HDG 2046 XXV ORDINARIO 20 de septiembre 2020 online€¦ · 2 Primera Lectura 3 Salmo responsorial...

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Los pensamientos de Dios no son como los pensamientos de los hombres y el corazón de Dios es mucho más grande que el nues- tro. Lectura del libro del profeta Isaías 55, 6-9 Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal, sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis pensamientos no son los pensa- mientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor. Porque así co- mo aventajan los cielos a la tierra, así aven- tajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos. Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor. R/. Bendeciré al Señor eternamente. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable. R/. Bendeciré al Señor eternamente. El Señor es compasivo y misericordio- so, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus crea- turas. R/. Bendeciré al Señor eternamente. Siempre es justo el Señor en sus desig- nios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca. R/. Bendeciré al Señor eternamente. San Pablo escribió a los cristianos de Filipo: “Para mí, la vida es Cristo y la muerte, una ganancia”. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses 1, 20-24. 27 Hermanos: Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí. Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite traba- jar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir. Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes. Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna del Evangelio de Cristo. Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor. La parábola de la Viña se coloca antes de los relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, mientras Jesús se acerca a Jerusalén, en un ambiente de polémica con los sabios del tiempo. Jesús narra la iniciativa del dueño para contratar trabajadores en cuatro sali- das, con los cuales se ajusta en un de- nario, y la última al final de la jornada. Cuando llega la paga, los primeros mur- muran y el dueño les responde que puede hacer con sus bienes lo que quiera sin cometer ninguna injusticia. De hecho, la murmuración expresa que no creemos en su amor; razón por la cual nos escandalizamos e irritamos porque Dios es misericordioso con los demás, a quienes los consideramos indignos de su amor. Semanario Litúrgico Nº 2046 NuestraIglesia Arquidiócesis de Guayaquil XXV DOMINGO ORDINARIO • CICLO A • SEPTIEMBRE 20, 2020 Oración colecta 1 LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura 2 Salmo responsorial 3 [Salmo 144] Segunda Lectura 4 Misericordia Jesús, de este modo, nos presenta una doble lógica: la del egoísmo, bajo el ropaje de justicia, y la del Reino de Dios. A la lógica del poder, ganancia, recompensa, habilidad y esfuerzo, opone la de la gratuidad y la del amor sobreabundante. Esta parábola, además, puede ser un itinerario espiritual personal y comuni- tario. El Señor nos llama al alba, a las nueve, a mediodía, a las tres de la tarde, a las cinco o cuando la jornada está por finalizar. Él nos busca para ofrecernos su viña: su amor, amistad, compasión y belleza para compartir con los hermanos. La respuesta es nuestra. Oh Dios, que pusiste toda la plenitud de la ley divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos que, cumpliendo tus precep- tos, merezcamos alcanzar la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíri- tu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén

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Page 1: HDG 2046 XXV ORDINARIO 20 de septiembre 2020 online€¦ · 2 Primera Lectura 3 Salmo responsorial [Salmo 144] 4 Segunda Lectura Misericordia Jesús, de este modo, nos presenta una

ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al pro- pietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a noso-tros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque soy bue- no?’.

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resu-citó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muer-tos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Oremos a Dios, nuestro Padre, por noso-tros y por el mundo entero. A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Los pensamientos de Dios no son como los pensamientos de los hombres y el corazón de Dios es mucho más grande que el nues-tro.

Lectura del libro del profeta Isaías 55, 6-9

Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal, sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón.

Mis pensamientos no son los pensa-mientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor. Porque así co- mo aventajan los cielos a la tierra, así aven-tajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

Un día tras otro bendeciré tu nombrey no cesará mi boca de alabarte.Muy digno de alabanza es el Señor,por ser su grandeza incalculable.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

El Señor es compasivo y misericordio-so,lento para enojarse y generoso para perdonar.

Bueno es el Señor para con todosy su amor se extiende a todas sus crea-turas.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

Siempre es justo el Señor en sus desig-niosy están llenas de amor todas sus obras.No está lejos de aquellos que lo buscan;muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

San Pablo escribió a los cristianos de Filipo: “Para mí, la vida es Cristo y la muerte, una ganancia”.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses 1, 20-24. 27

Hermanos: Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí. Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite traba-jar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir.

Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes. Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna del Evangelio de Cristo.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

[Cfr Hechos 16, 14]

R/. Aleluya, aleluya.Abre, Señor, nuestros corazones para que comprendamos las palabras de tu Hijo.

R/. Aleluya.

La parábola de los trabajadores que un propietario contrata para su viña, nos enseña que Dios es todo bondad, como aquel dueño que se compadece de los hombres que no tienen trabajo.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípu-los esta parábola: “El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que, al amane-cer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagar-les un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’. Ellos respondie-ron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también

La parábola de la Viña se coloca antes de los relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, mientras Jesús se acerca a Jerusalén, en un ambiente de polémica con los sabios del tiempo.

Jesús narra la iniciativa del dueño para contratar trabajadores en cuatro sali- das, con los cuales se ajusta en un de- nario, y la última al final de la jornada. Cuando llega la paga, los primeros mur-muran y el dueño les responde que puede hacer con sus bienes lo que quiera sin cometer ninguna injusticia. De hecho, la murmuración expresa que no creemos en su amor; razón por la cual nos escandalizamos e irritamos porque Dios es misericordioso con los demás, a quienes los consideramos indignos de su amor.

Semanario Litúrgico Nº 2046

NuestraIglesiaArquidiócesis de Guayaquil

X X V D O M I N G O O R D I N A R I O • C I C LO A • S E P T I E M B R E 2 0 , 2 0 2 0

Oración colecta1

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura2

Salmo responsorial3 [Salmo 144]

Segunda Lectura4

Misericordia

Jesús, de este modo, nos presenta una doble lógica: la del egoísmo, bajo el ropaje de justicia, y la del Reino de Dios. A la lógica del poder, ganancia, recompensa, habilidad y esfuerzo, opone la de la gratuidad y la del amor sobreabundante.

Esta parábola, además, puede ser un itinerario espiritual personal y comuni-tario. El Señor nos llama al alba, a las nueve, a mediodía, a las tres de la tarde, a las cinco o cuando la jornada está por finalizar. Él nos busca para ofrecernos su viña: su amor, amistad, compasión y belleza para compartir con los hermanos. La respuesta es nuestra.

Oh Dios, que pusiste toda la plenitud de la ley divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos que, cumpliendo tus precep-tos, merezcamos alcanzar la vida eterna.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíri-tu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén

Acoge complacido Señor, las ofrendas de tu pueblo, y haz que, por estos sacramentos celestiales, consiga lo que su ardiente fe proclama. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

Acompaña benigno, Señor, con tu ayuda continua a quienes alimentas con tus sacra-mentos, para que consigamos el fruto de la redención en los sacramentos y en la vida diaria. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén

1. Por la Iglesia universal, para que sea unacomunidad que trabaje esforzadamente por la reconciliación entre personas y so- ciedades, desde la justicia y la fraterni-dad. Oremos.

2. Por todas las naciones de la tierra, y espe-cialmente por las que viven en situacio-nes de pobreza, opresión, y violencia. Oremos.

3. Por todos los que sufren a causa del ham- bre, enfermedades, soledad o discrimi-nación. Oremos.

4. Por nuestros familiares y amigos difun-tos. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Escucha, Padre, nuestra oración y danos tu Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Page 2: HDG 2046 XXV ORDINARIO 20 de septiembre 2020 online€¦ · 2 Primera Lectura 3 Salmo responsorial [Salmo 144] 4 Segunda Lectura Misericordia Jesús, de este modo, nos presenta una

ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al pro- pietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a noso-tros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque soy bue- no?’.

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resu-citó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muer-tos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

R/. Amén.

Oremos a Dios, nuestro Padre, por noso-tros y por el mundo entero. A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Los pensamientos de Dios no son como los pensamientos de los hombres y el corazón de Dios es mucho más grande que el nues-tro.

Lectura del libro del profeta Isaías 55, 6-9

Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal, sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón.

Mis pensamientos no son los pensa-mientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor. Porque así co- mo aventajan los cielos a la tierra, así aven-tajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

Un día tras otro bendeciré tu nombrey no cesará mi boca de alabarte.Muy digno de alabanza es el Señor,por ser su grandeza incalculable.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

El Señor es compasivo y misericordio-so,lento para enojarse y generoso para perdonar.

Bueno es el Señor para con todosy su amor se extiende a todas sus crea-turas.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

Siempre es justo el Señor en sus desig-niosy están llenas de amor todas sus obras.No está lejos de aquellos que lo buscan;muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.

R/. Bendeciré al Señor eternamente.

San Pablo escribió a los cristianos de Filipo: “Para mí, la vida es Cristo y la muerte, una ganancia”.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses 1, 20-24. 27

Hermanos: Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí. Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite traba-jar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir.

Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes. Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna del Evangelio de Cristo.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

[Cfr Hechos 16, 14]

R/. Aleluya, aleluya.Abre, Señor, nuestros corazones para que comprendamos las palabras de tu Hijo.

R/. Aleluya.

La parábola de los trabajadores que un propietario contrata para su viña, nos enseña que Dios es todo bondad, como aquel dueño que se compadece de los hombres que no tienen trabajo.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípu-los esta parábola: “El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que, al amane-cer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagar-les un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’. Ellos respondie-ron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también

XXV DOMINGO ORDINARIO • CICLO A • SEPTIEMBRE 20, 2020 • Pág. 2

Profesión de fe7

Oración de los fieles8

SANTO EVANGELIO6

Aclamación antes del Evangelio5

Oración sobre las ofrendas9 Oración para después de la Comunión10

L 21M 22M 23

J 24V 25S 26D 27

Santoral y Lecturas diarias | 21 - 27 de Septiembre / 2020S. MATEO, Apóstol y evangelista • Ef 4,1-7. 11-13 / Sal 18/ Mt 9,9-13B. DIONISIO PAMPLONA, Compañeros mártires • Pro 21, 1-6. 10-13/ Sal 118/ Lc 8, 19-21S. PÍO DE PIETRELCINA, Presbítero • Pro 30,5-9/ Sal 118/ Lc 9,1-6B.V.M. DE LA MERCED, Memoria • Eccl 1, 2-11/ Sal 89/ Lc 9,7-9S. CARLOS SEZZE, Monje • Ecl 3, 1-11/ Sal 143/ Lc 9,18-22S. COSME Y DAMIÁN, Mártires • Ecl 11, 9-12,8/ Sal 89/ Lc 9,43-45S. VICENTE DE PAÚL, Presbítero • Ez 18,25-28/ Sal 24/ Fil 2,1-11/ Mt 21, 28-32

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

Acoge complacido Señor, las ofrendas de tu pueblo, y haz que, por estos sacramentos celestiales, consiga lo que su ardiente fe proclama. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

Acompaña benigno, Señor, con tu ayuda continua a quienes alimentas con tus sacra-mentos, para que consigamos el fruto de la redención en los sacramentos y en la vida diaria. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén

Semanario Litúrgico Nº 2046 - Tiraje: ON-LINE. Director: P. César Piechestein @arquidiocesisgye

www.arquidiocesisdeguayaquil.org.ec

1. Por la Iglesia universal, para que sea unacomunidad que trabaje esforzadamente por la reconciliación entre personas y so- ciedades, desde la justicia y la fraterni-dad. Oremos.

2. Por todas las naciones de la tierra, y espe-cialmente por las que viven en situacio-nes de pobreza, opresión, y violencia. Oremos.

3. Por todos los que sufren a causa del ham- bre, enfermedades, soledad o discrimi-nación. Oremos.

4. Por nuestros familiares y amigos difun-tos. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Escucha, Padre, nuestra oración y danos tu Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

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