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HISTORIA DE NUESTRA FE

HISTORIA DE NUESTRA FE 0/30

“El poder de Dios es diferente del poder de los grandes del mundo […] Los santos son los verdaderos reformadores […] sólo de los santos, sólo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo” (Benedicto XVI, 20 agosto 2005).


Por la fe de María, el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros; nacido hacia el año 6 a.C., poco después de ser bautizado por Juan, Jesús comenzó su misión, llamó a los apóstoles y constituyó una comunidad itinerante para anunciar la llegada del Reino de Dios. Cristo, iniciador y consumador de la fe, aceptó someterse a una muerte injusta, muerte de cruz, para el perdón de nuestros pecados, abriendo así, el camino de la Vida eterna. Era el 8 de abril del año 30.


6 a.C.-30 d.C

Por la fe, los primeros discípulos, reunidos en torno a la enseñanza de los apóstoles, perseveraban en la oración, y vivían la caridad fraterna. Este sigue siendo el ideal de vida de las comunidades cristianas.


30-34

Por la fe, el diácono Esteban fue apedreado el año 34 y se convirtió en el primer mártir cristiano; durante su agonía, al igual que Cristo, pidió el perdón para sus verdugos. Desde entonces muchos más sufrieron el martirio: los apóstoles, obispos, sacerdotes y seglares, tanto dentro como fuera del Imperio Romano; algunas persecuciones fueron locales, otras selectivas (contra el clero o los neófitos) y otras generalizadas (la de Decio, 249-251, y la de Dioclesiano, 305-311). Ninguna de estas fue tan brutal como la gran persecución del siglo XX en Rusia, España y México.


34249

305

Por la fe los misioneros se lanzaron a predicar el Evangelio en múltiples lugares, conformando pequeñas comunidades de creyentes; Saulo y Bernabé (año 46) inician el primer viaje misionero (Chipre y Asia Menor). Muchos otros misioneros cristianos difundieron la fe, y llegaron hasta la India y China; otros convirtieron a diversos pueblos europeos (ss. VI y X); pero la gran hazaña fue la evangelización de América en el s. XVI. Durante el s. XIX nacieron una importante cantidad de institutos misioneros.


46

Por la fe, los santos pastores y doctores enseñaron la recta doctrina en los concilios. Y los apologistas y padres de la Iglesia la defendieron y definieron frente al agnosticismo, el maniqueísmo, el arrianismo y el monofisismo. Así, el Concilio de Nicea (325) definió que Jesucristo es “Dios de Dios” (de su misma naturaleza); Constantinopla (381) definió claramente que adoramos un solo Dios en tres personas distintas; Éfeso (431) definió que la unión de humanidad y divinidad en Cristo es sin mezcla ni confusión. Junto con Trento y el Vaticano II, estos son los Concilios de mayor influjo en la fe y la vida de la Iglesia.


325

381

431

Por la fe, muchos cristianos, como san Vicente (+304), sufrieron los tormentos y la muerte de Zaragoza; y más tarde el rey visigodo Recaredo I abrazó la fe católica (año 589), dejando que su impronta marcara la vida social y la legislación. La presencia de autoridades civiles de honda convicción católica acompañará a España en momentos decisivos: Alfonso X, Isabel y Fernando (los reyes católicos), y Carlos I son un ejemplo.


589

Por la fe, los cristianos de Hispania resistieron la islamización de la Península Ibérica (desde su invasión en 711, hasta la toma de Granada en 1492); y al tiempo que aprendieron a convivir en paz y diálogo con musulmanes y judíos en ciudades como Toledo, supieron también impulsar su fe con cofradías y devociones populares, como la muy notable del camino de Santiago de Compostela, cuya ruta configuró la identidad cristiana europea.


711 1492

Por la fe, los cristianos europeos elaboraron una fecunda síntesis entre fe y razón, apoyados en la fundación de las universidades y en el contacto con los pensadores judíos y musulmanes, y los escritos de los antiguos filósofos griegos. Santo Tomás de Aquino (+1274) y San Buenaventura se añadirán a la lista de los ocho doctores de la Iglesia: san Ambrosio, san Jerónimo, san Agustín, san Gregorio Magno, san Atanasio, san Basilio, san Gregorio Nacianceno y san Juan Crisóstomo. Actualmente son 35 los santos con título de doctor de la Iglesia.


1274

Por la fe, los monjes de san Benito civilizaron Europa; la orden cluniacense impulsó la solidaridad social, espiritual y eclesial entre los cristianos; y san Francisco de Asís (+ 1226) y santo Domingo de Guzmán (+1221) fundaron órdenes religiosas para el apostolado, basadas en la pobreza, la movilidad y la fidelidad al Papa, en sintonía con la gran reforma de los Papas alemanes, impulsores de una Iglesia libre del Imperio y santa en su desempeño, tales como León IX (+1054) y Gregorio VII (+1085).


12261221

Por la fe, los cristianos se esforzaron por restablecer la unidad con Oriente tras el cisma de 1054, y luego el de occidente (1378-1417) en que tres papas pugnaban entre sí por la legitimidad. Un siglo después la cristiandad se dividiría al surgir un sinnúmero de grupos que contestaban la autoridad de Roma en el campo de la fe y la moral. El movimiento ecuménico del s. XX ha logrado difundir la certeza de que la división no es Voluntad de Dios, pues el cristianismo tiene una radical forma comunitaria.


1054 1378-1417

Por la fe, la España del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros (+1517) impulsó su renovación antes que estallara en Alemania la reforma luterana; así, providencialmente se preparó para la proeza de evangelizar América. Junto con la labor de sus misioneros e intelectuales de la universidad de Salamanca en la defensa de los pueblos indios, es una de sus más altas glorias.


1517

Por la fe los primeros misioneros franciscanos llegaron a México en 1524, tres años después de la conquista de México-Tenochtitlan; se les agregaron luego agustinos, dominicos, jesuitas y otros muchos. Ellos crearon un continente católico, además de rescatar la lengua y la historia de los pueblos mexicanos, promovieron la dignidad y los derechos de los indígenas, difundieron la educación, la prensa, diversos cultivos y avances tecnológicos. Los españoles llegaron a los Altos de Jalisco en la primavera de 1531.


15241531

Por la fe Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531 reconoció el mensaje de amor y esperanza de María de Guadalupe, y descubrió que el cristianismo coronaba los deseos más profundos del pueblo mexicano; trasmitió esa buena noticia en unión con los misioneros y custodió el tesoro de la Señora del Cielo durante toda su vida.


1531

Por la fe, santos pastores como fray Juan de Zumárraga o Tata Vasco (ambos nuestros obispos, pues primero pertenecimos a México, luego a Michoacán en 1536, hasta que en 1548 fue creado el obispado de Guadalajara), impulsaron el desarrollo humano y espiritual de sus comunidades, enseñándoles oficios, estableciendo escuelas y hospitales, construyendo iglesias e impulsando la evangelización. Varios de ellos fueron martirizados, en primer lugar los tres niños mártires-misioneros de Tlaxcala, pero también en otras regiones de México.


15361548

Por la fe los misioneros se esforzaron duramente, como fray Miguel de Bolonia y fray Antonio de Segovia, los primeros evangelizadores de estas tierras, para buscar a los indígenas, conocer su lengua y costumbres, convencerlos de establecerse y vivir en paz, reconciliados y luchando por su desarrollo, sobre todo después de la guerra del Mixtón (1542).


1542

Por la fe, la Iglesia Católica impulsó una de las reformas más profundas de su historia, de la que son parte: a) el Concilio de Trento (1545-1563), que clarificó la doctrina y la liturgia católica y definió al sacerdote y obispo como un pastor cercano a los fieles; b) una floración de santos de alto impacto como san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Ávila, san Juan de la Cruz, san Roberto Belarmino, san Francisco Javier; c) las fundaciones de nuevas órdenes religiosas; d) el empuje evangelizador en Europa, América y Asia; e) los Concilios Mexicanos y Limenses, que sentaron las bases para la organización de la Iglesia en América durante más de tres siglos.


1545-1563

Por la fe, se fueron paulatinamente estableciendo en nuestra región doctrinas, parroquias, cofradías, hospitales, conventos y otras instituciones que afianzarían el cristianismo en la vida familiar, cultural y social de nuestras tierras. Las primeras parroquia sería Jalostotitlán (fundada entre 1545 y 1555, en Mitic); y Lagos de Moreno, en 1572; otras comunidades eran atendidas desde Michoacán o desde Zapotlanejo.


1545/1555?

1572

Por la fe, la Iglesia novohispana no se estancó, sino que constantemente impulsó la evangelización; religiosos como san Felipe de Jesús (+1597), partían al Extremo Oriente como misioneros, o a Chiapas y Oaxaca, a la Huasteca, a Nuevo León, Sonora y Arizona, o a las Californias en el norte de México; se fundaron varios Colegios de Misiones de Propaganda Fide; destacan misioneros como el padre Eusebio Kino (+1711), fray Junípero Serra (+1784), y los misioneros mártires de tepehuanes (1616), entre muchos otros.


1597

16161711

1784

Por la fe, Ana Lucía, indígena de San Juan de los Lagos, imploró a la Cihuapilli “el primer milagro” (reanimación de la pequeña hija de unos cirqueros) que generaría una creciente devoción a la antigua imagen de la Limpia Concepción traída por los misioneros. La reconciliación entre los pueblos, la compasión orante de la Madre de Dios, y la restauración de la belleza original son los temas fuertes del hecho de 1623.


1623

Por la fe, santos pastores promovieron el bien social, como el beato Juan de Palafox (+1659); el benemérito Antonio Alcalde (+1792), fundador del Hospital Civil y la Universidad de Guadalajara; o Juan Ruiz y Cabañas (+1824), fundador de buen número de escuelas y del Hospicio Cabañas. Otros muchos sacerdotes y religiosas, fundaron escuelas, hospitales y asilos, y promovieron obras como introducción de drenajes, agua potable o electrificación.


17921659

1824

Por la fe, en la guerra de independencia los cristianos lucharon por la libertad y la justicia, muchas veces encabezados por sacerdotes como Miguel Hidalgo (+1811) y José María Morelos (+1815); opuestos a la ocupación de España por parte de los franceses, que habían propinado al catolicismo uno de los más terribles golpes en su historia, los criollos deseaban defender su fe católica y sus derechos. Fue providencial que la fe se conservase, cuando muchos pueblos quedaron sin sacerdotes y la gran mayoría de diócesis sin obispo durante varios años.


1811

1821

Por la fe, el catolicismo mexicano floreció en una amplia serie de nuevas congregaciones femeninas y algunas masculinas, como la Familia de la Cruz de Conchita Cabrera (+1937), o las congregaciones nacidas de las Conferencias de San Vicente; despojada de su antiguo patrimonio, impulsada por el Concilio Plenario Latinoamericano (1899) la Iglesia reconstruyó sus seminarios, organizó juntas y congresos en búsqueda de una sociedad más justa; se vinculó a Roma y se acercó más al pueblo creyente. Así se preparó una generación pletórica de frutos de santidad, como la Madre Naty, +1959, la Madre Lupita, +1963, o el obispo Rafael Guízar y Valencia (+1938).


1899

Por la fe, la Iglesia mexicana selló su renovación consagrándose al Espíritu Santo y al Corazón de Jesús (1924). Después de la devastación revolucionaria, los católicos difundieron profusamente grupos apostólicos y devocionales como la Adoración Nocturna, los Caballeros de Colón, las Damas Católicas, los Obreros Guadalupanos, la Acción Católica de la Juventud Mexicana, entre otros.


1924

Por la fe, en tiempos de la violenta persecución religiosa, los mártires dieron su vida por su fidelidad a Cristo Rey, y muchos otros se lanzaron al campo de batalla, viendo que no había otra salida para conservar su fe y su libertad. Entre 1927 y 1929 murieron: Román Adame, Julio Álvarez, Pedro Esqueda, Sabás Reyes, Toribio Romo, Tranquilino Ubiarco, los mártires de San Joaquín (Andrés Solá, Trinidad Rangel y Leonardo Pérez), Anacleto González Flores, Miguel Gómez Loza, y Luis Magaña Servín.


1927-1929

Por la fe, se consolidó la pertenencia a la Iglesia gracias a las familias cristianas y a los valores religiosos y morales promovidos por las parroquias; así mismo, muchos respondieron al llamado que sentían a la vida sacerdotal y religiosa. Y nuestra región se consolidó como una de las más decididamente católicas de nuestro país. La Iglesia mexicana, por su parte, comenzó a hacerse presente en la Iglesia universal


1958

Por la fe, la Iglesia salió del Concilio Vaticano II (1963-1965), consciente de ser comunión, tanto al interno como en medio del mundo; de ser sacramento universal de salvación que ofrece el servicio de anunciar el Evangelio; dispuesta a dialogar con el mundo contemporáneo, inmerso en una de las más severas y ambiguas crisis de la historia.


1963-1965

Por la fe, se recibió como una bendición la creación de la Diócesis de San Juan de los Lagos (1972) y la presencia de su primer obispo, Francisco Javier Nuño, y sus sucesores: José López Lara, J. Trinidad Sepúlveda, Javier Navarro y Felipe Salazar. Como Iglesia particular, se lanzó con fervor a la organización pastoral, a la evangelización y ahora a la misión permanente dentro y fuera de su territorio.


1972

Por la fe, la visita del Papa Juan Pablo II en 1979 sacó a los católicos mexicanos de las catacumbas y les hizo tomar conciencia del valor de su fe. Con dignidad y sin complejos, la Iglesia emprendió el camino de su libertad en un México en transformación política, social y cultural, sobre todo tras la reforma religiosa de 1992.


1979

1992

Por la fe, la Iglesia impulsó el reconocimiento de la santidad de sus hijos, cuyas virtudes heroicas fueron reiteradamente sacadas a la luz mediante las beatificaciones y canonizaciones (1988, 1992, 2000, 2005); pero también pidió perdón en repetidas ocasiones por los pecados de sus hijos, en relación a los pueblos amerindios, los científicos, el pueblo judío y las víctimas de la pederastia.


2000

Por la fe también nosotros, invitados por el Papa Benedicto a poner los ojos en lo esencial, hemos reavivado nuestra fe, esperanza y caridad; hemos celebrado el Gran Jubileo de la Encarnación (2000), el año de la Eucaristía (2005), año Paulino (2009), año Sacerdotal (2010) el Año de la Fe (2013). Y queremos trasmitir esta nuestra fe a las futuras generaciones, conscientes de que es un tesoro para compartir, una luz para iluminar y es sal para darle sentido al hombre, creado por Dios para salvarse.


20052009

20102013

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