Hacia los 50 años de la ocupación Hacia los 50 años de la ocupación

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Año 67 | # 987 | Julio/Agosto 2016 $ 30,00.- ATENTADO A LA AMIA: 262 MESES SIN JUSTICIA Periodismo judeoargentino con compromiso Fundado en 1948 Aportes de Enrique Herszkowich, Leonardo Senkman, Guga Kogan, Damián Szvalb, Kevin Ary Levin y Langer. Pags 4 a 9 “¿Recuerdos del futuro?” La comunidad judía y el 2001 Escribe Pablo Gorodneff | Pag. 10 y 11 “El fenómeno Donald Trump” Colaboran Jonathan Wheeler y Victoria Wigodzky | Pag. 15 “El apoyo capitalista a Hitler” Por Darío Brenman | Pag. 18 y 19 Hacia Hacia los los 50 años 50 años de la de la ocupación ocupación Hacia los 50 años de la ocupación

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Año 67 | # 987 | Julio/Agosto 2016 $ 30,00.- ATENTADO A LA AMIA: 262 MESES SIN JUSTICIA

Periodismo judeoargentino con compromisoFundado en 1948

Aportes de Enrique Herszkowich,Leonardo Senkman,Guga Kogan, Damián Szvalb,Kevin Ary Levin y Langer. Pags 4 a 9

“¿Recuerdos del futuro?” La comunidad judía y el 2001Escribe Pablo Gorodneff | Pag. 10 y 11

“El fenómeno Donald Trump”Colaboran Jonathan Wheeler y Victoria Wigodzky | Pag. 15

“El apoyo capitalista a Hitler”Por Darío Brenman | Pag. 18 y 19

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Staff - Homenajes2 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Colaboradores:En Argentina:Adrián Krupnik, Alejandro Droznes, AlejandroDujovne,Alejandro Kaufman, Ariel Abramovich,Ariel Benasayag, Ariel Jeifetz, Brian Fuksman,Bruno Kusevitzky, Carlos Escudé, Carlos Gabeta,Carlos Segalis, Carolina Herz, Claudio Martyniuk,Daniela Lucena, Dany Goldman, Damián Karo,DamianSzvalb, Darío Brenman,Darío Sztajnszrajber, Débora Kantor, Diana Sperling, Diego Levis, Emmanuel Kahan, EnriqueGrinberg, Enrique Herszkowich, EntiqueRosenburt, Erick Haimovich, Erwin Wiera,Eugenia Bekeris, Ezequiel Erdei, Ezequiel Pessaj,Ezequiel Siddig, Fabián Bosoer, Facundo García,Federico Augman, Federico Corbiere, FelipeFrydman, Gaby Weber, Gerardo Scherlis,Guido Farbiarz, Guillermo Levy, Guillermo Lipis,Héctor Polino, Hernán Aisenberg, HernanDobry,Horacio Lutzky, Jonatan Lipsky,Jonathan Karszenbaum, Jonathan Wheeler,Jorge Wosniak, José Alberto Itzigsohn, JoséGlinsky, Juan Carlos Zabalza, Julián Blejmar,Julián Datri, Julio Toker,Kevin AryLevin, LauraAnapolsky, Laila Lerner, Laura Glanc, Langer, Laura Schenquer, Leonardo Naidorf, LilianaMayer, María Clara Güida, María Elena Barbagelata, Mariano Szkolnik, Mario Ver, Mario Roitter, Maximiliano Borches,Mirta Goldstein, Moshe Korin, Natalio Arbiser,Natan Sonis, Naum Kliksberg, Pablo Gorodne�,Pablo Hupert, Pablo Grinberg,Ricardo Aronskind, Ricardo Feierstein,Roberto Bobrow, Roberto Faur, RobertoModalvsky, Rudy, Silvina Chemen, TamaraRajczyk, Verónica Constantino, VictoriaWigodzky, Yosef Ohman.

Periodismo judeoargentino con compromiso

STAFF / HOMENAJES 2EDITORIAL 3ABORDAJES 4 | 9

ARGENTINA 10 | 14

INTERNACIONALES 15 | 17

Sumario

MEMORIA 18 | 19

ENTREVISTA 20

Staff

StaffDirector:Gustavo Efron

Mesa de RedacciónAriel Abramovich, Bruno Kusevitzky, Darío Brenman, Damian Szvalb,Enrique Grinberg, Erick Haimovich, Julián Blejmar, Kevin Ary Levin,Leonardo Naidorf, Mariano Szkolnik, Pablo Gorodneff, RicardoAronskind, Roberto Faur, Susana Gelber.

En Israel: Abraham Beigel Bargil, Avshalom(Abu) Vilan, Afro Remenik, Alberto Mazor,AndrésLacko, Andy Faur, AriehDayan, DanielAlaluf, Daniel Filc, Darío Teiltelbaum, EfraimZado�, EthelKatz de Barylka, Gabriel Bacalor,Jayme Fucs Bar, João Koatz Miragaya, JoséAlberto Itzigsohn, Leonardo Cohen, Leonardo Senkman, Marki Levy, Marcelo Kisilevski, MiriamChristen, Moshé Rozen, Pablo Arcuschin,ShlomoSlutzky, Yerahmiel Barylka, Yoel Schvartz.

En EE.UU.: Sebastián SclofskyEn Alemania: Guillermo AtlasEn Hungría: Pedro Lerman

Editor Responsable:Tzavta (juntos) Asociación Civil -Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR),Cdad. de Bs. As.

Comercialización y Suscripciones:[email protected]ño:[email protected] de la Propiedad Intelectual Nro. 1763Impreso en Argentina / Printed in Argentina. Los editores no se responsabilizan ni necesariamente comparten las opiniones de los artículos "rmados.

Redacción y Administración:Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR),Cdad. de Bs. As., Argentina. Tel: [+54 11] 4865-2804 / 2823E-mail: [email protected]

Fecha de cierre: 25 de Julio de 2016Fecha de salida: 26 de Julio de 2016

Nuevo aniversario del atentado a la AMIA

Cada vez que se avecina esa fecha se me produce un conflicto íntimo. ¿Me anima-ré a decir algo, algo nuevo, algo que ya no se ha dicho y que valga la pena escu-char? Y la respuesta es la misma: no.

Ya se ha dicho, se ha escrito, se publicaron libros, novelas ciertas, inventadas, quehan producido réditos, todas con el propósito de acercar alguna pista.Encomiables, con nombres y con auténticos conocimientos, y me sigo preguntan-do: ¿valió la pena? Todos siguen, mejor dicho, seguimos en la misma niebla...

Y me detengo para presentarme, soy Bernardo, el mozo de la DAIA, y que milagro-samente estoy vivo, con casi 90 cumplidos.

Aunque disminuido físicamente en mi silla de ruedas, internado desde hace un añoen un beit avot (casa de ancianos) con mi vocación de servicio.

Cubierta mi alma y mi cerebro por heridas que no cierran y nostálgicos recuerdos.Sé que me queda poco rato para el adiós, que a todos nos llega. Se acabó la filo-sofía, los sueños y fantasías y se acaba la historia... y pienso: ¿cuánto tendrían quedecir esas 86 víctimas inocentes? Conocí a muchos de ellos, algunas y algunoscompañeros con los cuales compartí gratos momentos.

A sus padres, hermanos, hijos, toda gente de bien: una lágrima que se hace lagri-món.

Ellos no fueron a la guerra, no los atropelló un colectivo, murieron víctimas de lacrueldad y el odio...

Hasta pronto compañeros, estoy junto a sus corazones.

A los familiares, amigos y todos aquí reunidos en este día de recordación: ¡GRA-CIAS!

Bernardo Rojman Z"L 18/3/1927-5/7/2016

El último testimonio de un sobreviviente.Filosofía y melancolía

Bernardo Rojman era el mozo de la DAIA cuando se produjo el atentado, sobrevivió. Querido por todos, poeta, soñador, ygran contador de historias. Acaba de morir en Ashdod, su último lugar de residencia, a sus casi 90 años. Unos días antes,

escribió este texto sobre el atentado, que por sobre todo es un texto sobre la vida misma.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Editorial 3 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

EDITORIAL

Estimados lectores:

Nos volvemos a encontrar, esta vez proponiéndoles un abordaje especial que seanticipa a una conmemoración sintomática en la historia de Medio Oriente y enparticular de la compleja relación entre Israel y los Palestinos: los 50 años de laGuerra de los Seis Días, de 1967, cuando Israel conquistara los territorios deGaza y Cisjordania, junto al Desierto del Sinaí –devuelto a Egipto en el tratadode Paz de 1978- y las Alturas del Golán.Lo hacemos como un ejercicio de mirada retrospectiva, que nos permita enten-der algunos de los procesos de marchas y contramarchas que se fueron dandoen este medio siglo, como un mecanismo para actualizar los debates a la vezque darles perspectiva, para así poder comprender el estatus quo actual, queasoma si no desolador al menos incierto, considerando la composición delactual gobierno de Israel, al que se visualiza como el más derechista de su his-toria.Abordamos el cambiante lugar ocupado por el conflicto palestino-israelí en ladinámica de Medio Oriente, teniendo en cuenta los nuevos escenarios y nuevosactores que fueron emergiendo, tanto por los cambios relativamente recientesproducidos en la región –la denominada “primavera árabe”, la descomposiciónde Siria, el creciente protagonismo de Irán y Arabia Saudita….- como a nivel delas potencias mundiales, con el enfriamiento del interés de los EE.UU. y el rolcada vez más activo de Rusia.En Israel, en particular, un elemento central a ponderar es la relación entre ladinámica y las relaciones internacionales y las necesidades de la política inte-rior, de la cual dependen la composición de las coaliciones de Gobierno, y susposibilidades de sustentabilidad en términos de “real politik”.En ese contexto, damos cuenta también de una lucha cultural que se está pro-duciendo, en el seno del Ejército, entre los valores liberales y laicos que locaracterizaron y la influencia de la ascendente neo-ortodoxia religiosa. Y tam-bién dedicamos un capítulo aparte a las consecuencias económicas de la ocu-pación de los territorios, que recaen sobre toda la población y que se suman alos “costos” morales.Más allá de esto, y para no cerrarnos en un panorama único y desolador, desta-

camos algunas señales que estimulan al campo pacifista, como la visita de reco-nocidos intelectuales de varios países invitados por la ONG israelí Romper elSilencio, entre ellos el Premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, y la his-tórica votación de la Asociación Americana de Antropología (AAA), contra el boi-cot académico del BDS a las instituciones universitarias israelíes. También, elsurgimiento de una aún incipiente iniciativa de sellar un nuevo "Pacto deSolidaridad" entre sectores progresistas judíos en Latinoamérica y el movi-miento por la paz y la justicia social en Israel, que podría seguir los pasos del J-Street estadounidense en nuestro sub-continente.Pero hay más. En la sección Argentina ofrecemos una perspectiva de carácterretrospectivo sobre el modo en que impactó la crisis económica del 2001/2002en la comunidad judía argentina, con datos reveladores, lo que nos permiterecurrir al pasado como un modo también de atender el complejo presente denuestro país. Y damos un espacio a la reflexión sobre el Bicentenario de laIndependencia argentina, estableciendo un juego de semejanzas y diferenciascon la creación del Estado de Israel. En esta misma línea lúdica, presentamosuna ucronía (un ensayo sobre acontecimientos nunca ocurridos), para imaginarqué hubiera pasado si el ganador de las elecciones hubiera sido Daniel Scioli.Un ejercicio arriesgado de historia contrafactual, que debe ser tomado como tal.En la sección Internacional, realizamos un análisis pormenorizado de lo querepresenta candidatura de Donald Trump en las elecciones de los EstadosUnidos, sus reales chances de ganar, los motivos de su popularidad, y específi-camente la reacción de la comunidad judía estadounidense.En el abordaje histórico, damos cuenta del apoyo de muchas empresas occiden-tales al régimen hitlerista, lo que no deja de confirmar que –tal como señaló elsociólogo Sygmund Baumann- el nazismo no fue una disrupción en la moderni-dad capitalista sino una de sus consecuencias posibles, probablemente la másnefasta de ellas.Esperemos que disfruten de la lectura y les sea fructífera. Hasta el próximonúmero.

Gustavo Efron

ESTUDIO RICARDO BEATI

ABOGADOS ESPECIALIZADOS

TRABAJO Y DAÑOS Y PERJUICIOS

AVENIDA CORRIENTES Nº 1145, PISO 7º, BUENOS AIRES TELÉFONO - FAX: 4375- 6333 (líneas rotativas)

EN DERECHO DEL

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes4 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

De aquella Guerra de los Seis Días a la imprevisibilidad actual

Por Damián Szvalb *

El Medio Oriente actual nada tiene que ver con el dehace 50 años. En el último lustro, la región sufrió cam-bios en sus órdenes sociales, económicos y políticosque modificaron absolutamente su fisonomía. La“Primavera árabe” sacudió las instituciones férreas ycorruptas que se venían manteniendo a sangre y fuegodesde hacía décadas. Setrató de revoluciones inédi-tas y auspiciosas. Sectoresde la sociedad civil que habí-an vivido oprimidos por añoslograron, en muchos casos,derribar dictadores feroces.Pero lejos de iniciarse un pro-ceso virtuoso de lenta demo-cratización de sus estructu-ras, lo que dejó la“Primavera árabe” fue máscaos e inestabilidad. Peorque eso: desapareció cual-quier rasgo de estatidad enmuchos países y lo que reina hoy es la anarquía, lopeor que le puede suceder a una región como el MedioOriente.Mientras dirimen el liderazgo del mundo musulmán,Irán y Arabia Saudita son quienes hoy marcan la agen-da. Hay que mirar a ambos países para entender elMedio Oriente actual. La región se está convirtiendoen un terreno de enfrentamientos -por ahora indirec-tos- entre estos dos países, que están transformandoal mundo musulmán en un caos. La guerra civil enSiria, el rol sangriento del Estado Islámico (EI) en Iraky Siria, y los bombardeos de Yemen por una coaliciónde nueve países árabes configuran el mapa del actualMedio Oriente.Como hace mucho no se veía, la interna religiosa yétnica está alcanzando una dimensión desconocida yestá ensanchando la grieta entre Irán y los países ára-bes, de amplia mayoría sunita. De la guerra fría globalde la posguerra se pasó, 50 años después, a una iné-dita Guerra Fría musulmana que nadie pensó quepodía darse tan rápidamente. Todos imaginaban quese desencadenaría una vez que Israel dejara de ser elenemigo en común a vencer tanto de sunitas como dechiitas. “La causa palestina” obligaba a todas lasramas del islam a dejar para más adelante sus profun-das diferencias. Pero ahora, sunitas y chiitas, repre-

sentados por Arabia Saudita e Irán respectivamente,se están disputando el liderazgo del mundo musul-mán, y con el él, el de Medio Oriente.Irán acaba de dejar de ser un paria para transformarseen el poder en el que ahora Occidente, con EstadosUnidos a la cabeza, se apoya con la esperanza de queva a ayudar a ordenar el caos regional. Arabia Sauditapuede permitir cualquier cosa menos que Irán se

transforme en lo que ya casi es: un líder regional quetiene a mano la posibilidad de alcanzar capacidadnuclear. Solo tiene que engañar de nuevo a Occidente.

Los de afuera no son de paloHace 50 años, Estados Unidos empezaba a pisar fuer-te en una región que durante las cuatro décadassiguientes intentó controlar de acuerdo a sus intere-ses de superpotencia. Hoy Obama se está yendodando por finalizado ese camino de fuerte intervencio-nismo: Estados Unidos se desengancha del MedioOriente, y su alianza con sus dos principales socios,Israel y Arabia Saudita -que fue avanzando hasta pare-cer indestructible- hoy atraviesa su peor momento.En 1967, el Medio Oriente era uno de los escenariosmás caliente de la guerra fría entre Estados Unidos ylos soviéticos. Las guerras de los países árabes contraIsrael eran un clásico de la época. Los gobiernos occi-dentales trataban de hacer equilibrio: no quería poneren peligro sus relaciones con los árabes. Su depen-dencia del petróleo los obligaba a eso. Pero tampocopodían dejar demasiado solo a Israel. Europa, sobretodo, tenía muy fresco aún la matanza de millones dejudíos en los campos de concentración.Hoy ya no existe más la Unión Soviética pero Rusiajuega un rol cada vez más fuerte en Medio Oriente.

Tiene todo a favor: Estados Unidos de la mano deObama hace todo lo que puede para no hacer nadamás mientras Europa no puede con su alma. Su tre-menda crisis de identidad le impide pensar en otracosa que no sea en cómo hacer para frenar su implo-sión. La crisis de los refugiados que se agolpan en suspuertas conmovió sus estructuras. Muy pocos creenque pueda revertir su deterioro. Y sobre todo, Rusia

tiene a Putin. No hacefalta decir nada más.

IsraelEn 1967, Israel consoli-daba definitivamente unliderazgo regional quehoy ya no tiene, almenos no exclusiva-mente. El proyectoDimona de desarrollonuclear le garantizó por50 años un escudodisuasivo inmejorableque, sumado a su exce-

lencia militar convencional demostrada en las sucesi-vas guerras, lo hizo gozar de una posición inexpugna-ble. En aquel momento, Irán no era una amenaza paranadie. Los ayatollah permanecían en sus mezquitas ynadie podía imaginar que 50 años después iban alograr colocar a su país en condiciones de desafiar elpoder regional que desde ese momento era indiscuti-blemente Israelí.El descomunal triunfo militar en la guerra de los SeisDías generó las condiciones para que Israel entrara enun proceso de cambio histórico que marcaría lossiguientes 50 años. El perpetuo conflicto con lospalestinos se fue transformando en su talón deAquiles. Las características que fue adquiriendo elconflicto y los sucesivos fracasos para resolverlopasaron a condicionar todas las relaciones de Israelcon sus vecinos y con el resto del mundo.Pero la violencia, la destrucción y el desmembramien-to que hoy sufre Medio Oriente redujo la atención y lacentralidad del conflicto que israelíes y palestinos vie-nen protagonizando desde hace 50 años. Pasó de serel conflicto que explicaba todos los males del MedioOriente y del terrorismo a ser un asunto que ya pareceno importarle a nadie, salvo a muchos palestinos y amuchos israelíes.* Magister en Relaciones Internacionales (UTDT)

Medio Oriente, medio siglo después…Otro mundo, otros escenarios, otras identidades, otras potencias, otros actores… Una guerra fría musulmana que se

precipitó y un perpetuo conflicto israelí-palestino que ha perdido su centralidad en la dinámica regional.

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“Allí estábamos, recorriendo los Guettos y campos de concentración, con unnudo en la garganta a cada paso y lágrimas en los ojos…” recuerda SilvinaFinquelstein sobre su viaje a Polonia en el marco de Marcha KH.En mayo se realizó por primera vez Marcha por la Vida KH, organizado por elgrupo de Dor Hemshej de Campaña Unida Judeo Argentina. Treinta jóvenes detodo el país partieron hacia Polonia y luego Israel, donde vivieron una experien-cia por demás fuerte y emocionante. Silvina Finquelstein, oriunda de Córdoba,nos cuenta sus emociones y vivencias en Polonia:

UN VIAJE DIFERENTE…Hace ya varios años me propuse realizar la experiencia de “Marcha por la VidaKH”, un viaje que comienza en Polonia y finaliza en Israel, y este año tuve laoportunidad de hacerlo junto a un grupo de casi 30 jóvenes de Argentina, viajeorganizado por CUJA y Keren Hayesod. Antes de partir las preguntas eranmuchasy al llegar de regreso fueron más. En nuestras primeras horas en Varsovia nues-tra madrija nos dijo: “No busquen entender”…y así fue…a partir de ese momen-to cada cosa que veíamos o conocíamos era más y más inentendible. Siemprequise estar en esos lugares, a donde pasaron las cosas, sobre lo que tanto leí opelículas vi. Y allí estábamos, recorriendo los Guettos y campos de concentra-ción, con un nudo en la garganta a cada paso y lágrimas en los ojos, porque esun viaje diferente, que entiendo no todo el mundo elige o puede enfrentar.Encontrarnos de frente con las barracas, cámaras de gas y crematorios enMajdanek y Auschwitz/Birkenau no fue nada fácil, menos aun con iel silenciodesolador de Treblinka, en donde solo quedaron rocas que recuerdan a las vícti-mas del Holocausto. Por allí pasaron personas comunes, que sufrieron las mayo-res atrocidades siendo deshumanizados hasta límites inimaginables. Estando en

cada uno de esos lugares era imposible no pensar en sus rostros y en su dolor,eran madres, padres hijos, no eran un número… eran personas, eran nuestrosabuelos y bisabuelos, la herencia de nuestra cultura y tradiciones, algo que qui-sieron hacer desaparecer, pero no pudieron.El día de la marcha, junto a 10.000 personas de todo el mundo, caminamos suscaminos, pisamos sus pasos y sentimos su dolor, pero no para sentirnos vícti-mas, sino para recordarlos y para asegurarnos de algo así nunca más suceda.Como miembro de DAIA tengo la oportunidad de entender lo importante que esla transmisión de lo sucedido en la Shoa, como así también seguir luchando enla actualidad en contra de expresiones de antisemitismo y discriminación.Algo que no voy a olvidar, es que pudimos conversar con algunos sobrevivientes,quienes con una sonrisa se acercaban y nos decían que somos nosotros quienesdebemos transmitir lo allí acontecido, que ellos en muy poco tiempo no estarán.Creo que son un ejemplo de fortaleza y grandeza y han dedicado su vida a trans-mitir lo vivido.Cuando comencé dije que siempre quise vivir la experiencia de Marcha por laVida, sin duda un antes y un después en mi vida… aún tengo preguntas sin res-ponder, pero de lo que no tengo dudas es de como pueblo judío somos fuertes,y seguimos adelante con nuestras tradiciones, y así debe ser siempre para hon-rar la memoria de quienes perdieron la vida en la Shoa y nuestra identidad. DijoPrimo Levi: “No es licito olvidar, no es licito callar. Si nosotros callamos, ¿Quiénhablara?”.

Silvina FinquelsteinPara más información sobre Marcha KH 2017 escribir a [email protected] opor Facebook: https://www.facebook.com/DorHemshejArg

Un viaje diferente: Testimonio de PoloniaESPACIO INSTITUCIONAL

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes 5 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Avances, fracasos y perspectivas en las negociaciones

Por Enrique Herszkowich *

La paz y el orden. Relaciones exteriores y políticainternaHacia los últimos años de la Guerra Fría, los regíme-nes árabes habían comprendido, lo admitieran o no,que la cuestión ya no era cómo borrar a Israel delmapa, sino cómo sobrevivir junto al Estado Judío. Elprincipal desafío de estos regímenes ya no era unaconfrontación regional (una nueva guerra árabe-israe-lí), sino su supervivencia en el poder: la resolución delas tensiones internas de sus propios países, y la reno-vación y legitimidad de sus mandatos, que no podíansostenerse sólo mediante la represión.De esta manera, los acercamientos y los discursosmoderados de la década del 90, enmarcados en losAcuerdos de Oslo, tenían que ver con las adaptacionesque el fin de la Guerra Fría demandaban, más que conun cambio de opinión o mayor simpatía hacia Israel.Es decir que los discursos más o menos agresivos con-tra Israel hablaban más de sus necesidades domésti-cas (incluyendo su necesidad de acercamiento aEstados Unidos, devenido única potencia mundial),que de sus simpatías por el sionismo. En otras pala-bras, la paz entre Estados era tanto un problema depolítica internacional como, sobre todo, de políticadoméstica.En el caso de Israel también podríamos pensar la rela-ción entre la cuestión internacional y las necesidadesde la política interior. La primera dificultad, sin embar-go, sería establecer criterios claros de qué territoriosse consideran parte de la política doméstica.Según afirma Shlomo Ben Ami, el primer gobierno enfirmar la paz -el de Menahem Beguin- logró al termi-nar con la amenaza egipcia convertir el problema delos territorios de Judea y Samaria en una cuestióninterna. Mientras recibía el premio Nobel de la Paz porla firma del acuerdo con Egipto, anexó Jerusalén,incorporó las Alturas del Golán a la administraciónisraelí, y fomentó la colonización de Cisjordania, igno-rando todos los aspectos del acuerdo relacionadoscon la cuestión palestina.Casi treinta años más tarde, otro halcón, Ariel Sharón,volvió a definir qué era política doméstica y qué no,cuando planteó la diferenciación entre el problema deCisjordania y Gaza, con el plan de desconexión (la reti-rada unilateral de 2005), que incluyó el desmantela-miento de 21 asentamientos israelíes en aquel último,sin ningún compromiso de revisar la política de asen-tamientos en la Ribera Occidental del Jordán.En otras palabras, pareciera que los territorios deCisjordania, donde la población israelí no deja deaumentar (23% entre 2011 y 2015, sin contar Jerusalénoriental), son considerados, más allá de las palabras yde la ley internacional, parte irrenunciable del territo-rio israelí y, por lo tanto, un problema de política inte-rior.

Coaliciones estables o coaliciones extensas. Grandeno es igual a fuerteMientras que el argumento tradicional de las derechases que una imagen fuerte en la política exterior forta-lece la seguridad y la estabilidad interior, en los prin-cipales acuerdos de paz firmados por Israel observa-mos el paso inverso: es la fortaleza y la estabilidad dela coalición gobernante la que permite avanzar enacuerdos importantes en política exterior.En 1977, los acuerdos de Camp David pudieron ser lle-vados adelante por un Menahem Beguin que contabacon 43 diputados propios, de los 61 necesarios paraformar su gobierno. Una situación similar fue la quepermitió a Itzhak Rabin, una década y media mástarde, firmar los Acuerdos de Oslo. A pesar de la enor-me polarización de la sociedad israelí, que en pocosaños le costaría la vida, el Primer Ministro laboristacontaba con 44 diputados propios, quienes, junto con

los 12 diputados del Meretz lo colocaban en una situa-ción de gran fortaleza política.Es decir que en ambos casos, una fuerte base de sus-tentación les permitía, tanto a Beguin como a Rabin,obtener sólidas alianzas de gobierno capaces de avan-zar en los procesos de paz con Egipto y la OLP respec-tivamente.Contrariamente, los gobiernos posteriores a losAcuerdos de Oslo se caracterizaron por una fragmen-tación parlamentaria que obligaba a extensas coali-ciones, con múltiples y variados partidos para soste-nerse. Tales coaliciones terminaron inmovilizando aprimeros ministros que debían satisfacer, bajo amena-za de obligadas elecciones anticipadas, ‘revolucioneslaicas’ y sistemas educativos ortodoxos al mismotiempo.Fue el caso, por ejemplo, de Ehud Barak, quien, mien-tras estallaba la segunda intifada, contaba con sólo 25diputados propios (en Nueva Sión de octu-bre/noviembre 2013 planteamos un análisis similarque incluía también la situación y la responsabilidaddel líder palestino de entonces, Yasser Arafat).El actual primer ministro cuenta con 30 diputados desu partido, el Likud. Es decir que para formar gobiernodebe lograr mantener una alianza con múltiples parti-dos, con diferentes exigencias y gran capacidad depresión, que no de dejan de competir entre sí, condi-cionando la continuidad del Gobierno como si tuvieranmucha más representatividad de la que tienen en elelectorado.Así, jactarse de conformar una alianza heterogénea ycon múltiples partidos, más que fortaleza, indica unagran debilidad en el actual gobierno: cualquiera de losseis partidos de la coalición, aun con pocos diputados,puede hacerlo caer.

Mientras tanto, la derechaEl actual gobierno de Israel se ha propuesto, justa-mente, aumentar su margen de apoyo en la Knesset.Sin embargo, nada indica que de esa manera el PrimerMinistro tendrá más margen para encarar decisionesde largo plazo.Por otra parte, los integrantes de la coalición no pare-cen muy inclinados a ninguna decisión que modifiqueel statu quo, es decir, la tensa situación promovida por

el control israelí de Cisjordania, el crecimiento de losasentamientos, y el malestar de la población palesti-na, sin incluir las cuestiones internas de la sociedadisraelí. Mientras el Ministro de Educación Bennet(Habait Haiehudí, 8 diputados), acusa a quieneshablan de un Estado Palestino de dividir el país, einsta a hacer demostraciones de fuerza que eviten queel mundo “huela la debilidad” de Israel, compite conel nuevo Ministro de Defensa, Avigdor Liberman(Israel Beitenu, 6 diputados), para demostrar quién esel más firme garante de la seguridad del país.El futuro del gobierno depende entonces de las pen-siones para inmigrantes de la ex URSS, del presu-puesto para las instituciones ortodoxas, del serviciomilitar para los jaredíes, tanto como de la definiciónde Israel como Estado judío, Estado sólo para judíos,o de la separación o confusión entre los asuntos delEstado y las definiciones religiosas.El escenario internacional, con la inestabilidad y ame-nazas que sufren los regímenes de Egipto y Jordania,así como la guerra civil en Siria y la compleja inter-vención en ella de Estados Unidos, Rusia e Irán, no leexige a Israel inminentes cambios de rumbo.Sin embargo y por otro lado, la renuncia del ex minis-tro de Medio Ambiente, Avi Gabay, en protesta por elnombramiento de Liberman, que ‘generará una mayorradicalización y creará más divisiones’, la salida del exministro de Defensa, Moshé Yaalon (Likud) quien,advirtiendo contra los ‘elementos extremistas y peli-grosos que se hacen cargo del país’ y las ‘manifesta-ciones de extremismo, violencia y racismo’, se negó aapoyar a un soldado acusado de ejecutar a un prisio-nero y a sancionar al subjefe del Estado Mayor, YairGolan, por hacer analogías entre Israel y la oscura eraeuropea de entreguerras’, o las recientes declaracio-nes de Zeev Sternhell acerca del peligro del chauvi-nismo y el extremo nacionalismo, que pueden derivaren formas fascistas, demuestran que hay fuertesvoces que luchan por cambiar el rumbo de la políticaisraelí, y retomar iniciativas que puedan conducir auna paz interna y externa basada en la justicia y en losvalores éticos del sionismo, y que mejore la vida de lasociedad en su conjunto.

* Profesor de Historia de Medio Oriente (UBA).

De los Acuerdos de Paz a la pazDesde el histórico viaje del presidente egipcio Sadat a Jerusalén, hace 39 años, cuando se anunció la firma de los acuerdosde paz de Camp David, han existido múltiples intentos de firmar acuerdos de paz duraderos entre Israel y sus vecinos ára-bes en general y, en particular, con los líderes palestinos. ¿Existen verdaderas posibilidades de concretarlos? ¿Por qué lo

que fue posible en 1978 se ha tornado después impensado?

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes6 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Vargas Llosa visitó Cisjordania y la AAA rechazó el boicot

Avances recientes que estimulaal campo pacifista de Israel

Podemos identificar dos avances recientes que estimulan al campo pacifista de Israel en pos de lograr más aliadosen el mundo para su lucha contra la ocupación cívico-militar en Cisjordania. El primero es la novedosa visita de

prestigiosos intelectuales de varios países que aceptaron la invitación de la ONG israelí Romper el Silencio, entreellos el nobel de literatura peruano Vargas Llosa, quien recientemente recorrió Cisjordania y Jerusalén Oriental.El segundo es una histórica votación de la enorme Asociación Americana de Antropología (AAA), que rechazó el

boicot académico de BDS contra instituciones universitarias israelíes.

Por Leonardo Senkman *

Rompiendo el silencio (Breaking the Silence) es unaONG creada en marzo 2004 por Yehuda Shaul y NoamChayut, cuando ambos soldados concluyeron su cons-cripción militar obligatoria. También se plegó al grupofundador el fotógrafo artístico Miki Kratsman, quiendirigió el departamento de fotografía en la AcademiaBetzalel. Durante mucho tiempo, este judío argentinoque hizo aliah a los 12 años, se destacó como fotógra-fo de la columna Twilight Zone del matutino Haaretz,donde junto con Guidon Levy cubrieron la violenciacotidiana en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental.Desde su fundación, la misión de Rompiendo el silen-cio es recoger testimonios anónimos de soldados yveteranos cuyas identidades son guardadas en secre-to, impulsado por el deber moral de denunciar anteTzahal violaciones de los derechos humanos duranteacciones punitivas y defensivas contra palestinos. Lostestimonios incriminatorios pasan por la censura mili-tar, pero desde hace poco los militantes de esa ONGson objeto de censura y atropellos a sus libertadesciviles. Últimamente, el Procurador General exigió aRompiendo el silencio revelar el secreto para identifi-car a ex soldados impugnadores de conciencia. La edi-torial de Haaretz del 21 de mayo pasado salió endefensa de esta valiente ONG comprometida con losderechos humanos, al advertir por la privación de lainmunidad de quienes guardan el secreto de “testi-monios de los soldados que revelan lo que sucedió enel terreno durante el combate”. A juicio del editoria-lista, “el valor de ese control externo de la sociedadcivil, debiera ser respetado de modo semejante acomo se respeta la inmunidad del periodista respectode sus fuentes de información”.

Invitación a Vargas Llosa a Cisjordania y JerusalénOriental“La lucha es contra los asentamientos, no contra el

Estado de Israel”, confesó Yehuda Shaul, vocero deRompiendo el silencio, en ocasión de la reciente visi-ta a los territorios ocupados del Premio Nobel deLiteratura Mario Vargas Llosa. Al igual que la escrito-ra irlandesa Eimear McBride en febrero, y los espososnorteamericanos Ayelet Waldman y Michael Chabonen mayo, también invitados por Rompiendo el silen-cio, el laureado escritor peruano aceptó visitar porsexta vez Palestina y Jerusalén en junio, como amigo

de Israel, aunque sea un crítico implacable de la polí-tica colonial y de seguridad de sus gobiernos.En declaraciones al diario El Español, Vargas Llosadenunció las sanciones del actual gobierno israelícontra la ONG que patrocinó su visita: “Esta campañaque hay contra Breaking the Silence y otras ONGsdefensoras de los derechos de los palestinos meparece muy preocupante (…). En una sociedad demo-crática, es fundamental que haya libertad de palabray de expresión”, afirmó. Y agregó: “Hay un hecho queno se puede negar, y es que hay una ocupación israe-lí de los territorios palestinos, en donde practican unapolítica claramente colonialista que está provocandomuchísimo sufrimiento, y que creo puede ser peligro-sa para el futuro de Israel”.La nueva estrategia de Rompiendo el silencio estálogrando aliados entre círculos intelectuales presti-giosos fuera de Israel, y desafía la campaña de BDSque justifica el boicot contra artistas y académicosisraelíes para exigir el pretendido fin de la ocupaciónen Cisjordania.Mario Vargas Llosa rechaza esa lógica de sancionesindiscriminadas del BDS, porque también boicotea adisidentes y enjuiciadores éticos como Rompiendo elsilencio, quienes por el contrario necesitan estímulo ysolidaridad. “Estoy en contra de las penalizacionescolectivas, pero en este caso me parece mucho másgrave, porque penalizar a las universidades o a lasinstituciones de la cultura supone castigar a las insti-tuciones donde está la gente que resiste mejor y quees más crítica con lo que está ocurriendo en Israel”,declaró.Consecuentemente, durante su reciente visita, elinternacionalmente conocido escritor octogenariopidió ser acompañado por Kratzman y Shaul al check-point de Calandia, donde todas las madrugadas sehacinan trabajadores palestinos para ser autorizadosa cruzar la Línea Verde; fue testigo de la situaciónexplosiva en Hebrón y en aldeas palestinas aledañas;y además asistió a una audiencia del tribunal militar

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en Ofer. Vargas Llosa se impresionó de la confiscaciónde casas en el barrio Sylwan en Jerusalén Oriental ytambién oyó los argumentos de colonos entrevista-dos. Finalmente, cenó con sus amigos israelíes AmosOz y David Grossman. La ya legendaria crónica dedenuncia Viento Amarillo, de Grossman, inspira ahorael libro crónica que escribirán los 26 escritores invita-dos para el proyecto Esta iniciativa de la ONG conme-morará en junio de 2017, con traducciones a variosidiomas, los 50 años de ocupación y violencia, con elfin de romper el clima de odio entre palestinos e isra-elíes a través de la palabra de escritores de todo elmundo.

Derrota del BDS en la histórica votación de laAsociación Americana de AntropologíaLa reciente derrota que sufrió el BDS en la votación dela membrecía de la muy representativa AsociaciónAmericana de Antropología (AAA) es muy significativa.De sus casi 10.000 miembros en todo Estados Unidos,participó el 51% con derecho a voto, de los cuales2.423 votaron contra la resolución de boicotear insti-tuciones académicas israelíes, y 2.384 miembrosvotaron a favor. A pesar de esta ajustada victoria con-tra el boicot, por apenas 39 votos de diferencia, laderrota del BDS es un verdadero logro si se comparaestos resultados de mayo de 2016 con su triunfo abru-mador en la votación durante la asamblea de la AAA

convocada en noviembre de 2015. Entonces, endorsa-ron la propuesta de boicot a las universidades acadé-micas israelíes 1040 miembros contra apenas 136 quela rechazaron.Esta votación resulta también significativa por elhecho que expresa la voluntad democrática de lamayoría de la membresía de la AAA, a diferencia deotras instituciones académicas de los EE.UU cuyasautoridades -y no sus claustros de docentes, investi-gadores y graduados– han sido las que se pronuncia-ron contra el boicot. Tales han sido los casos de algu-nas universidades líderes norteamericanas que emi-tieron declaraciones el mes pasado contra el boicot,destacándose el Massachusetts Institute ofTechnology, la University of Chicago y los diez campusde la University of California.El Dr. Dani Rabinovich, profesor de antropología de laUniversidad de Tel Aviv, ha resumido muy lúcidamen-te los argumentos con los cuales él y otros académi-cos salieron airosos contra el boicot. Ellos consiguie-ron revertir la posición antiisraelí de los colegas antro-pólogos de la AAA de un modo totalmente opuesto alas estratagemas del ministro de Seguridad Públicaisraelí, Gilad Erdan, quien propicia una campaña derepresalias contra partidarios del BDS, dentro y fuerade Israel.“Hemos explicado que a pesar de que nuestras uni-versidades reciben financiación del Estado, sus acadé-

micos nos diferenciamos del gobierno y de sus políti-cas oficiales. Nuestra lucha para convencer a los cole-gas antropólogos de la AAA de no votar por el boicotestuvo desprovista de cualquier táctica difamatoriay/o de chantaje provocativo, expresó Rabinovich enun artículo de Haaretz. “En tanto grupo de activistasindependientes, dejamos bien en claro a nuestrosinterlocutores liberales en los campus que nos opo-nernos a la ocupación militar israelí, pero tambiénrechazamos el boicot por ser el instrumento de llevara cabo el designio del Frente Popular de Liberación dePalestina para desmantelar al Estado de Israel”, afir-mó.En síntesis, “Contra la ocupación israelí y contra elboicot BDS” fue la consigna exitosa de un colectivohonesto de antropólogos liberales norteamericanosque lideraron la histórica votación en la AAA, y vencie-ron el chantaje de quienes simulan boicotear sólo ainstituciones académicas israelíes, pero no ocultanser enemigos de sus profesores e investigadores acu-sados de “colonialistas”

* Doctor en Historia (UBA), profesor emérito e investigador delInstituto Truman- l Universidad Hebrea de Jerusalén, y director de larevista literaria NOAJ.

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La economía de la ocupaciónLa ocupación israelí iniciada con la Guerra de los Seis Días en 1967, hoy ya pasados sus 49 años de existencia, es a

menudo analizada desde sus dimensiones políticas e ideológicas y a través de sus consecuencias diplomáticas. ¿Perocuáles son sus consecuencias económicas? En esta nota nos abocamos a dilucidar este aspecto que también afecta

sensiblemente a las sociedades israelí y palestina.

Por Kevin Ary Levin *

Los estudios realizados sobre esta temática puedenser divididos en dos: aquellos que se concentran enlos costos que implica la ocupación israelí para el pre-supuesto estatal del país y la economía palestina, porun lado, e investigaciones sobre las ventajas que pre-senta la irregular situación de los territorios palesti-nos para la economía israelí. Aunque parecen muydiferentes, el objetivo de ambos no suele ser tan dis-tinto: mientras que en el primero, la conclusión siem-pre es que Israel (al menos desde una mirada econó-mica) debería tomar la decisión de retirarse de losterritorios en disputa, los segundos toman la forma dedenuncias sobre un sistema desigual e ilegal queentra en (o se asemeja a) la definición de colonialis-mo. No es tan raro que no haya un informe que brindeuna mirada positiva sobre los beneficios económicosde la ocupación, ya que la legitimidad discursiva de lamisma pasa por sus ventajas militares, su convenien-cia política y diplomática o sus reivindicaciones nacio-nales/espirituales, y nunca por sus beneficios mate-riales.

Los costos (de dinero, además de los morales)La ocupación representa gastos abismales en la eco-nomía israelí. Lo hace a través de varios rubros, comoel crecimiento del presupuesto militar para garantizarla seguridad de asentamientos judíos, a veces ubica-dos remotamente en Cisjordania (personal, vehículosblindados, checkpoints, rutas con iluminación espe-cial, etc.); las inversiones en la construcción de asen-tamientos (en detrimento de otros focos de inversiónignorados en mayor medida, como localidades debajos recursos dentro de la línea verde); subsidios enlos costos de vivienda y en el transporte y mayorinversión per cápita en educación debido a los peque-ños asentamientos, entre otros.El boletín Economy of the Occupation, preparado porel economista Shir Hever, estima en 9 mil millones sucosto anual actual, mientras que un informe económi-co publicado por Yediot Ajaronot en el 2007 sumabalos costos militares y civiles para dar un resultado deaproximadamente 50 mil millones de dólares acumu-lados a lo largo de por entonces 40 años. Este es unnúmero difícil de consensuar dada la información des-conocida y a veces indiscriminada en presupuestosque no diferencian entre Israel y los territorios. Laspérdidas que significa para los palestinos son enor-mes y su análisis extiende la capacidad de este artí-culo: el Banco Mundial estima que medidas como lafalta de sanción de permisos comerciales, disputassobre tierra cultivable y límites al movimiento sólo enel Area “C” de Cisjordania (la que quedó bajo controlexclusivamente israelí luego de los Acuerdos de Oslo)significan una pérdida anual de 3.400 millones dedólares para la economía palestina, afectada grave-mente por la pobreza y desempleo.

La otra pata: beneficios económicos…La ocupación representa, por otro lado, una fuente deingresos para Israel. Esto es así debido a la explota-ción de recursos naturales en Cisjordania (particular-mente, tierra fértil, agua y minerales) y el mercadoinmobiliario, cuyo empresariado se convierte en el

beneficiario de los ya mencionados subsidios a lavivienda que no existen dentro de la línea verde.Cisjordania provee hoy una oportunidad para israelíessin los recursos necesarios para la vida en Tel Aviv oJerusalén de vivir muy cerca de esos núcleos urbanosa costos incomparables, atrayendo así en los últimosaños una importante población ultraortodoxa.Además, las restricciones comerciales para los pales-tinos generan un mercado cautivo que consume prin-cipalmente productos israelíes. Un ejemplo relevanteen este sentido es el acuerdo trilateral entre la ONU,la Autoridad Palestina e Israel en septiembre del 2014que buscaba coordinar la reconstrucción de Gazaluego del operativo “Margen protector” que habíatenido lugar hasta un mes antes: los términos delacuerdo beneficiaron a empresas israelíes, comoNesher, la única productora israelí de cemento, cuyoproducto fue enviado al enclave palestino en cantida-des masivas. Restricciones similares dan como resul-tado que a menudo producción de Gaza sea vendidaexclusivamente a empresas israelíes que se ocupande su distribución internacional, beneficiándose deuna situación dominante para obtener amplios bene-ficios en la cadena de valor. Los beneficios son tantosque, a falta de una fuente transparente y criterios cla-ros para obtener una comparación, Noam Sheizaf dela revista 972mag sostiene que éstos podrían sobre-pasar la carga económica ya mencionada. Existe uncentro de investigación llamado Who Profits (whopro-fits.org) fundado en el 2007 por la Coalition of Womenfor Peace con el objetivo de exponer los beneficioscomerciales israelíes e internacionales de la ocupa-ción, que publica informes detallados sobre estasactividades.

Entonces: ¿Quiénes tienen razón?¿Representa la ocupación una carga para el contribu-yente israelí o un ingreso económico beneficioso paraIsrael?Entendiendo las posibles formas de interpretación deesta pregunta, resulta necesaria una aclaración pre-

via: el fin de la ocupación iniciada en 1967 constituyeun debate asentado claramente en el mundo de lamoral y no en la conveniencia económica. Tambiéndebe culminar visto desde una mirada netamentepragmática, pero sobre todo porque pone en peligro yafecta negativamente la vida de ambas poblaciones,más que por la economía.Dicho esto, independientemente de hacia dónde seinclinará la balanza en la realidad, ambas opcionesson válidas hasta cierto punto: la ocupación ocupahoy el rol de una medida de distribución regresiva.Financia los enormes gastos que necesita con losaportes de todos los israelíes (independientementede su postura o grado de afectación personal ante laocupación) para beneficiar a una minoría de su pobla-ción (los colonos), mantener funcionando una estruc-tura militar que en otras condiciones estaría sobredi-mensionada y dar beneficios a los sectores de laindustria y el comercio que se asientan y vinculan conestos territorios. En otras palabras, es una situacióndonde todos pagan y algunos pocos reciben. El hechode que agrande o achique la "torta" de la economíaisraelí probablemente juegue un rol poco importanteen las consideraciones de los actores económicosinteresados en definir su porción personal, o en lospolíticos que establecen relaciones sinérgicas coneste sector empresarial y que, a menudo, juegan undoble rol en la ecuación empresariado-política.Quizás, entonces, al desmantelar la tan exageradacortina de complejidad de la economía, se puedaconstruir un nuevo argumento convincente contra laocupación, demostrando que la presencia israelí enlos territorios en disputa no sólo es inmoral, corrompelos fundamentos de la democracia israelí y perjudicala posición internacional de Israel y la imagen de losjudíos en el mundo, sino que además contradice losintereses materiales de la gran mayoría de sus habi-tantes.

* Lic. en Sociología y docente

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes 9 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

A Dios rogando y con el mazo dando“La Historia nos eligió ser la punta de lanza en la lucha contra el enemigo terrorista en Gaza, que maldice y denigraal Dios de las batallas de Israel”. Coronel Ofer Winter, comandante de la División Guivati, Operación “Roca Sólida”-

Gaza- Julio 2014.Por Guga Kogan *

Cuando el Coronel Winter lanzó semejante arengaante sus soldados, minutos antes de entrar en com-bate, la Plana Mayor del Ejército, por primera vez ycon retardo cayó en la cuenta de que existe en susfilas una mezcla corrosiva de religión y ejército.Winter invocó a Dios como motivo de combate, con-virtiendo la Operación en Gaza en guerra religiosa yno de defensa ante el terrorismo ejecutado por elHamas, como alegaba el Gobierno y la Opinión públi-ca. ¡Oops! ¿Y ahora, como justificar los cientos decaídos, civiles en su mayoría, durante la Operación?La mezcla corrosiva se cocinó lentamente, pero conperseverancia a partir de la retirada de Gaza en2005, cuando el sector religioso nacionalista, enca-bezado por los rabinos del Gush Emunim, no seopuso violentamente ante la destrucción de suscolonias tan lujosas que erigieron en Gush Katif un“paraíso” dudoso de tejados rojos frente a las nari-ces de Gaza en la Franja más explosiva del planeta.Ellos y sus acólitos vieron que a pesar de sus rezosal Todopoderoso (que les otorgó la tierra y los terri-torios), Israel evacuaba la Franja de Gaza, sin que unsolo soldado desobedezca y se oponga a la decisiónpolítica del Gobierno.

Conquistar el Ejército desde adentroTodo comenzó allí. Al principio, una parte de lashuestes del Dios de Israel, como reacción a la eva-cuación forzada de la Franja, optaron por el anar-quismo y el repudio a sus rabinos impotentes, lo cualabrió el camino al terror judío, que llegó muy lejos.Hasta quemar viva una familia palestina en el pobla-do de Duma. Otros, llegaron a la conclusión que esimperante conquistar el Ejercito desde adentro y seabocaron a educar a sus discípulos para llegar, comoel Coronel Winter, a las altas esferas militares. Ydesde allí, imponer una nueva conciencia de guerra,del enemigo y la moral de las armas. Moral quedeben dictar los rabinos, según los preceptos deguerra de los tiempos bíblicos y no los oficiales,exentos de toda motivación judía verdadera.Verdadera según ellos, por supuesto.Desde las decenas de Institutos de Preparatoria mili-tar, que se crearon con presupuestos gubernamenta-les, los rabinos más extremistas educaron a cientosde discípulos sobre cómo debe ser la moral de gue-rra. Hoy en día, en la playa de ejercicios de laEscuela mayor de oficiales del Tzahal, casi un 40%son religiosos con kipá, que cuando miran y escu-chan a sus comandantes, ven detrás de ellos un rabi-no que les confirma si sus órdenes son según laHalajá o no. Y si esas órdenes contradicen la Halajá,dudosamente la aceptarán. Así están dadas lascosas. Israel la moderna en el presente centenario.Gabi Aizinkot, el Comandante en Jefe del Ejército, aun año de asumir el mando lo entendió más aguda-mente que sus prestigiosos antecesores y con auda-cia decidió cortar las alas demasiado agrandadas delRabinato Militar, que de un ala que provee serviciosreligiosos a los reclutas tomó sobre sí la tarea deconformar los que se denomina “la Concienciajudía”, o sea, en buen romance, educar los soldadosen cuál debe ser el correcto camino en general y encombate, según los principios de la Halajá. Comoellos, los rabinos extremistas, los interpretan paraellos y para los legos. Aizinkot decidió que esosasuntos filosóficos estén en el ala de Educación mili-tar, que es más secular y más adaptada a los tiem-pos modernos.

De allí en más, estalló una guerrita silenciosa entrelos rabinos militares, sus sostenedores políticosincrustados en sionismo ultranacionalista religioso,contra la Plana Mayor del Ejército de Israel. ¿Cómose atreve ese generalote y sus colegas a cometersemejante desmán en lo que ellos (los rabinos mili-tares) consideran su coto de caza personal, dondeellos dictan conductas y pensamientos, dictan comoenfrentarse con el enemigo, el gentil en general (los"goim”) y con el palestino en particular, ese terriblemonstruo del otro lado de la Línea Verde?

Eyal Krim, flamante defensor de los “valores mora-les” en el Ejército…Aizinkot no se arredró, siguió adelante, pero el pró-ximo nombramiento, dispuesto a congraciarse consus nuevos “enemigos”, complicó la vida y la imagende militar que desea poner a los rabinos en su sitio.Sin hacer google sobre la persona, nombró a EyalKrim, coronel-rabino con pasado de combate, comonuevo Gran Rabino militar, sin saber su pasado derespuestas rabínicas a solicitantes, un poco fuera deserie. “Big mistake”. Allí se armó un nuevo escánda-lo. Resulta que el susodicho, cuando era rabino civil,respondió a interrogantes de sus fieles, que desdeel punto de vista de la Halajá, está permitido rema-tar un terrorista herido. A otro, que las mujeres nodeben ser reclutadas a servicio militar activo, y quelos homosexuales son pervertidos e incluso, agá-rrense bien, no es pecado violar una cautiva hermo-sa…. Porque la Biblia lo permite. ¿No sabían? Pueses novedad de hace 5000 años, más o menos. Esa esla postura del flamante Gran Rabino Militar. El cual,si estuvieran sus antecesores y no el GeneralAizenkot en el alto mando, sería el que dictaría losvalores morales de los soldados de Israel en comba-te. En especial sus más creyentes, esos que deben ira luchar y aniquilar los que “insultan, denigran ymaldicen al Dios de Israel”, sean de Hamas, delFatah o de la mar en coche de Organizaciones terro-ristas palestinas, hamdililá.Aizenkot se dio cuenta que “metió la pata hasta elcaracú”, pero ya no podía deshacerse del susodichorabino, sin provocar un nuevo encontronazo con elsionismo religioso y optó por hacerle firmar a Krimun documento-compromiso que le exige “cumplir lasórdenes del Ejercito”. Seguramente Krim se tragó larisa que le trepaba por dentro y firmó. Todo por elpuesto tan ansiado, que la Halajá espere. Esperótantos años, puede esperar 4 años más, que es laduración en el puesto. Después, volverá a las anda-das. 40 años vagó el pueblo de Israel en el desiertoy llegó a la Tierra Prometida. También Krim, que nose dude, llegara a sus metas, que son, sin dudas,reorganizar el pensamiento de la juventud israelí,según el Sionismo religioso, que cada día crece ensu extremismo y difusión.

Igal Levinstein, y su arenga contra los homosexua-lesY cuando parecía que las voces de protesta ante elnombramiento nefasto se acallaban, abrió su bocaotro héroe del sector religiosos nacionalista: el sub-director la Preparatoria militar religiosa en Alí(Cisjordania), el rabino Igal Levinstein, que dicta lospreceptos en una Institución subvencionada por elMinisterio de Seguridad. En un discurso, ante dece-nas de jóvenes pre-reclutamiento (fotografiado encalidad HD, para que no haya falsas interpretacio-nes), se enfrentó en forma provocativa con elEjército, acusando al Alto Mando de ser carente de

valores judíos, por permitir reclutar homosexualesen sus filas. Esos que, a su entender, son todos unospervertidos, que pervierten a la juventud israelí consus valores degenerados. Ver para creer. El rabinoque prepara las próximas huestes para el serviciomilitar “significativo”, que significa no sólo combatirel enemigo sino trepar en la escala de los gradoshasta llegar al Alto Mando del Ejército y allí dictar"sus valores judíos auténticos", se permite tamañadefinición retrógrada, hacia aquellos que la socie-dad israelí moderna y liberal va aprendiendo a inte-grarlos en plano de igualdad. Que se enrolan sin pro-blemas en las más conspicuas unidades militares,incluso las más secretas.Pero para Levinstein todo eso no cuenta, mientras laTorá lo condene por su identidad sexual, y a muerte,desde los tiempos bíblicos del Pueblo Elegido. Unabismo abierto y profundo entre las concepcionesdel neo-sionismo ultra-ortodoxo, que dicta reglasmás acordes al siglo X que al XXI. Para Levinstein, elAlto Mando del Tzahal está compuesto por enemigosimaginarios, como la izquierda israelí, la UniónEuropea y sus instituciones occidentales corruptas.Un análisis apocalíptico que, si continuamos losseculares pecando ante Hashem, inevitablementellegará.Todos los estudios recientes sobre las corrientespro-religiosas en el ejército, lo que se denomina“religionar” el Ejercito, muestran que el judaísmoultra-ortodoxo actual en Israel ha tomado el rumbodel extremismo. De tal manera, paradójicamente,puede adaptarse a las corrientes extremistas delMedio Oriente, con el Islam radical que conduce lassociedades árabes a épocas obscuras y violentas.La lucha cultural entre los valores liberales y los con-ceptos de la neo-ortodoxia judía está entablada. Yesta vez en el sector más preciado de la sociedadisraelí-judía: su Ejército de Defensa. Curiosamente,el nuevo Ministro de Defensa, Avigdor Liberman,laico-nacionalista de nuevo cuño, no efectuó refle-xión crítica alguna acerca del discurso del rabinoLevinstein, educador de los futuros oficiales de com-bate con kipá. Cuando la Estación de Radio delEjército, Galei Tzahal, se atrevió a hablar -en elmarco académico de la Universidad Radial- sobre elpoeta nacional palestino Mahmud Darwish, elMinistro llamó al director de la Estación para amo-nestarlo. "Porque hablar sobre Darwish, en unaestación radial del Ejercito, es como hablar sobreMein Kamp”. Nada más y nada menos.Lo anterior relatado no es cuento ni imaginación. Esla situación actual que va avanzando, como decía-mos ayer, a pasos agigantados, hacia el abismo deun neo-facismo estilo israelí.

* Periodista independiente

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Por Pablo Gorodneff*

"La clase media, a la que pertenecían la mayoría delos 200 mil judíos argentinos ha soportado lo másfuerte de la crisis. El 30 por ciento de los judíos estádesocupado y 44 mil judíos viven bajo la línea depobreza. La tres clases de judíos pobres incluyen:judíos que pertenecían a la clase media y en los últi-mos cuatro años se convirtieron en ‘los nuevospobres’, judíos ricos que rápidamente se convirtieronen ‘pobres repentinos’ durante los tres últimosmeses, y judíos que eran históricamente pobres y quesiguen siendo responsabilidad de la comunidad.Algunos miembros de la comunidad judía no cuentancon suficiente comida para comer. Otros perdieron lossuministros de electricidad o gas, y no pudieron cum-plir con sus pagos de alquiler o hipoteca a tiempo. Losdiferentes centros de asistencia social reciben llama-dos de ayuda por parte de judíos en el interior del paísy se hallan luchando heroicamente. Ha habido alertasde suicidios. Los casos de asistencia social aumenta-ron de 15 mil (7.300 familias) a 21 mil. Una conse-cuencia, bien publicitada sobre la nueva pobreza es elincremento de la inmigración judía argentina a Israel(Aliá) en un momento cuando tanto la situación deseguridad como la situación económica sufren seriosproblemas".

Informe de Barry Jacobs, director de asuntos estraté-gicos del American Jewish Comitee, sobre la visita querealizaron a Buenos Aires junto a Jacobo Kovadloff enabril del 2002.A fines de 1998, el llamado Plan de Convertibilidadcomenzaba a mostrar su debilidad congénita. Si bienfue un año de crecimiento moderado en el mundo, elintento de las autoridades argentinas de explicar lacrisis debido al comportamiento de los mercadosexternos no funcionó y a fines de ese año, el creci-miento de la economía se detuvo de manera abruptaen el tercer trimestre. El índice de desempleo, bastiónde la lucha antiinflacionaria, había trepado al 13%, en1997 y junto con ello, el oxígeno que le había brinda-do al plan económico la privatización de las empresaspúblicas se había terminado. En el informe anual delBanco Central de 1998, si bien se reconoce el frenoque indicaban las estadísticas, las autoridades loadjudicaban a cuestiones externas, y proponían comosolución la búsqueda de más financiamiento externo,un costoso parche para llegar a las elecciones con una

tranquilidad comprada. De manera silenciosa el paísentraba en la recesión.En 1999 se celebraron los comicios donde triunfó laAlianza para el Trabajo y el Progreso, un coalición deradicales y peronistas de centro izquierda, cuya fór-mula encabezada por Fernando de la Rua y Carlos‘Chacho’ Alvarez derrotó a la presentada por elPartido Justicialista, que conformaban EduardoDuhalde y Ramón Ortega.Ante la complicada situación externa que incluía unfuerte endeudamiento, más las crisis asiática y brasi-leña, el gobierno de la Alianza optó por la vía del ajus-te ortodoxo de la economía, que incluyó una baja delsalario a los empleados estatales y un descuentosimilar de los haberes jubilatorios, medida que laentonces ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, califi-có de ‘valiente’. Se realizaron costosísimas operacio-

nes de salvataje financiero, que incluyeron el recorda-do ‘Megacanje’, que sólo sirvió para financiar la fugade capitales hacia el exterior. La desconfianza publicaen el sistema financiero hizo el resto: ante la amena-za de un retiro masivo de los depósitos, el gobiernoestableció la prohibición del retirarlos, autorizandosólo transferencias bancarias. El final es por todosconocido: en dos años, la desocupación trepó del 13 al20%, llegando en algunas zonas del país, como Mardel Plata, al 25%. El 50 % de la población quedósumergida por debajo de la línea de pobreza. Entre1998 y 2002 el PBI argentino descendió un 28%.

SeñalesA fines de la década del ’80, la comunidad judía habíaentrado en un proceso de cambio que se aceleraría demanera dramática en los años subsiguientes. Al igualque en el país, una nueva clase media ligada a los ser-vicios financieros y a la importación de mercaderías,se comenzaba a trasladar de los barrios originales delos inmigrantes, como Once, Villa Crespo y Almagro ala zona norte de la Capital Federal.Paradójicamente la apertura de las importacionesperjudicó de manera directa a pequeños comerciantesy/o pequeños fabricantes, que no tenían capital sufi-ciente para reconvertirse. Muchos de ellos pertenecí-an a la comunidad judía. Los números de la macroe-conomía hablaban de una baja sensible en los índicesde precios al consumidor; la convertibilidad trajo lailusión de un país caro al que el mundo le resultababarato. Mientras en las zonas de Canning, Pilar yTigre, entre otras, se abrían nuevos country clubs o seexpandían los existentes, las instituciones de la edu-cación judía entraban en crisis. Así fue que entre finesde los ‘80 y la década del ‘90 cerraron al menos vein-te instituciones educativas, entre ellas: Escuela AnaFrank de Avellaneda, Escuela Integral Rambam,Instituto Dr. Hertzl de la calle Tucumán, Escuela Bialikde Aguirre, Escuela Scholem Aleijem de Mataderos,Escuela Jerusalem, Seminario de AMIA, el InstitutoSchejter, Escuela Hertzlía, Escuela de Formación deMorim (Mijlalá), Instituto de Formación de Docentesde Jardín de Infantes Agnón, Escuela Hebrea de Lanús,Ramat Shalom, Instituto Peretz, Escuela SecundariaWeitzman, Instituto Integral Amós y la Escuela David

¿Recuerdos del futuro?Una mirada retrospectiva sobre las implicancias de la crisis económica del 2001/2002 en la comunidad judía argenti-

na, que es una perspectiva sobre el pasado con proyecciones que nos permiten pensar el presente.

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La comunidad judía y el 2001

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Wolfsohn. Esta última (en cuyo auditorio –valga laanécdota- se presentó en 1972 Pescado Rabioso, labanda musical liderada por Luis Alberto Spinetta) rea-briría luego sus puertas como institución de JabadLubavich.

Quedándote o yéndoteCon excepción del período 1976-1982, donde granparte de la emigración a Israel tuvo razones de perse-cución política (recuérdese que los judíos argentinosrepresentan el 0,5% de la población y los desapareci-dos de ese origen fueron el 12% del total), hasta los‘90 se podría afirmar que la alía repartía sus motivos:en algunos casos afectiva, por lazos familiares, o demanera decreciente por el ideal sionista.Cuando las autoridades del Ministerio de Absorciónde Israel recibieron información sobre el deterioro cre-ciente de la situación económica argentina, comenza-ron a destinar recursos para incentivar la emigracióndesde nuestro país. Es así que luego del informe quecitamos al principio, se comenzó una colecta en lacomunidad judía americana. Se estima que se recau-daron cerca de 200 millones de dólares, de los cualesel 70% se destinó a fomentar la emigración de losjudíos argentinos a Israel y con el 30% restante seconstituyó un fondo local manejado por el AmericanJoint Distribution Comitee, a través de los Centros deAyuda Social Solidaria (CASS) destinados a sostener ala población judía local hasta que pudieran reubicarselaboral y socialmente en el país.La cifra es coherente con la ayuda prestada, ya queocho mil personas emigraron a Israel entre 2002 y2003 y la ayuda previa al viaje incluía la enseñanzadel idioma, la preparación en oficios requeridos enIsrael y ayuda económica para paliar la situación en elpaís hasta el momento de la emigración. Luego sepagaban los pasajes, la mudanza internacional, y tam-bién ayuda en efectivo para los seis primeros mesesen Israel en tanto que la ayuda social local llegó aveintidós mil integrantes de la colectividad durante elpico de la crisis, asistiendo a las familias a través delos centros de atención desde la comida, el pago deexpensas y gastos de salud. Se hablaba del fenómenode ‘pobreza puertas adentro’: familias propietarias de

pisos o semipisos en zonas residenciales de la Ciudadde Buenos Aires , cuyo jefe de familia había quedadosin ingresos ya sea por la pérdida de su empleo o elcierre de PYME o local comercial, y no podían mante-ner sus propiedades.Más allá de esto, otras instituciones, con la supervi-sión de farmacéuticas y ayudantes voluntarias, arma-ban bancos de medicamentos: en el centro comunita-rio Tzavta, por ejemplo, se llegaron a atender 120 per-sonas diarias tres veces por semana, que se acerca-ban con recetas de medicamentos que no podíanpagar.En un reportaje de Pagina/12 de enero de 2008, elrabino Daniel Goldman aportaba un concepto impor-tante: hasta la crisis del 2001, un judío que iba a pediralgo a una institución judía era considerado ‘nuestroamigo judío que está acá’ y a partir de la crisis fuenombrado ‘beneficiario’. Así podríamos describir larealidad socioeconómica de la comunidad como‘beneficiados’ y ‘beneficiarios’.Las instituciones socio deportivas también sufrieronel impacto de la crisis, que en algunos casos condicio-nó su futuro. Ejemplo emblemático fue el fallido inten-to de fusión entre la Sociedad Hebraica Argentina y elClub Náutico Hacoaj, financiado también por elAmerican Joint, y que sólo sirvió para evitar el quiebrede ambas instituciones. En un informe a los socios delaño 2004, Hebraica detallaba una pérdida del padrónde asociados del 30% durante la crisis y expresaba lasdificultades financieras de la institución en vista dedevolver su parte del préstamo hecho por el AmericanJoint para la fusión, una cifra cercana a los U$S400.000. Hubo acusaciones cruzadas entre los diri-gentes y socios de ambos clubes, hasta que se decidióvolver la situación a cero.Es para la misma época que los sectores religiososortodoxos de la comunidad, encabezados por JabadLubavitch, salen de su encierro decididos a influir enla vida de la comunidad judía argentina. Durante elverano 2001/2002 organizan la colonia Morashá, enlas instalaciones del viejo club CASA de la avenidaLibertador: mil chicos de entre seis y quince años sonbecados de forma completa para concurrir a la colo-nia, cuyos servicios incluían el transporte puerta a

puerta, desayuno, almuerzo, merienda y en algunoscasos, alimentos para llevar a sus casas. Durante elaño, organizarían charlas en sus centros para adoles-centes, quienes recibían una paga por concurrir.A partir del segundo semestre del 2003 se hizo evi-dente la recuperación de la economía argentina, queterminaría ese año con crecimiento del 8,7% y unainflación anual de 3,7%. El motor de la recuperaciónfue la demanda doméstica, lo que marcó una prontarecuperación de sectores como el comercio y de laspequeñas y medianas empresas ligadas al mercadointerno. Esto, junto al incremento del rol del Estado enla ayuda a los segmentos de la población más golpea-dos por la crisis, hizo que en poco tiempo bajara sen-siblemente el número de beneficiarios de los diferen-tes planes de ayuda dentro de la comunidad. Al mismotiempo la amenaza creciente de una ola antisemita enFrancia, hizo que los recursos fueran destinados paraatender la situación en el país europeo.

Beneficiados, beneficiariosHan pasado quince años desde aquella crisis: un agru-pación religiosa maneja los destinos de la AMIA; es unsecreto a voces que los directivos de los clubes quie-ren el formato de ‘un socio, una casa’: lo que implicala reducción del espacio común y social en beneficiodel espacio individual y privado. La crisis del 2001 esun mal recuerdo del que nadie quiere hablar: la ayudarecibida, un secreto bien guardado. El centro del juda-ísmo se ha mudado a la zona norte de la ciudad y lagente parece feliz: los rabinos son los nuevos gurúescomunitarios, que han descubierto la prosa talmúdicaal mismo tiempo que los buenos negocios. Hay uncolegio para cada padre, y un informe para cada chico.La derecha argentina, tradicionalmente antisemita, harecibido la bendición rabínica, y se han ahuyentadolos fantasmas. Parafraseando a Enzo Traverso, lamodernidad judía ha llegado a su fin, y estamosviviendo, quizás, la posmodernidad judía: individua-lismo, judaísmo a la carta y las delicias del poder.

* Periodista

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Reflexionesdesde Israel sobrenaciónypatriaenelbicentenariode laArgentina

Por Leonardo Senkman *

El bicentenario de mi patria natal es buena ocasión parahacer una reflexión contrapuntística también sobre lacreación de la patria adoptiva a donde emigré hace trein-ta y dos años.Comparto la noción de colegas historiadores argentinosque afirman que los patriotas en el congreso de Tucumánse propusieron crear un estado y una nación. En julio de1816, Argentina era una imprecisa comunidad imaginadaen las mentes y corazones de algunos integrantes de lasProvincias Unidas del Rio de la Plata, pero no de todas.Salvo Córdoba, resolvieron no concurrir a Tucumán repre-sentantes de las provincias de la Liga de los PueblosLibres o Liga Federal —compuesta por la ProvinciaOriental , Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe-. Sesabe que JoséG. Artigas, caudillo oriental, en carta a Joséde San Martín -declarándose también argentino- comuni-caba que la Unión de los Pueblos Libres se había anticipa-do el 29 de junio de 1815 a la declaración de la indepen-dencia durante el Congreso deOriente o Protocongreso dela Independencia Argentina, suscripto por las provinciasfederales.Cuando aún no existía la nación argentina, varios de loscongresales, “invocando el nombre y por la autoridad delos pueblos que representamos”, declaraban enTucumán la independencia para “investirse del altocarácter de una nación libre e independiente”. Pocosrecuerdan que tres representantes de provincias de lafutura “nación” boliviana también firmaron el acta deindependencia de la nación argentina. Así ocurrió con loscongresales Mariano Sánchez de Loria (Charcas), PedroIgnacio Rivera (Mizque) y José Pacheco de Melo (Chichas-Tarija). Incluso la provincia de Mizque, como parte deCochabamba, enviará en 1825 un representante a laAsamblea General de Diputados de las Provincias del AltoPerú, que declaró la Independencia de Bolivia..Durante todos los años escolares nos han enseñado queArgentina se independizó de España porque los patriotasquerían vivir como nación libre y soberana. Muchos añosdespués aprendimos que las identidades provincialesregionales habían precedido a la identidad nacionalargentina, forjada en la guerra de independencia y al cabode años de cruentas guerras civiles, limpieza étnica depueblos autóctonos aborígenes y despiadadas luchasfratricidas. La violencia bélica fue partera de la Nación,que nació no sólo como una comunidad imaginada deproyectistas patriotas latinoamericanos, sino ademásensangrentada en los campos de batalla y muy disputadapor antagonismos ideológicos que no escondían la ambi-ción de dominio.

Primeras estrofas de la “payada de contrapunto…”A pesar de contextos y épocas totalmente diferentes, elparto del Estado soberano israelí también, como enArgentina, tuvo el bautismo de fuego de una cruenta gue-rra externa e interna antes, durante y después de procla-mada la independencia.Las urgencias de la guerra de emancipación y la restaura-ción en Europa impidieron que la declaración de la inde-pendencia argentina esbozara el 9 de julio 1816 formas degobierno o ponderase principios republicanos que rigie-ran a la nueva nación. Aquí radica una de las diferenciasfundamentales con la proclamación del estado democráti-co israelí: ya en 1948 existía una nación judía; y, además,el estado sionista en gestación- el Ishuv- se venía cons-truyendo desde abajo junto con instituciones fundamen-tales de la sociedad civil a pesar del gobierno colonial bri-tánico. En cambio, “la naciente Argentina se fue haciendodurante varias décadas sin un estado único”, cuyo centra-lismo fue disputado por estados provinciales federales, “yrecién se comenzó a imaginar la nación futura enmedio deguerras civiles fratricidas”, tal como bien razona L. A.Romero. (“Un nuevo amor a la patria,” La Nacion, 8 julio2016)La situación de guerra abierta con la monarquía españolay la creciente injerencia del Reino Unido de Portugal,

Brasil y Algarve hizo que, tácticamente, muchos de loscongresales de las Provincias Unidas que podrían abrigarsimpatías por el federalismo, decidieran abroquelarsemonolíticamente en un "unitarismo" centralista so pre-texto de ataques externos. Las sesiones del Congresocontinuaron en Buenos Aires, donde comenzó a deliberara principios de 1817 elaborando un proyecto constitucio-nal. Finalmente, la Constitución fue jurada el 25 demayode 1819 enBuenos Aires y en las provincias, con excepciónde las del Litoral, cuyo ideal federalista y de autonomíaprovincial repudió el miedo del centralismo delDirectorio a la “convulsión democrática”. La difusión denegociaciones secretas para instalar una monarquíaconstitucional y el carácter centralista de la Constitucióngeneraron fuerte rechazo. No casualmente el Congreso deTucumán se consideró disuelto en 1820 y sus diputadoshuyeron a sus provincias tras la derrota del director JoséRondeau el 1 de febrero en la Batalla de Cepeda a manosde los caudillos federales, marcando el inicio de laAnarquía del Año XX.Haciendo un salto para reflexionar sobre el acta de la des-colonización hebrea, cuando el 14 deMayo de 1948 DavidBen Gurión declaró la independencia de Israel en elMuseo de Tel Aviv, resulta indudable que la nación judíaexistía de un modo nada impreciso comparada con lasProvincias Unidas en 1816; sin embargo, el Estado en ges-tación israelí recién proclamado -al igual que aquellasProvincias patriotas-, nacía al concierto de las naciones enel fragor del fuego cruzado entre el fin del dominio colo-nial británico y la primera guerra palestina-israelí.

La declaración de la Independencia de Israel, miradadesde el bicentenarioEn efecto, la declaración de la independencia de Israel seproclamó coincidiendo con la finalización legal delMandato Británico de Palestina, y en una fase aguda deguerra civil judeo-palestina estallada inmediatamente porla resolución de la ONU sobre la partición de Palestina endos Estados, uno árabe y otro judío. La comunidad hebreala había aceptado, mientras que la comunidad y elmundo árabe la rechazaron.Desde fines de 1947, la primera etapa de la confrontaciónentre fuerzas sionistas y de árabes palestinos adoptocontornos de una verdadera guerra civil inter-comunitariaen Palestina durante los últimosmeses delMandato colo-nial británico, diciembre de 1947-mayo de 1948.Movilizaciones y escaramuzas dispersas, pero muy vio-lentas, se sucedieron para el control de caminos –espe-cialmente a Jerusalén– y de posiciones tácticamenteimportantes, conforme avanzaba la evacuación británica.Durante esta etapa hubo también grandes enfrentamien-tos urbanos cuyas víctimas fueron población civil en asen-tamientos judíos y aldeas árabe-palestinas.La resistencia del nacionalismo palestino para impedirque los sionistas implementasen la partición del territorioconsiguió apoyo del Ejército de Liberación (o Salvación)Árabe, organizado con 6.000 soldados desde Siria por laLiga Árabe, y comandado por Fawzi al-Qawuqji, pero nologró quedar subordinado alMufti de Jerusalén, enviado aexilio a El Cairo por los británicos. El Ejército del Jihad-

(Yihad) o Guerra Santa, una segunda fuerza armada dealrededor 10.000 voluntarios de la HermandadMusulmana provenientes de Egipto y otros países árabes,fue comandado por Abdel Qadir al Huseini, sobrino delMufti de Jerusalén, y por Hasan Salama1.Desde fines de noviembre 1947 y hasta febrero 1948, elIshuv se restringió a defender sus posiciones, pero desdemediados de mayo 1948 pasó a la ofensiva y neutralizó laviolencia palestina. Recordemos que esta fue la coyuntu-ra bélica y política cuando fue proclamado en Tel Aviv elestado hebreo. Mientras Jerusalén se encontraba cercadapor las tropas bien equipadas de la LegiónÁrabe jordanasen el fragor de la guerra civil.El lector de la declaración de la independencia israelí hoyse asombra de que su discurso haya sido totalmentelaico; por ejemplo, no invocaba “al Eterno que preside eluniverso”, como en la declaración de la independenciaargentina; sin embargo, sí establecía un vínculo profun-do con la cultura, el territorio bíblico y la nación, en tantocomunidad histórica y también imaginada:“ERETZ ISRAEL fue la cuna del pueblo judío. Aquí se forjósu identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí logró porprimera vez vivir como pueblo libre y soberano, creandovalores culturales de significado nacional y universal, ylegó al mundo el eterno Libro de los Libros”

La democracia liberal como fundamentoPor un lado, el acta de fundación del flamante estadojudío apelaba a la legitimidad internacional de lasNaciones Unidas, y su resolución de crear dos estados,amén de recordar que “el derecho del pueblo judío a esta-blecer su propio estado es irrevocable”. Por el otro lado,invocaba la voluntad de soberanía política del nuevo esta-do para reconstruir a la nación, “luego de haber sido exi-liado por la fuerza de su tierra” y después de “la catás-trofe que recientemente azotó al pueblo judío”Pero si la reconstrucción de la nación judía mediante unestado etno-nacional se legitimaba por los “sobrevivien-tes del holocausto nazi en Europa, como también (por)judíos de otras partes del mundo, (que) continuaron inmi-grando a Eretz Israel superando dificultades, restriccionesy peligros, y nunca cesaron de exigir su derecho a una vidade dignidad, de libertad y de trabajo en su patria nacio-nal”, el otro fundamento de reconstrucción nacional fue lademocracia liberal.En efecto, el “derecho natural del pueblo judío de serdueño de su propio destino, con todas las otras naciones,en un Estado soberano propio”, se comprometía solemne-mente a respetar principios básicos democráticos de plu-ralismo, libertad e igualdad. Un artículo seminal de ladeclaración afirma de que el nuevo estado “promoverá eldesarrollo del país para el beneficio de todos sus habitan-tes; estará basado en los principios de libertad, justicia ypaz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel;asegurará la completa igualdad de derechos políticos ysociales a todos sus habitantes sin diferencia de credo,raza o sexo; garantizará libertad de culto, conciencia, idio-ma, educación y cultura “Quienes forjaron el estado argentino necesitaron espe-rar hasta el fin del ciclo de las guerras civiles y la organi-

No sería una extemporaneidad baladí reflexionar sobre el bicentenario de la independencia argentina en unasuerte de “payada a contrapunto” desde Jerusalén para oír concordancias y disonancias históricas con la

independencia israelí.

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zación nacional para que la Constitución de 1853 y sureforma en 1860 adoptaran los principios liberales deinclusión nacional a “todos los hombres de buena volun-tad” que quisieran habitar su territorio, sean nativos einmigrantes. La sociedad civil argentinizaba medianteuna identidad nacional homogeneizadora, inspirada enpropuestas contradictorias de Alberdi y Sarmiento, tantoa provincianos federalistas como al aluvión de extranje-ros inmigrantes convocados por el estado-nación sindiferencias de raza, religión, etnicidad o lenguas.Hay algo más que se me ocurre en esta payada contra-puntística reflexiva sobre la formación del estado nacio-nal israelí y el argentino. Sólo acabada la guerra de laindependencia y después de las luchas fratricidas civiles,el discurso argentino de la unanimidad nacional pudoforjarse gracias a décadas de paz y prosperidad moder-nizadora en la más europea de las naciones sudamerica-nas.En Israel, en cambio, las consecuencias de la guerra de suindependencia se han de sentir durante décadas, pero sinque la ausencia de paz impidiera a los millones de inmi-grantes abroquelarse con la nueva identidad nacionalhebrea; por el contrario, tanto la modernizacion“high–tech” y el “Israel start-up” del mas europeo paísdel Medio Oriente pudo llevarse a cabo en coyunturas deviolencia, guerra y terrorismo.Hay analistas que sostienen que la guerra de laIndependencia 1947-9 todavía no ha terminado, y que adiferencia de otros países descolonizados, la guerra delestado judío por su existencia continúa aun 68 años des-pués. Recordemos que a pocas horas de proclamada laindependencia, el 15 de Mayo, la Liga Árabe le declaró laguerra a Israel con el designio de abortar la particiónterritorial en Palestina . Ese mismo día, invadían los ejér-citos de Egipto, Jordania, Siria, Iraq y Líbano. Habíacomenzado la segunda guerra israelo-arabe (1948-49)que supuso la completa internacionalización del conflictosionista-palestino, triunfando el intento de subsumir laNación palestina en el panarabismo pan-nacionalista dela Liga Arabe.Luego de la segunda tregua, impuesta por el Consejo deSeguridad de la ONU, desde el 18 de julio hasta el 15 deOctubre de 1948, Israel lanzó una serie de acciones ofen-sivas que al 10 deMarzo 1949 lograron expulsar a los ejér-citos árabes invasores; las fuerzas de defensa israelíesocuparon la zona de Jerusalén occidental y el corredorhacia ella, la Galilea Occidental y una parte de la costa

entre lo que es hoy Ashdod y el Norte de la Franja deGaza.La guerra entre Israel y los países árabes, salvo Iraq, cesóformalmente con los armisticios de 1949. El primer armis-ticio fue firmado por Israel con Egipto en Rodas, el 24febrero 1949. El segundo con Líbano, el 23 de Marzo de1949. El tercero con el rey Abbdallah el 3 abril 1949, des-pués que Israel consintió de que la Legión Arabe anexaraa Jordania casi toda la Cisjordania reservada al estadoárabe, segun el plan de partición y suprimió cualquiersigno de identidad nacional palestina . El cuarto y últimoarmisticio Israel lo firmó con Siria el 20 de Julio.Ahora bien: si la guerra de independencia de 1948-49cesó mediante armisticios bilaterales, el nuevo estadonacional judío nunca se imaginó que la Naqba (oCatástrofe Nacional Palestina), y sus aproximadamente700.000 refugiados irían a fundar una nación desterradaen procura de un estado independiente que cuestionaríala legitimidad misma del estado de Israel.

Guerra, independencia nacional y Naqba.La guerra de 1948-49 frustró la demanda árabe y palesti-na del Estado Palestino único e indivisible; sin embargo -a través del exilio forzado y la diáspora de cientos demiles de refugiados que se septuplicaron- legitimaron ala Nación palestina, la cual juraba retornar a sus abando-nados/evacuados hogares desde los campamentos deJordania, Siria, Líbano, Egipto2.Pocas narrativas históricas de países que libraron guerrasde independencia han generado disputas interpretativasfuertemente ideológicas y apasionadas. Una difundidanarrativa sobre la responsabilidad israelí en la guerra1947-49 sostiene que fue transformada en coartada béli-ca para frustrar no solamente la creación del estadopalestino legitimado por la ONU, sino también parahomogeneizar étnica y demográficamente el estado judíoindependiente Es la tesis central sobre limpieza étnica depoblación palestina según el historiador israeli IlanPappe. 3

Inversamente, la crítica a la posición ideológica de Pappees sostenida por otro historiador también israelí: BennyMorris. El demuestra que la guerra de 1947-1949 fue ini-ciada por los árabes palestinos tras la resolución de par-tición de la ONU y que el problema de los refugiados fueel resultado directo de esa guerra y no de designios pre-vios. Además, Morris desmitifica la existencia de unsupuesto plan de expulsión sistemática de los árabespalestinos, o que hubiera habido preparativos para ello.

El historiador ofrece pruebas de que en los cuatro prime-ros meses de la guerra –Diciembre 1947-Marzo 1948- nose registraron expulsiones masivas, ni destrucción dealdeas, a diferencia de lo que sucederá durante los com-bates después de la invasión de los países árabes. Sinembargo, el desplazamiento de poblaciones palestinashacia fuera de los lindes del futuro Estado de Israel erainherente a la ideología y prácticas sionistas previas,pero según el autor se ejecutaron de modo legal desdelas primeras décadas de la inmigración sionista a travésde la compra de tierras y el desalojo legal de sus ocu-pantes 4.

¿Quo Vadis, aquí y allá, la independencia nacional?A pesar de las inmensas diferencias y el tiempo transcu-rrido, los avatares de la independencia de Argentina eIsrael nos acicatea a reflexionar y a formularnos pregun-tas semejantes: ¿Quiénes realmente somos? ¿Adónde vanuestra frágil democracia representativa? ¿Qué pasó conlas utopías sociales de los fundadores de nuestros esta-dos? Pareciera que una simultánea re-evaluación de laidentidad colectiva alentase a intelectuales -allá y acá- ala impostergable necesidad de superar las miopías delnacionalismo que dieron a luz los estados de Argentinay de Israel.Como si, no obstante las obvias desemejanzas geopolí-ticas, necesitáramos volver a compartir una comúnurgencia de exhumar antiguas y nobles nociones fede-rativas transnacionales; y, especialmente, imaginarnuevos pactos de ciudadanía e identidades colectivasque nos ayuden a acometer la segunda independencia,liberándonos del odio, la violencia y una guerra quenunca se acaba.

* Doctor en Historia (UBA), profesor emérito e investigador delInstituto Truman- l Universidad Hebrea de Jerusalén, y director de larevista literaria NOAJ.

1. Mario Sznajder, Breve historia de Israel, inédito, próxima aparición por ElColegio de México2. Ahmad H. Sa'di, Lila Abu-Lughod, Nakba: Palestine, 1948, and the Claims ofMemory. Columbia University Press, 20073. Pappe, I, La limpieza étnica de Palestina, Madrid, Critica, 20064, Benny Morris The Birth of the Palestinian Refugee Problem Revisited. NewYork: Cambridge University Press, 2004; ver la polemica Morris-Pappe , BennyMorris, “Politics by other means,” New Republic, March 22, 2004,http://www.newrepublic.com/article/books-and-arts/politics-other-means-0;Ilan Pappé, “Response to Benny Morris’ “Politics by other means” in the NewRepublic,” The Electronic Intifada. 30 March 2004 enhttps://electronicintifada.net/content/response-benny-morris-politics-other-means-new-republic/5040)

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Por Mariano Szkolnik *

La ucronía, es decir, el ensayo sobre acontecimientosnunca ocurridos –pero que pudieron haber sucedido–,constituye un género literario al cual muchos novelis-tas, ensayistas e historiadores se atreven. Lejos de lahistoria “real”, la historia contrafáctica tiene el atrac-tivo de conducir al lector o lectora por universos ine-xistentes, pero no por ello improbables. En estos ejer-cicios, es lícito preguntarse qué habría pasado siAdolf Hitler hubiese ganado reconocimiento, reputa-ción y fama como artista plástico a su regreso de laPrimera Guerra (o si hubiera muerto en una trinchera),o cuál habría cual sido el destino argentino alternati-vo si el Comité Confederal de la CGT no declaraba lahuelga general, que propició la masiva movilizacióndel 17 de octubre de 1945. Un exponente contemporá-neo de esta corriente “historiográfica” es el escocésNiall Ferguson, compilador de los ensayos reunidosen el libro Historia Virtual (Ed. Taurus, 1999). Tras suatenta lectura, resulta claro que sus autores entien-den a la historia como el emergente de procesossociales, antes que el fruto de la agencia de un indivi-duo o conjunto acotado de ellos. Es decir, la crisis deposguerra y el fracaso de la República de Weimar encontener una multiplicidad de demandas que atrave-saban a la sociedad alemana habrían sido el caldo decultivo para la conformación de un movimiento popu-lar por derecha, que encontró en Hitler a su líder caris-mático; en nuestro país, el proceso de modernizaciónfruto de un incipiente desarrollo industrial endógenohubiese encontrado necesariamente su cauce políti-co, con independencia del rol desempeñado por elcoronel Perón. En definitiva, es posible afirmar que ladinámica social, en última instancia, se desarrolla ydesenvuelve bajo condiciones existentes más allá detodo liderazgo o personalismo.La sobredeterminación argentina¿Qué hubiera sucedido si, la noche del 22 de noviem-bre de 2015, Daniel Scioli ganaba el balotaje por ape-nas dos puntos porcentuales? La exigua diferenciaentre ambos candidatos hace suponer que la moneda“cayó de canto”, mostrando a un electorado partido almedio. Conjeturar la victoria del entonces gobernadorde la provincia de Buenos Aires no sería descabella-do, aunque el ejercicio implique un riesgo para quiensuscribe estas líneas, puesto que nos obliga a transi-tar por la delgada línea que separa la literatura delanálisis político.Si bien el 10 de diciembre el sol brillaba, Scioli nohabría asumido contando con el beneplácito de losplanetas alineados. Las denuncias de fraude frente aun resultado tan ajustado, amplificadas por una opo-sición mediática rabiosa, hubieran signado la ceremo-nia en el Congreso. Si una parte importante de lapoblación consideró ilegítimo al gobierno de CFK,asumida tras obtener un 54% de los votos, aventajan-do por un abismo a los candidatos opositores, unScioli ganador por dos puntos hubiese sido sospecha-do y vapuleado con toda saña.Ya en las primeras semanas, la presión sobre el dólarhabría hecho insostenible el valor del tipo de cambio.Transcurridos los seis primeros meses de la nuevagestión, una tras otra se habrían sucedido corridascambiarias y bancarias, remedando aquel golpefinanciero que hirió mortalmente al gobierno de RaúlAlfonsín. En un coordinado juego de pinzas, buitres yagentes locales hubieran presionado sobre un nivelde reservas menguante y exánime, dada la reticencia

lesiva de los agroexportadores a vender los porotos yliquidar las divisas en el Banco Central. Entonces sí, ladevaluación hubiera sido inevitable. La variación delos precios domésticos se habría acelerado, productotanto de la devaluación (por más leve o drástica quehubiera sido) como por la fijación de precios en unmercado de bienes y servicios fuertemente concentra-do.Un Estado con dificultades de financiamiento, acosa-do por la oposición, con cuatro o cinco marchas ycacerolazos masivos desde el día en que asumiera,habría tenido que eliminar parcialmente los subsidiosa los servicios, tratando de atemperar el impacto de lamedida para no erosionar el apoyo de su base social.La quita de subsidios no habría significado un tarifazo(en el sentido socialmente insensible del término),sino un ajuste, aunque retratado como un “Ataque albolsillo de los más humildes” en la tapa de los princi-pales diarios del país.El Poder Judicial hubiera frenando cualquier incre-mento en los servicios y transportes, –asfixiando con-tablemente al gobierno–, obrando como ariete de unaoposición envalentonada por haber arañado el controldel Estado con un 49% de los votos. La militanciakirchnerista (la orgánica y la inorgánica, aquella quesalió a pelear el voto a Scioli en la segunda vueltaelectoral) se hubiera enfrentado a una disyuntiva pordemás incómoda, justificando el ajuste como estrate-gia para “salvar” al gobierno Nacional y Popular.Ajustar para defender el trabajo... hubiese sido lacomidilla de la oposición mediática y parlamentaria,insostenible incluso para el kirchnerismo, dado queDaniel nunca llegó a concitar una adhesión equiva-lente a la de CFK.La imagen de Scioli y Cristina hubieran tocado rápida-mente su piso histórico, atravesados por el descon-tento general, alimentado por denuncias reales odibujadas, y el desgaste de una gestión con treceaños a cuestas. Muchos ciudadanos y ciudadanas,azuzados por los medios, se mostrarían arrepentidospor no haber votado un “cambio”. Macri habría creci-do en estos meses, ganando espacio en la considera-ción del público al enunciar por todos los medios a sudisposición que él nunca hubiera tomado “el caminodel ajuste”. La renuncia de un Scioli atravesado porlas internas del peronismo, acorralado por los agen-

tes económicos, desprestigiado y deslegitimado antesu propia base social, hubiera sido sólo cuestión detiempo. Tras la designación de un presidente provi-sional menor (Zannini no hubiera podido asumir deningún modo; en estos casos, la fórmula de consensosupone designar a un senador o gobernador), y laconvocatoria a elecciones, Macri habría ganado conun amplio margen, obteniendo mayor legitimidad ypoder del que hoy tiene. Su acción de gobierno hubie-ra desfinanciado aún más el Estado (vía reducción yeliminación de retenciones) y profundizado el ajuste,tal como viene sucediendo en la historia real.Sófocles al poderComo ya fuera mencionado, la historia es producto deprocesos sociales. La redistribución regresiva delingreso operada en muy poco tiempo, el ajuste tarifa-rio, la suba de costos a la producción local, la reduc-ción de barreras arancelarias a la importación, eldesempleo y el embate contra la estructura y funcio-nes del Estado no eran inevitables, y mucho menos,medidas “necesarias”. Pero el escenario se fue pre-parando para que el desenlace fuera el presente.Como en una tragedia de Sófocles, la historia tendióuna trampa, y el pueblo cayó en ella: la ilusión neoli-beral de una vida mejor, la sacrosanta idea de alter-nancia que expulse a los corruptos, a los inmorales, alos antirrepublicanos para dejar espacio a los probosque se presentan a sí mismos como individuos sin his-toria previa, sin máculas ni doble moral, obligadospor las circunstancias a tomar el control del Estadopara restaurar una senda que el populismo sembrócon minas terrestres. Luego, toda evidencia de laregresividad social, o todo hecho de corrupción(sociedades offshore o cuentas en Bahamas) son jus-tificados con la misma vehemencia con la que hubie-ran sido condenados, de haber ocurrido durante elgobierno anterior.Muchos ajustados se resignan frente al ajuste, casicomo la reacción automática de un espíritu de época.Otros, no tanto… algunos trocan aceptación por indig-nación… otros comienzan a creer que el sueño se ter-minó…

* Sociólogo. Docente de la UBA.

¿Y si ganaba Scioli?

Balanceprovisoriodeunapresidenciaqueno fue

Seis meses atrás, asumía la presidencia Mauricio Macri, candidato triunfante del conglomerado partidario“Cambiemos”. Quienes lo votaron (y quienes no también) esperaban algún “cambio”, concepto en torno al cual el

empresario había articulado su campaña. No hizo falta esperar los célebres “cien días de gracia”: la primera semanade gestión fue tiempo suficiente para comprender cuál era el carácter y sentido del cambio que proponía imprimir elnuevo gobierno a la conducción de la sociedad en general, y al Estado en particular. Pero, ¿cuál hubiera sido el cursode los acontecimientos si la presidenta saliente colocaba la banda celeste y blanca sobre el pecho de un triunfante

Daniel Scioli? ¿Es posible analizar una realidad que no tuvo lugar?

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Internacionales 15 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Por Jonathan Wheeler y Victoria Wigodzky *

Para empezar, algunas características básicas del sis-tema electoral estadounidense para entender suimpacto en estas elecciones. El voto en EstadosUnidos no es obligatorio. Inclusive los niveles másaltos de votación en la elección general no tienden asuperar el 60 por ciento de todo el electorado elegi-ble. Entre enero y julio, los candidatos a presidenteson elegidos a través de un proceso de primarias,extremadamente complejo y descentralizado, duranteel cual los estados eligen ‘delegados’ que irán a una‘convención’ donde cada partido ratificará a los candi-datos nominados que los electores seleccionaron. Sinembargo, cada estado establece distintas reglas queregulan la manera en la cual los votos del electoradodurante las primarias serán traducidos en votos en laconvención.Teniendo esto en cuenta, es posible que Trump hayagenerado más artículos en el mundo sobre su candi-datura que el número de votos que ha recibido duran-te las primarias. Al 31 de mayo, había recibido sólo11,5 millones de votos, o 41,6% de todos los votosregistrados en las primarias republicanas. Sin embar-go, se estima que sólo un 20% de todos los electoreselegibles votarán en las primarias republicanas, locual significa que menos de un 9% de toda la pobla-ción estadounidense habrá votado por Trump.El 19 de julio, durante la Convención NacionalRepublicana, Donald Trump fue oficialmente nomina-do candidato presidencial por parte del partidoRepublicano. Trump ha podido conseguir la candida-tura a pesar de haber ganado una mayoría relativa devotos, porque las primarias republicanas comenzaroncon un total de 19 candidatos, lo cual dividió el campoelectoral del partido conservador. Además, variosestados asignaron sus delegados en base a un siste-ma de ‘ganadores absolutos’ (winner takes all).Entonces, si bien Trump ganó el estado de Florida consolo 46% del voto, recibió la totalidad de delegadosde ese estado (99 de los 1237 que necesitaría ganarpara ser seleccionado el candidato Republicano).Esto no significa que no tenga un alto nivel de popu-laridad, o posibilidades de ganar. La mayoría de suapoyo proviene de sectores blancos, mayoritariamen-te hombres, de clase media-baja, rezagados y aleja-dos del ‘sistema’, que sienten un marcado deterioroen su posición económica y social en la sociedad esta-dounidense, especialmente desde la Gran Recesióndel 2008. Han sido aquellos más perjudicados por lapérdida de puestos de trabajo en el sector industrial,cuyo principal culpable consideran haber sido losacuerdos de libre comercio firmados por gobiernostanto republicanos como demócratas desde la décadade los 90.Este sector cree que la ‘inmigración descontrolada’–especialmente la presencia de más de 11 millones deinmigrantes predominantemente latinos— le ha qui-tado injustamente el trabajo y ha deprimido el salariomínimo. Finalmente, temen y resisten cambios socia-les ‘liberales’ (en el sentido norteamericano de lapalabra) que desde su perspectiva erosionan la tradi-cional estructura social que había posicionado al‘hombre blanco trabajador’ en la cúpula del escalafónsocial estadounidense durante toda su historia. Estosavances van desde el matrimonio igualitario y la inci-piente ampliación de derechos para personas trans, el

aborto no punible y una mayor igualdad salarial paramujeres, hasta el más reciente movimiento BlackLives Matter que lucha contra las políticas y prácticasracistas de las fuerzas de seguridad.En este contexto, Donald Trump promete ‘To MakeAmerica Great Again’ (Volver Hacer de América unGran País) y habla en términos inquebrantables y beli-gerantes, con promesas de representar a aquellos quefueron abandonados y decepcionados por el liderazgode ambos partidos, engañados por los grandesmedios y ‘abusados’ por el resto del mundo.Los dos polos del ‘voto judío’La misma beligerancia ha aplicado Trump en susesfuerzos por ganar el ‘voto judío’, posicionándosecomo un ‘halcón’ y aliado incuestionable de Israel, ygran crítico de las negociaciones del gobierno deObama con Irán. Ha buscado un fuerte contraste con elactual Presidente, a quien se refirió en un discurso enmarzo de 2016 frente al American Israel Public AffairsCommittee (AIPAC) como ‘quizás lo peor que le hayapasado a Israel’. El grupo lobby conservador lo premiócon un fuerte aplauso.Históricamente, sin embargo, los judíos norteamerica-nos han constituido uno de los grupos de electoresmás leales al partido Demócrata. En cinco eleccionespresidenciales entre 1992 y 2008, entre un 76 y un80% del voto judío fue destinado a un candidatodemócrata. Ese número bajó a un 69% en la reelecciónde Obama en 2012. Esta tendencia se puede explicarpor un cambio significativo en la población judía esta-dounidense que se ha ido dividiendo en dos polos ide-ológicamente opuestos: un sector de judíos seculares‘progresistas’, con una población en declive, y un sec-tor de judíos conservadores y ortodoxos, cuya pobla-ción crece cada año.Para el primer grupo, Trump es inaguantable, espe-cialmente sus comentarios sobre las prohibicioneshacia musulmanes y la expulsión de inmigrantes indo-cumentados. Ven la horrorosa reflexión de la retóricanazi de la Alemania de 1930 y muchos se han movili-zado para que la historia no se repita, inclusive nosiendo el blanco de la prometida represión étnica yreligiosa de Trump.Pero para muchos en el segundo grupo, lo que másimporta es la actitud de Trump hacia los judíos, yespecialmente hacia Israel. Para ellos, claramenteTrump se ha posicionado hacia la derecha de HillaryClinton, alguien que, irónicamente, muchos conside-ran bastante “halcón” en la política de EstadosUnidos hacia Israel. No obstante, si Clinton lograhacer campaña fundada en su ideología y su recordhistórico como una incuestionable aliada de Israel,debería poder ganar el voto judío frente a Trump.El efecto SandersAhora bien, Clinton desde un comienzo ha enfrentadoun problema: la inesperada resiliencia de la campañadel senador Bernie Sanders, quien se auto-describecomo un ‘demócrata-socialista’ y ganó considerablepopularidad entre electores jóvenes y demócratas decentroizquierda, cuyo apoyo Clinton necesita deses-peradamente para consolidar al electoradoDemócrata frente a Trump en noviembre. Si bienSanders es el primer candidato judío a presidentepara uno de los dos principales partidos políticos, queha ganado las primarias en varios estados, no halogrado el apoyo contundente que se esperaría entrelos judíos norteamericanos (salvo aquellos sectores

más progresistas de la comunidad). Gran parte deeste fenómeno se puede explicar por su visión máscrítica hacia Israel en su relación con los palestinos.El 12 de julio, Sanders abandonó formalmente la cam-paña para ser seleccionado candidato presidencial delpartido Demócrata y expresó públicamente su apoyo aHillary Clinton. Sin embargo, muchos analistas consi-deran que su respaldo fue "tibio" y que los dos candi-datos se veían algo incómodos juntos, quizás produc-to inevitable de una dura campaña interna y variasdiferencias políticas que no han desaparecido.Más allá de esto, la presencia de Sanders ha obliga-do a Clinton a ajustar algunas de sus posturas paraatraer a los sectores más jóvenes y progresistas.Mientras tanto, Sanders utiliza su influencia como‘segundo ganador’ para incidir sobre la plataformapolítica que el partido adoptó durante la ConvenciónDemócrata en julio. Si bien muchas de las pugnasinternas se darán alrededor de la agenda económicanacional, Sanders ha nombrado gente en el comitéresponsable de elaborar la plataforma política quehan sido públicamente críticos de la actual políticaisraelí y han apoyado la causa Palestina de alguna uotra manera.Estos aliados de Sanders representarán las perspecti-vas de un gran número de activistas jóvenes y / o deizquierda –especialmente del mencionado movimien-to Black Lives Matter – que perciben importantes simi-litudes entre la lucha palestina por recibir mejor tratoy condiciones humanitarias, y su propio activismo encontra de las tácticas policiales represivas que aten-tan las vidas de la comunidad afroamericana y otrasminorías de Estados Unidos.La gran incógnita en noviembre será si Clinton puededemostrar que entiende estas preocupaciones, y quecuenta con políticas nacionales e internacionales paraabordarlas efectivamente. Tendrá que enfrentar estegran reto sin espantar a electores más de centro, des-contentos con el establishment del partido, que podrí-an lanzarse hacia el ‘abrazo del oso’ de Trump.

* JonathanWheeler es Licenciado en Ciencias Políticas e Historia dela Universidad de Michigan y Victoria Wigodzky es Master enPolíticas Públicas con enfoque en Relaciones Internacionales de laUniversidad de Princeton. Ambos se desempeñan como consultorespara organizaciones sociales.

Elecciones en Estados Unidos

El fenómenoDonaldTrumpEste año, el predominio inesperado del presunto candidato Republicano, Donald Trump, ha transformado las próximaselecciones presidenciales en Estados Unidos en una de las más comentadas, y quizás menos entendidas, de los últimostiempos. Su falta de decoro durante la campaña, sus políticas extremadamente reaccionarias hacia inmigrantes latinos ymusulmanes, y su llamado a repensar antiguas alianzas globales han dejado al mundo frente a una extraña mezcla de

fascinación, perplejidad y preocupación.Hay varias preguntas importantes. Primero, ¿cuán generalizado ha sido su apoyo, y cuán cerca está realmente de

convertirse en el presidente número 45 de los Estados Unidos? Segundo, aunque no llegara a ser elegido presidente,¿cómo se explica su sorprendente y alarmante popularidad? Tercero, de especial interés para el público de Nueva Sión,¿cuál ha sido la reacción de la comunidad judía estadounidense frente a su candidatura, y cuán probable es que voten

por él versus su rival Demócrata en las elecciones de noviembre? Y finalmente, mientras tanto, ¿qué está pasando dentrodel partido Demócrata?

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Internacionales16 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Por Bruno Kusevitzky *

En marzo, Jeremy Corbyn se transformó en el líder delPartido Laborista inglés, siendo su más importanterepresentante en la Cámara de los Comunes.Reemplazaba a Ed Miliband, la joven promesa del par-tido. Miliband, quien además es de origen judío,renuncio en 2015 luego del mal desempeño delPartido Laborista en los comicios que hicieron reelegiral ahora ex primer ministro David Cameron, quien fuesucedido recientemente por la conservadora TheresaMay.Corbyn, de amplia trayectoria, representa al ala másradical del Partido Laborista. Fue contrario a la guerraen Irak auspiciada por Tony Blair, y también a la gue-rra en Kosovo, entre otros conflictos. Cercano a nega-dores del Holocausto como Paul Eisen, siempre fuereconocido por un fuerte sentimiento anti israelí.Además de protestar contra Israel en conflictos pasa-dos, ha llegado a declarar que Hamas y Hezbollah sonbienvenidos en Inglaterra porque son sus “amigos“.Nhaz Shah, de origen pakistaní, fue elegida el añopasado diputada laborista. Un mes antes, subió en sucuenta de Twitter un gráfico ubicando el mapa deIsrael dentro de Estados Unidos, con el texto“Solución al conflicto Israel-Palestina. RecolocarIsrael en Estados Unidos. Problema resuelto”, entreotros comentarios ofensivos. El jefe de la bancadalaborista, Jeremy Corbyn, al principio pareció desen-tenderse y no afectar a la diputada. Pero tras una fuer-te presión de representantes de la comunidad judíabritánica, y también del mismo Partido Laborista,Shah fue suspendida del cargo y del partido. Tras loshechos, pidió disculpas, pero no alcanzaron.Al poco tiempo Ken Livingstone, el ex alcalde deLondres por el Laborismo, salió a defender a Shah,alegando que nunca escucho comentarios antisemitasen toda su carrera como dirigente en su partido. PeroLivingstone fue por más: además de criticar fuerte-mente a Israel, agrego que Adolf Hitler simpatizabacon el sionismo. A raíz de dichas declaraciones, elPartido Laborista lo suspendió como miembro.Incluso, Jhon Mann, diputado también del laborismo,enfrento al ex alcalde en plena calle y frente a cáma-ras lo califico de “repugnante racista“, y “apologetanazi“.Vicki Kirby, Beinazir Lasharie, Tony Greenstein y JadimHusain, (concejal laborista y exalcalde de Bradford),entre otros son también miembros del PartidoLaborista que han sido suspendidos (y readmitidos,en algunos casos) por sus declaraciones de contenidoantisemita y/o anti israelí.Aun asi, cuando las aguas se comenzaron a calmarse,

y en medio de la conmoción por el Brexit, Corbyndeclaro que “nuestros amigos judíos no son más res-ponsables por las acciones de Israel o del gobierno deNetanyahu que nuestros amigos musulmanes devarios estados islámicos u organizaciones islámicas.Crobyn fue fuertemente criticado por Israel y organi-zaciones judías, ya que sostenían que comparaba aIsrael con, por ejemplo, ISIS.

ReaccionesLuego de estos sucesos, un Corbyn acorralado mode-ró su antisemitismo y sudiscurso sobre Israelnotoriamente. Inclusiveaclaro que en su partidono había lugar para elantisemitismo y dijo quese arrepentía de susdeclaraciones sobreHamas y Hezbollah.Varios laboristas reac-cionaron fuertementecontra las declaracionesantisemitas de algunosde sus miembros, quefueron suspendidos,inclusive JohnWoodcock pertenecien-te al “Laborismo Amigosde Israel“. El ex primerministro británico, elconservador DavidCameron, aprovechandola mala situación políti-ca de su partido oposi-tor, encaró a Corbyn enun debate en la Cámarade Los Comunes.Condenando el antise-mitismo y a Hamas, ycitando que en su CartaMagna llama a extermi-nar a todos los judíosdel mundo, le pregunto“¿Son sus amigos, sí ono?“ Corbyn respondióque tanto el cómo supartido repudian todotipo de antisemitismo, yque los miembros queincurrieron en dichaacción fueron castiga-dos.

En Israel, paralelamente, Isaac Herzog, líder delPartido Laborista israelí y “hermano“ del partido bri-tánico, invitó a líderes laboristas para que visiten IadVashem – el Museo del Holocausto-, y puedan exami-nar con más claridad el conflicto israelo palestino. Yairlapid, condenó las declaraciones de Corbyn, llamán-dolas “puro antisemitismo”.La crisis del partido laborista inglés es muy abarcati-va, y el antisemitismo no escapa a la cuestión. Sonseñales a tener en cuenta…

El laborismobritánico, en laencrucijadaEn los últimos meses, antes de la salida del Reino Unido de la Unión Europea –Brexit-varios representantes del PartidoLaborista del Reino Unido, expresaron opiniones con una fuerte carga anti Israelí, cuyas connotaciones adquirieron

claros rasgos de antisemitismo.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Internacionales 17 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Por Sebastián Sclofsky *

Luego de conocerse el ataque, comenzaron a surgiruna serie de rumores en relación a los motivos delmismo. La hipótesis de un ataque terrorista apoya-do por el Estado Islámico (EI) surgió en las horasposteriores al ataque. Ambos posibles candidatosa la presidencia de los EE.UU. hicieron eco deestos rumores. El candidato de extrema derecha,Donald Trump, culpó al “Islam radical” y a lacomunidad musulmana del ataque, responsabili-zando a la administración Obama de permitir elauge de EI. El senador republicano John McCain,hizo eco de este discurso y acusó directamente aObama de la matanza de Orlando; culpándolo dehaber permitido el crecimiento del EI y su infiltra-ción en EE.UU. Por su parte, la candidata por elpartido Demócrata, Hillary Clinton, habló tambiénsobre los peligros del “Islam radical”, en una retó-rica anti-islam que hasta ahora había evitado.Los medios de comunicación locales e internacio-nales brindaron apoyo a esta hipótesis. Másimportante aún, la hipótesis de un ataque terroris-ta le permitía tanto a la derecha como a los secto-res más liberales, evitar hablar sobre el hechoindiscutido que este fue un ataque dirigido contrala comunidad LGTBQ, y desconectar el mismo de laretórica de odio y de los actos oficiales y extraofi-ciales de discriminación que esta comunidad vienesufriendo en EE.UU. Un ataque terrorista permitía,por el lado de los republicanos, condenar estaacción contra una discoteca de la comunidadLGTBQ, sin mencionar esto, y continuar el discursoislamófobo. Por el otro lado, la hipótesis terroris-ta, le permitía a los políticos demócratas argumen-tar a favor del control de armas dentro del marcode la seguridad nacional.Lentamente la hipótesis de un ataque inspirado enel EI fue perdiendo fuerza. Independientemente delos motivos individuales que llevaron al asesino acometer tal crimen, no podemos dejar de conside-

rar que este ataque se produce en el contexto deuna campaña de odio y discriminación contra lacomunidad LGBTQ, conectado con una legislaciónque permite el fácil acceso a armas de alto calibre.La Segunda Enmienda y sus peligrosLa facilidad con la cual un ciudadano estadouni-dense puede tener acceso a armas de fuego, inclu-yendo armas de alto calibre, está basada en unainterpretación errónea, descontextualizada yarcaica de un principio republicano clásico expre-sado en la Segunda Enmienda a la Constitución deEstados Unidos. La misma establece que: “Siendonecesaria una Milicia bien ordenada para la segu-ridad de un Estado libre, el derecho del pueblo aposeer y portar armas, no será infringido”.La idea del pueblo participando en milicias popu-lares y tomando las armas para defender su Estadofue claramente establecido, entre otros, por elpensador florentino, Nicolás Macchiavello, en susDiscursos sobre Livi y El Príncipe. Macchiavellodemuestra los riesgos que implican apoyarse enejércitos extranjeros o peor aún, en mercenarios, yestablece la formación de milicias y la participa-ción del pueblo en la defensa del Estado, como unprincipio republicano básico. Estas ideas republi-canas fueron reinterpretadas por los redactores dela Constitución de Estados Unidos. Teniendo encuenta la reciente lucha por la independencia con-tra Gran Bretaña, el rol fundamental que cumplie-ron las milicias, y el miedo a la existencia de unejército permanente controlado por un gobiernocentral, la Segunda Enmienda fue establecida paraproteger la libertad republicana.Fue y es necesario descontextualizar ésta enmien-da para justificar el porte de armas como un dere-cho absoluto garantizado en la Constitución. Tantoel poder judicial como legisladores apoyados eco-nómicamente por el lobby de las armas son quie-nes han establecido el porte de armas como underecho absoluto. La Asociación Nacional de Rifle(NRA), la organización que aglomera a los produc-tores de armas y sus seguidores, ha destinado un

promedio de 2.5 millones de dólares anuales enmateria de contribuciones políticas para evitarcualquier legislación a favor del control de armas.No debemos obviar el hecho de que el auge de laNRA y el apoyo a sus políticas pro armas ha estadodirectamente relacionado con el mantenimiento dela estructura racial de los Estados Unidos. Deacuerdo a datos recogidos por Pew ResearchCenter, la mayoría de los portadores de armaslegales se encuentran en el sur de EE.UU. (36%).Estos son en general hombres, blancos, conserva-dores e identificados con el partido Republicano.Si uno observa el gasto dedicado por la NRA a cam-pañas políticas, este se ha duplicado desde queObama llegó a la Casa Blanca, pasando de1.665.000 dólares en 2008 a 3.605.564 en 2015.

La retórica del miedo y del odioLa retórica del miedo y odio ha estado conectadacon las políticas pro armas. Por más que todavíaqueda por descubrir cuáles fueron los motivos quellevaron al asesino de Orlando a cometer la matan-za del 12 de junio, no podemos obviar los discursosy acciones discriminatorias que la comunidadLGBTQ ha sufrido y continúa sufriendo en estepaís. Desde el ataque contra el matrimonio iguali-tario a las regulaciones de baños públicos queobligarían a personas transgénero a utilizar elbaño correspondiente al género de nacimiento,son solamente un par de ejemplos recientes a loscuales la comunidad LGBTQ ha sido víctima.No es casualidad que son los mismos sectores con-servadores que apoyan la interpretación actual dela Segunda Enmienda los cuales expresan y traba-jan en la legislación de leyes anti-LGBTQ. Las auto-ridades políticas del estado de Florida, por ejem-plo, han intentado eliminar el matrimonio igualita-rio, han permitido la regulación de baños públicosen diversos condados del estado, y han contribui-do a la retórica del odio que hace que el ataque del2 de junio duela, pero no sorprenda.

Las víctimasCuarenta y nueve personas fueron fríamente ase-sinadas en la madrugada del 12 de junio, víctimasdel odio expresado por un individuo, pero ali-mentado por una retórica política de discrimina-ción que ha sido una constante en la historia deeste país. La más joven tenía 18 años, la mayor50. Venían de todo el mundo, en su mayoría lati-nos, trabajaban en diversas profesiones, eranmiembros de la comunidad LGBTQ. Historias devidas cortadas tempranamente, como el caso deBrenda McCool, de 49 años. Crió a 12 hijos, derro-tó al cáncer dos veces, había ido a Pulse con suhijo gay, el cual sobrevivió al ataque. ChristopherLeinonen, 32 años, asesinado junto a su novio,Juan Guerrero, de 22 años. Christopher habíaorganizado la primera asociación de alianza gay-straight en su secundario.Todos ellos víctimas de la acción de un individuocon motivos particulares, pero alimentado por ladiscriminación y el odio, combustible del negociode las armas en los Estados Unidos.

* Candidato a doctor en ciencia política en la Universidad deFlorida. Reside en Estados Unidos desde 2011. Su tesis de docto-rado investiga las experiencias, en su mayoría violentas, de losresidentes de la periferia de San Pablo y del sur de Los Ángelescon la policía.

LaMatanza de Orlando

Discriminaciónyodio, los combustiblesdelnegociode lasarmas

En la madrugada del 12 de junio, en medio de una fiesta latina, Omar Mateen ingresó a la discoteca Pulse, dedicada ala comunidad LGBTQ, armado con un rifle Sig Sauer MCX, y comenzó a disparar. Aproximadamente cuatro horas más

tarde, la policía tomaba control del local. Omar Mateen asesinó a sangre fría a cuarenta y nueve personas y dejó a másde cincuenta heridos.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Memoria18 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Por Darío Brenman *

Cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, los paísesvencedores, impusieron a Alemania, en el Tratado deVersalles, condiciones económicas humillantes paraque aceptase toda la responsabilidad moral y materialde haber causado la guerra y, bajo los términos de losartículos 231-248, Alemania debió desarmarse, reali-zar importantes concesiones territoriales y pagarexorbitantes indemnizaciones económicas a los ven-cedores.A todo esto hay que sumarle la crisis hiperinflaciona-ria de 1922, las crisis políticas, la caída de un 40% delos ingreso de divisas luego del crack financiero de1930; la bajada del nivel de precios de bienes y servi-cios que deterioraron la industria, y los importantesparos obreros durante 1932.En ese contexto, las grandes empresas se fueron acer-cando al partido político con mayores posibilidadesde ganar las elecciones y este fue el PartidoNacionalsocialista Obrero Alemán. El empresariadode ese país entraría en una puja interna con el gobier-no ya que Hitler propugnaba la nacionalización comométodo de control absoluto sobre la economía.Aún así muchos empresarios alemanes estaban con-sustanciados con el nuevo régimen, por eso tuvieronpuestos de relevancia en el esquema político y econó-mico de ese gobierno. El caso del banquero Kurt vonSchröder, que financiaría a gran parte del partidonacionalsocialista a partir de diciembre de 1932, es unejemplo de un hombre de negocios consustanciadocon nazismo.El programa económico del Reich, fue diseñado y diri-gido por Hjalmar Schacht, un funcionario que fue pri-mero presidente del Reichsbank y luego Ministro deEconomía. Si bien no tenía un gran apego por la ideo-logía nazi, movió sus influencias para que Hitler reci-biese el apoyo de la gran industria alemana. Comofuncionario de economía “desarrolló un plan de estilokeynesiano, en el que la inversión pública y el gastopúblico se dispararon, todo ello financiado de unaforma un tanto particular gracias a los Bonos MEFO –una empresa fantasma que hacía de intermediarioentre el Estado y las empresas de armamento parapoder esquivar las restricciones económicas delTratado de Versalles –. Dicha inversión pública crece-ría entre 1933 y 1935 un 350% y un 800% hasta 1938;mientras el gasto en armamento se elevó en un2300% esos mismos años”, sostiene FernandoArancón, docente de la Universidad Computense deMadrid.En el negocio de la guerra, uno de los empresariosemblemático de ese momento fue Ferdinand Porsche,quien además de fabricar en masa un auto baratocomo el Volkswagen, fue durante la guerra cuandodiseñó vehículos como el Kubelwagen, e incluso llegóa inventar un versión anfibia como el Schwimmwagen.Al finalizar la guerra, Porsche estuvo preso en Franciaacusado de usar mano de obra esclava en sus fábri-cas. A los dos años fue puesto en libertad.Otras de las firmas que dieron su apoyo a Hitler fueBayerische Motoren-Werke (BMW), que estaba con-sustanciada con el régimen nazi inclusive antes delcomienzo de la Segunda Guerra Mundial. Su aporte alnazismo consistió en fabricar piezas para el funciona-miento de las armas así como también los sistemaseléctricos para submarinos y la fabricación demotoresde avión.La fábrica Ford también sacó tajada de la mano deobra esclava con algunas fábricas en Renania. En estecaso, su dueño, Henry Ford, fue un militante antisemi-ta que culpaba a los judíos de las penurias económi-cas y sociales de Alemania. Los relevamientos históri-

cos dan cuenta de la gran estima que se tenían Ford yHitler. La relación era tan profunda que en 1938 se leregaló al magnate americano la Gran Cruz del Águilade ese país, la condecoración más alta que un extran-jero podía recibir del régimen nazi.La empresa química IG Farben, que hegemonizaba enese momento casi todo el sector químico, instaló unafábrica en Auschwitz, en donde se cree que murieroncasi 25.000 judíos. En ese sentido, establecimientoscomo Siemens o Krupp hicieron lo mismo. Otro casofue el de la empresa Bayer, que participó en la fabri-cación del gas Zyklon B, usado en las cámaras de gas.Para finales de 1933, los judíos ya eran perseguidosen toda Alemania. En ese contexto, Hugo Boss, unfuerte empresario textil, tuvo como trabajo diseñar lavestimenta a personeros del régimen. Boss, miembro

Grandes corporaciones y nazismo

ElapoyocapitalistaaHitlerMuchas empresas que comercializan actualmente marcas líderes reconocidas internacionalmente, fueron entre 1933 y1945 cercanas y beneficiadas por el régimen nacionalsocialista. Estas corporaciones fueron las que sostuvieron granparte del esfuerzo alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Kodak, Bayer, Coca Cola, Nestlé, IBM, BMW, entreotras. Como era de esperarse, ninguna recordó durante la posguerra sus vínculos con el nazismo. Sucede que estas

mismas firmas tuvieron un rol fundamental en la recuperación alemana, por eso los aliados durante muchos años omi-tieron el rol de estas empresas durante el nazismo.

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del partido nazi, concibió las camisas pardas de losjóvenes de las Hitlerjugens y el traje negro de las temi-bles SS. Los colores nunca se elegían azarosamente,tenían un significado de lo que se quería demostrar.“Si los animales usan colores para avisar de su peli-grosidad, estaba claro que los nazis también lo hací-an”, decía Boss.En el contexto de la guerra, la popular marca deporti-va a nivel mundial Adidas reinventó su negocio, alfabricar vestimenta para el ejército y el lanzagranadasPanzerschrek. Al finalizar la contienda mundial,Rudolf Dasser, uno de los dueños de este emporio, fueacusado por sus vínculos con el nazismo. Algunas ver-siones sostienen que fue delatado por su hermanoAdolf, quien tiempo después fue el único que siguiócon la marca Adidas.

Negocios son negociosSiempre se dijo que el capital no tiene fronteras y quenegocios son negocios. Por eso, el tema del armamen-tismo y la esclavitud no es exclusivamente deAlemania. General Motors compró la marca Opel antesde la guerra, y a pesar del enfrentamiento entreEstados Unidos y Alemania lo siguieron fabricandodesde Colonia.Otros de los que recibió la Gran Cruz del Águila fueThomas Watson, fundador de la empresa informáticaIBM, por su aporte en el diseño de automatizar la des-trucción de la vida humana con precisión matemática.Cuando Adolf Hitler llegó al poder, su objetivo era laidentificación y apresamiento de unos 600.000 judíosalemanes. Esto no se hubiese podido realizar sin unmecanismo preciso de relevamiento de datos en regis-tros municipales, religiosos y gubernamentales detoda Alemania y luego en toda Europa. El aporte deIBM fue fundamental para que el régimen pueda reali-zar esa tarea.Dentro del rubro alimenticio aparece la empresaNestlé, quien además de girar fondos para partidosfascistas de Suiza y otros lugares del mundo, empleómiles de prisioneros para su producción. En el año2000, esta empresa tuvo que solventar 10 millones deeuros como resarcimiento a las víctimas que paraellos trabajaron.Coca Cola fue otras de las empresas que estaban enambos lados de mostrador. La afamada compañía debebidas no pudo comercializar su producto en esepaís, por lo que creó la marca Fanta, vendida en esemomento únicamente en Alemania. Se calcula quesólo en 1943 vendieron allí alrededor de tres millonesde cajas.Hasta 1943, el nazismo no lanzó al país hacia una eco-nomía de guerra. La demora de esta medida se debe aque el objetivo era mantener cierta paz social. En lamedida que la guerra avanzaba, muchos prisionerosde guerra e indeseables para la raza aria eran envia-dos a Alemania como mano de obra esclava. Se estimaque hacia 1944 en el Tercer Reich hubo unos 7,5 millo-nes de estos esclavos. Empresas de ese país fueronbeneficiadas por este tipo de mano de obra que teníaque trabajar en forma ilimitada, incluso hasta morir.

Siempre había más esclavos que podían sustituir a losfallecidos.Cuando culminó la guerra, las mismas empresas queapoyaron el régimen nazi, intentaron convencer a lospaíses vencedores sobre el rol fundamental que tení-an en la reconstrucción alemana. Los aliados no sola-mente borraron el pasado oscuro de estas corporacio-nes, sino que también reconstruyeron y pusieron enfuncionamiento de nuevo las fábricas.A pesar de la amnesia de varios países, los propiosdamnificados por el trabajo esclavo lucharon para queaquella tragedia colectiva no quede impune y activa-ron recursos judiciales contra las empresas que estu-vieron vinculadas al Tercer Reich. Algunas de las que

no querían ver perjudicada su imagen comenzaron aindemnizar a las víctimas mientras que otras se des-marcaron de su pasado.Ante la presión internacional, Alemania creó en1999 un fondo compensatorio para las víctimas, porlo tanto muchas empresas como Allianz, BASF,Bayer, BMW, Daimler-Chrysler, el Deutsche Bank,Friedrich-Krupp, Krupp-Hoesch, Hoechst, Siemens,Volkswagen y el Dresdner Bank tuvieron la obliga-ción de indemnizar a sobrevivientes. Sin embargo,esto ocurrió solamente con los afectados de nacio-nalidad alemana. Los damnificados del este euro-peo apenas han visto ese dinero.* Periodista

Periodismo judeoargentino con compromiso | Memoria 19 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura20 NUEVA SION #987 Julio / Agosto 2016

Sh.S: Por una parte, estoy preocupadopor la continuación del conflicto israelo-palestino, con sus consecuencias demuerte y heridos, en ambas partes. Peroespecialmente por la influencia que lacontinuación de la ocupación de territo-rios palestinos tiene sobre la democraciaisraelí.Me preocupa que adolescentes palesti-nos salgan a atacarnos a cuchillazos,pero más me preocupa que un soldadollegue al escenario de un ataque de estetipo (que terminó con dos palestinos ago-nizando por los balazos de casi adoles-centes israelíes -soldados- que les dispa-raron para "neutralizarlos"), tome unrifle en sus manos, le dispare a la cabezaal palestino herido para rematarlo, y des-pués reciba felicitaciones y apoyo porparte de ministros, diputados y vocesdesenfrenadas de las redes sociales de laderecha israelí.Sobre todo, me preocupa la coalición queactualmente gobierna nuestro país, quese especializó en la manipulación electo-ral del miedo para mantenerse en el poder. Y desde elpoder, y bajo el manto del miedo, promueve leyes dis-criminatorias y antidemocráticas que Ehud Barak, exsocio político del Premier Benjamin Netanyahu, definecomo "fascistoides".

NS: Una definición de Barak, ex Jefe de EstadoMayor y ex Premier, que si la realizara un miembrode la comunidad judía organizada de la diásporasería tratado de "Traidor"...Sh.S: Justamente, este es el tema que me aflige comoquien vive en Israel ya hace 40 años pero le preocupala situación de los amigos que viven en la Argentina, ymuchos judíos y no judíos en el mundo, a los que lesresulta cada vez más difícil identificarse con la políti-ca del gobierno israelí y su relato oficial. Un relato quelas dirigencias comunitarias en Latinoamérica recibencon obediencia indiscriminada, obrando voluntaria-mente como portavoces oficiosos de cualquier medidaarbitraria del gobierno israelí, y asumiéndolas comopropias.A mi entender, esta actitud descoloca a las dirigenciasante la opinión pública de sus países ("¿Representanlos intereses de los judíos locales o los de un gobier-no extranjero?"), llevando a muchos judíos -y muchosbuenos que conozco personalmente- a dejar de actuary de participar. De hecho, esta conducta discriminato-ria rechaza a quienes defienden la existencia de Israelpero cuestionan su política de colonización en laCisjordania, dejándoles la única alternativa de sumar-se a quienes abandonan en silencio todo acercamien-to a Israel y a lo judío, o directamente al boicot aIsrael, el BDS.

NS: Hay quienes creen que se trata de una situaciónestructural y sin remedio. ¿Qué opinás? ¿Cuál es tupropuesta?Sh.S: De ninguna manera. En el año 2008 se creó en

los EE.UU. el JSTREET (Calle judía), una ONG quereúne a estadounidenses que apoyan a Israel y la paz,rompiendo el monopolio del Lobby pro israelí AIPAC,que apoya incondicionalmente la política del gobiernoisraelí. JSTREET cuenta hoy con cerca de 250 milmiembros que sostienen su política de apoyo alEstado de Israel, pero no se comprometen con sugobierno, al que solicitan dar pasos por la paz y criti-can por haber hecho lo contrario desde 2009. A la vez,hay movimientos parecidos en Europa -JCALL- enInglaterra -YAHAD- y en Canadá, JSPACE.Junto con un grupo de israelíes de origen latinoameri-cano decidimos hacer algo con nuestra preocupación,proponiendo una alternativa adecuada a la realidadlatinoamericana. Hablamos de un pacto entre quienescompartimos los mismos ideales, tanto en Israel comoen Latinoamérica. Una alianza de judíos latinoameri-canos comprometidos con la justicia social en su pro-pio país y en el mundo, con quienes desde Israelluchamos por los mismos ideales, en aras de la paz yla justicia en Medio Oriente sobre la base de "DosEstados para dos pueblos". Una alianza basada -en loque a Israel se refiere- en la posibilidad de defender elderecho a la existencia en paz y seguridad del Estadode Israel, sin necesariamente aceptar cada decisiónde su gobierno de turno.Paralelamente proponemos apoyar desde Israel, juntoa una red social latinoamericana, a aquellas vocesjudías independientes en el continente, comprometi-das en sus propios países, con los ideales de huma-nismo y compromiso social que nosotros comparti-mos.Este nuevo paradigma, el del apoyo mutuo judío-lati-noamericano con los grupos progresistas en Israel,posibilitará a muchos compañeros que se alejaron elretorno a una impostergable relación interactiva conla sociedad civil en Israel. No con la Israel que coloni-za en territorios palestinos ocupados, no con elgobierno que sanciona leyes anti-democráticas, sino

un nuevo vínculo de apoyo solidariohacia quienes comparten los ideales dejusticia que caracterizan tradicionalmen-te a los judíos.NS: Es de imaginar que se les acusaráde "dar armas al antisemitismo" al ele-var preguntas o críticas a la política delgobierno israelí...Sh.S: Estas acusaciones infundadas serí-an una respuesta al hecho de que -efecti-vamente- esta alianza entre progresistasen Latinoamérica e Israel podrá potenciarla posición de nuestros compañeros ensus propias comunidades, así como suposición ante los gobiernos de sus res-pectivos países. Al colocarse como unaalternativa, gobiernos y opinión públicaen los diferentes países podrán compren-der que la sociedad israelí no sólo no esmonolítica, sino que hoy se da una bata-lla de ideas y posiciones contrapuestas, apartir de que desde el gobierno se ame-nazan cada vez más los cimientos demo-cráticos de la sociedad, que representanmás que la simple mayoría en elecciones.

Y siendo así, el rechazo a medidas políticas del actualgobierno no debe acarrear el rechazo al Estado deIsrael y a su pueblo, sino incentivar el apoyo a quienesluchan en Israel contra la ocupación de la Cisjordaniay Gaza, y por los principios de paz y justicia social.

NS: ¿En qué etapa se encuentran en la organizaciónde este "Pacto"?Sh.S: Sabemos que hace mucho tiempo que hace faltauna alternativa de este tipo, pero no queremos que lourgente nos haga salir al terreno sin estar aún sufi-cientemente organizados.Estamos en una etapa de construcción, de forjar alian-zas con decenas de ONGs israelo-palestinas por la pazy la coexistencia que son apoyadas por miles y milesde personas que ven en nuestra iniciativa la posibili-dad de hacer llegar su voz al continente latino y en supropio idioma. Con decenas de profesores universita-rios de origen latino que apoyan la iniciativa y se ofre-cen a llevar nuestra voz en sus recorridos por elLatinoamérica. Buscando el modo y los medios ade-cuados a nuestros tiempos para utilizar las redessociales, multiplicando la llegada de nuestro mensajeen el continente y a la vez haciendo llegar a Israel lavoz hasta ahora acallada de quienes defienden laexistencia de Israel, pero consideran que finalizar laocupación en la Cisjordania y Gaza es la condiciónimprescindible para resguardar la democracia enIsrael.

P: ¿Para cuándo el lanzamiento del "Pacto"?Sh.S: Lamentablemente, estamos en el cincuentena-rio de la Guerra de los Seis Días, de junio del 67 y laocupación de la Cisjordania y Gaza, que entonces fuemotivo de álbumes de la victoria y que hoy sabemosque fue el comienzo de muchos de los males que sufreIsrael. Este será también el año del lanzamiento delpacto.

Un pacto Solidario alternativo

Diálogo con el periodista y documentalista Sergio (Shlomo) Slutzky, argentino e israelí, unos de los impulsoresde una propuesta pacifista innovadora que conecta a Israel y Latinoamérica.

Una serie de películas documentales que nuestro veterano colaborador está realizando en los últimos años, en copro-ducción israelí-argentina, le permitieron realizar asiduas visitas a nuestro país, que le dieron una visión de la vida

judía argentina -y latinoamericana- al margen de las "internas" comunitarias, de los compromisos partidarios, de lospuestos, supuestos y presupuestos.

El pasado 18 de mayo, Shlomo propulsó un interesante debate –que se realizó en TZAVTA- del que participaron profe-sores universitarios, profesionales, activistas políticos, periodistas, abogados, psicólogos y estudiantes universitarios

que defienden la existencia de Israel en paz y seguridad junto a sus vecinos palestinos y árabes, aunque nonecesariamente cada una de las decisiones de su gobierno de turno. Allí se planteó la necesidad de un nuevo

"Pacto de Solidaridad" entre sectores progresistas judíos en Latinoamérica y el movimiento por la paz y la justiciasocial en Israel.

Le preguntamos a Shlomo qué es lo que lo tiene preocupado y lo empuja a la acción…