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HISTORIADE LA

compaa de jessEN LA

PROVINCIA DEL PARAGUAY(ARGENTINA, PARAGUAY,

URUGUAY,

PER, BOLIVIA Y BRASIL)

SEGN LOS DOCUMENTOS ORIGINALESDEL

ARCHIVO GENERAL DE INDIASEXTRACTADOS Y ANOTADOSPOK EL

R. P.

PABLO PASTELLS,

s.

i.

TOMO

I

MADRIDLIBRERA GENERAL DE VICTORIANO SUREZ48, Calle

de Preciados, 48

I912

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School

TheologyLibrary

V'

HISTORIA

COMPAA

DE JESS

EN LA PROVINCIA DEL PARAGUAY

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HISTORIADE LA

compaa de jessEN LA

PROVINCIA DEL PARAGUAY(ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY,

PER, BOUVIA Y BRASIL)

SEGN LOS DOCUMENTOS ORIGINALESDEL

Spca.\rL.

ARCHIVO GENERAL DE INDIASEXTRACTADOS Y ANOTADOSPOK EL

R. P.

PABLO PASTELLS,

s.

i.

TOMO

I

MADRIDLIBRERA GENERAL DE VICTORIANO SUREZ48, Calle

de Preciados, 48

I912

APROBACIONES

imprim potestJosEPHus M." Valera,s.j.

Praepositiis provinciae Toletanae.

NIHIL OBSTATP.

ViLLADA,

S.

J.

(Cens. eccles.)

IMPRIMATURJos Mara,Obispo de Madrid- A Ical.

Al Muy

R. P. Francisco Javier

Wernz, Prepsito ge-

neral DE LA Compaa de Jess.

Roma.

Muy Rvdo.P.

en Cristo Padre:

Cel

AproximndoseJess celebrarel

ao

19 14, en que

la

Compaa de

primer Centenario de su restablecimiento,

ruego V. P. que, con motivo de tan fausto suceso, se sirvaaceptar del menor de sus hijosel

humilde obsequio de esta

obra^ en la cual, por vez primerase publican losvincia del

y por

va

de informacin,

documentos

relativos nuestra antigua proel

Paraguay existentes enSevilla,

Archivo general de

Indias

de

anotados y adicionados con otros comple-

mentarios de varios Archivos.

La obra

se

empez por orden

del

P. Luis Martn, deescriba en 19

buena memoria, quien, desde Roma,

me

deel

Septiembre de 1905: He determinado y convenido conProvincial de

Aragn que V. R. quede por ahora

libre

de

toda otra ocupacin y pase Sevilla, para buscar y recoger

en aquel Archivo

los

documentos pertenecientes

la

Historia

de

la asistencia

de Espaa en Amrica.la

Y

V. P.

me

alent

proseguirla desde su elevacin

dignidad generalicia.

Dems

entre los documentos ya descubiertos y catalogados selos

escogen

de

la

provincia del Paraguay por haber sido

la

gloriosa

y perseguida. Mucho mejor fuera publicarlos

n-

tegros;

mas no siendo

posible, slo salen luz sus extractos,los historiadoresla

los cuales

no dudo servirn de gua al

para

encaminar sus estudios

esclarecimiento de

verdad, pri-

mer

objeto de todo historiador.

Con

este fin se dan, pues, al pblico estos extractos.el

Haga

Seor que

vista

de

las gloriosas

hazaas de tan-

tos varones ilustres se encienda

comoel

aqu se nos ofrecern cada pasocelo

ms y ms

ya fervoroso de

los

misioneros

de

la

moderna Compaa y aventajen

los antiguos

en sus

heroicas empresas y sacrificios.

De

V. R. affmo. hijo en Cristo.

Pablo Pastells, S. /.

Sevilla, 15

de Mayo de

191

2.

PRLOGO

Las Misiones del Paraguay, fundadas principios delglo

si-

XVII por

la

Compaa de Jess y sostenidas costa de

heroicos trabajos durante siglo y medio; as

como han meredejui-

cido los

ms cumplidos

elogios

de todos

los escritores

cio imparciaT, as

han experimentadoy

fuertes

contradicciones

depo.

los crticos racionalistas

anticlericalesla historia

de nuestro tiemlos jesutas,

La pgina mslos principales(i),

bella

de

de

y uno

de

pretextos para su supresin, escribe Csar

Cant

fueron precisamente las misiones del Paraguay.

En

este sentir

abundan muchos

catlicos, quienes,

considerando

los esfuerzostir

sobrehumanos que fueron menester para conver-

y

civilizar las tribus salvajes,

no acaban de admirar aque-

llos

misioneros que se presentan los ojos del observadorinsuperable de celo apostlico, de sagacidad

como ejemploprctica,

de paciencia invencible y de abnegacin absoluta.Decima Edizione Torinese, tomo

(i)

Storia Universah di Cesare Cantil.lib.

se-

ttimo,

XIV,

cap. XI, pg. 198.

Ver

indios, antes salvajes

y algunos de

ellos

antropfagos,

que se renen mansamente en torno del misionero, escuchandciles las enseanzas

de

la fe,

aprenden devotos cantos

sa-

grados, se ejercitan en las faenas de la agricultura, se adiestran poco poco en las artes industrias de Europa, cons-

truyen cmodas habitaciones

iglesias suntuosas,

celebran

esplndidas festividades, en las cuales alternan lo solemne y

acordado del canto con

lo alegre

y regocijado de

las

danzas

alegricas; se reparten fraternalmente los cargostituidos

y

oficios ins-

en servicio del pueblo y viven ensin ruido

la

ms profunda pazdela

y tranquilidad,polica, sin

de tribunales,

sin la vigilancia

aparato ninguno de fuerza pblica; todo esto apa-

rece nuestros ojos

como unen

ideal inverosmil,el

como un

sue-

o platnico,rodea.

irrealizable

mundo

miserable que nos

Otros observadores,diferente manera. ros alejaban

sin

embargo, venel

las

cosas de

muy

Reparando en

tesn con que los misione-

de

las

reducciones todos los europeos, princi-

palmente

los soldados;

notando

el

aislamiento en que

man-

tenan los nefitos, y

el

poder, paternal cuanto se quiera,ellos ejercan los

pero ilimitado, que entrefe,

predicadores de

la

han credo vislumbrar detrs de aquellas hermosas apanegocio mercantil, y aun poltico. Aquellos

riencias algn

indios convertidos, ^obedecan al

Rey y

sus Ministros los

misioneros? ^Trabajaban en servicio del pueblo para enri-

quecer

los jesutas?

Estos dos juicios tan encontrados acsrca delto, estos

mismo

obje-

dos modos tan diversos de apreciar una misma obra,las

son efecto natural de

dos corrientes bibliogrficas que se

han extendido porParaguay.

el

orbe

literario

acerca de los jesutas del

Vamos

dar una idea sucinta nuestros lectoresel siglo

deen

losel

dos gneros de libros que hasta

XIX

corrieron

mundo

sobre las Misiones jesuticas de aquellas remotas

regiones.

Al

principio,

las

nicas noticias esparcidas por Europa

acerca de aquellas nuevas cristiandades eran las que escribanlos

mismos misioneros. Las

cartas

y relaciones de estos varo-

nes apostlicos eran ledas con avidez por sus hermanos dereligin, multiplicadaslosel

en numerosas copias, comunicadas la

amigos y bienhechores de

Compaa y difundidas entrelas

pueblo catlico, que bendeca Dios por

nuevas adquiel

sicionesincultas.siglo

que

la Iglesia

haca entre las gentes

ms brbaras

Recurdese

el

entusiasmo con que eran ledas en

XVI

las cartas del

Apstol de

las Indias,

San Francisco

Javier; las

numerosas vocaciones

religiosas

que despertaron y

las vocaciones de bidias^

como entonces

se deca, esto es, los

deseos de predicar

el

Evangelio

los gentiles,

que con

las pa-

labras del clebre misionero brotaron entre los jesutaslos religiosos

y entre

de otras Ordenes sagradas.

Lo quelas del

sucedi en las Misiones del Oriente se repiti enlos

Paraguay. El P. Manuel de Ortega, uno deel Brasil

prime-

ros apstoles, enviado desde

durante muchos aos en

las

en 1587, y que trabaj regiones del Plata; el P. Jos deel

Catald'no, fundador en 16 10 de las Misiones del Guaira;P. Ruiz de Montoya,

que dos aos despus fu compartirel

sus trabajos apostlicos;

P.

Roque Gonzlez, protomrtir

del Paraguay, y otros ilustres operarios de aquellas regiones,

hasta entonces desconocidas, redactaron con una otra oca-

sin algunas cartas,noticias

que difundieron por Europa

las

primeras

de

lo

que

el

Seor obraba por sus manos en medio

de

las tribus salvajes.

A estas

cartas particulares se juntaron lases, las

que pudiramos

llamgr pblicas, esto

anuas de

la

Compaa, que se im-

priman habitualmente en Roma. Sabido es que para consolacin y aliento de todos los hijos detro P.la Religin,

dispuso nues-

San Ignacio que cada cuatro meses redactase cada casalo

colegio una relacin de

que obraban sus individuos en

beneficio de los prjimos para

mayor

gloria

de Dios. Comuni-

cada esta relacin

las otras

provincias y domicilios de lael

Compaa, deba

servir

de estmulo para impulsar

celo

apostlico de todos los jesutas.neral extendi

La segunda Congregacindelos cuatro

ge-

un ao

este plazo

meses, y

comocil la

multiplicados los domicilios de la Crden, fuese

ms

dif-

comunicacin y lectura de tantas cartas, adoptse

el ar-

bitrio

de compendiarlas imprimirlas.General, reuna todasregiones dellas

Un

hombre, escogido

por

el P.

cartas anuas venidas dela posible fide-

todas

las

mundo,

las

resuma con

lidad en

buen

latn

y formaba un tomito de unas

trescientas

pginas, que, reproducido por la imprenta, se

comunicaba

todos los domicilios de

la

Compaa.las cartas

Y

no se imprimieron solamente

anuas de toda

la

Orden; algunas veces obtuvieron este honorParaguay. As, por ejemplo,escritas porlas

las particulares del

anuas de

los

aos 1626 y 27,

orden del P. Nicols Duran y firmadas en Crdoel

ba

del

Tucumn

12 de

Noviembre de 1628, fueron tradu-

cidas al latn por el P. Rangonnier, belga, con algunas ligeras

modificaciones, y se dieron la estampa en

Amberes

el

ao

PROLOGO

1636 en un tomito elegante de 168 pginasdistincin se concedi el

(i).

La misma

ao 1642 otras anuas del Para-

guay, escritas por orden del P. Provincial Diego de Boroa, y

mandadas

al

P. Generallas

Mucio

Vitelleschi (2).

Tambin fueronel

anuas del Paraguayel

que public en Munichel ttulo

ao 1649

P. Schirmbeck^

con

de Messis paraquariensis,

Pero ya supondrsutas

el

lector

que no se contentaron

los je-

con imprimir cartas y relaciones aisladas y que no tardaron en redactar libros ms menos extensos para difundirporel

mundoen

la

noticia

de

lo

que Dios obraba en aquellas

Misiones. El primer libro en que se describen las empresas delos jesutasel

Paraguay se debi uno dela

los operarios

ms

insignes

que

Compaa ha tenido en

el

Nuevo Mundo.

El P. Diego de Torres Bollo, enviado Europa

como Procu-

rador de

la

provincia del Per principios del siglo XVII, dela le

seando satisfacer gos de Europa que

curiosidad de nuestros religiosos y ami-

pedan noticias sobre

las

remotas Misiola

nes de Amrica, escribi un libro breve, que dio

estampase recoge

en 1603, con este

ttulo:

Breve relacin del fruto que

de los indios del Per (3).parte, las Misioneslas tierras del

En

esta relacin entraban,

como unaen

dadas hasta entonces por

los jesutas

Paraguay y del Tucumn. Poco se haba hecho*

Paraquarim S. J. ad Adm. R. P. Authin Vifelleschuin ejusdem Soc. Prccp. Generalem niissa. a R. P. Nicolao Duran^ Paraquarice Pmp. Provhiciali. Ejis nomine ac jussu scriptiZ a P. Jacobo Ra7ifo/i7iier,(i)

Litterce annna Provincict

belga,(2)

ejusdem Soc. Antuerpice, 136.Litterceaiuitce.

ad Adm. R. P. Mutium

VitellescJiuiii

a P. Jacobo de Boroa

ex hispano

latinice

reddita a P. Francisco de Hamel, belga. Insulis, 142.

Sin duda por la circunstancia de hallarse el autor en Roma se public (3) primero la traduccin italiana. Vase Sommervogel. Bibliotheque de la Compagnie de Jess, t. VIII, col. 132.

todava en aquellos pases; an no se haba constituidovincia del Paraguay,

la

pro-

y mucho menos existan

las clebres reel

ducciones de indios. Los pocos jesutas que predicaban

Evangelio en

las llanuras del

Paran dependan dede espaoles,

la

provin-

cia del Per, residan en las ciudades

santifica-

ban principalmente stos con su predicacin, y se extendandespus algunas leguas en contorno, procurando convertirindios lafe^

los

y comunicarles en

lo posible

los beneficios

de

la civilizacin.

Aunque

se haba adelantado

poco hasta entonces por halas

llarse los jesutas

an en

la

poca de

experiencias y tan-

teos,

con todo,

la

relacin de aquellas correras apostlicas

por pases apenas conocidos en Europa, despert viva curiosidad,

y

el libro

del P. Torres, traducido

muy

pronto

al

ita-

lianOj al francs, al

alemn y hasta

al

polaco,

fu ledo con

inters

en todas partes y despert entrela

los religiosos el

deseo

de consagrar

vida las Misiones del Paraguay.interesante que este libro erael.

Mucho msc en Madridel

que se publiespi-

ao 1639, con esta portada: Conquista

ritual hecha por os religiosos de la

Compaa de

Jesils en las

provincias del

Paraguay Para7i^ Uruguay y Tape. Recomen,

daba esta obra, ante todo,

la

persona de su

ilustre autor.

El P. Antonio Ruiz de Montoya, era sin duda uno de los misioneros

ms

insignes qfe ha tenido lapatria, la provincia del

Compaa. Trasladado

de Lima, su

Paraguay, poco despus2,

que staba

se fund,la

y aplicado

las

Misiones desde 161

ha-

sembrado

semilla evanglica en aquellos

campos

incul-

tos con las penalidades

que

l

mismo

indica ingenuamente al

principio de su libro, por estas palabras:

He

vivido todo

el

.

PROLOGO

XVla

tiempo dicho (cerca de treinta aos) enraguay, y

provincia del Pafieras,

como en

el

desierto,

en busca de

de indios

brbaros

,

atravesando campos y trasegando montes en buscaal

suya, para agregarloscio

aprisco de la Iglesia santa ymis.

al servi-

de S. M.; de que con

compaeros hice trece reduc-

ciones poblaciones, con

el afn,

frecuente de la vida que la

hambre, desnudez y peligro imaginacin no alcanza >provincia jesutica del Paraguay

Enviado Espaa porpara pedir auxiliolo,

la

al

Rey

contra los portugueses de San Pau-

que invadan

las

reducciones de los nefitos y los reducan

dursima esclavitud; presentse Montoya en Madrid, ceido, es verdad, con la gloria de insigne apstol, pero atravesa-

do

el

corazn por

las horribles

calamidades que haba visto

padecer sus indios en aquellas invasiones despiadadas. Deseaba informaral

Rey y

sus Ministros acerca de tan horren-

dos desmanes, y negociar principalmente que se concediese los

pobres indios

el

uso de

las

armas de fuego para

resistir

sus invasores.

Con

el fin, sin

duda, de acreditar su negociael es-

cin y de ilustrar

la

opinin pblica de Europa sobre

tado de aquellas remotas Misiones, imprimi Montoya estelibrote.

de 200 pginas, en cuarto, que llam, no impropiamen-

Conquista espiritual.

El

nombre mismo

indica lo

que

es la obra:

una breve

re-

lacin de las poblaciones, ,

como entonces

se deca, reduc-

ciones de indios convertidos desde que

empezaron fundarseautor en 1638.

en

1

6 10 hasta

la

hora en que escribesin

el

En

la

primera mitad, que es

duda

la

ms

interesante, habla, so-

bre todo, de las reducciones de Loreto y San Ignacio, y refiere las propias

aventuras en aquellas expediciones apostli-

cas que

l

emprendi para atraer nuevas gentes

al

conoci-

miento de Dios y para formar nuevos pueblos de nefitos.

Complcese

el

autor en recordar los ejemplos de celo y abnel

gacin apostlica querosel

admir en algunos de sus compae-

de

fatigas,

como

el

P.

Roque Gonzlez,

el

P. Cataldino

y

P. Masseta, y recuerda con acentos de agudsimo dolor los

estragos horrorosos que en aquellas florecientes cristiandades

causaron

las irrupciones

de

los portugueses.

En

la

segundalas otras

mitad del

libro extiende

Montoya su consideracin la

reducciones del Paraguay. Tiene hoy^ dice,

provincia del

Paraguay 25 poblaciones de indios su cargo.cin va enumerndolas todasel

Y continuafundacin de

misionero, apuntando brevela

mente algunos episodios circunstancias decada una.

Nomenos

brilla esta

obra por

el

buen orden y mtodo. Muchoprimores deestilo

se

deben buscar en

ella

y ejecucin.que,

El autor no tiene dificultad en confesar

al principio

como

ha vivido tantos aos entre

salvajes,

forzosamente ha debido

contraer algo de su tosca rusticidad. Escribiendo deria, sin libros

memo-

y documentos que guiaran su pluma^ fu lanzan-

do

al

papel los episodios y aventuras de su vida apostlica,

sin ordenarlos

metdicamente y

sin indicar siquiera la crono-

loga

de muchos sucesos. Esto engendra alguna oscuridad en

el lector,

que no acierta fcilmente concordar entre

s

tan-

tos hechos aislados. Sin embargo, el acento de sencilla con-

viccin con que

el

autor se expresa, ylo

el inters

que siempre

da sus relatos quien cuentacierto atractivoartsticas

que

vio,

infunde esta obra

que en vano se buscara en relaciones ms

y ordenadas.

No sabemos cundoel

brot en

los jesutas del

Paraguay

la

idea de escribir una historia completa de su provincia.P.

Comola

Aquaviva en sus ltimos aos haba encargado en gene-

ral

redactar las historias de las provincias y colegios decierto

Compaa, y aun haba trazadoas,

programa, digmoslo

de

los

puntos que se deban explicar en esas obras, pareel Paragua}'-,

ce natural que en

como en

todas partes, se des-

pertase algn deseo de escribir

la historia

domstica para sa-

tisfacer las indicaciones del P. General.

No

sabemos,

sin

embargo, que entonces pusiesen manos

la

obra, hasta que el

mediados del

siglo

XVII

la

acometi resueltamentefeliz

arago-

ns P. Juan Pastor. Bien poda llevarla haba vivido largos aos enel

trmino, pues

Paraguay, haba sido misionerocargos dela

de

infieles

y ocupadoel

los principales

provincia,

entre ellos

de Provincial, que desempe en

el trienio

de

1651 1654.toriael

A

su muerte, acaecida en 1658, dej una hisfolio,

de dos tomos, en

que ignorola

los motivos,

dice

P. Lozano, por quella,

no se dieron

prensa. Valise

mu-

cho de

en

la

mayor

parte, para la

suya latina

el

Padre

Techo, y no se trat ms de imprimir

la del

P. Juan Pastor.y,

Mientras se reunan los materiales de esta obra,parece, mientras era Provincialel

segn

mismo

P. Juan Pastor,el

em-

pez escribir su historia latina del Paraguaydel Techo. As lo inferimos deoriginal del P.

P. Nicols

una carta que conservamos,al

General Goswino Nickelle

P. Pastor.

Con

fe-

cha 30 de Enero de 1654dido queel

dice estas palabras:

He

enten-

P. Nicols

Techo haba comenzado componerle

en

latn la historia

de esa provincia. V. R.salir

ordene que

la

prosiga,

porque aunque haya de

en lengua vulgar, ser

XVIIl

bien que se publique y estampe ense consuelen

la latina,

para que todos

y animen con

los

ejemplos y virtudes de los

Nuestros que ah han trabajado tan gloriosamente.El P. Nicols du Toict, nacido en Lila por los aos de1

61

1

,

haba pasado en

1

640

al

Paraguay, donde, traducien-

do

al

espaol su nombre francs, empez llamarse del Te-

cho. Resuelto perpetuar los gloriosos hechos de sus

Hermaunahis-

nos de religin en aquellas regiones, redact entoriattulo:

latn

que vio

la

luz pblica

en Lieja

el

ao 1673, con esteAuctore

Historia ProvincicgTeclio^

Paragitar ics

Societatis Jesu.

P. Nicolao delInsulensi.

ejusde?n Societatis sacerdote, gallobelga,

La obraenfolio

est dividida en catorce libros,

y forma un tomo

de cerca de 4oo pginas. Empezando, como era cosanalistas en el siglo

tumbre de nuestros

XVII por

la

descripal

cin geogrfica de las regiones del Plata, entra en materiafin del libro

primero refiriendo

la

misin de los primeros jesu-

tas

desde

el

Per y desde

el Brasil la

en 1586. Sigue luegoel

la

exposicin de los sucesos de

provincia hastael

ao 1645,

segncin,

el

orden cronolgico, y aqu cierra

autor su narra-

aunque de

ciertas palabras suyas pudiera inferirse

que

tena intencin de escribir otro tomo;el

porque mencionando en

ltimo prrafo del libro

XIV

varios Padres, muertos poco

antes, dice:erit

A quorum

laudibus quamvis defuncti sint mihialteri volu-

abstinendum, ne antevertam tmpora, resque

mini destinatas maligne defloiem. Pudiera ser quiz que enestas palabras se refiriera el autor al libro

de algn Hermano

suyo decribi

religin,

las

Decades viroruvi

illustriuui^

que

l es-

y no

lleg dar la estampa.

Es de advertir que, como entoncesformaban parte dela

los jesutasel

de Chile

provincia del Paraguay,la

P.

TechoChile,

in-

cluye en su historia los sucesos deas

Compaa enel

y

vemos asomar enyalas

ella,

cuando

lo

pidela

orden cronolgilos

co,

Misiones del P. Valdivia, ya

guerra con

arau-

canos, ya otros acontecimientos importantes que absorbieronla

actividad de los jesutas en Chile.

Ofrece

la

obra, en general, ese carcter anecdtico tan

frecuente en las historias de entonces.

En

vez de abarcar dereferir,

una miradade

el

conjunto, aplicase

el

autor

uno en pos

otro, los sucesos particulares,

y como stos son tan pare-

cidos y se repiten en cada misionero y veces en cada ao,fatgase el lector, confundido

con

la

multitud de singularidael

des quedel

tal

vez no se distinguen sino por

nombre propio

que

las

hace y porla

el

tiempo y lugar en que se ejecutan.la

Echase de menos

parte jurdica,

que hoy se da y con

razn, tanta importancia.reales en

No vemos

casi

nunca

las

cdulas

cuya virtud se ejecutaban muchas acciones, no apalitigios

recen aquellos

tan escabrosos que tenan

tal

vez loslas

misioneros con los Gobernadores, con los Capitanes, coniglesias catedrales

y con otras personas. Alguna rara vez

se

citan cartas

de nuestros Padres generales, pero slo

es para

tributar algn elogio insigne este al otro misionero.

A

la

muerte de cada operario se entreteje sulos actos insignesel

elogio,

enumerando

de virtud y

las gracias

extraordinarias que

difunto haba recibido del cielo.el

En

estas,

como en

otras

particularidades, muestra

P.

Techo algn exceso de piadocuando nose conce-

sa credulidad, tan propia del siglo XVII, ba

una

historia

de Orden

religiosa sin algn

acompaamien-

considerarse

como un

captulo de la historia de la

Compaa

de Jess^ que se vio envuelta en aquel torbellino y hubo depadecer ms que nadie en aquellas luchassin duda, es esterito alciviles.

Estimable,

monumento

literario,

pero no iguala su mestilo,

de

la

obra anterior. El tono vehemente del

muy

explicable en

un contemporneo de tanla

fuertes refriegas, in-

funde alguna sospecha sobresin tener,

imparcialidad del autor, quienP. Lozano,

como nunca tuvoel

el

mala intencin,

pudo engaarse ensuyo,

calor de la lucha

y exagerar favor

como sucede en

todas

las

polmicas, algunas circuns-

tancias de los hechos.

Lala

difusin del estilo,el

mayor todava que en

otras obras

de Lozano, y

recargo de pro'ijas moralidades hacen pesadael

lectura de este libro,

cual,

con todo, no podr dejar de

las

manos quienla

estudie los hechos de lasiglo

Amrica meridional

en

primera mitad delel

XVIII.

Mientras

P.

Lozano contribua tan poderosamente enlos

Amrica esclarecer

acontecimientos del Paraguay, un

hermano suyo de

religin trazaba

en Francia

la historia

ms

completa que hasta ahora poseemos de aquella clebre provincia. El P.

Pedro Francisco Charlevoix (1682-176 1) no poque logra-

da alcanzar en Pars aquel dominio de la materia

ba

el

P. Lozano, y

que de ley ordinaria slo se consigueel

viviendo largo tiempo en

pas cuyos hechos y cualidades selas anti-

desea conocer. Esto, no obstante, leyendo con amor

guas cartas y relaciones de nuestros misioneros, aplicndoseal

estudio de libros espaoles y, porla

fin,

consultando con

alel

gunos Padres deescritor

provincia del Paraguay,

pudo acopiar

francs los materiales

necesarios para desempear

bastante bien su cometido.

Con un

pian metdico y bien orel

denado, con undescribiendoel

estilo

ms conciso que

del P. Lozano, va

P. Charlevoix las hazaas de nuestros misioel

neros desde que entraron en

Paraguay

fines del siglo

XVI

hasta mediados del siglo XVil.

Algoel

superficial

podr parecer hoy esta obra. Se ve quelas

autor no descubri todas

races

y causas

ocultas detri-

ciertos hechos.

Aunque

describi con vivos colores varias

bulaciones de los misioneros,

como

las

que padecieron enel

las

irrupciones de los paulistas y los conflictos con

Obispo

Crdenas, sin embargo, no aparecen bastante explicadas otraspenalidades y cruces cotidianas que deban sobrellevar aquellos

hroes del celo apostlico.

En cambio

dej escapar de

vez en cuando algunas exageraciones piadosas que, andandoel

tiempo, dieron pie idealismos inverosmiles y ciertas des-

cripciones demasiado poticas de las Misiones del Paraguay.

Los

indios

de Charlevoix son demasiadola

bellos,

y leyendo

esta

Historia no se entiende bastante

heroica paciencia que ne-

cesitaban poseer los misioneros para educar unos hombresdciles

y

sencillos,

ciertamente, pero tambin rudos en susfaltos

costumbres, cortsimos de talento,

de toda

iniciativa,

haraganes y rutinarios hasta un extremo inconcebible. Sin

embargo, con sus defectos y todo,voix esciertola

la

Historia del P. Charlela

ms completa

,

por mejor decir,la

nica que en

modo puede

llamarse completa de

provincia del Pa-

raguay; pues abraza todos los hechos desde que se fund hasta

unos veinte aos antes de

la

expulsin de Carlos

III.

Y

al

hablar de Charlevoix no dejaremos de mencionarel

la

traduccin latina de su Historia^ hecha por

P.

Domingo

Muriel y publicada en Venecia en 1779. Concluida

la

prime-

ra edicin de la Historia en 1757, habala enviado el P. Char-

levoix los jesutas del Paraguay, para que stos le indicasenlos

yerros en que hubiese incurrido y

le

apuntasen

las

mejoraslleg

que se pudieran introducir en

las futuras ediciones.

No

realizarse esta correccin en vida del autor, que expir

en 1761J como cuatro aos despus de terminadaedicin.

la

primeraItalia

PeroIII,

los

Padres del Paraguay, desterrados all

por Carlos

cumplieron

los

deseos del difunto Charletres ventajas al origi-

voix. Esta edicin latina

de 1779 hace

nal francs: primera, lleva notas sobrias

y brevsimas, peroorigi-

muynal;

oportunas para rectificar algunas inexactitudes delsegunda, tiene aadidala la historia

de

los ltimos

dieciochoel

aos de

provincia del Paraguay, que no

pudo ver

autor,

tercera, muestra, al fin, por va

de apndice, varios documenen aqulpas.

tos preciosos

que

ilustran nuestra historia

Adems denerales,

estos historiadores,

que pudiramos llamar ge-

no

faltaron otros

que

ilustrasen

ms menos algunas

partes de nuestra antigua historia en aquellas regiones.biograas

En

lasel

de algunos mrtires y misioneros que escribila

Dr. Francisco Jarque; enquitos,

Relacin historial de los Indios Chi-

que se public en 1726 nombre del P. Juan Patricio(i);

Fernndez

en El Paraguay

Catlico, del P. Jos

Snchez

Labrador; en

la

Historia de Abiponibus, debida al jesuta ho-

(i) Se puso este nombre la relacin, porque el P. Fernndez, misionero }' despus visitador de aquellas misiones, suministr casi todos los datos, pero la obra, en la forma que tiene, fu escrita en italiano por el P. Domingo Vandiera, y traducida al espaol por el P. Lozano. Vase Uriarte, Catlogo razonado de obras annimas y pseudnimas de autores de la Compaa de Jess, tomo III p-

gina 427.

PROI.OGO

XXV

lands P. Martn Dobrizhofer, y en otras obras particulares que

no es necesario especificar,

hallar el curioso lector datos impor-

tantsimos sobre varios personajes, curiosidades sobre la geografa

y costumbres,

los

idiomas y

las

cualidades de los indios,las

completar, en

fin^ el

conocimiento de

acciones de los an-

tiguos jesutas, pero puede asegurarse que las lneas generales

de nuestra

historia

permanecen

las

mismas que fueron

traza-

das por Techo, Lozano y Charlevoix.Mientras estos dos ltimos autores redactaban honrada-

mentella

la

verdadera historia de

la

Compaa de Jess en aque-

clebre provincia, fragubase en otras regiones una histo-

ria del

Paraguay bien diferente deel siglo

la

que

ellos

conceban.

Du-

rante todo

XVI nunca haban

faltado calumniadoreslitigios

los jesutas del Paraguay. Los frecuentes y graves

enlas

que se vieron envueltos,

casi

siempre contra su voluntad;

contradicciones unas veces inocentes y otras culpables, de

quienes se empeaban en contradecir sus intentos, produjeron,

como

se deja entender, murmuraciones, exageraciones,al

censuras injustas, que se desahogaron en cartasmoriales los Consejos, relaciones falsas y otros

Rey, me-

muchos do-

cumentos que ejercitaronles

la

paciencia de nuestros provincia-

y procuradores. Pero en todo ese tiempo no hallamos que

se vituperase el sistema

mismo delas

las misiones.

Todos reco-

nocan de buen grado que

reducciones del Paraguay eranlas fal-

obra de suyo santa y apostlica, y slo se quejaban detas particulares

de

las

contradiciones que hallaban susel

intentos en los misioneros jesutas. Pero lleg

siglo XVIII,

y muy pronto naci una

historia falsa del Paraguay.di-

En

1

7

1

5

un presbtero francs compuso un memorial3

rigido al Rey, en el cual representaba nuestras misiones

como una pinge

posesin de

la

Compaa de

Jess,

que

sa-

caba centenares de miles de escudos de aquellas regiones desconocidas. El libelo fu presentado, segn dicen, Felipe V,

pero stesabal

lo

desde diciendo que en

las

cosas del Paraguay

qu atenerse. Los Consejeros de S. M. tampoco

acogieron aquel escrito quetro

muy

pronto cay en olvido den-

de Espaa. Pero

si

aqu lo despreciaron, en cambio los he-

rejes del

Norte creyeron haber descubierto en aquel escritosecreto. Publicado el libelo en Holanda, volvi

un importante

de nuevo ser introducido en Espaa unos quince aos despus, y entonces fu necesario tomar en serio su refutacin,

porque realmente apareca

all

los ojos del pblico un Paratierra

guay nuevo y hasta entonces desconocido, unamisin que

de pro-

manaba

leche y miel para los venturosos jesutas,

una riqueza oculta que otras manos podan y deban explotar.

El P. Gaspar Rodero y algunos otros de

la

Compaa

re-

futaron enrgicamente este libelo, pero dentro de Espaa ha

ban venido para entonces apoyarlo otros documentospeligrosos.

ms

En 1726 Bartolom de

Aldunate, nombrado Go-

bernador del Paraguay, que no lleg tomar posesin de suo-obierno,las

haba dado un informe vituperando

el

sistema de

reducciones, proponiendo que la cabeza de cada una se

pusiesen corregidores espaoles, indicando mudanzas sustanciales en todo el sistema

de gobierno que

all

se haba adoplas

tado.

Poco

prcticas

y aun bastante absurdas parecan

modificaciones propuestas por Aldunate; pero en medio de

aquel plan descabellado distingese

la

idea de presentar las

reducciones del Paraguay, no slosino tambin

como una pingede

finca,

como un dominio

poltico

los jesutas. Recibi-

do en Madrid

este informe, pidironse

ms

noticias sobre el

asunto Martn de Bara, Gobernador interino del Paraguay,

que por circunstancias que

sera largo

de explicar continu

en su interinidad cinco aos, desde 1725 hasta 1730. Esperaron algunos ver enel

informe de Bara algn remedio

las

ideas descabelladas de Aldunate; pero el remedio fu peor

que

la

enfermedad.redact Bara un informe

En 1730so querienciael

mucho ms

pernicio-

de Aldunate, y donde, con forma suave y con apalos

de serenidad, se daba entender, en resumen, que

verdaderos soberanos y seores del Paraguay erantas.

los jesu-

Larga y severa refutacin de estas ideasla

escribi el

Padre

Jaime Aguilar, Procurador de

provincia del Paraguay; pero

con todas sus refutaciones, con todos sus memoriales y contodos sus esfuerzos no lograronlos jesutas extinguir la idea los

de que nuestros misioneros eran en todo y por todo

amos

y seores de

los

pobres indios.el

Lleg en 1750

tratado llamado de los lmites; determi-

nse que siete reducciones de nuestros indios mudasen de domicilio

y pasasen

vivir

en

los terrenos

que Portugal cedi los

Espaa. Esta traslacin fu dolorossima

pobres indiosla tierra

que conservaban siempre un afecto entraable de habantraslacin,

don-

vivido.

Cost

lo

que no

es decible persuadirles estasin llegar

y

al fin

no pudo ejecutarse por completoel

un terrible rompimiento, en

cual las tropas espaolas

portuguesas hubieron de pelear,

como en guerra

formal,

y con

aquellos pobres nefitos. Para entonces ya era primer Minis-

tro

y puede decirse amo y seor de Portugal el clebre Sebastin Jos de Carvallo, Marqus de Pombal. Este hombre enemigo ms encarnizado queJess, crey llegado eltal

funesto, el

vez ha tenido laoprimirlades-

Compaa de

momento de

con una calumnia atroz y preparar de este modo

la total

truccin de los jesutas. Por medio de escritores asalariados ysin conciencia

que

l

largamente pagaba, difundi por

el

mun-

do

la

idea de que nuestros misioneros haban formado

un im-

perio independiente de

Espaa y Portugal,la

all

en

las regio-

nes mediterrneas de

Amrica meridional. Prescindiendoen 1757la

de otros muchos

escritos calumniosos, sali

1590.

Saqense

50.

1590-1

la

74 4 IIfalta

Carta del Gobernador del Tucumrt, D. Juan Ramrez de Velasco,

d

S. M.^

en que se queja del Obispo y de

de sacerdotes enella,

esta tierra;

que

si

no fuera por dos padres teatinos que hay en

no

se hubieran bautizado la cuarta parte de los indios, que despus que

entr en su gobernacin, han venido en conocimiento de

la

Santala

Madre

Iglesia.

Aade, va dando orden como vayan otros dos para

ciudad, de Crdoba;

y que en

.Santiago del Estero les dej sealado lu-

gar para hacer casa; y que aquella ciudad de su voluntad les da cada

vecino un indio para su servicio; que con stos

la

harn en breve

tiempo, y ellos acudirn

la

conversin de ms de 40.000 almas que

hay en aquelde 1590.

distrito,

etc.

Santiago

de Tucumn,

l de Enero

Original. con el capitn Term.: Hay un sello. Al dorso: Vista y recibida en 27 de Saqense los puntos. Rubricado.2fs.

Efiip.:

que

la

gouierna lleua.

Noviembre de 1590

aos.

51.

1590

228la

74

4 M.

Carta del Licenciado Cepeda, Presidente deDice enlla

Plata, S.

el

nim. 4,

que en cumplimiento desi

lo

que se mand aquequeel

Audiencia sobre que informase

sera bien

Virrey

slo, use

del Patronazgo, lo ha hecho.;

y

es

de parecer que no conviene; y qu^

2

56la

PRIMER PERODO, 1568-1607

ctedra de la lengua de los indios, por dejacin que hicieron de ella

los religiosos

de

la

Compaa de

Jess, la dio lasera

Audiencia Franciscottulo

de Menda, clrigo presbtero, quiendicha ctedra

oportuno darle

de

la

y

del beneficio curado de la Parroquia de San Lzaro

de aquella ciudad.dicha ctedra

Y

en

el

nm.

5

aade, por qu causa se dot

la

y cmo

podra situarse.

Ciudad denmero

la

Plata, ltimo

de

Febrero de ISQO.Original.

6

fs.

E?np.:

En

el pliego

Term.: justamente desea.

En pa-

pel aparte, estn los decretos siguientes: Alla

cuatro, traygase esta cdu-

y un captulo de carta para

Don

Francisco de T. de los aos de 77 78 sobreesto se a pedido parecer a esa audiencia

este artculo (Rubricado.)

que sobre

Y se aguardan otras relaciones y visto se proveer lo que convenga y en el ynterin se guarde lo que ltimamente esta provedo de que cada presidente presente (Rubricado.) traygase lo que sobre esto hay.ra la carta de la audiencia

No

se a recibido hasta ago-

que dize

lo

dems

se trae.

52.

159072Caria del Visitador del Potos

74_4_28yPresidente de la Plata, Licenciado

Cepeda, D. Garca

Hurtado de Mendoza, Virrey del Per.hizo juntar al Corregidor, justiciala

Dice

queto

al llegar Potos,

y regimiencelebraba2 de Julio

y los magnates de

Repblica, y

les dio

entender lo queella

vena; que su posada es lasus reuniones

Compaa de Jess, y ensuvisita.

para los efectos de

Potos,

de 1590.2fs.

Copia.

Emp.: En

el

Chasqui

Term.: dones del cielo.

53.

1590 10

74

4

II

Carta de D. Juan Ramrez de Velasco, S. M., dndole cuenta delo

sucedido con el Obispo Fr. Francisco de

Vitoria luego que lleg dele

Potos.

Deal

la

excomunin que

le

puso porque

pidi la licencia

que tena deprovisorsario

S.

M. para

irse

Espaa; y comoPereira,

lo absolvi

y dej por

de

la

portugus, D. Alvaro y por administrador y comiCruzada Fr. Francisco Vzquez; y los nombramientosel

que hizo de Prebendados. Pide sea relevadofalta

Obispo. Se duele de

la

a de Jess;

de sacerdotes, y que est aguardando dos padres de la Compaque le escribe el Provincial los enva fundar casa en

>

OCTUBRE 1590

57

aquella

provincia

(l),

etc.

Santiago

del

Estero,

2

de Octubre

de 1590.4s.

Original. EfiJ).: Respondido tengo

Term.: por otros seis aos.

54.

15901015

74_4_i7(2).

Carta de D. Lorenzo Surez de Figueroa, d S. M.^ dndole cuenta de

haber fundado la ciudad de San Lorenzo de la Frontera

De su

el P. Juan de Atienza, y los dos padres, eran Juan Fonte, ngulo en el cargo de Superior, y Pedro de Aasco. Para el sustento de San Lorenzo el Real de la Frontera (escribe S. M. el (2) Presidente de la Plata, Cepeda), que es en las provincias de Santa Cruz de la Sierra, la cual ciudad, instancia ma, pobl el Gobernador de ellas, D. Lorenzo Surez de Figueroa, de que S. M. tiene noticia De esta poblacin se ha seguido haber poblado otra ciudad llamada Santiago del Puerto, en un sitio sano y de buen temple y tierras pobladas de indios, aptas para toda labranza y buen paraje para entrar en las provincias de Mojos y Timbes; y en mitad de la distancia que hay de esta ciudad de San Lorenzo el Real la de Santa Cruz, por nuevo camino que para ello se ha abierto ms breve y de mejores aguas y pastos que lo era el viejo, que casi de todo esto careca: tuvo D. Lorenzo Surez de Figueroa muchas causas y buenos motivos para fundar esta ciudad La Plata, 12 de Marzo de 1593. A. de L, 74-4-2. El Licenciado Cepeda, hablando con S. M. en carta fechada en la Plata, 13 de Enero de 1588, dice que la primera conquista que en su tiempo se hizo en el Nuevo Reino de Toledo, de la Real Audiencia de la Plata, fu en la cordillera de los Chiriguanos, sitio tan escabroso inexpugnable y nacin tan belicosa, que ni los Ingas, con su poder, ni los Virreyes que han gobernado, la han podido domar ni hacer en ella el castigo que se ha hecho en sus das y en el poco tiempo que el Gobierno de este Reino estuvo cargo de esta Real Audiencia. Que de sus buenos efectos tiene S. M. entera y verdadera relacin, tanto del mismo Licenciado como de D. Lorenzo Surez de Figueroa, Gobernador de Santa Cruz de la Sierra y Capitn General en esta guerra, que se ha hecho, sin costa de un solo peso de la Real Hacienda, y tan sin pesadumbre de las provincias, que hasta el da de hoy no ha habido queja ni querella de nadie, que todos han ayudado para ella y servido S. M. con tanta suavidad y contento; que lo menos que han hecho ha sido dar lo necesario de mantenimientos, caballos, armas y municiones, y servido voluntariamente en la guerra, sin ms inters que slo el nombre de servir S. M., como al Virrey ha constado y es pblico; que en las fronteras cercanas esos crueles enemigos, ha poblado San Juan de Rodas en los Valles de Tomina y Sopachuy, San Juan de la Frontera en los valles de Parpaya, y al Villar en el valle y ro de San Marcos; que primero estuvo poblado en el ro de los Sauces, que por ser sitio enfermo y muy peligroso de socorrer y proveer de lo necesario, por estar cerca de los Chiriguanos y lejos de espaoles, con ro intermedio que vadear, se reform y puso en el puesto que est del Villar; en el cual y en los dems nuevos pueblos, son impedimento y atajo las entradas que (i)

El Provincial, fual P.

que deba relevar

2

58

PRIMER PERODO, 1568-1607

importancia y exenciones concedidas para que se digne confirmarlas,

San Lorenzo deOriginal.

ia

Frontera,

1

5

de Octubre de

1

590.

2

fs.

Emp.: Aunque por otras

Tenn.: ola doy a

V Mag.d

Hay un

sello

de gobierno.

55.

1590

\2

^16 los

74Charcas, S.la

4 las ra-

Carta del Licenciado Presidente detra la conveniencia

M.

Demuespor

de

utilizar

los

padres de

Compaa de Jess(l),

para

la

administracin espiritual del pueblo de Chucuito

estos caribes chiriguanosir

de ordinario hacan en

estas provincias, sin poderles

la mano: robando, abrasando y despoblando y volvindose sus ladroneras de la cordillera cargados de prisioneros para comerlos, sin que nadie fuese po-

deroso paia atajar y evitar estos males, hasta que con poblar estas fuerzas se ha remediado mucha parte del dao que reciban indios y espaoles La ciudad de Santa Cruz de la Sierra, aade, dista de la Plata 140 leguas, y entre aquel Gobierno y esta provincia de los Charcas est la Cordillera de los Chiriguanos, sin que en todo el camino haya otro pueblo ni venta que la de Mizque, que dista de esta ciudad 22 leguas y es tan dificultoso entrar Santa Cruz y salir de all para ac, que si no es con copia de gente con todo gnero de armas ofensivas y defensivas, no se puede hacer, y aun hacindolo de esta manera han sucedido desgracias de que resultan dos daos evidentes: el uno que los enemigos, cuando los nuestros van vienen, hacen suertes en los espaoles de no poco momento y no pocas veces; el otro, que respecto de ser aquella tierra tan dificultosa en el paso y todos los que la poblaron gente inquieta, y los mestizos que hay, muchos, soberbios, libres y desalmados, tienen atrevimiento de andar, como anduvieron en tiempo de D. Francisco de Toledo, fuera de la obediencia de V. M.; lo cual han querido intentar algunos este ao pasado por haberles faltado su Gobernador D. Lorenzo Surez de Figueroa, que, por mandato del Virrey, haba salido verse con su Teniente y Visitador Juan Ortiz de Zarate, para dar medio y orden en la conquista de la cordillera; por ser D. Lorenzo Surez de Figueroa persona la ms apta que hay en el Per y cual se requiere en aquella conquista para rendir gente tan belicosa, astuta y soberbia, as por ser prctico en semejante guerra que hizo en 1583 y 1584, que gobern esta Audiencia con tanta ventaja nuestra y dao de los enemigos, que en los dos aos siguientes de 85 y 86, no alz la nacin Chiriguana cabeza ni se atrevi repetir sus robos, incendios, muertes, daos que aos atrs hacan en los vasallos de S. M.; como asimismo les contiene Santa Cruz por estar cerca de ella sus vecinos y haberla corrido y quemado sus pueblos en dicha guerra, en compaa de su Gobernador D. Lorenzo Surez de Figueroa. A. de I., 74-4-1. (i) 'Proviftcia de Chucuito. Confina por el E. con la gran laguna y con algo de la provincia de Omasuyos; por el N. con la de Paucarcolla Puno; por el SE. con la de Pacages, y por el SO. y O. con la cordillera de la costa que mira

Moquehna. Tiene N.-S. 25 leguas de largo y 36 de ancho. Estaba esta provincia

DICIEMBRE 1590

59

zones que alega; nombrando por Gobernador D. Lorenzo Surez deFigueroa, exgobernador de Santa Cruz dela

vSierra.

En

los

Reyes,

16 de Diciembre de I590-

muy

poblada

al

tiempo delas

la

conquista; y as se consider, desde el principio, porel

opulenta. Tuvieron sus Gobernadorestana general

mando

poltico,

de

provincias inmediatas, inclusas algunas de

Vicepatronato y Capila costa. Su tem-

fro; pero saludable, particularmente en los meses de lluvias. Diciembre, Enero, Febrero y Marzo. Las cosechas son generalmente de papas dulces y amargas, de que se hace chuo, quinua, caahua y alguna cebada para pastos. En algunas quebradas abrigadas se cultivan legumbres y aun flores, y algunos rboles frutales. Hay abundancia de ganados, vacas, ovejas y cerdos; tambin de llamas, carneros de la tierra, con que trafican los naturales en

peramento es

lugar de jumentos, cargando cada uno de cuatro cinco arrobas. Hllanse tam-

bin allpacas, huanacos, vicuas, venados, cuyes y vizcachas, que se parecen y saben liebre; palomas, perdices, muchos patos y algunos avestruces. De las lanas de aquellos animales fabrican las indias varios tejidos para vestuarios ygalas, en que emplean varios tintes. De la lana de las allpacas hacen sobrecamas, mantas y alfombras de varios dibujos y labores. Corresponde la jurisdiccin de esta provincia el antiguo y poderoso mineral de plata, de San Antonio de Esquiladle^ situado casi al O. de la ciudad de Chucuito, en la fra y doblada cordillera que recorre desde los lmites de la provincia de Paucarcolla hasta la de Pacages. Este mineral dio inmensas riquezas, y an pudiera dar muchas, si hubiera gente y nimos para empearse en sus labores. Se tiene por cierto que, de sola la gente de aquel mineral, tocaba de cuarta funeral cada ao, al Obispo 14.000 pesos. Fueron muy ricos sus mineros. Hubo uno que, queriendo retirarse lleno de caudal, arrend la incomparable mina nombrada la Fragua^ una de las 36 amojonadas de aquel paraje, en 1.040 pesos cada da. En estos tiempos an se saca de estas minas no poca plata, lavndose 10, 12 y 20 marcos por cajn; y si se desaguaran algunas de ellas dieran de 120 500 marcos. A ms de este minera) hay otros muchos que se trabajan y algunos de oro. Como tambin manantiales de aguas calientes y medicinales. Esta provincia est situada las orillas de la gran laguna de Titicaca, que tambin se llama de Chucuito. La dan algunos de largo 36 leguas desde la Villa de Puno hasta el Desaguadero, que realmente no son ms que 31. Pero debindose contar desde Arapa y Achaya^ pueblos de Azangaro, en donde tres ros grandes forman un lago de ocho nueve leguas, que se comunica por un estrecho (en el sitio de Ramis) con la gran laguna, dndole 20 leguas desde Arapa hasta Puno, en derechura; tiene dicha laguna 51 leguas de largo, NO.-SE. Por partes tiene (de ancho) 26 leguas, por otras menos; porque es de figura irregular. En sus riberas hay pueblos de seis provincias: Chucuito^ Pacages, Omasuyos, Paucarcolla, Lampa y Azangaro. Su fondo es bastante para cualquier gnero de embarcaciones, pues en muchas ensenadas, no muy lejos de la orilla, hay cuatro y seis brazas de fondo y adentro 40 y 50, sin habrsele observado bajos. Cranse cerca de sus orillas unos hierbazales que llaman Hachos, que entran comer las vacas y los cerdos; y tambin mucha totora enea, que en partes se elevan ms

5

6o4fs.

PRIMER PERODO, I568-1607

Original.E yo

Emp.: De

lo

que

sido

Term.: que le tengo.

Este

documento comprendeenel f. 3

otras tres cartas firmadas por dichoVista en 21

para probeher.

deseo. Al dorso: Rubricado.

Cepeda, y termina de hebrero de 1592, traygase

56.

1591 3los caciques

7442de la provincia de Ckucuito al Presidente

Memorial de

de la Audiencia de la Plata, tocante las cosas qne tienen que avisar y

piden remedio para que S. S. las provea.2so:fs.

Sinenel

fecha.

Emp.: Primeramente5

Term.: y en lo dems.

Original. Alla

dorfecha.

Recibida enla

de Margo de 1591.

-VistaS.

Consejo de

misma

Anejo

carta del Licenciado

Cepeda

M., de los Reyes, 16 de Diciem-

bre de 1590.

de vara y media. De esta totora hacen los indios sus balsas, no slo para pescar, sino para navegar de unas partes otras, y para pasar los ganados y frutos de sus cosechas de las muchas islas que tiene la laguna tierra, de las cuales algunas estn tan cercadas de totora tupida, que es menester la fuerza abrir paso para entrar en ellas. Tambin hay en esta laguna sus tormentas, y sus desgracias por los vientos fuertes y turbulentos que all corren. Sus aguas son gruesas, pero las beben los ganados, y aun los indios, y todos los 117 os. Esta es una casta de indios rsticos y pobres que vivan antiguamente en las islas con mucha miseria. A fuerza de exhortaciones y con bastante trabajo han salido tierra, y se acomodan vivir en unas tristes cuevas que cubren con esteras de totora, y se ocupan en la pesca. Cranse en esta laguna: vagres, omantos, suches, a7ichovetas y boguillas en abundancia. Estas ltimas son por lo comn de cerca de un palmo y tres pulgadas de grueso; se cogen en ella innumerables pjaros. La capital de esta provincia es la ciudad de Chucuito, en que reside el Gobernador, muy bien situada en 17.. Goza de la vista de la laguna y de muchas de sus islas; si no fuera tan fra no hubiera otra tan alegre y divertida en todo el Reino. Desaguan en dicha laguna varios ros; el mayor es el Hilabe. Cuenta la provincia 30.000 almas en 18 curatos: el de la Asuncin, Santo Domingo, San Antonio de Esquilache, San Pedro y San Juan, del pueblo de Acora; Santa Brbara y San Miguel, del pueblo de Hilabe; cuatro de July, que los obtenan los Jesutas en donde haba Colegio. Sus Iglesias son: San Pedro, Santa Cruz, la Asuncin y San Juan Bautista, con un anexo, que es el asiento de minas de Zaacata, y otras dos Capillas en dos salinas que abastecen los minerales de esta provincia; tres de Pomata, sus Iglesias son: Santiago, de hermosa arquitectura, San Miguel y San Martn; dos del pueblo de Yungu, sus Iglesias son: de la Asuncin y la Magdalena, y dos del pueblo de Zepita, cuyas Iglesias son San Sebastin y San Pedro. D. Cosme Bueno, Catedrtico de Prima de Matemticas de la Universidad de Lima, en su Descripcin de las Provincias pertenecientes al Obispado de la Paz. (Ao 1770, 4 lo que parece.)

MAYO 159257.

61

1591 3 IICompaa deJess,

74629la Plata.

Real cdula al Gobernador de las provincias del Rio de

Diego de Ziga, deesas provincias

la

ha hecho relacin que en

de casas de su orden, y que por esta causa muchos indios naturales dejan de ser doctrinados; manda, por lo tanto

hay

falta

S. M.,

que en dichos pueblos,

si

son de los encomendados su Real

Corona, se hagan

las casas costa

de su Real hacienda, ayudando

los

indios con su trabajo,

y

si

son de encomenderos, se hagan dichas ca-

sas Iglesias costas; parte

de su Real hacienda, y parte de

los

encoin-

menderos, ayudando tambin los indios con su trabajo; teniendotento que lascasas sean humildes y no haya en1

ellas superfluidad.

Madrid, II de Marzo deFs. 127 128.

59 1.

58.

1591 12 17

756/

Traslado de la Provisin Real, dada por la Audiencia de Chuqiiisaca para la ctedra de lengua la Compaa de Jess de dicha ciudad.

-La Plata,?.*=;>

17 de Diciembre de ISQIs.

Legalizado.Scriu.

6 DONPHELIPE Hay un signo y una rbrica.E/n/>.:

>

Terpi.:

Juan de Saldaa

59.

1592530

74325

Consulta del Consejo de Indias S. M.obispados de Tucumn, y Ro decin del que lo tena.Original.la

Propone personas para1

los

Plata que est vaco por

promo-

Madrid,(1).

30 de

Mayo de

592.

lugar Fr.

Por renunciacin de Fr. Hernando Trejo 2

Francisco Victoria, se presenta en primer

fs.

La Real cdula dirigida al Den y Cabildo de la Iglesia de Tucumn, (i) encargndoles den poder para que el electo Obispo de ella Fr. Hernando de Trejo, pueda tener el Gobierno de aquel Obispado, regirlo y administrarlo en el entretanto que se expedan las Bulas, es de fecha en Njera y 9 de Noviembre de 1592. Y las ejecutoriales de dicho Obispado para este Obispo, se despacharon en San Lorenzo, 10 de Agosto de 1594. A. de I., 122-3-5, 1^^- ^',

8

62

PRIMER PERODO, I568-1607

60.

15924

74

4

II

Carta de Juan Ramrez de Ve/asco, d S. M., dndole cuenta de haberpoblado la ciudad de Todoslos

Santos y la villa de la Nueva Madrid.

Deja enla

primera 30 hombres, y parte con otros 50 la conquista de tierra que, segn le han dicho, es rica en oro, plata y azogue; quela

hace ms de cinco aos acude trayendo millares de almasal

la

guerra sin quitarse

las espuelas,

conocimiento de Dios, sin gastar un peso

de

S.

M. Pide sacerdotes parala

hacen, son los delos2

Santos defs.

la

doctrinarlos, y que los que ms al caso Compaa de Jess y Seor San Francisco. Todos Nueva Rioja, 8 de Abril de 1592.Evip.: Scripto tengo

Original.

Tem.: Sant Fran'"otra.

Vista en vet.* de Septiembre de 1593.

Lo provedo en

Al dorso: Rubricado.7442

61.

1593-78S.

Carta del Licenciado Cepeda., Presidente de la Audioicia de la Plata,

M.

Anuncale

su determinacin de enviar dos padres dela

la

Compaa de Jess para procurarindios caribes Chiriguanaes,los

como

la

reduccin y conversin de los han procurado con fruto entre

Itatines (l),

fundando entre

ellos casa

de su

religin.

Entre otros

El Licenciado Cepeda, Presidente de la Audiencia de la Plata, escribe M. desde esta ciudad, con fecha 12 de Marzo de 1593, propsito de los chiriguanos de quienes principalmente se ocupaba para atraerlos al conocimiento de la Santa Fe y al Real servicio deS. M., y por este medio abrir un camino que le tenan cerrado. Por la bondad de Dios, dice, con sus principales caciques y capitanes me han enviado mensajeros pidiendo amistad y poder tratar en estas provincias, para el buen efecto de lo cual estoy determinado de enviar dos Religiosos de la Compaa de Jess negocio de tanta importancia, as por su cris(i)

S.

tiandad, limpieza de vida y buenas costumbres, como por la suavidad y discretos medios que en todas sus cosas tienen, y en especial en traer la razn y

conocimiento de Nuestra Santa Fe Catlica semejantes infieles y brbaros, como lo han mostrado y de presente muestran en el grande fruto que han hecho y van haciendo estos Catlicos y verdaderos Religiosos en los caribes indios, que estn por conquistar en las provincias de Tucumn, Ro de la Plata y Gobernacin de Santa Cruz de la Sierra, con quien ha mostrado Dios la fuerza grande de su Santa palabra, trayendo al conocimiento de su Santa Fe Catlica mucha parte de los Itatines, por la Doctrina y buen ejemplo de estos Religiosos de la Santa Compaa, que en aquellas provincias han entrado y en ellas funda-

do

casas.

A. de L,

74-4-2.

Abril 1594

63

asuntos, trata tambin de las doctrinas de los indioslos doctrineros,la Plata.

por

el

Cabildo sede vacante de

la

y presentacin de Iglesia Catedral de

Origina].tad.

12 Al dorso:

fs.

Einp.: El recelo

que tengo

>

TVrw.; Vuestra real Mages-

Vista en 8 de Julio de 1.595.

Hay un decreto.74_4_ii

62.

15931030Caete,

Real Cdula al Marqus dejuntar dlos provinciales

Virrey del Per

y

ordenndole

de las rdenes, para que provean la necesidad

en que se hallan de religiosos las provincias de Chile, Santa Cruz de laSierra,

y muy

en particular, de Tucumn, para que envenlas

la

cantidad

de religiosos que entendiere ser necesario en

dichas provincias y

dems partes dondequelos

se pidieron,

y que

esto se haga

en todo caso, aun-

Conventos queden con

muy

pocos religiosos, pues con los queallel

de Espaa van y de ordinario tomanbastantemente2fs.

hbito, se

puede

suplir

la falta.

San Lorenzo, 30 de Octubre de 1593.las provinzias

Copia.

Emp.: De

de Chile

Term.: Charidad xpiana.

63.

i594_i_3la

74_6__46

Carta de Fr. Hernando de Trejo d S. M. en su Real Consejo,recibo de

Acusa

Real Cdula fecha en Njera, 9 de Noviembre de 1592,

y refrendada de S. M., en que se anuncia su presentacin para la Catedral de Tucumn. Y aunque considera su insuficiencia, habindolo en,

comendado de verasque puede fundirvasos de oro yAutgrafa.

Dios, durante

muchos

das, se

conforma con supues sabe

Divina voluntad, y se ofrece servirle en tanlos'

alta dignidad;

vasos despreciadosfuertes.

y

frgiles,

y convertirlos en

muyf.

Lima,

3

de Enero de 1594.>

i

y

el

de cartula.

Emp.: Por vna cdula

Term.: y on-

64.

1594425los corsarios ingleses

;4_6 21que fueron porel estrecho

Carta del Gobernador de Buenos Aires, D. Hernando de Zarate, S.

M., sobre

de

Maga-

llanes al Per,costa,

y que para resistir otros que andaban por aquella construy un fuerte en esta ciudad para su defensa, para lo que

64

Primer perodo,

i

568- i 607

ayudaron mucho

los vecinos y gente que trajo de la Gobernacin del Tucumn; que ha recogido algunas piezas de Artillera de las que dejlle-

D. Alfonso de Sotomayor cuando pas Chile y de los navios que

garon este puerto de

la

costa del Brasil.

Habla del comercio enta-

blado entre portugueses y espaoles dellos

Tucumn y

Potos,

pagando

portugueses dobles derechos, y que stos no se han cobrado de los esclavos que del Brasil han venido, hasta recibir rdenes de S. M.

Buenos Aires, 25 de Abril de 1594'2fs.

Original.1594

Emp.: Por borden

Term.: rreal Hazienda.

65.

-615los Oficiales Reales^

74_4_2 3Juan de Rojas Aranda y Francisco de

Carta de

Rojas Dacua, de las provincias del Rio de la Plata^ al Rey Nuestro

Seor. Jaleen, que dedela

siete

aos esta parte, entraron algunos padresel

Compaa deha sido

Jess; despus, con

favor

y socorro que

los Ofi-

ciales

Reales del Per

les dieron, llegaron otros cuatro;

con que esta

tierra

muy ayudada yella,

regalada con

la

palabra de Dios, doctri-

na y enseanza de

frecuencia de los SacramentosS.

y ayuda de

losla

pobres naturales. Suplican

M. mande que

los

Superiores de

Compaa, continen enviando religiosos de

ella

estas partes, por-

que dan doctrinacin,2fs.

sin intereses

y con grande frutp y ejemplo. Asunla Plata,1

Cabeza de

las

provincias del Ro de:

5

de Junio de 1594-

Original.sello.

Emp.: La obligacin

Tenn.: lo que nos conuiene.

Hay un

66.

1595 3 18Cepeda.,el

7442Preside^ite de la Plata.,

Carta del LicenciadoContiene diez yriguanaes; enlael

S.

M.

ni

seis

puntos: en

primero y tercero, trata deel

los Chi-

quinto, de que los caciques no tengan

Gobierno

administracin de justicia de sus pueblos, sino que se provean en

forasteros;

en

el

sexto,

de

las tasas

yel

servicios personales de los indios;

en

el

noveno, de los diezmos; en

duodcimo, dela

la

disminucin dela Plata,

indios en la provincia

de Tucumn. En

ciudad de

18 de

Marzo de 1595.12fs.

Original.

Emp.: aunque

el

ao pasado de 93

Term,:

fiat fiat.>

JULIO 1596

65

67.

1596520os

;4_6_44Charcas, d S.

Carta del Obispo de

nas cosas qne ha advertido en suenlos

M, en que da cuenta de alguviaje y conviene remediar. Consistelas

muchos extranjeros que hay enfiar

Indias

Occidentales, de

quien no se puedegueses

en caso de enemigos; en particular, de portu-

y

otras

naciones y de innumerables negros y an de espa ellasin

oles que pasan

licencia;

foragidos, homicidas,

ladrones,

que huyen de sus acreedores y porseguridad. All se halla, aade, irregular;el

delito,

gente facinerosa y de poca

fraile apstata, el clrigo

suspenso

que stos son ms que

los

que traen

licencia de S. M.,flota.

por

culpa de los Maestres de los navios

y Generales de

ProponeS.

remedio

eficaz

para evitarlo en adelante. Pide finalmente que

M.

enve un Breve de su Santidad de su Nuncio, para que se recojan

algunos religiosos que andan sueltos, sin tener monasterios de su or-

den

ni

prelado,

y sean remitidos20 de Mayo de

1

Espaa sus Superiores y

casti-

gados.2fs.

Panam,

596.

Emp.: Vine con animo

Tcnn.: el cuidado

que debo.

68.

1596720gran necesidad de

y^^ linreligiosos que padeca

earla del Gobernador del Tucumdn, D. Pedro de Mercado de Pealosa{i), d S. M., advirtindole la

(i)

El ttulo de Gobernador del Tucumn, favor de D. Pedro Mercado de

Pealosa, sucesor de Ramrez de Velasco, fu firmado por S. M., en Madrid, 26 de Abril de 1592. A. de I., 122-3-5. Lib. I, fs. 41-42.

Antes, empero, se haba despachado, 18 de Enero de 1589, favor de don Agustn de Ahumada, hermano de Santa Teresa de Jess, quien falleci durante el viaje en Lima, asistido por el P. Luis de Valdivia, y el ao de sueldo que deba cobrar, que fueron 4.000 pesos, lo hered por testamento el sobrino de

Santa Teresa. D. Lorenzo Cepeda, segn consta del mismo libro, por dos cdulas que continuacin insertamos, por ser inditas todava: Real cdula de prorrogacin, por un ao, D. Lorenzo de Cepeda, del tiempo que la Audiencia de los Charcas le asign para que llevase cdula de aprobacin de S. M. de habrsele mandado pasar l como heredero del Capitn Ahumada, Gobernador del Tucumn, cierto salario: El Rey==Por quanto por parte de Vos don Lorenzo de zepeda se me a hecho R." que yendo el cap.*" Agustn de aumada Vro to a seruirse en el cargo de mi gouernador de las prouincias de Tucumn flleselo en el viage y que por Vna clausula de su Testamento debajo de cuya dispusi."" muri os dejo por su huniuersal heredero y

Tomo

i.

S

66

PUIMER PERODO, 1568-1607

aquella tierra en orden d la predicacin del Santo Evangelio, dando las

razones por qu prefiriria fuesen de la Compaa de Jess.del Estero,

Santiago

20 de

Julio

de 1596.

que hauiendo pedido en mi audiencia R.' de la prouy^ de los charcas que como a tal heredero se os mandase pagar el salario que hobo de hauer de dho cargo comforme su titulo, proueyo que los offis.^ de mi rreal hazienda de la dha prouy^ de los charcas os pagase lo que de dho salario hobiesedes de hauer y que fuese rrazon de quatro mili pesos de plata ensayada y marcada por ao con que diesedes fianzas de que dentro de tres as Ueuariades cdula de approuacion mia Supp"^" me os mandase prorrogar los dhos Tres as. por vn ao mas para que en este tpo se biesen en mi rreal q. de las Indias los papeles que cerca dello habeys presentado y se Tomase Resolucin en la pretensin que teneys de que se os de la dha aprouacion: e Visto por los del dho mi q. acatando lo sobredho lo he auido por bien; y asi por la pres.*' prorrogo y alargo a vos el dho don lorenzo de zepeda el tpo de los dhos tres as. que se os asignai-on para llenar la dha aprobacin por vn ao mas, que corra y se quente desde el dia que se cumplieren los dhos tres as. en adelante, y mando que durante los dhos quatro as. no se haga molestia ni bejacion alguna a Vos ni a Vros fiadores, fha en Madrid a diez y seys de margo de mili y quis. y nou.t^ y quatro as. yo el Reyrefrendada de Juan de Ibarra y sealado del Consejo. Nota. Vase la cdula que continuacin se inserta, debindose advertir que en todo lo omitido es igual la precedente, con sola la diferencia que donde

dice Jumiversal en

la anterior,

en

la

siguiente se lee al Vacia.

Real cdula D. Lorenzo de Cepeda en aprobacin de lo que la Audiencia de los Charcas provey sobre que se le pagase como heredero del Capitn Ahumada, difunto Gobernador que fu de Tucumn, lo que se le qued deber de su salario: El Rey = Por quanto y que assi cobraste quatro mili pessos de plata ensayada y marcada que hera lo que se le deuia de vn ao de salario al dho ngustin de aVmada y distes las dhas fiangas como costana por ciertos Recaudos que se presentaron en mi consejo de las Indias, Supp*^" me atento a ello os mandase dar la dha approuacion y Por libres a los fiadores que en esta rragon se aVan dado Visto por los del dho mi consejo no enbargante la contradicion que higo mi fiscal del lo he hauido Por bien: y asi por la pressente confirmo y apruebo lo que como dho es proueyo cerca de lo sobredho la dicha mi audiencia de la dha Prouincia de los charcas y tengo por bien y mando que agora ni en ningn tiempo no se pidan al dho don Lorengo de gepeda ni a las pcrssonas que hicieron La dicha fianga los dhos quatro mili pessos, y doy por libres a los que la hicieron y quiero y es mi boluntad que no se les haga sobre ello molestia ni bejacion alguna y que se le buelban las escrituras de obligacin que otorgaron en rragon dello; y mando assi mismo que a los dhos mis officiales de los charcas se les rreciuan y passen en q.t^ los dhos quatro mili pessos que assi ospagaron Por la dha rragon fecha en m'' a diez y siete de abril de mili y quis." y nouenla y cinco aos Yo el Rey Por mandado del Rey nro seor Juan de Ibarra y sealado del q. Va Testado des mi Audi no vala. (Rubricado.) Los siete hermanos carnales de Santa Teresa fueron las Indias Occidentales y murieron en ellas, excepcin de Lorenzo, que falleci en la Serna, el 2 de

|

|

15962fs.

6?

ter.q.

Original. Emp.: Como cosa Term.: el bien que han menes Al dorso: sepan q. religiones ay en esta prouy^ y se ha dado Lie* pa.lasi

vayan

algos, religiososq.

Las religionesa.

y quantos y si hay necesidad de mas. (Rubricado.) ay son; Santo Domingo, San Francisco, la Merced, la Compa1

Por cdula de

a Felipe Clabel decia

para llevar a

1 de En de 97 se mando proueer de lo necessa" al viaje Compaa de Jess y a 20 religiosos della q. se le dio licenChile, Santa Cruz de la Sierra y Tucuman.

la

69.

1596 8 19

74621

Testimonio de traslado bien

y fielmenteF porel

sacado de su original de la

fundacin de la ciudad de Santa

General de Garay\ mandado

guardar en un pergamino^ con fecha de Santa F i de Noviembre de15^3.2

Santa Fe,1

19 de Agosto de 1596.de Garay

fs.

Eip.: yo Ju.

Term.: sin dr."'

70.

596S.

746 46M.en su Real Consejo dela

Memorial de Fr. Hernando de Trejo Indias.

Manifiestala Plata;

pobreza de su Iglesia Catedral; que por haber

caminado todael

la tierra del

Per desde Quito, donde se consagr, hastael

Ro de

que son cinco Obispados y

Arzobispado de Lima;

da aviso

S.

M. de cmo podrapor quedar

dividirse en Obispados.

Que

la divi-

sin del de Charcas en el de Chucuitotra relacin,los

y

Santa Cruz se hizo con

sinies-

Obispados

muy

cortos y pobres. Dice,

Obispados de Charcas y del Cuzco, y parte del de Quito y del Arzobispado de Lima, se pueden hacer seis Obispados muy acomo-

que de

los

dados.

Que

el

Obispado de

los

Charcas debiera hacerse Arzobispado;

quedndole

las

provincias de los Charcas, villa de Potos, frontera del

Valle de Misque, Tarija,del mar, Porco,

Tomina y Chichas por unael

parte;

y por

la

Atacama y

puerto de Arica con

la

Costa que va

Junio de 1580. El Sr. D. Marco Jimnez de la Espada, en sus Relaciones Geogrficas de Indias., t. iir, pg. 80, nota (), y en el apndice nm. iv, pgs. cun y siguientes, en estilo volteriano hace irrisin de la Santa (en dicha nota) y, sacrifi-

cando con prematuros juicios y mutilaciones la verdad histrica, la emprende contra D. Lorenzo y D. Agustn, acusndoles de delitos que no cometieron, como victoriosamente lo ha demostrado el doctor D. Manuel Mara Plit en su eruditsima obra La familia de Safzia Teresa eti Amrica, impresa por Herder, en Friburgo, el ao 1905.

68

PRIMER PERODO, 1568-1607

dad deensela

de Chile y Carangas, Quillacas y Tomabaes. Otro Obispado en la ciula Paz, otro en la de Arequipa, otro que es el del Cuzco, otrode Trujillo yel

de Quito.

Y

para los Obispados sufragneos quelos

han de hacer

los

Arzobispados de

Charcas y Lima:

al

prime-

Tucumn y Ro de la Plata; ro, se le den los y al segundo, los del Cuzco, Chile, Trujillo, Quito, Panam y Nicaragua (l). Se opone la agregacin de los Gobiernos del Tucumn yde Arequipa, Chuquiabo,Ro dela Plata, la

Real Audiencia de Chile.Einp.: Esta yglesia

Sin

fecha.

Duplicada.

Original.

Term.: destas prouincias.

Arzobispado de Lima. La Iglesia de Lima fu erigida en Sede Episcopal, (i) con ttulo de San Juan Evangelista, por Bula de Paulo III, expedida en Roma 14 de Mayo de 1541 y publicada en Lima 17 de Septiembre de 1543. Fu elevada Metropolitana en el de 1545, recibiendo el Palio de Arzobispo su Obispo D. Fray Jernimo de Loaysa, 9 de Septiembre de 1548. Celebrronse en ella, hasta 1772, seis Concilios Provinciales, por los aos de 1552, 1567, 1582, 1591, 1601 y 1772. Tiene por sufragneos varios Obispados. El del Cuzco, erigido por Paulo III, en Consistorio de 8 de Enero de 1537, dedicando aquella Iglesia la Asuncin de Nuestra Seora: verificse la ereccin en 4 de Septiembre de 1538, por Fray Vicente Valverde, su primer Prelado. El de Santiago de Chile, en 1563; el de la Imperial, erigido en el mismo ao, fu establecido en la Concepcin, en 1616; el de Huamanga, por Bulas de Paulo V, de 20 de Julio de 1609 y 16 de Enero de 1612 y cdula de Felipe III, fechada en Madrid 5 de Junio del mismo ao, en virtud de las cuales el Virrey, Marqus de Montes Claros, desmembr del Obispado del Cuzco, en 1614, las provincias que hoy forman el de Huamanga: verific la ereccin el Obispo Fray Agustn de Carvajal, 2 de Enero de 16 1 5. El de Arequipa, erigido por las Bulas y cdula antes referidas. En su virtud, el dicho Marqus de Montes Claros, desmembr del Obispado del Cuzco, en 1614, las provincias que hoy forman el de Arequipa. El de Quito y Panam son tambin sufragneos de este Arzobispado, aunque pertenecieron luego alVirreinato del

Nuevo Reino.

el Tribunal del Santo Oficio, en 29 de Enero de de 1570; el de la Santa Cruzada, en 160;,; la provincia de Santo Domingo, con el ttulo de San Juan Bautista, en 1540; en 1535, el Convento grande del Rosario, de Lima; la provincia de San Francisco, con el ttulo de los Doce Apstoles, en 1 536; la provincia de San 1 553, y el Convento grande de Jess, de esta Orden, en Agustn de Lima, en 1 551; la de la Merced, con el ttulo de la Natividad de Nuestra Seora, en 1534; dividindose de la del Cuzco en 1556 y de la de Quito, por confirmacin de Paulo V, en 1606. Fundaron tambin en Lima los Mnimos de San Francisco de Paula, en 171 1; los de San Juan de Dios, en 1591; los Agonizante^, en 1736; los de la Congregacin del Oratorio de San Felipe Neri, en 1674; los Betleemitas, en 1671; los Benedictinos y varios Monasterios de Monjas. Haba tambin en la capital de este Arzobispado la Real y Pontificia Universidad de San Marcos, el Colegio de San Martn y el Mayor de San Felipe; el que

Fundse en este Arzobispado

ENERO 159771.

69

1597

22I

75Vclasco, Procurador de la

63la

El P. Cristbal

Compaa de Jess, alque presenta,grande

Real Consejo de Indias.

Expone, conlas

cartas

necesidad que hay de religiosos en

provincias de Santa Cruz de la

Prncipe de Esquiladle para los hijos de caciques y los esludios grade Latinidad, cargo de la Compaa de Jess. Despus de su expulsin, se refundieron los dos primeros en 1770, formando con ellos el Real y Mayor Convictorio de San Carlos, y los dos ltimos con los mismos ttulos de antes. Contbanse adems el Seminario Conciliar, fundado por Santo Toribio; el Anfiteatro Anatmico, mandado erigir por cdula de Fernando VI, de 29 de Julio de 1753, si bien no funcion hasta el de 1792. Y para educacin de mujeres, los Colegios de Santa Mara de la Caridad, fundado en 1562; de Santa Cruz de Nuestra Seora de Atocha, para nias expsitas y espaolas, fundado en 1659, y en los suburbios, la Escuela gratuita de Bella Vista. El segundo Arzobispado es el de la Plata Charcas, erigido en 161 1, y segn Muriel, en 1609. Pinedo, en la Vida de Sanio Toribio, cap. iv-, hacia el fin (nmero 58), dice que despus de erecto este Arzobispado se erigieron dos de sus sufragneos, que seran el de la Paz y el de Buenos Aires. El de la Paz fu erigido en 1609; el de Santa Cruz, en 1605; el de Buenos Aires, en 1616; el del Tucumn, en 1570, y el del Paraguay, en 1547. Del Obispado de la Paz dice en su descripcin de 1770, D. Cosme Bueno, que fu erigido en 1608. Comprendanse bajo la jurisdiccin de estas Dicesis todas las Provincias del primitivo virreinato del Per. El Arzobispado de Lima comprenda 15, que son: el Corregimiento del Cercado y las Provincias de Chancay, Santa, Conchucos, Caxatambo, Huaylas, Huamalies, Huanuco, Tarma, Canta, Huarochiri, Xauxa, Yauyos, lea y Caete. El Obispado de Truxillo, ocho, que son: Las de Truxillo, Saa, Piura, Caxamarca, Huamachucos, Luya y Chillaos, Chachapoyas y Pataz; perteneca tambin l la de Jan de Bracamoros, que no era de este Virreinato. El de Arequipa, seis: Arequipa, Camana, Condesuyos, Collaguas Caylloma, Moquegua y Arica. El de Huamanga, ocho: Huamanga, Huanta, Angaraes con Huancabelica, Castrovirreyna, Lucanas, Andahuaylas, Vilcas-huaman y Parinacochas. El del Cuzco, 14: i, Cuzco. 2, Quispicanche. 3, Avancay. 4, Paucartambo. 5, Calca y Lares con Vilcabamba. 6, Chilques y Masques. 7, Cotabamba, 8, Urubamba. 9, Canes y Canches. 10, Aymaraes. 11. Chumbivilcas. 12, Lampa. 13, Carabaya. 14, Azangaro. El Arzobispado de la Plata comprenda 14, que son: i, Yamparaes, con la ciudad de la Plata. 2, Porco. 3, Potos. 4, Tomina. 5, Lipes. 6, Oruro. 7, Paria. 8, Pilaya y Palpaya. 9, Tarixa. 10, Cochabamba. 11, Chayantas, Sicasica, en parte. 12, Carangas. 13, Pomabamba. 14, Atacama.El Obispado de la Paz, siete: La Paz, Omasuyos, Pacages, Larecaxa, Chucuto, Paucarcoya y Sicasica, la mayor parte. El de Santa Cruz, dos: Santa Cruz y Mizque, con siete pueblos de la Nacin de los Chiquitos. Los del Paraguay, Tucumn y Buenos Aires, tenan slo la provincia que se extenda su Gobierno respectivo. El Obispado de Santiago comprenda ocho Provincias y parte de otra, que son: Santiago, Cuyo, Copiap, Coquimbo, Ouillota, Aconcagua, Melipilla, Rancagua

undtuitos

el

yo

PRIMER PERODO, 1568-1607

Sierra,

Tucumn,

Quito, Chile

y Ro dela

la Plata;

que

se

ocupen en

la

predicacin del Evangelio,

y

suplica licencia para que

vayan dichas

provincias treinta religiososviaje.I

de

Compaa y

lo

necesario para su

f.

Oginal. Emp.: Xpoualpara

Term.: reciiiira md.>

Al dorso: Al Sor.la

licenciado baltodano (Rubricado.) dase licen.* para veinte religiosos de

Com-

paa y lo necesario para

ellos,

Tucumn y Ro de

la Plata

y Chile tan sola-

mente (Rubricado.) en md.

22 de henero de 1597.

72.

1597929el

74433y

Testimonio del Snodo celebrado en Santiago del Estero^ convocadopresidido por

Obispo de Tucumn^ D. Fernando de Trejo y Sanabria.secular

A

l asisti el clero

y

regular; predic el P. Juan

Romero,

Rector de

la

Compaa de

Jess, sobre la disciplina eclesistica, los

divinos misterios

manda

el

y reformacin de las costumbres, segn lo dispone y Pontifical; fueron nombrados consultores del Obispo, porCompaa deJess, P'rancisco de ngulo, Comisario del

eleccin de ste, entre otros de diferentes rdenes y seculares, los pa-

dres de la

Santo Oficio, y Juan Romero. Este padre, se sent entre el P. Provincial de la Merced, Fr. Antonio de Marchena, y el Cannigo PedroGuerrero; siguiendo steel P.

Guardin de Sanla

P'^rancisco, Fr.

Pedroel

Muoz, y

el

P. Juan de Viana, Ministro de

Compaa, entrela

Vi-

cario de la Rioja

y

Fr.

Bartolom de

la

Cruz, Guardin deel P.

provinel

cia de Estero; los dos ltimos, fueron

Francisco Gutirrez y

P.

Pedro Aasco, de

la

Compaa de

Jess. Las Constituciones Sino-

dales, dispuestas con distincin

yse

claridad, se reducen tres partes

principales:ella se

En

la l.^, se

manda

guarde

el

Concilio Provincial,

y en

contiene todo lo que se ha observado en este Santo Snodola

acerca de

doctrina

y modo de ensearla

los naturales de esta prola 2.^, se trata

vincia; consta de doce constituciones.

En

de

la

admi-

nistracin de los Santos Sacramentos, y consta de dieciocho constituclones.

En

la

3.^,

se trata

de cosas diferentes para

la

reformacin de

y parte de la de Maule. Y el de la Concepcin, ocho y parte de otra, que son: La Concepcin, Itata, Chillan, Rede, Puchacay, Valdivia, Chilo y la mayor parte de la de Maule. Tambin perteneca esta Dicesis la Isla de Juan Fernndez.

FEBRERO 1598las

71

costumbres; comprende veinticinco constituciones. Predicaron duel P.el

rante este Snodo, entre otros,tividad de Nuestra Seora,

Juan Romero,

la

vspera de la Na-

y

28, vspera de la clausura del Snodo,

que termin con sude Viana.16fs.

lectura, pltica

y bendicin

del Obispo,

el

P.

Juan

Santiago del Estero, 29 de Septiembre de 1597.Concilio, licenciado

Copia testimoniada por el Secretario delTenn.: Ell."^"

Antonio

Rosillo, y aneja la informacin

de sus mritos y servicios.

Emp.:

Nos Don

fray

Ant. Rossillo.

Rubricado. Gratis.7562a

73.

1597

Memorial de Cristbal Vdzqtiez^ deConsejo de Indias.

Compaa de Jess al Real^

Exponela

que habiendo pedidolas

licencia para

que

pasen religiosos de dicha Compaa

provincias de

Tucumn, RoA. vein-

de

la Plata,

Santa Cruz de

Sierra

y

Chile, le ha concedido S.

te para

Sierra,

Tucumn, Ro de la Plata y Chile. Y para Santa Cruz de la donde hay grandsima necesidad, no se ha provedo. Suplicaconcedidos sean para^;;?/.;

queI

los veintef.

las

cuatro partes.

Original.

Xpoual

Tenn.: de doctrinala

que

ay.

Al dorso:provincias

que vayan tambin ala

la

provincia de Santa Cruz de

Sierra los religiosos delas

Compaa que

se proveyeronla Plata

en 22 de Enero deste ao para

de Tucumn, Ro desin para la

y que tambin se entienda la dicha proviprovincia de Santa Cruz de la Sierra (Rubricado.) en md. A 7 de

y

Chile;

hebr. 1597.

74.

1598 9 15el Teniente

;5_6 14de Corregidor de a Paz^la

Informacin de parte hecha ante

Luis de Salazar, peticin del P. Felipe Chaves., Rector dea de Jess del Colegio de dicha ciudad. SobreColegio sino

Compa-

que no tiene dicho

muy pequeaella

lugar no van cipales,

incmoda, y que por falta de muchas personas en las fiestas y ceremonias prinIglesia

por

la

y que habiendo catorce quince aos que se fund el Colegio, pobreza y poca renta, no ha podido comenzar Iglesia capaz y

decente para los oficios y culto divino.Sigueel

Paz,la

II de

Febrero de

1

598.

auto de que se reciba informacin,

cual se recibi el da siguiente,P.

de

los testigos jurados

presentados por dicho

Rector. Martn de Crdenas,

vecino y Regidor de dicha ciudad, dijo que haba catorce quince aos que se

72

PRIMER PERODO, 1568-1607el

fund

Colegio hizo

la Iglesia

que ahora

est

hecha en unas casas que eranla

de Diego de Peralta, vecino que fu de unos aposentos dela

ella,

para

cual Iglesia se derribaron

dicha casa, y se juntaron unos con otros, etc. Declararon,

adems, D. Jernimo de Maran; D. Pedro de Contreras Ulloa; uo de Balboa,Alcalde ordinario de dicha ciudad; Andrs Snchez, y dos vecinos dela

misma,Rector,

confirmando

lo

expuesto en

la peticin.

Sigue otra peticin de dicho

P.

pidiendo traslado autorizado en pblica foi^ma de dicha informacin, y el auto del Teniente, mandando al Escribano Sebastin de Crdoba se lo entregue, comolo hizo,

firmando

al

pie de

l.

Sigue

la

legalizacin del documento, hecha en la

Paz, 15 de Septiembre de 1601. 6

fs.

Emp.: En

la

ciudad

Term.: Scriu.

de su75.

mag.''

Signado y rubricado.74_4_i3el titulo

1599830La Barranca,(l),

Real Cdula otorgandoSierra,

de Gobernador de Santa Cruz de laciudades, villas

Condorillo

y dems

y

lugares de

su jurisdicci7i

favor de D. Jtian de Mendoza, por haber muerto

(i)

Descripcin de las Provincias pertenecientes al Obispado de Santa Cruz de