Heidegger, Martin - La Esencia Del Poder

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La esencia del poder! Martín Heidegger El predominio del respectivo grado de poder y con ello la esencialización de su esencia permanentemente encubierta: esto es la autorización de sí mismo en el predominio, el excluir de todo exterior, que no sea él mismo. Por sí solo determinando la esencia del ente. Por ello el poder sin "metas", sin tal cosa que él no pudiera determinar más que cada vez a él mismo y por igual razón ni "sin rumbo" en el sen- tido del errar entre "metas", en el fondo sin embargo buscadas, ni "arbi- trariamente", pues todo lo que le sirve es su derecho y su voluntad, todo ya en .elección y propuesta para él. De tal modo, él nunca es para nada esti- mable, mientras sea concebido como poder: El poder no requiere portadores, porque el ser nunca es conducido por el ente, sino a lo sumo viceversa, el ente a través del ser, es decir el poder, j' es dominado hacia él mismo. Ante todo no ha sido aún reconocido, qué, y aún menos captado, por qué el poder, para esenciarse como ser, no requie- re de un portador. Donde siempre vemos aún el poder en manos de porta- dores de poder, no es todavía el poder mismo, que aquí es conducido, sino sólo un forzado por el poder y de-terminado "medio" de la autorización de poder. El poder no necesita portador alguno y no puede de ningún modo tener algo semejante, porque nunca es un ente aquí y allá compro- bable y representable. Es el ser mismo cada vez diferentemente develado, I Edición original de las Obras Completas [Gesamtausgabe], Sección 1lI: Tratados no publicados, conferencias, cosas pensadas. Tomo 69: La historia del ser (1938-1940). § 57- 63. Comp. Koinon. Desde la historia del ser [Seyn]. Besinnung, GA, tomo 66, 9, La maqui- nación, 65. Ser [Seyn] y poder. Palabras fundamentales. Agradecemos a la Biblioteca Internacional Heidegger la autorización para publicar estos fragmentos. '. 207

Transcript of Heidegger, Martin - La Esencia Del Poder

  • La esencia del poder!

    Martn Heidegger

    El predominio del respectivo grado de poder y con ello la esencializacinde su esencia permanentemente encubierta: esto es la autorizacin de smismo en el predominio, el excluir de todo exterior, que no sea l mismo.Por s solo determinando la esencia del ente.

    Por ello el poder sin "metas", sin tal cosa que l no pudiera determinarms que cada vez a l mismo y por igual razn ni "sin rumbo" en el sen-tido del errar entre "metas", en el fondo sin embargo buscadas, ni "arbi-trariamente", pues todo lo que le sirve es su derecho y su voluntad, todoya en.eleccin y propuesta para l. De tal modo, l nunca es para nada esti-mable, mientras sea concebido como poder:

    El poder no requiere portadores, porque el ser nunca es conducido porel ente, sino a lo sumo viceversa, el ente a travs del ser, es decir el poder, j'es dominado hacia l mismo. Ante todo no ha sido an reconocido, qu, yan menos captado, por qu el poder, para esenciarse como ser, no requie-re de un portador. Donde siempre vemos an el poder en manos de porta-dores de poder, no es todava el poder mismo, que aqu es conducido, sinoslo un forzado por el poder y de-terminado "medio" de la autorizacinde poder. El poder no necesita portador alguno y no puede de ningnmodo tener algo semejante, porque nunca es un ente aqu y all compro-bable y representable. Es el ser mismo cada vez diferentemente develado,

    I Edicin original de las Obras Completas [Gesamtausgabe], Seccin 1lI: Tratados nopublicados, conferencias, cosas pensadas. Tomo 69: La historia del ser (1938-1940). 57-63. Comp. Koinon. Desde la historia del ser [Seyn]. Besinnung, GA, tomo 66, 9, La maqui-nacin, 65. Ser [Seyn] y poder. Palabras fundamentales. Agradecemos a la BibliotecaInternacional Heidegger la autorizacin para publicar estos fragmentos. '.

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    Diego EstradaNota adhesivaRevista de Filosofa Nombres. Crdoba, Ao XX, n 25, Noviembre de 2011.

  • en el que oscila cada ente (del tipo de lo eficaz), transparentable o no. Elser como poder suelta al ente en la mera eficiencia (fuerza, violencia ysemejantes) y en tal desasimiento el poder es justamente poder incondi-cionado. El ser nunca puede ser "conducido" por el ente, de modo que elser descanse en el ente y sea por su gracia. Antes bien se esencia el podercomo ser en l mismo y es disipado por el ente en lo eficaz e irrefrena-blemente confirmado. El poder nunca puede ser aprehendido (llevado aposesin) porque slo podemos ser posedos por l, puesto que es subje-tividad incondicionada.2

    Todos los potentados "tienen" siempre slo medios de poder, organi-zaciones del ente conformes a poder, ellas mismas siendo. Nunca "tienen"el poder, porque son "tenidos" por l.

    El poder suprime la posibilidad del "derecho", en tanto "derecho" esconcebido como reivindicacin de lo en s pertinente y por ello vlido ycon ello sustrado al poder. Pero la organizacin del poder tolerar almenos una ausencia-de derecho. Supresin de la posibilidad de "derecho"significa aqu modificacin de su esencia en un ttulo de la reparticin depoder.

    Poder es otra cosa que exteriorizacin de una "fuerza" y ms esencialque toda violencia. Sin embargo, su esencia es tomada an conforme a

    ,f

    fuerza y potencia y as esencialmente demasiado bajo, aun cuando es con-cebido como "espritu". Poder es un esenciarse del ser [Seyn] y por ellono explicable en portadores; en la poca de la metafisica slo por experi-mentar pero nunca propiamente por saber.

    El poder como predominio siempre va amplindose - (es "constructi-vo"). Donde lo "constructivo" se anida en el dominio del ente, se muestraque ante el poder como ser no hay recurso alguno en el ente. ste tieneque hacerse tributario del poder junto con los constructores, quienes slopueden jugar con andamiajes sin ser nunca fundadores. Lo que les per-manece esencialmente sustrado, es sentido oscuramente como carencia,que nunca puede ser admitida en el circuito del poder. Por el contrario, elerigir andamiajes en calidad de ser empujado por elpoder desde un expe-

    2 Cf Zu Ernst Jiinger Der Arbeiter, GA, tomo 90.

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  • diente a otros, se da pblicamente y a s mismo como un construir para la,"eternidad".

    Poder y fuerza.A la esencia del poder pertenece 'que su esencia sea el constreimien-

    to a la ausencia de verdad, que la verdad sea destruida en esencia (comoclaro del ser [Seyn] y cuestionabilidad del ser).

    Lo ms imperceptible e impensado e indiferente es lo decisivo en elejercicio del poder.

    La ausencia de verdad del ente bajo el incondicionado seoro delpoder no es la consecuencia del poder sino el infundamento que se des-pliega de la esencia misma del poder.

    El predominio es el no resistir, perteneciente al poder, ante el cons-treimiento al incontenible peralte del grado de poder cada vez alcanza-do. El no resistir es conforme al poder del tipo del mandato; el mandatoy la seguridad de mandato como el encubrimiento del avasallamiento enla ausencia de verdad que se encuentra en el dominio de poder.

    El poder alcanza el ms elevado y propio grado esencial, cuando noslo.determina lo que "es derecho" (a saber lo real como vlido alcanza-do a travs de su "xito"), sino tambin cuando establece lo que significa"grandeza" y "lucha": "grandeza": el ms elevado circuito de poder endesconsiderado efecto; "lucha": subyugar conforme a la tcnica de poder, fen aras del poder, donde "metas" slo juegan el rol de medios de podery"mtodos"-de "lucha".

    El poder slo admite como su otro a la impotencia como su nico otroy est seguro en esta disposicin del consentimiento de todos, aun de losimpotentes, puesto que tiene todo en esta decisin. El ms riguroso lmi-te de la esencia del poder reside en que no puede mirar fuera de s, porquesu esencia no se lo permite.

    Que el poder slo pueda mostrar su ms elevada esencia sobre la basedel abandono del ser, dice cun decididamente la esencia del poder en suincondicionalidad depende del ser [Seyn] y nada (ms nulo que toda nada)sera sin el ser [Seyn]. ,.

    Pero la opinin de que el poder nunca podra ser suprimido en la his-toria, surge del mismo olvido del ser que la conciencia de que el poder sea

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  • el nico y verdadero fundamento de la humanidad histrica y que siempretenga que renovarse.

    En la poca metafisica no es posible otra relacin con el poder, nisiquiera sospechar el evento de la esencial superacin del poder hacia suindispensabilidad en lo organizacional.

    Hacia la meditacin acerca de la esencia del poder.El "poder" tiene que ser sacado inmediatamente del marco de consi-

    deraciones, posiciones y partidos "polticos".El "poder" slo puede ser inquirido metafisicamente en su esencia; y

    aun esto tan slo cuando la esencia de la metafisica ya ha sido reconoci-da y experimentado su comienzo (inicio), con ello su acabamiento.

    Entonces se desoculta el poder como esenciarse de la maquinacin ysta como oculta esencia de la "eficiencia" en sentido metafisico, que estenraizada en la interpretacin del ser como idea-poiesis (physis-ousia)Cfr. "Acerca de la historia del concepto de existeneia'").

    Poder e impotencia.La impotencia tiene sed de poder y se degrada por falta de poder. Est

    encadenada a la esencia del poder en el modo de la privacin..Por ello, impotencia puede tambin convertirse de nuevo en poder, en

    tanto se sirve de la inversin.Puede igualmente suscitar la apariencia de ser la falta de necetsidad de

    poder y su esencial superacin.Impotencia: la ms capciosa esencia aparente del poder.Acerca de la esencia del poder.La nica, pero entonces tambin a la vez incondicional impotencia,

    que pertenece esencialmente al poder como su ms ntima inesencia, estpuesta en que no puede ser duea de su propia arbitrariedad, con la cualcontinuamente segn la exigencia de los reprimidos y para su apacigua-miento y confirmacin de su "importancia", tiene que elaborar imgeneshistoriogrficas, que no slo son acaso "falsas", sino sobre todo suprimentodo tipo de meditacin.

    3 Cf Vortrage, GA, tomo 80.

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  • Hasta qu punto el pleno despliegue de la esencia del poder se iniciatan slo con la incondicionalidad de su esencia.

    Hasta qu punto la incondicionalidad incluye necesariamente el incon-dicional dominio de la mediocridad.

    Poder y libertad,La esencia metaflsica de la incondicional autorizacin de la esencia del

    poder se muestra en que el despliegue de poder reivindica para s un prin-cipio, que la metafisica expresa siempre nuevamente: libertad es necesi-dad. Este pensamiento permite toda coaccin y abordar todo lo coaccio-nado y reprimido a travs de la violencia del poder como algo necesario,pero interpretar esto necesario como libertad. As todo subyugado se sabecomo libre y en tal auto-conciencia renunciar a toda rebelin contra lonecesario, es decir, contra la coaccin de la violencia. Pues cmo debatambin el libre privarse de su libertad.

    El modo en que la metafisica acabada del poder incondicional se sirvede este principio, muestra a la vez la conexin esencial interna de poder yapariencia.

    Poder y apariencia.El poder, que nada excluye del apoderamiento, ejerce poder sin embar-

    go justamente con auxilio de la apariencia, como si l tan slo "liberara"a los prepotentes y los remitiera a la determinacin, para con la cual ellos"mismos hasta ahora permanecieron incapaces. As les surge a los prepo-tentes el "sentimiento" de, sin embargo, tan slo llegar a su derecho. Noadvierten que entretanto a travs de la prepotencia fueron ante todo tras-ladados a una interpretacin de su "s mismo" conforme a ella. Esta apa-riencia de liberacin es la ms dura coercin, que la esencia del poder sepuede permitir.

    Poder y encubrimiento.El poder puede tambin pasar justamente a explotar en plenos rasgos

    todo aquello que niega y combate y a su vez ocultar esta explotacin,puesto que no se puede sospechar que el poder se sostenga y alimente pre-cisamente de lo que sin embargo supera. Tambin aqu el poder encuentratodava un camino para poner a luz su "fuerza creativa" a travs de unaescondida explotacin de lo antes creado y pregonarse como descubridor.

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  • Poder.La ntima carencia de esencia del poder como extrema inesencia, en la

    que el ser se suelta como entidad, consiste en que no puede ni le es per-mitido ser dueo de admitirun esencial antagonismo consigo mismo.

    Poder no es slo im-potencia sino in-esencia del ser en la forma de lanica maquinacin del ente. Cfr. Meditacin y Superacin.'

    Hasta qu punto el poder se sostiene esencialmente en la indetermi-nacin y as en la posibilidad de todo disponer de cada objetivo?

    Aqu su ms propia determinacin y univocidad esencial, que a todoimpotente le es extraa y sin embargo en contraesencia tambin propia.

    Poder.La esencial intranquilidad del poder como pre-potencia condiciona que

    el poder sea "voluntad" de poder, de tal manera que voluntad se sometecomo mandato de esta intranquilidad, para sostenerla como tal.y hacerlaestable.

    Conforme a esta intranquilidad del poder, ste nunca puede establecerseoro en el sentido del gobierno de las leyes, desde la "antigua alegra"del esenciarse del ser [Seyn] mismo. Todo poder es aparente seoro; ypor ello tampoco es capaz de soportar ningn "contra", que muy esen-cialmente es inicial.

    (Seoro es la ca'riz del ser [Seyn] como del ser [Seyn], calm~ digni-dad de la suave ligazn, que nunca necesita endurecerse en el requerir delpoder).

    "Seoro" se toma entonces en la palabra plenamente inadecuada y porello remitida al mbito esencial del poder.

    Poder.sLa esencia del poder se despliega como maquinacin en lo incondi-

    cional.La superacin del poder.La maquinacin es el esenciarse del ser infundado en su verdad.y por ello el esenciarse del poder es lo extremo de la metafisica, y aqu

    4 Cf. Meditacin, GA, tomo 66 y Metafsica y nihilismo, GA, tomo 67.5 Cf. Metafsica y nihilismo, GA, tomo 67.

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  • se oculta la decisin de si el ser mismo como ser (Seyn] se hace verdade-ro de 10 esencialmente otro de todo poder.

    Luchar contra el poder significa colocarse an bajo l y su esencia, yello exige de nuevo necesariamente la ingeniosidad de caminos-de podery medios (mekan) en sentido originario. Donde el poder an no aparececomo tal modernamente.

    El poder es superado en esencia slo a travs de 10 no menesteroso-depoder. Slo el ser mismo, retomndose en la esencia, deja hundirse al ente,que en el no reconocido abandono del ser ha ascendido a dominio.

    Tan slo cuando el poder choca con la nada, cuando ni siquiera puede"hacerse" una enemistad, se derrumba en s y en su esencia.

    Cuando el ente ya no puede remitirse a su aprovechamiento y conser-vacin y aumento, para ''justificar'' el ser, donde sin embargo slo rebajasu esencia a un medio.

    Poder y raza.El pensamiento de la raza, es decir, el contar con la raza surge de la

    experiencia del ser como subjetividad, y no es un "politicum".Seleccin-de la raza es un camino de autoafirmacin para el dominio.

    Va al encuentro de este pensamiento la interpretacin del ser como "vida",es decir como "dinmica".

    Cuidado-de la raza es una medida conforme a poder. Puede por ello,ora ser puesta en marcha, ora ser diferida. Depende en su manejo y anun-cio de la respectiva situacin-de dominio y poder. De ninguna manera esun "ideal" en s, pues entonces debiera conducir a la renuncia a reivindi-caciones de poder y ejercer una admisin de toda disposicin "biolgica".

    De all que, visto rigurosamente, en toda doctrina racista est ya inclui-do el pensamiento de una primaca de raza. La primaca se funda de diver-so modo, pero siempre sobre 10 que la "raza" ha realizado, cuya realiza-cin se subordina a los criterios de la "cultura" y semejantes. Pero cmo,cuando sta, y a saber calculada a partir del estrecho horizonte del pensarracista, es slo en general un producto racista. (El crculo de la subjetivi-dad).

    Aqu aparece el autoolvidado crculo de toda subjetividad, que contie-ne no una determinacin metafsica del yo, sino de toda la esencia .huma-

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  • na en su relacin con el ente y consigo misma.El fundamento metafisico del pensamiento racista no es el biologismo,

    sino la subjetividad, por pensar metafisicamente, de todo ser del ente (elalcance de la superacin de la esencia de la metafisica y especialmente dela metafsica moderna).

    (Pensamiento demasiado grosero en todas las refutaciones del biolo-gismo: por ello, vano).

    El poder.En tanto determina todo ser del ente, impide a la humanidad toda posi-

    bilidad de venir a s misma, es decir, en general experimentar an el smismo como posible fundamento de la verdad.

    El poder no tolera nivelacin alguna. Pone todo en el o-o del sostener-se o no, tambin donde, aparentemente, esto es desde un clculo circulan-te, deja descansar en s todava por un tiempo algo subsistente. El poderva al extremo o-o, y slo por razones de poder oculta que su esencia exigela lucha "a vida y muerte" y es llevada por esto. Uno tiene que aniquilara otro. Pero con ello se priva a s mismo de la posibilidad de experimen-tar un correspondiente reconocimiento a travs de otra humanidad, quetodava se adecuara a la propia altura de poder. Porque esta posibilidad allcae, el vencedor tampoco puede encontrar reconocimiento, se hunde enmera presencia ante la mano de lo que slo produce efecto. Todlposibili-dad de una verdad ha sido destruida.

    La esencia del poder como maquinacin aniquila la posibilidad de laverdad del ente. Es el mismo fin de la metafisica.

    La determinacin esencial del poder

    Manera y perspectiva en que aqu es determinada la esencia del poder, noestn tomadas de la estrechez de un modo de consideracin historiogrfi-co y poltico. Lo determinante procede slo del pensar conforme a la his-toria del ser [Seyn]. Con ello se dice: el planteo no procede "del poder"como justamente un "fenmeno" hallable aqu y all, para luego delimi-tar su esencia. Antes bien, el pensar procede ya de una historia de la inte-

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  • rrogacin del ser y experimenta en esta historia qu y cmo ser devienerealidad, obrar que se representa (subjetividad), voluntad que sabe y porfin "voluntad de poder". La voluntad de poder tiene que ser pensada comoel acabamiento de la verdad (metafisica) sobre el ente y as como el ser.Slo entonces se deja reconocer cmo en ella ha sido pensada la esenciadel poder como ser. Pero ya este concebir el poder como ser tiene que, entanto historia del ser [Seyn], prepensar en la superacin de la metafisica.Tan slo desde ella cae luz sobre la esencia del poder, de modo que estaesencia es sacada del circuito de una restriccin a un mbito del ente.

    El pensar en el acabamiento de la verdad del ente desde la superacinde esta verdad, reconoce la esencia de la maquinacin. sta, por su parte,tiene sin embargo su an oculto esenciarse en el rasgo fundamental delser, conforme al cual el ente ha sido entregado al abandono del ser y aban-donado al aparentemente nico rango del ente sobre todo ser.

    Los grados del pensar segn la historia del ser [Seyn], que intenta pen-sar el poder en esencia y en cuya propia historia es interrogada la esenciadel poder y nicamente permanece interrogable, se pueden indicaratravs pe esta secuencia:

    ser como realidadrealidad como subjetividadla subjetividad como la voluntad de poderla voluntad de poder como serel ser como poderel poder como maquinacinla maquinacin como desasimiento del ente en s mismoel desasimiento del ente y la devastacinEn tanto este pensar se inserta de modo aparentemente arbitrario en la

    determinacin del ser como realidad, es posible recordar que la historia delser puede presentarse en una historia del concepto-de "existencia". Enmedio de ella se alcanza el saber de hasta qu punto la realidad como actua-litas remite a la elne'rgeia y con ello a la historia primera inicial del ser. Peropor qu el ser tena que expandirse a la esencia del poder? Puede pregun-tarse aqu por un por qu? Es sta la actitud justa para lo determinante?

    *

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  • Para entonces poder pensar la esencia del poder como ser, el que piensatiene antes que desprenderse de querer reconocer cualquier "fenmeno" y aconsecuencia de este reconocimiento prepararse una toma de posicin conrespecto al "poder". El que piensa tiene que permanecer en el pensar, esdecir renunciando a explicaciones del ente a travs del ente detenerse en lareferencia del ser a l, la esenciante determinacin en el ser [Seyn]. Sloentonces se da la posibilidad del encuentro esencial en la referencia a laesencia del poder. Pero de otro modo, en el contar con explicaciones delpoder, se permanece slo en y se llega de nuevo a condenas del poder, aensalzamientos del poder o al indiferente conformarse con l como inevita-ble.

    Este razonar sobre el poder no alcanza nunca el circuito de la esencia yni siquiera puede sospechar que en el esenciarse del poder toma su curso unahistoria del ser mismo y "slo" esta historia.

    Este esenciarse del poder se acaba en que el poder deviene incondicionalautodevastacin, en tanto la prepotencia se fuerza, en el pleno vaco del ejer-cicio del poder sin trabas, a sepultar en su mbito esencial toda posibilidadde un comienzo. Pero este mximo despliegue de la esencia del poder, deninguna manera aparece en la figura de devastacin y exterminio, por demsconocidos, sino en la apariencia de lo contrario. Los signos historiogrfica-mente comprobables del acabamiento esencial del poder son erf'planetaris-mo" y el "idiotismo". Lo "planetario" mienta la referencia de la esencia delpoder a la totalidad de la tierra, de modo que esta referencia no es resultadode una expansin, sino el inicio de un singular dominio de la tierra. Lo "idio-ta" (idion) mienta la primaca de lo en-s-mismo-vido, que en primer tr-mino se expresa como subjetividad.

    Porque el poder ha establecido en s la enemistad esencial para con todolo inicial, lo que de nuevo se vuelve al comienzo, el poder se opone a todadignidad. Por cierto, se nombra a veces juntos poder y dignidad y donde elpoder es re-presentado como propiedad y dotacin de un ente, parece perte-necer al poder como dominio la magnificencia y a sta la dignidad (majes-tas). Aqu han sido experimentados por doquier grados previos no desplega-dos de poder en medio del ente, el cual tiene el ser en la eficacia del hacer.

    Sin embargo, pensada en su esencia, la dignidad permanece tan deci-

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  • didamente extraa al poder, que ni siquiera puede ser planteada como suoposicin, con lo cual se adjudica an a ambos la mismidad de un circui-to esencial.

    La dignidad es la desocultacin de la ocultacin, que puramente se sos-tiene en la intimidaddel comierizo, que a partir de ella permanece lejana,retomando al comienzo y vuelta a este regreso.

    La dignidad de lo inicial no es alcanzada por ningn poder y no essabible desde ningn poder.

    El poder "necesita" poder (violencia)

    El necesitar es equvoco. El poder requiere poder como un medio para serpoder. Cuando el poder se emplea a s mismo y tiene que consumirse,entonces el poder deviene violencia. Slo que la violencia no es necesa-riamente y cada vez acto violento, pero siempre un forzar. La violencia nodesatada en su constreir, que no se degenera en un ciego golpear e impe-dir, es J;1~" obstante violencia y de este modo no otra cosa que la coercina lo no libre necesitada por el poder y empleada pero refrenada o encu-bierta.

    El poder requiere sin embargo poder (poder que emplea ejercicio depoder) no slo como un medio sino se "precisa" a s mismo (necesita a smismo) como meta. Pues el poder mismo es el que tiene que hacerse valery llevarse "al poder". Y esta prepotencia de s mismo es la propia profu-sin de su propio vaco. De esta manera es en s sobre s superfluo y almismo tiempo menesteroso de s mismo como de un medio.

    En que el poder esencialmente es meta, objetivo, medio y mediacindisputa la consistencia esencial de lo que en general pertenece al producirque dispone y a la facticidad. Demuestra en ello su rasgo fundamental,constituir la esencia de la eficacia como realidad.

    Todo ejercicio de poder, a travs del cual no slo es empleada una"violencia" como un disponible "principio activo", tan slo traslada elente al circuito de poder y determina al ente en su carcter de poder. Ellosucede tambin cuando es sometido y "despojado de poder" violentamente.

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  • Pero toda reivindicacin-de poder y todo tipo de afirmacin suyarequiere, justamente -porque en ellas surge un propio modo de ser y conello un extraamiento y sobresalto y a travs de ello amenaza un debilita-miento del poder mismo-, de un pretexto, a travs del cual la esencialesencia" de la violencia del poder queda encubierta.

    Este encubrimiento de la esencia violenta del poder, que de buen gradopuede ser juzgada moralmente como "mentira", no es sin embargo paranada concebible moralmente. Pues pertenece al esenciarse del ser. Porquesin embargo se ve siempre el poder slo a partir del ente y como un entey como irrupcin de un ente en el ente de ordinario asegurado y habitual,por ello se salva todo juicio del poder en una condena del ejercicio delpoder y en la indignacin por l.

    Que el despliegue y el ejercicio de poder sobre el fundamento de lametafsica moderna dota de "ideales" a la humanidad moderna y fija como"elevados objetivos" ora la 'justicia social", el "progreso de la cultura", lasalvacin de la "cultura" occidental, un nuevo "orden mundial", o un sis-tema poltico, todo ello no es una mendacidad ms grande o ms pequea,ms hbil o menos hbil, que proceda de cualesquiera turbias fuentes delactuar humano, sino ese no cubrirse de lo que se dice y lo que "verdade-ramente se piensa", es exigido por la esencia de la autorizacin de podera cada potentado. stos tienen que pagar un tributo que sobrepasa todaotra ofrenda, y tienen que pagarlo a menudo, en tanto tienen por cumplirel ulterior, no poder saber siquiera en qu obligacin de tributo se encuen-tran.

    Poder y violencia

    La violencia (brutalidad) se distingue a travs de una singular simplicidad.Su proceder se dirige a la incondicional aniquilacin con medios incondi-cionalmente eficaces en toda ocasin y en cada aspecto.

    De all que apenas dos poderes de igual capacidad brutal chocan entres, se mostrar que sus mtodos en ningn aspecto se distinguen, porquenada hay en que de alguna manera se puedan distinguir. De all que se

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  • acreciente aqu tambin la posibilidad de responder de un golpe al proce-der del adversario con los medios correspondientes.

    A travs de todo esto, es decir, a travs de la capacidad brutal soltadaa lo incondicional, los futuros choques se vuelven por entero "simples";alcanzan la incondicional dureza, que entonces tiene slo un recurso, quereconduce a ella misma. La aniquilacin deviene autoobjetivo.

    Poder y crimen

    Donde el poder deviene histricamente esencia del ser, toda moralidad ylegalidad ha sido desterrada y a saber incondicionalmente. El poder no esmoral ni inmoral, domina fuera de eticidad, derecho y costumbre. Todo loconstruido, guardado y fijado en estos mbitos, lo que aqu ha sido exigi-do y planteado como criterio, es a travs del poder incondicionalmentequebrado y, a saber, de tal manera quebrado, que nada entra en lugar de loquebrado ms que el poder mismo, pero que en tanto ser se da como lainasible nada, por lo cual el quiebre de todo lo estable y permanente tieneque mostrarse como este extremo de destruccin.

    De all que a las pocas determinadas por la incondicional esencia depoder, pertenecen los grandes criminales. No son enjuiciables segn cri- terios morales-jurdicos. Se puede hacerlo, pero nunca se alcanza as suverdadera criminalidad. Tampoco hay pena alguna que bastara para casti-gar a tales criminales. Toda pena queda esencialmente rezagada con res-pecto a su esencia criminal. An el infierno -y semejantes- es en esenciademasiado pequeo ante lo que los criminales incondicionales destruyen.

    Los principales criminales planetarios son, segn su esencia, plena-mente iguales a consecuencia de su incondicional servidumbre con res-pecto a la incondicional autorizacin del poder. Diferencias historiogrfi-camente condicionadas e instalndose en primer plano slo sirven paradisfrazar la criminalidad en lo inocuo y hasta mostrar su realizacin como"moralmente" necesaria en "inters" de la humanidad.

    Los principales criminales planetarios de la reciente modernidad;"en laque tan slo devienen posibles y necesarios, se dejan contar justamentecon los dedos de una mano.

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  • La esencia del poder y el sometimiento

    En el poder el "espritu" llega a su despliegue mximo e incondicionadoen su no impedida inesencia. "Espritu" significa aqu modernamente: elsaber que se sabe a s mismo, que es la realidad de todo operante.

    De all que slo el habitual entendimiento puede quedar adherido a loexterno de lo meramente "negativo" y en la esencia del poder desconocerel ser mismo.

    De este modo ocurre que "el poder" se aloja en cualesquiera "portado-res" y los hace responsables de lo que ellos "hacen" "con" el poder, enlugar de considerar que los portadores son los siervos, que slo sonhechos por el poder.

    Pero los "siervos", correspondiendo al despliegue esencial de la esen-cia del poder a la incondicional in-esencia, no son enanos sino "gigantes",a saber, con respecto al modo en que sencillamente -sin medida compa-rable- se someten a la esencia del poder. Lo gigantesco concierne a ladecisin al sometimiento a la esencia del poder y al no poder saber acer-ca de la esencia y del origen de la necesidad de tales decisiones.

    I

    "Demonismo del poder"

    De ello se cuida con particular gusto de hablar, donde se mienta poseeruna representacin "vital" del poder "real". Pero en verdad, esta habla-dura es el mejor testimonio de incomprensin. El discurso sobre "demo-nismo del poder" supone que el poder sea "propiamente" y "naturalmen-te" justificado y en ciertos lmites necesario, aunque debera precisamen-te ser "ticamente" ligado y conducido. Se piensa la esencia del poder, enprimer lugar, desde una chata equiparacin del mismo con la "violencia",como entremezclado con moral y se hace luego surgir el "demonismo" dela falta de conduccin tica.

    El desamparo de esta representacin del poder caracteriza a los juiciosusuales sobre la historia de maestros de escuela de los historigrafos.

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  • Poder y verdad

    Poder como ser tiene que autorizar una apertura y es decir aqu la publi-cidad y de este modo llevar al poder su esencia adecuada de la "verdad".Verdad es conforme a la estructura moderna de la esencia del poder tantocomo correcto y correcto significa asegurando poniendo-asegurado acubierto la autorizacin del poder. Lo que de esta autorizacin, por ellamisma mandada y conducida, deviene "justo", es verdadero y lo es sloen tanto y mientras tanto. Verdadero significa tanto como justo segn laautorizacin de poder.

    Pero porque el poder es siempre incondicional, tambin su verdadnunca es condicionada y relativa. Para esta verdad no hay an un sobran-te, que pudiera otorgar y solicitar otros respectos de juicio, Porque estesobrante queda previamente desterrado, la verdad perteneciente al poderes "incondicional". Por ello tambin el poder en la comunicacin pblicade sus. verdades tiene siempre que "atenerse al principio de la verdadincondicionada".

    Lo que el poder comprueba es cada vez incondicionalmente correctocon referencia al hecho considerado y escogido para la comunicacin. No fhay ningn otro respecto a otras cosas, a partir de las cuales y en mediode las cuales lo dicho de inmediato tuviera que ser slo condicionada-mente correcto. Todos los enunciados del poder son incondicionalmenteverdaderos. Por ello donde diferentes posiciones de poder se oponen entres, cada una por s dice su incondicionada verdad. Ninguna miente. Y sinembargo mienten todas. Considerado ms precisamente: puesto que cadavez cada uno en el sentido mencionado es incondicionadamente verdade-ro, este tipo de verdad del poder tiene que ser cada vez incondicionada-mente falsa. An ms claramente: si verdadero o falso en el sentido de queen todo aspecto algo es determinado, este "si-o" es inesencial para elpoder. Lo "verdadero" puede tambin tranquilamente y hasta tiene que serlo falso, pues tampoco lo falso es aquello sobre lo que el poder se funday segn lo que se deje apreciar y juzgar. Lo verdadero propiamente es.slo

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  • 10 conforme al poder. Hablar aqu de una utilidad conduce fcilmente aerror; puesto que tampoco llega algo til para alguien o para algn obje-tivo. Rige la autorizacin del poder y 10 verdadero es verdadero no comotil sino como algo en s poderoso.

    Se puede moralmente indignarse por este tipo de verdad, pero se tieneque saber que sta no es ninguna respuesta correspondiente al poder. Laretirada a 10 moral de esta esencia de la verdad, que adems Nietzsche hareconocido, nunca puede sondear en su esencia conforme a la historia delser [Seyn] y preparar una superacin. Con el auxilio de la moral slo sepuede eludir, y es decir excluirse a s mismo de la historia, que pasa porel soltarse de la esencia del poder a la maquinacin.

    La miseria del cristianismo se muestra del modo ms claro en que osci-la aqu y all entre incondicionales posiciones de poder y segn exigenciade una u otra an ofrece sus servicios.

    Aqu se hace tambin reconocible que en el mbito del desvanecientecristianismo nunca puede caer una decisin sobre la deidad de los dioses.Ni siquiera puede ser vislumbrada.

    Poder y nivelacin

    "Poder" induce a la opinin de que su esencia se absorbe en la supremacay el dominio y con ello tambin en el avasallamiento y la opresin. Con-forme a ello el poder trae consigo la desigualdad. Esto tambin acierta.x.s-mientras miremos slo al ente determinado por el poder. Pero si pensamosla esencia misma del poder, es decir, 10 entendemos como ser, entonces semuestra de inmediato, que al poder pertenece la nivelacin y ello en unsentido incondicional. Todo poder autoriza en 10 mismo, a saber, en elincremento de poder, al que como prepotencia le concierne su propiaesencia y no mienta el avasallar al ente. Pero el incremento de poderrequiere, ya por la seguridad de s mismo la mayor uniformidad posibledel "principio", de modo que la uniformidad de la esencia del poder inclu-ye la homogeneidad del poder en el forzamiento de una igualdad en todaextensin de poder. De all procede que donde siempre se desplieguen

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  • luchas de poder ms y ms puras, donde pureza significa desconsidera-cin del desenfreno de la esencia de poder, los antagonismos se llevenalternativamente a la plena igualdad de s mismos.

    Poder e indigencia

    La representacin habitual enlaza posesin de poder con despliegue depompa y exhibicin. Aqu se acierta algo esencial con respecto al modoen que el poder tiene que sostenerse en pblico, pues a travs de la pompacrea a los espectadores y participantes, que de tal manera son trasladadosa la opinin (conforme al poder a travs del poder) de ser participantes delpoder y sus compartidores; el rol que el "pueblo" puede jugar en lo pbli-co de la pompa y de la posesin de poder.

    De all que en medio de la historia de despliegue de la incondicionadaesencia de poder el "socialismo" sea necesario, pero de modo igualmentenecesario nunca puede ser un mero "socialismo" por s, sino es siempreun... socialismo. Lo que le es conectado como verdadero fundamento depoder, puede tomar diferentes variantes y visto conforme a poder tampo-co es simplemente decisivo. Rige slo una forma de orden popular quepermite un dominio incondicional. Este ejercicio de poder que atraviesa lo jpblico como nico portador de voluntad del alegado pueblo es un previoe incondicional despojo de poder. A ste pertenece que justamente sinpompa, sin la variedad de presentacin, sin el enredo en meros arreglos,acta desde la mayor indigencia posible. Esta indigencia requiere de unaamplia superficialidad del pensar. Del mejor modo le sirve la irreflexin.Esta indigencia se pasa sin "cultura". De all que en las decisiones sobreel poder, es decir, sobre la posesin planetaria de poder, no se decide laprofundidad y grandeza de la "cultura", ni de la formacin, de la historio-grafia y semejantes, sino la determinacin a la indigencia de las ms sim-ples reglas de juego, segn las que los medios de poder desconsiderada-mente son puestos en juego.

    A la indigencia del despliegue de la esencia de poder corresponde la

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  • nivelacin que corresponde al poder. En su indigencia el poder tiene elfundamento de su consistencia esencial.

    Todo ello pone de manifiesto el incondicional vaco que habita en laesencia misma del poder, como el extremo soltarse del ser en la inesenciade la entidad.

    Este vaco no es nada, sino la desconsideracin del poder hasta contras mismo, porque rige permanentemente la prepotencia. Esta desconside-racin y vaco suscita entonces en lo pblico la impresin de que lo quelos potentados realizan, propiamente cualquiera puede, que nada pertene-ce a ello fuera - de la mxima servidumbre en la realizacin de la esenciadel poder. Y ella es escasa; una escasez corresponde a que tambin elpoder es esencia fundamental, la esencia fundamental del ser y ste atravs de la singularidad permanece en lo propio.

    Poder y "sistema"

    Al entendimiento comn sorprende, en primer lugar, que el poder trabajey proceda segn un "sistema".

    En este parecer, que el poder mismo pasa al diario opinar sobre l, seencuentra sin embargo un engao fundamental. El poder es en s esenciaasistmico, y precisamente esto asegura su poder, estar seguro en todomomento de la prepotencia de s mismo. Lo que, por el contrario, el asist-mico poder reivindica para s, es la posibilidad de la total organizacin,que con respecto al ente nunca consiente un compromiso y que deniega al.ente por adelantado toda reivindicacin de compromiso. Lo que a la esen-"cia del poder es usual, la independencia para con el ente y el modo de surespectivo juicio y valoracin, el diario opinar lo experimenta siempre denuevo como lo extrao y busca depreciarlo como "falta de principio".

    Poder y publicidad

    El poder necesita la publicidad, pero con la intencin de desconcertarla departe a parte y sepultar la posibilidad de una formacin" de opinin. La

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  • consecuencia de este desconcierto es la plena indiferencia con respecto atodo. Los mayores xitos no hacen ms efecto y a lo ms excitan an lavaca curiosidad por los prximos, a los que por adelantado ya se ha acre-ditado la inesencialidad.

    Tal indiferencia parece amenazar al poder y su capacidad de obrar.Pero en verdad el poder deviene slo ms poderoso, pues la incondicionalindiferencia permite la admisin de todo. En efecto, se origina de estemodo en la esencia misma del poder y a travs de sta su antiesencia, sloante la cual se quiebra: la incondicional falta de resistencia. Ella hace queel poder repentinamente ejerza poder hacia adentro en su propio vaco yse prepotencie en la nada.

    Lo inhabitual y lo improviso

    En tiempos de ilimitado planeamiento, al que slo satisfacen desconside-radas medidas, la calculabilidad de' todo ente se atribuye a ste comocarcter fundamental de su facticidad. Pero esta atribucin de ningunamanera es una "subjetivizacin" de lo "objetivo", porque la subjetividad,que el hombre se conciba y afirme como subjectum, ya corresponde al esenciarse del ser en el sentido de la facticidad, de modo que tan slo conello ha sido fundado algo objetivo, el ente como objeto del re-presentar,sobre un fundamento inaccesible a la metafsica as conducida.

    Donde la calculabilidad devino signo del ente, lo improviso es la regla.Puesto que todos los planeamientos que sirven al clculo entran en undesierto, que ellos mismos no dominan, sino siempre slo aprovechan yutilizan; indominables por ellos mismos tienen que chocar entre s yentonces a lo nunca planeable. Por cierto lo improviso es slo la inesenciade lo inhabitual en la forma de la sorpresiva excepcin y del apartarse.

    Lo necesario

    Lo inevitable indispensable - invariable - lo que tiene que ser asumido;al que o bien se sucumbe, en cuanto aplasta al hombre, o bien se sucum-

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  • be en cuanto se le re-siste -sin consideracin de s mismo y sin perspec-tiva de cambio. El resistir, ningn sobrevivir, pero un subsisti37 de lo quetritura.

    Aqu entonces es esencial: cmo se toma a s mismo. A travs de quese reconoce algo en este sentido "necesario", se ha alcanzado una posicinslo en tanto se ha sido trasladado a la situacin de decidirse o no deci-dirse. Aqu es el lugar para el desnudo herosmo, que slo afirma lo ine-vitable, pero ms no puede. Esto puede significar mucho frente a la mise-ria de los intentos de evasin y aturdimiento y frente a la inocuidad delfalseamiento y de los cortos "pesimismos" y "optimismos".

    Lo necesario en el sentido caracterizado no deja ninguna posibilidadms, donde lo posible ha sido delimitado y calculado en el horizonte de lovigente, del ente dominante (y de su ser).

    Pero esto necesario no decide y no puede justamente decidir, si lmismo no es slo todava la ltima posibilidad de lo vigente y con elloenteramente no un necesario que llega, sino slo an lleva a cabo su pasarpor y su transcurrir. Pues es algo esencialmente otro.

    2. Lo necesario en el sentido del insondable venir, que aporta en s lamspura apertura de las ms simples decisiones, no inevitablemente, sinoligando a la disposicin para con el venir.

    Para lo necesario primeramente mencionado, la necesidad es slo losin salida; y lo necesario de tal tipo no vuelve esta necesidad, sino fuerzay constrie a ella.

    Para lo necesario mentado de otro modo la necesidad es que ningunaapertura acaece del trnsito indecidido-decisor; y lo necesario de tal tipoda con el claro de la carencia-de necesidad y vuelve, es decir cambia lanecesidad en el modo de la liberacin al asilo de decisin esencial.

    El pensar segn la historia del ser [Seyn]

    Ha acaecido desde el ser [Seyn] mismo, que se esencia en el puro venir.Pero ello no convierte su actuar en un soportar o mero contemplar. El aca-ecimiento-apropiador reivindica la ms elevada realizacin: el salto, cues-

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  • tionador, al claro del abismo. Es interrogada la esencia de la verdad. Yentanto el evento de la decisin sobre esta esencia es la historia inicial, elpensar permanece radicalmente histrico y por ello tiene que, desde el pri-mer comienzo, ms all del fin del "acabamiento de la metafsica, dejarsellevar al otro comienzo a travs de la inasible capacidad de sostn deaquellas palabras, a cuyos portadores para nada necesitamos conocer. Pordoscientos aos tal pensar tiene que pensar por adelantado para que des-pierten los primeros alemanes en un aclarado sitio de decisin entre la ver-dad del ser [Seyn] y la primaca del ente, devenida desierto. Y por tiempofaltar la huella inmediata que indique los caminos en la simple vecindadde los pocos instantes de la historia del ser [Seyn]. Ni pasado (slo ente),ni eterno (slo ente) sin para considerar como refugio y escapatoria - sloal ser [Seyn] tiene que interrogar el pensar como lo indeciso pleno dedecisin.

    El pensar -como interrogacin a la verdad del ser [Seyn], diciendo,tiene que avanzar en el mbito de la decisin inicial venidera, nicamen-te donde alcanza la huella del evento.

    Por ello el pensar tiene que atravesar el abandono del ser. Peroantesste tiene que ser ante todo experimentado; y para esto requiere primeronuevamente la sacudida del olvido del ser. La ocasin de la sacudida a ;,travs del claro de lo inusitado. La noticia de ste en lo extrao.

    Lo extrao como perturbacin de lo corriente.Lo corriente y lo habitual.La habituacin.Lo inusitado en el sentido de lo sorprendente entitativo e inslito.Lo inusitado en el sentido del ser [Seyn] desde hace largo tiempo esen-

    ciante y no necesitado de medio alguno.El pensar segn la historia del ser [Seyn] no trae soluciones de enigmas

    ni procura apaciguamientos de indigencias. Es la instancia en la esencia dela verdad. Qu de ms esencial ha de ser entonces exigido del pensar?

    El pensar segn la historia del ser [Seyn] es siempre pensar inicial, no sepierde nunca en algn tipo de historiografa sobre el curso de opiniones yteoras.

    En cada salto ha sido saltada la huella de la historia inicial, que en su

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  • semejante y es decir en el comienzo lleva al otro, que como comienzo delser (Seyn] es ahora la resolucin misma, el esenciarse de la verdad del ser(Seyn].

    El pensar segn la historia del ser (Seyn] se ensambla en lo a-morfa, nole es otorgado apoyo alguno en "imagen" y en cosa dilucidadora - desnuday osada es su palabra.

    Pues para fundar rige en la propiedad del ser (Seyn] un gnero vislum-brador.

    Entonada por el ser (Seyn], la palabra pensante tiene que silenciar su voz.El pensar inicial no empieza slo el comienzo, tambin permanece en el

    comienzo y siempre indica slo a ste. La solidez de esta instruccin es todo,enseante laminar hacia representaciones introductorias su mayor peligro.

    El pensar segn la historia del ser [Seyn] es el pensar de muchas hue-llas; ni slo representar, ni el tipo escalonado del mismo en el sentido de la"dialctica". sta sirve fcilmente como medio de malinterpretacin delpensar de muchas huellas y est an ms alejada de l que el inicial noein delaphysis.

    El pensar interroga a las mltiples huellas del ser (Seyn], que como even-to-apropiador simplemente se esencia en lo mltiple de la resolucin.

    Cada huella del ser (Seyn] indica el proseguir de las otras, pero en nin-guna parte ni nunca son sobre todo pensables, es decir, el pensar rlunca esre-presentar e intuir, sino encarecida disposicin al abismo por una va.

    La esencia de la filosofia

    y la respectiva historia de un pensar, en el sentido de la fundacin de lahistoria por l asumida, nunca es explicable desde la "personalidad" del"filsofo"; menos aun es sta, a diferencia de lo pensado del pensador, loque propiamente permanece. Slo el biologismo historiogrfico, amplia-do a metafisico ("subjetividad" del hombre), puede difundir tal opininerrnea. Que Nietzsche haya sido vctima de esta "tendencia" y que recinla haya hecho "moderna", no puede sorprender.

    Bien por el contrario, puede mediatamente el proceder.deun pensador

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  • dar la indicacin de una actitud, que a su vez seala el modo en que engeneral la referencia al ente ha sido determinada y dispuesta. Y en ello sedesoculta el modo en que el ente como tal se esencia - de qu verdad y sifundada o no es laverdad del ser [Syn].

    As una referencia a Herclito puede decir algo esencial sobre el pen-sar inicial, es decir la historia del ser [Seyn]; supuesto que no se lo "lea"y entienda "biogrficamente" ni en absoluto "historiogrficarnente", sinose lo experimente histricamente: "Pero l se ha retirado al santuario deArtemis, para jugar all con los nios el juego... ; aqu estaban slo losEfesios en tomo a l y les deca: qu, vosotros bribones, os sorprendisaqu? no es mejor hacer esto que esforzarse con ustedes por la polis?[ ... ] y finalmente desdeo la gente, abandon el camino y vivi en lamontaa'v

    El hombre y el ser-ah

    El hombre: el animal racional.Razn: o sostenida e impulsada por la animalidad y para fomento e

    impedimento de la "vida", o bien conduciendo y gobernando lo animal,pero sin embargo instalada en ste. "Valores", "metas" concedidos, pero humanamente; "contenidos", que llenan de un modo u otro lo formal y loque propiamente funciona "de la vida".

    Las funciones de la vida, lo estable, lo restante un resultado y un res-pectivo llenado.

    Por doquier el hombre -sin mundo y no terrenc--, sin que nunca la per-tinencia al ente como tal fundamentara su esencia, de modo que la "vida"-cuerpo y alma- sean cocondiciones de la realizacin y curso, del sopor-tar y quebrar de su esencia.

    Elevar toda pertenencia al ente, pero ahora tan slo a lo decisivo, en

    6 Comp. Hermann Diels: Die fragmente der Vorsokratiker. Edit. por v. Walther Kranz, Pri-mer tomo. 5 edic. Berln, 1934,22 A 1, p. 140 (Diog. IX 3). Traduccin en el curso delsemestre de verano 1943 comp. Heraklit. l. Der Anfang des abendliindischen Denkens. 2.Logik. Heraklits Lehre vom logos. Edit Manfred S. Frings. Edicin de obras completastomo 55, Frankfurt am Main 3/1994, p. lO. .

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  • tanto la verdad del ser deviene cuestionable y una fundacin de su verdadha de suceder como ser-ah.

    Entonces una esencial transformacin del hombre.Slo posible despus de extremas y muy largas conmociones.

    Traduccin de Dina V. Picotti C.

    I

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