Hipótesis para entender la sabiduría ancestral andina...
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Hipótesis para entender la sabiduría ancestral andina
Cosmovisión:
Nuestros antepasados tuvieron una gran fortaleza que ahora no tenemos: su COSMOVISIÓN
ANDINA, su forma de ver la vida y que se reflejaba en el respeto a la naturaleza, a la veneración
de los astros, del agua y el suelo.
Nos dejaron muchas evidencias de esa sana convivencia con su medio, desde Caral (3,000 a.C.)
hasta Machu Picchu (aproximadamente 1,450 d.C.), es decir más de 5,000 años de armonía con
una Naturaleza que para ellos tenía vida y más que gestionar recursos los criaron; el suelo, el
agua, las semillas, el cultivo, los cerros tenían vida y por lo tanto debían ser tratados con respeto.
Apu Oscconta en Ayacucho, que hasta ahora representa un lugar de respeto para los pobladores del Valle del
Sondondo en Ayacucho
Respeto que se manifiesta de muchas maneras, como estas apachetas, que son montículos de piedras, donde
cada poblador manifiesta su respeto y solicitan al apu su conformidad en las labores que están por realizar.
La Pachamama, la madre tierra, era la que proveía de alimentos para una población en constante
crecimiento y en defensa de sus actividades tenían a los Apus, los cerros tutelares que velaban
por su bienestar.
Ahora hablamos de la existencia de una gran civilización andina que tuvo su mayor auge con el
Tahuantinsuyo de los Incas que se desarrolló por los años 1,400 a 1532 de nuestra era.
Son, en definitiva, formas diferentes de ver la vida, muy desigual a la que actualmente tenemos,
que ha sido un mestizaje entre costumbres y culturas venidas de otras partes del mundo, desde
la invasión española.
Formas de transmitir conocimientos:
Después de ver las innumerables obras de ingeniería, a lo largo y ancho de nuestro territorio,
resulta difícil pensar que ellos no tuvieran una forma de transmisión de conocimientos.
Las evidencias que apreciamos en ciudadelas como Machu Picchu, Choquequirao, Kuelap, Chan
Chan, Vilcashuamán solo por mencionar algunas, implica conocimiento científico, que se ha
compartido de generación en generación través de diferentes formas como son las narraciones,
maquetas, y creemos, con elementos como los Quipus.
Un ejemplo de maqueta lo representa el monolito de Saywite, ubicado en Apurímac. Pensamos
que Saywite es un centro ceremonial donde se rendía culto al agua, pero también debe haber
sido un centro de “capacitación” donde los hidráulicos incas aprendían las diferentes opciones
de ingeniería en condiciones de costa y sierra; vemos en él, las principales estructuras hidráulicas
Templo Inca en Vilcashuaman en Ayacucho, que evidencia el alto nivel de ingeniería logrado. Podemos apreciar
encima de esta hermosa construcción el templo religioso.
que encontramos como vestigios de su gran conocimiento de las cuencas asociados a la
divinidad y a su visión del mundo.
Los Quipus o Kipus, son cuerdas anudadas que probablemente han contado la historia del
Tahuantinsuyo.
Se les atribuye una función contable, pero últimas investigaciones realizadas van debelando otro
tipo de uso, como narraciones y registro de eventos importantes, y por qué no, cálculos
matemáticos de sus múltiples obras ejecutadas a lo largo del Tahuantinsuyo.
Monolito de Saywite en Apurímac, con un diámetro de más de 3 metros, donde podemos apreciar su
cosmovisión, y también las principales obras hidráulicas
Khipu on wooden Bar 3, Princeton University Museum
Nuestra historia
Un breve resumen de los principales períodos históricos ocurridos en nuestro país pone en
evidencia los más de 5,000 años de convivencia con la naturaleza que hicieron nuestros
antepasados, frente a los escasos 88 años de desarrollo agrícola actual, desde 1930 con la
creación de la DGAS-Dirección General de Aguas que empezó el desarrollo de los grandes
proyectos de irrigación en el País.
Esa convivencia natural y la veneración a los astros y los recursos naturales, que llamamos
cosmovisión, hicieron que usaran de manera armónica y respetuosa su entorno, el agua y el
suelo.
Fuente: Hidráulica Inca (www.hidraulicainca.com )
Evidencias Ancestrales en el ámbito de la cuenca Pampas, de un adecuado
uso del agua y el territorio
Huancavelica
No queda más que maravillarnos del complejo arqueológico de Incahuasi en Huaytará que indica
la importancia para el mundo andino ancestral.
Asimismo, la hermosa ciudad de Waytará rodeado de andenes, donde el templo inca se
mantiene en pie, a pesar del tiempo y los momentos violentos de extirpación de idolatrías, que
se practicó en el momento de la invasión española. Lugares que nos indica la importancia de
este lugar como parte de su qhapaq ñan o camino inca que trajo prosperidad y desarrollo en
estos lugares y su conexión con la costa.
Vista aérea de Complejo Arqueológico Incahuasi en Huatará – Huancavelica
Vista lateral del Templo Inca en Incahuasi, donde podemos apreciar la construcción Inca y sobre ella el templo
religioso español. En la parte derecha una vista interior del templo, donde se ha colocado ornamentos religiosos
en las hornacinas incas
Ayacucho
Sistemas de andenes en el Valle del Sondondo en Ayacucho, según estudios de PRODERN señala
un poco más de 5,000 ha, pero las evidencias y testimonios de personas del lugar señalan más
de 15,000 ha. Un lugar importante para la producción de alimentos y de hegemonía andina
ancestral que indica, no solo seguridad, sino SOBERANÍA alimentaria. Muestras evidentes de
sabiduría en el manejo del territorio.
Sistemas de Andenes de Aucará Sistema de Andenes de Andamarca
Estas evidencias en el manejo del suelo y clima, debió estar sustentadas en formas de
planificación, para entender el vasto territorio que cubrieron con estas inmensas macetas, que
llamamos andenes.
Sistema de andenes de Chipao
Las muestras de planificación se entienden al ver la hermosa maqueta de Luychumarka en
Cabana Sur Ayacucho. En la maqueta se ubican rocas que simulan ser cerros, donde tallaron en
miniatura andenes con sus canales de distribución de agua, en la parte alta de uno de los cerros
construyeron un reservorio o qocha que permitía almacenar el agua para abastecer a los
andenes.
En el fondo de la maqueta tallaron un esquema de riego, con pequeños reservorios o qochas
que abastecían con agua a los canales de distribución que iban a los campos de cultivos, como
demostrando la forma que se debía adoptar para un manejo adecuado del agua y el suelo.
Apurímac
El centro ceremonial Saywite, se localiza en el distrito de Curahuasi, provincia de Abancay, del
departamento de Apurímac. Se ubica a 550 metros de la vía carrozable que une la ciudad de
Abancay y Curahuasi, a 74 kilómetros desde la capital del departamento de Apurímac.
Comprende una extensión aproximada de 60 hectáreas. Saywite está geográficamente muy
cerca de dos importantes ciudadelas: Machu Picchu y Choquequirao.
Saywite es un centro ceremonial donde se rendía culto al agua, pero también debe haber sido
un centro de “capacitación” donde los hidráulicos incas aprendían las diferentes opciones de
ingeniería en condiciones de costa y sierra.
El mundo andino, concebía la vida como un todo nada era aislado y el uso que hacía de la
naturaleza, era un uso basado en el respeto a los astros: el Sol y la Luna (Inti y Quilla) y a los
elementos naturales: suelo y agua (mamapacha y yacumama) e incluso los seres inanimados
eran venerados como una muestra de respeto a los Andes: los cerros (apus).
Tenía una visión integrada de cómo gestionar los recursos y una muestra es el monolito de
Saywite, donde representaron las principales estructuras hidráulicas que encontramos como
vestigios de su gran conocimiento de las cuencas asociados a la divinidad y a su visión del mundo.
El llamado monolito de Saywite es “una fuente simbólica”, representada en un bloque lítico en
el cual existen más de 208 figuras talladas en alto relieve, adaptándose a las sinuosidades
naturales de la propia roca.
Una muestra más de la genialidad inca, que nos hace pensar que estos lugares eran centros de
entrenamiento y de capacitación en el uso de la tecnología para una casta privilegiada que hacía
posible la ejecución de las grandes obras hidráulicas que nos han dejado en señal de su sabiduría
que la ciencia actual aún no ha superado.
A treinta minutos de Andahuaylas, en el distrito de Pacucha, ubicamos el Complejo Arqueológico
de Sondor, de origen Chanca.
Sondor fue un lugar donde hubo actividades religiosas, que hasta ahora se mantiene, y tiene una
forma piramidal y una ubicación estratégica cercana a la laguna Pacucha.
Su ubicación estratégica nos indica formas adecuadas de uso del territorio, se dice que es un
centro energético importante y se visitado por miles de personas cada año, principalmente en
fechas importantes, como la ocurrencia de los solsticios.
Fuente Andina