¿Hasta dónde la mediación pedagógica?

Camilo Velandia Rodríguezcvelandia@gmail.com

Hablar del contexto educativo actual, redunda necesariamente en la revisión de

los esquemas tradicionales signados por la transmisión de información, como un

sello imperante y resistente a los embates del cambio, aunque la promesa de

inclusión tecnológica y la irrupción de nuevos esquemas educativos suponen traer

consigo un cambio de paradigma, que forma parte de las constantes y sonoras

promesas de diferentes movimientos pedagógicos de por lo menos los últimos 30

o 40 años. Sin embargo, el abordaje debe superar el simple contraste con el

mecanicismo traído al contexto de la educación y más bien centrarse en la infinitud

de posibilidades que se abren para el mundo de la educación en el momento en

que aparecen las redes de datos, redes de conocimiento, comunidades abiertas

de aprendizaje y otra serie de tecnologías y movimientos que aún se incluyen solo

de soslayo en el panorama de la institución escolar.

e-learning como modelo educativo de transiciónLa necesidad de abordar poblaciones con difícil acceso al sistema

educativo, ha traído consigo el desarrollo de diferentes estrategias que posibilitan

tal situación: diseñando modelos educativos, enriqueciendo el proceso a través de

la utilización de diferentes herramientas tecnológicas y haciendo emerger una

didáctica propia de estos entornos; el desarrollo y establecimiento de un modelo

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que fue arraigándose en las instituciones y que poco a poco ha ganado un espacio

importante en la academia, nació bajo el concepto de educación a distancia y hoy

se conoce más comúnmente como educación virtual o e-learning.

Bien es sabido que la educación a distancia ha sido una estrategia bien

recibida por sus bondades a la hora de “masificar” la labor de la educación y que

por supuesto en muchos contextos ha resultado significativamente importante para

cierto tipo de poblaciones y en cierto tipo de circunstancias; sin embargo, ¿se trata

en realidad de un modelo revolucionario capaz de transformar el sentido de la

educación?, o como lo pronosticaban Gutierrez & Prieto, estos modelos han

convertido la educación en un proceso de “enseñanza industrializada” (Gutierrez

Pérez & Prieto Castillo, 2007), relievando los contenidos por encima del espíritu

mismo del acto educativo, en donde se privilegia la producción de los mismos por

encima de la formación del ser humano para la vida y en la vida misma.

Podríamos entonces en esa misma línea destacar los recientes modelos

académicos asociados a la virtualidad (e-learning), dotados de las más avanzadas

plataformas tecnológicas que prometen haber causado el impacto esperado para

encontrar en realidad un nuevo modelo y con él, ciertas estrategias que auguran

ser la solución para un avance realmente significativo en el campo de la

educación; la mediación, por ejemplo. “…Entendemos por mediación pedagógica el

tratamiento de contenidos y de las formas de expresión de los diferentes temas a fin de

hacer posible el acto educativo, dentro del horizonte de una educación concebida como

participación, creatividad, expresividad y relacionalidad”…” hablamos de mediación en

el sentido estricto de mediar entre determinadas áreas del conocimiento y de la práctica y

quienes están en situación de aprender algo de ellas” (Gutierrez Pérez & Prieto Castillo,

2007), desde esta mirada se prioriza a los materiales en lugar de la transmisión

directa por parte de la figura del profesor, ¿y acaso no termina siendo lo mismo?,

parece haber cambiado el contexto de la didáctica a causa del uso de ciertas

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tecnologías que facilitan la representación de los mismos contenidos, pero que de

base no superan el relacionamiento con los mismos, por el simple hecho de estar

“mediados”.

Sin embargo cabe aclarar que existe una gran diferencia en forma, que por

supuesto es innegable que aquella caracterización y la utilización adecuada de

ciertas técnicas o herramientas tecnológicas, permiten dar un tratamiento mucho

más elaborado a la información y por supuesto representa frente al modelo

tradicional una evolución sustantiva, aunque insisto en que puede tratarse de la

misma fórmula con diferentes herramientas y entonces vuelve la pregunta por el

cambio.

Gutierrez & Prieto, aseguran que la educación ha perdido de vista la

formación del ser humano en lo humano y en ese sentido dicen “haberse perdido la

pasión por culpa de la acumulación de datos”. En el mismo texto señalan como a

pesar que el modelo de educación a distancia trae consigo una serie de bondades

y valores diferenciales frente a la presencialidad, éstas no han tenido el éxito

esperado ya que los modelos administrativos han redundado en traer de nuevo los

esquemas de lo presencial a la distancia y advierten unos peligros como la

masificación, la industrialización y la institucionalización de la educación, peligros

que hoy en día son toda una realidad.

El modelo de industrialización del cual se prevenía que pudiera redundar en

la propuesta de educación a distancia, hoy es el día a día en la mayoría de centros

educativos que cuentan con el sistema de educación virtual, las llamadas fábricas

de contenidos hacen gala de los mejores modelos de producción en serie, que son

difundidos haciendo uso de formatos estandarizados y a través de plataformas

sofisticadas que son capaces incluso, de contar los clic de cada uno de los

profesores y estudiantes para que automáticamente envíen alarmas a sus

superiores y así, llevar un mejor control del proceso educativo de los estudiantes,

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es decir que en lugar de haber transformado las prácticas, han logrado con esto

desestimar por completo el encuentro pedagógico y resumir el proceso de

aprendizaje al contacto con las mediaciones que a su vez reivindican lo más

tradicional de la relación profesor – alumno, como esa estética dicotómica sobre la

cual se fundan los argumentos para generar un modelo alternativo.

El e-learning aparece entonces en un momento histórico en el que se

promulga el cambio y las revoluciones educativas, sin embargo mantiene muchas

de las prácticas más tradicionales de los modelos que intenta relevar, se

encuentra en medio de una sociedad que emerge en la que la comunicación y las

tecnologías han desplazado el centro de muchas de las actividades cotidianas y a

la vez subsiste en un sistema sumamente arraigado en esa misma sociedad, es

un modelo de interface, que no encaja en la sociedad actual porque su modelo

pedagógico es más conservador que la misma presencialidad, ni tampoco en

sociedades anteriores porque el modelo tecnológico surca una gigante brecha que

limita su acceso, es decir que parafraseando a Sotolongo, este es un modelo de

lo-que-quedó-en-medio (Sotolongo), de transición, que representa el cambio que se

avecina en el modelo educativo, desde el modelo tradicional hacia el encuentro

con una sociedad informatizada, intercomunicada, desterritorializada; con unas

características muy particulares; pasar a un nuevo modo de pensar, vivir y sentir la

educación, en donde la escuela cerrada no es más el actor fundamental, sino más

bien las aulas itinerantes, ubicuas e inesperadas: vivas. Un movimiento

caracterizado por el uso intensivo de las tecnologías de información y

comunicación, en sistemas abiertos y dinámicas complejas.

La mediación en el nuevo contexto

En principio, la propuesta de la mediación se funda en el relacionamiento que

tiene quien desea aprender con aquello que desea aprender, su fundamento le

lleva a buscar la mejor manera o medio por el cual cumpla con la misión “enseñar

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mejor”, y ante el desboque de técnicas para la creación de contenidos, “surge una

ruta o ciclo que determina un permanente relacionamiento de los actores que producen el

contenido y quienes lo consumen (producción, producto, distribución y uso), una propuesta

alternativa en el sentido de obviar las prácticas que se remiten exclusivamente a lo

informativo y a la comprobación de lo “aprendido”; a la certidumbre” (Gutierrez Pérez &

Prieto Castillo, 2007).

De base esta propuesta supera la simple interacción con los contenidos,

propone abiertamente una relación superior que circunda al aprendizaje en

actividades que no se limitan al estudio de las temáticas y por el contrario hacen

referencia más a la incertidumbre, a gozar de la vida, a la significación, la expresión, el

convivir y la apropiación de la historia y la cultura. Desde esta perspectiva, la

educación contempla aspectos importantes de la vida misma, y si no es allí, en la

vida, no veo otro lugar en donde se pueda expresar y poner en práctica lo que se

aprende. La propuesta alternativa responde a la incertidumbre como alter a las

‘verdades’ aprendidas y las lecciones ‘tomadas’, se trata de educar para

preguntarse, más que para encontrar respuestas, para gozar de la vida y en la

vida, expresando los sentimientos que se generan en el proceso y en la vida

misma, para lograr una mejor convivencia, hacer historia y apropiarse de ella

(Gutierrez Pérez & Prieto Castillo, 2007).

Vemos como la propuesta de “mediación” está pensada en la recuperación

de la educación como acto de formación de seres humanos integrados con la vida,

pero muy diferente ha sido su aplicación y la interpretación que las instituciones

escolares han dado de esta propuesta, más aún cuando vivimos en una sociedad

totalmente mediatizada, no solo por la comunicación en masa, sino por la

relativamente reciente aparición de las redes sociales, el uso de dispositivos

móviles, las plataformas de colaboración, las redes de aprendizaje y conocimiento

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y las comunidades abiertas, entre otros movimientos que caracterizan el boom

tecnológico de nuestra sociedad.

La sociedad actual se comunica e interactúa permanentemente, sin

embargo, la escuela lleva un ritmo diferente y mantiene la dicotomía, en

abstracción de lo que sucede en la realidad misma, no obstante, los movimientos

sociales y la utilización cada vez mayoritaria de recursos tecnológicos ya

mencionados, nos obligan a estar alerta y pensar en la aparición de dinámicas

emergentes, que son propicias para el aprendizaje, la “escena transmediática”

(Cobo & Moravec, 2011) plantea nuevos desafíos para la educación, ya el problema

no se centra en la producción de contenidos ni mucho menos en su difusión, pues

la red está saturada de estos y el estudiante tiene mayor información de calidad

por fuera de la escuela que al interior de ella (la escuela física o las plataformas

computacionales del e-learning), es decir, que los dispositivos tecnológicos

proveen toda la información que requiera y ésta no se encuentra atada a un centro

educativo; plantea Cobo una serie de interrogantes de gran interés para los

educadores,

Se pregunta por el ¿cómo puede ampliarse el acceso a estas tecnologías

educativas?, ¿Cómo pueden los educadores recoger el valor de estas

prácticas de búsqueda de información y creación de redes para mejorar el

impacto de Internet en el aprendizaje?, Tomando en cuenta la manera en

que los usuarios se apropian de las nuevas tecnologías y las reinventan,

¿pueden llevarse estas dinámicas a otros ámbitos del aprendizaje y la

educación?, ¿podemos enriquecer las opciones que ofrece Internet a las

personas para ampliar su potencial educativo? Bajo el supuesto de que

todo Internet es potencialmente educativo, ¿pueden los usuarios, maestros

y los padres, entre otros grupos, incrementar el valor de Internet para

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aprender tanto en la vida diaria como en el trabajo y en la educación

formal? … (Cobo & Moravec, 2011)

Pues bien, aunque no se pretende encontrar una respuesta terminal a cada

uno de estos interrogantes, si queda en el espectro una profunda reflexión sobre lo

que está sucediendo en el exterior del aparato educativo y concretamente de la

institución escolar, y por ello es imperativo indagar sobre cómo funcionan esas

dinámicas y cómo desde esta postura podemos inferir la latencia de una real

revolución en las formas de aprender, o al menos el reconocimiento formal de

ellas.

Solo por tomar un ejemplo, en la actualidad, y cada vez en mayor

proporción las universidades en el mundo han desplazado el centro de su

formación desde el interior de sus aulas de clase, hacia la construcción de

comunidades abiertas de aprendizaje a través de los Massive Open Online Courses

(MOOC), así, comunidades como duolingo o miriadaX, entre una extensa cantidad

de ejemplos, han cobrado tal relevancia en el mundo académico, cualquier

persona puede tomar libremente los cursos de las universidades más prestigiosas

del mundo, sin desplazarse físicamente al centro universitario, o mejor: llevando el

centro universitario en el bolsillo a través del uso de dispositivos móviles como las

tabletas y los teléfonos inteligentes.

Podría decirse que el modelo de educación a distancia ha tenido ciertas

variaciones, paradójicamente todas gracias a la evolución tecnológica y no como

resultado de la reflexión sobre la pedagogía, iniciando con los primeros asomos de

transmisión de programas culturales por la radio, el cine y la televisión, llevando

dispositivos tecnológicos al aula de clase, pasando por una etapa en la que todos

estos medios convergen con los computadores caseros y sus posibilidades

multimedios y más recientemente con las plataformas en línea y la portabilidad; en

todas estas etapas aparece como una constante la información y la forma como se

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distribuye. Desde la mirada de la mediación resulta importante el cómo acceder a

los medios (y la información) tratando de encontrar la mejor manera de lograr el

aprendizaje en el otro.

No sucede lo mismo con las redes abiertas ni con los contenidos de

Internet, pues en este escenario no existen las fábricas de contenido porque cada

persona que accede a la red, es a la vez usuario como productor de información,

entonces también el centro de los materiales educativos obliga a un

desplazamiento en su concepción de mediación. Cobo propone una teoría, o

mejor, como él mismo señala una metateoría de la educación como un continuum

que se prolonga durante toda la vida y que puede ocurrir en cualquier momento o

lugar: el aprendizaje invisible (Cobo & Moravec, 2011).

Su propuesta es propiamente una concepción acorde a la sociedad actual,

podría decirse que las diferentes tendencias pedagógicas se centran en un tipo de

sociedad que ha cambiado, pero el sistema pedagógico insiste en la

estandarización, el mecanicismo, la repetición y el control, entre otros aspectos

que no representan a la sociedad actual y futura. Para ello se explica desde un

movimiento cultural en donde si bien, las tecnologías de información representan

un aspecto importante, lo más destacado es la forma en que se produce el

conocimiento, la economía global se fundamenta actualmente en el conocimiento,

sin embargo “los modelos educativos siguen formando personas para la industria

convencional” (Aldana), la sociedad industrializada requería de empleados situados

en un espacio específico, ahora cada vez es más frecuente la aparición de

puestos de trabajo que pueden ser desempeñados ubicuamente, se han roto las

fronteras del territorio e incluso las barreras idiomáticas, se han ampliado las

culturas enriquecidas unas a otras gracias a la posibilidad de interconexión, en

donde el Internet ha jugado un papel fundamental.

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El sistema educativo basado en contenidos o mediaciones, entonces,

carece de sentido, pues es más importante formar las competencias que requiere

el ser humano para subsistir en la sociedad 3.0 (Ver knowmads en (Cobo & Moravec,

2011)) y no en acumular información que de por sí, es un hecho que ya ha perdido

totalmente su importancia, las formas de organización de la sociedad actual no

obedecen a una lógica lineal, “nuestro saber no surge del aislamiento sino de la

exploración: aprehendemos del mundo con él como organismos vivos, somos afectados por

el entorno y participamos en su permanente transformación…” (Najmanovich), las redes

sociales y las comunidades abiertas subsisten como sistemas abiertos y

complejos.

Comunidades abiertas de aprendizajeLas comunidades abiertas son escenarios propicios para la construcción del

conocimiento, este tipo de comunidades se auto organizan y se auto regulan, no

obedecen a reglas lineales ni son predecibles sus comportamientos, algunas

mutan y otras simplemente desaparecen y sin importar su fin, prácticamente todas

tienen comportamientos similares, con dinámicas muy particulares que les dan ese

carácter de incertidumbre, propongo algunas categorías de las comunidades

abiertas, las cuales son objeto de ser modificadas, ampliadas o suprimidas, en

cualquier caso; estudiadas, algunas de las características, son:

- Surgen espontáneamente, no existen protocolos formales en la Internet para promover la conformación de una red social o comunidad especializada, prácticamente en cualquier dominio de conocimiento existen y proliferan en la medida en que transcurre el tiempo

- No hay roles definitivos; entre los miembros de la red hay expertos, novatos o simplemente, curiosos. Quien forma parte de la red solo es movido por el sentimiento autónomo y por los intereses particulares de pertenecer a ella, hay quienes producen información y la comparten, hay quienes aportan conocimiento a través de comentarios, quienes simplemente son observadores y consumidores,

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o todos los roles juntos de acuerdo a la dinámica misma del grupo. No hay pre requisitos

- Posee una dinámica de intercambio permanente: La red se nutre de la actividad de sus participantes, sin embargo la información no va en “paquetes” sino que se recurre a ella por intereses particulares y colectivos y gradualmente en niveles de complejidad diferentes para cada caso

- Se auto - organiza: Puede decirse que una red sufre mutaciones en forma permanente, no solo por su crecimiento, sino por la dinámica que imprimen sus miembros, la lógica no es lineal, hay comunidades muy grandes con un letargo evidente o comunidades menos nutridas de participantes que mantienen una actividad permanente. En el momento en que deja de existir la interacción, la dinámica, el desorden; la red muere o muta a un nuevo grupo o a otro existente

- Permanece en constante incertidumbre: La vida de la red no es predecible, solo es determinada por la actividad de sus miembros, tampoco es predecible el nivel de actividad, ni siquiera su finalidad, la red es abierta en todas sus dimensiones. Tampoco es posible calcular el número de participantes necesarios para que sea una red activa.

El objeto mismo de la red puede mutar en cualquier momento, es indeterminado, una red puede ser creada con un fin, pero la dinámica particular y colectiva le va orientando su derrotero

- Aprende permanentemente: El comportamiento de una red siempre conlleva a evolucionar, aún si no hay una gran actividad en el tiempo, la red siempre genera aprendizaje, tanto en sus individuos como en el colectivo.Es una característica de los participantes de la red, disfrutar de cada aprendizaje, sus motivaciones personales y colectivas generan una relación satisfactoria cuando la red permite el encuentro con aquello que no se conocía, lo que se aprende en la red se transforma a su contexto particular y al transfigurarlo surgen nuevas inquietudes y nuevos deseos de aprender que son precisamente los que permiten la dinámica del grupo

- Son ubicuas en el tiempo y el espacio: Las relaciones de la red no están determinadas por encuentros sincrónicos, aunque

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ocasionalmente sus miembros decidan realizarlos ocasionalmente, ni tampoco funciona en un territorio exclusivo, su presencia se da en la red y desde cualquier lugar geográficamente ubicado se tiene la misma disponibilidad mientras se disponga de conexión a internet; el territorio es digital

- Aprenden del entorno: Las redes de aprendizaje abiertas se transforman de acuerdo al entorno, ya sea por interacción con otras redes, por la aparición de nuevos eventos (una nueva red, un cambio en el dominio de conocimiento, obsolescencia del conocimiento mismo o de alguna práctica particular) o por cambios en la tecnología que le hace posible su existencia. En ocasiones se restablece el orden (acoplamiento estructural) y en otras desaparece

- Son únicas y fractales: Cada red es diferente de las demás, si bien es cierto que tienen características compartidas tienen total identidad, de la misma forma como dos hojas de helecho son tan diferentes y a la vez constituidas por la misma esencia, en tanto que conservan características determinadas y otras indeterminadas, son fractales.

Este tipo de comunidades abiertas de aprendizaje no se compadecen con los

sistemas educativos contemporáneos, la simple transferencia de información

carece de sentido, la creación de contenidos en unidades empaquetadas (temas,

unidades, clases, etc) tampoco responde al contexto, es así como la mediación

está obligada a cambiar su sentido, pues ya no se trata de ser emisor de

información sino de desarrollar las e-competencias que permitan el tratamiento de la

información y la capacidad para formar parte de comunidades educativas en un

contexto globalizado, la mediación ha de ser vista como la intersección en las

interacciones de los individuos: el lenguaje, el diálogo, una verdadera revolución

sobre las formas de enseñar, centrando la experiencia en las formas de aprender

y no de enseñar, tiene más sentido complejizar que mediar, se requiere que el

estudiante (si es que se mantiene la categoría), sea capaz de formar parte de este

tipo de sistemas y mejor aún, que sea competente para generar sus propias redes

e interactuar con el conocimiento.

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Bibliografía

Aldana, J. (s.f.). La educación para el siglo XXI. Bogotá, Colombia.

Cobo, C., & Moravec, J. (2011). Aprendizaje invisible, hacia una nueva ecología de la educación. Barcelona: Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona.

Gutierrez Pérez, F., & Prieto Castillo, D. (2007). La mediación pedagógica. Buenos Aires: La crujia.

Najmanovich, D. (s.f.). La complejidad, ética, estética y política. Seminario: La revolución del saber contemporáneo.

Sotolongo, P. (s.f.). Las ciencias de la "complejidad", Su orientación cosmovisiva. Un saber de "lo-que-quedó-en-medio". Seminario "La revolución del saber contemporáneo".

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