Hacia Donde Nos Lleva El E.P.

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¿HACIA DONDE NOS LLEVA EL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD? (Parte 1 de 4) PRIMERA PARTE: LA DOCTRINA DE DIOS En los últimos diez años, casi todos los grandes predicadores y teólogos cristianos han tenido algo importante que decir sobre el Evangelio de la Prosperidad. Con esta serie de cuatro partes sobre "¿Hacia dónde nos lleva el Evangelio de la Prosperidad?", quiero centrar nuestra atención en la manera en que su enseñanza está desafiando nuestra visión tradicional de Dios, Cristo, la iglesia y las misiones. Hoy, vamos a hablar brevemente de la doctrina de Dios. El todopoderoso Señor rico predicado en los púlpitos de la prosperidad es un Dios que es muy diferente de la narración bíblica. La Escritura nos muestra insistentemente cómo el Señor defiende a los pobres, a las viudas, a los huérfanos y a los extranjeros. Él es un Salvador compasivo y amoroso que abraza a los que sufren. Los profetas del Antiguo Testamento, por ejemplo, destacaron este aspecto de la ley mosaica una y otra vez. Dios se hace uno con los quebrantados y los oprimidos. En días pasados, recordarás que la fama internacional de Dios se basaba en su asombrosa liberación de los hebreos oprimidos de la dura mano de la corrupción imperial egipcia.

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HACIA DONDE NOS LLEVA EL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD? (Parte 1 de 4)

PRIMERA PARTE: LA DOCTRINA DE DIOSEn los ltimos diez aos, casi todos los grandes predicadores y telogos cristianos han tenido algo importante que decir sobre el Evangelio de la Prosperidad. Con esta serie de cuatro partes sobre "Hacia dnde nos lleva el Evangelio de la Prosperidad?", quiero centrar nuestra atencin en la manera en que su enseanza est desafiando nuestra visin tradicional de Dios, Cristo, la iglesia y las misiones. Hoy, vamos a hablar brevemente de la doctrina de Dios.El todopoderoso Seor rico predicado en los plpitos de la prosperidad es un Dios que es muy diferente de la narracin bblica. La Escritura nos muestra insistentemente cmo el Seor defiende a los pobres, a las viudas, a los hurfanos y a los extranjeros. l es un Salvador compasivo y amoroso que abraza a los que sufren. Los profetas del Antiguo Testamento, por ejemplo, destacaron este aspecto de la ley mosaica una y otra vez. Dios se hace uno con los quebrantados y los oprimidos. En das pasados, recordars que la fama internacional de Dios se basaba en su asombrosa liberacin de los hebreos oprimidos de la dura mano de la corrupcin imperial egipcia.Dios ha elegido a los pobres de este mundo para que sean "ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido a los que le aman" (Santiago 2:5).

l no reprende a los pobres por su supuesta "falta de fe" como el predicador de la prosperidad contempornea tiende a hacer (podra aadir que es siempre tan fcil despacharse en contra de los pobres cuando se vive a la ltima moda en una mansin de varias plantas con perros de treinta mil dlares que alimentar). Ni tampoco la omnipotencia de Dios lo detiene de agacharse para asociarse con los humildes. Dios no es un hombre de negocios del siglo XXI.Por supuesto, no puede haber ninguna duda de que Dios es el Dios de los ricos tambin. Despus de todo, l se revel a Abraham, a Isaac, a Jacob y a Jos, as como a los reyes David y Salomn. Sin embargo, la Palabra de Dios hace continuamente hincapi en la dificultad que tendr un hombre rico en entrar en el reino de Dios. En un sentido muy especial, entonces, Dios est cerca de los afligidos, los pobres, los rechazados y los hambrientos (slo lee el Evangelio de Lucas, si no me crees). l se revela a s mismo supremamente en Cristo crucificado, para que podamos entender claramente que Dios no niega el lugar que tiene el dolor en el mundo mediante la "confesin positiva", sino que Dios toma el sufrimiento sobre s mismo y en ese sentido existencial se convierte en un compaero de fatigas de todos Sus hijos que tienen el corazn roto. Dios siente lo que sentimos. Dios sabe lo que estamos pasando. La suciedad en nuestra cara es la suciedad en su cara. "A este hombre mirar, a aquel que es pobre y humilde de espritu, y que tiembla a mi palabra". (Isaas 66:2). Dios dijo eso; no el seorito Prosperidad.Si el Evangelio de la Prosperidad se vuelve al Evangelio bblico, su proclamacin del carcter de Dios debe comenzar radicalmente a re-alinearse con el autntico relato evanglico. El Nuevo Testamento no fue escrito por polticos multimillonarios de alto vuelo, sino por un puado testigos arruinados y sin dinero, sin embargo an fieles, que estaban dispuestsimos a contarlo todo como prdida por Cristo (prosperidad incluida). Dicho teolgicamente: el contenido de su predicacin era Cristo, y la forma de su predicacin era Cristo. Yo dira que el Evangelio de la Prosperidad no est a la altura de estas dos premisas. No crees?