a la cuenta, el de la capa no erahombrequedesistierafácilmentedeunempeño;asífuequeinmediatamentesacóuneslabón,conelcualencendióunamechayconéstaunapajuela,queacercóalacaradel pordiosero.Estaba ésta tan sucia, que no hubiera sido fácil decir cuál fuera enrealidadelcolordelcutis;perobuscandoquizáalgúnotroindicio,quitóelembozadoal dormido un asqueroso pañuelo que le cubría la cabeza, y aproximando más lapajuela, vio que el cabello del mendigo era tan rubio que tiraba a rojo. Estacircunstanciahubodepersuadiralsujetodequeaquelhombrenoeraloqueparecía.Apagó la luz y moviendo al otro fuertemente; hizo que despertara, dado que enrealidadhubieraestadodormido.

—¿Quéhaceustedaquí?—preguntóelembozadoenvozquepodíaadvertirsenoeralanatural.

—¿Yo?—contestóelsupuestocucuxqueentredientesycomoconmalhumor—;dormir;¿yaustedquéleimporta?Déjemeysigasucamino.

—No, señor licenciado don Diego de Arochena—replicó el de la capa—; esnecesarioqueantesquemevaya,sepayoloquesignificaesedisfrazyloquehaceenestesitioyaestahoraunsujetodelacondicióndeusted.

Elabogado,aquienhabíavendidoelcabelloy lavoz,viéndosedescubierto,sepuso en pie de un salto y sacando un gran cuchillo de bajo la sucia chaqueta quevestía, dirigó la aguzada punta del arma al pecho del desconocido. Este, con unmovimientotanrápidocomoeldedonDiego,diounpasoatrásyamartillandounapistola,apuntóalfalsocucuxqueyledijoentonoresuelto:

—Siustedhaceelmenormovimiento,lelevantolatapadelossesos.

Arochenasedetuvoanteaquellaamenaza,ynodijounapalabra.Entretanto,elembozadosepusoenlos labiosunpequeñosilbatoy lohizoresonar tresveces.Alúltimosilbidoaparecieroncuatroindividuos,embozadostambién,yseacercaronconpasorápido.

—Desarmen a este hombre—dijo el que había llamado, y dirigiéndose a donDiego,añadió—:cualquierresistenciaporpartedeustedseráinútil,ypodrácostariemuycara.

Diciendoasí,sacóunpañuelodealgodón,vendóconéllosojosdeArochenaylequitóelcuchillo.Enseguida,conelceñidorobandadeunodelosqueacababandellegarleatófuertementelasmanoshaciaatrás;leregistrólosbosillosdelcalzónydelachaquetayencontrandoallíuneslabónyunapajuela,seapoderódeestosobjetos.Después dijo dos palabras al oído de los embozados; tomaron éstos en peso a donDiego y echaron a andar. El que había dirigido la operación, pasó a la banda del

www.lectulandia.com-Página118

Page 119: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

frente, abrió la puerta deuna casa, que, comonuestros lectores habrán sospechadoquizá,eralacontiguaaladelescribanodonRamónMartínezdePedrera,yentró.

LosquecargaroncondonDiegoanduvieronunbuen rato,yahaciaelnorteyahacia el sur, tan luego en dirección al oriente como al occidente, demodo que elletradonopudocalcularaquépunto lo llevabannidóndepararon.Oyóqueabríanunapuerta,despuésotra,tendiéronleentierraysemarcharon.

El furordeArochena,prisionerosinsaberdónde,nidequién,estallóensordasimprecacionesyenjuramentosquehacíadevengarsecuandopudiera,delosquelejugabantanpesadaburla.Tratódeponerseenpie,yunavezquelohuboconseguido,dirigió todosuempeñoendesatarse lasmuñecas.Alcabodemediahorade lucha,logróaflojarelnudoydejólibreunamano.Eracuantonecesitaba.Desatólavendaquelecubríalosojos,esperandopoderverdóndeestaba;perosuimpaciencianofuepocaal advertirque sehallabaenunapiezacompletamenteoscura.Fueandandoatientas hasta tocar con la pared, y siguiéndola, dio la vuelta a la habitación, quecalculónodebíasergrande.Notropezóconunsolomueble;loúnicoqueencontrófue una especie de mesa larga, de cal y canto, sobre la cual no había nada. Seencaminó entonces donDiego hacia elmedio de la pieza y dio con otramesa, demadera.Pusolamanoencimaparaversihabíaalgoenella,ylaretiróhorrorizado.Habíatocadounobjetoqueteníalafrialdadylarigidezdeuncadáver.

Elabogadonoeracobarde;perosíbastantesupersticioso,comotodaslasgentesde su tiempo. Pasada la primera impresión que le causó el descubrimiento queacababadehacer,quisoaveriguarsi sehabíaequivocadoono.Volvióa tocarynopudoyaabrigarlamenorduda.Sobreaquellamesahabíaunmuerto.Privadodelosmediosdeencenderluz,sepusoabuscaratientasytemblando,lapuertadelcuarto,con la idea de procurar abrirla y escaparse. Fácilmente dio con ella, siguiendo lasparedes;perosudesconsuelofuecompleto,aladvertirqueleseríaimposibleabrirla,sinmás instrumentoque lasmanos.Reflexionó, caviló, puso en tortura su fecundaimaginación; todofue inútil.Hay lancesenqueel ingeniomássutiles impotentearemoverelmássencilloobstáculoqueseoponealaconsecucióndenuestrosdeseos.Arochena se sentó en el suelo con la espalda apoyada contra la puerta, para estaratentoalmenorruidoyaguardóeldesenlacedeaquellaextrañaaventura.Laideadepasarlanocheenlaoscuridadyencompañíadeuncadáverleerizabaelcabelloylehacíadardientecondiente,comosiexperimentaralosefectosdelfríoqueprecedeenlacalentura.

Entrando en cuentas consigo mismo, pudo medir los progresos que de algúntiempoaaquellapartehabíahechoensucorazónlapasióndeloscelos,queloponíaeneltranceenquesehallaba.MientrasMatildedelosMonterosnosehabíadecididopor ningunode sus adoradores, donDiego llevaba enpaciencia los desdenes de la

www.lectulandia.com-Página119

Page 120: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

orgullosabelleza,esperandoqueeltiempoylaconstanciasupliríanalfinsufaltadeatractivos personales. Pero cuando se convenció de que había un hombre que, sinsolicitarlonipretenderlo,sehabíahechodueñodelcorazóndelahijadeEspinosa,yhabíaacabadoporamarla, ladesesperacióndel letradobizcoypelirrojonoconociólímites.Teníaelalmahenchidadehiél.AborrecíaalllamadoGabrielFernández,alospadresdelajovenyasusparientesqueapoyabanaquellosamores,alanegraesclava,enquiensusagacidadlerevelabaunenemigotemible;alasociedadqueaplaudíaelproyectadoenlace,yhabíamomentosenqueodiabaalamismaqueeraobjetodesuviolenta pasión. Entonces Arochena se sentía capaz de no retroceder ante ningúnmedio, ni aun ante el crimen, con tal de destruir aquellas relaciones que le eraninsoportables.

Dominadoporunasolaidea,donDiegoolvidótodolodemás.Dejólosnegociosimportantes que estaban a su cargo al cuidado de su pasante y consagró toda laactividaddesusfacultadesaunúnicoysolofin.Ennadapensaba,anadaatendíasinopodíaconducirlodirectaoindirectamentealobjetoqueembargabasuspotencias.

Soloyencerradoaquellanocheencompañíadeuncadáver,lejosdequeaquellaaventuraaquelohabíaconducidosumismapasión,lohicieseresolverseaprescindirdelaintrigapeligrosaenqueestabaempeñado,parecíacomosiellamismafueseunnuevo aguijón que excitaramás ymás el sentimiento que lo dominaba.Almas deltemple de la de Arochena encuentran un poderoso incentivo en —cada nuevoobstáculo,encadanuevocontratiempoqueseoponeallogrodesusdeseos.

Apoyadalaespaldacontralapuertaylacabezainclinadasobreelpecho,bajoelpeso de sus reflexiones, renovaba en su interior el juramento de no desistir de supropósitohastadescubrirel secretoque,a su juicio,debíaconducirloadestruir lasrelaciones de Gabriel y Matilde. En medio de aquellas reflexiones, recordaba derepente que estaba prisionero, solo, en medio de la noche, a oscuras y sin máscompañía que la de un difunto, y volvía a temblar y estremecerse. A pesar de suorgullo,elletradohubodeconfesarseasímismoqueteníamiedo;yestesentimiento,tributopagadoalanaturalezayalasideasdesutiempo,lehizosubirlasangrealacara, bajo la costra de tizne con que había procurado inútilmente disfrazar susfacciones.Derepente,leparecióescucharunligerorumorhaciaelmediodelapieza,como por el sitio donde estaba el muerto. El instinto le dijo que huyera; procuróponerse en pie, pero no pudo. Sentía cada una de sus piernas tan pesada como sifuerandeplomo.Ypuestoenpie,¿qué lograría?pensóenseguida.¿Noestabaallíesa condenada puerta que se oponía a su fuga? El rumor continuaba. ¿Era elmurmullodeunavoz,eraelalmadelmuertoqueibaaaparecérseledeunmomentoaotro enmediode unnimbo luminosoy a hacerle oir acentos de otromundo?DonDiego lanzó un grito, hizo un esfuerzo extraordinario; logró ponerse en pie y

www.lectulandia.com-Página120

Page 121: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

comenzóagolpearlapuertacondesesperación.Nadierespondióaaquelgrito;nadieescuchó aquel llamamiento. Arochena estaba como encerrado en una tumba, yseparadoparasiempretalvez(almenosasíhubodepensarloél),delmundodeJosvivos.

Elrumorcontinuabacadavezmásdistinto,másfuerteacadainstante.Elmiedonopermitííaalpobreabogadoatinarconlaexplicaciónsencilladeloqueleparecíacosa sobrenatural. El aguacero que amenazaba caer cuando lo llevaron a aquelencierro, se había desplomado sobre la ciudad, y el agua, penetrando al través déalgunastejasrotasdeltechodelapieza,caíasobreuncandelerodehojadelataqueestaba sobre la mesa donde yacía el cadáver. He ahí el rumor que escuchabaArochena,sinacertarconlacausaquelooriginaba.

Cansadodegolpearlapuertainútilmente,ytransidodemiedo,donDiegosedejócaeren tierraypasócercade treshorasdemortalcongoja.Alfin,cuandoibayaaamanecer,oyóelchirridodeunallavequedabavueltaenlacerraduradelapuertayse abrió ésta lo necesario únicamente para dar paso a un embozado, que volvió aecharllaveluegoqueestuvodentro.

—Don Diego —dijo el que acababa de entrar—, si usted quiere, como losupongo,salirdeestesitioynoacabaraquísusdíassinauxiliohumano,loconjuroaquecontesteconverdadalapreguntaquevoyahacerle.

PorlavozconocióArochenaqueelquelehablabaeraelmismosujetoporcuyaordenhabíasidollevadoaaquelencierro.Alverqueenvezdeunaalmadelaotravida, era un hombre de carne y hueso el que se le aparecía, Arochena recobró suvalor.

—Antes de responder a esa pregunta —dijo—, deseo saber con autoridad dequiénmehaprivadousteddemilibertadpersonalyencerrándomeenestamazmorra,encompañíadeuncadáver.

Elembozadoserióaloirlapreguntadelletradoylecontestó:

—No estamos para perder el tiempo en discusiones inútiles. Responda ustedcategóricamentealapreguntaquevoyadirigirle,omevuelvopordondehevenido.

—Pregunte usted, con mil diablos—dijo Arochena, rechinando los dientes derabia.

—¿Quéobjetohatenidoustedaldisfrazarseyfingirsedormidoenelsitiodondeloheencontrado?

—Siyodormíarealmenteono—respondióelabogado^,noescuentadenadie.Encuantoalobjetoquetuve,noloocultaréausted,yaquerevelándolo,recobrarémilibertad.Espiabayoa losqueentranysalendecasadelescribanorealdonRamón

www.lectulandia.com-Página121

Page 122: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

MartínezdePedrera.

—¿Yconquéfinlosespiabausted?

—Estoy haciendo la defensa de un reo, que aumentará extraordinariamentemireputación,silogrosacarlolibre.Esunpobrediabloaquienseacusadeformarpartede la gavilla de asesinos y ladrones que capitanea Pie de lana, y se le suponecómplice en el ataque nocturno de que estuvo a punto de ser víctima el capitánMatamoros.Yotengomotivosparasospecharqueelqueatacóalcapitánfueunadelaspersonasque se reúnenpor las noches en casadePedrera; ignoroqué clasedegenteeslaqueallíconcurre,yparaaveriguarlo,examinandoalosqueentranysalen,mehesituadoduranteseisnochesenelpuntodondeustedmehalló.

—¿Yporquésospechausted—dijoelembozado—,queelagresordeMatamorosfueunodelosqueconcurrenalatertuliadelescribano?

—Porque sé—contestó Arochena—, que eso que usted llama tertulia, es unareunión de jugadores; que el capitán estuvo allí esa noche, que ganó una suma dedineroyqueseleencontróheridoysinunpesoenlosbolsillos.

—¿Y no puede haber caído en manos —replicó el otro—, de algunosmalhechores que lo hayan herido y robado, caso de que sea cierto lo que ustedasegura?

—Noesimposible—dijoelabogado—;perotampocoloesqueunooalgunosdelosjugadoreshayanseguidoalcapitányasaltándoloalvolverasucasa.

El embozado guardó silencio durante un rato, y donDiego se felicitaba en suinteriordehaberforjadounahistoriaqueteníatodoslosvisosdelaprobabilidad,yconlaqueengañaríaasucarcelero,sindescubrirelverdaderoobjetodesuespionaje,quenoeraciertamentelacasadePedrera,sinolacontigua.

—Veo—dijoeldesconocido—,queustedsabemásdeloqueleconviene.Vayasecon tiento, pues hay cosas cuyo conocimiento puede hacer la ruina del que loadquiere. Lo que usted acaba de decirme será o no será lo cierto; pero por ahoraquiero contentarme con la explicación de usted. Voy a ponerlo en libertad, y noolvidelalecciónqueharecibido.

—Nolaolvidaré,dijodonDiegoensuinterior,nidescuidarétampocoelarreglarla cuenta que te abro desde esta noche, malvado. iAy de ti si la sospecha que heconcebidoresultacierta!

El embozado abrió la puerta y entraron cuatro hombres. Al apoderarse delabogadoparaconducirlofueradeaquelrecinto,advirtieronquesehabíadesatadolasmanos y quitádóse el pañuelo de los ojos. Volvieron a maniatarlo y a vendarlo,cargaronconél,salieronyunavezenlacallé,hicieronevolucionessemejantesalas

www.lectulandia.com-Página122

Page 123: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

quehabíanhechoal llevarlo,hastaquehabiendo llegadodelantede lapuertade lacasadeArochena,lotendieronenlagradaysealejaron.

www.lectulandia.com-Página123

Page 124: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

P

CAPÍTULOXX

Revelación.Descubrimiento

or fortuna para el licenciado don Diego de Arochena, no hubo personaalguna que lo viera aquellamadrugada vendado de los ojos, atado de lasmanosydisfrazadodemendigoen lapuertadesupropiacasa.Suamigo

íntimo y discípulo don Jerónimo Rosales, inquieto al ver que amanecía y noregresabadonDiegodesuexpediciónnocturna,tomólacapayelsombreroydispusoir a buscarlo.No bien hubo abierto la puerta, encontró al licenciado tendido en lagrada, echandomilmaldiciones y jurandovengarse, aunque sin decir de quéni dequién.Elpasantedesatólaligadura,quitólavendadelosojosdesumaestroyguardócuidadosamenteelceñidoryelpañuelo,comocuerpodeldelito.

Arochena,noobstantelafatigaquesentía,noquisoacostarse;refiriósuextrañaaventuraadonJerónimo,yapesardelaintimidadquereinabaentreellos,omitióensurelaciónunavagasospechaquehabíaconcebido,porlaestatura,elaireyelacentodelavoz(aunquefingida),delsujetoquelehabíajugadotanpesadaburla.Parecíalelaideataninverosímil,quequisoaguardarateneralgunapruebaparacomunicarlaaRosales. Por lo demás, la aventura de aquella noche no retrajo a donDiego de supropósitodeprocurarlaaclaracióndelsecretoquetantoleinteresabadescubrir.Porel contrario, ella fue un motivo más para excitarlo a continuar sin descanso susinvestigaciones, que tendrían en adelante un doble objeto: el de impedir elmatrimonio de Gabriel Fernández y el de vengarse del desconocido que le habíainferidotangroseroultraje.

Durante toda lamañanaestuvoel licenciadocavilando,sinpoderacertarconelhitoquedebieraconducirloenellaberintodedudasydeconfusiónenquesehallabaenvuelto. Pero acontecemuchas veces en la vida que un secreto que no podemosdescubrirpornuestrosesfuerzos,comienzaarevelársenosporefectodelacasualidad;y así le sucedió aquella vez a don Diego. Como al medio día paseábase en sugabinete, en la mayor agitación, hablando y gesticulando solo, cuando se abrió lapuertaconcautela,entróelcriadodelacasaypusounaesquelacerradaenmanosde

www.lectulandia.com-Página124

Page 125: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

su amo. Arochena conoció la letra del sobrescrito y estuvo a punto de arrojar elbillete,sinabrirlo,alacanastadelospapelesinútiles.Sinembargo,dominandoaquelimpulso,abriólacartayleyólosiguiente:

"AmigodonDiego:necesitourgentementeverausted.Estoyenfermo.Venga.—AndrésdeUrdaneche".

Será, pensóArochena, para alguno de tantos negocios de la casa queme estánencomendados.¡BuenoestoyyoparairahoraaocuparmeenesascosaslNoiré.

Puso la esquela abierta sobre subufete y continuópaseándose, entregado a suscavilaciones. Cada vez que llegaba delante de la mesa, echaba los ojosmaquinalmentealacarta.

—Necesita urgentemente el yerme —decía Arochena—. ¿Y a mí qué meimportanlasurgenciasdedonAndrésnilasdesucasadecomercio...?Dicequeestáenfermo...Noesextraño.Estiempoya.Esehombreesviejo...¿Ysiestuvieraencasóde muerte?—añadió el letrado como si lo asaltara una idea súbita—. ¿No es él,corresponsal de Fernández de Córdoba? ¿No es él, encargado de suministrar a susupuestohijocuantonecesita?¿Simellamaraparaunarevelación importante?Voyalláinmediatamente.

CincominutosdespuésdonDiegollegabaacasadeUrdanecheyeraintroducidoen el dormitorio del viejo negociante. Don Andrés estaba recostado en un sillón,pálido,pensativoyconelbrazoizquierdosuspendidodeunpañueloblanco,atadoenderredordelanuca.Elcriadoqueintrodujoallicenciadoseretiróycerrólapuerta,porordendesuamo.

—¿Está usted malo, señor don Andrés? —dijo Arochena, fijando su miradaescrutadoraenlasfaccionesdelanciano.

—Sí,amigomío—contestóUrdanechesinalteraciónaparente—.Hesufridoestamañanaunligeroataquedeinsultoyhasidonecesariosangrarme.

—Esoesriada—dijodonDiegochanceando—;enfermedadesdericos.

—Amiedad—replicóUrdaneche—,unmal ligeropuedeserprecursordeotrograve.Entodocasolaprudenciaaconsejaqueestéunopreparado.

—Nodirélocontrario—contestóArochena—;peromeparecequeustednotieneporquéinquietarse.Losnegociosdelacasasupongocontinúanbien,yencuantoalos personales de usted creo serán.de muy fácil arreglo. Usted no tiene herederosdirectos;suúnicopariente,queyosepa,essusobrinonieto,donJerónimoRosales...

La fisonomía del anciano pareció tomar un aire sombrío e interrumpiendo alabogadodijoconpalabrasentrecortadas:

www.lectulandia.com-Página125

Page 126: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Heahí,amigoArochena,loqueniustedniyomismopodemosasegurar.

—¿Cómo?—preguntódonDiegoconalguna inquietud—,¿quenopuedeustedasegurarquenotieneherederosdirectosyqueRosales,mipasante,puedenosersumásinmediatopariente?SírvaseustedexplicarsedonAndrés.

El anciano guardó silencio durante un momento y luego, como si tuviera quehacer un gran esfuerzo, dijo en vozmuy baja y con acento que revelaba profundaemoción:

—Hayaquí(ysepusolamanosobreelcorazón),unsecretoquehaceveinteañosenvenenamiexistencia;quejamáshereveladoanadieyquesóloladuranecesidadme obliga a descubrir a usted ahora. Tengo confianza en su discreción y me esindispensablesuconsejocomoletrado.Escúchemeusted.

Sinsaberbienporqué,ArochenaconsideródelamayorimportancialoqueibaadecirdonAndrés;asífuequesepropusonoperderunasoladesuspalabras.

—Usteddebesaber—continuódiciendoelviejonegociante—,queyofuicasado.

—Losé—contestódonDiego—,ytambiénqueperdióustedasuesposamuchosañoshace,quedándoleunaniñaquemuriójoven.

Allíestá—replicóUrdaneche—,lapartedolorosademitristehistoria.Esahijamíaqueustedytodoscreenmuerta,yquelohaestadoparamíveinteañoshace,talvezvivaahora.Aquelladesdichada,añadióconvozsorda,cometióunafaltagrave,cuandocontabaapenasdiecisieteaños.Cuando loadvertí, leexigíelnombredesuseductorysenegóobstinadamentearevelármelo.Entoncesmeresolvíalanzarlademicasa,dedondesalióparanovolverjamás.Fingíunviajeyesparcílavozdequemihijahabíamuerto.

Nuncahevueltoaoirhablardeaquelladesventurada;nosésiviveysiexisteelfruto de su falta. Tal vezme queden pocos días de vida; debo disponer de lo queposeoynecesitoelconsejodeusted,¿Puedotestarlibremente,ignorandosimihijaexiste?

Urdanechecalló.Podíanhabersecontadoloslatidosdesucorazón,quepalpitabaviolentamente.Eldesdichadohabíatenidoquehacerungranesfuerzopararevelaralabogado aquel secreto guardado durante tantos años. Don Diego escuchó conasombroaquellaconfesión,yseagolparonensuespíritulassospechasmásextrañas.Profundamente preocupado de una idea, creyó entrever en lo que le referíaUrdaneche, algo que estaba relacionado con elmisterio cuya aclaración procurabacontantaansia.Sinsaberbienporqué,seleatravesóelpensamientodequeaquellamujerencerradaencasadelescribanoPedrera,pudieseserlahijadedonAndrésyelllamadoGabrielFernándezelfrutodesucaída.Peroentonces,¿quiéneraelpadrede

www.lectulandia.com-Página126

Page 127: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

aquel joven? ¿El escribano mismo que lo tenía en su casa? No parecía probable.NadiemásextrañoporsucarácteraesaclasedeaventurasquedonRamón.Además,se sabíaqueGabrielhabía sidocolocadoenaquellacasaporelmismoUrdaneche,que seguramente no tenía sospecha alguna de que pudiera ser su nieto. ¿Por qué,entoncesleabríasubolsacontanilimitadagenerosidad?¿Cómoexplicarloslujososregalos queGabriel había recibido para la fiesta de noviembre? ¿Sería Urdanechesolamenteelintermediariodeotroparatransmitiresosobsequios,elinstrumentodeloculto y desconocido seductor de su hija? Y, después, ¿quién era éste? No uncualquiera, seguramente, una vez que podíamantener a su hijo con lujo y hacerleregaloscostosísimos.

Un minuto bastó para que aquellas reflexiones atravesaran rápidamente por laimaginacióndedonDiego.Comoseve,aunqueagregandoundatonuevoalosqueyatenía,ellasdejabanaúncubiertabajounveloimpenetrable,laparteprincipaldelsecretoquetem'aelmásvivointerésenaclarar.Estuvotentadodeinsinuaralancianolasospechaquehabt'aconcebidodequefuesesuhijalamujerencerradaencasadePedrera y Gabriel el hijo bastardo de esa misma mujer. Pero reflexionóinmediatamentepuesdandoadonAndréslaideadequesuhijavivía,eraseguroqueesto privaría a don Jerónimo Rosales de la herencia del anciano, o del cuantiosolegado que probablemente le dejaría, caso de creerse sin herederos directos. NoignorabaArochenaquesienefectovivíalahijadedonAndrés,ysusobrinonietoeranombrado heredero, o legatario en cantidad considerable, podía estomás tarde darorigenaunlitigio;peroesaconsideraciónnoarredrabaaunletradodelahabilidadyaudaciadedonDiego.Entodocaso,sedecíaasímismo,valemástenerquesostenerun pleito, que no ver pasar la herencia a otra persona, como sucederá si llega adescubrirUrdanechequevivesuhija.

Hechasestasreflexiones, resolvióguardarsussospechasen lomásprofundodesualma,ydijoadonAndrés:

—Piensoqueesimposiblequesilahijadeustedviviese,nohubieraustedoídohablar de ella en tantos años como han pasado desde su desaparición. Lo másprobable, lo seguro casi es queno existe, lo cual deja a usted enplena libertaddedisponer de sus bienes en favor de otra persona. En todo caso,mi opinión es queusted otorgue un testamento cerrado, escribiendo ustedmismo su última voluntad,cerrando y sellando el pliego y haciendo que un escribano y siete testigos firmensobrelacubiertaunarazónenqueconstequeaquéleseltestamentodeusted.Sipararedactarlo, tieneustednecesidaddemí,no tengoparaquédecirlequeacualquierahorametieneasudisposición.Yocreoqueustednoolvidaráasusobrinonieto,sumásinmediatodeudoyquetienetantoafectoyrespetoporusted.

Urdanecheclavósumiradapenetranteenelabogadoyledijo:

www.lectulandia.com-Página127

Page 128: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Puedeustedestarsegurodequenoolvidaréamisobrino.

Completamente satisfecho con el resultado de la conferencia, Arochena sedespidiódelviejonegociantey corrió a su casa a informar a sudiscípuloy amigoíntimodelabrillantefortunaqueselespreparaba.Decimosseles,porquedonDiegosabíamuybienqueviniendoaserRosalesherederoolegatariodedonAndrés,seríacomosilofueseélmismo.

Entretanto, Urdaneche, luego que volvió la espalda don Diego, se sonrió condesdénylevantándosenosintrabajo,sesentójuntoaunamesadondehabíarecadodeescribirycomenzóatrazaralgunaslíneasmuydespacioenunafojadepapel.

Dejaremosalancianoentregadoaaquellaocupaciónyalletradocomentandoconsupasanteelimportanteacontecimiento,ydiremosalgodeunadelaspersonasquehanfiguradoenestahistoriayaquienhemosperdidodevistahacealgúntiempo.Esésta la hija del maestro de armas, la abandonada novia de Gabriel. Rosalía habíanecesitadodeocuparsucorazóndesiertodesdequetuvoquearrojardeéllaimagenseductoradelingratoqueburlabatancruelmentesuscandorosasilusiones.Pensóunmomentoretirarseaunclaustro;peroaquellaalma,exentadeegoísmo,comprendióinmediatamente que no debía abandonar a su padre anciano y a sus hermanos aquienes servía demadreydesechó resueltamente la idea.EntonceshizoRosalía elpropósitodeconsagrartodaslashorasqueledejabalibreselcuidadodesufamiliayeltrabajoquelesproporcionabaescasamentelasubsistencia,aasistiralosenfermosdeunmalcontagiosoy repugnante,que inspirabahorrora todos, locualhacíaqueaquellosinfelicesnecesitasenmás,queotrosdelacaridad.Eranéstoslosleprososolazarinos,cuyonúmeroeraconsiderableen lapoblaciónyquenoestabanentoncesrecogidosenunestablecimientoseparado.Acompañadadesuhermano,quecontabayaunosdiezaños,recorríalosbarriosdelaciudad,buscandocor\elmayorempeñoalos leprosos y prodigaba sus cuidados a aquellos infelices, proporcionándoles losaliviosyconsuelosqueestabanasualcance.Elniño,temerosoalprincipio,habíaidofamiliarizándoseconlosenfermos,acabandopornosentiraprensiónnirepugnanciaalgunadeacercárcelesytratarconellos.Porelcontrario,siguiendoelejemplodesuhermana,parecíatenergustoenasistirlos.

Un día que la hija de don Feliciano tuvo que prescindir de sus excursionescaritativas,porcuidarasupadre,queestabaenfermo,Antonio(ésteeraelnombredelchicohermanodeRosalía),discurriódivertirseporlasazoteasytejadosdesucasa.Unapareddivisorianomuyelevada,separabaelgallinerodeéstadelahuertadeunacasa grande, a cuya espalda caía la delmaestro de armas. Elmuchacho se puso acabalgar sobre el caballete, procurando coger algunas naranjas quependíande unaramaquecasitocabaconlapared,yderepentevioatravesarbajolosárbolesaunamujer alta y encorvada, y cuyo cabello blanqueaba ya. Antonio quiso ocultarse,

www.lectulandia.com-Página128

Page 129: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

temiendoserreconvenido;peronopudohacerlotanprontoquenovieselacaradelaseñora,enlaquedescubrióalmomentolasseñalesqueleeranyamuyconocidas,deunaleprabastanteavanzada.Lamujervolviólacaraprecipitadamenteyseretiró.

—Simeofrecesnoregañarmeporhabersubidoalaazotea—dijoelmuchachoasuhermana,luegoquebajó—,tedigoloquehevistoenunadelasvecindades.Escosaqueteinteresamucho.

—Hacesmuymal,Antonio—contestóRosalía—,eniraespiarlascasasajenas.Noséloquehabrásvistonicreoquemeimportesaberlo.

—¿Quenoteimporta?Puessiesasí,¿porquéandasbuscandoportodalaciudadloqueyohevistoenesacasa?

—¿Qué?—replicólajoven,interesadayaeneldescubrimientodesuhermano—,¿serátalvezalgúnenfermo?

—Enfermo, no—dijo el chico—; enferma, sí y con cara de estar muy mala.Figúratequeescomounagranada.

—¿Ycuáleslacasa?,dijopronto.

— i Ahí bien sabía yo—contestó Antonio riéndose—, que en diciéndote quehabíaencontradounodetusqueridoslazarinos,yanomehabíasderegañar.Oye,eslacasaqueestáaespaldasdelanuestra.Elgallinerodeaquídaauna

huerta donde hay muchos árboles frutales, y allí vi atravesar una señora alta,agachada,medioviejayqueparecíamuytriste.Volviólacarayviqueeraespantosa.Meescondí';perocreoquealcanzóavermeytalvezvendráyalaquejaamipadre.Telodigoparaquesepasloquehuboynovenganaponerdemás.

Rosalíapermaneciópensativaduranteun rato,procurandocalcular cuál sería lacasa.Despuésdeunmomentodemeditación,sepusopálida,luegoencendidaydijoconvozbalbucienteycomohablandoconsigomisma:

—Espaldaconespaldaconelgallinerodecasa;esdecirenlacalledelcuarteldeartillería.Peroesaes,sinomeengaño,!adelescribanorealdonRamónMartínezdePedrera. La casa donde vive... y no dijomás. La voz se ahogó en la garganta deRosalíaylapobrejovencayóenprofundoabatimiento.Estonodurómásqueunostres o cuatro minutos. Haciendo un esfuerzo para sobreponerse a la idea que ledestrozabaelcorazón,exclamó:

—Pero,¿quéimportaquiénseaellanilacasadondeesté?¿Nohehechovotodebuscarportodaspartesyasistiratodoslosdesdichadosquepadezcandeesemal;alosque tengan laceradoel cuerpocomo tengoyoel alma?Antonio, añadióenvozalta,dirigiéndosealniño:vasavolverasubiralaazotea;procuraveraesaseñora,

www.lectulandia.com-Página129

Page 130: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

habíalecondulzura,dilequeyo,quetuhermanadeseaverla,hablarleypoderserleútilenalgo,ymeavisasloqueteconteste.

No deseaba el muchacho otra cosa que poder subir libremente a cortar lasnaranjasdelahuertavecina.Así,ofreciódesempeñardesdeelmismodíalacomisióndesuhermana;yenefecto,sesituóenelcaballetede lapareddivisoriade lasdoscasasyaguardóconpacienciaquevolvieseaaparecerlaseñoraenferma.

www.lectulandia.com-Página130

Page 131: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

D

CAPÍTULOXXI

ManuelitalaTatuana

esde que Gabriel Fernández estuvo seguro del amor de Matilde de losMonteros y del agrado con que la familia de ésta veía el proyectadomatrimonio,aguardabaimpasibleelconsentimientodesupadre,yquela

fortuna, que tan propicia se la habíamostrado hasta entonces, le hiciese un nuevofavor, proporcionándole el ascenso en su carrera que pondría el colmo a sus máslisonjerasesperanzas.

Aun cuando sea con perjuicio de nuestro héroe, debemos confesar que en elsentimientoqueexperimentabaporaquellajoven,habíamásamorpropioyvanidadqueverdaderapasión.Lohalagaba la ideade ser dueño absolutode aquel corazónrebeldequehabíasabidoresistiralassolicitudesdetantosadoradoresyJadehaberdominado el orgullo de la mujer que lo viera al principio con la más desdeñosaindiferencia.Peroaquellailusión,aquellaternuraconquehabíaamadoalapobrehijadelmaestro de armas, no entraban casi por nada en las relaciones un tanto frías ymedioceremoniosasconlabrillanteyaristocráticabellezaqueerayasunoviaalosojosdelasociedad.

Preciso es añadir a esta confesión que ei espíritu un tanto versátil del tenienteFernández comenzaba a considerar algomonótonos aquellos amores semioficiales.ComolostertulianosdedoñaEngraciahabíanidodesertandopocoapoco,dejandoelcampolibrealafortunadocortejodeMatilde,lasreunionesnodejabandepareceryaaGabrieluntantofastidiosas.Comenzabaacansarlolamariposadeplataqueservíadeantifaza laúnicavelaconquesealumbraba lapiezadonderecibían lasseñorasporlasnoches;lamancerinadelmismometalquesosteníalapreciosajicaraenqueseservíaelchocolateasu futurasuegra;ymásque lamariposay lamancerina, lofastidiabayalaconversaciónpocoinstructivadelabuenaseñora.CuantoteníanquedecirseGabrielyMatilde,estabadichoyrepetidohasta lasaciedad.Elvocabulariodel amor casi agotado ya, no tenía cómo alimentar las conversaciones de los dosjóvenesdurantelashorasenquedoñaEngracia,protegidaporlasalasdelamariposa,digeríadormitadasusmarquesotesysuchocolate.

www.lectulandia.com-Página131

Page 132: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

No por eso se crea queGabriel habría visto con indiferencia que un obstáculocualquieraseatravesaraentreMatildeyél;niseimaginetampocoquepretendamosdar a entender que hubiera dejado de amar a ésta enteramente. Lo único quedeseamoshacernotaresque,encontrándoseennodisputadaposesióndelamujeraquiencortejabamásporvanidadypororgulloqueporverdaderapasión,comenzabaaencontrarmonótonasyfríasaquellasrelaciones.

Esto condujo al joven teniente a buscar distracción en lo que podíaproporcionársela. Comenzó a gastar el dinero con cierta profusión que le atrajoprontonumerososamigos.Unoscuantosmancebos,militaresunosypaisanosotros,que lo reconocían como jefe, formaron una asociación que, obteniendo pronto lasimpatíadelasmozas,hizofruncirelceñoapadresymaridos.Organizabanfiestasen casas de equívoca reputación, y frecuentemente hacía Gabriel Fernández losgastos de aquellas reuniones nomuy decorosas. Concurrentes asiduos al juego depelotaque sehallabaestablecidoporentoncesenel espaciosopatiodondemuchosañosdespuésseconstruyóelteatritodeVariedades,loscalaveras,comolosllamabanlagenteformal,perdíanallísumasdealgunaconsideración.

UndíadetantostuvonecesidadGabrieldeabocarseconsututor,donAndrésdeUrdaneche,aquiennoveíayasinomuydetardeentarde.Despuésdeinformarsedela salud del anciano, bastante quebrantada a la sazón, sacó el teniente una lujosacarteradeterciopelocarmesíconlasarmasdelosFernándezdeCórdobagrabadasenuna plancha de plata sobre la cubierta, y comenzó a extender sobre la mesa deUrdanechealgunospapeles.

El viejo negociante seguía losmovimientos del joven sin decir palabra. Luegoquehuboterminadolaoperación,dijoGabriel:

—Tieneustedaquí,señordonAndrés,algunascuentecitasqueesnecesariopagar.

—¿Acuántomontan?—preguntóUrdaneche.

—No lo sé —replicó el joven—; pero no puede ser gran cosa. Sírvase ustedverlas.

Don Andrés se caló las gafas y tomando una pluma y un pliego de papel,comenzóasumar.

Habíaallícuentasdesastres,zapaterosyplateros;de las tiendasdegéneros,delas de vinos y licores y otras que ascendían a ochocientos veintinuevepesos cincoreales.Entrelaspartidasllamóparticularmentelaatencióndelancianounadecientoochentaycincopesosporlistonesyfajasdeseda;pero,porsupuesto,noseconsideróconderechodepreguntaraGabriel,paraquéhabíanecesitadocomprartantolistónytantafaja.Porúltimo,veníaunmemorándumonotadedeudascontraídaseneljuego

www.lectulandia.com-Página132

Page 133: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

depelota,queascendíanamilquinientospesos.

—Total—dijoUrdaneche—,dosmiltrescientosveintinuevepesoscincoreales.

—Nopuedeser—exclamóGabriel—.¿Enquéhedehaberyogastadotanto?

Don Andrés le pasó, sin decir palabra, el pliego donde estaban anotadas ysumadaslaspartidas.Eltenientelasmedioexaminóyrepetía:

—Nopuedeser,nopuedeser.

—Plazaola —dijo Urdaneche, levantando la voz. Inmediatamente se presentóaquel mismo sujeto a quien vimos responder a igual llamamiento cuando algunosañosantesfueGabrielporvezprimeraaveradonAndrés.Llevabalamismaplumadetrásdelaorejaysehubieradichoquenohabíapasadodíaporél.

—Entregue usted—dijoUrdaneche—, dosmil trescientos veintinueve pesos ycincorealesadonGabrielFernández,yquelefirmeunrecibo.

Eltenientenoerahombreparaponerseacontaraquellasuma,aunquelaentregaselehizoenonzasdeoro.Llamódosindiosyhaciéndolescargarconeldinero,semarchómuysatisfecho.Sabíayaquepodíacontraerdeudasdeconsideraciónyqueelcrédito que tenía abierto en la casa de Agüero y Urdaneche era poco menos queinagotable.Asífuequepagadossusacreedores,comenzóinmediatamenteacontraernuevasdeudas.Derramabaelorocon laprofusióndeaquélaquiennada lecuesta,aumentandodedíaendíaelcírculodesusparásitosylafamadelainmensariquezade que podía disponer. Los dos m¡( y tantos pesos que acababa de pagar semultiplicaron por ocho o diez en boca de los noticieros de la ciudad y el públicoaceptóelhechosinexamen.

Entre los amigotes que formaban la corte del joven Creso había uno que sedistinguíapor ladestrezaconqueexplotabasuvanidad, lisonjeandosuspasionesyhaciéndose pagar bien caros los servicios que prestaba al descarriado teniente.LlamábaseCristóbaldeOñate;contabayamásdecuarentaañosyhabíarecorridolosdiferentes grados de la escala del vicio, hasta tocar en aquéllos de los cuales eradifícil pasar. Este perdulario vino a hacerse el mentor de Gabriel, que le abrió sucorazón(alocualnodabaOñategrandeimportancia),ysubolsillo,objetoprincipaldelaamistadinteresadadelpegote.

Oñate había conducido a su discípulo a casa de todas las mujerzuelas dereputaciónproblemáticaquehabíaenlaciudad,dondepasabanalegrementelashorasenbailesycomilonas.UnanocheGabrielysusamigossedivertíanenunacasucadelbarrio de Candelaria, donde se había reunido la flor y nata de las bellezas delvecindario.Eranlasnueve.Oñateestabainquietoysalíaacadainstantealapuertaquedabaalacalle,comosiaguardaraaalgunapersonaquetardaba.Alasnuevey

www.lectulandia.com-Página133

Page 134: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

media se abrió la puerta y apareció una vieja, cuya cabeza completamente cana,agitabaunligerotemblornervioso,ycuyasmanos,secasyhuesosassufríanlamismaconvulsión. Tras ella entró una joven como de veinte años, morena, ojos negros,sonrosada,ycuyasfaccionestodas,perfectamentedelineadas,formabaneltipomásinteresanteyatractivodeesarazaenquelasangreindígenaylaespañolaentranporigualespartes.Unasalvadeaplausosacogiólaaparicióndeaquellalindajoven.

—Ella es —dijo una voz—, Manuelita la Tatuana: y todos los jóvenes de lareunión, con excepción del teniente Fernández, gritaron a voz en cuello: ¡Viva laTatuana!

Lajovenqueacababadeentrarycuyallegadaexcitabatantoentusiasmo,erahijadelaancianaquelaacompañabayambashabíanvenidorecientementedelaAntiguaa establecerse en la nueva Guatemala. La madre de la vieja fue aquella célebreTatuanaquepasabapor unagrandísimabruja y que, según la tradición, había sidoemplumadaencastigodesushechicerías.Elapodohereditarioenaquellafamilia,sehabíatransmitidodelaabuelaalahijaydeéstaalanietaynadieconocíaalamozacon otro nombre que el deManuelita la Tatuana. Cuando la joven se despojó delrebozodesedadecoloresvivosquellevabasobreloshombros,dejóverelpechoylaespalda,quemediocubríaunadelgadacamisadetulblanco.Laenaguaeradebataviarojaconvuelodegasamuyfina,blancacomolacamisa,ybajoelruedoasomabaelmenudo pie, completamente descalzo. El cabello, formando dos gruesas trenzasnegrasconunancholistónmuaréencarnado,bajabanhastatocarcasiconlatierralosdos grandes florones con que remataban. Los brazos, perfectamente torneados, lamanobreveyfinaquenoparecíaacostumbradaatrabajosreciosyelairesatisfechoycasiosadoqueseadvertíaenlaTatuana,llamaronvivamentelaatencióndeaquellosjóvenesseñores.

HemosdichoqueGabriel nounió suvoz al coroque saludó la apariciónde labelleza de los pies desnudos; pero no fue por cierto porque no admirara aquelespléndidotipodelamujerdelpueblo.Porelcontrario,laimpresiónquelehizofuetal,quenoledejólugardeprontoparaexternarsuasombroconvivas.ypalmadas,comosuscompañeros.

Uno de los oficiales puso su gorra de cuartel a los pies de la Manuelita, quecorrespondiendo a aquella invitación a bailar, lució su gentileza en un fandango.Gabriel seguía con avidez losmovimientos de aquel cuerpo ligero como el de unasílfide;buscabalamiradadefuegodeaquellosojosnegrosynoperdíaunasoladelas palabras vivas y atrevidas que salían de tiempo en tiempode aquella boca quemanteníaentreabiertalarespiraciónagitadadeladanza.ElimpresionablejovenhizomentalmenteunacomparaciónentreaquellamujeryladignayfríaMatildeEspinosadelosMonteros,y...tristeesdecirlo,labalanzaseinclinóporelmomentodelladode

www.lectulandia.com-Página134

Page 135: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

laTatuana.Mediahoradespués,Gabriel,quehabíaestadorondandoenderredordeManuelitacomolamariposaentornodelallama,estabaenunaesquinadelasalaenconversaciónconlamuchacha.Losamigos,queparecíanrespetarlaeleccióndeljefedelaalegrepandilla,sedivertíanconlasotrasdamiselasdelareuniónyCristóbaldeOñate, en un rincón oscuro de la pieza, hablaba con la vieja Tatuana y se sonreíacomoMefistófelesalveraFaustoalospiesdeMargarita.Elplandeaquelhombrediabólico iba saliendo amedida de su deseo. Era él, antiguo cortejo de la madre,quienlahabíahechovenirdelaAntiguaconsuhija,ytendidoaquel lazoalricoygeneroso teniente.Oñate seprometía serel intermediariode losamoresdeGabrielFernándezyManuelitalaTatuanayhacersepagarsutrabajoconliberalidad.Laviejahabíaentradoenelplansinelmenorescrúpulo;pero,conociendoelcarácterextrañoycaprichosodesuhija,nohabíacreídoconvenientedecirleloqueseproyectaba.

Habríasidomuycapazdenegarseatomarparteenlafarsa.

Gabrieleratímido.Noteníaaúnelaplomoquedaelhábitodeciertasociedad,ysesentíasiempreinclinadoaserrespetuosoycortésconlasmujeres,cualquieraquefuese su condición. Trató de usted a la Tatuana, distinción a que no estaba éstaacostumbradaporpartedelaspersonasdelaclasedeltenienteyquelalisonjeó,porlomismo que le parecía extraña. Ella conoció almomento la impresión que habíahechoeneljovenoficial,aquienveíaobjetodelasatencionesdetodos,ycuyafiguranoledesagradóaprimeravista.

Al siguiente día de aquella fiesta, en que Gabriel ya no se separó casi de laManuelita, fue a visitarloOñate y por supuesto hizo que la conversación recayerasobre la linda moza. Dijo que había conocido en la Antigua a la madre, cuandotodavía no era enteramente vieja; que estaban muy pobres, ocupándose la hija enhacer cigarros y la anciana en vender polvos y bebidas para inspirar el amor a lostontosquecreíansemejantespatrañas.

Gabrielhablóconentusiasmodelamuchacha,deseóvisitarlayOñateseofrecióallevarlo a casa de las Tatuanas. No quiso el teniente diferir la visita un solo día.Fueronaquellamisma tarde,y tuvomuchapenaalverelmiserablealojamientodeaquella que le parecía ya casi digna de habitar un palacio.Volvió otra vez y otrasmuchas; hizo obsequios valiosos a la vieja; la joven apareció un día calzada conzapatoderasoymediadesedayunatardeenlaplazadetoros,llamólaatenciónunriquísimo hilo de perlas que la joven Tatuana llevaba al cuello. Valía seiscientospesos.Aquellasmujerescambiarondecasayvivíanyaconciertacomodidad,pornodecirlujo.

Elsecretodeaquellatransformaciónnotardóendescubrirse.Todalaciudadsabíaquiéneraelquehacíaaquellosobsequios,menoslafamiliadeEspinosa.DonPedroalgo había oído; pero casualmente fue en ocasión en que se publicaba el parte del

www.lectulandia.com-Página135

Page 136: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

generalAlva,dandonoticiadehaberocupadoMadridelDuquedeCiudadRodrigo,yhuidolosfranceses,yelbuenodelregidordecanoapenasatendióaloqueledecíande su futuro yerno. A doña Engracia y a Matilde nadie se había atrevido hastaentoncesadecirlesunapalabra;aunque,alaverdad,habíamásdeveintevecinasynovecinas que decían diariamente que no era caridad dejar que la santa señora y lapobreniñaignoraranloquetantolesimportabasaber.GabrielcontinuabasusvisitasaMatilde y hablaba siempre de aguardar con ansia el día en que podría llamarlaesposa. Sus relaciones con la Tatuana le parecían cosa insignificante y sinconsecuenciaalguna,siemprequenollegasenanoticiadesunovia.TalvezGabrielse equivocaba al formar ese juicio, y quizá el tiempo habría de enseñarle que haycosas con que a veces no puede jugarse impunemente. Pero no anticipemos losacontecimientos, y dejando al héroe de esta historia empeñado en aquella intrigagalante,veamosloquehacíaentretantolabondadosahijadelcapitánMatamorosparaponerseenrelaciónconlaseñoraenfermadesuvecindad.

www.lectulandia.com-Página136

Page 137: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

E

CAPÍTULOXXII

Laseñoradelvelonegro

lmuchachopuestoenatalayasobreelcaballetedelapareddivisoriadelascasasdelescribanorealdonRamónMartínezdePedreraydelmaestrodearmas don Feliciano deMatamaros, no volvió a ver asomar durante dos

díasalaseñoraaquiendebíahablarporencargodesuhermana.Lasnaranjasdelaramaquetocabaconlaparedestabancasiagotadasya,yAntonioperdíalaesperanzadeveralaenferma.Porúltimo,alcaerlatardedeltercerdía,cuandosepreparabaelmocito a abandonar el puesto, creyó distinguir una figura entre el ramaje de losárbolesdelahuerta.Noseengañaba;eralamismamujer,altayencorvada,aquienhabía visto cuatro días antes. Acercóse lentamente al punto donde estaba elmuchacho,yprontopudoadvertiréstequelaseñorallevabalacaracubiertaconuntupidovelodetulnegro.

CuandoestuvoéstaadistanciaenquepodíahablaraAntonio,ledijo:

—¿Quéhacesallí?

—Estoyaguardándolaausted—contestóél.

—¿Yquéseteofrececonmigo?

Elrapaz,quenoaguardabaestapregunta,niestabapreparadoacontestarla,dijo:

—Siesquemihermana...somoshijosdelcapitándonFelicianoMatamoros,elqueenseñaajugarlaespada...ymihermana,quesellamaRosalía,laquiereaustedmucho... y como sabe que usted tiene muy buenas naranjas en su huerta, me hamandadoapreguntarlesilevendealgunas.

—Puesmeparece—contestólaseñoraviendolaramaquetocabaconlapared—,quenohasaguardadoquetelasvendieraparatomarlas.

—Sifue—replicóelmuchacho—,quesecayerondemadurasyfueronadaralgallinerodemicasa.

—Bien—dijoladelvelo—;¿ysóloesoquiereconmigotuhermana?

www.lectulandia.com-Página137

Page 138: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—No—respondióAntonio,animadoporelacentobondadosodelaseñora—;siesquelaRosalíadicequedeseaverlaaustedypoderservirledealgo...Porquehadeestar,señora,quemihermanayyoandamosportodaspartesbuscandoenfermos,yelladicequequiénquitaqueustedtambiénpudieraestarenferma.

Laencubiertaguardósilencioduranteunmomentoyluegodijo:

—Esdecir,quetuhermanaganasuvidaasistiendoenfermosenlascasas.

—No —replicó Antonio—, no nos pagan nada, ni asistimos toda clase deenfermos.Mihermanahahechovotodecuidaralosquepadecende...

Elmuchachosedetuvo, temiendoofendera la señora, sidecíaelnombrede laenfermedad.

—Ya entiendo —dijo ella exhalando un suspiro—. ¿Y tu hermana es casada,solteraoviuda?

—Esviuda—contestóAntonio.

—¿Tienehijos?

—Sí,tienetres:yoymisdoshermanassomossushijos.

—¿Cómopuedesereso?—replicóladelvelo—.¿Nodicesqueestuhermana?

—Esmihermana;perotodosdicenquetambiénesnuestramadre.

—¿Ycómosellamabaelmaridodetuhermana?

—Sinoteníamarido.

—¿Quenoteníamaridoyesviuda?

Esviuda,porqueyaseibaacasarconelteniente,eldelcaballogalándelpaseode Santa Cecilia; pero de repente no volvió y se va a casar con otra; y todas lasvecinasllamandesdeentoncesamihermana,laviuda.

La señora del velo negro hubo de deducir, sin duda, de la charla inocente delmuchacho,queloquedecíaencerrabaalgunatristehistoria,ydijo:

—Esdecir,quetuhermanasufre.

—Vivemuytriste—continuóAntonio—,desdequenovieneacasadonGabriel,yolahevistolloraraescondidasylimpiarselaslágrimasconeldelantal,cuandoestáhaciendolacomida.Perocuandovamosaveralosenfermosestácontentaynollora.

Laseñoraguardósilencio,ydespuésdeunmomentodijo:

—Yotambiéndeseomuchoveratuhermanayhablarle.

—Lodemenos es—replicóAntonio—,queustedvenga a nuestra casa, o que

www.lectulandia.com-Página138

Page 139: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ellapasealadeusted.

—Nilounonilootroesposible—dijoella—.Esnecesarioarreglarlamaneradequenosveamosporesapared.

—Puesesocorredemicuenta—dijoelchico—.YodarémododeencaramaralaRosalía,paraqueustedesplatiquencuantoquieran.

—Muybien—respondióladelvelonegro—.Mañanaaestamismahora.Adiós.

Diciendo así, se retiró, y Antonio, muy satisfecho del modo en que habíadesempeñado la comisión, bajó a dar cuenta a su hermana del resultado de suencargo.LapobreRosalíasepusodemilcolorescuandolerefirióelmuchachosusrespuestasalaspreguntasdelaencubierta,yprincipalmentealoírquelahabíadadopor viuda y lo que dijo del teniente. Reconvino seriamente a Antonio por haberhablado loquenodebíayen seguidaellayél sepusieronadiscurrir cómoharíanparaquelajovenpudierasubiralapared.Despuésdehaberimaginadovariosmediosyencontradoatodosinconvenientes,dijoAntonio,palmoteandolasmanos:

—Yadiconelmodo.Arrimamosalaparedmiszancos,quesonmuygrandesyfuertes;ponemosunamesayunasillaencimaparaquesubasaloszancos,ycuandoestésarriba,porlomenostequedalacabezafueradelalbardón.Rosalíasonrióaloirlaideadelmuchacho,peronolepareciómala,ydijoqueprobaría.

Enefecto, a lamañana siguientecolocaronel aparato, atando los zancospor lapartedeabajoalospiesdelamesa,paraquenosemovieran,yapoyandolapartedearriba contra la pared. Rosalía subió y pudo colocarse de modo que, como habíacalculadoelmuchacho,lequedabalacabezaylamitaddelpechofueradelalbardón.Agarrándoseaéste,podíamantenerseenunaposición,sinomuycómoda,bastantesegura.

Alcaerlatarde,habiendosalidoelcapitánadarunpaseo,Rosalíallevósusdoshermanitasacasadeunavecina,recomendandoselascuidaran,comoacostumbrabahacerlosiemprequesalíaasusexcursionescaritativas,ysedirigióalgallineroconAntonio.Eraágilyligera:subióconfacilidad,comolohabíahechoporlamañanayse puso a aguardar a la señora. Elmuchacho le detenía los zancos para que no semovieran;precaucióncasiinnecesaria,puesestabanbienaseguradosenlospiesdelamesa.

Nopasaroncincominutossinqueaparecieraladesconocida,quellevabalacaracubiertaconelvelo,comocuandolahabíavistoAntonio.

—Veo,señorita—dijoconacentoquerevelababastanteemoción—,queelniño,hermano de usted, nome ha engañado, y que hay una persona sensible y buena aquieninspirainteréslasuertedeciertosdesgraciados.

www.lectulandia.com-Página139

Page 140: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

LoqueAntoniohadichoausted,señora—contestóRosalía—,sobremideseodeveraustedyhablarle,eslaverdad.Siustedsufre,sipadecealgunaenfermedadyyopuedoproporcionarlealgúnauxilio,nadameserámásagradablequepoderhaceralgoporusted.

—¿Si sufro? ¿si padezco?—exclamó la del velo negro—; usted, segúnme hadicho su hermano, se ha consagrado a la santa ocupación de cuidar de aquellosdesdichadosdequieneshuyentodos.Debeustedhabervistocorrermuchaslágrimas,debe haber sido testigo de grandes sufrimientos. Pues todos los que ha visto,créamelo usted, joven, no son comparables a los tormentos que yo sufro hace yamuchos años. Usted; sin duda ha presenciado el espectáculo conmovedor de lamiseriaagravadaconlamáshorrorosadelasenfermedades;peroseguramentenohatenidoocasióndeveraúneldeuntormentomoralincomparableunidoalmáscrueldelospadecimientosfísicos.

—¿Y qué puedo hacer yo, señora—dijo Rosalía—, para proporcionar a ustedalgúnalivio?

—Lasimpatíasolaqueustedmemanifiesta,señorita—contestólaencubierta—,es ya un consuelo de gran precio para mí. Por lo demás, mis males sondesgraciadamentedeaquéllosquesólolamuertepuederemediar.

Aldecirestoladesdichadaseñorasepusoallorarysollozarbajoelveloquefecubría el rostro; yRosalía, que lo advirtió, no fuedueñade contener sus lágrimas,profundamenteconmovida.

—Esprecisoquehablemosdespacio—dijolajoven—.Siustednopuedeveniramicasa,niyoaladeusted,debemosdiscurrirelmododereunimos.

—Eso—contestó ladelvelo—,noes imposible;peroexigemuchaprecaución.Vivohacemásdedoceañosencerradacomoenunacárcel,ysiadvirtieranquetengocomunicación con alma viviente, se me reduciría a prisión más estrecha. Miscarceleros, por no decir mis verdugos, están interesados en que yo no hable connadie.

—¿Quiere usted—preguntó Rosalía—, que dé yo aviso a la justicia, para queregistrelacasaylapongaaustedenlibertad?

—Deningunamanera—contestólaseñora—;semejantepasonoharíamásqueconsumar mi desdicha. Las personas que me tienen encerrada sabrían burlar a lajusticia, haciéndome desaparecer. Usted no sabe todavía, añadió con un ligeroestremecimiento,lossecretosqueencierrabajosuscuatroparedesestahorriblecasa.

—Puesbien—dijolahijadeMatamoros—,nadadiré;peroesnecesarioqueyoencuentreelmediodeentraraesahuerta;quehablemosyquepuedaproporcionara

www.lectulandia.com-Página140

Page 141: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ustedalgúnalivio.

—Repito quepodrá hacerse—replicó la señora—.No temonos sorprendan enconversación,puesjamásentrapersonaalgunaaestepatio.Recibomisalimentosporuntornoypasolavidacompletamentesola.

—Mañana—dijoRosalía—,arreglaréelmododeentrar.

—Ustedesunángel,hijamía—exclamóladelvelo—.Adiós.

—Soyunapobremujerquesufretambién—dijolajoven—,ynadamás.Adiós,señora,hastamañana;ybajóconlosojosinundadosenlágrimas.

La hija del capitán no pudo conciliar el sueño aquella noche. La voz de ladesconocida y la revelación que le había hecho, aunque sólo a medias, de sussufrimientos, impresionaron vivamente a la tierna y compasiva joven, que hizo elpropósitodenoomitirmedioalgunoparaproporcionaralgúnlenitivoaldolordeladesconocida.

Alsiguientedíadijoasuhermanoqueeranecesariodiscurrirelmododequeellapudiera pasar a la huerta. Antonio, comprendiendo desde luego, que para eso nopodrían servir sus zancos, puso en tortura su imaginación viva y traviesa, a fin deencontrar el arbitrio deseado. Fue dos o tres veces a calcular la altura de la pared,discurrió dos o tres planes que no tenían más que el ligero defecto de serimpracticables,yporúltimoexclamó,dándoseunagranpalmadaenlafrente:

—Votoasanes,icómonosemehabíaocurridoantes!Unaescalera.

—¿Unaescalera?—dijoRosalía—;peronolahayencasa,ypedirlaprestadaenalgunadelasvecindades,pudieradespertarDiossabequésospechas.

—¿Y quién te dice que la pidamos a nadie? Yo la haré con los palos de miszancos,quesonlargosyfuertes,yconunostravesanosqueamarraréconunovillo,quedará lista la escalera. Trepamos; luego que estemos en el albardón, subimos laescalera,laponemosdelotroladoybajasporellaconlamayorfacilidad.

Lacaridadnoconoceobstáculos;ynoyaaquelproyecto,enquenohabíariesgo,unverdaderopeligrohabría arrostrado labondadosahijadelmaestrode armasporserviraunapersonadesgraciada.EllamismaayudóaAntonioaarmarlaescaleraycuandoestuvolista,laensayó,subiendoybajandoconlamayorfacilidad.

Por la tarde,a lahoraconvenida, lacolocaronenelmismopuntodondehabíanpuesto los zancos; subió primeroAntonio y despuésRosalía, a quien dio lamanocuandoestuvoalaalturadelcaballete.Perosepresentóderepenteunadificultadenquenohabíanpensado.Rosalíaexperimentóciertarepugnanciaalaideadecolocarseahorcajadassobreelcaballete,mientrasAntoniopasabalaescalera,ynoeraposible

www.lectulandia.com-Página141

Page 142: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ponerseenotraposiciónsobreelrematedeunaparedqueformabaunánguloagudo.

—Pero,¿quiénvaaverte?—ledecíaAntonio—sóloyo,ysiacasolaseñora;¿yesoquéimporta?

—Me veo yo misma y eso basta—contestaba la púdica doncella, poniéndoseencendida.

—No hay otro remedio —replicó el mocito—, porque si subes con los ojoscerradosparanoverte,puedesvenirteabajo.Conque,siquierespasaralaoteacasa,esnecesarioteresuelvasaestarloquehaceunaAveMaríamontadaenelcaballete.

—Pues bien, subiré—dijo Rosalía; y roja como una granada, se colocó en laposiciónqueerainevitableycuidódenodirigirlosojosalosladosdelapared,paranoverlasfaldasdesuvestidolevantadashastacercadelasrodillas.

Antoniopasólaescalerayayudóasuhermanaabajar.Ladelvelo,queestabayaenlahuerta,abriólosbrazosyestrechóaRosalía.

—Perdone usted—dijo la joven, y levantando el velo que cubría la cara de ladesconocida, puso su frente sobre los labios de la enferma. Quiso ésta retirarse yexclamó:

—¿Quéhaceusted,señorita?¡Quéimprudencia!

Nomellameustedseñorita—contestóRosalía—;dígamehijamía,comoanoche.¡Estandulceesaexpresiónyhacetantosañosquedejédeoírla!

Al decir esto la bondadosa joven volvió a unir su rostro al de la señora, quevencidaalfinporaquellapiadosainsistencia,correspondióalacariciaybesómuchasvecesconsuslabioscenicientosporlaelefancía,lafrentelímpidaytersadelahijadel maestro de armas. La luna que se levantaba en el horizonte, y que en aquelmomento rasgaba el delgado cendal de una nube que la había velado durante unmomento,alumbróaquellaescena.Cogidasdelasmanos,sedirigieronlaseñoraylajovenaibordedeunaantiguafuente,destruidaya,quehabíaenlahuerta.Sentáronseallíyestuvieroncontemplándoseensilencioduranteunmomento.

www.lectulandia.com-Página142

Page 143: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

V

CAPÍTULOXXIII

Revelaciones.Parteprimera

arias veces había repetido ya la hija delmaestro de armas la visita a laseñora encerrada en casa dePedrera, sin que hubiese ésta revelado a sunueva amiga el secreto de su vida. Rosalía respetaba aquella reserva,

limitándoseaconsolaryanimaralaenfermayaproporcionarlelospocosaliviosqueadmiteelhorriblemalquepadecíalainfelizseñora.

UnatardemientrasseocupabaAntonioencosecharlafrutadelahuerta,paralocualhabíarecibidoampliaautorización,yencogerunnidodepajaritosqueestabaenlomásaltodeunárboldeaguacates,ladesconocidaylahijadelcapitánsedivertíanen observar almuchacho que, con la ligereza propia de su edad, pasó de rama enramahastallegardondepudoapoderarsedelnido.Bajómuysatisfechoymostróalaseñorayasuhermanaelúnicopichónquecontenía.

—¡Pobremadre!—exclamó ladesconocida—, ¡cómovaa sentir el encontrarsesinsuhijocuandovuelva)

Esta sencilla y natural observación fue hecha con un acento de emoción tanprofunda,quenopudodejardellamarlaatenciónaRosalía.

—Antonio—dijo a su hermano—, es una iniquidad el que te apoderes de esepichoncito.Podíassubiryponerotravezelnidodondeestaba.

Elmuchacho,muycontentoconlapresaquehabíahechoycontandoyaconcriaral pajarito, no pusomuy buena cara a la idea de prescindir de su conquista; pero,habiendoRosalíarepetidosusinstanciasyunídoseaéstaslasdelaseñora,hubodecondescendery,trepandodenuevoalárbol,volvióaponerelnidodondeloencontró.

—Por esa buena acción—dijo la señora—, te voy a regalar un loro, que es,muchosañoshace,micompañerodeprisión.

—Nosepriveusteddeél—dijoRosalía.Antoniosabequelamejcrrecompensadeunaacciónbuenaeselcontentoqueellaproporciona.

www.lectulandia.com-Página143

Page 144: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Esoes—dijoelmocito—,loquemehasenseñado;perosiesvoluntaddelaseñoraregalarmeelloro,noestarádemásylorecibirécomoribetedelpremiodelabuenaacción.

Ladesconocidasesonrióyreiterólaoferta.Antonio,contentoconlaadquisición,corrióajugaralotroextremodelahuerta,mientraslaenfermayRosalíasepaseabanbajo los árboles que daban sombra al punto donde se encontraban.Después de unmomentodesilencio,dijolaseñora,estrechandoafectuosamentelamanoalajoven:

—Ustednopuedecalcular,amigamía,eldolordeunamadrequevedesaparecerasuhijoparasiempre.

Diciendoasí,comenzóallorarydejócaerlacabezasobreelhombrodeRosalía.

—Yo lo sé—añadió con palabras entrecortadas por los sollozos—; he sufrido,sufromuchoysufrirémientrasvivaeseacerbodolor.

—¿Haperdidoustedunhijo?—preguntólajovenconinterés.¿Esustedohasidocasada?

—Jamás—contestóladesconocidaconacentocasiimperceptible—.Nohesidonisoycasada;ysinembargo,soylamásinfelizdelasmadres,puesnohevueltoaveramihijodesdelanocheenquevinoalmundopordesdichasuyaymía.

Rosalía hizo un movimiento que denotaba sorpresa y disgusto, y notándolo laseñora,exclamójuntandolasmanosenactituddesúplica:

—¡Oh!Nome condene usted antes de oírme.Usted, lo repito, es un ángel depureza y de bondad; ha venido a consolarme y a proporcionarme los únicosmomentos de satisfacción que he tenido enmás de veinte años. Escuche ustedmidolorosahistoria,ysiellahacequeyopierdalaestimaciónquehayapodidoconcebirpormí,esperoalmenosquemedaráalgúnderechoasucompasión.

Ladesconocidasesentóopormejordecirsedejócaersobrelosescombrosdelafuente, y colocándose a su lado Rosalía, comenzó aquélla en estos términos lanarracióndesuhistoria:

—Soyhijadeunode losmásrespetablesymásricosnegociantesde laciudad.Habiendomuertomimadrecuandoerayomuyniñatodavía,mipadreconcentróenmítodosuafecto.Desgraciadamentesusocupacioneserangrandesyexigíantodasuatención.Asífueque,amándomeentrañablemente,nopodía,sinembargo,prestarmetodosloscuidadosqueexigíaunapersonademiedad,yaquienelcielohabíahechopresente de un don que hace con frecuencia la desdicha de lamujer que lo posee.Decíantodosqueyoeraelvivoretratodemimadre,quehabíallamadolaatencióngeneralporsubellezacuandovinoalpaís.

www.lectulandia.com-Página144

Page 145: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Púsomemipadrealcuidadoinmediatodeunamujerquesupoengañarlo,apesarde sus añosyde su experiencia.Bajoun exterior austero, doñaDorotea (tal era elnombredemiaya),encerrabaunaalmacorrompidayegoísta,yhabríasidocapazdevenderla a satanás por un puñado de oro. Llegué a cumplir dieciséis años sincomprenderlaperversidaddelaqueestabaencargadademieducación,sinembargo,dequeciertasexpresionesquese leescapabandevezencuandodebieronhabermerevelado sus dañadas propensiones. En mi inocencia no comprendí su verdaderosignificado,ynohicieronmásquedespertarenmídeseos,vagosysentimientosqueyomismanopodíacalificar.

Undía,alsalirdelaiglesia,senosacercóunhombre,joventodavía,yqueporsuporteymanerasmanifestabaserpersonadistinguida.Antesdequeyollegaraalapilaa tomarelaguabendita, lohizoél,yalargándomeenseguidasumanoparaque latocara,medijoenvozbaja:

—Siustedquiere,bellaCatalina,saberunanoticiaquemucholeinteresa,sírvasesalirasubalcónestanochealasdoce.

Etdesconocidofijóenmísusojosnegros,medioadormecidosyyomeestremecíbajoaquellamiradaquemehizoexperimentarunasensacióndevergüenza,deplacerydemiedo.MeapresuréaalejarmeseguidadedoñaDoroteayresueltaanohacerloqueexigíademíaquelhombreextraño.

Taleramifirmepropósito,ylohubierallevadoacabo,simiperversadirectora,que sinduda estabaya en inteligencia secreta condon Juan (así se llamaba el quevinoaserautordemisdesdichas),nohubieratrabajadoastutamentedurantetodoeldíaparaconvencermedequeningúnmalhabríaenquesalierayoalbalcónaquellanoche.Díjomequetalvezsetratabadeiahonra,delavidaodelosinteresesdemipadreyqueporunnecioescrúpuloibayoquizáaexponerlosgravemente.Meresistícuantopude;pero laspérfidas insinuacionesdedoñaDorotea,y ¿porquénegarlo?ciertacuriosidadosecreto interésquesentíayaen lomás recónditodemialmadesaber qué tendría que decirme aquel desconocido,me hicieron consentir en dar elprimerpaso,quemecondujoalabismo.

Mipadreserecogía tempranoydormíatranquilo,confiadoenla traidoradueñaquemecustodiaba.DonJuanllegóa lahoraseñaladaycuandoseretiró, la luzdelalba comenzaba a teñir el horizonte. Por supuesto no me hizo revelación alguna,diciéndomeladejabaparalasiguienteentrevista.YadoñaDoroteanotuvonecesidaddeinstarmeparaqueacudieraalasegundacita,niaotrasmuchasquetuvieronlugardespués.DonJuanmehabíaofrecidosumanoyrepetidomilveceseljuramentodeser mi esposo.Me dio a entender que era muy principal caballero, rico y grandeamigo de mi padre; pero que por ciertas razones poderosas que debía mantenerocultasdurantealgúntiemponopodíaaúnpedirmeenmatrimonio.Enmicredulidad

www.lectulandia.com-Página145

Page 146: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

inocente, acepté como verdad todo cuanto aquel hombreme decía, y en las largashoras de nuestras citas bebía yo a torrentes el veneno del amor.Embriagada, loca,hiceundiosdeaquelperversoydemicorazóneltemplodondeletributabaelcultomás ferviente. Una palabra suya valía para mí más que cuanto hubiera podidodecirme el mundo entero, y si don Juan me hubiese dicho que me arrojasematerialmenteenunabismo,nohabríavaciladounmomentoenhacerlo.

Al de la perdición me condujo insensiblemente aquel hombre frío y cruel.Protegidosiemprepormidiabólicadirectora,pudoencontrarsinmuchadificultadelmododequenosviéramosenmipropioaposento.Yovineaserlamásdesdichadadelasmujeres.Mi aya, cuando vio el resultado de su indigna trama, desapareció unanoche, huyendo, según supe después, con unos tres o cuatro mil pesos, a SanSalvador,dondesecasóconunjovenquelatomóporinterésdesudinero.Mipadrerecibió un golpe mortal. Me exigió el nombre de mi seductor; pero me negué arevelárselo,puesdonJuanmehabíadichoqueal saberlomipadre,unode losdosdejaríadeexistir.Eldesdichadoancianomelosuplicóbañadoenlágrimasyrehuséobstinadamente.Entonces,armándosedeunaseveridadqueteníayohartomerecida,medespidiódesucasa,simulóunviaje,y,aloquesupedespués,esparciólavozdequeyohabíamuerto.

DonJuanmerecibióenlacallelanocheenquemelanzómipadredesuladoymecondujoaunapobrecasa,enunextremodelaciudad.Teníayoelcorazónpartidodedolor;peroenmediodemiprofundaaflicción,mehalagabalaideadequenomesepararía de aquél a quien consideraba ya comomi esposo. iVana esperanzalBajodiversos pretextos, me dejó don Juan, sola al cuidado de una mujer a quieninteresaron sin duda mi edad y mi desdicha, pues se mostraba buena y afectuosaconmigo. Las visitas de don Juan fueron haciéndosemás raras cada día. Decíameque, ocupaciones urgentes no le permitían disponer sino demuy pocosmomentosparaverme.

Una noche llegómeditabundo y preocupado. Conocí que algo grave tenía quecomunicarmeyloinstétímidamente(puessinsaberporquéhabíamuchodemiedoenelamorquesentíayoporaquelhombre),aquemeabrierasucorazónymedijeraloqueparecíatenerlocuidadoso.

—Es —me dijo—, que se acerca el momento en que vas a ser madre, y esnecesarioquepensemosloquedebemoshacerdenuestrohijo.

—¡Cómol—exclaméasombrada—;¿puesnovamosacasarnos?¿Nopuedeestarconmigo?

—No—contestóél;nuestromatrimonio tieneque retardarse,muyapesarmío.Debohacerunviaje largo,ycuandovuelvanoscasaremos.Entretanto, tedejaréen

www.lectulandia.com-Página146

Page 147: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

unacasaalcuidadodemimejoramigo;perodondepordesgracianopodrásllevaratuhijo.

—Un rayo que hubiera caído a mi lado me habría impresionado menos queaquellaspalabras.

—¡Separarmedemihijol—exclamé—;¡jamás!Prefieromilvecesiraimplorarelperdóndemipadre,asolicitarlacaridadpública,sifuerenecesario.

EntoncesdonJuansepusoenpieyconunaspectoferoz,queyonolehabíavistojamás,exclamó:

—Puesbien,yaqueesnecesarioquelosepastodo,sábelo.Mividaesazarosa;lacuchilladelverdugoestásiemprependientesobremicuello.¿Nohasoídohablardeunatemibleasociacióndeladronesyasesinosquehacealgúntiempoeselterrordelaciudad?

—Sí—contestétemblandoalescucharaquellaespantosaindicación.

—Puesyosoysujefe—añadiódonJuan—;sujefeignoradoyoculto.Nopuedo,nodebopermaneceraquídurantemuchotiempo.Miscompañeroscontinúanlaobradurantemiausencia,bajoladireccióndepersonasinteligentesquesuplenmifalta,ya nadie podría ocurrir en ningún caso que don Juan de Montejo, hidalgo rico yrelacionadoconlamejorsociedad,queviajafrecuentementeporel—extranjeroseaelmismocapitándebandidos,aquiennohan logradoverhastaahorayaquienseconocesóloconelnombredePiedelana.

Me levanté horrorizada; quise huir, pero me faltaron las fuerzas y caí sinconocimiento. Cuando lo recobré, don Juan o sea Pie de lana había desaparecido,dejándomedichoconlamujerquecuidabademí,quevolvería.Yoestabamediolocade terror y espanto, y sentía que mi sangre se inflamaba. La fiebre comenzaba atransformarmiinteligencia.

Aquellamismanochefuimadre.Yoteníaformadamiresolución.Enunmomentoenquelamujerquemeasistíahabíapasadoalacocinadelacasaaprepararmeunpocodecaldo,mevestí,yenvueltaenlacolchadelacama,cubriendoconellaamipobre hijo, salí, sin saber a dónde tría. Seguí la calle derecha; recuerdo que pasédelante del cementerio. Bañada en lágrimas y transida de frío, me detuve aencomendar el inocente niño a laMadre de losDolores, cuya imagen estaba en laesquina,iluminadaporunalámpara.Continuéhaciaarribadelaciudadyllegandoaunade lascallesprincipales,viunacasagrandeydebuenaaparienciaypuseamidesdichado hijo a la puerta; llamé tres o cuatro veces con fuerza y cuando oí queacudían,meretirémediomuertadedolor.Volvíatomarlacalledelcementerio;perono pude continuar. Me faltaron las fuerzas, caí desvanecida, y cuando recobré el

www.lectulandia.com-Página147

Page 148: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

conocimiento, vi a mi lado a don Juan por quien sentía ya un miedo invencible,aunque,¡aylsindejardeamarlo.

Había yo luchado siete días con la fiebre. Mi edad y mi buena constitucióntriunfarondelmal,ycuandoestuverestablecidayenaptituddepodersalir,meintimódon Juan la orden de trasladarme a la casa donde debería quedarme mientras élregresaba de su viaje. Nome preguntó qué había sido del niño, ni yo le dije unapalabra. ¿Sabía ya acaso dónde lo había dejado?Obedecí, pasé a esta casa, dondevivohastahoy,alcuidadodeunperversoamigodemiseductorysuscompañerosenmaldades.Aunquevivíamuyretiradaynosemepermitíaasomaralaventana,sinodenoche,podíayorecorrerlacasaconenteralibertad.DonRamónnoteníamásqueunnegroesclavoqueconservahastahoyyunaviejacriadasorda,entregadade talmodo a su amo, que se habría dejado hacer pedazos antes de infringir la másinsignificantedesusórdenes.

Asívivíduranteel largoespaciodemásdeochoaños.DonJuanvolvió;vinoaverme;peronohablabayadematrimonio.Hizootrosviajes,yalregresarnodejabadevisitarme.Tienearrendadalacasacontigua,quesecomunicaconéstaporvariaspuertasyenaquéllasuelencelebrarlosdelacuadrillaalgunasdesusreuniones.Allíllevanelfrutodesusrapiñasyselodistribuyen.Sospecho,sinembargo,quetienenotropuntodereunión;peronosécuáles.DonJuan,oseaPiedelana,eshombrequenoomiteprecaución,ysóloasípuededirigirloshilosmisteriososdeesatramaquelaautoridadnohapodidoromperhastaahora.

ConprofundaatenciónyelmásvivointeréshabíaescuchadoRosalíalaprimeraparte de la historia de doña Catalina deUrdaneche, pues nuestros lectores no handejadodecomprenderyaqueaquelladesdichadaeralahijadelviejonegociante.Noquisointerrumpirlaconpreguntasniobservaciones,limitándoseaestrecharlelamanoconternuraenlospasajesmásinteresantesdesutristerelación.

Despuésdeunmomentodesilencio,dijolaseñora:

—Ahí tiene usted, mi buena amiga, la narración exacta de mis desventurasdurantelosprimerosnueveañosquesiguieronalaciagodíaenqueviporlaprimeravez al llamado don Juan de Montejo. Usted, en su buen juicio y escuchando sucorazóncompasivo,calcularásisoymásdignadelástimaquedecensura,ysitengoderechoaúnaconservarsusimpatíaysuamistad.

—Usted lo tiene mayor que antes, señora—dijo Rosalía, estrechando a doñaCatalina contra su corazón—.Yo valgo bien poco, añadió la bondadosa joven conefusión;peroustedpuededisponerdemí,comosifuerahijasuya.

—Aúnnohaoídousted—replicó la deUrdaneche—,másque lamitaddemitriste historia. Falta la partemás terrible, la que explicará a usted elmisterio de la

www.lectulandia.com-Página148

Page 149: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

estrecha prisión en que vivo hace ya más de doce años. Es tarde, y debemossepararnos.VeoqueelpobreAntonio,cansadodeaguardar,sehaquedadodormidobajoaquelnaranjo.Despertémosloyretíreseusted.Mañanaoiráelfindelanarracióndemisdesdichas.

LaseñorayRosalíallamaronalniño,ydespuésdehaberpermanecidoduranteunrato estrechamente abrazadas, se separaron, prometiéndose volver a reunirse a lasiguientenoche.

www.lectulandia.com-Página149

Page 150: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

L

CAPÍTULOXXV

Explicaciones.Unaeleccióndealcalde

os secretos han ido descubriéndose; no repentinamente y todos a la vez,sinounoenposdeotroysiguiendoelprocedimientogradualqueempleancomúnmentelosacontecimientosdelavida.Sabemosyaquiéneslamujer

encerradaencasadelescribanoMartínezdePedrera;conocemos lascircunstanciasqueoriginaron suprisiónyno ignoramosquiénes son lospadresdel héroede estahistoria. La identidad de don Juan de Montejo y el bandido Pie de lana estádescubierta. Falta únicamente que usando de nuestro derecho de historiógrafos,agreguemosalgunasexplicacionesalarelacióndedoñaCatalinadeUrdaneche.

Como ha podido comprenderse, don Juan no amó nunca verdaderamente aaquellajoven,aquiensedujoporunodeesoscaprichosquenosonrarosenhombresdesucarácter.Tampocotuvoalprincipioafectoalgunoporelniño,yviocbnlamásfríaindiferenciaquelapobremadre,horrorizadaalsaberqueerahijodeljefedeunacuadrilla de ladrones y asesinos, resolviera exponerlo a las puertas de la casa dealguna familia principal y rica. No le estorbó, pues, que llevara a cabo aquellaresolución,enlamadrugadadel28dediciembrede1792,cuandolafuesiguiendoyvioquedejabaalreciénnacidoalapuertadeFernándezdeCórdoba.

Convenía Montejo, por más de un motivo, que doña Catalina permanecieseoculta.AsíevitaríaquedonAndrésdeUrdanechellegaraasaberqueeraelseductordesuhija,descubrimientoquehabríavenidoaimposibilitarlasrelacionesentreellos.DonJuandeMontejohacíaconsiderablesdepósitosdefondosenlacasacomercialdeAgüeroyUrdaneche.¿SabíadonAndréselorigendelafortunadedonJuan?Talvezsí,talvezno.Elviejonegocianteteníadosconciencias,ladesucasaparticularyladelestablecimientodecomercioquedirigía.QuizásehabríadesdeñadoderecibirensuhabitaciónaMontejo;peroenelescritorioeraotracosa.Aquelsujetoeraunodelosclientesmásimportantesdelacasa.Elúltimobalancearrojabaasufavorunsaldode trescientosveinticincomilypicodepesos.Debemosagregarbajo toda reserva,que si Montejo hubiese querido recobrar de pronto aquella suma le habría sido

www.lectulandia.com-Página150

Page 151: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

imposiblealacasaeldevolverla.Urdanecheeraatrevidoyhabíaempleadotodoslosfondosdisponiblesysugrancréditoenunaespeculaciónbastanteaventurada,yqueemprendióconlaaprobacióndelmismoMontejo.ConsistíaentraerdirectamentedeInglaterraunbuquecargadodealgodones,locualestabaexpresamenteprohibidopordiferentes disposiciones reales, entre otras una pragmática del año 1771, quecastigabaelhechoconcomisodelasmercaderíasymultadeveinterealesporcadavara de los géneros introducidos. Urdaneche contaba con la tolerancia de lasautoridades,yaquenosetratabadedefraudaralarealhaciendadesusderechos,sinoúnicamentedeinfringirunaprohibiciónabsurda.Laexpedicióndebíaaparecercomoprocedentedepuertosespañoles.Sielresultadoerafavorable,lacasarealizaríaunagananciaenorme;mas,sipordesgraciasedescubría laverdaderaprocedenciadelaexpediciónyseaplicabanlasleyesentodosurigor,laruinaseríaseguraycompleta.

VolviendoalosmotivosqueteníadonJuandeMontejoparatenerocultaadoñaCatalinadeUrdaneche,diremosqueelprincipalymáspoderosoconsistíaenqueellaerayasabedoradequeaquelsujetoyelbandidoPiedelanaeranunamismapersona.Aunque seguro de la discreción de doña Catalina, Montejo, cauto hasta laexageración, consideró que la depositaría de tan peligroso secreto no debía tenercomunicaciónconnadie.

MontejoviocreceraljovenpepedelafamiliadeFernández,ypocoapocofuenaciendoydesarrollándoseensualmainsensibleyfríaunsentimientodeafectoquenohabíaexperimentadoantespornadie.Elbandidoeraalfinunhombreylavozdela naturaleza se hizo oir en aquel corazón empedernido. Amó aGabriel y aquellaafección fue tan vehemente como todas las suyas.No ignoraba que don FernandoFernándezdeCórdobanoqueríaalexpósito,ysinoloretiródelacasa,fueporquealdaresepasohabríadespertadosospechasqueleconveníaevitar.Previo,sí,queporunmotivouotro,podíallegaralcasodequeFernándezarrojaradesucasaaGabriel,yparaeseeventohabíadadosusinstruccionesconcautelaadonAndrés.Díjolequeseinteresabaporaquelniño,queerahijodeunamigosuyoyhabíasidoexpuestoalas puertas de Fernández; que si éste lo despedía alguna vez, lo recogiera, y locolocaraenlacasadelescribanoMartínezdePedrera;quelediera lacarreraaquemostrara inclinaciónyque le suministrara, por su cuenta, cuantopudieranecesitar,sindecirlequiénleproporcionabaaquellosauxilios.

¿Sospechó Urdaneche que fuera aquel joven hijo del mismo don Juan? Nopodemosasegurarlo.En todocaso,nunca tuvo lamenor ideadequepudieseserelhijodesuhija.Montejojamáshabíapuestounpieensucasa,yelancianocreíaqueniconocíaadoñaCatalina,quevivíamuyretirada.

MuertalaesposadeFernándezyresueltoésteatrasladarseaEspaña,enocasiónenquedonJuandeMontejoestabaausentedelpaís,hemosvistocómodesempeñósu

www.lectulandia.com-Página151

Page 152: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

comisión el viejo comerciante, tratando el asunto como un negocio de cuentacorriente y nada más. Cuando Montejo regresó, sabiendo que Gabriel seguía condistinción—lacarreramilitar,letrajodeEgipto,dondehabíaestado,aquelmagníficocaballoárabeyloslujososesclavosmorosquetantollamaronlaatenciónenelpaseode Santa Cecilia. El jefe de los bandidos amaba cada díamás a su hijo y todo leparecíapocoparaobsequiarloydarlegusto.

Instruido de las relaciones amorosas de Gabriel y Matilde Espinosa de losMonteros,donJuanlasaprobóycreyómuyconvenienteelproyectadomatrimonio.Temió,sinembargo,quesi laorgullosafamilia llegabaadescubrirqueel jovennoera más que un expósito, aun cuando él lo reconociera por hijo y acompañara elreconocimientoconunacuantiosadonación,podríafrustrarseelenlace.Dejó,pues,quesiguieraGabrielapareciendocomohijodeFernándezyreservólarevelacióndelsecretoparacuandoestuviesehechoelcasamiento.Contandocon lasconsiderablesganancias que habría de proporcionarle la especulación atrevida de Urdaneche, seproponía recompensar generosamente a todos los de su cuadrilla y disolverla,poniendo término a su vida de aventuras. Entretanto y aguardando que llegara laoportunidaddeponerenejecuciónaquelplan,secontentabaconvercontinuamenteasu hijo por aquel agujero abierto en el cuadro que cubría la comunicación entre elcuartoquehabitabaGabrielylapiezacontigua.Cuandoeljovenvioaquelojofijoenélyquisoaveriguarlacausadelhechotanextraño,donJuannohizomásquecorrerinmediatamente la tabla,queestababienaseguradapor lapartedeafuera,demodoque aunque Gabriel hubiera advertido algunas hendeduras, las habría atribuido aaccidentenaturaldelamadera.

SabemosquehabíaunindividuotanperversocomoastutoempeñadoenimpedirelmatrimoniodeGabrielFernández conMatildede losMonteros, yque todas susintrigasnohabíanlogradoromperlasrelacionesdelosdosjóvenes.ElabogadodonDiego de A roche na, implacable y oculto enemigo del teniente, dirigía por elmomento sus esfuerzos de desentrañar el— secreto del origen de éste, pues desospechaensospechaydededucciónendeducción,habíallegadoalconvencimientodequeGabrielnoeraloqueparecía.Laimaginaciónvivadellicenciadolocondujoaentreverqueexistíaalgunarelacióníntimaentreaquelmisterioyeljefedesconocidodelacuadrilladebandidosque.infestabalaciudad.HemosvistotambiénqueconojocerterovioenlacasavacíaycerradacontiguaaladelescribanoPedrera,unpuntoaquedebíadirigirsusinvestigaciones,ysabemoscuálfueelresultadodelatentativaquehizoparaaveriguarquiéneraelmisteriosohabitantedeaquellacasa.Sorprendidoen acecho por don Juan de Montejo, llamó éste a algunos de los bandidos, queandaban siempre no lejos de su jefe, y cargando con don Diego, maniatado yvendados los ojos, le condujeron a cierto lugar, donde hubo de pasar la noche encompañía de un cadáver. Era aquel sitio el cuartel general de la cuadrilla, punto

www.lectulandia.com-Página152

Page 153: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

centraldelaciudadadondenoerafácilllegasealmavivienteporlasnochesycuyaentradasehabíaproporcionadoMontejopormediode llavesfalsas.Eraprecisosertandesalmadocomoaquellosbandidospara elegir semejante lugar corriópuntodereunión.

Sabemos también que aunque don Juan iba aquella noche embozado hasta losojosy sin embargodeque fingía lavozalhablar adonDiego,unavaga sospechaatravesólaimaginacióndeéste.Creyóencontrarunasemejanzanotableentreaquelindividuo y un sujeto que. le era muy conocido. Reflexionó, comparó la estatura,ciertasinflexionesdelavozquenodejandeescaparsetalescualesson,porhábilqueseaelquefinge,yconcluyóporfigurárselequeaquelhombreyelcaballerodonJuandeMontejoera lamismapersona.Arochenahabíadadounpasomásenel caminoquedebíaconducirloaldescubrimientocompletodelaverdad.Pero,aunqueponíaentortura su espíritu sagaz, no pasaba más allá del punto a donde había llegado, yparecíacomosiunmurodebronceselevantararepentinamenteentreélyelobjetodesusinvestigaciones.

UnanochesepaseabadonDiegoensugabinete,agitadoybuscandolasolucióndelproblemaqueabsorbíasuspoderosasfacultadesintelectuales.

—Con una policía medianamente organizada, decía, en menos de seis mesespodría darse con el misterioso Pie de lana; descubrir el papel que hacen en esaasociacióndebandidoselcaballeroMontejoyelescribanoPedrera,puesestoycasisegurodequeambostienenmuchoqueverconella,yrastrearelorigendelllamadoGabrielFernández;pues,oestoymuyengañado,oesesecretodebeestarligadoconelencierrodelamujerqueestáenlacasadelescribano.

Pero,¿quépuedehacerseconesoquese llamaentrenosotrospolicía?Condosalcaldes,asistidospormediadocenadecorchetes,yconunmayordeplazaaquiensiguencuatrodragones,quecreenhaberhechodemasiadocuandohanrecogidounoscuantosborrachosyalgunasmujeresdemalavida,nopodrádarsejamásconPiedelananiconsucuadrilla.

DonDiegocontinuópaseándose,dandomuestrasde impaciencia.Derepentesedetuvoydijo:

—¡Si lograrayoquemeeligieranalcalde!Peroes imposible.No tengopartidoentreesagenteranciaqueformaelAyuntamientoyeligeparaaquelloscargos.Simepresentaracomocandidato,merechazaríanignominiosamente.

Guardósilencioduranteunostresocuatrominutos,ycontinuóelmonólogo:

—¿Ysimeapoyaraelpresidente?¿Noharíaesoinclinarlabalanzaamifavor?Esmuyprobable;escasiseguro.Bustamantenoquiereaesagente,ysealegraráde

www.lectulandia.com-Página153

Page 154: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

imponerles un alcalde que no sea de su círculo. Todo dependerá de lo que yomecomprometaahacer.Elhombreesperspicazylegustanloscaracteresatrevidos.Esnecesarioprobar.

DonDiego acabó demadurar su plan aquellamisma noche, y al siguiente día,comoalasnuevedelamañana,sepresentabaenpalacioysolicitabaunaaudiencia.Nose lehizoesperarmucho tiempo.El tenientegeneralde laarmada,donJosédeBustamanteyGuerra,presidentede laAudiencia,gobernadorycapitángeneraldelreino,recibióallicenciadodonDiegodeArochenaensugabinete,depie,juntoaunamesacargadadepapeles.Elviejomarinofijólavistaenaqueljovenlicenciadobizcoy pelirrojo, a quien no conocía personalmente, pero de quien tenía noticias, a laverdad no muy favorables. Se lo habían pintado como un abogadillo a quien nofaltaba talento; pero enredador ymalicioso. Supuso que el objeto de la visita seríahablarle de algún negocio judicial pendiente, y se preparó a dar unas pocasrespuestas,secasyconcisas,alasarguciasdelleguleyo.

—¿Qué se le ofrece a usted?—preguntó el presidente, sin dar asiento a donDiego,nitomarloélmismo,comoparaindicarlequelaaudienciadebíasercorta.

—VengocontestóArochena—,ahablaravuestraexcelenciadeunasuntoenqueestá interesado el servicio del rey; en dos palabras: a solicitar el nombramiento dealcaldedeprimervotoparaelañoentrante.

Elviejofuncionario,medioasombradoymedioimpacientealoiraquellasalida,tan diferente de lo que esperaba y que podía calificarse de insolente, atendidas lascircunstanciasdelsujeto,contestódespuésdeunmomentodesilencio:

—¡UstedalcaldedeprimervotoI¿Haperdidoustedeljuicio,ocreequesoyyounhombreconquienpuedechancearse?

—Niheperdidoeljuicio—replicóArochena,entonorespetuoso,perofirme—,nisoyhombrequemepermitachancearcuandosetratadeasuntosgraves.

—¿Cuentaustedconelvotodealgunosdeloselectores?

—Conninguno.

—¿Ycuálessuobjetoalsolicitarunpuestoquenosedasinoalossujetosmásdistinguidosdelaciudad?

—Sondos:hacerunservicioimportantealreyyvengarme.

—Siénteseusted,licenciado—dijoelcapitángeneral—,yexpliqúese.

Diciendoasí,elviejomarino,quehabíacomprendidoquesuinterlocutornoeraloqueélimaginaba,leseñalólaúnicasillaquehabíaeneldespachoyquenosolíanocuparmásquepersonajesdegrandeimportancia,yéltomóotraqueestabajuntoa

www.lectulandia.com-Página154

Page 155: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

lamesa.

—Enprimerlugar—dijo—,explíquemeustedbreveycategóricamente,cuáleselservicioimportantequeseproponehaceralrey,siseleeligealcalde.

—Limpiar laciudadenseismeses—respondióArochena—,de lacuadrilladeladronesyasesinosquelainfestayentregarasucabecilla,elllamadoPiedelana.

Bustamantemoviólacabezacomoenseñaldeaprobación.DonDiegocontinuó:

—Procuraraveriguarloquehayadeciertoacercadelosemisariosfranceses,deque habla la circular de vuestra excelencia a los jefes de provincia y a losayuntamientos del reino, del 12 de noviembre último; y si existen tales emisarios,aprehenderlosyentregarlosalajusticia.

—Bien —dijo el presidente—; el servicio a su majestad sería importante sinduda;peroyo,antesdedecidirmeaapoyarlapretensióndeusted,contrariandotodaslasreglas,necesitosaberconquémedioscuentaparallevaracaboloquetantosotrosnohanpodidolograrhastaahora.

—Cuento—contestóArochena—,conlafuerzademivoluntad;mismóvilessoneldeseodedistinguirmeyeldevengarunagravio.

—¿Ydequiénpretendeustedvengarse?

—Deunoquemehajugadounaburlasangrientayquesimisconjeturasnomeengañan,eseljefeocultodeesaasociacióntenebrosayaquienelvulgollamaPiedelana.Nopuedonidebodecirmás.Sivuestraexcelenciacreeconvenientefiarsedemiyaceptarmipropuesta,repitoqueantesdeseismeseslaciudadestarátranquila.Sinolocreeconveniente,sírvasevuestraexcelenciahacercuentaquenadahedicho.

El presidente guardó silencio. El caso era grave. La inteligencia perspicaz delviejogobernadorhabíácomprendidoqueArochenaeracapazdehacerloqueofrecía;pero por otra parte, imponer al Ayuntamiento un hombre sin las condicionesrequeridasparaunpuestotanimportanteycodiciado,eradarungolpealasprimerasfamilias del reino, que se le mostraban ya bastante hostiles. Después que hubomeditadodetenidamentelaresoluciónquedeberíatomar,dijoelpresidente:

—Ustedseráelegidoalcaldedeprimervoto;perosiantesdeseismesesnomeentregaaPiedelana,loremito—aEspañabajopartidaderegistroyacabarásusdíasenunodenuestrospresidiosdeÁfrica.

Arochenahizounaprofundacortesíaalpresidenteyseretiró.

Nadiesupoenlaciudadloquehabíapasadoenaquellaentrevista.Laseleccionesde alcaldes para el año 1812 eran tan disputadas como siempre. Dos sujetosprincipales y de antiguos servicios pretendían el primer puesto y ponían en acción

www.lectulandia.com-Página155

Page 156: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

todos sus recursos para obtenerlo. El Ayuntamiento, el vecindario todo estabadivididoenbandos,tanencarnizados,comosisetrataradeunodelosempleosmáselevados e importantes de la monarquía. No se hablaba de otra cosa que de laspróximas elecciones.Se computaban los votos, se calculaban las probabilidadesdeloscandidatos,ycadaconcejalseveíaasediadoatodahorayentodaspartesporlospretendientes,porsusfamiliasyallegados.Nadiesabíaacuáldelosdosseinclinabaelcapitángeneral,quedeberíapresidirlaelecciónyqueteníaelvotodecalidad,encasodeempate.

Eldía1o.deenerodesdeantesdelasochodelamañanasitiabalapuertadelascasas consistoriales unamultitud de curiosos que ansiaba saber quién obtendría eltriunfo.A las nueve entró en sesión el Ayuntamiento, y comenzó la elección. Losvocaleserancatorce.Unodelossujetospropuestostuvonuevevotosy,conasombrode todos,obtuvocincoel licenciadodonDiegodeArochena,dequiennadiehabíahablado, ni habría sido fácil hablara para semejante puesto. Terminó el acto y elpresidente se retiró a palacio, sin decir palabra. Los plácemes y enhorabuenasllovieronenelactosobreelcaballeroquehabíaobtenidolosnuevevotos.Nadiefijóla atención enque al salir el presidentede las casas consistoriales, se le acercóundesconocidoysaludándoloconrespeto,pusoensusmanosunaesquelacerrada.

Bustamenteseencerróensugabinete,abriólacartayleyólosiguiente:

"Elecciónnula.Elsujetonombradonohadadocuentadeunatutelaqueestáasucargo(Cédulade12demayode1703).Losvocalesdelcabildosecularqueeligenaunincapaz,loquedanellosparaformarcabildoynohacennúmero;encuyocasosedebeconfirmarlaeleccióndeunhábil,aunquehayasidohechaporvocalesdemenornúmeroquelosqueeligenalincapaz;pudiendoelpresidentehacerestaconfirmaciónsinnecesidaddenuevocabildo(lamismacédula)".

Una hora después se comunicaba de oficio al Ayuntamiento que el presidente,gobernadorycapitángeneraldelreinodeclarabanulalaelecciónhechaaqueldía,porhaberrecaídolamayoríadevotosensujetoinhábil;yqueenvirtuddeloprevenidoenrealcédulade12demayode1703,confirmaba,sinnecesidaddenuevocabildo,ladellicenciadodonDiegodeArochena,quehabíaobtenidocincovotos.

El golpe era rudo; pero estrictamente legal. La noticia cayó como una bombasobrelaciudad,queenmuchosdíasnovolvióensídelasombro;delestuproquelecausó el ver elevado a un hombre de tan escasa significación, al primer puestoelectivodelreino.Elnombradorecibióaquelhonorsinmostrarsatisfacción.Parecíaque él hubiese sido quien honrara al puesto y no el puesto el que lo honrara a él.Veremosdespuéssisemostróonodignodetanextraordinariadistinción.

www.lectulandia.com-Página156

Page 157: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

E

CAPÍTULOXXVI

Jugarconfuego

nlosprimerosdíasdefebrerode1812serecibióenGuatemalaundecretodel Consejo de regencia que gobernaba la monarquía en ausencia ycautividaddeFernandoVil,enelcualseconcedíanascensosavariosjefes

yoficialesdelejércitoymiliciasdelreino.Unodelosfavorecidosfuenuestroamigoel tenienteGabrielFernándezdeCórdoba,querecibióelgradodecapitán.Ademásdequenolefaltaríalarecomendacióndesusjefes,comoqueeraunodelosoficialesmáscumplidosdelbatallón,hubootracircunstanciaquedebióhabertenidoparteenla concesión de la gracia. Se había abierto algunos mes*es antes una suscripciónvoluntariaparaayudaralosgastosqueexigíalaguerra,ysevioaparecerenlalistade los donativos el nombre del teniente Fernández con cinco mil pesos. No sesorprendiópocoelmismoGabrielalsaberquehabíaandadotangenerosoconelreycautivo,ydesdeluegoatribuyóasututoraquellabuenainspiración.Acertadoonoeljuiciodeljovenoficial,lociertoesquenosehizoesperarmucholarecompensadesucelopatriótico.

DonPedroEspinosadelosMonteros,queeraelprimeroqueleíaenGuatemalala"GacetadeCádiz",vioinmediatamenteeldecretodeascensosajefesyoficialesdelreino,ycomunicólafaustanuevaasuesposayasuhija.Estaba,pues,cumplidaunadelascondicionespuestasparaqueseverificarálaboda,yfaltabaúnicamentequesecumplieselaotra,lanoticiadelpermisodelpadredelnovio,quesegúnloscálculos,serecibiríadeunmomentoaotro.

Gabriel no se dio mucha prisa para ir a participar a la familia de Espinosa lagraciaqueselehabíaconcedido;puesdejópasartresdíasantesdepresentarseasufuturaconlasdoscharreterasdecapitán.¿Quéocupacióntanimportanteabsorbíaeltiempodel jovenoficial,quelohacíafaltarasíasusdeberesdeprometidoesposo?PenanosdaeltenerqueconfesarquelagranocupacióndenuestrohéroenoeraotraqueladesusvergonzosasrelacionesconManuelitalaTatuana.Nonosatreveremosallamar amor al sentimiento que experimentaba Gabriel por aquella moza. Nuestralengua, tan rica en lo general, suele carecer algunas veces de palabras con qué

www.lectulandia.com-Página157

Page 158: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

expresarciertasideas.Dejamospues,alprudentelectorqueleapliqueelnombrequeencuentremás adecuado, una vez que no es difícil comprender la naturaleza de laafecciónqueuníaalnuevocapitánconlanietadelabruja.

PeronotenemosigualembarazoencalificarelsentimientoquehabíallegadoéstaaconcebirporGabriel.Siaquellonoeraamor,amorrabioso,salvajeybárbaro,nohayotroquepuedamerecersemejantesdictados.LaTatuananohabíaamadonunca.Jamáshabíasentidoloquesentíaporaquelhombre.Eracomosisehubieratragadola lava hirviente del volcan y circulara por todas sus venas. Conociendoperfectamente la imposibilidad de un matrimonio entre ella y el joven caballero,jamáshabíaabrigadolamásremotaideadesersuesposa;peroalfigurarsequepodíaserlootra,seapoderabadetodosuserelinfiernodeladesesperaciónydeloscelos.DosotresveceshabíaamenazadoasucortejoconiraveraMatildeydecirlequesisecasabaconGabriel,lamataría.

Habíadospersonasquesoplabanelincendioqueabrasabaelcorazóndelapobremujer: su propia madre y Cristóbal de Oñate, interesados ambos en que seprolongaran el mayor tiempo posible aquellas relaciones por el provecho que lesproducían.LaManuelitanoerainteresada.AmabaaGabrielconpasiónsalvaje;peropor supersonaynopor el dineroque ledaba, quenohacíamásquepasarde susmanos a las temblorosas de la anciana y a las no muy firmes del medio viejo yestragadoconfidentedeaquellosamores.

Cuandoel tenientefueascendidoacapitán,personasqueasegurabansaberlodemuybuenatinta,agregaronalanoticiadelascensoladequeibaaverificarseyalaboda conMatilde, supliendo la autoridad el consentimiento del padre de Gabriel,cuyo paradero no había podido averiguarse. Pronto llegó aquel rumor a oídos deOñatey,como tenía todos losvisosdesercierto,elastutoparásitosedioabuscaralgúnmedioderetardarelmatrimonio.

El que encontró más expedito y eficaz fue el de instruir a laManuelita de laprobabilidad de que Gabriel se casara pronto, con la idea de que aquella noticiaprodujera algún escándalo que llegando al fin a oídos de Matilde, provocara unrompimiento. Fingiendo sentimiento y tristeza, dijo una tarde el hipócrita y falsoamigo deGabriel a la Tatuana que era preciso fuera preparándose a separarse delcapitánynovolverloaverjamás;porqueibaacasarsedentrodepocosdías.

Lajovensepusopálidaaloíraquellanoticia,ysusgrandesojosnegrostomaronunaexpresiónquehabíaasustadoaOñate,siaqueldesalmadohubierasidocapazdeafligirseporunmalquenoloamenazaraaéldirectamente.

—¿Yconquéderecho—dijo laManuelita—,medisputaesamujerunhombrequeesmío,enteramentemío?

www.lectulandia.com-Página158

Page 159: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Conel derecho—contestóOñate riéndose—,que élmismo le hadado.Hijamía,esnecesarioqueteconformes,puesélloquiereasí.

—¿Ycómovoyavivir sinGabriel?—dijo laTatuana sollozando—.VeausteddonCristóbal,dígaleque secase, si esnecesario,quemeconformo;peroque sigaviniendoavermetodoslosdíascomodesdequeloconocí.

—Bobilla—replicóOñate,jugandoconlashermosastrenzasdeManuelita—;esonopuedeser,niserá.LaesposadeGabrielllegaríaasaberloysucasaseconvertiríaenuninfierno.

—¿Y no será otro infierno el que su ausencia dejará enmi corazón?—dijo laTatuana llorando—. ¿Para qué vino? ¿Por qué lo trajo usted? ¿Acaso yo fui abuscarlo?

—Es verdad criatura —respondió Oñate— pero, ¿cómo ha de ser? Esa es lasuerte de las personas de tu condición.No tienesmás que hacer cuenta que se hamuerto.

—¡MuertoI—gritólaTatuana,poniéndoseenpie,dejandodelloraryarrojandoen torno unamirada de hiena—.Sí,muerto, ha dichousted bien.Esmenester quemueraparaellacomoparamí,quelolloremosjuntas,comoloamamoslasdos.

Oñate,considerandoque laexaltaciónde lamuchachahabía llegadoapuntodeprovocaralgunaescenaescandalosa,perocuyasconsecuenciascreyóelincautoqueno pasarían de ciertos límites, se despidió, prometiendo volver por la noche. SeproponíaescuchardesdeunapiezainmediataelaltercadoquehabríaentreGabrielylaTatuana,yqueesperabaterminaríaconalgunasinjuriasporunayotraparte,quealborotaríanelvecindarioydaríanmuchoquehablarenlaciudad.

En efecto, a las siete llegó el perverso autor de aquella trama, y sin darimportancia alguna al aire sombrío y casi feroz del semblante de laManuelita, seencerróenuncuartocontiguoalapiezadonderecibíalamozalasvisitasdeGabriel.Laviejaestabafueradecasa.

Llegó el capitán a la hora de costumbre. Estaba más alegre y festivo que deordinario,puesledurabatodavíalailusióndelascensoqueacabaderecibir.Arrojócon desembarazo sobre una silla su capa de paño de grana y tendiéndose en unaalfombra que estaba delante de un canapé donde se sentó la Manuelita, apoyó lacabeza en la rodilla de la joven. Comenzó ésta a pasar su mano por los negroscabellosdeGabrielyledijoconvoztemblorosaporlaemoción:

—¿Muycontentoestáustedconelgradoquelehadadoelrey?

—Mucho—contestóél—,porqueasítendráselgustodeveratuspiesatodouncapitán.

www.lectulandia.com-Página159

Page 160: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¿Ysóloeseeselmotivo?

—¿Pues,ycuálotrohabíadeser?

—Cuentan —replicó la Tatuana con voz sorda—, que es una de las doscondicionesquelehabíanpuestoaustedparasucasamiento,yque,comolaotravaaarreglarsetambién,ustedsecasarámuypronto.

—Lagentediceloquequiere—contestóelcapitán,bostezando.

—Pero, ¿usted qué dice? —preguntó ella, haciendo esfuerzos por conservaralgunacalma.

—Yodigoquenohablemosdeeso.Loquehadesucedersucederá,ynohayparaquéatormentarnosconcosasqueestántodavíaalgodistantes.

—Es—dijolaTatuana—,quemeaseguranqueesecasamientoseráluego,yqueustednovolveráaverme—;yyonopuedovivirsinusted.Necesitosaberlociertoahoramismo.

No poco embarazado el pobre capitán y no sabiendo qué contestar, tomó elpartidodeguardarsilencio.

—¿Nomerespondeusted?—dijoManuelita,aquienseleagolpólasangrealacabeza—.Ustedmeengaña;medejaporotra,queserámásricaqueyo,peroquenoloquierecomoyo loquiero.Porque,veausted,donGabriel,dijo retorciéndose lasmanos, por ningún hombre he sentido esto que siento por usted. Es como si mehubieratragadotodaslasbebidasquecomponemimadre.Sinustednoquierovivir;noquierotampocoqueustedvivayseadeotra;oustedmíoyyosuya,olosdosdelamuerte.

Diciendoasílapobremoza,locadeamorydecelos,conunmovimientorápidoqueGabrielnopodíaver,desprendiódesufajaunpuñalpequeñoymuyaguzadoehirióconélenelpechoalcapitán.Brotólasangre,Gabriellanzóungemidoycerrólosojos, sin levantar la cabezade la rodillade laTatuana. Inmediatamente sepultóéstaelarmaensupropiosenoycayó.

Oñate,aloirel¡ay!quelanzóGabriel,salióprecipitadamentedesuescondite.SuprimeraideafuequetantolaManuelitacomoGabrielestabanmuertos.

—¡Lástima!—dijo—, ¡un negocio que hubiera seguido produciendomuy bientodavía1ysemarchó.

Había andado Oñate media cuadra, cuando se encontró con una patrulla quemandabaunoficial,aquienconocióluego.

—EsHervías—dijo—,nopodíavenirmásoportunamente.

www.lectulandia.com-Página160

Page 161: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Era, en efecto, nuestro antiguo conocido don Luis de Hervías, a quien hemosperdidodevistamucho tiempohace,yaquien la casualidad llevóaquellanochearondar cerca de la casa donde su antiguo amigo acababa de recibir una puñalada.AcercóseOñatey llamándoloaparte, lo instruyóendospalabrasde loquepasaba.HervíashabíacortadosusrelacionesconGabrielFernández,desdequeéstecomenzóacortejarpúblicamenteaMatilde.Sinembargo,alsaberlosucedido,entróalacasaseguido de cuatro soldados, y haciendo levantar a Gabriel, lo condujo a su casa,donde se le suministraron pronto los auxilios que necesitaba. Por fortuna, el puñalapenashabíapenetrado,graciasalogruesodelpañodeluniforme.Hervías,alentrarconelherido,dijoadonRamónMartínezdePedreraque jugandoa laespadaconotrosamigos,habíarecibidoGabrielcasualmenteunaestocada.ElescribanocreyóonoloquedijoHervías;peroesafuelaexplicaciónquesedioalhecho.

Al levantaraGabrielcon loscuatrosoldados.Hervíasmandóotrode losdesupatrullaadaravisoaunalcaldedequelajovenManuelitaN.,quevivíaentalparte,había intentado suicidarse, y con otro soldado envió a llamar un cirujano. Asícumplió el bondadoso y prudente joven con lo que exigía su deber en aquellaextraordinariacircunstancia.Hechoesto,seretiró,antesdequeGabrielrecobraraelreconocimiento.

LaheridadelaTatuana,aunquemuygrave,nofuecalificadademortal.Cuandopudodeclarar,dijoquehabíaqueridomatarse,porqueestabacansadadelavida,ynopudoarrancárseleotraexplicación.Porsupuesto,laverdadnodejabadetraslucirseyde pasar de boca en boca bajo toda reserva; pero habíamuchos que calificaban elhecho de patraña y sostenían seriamente que la herida del capitán Fernández nadateníaquehacer con el conatode suicidiode laTatuana.No faltóquien refiriera ellancealafamiliadeEspinosa,comonohabíafaltadoquieninsinuaraalgorespectoalas relaciones de Gabriel con la muchacha; pero los noticieros mal intencionadosperdieron su tiempoy su trabajo.DonPedrodiomuypocaatenciónal chisme (asícalificóelaviso),ocupadocomoestabaencalcularcuántotiempopasaríaaúnantesde que Fernando Vil saliera del cautiverio y volviera a ocupar el trono. DoñaEngracianocreyóunapalabradeloquefueronacontarle,yMatilde,revistiéndosedetodasudignidad,impusosilencioconairedesdeñosoalasdelatorasoficiosas.

El lance hizo reflexionar a Gabriel desde el momento en que comenzó adespejarsesu inteligencia.Comprendióquehabíaprocedidomuymalalemprenderlas relacionescon laTatuana,yporunadeaquellasevolucionesaqueerabastantepropenso su espíritu versátil, hizo entre Matilde y la Manuelita una comparacióncompletamentedesventajosaalasegunda.

Un día que meditaba sobre el acontecimiento, entró Benito en su cuarto y leentregóunacarta.Abriólael capitán.Era largayno tenía firma.Elta circunstancia

www.lectulandia.com-Página161

Page 162: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

excitó su curiosidad, y se puso a leer. El que le escribía parecía tener un interésprofundo,cariñosoytiernoconél.Lehacíalasreflexionasmássensatasyprudentessobreelpeligrodesusrelacionesconunamujerdepailón»semisalvajes,quehabíaestadoapuntodequitarlelavidayexpuestosubuennombre.Lellamabalaatencióncon habilidad a los manejos de Cristóbal da Oñate y le pintaba a éste con vivoscolorescomounparásitovilquelohabíaexplotado,lisonjeandosuspasionesporelprovechoqueleproducíatanindignomanejo.Lerecordabasuscompromisosconlafamilia deEspinosa y le llamaba la atención a la actituddignadeMatilde, quenohabíadadooídosalasacusacionesyleconservabasuafecto,mientraséllaolvidabaporunamozacallejera.

Concluíaaconsejándoleenlostérminosmásafectuososyexpresivosqueabrieralosojosyqueabandonaraaunamujerque fácilmente seconsolaríade supérdida,comosehabríaconsoladosindudadeotras.

Aquellacartahizoprofundaimpresiónenelánimodelcapitán.

—Simibuenpadre—dijo—,noestuvieraadosmilleguasdedistancia, juraríayoqueélynootroeraquienmedirigíatanprudentesyamorososconsejos.

NuestroslectoreshanadivinadoyaqueaqueljuiciodeGabrieleraacertadoenelfondo,nosiendootroquesupadreelautordeaquellacarta.Bajolaimpresióndetansensatasadvertenciasestabanuestrohéroecuando leavisaronquedonCristóbaldeOñate,quehabíaestadodiariamenteainformarsedesusalud,deseabaverlo.Gabrielle hizo contestar que no podía recibirlo y que le suplicaba excusara sus visitas.Elpegote comprendióque lamina estabaya cerraday semarchóabuscar algúnotrocandidoconquienejercitarsusmalasartes.

El mismo día que cerró sus puertas al perverso y falso amigo, que era, comosabemos,elautorocultodelosucedido,Gabrielllamóasuasistenteyentregándoleuncartuchoqueconteníaveinticincoonzasdeoro, lemandólollevaseacasadelaTatúana.Recibiólaviejaelpesadocartucho,yaldesenvolverlo,lebrillaronlosojosdealegría.Jamáshabíatenidoensupodertantoorojunto,yalverloysaberqueerasuyo,dioporbienempleadalaheridadelaManuelita,ylamuertemismadesuhijalehabríaparecidobienpagada.

Lajovenluchódurantemuchosdíasconlafiebrequeleocasionólaherida.Eneldelirio de la calentura llamaba a Gabriel, le dirigía expresiones ora tiernas, orainjuriosas, y momentos había en que se desgarraba los vendajes y provocabapeligrosas hemorragias. La naturaleza y el arte triunfaron al fin, y algunos díasdespuéslaTatuanahabíaentradoenconvalecencia.Suprimerapregunta, luegoquerecobróelconocimiento, fuequéhabíasidodeGabriel;yaloirquevivíayestabacasi restablecido,mostrómuchasatisfacción.Elarrepentimientosehizo lugarenel

www.lectulandia.com-Página162

Page 163: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

alma de la pobremujer. Pasaron días, y advirtieron queGabriel no aparecía en sucasa, comenzó a comprender que debía renunciar a él para siempre. El golpe fuerudo.Un abatimiento silencioso y profundo sustituyó a los arranques de furor quemostródurantelaescenaprovocadaporlasartificiosaspalabrasdeOñate.Pasabalosdíasylasnochessinhablarunasolapalabra,ycuandopudolevantarse,estabahorasyhorasencontemplacióndelosobjetosqueparasuusopersonal lehabíaregaladoGabriel.

Cuando se restableció por completo, propuso a su madre vender aquellosmuebles, quedenadapodíanya servirles, volverse a laAntiguay con el productoentablar algún negocito que les proporcionara cómo ganar honradamente la vida.Perolaviejacontestóqueellanoestabaya,porsuedad,enestadodetrabajar;quelamuchacha no lo estaría tampoco enmucho tiempo, porque la herida no dejaba demolestarla,cuandoestabalalunatierna,yquemejoreraircomiéndosealegrementeeldineritoquetenían.

—Porlodemás—añadió—,cuandounapuertasecierraseabreunportón,ynotefaltaráacomodomejortalvezqueeldeeseroñosodecapitán.¡Paraloquenoshadado! (añadió, tocandocondisimuloelcartuchodeonzasqueacababade recibiryguardadoenelbolsillo).YavendráOñateundíadeéstosyveremos.

—¡Oñate!—exclamólaTatuana,lanzandoalaviejaunadeaquellasmiradasenquesolía revelarse laviolenciadesuspasiones.Nomehableusteddeesehombre,madre.Sivieneaquí,norespondodeloquepuedahacerconél.

Másquelaspalabras,asustóalaviejaelaireferozdesuhija,ycomohabíavistoyaque era capazde todo, novolvió amencionar al sujetoy se propusodecirle, sivolvía, que no tenía seguro el pellejo en su casa. Pero no llegó este caso. DonCristóbalhabía comprendido cuanpeligroso es algunasveces jugar con fuegoy sedioabuscarpara sus jóvenesamigosalgunasbuenasmozasque tomaran las cosasmenosporlotrágicoqueManuelitalaTatuana.

www.lectulandia.com-Página163

Page 164: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

E

CAPÍTULOXXVII

Acontecimientosinesperados

ntre la correspondencia de España que se recibió en Guatemala por unnavio llegado a Trujillo tres meses después que el que había traído lanoticia de los ascensos, vino una carta sellada, en lacre negro, con las

armasdelosFernándezdeCórdobaydirigidaadonAndrésdeUrdaneche.ConteníaelavisodelfallecimientodedonFernando,transmitidoporunsobrinosuyo,queera,según informaba él mismo, albacea y uno de los herederos del finado. Serecomendaba a don Andrés, en virtud de una cláusula del testamento, abriese unpliegocerradoyselladoquedonFernandohabíapuestoensusmanosenvísperasdesalirdeGuatemala,rogándolecumplieselacomisiónqueseledabaenaquelescrito.

TomóUrdaneche el pliego que había conservado cuidadosamente durante sieteaños,ysobrecuyacubiertaestabanescritaslassiguientespalabras:"AdonAndrésdeUrdaneche;paraabrirlocuandotenganoticiaciertademifallecimiento";yfirmaba:"FernandoFernándezdeCórdoba".

Abriólo v vio que contenía una memoria en que don Fernando referíaminuciosamenteelhecho,queconocennuestroslectores,dehabersidoexpuestoalaspuertasdesucasa,enlamadrugadadel28dediciembrede1792,unniñodepadresdesconocidos,aquienélysuesposa recogieronporcaridad,dándoleelnombredeGabriel y su propio apellido. Agregaba que al morir su esposa, le había hechoprometer que mientras él viviera, guardaría estrictamente aquel secreto, y que seproponíacumplir lapromesa.Que resueltoa salirdelpaísynoestandoobligadoallevarconsigoalexpósito,lodejabaalcuidadodeunantiguocriadodelacasa,conalgúndineroparasusgastos,mientrasaprendíaalgúnoficio.Quenopodíaniqueríahacer más por un niño que no era hijo suyo, y que rogaba a su buen amigo donAndrésdeUrdaneche,suúnicocorresponsalenGuatemala,quealtenernoticiadesumuerte,pusieraenconocimientodelllamadoGabriel,cuálerasuorigenyqueningúnderecho le asistía a reclamar parte alguna de su herencia. Firmaban aquelladeclaración,comotestigosdelhechodehabersidoexpuestoelniñoasuspuertas,doscriadosque lopresenciaron.Agregaba,porúltimo,quedonAndrésestabaenplena

www.lectulandia.com-Página164

Page 165: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

libertad de hacer público el contenido de aquella declaración, que hacía bajojuramento.

NohayparaquédecirquelarevelaciónqueconteníaaquelescritonosorprendióaUrdaneche,quenoignorabalosubstancialdeella,aunquenotuvieseconocimientode las circunstancias que la acompañaron.Después de reflexionar unmomento, leparecióprudentedarconocimientoadonJuandeMontejodeloqueocurría,antesdedecirunapalabraaGabriel;ycomosusaludestabacadadíamásdelicadaynosalíaala calle sino para ir a la casa comercial, escribió dos líneas a don Juan, rogándolepasaraaverlosinpérdidadetiempo.

Media hora después estaba Montejo en el gabinete de don Andrés, a quienencontrópálido,desencajadoyconunaspectomásdemuertoquedevivo.ElviejonegociantepusoenmanosdedonJuan lacartadeCádizenque ledabanavisodelfallecimientodeFernández,yluegoquelahuboleído,lepresentóelpliegoaquesereferíalacarta.

—Estoteníaquesucederalfin—dijoMontejocontranquilidad—.¿Yquépiensaustedhacer?

—Cumplirinmediatamenteconlarecomendación—contestóUrdaneche.

DonJuanpermaneciópensativoduranteunmomento,yluegodijo:

—Pues yo suplico a usted difiera por algunos días el dar cumplimiento a eseencargo.

—Fernández—contestófríamenteUrdaneche—,hasidocorresponsaldelacasa,ydeboentalconcepto,darcumplimientoasusórdenes,conexactitudysintardanza.

—Peroaquíno se trata—replicóMontejo—,deunnegocio, sinodeunasuntopuramenteprivado.

—EntredonFernandoFernándezdeCórdobayyo—dijodonAndrés—,nohanmediado nuncamás que relaciones comerciales, y sime ha dejado este pliego conencargo de abrirlo a su muerte, es porque somos sus únicos corresponsales enGuatemala.Teníaalgunosfondosenlacasa,pueshastaahoranohadispuestosinodeunapartedelvalordelasexistenciasquelecompramos,yesnecesarioqueGabriel,alsaberlamuertedelquehaconsideradopadresuyo,sepalaverdadyquenotienederechoareclamarpartealgunadelaherencia.

—Pero si usted hace público el contenido de ese pliego —exclamó Montejo,poniéndose rojo de ira—, se hará imposible elmatrimonio demi... deGabriel conMatildedelosMonteros.

Urdanechelevantóligeramenteloshombrosportodacontestación.

www.lectulandia.com-Página165

Page 166: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Creo,señordonAndrés—continuódonJuan—,quealgunasobligacionesmásmedebeamílacasadeAgüeroyUrdanechequelasquepuededeberadonFernandoFernándezdeCórdoba.

—Noacostumbramoshacer—respondiódonAndrés—,diferencia alguna entrenuestrosclientespor lassumasque tenganen lacasa.Todos tienen igualderechoanuestraconsideraciónyaserservidosconlamismapuntualidad.

Montejoacabódeimpacientarsealverlasangrefríaylatenacidaddelanciano.LosinstintosferocesdelbandidocomenzaronadespertarseenelalmadePiedelana,quetemblandoderabia,metiólamanobajosuchalecoehizoasomarelmangodeunpuñal.Urdanecheadvirtióelmovimiento,ysacandounapistolaquellevabaocultaenlafaltriquera,laamartillóyapuntótranquilamenteadonJuan.

En aquel momento se abrió la puerta del gabinete, dando tiempo apenas aaquellosdoshombresparaesconder lasarmas.Erauncriadoque teníaen lamanounacarta,ydijoalentregarlaadonAndrés.

—Uncorreoquevieneganandohoras,hatraídoestacarta.

Elsirvienteseretiró.Urdanecheechóunaojeadaalsobrescritoydijo:

—EsdelcorresponsaldeSonsonate.Conpermisodeusted;ylaabrió.

Montejo,aloírdecir "correoganandohoras,deSonsonate",comprendió loquepodíaseraquello,ysusideastomaronunadirecciónmuydiversadelaquellevabanpocosminutosantes.Lamayorpartedesufortunapodíadependerdelcontenidodeaquellacarta.

Fijó los ojos en Urdaneche con la más viva emoción. Advirtió que un ligerotemblor,comoconvulsivo,agitabaloslabioscárdenosdelviejonegociante.Lacartanoteníamásqueunaspocaslíneas,sinduda,puesdonAndréslaleyóenunsegundo.EnseguidalapasóaMontejo,diciendo:

—Austedleinteresaestotantocomoanosotros.

Montejoleyólosiguiente:

"Lafragata“Atrevida”hallegadohoy.Laexpediciónhabíasidodenunciada.Elcargamentoenteroestádecomisado.Veaustedsipuedehaceralgo".

—¡Arruinados!—exclamóUrdaneche—,¡arruinadossinremedioalguno!

Aldeciresto,cayóaplomoycomoheridoporun rayo,con lacabezasobre lacartadeCádizquehabíadadoorigenalaagriacuestiónconMontejo.Unataquedeapoplejíafulminantehabíapuestofinalavidadelanciano.

Montejo le levantó lacabezayadvirtiendoqueestabamuerto, tomó lacartade

www.lectulandia.com-Página166

Page 167: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Cádizylaguardó;pusosobrelamesaladelcorresponsaldeSonsonateysaliendodelgabinete,llamóaloscriadosdeUrdaneche.

Momentosdespuéscorría en la ciudad lanoticiade la repentinamuertededonAndrés,queanadiesorprendió,sabiéndosequeandababastantemaldesaludyquehabíasufridoyaunoodosataquesdecongestióncerebral.Nadiesupo,sinembargo,sino hasta tres días después, lo que había sido causa inmediata de la catástrofe.Eldecomisodel cargamentovaliosísimoque trajo aAcajutla la fragata "Atrevida", sesupoportodaspartes.Algunaspersonasdelcomercio,seaporrivalidadocultaconlacasa, seaporque temiesen algúnquebranto en sus intereses con la introducción, encantidad considerable, de efectosquepodríanvenderse apreciosmuchomásbajosquelosdeplaza,lociertoesqueocurrieronenquejayreservadamentealaautoridadque no pudo hacerse sorda a una formal denuncia y dio órdenes preventivas a lospuertos para el embargo del cargamento. Se consideró a la casa de Agüero yUrdaneche arruinada por completo, y así era la verdad. El golpe fue terrible. Elpasivoascendíaacercadeunmillóndepesos, sumaenormeparaelpaísypara laépoca.Pocos eran losquenoperdíanalguna sumaenaquellaquiebra,que fueporentoncesydurantemuchosañosdespués,eltemageneraldelasconversaciones.Antela importanciadeaquelacontecimiento,pareció insignificante lanoticia,quecorriócasi al mismo tiempo, de haber muerto en Cádiz don Fernando Fernández deCórdoba. Varios negociantes que tenían corresponsales en aquella ciudad habíanrecibidocartasenquesereferíaelsuceso.LlegóelrumoraoídosdeGabriel,ycorrióa pedir informes a don Francisco Agüero, único que podía dárselos ya. El pobrecaballero, abrumado con su propio infortunio, contestó algo secamente al jovencapitán que nada podía decirle sobre lo que deseaba saber. Y era la verdad, puesUrdanechenohabíatenidotiempodecomunicarlelanoticia.

SalióGabrielenlamayorinquietudycomenzóatomarinformesconlaspersonasque tenían cartas de Cádiz. Los que pudo obtener confirmaron la desgracia. Eldesdichadoseencerróensuhabitación,entregadoaldolor,puesseconsiderabaconhartos motivos para sentir y llorar la pérdida de aquél a quien consideraba comopadre.iCuánlejosestabadesaberporentoncesquenoledebíaunasolalágrima!Elúnicoquehubierapodidorevelarlelaverdad,donJuandeMontejo,noquisohacerlo.Temía,yconrazón,quealsaberGabrielquenoerahijodedonFernandoFernándezde Córdoba, no consentiría en llevar aquel apellido por un solo instante; y que,pundonorosocomoera,seharíaundeberdereferirelhechoalafamiliadeEspinosa.Don Juan, menos escrupuloso, quería prolongar el engaño, al menos por tiemponecesarioparaquetuvieselugarelmatrimonio.LacatástrofedelacasadeAgüeroyUrdanechelehacíaperderlamayorpartedesufortuna;peroaúnconservabaalgunosvalores que podrían cubrir muy suficientemente los gastos del matrimonio yestablecimientodeaquelhijoaquientantoamaba.Ydespués,¿nosabemosquedon

www.lectulandia.com-Página167

Page 168: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

JuandeMontejo,o seaPiede lana, contabacon losmediosde reparar, enpartealmenos,aquellapérdida?Elquehabíasabidohacersedeunasumaconsiderable,podíaofreceralreconocerpúblicamenteasuhijodespuésdecasado,constituirasunueraunadotebastanterespetabledentrodepocosaños.TaleseranlospropósitosdedonJuan,ydebemosconfesarque,dejandoapartelafaltademoralidaddesuscálculos,elloseran,porlomenos,bienfundados.

Montejo aunque era uno de los que sufrían más en la quiebra de Agüero yUrdaneche,nomostróelmenorcuidadoporaquellapérdida.Porelcontrario,dijoatodoelmundoqueparaélelquebrantoeracasiinsignificante.Continuóviviendoconla misma ostentación y arriesgando gruesas sumas al juego, como lo tenía decostumbre.Aquelprocedimientosagazmantuvoincólumesucréditoytodoelmundodijoquelequedabauncaudaldobleotripledelquehabíaperdidoenlaquiebra.

Conbastantereservarealizóalgunosdelosvaloresdequepodíadisponeryqueleprodujeroncincomildurosenoro.Pusoaquellasumaenunsacoyescribióenunatiradepapellassiguientes,palabras:

"AGabriel,paralosgastosdesumatrimonio;abuenacuentadelaherenciadesupadre".

Alentrarunanocheen sucuarto, encontróGabriel aquel sacoyaquella tiradepapel sobre sumesa.Leyóy sequedósorprendidoalver laspalabrasquedejamostranscritas. No sabía qué pensar de tan extraordinario incidente. Había dejado sucuartocerradoyllevádoselallave;¿Quiénhabíapodidoponerallíaquelsacoyaquelpapel?interrogóalescribano,aBenito;nadiesabíaunapalabra.Enfin,calculóselohabríaenviadoalgunapersonaquetuvieseelencargodeentregarleaquellasumaque,comodecíaelpapelderemisión,erapartedesuherenciapaterna.Esobastabaparatranquilizarloyloponíaenaptituddehacerusodeldinero.

Muerto don Fernando Fernández, Gabriel podía disponer su casamiento. Enefecto,hablóadonPedroEspinosadelosMonterosyadoñaEngraciayencontróenelloslamejordisposiciónaqueseefectuaralaboda.Corriéronselasdiligenciasysedispusocelebrarlaceremoniaunmesdespués.TodoelmundoconsiderabaaGabrielúnicoherederodesudifuntopadre,puesnosehabíasabidolaverdaddelcaso.Hizosuscompras,montóconlujolacasaquehabíadehabitarconMatildeytantoélcomoellaveíanaproximarseconjúbiloeldíadesuunión

Entretanto,elalcaldedonDiegodeArochena,instruidoporlavozpúblicadequeibaaverificarseelmatrimonio,teníaelcorazóndesgarradoporeldespechoyporloscelos.NohabíaomitidoesfuerzoparallegaradescubrirelorigendeGabriel,ytodosu empeño parecía alejarsemás ymás de lo que formaba el objeto de su ardienteanhelo. Había organizado un cuerpo regular de policías, compuesto de treinta

www.lectulandia.com-Página168

Page 169: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

hombres,osadosysagaces,quereclutóentreloscriminalesquehabíancumplidosuscondenasyqueconsiderólosmásapropósitoparaseguirlapistaalosdelacuadrilladePiedelana.Rondabacasitodaslasnoches:nodormíayestabasiempreprontoaacudiradondehubieraalgúnindicioquepudieraservirleparaeldescubrimientodelosmalhechores.Elvecindariosehacía lenguasde laactividad,de laenergíaydelcelodeljovenalcalde,ysehablabadereelegirlocuandocumplieraunaño.Nosabíanlos que así hablaban que sus funciones no debían durar más que seis meses (queestabanalexpirar),yquepasadoaquelplazo,sinoentregabaaljefedelosbandidosque infestaban laciudad, incurriríaenun terriblecastigo.Elno lo ignoraba,yveíaconpavoracercarseeltérminoquehabíafijado,talvezconimprudenteligereza.

Un día se presentó en su casa uno de sus más hábiles espías y le dijo querondandoalgunasnocheshacíaporloscontornosdelcementeriodelSagrario,habíavisto algunos hombres embozados en aquellas calles, lo que le había parecidosospechoso.Queseocultódelmejormodoposibleenelhuecodeunapuertayvioqueabríanlasdelcementerioyentraban.Aquellosdebíanserladronesqueabríanlassepulturasydespojabanaloscadáveresdeunaqueotraprendadealgúnvalor,puessehabíavistoenalgunasdeellaslatierrarecientementeremovida.

AquelavisofueunaluzparaArochena.¿Sieraelcementerio,pensó,elpuntodereunión de los de la cuadrilla de Pie de lana? Para averiguar si su sospecha erafundada, citóparaaquellamismanoche, a lasonce, al cuerpodepolicíaquehabíaorganizado.A la hora señalada se armó y poniéndose a la cabeza de la fuerza, sedirigióalacasadelsacristándelaparroquia.Llamó,hizoqueleabrieran,ennombredelrey,yexigiólasllavesdelcementerio.Cuandolastuvo,distribuyósugenteenloscontornos,conordendenodejarsaliranadieyacompañadosolamentepordosdelosquehacíandesargentosdelcuerpo,entró.

Se encaminó desde luego a una pequeña capilla donde solían depositarse loscadáveres de los pobres antes de sepultarlos, y dejando a sus dos subalternos alcuidadodelapuerta,entrósolo.Lacapillaestabaencompletaoscuridad.Elalcaldefuesiguiendolasparedesydioconunaespeciedemesadecalycanto.AquelobjetosuscitóunrecuerdoenelespíritudeArochena.Lanochequefueconducidovendadoaunsitiodesconocido,habíadadoatientasconunamesaigualaaquélla.Dirigióseen seguida hacia el medio de la pieza y tropezó con una mesa de madera,exactamentecomoenlanochedesuaventura.Porúltimocomoparaconfirmarloenlaideadequeeraaquelsitioadondelohabíanllevado,pasólamanosobrelamesaytocóuncadáver.

Sacóeleslabón, lapajuelayuncerilloque llevabaaprevención.Encendió luz,vioque lamesadecalycantoeraelaltarycomprendióqueelcadáverestabaallídepositadopara sepultarloal siguientedía.Elmisterioestabaexplicado,yeramuy

www.lectulandia.com-Página169

Page 170: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

probable,casiseguroqueaquelsitiohabíasidoelegidoparalugardereunióndelosbandidos.

Conaquellaconvicciónseretiró,yalvolverlasllavesalsacristándelaparroquia,leintimó,bajopenadelavida,nodecirapersonaalgunaloquehabíapasadoaquellanoche. Seguro de que en una de las siguientes acudirían los de la cuadrilla alcementerio,previnoalcuerpodepolicíaestuviere listoparaacudiralprimeraviso,diolasinstruccionesconvenientesasusespíasyiosmandósituarseenciertospuntosdesdeloscualespodían,sinservistos,veralosquellegasenalcementerio.

Enefecto,alaterceranoche,despuésdelasdoce,llamaronalaventanadedonDiego.Aunquedormía,eracontantainquietud,quedespertóinmediatamente,ysalióalbalcón.

—Señor—le dijo el que llamaba—, diez hombres embozados han entrado alcementerio.

—Bien—contestóelalcalde—,ellosson,ymuylistostienenqueandarparaquesemeescapen.Correalcuarteldelapolicíayquevengantodos.Salgoalmomento.

Mientras el alcalde se vistió y se armó, fue el individuo a desempeñar lacomisión.UncuartodehoradespuéslaescuadraeitabaalapuertadelpanteónydonDiego, con la vara de la justicia en lamano izquierda, y la espada desnuda en laderechayacompañadodesugente,entrelaquehabíaalgunosquellevabanlinternasencendidas,penetróenelcementerio.

www.lectulandia.com-Página170

Page 171: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

L

CAPÍTULOXVIII

CómocumpliósupromesaelalcaldedonDiegodeArochena

osdiezindividuosaquieneshabíanvistoentrarenelcementeriolosespíasdeArochena,estabanencerradosenlacapilla.Comoelalcaldeysugenteentraron sin hacer el más ligero ruido, no advirtieron aquéllos lo que

sucedíaynopudieronponerseasalvo.DejódonDiegodiezhombresa lapuertayentróconlosdemásquecomponíanelcuerpodepolicíaquehabíaorganizado.

Al verse sorprendidos los de la capilla, quisieron hacer uso de las armas; peroArochenaestabaresueltoanodejarescaparunosolo.

—¡Téngase a la justicia del reyl —gritó, levantando la vara, símbolo de laautoridad—,iFuegosobreelprimeroquehagaelmenormovimiento!

Los veinte hombres del alcalde apuntaron con sus fusiles al grupo de losembozados,quenoseatrevieronahacerresistencia.

—Desarmarlos y atarlos—dijo en seguidaArochena; ymientras cuatro de lossuyos se ocupaban en cumplir aquella orden, tomó don Diego una linterna y fueexaminandoalospresosunoporunoconelmayorcuidado.

La impaciencia del abogado pelirrojo se revelaba en ciertos movimientos quehacíayenalgunaspalabrasentrecortadasqueseleescapaban,cadavezquepasabadeunoaotrodelospresos,yveíaquenoestabaentreellosdonJuandeMontejo.

Luego que estuvieron bien asegurados, mandó Arochena que saliesen todos,menosuno,queeligióalacasualidad.Lleváronlosafuera,yenseguidahizosufriralpresounminucioso interrogatorio.Las respuestaseranvagase inconducentes,ydeellasinfirióelastutoletradoqueaquelhombredebíaocuparunrangomuyinferiorenlacuadrilla.Hizoentrarotroyotroylosexaminó,conigualresultado,hastaquediocon uno que parecía mucho más entendido que los demás. Empleandoalternativamente las amenazasmás terribles y las promesasmás halagüeñas, logródonDiegoobtenerdeaquelhombrealgunosdatosimportantes.

www.lectulandia.com-Página171

Page 172: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Elige—le dijo el alcalde—; o la horca dentro de ocho días, o el perdón ydoscientospesosderecompensa.

El bandido ofreció que diría la verdad y don Diego le hizo las siguientespreguntas:

—¿Conquéobjetooshabíaisreunidoaquíestanoche?

—Conel de concertar elmododeponer en ejecuciónunaordenquehabíamosrecibido.

—¿Cuáleraesaorden?

—LadeasaltarlacasadedonJuanManriquedeGuzmán.

—¿Yquiénosladio?

—Nuestrojefe.

—¿Quiénesél?

—Loignoro.NoloconozcomásqueporPiedelana.

—¿Ylohasvistoalgunavez?

—Varias;perosiempredenoche,embozadohastalosojosynopodríayodeciraderechascómosonsusfacciones.

—Bien—dijoArochena,yreflexionandoduranteunmomento,añadió:

—¿Conoces a un caballero que se llama don Juan deMontejo? ¿Lo has oídohablaralgunavez?

—Lohevisto;peronuncaloheoídohablar.

—¿EncuentrasalgunasemejanzaentreesecaballeroyPiedelana?

—Tienepocomásomenos,lamismaestatura.Escuantopuedodecir.

—¿Sereúnenlosdelacuadrillaenalgunaotraparte?

—Sí,señor,en lacasacontiguaa ladelescribanorealdonRamónMartínezdePedrera.

—¿Sabesquédíahandereunirseallí?

—Mañanaalassieteymediadelanoche.Estamoscitadospararecibirórdenes.

—¿Yvosotroscuándodeberíasdarcuentadelacomisiónqueibasadesempeñarestanoche?

—Enlamismareunióndemañana.Teníamosordendenoaventurarelgolpe,sise presentaba algún obstáculo imprevisto; así es que el jefe no extrañará el saber

www.lectulandia.com-Página172

Page 173: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

mañana que no ha habido esta noche novedad alguna en la casa que nos habíamandadoasaltar.Esperarámisexplicaciones.

—¿Ycuáleseranvuestrasinstruccionesparaeseasalto?

—Se contaba con que nos abriría la puerta un criado de la casa. Debíamosapoderarnos del dinero y de la plata labrada, sin hacer daño a nadie, si no habíaresistencia,ydandomuerteacualquieraqueintentaraoponérsenos.

—Bien—dijoArochena—.Mañanasabrésiloquemehasdichoeslaverdad;sihasdeiralpatíbulo,osihasganadoelperdónyelpremioofrecido.

Dichoesto,salióconelpreso,yordenandolamarcha,condujoalosdiezladronesa la cárcelpública,mandando se les encerrara enbartolinas separadasyque se lesmantuvieseincomunicadoshastanuevaorden.

NadiesupoenlaciudadloquehabíaocurridoaquellanocheenelcementeriodelSagrario.AlasochodelamañanaelalcaldeArochenasepresentóenpalacioypidióunaaudienciaparanegociourgente.Recibidoenseguidaencerróseconelpresidente,lo informóde lo sucedidoy lepidióunaordenparaqueaquellanoche, a las siete,estuvieralistaunacompañíadelFijo,almandodeuncapitán,aquienseprevinieraobrardeenteroacuerdoconélenunasuntoenqueseinteresabaelserviciodelrey.ElmismoArochenaextendiólaordenquefirmóelcapitángeneral,ysalióaprepararelgolpe.

Entretanto,Piedelana,oseadonJuandeMontejo,muydistantedesospecharlatormentaqueestabapreparándoseadescargarsobresucabeza,saliómuytempranoarecorreralgunascallesyhablóconlosconocidosaquienesencontró,segurodequesisehubieraverificadoelasaltodelacasadeManrique,nodejaríadesaberseyselocontarían.Eraaquelsujetounodelosprincipalesymásricosvecinos,yaldecirqueseleasaltarayrobaraaquellanoche,seproponíaeljefedelosbandidosreponerconganancialoscincomildurosquehabíaenviadoaGabrielparalosgastosdelaboda.Lasuertelodispusodeotromodo.

NoextrañóPiede lanaquenosehubiesedadoelgolpea lacasadeManrique,puescomolohabíadeclaradoelpresoalalcalde,teníaordendenoaventurareléxitoyprescindirdelroboporaquellanoche,sisepresentabaalgúnobstáculoserio.Piedelananoveíajamásdedíaalosdesucuadrilla;asífuequenopudoconcebirlamenorsospechadequehubiesensidocapturadoslosdelaseccióndestinadaalasaltodelacasadeManrique.

Arochena, no menos cauto que el jefe de los bandidos, no quiso presentar alcoronelquemandabaelbatallóndelínealaordendelcapitángeneral,sinoalahoraprecisadedarelgolpe.Sabíaquetodaslasnoches,alassieteestabaenelcuartely

www.lectulandia.com-Página173

Page 174: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

queseríaobradeunmomentoeldesignar lacompañíaquehabíadedesempeñar lacomisiónyelcapitánquedebíamandarla.

Aldar.lahora,elalcalde,quehabíacomunicadoyasusinstruccionesalcuerpodepolicía, se presentó en el cuartel del Fijo y solicitó hablar al coronel de un asuntourgentedelserviciodelrey.EncerráronseenelcuartodebanderasyArochenapusoenmanosdeljefedelbatallónlaordendelcapitángeneral.

—Perfectamente—dijoelcoronel,despuésdehaberla leído—.Lacompañíanotienemásquehacerquetomarlosfusiles.Encuantoalcapitánquehademandarla...(y sedetuvounmomento reflexionando).Semeprevienedesignar unoque seadeacreditadovalorydelamásabsolutaconfianza.ElquereúneesascircunstanciaseselcapitándonGabrielFernándezdeCórdoba.

Elalcaldesequedócortadoaloirquellaspalabras.Noesposiblepreverlotodoynohabíaimaginadoquelaeleccióndelcoronelpudiesefijarseenaqueloficial.

—¡El capitán Fernández! —exclamó Arochena—. ¿No pudiera ser otro eldesignado?

Elviejomilitarfrunciólascejasycontestósecamentealalcalde:

—Elcapitángeneraldejaamicuidadolaelección.Supongoqueelseñoralcaldenopretenderáconocermejorqueyoalosoficialesdelcuerpo.Fernándezeselmásapropósito;éldebeireirá,amenosquerecibayoordencontrariademisuperior.

Arochenaviosureloj:eranlassieteycuarto.Temióquenohubiesetiempodeiraveralcapitángeneraleinstruirlodelosmotivosqueteníaparaobjetarladesignacióndelcapitán,ydijoalcoronel:

—Elasuntodequesetrataesgravísimo.¿UstedcreequeFernándezcumplirálaordendeprocederdeenteroacuerdoconmigo,aunquehayanecesidad,porejemplo,depasarsobresupropiopadre?

—Locreo—respondiósecamenteelcoronel.

—Bien—dijoArochena—;sírvaseusteddarsusdisposiciones.

Salióelcoronel,ydosminutosdespués lacompañíaestabaformadaenelpatiodelcuartel,conarmasyparqueyGabrielFernándezalacabezadeella,conordendeir a desempeñar una comisión muy importante del servicio del rey. Por todainstrucción recibió la de proceder de entero acuerdo con su señoría el alcalde deprimervoto,licenciadodonDiegodeArochena.

Pusiéronseenmarcha.Precedíaelcuerpodepolicía,algunosdecuyosindividuosllevaban lazos,mordazas, escalas, hachas, sierrasyotrosútiles, como también seisangarillas,enlaprevisión,sinduda,dequepodríasernecesarioconducirheridoso

www.lectulandia.com-Página174

Page 175: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

muertos. A todo había previsto el cuidado del alcalde. Seguía la compañía delbatallónconsusoficialesyelcapitánFernández,acuyoladocaminabaArochenaconlosministrilesdelajusticiayelescribanodecabildo.Comoeratemprano,advirtióelvecindarioelacontecimiento,ylasgentesveíandetrásdelasvidrierasdelasventanasysinatreverseaabrir,aquelextraordinario,inusitadoypocasvecesvistodesplieguede fuerzas en las tranquilas y pacíficas calles de Guatemala, más semejantes enaquella época y a tal hora a claustros de conventos que no a vías públicas de unaciudad.

Cada cual interpretaba el suceso comomejor le parecía. Quién sospechaba unalzamiento; quién una invasión de insurgentesmexicanos, y no faltó ciudadano deespírituasombradizoqueatribuyeraelmovimientode la tropay lapolicíaaqueelmismoNapoleónestabaalaspuertasdelaciudadconsusejércitos,paravengarlasderrotassufridasenEspaña.

Entretanto, la cabeza de la columna llegó frente a la casa contigua a la delescribanoMartínezdePedrera,cuyapuertagolpeabaconfuerzaunindividuo,aquiennopudoconocerse,acausadelaoscuridaddelanoche.

—Prendanaése—gritóArochena,suponiendoquedebíaseralgunodelosdelacuadrilla que intentaba anticiparse a dar aviso a sus compañeros. Cuatro o seispolicías embozados en sus capotes negros rodearon al que llamaba, quien nopudiendotenersesobresuspies,cayóaplomodelantedelapuerta.

—Isableylanzal—exclamóelcaído—;porvidade...queRosalíasehadormidoynomeabre.

Era el pobre capitán retirado con goce de medio sueldo, don Feliciano deMatamoros, que habiendo bebido durante toda la tardemás de lo ordinario, habíatomadoporsupropiacasalacontiguaaladelescribano.

Cuandoseviorodeadodeaquellasfiguras,queaprestabanloslazosparaatarlo,elcapitánlevantólavozyexclamó:

—Apartaos,apartaosdemí,avesnocturnas,ydejadmeenpaz.Apartaos,espíritusde las tinieblas; apartaos malditos fantasmas —repetía, mientras lo ataban; pero,habiéndole acomodado unamordaza en la boca, no pudo continuar sus elocuentesapostrofes. Dejáronlo atado y amordazado, y en seguida el alcalde y el capitán seocuparonendistribuirpartedelatropaentornodelamanzana.Hechaestaoperaciónysegurosdequenadiepodríaescapar,rompieronafuerzadehachazoslapuertadelacasayentraron.Vieronenlasalaunsofá,algunassillasyunamesamuygrande;peronoencontraronalmaviviente.Sobrelamesaestabandosvelasapagadas.OcurriólealastutodonDiegotocarlospabilosdelasvelasyencontrándoloscalientes,dedujoquedebían haber sido apagadas hacía apenas un instante. Recorrida la casa, advirtió

www.lectulandia.com-Página175

Page 176: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Arochenaqueteníanouna,sinovariaspuertasquecomunicabanconladelescribanoPedrera.Mandóforzarunadeellasyentró,seguidodesugente.Gabrielnoacertabaa comprender lo que podía significar aquella invasión de su pacífica y tranquilaposada;peroobedienteasusinstrucciones,hacíacuantoleindicabaelalcalde.

Recorrieronlacasa,sinhallarotrohabitantequeelnegroBenito,aquiennopudoArochenasacarunapalabra,niconhalagos,niconamenazas.Mandóqueloataranfuertemente y que no lo dejaran escapar y continuó registrandominuciosamente lacasa.Concluidoelcateodelapartequedabaalpatioexterior,preguntóelalcaldeaGabriel:

—¿Dóndeestá,señorcapitán,lapuertaqueconducealpatiointeriordeestacasa?Yonoladescubropormásquelabusco.

—Nilaencontraráusted,señoralcalde—contestóGabriel—,puesnolahay.Estapartesecomunicaconlaotrapormediodeuntorno,quevoyamostrarausted.Esunarareza,unmisterioquehayenestacasayquejamáshepodidoexplicarme.

Llegadoselalcalde,elcapitánylagentedelantedelapuertaquecubríaeltornoyqueriendoabrirla,vieronqueestabafuertementeaseguradapordentro;peronotardóenabrirse,despedazadaporelgolpedelashachas.Eltornohabíadesaparecido.Noquedaban más que algunas de las tablas que lo formaban, caídas en el piso delboquerón.

—Poraquíhanentrado—exclamóelalcalde—,noseescaparán.

—¿Quiénes?—preguntóGabriel.

—Ellos—dijoArochena—;PiedeLanaysucuadrilla.

—¡Piedelanaaquíenmicasal—exclamóelcapitánasombrado.

—En la casa del escribano Pedrera, querrá usted decir—replicó donDiego—.Luegollamandoaunoscuatrodelosmásresueltosentrelosqueformabanlapolicía,lesmandóquepenetraranporelboquerón.

Nopodíanhacerlo sinodeuno enuno.Comenzó a entrar el primero, y apenashabíapenetrado, sonóun tiropor lapartedeadentro, seescuchóun iayl ,yelqueintentabaentrarquedósinmovimiento.Retiráronlo.Estabamuerto,yconlacabezaatravesadaporunabala.

—Losbandidosestánresueltosadisputarsuvida,capitán—exclamóArochena—.Esnecesariopenetrarenesepatioporotraparte.Lasescalas,pronto.Quedenaquídiezhombresdelbatallón,siaustedleparece,yentremosporalgunasdelascasasvecinas.

—Laquedebetocarconesepatio—dijounodelosoficialesdelFijo—,esladel

www.lectulandia.com-Página176

Page 177: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

maestrodearmasdonFelicianodeMatamoros.

—Puesvamosallá—dijoArochena;yseguidoporGabriel,porlapolicíayporlos soldados que estaban disponibles, salieron de la casa, dejando orden al oficialsituado junto al boquerón con diez hombres, de hacer fuego sobre cualquiera queintentarasalir.

Llamaronalapuertadelacasadelmaestrodearmas,salióaabrirunadelashijasdedonFeliciano,quien temblandoalver tantosoldado,dijoqueni supadre,ni suhermanaRosalía,nisuhermanoAntonioestabanencasa.Entróelalcalde,yGabrieltuvoqueseguirlo,nosinexperimentarunsentimientodevergüenzaydeconfusión,alpenetrardeaquellamaneraenlacasadelamujerconquiensehabíaconducidodeunmodotanajenodeunhombredecorazónydeuncaballero.Consolábaseconlaideadequenoharíamásquepasaryquenoseencontraríaconlajoven,aquiennoseatreveríaamirardefrente.PreferíabatirsedoshorasconPiede lanaysucuadrillaantesquearrostrardurantedossegundoslamiradadeRosalía.

Peroloquehabíadicholaniñaeracierto.GabrielydonDiegoatravesaronlacasasinencontraranadieypenetrandohastaelgallinero,lesllamólaatenciónelverunamesasobrelacualestabaunasilla,arrimadaalaparedqueparecíaserladivisoriadelasdoscasas.Puestaslasescalas,subieron,ysuasombrosubiódepuntoalverunaespeciedeescaleracontralamismaparedporlapartedeadentro.

Unmomento después, Gabriel, Arochena y un pelotón de cincuenta o sesentahombres, entre soldados del Fijo y policías, estaban en la huerta de la casa delescribano.Selesdispararonunosdiezodocetiros,quepartierondealgunosgruposdehombresqueseveíandetrásdelosárboles,ycayeronheridosunoscuantosdelosqueacompañabanalalcaldeyalcapitán.Irritadoésteconaquellahostilidad,mandóhacerfuegoalosgruposysevieroncaervariosbultos.

— iA ellos, a la bayoneta!—gritó Gabriel, y lanzándose como un león, a lacabezade los soldados, llevando, a su lado al alcalde, cayeron sobre los bandidos,queseretiraronyfueronaapoyarsecontralapareddelahuerta.Laluchafuecorta,peroterrible.Losladronessedefendieronconextraordinariovalor,animadosporunoque parecía ser su jefe, que peleaba embozado en una capa y con el sombrerohundidohastalosojos.

De repente se encontraron aquel hombre y el alcalde Arochena y trabaron uncombate a muerte. Cayó el embozo del desconocido y al verle la cara, gritó donDiego:

—¡Eles!—Nopudodecirmás.Eljefedelosbandidosatravesabaconsuespadaalalcalde,quecayó,revolcándoseensusangre.

www.lectulandia.com-Página177

Page 178: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Gabriel, fuera de sí, tomó una pistola que llevaba asegurada en el cinturón, yamartillándola,apuntóalqueacababadeherirmortalmentealalcalde.Unmomentomás,yhabríadisparado.

—¡Detente,insensato!—gritóeldesconocido,bajandohaciaelsuelolapuntadesuespada—.¡Soytupadre!

—¡Mipadre!—exclamóGabriel,comoheridoporunrayo—;imipadrel—Si—dijoArochena,convozentrecortadaybalbuciente—.Essupadre...

Usted,añadióvolviéndoseaGabriel,eshijobastardode...Piedelana.Digaustedalcapitángeneralquehecumplidomipromesa,aunqueacostademipropiavida...Capitán,pongoesereodemuchosrobosyasesinatosbajolasalvaguardiadelhonormilitardeusted.Yexpiró.

En aquel momento dos mujeres a quienes nadie había visto, pues se habíanmantenidoocultasdetrásdeunoscimientosduranteelcombate,avanzaronhaciaelgrupodeloscombatientes.Unadeellassedirigióaljefedelosbandidosyledijo:

—¿Heoídobien?¿Nohadichoustedqueesejovenessuhijo?

—Si—contestóeldesconocido—;esmihijo.

—¡Ah!—exclamólamujer—;entoncesestambiénhijomío.Sí,mihijo,mihijo,gritó y rodeó con un brazo el cuello deGabriel, que estabamudo de asombro, deconfusión y de vergüenza.Con alguna dificultad logró desasirse de la que lo teníaabrazadoydijoaldesconocidoconvozentrecortadaporlaemoción:

—Siesciertoqueustedesmipadre,mañanacumplirécon losdeberesdehijo.Ahoradebocumplirconlosdeoficialdelrey.Paseusted.Ypartierontodos.

www.lectulandia.com-Página178

Page 179: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

E

CAPÍTULOXXIX

Padreehijo

lcapitánFernándezcondujoalacárceldelacorteaPiedelana,oseadonJuandeMontejo,yalosindividuosdesucuadrillaquenohabíanperdidola vida o quedado heridos en la refriega. Ni don Juan ni Gabriel

atravesaronunasolapalabradesde lacasadelescribanohasta lacárcel.Elprimeroparecíatranquilo;elsegundocaminabaconlacabezainclinadasobreelpecho,comoposeídodelmásprofundoabatimiento.

Alllegaralapuertadelacárcel,donJuansacódelbolsillounpapeldobladoyloentregóaGabriel.

—Hijo mío —le dijo—/quise retardar todo el tiempo que fuera posible larevelacióndeunsecretoquesabíayoteseríapenoso.Eldestinolohadispuestodeotra manera, y hoy es necesario que lo sepas todo. En ese papel encontrarás laspruebasdequenoeresloquetúmismoylasociedadhancreído.Séquelaespadadelaleyvaacaerinevitablementesobremicabeza;peromáscruelaúnqueesecastigo,será para mí la consideración de que hoy no puedo legarte más que un nombreinfame.Quizánovolveremosavernos.Perdóname.

Los sollozos no le permitieron pronunciar una palabra más. Gabriel, muyconmovido,tomóelescritoycontestóadonJuan:

—He cumplido mi deber de soldado. Desde hoy más me considero libre parapoderconsagrarmealosquemeimponeminuevasituación.Nosveremospronto.

Don Juan cargado de cadenas, fue encerrado en un estrecho calabozo,inscribiéndoseleenelregistrodelacárcelbajoelnombredeJuanBermúdez(alias)Piedelana.

Enseguidaelcapitánmandóconduciralacasaderecogidasalaqueacababadedecirle que era sumadre y a una joven que la acompañaba y que, como nuestroslectoreshancomprendidoya,noeraotraque lahijadelmaestrodearmas.Habíansidoencontradasen lacasadondeestaban losbandidos,ysuprisiónera inevitable.La infeliz señora tenía el corazón traspasadodedolor.Suhijo, a quien acababade

www.lectulandia.com-Página179

Page 180: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

encontrar,lahacíaencerrarentrelasmujeresperdidas.Ellanocomprendíalafuerzadeldeberqueloobligabaaprocederdeaquellamanera.

Elcapitánvolvióalcuartelydiocuentaasujefedeldesempeñodelacomisiónque se le había confiado, omitiendo únicamente la circunstancia de la revelaciónhecha por Pie de lana. Gabriel sabía que el hecho, que había pasado delante demuchostestigos,seríapúblicoalsiguientedía.Elcoronelelogióenpocaspalabraslaconducta de su subalterno y le dijo que no dudaba que el importante servicio quehabía prestado al rey sería debidamente recompensado. Gabriel no contestó,limitándose a mover la cabeza con una expresión de abatimiento que no dejó dellamarlaatencióndelviejomilitar,que,sinembargo,noseconsideróautorizadoparapedirle explicaciones.Díjolequepodía retirarseyGabriel sedirigióa sucasay seencerróensucuarto.

Conel interésquedebesuponerse, leyóelpapelqueacababadeentregarledonJuan,quenoeraotroqueladeclaración,depuñoyletradedonFernandoFernándezde Córdoba, que Montejo había recogido de la mesa de Urdaneche un momentodespuésqueéstehabíamuerto.VioGabrielenaqueldocumento,cuyaauntenticidadno podía poner en duda, la prueba evidente de que no era hijo de Fernández.Tampoco teníamotivo para dudar de la verdad de la declaración hecha por Pie delana y confirmada por Arochena, poco antes de expirar. ¡Era, pues, el hijo de unbandido! Tal fue la dolorosa convicción que desde aquel momento penetró en elánimodeGabriel.Eldineroquehabíapasadoporsusmanosyquehabíaderramadocon tanta profusión, era fruto de lasmás vergonzosas e infames rapiñas. El joven,abrumadodedolor,apoyólacabezaensusmanos,conloscodosfijossobrelamesa,recorriendoporsegundavezlaespantosarevelaciónqueconteníaeldocumento.LaextrañaconductadedonFernandodejódeserunmisterioparaél.Recordólamanerafría,casicruelenqueprocedieraalmarcharsedelpaísycomprendióporquénolehabíadirigidoentantotiempounasolacarta.Gabrielrecobrabasuverdaderopadre;peroiquépadre,ohDioslUnhombrequeestabaapuntodepagarsuscrímenesenunpatíbulo.Despuésdehacerestadesgarradorareflexión,seagolpabanensuespíritu,violentamenteagitado,lasrepetidaspruebasdeamorquelehabíadadoaquelhombreque veló por él desde el momento en que lo abandonó Fernández, y se sentíainclinadoaperdonarleelmalquelehabíahecho.Pensabaenquelaciegafatalidadlohabía conducido a llevarlo a la cárcel, donde lo habían cargado de cadenas y dedonde saldría probablemente para el cadalso, y la desesperación despedazaba sualma. La lucha fue terrible; pero triunfaron los buenos instintos en el corazón deGabriel.

—Sea loque fuere—dijo,conel rostrobañadoen lágrimas—,esmipadre,unpadrequehasidoconmigotiernoyamoroso.Yonosoynipuedosersujuez;soysu

www.lectulandia.com-Página180

Page 181: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

hijo,yestobasta.

Dichoesto, tomóunaplumayunpliegodepapelyconmanotemblorosa trazóunaspocaslíneas.Eraunescritodirigidoalcapitángeneral,enquepedíasulicenciaabsolutaydevolvíaeldespachodecapitán.

Gabriel no se acostó aquella noche, pasando las horas que faltaban para queamaneciera el nuevo día, en la más violenta agitación. Como a las seis oyó quegolpeaban lapuertade sucuarto.Abrióy se encontróconelnegroBenito,quenopudiendo valerse de las manos, que tenía fuertemente atadas hacia atrás, habíallamadoconelpie.MientrasGabriellequitabalasligaduras,ledijoelnegroquefanoche anterior, luego que lo habían atado por orden del alcalde, aprovechó undescuidodelosagentesdepolicíaquequedaronenelpatioexterior,yfueaocultarsea un lugar seguro, donde sin duda no pensaron en buscarlo. Gabriel informóbrevemente a Benito de lo ocurrido, y le preguntó si sabía qué había sido de donRamón.Contestóelnegroquesuamonoestabaenlacasacuandofueocupadaporlapolicíayporlatropa,yqueeramuyprobablequesehubierapuestoasalvo.

Gabriel quería saber algunos pormenores respecto a la señora encerrada en elpatio interior de la casa, que debía ser la misma que se presentó al terminar elcombateconlosladrones;yhabiendosuplicadoaBenitolerefiriesecuantosupieraacercadeella,elnegroqueno teníayaporquéguardar reserva refirió todo loquesabía; esto es, lo que había ocurrido desde que don Juan deMontejo llevó a doñaCatalinadeUrdanechealacasadelescribano.

Conelmásvivointerésescuchóeljovenlarelacióndelesclavo,comprendiendoporellaqueaquellainfelizseñora,quedebíaefectivamentesersumadre,habíasidovíctima de las pasiones violentas de su padre. Oyó con profundo disgusto lo queañadióBenitoacercadelaespantosaenfermedadquedecuatroañosalafechahabíaatacado a doña Catalina e hizo el propósito desde aquel instante, de consolarla ydulcificarencuantolefuesedablelaamarguradesusituación.

Despuésde aquellaplática, enqueel negro informóaGabrielde cuanto sabía,tomóeljovenelescritoquehabíaextendidoyenquesolicitabasulicenciaabsoluta,yantesdequefuesemástardeysepublicaranenlaciudadlossucesosdelanocheanterior, sedirigióapalacioysolicitóunaaudienciadelpresidente.Recibidoenelacto,Gabriellerefiriócuantohabíaocurrido,sinomitirlarevelaciónhechaporPiedelanadesersupadre,loqueconfirmóantesdeexpirarelalcaldeArochena.Añadióqueteníaensupoderunadeclaración,escritayfirmadaalgunosañosantespordonFernando Fernández de Córdoba, en la que constaba que él era un expósito, yconcluyódiciendotenerlaconviccióndequeelautordesusdíaseraelreoaquienhabíallevadoalacárcellanocheanterior.

www.lectulandia.com-Página181

Page 182: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

El anciano presidente escuchó estupefacto la relación de Gabriel y recibió elmemorial que éste le presentó en seguida con el despacho de capitán.Después dereflexionarunmomento,dijo:

—Ustedprocedeconcorduraaldarestepaso.Despuésdeloquehasucedidoyqueno tardarádoshoras enhacersepúblico, no sería posibleque continuaraustedvistiendo el uniformemilitar un díamás.Lo siento en el alma, joven.Usted pudohaber hecho una carrera brillante; pero la suerte no lo ha querido. ¿Puedo servir austedenalgo?

—Síseñor—contestóGabriel—;tengoquepediravuestraexcelenciaunfavor.

—Digausted.

—Unpermisoparapoderveramipadreenlaprisión.

Bustamentesedirigióa lamesayextendióunaordenparaquesepermitiesealportadorlaentradaalacárcelacualquierhoraylamásfrancacomunicaciónconelreo...

—¿Bajoquénombreestáinscritoenelregistro?—preguntóelpresidente.

—BajoeldeJuan.Bermúdez—contestóGabriel.

Elpresidenteescribióelnombreyapellidodelreo,firmólaordenyalentregarlaaGabriel,letomólamanoconefusiónyledijo:

—Vayaustedacumplirconsudeber.

Eljovensaludóconrespetoalpresidenteyseretiró.

Dos horas después recibía su licencia absoluta, extendida en términos muyhonrososasupersona.Profundamenteconmovido,sedesnudóaqueluniformedequesesentíaorgullosoyquehabíallevadoseisaños,yvestidodepaisano,sedirigióalacárcel.

Entretanto, corría en la ciudad la noticia de los extraños acontecimientos de lanocheanterior.Todoscontabanycomentaban losdiversos lancesocurridosencasadel escribano Martínez de Pedrera; pero ni la muerte de Arochena, ni la capturamismadePiedelanatenían,enconceptodelpúblico,lamitaddelaimportanciaqueel hecho de haberse descubierto que el cabecilla de los bandidos era el padre delcapitánGabriel Fernández.Multiplicábanse los comentarios y las conjeturas. ¿Quéhará? ¿Pretenderá continuar en el servicio? ¡Imposible! exclamaban todos. ¿Y elcasamiento?Menos.

—Bienpenséyosiempre—decíauno—,quenopodíaeltalGabrielserhijodeFernández.

www.lectulandia.com-Página182

Page 183: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Esta observación, que debía dar a su autor la reputación de observadorsagacísimo, fue repetida en el acto por no sabemos cuántosmillares de bocas. Lociertoesquealcaerlatarde,másdemediaciudadhabíapensadosiempre"queeltalGabrielnopodíaserhijodeFernández".

ConlanoticiadelacapturadePiedelanaydeldescubrimientodequeésteeraelpadredeGabriel,corríaotrade tanescasa importanciacomparadaconaquélla,queapenassefijabaenellaalgunaatención.TaleraladequedonJuandeMontejohabíasalido aquella misma mañana para Acajutla, donde debía embarcarse, pues seproponía hacer un viaje muy largo en la América del Sur. La gente estabaacostumbrada a las idas y venidas de don Juan y un viajemás no era para causarsorpresaanadie.

LaverdaderaqueapenasunoqueotrodelosquetomaronparteenelcombatedelanocheanteriorconocióadonJuandeMontejo,yéstosrecibieronordensuperiordeconservarsecretalaidentidaddeaquelsujetoconeljefedelosbandidos.AsífuequeelpúbliconosospechólaverdadycreyófácilmentequedonJuanhabíapartidoparahacerunlargoviaje.Elreoestabaincomunicadoparatodos,menosparaGabriel,yeloidor juez de provincia encargado de instruir la causa, tenía orden de tomarle lasdeclaracionesenelcalabozo.

Todo se hizo con reserva y prontitud, pues el presidente previno que cadaveinticuatrohorasselediesecuentadelestadodelacausa.JuanBermúdez,oseaPiedelana,nonegóunosolodeloscargosqueselehicieron.Loúnicoquenohizo,pormásqueseleapremió,fuedenunciarasuscómplices.Alostresdías,elreo,convictoyconfesodevariosasesinatosyrobos,fuecondenadoalapenadelúltimosuplicio,ydos días después el tribunal superior confirmaba el fallo. Se mandaba poner enlibertadadoñaCatalinaRoblesyaRosalíaMatamoros,queseencontrabanenlacasadel escribano la noche de la captura de los bandidos; pero a quienes no resultabacomplicidadalgunaconéstos,y sedictabannuevasórdenespara lacapturadedonRamónMartínezdePedrera.

Piedelanaentróencapilla.Estanoticia(tristeesdecirlo),fueunabuenanuevaparalaciudad.Noeraunsentimientodeamoralajusticia,noeralaideadequelasociedad iba a verse libre de un enemigo peligroso lo que hacía que el públicoacogiera la noticia con agrado. Era que anunciaba un acontecimiento que iba aromper la monotonía de la vida de una población para quien el día de hoy,enteramenteigualaldeayer,habíadeseridénticoaldemañana.Habíantranscurridoalgunosañosdesdelaúltimaejecucióndejusticia;elespectáculotendría,pues,paramuchosde losque seproponían asistir a la fiesta, el atractivode la novedad.DonJuansepreparóamorirconlaenterezaquedebíaesperarsedesucaráctervaronil.Lavísperadeldíaenque ibaaejecutarse lasentencia,despuésdehabercumplidosus

www.lectulandia.com-Página183

Page 184: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

deberesreligiosos,elreosequedósoloconGabriel,quenoseseparabadeélunsoloinstante.DonJuanprocurabaconsolaraldesdichadojovenque,abrumadodedolorehincadoderodillas,bañabaconlágrimaslamanodesupadre

—Hijomío—decíaelllamadoPiedelana—,esnecesarioqueaceptesconvalorestapruebadolorosayqueelejemploterriblequeseofrecehoyatusojostesirvaentodoelcursode tuvida.No tedesvíes jamásdelsenderodeldeber.Nobusques lafelicidadenlosfalsosbienesdeestemundoynoolvidesjamásquedenadasirvenlasriquezas, los honores, la consideración social, cuando falta la tranquilidad de laconciencia.Yohe consagradomi vida a esos falsos ídolos, y no es iay! sinohastaahora, cuandome encuentro a las puertas de la eternidad, que comprendo toda lamagnituddemisfaltas,ycuanerróneoshansidomiscálculos.

—Hay, —añadió con voz entrecortada por la emoción—, hay una mujer conquienhesidoinjustoycruel,despuésdehaberlaarrastradoalabismodelaperdición.Estumadre,pídelequemeperdoneyolvidetodoelmalquelehice.Amala,procuraaliviarsussufrimientos;pagapormíesadeudasagrada.Heahí,hijomío,elúnicoytristelegadodetupobrepadre.

Dos lágrimas sedesprendieronde losojosdedon Juan, lasprimerasquehabíaderramado aquel hombre desde los días de su infancia. Gabriel le hizo la mássolemnepromesadenoabandonarjamásasumadreydeprodigarletodalaternuradequeeracapazsucorazón.

Alsiguientedía,a lasonce,sepresentóen lacapillaelejecutorde la justiciaehizoquedonJuanvistieraunatúnicanegra,conunacruzroja,yquesecubrieralacabezaylacaraconuncapirotedondeseveíandosagujeros,paraquepudieseelreoverporelloselcrucifijoquelepresentabaunodelossacerdotesqueloacompañaban.

La fúnebre procesión se puso en marcha. Abríanla los agentes de policía; enmedioibaelreo,sentadoenunmuloyconpesadosgrillosenlospies:aladerechaloseclesiásticosyalaizquierdaGabriel,pálidoconlacabezadescubiertaeinclinadasobre el pecho. Cerraba la comitiva una compañía del Fijo, al mando del capitánHervías,tanconmovidocomoelhijodeaquélaquienibanaajusticiar.

Ungentío inmenso llenaba las calles.Losbalcones, yhasta los tejados estabanllenosdecuriosos,quehabíanacudidoconlaesperanzadeconoceraPiedelana.Nopudieron verle la cara y con esto el espectáculo perdió la mitad del interés paraaquellabuenagente.

LlegadalafúnebrecomitivaalpiedelcerrodelCarmen,dondesehabíaerigidoelcadalso,quitaron losgrillosal reo,quesubióconpasofirme.Gabriel losiguió,sinqueseloimpidieran,pueshabíaordenparaquepudiesehacerlo,yenelmomentoenqueelverdugoponíaeldogalalcuellodelreo,eljovensehincóderodillasylebesó

www.lectulandia.com-Página184

Page 185: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

lasmanos.Lamultitud presenció con recogimiento aquel espectáculo conmovedor.En el mismo instante partió un grito doloroso del grupo de gente que rodeaba elpatíbulo.Unamujer que llevaba la cara cubierta con un velo, cayó sin sentido enbrazosdeuna jovenque laacompañaba.DonJuanseestremecióaloiraquelgrito,quelehizorecorrerenunsegundolahistoriadeunagranpartedesuvida.

—¡Perdón, perdón! —murmuró en voz baja, tan baja que sólo Gabriel pudoescucharla.Unmomento después todo había concluido. La justicia humana estabasatisfecha,yPiedelanahabíadejadodeexistir.

www.lectulandia.com-Página185

Page 186: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

D

CAPÍTULOXXX

Lamadreyelhijo.Cambiodesituación

espuésdehaberestadoexpuestoenelpatíbulodurantealgunashoras,elcadáver dePie de lana fue entregado aGabriel, que cumplió el piadosodeberdedarlesepultura.Volvióasucasa,yabrumadodedolor,seencerró

ensucuarto,entregadoalasmásamargasreflexiones.Considerócuanfrágilcosaeseso que se llama felicidad humana, pues un día, unas pocas horas, habían bastadoparadestruirlaquedisfrutabayparaprecipitarloenelabismodeladesdicha.Estabacondenadoallevarsinculpasuya,unnombreinfame,ylohelabadeespantolaideadeverseseñaladoconeldedoydesignadoconlahorribledenominaciónde"elhijodelbandido".Pensóunmomentoenhuir,enabandonarelpaísybuscarelolvidoylapazenalgúnrincóndelreinoadondenopudiesellegarlatristehistoriaaqueestabaunidosunombre;peroinmediatamentesurgióensuespírituagitadoelrecuerdodesumadre, sola, abandonada, víctima de una enfermedad cruel, y recordó también lapromesa que había hecho de velar por ella y de procurar hacerlemás llevadera laexistencia.

Consideróqueloprimeroquelecorrespondíahacererabuscarlaysometersealoqueelladispusiera,comohijosumisoyobediente.

Tomada esta resolución, brotó naturalmente en el espíritu de Gabriel otraconsideraciónenquenosehabíafijadohastaentonces,dominadocomohabíaestadoporunsolopensamientodesdeelinstanteenquesupoquiénerasupadre.PensóensucompromisoconMatildeEspinosadelosMonteros,ycomprendióquelafatalidadlohabíarotoparasiempre.¿Querríaella,acaso,consentiríasufamiliaenquefueselaesposadelqueacababadesubiraunpatíbuloafrentoso,acompañandoalquelehabíadadoelser;delquecambiabaunapellidoilustreyrespetadoporunnombrecubiertodeignominia?

Hechaestareflexión,Gabrieltomóunaplumaysedisponíaadirigirunacartaadon Pedro Espinosa de losMonteros, cuando entró Benito, y sin decir palabra, leentregóunaesquelacerradayselladaconunescudodearmas.Eraelmismoenque

www.lectulandia.com-Página186

Page 187: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

estabaselladalainvitaciónquerecibióGabrieldosañosantesparaqueconcurrieraalsaraoencasadelalférezreal.Presintiendoloquecontendríalamisivaqueteníaensusmanos,nopudomenosquecompararaquellaépocaenquesehabíapresentadoala multitud con el aparato deslumbrador del lujo, acompañando al que portaba elpendóndelsoberano,yalpresente,enqueacababadedarsetambiénenespectáculoalpueblosobreelestradodeuncadalso.

Abriólaesquelaconmanotrémulayleyólosiguiente:"AlseñorGabrielN.Muyseñormío:

Después de los extraños acontecimientos de estos días, suponemos debe serdesagradableparaustedvolveraverapersonasdenuestracondición.Miesposa,mihijayyorelevamosausteddeesecompromiso;yalparticipárselo,mesuscribosuatentoservidor.

PedroEspinosadelosMonteros".

Gabriel dobló y guardó aquella carta, en que el orgullo casi no se tomaba eltrabajoderevestirlasformasdelacortesía,ydejandocaerlacabezasobreelpecho,dijoenvozimperceptibleyconelacentodelamásprofundaconmoción:

—¡Oh, Rosalía, oh Hervias! ¡Cuan cara he venido a pagarmi deslealtad ymitraición!

Acababadepronunciarestaspalabras,cuandolevantandolacabeza,seencontródelante de unamujer que llevaba la cara cubierta con un velo negro y a quien nohabíavistoentrar,tanabsortoestabaensusamargasreflexiones.

—Hijo mío, Gabriel, mi adorado Gabriel —exclamó la señora, estrechándoloentresusbrazos—.¿Porquéteafliges?Esverdadquemuchohasperdido;perohoyrecobrasatumadre,¿ysabestúloqueesunamadre?

Habíaenaquellassencillaspalabras talexpresióndesublime ternuraydeamorinfinito,queeljovenolvidóporunmomentosudolorosasituaciónyentregándosesinreservasalascariciasdelapobreseñora,exclamó:

—¡Ohsí,diceustedbien!¿Qué importa loquepierdo?.Ya tengomadre.DoñaCatalina de Urdaneche y Gabriel permanecieron algunos minutos estrechamenteabrazados y sin que la emoción les permitiera pronunciar una palabra. En seguidacondujoel jovenasumadreaunsofáyhaciéndolasentarse, levantóelveloquelecubríael rostro.Aunque informadopor la relacióndeBenitode laenfermedadquepadecía doña Catalina, Gabriel no pudo menos que experimentar la más penosasensaciónalverlosespantosossíntomasdellazarino.

Lainfelizseñoraadvirtiólaimpresiónquecausabaasuhijoyexclamó:

www.lectulandia.com-Página187

Page 188: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¿Noesverdadquesoymuydesgraciada?Luegoañadió,sonriendo:

—Pero, ¿qué importa? He recobrado a mi hijo, al hijo de quien he estadoseparadaduranteveinteaños;lohevisto,heoídosuvoz,hegozadosuscaricias.

Ahorapuedomorir.

DoñaCatalinarefirióaGabrielsuhistoria,diciéndoledequienerahija,ycómoseducidapordonJuandeMontejo(aquieninculpólomenosquelefueposible),sedecidióaexponersuhijoalaspuertasdeunacasadesconocida,horrorizadaalsaberlaclasedevidaquellevabadonJuan.AlllegaralterribleepisodiodelamuertedeljovenBustamante,quehabíatenidolugarenlahabitaciónmismaenquesehallaban,omitiólodelrobodedineroydijoúnicamentequedonJuanhabíasidoarrastradoporunos celos infundados a cometer aquella grave falta. Dijo cuál había sido su vidadespuésdeaquelincidente,porespaciodedoceaños;doceañosdesufrimientoydesoledad,hastahacíapocosdíasquelaprovidencialehabíadeparadounángelquelaconsolaraensuaflicción.

—Una joven—dijo doña Catalina—, llamada Rosalía, que vive pared de pormedioconelpatiointeriordeestacasa,dondeyoheestadoprisionera,vinoasaberde mí por una casualidad, y como ha consagrado su vida a proporcionar algunosalivios a las víctimas del horriblemal que yo padezco, supo encontrar elmododeverme y hablarme y aun de penetrar en mi prisión y hacerme compañía durantealgunosratos..EsaamableybondadosacriaturaestabaconmigolanocheenquedonJuan y los suyos tuvieron que acogerse a la huerta, cuando esta casa había sidoocupadaporlapolicíayporlatropaquetúmismomandabas.Pudohaberseretiradocuandoadvertimosqueocurríaalgodeextraordinarioyaunlainstéaquelohiciera;pero no quiso dejarme sola, y como sabes fue conducida conmigo a la prisión.Puestasenlibertadpornohabérsenosencontradodelito,Rosalía,meñallevadoasucasa,noqueriendoconsentirenquevuelvayoaésta,dondehesufridotanto.

Gabriel escuchó con el mayor interés la relación que le hizo doña Catalina, ycuando nombró a Rosalía y dijo lo que ésta había hecho por ella, bajó los ojosavergonzadoyconfuso.Comprendióquelajoven,altomarlaheroicaresolucióndeconsagrarsea laasistenciayserviciode los lazarinos,buscabaun lenitivo,aldolorque debió despedazar su corazón al verse abandonada por él. La noche en que severificó la terrible escena de la huerta, Gabriel vio que había allí otra mujer queacompañaba a la que dijo ser su madre; pero se cubrió cuidadosamente con unpañolón,ycomolanocheestabamuyoscura,nopudoconocerla.Preocupadoconlosgraves incidentesqueocurrían,nodio importanciaalgunaa lapresenciadeaquellamujerylahizoconduciralacasaderecogidas,sinaveriguarquiénfuese.

Rosalía,ensusconversacionescondoñaCatalina,lehabíahecholaconfidencia

www.lectulandia.com-Página188

Page 189: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

desussufrimientos,perocallando,porunsentimientodedelicadeza,elnombredelquesehabíaconducidocon tantadeslealtad.Asíque laseñora ignorabaqueerasupropio hijo quien se condujera" con tan indisculpable perfidia —con aquellabondadosajoven.

Ignorandoestacircunstancia,doñaCatalinadijoaGabriel:

—Hijomío,yonodeseovolveraestaodiosacasaquemetraeríacontinuamenteala memoria tan ingratos recuerdos. No puedo tampoco pensar en que vivamosseparados. No dudo que la amable joven que es tan buena. conmigo, no tendráinconvenienteenrecibirteensucasacomohuésped.Supadre,aquienprobablementeconoces, un capitán retirado que se llama don Feliciano deMatamoros, tiene, pordesgracia,segúnhepodidoadvertirlo,algunosdescuidos;peroenelfondomepareceun buen sujeto y es incapaz demolestar a nadie, aun cuando no está en su enterojuicio.Túdebesbuscarunaocupaciónyyomismaharéloquemeseaposibleparaayudarte. ¿No te parece que proponga yo a Rosalía que te reciba en su casa,pagándoleunamoderadapensión?

—Pienso—contestóGabrielbastanteturbadoaloiraquellapropuesta—,queesonoseríaposibleniconveniente.Reflexioneustedquenoestaríabienquefueseyoavivirencasadeunamujerjoven,conquiennotengoparentescoalguno.Ellamismanoloconsentiría.

—Rosalía—dijodoñaCatalina—,esjoven,perojuiciosa.Porotraparte,lapobreamacadadíamásal ingratoquelaabandonó,ynohabríalugarensucorazónparaotroafecto.Yencuantoaloquepodríadecirelpúblico,¿noestaríasamilado?¿Conquiénhadevivirunhijosinoconsumadre?

—Repitoqueloqueustedproponeesimposible—replicóGabriel—TomaremosunacasapequeñayustedpodráiraveraRosalíasiemprequeleparezca.

—Túolvidas—dijoella—,queesmiconsuelo,mienfermera,yqueyonopuedoatravesarlascalles,sinquemipresenciallamelaatenciónysinexponermetalvezademostracionesdesagradables.

—Es imposible,madremía, imposible—exclamóGabriel—.Muchome dueletenerquenegarmea loprimeroqueustedmepide;privarlade lacompañíadeesajovenqueleesdetantoconsuelo;pero...lorepito,esimposible.

DoñaCatalinanopodíaimaginarquelanegativadeGabrielencerrabaunsecreto,yseconformó,aunqueconpena,conlavoluntaddesuhijo.Seresolvió,pues,queaquelmismodíasebuscaríaunacasita,yquelaseñoraselimitaríaavisitarporlasnochesasujovenamiga.

Alcaer la tarde, la casaestabaconseguiday lamadre se instalóenella con su

www.lectulandia.com-Página189

Page 190: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

hijo.Gabrielcomenzóentoncesapensarenunacuestióngrave.¿Enquéseocuparía?¿Cómohabríadeganarsuvidayadquirirlosrecursosquenecesitabaparamantenerasu pobremadre?No habiendo hecho hasta entonces otra cosa que desempeñar susobligaciones como oficial de infantería, se consideraba de una incapacidad pocomenosqueabsolutaparadedicarseacualquieraotraprofesión;yaunquenocontabamás que veinte años, imaginaba ser ya demasiado viejo para emprender un nuevoaprendizaje.— Sin embargo, como ha podido advertirse por su conducta en losúltimosdías,habíamuchodeenérgicoydevaronilenelcarácterdelpepe;algoquehabía impresohondamenteensualmaelcontacto íntimo,durante sus tiernosaños,conelhonradoypositivistavizcaíno,quefuesuprimermaestroydirectorencasadeFernández.Arrojó,pues,desuespírituaquellasmalasinspiracionesdeldesalientoyprontosesintióconfuerzasparadedicarseacualquieraocupaciónhonrosa..

Apenashabía tomadoestaresolución,oyóque llamabana lapuerta,ycomonoteníasirvientealguno,fueélmismoaverqui—énllamaba.Erauncriado,vestidodelutoriguroso,que leentregóunaesquelaselladacon lacrenegro.Abriólay leyó losiguiente:

"AdonGabrielBermúdezMuyseñormío:

Aunquesintenerelhonordeserconocidoporusted,interesándomesusituación,metomolalibertaddeproponerleunempleoenmiescritorio.Siestáendisposiciónde ocuparse, sírvase venir a esta casa, donde darámás amplios informes su atentoservidorQBSM.licenciadoJerónimoRosales".

Noera enteramentedesconocidoaGabriel el nombredelque ledirigía aquellacarta.Pusoentorturasumemoria,ydespuésdemeditarunrato,exclamó:

—Sinduda;eselpasantededonDiegodeArochena.Seguramenteharecibidoyaeltítulodelicenciado.Sinoestoyenunerror,añadióGabriel,esehombreessobrinonieto de don Andrés de Urdaneche. Creo haber oído hablar de ese parentesco; ysiendoasí,estambiénparientemío,aunqueélseguramenteignoraestacircunstancia.Comotodos,debesuponeralahijadedonAndrés,mimadreytíasuya,muertahacemucho tiempo. Aunque sabrá quién era mi padre, y quizá también que mi madreapareció un momento después de haberse descubierto aquél, no puede saber más.¿Qué será lo que hamovido a don, Jerónimo a proponerme una colocación en suescritorio?¿Dequépuedoyoservirle?Jamáshehechoestudioalgunoquemepongaen aptitud de poder ser útil en el bufete de un abogado; y esto no lo ignoraseguramente don Jerónimo. Sea de esto lo que fuere, concluyó Gabriel, debo ir averlo,paraquemedigaelgénerodeocupaciónaqueseproponededicarme;ysimeconviene,laaceptaré.Nohaytrabajohonrosoquemeparezcainadmisible,siesquepuedodesempeñarlo.

www.lectulandia.com-Página190

Page 191: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Al siguiente día, muy temprano, pasó Gabriel a casa —de Rosales, a quienencontró en su gabinete de trabajo, que ya conocemos, vestido completamente deluto,porlamuertedeArochena,dequienhabíaheredadoelestudio,losclientesyelespíritu intriganteyaudazquehabía llevadoaéstea encontrarun findesastradoyprematuro.

Don Jerónimo representaba unos veintiséis años; era enjuto de carnes, detemperamentobilioso;sufisonomía,regularmentesinexpresión,parecíaanimarsedevezencuandoymomentáneamente,reflejandoalgúnpensamientoquecruzabaporsuespíritu, como cruzan los relámpagos la enlutada atmósfera, para que parezcandespuésmásdensaslastinieblas.

—Mehetomadolalibertad—dijoRosales,despuésdeunfríosaludoporunayotraparte—,dellamarausted,porquenecesitandounjovenhonradoydeaptitudqueme ayude como amanuense, he creído que pudiera tal vez convenir a usted estacolocación.Tendráustedqueasistiralescritoriodesdelasochohastalasdocedelamañana,ydelastresalascincodelatarde.Suocupaciónseráponerenlimpiolosescritosy algunosdocumentos, y si va tomando afición a la carreray aprendiendoalgo, podrá también ayudarme en los trabajos del bufete. El sueldo que puedoasignarleporahoraesdecuarentapesosmensuales.

Un escribiente con sueldode cuarenta pesos, era en aquel tiempouna cosa tanextraordinaria,queGabrielcreyónohaberoídobienlapropuestadeRosales.

—¿Cuarentapesosalmes?—ledijo—;¿esestoloqueustedmeofrece?

—Esoporahora—replicódonJerónimo—,sinperjuiciodeaumentarelsueldo,si,comodigo,ustedseaficionaalbufeteypuedeayudarmeenalgo.

—Acepto con gratitud la propuesta, señor don Jerónimo —dijo Gabriel—, yprocurarédesempeñarmisobligacionesconexactitud.

—Yosé—contestóRosales—,queustedhasidounoficialmuycumplido,yelqueloesenunaposición,debeesperarsequeloseaenotra.Quedaustedcolocadodesdehoymismo.

—Peroustednoconocesiquieramiformadeletra—dijoGabriel.

—Debesermuysemejantea lamía—observóRosales—,puesestuvimosenlamisma escuela. Usted ha olvidado esta circunstancia. ¿No recuerda usted, añadióriéndoseconuna risaque teníaalgodeextraño,deunmuchachocincooseisañosmayorqueusted,aquienechóalsueloygolpeóporquelollamópepe?

—¿Fue usted acaso?—dijo Gabriel, a quien subieron los colores a la cara, alrecuerdodeaquellainsultantecalificación,cuyajusticiahabíavenido,pordesgracia,adescubrireltiempo.

www.lectulandia.com-Página191

Page 192: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—YomismodijodonJerónimoysiselorecuerdoausted,noesporqueconserveelmáspequeñorencorporloquenofuesinounariñademuchachos.Esparaqueveaustedqueloconozcodesdepequeñitoyquedebointeresarmeporsusuerte.

Mil gracias, señor don Jerónimo—dijoGabriel—.La prueba que ustedme dahoy,llamándomeadesempeñarensuescritoriounempleogenerosamenteretribuido,esparamí,ademásdesuspalabras,positivagarantíadelbondadoso interésquesindudalehainspiradomidesgracia.Sírvaseusteddecirmeenquédeboocuparme.

DonJerónimosepusoenpieysacandodeunaalacenaunenormelegajo,dijoaGabriel:

—AquítieneustedelexpedientedelconcursodelacasadeAgüeroyUrdaneche,del cual he sido nombrado síndico. Sírvase usted copiar los documentos queencontrarámarcadosconlosnúmeros10,1112,22,23,25y37.Despuésdiréaustedenquéotracosadebeocuparse.

Asombrado Gabriel de que el expediente del concurso hubiese adquirido talesproporcionesentanpocotiempo,tomórecadodeescribirycolocándoseenunamesaqueleindicódonJerónimohabríadeserenlaquetrabajaratodoslosdías,comenzóacopiar losdocumentosqueéste lehabíaseñaJado.Rosalesocupósupuestoenotramesaysepusoaescribir,comosinohubieseotrapersonaenelgabinete.

www.lectulandia.com-Página192

Page 193: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

G

CAPÍTULOXXXI

Nuevascomplicaciones.Lafiebre

abriel volvió por la tarde al escritorio de Rosales y continuó el trabajocomenzado.Laspiezasquecopiabaerancasitodasrelativasalascuentasde lacasadeAgüeroyUrdanechecondonJuandeMontejo,ydeellas

resultabaunsaldodétrescientosveinticincomildocientosquincepesosdosymedioreales,afavordeéste.

No dejó de llamar la atención a Gabriel que don Jerónimo hubiese elegidoprecisamenteaquellascuentasparaqueéllascopiara;peronopudoalcanzarlamiraqueelsucesordeArochenahubiesepodidotenerenesto.

AlconcluireltrabajoycuandoGabrielibaaretirarse,ledijodonJerónimoconaparentenaturalidad:

—¿Qué le han parecido a usted las piezas del expediente del concurso que hacopiado?

—No encuentro en ellas —contestó Gabriel—, cosa particular. Son cuentascorrientesmuyclarasyllevadasentodaregla.

—¿YnolepareceaustedqueesconsiderablelasumaquedebeelconcursoadonJuandeMontejo?

—Ciertamente —dijo Gabriel, sin comprender a dónde podía dirigirse laobservación—.Por lo demás, añadió, creo que considerable o no, esa deuda se haconvertidoenhumo,comoparalosdemásacreedoreslasquelescorresponden.

—Eneso—replicódonJerónimo—,puedeustedestarequivocado.Lacasatienecréditosactivosdegrancuantíaydenodifícilcobroenlasprovinciasdelreino,enLima y en Cádiz. Con alguna habilidad y tal cual empeño, podrían realizarse, yliquidadoelconcurso,alcanzarlosacreedoresdeuncincuentaounsetentaporcientodesuscréditos.

Al decir esto, Rosales fijó sus ojos penetrantes en la cara deGabriel, como si

www.lectulandia.com-Página193

Page 194: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

quisieraleerenellalaimpresiónquepudieranhacerleaquellaspalabras.PeroseaqueGabriel no alcanzara el sentido oculto de la indicación, o ya que no le convinieradarseporentendidodeella,selimitóacontestarconmuchasencillez:

—Me alegro por los acreedores; pues, según he oído decir, hay entre ellospersonasaquieneslabancarrotadelacasahareducidocasialamiseria.

—Asíes—replicóRosales—.Conozcoacreedorqueestáhoyenlamáscompletapobrezayaquienlaliquidacióndelconcursoharíaricodelanochealamañana.

Gabrielnocontestó,nipareciódarmuchaimportanciaalaobservación;ysiendohoraderetirarse,sedespidiódedonJerónimoysemarchó.

—Estemi primo—dijo el abogado, arreglandomaquinalmente algunos de lospapelesqueestabanen lamesa—,oesunzorromuyastuto,oesunanimal.Enelprimercaso,esnecesarioquesequitelamáscarayquenosentendamosfrancamente;en el segundo, es preciso ayudarlo y hacerle el bien quiera o no quiera. Siempredeberápagarmemi trabajocomocorresponde.Perohoybasta la insinuaciónhecha.Ledarétiempoparaquereflexione,ydentrodedosotresdíasleplantearélacuestiónclaramenteysinambages.Esseguroquenosentenderemos.

Tales eran los propósitos del abogado que, como se ve, no sin motivo habíallamadoaGabrielyproporcionándoleunacolocaciónensuescritorio.Perounsucesoinesperado,deesosquesoncomunesenlavida,fueainterrumpireldesarrollodelosplanesdedonJerónimo.

ViolentamenteagitadoporlosacontecimientosdeaquellosdíasGabrielcomenzóa sentir aquellamisma noche los síntomas de una aguda fiebre cerebral, y cuandoamaneció el siguiente día la calentura era fuerte, el enfermo estaba privado delconocimientoydeliraba.DoñaCatalinaseencontrabasolaconél,pues,comohemosdicho,noteníanaúnunsolosirviente.Afligidaalverelestadodesuhijo,loprimeroque leocurrió,naturalmente, fue iracasade lahijadelmaestrodearmas,aquiensuplicó,deshechaenlágrimasfueseaauxiliarlaenelapuroenquesehallaba.Rosalíaseencontróenelmayorconflicto.NopodíapensarenpresentarseaGabriel,nisabíacómoexcusarsecondoñaCatalina.Tuvoimpulsosderevelarleloquehabíapasadoentreellos;pero,reflexionóenquelaocasiónnoeraoportunaydesistiódelaidea.La señora instaba.Noacertabaa comprendercómoeraqueaquella joven, llenadecaridadydeabnegaciónpara laspersonasquepadecíanunaenfermedadhorribleyquesereputabacomocontagiosa,vacilabaenprestar.suasistenciaasuhijo,atacadodefiebre.Tantasfueronsusinstancias,quealfindijoRosalíadoñaCatalina:

—¿Decíaustedquesuseñorhijohaperdidoenteramenteelconocimiento?

—Por completo—contestó doña Catalina—. A mí misma no me ha conocido

www.lectulandia.com-Página194

Page 195: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

durantetodalanoche.PorDiosnoperdamostiempo;vengausted;estásolo,yéstaeslahoraenquenolohavistounmédico,puesnohetenidoquiénlollame.

—Antonio—dijoenvozaltaRosalía,llamandoasuhermano—.Correacasadeldoctor Esparragosa y dile que se le necesita con urgencia donde doña CatalinaRobles.Dalelasseñasyvetealacasa,paraquevayasalaboticayhagasloqueseofrezca.Hoytienesferiadoynoirásalaescuela.

Elmuchacho corrió a la casa del doctor, ymientras tanto Rosalía dijo a doñaCatalina:

—Vamos,señora,estoya ladisposicióndeusted;peropermítame lepongaunasolacondición.

—La que usted guste, amiga mía —contestó la pobre madre—. Acepto deantemanocuantoustedquieraexigirdemí.

—Es —dijo Rosalía—, que me retiraré en el instante,en que don Gabrielcomiencea recobrar el conocimiento,yquedespuésno lediráusted jamásqueyoestuveasistiéndolo.¿Meloprometeusted,formalmente?

—Lo prometo, y si es necesario, lo juro—contestó doña Catalina, a quien nodejaron de llamar la atención aquellas condiciones; pero estaba demasiado afligidaparadetenerseapedirexplicaciones.

—Vamos pronto—exclamó—, cadaminuto que se pierde puede comprometergravementelavidademipobrehijo.

Unmomentodespués,doñaCatalinayRosalíaestabancolocadasalacabeceradelacamadeGabrielque,pálido,desencajadoymoribundo,moviendoviolentamentelosbrazos,paseóunamiradaextraviadadelaunaalaotra,sinreconocerlas.

—Muchoha tardadoustedenvenir,Matilde—exclamó,dirigiéndoseaRosalía—.¿Teníaustedrepugnanciadeacercarsealhijodelahorcado?

—Unarisaconvulsivasiguióaquellaspalabras,quehicieronsubirloscoloresalacaradelapobrehijadelmaestrodearmas.

—¡Siemprepensandoenella!—dijoenvozimperceptible,yvolviólacara,paraque doñaCatalina no viese una lágrima que se desprendió de su párpado, sin quepudieraevitarlo.

—YusteddoñaEngracia—dijoGabriel, hablandoadoñaCatalina—,ustednomehadespedidode su casa, ¿no es verdad?DonPedro es quienmehahecho eseagravio;perotienerazón,iElhijodePiedelana!¡QuémaridoparaMatildedelosMonteros!

www.lectulandia.com-Página195

Page 196: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Enaquelmomentoentró eldoctor,quehizoabrir lasventanasy se acercóa lacamadeGabriel.

—Buenosdías,señorlicenciadoRosales—exclamóelenfermo—.¿Cómoestáelalcalde?¿Sabeustedquelaestocadafueterrible?iAh!Eramuchohombreaquel.Sehabríabatidocontraunejército. ¡Lástimaque...!pero silencio, eramipadre; sí,mipadre, dijo bajando la voz y abriendo desmesuradamente los ojos mientras que eldoctor le tomaba el pulso. Esparragosa movió la cabeza de una manera casiimperceptible.Sudiagnósticoerafatal,ylasituaciónlepareciógravísima.

Prescribióunasangría,y llamadounbarbero,pueslosmáshábilescirujanosnopracticabanenaqueltiempoesasoperaciones,dijoGabrielalverlasangre:

—EslamismaquecorriódespuésdelcombateconPiedelanaenelencuentrodelMolino.¡CuidadobellaMatilde,novayaustedamancharseconlasangredelhijodelbandido!

Eldoctorprescribiósinapismosendiferentespartesdelcuerpo,unapócimaquedebíaadministrarsecadahora,muchoreposo,airelibre,dietaabsoluta,ysedespidióofreciendovolverporlatarde.

A pesar de la sangría y de los revulsivos, la inteligencia del enfermo no sedespejaba.Continuaba el delirio, pronunciando unas veces palabras incoherentes ydiciendoalgunasotras frasesalusivasa iosacontecimientosdeaquellosdías.DoñaCatalina y Rosalía no se separaban de la cabecera de Gabriel, que no llegaba aconocerlas,tomándolascasisiemprepordoñaEngraciaysuhija.HubounmomentoenquepasóelbrazoalderredordelcuellodeRosalía,sinqueéstapudieraimpedirlo,yacercandoasuslabioseloídodelajoven,ledijoenvozmuybaja:

—Escastigodelcielo,pormitraiciónaRosalíayaHervías.Nolodigaustedanadie.

Por la tarde volvió el doctor y encontró exacerbados los síntomas de la fiebre.Cambiólamedicinayrecomendóqueenelmomentoenquesedespejaraunpocolainteligenciadelenfermo,seleadministrasenlossacramentos.

DoñaCatalinaestabaapuntodeperderel juiciodeaflicción,yRosalía,pálida,temblorosa,dejabacorrersuslágrimas,siendoyaimpotenteparaocultarsudolor.

Siete días se prolongó esa penosa situación. El doctor les había anunciado laprobabilidaddequeaquellanoche,oterminabadeunamanerafunesta,oseadvertiríaunamejoría.Lasdospobresmujeresquenohabían tomadounmomentodereposodesdeelprincipiodelaenfermedad,esperabanconlamásvivainquietudelresultadode lacrisisanunciada.DoñaCatalina,de rodillasa laderechade lacabeceradesuhijo,rezabaconfervor.Rosalíaenlamismaactitud,yalladoizquierdo,estrechabala

www.lectulandia.com-Página196

Page 197: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

manoabrasadoradeGabriel,comopreparándoseadarleelúltimoadiósydespedirsedeélhastalaeternidad.

Era el 28 de diciembre, aniversario de aquella noche en que la pobre hija deUrdaneche,arrojadadelhogarpaterno,fueadepositarasuhijo,esehijoqueestabaahora próximo a expirar, a las puertas de una casa desconocida. El viento silbabacomo entonces, formando ruidos lúgubres, como si fuesen los acentos de seres deotromundoquesepreparabanarecogeraquellaalma,próximaadesprendersedelasterrenas ligaduras. Ardía en un rincón de la alcoba una lámpara delante de unaDolorosa,comoenlaesquinadelcementeriodelSagrarlo,enlanocheenqueGabrielhabíavenidoalmundo.

El enfermo, que había permanecido dos días con los ojos cerrados y sinpronunciaryaunapalabra,losabriórepentinamenteylosfijóendoñaCatalina,comosi se esforzara en reconocerla. Rosalía dejó la mano que tenía asida y se retiró,ocultándosetraselpabellóndelacama.

—Madre—dijoGabriel—,¿esusted?

—Sí,hijomío,yo soy—exclamó lapobre señora, locade júbilo, alverqueelenfermorecobrabaelconocimiento.

—¿Nohabíaaquíotrapersona?—dijoGabriel—.Mehaparecidoverunajoven,unángeldeDiosquevelabapormíymeasistíaenmienfermedad.

—Nohaynadie—contestódoñaCatalina—;tranquilízate,hijodemialma,ynohablesmás.

Gabriel dirigió en derredor unamirada vaga, como buscando alguna persona yvolvió a cerrar los ojos. En el acto comenzó a declararse un sudor copioso y elenfermo durmió con alguna tranquilidad. A la madrugada llegó el doctor, yhabiéndolopulsado,pudoadvertirseunmovimientodesatisfacciónen la fisonomíadeaquelsabiomédicoyhombredebondadosocorazón.

—Se ha salvado —exclamó—. La crisis se ha resuelto favorablemente. Quecontinúeelrégimenprescrito.Volveréalmediodía.Muchosilencio,aire,alimentoyprocurarevitarleemociones.

Aldeciresto,Esparragosa,queera tambiénunhombredemundoyconocía laspasiones humanas, echó una mirada al soslayo a la hermosa doncella que estabasentadaenelsuelo,detrásdelacamadelenfermo.

Cuandoéstedespertó,Rosalíaseretiróalapiezainmediataynovolvióaentraralaalcoba,apesardelasinstanciasdedoñaCatalina;yalsiguientedía,declaradalaconvalecencia,sedespidió,sinquealcanzaranlasinstanciasdelaseñoraadetenerla.

www.lectulandia.com-Página197

Page 198: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

LuegoqueGabrielestuvoenaptituddecombinarsusrecuerdos,dijoasumadre:

—Yoheestadomuygrave,¿noesverdad?

—Sí, hijo mío —contestó la señora—; pero ya, gracias a Oios, ha pasadoenteramenteelpeligro.

—Ustedmehasalvado—exclamóGabriel—;asuscuidadosdebo lavida,ysime alegro de conservarla, es por usted. Pero, dígame usted,madre—añadió—¿nohabíaaquíotrapersonadurantemienfermedad?¿Habrá(Idoúnicamenteunfantasmaqueforjómiimaginaciónagitadaporlafiebre?

—Así debe ser, hijo, porque no había nadie—conteitó tila, cumpliendo con lapromesahechaaRosalía.

Gabrielpermaneciópensativoduranteunmomentoyluegodijo:

—¡Cosaextraña!Juraríayohabervistoaquíunanocheaesajovendequienustedmehahabladoyqueconozcounpoco...lahijade...elcapitánMatamoros.

—Tambiénhascreídoverotra—dijodoñaCatalina—,aquienllamabasMatilde,yaunaseñoraaquiendesignabasconelnombrededoñaEngracia.Decíasqueunadeesasdamasnotequeríapormaridoyotrascosasincoherentes.

—¿Todo eso he dicho? ¿Y ella lo ha oído? —exclamó Gabriel, visiblementedisgustado.

—¿Quién?—preguntódoñaCatalina.

—Ella, la jovenqueestabaaquí.Ydígameusted,madre,¿nohavenidoalgunapersonaasaberdemídurantemigravedad?

—Sí,unamuchachaaquienacomodéaldíasiguientedehabercaídotúenfermo,medijoquehabíaestadodosvecesJerónimoRosales,misobrino,preguntandoporticonbastanteinterés.TambiénunjovenoficialdelFijo,quenoquisodecirsunombre,havenidodosvecesaldía.Dicelacriadaquepareciómuyafligidoalsaberelpeligroenqueestabas.

—¡OficialdelFijo!—exclamóGabriel—;¿quiénpuedeser?¿Si seráHervías?,añadió,yunligeroruborcoloreósufrentepálidaconlaenfermedad.

LuegoqueGabriel sevistióyquedoñaCatalinapudodejarlosolo, sinpeligro,corrióacasadeRosalía.Laconductaqueéstahabjaobservadolepareciótanextrañaque,apesardeestarmuylejosdesermaliciosa,nopudomenosdepensarquehabíaentodoaquelloalgúnmisterio,ysepropusoaclararfo.

Encontróalapobrejovenbastanteabatidaydesmejorada.LafatigafísicaymoraldelossietedíasdegravedaddeGabriel,habíadejadohondashuellasenladelicada

www.lectulandia.com-Página198

Page 199: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

organizaciónde la hija delmaestro de armas.DoñaCatalina se alarmó al ver a suamigatanpálidaydesencajada,yledijo:

—¿QuétieneustedRosalía?Ustedsufreymeocultaalgunacosa.¿Nohesidoyocompletamentefrancaconusted?¿Notengoalgúnderechoasuconfianza?¿PorquénohaqueridoustedqueGabriel leveaenmicasa?Ustedhasidounángelparaél,comoparamí,yseocultadeél,comosilehubierahechounagravio.Aquíhayalgúnmisterio que no alcanzo y que es necesario aclarar. No prolongue usted más misdudas.

—Señora—dijoRosalía,convozbalbuciente—;yaqueustedmeloexige,lediréloquemehabíapropuestonorevelarlejamás.ConozcotiempohaceadonGabriel,yfueélquien...

—Concluyausted,porDios,¿quiénqué?

—Quien me hizo perder mi tranquilidad y emponzoñó para siempre miexistencia.

—¡Gabriel! —exclamó doña Catalina fuera de sí—; (Gabriel un pérfido, undesleal,uningratoalamorqueustedleprofesaba)¡Estoesimposible!

—Noloculpeusted,señora—dijoRosalía—.Yonoeralamujerqueconveníaasuclaseyposiciónydebíhaberlovistoatiempo.Yosolasoyculpable.

DoñaCatalinasepusoenpieysepreparóaretirarse.

—Permítame usted, amiga mía—dijo—, que vuelva ahora mismo a mi casa.Necesitotenerunaexplicaciónconmihijo.

—Suplicoausted,porcuantohaymássagrado—exclamóRosalía—,quenoledigaunapalabra.Estarde.Todoseríainútil.

—Dejeustedquehagamideber—dijodoñaCatalina,rechazandosuavementealahijadelmaestrodearmas,queseoponíaaquesaliera,ypartió.

www.lectulandia.com-Página199

Page 200: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

¿C

CAPÍTULOXXXII

Unaaparición.LadiplomaciadedoñaCatalina

ómo sabía el licenciado JerónimoRosales queGabriel era primo suyo?Heaquíunpuntoquenecesitaexplicación.

DosdíasdespuésdelamuertedeArochena,sepresentóencasadedonJerónimounaseñoracomodesesentaaños,másbienmásquemenos,deaparienciamodestayvestidaconuntrajetanmodestocomosuapariencia.Llevabaunasayaunmantóndealepín negro, unas tocas blancas en derredor de la cara y un enorme rosario decuentasgordaspendientedeuncinturóndecordobánqueleceñíaneltalle.

Rosalesexaminódetenidamenteaaquellamujer.Ensulargaprácticaenelbufetede Arochena había tenido que tratar con muchas bribonas; pero cuando huboestudiadounpocolafisonomíadeladelastocas,formóelconceptodequeaquellahonradadueñapodríadarleccionesdebellaqueríaalamásredomadaeneloficio.

—¿Es el señor licenciado don JerónimoRosales—dijo, levantando apenas losojosdelsuelo—,lapersonaconquientengoelhonordehablar?

—ParaserviraDiosyausted,señora—contestóelabogado,señalandounasillaaladelrosarioyocupandoélsupuestoacostumbrado,delantedelamesa.¿Quiereusteddecirmecuálessugraciayenquépuedoservirla?

—Mi nombre—replicó la señora—, es doñaDoroteaBardales, o deBardales,puessoyhijadeunhidalgoespañol,quesirvióaSuMajestadpormarypor tierra,aunqueconmáshonraqueprovecho.Enunade lasmuchascampañasquehizomipadre,mimadre,queeratodaunamujer,quisoacompañarlo,aunqueestabaentoncesdemesesmayores.Yo nací entre el estruendo de la artillería y sime es permitidodecirlo,mecortaronelombligoconbayoneta.

Andandoeltiempo,yhabiendoquedadohuérfana,tuvequeacomodarmeaservir,ydeEspañavineaestosreinos,comodamadecompañíadelaesposadesuseñortíodeusted,donAndrésdeUrdaneche.Muertaestaseñoracuandosuhijateníaapenas

www.lectulandia.com-Página200

Page 201: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

unos doce años, me quedé en la casa, sirviendo de aya a la niña. Algunas veces,aunquepocas,puesyovivíamuyretirada,viausteddevisitaencasadedonAndrés.

Creció Catalina en años no menos que en belleza y «n virtud, en la que yo,aunquemala, procuraba afirmarla, inculcándole sanas doctrinas y citándole buenosejemplos.DonAndrésestabasatisfechodelaeducaciónquerecibíasuhija,yyopormiparteveíacongustoquemisesfuerzosparahacerdemipupilaunasantita,noeranperdidos.

—Pero, ¡ah, señor, don Jerónimo de mi alma! el enemigo maligno, que nosacecha a toda hora y no deja escapar ocasión de dar al traste con la virtud másacrisolada,tomólaformadeunciertodonJuan,elcualvioaCatalinaenlaiglesia,yverlayquedarlocamenteenamoradodeella,fuetodouno.AquelSatanásdisfrazado,dio traza ymodo de hablarme, sin que pudiera yo evitarlo.Me rogó,me pintó supasiónen los términosmásexpresivos,comoqueeldemoniohablabapor suboca;mejuróquesuintencióneracasarseconCatalina,yquesinosedeclarabadeluegoaluegoconsupadre,eraporciertasrazonesgravesquenopodíarevelarme.

Erarico,buenmozoycumplidocaballero.Confiesoquemeintereséporélycreíqueprocedíadebuenafe.¡Oh,milvecespérfidoyartificiosodonJuanycuanprontosedescubrióquetodoaquellonoeramásqueunaredquetendíaalacandidapaloma,yamí,nomenossimplequeella!

AlospocosmesesdeintimidadentreMontejoymipupila,aparecieronpruebasevidentes de que el infame había abusado demi credulidad y del afecto que supoinspiraralapobreniñaque...

—¿Montejohadichousted?—interrumpiódonJerónimo—.¿Será,puesGabrielhijodemitía,doñaCatalinadeUrdaneche?

—Yo no supe más —continuó doña Dorotea—. Temiendo la cólera de donAndrés y que quizá quisiera culparme por lo sucedido, aunque sin razón, preferímarcharme y sin decir nada a nadie, me fui a San Salvador, sin más que loencapillado.Allímecasé;peroiah!,loshombresseñordonJerónimo,siemprehandeserhombres!No lodigoporusted,quecreoseráunaexcepciónde la regla.Mimaridocuandomeviounpocoentradaenañosyquehabíadesaparecidouncortohaber que conmi trabajo pude adquirir allá, desapareció de la noche a lamañana,dejándome abandonada y sin recursos. En el conflicto en queme hallaba, dispuseveniraestaciudad,yvendiendounaspocasprendasqueconservé,hepodidohacerelviajeyvengoaverausted,quemedicenesel síndicodel concursode la casadeAgüeroyUrdaneche.Habiendosalidocontantaprecipitación,comodejodicho,nopudecobraralgunasmesadasquesemedebían;yhoy,destituidadetodorecursomeveoenelcasodereclamarlas.Creausted,señordonJerónimo,quenuncahubierayo

www.lectulandia.com-Página201

Page 202: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

dadoestepaso,puesnodesempeñabaelcargoporinterés,sinoporamoralafamilia;peroustedsabequelanecesidadtienecaradeherejey...

Luego lo que se dijo de la muerte de la hija de don Andrés no era cierto—exclamóRosales,queprestabayapocaatencióna laspalabrasdedoñaDorotea—.Gabriel es curioso. Si lo hubiéramos sabido tres días antes, ¡qué diferente girohabríantomadolascosas!Enfin,losucedidonotieneyaremedio.

—Señor — dijo la de las tocas—, ¿podré esperar que se haga justicia a mireclamo,quesemepagueloquealcanzo?

—Esnecesario—contestóRosales—,queveayoloslibrosdedonAndrés.Mitíoera hombremuy exacto y cumplido y es extraño que usted tuviesemensualidadesrezagadas.

—Comono las necesitaba—replicó doñaDorotea—,y estaban enmanosmuyseguras,lasibadejandoenlacasa.

—Siustedsesirvevolverdentrodedosdías—dijodonJerónimo—,podrédarleunacontestación.

DoñaDoroteasedespidióofreciendovolver,YRosalessequedóentregadoasuscavilaciones.TodoelmisteriodelorigendeGabrielestabaexplicado.Recordandoelcarácterdesutío,comprendióquealsaberlafaltadedoñaCatalina,lahabíalanzadodesucasayesparcidolafalsanoticiadesumuerte.

—Detodosmodos—dijo—,meconvieneteneralavistaamipariente.Montejolohareconocidopúblicamentecomohijosuyo,yloestambiéndemitía,lahijadeUrdaneche.¿Quiénsabeloqueestascircunstanciaspuedendardesí?

DesdeaquelmomentodonJerónimoformólaresolucióndeofreceraGabrielunempleoensuescritorio,considerandoquedestituidoenteramentederecursos,comoquedaba,nodejaríadeaceptarlo.Hemosvistoqueel licenciadono seequivocóensuscálculos,yqueGabriel recibiócomounfavor loquenoerasinoefectodeunamirainteresada.

RosalesregistróloslibrosdeUrdanecheyencontróquenosedebíaalaquefueayadedoñaCatalinamásqueelmescorrientecuandosemarchóde lacasa.Pudohaber rechazado de unmodo terminante la injusta reclamación de la vieja; pero leparecióquequizápodríaservirlealgunavezysépropusoentretenerlaconpromesas.ElsucesordeArochenaerahombrequeveíamuylejosynodescuidabanadadeloquepudieraserledealgunautilidad,aunquefuesedespuésdecincuentaaños.

Por eso fue que cuando volvió a verlo la de la camándula, le contestó que nohabía tenido tiempodever los libros,y le suministróunasuma insignificante.Conestesistemadedilatoriasypequeñasdádivaslafueentreteniendo;yconversandocon

www.lectulandia.com-Página202

Page 203: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ella, tuvo ocasión de saber algunos pormenores acerca de la vida interior de sudifuntotío.

Debemos decir ahora lo que pasó entre doña Catalina y Gabriel luego que laseñorasupo,debocadeRosalía,queeraésteelnovioquelahabíadejado,faltandoaunsolemnecompromiso.Apenadayconfusa,llegóasucasalahijadeUrdanecheyencontróaGabrielpaseándoseenlasalita,entregadoasuscavilaciones.Noquitolaseñoraabordarfrancamentelacuestión,yprefirióllegarporunrodeoalobjetoqueseproponía. Las mujeres menos avisadas tienen con frecuencia rasgos de habilidaddiplomáticaquenosoncomunesaunenloshombresdetalento.

—Dime,Gabriel—dijodoñaCatalina,poniendomanoauntrabajodecosturaenqueestabaocupada—,¿quiénessonesasseñorasdoñaEngraciayMatildeaquienesnombrabascontantafrecuenciaduranteeldeliriodelafiebre?

UnpocoseturbóGabrielconaquellapreguntainesperada;perorecobrandoluegosuserenidad,contestó:

—DoñaEngracia es la esposadedonPedroEspinosade losMonteros, regidorperpetuo del Ayuntamiento y uno de los sujetos más ricos y considerados de laciudad;yMatildeesunajovenhijadeambos.

—Yrealmente—dijodoñaCatalina—,¿pensastetúencasarteconesaseñorita,ofueloquedijistesobreesto,efectodelafiebre?

AGabrielselehizoduroengañarasumadre,asífuequecontestó,aunqueconciertorubor:

—Sí,madre;penséseriamenteencasarmeconMatilde,ylohabríahecho,sinlosacontecimientosquehanvenidoaproduciruncambiocompletoenmisituación.

—Yqué—exclamólaseñora—,¿creestúqueesajovenpuedetenerteenmenosporunacircunstanciadelacualnotieneslamenorculpa?¿Loqueellaquería,acaso,eraelapellidoquellevabasylaposiciónqueocupabasynotupersona?

—¿Quéquiereusted,madre?—contestóGabriel—.Matildetienelasideasdesufamiliaydesucírculo.Conellashanacido,puededecirse,enellassehacriadoyconellasmorirá.

—¡Extrañomodo de amar!—dijo doñaCatalina, y guardó silencio durante unmomento.

—¿Esdecir—continuódiciendoluego—,quesilaqueestabadestinadaasertuesposa hubiera sido una joven menos encumbrada, probablemente no te habríadesdeñadoporquecambiabaselapellidodeFernándezporeldeBermúdez?

—Asílocreo—contestóGabriel,exhalandounsuspiro.

www.lectulandia.com-Página203

Page 204: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Si en vez de apasionarte—continuó doñaCatalina—, de unamujer llena decualidades,siquieres,peroaltivaydesdeñosa,hubiesesentregadotucorazónaotra,modesta,sencilla,buena,quenobuscaraentielbrillodeunapellidoilustre,sinotusprendaspersonales,hoyquehasperdidotodoaquelloqueeraentiajenoyprestado,tequerría lomismoqueantes,omásqueantes talvez;porquelasalmasgenerosasaquilatansuamorenelcrisoldelinfortunio.

—¡Oh,sí!—exclamóGabriel,dejandocaertristementelacabezasobreelpecho—.Unamujercomo...laqueustedpinta,nomehabríadespreciado,yaldescenderlosescalonesdelpatíbuloadondeacompañeamipadre,mehabríaelevadoaúnmásensuconcepto.Peromidesgracianolohaqueridoasí.

—Talveznoesdesgracia,hijomío.Quizásiexaminarasdesapasionadamentetucorazón,encontraríasquedejasteescaparlafelicidad,unafelicidadsólidayreal,porcorrerenposde la fingidayaparente.Comocuentanquehacíannuestrosantiguosindios,cambiastesunverdaderotesoroporunjugueteinsignificante.

—¿Lo sabe usted?, ¿lo sabe usted?—exclamóGabriel, poniéndose de rodillasdelantedesumadre,yocultandoensusenosurostrobañadoenlágrimas—.iOh,silEsverdad.Fuiuninsensato,unpérfido.¡Holléconplantaindiferenteelcorazóndelaquemeadorabaycorríadondemellamabanelorgulloylavanidad!Rosalíaesunángel,quehabríahechomidicha,yMatildemehaarrojadocomoarrojaríaunadelasjoyasqueostentaensutocado,sidescubriesequeeradeplatasobredorada.Hesidoun loco,hecometidounamalaacciónyahoraes justoque lleveel castigoqueyomismomehebuscado.

DoñaCatalinadejóquesuhijodesahogarasupenaysuremordimiento,yledijo:

—Nuncaestarde,hijomío,pararepararunerror,oalmenosparaprocurarlo.Voyadecirteloquenopuderevelartepocosdíashace,cuandomelopreguntaste.Rosalía,aquien,ignorandoloquehabíapasado,instévivamenteparaquemeacompañaraaasistirte, condescendió al fin conmis ruegos, bajo el conocimiento ymediantemipromesadenodecirtequehabíavenido.Hoyquetodolosé,mecreorelevadadelaobligación de conservar ese secreto y debo decirte que te ha cuidado como unaamiga,comounahermana,como...

—¿Cómoquémás?madremía—dijoGabriel—;concluyausted,porDios.¿SeráposiblequeRosalíanomehayaolvidado?

—Almascomoladeesajoven—contestólaseñora—,noolvidanjamás.

—¿Habrá perdonado mi deslealtad, mi traición?—Almas como la de Rosalíaperdonansiempre.

—¿Estarádispuestaadevolvermesuafecto,suamor?

www.lectulandia.com-Página204

Page 205: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Esoyaesdiferente—dijodoñaCatalina—.Sihededecirteloquecreo,temoquesihoyteencontrarasconellaylehicierasalgunaindicación,recibiríassolamenteunarepulsacortésperoterminante.Esnecesariodejaresoaltiempoyamicuidado.

—¡Ah,madremía!—exclamóGabriel—.NoanhelomásqueunavidatranquilayoscuraalladodeustedydeRosalía,cuyoamorhesentidorenacerenmilaceradocorazón,desdeelmomentoenquelaentrevialvolverdelsueñoagitadodelafiebre.Sentíaenmimanolasuavepresióndeotramanoquenomeeradesconocidayquetantas veces había sellado con mis labios. Busqué aquella visión celeste, y habíadesaparecido.Desdeaquelinstantemicorazónsintióunavidanueva,yseabrióparami,conlosrecuerdosdeunpasadoquesehabíadesvanecido,unmundodeilusionesy felicidad. Dormido o despierto, no he visto desde entonces sino a Rosalía, miprimero,miúnico,miverdaderoamor.Ustedquierequeespereycalle,nosésipodréhacerlo,osielsentimientoinfinitoquellenamialma,desbordarácuandolavea.

—Calma, hijo mío, calma —dijo doña Catalina—; repito que dejes eso a micuidado.Rosalía no es orgullosa, pero es prudente, y además, se estima en lo quevale.Nodebemosherirsujustasusceptibilidad;nocreaqueeseldespechoelqueteconduce a buscarla otra vez.Dejemos obrar al tiempo, repito, y entretanto procuraadquirir losmediosparahacer frente a lasnecesidadesque traeconsigounanuevafamilia. Lo que ahora ganas basta para los dos; pero quizá no bastaría para tres.Trabajemos día y noche, si es necesario, a fin de que te proporciones lo que serápreciso para casarte. Entretanto, yo procuraré sondear a mi joven amiga y te diréfrancamentesipuedesesperar,osidebesrenunciaraellaparasiempre.

—¡Renunciar!jamás—exclamóGabriel—.Aguardaréunaño,cinco,diez;loquefuere preciso; pero no tendré un momento de tranquilidad mientras no sepa queRosalíaconsienteensermiesposa.

Despuésde la conversaciónque acabamosde referir, de la que seguardódoñaCatalinadedecirunapalabraalahijadelmaestrodearmas,Gabriel,completamenterestablecido, volvió al escritorio de Rosales, donde trabajaba con ardor. Como laocupaciónenelbufetedelabogado ledejaba librecuatrohorasdedíayademás lanoche,sedioabuscarconempeñootrotrabajoenquepudieraganaralgomásynotardó en proporcionársele.Uno de los oidores, recién llegado al país, solicitaba unjovendebuenascostumbresydealgunainstrucción,quedieraaunhijopequeñoquetenía, leccionesdeescritura,yque leenseñaraalgodematemáticasydegeografía.Gabriel creyó poder desempeñar el cargo y fue personalmente a ofrecerse. Porfortuna, el D. González (así se llamaba el oidor), no era hombre para quien lacircunstancia de ser Gabriel hijo de un individuo que habíamuerto en el cadalso,fueseunarazónparanoadmitirlocomomaestrodesuhijo.Leagradóeldespejodesu inteligenciaysusbuenasmaneras, loacogiócongusto,y leasignóveintepesos

www.lectulandia.com-Página205

Page 206: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

mensuales,queGabrielaceptódesdeluego.Eldoctorteníaunhijocomodeveintiséisaños, capitán de artillería y una hija que contaba a la sazón unos diecisiete años,Paquitaeraunapreciosamalagueña,quesehabíatraídoenlosojoselfuegodelsolde Andalucía. Vivía también la esposa del doctor, señora que no llegaba aún acuarenta años y cuya belleza severa contrastaba con la chispeante y traviesafisonomíadePaquita.

EnlanochedeldíaenqueeldoctorGonzálezaceptóaGabrielcomomaestrodesuhijo,comunicólanoticiaasufamilia,reunidaenlasaladerecibimiento.

—¿Cómo dice usted papá?—preguntó Paquita—, que se llama el maestro deCarlos.

—GabrielBermúdez—contestóeloidor.

—¿Yesjoven?—dijolaniña.

—RepresentamenosedadquetuhermanoGualberto.

—¿Yesguapo?

—No tienemala figura; pero parecemuy triste.Ya se ve, el pobremozo tienemotivos para estarlo. Figuraos que es hijo de Pie de lana, ese bandido quedespachamosalahorcahacemuypocosdías.

—¡Hijodeunladrón!—exclamólaseñora,santiguándose.

—¿Yéltambiénesbandido?—preguntóPaquita—.Sobrequeyomenutroporlosbandidos.Mañanavoyaespiarlodetrásdelamamparadelgabinete.

—Calla, loca—dijoeloidor—.DonGabrielestodounhombredebienysihatenidoladesgraciadequesupadrenolosea,élnotieneJaculpa.Tengobuenaideadeesemozo.Debeserhombredecorazón,segúnlamaneraenquesehaconducidoconsupadre.

—Algo ladrón,por lomenos,debe ser—replicóPaquita—.Yaquisierayoquefueraeldíademañanaparaconocerlo.

Enesocomenzaronaentrarlostertulianosdelacasaynosevolvióahablardelasunto.

www.lectulandia.com-Página206

Page 207: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

A

CAPÍTULOXXXIII

Latertuliadeloidor.Quinientospesosporunescribano

las ocho de lamañana del siguiente día la hija del oidor estaba situadadetrás de la puerta vidriera que comunicaba la sala de la casa con elescritoriodondeibaarecibirsusleccioneseldiscípulodeGabriel.Aloir

pasos en el corredor, Paquita levantó la cortina de tafetán verde que cubría lamampara, lo suficiente tan sólo para poder examinar al que aguardaba conimpaciencia.Entró,enefecto,eljovenpreceptor;loexaminólamalagueñamuyasusatisfacción,yenseguida,retirándosedepuntillas,corrióadecirasumamáquenosehabíaequivocadoensujuicio,pueselmaestrodeCarlitosteníaciertasmiradasyciertos movimientos de cabeza, un aire en fin, que a diez leguas revelaba suprocedenciadebandidos;yquesiélmismonoeraunodeellos,lefaltaríamuypoco.

—Nohayduda—lecontestódoñaClara(taleraelnombredelaseñora)—,queeres gran fisonomista, pues te ha bastado un segundo para calificar a donGabrielBermudezydeclararlopuntomenosquecomolosqueandanconeltrabucoenSierraMorena.

—¿Qué, lo duda usted? —dijo Paquita—; pues ya verá como el día menospensado nos viene la noticia de que está en la cárcel. ¿Y no le parece a ustedconvidarloparaquevengaporlasnochesaoirunpocodemúsica?ApuestoloqueustedquieraaquedonGabrielpuntealaguitarraycantadivinamente.

—Loca—dijodoñaClara—,¿cómoquieresqueconvideyoanuestra tertuliaaunhombreaquiennoconozcotodavíanidevista,ydequienloúnicoqueséhastaahoraesqueeshijodeunoaquienhanahorcado?

—Razóndemásparaconvidarlo—exclamóPaquita—;ysiustednolohace,loharéyodepartedeusted.Estoycansadadeverúnicamenteennuestrasreunionesporlas noches la peluca colorada del administrador general de rentas, la calva delregente, los bigotes canos del comandante del Fijo y de ver bostezar a las tres ocuatroviejasquevienenatomarchocolate,apreguntardóndeamanecenuestroamo,

www.lectulandia.com-Página207

Page 208: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

yahablardeenfermedadesydecriadas.Quieromuchachosalegres,ysiustednolosllama,yoharéporquevengan,nosdivertiremosysiesnecesario,lepegaréfuegoalaciudad.

—Pero niña —replicó doña Clara—, ya iremos conociendo el vecindario yeligiendo nuestras amistades.Hasta ahora no hemos hechomás que anunciarnos ycomenzar a recibir visitas de cumplimiento.Han pasado recado de que esta nochevendrálaseñoradelregidorEspinosadelosMonterosconsuhija,quedicenesunaguapa chica y con la que harás amistad.Luego vendrán otras y jóvenes caballerostambién,pues tuhermanocomienzaa relacionarsey los traerá.Entretanto, túenelpiano, tupadreconelviolíny tuhermanocon laflauta,hayparapasar lasveladasconalgunadistracción.

Lo que decía doña Clara era cierto. El oidor su marido, gran aficionado a lamúsica, había organizado unos pequeños conciertos en que se entretenían por lasnoches, desde las ocho hasta las once o las doce, alternando la música con laconversacióny lamalilla.Su círculo era limitado todavía; pero el doctorGonzálezera tan despreocupado y campechano, doñaClara tan amable y cortés, Paquita tanagraciadaytanfranca,yeljovencapitándeartilleríatanbuenmozoybieneducado,quelatertuliaprometíaveniraserprontounadelasmásfrecuentadasyagradablesdelaciudad.

AnunciadadeantemanolavisitadedoñaEngraciadelosMonterosydesuhija,como se acostumbraba hacerlo con las de cumplimiento, poco antes de las ocho ymediaestabandoscriadoscon la libreade la casapreparadosenel zaguánconunciriocadauno,paraalumbraralasseñorascuandobajarandelcoche.

La llegada de la familia de González fue un acontecimiento en la ciudad.Contabanquelaseñorahabíasidoazafatadelareina,queelreyerapadrinodeljovencapitán,quealdoctorlehabíanofrecidounatogaenlacancilleríadeGranada,odeSevilla;peroqueestandobastantedelicadodelpecho,habíapreferido,porconsejosde losmédicos, un empleo en Indias.Los trajes de las señoras llamabanmucho laatención,yhastalasrarezasquesecontabandelamalagueñitacaíanengraciaytodose explicaban con esta sencilla frase: ¡como es andaluza I Doña Paquita habríapodido,segúnellamismadecía,pegarfuegoalaciudad,sinqueseletomaraamallabroma.

LadeEspinosaysuhijahicieronlavisita.DoñaEngraciaparecióalafamiliadeloidor"unabenditadeDios"locualenellenguajedeciertasociedadequivaleaquesedijera:esunagrandísimatonta.MatildeyPaquitanocongeniaronmucho,loquenoimpidióquesehicierandosmilzalameríasyqueamediavisitasetratarande"túyvos".Nosucediólomismoentreelcapitándeartilleríaylahijadelregidorperpetuo.GualbertodeclaróaMatilditauna realmoza,yMatildenodeclaró,peropensóque

www.lectulandia.com-Página208

Page 209: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Gualbertoeramejor,contercioyquinto,quetodoslosoficialesdelFijo.

ApocodehaberentradodoñaEngraciaysuhija,aparecióenlatertuliaunsujetocomodecuarentaycincoaños,regordeteydeairefestivo,quesaludóalasseñorasde la casa como si fuese un conocido demás de diez años. Era don Cristóbal deOñate, aquel individuo que sirvió de intermediario en los ameres de Gabriel conManuelita laTatuana,yquemedianteciertosempeños,había logradoelempleodecontadordediezmos,quedesempeñabamuyasatisfacciónsuya,peronotantoaladesussuperioresjerárquicos.

Llegaronapocoeladministradorgeneral,consupelucacolorada,elregenteconsu calva y el coronel comandante del Fijo con sus bigotes canos; sfn que faltarantampoco las tres o cuatro señoras viejas de quienes había hablado Paquita. Elacontecimientodeldíaeraunbandoquehabíamandadopublicarelcapitángeneral,amenazando con penas muy severas a las personas que ocultaran en sus casas aalgunosde los cómplices del llamadoPie de lana, conquienes la justicia nohabíapodido dar todavía, y especialmente al escribano real don Ramón Martínez dePedrera,condenadoamuerteenrebeldía,yporcuyacapturaseofrecíanquinientospesos.

Una de las señoras dijo que ella sabía en mucha reserva que Pedrera estabaescondidobajolamesadelaltarmayordelaConcepción;yencargóquenoladieranpor autora. Otra de las tertulianas replicó que eso no podía ser, porque se habríaahogado,yañadió,quedondeestabarealmente,eraenlasbóvedasdeSanFrancisco;peroqueno ladieranpor autora.Porúltimouna tercera tertulianadijo conairedemisterioquetodasaquellaseranhistorias;queelescribanohabíaandadodosnochesantesvestidodepadreyquehabiéndoloseguidouncurioso,porquienellasabía laanécdota,lohabíavistoandarydesandarcalles,ymeterseporúltimodentrodelcañodeldesagüedelaesquinadeSanSebastián;peroqueenningúncasofueranadarlaporautoradelanoticia.

Cristóbal deOñate oía todas aquellas simplezas sin prestarlesmucha atención.Parecía preocupado, e hizo varias preguntas que indicaban cierto empeño deaveriguarelparaderodelescribanoreal.

EldoctorGonzálezsacóelviolínycomenzóahaceroiralgunosarpegio»,loquemanifestaba que iba a darse principio al concierto. Aplaudieron la idea loicircunstantes. Paquita se puso al piano,Oñate despabiló las dos velas de sebo queestabanalosladosdelatrilyelcapitánGualbertodesenvainólaflauta.

Hiciéronlo divinamente. Así lo declaró el administrador general, que se habíadormido a media sonata y a quien estuvo a punto de caérsele la peluca en unacabeceada.Lomismodijoelregente,quepordeciralgo,preguntósinoeraaquello

www.lectulandia.com-Página209

Page 210: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

untrozodeópera,yelcoroneldelFijo,quiendeclarótenertentacionesdeaprenderatocarelcontrabajoycompletarelcuarteto.

Las señoras opinaron que el oidor y sus hijos podían apostárselas con losmáshábiles profesores de la ciudad; y eso a pesar de quenohabíanprestado lamenoratenciónalamúsica,puesmientrasduróelconcierto,seocuparonenreferiradoñaClaralavidaymilagrosdemediaciudad.Elresultadopositivodeaquellatertuliafueque el capitán Gualberto hizo propósito firme de procurarse todas las ocasionesposibles de ver a.Matilde, y que ésta lo formó igualmente de volver a oir cuantasvecespudieralaflautadelcapitán.

SóloOñate no estuvomuypródigode elogios.El bandodel capitángeneral loteníamuypensativo.

Apenas tomó parte en la conversación, y al salir de la tertulia, se despidió delregenteydeladmlniltradorysefueconelcomandantedelFijo.

—¿Sabe"usted,señorcoronel—dijodonCristóbal, luegoqueestuvieronsolos,quenomeparecedifícildarconesebribóndeescribanoyponerloenmanosde lajusticia?

—Puessiustedsabedóndeestá—contestóelcomandante—sudeberesdecirloinmediatamenteaquiencorresponde.

—Yonolosé—replicóOñate—;pero,sostengoquenoescosadifícildarconél.Elcasoesmanejarelasuntoconhabilidad;porquedonRamónesmuycucoycapazdeescaparsedelasmanoscomounaanguila.¿Podríayocontar,llegadoelcaso,conuna fuerza del batallón, de veinticinco hombres, al mando de un oficial de todaconfianza?

—No habría inconveniente en mandar un piquete a registrar casas, y usted loacompañaríaparahacerlasindicacionesoportunas.

—Esobastaría—replicódonCristóbal—.Tengosospechasdecuálpuedeserelescondite de Pedrera. Voy a tratar de cerciorarme y una vez seguro, corro a pedirauxilio;loatrapoyhagounbuenservicioalrey.

—Y cobra usted los quinientos pesos ofrecidos al que lo entregue, añadió elcoronel riéndose y echando don Jerónimo secamente una mirada de desprecio aOñate,permanecióensilencio.

Como lanochenoestabamuyclara,nopudoéstever aquellamiradadelviejomilitar;perosospechamosqueauncuandosehubieseapercibidodeella,noporesohabríadesistidodesuruinpropósito.

DesdeelsiguientedíasepusodonCristóbalencampaña.Habíaadvertidoenuna

www.lectulandia.com-Página210

Page 211: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

casapocodistantedelaqueélocupabaciertassombrasqueledabanaentenderquehabíaallíalgoextraordinario,ycomenzóaprocurarsaberloqueera.Con.diversospretextos enviópersonasquepenetraran en la casayprocuraranver si había algúnsujeto que no fuera de la familia; pero nada logró por aquel medio. A fuerza dedádivasllegóasobornarunacriada,yéstalecontóquehacíapocohabíallegadodenocheunhuéspedqueveníadefuerayquedecíaestabamuyenfermo,conloquesemanteníaencerradoensucuarto,y sólouncriadoantiguode lacasa lo servíay lellevabalacomida.

—¿Nopodríayohablarconesecriado?—dijoOñate.

—Noesfácil—contestólamujer—,porquenuncasalealacalle.

—¿Ytúpudieraspenetrarenelcuartodelhuésped?

—Imposible. Se mantiene cerrado por dentro; abren cuando llama el criado;entregaloquellevayvuelveacerrar.

Oñate guardó silencio. No quería ser más explícito con la criada, por nodespertarle sospechas de quién pudiera ser el huésped; pues era de temerse seanticipaseahacerladenuncia,porcobrarlarecompensaprometida.

—¿Tusamosvivensolos?—preguntó.

—Ahora no —contestó la mujer—. Hace poco llegó una señora, muy buenacristiana, que viene de San Salvador, y se llama Dorotea Bardales. Es antiguaconocidade la familia;vinoa apearse a la casa,y aunquea los amosno lesgustómuchodarleposada,nopudieronnegarse,pueselladijoquenoteníaadondeiryquepermaneceríamuypocosdías.Peroeltiempopasaysehaidoquedando.

—¡DoñaDoroteaBardales!—dijoOñate,comoqueriendorecordardóndehabíaoídoaquelnombre—.Haráunosveinteañoshabíaenlaciudadunamujer,dealgunaedadya,quesellamabaasí,yquesinoestoyequivocado,eraamadellavesocosaasí,encasadedonAndrésdeUrdaneche.

—Lamisma—replicólacriada—.Leheoídodecirquefueayadelahijadeeseseñor,quenuncaledieronunrealdesussalarios,yquevieneacobrarlosalconcurso.

—¿Adónde va amisa doñaDorotea?—preguntó donCristóbal.—AlCarmentodoslosdías,porqueesterceradeescapulariocubierto—contestólacriada.

—Bien—replicóél—,nodigasnadaanadiedeloquehemoshablado.Diciendoasí,lepusoenlamanodosduros,quelamozanoqueríarecibir,diciendoqueellanoledabaaquellosinformesporinterés,sinoporquelehabíatomadocariño;peroOñateinsistióylapobretuvoqueconformarse.

Alsiguientedía,alasseis,donCristóbal,envueltoensucapa,estabaparado.enla

www.lectulandia.com-Página211

Page 212: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

esquinadelCarmen,altiempoquesalíandemisalasterceras,aquienesobservaba,sindarcondoñaDorotea.Cuandohabíansalidotodasdelaiglesia,ycomenzabayadon Cristóbal a sospechar si la moza le habría engañado, vio asomar una damavestidadealepínnegroyconunastocasblancasalderredordelacara.Sefijóenellayaunquemuycambiada,alfinhubodereconocerla.Cuandoibaapasar juntoaél,conlosojosbajosyacomodándoselacamándulaenelcinturón,sedesembozóOñateyabriendolosbrazos,sefuehacialaviejayselosechóalcuellodiciéndole:

—MiseñoradoñaDorotea,¡québuenafortunaeslamíadeverausteddespuésde tantos años I La encuentro a usted como si ayer la hubiese visto en casa deUrdaneche. ¿No se acuerda usted ya demí, de Cristóbal deOñate, a quien tantasvecesvioustedencasadedonAndrés?

—A laverdad, caballero, contestó lavieja,queno recuerdobien... ¡hanpasadotantosaños...!

—¡Vaya!—dijo él—,puesyono laheolvidadoaustedun solodíadesdequedejédeverla,ycuandoalgunafamiliaconocidaestáenapurosporfaltadeunaayaquecuidealaniña,digo,suspirando:¡ah!¡siestuvieraaquíaquellaperladelasayas,doñaDoroteadeBardales!Pudieranpagarsesusserviciosapesodeoro.

—Favorqueustedmehace,señordon...dispenseusted...¿cómomedicequesellama?

—CristóbaldeOñate,servidordeusted.

—Yo lo soy de usted, señor don Cristóbal. Vivo aquí cerca, en casa de unaantiguaamiga,doñaRupertaQuiñónez.Allímetieneparaloquemande.

—Nodejaré—contestó el taimado—,dedarmeelgustodepasar a saludarla austed. Entretanto, añadió bajando la voz, como usted está ahora de forastera en laciudad,ypuedotener...digamos...algúnapunto,algunanecesidaddeocurriraalgúnamigo...yonoleperdonaríaelquefueseaocuparaotros.Nosoyrico;perolopocoquetengoestáasusórdenes.Confranqueza...puedeusteddisponerdemibolsa.

Los ojos apagados de la antigua aya de doñaCatalina brillaron de alegría.Noacertabaaexplicarsededóndepodíavenirleaaquelsujeto,dequien,enDiosyenconciencia,no seacordaba, aquelentrañableafectoporella.Perocomoquieraquefuese, se propuso aprovechar las generosas ofertas de donCristóbal y se despidió,repitiéndolequefueseaverla.

NoechóOñatelaindicaciónensacoroto.ElmismodíaestuvoenlacasadondeestabahospedadalaBardales,ypromoviendoconastucialaconversaciónacercadelafamiliaconquienvivíasuamiga,vinoapararenqueéstaleconfirmaraloquelehabíareferidolacriadaacercadelhuéspedenfermo.

www.lectulandia.com-Página212

Page 213: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¿Y no ha podido usted—dijo don Cristóbal—, averiguar el nombre de esesujeto?

—Nuncalollamanmásqueelhuésped—contestóella—;ycomolacosanomeinteresaba,noloheprocurado.¿Austedleinteresaelsaberlo?

—A mí, para nada —dijo él—. Simple curiosidad y nada más. Pero si ustedpudieraaveriguarlo,nomepesaría.

—Loprocuraré—contestó lavieja,quecomenzóasospecharcuálpodíaserelobjetodeloshalagosydelavisitadeOñate.Aldespedirseéste,ledijodoñaDoroteaquecongranvergüenzalesuplicabaleprestasediezpesos,paradevolvérselosdentrodeochodías,loquehizoéldemilamores,diciendoqueenesoyencualquierotracosatendríagustoenservirla.

Animada con ladádivaymás aún con la esperanzadevender caro el servicio,ofreciólaviejabribonanodescansarhastasorprenderelsecretodelhuéspedenfermo,ydonCristóbalsedespidióllenodeesperanzasdepodercobrarlosquinientospesosofrecidosporlaentregadelescribano.

www.lectulandia.com-Página213

Page 214: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

P

CAPÍTULOXXXIV

Lacapturaysusconsecuencias

ara cumplir la oferta hecha aCristóbal deÓrlate, doñaDoroteaBardalesdiscurrióhacerporlasnocheselejerciciodelviacrucisenloscorredoresdelacasa,yenfaltadeestaciones,searrodillabadelantedelaspuertasdelos

cuartos.Cuando llegóa ladelqueocupabaelhuésped,pegó lacaraa lamaderayespiópor las rendijasde las tablas.Unhombre,queparecíadealgunaedad,estabaescribiendoenunamesa,perovolvíalasespaldasalapuerta,yconestonopudolahonradísimadueñaverlelacara.

Repitió la devoción a1 la siguiente noche, y vio que el individuo estabapaseándosepor lahabitación.Era realmenteun sujetodeedad,medioencorvadoycano, loquepodíaadvertirseporno llevarel cabelloempolvado.La fisonomíadelhuéspednoeradesconocidaparadoñaDorotea.Recordabahabervistoalgunasvecesaquellacara;peropormásquecaviló,nopudodarconelnombredelquelallevaba.Selimitó,pues,atomarperfectamentelasseñasdelsujeto,paratransmitirlasaOñate,lo que verificó al día siguiente, que acudió el contador de diezmos a saber elresultadodelapesquisadelanocheanterior.Conlaposibleexactitud*trazóelretratodelhuésped;y talesfueron lasseñalesquedio,quedonCristóbalhubodeconcluirquesielescondidonoeraelescribanoreal,debíaseralgúnhermanosuyogemelo.

—Losdatos—dijoOñate—,queustedmecomunica,sonimportantes;yaunquetodavía no me dan la certeza de que el huésped sea el sujeto que busco, sonsuficientesparaqueyoprocedaaldescubrimientodeunamaneradirecta.Sidelpasoquevoyadarresultaqueelindividuoeselquebusco,cuenteustedconqueledarécuatroonzas.

—Lasrecibiré—contestóladueña—,pornohaceraustedeldesaire;noporquesimehetomadoeltrabajodeservirausted,esporamistadynoporinterés.Ahorasídesearíame dijese usted, como si fuera bajo el sigilo de la confesión, quién es lapersonaqueustedcreeestéescondidaenesecuarto,porqueyoloconozco;peronohaysantosquemehaganacordarmedelnombre.

—No tengo—replicóÓrlate—, elmenor inconveniente en decir a usted quién

www.lectulandia.com-Página214

Page 215: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

piensodebeseryporquélobusco.ElindividuosellamaAntonioPastrana,yesundiezmero que está en descubierto de una cantidad regular con la renta. Yo, comoempleadoenella,estoyinteresadoenatraparaesedeudormoroso,queseocultapornopagar,yhacerquecumplacomocorresponde.

Lavieja se tragó la píldora sin dificultad, y calculó que la deuda del diezmerodebíadesergorda,yaqueseleofrecíanaellacuatroonzasporhaberlodescubierto.DonCristóbalsedespidióyfueatrazarsuplandeoperaciones.

Mientraspreparabaelgolpequelehabíadeproducirunagananciadequinientosdurosconmuypocotrabajo,laantiguaayadedoñaCatalinadeUrdanecheentróencuentasconsigomisma.Unaidealuminosabrotóderepenteensuimaginación.¿Quéinconveniente habría en que ella explotara la confianza que le había hechoOñate,haciendoporquesupieraelhuéspedqueaquélseproponíaatraparlo?Unhombrequeestaba amenazado de desembolsar una gruesa suma y tal vez de ir a la cárcel porañadidura, ¿cómo no había de recompensar el aviso con otras cuatro onzas por lomenos?Sielhuéspedhuía,erapruebadeserelmismoquebuscabadonCristóbal,quenopodríaexcusarsedecumplirsuoferta;yasívendríaarecibirunarecompensadoble: cuatro onzas por haberlo descubierto, y otro tanto por salvarlo. Hecha estamaquiavélica combinación financiera comenzó la dueña a discurrir el modo deponerlo en obra.Hablar con elmismo interesado, era casi imposible; no quedaba,pues,másarbitrioqueentendersecondoñaRupertaQuiñónez,laseñoradelacasa.

Pensar hacerlo y salir a ejecutarlo fue todo uno, pues temía que si tardaba unpoco, pudiera llegar a aprehender al diezmero. Fuese al cuarto de doña Ruperta ycerrandolapuertapordentroconmisterio,lehablóenestostérminos:

—Vengoamigamía,arevelaraustedunsecretodelamayorimportancia.

Laseñoraparecióunpocoalarmadaypreguntó:

—¿Dequésetrata?¿Dequésecretohablausted?

—¿Dequéhadeser?—dijoladueña—;delhuéspedqdfetieneustedensucasa,que ha sido descubierto. Dios sepa cómo, por ese malvado que ha estado hoy averme, un donCristóbal deOñate, que está interesado en la captura de ese infelizhombre.

—¡Oñateinteresado!—exclamódoñaRuperta.

—Puesesmuyclaro—replicódoñaDorotea—,¿noveustedqueescontadordediezmos?

—¿Yqué tienequeveresocon...—dijo laseñoraysedetuvo,sinquererdecirmás,ydandodientecondiente,comosituvieratercianas.

www.lectulandia.com-Página215

Page 216: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¿Cómoquétienequever?¿PuesnoestáallíescondidodonAntonioPastrana,eldiezmero?¿Creeustedqueno losé?¡Ayamigamía!delcieloa la tierranohaynadaoculto.Ustednoha tenidoconfianzaenmí;yyo, sinpreguntarlo anadie,hevenido a saber quépájaro tieneusted enjaulado en su casa.En fin, si ustedquieresalvaraesepobrehombredepagarunasumamuygordaydeiralacárcelporribete,dígalequesepongaasalvosinpérdidadetiempo;yquésiestimaenalgoelservicioquelepresto,meremitaconustedalgunacosita;unascuatroonzasporejemplo,quenecesitoparapagarunpico.

Dichoesto,doñaDoroteasemarchóasucuarto,ydoñaRuperta,tronándoselosdedos, llamóasucriaday leprevinofuese inmediatamenteenbuscadesumarido,queanclabafueradecasa.

Alamediahora llegóelcaballero,y laseñora le refiriósuconversacióncon ladueña,loqueparecióalarmarlomuchísimo.

—Esindispensablequesevaya—dijo—;puesesseguroqueestanocheestáaquíOñatecontropaparacapturarlo.Pero,¿cómoesposiblequesalgaconlaluzdeldía?

—Esoseríaentregarseenelacto—replicólaseñora—.Nolequedaotracosaquehacer,sinoaguardarqueentrelanoche,saltarlasparedesdelacasayacogerseaunadelasvecinas,dondeseocultarámientraslobuscanaquí,ydespuéspodráirseaotraparte,disfrazado.

ParecióalmaridodedoñaRupertaqueloqueéstaindicabaeraloúnicoquepodíahacerseyfueahablarconelhuésped.

Aquellamismanoche,comoalassiete,estabadoñaCatalinadeUrdanecheenlasalita de su casa, conversando tranquilamente conGabriel, cuando oyeron un granruidodevocesycarrerasenlacalle.IbaGabrielaabrirlaventanaparaaveriguarloquecausabaelalboroto,cuandoseabrióviolentamentelapuertadelasalaquedabaal corredor y se precipitó en la pieza un hombre, en cuerpo y con la cabezadescubierta. Estaba pálido como un difunto, y parecía bajo la presión de un terrorprofundo.DoñaCatalina yGabriel se fijaron en el que entraba, y exclamaron a lavez:

—¡DonRamón!

Elescribanoreal,puesélmismoera,alreconoceradoñaCatalina,sedetuvoysequedócomoclavadoenelsuelo,sinhacerelmenormovimiento.

—¿Ustedaquí?—dijoGabriel—,¿quéesesto?

—Usted no puede ignorar —respondió Pedrera—, que he sido condenado amuerte; que han ofrecido quinientos pesos al que me entregue a la justicia yamenazado con penas severas a cualquiera queme oculte.Estaba yo escondido en

www.lectulandia.com-Página216

Page 217: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

unacasaconlacualcomunicaéstaporelinterior.Mehandenunciadoymebuscan.Están registrando la casa donde estabay he pasado a ésta sin saber queustedes laocupaban.Veoquemidestinomehatraídoamuymallugar,y(dirigióunamiradaalsoslayoadoñaCatalina),yvoyaversipuedopasaraotradelasvecinas.

—Notendríaustedtiempo—replicóGabriel—;oigoyavocesytropeldegenteen el patio interior de la casa.Dentro de unminuto estarán aquí los que buscan austed.Séaloquenosexponemosmimadreyyo;peroustedestáennuestracasaynosondoñaCatalinadeUrdanecheniGabrielBermúdezlosqueenveganaunhombrequehabuscadoasilobajosutecho.

Diciendo así, Gabriel cerró la puerta y comenzó a buscar dónde ocultar alescribano. No había absolutamente en aquella mal amueblada salida dónde poderhacerlo.Los agentes de la autoridad llamabanya a la puerta.DoñaCatalinadijo aPedrera:"vengausted",yhaciendoqueseagazaparabajoelsofáderejilla,sesentóycubrióconlafaldadesuvestidoalquehabíasidosucarceleroysuverdugodurantedoceaños.

GabrielabrióyseprecipitaronenlasalauntenientedelFijo,diezsoldadosdelmismo cuerpo y el delator Cristóbal de Oñate. El oficial se detuvo, por unsentimientoderespetoalqueacababadesersusuperior,ylossoldadosdescansaronsobrelosfusiles.

¿Quéseleofreceáustedenmicasa,señoroficial?—preguntóGabriel,entonoserio,perocortés.

—Hapasadoaquí,delavecindad—contestóelteniente,llevándoselamanoalagorraporunmovimientomaquinal—,unreoaquientengoordendecapturar,vivoomuerto: el escribano real don Ramón Martínez de Pedrera. Suplico a usted loentregueynoseexpongaalaspenasseverasaquesujetaelbandodelcapitángeneralacualquieraqueoculteadichoreo.

—Elquehallevadoeseuniforme,señorteniente—contestóGabriel,señalandoaldeloficial—,nocometeunaacciónindigna.Yonodiréaustedsilapersonaaquienbusca está o no está en mi casa; pero suplico a usted no vuelva a hacerme unaproposicióncomolaqueacabodeescuchar.

—Perdoneusted—dijoel teniente, alargando lamanoaGabriel—; lasórdenesqueherecibidosonterminantes.

—Hagausted—replicóGabriel—,loqueconsideresudeber,queyocumploelmío;ycruzólosbrazos,sinpronunciarunapalabra.

Eloficialechóunaojeadaenderredordelasal¡taypidiópermisoaGabrielpararegistrarlasotrashabitaciones.Contestóleéstequehicieraloquegustara,yconesto

www.lectulandia.com-Página217

Page 218: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

salióeltenienteseguidodeOñateydelossoldados.Dejódosdeéstosalapuertayregistrólasotraspiezasdelacasa.VolvióparadespedirsedeGabriel,ycuandoéstecreíasalvadoalinfelizescribano,dijoOñatealteniente:

—Perdone usted. ¿No sería conveniente ver si bajo ese sofá se oculta el reo aquienhayordendeprender?Pareceseríadelcasoquelaseñoratuvieralabondaddelevantarseunmomento.

Eloficialsemordióloslabios,ydijoadoñaCatalina:

—Sírvaseusted,señora,ponerseenpie.

Laseñoratuvoquehacerlo,yelmalvadodelator,quealcanzóaveralescribano,seacercóyapartandolafaldadelvestidode.doñaCatalina,pusoalreoalavistadetodoslospresentes.

—Esusteduninfame—exclamóGabriel,dirigiéndoseaOñateydescargándoleunatremendabofetadaenlamejilla.Eldelatornohizomásquelevantarloshombros.

Eloficialmandóasegurar al reo,y tratabademarcharse;perodonCristóbal lodetuvoyledijo:

Elartículo4o.delbandoprevieneseanreducidasaprisiónlaspersonasencuyacasa se encontrare el reoy que se hayannegado a entregarlo.Si ustedno cumple,darépartealcoronel.

—Vamos—dijoGabriel,ytomandosusombrero,sedispusoasalir.

—Laseñoratambién—dijoOñate,señalandoadoñaCatalina.

—Estoypronta—contestóella,cubriéndoseconunmantón.CorrióunalágrimaporlasmejillasdeGabrielcuandovioquecolocabanasumadrealladoderechodelreo.Elocupóelizquierdo,yseguidosporeloficial,lossoldadosydonCristóbaldeOñate,salierondelacasa.GabrielfueconducidoalacárcelpúblicaydoñaCatalinaalacasaderecogidas.

Mediahoradespués,PaquitalaMalagueña,lahijadeldoctorGonzález,quealoírque había alboroto en las calles, se había puesto a la ventana y llamaba a cuantospasabanparaaveriguarloqueocurría,entróalasaladondeestabareunidalatertuliaypalmoteandoconalegríaexclamó,dirigiéndoseadoñaClara:

—¡Quéviva!¡quedonGabriel,elmaestrodeCarlosestáenlacárcel!¿Noselodijeausted,mamá?Acabandecontarmeenlaventanaqueestabamedioamedioenla compañía de Pie de lana, y que lo han cogido concertando un asalto con eseescribanoPeredaoPedrera,aquienbuscaban.

Aloíraquellanoticia,elcoronelcomandantedelFijosepusopálido,puesnose

www.lectulandia.com-Página218

Page 219: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

habráolvidadoelafectoyestimaciónqueteníaporGabriel.

—Es imposible —dijo—; ese joven es incapaz de una acción indigna deluniformequeha llevado.Si está presodebe ser por alguna equivocación.Corro alcuartelaaveriguarloquehaya.

Salióelcomandantedelbatallón,ytraséllosdemástertulianos,cuyacuriosidadhabíaexcitadolanoticia.

AlsiguientedíaerapúblicaenlaciudadycadacualexplicabaasumodolapartequeGabrielBermúdezysumadre teníanenaquelsuceso.Esosí, todosestabandeacuerdoenqueelasuntoeramuygraveparaelhijodePiedelana,yelquemenos.JosentenciabaadiezañosdepresidioenSanFelipe,conretención.

Oñate corrió a la tesorería real por sus quinientos duros, y en adelante nadievolvió a llamarlo don Cristóbal, sino don Judas. Cuando doña Dorotea fue areclamarle lascuatroonzas,haciendovaler la importanciadelservicioque lehabíaprestado,donJudas,sindecirpalabrayconunacaradevinagre,sacócuatropesosylospresentóaladueña.Losrecibióéstaysinretirarlamano,dijo:

—Faltansesenta.Ustedmeofreciócuatroonzas.

—Deplata—contestóeldelator—;yhartopagadaestáusted,viejamalvada,conestoscuatrodurosylosotrosdiezquemearrancó,porlopocoquehahecho.

—Satanáscargueconusted, Iscariote—gritó ladueña—;y ¡ojaláque tengayovidaparaverlodanzarenlacuerda,comovaabailarelescribano!

—Esperoseryoelqueletireaustedlaspatas,bruja—dijoOñate—ytomándolaporunbrazo,laplantóenlacalleycerrólapuerta.

Martínez de Pedrera fue despachado brevemente. No habiendo acudido a losemplazamientosquelehabíahecholajusticia,yseguidalacausaconlosestradosdeltribunal,habíasidocondenadoalapenaordinariadeúltimosuplicio.Averiguadalaidentidaddelapersona,hizosudisposicióntestamentaria,entróencapillayalostresdías fue conducido al suplicio. Confesó sus crímenes y sufrió la muerte conserenidad.

ElmismodíarecibióGabrielunbilletequeconteníaestaspalabras:

"Nómbremeusteddefensor.—JerónimoRosales".

DoñaCatalinadeUrdanecherecibióotroigual.

TantoGabrielcomolaseñoraconsideraronconvenienteaceptar iosserviciosdeaquel hábil letrado y cuando se les notificó que estaban en el caso de nombrarpersonaquelosdefendiese,designaronaRosales.

www.lectulandia.com-Página219

Page 220: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Entretanto, el coronel comandante del Fijo, instruido por el teniente que habíahecholacapturadelescribano,delaconductadeGabrielysumadreenaquellance,fueahablarconelcapitángeneralylehizolasmásvivasrecomendacionesenfavorde aquel joven, que si había infringido las disposiciones del bando, se habíaconducidoconlahidalguíadeuncaballero.Bustamantenofue insensibleaaquellaindicación;perocontestóquereflexionaríasobreelparticular.

Pocosdíasdespués,selevantólaincomunicaciónenquehabíaestadoelreo.ElprimeroquelovisitófueelcoronelcomandantedelFijo,yelsegundo...unjovenaquienhemosperdidodevistahacealgúntiempo;unoconquienelhéroedenuestrahistorianosehabíaconducidobienyque,sinembargo,perdonándoleaquelagravio,lo veía siempre como a un hermano.Hervías se presentó a la puerta del calabozodonde estaba encerrado Gabriel, pálido, destrazado, sin afeitarse y profundamenteabatido.Alverasuamigoinclinólacabezaavergonzado.Hervíasleabriólosbrazos;Gabrielsearrojóaellosyambosjóvenesestuvieronduranteunratomezclandosuslágrimas,sinpronunciarunapalabra.

www.lectulandia.com-Página220

Page 221: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

U

CAPÍTULOXXXV

Lavistadelacausa.LaherenciadePedrera.

Reconciliación.Unaresolucióninesperada

nanumerosaconcurrenciadelossujetosmásdistinguidosdelaciudad,seagolpabaenlasaladesesionesdelarealaudienciaeldíaseñaladoparalavistade lacausa instruidacontradoñaCatalinaRoblesysuhijoGabriel

Bermúdez,porhaberocultadoensucasaalescribanoMartínezdePedrera.Veíansepor diversos puntos del salón los uniformes blancos de los oficiales del Fijo, quemostrabangrandeinterésporsuantiguocamarada;yenelhemicicloqueocupabaeltribunalsealcanzabaadistinguiralcoronelcomandantedelbatallón,aquiensehabíadadoasientoabajodelosjueces.DoñaCatalinallevabacubiertalacaraconunvelode gasa negra, lo que se le permitió a causa de su enfermedad. Gabriel, pálido,demacrado,peroconlaserenidaddelquenotieneporquéavergonzarsedelafaltadeque se le acusa, se presentó en medio del capitán Hervias y de su defensor, ellicenciadoJerónimoRosales.Unrumorsordo,quenopodíasabersesierafavorableoadverso a los reos, circuló por la concurrencia cuando M presentaron en la sala.Después reinó el más profundo silencio. El relator hizo una concisa y exactaexposicióndelacausa,elfiscalleyóunpedimentoenqueseesforzabaenpintarconnegroscolores laconductadeambosprocesadosypedía laaplicaciónde laspenasseñaladasenelbando,yenseguidatomólapalabraeldefensor.

Elalegatodeéstefuesencillo,lógico,convincente,ytuvoarranquesdeverdaderaelocuencia. Hizo valer con habilidad todo lo que podía favorecer a sus clientes yllamó la atenciónde los jueces a lo quehabía de noble y digno en la conducta deaquellaseñoraydeaquel jovenqueseveíanenaquelmomentoenelbancode loscriminales,porhabercumplidolossagradosdeberesdelahospitalidad.

Las palabras del abogado hicieron impresión en el ánimo de los jueces yelectrizaronalauditorio,queprorrumpióenaplausos.DoñaCatalinayGabrielpodían

www.lectulandia.com-Página221

Page 222: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ser condenados por el tribunal; pero la opinión los absolvía, y por una de esasevolucionesquenosonrarasenlasmasas,elpúblicoenterosepronuncióalsiguientedía en favor de los acusados e hizo de Gabriel una especie de héroe. Los que locondenaban pocos días antes a presidio, lo proclamaban yamodelo de valor y decaballerosidad.VolvióasertanpopularcomoeldíaenquesepresentóenelcaballoárabeenelpaseodeSantaCecilia.

La sala declaró que doña Catalina Robles y don Gabriel Bermúdez habíancompurgadosufaltaconlaprisiónpadecidayrecobraronlalibertad.

Al día siguiente de su salida de la cárcel, como a las siete de la mañana, sepresentóen lapobrecasaquehabitaban lamadreehijo,un sujetoaquienGabrielhabíavistoalgunasvecesvisitandoalescribano realMartínezdePedrera,y ledijoqueteníaquecomunicarleunanoticiamuyimportante.Diciendoasí,sacódelbolsillounpliegodepapelsellado,escritoporlascuatrocaras,yañadió:

—Aquí tiene usted el testamento que otorgómi pobre amigo Pedrera, quemenombró su albacea.Usted es heredero universal de sus bienes, que consisten en lacasaquehabitabaytreintaydosmilpesosendinero.Hayalgunasmandasylegadosque importan cosa de diez mil duros, y como la casa está valuada en otros diez,vienenaquedaraustedlostreintaydosmillimpiosdepolvoypaja.Sírvaseustedleerladisposicióntestamentaria.

Hizólo Gabriel y vio que en efecto le dejaba Pedrera casi toda su fortuna,expresandoquenoteníaparientesyquedeseabadarleunapruebadegratitudporelhidalgocomportamientoquehabíatenidoconélenlanochedesucaptura.

El hijo de Pie de lana dobló el pliego y devolviéndolo al albacea, le dijosecamente:

—Nodeboniquieroaceptaresaherencia.

ParecióalalbaceadePedreratanextrañaaquellaresolución,quenopudomenosqueexclamar:

—Joven,¿haperdidoustedeljuicio?¿Nosehafijadoustedbienenloquelehedichoyen loqueustedmismoha leído?Son treintaydosmilpesos losqueusteddesecha. Si no me engaño (añadió, paseando una.mirada en derredor de la malamuebladasalita),ustedespobre;¿porquérechazalafortunaqueelcieloledepara?

—¿Quiereustedqueledigaporqué?—contestóGabriel—loharé,pormásquemeduelatenerqueserseveroconlamemoriadeldesdichadoPedrera.Noadmitoesaherencia,porquenoconsiderounorigenpuroalafortunadelquemeladeja;porquealtocaryoesedinero,sentiríacomosimequemaralasmanos.

—Joven —replicó sonriendo el albacea, que era hombre positivo—; piénselo

www.lectulandia.com-Página222

Page 223: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ustedbienantesdetomarunaresolucióndequetendríaquearrepentirse.Lancesdeestaclasenosuelenpresentarsedosvecesenlavida.Repitoqueharáustedbienenreflexionarlo.

Dicho esto, se despidió.Gabriel no dijo una palabra a doñaCatalina de lo queacababadepasar,ynovolvióapensarenelasunto.PocoantesdelasochosedirigióacasadeRosales,paraatenderasuocupaciónenelescritorio.AlverlollegarledijodonJerónimo:

—Primo,alaverdadquenoaguardabaaustedya.

—No creo haber tardado—contestó Bermúdez, viendo la hora en un reloj deparedqueestabaenelgabinete.

—Nolodigoporeso—replicóelletrado—.Ustedeslaexactitudmisma;perounhombrequeposeetreintaydosmilduros,novieneadoblarsesobreunamesaparaganarcuarentaalmes.

—Comprendo—dijo Gabriel—. Usted se refiere a la herencia de don RamónMartínezdePedrera.¿Esesehechoyadeldominiodelpúblico?

—Desde muchos días—contestó Rosales—. Cuando usted fue juzgado por laAudiencia,todoelmundo,menosustedmismo,sabíalafortunaquelehabíacaídodelasnubes.Veaustedpues,siteníayorazónparanocontaryaconmiamanuense.

—Puessinoesmásqueporeso—dijoGabriel—,quenoesperabaustedverme,debodecirlequesehaequivocado.NoestoyendisposicióndeaceptarlaherenciadePedrera.

—¿Cómo? —exclamó Rosales, poniéndose en pie y fijando en Gabriel unamirada que expresaba el mayor asombro—. ¿He comprendido bien? ¿Que rehusausted laherencia? ¡Treintaydosmilduros! ¡Una fortuna! ¿Yprefiereusted seguirganandounsueldomiserablecomosimpleescribiente?Primo,ustedestá loco,oesun...

—Califíquemeustedcomoguste—dijoGabriel—,contaldequenopuedadecirquehecometidounamalaacción.

—¡Ayprimo,primo—contestóRosales—,sobreesodeaccionesbuenasomalashabríamuchoquedecir!¿ConqueprefiereustedquesedeclareintestadoaPedrerayqueselleveelreylaherencia?

—Queselallevequienquiera,comonoseayo.

—Pienseustedque tieneunamadreaquienmantener;quemañanaesotrodía;puedeustedcaerenfermoyencontrarseimposibilitadodetrabajar;quetalvezquerrácasarseyestablecerunafamilia.

www.lectulandia.com-Página223

Page 224: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Todoescierto—contestóGabriel—;peroyonopuedo, lorepito,aceptaresaherencia,ypermítamequenoentreenmásexplicaciones,porquetendríayoqueserseveroconlamemoriadealgunoaquiendeborespetar.

Diciendoasí,GabrieltomópapelyplumaysedisponíaacontinuarcopiandolaspiezasseñaladasporRosalesenelexpedientedelconcursodeAgüeroyUrdaneche.

—Es inútilqueustedcontinúeenese trabajo—dijodonJerónimosecamenteypermaneció en silencio durante un momento. En seguida puso delante de Gabrielunostrespliegosdepapelselladoyelborradordeunalegato,yledijoquepusieraenlimpioaquelescrito.

Cuandose retiróBermúdezdel trabajo,donJerónimosepusoapasearseporelgabinete,ydecíahablandoconsigomismo:

—Es imposible hacer carrera con estemozo. No hay para quéme empeñe yomuchotampocoenlaliquidacióndelconcurso,sidespuéshaderesultarconquenoacepta laherenciadedon JuandeMontejo, comonoquiere admitir la herenciadePedrera.Miprimoesunganso,nohayremedio;amenosquereflexioneycambiederesolución, tendré que despedirlo. Yo no necesito escribiente que gane cuarentapesos; pues por quince a dieciséis encontraré otro. Si lo acomodé fue para irencaminando las cosas de modo que me tocaran seis u ocho mil pesos de loscincuenta o sesenta que podría producirle la liquidación del concurso; pero suterquedadhechaaperderlacombinación.Estagentequesellamahonradasuelesermuy tonta.El talGabriel nomeparece hijo de su padre... Pero, ¿y si reflexiona ymuda de parecer? Es necesario evitar a toda costa que el fisco se trague esoscaudales...Esosíqueno;porningúnpienso.VoyaveralalbaceadePedrera,quenoestaninsensatocomomipariente.

DonJerónimotomólacapayelsombreroyseechóalacalle.

Entretanto, tenía lugar entre doña Catalina y Gabriel una conversación de quedebemosdarcuentaanuestroslectores.

—Hijo—decíalaseñora—,anochehehabladolargamenteconRosalía.

—¿Y qué dice,madre?—preguntóGabriel con inquietud—. ¿Está dispuesta aperdonarme?

—Nosemuestraofendidacontigo—contestódoñaCatalina—;perodicequenodebeniquierereanudarunasrelacionesqueniatiniaellalesconvienemantener.

—Es decir que me ha olvidado, que ya no me ama —exclamó Gabriel conabatimiento.

—He ahí—dijo la señora—, lo que yo no creo. Rosalía te ama a Timas que

www.lectulandia.com-Página224

Page 225: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

antes,siesposible;pero, laverdad, teconsideraversátily teme.NoestáseguradequeestéscompletamentecuradodelamoraMatildedelosMonteros.Calcula,segúnhepodidopercibirlo,quevanaabrirsedenuevoparatilascasasquetehabíacerradoeldescubrimientodetuorigen;vequehasganadoenlaopiniónconlaconductaqueobservasteconPedreraytiembla,aunquenolodice,dequevolviendoaencontrarteconaquellajoven,renazcaunapasiónquecreemalextinguida.

—Asegúreleusted,madre—dijoGabriel—,queMatildedelosMonterosmeestan indiferente, comouna pintura; quemi corazón es incapaz de conservar rencor;peroquenoolvidolosagravios.Entreesamujeryyohayunabismoquenadapodrállenar. Mi único anhelo es ya vivir tranquilamente al lado de usted y de Rosalía.Somospobres;peromitrabajopodrábastarparalostres.Ruégueleustedquedesecheesasmalasideasyquemepermitaverla.

DespuésdeaquellaconversacióndoñaCatalina,que teníaelmásvivodeseodétquelahijadelmaestrodearmasfueseesposadesuhijo,volvióahablaraRosalía,repitiéndolepalabraporpalabra loqueaquél lehabíadicho.Lapobre jovenqueríaperdonaryperdonó;amabaalquehabíasidoingratoconella,yloacogióotravez,cuandolabuscóarrepentidoyapasionadocomoantes.Viéronseencasadelmaestrodearmas,enpresenciadedoñaCatalinayrenovaronaquellosjuramentosquehabíahechoeloscurocadeteyolvidadoelbrillantecapitánconculpableligereza.Gabrielerayaotracosa.Elinfortuniolehabíadadoleccioneshartoseveras,ypodíadecirseque en poco tiempo había vivido años. Convinieron en queRosalía participaría alcapitánMatamoros su reconciliación conGabriel, y lo prepararía para cuando éstesolicitara formalmente lamano de la joven. Esto no podía verificarsemuy pronto.Gabrielnecesitabadecontarconalgo,yalaverdad,cuarentapesosqueganabacomoescribientedeRosalesyveintecomopedagogodelhijodeloidor,erapoco,aunenaquellos tiempos, para mantener una familia. Esperaba Gabriel que se leproporcionaría alguna colocaciónmás ventajosa, y ésa era su única esperanzaparapodercasarse.

Rosalía refirió adonFeliciano loquehabíapasado,y elviejo capitán,queporcasualidadestabaensuenterojuicioenaquelmomento,frunciólascejasyechótresocuatrovotosyjuramentosdelosqueacostumbraba.

—¿Conquevuelveelcapitancito?—dijo,puesnodejabanuncadedaraqueltítuloaGabriel—. ¿Conque está convencido ya de que la alianza con losMatamoros dePeñapeladavalíamásquecualquieraotra?¡Sableylanza!Ahoradebíayomandarlocon trompetas destempladas. Si hubiera seguido mi consejo y casádose contigoclandestinamente,nadadeloquehapasadohabríasucedido.

ElseñorFernándezdeCórdoba,sabiendoqueera tumarido,no talquehubierasalidoconlapatadegallodequeelmozonoerasuhijo.Habríaaprobadolaelección

www.lectulandia.com-Página225

Page 226: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

deRafael,ydejádolecuantotenía,ytodosviviríamosañoshacecomoenlagloria.Pero,dime,niña¿hasreflexionadoqueesodecasarteconelhijodeunahorcadonoes muy honroso para una familia como la nuestra, que tiene muy limpias susejecutorias?

—Nuestrasejecutorias—contestóRosalíariéndose—,seperdieronenlasruinasdelaAntigua,ynadiepodrádecirsisehanensuciadoonoporqueyomecaseconGabrielBermúdez.Elnotienelaculpadeserhijodequienes.YonoloquiseantesporquefueraFernándezdeCórdoba,nihededejardequererloahoraporquesellamaBermúdez.Esunjovenexcelente,quemequiere;sumadreesunasantamujeryestobasta.

—Ytodavíahadevolver—dijoMatamoros—,aservirenelFijo.Dicenqueelcoronelloquieremuchísimoyquesehacelenguasdeél;comoqueseatribuyeasuinfluenciaelquenolohayanmandadoapresidioaGolfoDulce,porhaberocultadoaquellabuenapiezadelescribano.Enfin,¡sableylanza!nosabemosloqueeltiempopuededardesí.Ahoraseasciendepronto.Sifueracomocuandoyoservía,entiempodedonMatías,esoeraotracosa.Ydime,¿cómoandaesetudonMiguelenmateriadefondos?

—Gabrielespobre—contestóRosalía—.Noganaahoramásquesesentadurosmensuales;peroesjoven,deseatrabajarycomonolefaltanapoyos,puedeobteneralgunabuenacolocación.

—VayaconDios—dijodonFeliciano—;quevengaycásensecuandopuedan.

Dicho esto, el veterano se puso la gorra y tocándose el bolsillo del chaleco,advirtióqueaúnlequedabanunosseisreales,restodelpreciodeunasayaquehabíacosidosuhijaenaquellosdías:Salióyfueacelebraren lafondamásinmediata lareconciliacióndesuhijaconelfuturocoronel,puesdabayaporhechoquehabíadevolveralservicioynopararhastaponerselostresgalonesenlasmangas.

Gabriel volvió a frecuentar la casa de don Feliciano con tanta confianza comoantes,sinmásdiferenciasinoqueahoraibaregularmenteencompañíadesumadre.Una noche conversaban los tres, y de una cosa en otra vinieron a hablar de laejecucióndelescribanorealdonRamónMartínezdePedrera.

—¿Y sabe usted, madre —dijo Gabriel—, que el pobre don Ramón tuvo laperegrinaideadehacermesuheredero?

—Nolosabía—contestódoñaCatalina—,nuncamelohabíasdicho.

—Ditanpocaimportanciaalacosa—replicóél—,quenovolvíapensareneso.

—¿Y qué —preguntó la señora—, tan insignificante era lo que dejaba elescribanoreal?

www.lectulandia.com-Página226

Page 227: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—No era poco el caudal—dijo Gabriel—. Pagadas ciertas mandas y algunoslegados,mequedabanunostreintaydosmilpesos.

—¡Treintaydosmilpesos!—exclamólaseñora—;y¿quéhiciste?

—Decir sencillamente que no debía ni quería aceptar semejante herencia —contestóél—;ypiensoqueustedaprobarámiresolución.

DoñaCatalinapermaneciópensativaduranteunmomento,yluegodijo:

—Hicistemuybien;esedineronoshabríatraídodesgracia.

—¿Y a quién corresponderá la herencia —preguntó Rosalía—, rehusándolausted?

—Al rey —contestó Gabriel—. Don Ramón no tenía parientes que pudieranheredarlo.

—Pues yo pienso —dijo Rosalía—, que usted ha hecho mal en rehusar esaherenciayquedebeaceptarla,siaúnestiempo.

GabrielydoñaCatalinasequedaronestupefactosalescucharaquellaspalabras.Un sentimiento de profundo disgusto se dejó ver en el semblante del joven, quedirigióunamiradainquietaaRosalía.DoñaCatalina,paranodejarver,sinduda,laimpresión que le causaba una salida tan inesperada, se levantó, con pretexto dedespabilarunavelaqueardíaenunarinconera.

EnaquelmomentoRosalíaseinclinóhaciaGabrielyledijotresocuatropalabrasaloído.Eljovensediounapalmadaenlafrente,yexclamó:

—Aúnnoestarde,corroadeciralalbaceaqueaceptolaherenciadePedrera.

DoñaCatalinafijólosojosenRosalía,cuyafisonomíaimpasiblenadalereveló,yen seguida en Gabriel, que desapareció, sin dar otra explicación. La pobre señoraquedóabrumadadepena,puescomenzabaa temerque suhijoestabaperdiendoeljuicio.

www.lectulandia.com-Página227

Page 228: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—V

CAPÍTULOXXXVI

ElconsejodeRosalía.Larecompensa

engo a manifestar a usted —dijo Gabriel al albacea de don RamónMartínezdePedrera, aquienencontrócenando—,quehe reflexionadoy

aceptolaherenciadelescribanoreal.

Elsujetoaquiensedirigieronestaspalabras,pusosobrelamesaeltenedoryelcuchillo,selimpióloslabiosconlaservilletaysonriéndoseconmaliciacontestó:

—Desabiosesmudardeconsejo.Ustedhacaídoenlacuentadequenotodoslosdíassepresentanocasionesdeocultarreos,dequecondenenaéstosalahorcaydequeledejenaunosucaudal.¿Gustausteddecenar?

Dichoesto,prendióunalóndepolloycomenzóamasticarlomuydespacio.

—Gracias—contestóGabrielconsequedad—.Veníayoúnicamenteacomunicaraustedmiresolución.

—¿No es verdad, joven—dijo el albacea de Pedrera—, que hay una enormediferenciaentreestarunoescribiendodelamañanaalanoche,paraganarunostristescuarentapesos,vivirenunapobrecasa,malamueblada,comerescasamente,vestircomo usted viste ahora y caminar por sus pies y estar alojado, comido, bebido yvestidocomounpríncipeyandararrastrado,pasandoeldíasinhacermalditalacosa?Ustedhaelegidolamejorparte,yyaveoquenoesloquemefiguraba,sinounmozode talento. Mañana procederemos a los inventarios y muy pronto estará usted enquieta y pacífica posesión de los treinta y dosmil, pudiendo llamarse feliz y vivircomoelmáspintado. ¡Lástimaqueanuestroamigoelescribanono lehaya tocadootrotantomásenlasgananciasdelacompañíaiVenganesoscinco,joven,ypechoalagua;queestavidaotroselahadegozar.

Disgustado Gabriel de la charla imprudente y cínica de aquel individuo, sedespidió, y al siguiente día se presentó en el escritorio de Rosales a la horaacostumbrada.

www.lectulandia.com-Página228

Page 229: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Estoyresuelto—ledijo—,aaceptar laherenciadePedrera.Anocheestuveaveralalbaceaylecomuniquémideterminación.

Nodejóel abogadodeextrañaraquel repentinocambioen lasdisposicionesdeGabriel;peronopudiendoadivinarlaideaquelomotivaba,hubodeatribuirlocomoelalbacea,aqueelinteréshabíavencidoalosescrúpulos.

—Primo—dijodonJerónimo—,mealegrodequeustedvealascosaspordondedeben verse. ¿Qué hubiéramos ganado con que el fisco se hiciera dueño de esosbienes? Supongo que en lamisma disposición estará usted ya para el caso de quelogreyoarreglarlodelconcursodeAgüeroyUrdanechedemodoquevenganatocarunoscincuentaosesentamilpesosalherederodedonJuandeMontejo.

—Aceptaríayoesaherencia—contestóGabriel—,comoaceptoladelescribano;peroustedolvidaquedonJuandeMontejonofiguraabsolutamenteenelproceso,niaparecequehayasidoéllamismapersonaquefueejecutadaconelnombredeJuanBermúdez.

—Eso —replicó el letrado—, déjelo usted a mí cargo. Yo probaré hasta laevidencia la identidad de ambos sujetos, como también el derecho de usted a laherencia,comohijonaturalreconocidodedonJuandeMontejo.

—¿Podríayoobtener—preguntóGabriel—,lacausainstruidacontradonJuanysuscómplices?

—Nadamásfácil—respondióRosales,ydirigiéndosealarmariodondeteníasuspapeles más interesantes, sacó un voluminoso legajo—. La tengo en mi poder,añadió,habiéndolaobtenidobajoconocimientoparahacer ladefensadeunode losreos. Aún no la he devuelto, y usted puede verla aquí, mientras yo voy a laAudiencia,puestengoquealegarhoyenestrados.

UnmomentodespuéssaliódonJerónimo,yGabriel sequedósolo,hojeandoelabultadoproceso.Quenoeraunasimplecuriosidadlaquelohabíamovidoalquererver aquella causa, lo habría conocido cualquiera que hubiese advertido que elamanuensedelabogadoibahaciendoapuntamientosenunpliegodepapel,amedidaqueavanzabaenlalecturadellegajo.

Aqueldíano se retiróGabriel del escritorio al dar lasdoce.Eran lasdosde latardeytrabajabatodavíasobreelproceso,tomandoapuntamientos.AlasdosymediaquellegóRosales,habíaconcluidoyguardándoseenelbolsilloelpliegodeapuntes.

—¿Usted aquí todavía?—dijo el abogado—. ¿Tanto le interesó la lectura delproceso,queselehanpasadolashorassinadvertirlo?

—Me ha interesadomás de lo que usted cree, primo—contestóGabriel—; heleídotodalacausamuydespacio;puedeustedguardarla,puesnolanecesitoya.

www.lectulandia.com-Página229

Page 230: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—Bien—replicóRosales—.Y a propósito, añadió, acabode ver al albacea dePedrera,quienmeencargadigaaustedquemañanasigusta,puedetomarposesióndelaherencia.

—Iréarecibirloquemecorresponda—contestóGabriel.

—Ysupongoquenotendréyaelgustodeveraustedporacá—dijoRosales—;almenoscomoempleadoenmiescritorio.

—Si usted me necesita —replicó el joven—, y no está descontento de misservicios,continuaréviniendocomohastaahora.

Diciendoasí,sedespidiódeRosalesyseretiró.

—¡Vaya si el niño es codicioso!—dijo don Jerónimo, luego que hubo salidoGabriel.Vaaembolsarsetreintaydosmildurosynosueltaelmiserableempleoquele proporcioné cuando no tenía qué comer. Sea como fuere, me conviene tenerlocerca.Seguirépagándoleloscuarentaduros;abienquedelmismocuerohandesalirlas correas. Por ahora, es necesario que me pague mis honorarios por la defensa.Luegoveremoslodelconcurso.

Al siguiente día recibió Gabriel la cantidad que quedaba libre, pagadas lasmandasylegados,paralocualsedestinóelpreciodelacasa,pueshuboprontoquiendieraporellalasumaenquehabíasidoestimada.EnseguidatomóGabrielelpliegodeapuntamientosquehabíahechoconpresenciadelacausa,loscualesnoeranotracosasinounanóminadelaspersonasaquieneshabíarobadolacuadrilladePiedelana,conexpresióndelascantidadesdequehabíansidodespojadas.Sobreunabastamesadepino,mediocoja,únicaquehabíaenlacasa,hizounadistribuciónaprorratadelostreintaydosmilpesosentrelossujetosquehabíansidorobados,procediendoenelrepartoconlamayorescrupulosidad,yluegoquehuboconcluido,tomólacapay el sombrero y fue a buscar a esas personas, o a sus herederos, pues algunas noexistíanya.NofuepocoelasombrodeaquellossujetoscuandoGabriellesmanifestóque iba a restituirles parte de lo que les había robado la compañía dePie de lana.Tocabaneldineroynolocreían,tanextrañalesparecíalaconductadeaqueljovenmediodestrazado.

EntérminodetresdíasconcluyóGabriellarestituciónquedándoleúnicamentelacantidaddeseismilpesosquecorrespondíaalpadrededonRicardodeBustamante,el jovenaquienahorcarony robarondon JuandeMontejoy el escribanoPedrera.DepositólasumaenunacasadecomerciorespetableyescribióalpadreBustamantequepodíagirarporella.Cuandohubohecholaúltimadevolución,regresóasucasa,donde estaban reunidas doñaCatalina yRosalía. Sacóun legajo de recibos enqueconstabanlospagoshechos,yponiéndolosenmanosdesumadre,ledijo:

www.lectulandia.com-Página230

Page 231: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—HedispuestodelostreintaydosmilpesosdelaherenciadePedrera,conformeelconsejodeRosalía.Aquítieneustedlasconstancias.

DoñaCatalinarecorrióconbastanteinquietudalgunosdelosrecibos,entodos*los cuales constaba que don Gabriel Bermúdez había hecho aquellas restitucionesespontáneamente. Doña Catalina, cuyos ojos se inundaron de lágrimas, estrechó aGabrielyaRosalíacontrasuseno,yduranteunratonopudopronunciarunapalabra,dominada como estaba por la emoción. Gabriel y Rosalía permanecían serenos ysonreían,comosihubieranejecutadolaacciónmássencilladelmundo.

—Quedamos tan pobres como estábamos hace cuatro días —dijo Gabrielriéndose.

—Seequivocausted—contestóRosalía—.Lasbuenasacciones soncantidadesengiro,yalgúndíanosserádevueltoelcapitalconsuspremios.

LanoticiadeldestinoquedioGabrielalaherenciadePedreraestallóenlaciudadcomounabomba.Elsentimientopúblico, la ideade lasmasas,querarísimavezseextravía,aplaudióelhechosinreserva.Nofaltó,sinembargo,quienopinaradeotromodo.Elalbaceadelescribano,yeflicenciadoRosalesseencontraronenlacalleyentablaronelsiguientediálogo:

—¿Quélepareceausted—dijodonJerónimo—,loquehahechoBermúdez?

—Pero—¿esciertoloquesecuenta?—preguntóelalbacea—.¿EsverdadquelacantidadqueleentreguéhapasadoíntegraalaspersonasaquieneshabíarobadolacuadrilladePiedelana?

—Tancierto—replicóRosales—,comoqueniustedniyolohabríamoshecho.HehabladoconBerroterán,queharecibidomilquinientospesosyconcincooseismás a quienes han tocado diversas cantidades en el reparto. El hombre no se hareservadouncuartilloynoséquéharáparapagarmemishonorariosporladefensa.

Elalbaceasacóunacajadeplataenquellevabarapé,lediodosgolpecitossobrelatapa,tomóunaregularcantidaddetabacoyrellenándoselanariz,dijo:

—Que hay tontos en estemundo, amigo don Jerónimo, cosa es que no admiteduda.Eltrabajoestáendarconellos.

ElalbaceasedespidióyRosalesdiolavuelta,diciendoentredientes:

—Paralodelconcursomedejodescuartizar,sinohagóantesunpactodeigualaconesemanirroto,quenotienelamenorideadelvalordeldinero.

Al fin de la cuadra donde tuvo lugar el diálogo que acabamos de transcribir,conversabaCristóbaldeOñateconunodesusamigotes,ycomentabanelhechoqueandabaentodaslasbocas.

www.lectulandia.com-Página231

Page 232: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—¿Havistousted—decíaelamigodeOñate—,unlancemásridículo?¿CreeráesetontoqueconloquehahechoolvidaránqueeshijodeunladrónyledaránpormujeralahijadeEspinosa?

—Primeroesqueyocrealodelasrestituciones—respondiódonCristóbal—.Loque ha hecho es pagar a unos dos o tres, para que suene, y se ha quedado con lamayorpartede laherencia.Sémuybienqueenunacasadecomerciohapuestoausura seismil pesos, y he hablado con una docena de personas a quienes robó lacuadrilladePiede lanaynoleshadadounclavo.Desengáñeseusted,miamigoydesengañeacuantospuedadelerrorenqueestánrespectoaesehipócrita.

—Peroél—replicóelotro—,dicenquesigueviviendomuypobremente.

—Porllevaradelantelafarsa.¿Querríaustedquedelanochealamañanaecharacoche?

—PerocontinúacomoescribienteconcuarentapesosenelescritoriodeRosales,ydandoleccionesalhijodeloidorGonzález,quelepagaveinte.

—Sí,porahora;yaveráustedcomodentrodepocosdíasdejatodoesoyvuelvenlos lujos y el despilfarro comocuando era oficial delFijo.No, amigo, nohayquedejarse embaucar: diga usted a todo elmundo, comoyo lo hago, quenohay talesrestituciones,quetodoesfarsayqueeldonGabrielitosehaembolsadolaplatadelescribano,apesardequeleconstaqueesrobada.

Oñateysuamigosalieronpublicando,elunoporelnorteyelotroporelsur,queGabrielBermúdezeraunhipócritayquelodelasdevolucioneseraunacomedia.Nofaltaronotrosquehicieranigualdeclaratoriaporelorienteyporelocaso;asífuequela especie circuló por los cuatro vientos, y se esparció en seguida por los otrosveintiochodelarosanáutica.Aquelrumorcalumniosollegónaturalmente,aoídosdeGabriel;peronosetomóeltrabajodedesmentirlo.Bastábaleconeltestimoniodesupropia conciencia y con que las personas cuya opinión estimaba en más hicieranplenajusticiaalarectituddesuprocedimiento.

El coronel comandante del Fijo le envió a decir lacónicamente que se habíaconducidocomohombredehonor.EldoctorGonzálezleabriólosbrazoselprimerdíaquefueadarlalecciónalchico,despuésdeverificadaslasrestituciones,yledijo:

—DonGabriel, he estimado a usted desde que lo conocí; ahora le ofrezcomiamistad.

Hervíasestrechólamanoasuamigoconefusiónyexclamó:

—Hermanomío,estoyorgullosodeti.

Nopudocontinuar,pueslaemociónleanudabalagarganta.

www.lectulandia.com-Página232

Page 233: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Aquellos testimoniosde aprobaciónhabríanbastado aGabriel. Pero además, lagran mayoría del público le hacía justicia. Rosales, que tenía esperanzas mejorfundadas cada día de arreglar los asuntos del concurso de la casa de Agüero yUrdaneche de modo que pudiera corresponder un regular tanto por ciento a losacreedores, propuso aGabriel que le diera ochomil pesos en casode que fuera elcincuenta por ciento o pasara de esa proporción; y seis mil, si excediendo decuarenta,llegabaacincuenta.

—Notendréinconveniente—contestóGabriel—,siemprequelosinteresadosenlas restituciones aprueben de antemano el convenio que ustedme propone. Se lospreguntaré.

Rosalesseencogiódehombros,considerandoquelaprobidaddesuseñorprimorayaba en quijotesca; pero tuvo que someterse a la condición puesta por Gabriel.Hablóéstealosinteresados,queaceptaronelpartidoconlamejorvoluntadyGabrielfirmólaobligacióncondicionalafavordellicenciado.

Manejóéstelascosascontalhabilidadydesplegótantadiligenciaenelcobrodelo que debían a la casa en las provincias en el Perú y en Cádiz, que al fin pudohacerse la liquidacióndelconcurso,distribuyéndoseuncuarentaycincoporcientoentre losacreedores.CorrespondióadonJuandeMontejounasumaquepasabadecincuentamilpesos.

RosalesemprendióentoncesprobarlaidentidaddeésteydelllamadoPiedelana,lo que no le fue muy difícil, mediante las declaraciones de los que ejecutaron lacaptura en la huerta de la casa del escribano real; y las autoridades sabiendo eldestinoqueibaadarseaquedosfondos,nopretendieronquesesostuvieralaficcióndel viaje de Montejo. Establecido aquel punto era más sencillo aún probar elreconocimiento de Gabriel, pues constaba a toda la ciudad. No pudo tampocoreservarse ya el nombre de lamadre deGabriel, pues pasando de boca en boca lanoticiadequeerahijodedoñaCatalinadeUrdaneche,vinoasabersequeéstavivíayquenoeraotraquelaquehabíasidojuzgadaconelapellidodeRobles.

DonJerónimoRosalesrecibiólosochomilpesosofrecidos,yviendoqueGabrielquedaba tan destituido de recursos como antes, no tuvo valor para despedirle delescritorio.La ciudad se hacía lenguas de su buen comportamiento, y los padres loseñalabanasushijoscomounmodelodevirtudydedesprendimiento.

El sufría, sin embargo, una tristeza interior lo devoraba y esparcía un velosombríosobreelrostrodelpobrejoven.AmabacadadíamásaRosalía,yveíacadavezmás lejanoeldíaenquepodríaunirseaella.Laseconomíasquehabíapodidohacer eran insignificantes y no se le ocultaba que tendrían que pasarmuchos añosantes de que pudiese contar con una cantidadmuymódica, como producto de sus

www.lectulandia.com-Página233

Page 234: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

ahorros.

Undía,abrumadobajoelpesodeestastristesreflexiones,sépaseabaGabrielenlasalitadesucasa,mientrasdoñaCatalinayRosalíaseafanabanenconcluiruntrajequehabíanencargadoalajovenparaunafiesta.LamozaqueservíaadoñaCatalinaentróconunacartaylapusoenmanosdeGabriel,aquienibadirigida.Eraunbilletemuyatentodeljefedeunadelascasasdecomerciomásrespetablesdelaciudad,enla que suplicaba a don Gabriel Bermúdez tuviese la bondad de acercarse a suescritorio,paracomunicarleunasuntodemuchointerés.

AcudióGabrielinmediatamenteyfuerecibidoconparticularesatencionesporlosdependientesdelacasa.Introducidoenelgabinetedelprincipal;ledijoéste:

—Caballero, me he tomado la libertad de llamar a usted a mi escritorio paracomunicarleunanoticia,porlacuallofelicitomuysinceramente.¿NoesciertoquelaseñoradoñaCatalinadeUrdanechevive?

—Sí, señor —contestó Gabriel—; es mi madre, y no tengo inconveniente endecirlo,puesnoesyaunsecretoparanadie.

—Muybien—replicóelnegociante,yañadió—:acabode recibir instruccionesdemicorresponsaldeSevillaparaentregaralaseñoraveinticincomilpesos.

—¿Yconquémotivo?—preguntóGabriel.

—Hamuerto—dijoeljefedelacasa—,uncaballeroanciano,muyricotíocarnaldedoñaCatalina,dejandoconsignadoensutestamentoqueseentregaseesasumaasusobrina,siesquevive,oasusherederos,casodequehayamuertoylostuviese.Elalbaceahadepositado losveinticincomilpesosen lacasadenuestrocorresponsal,con encargo de averiguar si vive la señora, o alguno que le represente. Como espúblicoyaquedoñaCatalinaexiste,repitoquelasumaestáasusórdenes.Gabrielnovolvía en sí de la sorpresa que le causaba aquella noticia. De donde no hubierapodido imaginarlo siquiera le venía una fortuna, que podía recibir sin escrúpulo.Agradecióel avisoalnegocianteyvolviendoa sucasa,participó labuenanuevaadoña Catalina y a Rosalía, que estaban juntas, como sucedía frecuentemente. —BenditoseaDios,hijomío—exclamólaseñora—.Ahorapodrémorirtranquila.

—Ustedve—dijoRosalíaaGabrielsonriendo—,quehaprestadoaunpagadormuy cumplido, y que una acción buena suele tardar muy poco en obtener surecompensa.

www.lectulandia.com-Página234

Page 235: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

L

CAPÍTULOXXXVII

Unaaventuraextraña

uegoquedoñaCatalinadeUrdanecherecibióellegadodeltíodeSevilla,no pensó ya sino en que su hijo se proporcionara una ocupaciónindependiente y en que se verificara su matrimonio con Rosalía. Lo

primero se obtuvo pronto, teniendo Gabriel oportunidad de adquirir por un preciomoderado,unalaborapocadistanciadelacapital,dondehabíaalgúnganadoyunaregular plantación de caña de azúcar, con su correspondiente trapiche,movido porunacorrientedeagua.ParalosegundodioGabriellospasosnecesariosytodoestuvoallanadopronto.DoñaCatalina,RosalíayGabrieldisponíantrasladarsuresidenciaala finca, a donde llevarían al capitánMatamoros y a los hermanos deRosalía. Lafelicidadparecíasonreiraaquellostresseres,conquienessehabíamostradoantestanhuraña.

LaeleccióndeGabrielerageneralmenteaprobada;pueslafamadelasvirtudesdeRosalía había pasado del estrecho círculo de las personas que la conocían yesparcídoseporlaciudad.Lapacienciaconquesufríalasimpertinenciasdesupadre,elmaternaldesveloconquecuidabadesushermanospequeñosyaunladignidadyresignaciónconquehabíasobrellevadoladeslealtaddesunovio(quesesupoporlasvecinas), todo se le tomaba en cuenta, como sucede de ordinario en los lancessupremosdelavidadelamujer:elmatrimonioylamuerte.

El oidor González, no pudiendo apadrinar personalmente al que había sidopreceptordesuniño,acausadelaprohibicióncontenidaenlaley48,título16,libro2o.,delarecopilacióndeIndias,ofrecióespontáneamenteaGabrielqueloharíasuhijoelcapitán.Paquitaleperdonóelchascoquelehabíadadoresultandoconnoserbandidonicosaquelopareciera,sinounhombredebienacartacabal,yquisosermadrina;ofertasquefueronaceptadasconagradecimiento.

Fijadoel día enquedebía tener lugar laboda, lavíspera comoa las seisde latarde,seocupabaRosalíaenalgunospreparativosparalaceremonia.DonFeliciano,Antonioylaniñahermanadeaquéllaandabanhaciendoalgunascompras.Llamaronalapuerta;fueRosalíaaabriryseencontróconunamujerancianaytemblorosa,que

www.lectulandia.com-Página235

Page 236: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

mostrabaestarmuyafligida.

—Tengounahija—dijolavieja—,jovencomodelaedaddeusted,queestáenpuntodemuerte.Somossolas,nohayquiénmeayudeaasistirla,niaunaquiendejarunmomentoconellamientrasvoyenbuscadeunsacerdote.Séqueustedesbuenaycaritativa; ¿quiere tener la bondad de hacer mis veces por un cuarto de hora a lacabeceradelaenfermamientrasyovoyatraeralcura?

—EstoysolacontestóRosalía—,mipadreymishermanosdebenvolverprontoyextrañaránelnoencontrarme.

—Vivocercadeaquí—replicólaanciana—;porelamordeDios,noseniegueusted, puesmi hija se va amorir sin confesión.Cuando su señor padre venga, yaustedestarádevuelta,puesescosadeuncuartodehoraynomás.

Rosalíavacilóaún;peropudomássunaturalbondad;ytomandounpañolón,dijoalavieja:

—Vamos; pero no podré estar fuera de casamás que quinceminutos. Procureusted,pues,volverprontoconelpadre.

Echaron a andar. La casa no estaba tan cercana como había dicho la vieja.Empujóéstalapuerta,ypasandounestrechozaguán,atravesaronuncorredor.Abrióotrapuertaquedabaaunahabitación,ydijolaanciana:

—Aquíestálaenferma,hágameustedfavordeentraryacompañarla,mientrasyovoyporelcura.

EntróRosalíaysedirigióaunacamacuyascortinasestabancaídas.Entretanto,advirtióconalgunaalarmaquesuconductoraechaballaveporfueraalapuerta;peroluegoimaginóquequizáaquelloseríaefectodelaturdimientoenquelateníalagraveenfermedaddesuhija.

Levantó Rosalía la cortina del pabellón y vio una mujer joven, pálida yextenuada;peroalparecernoporunaenfermedadaguda,sinoporefectodeunavidadesarreglada.Estabaechadaenlacama;perovestida.Cuandolahijadelmaestrodearmas alzó la cortina y vio con sorpresa a la joven, fijó ésta en Rosalía sus ojosnegros, que dos profundas ojeras y la extenuación cadavérica del rostro hacíanparecer extraordinariamente grandes, incorporándose con un movimiento brusco,exclamó:

—¿ConqueustedeslaquequierearrebatarmeaGabriel?

PetrificadaquedólapobreRosalíaalescucharaquellaspalabrasyalexaminaralaquelaspronunciaba.Estabavestidaconeltrajedelasmujeresdelpueblo.Sunegrayabundantecabellera,quedaba indiciosdenohabersidopeinadaenalgunosdías,

www.lectulandia.com-Página236

Page 237: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

caía sobre sus espaldas, destrenzada. Se conocía que la joven había sido hermosa;pero el vicio, al clavar su garra en aquella naturaleza poco vigorosa, había dejadomarcada su huella en todas las facciones. La voz era ronca y cavernosa, como sisaliese de pulmones horadados por la tisis. A las palabras que pronunció ladesconocidasiguióunacarcajada,queteníaalgodeferozode lúgubre,quehizolaimpresiónmásdesagradableenRosalía.Nosabíaéstaquécontestaraloqueacababadeoir.Entonceslaotrasaltódelacamaconmásligerezaquelaquepodíaesperarsedesuvisibleaniquilamiento,yencarándoseconlahijadelmaestrodearmas,legritó,asiéndolafuertementeporunadelasmuñecas:

—¿UstedeslaquequierearrebatarmeaGabriel?Puessepaustedqueyonosoymujerquemedejequitaramiamante.Nolovolveráustedaver.¿Nosabeustedqueelhijodelahorcadosólopuedecasarseconlanietadelaemplumada?

—¿Qué significa esto?—dijoRosalía, comohablando consigomisma;me hantraídoaverunaloca.

—¡Loca! ¡Loca!—gritóManuelita (pues ya habrán conocido nuestros lectoresqueella era la supuesta agonizante)—,asínos llamanustedes lashipócritas.Ustedveráqueestoymuyenmijuicioyquesévengarmedelaspicarasquerobanhombres.

Diciendo así, se dirigió a una puerta* que daba a otra pieza y salió dejando aRosalíaenlamayorconfusión.Nosabíacómoexplicarseloquedecíaaquellamujer,quellamabasuyoaGabriel,yaunqueelcorazónlealde la jovenserehusabaadarcabida a una sospecha ofensiva, no dejaba de mortificarla, lo que acababa deescuchar.Afligíalaporotrapartelaideadequesehallabaencerradaenaquellacasa,sinpoder comunicar a supadrey almismoGabriel loquepasaba, y considerandocuánta habría de ser la pena de éstos y la de doña Catalina al ver que habíadesaparecido.Comprendía quehabía caído enuna red tendidapor algún infame, yresolvióesperarelresultadodeaquelextraordinariosuceso.

Entretanto,donFelicianoysushijoshabíanvueltoasucasaynoencontrandoaRosalía, no se alarmaron, suponiendo que habría ido a ver a doña Catalina y quevolvería pronto. Pero advirtiendo que se hacía tarde y que no regresaba,mandó elcapitánaAntonioacasadeGabriel.PuedeconsiderarseeldesagradodeésteydelaseñoraaloirqueRosalíanoestabaensucasa.Inmediatamentesedirigieronaladelmaestrodearmas,yoyendoquealvolverdelastiendas,pocodespuésdelasseis,nohabíanencontradoaRosalía, comenzóGabriel a concebir serios temoresdealgunadesgracia. No sabía qué hacer ni qué partido tomar. Preguntar en las vecindades,buscarla por la ciudad, habría sido dar lugar a comentarios poco favorables.Resolvieron,pues,aguardar,segurosdequesóloalgunacasualidadinexplicableharíaquelajovenestuviesetantardefueradecasa.

www.lectulandia.com-Página237

Page 238: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Aquella infeliz gente estuvo contando las horas con la mayor inquietud. Porúltimo,aldarlasdoce,Gabrielnofuedueñodecontenerseyselanzóalacallecomounloco,sinsaberadóndedirigirse.DoñaCatalinaabrumadaporlapena,sepusoarezar; losniños llorabany llamabanagritosasuhermana,yelcapitánacudióasuacostumbradorecursoenlasalegríasyenlaspenasdelavida.

AlasseisdelamañanavolvióGabriel,pálido,desencajadomásporlapenaqueporlavigilia.Habíarecorridolaciudadentodasdirecciones,sinencontrarelmenorindicio de la joven. Hacía ya dos horas que aguardaban el cura, los padrinos ytestigos, que habían sido citados para las cuatro. Conmano convulsiva trazó unaspocaslíneasenunpapel,suplicandoalhijodeldoctorGonzálezqueloexcusara;peroqueuninconvenienteimprevistoloobligabaaretardarlaboda.Escribióenelmismosentidoalpárrocoyalostestigosyenviólosbilletesconlamuchachaquelosservía.

Hechoesto,volvióasalirysedirigióacasadesuamigoHervías,únicapersonaaquienseatrevíaaconfiarlosucedido.ConasombrooyóeljovencapitánlarelacióndeGabriel;yenelactosalieronjuntosaversilacasualidadlesproporcionabaalgúnindiciodeloquepodríahabersidodeRosalía,antesdeocurriralaautoridad,loquenoqueríahacerGabrielsinoenelúltimocaso.Nadavieron,nadaoyeronquepudierasacarlosdeaquellapenosaansiedad.Másdeunavezseguramentepasarondelantedela casa donde se encontraba secuestrada la joven, muy distantes de imaginar queteníantancercaaiobjetodesuanhelo.AlasseisdelatardevolvieronambosacasadeGabriel,conladesesperaciónpintadaenelsemblante.Gabriel,mediodeshechodefatiga y abrumado de aflicción, se dejó caer en el sofá, sin pronunciar una solapalabra.Hervíasdijoasuamigoqueerayaindispensabledarpartealaautoridad,yquesiGabrielnolodisponíadeotromodo, iríaavera losalcaldesordinariosyalmayor de plaza, a fin de que se dictasen algunas providencias. Ambos creíanfirmementequeRosalíahabía sidovíctimadeun rapto.Pero,¿quiénpodíahaberloejecutado?Heahíloquenoacertabanaimaginar.

Salió Hervías a practicar aquellas diligencias, y dijo que probablemente novolveríapronto,puesseproponíaacompañaralmayordeplazaenlasinvestigacionesqueseharíanseguramenteparaaveriguarelparaderodeRosalía.Gabrielnocontestóunapalabra.Eldolorloteníacompletamenteabatido.

Media hora después de haber salido Hervias llamaron a la puerta cdnprecipitación., yhabiendo acudido la criada, unamujer desconocida le presentóunbillete, recomendándole lo entregase inmediatamente adonGabriel.Hízolo así.Loabrióésteconmanoconvulsivayleyólosiguiente:

"Siustedquiereencontrarloquehaperdido,acudaestamismanoche,alasdoceenpunto,alaúltimacasadelabandaderechadelapenúltimacuadraqueconducealapiladeLaHabana.Veaporelpostigode laventana,queestaráentreabierto.No

www.lectulandia.com-Página238

Page 239: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

digaustednadaanadie".

Gabriel guardó aquel billete y comenzó a pasearse por la salita de su casa,contandolashorasenlamásviolentaagitación.

Mientras llega lahoraqueestaba indicadaenaquelanónimo,debemosdecir loquehabíaocurridoaRosalíadesdeelmomentoenqueladejamossolaenelcuartodedondeacababadesalirManuelitalaTatuana.Comoalasnuevedelanochevolvióaaparecer la vieja, que entró por la puerta que daba a la pieza inmediata,permaneciendocerradaladelcorredor.

—Ustedmehaengañado—dijoRosalía—,mehadichoqueveníaaacompañaraunaenferma,ymehapuestoenpresenciadeunaloca,oalgopeor.Ábrameustedlapuerta,puestiempohacequedebíayoestarenmicasa.

LaviejaTatuanacontestóconunacarcajada,temblorosacomosuvozydijo:

—No, palomita; usted ha caído en una trampa de donde no se sale sin pagarrescate.

—Puesdigaustedprontoloquedebodarporrecobrarmilibertad,yalllegaramicasa,recibiráloquequiera.Peroábrameesapuertayconcluyamos.

—S¡ no se trata—replicó la vieja—, de que usted o su novio dé un cuarto; elrescatedequelehabloesdeotraclase.Ustedhahechosufriramipobrehijaqueescelosacomounapantera;hacaídoennuestrasgarras,puesnoha faltadounaalmacaritativa que formara el plan para cogerla, y ahora no se va, hasta que quedemosvengadas.Estardeyvoyarecogerme.AllítieneustedlacamademiManuelita,quedormiráestanocheconmigoenelotrocuarto.Puededescansarenella,sileacomoda;ysino,pasarlanochedondeestá.

Diciendoasí,laviejasemarchó,dejandoaRosalíaenlamayoraflicción.Comodebeconsiderarse,noquisohacerusodelacamaypasólanochesentadaenunasilla,entregadaa lasreflexionesmásatormentadoras.ConsiderabalapenadeGabriel,desupadre,desushermanitosydedoñaCatalina,yalmismotiempoleroíaelcorazónla idea, que no podía desechar, de que hubiese algo de cierto en lo que decíanaquellasmujeres.

Amanecióeldíasiguiente.LaviejaentróypresentóaRosalíapanychocolate;pero no tomó más que unos pocos bocados, de que tenía harta necesidad y unostragosdeagua.

—Estanoche—dijolaTatuana—,tenemosbureo.Ustedasistiráyveráloqueesbueno.Coma,paraquetengafuerzas,porsiledantentaciones,comopuedesuceder,detomarparteenlafiesta.

www.lectulandia.com-Página239

Page 240: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

—PorDios—exclamóRosalía,aquienaquellaspalabrascausaron,sinsaberbienpor qué, un gran temor—; por Dios, déjeme usted salir. Le ofrezco que larecompensaréyqueningúnperjuicioseleseguiráporloquehahechoconmigo.

—Ustedseirámañana—contestólavieja—;perodespuésqueveaunrumbodelos nuestros. Eso no lo ven ustedes todos los días. Aguante por hoy, palomita, ymañana podrá volver si quiere, aunque un poco desplumada, a los brazos de supalomo.

LaviejainfamesemarchóyRosalíavolvióaquedarsesola,pasandoasíelrestodeldía.

Entrólanoche.Rosalíacomenzóapercibirmovimientoenelinteriordelacasa.Llevaronalgunassillasyunsofádesvencijadoa lapiezadondeestaba.Comoalasochovolviólavieja,pusounascuantasbotellasdeaguardienteyunadocenadevasossobreunamesa.Encendiódosvelasyabriódeparenparlapuertaquedabaalaotrapieza.Prontocomenzaronaentrarvariasmujeresde lacondiciónde lasde lacasa,queveíanaRosalíaconcuriosidadysesonreíanconmalicia.Notardaronenaparecerunoscuantos jóvenes,queparecíanserdeclasedecente,porsus trajes,yaquienesRosalíanodevolvióelsaludoquelehicieron.Lainfelizparecíaclavadaenlasilla.No hacía elmenormovimiento, ni habría tenido fuerzas para hacerlo, aun cuandohubieraquerido.

AparecióManuelita,vestidaconunasenaguasrojasyenvueltaenunrebozodelmismocolor,quecontrastabaconlaamarillezdesurostro.Unviolínyunaguitarracomponíanlaorquesta.Cerraronconllavelapuertadecomunicaciónquedabaalaotra pieza, demodoque aun cuandoRosalía hubiera intentado salir, le habría sidoimposible.

Entre el grupo de jóvenes caballeros se vio luego, un hombre de alguna edad,grueso, vivaracho y cuya fisonomía habría revelado a un observador perspicaz losrasgos inequívocos de una perversión moral llevada hasta el cinismo. Era nuestroantiguo conocido el contador de diezmos Cristóbal deOñate, promotor y alma deaquella fiesta.Menudearon las libaciones,yel alcoholno tardóenhacer suefecto.LoshombressetomabanconlapartefemeninadelareuniónlibertadesqueRosalíanopodíadejardeveryque lesacaron loscoloresal rostro.A lasonceymedia, laatmósfera de la pieza estaba saturada de carbónico, de humo, que despedían loscigarrosydeemanacionesalcohólicas.Seoíangritos,carcajadas,palabrasobscenas,ydominabaaquellabaraúndalavozroncadelajovenTatuana,queparecíapresadeunaagitaciónfebril.Pocosminutosantesde lasdoce,Oñateseacercóaunade lasventanas y entreabrió un postigo. En seguida se puso a un lado, como si quisieraevitar el ser visto desde la calle.Uno de los jóvenes se colocó junto aRosalía, ledirigió algunas palabras que ésta no escuchó y el individuo pasó el brazo sobre el

www.lectulandia.com-Página240

Page 241: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

respaldodelasilla,queocupabalahijadelmaestrodearmas,demodoquevistoaciertadistancia,parecíaquelohacíadescansarsobreloshombrosdeRosalía.

Dieronlasdoce.Gabrielestabadelantedelpostigo.VioaRosalíasentadajuntoaunhombrequeleteníaechadoelbrazosobrelaespalda.Nocreyóeneltestimoniodesuspropiosojos;volvióafijarlosenaquelgrupoynopudoyadudardelaespantosarealidad.Eraella, lamujeraquiencreíaunángeldepurezaydebondad, lamujercuyas huellas habría besado, sentada enmedio de una orgía y sufriendo la groseracariciadeunhombre.

El postigo se cerró violentamente. Gabriel desenvainó la espada, que llevabaceñidaa lacinturayapoyandolaguarniciónenelsuelo, ibaadarsemuerteconsupropioacero.Peroenaquelmomentounamanovigorosa tomóel armay la retiró,oyéndosealmismotiempounavozqueexclamaba:

—¿Quéhaces,insensato?

EraHervias,quehabiendoconocidodesdeciertadistanciaasuamigo,seadelantóaunapatrullaqueloacompañaba,pudoverrápidamentelomismoquevioGabrielyllegóatiempodeevitarqueéstepusierafinasuvida.Gabrielsintióquelasangreseleagolpabaalafrente,exhalóungemidoycayósinconocimientoenlosbrazosdesuamigo.

www.lectulandia.com-Página241

Page 242: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

M

CAPÍTULOXXXVIII

Desenlace

ientras sucedía en la calle, delante de las ventanas de la casa de laTatuana, lo que dejamos dicho al fin del capítulo anterior, tenía lugarotraescenaenelinteriordelacasa.AunaseñaldeCristóbaldeOñate,

los músicos tocaron sus instrumentos con más fuerza, los jóvenes y las mozaslevantaronlavozhablandotodosalavezenconfusagritería,ylaviejaTatuana,paraaumentar la baraúnda, hacía chocar unas con otras las botellas vacías. El vértigoestabaenelmásaltogradodeparoxismo.Rosalíaclavadaensusitio,habíatomadoel partido de cerrar los ojos para no ver aquella escena infernal. Pronto tuvo queabrirlos,puessintióquelatirabanfuertementeporunbrazo,obligándolaaponerseenpie.EraelmalvadodeOñate,quelegritaba:

—Levánteseusted.Faltaelfinaldelacomedia.

Rosalía estaba resignada a sufrir cuanto quisiesen hacer de ella, con tal de querespetasensuhonor.Púsoseenpie,yentoncesManuelitasedeslizópordetrásdelajoveny sacandounasgrandes tijeras, cortó enun instante las dos trenzas negras ytupidasdelahijadelmaestrodearmas,quependíansobresuespalda.Deunsaltosepuso en medio de la sala y levantando en alto los cabellos, fue saludada aquellaaccióninfameporuncorodegritos,derisasydepalmadas.

Enaquelmomentoseabrióviolentamenteelpostigodelaventanaquedabaalacalle,yquenoteníareja,yseprecipitaronenlasaladelaorgíadosoficialesconeluniforme del Fijo. Eran el capitánHervias y un teniente. El primero llevaba en lamanolaespadaqueacababadearrebataraGabriel,yceñidalasuyaalacintura.LaaparicióndelosdosoficialesyelsemblanteairadoyterribledeHerviasinfundieronespanto en hombres y mujeres, que se quedaron como petrificados. Reinó el másprofundosilenciodondeunmomentoantes todoeraalgazaraycarcajadas.Herviaspaseó unamirada colérica por los grupos que llenaban la pieza, como buscando aalguna persona, y fijándose al fin en Oñate, que trataba de ocultarse, le gritóadelantándosehaciaél,conlaespadadeGabrielenlamano:

—Tras usted vengo,malvado. Lo he visto por la rendija del postigo que usted

www.lectulandia.com-Página242

Page 243: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

abrió,yhecomprendidoloquemipobreamigonopudoalcanzarensualucinación.Usted es el autor de esta intriga infame.Debíayo ahoramatarlo comoaunperro;peronodebomancharmeconunasesinato.Defiendaustedsuvida.

Diciendoasíelindignadojoven,cuyamiradaparecíadespedirrelámpagos,alargólaespadaaOñate,quevacilabaentomarla;peroquealfinhubodedecidirse,aunquetemblandodemiedo.Hervíasdesenvainólasuya.Lasmujeres,alveraquello,alzaronelgritoyllamabanala justicia.Loshombreshicieronuncírculoalderredordeloscombatientes,yeltenientedelFijo,desnudandosuacero,dijoenvozalta:

—Elcombateesigualporambaspartes.Alprimeroqueintenteinterrumpirlodecualquier modo lo atravieso con mi espada. ¡Silencio! gritó, dirigiéndose a lasmujeres.

Novolvióaoírseunavoznianotarseelmásligeromovimientoporpartedelosquepresenciabanelduelo.Fueéstedecortaduración.Oñatenoeraadversariocapazde sostener las cargas furibundas deHervías. La espada de éste pasó al través delpechodelcontadordediezmosquecayóbañadoensusangre.

En aquel momento, Manuelíta, que estaba inmediata a los combatientes, máspálidaquedecostumbreypresadelamásviolentaagitación,lanzóungemidosordo,arrojóunabocanadadesangre,ycayójuntoalmoribundoOñate.

Hizoésteseñadequequeríadeciralgunacosa,ytodoslospresentessevolvieronaél.

—Voyamorir—dijoconvozentrecortada—Reconozcomisfaltas.YohesidoelautordeloquesehahechoconRosalía.QuemeperdoneyquemeperdonetambiéndonGabriel,aquienheofendidogravemente.

No pudo decir más. Dilató desmesuradamente las pupilas y paseó una miradaextraviadaporaquellosgruposdehombresymujeresquellevabantodavíaimpresasensussemblanteslasseñalesdelabacanal,yloscerróenseguidaparanovolverlosaabrirjamás.

HervíassedirigióaRosalíaytomándolaporlamano,exclamó:

—Vengaustedseñorita,salgamosdeesteinfierno.Enseguidadijoenvozalta:

—Queseabrainmediatamentelapuertaquedaalacalle.

LaviejaTatuana,quehabíaacudidoalsocorrodesuhija,corrióabuscarlallave,yvolviendoprontoconellaabrió.SalióRosalíaapoyadaenelbrazodeHervíasylossiguióeltenientedelFijo.Enlacalle,lapobrejovenprorrumpióenllantoyexplicóalcapitánsencillamenteloquehabíaocurrido.

—Nopodíaserdeotromodo—exclamóHervías.

www.lectulandia.com-Página243

Page 244: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

Llegaronacasadelmaestrodearmas,dondedejóaRosalíaysedirigióconelteniente a la de Gabriel, que había llegado media hora antes, conducido por elsargentoylossoldadosdelapatrulla,aquieneslohabíarecomendadoelcapitán.

Gabriel, que había recobrado el conocimiento, estaba entregado a lamás negradesesperación.CuandovioaHervíassearrojóensusbrazosyexclamósollozando:

—Hermanomío,amigomío,¡quédesgraciadosoy!

—Teequivocas—contestóHervias.Loscelos,unoscelos incomprensibles,hanofuscadomomentáneamentetujuicio.¿Cómonohasreflexionadoqueeraimposible,absolutamente imposible que Rosalía hubiera sido capaz de presentarsevoluntariamenteasemejanteinfamia?

—¿Yloqueyomismohevisto?—dijoGabriel.

Hervias hizo a éste una relación detallada de lo que había referidoRosalía; enseguida le dijo cómo acababa demorirOñate y la declaración explícita que habíahechoenpresenciademuchos testigos,unodeellosel tenientedelFijoqueestabapresente.

Gabrielviodisiparsesusnegrasideasamedidaqueoíalarelacióndesuamigo,ycuandoéstehuboconcluido,exclamó:

—¡OhRosalía,Rosalía!¡Quécruelyquéinjustohesidocontigo!Corroapedirlequemeperdone.

Salió seguido de Hervias, por el teniente y por doña Catalina, que habíaescuchado,llorandodejúbilo,larelacióndelcapitán.

Rosalía no se había acostado.Rodeada por su padre y sus hermanos, les habíahechounaexplicaciónbreveysencillade loocurrido.DonFeliciano jurabaacabarconlosinfamesquehabíanultrajadoasuhija,ylaniñallorabaaltocarloscabellosmutiladosdesuhermana.

EntróGabriel,seguidodedoñaCatalina,deHerviasydelteniente.Laescenafuepatética,Gabriel se puso de rodillas delante deRosalía, y tomándole unamano, labañóconsuslágrimas.

La pobre joven comprendió queGabriel había dudado de ella.Una lágrima sedesprendió de su párpado y rodó lentamente por su mejilla. En aquel momentoexperimentó un dolormás agudo ymás cruel que losque había sentido durante laorgíaencasadelaTatuana.

Pero,Rosalía,siemprenoble,generosasiempre,perdonóaquellaincomprensiblesospecha y procuró consolar a Gabriel, diciéndole que era necesario sufrir conresignaciónloscontratiemposdequeestállenalavida.

www.lectulandia.com-Página244

Page 245: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

TresdíasdespuésseverificóelmatrimoniodeGabrielyRosalía.Presentóseéstacubierta lacabezaconunacofiao redecilladesedaazul,que le sentabamuybien,segúnlodeclarólamadrina,queañadióestabatentadadehacersecortarlastrenzas,paraquedartanbonitacomosuahijada.

No concurrieron a la ceremoniamás que los padrinos, los testigos, que fueronHerviasyellicenciadoRosales,doñaCatalina,elpadreyloshermanosdeRosalía.ElcapitánMatamoros, de grande uniforme,muy limpio y acicalado, contó durante elalmuerzo su campaña en Roatán, y tuvo suficiente dominio sobre sí mismo paraconservarseenuntérminomedioentrelasanidadylaembriaguez.

Al siguiente día se trasladaron todos a la labor que había comprado Gabriel,dondevivieronalgunosaños,disfrutándodelatranquilidadydela

ventura que es dado alcanzar en esta vida. El primer contratiempo queexperimentóaquella familia fue lamuertededoñaCatalina,quecerró losojosa lavida,teniendoelinefableconsuelodeabrazarasushijosydeimprimirunardientebesoenlafrentedeunahermosaniñaqueacababadedaraluzRosalíayqueteníaelmismonombredesuabuela.

PocotardóenseguirladonFeliciano,quemurióensuley;estoes,aconsecuenciadeunataquecerebralque le sobrevinodespuésdeuna temporadaenqueapuróunnúmerodebotellasmayordelquebuenamentepodíaresistir.

ManuelitalaTatuana,conducidaalacasaderecogidasjuntoconsumadre,aldíasiguientedelanocheenquetuvolugarlaescenaquehemosdescritoalprincipiodeestecapítulo,sucumbióprontoalaenfermedadinteriorqueladevoraba.Lasiguiódecercalavieja,quehabíasidosentenciadaaseisañosdeprisión.

Doña Dorotea de Bardales tardó poco en ser huésped de la misma casa.Complicadaenunrobohechoalafamiliaquelahabíarecibidobondadosamente,fuereducidaaprisión.Sucausaseprolongóalgunosañosysentenciadaaotrosdosdecárcel,nopudoyaconcluirlos.

EllicenciadoRosalesadquiriócadadíamásreputacióncomoletrado,yenelaño1819,recibióelnombramientodefiscaldelaAudienciadePalmadeMallorca.

ElhijodeloidorGonzálezllegóaaficionarseseriamenteaMatildeEspinosadelos Monteros, que por su parte correspondió a aquella inclinación. Gabriel habíadejadodeexistirparaelladesdeelmomentoenquenofueFernándezdeCórdoba,niuncapitándelFijo.LabodadelcapitándeartilleríadonGualbertoGonzálezydelahija del regidor decano don Pedro Espinosa de los Monteros, se celebró con unasuntuosafiesta,enquetodosrebosabandejúbilo,menoslaantiguaesclavaMarianaque,arrinconadaenlacocinadelacasa,movíalacabezaydecíahablandoconsigo

www.lectulandia.com-Página245

Page 246: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

misma:

—Dioslosayude.Estonopararáenbien.MejorhubierasidodonGabriel.

Talvezaquellaviejanegratuvoenaquelmomentounarevelaciónintuitivadelossecretosdelporvenir.

Enelaño1821,GabrielBermúdez,quecontabaalasazónveintinueveaños,dejólafincaalcuidadodeAntonio,hermanodeRosalía,queteníayadiezyochoañosyeramuyformalyentendido,ysetrasladóalaciudadconsumujerysustreshijos.Electrizado, como tantosotros jóvenes, con las ideasde emancipaciónpolítica, fueunodelosmásardientespartidariosdelaindependencia,yeldía15deseptiembreseveíaalacabezadelosgruposmásentusiastas.

VerificadalaseparacióndelreinodeGuatemaladesuantiguametrópoli,Gabrielfueinvitadoaentrardenuevoenelserviciomilitar,consugradodecapitándelFijo.Elardorguerrerodeaqueljovennoestabaextinguido.ContralaopinióndeRosalía,aceptólapropuestayvolvióavestireluniforme.Presentíaquelavidadeloficialnoseríaya tanquietaypacífica comoantesyquemuypronto tendríaocasióndedarriendasasuentusiasmobélico.

Fuecomolohabíapensado.Enmayode1822recibióordenelbatallóndesaliracampaña.ElcapitánBermúdezsedistinguióenelataquedeSanSalvador,quetuvolugarel10dejunio,yfueunodelosprimerosquellegaronalaplazaaqueldía.Eltriunfoterminóconunaretiradadesastrosa,enlacualtuvoGabrielelacerbodolordevermorirasuhermano,asuamigo,asucompañerodearmaseltenientecoroneldonLuisdeHervias,queexpiróensusbrazos.

Profundamente afectado con aquella pérdida, volvióGabriel aGuatemala; peroaunqueRosalía lehizo lasmásvivas instanciasparaquepidierasuretiro,noquisohacerlo.Contestóquenoeraocasión;quedeberíavolversobreSanSalvadoryqueterminadalacampaña,dejaríaelservicio.

Enefecto,habiendovenidoelgeneralmexicanoFilísolaalfrentedeunadivisiónyrecibidoórdenesdeIturbideparareducirlaprovinciadeSanSalvador,saliódelacapital, llevandolosdoscuerposquehabíaenella:elFijoyelbatallóndemiliciasprovinciales.

El7deenerode1823atacóFilísolaunadelasfortificacionesexterioresdeSanSalvador. Gabriel, con dos compañías de su cuerpo, dio unabrillantecarga, quedecidió de la jornada. "Bravo, coronel, le gritó el general. Usted nos ha dado lavictoria". Gabriel se volvió para saludar a su jefe, y en aquel momento, una baladisparada de las trincheras, atravesó la cabeza del heroico joven, que cayó con lamuertepintadaenelsemblante.Filísolaseapeódelcaballo,pusounarodillaentierra

www.lectulandia.com-Página246

Page 247: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

y levantando el cuerpo de Gabriel, lo sostuvo hasta que expiró. Una humildesepultura, señalada con una tosca cruz, guardó los restos mortales de GabrielBermúdez. En 1828, Antonio, hermano de Rosalía, fue a exhumar los restos deGabriel,ypudoencontrarlos,merceda las indicaciones,muyprecisas,queFilísolahabíadadoalaviuda,cuandoregresódelacampañadelaño23.

Andando el tiempo y comenzado a formar el cementerio de San Juan deDios,Rosalíahizoconstruirunsepulcroparasufamilia,ysobrelosnichosvacíoscolocólascenizasdeGabriel.Frecuentementevisitaba,acompañadadesushijos,aquelsitioqueencerrabalosrestosdesuesposo,ylellamólaatención,enunadetantasvisitasque hizo, el encontrar una corona de siemprevivas sobre elmausoleo.El hecho serepitió varias veces, sin que pudiese Rosalía imaginar qué mano piadosa y amigacolocaba aquellas flores sobre los restos de sumarido.El día 7 de enero de 1840,aniversariodelamuertedeGabriel,Rosalíaysushijosfueronmástempranoquedecostumbre,acubrirdefloreselmausoleo,yvieronunamujerancianaypobrementevestida, que colocaba una corona de siemprevivas sobre la caja de calicanto queguardabalascenizasdeGabriel.

—Mamá—dijoCatalina, la hijamayor deRosalía—, allí está la que pone lasfloresenelsepulcro.

Rosalía apresuró el paso, y cuando la desconocida, advirtiendo la llegadade lafamilia, quiso retirarse, ya no era tiempo. Quedóse como una estatua, apoyada lamanosobrelacoronadesiemprevivasqueacababadecolocarsobrelosrestos.

Rosalía se acercóy conacento conmovidodijo a ladesconocida,quevolvía lacarahaciaelsepulcro:

—¿Podré saber, señora, quién es la persona piadosa y amiga que conserva unrecuerdodeldesdichadocuyosrestosmortalesguardaesesepulcro?

Lamujervolvió lacara,ycuandoRosalía lahuboexaminadoduranteunbreverato,exclamó:

—¡Matilde!¡Esposible!

—Perdona,Rosalía—contestóMatilde de losMonteros—, simehe tomado lalibertad de depositar este triste recuerdo sobre la tumbade tumarido.No creí quepudiéramosencontrarnosaquíjuntas.

Rosalía abrió losbrazosy estrechócon efusión a su antigua amiga, aquiennohabía visto desde que ésta iba a casarse conGabriel. Habiendo vivido fuera de laciudaddesdesumatrimonio, ignoraba lasdesdichasdeMatilde.EloidorGonzález,noquisojurarlaindependenciaen1821.RegresóaEspañaconsufamilia,quedandoúnicamenteGuatberto,quedejólacarreramilitarysepusoalfrentedelosnegocios

www.lectulandia.com-Página247

Page 248: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

delacasadeEspinosadelosMonteros,habiendomuertodonPedroydoñaEngracia.

Elmatrimonio deGualberto yMatilde estuvomuy lejos de ser feliz. El joveninexperto en el manejo de una casa de comercio, vio deshacerse en susmanos laconsiderable fortuna que la familia de Espinosa había acumulado durante cuatrogeneraciones. Con la ruina vinieron los disgustos y las recriminaciones mutuas.GualbertoculpabaaMatilde,asuorgulloyasuvanidaddelosdesastresquesufrían.Ella le devolvía el cargo con acrimonia atribuyendo a su ineptitud y a susdilapidacioneslacatástrofequelosabrumaba.UndíaexasperadoGualberto,levantólamano y dio una bofetada aMatilde, que, llena de indignación, semarchó de lacasa,asilándoseenladeunodesusparientes,dondefuerecibidacomoporcaridad.Gualbertoreuniólosúltimosobjetosdevalorquequedabanenlacasa,losvendióavilprecioysefuefurtivamente,embarcándoseparaEspaña.Jamásvolvióasabersequéhabíasidodeél.

Esta fue la relación que hizo Matilde a Rosalía junto al sepulcro de Gabriel,interrumpiéndola frecuentemente con sus sollozos y con sus lágrimas. CuandoMatildehuboconcluidosutristehistoria,ledijoRosalía:

—¿Quiereshacermeunservicioimportante?

—¿Qué puedo hacer yo por ti?—preguntó Matilde con la expresión del másprofundoabatimiento..

—Venirteavivirconmigo—replicóRosalía—.Meayudarásenelmanejodemicasayenlaeducacióndemishijas.SerásmihermanaypartirécontigolafortunaquemedejóGabriel.

Matilde, deshecha en lágrimas, quiso besar lasmanos de su amiga. Esta no loconsintió,laabrazócariñosamenteyledijo:

—Vamonosacasa.

Rosalía dirigió una mirada al sepulcro que encerraba los restos de Gabriel, ymurmuróenvozbaja:

—Confíoenquemeloagradecerásdesdeelcielo.

www.lectulandia.com-Página248

Page 249: Historia de Un Pepe - Jose Milla y Vidaurre (Salome Jil)

DelAutor

JOSÉ MILLA (1822-1882).Escritor guatemalteco nacido en la ciudad deGuatemala.EstudióDerechoenlaUniversidaddeSanCarlosBorromeo,aunquedejólacarreraparadedicarsea la literatura.Fuesecretariode laHermandaddeCaridaddelHospitalGeneraldeGuatemala,OficialdelaSecretaríadeRelacionesExterioresysubsecretariogeneraldelGobiernoconservador.RedactordelperiódicoLaGacetaOficial y director más tarde del periódico La Semana, en donde aparecieron porprimera vez sus Cuadros de Costumbres, así como sus novelas La Hija delAdelantado,LosNazarenos,ElVisitadoryElLibrosinNombre.Alcaerelgobiernoconservadoren1871,abandonóGuatemalaparadirigirseaEstadosUnidosyvariospaíses europeos. Fue redactor en París de El Correo de Ultramar y miembrohonorario de la Sociedad Literaria de ésta ciudad; allí escribió Un Viaje al OtroMundoPasando porOtras Partes, creando el personaje de JuanChapín.Asimismofuemiembro de la Real Academia Española. JoséMilla yVidaurre es uno de losprincipales escritores guatemaltecos, y su obra está considerada como patrimonionacional.FirmósuslibrosconelseudónimodeSaloméJil.

www.lectulandia.com-Página249