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SUMARIO

• Tribuna abierta 2Un proyecto ilusionante

Francisco Muñoz

• Firma invitada 3El Diccionario panhispánico de dudas (o DPD)

Pedro Luis Barcia

• La entrevista 5Guillermo RojoSecretario de la Real Academia Española

• Recomendaciones 8

• Consultas 11

• Puntos de vista 13El plural de las siglas

José Martínez de SousaXosé Castro Roig

• Topónimos y gentilicios 14

• Noticias 16

• Con permiso 18El oxímoron

Alexis Márquez

Descuidos descuidadosEmilio Bernal Labrada

El crespón, negro por definiciónAntonio Machín García

Palabras, sitios, amigosAlberto Gómez Font

• Biblioteca 23

Enero-marzo del 2006

DirecciónJoaquín Müller-Thyssen Bergareche

Consejo editorialJoaquín Müller-Thyssen BergarecheAlberto Gómez FontFrancisco Muñoz Guerrero

Editor jefeFrancisco Muñoz Guerrero

Equipo de la FundéuVictoria AlcázarJavier BerzosJuan Manuel GonzálezPilar González de SusoFederico RomeroPilar Vicho

DocumentaciónMaría Callejo

EditaFundación del Español Urgente-FundéuC/ Espronceda n.º 3228003 Madrid (España)Tel.: 91 346 74 40Fax: 91 346 76 [email protected]

FotografíasArchivo Efe

Depósito legal: M-

es una publicaciónpatrocinada por El Corte Ingléspara la Fundación del EspañolUrgente.

La Fundéu no se identifica necesariamentecon los artículos firmados, que representan

la opinión de sus autores.

Ha pasado muy poco tiempo desde que la Fundación del Español Urgente se puso en marcha, apenasunos meses, pero ese lapso ha sido suficiente para que sintamos mucho más próxima la materializaciónde lo que en su día —casi ayer— solo era un propósito lleno de buenas intenciones; eso sí, intencionescimentadas sobre una base muy sólida y con un objetivo muy claro: contribuir al buen uso del español.

Son muchos los planes que la Fundéu quiere impulsar y muy diversos los caminos para llegar aconstruir el edificio que nos hemos propuesto levantar, caminos que en ocasiones pueden resultar difí-ciles porque la trascendencia de lo que se pretende acaso exceda nuestra capacidad de respuesta.

Quienes nos expresamos en español sentimos como algo propio, porque de hecho lo es, la ener-gía y la fortaleza de nuestro idioma para enfrentarse al reto que supone la invasión de toscos barbaris-mos o de neologismos superfluos que nada aportan al lenguaje y sí, en cambio, contribuyen a empo-brecerlo. Pero el español es una lengua viva, dinámica, una lengua con más de mil años que repudialos anquilosamientos y todo aquello que trate de detenerla en su progreso. En eso se funda su rique-za; en eso y en su capacidad para hacer suyas las voces que aportan nuevos valores a su ya dilatadopatrimonio lingüístico, en el que están presentes las peculiaridades semánticas y léxicas de la comuni-dad hispanohablante y al que cada día se incorporan vocablos y giros procedentes de la ciencia, de latécnica o, simplemente, del habla de la calle.

El idioma no se hace en un laboratorio; son los hablantes quienes lo crean o modifican. El nues-tro, el español, cuenta además con algo estimable que no todas las lenguas poseen: la diversidad desus modos y manifestaciones asentadas en la pluralidad de pueblos que lo hablan, lo que le confiereuna diversidad oral y escrita que responde, sin embargo, a una única unidad lingüística en la que losmatices diferenciales se reducen a los aspectos léxicos o fónicos

La Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española desarrollan unaconstante labor en pro de las pautas que regulan el buen uso del idioma. Prueba de ello son las sucesivasediciones del DRAE y el recién publicado Diccionario panhispánico de dudas, además de la Gramática y laOrtografía, que junto con los diccionarios citados constituyen los códigos que recogen la norma culta.

El Instituto Cervantes, con su red de centros repartidos por todo el mundo, desempeña una tareanotable en la expansión de la lengua común al poner al alcance de quienes se acercan a ella los me-dios necesarios para su aprendizaje.

También los medios de comunicación, como principales difundidores de la palabra, tienen su co-metido en ese quehacer diario de desarrollo de la lengua. Tanto la prensa escrita como la televisión yla radio desempeñan un destacado papel en lo que al buen uso del idioma hace. No puede negarse queun término acuñado en cualquiera de estos medios acaba cobrando carta de naturaleza, hasta el pun-to de convertirse en un elemento más del habla diaria. El lenguaje de los medios de comunicación es,por lo general, bastante bueno, pero por su capacidad para llegar a todos puede facilitar que un voca-blo mal empleado, un solecismo repetido, un deficiente calco de otra lengua o un neologismo innece-sario terminen por enquistarse en el idioma como cuerpos extraños a él.

En este terreno es donde la Fundéu está llevando a cabo la misión que se ha propuesto, esto es,el análisis diario de los medios de comunicación, desde un criterio estrictamente lingüístico, para de-tectar posibles errores y recomendar las opciones preferibles que más se ajusten a la norma culta dela comunidad hispanohablante de ambos lados del Atlántico. Sin duda se trata, como decíamos al prin-cipio, de una labor que puede llegar a ser dificultosa y no siempre entendida, pero el esfuerzo que ledediquemos tendrá sobrada recompensa. Porque se trata de un proyecto ilusionante.

Un proyecto ilusionante

Francisco MuñozSecretario general de la Fundéu

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Tribuna abierta

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1. Es la obra más completa y amplia en su género, pues contiene unas siete mil entradas que se hanbasado en tres fuentes:1. Las obras afines precedentes, como el caso de los valiosos diccionarios de dudas gramaticales,

de Manuel Seco, de José Martínez de Sousa, de Fernando Corripio, de Albertos, etc., el Manualdel español urgente, de EFE, los libros de estilo de muchos medios de comunicación, etc.

2. Las colectas de consultas realizadas a la RAE y a las Academias americanas.3. Las propuestas y sugerencias de las Academias a través de los miembros delegados en la Comi-

sión Interacadémica.

2. Es una obra panhispánica porque:a) no es de un autor o de un país sino producto responsable de la labor consensuada de las veinti-

dós Academias, que aportaron lo suyo a la elaboración, y que le dan su respaldo;b) se ocupa de las dudas y problemas principales de todas las regiones lingüísticas del mundo de ha-

bla hispana, en busca de la unidad de criterios preservando el respeto a las diferencias dialectales ymodalidades lingüísticas diversas, siempre en el marco base de la unidad;

c) se ejemplifica cada cuestión con textos literarios o periodísticos de uno y otro lado del Atlántico.

3. Es una obra normativa que aspira a acercar el uso del español a un ideal de la mayor corrección ydecoro posibles. Es normativa porque propone normas, es decir, que no solo describe los fenómenosy casos que incluye sino que adopta frente a ellos criterios de tratamiento, orienta sobre la conve-niencia preferente de una forma sobre otra, desaconseja voces y construcciones viciosas o incorrec-tas, de acuerdo con las normas más generalizadas, indica impropiedades, vulgarismos, inadecua-ciones, etc.

4. Es una obra realista de carác-ter sincrónico, por dos razones: a) se basa en el uso actual

del español, pues paratoda consideración se par-te de usos y textos coetá-neos. En un segundo nivelse señalan, a veces, losprecedentes usos clásicospara compararlos con losactuales y apreciar mejorel sentido dinámico de lalengua;

b) cada problema o duda vailustrado con ejemplos rea-les, no amañados o dibuja-

El Diccionario panhispánico de dudas (o DPD) en un decálogo

Pedro Luis BarciaPresidente de la Academia Argentina de Letras

Firma invitada

Pedro Luis Barcia

dos, tomados de diversas fuentes: corpus de la RAE, obras literarias, periódicos, manuales parti-culares, etc.

5. Es una obra de utilidad varia y amplia, destinada a muchos destinatarios. En efecto, se la ha pen-sado en función de la utilidad que, por su consulta rápida e información clara y completa, puede pres-tar a docentes y alumnos de todos los niveles, a los comunicadores, a las redacciones y secretarías,a los profesores de español como lengua extranjera, a los administrativos y profesionales de las másdiversas disciplinas para la confección de sus informes, a los escritores, etc.

6. Es una obra instrumental de asistencia para el hablante común y un apoyo esclarecedor para re-solver el creciente caudal de dudas que se presentan a los servicios de consultas idiomáticas de ur-gencia de las Academias, por vía telefónica o por la Internet. Cuando se disponga de la versión elec-trónica del DPD, se dará la posibilidad de que tengamos, instalada en un segundo nivel de pantalla,la obra y consultarla con rápida eficacia.

7. Es una obra que aborda lo simple y lo complejo. Se ocupa, con sostenida voluntad de esclareci-miento, de cuestiones complejas (extranjerismos, topónimos, plurales, etc.) y sencillas (grafía, acen-tuación, etc.); encuadra, con la necesaria y suficiente extensión, temas que requieren tratamiento ex-plícito y detallado, y, en forma abreviada y neta, las dudas de fácil resolución.

8. Es una obra criteriosa y coherente, en el sentido de que ha buscado, inicialmente, parámetros y cri-terios generales para el enfoque de los problemas (neologismos, extranjerismos, topónimos, acen-tuación) y se ha esforzado por mantenerlos en su aplicación a casos particulares, en tanto lo permi-tan la vitalidad de la lengua y los diferentes usos regionales firmes y autorizados por la escritura.

9. Es una obra de avanzada, pues aborda cuestiones problemáticas no resueltas en otras fuentes, conpropuestas de posibles soluciones; a la vez, avanza en terrenos conflictivos y en debate como es elcaso de los topónimos o los extranjerismos, jugando su opinión.

10. Es una obra dinámica en tanto deberá estar abierta, en sus sucesivas ediciones, a plantearse nue-vas dudas y cuestiones disputadas que surjan en el vasto seno de la comunidad hispanohablante enel uso vivo de la lengua común.

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Firma invitada

La aparición estos días del Diccionario panhispá-nico de dudas, obra elaborada por la Real Aca-demia Española con el fin de esclarecer cuestio-nes relativas al buen uso de nuestra lengua, tantoen España como en América Latina, pone denuevo de manifiesto las tareas de salvaguardadel español que esta institución lleva a cabo enrelación con el resto de academias de nuestroámbito cultural. En torno a la aparición del Dic-cionario panhispánico de dudas y a las activida-des de la Real Academia conversamos hoy conGuillermo Rojo, secretario de la institución.

¿Cómo surge la idea de crear ese diccionariode dudas y de qué manera se desarrolla esaidea hasta materializarse en la obra que ahoratenemos entre las manos? Los orígenes son variados. En primer lugar, laidea surge de la experiencia acumulada duranteel funcionamiento de nuestro servicio de consul-tas para solventar dudas en el uso del español.En 1998 la Academia abrió su página electrónica,y se puso en marcha la sección de consultas lla-mada «Español al día». A la Academia han acu-dido siempre muchas personas paraque dilucidáramos dudas, pero con laaparición de los medios electrónicoscomenzamos a disponer de mediosmás rápidos para aclararlas. Ahoratenemos unas cuatrocientas consul-tas al día, y va aumentando su nú-mero. Esta labor nos obliga a pensarsobre cosas en las que antes no noshabíamos detenido a reflexionar. Yes desde la experiencia que este tra-bajo proporciona desde donde surgióla idea de hacer un diccionario actualde dudas. Otro germen de la obra dela que hablamos fue el comprobar lapreocupación continua de las perso-nas que trabajan en los medios decomunicación y en la docencia por elbuen uso del español. Nuestro idio-ma es una lengua muy cohesionada,pero hablada en veinticuatro países

con normas diversas. Así, la Academia decidióacometer un proyecto como este dentro de unapolítica panhispánica. Una tarea basada en laconvicción de que las academias son responsa-bles de dictar la norma sobre el español correctoen cada caso.

La complejidad de esa labor habrá requeridoun sistema de trabajo sólido y especifico. ¿Dequé manera se ha desarrollado este y cuál hasido, en su opinión, el fruto final?Las 7000 entradas son dudas reales. Para empe-zar, no se han dejado de tener en cuenta las nor-mas cultas de cada país. El lenguaje de la pren-sa y de las obras literarias han servido dereferencias y documentación. Dentro de las obrasliterarias hemos tenido en cuenta sobre todo lostextos de ficción narrativa, y menos los de poesía,pues la poesía siempre está creando lenguajecon un especial sentido artístico, difícil de seguiry trasladar al uso más habitual de la lengua. Porotra parte, todas las academias se mostrarondesde el principio muy interesadas en el proyec-to, cada una desde sus características. Las con-

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La entrevista

Guillermo Rojo,secretario de la Real Academia Española

Juan Manuel González

Guillermo Rojo, secretario de la RAE

sultas entre las academias han sido posibles confluidez gracias al correo electrónico, y por elloeste diccionario se ha elaborado en sólo seisaños. El resultado ha sido una obra con siete milentradas, todas referidas a dudas reales.

Este trabajo en común de las academias alre-dedor del nuevo diccionario se ha llevado acabo en un momento quizá crucial para el es-pañol en el mundo. ¿Cuál es, en realidad, esasituación? ¿Hay más motivos para la esperan-za que para la preocupación?Creo que el español goza de buena salud, pueslo hablan alrededor de quinientos millones de per-sonas en veinticuatro países. Hay zonas, comoes el caso de los Estados Unidos, donde crececlaramente, y solo en Filipinas se mantiene ape-nas en los niveles en los que ha logrado permane-cer en los últimos años. Pero confiamos en quelos filipinos comprendan que el dominio del espa-ñol es muy útil en el mundo actual. Respecto alfuturo universal de nuestro idioma, algunos pien-san que si la Romania, comu-nidad de lenguas latinas dife-rentes, es el resultado de lafragmentación del latín, al es-pañol tendría que pasarle algosimilar. Pero quizá no... puesel modelo de cambio lingüísti-co no es lineal. Los cambiosde un idioma se producen tra-dicionalmente dentro de loscauces de comunicación y detransporte. Ahora, con los nuevos medios audio-visuales, los cambios se transmiten de forma ins-tantánea y sin tener en cuenta las vías anterioresde comunicación…, se transmiten incluso por en-cima de mares y océanos. Pensemos, por ejem-plo, en el hecho de que entre las primeras seriesde televisión que en los años sesenta llegaban aEspaña desde América, muchas vertidas al espa-ñol hablado en Puerto Rico, y las series que ac-tualmente vemos, hay muchas diferencias. Hoy,la aceptación de estas series por los espectado-res de España y de otros países de nuestro ám-bito cultural es mucho mayor, pues el españolque se usa en cada una de ellas tiene mayoraceptación entre los espectadores de todos esospaíses. Desde que alguien puede acceder desdecualquier parte e inmediatamente a diversas ca-denas de televisión, se hace comprensible y pró-ximo el español que se habla en otros países.Ahora, las producciones de series de televisiónevitan localismos, para abrir mercados… Se da,

en consecuencia, una visión de las distintas ma-neras de hablar español en cada país, lo cual im-plica un conocimiento real por parte de todos, unaaceptación general de que hay varias formas dehablar el español.

Pero no todo serán ventajes en esa nueva yacelerada galaxia audiovisual del español.El problema reside en que esa misma velocidadde transmisión puede divulgar cambios de léxicomuy rápidos. En lugar de siglos, esos cambiospueden necesitar ya solo pocas semanas paraextenderse y aceptarse. Por ello, las academiastienen que actuar con gran celeridad, pues puedeocurrir que su reacción llegue tarde ante algunode esos cambios… Un error puede haberse ins-taurado antes de que cualquier academia logrefrenarlo. En ese sentido, tengo la sensación, nomuy técnica, de que la televisión es el medio quemás contribuye a este fenómeno, los periódicosen Internet también, pero menos. Sin embargo,soy optimista en cuanto al mantenimiento de la

cohesión del español. Des-pués de todo, nuestra lenguano tiene dosis de diversifica-ción tan grandes… y esa di-versificación es además varia-ble únicamente según elsector social y la geografía.Puede haber diferencias cla-ras en la forma de hablar deun campesino de Burgos y uncampesino de los Andes, pero

desde luego las diferencias son mucho menoresentre un escritor castellano y uno colombiano.

Volviendo al Diccionario panhispánico de du-das, ¿qué utilidad puede tener este para unlector o un hablante común, no especializado,del español? Este diccionario viene a ser, en cierto modo, lo queera el diccionario manual, con propuestas novedo-sas, pero como resultado de haber aprobado unaserie de criterios sobre neologismos, etc. No todolo que hay en el Diccionario panhispánico de du-das va ha tener una acogida similar. Según crezcaeste, el Diccionario de la lengua española quedarápara las palabras que se han consolidado de ver-dad en la lengua. El Diccionario panhispánico dedudas es una obra en movimiento, no se cerraránunca… A medida que vayamos contestando másconsultas, su oferta léxica irá aumentando. Estediccionario es a la vez un complemento y un filtrodel diccionario de Real Academia, un complemen-

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La entrevista

«El Diccionariopanhispánico de dudas

es una obraen movimiento, no se

cerrará nunca.»

to porque en él hay cuestiones de gramática, y unfiltro porque en él se recogerán novedades antesde su posible inclusión en el DRAE. Además servi-rá de soporte para hacer patente a los hablanteslas propuestas de las diferentes academias. Porotra parte, el Diccionario panhispánico de dudases una obra con varios niveles de lecturas según lapreparación de quien lo consulte. Algunas entra-das tienen más carga gramatical que otras. La ideaoriginal, que creemos se ha conseguido, es que lopuedan entender y consultar personas que tienenlos conocimientos propios que les han llevado a te-ner una duda determinada: profesores, escritores,periodistas, etc. Nadie debe pensar que este dic-cionario tiene algo de simple recetario; es una obraque, además de su fin especifico, tiene el de ofre-cer consultas gramaticales. Se ha formado me-diante acuerdos tomados colectivamente por todaslas academias, y estos acuerdos se tienen que ex-plicar en el diccionario.

Para finalizar, ¿qué otros proyectos requierenestos días los esfuerzos de la Real Academia? Hay dos especialmente importantes que se mate-rializaran en el Diccionario histórico y en la Gra-mática española. El Diccionario histórico tiene queser una obra total. En él hay que mostrar una pa-labra desde el momento en que entró en la lenguahasta la actualidad. Tardaremos unos quince añosen llevar a cabo el proyecto de este diccionario, yen sus páginas estarán recogidos en torno a cin-

cuenta mil lemas, es decir, las palabras patrimo-niales, no las nuevas científico-técnicas. Será unaobra fundamental, aunque hay que tener en cuen-ta que el léxico integro en español podría tener yaen estos momentos unas 250.000 palabras. Res-pecto a la Gramática Española, es un proyectoque nos ocupa de manera muy especial. Ya va-mos por la cuarta reunión de la comisión interaca-démica formada al efecto. Esta obra debería estarterminada a finales del 2006. Será una gramáticamoderna, que vendrá a suplir a la última, hecha en1931. Habrá en ella cambios significativos, puesestos años transcurridos no han pasado en balde,y se pretende que sea una obra donde se expliqueel español desde la teoría lingüística actual, aten-diendo además a las normas en América Latina.Esta gramática tendrá un compendio, o versiónreducida, dirigido a un público, lector y hablante,más amplio. En estos proyectos, como en otros,participan todas las academias, aunque a las reu-niones de discusión, cada cinco o diez meses,asisten solo los miembros de las comisiones intera-cadémicas. Estas comisiones están integradaspor diez o doce personas que representan zonasespecíficas. Así, por ejemplo, una única personarepresenta a los países de la región del Río de laPlata. Estas personas conforman un grupo de tra-bajo que analiza las aportaciones de todas lasacademias, y luego cada proyecto tiene su reu-nión final, a la que asisten ya los representantesde todas las academias.

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La entrevista

Guillermo Rojo con Juan Manuel González, durante la entrevista

Recomendaciones

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al menosLa locución conjuntiva al menos debe usarsepara denotar una excepción o salvedad y nocomo una manera de sustituir a otras locuciones,como hasta el momento o hasta ahora: «Nadie havenido, al menos hasta ahora» o con el significa-do de ‘aunque no sea otra cosa’ o ‘aunque no seamás’, en frases como: «Permítaseme al menosdecir mi opinión»; «Valdrá al menos treinta eu-ros». En otros casos se dice, por ejemplo, que laola de calor ha causado «al menos cinco muer-tos» cuando lo apropiado sería decir «ha causa-do hasta ahora cinco muertos» o «cifras oficialeshablan de cinco muertos» o simplemente eliminarese al menos y decir: «La ola de calor ha causa-do cinco muertos».

Al Qaeda, no Al QaidaSe recomienda utilizar la forma Al Qaeda para re-ferirse a esa organización terrorista, en lugar deAl Qaida, ya que la primera es la más usada enlos medios de comunicación hispanohablantes.El nombre de la organización terrorista islamistadirigida por el saudí Osama bin Laden apareceescrito de dos formas en la prensa: Al Qaeda y AlQaida. Si nos atenemos a la grafía original (enlengua árabe) de ese nombre y lo transcribimosletra por letra deberíamos escribir Al Qaida, puesen árabe (en lengua escrita) no existe la letra e.Pero el hecho de que no exista en la lengua es-crita no significa que tampoco exista en la lenguahablada, y en esta sí existe esa letra, o su soni-do. Y en las normas de transcripción del Manualde Español Urgente (libro de estilo de la AgenciaEfe) se explica que de lo que se trata al transcri-bir es de acercarse lo más posible a la pronun-ciación en la lengua original. Y en árabe ese nom-bre se pronuncia con una i muy abierta, máscercana a la e.

asolarSe precisa que no deben confundirse los verbosasolar, con el significado de ‘destruir’ o ‘arrasar’ yasolar, con el significado de ‘secar los campos ocausar sequía’. Los verbos asolar y asolar, igua-les en su infinitivo y diferentes en su conjugación,son palabras homónimas, es decir, que son igua-les por su forma pero tienen distinta significación.El Diccionario de la lengua española de la RealAcademia indica que un verbo asolar se refiere a‘destruir, arruinar, arrasar, echar por el suelo, de-rribar’, y el otro verbo asolar significa ‘secar los

campos, o echar a perder sus frutos, el calor, unasequía, etcétera’. Cuando conjuguemos el verboasolar con el significado de ‘poner por el suelo’, lomás correcto es conjugar asuelo, asuelas, asue-la, asuelen…, mientras que la conjugación delverbo asolar con el significado de ‘secarse loscampos’ es regular, aunque hay que tener encuenta que se trata de un verbo defectivo que nose conjuga en todas las personas, sino solo en latercera: asola, asoló, asolaba, asole…, pues elsujeto es siempre el sol, el calor o la sequía. Enconsecuencia, se reitera que nunca deben con-fundirse los dos verbos asolar existentes en es-pañol, pues cada uno de ellos es diferente y tieneun significado distinto.

barco negreroSe precisa que el uso de la expresión barco ne-grero debe quedar circunscrito a su exacto signifi-cado (‘barco dedicado al transporte de esclavosde raza negra’) y no para referirse a los barcosque intentan transportar clandestinamente inmi-grantes hacia las costas españolas. La denomina-ción barco negrero se originó a raíz del tráfico deesclavos negros hacia América y Europa, iniciadopor las compañías comerciales holandesas y por-tuguesas a finales del siglo XV y principios del XVI.El actual transporte clandestino de emigrantes ha-cia las costas españolas o de otros países euro-peos y mediterráneos desde el norte de África nopuede considerarse en sentido estricto como tráfi-co de esclavos, y menos aún de una raza en par-ticular, por lo que el empleo de la expresión barconegrero viene a ser, además de un anacronismo,incorrecto. En consecuencia, se recomienda evi-tar el uso de barco negrero para denominar acualquier embarcación en la que se transportanclandestinamente inmigrantes de diferentes etniashacia los litorales europeos desde África y seaconseja que se hable de barco de inmigrantes.

bebéEn español actual la palabra bebé es de género co-mún: el bebé, la bebé. La abundante información(en España) sobre el nacimiento de la hija de lospríncipes Felipe y Letizia ha generado algunas du-das y vacilaciones en el uso de la palabra bebé.Aunque en los principales diccionarios de lenguaespañola bebé aparece solo como masculino (elbebé, sea niño o niña), el uso en el español con-temporáneo, especialmente en la mayoría de lospaíses hispanohablantes de América, ha transfor-

mado esa palabra en común en cuanto al género.Así, en español moderno, pueden usarse (y seusan generalmente en casi toda Hispanoamérica)las formas la bebé y una bebé cuando nos referi-mos a una niña, y el bebé y un bebé cuando se tra-te de un niño. En el Diccionario panhispánico dedudas se señala que en América se usa como pa-labra de género común. Además, la Fundéu re-cuerda que esa palabra admite dos acentuaciones:llana o aguda, y por lo tanto son igualmente correc-tas las formas bebé y bebe. Hay otra forma para elfemenino, también en algunas zonas de América,que es la beba. Y el diminutivo se forma a partir debebe y es bebito. En consecuencia, se adviertede que son correctas las formas el bebé, el bebe, labebé, la bebe, la beba, el bebito y la bebita.

calcinado y carbonizadoSe recomienda que se evite el adjetivo calcina-do para referirse al estado en que queda unapersona cuando muere abrasada y se recurra alcalificativo carbonizado. Según el Diccionario dela Real Academia Española, el verbo calcinarsignifica ‘reducir a cal viva los minerales calcáre-os, privándolos del ácido carbónico por el fuego’y también ‘abrasar por completo, especialmentepor el fuego’, mientras que carbonizar significa‘reducir a carbón un cuerpo orgánico’. Por lo tan-to, en nuestro idioma, como solo se calcinan losminerales, no se puede hablar de calcinado parareferirse a una persona que ha muerto abrasada,sino que se debe hablar de carbonizada. Igual-mente, en las informaciones sobre incendiosforestales no se debe hablar de ‘árboles calcina-dos’, pues se olvida que los árboles se carboni-zan porque se hacen carbón y no cal. El uso decalcinar como sinónimo de carbonizar puede de-berse a la influencia de la palabra francesa cal-ciner que significa ‘reducir a carbón o a cenizas’.Se recomienda, en consecuencia, que se utiliceel verbo carbonizar cuando se trate de personasy calcinar cuando se haga referencia a aquellasmaterias que no sean orgánicas. Así pues, laspersonas se carbonizan y los automóviles, porejemplo, se calcinan.

carreteras conflictivasSe recomienda evitar el uso de la expresión ca-rreteras conflictivas en el contexto de las informa-ciones sobre tráfico de vehículos cuando en esascarreteras o calles no hay conflictos, sino atascosde circulación, obras o problemas con su trazado.

El significado del adjetivo conflictivo se refiere a‘algo que origina un conflicto’ o ‘que posee con-flicto’, y si tenemos en cuenta que conflicto es ‘uncombate, lucha o enfrentamiento’ o ‘un problemao materia de discusión’ parece que no es este eladjetivo correcto para clasificar una carretera.Este epíteto no estaría mal utilizado, sin embar-go, en el caso de que se hable de carreteras o ca-lles en las que son frecuentes los actos delictivos,como atracos, atropellos, tiroteos, o discusionescon violencia. En el caso de atascos de tráfico enciertas carreteras o calles, en lugar de decir queestas son conflictivas, la Fundéu aconseja que sehable de tráfico más intenso, de circulación me-nos fluida, de las carreteras más atascadas o decirculación más lenta. En consecuencia, se reco-mienda que se evite el uso de las expresionescarretera conflictiva o calle conflictiva para indicarque ciertas vías tienen problemas de circulación.

coaligarse o coligarse, no coalicionarseSe precisa que el término *coalicionarse no escorrecto en español y que por lo tanto no debeser utilizado. En las informaciones que aparecie-ron en la prensa tras el resultado de las eleccio-nes alemanas se ha extendido el uso del verbo*coalicionarse, que algunos hablantes han crea-do a partir del sustantivo coalición y que no estárecogido en los diccionarios españoles, mientrasque sí existen los verbos coaligarse y coligarse,que significan ‘unirse varias personas o grupospara conseguir algún fin’. El Diccionario de usodel español de América y España (Vox) los con-sidera sinónimos y, por lo tanto, pueden usarseindistintamente. Sin embargo, el DRAE da prefe-rencia a coligarse. Asimismo, la Fundéu reco-mienda que en lugar de otro término también deuso creciente, coalicionado, conviene utilizar eltradicional término coaligado. Sí es correcto, sinembargo, el término coalicionista, recogido por elDiccionario de la Real Academia con el significa-do de ‘miembro de una coalición o partidario deella’. Se reitera en consecuencia que convieneevitar el uso de *coalicionarse y debe emplearse,en su lugar, expresiones como hacer una coali-ción o formar una coalición o utilizar el verbo co-aligarse o coligarse.

dieciséis, no decimosextoLa Fundéu advierte de que la forma correcta delnombre que ha elegido para su mandato el nue-vo papa es Benedicto dieciséis y no *Benedicto

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Recomendaciones

mado esa palabra en común en cuanto al género.Así, en español moderno, pueden usarse (y seusan generalmente en casi toda Hispanoamérica)las formas la bebé y una bebé cuando nos referi-mos a una niña, y el bebé y un bebé cuando se tra-te de un niño. En el Diccionario panhispánico dedudas se señala que en América se usa como pa-labra de género común. Además, la Fundéu re-cuerda que esa palabra admite dos acentuaciones:llana o aguda, y por lo tanto son igualmente correc-tas las formas bebé y bebe. Hay otra forma para elfemenino, también en algunas zonas de América,que es la beba. Y el diminutivo se forma a partir debebe y es bebito. En consecuencia, se adviertede que son correctas las formas el bebé, el bebe, labebé, la bebe, la beba, el bebito y la bebita.

calcinado y carbonizadoSe recomienda que se evite el adjetivo calcina-do para referirse al estado en que queda unapersona cuando muere abrasada y se recurra alcalificativo carbonizado. Según el Diccionario dela Real Academia Española, el verbo calcinarsignifica ‘reducir a cal viva los minerales calcáre-os, privándolos del ácido carbónico por el fuego’y también ‘abrasar por completo, especialmentepor el fuego’, mientras que carbonizar significa‘reducir a carbón un cuerpo orgánico’. Por lo tan-to, en nuestro idioma, como solo se calcinan losminerales, no se puede hablar de calcinado parareferirse a una persona que ha muerto abrasada,sino que se debe hablar de carbonizada. Igual-mente, en las informaciones sobre incendiosforestales no se debe hablar de ‘árboles calcina-dos’, pues se olvida que los árboles se carboni-zan porque se hacen carbón y no cal. El uso decalcinar como sinónimo de carbonizar puede de-berse a la influencia de la palabra francesa cal-ciner que significa ‘reducir a carbón o a cenizas’.Se recomienda, en consecuencia, que se utiliceel verbo carbonizar cuando se trate de personasy calcinar cuando se haga referencia a aquellasmaterias que no sean orgánicas. Así pues, laspersonas se carbonizan y los automóviles, porejemplo, se calcinan.

carreteras conflictivasSe recomienda evitar el uso de la expresión ca-rreteras conflictivas en el contexto de las informa-ciones sobre tráfico de vehículos cuando en esascarreteras o calles no hay conflictos, sino atascosde circulación, obras o problemas con su trazado.

El significado del adjetivo conflictivo se refiere a‘algo que origina un conflicto’ o ‘que posee con-flicto’, y si tenemos en cuenta que conflicto es ‘uncombate, lucha o enfrentamiento’ o ‘un problemao materia de discusión’ parece que no es este eladjetivo correcto para clasificar una carretera.Este epíteto no estaría mal utilizado, sin embar-go, en el caso de que se hable de carreteras o ca-lles en las que son frecuentes los actos delictivos,como atracos, atropellos, tiroteos, o discusionescon violencia. En el caso de atascos de tráfico enciertas carreteras o calles, en lugar de decir queestas son conflictivas, la Fundéu aconseja que sehable de tráfico más intenso, de circulación me-nos fluida, de las carreteras más atascadas o decirculación más lenta. En consecuencia, se reco-mienda que se evite el uso de las expresionescarretera conflictiva o calle conflictiva para indicarque ciertas vías tienen problemas de circulación.

coaligarse o coligarse, no coalicionarseSe precisa que el término *coalicionarse no escorrecto en español y que por lo tanto no debeser utilizado. En las informaciones que aparecie-ron en la prensa tras el resultado de las eleccio-nes alemanas se ha extendido el uso del verbo*coalicionarse, que algunos hablantes han crea-do a partir del sustantivo coalición y que no estárecogido en los diccionarios españoles, mientrasque sí existen los verbos coaligarse y coligarse,que significan ‘unirse varias personas o grupospara conseguir algún fin’. El Diccionario de usodel español de América y España (Vox) los con-sidera sinónimos y, por lo tanto, pueden usarseindistintamente. Sin embargo, el DRAE da prefe-rencia a coligarse. Asimismo, la Fundéu reco-mienda que en lugar de otro término también deuso creciente, coalicionado, conviene utilizar eltradicional término coaligado. Sí es correcto, sinembargo, el término coalicionista, recogido por elDiccionario de la Real Academia con el significa-do de ‘miembro de una coalición o partidario deella’. Se reitera en consecuencia que convieneevitar el uso de *coalicionarse y debe emplearse,en su lugar, expresiones como hacer una coali-ción o formar una coalición o utilizar el verbo co-aligarse o coligarse.

dieciséis, no decimosextoLa Fundéu advierte de que la forma correcta delnombre que ha elegido para su mandato el nue-vo papa es Benedicto dieciséis y no *Benedicto

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Recomendaciones

decimosexto. La numeración romana que sigue alnombre de los papas solo se lee como ordinaldesde el número I (primero) hasta el X (décimo).A partir de ahí se leen como cardinales, como enJuan XXIII (Juan veintitrés), y ese es el caso delnuevo papa, Benedicto XVI, que debe leerse Be-nedicto dieciséis. Esta denominación se debe aun uso ya establecido desde hace tiempo parapapas y reyes.

doblar y replicarLa Fundéu informa de que no deben confundirselos verbos repicar y doblar cuando se refieren alsonido de las campanas. La expresión doblar lascampanas significa ‘tocar a muerto’ y solo debeemplearse en actos fúnebres, mientras que repi-car las campanas solo debe usarse cuando estasse echan al vuelo en ocasiones de júbilo. La Fun-déu señala que tras el fallecimiento de Juan Pa-blo II las campanas doblaron, mientras que en laproclamación del nuevo papa Benedicto XVI, lascampanas repicaron.

domésticoSe precisa que el término doméstico no equiva-le a ‘nacional’, ‘interno’ o ‘propio de un país’. Elsignificado de la palabra doméstico, aplicada atareas o quehaceres, se refiere a ‘la casa o quetiene relación con ella’, y en otras acepciones es‘que se cría en la compañía del hombre’ o, en elámbito deportivo, ‘el ciclista que ayuda al corre-dor principal del equipo durante la carrera’. Así,al hablar de cosas de la casa puede decirsetambién hogareño y casero; al referirnos a ani-males, amaestrado, manso y domado, y si usa-mos doméstico como sustantivo podemos simul-tanearlo con sirviente y criado. En el caso detraducciones del inglés puede caerse en unerror al trasladar el término domestic al español,pues en ese idioma además de significar lo queen el nuestro tiene otras acepciones. El Diccio-nario de anglicismos de Ricardo Alfaro indica alrespecto: «En inglés el vocablo domestic tiene elsignificado de nacional, es decir, de lo que per-tenece a la vida interior de una nación, y por pa-ronimia con nuestro adjetivo, frecuentemente seoye hablar de “jurisdicción doméstica”, o inclusode “asuntos domésticos” y “producción domésti-ca”». Estas traslaciones al español son clara-

mente incorrectas, pues en inglés se llamahome (casa u hogar) al suelo nativo, cosa queno sucede en el idioma español. La Fundéu su-braya, en este sentido, que doméstico no puedeusarse en español como sinónimo de nacional opropio de un país.

escolaresSe advierte sobre el uso abusivo del término es-colares para referirse al colectivo de niños quede ordinario acuden al colegio. La palabra esco-lares se emplea para englobar a los dos sexos(alumnos y alumnas, niños y niñas), pero no esla única forma, ya que como en español el mas-culino es el término no marcado, es decir, queincluye a ambos sexos, se pueden emplearotros vocablos. Por lo tanto, se recomienda que,además de escolares, se utilicen las construc-ciones los niños, los alumnos para referirse tan-to a individuos de sexo masculino como del fe-menino, ya que no es necesario decir alumnosy alumnas o niños y niñas, pues basta con em-plear el masculino. Señala también que, apartedel vocablo escolares, existen otros con el mis-mo significado como estudiantes, educandos,colegiales, etc.

migranteSe recomienda que no se use el término *mi-grante porque no está registrado en los diccio-narios de español. El Diccionario de la lenguaespañola de la Real Academia indica que migrarequivale a ‘emigrar’ o ‘cambiar de residencia’, ya ‘inmigrar’ o ‘llegar a un país para establecerseen él’. Por su parte, el Diccionario de uso del es-pañol de América y España (Vox) explica quemigrar es ‘dejar [una persona] su lugar de resi-dencia para establecerse temporal o definitiva-mente en otro país o región’, o también ‘dejar[los animales] un lugar para dirigirse a otro decondiciones climáticas más propicias a su espe-cie’. De los verbos emigrar e inmigrar tenemoslos sustantivos emigrante, emigración, inmigran-te e inmigración, pero no ocurre lo mismo conmigrar, pues si bien existe la voz migración, ytambién el término migratorio, en ningún diccio-nario de uso del español aparece la palabra *mi-grante, pese a que esta se usa en algunos paí-ses de América.

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Recomendaciones

Consultas

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numerales y participio¿Puede usarse como adjetivo el participio irregu-lar del verbo compeler? ¿Cuál es el numeral pro-porcional para indicar que una cantidad es 13 ve-ces mayor que otra? El adverbio numeral queindica que algo se repite dos veces es bis, tercuando se repite tres veces y quater para señalarque la repetición es cuatro. La serie, supongo,continúa. ¿Es posible hallarla en alguna parte?

Respuesta:1. El participio irregular del verbo compeler escompulso. Se emplea solo como adjetivo y nopara formar los tiempos compuestos. 2. El nume-ral es terciodécuplo. 3. La serie es: bis, ter, qua-ter, quinquies, sexies, septies, octies, novies/no-nies, decies, undecies, duodecies, terdecies,quaterdecies, quindecies, sexdecies, septende-cies, octodecies, novodecies, vicies, unvicies,duovicies, tervicies, quatervicies, quinvicies. Nos-otros la hemos encontrado en el Libro de estilo in-terinstitucional de las Comunidades Europeas.

pro y contraDesearía saber si es posible escribir en plural proy contra. Por ejemplo: «los pros y las contras dela política argentina».

Respuesta:Sí es posible, puesto que esos plurales son co-rrectos en español; pero ambos deben ir con elartículo en masculino: «los pros y los contras».

tipearTengo dudas respecto al uso y escritura correctade tipear.

Respuesta:La forma más correcta de escribir ese verbo (nue-vo en español) es tipear; pero es recomendableevitar su uso, pues se trata de un calco innece-sario del inglés to type y en nuestra lengua tene-mos varios verbos que, según el contexto, pode-mos usar para designar esa misma acción:mecanografiar, teclear y picar (este se usa en lacomposición de textos en las imprentas).

precuela¿Es aceptable el uso del término precuela parareferirse a una película que desarrolla los oríge-nes o antecedentes de una historia, los cuales nohabían sido plasmados ni en la película que dioorigen a la saga ni en las posibles continuacionesque se rodasen con posterioridad?

Respuesta:Precuela es el término adecuado para designar aese tipo de películas.

clicar o cliquear¿Existe el verbo cliquear? ¿Cómo se conjuga?

Respuesta:Los diccionarios de uso registran el verbo clicar,que se conjuga como sacar. Y también recogenel sustantivo cliqueo con el significado de ‘ac-ción repetida de pulsar los botones de un meca-nismo que producen un sonido parecido a unclic’. El verbo cliquear no figura en ningún dic-cionario pero se utiliza. Se conjugaría como sa-quear.

concordanciasDesearía saber si existe una norma para la con-cordancia de plurales en casos como los que si-guen: «preguntas sin respuesta» o «preguntas sinrespuestas», «el sistema nervioso de seres hu-manos y animales» o «los sistemas nerviosos deseres humanos y animales».

Respuesta:En el primer caso valdrían ambas formas. Si de-jamos respuesta en singular tiene valor de pluralporque es genérico. En el segundo caso es pre-ferible «el sistema nervioso de los seres humanosy animales» (faltaba el artículo los para completarla frase), en singular, porque si hacemos el pluralpuede prestarse a ambigüedad pues sistemanervioso ya tiene sentido genérico y si hablamosde los sistemas nerviosos parece que se da a en-tender que el hombre o los animales tienen variossistemas nerviosos. También el uso del singular odel plural puede exceder de las razones gramati-cales y si usamos el singular se da a entenderque los animales y los humanos tienen el mismosistema nervioso, y si es plural que tienen distin-tos sistemas nerviosos. En estos casos no hayuna norma específica.

significados del adjetivoDesearía saber cuáles son las clasificaciones se-mánticas más comunes del adjetivo.

Respuesta:Según la Gramática didáctica del español de Leo-nardo Gómez Torrego el adjetivo es una palabraque expresa calidad (bueno, malo, inteligente...)pero también estado, relaciones, etc. En relacióncon su significado hay varias clases: calificativos,

de relación o pertenencia, gentilicios y cuaside-terminativos. Esta lista no es exhaustiva, y ade-más algunos adjetivos pueden significar cosas di-ferentes según el contexto.

Administración Pública¿Podrían indicarme cuál es la norma respecto aluso de la mayúscula en Administración Pública?¿Existe el plural? También querría saber si al ha-blar, por ejemplo, de la Administración PúblicaCentral, Local o Autonómica, estos tres últimosadjetivos van con mayúscula o no.

Respuesta:Las normas sobre el uso de las mayúsculas va-rían de unos autores a otros, y comparando va-rios diccionarios vemos cómo unos tienen uncriterio y otros, otro. Por ejemplo, el DRAE es-cribe Administración Pública (ambas con ma-yúscula) pero Administración central o auto-nómica. El diccionario VOX escribe tambiénAdministración Pública y aclara que cuando sediga solamente Administración, también se res-pete esa mayúscula. Sin embargo, en otros ma-nuales de ortografía y gramáticas se recomien-da que los nombres y adjetivos que formenparte de la denominación oficial de organismos,instituciones, corporaciones, empresas, entida-des, tribunales, partidos políticos, etc. deben irambos en mayúscula. Igualmente irán en ma-yúscula cuando se escriban de manera incom-pleta pero ya hayan sido mencionados antes:Administración (conjunto de organismos y per-sonas que se dedican a la administración o algobierno de los asuntos de un Estado) frente aadministración (sustantivo). Siguiendo estasnormas queda claro que deberíamos hablar deAdministración Local, Central o Autonómica,igual que escribimos Administración Pública yque aunque se suprima la palabra Pública, semantengan las mayúsculas: «AdministraciónLocal», por ejemplo. Administración Pública yatiene un significado plural puesto que se refiereal conjunto de organismos de gobierno, perocuando se refiere al Ministerio (en España p.ej.) se utiliza la forma plural: «Ministerio de lasAdministraciones Públicas», ambas con mayús-cula. Cuando se hable de «algunas administra-ciones públicas» sí debe ir en singular y en mi-núscula, ya que pierde su carácter de nombrepropio y se sustantiva.

evacua¿Por qué la palabra evacua no lleva tilde?

Respuesta:La palabra evacua tiene un diptongo y, por tanto,es incorrecta la pronunciación y escritura comohiato: *evacúo, *adecúo, *evacúas, etc., formasque deben sustituirse por las correctas: evacuo,adecuo, evacuas... Los verbos terminados en -cuar presentan diptongo en todos sus tiempos ypersonas (Diccionario de usos y dudas del espa-ñol actual, de José Martínez de Sousa). Evacuarse conjuga, en cuanto al acento, como averiguar.Aun cuando el DRAE y varios lingüistas conside-ran errónea la acentuación de evacuar, esta esaceptada en la norma culta de algunos paíseshispanoamericanos.

dequeísmoCuál de los dos enunciados sería el correcto y porqué: «Comparto la idea de que no hay espacio»«Comparto la idea que no hay espacio»

Respuesta:La correcta es la primera, con de que. El de-queísmo consiste en el uso indebido de la prepo-sición de delante de la conjunción que cuando lapreposición no viene exigida por ninguna palabradel enunciado. Es incorrecto el uso de expresio-nes como *decir de que, *pensar de que o *ima-ginar de que, puesto que los verbos decir, pensare imaginar, entre otros, no exigen la preposiciónde en su construcción.

preveer o prever¿Cuál es el gerundio del verbo preveer?

Respuesta:El verbo es prever, no *preveer, y su gerundio espreviendo.

on-line, e-mailQuiero saber qué recomiendan para los términoson-line y e-mail.

Respuesta:Para estos términos, ambos anglicismos, lo reco-mendable es su alternativa en español: conecta-do, en línea, en directo y correo electrónico o, enforma familiar, emilio. Pero si se emplean en suforma original deberán ir en cursiva.

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Consultas

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Puntos de vista

Xosé Castro RoigTraductor técnico y corrector de estilo

Aumentan los conceptos cotidianos contables quenominamos con siglas (LP, CD, LED, DVD, CD-ROM, PDA, CPU, TAC, PC…) y por eso muchoshispanohablantes están tomando del inglés esacostumbre de añadir una s minúscula al final de lasigla para formar su plural (DVDs, PCs…). Y esque las siglas son un caso interesante de incohe-rencia entre la lengua hablada y la escrita; quizápor eso plantean dudas que antaño no teníamos.

Generalmente nos atenemos a la norma acadé-mica, que dice que las siglas no forman plural enla lengua escrita y aconseja indicarlo con deter-minantes («unos/los DVD»), pero la norma manadel uso y el uso parece estar cambiando.

La duda surge a diario en publicaciones, en pro-gramas informáticos, titulares… cuando no haysuficiente espacio o, sencillamente, la aplicaciónde la norma resulta, a ojos del hablante, menoscoherente o cómoda que su alternativa inglesa,pues ve aquella como un paliativo y no como unasolución.

Dado que aumenta el número de siglas en nues-tro vocabulario cotidiano —más aún en el tecnoló-gico—, creo que el anglicismo ortográfico podríaresolver esa incoherencia que se irá haciendomás notable con el paso del tiempo. La Academiaaboga por crear acrónimos en algunos casos (ce-derrón), pues es algo que nuestro idioma aceptacon facilidad, pero aquí nos encontramos con al-gunas diferencias entre los países hispanohablan-tes: los españoles escribiríamos deuvedés o ce-dés, pero la mayoría de los americanos escribiríadividís o cidís. Si usamos el plural anglicado(DVDs, CDs) también evitamos también esa dife-rencia.

En resumen: aun entendiendo el espíritu de lanorma, creo que la solución inglesa no es desca-bellada, y posee una gran ventaja sobre otro tipode anglicismos innecesarios: resuelve esa incó-moda incoherencia entre lengua hablada y escri-ta, es fácil de enseñar y de aprender, es inteligi-ble y despeja dudas cuando se aplica.

José Martínez de SousaBibliólogo, ortotipógrafo y lexicógrafo

El español no siempre manifiesta gráficamente laforma plural de un elemento que se expresa enese número. Por ejemplo, en muchos casos deaposiciones: alumnos cama, ataques sorpresa;pájaros mosca(s), coches bomba(s) (aunque enalgunos casos se admite la pluralización de losdos términos: decretos leyes, hombres ranas).Tampoco suele darse el plural cuando el adjetivorepresenta el nombre de un color: amarillos li-món, jugadores azulgrana.

Otro caso que presenta problemas a la hora deañadir la forma de plural se da con las siglas. Yno es fácil resolver el problema. La Academiamantiene que las siglas no tienen plural, que esalgo que hemos mantenido nosotros también,pero las cosas cambian, incluso en cuestionesde lenguaje. Así, de la misma manera que pala-bras como memorándum, tedeum y otras seme-jantes admiten ahora el plural irregular (memo-rándums, tedeums), así debería buscarse lamanera de que las siglas en español tengan for-ma de plural, independientemente del artículo.El problema es la grafía: ¿Las ONGs, ONG’s,ONG,s, NG-s, ONGS? Soy partidario de regulari-zar la lengua, siempre que sea posible. Entre to-das esas formas, elegiría ONG’s como la menosmala.

El plural de las siglas

José Martínez de Sousa

Xosé Castro Roig

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Topónimos y gentilicios

Bangladés, BangladeshDice el Diccionario panhispánico de dudas: «Aun-que la grafía más extendida del nombre de estepaís del sur de Asia es Bangladesh (transcripcióndel bengalí que debe escribirse en una sola pa-labra, y no *Bangla Desh), se propone su plenaadaptación a la ortografía y pronunciación espa-ñolas en la forma Bangladés. Esta grafía hispani-zada tiene la ventaja de propiciar un gentilicioacorde con el sistema gráfico del español, ban-gladesí (pl. culto bangladesíes). Aunque a vecesse ha usado bengalí como gentilicio, esta formacorresponde, en realidad, al topónimo Bengala,región que incluye, además del territorio del ac-tual Bangladés, el estado indio de Bengala Occi-dental».

Cuzco/CuscoEl nombre de la ciudad de Cuzco (que a vecesaparece también escrito como Cusco) es de ori-gen quechua. Al igual que las demás lenguasamerindias los quechuas no tenían escritura.Los españoles, recién llegados al Perú, repre-sentaron gráficamente el nombre, de esta ciu-dad que en quechua se pronunciaba —aproxi-madamente— [Júsko] y que ellos transliteraronpor Cuzco, pronunciado [kúsko]. Durante los si-glos XVI y XVII solo se escribe este topónimo conz y así figura en otros documentos, mapas, etc.Es lógico, ya que hasta el siglo XVII la z, y la s te-nían un valor fónico crítico, es decir, eran fone-mas consonánticos sonoros, frente a las grafíasss y ç, que eran fonemas sordos. Por eso hastael siglo XVII aparece Cuzco escrito únicamentecon z. A mediados del siglo XVII estos fonemascomienzan a perder su valor crítico —significati-vo— y las grafías z, s, ss y ç se neutralizan yempiezan a escribirse indiscriminadamente. Apartir de mediados del XVII vemos, pues, que enlos documentos escritos aparece Cusco/Cuzco,indistintamente. En la actualidad encontramosCuzco y Cusco, aunque el gentilicio —cuzque-ño— suele aparecer escrito con z. En francés,en inglés, en alemán y en italiano, el topónimoCuzco se escribe única y exclusivamente con z.Así pues, si buscamos en atlas o enciclopediasescritas en dichas lenguas la voz Cusco lo hare-mos infructuosamente. Ante la duda de la grafíade este topónimo se trasladó la consulta a nues-tro Consejo Asesor de Estilo, y el entonces re-presentante de las Academias Americanas de laLengua Española ante la RAE, José AntonioLeón Rey, escribió una carta a la AcademiaPeruana que respondió lo siguiente: «La grafía

usada desde los comienzos de la escritura cas-tellana en el país es Cuzco, no contradicha enesto por Garcilaso el Inca ni por otros notablesbilingües. En este siglo, por inexactas aprecia-ciones sobre la reconstrucción del quechua anti-guo y del español clásico, así como por una exa-gerada interpretación del ideal fonético de laortografía indígena, se ha pretendido difundir yaún imponer, por autoridades municipales, lagrafía *Cusco, que es inadecuada».

MogadiscioEl nombre de la capital de Somalia, en la lengualocal, el somalí, es Muqdisho. Durante muchosaños, como ocurrió con otras lenguas de lazona, el somalí se escribió con caracteres ára-bes y el nombre de su capital se escribía tal ycomo es hoy en día en árabe moderno (transcri-to al español): Maqdishu. Más adelante, con lacolonización inglesa, el somalí comenzó a escri-birse con caracteres latinos, y para transcribir elnombre de la capital, los ingleses, teniendo encuenta su propia fonética, optaron por la formaMogadishu. Después, cuando el país fue ocupa-do por los italianos, estos también transcribieronel nombre de la ciudad adaptándolo a la pro-nunciación italiana y decidieron escribir Moga-discio, cuya pronunciación en español sería[mogadíscho]. En los diccionarios enciclopédi-cos españoles aparecen dos posibles grafíaspara el topónimo en cuestión: Mogadisho y Mo-gadicho, y en los buenos atlas aparece el nom-bre tal y como se escribe en somalí (Muqdisho)acompañado entre paréntesis por el nombre eninglés (Mogadishu) o bien por el italiano (Moga-discio). El Manual de Español Urgente, en el ca-pítulo «Normas sobre topónimos», aconseja quese escriba Mogadischo por ser esta la grafía que(teniendo en cuenta la fonética española) másse aproxima a la pronunciación del nombre dedicha ciudad. La cuestión no tiene demasiadatrascendencia y cualquiera de las grafías puedeser válida, pero si se opta por escribir el nombretal y como lo hacen los italianos hay que teneren cuenta que Mogadiscio no se pronuncia [Mo-gadiscio] sino [Mogadíscho], advertencia espe-cialmente necesaria para la radio y la televisión.De las cuatro formas válidas para referirse a lacapital de Somalia —Mogadiscio, Mogadisho,Mogadicho y Mogadiscio—, el recientementepublicado Diccionario panhispánico de dudasprefiere la grafía Mogadiscio por ser esta la másusada en los medios de comunicación hispano-hablantes.

San Juan de TerranovaEn español existen unos topónimos tradicionalesque deben ser respetados, es decir, deben em-plearse en lugar de los correspondientes topóni-mos procedentes de otras lenguas. Uno de estoses Saint John (también Saint John´s) en la isla deTerranova. Esta ciudad no solo tiene nombre enespañol, como ocurre con Londres o con Atenas,sino que además fue fundada por españoles:pescadores procedentes del puerto guipuzcoanode Pasajes de San Juan arribaron a aquellas tie-rras a comienzos del siglo XVI, se instalaron y die-ron en llamar a su fundación San Juan de Pasa-jes. En toda la cartografía rotulada en español yen todos los manuales de geografía españoles ehispanoamericanos esa ciudad se llama SanJuan, y la isla se llama Terranova. El topónimocompleto es, pues, San Juan de Terranova. Lostopónimos ingleses *Saint John (para la ciudad) y*Newfoundland (para la isla) no deben usarse.(En cuanto a la forma Saint John´s solo es lógicasi va seguida del nombre inglés de la isla: SaintJohn´s, Newfoundland.)

topónimos olvidadosHace tiempo fue noticia una reunión que celebra-ron el presidente del Gobierno español y el primerministro portugués en la isla de Madeira. Tambiénllamó la atención la violenta reacción de los mu-sulmanes de Bangladés ante la destrucción deuna mezquita en la India. Eran frecuentes las in-formaciones sobre los viajes que hacían los polí-ticos turcos desde Ankara para establecer rela-ciones con las nuevas repúblicas turcohablantesde la zona ex soviética. En las referencias que sehacían de Libia y el embargo aéreo a que estabasometida, siempre salía a relucir el aeropuerto tu-necino de la isla de Yerba (a veces escrito Jerbao Djerba), que es el más cercano a Trípoli. De esemismo país, Libia, se habló mucho cuando losaviones estadounidenses sobrevolaron el golfode Sirte y violaron el espacio aéreo libio. En lasnoticias de fútbol se descubrió una ciudad turcallamada Trebzon, adonde se desplazó un equipoespañol para disputar un partido contra los loca-les. En Marraquech se celebró un congreso sobreAl Andalus al que asistieron estudiosos europeosy marroquíes. Es muy probable que si en las no-ticias comentadas en el párrafo anterior los re-dactores hubieran optado por usar los nombresespañoles de esos topónimos, muchos lectoresno hubiesen entendido bien de dónde se trataba.Veamos: la reunión de los gobernantes español yportugués fue en la isla de Madera; los musulma-

nes se manifiestan en Bengala; los políticos tur-cos tienen su sede en Angora; el aeropuerto tu-necino más cercano a Libia es el de la isla de Gel-ves, y los norteamericanos sobrevolaron el golfode Sidra; el equipo turco al que se enfrentó el es-pañol fue el de Trebisonda, y la ciudad donde secelebró el congreso sobre Al Andalus es Marrue-cos. Ciertamente debe de haber muy pocos his-panohablantes que aún llamen Madera a lo queen portugués se llama Madeira, aunque en lasenciclopedias españolas aparezca con el nombreespañol y en algunas recetas de cocina aparezcacomo ingrediente el vino de Madera. Además, anadie le extraña llamar Bangladés a un país queantes se llamó Pakistán Oriental, pero que en es-pañol siempre se llamó Bengala, y de ahí el tigrede Bengala y los tres lanceros bengalíes. Tampo-co sabe casi nadie en que los gatos de Angoradeben su nombre a lo que ahora llamamos por sunombre turco, Ankara. Quizá solo los aristócratassepan que en España hay una marquesa de Gel-ves, y quizá solo ella sepa que ese Gelves es loque ahora todos llamamos Yerba. Puede ser queel caso del golfo de Sidra aún pueda salvarse, yaque en algunos medios de comunicación llamanasí, en español, a Sirte. La Agencia Efe fue el úni-co medio que se molestó en recordar que la ciu-dad turca a la que los turcos llaman Trebzon tie-ne un nombre tradicional en español: Trebisonda,del que la forma trapisonda pasó a significar ‘ja-leo’ o ‘riña’, ‘embuste’ o ‘enredo’, con sus deriva-dos trapisondear (‘armar trapisondas o interveniren ellas’) y trapisondista (‘enredador, personaque arma o levanta trapisondas’). Y en cuanto alnombre de Marruecos, en español llamamos asía ese país dándole el nombre en español de laque fue una de sus capitales. Así, el imperio deMarruecos tenía su capital en la ciudad de Ma-rruecos, a la que desde hace ya bastante tiempo(más o menos desde la década de 1930) nos he-mos acostumbrado a llamar por su nombre enárabe adaptado a la fonética francesa: Marra-quech.

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Topónimos y gentilicios

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Noticias

EL LIBRO DE ESTILO DE LA AGENCIA EFECUMPLE TREINTA AÑOSEn 1975 se distribuyó entre los redactores de Efeuna edición en multicopista del Manual de estilo deEfe-Exterior. Consistía en treinta y dos folios en-cuadernados con tapas de cartulina delgada, im-presos por una sola cara y reproducidos a partir deun texto mecanografiado. Estaba dividido en dospartes, la primera dedicada a la transmisión y tiposde noticias, y una segunda titulada «Anexos» en laque se trataban cuestiones léxicas y gramaticales.En 1976 apareció la segunda edición, pero esta vezen forma de libro de 66 páginas y pequeño forma-to. Incluía un decálogo en el que se prohibía el em-pleo de la pasiva, el pretérito perfecto y el gerundio.En 1978, el entonces presidente de Efe, Luis Ma-ría Anson, le encargó al académico FernandoLázaro Carreter la redacción de un manual que,además de las normas de redacción periodística,incluyese una síntesis de gramática y sintaxis yque fuese aceptado como modelo para la normali-zación del léxico informativo en España e Hispa-noamérica. El libro, cuya producción se le encargóa la editorial Castalia, conservó el título de Manualde estilo pero no fue considerado como la terceraedición del anterior sino que consta como primera.A partir de entonces comienza la numeración delas sucesivas ediciones. En 1981 apareció la ter-cera, producida igualmente por Castalia, pero conuna importante novedad: en el texto, elaborado so-bre el que en su día redactó Lázaro Carreter, inter-vinieron también Carlos Ramírez Dampierre, Gui-llermo Lorenzo, Pedro García Domínguez yAlberto Gómez Font, miembros del Departamentode Español Urgente, recién creado por la AgenciaEfe en colaboración con el Instituto Iberoamerica-no de Cooperación. Asimismo, en la corrección yampliación del léxico intervinieron Fernando Láza-ro Carreter, Manuel Alvar, Luis Rosales y AntonioTovar, de la RAE, y José Antonio León Rey, secre-tario general de la Asociación de Academias y aca-démico de la Colombiana, todos ellos miembrosdel Gabinete del Español Urgente, precursor delactual Consejo Asesor de Estilo de la Fundéu.En 1985, con la cuarta edición, tuvieron lugar doscambios importantes: 1) el Manual de estilo pasó a lla-marse Manual de español urgente; 2) Cátedra, unaimportante editorial, firmó un acuerdo con Efe para en-cargarse de la edición, impresión y comercializacióndel libro, que desde la decimotercera edición, publica-da en el 2000, figura con iniciales mayúsculas en el tí-tulo: Manual de Español Urgente (MEU).Con la decimosexta edición del MEU que acaba deeditarse, publicado ya con el crédito de la Fundéu,

se ha cumplido el trigésimo aniversario del manualde estilo de la Agencia Efe, treinta años que hanconvertido esta obra en referencia obligada paratodos los manuales de estilo de los medios de co-municación en lengua española y en libro de textorecomendado en muchas facultades de Cienciasde la Información de ambas orillas del Atlántico.■

ALICIA MARÍA ZORRILLA VISITA LA FUNDÉUAlicia María Zorrilla, miembro de la Academia Ar-gentina de las Letras y directora de la FundaciónLitterae, de Buenos Aires, visitó la sede de laFundación del Español Urgente. Durante la visitase entrevistó con Joaquín Muller, director generalde la Fundéu, con quien trató de los proyectoscomunes que ambas fundaciones pondrán enmarcha a partir del 2006, según se recoge en elconvenio de colaboración suscrito por ambas ins-tituciones. Entre los planes que dicho acuerdo in-cluye figuran la implantación de la Fundéu en Ar-gentina y la cooperación de la Fundación delEspañol Urgente en los cursos y congresos orga-nizados por la Fundación Litterae.■

CURSOS DE EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITAPARA ABOGADOS«Tenemos que darle a la forma la importancia quese merece. La abogacía vive de ella, no solo delDerecho», afirma Luis Bazán, socio emérito deGómez-Acebo & Pombo, entidad colaboradora dela Fundéu que considera que el buen uso del len-guaje es fundamental para el ejercicio de la profe-sión. En este sentido, el bufete, dentro del plan de2005

1981

1978

1976

1975

De izquierda a derecha: Alberto Gómez Font, Alicia Ma-ría Zorrilla, Joaquín Muller y Francisco Muñoz

formación para los abogados que se incorporan aldespacho, organiza cursos de expresión oral y es-crita como complemento de las materias específi-camente jurídicas. El último de estos cursos fueimpartido por Juan Lorenzo, catedrático de Filolo-gía Latina de la Universidad Complutense.■

CEDRO ESTRENA IMAGEN INSTITUCIONALEl Centro Español de Derechos Reprográficos,entidad colaboradora de la Fundéu, ha estrenadonueva imagen institucional, basada en un logotipomás moderno y sencillo que el anterior con el finde conseguir que la identidad visual de la organi-zación sea más ágil y clara. CEDRO ha reforma-do también su boletín informativo, que ha recibidoel «Certificado de calidad lingüística» de la Fun-déu. Esta reforma tiene como objeto ajustar la pu-blicación a la nueva imagen y enriquecer sus con-tenidos para convertirla en un elemento dereferencia en el mundo de los derechos de autor.■

CRECE EL EQUIPO DE LA FUNDÉUSusana Arroyo, Marta López y Ana López, licen-ciadas en Filología Hispánica, se han incorpora-do al equipo de la Fundéu gracias a los acuerdosinstitucionales suscritos con la Universidad de Al-calá de Henares y la de Ciudad Real, las cualeshan dotado las becas respectivas para que lastres filólogas puedan completar su formación pro-fesional en la sede de la Fundación del EspañolUrgente. También se han unido a la Fundéu dosexperimentados correctores de estilo con unaamplia carrera profesional —Javier Bezos y Fe-derico Romero— y el periodista Fernando Valen-zuela, hasta ahora subdirector de Relaciones In-ternacionales de Efe y reconocido traductor.■

LA FUNDÉU, EN AMÉRICA Y ESPAÑALa Fundación del Español Urgente, representadapor su coordinador general, Alberto Gómez Font,estuvo durante el último trimestre del 2005 en lossiguientes foros nacionales e internacionales: Feriainternacional Liber de editores (Madrid), conferen-cia titulada «El lenguaje científico y la lengua gene-ral»; Primeras Jornadas Argentinas sobre Lengua ySociedad, Universidad Belgrano (Buenos Aires),conferencia titulada «La Fundación del Español Ur-gente: orígenes, tareas y proyectos»; Asociación dePeriodistas Latinos de Georgia (GALAJ), Atlanta(EE. UU.), «Taller de buen uso del español»; VCongreso Nacional de Prevención y Tratamientodel Tabaquismo (Salamanca), mesa redonda sobre«Lengua, comunicación y tabaquismo», ponenciatitulada «Café, copa y puro»; curso «El español ylos medios de comunicación», Universidad Autóno-ma de Madrid, clase sobre «Problemas prácticos:toponimia y transcripción» y mesa redonda sobre«El español y los medios de comunicación»; curso«Lectura, escritura y comunicación», Universidadde Málaga y Fundación Alonso Quijano, clase so-bre «El español que se habla en los medios» ymesa redonda sobre «La salud del español».■

FUNDÉU-CEDDET: CURSO POR INTERNET La Fundación del Español Urgente y la FundaciónCentro de Educación a Distancia para el DesarrolloEconómico y Tecnológico (CEDDET) han suscrito unacuerdo para impartir un curso sobre el uso correctodel español en los medios de comunicación. El curso,que tendrá un enfoque eminentemente práctico, sedesarrollará íntegramente por Internet y empleará unmétodo que favorece la participación conjunta de losprofesores y los alumnos. Las clases comenzarán el24 de abril del 2006 y terminarán el 23 de junio, y se-rán impartidas por Alicia María Zorrilla, miembro dela Academia Argentina de las Letras y directora de laFundación Litterae, de Buenos Aires; Xosé CastroRoig, traductor técnico y corrector de estilo, y AlbertoGómez Font, filólogo y coordinador general de la Fun-déu. El CEDDET fue creado en el 2002 por iniciativadel Banco Mundial y el Ministerio de Economía espa-ñol. Su patronato lo integran, además de los dosorganismos anteriores, la Fundación Telefónica, laAgencia Efe, el Instituto Español de Comercio Exte-rior (ICEX) y la Agencia Española de Cooperación In-ternacional (AECI). Tiene como fin promover el forta-lecimiento institucional, la actividad económica y lainversión en países en proceso de desarrollo por me-dio de programas de capacitación profesional. Los in-teresados en este curso pueden consultar las pági-nas www.ceddet.org y www.fundeu.es.■

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Noticias

De izquierda a derecha: Fernando Valenzuela,Susana Arroyo, Ana López, Marta López, Federico Romero y Javier Bezos

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Con permiso

El oxímoronAlexis Márquez RodríguezDe la Academia Venezolana de la Lengua

Entre las figuras retóricas del tipo de las figurasde construcción también destaca el oxímoron,menos frecuente en el habla común, pero igual-mente importante. A veces lo empleamos sin sa-berlo, como en los demás casos, aunque es máselaborado, pero de todos modos suele usarse demanera inconsciente. Consiste en una antítesisen que se emplean dos palabras o frases de sig-nificados opuestos, dando vida así a una nuevaexpresión, que de hecho integra las otras dos,pero tiene un significado diferente. Como cuandodecimos, por ejemplo, agridulce, claroscuro, mú-sica callada, soledad sonora, estruendoso silen-cio, difícil facilidad... En el trasfondo de estas ex-presiones hay, sin duda, un valor metafórico.

Son expresiones que se emplean en el lenguajecomún, aunque dentro de un contexto de ciertonivel culto; pero el oxímoron se usa más frecuen-temente en el lenguaje literario. La ardiente pa-ciencia es el título de una novela del chileno An-tonio Skármeta, en el que se contrapone lasensación de ardor a la idea sosegada de la pa-ciencia. Don Pedro Calderón de la Barca, uno delos más eminentes poetas y dramaturgos espa-ñoles, de la época barroca, en su obra de teatromás importante, La vida es sueño, emplea variasveces el oxímoron. Por ejemplo, en el monólogode Segismundo, al comienzo de la obra, dice elprisionero: «Inmóvil bulto soy de fuego y hielo». Ytambién: «Una prisión oscura / que es de un vivocadáver sepultura». En el primer ejemplo se em-plean los términos contrapuestos fuego y hielo, yen el otro los vocablos vivo y cadáver. En amboscasos la contraposición semántica da origen auna tercera idea, muy bien definida: la imagen deun prisionero que se queja de su desgracia, y queoscila entre la indignación (fuego) y la frialdad dela impotencia (hielo), y siente que es un cadáver,pero sigue vivo.

También Garcilaso de la Vega, en la Égloga Pri-mera, utiliza un oxímoron para describir el des-dén de su amada, doña Isabel de Freire, tras-mutada en Galatea, a la cual se queja el pastorSalicio:

«¡Oh más dura que mármol a mis quejas, / y alencendido fuego en que me quemo / más hela-da que nieve, Galatea, / estoy muriendo y aun lavida temo, / témola con razón, pues tú me dejas,/ que no hay sin ti el vivir para qué sea». Aquí seemplea dos veces el oxímoron: al contraponer elencendido fuego a la frialdad de la nieve, y cuan-do se contraponen la vida y la muerte.

Un venezolano que usó mucho el oxímoron, aveces combinado con otras figuras retóricas,fue Alfredo Arvelo Larriva, el mayor de nuestrospoetas modernistas. Veamos una muestra:«Con el herido corazón vendado / por ti, medesespero de esperanza». «Y tras los lentesclaros, las pupilas oscuras». «¡Canta! Sobre lalira es impotente / la injusticia brutal de la justi-cia». «Noche de carnaval. Cuerda locura / sedesbordaba en olas de alegría». «¡Oh rusorudo y fuerte, suerte de anciana encina / queaun reverdece bajo los copos del invierno». «Ybajé la calle por tornar a verlos, / y torné a su-birla por afán de ver».

También en la prosa literaria se usa el oxímoron.Alejo Carpentier, en un pasaje de su novela El si-glo de las Luces dice: «El adolescente miraba laciudad, extrañamente parecida, a esta hora dereverberaciones y sombras largas, a un gigantes-co lampadario barroco.»; aquí se contraponenreverberaciones y sombras largas. También:«(…) un crepúsculo que pronto incendiaría el cie-lo durante unos minutos, antes de disolverse enuna noche repentina.», donde contrastan la ideade incendiar el cielo y la imagen de la noche re-pentina. Más adelante describe un personajeagobiado por un ataque de asma, y dice que «ex-halaba un silbido sordo», contraponiendo el soni-do agudo de un silbido a un sonido bajo. A ren-glón seguido habla de sus ojos, «ausentes apesar de su fijeza», enlazando dos ideas igual-mente contrapuestas: la ausencia metafórica delos ojos y la fijeza de su mirada.

Como se ve, el oxímoron es una figura retórica degran fuerza expresiva.

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Con permiso

Lo siento, amigos, por la redundancia. Pero,¿cuándo es que un descuido puede considerarsedescuidado? Bueno, es algo así como el interéscompuesto. O sea, un descuido encima de otro,por decirlo más claramente. Solo que en estecaso es, más bien, DESinterés compuesto.

Es evidente que los presentadores tienen gran in-terés (pero con «DES-») en decir las cosas bien,puesto que tienden a dirigirse al menor denomina-dor común (para seguir la analogía con las mate-máticas). Que es precisamente lo que ocurre con elinglés norteamericano de nuestros días. El lengua-je hablado de los medios informativos anglos no seesfuerza mucho —con honrosas excepciones—por mostrar elegancia, diversidad de vocabulario,pulcritud, ni menos un poco de gracia o de ingenio(lo canto, honradamente, tal como lo veo). Por elcontrario, se revela partidario de lo chabacano,ramplón y vulgar, como si se temiera confundir alpúblico con alguna voz o frase levemente tangen-cial a un nivel idiomático de cierta categoría.

Que cómo se logra este resultado en español, sepreguntarán ustedes. Pues muy fácil. Se piensaen inglés. ¿Hablaba del DESinterés compuesto?Pues vean ustedes cómo se hacen estas opera-ciones sin calculadora y sin el menor esfuerzo,copiando los errores y las deficiencias de las noti-cias en inglés. Es así como se llega a eso, al errormúltiple o compuesto. O sea, el error cometido eninglés se aplica, se duplica y se complica cuandose translitera a nuestro pobre e indefenso idioma.

De los millares de ejemplos que se suceden adiario, sólo voy a brindarles unos pocos, casi —diríase— al azar.

Nos dicen que murió un personaje «al chocar elhelicóptero en que viajaba». ¿Conque chocó, eh?Pero contra qué: ¿un camión o un tren? ¿Iba vo-lando tan bajo que lo interceptó otro vehículo? No,amigos. Como sabemos, los helicópteros y de-más aeronaves no suelen chocar sino que, por logeneral, se estrellan. Lo que ha pasado es que elestrellado locutor (y no, desde luego, «locutor es-

trella») ha transliterado una imprecisión del inglés,que usa crash para accidentes de ambos tipos.

Otro caso del nivel más burdo de lenguaje es el queincurre nuestro recitador noticiero al decir que al-guien «ha roto la ley». Creo que aquí lo roto es elagujereado vocabulario de quien así se expresa,puesto que las leyes no se rompen como sucedecon un objeto físico (se rompe un vaso, una camisa).No hace falta ser abogado para saber que la ley seviola, se infringe. No sé por qué sospechamos quenuestro amigo el estrellado transliteró directamentedel inglés break que, para ser consecuente con losaplanadores principios de ese idioma, es voz de ca-rácter vernáculo más bien que término profesional.

Luego, ya en el orden social, tenemos esta noti-cia de asombrosa redacción: «se ha identificadoel matrimonio más viejo del mundo». ¿Es un ma-trimonio de ancianos? Pues no, claro, es la ver-sión rectilínea, originada otra vez en un mínimodenominador común: oldest. Lo que nos han que-rido decir es «DURADERO» para así diferenciarlode la edad de los cónyuges, ¿no?

Habíamos comentado en un artículo anterior lamala costumbre de emplear «dejar» (por translite-ración de leave, que no siempre corresponde).Pues bien, la solución del acertijo que planteamossobre let you know es la siguiente. No es cosa de«dejar saber» (lo literal), sino de «avisar», «adver-tir», «informar», «notificar». Si yo le comunico austed algo que antes le ocultaba, sí puede que selo «deje saber». Si no, pues a lo dicho: «avisar»,etc.

El otro aspecto en que se usa (y se abusa de) «dejar»para traducir leave es el siguiente: «El Sr. García dejóel país», nos dicen (transliteración de left the country).Pregunta: ¿en qué lugar(o cómo) lo dejó? Puede queGarcía dejara su sombrero o su maleta, pero aquí loque se quiere decir es que García «se fue» o «saliódel» país, o en todo caso lo «abandonó».

Les advertimos, pues, que el DESinterés compuestodeviene en el concepto titular del DESCUIDO DESCUIDADO,

Descuidos descuidadosEmilio Bernal LabradaDe la Academia Norteamericana de la Lengua Española

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Con permiso

A veces el hablante se enreda solo y, como lasolas, una sobre otra, envuelve las palabras, unascon otras, de tal manera que acaba diciendo lomismo pero más largo.

Esta acumulación innecesaria e inútil de voca-blos que repiten un mismo pensamiento, aunqueexpresado de forma distinta, da lugar a curiosas,y a veces jocosas, redundancias.

Hay muchos ejemplos verdaderamente singula-res de esos ejercicios malabares. Como esa pie-za que pusieron de moda los políticos intentandoconfundir al personal con «proyectos de futuro»,cuando todo el mundo sabe lo difícil que resultaconcebir un proyecto para el mes anterior; o esosotros avispados que pretenden no dejar pistas y«se bifurcan en dos direcciones» tocados conuna espléndida «peluca postiza» por si las mos-cas; o los que, como quien no quiere la cosa,«hablan tres idiomas diferentes»; o aquellos que,por una «casualidad imprevista», se ven obliga-

dos a «prever con antelación» una «utopía inal-canzable».

Lo mismo ha ocurrido con los «crespones ne-gros» que se vieron sobre numerosas banderas ysábanas blancas en sentida reacción al atentadoterrorista de la estación de Atocha, de Madrid.

Quienquiera que se haya molestado en «volver areleer» el Diccionario de la Real Academia habrápodido percatarse de que en la segunda acep-ción de esta palabra se explica que crespón esuna ‘tela negra que se usa en señal de luto’. Esdecir, que no hay crespones rojos ni amarillos nide cualquier otro color. El crespón es negro por símismo, por definición; como negra es la pena y,para algunos, la propia vida. En nuestra cultura,este extremo de la escala cromática, opuesto alblanco, es color infausto y triste y suele asociar-se generalmente a lo negativo y funerario; aun-que muchos lo utilicen también para ir de fiestapor la noche.

El crespón, negro por definiciónAntonio Machín GarcíaDirector de la Oficina de Corrección del Español

Hay palabras con biografía, palabras que nostraen recuerdos de personas, de voces, que nosdevuelven imágenes, colores, olores, sonidos…El ejercicio de recuperación de esa memoria léxi-ca es muy fácil: se trata, simplemente, de poner-les nombre y apellidos a las palabras que cono-cemos, y si no damos con ellos, al menos un sitio,una época de nuestra vida; explicar dónde apren-dimos esa palabra o a quién se la oímos decir porprimera vez. Estas son algunas de las mías:

Adiafa, albéitar, algaba, almacabra, atarazana,cabecequia, cáfila, crestomatía, dragomán, ho-

rro, trujamán, zabazala y zarco las conozco y re-conozco como arabismos gracias a mi formaciónuniversitaria... estudié filología árabe; pero unaes muy anterior a esa época —atarazana—, queme transporta a la ciudad donde nací, Barcelona,donde hay un precioso edificio llamado así: lasatarazanas, en catalán «dressanes». El nombre yapellidos de esas palabras es múltiple, pues enellas está el recuerdo de todos los profesoresque me transmitieron su saber en aquellos añosuniversitarios: Pedro Martínez Montávez, Car-men Ruiz Bravo Villasante, Bernabé López Gar-cía. Abderramán Cherif Chergui... Crestomatía

Palabras, sitios, amigosAlberto Gómez FontFilólogo, coordinador general de la Fundéu

también es de entonces, del libro con textos ára-bes para traducir.

Amok me la enseñó Eduardo Haro Tecglen, cuan-do le rogué que escribiera el prólogo para el ca-tálogo de la exposición de fotos Tánger en blan-co y negro, en 1993. Y me lleva a esa ciudad,donde viví en una de mis reencarnaciones.

Andoba es de Pedro Gómez de Santamaría, mipadre, que siempre la ha usado y sigue hacién-dolo. Y no se la he oído a nadie más... bueno, qui-zás a mi hermana.

A azquenazí no logro ponerle nombre, sé que laaprendí no hace mucho, quizás leyendo sobresus primos, los sefardíes, puede que se la oyerapor primera vez a mi amigo Jacob Hassán, profe-sor de ladino.

Benjuí ha estado siempre conmigo, no sé porqué. ¿Era acaso una de esas palabras que for-maban parte de una lista cuando estudiábamoslas reglas de acentuación? De ser así fue cosa dedon Temístocles Botero, en Pereira, Colombia, afinales de los 50. Seguro que huele muy bien.

Cacografía es de las últimas que han llegado a micolección, y se la debo a un gran ortógrafo y ami-go, el profesor José Martínez de Sousa, que lausa a menudo en su Diccionario de usos y dudasdel español actual.

Cachada, canonesa, enrubescer, estocástico,feta, gambeta, garzonía, larda, rubro y unalbo sonde esas que uno conoce sin haberlas oído antes,gracias a su parentesco con otras, a lo que el pe-riodista y amigo Álex Grijelmo llamaría «los clo-nes de las palabras».

Calambur y hético se las debo a algunas de lasmás de trescientas personas (y no es cuestión deescribir aquí los nombres de todos) que formanparte de la lista de correo electrónico Apuntes, dela que fui fundador y comoderador.

Caneca, taita, talanquera y verriondo son recuer-dos de mi infancia colombiana: la caneca la usá-bamos para botar la basura, el taita era mi «apá»,las talanqueras se hacían de guadua y verriondoera un estado de ánimo que...

Lo de canéfora es cosa de mi gran amigo y com-pañero Pedro García Domínguez; es una de sus

palabras preferidas, y la usa en los sitios y en lassituaciones más inesperados.

Carpincho la aprendí en una talabartería a orillasdel Paraná, en Rosario, con ocasión del III Con-greso Internacional de la Lengua Española, y sela debo a la traductora argentina Patricia Puglie-se, que me prometió llevarme a comer carpinchoy todavía estoy esperando. Cada vez que oigoesa palabra recuerdo el cadencioso acento quil-meño de Patricia.

Ciclán es una de mis preferidas, me la enseñó ungran conocedor del diccionario, Xosé CastroRoig, cuya colección de palabras puede verse ensu página personal en la Internet y a quien tam-bién le debo otras: fárfara, hálara y naonato.

Clapa, crida y rampa me suenan a Cataluña, alespañol-catalán que hablábamos los amigos du-rante el bachillerato, en la década de los 60, enBarcelona, cuando Juan Marsé escribía Últimastardes con Teresa.

Coprolalia me la descubrió un periodista de laAgencia Efe, Félix Pacho Reyero, que me pidióque le averiguase su significado y también el decoprofagia.

Crencha es bien reciente para mí, la tengo desdehace menos de un año, me lleva a orillas delMare Nostrum, y la repetía mucho mi amigo sit-getano Felipe Rubio (q. e. p. d.), no sé si con cier-ta nostalgia, pues su alopecia era galopante.

Chaira me suena a germanía, a léxico del hampa,y no sé de dónde demonios me habrá llegado,pues no acostumbro a frecuentar esos ambientes.

Estilita es cosa de Luis Buñuel y su película «Si-món del desierto»... o al menos eso es lo que re-cuerdo de mi primera visión de un extático subidoen una columna... y me da mucha sed.

Faramalla —y su derivado faramallero—, gua-chapazo y remezón me suenan a joropo, me hue-len a arepas con queso y juguito de lechosa, mesaben a ron Santa Teresa, las veo entre el Caribey el Orinoco: se las he oído algunas veces a miamiga de la Academia Venezolana de la LenguaEspañola, María Josefina Tejera, otra gran colec-cionista de palabras, y autora de un importantediccionario de venezolanismos. Y también me re-cuerdan a mis otros dos profesores de venezola-

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Con permiso

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Con permiso

no: la periodista experta en boleros Elsy Manza-nares Feliche y el profesor Alexis Márquez Ro-dríguez.

De hodierno tiene la culpa mi suegro, FernandoLázaro Carreter (q. e. p. d.), que, en la primeraedición del Manual de Estilo de la Agencia Efe, til-daba de «cima de la pedantería hodierna» a al-gún palabro usado por la clase política y perio-dística.

De mi fascinación por el mundo del Mediterráneode la baja Edad Media, de los piratas, de la linguafranca, surge mi conocimiento de la palabra jení-zaro, que es una de las cosas de las que hubiesepresumido si lo fuera: —Soy jenízaro…— y ahíqueda eso.

Luva la aprendí en Lisboa, en la calle empinadaque lleva desde la plaza del Rocío hasta la ruaGarret, donde hay una preciosa y minúscula tien-da de luvas. Paseaba por Lisboa con mi amigopintor Pablo Rojas Galindo, y ese viaje me traerecuerdos de calamares a la parrilla y aguardien-te de guindas.

Negrada debe datar de cuando viví en una plan-tación del sur de los Estados Unidos, a principiosde siglo, y me tomaba todos los atardeceres unjulepe de menta en vaso de plata. Y ahora en se-rio: debió surgir viendo películas de la Guerra deSecesión norteamericana.

Parpar salía en el único crucigrama que he hechoen mi vida.

Parrocha y viracocha me las enseñó el escritorsanroqueño Paco Muñoz. La primera hablandode los manjares de su tierra gaditana, y la segun-da cuando me contaba detalles de un cuento queestaba escribiendo en el que aparece una indiaquechua de la época precolombina.

Perdulario la leí en un libro sobre Tánger, en elque el autor, Eduardo Jordá, hace una divertidísi-ma descripción de la actividad de un perdulario ala caza de turistas en la plaza del Zoco Chico deaquella ciudad.

Perfusión, preparoxítono, uxoricida (últimamentehay demasiados en nuestro país) y zapear se hanido presentando ellas solas en el trabajo que des-empeñé como corrector y consultor lingüístico enel Departamento de Español Urgente de la Agen-cia Efe, por lo que es en parte responsable quienfundó ese departamento, el periodista Luis MaríaAnson.

La ratafía forma parte del vocabulario de todoslos conocedores del sugerente mundo de las be-bidas espirituosas, y yo soy uno de ellos, o, almenos un aficionado a conocerlas, catarlas e in-cluso mezclarlas.

Antes hablé de mi fascinación por la época en laque los piratas eran los dueños del Mediterráneo,y de mis lecturas sobre el gran Jaredín Barbarro-ja surge la palabra rebenque, y el serrallo, y la ta-lasocracia. Aunque la primera vez que oí serrallofue allá por 1966, en Tarragona, y su recuerdo mehuele a mar, a pescado y veo redes y barcas yoigo la voz del subastador en la lonja… pues elSerrallo es el barrio de los pescadores de aquellaciudad.

Stábat la aprendí de labios de mi gran amigo Car-los Varona Narvión, quien un día que hablábamossobre la música más adecuada para los domin-gos por la mañana me recomendó el Stábat Má-ter de Boccherini cantado por la soprano AgnèsMelon, con el violín de Chiara Banchini y el grupode cuerda Ensemble 415… Una delicia.

Tesela debió ser cosa de Fernando Valdés, o deMercedes Lillo Alemany, mis profesores de Arte yArqueología Islámicos.

Los miembros de mi familia política disfrutan co-miéndose un plato de tirabeques, pero no dejande recordarme, siempre que se los miento, queen su tierra se llaman bisaltos. A mí también megustan, aunque son algo incómodos de comer.

Aún me río cuando recuerdo a mi primo argentinoPedro Blanco Gómez, hace ya un montón de años,contándome un chiste sobre Fidel Castro en el quesalía la palabra zafra, entonces nueva para mi.

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Biblioteca

Diccionario panhispánico de dudas

El Diccionario panhispá-nico de dudas se propo-ne servir de instrumentoeficaz para todas aque-llas personas interesa-das en mejorar su cono-cimento y dominio de lalengua española. En élse da respuesta a lasdudas más habitualesque plantea el uso delespañol en cada uno delos planos o niveles quepueden distinguirse en

el análisis de los elementos lingüísticos: el fono-gráfico, el morfológico, el sintáctico y el lexicose-mántico. Este es un diccionario normativo en lamedida en que sus juicios y recomendaciones es-tán basados en la norma que regula hoy el usocorrecto de la lengua española. Su carácter pan-hispánico viene determinado tanto por su conte-nido —y, especialmente, por la consideración delas variantes regionales— como por su autoría.Las veintidós academias han sido las que han de-finido sus líneas maestras y trabajado durantemás de cinco años en su aplicación y desarrollo.

Real Academia Española y la Asociación de Aca-demias de la Lengua EspañolaSantillana Ediciones Generales, Madrid, 2005.

Mil historias más de frases y palabras que decimos a cada rato

En este volumen, conti-nuidad del Tres mil histo-rias de frases y palabrasque decimos a cadarato, el autor se nutre dela etimología pero tam-bién recurre a la charlacotidiana, a las manerasde hablar de los jóvenesy al uso general que lagente hace de su lenguapara pintar un fresco no-table y sugestivo denuestro idioma.

El libro trata de destacar ciertos rasgos peculiares delespañol. Es el caso de muchos sustantivos termina-dos en la vocal a, que denotan aumentativo: cesta

frente a cesto; cerca y cerco; cuchilla y cuchillo; cuen-ca y cuenco, etcétera. También se han consideradoaquí como lunfardas voces que, aunque la Real Aca-demia Española registra y da por castizas, adquierenun matiz propio en el habla de los argentinos.

Héctor ZimmermanAguilar S.A., Buenos Aires (Argentina), 2005.

Manual de estilo de la lengua española

El Manual de estilo dela lengua española esuna obra de referenciafundamental para es-critores, editores, traduc-tores y correctores. Esta2.a edición, revisada yampliada, consta de dospartes con un mismo fin:ayudar a redactar bien ycon propiedad a quienesdiariamente han de en-frentarse con una cuarti-

lla en blanco o una pantalla de ordenador vacía. Laprimera parte se propone ofrecer al lector los ele-mentos básicos para conseguir una redacción co-rrecta con sujeción a las exigencias del lenguajenormativo por un lado y de la escritura científicapor otro. La segunda parte ofrece, en orden alfa-bético, un conjunto de materias que pueden serobjeto de atenta lectura o mera consulta para re-solver los múltiples problemas con que el destina-tario se puede tropezar al construir su discurso.

José Martínez de SousaEdiciones Trea, Gijón (Asturias), 2003.

El habla culta (o lo que debiera serlo)

En este volumen se reú-nen ciento cincuenta yun artículos publicadosen dos diarios limeños,entre 1996 y 1999, bajoel epígrafe «Dice MarthaHildebrandt». Del 27 denoviembre de 1995 al 12de noviembre de 1998,en la página de opinióndel diario oficial El Pe-ruano. Del 12 de febrero

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Biblioteca

al 8 de octubre de 1999 en la página editorial deldiario El Sol. Los términos y giros estudiados per-tenecen al nivel del habla culta —o de lo que de-biera serlo— en el español actual de ambos con-tinentes.

Martha HildebrandtMartha Hildebrandt, Lima, 2003.

Normativa lingüística española y corrección de textos

Biblioteca del traductory del corrector de tex-tos. Este libro nos deta-lla la Gramática norma-tiva, preceptiva oprescriptiva, que es laque prescribe una seriede normas o preceptospara hablar y escribircon corrección, y suelebasarse en una autori-dad lingüística, porejemplo, la Real Acade-

mia Española, respecto de España y de los paí-ses hispanoamericanos. La Normativa del espa-ñol es el conjunto de normas que se aplican anuestra lengua y que rigen su correcta expresiónescrita y oral. También incluye el apartado «co-rrección de textos».

Alicia María ZorrillaFundación Instituto Superior de Estudios Lin-güísticos y Literarios LITTERAE, Buenos Aires,2004.

Gramática para estudiantes

En este libro se ponende manifiesto las ten-dencias lingüísticas másnovedosas en el espa-ñol de hoy, que se de-ben, fundamentalnente,al relevante papel queejercen la prensa, la ra-dio y la televisión. A lolargo de los capítulosse confrontan opinionesprocedentes de dos ám-bitos distintos —pero

condenados a entenderse—, que son la Lingüís-tica y las Ciencias de la Comunicación. A partir deesta confrontación surge la pregunta sobre si laestricta aplicación de la norma académica tienesentido en el uso que se le da a la lengua en losmedios de comunicación.

Xavier Fages GironellaLaertes, S. A. de Ediciones, Barcelona, 2005.

Manual de Español Urgente

¿Cuál es el plural de re-feréndum? ¿El pasadode prever es previó opreveyó? ¿Cómo evitaren base a o a nivel de?¿Son admisibles adjeti-vos como crucial, drásti-co, álgido? ¿Hay equi-valentes para cash flow,holding, baffle?

El español actual estásometido a la presión de

las lenguas dominantes internacionalmente, a lasexigencias de los medios de comunicación, alreto de las innovaciones tecnológicas. El usuariode la lengua, incluso culto, vacila ante determina-das palabras, ignora si ciertos usos son aconse-jables. El innegable deterioro de nuestra lenguaha relajado la competencia del hablante individualpara juzgar la corrección de expresiones y voca-blos muy extendidos.

El Manual de Español Urgente, que va ya por la16.a edición, nació de la preocupación de la Agen-cia Efe por conseguir un equilibrio entre un espa-ñol vivo y actual y una lengua libre de extranjeris-mos superfluos y de usos empobrecedores. Hoy,la Fundación del Español Urgente (Fundéu) reco-ge el testigo de Efe y trabaja para actualizar estemanual para que periodistas, publicistas, redacto-res de informes y en general cualquier personaque requiera una guía ágil y nada restrictiva, en-cuentren en él una valiosa ayuda que le puedaaclarar y corregir su expresión oral o escrita.

Fundación del Español Urgente, Ediciones Cáte-dra, Madrid 2005.

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