Historia de Los Pigmeos de La Hidra (2 Files Merged)

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Historia de los Pigmeos de La Hidra. "Antes de los abuelos de mis abuelos ya estaba Él. Aquel que nos guía y al que nutrimos con nuestra sangre. Olmatlipoca, el Alma de la Isla."'' Matuza Coxoyótzel, Guerrero Sagrado del Templo de Olmatlipoca. Período Formativo (¿?- 300 AAPO): Hace más de trescientos años antes de la Apertura del Portal Oscuro, en La Hidra vivían tres tribus pigmeas: Los Tumonwo, los Aranga, y los Tuga Longa. Entre estas, la última era la más poderosa, pues controlaban las junglas orientales y disponían de los mejores guerreros, gracias al desarrollo de una naciente industria lítica. Poco se sabe de la forma de vida y cultura de los pigmeos en este estado primitivo, salvo que eran dados a guerrear entre ellos y se dedicaban a la caza y recolección. No obstante, este estado más salvaje cambió cuando llegó a La Hidra un brujo zandalari exiliado de Zandalar llamado Atahamanwa. Este trol, al ver a las criaturas brutas y obtusas con las que se encontró (pensemos que pertenecía a la casta más alta de la raza trol) decidió emplearlas para sus propios fines. Con el fin de ser aceptado, justo cuando guerreros nativos fueron a su encuentro para expulsarlo, hizo gala de sus dotes mágicas, carbonizando por entero la montaña donde la tribu Tuga Longa residía, y acabando con la vida de sus habitantes. Desde entonces, ese lugar ha permanecido con una vegetación marchita y negra, donde sólo crecen pardos zarzales, produciendo así un gran contraste con el resto de la flora habitual isleña. El brujo zandalari Atahamanwa sería adorado como un dios por los pigmeos.

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  • Historia de los Pigmeos de La Hidra. "Antes de los abuelos de mis abuelos ya estaba l. Aquel que nos gua y al que nutrimos con nuestra sangre. Olmatlipoca, el Alma de la Isla."''

    Matuza Coxoytzel, Guerrero Sagrado del Templo de Olmatlipoca.

    Perodo Formativo (?- 300 AAPO):

    Hace ms de trescientos aos antes de la Apertura del Portal Oscuro, en La Hidra vivan tres tribus pigmeas: Los Tumonwo, los Aranga, y los Tuga Longa. Entre estas, la ltima era la ms poderosa, pues controlaban las junglas orientales y disponan de los mejores guerreros, gracias al desarrollo de una naciente industria ltica. Poco se sabe de la forma de vida y cultura de los pigmeos en este estado primitivo, salvo que eran dados a guerrear entre ellos y se dedicaban a la caza y recoleccin.

    No obstante, este estado ms salvaje cambi cuando lleg a La Hidra un brujo zandalari exiliado de Zandalar llamado Atahamanwa. Este trol, al ver a las criaturas brutas y obtusas con las que se encontr (pensemos que perteneca a la casta ms alta de la raza trol) decidi emplearlas para sus propios fines. Con el fin de ser aceptado, justo cuando guerreros nativos fueron a su encuentro para expulsarlo, hizo gala de sus dotes mgicas, carbonizando por entero la montaa donde la tribu Tuga Longa resida, y acabando con la vida de sus habitantes. Desde entonces, ese lugar ha permanecido con una vegetacin marchita y negra, donde slo crecen pardos zarzales, produciendo as un gran contraste con el resto de la flora habitual islea.

    El brujo zandalari Atahamanwa sera adorado como un dios por los pigmeos.

  • Cuando los indgenas se percataron del poder de Atahamanwa, la historia pigmea dice que se postraron ante l y lo adoraron como a un dios. El zandalari, viendo la oportunidad que tena ante l les dijo que su nombre era Olmatlipoca, y que era el Dios de las Hidras (animales sagrados para los nativos), el cual haba llegado para bendecir al pueblo pigmeo. Para ganarse an ms la fidelidad de sus nuevos adoradores, el brujo seleccion a los caciques de cada una de las tribus y a partir de ellos construy una nueva casta sacerdotal. Asimismo, uni a todos los habitantes de la isla bautizndoles como olmatlecas, y sobre la montaa carbonizada donde antes quedaba el poblado Tuga Longa, fund la Ciudad-Templo de Olmatln.

    Perodo Clsico (300 AAPO - 40 AAPO):

    Esta nueva ciudad quiso ser un reflejo de los majestuosos templos zandalari. No obstante, los pigmeos pronto incorporaron su propio estilo, y siguiendo las indicaciones de su nuevo dios construyeron un palacio-templo de piedra en el interior de una caverna que se haba abierto tras la explosin de los conjuros mgicos contra la montaa. En aquel mismo lugar, la casta sacerdotal fue instruida en las letras y lengua zandalari, mientras que los pigmeos ms comunes siguieron hablando su idioma natal con alguna palabra nueva de origen trol.

    Segn pasaban las dcadas, Olmatlipoca se haca cada vez ms viejo, mientras que la casta sacerdotal creca en nmero y sabidura. Muchos de ellos ya haban aprendido a realizar hechizos de piromancia notables e incluso dos Altos Sacerdotes conocan tmidamente los rituales del vud y la magia negra. Esto preocup al brujo zandalari, por lo que resolvi recurrir a la ms tenebrosas de las artes para prolongar su vida y poder, de modo que ninguno de sus devotos osase jams desafiarlo.

  • Estatua de Olmatlipoca en Olmatln, representando al dios con cabeza de hidra.

    Fue de esta manera por la que se estableci la fiesta-ritual del Olmatlepetl, por el cual, cinco pigmeos y cinco bajos sacerdotes elegidos al azar eran sacrificados en el Templo de Olmatlipoca, de forma similar a la que algunos Imperios trols realizaban sacrificios a sus loa. El funcionamiento de este ritual mgico funcionaba de la siguiente manera: El Sumo Sacerdote y sus asistentes colocaban a sus sacrificios sobre el altar mayor del templo, a cuyo frente se encontraba la deidad, ataviada con una mscara de piedra en forma de hidra, de cuya boca emanaba un haz oscuro que atraa la energa vital de las vctimas, nutrindose de ellas. A continuacin, el Sumo Sacerdote les sacaba el corazn y los exprima sobre un cuenco de madera, el cual se le daba a Olmatlipoca para que bebiese de l (aunque algunos relieves y murales de Olmatln reflejan que era la propia deidad la que se coma los corazones crudos). Como es ostensible, este ritual anual permita al trol prolongar su vida y mantener a un nivel aceptable sus reservas mgicas.

    Pasados dos siglos y medio de la llegada del Dios Hidra, los pigmeos haban evolucionado hacia una cultura ms avanzada. En la cspide de su civilizacin estaban los Sacerdotes, tras ellos, estaban los Guerreros, y por ltimo, los Trabajadores. A pesar de esto, la mayora de los indgenas, especialmente los guerreros de bajo nivel y los trabajadores, continuaron con una forma de vida primitiva, pues ni siquiera empezaron a arar tierras ni a criar animales (quizs porque el mismo medio les proporcionaba el sustento). Tan slo la casta sacerdotal y ciertos guerreros asociados al Templo de Olmatlipoca se beneficiaron de los avances. Sin embargo, el control que ejercan sobre los dems nativos era absoluto. Ao tras ao, continu celebrndose religiosamente el Ritual del Olmatlepetl. No obstante, cada vez era mayor el nmero de sacrificios que Olmatlipoca demandaba, pues a pesar de nutrirse de la energa vital de los desdichados que acababan en su altar como ofrendas, segua envejeciendo y debilitndose. Las crnicas pigmeas cuentan que unos veinte aos antes de la llegada de los 'invasores tirasianos', se realizaban alrededor de cien sacrificios anuales (la mayora trabajadores) al dios. El incremento de las demandas comenz a provocar cierto malestar en las castas bajas, quienes comenzaron a sentirse explotados por el Templo sin recibir apenas beneficios a cambio.

    Perodo Postclsico: (40 AAPO - 8 DAPO):

    Cuando estaba cerca de estallar una revuelta por los pigmeos de los estamentos bajos, aconteci el descubrimiento de La Hidra por Don Rodrigo de Velasco, en el ao 40 antes de la Apertura del Portal Oscuro. Los pigmeos vieron a los primeros exploradores tirasianos (y despus a los colonizadores de Tiramar) como intrusos. Es en esta poca cuando guerreros nativos asesinan al explorador Felipe Esquivel en las junglas orientales, cuando estaba cerca de descubrir la ciudad de Olmatln. No obstante, Olmatlipoca, enterado de los acontecimientos e intrigado por la aparicin de aquellas criaturas, orden a sus adoradores que consintiesen a los humanos asentarse en la isla, permitindoles tan slo que capturasen a viajeros solitarios o grupos pequeos para que sirviesen de sacrificio. De esta manera, los tirasianos no fueron conscientes de la existencia de los pigmeos, y al mismo tiempo, el brujo trol consegua desviar los malestares de las castas bajas al dejar de realizar sacrificios sobre ellas. Empero, esta estrategia qued en entredicho cuando Tiramar empez a crecer con inesperada rapidez y los tirasianos cada vez se adentraban ms en las junglas orientales, conscientes de las constantes desapariciones que tenan lugar en esa zona. Fue en torno al ao 6, despus

  • de la Apertura del Portal Oscuro, cuando de hecho, el Sargento Roberto Robles localiz la ciudad pigmea, pese a que no vivi para contarlo, pues rpidamente fue apresado y sacrificado en el Templo.

    Estos hechos, sumados a la caza masiva de hidras, que seguan considerndose animales sagrados e hijos de Olmatlipoca, provoc la furia de los pigmeos y del propio Dios Hidra, el cual determin que la presencia humana tena que llegar a su fin, declarndole la guerra a los colonos. A mediados del ao 7, al anochecer del octavo da del sexto mes, un ejrcito de entorno a los diez mil pigmeos marcharon con Olmatlipoca a la cabeza contra Tiramar. El Fuerte de la Tenacidad, localizado en el centro de la isla y con una guarnicin de doscientos soldados cay rpidamente ante el ataque fugaz de los nativos que, sorprendieron y mataron a placer al destacamento militar, dejando a su paso derruida la fortaleza. Sin embargo, tres supervivientes lograron dar la voz de alarma a Tiramar dos horas antes de que el ejrcito olmatleca llegara a las puertas de la ciudad. Precipitadamente, el gobernador Lope de Gmara, logr reunir a las defensas de la ciudad, que se cifraban en torno a los mil soldados y doscientos guardias urbanos. Las fuerzas tirasianas lograron resistir al empuje pigmeo por varias horas, causando numerosas bajas al enemigo, hasta que el mismo Olmatlipoca emple sus conjuros para derribar la muralla exterior, facilitando as la irrupcin de sus aclitos en la ciudad.

    Representacin del Olmatlepetl en el que los tirasianos supervivientes de Tiramar fueron sacrificados.

    La ofensiva en el interior de la ciudad se sald a favor de los olmatlecas gracias a la decidida participacin del Dios Hidra y de los Altos Sacerdotes. Acabado el combate, toda la poblacin superviviente (unos 2000 de los 7000 que haba) de Tiramar fue apresada y conducida a Olmatln. All, se celebr un gran Olmatlepetl, por el cual Olmatlipoca estuvo diez das y diez noches consumiendo la energa y bebiendo la sangre de sus sacrificios. Las calaveras de sus vctimas fueron empleadas para construir un trono en el cual el nefario dios se sent. Pese a la gran victoria que haban conseguido al exterminar a los tirasianos, el pueblo pigmeo haba perdido en torno al 90% de toda su poblacin en la Batalla de Tiramar.

    Perodo Decadente (8 DAPO - 30 DAPO):

    Saciado por tal cantidad de sacrificios, Olmatlipoca qued aletargado (muchos piensan que sufri una sobrecarga de energa vital que su anciano cuerpo no pudo procesar efectivamente lo que provoc este estatus), dejando a sus Altos Sacerdotes por su propia

  • cuenta. Por otro lado, la Ciudad de Tiramar, aunque daada, no fue olvidada, y a los ocho aos de su saqueo, otros humanos empezaron a habitarla de nuevo. Los pigmeos, con sus nmeros reducidos por la guerra contra los tirasianos, y con su deidad durmiente, no se atrevieron ni siquiera a abandonar las junglas cercanas de Olmatln, por lo que los Seores Piratas que se aduearon de La Hidra consiguieron prosperar durante quince cmodos aos, hasta que la Alianza, capitaneada por Jesabela Rocarena, de ascendencia tirasiana y ventormentina, conquist la isla en el ao 30. Sin embargo, unos meses antes de que esto ocurriese, el esclavista y Seor Pirata, Modrik Dientenegro, acompaado por una cuadrilla entera de esbirros encontraron de casualidad la ciudad pigmea, tomando de sorpresa a los nativos. Segn cuentan los propios indgenas, el goblin logr capturar a una centena de ellos junto a un Alto Sacerdote llamado Babaya, sin demasiado esfuerzo, pues los olmatlecas pronto huyeron al Templo interior.

    Atalizpin sacrific incluso a su propio hijo para lograr despertar a su dios. Relieve en oro hallado en Olmatln.

    Desesperado por la ausencia de su dios, el Sumo Sacerdote Atalizpin realiz un Olmatlepetl (que llevaba sin realizarse ms de veinte aos desde el letargo de Olmatlipoca) en el cual fueron sacrificados quinientos pigmeos, incluyendo a su primognito, con el fin de despertar a su dios. El ritual pareci funcionar, pues el viejo

  • brujo zandalari despert de su sueo, azuzado por el sabor de la sangre y energizado por la energa vital de las ofrendas. De nuevo contando con su dios y gua, el Sumo Sacerdote Atalizpin le habl del regreso de los colonos a la isla, y de la captura de pigmeos por los esclavistas. Olmatlipoca, colrico por la nueva intromisin y llevado por la sed de ms sacrificios, dio la orden a los pigmeos de que se preparasen de nuevo para la guerra.

    Tras la primera semana del despertar de Olmatlipoca, los olmatlecas volvieron tras ms de dos dcadas de aislamiento, a abandonar su ciudad, para patrullar las junglas y tender emboscadas a los colonos de la Alianza. El primer choque se dio cuando el enano Thorgrim abati a varios de ellos cerca de Tiramar. Este acontecimiento, junto al hallazgo del diario de Felipe de Esquivel y los pigmeos capturados por Modrik Dientenegro en el Viejo Fuerte, fueron indicios para los nuevos 'intrusos' de que existan nativos, y que adems eran hostiles. Este importante descubrimiento jug a favor de los colonizadores de la Alianza, los cuales a pesar de recibir rdenes de la Corona de no esclavizar a los indgenas ni causar un genocidio, s prepararon las defensas de sus posiciones y descubrieron la localizacin de Olmatln en las junglas orientales.

    Conquista (30 DAPO - 31 DAPO):

    Pasadas varias semanas desde los primeros encontronazos con los nuevos colonos de la Alianza, una batida en torno a cincuenta pigmeos resolvieron rescatar a sus compaeros prisioneros en el Viejo Fuerte, con resultados desastrosos. Aquella accin, que demostraba lo confiados que estaban de nuevos los olmatlecas desde el despertar de su deidad, comport que la Gobernadora General Jesabela Rocarena ordenase la preparacin de represalias militares contra el pueblo pigmeo. Fue en esta primera fase, cuando el sacerdote olmatleca Babaya trat, segn fuentes oficiales, de amotinarse y sabotear cualquier intento de colaboracin pacfico con la Alianza.

    El sacerdote de Olmatlipoca, Babaya, organiz una rebelin en la prisin del Viejo Fuerte en la que pereci el joven soldado Algernon de Menethil, abrasado por uno de sus conjuros de fuego.

  • Aquel intento de amotinamiento fue rpidamente sofocado por las fuerzas militares, y el religioso pagano pag tal cara osada con su muerte y la de sus principales adlteres. Sin embargo, los odios y hostilidades ya estaban bien sembrados y dando sus primeros frutos. El ala dura de las fuerzas de la Alianza en La Hidra, representada por el Teniente tirasiano Marcos Aguilar (el cual era y es nieto de uno de los primeros colonizadores de la isla, Carlos Aguilar), recibi el visto bueno de la Gobernadora General para que las tropas regulares empezasen a limpiar las zonas selvticas de la regin oriental de la isla, con el fin de establecer caminos por los que en un futuro, las tropas pudiesen transitar para tomar la Ciudad de Olmatln.

    El avance de los hombres del Teniente Aguilar provoc la furia y la indignacin pigmea que, descontrolados, volvieron a salir en tropel de su nefario poblado para dar cuenta de la vida de los usurpadores de sus tierras. En el episodio conocido como El Incidente del Puente Roto, los soldados de la Alianza (entre los que se encontraban el enano Thorgrim y el arquero Amaldir) inflingieron una severa derrota a los olmatlecas, los cuales sin embargo, reanudaron a los pocos das los combates y se dedicaron a entorpecer el avance de las obras a lo largo del noveno mes del ao 31 DAPO.

    Entrada a la Ciudad-Templo de Olmatln.

    No fue hasta a finales del dcimo mes cuando las tropas de la Alianza, comandadas por Jesabela Rocarena, pusieron sitio a Olmatln. Las fuerzas conquistadoras, aprovechndose de la orografa y de la vegetacin seca que componan zarzales y espinas de la montaa donde el enclave pigmeo se hallaba, emplearon a dos magos (Henrich Chassier y el Profesor Veringas) para incendiar los niveles superiores del poblado y forzar as a que la mayora de las castas bajas de los indgenas tuviesen que salir al exterior a batallar. All, de manera inmisericorde, fueron masacrados por los hombres del Teniente Marcos Aguilar, permitiendo culminar la toma de la superficie de la montaa. Con ello, las tropas invasoras entraron en el interior de las redes de tneles de la ciudad donde se encontraban las cmaras del Templo de Olmatlipoca, protegidas por los miembros de la casta sacerdotal y los guerreros sagrados de estos. No obstante, la superioridad numrica y militar - en esta ocasin de los colonizadores - permitieron que rpidamente la Alianza ocupase el interior hasta llegar al sanctasanctrum donde el mismo Olmatlipoca les esperaba en lo alto de su pirmide.

    Segn el testimonio de varios de los soldados presentes en el combate final contra el Dios Hidra, este presentaba el siguiente aspecto: "Estaba muy viejo y contrahecho. Tuvimos que taparnos las narices pues desprenda un hedor nauseabundo a muerte, a

  • sangre y a carne quemada. Su cuerpo era enteco y deforme, con una panza descomunal que llegaba al suelo. Se encontraba incrustado en su trono de calaveras, con una mscara de piedra en forma de cabeza de hidra, de las que en ocasiones se ven en ciertos lugares de esta nsula. Llevaba la piel pintada de verde y de sus manos crecan unas garras retorcidas y mal parecidas." Pese a su repulsiva condicin, Olmatlipoca present batalla una vez que sus sacerdotes cayeron. Varios fueron los que presenciaron el genio de su poder. Sin embargo, a pesar de que sus devotos lo creyesen inmortal y eterno, la Alianza demostr que no era as. El miserable brujo zandalari acab pereciendo, con su cuerpo hecho trizas e implosionando en un amasijo de carne y huesos negros. Fue en aquella celebrada jornada, en la que el pueblo pigmeo haba quedado finamente sometido, y su dios protector, eliminado.

    Perodo Post-Conquista (31 DAPO - ?):

    Tras la conquista completa de La Hidra y sus habitantes nativos por parte de la Alianza, podemos concluir que el otrora poderoso pueblo olmatleca ha quedado prcticamente aniquilado. Si una vez se contaban en decenas de miles, ahora tan slo suman poco ms de sesenta almas. Los pocos supervivientes de la Cada de Olmatln hoy aguardan en las prisiones de Tiramar a la espera de ser repartidos entre los encomenderos ms insignes de la colonia, de los cuales se espera les guen por el camino de la sabidura y la civilizacin. Quin sabe si en un futuro est por escribirse una pgina ms de la vibrante historia de los pigmeos de La Hidra. Pero para entonces, tan slo nos queda rememorar y aprender del pasado.

  • La Hidra es una isla de los Mares del Sur perteneciente a la Alianza. Se encuentra a pocas jornadas de navegacin de Pandaria y a una semana de Ventormenta. Fue descubierta en el ao 40 antes de la apertura del Portal Oscuro por el capitn tirasiano Rodrigo de Velasco, quien la incorpor a Kul Tiras. Tras la Segunda Guerra, los habitantes fueron diezmados por los pigmeos locales, hecho que permiti que una banda de piratas ocupase la colonia. La isla fue recientemente reincorporada a la Alianza por Jesabela Rocarena, quien bajo el auspicio de la Corona, consigui vencer a los piratas y dominar a los pigmeos locales.

    Contenido [ocultar]

    1. Historia 1. poca Pigmea Antigua (?- 300 AAPO): 2. Alta Cultura Pigmea (300 AAPO - 40 AAPO): 3. Descubrimiento y Gobierno Tirasiano (-40 AAPO - 8 DAPO): 4. Ocupacin Pirtica (15 - 31 DAPO): 5. Recuperacin por la Alianza (31 DAPO): 6. Guerras Pigmeas (31 - 32 DAPO):

    2. Fauna y flora 1. Flora: 2. Fauna:

    3. Economa: 4. Geografa: 5. Mapas: 6. Lugares:

    1. Ciudad de Tiramar: 2. Haciendas: 3. Cueva de Porath: 4. Viejo Fuerte: 5. Torre en ruinas: 6. Campamento de Caza: 7. Ciudad-Templo de Olmatln (Poblado Pigmeo):

    7. Enlaces:

    Historia Editar seccin

    poca Pigmea Antigua (?- 300 AAPO): Editar seccin Hace ms de trescientos aos antes de la Apertura del Portal Oscuro, en La Hidra vivan tres tribus pigmeas: Los Tumonwo, los Aranga, y los Tuga Longa. Entre estas, la ltima era la ms poderosa, pues controlaban las junglas orientales y disponan de los mejores guerreros, gracias al desarrollo de una naciente industria ltica. Poco se sabe de la forma de vida y cultura de los pigmeos en este estado primitivo, salvo que eran dados a guerrear entre ellos y se dedicaban a la caza y recoleccin.

  • El brujo zandalari Atahamanwa sera adorado como un dios por los pigmeos.

    No obstante, este estado ms salvaje cambi cuando lleg a La Hidra un brujo zandalari exiliado de Zandalar llamado Atahamanwa. Este trol, al ver a las criaturas brutas y obtusas con las que se encontr (pensemos que perteneca a la casta ms alta de la raza trol) decidi emplearlas para sus propios fines. Con el fin de ser aceptado, justo cuando guerreros nativos fueron a su encuentro para expulsarlo, hizo gala de sus dotes mgicas, carbonizando por entero la montaa donde la tribu Tuga Longa resida, y acabando con la vida de sus habitantes. Desde entonces, ese lugar ha permanecido con una vegetacin marchita y negra, donde slo crecen pardos zarzales, produciendo as un gran contraste con el resto de la flora habitual islea.

    Cuando los indgenas se percataron del poder de Atahamanwa, la historia pigmea dice que se postraron ante l y lo adoraron como a un dios. El zandalari, viendo la oportunidad que tena ante l les dijo que su nombre era Olmatlipoca, y que era el Dios de las Hidras (animales sagrados para los nativos), el cual haba llegado para bendecir al pueblo pigmeo. Para ganarse an ms la fidelidad de sus nuevos adoradores, el brujo seleccion a los caciques de cada una de las tribus y a partir de ellos construy una nueva casta sacerdotal. Asimismo, uni a todos los habitantes de la isla bautizndoles como olmatlecas, y sobre la montaa carbonizada donde antes quedaba el poblado Tuga Longa, fund la Ciudad-Templo de Olmatln.

    Alta Cultura Pigmea (300 AAPO - 40 AAPO): Editar seccin Esta nueva ciudad quiso ser un reflejo de los majestuosos templos zandalari. No obstante, los pigmeos pronto incorporaron su propio estilo, y siguiendo las indicaciones de su nuevo dios construyeron un palacio-templo de piedra en el interior de una caverna que se haba abierto tras la explosin de los conjuros mgicos contra la montaa. En aquel mismo lugar, la casta sacerdotal fue instruida en las letras y lengua zandalari, mientras que los pigmeos ms comunes siguieron hablando su idioma natal con alguna palabra nueva de origen trol.

  • Segn pasaban las dcadas, Olmatlipoca se haca cada vez ms viejo, mientras que la casta sacerdotal creca en nmero y sabidura. Muchos de ellos ya haban aprendido a realizar hechizos de piromancia notables e incluso dos Altos Sacerdotes conocan tmidamente los rituales del vud y la magia negra. Esto preocup al brujo zandalari, por lo que resolvi recurrir a la ms tenebrosas de las artes para prolongar su vida y poder, de modo que ninguno de sus devotos osase jams desafiarlo.

    Estatua de Olmatlipoca en Olmatln, representando al dios con cabeza de hidra.

    Fue de esta manera por la que se estableci la fiesta-ritual del Olmatlepetl, por el cual, cinco pigmeos y cinco bajos sacerdotes elegidos al azar eran sacrificados en el Templo de Olmatlipoca, de forma similar a la que algunos Imperios trols realizaban sacrificios a sus loa. El funcionamiento de este ritual mgico funcionaba de la siguiente manera: El Sumo Sacerdote y sus asistentes colocaban a sus sacrificios sobre el altar mayor del templo, a cuyo frente se encontraba la deidad, ataviada con una mscara de piedra en forma de hidra, de cuya boca emanaba un haz oscuro que atraa la energa vital de las vctimas, nutrindose de ellas. A continuacin, el Sumo Sacerdote les sacaba el corazn y los exprima sobre un cuenco de madera, el cual se le daba a Olmatlipoca para que bebiese de l (aunque algunos relieves y murales de Olmatln reflejan que era la propia deidad la que se coma los corazones crudos). Como es ostensible, este ritual anual permita al trol prolongar su vida y mantener a un nivel aceptable sus reservas mgicas.

    Pasados dos siglos y medio de la llegada del Dios Hidra, los pigmeos haban evolucionado hacia una cultura ms avanzada. En la cspide de su civilizacin estaban los Sacerdotes, tras ellos, estaban los Guerreros, y por ltimo, los Trabajadores. A pesar de esto, la mayora de los indgenas, especialmente los guerreros de bajo nivel y los trabajadores, continuaron con una forma de vida primitiva, pues ni siquiera empezaron a arar tierras ni a criar animales (quizs porque el mismo medio les proporcionaba el sustento). Tan slo la casta sacerdotal y ciertos guerreros asociados al Templo de Olmatlipoca se beneficiaron de los avances. Sin embargo, el control que ejercan sobre los dems nativos era absoluto. Ao tras ao, continu celebrndose religiosamente el

  • Ritual del Olmatlepetl. No obstante, cada vez era mayor el nmero de sacrificios que Olmatlipoca demandaba, pues a pesar de nutrirse de la energa vital de los desdichados que acababan en su altar como ofrendas, segua envejeciendo y debilitndose. Las crnicas pigmeas cuentan que unos veinte aos antes de la llegada de los 'invasores tirasianos', se realizaban alrededor de cien sacrificios anuales (la mayora trabajadores) al dios. El incremento de las demandas comenz a provocar cierto malestar en las castas bajas, quienes comenzaron a sentirse explotados por el Templo sin recibir apenas beneficios a cambio.

    Descubrimiento y Gobierno Tirasiano (-40 AAPO - 8 DAPO): Editar seccin

    Tapiz de Tiramar, donde se representa el descubrimiento de la isla por Don Rodrigo de Velasco, la masacre de hidras, y la fundacin de Tiramar por el clebre capitn tirasiano. Realizado por Diego de la Velamayor.

    Cuarenta aos antes de la apertura del Portal Oscuro, cuando en los Reinos del Este imperaba la paz, una goleta de Kul Tiras, pilotada por el capitn de la Armada Don Rodrigo de Velasco, tocaba tierra en una remota isla de los Mares del Sur, donde fund el asentamiento llamado Tiramar. Este, a quince jornadas de navegacin de su patria y a siete de Ventormenta, se converta en un punto estratgico para el comercio entre las distintas naciones humanas. Asimismo, servira tambin para controlar las rutas martimas y mantener una pequea flota con la que mantener a raya a los buques piratas que incesantemente azuzaban a las compaas mercantes que surcaban el Gran Mar.

    A raz del descubrimiento de Don Rodrigo de Velasco, al ao siguiente la nacin martima de Kul Tiras envi cinco barcos con al asentamiento de Tiramar, en el suroeste de la nsula, donde tambin se construy un castillo donde se asent el gobernador elegido por las autoridades del pas. La economa de la nueva colonia pronto se bas principalmente en el comercio y en la exportacin de caa de azcar de las plantaciones

  • insulares controladas apenas por dos familias importantes. Tambin se empez a cazar activamente a las hidras locales, con el objetivo de vender a altsimos precios sus escamas, garras, mandbulas, y carne, lo que permiti a la isla crecer de forma prspera. Asimismo, tambin se obtena un buen pellizco de los beneficios que reportaban las aduanas comerciales.

    Por otra parte, los pigmeos vieron a los primeros exploradores tirasianos (y despus a los colonizadores de Tiramar) como intrusos. Es en esta poca cuando guerreros nativos asesinan al explorador Felipe Esquivel en las junglas orientales, cuando estaba cerca de descubrir la ciudad de Olmatln. No obstante, Olmatlipoca, enterado de los acontecimientos e intrigado por la aparicin de aquellas criaturas, orden a sus adoradores que consintiesen a los humanos asentarse en la isla, permitindoles tan slo que capturasen a viajeros solitarios o grupos pequeos para que sirviesen de sacrificio. De esta manera, los tirasianos no fueron conscientes de la existencia de los pigmeos, y al mismo tiempo, el brujo trol consegua desviar los malestares de las castas bajas al dejar de realizar sacrificios sobre ellas. Empero, esta estrategia qued en entredicho cuando Tiramar empez a crecer con inesperada rapidez y los tirasianos cada vez se adentraban ms en las junglas orientales, conscientes de las constantes desapariciones que tenan lugar en esa zona. Fue en torno al ao 6, despus de la Apertura del Portal Oscuro, cuando, el Sargento Roberto Robles localiz la ciudad pigmea, pese a que no vivi para contarlo, pues rpidamente fue apresado y sacrificado en el Templo.

    Estos hechos, sumados a la caza masiva de hidras, que seguan considerndose animales sagrados e hijos de Olmatlipoca, provoc la furia de los pigmeos y del propio Dios Hidra, el cual determin que la presencia humana tena que llegar a su fin, declarndole la guerra a los colonos. A mediados del ao 7, al anochecer del octavo da del sexto mes, un ejrcito de entorno a los diez mil pigmeos marcharon con Olmatlipoca a la cabeza contra Tiramar. El Fuerte de la Tenacidad, localizado en el centro de la isla y con una guarnicin de doscientos soldados cay rpidamente ante el ataque fugaz de los nativos que, sorprendieron y mataron a placer al destacamento militar, dejando a su paso derruida la fortaleza. Sin embargo, tres supervivientes lograron dar la voz de alarma a Tiramar dos horas antes de que el ejrcito olmatleca llegara a las puertas de la ciudad. Precipitadamente, el gobernador Lope de Gmara, logr reunir a las defensas de la ciudad, que se cifraban en torno a los mil soldados y doscientos guardias urbanos. Las fuerzas tirasianas lograron resistir al empuje pigmeo por varias horas, causando numerosas bajas al enemigo, hasta que el mismo Olmatlipoca emple sus conjuros para derribar la muralla exterior, facilitando as la irrupcin de sus aclitos en la ciudad.

    Representacin del Olmatlepetl en el que los tirasianos supervivientes de Tiramar fueron sacrificados.

  • La ofensiva en el interior de la ciudad se sald a favor de los olmatlecas gracias a la decidida participacin del Dios Hidra y de los Altos Sacerdotes. Acabado el combate, toda la poblacin superviviente (unos 2000 de los 7000 que haba) de Tiramar fue apresada y conducida a Olmatln. All, se celebr un gran Olmatlepetl, por el cual Olmatlipoca estuvo diez das y diez noches consumiendo la energa y bebiendo la sangre de sus sacrificios. Las calaveras de sus vctimas fueron empleadas para construir un trono en el cual el nefario dios se sent y donde qued aletargado (muchos piensan que sufri una sobrecarga de energa vital que su anciano cuerpo no pudo procesar efectivamente lo que provoc este estatus), dejando a sus Altos Sacerdotes por su propia cuenta y con una perspectiva incierta, pues pese a la gran victoria que haban conseguido al exterminar a los tirasianos, el pueblo pigmeo haba perdido a la mayora de su poblacin en el conflicto blico.

    Semanas despus del exterminio de los colonos humanos, barcos de la Armada tirasiana llegaron a las costas de La Hidra para descubrir que los pobladores o bien se haban esfumado sin dejar rastro o bien haban sido asesinados. Tiramar presentaba el rastro de la devastacin, e incluso el castro principal presentaba serios daos. La explicacin ms compartida fue que un contingente pirata haba asaltado el enclave y secuestrado o asesinado a sus habitantes, mientras que otros opinaban que haban sido nagas, debido a la ausencia de balas y muescas creadas por los caones. Independientemente de la explicacin que le diesen, Kul Tiras, ocupada con otras cuestiones (Segunda Guerra), decidi abandonar la isla, por lo que en los aos siguientes la nsula fue paulatinamente ocupada por filibusteros y esclavistas que se aprovecharon de las infraestructuras que an quedaban en pie.

    Ocupacin Pirtica (15 - 31 DAPO): Editar seccin

    Un grupo de piratas en Tiramar durante la Ocupacin.

    La reactivacin de La Hidra como refugio de piratas, contrabandistas, y mercaderes de mala reputacin conllev que el comercio se reactivase y que se fundase un rgano de gobierno local compuesto por los cuatro hombres ms ricos de la poblacin, llamado sencillamente El Consejo de los Cuatro, del cual eran parte: Jean de Navau, filibustero stromgardiano; Modrik Dientenegro, esclavista goblin; Sir Rupert Hickman, noble proscrito de Ventormenta; y Mathew Porath, pirata nacido de la Isla del Saqueo y contrabandista de xito. Estos cuatro prohombres facilitaron a otros Hermanos de la Costa de los Mares del Norte y del Sur cobijo en su isla cuando regresaban de sus

  • saqueos, a cambio de un mdico precio por el hospedaje. De la misma manera, se aduearon igualitariamente de las plantaciones de azcar que volvieron a reactivar.

    El impacto del gobierno pirtico dej una huella visible en la isla tras quince aos de su establecimiento. Una parte de los edificios de Tiramar fueron reconstruidos y el castillo del enclave ocupado por El Consejo de los Cuatro. Sin embargo, el Fuerte Viejo se convirti en una prisin donde marineros incautos esperaban a que se pagase un rescate por ellos, y en almacenes secretos donde se hacinaban mercancas y esclavos. Por otra parte, la Torre del Ro Oriental fue totalmente abandonada y reclamada por la vegetacin. A da de hoy, se estima que alrededor de doscientas personas poblaban Tiramar durante la Ocupacin y que contaban con una milicia de cincuenta filibusteros como defensa que reciban un salario pagado por el gobierno de la isla. En cuanto a los pigmeos, con sus nmeros reducidos por la guerra contra los tirasianos, y con su deidad durmiente, no se atrevieron ni siquiera a abandonar las junglas cercanas de Olmatln, por lo que los Seores Piratas que se aduearon de La Hidra consiguieron prosperar cmodamente sin interferencias.

    Recuperacin por la Alianza (31 DAPO): Editar seccin Tras tres largos lustros de ocupacin pirtica, la Corona de Ventormenta, libre de preocupaciones militares tras la victoria del Asedio de Orgrimmar, devolvi la atencin a los asuntos menores que menoscababan sus reinos. Uno en particular, aunque remoto, presentaba una molestia especial en el aseguramiento de las rutas martimas tan necesarias en la paz para que prosperase el comercio y los transportes civiles. Se trataba de una pequea isla, que antao haba pertenecido a la nacin de Kul Tiras pero que ahora se encontraba gobernada por un consejo de cuatro seores piratas: La Hidra.

    Jesabela Rocarena conquist La Hidra para la Alianza bajo el auspicio de la Corona de Ventormenta.

    En aquel lugar, como se haba constatado ya, se refugiaban toda clase de criminales que haban perpetrado ataques contra la flota de la Alianza o participado en asaltos contra

  • asentamientos suyos tanto en los Reinos del Este como en Kalimdor. Adems, por si eso no fuera suficiente, la Armada denunci la prdida de la fragata La Espada de Wrynn en aguas cercanas a la nsula, probablemente capturada por los piratas, y sobre la cual iba abordo el Comodoro Evans Doyle. Aprovechando la incorporacin a las filas de la Alianza del corsario Jonathan Drake, conocedor del sistema pirtico de La Hidra, y del apoyo financiero de Jesabela Rocarena, quien se haba ganado los galones en la Campaa de Rasganorte, la Corona de Ventormenta tuvo a bien organizar una Expedicin a La Hidra con el objeto de expulsar a los bandidos del mar de aquella nsula y convertirla en una colonia aliada desde la que poder controlar las rutas martimas y activar el comercio.

    Aquella empresa militar consigui sus objetivos principales: acabar con el Consejo de los Cuatro y eliminar la presencia pirtica de La Hidra. No obstante, en el asalto final contra Tiramar el corsario Jonathan Drake traicion a la expedicin y huy con la fragata La Espada de Wrynn, convertida ahora en un buque leal a los Velasangre. Empero, la Corona de Ventormenta se dio por satisfecha y por la capitulaciones firmadas con Jesabela Rocarena, se le concedi el cargo de Gobernadora General, as como la tarea de repoblar la isla con ahora gentes honestas al servicio de la Alianza.

    Guerras Pigmeas (31 - 32 DAPO): Editar seccin

    Atalizpin sacrific incluso a su propio hijo para lograr despertar a su dios. Relieve en oro hallado en Olmatln.

  • Unos meses antes de la conquista de La Hidra por la Alianza, el esclavista y Seor Pirata, Modrik Dientenegro, acompaado por una cuadrilla entera de esbirros encontraron de casualidad la ciudad pigmea en las junglas orientales, tomando de sorpresa a los nativos. Segn cuentan los propios indgenas, el goblin logr capturar a una centena de ellos junto a un Alto Sacerdote llamado Babaya, sin demasiado esfuerzo, pues los olmatlecas pronto huyeron al Templo interior. Desesperado por la ausencia de su dios, el Sumo Sacerdote Atalizpin realiz un Olmatlepetl (que llevaba sin realizarse ms de veinte aos desde el letargo de Olmatlipoca) en el cual fueron sacrificados quinientos pigmeos, incluyendo a su primognito, con el fin de despertar a su dios. El ritual pareci funcionar, pues el viejo brujo zandalari despert de su sueo, azuzado por el sabor de la sangre y energizado por la energa vital de las ofrendas. De nuevo contando con su dios y gua, el Sumo Sacerdote Atalizpin le habl del regreso de los colonos a la isla, y de la captura de pigmeos por los esclavistas. Olmatlipoca, colrico por la nueva intromisin y llevado por la sed de ms sacrificios, dio la orden a los pigmeos de que se preparasen de nuevo para la guerra. Tras la primera semana del despertar de Olmatlipoca, los olmatlecas volvieron tras ms de dos dcadas de aislamiento, a abandonar su ciudad, para patrullar las junglas y tender emboscadas a los colonos de la Alianza.

    Paralelamente, soldados de la Alianza se encontraron en los tneles de la prisin del Viejo Fuerte un grupo de pigmeos que Modrik Dientenegro haba hacinado en aquel lugar antes de ponerlos en el mercado. Creyendo que eran simples vctimas, la Gobernacin de La Hidra no tom ninguna medida salvo la de alimentarlos y tratar de iniciar un dilogo con el propsito de descubrir cmo haban llegado all. Sin embaro, durante una exploracin a las junglas orientales, exploradores hallaron el diario de Felipe de Esquivel, un aventurero tirasiano que particip en el descubrimiento de La Hidra, y que registraba en su diario que haba sido atacado por criaturas extraas. La prueba definitiva de que los pigmeos eran nativos isleos qued confirmada cuando varios de ellos fueron divisados (y abatidos) en la costa cercan a Tiramar por el enano Thorgrim Cumbre Nevada. Este importante descubrimiento jug a favor de los colonizadores de la Alianza, los cuales a pesar de recibir rdenes de la Corona de no esclavizar a los indgenas ni causar un genocidio, s prepararon las defensas de sus posiciones y descubrieron la localizacin de Olmatln (poblado pigmeo) en las junglas orientales.

    Pasadas varias semanas desde los primeros encontronazos con los nuevos colonos de la Alianza, una batida en torno a cincuenta pigmeos resolvieron rescatar a sus compaeros prisioneros en el Viejo Fuerte, con resultados desastrosos. Aquella accin, que demostraba lo confiados que estaban de nuevos los olmatlecas desde el despertar de su deidad, comport que la Gobernadora General Jesabela Rocarena ordenase la preparacin de represalias militares contra el pueblo pigmeo. Fue en esta primera fase, cuando el sacerdote olmatleca Babaya trat, segn fuentes oficiales, de amotinarse y sabotear cualquier intento de colaboracin pacfico con la Alianza.

  • El sacerdote de Olmatlipoca, Babaya, organiz una rebelin en la prisin del Viejo Fuerte en la que pereci el joven soldado Algernon de Menethil, abrasado por uno de sus conjuros de fuego.

    Aquel intento de amotinamiento fue rpidamente sofocado por las fuerzas militares, y el religioso pagano pag tal cara osada con su muerte y la de sus principales adlteres. Sin embargo, los odios y hostilidades ya estaban bien sembrados y dando sus primeros frutos. El ala dura de las fuerzas de la Alianza en La Hidra, representada por el Teniente tirasiano Marcos Aguilar (el cual era y es nieto de uno de los primeros colonizadores de la isla, Carlos Aguilar), recibi el visto bueno de la Gobernadora General para que las tropas regulares empezasen a limpiar las zonas selvticas de la regin oriental de la isla, con el fin de establecer caminos por los que en un futuro, las tropas pudiesen transitar para tomar la Ciudad de Olmatln. El avance de los hombres del Teniente Aguilar provoc la furia y la indignacin pigmea que, descontrolados, volvieron a salir en tropel de su nefario poblado para dar cuenta de la vida de los usurpadores de sus tierras. En el episodio conocido como El Incidente del Puente Roto, los soldados de la Alianza inflingieron una severa derrota a los olmatlecas, los cuales sin embargo, reanudaron a los pocos das los combates y se dedicaron a entorpecer el avance de las obras a lo largo del noveno mes del ao 31 DAPO.

    No fue hasta a finales del dcimo mes cuando las tropas de la Alianza, comandadas por Jesabela Rocarena, pusieron sitio a Olmatln. Las fuerzas conquistadoras, aprovechndose de la orografa y de la vegetacin seca que componan zarzales y espinas de la montaa donde el enclave pigmeo se hallaba, emplearon a dos magos (Henrich Chassier y el Profesor Veringas) para incendiar los niveles superiores del poblado y forzar as a que la mayora de las castas bajas de los indgenas tuviesen que salir al exterior a batallar. All, de manera inmisericorde, fueron masacrados por los hombres del Teniente Marcos Aguilar, permitiendo culminar la toma de la superficie de la montaa. Con ello, las tropas invasoras entraron en el interior de las redes de tneles de la ciudad donde se encontraban las cmaras del Templo de Olmatlipoca, protegidas por los miembros de la casta sacerdotal y los guerreros sagrados de estos. No obstante, la superioridad numrica y militar - en esta ocasin de los colonizadores - permitieron que rpidamente la Alianza ocupase el interior hasta llegar al sanctasanctrum donde el mismo Olmatlipoca les esperaba en lo alto de su pirmide.

  • Entrada subterrnea a la Ciudad-Templo de Olmatln.

    Segn el testimonio de varios de los soldados presentes en el combate final contra el Dios Hidra, este presentaba el siguiente aspecto: "Estaba muy viejo y contrahecho. Tuvimos que taparnos las narices pues desprenda un hedor nauseabundo a muerte, a sangre y a carne quemada. Su cuerpo era enteco y deforme, con una panza descomunal que llegaba al suelo. Se encontraba incrustado en su trono de calaveras, con una mscara de piedra en forma de cabeza de hidra, de las que en ocasiones se ven en ciertos lugares de esta nsula. Llevaba la piel pintada de verde y de sus manos crecan unas garras retorcidas y mal parecidas." Pese a su repulsiva condicin, Olmatlipoca present batalla una vez que sus sacerdotes cayeron. Varios fueron los que presenciaron el genio de su poder. Sin embargo, a pesar de que sus devotos lo creyesen inmortal y eterno, la Alianza demostr que no era as. El miserable brujo zandalari acab pereciendo, con su cuerpo hecho trizas e implosionando en un amasijo de carne y huesos negros. Fue en aquella celebrada jornada, en la que el pueblo pigmeo haba quedado finamente sometido, y su dios protector, eliminado.

    Fauna y flora Editar seccin La presente clasificacin se basa en el texto que escribi el doctor tirasiano Juan Ayala Torres en la poca de descubrimiento de la isla, como obra informativa para aquellas personas que colonizasen La Hidra.

    Flora: Editar seccin

    Esta isla que es de clima tropical presenta una gran variedad de especies vegetales favorecidas por el bosque hmedo de la regin. En la mayor parte de los casos, no se encuentran especies de rboles dominantes. Ms bien, los ejemplares de cada especie se encuentran muy dispersos por el bosque y un sorprendente nmero de especies de rboles pueden crecer juntas.

  • Dibujo sobre algunos frutos de La Hidra por el Doctor Ayala.

    A pesar de esta heterogeneidad a nivel de especie, el bosque hmedo tropical tiene una composicin muy clara a nivel de familias de plantas. Las Leguminosas (familia de los guamos, chochos y frjoles) son la familia ms diversa de rboles en la mayor parte de los bosques hmedos que hemos encontrado en La Hidra. Otras familias presentes de rboles son las Morceas (familia de los higuerones similares a las que encontramos en los Reinos del Este), Anonceas (familia de los guanbanos y cuyo fruto es un bulbo pinchudo de color verde que cuando est maduro toma color marrn), Rubiceas (dan frutos en forma de bolitas rojas y echan flor de ptalos carmeses o albos), Miristicceas (su fruto principal es la nuez moscada que es muy valiosa como especie y que en otros lugares los trols emplean como alucingeno para sus rituales).

    Bromeliceas (suministran la sabrossima pia) Sapotceas (cuyo fruto al ser tratado puede dar un aceite muy provechoso y nutritivo), Meliceas (de madera dura y colorida con follaje albo o rosceo), Arecceas (las conocidas palmeras ricas en cocos), Euforbiceas (familia del rbol del caucho, carnosos y con hojas estipuladas de color rojizo oscuro) y Bignoniceas (ptalos con forma de campana bien amarillas o blancas, muy bellas y vistosas). En el sotobosque son muy evidentes varios tipos de hierbas gigantes con grandes hojas, como los platanillos, caagrias y anturios y afines. Tambin abundan en este estrato diversas especies de arbustos de las familias Rubiceas, Melastomatceas con bellas flores prpuras y abiertas, y Piperceas (familia de los cordoncillos y la pimienta.) En lo alto de los rboles abundan las plantas epfitas, como las bromeliceas y orqudeas.

    Los troncos de muchos rboles del bosque hmedo tienen contrafuertes muy notorios, tambin conocidos como bambas, combas o races tablares. Aunque su funcin no se ha determinado satisfactoriamente, parece que ayudan a sostener a los rboles que crecen sobre suelos poco profundos. Otra caracterstica notoria de los bosques hmedos tropicales es que el tamao relativamente grande de las hojas de muchos rboles, en comparacin con las hojas pequeas que predominan en climas ms fros. Para terminar, mencionemos la abundancia de lianas de gran tamao, que contribuyen con su presencia al aspecto caracterstico de los bosques hmedos.

    Fauna: Editar seccin

  • De forma similar a la que ocurre con la flora, hay diversas especies animales repartidas a lo largo de los bosques hmedos de La Hidra, los ms comunes son los siguientes:

    Ilustracin de un ocelote por el Doctor Ayala.

    -Mamferos Sobresale como felino el ocelote, con forma de un tigre de pequeo tamao de alrededor de ochenta centmetros a la cruz. Hemos encontrado adems dos razas de monos: una pequea similares a los capuchinos, pequeos y giles; mientras que otra se parece ms a ciertos primates de Tuercespina, siendo gruesos y corpulentos, pero no excesivamente grandes. Los de la primera clase se encuentran cercanos a Tiramar, mientras que los segundos pueblan la parte oriental de la isla y son hasta cierto punto territoriales.

    - Ofidios destacan la boa, la macanche, que es venenosa, y los coralillos, tambin venenosos. Tienen escamas de distintos colores que van del verde claro al marrn oscuro. Son muy peligrosos y altamente letales.

    - Saurios estn la iguana, el pacaso y muchas lagartijas. Son tranquilas y apacibles, de alrededor de un metro de largo y unos ocho kilos de peso las que he podido coger. En el ro oriental de La Hidra y en los manglares viven poblaciones de crocoliscos, de tamao considerable y gran territorialidad. Asimismo, tambin se encuentra aqu el animal ms brutal y terrible de cuantos se han catalogado, las hidras. Las hay por la zona occidental y la oriental. Alcanzan los cuatro metros de alto y suelen tener dos o tres cabezas. Sus escamas son ms duras (normalmente de color negro o verde oscuro, pero tambin blancas y azuladas) que la de los crocoliscos y su agresividad es muchsimo mayor. Son muy territoriales, por lo que se recomienda no acercarse a lagos internos o ros profundos, pues es all donde suelen morar.

    - Anfibios: Hay bastantes elementos, siendo el ms conocido el sapo gigante de color pardo y otras ranitas de piel escamosa con tonalidades muy bonitas, moteadas y coloridas. No obstante, algunas pueden ser venenosas, sobre todo las de colores ms llamativos.

    - Aves: Tambin variadsima y abundante. Lo que ms abundan son los loros, cacatas, quetzales, cotorras, guacamayos y tucanes. Son muy variados en el colorido de su plumaje, pero generalmente presentan tonalidades llamativas y agradables a la vista humana.

  • - Ictiofauna: Es muy rica, con muchas especies relacionadas con las de Tuercespina. Destacan varias especies de peces tropicales comestibles. Tambin hemos encontrado presencia de piraas en zonas fluviales del interior. En el ro oriental existen adems cuatro especies de camarones y una de cangrejo de ro.

    Economa: Editar seccin La Hidra actuamente goza de una economa en alza. Sus dos mayores centros econmicos son la Ciudad de Tiramar y el grupo de haciendas situadas en el valle occidental de la isla.

    Mercaderes de Tiramar ofreciendo todo tipo de productos ultramarinos y exticos a la venta.

    En Tiramar la mayora de la actividad econmica deriva del mercado, donde se venden al pblico productos de artesana locales, telares, alimentos, y bebidas como el ron, el grog, y pulque. En los mercados de la ciudad tambin es fcil hallar animales exticos capturados en las junglas orientales como monos, loros, quetzales, ocelotes e iguanas que se venden a buen precio. Asimismo, tambin puede encontrarse imitaciones de objetos arqueolgicos de los pigmeos como pueden ser mscaras, bculos, tocados de plumas, y pulseras. En lo relativo a la produccin de las haciendas, la mayora cultiva caa de azcar y caf. De la misma manera, hay algunas plantaciones de maz, banano, y cacao, aunque menos extensas. Estos productos se venden tanto en el mercado local como en el extranjero, donde son exportados especialmente a las naciones de la Alianza en los Reinos del Este.

    A nivel institucional, la Gobernacin de La Hidra se financia a travs de los impuestos de las aduanas comercianles del puerto de Tiramar y sobre imposiciones fiscales sobre el alcohol.

    Geografa: Editar seccin En su cuaderno de bitcora, el descubridor Rodrigo de Velasco retrataba la isla de esta manera:

  • All vimos una extensin de tierra con frondosas selvas del trpico y escarpados acantilados, que nos oblig a abarloar en una larga playa de la costa meridional. Varios muchachos de la tripulacin han visto monstruos cerca, de piel escamosa con largos cuellos de reptil, sobre las que descansaban varias cabezas monstruosas. Segn el Doctor Ayala esas criaturas se denominan hidras, por lo que hemos bautizado este lugar como La Hidra.

    Don Rodrigo de Velasco nada ms desembarcar en La Hidra.

    El da despus del descubrimiento nos aventuramos tierra adentro. El terreno y la vegetacin son verdes y hmedos. La temperatura en el interior aumenta, pero la brisa marina provoca que el bochorno sea soportable. A medida que avanzamos hacia el centro encontramos que la pendiente aumenta y se forman cerros escarpados que adquieren una altura desde la que se domina visualmente el resto de la isla. Desde all detectamos unas tierras bajas, con selvas muy espesas, hacia el lado oriental del mar cruzadas por un caudaloso ro del que nos hemos dado cuenta nace de esta montaa a la que subimos en el centro de la nsula. Hay, a su vez, otros riachuelos que se pierden hacia el sur y poniente, pero menos vastos.

    En las jornadas posteriores detallamos en que en general hay lluvias regularmente por las tardes y que el caudal del ro principal y de los arroyos que fluyen de l riegan la isla y facilitan la exuberancia de la misma. El suelo tal vez en el sur se muestra algo arenoso y desmenuzable, pero aun as es moderadamente frtil y est cubierto por altos herbazales. Es en esta zona donde en mi opinin podran establecerse plantaciones agrarias, pues en otras reas sera ms costoso.

    Por ltimo, cabe destacar que hay una buena variedad de clases de animales salvo en los mamferos de los que solo hemos visto una especie similar a las ardillas, monillos y ocelotes. En cuanto a insectos los hay en nmeros elevadsimos, as como aves coloridas de varios tamaos y alegre canto. No obstante, lo que nos alertaba eran las mencionadas hidras monstruosas que, gracias a la Luz, slo parecen rondar en la costa

  • occidental. La pesca, por otra parte, parece abundante tambin y hay bancos de peces tanto en los ros como en toda la costa, por lo que nos pudimos suministrar sin problemas de alimento y bebida.

    Mapas: Editar seccin

    Mapa actual de la isla.

  • Mapa en el que se muestra la ubicacin de La Hidra en Azeroth.

    Lugares: Editar seccin

    Ciudad de Tiramar: Editar seccin

    Fundada por Don Rodrigo de Velasco en el ao 40 antes de la apetura del Portal Oscuro, es el centro poltico, militar y econmico de la isla. Aqu tiene su sede el mercado, el puerto, el cabildo, el castillo, el colegio, y la mayora de la residencias de los habitantes. A pesar de los destrozos provocados por la reciente toma de la ciudad, Tiramar contina creciendo y reconstruyndose da a da. La mayora de los edificios que siguen en pie son aquellos levantados durante la poca colonial tirasiana.

    Haciendas: Editar seccin

    Situado a tres kilmetros al norte de Tiramar se encuentra un amplio valle con tierras bajas y frtiles que pronto fueron ocupadas por las familias ms nobles de la colonia. All, en un espacio privilegiado para la agricultura se sucedan de manera comn haciendas y plantaciones de azcar, maz y bananos. Tras la ocupacin pirtica, los Cuatro Seores del Consejo se aduearon de las tierras para incrementar sus riquezas, incorporando tambin el cultivo del caf. Actualmente, despus de la recuperacin de la isla por la Alianza, las haciendas estn controladas por la Gobernadora General, la cual ha colocado tres de ellas en subasta pblica y guardando una para s misma segn el derecho que le otorgaban las capitulaciones firmadas con la Corona de Ventormenta durante la conquista.

  • Cueva de Porath: Editar seccin

    Durante el perodo pirtico, un miembro del Consejo de los Cuatro, Mathew Porath, tom posesin de un sistema de tneles situado en la costa oeste de La Hidra, donde estableci una red de contrabando, actualmente desarticulada. Asimismo, el lugar le sirvi tambin para criar a su hidra particular, Duquesa, la cual fue muerta durante la conquista por la Alianza. Hoy en da, las cavernas estn abandonadas.

    Viejo Fuerte: Editar seccin

    Llamado antiguamente el Fuerte de la Tenacidad, fue construido aproximadamente en la misma poca de la fundacin de Tiramar. Sus propsitos eran esencialmente defensivos, sirviendo como un lugar al que evacuar a la poblacin islea en caso de ataque enemigo por mar. Al mismo tiempo, se le incorpor una mazmorra subterrnea para prisioneros especialmente peligrosos. Durante el perodo pirata, el esclavista goblin Modrik Dientenegro convirti el fuerte en su almacn personal de esclavos y productos preciosos. Desde entonces se conoce al lugar como Viejo Fuerte. En la actualidad, ha recuperado su funcin original.

    Torre en ruinas: Editar seccin

  • Del mismo modo que el Viejo Fuerte y Tiramar, es una estructura tirasiana que se encuentra en la parte meridional de las junglas orientales. Se cree que serva como puesto de estudio de la flora natural o como refugio para los exploradores que hacan la ruta de exploracin desde el Campamento de Caza. Actualmente est en ruinas y tan slo una pequea poblacin de monos la habitan.

    Campamento de Caza: Editar seccin

    Establecido en el corazn de la jungla oriental, cerca del Ro Velasco. Fue levantado por los primeros exploradores tirasianos y mantenido por el resto de ocupantes como lugar destinado a actividades cinegticas, especialmente a la caza de las hidras salvajes, cuyas escamas, garras, colmillos y carne se vendan a alto precio en el mercado. A da de hoy sigue manteniendo este propsito, y sirve tambin como punto de exploracin.

    Ciudad-Templo de Olmatln (Poblado Pigmeo): Editar seccin

  • Pirmide exterior de Olmatln, que conduce al templo subterrneo de Olmatlipoca.

    Tras la reciente toma del poblado pigmeo en las junglas orientales, se ha descubierto la presencia de una cidad-templo en el interior de la montaa donde vivan los indgenas. Este lugar, tal y como le llaman los nativos se denomina Olmatln, y era donde tena su asiento de poder el 'dios' que esta gente pigmea adoraba, quien se trataba de un zandalari brujo que se haca pasar por el Dios de las Hidras, Olmatlipoca. El templo, ubicado en lo ms profundo de una caverna, reflejaba patrones arquitectnicos propios de la cultura trol, si bien presentaba un acabado ms rudimentario y pobre. En este mismo lugar se han encontrado relieves, frisos, piezas ornamentales y joyas que fabricaron los olmatlecas durante los siglos en los que convivieron con su temida deidad. Actualmente, se est realizando un catlogo para claisifcar todos los objetos hallados. Los pigmeos tienen prohibido regresar a Olmatln, y nicamente personal autorizado por la Gobernacin de La Hidra puede hacerlo.

    Enlaces: Editar seccin Pgina del Proyecto de La Hidra (Apartado Offrol) Foro de La Hidra

    ContenidoHistoriaEditar seccinpoca Pigmea Antigua (?- 300 AAPO): Editar seccinAlta Cultura Pigmea (300 AAPO - 40 AAPO): Editar seccinDescubrimiento y Gobierno Tirasiano (-40 AAPO - 8 DAPO):Editar seccinOcupacin Pirtica (15 - 31 DAPO):Editar seccinRecuperacin por la Alianza (31 DAPO): Editar seccinGuerras Pigmeas (31 - 32 DAPO):Editar seccin

    Fauna y flora Editar seccinFlora: Editar seccinFauna: Editar seccin

    Economa: Editar seccinGeografa: Editar seccinMapas: Editar seccinLugares: Editar seccinCiudad de Tiramar: Editar seccinHaciendas: Editar seccinCueva de Porath: Editar seccinViejo Fuerte: Editar seccinTorre en ruinas: Editar seccinCampamento de Caza: Editar seccinCiudad-Templo de Olmatln (Poblado Pigmeo): Editar seccin

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