Halloween y El Cristianismo

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HALLOWEEN Y EL CRISTIANISMO Bienvenidos a este su programa Bajo el signo de la fe, Radio Popular 1130, desde la parroquia Divino Niño del Trigal, en Cabudare. Hoy hablaremos sobre “La llamada “Noche de Brujas” o Halloween es una celebración que ha avanzado a pasos agigantados en países fuera de los Estados Unidos. Es claro que la cultura norteamericana sigue influyendo de múltiples formas, principalmente a través de los medios de comunicación. Todos vimos alguna vez algún programa o comics donde nuestra auyama, la calabaza de otras partes, aparece trabajada como lucernario con sus ojos y sonrisa: una vela en su interior le da ese aspecto entre tétrico y fascinante. Además de los niños disfrazados con motivos góticos invocando “treat or trick”, trato o truco, mientras recogen chucherías de los vecinos. Pero dicha fiesta no es tan cándida como parece. Solo para referirse a datos, hay quienes ofrecen caramelos mezclados con estupefacientes a los niños. O las versiones adultas que se acercan a la trasgresión. Si bien etimológicamente pareciera significar la “víspera de todos los santos” (Halloween es la contracción de All Hallows' Eve ), se conecta con celebraciones celtas donde los druidas invocaban a los muertos, en medio de rituales e impartían

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Una reflexión sobre la evolución en el tiempo de la fiesta de Halloween y su relación con el cristianismo

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HALLOWEEN Y EL CRISTIANISMO

Bienvenidos a este su programa Bajo el signo de la fe, Radio Popular 1130, desde la parroquia Divino Nio del Trigal, en Cabudare. Hoy hablaremos sobre La llamada Noche de Brujas o Halloween es una celebracin que ha avanzado a pasos agigantados en pases fuera de los Estados Unidos. Es claro que la cultura norteamericana sigue influyendo de mltiples formas, principalmente a travs de los medios de comunicacin. Todos vimos alguna vez algn programa o comics donde nuestra auyama, la calabaza de otras partes, aparece trabajada como lucernario con sus ojos y sonrisa: una vela en su interior le da ese aspecto entre ttrico y fascinante. Adems de los nios disfrazados con motivos gticos invocando treat or trick, trato o truco, mientras recogen chucheras de los vecinos.Pero dicha fiesta no es tan cndida como parece. Solo para referirse a datos, hay quienes ofrecen caramelos mezclados con estupefacientes a los nios. O las versiones adultas que se acercan a la trasgresin.Si bien etimolgicamente pareciera significar la vspera de todos los santos (Halloween es la contraccin de All Hallows' Eve ), se conecta con celebraciones celtas donde los druidas invocaban a los muertos, en medio de rituales e impartan maleficios a los que no colaboraban. Maleficios tan reales como la quema de su propiedad y no solo malos deseos de voz.Este sentido de lo siniestro que contiene esta celebracin es reconocido hoy en da por aquellas sectas que exaltan el ocultismo. En efecto, es un intento de contraponerse a la santidad de Dios expresada y celebrada de manera triunfal en el testimonio de hombres y mujeres santos el primero de noviembre, esta que se efecta las vsperas.Ms si lo analizamos desde un punto de vista psicolgico, podemos notar cmo se juega con el simbolismo de la oscuridad, muerte, el desenfreno y la irresponsabilidad. Se juega a invocar lo oculto, lo mgico, lo ttrico. Puede que en los nios no se ensalcen los llamados instintos bsicos, pero s en las modalidades adultas. Y en ocasiones entre lo infantil y lo adulto la diferencia es solo de tiempo.Pero lo sorprendente en el caso de Halloween no es tanto la fiesta en s. Si fuese algo propio de ciertos grupos o de otros pases, llamara la atencin sin ms. Lo sorprendente es el empeo y obstinacin en celebrar algo que es ajeno a la idiosincrasia del venezolano, por personas que dicen reconocer a Cristo y, en buena parte, gente que se identifica como catlica. Por supuesto que es grave, desde el punto de vista antropolgico, que se traslade nuestro eje de identidad hacia una cultura fornea. No obstante este empeo en armonizar mundos de significados e invocaciones tan dispares, provoca extraezas que rayan en la parlisis: cmo conectar lo pagano con lo cristiano? Como si los primeros cristianos hubiesen podido adorar a Cristo al mismo tiempo que participasen en festividades a Afrodita, la diosa griega del amor. Por mantener la distancia de tales mezclas se les consider ateos: no rendan culto a la imagen del emperador.Para esto no consigo otra explicacin que la que dan los obispos del ltimo snodo de la familia, en relacin para la moral sexual matrimonial: en su inmensa mayora la resistencia, ms que un asunto racional, parece ligado a lo espiritual. Me explico: est ligado a carencia de haber hecho una experiencia viva de Jesucristo.Regresando a nuestro punto de reflexin, el empeo de participar y organizar fiestas de Halloween, independientemente de las explicaciones y consecuencias que pudiese describir la antropologa y la sociologa, est ligado a una referencia vaca hacia el Seor. En cristiano: falta de conversin, de volver nuestra mirada a Jess.Es san Pablo el que indirectamente puede ayudarnos a comprender este vaco. Pablo era originalmente un judo piadoso, que perteneca a la secta ms exigente en cuanto al celo por la Ley, la de los fariseos, por lo tanto observante de todos los detalles de la Ley. No solo eso, sino educado en la escuela rabnica de Gamaliel, discpulo de Hillel, un notable maestro judo especialista en la interpretacin de los textos sagrados y tradicin. Lo conseguimos como colaborador implcito de la muerte de Esteban, quien es apedreado por proclamar que Jesucristo est a la altura de Dios Padre. Pablo aprueba el procedimiento mientras guarda los vestidos de quienes ejecutan la sentencia. Ya en Jerusaln comienza a perseguir a los cristianos de lengua griega y, posteriormente, pide cartas de presentacin para hacerlo en otras ciudades del Imperio Romano. As es que lo conseguimos en Hch. 9, cuando es enceguecido por la maravillosa experiencia de Jess: Saulo, Saulo por qu me persigues? Quin eres t, Seor? Yo soy Jess, a quien t persigues. Solo recuperar la vista luego que un cristiano, de nombre Ananas, lo bautice. A partir de entonces Pablo no ser el mismo.Transcurrirn unos 15 aos en los que san Pablo profundiza en su fe, a travs del encuentro con el Seor y en el sufrimiento que conlleva el trajn misionero. As que cuando nos conseguimos con sus cartas, las cartas tienen mucho de una fe madura, macerada en el riesgo de vivir para Jesucristo. En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en m; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me am y se entreg a s mismo por m. (Ga 2,19-20)Pero lo que era para m ganancia, lo he juzgado una prdida a causa de Cristo. Y ms an: juzgo que todo es prdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jess, mi Seor, por quien perd todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo, y ser hallado en l (Flp 3,7-9)Por lo dems, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados segn su designio. Pues a los que de antemano conoci, tambin los predestin a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera l el primognito entre muchos hermanos; y a los que predestin, a sos tambin los justific; a los que justific, a sos tambin los glorific. Ante esto qu diremos? Si Dios est por nosotros quin contra nosotros? El que no perdon ni a su propio Hijo, antes bien le entreg por todos nosotros, cmo no nos dar con l graciosamente todas las cosas? Quin acusar a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica. Quin condenar? Acaso Cristo Jess, el que muri; ms an el que resucit, el que est a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros? Quin nos separar del amor de Cristo? La tribulacin?, la angustia?, la persecucin?, el hambre?, la desnudez?, los peligros?, la espada?, como dice la Escritura: Por tu causa somos muertos todo el da; tratados como ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos am. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ngeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podr separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jess Seor nuestro. Rm 8, 28-39

De alguna manera la experiencia de san Pablo es ejemplar: es decir, se ofrece para los cristianos como Palabra de Dios vigente para todos y cada uno, independientemente de las circunstancias. Vivir la locura del amor de Dios hace que muchas cosas se redimensionen. Y otras pierdan valor. Un cristiano que sienta el gozo, la fiesta de la relacin con el Seor, no puede dejarse seducir por las telaraas de Halloween.