Hacia una teoría de la microhistoria

download Hacia una teoría de la microhistoria

of 14

Transcript of Hacia una teoría de la microhistoria

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    1/14

    Hacia una teora de la microhistoria

    Discurso de recepcin del doctor LuisGonzlez y Gonzlez ledo en la se

    sin solemne del 27 de marzo de 1973.

    Conocindolo como lo conozco no habra votado por Luis Gonzlezpara acadmico. El que no tiene traza de historiador solemne no laadquirir porque ingrese a la ilustre Academia Mexicana de la Historia, se vista de smoking, d las gracias a sus electores y lea undiscurso de recipiendario. Quiz mi predecesor, no por falta desabidura como yo, tampoco tena consigo las notas de seriedadespecficas del acadmico. Si Francisco de la Maza se dejaba decirde sus colegas Paco de la Maza y sus alumnos se permitan barajarlas letras de su nombre para hacerlo Pico de la Musa y Poco de laMisa es porque no tuvo la tiesura atribuida al acadmico.

    l jams tom en serio el pomposo nombre de doctor don Francisco de la Maza y de la Cuadra; jams hizo alarde de la noble

    ciudad de San Luis Potos donde naci el 8 de mayo de 1913, enplena revolucin de tierra y gente. El volcn de Colima inaugura elao con tremendo eructo. Poco despus estalla en la capital aquelcuartelazo que reduce al silencio a dos figuras maysculas (al general Reyes y al presidente Madero); pone en el trono al iracundoVictoriano Huerta, y en pie de guerra, a muchsimos compatriotas.La contrarrevolucin reinstala a la revolucin en 1913. Aos menosagitados que aqul, pocos, y esos pocos fueron los de 1914, 1915 y1916. De la Maza vio la primera luz enrojecida por la sangre y elfuego. Cuando lo conoc en 1948 me dej la impresin de ser unhombre en busca de refugio, nostlgico de la quietud y multiocu-pado en escribir muchas cosas para obtener el cario de sus prji

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    2/14

    mos. Tena un espritu intenso y desasosegado; era sensible e inteligente.

    De los cauces que frecuent, tres lo hicieron justamente famoso:

    la ctedra, la defensa del patrimonio artstico y la literatura histrica. Desde 1945 ensea arte colonial a los alumnos de Filosofa yLetras de la UNAM y, poco despus, hace igual en El Colegio deMxico. Mientras otros pedan veneracin para algunos de los grandes genocidas con rtulo de hroes que ha producido nuestra patria,l propalaba el culto a los mexicanos productores de belleza. Su

    saber lo imparta generosamente no slo en aulas repletas de estudiantes. Muchos, como yo, le aprendimos en el camino y en el caf.Era un excelente cicerone y un conversador estupendo. Siempre ydondequiera fue escuchado y aplaudido por la juventud.

    Cuando la Revolucin se baja del caballo, se sube en automvily le da por abrir avenidas y cuando una casta de nuevos ricos, porafn de lucro o por simple barbarie, intentan destruir obras de arte

    para construir en su lugar fuentes de dinero, Paco de la Maza seconvierte en un furioso defensor del patrimonio artstico nacional yconsigue ms de una vez preservar las riquezas espirituales amenazadas.

    Desde 1941 don Manuel Toussaint lo incorpora al Instituto deInvestigaciones Estticas y a su sombra investiga durante treinta

    aos sin tregua ni descanso. Su profesionalismo, oficialmente reconocido al concederle la maestra en 1943 y el doctorado en 1953, sugusto por la historia y sus capacidades de comprensin y expresin,lo hacen un publicista fecundo (de los de a libro por ao), hondo (delos que ven las entraas intelectuales de los hechos) y muy ledo (delos que no deambulan, como dira el maestro Arturo Amiz y Freg,entre la tumba de los archivos y la tumba de las bibliotecas).

    Su temario fue enorme. El afecto a la Dcima Musa produjo Elconvento de Sor Juana.Del inters en dilucidar uno de los smbolosmayores de la nacin resultaron dos obras esplndidas: Los evangelistas de Guadalupe y El guadalupanismo mexicano. Cuando apa-

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    3/14

    recio en pblico se dijo que sera el autor del gran libro sobre elbarroco mexicano. Lo fue de ms de uno, y adems del barrocoespaol en sus Cartas barrocas desde Castilla y Andaluca.Muer

    to don Manuel Toussaint qued de seor indiscutido del arte de laNueva Espaa. Fue tambin, una vez cada diez aos, unmicrohistoriador de los que marcan nuevos rumbos a la historiaurbana. En 1939 public San Miguel de Allende; en 1948, LaCiudad de Durango\ en 1959,La ciudad de Cholula y sus iglesias,y hace poco,La ciudad de Mxico en el sigloXVII.

    Las tres historias

    Para cumplir con la obligacin de leer un discurso que me acredite-o desacredite- como acadmico he escogido como tema el resorte

    microhistrico de Paco de la Maza. S lo que no s y me asustareflexionar sobre algo perteneciente a mi aficin que no a mi competencia. Hubiera querido lanzarme al asunto de mi disertacin apoyado en muchos decires clebres, pero por falta de tiempo y porque laliteratura sobre la microhistoria es pobre, me echo a caminar casisin andaderas.

    Dicho sea con temor, el gnero histrico es mltiple. Supongo

    que a nadie le costar trabajo coincidir con Braudel: No existe unahistoria, un oficio de historiador, sin oficios, historias, una suma decuriosidades, de puntos de vista. Tampoco es arduo convenir conCervantes en las tres funciones de Elo: testigo del pasado, ejemploy aviso para el presente y advertencia para el porvenir. Tambin esfcil aceptar de Nietszche que esa triple funcin ha procreado tres

    historias: anticuara, monumental y crtica.La ltima es la ms ambiciosa y campanuda. Nace en la porcin

    ms elevada del ser humano, surge de la cabeza. Reconoce comofundador a Tucdides. No slo juzga, tambin se propone llegar alas ltimas causas del acontecer histrico para poder predecir y aun

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    4/14

    enderezar el rumbo de los sucesos. Uno de sus fines es librarnos dela cadena. En la poca medieval anduvo de la mano con la teologade San Agustn. Ms tarde le neg a Dios el derecho y el poder de

    meterse en el quehacer humano y se escud en la filosofa de lahistoria y en las ciencias sistemticas del hombre. Hoy en da suprincipal misin parece ser la de ratificar o rectificar las regularidades que vislumbran los filsofos y los cientficos sociales en eldiscurrir histrico y responder a la pregunta a dnde vamos?, pretende ganar la presidencia del provenir, el premio ofrecido por Comte

    a la doctrina que explique suficientemente el conjunto delpasado.La historia monumental es menos pretenciosa. Mientras aqulla

    se mueve en un mbito universal, sta suele circunscribirse al nacional. No generaliza como la crtica. Gusta ms de los hechosrelampagueantes que de las opacas estructuras. Prefiere los tiemposcortos a los largos. La gua una intencin pragmtico-tica. Ve en

    las cumbres de la existencia pasada un depsito de modelos para laaccin futura. Es la historia de bronce, maestra de la vida, escuelade la poltica, preparacin para el gobierno de las naciones, pilar delnacionalismo. Segn Valery

    es el producto ms peligroso entre los producidos por la qumica del

    intelecto humano. Sus propiedades son muy conocidas. Hace soar,embriaga a los pueblos, engendra en ellos falsos recuerdos, exagera

    sus reflejos, mantiene sus antiguas llagas, los hace sufrir en el reposo,

    los conduce al delirio de grandezas o al de persecucin, y vuelve a las

    naciones amargas, soberbias, insoportables y vanas [...] No ensea

    rigurosamente nada, porque engloba todo y da ejemplos de todo.

    Un anlisis magistral de la historia de bronce se haya en donEdmundo OGorman, en Crisis y porvenir de la ciencia histrica.La especie anticuara es la Cenicienta del cuento. Fluye de manan

    tial humilde; se origina en el corazn y en el instinto. Es la versinpopular de la historia, obra de aficionados de tiempo parcial. La

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    5/14

    mueve una intencin piadosa: salvar del olvido aquella parte delpasado propio que ya est fuera de ejercicio. Busca mantener alrbol ligado a sus races. Es la historia que nos cuenta el pasado de

    nuestra propia existencia, nuestra familia, nuestro terruo, de lapequea comunidad. No sirve para hacer, pero s para ser. Noconstruye, instruye. Le falta el instinto adivinatorio. No ayuda aprever; simplemente a ver. Su manifestacin ms espontnea es lamicrohistoria o historia parroquial.

    Races vitales de la microhistoria

    Sin temor a equivocarse se puede decir que los historiadores anticuarios siempre han sido ms numerosos que los monumentales ylos crticos. Son ms en la vida que no en la literatura. Son ms

    aunque pesen menos. Dispersos en miles y miles de comunas ni seles nota, ni se les cuenta. Incluso, cabe afirmar sin demasiada exageracin que todos los seres humanos son microhistoriadores. Elrememorar las personas y los hechos del terruo y la estirpe es algoque todo mundo ejecuta cotidianamente. Ni siquiera es concebibleuna familia, una aldea, un barrio y mil formas ms de congregacinminscula, sin deslizamientos hacia el recuerdo microhistrico. Cada

    grupo de gente unida por lazos de parentesco sanguneo o espiritualconstruye normalmente su historia. En otras palabras, la historialocal o microhistoria apenas se distingue de la existencia local.

    Por lo mismo, pertenece al reino del folclor, es de la estirpe deMarsyas, el stiro de la flauta desollado vivo por Apolo, por elaristcrata de la ctara. Las historias locales ocupan en la repblica

    de la historia un lugar semejante al ocupado por corridos y canciones en la repblica de las letras. A la microhistoria hay que verlacomo expresin popular. Slo as se comprende que sus practicantes sean muchos aficionados y pocos profesionistas. No es que lahagan escribas annimos, como pasa con los corridos, pero s escri

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    6/14

    tores de la plaza pblica que no de la torre de marfil. No importa dequ grupo social sean, pero s que no sean nicamente intelectuales.Casi nunca reciben su soldada de instituciones universitarias aunque

    es frecuente que vivan de algn mecenas rico y poderoso. Admitenlos adjetivos de amateur, paniaguado y bohemio. No mantienen uncontacto regular con sus congneres. En los cafs y cantinas semezclan con todo mundo. Rara vez comparten la vida de una sociedad sabia o escriben en peridicos cientficos. No es inslito quepertenezcan a una bohemia donde se intercambien productos intelectuales de vala popular y no oculta, donde se recite sin rubor Elbrindis del bohemio. Por lo dems, es difcil definirlos porque a lamies microhistrica acuden operarios de muy desigual condicin.Unos son abogados, sacerdotes, mdicos, poetas, polticos o personas que apenas saben leer y escribir. Y sin embargo es posiblerastrear en ellos algunos rasgos comunes: quiz el ms notorio seael ego emocional, la actitud romntica.

    Emociones que no razones son las que inducen al quehacer micro-histrico. Las mjcrohistorias manan normalmente de un amor (aveces ferocidad amorosa) a las races, de un amor melanclico,como aquel de Manuel Machado.

    Me siento a veces triste...

    Mi pensamiento entonces

    Vaga junto a las tumbas de los muertos,

    Y en tomo a los cipreses y los sauces

    que abatidos se inclinan... y me acuerdo.

    En Herodoto se lee que Hipias, de haberse soado acostado consu madre, deduce que regresar a su tierra natal, a la ciudad de

    Atenas. El amor a la patria chica es del mismo orden que el amor ala madre. Sin mayores obstculos, el pequeo mundo que nos nutrey nos sostiene se transfigura en la imagen de la madre, de unamadre ensanchada. A la llamada patria chica le vendra bien elnombre de matria, y a sus vecinos, matriotas. Y a la historia que

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    7/14

    reconstruye su dimensin temporal podra llamrsele, en vez demicrohistoria, historia matria para recordar su raz. La psicologaprofunda quiz encuentre en la historia local una manifestacin del

    deseo de volver al seno materno. Cabe relacionar el impulso a laquietud con la vocacin microhistrica. Nietzche asegura: La historia anticuara slo tiende a conservar la vida; no a engendrar otranueva. Casi siempre el cronista de pueblos y ciudades pequeas esun anticuario asido a su tradicin, deseoso de mantener en el recuerdo, que no necesariamente en la vida, lo que no tiene futuro por

    pequeo, restringido, envejecido y en trance de caer hecho polvo.La intencin del microhistoriador es sin duda conservadora: salvardel olvido el trabajo, el ocio y las creencias de nuestros mayores.Puede ser simultneamente revolucionaria: hacer consciente al lugareo de su pasado propio a fin de vigorizar su espritu y hacerloresistente al imperialismo metropolitano que sufren la mayora delas naciones, y desde luego la nuestra.

    Sera iluso pensar que las microhistorias nicamente nacen delpueblo promovidas por sentimientos nostlgicos y edpicos o porpropsitos ya conservadores, ya revolucionarios. No todo aqu eshijo de la pasin o de la necesidad vital. Cada vez son ms losmicrohistoriadores no vocados, los ociosos que hallan quehacer enla microhistoria, los pobres que con ella obtienen lucro, los descono

    cidos a quien ella les d nombre, los meros repetidores de un oficiomuy antiguo que tiene un campo de accin, un mtodo peculiar y uncrculo de lectores.

    El fundo microhistrico

    La microhistoria reconoce un espacio, un tiempo, una sociedad y unconjunto de acciones que le pertenecen. En la historia crtica lobsico es el tiempo, la oposicin entre unas pocas y otras. En lahistoria local lo importante es el espacio.

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    8/14

    En trminos generales, el mbito microhistrico es el terruo: loque vemos de una sola mirada o lo que no se extiende ms all denuestro horizonte sensible. Es casi siempre la pequea regin nativa

    que nos da el ser en contraposicin a la patria donadora de poder yhonra. Es la tierruca por la cual los hombres estn dispuestos ahacer voluntariamente lo que no hacen sin compulsin por la patria:arriesgarse, sufrir y derramar sangre. Es la matria que las ms delas veces posee fronteras naturales, pero nunca deja de tener fronteras sentimentales. Puede ser un pequeo cuerpo poltico perfectamente delimitado por accidentes naturales; pero tambin es posibleque sea una multitud de islotes familiares muy alejados entre s,pero oriundos de la misma comunidad; por ejemplo, las familiasemigradas de San Jos de Gracia a una docena de ciudades deMxico y los Estados Unidos.

    La unidad social actuante en la historia local la constituye generalmente un puado de hombres que se conocen entre s, cuyas relacio

    nes son concretas y nicas. El actor colectivo es la tribu entendidaen sentido lato. El actor individual es el hombre poco importante odel todo insignificante a escala nacional o internacional. El innovadoro inventor desconocido ms all de su terruo, el hroe de algunaemboscada, el bandido generoso, el bravucn, el mrtir olvidado porla curia romana, el deportista que no aparece en los fastos del

    deporte, el mentiroso del pueblo, el cacique, el cura, el alcalde, elbenefactor que regala una de las bancas del templo o del jardn, elcurandero, el brujo, la comadrona, el comisario ejidal y otras cabezas de ratn.

    Cules son los hechos historiables y cules los inhistoriablespara el microhistoriador? Los historiadores locales parecen pecarpor exceso. Llenan sus libros con demasiados triques. La especie

    microhistrica es muchas veces todista porque el espritu anticuariorara vez distingue entre lo importante y lo insignificante, entre loque influye, trasciende o tipifica y lo que es mera chchara. Lasmicrohistorias muy a menudo son acumulaciones de todos los vestigios del terruo, movidas por el afn de ver a los ancestros en toda

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    9/14

    su redondez. Son muy raras las historias locales sin polvo y paja.Lo comn es que descubran las races con la costra del suelo dondeestaban inmersas, sin limpiarlas de lo que traen pegado. Esto no se

    contradice con el hecho de que la microhistoria busque sobre todo locotidiano, lo que sin duda pareci natural e irrelevante en su poca.

    La microhistoria no puede evitar ser un poco geografa y unpoco biologa; le da cabida a hechos del mundo histrico natural.Ser porque los pueblerinos, al decir del maestro Jos Miranda, seintegran profundamente con la tierra y de dicha integracin derivan

    su personalidad y su funcin. Por lo que sea, la microhistoria raravez prescinde de dar noticia del relieve, clima, suelo, agua, flora,fauna, sismos, inundaciones, sequas, endemias, epidemias y otrostemas de la misma ndole. Tambin es frecuente en nuestros das,que por contagio de las ciencias antropolgicas, se traten aspectosraciales: ndices enceflicos, tipos sanguneos, color de piel y cosaspor el estilo.

    Por lo dems, la historia local no es insensible a la moda de lostemas culturales. Por muchos aos, como a sus hermanas, le obsesion el poder y la poltica. En otros momentos tuvo especial predileccin por las batallas y los soldados. Como las sociedades modernas son esencialmente econmicas, hoy la preferencia la tiene eltema econmico. Algunos historiadores locales admiten ya la prima

    ca de lo econmico. Tambin obsesionan hoy las relaciones familiares. Todo sin menoscabo de los asuntos de siempre, del religiosopor ejemplo. En la microhistoria siguen ocupando un sitio prominente creencias, ideas, devociones, sentimientos y conductas religiosas. Lo mismo cabe decir del ocio y la fiesta.

    Viaje de ida y vuelta

    Como las dems ciencias histricas, la micro no puede prescindirdel rigor, de la prueba, de la aproximacin a lo real. Con todo, lascrnicas locales gozan la triste fama de estar colmadas de amor al

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    10/14

    terruo y ayunas de verdadera investigacin cientfica. Los tericosencuentran la raz del fenmeno en la falta de profesionalismo de loscronistas locales, lo que no es del todo exacto. Casi todo microhis-

    toriador sabe que la vida que busca slo la encontrar en restos ytestimonios tras de someterlos a un riguroso anlisis, a una serie decomplejas operaciones heursticas, crticas y hermenuticas.

    En reuniones, en charlas, en prlogos, en voz baja y a gritos lossabios de provincia se quejan de la endeble carreta de que disponenpara ponerse en contacto con sus difuntos. La gente y los hechosimportantes, materia de las otras historias, dejan muchas huellas desu paso. No as la gente humilde y su vida cotidiana. Cicatricesterrestres hechas por el hombre, vestigios arqueolgicos, papeles defamilia, registros parroquiales, libros de notarios, crnicas de viaje,censos, informes de muncipes y gobernadores, estatutos, reglamentos, leyes, peridicos y tradicin oral, las fuentes ms frecuentadaspor el microhistoriador, son tenues rayos de luz escasos y de difcil

    acceso casi siempre. En muchos lugares no hay biblioteca ni archivoy la tarea de recopilar pruebas es muy ardua. La tradicin oralayuda, pero no suple la ausencia o la dispersin del monumento ydel documento.

    Salvo algunas tribus grafas donde existe un memorizadorencargado de aprender la relacin de los hechos trasmitidos por

    memoriosos oficiales y aadirle nuevas noticias y pasarla aadida almemorizador que lo suceder, la tradicin oral se reduce a rumorescortos y verstiles sobre hechos y personas recientes, con una antigedad mxima de uno o dos siglos. Por otra parte, las tradicionesorales son cada vez menos y ms pobres, quiz porque la escuela hadado en desdear el cultivo de la memoria, quiz por el atiborramientode noticias provenientes de la radio y la tele. La tradicin oral est

    perdindose. Es necesario apresurarse para recoger sus ltimas manifestaciones.

    Con pocos testimonios y sin ayuda para obtener provecho de lasfuentes de conocimiento histrico, el anticuario est en gran desven

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    11/14

    taja con respecto a sus colegas de la historia crtica y de la historiamonumental. Estos se sirven de un gran ejrcito de genealogistas,bibligrafos, numismticos, arquelogos, sigilgrafos, lingistas,

    fillogos, cronlogos y profesionales de las disciplinas conexas de lahistoria. Aqul se tiene que rascar con sus propias uas, necesita

    jugar muchos papeles, se ve obligado a ser un detective general conescasas y borrosas huellas, y sin laboratorio ni laboratoristas.

    Muchos aspirantes a microhistoriadores naufragan en la etaparecolectora de pruebas. Otros se hunden en las operaciones crticas.

    Las normas generales para establecer la autora, la integridad, lasinceridad y la competencia de documentos y monumentos no siempre son tiles en la prctica microhistrica. Los historiadores deprovincia, segn dicho de don Rafael Montejano, somos ermitaosreclusos en las cavernas de una problemtica muy compleja [...] Ennosotros se ha hecho verdad lo que cant Machado:

    Caminante: no hay camino,se hace el camino al andar...

    En ninguna especie historiogrfica se dan tantos abortos comoen la microhistoria. Aqu abundan las obras a medio hacer: merascompilaciones documentales sin aparato crtico, o sumas crticas de

    documentos ayunas de interpretacin, o retahilas de hechos en desorden. Aunque segn Nietzsche el espritu anticuario no puedepercibir las generalidades, y segn Trevelyan en la anticuara interesan ms los hechos particulares que sus relaciones de causa, elmicrohistoriador no puede dispensarse de la tarea interpretativa, dela interpretacin teleolgica.

    La piedad por lo que ha sido exige un gran esfuerzo hermenutico.

    El historiador monumental cumple si explica los hechos porcausalidad eficiente, y el historiador crtico por la va de la causalidadformal. Pero el que quiere revivir intelectualmente la tradicin olvidada necesita comprender, unir los acontecimientos a sus autores y

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    12/14

    acudir a mviles y motivos. Tengo para m que la comprensin delas personas es la estacin ms importante del viacrucismicrohistrico, y tambin la ms difcil y menos fecunda. La resu

    rreccin de nuestros difuntos requiere recubrir sus huesos de carne yespritu, tarea en la que, aparte de la psicologa, las ciencias ayudanmuy poco.

    Al tratar de comprender entra uno en el camino misterioso de lainspiracin y por l camina durante todo el viaje de vuelta. Laanticuara es ciencia en las etapas recolectora, depuradora y

    hermenutica, y arte en las siguientes. Strachey sola decir: loshechos, si son reunidos sin arte, son meras compilaciones, y lascompilaciones sin duda pueden ser tiles, pero no son historia, ascomo la simple adicin de mantequilla, huevos, patatas y perejil noes un omelette.

    En palabras de Eric Dardel, la micro pertenece a la narracincomo el cuento y la epopeya. Exponer la historia concreta es siem

    pre de algn modo contar historias. Por esto no se justifican algunas arquitecturas monstruosas, como las de diccionario y efemrides,en las que la historia provinciana suele caer. Por lo mismo, tampocoes justo dejarse llevar a la hora de escribir por el estilo oratorio quele viene bien a la historia monumental, o el estilo ms o menoscientfico que aguanta sin sobresaltos la historia crtica. Lo comn

    en microhistoria es la expresin inspirada en lo coloquial. Ni lapompa del pico de oro ni la desnuda monserga de los cientficos, sel habla de los buenos conversadores.

    Uso pblico de la microhistoria

    No obstante que la literatura microhistrica circula normalmente enediciones de corto tiraje, mal diseadas y bien surtidas de errorestipogrficos, a la microhistoria, como a la Cenicienta del cuento, leha acontecido el reconocimiento de sus virtudes. Lo que fue hazme

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    13/14

    rrer de los cultos, entra ya en una etapa revalorizadora. A todosanto se le llega su fiesta. Aqu en Mxico, la llamada de atencin lahizo don Alfonso Reyes en carta escrita a don Daniel Coso Villegas,

    en la que se lee:

    Es tiempo de volver los ojos hacia nuestros cronistas e historiadores

    locales [...] [en ellos] estn las aguas vivas, los grmenes palpitantes.Muchos casos nacionales se entenderan mejor procediendo a la sn

    tesis de los conflictos y sucesos registrados en cada regin.

    Don Alfonso Reyes le concede un valor slo ancilar a la historiamatria, la ve nicamente como apoyo de la historia patria. Lo mismo piensan Lucien Febvre y la mayora de los historiadores monumentales y crticos. Tambin le han reconocido virtudes de criada,socilogos, economistas y dems ejecutantes de las ciencias del hombre, y quiz ms que ninguno los antroplogos, aun los estruc-turalistas ms extremados.

    Antes que ellos, los pedagogos le atribuyeron la virtud de ser unbuen aperitivo para las criaturas que padecen de inapetencia histrica monumental. Como el amor a la patria chica est hincado en elcorazn, la microhistoria les entra a los nios sin sangre, e inclusoles gusta, y por aadidura los domestica para el aprendizaje de lahistoria de la nacin. Todava ms, la escuela activa le concede otra

    virtud: permite ensear historia hacindola. Por lo que toca a launiversidad, el profesor Finberg ha dicho que la historia menuda esun estupendo gimnasio para desarrollar los msculos intelectualesde los que aspiran a la profesin histrica.

    Tambin en el crculo popular gana cada vez mas clientela. Uncreciente turismo histrico consume la microhistoria con el mismonimo con que se zambulle en una alberca de aguas tibias. La microes indicada para los hombres ajetreados. Los enloquecidos por elhacer y los dbiles de ser se desenajenan y robustecen.

    Los moralistas se dejan seducir por la microhistoria porque enella suelen encontrar un buen depsito de valores y virtudes huma-

  • 7/24/2019 Hacia una teora de la microhistoria

    14/14

    as que las urbes han arrojado al bote de la basura. Segn eso, entodos los Jerez del mundo, y no slo en el de Lpez Velarde, sepuede espigar una luminosa pureza de costumbres, el sentido del

    humor respetuoso de las grandes tradiciones, el gozo de vivir sinbrincarse las trancas y el espritu de independencia sin estruendos derebelda.

    Si no me importara aburrirlos dedicara veinte minutos ms alcatlogo de los usos y virtudes de la historia pueblerina. Comoquiera, el temor de cansarlos no me va a impedir una penltimaparrafada. La rememoracin escrita de una localidad presta un granservicio a esa localidad. Al hacerla consciente de su tradicin lasustrae de ella y dilata el campo de sus posibilidades. La toma deconciencia histrica origina una autntica catharsis, una liberacindel peso del pasado. Y aunque no podamos medir sus efectosliberadores podemos asegurar, porque hay muchos indicios que lodemuestran, que una minisociedad conocedora de quin es y cmo

    ha llegado a serlo, se hace ms libre y crece y produce. Es como sila hubieran sometido al psicoanlisis.

    En suma, el modo de narracin esbozado aqu y que hasta hacepoco no era admitido por la pedantera acadmica, es el ms antiguoy frecuentado, el ms folclrico y sentimental de los estilos histricos. La microhistoria es la especie histrica que se ocupa de la

    aorada matria, la gente de tamao normal y las acciones tpicas ytriviales del quehacer cotidiano. Es, desde otro punto de vista, larama menos cientfica, menos arrogante y menos emperifollada de lafrondosa Clo. Es, por ltimo, la menuda sabidura que hace libres alas minisociedades y las promueve para el cambio; vacuna a losnios contra el horror a los policas grandotes llamados hroes ycaudillos; permite hacer generalizaciones vlidas a los cientficos de

    las ciencias humanas sistemticas; proporciona viejas verdades aesos revendedores que son los moralistas, y procura salud a losprfugos del ajetreo.