HARITU 07

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Haritu 07 abril de 2007ko apirila 3 euros Espiral de crispación Pello Zabala & Karlos Santisteban Fermin Muguruza, Milakabilaka La inmigración toma la palabra Chipre, luz verde a la reconciliación Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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HARITU, revista de Lokarri

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Haritu 07abril de 2007ko apirila 3 euros

Espiral de crispaciónPello Zabala & Karlos Santisteban

Fermin Muguruza, MilakabilakaLa inmigración toma la palabra

Chipre, luz verde a la reconciliación

Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Editorial Una consulta para decidir

Pies de foto Homenaje por descubrir - Omenerako prest

La espiral de la crispación

Ezbaian Pablo Muñoz & Josean Izarra

Alegiak «Encuentro», Imanol Carballo

En primera persona Fermin Muguruza

A dos bandas Euskalgintzaren leihotik

Pello Zabala & Karlos Santisteban

Orratza Una carta más en la baraja

Opinión Mitos del duelo, Rakel Mateo

Munduari so Luz verde a la reconciliación

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Haritu 07Sumario Aurkibidea

Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, Miguel Sarratea eta Ruth Soria.

Ale honetako kolaboratzaileak: Carlos Martínez Orduna, Juan Sánchez, Rakel Mateo, Pablo Muñoz, Josean Izarra, Imanol Carballo eta Lokarriren Getxoko Foroa.

- Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan.

Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038

Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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El Observatorio Social del proceso de paz, una comisión de estudio yanálisis constituida a petición y propuesta de Lokarri por un grupo de per-sonas significadas de distintas sensibilidades, ha presentado su primer in-forme correspondiente al invierno de 2007. En él destaca que tras el aten-tado cometido por ETA el pasado 30 de diciembre la mayoría de institu-ciones y partidos políticos consideran que ahora no se dan las condicio-nes para mantener un diálogo de carácter resolutivo, ni en el ámbito co-rrespondiente a ETA y el Gobierno, ni en el referente a las conversacio-nes entre los partidos políticos. También subraya que en la actual situa-ción del proceso hacia la paz el principal escollo es la persistencia de laamenaza violenta de ETA y la falta de un plan consensuado por los par-tidos políticos con el que afrontar la nueva situación e imposibilitar unavuelta a la violencia por parte de ETA.

Esta presentación ha coincido con el primer aniversario de la creaciónde Lokarri. En marzo de 2006 estábamos convencidos de encontrarnos alas puertas de un proceso de paz. Esta esperanza se convirtió en realidadcuando ETA declaró un alto el fuego indefinido, cuando Zapatero pro-nunció su discurso en el que apoyaba el inicio de un proceso de diálogoy cuando los partidos políticos iniciaron el trabajo para constituir unamesa de partidos. Muchos pensamos que era nuestra gran oportunidadpara alcanzar la paz y la normalización. Es más, actuamos convencidos deque no había vuelta atrás.

Una consulta para decidir

Editorial

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Hoy, en cambio, el debate gira en torno a una posible vuelta de ETA ala violencia, de la posible ilegalización de Abertzale Sozialisten Batasu-na, de la oposición del PP a una solución dialogada o de los sumariosabiertos contra el Lehendakari y dirigentes del PSE y de Batasuna. La dis-cusión está centrada en estos temas cuando el deseo de la mayoría de lasociedad era que a estas alturas estuviésemos hablando del fin de la vio-lencia, del acercamiento de presos, del respeto a todos los derechos hu-manos de todas las personas, de la constitución de la mesa de partidos oprofundizando en los debates para dotar de contenido al objetivo de la re-conciliación.

De nuevo nos encontramos frente a dos debates del pasado, tal y comoseñala el Observatorio: la necesidad de que ETA dé pasos creíbles paraponer fin a la violencia y de las posibilidades de recuperar el diálogo en-tre los partidos políticos. Esta situación contrasta con la opinión socialmayoritaria, que ha expresado claramente y en reiteradas ocasiones suapuesta por la no violencia y el diálogo sin exclusiones. Ante esta reali-dad no queda más remedio que abrir paso al proceso de paz.

Ante esta situación de bloqueo y de falta de avances la propia sociedaddebe tomar la iniciativa. No se puede esperar de manera indefinida a quese den los pasos que hagan posible un proceso de paz y normalización. Enmomentos recientes de nuestra historia la sociedad ha sido capaz de po-ner en marcha iniciativas que permitieron que triunfase la alternativa de

la no violencia y el diálogo. Ahora desde Lokarri proponemos dar un pa-so más e iniciar una recogida de firmas para solicitar una convocatoria deuna consulta popular que permita clarificar la decisión social sobre las ba-ses que deben guiar un proceso de paz y nuestra propia convivencia.

No hay que tener miedo a consultar a la sociedad porque ya ha dadomuchas muestras de madurez y porque es la gran protagonista de este ca-mino hacia la paz. No se puede alegar que la violencia imposibilita laconvocatoria de una consulta porque se han celebrado otras consultascon ETA actuando sin que por ello hayan perdido legitimidad y porqueesta objeción no consigue sino dejar en manos de ETA la llave políticade nuestro futuro. No debe ser obstáculo considerar que convocar unaconsulta es complicado porque esta sociedad ya ha demostrado que par-ticipando es posible crear nuevas oportunidades para avanzar. Es necesa-rio que nos recuperemos del shock que supuso el atentado del pasado 30de diciembre y que el hartazgo social por estar nuevamente inmersos enhechos del pasado se transforme en un empuje imparable por la paz, eldiálogo y el acuerdo. Sólo pedimos que, ante la falta de avances, poda-mos decidir a través de una consulta.

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Homenajepor descubrirOmenerako prest

11/3/2007, Madrid

Idazle bat ez, hiriaren hobebeharrez lanean aritu dena ez, ezta artistabat ere ez, zoritxarrez, 192 hildakoren sarraski odoltsua oroitaraztekojaioa. 2004ko martxoaren 11 gordin hartan lanera, neskalagunarenetxera, medikuarengana joateko zorigaiztoko trena hartu eta helmugarainoiz iritsiko ez diren aurpegi ezezagun haiek gogorarazteko. Alde guz-tietatik eta alde guztiei kolpatzen gaituen gatazkaren biktima errugabe-ak izan zirela oroitzeko. Ia bi urteren buruan, urak aztoratuta berriz.Itxaropenaren argi pozgarria itzali egin zen iragan Gabonetan, airepor-tu batean orduan. Noiz arte iluntasunaren hatzaparretan? Topatuko aldugu argibidea? Nekeak jota gaude; ahatik, ahaleginari eutsi behar dio-gu.

Miguel Sarratea

Un enorme monumento de hierro por descubrir. En su interior, una es-tructura cilíndrica de vidrio estampado con conmovedores mensajes quedejaron los ciudadanos en el lugar de la tragedia, en aquel desdichado lu-gar que nuestra mente se resiste a recordar como inquebrantable coraza aldolor, pero que, a la vez, se ve obligada a mantener presente, a no olvidaraquellas 192 víctimas del terrorismo, de la despiadada crueldad que les ses-gó la vida sin compasión, sin avisar, despójandoles de lo más valioso. Fra-ses que partían de sentimientos innumerables: «Saldré de casa como lo ha-cías tú, para continuar tu viaje», «A todas las familias que lloran, yo lesquería abrazar y decirles que no están solos», «Hace falta mucha fantasíapara soportar la realidad»... y miles de palabras más para un recuerdo. Pala-bras, nuestras únicas armas curativas.

Ruth Soria

Pies de foto

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Alvaro González Texto

La espiralde la crispaciónNi la política interior ni la exterior; ni la Justicia ni las víctimas;ni el debate social ni el mediático. En el actual escenario de con-frontación total que han dibujado PP y PSOE, nada parece quedaral margen de la lucha política. Manifestación tras manifestación seahonda la brecha entre lo que Machado definiera como las dos es-pañas en una huida hacia adelante demasiado peligrosa como pa-ra que quede justificada por la cercanía de una cita electoral.

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Las reformas estatutarias emprendidas por algunas comunidades;las decisiones tomadas por algunos jueces; la legislación de algunascuestiones sociales como los matrimonios entre homosexuales, lasparejas de hecho o la relación entre la Iglesia y la escuela pública;…En la actual política española todo es motivo de bronca y el consen-so se antoja imposible, lo que ha comenzado a trasladar su reflejo ala sociedad civil, que ya se reconoce crispada como pocas veces lohabía estado en su historia reciente.

Según una encuesta publicada a finales del pasado mes de marzopor El Periódico de Cataluña, los ciudadanos del Estado situaban porprimera vez la crispación en el quinto lugar de sus preocupaciones,justo por detrás del terrorismo. Los encuestados revelaron con susrespuestas que comienzan a ver a los políticos como un problema.De hecho, la valoración que hacen de sus dirigentes no deja de caery el 25% de los ciudadanos valora con un 0 la labor desarrollada porel líder del PP, mientras que un 16% lo hace con la del presidente,José Luis Rodríguez Zapatero. En Euskadi, el último Sociómetro só-

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tal punto que, mientras algunos descargan a diario sus baterías con-tra el Gobierno, el líder del Grupo Prisa insinuó que algunos parti-dos desean "volver a la Guerra Civil", a lo que el PP respondió con-vocando un boicot "a todos los accionistas, anunciantes y clientes"del grupo que le granjeó la censura de diversos organizamos interna-cionales.

Pero es la política antiterrorista, y más concretamente la rupturadel consenso existente en torno a esta materia, la que más está refle-jando este choque de trenes. “El terrorismo es un problema de Esta-do. Al Gobierno de España corresponde dirigir la lucha antiterroris-ta, pero combatir el terrorismo es una tarea que corresponde a todoslos partidos políticos democráticos, estén en el Gobierno o en laoposición. Manifestamos nuestra voluntad de eliminar del ámbitode la legítima confrontación política o electoral entre nuestros dospartidos las políticas para acabar con el terrorismo”. Esta es la for-mulación textual que recoge el primer punto del Pacto Antiterroris-ta que firmaron PP y PSOE a finales del año 2000, cuando José Ma-ría Aznar disfrutaba de su mayoría absoluta, y Zapatero estaba alfrente de la oposición. Parece que fue hace siglos. Hoy en día, todaslas decisiones del gobierno en esta materia son convertidas por laoposición en razón para tomar las calles, convencida de que es ne-cesario defender “la unidad de la nación española y la libertad”, co-mo clamó Rajoy al término de la marcha que el PP convocó en Ma-drid para protestar contra la concesión del segundo grado peniten-ciario a Iñaki De Juana Chaos.

Respuesta socialCon este redescubrimiento de la manifestación como sucedáneo

de una moción de censura que no se atreve a plantear, sabedor del

lo daba un aprobado al lehendakari Ibarretxe, mientras que Zapate-ro obtenía un 4,3 y el líder del PP, Mariano Rajoy, un exiguo 1,7.

Y es que, al margen de la valoración que los ciudadanos puedanhacer de cómo PSOE y PP ejercen su labor de gobierno y oposición,cada semana se genera una gran polémica que enfrenta encarnizada-mente a un PP que no ha rebajado el nivel de oposición ni un sologrado durante toda la legislatura, y a un PSOE que, aunque trata deaferrarse a los restos de talante que le quedan, se ve obligado a res-ponder a esta estrategia con otra parecida de descrédito del rival.

Prácticamente todos los ámbitos sociales e institucionales son sus-ceptibles de proporcionar a unos y otros la excusa de la semana pa-ra seguir alimentando el fuego de la crispación. En el mundo de laJusticia, la división entre jueces progresistas y conservadores es ca-da vez más evidente en medio de un debate sobre la necesidad de re-formar el Consejo General del Poder Judicial que, una vez más, en-frenta los intereses de populares y socialistas. En el de la comunica-ción, la adscripción ideológica de los diferentes medios ha llegado a

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"Estamos ante una oposición pancar-tera que se limita a ladrar su rencor porlas esquinas"José María Aznar, cuando era presidente del Gobierno es-

pañol, refiriéndose al PSOE

Juicio Varias mujeres increpan a los miembros del Foro Ermua durante el jui-cio contra el lehendakari Ibarretxe

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Víctimas del enfrentamientoEl acusado Rachid Aglif, conocido como El conejo, durante su comparecencia en la quinta jornada del juicio, el pasado 21 de febrero.

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La progresiva politización en la que se hanvisto envueltas las diferentes asociaciones devíctimas ha hecho que se vean envueltas enla confrontación partidista. Así, por ejem-plo, la Comunidad de Madrid, dirigida por elPP de Esperanza Aguirre, tiene sin subven-ciones a la principal asociación de afectadospor el 11-M, la liderada por Pilar Manjón,mientras que sí subvenciona al grupo de víc-timas de aquellos atentados que decidieronencuadrarse bajo el paraguas de la AVT. Másallá de las cuestiones económicas o asisten-ciales, el enfrentamiento entre las diferentes

sensibilidades es evidente, como se pudo verdurante la conmemoración del tercer ani-versario de la matanza de Madrid, como seha podido ver durante las sesiones de estejuicio, o como se mostró también ante la de-cisión del Gobierno de iniciar el diálogo conETA, cuando unos y otros se manifestaronbajo los lemas “Diálogo, en mi nombre, no”y “Sí en mi nombre”. Incluso un símbolo co-mo el lazo azul, creado por Gesto por la pazen los años de plomo, se ha convertido envíctima de la lucha política, como tambiénha sucedido con la mera utilización del him-

no y la bandera española en las manifesta-ciones. Así, un ámbito como el que rodea alas víctimas, que siempre se había mantenidoun tanto al margen de esta espiral, se ve tam-bién arrollado por ella acabando con uno delos pocos espacios de consenso que quedabanen la política española, hasta tal punto queManjón reconocía recientemente que lasvíctimas tienen “miedo” por el actual mo-mento “de crispación no normal”, en el queuna mujer como ella, que perdió a su hijo, nopuede pasear por la calle con normalidad sinque le griten “verdaderas bestialidades”.

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ticipación de ETA en los atentados y responsabilizaron a Zapatero.Otros llegaron a las manos ante el monolito en recuerdo a las 192vidas que la intolerancia integrista segó hace ya tres años, cerrandoasí el círculo de la macabra paradoja.

Para tomar el pulso del estado de esta confrontación basta escu-char las proclamas que se oyen en las calles durante estas moviliza-ciones ciudadanas. “Contra ETA, metralleta”, “Zapatero, terroris-ta”, o “Vosotros, fascistas, sois los terroristas” y “¿Dónde vas, Maria-no, con los ultras de la mano?” son algunos de los más habituales. Y,por si esto fuera poco, el encono ha llegado a traducirse ya en me-dia docena de ataques violentos a sedes socialistas de la comunidadde Madrid, donde los violentos arrojaron pintura, artefactos explo-sivos, e hicieron pintadas como “zETAp”, acusando al presidente de“traicionar a España” y llamando a la “respuesta” social. De hecho,en muchas de estas manifestaciones vuelven a aparecer fantasmaspreconstitucionales, banderas republicanas y de la Falange, y rostrosdel pasado como el que fuera dirigente de Fuerza Nueva Blas Piñar,que afirmaba exultante tras la marcha del PP en Madrid: "¡Cuántosrecuerdos me trajo esta escena, que parecía archivada por los quequieren, desmemoriando, escribir la memoria histórica!".

En opinión del secretario general del PP, Ángel Acebes, "lo que seestá abriendo no es una brecha entre los españoles, sino una brechacada vez más grande entre éstos y el presidente, José Luis RodríguezZapatero". Sin embargo, el enfrentamiento sigue creciendo en la es-piral de crispación en la que se ha convertido el día a día de la po-lítica española. Como reconocía implícitamente Piñar, se están re-sucitando sentimientos exacerbados, filias y fobias, que parecían su-perados por la normal vida democrática.

Con las elecciones municipales y forales convertidas en una espe-cie de primarias de cara a las generales del año que viene, el PP pa-

apoyo que Zapatero tiene de todo el Congreso en estas cuestiones,el PP ha dado un giro a su estrategia de cara a las próximas eleccio-nes generales. Atrás quedaron los tiempos en los que Aznar despre-ciaba la participación de la oposición en las protestas por el Presti-ge o contra la guerra de Irak afirmando que era una “oposición pan-cartera” que se limitaba a “ladrar su rencor por las esquinas”. Aho-ra, Rajoy afirma que la marcha de Madrid es “lo más hermoso” queha vivido en su carrera política.

A la convocatoria del PP le siguió la conmemoración del aniver-sario del 11-M, y el enfrentamiento se trasladó también allí, eviden-ciando que el de las víctimas tampoco es ya un terreno vacunadocontra la crispación y el enfrentamiento. Algunos pidieron respon-sabilidades penales a Aznar por participar en el proyecto que nacióen las Azores. Otros pidieron que se les dijera la verdad sobre la par-

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11-M Una de las concentraciones de protesta que se convocaron ante las sedesdel PP tras los atentados del 11-M

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rece dispuesto a reproducir la estrategia “pancartera” que ayudó aZapatero a franquear las puertas de La Moncloa. De hecho, fue Ra-joy quien hizo literalmente este paralelismo al reconocer que, parael PP, "el proceso es la guerra de Irak, y el caso De Juana, la foto delas Azores".

Según los últimos sondeos, el PP está cosechando sabrosos avan-ces en intención de voto gracias a esta política de desgaste total delGobierno y, si bien no cuenta con el empujón que dio al PSOE labochornosa gestión de la información del 11-M que hizo Aznar, ob-sesionado con la participación de ETA, sí puede valerse de la faltade pedagogía que sobre el proceso de paz en el País Vasco ha hechoun Ejecutivo socialista demasiado atado aún a su pasado, como reco-noció el propio president Montilla, del PSC.

Sea como fuere, la pugna electoral no puede excusar que se ali-mente una agitación social que viene creciendo desde el Espíritu deErmua y el sentido que después se le dio, que se consolidó en la res-puesta que los ciudadanos dieron al 11-M y la actuación del Ejecu-tivo popular durante aquellos días, y que alcanza ahora unas cotaspeligrosas en las que la reconciliación y el entendimiento entre di-ferentes se antojan cada día más difíciles.

“No entraré al trapo de la estrategia de la crispación. Si reprimien-do una mala palabra, si aguantándome un desahogo contribuyo aevitar tensión habrá merecido la pena”. Esto fue lo que afirmó elpresidente Zapatero en su última aparición televisiva, en la que su-brayó la necesidad de “sosegar la vida política”. Ahora sólo falta quelas palabras se conviertan en hechos y que la responsabilidad se im-ponga en el discurso de los dos grandes partidos del Estado para de-tener la peligrosa espiral de crispación en la que estamos inmersos yevitar así que se produzcan heridas en la convivencia que la historiademuestra tan difíciles de restañar.

La intensa actividad política desencadenada durante el periodo detregua de ETA, y el enconamiento de la confrontación entre PP yPSOE, han convertido las calles en un hervidero de reivindicaciones yprotestas que se suceden sábado tras sábado, dando fe del actual mo-mento de extraordinaria movilización social.

3 de marzo: Vitoria comenzó el mes recordando los sucesos del 3 demarzo de 1976, en los que la Policía comandada por Manuel Fraga car-gó a tiros contra una concentración obrera, matando a cinco personasy dejando decenas de heridos.

9 de marzo: Miles de personas protestan ante ayuntamientos del Es-tado por el traslado de De Juana Chaos a Donostia, calentando así elambiente para la marcha convocada por el PP al día siguiente.

10 de marzo: El Partido Popular convoca a todos "los españoles debien" a manifestarse a su lado para defender a España de "la claudica-ción del Gobierno ante ETA". Tras el lema "España, por la libertad. Nomás cesiones a ETA" una multitud recorre las calles de Madrid paraprotestar contra el traslado de De Juana y contra las demás actuacionesdel Gobierno en materia de Interior.

Unos kilómetros más al norte, en Bilbao, la Plataforma 18/98 lograel apoyo de miles de ciudadanos y de colectivos como Lokarri para pro-testar contra este proceso judicial y pedir su pronto fin bajo el lema"Por los derechos civiles y políticos".

11 de marzo: Las calles de Madrid vuelven a ser testigos de reaccio-nes populares espontáneas en las que grupos de personas comienzan aaglutinarse para recordar el 11-M y la gestión de la información que hi-zo el gobierno del PP. Las concentraciones se convierten en una espe-cie de respuesta a la manifestación popular del día anterior y en unamuestra de apoyo al presidente Zapatero.

17 de marzo: UPN y CDN, partidos que dirigen el gobierno navarro,convocan otra manifestación con el apoyo del PP con el lema "Fueroy Libertad. Navarra no es negociable", ante sus sospechas de que el Go-bierno está pactando con ETA el futuro de la comunidad foral.

Al mismo tiempo que se manifiestan los simpatizantes de CDN yUPN, los del sindicato abertzale LAB transcurren por las calles aleda-ñas reivindicando el derecho de los navarros a decidir qué quieren ser.

18 de marzo: Se suceden manifestaciones en toda Europa en contrade la guerra de Irak, coincidiendo con el cuarto aniversario del iniciode la invasión. La mayor del Estado tiene lugar en Madrid, donde mi-les de personas, además de pedir el fin de la ocupación del país y el cie-rre de la cárcel de Guantánamo, corean eslóganes como "Zapatero, noestás solo", o "¿donde vas, Mariano, con los ultras de la mano?".

27 de marzo: Concentración ante el Tribunal Superior de Justicia delPaís Vasco. Igual que sucediera ya en la primera vista de la causa, quetuvo lugar el pasado 31 de enero, un nutrido grupo vuelve a concen-trarse en los Jardines de Albia en apoyo al lehendakari, imputado porreunirse y dialogar con Batasuna; otro hace lo propio con la cúpula deesta organización política, y un tercero, formado por miembros del Fo-ro Ermua, protesta y reclama justicia. Tras un enconado cruce de insul-tos y acusaciones mutuas, el miembro del foro Antonio Aguirre tieneque ser atendido tras denunciar haber recibido una patada.

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A manifestación por semana

“No entraré al trapo de la estrategia dela crispación. Si reprimiendo una ma-la palabra, si aguantándome un des-ahogo contribuyo a evitar tensión ha-brá merecido la pena”.José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno

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< > con tal de desvelar el secreto mejor guardado. De los tres procesos másconocidos (Argel, Zurich y Ginebra), ninguno se ha librado de las fil-traciones más o menos interesadas (ésa es otra), de forma que siempreha habido periodistas que han parecido estar al cabo de la calle. Si esadesaforada carrera por el scoup ha perjudicado el desarrollo de los an-teriores procesos de paz, y no menos la desparramada filtración de lotratado tras su fracaso, en el caso del desbaratado por el atentado deBarajas esa interferencia ha sido aún más perniciosa. La fragilidad delGobierno de Zapatero, el acoso inmisericorde del PP a la iniciativa depaz, la generalizada hostilidad mediática a la política antiterrorista delEjecutivo, hacían más precisa que nunca una hermética discreciónsobre lo que se estaba haciendo. Y no vale el sofisma de que «la socie-dad tiene derecho a saber», cuando son tantos, tan duros y tan encar-nizados los palos en las ruedas que entre unos y otros pusieron al ca-rro del proceso iniciado por Zapatero. Lo que la sociedad quiere esque, de una vez por todas, los políticos le solucionen el problema, noenterarse de quién y dónde lo está intentando.

Cada vez que se inicia un proceso de esta índole, y ojalá podamosafirmar que el comenzado el 22 de marzo de 2006 sigue en vigor, sereproduce esta complicada situación en la que los profesionales de lainformación deben optar entre contar lo que saben o callar para noperjudicar el éxito de la operación. Por encima del prestigio profesio-nal, por encima de la venta de ejemplares, por encima de la gloria delmedio, está el valor del bien que se puede obtener. Del proceso roto,o en marcha, cuyo primer aniversario acabamos de celebrar, se hacontado demasiado y, lo que es peor, se ha contado interesadamente.La propia polarización de los grandes medios y su conexión con losgrandes partidos ha dado origen a demasiadas filtraciones sobre quié-nes, dónde y qué, filtraciones que servían al PP y a su corte mediáti-ca para atizarle al Gobierno por demasiado. Filtraciones de otro or-den, desde medios de la izquierda abertzale, atizaban al Gobierno pordemasiado poco. Así no hay manera de trabajar, no hay manera de sa-car adelante un proceso tan complicado como el que pudiera ponerfin al conflicto vasco. Sin la garantía de la discreción, cualquier ini-ciativa de este calado está abocada al fracaso.

Haritu ha pedido a dos directores de periódicos vascos que aporten su visión sobre la conveniencia deelaborar un código ético común desde el que abordar los aspectos más sensibles del conflicto vasco. Esuna propuesta que en estos tiempos post-Barajas se está planteando en varios foros como aportación alintento de blindar las futuras iniciativas de paz, como por ejemplo, los foros municipales. El director edi-torial del Grupo Noticias (Diario de Noticias de Alava, Noticias de Gipuzkoa y Diario de Noticias) de-fiende que lo adecuado es cierto grado de discreción a la hora de informar sobre estos temas, mientrasque el director de El Mundo del País Vasco, Josean Izarra, aboga por evitar este tipo de autocensura, enla que observa una clara influencia política. ¿Cómo informar para construir una sociedad en paz?

La información

La resolución de conflictos enconados comoel vasco, tanto por sus raíces como por su pro-longación en el tiempo, siempre es de una espe-cial dificultad y obliga a precauciones extraordi-narias en los intentos que se lleven a cabo. Te-niendo en cuenta que esa resolución pasa inevi-

tablemente por un diálogo, o negociación, entre el Gobierno españoly ETA, y dada la condición de clandestinidad de esta organización ar-mada, es lógico que las iniciativas que se lleven a cabo en este senti-do deban cubrirse por un necesario pacto de silencio en el que las par-tes se comprometan a una absoluta discreción.

En los diferentes procesos de diálogo entre el Gobierno y ETA hayque reconocer que nunca se ha respetado debidamente esa precau-ción. Y sin pretender culpar a esa falta de discreción de los repetidosfracasos en que derivaron aquellos episodios, hay que reconocer quetampoco ayudó a su desarrollo. Cuantos intervienen en un proceso se-mejante, ya sean protagonistas directos, intermediarios o simples en-laces, deben mantener total hermetismo sobre su actividad y limitar-se a cumplir la misión que les corresponde, sin referir ni preguntar na-da. Y ese compromiso de silencio debiera extenderse a los anteceden-tes del proceso, durante desarrollo del mismo y tras su conclusión sifue negativa, ya que elementos o partes del intento frustrado pudieranser útiles para nuevas ocasiones.

El papel de los medios de comunicación, a mi modo de ver, es espe-cialmente delicado en estas situaciones. Las circunstancias del merca-do, la ferocidad de la competencia y el supuesto prestigio de la exclu-siva (demasiadas veces pura especulación), llevan a los medios a unacarrera desenfrenada por aventurar datos, por adelantarse en la noti-cia, de forma que no se repara en gastos ni en honestidad profesional

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Pablo MuñozDirector editorial del Grupo Noticias

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< > de comunicación públicos y de aquellas iniciativas priva-das surgidas a su amparo económico. Campañas institu-cionales, prioridad en la presencia de los representantesde cada Ejecutivo, apoyo promocional en actividades demarketing, programas de apoyo económico directo ad hocy hasta ayudas públicas convertidas en pérdidas de impor-tantes cantidades se utilizan como instrumentos para blin-dar un proyecto político concreto desde las institucionesde todos.

El Ejecutivo vasco tuerce el gesto con la pluralidad de los medios de co-municación vascos y mantiene una fachada de falsa equidistancia ellos.En esa estrategia se insertan planteamientos de regulación de la activid-dad periodística que, insisto, son innecesarios.

No es extraño este objetivo por parte de quien ha conseguido pervertirel lenguaje para conseguir la extensión de una doctrina que mantiene es-tancado su apoyo social pese a controlar desde hace más de 30 años me-canismos de formación y socialización tan relevantes como los colegios eikastolas. Esta utilización perversa del lenguaje constituye una transferen-cia realizada desde la izquierda abertzale que ha logrado, por ejemplo, ins-taurar términos como Euskal Herria como definición social, territorial pe-ro también política del País Vasco frente al sabiniano «Euzkadi» del queahora se prescinde desplazado por el objetivo de la reclamación de Nava-rra traducido al nuevo lenguaje como el «problema de la territorialidad».Desaparecida la independencia por el más científico «capacidad de deci-dir» se reclama la voluntad nacional del Pueblo Vasco con expresionescomo «la doble llave» de un tesoro. Un lenguaje, en suma, conformadopara alimentar el discurso de lo «políticamente correcto» en Euskadi yque, en el mejor de los casos, alimenta la confusión frente a la necesidadde claridad. Frente al artificio y las trampas del lenguaje, los periodistasdebemos apostar por la transparencia sin ataduras con las que pretendenorientar nuestros aciertos y, también por qué no, nuestros errores haciaunos evidentes intereses políticos.

La sociedad vasca vive tutelada por una organización terrorista. En losúltimos 40 años la presencia activa y sanguinaria de una banda criminalque pretende instaurar un modelo político y que cuenta con un entrama-do político-social que le apoya ha negado la libertad para millones de ciu-dadanos. ETA mata y a día de hoy negar esa evidencia constituye el primerindicio de las carencias democráticas básicas sobre las que se fundamentanmuchas de nuestras acciones diarias. Una de ellas, ni más importante nimás trascendente que otras, es el ejercicio del periodismo.

Plantear la necesidad de un conjunto de normas específicas para tratarinformativamente la realidad política y social de Euskadi supone descono-cer los límites con los que ya cuenta la actividad periodística. Quien loplantea debe leer con atención la compilación de códigos deontológicosrealizada por el profesor Juan Carlos Pérez Fuentes editada por el servicioeditorial de la UPV. Su recomendable lectura muestra con claridad que laactividad diaria de los periodistas cuenta con referencias deontológicasconcretas que han sido instauradas tanto por organismos internacionalescomo por instancias nacionales y, por último, por los propios medios de co-municación. Todas ellas coinciden en un núcleo de principios que confi-guran la actividad periodística; el rigor y el contraste de la información, labúsqueda de la verdad, la defensa de los valores democráticos, la discrimi-nación entre opinión e información…

No, el ejercicio del periodismo en Euskadi no es una actividad desregu-larizada en la que campan a sus anchas espúreos intereses de sospechososprofesionales. Este es el mensaje que desde algunas instancias del Ejecuti-vo vasco se pretende trasladar al comprobar la imposibilidad de conseguirque la «verdad oficial» se instale en los medios de comunicación que tra-bajamos en Euskadi y que responde a la lógica institucional perversa de quequien no comparte su pertenencia a un «pueblo elegido» deja de contar enel proceso continuo de búsqueda de la felicidad que sólo otorgará la inde-pendencia.

Miremos tan sólo unos segundos al papel que ha desempeñado el nacio-nalismo gobernante en sus relaciones con los medios de comunicación. Elgobierno legítimo de las instituciones durante tres décadas por la clase po-lítica formada por Sabin Etxea aboga por la creación de un discurso com-prometido con su proyecto político que se canaliza a través de los medios

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Josean IzarraDirector de El Mundo del País Vasco

y el conflicto vasco

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Encuentro

Alegiak

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de su tía, una pescadera alegre de noventa kilos. Después, descubrió elmundo y llegó la etapa punk, la fijación por las prendas multicolor a ra-yas, el espiritismo, las gafas de sol color rosa, las mechas de pelo de co-lor también rosa, los novios que ninguna más quería, y, con el tiempo,las braguitas con lazos, las películas de Lars von Trier y los discos de TomWaits. Sistemáticamente, apuntaba al final de su diario, a modo deapéndice, todas las citas y poemas que la gente anónima escribía en lasparedes de los baños y era capaz de memorizar. Podía llegar a obsesio-narse de tal manera que alguna vez llegó a perder totalmente el apetito,durante días, semanas, comiendo a regañadientes bajo la vigilante ypreocupada mirada de su madre, toda ella bondad. Ultimamente disfru-taba tocándose los pies frente al televisor, enredando sus dedos finos yalargados con los dedos regordetes y chatos de los pies. Y su padre se en-fadaba mucho cuando intentaba hacer lo mismo con los suyos. Shaktino, la gata tumbada, entrecerraba los ojos mientras dejaba que Mariacariciara suavemente sus patas. Después dormía.

A Mari le gustaba leer clásicos de ciencia-ficción sentada sobre un co-jín en el suelo, con la espalda apoyada en la cabecera de la cama, le gus-taba bajar las escaleras con los ojos cerrados y le gustaba separar las ver-duras del arroz, para después alternar el sabor. Pero, sobre todo, por en-cima de todas estas cosas, le gustaba Sapi.

En aquel momento, lo esperaba en el portal, como lo hacía casi cadadía, en el primer rellano de la escalera, a las cinco y veinticinco, cuan-do él llegaba, con la atención fija en la entrada al portal. Llegaría encualquier momento. Luego, cuando viera que la presencia de alguienque llegaba sombreaba el cristal, comenzaría a bajar, despacio, y se cru-zaría con él para verlo pasar. Nada más.

Sapi era repartidor, le habían dicho. Recogía sebo de las carnicerías,siempre con la misma visera sobre la cabeza, y tenía un andar extraño,apagado, adorable, andaba torpemente; de hecho, se balanceaba ligera-mente a la izquierda cuando levantaba el pie derecho. Años más tarde

us ojos mostraron una aterradora sorpresa mientrasmiraban fijamente a aquel hombre que le tendía la mano en la oscuri-dad. Aquel desconocido, algo más joven que él, acababa de rescatarlode un trance feroz donde llegó a rozar la afilada y fría delgadez de lamuerte, enfrentándose desafiante, con actitud casi inconsciente, a dosmiserables, navaja en mano, capaces de rajar una vida a cambio de unpuñado de dinero. Su intervención fue serena y brutal. Tras unos segun-dos de violencia los ladrones huyeron, maltratados, y desaparecieron enel fondo del callejón. Sólo fue un instante. Luego, silencio.

Sin apartar la vista, Pirux sujetó firmemente el brazo que le tendíany, no sin esfuerzo, logró levantarse y mirar cara a cara al desconocido.

-Gracias, muchas gracias. -No te preocupes, conozco a esos dos. No es recomendable moverse

por aquí a esta hora, solo. -Sí, lo sé.-Me llamo Sapi.-Gracias, Sapi.

Mari era una tímida estudiante de medicina a la que atraían las co-sas extrañas. Sentía una mórbida curiosidad por todo lo que dejaba deser común, «normal». De niña recolectaba tréboles de cuatro hojas ycazaba babosas blancas. También le encantaban las prendas interiores

Imanol Carballo Escritor

Ramanujan Ilustraciones

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S

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-Perdón señora- dijo mientras bajaba tras las rebeldes naranjas. -No te preocupes hijo, estaba recuperando el aliento (contestó a gri-

tos la anciana). Esto de no tener ascensor acaba conmigo. Si mi difun-to marido, que Dios lo acoja en su seno, no hubiese sido tan cabeza dechorlito, nos hubiésemos mudado al barrio alto cuando pudimos.

Desde abajo, Pirux trató de dibujar sin suerte una sonrisa en sus labiosy asintió amablemente con la cabeza. Además de estar sola, la pobre erasorda.

-La ayudaré hasta casa.Ahora Pirux subía por la escalera, con las rebeldes naranjas en la ma-

no, bajo la servil mirada de la anciana que le sonreía mientras tratabade coger aire para enfrentarse a un piso más. Sólo uno más.

Muchos años más tarde, un anciano y satisfecho Sapi recordaríaaquel momento con extraño orgullo. Un recuerdo bello por lo que su-puso, doloroso por lo que causó más tarde. Pero en ese momento él nosabía lo que vendría y, por muy cauto que hubiera sido, jamás lo podríahaber supuesto. La acción era simple y contundente, ingeniosa diríanlos más creativos, visualmente redonda, y apuntaba directamente al co-razón del objetivo: transmitir una verdad tan clara, cristalina, tan obje-tivamente nítida que nadie podría negar lo irremediablemente innega-ble. Lo tenían, tenían La Verdad. Y la forma de transmitirla, de aquellamanera tan sencilla. Nadie puede negarse a comunicar la verdad cuan-do se cree dueño de ella. Quién pudo imaginar lo que vino después.

Pirux entró por la puerta y, sin saludar a ninguno de sus compañeros,entró al vestuario, cerró la puerta tras de sí y se sentó frente a su taqui-lla. Allí, sobre el banco de madera, volvió a preguntarse qué era lo quehacía él allí. De pequeño siempre había querido ser cocinero, como sutío, su único tío, aunque sólo lo fuera en un antiguo asador venido a me-nos. Tuvo que cerrar cuando llegó el nuevo reglamento. Poco despuésmurió. A pesar de todo, Pirux recordaba con emoción los cochinillosasados que preparaba en Nochebuena, allá en el pueblo, y la extrañasensación de la corteza de piel del pequeño gorrino entre sus dientes, elsabor intenso.

Permaneció ensimismado hasta que alguien abrió la puerta del ves-tuario y bruscamente entró:

-¡Pero si es Piruxín, el rey del mambo! Hoy mi mujer me ha calenta-do los cascos y estoy que no me aguanto, ¿comprendes? ¡No me aguan-to! ¡Voy a explotar! ¡Piruxín! ¿Con quién vas hoy?

Pirux levantó apáticamente la cabeza, pero no contestó. En realidad,no le dejaron hacerlo.

-¡Piruxín, espabila que te veo apagado! Hoy me voy de putas nadamás salir de aquí. Esta noche les daré tal viaje que no podrán cerrar laspiernas ni para ponerse los pantalones -una rancia carcajada salió de su

sabría por qué. De niño lo atropelló un autobús y su rodilla quedó he-cha polvo. Seis fracturas. Mala suerte.

Mari esperó impaciente durante 20 minutos. Sapi no apareció.

Aquella mañana, Pirux se levantó de la cama con un estridente do-lor de cabeza. Recordó la noche anterior y deseó haberse quedado encasa. Dios mío… estuvo a punto de morir. Y todo por acercarse a eseantro lleno de putas y yonkis, menudo gilipollas, solo para ver a esa tíatrabajar al otro lado de la barra. Nueve chupitos y tres rayas después,aquella cerda se negó a servirle otra, y se montó el follón. A partir deese momento, ya no recordaba nada. Lo que sí quedó grabado en su me-moria fue la imagen de la navaja, blanca como la luna, que apuntabadirectamente a su corazón. Aquel chaval realmente le había salvado lavida. Sapi, dijo que se llamaba. Vaya nombre más extraño. Pero aúnhay gente honrada en este asqueroso mundo, parezca o no mentira.

Preparó el desayuno a pesar de que ya habían pasado las doce y me-dia. En el instante en que sintió el calor del café bajo su nariz, recordó.Hoy volverá a ser un mal día en el trabajo. Recogió la casa, se fumó uncanuto y encendió el televisor, las noticias. Como siempre no le gustólo que vio y llegó a la innegable conclusión de que lo mejor que podíahacer era darse un buen baño. Hoy sería un mal día en el trabajo.

Sapi había quedado en un bar al salir del trabajo, pero, como de cos-tumbre, llegaban tarde. Podía haberle dado tiempo a acercarse a casa y,por lo menos, cambiarse. Y a Mari le hubiera gustado verle. Pobre chi-quilla, hace tiempo que se dio cuenta de que lo esperaba cada día en elportal tan sólo para verle. Pero cuando se cruzaban, ella bajaba los ojosy él la miraba de reojo, haciéndose el duro, porque estaba convencidode que a ellas les gustaba. Sapi aprovechaba el momento para, disimu-ladamente, absorber el intenso frescor que ella desprendía, un gozo quetan sólo duraba un instante, suficiente para una profunda inspiración,y su fragancia se filtraba a través de los pulmones, las venas, las neuro-nas, narcotizando su cerebro. Jamás se dirigieron una palabra; dudabamucho que pudieran tener algo en común; la edad era, evidentemente,un problema; pero aun así, ella le gustaba.

Cuando sus amigos llegaron finalmente al bar, no hubo tiempo parareproches ni para cervezas. Había que prepararse. Hace días que habí-an esperado ese día. Era el momento de hacer algo importante.

Llegaba tarde. Pirux salió de casa mientras aún se ponía la cazadora,mirando de soslayo el reloj de muñeca que compró en su último viajede vacaciones, a Portugal, hace dos años. No vio a la anciana del ter-cero que descansaba frente a la puerta. El golpe no fue duro, pero la bol-sa cayó, las naranjas salieron de la bolsa y rodaron escaleras abajo.

Alegiak

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garganta y Pirux sintió vergüenza-. Me han entrado las ganas nada másentrar por la puerta- insistió.

-Si al menos supieras qué es lo que realmente estás haciendo aquí -dijo Pirux para sí. El sí que lo sabía, o eso creía. Era por algo bueno, bue-no al fin y al cabo. Por su futuro, y el de su familia, sin algún día la lle-gaba a tener.

Después entró más gente y la conversación se diluyó. Mecánicamen-te, Pirux abrió la taquilla, sacó la ropa de su interior y comenzó a ves-tirse. Nunca le gustó el aspecto que le daba la vestimenta. En realidad,odiaba aquel uniforme.

Sus ojos mostraron una aterradora sorpresa mientras miraban fija-mente a aquel hombre que le tendía la mano en la oscuridad. Nada ha-bía salido como esperaban, se había descontrolado, se les fue de las ma-nos y hubo consecuencias. Mientras corría, lleno de desesperación, sinrumbo a través de las ya oscurecidas calles, Sapi pudo observar el deso-lador panorama que se extendía a su alrededor tras dos largas horas delucha con la policía. Hubo altercados, se multiplicaron los incendios,los enfrentamientos directos, hubo disparos y hubo muertos. Despuésde ser testigo de cómo aplastaban la cabeza de su compañero con un fu-sil y lograr huir por los pelos, Sapi corrió como no lo había hecho nun-ca, sintiendo la rigidez de sus músculos al máximo rendimiento, duroscomo piedras a causa de la tensión que los azotaba, sin rumbo, irreme-diablemente hacia ninguna parte. La destrucción lo rodeaba allá don-de se dirigía.

Entonces, de pronto, giró en la esquina equivocada en la direcciónequivocada y lo vieron, de lleno, todo un batallón que venía de frente.Ya no tenía más fuerzas, la rodilla le ardía de dolor. Venían a por él. Lodetendrían, lo machacarían, y allí donde se encontraba ahora, en unanegra zona de callejones abandonados, nadie podría oír sus gritos, po-dría morir y solo sería un cadáver más de una larga lista que todos tra-tarían de olvidar.

Pero ocurrió lo impensable. El se acurrucó en una esquina, entre bol-sas de basura, se cubrió la cabeza y esperó los golpes. Pero el batallónpasó de largo, Sapi pudo oír sus pesados pasos avanzando y alejándose.Levantó la mirada y sólo pudo ver la sombra del jefe de batallón que letendía la mano.

-Lárgate, insensato- fue lo único que escuchó. Sapi estrechó aquellamano y trató de avanzar por las desoladas calles rumbo a su casa, mien-tras aquella voz rebotaba en su interior. Ciertamente le era conocido.

«Lo tenían, tenían La Verdad. Y laforma de transmitirla, de aquella manera tan sencilla. Nadie puede

negarse a comunicar la verdad cuando se cree dueño de ella»

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Haritu: Milakabilaka herri-ekimena bakeprozesuak aurrera egin dezan sortua da.Nola lagun dezakete herritarrek horretan?

Fermin Muguruza: ikusaraziz bake prozesua-ren alde gaudenok, %80 hori, estatistetatikharago existitzen garela, aurpegia eta ahotsaditugula. Ideia asko ari gara konpartitzen,eta eraginkorrak izango ote diren geroakesango du.

Haritu: finkatuko zenituzten lan-ildoak?Zeintzuk dira?

Fermin Muguruza: Milakabilaka jendearensormenari lekua eskaintzen dion eremua iza-tea da ideia nagusia. Eskualdeka ari da arike-taren berri zabaltzen. Autobus bat martxanjarri da Euskal Herria zeharkatzen. Egunkariezberdinekin «Milakabilaka» kantua banatu-ko da apirilean eta, hortik aurrera, sektoreka,lurraldeka, banaka edo taldeka formulazioeta ideia ezberdinak plazaratzeko gunea iza-tea dugu asmoa.

Haritu: zer betekizun duzu zuk Milakabila-karen baitan?

Fermin Muguruza: bultzatzailea izateaz gai-nera, beste hainbat musikarirekin batera soi-nu banda osatu dut.

Haritu: elkarrizketa du hitz gakoen arteanMilakabilakak. Elkarrizketa noren artekoa?

Fermin Muguruza: elkarrizketa diogunean,edozein gatazka gainditzeko metodo bakarrazari gara. Hemen, Alderdi Popularra izanezik, nik uste dut beste alderdi guztiak adosdaudela irlandar ereduarekin, alegia, bi ma-hai eratzearekin, bata politikoa eta besteateknikoa. Batean arazo politikoari bideaematea litzateke helburua eta bestean, berriz,desmilitarizazioa erdiestea. Akordio bakoi-tzak jendearen onespena beharko luke galde-keten bidez.

Haritu: errespetua ere du aldarrikapen Mi-lakabilakak, errespetua euskal herritarrei

eta erabakitzeko duten eskubideari. Bainanortzuk dira herritar horiek, zeri dioguEuskal Herria alegia? Izan ere, euskal nor-tasuna duena, espainarra duena, etorkina…gero eta zabalagoa eta koloretsuagoa baitaeuskal gizartearen mosaikoa.

Fermin Muguruza: jakina, eta gero eta ani-tzagoa izango da mosaikoa, zorionez, eta he-men bizi diren biztanle guztien artean eraba-ki beharko dugu zein motatako gizartea nahidugun, baina aipatu duzu euskal nortasunaduena eta hori ukatuta dugu. Hemen, edofrantsesa edo espainola izatea, beste alterna-tibarik ez da aintzat hartzen eta horregatikdiogu errespetuarena.

Haritu: Lokarri ere bake-prozesuan herri-partaidetza bultzatzeko herri-ekimen batabiatzeako erabaki hartu du. Ematen du he-rritarrek esku har dezaten unea dela hau.Duela ez asko zerorrek zenioen adierazpenbatzuetan. Zer dela eta da orain herritarrenunea? Eta orain artean?

Fermin MuguruzaMilakabilaka ekimeneko bultzatzaileetako bat

Bake iraunkorra eta bidezkoa eraikitzea xede, milaka gizon eta emakumerenadostasun sendoa gorpuzteko herri-ekimena aurkeztu zen otsailean Bilbon mani-festazio jendetsu batean: Milakabilaka. Aurpegi ezagunen artean, Fermin Mugu-ruza, ekimenaren bultzatzaileetako bat, ikusi genuen, baita bere ahotsa entzunere, beste musikari batzuekin batera Milakabilakarako sortu duen kanta ofizialaabesten. Negozaziazioaren eta elkarrizketaren alde tantaz tanta osatzen ari denekimenaz gehiago jakin nahian, artista gipuzkoarrarekin solastu da Haritu. Oina-rrizko eskaera «Euskal Herriaren hitza errespetatzea» dute Milakabilakan.

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«Bake prozesuaren alde gaudenok, 80% hori, estatistiketik harago

existitzen garela erakutsi nahi dugu, aurpegia eta ahotsa ditugula»

Garazi Landa Testua

Karlos Corbella Argazkiak

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Fermin Muguruza: begira, nazka-nazkaeginda nago esaldi horretaz. Harritzen naunik hori esan izanak. Bizitza osoa daramat«zerbaitetarako unea orain dela» entzuteneta, nik hori erabili badut ere, barkamen pu-blikoa eskatu nahi dut. Asmatikoa naiz etabizirik egoteko arnas bakoitza borroka bat da.Beraz, utz dezagun lelo hori mesedez. Bizitzaosoa daramat interbenitzen hemen eta na-zioarteko eremuetan. Aitzitik, Euskal He-rrian azken hamarkadetan belaunaldiz belau-naldi bizi izan dugun borroka armatuarenekinbidea etetearen aukera inoiz baino argia-go denean, denon parte-hartzea eskatzenduela iruditzen zait. Nola da gakoa. Lokarri-ren ekimenekin duzuen arazoa da, eta barka-tuko didazue, instituzionala den zerbait beza-la jasotzen dela eta, orduan, zenbait jende-rengana heltzeko arazoak dituzue, nireganaadibidez, ni Ibarretxe epaitzearen kontra ma-nifestatu nahi nuelako, azken finean, elka-rrizketaren kontrako atentatu larria baitzen,baina manifestazioaren leloa izan zen «gureinstituzioen alde», eta aurreko egunean Eus-

kal Poliziak jipoitu banau manifestazio esku-bidearen alde ari naizelako, bada, ez noa. Ha-lere, ekimen guztiak ongi etorriak izan daite-zen eta ea gauza garen horiek guztiakartikulatzen bake-prozesuaren alde.

Haritu: «Milaka gaude, milaka bake bila».Bilaketan, ordea, arantzak agertzen ditu bi-deak une honetan. Gandiezinak?

Fermin Muguruza: tira, dena gaindi daiteke.Historiak hori erakusten digu. Halere, he-men bake pedagogia luzea beharko dugu hu-rrengo urteetan. Bizitza eta heriotzaren ingu-ruko heziketa berria. Duela oso gutxi ikusidugu nola giza eskubideei buruzko eskolakeman nahi dizkiguten batzuek, «Viva laMuerte» abesten zuten berriro De Juanarenkasuan, eta horri aurre egin behar zaio lana-bes berriekin. Urteetan pairatu dugunapalkuntza desagerrarazi beharko dugu beti-ko, eta atzerabiderik ez duen gauza bakarraheriotza dela barneratu. Baina une honetanzailtasunak badirela aipatu duzu, eta nik

erantzungo dizut arantzak hor egon direla be-ti. Beti. Guardia Civil bat Euskal Herrian da-goen bitartean, gorroto makina ondo oliozta-tuta egongo da; arantzak, beraz, toki guztieta-tik. Su-etena iragarri zenetik, errepresioa ezda baretu. Presoen senideek kilometroak etakilometroak jarraitu behar izan dute egiten.Alderdi Legea indarrean, 18/98+ epaiketaeta horretan egin diren deklarazioak -nolaEstatu terrorismoa kapaza den emakumeakbortxatu edo torturatzeko gizabanakoen inte-gritatea txikitu arte-, Jarrai-Haika-Segirenauzia... Eta gero, Barajaskoa.

Haritu: Barajasko atentatua odola ekarriduen arantza zorrotza izan da bake-proze-suarako. Zuk ere hala ikusi zenuen, atenta-tua gaitzesteko kaleratu zenuen komunika-tua aintzat hartuta. Zerk eraman zintuenune hartan lehen aldiz eta publikoki ETA-ren ekintzari halako gaitzespena egitera?

Fermin Muguruza: ez zen komunikatu batizan. Nire web orrialdean 2001etik hona, hi-

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labetero gutxi gorabehera idazten dudan nireekinbidearen inguruko komunikazioa baizik.Sarean badakizu, zirkulazioa librea da eta fo-ro ezberdinetan aurkeztu zen nik idatzitakokomunikatu bat bezala. Bestaldetik, oso gutxijarraitu duzue nire ibilbidea, bestela jakingozenukete, 1997an, Eginen idazten nuen zuta-bean, Miguel Angel Blancoren hilketa anke-rra eta okerra salatu nuela, ETAri su-etenaeskatuz. 1998ko su-etena hautsi eta gero, bo-rroka armatua gelditzearen aldarria toki guz-titan aurki daiteke. Barajasi buruz, zer esan...Madrilen izan zen martxoaren 11ko atenta-tua eta gero, su-etena deklaratuta, Barajaserajoan eta bonba hori jartzea mingarriegia izanzen.

Haritu: Ezker abertzalearen baitan, ordea,izan zen atentatua salatu ez zuenik ere. Zeririzten diozu? Jaso al zenuen gaitzespenikzure komunikatua zela eta?

Fermin Muguruza: begira, lehendabizikozikusi ahal izan dugu nola Batasunak publiko-ki su-etena eskatzen dion ETAri. Niri gusta-tuko litzaidake, irlandar gida-liburua arretazjarraitzen ari garenez, ekintza gaitsestea. Ha-la eta guztiz ere, urrats historikotzat jo nuenETAri eginiko eskaera, horrelakorik gerta-tzen den lehendabiziko aldia izan baita. Ge-ro ere Arnaldok aintzakotzat hartu zituen ez-ker abertzalearen baitan egiten ari ginen era-bateko salaketak. Beste alde batetik, prozesuluzea beharko dugu ezker abertzalearen bai-tan dagoen pentsamendu militarista apal-tzen joateko. Baina lortu genuen in-tsumisioaren garaian eta oraingoan ere lor-tuko dugu. Entzun Otegiren azken deklara-zioak. Niri dagokidanez, makilkadak aldeguztietatik jasotzen ditut. Musikarioklibrepentsalariak gara eta hori ez da inoizfundamentalista edo ortodoxoen gustukoaizan, inoiz ez. Aljeriak ondo erakutsi digunirakaspena dugu hau, baina lehen aipatu ba-dut Irlanda, ikusi al zenuen nola MartinMacguinessi traidorea deitzen zioten batzuekSinn Feinek Ipar Irlandako polizia berriarenalde egin zuenean? Ni Irungoa naiz, emaku-

meen alardearen aldekoa. Mota guztietakoirainak jasotzeko armadura gogorra daukat.

Haritu: Alderdi politikoen jarrera ere ozto-po da bake-prozesurako. PP eta PSOErenlehia eta azken gertakariak tarteko, nolaikusten duzu Gobernuaren bake eta norma-lizazio politika?

Fermin Muguruza: PSOE akonplejatu batdugu aurrean. Iritzi publikoa neurtzen duenestatistiken arabera jokatzen du. Hauteskun-deak irabazi zituen, baina ematen du ez due-la sinisten goberna dezakeenik.

Haritu: De Juana Chaos Euskal Herriraekartzeko erabakia, ETArekin negozia-tzekoa… PSOEren ekimenen kontra bor-tizki oihukatzen ari da Alderdi Popularramanifestazioak eginez. Zer deritzozu?

Fermin Muguruza: nazional-katolizismoaindartsu dabil, izugarrizko erakustaldiak egi-nez, eta PSOE 9 hilabeteko su-etenean PPbaino gutxiago mugitu zela argudio bezalaerabili zuen. PSOEk gehiengo parlamenta-rioaren babesa dauka; beraz, lana egin dezalaharturiko konpromisoak betetzen. Ausardiaz.

Haritu: Garai batean, «Free Nelson Man-dela» abestia oso lagungarri izan zen Hego-afrikako egoera sozializatzeko. Hainbatmusikarirekin osatu duzun «Milaka bilak»«ereserkiak» ere agian balio lezake gureankonponbidearen zerumuga jotzeko…

Fermin Muguruza: E! «Ereserkia» ez esanmesedez. Ez eta txantxetan ere. «We are theworld» gehiegi entzun behar izan ditut bizi-tzan. Ezkor pasiboaren kontrako ezkor ekin-tzailea naiz.

Haritu: ematen du musikak helaraz di-tzakeen mezuak politikarienak baino era-ginkorragoak eta sinesgarriagoak zaizkiolagizarteari, ezta? Gure barrunbeak hunki-tzeko eta mugiarazteko gaitasunaren jabeda musika…

Fermin Muguruza: politikariek oso poztasungutxi ematen diguten bitartean, musikak ba-besten gaitu eta sendagarria izan daiteke.

Haritu: horren adibide, beharbada, Bilbokomanifestazioan politikari bat, Zapatero,Manu Chao entzutera gonbidatu zenuen.

Fermin Muguruza: tira, horren istorioa kon-tatuko dizut. Zapateroren estrategia da PPrigogoraraztea etengabean boterean zegoeneanegindakoa. Orduan, niri gauza bera egitea otuzitzaidan eta Zapaterori oposizioan zegoene-an esandakoa gogorarazi nion, 2001ean Az-narri gomendatu baitzion Manu Chaorenkantu bat: «Próxima Estación, Esperanza».Garai hartan, Zapaterok zenbait mitinetanesan zuen PPkoek gaurkotu beharra zutela,sozialistei Manu Chao gustatzen zitzaiela etaPPri Jaime Morey. Ni Zapaterorengana zu-zendu nintzen esateko, orain berak gaurkotubehar zuela eta Milakabilaka entzun.

Haritu: zurekin batera, besteak beste, Ma-nu Chao bera, Marina (Ojos de Brujo),Gambeat, Mouss et Hakim, Cheb Balows-ki, Rude eta Miriam Mataharik parte hartudute abestian. Etxe, herrialde ezberdineta-ko artistak bake-prozesuak aurrera egin de-zan. Gure mugetatik kanpokoek elkartasu-na eskaini nahi diguten seinale? Agertzen aldute kezkarik gatazka politikoaz?

Fermin Muguruza: independentista naiz,%100ean, baina ikuspegi internazionalistabatetik, bestela ez zait interesatzen. Askomugitzen naiz munduan zehar eta toki guztie-tan kezka azaltzen didate. 18/98+ auzipetuenaldeko kontzertuan Bebe gonbidatu nuen,eta Barajaskoa eta gero, premiazko kantu bategin behar nuela esan nien bidean ditudanlagun askori eta denek aho batez esan zidatenprest zeudela parte hartzeko. “Euskal Herriadeika”. Aurriritzi guztien kontra, bake proze-sua, baita autodeterminazio eskubidearen al-de, bidaialagun asko ditugu Estatu Espainia-rrean eta Frantsesean. Parisen eta Madrilenere bai.

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Hace aproximadamente un año, el escritor vasco Bernardo Atxagaescribió un artículo de opinión en los diarios del Grupo Noticias en cu-yo final decía «a pesar del barullo, la sensación de felicidad, de alige-ramiento» no desaparecía del latir de la calle. Su texto vio la luz al ca-lor de la declaración de una «tregua permanente» que ETA anunció el22 de marzo de 2006. Después, un par de comunicados de esta organi-zación en los que se denunciaba la «crisis» del proceso y se advertía deque estaba estancado, una bomba reventó la esperanza de ver florecerla «primavera vasca» que intuía Atxaga. Con dos muertos más encimade la mesa, y con el proceso oficialmente suspendido, la sociedad ha vi-vido el aniversario de la declaración de tregua con la desafección quecausa la frustración reiterada de las esperanzas. Ahora, el conjunto delMLNV parece recuperar el pulso del proceso, con Batasuna recuperan-do en Iruñea el discurso de Anoeta, proponiendo un modelo autonó-mico posibilista de cara a Navarra, dejendo claro su rechazo a construirun Estado mediante el uso de las armas y respaldando el respeto deAbertzale Sozialisten Batasuna a la Ley de Partidos vigente, a pesar deque sigue considerándola ilegítima y antidemocrática. Asimismo, du-rante el último mes ha corrido por todos los corrillos periodísticos elrumor de que ETA está a punto de hacer público un nuevo comunica-do. Si esto se confirmara, cabe hacerse dos preguntas: ¿dará la organi-zación los pasos suficientes para que sea posible retomar el proceso?;¿dejará la disputa electoral margen para que los partidos puedan traba-jar para consolidar esa hipotética nueva situación? Y los tiempos quevienen inmediatamente puede que traigan muchas de estas respuestas.

La voluntad de reconocer a las víctimas de la violencia en Euskadiel dolor que han sufrido, y la conciencia de que es necesario hacerlocuanto antes y contando con el mayor consenso posible, sigue crecien-do de forma imparable como paso previo e imprescindible para alcan-zar en el futuro la reconciliación social. Muchos ayuntamientos hanseguido haciendo camino por la senda que marcaron en abril el Con-sistorio de Arrigorriaga y otras instituciones. Ahora es el GobiernoVasco el que quiere tirar de este carro, y lo hace a través de su oficinapara la atención de las víctimas, que dirige Maixabel Lasa. Así, el le-hendakari Ibarretxe ha convocado un acto de reconocimiento a lasvíctimas el día 22 de este mes en Bilbao. Lasa está ahora totalmentevolcada en conseguir que sea un acto que cuente con el máximo con-senso político, pero el PP y Covite no tardaron en mostrar sus reser-vas. La asociación de víctimas exige que el discurso que lea Ibarretxeesté libre de todo partidismo, así como que recoja una «renuncia ex-presa» a volver a dialogar con Batasuna, lo que se antoja difícil tras es-cuchar las declaraciones del lehendakari a la salida del Tribunal de Jus-ticia del País Vasco, que le juzga precisamente por eso. Los populares,por su parte, sospechan de que el acto esté cargado de tintes electora-listas, teniendo en cuenta que será a sólo un mes de los próximos co-micios. Así las cosas, queda de nuevo demostrado lo necesario que esactualmente articular consensos básicos que hoy en día parecen impo-sibles, incluso en torno a cuestiones tan sensibles como ésta.

El carro del reconocimiento A la espera de la primavera vasca

Hilvanando

Hari-muturrak...

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A lo largo del último mes los diferentes partidos políticos ya hanpuesto en marcha sus mecanismos preelectorales. La cita con las ur-nas será el próximo 27 de mayo, y de ella saldrán las corporacionesmunicipales y las juntas forales que gestionarán los aspectos más cer-canos de la política durante los próximos cuatro años. El pistoletazode salida lo dio el PSE, que contó con el Ministro del Interior, Al-fredo Pérez Rubalcaba, como padrino en la presentación oficial desus candidatos. Cabe destacar la novedad que podría suponer la pre-sentación de candidaturas formadas por independientes, que recala-rían en Euskadi para profundizar en la brecha que abrió Ciutadansen las pasadas elecciones catalanas. A la espera de ver cómo se des-arrolla esta posibilidad, y una vez superado el ruido que causó el ca-so Jauregi en el entorno del PNV, todos los focos parecen destinadosa centrarse en la posibilidad de que participe de nuevo la izquierdaabertzale oficial, apartada de las diputaciones y los ayuntamientosdurante estos últimos años. A finales del pasado mes de marzo, Ma-rije Fullaondo inscribía en el registro de partidos a Abertzale Sozia-listen Batasuna (ASB) y, si bien Arnaldo Otegi quiso subrayar queesta candidatura cumplía con la Ley de Partidos, el presidente Zapa-tero pronto afirmó que veía en ella «indicios de ilegalidad». La de-cisión está en manos de la justicia, aunque a pesar de que esta plata-forma fuera declarada ilegal, siempre quedaría un pequeño margenpara la sorpresa.

La situación de los militares británicos detenidos por Irán o las de-cenas de personas que cada día mueren en Irak forman parte de lasnoticias que todos los días tiñen de negro las páginas de política in-ternacional. Sin embargo, una mirada más profunda descubre quetambién hay razones para el optimismo en algunos rincones delmundo que hasta hace poco formaban parte de esa crónica de la des-esperanza. Desde el Ulster, Ian Paysley y Gerry Adams regalan almundo una sonrisa compartida como primera base de un ejerciciode responsabilidad de gobierno que bien podría compararse con losque hicieran en Sudáfrica Nelson Mandela y los afrikaners para po-ner fin al Apartheid. Por su parte, las autoridades grecochipriotashan decidido comenzar la demolición de la Linea Verde; el último yvergonzante muro que dividía a dos comunidades en Europa aúnhoy en día. Probablemente hagan falta muchos otros pequeños pa-sos como éste para que la reunificación de la isla sea una realidad,pero la comunidad internacional ha reparado en las posibilidadesque ofrece este momento para la isla y parece que esta vez podríacontar con la colaboración de ambas partes para lograr normalizardefinitivamente la situación de turco y grecochipriotas. Sea comofuere, resulta reconfortante ver cómo dos conflictos que han rozadola guerra civil recorren el camino de la paz, ofreciendo razones parael optimismo en un panorama en el que éstas hacen mucha falta.

Caminos de paz Tiempo de elecciones

...hilos sueltos

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Hemeroteka

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Umorea

Gallego & ReyEl Mundo, 25 de febrero

MontxoBerria. 27 de febrero

PeridisEl País, 26 de febrero

Toni BatlloriLa Vanguardia. 28 de febrero

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Esandakoak

Mariano Fernández Bermejo, ministroJusticia.

José Blanco, Secretario de Organizacióndel PSOE.

Arnaldo Otegi, líder de Batasuna.

Maixabel Lasa, Directora de la Oficinade Atención a las Víctimas del Terroris-mo del Gobierno Vasco y viuda del ex go-bernador civil de Gipuzkoa, Juan MaríaJauregi.

Alec Reid, sacerdote irlandés compro-metido con la búsqueda de la paz.

«No podemos pensar que se acaba el procesode paz cada vez que hay una alteración. Ahorahan pasado cosas que justifican sobradamenteque esté suspendido. Es evidente en el horizonteque, a quien le toque, deberá retomarlo».

«Cada vez la mentira es más grande; cada sá-bado, la manifestación es más absurda».

«Estamos en una coyuntura política en la quese puede superar definitivamente el conflictopolítico y todas sus consecuencias si hay volun-tad política».

«Pido a los partidos políticos, a título personaly de todo corazón, que hagan el máximo esfuer-zo de consenso para que las víctimas nos sinta-mos reconfortadas y se pueda saldar la deuda mo-ral con los damnificados por la violencia de ETAacumulada durante años por la sociedad vasca ysus instituciones».

«Conociendo la experiencia irlandesa, creo que laIglesia tiene que participar más activamente en laconstrucción de la paz. Debe garantizar losderechos humanos y promover la vida, pero no lohace porque no tiene una estructura pensada parala paz, aunque en algunos obispados vascos sehagan grandes esfuerzos»

«Vistas las cosas con perspectiva,evidentemente Aznar se equivocó

y no debió estar en las Azorescomo uno de los que declaraban

la guerra de Irak, cuando noíbamos a la guerra».

Jaime Ignacio del Burgo, diputado na-varro del Grupo Popular en el Congresode los Diputados.

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Haritu: egungo euskal kulturaren bi ikur,erreferentziazko bi aurpegi elkartu ditugu.

Pello Zabala: beno, ikur... ikurtxo esango nu-ke nik (kar, kar!).

Karlos Santisteban: nik ez dut hartzen neureburua ikurtzat.

Pello Zabala: ikur txiki-txikia gara, ahelegin-txo bat.

Karlos Santisteban: ahalegintxo bat, bai.

Haritu: aurtengo Korrikaren ikur behintzatizan zara, Karlos. Zure ardura eta ohoreaizan da euskararen aldeko lasterketaren le-hen kilometroan lekukoa eramatea. Batekbaino gehiagok lasterketaren karira jakin dunor zaren.

Karlos Santisteban: iragan egunean, Berriaegunkariaren blogean batek zioen autokritikaegin behar genuela, izan ere, adibidez, nirekasuan, idatzi ditudan liburu guztiengatikbaino, ematen du Korrikarengatik egin naize-la ezagun.

Pello Zabala: bai, bai, irakurri nuen hori. Ezdakit zenbat denboran liburu sorta ederraidatzi eta liburu horietaz kritika gutxi argita-ratu direla esaten zuen horrek. Beste batekesaten zuen baietz, hala dela, eta agian Kar-losek nagusiki haur literatura lantzen duela-ko izango dela, alor horri ez baitiote gehiegierreparatu.

Karlos Santisteban: batzuetan bestelakokultur ekimenen bidez edo hainbat jendere-kin dituzun harremanei esker egiten zara eza-gunago zure lanarengatik baino. Bestalde,

Euskalgintzaren

leihotikPello Zabala & Karlos Santisteban

Bizkaiko ertz batetik, Karrantzatik, Iruñera, Euskal Herri osoazeharkatu du duela egun batzuk Korrika 15ek. Guztira, 2.375kilometro euskararen aldeko ekimenik jendetsu eta handiene-an, lekukoari irmoki helduta, neke imintziorik egin gabe egu-raldiak, oro har, aurtengoan bizkarra eman duen arren. Laster-ketaren karira, Harituk euskalgintzan eskarmentu handia du-ten bi aurpegi elkartu ditu mahai baten inguruan gure herria-ren hizkuntzaz, gure egoera politikoaz eta bakerako bideaz be-ren usteak eta desirak azal diezazkiguten: Karlos Santisteban,aurtengo Korrikaren lehen kilometroan lekukoa eraman zuenidazle karrantzarra, eta Pello Zabala, gehienontzat eguraldi ira-garpenak egiteagatik ezaguna de Arantzazuko fraidea.

A dos bandas

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María Lizardi Testua Karlos Corbella Argazkiak

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egoera desorekatuta dago. Gauza batzuei izu-garrizko garrantzia ematen zaie eta beste ba-tzuei, berriz, ez zaie ia kasurik egiten, i-tzalpean geratzen dira.

Pello Zabala: ikusten da, bai, alor bateko li-buruei kritikak egiten zaizkiela eta beste mo-ta batekoei, aldiz, ez. Ez dakit zergatik den,halako susmoa, beldurra dagoelako-edo...

Karlos Santisteban: bai, eta nik uste dutaurriritziak ere badirela. Aurriritziak sortzendira, estereotipo batzuk. «Hau hemengoa da,hori beste alde batekoa da... Honi ez dioguerreparatuko, horri bai...». Argitaletxeei bu-ruz ere sortzen dira: «Hau halakoa da, bestehori bestelakoa...». Liburu-aurkezpenakkontuan hartzea baino ez dago. Maiz gerta-tzen da egun batean liburu baten aurkezpenaegin eta biharamunean garrantzitsuagoa denbatena, eta hedabideetan bigarren horri bu-ruzko oharrik ez agertzea, edo agianerreferentzia txiki bat baino ez, hain garran-tzitsuari ez denari, kontrara, tarte zabalaemanda. Ez dut oso ongi ulertzen zergatikgertatzen den.

Pello Zabala: hor badira alor batzuk erdi zo-koratuta daudenak. Lehenengo batean JoxeArregik hori esaten zuen, nola ezjakinarenaegiten den eta ez diren aipatu ere egitenhainbat lan. Berak ateratzen duen «Hemen»aldizkaria jartzen zigun adibidetzat. Jada ha-malau bat zenbakitara iritsi den aldizkaria daeta, nahiz gai nagusia erlijioa izan, beti-betikultur munduko jendearen hitza agertzen duargitalpenak. Gauza nahiko serioa da. Bada,horri ere itzala egiten zaio. Beharbada gaia-rengatik, erlijiozkoa delako?

Haritu: hori, baina, ez da soilik euskal kul-turan gertatuko, gainerako herrialdeetakoe-tan ere bai.

Pello Zabala: bai, bai, baina euskal mun-duan hori badaukagu, alor batzuk baztertuta

ez nuke esango, baina hor daude, mahai gai-nean jartzen ez dituztela.

Karlos Santisteban: aurriritzi asko dago.Gero, hor bada beste gauza bat: gaur egun,hedabideetan agertzen dena ematen du ezdela existitzen. Orduan, batzuetan, atzerritikiritsitako liburuen kasuan adibidez, argitale-txeek ez badute egiten ekitaldirik, publizita-terik... bada, liburua erakusleihoaren a-tzealdean geratzeko arriskua dago. Egiten ba-

duzun bakarra liburua atera eta uztea bada,orduan, agian ez da inon agertuko. Eta ager-tzen ez dena, nahiz eta balio handikoa izan,baztertuta geratuko da.

Pello Zabala: liburu bat hainbat aldiz agertubaldin bada propagandan, gero liburu-dendabatean ikusi eta erreparatu egiten diozu, be-gietara ematen dizu. Aldiz, ez bada inonagertu, bada, Karlosek dioena, baztertuageratzen da.

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Pello Zabala

«Su-etena iragartzen dutenean, denak ongi portatzera, baina gero,erabaki bat hartu behar denean, bestelako interesak agertzen dira»

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Haritu: berriz ere Korrikaren gaiari helduz,amak pasa zizun lekukoa lehen kilometroaneta zuk alabaren eskuetan utzi zenuen, Kar-los. Euskararen transmisioa irudikatzekoegin zenuten modu horretan. Zuek modu ez-berdinean jaso duzue euskara, ezta?

Karlos Santisteban: nire etxean euskal giroabazegoen, baina giro euskaldunik ez. Trans-misioa ongi doanean, gurasoengandik seme-alabengana pasatzen da hizkuntza. Nire ka-

suan, ez zen hala izan, hemen gerra bat izangenuelako, zibila. Politikak euskara suntsituzuen eta nire amak behartuta atzendu zueneuskara Karrantzan. Horretaz jabetu nin-tzean, euskara berreskuratu beharra zegoelaikusi nuen eta ikasten jarri nintzen.

Pello Zabala: zure kasuan, deserrian, ezta?Nahiz eta Karrantzan izan. Nik gaztelanianekez ikasi nuen Arantzazura hamar urtere-kin joateko. Pentsa, gaztelania ikastenAmezketan! Nik euskaraz egiten nuen, ama-hizkuntza dut-eta, euskaraz irakurtzen nuen,zegoen gutxia, liburu gehienak erdaraz bai-tziren. Soilik urtean behin egiten genuengaztelaniaz, Erregeei gutuna idazteko or-duan, haiek arrotzak baitziren guretzat.

Karlos Santisteban: gaur egun, tamalez, eus-kararen transmisioa ez doa nahi genukeenbezain ongi. Hemen bertan, adibidez, teo-rian transmisioak era naturalean funtzionatubehar duen tokietan ere, badira arazoak. Az-koiti dugu horren adibidea. Arautegi bategin dute euskararentzako eta debekatuaizan da. Berdin Euskal Herriko beste toki ba-tzuetan ere. Duela zenbait urte baino hobegaude, baina ez nahi bezain ongi. Euskal fa-milia batzuetan ere ikusten dugu euskaraikasi egiten dutela, ama-hizkuntza dute, etagero, lotsatu egiten dira hainbat testuinguru-tan. Ez hori bakarrik, guraso batzuengan ereikusi dut seme-alabak ikastolara bidali etagero, hamar bat urterekin, euskaraz egiten ezden beste ikastetxe batean matrikulatzen di-tuzte lanerako aukera handiagoak emangodizkielakoan. Uste dut ez direla konturatzenez dela bakarrik hizkuntza ikastea, kulturaosoa jasotzea baizik. Gure sustraiak kontuanhartzea, herri bat garela ohartzea.

Haritu: aurten eguraldiak ez dio lagundueuskararen aldeko lasterketari. Hotza, elu-rra, euria... giro nahasia izan zuten lasterka-riek. Politika alorrean ere nahasia dugu gi-roa azkenaldian, liskartsua...

Pello Zabala: sikiera gauzak eguraldiarenarrastoan joango balira, bada, onaldi dezenteizango genituzke! Ez dakit, bereizi egiten diralehengo su-etenaren garaia eta bestea, bainaazkenean hauek guztiek agerian jartzen dutezenbaterainoko giroa daukagun barruan etakonpondu gaitezen borondatea. Su-etenairagartzen dutenean, orduan, denak ongiportatzera, baina, gero, erabaki bat hartu be-har denean, berehala agertzen dira bestelakointeresak. Azken finean, pentsatzen duzu: ha-lako pausoa ematea hainbeste kostatzen da,hainbeste liskar, hainbeste tontakeria esatendira eta, azkenean, arazoa konpon dadin zen-bat daude bene-benetan prest? Bada, oso gu-txi, izan ere, bakoitzak bere baldintzak jarrinahi ditu, hau eta bestea kondena dezatela es-ka eta eska ari dira... Nik uste dut etorri behar-ko litzatekeela kinka bat estu-estua, duelaegun batzuk Irlandan bezala, eta azken orduanezinbestekoa izatea zer edo zer erabakitzea. Su-etena iragarri zutenean, nik esan nuen: orain,ez dut uste hamar urtean ere gauza handirikegingo denik. «Jesus ama!», erantzun zidanbatek baino gehiagok.

Karlos Santisteban: arazoa da batzuk behin-tzat lehen baino lardaskatuago, garratzagodaudela. Argi eta garbi ikusten da batzuenaldetik. Zeresanik ez PP egiten ari denaz,egunero kalean beste batzuei leporatuz juxtuberaiek egin dituzten gauza berberak komenizaienean, legea behartuz. Ondorioz, giro es-perpentikoa sortzen da. Dena den, nik ustedut, oro har, jendea, duen pentsaera duelaere, prest dagoela gauzak konpontzeko. Go-goa badago.

Pello Zabala: hemen ikusten denez, bakea-ren kontra joanda botoak irabazten badira,bada, bide horretatik jarraitzen dute zenbai-tek. Badira zintzoago jokatzen dutenak ere,normalean alderdi txikietakoak. Jakina, ho-riek ez daukate erabakiak hartzeko hainbes-teko ahalbiderik ere. Dena den, ni ez naiz fi-do, egia esan.

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Karlos Santiseban

«Uste dut beldur handia daukatela batzuek pentsatuz zergerta ote daitekeen bake-bidean aurrera eginez gero»

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Karlos Santisteban: nik uste dut beldurhandia daukatela batzuek, beldur eszenikoapentsatuz zer gerta ote daitekeen bake-bide-an aurrera eginez gero. Jende asko dago sar-tuta erakunde eta alderdietan, hortik bizi di-ra, eta agian beren diru-iturria agor daiteke-en beldur dira.

Haritu: ematen zuen bide onean ginela,biolentziarik gabe, gizartea lasaiago. Aben-duaren 31ko atentatuak etena ekarri zuen.

Pello Zabala: batez ere, hasierakoak, su-ete-naren iragarpenak alegia, ekarri zuen halakoirribarre bat eta eguraldi gozoago bat, baina,gero, ikusten duzunean azkenean txokoaMadrilekin izango dela, bada, orduan... Iku-sita Ibarretxeren planarekin egin zutena, az-kenean esaten duzu: hemen, amore eman etaamore eman eta, finean, dena Madrilengelditzen da?

Karlos Santisteban: hasieran bai, poztasunaekarri zuen su-etenak gizartera. Batez ere he-men, Euskal Herrian bertan igarri zen. Aha-leginerako gogoa ikusten zen jendearen arte-an, itxaropen handia. Orain ere, jendeak na-hi du itxaropenez bizi, bakean bizitzeko gu-txieneko batzuk bete daitezen nahi du, nahizeta gero beti agertzen diren horren kontra-koak. Bestalde, kontuan hartu behar dugubake-mahai hori batzuek beste modu bateanulertzen dutela eta besteei beti eskatzen etaexigitzen dabiltzala.

Haritu: elkarrengana hurbildu beharrean,urrunduz.

Pello Zabala: balego modurik nolabait al-derdietatik askatzeko, alderdietako edozeinmahaitan jarri eta apeza besteekin ulertzekoeta mezak hitzartzeko... Baina alderdiarenpisua, bizkar-zorroa janzten dutenean, aka-bo! Beste interesen alde sartzen baitira or-duan, eta hori ezin da. Interesak, jakina,handiagoak dira alderdi nagusietan, Madri-

lean agintean daudenengana begiratzea bai-no ez daukagu. Haiek zerbait esaten dutene-rako, hasiak dira hemen ere haien eskabide-ak zabaltzen. Hemengo alderdi nagusiak erenik uste dut alderditik aske askoz errezagoulertuko lituzkeela gauzak.

Karlos Santisteban: hor ikusten dira ager-tzen direnean herri-ekimenak-eta, jendeakzer-nolako gogoa duen parte hartzeko; ai-tzitik, horien ezina ere azaltzen da, azken ba-tean aginteak den-dena kontrolatu nahiduelako. Funtsezkoa errespetua da, ulertzeaerrespetua baina bestearena onartuz. Besteaerrespetatzea ez da esatea zuk hau bete beharduzu, zuk hau egin behar duzu eta nik nahidudana egingo dut boterea nire esku dagoe-lako.

Pello Zabala: horrekin batera, ikusten daarazo bat gero eta gordinago dena, eta zerada: Milakabilaka eta gainerako herri ekime-nek zer edo zer egin dezakete, bai, baina ho-rien lana Parlamentuaren hitzaren menpedago azken buruan. Zer edo zer bai, egin de-zakete, baina oniritzia beti Parlamentuarenesku dago. Hauek guztiak ezin badira Parla-mentura joan, bada, gero eta bakartiago ge-ratuko dira. Hori bera ikusten ari gara besteherri batzuetan, Katalunian esate baterako,nola gero eta jende gutxiago dihoan bozkaematera. Horrek ere uste dut hemen beldurpixka bat eman behar diela. «Beren kabuzari dira, bada, beren kabuz utziko ditugu»,nolabait esanda.

Karlos Santisteban: gertatzen da askotan al-derdi batek hauteskundeak irabazi eta usteduela ondorengo lau urteko agintaldian nahiduen oro egiteko eskubidea daukala. Horrekherritarrengan atsekabea sortzen du, jakina.Eta gai askori dagokionez, hondamendia egi-ten ari dira, lurraren planifikazioan adibidez.Ingurunea hondatzen ari dira, izan ere base-rri mundua galtzen ari gara. Gai askotan soi-lik beraiek nahi dutena egiten ari da, herria-

ren hitza entzun gabe. Erabaki latzak ari dirahartzen eta horien aurka protestak egiten di-renean beraien erantzuna da: «zu ez zara au-keratua izan».

Pello Zabala: niri tokatzen zaidanagatik,esan dezaket hemen aukera guztiek ez dauka-tela irtenbiderako marra bera. Esan nahi bai-tut aukera guztiak izanda ere, zanpatua izandela bidea. Horrek esan nahiko luke politi-koekiko, alderdien funtzionamenduarekikoedo nahi denarekiko eten bat dagoela. Etenbat dago eta etena gero eta nagusiagoa daesan diren gauza horietan. Erabaki batzukhartu behar direnean, eta hor ditugu, beste-ak beste, errepide kontuak eta baita erraus-keta-instalazioa ere, nahi dutena egin dute.Politikoak fidagarritasun guztia galtzen aridira eta hemen tristea izango da Ameriketa-ko Estatu Batuetan bezala %40 batek botoaemanda ere gero bozka horiekin nahi dutenaegiten badute. Eta orduan herriak galduegingo du itxaropena bene-benetan.

Karlos Santisteban: nik uste dut badagoelaitxaropena, behintzat badira herri-ekime-nak; Korrika bera, esate baterako. Eta hala-koak munduko beste toki batzuetan pen-tsaezinak dira. Saiatu dira kopiatzen hainbatgauza eta ez dute lortu. Herriaren bat-batekoekimen horietan dago itxaropena.

Pello Zabala: bai, beno, azkenean erabakiakhartu beti betikoek hartuko dituzte, baina he-men dagoen herri-ekimenen mugimendu horiguztia, Korrika bera ere... horren historia eginbeharko litzateke eta liburu handi batean jarrigure erretratu guztiekin. Hori da herriak egi-ten duena eta ondoren politikoek bedeinka-tzen dutena. Hainbeste gauza izan dira moduhorretan hemen etorri direnak... Eta berdin-berdin dauzkagu ikastolen alde egiten direnibilaldi horiek. Parte hartzeko gogoa badago,eta horiek bideratzeko zer egiten da? Hortxedago, nire ustez, akats handia. AHT eta beste-lako ekimen askorekin ikusi da lan itzela egin

Pello Zabala

«Herri-ekimenek zer edo zer egin dezakete, bainaazken erabakia Parlamentuaren esku dago»

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Karlos Santisteban

«Herriaren ekimen horietan dago itxaropena»

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Pello Zabala

«Bakearen kontra joanda botoak irabazten badira, bada, bide horretatik jarraitzen dute batzuek»

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dutela; ahatik, ikusi ahal izan da, halaber, aha-la daukanak herriarekiko nola ari den eraba-kiak hartzen inor kontuan hartu gabe. Horrekekartzen du politikariengan dagoen konfian-tza guztia pikutara joatea.

Haritu: zer egin liteke, orduan, herritarreklanerako gogoa bai, baina gero erabakia poli-tikarien esku badago?

Karlos Santisteban: hori aldatzen ahalegin-du beharra dago. Bestela, herri-ekimenen la-na hor bertan geratu eta eraginkorra ez delaikusten badugu, eta finean erabakia bestebatzuek hartzen badute, bada, atsekabea sor-tuko da, itxaropena galduko dugu. Eta hainzuzen, itxaropenari eutsi behar zaio, aurrerabegira. Bestela, akabo. Horregatik, gauzak,bideak nola aldatu aztertu beharko dugu. Ezdakit zer eredu sortu behar den, ez dakit ere-du propio bat izan behar duen, baina, nireaburuz, oso garrantzitsua da politikariekhainbeste botererik ez edukitzea. Horrekizan beharko luke lehen ildoa. Bestetik, due-la asko, udaletxeetan alkateek-eta ez zutensoldatarik. Gaur egun, aldiz, profesionalakdira guztiak, askok interesak dituzte, zureahotsa kontrolatzen dute... Beraz, horrenbes-teko boterea kentzeko sistema bat behar du-gu. Bestela, interes gehiegi sortzen dira al-derdien baitan, enpresen baitan...

Pello Zabala: ez dut uste posible denik, orain-goz behintzat, partitokrazia hori desegitea,baina demokraziaren izenean sartzen dituztenhainbat kontu, horiek bai jarri behar direlakinkan. Eta egia da, beste marko berri horrenbeharra dugu, ez dakit nolakoa, baina behardugu. Euskaldunok, gainera, beti beste modubatean jardun gara, Foruen garaiari eta gaine-rakoei erreparatzen badiegu. Hau ere posibleizango zen lehenagoko demokrazia ereduari ja-rraituz, alderdiak herriz herri zebiltzanean. Ta-malez, demokrazia hori puskatu egin da etahartu da beste demokrazia mota bat, herrihandietakoa, baina eredu hori ez dator bat gu-

rekin. Modu honetan ezin dugu aurrera egin.

Karlos Santisteban: askotan, gainera, Europa-ra begiratzeko joera dago, asko hitz egiten daEuropari buruz, baina gero benetan gauza -txarrak baino ez dira hartzen eredu horretatik.Eta izan, badira onak ere; esaterako, erreferen-dumak egiteko aukera, Suitzan kasu. Zergatikez egin erreferendumik gurean? Zergatik ez he-rriarengan eragina duten gauzak, ezta?

Haritu: Katalunia, adibidez, izan liteke herribaten kultura nola sustatu behar den ikaste-ko eredua. Zer deritzozue?

Pello Zabala: ez dakit, hizkuntzari dagokio-nez, hain dira ezberdinak euskara eta katalanagaztelaniarekiko. Haiek sikiera gertuagotikbadaukate pixka bat. Esan nahi baitut hanelebidun izatea askoz errazagoa dela hemenbaino. Baina egia da, bestetik, inbidia ematendigutela gauza askotan. Bestalde, oso garran-tzitsua da laguntzeko zenbateko gogoa eta ire-kitasuna dauzkaten herri bezala. Horretan, be-harbada, baditugu desberdintasunak. Gu, aka-so, gure munduan itxiagoak ere bagara eta ho-rregatik agian gehiago kostatzen zaigu gure ar-tean elkar ulertzea.

Haritu: esan izan da, eta oraindik bada dioe-nik, euskal jendea oso itxia dela. Uste duzuehorrek eragina duela elkarrizketa garatzekoorduan?

Karlos Santisteban: egia esan, ez dut uste ho-ri egia denik. Itxitasun hori eta elkarrizketara-ko gaitasun gabezia hori topikoak dira. Nikjende irekia ikusten dut toki guztietan, jendeirekia eta jende itxia. Bai hemen, baita Kata-lunian ere, mundu osoan. Euskal jendearen ar-tean badira izaera itxikoak, baina ausartukonintzateke esatera euskalduna irekia dela.

Pello Zabala: garai batean egongo zen zer edozer horretatik, eta oraindik ere egon daitekee-la pentsatzen dut, herri txikietako eta baserri

giroa ikusita. Bakoitzak bere mundutxoa zueneta huraxe defenditu behar, baina hori pixka-naka-pixkanaka nik uste dut desegiten ari de-la eta, orain, nola pisuetan bizi garen eta gu-txiago ezagutzen dugun elkar, gutxiago jartzengara harremanetan. Beraz, defenditzen duzunabeste esparru bateko kontua da. Lehen, berriz,beti defenditzen zenuena zen: «Honek bere e-txera egiten dik beti, e!». Horrenbestez, zeredo zer egon zitekeen, baina nik gaur ez dutuste horrenbestekoa denik, jende gehiena hi-rietakoa delako.

Karlos Santisteban: gainera, askotan pareka-tu izan da irekitasun, zabaltasun hori hiriare-kin, baina uste dut hori ez dela erabat egia.Maiz hirietan askoz indibidualistagoa da jen-dea eta berekoiagoa. Baserri munduan, aldiz,elkarri laguntzeko prestutasuna ikusten da.Tamalez, mundu hori, baserriarena alegia, gal-tzen ari gara.

Pello Zabala: bai, hor dago auzolana.

Haritu: hiriak gero eta kolore gehiagoz janz-ten ari dira, herrialde ezberdinetako jende,hizkuntza, erlijio, kultura... uztartezen aridiren neurrian.

Karlos Santisteban: zaildu egiten du horrekegoera. Arazo potoloa daukagu aurrean; esatebaterako, euskararekin. Garai batean milakaetorkin iritsi ziren Euskal Herrira eta badakiguhorrek zer ekar dezakeen euskararen balantzara.Orain, etortzen ari den etorkin kopuruarekinere, bada... ez dakit zeintzuk diren azken da-tuak, baina dezente aldatuko zen azkenaldianeuskaldunen proportzioa. Kasu honetan, politi-ka indartsu bat behar da etortzen den jendea,batez ere umeak, euskararen eta euskal mun-duan murgil daitezen, eta zentzurik zabaleneandiot. Kontua da Estaturik ez duzuenean zurehizkuntza defenditzea zaila izaten dela, ezin du-zu inposatu. Beno, agian «inposatu» hitz itsusiada, baina, nolabait, gutxieneko batzuk beteara-zi behar ditugu, elkarbizitzarako bada ere.

Karlos Santisteban

«Politikariei horrenbesteko boterea kentzeko sistema bat behar dugu»

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A dos bandas

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Pello Zabala: nik beldur handia diot egoeraberri honi, Karlosek esan bezala etorkin uhol-de honek euskarari egin diezaiokeen kaltea-rengatik. Izan ere, etorkinek lanak eta bestela-koak topatuko dituzte. Ikusten da, gainera,normalean behartsu samar etortzen direla eta,familia ekarri orduko, jada auto familiarra ero-sita daukate. Poztu egiten zara pentsatuz:hauek behintzat hemen jarri dituk. Baina ba-tez ere Hegoameriketatik etorri denak eta gaz-telania badakienez, bizitzan nola bere txokoajada egina duen, bada, horrek euskararen be-harrik ez du. Gaztelania jakin gabe datorre-

nak, berriz, hemen kokatu beharra dauka eta,ingurukoak euskaldunak dituelako-eta, erraza-go ikasiko du euskara. Ez badago lege-modubat edo eskola-marko bat ongi egituratua, nikbeldur handia diot, laster hemen biztanleen%15-20 izango baitira kanpotik etorritakoak.Hori asko da Euskal Herria bezalako herri -txiki batentzat jakinik, gainera, gazteladunsoilak asko ditugula gure artean.

Karlos Santisteban: dena den, nik uste dutetortzen den jende hori oso irekia dela. Adi-bidez, Hegoamerikatik edo Afrikatik etortzen

den jende hori, nik ikusten dudanagatik, osoirekia da, batzuetan bertakoa edo hurbiletikdatorrena baino irekiagoa. Euskara ikastekoprestutasuna dutenak ere ikusten ditugu. Bes-talde, horretarako bitartekoak behar dira. Ezbada bitartekorik jartzen euskara ikas deza-ten, esate baterako irakaskuntzan, oso zailaizango da.

Haritu: halako egoera batean, edozein he-rrialdetan Estatuak esku sartuko beharkoluke eta hiritar guztien hizkuntza eskubide-ak bermatu.

Karlos Santisteban

«Estaturik ez duzunean,zure hizkuntza defenditzea oso zaila da»

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Karlos Santisteban: Katalunian bertan garatudute modu bat hori behartzeko, baina kon-tuan hartu behar da egoera guztiz bestelakoadaukatela han. Ikusi beharko utziko ote dietenaurrera eramaten, jada hasiak baitira oztopoakjartzen. Kasu honetan, hizkuntza bat aurreraeramateko eta defenditzeko, nik uste dut be-harrezkoa dela Estatuaren parte-hartzea, bainaEstatuaren parte-hartzea ez botere bezala, au-rrera egiteko eta arauak finkatzeko duen ahal-menari kasu eginda baizik. Gainera, Estatuakesaten duenean gauza bat, inork ez du esatengaizki dagoenik.

Pello Zabala: bai, horretan oso estu gabiltza.Euskaraz bakarrik egindakoa segituan bestebatek zapaltzea... Eta hori norma bezala hartuadutenean, bada, ez daukazu nora joan. Horre-gatik, gure Jaurlaritzaren aldetik-eta gauzakargi jartzen ez badira, gureak egin du. Beharrikez daukanak ez du ikasten. Beharrik ez dauka-nak ikasi behar du bihotzez eta kanpotik dato-rrenak bihotza ez dauka gurea. Orduan, horrekez du ikasiko. Behar-beharrezkoa da lege ba-tzuk jartzea. Kurrikuluma-eta hor daude etaea, pixkaka-pixkaka...

Haritu: nolako Euskal Herria irudikatzenduzue?

Pello Zabala: lehenengo, beti bakea egiten ariden Euskal Herria, izan ere, bakea ez baituguinoiz lortuko. Esan nahi baitut bakea beti eginbeharrekoa dela. Beno, bakea ulertzen badugupolitikariek sina dezaketena bezala, bada, bai,hori lor daiteke, baina zentzu zabalagoan har-tuta, bakea egin beharrekoa da. Are gehiagogurean, beti izango da egin beharrekoa hain-bat hizkuntza eta gauza dauzkagunean, eta be-ti etsai batzuk izango ditugunean ez dutelakoikasi beraiena besterik. Alde horretatik, betijoan beharko dugu denei eskua emanez edodenekin elkar ulertuz, baina jakinik beraiek ezdutela gurea ikasiko. Alde horretatik, nik osozaila ikusten dut. Bestetik, politikoki noiz

emango diguten, bada, adibidez, Ibarretxekproposatzen duen bozketa hori egiteko ahal-mena? Ez dakit. Nahi bada, eta nahi da eta na-hi dugu indarkeria mota guztiak geldirik geradaitezela, uste dut zaila izango dela. ETArenabeharbada lortuko dugu, baina, gero, beste in-darkeria horiek ez dut uste geldituko direnik,eta orduan, politika mailan, bada, bai, hautes-kundeetatik haustekundeetara gauza batzukleunduko dira, baina hortik lau urtera lehe-nengo eran jarraituko dugu. Ni ez nago batereitxaropentsu, eta pentsatzen dut hemen, gureEuskal Herri txiki honetan, hortxe jarraitukodugula bi aldeetatik estu-estu hartuta eta jux-tu-juxtu, eta lortzen dugun pitin hori eskeronez bizitzen eta, gutxi ematen badigute ere,esker handiak beraiei emanez.

Karlos Santisteban: nik bere baitan zazpiprobintziak hartuko lituzkeen Euskal Herriairudikatzen dut, Euskal Herri oso bat, elkartuaeta euskalduna, jakina, euskararik gabe ez bai-ta Euskal Herria izango. Aldi berean, bere bu-ruaren jabe izatea gustatuko litzaidake, bereetorkizuna aurrera eraman ahal izateko etabaita ere munduari zabalik egoteko. Bere era-bakiak hartzeko ahalmena izatea nahi nuke.Euskal Herri oso irekia munduari, Europangaudela europarra, munduan gaudela mundu-tarra, zabala. Uste dut euskal herritarra hala-koa dela, zabala, askotan elkartasuna agertzenduena. Hor daude, adibidez, gobernuz kanpo-ko erakundeak eta horrelakoak. Mundu osoantxikiak gara, baina bere txikian euskaldunakmunduko toki guztietan gaude, laguntza ema-ten. Eta laguntza ematen esan nahi dudanean,gobernuetatik landa esan nahi dut. Beraz,egunen batean indar hori guztia metatu egin-go den itxaropena dut eta lortu egingo dugulaEuskal Herri hori. Kosta egingo da, baina i-txaropena dut apurka-apurka gauzatuz, zeratuzjoango garela.

Pello Zabala: beno, nik 64 urte dauzkat-eta...(kar, kar, kar!).

Haritu: garai latzagoak ere biziko zenituen,Pello.

Pello Zabala: bai, bai. Dena den, ikusi ereikusten dut gutxi aurreratu dugula. Euskaramunduan lortu dena alahegin hutsean izan da.Erdal munduan bizi izan gara, haien arten ere,eta hor ere lortu behar izan da. Beti ikusi du-gu bertako erdaldunak direla euskara gutxienikasten dutenak. Kanpokoak gehiago ikastendu eta, esan bezala, beharrik ez dagoenean...Eta ez da euskaldunak zanpatu dituztelako,edo kontra ibili zarelako. Ez dakit oso ongi zer-gatik den.

Karlos Santisteban: ikusten da, baita ere,izan direla Ameriketatik eta Europatik EuskalHerrira iritsi eta urte gutxira euskaldundu di-renak. Gero, harro-harro erakusten dute ika-sitakoa. Eredutzat hartzen dut nik hori, poz-ten naiz eta, aldi berean, ikusten dut zereneredu diren beste batzuk. Inolako ahaleginikegiten ez dutenak, horien aldean, lotsagarrigeratzen dira.

Pello Zabala: beharbada konplexutxoren batdaukate barruan, nahiz eta ez zaien aurpegiraezer bota. Niretzako eredua Estibalitzen eginzena da, erlijio munduan. 1951. urteanEstibalitzen, non ez zen euskararik egiten, etaGasteizen, non ez zen ia ezer egiten, honakoplanteamendua mahaigaineratu genuen: guEuskal Herrian gaude eta Jaungoikoari gureotoitza, gure intzentsua nolabait, euskarazeman behar diogu. Kontuan hartu hori izanzela dena latinez egiten zenean. Kontzilioahandik hamalau urtera etorriko zen. Horrela,fraideak euskara ikasten jarri ziren, batzuk ba-serrietara joanez. Lan polita izan zen hura,maitasunez egina. Logika bat hartu eta zuremundua eta bizitza planteatzen badituzu, beteegiten duzu. Inguruko zenbat eta zenbat jendeikusten duzu ikasi ez duena? Nola uler daitez-keen bataren eta bestearen pentsamoldea?Hor dago koxka.

Pello Zabala

«Beharrik ez daukanak ikasi behar du bihotzez eta kanpotik datorrenak bihotza ez dauka gurea»

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Juan Sánchez

Orratza

38 Haritu

Desde que hace poco más de un año ETA decreta-ra un alto el fuego y diera comienzo el llamado

proceso de paz, han sido numerosas las iniciativasciviles que han querido aportar su granito de arena

y hacer partícipe a la sociedad. En la complicadapartida de la búsqueda de soluciones, contamos

desde hace un par de meses con una carta más enla baraja: hartos de quedarse al margen, el colecti-vo de inmigrantes residentes en Euskal Herria co-

mienza a articularse en iniciativas como la de Ani-tzak, por las que pretenden tomar cartas en un

conflicto del que quieren ser un agente más.

Una carta más en la baraja:

kanpotik barrura

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En Euskadi se encuentran, además, con la existencia de un conflictopolítico del que poco o nada sabían. Una joven inmigrante sudameri-cana se acuerda del desengaño que sufrió al llegar: «Allí, en Sudaméri-ca, la gente suele pensar que Europa es la panacea de los derechos hu-manos, pero al llegar, te das cuenta de que aquí también hay casos detortura, juicios irregulares, muertes y violencia política». Otra jovensudamericana comenta divertida las advertencias que le hicieron sus fa-miliares cuando vino a Euskadi: «te vas de Guatemala a guatepeor».Armando también guarda en la memoria la inquietud y los recelos quele transmitían los suyos: «recuerdo que al llegar a Euskadi, mi familiame preguntaba desde Colombia si había visto algún comando de ETAdurante mis salidas al monte y se extrañaba cuando le respondía queno, ya que allí, en las salidas al campo, no es extraño toparse con unfrente de la guerrilla o de los paramilitares. No entendían que éste es

De Medellín a Otxandio. Este salvaje salto es el que dio Armando,joven colombiano, geólogo, músico, y trabajador de la construcción enla actualidad. Más de 8200 km a sus espaldas. Su historia es similar ala de otros muchos emigrantes que tras recorrer miles de kilómetros,atravesar decenas de fronteras y surcar algún que otro mar recalan fi-nalmente en tierras vascas.

Acumulan todos ellos un gran bagaje de historias semejantes, de ex-periencias compartidas, de itinerarios a veces caprichosos... siemprecon el denominador común de haber dejado atrás la tierra que les vionacer. Algunos vienen huyendo del infierno de la guerra y la violen-cia en su país. Otros, de demonios como el hambre o el desempleo.Sueñan con llegar a nuestro particular «paraíso» europeo y cuando lohacen despiertan amargamente con ruidos de leyes de extranjería, detrabajos mal pagados, o de exclusión social.

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Orratza

40 Haritu

Armando es miembro de Anitzak, iniciativa nacida recientementecon este único objetivo, y lo explica de la siguiente forma: «aparte delos problemas propios o cotidianos que toda persona inmigrante tiene,no podemos dejar de sentir también el grave problema latente de la so-ciedad en que vivimos y nos acoge. Algunos han llegado a este estadioy otros todavía no». Sorprende esta forma de hablar en boca de un in-migrante, de alguien que lleva poco tiempo en el País Vasco, de quiense supone un alejamiento natural de los problemas políticos de estepueblo, al que a muchos todavía les cuesta pronunciar su nombre eneuskera.

Lejos del desinterés por la política de su nuevo país, varios centena-res de inmigrantes realizaron a finales del pasado mes de marzo unamarcha en Donostia bajo el lema «Aquí vivimos, aquí votamos», conel objetivo de reivindicar así el derecho a voto para los ciudadanos ex-tracomunitarios, poseedores, como ellos subrayan, de «todas las obli-gaciones civiles, pero no del derecho a votar». Esta implicación tienemucho que ver con el cariño y el arraigo que tienen al llegar a esta tie-rra: «Este pueblo es mucho más que bombas y violencia. Tiene cosasmaravillosas. Yo no dejo de asombrarme cada día». Han hecho gran-des amigos aquí, y muchos hacen ya sus primeros pinitos con una len-gua tan difícil como el euskara, bañado por un acento cálido y dulzón,muy musical.

Conviven día a día con este pueblo y sus gentes que, según dicen,«también están aprendiendo a aceptarnos y a compartir su presente yfuturo con nosotros». Sin renunciar a sus raíces ni a su identidad, sesienten absolutamente parte de un país «que se merece dejar de sufrir»,y como ciudadanos del mismo también les afectan las trágicas conse-cuencias del conflicto en que se encuentra inmerso. De esta integra-ción, de este arraigo surge la implicación: «No podemos ser neutrales:tenemos un compromiso con esta sociedad, como una especie de deu-da. Nos sentimos obligados».

«Muchos y variados»Así surge la iniciativa Anitzak, casi de modo fortuito, por casuali-

dad: «nos une la vivencia de situaciones o vivencias parecidas comoinmigrantes, pese a nuestra gran diversidad». Y es que, si algo se pue-de señalar de este colectivo de inmigrantes, es que son plurales, co-

un conflicto totalmente diferente». Ese desconocimiento, empare-jado muchas veces con un cierto miedo o temor, lleva a muchos in-migrantes a la apatía, a la pasividad ante el conflicto, a verlo comoalgo ajeno.

«No va con nosotros»Frases del estilo de «no va con nosotros», «yo es que de eso no en-

tiendo», «no quiero inmiscuirme en la política» o «yo sólo he venidoa trabajar» están en los labios de muchos inmigrantes. Pero no de to-

dos. Cada vez más grupos de diversas ideologías y remotas proceden-cias (Colombia, Italia, Alemania, Marruecos...) han decidido dejaratrás esa recetada prudencia, reivindica con orgullo su condición deciudadanos de este país y pretende aportar algo para solucionar el con-flicto que lo ahoga, porque «todos tenemos algo que decir y que apor-tar, mucho o poco».

«No podemos ser neutrales:tenemos un compromiso

con esta sociedad»

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En la actualidad, numerosas personas provenientes de otras lati-tudes fijan los ojos en el País Vasco como destino en que poder me-jorar sus vidas. Pero también, en la Euskadi de hace algunos años,muchos ciudadanos tuvieron que buscar otros países para labrarse unfuturo que se les negaba en el propio.

Las primeras oleadas migratorias de vascos y vascas, dirigidas deforma mayoritaria hacia América, tuvieron lugar a mediados y fina-les del siglo XIX, época de profundas transformaciones socioeconó-micas y políticas.

Como apunta el profesor D. José Manuel Azcona en su libro «Losparaísos posibles», a lo largo del siglo XIX el País Vasco estaba vi-viendo la más radical de las transformaciones, con el paso de una so-ciedad agrícola-pastoril a una sociedad industrializada, con todo loque ello conlleva: pérdida de identidad social vasca, inmigracionesmasivas foráneas al calor de la industrialización y una brutal trans-formación del paisaje agrícola y urbano. También en el terreno polí-tico se estaba librando una guerra entre el tradicionalismo y el no-vedoso liberalismo, que traía consigo una profunda alteración de as-pectos legislativos por los que se había regido el País Vasco hasta en-tonces. Consecuencia de todo ello son las dos guerras carlistas quetuvieron como epicentro este pequeño país y que provocaron cam-bios radicales en la sociedad del momento. Al ser ganadas por elbando liberal, el campesinado vasco, que había apoyado mayoritaria-mente al bando carlista, prefirió en muchas ocasiones emigrar haciatierras argentinas, uruguayas o norteamericanas y mantener su modode vida, antes que desplazarse a trabajar a las grandes industrias de laciudad regidas en su mayoría por patronos liberales a los que recha-zaban profundamente. El triunfo de los planteamientos liberales tan-to en España como en Francia, trajo consigo, además de la aboliciónde los Fueros, la implantación del servicio militar obligatorio, delque los jóvenes vascos habían estado exentos hasta la fecha. Este re-clutamiento forzoso hizo que se dispararan los índices de insumisos ydesertores tanto en Hegoalde como en Iparralde, lo que convertía aestos soldados prófugos en firmes candidatos a la emigración.

El crecimiento demográfico también tuvo que ver con las ansiasmigratorias de numerosos ciudadanos vascos. Las mejoras sanitariasy natalicias al calor de la Revolución Industrial, provocaron un granaumento de la población en pocos años, lo que causó problemas enla repartición de las tierras y el caserío, corazón de las relaciones so-cioeconómicas vascas de la época. El sistema del mayorazgo, por elque todo era para el primogénito, aseguraba la indivisibilidad de lastierras y el patrimonio familiar, pero al mismo tiempo era causa fre-cuente de conflicto entre hermanos, muchos de los cuales, al verse

apartados de la administración de la renta veían en la emigración laúnica salida.

Todo ello se vio favorecido por las llamadas de acogida de paísescomo Argentina, Uruguay y Estados Unidos, que necesitaban pobla-dores para colonizar inmensos territorios del interior. Estos paísesveían en los vascos unos candidatos idóneos a convertirse en nuevosciudadanos, debido a su conocimiento del castellano, a su condiciónde católicos y a su fama de trabajadores y honrados. Muchos de ellosterminarían, además, desempeñando importantes papeles en las gue-rras civiles que estallaron en Sudamérica a lo largo de todo el sigloXIX, como fue el caso de Simón Bolivar, de origen vizcaíno.

En esa época, la emigración se convirtió en un incipiente nego-cio del que obtener abundantes beneficios por parte de armadores ycapitanes de barco, y, sobre todo por las florecientes agencias deemigración. El emigrante vasco de entonces, al igual que sucede hoyen día con muchos inmigrantes que vienen a esta tierra, hipotecabasu economía a cambio de trabajar en el país de destino para saldar sudeuda, contraída en ocasiones, con otro vasco.

Hubo una pequeña y última oleada emigratoria vasca, de marca-do carácter político, al terminar la Guerra Civil española, cuando, acausa de la victoria franquista, numerosos gudaris, nacionalistas y re-publicanos se vieron obligados a emprender el camino del exilio.

Cuando el vasco fue «gallego»

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mo el propio nombre de esta plataforma apunta. En su seno se pue-de encontrar gente procedente de las más variadas nacionalidades,intraestatales y también transcontinentales, con diferentes profesio-nes (médicos, geólogos, albañiles, maestros, abogados...), y con ide-ologías diversas.

También las diferentes legislaciones de nacionalidad y extranjeríales coloca en situaciones jurídicas y de derechos bastante desiguales.Tienen, también, distintas concepciones sobre el conflicto. Pero loque sí coinciden unánimemente es que todas anhelan lograr su resolu-ción. Para ello, consideran que hay que llegar a las raíces del mismo, yreivindican el diálogo entre todos y todas como única solución, conausencia de violencia y respeto a los derechos humanos y a la libre de-cisión de la ciudadanía vasca.

Esta sería, según ellos, la única forma posible y la mejor garantía dealcanzar una paz firme y duradera, así como una normalización políti-ca plena y la reconciliación social.

Todavía estaban dando sus primeros pasos cuando el atentado del 30de Diciembre en Barajas, que se llevó por delante la vida de dos per-sonas que, casualmente, eran inmigrantes como ellas. Como a otrostantos agentes sociales y políticos, la acción de ETA les dejó apenadosy apesadumbrados. No obstante, tras la incertidumbre inicial, no qui-

sieron dejar que aquello les marcara el camino que apenas habían co-menzado a transitar, y decidieron seguir adelante a pesar de los posi-bles obstáculos que pudieran surgir. Consideran el momento actual,pese a los altibajos, como una oportunidad única, y afirman que es res-ponsabilidad de todos los agentes políticos implicados, pero tambiénde los ciudadanos el reencauzar la delicada situación que la sociedadvasca atraviesa hoy en día. Creen necesario, asimismo, tomar la pala-bra y la iniciativa en primera persona.

De esta manera, realizaron una presentación pública del colectivo elpasado 3 de marzo en Bilbao. A la misma acudieron representantes detodas las formaciones políticas vascas, a excepción del PP. Esto es algoque sus integrantes valoran muy positivamente: «todo el mundo nosdice que ésta es una iniciativa muy bonita. Hasta ahora no hay nadieque nos haya dicho que no le guste, que le parezca mal nuestra inicia-tiva, y eso es algo que valoramos mucho. Nuestro deseo es ése, tenderpuentes, acercar posturas», explica Armando.

«¿El futuro de Anitzak? Dar forma al colectivo, aglutinar gente, y se-guir haciendo camino». ¿El de iniciativas de este tipo? El tiempo lo di-rá. Siempre como ciudadanos de pleno derecho de este país, que aho-ra también es el suyo. Desde ahora contamos con un brazo más paradesbrozar el camino de la paz. Ongi etorri.

Orratza

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La llegada de inmigrantes a Euskadi tiene dos momentos muymarcados, uno de los cuales aún no ha concluido. El primero se pro-dujo a finales del siglo XIX y comienzos del XX, con la llegada de laRevolución Industrial y la urgente demanda de mano de obra paratrabajar en las grandes industrias del hierro y el acero, sobre todo enel territorio histórico de Bizkaia. Esto provocó la llegada de un grannúmero de extremeños, andaluces, castellanos y gallegos, por lo ge-neral de extracción social baja, lo que unido a su desconocimientode las costumbres, de la cultura y la lengua vascas, provocó que enocasiones fueran mirados con cierto recelo, desconfianza, e inclusocon abierta hostilidad. Ahí quedó como ejemplo el calificativo demaketos con que los denominaba Sabino Arana, u otros parecidoscomo beltzas o belarrimotzas en lo que fue una primitiva reacción deautodefensa que caracterizó al primer nacionalismo vasco.

La segunda oleada migratoria comenzó a partir de los años sesen-ta y también tuvo carácter intraestatal. Otra vez, castellanos, extre-meños y gallegos principalmente acudieron al reclamo del trabajo ennuevas y grandes industrias en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Esta vez,el choque fue bastante menos abrupto y la aceptación e integración,prácticamente plenas.

En la actualidad se puede decir que estamos viviendo la terce-ra gran oleada migratoria, esta vez de carácter transcontinental.Muchos se dedican a vender CD y son conocidos cariñosamentecomo iñakis.

A pesar de ser un fenómeno reciente y de tener un proceso deasentamiento más ralentizado que en otras sociedades limítrofes, sepuede decir que esta inmigración es ya en Euskadi una realidad queha contribuido a compensar el saldo migratorio negativo que se dadesde mediados de los años setenta. De hecho, la inmigración se en-cuentra en constante crecimiento, y sólo en la Comunidad Autóno-ma del País Vasco se ha multiplicado por cinco en los últimos ochoaños. Son muchos los ciudadanos que siguen viniendo a trabajar, de-mandados principalmente por el sector de la construcción y por losservicios, y que han encontrado en estas tierras un sitio para vivir

donde, según dicen, han recibido una buena acogida. Según la pro-cedencia, los que más han incrementado su peso poblacional, comoafirma un estudio del Eustat del Gobierno Vasco, son los extracomu-nitarios y los latinoamericanos. Precisamente de Latinoamérica esJosé Luis Aldasoro, miembro de Anitzak, cuyos abuelos, naturales deSegura y Elorrio, se vieron obligados a trasladarse a México hace másde cien años. El, por el contrario, decidió instalarse en Euskadi, y re-side desde hace más de doce años en Donostia, terminando de dibu-jar así un círculo que nunca se puede dar del todo por cerrado.

De «maketos» e «iñakis»

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Mitos del duelo

Opinión

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Normalmente, cuando comienza un vuelo en cualquier compañíaaérea, la azafata nos da las indicaciones de seguridad y nos recuerdaque es necesario abrocharse los cinturones. Ante una situación de pér-dida emocional, en muchas ocasiones, yo sugiero lo mismo.

El artículo de este mes pretende hacernos reflexionar sobre las he-rramientas que cada uno de nosotros tenemos al enfrentarnos ya no só-lo a nuestras pérdidas emocionales, sino también a las pérdidas de losdemás. Muchas veces venimos con un bagaje de lo que socialmente senos ha enseñado, hemos adquirido una serie de mitos que normalmen-te no nos ayudan en la elaboración de nuestras pérdidas. Por eso, aho-ra invito al lector a que reflexione sobre los mitos del duelo. Por tantoy siguiendo con la analogía del vuelo, ¡¡¡Abróchense los cinturones!!!

¡No te sientas mal!En muchas ocasiones escuchamos o incluso utilizamos frases de es-

te tipo para consolar a una persona en duelo. No te sientas mal, vi-vió una larga vida; o, no te sientas mal, está en un sitio mejor...

Ante una frase como ésta, la respuesta lógica debería ser: ¿por quéno? Tenemos claro que ante un dolor físico uno puede o incluso de-be sentirse mal; sin embargo, lo emocional parece que no debe dolertanto. Frases como éstas no invitan a permitirse el dolor, no ayudana que la persona en duelo se sienta como realmente está, mal.

Reemplaza la pérdidaA veces nos surge la idea de que podemos aliviar el sufrimiento de

una pérdida sustituyéndola con otra. Un ejemplo claro de estas situa-ciones suele surgir tras la pérdida de un amor, cuando rápidamentebuscamos a alguien que nos dé consuelo y que nos haga olvidar el su-frimiento que esta pérdida nos genera. Cada relación con cada per-sona u objeto es única e insustituible, no tiene ningún sentido empe-zar una nueva sin haber completado la relación emocional con loperdido. Todo lo que queda pendiente de cada relación pasada lo lle-varemos con nosotros en nuestras relaciones siguientes. Por tanto,tal vez sea mejor sentirnos mal, cuando sentirnos mal es la reacciónnormal ante un acontecimiento doloroso.

Sufre a solasEn muchas ocasiones me he encontrado con personas que sufren a

solas porque tienen miedo de ser criticadas o juzgadas por los senti-mientos que experimentan. Hoy en día estamos muy acostumbradosa reunirnos para reír y pasarlo bien; sin embargo, nos aislamos parallorar y para sufrir. Desde nuestra más tierna infancia se nos ha ense-ñado que los sentimientos tristes, dolorosos o negativos no son acep-tados en público y esa lección la hemos aprendido perfectamente, pe-ro esto no tiene nada de natural. No hay más que observar cómo los

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bordantes y en la mayoría de las ocasiones el doliente se siente para-lizado o entumecido por este hecho. Podríamos decir entonces quesu ¨máquina¨ está estropeada y necesita un tiempo para ser arregladaantes de volver a funcionar.

El tiempo lo cura todoEsta tal vez sea la información mas inadecuada que se nos ha

impuesto socialmente. Esta afirmación tiene parte de real, perono toda. Esta claro que una pena o un dolor necesitan tiempo pa-ra ser curadas y eso es indiscutible; sin embargo, esto no tiene na-da que ver con la frase «el tiempo lo cura todo». Las personas enduelo además de tiempo requieren trabajo, trabajo para darsecuenta de la realidad, trabajo para permitirse mirarla y trabajopara sanarla. Sin todo esto, el tiempo no cura nada. Podríamos de-cir que apacigua y que consigue que el dolor no sea tan intenso ytan desgarrador, pero nada más.

Tras estas palabras, creo importante que cada uno de nosotros re-flexionemos sobre cómo nos sentimos al respecto. Creo que es im-portante establecer unos buenos cimientos para hacer frente de unmodo eficaz a las pérdidas y, asimismo, para poder ayudar a los de-más. Tal vez ésta sea una buena manera de comenzar.

bebés llaman cuando sienten dolor, esto es lo natural. El hecho deaislarnos tiene mucho más que ver con el aprendizaje, la educacióny la socialización.

Sé fuerteLa idea de ser fuerte está tan distorsionada que llega a significar

que no es bueno demostrar nuestras emociones delante de los demás,pero esto no tiene nada que ver con la verdadera definición de la pa-labra fortaleza. La fortaleza auténtica es la demostración natural delas emociones, el decir y el hacer lo que es emocionalmente adecua-do. Es necesario expresar las emociones, ya que es lo que realmentenos posibilitará la liberación de energía para hacer frente a la vida.Las personas en duelo no tienen por qué ser fuertes. Lo que tienenque hacer es permitirse el sentir.

Mantente ocupadoEn ocasiones tenemos la idea de que mantenernos ocupados nos li-

berará de las emociones que sentimos; sin embargo, con el paso deltiempo nos daremos cuenta de que las penas son demasiado persis-tentes como para desvanecerse de una manera tan sencilla. Anteuna situación de duelo, mantenernos ocupados, además de ser ago-tador, es peligroso. Las emociones sufridas por una pérdida son des-

Rakel MateoPsicopedagoga especialista en proceso de duelo

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Situado en la costa bizkaina y rodeado por la bahía del Abra, Ge-txo es un municipio que cuenta con 82.000 habitantes y 12 km2 deextensión. Es diverso tanto en su geografía como en la composiciónsocial. Convivimos clase media, obrera y también buena parte de laoligarquía vasca.

El foro de Lokarri de Getxo comenzó su andadura en el año 1999como taller de Elkarri, aunque previamente, ya desde 1993, existíaun grupo en la localidad, que dejó de funcionar en 1998. El actualcoordinador de Lokarri, Paul Ríos, fue una de las personas que parti-ciparon en sus actividades.

Actualmente, el foro lo formamos ocho personas: Begoña Ibañez,Loli Herrero, María José Elorriaga, Lourdes Olabarria, Iñigo Urkiza,Rosa María Sánchez, Carmen Feli Perea e Itziar Langarika. Además,contamos con un buen número de colaboradores que apoyan todaslas campañas que requieren una mayor presencia en la calle. Huboun momento, en el año 2000, en el que llegamos a estar diez perso-nas dentro del foro, pero debido a cuestiones personales, algunos de

ellos se vieron obligados a dejar esta actividad. De todas formas, de-bemos señalar que cuando algún compañero o compañera del foro hatenido que abandonarnos, en la mayoría de los casos lo ha sustituidoalgún otro miembro de su familia o incluso algún amigo suyo. Tam-bién ha sucedido que alguno de los que se marchó ha retomado suandadura dentro del foro cuando se ha liberado de otras responsabi-lidades que le impedían trabajar con nosotros.

La actividad social que desarrollamos en equipo en pro de la paz yde la normalización de la convivencia en Euskal Herria ha influidonotablemente en el ambiente de nuestro foro, en la medida en queentre los ocho miembros se ha creado una convivencia muy estre-cha, muy comunicativa, llegando a disfrutrar de un ambiente fami-liar, aunque, claro, no podemos obviar que el número de miembrosha sido un factor decisivo. Como ejemplo, acostumbramos a juntar-nos para celebraciones de cumpleaños, nacimientos de hijos, nietos,etcétera.

Un rasgo muy importante a destacar del foro de Getxo es la plura-

Foros

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Los ocho de GetxoSi en el anterior número que inició esta sección Haritu extendía su mirada has-

ta Madrid para dar a conocer el trabajo sordo que desde allí realiza un grupo depersonas comprometidas conLokarri, en esta ocasión nos quedamos dentro delas mugas del territorio vasco acercándonos al Foro de Lokarri de Getxo, forma-do en la actualidad por ocho personas, además de un buen número de colabo-radores. “El cotacto con la gente desde el respeto y la escucha activa” es la prin-cipal premisa de la que parte el funcionamiento de este grupo vizcaíno, cuyo ras-go más destacable es la pluralidad de sus integrantes. Ellos mismos nos cuentanen qué consiste su día a día.

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lidad que nos caracteriza, ya que en él confluimos votantes del PNV,PSOE, Aralar, Izquierda Abertzale… En fin, un pequeño mosaico muycolorido. Somos un grupo plural, aunque no tanto como lo deseamos.Perseguimos con interés la «inclusión de todos» y en ocasiones lo con-seguimos.

Begoña es nuestro nexo de comunicación permanente con la sede deLokarri y, además, es la encargada de coordinar el trabajo del grupo.Lourdes es la responsable de recibir vía e-mail toda la documentaciónpara el foro. En cuanto a nuestro programa de reuniones, nos solemosjuntar todas las semanas, el miércoles, en el Aula de Cultura de Villa-monte, para comentar toda la información que nos va llegando y, enfunción de lo que tenemos, realizamos la distribución de las tareas, quehabitualmente consisten en visitar ayuntamientos y distintas asocia-ciones con el fin de darles a conocer las propuestas y actividades deLokarri. Ahora mismo, estamos inmersos en la iniciativa de la consul-ta popular. Tal y como hemos podido comprobar en nuestra andadura,mantener una estructura organizativa formal es fundamental para el

buen funcionamiento del foro. En nuestra etapa anterior como Elkarri, convocamos con éxito los

denominados Foros de Participación Ciudadana. Fomarmos un grupocompuesto por 20 personas que se reunió en seis ocasiones. Tuvo tan-to éxito que, al finalizar, los participantes solicitaron la continuacióndel programa. Fue una experiencia realmente gratificante que se basófundamentalmente en la escucha del otro desde el respeto. Resultó unbuen aprendizaje de lo que podemos si queremos. Aquella campaña, larecogida de firmas y otras nos han permitido trabajar en lo que máscreemos: el boca a boca, el contacto con la gente de nuestro pueblodesde el respeto y la escucha activa. Para nosotros Lokarri es un ins-trumento de transformación social que renueva nuestras propias estra-tegias personales.

Realizar una revisión ética de los conflictos nos exige un enfoquepersonal adecuado. Por ese motivo, los miembros de nuestro foromantenemos que recibimos más de Lokarri que lo que podemos apor-tar nosotros.

HARITU, a partir de un texto de Begoña Ibañezy los demás miembros del Foro de Lokarri de Getxo

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Campaña

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Recuperar la voz

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Lokarri pone en marcha una iniciativa social para la convocatoria de una consulta popular

ar la vozEl pasado marzo fue un mes señalado para Lokarri, yaque la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta ce-lebró su primer cumpleaños. Alrededor de un centenarde personas se dieron cita el día 31 en la comida quecon ese motivo se celebró en el Palacio Euskalduna deBilbo, tras el encuentro con todos sus colaboradores ysocios, en el que se aprobó la puesta en marcha de unarecogida de firmas ciudadanas que apoyen la convoca-toria de una consulta popular con el fin de construir unnuevo proceso de paz.Asimismo, marzo fue el mes elegido para la celebra-ción de varias mesas redondas en torno al tema de laparticipación diudadana.

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Campaña

Hace algo más de un año, concretamente el pasado 12 de marzo, Lo-karri celebró su asamblea constituyente. Las circunstancias en las quese celebra este acto son muy diferentes a las de hace un año. Entoncespercibíamos que nos encontrábamos a las puertas de un proceso de pazy normalización. Hoy, por contra, la situación se ha cubierto de som-bras. Pese a todo no perdemos la esperanza y estamos dispuestos a se-guir insistiendo.

PresentaciónRecientemente Lokarri ha presentado una publicación titulada

“La consulta. La participación ciudadana en un proceso de paz”. Es-ta publicación recogía una propuesta para la convocatoria de unaconsulta popular para el supuesto de que se mantenga la actual situa-ción de bloqueo e indefinición. Lokarri planteó la presentación deesta iniciativa en el caso de que: 1) ETA no clarificase una propues-ta para el final de la violencia, 2) los partidos políticos e institucio-nes no acordasen una hoja de ruta compartida para construir un nue-vo proceso de paz, 3) la situación degenerase o se deteriorase y hu-biese una vuelta a épocas pasadas de violencia, exclusión política oausencia de diálogo.

La Asamblea de Lokarri ha analizado la situación respecto a la posi-bilidad de construir un nuevo proceso de paz teniendo en cuenta estostres elementos o indicadores, que se pueden analizar brevemente:

1- respecto a ETA la situación no ha cambiado. Después de cometerel atentado del pasado 30 de diciembre mantiene un alto el fuego queno genera las condiciones necesarias para afrontar un diálogo resoluti-vo. Concretamente, no ha presentado ninguna propuesta que permitagarantizar su apuesta por el final de la violencia.

2- los partidos políticos, por su parte, no han alcanzado un acuerdopara relanzar el proceso de paz o responder a un eventual paso de ETApara poner fin a la violencia. No se ha encontrado una estrategia con-sensuada para responder a la actual situación.

3- la situación no ha degenerado o no se ha deteriorado de maneraperceptible, pero se mantiene una situación de bloqueo e indefiniciónque tiene fecha de caducidad: las elecciones municipales y forales. Enel caso de que no se produzcan avances, la situación puede pasar delbloqueo al deterioro.

La decisión adoptada por LokarriDado que se dan las circunstancias en las que Lokarri planteó la

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puesta en marcha de la iniciativa social para la convocatoria de unaconsulta popular, y que se mantiene una situación de bloqueo e inde-finición, Lokarri iniciará la recogida de firmas que apoyen, en ejerci-cio del Derecho de Petición, la presentación en el Parlamento Vascoy en el Parlamento de Navarra de una propuesta de convocatoria deuna consulta popular para impulsar el proceso de paz y permitir que lasociedad decida.

El sentido de la iniciativaSi la situación se encuentra en un momento de bloqueo sin perspec-

tivas de encontrar una salida, la sociedad también tiene un importantepapel que cumplir. En primer lugar, mediante la movilización, la parti-cipación y la iniciativa social y, en segundo lugar, por medio de unaconsulta directa. En este supuesto, la expresión de la voluntad social através de una consulta tiene la virtualidad de clarificar la posición so-cial, de remover el escenario político y de impulsar los pasos que garan-ticen el cumplimiento de la voluntad ciudadana. El resultado prácticoes despejar todas las dudas y dejar sin argumentos de legitimidad aaquéllos que pretenden encontrar la solución por medio de la violen-cia, la exclusión, las vulneraciones de derechos humanos o el recorte de

libertades básicas en un Estado de Derecho. Si la sociedad tiene clarocómo se debe solucionar el problema y si no se dan pasos concretos enesa dirección, la ciudadanía tendrá que manifestarse de manera demo-crática por medio de una consulta.

Este momento de indefinición no es sostenible. No estamos dispues-tos a aceptar esta situación. La mayoría de la sociedad vasca tiene muyclara su apuesta por el fin de la violencia, el respeto a todos los dere-chos humanos y la puesta en marcha de un proceso de diálogo sin ex-clusiones en el que acordar un nuevo marco de convivencia más pací-fico y democrático.

No podemos esperar de manera indefinida a que se dé una res-puesta a las ansias de paz de la sociedad vasca. Si la mayoría de lasociedad tiene claros los principios para lograr la paz y la normaliza-ción, y éstos no se garantizan, es necesario un pronunciamiento cla-ro y expreso respecto a los principios que deben guiar nuestra con-vivencia.

La falta de avances nos aboca a una vuelta al pasado de violencia,crispación, tensión y enfrentamiento. Es el momento de que la socie-dad sea escuchada. Nuestra sociedad quiere decidir y recuperar las rien-das de su futuro.

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Características de la iniciativa- La solicitud de la convocatoria de esta consulta ante los Parlamen-

tos Vasco y de Navarra se hará ejercitando el Derecho de Petición, re-cogido en el artículo 29 de la Constitución, y que permite que los ciu-dadanos y las organizaciones sociales puedan presentar propuestas antelas instituciones, teniendo éstas la obligación de tramitar y responder.

- Lokarri pretende apoyar esta petición con, al menos, 50.000 firmasque apoyen un manifiesto que solicita a dichos parlamentos la convo-catoria de la consulta (se adjunta el manifiesto en un anexo).

- Lokarri acudirá a ambos Parlamentos antes del 31 de octubre de2007 para solicitar formalmente la convocatoria de la consulta. Previa-mente, tratará de buscar el mayor apoyo posible a esta propuesta porparte de los grupos parlamentarios.

- Los soportes principales de la campaña serán los siguientes: un fo-lleto explicativo de la iniciativa, donde cada persona interesada podráfirmar el manifiesto y además conseguir otras 4 firmas, un correo elec-trónico a través del que se podrá firmar y reenviar a otras personas, lapágina web de Lokarri, que ofrecerá la posibilidad de firmar y conocerla iniciativa, y una serie de actividades para llevar la campaña a todaslas localidades.

Necesitamos tu colaboraciónEn ocasiones anteriores en las que hemos iniciado una campa-

ña de recogida de firmas, hemos solicitado la colaboración de todas laspersonas interesadas. En este caso también necesitamos ayuda. Todaslas personas dispuestas a recoger firmas en su entorno pueden ponerseen contacto en el correo electrónico [email protected] o en el teléfono902 42 10 10 para recibir la información necesaria.

El Salón de Actos de Bolunta de Bilbao fue el lugar elegido para lamesa-redonda que se celebró el pasado 13 de marzo, en la que repre-sentantes de los siguientes colectivos compartireron sus propias expe-riencias de participación ciudadana: Fabián Laespada (Gesto por lapaz), Maite Aristegi (Milakabilaka) y Paul Ríos (Lokarri). El relevo delas mesas-redondas lo cogió la capital navarra el 21 de marzo. Pese a lasinclemencias del tiempo, alrededor de ochenta personas se dieron citaen el Hotel Tres Reyes de Iruñea para escuchar las intervenciones derepresentantes de Ahotsak (Ainhoa Aznarez), Mayores por la Paz(María Luisa Carasusan), Artamugarriak (Iñaki Arzoz) y Lokarri (AnaElvira). Los ponenetes coincidieron en la urgente necesidad de articu-lar mecanismos de participación tendentes a neutralizar la inhibiciónde una sociedad cuyo hartazgo, patente, no parece suficiente para rom-per con el papel de mero espectador que –manipulaciones partidistasal margen– sus gestores le tienen reservado.

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Ya está a disposición de los ciudadanos laúltima iniciativa de Lokarri; una invitación aque la sociedad reivindique su derecho a de-cidir que nace con la vocación de sumar es-

fuerzos para recuperar la esperanza.

Una receta contra el bloqueo

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El pasado día 9 de marzo cayó el último muro que dividíaEuropa. La demolición de la Línea Verde chipriota hasupuesto un importante primer gesto para asentar ladefinitiva reconciliación entre las comunidades griega yturca que conviven en la isla mediterránea. La pelota,ahora, se encuentra en el tejado de Ankara, obligada areconocer a la república de Chipre y desmilitarizar laparte norte del país si quiere formar parte del selectoclub de la Unión Europea.

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«Luz verde a la reconciliación»

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La agitada historia chipriota protagonizó su enésimo bandazo la no-che del pasado jueves 8 de marzo con la demolición de la Línea Verde,el último muro que todavía mantenía dividida una capital, Nicosia, alo largo y ancho del globo. Afortunadamente, en esta ocasión se tratóde un bandazo para la reconciliación y la esperanza, la de dos comuni-dades enfrentadas y tensionadas, muy especialmente, desde 1974.

Los conflictos de intereses en esta pequeña y cálida isla mediterrá-nea, estratégico cruce de caminos, nido de históricas invasiones -desdeAlejandro Magno a los otomanos- y colonia británica hasta 1959, hanengendrado una sociedad carente de estabilidad política y con dos ca-ras bien diferenciadas, las que representan las comunidades grecochi-priota y turcochipriota que en ella, a duras penas, conviven desde ha-ce décadas.

La concesión de la independencia a Chipre por parte de Gran Bre-taña, lejos de dotar a la isla de una personalidad propia y de diluir lashistóricas tiranteces entre Grecia y Turquía bajo una bandera común,constituyó el punto de partida de un largo conflicto político simbóli-camente representado por ese muro de odio que ha dividido el país du-rante 33 largos años.

Un caluroso 15 de julio de 1974, el sangriento golpe de Estado nacio-nalista protagonizado por la junta de coroneles ateniense desbordó latensa paz imperante en la isla desde 1959, año en que representantes tur-cos, griegos y de la propia corona británica habían acordado crear la Re-pública de Chipre con el decisivo trasfondo pacificador del arzobispo or-todoxo Vaneziz Makarios, figura esencial de la causa independentista.

Sus esfuerzos permitieron dibujar los primeros trazos de una Chipreindependiente pese a los orígenes griegos del propio Makarios, las sem-piternas tensiones entre las sensibilidades helena -partidaria de la ane-xión a Grecia- y turca -proclive a la partición de la isla- y la anteriortutela británica.

Así, antes de ser nombrado presidente en agosto de 1960, el manda-tario grecochipriotra se había comprometido a garantizar, por un lado,el bienestar de la minoría turca y, por el otro, la soberanía inglesa so-bre dos bases militares que el viaje imperio mantendría en la isla a par-tir de entonces.

Tensión permanenteDurante la presidencia de Makarios, que sobrevivió a cuatro inten-

tos de asesinato por sus deseos de proteger a la minoría turco-chiprio-ta, las tensiones entre las dos comunidades estuvieron a la orden deldía, circunstancia que obligó a Naciones Unidas a intervenir en 1964

Carlos Martínez Orduna

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iación»

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con una fuerza de pacificación en la isla que aún hoy en díacontinúa presente.

Pero diez años después, el coraje pacificador de Makarios sederruyó como un castillo de naipes con el golpe de Estado per-petrado por la dictadura militar gobernante en Atenas. Ese 15de julio, Makarios cayó derrocado por los defensores de la eno-sis -anexión a Grecia-, en su mayoría antiguos miembros delgrupo armado EOKA que luchó, antes de la concesión de inde-pendencia, contra la colonia británica.

Con la aprobación del dictador griego Ioannides y el sector«duro» de EOKA, la Guardia Nacional chipriota instaló en elpoder a Nikos Sampson, partidario de la enosis sin concesiones,en sustitución de Makarios, que se vió obligado a exiliarse a In-glaterra, lo que provocó la inmediata reacción turca en formade Operación Atila.

El 20 de julio de 1974, sólo cinco días después de la llegadade Sampson al poder, Turquía invadía el norte de Chipre, bom-bardeaba la capital, Nicosia, y expulsaba hacia el sur a 200.000grecochipriotas con el pretexto de proteger a la minoría turca.

Ante semejante tesitura, Nikos Sampson se vio obligado arenunciar a su mandato por la presión internacional y por ha-ber desencadenado esta invasión.

La perspectiva de una guerra con Turquía y ese repudio de lacomunidad internacional también acabó por «expulsar» delpoder a la junta dictatorial de los coroneles en Atenas. Pese aque el alto el fuego era un hecho, la mecha, lamentablemente,ya estaba encendida.

La línea verdeNo en vano, otro muro de división, la Línea Verde, se encar-

garía de volver a sonrojar a toda la humanidad a pesar de queésta ya vivía en plena guerra fría: Chipre y su capital quedabandivididas en dos mediante una combinación de barricadas, sa-cos de arena, garitas militares y alambres de púas sobre el ma-pa de confrontación del país. En 1983, momento en el que eltercio norte de la isla, de mayoría musulmana y bajo la protec-ción de 30.000 efectivos del ejército turco, se autoproclamabaRepública Turca del Norte de Chipre (RTCN), esa combina-ción de elementos se convertía en una frontera de hecho.

Los intentos reunificadores llevados a cabo hasta ese mo-mento, con el regreso de Makarios al país tras la caída de la dic-tadura griega, fueron en vano. Las fuerzas turcas, que ocupabanaproximadamente el 30% de la isla, se negaron a volver al sta-tus quo anterior a la Operación Atila y la RTCN sólo sería re-conocida por Turquía.

Desde entonces, efectivos de la ONU se han encargado devigilar la Línea Verde hasta la actualidad.

Las consecuencias sobre los dos lados de la Línea Verde sonpalpables a día de hoy. El sector greco-chipriota, con una po-blación homogénea de habla griega y religión cristiana ortodo-xa, ha logrado un gran crecimiento económico y un espectacu-

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Otras fronteras por derribarEn pleno siglo XXI, ciertos agentes políticos parecen seguir sin enten-

der que la construcción de fronteras artificiales no sólo genera división,crispación y sufrimiento, sino que, con el tiempo, la lógica debería encar-garse de derribarlas. Un ejemplo claro se ha vivido en las últimas sema-nas en Chipre; en el último siglo, la desintegración de la URSS, el finalde la Guerra Fría y el consecuente derribo del muro de Berlín también pu-sieron a las claras que el entendimiento entre diferentes constituye laúnica receta posible para vivir una situación de normalización política.

Cuesta entender que EEUU, esa mastodóntica potencia que aplaudióhace ahora 18 años la caída del muro berlinés, con la que incluso se ano-tó un tanto contra el comunismo, se afane ahora en cercar su frontera conMéxico para dificultar el paso de ciudadanos de este país y otros latinoa-mericanos sin el permiso específico. Cuesta entenderlo cuando RonaldReagan, presidente americano durante la reunificación alemana, posó de-lante de la puerta de Brandenburgo berlinesa para pronunciar una fraseque ya ha pasado a la historia: «Señor Gorbachov, derribe ese muro».

Pero ahora, bajo la administración Bush, un nuevo muro de odio se haerigido sobre la frontera de EEUU con México gracias a un amplísimoapoyo en la Cámara de Representantes norteamericana. Una erizadafrontera de 1.000 kilómetros de extensión con el objeto de impedir el pa-so de los 900.000 mexicanos que intentan ingresar en el país del norte sinvisa, ese permiso específico, para buscar trabajo o tal vez reunirse con sufamilia. La justificación esgrimida por el gabinete Bush Jr. consiste enque, si no existiera este sistema de visas, la inmigración se convertiría entorrencial y amenazaría el nivel de vida de la superpotencia.

Para agravar esta triste situación, la nueva ley del muro, aprobada enseptiembre de 2006, ha convertido a los transgresores en delincuentes -considera como un delito el ingreso ilegal y lo castiga con penas de cár-

cel -en lugar de deportación- y también sanciona a quienes den empleoremunerado a los infractores. Un muro de la vergüenza, como ya se en-cargara de publicitar la administración Kennedy y todas las posteriores enel caso berlinés, en pleno siglo XXI.

Por si fuera poco, el propio gobierno norteamericano ha legitimado consu incondicional apoyo a Israel la construcción de otra descomunal fron-tera artificial de 700 kilómetros de extensión en Cisjordania, con el pre-texto de reducir la capacidad de Palestina de emprender acciones violen-tas contra el Estado judío. El resultado, un nuevo muro de sufrimientoque, para más inri, contradice el fundamento «paz por territorios» de lasnegociaciones de paz israelo-palestinas puesto que Israel, lejos de cercarsu jurisdicción, crea una nueva frontera de «facto» mediante la anexión«por la fuerza» del 10% de Cisjordania.

De esta manera, Israel incluye dentro de su frontera artificial un buennúmero de asentamientos judíos densamente poblados y aísla a 300.000palestinos de la ribera occidental del Jordán que requieren de un permi-so específico para poder pasar el muro y así tener acceso a los serviciosfundamentales, tales como educación, salud o trabajo. De paso, el Estadojudío también se ha reservado con la construcción del muro las tierrasmás fértiles y las reservas más importantes de agua en una región semide-sértica como ésta. Por no hablar del coste económico de una construc-ción de estas características, bajo la falsa excusa de garantizar la seguri-dad: Vallas electrificadas, alambre de espino, focos y sensores de últimageneración, fosos, torreones de vigilancia, perros adiestrados... para acen-tuar el ghetto en el que se ha convertido Palestina.

Todo ello gracias al apoyo económico, militar y político de EEUU, elmismo «defensor de las libertades» durante la Segunda Guerra Mundial,la Guerra Fría y la caída del muro de Berlín, que se suponía, con la salve-dad del muro de Nicosia, el último resquicio de una forma obsoleta de ha-cer política.

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lar aumento de la calidad de vida por la confianza de numerosos in-versores extranjeros, la formación de pequeñas empresas y la mecani-zación de la agricultura. La parte turca, por el contrario, continúa su-friendo un empobrecimiento progresivo de la calidad de vida debidoa su aislamiento causado por la falta de relaciones y reconocimientointernacional, aunque mantiene intactas las raíces nacionales y reli-giosas turcas, sus mayores motivo de orgullo.

Hoy en día, y pese a la caída del muro, esta parte de la isla continúareticente a aceptar la anexión sin condiciones con sus vecinos griegos,porque no desea quedar reducida a una minoría sin posibilidades decontrol real del poder dentro de un régimen democrático.

Tentativas infructuosasEn estos últimos 20 años, se han sucedido numerosas tentativas in-

fructuosas de reunificar la isla; la última, auspiciada por el ex Secreta-rio General de la ONU, Kofi Annan, en vísperas de la adhesión a laUE de la parte griega de Chipre (1 de mayo de 2004), presentaba a laspartes un plan de paz para resolver el conflicto basado en el modelosuizo. De esta forma, se planteaba la creación de un Estado Federalformado por dos entidades ampliamente autónomas, reunidas en el se-no de una república greco-turca. En el posterior referéndum, el 65%de los votos favorables del sector turco al plan Annan quedó en aguade borrajas ante la negativa de los grecochipriotas, con un 75% de vo-tos negativos, a aceptar este nuevo modelo «abierto».

El último gesto de las autoridades grecochipriotas, con la demoli-ción progresiva de la Línea Verde, ha vuelto a colocar la pelota en eltejado de Turquía, que continúa sin reconocer a la parte griega comoEstado pese a ser miembro de pleno derecho de la UE. Chipre conti-núa exigiendo la retirada incondicional de las fuerzas turcas del tercionorte del país, así como el desmantelamiento de los campos de minasinstalados durante la invasión para cercar el sector. Hasta entonces, ellibre tránsito de ciudadanos no quedará abierto por completo.

Los problemas entre Grecia y Turquía, que suspendieron sus relacio-nes diplomáticas tras la Operación Atila, también han tenido su refle-jo en las turbias negociaciones de adhesión a la UE del país musul-mán. Ankara se niega a abrir sus puertos y aeropuertos a Nicosia has-ta que se levante por completo el aislamiento de la República delNorte de Chipre, mientras que la Unión no permite admitir en su se-lecto «club» a un miembro que no reconoce a todos y cada uno de susfuturos «hermanos».

El mundo espera que Turquía desbloquee este proceso con la retira-da de sus tropas del sector norte de Chipre, aunque existe una gran in-certidumbre por la prioridad de Ankara de no descuidar la protecciónque ejerce sobre los turcos que viven en la isla, ni tampoco la influen-cia que mantiene sobre esa comunidad.

La ingeniería política, como ha sucedido en la resolución de todoslos conflictos a lo largo de la historia, debe emerger para que las piezasdel enrevesado puzzle chipriota casen de una vez por todas y la paz pre-valezca en esta comunidad, con un futuro envidiable pese a las diferen-cias que se adivina al contemplar su enorme margen de crecimiento.

Cronología-Representantes griegos, turcos y de la corona británica acuer-dan la creación de la República de Chipre en 1959. El país lo-gra la independencia tras 81 años bajo la administración deLondres, 45 como colonia.

-Un año más tarde, el arzobispo ortodoxo Vaneziz Makariosasume la presidencia de la República con el doble compromisode garantizar el bienestar de la minoría turca y la soberanía bri-tánica sobre dos bases militares en la isla.

-Las relaciones entre greco y turcochipriotas se tensan y desem-bocan en las explosiones de violencia intercomunitaria de1963 y 1967. Naciones Unidas toma posiciones en la isla conuna fuerza de pacificación.

-Golpe de Estado de la junta de coroneles ateniense, el 15 dejulio de 1974. La Guardia Nacional chipriota instala en el po-der a Nikos Sampson, partidario de la enosis sin concesiones, yMakarios marcha exiliado a Inglaterra.

-Cinco días más tarde se desencadena la Operación Atila. Tur-quía invade el norte de Chipre, bombardea Nicosia y expulsahacia el sur a 200.000 grecochipriotas. Sampson renuncia alcargo por la presión internacional.

-Chipre y Nicosia quedan divididas mediante una combina-ción de barricadas, sacos de arena, garitas militares y alambresde púas. La Línea Verde es un hecho.

-En 1983, el tercio norte de la isla se autoproclama RepúblicaTurca del Norte de Chipre, sólo reconocida por Turquía y laOrganización de la Conferencia Islámica.

-Fracasa el Plan Annan (2004), último de los numerosísimosintentos de reunificar la isla por el amplio rechazo de los gre-cochipriotas.

-El sector griego de Chipre entra a formar parte de la UE el 1de mayo de 2004. El tercio norte, todavía ocupado por el ejér-cito turco y que no reconoce dicho Estado, queda al margen.

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