Hay Que Civilizar Al Hombre o Hay Que Dejarlo Abandonado a Su Instinto

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¿Hay que civilizar al hombre o hay que dejarlo abandonado a su instinto? 1 INTRODUCCIÓN El hombre y el mono han sido comparados a lo largo de los años por científicos, antropólogos, entre otros. En el texto se da a conocer que tanto el ser humano como el mono son seres que tienen mucho en común desde el punto de vista natural y sexual; pero hay algo que los diferencia radicalmente, y es la capacidad espiritual y cultural que posee el hombre. Este ensayo tratara de analizar a groso modo los aspectos que el hombre y mono tienen en común y los aspectos que los dividen. DESARROLLO Desde el punto de vista fisiológico los humanos y los monos mostramos necesidades naturales, llamadas pulsiones primarias comunes como beber, comer y dormir, y se presentan como obligaciones inevitables ya que si no las realizamos pondríamos en riesgo nuestra vida. La urgencia de restituir energías por medio del alimento, la bebida y el sueño, brinda un sentido de identidad entre el cuerpo animal y el cuerpo humano, que funcionan igual, como un motor que da pie a la existencia. Así mismo la psicología presenta tanto en el ser humano como en el primate una condición sexual activa, aunque no es indispensable para la supervivencia individual, es vital para la conservación de una especie, y tanto en los animales como en las personas prevalece la misma instancia. Existe una ciencia, la etología, que demuestra que el comportamiento natural de los humanos y los primates es muy parecido. Muchas veces pensamos que los movimientos que realizamos son por voluntad o libre elección, pero la realidad es que nos sujetamos a movimientos naturales. La 1 Diderot, D. (1713-1784). Contra los amantes del orden. Francia.

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El hombre y el mono han sido comparados a lo largo de los años por científicos, antropólogos, entre otros. En el texto se da a conocer que tanto el ser humano como el mono son seres que tienen mucho en común desde el punto de vista natural y sexual; pero hay algo que los diferencia radicalmente, y es la capacidad espiritual y cultural que posee el hombre. Este ensayo tratara de analizar a groso modo los aspectos que el hombre y mono tienen en común y los aspectos que los dividen.

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¿Hay que civilizar al hombre o hay que dejarlo abandonado a su instinto?1

INTRODUCCIÓN

El hombre y el mono han sido comparados a lo largo de los años por científicos, antropólogos, entre otros. En el texto se da a conocer que tanto el ser humano como el mono son seres que tienen mucho en común desde el punto de vista natural y sexual; pero hay algo que los diferencia radicalmente, y es la capacidad espiritual y cultural que posee el hombre. Este ensayo tratara de analizar a groso modo los aspectos que el hombre y mono tienen en común y los aspectos que los dividen.

DESARROLLO

Desde el punto de vista fisiológico los humanos y los monos mostramos necesidades naturales, llamadas pulsiones primarias comunes como beber, comer y dormir, y se presentan como obligaciones inevitables ya que si no las realizamos pondríamos en riesgo nuestra vida. La urgencia de restituir energías por medio del alimento, la bebida y el sueño, brinda un sentido de identidad entre el cuerpo animal y el cuerpo humano, que funcionan igual, como un motor que da pie a la existencia.

Así mismo la psicología presenta tanto en el ser humano como en el primate una condición sexual activa, aunque no es indispensable para la supervivencia individual, es vital para la conservación de una especie, y tanto en los animales como en las personas prevalece la misma instancia.

Existe una ciencia, la etología, que demuestra que el comportamiento natural de los humanos y los primates es muy parecido. Muchas veces pensamos que los movimientos que realizamos son por voluntad o libre elección, pero la realidad es que nos sujetamos a movimientos naturales. La pugna por el liderazgo en una manada obedece a comportamientos naturales como la adopción de las posturas físicas con el fin de demostrar el grupo dominante y el dominado.

En el fondo, el chimpancé y el hombre seductor se comportan de modo natural e idéntico en las relaciones sexuales. Mientras el macho muestra partes del cuerpo para llamar la atención y se pelea con los demás monos que desean poseer a la misma hembra que él; el donjuán usa sus encantos para llegar al mismo fin, obtener a la mujer deseada.

La cultura es lo que diferencia al mono del hombre, ya que el hombre es capaz de deshacerse parcial o totalmente de la bestialidad o bien puede resistirse a ella, superándola y encaminándola hacia otras actividades. El mono no tiene la capacidad de reducir su hambre sexual, y es ahí donde se ve la gran diferencia 1 Diderot, D. (1713-1784). Contra los amantes del orden. Francia.

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con el ser humano que es el ser capaz de luchar contra la necesidad de satisfacción a tal grado que pueda reducirla.

Una diferencia abismal separa definitivamente al hombre del chimpancé, la espiritualidad, única en el hombre. En el chimpancé no hay filosofía, religión, intelecto o peor aún un lenguaje de palabras, como en el hombre.

CONCLUSIÓN

En conclusión, el hombre tiene muchas cosas en común con los primates, pero a la vez tiene diferencias que sobrepasan radicalmente los límites de creencia en que alguna vez el mono evolucionó y se convirtió en hombre. Estas diferencias son la cultura y la razón, la capacidad que tenemos las personas de discernir lo correcto e incorrecto, de ir más allá de lo que la ciencia nos lo permite y preguntarnos: ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos? Y ¿A dónde vamos?