“ENVÍANOS TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y RENUEVA LA FAZ DE LA TIERRA”

Bendice al Señor, alma mía:¡Señor, Dios mío, qué grande eres!¡Qué variadas son tus obras, Señor!la tierra está llena de tus creaturas

Si les quitas el aliento,expiran y vuelven al polvo.Si envías tu aliento, son creados,y renuevas la superficie de la tierra

¡Gloria al Señor para siempre,Alégrese el Señor por sus obras!Que mi canto le sea agradable,Y yo me alegraré en el Señor.

HISTORIA DE LA SALVACIÓN

Para el Pueblo de Israel la “historia” es el lugar donde Dios ha actuado junto con el hombre. Al contarla se escogen y se ponen de relieve los hechos que permiten comprender mejor la

actuación de Dios entre los hombres: es una “REFLEXIÓN”, que se fue realizando a lo largo de los siglos, de los recuerdos de los hechos que el pueblo había vivido. Con esta “Historia de la

Salvación” Israel pretendía encontrar su identidad y su destino: su origen como pueblo, las raíces de su fe y la misión que tenía en un mundo pluriforme, así como el porqué de sus leyes y ritos.

PENTATEUCO

Génesis: “principio”

Éxodo: salida

Levítico: sacerdotes

Números: censos, listas.

Deuteronomio: 2ª ley

No son obras autónomas. Cada libro desemboca en el siguiente o

arranca en el anterior

Todos juntos desarrollan una

misma trama narrativa que va

desde la creación hasta

los umbrales de la tierra

prometida

Buena parte de los más importantes temas teológicos del A.T.

FORMACIÓNTras un amplio periodo de transmisión oral, en el que surgen, se desarrollan y aglutinan diversas tradiciones y recuerdos tribales…

Entre los años 850-750 a C aparece en el Reino del Sur la primera redacción escrita, el documento Yahvista (J) (uso constante del Nombre de Yahvé y antropomorfismo para hablar de Dios)

Hacia la misma época aparece en el Reino del Norte un documento paralelo, el Elohista (E) (fuerte influjo profético, mayor exigencia ética y madurez teológica: recurre a mediaciones en la relación Dios-hombre e introduce la idea de la revelación divina a través de sueños)

Tras la caída de Samaria (722 a C), que supone el fin del Reino del Norte, un redactor habría unificado los dos documentos, aunque , manteniendo el Yahvista como base. Nace así la redacción Yehovista (JE)

Bajo el Reinado de Josías es encontrado en el año 622 a C. , con ocasión de unas obras de reparación en el Templo, el libro del Deuteronomio (D). Se origina una reforma religiosa (2 Re 22-23)

Documento Yehovista (JE)

Pocos años después (hacia el 550 a C.) un nuevo redactor habría fusionado el nuevo documento: con la obra Yehovista, introduciendo algunos reajuste redaccionales: Deuteronomista (JED)

Después del Exilio aparece el escrito Sacerdotal (P) concebido como una compilación de documentos iniciada por círculos sacerdotales exílicos, vinculados a Ezequiel y su obra. Su redacción estaría ultimada en tiempos de la misión y reforma de Esdras (hacia el 450 a C.)

Pocos años después un redactor sacerdotal habría realizado la fusión definitiva del escrito sacerdotal con los documentos anteriores (JEDP), dando así al Pentateuco su fisonomía definitiva

Permite comprender el Pentateuco como un ser vivo que nace, crece y se desarrolla, cambiando, enriqueciéndose y asumiendo

formas nuevas hasta su definitiva madurez.

Elohista

Yahvista

Yehovista

Deuteronomio

Deuteronomista

Sacerdotal

PENTATEUCO

Desde la época de Esdras, el Judaísmo atribuyó a Moisés el Pentateuco y lo canonizó, es decir, le dio el carácter

sagrado, convirtiéndola en “TORAH”, la LEY por excelencia y la carta

constitucional que plasma los principios fundamentales y fundacionales,

religiosos y civiles, por lo que Israel se constituye como un pueblo con

identidad propia y referido en exclusiva a Yahvé, su Dios.

Colocando la mayor parte de los cuerpos legales israelita en el

impresionante marco del Sinaí, el Pentateuco contempla toda la

legislación como don divino y expresión privilegiada de la Voluntad de Dios y, al mismo tiempo, traza los perfiles básicos de la identidad de la Comunidad judía

postexílica.

El Pentateuco sitúa en el tiempo primordial de los orígenes del pueblo toda una serie de acontecimientos (elección, promesa, salida

de Egipto, alianza, etc.) y de personajes emblemáticos (Patriarcas, Moisés, etc.) en

donde se entronca históricamente la identidad, la vocación y el destino del Pueblo

de Dios.

Cada generación releía e interpretaba sus tradiciones antiguas a la luz de la situación

presente; pero, a su vez, cada nueva situación presente era iluminada por la luz

de esas antiguas tradiciones, ahora reactualizadas y asumidas como propia.

Cada generación pudo sentirse creada “al principio” , “elegida” en Abraham, “liberada”

en el éxodo, “interpelada por Dios” en el Sinaí , “agraciada” por el don de la tierra

El Pentateuco canónico: Historia y Ley

Desde el N.T. (nueva alianza) se contempla el

A.T. (y más concretamente la antigua

alianza contenida en el Pentateuco) a la vez como

origen y condición de la nueva y como realidad

provisional y caduca que será superada y cumplida por la nueva y definitiva

alianza

Tanto el Pentateuco , como el resto del A.T., recibieron

reconocimiento y aprecio muy especiales por parte de

Jesús y de las primeras Comunidades, hasta llegar a

convertirse en uno de los pilares básicos en que éstas

se sustentaron. Al mismo tiempo el Pentateuco aporta

todo un conjunto de elementos (personajes,

acontecimientos, símbolos, etc.) que contribuirán

decisivamente a iluminar el misterio de Cristo

Jesucristo aparece como: nuevo Adán, que inaugura la nueva creación, llevando a feliz término el proyecto divino truncado en la primera. el Mediador por excelencia , la revelación definitiva de Dios y por eso superior a Moisés. Su muerte y resurrección es la nueva Pascua y la definitiva alianza, sellada con su Sangre

GÉNESIS

Origen del mundo y del pueblo de Israel

El génesis tiene como función enmarcar y preparar el acontecimiento fundamental del Pentateuco: la salida de Egipto Se dividió en dos partes:1. Ciclo de los Orígenes, cuyo protagonista es Dios y la humanidad. Explica cómo el pecado frustró los

proyectos divinos, personificados en Adán y Noé.2. Ciclo de los Patriarcas, que conserva los recuerdos de aquel árbol familiar que le otorga al pueblo una

identidad: hijos de Israel. Muestra la eficacia de la bendición divina y la rehabilitación de sus designios primeros en Abraham y su descendencia.

TEOLOGÍA

El objetivo inmediato era responder a la angustia desesperada del destierro, sin embargo el mensaje de este libro supera las contingencias del momento: enseña que Dios tiene un proyecto de mundo y de hombre y que son dos fuerzas las que mueven la historia: el amor de un Dios tan cercano como un padre y la libertad del hombre que, pudiendo hacer de la existencia un acontecimiento feliz, lo convierte en un agonía

Este análisis mira al presente y al futuro avisando que, si la humanidad no aprende de la nefasta experiencia que originó las desgracias, difícilmente podrá alcanzar esa meta de felicidad que añora

DIOSo Su poder es enorme: nada se le resiste a nivel cósmico, en el acontecer diario frustra los planes de reyes o de hermanos envidiosos.o Es un Dios cercano y familiar: hizo al hombre con sus manos y le demuestra su amistad. Transmigra con las familias y se le encuentra los mismo en una cárcel que en el santuario.o Es y permanece siempre libre: esa familiaridad no comporta manipulación, ordena y hay que obedecer, elige y se debe aceptar su decisión incomprensible.o Es el Dios fiel que cumple siempre su Palabra, expresada generalmente en forma de promesa. A veces parece que Dios se ausenta y este libro enseña que no se deben forzar los momentos de Dios, sino respetarlo y aguantar ese horrible silencio, porque acaba cumpliendo su palabra.o Es defensor de los desvalidos: este Dios tiene un punto débil: se deja vencer por la oración o intercesión de un amigo. Conoce la debilidad del ser humano, perdona una y otra vez, su corazón es de padre. Génesis, al revelar la fidelidad divina por un lado y las promesas por otro, proporciona al creyente un arma más para forzar al Dios libre y cumplidor, apelar a su lealtad. Y, cuando todo esto falla, enseña a buscar amparo y refugio en su misericordia.o Es un Dios que acepta la colaboración humana.o Su acción salvadora se abre en dos planos: creando y bendiciendo, es decir, dando el ser y haciendo feliz.

BENDICIÓN Es un acto creador, que tiene fuerza desde el momento que se pronuncia y da sus frutos porque está animada por la fuerza divina. Es irreversible.Es el origen, la suma y el resultado final de las promesas. Los objetos de estas son variados: descendencia, tierra bienestar, etc. Hay preocupación por mostrar su cumplimiento

Bendición y promesas demuestran el amor, el poder y la fidelidad de Dios, por eso se van realizando a pesar de las infidelidades de los padres, hasta culminar asentados en Egipto, respetados y gozando de independencia y bienestar. Cuando Dios promete en el Génesis alcanza profundidad mesiánica y escatológica

EL HOMBREEl hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, formado de barro y aliento divino, feliz en su trabajo y en armonía consigo mismo y con cuanto le rodea. Pero el Dios libre hizo a su creatura dotada de libertad: quiso tener a su lado a un amigo y verlo feliz, libre como Él. Y, como respecta la regla de juego, acepta que la creatura se subleve y reaccione de forma egoísta. Cuando esto sucede las desgracias arrasan la creación y parece que todo termina.

LA FE BÍBLICA

Al Dios fiel el hombre debe responder con fidelidad. Dudar de Su lealtad es la tentación radical. La fe es un encuentro personal en el que el Señor toma la iniciativa, encuentro decisivo en la vida del creyente en el que se mezcla la confianza, el vacío de si mismo y la obediencia, ej. Abraham. la fe conduce a la conversión y por ella al hombre nuevo, ej. Jacob la fe exige empobrecimiento y riesgo: aceptar la dependencia de Dios. Ej. José: modelo del creyente acepta en silencio su condición, aguanta y sufre la ausencia de Dios, su confianza no queda defraudada.

La confianza en Dios debe llenar el vacío que conlleva la fe. La

fortaleza del creyente esta en el Señor, se fía de Él a pesar de las dificultades y absurdos que la

vida lleva aparejados

Esta es la vocación del individuo y de la

comunidad creyente: buscar a Dios en el

desasimiento, con riesgo y confianza.

Se escribió en el s. VI a C durante el destierro. El pueblo estaba sin nada, había perdido todo y se sentían abandonados de Dios (Is. 40-45). Tenían el peligro de diluirse como pueblo en una gran confusión, fueron presa fácil de las creencias proselitista de los otros pueblos. El peligro de la apostasía se multiplicaba Nacen las sinagogas para reunirse y poder escuchar a los profetas. Los sacerdotes contaban las maravillas que Dios había obrado en el pasado. Juntos celebraban la fe. Aquí nace este himno litúrgico.

Profesión de fe: 1º art.: ”En el principio creó Dios el cielo y la

tierra…” 2º art. : “Y vio Dios que era bueno…”

ÉXODO

Tiene como eje y centro una “salida” modelo, la que lleva de la esclavitud a la libertad, de la oscuridad a la luz, de ser menos que nada a convertirse en hijos

de Dios. De ahí que los acontecimientos del éxodo: la

salida de Egipto, la revelación del Nombre de Yahvé=el Señor y la alianza del Sinaí, se convierten

en el eje de la ideología religiosa israelita.

El éxodo es el evangelio que proclama la buena nueva de que Dios ha salvado a Israel.

El éxodo es el recuerdo vivo y vivificador, un sacramento que se celebra la noche de pascua: Israel resucita cada año cuando de la hondura de su memoria

colectiva, hace presente la fuerza del Dios de la libertad, el

recuerdo y la celebración de aquella salida adquieren un tono triunfal y ejemplar para

siempre.

El éxodo como acontecimiento es el centro del Pentateuco

El eje de la enseñanza de este libro los constituye el don de la elección, compromiso mutuo

entre Dios y su pueblo.

Se estructura en tres momentos…

1- Egipto: la liberación 2- Desierto: asistencia divina

3- Sinaí: compromiso mutuo

TEOLOGÍA

El tema básico de Éxodo es el significado teológico del Nombre del Señor, es decir, el significado de YAHVÉ. A la pregunta ¿quién es Yahvé= el Señor?, este libro

responde, dramatizando su enseñanza: “Yahvé= el Señor es el Dios que salva, que asiste, que compromete y se compromete y que está presente en la historia del

pueblo.

EL ACONTECIMIENTO

El relato cuenta la manera en que Dios libró a los suyos por medio de Moisés. “Una salida” que culmina en “un encuentro”, polos que configuran la fe nacional y revelan que Israel es el pueblo salvado y elegido para ser testigos del Señor.

El éxodo es el acontecimiento fundamental, origen de la nación. Es el dogma básico de su fe, el punto de referencia de las creencias, instituciones y ritos, y fundamento de las esperanzas nacionales.

La comunidad explotada y desvalida, así como el individuo que sufre una desgracia, se identifican con los de Egipto y se sienten respaldados por el Nombre de Dios que los ha escogido, en su impotencia y pequeñez, como vehículos de su designio.

Para Israel la historia tiene un sentido y su Dios, el Señor, le reserva el papel de ser sus testigos. Esta conciencia ha sido el revulsivo que nunca los dejó caer en la desesperación.

DIOS

Dios revela su Nombre propio: “Yahvé= el Señor. Al revelar este nombre demuestra que está dispuesto a acudir en defensa de quienes lo invoquen.

Nadie lo puede ver, su presencia se desvela y oculta en el fuego, en la nube, la tienda del encuentro, etc.. De ahí su absoluta libertad: manipularlo es imposible.

Sin embargo, no está lejos: conmueve el corazón de las parteras y se deja conmover por la oración de Moisés. No se cansa de perdonar: en todo ello se revela su libertad.

Ha demostrado ser el Señor del cosmos con los doce signos. Su providencia en el camino confirma su señorío. Es también el Señor de la historia, fiel a su proyecto, responde al grito de quienes considera su pueblo, aquellos a quienes nadie quiere

¿Cuál es su proyecto?: la formación de una comunidad de hijos suyos y hermanos entre sí, que sean testigos ante el mundo de todo lo que ha hecho y de cuanto alberga su corazón de Padre

EL ANTIDIOS

Figura necesaria para que resplandezca el contenido del Nombre del Señor. Lo representan:

El Faraón: cruel, sanguinario hasta el genocidio, explotador de los marginados, materialista, se mueve por los intereses de la producción subordinando el derecho de la gente. No reconoce ni obedece al Señor; falaz y embustero, pretende engañar al mismo Dios .Movido por el odio sumado al interés comienza una persecución que acabará con una tragedia. Es el prototipo de aquel que rechaza a Dios sistemáticamente.El endurecimiento del corazón atribuido a Dios se explica porque la Palabra de Dios es eficaz incluso en quien la rechaza. La Palabra divina no limita la libertad del faraón, pero sí lo obliga a responder sí o no. Cada vez que dice no a Dios lo hace más conscientemente, se endurece más.

Egipto: representa la tentación constante de dar la vuelta, de refugiarse y acogerse a la seguridad que proporciona la esclavitud, renunciando a la aventura del encuentro con Dios en la libertad

El becerro de oro: se alza finalmente como el símbolo culmen del anti-dios. El pueblo que se siente solo y abandonado, siente el horror infinito del silencio de Dios y estimula al sacerdote para que le fabrique un dios que le acompañe en su vida, en su historia

MOISÉS O EL MEDIADOR

Si se suprime a Moisés, no tiene explicación ni la existencia ni la religión de Israel. Hasta nosotros ha llegado como héroe de una epopeya sacra, pero el Moisés que sobrevive a los textos es el Moisés de la fe

Su vida prefigura su tarea: salvado de las aguas y huido, Dios se le hace encontradizo en el monte divino y le invita a llevar hasta allí a los esclavos.

Su tarea está marcada por la paradoja: cuando es considerado como un criminal y un traidor es precisamente cuando debe librar a los oprimidos y no antes, cuando tenía poder como perteneciente a la familia del faraón.

En su vida se realiza en forma perfecta la imagen ideal del escogido: tomado de entre el pueblo y dotado por el Señor para salvar al mismo pueblo del que ha sido salvado

En Moisés culmina el modelo del MEDIADOR: Dios cuenta con él y a él se dirige aunque el objetivo final sea la comunidad, el grupo o la humanidad. Siempre se sentirá solidario con estos pobres a los que no abandona ni se desentiende de ellos. En su audacia de intercesor, llega a exigir al Altísimo que se convierta del mal pensamiento de castigar a los pecadores, y lo consigue. Por haberse solidarizado tan radicalmente con la generación pecadora, no entrará en la tierra prometida, pero su nombre es inmortal, porque es el elegido que asume y realiza plenamente su tarea.

Es embajador del Señor ante el faraón y hacedor de prodigios, profeta para el pueblo. Dios bajó a encontrarse con él y él sube para entrar en la nube. Tiene acceso libre al Señor en la tienda del encuentro. Po esta intimidad en su cara se reflejará la gloria del Señor

EL PUEBLO

El objetivo final de éxodo es la constitución de la comunidad de los salvados. Este pueblo se mueve entre la fe y la desconfianza: cree y alaba a su Dios Salvador, acepta sus mandamientos, pero duda y protesta cuando se presenta la prueba (el hambre, al sed, la ausencia de Moisés, etc.)La reacción del pueblo es la murmuración, la rebelión y sobre todo la tentación de mirar atrás y renunciar a la tierra, algo que equivale a renunciar a los planes de Dios, rechazarlo o pretender manipularlo (becerro de oro).El peor de los pecados consistirá en la horrible blasfemia de interpretar al revés los planes divinos, acusando al Señor de asesino. Dios se ve en la obligación de seguir dando pruebas de su asistencia.

El encuentro con Dios en el Sinaí es dramático: mientras que arriba en la montaña se está sellando el pacto y Dios los está reconociendo como hijos, abajo ellos mismos están rompiendo esas relaciones de amor y elección.

Por eso es un pueblo en perpetua condena de muerte por infiel y sólo lo salva la fuerza intercesora de Moisés. El pueblo es la antítesis de Moisés: el elegido que no ha sabido o no ha querido asumir su tarea

LA ALIANZA

La liberación no termina en la libertad, sino que mira al Pacto-Alianza

Al creyente se le presenta una lucha que tiene como objetivo aceptar libremente al Señor, darle culto y cumplir sus preceptos, que son las normas imprescindible para vivir como seres libres y no recaer en la esclavitud.

La Alianza es relación con Dios: el Señor reconoce en Israel un tú capaz de diálogo y lo convierte en su pueblo al aceptarlo como con-compromisario y hace al individuo un ser capaz de plena realización, abierto a su Salvador y a los hombres.

El pacto incluye reconocer al prójimo como hermano con quien ha de comprometerse de una forma solidaria. Estas relaciones se entrecruzan de tal forma que todas pasan por Dios: de ahí que cualquier falta será contra Dios y por tanto un pecado.

El individuo y la comunidad aceptan ser los testigos del Dios libertador y los continuadores de su obra redentora; por su parte Dios se compromete a convertir a Israel en comunidad sacerdotal y en nación santa si Israel confía y obedece. Este compromiso ha de manifestarse eternamente, en el rito con el que se ratifica el pacto. El culto es esencial a la alianza, pero sólo en cuanto manifestación de una disponibilidad permanente

En el Sinaí y por el pacto, Israel alcanza su plenitud

SIGNOS-SACRAMENTOS

Toda una constelación de signos hacen presente la acción divina a favor de sus elegidos.

Estos signos sirven para que cada generación actualice las gestas divinas, se vea comprometida y responda debidamente.

A muchos de estos signos les acompaña una catequesis que pretende desvelar la fuerza de la presencia del Señor que, como su nombre lo indica, siempre está donde lo necesitan

LOS ESCENARIOS

Egipto: es el reino de la opresión donde los hombres están sometidos a un poder deificado que los subyuga hasta anularlos en aras de un interés materialista, reino de la desconfianza, de la falta de solidaridad, del individualismo.

Desierto: un mundo abierto y libre, donde no hay caminos y hay que hacerlos a diario, donde el riesgo es permanente pero también la satisfacción de superar a cada momento una dificultad. Ha de contar con los demás, porque la solidaridad es imprescindible, porque todos son necesarios y quien se aísla corre el peligro de perderse y perecer. Ha de contar sobre todo con Dios que les guía y les asiste.

El desierto es el mejor ambiente para la fe, donde el empobrecimiento, el riesgo y el silencio

propician el encuentro con Dios.

Ex. 24,4-8“Nuestra consagración es un pacto de mutuo amor y fidelidad, de comunión y misión…”

“Yo….libre y conscientemente hago voto de castidad,

pobreza y obediencia según las Constituciones de la

Congregación de Hermanas Obreras

Catequistas de Jesús Sacramentado…”

LEVÍTICO

Se llama de esta manera porque buena parte del libro trata del culto, que era incumbencia de los sacerdotes, y de la santidad de ellos, que eran considerados descendientes de Leví.

Para el autor todas las leyes vigentes en Israel tenían su fundamento en la alianza del Sinaí. En el templo se transmitían y practicaban las leyes sobre el culto. Pero la alianza no podía limitarse a lo cultual. El autor agrega una ley que abarcaba todos los aspectos de la vida: “la ley de Santidad”, de la tradición sacerdotal procedente de Jerusalén

EL LEVÍTICO Y LAS INSTITUCIONES DE ISRAEL

La comunidad judía a la vuelta del destierro, se vio privada de una de las instituciones que habían vertebrado la existencia israelita: la monarquía, de la que se esperaba que asegurara la independencia nacional, la justicia y la prosperidad.Tampoco se podía poner grandes esperanzas en el profetismo, que tras una breve actividad en torno a la reconstrucción del templo (Ageo y Zacarías), se había esfumado casi por completo.Quedaba la ley, los escritos de los antiguos profetas y el culto, si Israel permanecía fiel a esas instituciones, podía conservar, con su fe en la elección y la alianza, su identidad única.Dos estamentos sociales eran los responsables de esa fidelidad:

1. Los doctores laicos, que en las nacientes sinagogas mantenían el espíritu de la gente con la liturgia de la palabra y de la alabanza.

2. Los sacerdotes que conservaban la ley y la interpretaban, y desarrollaban el culto sacrificial en el templo de Jerusalén. Allí tenían también lugar las grandes fiestas anuales, donde la gente congregada mantenía o recobraba la conciencia y el orgullo de formar parte del pueblo elegido.

El Libro del Levítico es obra de una clase sacerdotal consciente de su responsabilidadde salvar al pueblo de Israel del peligro de desvanecerse tras el exilio. Era preciso:

Salvar del olvido y de las posibles corruptelas las normas y prácticas cultuales antiguas, tras un lapso de 80 años sin templo y casi sin culto.

Acomodarlas a las características religiosas y socioeconómicas de la comunidad post-exílica, pobre, pero con una piedad mucho más personal e interior que antaño.

Integrar la piedad cultual en el contexto más amplio de una vida que, por la pureza, no sólo ritual, sino también ética, hiciera honor a la superioridad moral de Israel por encima de los demás pueblos, y lo capacitara para acercarse al culto del Dios enteramente Santo.

Anclar sólidamente todo el conjunto de normas y ritos en la alianza. Éstos es históricamente inconsistente, pero tiene un gran valor teológico: todas las leyes de Israel, que regulan las relaciones con Dios o con los hermanos, estaban exigidas por la alianza del Señor con su pueblo.

TEOLOGÍA

LOS SACRIFICIOS: todo sacrificio es “en honor del Señor”: es un reconocimiento de sus derechos. A Él pertenece ante todo la sangre de todo animal ya que la vida está en la sangre, y sólo Dios es el dueño de la vida.La comunidad post-exílica se sentía pecadora, por eso estimaba mucho los sacrificios, que eran considerados aromas que aplacan al Señor. Eran frecuentes los sacrificios expiatorios y de comunión.La aceptación por parte de Dios no dependía del precio de la víctima. Dios acepta por igual un par de tórtolas o un puñado de harina que ofrece el pobre, que un ganado mayor ofrecido por el rico.

EL SACERDOCIO: la pureza y la santidad de Dios exige que, cuánto más tiene el hombre que acercarse a Él, más especialmente esté consagrado y consiguientemente apartado de todo lo que sea profano o impuro.De ahí las especiales prescripciones de pureza y los exhaustivos sacrificios expiatorios que se prescriben para la ordenación sacerdotal y para el momento en que el sacerdote tiene que entrar en el lugar santísimo.No se hace mención a la santidad moral del sacerdote, pero en Israel se la supone: “Sólo el hombre de conducta intachable puede morar en la tienda del Señor

LA PUREZA: para los israelitas ser una persona impura significaba que no estaba en condiciones de participar en el culto. El Dios santo, puro, hermoso, fuente de salud y de vida, es intolerante con todo lo sucio, nocivo y muerte. El israelita que procuraba mantenerse puro daba testimonio de que su Dios era un Dios todo vida, santidad y hermosura.

LA SANTIDAD: El Señor, el Dios de Israel, es absolutamente santo, es decir perfecto. El Dios Santo santifica a Israel, lo ha apartado para que le pertenezca viviendo de acuerdo con la santidad de Dios por el cumplimiento de sus mandamientos.Los israelitas con sus pecados y los sacerdotes con sus faltas rituales profanan el santuario y las cosas santas, pero ante todo profanan el Santo Nombre de Dios, se profanan a si mismo y profanan la tierra santa.

Especial gravedad revisten los pecados contra el prójimo, sobre todo contra el más desamparado, el forastero y el siervo israelita, quien trata a estas personas injusta o despiadadamente deberá vérselas con Dios, defensor nato del débil. Todo buen israelita debe recordar que fue forastero y esclavo en Egipto y que el Señor lo liberó.

El Levítico concentra todos los deberes para con Dios así: “Seréis santos, porque Yo, el Señor, vuestro Dios, soy Santo” y para con el prójimo así: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

La ley abarcaba todos los aspectos de la vida

INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA DEL DESTIERRO: Levítico 26 cumple con la función importante de explicar desde la alianza la tragedia del exilio. No había sucedido por debilidad del Señor, sino como justo castigo por la reiterada desobediencia a los términos de la alianza.Con el destierro Israel acabará por aprender la lección del Señor, confesará sus infidelidades y la de sus padres, y Dios se acordará de la alianza que hizo con los patriarcas. El destierro no significa que el Señor haya aborrecido a su pueblo, ni que haya roto su alianza. El Dios de Israel volverá a realizar la hazaña del éxodo a los ojos de las naciones y se cubrirá otra vez de gloria

Lv. 11,45 “Sed, pues santos, porque Yo soy Santo”

Mt. 5,48

Lc. 6,36

NÚMEROS

Se debe a los muchos números, censos, listas y empadronamientos que se consignan en este libro

Número toma el hilo de la historia en el Sinaí y lo deja, al cabo de 40 años de peregrinación por el desierto, a las puertas de la tierra prometida

Se puede dividir en tres partes:1) Núm. 1,1-10,10: Israel se halla estacionado en el Sinaí, donde Moisés cumpliendo siempre

con las órdenes del Señor y ayudado por otros, se dedica a hacer censos de las tribus, ordenar el campamento, elaborar y promulgar leyes.

2) Núm. 10,11-21,35: el pueblo abandona el Sinaí y llega a Moab. Se explora la tierra de Canaán, intentos fallidos de ocuparla, quejas del pueblo ante las durezas y dificultades del desierto, Dios castiga las rebeldías, intercesión de Moisés, perdón por parte de Dios que provee a las necesidades (brota agua de la roca, codornices, etc)

3) Núm. 22-36: se desarrolla en los llanos de Moab. Profeta Balaán con sus oráculos de bendición sobre Israel. Designación de Josué como sucesor de Moisés, etc.

TEOLOGÍA

A- Teología del Pueblo de Dios

Israel es un Pueblo aparte: Balaán es el primero de sus oráculos dice: “Israel es un pueblo aparte y no se cuenta entre las naciones” (Núm. 23,9). El pueblo elegido hace la travesía del desierto aislado y solitario, sin mezclarse con las tribus o pueblos con los que se encuentra en el camino. El aislamiento ha de continuar cuando entren en la tierra prometida.

Es un templo viviente: “Tú Señor habitas en medio de este pueblo y te dejas ver cara a cara” (Núm. 14,14). Según Núm. 2 las tribus israelitas estaban ordenadas de tal manera que formaban un campamento cuadrangular perfecto, en medio del cual se hallaba situada la tienda del encuentro rodeada por los levitas. El autor quiere retrotraer hasta los días del desierto el dogma de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

Depositario de la bendición: el tema de la bendición es el eje central de los 4 poemas de Balaán. Los privilegios y bendiciones que proclama sobre Israel alcanza su expresión más plena en el cuarto oráculo, en el que bajo las imágenes de la “estrella” y el “cetro” se anuncia la elección de la dinastía davínica. (Núm. 24,17

Israel es una teocracia: el Israel salido de Egipto, con el arca y la tienda como centro de gravedad, es un templo viviente. Sus desplazamientos por el desierto presentan rasgos de procesión religiosa. En realidad el conductor de las tribus de Israel es Dios, que se hace presente en la nube en el día y en la columna de fuego por la noche (Núm. 9, 17-20). Dios halló a Israel en una tierra desierta, lo abrazó y cuidó de él (Dt. 32,9-11). Los dirigentes del pueblo son vicarios y representantes de Dios

Pueblo santo y pecador: Santo: en primer lugar porque Israel ha sido separado de los demás pueblos para ser

“consagrado” al Señor. Esta consagración de carácter social y espacial implica necesariamente la santidad moral. De ahí que los relatos de Números están entreverados de leyes y prescripciones que tienen como fin preservar y fomentar la pureza y santidad del pueblo. En segundo lugar este pueblo es santo porque el tres veces santo habita en medio de su pueblo.

Pecador: en el A.T. encontramos una doble versión de la travesía del desierto:• una visión optimista de algunos profetas y salmista que celebran los días del desierto

como los tiempos del noviazgo y los desposorios ideales entre Dios y su pueblo.• una visión pesimista que ponen más bien de relieve las infidelidades de Israel. En esta

visión encontramos a Números, que podría titularse “el libro de las quejas de Israel”

Según los supuestos teológicos del A.T. a las infidelidades y pecados del pueblo seguían automáticamente los castigos de Dios. En este caso los castigos alcanzan a toda la comunidad, pues excepto Caleb y Josué, todos morirán en el desierto sin entrar en la tierra prometida.Pero al pecado suele seguir el arrepentimiento y a este la gracia. El arrepentimiento se producía por la poderosa intercesión de Moisés ante Dios, la gracia se manifestaba a través de las intervenciones providenciales del Señor así como la promesa y el compromiso que los hijos de los salidos de Egipto entrarían en la tierra de promisión.

B- Teología del Desierto

Existe una tercera visión que presenta los 40 años del desierto como un tiempo de prueba (Dt. 8,1-6). Tres fueron las pruebas principales a las que fueron sometidas las tribus israelitas salidas de Egipto: la sed y el hambre, la confianza en el Señor y la adoración a un único Dios. La generación del desierto sucumbió a las tres.

Estas tres tentaciones o pruebas son las mismas a las que fue sometido Jesús,

quien no solamente no sucumbe sino que sale victorioso. Las tres respuestas con que

Jesús rechaza las provocaciones del tentador están tomadas de episodios pertenecientes a los días del desierto.

DEUTERONOMIO

Ocupa un lugar tan destacado en la historia religiosa del antigua Israel que algunos autores han querido ver en este libro “el centro del A.T.”

Es una “ley predicada”, una reflexión teológica profunda sobre el sentido y el valor de la ley. Una exhortación apremiante a observar la ley de Dios, a cumplir Su Voluntad.

El amor de Dios encarna el valor esencial, al que se han de conformar todas las otras leyes. Jesús va a respaldar esto diciendo: “Si me amáis obedeceréis mis mandamientos” (Jn. 14,15). Por eso San Jerónimo decía que el Deuteronomio es la “prefiguración del Evangelio”

Este libro se presenta como las palabras que Moisés dirigió al pueblo al otro lado del Jordán, en los umbrales de la tierra prometida (Dt. 1,1), por esto se le llama “el testamento espiritual de Moisés”

TEOLOGÍA

Un Dios: Yahvé es presentado como el Dios de Israel y este como el pueblo de Dios. Así reza la fórmula central de la alianza (Dt. 26,17ss). También Dios aparece como el libertador, guía y padre providente, jefe militar y fuego devorador, Dios de dioses y Señor de señores, grande, valiente y terrible, imparcial, justo y benévolo. Es un Dios santo cuyo obrar es perfecto. Con todo esto se define no sólo a Dios sino también su actuar en la historia. Un Pueblo: de entre todos los pueblos, el Señor eligió a Israel como pueblo de su propiedad (Dt. 7,6), tal elección creaba lazos especiales entre los dos. Israel tiene que amar al Señor, alabarlo y reconocerlo como a su Dios. Se exige de Israel un amor total y exclusivo. Los israelitas son hijos de Dios y hermanos entre sí.

Una Tierra: de Dios le viene a Israel los bienes que posee. La tierra figura como el más preciado. Tanto su conquista como la fuerza para trabajarla y adquirir sus riquezas proceden del Señor, no de Israel ni de los otros dioses. Por eso Israel no ha de vanagloriarse ni temer, sólo confiar en el Señor.

Una Ley: asentados en la tierra, el pueblo necesita una ley para vivir en sociedad. Ser fieles a la ley equivale a ser fieles al Señor. Del cumplimiento de las leyes depende la vida y la bendición del pueblo.

Un Santuario: se pide a Israel que destruya los lugares de culto cananeo y que adore al Señor en el lugar que Él eligiera. Allí llevará el israelita sus ofrendas, en él celebrará sus fiestas.

“Escucha Israel: el Señor, nuestro Dios, es solamente uno.

Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el

alma, con todas las fuerzas” (Dt. 6, 4-5)

“Que Dios te bendiga y te guarde;

ilumine su rostro sobre ti y te sea propicio,

que Dios te muestre su rostro y te conceda la

paz”