¿Hay Seres Humanos en El Cielo Ahora?_02

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2. ¿Hay seres humanos en el cielo ahora? Un evangelista estaba tratando de armar su carpa en un lote vacante, corno a media cuadra de donde yo vivía. Desde la ventana de mi casa yo vi que él estaba teniendo dificultades en su Intento y que necesitaba ayuda. Así que fui a ayudarle, porque yo había recibido instrucción para manejar sogas y Ionas en una escuela náutica de la marina de los Estados Unidos. También había armado carpas grandes y las había cuidado en varios estados. El predicador apreció mi ayuda. Aunque él estaba afiliado a otra organización eclesiástica y no a la que yo pertenecía, disfrutamos nuestra conversación. Yo le hice preguntas acerca de algunas de sus creencias. - ¿Qué enseña su iglesia acerca de lo que pasa con una persona cuando muere? - le pregunté. - Si se ha convertido y permanece fiel al Señor, se va inmediatamente al cielo cuando muere -me contestó. - y si la persona muere corno un pecador impenitente, ¿qué pasa entonces? – pregunté luego. - Oh entonces va inmediatamente al fuego del infierno para ter atormentado para siempre jamás -fue su respuesta. - ¿Cree Ud. que este mundo continuará eternamente con una generación bajando a la tumba, mientras otra llega y es puesta en una cuna o camita de niño? - ¡Reamente no! Jesús regresará a este mundo para resucitar a los muertos y poner fin al pecado y al sufrimiento - contestó prestamente. -¿Cómo lo hará? -pregunté yo. - El juzgará y recompensará a cada hombre de acuerdo con sus obras -contestó él-. A los malvados los castigará por sus malas obras y a los justos los recompensará por sus buenas obras. - y si una persona fue perversa y nunca se arrepintió, ¿cuál será su futuro después de haber sido juzgado por Cristo en su segunda venida? ¿Y cuál será el futuro de la persona que .se arrepintió de sus pecados y se mantuvo fiel a Dios? -Inquirí yo. - Cristo lanzará a todos los impenitente al infierno, al lago de fuego, para sufrir un castigo eterno; y a los fieles los llevará consigo al cielo para morar allí para siempre. Este es el propósito del segundo advenimiento de Cristo -explicó él.

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el segundo capítulo del libro de R. L. Odom

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2. Hay seres humanos en el cielo ahora?

Un evangelista estaba tratando de armar su carpa en un lote vacante, corno a media cuadra de donde yo viva. Desde la ventana de mi casa yo vi que l estaba teniendo dificultades en su Intento y que necesitaba ayuda. As que fui a ayudarle, porque yo haba recibido instruccin para manejar sogas y Ionas en una escuela nutica de la marina de los Estados Unidos. Tambin haba armado carpas grandes y las haba cuidado en varios estados. El predicador apreci mi ayuda.

Aunque l estaba afiliado a otra organizacin eclesistica y no a la que yo perteneca, disfrutamos nuestra conversacin. Yo le hice preguntas acerca de algunas de sus creencias.

- Qu ensea su iglesia acerca de lo que pasa con una persona cuando muere? -le pregunt.

- Si se ha convertido y permanece fiel al Seor, se va inmediatamente al cielo cuando muere -me contest.

- y si la persona muere corno un pecador impenitente, qu pasa entonces? pregunt luego.

- Oh entonces va inmediatamente al fuego del infierno para ter atormentado para siempre jams -fue su respuesta.

- Cree Ud. que este mundo continuar eternamente con una generacin bajando a la tumba, mientras otra llega y es puesta en una cuna o camita de nio?

- Reamente no! Jess regresar a este mundo para resucitar a los muertos y poner fin al pecado y al sufrimiento

- contest prestamente.

-Cmo lo har? -pregunt yo.

- El juzgar y recompensar a cada hombre de acuerdo con sus obras -contest l-. A los malvados los castigar por sus malas obras y a los justos los recompensar por sus buenas obras.

- y si una persona fue perversa y nunca se arrepinti, cul ser su futuro despus de haber sido juzgado por Cristo en su segunda venida? Y cul ser el futuro de la persona que .se arrepinti de sus pecados y se mantuvo fiel a Dios? -Inquir yo.

- Cristo lanzar a todos los impenitente al infierno, al lago de fuego, para sufrir un castigo eterno; y a los fieles los llevar consigo al cielo para morar all para siempre. Este es el propsito del segundo advenimiento de Cristo -explic l.

-Esto me intriga -observ-. Hace algunos minutos usted me dijo que su iglesia ensea que inmediatamente despus que una persona perversa muere, va al infierno de fuego para ser castigada eternamente por medio de tormentos: y que al morir una persona justa es llevada inmediatamente al cielo para morar all eternamente gozosa y feliz. Quiere usted decir que el pecador impenitente ser juzgado y castigado DOS VECES; es decir, que al morir ser juzgado y enviado inmediatamente a sufrir el tormento en el fuego del infierno por los pecados que ha cometido; y que ms tarde, en ocasin del segundo advenimiento de, Cristo, ser resucitado, juzgado y condenado otra vez al tormento eterno en los fuegos del infierno por esos mismos pecados? Ordenar Jess en su segunda venida a todos los impos a salir del fuego del infierno y entrar en sus sepulcros para luego ser resucitados, juzgados, y ser enviados al fuego del infierno por segunda vez? Sern llamados entonces los redimidos a bajar del cielo para entraren sus tumbas, ser resucitados, ser juzgados, y luego ser llevados al cielo por segunda vez?

Nunca olvidar la expresin confusa que apareci en el rostro del predicador. Honestamente-contest-: Yo nunca haba pensado en eso! y rascndose la cabeza con una mano, y gesticulando con la otra, agreg: Voy a escribir a algunos de los hombres importantes de nuestra iglesia para saber qu es lo que ellos tienen que decir en cuanto a eso.

Yo espero que lo haya hecho. Su serie de reuniones evangelizadoras fue corta, y pronto se fue de la ciudad, porque viva en otra parte dela nacin.

La mejor y ms segura fuente de informacin sobre este tpico es la Biblia. Cuando el apstol Pablo fue a Berea en Macedonia para realizar obra evangelizadora, se alegr porque all las personas "eran ms nobles que los que estaban en Tesalnica pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriando cada da las Escrituras para ver si estas cosas (enseadas por los predicadores) eran as. Asique creyeron muchos de ellos" (Hechos 17:11,12). Esto revela que, en opinin de Pablo, la enseanza de las Sagradas Escrituras en asuntos de doctrina religiosa debe ser considerada como superior y de mayor autoridad que lo que cualquier predicador pueda pensar o decir,

Aunque parezca raro e ilgico al franco y sincero estudiante de las Sagradas Escrituras, la doctrina de que los habitantes de este mundo sern recompensados dos veces de acuerdo con sus obras, es ampliamente acariciada y enseada por muchos religiosos hoy en da. Por ejemplo, un erudito escritor catlico romano dice lo siguiente: "La doctrina catlica del juicio particular consiste en esto, que inmediatamente despus de la muerte, el destino de cada alma en particular es decidido por el justo juicio de Dios. Aunque no ha habido una definicin formal de este punto, el dogma est claramente implcito en el Decreto Unin de Eugenio IV (1439), que declara que las almas que abandonan sus cuerpos en un estado de gracia, pero con necesidad de purificacin, son purificados en el Purgatorio, mientras que las almas perfectamente puras son inmediatamente admitidas en la beatfica visin (presencia) de la Deidad (ipsum Deum unum et trinum) y los que mueren en efectivo pecado mortal, o meramente con pecado original, al Instante son consignados al castigo eterno, la calidad del cual corresponde a su pecado", etc... (The Catholic Encyclopedia [Enciclopedia Catlica), 1913., tomo 8, pg. 550, artculo Judgement").

Este escritor declar francamente: "Los argumentos Bblicos en defensa del juicio particular tienen que ser indirectos"; y tambin: No hay texto del cual podemos decir con certeza que explcitamente afirma este dogma", etc. (ldem.).

Y no sorprende que despus de mencionarla diversidad de puntos de vista sostenidos por muchos dirigentes eclesisticos acerca de este tema, el mismo escritor informa a sus lectores que hasta que la cuestin fue establecida por decisin de Benedicto XII, en 1332, hubo mucha incertidumbre en cuanto a la suerte de los muertos durante el perodo entre su muerte y la resurreccin generar'. (Ibid., pg. 551). La fecha 1332 que se da aqu es incorrecta. Deberla ser 1336.

Notemos que el decreto pontificio del papa Benedicto XII en cuanto al concepto del juicio pre-advenimiento que; el papado llama "el juicio particular" tena tras de s ms de un milenio de "mucha incertidumbre" en el pensamiento eclesistico, y "no hay texto (bblico) del cual podemos decir con certeza que explcitamente afirma este dogma". El uso del trmino "suponen" en la declaracin que sigue por el mismo escritor nos lleva a la conclusin de que el dogma papal acerca de esta doctrina descansa mayormente en suposiciones teolgicas:

"Los telogos suponen que el juicio particular ser instantneo, que en el momento de la muerte el alma separada es iluminada internamente acerca de su propia culpa o inocencia y por propia iniciativa toma su curso ya sea al infierno, al purgatorio, o al cielo" (The Cat1wlic Encyclopedia [Enciclopedia Catlica], tomo 8, pg. 551, col. 2).

Tambin muchas organizaciones eclesisticas protestantes y evanglicas, que si bien profesan tomar la Biblia, y la Biblia sola, como su regla de fe y prctica en asuntos religiosos, ensean que al morir la persona impenitente va inmediatamente al tormento eterno en los fuegos del infierno, y que la persona fiel prosigue enseguida hacia el cielo para estar con Cristo. Algunos de sus predicadores me han dicho privadamente que personalmente han desechado el concepto del tal juicio preadvenimiento, y que prefieren pensar que todos los muertos estn guardados en un "lugar intermedio" hasta que Cristo venga por segunda vez para resucitar y juzgar a los muertos y tambin a los que estarn vivos en la tierra en ese tiempo.

Esta declaracin del escritor catlico romano que hemos citado es interesante: "Pocas verdades son proclamadas con ms frecuencia y con mayor claridad en las Escrituras que la verdad del juicio general" (Ibid., pg. 552). l apoya ampliamente esa declaracin citando pasajes, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, que ensean que habr un juicio general, tanto de los impos como de los justos, por Cristo cuando l venga para recompensar a cada persona de acuerdo con sus obras.

Sin embargo, no podemos decir legtimamente que las Sagradas Escrituras excluyen la posibilidad de que haya alguna instancia de un juicio pre-advenimiento.

Por ejemplo, las Sagradas Escrituras nos dicen que el antediluviano patriarca y profeta Enoc, que naci en el ao 622 de la vida de Adn, vivi 365 aos y fue trasladado vivo al cielo

"Y desapareci, porque le llev Dios" (Gnesis 5:24). El Nuevo Testamento dice que "Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque. Lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios" (Hebreos 11:5). Eso ocurri ms de seiscientos aos antes del diluvio del tiempo de No. Por lo tanto, tenemos que asumir que el Juez de toda la tierra consider que Enoc mereca ser trasladado, y por una decisin judicial, orden que eso se hiciera.

Elas, el profeta israelita, fue trasladado vivo en forma similar al cielo sin haber experimentado la muerte. Esto ocurri aproximadamente 854 aos antes de Cristo. Vase 2 Reyes 2:1-12.

Moiss, otro gran profeta de Israel, muri a la edad de 120 aos, y fue sepultado en la tierra de Moab al lado este del Ro Jordn, en el ao cuarenta, o sea el ltimo de las peregrinaciones de Israel por el desierto. (Vase Deuteronomio 1:3; 2:7; 8:2,4; 29:5; 31:2; 34:5-7.) El cuerpo de Moiss (Judas 9) fue resucitado no mucho tiempo despus, y esta fue la primera vez desde la creacin de Adn que las garras de la muerte y del sepulcro fueron rotas y una persona muerta fue resucitada. Romanos 5:14. Dios, el juez justo, lo consider merecedor de una resurreccin especial y orden que se realizara.

Cerca de quince siglos ms tarde, Moiss y Ellas aparecieron personalmente, vivos y juntos, a Jess sobre un monte en Palestina, y hablaron con l acerca de los sufrimientos que pronto tendra que soportar. Tres de los discpulos de Cristo fueron testigos de ese evento. Lea la historia de la transfiguracin en Mateo 17: 1-5; Marcos 9:2-8; Lucas 9:28-35.

Cuando Cristo muri en la cruz, "la tierra tembl, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que haban dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros despus de la resurreccin de l, vinieron a la ciudad, y aparecieron a muchos" (Mateo 27:51-53). Ms tarde ellos ascendieron al cielo con Jess. Por este acontecimiento especial y milagroso se cumpli lo dicho en Salmo 68:18, porque "al subirse a lo alto (Jess) llev consigo... a una grande multitud de cautivos, y derram sus dones sobre los hombres"

(Efesios 4:8, versin P. Jos Miguel Petisco, y Biblia de Jerusaln). Esos que resucitaron eran personas que haban sido fieles a Dios hasta la muerte. l los consider merecedores de esta resurreccin especial, y juzg que deban ser llevados al cielo como trofeos de su victoria sobre el pecado y la muerte, y ser presentados como los primeros frutos de aquella vasta cosecha de justos muertos y personas vivas que sern arrebatadas para recibir al Seor en su segunda venida (l Tesalonicenses 4: 16,17).

Es necesario recordar, en lo concerniente a Enoc y a Elas, que ellos fueron personas trasladadas corporalmente Y sin haber muerto. Por lo tanto, no fueron al cielo como fantasmas, o espritus, o como almas separadas de sus cuerpos fsicos.

As tambin, tenemos que tener en mente "el cuerpo de Moiss" (Judas 9), Y tambin los "muchos cuerpos" de los santos que estando muertos "salieron de las tumbas". Por lo tanto, no fueron al cielo como espritus o fantasmas incorpreos, separados de sus cuerpos.

El mismo Jess cuando ascendi al cielo no se fue como un espritu o fantasma sin un cuerpo fsico. Su cuerpo muerto no fue dejado en la tumba. El cuerpo de Jess no qued en el sepulcro despus de su resurreccin (vase Mateo 28:6; Marcos 16:6; Lucas 24:3,6). Antes de ascender al cielo apareci en su cuerpo resucitado a sus seguidores. Ellos lo vieron y aun lo tocaron (Mateo 28:9). Es verdad que cuando algunos de ellos lo vieron "espantados y atemorizados, pensaban que vean un espritu" (Lucas 24:37). Pero pronto l los indujo a abandonar esa suposicin. l dijo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espritu no tiene carne Y huesos, como veis que yo tengo. y diciendo esto, les mostr las manos y los pies" (vers. 39,40). l fue a un ms lejos para convencerlos de que haba resucitado corporalmente, l les pidi comida, Y "entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y l lo tom, y comi delante de ellos" (vers. 41-43).

Toms, uno de los once apstoles, no estuvo presente cuando Jess apareci a los otros y "les mostr las manos y el costado" (Juan 20:20). Cuando escuch lo que haba pasado dijo escpticamente: "Si no viere en sus manos la seal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creer" (vers. 24,25).

Ocho das ms tarde Jess apareci corporalmente delante de ellos cuando Toms estaba presente. "Luego dijo a Toms: Pon aqu tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y mtela en mi costado; y no seas incrdulo, sino creyente" (vers. 27). As el Toms que haba dudado se convenci (vers. 28,29).

Si, Jess en verdad ascendi al cielo en su cuerpo fsico literal con que haba resucitado del sepulcro. Pedro declar ms tarde que en cumplimiento del juramento que Dios haba hecho en Salmos 16: 10 concerniente a la resurreccin de Cristo, "Su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupcin" (Hechos 2:31). Aqu la palabra griega hades, como tambin el correspondiente trmino hebreo seol en Salmo 16: 10, significan ambos "sepulcro". El cuerpo de Cristo fue puesto en la tumba un poco antes de la puesta del sol el viernes, y resucit un poco antes de la salida del sol el domingo por la maana. Por lo tanto, no hubo suficiente tiempo para que se produjera corrupcin por descomposicin. En su cuerpo humano fsico restaurado a la vida, l ascendi al cielo.

En ninguna parte de las Sagradas Escrituras se ensea que algn ser humano haya vivido alguna vez sin su cuerpo, o que haya dejado este mundo para existir despus como un alma o espritu, o fantasma, o espectro. Las personas que fueron trasladadas al cielo sin haber experimentado la muerte, fueron llevadas en sus cuerpos fsicos,

Contestando la pregunta que forma el ttulo de este captulo, podernos decir, S. La Biblia dice que unos pocos seres humanos estn ya en el cielo.

Las experiencias extraordinarias ya mencionadas de traslacin o resurreccin de este nmero selecto de personas a la vida eterna, pueden ser clasificadas correctamente como instancias de juicio pre advenimiento. Esas pocas personas fieles fueron juzgadas y tenidas por dignas de ser sacadas de este mundo mucho antes de la resurreccin general de los justos, cuando Cristo venga por segunda vez para juzgar al mundo en general, evento que est todava en el futuro.

Las experiencias excepcionales de estos fieles hijos de Dios han sido registradas en las Sagradas Escrituras para estimulo de nosotros que "esperamos al Salvador, al Seor Jesucristo; el cual transformar el cuerpo de la humillacin nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya" (Filipenses 3:20,21).

S nosotros tenemos la bendita seguridad, de que todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocar la trompeta, y los muertos sern resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupcin, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupcin, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplir la palabra que est escrita: Sorbida es la muerte en victoria. (1 Co 15:54)