Hace cinco años perdió la vista.Hace cinco años perdió la vista. Entonces pensó que era el peor...

Hacecincoañosperdiólavista.

Entoncespensóqueeraelpeordíadesuvida.

Peroestabaequivocada.

Elpeordíadesuvidaeshoy.

En su vida anterior, JennyAaron fue detective de un grupo especial de lapolicía alemana, una unidad de élite tan secreta que nadie puede solicitarentrar: ellos te eligen a ti. Pero, tras una arriesgada misión fallida enBarcelona,Jennyquedóciega.

Cinco años después, Aaron recibe una llamada: sus antiguos colegas deBerlínlanecesitan.ReinholdBoenisch,unasesinoenseriealqueellaenvióaprisión,hamatadoalapsicólogadelacárcel.Jennydecideaceptarelcasoyafrontarsupasado.PeroBoenischessoloelprincipio.Elrelojsehapuestoenmarchaysusenemigoslatienenensuobjetivo.Aaronnopuedever,perosigue siendo lo que siempre ha sido: una brillante investigadora y, sobretodo, unamujer con voluntad de hierro. Pronto se da cuenta de que llevatodasuvidapreparándosepara laspróximas36horas.Ydequesiquieresobrevivirtendráquelucharcontodassusfuerzas.

www.lectulandia.com-Página2

AndreasPflüger

NieblaePubr1.0

Titivillus23.01.17


Títulooriginal:EndgültigAndreasPflüger,2016Traducción:LauraManeroJiménez

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2


ParaAnne.Siempre


Sialfinalaúnmequedatiempo,noquieropreguntarme

porquédebomorir,sinosaber

porquéhevivido.


LaSagradaFamilia

Nada la tranquiliza tanto como limpiar su arma. Cualquier otro tendría quecomprobar la recámara para asegurarse de que está vacía. Ella no. Ella conoce algramo el peso del cargador que se desliza en su mano. Sabe que no hay ningúncartuchoenelcañónde laBrowningHigh-Power igualquesabeque tiene losojosverdes.Yavecesnegros.

Encuatrosegundoshapresionadolapalancadedesmontaje,hadesatrancadolacorredera y la ha extraído; elmuelle y el cañón han salido como la seda. Trabajobelgadecalidad.

Cuántasveceslohaagradecido.Laprimeravezquematófueconveintidósaños,cuandountraficantededrogas

quisoquitarlelavidaynotuvoencuentaqueparaesohacenfaltados.Unañodespués,enlaentregadeldinerodeunrescate,estabapreparadaparael

momento en que abrirían la bolsa con los recortes de periódico, pero no para elrevólverdedospulgadasquellevabaelsecuestradordelniñoenunafundasujetaalapantorrilla.Losmesessiguientessolopudodormirconlaluzencendida.

Yesanofuelaúltima.Seacordarátodalavidadecadaunadeellas.EnMoscúseencontróconunasesinoasueldoquequeríadarlerecuerdosdeparte

de Ilia Ivánovich Nikulin. El hombre jugó al ratón y al gato con ella en elaparcamientosubterráneodelhotelAralsk,hastaqueelgatofueella,yél,elratónalque ella hizo gimotear. El disparo que le descerrajó en el abdomen no le importó,pero todavíahoysiente lamiradaque leclavó la jovenempleadadelhotelaquienunabalaperdidadesuBrowningledioenelcorazón;todavíavelosojosdeesachicacuyamanosostuvohastaelfinal.

Pincela cuidadosamente el cañón y el seguro con aceite para armas sobre ellavamanos del lujoso cuarto de baño y recuerda que solo en una ocasión dejó delimpiarsupistola.

Nápoles.Lacallejuela juntoa labasílicadeSantaChiaradonde losesperabaelcapodel clanMazzarella, con quien habían negociado la compra simulada de diezmillonesdeeurosenbilletesfalsos.Cuandoun«puttana»escupidodemalamaneraledesvelóqueloshabíandescubierto,lorápidoquepudieracorreryanotuvoningunaimportancia.

Apretóelgatillo,perolabalanosalió.Eldíaanterior,NikoyellahabíantenidoqueregresaraBerlínenaviónparaunas

pocashoras.El secretariodel Interiorexigíaque le informaranenpersona sobreelcursodelaoperación;unhombretortugaquejamásentenderíaladiferenciaentreunapunte de acta y un Magnum calibre .357. Ella se desfogó en la galería de tirodespuésdelareunión—trescientoscincuentacartuchos—,ytuvoqueiratodaprisa


al aeropuerto para regresar a Nápoles y llegar a tiempo a su cita con el capo. LaBrowningseleencasquillóacausadelacondensación,losgasesdecombustiónylosrestosdepólvora.

Unalecciónqueaprendiódeporvida.Al encontrarse con el cañón de una Luger en lo alto de la nariz, le extrañó

constatarquenosentíamiedo.Enloúnicoquepensófueenqueelhuecoqueteníaelcapoentrelosdientesyqueleenseñabacomounloboseríaloúltimoqueveríaantesdemorir.

Sinembargo,elhombrecayóasuspiessinemitirunsolosonido.Niko.UntiroenlacabezaconsuColt,desdecienmetros.Algoasínoseaprende.Frotatodaslaspiezasdelarmaconuncepillodedientesinfantil.Tienecuidado

denodejarseninguna ranura; contempla satisfechacómoel aceite sevuelvedeunnegroprofundo.Soloentoncesestábien.Introduceelcepillodedientesenelcañónylolimpiapordentro.Esconscientedelomuchoquelegustanotarensusmanoselacero,queesindestructibleyalavezsuaveycálido.

Asílesucededesdequesupadrelallevóporprimeravezconélalaviejacantera,cuandoteníadoceaños.Él leenseñótodoloqueunpolicíapuedetransmitirleasuhijasobrecómosedispara.

Leregalósuprimeraarmaporsudecimoctavocumpleaños.UnaStarfiredenuevemilímetros,usadaperobienconservada,quepesabasolocuatrocientosgramosyseajustabaasumano.Leencantabaesapistola,unapequeñabelleza.

Ahorarestriegaelaceroyloolfatea.Legustaeseolor.Almendrado.Dulce.Puro.CuatrosegundosparavolveramontarlaBrowning.Elchasquidointensoquehacelacorrederaalencajareselmejorbetabloqueador

delmundo.Peronohoy.

Jenny Aaron sale al dormitorio de la suite. Niko Kvist está tumbado en la cama,estudiando el dosier por tercera vez.AAaron no le hace falta. Sumemoria es unsoftwaredealtorendimiento;solonecesitócincominutosparagrabarlotodo.

En febrero de 1912,Marc Chagall pintó en París Los soñadores: dos amantesestrechamente abrazados sobre una cuerda floja a una altura vertiginosa entre lastorresdeNotreDame.Legustó tantoelcuadroquedecidióquedárselo.Pocoantesdel estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando regresó a su ciudad natal enRusia,seloregalóaBella,sumusaymásadelanteesposa.

Aprincipiosdeladécadade1920,laparejaselollevóconsigoaBerlín,donde,colgadoensudormitorio,Bellalocontemplabaextasiada.HastaqueundíaChagall


le confesó que había tenido una aventura, y Bella le vendió Los soñadores a ungaleristajudíoparacastigarasumarido.

Cuatroañosdespuésdesuascensoalpoder,losnazisordenaronconfiscartodaslas obras de Chagall que llegaran a sus manos y, junto a otras, las expusieron alescarnioenlaCasadelArtedeMúnichporconsiderarlas«degeneradas».LoscuadrosdebíanmalvenderseenLucernaalfinalizarlaexposición,peroelvigilantenocturnodel museo, que estaba solo desde la temprana muerte de su mujer, se habíaenamoradodeLossoñadoresyhabíapasadomuchashorascontemplándolo.Noeraun hombre valiente. Aun así, la idea de no volver a ver ese cuadro le resultó taninsoportablequelohizodesaparecerantesdeltrasladoyconsiguióengañaratodoelmundo.Hastaelfinaldelaguerralotuvoescondidoensudesván.Despuéslocolgóenelsalón,frenteaunodeesosmueblesdecomedordeestilobarrocodeandarporcasa.

Cuando murió, a una edad avanzada, sus hijos hicieron tasar el cuadro.EvidentementenopodíanquedarseconLossoñadores,queporderechopertenecíaalaadineradanietadelgaleristaqueselohabíacompradoaBellaChagall.Lamujersabíaloquehabíasignificadoesecuadroparasuabueloyquisohonrarsumemoria,porloqueacabócediéndoloalaGaleríaNacionaldeBerlínenpréstamopermanente.

De allí lo robaron. Lo cortaron del marco en pleno día. A sangre fría. Conprecisión.Sindejarrastro.

Dosaños:nada.Aprincipiosdenoviembre,Nikorecibióelchivatazodeun informador:un tipo

llamadoEggerteníaelChagall.NikotardótressemanasenestablecercontactoconélenBrujas.

Sutapadera:unbanquerodeinversión,locoporelarte.Eggerqueríatresmillonesdelibrasesterlinas.EnBarcelona.Poresoestánaquí.Dosagentesencubiertosconunabolsallenadedinero.LatapaderadeAaron:laexpertaquedebeexaminarelcuadro.Nikoselevanta.Larodeaconunbrazoyleacaricialamejillaconcariño.Huele

bien.Haceunañoqueestánjuntos.EnelDepartamentonadiedebesaberlo;sino,lesprohibirían trabajar en equipo. Se les dan bien los secretos, pero tienenmuy pocotiempo para ellos dos. Este año Niko ha estado tres veces en misiones que no lepermitíanregresaraBerlín.Aaron,dos.VarsoviayHelsinki.EnsuscatorcedíasdevacacionesenMarrakechapenassalierondelpequeñoriaddeYamaaelFna.Fuerondossoñadoresenelsofocantecalordelosdíasyenelfríodelasnoches.ElgélidovientodelAtlassecolabaporlascallejuelas,peroaellosleseratanindiferentecomolacomidaylabebida.

DespuésdeNápoles,Barcelona es su segundamisión conjunta.Aunque la otravez, en Nápoles, todavía se rondaban el uno al otro como dos gatos que debencompartir un cuenco de leche.AhoraAaron ya lo sabe: acostarse en vacaciones oantesdeunaoperaciónconelhombrealqueamanosuponeningunadiferencia.¿Por


quéestátantensa?Noloentiende.Barcelonaesrutina,sehaencargadodemisionesmás complicadas. Y aun así, anoche no consiguió dormir. La invadió un temblorextrañomientrasNiko,asulado,respirabacomounniño.

Ensusoledad,buscóelnúmeroqueseescondíatraseseestremecimiento.Acadanúmerodelunoaldiezlehaasignadounasensación.Elunorepresentael

deseo; el dos significa gratitud; el cuatro es el control perfecto; el cinco habla dedesprecio; el seis, de compasión; el siete, no poder esperar algo; el ocho implicaorgullo;elnueveessercasifeliz.Eldiezeslaadrenalina.

Enelnúmerotresintentanopensarnunca.Hallegadoelmomento.DejalaBrowningenlacajafuertedelahabitaciónjuntoalColtdeNiko.Adonde

vannopuedenllevarningúnarma.

Lapuertadel ascensor se cierra.Tresplantashacia abajo.Aarondeja caer todo supeso a un lado y luego al otro, estira el cuello, une los omóplatos, los mueve encírculo,hacegirarlosbrazos,extiendelosdedosdelospiesdentrodelasbailarinas,serelajaparaconseguirtensióncorporal.

Sinserconscientedeello, se toca lacicatrizde laclavícula izquierda.Noes laúnicaquetiene,perosílaprincipal.

—Conozco un restaurante genial en el parque Güell. ¿Qué te parece si nosquedamosundíamásymañananosdamosunhomenaje?—proponeNiko.

—Enotraocasión.—Nilocasequedaríaaquímástiempo.Enelvestíbulohayunniñosentadoalladodesumadre.Tieneunrostroantiguo,

ojoscomopiedrasenlasquesesecalasalmarina.Estáleyendouncómic.Daredevil,el vengador ciego. Aaron siente los ojos del chico en la espalda. Se vuelve paramirarlo.Lamadresehalevantadoyquierearrastrarlohaciaelascensor,peroélnosemueve,siguesentado,mirandoaAaronfijamente.

ElcompañerodelaunidadespecialdelosMossosd’Esquadraquefingesersuchóferles abre la puerta del Daimler. Jordi. Los otros dos, Rubén y Josué, hacen deguardaespaldasylossiguenenunsegundocoche.

Esoschicossonsusegurodevida.Jordi conduce deprisa. Moles rectangulares de hormigón armado de los años

setentaplantificadasenlascalles.AAaronlegustatodoloqueesgeométrico.Barcelonarespira lasúltimas luces.Elcielocaminasobre lasbrasasencendidas

deunasnubesdecarbón.Undiez alto.La adrenalina se estrella contra los ventrículos de su corazón.La

conoce de cuatro tipos. La adrenalina de justo antes del contacto: ¿me espera unapretóndemanosounabala?La adrenalinade saber que lamuerte está cerca.La


adrenalinadecuandotehieren.Laadrenalinadecuandotedascuentadelerror.Porquesiemprehayunerror.—Mira—diceNiko.EllasabequeverálaSagradaFamilia,eltemplodelalocuradeGaudí,triunfode

lafe,ruinadelcatolicismo,monumentoalamayorvictoriayalfracasomásterrible,sobrecogedora,espléndidaperoalmismotiempoperturbadoramentecarentedetodaclasedeorden,desmesurada,terrorífica.

Vuelvelacabezaymiraporlaventanilla.Peroallínohaynada.Enabsoluto.Lacatedralhasidotragadaporunagujeronegro,unabismoporelquelaluzse

precipita, que se expande como el universo y succiona a Jordi, aNiko y aAaroncomosifueranasteroidesalbordedeunagalaxia.

Presadelpánico,intentaalcanzaraNiko,perosumanohaquedadosegadadesucuerpoynoleobedece.

Aaroncierralosojosyvuelveaabrirlos.Están en el cruce de la calle Mallorca. Las farolas centellean. Un grupo de

taxistasríeenunaparada.Unosamantesseencuentrandelantedeuncine.Unperrotiradesucorrea.Unniñollora.

—Dimeunnúmerodelunoaldiez—susurraAaron.LamiradadeNikoesdeasombro,burlona.—Porfavor.—Eltres.

Ellos son tres y esperan ya delante del almacéndel puerto.UnAudi negro.Aaronenseguidasefijaenquelohanoptimizado.

Eggeresgrande,delgado,ágilapesardeloscuarentaycincoañosquelecalcula.Zapatoclásicodecordones.Llevauntrajecortadoamedida,elnudodelacorbataesafilado.Delojallesobresaleunacameliablanca.Lamanoqueletiendellevahechalamanicura;esfría,lisa.DesprendelaserenidaddeunhombrequeleeaDostoievskien su idiomaoriginal, pero tiene losmúsculos del cuello trabajados y están tensoscomocablesdeacero,inclusoalinclinarlacabezaligeramenteydecirleaAaronconunavozsuaveysonora:

—Porustedhabríaesperadotodavíadosminutosmás.Es arrogante. Tal vez porque pocas veces se encuentra con personas cuya

inteligenciapuedamedirseconlasuya.Aaronnodudaqueelhombresabelovaliosoque es el cuadro.Seguroqueno conoce solo el valor demercado.No, también suvalor real, la verdad, clarividencia y profundidad que permitieron aChagall pintarLossoñadores en un solo día, la fuerza que también ella sintió al contemplar unareproducción.

Québellodebedesereloriginal…


DerepentesepreguntaporquénoseloquedaEgger,porquéquieredeshacersedeélacambiodecalderilla.

Noparecetenerintencióndepresentarlesalamujernialhombreunosdiezañosmásjovenqueloacompañan.Lamujeresatractivayseguradesímisma.Muestraunnotable sentido del equilibrio al pasearse alrededor del coche con unos tacones deagujadedocecentímetros.Sillevaraenlamanounvasodeaguallenohastaelborde,noderramaríaniunasolagota.

Losojosdeljovensoncomofichasdeplásticonegro,planosysinvida.Denoserporlacolillaquelecuelgaperezosaenlacomisuradelaboca,podríapensarsequenotienelabios.Lanarizselarompieronylehicieronunachapuzaalarreglársela.Eneldorsodelamanoderechaseleveunamancha,denacimiento.

Sinembargo,elparecidoconEggernopuedepasarseporalto.«Hermanos.Quéraro».Ambos llevan fundas de pistola; eso Egger no puede ocultarlo ni con su traje

cruzadodeSavileRow.Aaronseapuesta loqueseaaqueOjosdeFichaestámuyorgullosodesuGlock33.AEggerseguroquenolehacefaltaalgoasí.Noesdelosquefanfarroneaconelarmamento.Además,tieneestilo;unarmaconempuñaduradeplásticonoencajaríaconél.MásbienunaRemington1911,ounaBerettaTarget.

Lasfundasestánvacías,tambiéndeesosedacuentaAaronaprimeravista.«Unamedidaparagenerarconfianza».—¿Dóndeestáelcuadro?—preguntaNiko.—¿Dóndeestáeldinero?NikolehaceunaseñalconlacabezaaJordi,yesteabrelagranbolsaquehayen

el asiento del copiloto delDaimler. EnBerlín se sopesó la idea de utilizar billetesfalsos,perodadoqueladetenciónnoseproduciríahastaquetuvieranelcuadroensupoder y era probable que no acudieran con él al lugar del intercambio, habíandecididollevarbilletesusadosreales.

LamiradadeEggersedeslizasobreelloscontantadisplicenciaquecasirayaenlaburla.Elevaelpómulounmilímetro;unaespeciedesonrisa.

—Solousted,lasmujeresyyo.Sushombressequedanaquíconél.—Elhermano—.Considérelocomounaprenda.

Nikoselopiensaunmomento.—Deacuerdo.SiguenaEggeryalamujeralalmacén.YAaronlosabe:«Estehasidoelprimererror».Ella quería ir armada, llevar una funda bajo los pantalones anchos, pero la

decisiónlatomabaNiko,queeraquienconocíaaEgger.«Nisiquierasefiaríadeunachicatanguapacomotú,noscachearáalosdos»,habíadicho.

«Nolohahecho.¿Porqué?».Vuelvelamiradahaciaatrásporencimadelhombro.Loscatalanesnieganconla

cabeza cuandoOjos de Ficha les ofrece un paquete de cigarrillos. Los chicos son


buenos, de eso Aaron ya se convenció en un entrenamiento de tiro. Al terminar,Rubén los invitóa todosacenaren sucasa.Niñosque saltabanporencimade losmuebles,risas,comidacasera,unlicordeAndorraqueleshizollorar.

Despuésellasalióafumaralaterraza.Losárbolesnegociabanconlabrisay,atravésdelfollaje,lasventanasdestellabancomoenuncalendariodeAdviento.¿QuésorpresaguardaríaparaAaronel3dediciembre?Músicadefiesta,bueno…Peroellaestabamuylejosdeallí.Jordiseleacercóylegorroneóuncigarrillo.Fumaroncomodos personas conscientes de que no en todas las ventanitas se encuentra unachocolatina.

«Hace demasiado que estoy en esto. Ya no duermo. En enero me darán undespacho»,habíadichoJordi.

La puerta del almacén se cierra detrás de Aaron. Un cargamento de café. Losoloressontanintensosqueporunmomentoladejansinaire.Dientedeleón,azúcarcaramelizado,tabacodepipahúmedo,maderareciéncortada.

Sobreunsacodecafé,unestuche.Elcuadro.—¿Puedo?—preguntaAaron.Lamujerlealcanzaelestuche.Tieneunoídoextraordinario.Unavez,enlagaleríadetiro,aPavlikselecayeron

alsuelovarioscartuchosdelmostradordearmas.Aaronlosuposinmirar:cinco.Ahora,aloír fuera tres ruidos secosyamortiguados, sabequeenel estucheno

hayningúncuadro.QueJordinuncaempezarásutrabajodedespacho.Como por arte de magia, el hombre que se hace llamar Egger tiene una

Remingtonenlamano.Aaronselanzasobrelossacos,sientelacorrientedeairedelasbalas, ruedahaciaun lado,se levantaenelmismomovimiento,vequeNikosederrumba, corre en zigzag hacia la nave traseramientras unas tenazas ardientes lemuerdenelbrazoyellanopiensanadamásque«¡Niko!¡Niko!¡Niko!».

Dos puertas, una ruleta. Lo apuesta todo al rojo, abre de golpe la puerta de laderecha y se encuentra con un pasillo completamente a oscuras. Avanza a tientas,tropezando, hasta darse contra una pared. La puerta equivocada, un callejón sinsalida.Aaron se escondeenunhueco.Algocaliente le correpor elbrazo,peronosientedolor.Enciendenlaluz.Sucorazón,comosifueraunamaquinaria,bombeaunmiedovertiginosopor su torrente sanguíneo.Pasos ligeros.Lamujer sehaquitadolostaconesyvadescalza.

Cincometros todavía.Aaronveel interruptorde la luzen lapareddeenfrente.Demasiado lejos.Ledavueltasa sus ideascomosi fueranunamoneda,buscaunaalternativa.

Nolahay.Cuatroaún.Tres.


Aaronsaledelhuecoatodavelocidad.Lamujerdisparaconlamanoderecha,labalalepasarozando.ElpuñodeAaronseestrellacontraelinterruptor.Oscuridad.Sedejacaer,dostirossepierdenenelvacío.Sutijeradepiernasatrapaalamujerporlos pies. Le clava los dedos índice y corazón rígidos en el plexo solar, y lamujerintentatomaraireconunresuello.Aaronsedacuentadequeestádoblandohaciaellaelbrazodelarma,asíqueleagarralacabezademediolado,lahacegirarcontodassusfuerzasyoyecómoselepartelanuca.

Alcanzalapistola,palpaunaWalther,sacaelcargador.Vacío.Lamaquinariadesucorazónleinyectadesesperaciónenlasvenas,peroesposiblequequedeunabalaenelcañón.

«Porfavor,porfavor,porfavor».Tiemblademasiado,noescapazdediscernirningúnpesoynoseatreveadeslizar

lacorrederaparacomprobarlo.Haríamuchoruido.El pulso le va demasiado deprisa. Tiene que bajar hasta sesenta o setenta

pulsacionesyestáamásdedoscientas.Enesascondicionesnisiquierapodríaapretarelgatillo.

Aaron se obliga a respirar más despacio con el diafragma, amplía el volumenpulmonar, suministraoxígeno limpioa susmúsculosy seconcede treinta segundosparacontrolarelpulso.¿Seránsuficientes?

Se pone de pie en la oscuridad.Respira hondo una última vez y suelta el aire.Mediainspiración,mediaespiración.Sumanoderechabuscaelinterruptor.

«Ahora».Enciende la luz. Ojos de Ficha, a cincuentametros. El dedo de ella aprieta el

gatillo.Jamáshabíaoídounruidotanhermosocomoesedisparo.LedaenelcuelloaOjosdeFicha,quesevuelveamediasysedesploma.Sesentapasosqueresuenan.OjosdeFichamiraaltecho.Nolehatocadolaarteria,peronopuedemoverse.Estáenshock.AsuGlock33consilenciadorlefaltantrescartuchos.Jordi,Rubén,Josué.

Regresaalalmacéndeunsalto, sedetiene,apuntaconambasmanos, reduce lasuperficiecorporal.Eggernoestá.

«¡Niko!¡Niko!¡Niko!».Love tumbadoenposición fetal juntoalestucheycon lacamisaempapadade

sangre.Deentreloslabioslesaleunaespumarojiza.Suvozseoyetanpococomosurespiracióncuandoduerme.

—Lárgate.Aaron intenta levantarlo, noventa kilos demúsculo, no lo consigue. Lo intenta

otravez.Lointentaylointenta.¿DóndeestáEgger?Niko la agarra de lamano. Tira de ella para acercarla hasta que tiene su oreja

frentealaboca.Ellaentiendelaspalabras,peronolasprocesa.—Tienesqueirte—consigueresollarél.Eggerapareceenlanaveporartedemagia,comosifueraunescenario.Aaronse


abalanzahacia él.Ambosdisparan almismo tiempo.Cinco tirosque suenancomounosolo.Elhombreseesfuma.Aaronnosabesilehadado.No.Oyecómoinsertaunnuevocargador.

LamiradadeNiko.Unaeternidad.Echaacorrer.LaRemingtonmartillea.EllasujetalaGlockentrelosdientesyse

catapulta afuera conundoble flic-flac hacia atrás.Egger le hadadootra vez en elbrazoderecho.Pierdeelequilibrio,searrastradeespaldas,disparaporencimadesucabezadostirosqueatraviesanlapuertayluegoruedaparaponerseacubierto.

Velostrescadáveres.Aaronquiereimpulsarsehaciaarriba,peroyanosienteelcuerpo.Rezaporquela

reservadeemergenciasalteylibereesecincoporcientoextraquelequedaaúnaunapersonacuandopiensa:«Seacabó».

Doblaunmeñique.Conseguido.Dosdedos.Conseguido.«¡Muévete!».SearrastrahaciaelDaimlerycaetraselvolante.Lallaveseatasca.El pesado coche se pone enmarcha refunfuñando. Egger sale en tromba de la

nave.Lasbalasdestrozanelcristaldelaventanilla.Unproyectilabreuncortafuegosabrasador en la nuca de Aaron. El coche se incorpora a la circulación dandobandazos.Quinientosmetrosatodogas.Vuelaporlavíadeaccesohacialarondadecircunvalación.Alaizquierdaintuyerocasescarpadas,aladerechavelaslucesdelpuertoquepasanatodavelocidad,comofotonesenunaceleradordepartículas.

Es entonces cuando empieza a notar las heridas de bala. Su brazo derecho escomo de hielo y lamano, en cambio, una bola de fuego.Le resbala sangre por laespalda.

Aaronmiraporelretrovisor.YveelAudi.Pisa el acelerador a fondo y pone el vehículo a doscientos cincuenta.Aun así,

Egger la alcanza. El coche de él pesa quinientos kilos menos y tiene el doble decaballos.Unafurgonetacambiadecarrilpordelantedeellaporquequiereadelantaraun camión.Aaron sale del carril de la izquierda al arcén. El espejo exterior se dacontraunaseñaldetráfico,salevolandoydesaparecegirandoenlaoscuridad.

Eggervapegadoasuparachoques.SemeteneneltúneldelaplazadeDrassanes.Doscientossesenta.Desesperada,cobraconciencia:«Reservaagotada».ElhombrecolocaelAudialaizquierdadeAaronsindificultad.Semiran.Uninstantequeperduramásqueeltiempomismo.


Anteellaintuyeunasombra,uncoche.Sumiradaseestremecesobreelcarril,yanohayarcén,nopodráesquivarlo,sabequelequedasolounabrirycerrardeojosmientraslevantaelarmaconelbrazoherido.

Tieneeldedoenelgatillo,peroEggeresmásrápido.Algo estalla en la cabeza deAaron.Un rayo que parte elmundo por lamitad,

como si fuera de papel. Lo ve todo a una cámara lenta exagerada y de un blancocegador,comoenunapelículagrotescamentesobreexpuesta:eltechodelcoche,quegira hasta quedar debajo de ella; los billetes, que revolotean comohojasmarchitasdesde la bolsa del dinero; su rostro en el retrovisor; un paisaje amorfo, desiertosnevados,lanadaeterna.

Despuésotravez lomismo, soloque aunavelocidadmultiplicadapormil.Unúnicotorbellino,dolor,gritos.

Ydenuevounrayo.Encuestióndeunnanosegundoelmundohadesaparecido.Aaronoyecómoelaceroesdevoradoporelhormigónypor fin todoquedaen

silencio, callado, quedo. Lo último que recordará es esa peste a café, repugnantecomolacenizafría.


—

1

Conleche?—preguntalaazafataporsegundavez.—Solo.—Aaronalargalamanoysientecómoleacercanlataza.—Dentro de treinta minutos aterrizaremos en Berlín. Lleva toda la mañana

nevando. Permanezcan sentados y con el cinturón abrochado, vamos a encontrarturbulencias—informalavozdelpiloto.

Ellaseobligaabeberseelcafé.DesdequetrabajaenWiesbadenenlasedecentraldelaBKA,laOficinaFederal

deInvestigaciónCriminal,AaronhatenidovariasocasionesparaviajardeservicioaBerlín.Allí,eneldistritodeTreptow,laBKAcuentaconunaimportantedelegaciónen la que, entre otros, tienen sede el Grupo de Seguridad, el Centro de LuchaAntiterrorista y la Sección de Operaciones Especiales. Hasta ahora, sin embargo,siemprehapodidonegarse.

Creció enRenania, pero a los veintitantosBerlín se convirtió en su hogar y, apesar de que ya hace cinco años que no vive allí, de alguna forma lo ha seguidosiendohastaahora.Esalgoque sientedeuna formamuyclaraconcadakilómetroquelaaproximaalaciudad.Laimpacienciaocupaespacioensuinterior,laalegríaqueanticipalallegada,uncosquilleo.Estámolestaporqueestavez,lasveinticuatrohorasquepasaráallí,llevaelmiedocomoequipajeparasuregreso.

Cinco años ya. Aaron ni siquiera se encargó de vaciar su apartamento deSchöneberg;supadrelohizoporella.

EnBerlínnodejómásqueaunpuñadodepersonasaquienesechademenos.Lavidaquellevabaapenaslepermitíateneramigos.EnrealidadsoloestabanPavlikysumujer,Sandra.CuandoentróenelDepartamentosinnombrealosveinticincoaños,élenseguidasehizocargodeella.

Laúnicamujerentrecuarentahombres.PorPavlikseenteródequetodos,dabaigualcuántotiempollevarandedicándose

aaquello,conocíannochesenlasquelesllegabaeltemblor.ParaAaronesosupusoungranalivio:tenerquienlaabrazara,perotambiénpoder

consolarellaaotros.Sinembargo,enlosañosquehanpasadodesdelodeBarcelonayanohatenido

más relación con Pavlik. Los primeros meses se llamaron por teléfono. PavlikintentabahacercomosienEspañanohubieseocurridonadagrave;serefugiabaeneldesenfadoporqueeralaúnicaformaenquesabíagestionarlo.Aaronnoencontrabapalabras para intentar expresar lo que había significado para ella; aún seguía sintenerlas. En algúnmomento ya solo se oyeron respirar el uno al otro a través delauriculary,alfinal,dejarondellamarse.

«¿Reconocerésuvoz?».—Empezamos ahora el vuelo de aproximación a Berlín-Schönefeld. Por favor,


recojanlamesitayponganelrespaldoenposiciónvertical.—¡Estupendo!Cuando el vecino de asiento de Aaron le lanza furioso la taza de café, ella

comprende que debe de habérsela dejado medio llena sobre la mesita y acaba devolcarlaenlospantalonesdelhombre.

—¿Estáustedciega?—grita,furioso.—Sí.

LaazafatadetierraacompañaaAaronalaterminal.—¿SeguroquevendránabuscarlaaLlegadas?—pregunta,yladejasola.Porcómoesperaallídepie,conlamiradatranquilaylamaletitaasulado,podría

ser unamujer de treinta y tantos normal y corriente, alta, atractiva. Tampoco dejaentreverdeningunamaneraqueestá temblandopordentroporquesabequién iráarecogerla.Muyalprincipioseponíaunavendade lunares,peroocurríaqueestabaensimismada y sin ningún propósito concreto en una acera, o en unos grandesalmacenes, y de repente unvoluntario demasiado solícito la agarrabadel brazo sindecirlenadaytirabadeellaporquepensabaquequeríacruzarlacalleosubirporlaescaleramecánica.Siellaprotestaba,podíaocurrirqueesealguien,agobiadoamásnopoder,lasoltaraencualquierlugarparadesapareceripsofacto.Yentoncesellayanosabíadóndeestaba.

Aarondaungolpecitoensurelojdepulsera.Lavozrobóticainforma:«Seisdeenero.Miércoles.Ochohoras,catorceminutos,diecisietesegundos».

«Alomejorsehanconfundidodevuelo.¿Yentonces?¿Untaxi?».Elhorror.Hayquecolocarsedondepodríaestarelprimertaxi,oírcómosecargan

maletasysedandirecciones,siguientecoche,golpedepuerta,eltaxiquearranca,yellaquesequedaahíplantadacomouna testigodeJehová.Hacerunaseñalcon lamano resultaría ridículo. Con algo de suerte, en algúnmomento un taxista gruñe:«Oiga,¿porquénosube?».

DerepenteAaronsabequeNikollevatodoelratoahíylaestámirando.«Heridasdebalaenelbazoyunpulmón,sinorificiodesalida.Pérdidadedos

litrosdesangre».«Sobrevivió».Porfinletocaelhombro.—Hola.Laabrazacomosisehubierandespedidoayermismo.Aaronpercibeunoloratinturadeyodo.Sehacortadoalafeitarse.Ellanoquiere,

pero su mano izquierda sí, y se cuela bajo la cazadora de piel de él y roza laempuñaduradelarma.UnaMakárovSingleAction.

Niko carga con la maleta y la guía hacia la salida. Antes, Aaron llevaba casisiemprezapatoplano.Desdequeestáciega, los tacosdeacerodesus taconesaltos


son su sónar. Sobre pavimentos duros, como el de allí, pero solo en lugaressilenciosos, en salas cerradas. En la terminal hay demasiado ruido. Aaron va a laderivaporunacatedraldesonidos,murmullos,gritos,elparloteodemuchasvoces,carrosdeequipajesquetraquetean,móvilesquesuenan,alborotodeniños,unavisoruidosopormegafoníaenmalinglés,otroenalemánquesesolapaconelprimeroysepeleaconél.TienequeaferrarsealbrazodeNiko.

Fuera,elfríoseleabalanzaalacara.Loscoposdenievedanzansobresupiel.Elpaso ligeroydesenfadadodeNikonopuedeengañarla,porqueunavezella fueundepredadorigualqueél.

Aaron hace chasquear los dedos varias veces con fuerza. Sabe que Niko sepregunta por qué, pero no se lo explica. Se está orientando. Cada cosa refleja laresonanciadeunaformadistinta, tieneunaondapropia.Aunasí,el telóndefondosonoro es un problema, desde luego. Cuando pasa mucho tiempo recorriendo laciudad,porlanochetienedolordecabezaysesientecomosilehubierandadounapaliza.

—Cuidado,unapapelera—advierteél.Ella lo sabedesdehace rato.Tambiénporquehaolidounapeladuradeplátano

podridayunahamburguesapasada.Aúnmejorseríachascarlalengua,elsistemadeecolocalizaciónconelqueAaron

generalossonidosjuntoasuoído,demaneraquenoacabandesviadosnidispersadospor el suelo. Los ecosmodelan sumundo, lo iluminan como un estroboscopio. Aentre cinco y doscientos metros, puede distinguir el tamaño y la densidad de losobjetosyobtenerdeellosunaimagenmuypixelada.

Comounmurciélagooundelfín.Alprincipioniellamismase locreía.En laclínicade rehabilitaciónhabíauna

mujerqueestabaciegadesdehacíatiempoyqueibatodoslosdíasparaapoyaralospacientes en esas primeras semanas de desesperación. Un día salió a pasear conAaronporelparquedelaclínica.Sequedóquieta,hizochascarlalenguaydijo:«Ala derecha hay seis árboles.Muy altos y frondosos.Hayas, castaños o robles.A laizquierda,dos,peromáspequeños,puedequeplátanos».Aaronpensóquelamujerseestaba quedando con ella, pero un médico que pasaba por allí lo corroboró sinextrañarseenabsoluto.«Soloquenosonplátanos,sinoabedulesjóvenes».

La mujer volvió a chascar la lengua y tocó a Aaron. «Allí al fondo hay unedificio. Calculo que a unos cien metros. Y unos veinte metros por delante denosotrastenemosuncocheaparcado».

Tambiénacertó.Aaronlosupo:«Tengoqueaprenderahacereso».Los que no son ciegos de nacimiento rara vez consiguen llegar a dominar esta

técnica,peroellaentrenócomounaposesa,queeslamaneraenquelohacetodo.Suprimeréxitofueuncallejónquehabíaentredosedificiosdelaclínica.Primero

lo reconociópor la corrientede airey luego llegó aoírlo también.Sus chasquidos


rebotarondesdelosmurosdelosedificiosyzumbarondeunladoaotroalregresarhaciaella,yentonceselsonidoestallóunasegundavez.Aaronexploróelcallejónysetopóconelcontenedorquehabíalocalizadoallí.¡Ja!

Pero enpresenciadeNiko se sentiría ridículausando el sónarde clics. ¿AcasoquierequelatomeporFlipper?

Sedetiene.—Dejaquemefumeantesunpitillo.SeguroqueNikonosospechalomuchoquehatardadoenconseguirquelallama

acierteenelcigarrillocontantanaturalidadyalavezofrecerunaimagenrelajada.—¿QuétaltevaenlaBKA?—preguntaél.—Bien.¿Yati?—Muchopapeleo.«Claro.PoresollevasunaMakárovenlacadera.Existeunbuenargumentopara

esajoya:laresistenciadelgatilloesprácticamentenula».Élnolequitalosojosdeencima.Ellavuelvelacabezaendireccióncontraria.—Voyaporelcoche—anunciaNiko.—Vale.Cuandoestáseguradequeélyanopuedeoírla,Aaronsueltaunfuertecliccon

loslabiosabiertosenformade«o».Localizaunafarola.¿Odos?Alaizquierda,unacolumna enorme. ¿Publicidad? ¿Ventilación? A la derecha hay un autobús con elmotorenmarcha,unaclasedecolegioalborotando,retazosdepalabrasenunalenguaescandinava.

LoqueNikollama«ver»tampocoesmásqueuneco,perodeluz.Poresoélvelafarola,lacolumna,elautobús,alosalumnos.

De modo que Aaron ya está en Berlín. ¿Cómo lo sabe? ¿Porque el piloto hadicho:«EmpezamoselvuelodeaproximaciónaSchönefeld»?¿Porquealguiendesdeuncochequepasabaha renegadoconacento inconfundible:«Que tedenpor saco,hayquejoderseconlosaparcamientos…»?WiesbadensonlospasillossilenciososdelaBKA,enlosquealprincipiopensaba:«¿Estoyyosola?».SalsaverdedeFráncfortenlacantina,risasinfantilesenelparquedejuegosdedetrásdesucasa,eltraqueteodelfuniculardeNeroberg.Delasciudadesalasqueviajalequedanlastexturasdelasmanosquehaestrechado,lasespeciasdelacomida,lallamadadeunmuecín,elsonido diferente de las sirenas de la policía, una ráfaga de aire en una plazagigantesca.EsosonparaellaLondres,ElCairo,París.¿YBerlín?Unpelajecálidoquerespirayseacurrucacontraella,ungritoenplenanoche,peroavecestambiénelhabersidocasifeliz.

QuiererecordarelrostrodeNiko.Noloconsigue.Éllatomadelbrazo.Deprontovuelveaestarahí.

La circunvalación hacia el norte. Aaron se concentra en el sonido que hace el


limpiaparabrisasalapartarlanieve.Intentasincronizarloslatidosdesucorazónconeseintervaloconstante,monótono.

«Teestoyagradecidapormuchascosas,perosobretodoporelhechodequeenBarcelonanuncaestuvierastúsolojuntoamicama.Nohabríasoportadoelsilencioentrenosotros.Jamásmedirigisteunasolapalabradereproche,peroyosiempremeavergonzaré,hastalomáshondo,hastamiúltimahora».

NingúnmiembrodelDepartamentohabía dejadonunca a un compañeroheridoatrás.

Soloella.Ynohubomásqueunapersonaconquienfuecapazdehablarlo.Supadrehabíasidolomásimportantedesdequeteníamemoria.«¿Nolespasalo

mismo a todas las niñas?».Con el tiempo se convirtió en sumaestro, luego en suconsejero, en su confidente. Pasaron muchos años viéndose solo en contadasocasiones.Conesolesbastaba.Eranmuchaslascosasquelosunían,perosobretodoelhechodesabercuántoduraunafraccióndesegundo.

JörgAaron.PiedraangulardelgrupoantiterroristaGSG9.Día18deoctubrede1977, las 23.45, barracones del aeropuerto deMogadiscio.El cancillerSchmidt hadadoelOKpara el asaltodelBoeing737Landshut. El coronelWegener se plantaantelatropaypregunta:«¿Quiénentraprimero?».

Diezhombresdanunpasoalfrente.JörgAarondaunomás.Élesquienirrumpeporlasalidadeemergenciadelaladerechayabatealosdos

primerosterroristas.Quinceañosenprimeralínea.Después,comandantedelGSG9.Unhombreque

setuteaconIsaacRabin.GranCruzFederalalMérito.Unaleyenda.Ellapercibíalasmiradasentodaslasinstalacionespoliciales:«Oseaqueesaesla

hijadeJörgAaron».Enelhospital,élfueelprimeroquelesostuvolamano.Quelaalimentó,labañó

y la estrechó entre sus brazos cuando lloraba.Él se ocupódeque la ventanade laterceraplantanovolvieraaabrirse.

—Echéacorrer.AbandonéaNikoasusuerte.—Tuvistemiedo,esnormal.—¿Cómovoyavivirconesto?—Nolopiensesmás.—Dímelo.—Aprenderásalevantarteyacostarteotravez.Acomer,abeber,arespirar.Habrá

muchosdías,díasbuenos,enlosqueseteolvidará.Peronuncatelibrarásdeello.—¿Cómotengolosojos?—lepreguntóasupadre,porquesabíaqueéllediríala

verdadsinmiramientos.—Perfectosypreciosos.Lamejorfrasedetodoslostiempos.


Una semana después estaba en condiciones de prestar declaración.Dos agentes deAsuntosInternossesentaronjuntoasucamaenBarcelona.Erancomotodosantelosque había tenido que rendir cuentas a lo largo de esos años, contables en cuyosprotocolosnoexistelaadrenalina,elmiedoamorirnieldolor.

Supadreinsistióenestarpresente.Noseatrevieronaprohibírselo.EraJörgAaron.LeleyeronladeclaracióndeNiko:«Habíarecibidounabalaenelbazoyotraen

el pulmón. Jenny no podíamoverme. Se encontraba bajo fuego. Tomó la decisióncorrecta».

—SeñoraAaron,¿ratificaustedesadescripción?Lapreguntanoeracomplicadayellaqueríacontestarla.Soloquenosabíacómo.—¿SeñoraAaron?—Sí.Cuántasveceslehadadovueltasaese«sí».Enalgúnmomentoseconvencióasí

mismadequepudosignificar:«Sí,¿podrían repetirme lapregunta,por favor?»,enlugarde:«Sí,asífue».Perosu«sí»quedóenelexpedientecomoafirmación.

—Se enfrentaron a tres adversarios. Usted ya había neutralizado a dos. ¿Escorrecto?

—Sí.—Esolehabíandicho.—Consiguióhacerseconunarmadefuego.—Sí.—Señora Aaron, pertenece usted al Departamento. La entrenaron en tiro de

combateyencuatrotécnicasdeluchacuerpoacuerpo,tieneunaresistenciaalestrésextraordinaria y se ha distinguido en situaciones extremas. ¿No pudo eliminar altercerhombre?

Habría tenidoquedecir laverdad:queno lo recuerda.SabequevuelveamirarhaciaJordi,RubényJosuéantesdequelapuertadelanavesecierre.Losiguientequeveesqueestátiradafrentealalmacénsinpodermoverse.Quedoblaunmeñique.Quedealgúnmodoconsiguellegaralcoche.Queelcristaldelaventanillarevienta.Quevaa todavelocidadpor laronday juntoaella,dondedeberíaestarNiko,soloestáeldinero.

QueveelAudiporelespejoretrovisorylosabe:«Seacabó».Unamirada,undisparo,seacabó.—Desde el almacén hasta el túnel debió de tardar unos cuatrominutos, según

nuestroscálculos.¿Escorrecto?Lavozdesupadrefuecomounauñasobreunapizarra.—¿Creeustedquemihijasedetuvoaconsultaruncronómetro?—Se trata de lo siguiente, señora Aaron: habría tenido que solicitar la

intervencióndelcomandomóvilyunaambulancia,enelcocheamástardar.¿Porquénolohizo?


Cuatrominutos.Pasaronatodavelocidad,comosifueransegundos.Yduraronsiglos.—¿SeñoraAaron?Supadresaliódenuevoensudefensa.—Voy a decirles algo, payasos.Ninguno de ustedes ha conducido a doscientos

por hora gravemente herido por una autopista cargada de tráfico con un asesinopisándole los talones. Por experiencia propia puedo asegurarles una cosa: en esemomentoesdifícilllamarporteléfono.

LepidieronaAaronquefirmara.Loshombressemarcharon.Lamanodesupadreseposósobrelasuya.Ellapudo

sentircómolelatíalasangre.Ningunodijonada.

Supadrelaquería.Lefaltabatodavíamedioañoparajubilarseydejóelservicio,queloeratodopara

él. Pero no representaba ni lamitad de lo que representaba su hija. Le buscó unaclínicaderehabilitaciónenSiegburg,cercadeSanktAugustin,donderesidía.Todaslasmañanasleleíaelperiódicoantesdetrabajarconella,ynoledabatreguacuandofracasabaenlascosasmássencillas.Practicóconsuhijacómosaliracomprar,cómoreconocerporelpesodeltenedorsihabíalevantadountrozodecarneounapatata,laayudó a aprenderdenuevo amaquillarse.Constantemente la animaba: «¡Otravez!¡Otravez!¡Otravez!».

Cuántas veces les advirtió su entrenador demovilidad: «Esperan demasiado, laperfecciónsololaalcanzanlosciegosdenacimiento».

Supadresiemprerespondía:«¡Mihijapodrá!».Tambiénledabalalataconelmanejodelodiadobastón,pordesgraciaconescaso

éxito.Hastalafecha,Aaronsiguedominándolosoloamedias,porquesuresistenciaaquelaidentifiquencomociegademaneraautomáticaesdemasiadogrande.

Él hincó los codos para estudiar braille con ella y fue el conejillo de Indias aquien Aaron sirvió el primer bistec que, llena de ilusión, cocinó sin ayuda. Porentoncestodavíanosabíadiferenciarlasaldelapimienta,quelasalsuenaalagitarlay la pimienta no. Cuando su padre, tosiendo, graznó un «¡Muy rico!», los dos seecharonareírcomolocos.

Pero,porencimade todo,él leenseñó lomásdifícil:a recibirayuda,aaceptarquedurantetodasuvidadependeríadelosdemásyquenodebíapercibirlocomounacarga,sinocomounanecesidad.

Eldíaenqueporprimeravezseatrevióasalirsoladelaclínicaderehabilitacióntenía un único objetivo: él. Se había pasado lamitad de la noche anticipando conalegría elmomento en que su padre abriría la puerta y ella le sorprendería.Aaronsabíaqueloencontraríaencasaporqueesperabalavisitadeunamigo.Quéorgullosaestabacuandosesubióalautobúscorrectoy,despuésdebajar,seorientógraciasalas


directricesaprendidas,guiándosecomoenlainfancia,poroloresysonidos,hastaquefinalmentelosupo:«Estoyencasa».

Palpólapuertadeljardín,oyómurmullos.Lepidieronquesehicieraaunlado.Unoshombrespasaroncercacargadosconalgo.Lavozroncadelamigodesupadrellegóhastaella:«Soyyo,Butz».

JörgAaronsehabíadesplomadodespuésdelafrase:«Estewhiskymeloregalóelministro del Interior cuandome retiré». Ella jamás se sobrepondrá al hecho de nohaberpodidodespedirsedesupadreyhaberledichoquesinélestaríamuerta.

Eltráficosemueveconmáslentitud,seacercanalnudodelaTorredeRadio.PorlarespiracióndeNiko,Aaronnotaquelamiraunayotravez.Elladirigelosojoshacialosdeél;élvuelvelacara.Acelerar,frenar,acelerar.

—Sientolodetupadre.Aaronsolohaceungestoconlacabeza.NikosirvióalasórdenesdeJörgAaron.Nohabíatenidoquesolicitarelpuesto,

éllohabíaseleccionadoentremilcandidatos.Hastaquellegóundíaenqueloinvitóamarcharse,yseguardóparasíelporqué.NadiehabíadecepcionadoasupadretantocomoNiko;esoeraloqueintuíaAaroncuandosunombresalíaacolación.QueellosdossehicieranparejafueundurogolpeparaJörgAaron.Unavez lepreguntóquéhabíasucedidoentreambos,ysupadresolocontestó:«Esunbarcoquevabuscandosuiceberg».

Unaspalpitacionesponen fin al recuerdo.Nikohaparadoel limpiaparabrisasysaledelacircunvalacióndelaciudad.

—LaCuartahahechoquetepreparenunacopiadelexpedienteenbraille.Quenoleservirádenada.Aaronmaldiceporqueelviernespasadosequemólas

yemasdelosdedosenunfogónynopodráusarlashastadentrodeunasemanaporlomenos.

—Conocesloshechos.Explícamelotodo.

ReinholdBoenisch, cincuenta y ocho años de edad, cadena perpetua por asesinatocuádruple, encarcelado desde hace dieciséis años. Anteayer, una psicóloga deprisiones entró en su celda poco antes de terminar la jornada porque él la habíainvitadoaunatazadeté.

Boenischlamatóydesdeentoncesnohapronunciadopalabra.Salvounafrase:«SolohablaréconlaseñoraAaron».


2

EnlacompuertadelcentropenitenciariodeTegel,Nikotienequeentregarelarma.Controles más que exhaustivos a pesar de sus identificaciones. Comprueban lospapeles.Cuchicheosenalgúnlugar.

DiezcosasqueaAaronnolegustaoír:eltintineodeunasllavespesadasalguiendesafinandoalcantarcuchicheos«¿Esustedciega?»latizacontraunapizarravehículosdemotoratodavelocidadaguaquesederramaalhervir«Soloestoyhaciendomitrabajo»lacancióndelveranomentiras

—¿Yquéesestodeaquí?Aaron sabe que el funcionario que se ocupa de su bolso se refiere al bastón

telescópico,queparaelojolegonoesreconociblecomotal.—¿Austedquéleparece?Elhombresealejahaciaatrás.—Unaporra.Sequedaaquí—decideuncompañerosuyo.Ellaextiendelamano.—¿Mepermite?Despliegaelbastónconungolperápidoyrecibeun«Perdón»mascullado.Cuando pasan, tras ellos y a un volumen tan bajo que sin duda no ha sido

perceptibleparaNiko,seoye:«¿Noterecuerdaaalguien?».Una funcionaria de prisiones los acompaña al Servicio de Psicología. Como

analistadecasosyespecialistaeninterrogatorios,enlaBKAAaronestáintegradaengrandesinvestigacionescomplejas,crimenorganizado,terrorismo,dondelasvíctimassolosoncantidadesabstractas,sombrasdepersonas.Aquíesdiferente.Quieresaberquiéneralamujerasesinadaparaentenderquévidalehanarrebatado.

El viento levanta la nieve ante ellos. Aaron siente los copos en las muñecas,huéspedesmojadosyconprisaquenoquierenquedarse.Yahaestadoaquímuchasotrasveces,asíquevisualiza laampliaexplanadadeaspectoabandonado,sabequeahoratodoslosreclusosestántrabajandooencerradosensusceldas.ElServiciode


Psicologíaestáalojadoeneledificioescuela,detrás,juntoalcampodedeportes.Suspensamientos se trasladan al pasado, oye gritos de hombres furiosos. «¡Eh, tía,enróllate!»,«¡Demasiadososaparahacerseunapaja!».

EstaveznosecuelgadelbrazodeNiko,sinoquedejaquelaguíecomolehanenseñado:pulgareíndiceenelcododeél,mediopasopordetrás,sucaderatrasladelguía,sintocarse.Suentrenadordemovilidadestaríaentusiasmado.

Sinembargo,sololohaceparanovolveranotarlapistolerabajolacazadoradeNikoysentirseigualqueunalcohólicoendiquesecoanteunatiendadelicores.

—¿CuántosañosteníalaseñoraBreuer?La compañera de trabajo de la víctima ha lloradomucho. Tiene la voz ronca,

mate,vacía.—Treintayuno.Sucumpleañosfueendiciembre.Nosinvitóalcineatodos.—¿Cuántohacíaquetrabajabaenelcentropenitenciario?—Tresaños.Estudiamosjuntas.Alterminaryoentréaquíenseguida,porqueera

algoseguro.Mellyqueríaabrirsupropiaconsulta,peronolefuebien.Mientrastantoteníaquetrabajar tambiéndecamarera,ynosacabanada.Cuandoquedóunaplazalibre,laconvencíparaquesepresentase.

Estánapuntodebrotarlelaslágrimas,peroselehanatascadoenlagarganta.—¿Legustabaeltrabajo?—Aquítodoladeprimía,lollevabacadavezpeor.Yoledije:«Estascosaspasan,

teacostumbrarás».—Laslágrimassubenuntramomás,peronolelleganalosojos.—¿Teníafamilia?—UnahermanaenNoruega,quevendráhoy.Suspadresestánmuertos,losdos.—¿Estabacasada?—No.Estuvountiemposolaporquehabíavividounpardemalasexperiencias,

pero desde hacía poco tenía novio. Un chico larguirucho, atractivo. Melly estabacolada por él. Cuando entraba por lasmañanas se iluminaba hasta el color de lasparedes.

—¿Quéaspectotenía?Nohayrespuesta.—¿Tieneunafotografíaparadarleamicompañero?Lamujerhaceunesfuerzo.—Eraalta,comodemetroochenta,teníaelpelonegroyrizado,pecasyuncutis

de porcelana. Melly era guapa, algo fuera de serie. A pesar de su melena oscuraresultababastantefría,peroenrealidadnoloeraenabsoluto.

Aaronempiezaasentirvértigo.—Ustedseparecemuchoaella.—¿CadacuántoveníaBoenischaquí?—Buscaapoyoenloshechos.—Todas las semanas. Apenas abría la boca. A ella le extrañaba que siguiera


viniendo.—¿Sesentíaintranquilacuandoteníaqueverlo?—No,paranada.Sealegródeverdaddequelainvitaraatomarun…—Sequeda

sinvoz.Aaronleconcedeunmomento.—Medijo:«Oye,hastaesposiblequeempieceasoltarse».—Megustaríarepasarlasactasdelaterapia.—Selasprepararé.¿Mediahora?—Estábien.LamujerestrechalamanodeAaron.—Gracias.—¿Porqué?—LosdelaBrigadadeHomicidiosnohanpreguntadoporMelly.Nisiquierahan

estadoaquí.

Sustaconesgeneranunaimagengranulosadelcaminopavimentadodelqueacabande limpiar la nieve a pala y que conduce al Pabellón 6.Aaron hace chasquear losdedosydistingueinclusolavallaquerodeaeledificio;aunquenoconocieraellugarpodríadiferenciarladeunmuro.

Cuatro o cinco metros hasta la entrada. Cuando están llegando al umbral sedetieneuninstanteantesqueNiko,locualsindudalodescoloca.

Dentropercibeunolorfamiliar.Sudor,desinfectante,ranchomalo.

DiezoloresqueaAaronnolegustan:loshospitaleselpescadoelperfumeFemmedeRochaslaracletteelcaféelairedeltúneldelmetrolascárcelesloscrisantemoselhumodetabacoelmiedo

Unaconstrucciónnueva.Losdejanenmanosdeunfuncionarioquelosconducealasegundaplanta.Unafregonagolpeaelsuelodelinóleo.Salvolosaisladosylosque


trabajanpreparandolacomida,limpiandoyocupándosedelacolada,porlasmañanasaquínohayreclusos.

—¿CómosehacomportadoBoenisch?—lepreguntaalfuncionario.—Sin llamar laatención.Dentrodeunparde semanas sehabríadespedidodel

internamiento de seguridad. Se iba al palacio de ahí enfrente, chic amatar.Veintemetros cuadrados, cocina, baño alicatado, jardín grande. Cualquier día les ponenhastaserviciodehabitaciones.

Otroolor.—Aquífumanporros—diceella.—Yesnifancoca,sepinchan,seemborrachan.Dígamecómosecortatodoesoy

loharemoscagandoleches.DerepenteAaronsienteunamiradaasuespaldaysevuelveinvoluntariamente.

Siempreelmismoreflejoestúpido.—Esaquí—anunciaelhombre,yAaronoyequerompeelprecintopolicialcon

unallavedesumanojo—.Yaseapañanustedes.—Yalsalirmasculla—:EnVietnamcomenpies.

Sus pasos se alejan como los de un hombre que está contando los días que lefaltanparalajubilación.

—Primeroquieroentraryosola.Daunpasoenlaceldaycierralapuerta.Elolorestantenuequetardaunminuto

enpercibirlo.Té.Searrodillaypalpael linóleo.Delantedelcatrehayunamanchapegajosa;unreguerosecoquesepierdeahídebajo.

Aaron se yergue. Sabe cómo es una celda. Diez metros cuadrados, catre,lavamanos,retrete,armario,televisor.Aunasí,chascalalengua,amuypocovolumenparanodesataruncaosdeecoseneseespaciotanpequeño.Suslabiosformanuna«e»,producenunsuaverestallidoconfinalagudo.Elsonido lerebotaamortiguadodesdelapareddelaizquierda.Vuelveachascarlalengua.Amediaaltura,porencimadelcatre;searrodillasobreelcolchónypalpaunestante.Susdedossedeslizanporloslomosmugrientosyestropeadosdeedicionesdebolsillo.Elpenúltimolibroestáforrado, la cubierta no tiene arañazos.Olfatea el papel.Unmatiz amadera, comoreciénimpreso.Cuandoquieredejarellibrootravezensusitiosedacuentadequelaspáginasdelcentroseseparansolas.

AllídentrohayunDVDounCD.Abrelapuerta.—¿Quéclasedelibrostiene?Nikorepasaelestante.—Contigoamilado,Tualientoenmialma,Laalegríademivida,Veranorojo

cereza.¿Quieresquesigaoyatehanentradonáuseas?Aaronletiendeellibroquehasacado.—¿Yeste?—Porquehannacidoparabesar.Otrofolletín.


—Léemeeltextodecontracubierta,porfavor.—«El detective y psicólogo negro Alex Cross se enfrenta a una misión casi

imposiblederesolver».—Nikosedetiene—.«EnelcampusdeunauniversidaddeCarolina del Norte, un psicópata secuestra y viola a jóvenes atractivas». —Surespiraciónseaceleraunpunto—.Vadeunasesinoenserie.

—Ábrelo.¿Quéhaydentro?—preguntaAaron.—UnDVD.Mr.Brooks.—¿Conoceslapelícula?—No.—Yosí.Tambiénvadeunasesinoenserie.Mr.Brooksnosabequeelfotógrafo

Smith loobservamientrascometesuscrímenes.Smith, sinembargo,noacudea lapolicía.Enlugardeeso,chantajeaaMr.Brooksparaqueledejeacompañarloensusexpedicionesnocturnas.

Nikocontrolaelritmodesurespiración.—¿HayunreproductordeDVDaquídentro?—Sí.—¿Lasparedesestándecoradas?¿Fotos,pósteres,postales?ElsilenciodeNikoestanprofundoquesepodríalanzarunapiedradentroyno

volverasaberdeellajamás.Cuandosehaceinsoportable,contesta:—Soloundibujo.—¿Dequé?Surenovadosilenciolaempujacontraunaparedquesehaconstruidoellamisma.

Pasaunaeternidadhastaquevuelveaoírlavozdeél:—Es de un artículo de periódico, de un dibujante de tribunales. De aquel

entonces,eneljuicio.Seteveati,sentadaenelestradodelostestigos.Lapared,erigidaduranteesosdieciséisaños,sedesmorona.Aaronsevelanzada

a una silla en el tribunal regional deMoabit, en Berlín. Intenta erguirse contra elrespaldomientrasrespondealaspreguntasdeldefensordeBoenisch.Suestrategiavadirigida ademostrar unadisminuciónde las facultadesmentales; con ellopretendeconseguirque envíen a su cliente al psiquiátrico.Boenischmira fijamente aAarontodoelrato.Unamoscasepaseaporsuantebrazoyélniseinmuta.Lamiradadeellahuyehaciaeldibujantedelasala.Ellápizarañaelpapeldesubloc.

—¿Jenny?—Nikoladevuelvealpresente.—Hasdichoqueasfixióalamujerconunabolsa.¿Quéclasedebolsaera?—¿Aquéterefieres?—¿Transparenteoimpresa?Éldeslizaundedoporsutableta.—Nosemenciona.—LlamaaTC.NikohaceunallamadaaTécnicaCriminalística.


—DeC&A.Conpublicidadimpresa.—¿Estabaellaautorizadaaentrarenlaceldasinsupervisión?—preguntaAaron.—Porsupuesto.Teníallavedetodoslospabellones.—¿Lavieronabajoalentrar?—Unmomento.—Vuelveadeslizareldedo—.Enlasaladeguardiahabíados

celadores.Ellalossaludó,estabadebuenhumor.Aningunolellamólaatenciónquenovolvieraasalir.

—¿Quéhoraera?—Lastresymedia.Acababandeempezarlashoraslibres.Yasabesloquepasa

aquíentonces.Estoesungallinero,losceladoresseestresan.—¿Tantempranoacababaellalajornada?—Yqueríapasearseparasacarunashorasextras.—DemodoqueBoenischdebiódeasesinarlaentrelastresymediaylascuatro

menoscuarto.¿Ydespués?—Sequedóensucelda,nadieseinteresóporél.Alasnueveymediavinierona

cerrarle.Unodelturnodenochemiróunmomentoenlacelda,peronovionadaquelellamaralaatención.Debiódeesconderelcadáverdebajodelcatre.

Aaronentraensusala interior.Ahoraestáenel lugarmássolitariodelmundo.Ahídentroesadondeseretiracuandoquiereverlotododesdeunagrandistanciaparapodermirarconclaridad.Oyesupropiavozdesdemuylejos:

—¿Esofuetodohastaporlamañana?—Noexactamente.Porlanoche,alaunaymedia,hubounincidente.Boenisch

accionólallamadadesocorrodelacelda.Unguardiánfueaver.Boenischsequejabadefuertesdoloresdecabezayledieronunaaspirina.

«Seguroquelesupusounasatisfacciónenorme.Saberloquehabíadebajodesucatremientrasseocupabandeélylehacíancaso».

—Alasseispasaronrevista.Entoncesloencontrarontumbadojuntoaella,bienacurrucado.

—¿Cuántastazasdetésehabíanutilizado?Nikodeslizaeldedoporlatableta.—Dos.—¿Leche,azúcar?Ningúndeslizamiento.Esapreguntanolaharíanadiemásqueella.—¿Porquéesimportante?—¿Lavioló?—No.—¿Quéheridastenía?—Fracturadelaringe.—¿Signosdepelea?—¿Puedesapartarteunpoco?Ellalohace.


—Restregonesnegrosenlapared.Delantedelcatre.—¿Aquéaltura?—Másomenosamediometro.Aaronsaledesusalainterior.—¿Túquépiensas?—QueBoenischledestrozólalaringeparaquenopudieragritaryluegolepuso

labolsaenlacabeza.Ellasedefendióydejómarcasconloszapatos.—¿Porquénolaecharonenfaltaenlacompuerta?Tendríaquehaberfichadoala

salida.—Estabancelebrandoladespedidadeuncompañero.«Poresoelcontroltanlamentable».—Pueslesvaacaerunabuena.

BajaconNikoalasaladeguardia.Tostadasquemadas,uncaféqueseamargadesdehacehorasenlacafetera.

—Me gustaría hablar con los dos funcionarios que anteayer vieron entrar a laseñoraBreuer.

—Schillinghallamadodiciendoqueestáenfermo.—¿Yelotro?—Enuncursodeformación.Aaronleleeelpensamiento:«Túloquequieresescargarnoselmuerto».El funcionario que los ha acompañado a la celda huele a humo de tabaco y a

miradasimpacientesalreloj.—¿Handescubiertoalgonuevo?—¿DesdecuándotieneBoenischunreproductordeDVDenlacelda?—Yoquésé.Echaríaunasolicitud.Yaledigo:aquí,atodolujo.—¿Estabadiferenteestosúltimosdías?—Yonomeacuestoconél.Nikosedirigealhombreconaspereza:—¿Acasolehacegraciaquesepasaratodalanochetumbadojuntoauncadáver?—Haceyamuchoquenadadelodeaquídentromehacegracia.—¿Conquéreclusosteníamáscontacto?—preguntaella.—ConBukowski.Niko habría hecho la misma pregunta si el caso hubiera sido suyo, pero al

Departamentosololehanpedidoayudaadministrativa.«SeguroquelosdelaCuartaBrigadadeHomicidiosnoquierenpasearseporahí

conunaciega.“Unavezfuedelosvuestros.¿Hacéisvosotrosdeniñera?”».—¿Puedesermáspreciso?—reprendeNikoalfuncionario—.¿Porquéestáaquí,

desdecuándo,dóndetrabaja?—Atracoamanoarmada.Cuatroaños.Eneltallerdecoches.


—Llévenosallí.

Unapuertadeaceropesada,sobreruedas.Loschirridosdeunaradial.Unasoldadoraquerealizaunauniónporpuntos,chas-chas-chas,olorabengalasquemadas.Aaronprotegedelvientolallamadesumechero.DesdelaestacióndemetrodeHolzhauserllegaunavisovolandosobrelosmuros:«¡Atención,cierredepuertas!».

VanabuscaraBukowski.—Quéhay.¿Notendríaotrodeesos?—Elhervorviscosodesuvozresultauna

advertenciaimpagableparadejardefumar.Ungrancuerpoderesonancia.Aaronintuyemúsculos,tatuajes,uncuellodetoro.

Le tiende a Bukowski el paquete, le da fuego, huele la pasta desengrasante paramanos.

«Mejuegoloqueseaaquenotehasdadocuentadequesoyciega».—¿HastaquépuntoconoceaReinholdBoenisch?—preguntaNiko.—Porencima.—No digas chorradas, que te pasas el día entero con él. —El funcionario de

prisionesfumatambién.—Élbuscabaaalguienqueloacogierayyonoquisesermalagente,¿vale?—Ya,ya,eresunbuenhombre.—Loqueyolediga.—¿Ha notado últimamente algo en Boenisch que le llamara la atención? —

preguntaAaron—.¿Sehamostradomásreservado,estabainquietoporalgo?—Siempreloestá.Dicequedentrodesucabezahayunafiesta.—¿Sabíaustedqueibaaveralapsicóloga?—Allívamostodos.¿Lehaechadounojo?Estábuenísima.Losiento.Notendría

quedeciresodelantedeusted,¿no?Aaronsabeque,sielhombrenotuvieraorejas,ahoramismolasonrisalellegaría

hastalacoronilla.Apagasucigarrilloconelpie.Practicóunasemanaentera.—Señor Bukowski, alguien como usted no se hace colega de alguien como

Boenisch.Élesungigante,peronopuededefenderse.Aquílosasesinosdemujeresestánmuyabajoenlajerarquía.Necesitaaunmatónqueloproteja,yeseesusted.Acambio,leentregapartedesusueldo.¿Hastaaquíestamosdeacuerdo?

Bukowskisearrancaunaflema.—Su relación comercial es unmodelo descatalogado, porque van a trasladar a

Boenischsíosí—diceNiko.Suvozessegura,amable.Aaronconoceesetono,eselmismo con el que en el primer contacto enNápoles afirmó con toda tranquilidad:«Diezmillonesnosuponenningúnproblema».

—¿Yqué?—Teleporlasnoches,todoelratoquequiera.Bukowskiselopiensa.


—¿Tieneunanoviaahífuera?—preguntaAaron.—¿Porqué?—Unahoraconella,sininterrupciones.—Sientesuansiadevolverafumar.—¿Mepasaotropitillo?AaronlecedeaBukowskielúltimoquelequeda.Visualizacómoelhombrelo

hacerodarentreelpulgaryelíndice,deaquíparaallá,yexhalaunaroconpicardía.—El domingome estuvo comiendo el tarro.Que si podía partirle unas cuantas

costillas.Penséqueseestabaquedandoconmigo,perolodecíaenserio.Lediunpardeveces.Estácomounaputacabra.


3

Elpasilloesinterminableyellanotaquesuspasossevuelvencadavezmáslentos.Nikosedetieneanteunapuerta.

—Notienesporquéhaceresto.—Sí.En la sala de visitas oye enseguida el escarbar nervioso de unas chancletas de

piscina.—Noarmestantoescándalo—mascullaunfuncionario.Aaronalargalamano.Enlossaludossiempreeslamásrápida,paranotenerque

buscar la mano del otro. A Boenisch, sin embargo, jamás lo tocaría de no serimprescindible;lasolaideadehacerloleprovocanáuseas.Peroquiereleerlelamano.

Éllatomaconsusdosgarrasdecarniceroesposadas.Estánhúmedasytiemblan,delatanlaalegríaconquelaesperaba.

«¿Quéaspectotendrá,despuésdedieciséisaños?».Ensuvozsepercibeesetonosubyacentedesúplicaqueellaconocebienyqueno

haolvidado.—Sientomuchísimoquesehayaquedadociega.Losientodeverdad.«Venga,teregalounaerección».—QuierohablarconelseñorBoenischasolas.—Esaposibilidadnoexiste—replicaNiko.Aaronseapartaconélunospasos.Sustaconeslehacensaberquetodavíaqueda

unmetrodeairehastalapared.—Espósaloaltubodelacalefacción—susurra.—Olvídalo.—Nodiráunapalabrasitúestáspresente.NikorozalamanodeAaronsinquerer,selopiensa,accede.Elruidodeunasillaquesearrastra,metalcontrametal,pasos,unapuertaquese

cierra.La bala le entró por la izquierda de la región occipital y atravesó los dos

hemisferiosdelcórtexcerebral,peroelnervioópticoresultóileso.Aaronposeeunamiradamuyclara.Seorientaporrespiracionesyvoces,yhaaprendidoadirigir losojosdiezgradosporencimadelaposicióndelabocadesuinterlocutorparaqueestetengalaimpresióndequeloestámirando.

Solodurantelosinterrogatoriosnolohace.Elvidentelecuentaalinvidentecosasquenoleconfiaríaanadiemás.Porqueelquetienedelantenosedacuentadesiunoseponerojo,siseretuercelasmanos,simiraalvacío,sinoencuentralaspalabras.Oesoleparece.Escomoenunconfesionario.Elvidentesecreesegurotraselcortinajenegroqueloseparadelciego,yenesoelciegoesél.

Aaronmiramás allá deBoenisch; el hombre tiene que sentirse superior a ella.


Dejaelmóvilenlamesayempiezaagrabar.Larespiracióndeélvuela.Semueredeimpacienciaporquelehagalaprimerapregunta.

—¿Estácontentoconlacomidadeaquí?Boenischlanzaunbufidoamargo.Estádecepcionado,muydecepcionadodeque

nohayasidounaprimerafraseperfecta.Justoporesoeralamásadecuada.—Sí.—Trabajaustedenlalavandería.¿Sellevabienconsuscompañeros?—Mellevo.—Estáapuntodeecharseallorar,porqueellalohaestropeadotodo.—¿Letratanbien?Boenischsueltaungemido.—¿Quéocurre?—Que un celador me pegó. Tengo las costillas llenas de moratones. ¿Quiere

tocármelas?—Esohabráquedenunciarlo.Loharemosdespués.Aaronprosigueestoicamenteunosminutosmás:cadacuántotiempolovisitasu

tía,siprefiereverlatelevisiónsolooenlasalacomunitaria,aquéhoraapagalaluzporlasnoches,quétaleslarecepcióndesuradiotransistor,lacalidaddesucolchón.Temas,todosellos,porlosquesienteunardienteinterés.

«Lanovelasoloeraelenvoltorio.Loimportanteeslapelícula».Boenischestáapuntodeperderlosestribos.—¿LegustóMr.Brooks?—preguntaella.¡Porfin!ÉltomaaireconalegríayAaronsesientetransportadaaaquelagostocalurosode

dieciséisañosatrás,cuandodurantesusestudiosenlaAcademiadePolicíapasóseismesesdeprácticasenBerlín,en laCuartaBrigadadeHomicidios,y laasignaronaunacomisiónespecialqueacababadeformarse.

Dos abogadas de un bufete de Charlottenburg con más de cien socios habíandesaparecidosindejarrastroenunintervalodeunasemana.Ambashabíantrabajadohasta tarde;elporterodenochedeledificiodeoficinas fueelúltimoenverlasconvida.Naturalmente seconsideró laposibilidaddeque lasdesaparicionesestuvieranrelacionadas conalgúncasodelbufete,peroestaba especializadoenderecho fiscalpuroyduroy,además,lasdosmujeresnuncahabíantrabajadoenelmismocaso.

Ensuvidaprivadanoparecíantratarse.Nohabíapeticiónderescate.Nilamásmínimapista.AAaronleencargaronelcontactocon losfamiliares,quecadadíaestabanmás

desesperados. No se lo tuvo en cuenta a sus compañeros; era horrible tener querepetirsiemprelasmismasfrasescomounloro:«Nopierdanlaesperanza.Hacemostodo lo que está en nuestra mano. Si lo desean, podemos ofrecerles ayuda


psicológica,porsupuesto».Losrostrosdelosmaridosydeloshijosprontoempezaronanodejarladescansar.

Los expedientes crecieron hasta ocupar dos metros de estantería. También fueroninterrogadasuncentenardepersonasdelentornode lasmujeres.Parientes,amigos,compañeros, vecinos, personal y clientes de un gimnasio. Incluso se sopesó laposibilidaddequeambasmantuvieranunarelaciónlésbicasecretayhubieranhuidojuntas.

Aaronseloleyótodoyseaprendiódememoriahastalaúltimafrase.Alporterodenochelohabíaninterrogadotresveces:«—¿Demodoque laseñoraMarxbajóenelascensorsobre lasveintitréshoras

directamentealaparcamientosubterráneo?»—Sí.Comoalasonceoasí.Yoibaasubirparahacerlarondaymelaencontré

en el ascensor cuando se abrió la puerta. “Baje tranquila, señora, que yo tengotiempo”,ledije».

Enlasiguienteocasión:«—Séqueeranlasonceenpuntoporquemiréelreloj:penséquedebíadetener

algo importante de verdad si se había quedado en el despacho hasta tan tarde. Sehabíaequivocadoalapretarelbotónyacabóencontrándoseconmigoenelvestíbulo.Ledilasbuenasnoches.Ellanomedijonada».

Ydespués:«—Debían de ser entre menos cinco e y cinco. Ella quería subir otra vez un

momentoporquesehabíadejadoalgo.Seguroquedocumentos.Selaveíacomomuynerviosa.

»—¿Quéquieredecirconeso?»—Pues…rara.Demasiadoseca».Losinterrogatorioslosefectuaronagentesdiferentesynoquedaronarchivadosen

lamismacarpeta,poresoanadielehabíanllamadolaatenciónesascontradicciones.¿Aquéhoraexactamentehabíaocurrido?¿Habíahabladolamujerconélono?¿Sehabíaequivocadodeplantaosedetuvoelascensorenelvestíbuloporqueelporterolohabíallamado?¿Lamujerbajabaosubía?Encasodequefueraestoúltimo:¿cómoesquenohabíasubidoélconella,sipretendíahacersuronda?¿Sehabíaquedadoquizádormidoelporteroynoteníaniideadecuándohabíaabandonadoeledificiolamujer? Pero ¿por qué habría tenido que enredarse entonces con todas esascontradicciones?Habríabastadoconafirmarqueyaestabarecorriendoeledificioyquenoteníalamenorideadecuándosehabíamarchadoellaacasa.

ReinholdBoenischeraeseporterodenoche.

Boenischquiereinclinarse.Aaronoyequelasesposasdanuntirónenel tubodelacalefacción.Seobligaahaceralgobuenoporélydeslizalasillamediometrohaciadelante.


Elhombrerespiraagradecido.—Meavergüenzodehabervistoesapelícula.Notendríaquehaberlohecho.Me

alteródemasiado.—Letiemblalavoz—.¿Ustedlaconoce?—Sí.Larespiracióndeélesdepuroéxtasis.—¿Desdecuándolatiene…ydedóndelahasacado?—Desde no hacemucho.Me la recomendó alguien—responde el hombre con

evasivas.Unafraseimportante,ellaescuchaelecodesusignificado.—¿Quién?—Unapersona.—¿Unapersonaaquienlecaebien?—Nosé.«SeguroquenofueBukowski.LaideadeescogercomofundaparaMr.Brooks

unpsicothrillerconuntítulohorteraparaquenollamaralaatenciónentrelosdemáslibrosdeBoenischypudierapasarlacensuraesdemasiadointeligenteparaél».

—Nohabríatenidoqueveresapelícula.Denuevounruidodelasesposas.AaronleconcedeaBoenischdiezcentímetros

más.—Mealegrodequeaquellavezvinierausted.Mealegromucho.Ustedmesalvó.

Fuemi…—Seechaallorar,nopuedeseguirhablando,golpeteaconlaschancletasarriba y abajo y no consigue pronunciar las palabras que se le han atascado en lagarganta.

AAaronlecuestatalesfuerzoextenderlamanoyacariciarleelhombroqueledauncalambreenelbrazo.Élmueveelhombrohaciaellaconavidez.

—Miángel.Graciasporhaberllamadoamipuerta.

Ayer,AaronestabaenParísporunainvestigaciónconjuntadelaBKAylaunidaddeélitedelapolicíafrancesaRAID.Cuando,entredosreuniones,reconociólavozdeNikoensubuzóndevozporprimeravezdesdehacíacincoaños,unnudolecerrólagarganta. Las horas siguientes tuvo que encargarse de un agente durmiente de AlQaeda detenido en Wuppertal a quien le habían encontrado planos para cometervarios atentados en Francia.De algúnmodo siguió funcionando.Después salió, sefumóuncigarrilloypercibióelzumbidodelarespiracióndeaquelenormeedificio.«Noloharé.Nadiepuedeobligarmeahacerlo».Sinembargo,derepentelevinieronalacabezalosentrenamientosdeatletismoenelcolegio,cuandoenelsaltoconpértiganoacertóacaeren lacolchonetayse rompióelcodo.Trassu recuperación, fuealcampodedeportes.Sabíaquetodalavidaletendríamiedoaesecondenadolistónsinovolvíaasaltarloporlomenosunavez.Después,todofuebien.

AsíqueAaron llamóaWiesbadenypidióa su secretariaque lenotificaraa su


departamentosucompromisoparaeldíasiguienteylereservaraelprimervuelodelamañana desdeOrly.A continuación consultó un serviciometeorológico en internetparaverquétiempohabíahechoenBerlínel3deagostodedieciséisañosatrás.Poresosabequealfinalsíhabíallovidoaquellatarde.

Boenischvivíaenlaantiguacasadesuspadres,eneldistritodeSpandau,arriba,enelbosque.Seguroquelosárbolesdesuterrenoestabanempapados.Debíadeoleratierra,ahojasyapolvo.

Perodeesonoseacuerda.

Solodequellamóalapuertadeljardíncuandoyaestabaoscuro.Boenischtardóenabrir.Perosiyalohabíaexplicadotodo…,dijo.Claro,siempre

que pudiera serle de ayuda. La invitó a entrar y se disculpó profusamente por nohaber acudido más deprisa a la puerta, pero es que estaba viendo la televisión ysiempreteníaqueponerelvolumenmuyaltoporquenooíademasiadobien.Sololequedabauntímpano,elotroselehabíareventadocuandoerapequeñoenunadelaspalizasqueledabasupadreconelcinturón.

Derepentesepusoa temblar,yaAaron ledio lástima.ElgatodeBoenischseencorvócontralapiernadeella,peronoronroneó.Teníaunojorodeadodenegroyelotrodeblanco,ylacola,rota.

—Perdón,noselohepreguntado:¿leapetecebeberalgo?—Unvasodeaguaestaríamuybien.Élentróenlacocina.Elgatomaulló.Aaronnosefijóenélypusolamanosobre

eltelevisor.Frío.CuandoquisodarsecuentadequeBoenischestabadenuevoen lapuertade la

cocinayaerademasiadotarde.—Nomequedacongas.¿Levabiendelgrifo?Teníalafrenteempapadaensudor.Aaron respondió a toda prisa que se le había olvidado que tenía una cita

importante y, aunque resultara muy tonto, debía irse ya. Su conversación no eraurgente,podíanhablarencualquierotromomento.

Boenischparecióentristecerse.—Quépena.Al pasar junto a él, el hombre la atrapó como a un ratón. Tenía una fuerza

increíble.LanzóaAaroncontraelsuelodepiedra,searrodillósobreella,lequitóelmóvil y el reloj, la levantó y la arrastró hacia la puerta del sótano, la bajó por laescaleraoscuraylaencerróallídentro.

Aaronhaolvidadogranpartede todoeso,peronoaquelhedor.Enseguida tuvoquevomitar.No sabe cuándo consiguió respirar otra vez.La clavícula izquierda leardía.Notabaqueselehabíasalidoelhuesoyteníatodoeseladoentumecido.


Avanzó a tientas y entre arcadas. Encontró algo peludo, un animal, un perro,rígido,comodisecado.Poruninstante tuvolaesperanzadequeesefueseelorigendel hedor, pero un segundo después tocó el primer cadáver, la piel flácida yrepugnantementeblandadeunaspiernasdesnudas.

Aarongritóygritóhastaquesucuerpoyanofuemásqueundolorterriblequealmismo tiempo había dejado de sentir. Cien años estuvo allí tirada, gimoteando,intentandosalirensueñosdeeseinfiernoycorreralosbrazosdesupadre,peronoloconseguía.

Noloconsiguió.Devezencuandopasabaunaviónsusurrandoporencimade lacasa.Enalgún

lugar allí arriba existía el mundo. Había personas. Estaba el cine donde esa tardequeríahaberidoaverAmericanBeauty.

Pasaron otros cien añosmás hasta que la puerta del sótano se abrió. Boenischllegóatravésdelastinieblasyleiluminólacaraconunalinternaparaquenolevieralasuya.

—¿Quévoyahacerconusted?—dijoentresollozos.Ellaqueríasuplicarleporsuvida,peronoconseguíaarticularpalabra.Boenischvolvióadejarlaencerrada.Aaronsabíaquenosaldríanuncadeesecalabozosinoencontraba la formade

apagarlacentrifugadoraquenohacíamásquelanzarleelcorazóncontralascostillas.Por encima, Boenisch puso un disco. Roy Orbison: «Pretty Woman». Sonaba

crujiendosinparar.«Papá,¿quédebohacer?».«¿Dóndeestás?Debestrabajarconloquetienes».Aaronpensóquenoloconseguiría,peroempezóapalparatientas.PrettyWoman,walkingdownthestreet.PrettyWoman,thekindIliketomeet.El segundocadáver.Uncorte abierto enel cuello,un tejidocon tacto comode

bizcochoreseco.Adelante.Adelante.Yentonceslainundóunsentimientodefelicidad.Unclavo.

Largoyoxidado.Aaronloencerróensupuño,regresóarastras,seorientógraciasalprimer cadáver y al perro, encontró la escalera, se quitó los zapatos, subió ahurtadillas.

PrettyWoman,won’tyoupardonme?PrettyWoman,Icouldn’thelpbutsee.Porfinsearrodillódelantedelapuerta.«Papá,noveonada».«Notienesquever,tienesquesaber».«Elclavoesdemasiadogrande,noconseguiréabrirlapuerta».«No es elmiedo lo que te paraliza. Elmiedo es bueno, temantiene despierta.

¡Perotienesquecontrolarlarespiracióndeunaputavez!¡Oesquenoteheenseñado


cómosehace!».Se levantó la camiseta temblando, colocó lamano sobre el huecodel ombligo,

inspiró hondo contra ella y se concentró en que durante la espiración el vientre securvarahacialacolumnavertebral.

Elredobledetambordesucorazónsehizomássuave.Laalegríaquesintiófueindescriptible.Aaron palpó lamampostería.Encontró una ranura entre dos piedras ymetió el

clavoenella.Lopisóconelpiedescalzoylodoblósinhacercasodeldolor.«¡Porfavor,noterompas!¡Porfavor,noterompas!¡Porfavor,noterompas!».Nolohizo.Metióelclavoenlacerraduraymaniobróconélhastaquelaabrió.Volvióahincarelclavoenlaparedparaenderezarlodenuevo.«¡Porfavor,noterompas!¡Porfavor,noterompas!¡Porfavor,noterompas!».Aguantó.UnresquiciominúsculolebastóparaveraBoenisch.Caminabadandozancadas

deaquíparaallá,vueltodeespaldasaella;concadapaso,unsollozo.Elgatoestabasentadoenelsofáylamiraba.

Era su única oportunidad. Aaron abrió la puerta completamente y tensó losmúsculos.

EnesemomentoBoenischapagólamúsica.Elpulsodeellasubióamásdedoscientos.Boenischalcanzóelteléfono.Demasiadaadrenalina.Estabaparalizada.Despuésdemarcarcuatrocifras, elhombrequisovolverseconel aparatoen la

mano.Elgatosaltópordelantedeélparasubirsealalféizarytiróalsuelounamacetaconunbufido.Enesesegundoqueélsedistrajo,Aaronlogrócontrolarlaadrenalinay se sirvió de sus últimas fuerzas para dar cinco pasos que el suelo de piedraabsorbió.LehundióelclavoenelcuelloaBoenischyapretó todo loquepudo.Elhombre emitió un ruido sordo, como de gárgaras. Sus manos volaron como dosmayalesqueriendoasirelvacío.Ellaextrajoelclavoysaltóhaciaatrás.Lasangrelesalpicóenlacara.Boenischcayósinhacerruido.Enlacamisallevabaunamanchade salsa y sus ojos lamiraban implorantes.Aaron sintió un deseo descabellado dedejarquesedesangraracomouncerdoenelmatadero.

Sesentóenelsofáacontemplarcómomoría.Elgatonoseinteresóporél.FuedandopasitoshaciaAaronysaltóasuregazo.

Ronroneó.Teníaelojoblancocerradoyparecíaqueestuvieraguiñandoconelnegro.Aaronleacaricióellomoflaco.

De repente vio a su padre sentado junto a ella igual que el día en que pasó lapruebadeaccesoenlaAcademiadePolicía,enunbancojuntoalcéspeddespuésdedarunlargopaseo.

«¿Dónde?¿Enelbosque?¿Enelparque?¿JuntoalRin?¿Estabanerviosa?¿Me


demostróél loorgullosoque se sentía? ¿Ymimadre?¿Fingióque se alegrabapormí?».

Recordólaspalabrasdeél:«AntesdedespegarhaciaMogadiscioleocultéalgoaWegener; si no, no me habrían permitido participar en la operación. JürgenSchumann, el comandante del Landshut, había sido antes piloto de caza y estuvodestinado en la base aérea de Büchel en la misma época en que yo servía en labrigadaaerotransportada.Untipogenial,mesacabadiezañosymeacogió,seocupódemíymeayudómuchoenunaocasiónenquetuveunproblemaconunsuperior.EnMogadiscio, loprimeroqueoí al aterrizar fue: “¡Esoscerdos sehancargadoalpiloto!”.No debería haber continuado; en este trabajo no se funciona sin distanciaemocional.Perocerrélaboca.Eliminamosatresterroristas,yoadosdeellos,ysolosobrevivió Suhaila Andrawes. Había quedado tirada delante del lavabo delmorro,gravementeherida,algoapartada.Losdemásestabansacandoa losrehenes.Podríahaberlohecho:unabalaentrecejayceja.Fin.Lopensé,perosoloporunsegundo.CuandosacaronaAndrawesdeallí,leshizoelsignodelavictoriaalascámaras.Apesardeeso,fuelocorrecto.Noloolvidesnunca».

Aaronpidiórefuerzosyunaambulancia,yestuvoacariciandoalgatohastaquellegaron. Le dijeron que había pasado ocho horas en aquel sótano. Si le hubierandichoquehabíansidodosdíasotressemanas,tambiénselohabríacreído.

LasirenaponefinalahoradelacomidaenTegel.—¿QuéesloquemáslegustadeMr.Brooks?—lepreguntaaBoenisch.Élnocontesta.—Puededecírmelocontodatranquilidad,losdossabemosguardarunsecreto.Creceelruidodeunavión.Elaparatoestájustoporencimadeellosenvuelode

aproximaciónalaeropuertodeTegel.ElrugidodelasturbinassetragalarespuestadeBoenisch.

—Noloheoído.—Elprotagonista—repiteelhombre.—¿Mr.Brooks,elciudadanorespetablequenochetrasnochesaleporahíamatar

apersonasalazaryalquenuncaatrapan?—Élnoeselprotagonista.—Ah,¿no?—¡Yasabequiéneselprotagonista!—¿Quiénessegúnusted?—¡Smith!—¿ElhombrequechantajeaaMr.Brooksparaque ledejeacompañarloensus

asesinatos?¿Untipoquenoseríacapazdematarélsoloanadie?¿Cómoencajaesoconusted?¿Desdecuándoquierelimitarseamirar?

—¡Smith habría podido hacerlo!Mr. Brooks va con él al cementerio para que


Smithlepegueuntiro.¡Yaprietaelgatillo!¡Loaprieta!—Mr.Brookshabíainutilizadoelpercutor.—¡PeroesoSmithnolosabe!¡Élaprietaelgatillo!—¿Y qué? Sí sabe desde hace tiempo queMr. Brooks no piensa dejar que lo

matentanfácilmente.ParaMr.Brooksnoesmásqueunjuego.Smithesuncobardelamentable.

Boenischbramadeira.—¡¿Niko?!—llamaAaron.Nikoentra.—ElseñorBoenischyyovamosatomarnosundescanso.—¡No,yononecesitoningúndescanso!Sí lo necesita, piensa ellamientras sale conNiko.Boenisch tiene que volver a

cargarsedetensión.Sentirlamismaansiaporverlaquealprincipio.

AaroninspirahondodelantedelPabellón6.DesearíanohaberledadoaBukowskisuúltimocigarrillo.

—¿VastúabuscarlasactasdelaterapiaalServiciodePsicología?Yoteesperoaquí.

SientequeNikosealeja.Nooyesuspasos,aunquedeberíancrujirsobrelanieve.

DiezcosasqueaAaronlegustaoír:JanisJoplinlosbarboteosdeunniñoelmarcuandobajalamareaunlápizsobreelpapellalluviacontrauntejadodechapametálicalasHarleyslosgorrionesenprimaveraelchasquidodesumecheroDupontlaspáginasdeunlibrocuandosehojearonroneos

SindarsecuentavuelvelacaraendirecciónaJungfernheide,elbosquequehayporallícerca.Aaronseencuentramuylejosdelascalles,sienteelmusgomullidobajoloszapatosyramasqueleacaricianlanuca,percibelossusurrosdelospajarilloseintentarecordarcuándoestuvoallíporúltimavez.

En aquella ocasión, cuando la sacaron de la casa de Boenisch preguntó por el


gato.DesdeelhospitalcondujodirectamenteaSpandauyhablóconlosvecinosdelhombre.Colgó carteles con su número de teléfono en las farolas y los árboles delbarrio.Nadiehabíavistoalanimal.Nuncallamónadie.

Meses después, sin embargo, despertó un día en su apartamento y algo lepellizcabaeldedogordodelpie.

Marlowe.Ungatonegro,gordoysatisfechoquedelanochealamañanahabíaentradoen

suvidacomosisupieraqueteníaquereemplazaraalguien.Aaron no logra comprender cómo apareció de repente. Lo que más le gusta

imaginaresqueregresóconellasobreel techodelcocheundíaquefueacomprarlenguasdegatoaunachocolatería.

Nosabecuántosañosteníaelanimal,perosíqueenseguidasesintieronunidos.Elgatonodejódudaalgunadequehabía sidoélquien lahabía escogido.CuandoAaronseibaalacama,élseacomodabaenelhuecoqueformabasubrazodobladoyle ronroneabamientrasdormíaporquesabíaquesussueños laasustaban.Todas lasmañanas,puntualalahoradedespertarse,lemordisqueabaeldedogordodelpie,yno se acercaba a su cuenco de pienso hasta que también ella desayunaba. Laacariciabacuandolonecesitabay ladejaba tranquilacuandoteníaqueconcentrarseenalgunaidea.SeentreteníaconcosasdegatosyeramuyserioyelmejoramigodeAaron.

«Menosmalqueesotodavíapuedorecordarlo».LoquenuncasupoeracómopasabaMarlowesusdías,pero,cuandoellabajaba

delcoche,siempreloencontrabahechounovilloenlaventana,esperándola,yAaronnuncateníalasensacióndequesehubierasentidosolo.Entoncessesentabaconélenelsofáyjugabanaunjuegoqueconsistíaencerrarlosojosyadivinarparpadeandoquiéneraelprimeroenvolveramirar.

Más adelante, después de entrar en el Departamento, Aaron empezó a pasarmuchasveladasencasadeSandrayPavlik,yMarlowesiempresabíaconantelacióncuándoibanaverlos.Legustabanellosdosysushijos,aguardabaconganasjuntoalapuerta,laacompañabacontodanaturalidad,seentreteníaenelpercheroeinclusofingía para los gemelos que se interesaba por una pelota o un coche de juguete,porqueveíaqueconelloseponíancontentos.

«PeroNikonolecaíabien.¿Estaríaceloso?».Aaron tenía que ausentarse amenudo, a veces durante semanas, y entonces lo

llevabaacasadeunaseñoramayorqueestabasolaysealegrabadequeMarlowelehiciese compañía. Cuando regresaba, el animal saltaba a sus brazos, le daba unosgolpecitosamododesaludoynose lo teníaencuenta,porquesabíaquedebíadehabermotivospoderososparaquehubieranestadoseparados.

UnamañanaAaronsequedódormidaporqueMarlowenoladespertó.Elanimalestabamuydébilysurespiracióneratenue.Muertademiedo,lollevóalveterinario.Erauntumor.Noviviríamuchomás,perotodavíanosufríadoloralguno,ledijeron.


Aldíasiguientedebíaviajaralextranjeroporunaoperación,perodecidiótomarselas vacaciones de ese año. Su jefe estaba enfermo y el suplente se mostróintransigente, pero Aaron le aseguró que, si no, dimitiría. Le concedieron susvacaciones.PasómuchashorasmeciendoaMarloween susbrazosydiciéndole lomuchoquesignificabaparaella.Sabíaqueelanimallaentendíaysentíalomismo.Unamañana,aldespertar,elgatoestabaenelhuecodesubrazo;sehabíaquedadodormidoparasiempre,enpaz,mientrasvigilabalossueñosdeellacomosolíahacer.LoenterródebajodeunabedulenelbosquedeJungfernheideyfuemuchasvecesasutumbaparahablarconél,hastaquevolóaBarcelona.

¿Podría pedirle a Niko que la acompañara allí más tarde? No, Niko no loentendería.

Ha regresado tan silenciosamentecomosehamarchado.Aaron se sobresalta aloírledecir:

—Yatengolasactas.Dos minutos después vuelve a estar sentada frente a Boenisch. Percibe la

impacienciadelhombre,peroantesquenadadeberegresaraesanocheenquelodejóvivir,cuandosucasaquedótomadaporagentesdelapolicía.


4

PorquéquerríaalguiencomoBoenischllamarporteléfonoteniendodoscadáveresdemujeresdesangradasenelsótano,ademásdeotravíctima,heridaeindefensa,conlaquepoderdisfrutaraún?

¿Yaquién?Las cuatro cifras marcadas correspondían al prefijo de Kassel. Allí había un

número al que ya había llamado varias veces antes. Pertenecía a un tal HelmutRunge.A primera hora de lamañana, varios agentes fueron a sacarlo de la cama.Rungeeracomercialdebaldosas,cincuentaydosaños,casado,conunahijadetreceyunhijoapuntodesacarselaselectividad.Unavidataninteresantecomoelpolvoacumuladoencimadeunarmario.DijoquehabíaconocidoaBoenischhacíavariosaños en un bar de Spandau, una vez que había ido a Berlín por una campaña deventas.Habíanvueltoaverseenalgunaqueotraocasiónparairalcine,alosbillares,tambiénparaemborracharse.Boenischeraunpobrediablo,segúnél,ynoteníaconquién hablar. A veces lo llamaba y lo ponía de los nervios, pero dos mujeresmuertas…Rungesolíatomarseunacopitadelicoralrededordelasseis.

LomásdestacadoquesalióalaluzenelregistrodesucasafueunacoleccióndehuevosKinderSorpresaenlasaladejuegos.Paralosdíasenquedesaparecieronlasmujeres, Runge tenía coartada: el primero había asistido a un seminario decomercialesenBielefeld;elsegundoestuvohastapasadalamedianocheenunafiestadecumpleañosenPeine.Treintatestigos,sumujerentreellos.

Conesotodosseconvencieron:Boenischeraunlobosolitario.Aaronnoseapartabadelotro ladodel falsoespejode lasalade interrogatorios

paraobservarlehoratrashora.LosojosdeBoenischparecíanungrifo.Nodejabadedarsecabezazoscontralamesa.«¡Fuiyo!¡Fuiyo!¡Fuiyo!».

Leenseñaronvarias fotografíasdemujeresdesaparecidas, casos sin resolverdelosúltimosaños.Boenischconfesólosasesinatosdedoschicasquehacíanfootingycondujoa losagentesal lugardelbosquedeSpandaudondeestabanenterradossuscadáveresdescuartizados.Nohabíadudaalgunadesuautoría.

Sinembargo,aAaronlaescudillaconrestosdecomidaenmohecidosdelsótanode Boenisch no la dejaba descansar. Las mujeres no habían sido asesinadas justodespués de sus secuestros, así que durante los días siguientesHelmutRunge pudoacercarse a Berlín sin ningún problema. Esos días había estado de campaña enSajonia-Anhalt: «Encargan baldosas como enfermosmentales». No habíamás quecientoveintekilómetrosdedistancia.

Nadie quería oír eso. La habían herido, estaba traumatizada, tenía querecuperarse, olvidar. Llevaría el hombro vendado durante seis semanas, y durantetodoesetiempolaeximíandesusprácticas.

SupadrefueavisitarlaaBerlínylehizolaspreguntasadecuadas:¿Estabarayado


el disco? ¿Cuántos peldaños tenía la escalera? ¿Qué clase de clavo era el queencontró?

Conélporfinpudollorar.«¿Esesoloúnicoquedeseo?¿Helloradodeverdadalgunavezantesdedespertar

enBarcelona?».Perosupadretambiénledijo:«Tienesqueolvidarlo».Jamás.EnlapáginawebdelaempresadeRunge,Aaronencontróuninformesobreun

seminariodecomerciales.RungehabíaconseguidolossegundosmejoresresultadosdeventasdelaDirecciónRegionalNorte.Sosteníaenaltountrofeo.Aaronaumentólafotografía.Teníalasuñasamarillas,descuidadas,casicomogarras.¿Porquénosedabacuentanadiemás?EllanohacíamásquerecordarcómolahabíadeslumbradoBoenisch con la linterna y le había dicho entre sollozos: «¿Qué voy a hacer conusted?».

¿PorquéquisollamarprecisamenteaRunge?«Tenía que hablar con alguien de cualquier cosa, distraerme para no matar

demasiadodeprisaalaqueteníaenelsótano».Aaronbuscóunatoneladadebibliografíaespecializada.Lasprimerasfrasesque

leyóerandeCharlesManson:«SialgunavezhaexistidoundemoniosobrelafazdelaTierra,esesoyyo.Seadueñademicabezasiemprequequiere».

Elmal esunparámetromoral, noun algoritmo.Aunasí, todos los asesinos enserie, a excepción de los francotiradores, presentan analogías que son tan válidascomoaxiomasmatemáticos.

El«carnicero»adaptasusasesinatosalasituación,improvisa,actúaalazaryconespontaneidad.

Por el contrario, Boenisch: «Durante mucho tiempo pensé: ¿Quién? Y justoentonceslaseñoraMarxmeregalóunosbombonesporquelellevéelcochealtúnelde lavado. Entonces lo supe: ¡Esta! Y Lamprecht siempre fue una engreída.“¡Deprisa, deprisa!”. Con ella siempre había que ir con la lengua fuera. Esa meapetecíadeverdad».

Elcarniceroesincapazdeexperimentarsentimientosporotraspersonas,sololasve comoobjetos.Cambiarde sitiouna silla significa lomismoque torturar,matar,descuartizar,tiraralabasuralostrozosdelcadáverllegadoelmomento.

¿EncajabaesoconBoenisch?En el bufete todos habían declarado que nunca se olvidaba del cumpleaños de

nadie,quesonreíaatodoelmundo,queguardabaaspirinasytiritasenuncajónparacasos de emergencia, que visitaba a quien estuviera en el hospital. Los vecinos loconocíancomounhombresolícito.EnHalloween,alosniñoslesencantaballamarasu puerta porque su actuación cuando fingía asustarse era deÓscar, y era él quiendabalasmejoresgolosinascondiferencia.Cuandoregresabaacasadespuésdelturnodenocheenplenoinvierno,limpiabaapalalanievedetodalacalleyechabasalenla


acera.El segundo tipo es el «planificador», una especiemuchomás rara.Esehombre

simpáticoquecaebienatodoelmundo.Tieneuntrabajofijo,unavidaordenada.ComoBoenisch.Elplanificadorescogeellugardeloshechos.Todotienequeserperfecto;unsitio

tranquilo,seguro,enelquepuedarelajarseparadisfrutardecadainstante.ComoelsótanodeBoenisch.Nuncacambiadeesquema.Lamenormodificaciónlodestrozaríatodo.En ambas ocasiones sucedió mucho después de la hora de cierre, en ambas

ocasionesdurmieronalasmujeresconcloroformoenelaparcamientosubterráneo,ynolescortaronelcuellohastadespuésdeesafasedeengordeenquelaanticipacióncebalafantasíahastadejarlahenchidacomounfoiedeoca.

A ninguna de las dos las violaron, o en todo caso no las penetraron. Con laschicasdelfootingdijohaberlohechoexactamenteigual.Cloroformo,sótano,espera,cuello,putrefacción.

Pero ¿había sacado Boenisch fotografías de los cadáveres? No. ¿Habíaconservadoarribaalgúnfetiche,unapiezaderopaounajoyaconlaquepoderjugaren cualquier momento? No. ¿Había rondado por las casas de las familias paraconseguirunatisbodesudoloryponersemáscachondotodavía?

«DecaminoaltrabajosolíapasarporcasadeLamprecht;despuésempecéadarunrodeo».

Demasiadosnoes.Boenischteníafantasíashomicidas,sinlugaradudas,obsesionesnecrófilas.No

obstante, Aaron creía que solo queríamatar…, pero que no era capaz de hacerlo.Habíabuscadoaesasmujeresconpremeditaciónylashabíaencerradoensusótano;trabajabanen subufete, lo cual hacíaque lospreliminares fuesen arriesgados,másexcitantesaún.Perolashabíamatadootro,alguienconquiensehabíaproducidounaespeciede simbiosis, comounpez limpiadoryunamorena.Boenischhabíaestadopresenteyhabíapodidoquedarseconloscadáveres.

Elsótanoerasuparaíso.Inclusodesudetenciónextrajounasensacióndeplacer.Confesarlesatisfacía,le

parecíamaravillosoqueloconsideraranuncriminalyquevieranenélalquetantolehabríagustado ser.Un chute extra habría sido la compasión.Lo intentó todo, peronadieselaconcedió.

SoloAaron,ahora.—Séqueestoesmuyduroparausted.¿Hasidoeldescansolobastantelargo,o

prefierequeesperemosunpocomás?—No,estábienasí—respondeél ansioso.Aaronoyecómo retuerce lasmanos

esposadas—.¿Cómodeciegasehaquedado?¿Deltodo?


—¿PorquéMelanieBreuer?—Merecordabaaalguien.«Ahoraesperasque tepregunte:“¿Aquién?”.Cómo tegustaríaexplicármelo…

Teencantaría».—¿Quésentíacuandoibaaverla?LarespiracióndeBoenischraspaensufaringeacausadeladecepción.—¿Lovisualizabatodomentalmentedurantelashorasdeterapia?—Todo el rato notaba esa presión en la cabeza. Ella tendría que haberse dado

cuenta,queparaesoeralaespecialista.—¿Quéocurriócuandoentróensucelda?—Sepusoamirarmislibros.Peroeseno.Eseloguardé.—¿Ydespués?—Nostomamosunté.Muyjuntos,porqueaquíapenashaysitio.Ellanollevaba

ningúnperfume,peroolíabien.Talcomolohabíaimaginado.Seacercóamibrazo.Amímeardíanlasmanos.

—¿Legustóaellaeltéquelepreparó?¿Conazúcarosin?Aaron sabe que a Boenisch no le gusta el azúcar. Le falta una molécula de

albúmina;unaanomalía,unanotamarginalensuexpedientemédico.—Sin.Quiereprovocarlo.—Meheinformado,laseñoraBreuersolotomabaeltéconazúcar.¿Porquéme

miente?Él tira de las esposas con tal fuerza que ella aparta la sillamediometro hacia

atrás.—Alfinalparecequeeldescansonohasidolobastantelargo.—¡No,porfavor!—suplicaél—.¡Losiento!PrettyWoman,won’tyoupardonme?

Enlacuartasemanadesuexcedenciade lasprácticas tenía laclavícula lobastanterecuperada como para viajar a Kassel. Los dos asesinatos estaban aún frescos;Helmut Runge debía de encontrarse todavía en la fase de enfriamiento. No eraprobable que cayera una nueva víctima demasiado pronto, pero tal vez cometieraalgúnerrorquecondujeraaAaronalesconditedondeguardabasusfetiches.

SepreparóparatenerqueseguirloconsuEscarabajodesvencijadoduranteunodesus viajes comerciales.No fue necesario.Runge estaba de vacaciones y las estabadisfrutandoconlossuyosenelhuertofamiliar.Aaronsebuscóunahabitaciónenunapensióndondelagruesadueñanohacíamásquemirarlaconcuriosidadcadavezquesalíadelacasaconlacámaradefotos.EnKasselnohayturistas.

—Queyosepa,todavíanoesdelitomirar—gruñólamujerundíaqueAaronlesostuvolamirada.


Rungeconstruíaunacasitademaderaparapájaros,cocinabafiletesdecuellodecerdoalaparrillaconlosdueñosdeotrasparcelas,montabaenpiraguaconsuhijo,se llevabaa sumujery sushijosalparquedeatraccionesHeidepark,enSoltau, setumbabaenlahamaca,solucionabacrucigramas,leíaaKonsalik.

«¿Cómoera lacasitaparapájaros?¿Dequécolor lapintó?¿Eraunapiragua,omásbienunboteneumático?¿Quésucedíaenmiinteriormientrasmepasabahorasyhoras tumbada en ese claro del bosque, observando a Runge con el teleobjetivo?¿Estaba furiosa porque se comportaba con total normalidad? ¿Esperaba habermeequivocado?».

Lallamósumadre.Ensuvozpercibiópreocupación,yesoquenosabíanadadelsótanodeBoenisch.Supadreopinabaqueeramejorasí.Aaronsehabíainventadounaccidentedeportivo,algotontoqueprontosecuraría.

—¿Noquieresveniracasaconnosotros?—lepreguntósumadre—.Aquítodavíatienesamigosyseguroquesealegrarán.

—Ay,mamá,esquetengomuchoqueestudiarparalaescuela.Además,dentrodedossemanasvuelvoaempezarconlasprácticas.

YmientrastantonolequitabaelojodeencimaaRunge.—Cuídate,cariño—dijosumadreconvoztriste.—Claro.Enfocómejorelvisor.Rungelehabíapedidoasumujerquelepusieraprotección

solaren laespalda.Ella sehabíapasadounpococon lacantidady tuvoquesaltarhaciaatrásporqueél,enfadado,intentógolpearla.

Unamañanaseencontróconlagruesadueñadelapensiónsentadatraselmostrador,llorando.PrimeroAaronquisohacercomosinosehubieradadocuenta,pensóquealamujernolepareceríabienqueunadesconocidaseinmiscuyeraensuvida,pero,yaenlapuerta,oyóunfuertesollozo.

—¿Leocurrealgo?—preguntó.Se tomaron un café.Lamujer estaba contenta de poder hablar con alguien. Su

hija había dejado los estudios, Geografía y Física, y eso que había demanda deprofesores en esos campos. La culpa la tenía su exmarido, explicó la dueña. ErapropietariodeunbarenHannoveryhabíaconvencidoasuhijaparaqueempezaraatrabajarconélcomogerente,porqueallípodíaganarmuchomás.Lachicasiemprehabía sido la niñita de papá; si él hubiera tenido una heladería en Groenlandia,tambiénhastaallílohabríaseguido.

Aaronsediocuentadequelesentabamuybienescucharaalguien.Eseerasindudaunodelosmotivosporlosquehabíadecididohacersepolicía:paraescucharycomprenderlosdestinosdelagente,yaquesoloasísepuedeobrarconjusticia.Porentoncestodavíanosospechabaqueacabaríaconvirtiéndoseenotraclasedepolicíamuydiferente,niqueseguiríaasupadresobreesehielofinobajoelcualsevenlos


rostrosdelosmuertosacadapaso.Sintióqueparticipabadeldolordelamujer,quenosabíacómodebíaactuar;veía

que su hija iba directa a la desgracia, igual que ella misma al casarse con aquelhombre.Yanopodíarecordarquéeraloquehabíavistounavezenél.

—Lasdesgraciasnuncavienensolas—dijosacudiendolacabezaconunsuspiro.MientrasAaron se esforzaba por encontrar palabras adecuadas y le aconsejaba

quelodiscutieranlostresjuntos,nopudoevitarpensarensupropiamadre.SeguroquehablabadeunaformamuysimilarconsusamigasylesdecíaloabatidaquesesentíaporqueJenny,demasiadojovenparacomprenderloquesignificabaesoparasumadre,queríahacersepolicíaporculpadesupadre.Yella,quenoteníaanadiemásqueasuhijayasumarido,apartirdeentoncestendríaquesentirmiedoporlosdos.

Lagruesadueñaleasiólamanocongratitud.—Mehaayudadoustedmucho.LamujersehabíaquitadounpesodeencimayaAaronlehabíacaídounosobre

loshombros.«Escomosihubierasucedidoayer.Inclusorecuerdoqueteníaunacarreraenla

mediadelapiernaderecha».

Undíaantesdetenerqueretomarlasprácticas,lahijadeRungesecayódelabicienuncaminollenodepiedras.Volviócojeandoyllorandoalhuertofamiliarcontodalarodillaensangrentada.Sumadreseechólasmanosalacabezayentróparaocuparsedelasheridas;Rungenisiquieraselevantódelahamaca.Dejósulibroaunladoysequedómediodormido.

AaronllamóalaBrigadadeHomicidiosypreguntósipodíaquedarseunasemanamás.Desdeluego,podíatomarsetodoeltiempodelmundo.

Los siguientes dos días, nada. Pero en los dos que siguieron Runge hizo algoextraño.CondujohastalaestacióndeKasselysesentóenelvestíbulodurantehoras.Sin periódico, sin ningún libro, sin nadie a quien ir a buscar.Estuvo absorto en símismoysinmoverse,comounasalamandrasobreunapiedracaliente.

Elsegundodía,Aaronesperóaqueelhombresalieradelaestaciónysetropezóconélllevandounplanodelaciudaddesplegado.

—Disculpe, ¿podría ayudarme? Estoy buscando el Museo de los HermanosGrimm.

Élnolaconocía,nolahabíavistonunca.Susojoserandosguijarrosmanchadosde alquitrán; su voz, fina e insustancial. Su garra amarillenta se deslizó sobre elplano.

—Estamosjustoaquí.Sigarecto,enelcrucevayaaladerecha,luegolasegundaalaizquierdayentoncesseloencontrarádefrente.

—Muyamable,gracias.Esquemeheperdido.Esloquepasacuandonotienesanadieparaqueteacompañealossitios.


«Túeresellobomalo.Pero,créeme,yonosoyCaperucita».SiRungesehubieseofrecidoentoncesaenseñarleunpocolaciudad,talvezadar

unavueltaporelparquedeWilhelmshöhe,unpequeñotrayectoquemerecíalapenaporquedesdeallíseteníanunasvistasespléndidas,ellasehabríasubidoalcocheconél y, en cuanto el hombre hubiera desvelado lo que era, le habría disparado sindudarloni un segundo con laStarfire que llevaba en el bolso.PeroRunge, con susonrisadecomercial,sololedeseóquepasaraunbuendía.

AaronregresóalaBrigadadeHomicidios.Queella,unaveinteañeraenprácticas,fueselaúnicaquehabíaencontradocontradiccionesenlasdeclaracionesdeBoenischlehizoganarseun respeto, aunque tambiénhuboquiennegócon la cabezaporquehabía cometido la irresponsabilidadde ir sola aSpandau.Una compañera conmásexperienciavio lodestrozadaqueestabay,cuandoseacercóaella,Aaronestuvoapuntodeconfesárselotodo.

Peronolohizo.UnasemanaantesdeNavidadledieronvacacionesydecidióseguiraRungeala

zonadeBremen.Elhombrerealizabasusvisitas,bromeabaconlosclientes,porlasnoches veía la televisión en su hotel barato, apagaba la luz temprano, todos losmediodías se comía un bocadillo de pescado —siempre apartaba la cebolla—,compraba regalosdeNavidadpara sus seresqueridos.Aaronpreguntóen todas lastiendas:uncollardeperlas,novecientosochentamarcosalemanes;unaentradaparaunconciertodelosBackstreetBoysparasuhija,cuarentayunmarcosalemanes;unacartera para su hijo, que iba a entrar como aprendiz en un banco, según le habíaexplicadouncampechanoRungealvendedor,cientodiecinuevemarcosalemanes.

La tercera noche fue a un restaurante de la localidad deDelmenhorst, pero nobajódelcoche.Sequedóallísentado,mirandoelescaparateiluminadoconelrótulodelnombre,«ZumkrummenEck»,adheridoenelcristal.Aaronaparcóalotroladodelacalleyvioalacamareraquebromeabaconlosclientes.

ComprobóelcargadordelaStarfire.Rungeesperóhastalahoradecierredelrestaurante.Lacamarerasalióalaacera.

Eraunadeesasmujeresaquieneslossueñosdeunavidaquenuncahanconseguidollevarselesvencomosifueranunagruesacapademaquillaje.SesubióalcochedeRunge. Se besaron, parecían conocerse bien. Él le entregó un cofrecillomuy bienenvuelto.Ellaseabrazóasucuelloyseacurrucócontraél,yéllepusoelcollardeperlas.

Aaronsequedódepiedra.SiguióaRungeya lamujeraunacasaenunbarriodesfavorecido.Cuandocorrieronlascortinasyapagaronlaluzdelaprimeraplanta,elcorazónlepalpitabaigualqueenelsótanodeBoenisch.¿Quédebíahacer?¿Avisara la camarera? ¿Y luego? Seguro que no la creería y se lo contaría todo aRunge.Estaba claro que no se encontraba en peligro inminente; si no, él no le habríacompradoesecollartancaro.¿Leharíaunregaloasíaunaposiblevíctima?Rungedebía de conocer a lamujer desde hacía tiempo,matarla no habría encajado en su


esquema.ConlamenteocupadaenesospensamientosquerebotabanentresícomolasbolasdeunpéndulodeNewton,aAaronselehizodedía.

Conlasprimeraslucesdelalbasellevóunsobresalto.Nosehabíadadocuentadequehabíaaparcadoenunaplazaparaminusválidos.

Dospolicíasaburridosdieronunosgolpesensuventanillaylepidieronsutarjetadediscapacitada.Aaron,aturdida,lespreguntósinoteníannadamejorquehacer.Dichoeso,tuvoquebajardelcocheydejarquelesoltaranunbuensermón.

Alotroladodelacalleseabriólapuerta.LacamarerasedespidiódeRungeenalbornoz.Todavíallevabaelcollarpuesto.Cuandoelhombrecaminóhaciasucoche,vioaAaronconlosdosagentes.Sedetuvo,lareconoció.

Rungenomostróningunaemoción,peroalsubirsealcocheselecayólallavealsuelo.

AaronpasólaNochebuenaconsuspadres.Abrieronlosregalosydespuéssumadresefueaprepararlacena,sola,porquesuhijaeraunaauténticanegadaparalacocina.

—Ven,vamosadarunavuelta—murmurósupadre.La calledesierta, losprimerospetardos anticipándose al finde año.Unanoche

silenciosa,fría,inquieta.Aaronsabíaquesupadrelehabíaleídoelpensamientoysedesahogócontándoselotodo.Elperfildelcriminal,su«excedencia»delasprácticas,elmomentoenqueRungesehabíaquedadotantranquilotumbadoensuhamaca.LaamantedeDelmenhorst.SoloseguardóparasílodelMuseodelosHermanosGrimmylaStarfirecargadaensubolso.

—Oseaquetieneunahistoriaconlacamarera.Esascosaspasan.—¿Ysureacciónantelaheridadesuhija?—Puedequenofuerasudía.—Laniñasangrabamucho.—Talvezlacríalotienefrito.—Apenasestáconsumujer.—ConozcoaunparasídelaSextadeHomicidios.Buenagente.Ellasedetuvo,furiosa.—Tambiénpodemoscantarvillancicos.Supadrelarodeóconunbrazotranquilizadorysiguieroncaminando.—Cuandoeraspequeña, en la casade ahí enfrentevivíaunmatrimonio; él era

electricistatitulado,seguroqueyanoteacuerdasdeellos.Unavezvinieronacomer.Sehabíanpeleado;mepasélacomidarellenándoleaélelvasodelicor.Despuéslasmujeres salieronacotorrearal jardín, sobre ropa seguramente,yél aprovechóparadesahogarseconmigo.Teníanuncaniche.

«¿Dequémeestáhablando?».—El hombre se puso a contar entre bufidos: «Un chucho horrible. Todas las

mañanashabíaunamanchaamarillaenlamoquetademisaladetrabajo.Mimujerse


fue dos semanas a un balneario y yo aproveché para abandonar al animalejo en elbosque.Esteviernesellavolvióacasayyoledijequeelanimalsehabíaescapado.Perdió los nervios y empezó a colgar carteles por todas partes. Ayer ese bichoasquerosoconsiguióregresar,aunquenodeltodo.Lohabíaatropelladouncamiónala vuelta de la esquina. Desde entonces mi mujer no me dirige la palabra. Estamañanahemosdescubiertoquelamanchademisaladetrabajolacausauntubodelacalefaccióndefectuoso.Peroquécapullosoy…».

Aaronsedetuvodenuevo.—El pensamiento más lógico suele ser el correcto: que Runge es inofensivo.

TienesquecerrarleslapuertaparasiempreaBoenischyaél.Sinoloconsigues,tedestrozarás.

Ellasabíaquesupadreteníarazón.El juicio contra Boenisch se celebró en febrero. En él quedó constatada la

especial gravedad de sus crímenes y lo condenaron a cadena perpetua coninternamientodeseguridadañadido.Duranteelpronunciamientode lasentencia,alhombrelesobrevinounllantoconvulsivo.

Dieciséisañosdespuésvuelveallorar.Aaronoyecómosueltalosmismoslagrimonesávidosqueentonces.

—¿Por qué asfixió a la mujer con la bolsa? Habría podido estrangularla, ¿nohabríasidoesomásexcitante?

—Queríasabersimeapetecíacambiardetrabajo—diceélmientrassesorbelosmocosenunhipoentresollozos—.Nodejabadehablarydehablarydehablar.Yolacallé.Estanbonitocuandoestáncalladas…Igualqueenunplaneador,dondesoloseoyeelviento.

—Labolsanoeratransparente,yesoqueaustedleencantaverelmiedoenlosrostrosdelasmujeres.¿Dequélesirveunaagoníasinopuedellegaraapreciarla?

Élreflexiona.Detestaesapregunta.Seatragantaconsuslágrimascomosifueranuntrozodecarne.

—Soloteníaesabolsa.—Enlaseccióndelavanderíahayunmontóndebolsastransparentes.Élintentasonarmásatormentadoaúnparaasíconseguirtalvezqueseolvidede

esamalditabolsa.—Sentíascodemímismo.«Cuando Melly entraba por las mañanas se iluminaba hasta el color de las

paredes».Aaronguardaelmóvilyseponedepie.—No,noesverdad.EsusteduncobardequehacequealguiencomoBukowskile

parta las costillas para poder lloriquear y recibir compasión, alguien a quien se leponeduracuandocreenqueesunasesino.UstednoesMr.Brooks.UstedesSmith.


Untíoquesecagaenlospantalones.Yahorasíquehemosterminado.—¡Tevoyamatar, guarra! ¡Acabaré contigo! ¡Te arrancaré esosojosde ciega!

¡Ramera!—rugeBoenischcomounanimal.Aarontienemiedodequeeltubodelacalefacciónsaltedesuanclaje.Lapuerta

seabredegolpe.Nikoselallevafueradeallí.—¡Tendríaquehaberteapuñaladoyhabermebebidotusangre!Alfinalseoyelavozdelfuncionario:—¡Esocuéntaseloatupeluquero!Aaronestáimpacienteporlavarselasmanos.

La nieve cruje bajo sus zapatos como si fuera crocante. Niko no le hace ningunapregunta,aunqueseledaríabien.AAarontambiénseledanbienlaspreguntas.

En su primera vida eran de otra clase. Cómo se establece un contacto. Quétapaderaseelige.Quéefectivossenecesitan.Quéarmas.

Las respuestas siempre les ayudaban a concentrarse en los hechos. La mejorposición. El segundo perfecto. Lamentiramás segura. Aaron querría que tambiénahoraexistieranrespuestasasí.

—Buenosdías.—Elhombrejuntoalquepasannoesunrecluso.Aaronpercibeunmatizasudorlimpioyprotecciónsolar.Desolárium.

DiezoloresqueaAaronlegustan:lascallesreciénasfaltadaslaspatatashechasenlasbrasasdeunahogueralagrasaparacuerounbosquedespuésdelalluviaeltédementadeMarrakechsupropiapiellassalchichasalcurrylasvirutasdemaderaL’Eaud’IsseydeMiyakelascastañasasadas

Laadministraciónde lacárcel seencuentraen laSección II.Aaronsientecómoseyergueanteellaesemonstruoguillerminoenformadeestrella,la«Araña»enlaqueDöblinencerróa suBiberkopfenBerlínAlexanderplatz, esapresencia intimidante.Ladrillorojo,marcasdeproyectilesdelaguerra,variasplantasdepasillosdeceldasenel interior;a laalturade laprimeraplanta, lamallametálicaquedebeevitar lossuicidios.


AldirectorHans-PeterMaskenoloconoce.—SeñoraAaron,señorKvist,tomenasiento.—Seesfuerzaporhablarenuntono

rutinario,peroellapercibelatensiónquehayensuvoz.Nikolaguíaalamesadereunionesyellapalpaelrespaldodelsillón.—¿Quierenbeberalgo?—No,gracias.Maske se sirve un café.Aaron percibe un olor resinoso, amargo. Crisantemos.

Cuandovuelvelacabezahacialaizquierda,elolorseintensifica.«Elescritorio».—¿Hayalgoquecelebrar?—Un ascenso. En marzo me haré cargo de la dirección del Departamento de

PrisionesdelSenadodeBerlín.—Enhorabuena.—Gracias.Nolegustasuvoz.Hayalgoenellaqueestámal,comounasonrisaduranteun

insulto,ounoslabiosengreídosqueocultanunosdientesestropeados.Elhombreabreuntarritoindividualdecremadeleche.—Evidentemente,todosestamosmuyafectados.Hasidohorrible.—Seguroqueustedyasehahechounacomposicióndelugar—diceAaron.Las fuertes resonancias que se abren paso entre las palabras de Maske le

transmitendeprontounecoagresivo:—Tampocoesquehagafaltahacerundoctoradoparadeducirlo.—¿Ybien?—Trasladarán a Boenisch a aislamiento psiquiátrico. Que es donde, en mi

humildeopinión,deberíahaberestadodesdehacedieciséisaños.Aaron se da cuenta de queMaske no se ha dirigido a ella al responder, sino a

Niko.Esalgoquelesucedeenmuchasconversaciones.Haypersonasquenolamiranporque ella no las ve. Con otras, es por distracción. También las hay que, comosospechanqueellalonota,lohacenadredeparaherirla.

—ReinholdBoenisch tenía en su poder unanovela sobre un asesino en serie yunapelículadelamismatemática.Doyporhechoqueningunadelasdosprocededelosfondosdesubiblioteca.¿Cómopudopasaralgoasíporelcontroldecorreo?¿Nolellamólaatenciónaningúncelador?

—¿Seríamuchopedirqueevitaraesadenominaciónparanuestrosfuncionariosdeprisiones?Resultadiscriminatorio.

—¿Seríamuchopedirquememiraracuandohablaconmigo?Elhombretoseenlatazaysorbeunpocodecafé.Ellaseimaginaque,cuando

estásolo,limpiaelbordealametones.—Investigaremoslaentregadelcorreo.Unrocedetelaáspera.Vaqueros.Niko,juntoaAaron,hacruzadolaspiernas.


—Señor Maske, ¿no pensaban todos que Boenisch jamás saldría de aquí? —pregunta—.Anadieleimportabaloqueveíaoleía,¿no?

—Me resulta imposible decirles lo que piensan seiscientos cincuenta y cincofuncionarios.

—Los cuales tienen un reglamento que cumplir.En otras administraciones, porejemploenHacienda,esosonnaderías.Peroaquíno.NoséyoquélepareceráesoalDepartamentodePrisiones.

Aaron reprimeuna sonrisa.ParaNiko, los tipos comoMaske son igual queuncapoterojo.Nodeberíaseguirprovocándolo.

—Sirviéndosedepolémicasnollegaráaningunaparteconmigo.—¿Deverdad?Noesesalaimpresiónquemehadado.Maskedejalatazaconestrépito.—Vaya,sehamanchadousted.—Nikosepermiteregodearse.—¿Podríaserque,algodespuésdequecomenzaranlashoraslibres,otrohombre

entraratambiénenlaceldayluegosalieradeellasinllamarlaatencióndenadie?—LapreguntadeAaronesretórica.

Todos los reclusos esperan impacientes el momento en que se abre la unidad.Hacen negocios, van directos a los bancos de pesas o al patio, corren un poco, sedesahogan,semezclanconlosfuncionariosenmediodelaconfusión.Nadiesefijaenquéhacenlosdemás.

LavozdeMaskesuenaunpocomásaguda.—Unmomento.¿Estáinsinuandoquehayunsegundocriminal?—No.EstoydiciendoqueBoenischnoeselcriminal.—Porfavor.Esosíqueesabsurdo.—¿Porqué?—¿Tienealgúntestigo?Aaronyasehahartado.—SeñorMaske,cuandollegaasucasaporlanocheylascallesestánsecas,pero

aldíasiguientemiraporlaventanayveunagruesacapadenieve,entoncessabequehanevado.¿Necesitatestigosparaeso?

—En el momento en cuestión había sesenta reclusos en esa planta. Tal vezdeberíainterrogarlosustedatodos—replicaelhombre.

Maskeconocelasreglasderepartodepoderentrelosreclusos,desdeluego.NoimportaquiénhayaasesinadoaMelanieBreuer;esunhombrealquehayquetemer.Encasodequehubieraalgúntestigo,tendrálabocacerrada.

Aaronselevanta.—Quiero una lista de todos los presos del Pabellón 6. Motivos de condena,

conductadegrupo,dictámenespsicológicos.Paramañana,siestanamable.LavozdeMaskesubedetonoalestrecharsesupecho.—¿PoseelaseñoraAaronunaordendeinvestigación?Nikotambiénselevanta.


—No,peroyomismohablarécon loscompañerosde laCuartadeHomicidios,quetrabajanenelcaso.Ellossepondránencontactoconusted.

—¿EsquecreenqueporquesondelDepartamentopuedenpermitírselotodo?Aaronsedetieneenlapuerta.—Me pregunto si la película y la novela tuvieron que pasar siquiera por el

control.Boenischpudoobtenerlasperfectamenteatravésdeunfuncionario,asíquetambiénquerríadisponerde losnombresde todos losque tratabanconél.Omejoraún:desusexpedientespersonales.

QuébonitoseríapoderverlelacaraaMaskeenestemomento.Aunqueigualdebonitoesimaginarselatardequeleespera.

Aaron baja la escalera palpando con cuidado los peldaños, porque estánresbaladizosacausadelosrestosdenieve.Salenalsolfrío.Ellaquierevisualizaruncieloazul,peroyanosabecómoeselazul.

Conveintiún años terminó los estudios siendo lamejor de su promoción y recibiócatorceofertasdedestino.SedecidióporlaLKAdeBerlín, laOficinaRegionaldeInvestigación Criminal. Allí enseguida supieron reconocer sus aptitudesexcepcionales. Solo cuatro años después,Aaron intentaba salvar la vida enMoscúfrentealasesinoasueldodeNikulin.

Ese mismo invierno, Helmut Runge tuvo un grave accidente de tráfico. Loreanimaron,peromurióenelhospital.EnsumaleteroencontraronelcadáverdeunamujerdeWolfsburgqueestabadesaparecidadesdehacíadossemanas.Rungellevabaconsigo una llave de la consigna número tres de la estación de Kassel. Dentroencontraronunamaletacontodossusfetiches.

Joyas.Bragas.Pelo.Uñasdelosdedosdelospies.Dientes.El collar de perlas, su regalo de Navidad para la camarera de Delmenhorst,

tambiénestabaentreellos;lahabíamatadoeldíaquelamujercumplíacuarentaaños.En total habían sido trece asesinatos: el primero, diez años antes; el último, tresdespuésdequeBoenischfuesecondenado.Tambiénlaschicasquehacíanfootingyhasta cuyos cadáveres descuartizados y enterrados había guiado este a la policíahabían sido víctimas de Runge. Sin embargo, no se encontraron fetiches quepertenecieranalasmujeresdelsótanodeBoenisch.

Sesospechabaquelosdoshombressehabíanconocidoatravésdeinternet,queporentoncestodavíaeraunespaciosinleyenelqueunoactuabasinningunaclasedevigilancia. Pruebas de ello no tenían ninguna, y Boenisch insistió en que a esasmujereslashabíamatadoélsolo.


5

EltrayectoporlaautopistadecircunvalacióntranscurresinunamiradadeNikoo,entodocaso,ningunaquesussentidosseanlobastantefinosparacaptar.Ytodavíasinunasolapregunta.

«Gracias».El cuartel general está enBudapesterStrasse, enplenoCityWestdeBerlín.El

Departamento no pertenece a la LKA ni a la BKA, no se encuentra en ningúnorganigrama.

Nadiepuedesolicitarunpuestoallí.Ellosllamanaloselegidos.ElteléfonodeAaronsonódespuésdelarrestodeIliaNikulin.Ellaenseguidase

diocuentadequeelhombrequelahabíacitadoparaunaentrevistaenelMinisterioFederaldelInteriorconocíatodasucarreraprofesionaldesdelaAcademiadePolicía.Todassusinvestigaciones,valoraciones,distinciones.

—Laqueremosconnosotros—dijoelqueseríasujefe.—¿Quiénesson«nosotros»?—Nosotros vamos donde la movilización de otras fuerzas no conseguiría su

objetivo.ProteccionesdetestigosquenoseleencomiendannialaBKA.Liberaciones de rehenes en las que un grupo especial de operaciones, con su

uniformecompleto,resultaríademasiadollamativoydemasiadolento.Enlasqueelcuerpoeselarma.

Entregaderescatesensecuestros.Investigacionesencubiertasdealtísimoriesgo.OperacionessecretasparalaEuropol.Luchaantiterroristamedianteinfiltraciones.Trabajosdeprecisión.—Ledejaremosuntiempoparaqueselopiense,porsupuesto.Nolonecesitó.PocohaydetodoaquelloqueAaronechedemenos.Aloscompañeros,claro,el

vínculo que los unía, aunque en realidad solo era tan estrecho porque no tenían anadiemásquepudieracomprenderlos.Estabanallíparaayudarseunosaotros.Tresañosdespués,cuandoseincorporóunasegundamujer,Aaronpasómuchotiempoconella,quisoayudarlaaentrarenalgopara loquenadiepuedeprepararte.Hablóconellalargoytendidocuandomatóasuprimeravíctima,ysupoquenohabíapalabrasparahacerlomásllevadero.

«Ellasefuehundiendocadavezmás.Túteacostumbraste».Lacompañerasoloaguantóunañoyluegopidióeltraslado.Aaronnoechademenoslaadrenalina.Lasarmas,bueno.Aunqueesunconsuelo

saberqueyanuncatendráquequitarlelavidaaotrapersona.


«Soloaunamás.Oélotú».NikosaledelacircunvalaciónporKaiserdamm.Ellalosabeporqueempiezana

subir ligeramente. En realidad es un rodeo.Aun así, cuandoAaron iba a buscar aalgunavisitaalaeropuertodeTegel,siempretomabaesarutaporlasvistas.

Nosucedíamuyamenudo.Unavezalañosumadre.¿Dequéibaahablarconellasihabíatantascosasqueerantabú?Seteníancariño,peroenunahorayaselohabíancontadotodo.Alcabodeunpardedíasseseparabansiempreconalivio.Sinembargo,Aaronsequedabaconunsentimientodepenaenelaeropuerto.

Algunaqueotravezibanaverlalasdosamigasqueconservabadelcolegio.EllascreíanquetrabajabaenelDepartamentodeRobos.Nuncasehartabadeoírlasviejashistorias.EnElarpadehierba,deCapote,haydosfrasesquehablandeAaron:«Yoteníaonceañosydeprontocumplídieciséis.Méritosnohiceninguno,perofueronlosañosmásmaravillosos».

AlaquemássealegrabadevereraaMary-Sue,lahijadesumismaedaddelafamilia con la que Aaron había vivido medio año en Arizona, en la ciudad deCayenne, la única en cien kilómetros a la redonda.Allí solo existía un color, peroincontablesnombresparaél: rojocangrejo, rojocontrabajo, rojopelotadebásquet,rojo nariz de payaso, rojo lancha neumática, rojo coral, rojo lengua. Un rojopolvoriento,sucio,centelleante,mágico.

Estabaninclusoelrojolabiosinterioresyelrojolabiosexteriores,yeso,paraunapueblerinadediecisieteañosdeRenania,fuetodounshock.Aaronnopuedeevitarsonreírcuandolorecuerda.

«Elazulsehaido,peroelrojosigueahí».En Cayenne se enamoró perdidamente por primera vez; del quarterback del

equipodelinstituto,porsupuesto.¿Sedabanelloteenelcoche,detrásdelcobertizodeldrugstoredemisterPayne?¿Oenelcuartodeél,cuandosuspadresnoestaban?¿Oeneldesierto,dondeseperdíanconlapickupdesupadre?Enalgúnlugar.¿Seacostóconél?¿Fueelprimero?¿OlohabíasidoTim,eldelaclasedeparalelasdeSankt Augustin? ¿Se parecían en algo los dos chicos? Seguro que sí. A Aaronsiemprelegustaronlosquenoalardeanaunquepodríanpermitírselo.Losquetienencierto descaro y, aun así, son educados, no les dan demasiada importancia a susmúsculosyleenaMaxFrisch.

ConMary-SuedeCayennetambiénrecorrióKaiserdammendirecciónalcentro,locualfuedivertidosobretodolaprimeravezquesuamigafueavisitarla.¡Caray!La «Germania» de Speer, pero también la arteria más bonita de todo Berlín. UnaampliavistasobreelTiergartenhastalaTorredelaTelevisióny,amediocamino,laColumnadelaVictoriaconsu«doradaElse»enloalto,quesindudahoyrelucealgélidosol.

«Conquéclaridadsigoviendoeso…».—¿Unrecorridoturístico?—lecomentaaNiko.—Elcieloestácompletamentecubierto.


«Poresamentiratambiéntedoylasgracias».El libro de Frisch preferido de Aaron esDigamos que me llamo Gantenbein.

Siempre loha sido.Unhombreafirmaserciegoporquecreequedeotra formanopodrá soportar su vida. Siendo ciego no tiene que juzgar a nadie, ni siquiera a símismo,yesorepresentaunaliberación.Asídejaacadacualsussecretos,pueseranestoslosquelotorturaban,laimposibilidaddemirarhaciaotrolado.Asípuedeserfeliz.

DeAaron,porelcontrario,seesperaquevea loquepermaneceocultopara losvidentes,queintuyalaverdadcomosoloellaescapazdehacer.Deellaquierenquejuzgue. ParaAaron no hay liberación, sino una prisión solitaria.Aun así, hay unacosa que comparte con Gantenbein: los que tienen algo que ocultar la temen encuantosedancuentadequenoestánimuchomenosciega.

PuedequetambiénensucasosecumplanenalgúnmomentolasúltimaspalabrasdeGantenbein.Aaronintentarecordarcuándofuelaúltimavezquesesintióasí:«Megustalavida».

Un aparcamiento subterráneo, gasóleo, goma de neumáticos. El edificio tieneveinteplantas,perosolocuatroestánocupadasporelDepartamento.Lasdemásselasreparten agencias inmobiliarias, bufetes, despachos. Ninguno de sus trabajadoressospecha loqueseescondeenesascuatroplantas.Subiendodesdeelaparcamientosubterráneo, que está exclusivamente a disposición del Departamento, se accede aellas por un ascensor de uso restringido. En el cartel indicador del vestíbulo dice«InstitutodeAnálisisSocial».SisequieresubiralDepartamentodesdeallí,hayqueintroduciruncódigonuméricojuntoaunapuertadeaceroparallegaralascensor.

Sedetienenenlasegundaplanta.—Adelántatetú,porfavor—diceella—.Enseguidatesigo.Sinpreguntas.Aaronsubedosplantasmás.Suelosdemoqueta,lostaconesnole

sirvenparanada.Hacechasquearlosdedos,peroelsonidoesdemasiadodifuso.Vagolpeteandolaspuertasconelbastón,encuentralaquebuscaylaabreunresquicio.

Todaslassalasdeentrenamientohuelenigual.Ambición.Rabia.Frustración.Humildad.Estahueletambiénaalgomás:asurecuerdodelsótanodeBoenisch.«Elmiedo

esbueno,temantienedespierta».Empezóaaprenderkáratealosdieciocho,perosolodespuésdelodeBoenischseaplicódeverdad.

Unolormás:obsesión.Suabsolutavoluntaddeeliminaratodocontrincante,depodercontrolarcualquiersituación.

Aaron oye rápidas instrucciones: «¡Chinkuchi!», tensión articular. «¡Kaishu!»,mano abierta. «¡Haishu!», mano cerrada. «¡Yaze neko!», atacar y esquivar.«¡Chikara!»,valor.

Por las estrictas correcciones del maestro, comprende que es una kata depreparaciónparaelsegundodan.Aaronposeeelcinturónnegrodegōjū-ryū,elmásefectivodeloscuatroestilosjaponeses.Haalcanzadoelquintodan.Cadavezquese


quiere pasar al siguiente nivel se tardan tantos años como elevado es el dan; parallegaralnoveno,deberíatenerlaedaddesupadre.Eldécimonoloposeenadie,yaquequerríadecirquenosepuedeprogresarmás.

O como decía su padre: «Si alguien llega al décimo dan, es porque estáespiritualmentemuertooesuncompletoimbécil».

Lamayoríadeloskaratecasolímpicostieneneltercerdan.Ellapasólapruebadelquintohaceunaño,ciega.

«Notienesquever,tienesquesaber».Entrena enWiesbaden cuatro veces a la semana, en el parque de Neroberg; a

ningunodeloschicosdelaBKAlegustalucharconella.Lociertoesque,detodoslossentidos, lavistaeselquemásdominaelpensamiento,perosucórtexcerebral,esarevolucionadamáquinadeprocesamiento,sehaorientadohacianuevasfuncionesy le ha proporcionado a Aaron una actualización de su capacidad perceptiva.Temperaturacorporal,respiración,corrientesdeaire,vibracióndelsuelo,instinto.

Parámetroscerteros.El mayor problema fue la pérdida de la percepción de su propio cuerpo. Ni

siquieraunvidentepuedeaguantarmuchomásdediezsegundosa lapatacojaconlosojoscerrados,porque le faltaunpuntode referencia.Poresomuchosciegossemueven con inseguridad, porque no saben que entrenar el equilibrio es algo quemerece la pena.Tras incontableshoras,Aaron sedio cuentadeque su estabilidad,queanteshabíaconsideradoperfecta,seencontrabadeprontoenunnuevonivel.

Eracapazdebailardepuntillassobreunsolopie.Puñetazoal plexo solar.Bloqueo.Spagat.Giro completode caderas.Patadade

media luna inversa. Posición cruzada.Canto exterior de lamano.Golpe doble. Lagrulla.Cantointeriordelamano.Eltigre.

El bushidō dice: «Todo está escrito y tiene su razón de ser. El guerrero queinteriorizaesoestáliberado.Inclusodeldeseodeviviracualquierprecio».

TambiénanteayerporlanochesemachacóenNeroberg.Alasdiezfueatomarseunacervezaalvestuariodehombres.Ellaseduchaencasa,yaloschicosnolesvenada.AesashorasBoenischestabaacurrucadojuntoalcadáveryerafeliz.

Alguien lamira.Aaron siente que esNiko antes de que él la acerque hacia sí.Quiere resistirse, pero también mentirse a sí misma, aunque solo sea durante unabrazo.

Nopuedeser.Aaronrompiólaséptimavirtuddelbushidō:Chū.Deberylealtad.Ahoraesunsamuráiciego,harecibidosucastigo.SeapartadeNiko.—Vamosabajo.

Enlasegundaplantaseveasaltadaporruidos.Teléfonos,unainfinidaddepasos,el


molinillo de una máquina de café, una aspiradora. Percibe salas que puedecartografiar, la clara definición de todos los sonidos: el crujir del parqué viejo, elchirridodeunapuerta enuna corriente de aire, el temblor del agua enunvaso, eltranquilopalpitardelareflexión.

PeroaUlfPavlikloreconoceenseguida.Noporlavoz,sinoporelandar.Cuandoteníacuarentaypocosaños,Pavlikperdiólapantorrillaizquierdaenunaccidentedemoto.Consuprótesisdecarbonosiguióconduciendoallímite.

«¿TendrátodavíalaMVAgusta?».Élseloponefácil,ledauncodazo.—Teveobien.Aaronsonríemucho.—Yyoati.Dosvocesquelesuenan.¿FrickeyKrupp?—Eh,Aaron,¿hasengordado?—Sí,enlazonadelosojos.La risa que sigue tras un segundo de desconcierto le desvela que Niko les ha

ocultadoloquesucedióenBarcelonaexactamente.NuncallegaronaleerelinformedeAsuntos Internos. Para esos hombres,Aaron era unamáquina yBarcelona solokismet,malasuerte.

Peroellasílosabe.Lasextavirtud:Meiyo.Honor.Perdido.Frickeledaunaspalmaditas.—Diquesí,¿nosvemosestanoche?—Tengobastantetrabajo…—EselcumpleañosdePavlik.«Mierda,lohabíaolvidado».—Cumplecincuenta.Hemosjuntadoalgoyvamosaregalarleunandador.—Estáis locos—suelta Pavlik—.No necesito un soporte para caminar, lo que

necesitoesunasilladeruedas.Aaronalargaunamanohaciaél.—Venaquí,viejo.—Loabraza.Tieneelmúsculodorsalancho tirantecomoun

trampolín,elbrazoyloshombrosdehierro;asídebeserenuntiradordeprecisión,para absorber el retrocesodel arma.Niungramodegrasa, bien entrenado.En esemomentosabequeéltambiénhapensadoenellaamenudo,asíquelesusurra—:Tequieromucho.

—Después.Enlaazotea—contestaélenotrosusurro.Pavlik se va con los demás, y justo entoncesAaron se da cuenta de queNiko

tambiénsehamarchado.Esaesunadelascosasquemásdetesta,quelaspersonasdesaparezcandeunsegundoaotro,comosinuncahubieranestadoahí.

Se queda de pie, insegura, no sabe qué hacer, con el abrazo de Pavlik se ha


desorientadoyduda si el ascensor lequedaa laderechaoa la izquierda.Busca laparedconlamano.Larecorreconlapalma.Encuentrapiedrapulida.

Elcuadrodehonordeloshombrescaídos.Aarondeslizalosdedossobreelgrabado,leelosnombres.Diecisiete.Encuatro

deellossedetieneduranteunoslatidosdesucorazón;losconocía.Seleshanañadidootrostresmás,extraños.

Nikoregresacomosalidodelanada.—Jenny,mijefa,InanDemirci.—Buenosdías, señoraAaron.—Lavozsalede la faringe, suenaunpoco tensa

peromuycontrolada.Aaronletiendelamano.LosdedosdeDemircisonesbeltosyfuertes.—Encantada.—Lepropongoquevayamosamidespacho.NikotomaaAarondelbrazo,peroDemirciañade:—Gracias,señorKvist,supresencianoesnecesaria.


6

Enlasalahacefresco.«Tambiénlegustareflexionar».Aaronconoceeldespacho,quesuantiguojefehabíaamuebladoconunestilotan

funcional que uno siempre se tomaba sus valoraciones de una forma del todoprofesionalycalmada.

«Tu decisión fue acertada: legítima defensa. Asuntos Internos te exculpa. Lasuspensiónprovisionalhaquedadorevocada».

Sabe que Demirci solo lleva un mes al frente del Departamento. Acaba decumplircuarentaysieteaños,esmuyjovenparaunpuestotancomprometido.AnteshabíadirigidolaBrigadadeHomicidiosdeDortmund.Laprimeraturca,ytambiénlaprimeramujerquehallegadotanlejos.

«Por eso el deje tenso.Tienes que sermejor ymás dura que cualquier otro.Yaquí,lomismo».

La mesa de reuniones se encuentra en la ubicación de siempre, solo que paraAaronyanoestárodeadadesillas.Ahoramásbienlassillasseencuentrandelantedelamesa,porquesehaacostumbradoasituarlosobjetossiguiendoelordenenquelostoca.

—¿Leapeteceuncafé?—Sí,gracias.Solo,sinazúcar.Peroconcucharilla,porfavor.EncasodequeesohayaextrañadoaDemirci,nolodejaentrever.Sirveelcaféde

Aaronyotroparaella.Unperfumemuydiscreto,AignerNo.2.«Seguroquenollevajoyasyapenasvamaquillada».Aaron remueveelcaféydaunosgolpecitoscon lacucharilla en la taza. Un sonido claro, todo como antes. Casi. Vuelve a golpear,fingiendo estar distraída, y hasta ella regresa una segunda resonancia más oscuradesdelaparedfrontal.

Deprontopiensaqueahíhayalguien.—Ya sabe que la Cuarta de Homicidios nos hametido en esto por usted. ¿Le

parece correcto que realice una grabación de nuestra conversación para loscompañeros?

—Desdeluego.—Seis de enero. Caso: asesinato de Melanie Breuer, psicóloga en el centro

penitenciariodeTegel.ElacusadoReinholdBoenisch fuevisitadopor lacomisariajefeJennyAaron.SeñoraAaron,¿haprestadodeclaraciónBoenischanteusted?

—Sí.—¿Harealizadounaconfesióndeloshechos?—Sí.—¿Cuálafirmaquehasidosumóvil?—Esonotieneningunaimportancia.Nofueél.


Uncamiónpasaporlacalle.Elzumbidodealtafrecuenciadeloscristalesdelaventanaesloúnicoqueseoyedurantecincosegundos.

—¿Quélehahechollegaraesaconclusión?—El bloqueo que sufreBoenisch de sus instintos.No es capaz dematar. Solo

puedehacerloensuimaginación.—Esehombreestácumpliendocadenaperpetuaporasesinatocuádruple.—Estoyconvencidadequeyahaleídomideclaraciónenesejuicio.«Ydequeparatitodoesonosonmásquechorradas».—Señora Aaron, aquella debió de ser una situación absolutamente trágica y

tambiéntraumatizanteparausted,peroyodabaporsentadoque,contodosestosañosdedistancia…

—¿Mepermitequeleexpongaloshechos?Unainspiraciónmolesta.—Porfavor.—Enprimerlugar:hacetresdíasBoenischlepidióaotroreclusoqueledierauna

palizaparadespertarmicompasiónduranteelinterrogatorio.—¿Boenischhareconocidoeso?—No,perosíelreclusoalquepagóporello.—Ensulugar,yotambiénlohabríaconfesado.—Segundo: Boenisch posee una película. Trata de un asesino en serie al que

nunca atrapan. En su imaginación, Boenisch toma la identidad de un personajesecundarioyproyectaenélcaracterísticasdelasesinoqueenlapelículanoposeeenabsoluto.

—¿Conozcoyoesapelícula?—Mr.Brooks.Demircianotaalgoenunatableta.«Sistema mecanográfico, trescientas pulsaciones por minuto, seguramente sin

mirar.Perfeccionista».—Tercero:nohaqueridodesvelarquiénleconsiguiólapelícula.—¿Quépruebaeso?—Cuarto:BoenischsemoríadeganasdehablarconmigosobreMr.Brooks.Era

evidente que la idea de que yo lo considerara el asesino le proporcionaba un granplacer.

—Muchosasesinosdisfrutanconsuconfesión.—Quinto:invitóalavíctimaasucelda.Segúncertificasuperfildepersonalidad,

debió de extender la invitación ya con intenciones homicidas. Por consiguiente,debería haber estado en fase de excitación desde veinticuatro horas antes y haberexplotado en el momento en que Melanie entró por la puerta. Por el contrario,Boenischsetomóuntéconellaprimero.

—«Melanie».Lefaltaausteddistancia.—¿Esusteddelosquecreenquetratamosconcosasynoconpersonas?


—¿Pretendealeccionarme?—¿Yustedamí?Crujidosdepapelrígido.—No tuvo por qué extender esa invitación necesariamente con intenciones

homicidas.Esposiblequelasituaciónlodesbordara.Tengoel informedeTCymiimpresiónesquehantrabajadoaconciencia.

«LosdelaBrigadadeHomicidiosnohanpreguntadoporMelly.Nisiquierahanestadoaquí».

—Sexto: labolsadeplásticocon laqueparecequeasfixiarona lamujerno secorrespondeconsusupuestomodelodeactuación.

—Improvisó.—Séptimo: detesta improvisar. Octavo: tiene el síndrome de Klinefelter, una

funcióndeficientedelasglándulassexualesqueleprodujouncrecimientoexcesivodurantelapubertad.Midedosmetrosdealtoyposeeunafuerzafísicaextraordinaria.Melanie ofreciómucha resistencia; Boenisch, sin embargo, la habría inmovilizadoenseguida,demaneraquenohabríapodidodesplazarseniunmilímetro.

—Tengolaimpresióndequequierellegaraunpuntoculminante.—Quien le consiguiera la película de Mr. Brooks es el verdadero asesino.

Boenisch podía escoger a la víctimay estar presente.Un acuerdobeneficioso paratodos.

Aaronbebeunsorbodecafé.Sientearcadas.Bebeotro.«¿HabrávistoalgunafotografíadeMelanieBreuer?No,lohabríamencionado».Demircicarraspea.—Yame habían hablado de usted, desde luego. Entró en elDepartamento con

veinticincoaños.Másjovenqueningunoantesnidespués.Laprimeramujer.AhorasehaconvertidoenlaúnicaanalistadecasosyespecialistaeninterrogatoriosciegadeAlemania.HicieronunaexcepciónenelreglamentoconustedporintercesióndeldirectordelaBKA.Cuentaconmirespeto.

—Noveno:Boenischperdióelcontrolcuando ledesmonté la imagenquehabíafabricadodesímismo.

—Pérdidadecontrolenuncriminalsexual.Pormuchoqueseempeñe,esonoesningúnargumento.

—Décimo:sabíaqueyoestabaciega.¿Cómo?Demirciescogebiensuspalabras:—ElseñorKvistmehacomunicadoqueharealizadoelinterrogatorioustedsola.

Por muy válida que sea…, ¿de verdad cree que es capaz de interpretar todos losaspectosdeunapersonalidad?

«Estoyameloesperaba.Yconquéeleganciahasesquivadoel“ciega”…».TambiénenlaBKAledieronunaoportunidadsoloporsuapellido.Nadiepodía


imaginarsequefueseasuperarlaspruebas.Enrealidadfallócuandoledieronaleeractas de interrogatorios en braille y le pidieron que identificara los puntos clavedondeelsospechososedelataba.

Aaron solicitó que le permitieran escuchar interrogatorios. Tres veces se sentódetrásdelespejodedoblevista.Lastresvecesacertódellenoconsuanálisisyaportólaobservacióndecisiva.

«Palparentrelaspalabras».«Completarlooculto».«Identificarelecodelamentira».Ahora,cuandoenWiesbadenselesresistealgúndetenido,dicen:«Esperaaque

loveaAaron».Seponedepie.—Me quedaré el tiempo que sea necesario. El señor Kvist me conseguirá el

materialparacontinuarconlainvestigación.Demircidetienelagrabación.—Tenía usted elmóvil apagado, por eso la BKA no ha podido localizarla. La

esperanenWiesbadenloantesposible.«¿Seloestáinventando?No,escierto.Estamosbajopresión».Aaronseñalacon labarbillahaciael lugarde lapareddesdeelqueharecibido

esaresonanciaoscura.—¿Quéesesodeahí?Demircisequedaunmomentosinhabla.—UnaarmaduraotomanadelsigloXV.Unregalo.—Esbuenotenerunaarmadura.—¿Unametáfora?—Unaexperiencia.

Aaronentraenelascensoryaprietaelbotóndelaplantaveinte.Enlacabinapercibeunoloraredondodeterneraypatatascocidas.Lapuertaseabre,elvientotiradesuabrigo.Pasosprecavidoshastaquesetopaconelantepechodelaazotea.

Sabe que está mirando en dirección oeste, hacia el sol; siente el ansia de luz,aunque solo sean fantasías. Aaron imagina el mundo hasta que se le aparece porcompletodeverdad,unafatamorganatanhiperrealistacomounsueñolúcido.

Ve la estación deZoologischerGarten, cuyo acero gris se funde con una nubebajaquecruzapordelantedelsol.Unmurciélagosedejacaerdesdeeltejado,rodeael mosaico violeta de la nueva Iglesia Memorial —que por un instante destella,hortera, y lanzaun rayode luzque atraviesa la nube—, esquiva el rayo comounaflecha, busca la nube, la encuentra de nuevo por encima del centro comercial deBikini-Haus, se precipita hacia las rocas de los babuinos del zoo y, como unsonámbulo,semeteenelagujerodondedeberáaguardarunratomás,porquetodavía


esdemasiadoprontoparasalirdecaza.Losbabuinosnoleprestanlamenoratenciónaesehuéspedconocidoyapuntansustraseroscoloradoshaciaunaclasedeniñosquesehacenselfies.Aaronestáabsolutamenteseguradequesonlosmismosniñosqueesamañanasesubíanaunautocarenelaeropuerto.Aunquetodavíanosonmásquelastresymedia,enTauentzienstrasseyenlaKu-DammseenciendenyalaslucecitasdeNavidad que estarán ahí colgadas hasta principios de febrero, luciérnagas en laescarcha a las que nadie hace caso, solo una niña pequeña con unos rizos negroscomodelana,quenohabíaestadonuncaenunaciudadtangrandeyaprietacontrasucuerpounabolsitadecastañasasadasmientrasconlaotramano,blancayfeliz,aferraladesupadre.

Lanocheescomounescaparatequeechaelcierredegolpe.Laslucesnavideñasdestacanchillonasenlanegruraquesetragaalaniñaylaciudad,ysevuelvenmásymásdébiles,hastaqueyanosonmásquediminutospuntosrelucientesenunradar.Después,laoscuridadestotal.EldolordecabezadevoralosojosdeAaron.Uncochequearrancaenalgúnlugar,unmotorquesecala,unconciertodebocinas,unavión.

En su casa tiene un cuadro del pintor Eşref Armağan. Aunque es ciego denacimiento, crea paisajes de colores preciosos. Interminables puentes sobre bahíassolitarias en las que danzan algunos veleros. Faros sobre acantilados que unosalbatrossobrevuelanencírculos.Bodegonesmágicos,fruterosconperas,frambuesas,melonesjugososamásnopoder.AArmağanseleteníaporunfarsantehastaquelerealizaronunaspruebasenlaHarvardMedicalSchool.Losentaronenunbúnkersinluz,observadoporcámaras,yélpintóehizocallaratodoslosquedudabandeél.

Cuando midieron la actividad visual de su cerebro, comprobaron que secorrespondíaconladeunapersonavidente.

AAaronleencantanloscuadrosdeArmağan,desdesiempre.Traslamuertedesupadreadquirióuno.Lecostótreintamileurosquepagóconsuherencia.Elgaleristase sorprendió de que una ciega comprara el cuadro de un ciego, y se ofreció adescribirlealmenos loque seveíaenél.Peroellanoquiso.Puso lasmanosenellienzo,sintióelcrudorelievede loscoloresbajosusdedos,yaqueEşrefArmağanhabíapintadoesecuadroconlossuyos,ylosupo:«Esmío».

Lo tiene colgado en el dormitorio. Aaron lo contempla a menudo y ve a unamujerquecaminaporunacuerdatendidaaunaalturavertiginosaentrelastorresdeNotreDamesinmiedo,porquenadapuedealcanzarla,nisiquieralamuerte.

Un año después de lo de Barcelona hubo que vaciar el apartamento de unDiógenesenDresde.ElhombreencendióunahogueraentresusmontañasdebasuraydeLossoñadores solo quedó un pequeño retazo carbonizado de cielo.No era elúnicocuadroquehabíarobado,perosíelúnicoqueaniquiló.

«Siyonopuedoverlomás,nadiepodrá»,dijo.

Pasos.Pavlik.Aaronsevuelve.


—¿Tienesuncigarrillo?Nomequedaniuno.Algochocacontrasumanoderechaycaealanieve.—Mierda—mascullaPavlik—.MehabíaapostadocincuentabilletesconBükera

queerascapaz.Recogedelsueloelpaquetedecigarrillossinfiltro,seloponeenlamano,leda

fuego,fumaconella.—¿QuétaltuAgusta?—preguntaAaron.—AhoratengounaHayabusa.Verdechillón,tucolor.—¿Decuántoscaballos?—Doscientosjustos.—Menudapasada.El dolor de cabeza se intensifica. Aaron siente que Pavlik sopesa y descarta

palabras. Lo que quiere decirle debe de ser trascendente, porque es un hombreexperto en ir directo al grano. En Barcelona solo le preguntó cuándo iba areincorporarse.

Tiralacolilladesucigarrillo.—Bueno,¿quépasa?Pavlikmiramásalládeella,respiradeformasuperficial.—HaceunmestrasladaronaSaschaHolmalaprisióndeTegel.Ensuvida,Aaronhaoídodosfrasesverdaderamenteterribles.«Soyyo,Butz».Y:«Operarnoservirádenada».Estaeslatercera.SaschaHolmesOjosdeFicha,elhermanodelhombrequeenBarcelonasehacía

llamar Egger.Más adelante, cuando su padre pensó que ya podían hablar de ello,Aaronsupoqueunode los trespolicíasespañoles,heridodemuerte,había logradoenviarunaseñaldesocorro.Rubén.MientrasellasemetíaparasiempreeneltúneldelaplazadeDrassanes,elcomandomóvilirrumpióenelalmacénehizoloqueAaronhabíadejadoporhacer.ElmédicodeurgenciasreanimóaNikoylesalvólavida.

TambiénOjosdeFicha logró sobrevivir.SuADNpudo relacionarseconcuatroasesinatos no resueltos: un transeúnte en un atraco a un banco deAugsburgo, dosagentes de la Police Routière en un control de carreteras de la CostaAzul, y unaportuguesacuyoúnicocrimenhabíaconsistidoenquererromperconOjosdeFichadespuésdeunañojuntos.

En Barcelona lo condenaron a cuarenta y ocho años de prisión y entró en laModelo,unacárceldifícil.

Desuhermanonuncamássesupo.Soloseconocesunombre:LudgerHolm.Nohay ninguna duda de que es responsable de toda una serie de delitos, pero nadiepuedecitarunosoloenconcreto.Nisiquieraexisteregistrodesushuellasdactilares.Aun así, un hombre que le ofrece un cuadro robado que nunca poseyó a uninvestigador encubierto y que sabe que en Barcelona va a encontrarse con cincoagentesdeélitequearrastranconsigoauncomandomóvildebedetenermássangre


fríaqueningúnotro.AaronrecuerdaesemomentoenelquesintióunamiradaenlaespaldaenTegel.

¿EralamiradadeOjosdeFicha?¿Sedivirtióalverlaallí?¿Sealegró?Intentacalmarse.—¿Porqué?—TieneunanoviaporcorrespondenciaenBerlíndesdehaceunaño.Ellafuea

verlo dos veces a Barcelona. Sascha hizo una solicitud de traslado y en Tegelestuvierondeacuerdo.

—¿Quiénesesamujer?—Unaflorista.TienelatiendaenRudow.—Quierohablarconella.—Yalosé.

Autopistadecircunvalación,mediahoraendirecciónsudeste.Pavliknoesungranconversador.Legustaprepararlotodobienparareflexionarloensilencio.Noformalas frases mientras habla, sino que ordena las palabras mucho antes en su mente.Ahora,enelcoche,nodicenada.Esperalapreguntaqueaellaledamiedohacer.Enelloresideyalarespuesta,peroAaronnopuedeahorrárselo,niaélniasímisma.

—¿LosabeNiko?Pavliksiguecallado.—Oseaquesí.—Noqueríaintranquilizarte.—Yasoymayorcita.—Sí.YaelhechodequehayasestadoconBoenisches…Habríastenidoqueoíra

loschicos.Todospiensanqueereslatíaconmáscojonesquehanvistoenlavida.—Puesmuchasgracias.«HavenidoconmigoaTegelynomehadichounapalabra».Sumanoacariciaelcuerosintéticodelasientoyenseguidasereúneconlaotraen

suregazo.

DiezcosasqueaAaronnolegustatocar:manossudadasgranosdecafécuerosintéticometaloxidadodiscosdevinilopastillerosnailonsubastón


paquetesdetabacotiradoresdeventana

A su derecha oye un tranvía. El traqueteo se interrumpe. Pavlik apaga ellimpiaparabrisas.Estánenuntúnel.

«InnsbruckerPlatz».Ellavivióalavueltadelaesquina.Alinstalarseallícomprótodoelmobiliario,

pero aWiesbaden solo se llevó un mueble: el viejo sofá de cuero gigantesco delmercadillo de segundamano deMauerpark, que tiene sus defectos, pero a ella legustatalcuales.

También al niño del apartamento de al lado le gustaba ese sofá. Sus padresdiscutíanmucho,y entonces él saltabapor el balcóny se colabapor laventanadeAaron.Juntos leíancómicsy jugabanaSupermanySuperwoman,yellaamenudopensaba en lo bonito que sería tener un niño pequeño.Una vez no fue lo bastantecuidadosa y estaba limpiando su Browning cuando él entró de un salto en lahabitación.Sequedómuyasustado.Ellaledijoqueeraunapistoladefogueo,perolehizo prometer solemnemente que no le contaría nada a nadie. Ese era su mayormiedo:queaparecieraalguiendesuverdaderavidaypudierahacerledañoaalguienaquienellaapreciaba.

Pavlik lleva dosminutos sin decir palabra.Aaron es capaz de diferenciar entrecienclasesdesilenciodiferentes.

Yesteloconocealaperfección.—¿Quécochees?¿Desdecuándo?—UnPhaetonazul.DesdeInnsbruckerPlatz.Siente que Pavlik reduce gas, la maniobra estándar: conducir más despacio,

obligarasíalcochequevadetrásaadelantaryversielperseguidorreducetambiénparamantenerladistancia.

—¿Ybien?—Ahísigue.—¿Quieresecharleunvistazo?—Sí.Agárratebien.Unfrenazo.Seleclavaelcinturón.AaronsabequeelPhaetonhatenidoquesalir

desucarrilparaevitarunacolisión.Pavlikaceleraafondoysedisponeadarlecaza.—¿Haspodidoverlelacara?—No.Lunastintadas.Vamosaverdequéescapaz.Y demuestra por qué es elmejor conductor delDepartamento.Aaron se siente

impulsada hacia la izquierda, hacia la derecha, se zarandea, se aferra al asidero.Pavlikatrapaalcoche.

—Impresionante.—¿Elqué?


—SeharecorridotodalaavenidadeBuschkrugalleeadoscientosveintesinrozarsiquieralalíneacentral.

—¿Lohasperdido?—Tenemoslamatrícula.Quenolesservirádenada.Ellalosabeyéltambién.

CuandoentranenlapequeñafloristeríadeRudow,Aaronsienteuncosquilleoenlanariz.Encasatienemuchasplantasdeflores.Elprimerdía,suasistentapreguntóconinseguridad si las elegía por el olor, o si escogía aquellas que tenían un tactomásagradable,peroellasonrióydijo:«No,essoloquemegustanlasflores».Sobretodolasorquídeasblancas,yesoquenohuelenanadadenada.

Oye una voz. Joven, cansada. Que arrastra las palabras como si las hubieraarrancadodesuspensamientososcuros.

—Buenosdías.¿Enquépuedoayudarles?—¿EsustedEvaAskamp?—¿Sí?AaronsabequePavliklemuestrasuidentificación.—QuerríamoshablarsobreSaschaHolm.Lavozdelamujersebloquea.—¿Porqué?Seguro que ha tenido que explicarsemuchas veces: ante una comisión, ante el

directordeTegel,funcionariosdeprisiones,amigos,sufamilia.«Aunasí,nuestravisitalahadescolocado».—¿CómoconocióaSascha?—Atravésdesuanuncioenelperiódicodelacárcel.—¿Leeustedperiódicosdecárcelesespañolas?—Eraunacárceldeaquí.—¿Yquéhabíaescrito?—preguntaPavlik—.¿Poesíalírica?—Quelegustaríamuchoteneraalguienquelocomprendierayvieraqueesmuy

diferente.—Conmovedor.—¿LaseñoraAskampesguapa?—lesusurraAaronaPavlik.—Yalocreo.—Lesuenaelmóvilysalefuera.—Ustedpodríatenerunarelaciónnormal,planesdefuturo,vidaamorosa—dice

Aaron—.¿Yenlugardeesosebuscaaunasesinomúltiple?¿Alguienquenosientenadaporlosdemás,salvotalvezporsuhermano,queesaúnpeorqueél?

—Élnoesasí.Sehancometidomuchasinjusticiasensucaso.—Habladespacio,como Aaron sabe que hacen los melancólicos o las personas psicológicamenteinestables.Enesavoztodoespasivo,débil.

Hace dos años, cuando se incorporó a la BKA, empezó a estudiar a fondo


psicología criminal. Sabe que las biografías de las mujeres que se enamoran deasesinos tienen un parecido alarmante. La madre, indefensa; el padre, brutal. Demanerainconscientebuscanhombresquesonexactosaél,queseaprovechandeellasy las tratan como una basura. Hasta que ven a su príncipe azul en un criminalcondenado.Estáenlacárcel,demodoqueseencuentranasalvodeél.Locontrolanyseevadenensufantasíadeamor.Esasmujeresestántandesesperadasporcreerquealfinhanencontradolafelicidadqueconfundenunamentiraconlarealidad.

EvaAskamphatenidoquedefenderaesehombredeunaformamuydiferente.—¿Quéinjusticiassonesas?—preguntaAaron.—Todas.Niasomodeconvicciónenlavoz.Lohaaprendidodememoria.—¿DóndecrecióSascha?Ningunarespuesta.—¿Viventodavíasuspadres?Nada.Pavlikvuelveaentrar.—Selopondrémuyfácil:¿cómosellamasuhermano?La mujer vuelca algo. Un jarrón. Se agacha a recoger los añicos para ganar

tiempo.Aaronpercibeunnuevoolorymuevelacabezaenesadirección.Camelias.Seve

asímismadándolelamanoaHolmenBarcelona.Élseinclinahaciaella,ypuedeolerlaflordesuojal.Cálida,algodonosacomopolvosdemaquillaje.

—Ahíhayunacamelia—lediceaPavlik—.¿Esblanca?—Notengoniideadequépintatienenlascamelias.—¿SeñoraAskamp?—Blanca,sí.—Quierocomprarla.—Yaestávendida.Rápidospasosinfantiles.—Mamá,¿cuándonosvamosacasa?—Enseguida.Elniñoregresaenfadadoalatrastienda.—¿Estuvoustedcasada?—preguntaAaron.—Sí.—¿Divorciadaoviuda?—Mimaridomurióhacedosaños.—¿Latiendalallevabanjuntos?—¿Yqué?AaronsedirigeaPavlik:—¿Esunazonabuenaparaelnegocio?—Creoqueno.Enlaesquinahayunsupermercadobarato,contraesonosepuede


competir.—¿Problemasdedinero?—preguntaAaron.Oyequelamujervaaecharseallorar.—Noséquéleimportaausted.Pedazosdecerámicaquecaenenuncubodebasura.—Mejuegoloqueseaaqueensucasatieneunafotoenmarcadadesumaridoen

lamesilladenoche.—Salgandemi tienda.—Lavoz se desmorona, pierde la poca entereza que le

quedaba.Unapuertaqueseabre,airedenieve.Aaronsevuelveunaúltimavez.—Hacometidoustedungranerror.Márchesedeaquíconsuhijoynoledigaa

nadiedóndeestá.


7

Doscigarrillossinfiltroenelcoche.Unapalaquelanzaseñalesenmorsealarañarlanieve:doscortas,dos largas,doscortas.LospensamientosdeAaronsedeslizancomoporuntobogán.

Pavlikrompeelsilencio:—LudgerHolm.—Sí.Lehapagadoalamujerparaquesehagapasarporlanoviadesuhermano.

ParaconseguirtraerloaBerlín.—PorBoenisch.—Evidentemente.—¿CómosehabráenteradoHolmdelotuyoconBoenisch?—Ensumomentosalióentodoslosperiódicos.—Sabes lo que significa esto—dicePavlik con una voz que suena comounas

botaspisandolasaldelasaceras.—QueesSaschaquienhaasesinadoaMelanieBreuerenlaceldadeBoenisch.Él

eselhombrequeleconsiguióMr.Brooks.—¿Elqué?—Noimporta.Boenischeraperfectoparallegaramí.«SolohablaréconlaseñoraAaron».—LamujeralaquematasteenBarcelona…—NinaDeraux.—…eralaamantedeSascha.—Yestabaembarazadadetresmeses.Peroelplanhasidodesuhermano.Sascha

noeslobastanteinteligente.Unos neumáticos que derrapan en un semáforo. Ella apoya la cabeza en la de

Pavlik.Sientesusilencio.¿Cómopodríahaberdejadoélalgoalazar,notenerlotodopensado?

—Ahoratendríasquedecir:«Tellevoalsiguienteavión».—Sí.—Peronoquieres.—No.—¿Acuántoshombreshabéismovilizado?—Dostienenvigiladalatienda.Alotroladodelacalle,primeraplanta.Otrosdos

controlansuapartamento.—¿Cuántosllevopegadosyo?—Tambiéndos.Teesperabanenelaeropuerto,ossiguieronaKvistya tihasta

Tegel,ydesdeallíalDepartamento.—Yanosotrosaquí.—Atreintametrosalaizquierda,unVolvo.


—Poresohassalidoantesahablarporteléfono.—HanseguidoalPhaetonunosminutos,peroluegoloshadejadoatrás.—Nosoyningúncebo—diceAaron.—¿Tesuponealgúnproblema?—preguntaPavlik.—No.—Loquepensaba.—¿EstáintervenidoelteléfonodeEvaAskamp?Pavlikdudadossegundosantesdemurmurar:—Nopuedeser.Nohayordenjudicial.Aaroncontieneunmomentolarespiración.«Paraunaordenhayqueseguirlavíareglamentaria».—Demircinolosabe—concluye.—No.—¿Porqué?—Lointenté,peronopudeconvencerla.LoquesignificatodoesodejaaAaronhelada.Pavlikestáactuandoporsucuenta.

Yloshombreslosiguen,comohanhechosiempre.Seestánjugandoeltrabajoparaprotegerla.

Lepasaunbrazopor loshombros.Enesemomentohaymuchas cosasque losunen;tambiénesoquenosehandichoenvozaltadesdequesehanreencontrado.

«Nadieteharánadamalomientrasyoestéaquí».«Sandraytúsoislaspersonasmásimportantesparamí».«Losdostehemosechadomuchodemenos».—¿Nikoestáalcorriente?—No.SiDemirci lodescubre,medespedirá.Loschicossiemprepuedenalegar

queleshedichoquecumploórdenesdelajefa.Kvistnosetragaríaesoenlavida.Tellevoalhotel.

—¿PodemosirantesaJungfernheide?Tengoquehacerunavisita.

—Aquíes—dicePavlik.Estardepie junto auna tumbaqueno seve,que solo se imagina,no significa

nada.AaronpodríaestareneldesiertodeAtacamaoenelmarMuerto,pensarallíenMarlowe,ynoestaríanimáslejosnimáscercadeél.TanlejosotancercacomodesuspadresenelcementeriodeSanktAugustin.Despuésdeunminutodesilencioyaquiereregresaralcoche.

Pavliklepasaunbrazoporlacinturamientrasrecorrenelcaminoarbolado.—Cuandome fumaba uno, élmemiraba con reproche, y entonces le perdía el

gustoalcigarrillo—comentaPavlik.—Hmmm,séloqueeseso.—Unavezestabahechounamierda—recuerda—.Poraquellodeloschechenos,


yasabes.TúvinisteconMarloweacasa.Yoestabasentadoenelbalancín,odiandoalmundoentero,yamímismoalquemás.Élsaltóamiregazo.Notengoniideadeporqué,peroyanovolvíapensarenloschechenos.

—Sí,éleraasí.PavlikdauntraspiéyseapoyaenAaron.—¿Quétepasa,viejo?—¡Hablaresmuyfácil!Estoestácompletamenteoscuro.—Bienvenidoalclub.Conducen hacia Leipziger Strasse. Pavlik le ha reservado una habitación en el

hotelJupiter,unamoledehormigónqueyaeraunhotelentiemposdelaRepúblicaDemocrática Alemana, solo que entonces se llamaba Puschkin. Después de lareunificación lo renovaron y sanearon la fachada, pero continuó siendo unmonumentode fealdad socialista.ElDepartamentohaceusodel edificiodevez encuandopara alojar duranteunosdías a testigosprincipales.Solo tieneun ascensor,porloqueresultafácilprotegerlashabitaciones.

CuandoPavliksedisponeabajardelcoche,ellalodetiene.—¿Medicesquéaspectotienes?—Sientequeélseasusta,asíquelebrindauna

sonrisa—.Cincoañosdespués,quierodecir.—Sigomidiendo unmetro ochenta y cinco. Peino un par de canasmás, y por

detrásempiezoaralear,locualnomehaceningunagracia.Elañopasadounalbanomerompiólanariz,asíqueparezcounboxeador.Sandrainsisteenquemelaarregle,peroalamierda,aunhombrefeonohaynadaquepuedadesfigurarlo.

DerepenteAaronseacuerdadeunavezque,decachondeo,pegaronenlataquillade Pavlik una foto de él y otra de Woody Harrelson y garabatearon encima:«Separadosalnacer».Eserecuerdoledespiertaunrepentinosentimientodefelicidad.Sonríe.

—¿OseaqueyanotienesnadaqueverconWoody?—Claro que sí, paso por él. Lo único que no consigo son los ojos azules. Ya

sabes,elcolordelosmíosesalgoentrechuchocallejeroyluchadorenelbarro.Ambos sueltan una risa.Aaron se guarda ese recuerdo inesperado en el bolso,

comosifuerauncaramelo.

Enelvestíbulodelhotel,PavlikladejaenmanosdedoshombresdelDepartamento.Aaron no los conoce, pero no es de extrañar. Solo unos pocos aguantan muchotiempo;cuandoalguienllevatresañosallí,yaseleconsideraveterano.Aaronestuvoseis. Seguro que también habría pedido el traslado en algún momento por estarquemadayenlasúltimas.

Esamentiraresultareconfortante.Sihadesersincera,nuncaquisohacerningunaotracosa.IgualquePavlik.Esel

mayor de todo elDepartamento, hace una eternidad que está allí. ¿Durante cuánto


tiempopodráseguirmanteniéndosetanenformacomoesnecesarioparaestarentrelosmejores?¿YSandra?Ellasabeloqueseexigedesumarido,susnochesenvelanohandisminuido.Unamañanaloabrazaráconcariñoylesusurrará:«Yabasta».Yentonces¿qué?¿Untrabajodedespacho?¿Pavlik?

Alosdoshombresdelvestíbulolesdainstruccionessinunapalabrademás.Sellaman Kleff y Rogge. Ellos preguntan lo necesario con calma y profesionalidad.Aaron no imagina las caras que acompañan a esas voces.Al principio sí lo hacía,perolecostabamuchotiempoydemasiadoesfuerzo.Además,conlaspersonasquelepresentanahorayanolepareceimportante.

Plantacatorce.Laacompañanasuhabitación.Pavliksehaencargadodequeledenladelfondodelpasillo;eslamásfácildevigilar.Unsuelodemoqueta,mullidoeinterminable.Ellacuentalospasos,desearíasaberyacuántosson,dóndesebifurcaelpasillo,dóndecambiadedirección.Asíno tendríaque ir cogidadelbrazodelmásalto,Rogge.

Suentrenadordemovilidadqueríaatodacostaquesedesacostumbraraacontarpasos.«Imagíneseunaescaleraconmuchospeldañosque tieneque recorrermuyamenudo,porejemploensulugardetrabajo.Pongamosquesonsetenta.Esfácilderecordar,ningúnproblema.Duranteuntiempolacosavabien,sesienteustedsegura.Deprontoundíaseencuentraenlaescaleraylesuenaelmóvil.Ouncompañeroledicealgo.Ohayunpensamientoqueladistraeuninstante.¿Porquénúmeroiba?¿Eltreintaysiete?¿Dospeldañosantesdelfinaldelaescalera?¿Seguro?Unmomentodespués ya se ha caído. ¿No la convenzo? Pues pongamos entonces su despacho.Digamosquesabeustedquedeallíallavabohayexactamenteveintepasos.Lacosafuncionasinpegashastaqueundíaseencuentraenelcuartitodelalimpiezaoenellavabodehombres».

Ni uno solo de los ciegos que conoce Aaron cuenta pasos. Solo ella. En elDepartamento la habían acostumbrado a hacer varias cosas a la vez, incluso a unritmo frenético, y a estar concentrada al ciento por ciento en cada una de ellas.Memorizar un dosiermientras se estámanteniendo una conversación; analizar dosproblemas y al mismo tiempo controlar la respiración; interpretar el entorno,catalogarruidosyoloresy,aunasí,centrarseenelpropiocuerpo.

Demaneraquelepidióasuentrenadorquerecorrieraconellaunedificioqueyahabíacartografiadoyquemientrastantolefueraponiendoejerciciosdecálculo.

Noperdiólacuentadeunsolopaso.Sí, controlar la cantidad de pasos es una suerte.Doce desde su despacho en la

BKAhastalasaladeinterrogatoriosVIa.Diecinueveenlacantinahastaelmostradordecomidas.Delacamaasucuadro,cinco.Treintapasosenlínearectaycincuentayseis hacia la izquierda desde la parada de autobús de la plaza del mercado deWiesbadenhastaelcineCaligari,dondevaaverpelículasqueyaconoceenúltimasesión. Diecisiete desde el camino principal del cementerio hasta la tumba de supadre.Desdeallí,seishastalatumbadesumadre,queseseparódeélporqueAaron


sehabíahechopolicíaporsuculpa.Pasosligerosypasospesados.LosdeKleffyRoggesonelásticos,ágiles,pero¿hastaquépuntosonbuenosesos

doshombres?Aaronquiereponerlosaprueba.Con la mano libre busca el chasqueador que lleva siempre consigo. De forma

similaraunaranitadehojalata,produceunfuerteclicyessusónarenlugaresdondelossonidosestánamortiguados,porejemplounpaisajecubiertodenieve.Ahora,ensubolsodemano,suenacomoundisparoconsilenciador.

AutomáticamenteRoggedesplazalacaderahacialaderechayagarraaAarondeladoporelbrazo,alaalturadelacintura,parahacerlagirarcientoochentagradosyponerladecaraasíantesdedejarsecaersobreella.La«maniobraKaperski».Enelmedio segundo que ha tardado en hacerlo, ella oye el susurro con el que Kleffdesenfundasuarmaenplenogiro,searrodillaylaapunta.

Aaronapenaspuederespirarbajoloscienkilosquetieneencima.—Vale.Losiento—consiguepronunciar.Roggelaayudaalevantarse.—Novuelvasahacereso,nunca.Kleffabrelapuertadelahabitaciónconlatarjeta.Entran.—Hola,Kvist.—Hola,Kleff.Hola,Rogge.«Noparecesorprendido.Porsupuesto.EnSchönefeldhabrátardadocomomucho

cincominutosendarsecuentadequenosestabansiguiendo».LosdoshombresladejanasolasconNiko.—¿Quéhacesaquí?—Todavíateníatumaletaenelcoche.Seacercaaella.Aaronnopuedeesquivarlo.Nosabequémuebleshayenmedio

situvieraqueapartarsedeNiko,ynoquieretropezardelantedeélcomounaciega.—Heestadopensandomuchosidecírteloono,perotienequesercasualidad.No

hayningunarelaciónentreBoenischySaschaHolm.—¡LosdosenelPabellón6!¿Solocasualidad?—lesueltaalacara.—Todoslospresosconcondenaslargasestánenel5oenel6.—¡Peronotienenunanoviafalsaporcorrespondencia!Nikolaaferra.—Jenny,teestásimaginandocosas.—¿Quétedaderechoatratarmecomoaunaniña?—legritaellatrasapartarsede

él.—Piénsalobien.Esunalocura—intentatranquilizarlaNikodenuevo.—¡Largodeaquí,noquierovolveravertenuncamás!Y entonces sabe que fue al revés, que fue ella quien se largó.Yque ese es su

castigo,novolveraverlonuncamás.LavozdeNikoladejaasolasconeldolorquesemerece.—Siesoteloponemásfácil…


Lapuertasecierra.AAaronlelateelcorazóncomosinoestuvieradentrodesupechosinoametrosdedistancia.Unmetrónomoquefuncionaaunavelocidadcadavezmayoryqueellaquierelanzarporlaventanaparahacerlocallar.

«Lopiensadesdehacecincoaños».«Quelodejéallítiradocomounabolsadebasura».Consigueencontrarelbañoysemetebajoelchorroheladodeladuchahastaque

lapielselequedatanentumecidaqueyanosientenielagua.Laquintavirtud:Shin.Verdadysinceridad.DecirleaNikoqueloama.Demasiadotarde.Se sienta en la cama, empapada y con los dientes castañeteando. Conecta los

auricularesalmóvilyabrelaaplicaciónqueutilizacomodiario.Lavozrobóticalee:«23deabril.¿Quémesucedióenelinstanteenqueabrílosojosenelhospital?».Salto.«26dejunio.¿ConquévestidolegustabatantoaNiko?».Salto.«11dejulio.¿LesostuvelamanoenMoscúalamujerdelhotelAralsk?¿Estaba

fría?¿Llegóadeciralgo?¿Teníapadres,hermanos,unmarido,hijos?».Salto.«13dejulio.¿PorquémeenviaronaMoscú?MeasignaronaIliaNikulin.Pero

¿por qué a mí? No tenía más que veinticinco años, todavía no estaba en elDepartamento.¿Porquémeconfiaronamíesamisión?».

«1 de agosto. ¿Cuál era el lugar preferido demi gato? ¿El sofá?No,Marlowenuncafuemío.Eraélquienseocupabademí.¿Dormíaenmibrazoderechooenelizquierdo?¿Legustabaelpatédehígado?».

Salto.«15deseptiembre.¿Llorómimadrecuandosefue?¿Yyo?».Salto.«8 de octubre. ¿Llovía el día en que murió mi padre? ¿Cómo olía su camisa

preferida cuando hundí la cara en ella? ¿De verdad lo hice, o no fuemás que unsueño?».

Salto.«9deoctubre.Miprimercocheeradecolorazul».Salto.«3denoviembre.¿Dequécoloreramiprimercoche?».Salto.«2 de diciembre. Una vezmás, Barcelona. Las preguntas principales: ¿Cuánto

tiempo estuve en el almacén? ¿Qué ocurrió en ese tiempo? ¿En qué estado seencontrabaNiko?¿Llegóatocarme?¿Yyoaél?¿Hubopalabras?¿Cuáles?¿PorquénointentéeliminaraHolm?¿PorquéhuiydejéaNikoatrás?¿Porquénollaméalcomandomóvilnipedíunaambulancia?».


Aaronponelaradioatope,latelevisión,nohacecasodelosgolpesdelapared,quierecolocarse,disolverse.

Elcansanciolatumbacomounpuñetazoentodalacara.Susojosechanenfaltaelritmodía-noche.Aalgunosciegosnolesafecta,peroellasufreunjetlagcontinuo.Alprincipioestabadespiertasetentahorasseguidasyluegodormíaduranteveinte.

Anoche:niunsegundo.Revuelve en su bolso. En un primer momento no encuentra el tubito con ese

estimulantequedetesta,lavenceelpánico,daconél,lopierdetemblando,rastrealamoquetaagatas,buscaatientaslaspastillas,encuentrados,quieretragárselas,sehaquedadosinsaliva.


8

Élestádepieenlaoscuridadymiraalotroladodelacalle,hacialahabitacióndelhotel.Llevaeltorsodesnudo,todoslosmúsculostatuados,ycadatatuajelerecuerdaundolor.UnañoodoslospasóenSofía,dondeseencargódetresocuatroasesinatosparaelclanBozhkovquenolecostaronningúnesfuerzo.EldineroresultóagradableylebastóparaunosañosenlasAntillas,enesacasajuntoalmarquenosignificabanadaparaél,porquenadaquenollevebajolapielsignificaalgo.RegresóaEuropacuandoconsideróquesuhermanoyahabíapagadosuficienteporsuserrores.CuandoeltiempodeAaronenellimboseacercabaalfinal.Alolargodesuvidahamatadoacuarentaocincuentaosesentapersonas,contandoalhombreyalamujerqueestántiradosjuntoa lapuertaporqueestanocheélqueríaveraAaron.Siellasehubieraalojado en una habitación de otra planta, habría sido otro apartamento. Aaron hacorridolascortinas,perolasgafasdevisiónnocturnadetectansuhuellatérmica.Estásentadaenlacama,hahundidolacaraenlasmanosycreesaberloqueeslapérdida.Ahorapodríamatarla, igualquepodríahaberlamatadoencualquierotromomento.EnWiesbadensiguióhastaelúltimodesuspasosdurante tresmeses.Enelcinesesentójustoasuladoenunaúltimasesión;solohabríatenidoquealargarlamano.Fuea ver Taxi Driver. Por supuesto. Travis Bickle regresa a casa de Vietnam, y elinsomnio y la soledad martillean como un taladro el interior de su cabeza. ¿Quéhabría ocurrido si Bickle nunca se hubiera encontrado con la pequeña prostituta?¿Quizánosehabríaconvertidoenunmataderoandante?Quéromántico.Paraél loimportante no era salvar a la chica. La chica era intercambiable. Solo buscaba unpretextoparamatar,habríaencontradootrosobjetivos,peroentoncesno lohabríanjaleadocomoaunhéroe.¿EsesoloquefascinaaAaron,elabsurdohappyend?No.Eselamok,lalocurahomicida.Lossamuráislosabían:soloelqueseencuentraenunestadodedesesperanzaydesesperaciónabsolutas,muchomásalládelarazón,escapazdellevaracaboalgogrande.ElverdaderosignificadodelamokestásepultadobajolasmontañasdecadáveresdeBlacksburg,Littleton,Érfurt,Utøya.Enrealidadserefiereaunguerreroque,conunadeterminaciónmáxima,intentadarlelavueltaauna batalla perdida mediante una única acción que desafía a la muerte. Eso seríadignodeun samurái,y la redencióndeAaron.Esoes loqueellaanhela.Darleunsentidoa suvidadestrozadasacrificandoparaellosupersona.Seguroquese lohaconfesadoa supadreen su tumbadeSanktAugustin. ¿Locomprenderíaél?Noesprobable. JörgAaron siempre calculó los riesgos fríamente; era unmatemático delmatar.LefaltabaunmotorcomoelsótanodeBoenisch,yesolodiferenciabadesuhija.¿Quélepareceríaqueellavayaatodoslosentrenamientoscomosifueranunamisa de réquiem?Aaron entrena por él, por el hombre que solo habría tenido quealargar la mano. Ella lo sabe, él lo sabe. Que consiguiera huir en Barcelona fueimpresionante. En el túnel él tenía ventaja; ella es zurda, y sin embargo tuvo que


dispararconladerecha,elladoenelqueestabaherida,poresonuncahabríapodidosertanrápidacomoél.Aunasí,todosedecidióenunabrirycerrardeojos.Aarontuvo su oportunidad, ahora ya no es rival para él. Durante cinco años se habíareservadounlugarparaelúltimotatuaje.Ahoralopalpa,sobresucorazón.Aaronlopalparátambién.Élaceptarásusacrificio.


9

A eso de las ocho,Kleff yRogge se la llevan a la galería de tiro, donde Pavlikcelebra su cumpleaños. Los dos hombres solo cruzan unas pocas palabras por elcamino,peroAaronoyeenellaslomuchoquesealegrandequesehayaanimadoaacompañarlos.

«Lasnochesconloschicossonlomásbonito».—¿CómosellevaconDemirci?—lespregunta.Roggeseechaareír.—Esamujeresmástiesaqueuncadáverdedosdías.Pero,aunasí,Pavliklapica

bastante.—Hacepocosetrajounapecerapequeñayladejócomosinadaenmitaddela

mesadereuniones—intervieneKleff—.Dentrohabíauncangrejodemar,unbichogordodeverdad.SoloqueríavercómoreaccionabaDemirci.Ellaacabóynodijoniunapalabra.

—¡Perosoloconverlelacara…!—exclamaRogge—.Pavlikdicequelapróximavezplantaráenlamesaunzorrodisecado.

Aaronríeconellos.TípicodePavlik.Puedecomprendera loshombres.Quieren saberporquién loestánarriesgando

todo.Elquepretendadirigirlostendráqueperteneceralgrupo.Igualquesuantiguojefe.Elpub irlandés, barbacoas nocturnas en su casa, toda la tropa hasta arriba dealcohol.Élseacercabaacadaunodeellosyledabaunempujoncito.«Sintitodoestosería mierda…», «Muy guapa la novia que te has echado, ¿qué tal os va?…»,«Tómateunpardedíaslibres…»,«Aaron,tienesquecomermás.Yquédatedormidaalgunamañana».

Lostuteaba,yellosaél.AntesdeponersealfrentedelDepartamentohabíasidocomandantedeOperacionesEspecialesy,antesdeeso,investigadorencubiertoparalaBKA.Nohabía situaciónquenohubieravividoenpersona.Nunca lesexigía loimposible.

Sololocasiimposible.Cuandoalgunodeelloscaía,eljefeibaaveralosfamiliaresyhablabalargorato

con ellos. No solo los acompañaba en el sentimiento, sino que estaba de luto éltambién.Losdejaballoraryllorabaconellos.EnelDepartamentolosreuníaatodos,inclusoa losque estabanenalgunaoperación,y anunciabaqueel negocio cerrabadurante una semana. Que habíamuerto un compañero. Que todos debían parar. Yque, si el ministro exigía algo del Departamento durante esos días, ya podía ir abesarleelculo.

Élmismoobrabaenconsecuenciaynomalgastabamássalivaalrespecto.EnBarcelonaestuvodosvecessentadojuntoalacamadeAaron.Elprimerdía

de todos y luego una semana después, tras haber leído el informe de Asuntos


Internos.Lellevóunaguardientequesebebieronenvasitosparalavarselosdientesymasculló que había tirado ese papelucho al cubo de la basura. Le recordaba a supadreenmuchascosas.

Para despedirse le dio un beso en la frente. «¿Sabes qué es lo quemásme haadmiradosiempredeti?Queconocesladiferenciaentreelbienyelmal.Erespolicía,nuncahassidootracosaynuncaserásotracosa».

Enaquelmomentoellanolopudoasimilar;mástarde,sí.AhoraéldisfrutadesujubilaciónenSueciayporfintienetiempoparasuafición,

lapescaenaltamar.CuandoAaronacababadeempezarenlaBKA,recibióunacartasuya. En braille. La leyó cinco veces. Inan Demirci todavía tiene mucho queaprender.

Enlagaleríadetiroseoyemúsicadefiestayhayunmontóndegente.Elaireestácargadodelmejorolordelmundo,aunqueAaronyanolosoporta:disparosdearmasreciénlimpiadasconBallistol.

Aquíhanbebido,hancelebrado,hanlloradoacompañeroscaídos.Pavliklaestrechacontrasí.—Notehetraídoningúnregalo—lediceella,avergonzada.—Claro que sí. Y en un paquete precioso. Eres mi invitada de honor. —Y

murmura—:Menudonumeritohasmontadoenelhotel.—Esetíomehadejadodoscostillashechaspolvo.—Telotienesmerecido.—SellevanaPavlikdesuladoyélexclama—:¡Tengo

queocuparmedeesto,hastadentrodeunrato!—Venga, siéntese aquí conmigo.—Demirci—.Yame encargo yo—les dice a

KleffyaRogge.HapilladoporsorpresaaAaron,quenotieneganasdecharlarconella.Lacuartavirtuddelbushidō:Rei.Cortesía.Demircilallevaaunamesaenunrincónquepordesgraciaestátranquilo.—¿Quierecomeralgo?—¿Quéhay?—Ensalada de pasta y salchichas, ensalada de pasta y albóndigas, ensalada de

pastaybistec.—Consalchichas.Yunacerveza.Aaronoyeunarisaquereconoceríaentreunmillón.Cálida,desdelomáshondo

delestómago,genial.Élestámuycerca.Maneja el tenedor conunhambre canina.A los ciegos les encanta comer, todo

tieneunsabormásintenso,perosolobuenísimooasqueroso,sintérminomedio.LepideaDemirciunasegundaración.LaensaladadepastalahahechoSandra;sabeacebollapicada,amúsicade laradioportátilde lacocina,avinoblancoyaguacongas,aunpocodecháchara,acomprarjuntaseneBay,arisasbobas.


Lassalchichasselascomeconlosdedos.

DiezcosasqueaAaronlegustatocar:lanievepiñasdeabetobotellasdecervezaheladalatierrahúmedadeunbancalpielescálidassalchichasmanospequeñasbotonesdenácararmassucuadro

Aparta el plato, saca unMarlboro del paquete de tabaco, abre su Dupont con unchasquidoysedacuentadequelajefadePavlikacercalasilla.

—Enrealidadaquíestáprohibidofumar—diceDemirci.—¿Cuántohacequelodejó?—¿Tanevidentees?—Sino,habríaapartadounpocolasilla,nolahabríaacercado.—¿Medauno?CuandoDemircidalaprimeracalada,Aaronsabeloquesiente.Lafelicidadpura

conlaquellenalospulmones,ladecepcióndenohaberloconseguidounavezmás,elansiadefumarseesecigarrillohastaelfiltro.

Cadadosminutosseacercaalguien,ledaunaspalmaditasaAaron,leacariciaelbrazo. «Soy yo, Dobeck…», «Eh, aquí Krupp…», «Krampe…», «Nowak…»,«Fricke…»,«¡Mealegrodequehayasvenido!»,«¡Teheechadodemenos!»,«¡Estásestupenda!»,«¡Unvestidodevértigo!».

Butz se queda un pocomás. Simplemente se coloca de pie junto a ella con lamanoposadaensuhombro,paraquesepaqueestáahí.Loquelosunenonecesitapalabras.Antesdeirse,ledaunbesoenlafrente.

Demircinohablaconningunodeellos.Laterceravirtud:Omoiyari.Empatía.—Sepreguntaporqué laha invitadoPavlik.Si estápensando:«Porque soy su

jefa»,sepaqueseequivoca.—¿Estáseguradequeesciega?—Pavlikestápreocupado.Yavasiendohoradequeseacerqueunpocomásalos

chicos.DentrodenadaalgunosesentaráconnosotrasporquePavlikhaceratoquehavisto que soy la única que está charlando con usted. Cuando venga, no hable del


trabajo.Digaalgosimpático.Algocomo:«Meheapostadoveinteeurosaqueestáustedentreloscincomejoresenpuntería».Ynosedirijaaellosconun«señor».Elapellidobasta.

—¿Porqué?—Porqueasílohacenellos.Unsilenciodecincocaladas.—Unavezconocíasupadre—diceDemircientonces.—Ah,¿sí?—Soydeunaciudadpequeña,Babenhausen,seguroquenolaconoce.Mipadre

era un simple sastre de arreglos, ahorró hasta el último penique para darme unaformación.Cuandoconsiguiólaciudadaníaalemana,paraélfuealgogrande.JürgenSchumann,elcomandantedelLandshut,vivíaunacallemásalláyeraclientedesusastrería. En el aniversario de sumuertemi padre siempre va a llevar flores a sutumba. «El señor Schumann fue un héroe», dice. Una vez lo acompañé. Su padretambiénestabaallí.Enlaacademiaescribíuntrabajosobreél.Resultaquelosdossehabíanencontradomuchasvecesenesatumba.Mipadremepresentóalsuyocomo«unviejocamaradadevuelo»deSchumann.ÉlnosabíaquiéneraJörgAaronniloque había hecho enMogadiscio. Su padre no hacía mucha propaganda de ello, yhablabaconelmíocomoconunamigo.Esomeimpresionómucho.

DerepenteAaronsealegradeestarsentadaconDemirci.Alguienacercaunasilla.Fricke.—Bueno,¿leestádandomucholalataAaron?PorsupuestoquePavliklohaenviadojustamenteaél.Frickeeselpayasodela

tropa.Algúndíasereirádesupropiamuerte.DurantecincominutosAaronoyecómoDemirciintentaestarmásrelajada,cómoseesfuerzadeverdadynoacabadehacerlodeltodomal.

Frickeledaunpequeñocodazo.—Tambiéntengounoparati:unciegoyunparalíticojueganalfútbol,ysiempre

ganaelparalítico.¿Porqué?—Porqueeselúnicoquegrita:«¡Gol!»—contestaellariendo.—Hola,Jenny.Cuántas veces se ha preguntado en esos años cómo sería cuando volviera a

encontrarseconSandra,suúnicaamiga…Aaronteníamiedodequeleechaseencaraquenohubieravueltoaponerseencontactoconella,quedesaparecierasinunasolafraseysolodejaraaquellanotacontresúnicaspalabras:«Compréndelo,porfavor».

Peroahoraresultamuysencillo.InclinalacabezacontraladeSandra,recuerdalasnochesencasadePavlikyella

consushijos,lafamiliaridadquesentía,cómojugabaalesconditeconlosgemelos,aunqueallínoteníaningunanecesidaddeesconderse,porqueestabacomoencasa.


La mayoría de los hombres del Departamento están casados. Se prefiere así, sebuscanaquellosquecuentanconunentornoestable;tiposquesabenestartranquilosyquesoncapacesdecalcularunriesgoconobjetividad.Aaronapenasvionuncaasusmujeres, a ninguna la conoció de cerca. Lasmantenían a distancia, no debíansaberexactamentequéhacíansusmaridos;talvezellastampocoqueríansaberlo.Asíeramejorparatodos.

Sandraesdiferente.CuandoPavlikyellaseenamoraron,Sandrateníadiecinueveaños,élveintitrésytodavíaestabaconlosparacaidistas.Porellaentróenlapolicía;Sandra no quería vivir en «paquetes de fin de semana» con un soldado. Desde elprincipioledejóclaroqueellalocompartiríatodoconélyque,sino,máslesvalíadejarlo en ese mismo momento. Era la mujer adecuada para Pavlik, y Pavlik elhombre para ella. Tuvo a los gemelos con treinta años; antes su profesión comoorfebrehabíasidodemasiadoimportanteparaella.UnavezledijoaAaron:«Primerohayquevivirlavidaatope».Dabaigualloquesumaridosellevaraacasa,ellaseloquitabadeencimayloguardababajollave.

Siempreestabanjuntos.DespuésdelaccidentedemotodePavlik,eljefenoseplanteótrasladarlonipor

unsegundo.Erademasiadoimportante.Sandra,porelcontrario,sabíaquenotendríani un minuto de tranquilidad a menos que estuviera segura de que el cuerpo lefuncionaba a la perfección. Le dio medio año, después quería que luchara contraAaron.

LohicieroneneljardíndesucasitaadosadadeLichterfelde,dondelossetossondemasiado altos para que los vecinos puedan ver nada. Sandra esperó a que losgemelossefueranundíadeexcursiónconlaclase.LehizoprometeraAaronquenoseríaindulgenteconsumarido.Pavlikyellanoseregalaronnada;igualquesifueranenemigos.Élseguíasiendotanrápidocomosiempre.SuprótesisdepantorrillallegóacausarledificultadesaAaron,sobre todoen laspatadas,y tuvoqueexperimentarcondolorsucapacidaddesalto.Amboseranmáquinassalidasdelamismafábrica.Alfinalsequedaronvariosminutosarrodilladoselunofrentealotrosinpoderhablarsiquiera.AAaronledolíahastaelpelo.Sandraleslanzóunpardecostillascrudas.SetomaronunaguardienteyjugaronalScrabble.

Enlagaleríadetiroyanadaseinterponeentreellas.—Tuensaladadepastaeslamejor—diceAaron,ysesecalaslágrimas.TambiénSandratragasaliva.—¡Nadiesehinchaacomercomotú!Oye,¿Ulftelohadichoya?—¿Elqué?—Tuvimosunaniña.Elfebreropasado.


—¡Quédices!—Puessí.Unalocura.Concuarentaycinco.—¿Quénombrelehabéispuesto?—Adivina.Aaron tardaunmomentoencomprender.Las lágrimasvuelvenaaflorarlea los

ojosyledaunabrazoaSandra,quelloraigualqueella.—¡Madremía!—Estodoloqueconsiguedecir.—¡Mujeres!—sueltaSandra.Seríen,lloran,lounonosedistinguedelootro.

Solounavez sepelearon.CuandoAaron le confesóque estaba saliendoconNiko.Sandrasepusofuriosa,creíaqueestabacometiendounerror.

¿Porqué?PorqueNikonoerabuenoparaella,¡poreso!«¡Nisiquieraestutipo!».Aarontambiénseenfadó.PocoanteslehabíacontadoasupadrelodeNiko,yel

hombrehabíareaccionadodeformaparecida,aunqueconmenorintensidad.¿Porquécreíasabertodoelmundoloqueerabuenoparaellayloqueno?SandrareplicóqueNikovivíalavidaporelcarrildeadelantamiento,siempreconelaceleradorpisadoafondo.¿Cuántotiempopodíadurareso?

PavliksolocontabacondosamigosenelDepartamento:AndréyNiko.AAaronsiemprelehabíaextrañadoqueSandranoinvitaranuncaaNiko,quenoquisieraquesushijosloconocieran.

Nocomprendióporquéhastaqueundíasuamigacomentó:«CadavezquesevaconUlfaunaoperación,mequedopegadaal teléfono rezandoporquenosuene».Nikonoteníafamilia,nopensabaenlaspersonasquesucompañerodejaríaatrás.

«Unbarcoquevabuscandosuiceberg».«¿Y qué?—contestó Aaron—. ¿Me espera a mí alguien en casa?». Y en ese

mismoinstantesupoquehabíaheridoasuamiga.Porqueelloseransufamiliay,sialgoleocurriera,paraSandraseríatanterriblecomosilehubieratocadoaunodesushijosoasumarido.

Aaron la abrazó, se dio cuenta de que Sandra estaba temblando, de que ellamisma temblaba también,yaquellanochesemarchósinquesehubieranarregladolascosasentreellas.Silenciototaldurantedosdías;Aaronestabatriste.Yentonces,unamañanajuntoalamáquinadecafé,Pavliksoltó:«SandrapreguntasiteapeteceveniracenarconKvist.¿Alassiete?».

Aaronllevóunabotelladelimoncello,Nikoinclusotuvoeldetalledecomprarunramo de flores. Charlaron sobre un montón de barbaridades y rieron mientras sepreparabaunatormenta,casicomosilodecenarjuntosfueraalgoquehacíandesdesiempre.

Los hombres jugaron después al Scalextric con los gemelos. Sandra y Aaron


salieronaljardínasentarseenelbalancíntraslacálidalluviadeverano,escucharoncómo caían las gotas entre las hojas de los árboles y saborearon el limoncello. Lahierba mojada les hacía cosquillas en los pies descalzos; no decían nada, pero sesentíanunidas.

«Podríamoshacerlomásveces»,comentóSandra.

Llegaelmomentodedisparar.Fricke seunea losdemás.Demirci se inclinahaciaAaron.

—Gracias.—Vayaareunirseconloschicos.Ellosesperanqueustedtambiéndispare.Acabe

laúltimayconunresultadodeprimente,finjaqueledamucharabia.Lostrescuartosdehorasiguientes,AaronySandrasonlasúnicasquenoestánen

elpuntodetiro.Sandralatomadelamanoconcalmayseguardasuspensamientosparasí.

Ladistanciamáximadecompeticiónconpistolaparauntiradorexpertoseríadecincuentametros.Aquídisparanaochenta.Diezvecesconlamanodominante,diezconladébil.Alosdelaviejatropalosreconoceporlafrecuencia.Butz:unamáquinade relojería afinada al milisegundo, sobrio. Dobeck: un disparo lanzado conprecipitación, otro retrasado, cadaunodiferente.Fricke: nueve seguidos.Antes delúltimosetomaeldobledetiempo.Quieremeterlabalaporelagujerodelaprimera;un gran final. En la segunda serie se oye unmurmullo que recorre la sala. Lo haconseguido,yconlaizquierda.Pavlik:relajado,controlado,untiradordeprecisión.

Demirci:tensa,arrítmica.«¡Lamadrequeloparió!».Carcajadas.Niko:dieztirostanrápidoscomounamáquinadecoser.«Haganadoél,porsupuesto».PavlikseinclinahaciaAaron.—Ahoratú.—¿Estásborracho?—lesueltaSandra.—Solouno.Tengoquerecuperarmibilletedecincuenta.Aaronselevanta.—Estábien.Pavliklallevaalpuntodetiro.—Laseis—diceellaenvozbaja.Derepentesehaceelsilencio.Aaronsientelasmiradas.Secolocaenposiciónde

tiroen lapistanúmeroseis,delantedelmostradordearmas.Susdedos, justoenelcentro,encuentranlamuescaquehizoAndréalgolpearelmostradorconlaculatadesuHeckler&Kochporquelavidaseleescurríaentrelosdedoscomosifueraarena;el triste, extraordinario y perdido André, que estuvo tanto tiempo en operacionesencubiertasqueyanosabíaaquémundopertenecía,ynadiepudosalvarlo.Tampoco


Aaron.Pavlikleponelamanoizquierdasobrelapistola.«MiBrowning».—Laheguardadoparati—lesusurra.Nota laempuñaduracálidaysuave; lahaestadoesperando.Sientesupeso.Un

solo cartucho en el cañón.Conoce esa pistola como su propia piel.Da dos golpesrápidosconel tacón,escuchaeleco,corrigesuposicióncincocentímetroshacia laizquierda.Estádefrentealblanco,lospiesseparadosalaanchuradeloshombros,elderechoalgoretrasado.Estiraelbrazodelarmacasiporcompleto,doblaunapizcaelcodocontrarioparaminimizarelretroceso.

Mediainspiración,mediaespiración.Ochentametros.«Notienesquever,tienesquesaber».Cuando su dedo se posa en el gatillo, Aaron sabe que dará en el blanco. Sin

embargo, en la fracción de segundo entre ese pensamiento y el momento en quealcanzalapresióndedisparo,destellaunaluz.Seencuentra,trasmediainspiraciónymediaespiración,enmitaddeunpasillointerminableenBarcelonaysepreguntasioirá un disparo o solo un clic. Tan absorta está en ese recuerdo repentino ehiperrealistaquevacila.Estallaunretumbarsordoquesealejacomosiestuvieraalotro ladodeunaventanaconaislamientoacústico,hastaque laventana se abredegolpeyellaaterrizaenmediodelosgritos,lossilbidosylospataleosdeloshombresquelarodean.Denuevosevetransportadaaaquelpasillo.TienelaWaltherdeNinaDerauxenlamano,veaOjosdeFichaydispara.OjosdeFichasedobla,gira,dejacaerlaGlock.Unaneblinarojasaledesuboca.

«¿Ydespués?¿Quéhiceyo?».Aaronsientepalpitaciones,esperaquelasimágenescontinúenylallevenhastael

almacéndondeNikoluchaporseguirconvida,peroesapuertasiguebiencerrada.Pavliklatomadelbrazo.—Perfecto.«No.Unmínimodesplazamiento.Unnueve,rozandoeldiez».—Cualquierapuedeengañarmesiquiere,perotúno—murmuraella.Vuelveasonarlamúsica.AAaronnolellegaelairealospulmones.«HaveaLittleFaithinMe»,deJohnHiatt.Nikolatomadelamano.—Vamos.Ellasedejaarrastrar.Eseessulugar,nuncahapertenecidoaningúnotro.Abrede

unapatadalapuertaasusalainterior,lanzaallídentrolaverdadylacierraconllave.Bailaconél.

When the road gets dark and you can no longer see, just let my love throw aspark,baby,havealittlefaithinme.

Aaron adora sus movimientos, sus manos, su piel, la seguridad sobre la que


descansa.ElpadredeNikoerafinlandés.Deélaprendióelsignificadodesisu,unapalabra que no tiene traducción y en la que se esconden muchas otras: fuerza,resistencia, decisión, valentía, espíritu combativo aun en las situaciones másdesesperadas.

AlguienteníaquepararaAndré.SololosdeAsuntosInternosllegaronasaberloquesucedióenPraga,dondeNikolocalizóymatóasuamigo.

Sudeclaraciónfueapararaunacajafuerte.NadielehapreguntadonuncaaNiko,nohanvueltoapronunciarelnombredeAndré.

Enunaúnicaocasión,estandoélborrachoydesesperado,susurró:«Sisutambiénescrueldad».

Peroélnoesasí.Whenthetearsyoucryareallyoucanbelieve,justgivetheselovingarmsatry,

baby,havealittlefaithinme.—Desdequetefuisteestoyciego—lesusurrapegadoasupelo.


10

VuelvenencochealhotelJupiter.NikosiguealvehículodeKleffyRogge.Aaronsabequemantieneunadistanciadesolodosmetrosparaqueningúnotrocochepuedainterponerse entre ellos. No hablan. Ella se concentra en el limpiaparabrisas. Concada parada en un semáforo oye el suave frufrú del cuello de la camisa de Nikocuando él mira hacia atrás, porque no se fía del espejo, y comprueba si los estásiguiendoalguien.

Laacompañaasuhabitación.Entraconella.Whenyourback’sagainstthewall,justturnaroundandyou,youwillsee.Nikocierralapuertaconeltacónyquierebesarla,peroellanopuedepermitirlo,

porqueentoncesestaríaperdida.—Tengoquepreguntartealgo.Ladecepciónloapartacomoeloleaje.—¿QuéocurrióexactamenteenBarcelona?—¿Aquéterefieres?—Enelalmacén.Norecuerdonada.—Hastaesemomentohatenidomiedo,pero

debesaberlodeunavezportodas.Nikoguardasilencio.—Dímelo,porfavor.—Ya no sentía mi cuerpo. Tú querías levantarme. No lo conseguías. Holm

disparó.Nos teníaa losdosenbandeja.Ati tesangrabaelbrazo.Penséqueyoyaestabaacabado.Queríaquemesoltaras.

—¿PorquénoluchécontraHolm?—Eraunamáquina.—Yotambién.AaronnoconsiguedarsentidoalaspalabrasdeNiko,quetropiezansinordenen

elinteriordesucabeza:«Queríavivierasquetúhabríadadodeloquecreesmásporeneltúnelestadohaberentulugar».

Elsuelosetambalea.Nikolasostiene.Lapuertade labibliotecadesuperfectamemoriasiemprehabíaestadoabierta.

Imágenes,momentos,pensamientos,sensaciones;cadacosaensulugar.Aaronhabíapasadomuchashorasallí,avecessiendocasi feliz,muchasotrassintiendo tristeza.Peroerasuvida,ypodíacontemplarla.

Unamañana despertó y en la biblioteca se había declaradoun incendio.Desdeentoncestienequeverconimpotenciacómolasllamasvandevorandocadavezmásimágenes, todos los recuerdos de la época de antes de quedarse ciega, cadasentimiento que tuvo entonces, cada momento que fue valioso, y solo le deja loshechos,comoenunactapolicial.Cuándomuriósumadreycuándosupadre.Enquécolegioestudió.Acuántaspersonashamatado.


Pronto dejó de poder imaginar los colores, salvo el rojo, y los números seconvirtieron en pura aritmética. Un revólver de dos pulgadas en una funda depantorrilla, dos semanas en Marrakech, dos habitaciones en Schöneberg. CuatrosegundosparadesmontarlaBrowning.Cincoañosentreelsótanoyelaparcamientosubterráneo de Moscú, cinco desde que abrió los ojos. Su pista, la seis. El sietesignificaba no poder esperar algo, pero había olvidado qué aspecto tenían losnúmeros.Intentabadibujarundosenelaire,uncuatro,uncinco,unseis,unsiete.Noloconseguía.

Fueaveraunneurólogo;sumayormiedoerasufrirunademencia.Élladerivóalárea de memoria de una clínica. Allí pusieron a prueba su capacidad deconcentración,sufacultaddecomprensión,susentidodelaorientación.«Miraremosun poco de todo», dijo elmédico. Estudiaron su glándula tiroidea, le hicieron unaresonanciadelcerebro,leexaminaronellíquidocerebroespinal.Perfecto.«Quizáunpsicoanálisisseríalomásadecuado»,fueronlaspalabrasconqueladespidieron.

¿Parahablardequé?¿Decobardía?¿Devergüenza?¿Delhonorperdido?Aaronpasódíasynochesponiendoporescrito todo loque recordabaaúnyno

queríaperder.Llenómuchísimaspáginasenbraille,ytodavíahoysiguetrabajandoenesacrónica.Sinembargo,lasentradassoncadavezmenosfrecuentesymásbreves,ycada vez le parecenmás inútiles. Porque en cuanto un recuerdo existe solo comocopia, y el original de la biblioteca queda destruido, se convierte en un grandesconocidoparalanarración.ComosiloqueponeallínolohubieravividoAaron,sinounaextraña.

¿Cómodescribirlasfloresqueformalaescarchaenlaventana,unaheladasobreunprado?¿LaluzdelasfarolasdegasenChamissoplatz,elcieloresplandecientedeChellah,lavistasobreelmarporlamañana?Loslugaresmaravillososdesuinfanciay ese rincón del bosque donde le dieron su primer beso desaparecen igual que elsonidodelasvocesdesuspadres,lamelodíadelacajitademúsicaqueencontróbajoel árbol deNavidad cuando era pequeña, los rostros de las personas a quienes haquerido,supropiacara,queahorasoloexisteenunaúnicafotografía,hastaquetodoquedeaniquiladoyquemadoynoseamásquecenizasfríasqueelvientoesparceenlanada.

Haycosasquelasllamashanperdonadoporelmomento.ElrojodeCayenne,elcaféquesetomóconlagruesadueñadelapensión,Mary-SueenBerlín,SupermanySuperwoman con el niño de los vecinos,Marlowe, el Scrabble en Lichterfelde, ellimoncelloconSandraenelbalancín.Cadadíaenqueaúnlorecuerdaesunregalo.

Pero también el sótanodeSpandau está ahí, y la vozdeBoenisch, las uñasdeRunge.Deesoseacordarátodalavida.Olvidarloseríaunabendiciónquenoleseráconcedida.

Y aquel último día en Barcelona. Es como un cuadro ante el que está sentadadesdehace cinco años, contemplándolodía y noche.Aaron conocehasta el últimodetalle.Queenlabañeradelcuartodebañoenelquelimpiasupistolahayunaaraña


escuálidaalaquedejavivir;quesienteunhormigueoenlacicatrizdelaclavícula;que el niño del vestíbulo lleva las uñas sucias y a Jordi le salen dos hoyuelos alsonreírqueaellalegustan;quelosasientosdelDaimlerhuelenagrasaparacuero,yqueduranteeltrayectohaciaelsursucorazónesunatormentasobreelmar.

LaSagradaFamilia.Podríaregresarunavezmásalhotelyenumerarlotodo:elcontenidodelminibar;

elColtdeNiko,quecuriosamenteestáenlacajafuerteconelcañónmirandohaciafuera,locualellacorrigealdejarlaBrowningallado,yaqueencasodenecesidad,algo que siempre puede ocurrir, hay que encontrar primero la empuñadura y no elcañón;lacartadelrestauranteenelascensor,«merluzaalamarinera»,veintiúneuroscondiez;untraqueteoantesdecadaplantaacausadeundefectodelcabrestante;undejeaperfumefuertedehombrequeleresultadesagradable;unaminúsculamanchadeóxidoenelrincóndelfondoalaizquierda.

Diezvecesregresaría,ynobastarían.QueeltaxitraselquesehanparadoenelsemáforodelacalleMallorcatieneuna

rascadaenelmaleteroyllevaelnúmerodelicencia343;queenlacaradeOjosdeFichaveasusmuertos,queparaélnosignificanunamierda.

Queella,enelmomentoenelquesusojosseencuentranconlosdeHolmeneltúnel,comprendequehabríatenidoquedecirleaNiko:«Tequiero».

Amoraúltimavista.Sinembargo,aldespertarenelhospitalyanosabía loquehabíaocurridoenel

almacén.Hastaestanoche.Hastaelflashenlagaleríadetiro,cuandodenuevosehavistodepieenesepasilloylehadisparadoaOjosdeFichaenelcuello.

Podríaserunprincipio.Peroaúnfaltalomásimportante.Niko.Lanave.Suhuida.Elasquerosooloracaféestodoloquelehaquedado.Esaeslarazónporlaque

seobligaabebercaféunayotravez:para,quizásasí,recordarlodenuevo.Enelfragordelincendio,Aaronseaferraaqueesosminutosquelefaltansonde

unaimportanciacapital,aquedebecomprenderporquéactuócomolohizo,porquesaberlopuedesalvarla,ylasimágenesiránentoncesmarchaatrásatodavelocidadyserá como si el fuego nunca las hubiese devorado.Cada cosa volverá a ocupar sulugar,deunavezportodas.YAaronestarámuyarriba,enloaltodeunamontaña,yverásuvidaantesícomounampliopaisajedelqueconocehastalaúltimapiedraytodoloquehaybajoellas.

—Vete. —Ha luchado tanto para pronunciar esa palabra que le duele todo elcuerpo.

Nikolasuelta.—Oseaquenuncahesignificadonadaparati.—No.Entreellossiemprehahabidoverdad,nuncaunamentira.


Sola, apaga la luz. ¿Por qué?Oye el rumor del climatizador, el televisor de lahabitación contigua, siente el inestable alféizar de la ventana bajo sus pies aquellanocheenWiesbaden,cuandounborracholegritódesdelacalle:«¡Saltadeunavez!»,y ella quería dejarse ir, pero la esperanza de que tal vez lograra recuperar esosminutosdeBarcelonafuemásfuertequeeldeseodedestrozarse.

Setomaunadeesasotraspastillasquetambiénodia,paraolvidarporfin.

Aaronestásentadaenunavióny llevagafasdeciegoaunquenoestáciega.Enlasfilasquetienepordelanteypordetrásvansentadossusmuertos;nofaltaniuno,nisiquieraaquelloscuyamuertenopudoevitar.Ben,suamigodelcolegio,quemurióahogado al romperse el hielo sobre el que caminaba; lamujer del hotelAralsk, lacamareradeDemenhorst,elbarmandeBruselas,elniñodeCork,ellimpiabotasdeTánger,eltaxistadeHelsinki,Alina,Jordi,Rubén,Josué,MelanieBreuer,André.

LafloristaEvaAskamp.Y,aunque resulteextraño, también laclasey losdosprofesoresdelzoo.Aaron

intentacomprenderporqué.Empiezaanevar.Unoscoposgruesosatraviesanelaviónyprontosehacen tan

densos que los rostros se diluyen en un torbellino blanco. Aaron lleva los piesdescalzos.Tocalostaconesdeagujadelamujerdelasientodeallado.Lamujersepulveriza convertida en nieve, se hace una bola y empieza a rodar por el pasillocentral.

Alguiengrita:«¡Eh,tía,enróllate!»,«¡Demasiadososaparahacerseunapaja!».ElpadredeAaronsesientaasulado.Llevalacarapintadadenegro,comoenel

asaltoalLandshut.Ellaleaferralamano.—¿Dóndeestabas?—Conlosmíos.—¿Cuántosson?Élguardasilencio.—¿Esquenopuedescontarlos?—preguntasuhijacontemor.LosojosdeJörgAarondestacanensucabezanegra.—Nomepreguntesnuncaporlosmíosyyonotepreguntarénuncaporlostuyos.AaronoyelavozdelcomandanteSchumann:—Abróchense el cinturón.Vamos a realizar una escala no planeada enTegel y

esperamosencontrarturbulencias.Elaviónaterrizaenelcampodedeportesdelacárcel.Yanonieva.Aaronaprieta

unabolsadecastañasasadascontrasucuerpo.Avanzaentrelasfilasdesusmuertosylos de su padre, pues ahora también los ve. Son muchísimos y todos apartan lamirada.ElúnicoquenolohaceesAndré.

Andrélelanzauncómic,Daredevil,elvengadorciego.LamanodeAaronarde


comoelfuegoydejacaereltebeo.Supadrelaesperaalpiedelaescalerilla.Lequitalasgafasoscuras.—Yanolasnecesitas—dice,yleentregaunamaletapesada.Elladeseacontodassusfuerzasquesequedeasulado,peroéllevantalavista

hacia la puerta del aparato, donde está Suhaila Andrawes haciendo la señal de lavictoria.

El avión se pone en marcha. Aaron recorre el Pabellón 6 con la maleta. Trespuertasseabrenparadejarlapasar.Enlaúltimacompuertadejalamaletaenelsueloylaabre.DentroestánlosfetichesdeRunge.Seponeelcollardeperlasporencima.Dejaatráslamaletaysigue;allínohayniunalma,salvolapropiaAaron,yLudgerHolmyBoenisch,queestánenlaceldaynosefijanenella.

Enlacamadescansaunacameliablanca.EltorsodeHolmestádesnudoyrepletodetatuajes.Ellacierralosojos,noquiereverlos.

Lasvocesdeloshombressonuncuchicheoenplenanoche.—¿Puedoescogeralamujer?—Laquetúquieras.—¿YluegovendráAaron?—Vendrá.—¿Tambiéntúteencontrarásconella?—Yalocreo.Podráverotravez,perodesearáestarciega.Aaron nota la respiración deNiko, sus caderas contra las de ella.Niko abre la

puerta de la habitación en la que ella se sentó frente a Boenisch. Es enorme,interminable,sinparedes.Enelcentrohayunapistadebaile,yNikomeceaAaronconsuavidadmientraslamúsicaemanadeélcomounfuegoanteelqueellanosienteningúnmiedo.

Whenyoursecretheartcannotspeaksoeasily,comeheredarlin’fromawhisperstart.

Vesusonrisa,elpelopelirrojoconeseremolino tenaz,sunarizafiladísima, losojos,quesiempreestántristesycontentosalavez.Éllaestrechaconfuerza.Aaronsedacuentadequesuspiesyanotocanelsuelo.VuelaconNikolejosdeallí,velacárcelmuypordebajo,unafortalezaqueestáconstruidaconnadamásqueluz,veaBoenischyaHolm,quelevantanlamiradahaciaella.

LeleeelpensamientoaHolm:«Ojoporojo».Searrancaelcollardelcuello,lasperlascaenyseconviertenencoposdenieve.Niko lasueltayAaronseprecipitaalvacío.Caehacia la luzygritaunayotra

vez:—¡Quierovolveraestarciega!


11

Demircillegaacasa.Lastresymedia,casinovalelapenameterseenlacama.Yeso que se había propuesto estar en la fiesta el mínimo exigido por los buenosmodales.Comomuy tarde a las diezhabría desaparecido, sin decir naday sin quenadiesedieracuenta,seguro.

Despuésdelacompeticióndepunteríacambiódeopinión.Algosehabíatransformado.Sudistanciamientoanteriornohabíahabladomuybiendeella,perodespuéslos

hombresseleacercarondeotraforma.Fuecomosiporprimeravezestuvieraenlamismahabitaciónqueellos.

Demircicomprendióaquése referíaAaron:aqueellapuededarórdenesasushombres,enefecto,peroquesoloellosdecidenquiénessujefe.

Pavlik.Eldíaqueocupóelcargo,supredecesorquisopresentárselo.«Elmásimportante

de sus agentes», le anunció. Pero Pavlik pasó de largo por el pasillo sin dignarsesiquieraamirarla.FueunaafrentaquehastahoymismoDemircisiguesinentender.AldíasiguientePavliksemostróamableyprofesional,sinexplicar,noobstante,suanteriorcomportamiento.

«¿Porquéeselmásimportante?»,preguntóella.«Yaloverá»,contestósupredecesor,solemne.No le pareció necesario explicarle el hecho de que tuviera una pantorrilla

amputada y casi cincuenta años y siguiera de servicio. Demirci estudió lasevaluacionesdePavlik.Habíapasadolaspruebasderesistenciasinproblemas.Conunresultadomedio,escierto,perotampococabíaesperarqueestuvieseentrelostresmejoresenlascategoríasatléticas.

Empezóaconocerloenlasreunionespreparatoriasdelasoperaciones.Dalomismoladecisiónquetomeella,loshombressiemprelomiranaél.Sise

rascalabarbilla,seinquietan.Siasientelevemente,serelajan.Perosiseleformaunaarrugadesde loaltode lanarizhastaelnacimientodelpelo,escomosi sehubieradisparadounasirenadealarma.

EntoncesPavlikhacepreguntas.Y,tantosiaDemircilegustancomosino,cadaunadeellasestájustificada.

¿Noseríamejorircontrescoches?¿Ysienlapuertahaninstaladoundetonador?¿Deverdadestamossegurosdequenohandesenmascaradoanuestrohombre?¿Paraquésiguennecesitandoalosrehenes?

Solo cuando Pavlik se da por satisfecho, todo el mundo vuelve a respirartranquilo.ParaDemirciesonoesfácildeaceptar.

Sucarrerahasidovertiginosaysehaidoganandorespetoportodaspartes.ParaellaelDepartamentorepresentaunniveldeltododiferente,porsupuesto,peronola


habríanllamadosinoestuvieracualificadaparalalabor.¿LacuestionaPavlikaella?No.Solohacepreguntas.Al principioDemirci creía que la posición de él estabamotivada por su edad;

algunos compañeros podrían ser sus hijos. Sin duda es quien posee la mayorexperiencia,perosoloconesonobastaría.Enunmundodondelascualidadesdeunhombresemidenenfraccionesdesegundo,cadacualdeberatificarconstantementesuestatusmediantesurendimiento.

Demirci revisó el expediente de Pavlik. Primer ciclo de Matemáticas en laEscuelaUniversitariadelEjércitoAlemán;soldadoprofesional,francotiradorconlosparacaidistas,formadoparalaluchaensolitario.Después,laAcademiadePolicíayelGrupoEspecialdeOperacionesenBerlín.

En 1998 lo movilizaron como francotirador durante la toma de rehenes de lasinagoga de Fasanenstrasse. Tres hombres armados hasta los dientes de un gruponeonaziteníanensupoderalrabinoyacincomiembrosdelacomunidadysehabíanatrincheradoconellos.Amenazabanconmataralosrehenesysuicidarsedespués,yexigíanunaconfesióndelcancillerfederaltransmitidaendirectoporlosprincipalesnoticiariosdiciendoqueAuschwitznuncahabíaexistidoyqueelHolocaustonoeramásquepropagandasionista.

ElequipoespecialdePavlikseencontrabaenlaazoteadeunedificiodeenfrente.Seishorasdespuéshabríasidoyamomentodequelosrelevaran;nadieescapazdeconcentrarsedurantetantotiempo.Veíanalosobjetivosborrosos,lesresultabamuydifícil diferenciar entre secuestradores y rehenes.No tenían permiso para disparar.Oíanloquesucedíaenlasaladeoraciónmedianteunmicrófonoláserysupieronqueestabanapuntodeliquidaralprimerrehén.Pavlikmatóalostresnazisdeuntiroenlacabeza.Ningúnrehénresultóherido.

ElDepartamentolollamóunasemanadespués.Yallevaconellosdieciochoaños.Lasinagogayotrastresoperacionessuyashan

conseguidoentrar en labibliografíaespecializada.Laúltima,undisparodecisivoacasidosmil trescientosmetrosenuna liberaciónde rehenes.Demirci jamáshabríacreídoposiblealgoasí.

Después de algún tiempo, Pavlik le pidió que hablaran. Para él era importantecomentarlealgodecadaunode loshombres,presentárselos,porasídecir.Le rogóquetuvierasiempreencuentalasparticularidadesdecadauno.Loshombresteníandiferentespuntosfuertesperotambiéndebilidadesquenoseencontrabanenningunaevaluaciónyquehabíaqueequilibrar.Todosestabanbienentrenados,laformafísicanopodíaseruncriterio.

Escogíapalabrasqueresultabanextrañamenteanalíticasycariñosasalavez.Lacompasión le parecía igual de importante que la capacidad de decisión, y tanpeligrosacomolaarrogancia.Ledijoqueunhombrequesedistinguíaporsusentidode la justiciay su empatía se complementababien conuncompañeroque reunieraterquedad y también impaciencia. Que nunca debía enviar al uno solo a una


operación, porque no sería capaz de soportar la soledad, y que el otro únicamentepodíatrabajarenequipo,pueseraentoncescuandodabalomejordesí.

Tambiénconsiderabaimportantequeunhombrecasadocubrieraauncompañerosoltero,ynoalrevés.Todoesodebíasabersujefa.

«La compasión como punto débil y fuerte a la vez. Qué observación taninteligente…».

DemircilepreguntóaPavlikcuálerasudebilidad.«Elchocolate»,respondióél.Ella se levantó para darle lamano al despedirse. Lo que ocurrió después jamás loolvidará.MientrasPavliksedirigíaalapuerta,ellasevolvióyconlafaldasellevópor delante el sacapuntas del escritorio.Era imposible quePavlik lo hubiera visto,peroestirólamanoizquierdahaciaatrásydeespaldasalamesatandeprisaqueelojodeDemircinofuecapazdeseguirelmovimiento.Atrapóelsacapuntas,volvióadejarloensusitio,hizounlevegestodecabezaysalió.

Conelloquedaroncontestadastodaslaspreguntas.EnsuapartamentodeldistritodeMitte,Demircisacaelpaquetedetabacodeun

cajóncerradoconllave.Enciendeuncigarrillo,sejuraqueseráelúltimoysabequese estámintiendo. Sale al balcón de la decimotercera planta.Huele a nieve reciéncaída.Elcieloesunacampanadeluzbienvisibleporencimadelaciudad.

Alasdos,todoshabíanabandonadolafiestasalvoPavlikyella.Estabansentadosenlagaleríadetiro,entrelosrestosdelbufé.Élsehabíatomadotresocuatrovasosde aguardiente sin parecer borracho, y entonces le preguntó si alguna vez habíamatadoaunapersona.

Alverqueellanorespondía,lecontócómounfindesemanaqueteníalibresefueahacerkilómetrosconlamotoporunacarreteracercadeBeelitz.Enunacurvaseencontróunamanchadeaceiteysalióvolando.Lamotolosiguiócomounproyectilylearrancólapantorrillaantesdecruzarlacarreteradirectahaciaunaciclista.Pavliktodavíaconservó la conscienciaunmomentomásyvioqueunhombreyunaniñapequeñasearrodillabangritandojuntoalamujer.

Élsísabíaacuántaspersonashabíamatado.Siemprehabíasidoalgoinevitable;podíavivirconello.Sinembargo,aunquehacíayaochoañosdeaquelaccidente,nohabíapasadounsolodíaenelquenopensaraenaquellamujer.Cuandoledieronelaltadelhospitalfueaveralmaridoparadecirlelomuchísimoquelolamentaba.

El hombre le invitó a entrar, pero se quedó allí sentado sin decir palabra,estremecido.Enlahabitacióncontiguaestabalaniña,llorando.

Pasaronasíunahora.EsonodejabadescansaraPavlik.Demircimiraal edificiodeenfrente.Enunaventana se reflejaun televisor.En

otraparpadeaunaguirnaldadeNavidad.Enlaescaleraseenciendelaluz.Cadacualtienesuvida,seaferraaella,ladaporhecho.Solounospocossabenquenoesasí.

TampocoDemircilosabía.HastaeldíadeprimaveraquesumadrefueavisitarlaaCoblenza,dondeocupabasuprimerpuestocomoaspiranteacomisaria;hastaesanocheenelrestaurantedeuntíosuyo,dondelehablóasumadredesutrabajocon


lasmejillassonrosadasylamujersellenódeorgullo;hastaladiscotecapordelantedelaquepasabanpararegresaracasa,cogidasdelbrazo,porprimeravezcomodosamigas;hastaeltiroteoentrelosdoscamellos;hastaquesumadresedesplomóasuladoconelrostroconvertidoenunamáscarasangrienta;hastaqueelladisparóporlaespaldaalpistoleroquehuía;hastaelgritoquelapartiócomounhachaporlamitad;hastalallamadaasupadre,losgimoteosdelosquetodavíanosabesiprocedíandeélodeella;hastaelinformequelecertificóquehabíaactuadocorrectamente.

Solohamatadoesaúnicavez.Ylebastaráparasiempre.Consupadrenuncahapodidohablardeello.Élvivesoloensucasadedolor.

PeroDemirciselocontóaPavlik.Éllehizolaspreguntasadecuadasmientrasbebíaaguardiente:¿Quécondicionesdevisibilidadhabía?¿Aquédistanciaseencontrabaelhombre?¿Cuántasbalasdisparó?¿Depieoderodillas?¿Conambasmanos?

Notó cómoPavlik se tranquilizaba al ver que compartía con él algo que no seencuentra en ningún acta, que ella también sabía qué palabras son importantes ycómohayquepronunciarlas.

Demircilegorroneóunsinfiltro.Sequedaronvariosminutosmásallísentados,con confeti en lamesa,mientras por encimade ellos unos globos temblaban en elhumodeltabaco.Losdosmirandohacialapistaseis.

Aaron.Quémujermás extraña…Cumple todo lo queDemirci ha oídoy leídosobreella.Y,aunasí,esmuydiferente.

Buscalapalabra.«¿Infeliz?».No.«Triste».Peronoporsuceguera.DemircinoestáseguradequeAaronlapercibacomouna

discapacidad.Sentadaalamesaconella,estabaconcentradaporcompletoensuconversación.

Sin embargo, también controlaba lo que había alrededor. Aaron sabía en todomomento dónde estaba cada cual, y Demirci no tenía la menor idea de cómo loconseguía.Deunaformamisteriosaysinofenderanadie,indicabacuándonoqueríaque lamolestaran si estaba hablando con alguien. Si, por el contrario, una tercerapersonaerabienvenida,bastabaconungestomínimo,unainclinacióndelacabeza,lamanoabierta,una sonrisa,y lagente se le acercaba.Sucordialidadnoera fingida,todosqueríancruzaralmenosunaspalabrasconella,odarlelamano.

Dirigetodaslasconversacionesyunonisiquierasedacuenta.Y luego ese tiro.A ciegas, desde ochentametros.Demirci observaba aAaron.

Algolehizoperdersuequilibrioperfectoenelmomentodeapretarelgatillo;sino,habríalogradountirodediez,deesonohayningunaduda.

¿Quéfue?¿Boenisch?¿Holm?Demirci ha aprendido muchos refranes turcos de su padre. Ahora que el aire

gélidodelbalcóndesuapartamentolahadespejadoporcompleto,levieneunoala


cabeza:«Lavidaeslaescuela;eldolor,elmaestro».

Sandra duerme tranquila. La niña está tumbada a su lado; se agarra un pie con lamano, mueve la boca como si estuviera mamando, refunfuña, sueña con la caraapaciblementearrugada.Pavlikestáenlapuertaysepreguntacómopuedearriesgartodaesafelicidad.

Losgemelossonchicosgrandesaquienestodolesresbala.Todavíairánunmesmás a la escuela en Inglaterra, ya están pensando en la prueba de acceso a launiversidad. Llaman pocas veces, sus voces suenan casi como las de dos adultos.Prontonolonecesitarán.

Eso había sido un consuelo para Pavlik hasta la noche de hace un año cuandoSandrasepusolamanoenelvientreydijo:«Adivinaloquehayaquídentro».Saberquesushijoshabíantenidounpadrecuandorealmenteimportaba.ASandraselohaocultado.Ellanoseloperdonaría.

¿Quéconsuelosuponeelbebéparaél?Simañanayanoregresaraacasa,suhijasololoconoceríaporloquelecontarasumadre,sufotografíaleresultaríaextraña.Seríacomosisupuñitonohubieraaferradonuncalosdedosdeél,comosiélnuncahubieraaspiradosuaroma,comosisusgritosnuncalohubierandespertadoylaniñanuncalohubieraconocido.

Va a la cocina, donde le espera un termo de café fuerte que Sandra le hapreparadoporquesabíaqueyanoseacostaría.Delmismomodoquesiempresabeloquequiereyloquenecesitayloquehahechoyloquehará.

Salealaterrazanevada,sebebeelcafé.Oyeelleverumordeuncoche.Seacercadesdeunadistanciadeaproximadamentemilmetros.Esladistanciamáximaalaqueel suave sonidodeunmotor sigue siendoperceptible.Sudsudoeste.Debede irporStichkanal. Podría localizar un bocinazo hasta a dosmilmetros; conversaciones, adoscientos; un crujidode ramas, a noventa; pasos, a treinta.Un francotirador tienequesercapazdecalculareso,yformapartehastatalpuntodelpropioPavlikqueyanolopiensa,losabeypunto.

Igualqueconlunallenapocoantesdelsolsticiodeveranosabequeel lapsodetiempoenelquehayluzparauntiroseguroesmuybreve,yqueconlunacrecientesolopuedetenerunobjetivoenelpuntodemirasinamplificadorcomomuchohastamedianoche,yqueunapendienteconorientaciónnorteosuratenúalaluzdelaluna.InclusocuandosaleapaseartardeconSandraporelparqueyestárelajadoynohaynadaqueloinquiete,automáticamenteintentatenerlalunaasuespalda,porqueasíiluminaelcaminoydeslumbraacualquierposibleenemigo.

Cualquier día libre, mientras se echa una cabezada en la hamaca, sabe que lapólvoradeuncartuchoquemamásdeprisaenverano,quelavelocidaddesalidaseelevayquehayqueapuntaralgomásarribaqueconuntiempomásfrío.

A los gemelos les explicó las estrellas y ellos vieron la belleza de la creación.


Pavlikveíalascondicionesparaundisparoperfecto.Seavergüenzadeello.Latazadecafélecalientalamano,peroelfríonoleimporta,estáacostumbrado

aél.Podríadesnudarseyquedarsehorasallísincongelarse,mientrassientecómoloscoposdenievesederritensobresucuerpo.

Pavlik enciende un cigarrillo, lo disfruta, sabe lo poco profesional que es eso.Fumardisminuyelavisiónnocturna.Además,elmonodenicotinapuedeafectaralaconcentracióncuandosepasaunohorastumbadoconelfusilenposición.

Todavíasigueteniendolosojosdeunneurocirujano,peroelquealgunavezhayaintentadoacertarleaundedoposadoenungatillodeltamañodeunamotadepolvosabríaqueesunaprobabilidadpormillaquedecide.

¿Durantecuántotiemposeguiráaún?Cuando le dio aDemirci el consejo de que a un hombre soltero siempre debe

cubrirlounocasado,ynoalrevés,pensabaensímismo.Acualquiercompañeroquelecomentaraaélesomismo,lediría:«Dejaestetrabajo».

Hacetiempoquerecibeofertasdelaempresaprivada.Asesor,jefedeseguridad,sabelotodo. El que ha estado en el Departamento tiene donde elegir. Trabajo dedespacho tranquilo, de nueve a cinco, nada que no quepa entre las tapas de unexpediente. El sueldo sería una locura, pero ahora también les va bien. La casa latienenpagada,yhanheredadoalgo.Pavliknotienequehacernadapordinero.

Sandranolopresiona.Tambiénpodríadedicarsealaformación.ElDepartamentodisponedeuncentro

deentrenamientoenBeelitz,enel landdeBrandeburgo,querecibiósunombreporunviejomolinodevientodesmoronado.

«Ya lo creo que nos muelen bien allí. Y tú serías un negrero, los hombres teodiarían igual que tú y todos los demás habéis odiado y odiaréis a cualquierformador».

Salvoella.Seacuerdade lo jovenqueeracuando llegó.Laprimeramujer, lahijade Jörg

Aaron. Era tan guapa y tan triste… Y lo siguió siendo. Todos se enamoraron alinstante.Porsupuestoquedebíadeserbuena—sino,nolahabríanllamado—,perotodoelmundosepreguntabahastaquépunto.

Élno.Aéllebastóconversuandar,sumirada,sucalma,lafacilidadconlaquehacíacincocosasalmismotiempo.Inclusoseservíaelcafésinhacernadaderuido.Llevaba su apellido con displicencia, como quien va a una recepción con unosvaquerosagujereados.

Los demás estaban impacientes por ir con ella al Molino. No quedarondecepcionados.Esdifícildestacarentrehombrescomoesos.Pavlikaúnlarecuerdabebiendovinoconcolajuntoaloschicoslaprimeranoche.Unoescupióunincisivoensuvasoypreguntó:«¿Dóndehasaprendidoalucharasí?».

«Cuando mi madre estaba embarazada de mí veía películas de Bruce Lee»,


contestóella.Todosseecharonareír,peroPavlikvioelmiedoagazapadoensuinterior.EntoncestodavíanosabíanadadelsótanodeBoenisch,esonoseloconfióhasta

mucho después, cuando se hicieron amigos. Entonces se convirtió en su hermanapequeñayélcuidódeella.Siempre.

Pavliklacomprendía.Sudureza,sucalmaysusilencio.Estarsentado juntoasucamaenBarcelona fuecomomorir.Quepocodespués

ella cortara todo contacto con él le afectómás que lamuerte de su propio padre.Sandrasesentíaigual.DesdeentoncesnuncahablarondeAaron.Ningunodelosdosseveíacapazdesoportarlo.

Sin embargo, Pavlik nunca dejó de preocuparse por ella y seguir sus pasos ensecreto.SabequeHolmescomoundemonioqueviveensuinterior.QueAaronnodescansaráhastaqueestémuerto.

DosañosatrásseenteródequelahabíafichadolaBKA.Tieneunamigoqueesinvestigadorallí, JanPieper.Pavlik lepidióquesemetieradevezencuandoenelordenadordeAaron.Piepernohizopreguntas.AaronhabíaintroducidoenelsistemaINPOLuna petición para que la informaran cada vez que apareciera el nombre deHolm.

Hastalafechanohasucedido.PeroPavlik está al tanto de ello, igual que sabe queAaron se ha entrenado en

kárateyelañopasadoconsiguióelquintodan.Hace tres semanas tuvo que ir a Tegel para realizar un interrogatorio y vio a

Sascha.Holgazaneabapor allí con lamirada fría y una sonrisa también fría en loslabios.Tiróalsuelounacolillafría.Asualrededorteníaatresocuatropresosalosquedirigíaconsolomoverelmeñique.Sehabíaechadoelmiedodeesoshombresporencimacomosifueraunabrigocálido.

Pavliksepusoaindagarnadamássalirdeallíyconsiguiólascartasquehabíanintercambiado Sascha y Eva Askamp. Parecían auténticas, pero él no estabaconvencido.HastaqueencontraronelcadáverdelapsicólogaenlaceldadeBoenischyelhombredijoquesolohablaríaconAaron.

¿Cómo podía estar tan ciega Demirci para creer que todo eso no estabarelacionado con Aaron? Si su jefa supiera lo que está haciendo él, esa noche nohabríaidoacelebrarnada.Yalohabríadespedido.

«Talvezloquequieroesquetomeesadecisiónpormí».AldespertaresamañanaaúnestabadecididoanodecirlenadaaAaron.Después

desureencuentro,sinembargo,enesefelizmomentoenelqueellasearrimóaélyledijo:«Tequieromucho»,yanolosoportómás.Teníaderechoasaberlo.

De todas formas hay una cosa que se ha guardado para sí: el nombre de EvaAskamplesuenadealgo.

Solounhombreconunamemoriaextraordinariaestácapacitadoparaactuarcomo


francotirador o tirador de precisión. Constantemente debe repasar el terreno paradescubrirhastalamenortransformación.¿Esecigarrilloyaestabaahíunahoraantes?¿Esa piedrecita, el pañuelo de papel, la hoja, la esquirla de vidrio? Pavlik haentrenadoesahabilidadcontantaseveridadcomosucuerpo.

Sabequehaoídoanteselnombredeesamujer,o loha leído.Enel INPOLnoencuentranada.

¿Cuándoydónde?¿Cuándoydónde?Leestávolviendoloco.Casi tantocomolacertezadequeesedíacuyasprimeraslucesnoseveránaún

hastadentrodeun rato le aguardaalgoque lopondráapruebacomoningunaotracosalohahechojamás.

Nopuedeexpresarloconpalabras,perolosabe.PavliksientequeSandraestádepieasuespaldaaunquenolahaoídollegar.Su

mujerleechaunamantasobreloshombrosenelprecisoinstanteenelqueseleponelapieldegallina.

—¿Hallegadobienalhotel?—lepregunta.—Sí.—¿Sola?—Sabesquenodaunpasosola.—Nomerefieroaeso.ElsilenciodeélcontieneelnombredeNiko;elsusurrodeSandra,sumiedo.—Paseloquepase,túlaprotegerás.


12

Aarondespierta.Mierda.Mierda.Mierda.Elmundonoesmásqueluz.Sumiradarecorre al vuelo la infinidad blanca, cada vez más lejos, sin rumbo, millones dekilómetrosquesonsolounparpadeo.LaluzrodeaaAaronyalmismotiempoestáensu interior, la llena por completo, irradia a través de ella como una corrientepoderosa.Aaronnadaenesaluz,lacorrientelaarrastra.

Sesienteligeracomounaplumamientrassealejadeallí.Yaleocurrióunavez.Haceunmes,enWiesbaden,cuandovolvíadelasesióndenochedelcine.Enla

acera de pronto la rodearongritos y carcajadas.Aaron sintió la energía demuchaspersonas, recibió un golpe, se metió sin darse cuenta en una muchedumbre dejuerguistasquelaarrastraronylaempujaronhaciadelante.Porfinconsiguióliberarseyelgruposiguiósucaminoentrerisas.

Aaronyanosabíadóndeestaba laderechaydónde la izquierda,sevolvióysetropezó contra un hombre. Temblando, le preguntó si sabía en qué dirección seencontrabalaparadadelautobús.

Elhombrenorespondió.Laaferróuninstante.Oquizáhoras,nolosabe.Luegodesapareció.

Alamañanasiguiente,cuandoAaronabrió losojos,había luzpor todaspartes.Eseresplandor,esacorrientepoderosa.Seinquietómuchoyfueaunoftalmólogoconlarepentinaesperanzadequepudieratratarsedeunaprimeraseñaldequesuvisiónestabaregresando,peroelhombreledijoqueveíatanpocoenblancocomoantesennegro.Noveíanadadenada.Sucerebroúnicamenteproducíacolores.Habíaciegos,explicó, cuyo mundo era gris, azul, o incluso verde o lila. En algunos ese colorcambiabaconsuestadodeánimo,enotrosno.Lacausaeradesconocida.Losentíamucho,perolaoftalmologíanoeraunacienciaexacta.

Laluz,dehecho,sedebilitóconelpasodelosdías.Laabandonóysetransformóenunacortinapálidaqueseabombabafrenteaunaventanatraslacualseencontrabalanocheeterna.Undía,alirsealacama,traslacortinarelucieronunosrayos,ycadauno tiñódenegrounhilode la tela.Ella loestuvoobservandohastaque sequedódormida. Al despertar se encontró mirando de hito en hito la oscuridad, como sinuncahubieraexistidolaluz.

LlamóalaBKA,dijoqueestabaenfermaycompróunbilleteparaelfuniculardeNeroberg.DurantesuépocaenelDepartamento,losviajesdeservicioaWiesbadensolohabíanconsistidoenavión,taxiyreunión.LoscompañerosdelaBKAsiemprecomentabanqueunviajeenelviejofunicularmovidoporfuerzahidráulicamerecíalapena;lasvistasdesdeloaltoeranincomparables,decían.

Ella nunca había encontrado el momento. Sin embargo, desde que vive enWiesbaden,elbancoquehayjuntoaltemplogriegodeloaltoessulugarpreferido.


Allísesientaeimaginaunavistaque,enlosdíasclaros,llegahastaFráncfort.AquellamañanaAaronoyóelaleteodelaspalomasylasrisasdelosniños.Tenía

frío.Hundió lasmanos en los bolsillos del abrigo y en el izquierdo encontró algopequeño,duro,rasposo.

Seextrañó.Perodeprontosupoloqueera.Ungranodecafé.Elolordelhombrequelahabíaasidoenlacalle,delantedelcine, leinvadióla

nariz.Flordecamelia.AlcomprenderquehabíasidoHolm,Aaronsesintiócomounpapelarrugado.

Lahabíaencontradoypodíamatarlaencualquiermomento.Estuvotemblandounbuenrato.

Solounmesdespuésdequedarseciega fueavisitaraunentrenadordemovilidad,pero el hombre le dijo que todavía no podía trabajar con ella. Que solo aceptabaclientesqueestuvieranciegosdesdehacíaporlomenosunaño.Éllollamabael«añode luto». Para superar el shock era necesario que hubiera hecho aparición unasensacióninexplicableeirrevocable;lapérdidadelavisióneratandefinitivacomolamuertedeunserquerido.

Aarondebía tomarseprimeroun tiempodeduelo, despuéspodría llamarlootravez.

Otrosdosentrenadoreslarechazarontambiénpormotivossimilares.Alcuartolobuscósupadre.Aaronnosabequéledijoalhombre,perolaaceptó.Laformacióndurabanormalmenteochosemanas; ella loconsiguióencuatro.En lashoras librespracticabaconelsentidodelequilibrio,hacíayogaytaichí,torturabasucuerpo,queselehabíavueltoextraño.Aveceslopalpabaparaasegurarsedequelepertenecíaaellaynoaotrapersona.

Lacuartasemana,supadremurió.Tampocosetomóeseañodeluto.Retomóelkárate. Al principio ella sola, porque resultaba tan ridícula que le habría dadovergüenzaquealguienfuesetestigodesustorpesmovimientosysusreflejos,quenisiquieramerecíanesenombre.

Másadelante,cuandosedesencadenóelincendioenlabibliotecadesumemoria,Aaronsepreguntócondesesperaciónsilohabríaprovocadosuimpaciencia.¿Eralapérdidade los recuerdos elprecioquedebíapagarporhabersenegadoa llorar susotraspérdidas?

«Pasará cuatro fases», le había explicado el médico del hospital. Conmoción.Negación.Depresión.Aceptación.Creíaqueyahabíaaceptadosudestino,perosololohabía imaginado.Al encontrarse frente al fuegoadmitióporprimeravez ante símismaquenuncahabíaintentadocomprenderloqueestabaocurriendodeverdadensuinterior.Nohabíaacabadoconsuantiguavida.Seguíaarrastrándolaconsigoy,en


elfondo,sehabíaconvertidoenunacargainsoportable.Tantoqueensecretoinclusoanhelabadeshacersedeesepesodeunavezportodas.

Gantenbeindiceque,tardeotemprano,todapersonaseinventaunahistoriaqueacabatomandoporsuvida.

TambiénAarontuvoqueinventarseunavidadeltodonuevaparanoapagarse.Elprimerpasofueelmásdifícil:admitirqueestabaciegayqueesosignificaba

algodiferenteanopoderver.Entoncesllevósuantiguavidaalatumbaylalloró,yseconvirtióenlamujerqueesahora.Tambiénlloróporsupadre.

Desde aquella mañana en Neroberg, donde las palomas aleteaban y los niñosreíany ella encontró elgranodecafé enelbolsillodel abrigo, sabeporquéno sehabíaconcedidoesetiempo.

Sinembargo,¿porquéqueríavengarseHolm?¿Porqueellametióasuhermanoenlacárcel?¿Despuésdecincoaños?Aaronsedevanólossesos.EnBarcelonahabíamatado aNinaDeraux, la amante deOjos de Ficha. Sopesó la posibilidad de queDerauxnoestuvieraembarazadadeél,sinodeHolm.Noobstante,enlaautopsiaserealizó una prueba de ADN del feto que identificó a Ojos de Ficha como suprogenitor.ElodioconelqueHolmlamiróeneltúnelsehabíaquedadograbadoafuegoparasiempreensuretina.¿Porquélasiguióhastalaronda?¿Poreldinero?Nihablar. El dinero no significaba nada para él. El coche volcó, ella quedó tendida,ciegaeimpotenteentreelamasijodemetal.Holmhabríapodidoparar.Paraélhabríasidomuysencillollevarselabolsaydesaparecer.Esonoleinteresaba.

Asíseconvirtióenelseñordesussueños.Unavezseleaparecióconuncortedepeloiroqués,comoRobertdeNiroenTaxi

Driver,yledijosonriendo:«Eresdemasiadolenta».En otra ocasión se vio a sí misma con diecisiete años junto a Ben, su mejor

amigo. El estanque del bosque se había congelado. Su madre le había inculcadosiemprequebajoningúnconceptopisarasobreelhielofino,peroaellalaatraíatantocomo una tableta gigantesca de chocolate con avellanas que solo tenía quedesenvolver.YBensehizoelvalienteporqueellasehacía lavaliente.Dadosdelamanovolaronsobreelespejoblanco;lascuchillasdesuspatinesdibujarongritosdejúbilo en el hielo. Hasta que Ben gritó y empezó a pesar tanto que ella tuvo quesoltarlelamano.Sehundióenaquelagujeronegro,emergióotravezyestirósumanofría hacia Aaron. Pero ella solo consiguió tocarle las puntas de los dedos. Se leresbalóyloúltimoqueviofueronsuslágrimas.

EnelsueñocomprendióqueBenvivía.ÉleraHolm,yqueríaajustarlascuentascon ella por no haberlo salvado. Tal era la desesperación con la que Aaron sepreguntabanocheydíaporquéHolmlaodiabatanto.

Esehombreharegresado,ydurantelasúltimascuatrosemanasellanohahechomásqueesperarelmomentoenquevolveráaencontrarseanteél.

«Soloéldecidirácuándo».«¿CómohepodidosertaningenuaparaveniraBerlín?».


«Aunquetalvezerajustoloquedeseaba».Son las seis de la mañana en el hotel Jupiter y está desentrenada. Si Pavlik

hubieselanzadoelpaquetedetabacoenlaazoteaunasegundavez,Aaronlohabríaatrapado.Ysivolvieraaencontrarseenlapistaseis…

«Noseasarrogante.Tienesunadiscapacidad.NopuedesmedirteconHolm,élnotedaráunasegundaoportunidad.Esosiesqueteconcedealguna».

Semete en el baño,mira hacia el espejo y se imagina su cara, igual que hacetodas las mañanas. Siempre se ve como en la misma foto. Posa con las piernasseparadasenlaterrazadeSandrayPavlik,llevaunsombrerodevaqueroqueesdelosgemelos,sacadosrevólveresdejuguetedelasfundasyríe.Esafotoeselúnicorecuerdo que tiene de su rostro. Nunca envejecerá y ha quedado congelada parasiempreeneseinstanteenlaterraza.

En todos los santuarios sintoístas hay un espejo. Al mirarse en él, uno debereconocerseasímismo.Consuvalentía.Consumiedo.

Contodoloqueunoes.Aaron debe seguir su destino. El Departamento no puede protegerla, aunque

fueranmuchosmáshombres.CuandoseencuentrecaraacaraconHolmestarásola,notendránadamásquelaluzdesuinterior.Aunasí,esaluzlechupalaenergíadelcuerpo,laseduce,quiereconvencerlaparaquesedejecaerenella.CómolegustaríaaAarontomarseunodeesosestimulantes…Enlugardeeso,semetebajoladucha,fría,caliente,fríaotravez.Milpinchazosafilansupensamiento.HoyempezaráporquitarsedeencimaalosdoshombresquehanreemplazadoaKleffyaRogge.EstáconvencidadequePavlikhaelegidoalosmejores,asíqueseráunbuenejercicio.

Sabecuálessuobjetivo.«Losiento,lacameliayaestávendida».Cuando sale de la ducha, deja el grifo abierto almáximo. Se lava los dientes.

Desdeayersabedóndeestánlosbotonesdelaradio,ponemúsica.Alsalirdelbañopalpaeltornilloquehaydebajodeltiradorconelquelapuertaseabredesdefuera.Girándoloconlaayudadeunamonedacierraelpestillo.

Seviste.Chascalalenguaapocovolumen.Recibeelecodelapuertaqueconectacon la habitación contigua y que en caso necesario se puede unir a la suya paraformarunasuite.Seguramenteestádesocupada;Pavliksehabráencargadodeello.

Sacadelbolsounahorquilladelpeloyabre.Aguzaeloído.Siseequivocaraydespertaraaalguienallí,laescenaresultaríabastanteridícula.

Todosigueensilencio.Nopercibeningunarespiración.Bien.Semeteelmóvilyalgunosbilletesenlosvaqueros,seponeelabrigoysacala

bibliadehoteldelcajóndelamesilladenoche.Denuevochascalalengua.CuandoAaron está concentrada al máximo, es capaz de localizar objetos a partir de doscentímetrosdegrosor.Ubicalalámparadepieyseacercaatientas.Juntoaellahayunamesadecristal.


Aferralalámpara,cogeaireconfuerza,estampaelpiemetálicocontralamesaylatiraalsuelo.

Alinstantellamanalapuerta.—¿Aaron?Esto…,¿estásbien?Yasabequiénes:Peschel.Tienelamaníadeanteponerun«esto»alamayoríade

sus frases. Peschel no hacemás que comer chucherías y nunca engorda, tiene treshijosdetresmujeresdiferentes.

EselmejorguardaespaldasdelDepartamento.«Gracias,Pavlik».—Esto…,sitúnoabres,tendremosqueentrar.¿Aaron?Coge los zapatos de tacón, se cuela en la habitación contigua con la biblia de

hotelyelbastóntelescópicoplegado,cierrasinhacerruidolapuertadeconexiónycalcula que ellos tardarán quince segundos en sospechar que ahí hay algo que noencaja.Cincomásendecidirseaactuar.

Losgolpesenlapuertasehacenmásfuertes.—¡Oye,dialgo!Aaroncuentaensilencio.Veintesegundosdespués,lapuertasaltadelasbisagras.

Con eso da por sentado que los dos hombres han irrumpido en su habitación, sedeslizaentoncesalpasilloytuercehacialaizquierda.

Nadielallama.Bien.Dejacaerloshombros,semueveconligereza,lagruesamoquetadelsueloessu

mejoraliado.Enunamanollevaelbastónyloszapatos;enlaotra,labiblia.«¿Quépuedeocurrir?».«Quedelantedemíhayaunobstáculo.Tropiezoconélyarmojaleo.Improbable.

¿Quépodríahaberaquíenmedioaestashoras?».Sabequeelpasillotuercetrasochentapasos,seacercaallugarauntroteligero,

sinapresurarse,dospasosunmetro,sinhacerruido.Yaoyemuydelejoslosgolpesen la puerta del baño y les lee el pensamiento a los hombres: «Aaron se estáduchando, la radio está enmarcha…, por eso no se ha enterado de nada».Ven elcristaldelamesahechoañicos,lalámpara.Peroestánenlaplantacatorce,lafachadadelhoteleslisa,laventanaestáintacta,nadiehapodidocolarseenlahabitaciónsinservisto.

Leshanmetidoenlacabezaqueensituacionescomoesaapliquenla«navajadeOckham»: en caso de que haya varias posibilidades, decídete siempre por la mássencilla.

PeschelconoceaAaron.Sedirá:«Esunatíagenial,perocuandoledaelpuntosiemprehayalgoqueacabahechoañicos.Estásometidaamuchapresión,teníaquedesahogarseylahaemprendidoconlamesa».

Sería muy lamentable irrumpir de golpe en el cuarto de baño, verse ante unaAarondesnudaytenerquetartamudearunadisculpa.

«Eso no los detendrá eternamente, claro. Se quedarán quietos unos treinta


segundosmás. Entonces alguno de los dos girará la manija hacia abajo y se darácuenta de que está cerrada con llave. ¿Por qué habría tenido que hacerlo, estandosola?Echaránlapuertaabajo».

Aaronencuentraellugarexactodelrecododelpasillo,semantienealaderechayllegaalascensortrasveintemetrosmás.Buscaatientaselbotónyloaprieta.Seponelostacones.

«¿Quépuedeocurrir?».«Primero:queelascensortardesiglos».«Segundo:quenobaje,sinoquesuba».Maderaquesehaceastillas.Losdoshombreshanperdidolapacienciaantesdelo

queesperabayhandestrozadolapuertadelbaño.Ahorayaestánenterados.Lesdadiezsegundosparapresentarseenelascensor.

«Malditasea,¿porquénollega?».Ahíestá.Lapuertaseabreyellasaltaalinteriordelacabina.¿Québotóneslaplantabaja?

¿Elúltimo?No.Elhotelnotieneaparcamientosubterráneo,perosíunazonadespaenelsótano.

Pasosalacarrera.Aaron aprieta el segundo botón por abajo. La puerta se cierra con tanta

parsimonia que los puños de Peschel llegan a estrellarse contra ella cuando elascensorporfinempiezaabajar.

—¿Aquévieneestamierda?—oyeAaronsugritoamortiguado.Unodeellosvolveráallamaralascensor,elotrotomarálaescalera.Ochentasegundoscomomáximo.«Muyjusto.Demasiado».Elascensoresrápido,porsuerte.Aunasí,elratoquetardaenllegarabajosele

hace dolorosamente largo. Ahora se decidirá todo. Si sale de la cabina pero seencuentraconquenoeselvestíbulo,sinootraplanta,puedeolvidarsedesuplan.

Se asoma por la puerta del ascensor tapando la célula fotoeléctrica. Músicaclásicasuave,timbresdeteléfonos,elrepiqueteodeunteclado,unamaletaderuedassobremármol.Aliviada,Aaroncolocalabibliaenlasguíasdelapuertaparaimpedirqueelascensorvuelvaasubir.Sigueelruidodelasmaletas,despliegaelbastónconunchasquido, lo sostiene como si fueraunbolígrafoy lohaceoscilar comoenunvídeodeformaciónparaentrenadoresdemovilidad.

Algo le obstaculiza el camino.Aaron extiende lamano. Cuero, un tresillo. Lorecorreconlapalma,rodealabarrera,hacebailardenuevoelbastón,tienevíalibre.

Golpeacontraelcantometálicodelapuertagiratoria.Ahoravienelapartemásdifícil.Tienequeesfumarse.Yenmenosdecincuentasegundos.


13

Unfríohúmedolarodea.Losgasesdecombustiónsemezclanconelairedenieve.La ciudad bosteza, se damedia vuelta, todavía no quiere despertar. Dormita en elrunrúndeunamáquinabarredora,enelperezosorumordelosmotoresdiésel,enelcrujirdelosneumáticos,enlostraqueteosdemaletasquesealejan.

Todovadespacio.SoloAaronvadeprisa.Chasca la lengua, tarda cuatro pasos en llegar al bordillo, casi resbala, pero

recuperaelequilibrioysaledelasombrasonoradeloscochesaparcados.AAaronlegustanlascallesconmuchotráfico.Lacorrientedevehículoslaayudaaorientarse.Cuandoelprimerosedetieneyvacontagiandoauncochetrasotrohastaquetodosquedanparados,sabequeallíhayunsemáforo.

Esmejoresoquetenerquecruzarunacalletranquilaconelriesgodequealgúncochesalgadisparadodeuncruceounaentradayellaseencuentreenmitadde lacalzada,impotenteyrezando.

Sinembargoaquí,enLeipzigerStrasse,el siguientesemáforoquedademasiadolejos. El tráfico a esta hora es irregular, las distancias entre los coches pueden sermuy diferentes entre sí. Aaron calcula que tiene un margen de entre dos y cincosegundos.Nopuedesaberlo,asíquetendríaquellegaralotroladodelacalleaunavelocidadendiablada.

Sabequetardasietepasosenllegaralamitaddeesacalle:cuatrocarriles.Lasegundavirtud:Yu.Valor.Aprietaacorrerconelbastónextendido.«¡Miradme!¡Porfavor!¡Nosoñéisdespiertos!».Ningún claxon. Por suerte ha dado con elmomento perfecto. Se detiene en la

mediana,ensupechosienteunatroqueladoraenmarcha.Seconcentrapara encontrar elmomento idóneoyvuelve a correr.Estavez los

coches tienenquefrenar,patinan,unolegolpeaelbastónycasise loarrancade lamano. Corre rodeada de luz y se imagina que también los coches son entesluminosos.

Sonsololuz,ingrávidos,ylaluznopuedeherirla.Laacompañaunconciertodebocinazos,peroloconsigue,yaestáalotrolado.«¡Todavíatengoporlomenosveintesegundos!¡Mebasta!».Eufórica,encuentraconelbastónunhuecoentredosvehículosaparcados.Detrás

de ellos estará a cubierto. Se imagina a los hombres saliendo del Jupiter a todavelocidad,registrandolaacerayrindiéndoseconunrechinardedientes.

¡No estámal para una ciega! Solo le da pena el rapapolvo que les va a echarPavlik.

Derepentesequedaatascada.Su rodillahaencontradounobstáculo.Lopalpa.


EnelprecisoinstanteenelqueAaroncomprendedequésetrata,sedesataelcaos.Haidoapararalespacioquehayentreunacabinadecamiónysuremolque,ylo

que ha encontrado con la rodilla es el enganche. El motor se pone en marcha, elcamiónarranca.

La adrenalina inunda sus venas como si se hubiera roto unapresa.Aaron saltasobrelalanza,esunapolizonte.Todosucedeaunavelocidaddescabellada,peroparaella el tiempo transcurre interminablemente despacio. Se ve obligada a soltar elbastón,queacababajolasruedas.Oyecómosedestroza,oyelosrugidososcurosdelmotor,loscrujidosmetálicosbajosuspies,elmartilleodelcordajeylaslonasdetrásdeella.Oyeinclusoelintermitentedelcamión,yesoesimposible.

Mientraselvehículoseincorporaaltráficoyacelera,laspuntasdelospies,sobrelasquesebalancea,sonsuúnicocontactoconelenganche,yaquelostaconesdeloszapatossignificaríansumuerte.Conlasmanosbuscaunpuntodeagarreyencuentraunaranuradeventilación.Clavaenellalasyemasdelosdedosdeunamanocomosihicieraescaladalibre.Suotropuñomartillealachapaconladescabelladaesperanzadequeelconductorlaoiga.Elcamiónvacadavezmásdeprisa.Curvaaladerecha.Aarondaunbandazo.Lalanzadaunbote.Aarontienequeparardegolpear,necesitalasyemasdelosdedosdeambasmanos.

Yseleresbalan.Sequedauninstantedepiesobrelalanzasinsujetarseanada,comounsurfista

quehapilladounaolamonstruosaylacabalgaconlaquillasobreunaúnicagotadeagua.Aaron sabe que, si ahora hace algomal,morirá.Todo se vuelvemuchomáslento.Elmundocasisedetiene.

Se deja caer hacia atrás y al mismo tiempo levanta la pierna derecha a todavelocidad.Colocaelpiecontra lapareddedelante,sesostieneconelotrosobre lalanza, aprieta la espalda contra la lona del remolque, extiende ambos brazos paraaumentarsusuperficiecorporal.Elrevestimientoestátirante,esaessusalvación.Enesaposturasuperalossiguientessegundos,mientrasreflexiona:«Tengoqueaguantarhastaunsemáforoenrojo.Allísaltaré.Pero¿cómosabréqueesunsemáforo?Sielcamiónsedetieneunmomentoperoarrancaotravezenseguida,estoymuerta».

Elconductorvasurfeandolaola;unaolaverde,ensucaso.Otra curva, estavez a la izquierda, cerrada.LapiernaderechadeAaronqueda

estirada al máximo y tan lejos por encima de la otra que casi realiza un spagatcruzadoynopuedeseguirejerciendopresión.

Aaroncontemplalaescenaensumenteycalculaquesusprobabilidadessondeuncincoporciento.Recogelapiernaderechaysequedadepiesobrelalanzacomounflamenco.Ponetodasufuerzaenlapiernaizquierdaysecatapultahaciadelante.Sinoalcanzalaranuradeventilaciónalaprimera,seráelúltimomovimientodesuvida.

Unamanosecierraenelvacío,perolaotraencuentralachapa.Aarontiradesímismaconlapuntadeldedocorazón.Llevalaotramanohastaallíydealgunaforma


consiguesostenerse.Derepentesevelanzadacontralapareddelacabina.Losfrenoschirrían.

Elcamiónsehadetenido.Ellapiensafebrilmentesisaltarono.«¡Sí!¡Hazlo!».Peroesepensamientoyeltirónquesientecuandoelconductorarrancadenuevo

sonunamismacosa.Solosehabíadetenidoparadejarpasaraunpeatón,unciclista,unperro,loquesea.Aaron,decididayaasaltar,habíarelajadolatensióncorporal.

Ypierdeelpuntodeapoyoenlalanza.Sequedacolgandodelapuntadesolotresdedos.Suspiernassebalanceanenla

nada.Buscanlalanza,nolaencuentran.«Seacabó».En el momento en que resbala y cae, el camión frena de nuevo. Aaron choca

contraelasfalto,aladerechadelalanza.Sehaceunovilloparaqueelremolquenola arrolley traslada todo supesoa la izquierda.Gira sin controlbajo el chasis, nopuedehacernadamás,esunapiñadeabeto,unahojamarchita,uncopodenieve,unamotadepolvoconlaqueunhuracánhaceloquequiere.Laadrenalinaexplotaensuinterior.Aarongritaysedacontraunobstáculo.

Sehaquedadosinrespiración.Loúnicoquellegaalinteriordesuspulmonesesunmiedovertiginoso.

Seobligaapalparelobstáculo.Unarueda.Grande.Inmóvil.Sucabezaesunojodeagujaporelquemilesdepensamientosquierenpasarala

vez.Seaprietan,seempujan,tienenunaprisaabsurda,todosquierenserelprimero.Dospreguntasconsiguenllegarasuconsciencia:«¿Derechaoizquierda?».«¿Cuántoscarriles?».Se decide por la soluciónmás probable y se arrastra a la derecha para salir de

debajodelremolque.Motoresenpuntomuerto.Tocauncapócaliente,mojado,sigueavanzandoatientasalolargodeunparachoquesytropiezaconelbordillo.

Trasella,loscochesseponenenmarcha.Elcamiónsuenatansilenciosocomosiestuvieraacincocallesdeallí.Aaronquierechasquearlosdedos,perolostienetanrígidos como si fueran de madera. Intenta chascar la lengua y solo produce unestallidoseco.Vuelveaintentarlotantasvecesquelacabezalevaaestallar.Escomogritar contra una tormenta. De alguna forma consigue un sonido lamentablementetenue.

Peroelecoregresa.Unacasa.Suspiesseponenenmarcha.Sedacontralapared.Lossietepasoshastaelportal

nolossientecomosuyos.Sedejacaerenelescalón.Laadrenalinayanoesmásqueunrecuerdodeesacorrientetanpoderosadehaceunmomento.

Daunosgolpecitos temblorososensurelojdepulsera.Lavozrobótica informa


con sobriedad: «Siete de enero. Jueves. Seis horas, diecisiete minutos, oncesegundos».

Solohacedosminutosquehasalidodelhotel.Ensusvaquerosvibraelmóvil.Pavlik.Una nueva oleada empieza a avanzar. Esta vez son lágrimas. Aaron está

acuclilladaanteunacasaenmitaddeningunaparteyllorasinparar.Sinembargo,noesporesosdosminutos.Eldolortienemuchosnombres.Boenisch,Barcelona,Holm,Niko,Sandra,papá,

todos losdemás.Yanoquiere seguir siendo fuerte.No tieneporqué seguir siendofuerte.Nopuedeseguirsiendofuerte.Sequedaunbuenratoallísentada,hastaquellorasinderramarmáslágrimas.Estácomomuertaynisiquieraconsiguelevantarlacabezacuandooyeunavozamableypreocupada.

—¿Seencuentraustedbien?¿Necesitaayuda?—preguntaunhombre.Nosacafuerzasniparacontestar.—¿Hablaalemán?Dealgunaformaconsigueerguirse,vacilante.—¿Podríadecirmedóndeestoy?—MadredeDios,¿quélehasucedido?…Justoentoncessedacuentadequelacaídabajoelcamiónyelbarroporelquese

haarrastradodebendehaberledejadomarcas.—¡Perosiestáherida!—¿Dónde?—Enlasmanos.Sangre.Seha raspado la piel.No le duele.Está entumecida.Mueve losdedos.

Funcionan.—Noesnada.Porfavor,esmuyimportantequemedigadóndeestoy.—¿NoesusteddeBerlín?—¿Porqué?—Porque está mirando directamente al Monumento a los judíos de Europa

asesinados.—Soyciega.—Puesnoloparece.—Yalosé.¿Podríapararmeuntaxi?

Elvehículorecorrelacircunvalacióndelaciudad.Loslimpiaparabrisasnoestánenmarcha,oseaqueyanonieva.Enelasientodeatrásdel taxi,Aaronapoya lasiencontra el cristal helado de la ventanilla. Su mano encuentra el grano de café quetodavíallevaenelbolsillodelabrigo.Unúnicopensamientodavueltasenunbucleinfinito:

«¿CómovoyaaguantarcontraHolmsinisiquierasoycapazdecruzarlacalle?».


Elmóvillevibraotravez.LatercerallamadadePavlik.Aaronescuchaelbuzóndevoz.«Pero¿enquéestabaspensando?¿Tehasvueltolocaderemate?¿Dóndetehasmetido?Comonomellamesahoramismovoyaponerteunaordendebúsquedaycaptura».

Suvozsuenaunaterceramásgrave.Sololohabíaoídotanfuriosounaúnicavez;todavíalorecuerda.

Cuando losgemelos teníandiez años, undíanovolvieron a casadel colegioydesaparecieron.AaronsepasóhorassentadaconSandrayPavlikmientraslapolicíalosbuscabaysuspadresenloquecíanporelmiedo.Alasdiezdelanoche,losniñossepresentaronenlapuerta.LosdosestabanperdidamenteenamoradosdeunaniñadesuclaseysehabíangastadosusahorroseninvitarlaairapatinaralapistadehieloyalmercadillodeNavidadparafanfarronearunpoco.

A Pavlik se le escapó la mano. Los gemelos corrieron a su habitación y seencerrarondentro.Sinembargo,cuandoAaronsesentóantesupuertay,muyseria,les explicó cómo se había enamorado ella con once años de un niño que eramásdulce que las cerezas, la dejaron entrar.Habló con los dos como si fueran adultosmientrasPavliksedesahogabaenelgaraje tirandoherramientasySandra intentabatranquilizarlo.

Lesdijoalosgemelosquesupadrenoleshabíadadounbofetónporqueestuvieraenfadado,sinoporelaliviodehaberlosencontrado.Lespreguntócómoeraesaniña,yloschicossepelearonporsilomásguayqueteníaerasumelenadesgreñadaosuspecas o su flipante capacidad de silbar con un solo dedo. Ella les aconsejó queaclararan cuanto antes quiénde los dos le gustaba a ella, porque si no tendríanunbuen lío.Lesalborotóelpeloy les aseguróquealdía siguienteelhumosehabríadisipado.Talvezlospróximosdíasseríabuenoqueayudaranasupadrearecogerelgaraje.Yseguroquetampocoestaríanadamalponerremedioalcaosdesucuarto,queteníaasumadredesesperada.

PavlikhabíasalidoconelcocheyregresócuandoAaronyaseestababebiendounacopadevinoconSandra.Habíaidoacasadelamadredelaniñaparadisculparseennombredesushijos.Lamujerestababorrachaynisehabíadadocuentadequesuhija había desaparecido. Pavlik no se lo podía quitar de la cabeza. Sacó elaguardiente.NisiquieraSandrafuecapazdecalmarlo.Despuésdequesumaridolesoltaraunbufido,lodejóasolasconAaron.

Quiso hablar con él, pero Pavlik, furioso, le dijo que ella no podía entenderlo.Quenoteníafamilia.¡Quésabíaella!Aaronselevantó,fueaporsucazadoraydejósobre lamesa la foto en la que todavía hoy ve su rostro. La habían hecho con eldisparador automático. Aaron, Sandra, Pavlik y los gemelos, todos disfrazados deindiosyvaqueros.Erancinco.Despuésdeeso,ambospermanecieronensilenciounbuen rato. Aaron siempre llevaba esa foto encima, salvo cuando estaba en unaoperaciónencubierta.

Semarchósinmolestarseendespedirse.


AlamañanasiguientecogióelvueloaBarcelona.Enelhospital,Pavliknolatratóconcompasión;esaerasuformadellorar.Antes

desalir,lepusoalgoenlamano.Aaronenseguidasupoloqueera.Cuandoélyanoestaba, apretócontra sucuerpoesa fotografía en laquedesdeesemomentoestaríasola,comosilosdemásnuncahubieranaparecidoenella.

Eltaxistalaacompañahastalapuerta.AaronlepidequellamealtimbredeAskamp.No,notieneporquéesperarconella.SuponequeloshombresquevigilanlacasayaestánllamandoaPavlik.Encasodequenadieleabra,sequedaráahídepiehastaquellegueélysedespacheagusto.

Sinembargo,elinterfonoseacciona.Entraeneledificio.Nosabequéplantaes.Pasoscautelososhastalaescalera.Se

detieneenelprimerdescansillo.—¿SeñoraAskamp?—preguntasinlevantarmucholavoz.Nohayrespuesta.Subeunaplantamás.Chascalalengua.Elecolemuestralapuertaabiertadeun

piso.—¿SeñoraAskamp?Algosusurrantepasafrenteaella.Ungatobajasaltandolaescaleraymaúlla.EnlacabezadeAaronsuenaunmurmulloquetapaloslatidosdesucorazón.Se

quitalostacones,tambiénelabrigo,ylodejacaeralsuelo.Entraenelapartamento.Dentrohueleacamelias.Tropieza.Searrodillaypalpauncuerpoinerte.Espequeño.Unniño.Aaronseprecipitaporunpozo insondableencuyo fondoseestrellay seencuentrasolaconelpequeño.Lebuscaelpulso.Estávivo.Muyporencimadeellaseoyeunamúsicaporelaltavozdeunmóvil.

PrettyWoman,walkingdownthestreet.PrettyWoman,thekindIliketomeet.Unfríogélidofluyeporsucuerpocomosiselohubierantransfundido.Lapuerta

secierra.Unamano laagarra, la sacadelpozo igualquesi fueraunamuñecay lalanzacontraelsueloduro.

Aaronsearrastraporuntúneldemiedo.Unrayocegadoratraviesalaluz.Estallay se esfuma en una niebla repentina. En su pecho, las paredes del túnel se vanestrechando.Ellabuscasurespiraciónmientrasencuentraeltiradordeuncajónyseapoyaenélparaerguirse.Mandos.Deunosfogones.Lacocina.

Separa las piernas para colocarse en posición de ataque. Flexiona las rodillas,vuelveelpiedominantehaciafuera.Elpuñoderecholo tieneestirado,el izquierdojuntoalcuerpo.LavozdeHolmllegadirectadelreinodelosmuertos.

—Québienquehayaaceptadomiinvitación.Estájustodelantedeella.«Adosmetros».


Aaronseabalanzaenesadirección.Supieizquierdodaunapatadadondeintuyeque se encuentra la rótula de Holm. Al mismo tiempo gira sobre su propio eje yapuntaconelpuñoasuhuesodelpubis,quiererompérselo,acabarconsuestabilidad.

Nisiquierasientelacorrientedeairecuandoélsaltaaunlado.Aarongolpeaenelvacío y el impulso de su movimiento la lanza contra el marco de la puerta. RoyOrbisonquiereengatusarla:

I’lltreatyouright,cometome,baby,beminetonight.—¿Esohasidotodo?—LavozdeHolmesunaráfagadevientosobreunatumba

reciéncavada.Aaronvuelahaciaélcon lasmanosextendidascomoparadarleunabrazo.Las

cierradegolpe,peronoencuentrasucabeza,sinoquedaunafuertepalmadavacía.Holmhavueltoacambiardeposiciónsinhacerruidoyahoralotieneaunlado.

—Un golpe muy efectivo, si encontrara su objetivo —opina él—. Parareventarmelostímpanosbastaconunapresióndeunbar.Lomismoqueparaaplastarunamosca.¿Acasomehatomadoporunamosca?

AaronintentarelacionaresavozconelhombrequeenBarcelonaledijoentonoencantador:«Porustedhabríaesperado todavíadosminutosmás».No loconsigue.Sabe queHolm habla con ella, pero es otro. No. Solo hamudado la piel y ahoramuestraloquesiemprefue:sudemonio.

—¿Porquéyo?—preguntaconvoztemblorosa.Laspalabrassalenvolandocomocenizadelabocadeél:—Apesardeque lamuertebaila sobremi tumba,no tomarásmibuennombre

paracubrirlodeoscuradeshonra.AaronintuyequeHolmsale.Todavíanohaproducidounsolosonido,salvopara

hablar.Ellaquieresacarelmóvildelosvaqueros,peronoloconsigueenseguida,notienesensibilidadenlosdedos.

Porfinlologra.Peroélyaharegresadoylelanzaelmóvilaunrincóndelacocina.Algopesado

suenaalgolpearelsuelo.Aaron oye un ruido amortiguado y quejumbroso, como de un animal que ha

acabadoatrapadoenuncepo.—Estamujeryyoexistimosenmundoscompletamentediferentes—diceHolm

—.Aunqueellagriteensumundo,yoenelmíonisiquieralaoigo.LehacedañoaEvaAskamp, lahiere.Ellaquieregritarbajo lamordaza;suena

comositriturarancristalenunmortero.LospensamientosdeAaronviajanporsussinapsisaunavelocidadhipersónica.

Está de espaldas a los fogones. En casi todas las cocinas hay un soporte paracuchillos.SiEvaAskampesdiestra,aladerecha.

Gira sobre símisma, desliza lamano sobre la superficie de trabajo, arrancauncuchillograndedelbloque.SientelacorrientedeairequeproduceHolmalsaltar.Supiernaizquierdasalevolandohaciaatráshastalograrunspagatverticalylealcanza


enlasien.Aaroncalculaqueélsetambalearáhacialaderechaylanzaelcuchilloporencimadel hombro.Sabeque le ha dado.Holmgruñe con sorpresa.Aaron realizamedioflic-flachaciaatrás,unelostobillosenelaireyleinmovilizalacabezacomoconunaprensa.Consiguetirarloalsuelo.Sustobilloscruzadosloasfixianmientrasleclavaungolpeen los riñonesconelcododerechoy leagarra laentrepiernacon lamanoizquierdayselaretuerce.

El puño de Holm se descarga en su pómulo. Un segundo golpe muy rápidoalcanza aAaron entre la barbilla y el labio inferior. El dolor estalla en su cabeza.Aaron tieneque soltarlo.Élvuelveaerguirseconagilidad, la levanta tirándoledelpelo,laestampacontralaparedyladejaahítirada.Sucuerpohadesaparecido.

Holmapagalamúsica.Mascalacenizaylaescupe:—Estacicatrizlasentiréylatocarémientrasviva.Ledoylasgraciasporella.Tiraelcuchilloalsuelo.—Contaréhastadiez.DígameporquélaseguíenBarcelona.Simiente,matoala

mujer.LágrimasdedesesperaciónacudenalosojosdeAaron.—Uno.—Porquedisparéasuhermano.Ysabequenoesporeso.—Dos.—Porquematéasuamante.Ysabequenoesporeso.—Tres.—Porqueyoteníaeldinero.Ysabequenoesporeso.—Cuatro.—¿Porquéyo?¿Porquéyo?—Cinco.—PorquedejésoloaNiko.—Seis.—Fuiunacobarde.—Siete.—Meodioporello—gimotea.—Ocho.—Porfavor.Nolehagamásdañoalamujer.—Nueve.—Mátemeamí—suplica—,peronoaella.—Ledaréunaúltimaoportunidad—diceélconfrialdadyuntonodefinitivo—.

Tómese su tiempo para responder, esta mujer se lo juega todo a sus palabras.—Disfruta de cada uno de los segundos—. ¿Qué estaba pensando yo cuando nosmiramoseneltúnel?


—Ojoporojo—susurraAaron.—Diez.EvaAskampni siquiera gime.Solo hay silencio.Un silencio espantoso.Aaron

vuelveacaerenelpozo.Seencuentraallítiradaconelniñoylamujer,yesperalamuerte.

Lacenizacaehaciaellaenlaoscuridad.—Recibe/cuandomividahayaacabado/mianhelanteamorporti/delhumo/

queasciendedesdemicuerpoenllamas.Nolooyemarchar.Solosabequesehaido.Permaneceenelpozounaeternidad,

hasta que su corazón vuelve a latir. Alargar la mano le da unmiedo horrible. Lamujerestámuertayensuregazohayunaflordecamelia.Aarontienesangreenlamano.TiradeEvaAskamphaciasí,lequitalamordazadelaboca,laestrechaentresusbrazos,muereunasegunda,unatercera,unacuartavez.

Pasosenelpasillo.«Regresa».Ellasearrastraporelsuelo.Buscaelcuchillo.Loencuentra.Lanzaelcuchillo.Oyecómoseclavaenelmarcoytiembla.—Aaron,soyyo.Pavlik.Quieretreparparasalirdelpozo.Resbala.Seaferraalapiedrayresbala,resbala,

resbala.Por fin sientecómoPavlik la levantaconsuavidad.La tienebien sujeta,yellaseapoyaensutorso.Losrecuerdospasanflotandocomocoposdenieve.Miraelinteriordeunabolsaconrecortesdeperiódico.AbrelacajaderegaloconlaStarfire.Posa lamano sobre el televisor deBoenisch.Besa aNiko enYamaa el Fna.BebelimoncelloconSandra.EstátumbadasobreelhieloeintentaasirlamanodeBen.VeelAudienelespejoretrovisor.LloraporlamujerdelhotelAralsk.Nikolecompraunascastañasasadas.VehundirseaBenenlasprofundidades.Solocoposdenieve.Quesevanvolandoydesaparecenparasiempre.

Pavlikleacariciaelpelo.—Yatetengo.Ellaabrelosojos.Apenaspuedemoverlalengua.—¿Quélehapasadoalniño?—Estávivo.Inconsciente.—¿CómohaentradoHolmenlacasa?—Saltandoelmurodelpatio.—¿Porquénohabíaallíningunodetushombres?SienteeltemblordePavlik.—Butz.Holmlohamatado.«Butz».—¿Quiéntehallamado?


—Nadie.Sabíaqueestaríasaquí.—¿Dóndeestánloshombresquevigilabanfrentealacasa?Noresponde.«Nolodigas,porfavor».—Dostirosenlacabeza,apocadistancia.


14

RecorreelpasillodelDepartamentoacompañadaporPavlik.Noseoyenada,peroAaronsabequeavanzanporunacalledehombresmudos.Trescompañerosmuertos.Pavlik losmovilizó sin informar aDemirci. Es ahora cuando cobra conciencia delsignificadodealgoasí.Deloquesignificaparaél.

—Pavlik…—susurra.Vaconellaalbaño,cierralapuerta.Sehaquedadosinvoz.—Nohasidoculpatuya.AaronsederrumbadeslizándoseparedabajoyPavlikseacuclillafrenteaella.—¿CómohamuertoButz?—pregunta.—Conlanucapartida.Nohabíasignosdepelea.«Unodelosmejores,ynisiquierahavistollegaraHolm».—Estabadevacaciones,perosepresentóvoluntarioporti.Demircileimportaba

unamierda.Aaron se ve intentando palpar la puerta del jardín de su padre. Unos hombres

pasanasuladocargadosconalgo.«Soyyo,Butz»,diceunavozfamiliar.CuandoéltodavíaestabaenlaBKA,salvóaunodeloshombresdeJörgAaron

enunaoperaciónponiendosuvidaenpeligro.Apesardequesellevabancasitreintaaños,trabaronamistad.QueAaronsepa,supadresolotuvotresamigos.Losdossecomprendían,nuncacorríanelriesgodedejarsearrastrarporlossentimientos.

«HastalodeAmberes».

EsunodelosrecuerdosqueAaronpusoporescritoparanoperderlos:cuandovolócon Butz a Amberes para hacer una «prueba de pureza». Allí les entregaron dosametralladoras con el número de serie limado a los hombres a quienes queríancomprarles cincuenta kilos de heroína, para demostrarles que eran de fiar.Sospechaban que sus contactos trabajaban para Eyck de Fries, el mayornarcotraficantedeEuropa.Éleraelobjetivo,aélibadestinadoelcebo.

Lasametralladoraseran susbilletesdeentradayelnegociode laheroína ibaarealizarseenunantiguocuartel.LanocheanteriorButzestabanervioso,Aaronnuncalohabíavistoasí.Sepidióungenever,aunquenormalmentenobebía.Butzcreíaquehabíandescubiertosutapadera,peronopodíademostrarlo.«Porestaúnicavezvoyahacercasoamiinstinto».Habíaninvertidomuchoesfuerzoenaquelasunto.Aaronintentóconvencerloyconsiguióqueaceptara iralcuartelaldíasiguiente, talcomoestabaacordado.

Cuandosesepararonenelpasillodelhotel,ellasintióqueButzlaseguíaconlamirada.Sevolvió.«Soygay—dijo—.Tupadrelosabe.Nadiemás.Ytú,ahora».No


esperóaqueellacontestaranadaysefueasuhabitación.Ella se quedó un buen rato allí de pie sinmoverse. Butz, el guaperas, el gran

seductor,segúncreíantodos,aunqueélnohacíaostentacióndeello.Nuncalohabíasentido tancerca comoenaquelpasillo.LehabríagustadopoderdecirlequeenelDepartamento no tenía por qué fingir, pero sabía que no era cierto. Aaron seavergonzó,porellayporlosdemás.

Enesemomentomantuvoundiálogomudoconsupadre.«Nohabríacreídoposiblequepudierasseramigodeunhomosexual».«¿Porquéno?».«Porqueerestestosteronadelacabezaalospies».«Primeropiensa,habladespués.Ytevoyadecirotracosa:cuandoStefanabrela

boca,hayqueescucharloquedice».EsanocheenAmberes,Aaroncayóenunduermevelasudoroso.Soñóquequería

ponerseunalegrevestidoveraniego,peroquealabrirelarmariotodossusvestidoserannegros.

Alalba,derepente,supoporquéButzlehabíahechoesaconfesión:porquecreíaque ese día iba a morir. Quería que Aaron, en caso de salir viva del cuartel, lorecordaracomoelhombrequehabíasidoyselohicierasaberasuscompañerosparaquetambiénellosguardarandeélunrecuerdoreal.

LlamóalapuertadeButzyvioquenohabíadormido.«Novamos»,ledijo.Sepusieron en contacto con la Police Fédérale, que eran quienes dirigían lainvestigación contra Eyck de Fries, y estos enviaron a un grupo especial deoperacionesalcuartel.Elresultadofueuntiroteocontresvíctimasmortales,unadeellasde lapolicía.En lamaletanohabíaheroína,sinouncargamentodeexplosivoSemtexquematóadosagentesmás.DeFries,atravésdeunsoplónbelga,sehabíaenteradodequesehabíadejadoengañarpordosagentesencubiertos.AaronledebíalavidaaButz.

«Justoasídebiódeser,porqueasíescomoloescribí.Perosemehaidotucara.Turisa.Tusojos,quecreorecordarqueerantristes.Yundíameencontrarédepieanteticonlasmanosvacías».

Lapuertadelbañoseabre.—Ahorano—dicePavlik.Lapuertasecierra.—¿LepreguntastúasuhermanasiButzestabaconalguien?—pideAaron.—No,estabasolo.Yasabes,nohacíamásqueligarseamujeres,peronuncaiba

enserioconninguna.—Eragay.—Chorradas—resoplaPavlik.—Butzeragay,yqueríaquelosupierais.


—Vale—dicePavlik,nadamás.—¿Quiéneseranlosotrosdos?—BlaschkeyClausen.Nolosconoces.Lapuertavuelveaabrirse.EsPeschel.—Esto…,Demircihallegadoya.Pavlikseyergue.Despacio,cansado,conpesadez.TambiénAaronseponedepie.—Perdonaqueosdieraesquinazoenelhotel—lediceaPeschel.—Esto…, ellos ya estabanmuertos entonces. Pavlik, que quede claro, estamos

todoscontigo.Niseteocurrapensarenechartetodalamierdaencimatúsolo.Peschellosdejaasolas.—Espera.PavlikabreungrifoylelavalacaraaAaron.Salvosumadre,solounaenfermera

deBarcelona lohabíahechoantes.Yenamboscasosella lohabíaodiado.Pero lamanodePavlik la sientecálida, cuidadosa, cariñosa.Le seca lacaray le rodea lasmanosconlassuyas.

—Nuncaolvidesloquesignificasparamí.—Voycontigo—diceella.—No,nihablar.—Vetranquilo,peroestatesegurodequeunminutodespuésestarésentadaatu

lado.—Aaronleponeunamanoenlamejilla—.Nuncaolvidesloquesignificasparamí.

EnelvestíbulodelaoficinadeDemircilasaludaunavozquelegustamucho.EsladeAstridHelm, la secretaria de dirección, a quien todos llaman por el diminutivocariñosode«Helmchen»peroalaquesoloPavliktienepermisoparatutear.EstáallídesdeelprincipioyeselhadamadrinadelDepartamento.Suradarsiempredetectaqué le sentará bien a cada uno, ya sea una sonrisa, una tableta de chocolate o unsilencio.

DiezcosasqueAaronañora:laspelículasdeChaplinjugarconcachorrosdeperrolastardesdesábadoenlafotogaleríaC/OdeBerlínpoderesquivarlascacasdeperrolasonrisadeAlPacinoconducirunFordMustangdel64lasfloresdecerezoaDeChirico


iraverorangutaneslasatencionesdeHelmchen

—Jenny…GraciasaDios.—Lamujer leacariciaelbrazo—.Mealegromuchodequenolehayapasadonada.

—Gracias,Helmchen.—Ayer estuve en Bremerhaven, por las bodas de plata de mi hermano, y no

regreséhastatarde.Sino,noshabríamosvistoenelcumpleañosdeUlf.—Yañadeconciertainseguridad—:Bueno,esunaformadehablar.

—Sí,esunaformadehablar,Helmchen.Aaronoye lo tristequeestá lamujer.Esoschicos sonsushijos.Enveinticinco

añoshaasistidoamuchosentierros.—Pero,madremía,tienequecambiarseustedderopa.Meocuparédequevayan

abuscarleelequipajealhotel.Yelabrigoselolimpioenseguida.—Gracias.—Sequitaelabrigo.—Enséñemeesosdedos.—Solosonrasguños.—Tonterías.Lodesinfectaremos conyodo.—Helmchen sevuelvehaciaPavlik

—.He llamado a la hermana y al padre de Stefan Butz. Y a la exmujer deMattiClausen.Ellatendráquedecírseloasushijos.LamujerdeTomBlaschketodavíanolosabe.Hepensadoquetalvezquerríascomunicárselotúmismo.

—Sí.—Me he puesto en contacto con Protección deMenores por lo del hijo de la

señoraAskamp.Aaronsientequesemarea,yHelmchenseapresuraadecir:—Ahoramismoletraigouncruasányuncafébiencargado.Soloysinazúcar,ya

losé.¿QuéhabríahechoAaronsinHelmchen?LapuertadeDemirciseabre.—SeñorPavlik,porfavor.—Quieroestarpresenteenlaconversación—diceAaron.Espera que Demirci se lo niegue y está a punto de soltar un contundente

«Insisto»,peroDemircisolocontesta:—Desdeluego.Entraneneldespachoysesientanalamesadereuniones.—¿Necesitaatenciónmédica?—No.—Aaronyerguelaespalda—.LavigilanciadelacasadelaseñoraAskamp

ymiprotecciónpersonalfueronsolicitadaspormímisma.MeinventéunasórdenesdelaBKAparaelloyasumotodalaresponsabilidad.

—Olvídesedeeso—mascullaPavlik—.Aaronnoteníaniidea.


—Pero¿quéestásdiciendo?Pavlikquiereabrirlabocaotravez,peroDemircilointerrumpe.—Bastaya.Unosbrevesgolpesenlapuerta.Helmchenentra,dejaunabandejayacompañala

manodeAaronhastalatazadecafé.—Elcruasánestáaladerecha.Saleycierralapuertasinhacerruido.Aaronnopuedetomarseelcaféahora.—SeñoraAaron,apreciosuentereza,pero,dejandodeladoquelaBKAnotiene

competencia para darnos órdenes, puede estar segura de que, por poco tiempoquelleveyoaquí,sémuybiencuálessonlasreglasporlasqueserigeelDepartamento.

Aaronasientesindecirnada.Lohaintentado.—Señor Pavlik, anteayer mantuvimos una conversación en la que me solicitó

protecciónpersonalpara la señoraAaron.Lo justificómásque sobradamente.Aunasí,yodudabadequefueranecesarioynoaccedí.

—Sí.—Peroustedescogióaunoshombresylosmovilizóamisespaldas.—Sí.—¿Cuántosestabanacargodeesaprotección?—Seis.—¿YcuántosdelavigilanciadeEvaAskamp?—Seismás.—PorqueustedvalorabalaposibilidaddequeHolmsepusieraencontactoconla

mujer.—Sí. Tampoco podía descartar que se encontrara en peligro después de que

Aaronyyofuéramosaverlaasutienda.—Doce hombres. Una tercera parte de los disponibles. Sin que yo me diera

cuenta.JuntoaAaronsuenauncierre.Pavlikdejaalgopesadosobrelamesa.Suarma.Selevanta.—Laconversaciónnohaterminado—diceDemirci.Pavlikvuelveasentarse.Las siguientes frases son lasmás sorprendentesqueha escuchadoAarondesde

queespolicía.—Hanmuertotreshombres.Eshorribleynosécómovoyasuperarestedía.Pero

usted,señorPavlik,hahechosinlugaradudaslocorrecto.Quisieradisculparmepornohaberleprestado ladebidaatención.Dehaberlohecho,habríamovilizadoamáscompañerosytalvezhabríamosimpedidolamuertedeestostres.

Aaronsequedasinaire.


Pavlikesunhombresilencioso,peronuncalohabíavistotancallado.—Sepaqueesoshombresactuaronbajomisórdenes—siguediciendoDemircien

untonodevozquenoadmiteprotesta—.Lepresentaréamisuperiorlosmotivosyconfíoenque,envistadelosacontecimientos,puedacomprendermidecisión.

Durantealmenosmediominutonadieabrelaboca.CuandosecreóelDepartamento,justodespuésdelareunificacióndeAlemania,

unpensamientoocupabaelcentrodetodo:queríanunequipodepolicíasdeéliteque,a diferencia de los agentes de la BKA, pudieran operar sin impedimentosburocráticos.ElorganismodeWiesbadenesunbuquegigantescoylentoalquevancargando cada vez con más atribuciones. El Departamento, por el contrario, espequeño, rápido, contundente. Está controlado por el Consejo de Ministros delInterior.DemircideberendircuentasanteelministrodelInteriordellandaquienporturnolecorrespondalapresidenciadelconsejo.

ComoAaronsabebien,eseañosetratadelsenadordeInteriordeBerlín.«Sevaajugarsucarrera.Tresagentesmuertos.ElsenadordeInteriorseráobjeto

demuchapresiónporpartedelosmedios.Podríavenirlebienpresentaraunculpablepara salvar el pellejo, y en ese caso Demirci estará acabada. Esta mujer es másvalientequenadieconquienmehayatopado».

—Demodoqueesoyaestáaclarado—afirmalajefa—.Además,laprohibicióndefumareneledificioquedalevantadaenestemismomomento.—Seenciendeuncigarrilloylesacercaelpaqueteporencimadelamesa.

Fumancomotrespersonasquelonecesitandeverdad.—Heestudiadoelexpediente«Chagall».—Demircivaalgrano—.Mesorprende

lopocoqueapareceenélsobreHolm.—CrecióenKaiserslautern—informaPavlik—.Supadreeratrabajadorforestal;

sumadre, amadecasa.Vivíanenunadosado.No teníancontactocon losvecinos.Las persianas casi siempre estaban bajadas. Lamujer no cruzaba una palabra connadieporlacalle.

DemirciestáigualdeatónitaqueAaron.—¿Cómosabetodoeso?—HabléporteléfonoconunantiguoprofesordeHolm.Enaquellaépocavivíaun

pardecasasmásallá.Hoyesunanciano,peroseacuerdamuybiendeHolmydesuhermano.

«MiPavlik».—Dice que Holm fue el alumno más inteligente de todos los que tuvo. Sin

embargo,repitiódoscursosynuncaseinteresóporlasclases.Noteníaamigos,perotampocolosquería.Nollamabalaatenciónporserviolentonicruel,peronadieseleacercabademasiado.Cuandocumpliólosdiecinueve,supadredesapareciósindejarrastro.Encontraronsucocheenelbosque.Billetero,documentación,todoestabaallí.Lo más seguro es que lo asesinaran, pero no encontraron el cadáver y lasinvestigaciones se fueron a pique.Pocodespuésmurió también lamadre.Holm se


marchóconsuhermanodeochoañosynuncavolvieronaverlo.—Noleconcederíanaéllacustodia,¿verdad?—No, y ahora viene la parte más interesante: Sascha no volvió a ir a ningún

colegio,oporlomenosnoconsunombre,ynohayningúnregistrodeHolmenelsistema de seguridad social alemán. No ha pagado impuestos, no tiene domicilioconocidonicarnédeconducirnideidentidad.SencillamentedesaparecióconSascha.HastalodeBarcelona.

—¿Me está diciendo que Holm, con diecinueve años, se convirtió en undelincuente profesional, llevóunavida almargende todanorma social y,mientrastanto,crioasuhermano?

—Sí.Sascha senegóadeclarardespuésde sudetención,pero en sumomento,cuandoseesfumóconHolm,una tíasuyapusounadenunciadedesapariciónen laquemencionabalamanchadenacimientoquetieneeneldorsodelamano.TodavíaaparecíaenelINPOL.Asíescomoaveriguamossusverdaderosnombres.

Aaronalcanzalatazadecafé.Vuelveadejarla.—Leheheridoconelcuchillo.¿Halimpiadolasangre?—No—contestaPavlik—.LatienenlosdeTC.—Con huellas dactilares o ADN tal vez podamos relacionarlo con crímenes

anterioresyelaborarunperfildemovimientos.Llamanalapuerta.—Adelante.—Alguienabre—.SeñorKvist…Porfavor.NikosesientaalaizquierdadePavlik.«Teagradezcoquenoteacerquesatocarme.Quenomepreguntescómoestoyni

quieras demostrarme de ninguna otra forma que te preocupas por mí. No podríasoportarlo».

—SeñorKvist,ustednegocióconHolmenBrujas.¿Quéclasedehombrees?—Seguramente entonces ya sabía que yo era un agente encubierto.A pesar de

eso,cuandosevioasolasconmigoestabadeltodorelajado.—¿Cómopuntuaríasuinteligenciaenunaescaladelunoaldiez?—Once.—¿Ysuformafísica?—Enaquelmomento,perfecta.—Tiene cincuenta años —dice Aaron—, pero sus reflejos siguen siendo de

primera.Megolpeóapuntandoalhuecoentre labarbillayel labio inferior, locualsignificaqueposeeconocimientosespecialesdeacupuntura.Tienepor lomenoseltercerdandekárate.Pesacientoveintekilostumbado.Cuidasucuerpo,peroaunasíno le importa dañarlo. Es capaz de reprimir el dolor, pero, cuando quiere, le sirveparaestimularse.Nohacenadainnecesario.Esunapersonacultivadayhablavariosidiomas.Esdeltodoinsensiblealsufrimientodelosdemás.Ensumundosoloélhacelas leyes.Aprecia lascosashermosas,peronoposeenadaquenopuedadejaratrássinpararseunsegundoapensarlo.Notienecapacidadparadisfrutar,amenosquesea


desupropiodolorodeldelosdemás.Desprecialamuerteyanhelaquelelleguelahora.

Unabrasadecigarrilloarde.Laagujadeunrelojdepulseraavanza.—Dice que no hace nada innecesario. ¿Por qué hamatado a la florista? ¿Qué

sacabaélconeseasesinato?Uncorazónlate.—¿SeñoraAaron?—¿Cómolohahecho?—lepreguntaaPavlik.—Teníaheridasdearmablancaeneltorso,peronoeranmortales.Seguramente

lahaestrangulado.«Estrangularaalguienllevasutiempo.Yaestabamuertacuandohaempezadoa

contar».—Queríademostrarmequeéleselamoyseñor.Dios.—LavozdeAaronsuena

extrañay lejana—.Queríaqueyo lo reconociera.Los treshombresquehamatadoson un mensaje para el Departamento: «No negocio con nadie». Muy pronto sepondráencontactoconnosotrosynoscomunicarácuálessonsusplanes.

—¿Quésuponeusted?—Holmquieresacarasuhermanodelacárcel.—Paraesonecesitacómplices—apuntaDemirci.Nikointerviene:—No,esunlobosolitario.—EnBarcelonasevaliódelaamantedeSascha—replicaAaron—.Holmpuede

utilizaraalguienydespuésdeshacersedeél.Pavlikrespiradesdeeldiafragma.—HevistoaSascha.SolohaceunmesquelotrasladaronaTegelyyacontrolael

Pabellón 6. Sonríe comoquien sabe que solo está allí de paso y hasta entonces sededicaaescarbarsedeentrelosdienteselmiedodelosdemás.

Aarontodavíanohacomidonadaysienteunanáusea.—Saschaletienemiedoasuhermano,enBarcelonaeraevidente—dice—.Holm

lohaadiestradocomoaunperro.Seguroqueesotambiéncontestaalapreguntadeporquéhaesperadocincoaños.

—¿Enquésentidolodice?—Saschamatóalostrespolicíascatalanes,perocometióunerroralpermitirque

unodeelloslograraenviarunallamadadesocorro.Holmnotoleraningúnerror.Hadejadopasarestoscincoañoscomocastigoparasuhermano.

Caecenizaenlamesa.Alguiencontienelarespiración.—Perosobretodosetratadeélydemí.—¿Porquédeti?—preguntaPavlik.—Nolosé.—Podríahaberlamatadoantes.—Quieredisfrutarlo.Estonohansidomásquelospreliminares.


Nikotodavíanohafumado.Enesemomentoseenciendeuncigarrillo.—Holm ha citado un texto —dice Aaron—. Creo que es de una obra de

Shakespeare.«Mividaestáconsagradaalcumplimientodeldeber;pero,apesardeque lamuerte baila sobremi tumba, no tomarásmi buen nombre para cubrirlo deoscuradeshonra».

—¿Quésignifica?—preguntaDemirci.—Holmutilizaesaslíneasensentidofigurado.InazōNitobelasmencionaenun

pasajecentraldesuobracapitalsobreelbushidō.Vieneaexpresarquenodebemosesclavizarnuestraconcienciaaunpríncipe.

—¿Yustedtieneunpríncipe?—Holmserefiereamijuramentodelcargo.«Miverdaderopríncipenoloconoce».—Teestáretandoaunduelo—dicePavlikconaspereza—.¿Esqueseconsidera

unsamurái?—No,esunaalusión.—¿Aqué?—DenuevoDemirci.Aaronnoresponde.Despuésdematarporprimeravez,Aaronsepreguntócómopodíajustificarlo.La

filosofíadelkáratelallevóalbushidōyaleerElcaminodelguerrero,elcódigodelossamuráis.Unlibroquecontienelospreceptosdeunoshombresaquienesellasesentíapróxima,puestoquelamuerteerasuhermana,ycuyomayorbien,noobstante,consistíaensacrificarseporsupríncipe.Aarontuvoqueencontrarunsustitutoparaesa figura. El sentido del bushidō reside en la muerte. ¿Qué merecía que ellaentregarasuvidaporello?

Estuvomuchotiempo,años,reflexionandosobreesacuestión.EncontrólarespuestaenelaparcamientosubterráneodelhotelAralskdeMoscú.

Hoy ya no se acuerda de cómo murió la joven que recibió la bala perdida de supistola,perohayalgoquesísabe:queelasesinodeNikulinvivíaaúnyseretorcíadedolorporeltiroenelabdomencuandoellaseirguiójuntoaélylemetióunabalaenlacabeza.

Noselohacontadoanadie,nisiquieraaPavlik.Yasupadremenosaún.Nadiedudódequehabíaactuadoenlegítimadefensa.¿Quéhabríatenidoquedecir?¿Quenoquiso salvarlo? ¿Quepensó en los abogados, carísimosybuenísimos, a los queNikulinpagaríaseiscientoseuroslahoraparaquesuasesinosalieralibre?¿QuenoteníaningunasganasdeencontrarseconelsiguientematónqueleenviaraNikulinsilacreíadébileingenua?

Lohizopormiedo.Yasíseloreconocióasímisma.Habíaestadobienymalalavez,yellaeracapazdediferenciarambascosas.

Aaronjuróquenunca loolvidaría.Ponerseadisposicióndelmiedoconvirtió lamuerte en una amiga que la abrazaba todos los días y todas las noches, con cadarespiración.


Hastaqueundíayanolasuelte.Esaamigapermanecióasu lado tambiéndespuésdequedarciega.Sedespierta

conellayconellasevaadormir.Durantemuchotiemponofuecapazdeentenderlo.Suantiguavidahabíaacabado.¿Porquénoladejabaenpazlamuerteylaaguardabaigualqueatodoslosdemás?Desdequeencontróelgranodecaféenelbolsillodesuabrigo sabe por qué.Con sumuerte,Aaron espera cumplir su destino; si no, nadahabrátenidosentido.

—¿Unaalusiónaqué?—repiteDemirci.—Amí.Pavlikleaferralamanobajolamesa.Aélsílehahabladodelbushidō,perono

eselcaminodePavlik.Élnodejaquelamuerteloabrace;porSandrayporsushijos.EltonodevozprofesionaldeDemirciocultaloquepiensa.—¿NuncahabíavistoaHolmantesdeBarcelona?—No,queyosepa.Aaronduda.«Quierenquelesdéhechos,yyonotengohechos.Holmsecomunicaconmigoa

travésdemismiedosymis sueños.Nopuedoprobarnadadeeso,pero tienenquesaberlo».

—HacecuatrosemanasestuvoenWiesbaden.Metropecéconélenlacalle.Nodijonada,peroséqueeraél.

Derepentelapresiónatmosféricadelasalacaeenpicado.—¿Selocomunicóaalgúnsuperior?—No.—¿Porquéno?—Hastahoynoeramásqueunasuposición.«¿Quétenía?Ungranodecafé».ADemirciselehaceunnudoenlagarganta.—Silascosasmaterialesnosignificannadaparaél,lostresmillonesqueperdió

porsuculpanotienenningúnpapelentodoesto.¿QuémedicedelamujeralaquematóenBarcelona?

—Eralaamantedesuhermano.Noesporella.—TalvezquieravengaraSascha—opinaNiko.—Nodespuésdecincoaños.—Aaronbuscaatientaselcenicero—.Holmpuso

unacanciónensumóvil.«PrettyWoman»,deRoyOrbison.Boenischlaescuchabacuando estuve encerrada en su sótano. Eso no aparece en ningún expediente ytampocosemencionóeneljuicio.

—BoenischselocontóaSascha—diceNiko.—Pero¿cómoselohizosaberesteasuhermano?—preguntaPavlik.—AtravésdeEvaAskamp.—Haypeoresposibilidades.Demircivaalapuerta.


—Señora Helm, solicite al centro penitenciario los expedientes personales detodos los funcionarios que han estado en contacto estas últimas semanas con elreclusoSaschaHolm.Delesunahora.Yqueincomuniquenalpresodeinmediato.

—¿Cómolojustificamossinunaorden?—Porseguridadpública.Nikosefumaotrocigarrillo.—¿Cómoesqueaccedieronlosespañolesa trasladarloaBerlín?Asesinóa tres

policías.¿Ylodejanmarcharsinmás?—A saber—dice Pavlik—. Razones políticas, probablemente. Además, seguro

queenBarcelonateníaatodalacárceltemblandodemiedo.Sehabránalegradodelibrarsedeél.

Demirciregresaalapuerta.—Y,por favor, llamealSenadodeJusticia.Quiero todoelpapeleo relacionado

coneltraslado.Declaraciones,dictámenes,lacorrespondenciaconEvaAskamp.ComentaconNikoyconPavliklospasossiguientes.HayqueinterrogaraOjosdeFicha,yloharáNiko.Aaron solo los oye como si hubiera un televisor encendido en alguna parte,

porque una única frase domina su pensamiento: «Recibe, cuando mi vida hayaacabado,mianhelanteamorporti».


15

AnteelMonumentoalosjudíosdeEuropaasesinados,MagnusSørensenobservacómosucompañeraLenareúnealosalumnosylespidequesubanalautocar.

«Estoestámal».Eso se dijo hace dos semanas, cuandoLena y él eran los únicos en la sala de

profesores y él solo quería darle un libro, pero de repente se besaron y él se dejóllevarsinpensarlo.Esosedijotambiénundíadespuésenlasaladematerial,dondeal acabar la clase de gimnasia estaba ordenando unos balonesmedicinales que nohacíafaltaordenar,yellaentróylamanodeélterminósinsabercómobajosufalda.Esosedecíadesdeentoncescadavezquelementíaasumujerarguyendoqueteníaquehacerunasustituciónporvacaciones,quehabíareunióndeprofesoresoquesalíaahacerfooting,yenrealidadestabapensandoyaenelsudorsobrelapieldeLena.

Enelcochedeél, juntoalbosque,dondecasiesperabaquelospadresdealgúnalumnodieranunosgolpesenlaslunasempañadasylepreguntaransisehabíavueltoloco.EncasadeLena,sisumaridosehabíaidoaCopenhague.

Siempre,siempre,siempre.QuisoponerlefinenlacafeteríadeSkanderborg,atreintakilómetrosdeAarhus,

peroencuantoellacruzólaspiernasseacabótodo.Volvióacasaconpintalabiosenelcuellodelacamisaynosediocuentahastaquesemiróenelespejodelrecibidoryvioreflejadoenélauncobarde.Sumujerloabrazó.Lesusurró,emocionada,quesuhijomayorestabaenamoradoporprimeravez,peroquenoledijeranada,porloquemásquisiera.Yélnolasoltó,muertodemiedodequelevieraelcuello.

YseacostóconellaypensóenLena.YpermaneciódespuéstumbadoasuladoypensóenLena.«Estoestámal».EsosedijocuandoelcompañeroqueteníaqueacompañaraLenaaBerlínenel

viajedeestudioscayócongripeyenlasaladeprofesorespreguntaronquiéniríaensulugar.LenapusoaSørensenentrelaespadaylaparedfrentealcuerpodocentealanunciarqueél sehabíaofrecidoyqueyaestaba todohablado.Quisodesmentirloenseguida,peroenlugardeesosevioasintiendo.

«Estoestámal».EsosedijoayerenelaeropuertodeSchönefeld,dondeLena,mientrascargaban

lasmaletasenelautocarylosalumnosnodejabandealborotar,letocólamanoyélsepusoacalcularcuántasvecespodríanestarjuntos.

«Estoestámal».Esosedijoalveraaquellahermosamujeryalhombre,élcargadoconlapequeña

maletadeella,elladelbrazodeély,aunasí,extraños.Lamujerfumabauncigarrillo.Elhombrelamirabatodoelrato,peroellateníalavistaperdidamásallá,yentoncesélseadelantóaporelcoche.TalvezlamujerhabíaidoaBerlínaencontrarseconsu


amante una última vez, y él le habíamentido una última vez a sumujer para serinfelizporúltimavez.

Mientras Sørensen, con la rodilla de Lena junto a la suya, esperaba a que elautocararrancaraysesentíatantristequesabíaqueseecharíaallorarsialguienlepreguntabaalgoeneseinstante,elhombreregresóconelcoche.

Lamujerdiodospasosenladirecciónequivocada.Elhombrelatomódelbrazo,leadvirtiódesuerroryleprotegiólacabezaconlamanomientrassubíaalvehículo.

EntoncesSørensencomprendióqueeraciega.Ylesobrevinounmiedoinfinito.Nosequitóesemiedodeencimadurantetodo

el día. En el Reichstag, en elMonumento delMuro deBerlín, en el zoo. Estabanjunto a los monos y Lena a toda costa quería llevar a la clase al pabellón de losanimales nocturnos, pero solo para poder meterle mano en un rincón oscuro yposeerlo.

A las seis, Sørensen salió a hurtadillas de la habitaciónde ella en la pensiónyrezóporqueningúnalumnoloviera.Ellalediounbeso.Olíaacama,alatentacióndevolveracerrarlapuertayabalanzarseelunosobreelotrodurantelahoraquelesquedabaaúnantesdetenerquelevantarse,enlugardeestarsoloynopoderrespirar.

Sørensenesprofesordegimnasiayfísica.Creequeelmundosesostienegraciasalomensurableyqueesoesalgoestáticoeinquebrantable.

Peronodejadepensarenlamujerciega.Losniñosyaestánenelautocar.Lenalehaceunaseñalparaquesuba,élsepone

enmarchaaunqueapenastienevalorparadardiezridículospasos.Cuandollegaalapuerta,alguiendiceeninglésdetrásdeél:

—¿Quélepareceríauntourguiadoporlaciudad?Sørensensevuelve.

Aaronestáenlaazotea.Elvientoaúlla.SeestáhelandodefríoporqueenlamaletaqueHelmchenhamandado recogerdelhotelno teníaotropardevaqueros, soloelfinovestidoquesehabíallevadoparalacenaenParísyqueluegosehabíapuestoenlafiestadecumpleañosdePavlik.Dondehabíallorado,reído,bailado.Antesdequetreshombresmurieranporella.Suspensamientossoncarámbanosquecaendesdeelbordedeltejadoyseestrellanmuypordebajo,enlacalle.Nadieleshabíaordenadoquesesacrificaranporella.Adosnisiquieralosconocía.

Elascensorsube.PavliksereúneconAaron,quesientesumirada.—Nomemirescomositedebieradinero.—Medebeslaverdad.¿Quémeocultas?Unassirenaspasanaullando.—Hoynoesdíaparaocultarnada—insisteél.Aaronsientequeselesaltanlaslágrimas.—Holm citó algomás. «Recibe / cuandomi vida haya acabado /mi anhelante


amorporti/delhumo/queasciendedesdemicuerpoenllamas».—¿Dedóndeeseso?—Es el poema más famoso del bushidō. —Aaron se interrumpe. Las sirenas

callan—.Secompusohacesiglosydescribelaformamáselevadadeamorparaunsamurái.Sealcanzacuandounolodesvelaenelmomentodemorir,ynoantes.

ElvientoalejadeellalavozdePavlik.—¿CómosabeéllotuyoconKvist?—NosvioenBarcelona.—Hacedemasiadotiempo.Yseguroquetúnomostrastetussentimientos.Eneso

eresmásqueprofesional.—PudovernostambiénayerporlamañanaenSchönefeld.Mefuméuncigarrillo

antesdesubiralcocheyNikonodejódemirarmetodoelrato.Yoquisehacercomosinada,peroestabatensa.Holmsabeinterpretaralaspersonas.

Seabrelapuertadelascensor.—Esenombremeestávolviendoloco.—¿Cuál?—Askamp.Nosédequémesuena.—¿Yalohabíasoídoantes?—Tansegurocomoquetengodiezdedos.—¿Pavlik?—llamaNiko.—¿Quépasa?—Prefierosintestigos.Pavlikvaamarcharse,peroellaloretiene.—Hoynoesdíaparaocultarnada.ÉllepasaunbrazoporloshombrosaAaronyllamaaNiko.—Aquínonosvenadie—dice.EllacreeporunmomentoqueNikovaavolverabajar,perodeprontolotienen

juntoaellos.—Ayer hiciste que nos siguieran a Jenny y a mí. ¿Pensabas que no me daría

cuenta?—FueronórdenesdeDemirci,nomías.—Nomemientas.—Pregúntaleaella.—LehepreguntadoaPeschel.—Pavlikqueríaprotegerte—diceAaron.—Notemetasenesto.—Claroquememeto.Quizádeberíaspensaralgunavezencuántohacequeestu

amigo.Pavlikaprietamássubrazo.—Déjalo.—¿Noseríaamíaquienvigilaban?—replicaNiko—.Así,entrenosotros,yaque


somosamigos.«¿Dequéestáhablando?».—Yoquería irconAaronaTegel,peromepedistequetedejarahacerloa ti—

dicePavlik.—¿Yqué?—Todoestabadecididodesdehacetiempo.PregúntaleaPeschel.PavlikcompartesuspensamientosconAaron.«Tienequeenterarse».«Losé».—Tencuidado—murmura—.PodríaserqueHolmte tuviera tambiéna tienel

puntodemira.—¿Yesoporqué?—Mehahechounainsinuación—respondeAaronconunaevasiva.—¿Dequétipo?—Vaga.Esmásbienunasensación.—APavliklevibraelmóvil—.¿Sí?—Solo

escucha.Nohacepreguntas.Milesdecarámbanosseestrellanenlasprofundidades.LavozdePavlikseprecipita.—Tenemosquebajar.

Enlacentraldeoperacionesseapagaelrumordevoces.—La llamadahaentradohace seisminutos en la centralita.SeñorKrampe,por

favor.Ponenlagrabación.—«Tenemosatreintarehenes».—«¿Quiénllama?».—«Lepasoaalguien».—«Esverdad.Treinta»—diceunhombre.Otravezlacentralita:—«¿Quiénesusted?».Unfuertellantoinfantilenelteléfono.—«A la niña le da miedo que todos puedan morir. Y tiene toda la razón. Mi

próximallamadapáseladirectamentealDepartamento».Secortalaconversación.La sala empieza agirar, la fuerza centrífuga lanza lasvocesde losdemásmuy

lejosdeAaron.Llevalospiesdescalzos.Ygafasdeciega.Elrostrodesupadreestátiznadodenegro.«Unsueño».


El giro se detiene de forma abrupta. Los hombres y las mujeres vuelven arodearla,hablantodosalavez.Aaronidentificaelprimerpensamientoqueregresaaellaatodavelocidad.

—¿Esohasidotodo?¿Holmnohamanifestadoningunaexigencia?—pregunta.—No—respondeDemirci.—Noesél—opinaNiko—.Conozcosuvoz.—Sí—replicaAaron—.Síeraél.«Palabrascomoceniza».—¿Podríaserunfarol?—preguntaDemirci.—No.Elhombreylaniñaestabanmuertosdemiedo.—Holmhablaenplural.Demaneraquetieneporlomenosuncómplice.—Oesunamaniobradedistracción—sugiereNiko.—Mal enfoque—diceAaron—.Si le creemosy contamos con treinta rehenes,

necesita la ayudadeunoomás colaboradores, deotromodonopodría controlar atantaspersonas.Sinolecreemos,contamosconunamentira,yconesonopodemostrabajar.

—Treinta—afirmaDemirci—.Nosatendremosaeso.—Claus,ponlootravez—lepideAaronaKrampe,yescuchaconcentrada—.Se

oyeunmotor…Lento…Podríaseruncamión…No,unautobús.—Holmexigirálaliberacióndesuhermano—dicePavlik—.Quiereimpedirque

descubramos demasiado pronto el lugar para así evitar un ataque. Un autobús enmarchaesperfecto.

—¿Puededistinguirsisetratadeunautobúsdelíneaurbanaodeunautocardeviaje?—lepreguntaDemirciaAaron.

—No.—No es un autobús de línea.—Otra vez Pavlik—. Si no se detuviese en las

paradas,lagentequeestáesperandollamaríaalaAutoridaddeTransportedeBerlínparaquejarse.Enseguidaidentificaríamoselautobús.

—Sí,enundíanormalhayunosmilautocaresporlaciudad—señalaPeschel—.¿Quiénibaacomprobarlos?

—SeñoraAaron,¿quémedicedelhombrequehacorroboradolaafirmacióndeHolm?¿Algúnrastrodeacento?

—Claus—pideella.«Esverdad.Treinta».—No es de Berlín —constata Aaron—. Tal vez de la cuenca del Ruhr, pero

tampocoestoysegura.—TraeremosaSaschaaquíenseguida—diceDemirci.Cuando diez personas toman aire bruscamente a la vez, el sonido que generan

puede ser muy fuerte. Aaron les lee el pensamiento: «Holm todavía no ha hechoningunapeticiónyDemirciyaestácediendo».Peroellacomprendeenseguidaqueesunajugadamuyinteligente.Holmllamarádentrodepocoyexigirálaliberacióndesu


hermano. Sabe que tiene que darle a Demirci por lomenos una hora; ella se estáadelantando para aprovechar hasta el último segundo antes de esa llamada y, así,ganartiempo.

—Señor Majowski, señor Büker, ustedes se encargan de ello. Escojan a otroscuatrocompañeros.Esposasygrilletes,transporteblindado,dosvehículosdeescolta.—Unospasosrápidossealejan.DemircillamaaHelmchen—.Conciértemeunacitatelefónicaconelfiscalgeneralfederal.Paradentrodeuncuartodehora.

—Claus,otravez—diceAaron.—«Lepasoaalguien».Percibeunruidodefondo.—Para.Cincosegundosatrás.«¡Ahí!».Esmuyleve,peroAaronpuedeidentificarlo.—El autocar se encontraba cerca de una estación de tranvía o metro no

subterránea.Adoscientosotrescientosmetros.Justamentepasabauntren.—Señora Grauder, llame a la Autoridad de Transporte de Berlín y a los

ferrocarriles:¿enquéestacionessehandetenidotrenesalasnueveydiez?—Esopodemosahorrárnoslo—diceAaron.—¿Porqué?—Porquesédóndeseencontrabaelautocar.AaronestáesperandoaBukowskifrentealtallerdelacárcel.Unasoldadorahace

chas-chas-chas.«¡Atención,cierredepuertas!»,seoyeporencimadelmuro.—EstabaenlaestacióndemetrodeHolzhauserStrasse,pasabajustopordelante

delacárcel.Dosminutosdespuéshabránllegadoalacircunvalacióndelaciudadyyahaceratoqueestaránenelcentro.

«Dondeunautocarllamalaatencióntantocomounagotadeaguaenelocéano».—Aunasí,señoraGrauder.—Demircisecontrola.Vuelveaoírseunrumordevoces.Unamaletaseabre.Unaboladenieveruedaporunavión.AAaronleardelamano.«Noeseso».«¿Quiénmásibaenelavióndemisueño?».—SeñorPavlik—diceDemirci—,preparedosequiposespecialesdeoperaciones

paraunataque.InformealosdeTácticayaLogística.Quierodiferentesescenariosparaelasaltodelautocarylaliberacióndelosrehenes.SeñorMertsch,quelapolicíahagadespegardoshelicópterosytodoslosdronesdisponibles,yqueesténalertaporsialgúnautocarrealizaunamaniobrafueradelocomún.

—Sealegraránderecibirórdenesnuestras.—Esonomeinteresa.Tenemosderechoaintervenir.¿Espedirledemasiado?—Tambiénhabríasidomipropuesta.


16

ElautocarrecorrelaorilladelríoSpree.Holmvadelante,juntoalconductor.Losniñosnosemuevendesusasientos.Algunossehandadolamano.Unchavallloraensilencio, una niña tiembla, otra reza, otro niño se muerde las uñas hasta hacersesangre.HolmvecondespreciocómoBoschcuentaporsegundavezlosmóvilesquehareunidoylosmeteenunabolsadeplástico.¿Quépuedepensardeunhombrequetienequecontardosveces?PeroBoschcumplesucometido.

—Pare—leordenaalconductor.A Bosch le indica en pocas palabras que haga su trabajo. Este se baja con la

pesadamaletadeexplosivosylabolsadeplástico.Holmcompruebalahora.Faltanveinteminutosparalasiguientellamada.Sumiradarecaeenelprofesor,cuyosojossedeslizandeprisaporlacalleaunque

élleshaordenadoatodosquenomirenalexterior.Elhombrebuscaunaoportunidadparahacerleunaseñalaalguien.Juntoaélestásentadalamujer,queseaferraasubrazo.

Elhombrerepresentaunriesgo.Holmdecidedestrozarlo.YaenelMonumentoalosjudíosdeEuropaasesinadossehadadocuentadeque

son amantes. Mientras buscaba el mejor autocar entre la docena que había allíaparcados,havistoquelaprofesoraaprovechabaunmomentoenquenadielamirabaentreeselaberintodeestelasdehormigónparaarrimarseasucompañero.Dehaberestadosuhermanoensulugar,Saschahabríaescogidoeseautobúsporquelehabríadivertido.

Élno.Holmsehadecididoporelparabrisasconefectoespejo.Yporlosniños,naturalmente.Hasidouncálculoobjetivo;ellosaumentanlapresión.

—Intercambiensusasientos—ledicealamujer.Ella se levanta enseguida para ocupar el lugar del hombre, de manera que él

quedajuntoalpasillo.Fuera,Boschlanzalabolsadeplásticoaunmatorral.—¿Losabesumujer?—preguntaHolmdirigiéndosealprofesor.Elhombrenocontesta.—Nuncarepitounapregunta.LamiradadelprofesorseescapahacialapistolaqueHolmllevaenlacinturilla

delpantalón.—No—susurra.—¿Ysumarido?—ledicealaprofesora.Ellasacudelacabezasinmirarlo.—¿Cuántohace?Lavozdelamujersedoblegacomounabriznadehierbaenlatormenta.—Ochosemanas.—Másalto.


—Ochosemanas.—¿Cómosellama?—LenaGaarskjær.—¿Yusted?—MagnusSørensen.—Nopuedeevitarentrechocarlasrodillas.Holmacercalabocaasuoreja.—Sesienteculpable,peroyopuedoayudarleaacabarconeso.Matoalamujery

le hago quedar a usted como un héroe. Así se solucionarían todos sus problemas.Inclusoloaplaudirían.

Sørensentienequesujetarselasrodillasdelomuchoqueletiemblan.—Levántese.Elpánicoledemudaelrostro.Seponedepie,setambalea.—Diga en voz alta: «Yo,Magnus Sørensen,me acuesto con vuestra profesora

LenaGaarskjærdesdehaceochosemanas».Elhombrenoconsiguepronunciarpalabra.HolmloencañonaconlaRemington

enlacabeza.—Ytampocorepitounaorden.—Yo,MagnusSørensen,meacuestoconvuestraprofesoraLenaGaarskjærdesde

haceochosemanas.—Sederrumbaenelasientoyentierralacaraenlasmanos.Otroniñoseechaallorar.Dos,tres.LenaquieretocaraSørensen,peroélseapartadeella.Holm guarda la Remington. Bosch vuelve a subir. Hametido la bolsa con los

explosivosenelmaleteroyhapreparadoeldetonador.Seponendenuevoenmarcha,pasanpordelantedelpalaciodeCharlottenburg.Turistas,vendedoresdesouvenirs,dosguardiasurbanasjuntoaunagrúa,unaancianaqueriñeaunperro.

—Perdón—oyedecirHolmalconductor—.Prontonosquedaremossingasolina.Holmseacercaaél,peroseaseguradequeBoschtengaeldedoenelgatillode

susubfusilUzi.—Miente.—Mireelindicador.Laluzrojadelareservaparpadea.—Hevenidoasustituirauncompañeroynomehadadotiempoarepostar.BoschseadelantayhablaconHolmamediavoz:—Nopodemosparararepostar.Esdemasiadoarriesgado.Él contempla a Bosch con una mirada tan fría como todas las tumbas que ha

dejadotrasdesí.Alhombrelecaeunagotadesudordesdelabarbillaquedesapareceensujerseydecuelloalto.Holmsedirigealconductor.

—¿Dóndequedalagasolineramáspróxima?—EnlacurvanortedelautódromoAVUS.—Vayaallí.


Trasél,Boschseinclinahaciaunniñoconlacaracubiertadelágrimas.—Noosvamosahacernada—lediceenvozbaja.Holmmiraalniñoalosojos.—¿Telocrees?Mientraselchavaldeonceañosselohaceenlospantalones,Holmpiensaenque

suinfanciaterminóenunrincónsuciodelsótano.Teníanueveañosynuncavolvióallorar. Siente un hormigueo en la nuca, se vuelve y ve que el conductor busca elmicrófonodelaradioconlamano.Elhombreapartalamanoalinstante,peroHolmseinclinahaciaél.

—Antesdeempezarnuestrotourporlaciudadhabíamosacordadovariascosas.¿Lorecuerda?

Elconductorasienteconlacabeza.—Repitaloquelehedicho.—Siintentohacerleunaseñalaalguien,aunqueseaconluces,mataráauno—

enumeraelconductorconlacamisaempapada—.Simepasounaseñaldetráficoounsemáforo,siconduzcomuydeprisaoprovocounaccidente,mataráauno.Sicojoelmicrófono,mataráauno.

—Correcto.Pensarécondetenimientoquiénvaaser.El conductor se aferra al volante, Holm ve cómo le sobresalen los nudillos

blancos.Sacaunanovelapolicíacadelaguanterayleeeltítulo.Lanoviamudadelescocés.

—Deberíaleeralgomejor.¿LesuenauntalThomasCarlyle?No,seguroqueno.«Loquedeseamosyelogiamosnoeslavalentíademorirconhonor,sinolavalentíadevivirconcoraje».¿Yusted?¿Quierevivir?

Elhombrenisiquieraescapazdeasentirconlacabeza.Los dos kilómetros hasta la curva norte del AVUS transcurren sin ningún

incidentemás.Cuandoaparecelagasolinera,Holmsevuelvehacialosprofesoresylosniños.

—Voyabajar con el conductor.—Señala aBosch con la barbilla—.Almenorintentodellamarlaatención,esedisparará.Loharemoscomoenelcolegio.Elquemehayaentendidoquelevantelamano.

Todoslevantanlamano.Elautocar sedetiene juntoaunsurtidor.Nohaynadiemás repostando.Seven

varioscamionesenelgranaparcamiento;loscamionerosestánsentadoseneláreadedescansoquehayacincuentametrosdeallí,odurmiendoensuscatres.

—¿Conocealempleadodelagasolinera?—preguntaHolmmientraselconductorintroducelamangueraeneldepósito.

—Sí.—¿Querrácharlarunratoconusted?—Sí.—Entoncesseguroquetodoelratohaestadopensandocómopuedehacerlellegar


unaseñalsinllamarlaatención.Lediráquetienequellevarasuperroalveterinario,aunqueustednotieneperro.Oélseinteresaporsumujer,yustedledaunnombreequivocado.Éllepreguntasihapasadounasbuenasvacaciones,yustedlehabladelo bonita que es Italia, pero él sabe que ha estado en Turquía. Hay muchasposibilidades.Todasellassignificansumuerteyladeesehombre.Conunparpadeodeconfirmaciónmebasta.

Por el parabrisas del autocar, Bosch ve cómo Holm entra en la gasolinera con elconductor para pagar. La primera vez que se encontró frente a él, hace un mes,enseguidasupoqueHolmnohabríadejadojamásindiferenteanadiequelohubieraconocido.Holmlohabíabuscado,estabaaltantodesuspensamientosmásíntimos,yBosch se quedó helado. Holm no se acobarda, no vacila, no duda. Le prometióayudarleaconseguir loqueerasuyoporderecho.Boschsupoquedecía laverdad,peronovolveráarespirartranquilohastaqueHolmhayadesaparecidoparasiempre.

—Quéhay,Heinz—saludaelempleadodelagasolinera.—Hola,Lutz.Eltres.Elconductorleentregalatarjetadecréditodelaempresa.Tras él, Holm hojea una revista de coches y mira al conductor y al de la

gasolineraporelespejodevigilanciaquecuelgaenelrincón.—¿Qué?¿Untourporlaciudad?—Unaclase.—Vastodosudado.—Meheresfriado.Haceunasemanaqueloarrastro.Esunincordio.—Siquieresunconsejo,píllateunabaja.—Hmmm.—Y tómate un aguardiente esta noche, que ayuda. —El de la gasolinera le

devuelvelatarjetadecréditoyleguiñaunojo—.Oquetumujertedéunasfriegas.—Prefierolabañera.Gracias,quetevayabien.Elotrolanzaunamiradahaciafuera.—Oye,tieneselparabrisashechounasco.—Salededetrásdelmostrador—.Te

lolimpio.Ahoramismonotengonadaquehacer.Holmdespliegalosomóplatos.—No,no…Deja,tenemosqueirnos—contestaenseguidaelconductor.—Vale, pues que temejores.—Elhombre se dirige aHolm—: ¿Yusteddesea

algo?—No,gracias.Solohesalidoaestirarlaspiernas.Cuandoyaestáconelconductorenlapuerta,eldelagasolineralossigue.—Oye, ¿llevas todavía en el autobús la caja deherramientasque te presté?Mi


jefemehapreguntadoporella.Teacompañounmomento.El conductor, horrorizado, quiere impedirlo, pero Holm ya le ha colocado al

empleadoelcantodelamanoenelcuello,justopordebajodelabarbilla,yhadadoungolpecontraélconelpuñocontrario.Haactuadotandeprisaqueelconductornocomprendeloquehasucedidoy,desconcertado,vequeelhombrecaemuerto.

Holmseñalaelcobertizodeherramientas.—Ahídentro.Elconductornosemueve,solosederrumbaenelsuelo.Holmarrastraelcadáver

al cobertizo y cierra la puerta. Arranca del enchufe el cable de la minigrabadoradondesealmacenanlasimágenesdelavideocámaraquehaydetrásdelmostradoryseguardaelaparatobajolacazadora.Levantaalconductoralafuerzayloarrastradevuelta al autocar.Treinta segundosmás tarde ya se han ido.Nadie se ha fijado enellos.

Elgrifogotea.Cincoosietevecesporminuto,peronuncaseis.Devezencuandolalluviatamborileacontralaventana,perohoyno.Devezencuandounpájarochocacontra losbarrotes,perohoyno.Devezencuandograznaunacorneja,yentoncessabequeesinvierno.Lasestacionesdelañohanperdidosusignificado.Sabequeesinviernoporqueunacornejagraznayhaynieveenelpatio.

Enlaceldadealladotoseelalbanésflaco.Arriba,elserbiocaminadeunladoaotro.Abajo,ellibanésllora.Porsuculpa.Enalgúnmomentolediounapalizayleinformódequeapartirdeentonceslo

haríatodoslosdías.Losquesoncomoese,untipoalqueenchironaronporunpardegramosdehierba,soncomopapelesenblanco.Unolosusaparalimpiarseelculo.

Quémiserabledebedeserunaexistenciaquesoloconsisteentenermiedo.Élnisiquiera se fija en esos lémures cuando les provoca dolor con un par de patadas ygolpesparamitigarelsuyopropio.

EnBarcelona,losmarroquíesfueronlosprimerosencreerquepodíanjoderle,yél hizoque el cerebrode su cabecilla acabaradesapareciendopor el desagüede laducha. Los siguientes fueron los vascos.Después de que les demostrara a los dosmejoresparaquéservíansuscuchillos,losdemásvivieroncomoperrosgraciasalosnegocios que él les dejaba. Más tarde llegaron los tunecinos, los argelinos, losfranceses.Alfinaltodosechabanacorrercuandoélselimpiabalaceradelasorejas.

Sabíaquesolosuhermanodecidiríaquédíahabríacumplidosucastigo.Salvosupadre,éleslaúnicapersonadesumundoantelaquehasentidoysentirámiedo.

Asífuecuandoteníaochoañosysuhermanocavólafosaenelbosque.Asífuecuando,pocodespués,sumadremurióysuhermanoseencargódeél.

Asífueentodaslaspalizasquerecibió,entodaslasmiradas.


Lapalabra«amor»nuncasepronuncióentreellos,comotampocoelnombredesupadreniunasolafrasesobreloqueocurrióanteesafosa.

Aprendióarespetarasuhermano.Desuhermanoaprendióadominaralosdemás.Pero,encuantopudiera,lomataría.Solosuhermanodecidiríaeldía.Sabíaqueseríancomomínimocuatroaños.Todoesetiempoesperóhastaponer

elanuncioenelperiódicodelacárcel.«Ahoraentiendocuálesmilugar.Quieroencontraraunapersonaquesepaverme

comosoy».Pasaron semanas con la pregunta de si su hermano había comprendido que se

arrodillabaanteél.Quizátodavíanohabíallegadoelmomento.Sinembargo,unmesdespuésleescribióesamujer.

«Noexisteelazar,soloeldestino.Quierosabermásdeusted».Diezcartastuvoqueescribir,diezrecibiódeella.Fueunatorturainventarseuna

vida que se asemejaba a la de esos lémures y que le asqueaba con cada línea querezumabaautocompasiónyloembrutecía.

Sinembargo,esoformabapartedelcastigo.Despuésdemedioaño, lamujer fue avisitarlo aBarcelona.Sepusoa temblar

solocontenerlosentadoasulado.Eraunabelleza.Unadeesasquenormalmentevanporahíconlacabezabienalta.Peroélteníapodersobreella…porquesuhermanoteníapodersobreella.Vioquelamujersentíarepugnanciacuandolepusolamanoencima,yesoleexcitó.

Lehabríagustadodemostrarleloquesepuedehacerconunanariztanbonita.Fue a visitarlo una segunda vez, y él disfrutó viendo cómo la torturaban las

palabrasqueseexigíandeellayoyendocómoselequebrabalavoz.Fueellaquienlepasóelmensajesecretoqueconteníalonecesario.Élsolicitósu

trasladoaBerlínytomóasientoantelacomisiónconlaspiernascruzadas.Sedivirtiócon la necedad de esos encorbatados y supo que a partir de entonces todos lospensamientos, todos los pasos, todos los días y todas las noches pasarían comounsuspiro.

FueunplacerversesentadofrentealdirectordelaprisióndeTegelysaberqueesehombrequehabíapensadoquejamásobedecería,sinoquesiempreordenaría,noeramásqueundadoquesuhermanoagitabadentrodeunbote.

Leencargóqueleconsiguieralapelícula.YélselaregalóaBoenisch.Cuandovioaquiénelegía, lecostódominarsuimpaciencia.Losdíashastaque

cerró la puerta de la celda y aquellamujer le perteneció fueron losmejores desdehacíamuchos años. Sin embargo, si le preguntaran qué aspecto tieneBoenisch, dequé habla, cómo es su sombra, no podría decirlo. Ese tipo no es más que barropegadoalassuelasdesuszapatos.


Quélástima,esosí,nohaberpodidodivertirsemásconella.Seacaricia lacicatrizdelcuello, talcomohaceamenudo,ycierra losojos, tal

comohaceamenudo,imaginandoelmundodeAaron.Elgoteodelgrifo.Latosdelalbanés.Elllantodellibanés.Esotendríaella,ynadamás.Aaronrecibióelcastigoquesuhermanoconsiderójusto,peroessoloellimboquelapreparaparalosmuchosinfiernos.Élpuedeenumerarlostodos,ytodoslegustan.

Arriba,elserbiocaminadeunladoaotro.Hoylehabríarotounoodosdedosdelospiessoloporpasarelrato,poroírlecojear,peroyanohabrátiempoparaeso.

Laceldaseabre.Saschasonríe.


17

Alas9.40pasanlallamadaalacentraldeoperaciones.LavozdeHolmllenatodalasala.

—¿Estamostodos?—¿Siguenilesoslosrehenes?—preguntaDemirci.—SolohablaréconlaseñoraAaron.Aaron esperadiez segundos antesdedecir nada.Tieneque alargar todo loque

puedalaconversaciónparaquelocalicenelmóvil.—¿Losrehenesestánvivos?—Sí.—Demeunaprueba.—Sabequenovoyaponeratreintapersonasalteléfono.Noperdamoseltiempo

contonterías.Meteránamihermanoenuncoche.UnBMWSerie7automático.Enel maletero habrá una bolsa con cinco millones de euros en billetes usados decincuentaydecien.Silohacentodobien,nomataréaningunodelosrehenes.

—Parasacarasuhermanodelacárcel tendríamosquehablarconelSenadodeInterioryeldeJusticia.Ladecisiónnoestáennuestrasmanos,nopuedoaccederaesacondición.Coneldinerodelrescatesucedelomismo.Necesitaríamoshorasparareuniresacantidad.Siesqueloconseguimos.

«¿Hanlocalizadoyaelmóvil?».AaronsevuelvehaciaPavlikconuninterroganteenelgesto.

—Olvídalo—lesusurraél.—¿Creequenoséquehace ratoquemihermanoestádecaminoaBudapester

Strasse?Silenciosepulcral.—Denoserasí,habríasubestimadoalaseñoraDemirci.SeñoraAaron,sutáctica

denegociaciónesuninsulto.EnelautocarllevamosveinticincokilosdeC4justoalladodeldepósito.ConesobastaríaparaconvertirporejemploLeipzigerPlatzenuncráter.¿OquétalGendarmenmarkt?Eldetonadoresmuysensible.Lesdoydoshorasparareunireldinero.

Cuelga.Aaron indica por señas que quiere unos auriculares. Vuelven a ponerle la

grabación.Un llantomuy leve.Ruido de tráfico. Los intermitentes. El autocar se detiene.

Otrollanto.Susurros.Elautocarsiguecamino.Lossusurrosseinterrumpen.Aaronsequitalosauriculares.

—Enelautocarhaypor lomenos tresniños.Esonoquieredecirnada,peroesposiblequesetratedeunaexcursiónescolar.

—Que toda la policía de Berlín se ponga a buscar autocares con niños—dice


Demirci—.En caso de sospecha, que los sigan con un vehículo civil sin llamar laatención.Tambiénhayqueponerseencontactocontodaslasempresasdeautocaresde Berlín y Brandeburgo. Averigüen quiénes tenían reservados vehículos para unaclasehoy.

—Estamos hablando de más de doscientas empresas. Tardaremos—reflexionaPavlik—.Talvezseamejorquedeesoseencarguelapolicía,quetieneamásgente.

—SeñorPavlik,nopiensodiscutirahora.SeñoraAaron,porfavor,acompáñeme.—Demirci toma la mano de Aaron y la posa en la curva de su codomientras seapresuraconellaalascensor—.NormalmentelesolicitaríaunanalistadecasosalaLKA,peroustedconoceaHolmmejorquenadie.Megustaríasermásconsideradaconusted,ensuestado,peronopuedopermitírmelo.Losiento.

—Noesnecesario.

—SeñoraHelm,tengoquehablarconelsenadordeInterior.—Enseguida. El director de la LKA, Enderlin, ya ha llamado dos veces.

Considera que los responsables son ellos, la Oficina Regional de InvestigaciónCriminal.

—Deesomeencargoyo.—DemircientraconAaronensudespachoycierralapuerta—.Solounmomento.—Haceunallamadatelefónica—.SeñorEnderlin,deboexpresarmeconconcisión:laFiscalíaGeneralFederalleasignalatomaderehenesalDepartamento; loharemossolos.Sinembargo,solicitamosdeustedesa lagentedeTécnicaCriminalística6.—Labrigadadeexplosivos—.Suequipodebeestar listopara una intervención dentro de treinta minutos, desde Logística se pondrán encontactoconustedes.Encasodequerequiriésemosmásrefuerzos,seloharésaber.—Escuchayacontinuación suvozadquiereunmatizcrispado—.Eso loentiendo,peroelConsejodeMinistrosdelInterioryaestáinformado.Hastaluego.

«No,todavíanoloestá.Peroledaigual.¡Vaya!».Aaronbuscaatientaselsillónquehayfrentealescritorio.—Mediometromásaladerecha—diceDemirci.Sesienta.—¿HayalgunaalternativaalaliberacióndeSascha?—No.—Élpodríanegarsealintercambio.—¿Porquéibaahacereso?—EnEspañalocondenaronacuarentayochoañosdeprisión.Consutrasladoa

Berlín,laejecucióndelapenapasóaregirseporelderechoalemán.Eso,teniendoencuenta laespecialgravedaddesucondena,significaquesu liberaciónseríaposibledentrodedoceaños.

—¿Esaessuoferta?¿Porlomenosdoceañosmásdecárcelylavagaesperanzaderecibirunindulto?


—Esunpuntodepartidaparalanegociación.—No estamos facultados para prometer nada semejante. Algo así solo podría

dictaminarlo un juez. Asesinó por lo menos a ocho personas, entre ellas a cincopolicíasenFranciayEspaña.¿Quéjuezsedejaríaconvencer?

—Saschanoesjurista—aduceDemirci—.Miobjetivoprioritarioeslaliberacióndelosrehenes.Paramí,setratadeganartiempohastaquelocalicemoseseautocar.Después estaremos en una situación diferente. Holm no matará a treinta personasademásdeasímismo.

—Nolohaga.—¿Elqué?—Subestimarlo.Seoyecrujirunpaquetedetabaco.Aaronimaginaloscírculossilenciososdelos

drones,avesderapiñasinpresa.—Laarmaduradeahí,porlaquemepreguntó,eradeunjenízaro—diceDemirci

—.¿Sabequiéneseranlosjenízaros?—No.—Laguardiadecorpsdelsultán.Losentrenabanparamataryadesdeniños.—¿LodiceenalusiónacómoeducósuhermanoaSascha?—Aunquehabían jurado lealtad al sultán, los jenízaros se levantaron contra él.

HolmestállevandoaSaschaauncallejónsinsalida,yesohayquedejárseloclaro.—SeñoraDemirci, hace tres horas que está demostrando usted por qué está al

frentedelDepartamento.Hastaahoranohaperdido lacalmaniuna solavez,perohayunproblemamayorqueSaschaquelepreocupa.¿Dequésetrata?

Demircivuelveaguardarelcigarrilloenelpaquetedetabaco.—Aunque le entregáramos a su hermano a Holm, quedan los cinco millones.

Dudoquemeautoricenareuniresacantidad.¿Piensaqueesoesnegociable?—No.—Anteshadichoqueeldineronosignificanadaparaél.—ParaHolmnosetratadedinero,sinodepoder.Tambiénpodríaargumentárselo

deformapráctica:élsabequelosbilletesestánregistrados,quetienequelavarlosyquealfinallequedarácomomucholamitad.Peroesosolosonminucias.Créame,sinolocumplimostodo,harárealidadsuamenaza.

—¿Aunquemueraéltambién?—Esonoleasusta.Helmchenanunciaporelintercomunicador:—ElsenadordeInteriorparausted.—Gracias, señoraHelm.—Demirci se vuelvehaciaAaron—. ¿Medisculpaun

momento,porfavor?—Sinoleimporta,querríaoírlaconversación.—Deacuerdo.—Conectaelaltavoz—.AquíDemirci.—Svoboda.


—Señorsenador,haceunahorahemoshabladoacercadeHolmydelamuertedetresdemishombres.Lasituaciónsehaagravado.Holmtieneensupoderunautocarturístico.Amenazaconasesinaratreintarehenes.Esprobablequeniños.

Svobodatardasorprendentementepocoenprocesaresainformación.—¿Dóndeseencuentraelautocar?—Esonolosabemos.EnalgúnlugardeBerlín.Loestamosbuscandocontodos

losmediosquetenemosanuestradisposición.—¿CuálessonlasexigenciasdeHolm?—Quierelaliberacióndesuhermano.—EnlapausaqueefectúaDemircicabeun

mundoentero—.Ycincomillones.Svobodaresoplaconfuerzaporlanariz.—Quieroquenosasignelaoperación.—Yalatiene.EldirectordelaLKA,Enderlin,sehaquejadodesutono.Enfin,

¿no le parece que habría tenido que consultarlo antes conmigo? ¿O es que hacambiadoelfuncionamientooficialdelanochealamañana?

«Sabe lo del secuestro desde hace rato y ha dejado sola a Demirci en esto.Menudocapullo.Justoasíescomolorecuerdo».

DiezcosasqueAaronnoañora:laspostalessurostroalassietedelamañanalaspelículasdeAlmodóvarlaspetardasquesemaquillanenloslavabosdelosbarespasarselanochemirandoeldespertadortenerquecomprobarelespejoretrovisorconstantementequeloshombresselacomanconlamiradaqueunosojosdiganalgodiferentealoquedicelabocalascartasderestauranteconfotografíascontemplarelinteriordeunalataderaviolisfríos

—Somos losmás aptos para una liberación de rehenes—insisteDemirci—.Holmnoshadadounplazodedoshoras.SolopretendíaimpedirquelaLKAnospisaraelterreno.

Élguardacadaunadeesaspalabrasensudosier.—Han muerto tres de sus hombres. Dudo que el Departamento posea hoy la

energíanecesaria.Almargendeeso,deboapartarladelosdurosataquesquesondeesperarporpartedelosmedios,aunquesoloseapormideberdeprotegerla.Tambiénha de saber que he ordenado una investigación. El comunicado de prensa saldrámañanaaprimerahora.Tendráustedposibilidaddedarsuopinión.


«Porsupuesto.Laprotecciónestugranespecialidad».Demircisiguetranquila.—Holminsisteennegociarexclusivamenteconnosotros.EnconcretoconJenny

Aaron.Esoesunaventaja.EllaconocebienaHolm.—Y yo conozco bien a la señora Aaron —dice Svoboda—. Cuando todavía

estaba en el Departamento tuvo la suerte de que su predecesor le cubriera lasespaldas;sino,elprimerañohabríatenidoquedejarelservicio.Poseíaciertosdones,perolapacienciaylahabilidadnosecontabanentreellos.Lefaltantodoslosrasgosdecarácternecesariosparaunanegociacióncomoesta.Y,enfin…,unaciega…

Aaron lo tiene de repente ante sí: su piel flácida y pegajosa, los mofletescolgantes, los dedos huesudos y con lamanicura hecha. Svoboda pasaría de largojuntoaunmendigoqueseestuvieramuriendosinmirarlo.EnsurecuerdoesehombreocupalamismacategoríaqueBoenischyRunge.

El deseo de tomar la palabra le oprime el pecho, pero eso desenmascararía aDemirci.Unpaquetede tabacoyunmechero lleganasusmanos.AaronpercibeelautocontroldeDemirci,dominasupulso,aspiralaprimeracalada.

—La señoraAaron cuenta conmiplena confianza—replica lamujer—.Esmiasesora.Susanálisissonungranactivo.Nosoycapazdeimaginaranadiemejor.

Svobodadespliegalaspalabrascomounpavorealhaceconsucola:—Avecesfaltaimaginación.Bueno,¿cuálessuestrategia?—HeordenadoirabuscaralhermanodeHolmalacárcel.Prontolotendremos

aquí. Intentaremos convencerlo para que se rinda, aunque no tengo demasiadasesperanzas.Tododependerádequecumplamoslasexigencias.

—Cincomillonesdeeurossondeltodoimpensables.—Señorsenador,tengoqueinsistir:Holmestádispuestoatodo.Sinosandamos

contácticas,mataráaesosrehenes.—Mediomillónesellímite.Aarondesearíaquitarle aSvobodaesa autocomplacencia suyadeunapaliza, el

indiferente gesto de hombros con el que pone precio a la vida de un montón depersonas.Lapuertaseabresinhacer ruido.Helmchen lesusurraalgoaDemircialoído.Aaronsoloentiende:«Dos…,haceunmomento».Helmchenlasdejasolasotravez.

Demircihablaconvozestrangulada.—AcaboderecibirlainformacióndequeenunapartamentodeLeipzigerStrasse

sehanencontradoloscadáveresdeunmatrimonio.Aambasvíctimaslespartieronlanuca.JustoenfrentedelpisoseencuentralahabitacióndehoteldondesehaalojadoJenny Aaron. Debemos suponer que ha sido Holm quien ha matado a esa pareja.Anoche,contodaprobabilidad.

El techo de la sala se desploma de pronto y cae sobre los hombros deAaron.Demirciestádepiesobrelosescombros,hablandoporteléfono.

—Entreayeryhoyhaasesinadoaseispersonas.Treintamásnosignificannada


paraél.Necesitamoseldinero.Enseguida.—Hedichoqueno—insisteSvoboda—.Setratadeunasituacióncomplejaycon

unadinámicaespecial.¿Sesientedesbordada?AaronarremetecontraesepesodetoneladasyleindicaaDemirciporgestosque

quierehablarconSvoboda.—Unmomento—dicelamujer.Vaaabrirlapuerta,esperauninstanteylavuelveacerrar.—Señor senador, le he pedido a la señora Aaron que venga. —Una pausa

artificial—.SeñoraAaron,¿veustedviablequeajustemoslasexigenciasdeHolmanuestrasposibilidades?

—ParaHolm,laliberacióndesuhermanoyloscincomillonesdeeurosnosonunpuntodepartidaparalanegociación—dice—.Ambascosassoncondiciónsinequanon.

—Desde luegoesustedmuyelocuente—opinaSvoboda—.Sinembargo, tantadocilidadsuscita lapreguntadeporquéesprecisamenteustedquiendebenegociarconél.

—Hasidodecisiónsuya.—Talvezporquesabequeselopondráfácil.Aarondudasolouninstante.—Ustedyyonosconocemos.Seguroquerecuerdanuestroúltimoencuentro.—¿Debería?—Porsupuesto.EnaquelentonceserasecretariodelInterior.Uncompañeroyyo

estábamos en una operación encubierta en Nápoles, y usted insistió en que pocashorasantesdelencuentrodecisivoconeljefedelclanMazzarellafuésemosaBerlínen persona para presentarle un informe. Le dijimos que eso pondría en peligro laoperación, pero a usted no le importó. A nuestro regreso a Nápoles intentaronmatarme.Más adelante descubrimos que el clan nos había hecho seguir y que esevuelo a Berlín nos había desenmascarado. El informe interno describió suparticipaciónenellocon tododetalle,pero fuearchivado.Talvez tuvieraalgoqueverqueelministrofederaldelInterioryustederanamigosdelpartido.

—¿Cómoseatreve?SeñoraDemirci,quierohablarasolasconusted.—Igualquenuncasehizopúblico—añadeAaron,imperturbable—quelarama

alemanadelclanlehabíapinchadoaustedelteléfonoygraciasaellohabíanestadoexcelentementeinformados.

—Estaconversaciónhaterminado.—No del todo. En aquel momento me tomé la libertad de copiar el informe.

Usted decide si se lo paso a la prensa o si esos cincomillones de euros llegan alDepartamentodentrodeunahoracomomáximo.Enbilletesusadosdecincuentaydecien. Solo tiene que llamar al senador de Finanzas. Desde luego es usted muyelocuente.

Seoyeunclic.Svobodahacolgado.


Demircilequitaelpaquetedetabacodelamanoysacauncigarrillo.Aaronfumaconella.Daungolpecitoasurelojylavozrobóticainforma:«Sietedeenero.Jueves.Diezhoras,veinteminutos,tressegundos».

OchentaminutosparaelvencimientodelultimátumdeHolm.—Ahoracompartimosunenemigo—diceDemirci.—¿Prefiereteneraesecapullocomoamigo?ADemirciselepegalavozalasencías.—¿De verdad tiene esa copia? Solo lo pregunto porquemi carrera depende de

ello.—Yono,perosupredecesorsí.Seguroquesealegraríadeenviarmeunfaxdesde

Suecia.En ese mismo instante, Aaron se ve abandonando la terminal de Schönefeld.

Unosniñosarmanjaleodelantedeunautobús,unidiomaescandinavo.Unaboladenieveruedadentrodeunavión.Aaronvahacialasalidaconunabolsadecastañasasadas.Losniñoslasiguenconmiradastristes.—HayquebuscarunautocarconunaclasedeEscandinavia.Nosédequépaís.

ElautocardebedeserdeBerlín.—¿Cómohallegadoaesaconclusión?—preguntaDemirci,sorprendida.—Siselodigo,nometomaráenserio.Dejémosloahí.DemirciaprietalatecladelintercomunicadoreinformaaHelmchen.Denuevoun

helicópteroquesobrevuelaeledificio.—TodavíapodemosconcederleunminutomásaSvoboda.Sidespuéssiguesin

llamar,recogerémiescritorio.—Llamará.Sabequenovoydefarol.—¿Quélehacesentirsetansegura?—SoylahijadeJörgAaron—diceporprimeravezensuvida.Enelvestíbulosuenaelteléfono.—Mipredecesor,porcierto,meaconsejólomismoqueusted.—¿Elqué?—Quemedirigieraaloshombressoloporsuapellido.Peronopuedoevitarlo.—Esofueayer.Hoymegustasuestilo.—¿Todavíamantienecontactoconél?—preguntaDemirci.—Hablamosporteléfonodevezencuando.—¿QuétallevanlascosasporSuecia?—Pescapecesgordos.—Salúdelodemiparte.Lapuertaseabre.EsHelmchen.—Eldinerovienedecamino.Dospersonasrespirantranquilas.—YSaschayaestáaquí.


18

Hanentradoseisdeellosynohandichounapalabra.Élhavistosufuriaysehareídodesuspensamientos.Lehantapadolosojos,lehanpuestoesposasygrilletes,peroélhadisfrutadoynohasentidolasataduras.Hanconducidodeprisa,yélsabeporqué.Lohanmetidoenunascensorylohanarrastradoporpasillos,encadenado,perosuspasosnuncalehabíanparecidotanligeros.Muchaspuertassehancerradotrasélestoscincoaños.Lashaodiadotodas,peroestaúltimahamerecidolapena.

Porquedetrásestáella.Losientanenunasillaylequitanlavenda.Lafrustraciónlesubecomolabilisporlagarganta.Quieresaltarporencimadela

mesaymataraAaron.Ellalomiraalosojos.Saschahaimaginadomilvecescómoseríalaescena,yencadaunaellasiempre

lomira con ojos vacíos. El ansia de tocarse la cicatriz del cuello es tan poderosacomosillevaradosminutosbajoelaguaytuvieraquerespirardeunavez.Peronoquieredarlesesaalegríanialhombrequeestáapoyadoenlaparednialosdemás,losqueestántraselespejo.SeconcentraenlahinchazónqueveenelpómulodeAaron.Sascha no duda de que se lo ha hecho su hermano. Ha golpeado a Aaron, la hahumillado,yélquerríahaberestadopresente.

Perolobueno,lomejordetodo,esqueellacreequelotieneensusmanos.Creequeestásegura.Sereclinaenelasiento,cruzalosbrazoscondesenfadopordetrásdelacabezay

dice:—Veoalgoquetúnoves.AaronyaestabaesperandoaOjosdeFichaenlasaladeinterrogatoriosparaque

élnoseexcitaraalvercómobuscabalasillaatientas.SabequePavlikestáconella.En realidad dirigirá sola la conversación, lo han acordado así, pero saber que estápresente la ayuda. La voz de Ojos de Ficha resuena en su interior. Es burlona,mordaz,malvada.YaunasísuenacomoladeunniñoqueseacuclillajuntoalárboldeNavidadyseenfadaporquenolehantraídoelregaloquemásdeseaba.

—Le he hecho venir aquí porque su hermano está en Berlín. ¿Sabe dónde seencuentra?

Élseechaareír.—Ciegaytonta.—Sicoopera,podríamoshablardeunareduccióndecondena.—Nuncavolveréaentrarenunacárcel.—SeñorHolm,parececreerustedqueloestamosliberando.Esoesridículo.—Ah,¿esquesolomehabéissacadoparadarunpaseo?—Yalehedichoporquéestáaquí.


—Estoyaquíporquemihermanosetefollacuandoydondequiere.¿Quétienesdebajodelojo,guarra?¿Tegustó?

—Se ha atrincherado con dos rehenes en un apartamento al lado del centropenitenciario,peroesonorepresentaunproblemagraveparanosotros.

—Guau—exclamaOjosdeFicha—.¿Yahamatadoatodoslosdemás?¿Ycómohametidoelautobúsenelapartamento?

«Mierda».Aaronesperaunmomentopararelajarlosmúsculosdelhablaynodejarquesele

notelatensión.—Damos por hecho que su hermano ha supervisado cómo lo trasladábamos.

Queremosquesecreaasalvo.Solotenemosqueganartiempo,yustednosserádeayudaparalograrlo.

—Ciega,tontaymentirosa.Dameunpiti,zorra.—Liberaremosa los rehenesy lomásprobable esquematemosa suhermano.

¿Quieremorirustedtambién?—¿Meamenazasconpegarmeuntiro?Yencuantoamihermano:sehacargado

atresdelosvuestros.Comoelqueserascaloshuevos.Aaronsevea símismadisparándoleaOjosdeFichaalcuello.Eso laayudaa

tranquilizarse.—Yanoestáenesacárcelespañola.EnAlemaniatodavíalequedandoceaños,

perodespuéspodríanliberarlo.—Ciega,tonta,mentirosaydesesperada.—Esoesmejorquedeporvida,laverdad.—Depor vida pagarás tú, no yo. Pormí, ya puedes sumar también los quince

añosquemecaeránporesa tíacon laquemedivertí.Oye,¿puedealguienabrir laventana?ApestasalsótanodeBoenisch.Quéasco.

«ConfiesacomosinadaelasesinatodeMelanieBreuer».«Seguirintentándoloseráperdereltiempo».—Tengoquedartealgodepartedeél.Talvezesepoliqueestáahíaburridoenla

paredpodríameterlamanoenmibolsilloderecho.Perosinhurgar.AaronlehaceunaseñaaPavlik.OjosdeFichaseponedepie.Seoyeelrocede

laropa.Vuelveasentarse.PavlikledejaalgoenlamanoyellalopalpasindejardemirarfijamenteaOjosdeFicha.

—Ah, casi semeolvida: le heprometido a ese pajillero enfermoque en algúnmomentolecontaríacómotehematado.Yyosiempremantengomispromesas.

Aaronreconoceloquetieneenlamano.Dieciséisañosquedanpulverizados.Estáhaciendo lasprácticasen laCuartade

Homicidiosyseencuentraeneldespachodiminutoquelehanasignado.NadiesabetodavíalodelsótanodeSpandau.


Aaron lee la declaración del marido de una de las abogadas desaparecidas. «Esamañanameregalóunalociónparadespuésdelafeitado.Eranuestroaniversarioyamísemehabíaolvidadoporcompleto».SumiradasedirigeaBoenisch,quesehaencogido en la silla del rincón y espera para realizar su tercera declaración comotestigo.Hacediezminutosqueyanomueveunsolodedo.Delapuntadelanarizlecuelga una gota de sudor, como congelada. Aaron sigue leyendo. «Se fue triste atrabajar.Ahoraalomejornovuelvoaverla».

SedacuentadequeBoenischlaestáobservando,alzalamirada.—Disculpe,nopretendíaquedarmemirándola,peroesqueestámuyguapacon

esevestido.Lodiceconuntonotanamablequederepenteellasientemalaconcienciaporno

haberlepreguntadosiqueríabeberalgo.—¿Tienesed?—Sí,gracias.Aaronvaalofficey regresaconunvasodeagua.Boenisch lovacíadeunsolo

trago.—Gracias.Lohacenpasara la salacontigua.Ella lo sigueunmomentocon lamirada:un

hombregigantesco,concalcetinescolorcarneysandalias,queagachalacabezaparapasarporelmarcode lapuerta, sevuelvehaciaellay leda lasgraciaspor terceravez.

Otrodía,Aaronbuscaenelcajóndesuescritorioelguardapeloqueleregalósumadre.Noestáporningúnsitio.Selohabíaquitadoporqueteníaelcierreroto.Eseguardapelosignificamuchoparaella.Aunquesumadreyellamuchasvecesnosabenquédecirse,esconscientedequesetratadeunregaloespecial,porquepertenecióasuabuela.

Cuandoselodio,elguardapeloestabavacío.Talvezsumadreteníalaesperanzade que Aaron metiera en él una pequeña fotografía suya. Evidentemente podríahabérseloregaladoconunafotografíayadentro,peroquizáleparecíamásbonitalaideadequesuhijalohicieraporpropiavoluntad;asíeraella.

HacíapocoqueAaronhabíaempezadoa interesarsepor lafilosofíaoriental,demodo que para el guardapelo escogió los dos símbolos japoneses de la vida y lamuerte.

Una tormentaoscurece laventana, lasprimerasgotasgruesasgolpeancontraelcristal.Derepenteyanoestáseguradehabermetidoelguardapeloenesecajón.Seproponebuscarloencasa.

No llega a hacerlo. Entrada la tarde lee la tercera declaración de Boenisch, lacomparacon lasdosanterioresy sepresentaensucasa.Apartirdeentoncesnadaserácomoantes.


Aprieta el guardapelo en su puño. Ese recuerdo lo había perdido. Por tercera vezdesdequeharegresadoaBerlín,algosesalvadelincendio.Aaronvuelveasaberquéaspecto tienePavlik.SabequedisparóaOjosdeFichaenelcuello.Sostieneen lamano el guardapelo que Boenisch le robó en su día, un fetiche que el hombre haconservadoconcuidadotodosestosaños.

Derepentepiensaquelasllamasnohandestruidonimuchomenoslosrecuerdos.Tal vez la biblioteca posee infinitas puertas, cada una de ellas ignífuga, y losrecuerdossolohanquedadoescondidosahídetrás,esperandoaquealguienlasabra.

Sinembargo,esaideaquedasepultadaenseguidaporlacertezadequeBoenischestápensandoenellaeneseinstante.Sabeloquesostieneenlamano,yesodivierteaOjos de Ficha. Quiere convertirla en una muñeca hinchable con la que Boenischpuedamasturbarse.Aaronhacedesaparecerelguardapelo,seenciendeuncigarrilloyleechaelhumoaOjosdeFichaalacara.

DemirciyNikoestánenlasaladeallado,siguiendoelinterrogatoriotraselespejodedoble vista.Büker entra conMajowski.Ellos dos han sido los responsables deltrasladodeSascha.

—Bueno,¿quépasa?—¿Hanhabladoconelrecluso?—preguntaDemirci.—No.¿Por?—Sabelodelostresmuertos—diceNiko—.¿Oshabéisidodelalengua?¿Ha

escuchadomientrascomentabaisalgo?—¿Tecreesqueestamostarados?DemircicruzaunamiradaconNiko.—Quierosabersialguienestuvoensuceldadespuésdequeloaislaran.NikosaleconMajowskiyBüker.Elteléfono.Elladescuelga.—¿Sí?…Pásemeelvídeodelasaladeinterrogatoriosporstreamingamitableta.DemircisellevasuiPadyseponeunauriculareneloído.Trespuertasmásallá,

cuandoentraenlacentraldeoperaciones,yaveaAaronyaSaschaenlapantalla.—Solo hay un autocar con niños escandinavos en la ciudad—informa Giulia

Delmonte—.Una clase de sexto deAarhus,Dinamarca.Veintisiete alumnos y dosprofesores.Hanllamadoporradioalconductor,peronohacontestado.Elmóvil lotienedesconectado.

—¿SelohancomunicadoalapolicíadeBerlín?—Haceunminuto.Haremosquelocalicensumóvil.—Informedeltipodevehículo,elcolorylamatrículaatodoslosmediosonliney

lasradiosdeBerlínsinmencionaralosrehenes.Quebuscamoseseautocar,conesobasta.¿Sabemosdónderecogióalosniños?


—En el Monumento a los judíos de Europa asesinados. A las nueve menoscuarto.

—Porallípatrullanvigilantes.Quelosinterroguen.Ytambiénalpersonaldelospuestos de comida y las tiendas de souvenirs. ¿Ha habido algo que le llamara laatención a alguien entre las ocho y las nueve menos cuarto? La embajadaestadounidenseestáenfrenteytendrácámarasdeseguridad.Póngaseencontactoconellos.

Demircimiralatableta.—Dudomuchoquesucarreracarcelariaterminehoy.Lohabíacreídoaustedmás

inteligente—diceAaron.Saschaserepantingaabriéndosedepiernasyríeconsarcasmo.DemircisevuelvehaciaMajowski.—Quelosdosequiposespecialessepreparenparaunasalto.—¿Significaesoqueatacamosencuantolocalicenelautocar?—No.Tendremoselvehículodelafugaconeldineroapunto.Prepárenlotodo.Demirciseapresuraaregresaralasaladelespejo.

PavlikdejaunplatitodelantedeAaron.Ellaapagaallíelcigarrillo.OjosdeFichasearrancalaspalabrascomosifueranunaflema:

—¿Cómopuedesertanarrogantealguientancobardecomotú?—¿Ustedmellamacobarde?¿Unhombrequeasfixiaaunamujerindefensacon

unabolsadeplásticoparaqueBoenischsehagaunapaja?—Sabesquenofueporeso.Túestásaquí,yyoestoyaquí.Poresolohice,puta.AaronoyeaDemirciporelauricular.—Lointerrumpimos.—Quierevolveraunacelda—lediceAaronaPavlik.—Lacobardíapuededestrozarteopuedehacertecrecer.Avecesesosedecideel

primerdíadelárboldelmesdelafecto—recitaentoncesOjosdeFicha.Pavliklolevantadelasilla.—Seacabó—dice.—No,espera—pideAaron.«Elmesdelafecto».«Asíllamabanaeneroenlaépocadelossamuráis».«Hoyesjueves.Eldíadelárbol».«NoesOjosdeFichaquienhablaconmigo».«Essuhermano».—Hoyhaceseisañosjustos.—¿Dequéestáhablando?—preguntaDemirci.«Seisaños.Elprimerjuevesdeenero.¿Quéocurrió?».—Existe otro nombre más para el día del árbol—dice Ojos de Ficha con las


palabrasdesuhermano.«EldíadeJúpiter».EntoncesAaronlosabe.«Laucraniana.Pi».Habían estado semanas alojando a dos ucranianas en una casa supuestamente

seguradeFráncfortdelÓder.Eranlastestigosprincipalescontraeljefedeunareddeprostitución forzada.Lasmujeres recibieron laproteccióndeunequipoespecialdeoperaciones al completo: cinco hombres. Aunque las cortinas estaban corridas, elfrancotiradorqueseencontrabaapostadoacuatrocientosmetrosdelacasaconsiguiólocalizaraunadeellasmedianteunasondatérmica.Utilizómuniciónparacristalesblindadosylamatódeuntiroenlacabeza.Latestigosupervivientefuetrasladadaaunlugarseguro.Solohabíaqueaguantarunanochemás;aldíasiguienteempezaríaeljuicio.LoscompañerosdeAaronescogieronelhotelJupiter.Entraronyadenoche.Cincohombresrodeabanalaucranianaalsalirdelalimusina.Desdelaazoteadeunedificiodelotroladodelacalleseperpetróunnuevoataque.

RalfParetzki,alque todos llamaban«Pi»,se lanzóante la testigo.Dosbalas lealcanzaroneneltorsoyelchalecolasfrenó.Laterceraleacertóenlasien.Piperdiómuchasangre,perosobrevivió.Enlaazoteaencontrarontrescartuchosdebala.Nopillaronalfrancotirador.

—Veoqueteacuerdas—diceOjosdeFicha.«¿Fueélquiendisparó?No,Holm».—Lesalvólavidaalamujerypagósudeuda.Elcrepitardelfluorescenteeselúnicosonido.Enlasalacontigua,Demircicontieneelaliento.—Notengoniideadequémeestádiciendo—replicaAaron.Perosílosabe.EnFráncfortdelÓder,Pifalló.Estabaasolasenlahabitacióncon

laucranianayalverelpunto rojodel sensorde infrarrojosen lacortinasepusoacubierto y no arrastró a lamujer al suelo como habría sido su deber. Fue un actoreflejo,ningúncompañerolehabíareprochadonada.Soloélmismo.TodosesperabanqueretiraranaPidelequipo,perosujefe,trasunalargaconversaciónconél,decidiónohacerlo.LoacertadodeesadecisiónlodemostróPidelantedelhotelJupiter.

«¿CómosabíaHolmqueeraelmismohombre?No,esoesfácil.Pisolomideunmetrosetentaycinco.Nohabíaotroconsuestatura».

—Fue un cobarde el día de Mercurio, pero un valiente el día de Júpiter. Susacrificionofueenvano.

«EldíadeMercurio.Elmiércoles».—¿Tesuenayalapelícula?—preguntaOjosdeFicha.Apareceunaimagentemblorosa:AaronesperaaNikodelantedeuncine,nosabe

decuál.Élledaunbesoenlamejilla,asíquetodavíanoestánjuntos.Nikocompradosentradasparaunapelícula,peroellanosabeparacuál.Buscaybusca.

Derepentetropiezaconelrecuerdo.


SaleconNikodelcine.AcabandeverAvatar,sehandejadopuestaslasgafas3-Dyestán haciendo el tonto porAlexanderplatz.Niko le compra una bolsa de castañasasadas.Ensusirisrelucenestrellas,ellalobesaporprimeravez.Selollevaacasaydejan las ventanas empañadas.Durante las tres horas en queNiko duerme, ella locontemplacomosifueraelregalodeNavidadmásmaravillosodesuvida.¿Cómohapodidodesperdiciar tantosaños?EnrealidadNikolehagustadodesdeelprincipio,perounaespeciedeorgulloestúpidohasidoelculpabledequelohayatenidoenvilotantotiempo.

Ella no pega ojo, a las siete prepara el desayuno. Le da un poco de miedodespertarlo,peroéllaarrastraconsigodevueltaalacamaydisfrutanelunodelotrocomodospersonasquelohanhechotodobien.

LleganalDepartamentoporseparado.Carasserias.AllíseenterandeloquehaocurridoesanocheenFráncfortdelÓder.Hacenentraralaucranianaporelpasillo.Aaronpercibeelmiedodelamujer,peroelcasonoessuyo,ysepasatodalamañanasintiendoen labarrigapequeñosNikosen formadecanicasque ruedany lehacencosquillas.

EnelofficeseencuentraconPi,quelerehúyelamirada.—Yaséloquepensáistodos,yesverdad.Pitienequeiraldespachodeljefe.Nikohareservadounamesaparaesanocheen

un restaurantecarodeKollwitzplatz.Ellaescogeelvestidonegrodecachemirquetanto le gustó a él en la fiesta de cumpleaños del jefe. Está impaciente por que ladesvista.

Una lluvia helada lija el parabrisas, en la radio del coche suena PeterGabriel.Aaronpone lamúsicabienaltay tamborileaenelvolanteal ritmocontundentede«SolsburyHill».Nadie se atreve a ir amás de veinte por hora.Le vibra elmóvil.Pavlik.Solounafrase.LascanicasdeNikoensubarrigaparandeformafulminante.Aaron planta la luz azul en el techo y aparta a los demás coches a un lado. Suvehículodabandazosporlacalzadaresbaladizayellaloequilibraconsucuerpo.AAaronlegustatodoloquesepuedeequilibrar,peroestavezno,noduranteesostreskilómetrosenlosqueseabrecaminoporunatascohastaelJupiter.

AlllegarestánmetiendoaPienunaambulancia.Élledalamanoysusurra:—Ahorayanotengodequéavergonzarme.

Lorecuerda todoencuestióndesegundos.Enmediodeesedolorbuscaelnúmeroquerepresentaloquehaperdidoysientemiedodeeseotroquenuncahadejadoqueseleacerque.

Eltres.Saberquealgoesinútily,aunasí,hacerlo.Elguardapelo.El zen dice que uno siempre debe tener a la vista los símbolos de la vida y la


muerte,yqueesteúltimoinclusodeberíapintárseloenlafrente.Soloasíseposeelaenergíanecesariaparalucharhastaelfinal.

«Holmconoce su significado.Elguardapelonoha sidoun regalodeBoenisch,sinodeél».

Hasta ahora Pavlik no ha dicho una sola palabra, peroAaron siente que no lequitalosojosdeencima.Esdemasiadointeligenteparanodarsecuentadeloqueleestáocurriendopordentro.

—La ucraniana guardó silencio en el tribunal, y ella sabía bien por qué. Miclientequedóenlibertad,noeramásquematemáticapura—lediceHolmaAaroncon la voz de Ojos de Ficha—. Sin embargo, no me gusta dejar nada a medias.Duranteunatemporadajuguéconlaideadecastigaraeseagente.Cuandosaliódelhospital, loseguí.Teníaunapequeñavidaconsumujerysubebé;yoleregaléesavida pequeña, pero solo por su coraje.De haber sido cobarde una segunda vez, lohabríamatado.Tansegurocomoqueconoceslacantidaddepasosquehayhastalastumbasdetupadreytumadre.

Palabrascomoceniza.CuandoHolmladejósolaconelcadáverdeEvaAskamp,enrealidadleestabadiciendo:«Todavíano».Ellasabeloquetienequehacer.Enelfondo lo sabe desde hace cinco años, y todo lo que ha esperado, sufrido y temidodesdeBarcelonacobrasentidoenestemomento.

—Yahemosterminado.—Nosveremos—diceOjosdeFicha.Pavlikselolleva.Aarondaungolpecitoensurelojdepulsera:«Oncehoras,quinceminutos,ocho

segundos».Demircientraycierralapuerta.—¿Tenemoselautocar?—preguntaAaron.—No,peroustedteníarazón.Esunaclasedanesa.Aaronselevanta.—Meta a Sascha en el coche con el dinero. Su hermano llamará dentro de

veinticincominutosynoscomunicarádóndeseencuentra.Holmcalcularáeltiempojusto para que no tengamos ocasión de hacer preparativos. Si Sascha llega unsegundotarde,Holmmataráalprimerrehén.

—¿Dequéestabahablandoconustedahoramismo?—Soloeranjueguecitos.—Señora Aaron, cuando antes dije en mi despacho: «Ahora compartimos un

enemigo»,lasdospensamoslomismo.—Sí.—Pensamos:«…yhemosganadounaamiga».—Sí.—¿Losiguepensando?—Sí.—Yo también.Hace dos horas le pregunté por quéHolm la dejó salir viva del


pisodeEvaAskamp.Ustedmecontestó:«Nohansidomásquelospreliminares».—Meequivocaba.—¿Interpretamoslaamistaddemaneradiferente?Lapuertaseabre.EsPavlik.—DéjemeasolasconAaron.—Denegado—replicaDemirci.—Tengoqueinsistir.—Noesnecesario—diceAaron—.EllasabeloquequiereHolm.—¿Cuántospasoshayhastalastumbasdetuspadres?—Noloshecontado.—Enséñameeseguardapelo.—¿Porqué?—Porquetelopidoyo.LedaelguardapeloaPavlikyélloabre.—¿Quésignificanestossignos?—Verdadysinceridad—mienteella.—Ustedsabedóndeestáelautocar—diceDemirci.—Seequivoca.Pavlikledevuelveelguardapelo.—Sí,losabes.—Ojalálosupiera.—No permitiré bajo ningún concepto que se intercambie por los rehenes.—A

Demirciletiemblalavoz—.AunqueHolmpretendamataraesosniños.Usted.No.Va.¿Noshemosentendido?

—Desde luego. —Aaron recoge su abrigo del respaldo de la silla y busca lapuertaatientas.SalejuntoaPavlikyDemirciytuercehaciaelascensor.

—¿Adóndeva?—Alaazotea.Necesitoairefresco.—Teacompaño—saltaPavlikenseguida.—No.Losdosequiposespecialesestányaenelaparcamientosubterráneo.Usted

dirigelaoperación—lerecuerdaDemirci.—NopiensodejarsolaaAaronniunsegundo.—Noestarásola.SeñorKvist—llamaDemirci—,acompañealaseñoraAarona

laazotea.Respondeantemípersonalmentedesuseguridad.Losesperoaambosenlacentraldeoperacionesdentrodeveinteminutoscomomáximo.

Losminutospasanvolando.Han localizadoelmóvildel conductordel autocar.LohanencontradoenlaorilladelSpree,enunabolsadeplásticojuntoconlosdemás.Nowakllegaconunainformaciónnueva.

—En la curva norte del AVUS han descubierto el cadáver de un empleado de


gasolinera.Lacintaconlasgrabacionesdevídeohadesaparecido.—¿Causadelamuerte?—preguntaDemirci.—Todavíanoestáclaro.Unhematomaenelcuello.«Siete».—¿Cuándolohanencontrado?—Alas9.39.Elcadáveraúnestabacaliente.UnminutoantesdelasegundallamadadeHolm.—¿Alguiensehafijadoenalgúnautocarquepararaenesagasolinera?—Lapolicíaestáenello.Demircibajaal aparcamiento subterráneo.Trecehombreshan formado frentea

dos furgonetas Ford Transit negras. Las dos órdenesmás importantes ya se las hatransmitidoPavlik:lavidadelosrehenestieneprioridad;soloélpuededarpermisoparaabrirfuego.

—El hombre que nos desafía —les dice Demirci— ha matado a tres de suscompañeros. Los lloraremos como merecen, pero todavía no. El que tenga unproblema con ello será reemplazado.—Sumirada recorre los rostros cubiertos porpasamontañas.Treceparesdeojosquelesostienenlamirada—.AlgunosdeustedesyaestabanaquícuandoJennyAaronpertenecíaalDepartamento.Puedequetenganamistad con ella o que, como mínimo, les caiga bien. Saben que Holm fue elresponsabledequesequedaraciega.Tambiéneso lesexijoque lodejenaun lado.Unsoloerrorpodríadesatarunacatástrofe,yquien locometadesearánohabermeconocidojamás.Todoslosdemásmetendrántrasellos,apoyándolosfirmecomounmuropaseloquepase.TienenelOK.

Saschaaguardaesposadoenelvehículode la fuga;sedivierte.Demirciabre lapuertadelcocheyhablaenvozaltaparaquetodosloshombreslaoigan.

—Austed tambiénquierocomunicarlealgo.Ahorasonlas11.37.Comomuchodentrodeveinticuatrohorasvolveráaestarenlacárcel,omuerto.

Esconscientedelamiradaqueledirige.LasonrisadeSaschaseconvierteenunamáscara.Arriba, cuandoDemirci sale del ascensor todavía queda unminuto. Helmchen

correhaciaella.—LossecretariosdelInteriordelosländer,eldirectordelaBKAyeldirectorde

lapolicía federalhanconvocadounavideoconferenciay le rueganquecomparezcaparapresentarlessupostura.

—¿Desdecuándoruegannada?—preguntaellamientrascorreporelpasillo.AHelmchenlecuestaseguirleelritmo.—¿Quélesdigo?—Que tendrán que esperar.—Demirci abre de golpe la puerta de la central de

operaciones.Deun solovistazoveque falta lapersonamás importante—.¿DóndeestálaseñoraAaron?

Rostrosdesconcertados.


—Llámenlaenseguida.YalseñorKvist.Demirci tiemblaunmomentoporelesfuerzoque lesuponenoponerseagritar.

Lapuerta se abrede repente.Porun instante tiene la esperanzadeque seaAaron,perosetratadePeschel.

—Esto…,tenemoselautocar.CalleDiecisietedeJunio,delantedel InstitutodeMatemáticasdelaUniversidadTécnica.Lohalocalizadoundron.

—¿Yaestálapolicíainsitu?—No, pero van de camino. Dentro de dos minutos habrán llegado los coches

patrulla. Pavlik ha salido ya. El dron debería enviarnos imágenes en cualquiermomento.

Demircimiraelsegunderodelgranrelojdelapared.Tres,dos,uno.PasanlallamadadeHolm.—Laescucho.—Tenemoseldineroyasuhermano.—¿NoleshedichoquesolohablaréconlaseñoraAaron?—Estáalllegar.—Tienetreintasegundos.DelmonteleindicaaDemirciquenohalogradolocalizarniaAaronniaNiko.

Enlapareddepantallasaparecelaimagenvacilantequeenvíaeldron.Estávolandoencírculosaunoscincuentametrosporencimadelautocar.Unhombrebajadeunsalto.Mirahaciaarriba,llevalacaracubiertaporunpasamontañas.Veneldestellodelabocadelcañóncuandoabrefuegoconunsubfusil.Laimagensecorta.

—Lostreintasegundoshanterminado.—LaseñoraAaronnoestádisponible.—Voy a poner una exigencia más. —Las palabras de Holm martillean en el

silencio—.QuelaseñoraAaronvayaconmihermanoenesecoche.Seráotrarehénmásparaelintercambio.

Nadierespira.Todosmiranalajefa.—Deningunamanera.Losaltavocestransmitenelrugidodeunhelicóptero.—Aestasalturasyadeberíasaberustedqueenelautocarhayveintisietealumnos

ydosprofesores.—Holmhablaapartándosedelmicrófono—:Digasunombre.Ungemido.—MagnusSørensen.—ObienmeconfirmanahoramismoqueJennyAaronvienedecaminoaquí,ole

pegountiroaestehombreydejoelcadáverenlacalle.Despuésmataréaunrehéncadacincominutoshastaquehayacambiadousteddeopinión.

Demircipronuncialafrasemásdifícildesuvida:—JamásleentregaréalaseñoraAaron.


Sørensenestáde rodillas anteHolm.AlvolverseenelMonumentoa los judíosdeEuropa asesinadosymirar a esehombre a los ojos supo loque sucedería, peronoqueríamorir sin haber sido valiente por lomenos una vez. Para nada. Desde queHolmlehahechodecirdelantedelaclasequeseacuestaconLena,Sørensenyaseha despedido. De su mujer. De su hija. De todos. Lamenta muchísimas cosas.Habersecasadotanjoven.Quelosañoshayanpasadocomounsuspiroyqueaéllefaltaranfuerzasparaimpedirlo.Nohabersidounbuenpadre.Pero,sobretodo,haberbesadoaLenaenlasaladeprofesores.

Caeeldisparo.SuecoseestrellacontralosrostrosdeDemirciylosdemás.—Elsiguienteseráunniño.—Tal vez hoy consiga salirse con la suya—dice Demirci, y en ese momento

todos losde la sala le tienenmiedo—,pero loperseguiré.Y, tarde loque tarde, loencontraré.

—Disculpeunmomento,tenemosvisita.Oyencómoseabrelapuertadelautocar.Sirenasdepolicía.Elhelicóptero.Otra

vezelsiseodelapuerta.—Aquíhayalguienquequierehablarconusted.—Holmlepasaelmóvilaotra

persona.LavozdeAaronresuenaporlosaltavoces:—EnlaescaladeAdén,elcomandanteSchumannpudoabandonarelLandshut

parainspeccionareltrendeaterrizaje.Habríapodidohuir.Enlugardeeso,regresóalavión.¿Porquécreeustedquelohizo?

Demircicierralosojos.—Asísehabla—diceHolm—.«Elverdaderovaloresvivircuandoescorrecto

vivir,ymorircuandoescorrectomorir».Para lossamuráis,elvalory laclemenciaeranunamismacosa; talvezesoesperalaseñoraAaron.Peroyonoseréclementeconella.Ledoydiezminutosparaquemeentreguenamihermanoyeldinero.—Cuelga.

Pasos.Demirci abre los ojos.Niko está ante ella.Tiene lamiradavacía y gris.Ellalequitaelarmadelafunda.

—SeñorKvist,quedadetenido.


19

Usted.No.Va».LaspalabrasdeDemirci sepierdenen la infinidaddepasosqueAaron da hasta llegar conNiko al ascensor.Ambos se ocultan lo que piensan. Lapuertasecierraylacabinatiemblaalempezaraascender.LamanodeNikorozalasuya.Aaronquiereaferrarla,peroéllaaparta.

Laazotea.Lapuertaseabreyellasecolocaenelumbralparabloquearelsensor.—Tengoqueir.—¿Adónde?—Yasabesdónde.Lanievelecaeenlacaraysederritealinstante.Nikonodicenadayeltiempoapremia.—Dejaquemevaya.—¿Cómoseteocurrepensarquevoyahaceralgoasí?—Sino,losmataráatodos.—Soloquiereasuhermanoyeldinero.Lotendrá.—Mequiereamí.—Sonimaginacionestuyas.—Holm le ha dictado a Sascha lo que tenía que decir. Sabe que Demirci se

negará.Hapuesto ladecisión sobreeldestinode treintapersonasenmismanos,yahora también en las tuyas. Si no me dejas marchar, esta culpa nos destrozará aambos.

—¿Meestáspidiendoqueteayudeasacrificarte?—Teestoypidiendoquesalvesatreintapersonas.—Loquiereshacerporotromotivo.—DimequeenBarcelonanofuiunacobarde.ElvientorespondeporNiko.—Durantemucho tiempohe intentadoconvencermedeque talvezpodríavivir

con ello, hasta que he acabado creyéndolo. Me he convencido de que el tiempoayudaría,dequeundíaloolvidaríatodo.Peromipadreteníarazón:jamássucederá.

Lacabinatraquetea,aunqueellanosehamovido.—Nopodíashacernadamáspormí.Actuastedelaformacorrecta.—Me regalaste una bolsa de castañas asadas. Yo te besé. Nos amamos y, a la

mañanasiguiente,tepedíalgo.—Nomehagasesto.—Tehiceprometerquenuncamementirías.Noteheeximidodeesapromesa.Si

creesqueunosolodeesosniñossaldráileso,bajaotravezconmigoahoramismoyloqueacabamosdehablarquedaráparasiempreentrenosotrosdos.Sino,hazteaunlado.

Elviento.


ElcorazóndeAaron.Sirenasdepolicía.CómolegustaríaveraNikounaúltimavez.—Essisu—dice.Aaron deja de respirar durante treinta segundos. Después busca a tientas los

botonesyaprietaeldelaplantabaja.Lapuertasecierra.TodavíanoestáseguradequeNikolahayadejadosola.Alargalamano,buscando.Nadie.Llamaalacentraldetaxis y explica que es ciega y que el taxista tendrá que dirigirse a ella delante deledificio.

Aaronesperaenelfrío.«Diecisietepasoshastalatumbademipadre».«Seishastalademimadre».«Eldiecisietedelseis».«“Matemáticapura”,hadichoHolm».«EledificiodeMatemáticasde laUniversidadTécnicaen lacalleDiecisietede

Junio».«Adoskilómetros.Quécerca».Aaronoyeunhelicóptero.Lequedamuypocotiempo.Eltaxillegayellalepide

alconductorquesedéprisa.—¡Nopiensoarriesgarmeaquemeponganunamulta!Un billete de cien le hace cambiar de opinión. El hombre le saca partido al

gasóleo.CadapalabraquelehadichoaNikohasidosincera.Igualqueessincerosutercer

motivoparair:Holmtienepodersobreelfuegoqueardeensuinterior.«Ypoderparaapagarlo».Es el amoy señor de esosminutos en el almacén deBarcelona. Solo él puede

devolverleese recuerdo.Entonces locomprenderá todo.Porquéechóacorrer.Porqué le hace Holm todo eso. Por qué ha esperado cinco años si durante todo esetiempo no tendría más que haber alargado la mano. Él la liberará, y quizá esaliberaciónvayaacompañadadesupropiamuerte.Tambiénessinceraalreconocerseeso.Sinembargo,aunquenoloentiendatodomásqueenelúltimosegundo,porlomenoseneseinstanteseencontraráenloaltodeunamontañadesdelaqueverásuvidaenteracomounampliopaisajedelqueconocerácadapiedrayhastaloquehaydebajodeellas.

Aaronoyeunlevestaccato.«UnUzi.Consilenciador».Seguroqueeltaxistanohareconocidoelruidocomodisparos.

«Hanabatidoeldron».—Yaestamos.—¿Veunautocarporalgunaparte?—Tendríaquebuscar.Pasan unos segundos valiosísimos. Flap-flap-flap. Por encima de ellos vuela el


helicóptero.Alolejosseoyenyalassirenasdelapolicía.—Ahíhayuno.Enelotrolado,enunaparcamiento.—¿Quéaspectotiene?—Pues…deautocar.Llevalasventanastapadas.Conalgoclaro.—Conduzcahastaallíyparejustodelante.—Nopuedocruzarasícomoasí.Aaron le pasa un billete de cincuenta, él pisa el acelerador a fondo y la lanza

contra la puerta al cruzar como un loco al otro lado. La chapa chirría, los demáscochessequitandeenmedio,lasruedassaltanporencimadeunbordillo,losbajossedanungolpe,losneumáticosgiran,eltaxiderrapa.

Unfrenazoensecoyeltaxistaseguardaelbillete.—Mejorqueenlaspelículas,¿aquesí?Aaronoyeunúnicodisparosinsilenciador.«Demasiadotarde,demasiadotarde».Seapeayeltaxisealejaatodavelocidad.Elhelicópterodesciendeunpoco.Las

sirenas suenan tan fuertesque ahoganel ruidodel tráfico.Ella sequeda inmóvil ydirigelacarahaciaelcielo.

Elbushidōexige recorrerelcaminohastael final, sostieneque lamuerteesunalivioylosalvaaunodelavergüenza.Comoúltimagracia,elpríncipeotorgabaelseppuku,elsuicidiodehonor.

Elpríncipedeella,sinembargo,es laverdad.Solo laverdadpuedecondenaraAaron a la muerte. Solo cuando sepa la verdad. Hasta entonces luchará pormantenerseconvida.SiAarontieneocasióndehuir,lohará.SipuedehacerlellegaralDepartamentounindiciosobrelosplanesdeHolm,lohará.SitieneoportunidaddemataraHolm,lohará.

Laprimeravirtud:Gi.Rectitud.«Aquíestoy».«Redímeme».«Tomamicuerpo».«Mialmanolaobtendrás».Lassirenassoloestánacienmetrosdedistancia.Algocaeasuspies.Aaronsabe

queesuncadáver.Alguienlaagarra, laarrastraunosmetros, lehacesubirvolandounaescalera.Lapuertadelautocarsecierraconunsiseo.

—Porfin—diceHolm.


20

FrentealEuropacenterencuentranunatasco.PavlikvaalvolantedelBMW.JuntoaélestáKleff;enelasientodeatrás,RoggeconSascha.VanpegadosalasdosFordnegras, cuyas sirenas no consiguen nada. Por delante de ellos se empujan losparachoquesdeloscoches,quenopuedenapartarseporquehayfurgonetasderepartobloqueandoelcarrilbus.LasonrisadeSaschanosedespegadelespejoretrovisor.Elauricular derecho de Pavlik está reservado para la radio, en el izquierdo tiene laconexióntelefónicaconDemirci.

UnpeatónsedeslizaentreloscochesysedetieneensecoalverlascarasdeKleffyRoggecubiertasporpasamontañas.Pavlikleindicaquesigaandandoyelpeatónsaledisparado.Lospasamontañassirvenparaprotegeralosagentes.Saschanodebesaberquéaspectotienenparaquenopuedavengarsedeellos.Poresemismomotivollevaban pasamontañas también los hombres que lo trasladaron de Tegel alDepartamento.

Pavlik no necesita ese camuflaje. Demirci quiso obligarle a que se pusiera lamáscaraantesdeentraren la salade interrogatorios,peroél senegóy lemostróaSascha su rostro para dejarle claro que no sobreviviría a ese día. El mensaje hacalado,sinduda.SiSandralosupiera,sepondríafuriosa.

Demircillamaylosacadesuensimismamiento.—Holmhamatadoalprimerrehén.—¿Unniño?—seobligaapreguntarPavlik.LamiradadeKleff.LarespiraciónaceleradadeRogge.—Un profesor, pero eso no es todo.—Su siguiente frase contiene algo estéril,

impensable,definitivo—:Kvistlahadejadoir.Pavliksoportóelsilenciodelhombrealquesumotolehabíaarrebatadolomás

querido.EsperóconSandratresdíaselresultadodeunamamografía.HavistomoriraamigosyestuvosentadojuntoalacamadeAaron.Nadafuetanhorriblecomoesto.

—Meheequivocadoaldejarlasolaconél—diceDemirci.Pavlikmiraporelespejoretrovisor.LacomisuradeloslabiosdeSaschaseestremececonmalicia.«Nomeconoces.YtampococonocesaAaron.Ellasepresentaráanteti,perode

unaformadiferentealaquecrees».Llevanunminutoparados.Pavlikactivaelmicrófonodegarganta.—¡Porlaacera!—ordenaalasfurgonetas.El vehículo que va en cabeza se abre paso entre los camiones que están

descargandoenel carrilbus; la segundaFord lo sigue, luegoPavlik.Acelerana lolargo de los soportales de Bikini-Haus. La gente salta para apartarse, un perropequeñovuelaatadodesucorrea.ElparachoquesdelanterodelBMWrozaunavalla


publicitariaylalanzaatravésdelalluviadeañicosdeunescaparate.Pavlikvealamujerdel cochecito infantil en elúltimomomento.Pisa elpedaldel frenohasta elfondoy tocael cochecito,que se tambaleaunpoco.Losojosde lamujer seabrencomofrisbees.Unhombreselallevadeallíhaciendomuecas,rugiendo,enseñandolosdientes;ellasoloseaferraalcochecito.ElconvoydetresvehículosdejaatráselatascoatodavelocidadyregresaalacalzadaporHardenbergplatz,dondeyatienevíalibre.

Pavlik sopesa si decirles a los demás queAaron está enmanos de Holm. Lessupondráunaconmoción,pero loshombresdebenestarpreparadosencasodequeHolmsalgaconelladelautocar;sino,seenteraránenelpeormomento.

MientrasavanzaacasicienkilómetrosporhoraatravésdelcortafuegosquelassirenasdelasFordabreneneltráfico,suvozadoptauntonoprofesional.

—Tenemosuncambioenlasituación.Hanmatadoaunrehén.Tambiénhayunrehénnuevo.Aaron.

RoggecompruebasuLuger.Saschasonríe.—Comando1,recibido.—Comando2,recibido.LleganalamonumentalavenidaDiecisietedeJunio,queatraviesaelTiergarten

hastalaPuertadeBrandeburgo.Eltramoenelqueseencuentraneselúnicoqueestáedificado;laUniversidadTécnicaselevantaaunladoyaotro.Pavlikveunautocaralaizquierdadelaparcamiento.Tienelasventanastapadasconperiódicos.Diezcochespatrulla montan guardia mientras los agentes antidisturbios alejan a los últimospeatones.Pavlikponeenmarchasucronómetrodepulsera.

—Comando1,conmigo.Comando2,enposición—dicealmicrófonoconlavozcrispada.

LaprimeraFordseseparadelgrupo.Cruzalacalleysedetieneatreintametrosdel autocar. Pavlik adelanta a la segunda y, seguido por ella, llega a una travesíalateralquetranscurreenparaleloalaavenida.

—Comando2acentral.—Centralalaescucha.—Póngameconelmandopolicial.—Seoyeuncrepitar cuando se establece la

conexión—.Esehelicópterotienequedesaparecer.Quesealejentodoslosvehículos.Cierren Diecisiete de Junio de inmediato, desde Ernst Reuter hasta la Puerta deCharlottenburg.Evacúenlauniversidadpor lasalida trasera.SiveinticincokilosdeC4hacenexplosión,noquieroverporaquícercaanadiemásqueamigente.

«Ytampocoati».Pavlik se detiene en una entrada de vehículos que hay junto al edificio de la

década de 1960 que alberga la Facultad de Ingeniería Mecánica y Sistemas deTransporte.Saltadelcoche.Deunsolovistazoconstataqueelhelicópterodamediavuelta.LoscochespatrullasealejanjuntosparabloquearunodelosprincipalesejesdecirculacióndeBerlín.Elotroequipo tomaposiciónenelaparcamiento.Utilizan


losvehículosparacubrirse.PavliksabequeenlapartedelaFordquemirahaciaélseabre una escotilla, y queFricke está ajustando en ella el arma de precisión que semanejaconunjoystickdesdeelinterior.

SetomasutiempoparavolverseunavezmáshaciaelasientotraserodelBMW.Sascha lesostiene lamirada.EsentoncescuandoPavliksecolocaelpasamontañasconunalentitudprovocadora.

Correhacialoshombresdesuequipo,ataunalargacintadeplásticoalaramadeunárbolycolocaunsensorenel tronco.Secargasumochila.Todosellos llevanacuestasunatoneladacuandoirrumpeneneledificio.

Una sirena aúlla, por los altavoces piden que todo el mundo se dirijainmediatamentealassalidastraseras.Loshombrestienenqueabrirsepasoentreunpelotóndeestudiantesyempleadosquebajancorriendo.

Pavlikvaalacabezaysubealaprimeraplantaaunavelocidadquealosdemáslescuestaunmundoseguir.Aél,elcincuentón,lecuestamásesfuerzodelqueellospuedenimaginar.

EncadaescalónseencuentraconAaron.Selallevaasucasaporprimeravezy,encuantoSandrayellasesonríen,sabequelasdosseránamigasdeporvida.Selapresentaalosgemelosyapartirdeentoncesellosquierenquevayaaverlostodaslastardes.EnParístieneelalambredelvascoalcuello,peroellamataalhombreconunapatilladesusgafasdesol.EstásentadoconellayconMarloweenelsofá,jugandoamirarse sin reír. Está enBarcelona con ella en el hospital, se queda toda la nochedespiertoyconmiedoacerrarlosojos.

Pavlik abre la puerta de un aula vacía. Dos hombres despliegan los postestelescópicosentre losqueextiendenuna lonanegracomofondoparaque loscincofrancotiradores no sean visibles desde la posición de Holm. Otro instala unavideocámara cuyas imágenes se enviarán a la central de operaciones delDepartamento.HayunasegundacámaraeneltechodelaFord.

Concentrarse en realizar toda esa rutina ayuda a Pavlik a recobrar el aliento.Cortancírculosdecuarentacentímetrosdediámetroenloscristalesdelasventanas.Élabrelamaletadelasarmasysacasufusil.APavliklegustamoverse,yporesohacetiempoque,hastaunadistanciadetrescientosmetros,trabajaconelmáuser,queestáalgoviejoperoesligero.Legustaeltactofamiliardelacajadelfusilcontrasubarbilla;elarmayélsonuno.«Mejuegoloqueseaaquelehaspuestounnombre—ledijounavezAaronparameterseconél—.¿Jacqueline?¿Lucy?¿Mandy?».

Lodelnombreescierto,peroseloguardaparaél.Cuando ya tiene encajada la mira telescópica, cubre el objetivo con una

protección para que ningún reflejo lo delate. Extiende sobre el cañón la cinta quedesvíaelcalorproducidoduranteundisparoparaimpedirladeformacióndelefecto«espejismo»,esasestríasqueseoriginaríandelantedelamiratelescópicaencuantolaluzquedaraafectadaporelcambioenladensidaddelaire.Porúltimoenroscaelsilenciador, que solo amortigua el ruido de la detonación, pero no el estallido


supersónico del proyectil. Para eliminar también este, Pavlik ha ordenado usarmuniciónsubsónicadelcalibre.308,aunqueladetesta.Conellasabenquelasbalaspuedenentrarenbarrenaysonextremadamentesensiblesalviento lateral,yque latrayectoriapresentaráunavelocidadalgomenor.Aunasí,puedesermuyprovechosoqueelenemigonooigaeldisparo.

Recuerda el primer día de su entrenamiento en el Molino. «Aquí no decimos“enemigo”,sino“adversario”—legritóelinstructor—.Métaseloenlacabeza».

«Ah,¿comoen losdeportes?—replicóel—.¿Ycómose llamaentonceselquesobrevive? ¿“Campeón”?». En aquel momento pensó que su carrera en elDepartamento seríamuy corta.Pavlik se echó a dormir y, cuandodespertó, habíanpasadodieciochoaños.

VequeWoltermeteuncartuchoMagnum.300enlarecámaradesuarma.Woltereselúnicoquealcanzaunavelocidaddemach1conmunicióndenúcleodeacero.Siesnecesario,tendráquedispararcontraelvehículodelafuga.Paraquelabalanosedesvíeacausadelanubegaseosaqueorigina,necesitapotencia.

Pavlik,porelcontrario,yaseestáconcentrandoenelmomentoenelqueHolmbaje del autobús con Aaron. No quiere darle ni una sola oportunidad de poner apruebasusreflejos.

Lacintadeplásticoqueondeaatadaalaramadelárbollesindicaladireccióndelviento: noreste. Sus móviles reciben información del sensor del tronco sobre lapresión atmosférica, la humedad ambiental y la temperatura. Deben tomar enconsideracióntodosesosfactores.

Ungradobajocero.Oseaquetendránqueapuntarligeramentemásbajo.Lossetentaycincometrosnosuponenningúnproblema.Otrasveceshatrabajado

condistanciastreintavecesmayores.Losperiódicosenlaslunassísuponenunproblema.Elvientoracheadosuponeunproblema.Lanievesuponeunproblema.Lostreintarehenessuponenunproblema.Labombasuponeunproblema.Treintahorassindormirsuponenunproblema.Aaronsuponeunproblema.UnhombrecomoHolmeslasumadetodosesosproblemas.Pavlikcolocasuarmaenelsoportequincesegundosantesquelosdemás,ajusta

la altura y despliega el bastón con asiento. Por último dirige una mirada alcronómetro.Cuatrominutosdesdequehavistoelautocarporprimeravez.

Elojoderecho,eldominante,esparaelvisor.Eseojomata.Tambiénelotro lotienebienabierto.Conélcontrolalaperiferiaparaquenadalosorprenda.

Asípuedeaguantarhoras,sinpestañear.Soloexistenelobjetivoyél.Ladistanciaentreelunoyelotrosedesvanece.Supulsoendescansoestanbajoquenisiquierapercibe los latidos de su corazón. Durante esos cuatro minutos, Demirci no lo ha


molestadoconinformacionesquesonirrelevantesparasutrabajo,nolehahechoniunasolapregunta.

Élsabeapreciarlo.Enunradiodeunkilómetronosemueveningúncoche,noseveniunalma.La

nevadaestandensaqueyasehanborradolasrodadas.Todosloscontornos,inclusolosdelosárboles,desaparecenbajounapielblanca.

Elcadáverestátiradoadosmetrosdelautocar.Nolesmolestaría,peronovanadejarahíaunmuertocubriéndosedenieve.Pavlikno tienequedar laorden; sabequién se encargará de ello. Hagen Kemper es motorista, igual que él. AlgunosdomingosseretanenelautódromodeLausitz;suúltimacarreralecostóaPavlikunabotelladeNardini.Kempernopresumenuncadecaballosdepotencia,perosiempreestáenprimeralínea.

Ve que Kemper sale de su posición y corre agachado hacia el autocar. Llevachalecoantibalasycasco,peronoleservirándenadacontraundisparoenlacara.

Las lunas tapadas les impiden usar un micrófono láser para escuchar lo quesucededentrodel autocar,por esoPavlik esperaqueKemperaproveche laocasiónparaotracosamuyútil.

En efecto, antes de ocuparse del cadáver, el hombre se pega al vehículo pordebajo de las ventanillas y se apresura a fijar en el cristal un lolli, un micrófonotransparentequenomidemásqueunamonedadedoscéntimos.Todoslosruidos,porleves que sean, producen una onda sonora que hace vibrar las ventanillas. El lollivuelveareconvertiresavibraciónensonidos.

Kemperlevantaelcadáverdelprofesorycorreconéldevuelta.Pavlikvecómolodejaconcuidadodetrásdeuncocheaparcado.

—Comando2aTécnica—murmura.—Técnicaalaescucha.—Activarellolli.—Activado.EnvíanelsonidoalmóvildePavlik,quepercibelavozlejanadeunhombre:—«¿Quéhahecho?».—«Nadaimportante».—Holm.—«Hapegado algo en la ventanilla».—El cómplicedeHolm.Suena inseguro,

nervioso.—«Es un dispositivo de escucha».—Aaron—. «No debería confiar en él si le

ocultaalgoasí.Estánsolos,yustedsehapuestocompletamenteensusmanos».ElalivioquesientealoírlahacevolaraPavlikcomosuHayabusacuandorozael

asfaltoconunarodillaenunacurvamuycerrada.—Sondos—transmitePavlikalcomandodeabajo—,Aaronestábien.—«Leshadadoinformaciónasuscompañeros,señoraAaron»—diceHolmcon

tranquilidad—.«Unavezmásymatoaesaniñaalaqueconsuelacontantocariño.Porfavor…,¿quiereañadiralgo?».


Holm no da muestra alguna de querer comunicarse con ellos. No tienen sunúmerodemóvil,debendejarlelabatutaaél.Quieredesgastarlos,hacergaladesupoderydemostrarquesoloélestablecelasreglas.Peroesavanidadesunaestupidez.Holmhabríahechomejorenaprovecharesosprimerosminutosdenervios,cuandolacadenademandoerainestableyellolliaúnnoestabapegadoalcristal.

Suprimererror.«Decideensieterespiraciones»,decíasiempreAaron.Eranlistos,esossamuráis.AunqueesafacetadeAaronsiempreleresultóajenaa

Pavlik.Todavía recuerda laprimeravezque fuealpisodeellayal instante sediocuentadequehabríapodidoabandonarloencualquiermomentosinmiraratrás.Solohabríaechadodemenoselviejosofádecuero,quizá.IgualquePavlikelsuyo.

Alprincipioellanolehablabadelbushidō;protegíasusecreto.PerounanocheenelMolino,estandolosdosfuera,acuclilladosenunhoyollenodelodo,aAaronselecongelabalasalivaenlabocayleconfesóquelamuerteerasuamigayquesiempresentíasuabrazo.

Élnopodríavivirasí.Pavlik se tomabaun tiempocon todos susmuertos.Concada uno de ellos reflexionaba largo y tendido sobre por qué lo había hecho yencontrabaunaexplicaciónconcluyente.Aéllosmuertosledejabandormir.

Salvouno.Elúnicosobreelquenohabla.Sin embargo, sabe que para él no hay un camino que seguir. Él no cree en la

providencianieneldestino.Sihayalguienquedebedirigirsuspasosesélmismo,ynadiemás.

TampocoelpadredeAaron lo entendía.Unavezquisocomentarlo conPavlik.No eran amigos, pero sí sentían respeto el uno por el otro. Jörg Aaron estabapreocupado.AqueldíaenelsótanodeBoenischsehabíadespertadoensuhijaalgode lo que hombres comoPavlik y como él semantenían alejados.Le dijo que erapeligroso,paraellayparalosdemás.Teníalasensacióndequesuhijaseburlabadela muerte y, desde que había elegido el bushidō, se preguntaba si no la anhelaríaincluso.¿Nodecíanlossamuráisquehabíaqueestarfirmementedecididoamorirencualquiermomento?«Piensademasiadoensímisma,yalmismotiempomuypoco».

UnmensajeindirectoquePavliknotransmitió.SírecuerdaloquelecontestóaJörgAaron:«Siyotuvieraunaoportunidadentre

mil,soloquerríaaunapersonaamilado.Yesaessuhija».Aellalepreguntóquiénerasupríncipe,peroesonoseloconfesó.Elbushidōesunmundocomplicado.Pavlikhabríadeseadosabermásacercade

él; tal vez así habría entendido elmensaje deHolm igual queAaron. «El año delafecto,eldíadelárbol»,lossímbolosdelguardapelo,todasesasalusionesocultas.

Talvezasíhabríapodidoimpedirlo.Niko.Lo que ha hecho es imperdonable. Puede que haya un mundo en el que una

palabraasísedigapordecir.EneldePavlik,no.Ahoranopuededejarqueleafecte;


sino,máslevaldríasubirsealcocheconelfusilyregresaralDepartamento.Seconcentraenelautocar.—Comando1,situación.—Enlasegundaventanillahayunresquicio,cincomilímetros—informaFricke

—. Dos movimientos en sentidos opuestos en un intervalo de veinte segundos.Alguienpatrullaporelpasillo.Ropanegra.TalvezunfandeJohnnyCash.

—¿Ledamosuntoqueoqué?—preguntaDobeck.Conlocualquieredecirquesipuedenponerseencontactoconellosatravésdeunmegáfono.

—Negativo—respondePavlik.«Holmpensaríaquehemosperdidolosnervios».El cielo se abre. Los últimos copos de nieve destellan en la luz brillante que

inundalacalleyelaparcamiento.Alinstante,elautocarparecemayorenelvisor.Laluzvienede la izquierday«apartaría» lasbalas.Pavlik aumenta el factorde zoomparacompensareseefecto.

—Quierehablarconusted—diceDemirci.PavlikenseguidaoyeaHolm:—¿Eseljefedelaoperación?—Sí.—¿Dóndeseencuentra?—Lobastantecerca.—Ha venido con dos equipos. Cinco hombres están en el aparcamiento. Seis,

contandoalquemanejaelarmaacontrolremotodelaFord.Losotroscincosonlostiradoresdeprecisión.Sehanpuesto a trabajar enseguida en la segundaplantadeledificio que tenemos enfrente.A los cuatrominutos ya estaban en posición.Ustedestáconellos.Esoesalgodesacostumbradoparaunjefedeoperaciones.¿Quésacausteddesuposiciónespecial?

—Siseparaapensarlounpocoseleocurrirá.—¿Cuántosañostiene?—Soymayordeedad.—Paralasliberacionesderehenes,elDepartamentomovilizaahombresdeentre

treintaycuarentaaños.Situvieraustedesaedad,melohabríadichosinproblemas.¿Notendríamoselplacerdeconocernosyaayer?¿Enlaautopistadecircunvalación?Acompañó a la señora Aaron a hacer una excursión a una floristería, y yo tuveocasióndeestudiarsuscapacidades.Paradominarunvehículoasíserequieremuchaexperiencia.

«ElPhaeton».—Pordesgraciateníalaslunastintadas,asíquenopudeverlelacara.—Vengaaquíyselaenseño.—Pormuytentadoraqueresultelaidea,talvezenotraocasión.¿Cuálhasidosu

mejortirohastaahora?—Enlacomisuraderechadelaboca,desdedosmildoscientosochentaycuatro


metros.—Loadmiro.—Apuntabaalacomisuraizquierda.—Veo que también tiene sentido del humor. Me gusta. Un don del que por

desgraciayocarezco.—¿Cuálhasidosumejortiro?—Adosmetros,entrelosojos.—Asíloimaginaba.—Ahora que ya nos conocemos algomejor, dejarán el coche conmi hermano

justodelantedelautocarylequitaránlasesposas.Confírmemelo.—Sí.—Soloporcumplirconlasformalidades:¿eldepósitoestálleno?—Sí.—Délaorden.—Elcomando3tieneelOK.Puertadelantera—dice,ydejaqueHolmlooiga.—Comando3,recibido.PavlikvequeelBMWseponeenmarchaenlacalle.—¿Labolsadeldinerollevaalgúnemisor?Suprimerimpulsoesmentirle,perounavozinteriorledicequeseríaunerror.—Correcto.—Buenarespuesta.Tengoundetectordeescuchas,peronoquieroperdertiempo

escaneandolabolsa.Digaquequitenelemisor,yquelosdoshombresdesaparezcaninmediatamentedespués.

ElBMWsedetieneanteelautocar.—Comando3:bajad,sacadelemisordelabolsaylargaos.El ojo no dominante de Pavlik está mirando a Kleff y a Rogge. Kleff abre el

maleteroyrebuscaen lagranbolsade lona.Loscincomillonespesansetentayunkilos.

«Tomaosvuestrotiempo».Kleff cierra el maletero y corre con Rogge hacia los demás para ponerse a

cubierto.—Ahora vamos con el explosivo —dice Holm—. Sobre la cantidad ya está

informado.Activarélabombadesdeelmóvil,elalcanceesilimitado.Hemoshabladode sumejor tiro.Contra dosmil doscientos ochenta y cuatrometros, los setenta ycincoquenosseparansoninsignificantes,esoestáclaro.Losdossabemosqueaestadistanciahaymuchasprobabilidadesdeconseguiruntiroletal.

—Uncienporcien.—Exacto. Se está preparando para matarme con un disparo definitivo; un

privilegioquesololeestádestinadoausted.Paraesodeberíadestruirmicerebelo,yaquesoloasíevitaríaquepuedaseguirmoviendoeldedo.

Disparandoa lamismaaltura, lascoordenadasposiblesserían lassiguientes:de


frente,lapuntadelanarizdeHolm;delado,lacurvasuperiordelpabellónauricular;desdeatrás,elhuecodelabasedelcráneo.ComoPavlikseencuentraenlasegundaplanta,tienequeajustarsuobjetivoenconsecuencia.

—Unamuerteencuestióndedosmilésimasdesegundo,demasiadorápidaparaningunaclasedereacciónpormiparte.Aunasísenosplanteaunproblema,yaquelabombaseactivaprecisamentesisueltoelbotón.¿Comprendeloquesignificaeso?

—Sí,queesuncabrónenfermo.—En cuantomismúsculos se relajen, estos niños estarán acabados. Por eso le

aconsejoquedescarteesaopción.«Si se pudiera solicitar una patente de inteligencia, este tipo ya se la habría

agenciado».—Apesardelasmanualidadesdelosniñosenlasventanas,ustedsabequesomos

dos.AntesdequesalgamosdelautocarconlaseñoraAaron,colocaréunsensordemovimiento en la puerta. Lo activaré en cuanto estemos fuera. Si después de esoalguien semoviera en el interior del autocar, la bomba también se detonaría. Losrehenesyaestánalcorriente.Transmítaseloasushombres.

—Comando 1: van a salir. No disparéis. Repito: no disparéis.Dejamos que seretiren.

—Entendido.—Sinossigueunhelicópteroounvehículopolicial,aunqueseasolouno,nuestro

acuerdoquedaráanulado—diceHolm.—Esotengoquecomunicárseloalacentral.—Desdeluego.Pavlikinterrumpelaconversación.EnseguidalopasanconlapolicíadeBerlín.—Elvehículodelafugatienevíalibre.Quesugentelodejepasar.—Entendido.—Comando2acentral:quelossigaundron,perodesdelamayoraltitudposible

yenunángulomuerto.Quiero las imágenesenmi tableta.—ConectaotravezconHolm—.Yalohepreparado.

—Bien.Entonceshemosterminado.—Unacosamás—replicaPavlik—.Seguroquetieneahíunosprismáticos.Mire

unmomentohaciamí.Selevanta,sequitaelpasamontañasdelacabeza,seacercaalaventanayabre.

Loshombresquetieneasuladoseestremecen.Pavliknopiensaniporunmomentoenelsilenciosepulcraldelacentraldeoperaciones,enlossobrecogidoscompañerosdeabajo,enelalientoquelefaltaaDemirci.Sequedajuntoalaventana,relajado,consciente de que Holm hace un zoom sobre él a través de un resquicio en losperiódicos.

—A su hermano también le he dejado verme la cara. Saque usted mismo susconclusiones.—Vuelveasentarsetraselfusilyponeelautocarenelpuntodemira.

—Quizávolvamosavernosalgúndía—diceHolm—.Seríainteresante.


—Nolocreo.—¿Quefuerainteresante?—Quevolvamosavernos.Aaronestá ciega,pero sigue siendo loquees, igual

que usted. Usted es un sociópata con modales, su hermano pequeño es su rataamaestrada,yesamujer,supeorpesadilla.Losmataráalosdosantesdequemañanasehagadedía.Ledoymipalabra.

—Tomonota…—unapausateatral—…,señorPavlik.«Sandra».ElmiedosedisparaacincuentabaresenelcorazóndePavlikylohinchacomosi

fueraunapelota.—Sushabilidadesenelartedelaconducciónmeprovocaroncuriosidad,asíque

ayer por la nocheme tomé la libertad de seguir a la señora Aaron a su fiesta decumpleaños. Usted y yo debemos de ser de la misma edad. Que hombres comonosotros lleguemos a cumplir los cincuentano es algoquepuedadarsepor hecho;felicidades,conretraso.Nollegóacasahastalascuatro.Eltaxistaloayudóallevarsusnumerososregalos;esustedmuyquerido.Enlaacera,elhombreresbalódetrásdeusted,yustedlevantólapiernahaciaatrásconbolsaspesadasenambasmanos.Eltaxistaseagarróasupie izquierdo;denohabersidoasí lomásprobableesquesehubierarotoalgo.Poseeelsentidodelequilibriodeunbailaríndeballet,pocasveceshevistotantoarte.Si tenemosencuentaquehabíabebidoalcohol,esemovimientofuetodavíamásdignodeadmiración.Lomássorprendente,sinembargo,fuecuandoselesubiólaperneraizquierdadelpantalón.Llevaustedunaprótesisdepantorrilla.En su paso había notado una irregularidad insignificante, y erróneamente pensé enuna leve distensión, nada que le supusiera un verdadero impedimento. Es difícilimpresionarme.SindudaelDepartamentomehaenviadoa sumejorhombre.Pero¿estásegurodequesumujerviveaún?¿Ysuniñapequeña,conesaspegatinastanbonitasdepersonajesdecuentoenlaventanadesuhabitación?

Holmcuelga.ElarmadePavlikdeprontoesdehielo.Yanosienteelgatillo.—Estamosllamando—leinformaDemirci.Porelvisordelamiratelescópicavequeretiranuntrozodepapeldeperiódicoy

peganunacajitaenlapuertadelautocar.Elsensordemovimiento.CuandoAaronbajalospeldañosatientas,DemirciliberaaPavlik.—Lasdosestánbien.Pavliktienequerecuperarsupulsodelaórbita terrestre.Inspirahondoyespira

varias veces, deja salir el aire lentísimamente y se concentra en el diafragma. Setranquiliza, el armavuelve a acurrucarse contra él.Detrás deAaron apareceHolmconelsegundohombre.Lapuertadelautocarsecierra.Delacinturilladelpantalónde Holm sobresale una Remington por debajo de la cazadora abierta. Lleva unosguantesfinosysostieneelmóvilenaltoparaquetodoslovean.Cruzándoleeltorso


se le ve la correa de una funda plana.De sesenta por treinta, calculaPavlik.HacezoomhastaqueelpulgarizquierdodeHolmllenatodalaimagen.Elpulgarestásobreunbotón.

Pavlik vira hacia el cómplice. Uno ochenta, voluminoso, con una mochilapequeña, un Uzi con silenciador, pasamontañas. Dirige la mira hacia los ojos demisterUzi.Estossedeslizanhaciaél,luegoregistranambosladosdelacalle.

DesplazaelarmahaciaHolm,queabre lapuerta traseradelcoche.Suhermanobaja. Pavlik presta especial atención a ese encuentro, pero no hay ningún abrazo,ningúnapretóndemanos,nilamenoremoción.TodoloqueHolmlededicaaSaschaesuninapreciablegestodelabarbillaque,conmuchavoluntad,podríainterpretarsequizácomounasentimiento.

—DameelOKylearrancoelpulgardeuntiro—murmuraFricke.—Nilosueñes—replicaPavlik.—TodavíatenemosellollienelBMW—diceKemper.—NosservirátanpococomoelGPS.MisterUziabreelmaleteroeinspeccionalabolsadeldinero.Holmnoseinteresa

porella.Pavlik solo le presta atención aAaron. Con el ojo derecho la ve gigantesca, a

veinticuatroaumentos;paraelizquierdoespequeñayestámuymuylejos.Estáallíde pie, sola, callada y dueña de sí misma, con el rostro blanco como la nieve.Entoncesdirigelosojoshaciaél,directosalvisor,yaPavlikselerompeelcorazón.

Aaronnodemuestraningúnmiedo.Compartesuspensamientosconél.«Séquenoloentiendes».«No.Nunca».«Nosveremos».«Enestavidaoenalgunaotra».«DileaSandraquelaquieromucho».Holm empuja a Aaron a la parte de atrás del coche. Sascha también quiere

sentarsedetrás,perosedetieneporquesuhermanoledicealgo.PavlikvecómoardelamiradadeSascha.EnlaantenadelaFordhayunmicrófonodireccional.

—¿Quéhadicho?—pregunta.—«Noteestápermitido».Los hermanos se colocan a un metro de distancia, mirándose: Sascha como a

puntodesaltar,Holmrelajado.Despliega losomóplatos.Saschabaja lamirada.Alrodearelcochehaciaelasientodelcopilotosuspasossontorpesyrígidos.

«Tieneslosmúsculosagarrotadosporqueteestásimaginandocómolearrancaselcorazónylosojosatuhermano».

Mister Uzi se sienta con Aaron, Holm se encarga del volante. El BMW saledespaciodelaparcamiento.TuerceporDiecisietedeJunio,aceleraendirecciónalaColumna de la Victoria y dibuja dos delicadas franjas blancas en la inmaculadaalfombradenieve.Pavlikabrelaventanadegolpe,sacamediocuerpofueraysigue


el cochepor lamira telescópica.MisterUzi sequita el pasamontañas.Pavlik tieneque contentarse con su nuca. Pelo rubio ceniza, empapado de sudor. Sumirada seadhierealcochehastaquedesaparecedesucampodevisiónenlarotondadelaGranEstrella.

—Comando2aTécnica.¿EmiteellollidelBMW?LarespuestadeKrampenolesorprende.—Negativo.Utilizauninhibidordeseñales,solooímosinterferencias.Unacamionetasedetieneenelaparcamiento.Losartificieros.Elvientoarrastra

unavozdemegáfonohastaPavlik.—Permanezcansentados,nosemuevan.Si siguennuestras indicaciones,no les

pasaránada.—Yluegolomismorepetidoeninglés.MientraslatabletadePavlikseinicia,llamaaSandra.—¿Quéhaocurrido?—preguntaellaenseguida.—Luego. Mete a la pequeña en el coche y vete ahora mismo a Budapester

Strasse.—Cortalacomunicación.En la tabletave las imágenesqueenvíaeldron.ElBMWseha incorporadoal

tráficoyavanzaporLützowuferhaciaeleste.SchönebergerUfer.LaGaleríaNacional.PavlikconectaconlalíneadeDemirci.—Irán por el túnel del Tiergarten. Que el dron tenga vigilada la salida de

Invalidenstrasse.AunqueestoysegurodequequierellegaralaEstaciónCentral.Hayque informara lapolicía federal,queno lepierdan lapista.Puedehacerestallar lacargaexplosivaencualquiermomento,bastaconquesepamosquétrentoma.Páselesladescripcióndetodosellos.

Demircidainstruccionesyentoncesdesapareceelecodelaconexión.Lajefahadesconectadoelaltavozparaquenadiemáslosoiga.

—¿Algunavezhabíaconocidoaunhombreasí?—preguntaenvozbaja.—No.—Él piensa lo mismo. Nunca había conocido a un hombre como usted. Y yo

tampoco.


21

Holm ya ha recorrido antes ese trayecto. Desde que el semáforo de la GaleríaNacional se pone verde hay doce segundos hasta el túnel. Allí acelerará a cientosesenta con una sola mano y tardará cuarenta y cuatro segundos en llegar a suobjetivo,porelarcénsiesnecesario.Supulgarizquierdonoseseparadelmóvil.

Saschavuelvelacabezahaciaatrás.—¿Cómotellamas?—Bosch.Miraasuhermano.—¿Dequénosserviráeste?—Soyelquenossacarádeaquí—informaBoschsinquelepregunten.—Suelta el móvil. Danos esa alegría—pide Sascha sin hacerle ningún caso a

Bosch.—Sí,ati—mascullaHolm—.Porquenuncahasaprendidoadiferenciarloquees

importantedeloquenoloes.Enocasionesmepreguntosialgunavezhasllegadoaaprenderalgo.

PercibeelodiodeSascha.Asíhasidosiempre.Ensucasanuncahubounapalabraamable,unasonrisa,unanochesinmiedo.Lo

que sí había era el puño con el anillo de sello, los alicates de pico de loro y elcinturónconhebilladepinchos.Enlosdíasbuenoseraelpuño.Losojosvacíosdesumadre, lacenaa lassieteenpuntoy laescaleradelsótano.Duranteseisaños tuvoquebajaresaescalera,contarlasgrietasdeltechodelsótano,oírlarespiracióndesupadre.

EntoncesSaschacumplió cuatroañosyHolmyahabía cumplidocon sudeber.Arriba,contó lasgrietasdel techodesuhabitaciónhastaqueoyóque lapuertadelsótanovolvíaaabrirse.

Todaslasnochessuhermanolesuplicaba:«Mátalo».Ytodaslasnochesélguardabasilencio.Supadreerauntrabajadorforestalconmúsculoscomoraícesdeárbol.Unavez

secolóensujardínungrandanésbuscandodesperdiciosyelhombreestrangulóalanimalcomosinada.

PeroHolmlosabía:«Algúndía».Empezó a entrenarse en secreto. Lanzaba rocas en la cantera abandonada, se

pegabaconloschicosmásmalos,másaltosymayoresqueél,quelehacíandaño.Holm aprendió de ellos.Ocultó que tenía cada vezmásmúsculos e intentó no

cruzarseenelcaminodesupadrehastaquenofueralobastantefuerte.«Algúndía».Durantecuatroañosoyócómosecerrabalapuertadelsótano.Lasemanaenquecumpliólosdiecinueve,buscóaunchulocercadelaestación


quefueraigualdegrandequesupadre.Lolanzóauncallejónylemetióeltabiquenasalhastaelcerebro;noacabóconélhastaqueenlacaradelhombreyanoquedóniunsolohueso.Entoncessupoqueestabapreparado.

Ledijoasupadrequejamásvolveríaatocarasuhermano.ElhombresequitóelcinturónconlahebilladepinchosyHolmnoseresistió.Disfrutódeesosminutos.

Después de eso fue todas las tardes al bosque, al lugar donde los trabajadoresforestales estaban talando árboles. Durante seis días, su padre se marchó con losdemás al terminar la jornada. El séptimo se quedó algo más. Faltaba poco paraNavidadyqueríacortarunabeto.Holmhabríapodidopartirleelcráneoconelhachadesde atrás, pero quería que su padre lo viera. Cuando los puños se le quedaronentumecidos,fueaporlasierramecánica.Lapusoenmarchaymiróasupadrealosojostodoelrato.Loviogritar,peronolooyó.Sacólapaladelcoche,seinternóenlamalezaparacavarlafosayluegoselavóenelriachuelo.Volvióacasa,sesentóalamesaacenarylepasóelkétchupasuhermano.

Sumadre denunció la desaparición del padre al día siguiente. La policía fue averlosy leshizopreguntas; fueunasegundavez,y luegoyanuncamás.Lamadrelloró,peronodepena.PorcómomirabaaHolm,élsediocuentadequelamujerlosabía.Sepasódosmesescocinándolesasuhermanoyaélsucomidapreferida.Unamañanaapareciómuerta.Deunataquedeapoplejía,lesdijeron.Enelentierro,unaspersonas a quienes Holm no había visto nunca le comunicaron que Sascha y éltendríanquevivirconellos.

Mientras esos desconocidos seguían comiendo pastel, él se marchó con suhermano.Seocupódeéltodosesosaños.DuranteuntiempotuvolaesperanzadequeSascha dejara de odiarlo en algúnmomento, pero ese día no llegará jamás. Habíacavadolafosa,peroSaschanuncaleperdonaríaloscuatroañosprevios.Másadelanteeso perdió toda importancia para Holm. Del hombre que fue hace tantísimosinviernosseacuerdatanpococomodeaquellanievequeundíasesacudiódelaropa.

Se esforzó por ser un buen hermanoparaSascha.En sumundo, eso implicabaenseñarle a quemar el miedo igual que había hecho él con la cazadora y lospantalonessalpicadosdelasangredesupadre;otrosteníanquepasarselavidaenteraenunsótano,estuvieraesesótanoenunacasaodentrodesucabeza.

DurantemuchotiempolepreocupóqueSaschanofueraunbuenalumno.Ahoraya no.Le ha entregado la libertad y ha sido lo último que hará por él. Tal vez suhermanocomprendaalgúndíaquedebecerrardeunavezlapuertadeesesótano.

Aaronhaintentadocalcularsuposiciónmedianteloscambiosdedirección.Elprimergiro a la derecha ha sido fácil, solo podía ser la avenida deHofjägerallee tomadadesde la Gran Estrella, en mitad del Tiergarten. Poco después han torcido a laizquierda.TiergartenstrasseoLützowufer.

Noestámaniatada.


Aaronlohaimaginadotodomentalmente.Leparte la laringeaBoschysehaceconelUziqueacabadeesconderbajosu

cazadora.AntesdequeHolmuOjosdeFichapuedanreaccionar,yaleshadisparadoaambosenelcerebro.

Dossegundos.Esprobablequeellasobrevivieraalaccidente.Peroveintinuevepersonasmorirían.Otra vez un giro cerrado a la izquierda. Van cuesta abajo por una curva

prolongada.Losneumáticosyanohacenruidoalrodarsobreelbarro,elsonidodeltráficosehaalejadohastaconvertirseenunmurmullohueco.Aaroncomprendequeestáneneltúnelquepasapordebajodeldistritogubernamental.

Holmdaunacelerónbrutal.Aaronsevetransportadaaotrotúnel.Porelespejoretrovisor ve unAudi; en él va sentada lamuerte, que lleva un traje amedida deSavileRow.

DerepentesevearrodilladaanteNiko.Tienelacamisaroja,labocaroja,losojosrojos,suvozesladeunmoribundo:«Lárgate».

Holm frena en seco. La frente de Aaron se da contra el reposacabezas. Laspuertasseabrendegolpe.Todavíaestáneneltúnel.Loscochespasanjuntoaellosatodavelocidad.Holm laagarra, laacercaa sucuerpoyechaacorrerconella.Pordetrás, alguienabreelmaletero;eldinero.Holmabreunapuerta.Unaescalera.Laarrastrahaciaarriba.Aaron,asu lado, tropiezayseaferraaBarcelona,a laúltimamiradadeNiko.

Otrapuerta.—Niunapalabraenfalso—leadvierteHolm.El bullicio de una estación. «Atención: vía 6. El Intercity 1512 destino a

Hamburgo,consalidaa las12:58horas, tieneprevistasu llegadaconunretrasodedoceminutos». Por encima de ella, un tren entra en la estación.Un niño pequeñogrita,dosfrasescanturreadasguturalmenteenitalianopasanasulado.Aaronrecibeunempujón,oyeunadisculpamasculladaquesealeja,Holmsigue tirandodeella.Unaescaleramecánicaquesube.Ellaresbala,serasguñaeltobillo,Holmlalevantadeuntirónparamantenerlaasulado.Aaronintentaencontrarlospeldaños,seguirleelpasomientraséllaarrastraconsigo.

Se tambalea al llegar al andén. «Atención: vía 16».El traqueteo de un tranvía,todavía lejano.AaroncomprendequeHolm lohacalculadopara llegaral segundo.Yahaperdidotodosentidodeltiempo.¿Cuándohanentradoeneledificio?¿Sehanfijado en ellos los policías de la estación? ¿Y en ese caso? ¿Será su sentencia demuerteyladeveintisieteniños?

Bosch está de pie a su izquierda, carga con la pesada bolsa del dinero, estáfatigado, le sisean los pulmones. En el autocar su voz sonaba temerosa, sí, perotambiénclara.Alsubiralcoche,sinembargo,cuandohasoltadoun«¿Deverdadnosdejanmarchar?»cargadodeincredulidad,seleoíaamortiguada.Pocodespuésseha


quitadoalgodelacabeza.«Unpasamontañas.Enelautobúsnolo llevaba,peronoqueríaquelevieranla

caraalbajar».En ese momento se ve a sí misma con Niko en esa estación. Está locamente

enamorada, le hace cosquillas y él se las devuelve.Mira conuna sonrisa hacia lascámarasdeseguridadylessacalalengua.

—Mireunmomentodetrásdeusted—lediceaBosch.Percibeelmovimientodelhombrealvolverse.LamanodeHolmsecierrasobre

subícepscomoelbrazaletehinchadodeuntensiómetro.—¿Cómosepuedesertanimbécil?—increpaaBosch.—Perdone,¿podríansacarnosunafoto?—lespreguntaalguieneninglés.Aaronsequedahelada.Holm,noobstante,contestaconunimpecableacentodeOxford:—Porsupuesto,sonrían.Eltranvíasedetiene.—Escalón—murmuraHolm.Suben.Losempujandesdeatrás.Elambientedelvagónestácargado.Aaronse

topaconhombros,sientecodosenlascostillas.Holmseabrepasoconella,lasientaenunbancoylaempujacontralaventana.Enelpasillodejanalgopesado;labolsadeldinero.Másalfondohayunosjóvenesarmandoescándalo.

«¡Atención,cierredepuertas!».Laspuertassecierran,eltranvíaseponeenmarchaconuntraqueteo.AaronestáarrodilladajuntoaNikoenBarcelona.Vecómoseestremecesutorso,

cómolotortura.«Lárgate».«Próximaparada:Bellevue»,anuncianlosaltavoces.Suena unmóvil, unamelodía cadenciosa. Unamujer reprende a una niña que

lloriquea.Losjóvenesseapeanentrebravuconadas.—¡Eh,capullo,dejapasar!Unairefríoentraenelvagón,lagenteseaprietaparasubir.Champúconolora

pera,perromojado,kebab.EneltranvíadeWiesbadenaFráncfortlehaocurridodosvecesqueunhombrehaqueridohablarconellaporque,ensimismada,hadirigidolosojoshaciaél sindarsecuentayhadado la sensacióndeestarcoqueteando.Esonodebesucederahora;podríaprovocarunacatástrofe.Vuelvelosojoshacialaventana.Otraparada.Pronto cruzaránDiecisietede Junio.Deno estar ciega, ahoravería elautocar.

«Próximaparada:Tiergarten».Holmseinclinahaciaella.—Ya conoce el procedimiento—le susurra. Habla a un volumen tan bajo que

Aaronapenasentiendeloquedice—.Primerolosartificierosabrenlabolsa.Deesoseencargaunrobot.Suponeunriesgo,claroestá.Enlabolsapodríahaberunsensorquehicieraestallarelexplosivoencuantoseabriera lacremallera.Otraalternativa


sería que el robot sacase la bolsa delmaletero para dejarla a una distancia segura,pero entonces el riesgo sería aúnmayor; undetonador bajo la bolsa es unaopciónmuy popular entre los terroristas. Así que se decidirán por la variante de lacremallera. Las cámaras del robot muestran que se trata de un mecanismorelativamentesencillo;nomehetomadomolestiasinnecesarias.Despuésoptaránporseparareldetonadordelacargamedianteuncañóndeagua.

Entranenlaestación.Elperroladra.Frenteaellosselevantaalguien.—¿Permiten,porfavor?El asientoquedaocupadootravez al instante.Bosch.Aaronoye cómoarrastra

consigolabolsadeldinero.Elcorazónlepalpitaaritmodemúsicatecno.«¡Atención,cierredepuertas!».—Los artificieros han tenido ya diecinueve minutos y medio, con eso debería

bastarles.CuandoestemosenelpuentequecruzaDiecisietedeJuniosoltaréelbotón.Enseguidasabremossimeheequivocado.

Aaron se queda sin respiración. El tranvía se pone en marcha. Está sobre elpuente.Elperroaúlla.Unsusurrodeperiódico.Unamujercomentaquehaacertadocuatronúmerosenlalotería.Alguiensesuenalanariz.

—Hasalvadoustedaveintinuevepersonas—lesusurraHolmaloído—,peroasímismanosesalvará.

PavliktieneaDemircialteléfono.—¿Handesactivadolabomba?—Hacetresminutos.Losniñosestánasalvo.—¿AlguienhavistoaAaronenlaestación?—No. La policía federal solo tiene a quince agentes movilizados allí a estas

horas,yseisdeellosestabanocupándosedeunapeleadenavajerosenlaplantabaja.—¿Ylascámarasdevigilanciadelaparcamiento?—Nolohanutilizado.Elvehículodelafugaestáeneltúnel.Hanentradoenel

edificioporunasalidadeincendios.¿Dóndesehametidousted?—Ahora mismo llego. —Pavlik sale del ascensor en la tercera planta del

Departamento.VeaNieserconMajowskiyDelmonte—.¿Dóndeestáesetío?—Escucha…—¿Dónde?—SaladeinterrogatoriosII.Lapuertasesaledelasbisagras.Pavlikvuelahaciaélyleclavalospuñosenlos

riñones;Niko se desploma gimiendo. Pavlik lo levanta a pulso.Dos golpes en lascostillas,unoenlacara.ANikoselerompelanariz.Nosedefiendecontraelredobledepuñetazos.Plexo solar, cabeza, bazo, hígado.Solo la pared impideque caiga alsuelo. Los hombres llegan corriendo y apartan a Pavlik.Niko se derrumba. Pavliklogra soltarse y le da una patada en el abdomen. Son cuatro y casi no pueden


impedírselo.—¿Quéhashecho?—vocifera.Quierensacarloarastrasdeallí,noloconsiguen.Sedebateydabandazoshasta

queoyelavozdeSandra.—Yalosé,Ulf.Pavlik sequedahelado.Loshombres lo sueltan.Dosde ellos ayudanaNikoa

ponersedepie.Lanarizlesangracomosifueraungrifo.Seechansusbrazossobreloshombrosyselollevanhacialapuerta.Sandraestáenelumbral.Nikocuelgaanteellasinvoluntad.ElpuñodeSandraledacontodassusfuerzasenelcaballetedelanarizyselorompeunasegundavez.Niunsolosonido.Enlosojosdeélhaymáspesardelqueellahavistonunca.Sandradejaelpasolibreyloshombrescierranlapuertasinhacerruidoalsalir.Pavlikcaederodillas.Sumujerseagachaanteélyloabrazaconfuerza.Losdoslloran.

—Hasidoculpamía—susurraél.Ellatomasucabezaconambasmanos.—Tedoycincominutospara lamentarte.Después teponesdepiey lasacasde

ahí.

Helmchentienealaniñagritandoensusbrazos.Haconvertidounalatadeclipsenun sonajero y tranquiliza con él a la pequeña Jenny, que intenta alcanzar el nuevojuguetemientrasHelmchencontestaalteléfonoconlamanolibre.

—Helm,delDepartamento…LaseñoraDemirciestáinformada.Losiento,peronosécuándopodrá.—VeaPavlikyaSandra—.Yaleavisaré.—Cuelga.

—QuieroquellevenaSandrayaJennyalacasaseguradeCottbus.¿Quiénestálibre?

—Nadie,perolaseñoraDemircihadichoquelosCincoseencargarándelasdosmientrasseanecesario.Voyallamarlos.

Inan Demirci disfruta de protección personal, aunque ella lo llamaría de otramanera.PeseaqueelDepartamentonopertenecealaBKA,suGrupodeSeguridadtradicionalmente pone a su disposición un comando de hombres a los que suelenreferirsesolocomo«losCinco».

SandralequitalaniñadelosbrazosaHelmchenyladejaensucanastilla,donderíeypatalea.Pavlikacercaasumujerhaciasí.

—Mehapedidoquetedigaquetequieremucho.Llegannuevaslágrimas.LavozdePavlikesfirme.—¿TeacuerdasdecuandojugamosconellayconlosgemelosalLejanoOesteen

eljardín?Sandraasienteconlacabeza.—Aqueldíanosretamosaundueloconpistolasdejuguete.Elladijo:«Nohay


nadiemás rápidoqueyo, forastero».Eracierto.Nohaynadiemás rápido.MañanajugaremosalScrabbleconellayladejaremosganar.

Helmchencuelgaelauricular.—LosCincollegaránenseguida.PavlikledaunbesoaSandra.—Tellamaré.Salecorriendo,perovuelveylevantaunmomentoasuhijaparainhalarsuaroma

unavezmásporquenosabecuántotiempotendráquedurarle.

En la central de operaciones, una planta por encima, lamitad de la tropa rodea aDemirci. La jefa habla por teléfono con la policía de la Estación Central con elaltavozconectado.

—Han tenidoqueestar enel edificioa launamenosdiez.Seguroqueél lohacalculadotodoparallegaralandénjustoantesdelasalidadeltren.Quierolostrenesquehansalidoentrelas12.50ylas13.00.Tantoregionalescomodelargadistancia.Ferrocarril,tranvíaymetro.

—Unmomento.Pavlik se coloca junto a Demirci. En la sala se oye un murmullo. Hablan un

momentoentreellos.—GraciasporlosCinco—lediceélenvozbaja.Demircileaferrauninstantelamano,unsorprendentegestodecalidezqueaélle

sientainfinitamentebien.Lajefasevuelvehaciauncompañeroylehacepreguntasprecisas estilo telegrama que reciben sus correspondientes respuestas. Pavlik laobserva con disimulo. Unas arrugas profundas se han hundido en su rostro comosalidasdelanada.Porprimeravezsefijaenlodelgadaqueestá.Noesguapa,másbienpeculiar.Susojossondosgrandesesquirlasazulesquehansaltadodeunzafirosintallar.Ensumelenapelirrojasevenlasprimerashebrasplateadas,lanarizselecurvacomoelpicodeunavederapiña.Laspequeñasarrugasquerodeansusojosdelatanquelegustareír,aunquePavliknuncalahavistohacerlo.

—Elmetro en dirección a la Puerta deBrandeburgo—informa el agente de lapolicía federal—. Tres tranvías: Westkreuz, Wartenberg, Potsdam. Cuatro trenesregionales: Eisenhüttenstadt, Dessau, Rathenow, Nauen. El Intercity Express deHamburgo.No,eseibaconretraso.Ningunomás.

Pavlik reflexiona. Los trenes regionales no tienen sentido.Muy pocas paradas,demasiado arriesgado. El metro lo excluye. ¿Qué haría Holm en la Puerta deBrandeburgo?

—Eltranvía—dicenDemirciyPavlikalavez.Pasanlasimágenesdevideovigilanciadelaestaciónporlapareddepantallas.Se

venlosandenesdesdecuatroperspectivas.NirastrodeAaron.Avancerápido.


—¡Ahíestán!—exclamaInesGrauder.TranvíadePotsdam,12.55.El trenya está entrando.Holm llevaaAaronde la

cadera, con lamano izquierda aprieta elmóvil. Corren de la escaleramecánica alandén.

SaschaymisterUzivanpegadosaellos.Pavliksefijasoloenesteúltimo,queesquienarrastraeldinero.Lacazadoracerradamuestraelbultodelarma.Sehapuestounagorradebéisbolymantienelacabezagacha.

—Venga,enséñanoslacara—mascullaPavlik.Aaron ledice algo amisterUzi.Elhombre sevuelveymiradirectamente a la

cámara.«Buenachica».—¡Paren! —exclama Demirci. La cara del hombre se ve a buen tamaño. De

cuarenta y tantos, grueso, piel flácida, sin aliento—. Comparación biométricainmediataconelINPOL—leordenaaKrampe.

Realizanunaimpresióndepantalla.—¿QuéllevaHolmahí?—Bükerserefierealafunda.—¿Unarmadefuego?—preguntaDemirci.Pavlikniegaconlacabeza.—Demasiado corta para un arma, muy plana para unametralleta, muy grande

paraunapistola.La grabación prosigue. Dos turistas asiáticas se dirigen aHolm. Él se quita el

guantederechocon losdientesy leshaceunafotoconelmóvilmientrasel trensedetiene.

—Señora Grauder, pida que las busquen por los medios de comunicación.TenemoslashuellasdeHolmenesemóvil.

—Hansalidohaceveinticincominutos—dicePavlik—.¿CuántotardaeltranvíaenllegaraPotsdam?

—Cuarentaminutos—eslarespuestadelagentedepolicía.—Sitodavíaestuvieraneneltren…,¿pordóndeiríanahora?—DentrodeunminutoentraránenlaestacióndeWannsee.—¿Tienenagentesallí?—Ahoramismono.—¿Podríanenviarundron?—No. Están todos en el centro y solo cuentan con un alcance de quince

kilómetros.—¿TenemosaccesoalascámarasdeWannsee?—Sí.—Deprisa.—¿Dóndemássedetieneeltranvía?—preguntaDemirci.—Griebnitzsee.Babelsberg.LaestacióncentraldePotsdam.—Que envíen a agentes de paisano de inmediato a esas paradas. En caso de


establecercontactonodebenactuar,soloobservar.Enelotroextremodelalíneasedanlasórdenespertinentes.Llegan las imágenes deWannsee. El tren ya está allí, las puertas se abren.Un

hombreconunperro.Tresdeportistasquedescargansusbicicletas.Dosmujeresconbolsasdelacompra.

Aaron.Holm la lleva pegada a su izquierda y va hacia la salida, deprisa pero sin

apresurarse.LossiguenSaschaymisterUzi.—Cambiodecámara—dicePavlik.Se ve el vestíbulo de la estación. Aparecen los tres hombres con Aaron. El

encargadodelquioscoestárecolocandolosartículosdemuestra.Unmontónsuenaalcaeralsuelo.

Aaronsedetieneyledicealgoalhombre.Enlacentraldeoperacioneslatemperaturabajadiezgradosdegolpe.El encargado niega con la cabeza. Holm tira de Aaron. Salen del edificio y

desaparecen.—¿Haycámarasenlaplazadedelante?—preguntaDemirci.—No.—Envíe allí a su gente. Quiero saber qué le ha dicho a ese hombre. Busquen

testigos que los hayan visto abandonar la estación. Seguirán la huida en coche.Quierolamatrícula.

—Trescientos metros más allá hay un puerto deportivo —añade Pavlik—.Compruébenlotambién,porsihantomadounabarca.

Demircilomira.—Acuésteseunrato.—Noesnecesario.—Sí.Lonecesitodescansado.

Nikoestáinmóvilenunasilla.Lacabezalecaesobreelpecho.Demircientraytomaasientofrenteaél,quelevantalavista.Selehahinchadolanarizytieneunamejillareventada.Lasangresecalecubrelaboca.

—VeoqueelseñorPavlikya lehadicho lo imprescindible—diceDemirciconfrialdad.

—Acabedeunavezconesto.—Intento comprender loquehahecho,peropormuchoquemeesfuerzono lo

consigo.—EsalgoentreJennyyyo.—¿Decidirsobrelavidadeella?—Mesuplicóqueladejaramarchar.—¡Suobligacióneraimpedírselo,joder!—gritaDemirci.


—TienequeverconBarcelona.Demirci se enciende un cigarrillo. Le hacen falta cinco caladas profundas para

tranquilizarsuvoz.—¿Quéquieredecirconeso?—Ellacreequeallíperdiósuhonor.Quefuecobarde.Nohepodidoconvencerla

delocontrario.—Conozco su declaración de entonces, y también la de JennyAaron. Estamos

ustedyyosolos,estaconversaciónnoseestágrabando.¿Quésucedióenrealidad?—Esoyanoimporta.—Yodecidoloqueimporta.—HolmyNinaDeraux tenían armas guardadas en la nave. Fuera, su hermano

abatióalostresespañoles.AmíHolmmemetiódosbalas.Jennypudoesquivarlas.MatóaDerauxyledejóaSaschaunacicatrizenelcuello.Jennyquisosacarmedeallí, pero yo pesaba demasiado, no podía ayudarla, ya veía la muerte. Ella estabaherida. Holm abrió fuego contra nosotros. Era imposible. Le dije a Jenny que semarchara.Nohayningúnsecreto.Ellaviveconunaculpaquenocomprendenadiemásqueella.

—Sí,yo la comprendo.Suobligaciónhabría sidoeliminar aHolmy salvarloausted.

—Lodicecomosilohubieraleídoenunmanual.Vuelveasangrarlelanariz.Demircilepasaunpañuelodepapel.Élnoloacepta.

Lasangreleresbalaporlabarbillaygoteaenlamesa.—¿HavistoenBarcelona lacatedraldeGaudí, laSagradaFamilia?—pregunta

ella.—¿Yesoaquéviene?—Estoesnuestracatedral.Ennuestrafamiliahayleyesquenoestánescritasen

ningunaparte.Algunashe tenidoqueaprenderlas,peroestaya laconocíadeantes,porqueessagrada:nuncaseabandonaauncompañeroaunamuertesegura.

—Yoladescarguédesuobligación.—Nopodíahacerlo.—Lahabíainvadidoelpánico.—Esamujernosabeloqueeselpánico.DehaberestadoentoncesyoenAsuntos

Internos,habríaabiertounprocedimientocontraella.Talvezdesistieronacausadesusméritos,oporsuapellido,quizá.

—Cabronadesalmada.—Así es como pensaba aún ayer a primera hora—sigue diciendoDemirci sin

inmutarse—,peroahoraheconocidoaJennyAaron.Loquefueraquelahizoactuarasí en Barcelona debió de ser algo de gran relevancia. Algo más importante quenuestrocódigo.¿Quéfue?

—Nolosé.Elsolsehaido.Vuelveanevar.


—Esonoestodo—insisteella.—Yanoseacuerdadelodelalmacén.Ayermelodijo.Demircimiralasangrequesesecaenlaformica.ANikolepalpita lacarótida.

Bajalavoz:—Lo único que no aparece en el informe esmimiedo, el miedo de ella y su

miradaantesdequecorrieraparasalvarlavida.Los fluorescentes parpadean. Fuera se oyen gritos. Suena elmóvil deDemirci,

queselollevaaloído.—¿Sí?Yomeencargo.—Seponedepie—.Dígamequédebohacerconusted.Nikolevantalacabeza.—Siloquehehechoesundelito,esunoparaelquenohayningunaley.—Quedasuspendido—leanunciaDemirci.

Pavliktieneunsofá.Viejoyraído,ocupalamitaddelespaciodesudespacho,queespequeño.Hacediezañosqueloencontróenlacalle,tiradoenlabasura,yselollevóaltrabajo.Tieneaspectodeestarllenodepolillas.UnavezAaronlopillórociándoloconspraydesinfectante,peronohaylugarenelquepuedareflexionarmejorqueenesemueble roñoso. En el Departamento tienemala fama. Cuando alguienmete lapata,Pavlik losientaenél.Pocodespués,el interfecto trotapor lospasilloscon lacabezagachaynotienemásquedecir«Heestadoenelsofá»paraquetodossepandequévalacosa.

Pavlikpuededormirencualquiermomentoyencualquierparte,cincominutosocincohoras, y solo tarda un segundo endespertar.Hadormidobajo unagranizadamientrasesperabaelOKdesuequipoespecialdeoperaciones.Hadormidodepieenelmetrodecaminoaunacolonoscopia.Durmiócuandoalapequeñalesalieronlosprimerosdientes,despertó justoantesdesuataquede laringotraqueobronquitisy latranquilizófrentealaventanaabierta.Hadormidoeninviernoenelbosque,tapadoconhojas,enunconciertodelosStonesyenunodeBach.

Estavez,encambio, llevaveinteminutosechadoenelsofáynohacemásquemirareltecho.Lapuertaseabre.Demirci.Pavliksesientaalinstante.

—NohaytestigosenWannsee.Nadiehavistonada.Yaestabapreparadoparaeso,perohayalgomuchomásimportante:—¿Quélehadichoalhombredelquiosco?—Literalmente:«Perdone,¿noviveustedenBübingweg?»Pavliksequedaperplejo.—Quería comunicarnos algo—opinaDemirci—.La informacióndebe de estar

ocultaenelinterrogatoriodeayer.Llamanalapuerta.Helmchenseasoma.—LosdeTChan extraído elADNdeHolmde la sangredel cuchillo, perono

encuentrannadaenlabasededatos.Ylashuellasdactilaressehanborrado.


«Perotodavíatenemosaesasdosturistasdelafoto»,dicelamiradaquelelanzaPavlikaDemirci.

—Losiento,nopuedoretrasarmás laconferencia—añadeentoncesHelmchen,afligida—.Tengoquedarlesporlomenoslahoradelaconexióndevídeo.

—Dentrodequinceminutos.Gracias,señoraHelm.—Parausted,apartirdeahora,Helmchen.Siquiere.Demircisonríeunmomento.—Conmuchogusto.—Helmchen,¿dóndeestáelinterrogatoriodeBoenisch?—preguntaPavlik.—Nolosé.—Enelmóvildeella—recuerdaDemirci—.Queríarepasarlagrabación,perono

lehadadotiempo.—Elmóvilestabaenelautocaryahoralotengoenmidespacho.Enseguidatelo

bajo.—Helmchenseretirasinhacerruido.Pavlikseñalaunsitioenelsofá,asulado.Demircimiraunamanchaenormecon

ciertarepugnancia.—¿Esoessangre?—Niidea.—Bueno,vale.—Sesienta,perosequedarígidaenelborde.—Holm sabe que estamos en Budapester Strasse —dice Pavlik— y conoce

nuestrastácticasoperativas.—Sí.Tambiénamímepreocupa.—¿Dedóndehasacadoesainformación?Estamoscompletamenteaislados.—¿Untopo?—Haceunmomentohehechounrepasodetodanuestragente.Nohaynadiede

quien pueda imaginar algo así, pero tampoco quiero hacer como si nunca hubieraocurridoalgoparecido.Habríaqueponeratodoelmundobajolalupa.Sinembargo,apartedequenosfaltatiempoparaeso,sospechoquelafuentedeHolmseencuentraenlaplantanoble.

—ElConsejodeMinistrosdelInterior…—No tiene por qué ser unministro. Tal vez un secretario deEstado—sugiere

Pavlik—.Holmnegociaconelmiedo,podríahaberconseguidoextorsionaraalguien.Tambiénhayotrasposibilidades.Aceptaencargosdeasesinatodelamafia.Conesoseconsiguencontactospolíticos.Siyotuvieraquecompartirmesaconemperadoresyreyes,comovaahacerusted,llevaríamuchocuidadoconloquedigoenmibrindis.

Silencio.—¿NoquieresaberquéhadeclaradoKvist?—¿Paraqué?—Lallama«Jenny».Loshevistobailar.¿Cuántotiempoestuvieronjuntos?—Unaño.—¿Mentiríaélporella?


—Haríacualquiercosaporella.Demirciduda.Leardeunapregunta en lapuntade la lengua,perodejaque se

extinga.—¿Conquépodemostrabajar?—Holmsabíaquemeencontrabaasetentaycincometros.Escapazdecalcular

distanciasconprecisión.—Sehafamiliarizadoconelentorno.—Sinduda,peronolehahechofaltaunacintamétrica.«Adosmetros,entrelos

ojos».¿Recuerda?Esofueironía.—¿Creequeesunfrancotirador?—Tenemosconstanciadedosataquesconfusil.UnoenFráncfortdelÓder,donde

matóaunaucraniana,yotrodelantedelhotelJupiter,elquehamencionadoSascha.Noeraélquienhablaba,sinosuhermano.Esasdosvecesnofuerondistanciasmuygrandes,peroapuestoaqueHolmsabeloquesehace.Esoesunacienciaquedebeaprenderse.Porlogeneralconelejército,comohiceyo.¿Dónde?Noestuvoconelejército federal. Si conseguimos sus huellas dactilares las compararé con la «listaPavlik».

Demircilomiraconojosinterrogantes.—Miarchivoprivado.Hedocumentadotodoslosdisparosdefrancotiradoresque

han dejado rastros en el lugar de los hechos. ¿Qué me dice del tercer hombre?¿Tenemosalgodelacomparaciónbiométrica?

—No.Noestáenbúsquedaycaptura,notieneantecedentes,ningunaentradaenelINPOL.

—Tiene que estar en algún sistema. Y otra cosa: en el coche, Sascha queríasentarsedetrásconAaron.Holmlehadicho:«Noteestápermitido».

Cruzanunalargamirada.—Nolepermiteasuhermanovengarsedeella—murmuraDemirci—.¿Esoes

buenaomalanoticia?—Mala.QuieredecirqueyahaprevistoparaAaronuncastigoqueserápeorque

cualquiercosaquepudierahacerleSascha.—AnteslehadichounacosaaHolm.—Lehedichomuchascosas.—Quelosmataráaélyasuhermano.Lehadadosupalabra.¿Lodecíaenserio?—Sí.Ensurespuestanoresuenaasomoalgunodeduda.ComosiDemirci lehubiera

preguntadosiensudespachohayunsofá.—¿Cuálessuvaloracióndelaformafísicadeella?—Laheabrazado.Tiene todos losmúsculosbiendefinidos.Estáensupesode

lucha.—¿Dequélesirveeso?Estáciega.—Usted lavioen lagaleríade tiro.Era lapistadeAaronyenelmostradorde


armashayunamuesca, justoenelcentro,asíquepudoorientarse.Aunasí,un tirocomoeseesunmilagro.Pero loextraordinariodeverdadno fueeso, sinoqueellasabíaquehabíasidoundisparodenueve,nodediez.¿Sehaceustedunaideadelaconscienciaespacialycorporalquetienequeposeerparapercibiresoaciegas?

—No puedo ni empezar a imaginarlo. —Demirci ha vuelto mentalmente a lanoche anterior. «¿Una metáfora? Una experiencia»—. Vio la armadura de midespacho.

—¿Enquésentidolodice?—Nosécómolohizo,perosabíaqueallíhabíaalgoqueellanoconocíadeantes.Pavlikseenciendeuncigarrillo.—Holmnodaoportunidadesasusenemigos.Sinembargo,ellaconsiguióherirle

conelcuchillo.Nodebepreocuparseporsuformafísica.—¿Quierevivir,oquieresacrificarse?—EnlaestacióndeWannseenoshadejadounmensaje.Asíquequierevivir.—Cree que en Barcelona fue cobarde. ¿Podría haber recuperado su honor

salvandoalosniños?—No.Esolossamuráissololoconsiguendeunaforma.Losdoslosaben:soloconlamuerte.Pavlikrespiraconunatranquilidadquenosiente.—Unavezmedijo:«Sialfinalaúnmequedatiempo,noquieropreguntarmepor

quédebomorir,sinosaberporquéhevivido».


22

Fårosünd,diciembrede2013

¿Cómopodríaempezarestacarta?«QueridaAaron»suenararo.Todosnosllamamosporelapellido,asílohacemosdesdequeexistimos.

Tal vez para no tener tantos problemas cuando alguno tiene que irse con el barquero. A mí no me hafuncionadonunca.Yatitampoco.Soloaunolollamamosporsunombredepila.Ydeélyanohablamosjamás.

Todavíarecuerdocuandomedierontuexpedienteymedijeron:«Écheleunvistazo».Nuncahabíatenidoenlasmanosunavaloracióncomolatuya.Peroteserésincero:tecitéalaentrevistaenelMinisteriomásportunombrequeporcuriosidad.Noqueríaaunamujerenlatropa.Loshuevosgrandesnosellevanbienconlasfalditascortas.Disculpaaesteviejomachito,yasabesloquequierodecir.

Sindudametomasteporuncapulloengreído.Amímebastóconverteentrarporlapuerta.Elrestosolofuepalabrería.

Salvoloquetedijealfinal.Seguroqueteacuerdas.Estuvisteconnosotrosseisaños.Llevabasfaldasmáscortasaúnde loquemetemíayconseguíasque

todos girasen la cabeza para mirarte. Salvo Pavlik, por supuesto. Pero hasta el último de ellos habríacaminadosobreelfuegoporti.Nohacefaltaquetedigaporqué.

Lostrajeadosintentaroncolgarteunmuertounpardeveces.Nolosabrás,peroloschicossiempreveníanami despacho uno tras otro yme decían: «SiAaron tiene que irse,me voy yo con ella». Pavlik yButzinclusodejaronalgunavezsuarmasobrelamesa.Laverdadesesta:simehubieranobligadoaecharte,mehabríaidoyoantesquetú.

¿Porque eras lamejor con la pistola?También. ¿Por tu inteligencia?También. ¿Porque eras capaz dematarconlapatilladeunasgafasdesol?(Sí,Pavlikmelocontó).También.PeroenelfondosoloporqueelDepartamentosintiyanohabríasidolomismo.(Y,dehecho,noloes).

Cuandocompetimosapuntería,lapistaseissiempreestávacía;loschicoslodecidieronsinqueningunotuvieraquegastarsalivaenello.Asítúsiempreparticipas.

Desdequeteconozcosolomehasdecepcionadounavez.PensastequenomedaríacuentadelotuyoconKvist.Noosdijenada.Noerabuenoparati,peroeracosatuya.Nosoytupadre,aunquemehabríagustado.

Seguramente él fue el único en sentirsemás orgulloso de ti que yo.Muchas veces nos cruzamos porcuestionesdetrabajo.Yoveíabrillarsusojoscuandolecontabaalgodeti.Peroteníamiedoporsuhija.Unavezmeinsinuóqueseríamejorqueteenviaraaaguasmenosrevueltas.Nopudehacerleesefavor.

Éleraunaleyenda.Aunasí,siantesdeunaoperaciónyohubiesetenidoopcióndeescogerloaélensusmejorestiemposoati…,mehabríadecididoportisinlamenorduda.

EnBarcelonanoestuveconvosotros.Alolargodemividaheleídomuchosinformes.(Estoycansadodetodos ellos). Con algunos he estado de acuerdo, con otros no. Nunca hubo ninguno que dijeramenos laverdadqueese.Puedequetodosucedieraasí.Conunaexcepción:quetúfuerascobarde.Elqueescribióesono teconocía.Valoraruna situaciónesalgoque solopuedehacerquien sehaencontradoenella.Ningúninformeexplicaporquésehaactuadodeunamaneraynodeotra.

Talvezhayaalgomásqueteguardasparati.Siesasí,tendrástusmotivos.Undíaqueteapetezcanosvamosapescarymelocuentas.

Dentro de dos añosme retiro.Mi sucesión ya está organizada. InanDemirci.Unamujer, ¡imagínate!(Bueno,túmismanosmetisteenestelío).Esmuyválida,solotienequerelajarseunpoco.MeregalaránunrelojyyometrasladaréaSueciaconmibarco.Micasasiempretendrálaspuertasabiertasparati.

Aquíestoyahora,sentadoenelporche.Disfrutandodeunpardedíaslibresconunviejoamigo.Élestátumbadoenlahamaca,durmiendo.Loconoces,dirigeelCentrodeLuchaAntiterroristadelaBKA.Ayerporlanochemediounaalegríaenormecuandomecontóquevasaseranalistadecasosconellos.(Antesdequeteformesunaideaequivocada:yonohemovidoloshilos).

Lotienesimpresionado,peroestabaclaroqueseríaasí.¿Cómopodríaexplicarteloquesentíenesemomento?Cuandomihijomeconfesóqueibaaserabuelo,

fuefantástico.Tambiéndespertardespuésdemioperacióndecorazón.(Elañopasado,peroestoybien).Ymitrigésimoaniversariodeboda,porquemecuestaasimilarquehayasobrevividoatodoestohastahoyypueda seguir amando amimaravillosamujer (¡quien te envía un saludo!). A esa categoría pertenecemialegría.

Nopodemoscambiarladireccióndelviento,perosícolocarlasvelascomomejorconvenga.Esoeslo


que has hecho tú.Eres lo que eres.No existe una situación tan desesperada comopara que tú no puedasdominarla.Siempresacaráslomejordecualquiercosa.Esaestunaturaleza.

Ahoratambiénsécómohabríatenidoqueempezarlacarta.Bienvenidadenuevo,Aaron.Esasdeberíanhabersidolaspalabras.

TuviejoLissek

Hacecuarentaminutosquecuentalossegundosmientrasreflexionaalmismotiempo.Están en la autopista. Aaron lo nota por las vibraciones tranquilas del suelo delvehículo, el asfalto fonoabsorbente, la ausencia de paradas en semáforos y decambiosdedirección.JustodespuésdesalirdelaestacióndeWannseelahanmetidoenelespaciodecargasincalefacción.HolmlehaindicadoaBoschqueleataralasmanosalaespaldaconunabrida.LehaquitadoelUziparanocorrerningúnriesgo.

—No se deje engañar por el hecho de que sea ciega. Si le da la menoroportunidad,lepartirálanucacomosifueraunacerilla.

«Holmlotratadeusted.Naturalmente.Éljamásconfraternizaríaconnadie».La brida se le clava mucho en la piel. Después de ponerse en marcha ha

chasqueado los dedos y ha percibido que se encuentra en una camioneta o unvehículo de reparto. Bosch está acuclillado en el suelo, frente a ella. Entre ambostienenlabolsadeldinero,contralaqueellahaapoyadolospies.Loshermanosvandelante,enlacabina.Aaronnosabesihayunaventanillaono.

HaceratoquetieneclaroqueHolmnoquieredejarlaasolasconOjosdeFicha.Aúnoyesufrase:«Noteestápermitido».

Cambiadeposturaporterceravezsinquenadiesedécuenta.Asuderechayahaexplorado veinte centímetros. Se desliza apenas un poco hacia la izquierda, buscaalgocontraloquepoderrozarlabrida.Nada.Diezcentímetrosmás.

Susdedossolotocanlapareddemetalcorrugado.Boschabreunabotelladeagua.Bebe.Vuelveaenroscarel tapón.Enciendesu

sextocigarrillo.Ellaoyeelclicdeunmecherodesechable,hueleelhumo.—¿Medaunacalada?Elhombrenosemueve,fumadeprisa,pasadeella.Aaronintentarecordarsuvoz

e imaginar la talla que la acompaña. Es algo que no se le damuy bien. Ya le hapasadoqueunavozleresultaatractivaymasculinayluegoseenteradequeeltipoencuestión es gordo, o flaco, o desgarbado. Una voz joven puede pertenecer a unapersonavieja,yalrevés.Unavida,lasumadetodoloquequedaimpregnadoenelsonidodeunavoz,noessolocuestióndeaños.

ElvocabulariodeBosches limitado,masculla laspalabraschapuceramente, lastratasinningúncariño;elcompásdesussílabasesmonótono.Alfinaldelafrasesuvozsiempresubeunpocohaciaarriba.Comosisesintieratratadodeformainjustaytodoelrato tuviera lasensacióndetenerquedefenderse.Guardaensuinteriorunaindignaciónquenopuededejaraflorar.

Esevidentequele tienemiedoaHolm,seconsideraporcompleto inferioraél.


Pero no puede haber nadie que no tenga miedo de Holm, Aaron incluida. Boschcontestaa susórdenesconunescueto«Sí»oun«Bien».Deeso sededucequehapasadomuchotiempoenunsistemadeórdenesyobediencia.Noutilizadesodorante;Aaronhuelesusudoragrio.Estáacostumbradoalacompañíadehombresquenoseescandalizanporeso.Elejército,supone,perosinunagraduaciónalta.

EstáclaroparaquéloquiereHolm.BoschlohadesveladoenelBMW,cuandoOjosdeFichahapreguntadootravez:«Bueno,¿y túdequénos servirás?».Puedeque esté familiarizado con situaciones de estrés, pero es evidente que losacontecimientosdehoylosuperan.Boschnotienecontroladoslosnervios;sino,nosehabríavueltohacialacámaraenelandén.

Aaron tiene que construir una relación con ese hombre. Es lo único que seinterponeentreloshermanosyella.Quepodríainterponerse.

—Solounacalada—insiste.Miramásalládeél,hacecomosibuscarasurostro,quieredespertar su compasión,peroBosch tampocomuestraninguna reacción estavez—.Sondemimarca.

Porfinelhombreseinclinahaciadelante,ellasienteelcigarrilloentreloslabiosychupaconavidez.Chesterfield.

—¿Cuálessunombredepila?—lepregunta—.YomellamoJenny.Jennifer,enrealidad,peronadiemehallamadonuncaasí.

—Séloqueestáintentando.—Abrelacremalleradelabolsa.Cuentaeldinero.Quierecambiardetema.

—¿Elqué?—Convencerme.Hablahacia abajo, tiene lamiradapuesta en losbilletes.Aaronaprovechapara

deslizarseunoscentímetrosmás.Tocaalgoyloinspeccionaconcuidado.Elganchodeunacorreadesujecióndecarga.

—Soloquieroquenosconozcamosunpocomejor—dice,yempiezaarozar labridacontraelgancho—.ParaquemeescuchecuandoleexpliquequiénesHolm,yaquenoparecesaberlo.

—Loquetengaélconustedamínomeinteresa.—Zanjaeltema.—Aunque cuente el dinero diez veces, no verá ni un céntimo.Holm nunca ha

compartido nada con nadie.Ni siquiera con su hermano. Es capaz dematar a unapersonademuchasmaneras.

—Mehaavisadodequelointentaría.—¿Lehadichotambiénqueyanoshemosencontradoestamañana?Pregúntele.—Cállese.—Enelapartamentodelafloristaquelehamencionadoantesamicompañero.

¿Seacuerda?Trabaja concentrada en sus ataduras, peromantiene los brazos inmóviles. Solo

muevelasmanos.Boschseenciendeotrocigarrillo.Aaronoyequequieremeterelmecheroenelpaquete.Seleresbalalaprimeravez,loconsiguealsegundointento.


—Holm también ha dicho: «Esta noche estará muerta, y mi hermano y yoseremoscincomillonesmásricos».Deustednohadichonada.

—Debedecreersequesoybastantetonto.—Loquecreoesqueesalguienquenoquieremorir,yquedeberíapensarbiensi

tienealgúnpapelenlosplanesdeHolm.¿Sabeloquehahechoconesaflorista?Lahadesolladoydestripadocomoaunanimal.Asuhijopequeñolohatiradodesdeunacuartaplanta.

Boschvuelveaabrirlacremallera.Ahoravanmásdespacio.Sedetienen.ElpulsodeAaronpisaafondoyaceleraa

todogas.SiHolm la sacamaniatadadelvehículoenmitaddeningunaparteestaráperdida.

«No,nohemostorcido.Seguimosenlaautopista».Unassirenasseaproximandeprisa,delapolicíaydelosbomberos.Resuenanal

pasarjuntoaellos,luegobajandevolumenhastaquedarreducidasaunsusurro.Unaccidente,lejosdedondeestán.

Aaroncontrolalarespiración.—¿Porquécreequesuhermanolehapreguntadodequélessirveusted?Sime

ayuda,esposiblequeconservelavida.Sigue trabajandocontraelganchodeacero.Se ledesgarra lapiel.Learden las

muñecas.«Nohaysituaciónquenodomines».AaronoyequeBoschsequitalacazadora.Elhumodetabacoseleacerca.Siente

la respiración del hombre.Algo le toca lamejilla. Semueve a lo largo de ella, sevuelveagrietado,sudoroso,ondulado.Aaronseaparta.Élleacaricialaotramejillayellasedacuentadequeessuantebrazo.

Cicatrices.Unpaisajededolor.—Hematadoamuchos—susurraBosch—.Medijeronquemepagarían,yque

seríajusto.Unaporqueríaesloquefue.Vuelve a acuclillarse delante de Aaron y cuenta el dinero. Su olor se le ha

quedadometidoenlanariz.Aaronbuscaprotecciónensusalainterior.Lavibracióndelvehículo.Elhumodel

cigarrillo.Elsusurrodelosbilletes.ElrecuerdodelacartadeLissek.Lasmuñecasquelesangran.Elgancho.Sumiedo.

Esoestodoloquetiene.Yunapregunta:«¿EntenderáPavlikmimensaje?».

HelmchenlellevaelmóvildeAaron.—Estáapagado.¿QuieresquellameaalguiendeTécnicaparaelPIN?—Noesnecesario.¿Dóndeestáelconductordelautocar?—TodavíaenKeithstrasse.LosdeInvestigaciónCriminalloestáninterrogando.


—Quierohablarconél.—Yalohearreglado.HelmchendejaenelescritoriodePavlikunacajitadecoradaconunlazo.—¿Noquerráshacermeunaproposición?—preguntaél.—Esturegalodecumpleaños.Anochenopudeir.Éllevantalacajitayledavueltas.—Hacedieciochoaños,cuandotesentasteenmivestíbuloaesperarparareunirte

conLissekeldíaqueempezasteenelservicio,yoestabapreocupada—dice—.Unabuenaamigamíaestabamuyenferma.Laverdadesquesemedabienocultaresascosas,ytúnisiquierameconocías,peromesonreísteycomentaste:«Porcadadíademierdavienendiezbuenos».Teloagradecí.

Pavliklorecuerda.—Todos se han sentado ahí el primer día —sigue diciendo la mujer—.

Completamenteabsortosensímismos,dándolevueltasaloqueseesperabadeellos,alofríaqueestaríaelaguaalaqueibanalanzarse,asiseríanlobastantebuenos.Túno.Túteserenasteytuvistetiempoparaocupartedemispreocupaciones.EntoncespenséquetalvezseríaselúnicoquellegaraaloscincuentaenelDepartamento.

Pavliktoqueteaellazo,noconsiguedesatarloconsusdedosgrandesyalfinalloarrancaalobruto.

Enlacajitahayuncasquillovacío.—Antesde tuprimerentrenamientolepedíalconserjede lagaleríade tiroque

meguardaraelcasquillodetuprimerabala.Muchasfelicidades,Ulf.Ygraciasporhabersidosiempreunamigo,unhermanoytambiénunpadreparalosdemás.

Pavliknosabequédecir.—Solo hubo otra ocasión en la que pensé lo mismo. Ya sabes con quién. Su

casquilloestáenelcajóndemiescritorio.Nohesidocapazdetirarlo.—Helmchenlomiralargoratoconunosojosqueélnolehabíavistonunca—.Túerestodoloqueellatiene.

Pavliksoloasienteconlacabeza.Lamujersemarcha.Contemplaelcasquillo,lohacerodarentrelosdedos.Esigualquecualquierade

losotrosmuchosmilesquehadisparado.Y,sinembargo,esvalioso.Pavlikvuelveadejarloenlacajitaconsuavidad.

Aaron sigue teniendo un iPhone blanco. «Un móvil de niña», le gustaba a élburlarse.Pruebasuerteconlasúltimascuatrocifrasdesuviejonúmerodeagente.Noválido. ¿Cuándo se encontró aMarlowe? No lo sabe. ¿El día de la muerte de supadre?Noválido.Sololequedaunintentoantesdequeelmóvilsebloquee.

1905.ElcumpleañosdeSandra.Aceptado.Doscarpetascongrabacionesdevoz.«Interrogatorios»y«Personal».Susdedos

sedeslizanporlapantalla.Sesientemiserable,peroabrelade«Personal».«19dejunio.¿QuéocurrióenelbardeParís?».«20dejunio.¿DeverdadestuveconButzenAmberes?».


«21dejunio.¿DequécolortienelosojosPavlik?».«22dejunio.¿CómosellamabaelhoteldeBarcelona?».«23dejunio.¿Depequeñafuiaclasesdepiano?».«24dejunio.¿CómosuenalarisadeSandra?».«25dejunio.¿Dóndeaprendíruso?».«26dejunio.¿ConquévestidolegustabatantoaNiko?».Saltahaciadelante.«2 de diciembre. Una vezmás, Barcelona. Las preguntas principales: ¿Cuánto

tiempo estuve en el almacén? ¿Qué ocurrió en ese tiempo? ¿En qué estado seencontrabaNiko?¿Llegóatocarme?¿Yyoaél?¿Hubopalabras?¿Cuáles?¿PorquénointentéeliminaraHolm?¿PorquéhuiydejéaNikoatrás?¿Porquénollaméalcomandomóvilnipedíunaambulancia?».

Pavlikseponedepieyabrelaventana.Elfríolecortalacara.Losedificiosselevantancontraelcieloprofundo.EnelfondolosupocuandoAaronlepreguntóquéaspectoteníadelantedelhotelJupiter,peroesperabahaberseequivocado.No,sehaengañadoasímismo.

Por eso se ha entregadoAaron a Holm: porque él conoce la verdad. Y por laverdadellaestádispuestaamorir.

Abajo,enlacalle,verodaruntroncodeárboldeNavidaddestrozado.SuenaelteléfonoyPavliksesobresalta.

—Querías saber si Kvist hacía algo. Está vaciando su escritorio—oye decir aFrickenadamásdescolgar.

—¿Llevaellolliensucoche?—Sí.SehaencargadoClaus.Unmicrodebajodelreposacabezas.—Quedoshombressepeguenaél.—Soloporsaberlo:¿porqué?¿Quieresquesetomenunacervezajuntos?—Haestadoasolasconella.Talvezsepamásquenosotros.—Sevaadarcuenta.Igualqueayer.—Ayerdabaigual.Hoyno.QueseencarguenPeschelyNieser,condoscoches.

Puedenmantenerseadistancia,tenemoselGPS.LlamaalaBKAyenvíaallíaKleffyaRogge.Quelesentreguendosdelos«Ochos».—Los«Ochos»sonunaseriedevehículos de la BKA que llevan matrículas de las ocho grandes conurbacionesalemanas—.PeroquenoseandeBerlín.AlgunatartanadeMúnichodelacuencadelRuhr.YquerelevenenseguidaaPeschelyaNieser.

—Un segundo.—Murmullos.Luegootra vezFricke—:Tenemos a las turistas.Unvendedordebilletesdetoursporlaciudadlashareconocidoenelzoograciasaladescripción que se ha dado por radio. La policía federal está tomando las huellasdactilaresdelmóvil.Sinolohantoqueteadomuchodespuésdelafotografía,podríahabersuerte.

—Comparacióninmediataconelsistemade identificacióndehuellasdactilares.—Cierra la ventana, se sienta al escritorio y pone en marcha la grabación de


Boenisch.—«Sientomuchísimoquesehayaquedadociega.Losientodeverdad».—«Trabajaustedenlalavandería.¿Sellevabienconsuscompañeros?».¿Una furgoneta de lavandería como vehículo de fuga? No, en la estación de

Wannseeellanopodíasaberlotodavía.—«Unceladormepegó».MisterUzi:¿unceladordeTegel?Esposible.—«¿Quétaleslarecepcióndesuradiotransistor?».¿Unatiendadeelectrodomésticos?—«Meavergüenzodehabervistoesapelícula.Notendríaquehaberlohecho».¿Unavideoteca?—«Me alegro de que aquella vez viniera usted. Me alegro mucho. Usted me

salvó».Pavlikcierra losojos. Intenta imaginarsea la jovenque seplantódelantede la

casa de Spandau cuando ya estaba oscuro. La joven que quería ser policía paraemularasupadre.LajovenqueaúnnohabíaconocidoaPavlik.Teníaveinteaños,sufuturoeraungransobresorpresa.Seguroquesusinstructoresnoledieronningúnbonusacausadesuapellido.Comomucho,eso losanimóaapretarle las tuercasaellamásqueanadie.¿Teníaamigosentresuscompañerosdeestudios?Puedequeno.LaspersonascomoAaronatraena losdemásyalmismotiempolosdesconciertan;hayquesercapazdesoportarsucercanía.

¿Estabaenamoradadeunjovensimpático,unodeesosaltosymorenosquetantolegustan?¿Quésueñostenía?¿Eradespreocupada?¿Traviesa?¿Feliz?

Cuando Aaron hizo sus prácticas en la Sexta Brigada de Homicidios, enKeithstrasse, Pavlik ya llevaba dos años en el Departamento. Solo los separabanquinientosmetros.Y,aunasí,unmundoentero.EltrabajodeélnoteníanadaqueverconeldíaadíaenInvestigaciónCriminal.

DecuandoencuandosepasabaporlasdependenciasdelaSextaporqueeranlosque tenían la mejor cafetería. A veces se pregunta si llegó a cruzarse con Aaronentonces.No,lehabríallamadolaatención.Ellallamalaatenciónentodaspartes.Alprincipio eso fue un problema paraLissek.Había tenido dudas respecto a si debíaenviarla a operaciones encubiertas, porque le resultaba muy difícil pasardesapercibida,peroenseguidacomprendióqueelfísicodeAaroneraunplus.Nadiepiensanuncaqueunamujercomoellapuedaserpolicía.

Pavlikseenteróde lodeBoenischcuandosucedió,desde luego.Salióen todoslos periódicos, que hablaban de una «valiente candidata a policía» que le habíaechado el guante a un asesino en serie ella solita. No aparecieron fotografías. Lehabríagustadoabrazarlayconsolarlayaentonces,enlugardetenerqueesperarhastamuchodespués.

—«Miángel.Graciasporhaberllamadoamipuerta».Pavlikmirahaciaelsofá.AllíestáAaronsentada.


Yahacedosañosqueseconocen,hacetiempoquesonamigos.EllavaconMarlowea su casa. Echan partidas de Scrabble y el Juego delMaleficio, los sábados hacenbarbacoas.SiellanohubieraestadoenelbardeClichy,loshijosdeélyanotendríanpadre.

Aaronfuncionacomounmecanismoderelojería.Sinembargo,ayerhizoalgoqueloespantó.Estaban entrenando en el Molino cuando llamó la LKA. Un hombre se había

atrincherado en una casa con su esposa y su hijo pequeño porque lamujer queríaabandonarlo.Amenazabaconmataralniño.NormalmentehabríasidouncasoparalapolicíadeBrandeburgo,peroelMolinoestabaasolodoskilómetrosdeallí,asíquesolicitaronlaayudadelDepartamento.

Seacercaroncincoagentes,queentraronen lacasaalasaltoyencontrarona lamujeryalniñomaniatadosperoilesos.Elhombresehabíaescondidoenelsótano.Ninguno de ellos se había dado cuenta de queAaron llevaba ya un buen rato ahíabajo. La luz del sótano estaba estropeada. Pavlik bajó con dos más a aquellaoscuridadtotal.Ellaestabasentadaenelsuelo.Cuandolailuminóconlalinterna,suspupilas no se contrajeron. El hombre estaba inconsciente a su lado. Aunque ibadesarmado,lehabíarototrescostillas,lamandíbulayunbrazo.

Pavlik comprendió que hablar no tenía sentido.Ordenó al grupoque tuviera laboca cerrada, envió aAaron a casa y en su informe puso que el hombre la habíaatacado.Lisseknohizopreguntas.

PorlanochePavlikpasóaverla,peroellanoleabrió.Ahora está sentada en su sofá y hace diez minutos que guarda silencio. Él se

sientaasulado.Siguenpasandolosminutos.EntonceslecuentalodeBoenisch.LavozdeAaronsedeslizaporlossurcosblancosdeundiscoqueellaoiráeternamente.Cuando ha terminado con Boenisch, le habla de Runge, de la camarera deDelmenhorstydelasotrasdosalasquetambiénmató.Ellapodríahaberlassalvadosinohubieradecididosalvarseasímisma.Pavliknolainterrumpe.Alfinalseechaallorar.Éllaestrechaentresusbrazosyledice:«Todoirábien».

«Nuncavolveráairbien»,contestaella.

Yanosoportamáseserecuerdo.VuelveaponerelinterrogatoriodeBoenisch.—«¿QuéesloquemáslegustadeMr.Brooks?».LarespuestadeBoenischquedatapadaporelruidodeunavión.—«Noloheoído».—«Elprotagonista».—«¿Mr.Brooks?».—«Élnoeselprotagonista.…Mr.Brooksvaconélalcementerio.…¡Yaprieta

elgatillo!».


¿Elcementerio?No.—«¿PorquéMelanieBreuer?».—«Merecordabaaalguien».—«¿Quésentíacuandoibaaverla?».—«Todoel ratonotabaesapresiónen lacabeza.Ella tendríaquehabersedado

cuenta,queparaesoeralaespecialista».¿Podría estaroculto sumensaje en los apuntesde lapsicóloga?Pocoprobable.

Aaronnotuvotiempoparaestudiarlos.—«Yolacallé.Estanbonitocuandoestáncalladas…Igualqueenunplaneador,

dondesoloseoyeelviento».—«Labolsanoeratransparente.Yesoqueaustedleencantaverelmiedoenlos

rostrosdelasmujeres».—«Sentíascodemímismo».Findelagrabación.Esoestodo.Pavlikmiraalvacío.«Aaron,¿quéhasqueridodecirnos?».

Aaron no ha olvidado nunca la última frase de Lissek en su primer encuentro:«Vamosallevarlaallugarmáspeligrosodelmundo,supropiamente».

Cuandolabridadejadeejercerresistenciacontraelganchoyseparte,ellayaharepasadoelataquediezveces.

Boschhavueltoaponerse lacazadora,peroAaronnosabesi la llevaabiertaocerrada, así que elimina el torso como objetivo. Su plexo solar y su caja torácicaquedandescartados,asícomoelbazo,elhígado,lavesícula,losriñones.Ungolpedetresdedosenelhuecodelaclavículaleimpediríarespirar,perosoloencasodequelaclavículaestéexpuesta.

Demasiadaincertidumbre.Aaronsehadecididoporelcuello.Paraellodebetomarenconsideraciónelpesoylaformafísicadelhombre.Enla

estaciónsehahechounaideadesuestatura.Alaalturadesusojos,sidescuentalosseis centímetros de tacón.Bosch ha sido capaz de levantar y cargar una bolsa quepesamásdesetentakilossubiendounaescaleraapasoligero.Demodoqueconunaestaturademetroochentapesaporlomenosnoventakilos,yestámusculado.Aarontienequegolpearconlamáximafuerza.

SiseequivocayBoschnoposeelosmúsculosdelcuellodeuntoro,supuñolomatará.

Sobrelosreflejosdelhombrenosabenada.Seguroquenosontanbuenoscomolos de ella. Aun así, se advierte que debe ser precavida. Oye a su padre: «Nuncapiensesenganar,piensaennoperder».

Hacediezminutosquevuelvenaestarenmarcha.Holmhasalidodelaautopista.Vanporunacarretera.Mientras Aaron estira y dobla con cuidado las muñecas a su espalda para


recuperar la circulación sanguínea, ya está respirando de tal manera que suconcentraciónsetrasladaalcentrodegravedaddesuvientre.

Sumayor preocupación es que podría haber una ventanilla entre la cabina delconductor y el espacio de carga, pero ya ha tomado la decisión.No tiene los piesatados.

—Semehandormidolaspiernas.Sequitaloszapatos,seacuclillayapoyalaespaldacontralapared.ABoschnole

importa.Aaron tiene tiempo suficiente para calcular la posición de él y localizarlocon exactitud.El hombre abre la botella de agua y bebe.Después saca otro pitillodandogolpecitosenelpaquete.Loatacarácuandolaprimeracaladahondaabandonelospulmones.Justodespuésdeexhalarescuandounapersonaestámásrelajada,poresotambiéneselmomentoperfectoparadispararunarma.

Coloca la punta de la lengua contra las encías para evitar que la noquee sicontraataca.

Aarondoblaelmeñiqueizquierdo.Boschenciendeelcigarrillo.Vuelveameterelmecheroenelpaquete,inhalael

humo,loexpulsa.Ellaselanza,lesaltaencimayleclavalarodillaenlaentrepierna.Él gime de dolor y ella siente que algo caliente le rebota en la cara; la brasa delcigarrillo, que ha salido disparado antes de que el nudillomedio de sumeñique leencontraraelmeridianoyangenlaaorta.Acausadelaestimulacióndelossensoresdelaarteria,elsistemacirculatoriodeBoschcreequesutensiónhasubidodisparadacomo un cohete a la estratosfera. El corazón envía una señal de alarma al sistemasimpático,queenseguida reduce la actividadaceroyconelloprovocaundrásticodescensode lapresiónsanguínea.Lehagolpeadoenelpuntoexacto.ElcuerpodeBoschquedadormidoantesdequelehayadadotiempoapestañear.

Aaronlebuscaelpulso.Estáinconsciente.Sutriunfoduradosinspiracionesrápidas.Elvehículodaunbandazoaltomaruna

curvacerradahacialaderecha.EsolaapartadeBoschylalanzacontralapared.Vanatodavelocidadporuncaminollenodebaches.

Laventanilla.Holmlohavistotodo.Aaronintentallegaralapuerta.Holmvuelveadarunvolantazoylalanzacontra

laotrapared.Quieresujetarseaalgo,perosoloencuentraaceroliso.Holm frena en seco. Ella oye cómo se abren las puertas del conductor y del

copiloto.Tieneelhombroentumecido.EsperaqueHolmabralapuertadecarga,peroesonosucede.SearrastrahastaBosch,lepalpalaropa,buscaelpaquetedetabacoconelmechero.Fueranoseoyenada.Elpaquetedebedeestarenelsuelo,poralgúnlado.Seobligaapermanecertranquilayregistraratientashastaelúltimocentímetroalrededordelhombre.

Ahí.Aaronabreelpaqueteysacaelmechero.Abretambiénlabolsa,temblando,yhaceunhuecoenelcentro.

«Siconsigodestruireldineromenecesitaránparaexigirmás».


Prende un fajo de billetes, lo lanza al hueco, un segundo fajo, un tercero, uncuarto. Huele una voluta de humo ridículamente fina. No basta. ¡No basta!Desesperada, comprende que no lo conseguirá sin un acelerador. Se siente tanatrapadaquelavencenlasganasdellorar.

Desatrancan la puerta. Ella se coloca en posición de ataque, toma aire conrespiraciones largas y profundas para relajar la musculatura. Holm salta a lasuperficie de carga, se deja caer y se desliza hacia ella. Aaron sabe que la quieretumbarconunbarridoalpieyloesquiva.Daunapatadaysutobilloloalcanzaenlacabeza.SearrodillaparaanularaHolmconungolpedoble,peronoconsiguedarleniunavez.Éllebloqueaelpuñoyleclavaundedoenelhuecosupraesternal.

Escomosiuntrozodecarneselehubieraquedadoatascadoenlagarganta.Desuspulmonessaleunpitidoseco.Aaronsepasaunminutoluchandoporconseguiraire,estátantensaqueempiezaasangrarlelanariz.Holmlacontemplatodoelrato.Cuandosientequevaacaer inconsciente,él laagarray ledaunfuertegolpeeneltórax.

Una inhalación.Dos.Superficiales.Apenasmerecenesenombre.Está tiradadeespaldasytienequebatallarporcadamilímetrocúbicodeaire.

HolmarrastraaBoschporelespaciodecargaylodejacaerenlanievecomounsaco.

Tresinhalaciones.Cuatro.Aaronseconsumeporcadagotadeaire.Holmregresayseacuclillaasulado.—Mehabríadecepcionadoquenointentaranada.—Lasatisfacciónimpregnasu

voz.Leacercaalgoaloídoyellapercibeungraznido.—¿Qué…ha…pasado?—EsBosch,quehavueltoensí.—¿Queporquéloestáoyendo?—preguntaHolm—.Porqueleheescondidoun

microenlacazadora.Lehadichoquedesolléydestripéaesamujer.Boschpodríacreerse algo así, pero usted sabe que no es cierto: no soy cruel. Actúo de formaproporcionada.Ustedconoceladiferencia.

Aaronsearrastrahastalapared,eldolorlaabruma.—Queyonohayacompartidonuncanada,ni siquiera conmihermano, esuna

mentira cuya esencia usted no puede comprender.He compartido conmi hermanomásdeloquepuedaimaginar.Peroseloperdono.Nosabelomásmínimodemí;yodeusted,todo.

Aaronquiereincorporarse.Noloconsigue.—¿Especula con su valor demercado como rehén? ¿De verdad piensa que su

heroicidadenDiecisietedeJunioesunchequeenblancoporsuvida?Unrocedeplásticocontraplástico,un tapónderosca.Aaronhuele lagasolina.

Horrorizada,quiereescapar.Avanzaunmetroderodillas,peroHolmledaunapatadaenelvientre.Lasarcadaslavencen.Denuevosequedasinaire.


—¿Dequévaesto?¿Estás loco?—gritaOjosdeFicha,quesaltaal espaciodecarga.

Sueltaungemidoquejumbrosoy cae toscamente sobre ella.La ropa lehuele adetergentebaratodecárcel.Aaronquiereapartarlelacara,peroyanotienefuerzas.OjosdeFichanosemueve,estáinconsciente,omuerto.

Holm tira de su hermano y se lo quita de encima. Lo arrastra fuera, como aBosch,ylolanzaalanieve.

Elsilencioconelqueregresasemofadeella.Holmvacíalalatadegasolinaasulado.Aaron respira los vapores corrosivos, ya no es capaz de pensar con claridad.Desearendirseymorir.

—Voyadevolverlesuchequeenblanco.La cabeza de una cerilla sisea sobre la superficie del raspador. El corazón de

Aaronseconvierteenunaráfagasostenidadeametralladora.Holm le prende fuego a la bolsa. Ella se aparta rodando, le arde la nuca, se

arrancaelabrigodelcuerpoysofocalasllamasdesupelo.Holmbaja.Cierralapuertayladejasolaeneseinfierno.Aaronsearrastraporelsueloatravésdeuncalorabrasadorbuscandolabotella

de laquebebíaBosch.Cierra losojos,que learden.Lospulmones se le llenandehollínyceniza;seatraganta,toseunasflemasamargas.Encuentralabotellaalcabodeunaeternidad.Seempapaelvestidoconaguay lousapara taparse lanarizy laboca.No sirve de nada. Se desliza pegada al suelo hasta la puerta, espera que allíhayaalgunarendijapor laquepoderconseguiraire,peronoabsorbenadamásqueunahumaredaacreyapestosa.Sedacuentadequeabandonaese fardomaltratadoque una vez fue su cuerpo pero que se ha vuelto inútil. La ametralladora se haquedadosinmunición,elpercutorsologolpeaunacámaradecartuchosvacía,cadavezmásdespacio,cadavezmásdébilmente.

Clic…Clic…Clic…Clic…Clic…Clic…Clic…Milchispascandentesdanzanantesusojosysaltanhaciaelcielonocturnopor

encimadeunahogueraconsumida.Ben,asulado,noparaquietoyestátannerviosocomoella;hueleatierra,ahierba,agrasaquemada.Tienencincoañosytodavíanosabennadadelagujeroenelestanqueblanco.Elcampesinovacíaungrancestodepatatassobrelasascuas.Aaronestáimpacienteporsacarlaprimera,yasienteenlalenguaesemaravillosoplacersuave,ahumadoyalmendrado.

Su padre la levanta de la cinturilla del pantalón riendo, toma impulso y labalanceahaciadelanteyhaciaatrásmientrasellachilla,peroélsiguehaciendocomosiquisiera lanzarlahaciael cielo.Laspatatas songrandesy redondasy sevuelvennegras y agrietadas. Aaron querría tener unas manos enormes para espachurrarlastodasyconvertirlasenunaúnicapatatamonstruosaquefueratodaparaella.Porfinlas sacan de las brasas. Queman, queman, queman. Ben y Aaron se las vancambiando de manomientras cuentan: «Uno, dos, digo adiós; tres, cuatro, voy al


teatro;cinco,seis,¡yaveréis!».Arrancanlapielcarbonizadaysepintanlacaraconlosdedosnegroshastaqueparecendosindiosenpiedeguerra.

Aaronledaunbocadoalamejorpatatadesuvida.Estáinfinitamenteagradecidadequeselepermitamorirasí.Despierta con la cara en la nieve. El dolor arrecia como una tempestad en su

interior.Aaronquierearrastrarseporelsueloheladoyendurecido,perosusmanosnolaobedecen.Nisiquieraconsiguemorderlanieveparalibrarsedelsaboragasolinaquemada.Tienequeesperaraquesucuerpovuelvaaacogerla.

—¿Quéhashecho?—balbuceaOjosdeFicha.—Conseguiremosotroscincomillones—diceHolm.


23

Elconductordelautobússeechalosbrazosalrededordelpecho.—¿Podríansubirunpocomáslacalefacción,porfavor?Pavlikseacercaalaventanadelasaladeinterrogatoriosyhacecomosigirarael

termostato.SabequelosescalofríosdeHeinzSchwenkownotienennadaqueverconlatemperaturadelasala.

—¿Dóndeestoy?—quieresaberSchwenkowporterceravez.Pavlikvuelveasentarse.—Comoyalehedicho,enlapolicía.—Me han hecho entrar por un aparcamiento subterráneo en una furgoneta

cerrada.Comosifuerauncriminal.—Ha sido solo por su seguridad. ¿Demodo queHolm no se ha dirigido a su

cómpliceporsunombreniunasolavez?¿Estáseguro?Elhombrevequenoleservirádenadaquejarsemásdelascircunstancias.—Sí.Prácticamentenohahabladoconél.Casisiempreseñalabahaciaalgúnlado

conlabarbillayelotrosaltabahaciaallí.Holmlotratabadeusted.Erararo.APavliknoleextraña.SoloquelosbuenosmodalesdeHolmnosonmásqueuna

burla.Deestarsentadoenlasillaeléctrica,trataríadeustedalhombrequeenciendelacorriente.

—Hacitadoalgodeunlibro.Dequién,nolosé,perolafrasenosemevadelacabeza. Es como si me la hubiera aprendido de memoria. «Lo que deseamos yelogiamosnoeslavalentíademorirconhonor,sinolavalentíadevivirconcoraje».

—Señor Schwenkow, piénselo bien: ¿no han hecho ninguna insinuación sobreadóndepretendíanir?

Schwenkowseencogedehombrossinsaberquédecirysecalientalasmanosenlatazadecafé.

—Me encantaría poder ayudarles. Sobre todo por Lutz. —Le tiemblan lasmejillas.

—¿Elempleadodelagasolinera?—preguntaPavlik.Schwenkowasiente.—Estabaseparado,peroteníadoshijos.Losqueríamuchísimo.Lamayoryavaa

la universidad. Estabamuy orgulloso, porque él solo se había sacado el graduadoescolar.Unavezmeenseñóunafoto.Muyguapa.

Schwenkow se detiene a buscar palabras. Pavlik no lo presiona. Está bien quevayapasandotranquilamentedeunaideaalasiguiente,quevayahablandomientrasPavlik espera con paciencia que al hombre se le ocurra algo con lo que él puedatrabajar.

—Todoporculpadesusherramientas.—ASchwenkowselellenanlosojosdelágrimas—.Hacíasiglosquequeríadevolverleesacaja,perosiempresemeibadela


cabeza. Habría podido llevarle la maldita caja a la gasolinera cuando Holm bajóconmigo.Estabadebajodemiasientoynolopensé.Solopensabaenmí.

Tiene los dedos amarillos. Pavlik le pasa un paquete de tabaco y él saca uncigarrillo,agradecido.

—Enrealidadyohoylibraba,perouncompañerocayóenfermoylajefamesacódelacamaalassiete.Amimujernolehizogracia.Antes,porteléfono,noparabadellorar.Enalgúnmomentoconseguirésuperarlo,peroesosniños…Ellosnuncaseloquitarándeencima.Secargóalprofesordeuntirocomosinada,sinningúnmotivo.Esonoesunapersona,eseldemonio.Elotrotambiénsecagabademiedoconél,esosípuedodecírselo.ObedecíaaHolmsinrechistar.Estabatannerviosoquetuvoquecontarlosmóvilesdosveces.

—¿Cómo?—intervienePavlik.—Loviporelespejo.Atrás,enelasientodelfondo.—¿Enalgúnotromomentolellamólaatenciónquenopudieraconcentrarse?—Sí, ahora que lo dice. Holm quería saber dónde estaba la gasolinera más

cercana,yelotroestabadepieasulado.PerounpardeminutosdespuéslepreguntóaHolmdóndeíbamosarepostar.

—Gracias,señorSchwenkow.Ahoravuelvaconsumujer.Explíqueselotodotalcomohasido,ytómeseunasvacaciones.

—Aún tardaréenvolveracasa.Losde InvestigaciónCriminaldicenque tengoquevolveraKeithstrasse.Quierenenseñarmefotosdelficherodedelincuentes.Paraversiencuentroaesetipo.

—Lesharésaberquenoesnecesario.

EnelpasillosetopaconInesGrauder.—EnvíaporcorreoelectrónicolafotodelhombredeHolmatodaslasclínicasde

Berlínconconsultasespecializadasenmemoria—lepidePavlik—.O,mejor,quelapolicíafederalenvíeaagentes.

—¿Paraqué?—Porlovistoasucabezalepasaalgo.Talvezestéentratamiento.—¿YsinoesdeBerlín?Pavlikselaquedamirando.—¿Cuántotiempollevasconnosotros?—Dosmeses.—Por eso preguntas.—Ladeja plantada—.Cuando te hayas encargado de eso

venalasaladepesas—añadeporencimadelhombro.En el ascensor lo está esperando Helmchen, que le pone un cuenco de sopa

calienteenlamano.—Tómateestoahoramismo.—Notengohambre.


—Escaldoconalbóndigasdetuétano,reciénhecho.—Helmchen…—Sino,llamoaSandra.Pavlikolfateael cuenco.Pero¿dedóndenaricesha sacadoHelmchenuncaldo

reciénhecho?—Losdemásyaestánarriba—dicelamujer—.Salvolosquesehanquedadode

guardiaenlacentraldeoperaciones.Comotúquerías.—¿Demircisigueconsuconferencia?—Desdehacehoraymedia—respondeHelmchenconpreocupación.—¿Hasintentadoescucharalgo?—¿Porquiénmetomas?—contestaella,indignada.Pavliklevantaunacucharadadesopaysopla;todoformapartedeljueguecitode

Helmchen.—¿Cuántolaestánpresionando?—Mucho.ElhombredeSvobodaexigesudimisión.—¿Quiénestádepartedeella?—RenaniadelNorte-Westfalia.Fueronquieneslapropusieronparaelcargo,vino

aquídesdeDortmund.—¿Ynadiemás?—BásicamenteesundueloentreBerlínyRenaniadelNorte-Westfalia.También

ledisparandesdelapolicíafederal,porquelospuenteamos.PeroDemircidejaquesequejen.Haconseguidoponerde suparte al fiscalgeneral federaly contra élno seatrevenadie;esohasidointeligente.Esbastantetozuda.IgualqueLissek,yesomegusta.

—Ynosehaidodelalenguaencuantoalainvestigación.—Exacto…¡Unmomento!¿Cómosabestúeso?Élpruebalasopa.Estábuena.—Ay,madre—diceHelmchen.—Quequedeentrenosotros—leadviertePavlik—.CuandoDemirciteconozca

mejor,podráestaralcorrientedenuestrascharlas.—Svoboda.Aeselocreocapazdecualquiercosa.Pavlikseaseguradequenohayanadiecerca.—¿TeacuerdasdelasdosucranianasdeFráncfortdelÓder?—murmuramientras

pescaunaalbóndiga.—¿TerefieresaPi?—preguntaella.—Sí.Quierosaberquiénestuvoacargodelaoperación.Nosololoschicosdel

comando.Todalalogística,elentorno.Porsupuestoqueenaquelentonceshubounainvestigación.Elfrancotiradorsabía

lo de la casa segura y lo del Jupiter. Cuando en elDepartamento sucede algo así,reaccionan igual que losmasáis cuandoun leónmata a unpastor de vacas: le dancaza hasta capturarlo. Si no, ya nunca se está seguro. Noches en la sala de


interrogatorios, seguimientos, vigilancias telefónicas, registros domiciliarios. Ladesconfianzaimpregnabasuropacomounmalolor.Pavliktuvoqueintervenirparapararvariaspeleas.Fueduro.Despuésdesemanas,losdeAsuntosInternoscerraronelexpedientesinresultados.Esofueaúnpeor.Enlacasanoseoyeronrisasdurantemuchotiempo,hastaqueenalgúnmomentolarutinahizolasvecesdeambientador.PeroPavliktodavíatieneeseolormetidoenlanariz.

—EsoestáenlacajafuertedeAsuntosInternos—diceHelmchen—.NiDemircitieneaccesoaello.

—Estasalbóndigasestándeliciosas—canturreaél,ysecome laúltima—.Soloqueseescondenunpoco.

—Damedoshoras.Pavlikleplantaunbesoenlafrente.—Guárdateelpeloteo.—Yo, nunca. —Se bebe el resto de la sopa directamente del cuenco y se lo

devuelve a Helmchen—. Cuando seamos dos jubilados, montaremos un pisocompartidoparaviejos.

—¿YquéharemosconSandrayconmimarido?—Conseguiremos que parezca un accidente.—Pavlik semete en el ascensor y

vuelve a pensar enBoenisch. En elmensaje críptico deAaron. Pone un pie en lapuerta—.¿Helmchen?

Ellasevuelve,yaunosmetrosmásallá.—TúvivisteunavezenSpandau.—Sí…¿Y?—¿TequedabacercaBübingweg?—¿Porquélopreguntas?Lapuertaquierecerrarse,sedacontraelpiedePavlik,retrocede.—AllíestabalacasadeBoenisch.¿Laconoces?—No,esotrazona.Allínoquiereirnadie,estáenmitaddelcorredordeentrada

delaeropuertodeTegel.Secierralapuerta.Seabrelapuerta.—Seríacomoestarenplenapistadeaterrizaje—añadeHelmchen.Enesemismosegundo,Pavlikvuelveaoírelavióncuyoruidohacedesaparecer

larespuestadeBoenischenlagrabaciónyalfinalleoyesusurrar:«Igualqueenunplaneador».

«¿QuéhadichoAaron?“Holmpuedeutilizaraalguien”».Parecequesehadetenidoelmundoparaél.—¿Ulf?—preguntaHelmchen.—Esposiblequeeltercerhombreseapiloto.Queenvíentambiénlafotoatodos

los aeródromos en un radio de doscientos cincuenta kilómetros. Y a la OficinaFederaldeAeronáuticaCivil.


La sala de pesas de la cuarta planta es el centro social del Departamento. Allí secuentanchismesdepasillo,sesolucionandiscusiones,sesuda,seríe,semaldiceyseguardasilencio.

Entrenarseesparaelloscomoelcomeroelbeber.Suscuerpossonestatuasquecincelan día a día, pero ninguno tiene una musculatura innecesaria. Eso los haríademasiadolentos,seríaunestorboenlosasaltosylaspeleas,ydemasiadollamativoenmuchasoperacionesencubiertas.

«Tienesqueperdermasa,porlomenosdiezkilos».Pavliknosabecuántasveceslehabrádichoesafraseaunnuevo.

Sialguienlovieraaélporlacalle,pensaríaqueesunhombredenegocios.¿Otaxista? ¿Dueño de restaurante? ¿Artista? ¿Médico? Pavlik posee la habilidad deconseguirquelosdemásveanenélloqueélquiere.

Ahora,cuandoentraenlasalaymirahaciaelsilenciodeveintisietehombresyunamujer,quierequeveanasujefe,elhombreencuyacalmapuedenapoyarseydecuyasdudasnosabennada.Pavliksiempretienequesopesarmuchísimascosasynodejarqueelloslonotennunca.

Hasta hace unos minutos todos han estado funcionando. La dinámica de losacontecimientos les ha ayudado a no pensar en los compañeros muertos, se hanconcentradoensustareasynosehanpermitidotemblar.

Pavlikhadetenidoesamaquinariaadrede.Sabemuybienquelaadrenalinaquelos mantiene en marcha se agotará en algún momento, y ese final no llegapaulatinamente,sinodeformaabrupta.Sielmecanismosedetienedeunsegundoaotro, seprecipitarán aunabismodedolor.Pavlik es elmecánicoque cuidade esamaquinaria,quelaengrasaylamimayseencargadequenoserecaliente.Poresoahora todos tienenqueparar, aunque sea durante diezminutos, para recordar a losmuertos.

Sesacaunacervezasinalcoholdelaneveraysesientaenunbancodepesas.Nadiedicenada.Entodoslosrostrosseveesevacíoinsondabletraselcualseocultaunapuerta

quenoseatrevenaabrir.Pavlikbebeun trago,meteundedoen el cuellode labotellay lo saca conun

plop.—Clausenerauntíoraro—masculla—.Unavezestuveensucasa.Enlasalade

estar tenía una pared empapelada con fotografías.ElÁrtico, iglúes y osos polares.Eraunespanto.Yoledije:«Perosinosoportasel frío,hastaenagostovasporahícon bufanda». Y él contestó: «Por eso.Me siento aquí, calentito y a gusto, y mepongoamirarcómoselecongelaelculoalosopolar».

Alguiensueltaunarisa,todavíadisimulada,otrosonríe.—Esverdad—intervieneFricke—.Amíme confesó: «Espero que cuandome

lleguelahorahagacalor».—Pueslohaconseguido—cavilaPavlik—.Meapuestoaqueteníalacalefacción


del coche tanbrutalmentealtaqueBlaschke tuvoquequitarse la camisa.Nohabíanada que odiaramás que el calor. Por esome gustaba hacerle formar equipo conClausen.Asísiempreteníanalgodeloquehablar.

Empiezanapasarbotellasdecerveza.Kemperjuegaconunapesa.—LaexdeClausenteníaunchuchocursicomolosdelasactricesdecine…—Unchihuahua—sueltaGiuliaDelmonteriendoamedias—.Unaratadepatas

largas.Yhastalehabíaplantadounbrochedepedreríafalsadezorrón.Kemperasienteconlacabeza.—Justo.Lajoyaeramásgrandequeelbichoentero.Clausensenegabaasacarlo

apasear,ledabavergüenza.—Aquiénno—comentaNowakconunasonrisa.—Perohacedosañossuexestuvoenelhospital—siguetirandodelhiloKemper

—.Algodemujeres…—Porlapintaqueteníalatía…,¡lapróstata!—sueltaDelmonte.Todosrugenderisa.—ElcasoesqueClausenteníaquesacaralchuchotodaslasmañanasytodaslas

noches—siguecontandoKemper—.VivíanenKurfürstendamm,yasabéis,dondelaschicas hacen la calle. Así que allí lo tenéis, plantado mientras espera a que labestiecillaseagacheporfin,yseleparaunapatrullaallado.Seapeandelcocheylepiden la documentación.Lohabían tomadopor un chulo.Al día siguiente pidió eldivorcio.

Latroparíeacarcajadas.—¿SabéiscómoconsiguióBlaschkesuPorschedel56?—preguntaPavlik.—Amínomellevónuncaenél—comentaFrickeconsarcasmo—.¿Lohabían

utilizadoparatrasladaruncadáveryyanopudieronquitarlelapeste?—Casi.Dormíaengaraje,revisionesenregla,niunrasguño.Eseproyectilhabía

sido de un abuelo que pasaba de los noventa de largo. Al hombre le encantabaconducir,peroveíamenosqueuntopo.Undomingo,enunacarreteracercadeKyritzanderKnatter,norespetólaprioridaddeBlaschkeychocóconél.Blaschkequeríallamaralapoli,peroelabuelolesuplicóqueloarreglaranentreellos.Sunietoqueríainhabilitarlo,ycreíaquedespuésdelaccidenteloconseguiría.

Majowskiseabreunabotelladecervezaconelmechero.—Déjameadivinar:adoptóaBlaschke.—LeprestóelPorscheconlacondicióndequeBlaschkesalieraapasearconél

dos veces a la semana. Y Blaschke lo cumplió a rajatabla. Incluso le parecíadivertido, y los dos se llevabanmuybien.El viejomurió haceun año.Había sidoortopeda, estaba forrado. Le dejó todo su dinero a una fundación, pero el PorschequedóparaBlaschke.Cadacéntimoquelesobrabaselogastabaenreparaciones,poresosiempreestabapelado.Paraélmerecíalapena;pasabamástiempoconlallaveinglesaqueconsumujer.

PavlikveentraraGrauder,queeludesumirada.Sientehabersidobruscoconella


antes.Sugentedeberíasentirrespetoporél,nomiedo.—Grauder,hacepocoapostasteconClausen—lediceenseguida—.¿Dequéiba

lacosa?—Deti—contestaellatrasdudarlounpoco.—¡Ojoalparche!—sueltaKrupp—.¡Estoseponeinteresante!—Desembucha—laanimaPavlik.—Éldecíaquellorasconlaspelisñoñas.—¿Yteníarazón?—preguntaPavlik.—Una vez fuiste con él al cine.Me enseñó un vídeo que grabó con elmóvil.

Salesllorandoamocotendido.Mecostódiezeuros.Todosseechanareír.—¿Tecontótambiénquépelículaera?—Quéva…—¡Bambi!—exclamaFricke.—Casicasi—suspiraPavlik—.UnpezllamadoWanda.Cuandoobliganaltipoa

comersesuspececitosmedesmorono.Esquenopuedoevitarpensarenelmío.Mipadrelotiróporelretretecuandoyoteníatresaños.

Tienelasrisasdesulado.InclusoGrauderríe.Lapuertaseabre,PeschelyNieserseunenaellos.

—EcharédemenoslasjuergasconButz—comparteDobeck—.Elcabrónnuncaseemborrachaba.Mecontóquelefaltabaunaenzima.Lepasaaunadecadadiezmilpersonas.Yomismo lo vi vaciar una botella de litro de grapa como si fuera agua.Pero teníaunapartepráctica:siempremellevabaacasa.Meahorréunafortunaentaxis.

—Esto…,yotambién—corroboraPeschel.Nieserserascalacabeza.—Yyoantesquevosotros.—Una vez tuve que ir con él a Letonia—recuerda Büker—. La última noche

estuvimosenunadiscoteca,nosapetecíapasarunbuenrato.Doschicassesentaronanuestramesa;vaya,vaya.Estuvimoscharlandounosminutos,yoyaibabastantemal.Una dijo que podíamos pasar a ver a otra amiga suya. Aleluya, la mesa hasta selevantó por la parte de Butz. Fuera aparecieron cuatro tipos y uno me tumbóenseguida.Cuandovolvíenmí,loscuatrocapullosestabantiradosenlacalleyButzserecolocabalacazadora.Memiróyloúnicoquemedijofue:«Mierda,lastitissehanlargado».

KruppleguiñaelojoaDelmonte.—Atitambiénteteníafichada.—Quéva…Yesomehaparecidounaverdaderamierda.—Seguroquesuentierroserádivertido—añadeMertsch—.Sepresentarántodas

lasmujeresalasquehaengatusadodiciéndolesqueeranlasúnicas.—Calculoqueentreveinteytreinta—comentaNowak.


—Redondeandoporlobajo—opinaFricke.—Lodudo—intervienePavlik.—¿Porqueningunatienesudirección?—No.Porqueeragay.Denuevocarcajadasprofundas.Sinembargo,cuandovenelrostroimperturbable

dePavlik,lasrisasseapagan.Frickeeselprimeroenrecuperarlavoz.—Esunchiste,¿verdad?—¿Cómoquieresqueterecuerdelagenteundía?—replicaPavlik—.¿Comoel

mayorbromistadelDepartamento,ocomoelhombrequerealmenteeres?Durante un minuto todos miran al vacío. Butz está en mitad de la sala: un

grandullón con el pelo negro y rizado, unos hombros en los que apoyarse, esehoyueloquesiemprelehacíaparecerdespreocupado.

Aunque en cierta forma nunca lo estuvo, piensa Pavlik. Ninguno de ellos loconocíadeverdad,nisiquieraél.

—¿Qué cambia eso ahora?—pregunta—. ¿Que todos los de esta sala no nosalegrábamosdeteneraButzalladoporqueconélnossentíamosseguros?¿Quenoossalvó el culo a tres devosotros?—Mira aDobeck,BükeryWolter—. ¿Queno sepodíallamarasupuertaenplenanochecuandounoestabajodido?—Frickeagachalavista—.¿QuenoseibadirectoaveraLissekcuandotratabanaalguiendeformainjusta y quería enviarlo todo a lamierda?—Majowski se sonroja—. ¿Queno eranuestrocompañero?

—Mecagoenlaputa—mascullaFricke.—Yomás—losecundaKrupp.—Pensad por un momento en lo mucho que debió de costarle guardarlo en

secretotodosestosaños.Yloquediceesodenosotros.Unsilencioembarazoso.—Todoslosdíaspasamosjuntoalpaneldemármoldeabajoyyanolovemos—

dicePavlik—,peroquizádeberíamosleeresosnombresdevezencuando.Detodosellos,solounospocosnoshanhonradotantocomoButz.

Algunosasientenconlacabeza,otrostragansalivayseaferranalacervezaconfuerza.

—¿Alguientieneunbrindiscursi?Krupplevantasubotella.—PorButz,elmejorcabróndetodos.—PorButz,BlaschkeyClausen—respondenlosdemás,ybeben.Pavlikselimpialaboca.—Atrabajar.Demirciestárindiendocuentasahoramismoporlodelseguimiento

deAaronyAskamp.Lostechossongruesos,peroaunasíseoyeelteléfonoquesuenadosplantaspor

encima.


—Si alguno de vosotros cambia su versión, yo tengo un procedimientodisciplinario encima yDemirci ya puede irse a sellar el paro—prosiguePavlik—.¿Noshemosentendido?

Todosasienten.—Tenéispreguntas.Venga.—¿Cómofue?—quieresaberWolter.—Butzestabadetrás, enelmuro.Holm lepartió lanuca.Debiódepillarlopor

sorpresa, ni siquiera pudo defenderse. A Blaschke y a Clausen les disparó por elparabrisasdelantero.Justoentrelascejas.

—¿Cuestióndesuerte?—inquiereDobeck.—No.—¿Porquéestástanseguro?—Créeme:Holmpodríaentraratrabajaraquíhoymismo.Esolosimpresiona.—HirióaAaronluchandocuerpoacuerpo—selimitaadecirPavlik.Aquieneslaconocenlesbastaconeso.—¿Yqué?—preguntaBükerporlosdemás—.Esciega.Yaséqueantesdebíade

serunafueradeserie,peroahorayano.Asulado,Nowaklevantaelmeñique.—Nohabríanecesitadomásqueesto.Aunqueahorasoloseacapazdelamitad,

contigoyconmigolesobraría.Dobeckasiente.—Ayernoestuvisteisenlagaleríadetiroporqueteníaiselturnodenocheencasa

deAskamp.—Rozóeldiez—comentaFrickeconuntonomuysignificativo.BükeryMajowskisetomansutiempoparaasimilarlo.—La forma en que nos dio esquinazo a Peschel y amí en el Jupiter fue de lo

mejorcito—reconoceNieser.—A vosotros dos podría embaucaros hasta la senil de mi abuela —exclama

Mertsch.—Queteden—gruñePeschel.—¿Quétienenpensadohacerconella?—preguntaKemper.—Holmquierevengarse—contestaPavlik.—Entonces ya no está viva—murmura Giulia Delmonte—. Era una tía legal.

Charléunpococonella.Laprimeramujerenentraraquí.Mediounpardebuenosconsejos.Quedevezencuandomerascaralaentrepierna,porejemplo.

Tresdeellosríen,peroPavlikreplicaaDelmonteconseveridad:—Tenclaraunacosa:noestarámuertahastaqueyonotengaelcadáverdelante.Delmonteseponecolorada.—¿CómohahechoesoKvist?—preguntaWolter—.Noloentiendo.—PorqueAaronselohapedido—dicePavlik.


—Younavezlepedíaunanoviaquesehicieraunaumentodepechos,peroellanoquisodarmeelgusto.

Sehadesinfladoelambiente.Pavlikselevanta.—Venga,altrabajo.Mientrastodossalen,lesindicaaPeschelyaNieserquesequedenunmomentoy

esperaaqueelúltimohayacerradolapuertaalsalir.—¿QuéestáhaciendoKvist?—Esto…, pasearse en el coche, por la circunvalación. Al llegar a Frohnau ha

dadomediavueltayhaseguidocamino.Noparecetenerningúndestinoconcreto.—Llevalamúsicaa todovolumen—diceNieser—.Siemprelamismacanción.

«HaveaLittleFaithinMe».Yanomepuedoquitaresamierdadelacabeza.—Esto…,tambiénsonóayerentufiesta.—AhoraestánKleffyRoggeconél.Seguroqueyaseleshapegado—comenta

Nieser.EntraDemirci.Peschelcambiadetemaenseguida.—Esto…,nosotrosnosencargamosdelasdeclaracionesdelostestigos.Pavlikasienteconlacabeza.—Encárgate, sí. Y que Büker y Delmonte se pongan con Kvist dentro de una

hora.LosdosasumenestoicamentequeDemirciestáalcorrientedetodo.—¿Vehículos?—preguntaNieser.—Dos coches de alquiler. Algo con estilo, un Daimler Clase S, tal vez, y un

familiardegamamedia.Losagenteslosdejansolos.PavlikveelagotamientodeDemirci.—¿Unacharlaagradable?Ellalequitalabotelladelamanoylavacíadegolpe.—Essinalcohol—informaélconpesar.—Peroteníaqueecharmeuntragodealgo.—¿Todavíaconservasutrabajo?—Sí.Aprueba.¿AlgonuevosobreKvist?Pavlikniegaconlacabeza.—Estádepaseoconelcoche.—Alomejorsehadadocuentadequeloestánsiguiendo.—Lodudo.—Selaquedamirando—.¿Novedades?—Meleeelpensamientodemasiadodeprisa.Tengoquetrabajarenello.—Seríaunaverdaderalástima.—Dehecho,senoshaabiertounavía interesante.Hace treceaños,unarmenio

fue condenado a cadena perpetua en Colonia por asesinato. Lo encerraron en elcentropenitenciariodeOssendorf.Unañodespuésmuriósupadre.Alarmenioselepermitió asistir al entierro en un cementerio de la ciudad, bajo vigilancia. Allí lo


liquidaron.Elautordeloshechosestabaapostadoconunfusilenunaazoteaamásdemilmetrosdedistancia.Nuncafueidentificado,perocometiódoserrores.Primero:aparcóelvehículodelafugaenzonaprohibidaylepusieronunamulta.Esopermitióquesedieraordendebúsquedadelcoche,yloencontraron.Lohabíanlimpiadopordentroyporfueracondesinfectante.

—¿Yelsegundoerror?—EnTCdeColonia había un agentemuyvivo al que se le ocurrió la idea de

mirarbajolatapadeldepósitodegasolina.—LashuellasdactilaresdeHolm—dicePavlikenseguida.—Sí.Lacomparaciónconelpulgarquehadejadoenelmóvildelasturistasha

resultadocoincidente.Nadamás.Solofuedescuidadoesavez.—Elarmenioestabacondenadoporasesinato.¿Aquiénmató?—Algerentedeunacadenadesalonesrecreativos.EnColoniasospechabanque

sededicabaalavardinerodelamafia,peronopudierondemostrarlo.—Mejuegoloqueseaaquemetienereservadoungranfinal.Demircisonríeuninstante.—Elpadredelarmeniomurióexactamenteunañodespuésdeldíaenquesuhijo

asesinóalgerentedelossalonesrecreativos.Enelcertificadodedefuncióndecíaquelacausadelamuertehabíasidounparocardíaco,nohuboautopsia.

Pavlikordenalasideas.—FueHolmquienmatóalpadredelarmenio.Sindejarrastro.—Exacto.Lafechaeraunmensaje.—Perosololohizoparaquesuhijopudierasalirdelacárcelycargárseloenel

cementerio.—Correcto.—¿Conocelosdetalles?—No,peroseguroquelosdeTCdeColonialostienen.—¿Cómosellamabaeserecluso?—ArturBedrossian.PavlikllamaaFrickeylepidequesepongaencontactoconloscoloneses.—Quiero condiciones meteorológicas, de visibilidad, distancia exacta, cuántos

disparos,impacto,ángulo,munición…Luegoteloexplico.—Tengootrogranfinalparausted—diceDemirci—.Pocoantesdelamuertede

su padre, Bedrossian había atacado y herido a un funcionario de prisiones en lacárcel.Se encontrababajo arresto, la salida tendríaquehaberle sidodenegada.Sinembargo, el director del centro enpersona establecióque se le permitiera asistir alentierro.Adivinequiénfue.

—Nosemedanbienlasadivinanzas.—Hans-PeterMaske,quedesdehacecuatroañosdirigeelcentropenitenciariode

Tegel.Pavlikaguzalosoídos,perplejo.


—¿Quésabedeesehombre?—preguntaDemirci.—Mehecruzadoconélalgunaqueotravez.Levantaunagranoladeproaantesí,

peroenrealidadsolovaenunpatínapedales.Conocealagenteadecuadayhaidosubiendo como la espuma. Por lo que he oído decir, pronto se hará cargo delDepartamentodePrisionesdelSenado.Entoncesserátodavíamásimportante.

—Suenacomoquemecaeríabien.—Demircisonríe.—Nolecaebienniasuperro.Ellavuelveaponerseseria.—Haceochohoras le hehecho saber quequiero los expedientes personales de

todoslosfuncionariosdeprisionesquehanestadoencontactoconSaschaesteúltimomes.Lehedichoqueeraurgente,peroseestáhaciendoderogar.LoúnicoquehemosrecibidodeélhastaelmomentoesuncorreoelectrónicodesusecretariadiciendoqueelseñorMaskeprepararálosdocumentos,ycito,coneldebidocuidado,locualpordesgracialellevaráuntiempo.¿Noquerríaustedmotivarlounpoco?

—Laorganizacióndeoficinasesunademisdebilidadessecretas.


24

HandejadoatráslaciudaddeOranienburg.Holmconduceporlacarreteraquevahacia el norte. Los pocos vehículos con los que se cruzan ya llevan las lucesencendidas. Su resplandormortecino se desliza sobre terraplenes de nieve sucia ycongelada,sobrelos troncospeladosdelospinoscontrahechosquecrecenaambosladosmuypegadosentresí.Elvientoracheadosacudelascopas.Enlacuneta,unoscuervosaleteanypicoteanelcadáverdeunzorro.

Saschavasentadojuntoasuhermano.Desdequehaquemadoeldineronohancruzado palabra. En su interior arde tal furia que podría arrancar el cuadro demandos.

Se ha pasado cinco años haciendo lista de las cosas que querría tener cuandosaliera: dos mujeres cada día en Lisboa; un Corvette rojo; una casa con ventanasenormes;cubitosdehieloenvasodewhisky;unaGlock33;unasúplicaenunacallesolitaria, un cargador recién vaciado, un paño suave para limpiar la sangre; unCorvettenegro,unoplateado,amarillo,dorado.

Cincomillones,comosifueranpapelviejo.Su hermano siempre ha hecho cosas que para Sascha no tenían sentido. Lo

conocemenosinclusoqueaeseotrohombre,Bosch,cuyoslloriqueosalverlabolsacarbonizadatodavíaledannáuseas.

Lossecretosquesuhermanollevaconsigosoninterminables.Saschanuncasabíaporquétomabanuncaminoynootro.Porquésequedabanenunsitioynoenotro.Porqué suhermano semarchaba,porquévolvía.Porqué leparecía importante lamuertedeunhombreyaotrolepermitíaseguirconvida.

Aunquesuhermanonolohayaexpresadojamás,Saschasabeloqueesperadeél:queleprendafuegoaesacasaquenuncaabandonó.Peroélnoescapaz.Lopeorquelehizosupadrefueconseguirquetodavíasigabajandolaescaleradelsótanotodoslosdíasysetumbeenesecolchón.

Allí sueña con meterse dentro de la cabeza de su hermano. Se arrastra a suinteriorcomosifueraunamadrigueray,ensusinfinitospasillosyrecodos,buscaelcaminoquesuhermanoencontróyélno,eltúnelquellevóasuhermanoalalibertadyaélno.Peroesabúsquedaterminasiempreenellaberintodeespejosdesupropiacabeza,yentodosellosSaschasevetumbadoenelcolchón.

Querría romper a patadas esos espejos. Querría destrozarlos con los puños.Querría hacerlos añicos para clavárselos en los ojos, pero los espejos sonindestructibles.

Supadreloscreóasí.Ysuhermanolopermitió.UnayotravezimaginóSaschacómolomatabamientrasdormía.Suhermanolo

sabía y, aun así, a menudo dormía a su lado. Aun así, sus manos se posan ahora


tranquilasenelvolante,apesardequeSaschallevaenlacinturillalaGlockqueéllehadado.

LaGlockyunpaquetedeLuckyStrike.Nohaconseguidomásqueeso.Quiereencenderseuncigarrillo,pero le faltavalorporquesuhermanodetestaelhumodeltabaco.

Seríacapazdeimponerlesuvoluntadhastaalmismísimodiablo.Sascha tiene miles de motivos para odiar a su hermano. Que lo haya dejado

inconscientedeungolpedelantedeAaronylohayatiradoalbarrocomosifueraunanimalesunomás.Yasoloporesopodríaarrancarelcuadrodemandos.Yescupirenelcadáverdesuhermano.

SaschanuncahabíadudadodequesuhermanoleregalaríalavenganzadeAaron.Sería el primer regaloque recibierade él.Seha imaginadouna infinidaddevecescómolodesenvuelve;perosuhermanoselohaquitado.

¿QuésignificaAaronparaél?Saschanoseatreveapreguntarlo.Poco importa la respuesta,encasodeque le

dieraalguna;élsacaríalaGlock.Yentoncesestaríamuerto.Tienequepensarenotracosayamismo.EnesaputadelaceldadeBoenisch.Ensuvestido,conesosbotoneshastaarriba

deltodo.Ensularinge,quebajosuspulgaresteníaelmismotactoqueunatabletadechocolateconburbujas.Encómoseasfixiaba,enlomuchoquetardaba.Enlabolsaque tuvo que ponerle entonces porque el tiempo apremiaba, en el plástico queabsorbíalamujermientrasélimaginabadequiénpodríatratarse.

Ensuspataleos,susaspavientos,susgemidos.Aunasí,pocosminutosdespuésyahabríanecesitadoaotra.Cincomillones.¿Porquéhahechoesosuhermano?¿Paratorturarlo?¿Porqueeldinerosignifica

algo para Sascha y absolutamente nada para él? No. Su hermano nunca actúamotivadoporél.

Nosabeporqué,perolevienealacabezalanotaquelepasóunitalianocuandollevabaunasemanaenlacárceldeBarcelona.Lanotadesuhermano.

Soloconteníaunafrase:«Eselcomienzodetucamino».Derepentelosabe.Laideaestanpoderosaque,alprincipio,laseñaleléctricaquelaenvíaatravés

desussinapsiscerebralesesdemasiadodébilparahacerlallegarasuconsciencia.Sinembargo,aunqueconciertoretraso,seabrepasoalfin:suhermanohadecididoquesuscaminosseseparen.Barcelonayafueunadespedida.Suhermanolodejalibreyquierequesoloselleveconsigolomismoqueteníacuandoeraunniñodeochoaños.Loquellevaencima.Esodeloquenuncahabla.Loqueguardaenelpuñocerrado.EsoylaGlockyunpaquetedetabaco.

Comprenderloescomolaexplosióndeunabombademetrallaenelinteriordesucabeza. Las astillas de hueso se convierten en proyectiles que le desgarran el


entendimiento.Suhermanoseiráparasiempre.Hapasadomuchasnochesdespierto,soñandoconello.Muchasveceshacreído

saberconexactitud loquesentiría llegadoelmomento,aunquesin laesperanzadequesucedieradeverdad.

Peroahoraestápasando.UnsollozosubeporlagargantadeSascha,ungemidotaquicárdico.Siente lamiradadesuhermanoyvuelve lacabezahacia laventanillaparaquenovealoqueleocurrepordentro,queacabadeinvadirlounmiedoterribleyestátemblando.

Todo se desdibuja; las sombras de los árboles en el ocaso, la nieve sucia quevuela como ceniza, los postes de la carretera, las torres eléctricas, los carteles, loscuervos.

No sabe de dónde procede el sabor salado que nota en la lengua. No lo sabeporquenuncahabíallorado.

Derepentesientelamanodesuhermanoenlamejilla.Saschaquiereapartarla;no,arrancarleelbrazoentero.Pero loúnicoquepuede

hacerestemblar,gemir,llorar.Suhermano loacariciaconsuavidad, lo tocaasíporprimeravez, lehacesaber

queloentiende.Unbandazosacudelacamioneta,quesezarandeaycasiderrapaenlacuneta.Su

hermanoagarraelvolanteconambasmanosyvuelveaenderezarelvehículoenelcarril.Modera lavelocidad.Avanzana trompicones, comosi arrastraranalgo.A laderechahayunapista.Semeteporellaynosedetienehastaquehanperdidodevistalacarretera.

Suhermanoseapea.Saschasequedasentadoyluchacontralaslágrimascomosifueranunmonstruo.

ParatranquilizarseaferralaGlock.Aselaempuñaduraynolasiente.

Tras atarla de pies ymanos, Holm la ha lanzado al apestoso espacio de carga sinabrigonizapatos.EstáahítiradaconsufinovestidosobreelgélidometalysabequeBoschnosedejarásorprenderunasegundavez.

Aaron desearía que existiera una meditación para volverse insensible al frío.Pavliknuncatienefrío,igualquemuchostiradoresdeprecisión,peronoescapazdeexplicarlo.EllamaldecíalosinviernosenelbosquedelMolino.Metidaenhoyosenla nieve, en refugios hechos demadera entumecida, entre rocas que pertenecían alvientodelnorte.Avecessentíaunfríotanintensoqueteníaquevomitar.Cuandonolosoportabamás,semovía;ledabaigualponerenpeligrosucamuflaje.Eraunaliviopoderhacerflexionesdebrazos,sentadillas,darpasoscortosyrápidossinmoversedelsitio.Latranquilidadledurabaunpardeminutos,despuéseldepredadorvolvíaa


tomarposesióndeella.Una vez, para distraerla, Pavlik le hizo recordar las vacaciones en moto por

ArizonayNevadaquehicierontodosjuntosconSandraylosgemelos.TressemanasdemencialesmontadosenHarleysysumidosenelcalormásbrutaldesuvida.

Ahora,temblando,maltratada,maniatada,tiradaenlaplataformadelacamioneta,velasimágenestemblorosas,comoenuncineantiguo.

UngemeloenelasientotraserodesugranE-Glide,otroconPavlik,elequipajequeseapilaenelespejo retrovisor.Lechosde ríosecosquesoncicatriceshastaelinfinito; conglomerados de piedras amarillas, verdes, rojas, violetas; bosques decactus.

Aaron contempla el amarillo, el verde y el violeta como si nunca hubieseolvidadoesoscolores.Yelazuldeslavazadodelcielo.Ylapolvorientaesteladeunaviónareacción.YelbeiscremosodesuHarley.

Hacetantocalorqueellosmismossudanapesardelvientoencontra.Bebenaguade cantimploras. El poderoso motor ronronea bajo su trasero, potatoe-potatoe-potatoe,todosucuerpovibra,unasmanosinfantilesrodeansuscaderasconfirmeza,devezencuandoaprietanylaobliganairmáserguida.

Sandra laadelanta,vasinmanosymantienesuSportsterenequilibriomientrasríe.Sehaatadounpañuelopirataalacabezayestátanmorenaqueladeslumbrantefranjablancadesuhombro,dondeseleharesbaladoeltirante,seclavaenlosojosdeAaron.

Sigueahítirada,mediomuertasobrelaplataformadecarga,ysientegratitud.Se han sentado delante de una cafetería, se echan agua helada por la cabeza,

comenunosbistecssangrientosconfrijoles.Loscaballetesdelasmotossehundenenelasfaltoderretido,elvientosilbaenloscablesdelteléfonoyjuegaconloszarzalesplateadosdelaautopista;laspatatasfritasestánrebozadasdearena.

En Cayenne van a visitar a Mary-Sue, que no consigue contenerse: «¿Estáislocos?¿Arizonaenjulio?».

Durante días siguen camino por ese horno. Van inventándose palabras para él.Calor de canelones gratinados, calor de pavimentadora, calor de explosión dedepósitodepetróleo,calordesupernova.QuierenllegaraLasVegas.Haceratoqueelsolsehapuesto,peroAaron todavía losientepegadocomosi fueraengrudo.Elcielo está saturado de estrellas que parecen granos de arena en la piel después denadar.EnelBellagioseduchaconaguaheladadurantediezminutos.

Enseguida vuelven a castañetearle los dientes en la camioneta. No quiereacordarsedelcasinoclimatizadodondesecongela.Tampocodeloscincuentadólaresque gana en una tragaperras mientras se bebe una cerveza de una jarra en la quenadancubitosdehielo,nidelbananasplitconnubesdeazúcarrosaquehacompradoparatodos.

Seacuerdadelatormentadeaquellanoche,ydequeenelhotelsecolocantodosjuntosen laventanade lahabitacióndeSandrayPavlikavercómovapasandoel


mardeluces.Loscincoseacurrucanenlacamakingsizeyhacenzappinghastaquese quedan en la estación aeronaval de Lakehurst. Imaginan el ruido infernal delincendioenelqueaquel inmensodirigible seconsumiócomoelcelofán, imaginanlosgritosmientraslasimágenesmudasdelacatástrofedesaparecenenunespejismo.

Lapuertaseabredegolpe.AlguienagarraaAarondelospiesylaarrastraporlasuperficiedecarga.Lacabezalegolpeacontraelparachoquesalcaerdesdeelborde.Eldolorletrepanaelcráneo.

Holmlecortalasataduras.—Hayquecambiarlarueda.

Aaronvadescalzayestáderodillasenlanieve.Tieneelcuerpoentumecido.Oyeunrumor. Muy cerca. Un río. Ojos de Ficha le clava la enorme llave de cruz en elcostado.

—Toma,zorra.Nolacaguesoteabrolacabezaconella.Aaronsujetalallave.Nopuedesostenerla.Semetelosdedosbajolasaxilaspara

calentarlos.—Déjameamí—diceBosch—,serámásrápido.—Ustedyahahechobastanteeltonto—intervieneHolm.Mientras ella espera a que la circulación le vuelva a las manos, intenta

reflexionar. Le cuesta muchísimo. Tiene que luchar contra un cansancio abismal,porque su glándula suprarrenal ha liberado cantidades ingentes de adrenalina a lolargo del día y, aun así, sabe que todavía necesitará mucha más de esa preciosasustanciaparaescapardelamuerte;unocéanoentero.

Aaron se pregunta por qué permite Holm que Ojos de Ficha la torture. Le hadejadoinequívocamenteclaroasuhermanoquetieneprohibidovengarse,yahoraleconcede esa satisfacción. ¿Es su forma de disculparse con él por haberlo dejadoinconscienteantes?¿Porhaberquemadoeldinero?No,Holmnuncasedisculpa,nisiquieradeunaformatanretorcida.

«Nosoycruel».Escierto.Todoloquehacesigueunalógica.Entrelosdoshermanoshadebidode

ocurriralgo.AaronlopercibeenlavozdeOjosdeFicha.Pormuyllenadeodioquesuene,tambiénarrastraconsigounpesar,unapérdida.Ynosonloscincomillonesloqueoscurecesuspalabras.

AaronnoharecuperadoelalientotrasverqueHolmdestruíaeldinero.Deserélotro hombre, lo tomaría por loco. Sin embargo, desde el principio ha estadoconvencidadequenoeraeldineroloqueleimportaba.Despreciaalaspersonasparaquienes las posesiones significan algo.Aaron soloha intentadoquemar losbilletesporpuradesesperación.Holmlehademostradoloridículoytontoquehasidoeso.Seguroqueélhaposeídofortunasmásdeunavez,ylashatiradoalabasura.HasidounalecciónparaAaronyparasuhermano.


Les ha demostrado que solo puede encender un fuego quien luego soporta elhumo.

Perohadicho:«Conseguiremosotroscincomillones».«¿Porqué?Porquepuede».—Te doy medio minuto—sisea Ojos de Ficha—. Si para entonces no te has

puestoenmarcha,tepartolanariz.Aaron se concentra en elmurmullo.A su derecha.Algonuevo se le añade, un

ronroneoprofundo,comounmartilleo,cadavezmásfuerte.Unbarco.Unagabarra.Durante sus noches en el Molino, Pavlik y ella tuvieron tiempo de aprender

mucho el uno del otro. Él nunca ha llegado a dominar el kárate de verdad. Pavlikprefiereelestilodeluchadelasunidadesespecialesisraelíes,queesigualdeefectivoperomenosfilosófico.Aaronleenseñólosejerciciosderespiracióndelgōjū-ryū, loinicióenlossecretosdelaacupuntura,lemostrótécnicasdemeditación.

Éllacorrespondióconsusconocimientosdetiradordeprecisión.AaronaprendiódePavlikacalculardistancias.Sifueraverano,diríaqueelbarco

estáaseiscientosmetrosdeallí,peroeninviernoelsonidosemuevemásdespacioacausadelasbajastemperaturas.

«Acuatrocientosmetros».No,tienequetomarenconsideraciónelviento.Leempujaelpeloalacara,viene

delrío.«Quinientos».Para asegurarse, Aaron contiene un momento la respiración. Su oído es tan

sensiblequeinclusosualientointroduceimprecisión.Elbarcoesgrande,segúnpercibeporelfuerterumordelosmotores.Talvezun

carguero.Oseaquelacorrienteesamplia.ElHaveloelSpree.—Sehaacabadoeltiempo—diceOjosdeFichallenodeimpaciencia.El frío la separa de su cuerpo, que se mueve sin su intervención. Las manos

golpeanlallavecontorpezacontralallanta.Unayotravez.—Quépenadas,putaciega—seburlaOjosdeFicha.NosedacuentadequeAaronestáusandolallavecomosónar.Entreellayelrío

hay árboles, altos y esbeltos. Supone que son pinos negros, las palmeras deBrandeburgo.Noestánmuypegadosentresíynolleganmuylejos;Aaronpuedeoírla extensión que se abre tras ellos.Da por sentado que el terreno es irregular, conhoyosprofundoscubiertosdenieve,baches,maleza,ramas.

Su plan es desesperado, pero tal vez sea la última oportunidad de escapar.Además,enelbolsillodesuvestidoguardaunasdelqueHolmnosabenada.AhítieneelpequeñochasqueadordehojalataconelquepusoapruebaaKleffyaRoggeenelpasillodelhotel.

«¿Deverdadesopasósoloayer?».Mete la llave cruciforme en la primera tuerca, se apoya encima y se agarra al

techodelvehículoparamoverconsupesoeltornillo,queestáatascado.Despuésde


balancearsevariasvecesaunoyotrolado,loconsigue.Desenroscalosdemásdelamismamanera.Elbarcoseacercapocoapoco.

«Trescientosmetros.Pero¿aquédistanciaestálaorilla?».«Elciegonoveloimposible».EsodiceGantenbein.—Interesante —comenta Holm—. La señora Aaron se toma la molestia de

hacernos creer que ha llegado a su límite, y eso que este insignificante cambio deruedaleresultatanpocodesafiantequeseaburre.Losciegosquetienentantotalentoy tanta ambición como ella poseen habilidades que desafían nuestra comprensión.Andy Holzer, por ejemplo, escala las paredes más escarpadas de las Dolomitas;seguroquelaseñoraAaronloconoce.OZoltanTorey,queeracapazdedesmontarunmecanismodiferencialyvolveramontarloengranajeaengranaje.NodudodequelaseñoraAarontambiénseríacapaz,sileencomendaranesastareas.

«Sí, sabelotodo. Mañana me recorreré el Nanga Parbat sobre esquíes, pasadomañanatearreglaréelrelojydespuésconstruiréunabombaatómica».

OjosdeFichalelanzaelgatocontraelpecho.LosdedosdeAaronsedeslizanpordebajode la camionetay encuentran la hendidura.Eleva el vehículo.El suelo estácongelado, el acerono sehundeniuncentímetro.Tienequeconseguir enfurecer aOjosdeFichatantoquelaemprendaconella:

—Abra bien las orejas cuando su hermano le da una lección privada. Aunqueustednisiquierasabecómoseescribe«mecanismodiferencial».

OjosdeFicha ledaen lasien.Elgolpeesduro,peroellaestabapreparada.Haestiradolamusculaturadelcuelloyhatensadoloshombrosparaamortiguarlo.

—¿Ycómoseescribeesto,eh?—legrita.—Con«i»…deimbécil—replicaella.OjosdeFichaledaunapatadaenlaespalda.—¡Quecierreslabocadeunavez!Aaroncaeenlanieve,inhalahastallegaraldoloryseimaginacómoseexpanden

losmúsculoscuandoestesaledeella.Vuelvealevantarse.LarespiracióndeOjosdeFichaledelataquelotienejustodelante.

—Megustaríamuchoquenosviéramossinsupapá.Solonosotrosdos,todomuyromántico. Sueña con violarme, pero ¿cómova a conseguirlo?En la cárcel seguroquesiemprehacíadechica.

La furia atroz del hombre se estrella contra la cara de Aaron. Los puñosmartillean en ella, que se retuerce en la nieve para ofrecerle la menor superficieposible.OjosdeFichaquierelevantarla,peroellaseresiste.Unapatadalealcanzaenel estómago y le envía los jugos gástricos a la garganta. Ella ansía no haberseequivocadoyqueHolmleimpongaunlímiteasuhermano.

—Yavale—oyeporfinlavoztranquiladeeste.OjosdeFichanoseseparadeella.Laagarradelpelo.Aaronesperaotravezsu

puño,tienemiedodequeladejeencoma,peroHolmloapartaalafuerza.—Basta.


—¡Suéltame!—vociferaOjosdeFicha.—Yatehasdivertidosuficiente.AaronoyequearrastraaOjosdeFichaylolanzacontralacamioneta.Lafábricadeadrenalinaabrelasválvulas.ElpulsodeAaronechaavolarporla

nevadaquecubreelcielo.Se levanta de un salto y esprinta con el chasqueador en la mano. Rápidos

restallidos.Dosárboles,acincometrosdeella.Secuelapordebajodeunasramasdepino que le dan en la cara, en la boca abierta. Corre en zigzag por el laberintoinvisibleyvachasqueandodesegundoensegundo.Localizaelsiguienteobstáculo.«No es compacto; maleza». Da un gran salto, casi se enreda en un zarzal, peroconsigueabrirsepasosinperderelequilibrio.Nohaydisparos;Holmlaquiereviva.Unasramasserompentrasella.Laestásiguiendo.No.Sondos, losdoshermanos,uno algo a la derechay el otropor la izquierda.Aaron calcula que les lleva comomuchodiezmetrosdeventaja.Lasaliva lesabea resina.Unecoregresahastaelladistorsionado,noestáseguradesisetratadedosárbolesmuyjuntosodeunosolomuygrueso.Corredirectahaciaesecaosdefrecuencias.Suhombrochocacontrauntronco.Se tambalea,mantieneelequilibrio.Yahaceratoque lasmedias lecuelganhechasjirones.Suspiesdescalzossearañancontraraícesheladas,ramas,piedrasqueledesgarranlapielsinqueellalonote.Igualquetampocosienteyaelfrío,losjugosgástricos,elviento.Elbarcosuenaconfuerzacasiasumismaaltura,debedeestarmuycercadelaorilla.Gritarseríainútil;abordo,elrugidodelospoderososmotoresdiéselselotragarátodo.Perotalvezlavean.No,seguroqueyaestáoscuro.

¿Dóndesehanmetidoloshermanos?Ahí.Están tan cercaqueyaoye sus jadeos.Solo lequedanunos segundos.De

pronto siente algo liso como un espejo bajo las plantas de los pies y el alivio laimpulsasobreelhielocomounavelahenchida.Patinahacialavíanavegable.Elaguale salpica en los tobillos. Su pulso regresa a ella a toda velocidad y se detieneabruptamente.

Aaronsequedamuyquieta.Salta.

«La respiración no es necesaria. La respiración no es importante para vivir. Larespiración lo es todo».Eso ledijo supadre enSteinbruchcuando todavía eraunaniña. Más adelante, sus instructores utilizaron palabras similares. Uno puededescuidarsucamuflajesinohaymásremedio.Puededesobedecerunaordenquenotiene sentido. Puede correr un riesgo para sobrevivir. Pero nunca, jamás, debeolvidarsedelarespiración.

Aaronsezambulleenelagua.Nosienteelfrío.Nosientenadadenada.Larazónle dice que en una corriente moderada debería nadar hasta la otra orilla a unaprofundidaddeunmetro.La razón lediceque seráncienmetroscomomucho.La


razónledicequelosbrazosylaspiernaslaacercaránasuobjetivoconcadaimpulso,aunquenosepasitienebrazosypiernas.

Nopuedellevarmásdequincesegundosbajoelagua,perotodosucuerpogritayaporunpocodeoxígeno.Seobligaaimaginarquerespirahondo,acompañaasurespiración por la laringe hasta los bronquios, ve cómo la absorben los alveolospulmonares, espera impaciente el intercambio de gases, sigue al oxígeno por lasvenas de los pulmones hasta los ventrículos del corazón, donde acelera y escatapultadoatravésdelaaortahastaelcerebro,queyaloesperabaconansia.

Nosirvedenada.Nocreequepuedaaguantarniunsegundomásdebajodelagua.Aunasí,cuentahastadiez.Esentoncescuandoordenaasucuerpoemergeryrezaporqueestelaobedezca.

Sucabezaasciende.Abrecompletamentelabocaenmitaddeunadelasolasquelevantalagabarra.Dabocanadasdeaire,medioasfixiada.Lasiguienteola.Untrozodehielolecierralagarganta.Entreinspiracionesquesuenanmásbiencomogemidoslograidentificarunprimerpensamientoclaro:

«Holmmesigue».Estáenalgúnlugar,detrásdeella.Porquejamásdesistirádesuvenganza.Aaron

respiratodolohondoquepuede,peroeloxígenonorecorresusvenasapresión;esosolo eran imaginaciones. Sus pulmones son un fuelle vacío que tiene un agujeroenorme,unrecuerdoridículodelareservadeenergíaquefueronunavez.

Vuelveasumergirse.Elfríopenetraensucuerpoconretraso,peroestanbrutalqueAaronsientequenadacontraunapared.Letiemblanlosmúsculos.Prontoseleformaráncristalesdehieloenlascélulasyentoncesyanopodrámoverse.

«Mequedaréenestaaguaapestosa».«¡No,nomorirás!».Tiene la ventaja de queHolm no habrá saltado tras ella vestido con su pesada

ropadeinvierno,sinduda.Primerohabrátenidoquequitarselacazadoraylasbotas;sino,notendríalamenorposibilidaddeatraparla.

Pero¿dequélesirveesaventaja?Talvezconsigallegaralaotraorillaantesqueél,peroallíseverádenuevoasumerced.Soloexisteunaformadesobrevivir:Aarondebedejardeintentarllegaratierraloantesposibley,enlugardeeso,nadaracrolcontodassusfuerzashacialapopadelbarco,quevaríoarriba.Sihacequeambosnadenacontracorrienteyluchandoconlosremolinosdelahélice,obligaaHolmalibrarunabatalladedesgaste.Ellaescatorceañosmásjoven.Elhechodequeélestédescansado podría compensarlo, pero aun así competirían casi en igualdad decondiciones.

Aaronsalealasuperficie.Elbarcoestáasuizquierda.Nadaacrolhaciaélysepermiterespirarcadatresbrazadas.Trozosdehielomelladolearañanlosbrazos.Ellalos aparta, los destroza.Cuando tiene la cabeza dentro del agua, la hélice de poparugecomounalud;porencimade lasolascreeoír elmartilleode lospistonesdelmotor.Lacorrientesevuelve tan fuerteque tiene lasensacióndenoavanzarniun


centímetro.Losmúsculosleardencomoelfuego,sesobresaturan,sebloquean.Sinembargo,derepentenotaquesevuelve ligeracomounaplumaysemueve

muydeprisahaciadelante.Aliviada,porlacabezaselepasalaideadequehasaltadola reserva de emergencia. Después comprende que ha sucedido algomuy distinto:está tancercade lahélicequeesta laabsorbe.Aaronsehundebajo la superficieyvuela hacia la hélice despiadada que quiere triturarla. Intenta escapar del remolinocondesesperación.

Esinútil.Yanopuederesistirsemás.«Oseaqueasíseacaba».Yentoncessientequealgotiradesupiernaizquierdahaciaatrás.Holmlaarrastra

haciasíporeltobillo,luchacontralahélicesinsoltaraAaron;luchaporlosdos.Ellaestádemasiadodébilparaayudarle.Sabequesoloquieresalvarlaparamatarlaasumanera.Holm libra esa batalla con obstinación, sin fin.Aaron percibe sumiedo aperderla,suodio,sudeterminación.

LahélicelasueltadeprontoyAaronconsiguemeteraireensufuellesibilante.Holm le busca el punto kyusho de la cara interior delmuslo para paralizarla. Ellarecuperaunrestodetensióncorporalyledaunapatadaenlacabezacontodassusfuerzas.Enelaguaesonolodejafueradecombate,desdeluego,perosíbastaparasacudirlo.Aflojalasmanos.Aaronseenroscasobresímisma,buscasusojos,leclavalospulgares todo loquepuede.LosnudillosdeHolmgolpeancontra los codosdeella.Pareceunadescargaeléctrica,suspulgaresaflojan.Laspiernasdeéllaaferranylos dos realizan un ballet con las manos mientras intentan alcanzar las víasneurálgicasporlasquefluyelaenergíadelotro.

CuandoAaronsientedosdedosdeHolmensuhioides,sabequesolounsegundola separa de la pérdida de consciencia que le provocaría la presión en ese huesoquebradizodelagarganta.LanzaeldorsodelamanoabiertacontraellabioinferiordeHolm,nolacierraenunpuñohastaquelohaencontradoyentoncesgira.Conocealaperfeccióneldolorquepenetraentodaslascélulasdesucuerpo.

«Tengoquearrastrarloalfondo.Allínoveránada».Cómo anhela Aaron un segundo después poder inspirar aire lenta y

controladamente. Sin embargo, la lamentable bocanada que consigue reunir seríademasiadodébilhastaparasoplarunavela.LograagarrarlaperneradelpantalóndeHolmyloarrastraconsigohaciaabajo.Élapenasoponeresistencia,eldolorloestávolviendoloco.Elríoesprofundo,losoídosselebloquean,notieneningunamanolibre para igualar la presión. Le sube una náusea potente, pero entonces su rodillaencuentraelfondolodoso.Holmsedebate,desesperado;Aaronsabequeseleestáncolapsandolospulmones.Losueltaylemetelosdedosíndiceenlosoídos.Sucuerposequedadormido.Aellaselesalenlosojosdelasórbitas,quieregritarporlomuchoque necesita tomar aire. Le falta precisión para encontrar uno de los milimétricospuntosmortales,perolocalizaelespacioentrelasextaylaséptimacostilladeHolm


yclavaundedoenél.Todavíaconsigueimpulsarsehaciaarriba.Eselúltimomovimientodelqueescapaz.EnlospulmonesdeAaronquedatanto

aire como en el espacio exterior. Empieza a sentir un calor demencial; quierearrancarseelvestidodelcuerpo.Enalgúnlugartitilalaideadequehaentradoenlafase final de la hipotermia. Se ha congelado porque los vasos sanguíneos de susbrazos y sus piernas se han contraído para transportar toda la sangre posible a losórganos.Ahora,noobstante,venquenotienesentido,seexpandenylasangrevuelvea fluir. Por eso suda Aaron a cinco metros de profundidad y con el agua a unatemperaturadecerogrados.

«LomismodebiódesentirBen».«Yoqueríasujetarte,losientomucho».—Esoesfácildedecir—leoyecontestar.«Perdóname,porfavor».Benguardasilencio.—Aquíestáspor fin—oyedecirconcariñoaunasegundavoz.Essupadre—.

Todoloquetecontésobrelarespiraciónsontonterías.Nonecesitasrespirar.Soloesunestorbo.

Muchosotroslosecundan,todoslosmuertosqueAaronhadejadoatrásmientrasestaba aplicadamente ocupada en respirar. Se levanta un coro imperioso, pero solohayunavozquedistinguedeentretodaslasdemás.LadeNiko:

—¿Vasadejarmeaquítiradoparaquelapalme?Cuando se arrodilla junto a él en el almacén y quiere recostar la cabeza en su

regazo,sedacuentadequeesAndré.—Laverdadseencuentraenlapistaseis—susurra.DeprontodespiertaensuapartamentodeBerlínporquealgolehapellizcadoel

dedo gordo del pie.Marlowe le da toquecitosmientras ronronea, como si siemprehubiera estado tumbado a su ladoyno acabarade entrar esanochepor la ventanaabiertaparaquedarseonceañosmaravillosos.Ellaseacurrucajuntoaél,quehuelealenguadegato,arocíoyavagabundo.DeprontoAaronestásentadaeneltaburetedeun bar de Clichy, bebiendo un anís y fumando un Gitane sin filtro, y siente unhormigueo en la cicatriz de la clavícula. Abre de golpe la puerta del lavabo dehombres, donde Pavlik se la queda mirando con unos ojos enormes. Rompe unapatilladesusgafasdesolyselaclavahastaelfondodelanarizalvascoquequieremataraPavlikconunlazodecable.Vaasostenerasuamigo,perosevelanzadaalosbrazosdesumadre,quenoconsiguepronunciarniunapalabraporquenodejadesollozar.Lehadichoasupadrequeloabandona,yAaronsabequeelmotivoesella,lahijaqueél lequitó laprimeravezquese la llevóadisparara lacantera.Quierellorarperonopuede,ycaede rodillasenundormitoriovacío.Hunde lacaraen lacamisapreferidadesupadre,quehamuertohoy.Elaromadesuscigarrillos,desulociónparadespuésdelafeitadoydealgoquenuncapudosaberquéera,peroque


solo lepertenecíaaély lehacía saberque siempre laprotegería, fue loque lediofuerzaspara,yaenmitaddelanoche,soltarlacamisa.

—Noteresistasmás—llegahastaella lavozdesupadredesdelaeternidad—.Miraquébonitoesesto.

Aaronabrelosojos.VeaHolminmóvil,deslizándosepordebajoycadavezmáslejos de ella. Le mira la cara mientras rueda en la corriente. Tiene la boca algoabierta,casiburlona.Lacamisaylospantalonesnegrosselepeganalosmúsculos.Losúltimos tresbotonesde la camisa están arrancados.Aaron entrevéparte deuntatuaje. Podría ser un símbolo japonés, pero no está segura. Los dedos índice ycorazóndelamanoderechadeHolmtodavíasiguenigualderígidosquecuandohaqueridoaplastarleelhioides.Aaronveconsorpresaqueunsegundocuerposehundejuntoaél;eseldeella.Enelnacimientodelpelotieneunacicatrizquesuelequedartapada por sus rizos, un recuerdo de un entrenamiento en Neroberg de hace unassemanas.Le asombra ver lo diminuta que es esamarca, que ella había creídomásgrande.

LedaungolpecitoaHolmyelhombrevuelveagirar.Semiranalosojos.Losdeél son azules con un iris de llamas que parecen espadas.Aaron lo aparta de sí, sehundemásymásalfondo,yanoestáenunrío,sinoenunmarlejano.Debedeserlafosade lasMarianas.Unpezdemonioescapa,uncalamargigante lamiraconojossaltones,un tiburónduende la rodeaconcansancio,unpezmurciélago ledirigeunguiño rápido y le da la bienvenida.Extraños seres vivos; y lamás extraña es ella.Quierequedarseaquíeternamenteporqueesteessulugar.

Sin embargo, algo la agarra y tira de ella hacia arriba con cuidado. Aaron noquiere, desea que la dejen en paz. Holm vuelve a estar bajo ella y rueda solitariohacia laoscuridad.Muyporencima,Aaronveuna luzblancay resplandeciente,elfarodeunrobotsubacuáticodecuyobrazomóvilcuelga.

—Tómatetutiempo,yoteespero—susurraBen.

Vuelve en sí y vomita agua. No sabe cuánto tiempo ha estado inconsciente. Seacuerda de André y deMarlowe, del bar de Clichy, las lágrimas de su madre, lacamisade supadre, la cicatriz.Peropara ella es unmisterio cómoha llegado a laorilla.¿Aquéorilla?¿Hastadóndelahaarrastradolacorriente?

Una idea logra formarse en su pensamiento: tiene que ser la orilla contrariaporque,sino,OjosdeFichayaestaríaallí.

Elríosusurra.Unáguilaratonerachilla.Elcorazónlepalpitatandébilcomoeltictacdeunrelojenterradoenlanieve.Algomartilleamuycerca.¿Quées?Aguzaeloídoyporfinconstataquesonsusdientes,quecastañetean.

«Meestoycongelando.Esoesbueno».Uncoche.Primerosuenamásfuerte,despuéssealeja.Enalgúnlugarhayunacarretera,pero


¿a qué distancia? Aaron ya se siente desbordada con tener que descubrir si estátumbada boca arriba o boca abajo.Obliga a sumeñique izquierdo amoverse. Porextraño que parezca, obedece. Luego el derecho. Se hace de rogar, pero se dignaestremecerse.Ahoraapor losbrazos.Conuna lentitud inimaginabledibujanmediocírculocomosihicieranunángelenlanieve.

«Estoybocaabajo».Lasyemasdesusdedospalpanelterreno.Escomosiresbalaransobrealuminio

pulido,nopercibeenellosningunasensación.«¿Quéesesto?».«¿Tierra?¿Nieve?¿Madera?».Tienequeponersedepie,aunqueluegosuspireportumbarseotravezydormir.

Intentaincorporarseconunascontorsionesgrotescas.Susmúsculosestánhechosdeunamasagelatinosaquecedeanteelmenoresfuerzoysedeforma.

Pero lo consigue. Se tambalea, chasca la lengua.No hay eco. Sus pies dan unpaso, luego dos, tres. Como una anciana, Aaron camina por el terreno helado apasitoscortosyconlosbrazosextendidos,cae,segolpealarodillaconunapiedra,sangrayutiliza el dolor para nodejarse llevar por la desesperación.Gracias a unaramaqueprimerolerozaelhombroyluegolesaltaalamejillasedacuentadequevuelveamoverse.

Otravezoyeuncoche.Seacerca,sealeja.«Noestálejos».Se le doblan las piernas. Esta vez ya no consigue volver a ponerse en pie.Va

avanzandoagatasacámaralenta.Porfin,porfinsearrastrasobreelasfaltocubiertodenieve.Ouncampoarado.Ouncristal.Ounamontaña.

Elsiguientecoche.Estáenlacarretera.Conunalivioindescriptibleextiendelosbrazos. El conductor frena en el últimomomento. El coche patina hacia ella y sedetienetancercaquelanievelesalpicaenlacara.

Lapuertaseabre,unospasosseacercan.«Estoysalvada».Inclusopensaresolaagota.—Hola,zorra.AaroncaeinconscienteantesdequeelpuñodeOjosdeFichalatoque.


25

LafuncionariadeprisionesqueacompañaaPavlikalPabellón6deTegelesjoven,perosusojoscansados,susprofundosplieguesnasolabialesysubocafinayagrietadarevelanquepordosmileurosbrutostienequeinsultar,humillaryamenazar.Pavlikleha preguntado su nombre. «Engelschall», ha sido la respuestamascullada con unamiradade recelo.Desdequeanadie le llamara la atenciónqueMelanieBreuernofichara a la salida y su cadáver se descubriera al día siguiente en la celda deBoenisch, los nervios de la plantilla están a flor de piel. Las investigaciones de laBrigadadeHomicidioshanhechoelresto.

Al presentar Pavlik su identificación en la compuerta de entrada sin haberanunciado su visita, allí todo el mundo se ha metido las manos en los bolsillos.CuandoapareceelDepartamentohayquecontarconquesolohabráproblemas,asíqueesmejornodecirnada.

Unvehículoeléctricopasasusurrandocondosreclusossentadosenelpescante;trasellos,unostubosdecobreenlasuperficiedecarga.Delacomisuradelabocadelconductorcuelgacondesenfadouncigarrillodeliar,lacenizaselallevavolandolanieve.

—¿Cómo se comportabaSaschaHolm?—lepreguntaPavlik a lamujer, cuyospasoslargosyapresuradosdelatanquequiereacabarcuantoantes.

—Secomportaba—responde,escueta.—¿Ningúnincidente?—No,queyosepa.—PeroustedestabadestinadaenelPabellón6,¿verdad?—¿Yqué?—¿QuierevolveralasaladeinterrogatoriosdelaCuartadeHomicidios?Eltemblordesusmejillasdejaentreverquenolepareceunaideaatrayente.—Antes, el jefe del pabellón era un lituano—suelta entre dientes después del

tiempodereflexiónque leconcedePavlik—.Unhomicida,nadieseatrevíaconél.Saschalepartiólamandíbulayaelprimerdía.Lacosaquedóclara.

—¿Lopusieronbajoarresto?—Hmmm.Pavlikvisualizaelcobertizo:unacolchonetadegomaespumasinfunda,unfoco

enrejado,ladrillosdevidrioenlugardeventana,sincalefacción,sinnadaquepuedaromperse,cámaradevideovigilancia.Cuandounpresohiereaotrodegravedad, lanormasoncuatrosemanaseneseagujero.

—¿Cuántotiempo?—Tendríaquecomprobarlo.PavliksedetieneyconelloobligaaEngelschallahacerlomismoqueél.—Dígalesasuscompañeros:«Aesenolehehechonicaso.Uncapulloengreído


del Departamento que conmigo ha pinchado en hueso». Todo lo que hablemosquedaráentrenosotros.

Lamiradadelamujerflaquea.—Estuvocomomediahoraahídentro.—¿Instruccionesdearriba?Ellaselimitaaasentir.—¿Cuántasveceshabríatenidoqueestararrestado?—Dejédecontar.Pavlikinsiste.—¿Ycuántasloestuvo?—Nolocastigaronniunasolavez,nadieloentendía.—Larabiaresuenaencada

una de sus palabras—. Durante un tiempo se la tuvo jurada a un ucraniano quecontrolaba el tráfico de drogas. Un día lo encontraronmuerto en la ducha. TodossabíamosquehabíasidoSascha,peroanadieleinteresó.Estuvounasemanaenterasonriendo.

—¿PasabamuchotiempoconBoenisch?—No me fijé. —La mujer percibe su mirada—. Tampoco es que le prestase

atención.EnlazonavalladadelantedelPabellón6quepareceunagranjaula,Pavlikveque

los reclusos ya quieren volver a la calidez del interior. Sin embargo, tendrán queesperarconlascarascoloradasporqueélhaordenadoquelosdelasegundaplantasequedenencerradosensusceldasobienesperenfuerahastaquehayainspeccionadoladeSaschacontranquilidad.Lamayoríahaescogidoelfríocomomalmenor.CuandoPavlikpasapordelante,unoescupealanieve:

—Tomaosvuestrotiempo,notenemosnadamásquehacer.PavlikentraenelpabellónsiguiendoaEngelschall.Lesuenaelmóvil.—¿Sí?EsFricke.—TengolosdatosdelcementeriodeColonia.Plenoverano,amediodía,sobrelas

onceymedia.Cieloazulydespejado,unostreintagrados,humedadalochentayseispor ciento, sinviento.Laazoteaen laqueestabaHolmse encontrabaamil cientonoventayunmetrosdelobjetivo,yacincuentaycincometrosdealtura.Peroyocreoquenoestanbuenocomodices.

—¿Yeso?—Le hicieron falta dos disparos. El primero fue a parar al hombro. Con el

segundoledioenlasien.—¿Quéhombro?¿Pordetrásopordelante?—Elderecho,pordetrás.—¿Calibre?—.700NitroExpress.Unalocura,¿no?Levolólacabezaperobien.Pavliksedetieneenlaescalera.Selehanagarrotadolosmúsculosdelanuca.


—¿Siguesahí?—preguntaFricke.—Sí.Gracias.Hastaluego.Guarda el móvil, clava la barbilla en el pecho, oye el crujido de la vértebra

cervical superior. Está tan metido en sus pensamientos que Engelschall tiene quellamarlodosveces:

—¿Meacompaña?La funcionariaabre.Pavlikhavistomuchasceldasenmuchascárceles;nohay

dos iguales. Ha contemplado paredes forradas con fotografías de desnudos de lanovia de turno, pantallas de lámpara orientales, alfombrillas de cama hechas conbufandasdeclubesdefútbol,cortinasdechapasdebotellas,asientosderetreteconmotivos pornográficos, puestas de sol sobre la Gruta Azul. Lo que nada haconseguidoigualareselpapagayodeplásticoqueteníacolgadodeltechoelchinodeSanta Fu y que gritaba «¡Madero!» sin parar. Hay expresiones más amables parallamarauncarcelero.

UnaceldacomoladeSaschanolahabíavistonunca.Paredesdesnudas,ningúnlibro, ni tele ni radio, ni un soloobjetopersonal.Ni siquiera comida, unpeine, untrozodejabón.Elcatreestásinhacer,lamantadelana,grisyroñosa,estátiradaenelsuelo.

—¿Porquélahanvaciadoya?—preguntaPavlik.—Nolohemoshecho.Estabaasí.Abreelarmario.Unospantalones,unacamisa,ropainterior.Esoestodo.Pavlik

registralasprendas.—¿Conquépasabaelrato?—Pregunte por ahí. Puedodarle por lomenos quince nombres de reclusos que

estuvieronmedioañosinatreverseairsolosaladucha.Pavliksearrodillayempiezaadargolpecitosalolargodelzócalo.—¿Algunavezhaninspeccionadolacelda?—Nadieseatrevía.Pavlikdesenroscaelsifóndel lavamanos.Nada.Seincorpora,palpaelcolchón.

Levantaelcamastroyloponedelado,iluminaconlalinternadelmóvillasaberturasdelostubosdelaspatas.Meteeldedoenunaysacaunpapelito.

«Eselcomienzodetucamino»,diceenél.La nota está amarillenta, doblada infinitas veces, la letra es nítida y angulosa,

cada carácter es un signo de exclamación. Pavlik sabe al instante que la escribióHolm.Debiódeserhacemuchotiempo,talvezunmensajepasadobajomanoquesuhermano le envió ya en Barcelona. El texto de la nota es inofensivo, a ningúncarcelerolehabríallamadolaatención.Aunasí,Saschalaocultó.¿AquécaminosereferíaHolm?Pavliksospechaqueesimportante.

—Pia,¿cuántomásvaaduraresto?—graznaunavozmasculinaporelwalkie-talkiedeEngelschall.

—Niidea—contestaella.


—¿Aquéhoralohanencerradoestamañana?—preguntaPavlik.—Pocoantesdelasocho.—Losnuestroslohansacadodelaceldadoshorasdespués.¿Haestadoalguien

conélentremedias?Ellaseencogedehombrosyevitamirarlo.—Piénselobien,señoraEngelschall:siustedosuscompañerosnocooperancon

nosotros,hablaremosconlosreclusosquehantrabajadoenelpabellón.Seguroquealgunodeelloshavistoaquiénlehanabiertolapuerta.

Lamujersiguesincontestar.—Tieneustedunapellidoprecioso:«sonidoangelical».Lamentaríamuchotener

queabrirleunprocedimientodisciplinario.—EldirectorMaskehaentradocincominutos—declaralafuncionaria—.Alsalir

estabaempapadodesudor.

Enundespachodedirecciónquecuentaconunosgenerosostreintametroscuadradospuedefaltarespaciocuando,apartedelhombrequeocupaelcargo,hayenélcuatroagentesdelapolicíafederalinspeccionandoelordenadoryrevisandoexpedientesycorrespondencia.Enelvestíbulo,lasecretariaaguardaasustadaenunrincónmientrasotrosdosagentesselorevuelventodotambiénaella.

Pavliksehareunidoconloscompañerosdelantedelacárcelantesdepedirqueleenseñaran la celda de Sascha. Para asegurarse de que nadie avisara al director porteléfono,unodeellossehaquedadoenlacompuertahastaquelosotroshanllamadoalapuertadeHans-PeterMaske.

Cuando Pavlik llega al vestíbulo se le acerca Tom Döbler. Se conocen desdesiempre,desdequeibanalaAcademiadePolicía.EnalgúnmomentoDöblersediocuentadequelosuyoeranlosregistros.Escapazdeencontrarunalentedecontactoenuncontenedordereciclajedevidrio.

—¿Cómopintalacosa?—preguntaPavlikamediavoz.—En los dos ordenadores solo hay dos documentos sobre Sascha Holm —

contesta Döbler en un susurro—. Hace medio año, un correo electrónico con laconfirmacióndequeingresaba,y,hoy,unanotasobreeltrasladoquehabéisrealizadovosotros.Nadamás.Apartedeeso,podríapensarsequenuncahaestadoaquí.

APavliknoleextraña.—Pero tengootra cosa.—Döbler le tiendeunpapelucho—.Maskeha recibido

unallamadaalmóvilestamañanaalasocho.Enelúltimomeshahabladotresvecesconesenúmero.Ningunaconversaciónhaduradomásdeunminuto.

Pavlikmiralaserienuméricadenuevecifras.—Unteléfonosatelitalmilitar.Yapuedesolvidartedelocalizarlo—añadeDöbler.—¿Cómo habéis conseguido que la compañía os dé los datos telefónicos de

Maske?


—Conozco a alguien en su proveedor. Lo hemos solucionado por la víaextraoficial.

—Si alguna vez alguien se queja de la policía federal, envíamelo —comentaPavlik.Cruzanunasonrisa—.¿Tienescorreoparamí?

—Yateloheimprimido.Döbler se acerca al escritorioy le alcanza el expedientede trasladodeSascha,

que, gracias a la insistencia deHelmchen, acaban de enviarles desde el Senado deJusticia.Pavliklohojeayleeporencimalospárrafosmásimportantes.

EnlasalacontiguaseoyeaullaraMaske:—¡Exijoquemedejenllamarporteléfonodeunavez!Notienenningunaorden

deregistro,¡estoesindignante!Pavlikseacercaalapuerta.—Buenos días, señor Maske, no se levante. El fiscal general federal ya ha

obtenido una orden de registro del juez. —Maske se encoge—. Existe un actaprovisional, y la resolución formal llegará por fax en cualquier momento. Ahoramismoestoyconusted.—Cierra lapuerta antesdequeeldirectorpuedacontestarnada,alcanzaunasillaysesientaahorcajadasdelantedelasecretaria—.MellamoMüller.¿Mediceustedsunombre?

—MargotBurri.APavlikseledabienidentificardialectos.Ellevecanturreodelamujerlositúa

enRenania.—¿DesdecuándotrabajaparaelseñorMaske?—Desdehacequinceaños.—Caray…Entonces,¿yafuesecretariasuyaenColonia?Lamujerasienteconmiedo,peroenellaseentrevélaconcienciadelpoderque

tienecomoperroguardiándeunhombrequegobiernaa setecientos funcionariosyseiscientoscincuentareclusos.

—Y,dentrodepoco,cuandolonombrendirectordelDepartamentodePrisionesdelSenado,¿tambiénselallevaráconél?

—Sí.—¿Dóndeestáelerrordemianteriorpregunta?Ellalomirasinentendernada.ElrostrodeBurripodríagustarleaunhombrede

medianaedadque tuvieradebilidadpor los labios severosypintadoscondecisión,acostumbradosa transmitirórdenessinningúnsentidodelhumor.Lleva la tezmuymaquillada,supeinadoesuncascodelquenosobresaleniunsolopelo.

—ElerroresqueelseñorMaskenoocuparánuncaesecargo.Iráalacárcelunalargatemporada.Ynocomodirector.¿Merecelapenaquepongaustedenpeligrosuderechoapensión?

Unagotadesudorerosionauncañónenlospolvosdemaquillaje.—Perosiyonohehechonada…—SaschaHolm aterrorizó al Pabellón 6 desde el primer día. ¿Por qué no hay


ningunanotaescrita,ningúnapunteenunacta,nilamenormenciónaello?—Nolosé.—¿Quiere decirme que nunca ha llamado aquí ningún funcionario para pedirle

citaaldirectorporalgorelacionadoconHolm?¿Nohanenviadoningúncorreo?¿Nosehanquejadodequenoseleaplicaraningunasanciónalrecluso?

—ElseñorMasketratabaesosasuntosexclusivamentedepalabra.—¿Yesoeshabitual?¿Tambiénconotrospresos?—No —susurra la mujer a media voz, y se frota con un pulgar las uñas

esmaltadasconbrillo.Entraunfax.—¿Estuvoustedpresenteenalgunadeesasconversaciones?Negacióndecabeza.Pavliklemiraelanillo.—Estácasada.¿Tienehijos?—Dos.—Entonces tiene algo que perder. Lo único que tengo que perder yo es la

paciencia.Lospárpadosdelamujertiemblan.—Unavez—reconoce.Döblerseacercaconelfax.—Yatenemoslaresolución.—PuesesopondrámuycontentoalseñorMaske.Tenlabondad.Döblerentraeneldespacho.Pavliksevuelvedenuevohacialasecretaria.—¿Cuándofueydequétrató?Cada palabra de la mujer es una despedida de su bonito despacho recién

reformadoenelSenadodeJusticia.—HaceunpardemesesencontraronmuertoaunucranianoenelPabellón6.Dos

funcionariosdijeronqueSaschaHolmhabíaamenazadoalhombre.Eraunasuntodetráficodedrogas.ElseñorMaskepreguntósiteníanpruebasdelaautoríadeHolm.Negaron tenerlasyél lesordenóquenoespecularanaldeclarar ante laBrigadadeHomicidios,porqueesanoeralapolíticadelacasa.

—¿Yellosaccedieronsinmás?Lavozdelamujersuenacadavezamenorvolumen.—Recibierondíasdepermisoespecialyfuerontrasladadosalcontroldeentrada.—Estamañanahemospedidolosexpedientespersonalesdelosfuncionariosque

teníancontactodirectoconSascha.¿Dóndeestán?—Esquetodoesoyoteníaque…—SeinterrumpealvercómoPavlikarrugala

frente—.ElseñorMaskemedijoquelesdieralargas.Pavlikselevanta.—Explíqueselo ahora también al compañero de la policía federal. Ellos lo


pondrántodoporescrito.Esaeslapolíticadenuestracasa.Pasa al despacho del director. Ya hay tres cajas de cartón llenas de carpetas y

también están empaquetando el ordenador.Maske está solo, sentado a lamesa dereunionesconlasmanosenelregazoylamiradafijaenlapared,comosielfuertebamboleodesupatínapedalesenmarabiertolohubieramareadoytuvieraquemiraraunpuntoconcretoparaevitarvomitar.

—¿Yaoshabéisaclaradoporaquí?—preguntaPavlik.—Sí—respondeDöbler—.¿Nosnecesitasparaalgomás?—Hayqueredactarelactadeladeclaracióndelasecretaria,mejorquelohagáis

vosotros.YdéjameadosagentesaquíparaladetencióndelseñorMaske.—Timo,Karsten,encargaosvosotros—lesdiceDöbleradosdesushombres.De

nuevoaPavlik—:Supongoqueprimeroquerrástenerunacharlaconélasolas.—Sí.DaunosgolpecitosconelextremodeunLuckyStrikecontraelmechero,esperaa

que todos salgany cierren lapuerta, enciende el cigarrilloybusca algoquepuedaservirledecenicero.El jarrónconloscrisantemosporelascensodeMaskelevale.Tira las flores a la papelera, deja el jarrón en el suelo junto a la mesa y se ponecómodo.

«EvaAskamp…EvaAskamp…EvaAskamp…».Unanunciodemegafoníachocacontralaventana.«Findelashoraslibres».La

pielpálidadeMaskeseextiendesobreunospómulosangulosos.—¿Cree usted que voy a dejarme intimidar? Sin mi abogado no responderé a

ningunapregunta.Pavlikno sedigna amirarlo.Se acerca el expedientedeSaschay lo abre.Los

siguientesdiezminutossesumergeenlalectura,subrayafragmentosdetexto,escribenotas,echacenizaaljarrón,ymientrastantoMaskesevadescomponiendo.PorfinPavliklevantalamirada.

—Noquieroaburrirmeconsusmentiras.Haremoslosiguiente:yoledigoloquesabemos sobre su relación conHolmy suhermano,y luego lehagounapregunta.Unaúnicapregunta.

UnaolagigantescalevantaelpatínapedalesdeMaske,quevuelasobrelacrestayseestrellacontraelagua.

—Hace doce años era usted director del centro penitenciario de Ossendorf, enColonia.SepronuncióafavordeconcederleunpermisoalpresoArturBedrossian,aunqueestababajoarresto.Fueentoncescuando…

—Había muerto su padre —lo interrumpe Maske de forma abrupta—. Darlepermisoparaasistiralentierroerasindudaloqueexigíaladecencia.

—Nodeberíairlanzandoporahípalabrasquelesonajenas.ABedrossianselocargaronenelcementerio.SabemosquefueHolm.Seguroquerecibióustedunbuenpago.—Maskequierevolverameterbaza,peroPavliklevantaunaceja—.Yaleheexplicadoelprocedimiento.Siloprefiere,lotransfieroalapolicíafederal,dondesu


abogadoyustedpodránsorprenderseconlasituaciónprobatoria.Maskeguardasilencio.—Seestápreguntandocómovamosademostrarhoysushonorariosdeentonces

—prosiguePavlik—.Muysencillo:mientrasustedyyoestamosaquíconversando,hayagentesensucasa.Siposeecuentasenelextranjero,tendremosaccesoaellas.Nosinteresanlosingresosdehacedoceaños.Encasodequelepagaranenmetálico,comprobaremoslaprocedenciadeldinerodetodoslosgastosimportantesquerealizóustedenlosañossiguientes.Soymuyoptimistaalrespecto.

Maskeesbozaunasonrisa.—Ahoramismonopuedoasegurarcuántosnegociosmáshabrá realizadousted

conHolm, esoya loveremos.Perohayunodelque sí tenemosconstancia: estuvoustedimplicadoeneltrasladodesuhermanoaTegel.CuandoélpresentólasolicitudenBarcelona,fueaceptadasinningunaobjeción.EnlaModeloestabancontentísimosde librarse de él, pero el Senado de Justicia de Berlín tuvo dudas. Lo cual puedoentendermuybien,yaquelosdocumentosdeEspañacontienenunbuencompendiode la carrera carcelaria de Sascha. Aun suponiendo que los españoles dejaran deincluir lamitad y embellecieran el resto, todavía queda el retrato de un hombre aquien le halagaría que lo describieran como un asesino psicópata. ¿Qué hizo elSenado, pues? Le pidió a usted que se pronunciara, y usted se comprometió porcompletoconese traslado.Unmomento,estepárrafoeselquemásmegusta…—Pavlikpasahojasyencuentralacita—:«Enespecialacausadelaperspectivasocialfuturadelreclusojuntoasunovia,consideromuyadecuadoeltrasladoaBerlín.Yahe mantenido una conversación con la joven para obtener personalmente unaimpresiónencuantoalaautenticidaddelarelación,yestoyconvencidodequeeseesel caso». En fin, no comentaré nada sobre su uso excesivo de complementospreposicionales. —Cierra el expediente—. Holm ha asesinado hoy a la mujer.Tambiénatresdenuestroshombres.Peroesoyalosabe.Éllehallamadoalasochoy le ha encargado que fuera a ver a su hermano y le transmitiera la última hora.Tenemosdocumentadaesallamada.

Maskeponelasmanossobrelamesa,peroletiemblan.—No estoy seguro de si ha recibido nuevos honorarios por su prestación de

serviciosdelúltimomedioañoosihaactuadosolopormiedoaHolm.Loqueestáclaroesquehaocultadotodosloscrímenescometidosaquíporsuhermano.Austedtenemos que agradecerle que toda una cárcel le obedeciera sin rechistar. Eso sípodemosdemostrarlo.SoloporelasesinatodeMelanieBreuerseráustedacusadodecomplicidad.Nosécuántolepagaasuasesorjurídico,peronohabráabogadoenelmundoquelosaquedeesta.

LacaradeMaskeestáblancacomolapared.SuenaelmóvildePavlik.—¿Sí?Esuncompañerodelapolicíafederal.


—HemospuestopatasarribatodalacasadeMaske.Losdocumentosfinancierostenemosquerepasarlosendetalle,peronotienepintadequevayamosasacarnada.Nosretiramos.

MientrasPavlikpiensa«¡Mierda!», lanzaunaampliasonrisasobreelescritorio,cuelgaydice:

—Vaya,vaya,vaya…ElpatínapedalesdeMaskesehunde.—Ahoravoyahacerle la pregunta.Piense con calma loquevaleparausted la

respuesta. Para mí podría valer una conversación con la Fiscalía General. Si meesfuerzo,talvezpuedaconseguirlesieteuochoañosenlugardelaperpetua.Noesunapromesa, solo unavagaposibilidad; en esa situación se encuentra.Y si piensaquealomejorsuabogadoleconsigueuntratomejor,seequivoca.Élleaconsejaríaquemebesaralospies.—Lelanzaunamiradaquehaasustadoamuchosotrosantes—.¿SabeadóndesedirigeHolm?

Pavlik puede ver que el hombre nunca había deseado tanto poder dar unarespuesta.

—No—susurraMaskesinembargo.


26

Primerooyesucorazón.Latetranquiloyregularyponefinaunsueñodelqueellanoquiereacordarse.Sulenguasemuevedespaciocontralosdientes,nosientenada.Quieremorderseloslabios,peronopuedeabrirlaboca.Algoselamantienecerrada.Leduelenlosojos.Notienefrío.Nollevalaropamojada,lasienteextrañacontrasupiel.Cuandomuevelacabeza,elcuellorozacontraalgoáspero.Hueleaquemado.Elsuelovibra.Semueven.

Vuelveaestarenelespaciodecargadelacamioneta.Hayalguienconella.SeguramenteBosch.Aaronintentahablaryseleabreuna

cremalleradesaliva.—Cigarrillo.Porfavor.—Suenacomounacentenariaensulechodemuerte.—Nofumo.Conoce esa voz, pero es imposible. Porque es la voz de un hombre que se ha

ahogadoantesusojos.—Losdoshemosmuerto.¿Quéhavistousted?SiAaronrespondiera,significaríareconocerqueélvive.Nopuedehacereso.—Yomehevistomorir—dicelavoz—.Hasidohermoso.Alprincipiomesentí

decepcionado al volver enmíy encontrarme flotando en el río.Había empezado asudar.¿Ustedtambién?

Aaronquierevolveracaerinconsciente.Unosgolpesyluegounrocemetálico:laventanilladelacabinadelconductor.—Demeuncigarrillo—dicelavoz.Ellanosientelospiesni lasmanos,asíqueestámaniatada.Oyeunacerilla.Le

colocanelcigarrilloentreloslabios.Noquieredarunacalada,seríaunapruebamásdelaexistenciadeesehombrealquehavistomorir.Sinembargo,notaqueelfiltroencogedelofuertequesucciona.

—Laheestudiadoexhaustivamente,yaunasílahabíasubestimado.Tendríaquehaberlosabido.FueustedcapazdeliberarsedelsótanodeBoenischaunquetambiénallíestabaciega.Apesardesusheridas,abatióaunhombredecientocincuentakilosconunclavooxidado.Yhaceunahoramehamatadoamí.

DenuevodejaqueledéunacaladaalChesterfield.—Tenemosmuchoencomún.Losdosestuvimosenunsótano.—¿Ustedtambiénteníaunclavo?—Nopuedecreerquedeverdadestéhablando

conél.SabequeHolmpercibesuavidez,yleagradecelasiguientecalada.—Suclavofuesolounaherramientaquecumpliósucometido.Pero¿porquése

detuvo amitad de camino en lugar de vengarse? Tenía a Boenisch indefenso anteusted.Habríapodidodejarquesedesangrara.

Aaronguardasilencio.—Yonomedetuveamitaddecamino.Poresopudeescapardeesesótanopara


siempreyustedno.Mástardevolveréapreguntárselo.Ahondaremosmáseneltemadelavenganza.

—Tal vezme habría convertido en alguien como usted. Eso sería peor quemisótano.

—Puedosoportaresacarga.Nohabercumplidotodavíamidestinorepresentaunacargamayor.Tambiénesonosune.Ustedconoceelvacíolacerante,elmiedoaquetodoloquehemoshecho,esperadoysufridodesdenuestronacimientohayasidoenvanosimorimossinunmotivo.Peroyolaredimiré.Porqueustedesmidestino,yyoelsuyo.

Lasiguientecaladatieneunsaboramargo.Aaronapartalacabeza.—Sabe lo que es sentir un ansia pero no satisfacerla nunca. Su repugnancia le

prueba que es usted débil. Yo, por el contrario, puedo darle una calada a estecigarrilloquesabeasuslabios.Podríafumarmemil,ocienmil,ydejarloalinstantesinrecordarsiquieraaquésaben.Amipadreledisumerecido.Marcharmedespuésfuemuchomássencilloqueclavarleunclavooxidadoaalguienenlanuca.

—¿Porquésellevóasuhermano?Paraustedsignificamenosquenada.—¿Sí?¿Esocree?—¿Puedodarotracalada?Holmleconcedequellenelospulmonesdehumo.Ellaintentanopensarqueél

hatenidoesecigarrilloentreloslabios.—Era invierno. Recorrimos calles nevadas, dormimos en cabañas de

guardabosques.Nohaymayordolorqueelderecordarunaépocafelizcuandounoestáenlamiseria.Pero¿dequéfelicidadpodíamosacordarnosnosotros?Alcabodeunmes,eldineroloeratodo.¿Algunavezharobado?

Ella no responde, pero se ve en un frío febrero de Múnich. El Departamentoqueríaqueunofueracapazdemoverseencualquierambientesinllamarlaatención.Así queAaron tenía que aprender a sobrevivir sin un céntimo y sin techo en unaciudaddesconocida,ytuvoquedemostrarloduranteunasemanaentera.Yadosdíasantesnolepermitieroncomernadanilavarse.Teníaprohibidoirapedirunplatodesopa a la Beneficencia de la Estación; eso lo controlarían. Intentómendigar, perosuciayandrajosacomolahabíandejadonadie ledabanada.Elhambrefue talquerobó un pan en una tienda. El hijo del dueño la molió a palos y ella no pudodefenderseporqueesohabríaacabadoconsutapadera.Perolopeorfuelavergüenza.

—Robaresfácilcuandosetienehambre—prosigueHolm—.Yosolotomabaloque necesitábamos. A Sascha lo hacía esperar delante de las tiendas, y siemprepensabaquesehabríamarchadocuandoyoregresara.Nosabíasimehabríasentidoaliviado. Tenía que pagar mi deuda, pero él habría podido eximirme de ellamarchándose.Nolohizo.Secomíaelpanqueyorobabayseacostabaadormiramilado sin decir palabra. Al cabo de un tiempo vi a una mujer que salía de unrestaurante.Ledijequequeríasucocheyqueteníaquedarmesubolso.Ellasepusoa gritar socorro. Empecé a darle puñetazos hasta que se calló. Jamás me había


sentadoalvolantedeuncoche,perocondujecomosinuncahubierahechootracosa.Entoncesmedicuentadequesoycapazdehaceralgoporprimeravezconlamismafacilidadquedespuésdehaberlohechomilveces.¿Cuándosediocuentausted?

—Laprimeravezquedisparéunarma—respondeellaasupesar,ysoloporqueesperaquelepidaotrocigarrilloaBoschsihablaconél.

—Sí,melocreo.¿Dequémodeloera?—UnaStarfiredenuevemilímetros.—Lapistolaperfectaparaunaniña.EnmicasofueunaTókarevTT,unarmade

oficialdelEjércitoRojo,niquelada.SudiseñoimitaeldelaBrowningHigh-Power,seguroqueyalosabía.¿NorevisteciertaironíaqueustedviajaraaBarcelonaconesapistola?

DerepenteAaronsienteeltóraxdehormigón.—Ah,esofuefácil.Eldíaanterior losseguíaKvistyaustedalentrenamiento

consuscompañeroscatalanes.Kvistesuntiradorvirtuoso,muyrápido,unmaestro.Peronopuedecompararseconusted.Elquenolahayavistodispararnosabeloqueeslaperfección.—Vuelveallamaralaventanilla—.Bosch,otrocigarrillo.

Leobsequiaunaprimera,unasegunda,unaterceracalada.—SaschayyollegamosaHamburgo.Enunacalledelpuertovivíanunosokupas.

Nos dieron una cama, compartieron con nosotros su comida, no nos hicieronpreguntas. Odiaban al Estado. En aquella época eso me era tan ajeno como hoy,aunqueelsentimientoensímeesfamiliar.Enmividaheodiadoatrespersonas:amipadre,austedyamímismo.

—¿Porquéamí?—Peroesosokupastambiéncreíanenalgo,enunaformadejusticia.Nochetras

nochediscutíansobreunmundodelqueyonosabíanada.Leísuslibros.Puedoabrirunlibrovoluminoso,hojearlopáginaapáginaendoshorasyrecordarcadafraseparasiempre.Ustedtambiénsabeloqueeseso,porsupuesto.Ambosdisfrutamosdeoírconstantementeesecorodelsaberennuestracabeza,labellezaylaclaridaddefrasesy pensamientos, con la certeza de comprender su significado. Así conocí aMarx,Habermas,Marcuse, Adorno, Dussel y otros. Eran filósofos de la liberación, peroquerían liberar a la sociedad, no a sí mismos. Por eso abandoné esos libros. Losestructuralistasmeinteresaronmás,sibiennocontestabanalamásimportantedelaspreguntas:¿quéleconfiereestructuraasumundoyalmío?

—Laviolencia.—Losdoslosupimosenseguida.¿HaleídoaJohnLocke?—Sí.—A él es al que más desprecio de todos los filósofos. Pone en duda que el

hombre sepa diferenciar entre el bien y elmal.Usted y yo somos la prueba de locontrario.Aunquesíesciertoquelamayoríasemantieneenlaincertidumbre.

—¿Afirma conocer la diferencia entre el bien y el mal? ¿Un hombre que hacometidodecenasdeasesinatos?


Elcigarrilloestájustodelantedesuboca,elhumosubeenvolutasporsunariz,peroHolmretiralamano.

—¿Acuántaspersonashamatadousted?—pregunta.—Todaslasvecestuveunmotivo.—¿Yyono?—¿Porquélehadisparadoalprofesor?Eseasesinatohasidodeltodogratuito.—¿Deverdad?¿Lohasido?—Usted tenía claro que Demirci no me dejaría ir aunque ejecutara a diez

personas.Sabíaqueesamuerteera inútilpara laconsecucióndesuplan.¿Porqué,entonces?

Duranteunratosoloseoyeelmotor,eltraqueteodelcojinetedesgastadodeunarueda,elgolpeteodeungancho.

—Lo maté para que usted pudiera preguntarme esto. Era inevitable, así es ladialéctica—replicaHolmalfin—.Supreguntamereceunarespuestamásdetallada,perotodavíano.Asudebidotiempo.

Aaronseodiaporlagratitudconlaquechupaelcigarrillo.—Yosolohematadoparasalvarmividaoladeotros—dice—.Lacapacidadde

sentircompasiónnosdiferenciadelosanimales.Yoesolosé,ustedno.—¿Algunavezhatenidounanimal,unperroquizá?No,nosoportaríatenercerca

aunacriaturaqueselesometiera.Másbienungato.¿Algunavezhatenidoungato?—Sí.—¿DespuésdelsótanodeBoenisch?—Sí.—¿Cuántas veces la consoló ese gato cuando notaba que luchaba con sus

demonios?¿Esonoeracompasión?Quierearrancarlelosojos,porquetodassusfrasessonciertas.—Porloqueamírespecta,lehequitadolaropamojadaylahevestidoconun

mono.Lahetapadoconsuabrigoyheimpedidoquesecongelara.—Parapodermatarmecuandoprefiera.Enloquecealpensarquelahavistodesnuda.—Nocuandoprefiera.Esoyaloaprenderá.—Nohaynadaquepuedaaprenderdeusted.¿Elqué?¿Vadeartranquilamenteun

río de sangre? ¿Adornar un asesinato con dialéctica? ¿Desoír la súplica de unapersonacomosifueraelruidodefondodeunafiesta?Nohaynada.

—Ya lo creo que sí.Y lo verá.—Ledeja dar otra calada—.También leí a losmetafísicosya losescolásticos.Creíanquedesdequenacemos tenemosunadeudaque saldar; eso me gustó. Pero eran esclavos de su religión, por lo que no podíaguardarlesningúnrespeto.Nopuedoarrodillarmeanteundiosquemeconsiderabatanpocacosaqueme lanzóaunsótano.¿Cómopodríapedirleasemejantedioselperdóndemispecados,cuandoelpecadoesélmismo?¿Enquécreeusted?

—Enloqueveo.


—Nunca he experimentado la amistad, pero he oído decir que compartir elsentidodelhumoresunrequisitoimportante.¿EsustedamigadelseñorPavlik?

Aaronnoresponde.—Loquepensaba.¿Tambiéndesumujer?«Cabrón».—Entonces me extraña que todavía no me haya preguntado si mi insinuación

sobresumujerysuhijaerasolounjueguecito.—Esquelosé.—¿Cómo?—Sientoquesiguenvivas.—¿Escapazdesentireso?—Porsicreequepuedoenseñarleahacerlo:nopuedo.Paraesotendríaquesaber

ustedloquesignificaelamor.—¿Creequecarezcodeamor?—Igualquecreoquecarecedemoralydelacapacidaddesentircompasión.—Paciencia.Enlacasadelpuertosepresentaronunoshombresconporraspara

desalojarnos.Habíanprestadoelmismojuramentoqueusted,perolacompasiónleseradesconocida.Sino,nohabríanlanzadocontralaparedcomosifueraunapiedraauna chica que me gustaba porque se acostaba conmigo sin preguntarme por mitristeza. Tampoco le habrían saltado todos los dientes a un chico que le contabacuentosinfantilesaSascha.Esoshombresafirmabanquecumplíanórdenes.¿Cuántasde esas órdenes seguían? ¿Cuántas veces eran crueles y brutales sin pararse apensarlosiquiera?

«Niunasolavez».«Perojamásmejustificaréanteti».—Mehubieragustadopoderayudarlos,perotuvequehuirconSaschaporque,si

no,melohabríanquitado.Unpolicíanoscortabalasalidaporlapuertadeatrás.Eracasiunniño,elcorazónlepalpitabaenlamirada.Lequitélaporra,lautilicécomomehabíanenseñado losdemásy,alhacerlo,penséen lachicayenelchico.Cayómuertoamispies,surostrotodavíainacabadosequedómirándome.Yoechéacorrercon Sascha yme escondí un buen rato en un cobertizomientras veía atacar a lospolicías.Amipadrelohabíamatadoconrazón.Aquelloeraotracosa.Alamayoríalosheolvidado,perodeldeaquellacasasímeacuerdo.Novuelvaadecirmenuncaquenoconozcoladiferenciaentreelbienyelmal.

Lacamionetasedetiene,seabrelaventanilla.—¿Yahoraqué?—preguntaOjosdeFicha.—Esperamos.Buscaunsitioadecuado,apartadodelacarretera—respondeHolm

—.Bosch, demeel paquete.—Cierra laventanilla, enciendeunChesterfield, se loponeaellaentreloslabiosylodejaahí—.¿Quiénfuesuprimeravez?

—Untraficantededrogas.—¿Quésabíadeél?


—Quemeclavóunanavajaenlatripa.—Muy poco. Pero ¿cuánto tiempo estuvo sin poder dormir después, cuántas

vecesviosucara?Seguroqueahoramismolatieneantelosojos.«Escomocaeratravésdelespejo,yanosabeunocuándovolveráadespertar,comocaeratravésdetodos los espejos y después, poco después, que el mundo vuelva a recomponersecomosinohubiesesucedidonada».Peronosotrosdoslosabemosmejorquenadie,¿verdad?

«EsoesdeGantenbein».Holmsiguerelatando:—Lacasadesalojadapertenecíaaunhombrerico.Decíanqueteníaplanespara

ella.Amísemeocurrióquelasvillasdepersonasasípodríanserútiles.Eraunjuegodeniños.LesenviabaaSascha,quellamabaalapuerta,decíaquesehabíaperdidoypreguntabasipodíallamarasuhermanomayor.Enlascasasdondeledejabanentrar,comprobabaconhabilidadsihabíaunapersonasolaylesdecíaelnúmerodeteléfonodelacafeteríaenlaqueyoesperaba.Elnombrequelesdabaerauncódigoqueamímepermitíasabersipodíaactuaramiantojo.Entoncesibaymequedabacontodoeldineroquehabíaenlacasa.Siqueríauncoche,habíaunoenelgaraje.Avecesteníaque golpear a alguien, pero ya no significaba más que espantar una avispa. ¿Hapegado usted a alguien y le ha hecho daño para conseguir respuestas? No meconteste.«Nohaypeorciegoqueelquenoquierever»,decíaLenin.

AaronsondealavozdeHolm.Segúnlasenseñanzasdelaacupuntura,existenenelcuerpohumanodocemeridianos,lascorrientesdelafuerzavitalqi.Eldedoíndicequeellaleclavóbajoelaguaentrelasextaylaséptimacostillaapuntabaaunpuntokyushoespecialenelmeridianodelhígado.

Dianxue.Lamanoenvenenada.YaseverásilehadadoaHolmenelblanco.Los síntomas serían dificultad para respirar, trastornos de la visión y el oído,

problemasdeequilibrioy,luego,colapsocirculatorio.Peroesdemasiadoprontoparaeso.Requierecincohoras,necesitapaciencia.«Sitodavíasigoaquíparaentonces».Lavozdeélestranquila.—Estabamuerta,yahoravuelveacontrolarsurespiración.Jamáshevistoanadie

querespiretanperfectamentecomousted.Losyoguiscreenquecadapersonarecibeunacantidaddeterminadadealientosparatodalavida.Ralentizanlarespiraciónpararetrasarlamuerte.¿Creeustedqueesunaposibilidad?

—¿Quierequeledéclasesdeyoga?Holmsueltauna risotadadurayamargaqueseprecipitacomounarocaporun

desfiladero.—Nuncame quedé mucho tiempo con Sascha en un mismo sitio, nos íbamos

trasladando.Habíapasadounañodesdequemelimpiélasangredenuestropadreen


unriachuelo,peromihermanoseguíasinpronunciarunapalabra.Variasvecesentréarobar en casas. En dos, los propietarios estaban de vacaciones. Allí vivimos unatemporada.Habíatelevisorescarosycoñacdelbuenoylibrossinleercolocadosenlasestanterías.Detodoellomeservísinmedida.Dejabapasarlosdíassincontarlos.Mehabíaconvertidoenunpequeñodelincuente,unodeesoscontralosquetuvoquelucharusteddurante suscomienzoscomoagentedepolicía.¿Ladesesperaciónquesentíanalverquelosencerraríannoeraparaustedcomounacharlaagradableenunafiesta? Si me hubiera detenido por aquel entonces, yo solo habría sido una firmagarabateadaenunactaaburrida.Nohabríasabidoustednadadelvacíodemiinterior,queyaeratangrandequeloslatidosdemicorazónmeparecíanapenaselgoteodeungrifodeagua.Teníaunabibliotecaenteraenlacabeza,perosoloeraunmontóndepalabras.Todavíanoconocíamicamino.

La colilla se ha quedado húmeda y fría. Él se la retira de los labios y le quitasalivadelacomisuradelaboca,comoaunaniña.

—Una noche en que volvíamos a dormir en un coche, me estalló la cabeza.Estaba en la calle, y cuatro hombres a quienes les había apetecido dejarmeinconsciente con un bate de béisbol nos rodeaban a Sascha y a mí. Estabandecidiendosimatarnosono.Enrealidadsoloqueríanelcoche,queeracaro,peroenesoshombresvivíaunanimalquelescomíalasentrañas.Eseanimalrabia tambiéndentro demi hermano.Durantemucho tiempopensé que lo vencería, pero al finaltuvequereconocerqueyonoposeíaesepoder.ASaschanolesirvedenadamatarauno,ados,atresoadiez.Eseanimalesinsaciable.Esaessunaturaleza.

—Dicequenopodríaarrodillarseanteningúndiosy,aunasí,¿nolemolestaenabsoluto que su hermano se arrodille ante usted? ¿Por qué? ¿Porque se cree ustedDios?

—¿CómodefineaDios?¿Puedocambiarelcursodelasmareas,elrumbodeloscuerposcelestes,ladireccióndelviento?No.¿Puedoenviarplagas,obrarmilagros?No. Pero ¿soy señor de la vida y lamuerte enmimundo?Sí.Y también en el deusted. Es cierto que mi hermano se arrodilla ante mí. Yo podría perdonarle suspecados.Sinembargo,élnomelopide.Sencillamentenosabeloqueeselpecado.

—¿Ustednuncasehaarrodillado?—Lohehecho.Aquellanoche,anteloshombresdelosbatesdebéisbol.Pormi

hermano.Lessupliqué.Lesroguéquenolomataran;tanto,quevolvíadesmayarmede desesperación. Al recuperar la consciencia se habíanmarchado con el coche ySaschaestabasentadoenelbordillo.Mearrastréhastaélyloestrechéynosentísucorazón. Entonces me dijo la primera frase desde que nos habíamos marchado:«Déjameotravezenelsótano».

Pasanlosminutos.AaronpodríacreerqueHolmhadesaparecido.—Aldía siguienteSascha llamóa la puerta deunavilla.Cuando agarré por el

cuello a lamujerquemehabía telefoneado, sumaridoapareciódetrásdemíyme


clavóuncuchilloenlaespalda.Mequedétiradoanteél;memirabaconunosojosdehielo.EldestinodeSaschayelmíoestabadecidido,peroesonoeralopeor.Mientrasaguardabalamuerteallítendido,mihermanoparecía…—Seinterrumpe.Buscalaspalabras.

—Éllomiróyustedcomprendióquequeríaverlomorir—diceAaron.—Sí.—Holmhalogradoencontrarlafuerzaparaesaúnicapalabra.Pasaunrato.Lavozdeélsetensa.—Perollamaronalapuerta.AtravésdeunvelodetemorviqueOjosdeHielo

sacabaunapistoladeuncajónyabría.Entróunhombre.Teníajuntoaélasuhijo,que era un pocomás joven que yo.Ojos deHielo cerró la puerta y apuntó con lapistolaalhombre,quenohizocasodelarma.DijoqueOjosdeHielolehabíarobadoyquehabíaidoallíabuscarloqueerasuyo.OjosdeHieloencañonóalhijoconlapistolaenlacabeza.Supalabrasfueron:«Ahoradispararéatuhijo,despuéstútevasynotedejasvermásporaquí».Sinembargo,comoporartedemagia,derepenteelotro también teníaunapistola en lamano.—Holmenciendeotro cigarrilloy se lopasa—.¿Cuáleralamásaltadisciplinaparalossamuráis?

—Elautocontrol.—Ese hombre me lo demostró. Yo creía saber lo que era un sacrificio, una

pérdida,peroélmeenseñóqueyoeraunniñoyél,unhombre.DisparóasupropiohijoparahacerleeseúltimoserviciocomopadreydemostrarleaOjosdeHieloloqueeslainsumisión.Estedisparótambién.Ledioalotroenelhombroylotumbó.OjosdeHieloleapuntóconlapistolaydijo:«Ahoratereuniráscontuhijo».Elhombreno teníamiedo. Esmás: sonreía. De pronto reviví. Tiré a Ojos deHielo al suelo,conseguíhacermeconelarmayledisparéentrelosojosadosmetrosdedistancia.Elhombrequehabíasacrificadoasuhijoselevantó.Memiróypreguntó:«¿Cómotellamas,hijomío?».Entoncesdijemiverdaderonombreporprimeravez.

Holmsearrodilla.Aaronnotaque lecorta labridade lasmanosysabequenotienefuerzasuficienteparalucharcontraél.

—Conservomuchosrecuerdosdeesehombre.Algunoslosllevoenlapiel.—Letomalamanoyrozaconellasuhombroderechodesnudo.

Aaronpalpaunamarcaabultada.«Unaestrella».Enunafraccióndesegundoseveasímismaenelprobadordeunaboutiquecara

deHackescherMarktriendoconotrachica.«Alina».Aaron la recuerda: era la amante de unmandomedio de losNikulinskaya. La

cicatrizenformadeestrellaeralaseñaldistintivadeesoshombres,yasusmujeresleshacíanlamismamarcaalfuego,comosifueranreses.ElamantedeAlinahabíaido con ella aBerlín para someterse a una complicada operación de corazón en elhospitaldelaCharité.Comoaesohabíaqueañadirlelarehabilitación,estaríanenla


ciudadmásdeunmes.Deaquellohaceonceaños.Aaron tenía que descubrir para laLKA siAlina, de sumisma edad, sabía algo

sobrelosnegociosdeél.Eramuy guapa y estabamuy sola. Aaron se topó con la joven en la boutique

como por casualidad, se probó el mismo vestido que ella y le vio la marca delhombro. Risas, unos zapatos que ella nunca se compraría, una copa enMonbijouPark,cháchara,quedaronenverseotrodía.

Alina se hizo amiga suya. Aaron tenía que ir con cautela, porque dosguardaespaldasdesuamantesiempreestabanporallícerca.InspeccionaroneláticodeHackescherMarktquelaLKAhabíaalquiladoparaAaron,peronoencontraronlaminicámaraquelograbótodo.Hojearonunálbumfamiliarfalso,Aaronconunpadrerico que financiaba sus lujos, vieron sus joyas caras, prestadas por los grandesalmacenes KaDeWe, el Porsche del garaje. Mientras estaba en el lavabo delrestaurantedevariasestrellasdondecomíafoiegrasybebíachampándeañadaconAlina,lecomprobaronelmóvilycreyeronqueAaronnosehabíadadocuenta.

Unsoloerrorhabríasidosusentenciademuerte.SobrelosnegociosdelosNikulinskayanosuponadaatravésdeAlina,soloque

suamanteerauncerdo.AaronsealegródequelatemporadaenBerlínterminarayAlinaregresaraconélasucasa.

Sinembargo,unmesdespuéslesonóelteléfono.Fueentoncescuandoempezótodo.Ahora, en el espacio de carga de la camioneta, de repente sabe quién era el

hombredelquehablaHolm.IliaNikulin.EnaquelentoncesvivíaenSuizayyagobernabaungranreino.Traselfindela

UniónSoviéticaregresóasupatriayloconvirtióenunimperio.«ElhombrequeleenseñóaHolmloqueeslaverdaderafortaleza».«ElhombrecuyoasesinoasueldomeestabaesperandoenMoscú».«Elhombrecuyoimperiohicecaer».Esincapazdedecirnada.—«La vida no es más que un sueño vacío, y cuando hayas comprendido un

motivo,muchosotrossedesplegaránantetusojos»—diceHolm.Bajayladejasola.


27

PavlikestáenlaventanadeldespachodeMaske.Losdosagentesdepolicíasacanaldirectorde lacárcelesposadodeledificio.Trasunavallaharaganeanpresosqueaplaudenylanzanvítores.

—¡Eh,Maske,viejaladilla,nosvemosenladucha!—vociferaalguien.APavliklesuenaelmóvil.—¿Sí?EsHelmchen.—Queríassaberquiénestrabajaronenaquellodelasucranianas.—Dispara.—EnelcomandoestabanPeschel,Fricke,Butz,RuffyPi.AsílorecordabaPavlik.Piquedadescartadocomotopo,Butzestámuertoyfuera

detodaduda.RufferaunperroduroquesejugóelcuelloinfinidaddevecesporelDepartamento.Hacedosañosquemuriódeleucemia.PorPeschelyFricketambiénponelamanoenelfuego.

—¿Quiénapoyólaoperación?—Bolleraeldelogística,Krampeseocupódelatécnica.Bollaúnsigueconellos,unhombretranquiloyprudentequevivesolo,después

dedosdivorcios.ContreintaypocosañosyahabíaheredadotresedificiosdepisosdealquilerenBerlínynonecesitaningúnempleo,peroeltrabajoessupasión.Pavlikno sabríadecir conquépodríanpresionarlo.QuedaKrampe.Estudió InformáticayElectrotecnia,yestuvoen laBKAantesde llegaralDepartamentohaceochoaños.Su cuenta corriente siempre está en números rojos porque tiene que pagar lamanutencióndedosniños.Esoencajaría.Aunasí,nopudohabersidoél.Piyélsonlosmejoresamigosdelmundo.CuandoPidejóelDepartamentohaceañosparaganarun buen dinero en una empresa de seguridad privada, quiso llevarse consigo aKrampe.Esteselopensómuyenserio,perosequedó,aunquesusueldopodríahabermejorado.EselpadrinodeLuise,lahijadePi.

«Olvídalo».—Yunpsicólogo—añadeHelmchen.Pavlikaguzalosoídos.—Las dos ucranianas tenían un miedo terrible por culpa del juicio y sus

declaraciones.Lissektemíaquepudieranecharseatrás,poresoincluyótambiénaunpsicólogodelaLKA.FueaFráncfortdelÓder,alacasasegura,paratranquilizaralasmujeres.

—¿Cuándoexactamente?—Unahoraantesdelataque.—¿PudosaberlodelJupiter?—Sí.


—SeguroquelosdeAsuntosInternostambiénloexaminaron,¿verdad?—Nadadestacable.—¿Cómosellamaelhombre?—RolfJörges,peronohaynadaqueinvestigar.—¿Porqué?—SeahogóenelMediterráneo.—¿Cuándo?—Un mes después de que fracasara el juicio contra el círculo de proxenetas

porquelaucranianasupervivienteretirósudeclaración.—¿Testigos?—Ninguno.SegúnelactadelapolicíadeMallorca,sobrevalorósusfuerzasyse

alejódemasiadonadandoenunacalasolitaria.Pavliknosabequésensaciónesmásintensa:silairapornopoderyaapretarlelas

tuercasaesetipo,oelaliviodesaberquenofuenadiedelDepartamento.—¿Cómohasconseguidoelactadelosespañoles?—Nomepreguntes[1].—Tedeboalgobueno.—Esodicessiempre,yluegosolomellevounbesoruidoso.—¿Quétehabíasimaginado?—UnadelastartasbelgasdeSandra.Unamuygrande.Pavlikseríe.—Peronoslacomemosjuntos.—Yotambiéntequiero.—Helmchencuelga.ÉlsesientaenelescritoriodeMaske,enciendeuncigarrilloysacaelpapelconel

númerodeteléfono.Haceunahoraquenopiensaenotracosa.CuandoDöblerledioelpapelito,sesintiótentadodellamarenseguida.Sinembargo,antesqueríasopesarlosprosyloscontras.EsoledesvelaríaaHolmqueyahandadoconMaske.¿Ysiqueríavolveraservirsedeél?No,improbable;Maskeyalehahechosuservicio.

Levantael teléfono,marcaelnúmeroyactivaelgrabadordellamada.Altercertono descuelgan, pero él no dice nada. Al otro lado hay silencio. Así pasamediominuto.

—SeñorPavlik,supongo—diceentoncesHolm.—Ya,ya…Secreeustedqueesmáslistoquenadie.—Mepicalacuriosidad.—El primer error del que tengo constancia lo cometió hace doce años, cuando

aparcó el coche en zona prohibida antes de liquidar al armenio en Colonia. Elsegundofuequelavóelvehículo,sí,peroseolvidódelatapadeldepósito.Podemosacusarledelasesinatoporquehoyhavueltoadejarnossushuellasdactilares;eseeseltercererror.YelcuartofuecomprarauncapullosinpersonalidadcomoHans-PeterMaske.

—Olvidamencionarqueesperédemasiadotiempoenelautocarhastaempezara


negociar los términos. ¿No habría sidomás inteligente llamar justo después de sullegada,yaqueenesepuntolacadenademandonoestabaclaratodavía?

Pavliksequedasinhablauninstante.—Empecemos por ahí.No quería que nuestra conversación tuviera lugar en la

fase de la desorganización. Primero tenía que concentrarse usted para poderescucharmeconatención.Durantelosprimerosminutosdenerviosismo,elpeligrodeunareacciónprecipitadahabríasidomuchomayor.

«Cabrón».—Pensabaesoporquenoloconocíabien.Ahoraséqueustedjamásactuaríacon

precipitación.—¿Debosentirmehalagado?—Austed no se le puede halagar. Bueno, vayamos aColonia.Allí cometí dos

errores,escierto.Dejéquemihermanoaparcaraelcochey luego leordenéque lolavaraaconciencia.Seolvidóde la tapadeldepósito.Eso losupeencuantohabléconéldespués;seledafatalmentir.Yaerademasiadotardeparaponerleremedio,elcocheyalohabíandescubierto.

—Lafamilianoseescoge.Pero,aunqueenColonialacagara,perdónelo,porqueesofuemuchosañosantesdel«comienzodesucamino».

—Oseaquehaencontradominota—murmuraHolm.—Hasidounpequeñorompecabezas.LecomunicóasuhermanoenBarcelona

quesuscaminossesepararíandefinitivamente.Haberleconseguidohoylalibertadhasidounaespeciedebesodedespedida.Encualquiercaso,dudoqueSaschalohayaentendido.Lefaltalaseseranecesariaparaeso.¿Yalohamandadoalamierda?

—No tengo que hacerlo. Él solo se marchará y no volverá la vista atrás. Haaprendidoaresponsabilizarsedesuserrores.Yyaqueestamosenello:¿creequeyohabríadejadomishuellasdactilaresenelmóvildeesamujerpordescuido?Esocasimeofende.QueríaayudarloaestablecerlarelaciónentreColoniayMaske.Poresotampoco he ocultado mi número al llamarle. En su valoración estamoscompletamentedeacuerdo:esdeesaclasedepersonasqueenelTercerReichhabríadelatadoajudíos.Lorespetotantocomoaunalombriz.

Pavliknopuedeevitarsonreírconamargura.—En Coloniame preguntó con gran solicitud si no estaba interesado en otros

reclusos de su centro —prosigue Holm—. Que, si le hacía una lista, él podíaorganizaralgo.

—Sindudaestáfamiliarizadoconlaslistas.—Esta llamada, que por supuesto usted está grabando, no sería admitida como

pruebaenunjuicioensucontra.¿Cuentaconsuficientesindiciosparacondenarlo?«Joder, no. Lo de Colonia solo podríamos endilgárselo en caso de que

consiguiéramosdemostrarquecobróporello,ynotienepintadequevayaaserasí.¿YSascha?QueMaske intercedieraa favordesu trasladoe impidieravariasvecesque lo castigaran no basta.Todavía queda la conversación telefónica conHolmde


hoy.PeroMaskeafirmaráquenohablóconél,quesehabíanequivocadodenúmero.Comodirector,podíaentrarenlaceldadeSascha.Estanochevolveráaestarensucasaysaborearáuncoñaccaro».

—Desusilenciodeduzcoquelecuestaimaginarlo.¿Tieneunlápiz?—Sí.Holmledictaunaseriedecifras.—EselnúmerodeunacuentaenelAnguillaNationalBankdeSanCristóbal.En

sudíalaabríparaMaskeconeldivertidonombrefalsode«JosephClark».Pavlikcontieneelaliento.—Noleheremuneradoporlaregularizacióndelosasuntosdemihermano;eso

selodejéclaroenunaconversaciónquetuvimosasolasyquetalvezustedhubieradisfrutado.Perolacuentatodavíaexiste,lohecomprobado.Sinosehadadolagranvida, lo cual dudo, porque las personas como él solo desean poseer, no disfrutar,encontraráenellaunaconsiderablesumadeseiscifras.¿LedicealgoelnombredeJosephClark?

—No—contestaPavlik,mássereno.—Eso creía.No es un hombre de literatura, lo cual no hace que disminuya en

modoalgunomirespetoporusted.JosephClarkeraelnombredelcapitándelvaporbritánicoJeddah,quezarpódeSingapuren1880.AbordoibanmásdenovecientosperegrinosensuhajjaLaMeca.Elbarconaufragóenaltamarduranteunatormenta.Clarkhuyóconsusoficialesenunbotesalvavidasyabandonóa lospasajerosasudestino. JosephConrad lo relató en sunovelaLordJim. Ese capitán es uno de loscobardesmásfamososdelahistoriadelaliteratura.

—Noledarélasgracias.—Conesonotengoningúnproblema.—¿TambiénleabrióunacuentaaRolfJörges?—¿Deberíaconocerlo?—El psicólogo que le sopló dónde estaba nuestra casa segura de Fráncfort del

ÓderyqueutilizaríamoselhotelJupiter.—Ah,elpsicólogo.Sololeutilicéunavez.—¿Porquéesperóunmesparamatarlo?—¿Estámuerto?—PorquesefueustedanadarconélalascostasdeMallorca.—Perdón, pero ese mérito no es mío. No veía ningún motivo para secar esa

fuente.Avecesunaccidenteenelaguaessolounaccidenteenelagua.«Peromelohaconfirmado».—Yaqueestamoscharlando:estamañanatambiénqueríapreguntarleotracosa,

peropordesgracianohetenidoocasión.Sudisparodesdedosmildoscientosochentaycuatrometros…fueelañopasado,enNoruega,¿verdad?

Pavliknoresponde.—Está descrito en la bibliografía especializada. Se trataba de una operación


policialcuyospormenoresseomitenpormotivosdeproteccióndesecretos.—Dígamedóndeestá,asíiréyleexplicarétodoloquequierasaber.Einclusoun

pocomás.—Qué lástima que tengamos que aplazarlo. Sé que se trataba de una granja

solitariaenmitaddeundesiertodenieveyquenopodíaunoacercarseamenosdeesadistanciasinserdescubierto.Tuvoqueacertarauníndicedobladoqueenelvisorera tan grande comounamota de polvo.ConunBarrettLight Fifty, un fusil cuyoalcancesegúnelfabricanteesdecuatrocientosmetrosmenos.Labalaestuvocuatrosegundosenelaireycayóhaciasuobjetivodesdecincometrosdealtura.Esedisparofueunaobradearte.Lesalvólavidaaunaagenteencubiertadelosnoruegos.Queloreclamaranausteddemuestradequéfamadisfruta.Séquetuvoquetomarlotodoenconsideración,inclusolafuerzadeCoriolisdelarotaciónterrestre.Porcierto,¿cómoperdiólapantorrilla?

—Jugandoalpóquer.—Unosiempretienequepagarsusdeudas.—¿PorquésecargóaBedrossianenaquelentonces?—Eso solo fue un encargo profesional. En realidad es irrelevante con qué se

entreteníaensu tiempo libre,pero,yaque tieneustedunaniñapequeña,noquierodejardemencionarquemostrabaciertas inclinaciones.Ustedsehabríaalegradodematarloporello.

—¿Quécondicioneshabíaenelcementerio?—Noquieroaburrirlo.—Esinterésprofesional.—Al contrario que usted, yo tenía una visión extraordinaria y una térmica

perfecta.Hacíacalor,treintagrados.Ladesviacióndelatrayectoriaascendióaveintecentímetros.Estanridículoquecasimedavergüenzareconocerlo.

—Disparódosveces.—Noposeosuclase.—El calibre era desacostumbrado, .700Nitro Express. Esamunición se utiliza

paracazamayor.—Nopretendíaganarningúnconcursodebelleza.—Pero lo consiguió. Primero disparó a Bedrossian en el hombro adrede, para

eliminar sumarca.Unmanifiesto: «Esto es lo que hacemos con los traidores». Elsegundotiro,eldelasien,fueunaobramaestra,yaqueenunafraccióndesegundotuvoquecalcularcómocaeríaelhombreparaqueeldisparofueraletal.

ElsilenciodeHolmestanabsolutoqueproduceeco.—SeloencargóIliaNikulin.—Nomedecepcionausted.—¿Quéclasederelaciónteníaconél?—Larespuestaseríademasiadocompleja,paraesonosfaltatiempo.—Estoysegurodequepodríazanjarloendosfrases.


—Aalgunoshombresnoseleshacejusticiaabreviandotanto.—Todo el rato tiene una pregunta en la punta de la lengua. Le prometo una

respuestasincera.—Estábien.¿Porquénomesuplicapor lavidadeella?—preguntaHolm tras

dudarunmomento.Pavlikoyepasosenelvestíbulo.Demirciapareceenlapuerta.—Porquemantengo que tanto usted como esemontón demierda al que llama

hermano estaránmuertos antes de que amanezca. Aaron los ejecutará a ambos. Ytienemibendición.

Cuelga.—¿Dedóndehasacadoelnúmero?—selimitaapreguntarDemirci.—Maske.—Rebobinalagrabación.Despuésdeoírla,ellaexhalamuydespacio.—Hayalgoquedebesaber—dicePavlik.—SerefierealaseñoraAaron.Heexaminadosuexpedienteyestoyalcorriente:

leechóelguanteaNikulinconveinticincoañosydespuéselDepartamentolallamó.Cruzanunalargamirada.¿PodríaelodiodeHolmporellateneralgoquevercon

Nikulin?Pero¿porquéonceañosdespués?—En2006meinvitaronaladespedidadelentoncesdirectordelaBKA,Richard

Wolf—diceDemirci—.Pordeseoexpresodeél;mesentímuyhalagada.Unhombreimpresionante. Pasó su infancia en Marruecos, su padre era embajador allí. LasmemoriasdeWolfcomienzanconundichodelMagreb:«Laconstanciaatraviesaelmármol».

LosdospiensanenIliaNikulin.Eraelcabecilladeunaorganizaciónmafiosarusacondiversasramasempresariales.Suespecialidaderaelcomercioilegaldemateriasprimas. Nikulin sobornaba a directivos de refinerías de Siberia y, con su ayuda,robabagrandescantidadesdepetróleoygasquevendíapreferiblementeapaísesencrisis,porejemploaSudáfricaenlostiemposdelapartheid.Manteníaunaredglobaldeempresasfantasmaqueoperabancomointermediarios,tambiénenAlemania.MásadelanteseaprovechóconfrialdaddelprogramadeayudadelaONU«OilforFood»para evitar las sanciones internacionales al petróleo iraquí, lo cual llenó la caja deSadamHuseinconcientosdemillonesdedólares.SobretodoenelCáucaso,Nikulinposeía excelentes contactos. Interceptó el oleoducto Bakú-Novosibirsk y tenía atantospolíticoscompradosenRusia,GeorgiayChecheniaquedurantemuchotiemponadieseatrevióameterseensusasuntos.Fueresponsabledeinnumerablesasesinatosporencargo,peronisiquieraesoacabóconél.

—EratanpoderosocomolosRomanov—dicePavlik—.Solocuandoempezóainundarelmercadoestadounidenseconpetróleosucioapreciobasura lesparecióalosamericanosquesepasabadelaraya.ElFBIbuscólacolaboracióndeWiesbaden.

Demirciasienteconlacabeza.—Aunasí,¿cómoesqueenviaronaRusiaaunaagentejovencísimadelaLKA


deBerlín?Teníaveintipocos.Eramuycapazyyasehabíadistinguido,desdeluego,pero,contodo,setratabadeunaoperacióncapitaldelaBKA.¿Porquéella?

—Unavezselopregunté,peroevitódarmeunarespuesta.—Nikulinsequitólavidadurantesuprisiónpreventiva,¿verdad?—Sí, enMoscú.Todos sus amigos le volvieron la espalda.Seguroque estaban

esperando ese instante de debilidad. Y el imperio de Nikulin se desmoronó comotodoslosgrandesimperios.—Pavlikalcanzaelmóvil—.Unmomento.—Marcaunnúmerode lamemoria—.Hola,Richard, soyUlf.—Ríe—.Estaríamuybien,peroquizá la semana que viene. … Sí, a mí también me gustaría. Necesito unainformación que para mí vale un Barolo del 96. —Vuelve a reír—. Granuja. Lapregunta:en2005elFBIsaltóaturegazo.LacosaibadeIliaNikulin.InvitasteisaJennyAaronaunviajeaMoscú.¿Cómosedecidióeso?

Demircinocreeloqueestáoyendo.—Comprendo. Gracias —murmura Pavlik—. El Barolo nos los beberemos

juntos.SaludaaSophiedemiparte.—Guardaelmóvil.Lajefaintentacontrolarse.—¿EseeraRichardWolf?—Unavezlehiceunfavor;éldiríaquefuemásqueeso.Ahoratienesetentay

tantos,perotodavíaestáenplenaforma.Nosgustaquedarparacompartiruntintoyunhabano.

ElpensamientodeDemircisealejadeallí,Pavliksedacuenta.—¿Quéocurre?—Avecesesomeirrita.—¿Elqué?—Esa camaradería masculina, hacer tratos entre vinos, licores y puros. Usted,

comohombre,noloentenderá,ytampocoesalgoquevayacontrasupersona.—Yo,encambio,nopuedoparticiparenlastertuliasdeseñoras.—Seguroqueleduelemucho.¿QuéhadichoWolf?—Uno de los hombres de Nikulin había venido a Berlín. Se trajo con él a su

amante. La LKA la puso a cargo de Aaron, que se ganó su confianza, incluso suamistad.CuandoregresóaMoscú,lamujerinvitóaAaronaquelehicieraunavisita.EnWiesbadenseenteraron.Fueunpaselargo,desdeluego.SegúnWolf,ademásdelaBKAydelFBI,tambiénlosserviciossecretosrusosestabansubidoalcarro.QuizáseamuchodecirqueAaronleecharaelguanteaNikulin,perodebiódedesempeñarunpapelimportante,porquesinoelDepartamentonosehabríafijadoenella.

—Sideverdadesofuetodo…,¿porquénonoshadichonadadelcaso?—Aaronescomplicada.—Ahoraesustedelqueestáeludiendoresponder.—Podría llamarotravezaWolf.OaLissek.Oaunpardepersonasmás.Pero

¿paraqué?—¿Creequesenosquitarándeencima?


—Nose tratade lamafia,depetróleo,dedineronidepolítica.Se trataúnicayexclusivamentedeAaronyHolm.Dealgomuypersonal.OlvídesedelosnegociosdeNikulin.

ADemirciselehanacabadoloscigarrillos.Pavlikleofrecedelossuyos.Ambosfuman.Esentoncescuandoélpregunta:

—¿Porquéestáustedaquí?—La Oficina Federal de Aeronáutica Civil ha identificado la foto del tercer

hombre.ArminBosch,antiguosoldadoprofesional.Tienelicenciaparahelicópteroyaeroplanos monomotor, ambas sacadas con el ejército alemán. He hablado con suantiguo comandante; en la actualidad está almando del parque aéreo del gobiernofederalenelaeropuertodeTegel.Teníaquehaceralgo,paranovolvermeloca.

—¿Y?—BoschestuvoenoperacionesmilitaresenAfganistán,medallaespecialalvalor.

Suhelicópteroestabaestacionadoenunafragata.Unospiratassomalíesledispararonmientras sobrevolabaelmar.Murieron tresde sus compañeros.Bosch fueelúnicosuperviviente,conquemadurasgravesentodoelcuerpo.Teníaustedrazónsobrelodelamemoriaacortoplazo.Desdequeloabatieronyanoescapazdeconcentrarse.

DemirciyPavliksiguencadaunosuspropiospensamientos.—Boschnoquisoconformarsecon lapequeña rentaque lequedóyamenazóa

susantiguossuperiores—prosigueella—.Lesdijoqueconseguiríaloqueerasuyo.Sumujerloabandonó.Sefueconelhijodeambosavivirconsuhermana.

APavlikselevuelvenatensarlosmúsculosdelanuca.—La policía federal ha enviado agentes allí hace un rato. En el piso han

encontrado los cadáveres de la cuñada de Bosch, su mujer y su hijo. Llevabanmuertosporlomenosunasemana.Tripleasesinato.


28

De las esferas satelitales cuelgan todavía restos del revestimiento con los que elviento hace lo que quiere. Niko Kvist deja atrás las ruinas de la base militarestadounidense de Teufelsberg. Por debajo de él, la ciudad yace inmersa en untorbellinodenieveyluz.EnsusoídosoyelasvocesdelacentraldeoperacionesdelDepartamento.LastransmiteelmicrófonoquehapegadodetrásdeunmonitorantesdequeDemirci lequitara suarmade servicio.Buscan,discuten, jueganal ajedrez.Nosabennada.Esolevuelveloco.

Ha intentado aferrarse a algún pensamientomientras conducía sin rumbo. Paranada.Haintentadocontrolarlarespiraciónmientraslanieveflotabaporencimadeél.Paranada.Haintentadollamarla«Aaron»enlugarde«Jenny»,comosiasípudieraalejarsedeella.Hasentidolanecesidaddesubira loaltodeunacolinaparapoderpensarconclaridad.

Sinembargo,ahoraqueestáahí,enlacimadeeseridículomontóndeescombros,sabequetodohasidoparanada.

Ensuquintocumpleaños,sumadresefuedecasaylodejóconsupadre.Estesellevó a Niko a Finlandia, donde montó un negocio de aparatos de vídeo en unapequeñaciudad.Supadresesentíasolo,peroningunadelasmujeresqueNikoveíasalirdelbañoporlasmañanassirviódenada.Supadreempezóabebery,cuandoéltenía once años, encontró una nota en la cocina porque también su padre se habíamarchado.

RegresóaHamburgo,acasadeunatía.Porellasupoquesumadrehabíamuertoel año anterior enCanadá.Allí había vivido conunhombre al que su hermananohabíallegadoaconocer.Nikoestuvosieteañosconlamujer.Alosdieciocho,cuandohizolasmaletas,sutíaleseguíaresultandotandesconocidacomoelprimerdía.Novolvióaverla.

Se metió en la policía buscando camaradería. Al cabo de cinco años lepreguntaronsiqueríaentrarenelGSG9.ElpadredeJennynolediotratodefavor,peroNikosabíaqueesperabamásdeélquedecualquierotro.Duranteloscincoañossiguientes no participó en ninguna operación, pues no hubo ninguna. Soloentrenamientos.

UninviernolosenviaronaélyacuatrocompañerosmásaKabul,dondeteníanqueproteger la embajadaalemana.Aquello erauna fortaleza; fuera,unavida teníamenosvalorqueunsacodemijo.Cuando recorrían laciudadconsus todoterrenosacorazados,veíanahombresquehabían reunidohojasy ramasen loscamposparaluegovenderlascomoleña.Veíanamujerescaminandosinzapatosporlanieve,yaburrosconsolotrespatas.

Unaveztuvieronunpinchazoenunazonaalejada.Unodeelloscambiólarueda,losotroscuatrosecolocaronensemicírculoasualrededorconeldedoenelgatillo


de las ametralladoras. Un perro cruzó corriendo la calle con un pie humano en elhocico.

Dos compañeros no lo soportaron y pidieron que los reemplazaran. Llegaronotros dos.Nohicieron preguntas, igual queNiko tampoco las había hecho, porquedespuésdeundíaenKabulyasesabíatodo.Porlasnochesjugabanalascartas.

Enlosmercadoslagentelesteníamiedoyseapartabadeellos,perolosniñoslespedíanelchocolatequesiemprellevabanenlosbolsillosporquelarisadeunniñoeraun consuelo. Uno de los pequeños del mercado de Yahya Khail no queríachocolatinas. Hizo explosión y se llevó consigo a lamuerte a tres compañeros deNiko. Todo lo que quedó de ellos fue una sombra roja en una pared. Niko solosobrevivióporquesehabíaquedadoaverauntitiriteroquecontabauncuentodeunpríncipeyunahermosaprincesaqueestabavigiladaporunmonstruo.

A dos de los muertos Niko apenas los conocía, aunque habían dormido en lamismahabitación.Alterceroleencantabaelhockeysobrehielo,poresolellamaban«Puck»,yhabíasidosuamigo.

Niko había visto al niño que llevaba el cinturón de explosivos con un hombrehorasantes.Esonoselodijoanadie,peroapartirdeentoncesfuetodoslosdíassoloalmercado.Eldécimodíaacudiótambiénelhombre.Nikolosiguióylomatóenuncallejónconsucuchillo.Lovieronhacerlo.Resultóqueelafganoerainformadordela CIA. No había tenido nada que ver con el atentado suicida, e incluso habíaadvertidoalosamericanos.

Niko fue llamado de vuelta a Alemania. El padre de Jenny lo esperaba en elaeropuertoylepusounabolsadeplásticoenlamano;habíanrecogidosutaquilla.Elpadre de Jenny guardaría silencio sobre lo de Yahya Khail, pero Niko lo oyópronunciarunapalabraquejamásolvidará.SupoqueparaelpadredeJennyestabamuerto.

Nikoenfermó.Dejódecomerydedormiryarrancóelcabledel teléfonode lapared.Unamañana,Pavlik sepresentóen lapuertade supisodeBonn.SehabíanconocidoenuncursodelGSG9conelDepartamento.Deesohacíaaños,peroPavlikno había dejado que perdieran el contacto.Ya entonces era un horno a cuyo calortodossereconfortaban.

SinsabernadadelodeYahyaKhail,PavlikhabíaintuidoqueNikolonecesitaba.Se tomó unas vacaciones, se ocupó de él y lo salvó.Nunca le preguntó qué habíaocurridoenKabul,yseguíasinhacerlo.

Una semana después Niko ya no necesitaba pastillas para dormir, se hizo eldesayuno y respiró. Pavlik le comentó que había hablado con su jefe y que en elDepartamentohabíaunaplazalibreparaél.Seemborracharonytodoquedódecidido.

ElDepartamentoseconvirtióensufamilia.Erancomohermanos,esoeraloquehabíaechadoenfaltaenelGSG9.Porprimeravezsesentíaencasa.

ConocióaAndré,ytambiénélseconvirtióenunhermano.Alquemataría.


YallíestabaJenny.Había entrado un año antes que él. Cuando ella pasaba, el aire vibraba diez

metros a su alrededor. Cuando luchaba, daba miedo. Aunque solo respirase, élescuchaba.

EralahijadeJörgAaron.Intentó ganársela, pero ella no le daba esperanzas. Tardaron tres años en

asignarlessuprimeraoperaciónjuntos,enNápoles.Nikolesalvólavidayellalediolasgraciasconunacomida.Despuéssevieronalgunasvecessinqueellaleofrecieramásquesuinteligencia,surisa,sugracia.

Un invierno después salieron de un cine. Él le compró una bolsa de castañasasadas, Jenny lobesóyse lo llevóalpisodondevivíaconsuextrañogato,que lomiró enfadado. Esa noche y muchas otras ella pensó que él dormía, pero estabadespierto.

EnelDepartamentonoselodijeronanadiemásqueaPavlik.ÉllehizosaberaNikoquelepartiríatodosloshuesossialgunavezlehacíadañoaJenny.

EnMarrakechseamarondelamañanaalanoche.PeroNikonoerafeliz.Todoen Jenny era perfecto. Y, aun así, no funcionaba. Ella le habló de Boenisch y deRungeydelsótano.Éllaestrechóentresusbrazos.

Aunasí,nofuncionaba.Nikonosabíaaquésedebía.Talvezsupadre,aquienhabíadecepcionado,eralo

queseinterponíaentreambos.«No.Por supuesto que lo sé.Nopodíamos estar juntos.Unode los dos habría

tenidoqueiralatumbadelotroysehabríaodiado.Poresodecidínoamarla».EnBarcelonaquisoponerle finenelpequeño restaurante juntoalparqueGüell

donde había reservado mesa. Pero eso fue antes de que acudieran al puerto y élmuriera en aquel almacén mientras ella iba a toda velocidad por el túnel dondetambiénperdiólavida.

Durantecincoañoslehabíadadomiedovolveraverla.Durantecincoañossedijoqueellanuncahabíasignificadonadaparaél.Perolamañanaanteriorseencontróenlaterminal,mirándolaunaeternidadmientrasellaloesperaba.Entoncessupoquelaamaba,quelahabíaamadotodosesosaños.Fueundolortalquetardóunasegundaeternidadenencontrarfuerzasparahablarconella.

OyequeFrickellamaaPavlik.—Tenemoselaeródromo.—¿Dónde?—EnFinow.Alláarriba,enBrandeburgo.BoschhaalquiladounCessnaparalas

16.30 y ha pagado en efectivo. Papeles falsos, pero lo han reconocido por lafotografía.

—¿Hasalidoyaelavión?—No.Alascuatromenoscuartohallamado.Leshadichoquehabíasurgidoalgo

yharetrasadoelvueloparamañana.Lahoraestápordeterminar,elalquileresdedos


días.—¿Destino?—PorlovistoVilna.—¿Cuántaspersonas?Frickedejapasarunossegundosantesdedecir:—Tres.Nikosientelascostillasdestrozadas.Tienetodalacaraentumecida.Loscoposde

nieveleablandanlasangrereseca.Sienteelsaboracobreenlalengua.—Quedosequiposespecialesdeoperacionesseponganencaminoahoramismo.

—Pavlikescogealoshombres.Frickeseencuentraentreellos.—Demirciquierequemequedeenlacentral.—Ya hablo yo con ella. Que Mertsch le meta prisa a la policía federal.

Necesitamos ahí arriba todos los drones que estén disponibles con cámaras deinfrarrojos.Peronadadehelicópteros.Unsegundo…—Nikooyemurmullos,Pavlikse pone de acuerdo con alguien—. Diles a los de Técnica que la dirección de laoperación se traslada a Finow. Mueve el culo y nos encontramos allí. Quiero elmáuseryelLightFifty.

—Vale.—¿DóndeestáKvist?—Enlaviejaestaciónderadardelosamericanos.Disfrutandodelpaisaje.Talvez

sepongaaescribirunpoema.Nosabenada,créeme.—Nolopierdas.Niko sigue en lo alto de Teufelsberg. La nieve cae sobre él y se convierte en

sangre en su lengua. Ella habló con él, y él se maravilló. Ella le gritó, y él semaravilló.Ellabailóconél,yélsemaravilló.Hacetiempoqueestámuerto.


29

La blusa deDemirci se pega húmeda a su espalda bajo el abrigo. No es porquePavlik vaya hacia el norte por la circunvalación deBerlín pisando el gas a fondo.Tampocoporlosveintecentímetrosquelosseparandelcamiónalqueporfinobligaaapartarse.Niporquealmismo tiempoél estémarcandoenel teléfonoelnúmeroquelehadadoFricke.

«Tres»,lehadicho.Trasesenúmeroseescondenelansiade fumaruncigarrillodetrásdeotroy la

certezadequenohayprevistounasientoparaJennyAaroneneseavión.Alotroladodelalíneadescuelgan.—Germer.—Unodemiscompañeroslehallamadoantesporteléfono.¿Quiénseencargará

mañanadelpapeleoparaelvueloaVilna?—Yomismo.—¿Seencuentraenelaeródromo?—Sí.—¿Aquéhoracierra?—Dentrodemediahora,alasocho.—¿Hayalguienmástodavíaallíconusted?—Doscompañerosquesequedanhastamástarde,lasnueveoasí.—¿Dóndevive?Elhombreledaladirección.—Váyaseahoraacasa,peronoseapresure,concalma.Yovoyparaallá.Quelos

otrosdosacabenasuhora.Todotienequeparecermuynormal.—¿Dequévaest…?—Después—lointerrumpePavlik,ycuelga.—¿Por qué habrá retrasado el vuelo?—preguntaDemircimientras adelantan a

toda velocidad al lameculos de su derecha. Le tocan el retrovisor y oyen un largobocinazoquesepierdetrasellos.

—Haymilesdeposibilidades.—Peroustedseaferraauna.—Aaronhaconseguidodesbaratarsusplanesdealgunaforma.—Holmnoparecíaintranquiloalteléfono.—Encasodequeloestuviera,jamáslonotaríamos.—¿PorquéhainsistidoenqueFrickevinieratambién?—Lanocheserálarga,loshombresestánnerviosos.Élsiempretieneunafrasea

punto.Frickelessientabienalosdemás;nuncasubestimeeso.Ycuandolacosaseponeserianoseandaconbromas.

Ya han llegado al extremo norte de la ciudad. El carril de adelantamiento está


libre,anteellostienenlaoscuraautopista.Lamediana,aunavelocidaddedoscientoscincuenta,esunhazdeproyectilesconestelaslumínicas.

—EstoypensandoenKvist.¿Nolepareceextrañasuconducta?Pavliknoresponde.—Siestuvieraustedensulugar…,¿quéharía?—Metermeelcañóndeun45enlabocayapretarelgatillo.—Lodigoenserio.—Yotambién.—Porfavor.—¿Adóndequierellegar?—Tienecontactosenelambiente,podríahablarconinformadores,preguntarpor

Holmosuscómplices…,todoloquehacetambiénnuestragente.LlamaraalguiendeTCqueseacolegaparadescubrirloquesabemosytodoeso.

—Puede que lo haya hecho hace rato. Solo tenemos pinchado su coche, no sumóvil.

—Incorrecto.LacabezadePavliksevuelvehaciaella.—¿Sinorden?—¿Desdecuándoestanremilgado?—¿Quéhahechocon lamujerquehasta ayerdormía en sábanasbordadas con

párrafoslegales?—Devezencuandohayquecambiarlassábanas.Empiezaahacerfríoenelcoche.Unamarchamenos,gasafondo,unamarchamás.—ConozcoaKvistdesdehacecuatrosemanas—comentaella—.Enlaoperación

contra los rumanossalióaatacarmientras leestabandisparando.Considerandosusactos,podríacreersequeestáempeñadoenmorir.Parasersincera,habíapensadoentrasladarlo.

Pavlik frena con brusquedad porque delante de ellos un volquete se pone aadelantarsinintermitente.Castigalabocinacomosiconellopudierahacercallarasujefa.

—Llamarlo «bomba de relojería» sería un eufemismo—sigue diciendo ella—.Parecequeempezóhacecincoaños.DespuésdelodeBarcelona.

—«Sería»,«si»,«pareceque»,«podríacreerse»—gruñePavlik.—Siella significa tantoparaél, ¿porquénoestáhaciendonadaparadescubrir

algo?Vaencontradesunaturaleza.—Yustedseestáandandoconrodeos,yesovaencontradesunaturaleza.—¿Confíaenél?—Eramiamigo.—Esonoesunarespuesta.Demirci tiene que sujetarse en el asidero porquePavlik hace derrapar el coche


parameterse enun aparcamiento.Encuanto lodetiene se apea.Ella sale conél alviento gélido por el que la luna llena cabalga sobre jirones de nubes. Pavlik seenciendeunLuckyconelmecheroapruebadevientosinofrecerleelpaqueteaella.

—Lo conoce desde hace cuatro semanas. Yo, desde hace trece años. Nuncademostrómiedo, tampoco antes deBarcelona. Pregúntele amimujer.Y ella no losoporta.

—Soloél, JennyAaronyHolmestuvieronallí.Vamos,Pavlik,nomedigaqueustedtambiéncreequefueunacobarde.

—Nuestrocódigonoexigequeunosesacrifique.—Sí,lohace.Ylosabe.—Susiguientefrasecaecomounmeteoritodelcieloy

abre un cráter entre ambos—: ¿Nunca ha pensado en la posibilidad de que KvistquisierahacernegociosconHolm?

—Antessecongelaríaelinfierno—leescupePavlik.Peroelcigarrillolesabeaunrecuerdoqueélhabíaencerradoenunacajafuerte.TresmesesdespuésdeBarcelona,elpadredeAaronquisohablarconButzycon

Pavlik,peronoporteléfono.VolaronaSanktAugustin,JörgAaronlessirvióunbuentragoylescontóloquehabíahechoKvistenAfganistán.Queensuinteriorguardabauna iraque era comounabala.Que lo creía capazde cualquier cosa.Pavlikquisoobjetaralgo,pero¿quépodíaaducir?Amistad,lealtad,sentidocomún.JörgAaronnopensabaenesostérminos.Paraélsetratabadeunaecuacióncontresincógnitas:elsupuesto soplo había llegado del supuesto informador de Kvist; Kvist habíaestablecidoelcontactoconHolm;KvistsehabíavistoconélenBrujasasolas.

Butzborróesaecuaciónycompusootra:eseinformadorexistíaysiemprehabíasidofiable;despuésdelencuentroenBrujas,KvistnohabíaquedadoconvencidodequeHolmtuvieraelChagall,yaquenolediomáspruebaqueunafotografía;LissekloconsultóconlaalmohadaydioelOK.

«Jennyqueríallevarunarma.Kvistseloquitódelacabeza»,dijoJörgAaron.«Tomamosdecisiones.Algunasnosoncorrectas»,repusoPavlik.Enlabotelladewhiskyyasoloquedabaundedo.ElpadredeAaronlorepartió

entrelosvasos.«MeloregalóelministrodelInteriorcuandomeretiré.Heconocidoa muchos hombres valientes. Ninguno ha sido tan valiente como mi hija. Nodescansaréhastaconocerlaverdad».

Quisolevantarsuvaso,peroselecayódelamanoyantesdequeseestrellaraenelsueloélyaestabamuerto.PavliknoolvidarájamáslashorasquepasaronButzyélsinsercapacesdellamaraAaron.Cómomiraronentoncesporlaventanaylavieronllegarporlaaceraconelbastón.Cómobajaroncorriendoparaalcanzarlapuertadeljardínantesquelosdelafunerariaconelcadáver.CómoasióButzlamanodeAaronysusurró:«Losientomucho».CómoPavlikviosuslágrimasynoconsiguiódecirniunapalabra,nosoportóeldolordeella,yButzcomprendióquenoqueríadecirlequeestabaallí.Cómose escabulló, comosinuncahubiera estadoenesa casa, comosinuncahubieralloradoesamuerteconella.


ElvientoapagaelpitillodePavlik.Lacolillaseadhierehúmedayamargaasuslabiosexangües.

—Demeunsoloargumento—diceDemirci.—Laama.Yasoloporeso,nopuedeser.—Holmlehabíaaseguradoqueaellanolesucederíanada.—Kvistno.—¿Soloporqueessuamigo?La lunacabalgahaciaunabismonegro.En lamiradadePavlikse reflejanmás

nochessindormirdelasqueellahaconocido.—Yaledijequeenelmostradordelapistaseishayunamuesca.—Sí.—Es de André. Kvist, él y yo: «los tres capos», así nos llamaban los demás.

André se pasó al otro bando.Kvist lo localizó y lomató. Porque yo no fui capaz.Ningúnamigomehahechomayorserviciojamás.

CuandoDemircivuelveaencontrarpalabras,dice:—LollamaAndré.Ynoporsuapellido.LacolillavueladelabocadePavlik.—Élloqueríaasí.Decía:«Simeretiro,noquieroquenadiehagacomosiapenas

me hubiera conocido». Pero fue justo así. Acabo de pronunciar su nombre porprimeravezenseisaños.

Bosch ya no sabe cuándo ha examinado Holm el valle con las gafas de visiónnocturnayhaescogidoesagranjaapartada;perosísabequeélmiróalcieloestandofrentea lacasadesucuñadayque,muchosañosantes,oyóasumadredecir:«ElniñoDioshacegalletas».Yanosabesi todavíacaíanievecuandohanbajadode lacamionetaenlagranjayHolmleshaordenadoasuhermanoyaélqueentraranenlacasaconesamujeralaqueselehacaídouncubodelantedelestablo,paraversideverdadestabasola;perosísabequeteníaundolordecabezahorriblecuandollamóacasadesucuñada,quesehabíapuestoel trajebueno,que llevabaenunamanounramode floresy en la otra un camióndebomberosparaElias.Yano sabe enquéhabitacioneshanmiradoSaschayél,quémuebleshabíaallí,aquéolía;perosísabequeenlaescaleradesucuñadahabíaunabombillaqueparpadeabayqueéloyóeltictacdesureloj,aunquenohacetictac.Yanosabesilamujerdelcubohadichoohecho algo que lo ha puesto furioso; pero sí sabe que su cuñada enseguida quisovolveracerrarlapuertayqueélsedejóllevarporunarrebatoylaapartóaunladocomosifueraunatelaraña.Yanosabecómohaacabadolamujertiradaenelsuelodelacocina,encogida,gimiendo,niporquétieneél lasmanoscerradasenpuñosylearden,mientrasSaschaestáapoyadoenelfregaderoconuncigarrilloyunasonrisa;perosísabequequeríahablarconSimone,decirlequeprontotodosearreglaría,sabequeEliasnisiquieramiróelcamióndebomberos,quellorabayseapartabadeél.No


sabeporquélamujerdelcuboestáahoraenotrorincónniporquélesangralanariz.DerepenteHolmentraenlahabitaciónylolanzaporlosairescomosifueraun

avión de papel. Antes de que Bosch pierda la consciencia, ve que Aaron busca atientasalamujer,searrodilla,laestrechacontrasí,ysabequebajólamiradahaciaSimoneyElias,queestabancallados,quesucuñadagritabayqueaélesoloestabavolviendoloco,yqueselehabíaparadoelreloj.Perocómollegóaesepunto,esonolosabe.

Aaronacariciaelpeloconolorajabóndelamujer.—Notengamiedo,noleharánnadamás.Lamujersetranquilizapocoapoco.«Ahorasoyresponsabledeella».Aaronrespiraentrecortadamente.—¿Puedemoverse?—Creo…que…sí—oyequesollozalamujer.Despuésdecadapalabradejauna

pausaqueenlaanteriorvidadeAaronhabríasidolobastantelargaparadesmontarlaBrowning.

Bosch se lamenta.Aaron ayuda a lamujer a incorporarse.No le han atado lasmanos,perocasinotienefuerzasparasostenerseenpie.

—Guardaelarma—leordenaHolmasuhermano.—¿Quévamosahacerconella?—replicaOjosdeFicha.Aaronvuelveelrostrohaciaél.—Comolehaganalgo,nomoveréniundedoparalasnuevasnegociaciones.—Yalocreoqueloharás.Tengounpardeideaspensadas.Enesemismoinstantesunarizpercibeelolor.—Québien—comentaHolm—.Tieneustedunacamelia.Aaronsostienealamujer.Esdelgada,todavíanomuymayor.—¿Dóndeestásumarido?—preguntaHolm.—CazandoenPolonia.Conunamigo.—Estavezlassílabasseleatropellantanto

quecasibalbucea.—¿Cuándoregresa?—Pasadomañana.AaronimaginalamiradadeHolm,sucertezadequelamujernolemiente.—¿Tienealgúnarmaenlacasa?—Enelcuartodelacaza.—Noesmásqueunlastre—sueltaOjosdeFicha.—¿Lallamaráestanoche?—No,teníannochedehombres.—¿Alguienmás?—No.


—¿Esperavisita?—No.Aaronoyeelgolpeteodeuncontadordegas.Ungrifoquegotea.Elquemadorde

uncalentadorqueseenciende.Alolejos,untren.—QuédateconlaseñoraAaron—diceHolm—.Comoletoquesunpelo,cavarás

tupropiafosadetrásdelacasa.—Apartaalamujerdeellayselallevaconsigo.Algoseestrellaenelsuelo.—Hazalgodecomer,zorra.Aaron se arrodilla, reúne ollas, sartenes, cucharones y los golpea unos contra

otros armando escándalo mientras Ojos de Ficha sigue tirando cosas sobre lasbaldosasysedivierteconloquetomaporsutorpeza.

—Lapolicíaciegajugandoalagallinitaciega.¡Guarra!Holmregresa.—Hasta el último animal del establo, hasta el último gusano de unmontón de

estiércolesmáslistoquetú.Acabasdepermitirleexplorarlazona.

Lacarreterapasavolandobajo los faros.Uncamiónqueesparcegravavadejandoanteellosunavíalenta,despuéslovenporelespejoretrovisoryalfinaldesapareceenunacurvacerrada.Pavlikvaatodavelocidadporesapistadehieloqueatraviesaunabóvedade árboles; el coche sigue el carril como si semoviera sobre raíles.Sifuera un día de verano disfrutaría del paisaje, que se extendería hacia las lejanascolinasdifusascadavezqueseabrieraelfollaje;conduciríahaciaunsolenormeconla visera del casco levantada, el viento en la cara, su cuerpo fundido con suHayabusa,lasnubescomounespejoenelcristal;saldríadisparadohacialascurvascerradas que hay tras el elevador de barcos, rozaría el asfalto con las rodilleras,perderíaeltiempo.

Demirciyélnohancruzadoniunasolapalabradesdeelaparcamiento.Noesunsilencioqueespereaverquiéneselprimeroenromperloyreconozcaconelloquenotenía razón. Tampoco es un silencio que pueda terminarse con una fórmula decortesía,uncomentariosobreel tiempooalgunaotra tonteríaparazanjarelasuntosintenerquegastarmássalivaenello.Noesdeesossilencios.Kvisteselmotivodeesesilencio.LoquehadichoDemircinopuederetirarseporqueerajustamenteloquequeríadecirycualquierdisculpaseríafalsa.Unafrasehacaídodelanaday,mientrasnopuedacorroborarseorefutarsesucerteza,elcráterquehaabiertoseguiráahí.

Llegan al pueblo. En las ventanas de la casa de Manfred Germer todavíaparpadeanlaslucesdeNavidad.SantaClausríeenuntrineoverdeneón,unrenohaperdidolacornamenta.Germerlesabreencuantollamanaltimbre.Sesientanenlasaladeestardeestiloalemánantiguo.Esuntipogordoqueirradiacamaradería,unodeesosqueseencuentranenlasfiestasconcompeticionesdetirooenloscampings,yquesindudasonelconfortpersonificado,divertidos;ahora,unmanojodenervios.


Sumujer,bajitayregordeta,conunosojosquevuelanraudosentrebolsasdegrasa,lespreguntasilesapetecebeberalgo.¿Ounbocadillo,quizá?No,gracias.Lamujercierralapuertasinhacerruido.

—¿Quéclasedehombresson?—Hombrespeligrosos—dicePavlik—.Conesodeberíabastarle.—DescríbanosalpilotoquehaalquiladoelCessna—pideDemirci.—Esunpilotoconexperiencia,esosenota.Examinóelaviónyenseguidasedio

cuentadequehabíaunaválvulaqueperdía. Ibamuya lo suyo.Lehiceunchiste,perosolofingióquesereía.

—¿Quénombreledio?—MartinPetzold.—¿Presentópapelesdelosdemáspasajeros?—Copiasdesudocumentación.HansBreueryUweAskamp.DemircimiraaPavlik.«BreueryAskamp.LoqueHolmentiendeporsentidodelhumor».—¿Yelalquilereraparadosdías?—preguntaPavlik.—Sí, una excursión de hombres, comentó. Sucede amenudo,me pareciómuy

normal.—Seguroqueledejóalgúnnúmerodeteléfono.—Nuncahabíavistounnúmeroasí.Dediecinuevecifras.Medijoquese ibaa

viviralextranjero.—¿Leparecióestresadocuandoaplazóelvuelo?—Hmmm.Porelmóvilfuebastanteescueto.—¿Cómosabeque llamabadesdeunmóvil?¿Leaparecióelnúmero?—quiere

saberDemirci.—No,peropasóuncochepatrullaconlassirenaspuestasporallícerca.Bueno,

tambiénesposiblequetuvieralaventanaabierta.—¿Exactamentecuándofueeso?—preguntaPavlikconbrusquedad.—A las cuatromenos diecisieteminutos.Me tomé lamolestia de comprobarlo

despuésdehablarporteléfonoconsuscompañeros.PavlikllamaaMajowskialacentraldeoperaciones.Quieresaberenquélugarde

Brandeburgohubocochespatrullaconprivilegiosdecirculaciónaesahora.Esperasincolgar.

—¿Cuálseráelprocedimientodemañana?—inquiereDemirci.—Ibaallamartempranoparadecirmeaquéhoradespegarán.Doshorasantesdel

despeguerealizarélascomprobacionesconél.—Loreemplazaremosporunodenuestroshombres.Germerquiereasentir,perosubarbillasequedasuspendidaamediocaminoyya

no vuelve a levantarse.Demirci ve que hay un pensamiento que lo importuna.Unhombrelehaalquiladounaviónbajounnombrefalso,paraélyparaotrosdosconnombresfalsos.SeguroqueGermerhaescuchadolaradioesatarde,eneldespachoo


enel trayectodevueltaacasa.Han informadodel secuestrodeunautocar,deunatomaderehenesenBerlín.Treshombreshanescapado,segúnhandicho,decididosacualquier cosa. Piensa en sumujer; en el vestíbulo están las botas de sus hijos. Siahoradijera:«Nohayproblema»,estanochedormiría.

—Peroesonopodráser,¿verdad?—señalaDemirci.Quiereasentirynegarconlacabezaalavez,haceunsegundointentoyvuelvea

fracasar.—Lehedichoquemañanaestaréyo,cuentaconencontrarmeallí.—Yaldecirlo

tuercelamiradahacialapuerta,comosisupieraquesumujerestáescuchandotrasella.

—¿Tieneunplanodelaeródromo?—preguntaPavlik.—Unmomento.—Germerselevantaysale.—Dos horas antes —susurra Demirci—. Seguramente Bosch irá solo y los

hermanosllegaránjustoantesdedespegar.—Sí. Tenemos que atraparlo vivo y conseguir que nos diga dónde están

escondidos.Eslaúnicaoportunidad.Losdospiensanlomismo:siesqueAarontodavíavive.Majowskiinforma.—A esa hora solo hubo una patrulla con privilegios de circulación. En

Freienhagen.—Pocoantesde launaymedia ibanporWannsee.Nohabrían tardadomásde

unahoralargaenllegarhastaallí.—Ya lo hemos comprobado. Justo pasado el término municipal ha habido un

accidentegraveenlaautopista.Unatascoenorme,noseharecuperadolanormalidadhasta las tres. Los chicos están a punto de llegar, ¿dónde quieres encontrarte conellos?

—Ya se lo diré.Que esperen.—Pavlik cuelga—.Estaban pasadoOranienburg,esoquedadecaminohaciaFinow—letransmiteaDemirci.

—Podríamosenviaraagentes.—Haceya tiempoquenoestán allí.Si fueraHolm, escogeríaun refugio como

mucho a diez kilómetros del aeródromo para mañana llegar allí lo más deprisaposible.No,estánenalgúnsitiodeporallícerca.

Asutononoselepodríaponerningúnreparo.Sinembargo,escomosinuncalehubieraofrecidouncigarrillobajolosglobosdelafiesta,comosinohubieseexistidointimidadentreelloscuandoellalehablódesumadre,nilagratituddePavlikporlamanodeDemirci,queaferró la suyacon fervor,ni ladeella alverloayudara loshombresallorarlamuertedeloscompañerosporqueellanohabíaencontradotiempo—no,nohabía sidocapaz—,ni los cuidadosde ellani los consejosde él, que tanvaliosos le resultaban. Todo eso parece perdido de pronto, como si nunca hubieseexistido,comosiélvolvieraaseraquelhombrequeeldíaenqueellaempezóenelserviciopasódelargosinmirarla,sinhacercasodesusonrisa;yella, lamujerque


ocultabaque eso la habíaherido.Losdos sienten la pérdiday sabenque las cosaspodríanquedarseasíparasiempre.

Germer regresa, extiende un plano y les describe el que es el último lugar delmundodondequerríaestarmañana;cadapasadaquehaceconeldedoesunahorasindormir.

—Solohaydosedificiospequeños.Estoeselaparcamiento.Poraquíseentraamidespacho,dondehayqueaguantarelpapeleo.Luegoporestepasillosesalealaspistas.Elaviónestáaparcadoaquí.

—¿Eneldespachohayalguienmásapartedeusted?—No.Solotenemosunescritorio.Esotambiénlosabeél,porquehaestadoallí.

—La tensión hace que la respiración de Germer se acorte; se apresura con laspalabras. Su dedo se mueve como por sí solo de vuelta al aparcamiento—. Aquíestaríabien,¿no?

No.Seríalapeoropciónimaginable.Boschestaráextremadamentenerviosoantesydespuésdebajardelcoche;siesperaunataque,seráahí.Y,siseproduceuntiroteo,elpeligrodematarloseríademasiadogrande.Sinembargo,siyaestádentroytodoparecenormalserelajaráunpoco.Eseeselmomento.

Pavlik se levanta y se acuclilla frente a un aparador en el que ocupa un lugarprominentelamaquetadeunaviónantiguoconidentificaciónjaponesa.

—Quémaravilla.¿Lohahechousted?PorunosinstanteselorgullodeGermerleganalapartidaalmiedo.—Cientonoventayunahorasdetrabajo.Cadapiezatalladaylacadapormí.El

trendeaterrizajepuederecogerse.—¿Deverdad?¿Ycómosehace?Germer se lo enseña mientras Pavlik pregunta un «¿Me deja intentarlo?» y

Demircilosobserva:dosniñosgrandesjuntos.Sinosupieraqueesimposible,podríapensarquePavliksehaolvidadodeporquéestánahí.

—¿Quéclasedeaviónes?—UnYokosukaOhka,seutilizabasoloparavueloskamikazes.—Seguroqueparaalgoasíhacefaltamuchapaciencia.—Yunamanotranquila.Pavliksonríe.—¿Qué cree usted, señorGermer? ¿Será alguien capaz de algo así también lo

bastante templado comopara saludar a nuestrohombre, hacerque firmeunpar dedocumentosypedirlequeseadelanteélsoloalapistaderodaje,porquejustoenesemomentosuenaelteléfonoytienequesolventarunasuntobreve?

Germerselopiensa.Lasonrisaforzadanolellegaalacomisuradeloslabios.—Talvez.

Cuandosalende la carreteraparameterseporunapista,Pavlikapaga los faros.El


viento ha amainado, la luna flota entre nubes tranquilas comouna vejiga de cerdoinflada.Suluztiñelanievedeunazulpálidoycentelleaenlasramasdelosarbustosque rozan el coche. Los hombres se han reunido allí unos minutos antes; lasfurgonetas Ford están aparcadas debajo de los árboles, camufladas por redes,invisiblesacincuentametros.

Seponendeacuerdosinpalabras;Pavliksaca lasgafasdevisiónnocturnaysearrastrahaciaKemper,que,tambiénequipado,sedeslizahaciaelaeródromodesdeloaltodelacolina.Lotienenantesí,unbodegónverdepixeladoyrodeadodepanelessolaresqueserecuestancontralasestribacionesdelapendientecomolasterrazasdeunarrozalnevado.En laGuerraFríahabíaallí estacionadoun regimientodecazassoviético,latorretodavíasemantieneenpie.Losfornidoshangaresdelosavionesdecombate se construyeron para sobrevivir a la eternidad. Ante ellos, avionesabandonados;unmuseoquePavlikvisitóunavezconlosgemelos.SeapretujaronlosdosenunMiGyjugaronacombatesaéreosmientrasélpensabaqueaquelloeraelmundoreal,sumundo,peronoeldelospadresdelosdemásniñosqueveíaporallí.

Elaeródromodeportivoycomercialquedaalnortedeese.Dosedificiosplanos.Elhangar cerradoes lobastantegrandeparaunGulfstream,peroahoraestávacío,segúnlehadichoGermeraPavlik.Antelaspistashaytresavionesdehélices.

—¿Cuáles?—ElCessna.—¿Coneldepósitolleno?—Sí.—ParaHolmdebedesermuytentador.¿Porquéesperaramañana?Yopillaríael

aviónestamismanoche.—Selepasaráporlacabeza.—Loshangaresmilitaresseríanunbuenesconditeparaél.—Loscomprobaremos.Solovenelaparcamientoamedias.—Noesóptimo—murmuraKemper—.Desde lacolinadeenfrente tendríamos

mejorvisión.—Losé—replicaPavliksinningunaintencióndeexplicarsudecisión.Kemperlodejaahí,conoceaPavlikdesdehacesuficientetiempo.Enelaladela

oficinaseapaganlasluces.Pocodespuéssemarchandoscoches.Ellossequitanlasgafasdevisiónnocturna.Pavlikquiereregresarconlosdemás,peroKemperleponeunamanoenelbrazo.

—¿CómoesqueestánsiguiendoaKvist?—Rutina.—Túnuncahacesnadaporrutina.—¿Tesuponealgúnproblema?—EnÁmsterdammesacódelagujero.Siempreseadelantaatodo.Esuntíolegal

ytúlohasdejadocaerconunarapidezpasmosa,joder.Nosoyelúnicoquelopiensa.


—¿Desdecuándotenemosunademocracia?—¿Desdecuándotededicasajoderauncompañero?PavlikagarraaKemperdelamuñeca.Sabequeunapalabramásloconvertiráen

un hombre que nunca ha querido ser y que nunca ha sido. Lo sabe desde que hapisadoelaceleradorafondoenlaautopistayhasentidolofinoqueeraelsuelodelcoche,yquenoeraélquienibaatodavelocidadsobreelasfalto,sinoelasfaltobajoél.Tienelosojosnegroscomoelónice.

—Seguirásiendomiamigocuandohagatiempoquevosotroslohayáisolvidado—susurra.

SumanosientecómobombealasangredeKemper.Entreellosflotaunanubedealiento; los dos siguen viendo las palabras cuando ya hace un rato que se handesvanecido.

Kemperasienteconlacabeza.Lohacomprendido.Los ojos de Pavlik cambian muy despacio de color; al principio solo es un

destellosobreunabismo,elpresentimientodeunaluzlejana,despuésadoptanelgrisrotodelasnubes.PorfinsueltaaKemper.

Lanubedealientosedispersa.JuntoaunaFord,PavliksellevaaDemirciaparte.—¿Deverdadquierequedarseaquí?Loquenodicees:«Seríamejorquedurantelaspróximashorasnosquitáramosel

unodelcaminodelotro».—Midecisiónesfirme.Loquenodiceellaes:«Losdostendremosquevivirconesafrase».Todos se visten con monos blancos sucios, se cubren la cara con pintura de

camuflaje.Pavlikdistribuye losequipos,cadaunodedoshombres:en loaltode latorre,enlapista,enelaparcamiento,enelaladeoficinas.DemircivaalhangarconlosdeTécnica.

—Krupp,Nowak,conmigo.Echaremosunvistazo.Seponencascosygafasdevisiónnocturnaysecarganelequipoalhombro.Se

deslizansinhacerruidocuestaabajo,abrenunagujeroenlavallaysefundenconlosárboles. Pavlik, Krupp y Nowak se separan de los demás. Se sumergen bajo lospanelessolaresjustocuandoelvientovuelvealevantarseydespejaelcielo.

Lostécnicosmontanelequipoenelhangar.Krampecompruebalascomunicaciones.—Comando1,altoyclaro.Comando2,altoyclaro.Frickeescupeunaflemaentrelasmatasdelaparcamiento.—Altoyclaroyconunfríodecojones—informa.—Tusdesgraciasnoslapelan—resuenadesdeelcálidointeriordelatorre.SeactivalaconexióndevídeoconelDepartamento.—Sinnovedad—confirmaGrauder.


Sonautomatismos,peroayudanaDemirci a superar laprimeramediahora.LacámaradelcascodePavlikenvíaimágenesmovidasyconmotasverdes.Comprobar,asegurar, seguir. Demirci sabe que no espera encontrarse con Holm. Hay muchosposibles escondites en los alrededores; edificios apartados, granjas, la espesura delbosque.Cualquiera de ellos esmejor que el aeródromo.Pavlik solo inspecciona elterrenoporqueleconcedeatenciónhastaaunaprobabilidaddeununoporciento.

LajefamiraaKrampe.Estásentadoantesusmonitoresconlosojoscerradosysiguelospocospensamientossusurradosporlosdemás.Ellahaaprendidoavalorarsusilencioysuprofesionalidad.ConKrampesepuedecontar,siempreencuentraunasoluciónpara todos losproblemas técnicos.Loshombres lo tratan con solidaridad,perosedirigenaélporsunombredepila.Nosepresentaríandenocheantesupuerta,no vomitarían con él ni se emborracharían con él después de una operación. Sucamaradería se fundamenta en el segundo que decide sobre la vida y la muerte.Krampe ha sido testigo muchas veces de ese segundo, lo ha percibido como unainspiraciónrápidaenunmicrófonodegarganta,elgritodeunaorden,elecodeundisparo,unalaridoeneléter.Aunasí,nosabenadadetodoeso.

Ríeenvozbajaparasí,talvezporqueFrickehacontadounchiste.Demirciledaunosgolpecitosenelhombro.Krampeselevantaelauriculardeladerecha.

—¿Cuántollevaustedconnosotros?—Ochoaños.—EntoncesconocióaAndré.El silencio de Krampe podría pelarse como una cebolla y debajo siempre

apareceríaunnuevosilencio.—¿Cómoseapellidaba?Krampeinspiraelsilencioylovuelveaexhalar.—¿Quépartedelapreguntanohaentendido?—Neubauer.—¿Quéclasedehombreera?—PregúnteleaPavlik.—Selopreguntoausted.Krampe mira a sus dos compañeros. Están sentados al fondo del hangar, uno

mediodormido,elotrotoqueteandoelmóvil;ningunodelosdoslesprestaatenciónaDemirciyaél.Sepiensalarespuestacomosinofueratanfácilcomoenrealidades.

Alcabodeunaeternidadcontestaenvozbaja,ronca,triste:—Era un cabrón de puta madre. Todos querían ser amigos suyos, pero solo

Pavlik,Kvistyéleranlostrescapos.Andrénoteníafamilia.IgualqueKvist.Talvezfueraeso.Habíaalgoenélquelehacíacaerbien.ComoPavlik…,aunqueéltambiéntieneotrasfacetas.Yunarisaquesentabamuybien.Unavezmedijo:«Asítendríaisquerecordarme,comoeltipoalquelegustabareír».Fuimostodosasuentierro.Antesutumbajurénovolverapensarenél.Eselúnicocuyonombrenoestáenlaplaca.

—¿Quéocurrió?


—Empezó a retraerse. Ya no hablaba ni reía, y se cabreaba por cualquierchorrada.Nisiquieraveníaa lasbarbacoasdeLissek.En lagaleríade tiro la tomócon uno de los chicos. No sé con quién, me enteré de casualidad. —Krampe seinterrumpe—.Casinuncaestoypresentecuandoellos tienenqueaclararalgo.Solomeencargodelatécnica.

—Esoesigualdeimportantequetodolodemás—leayudaDemirci.—Puede.Además,daigual.—¿Ydespués?—Ni siquiera Pavlik se acercaba ya a él. Y Aaron tampoco. Se tenían cariño,

AaronyAndré,peronadasexual.Losdoslehabíanescupidoalamuertealacara,seguramenteeraporeso.—Denuevolefaltanlaspalabras—.Andrésehabíallevadodinero falso. Kvist lo descubrió. Pavlik no quería creerlo. Entraron en su pisomientrasAndréestabaenunaoperaciónencubiertaenPraga.Bajo los tablonesdelsueloencontraroncienmil eurosenbilletes falsificados.Lissekpensóenordenarlequeregresaraconalgúnpretexto,soloquenohabíaningunoquenolehubierahechosospechar.Así que envió aPavlik y aKvist aPragapara que se ocuparande ello.Pero Pavlik se emborrachó. Kvist subió solo al coche sin que Lissek lo supiera.Andrésiemprequisohacerunasalidaportodoloalto.Yloconsiguió.SuspendieronaKvisttressemanas.

—¿HubotestigosenPraga?Krampeseencogedehombros.—LosdeAsuntosInternosnohabríancerradoelexpedientesinohubieseestado

clarocomoelagua.—Talvezsololesfaltabanpruebas.—¿Dequé?—Eso,¿dequé?—oyeDemircitrasdesí.Sevuelve.PavlikharegresadoconKruppyNowak.Conunamiradasuyabasta

paraqueClausKrampevuelvaacolocarseenseguidaelauricular.Lostreshombresestánfirmescomounapared.—SeñorPavlik,essuamigoyesolorespeto,peronodeberíamosdejarnosllevar

porlossentimientos.—Entendido—replicaélcon frialdad—.AaronabandonóaKvistenBarcelona

porquesabíaque,sino,moriríanambos.Esossonloshechos,ysonincontestables.QueseentregaraaHolmnohasidodecisióndeKvist,sinodeellamisma.Esposiblequeseausteddelaopinióndequelosciegosnopuedendecidirsobresupropiavidasoloporquedependendelaayudadelosdemás.Yoloveodeotraforma.¿Mehablade respeto?Entonces tambiényo loharé.Kvistha respetado suvoluntad.Era algoqueellapodíaexigirle.

—Entonces,¿porquélohadestrozadousteddespués?¿Yquémedicedel45quesehabríametidoenlaboca?

—Hetenidotiempoparapensarlo.


—¿YlodeAndré?—Juzgarsobreesonoescosasuya.Noloconoció.Noestuvojuntoasutumba.

NolloróconKvist.Dehaberhabidomássilencio,sehabríaoídocómofueraempezabaanevarotra

vez.Demircisacasumóvil.—Helmchen,necesitoelinformedeAsuntosInternossobreAndréNeubauer.—

MiraaPavlikdehitoenhito—.Soyconscientede lahoraquees.Hagaquevengaalguiendesucasa.

Pavlik damedia vuelta. El agotamiento se arrastra como una sombra sobre surostro.Lapreguntaquesehaceasímismoconstantemente,laquelodesmoralizayloatormentadíaynochecomosiestuvieratatuadasobresupieldesdehacesemanas,lapreguntadeporquéconoceelnombredeEvaAskamp,sehavueltoyatanlacerante,tan martirizante, que consigue extinguir cualquier otro pensamiento como unamigraña.


—

30

Yadeniñosnosgustábamos.Éleraunsalvajeconlasrodillasrasguñadas,untirachinasychocolatealrededorde laboca.EsoeraenKleinhüneroda,enTuringia,unpardecasassueltasquehayquerebuscarenelmapa.Yosoydeloeste,deFürth,seguroquesemenota,porqueelacentodeFranconiasepegamásqueelchicle,quedecía siempre mi padre. Teníamos parientes en Turingia y por eso todas lasvacacionesdeveranopasábamostressemanasallí.Klausmeenseñóasilbarconlosdedos y a cazar ranas; ya entonces llevaba la caza en la sangre. En el criadero decarpasmediomiprimerbeso.Entoncesteníamosochoaños,perotodavíarecuerdoperfectamentequesabíaachocolateconvainilla.

Holmhasacadotodosloscacharrosdeldiminutocuartotrasteroantesdeempujarahí dentro aAaron y a lamujer y dejarlas encerradas. Entre las paredes desnudasquedatanpocositioquesolocabensentadaslaunapegadaalaotra,conlaspiernasdobladasylasmanosatadasenelregazo.Aaronsienteeltemblordelamujerenelhombro.Solohacontestadoaunadesuspreguntas:quesellamaVera.Aaronconocedoscomportamientosenlaspersonasquemiranalamuertealacaraporprimeravez.Unosnoconsiguendecirpalabra;elmiedolescierralaboca.Otroshablansinparar,repasan su vida, quieren explicar quiénes son mientras todavía haya alguien paraescucharlos, mientras todavía tengan voz. De nada sirve interrumpirlos niconsolarlos.Tienenquehablarhastaagotarse.

Así que no le quedamás que esperar, atrapada por un único pensamiento. Unúnicodescubrimiento.Unaúnicaverdad.

«IliaNikulin».«ÉlseconvirtióenelpadrequeHolmbuscaba».«Yyofuilaculpabledesusuicidio».Verasueltaunhipo.—Condiecisieteodieciochoañosmefuidevacacionespormicuenta.Tiendasde

campañaconamigos,Interrail,ParísyRoma;todavíaahoramegustaviajar.Nosupenadamás de Klaus y tampoco pensaba en él, no éramosmás que unos niños. Yosiemprequiseseractriz.Notengodemasiadaautoestima,mimadremeinculcódesdemuy pequeña que no soy nada del otro mundo, pero me presenté a la EscuelaSuperiordeArtedeBerlín.Ymeaceptaron.Puedequeaduraspenas,pero¡quémásdaba!Mispadressequedaronboquiabiertos.Yomecoloquédelantedelespejoymedije:«TeconvertirásenunaMerylStreep.¡OporlomenosenunaCher!».

«¿CómosabíaHolmdemirelaciónconNikulin?¿Desdecuándo?».«¿YaenBarcelona?Sí,yaallí».Denuevolovedándolelamano.«Porustedhabríaesperadotodavíadosminutos

más».Yaentoncesestabaensumirada.Laprofundasatisfacciónde tenerlapor finanteél.


«NohacastigadoasuhermanoconcincoañosdecárcelporqueRubénpudierahacerlallamadadesocorro.YoestabaenlatrampaySaschamedejóescapar.Soloporeso».

«Pero¿porquénomematóeneltúnel?».«Porque no podía huir de él.Me dejó ciega, y ese solo era el principio demi

castigo,ellimbo,laantesaladelosinfiernos».«¿Enquéinfiernomeencuentroahora?».«Enelinfiernodelamemoria».EnelcochehacitadoaDante:«Nohaymayordolorqueelderecordarunaépoca

felizcuandounoestáenlamiseria».Quégranverdad.EnlabibliotecadeAaronsevaabriendounapuertatrasotra.Sinembargo,nolesuponelafelicidadqueellahabíaesperado, porque lo que recupera se ha acabado para siempre. Cómo se arruga lanarizdeSandracuandoríe,lacaradepilloconlaquePavlikpescaalgodelacazuela,lalenguadeMarlowe,contemplaraNikocuandoduerme.«Lalelu—oyelananadelacajademúsicaqueleregalósupadre—.Vieneelhombredelossueñosyapagalaluz.Buscaunsueñoensusacoparaunniñocomotú».Enel«paraunniño»seoyeunpequeñosalto.

«¿CuántosinfiernoshayenlaDivinacomedia?¿Ocho,nueve,diez?Y,después,elpurgatorioenelquesehacepenitencia».

Esterriblementedifícilirenlazandopensamientos.Uninstructorledijounavez:«Lallevaréhastasulímite.Y,cuandolohayaalcanzado,lallevaréaunlímitedelquetodavíanosabenada».FrickeyAndréeranaquienesmejorselesdabareprimirelsueño.

Teníansusmétodos.Ideaban,porejemplo,equipamientoespecialparacochesdeensueñoquesecompraríansifueranricos.Olosinsultosmásdescabellados:«¡Ojaláte salga sarna en los cojones y se te giren todos los dedos para que no puedasrascarte!». O hacían listas de localidades a las que jamás irían: la pequeña aldeaaustríacadeFucking,nomuy lejosdePölla, tambiénenAustriayamediocaminohaciaMikulov, ya en la República Checa, o las ciudades de Bastardo y Cornuda,ambasenItalia.AunqueloquemenoslesapetecíaeraquelosmandaranaKagar,nomuylejosdeBerlín.UnavezAndréenumeróatodosloshombresfeosconmujeresguapasdelaA—deAristótelesOnassis—alaZ—deZorobabel,untipodelaBiblia—;AndréjurabayperjurabaqueZorobabelteníaverrugasperosellevabaatodaslasmujeres.Tardeotempranounosedespertabadelarisa.

Verahablayhablasinparar.—Prontomedicuentadequeotros teníanmás talento,noestoyciega.Perdón.

Eradifícilconseguirquemecontrataran,puedequetambiénpormiacento.Peroaunasínomerendí,alteatroamateurlevalía.Meganabalavidalimpiando,nuncasemecayeron los anillos por eso. Un domingo crucé a Berlín Este con una amiga porprimera vez aunqueya hacía cuatro años que vivía en la ciudad.Una locura, ¿no?Peroahoravienelobueno:enlaisladelosMuseosmedoylavueltaymeencuentro


delanteaKlaus.Nosreconocimosalinstantey,selocreaono,llevabalasrodillasdelosvaquerosdesgarradas.

Aaroncalculaquelacocinaenlaqueha«echadounvistazo»tendráunosveintemetroscuadrados.Fogonesdegas,nadadeinstalacionesmodernas,ellaenseguidaseorientaríaallí.Lacasaesgrande.Treintapasosdesde lapuertade lacocinaporunpasilloyluegoveintealaizquierdahastaeltrasteroenelqueestánsentadas.Selehandormidolaspiernas.Porlomenosunapartedeelladuerme.LacabezadeAaron,encambio,hacecosasextrañas.Unamitadlasientepesadacomounyunque;laotra,tanligeracomosipudieravolar.

—Séquepareceunalocura,peronosmiramosyesofuetodo—explicaVera—.Dieciséisañosdespuésdelbesoenelcriaderodecarpas.Yaéllepasólomismo.

Seguro que cuenta esa historia muchas veces; graciosa, despreocupada, suspalabras son como pelotas que lanza al aire para hacer malabares. Las mismaspalabrasdesiempre,soloqueestavezsuenancomosi todasselecayeranalsuelo.Aunasí,Veratienequeceñirsealtexto,acadagracia,acadagiro,nadadebecambiarsinoquiereperderelequilibrio.

—Nospusimosacharlarcomolocos,yoteníaqueregresaralOesteamedianochecomo muy tarde. Klaus trabajaba en la empresa nacional Robotron. «¡Oye, quehemosdesarrolladoelmicrochipmásgrandedelmundo!»,medijo riendo.Peronoerafeliz.Tressolicitudesdeviajedenegadas,yqueríapresentarunamás.Yojamásmehabríaatrevidoaalgosemejante.MeacompañóalaestacióndeFriedrichstrasse.DelantedelPalaciodelasLágrimas,quesellamabaasíporqueallísellorabamuchoenlasdespedidas,nosdimosunbeso.Fuecomosaborearunbombón.

Cadadosfrasesseinterrumpeporquesientequedeberíaexplicarloconunavozmuydiferente, comohace siempre, y no es capaz.Enseguida continúa farfullando,comosielcorazónfueraaparárseleigualqueunrelojsidejadehablar.

—La cosa fue rapidísima. Entregamos la solicitud para casarnos y nos laautorizaron. Fue una locura, Klaus compró espumoso ucraniano en una tiendaExquisit.AsípasémedioañoyendoyviniendoentreelEsteyelOeste,hastaquenoscasamosenAlexanderplatz.DebajodeunaimagendeErichHonecker.¡SoloconvereltrajedeKlaus!Yoibatodadeblanco.

Aaron escucha el interior de su cabeza. Lamitad izquierda susurra, la derechacalla.TalvezAndré,eseperroloco,tuvierarazón.Estabaconvencidodequelosdoshemisferios del cerebro podían dormir y despertar independientemente el uno delotro, como en los albatros. Y luego decía cosas tan maravillosas como: «EnMontevideohayunhotelenelquesolovivenángeles».

«André,túyyoéramoslapistaseis.Cuántasvecesteoigodarmediainspiración.Pero cuando te llegó la espiración yo no estaba contigo. ¿Qué querías decirme laúltimavez,conesebesoquemedisteenlafrenteyquefueparasiempre?».

—KlausnoseadaptóalOesteyyaestá.Fue…¿Cómolodescribiría?Fuecomotrasplantar una palmera al Polo Norte. Lo único que quería era ir al Oeste, y en


cuantoloconsiguiónoquisomásqueregresar.Soloquenopodíaser.NosabíamosquedosañosdespuéscaeríaelMuro.Amíyanomequedabanfuerzasparaserfuertepor los dos. Nos divorciamos y estuve triste mucho tiempo. Pero la vida siempresigue su curso, y yo tampoco soy de las que se echan a llorar. Conocí a un buenhombre y me casé. No es que fuera una monada, pero a todo el mundo hay queperdonarlealgo,comodigoyosiempre.Nuestrahijaeslomejorquehehechonunca.ViveenInnsbruckyestáembarazadadeseismeses.Voyaserabuela,¿quiénlodiría?Lodeactuarlodejécuandomequedéembarazada.Alcabodeunpardeañossemeocurrió la idea de buscar viejasmáquinas dispensadoras de chicle; no se creería lacantidadquequedantodavíapudriéndoseenalmacenesysótanos.LuegolasvendíaenelmercadillodeDiecisietedeJunio.Noporeldinero,mimarido teníaunbuentrabajo,eraingeniero,sinoporquemedivertíamuchísimo.Puedequelaculpaseademipadre,porloquedecíasobreelacentodeFranconia.

¿CuántodebíadehacerqueHolm tampocodormía?Lanocheanteriornopudopasarlaenlacama.SiguióaAaronalafiesta,alascuatrofuetraselcochedePavlikyaprimerahoradelamañanaestabaenelpisodeEvaAskamp.Aunquequiénsabesinecesitadormirsiquiera.Unokapiduermesolocincominutosaldía.No,Holmnoesunokapi,esundepredador.Losleonesduermenveintehoras,elmundoesinjusto.Talvezseauntiburón.Lostiburonesnuncaduermen.

Veraesunokapi.—Un domingo, alguien preguntó ami espalda cuánto costaba unamáquina de

chiclesqueamímeparecíaunaauténticabelleza.Lahabíadesempolvadodelfondode los estudios cinematográficos Babelsberger; tiene pequeños cosmonautas ycohetespintadosyhayqueecharlediezpeniquesorientales.MedilavueltayantemíestabaKlaus.Losdosnosquedamossinhablaalprincipio.Habíanpasadodiecinueveañosdesdenuestrodivorcioynohabíamosvueltoatenernoticiaselunodelotro.Élseguía viviendo en Berlín, en Friedrichshain, junto a la fuente de los Cuentos deHadas.Teníaunapequeñaempresadetaxisytambiénestabacasado,perosinniños.Lagranjaacababadeheredarladeunatía.Enrealidadélsiemprehabíasoñadoconelcampo,tambiénporlodelacaza.Nosfuimosatomaruncafé.Cuandomecontóquequeríamontaruncriaderodeavestrucesporqueeraelfuturo,amímepareciólomáslógico del mundo. También habría podido contarme que emigraba a la isla deTacatuca, y nome habría importado.Yo pensaba que enmi vida todo iba bien talcomoestaba,enciertaforma.Sinembargo,aliradespedirnosnosbesamosenlugardedarnoslamano,yélsabíaalmejorchocolatedelmundo.Entoncessupequeestavez sí funcionaría.Yél también.Losdosnosdivorciamos,nos trasladamosaquíycriamosavestrucesdesdehaceochoaños.Lamáquinadechicleslatengocolgadaenlacocina.Cualquieradiríaqueloscosmonautasyloscohetesnopeganenuncriaderodeavestruces,peroyocreoquesí.Esosbichossonmuybobalicones,nisiquierasoncapaces de distinguir entre su pienso y una mano. Tendría que verme las manos,seguroquepondríaunosojoscomoplatos;sontontosderemate,porquesiempreme


pican. Pero una cosa está clara: todos los días he sido feliz. Eso no puede decirlomuchagente.

El repentino silenciodespierta aAaronde suduermevela.Seda cuentadequealgosesacudeasulado,dequeVeralloraensilencio.

—Novamosamorir—lesusurra—.¿Dóndeestásumóvil?¿Selohaquitado?—Sí.—¿Yelteléfonofijo?—Enelvestíbulo.Hacortadoelcable.—Lehaenseñadoustedelarmariodelasarmas.¿Quéhahechoconlamunición?—Detrásdelacasa,lahatiradoalestanque—consiguedecirVera.—¿Haymásmuniciónenalgunaotraparte?—No.Nolosé.¿Deverdadesustedpolicía?—Sí.—¿Unaciega?—preguntaVeradudándolo.—Sí.—¿Quéquierenesoshombres?—Dosquierendinero,elotroquierematarme.Elquehaestadoconustedenel

armariodelasarmas.—Perosiyonosoyrica.—Exigiránunrescatepormí.Yosoyvaliosa.Vera,esevidentequeestoestámuy

apartado. Sumarido es cazador. Un tíomío también salía a cazar. Además de losfusiles,siempreguardabaunrevólvercargadoenlacasa,porsiacaso.

—Unrevólvernonossirvedenada.Ustedesciegayyonosédispararlo.—¿Dóndeestáelrevólver?—Noestoyloca,¿sabe?—Tenemos que encontrar una posibilidad de llegar a esa arma. Solo tiene que

dármela,nodispararconella.—Nopiensohacerlo.Yonotendríaningunaoportunidadcontraellos.—Ensuvozperciboqueesustedmuchomásvalientedeloquecree.

DiezcosasvalientesquehahechoAaron:cruzarsolaunacalleporprimeravezestandociegaplantarlecaraalhermanodeunaamigaturcadelcolegioiralacitadeTángercomerenCamboyavolaraMoscúadentrarseenelestanqueelinviernosiguientealamuertedeBenmontarseconPavlikenlaAgustanoabrirlaventanadelhospitaldurantetressemanasnegarleelapretóndemanosaunministrofederaldelInterior


esperaraNikoenSchönefeld

—Perosiustednosabenadademí…—Veravuelveallorar.Aaronnoquiereagobiarla.Seincorporacondificultadparaquelasangrepueda

circular.Tienelospiesdescalzos,congelados.«Holmquierequememantengadespierta.Concentrada».Pegalaorejaalapuertayescucha,oyevocestenuesperonoentiendenada.

Holm observa a su hermano, que hace trizas con cuchillo y tenedor el filete deavestruzquehaencontradoenlaneverayquehafritotanpocoquesololehadadotiempodeponerseunpocogris.Tragalospedazossinhaberlosmasticadobien.Holmsabe que durante cinco años Sascha se ha embutido el rancho de lamisma forma,igualquetodaslascomidasdesdequeloconoce.Silepreguntaraasuhermanoporlascosasquehaechadodemenosenlacárcel,unacomidadecentenohabríaestadoen la lista. Quizá mujeres, armas, alguna casa. Pero Sascha tortura a todas lasmujeres,vacía todos los cargadores,destroza todas las casas. Igualque sedestrozatambiénasímismo.Porqueparaélnoesmásqueun trozodecarneque tienequetragar.

Bosch se come su filete con concentración y paciencia. Lo corta en trozos deexactamenteelmismotamaño.Masticacadabocadoeltiempoquetardaelgrifoenvolver a gotear. Antes del siguiente, parte un trozo de pan. Mientras lo hace,reflexiona.Holmha dicho: «Conseguiremos otros cincomillones». ¿Cómo?Boschnoselopreguntará;apenasseatreveamirarlo.Holmsoloestáahísentado.Siguesupropiotiempo.CuandoBoschlevantalavista,miraaSaschaalosojos.Enellosnoencuentranadaquenosupierahacerato:queSaschalomataráalaprimeraocasión.Cómo se limpia la boca con el dorso de lamano. ¿Podría Boschmedirse con él?Seguroqueno.No tendríani lamenoroportunidad.Aunasí,no le tienemiedo.EsimposibleestarenlamismahabitaciónqueHolmytemeraalguienquenoseaél.

Saschamojapanenlasangredesuplato.—¿Cuánto tiempomás tendremos que estar aquí sentados?—le pregunta a su

hermano.—Esodependedevosotros.—¿Yesoquéquieredecir?—Queenvuestrolugaryoestaríapensandocuálesseránlasexigencias,cuáleslos

términosdelanegociación,dóndeycuándotendrálugarlaentregadeldinero.—¿Oseaqueatiesoyanoteinteresa?—No.Eldineroesvuestro.—Ylodiceelquehaquemadoloscincomillones.—JennyAaronhasalvadohoyaunaclaseenterasacrificándoseasímisma.«La


heroína ciega»: de alguna forma parecida la llamarán losmedios. Es la rehénmásvaliosadetodaAlemania.Tresocincoodiezmillones.Pagaránloquesea.

SaschasesacalaGlockdelacinturilladelpantalónyladirigehacialafrentedeBosch.

—Ynotengoporquécompartirlos.Bosch suelta los cubiertos.Hay una cosa que no lo deja tranquilo.No debería

haberle llevadoaEliasuncamióndebomberos.Talvezunpatinete.Entonces todohabríasidodiferente.

—Bosch,pregúnteleanuestraanfitrionaaquédistanciaestánesostrenesqueseoyen.

EsafrasebastaparaimpedirqueSaschadispare.Boschsale.EstátancontentodeseguirconvidacomolohabríaestadosiSaschahubieseapretadoelgatillo.

—Esonoseríainteligente—diceHolmcuandosequedaasolasconsuhermano—. Lo necesitas para huir. Siempre puedes matarlo después. Aunque no importacuántosmillonestelleves.Tanpocosabríasquéhacerconunocomoconcien.

Sascha sostiene en la mano el arma sin el seguro. Su dedo solo está a unmilímetrodelapresióndedisparo.No,menos.

Unafinísimapelículadesudorestodoloquehayenmedio.Conestremecersebastaría.—Talvezseríasfelizduranteunoodossegundos—dicesuhermanoleyéndoleel

pensamiento—.¿Ydespués?Nisiquierapodríasdisfrutarlo.—¿PorquénopuedoteneraAaron?—¿Por qué quieres vengarte? ¿Por esa mujer con la que te acostabas? ¿Que

estabaembarazadadeti?Lehabríasabiertolabarrigasilohubierassabido.¿PorelhechodequeAarontemetióenlacárcel?Nofueella.Yoteenviéallí.No,solohayunmotivo:porquecaísteensangrentadoanteella,porqueteviotalcomoeres,débil,todavíaelmismoniñoquemesuplicabaquemataraanuestropadre.¿Aquiénodiasmás?¿Aellaoa timismo?Queestéciega tehaexcitadodurantecincoaños,perohoytambiéntehaquitadoalgo.Porquenoestáindefensa.Porqueellaluchamásporsuvidadeloquetújamáshassidocapazdehacer.Esotevuelveloco,tantoquetearrancarías los dedos con los dientes si con ello consiguieras el premio de podermatarla. Pero en tu interior seguiría existiendo elmismo vacío, elmismo odio, elmismo dolor. Porque es a ti a quien quieres matar. Solo así podrás derrotar almonstruodetuinterior.Paraeso,sinembargo,tefaltavalor.Nadateliberarájamás,niunmillardegritosniunocéanodedinero.Yo,porelcontrario,tengomásderechoa mi venganza de lo que puedas imaginar. Puedo terminar algo, y tú no. Puedoobteneralgo,y túno.Puedoquedar liberado.No te lovoyaexplicarporqueno loentenderías,perotenalgoporseguro:micastigoparaAaronsobrepasatucapacidaddeentendimiento.—Selevanta—.Obienmedisparasahoraporlaespalda,ollorashastatutumba.

Holmcaminahacialapuerta.


Sascha apunta a su hermano con laGlock, cierra los ojos y oye el disparo.Vecómo se desploma, ve que todavía quiere decirle algo, baja la mirada hacia él,disfrutadelasangrequelebrotadelaboca,sonríe,dejaqueseahoguedespacioensupropiasangre.

Ningúndeseoestanimperiosocomoese,ningúntemblormásfuertequeelsuyocuandovuelveaabrir losojosymirahacia lapuertaquesuhermanohacerradoalsalir.

Elgélidovientodeloestesoplaenlosarbustosdeenebroylosserbalestraslosqueelmarfuriososeabalanzacontralosacantilados.Elhombreestáenlaterrazadesucasay se acurruca en la cálida cazadora de borregomientras el faro de Svingrund giraentre las espesas nubes de la bahía y la lluvia invernal le lava la cara. Hace unmomentosumujeryélsehancomidoelpescadoqueélhacapturadohoy,yluegosehansentadoconunacopadevinodelantedeltelevisorparaverlasnoticiasalemanas.NohanmencionadoelnombredeAaron,comonohanmencionadolosnombresdequieneshantomadocomorehénaunamujerciega,perotampocoeranecesario.

Ha dejado la copa de vino, ha sacado la cazadora de borrego y ha salido a laterraza sin decir palabra.Sumujer siguedentrode casa, él sabeque está llorando.Anteayer habló por teléfono con Pavlik, que le contó lo de Sascha y la psicólogaasesinadaenlaceldadeBoenisch.LedijoqueAaronhabíaidoaBerlín.QueDemircisemostrabaintransigente.Sindecirlo,esperabaqueéllallamara.

Sin embargo, se abstuvo. Cuando ocupó el cargo en su momento, habríaagradecidoquesupredecesormetierabazaensusasuntos.Detodosloserroresquehacometido,esteeselquemáslamentaahora.

Levibraelmóvil.Losacadelbolsillosinprisa,nuncademuestranerviosismonimiedo.Nisiquieracuandoestásolo.

—Hola,Lissek.—Hola,Pavlik.—Suvozestranquila,segura.Comodebeserunavozalaquelos

hombresconfíansuvida.ComoladelpropioPavlik.—¿Yalosabes?—Sí.Pavlik está agazapado bajo un panel solar. Esta vez ha salido solo; no quería

compartirelfríoyelvientoconnadie.—Todavíaestáviva.Holmhaconseguidolaliberacióndesuhermano.—¿Quétenéis?—EstoyenFinow.AquíhayunCessna.Porlovistoquierenpartirmañanahacia

Vilna.ParaAaronnohanprevistoningunaplazaenelavión.Lissek la ve entrar por la puertadelMinisteriodel Interior. «Brilla», piensa.Y

años después, cuando ella lo aparta conmano firme de un precipicio: «Brilla por


dentro».Sedacuentadequeyaestáempezandoarecordarla.Nodebehacerlo.—Estaríacontentodemearsangreparasiempresiacambiopudieradarmarcha

atrásaestosdosdías.—Nolohabríasevitado.YaconocesaAaron.Teponeuntigreapuntodeatacar

enelcamino.—¿Estáahíporpropiavoluntad?—Sí.—¿Cómolohaconseguido?—Kvist.Lapuertadelaterrazaseabre.Lisseksevuelvehaciasumujer.Ellavequeestá

hablandoporteléfono, lomira, tiembla.Él le indicaquenolomoleste.Controlasurespiración.

—¿Dóndeestá?—Suspendido.Loestamosvigilando.ElvientoencolerizaelmarenelestrechodeFårösund;enFinowsacudelanieve

delospinos.Pavlikdetectaunasombraquesedeslizabajolasnubesyreflejalaluzdelaluna.—Espera unmomento.—Interrumpe la conversación y activa elmicrófono de

garganta.—Equipo6aTécnica.—Técnicaalaescucha—respondeKrampeenseguida.—Poraquíhayundrondeambulando.Sivuelaunpocomásbajo,podréabatirlo

conunapiedra.Queesoscapullosloelevenmás.—Entendido.Cierro.PavlikvuelveahablarconLissek.—Tengoquepreguntartealgo,yaqueríahacerloanteayer.—¿Sí?—Esa novia por correspondencia inventada se llamaba Eva Askamp. ¿Te dice

algoelnombre?Lisseklopiensa.—No…¿Cómoque«sellamaba»?—Holmlahamatadohoy.—Sumiradasiguealdron,queganaalturayseoculta

enlasnubes.Suvozcaesinencontrarfondo—.Yatresdelosnuestros.—¿Quiénes?—Blaschke,Clausen…yButz.Lissekdejódefumarhacetreceaños,perosabequedespuéssacaráelcochepara

bajaralpuebloycomprarunpaquetedeGitanessinfiltroenelvärdshuset.Piensaenelvuelode lasochodesdeVisbyaBerlínvíaEstocolmoquetomarámañana,enlamujer deBlaschke, en los niños deClausen, en la hermanadeButz.Piensa en laspalabras que tiene que encontrar para intentar transmitirles lo que le unía a esoshombres.SeguroquePavlikyDemirciyaleshandadosuscondolencias,perofueél


quienlosmetióenelDepartamento.Esaresponsabilidadsiguesiendosuya.Yladeunallamadaquenohizo.

Pavliksabetodoeso.Esperaconpaciencia.PorfinLissekcarraspea.—¿Porquémepreguntasporlamujer?—Porqueesenombremeestávolviendoloco.—Nunca lo había oído.—La lluvia se desliza bajo el cuello de su camisa, le

recuerda otra lluvia de hacemuchos inviernos y lo hiela de frío—. ¿Cómo se estáportandoDemirci?

—Esdetuliga.Lisseknopasaporaltociertomatiz.—¿Pero?—HapedidoelinformedeAsuntosInternossobreAndré.—Tambiényolohabríahechoensulugar.—Yunamierda—gruñePavlik.—¿Cuántohacequenosconocemos?—Unpardedías.—¿Ycuántasvecesnoshemosequivocado?Pavliknotienequeresponder.—Oseaquenomedigasqueesimposible.—Disfrutadelajubilación,viejo.—¿Conquiénestáscabreado,conDemircioconmigo?—Conelmundoentero.—Elcabreonoesbuenconsejero.—Tengoquevolver.—Unacosamás,amigo:siemprehemoszanjadolascosasanuestramanera.Sies

verdad y te encuentras frente a él, no le des ninguna oportunidad. Es demasiadobueno.


31

Holm abre una puerta.Antes aún de palpar los escalones al bajar con lasmanosatadas, antes depercibir el olor amoho, antes deque suspies descalzos toquen elsuelohelado,Aaronsabequelaestállevandoalsótano.

—Unlugaradecuadoparalosdos,¿noleparece?Levantelasmanosporencimadelacabeza.

Ellalohaceyencuentraalgoquecuelgaporencima.Sesujeta.—Veráquelabombillaestáfría.Yoestoytanciegocomousted.Esonosayudará

a concentrarnos a ambos. Quiere un cigarrillo, pero eso se ha acabado. Debecomprenderquenovolveráasentiresesaborenlalengua.Hallegadoelmomentodehablarsobrelapérdida.

ElfríolecorroelasentrañasaAaroncomounanimal.—Le he quitado el abrigo. Está descalza, helada.—Le agarra lasmanos y las

presiona contra su propio pecho desnudo—. También eso lo compartimos. Tienemuchaspreguntas.Lasresponderé.LaprimeraesquénosuníaaIliaNikulinyamí.—Holmlesueltalasmanos,perosequedapegadoaella—.Paraesotengoqueverloconlosojosdemijovenyodeveinteaños.Élvivíaenunagrancasajuntoal lagoLemán, teníamuchos empleados, unbarcobonito, coches elegantes.Unavez le viexpedir un cheque por valor de más de cien millones de dólares. Pero todas susposesiones, las participaciones industriales que adquiría, los políticos a los quecompraba, no eran producto de la codicia. Nikulin no acumulaba esas cosas parallenarunvacío.¿Sabeporquélohacía?

—¿Poraburrimiento?—Todavíasiguedebroma.Quénecia.El dorso de su mano abierta golpea tan deprisa que cuando Aaron siente la

corrientedeaireyaesdemasiadotardeylepartelanariz.Eldolorladejasinpiernas.Caederodillas.Elcerebroselerasguñacontraelcráneo.

—Haremosunnuevointento:¿cuálerasumotivación?—¿Elpoder?—gimeella.—Enciertosentido.Aunquenoenelqueestápensando.Loqueloimpulsabaera

algoquevenía de su infancia.ANikulin le quitaron a su padre cuando tenía ochoaños,lamismaedadqueSaschacuandoyocavélafosa.EracirujanoenunhospitaldeNovgorody fue víctimade una de las grandes purgas deStalin.Elmotivo quepusieron como pretexto fue el llamado «complot de los médicos», una supuestaconspiración de profesionales de la salud a quienes se acusó demantener contactoconserviciossecretosoccidentales.Lasencarcelacionesenrealidadapuntabancontralaintelligentsia judía,yelcrimenquehabíacometidoelpadredeNikulinfueeldetener amigos judíos. Desapareció en un gulag y no volvió a verlo. Tampoco a sumadre,aquienpronto soterraronenalgunaparte.Aél se lo llevaronaunorfanato


estatal.Eseniñosejuróentoncesquenadietendríapodersobreélycomprendióquelaúnicaformadeconseguirloeraconquistarélmismoelpoder.Asíseconvirtióenelhombrequeera.Alqueyollamabapadre.

Aaronretrocedearrastrándoseporelsuelohastaquetopaconlapared.Abrelosojos.Enseguidavuelveacerrarlosporqueledueledemasiado.

—¿SehaceunaideadeloquedebíaimplicarcrecerenunorfanatodelaUniónSoviética en ladécadade1950?Una solavezmehablóde ello. «Teníamospiojoshasta en la nariz», dijo.Loque le hicieron a suspadresy a él habría acabado concualquierotro.Conélno.Cuandomeencontró,yoeraundonnadiedeveinteaños;enlosojosdemihermanosereflejabaelsótano.Sinembargo,élnosacogióydejóatrás el cadáver de suhijo biológico.En la casadel lagome llevó a sugigantescabiblioteca llenadeprimerasedicionesymedijo:«Pasaaquí todas lashorasque teapetezca.Perohasdesaberqueningunodeestoslibrosteenseñarácómocerrarlelosojosaunserquerido».Esafrasenolahabíaencontradoenningúnfilósofo.Ningunadelasquehabíaoídohastaentonceseratancierta.

Aaronpalpaasualrededorconlasmanosatadas,buscaatientasalgoconloquepoderdefenderse.Nohaynada.Solopolvoypiedra.

—¿Quéleenseñósupadre?—preguntaHolm.—Adisparar,areír,elcariño.Yqueexisteelmal.—Un hombre muy listo. Mi primer padre me enseñó a anhelar el puño. Me

enseñó cuántas grietas tenía el techo del sótano. Me enseñó a usar una sierramecánica.Peronoteníaelpoderdeenseñarmeloqueeseldolor.Misegundopadremeenseñótodolodemás.Podríaenumerarcosasútiles:amanejarunfusil,enloqueéleraunmaestroporquelohabíaaprendidoconlasSpetsnaz;ahablarruso,francés,inglés, italiano; a doblegar a la gente, a leer un balance, a llevar una negociación.Cómotienequesentaruntraje,yquesesabetododeunhombreconsolomirarleloszapatos.Aapreciarunabuenacomidaynoatiborrarsecomouncerdo.Ymuchomás.Sin embargo, las leccionesmás importantes fueron estas: que la voluntad debe sermayorqueelmiedo;quemelopuedenquitartodo,peroesono;asoportarestarjuntoaunatumbasindudardeporquénoesunomismoelqueyaceenella.¿Acuántoshavistoustedmarchar?Nomerefieroacuántoshamatado.Merefieroaverlosmorir.Amirar al otro a los ojos, a oír palabras que son demasiado tenues para que seentiendan,asostenerunamanoosoloesperarconascoquealguiensecalledeunavez.¿Cuántas?

—Seisveces.—¿Quiénesfueronesosseis?—Un limpiabotas en Tánger, un taxista en Helsinki, una mujer en un

aparcamientosubterráneo,unamigodelcolegio,mimadre.—Dudaantesdesusurrar—:YNiko.

—Élsobrevivió.—Paramífuecomounamuerte.


Holmrespiraconunápicemásdepesadez.¿Sonlosprimerosefectosdelamanoenvenenada,elíndicedeAaronentresusextaysuséptimacostilla?

Ellaencuentraelvalorparapreguntar:—¿Havistoustedmoriraalgunapersonacercanaamí?—¿Enquiénestápensando?—EnelhombrequevigilabaelpatiodeEvaAskamp.—Erabueno.Sintió que estaba detrás de él aunquenohice ningún ruido.Solo

decidieronunoscentímetros.Lepartílanucaconunapatadavoladora.Seguíavivo.Ensusojosnohabía tristeza,había tenidosutiempo.Loliberéconunnukiteenelcorazón.

Aaron siente cómo Pavlik la lleva al patio, se arrodilla junto a Butz, palpa sumejillafría,setumbaenlanieveysedespidedeél.

—¿Cómosellamaba?—Butz.—Bonito nombre. Mi padre fue testigo de cómo su joven mujer moría en un

accidentedetráfico.Despuésviomorirasuhijoyasuhijamayor.Yoestuveahílasdosveces.Alhijolediounbesoenlafrenteysedirigióaélporsuapodocariñoso.Su hija sufría una enfermedad rara y ningúnmédico fue capaz de ayudarla. En suúltima semana él solo salía de su habitación para lavarse. Sin embargo, cuando lecerrólosojosyyoquiseconsolarlo,memirócontalindiferenciaqueretirélamano.Seguroquesabeaquémerefiero.

—Paraunsamuráiesindignomostrarsentimientos.—Sí.Unpreceptoalqueleniegaustedacatamiento.Igualqueyo.Mipadrequiso

enseñármelo, pero por una vez fui un alumno desobediente. Llegó la hora en quetambiénsusegundahijamurió.Natalia,suNatashenka,laniñadesusojos.Nopudoestarconellaparasostenerle lamano,peroelquele llevólanoticiaafirmóquemipadre se golpeó la cabeza contra todos los espejos.Así que al final fue el alumnoquientuvorazón,ynoelprofesor.Ningúndolorpuedesertangrandecomoparaquemerezcalapenaocultarlo.

—SeconvirtióustedenlamanoderechadeNikulin—diceAaron.—Muchomás que eso.Vi infinidad de países,me inició en los secretos de su

negocio, demostró ante todos los demás que yohabía ocupado el lugar de su hijo.Cuando mi aprendizaje hubo terminado, me llamó y puso una fotografía en suescritorio.Enellaseveíaaunhombreatractivo,puedequedeunoscincuentaaños.Mipadremedio laordendematarlo.Nomeexplicóporqué.El hombrevivía enLondres. Allí lo estuve observando durante días. Llevaba una vida discreta en unbarrio residencial, no parecía especialmente rico, tenía una mujer joven y guapa,hijos. Por la ventana vi cómo les leía cuentos. Jugaba con ellos en el jardín, eracariñoso. Yo me debatía conmigo mismo. No comprendía por qué tenía quearrebatarleselpadreaesosniños,elmaridoalamujer.Cuandollevabadíasynocheshaciéndomeesas reflexiones, alguien se coló enmihabitacióndehotel.Creyóque


estabadormidoyquisoencañonarmeconelsilenciadordeunaBerettaenlafrente.Despuésdedestrozarlelacara,locontemplémientrasmoríayaprendílalección.—Denuevorespiraconpesadez,necesitauntiempoparalasiguientefrase—.¿Quiénhabíaenviadoaesehombre?

—AquelalquedebíamatarporordendeNikulin.Suvidadiscretanoeramásqueunafachada.

«Pasos,arriba.OjosdeFicha.¿Cuántotiempomásaguantarátranquilo?».—Sí.Erauncompetidor.Loabatídeundisparoensujardín,delantedesushijos.

Mipadremehabíaenseñadoquelacompasiónyestardispuestoamorirporellasonunamismacosa.

—¿Yquéleenseñósupadreasuhermano?¿Aescupirsobrelastumbas?—Aél loenvióa internadoscaros.PrimeroenLausana.Cuandocayó laUnión

Soviética y regresamos a Rusia, fue a uno del lago Baikal. Pero desde allí nosllegabannoticiaspreocupantes.Saschatorturabaalosdemásniños.Cincovecestuvoquecambiardeescuela.AlfinalllegóaKaliningrado.Allílehicieronirabuscaralgoa una bodega de provisiones.Al ver que no regresaba,mandaron a un compañerosuyoabuscarlo.Encontraronalchicomuertoenesesótano.Saschalehabíaclavadounabotelladevinorotaenlacarótida.Entoncescomprendíquejamáspodríapagarmideuda.—Holmcalla.Cuandovuelveahablar,lamelodíadesusfrasesesplúmbeay mate—. Mi padre se ocupó de que no encerraran a mi hermano. Todo puedearreglarsecondinero, incluso sepuedealiviar el lutodealgunospadres.EntregóaSaschaa lacustodiadeunhombreque ledebíaobediencia.Eraunhombrequenoteníanadaquetemerdemihermano,peroyavetodoloqueleenseñó.Durantelosañossiguientes,Sascharecibiódemipadreencargosadecuadosparaél.Amínomeparecíabien;mipadreeraexpertoenunascrueldadesqueyonocompartía.Aunasí,todoesonolohizopormihermano,sinopormí.¿Quéhizosupadreporusted?

—Nadaqueparaustedresulteimportante.—Yo cuestioné ami padre.Usted al suyo, sin embargo, jamás.He visto cómo

hablaconélensutumba.Suentregaesincondicional,inclusoenlamuertelemuestraobediencia.Eraunhombreconprincipiosférreos,heestudiadohastalaúltimafrasequepuedeleersesobreél.CuandolehepreguntadoporquénodejóqueBoenischsedesangrara,harehuidolarespuesta.¿NoesciertoqueenesacasadeSpandauhablóusted con su padre? ¿No había decidido ya erigirse en juez de Boenisch? ¿Se loprohibiósupadre?

Ellasequedamudaypetrificada.—Noquisieravolverahacerledañoparaconseguirunarespuesta.—Escierto.—¿Lohalamentado?—No.—Miente.Sí.Desdeayerlolamentasinparar.Cuandotocóelregueropringosodelacelda


deBoenisch.Cuando se acordó deRunge y de la camarera.Cuando acunó en susbrazoselcadáverdeEvaAskamp.CuandoPavlikdijo:«Butz».CuandosonóeltiroenDiecisietedeJunio.Encadaunodeesosmomentos,Aarondeseónohaberoídoaquellanochelavozdesupadre.

Ytambiénahora.Entraensusalainterior.Tienequereflexionar.«¿Cómo es posible que conozca mis pensamientos, toda mi vida, todos mis

secretos?MiamistadconSandrayPavlik.Loqueesmipadreparamí.Gantenbein.Marlowe.QueencontréunclavooxidadoenelsótanodeBoenisch.Querobé.QueamabaaNiko.Quesigoelbushidō».

—Haestadoenmipiso.—Aaronvomitalaspalabrasdelasnáuseasquesiente.—Hatardadoendarsecuenta.Estáconmocionada.Escomounaviolación.—EnsudormitoriocuelgauncuadrodeEşrefArmağan.Esposiblequenoquiera

saber lo que se ve en él. Le dejaré conservar su ilusión. Tienemuchos libros. Alprincipiomeparecióextraño,peroluegolocomprendí.Lebastasaberqueloslibrosestánahí.Igualquelaslámparas,lasplantasyelcuadro.Dosobrasmellamaronlaatenciónenparticular:Hagakure,elcaminodelsamuráiy,desdeluego,Digamosqueme llamo Gantenbein, de Frisch. Su frase preferida de él podría ser: «Todas laspersonasseinventantardeotempranounahistoriaqueacabantomandoporsuvida».Amíhayotropárrafoquemeparecemásapropiado:«Estoyciego.Nosiemprelosé,pero a veces sí. Entoncesme pregunto si las historias que puedo imaginar no sonrealmentemivida».Ustedlopermite,soloquenoesconscientedeello.Sisehubieseenfrentado a esa verdad alguna vez, una única vez, sabría que su vida desde haceonceañosesunamentira.

—Quierevengarasupadre.Dígalo.—Lasrespuestasfácilesselasdejoausted.Holmsesaltaconsonantes,Aaronyaestáseguradequelamanoenvenenadaesla

responsabledeello.Losprimerossíntomas.Parapoderlucharcontraél,debeesperara que sufra un fallo circulatorio; pero solo tendrá una breve ventana temporal,despuésvolveráarecuperarse.

—Mesentéensucama—siguecontandoél—.Inclusodormidacontrolaustedlarespiración,¿losabía?

—Apuestoaqueesolocompartimos.—¿Quiere hacerme un cumplido? Si yo fuera un ilusionista en un teatro de

variedadesyustedsaltaraaaplaudirmedespuésdecadaunodemistrucos,¿creequeeso significaría algo para mí? ¿El aplauso de una ciega?—Resopla—. Por ustedaprendíbraille.Leísusanotacionesysentísudesesperaciónenmipropiapiel.Estáperdiendolamemoria,aesamáquinaperfectaseleacabaelcombustible.Paramíesoseríapeorquelaceguera.ElmiedoahabersidocobardeenBarcelonacrececomountumor en su cabeza. Anhela saber la verdad. Pero ¿qué verdad? De mí espera la


absolución,saberqueactuócorrectamente.Poresosearrodillaantemí.Noobstante,¿ysitodofuecomoenesapesadilladelaquenopuedelibrarsedesdeentonces?¿Ysi usted traicionó el código del Departamento y rompió los siete preceptos delbushidōysuúnicasalidafueraelseppuku?Peronisiquieraesoleseríaconcedido.Yonuncaleconcederíaunamuertehonrosa.

—Dígamequésucedióallí.Porfavor.—«¿Llegóatocarme?¿Yyoaél?¿Hubopalabras?¿Cuáles?¿Porquéhuiydejé

aNiko atrás?». Esa es la única razón por la que ha venido aDiecisiete de Junio,porquesoloyopuedodecirlelaverdad.

—Eso no es cierto —susurra ella—. Para mí lo importante eran esas treintapersonas.

—Paraelsamurái,lamentiranoesunpecado.Esmuchomásqueeso,esmuchomás infameque ladebilidad.Ahora ledarémiarma.Estácargada, lonotaráporelpeso.Leofrezcoquememate.Esmuysencillo.Peroentoncesnuncasabrálaverdad.Novolveráavivirningúndía felizymoriráconscientedehaber sidounacobarde.Tododependedeusted.

Lecoloca laRemingtonentre lasmanosatadas.ElcorazóndeAaronvaa todavelocidad por el túnel y da un vuelco. Oye cómo el acero es devorado por elhormigón.Percibeelhedordelcaféenlanariz.

Seoyegritar.Élleenvuelvelasmanosenlassuyasysellevaelcañóndelapistolaalafrente

sinningúnmiedo.—¿Quéesloquedeseamás:matarmeamíosaberlodeunavezportodas?Ellaordenaasudedoíndicequeapriete.Loordena,loordena,loordena.Peroeldedonoobedece.Holmlequitaelarmadelamanosinhacerfuerza.Aaronllorayseencogesobre

elsuelofríoysucio,igualqueNikoseencogióenelalmacén.Holmleconcedeunrato,peronoporconsideración.Quierequesientaelmayor

tiempoposibleesedolor,eldolordesaberqueél todoel ratodice laverdadyellatodoelratosemiente.

NovuelveahablarhastaqueAaroncalla.—CuandoAlinalainvitóaMoscú,¿quéocurrióensuinterior?¿Sesintiótentada

derechazarlainvitaciónyocultaresallamadaasussuperiores?Niporunsegundo.De la noche a lamañana,Aaron estaba sentada frente aWolf, el director de la

BKA,unaltocargodelFSB,elserviciosecretoruso,yvariosagentesdelFBI.Derepente,eléxitodeunadelasmayoresoperacionesinternacionalesdependíadeella.Seencontrabaenlacúspidedetodossussueños.

—No. —Tiene que esforzarse por pronunciar cada palabra—. Era unaoportunidadquehabíaestadoesperando.


—Apesardequesabíaquepodíasignificarsumuerte.Lo recuerda: al final de esa reunión, Richard Wolf le pidió que se quedara

mientraslosdemásabandonabanlasalayseencendióunpuroconparsimonia.«SeñoraAaron,todavíaesustedjovenytieneunacarreraprofesionaldestacable

trasdesí.Sinembargo,lostiposqueacabandeirseyaestánapostandoporsucabeza.Me temoque las apuestas sonpocohalagadoras para usted.EnMoscúhabrá tantagentedelFBI,delFSBydelosnuestrosenlasombraqueaustedpodríaresultarlecomo una excursión de empresa. Solo que no lo es. Es más bien una operaciónsuicida.Olvídesedelaparato,estaráallísola.¿Lehaquedadoclaro?».

«Sí».Wolflaescrutóconlamiradayluegolealargólamano.—Sehadejadoalgoimportante—diceHolm.Ellalorecuerda:Wolfnolesoltólamanoenseguida.«Unapellidocomoelsuyo

puede destrozar a una persona. Mi hija tiene su propia opinión al respecto. Suapellidonopuedeserlarazóndequevaya.¿Estáseguradequenoloes?».

«Notienenadaqueverconeso»,respondióAaron,ysupoqueWolfnolacreía.—Estoyesperando—insisteHolm.—Queríademostrardequiénsoyhija.—Esaeslaprimerafrasesinceraqueleheoídodecirenestesótano.Comoverá,

ayer todo eso todavía lo había perdido; ahora, no obstante, le obsequio esosrecuerdos.Noseránlosúltimos.—Dejaqueesafrasependaunpocoenelaire,comouna sentencia—. Alina no me importaba. Era propiedad de uno de los mandosintermedios de los Nikulinskaya. Una pequeña furcia. Pero a su hermano sí loconocíamuybien.Yustedtambién.

«Fiódor.Ungeniodelasmatemáticas».«Lapersonamáshermosaysolitariaquejamásheconocido».Habíadesarrolladounalgoritmoconelquesepodíacalcularelbeneficiomáximo

del negocio de lasmaterias primas. Fiódor era irreemplazable para Nikulin. Sabíamuchodesus tratoscomerciales.Lamayoría le repugnaban.Alinase lopresentóaAaron. A él le gustaron sus ojos tristes. Y a ella los de él. Cuando informó alresidentedelFBIenMoscúsobreFiódor,estesequedósinrespiración.«Hagaloqueseanecesario:tienequeconvencerloparaquecoopereconnosotros».

—Mipadregobernabasuimperiocomounzar.Erainalcanzable.HastaqueustedfueaMoscúyseprostituyóparaarrebatárselotodo.

—¿Para usted soy una puta? ¿Igual que para su hermano? Sí, me acosté conFiódor.Enunmomentodeprofundatristeza,suyaymíatambién.PorqueelhombrequeposeíaaAlinalehabíaabiertolabarrigaencanalhastaelcuellolanocheanteriorconuncuchillodetrinchar.Porunasuntodedrogas.Oporunamalapalabradeella.Oquizásoloporqueleapeteció.PoresoFiódorseaferróamí,seconfióamí.Pero,claro,ellanoeramásqueunafurcia.

Duranteunminutolooyerespirar.Suenacomosimuylejosestuvieranvaciando


unvolquetedegrava.—¿Vioamipadreentonces?—preguntaHolm.«Tambiénesolorecuerdoahora».—Una vez. El hombre que poseía a Alina estaba invitado a una fiesta de

cumpleañosenelpalacioPetrovski.Ellamellevóamí,suamigaalemanacontarjetade crédito platino, y nadie desconfió. Las mujeres eran accesorios para losNikulinskaya, las lucían como un coche ostentoso o un reloj con engastado dediamantes. Pero eso ya lo sabe.Nikulin recibía a la corte en una sala aparte.A sualrededor estaban sentados sus sátrapas, que lo aburrían con su fervor. Se puedereconocer la importanciadeunhombrepor lacantidaddeaduladoresquetiene.Heacompañadoamipadrea recepcionesdeEstadoen lasquea lospresidentesse lesprestaba menos atención. Cuando volvía del baño, me encontré con Nikulincaminandoendirecciónamíporelpasillo.Suszapatosbrillabancomoespejos;sumirada era de interés. Si el residente del FBI hubiera sido testigo, habría babeado.PeroenlosojosdeNikulinviesascrueldadesqueporlovistoaustedlesonajenas.Jamásmehabríametidoenesacamafría.EsanocheAlinafuebrutalmenteasesinada.AFiódorlollevamosaunacasaseguradelFSB.Élqueríaquesololointerrogarayo.Tuvequequedarmedosdíasmás.Losmáslargosdemivida.

—Sabíaquemipadrelehabíapuestoprecioasucabeza.—Sí.¿Dóndeestabausted?LehabíaarrebatadoaFiódor.¿Acasonomerecíaque

mematarasuhijo?—EstabaenSanPetersburgo.—Seguroquelohalamentadomuchasveces.—Nosecreeríacuántas.—Amíconeldelaparcamientosubterráneomebastó.Noleechédemenos.—Sabíaquelaestabanesperandoallí.—Sí.—Y,aunasí,entró.—Nomegustadarplantón.—Continúaconsuarrogancia.Lemetióuntiroenelcráneoaesehombreaunque

estabaindefenso,arrodilladoanteustedconunabalaenelvientre.Noloniegue,estáensusanotaciones.¿Quiénfueelasesino?¿Élousted?

—¿Loconocía?¿Eraamigosuyo?—¿Quéhadicho?—Sieraamigosuyo.«Problemasauditivos.Elsiguientesíntoma».Holmseechaareír.Denuevosedesprendeunarocadeloaltodeundesfiladero.—Élquería congraciarse conmi padre y dejarle su cadáver a sus pies como si

fueraunratón.¿Creequerespetoaalguienasí?Fueélquienmuriósiendoratón,yselohabíaganado.Usted,sinembargo,enelAralsknodemostróserhijadesupadrenimuchomenos.Solofuecobarde.


DiezcosascobardesquehahechoAaron:Barcelona

—Mehapreguntadoporquéhematadoalprofesor.Porunaúnicarazón:porqueeraalgodeltodoinútil.Igualqueloquehizoustedeneseaparcamientosubterráneo.

—¡Sádicodemierda!¡Yonomepongoporencimadeusted,esustedelquesepone por encima del mundo entero! ¡Le arrancaría el corazón a una persona quesimplemente hubiera chocado con usted por la calle y afirmaría que se lo teníamerecido! ¡Nohaentendidoniunosolode los librosqueha leído! ¡Ni siquierahaentendidoquenoexistelamenordiferenciaentresuhermanoyusted!

Intuyeelataqueyselanzahaciaunlado,perolaempuñaduradelarmaledaenlaoreja.Unamaquinariaseponeenmarchaensucabezaylacatapultaalavelocidaddelaluzporunagujerodegusanodeunamiríadadecolores.Vegalaxiasquenosonmás que un pestañeo, soles que se forman del polvo de estrellas que mueren yvuelvenabrillar,caeenunatormentadenebulosasenespiral,enundolorquelehaceestallarlosojos.

Primerocreequeoyesuspropiosgimoteos.Luegosedacuentadequeprocedendeotrapersona.Vera.HolmlahaamordazadoigualquehahechoporlamañanaconEvaAskamp.Veraestáasuspiesyseretuercedemiedoamorir.

—Yo escogí elmismo camino que usted. El camino del honor. ¿Quién eramipríncipe?

—Nikulin.—Contaréhastadiez.Sinomedalarespuestacorrecta,matoalamujer.Uno.—¡Supadre!—gritaella.—Dos.—¡Elmiedodelosdemás!—Tres.—¡Elodioatodaposesión!—Cuatro.—¡Porfavor!¡Quierocontestaratodaslaspreguntasconsinceridad!—Cinco.—¡Fiódor!—Seis.—¡Suhermano!—Siete.—¡Silohace,yohabrétenidorazónentodo!—Ocho.—¡Laviolenciaessupríncipe!—Nueve.


En lacabezadeAaronarreciauna tormentaquearrastra las frasesdeHolmdeaquí para allá como si fueran hojas: «Ha llegado el momento de hablar sobre lapérdida…Cómocerrarlelosojosaunserquerido…Soportarestarjuntoaunatumbasindudardeporquénoesunomismoelqueyaceenella…Ningúndolorpuedesertangrandecomoparaquemerezcalapenaocultarlo».

—Estoyesperando.—Supríncipeeraunamujer.Durante un rato los latidos de ella y la respiración deHolmy los gimoteos de

Verasonloúnicoqueseoye.—Bien—susurraélalfin—.Haremosundescanso.

Saschaoyecómoseabrelapuertadelsótano.VeasuhermanoconAaronyconlaotra en elvestíbulo.Apenas lo reconoce.Parecehaber envejecidodiez años.Enelrostroenjutodesuhermanoveunsudordensoygris.Losojosacechanopacosensuscuencas.Hastalostatuajesdesutorsodesnudohanperdidoelcolor.

Suhermanosetambalea,seapoyaenlapared,quieremirarloperoselevanlosojos.

—NecesitoaAaron—diceSascha.

Holmesperahastaquesuhermanoarrastraa lasdosmujeresa lacocina, luegolossigue.AlsalirmediomuertodelríoHavel,impulsándosearastras,cayóenlanieveyconsiguió ponerse de pie sin saber muy bien cómo. Eso le resultó más fácil quemoverseahora.


—

32

PóngameconelDepartamento—diceOjosdeFicha.VeraestásentadaalamesadelacocinajuntoaAaron.Nohaceningúnruido,ni

siquiera tiembla. Eso preocupa a Aaron más que un llanto, una súplica, un grito.Necesitaalamujer.Enalgúnlugardeesacasahayunarmadelaquenadiemássabenada.Unarmadelaquepuededependertodo.UnarmaalaqueAaronnoconsiguellegar.MientrasnoconozcalaverdadsobreBarcelona,Holmpodrásentirseasalvo.Yaselohademostrado.Después,Veraserásuúnicaesperanzaparasobrevivir.Perosisigueeneseestado,Aaronnopodrállegarhastaella.

AunladoestáBosch,depie.Susudorhuelealecheagria.Holmselehasentadoenfrente.Loquesuenacomounsuaveronquidoessurespiración.Sucirculaciónhaenloquecido.Seguramenteyasufretrastornosdelequilibrio.

OjosdeFichahaencendidoelaltavozdelmóvil.Porquesuhermanoestáenlasala.Holm le ha cedido las negociaciones. Ojos de Ficha podría mantener la

conversación sin que esté presente, solo que no se atreve. Ve en qué estado seencuentra su hermano, aunque no entiende por qué. Nunca habría sido tan fácilmatarlo,disfrutardealgoquellevasoñandodesdelosochoaños,cuandoHolmquedótiradoyensangrentadoanteél.PeroAaronsabequeelmiedoque le tieneOjosdeFichaasuhermanonoacabaráhastaqueesteexhalesuúltimoaliento.No,nisiquieraentonces.

—AquíDemirci.—¿Cuántovaleestaguarraparavosotros?—¿Dequiénmeestáhablando?—LavozdeDemirciresuena.«Noestáenlacentraldeoperaciones».Podría ser un búnker, una sala, un pabellón con suelo de hormigón o piedra,

techosaltos,paredespeladas.«Unhangar.Hanentendidomimensaje».ElalivioimpulsaaAaroncomoenunplaneadorporencimadelprecipiciodesu

desesperación.—¿Dequiéncrees?—replicaOjosdeFicha.—Yahanrecibidocincomillones.—¿Yqué?LavozdeDemircisuenatanrelajadacomosiestuvierapidiendounapizza.Aaron

sabelafuerzadevoluntadqueserequiereparaeso.—Quierohablarconsuhermano.—Hablasconmigo.Sinoteparecebien,cuelgoylemetounabalaenlacabezaa

lagallinaciega.No,mejor:primerolemetolabalaycuelgodespués.—Demuéstremequesigueviva.


—Unapalabrainconvenientedeestaputaylesacolosojosalaotramujer.Asítendránalgoquecontar.

—Estoybien—diceAaron—.Hayunasegundarehén.Demirci lahadejadoperplejavariasveceshoy,peronadacomparableaestode

ahora:—Losiento,perotengounacita.LedejohablandoconelseñorPavlik.HastaHolmcontienelarespiración.—Aquíestoy—dicePavlik—.¿Quéquiere?¡Solo poder oír su voz! El planeador de Aaron encuentra una corriente

ascendente,subehaciaelcieloinfinitoporencimadelasnubesydejaelprecipiciomuyabajo.

OjosdeFichaencuentrapalabrasdenuevo:—¿Esatíanoestábiendelacabeza?—Tendráquecontentarseconmigo.¿Ybien?—Cincomillones.Enbilletespequeños.Usados.—¿Yasehagastadoeldinero?Esperoquefueraenalgoútil.¿Unaoperaciónde

cerebro?—preguntaPavlik.—Opagáisomañanatendréisunostitularesenormes:«ElDepartamentosacrifica

alaheroínaciega».¿Esesoloquequeréis?—Sabequenovamosadarlesotroscincomillones,asíqueestrújeseunpocomás

el cerebro. Ánimo, que con poco se puede conseguir mucho. Le propongo algo:vuelvaallamarmecuandoselehayaocurridoalgonuevo.

Pavlikcuelga.Ella imagina la cara de Ojos de Ficha. De nuevo lo ve como un niño furioso

acuclilladojuntoalárboldeNavidad.SabeloquepretendenDemirciyPavlik:OjosdeFichadebecreerquesuvidaesmuchomenosvaliosadeloqueélpensaba,queloscincomillonesdeantesloshanpagadoporlosniñosdelcolegio,noporAaron.Lehandejadoclaroquenonegociadesdeunaposicióndefuerza,yconellohanelevadoconsiderablemente su barrera psicológica para hacerle algo a ella. Eso solo parececontradictorioaprimeravista.EllaestodocuantotieneOjosdeFicha.Cuandounohasidoricoyempobrecederepente,aprendeavalorarlopocoquelehaquedado.Ensu época en elDepartamento, esa táctica fueutilizadavarias veces con éxito en laexigenciadeunrescate.La«maniobraLissek».

«Yunavezfracasamos».Es arriesgado. Empieza a sentir frío. Si su vida se valora tan poco, ¿cómo de

insignificanteesentoncesladeVera?VisualizaaOjosdeFichacontemplandoasuhermano.Holmsetorturaparapronunciarsussiguientespalabras:—Nuncatehasinteresadoporlaeconomía.Sino,sabríasquealSenadodeBerlín

el dinero quemado no le representa ninguna pérdida.—Los pulmones le hacen unruido metálico. Se detiene. Empieza de nuevo—. Es como si nunca lo hubieran


pagado. Era papel. Solo necesitan una prueba. —De nuevo se desmorona y serecupera—.ParaesotienesalaseñoraAaron.Detidependesivasadejarquesigantratándotecomoaunniñode…colegio…

Paralaúltimapalabralefaltanfuerzas.Bosch todavíanohadichonimu,perohuele como si hubieranpuesto la leche

cortadaacalentar.OjosdeFichadapasosdefieradeaquíparaalláysedetienedetrásdeAaron.—Entoncesestapuededesaparecer—resopla.Aaronsabequenoserefiereaella,sinoaVera,sabequehasacadolaGlocky

quierematarla,quenecesitaunapastillaparaeldolordecabezacomoelquemás.Seimpulsaenelcantodelamesaconlarodillayvuelcasusillahaciaatrás.AlmismotiempoestiralapiernaizquierdahastatenerlaenverticalyledaaOjosdeFichaenlacabeza.Sienteundolorpunzanteenelempeine.Aaronquiereincorporarse,peronoloconsigueatiempoparaesquivarlapatadadeOjosdeFichacontrasumandíbula.Laagarradelcuelloylaahoga.Lasmanosatadasdeellarodeanlanucadelhombre.Baja los brazosdeun tiróny siente cómoél cae.Aaron lo estrangula con la bridamientrasleclavaunarodillaenelcuello.

Ydeprontolosuelta.ElcañóndelaGlock33lepresionaelhuecosupraesternal.—Melohabíaimaginadodeotraforma—mascullaOjosdeFichabajolarodilla

deAaron—,peroalamierda.Seoyeuntiro.HadisparadoHolm.EllaoyecaerlaGlockalsuelo.Quierebuscarlaatientas,lo

intentacon laspuntasde losdedos,peroelarma resbalasobre lasbaldosasporqueBoschlahaapartadodeunapatada.

OjosdeFicharugecomounanimal.Lavozdesuhermanocontieneunúltimoesfuerzo.—Tienes tres posibilidades: quejarte de ese rasguño, coger la Glock e intentar

matarme,ollamaralDepartamento.Cualquierameparecebien.Aaron se arranca del pie un diente de Ojos de Ficha. Se incorpora, se coloca

delantedeVeraparaprotegerlayadoptalaposicióndeataquehaciaOjosdeFicha.Sus piernas amenazan con ceder. Detrás de la casa hay una valla que golpetea alviento.Una,dos,tresveces.Apartedeeso,nada.

OjosdeFichaselevanta.Gime.Alcanzaelmóvil.—PóngameconelDepartamento.De nuevo, solo la valla.Aaron piensa en Pavlik y sabe lomucho que debe de

costarledejarpatalearaOjosdeFicha.Porfincontesta.—Soytodooídos.—Loscincomillonessehanquemado.—¿Teníanfrío?—Puedodemostrarlo.—¿Lohangrabadoenvídeo?


Aaronrecibeungolpe.—Díselo,zorra.—Esverdad.Yoestabaallí.—Lehanpuestounarmacontralacabeza.Esonopruebanada.—Tiraré su cadáver del coche en algún sitio y cuando le hagan la autopsia

encontrarán las cenizas que han quedado del dinero. Obligaré a esta puta acomérselas,asítendréisvuestraprueba.

—Vamosacontarunmomento.Estamañanasuhermanoteníatreintarehenesporlosquehemospagadocincomillones.Ahorayasolotienendos.SegúnelmatemáticoAdamRiese,esohacen,unsegundo…,trescientostreintaytresmileuros.Noquieroser mala persona, así que redondearé hacia arriba. Trescientos cincuenta, ya queestamosentreamigos.

—Tienesdiezsegundosantesdequecuelgue.—Soyunbuenhombre—murmuraPavlik—.Unmillón.Ynoesnegociable.O

lotomaolodeja.Verasolloza.Aunqueparezcaextraño,esotranquilizaaAaron.OjosdeFichadejapasarcuatrogolpesdelavalla.—Tenéisdoshorasparaconseguireldinero.—¿Ydespués?—Lasdejaremosalasdosenalgunaparte.—Sí,claro.Yfuerabrillaelsol.—Doshoras.—OjosdeFichacortalaconversación.NoeshastaentoncescuandoAaronsedacuentadequeseestabamordiendoel

labio.

En el hangar, Demirci siente las miradas de los hombres sobre ella. Se estácongelandoconsuabrigo forrado.Sabeque todosesperanque llameal senadordeInterior, Svoboda. En lugar de eso, vuelve hacia sí la pantalla en la que se ve lacentraldeoperacionesdeBerlín.

—Señor Majowski, ¿cuánto dinero falso tenemos en estos momentos en eldepósitodepruebas?

—Unosdosmillonesdeeuros.—Mande meter un millón en una bolsa con un transmisor. Que la señora

DelmonteyelseñorBükersepreparenparalaentrega.Majowskinoconsiguedecirpalabra.—¿Acasotenemosproblemasdesonido?—No—seobligaadecir.Demircievitaelcontactovisualconlosdemásysevaalapartedeatrásconpaso

rápido.Abreunapuertaquedaaunpasilloestrecho.Lacierra.Sesientaenelsueloyapoyalacabezacontralapared.Pasanlosminutos.LlegaPavlik.Seacuclilladelante


deDemirciyleofrecesupaquetedetabaco.Losdosfumanensilenciohastaelfiltro.PorfinDemircidicealgo:—Entre Jenny Aaron y Svoboda hay una cuenta pendiente y ella se lo ha

recordado hoy. Ese hombre no nos concederámás dinero. Si ellamuere, respiraráaliviado.

—Noledémásvueltasaeso.Suvidanodependenideunmillónnidecienmil.No es Sascha quien decide, y a su hermano el dinero le ha dado igual desde elprincipio.Tambiényolehabríasoltadoun«Lámemeelculo».

—Sehaquemado.¿Cómo?—ObienhasidoAaron,oHolm.Esoencajaríaconél.Parademostrarqueharoto

contodo.—¿Creequequieremorir?—preguntaDemirci,yprestaatenciónalarespuesta.—Durante treintaañosha sido invisible,perode repentenos regala sushuellas

dactilares.¿Porqué?—¿Yelalquilerdeaviónparatres?—Para tranquilizar a Bosch. Holm nunca ha tenido intención de subir a ese

Cessna.—ObienlodeFinownoesmásqueunamaniobradedistracción.Podríanestar

fueradelpaísdesdehacetiempo.—No.EstuvieronenFreienhagen.Esoquedaapartadodelaautopista,decamino

hacia aquí. El aeródromo sigue siendo una opción para Sascha yBosch.Holm lesdejaráhacer.AélsololeinteresaAaron.Encuantotengasuvenganza,sematará.

—¿Porquéhabríadehacereso?—Por sus alusiones al bushidō. Al principio pensé que solo hablaba de ella.

Ahora ya no. Él vive según esas reglas igual que Aaron. Por lo menos eso cree,aunque sea enfermizo.—Pavlik pesca otro cigarrillo del paquete con destreza, lohace rodar entre sus dedos y vuelve a guardarlo—.Creoque sé lo que hay en esafundaquellevabaencima.

Demircilomiraconojosinterrogantes.—Unadagadeseppuku.Ellasientetantofríoquetienequemeterlasmanosenlosbolsillosdelabrigo.—¿Quémotivosllevabanaunsamuráiasuicidarse?¿Estáfamiliarizadoconello?—SélopocoquemeexplicóAaron.Unavulneracióndelcódigo, lapérdidade

imagenpública,lavoluntadderendirhomenajealpríncipe.Peroseguroquehaymás.—¿Yellasigueesasleyes?—Nuncaheintentadoentenderlodeverdad.—Oseaque,paraella,¿Andrémerecíalamuerte?Pavlikasientealvacío.—¿Tambiénparausted?—No.Soloeradinero.—EsevidentequeKvistloveíadeotraforma.


—Ledisparóenlegítimadefensa.—He leído el informe de Asuntos Internos. Hubo muchas dudas. Fue una

absolucióndesegundaclase.—Andrémurió por un solomotivo.—Pavlik alza la voz—. ¡Porque yo fui un

cobardeyKvistno!—Hace un momento estaba aquí su hermano gemelo —dice Demirci—. A

primera vista son ustedes dos casi indistinguibles. No tuvimos un buen comienzo,perodespuésseconvirtióparamíenungranapoyoyenmiasesormásimportante.Élnosabíaloqueeslaautocompasión.Sialgúndíavuelveaverlo,dígalequeleechodemenos.

—Quelajodan.Semidenconlamirada.Nowakabrelapuertadegolpe.—Tenéisqueescucharesto.Losiguenalhangar.Laimagenyelsonidodela transmisióndevídeonoestán

sincronizados,lavozdeMajowskisigueasuslabiosconretraso.Enlaspausasentrefrasesdalasensacióndequerepitelasúltimaspalabras,comosinopudieracreerlo.

—MertschyStemmlersehanhechocargodeKvisthace treintaminutos.EnelpasoaniveldeBuckowerChausseeestabaesperandoeltren,perohacruzadoalotroladoa todavelocidad justodelantedelconvoy.Nohanpodidoseguirlo.AcabandeencontrarsucocheenFritz-Erler-Allee.Elmóvilestabadentro.

—¿HanperdidoaKvist?—Sí.DemircimiraaPavlik.Parecequesurostrofueradepiedrayelescultoracabara

dedarleungolpedemaza.

Verahaestadollorandohastahaceunmomento.Eneseespaciotanestrecho,Aaronnohapodidohacermásqueapoyarlacabezacontraladelamujerparasentircómoluchabacadavezqueteníaquerespirarycómo,completamentetensa,setragabalaslágrimas.AhoraVeraestátanvacíaqueyasoloseatragantaconsusflemas.

—¿Dóndeestáelrevólver?—susurraAaron.Nohayrespuesta.—¿Eneldormitorio?Veraquieresacarmáslágrimas,perosoloalcanzaasoltarunquejidoprolongado.—Megustaríamuchovisualizarlacasa.¿Meayuda?Silencio.—Hagaustedunavisitaconmigo.Esosíloconseguirá.—Alomejor—murmuraVera.—¿Cuántashabitacioneshayenlaplantabaja?Veralopiensa.


—Lacocina…Elbañodeinvitados…Elcomedor…Lasala…Estetrastero…Eldespacho…Elcuartodelacaza.

TardatantoenenumerarlasqueelAarónbíblicohabríatenidotiempodeforjarelbecerrodeoro.

—Ahora,porfavor,imaginecuántospasoshaydeunsitioaotro.Dandounpaseonormal por la casa, sin prisa.—Cada paso es mediometro—. Empecemos por lacocina,queyalaconozco.¿Adóndesalimosdesdeallí?

—Alpasillo.—¿Yluego?—Albañodeinvitados…,creoquesonnuevepasos.Sí,nueve.—Siga.—Deallísevaalcomedor.Esunpasillolargo.Espere…Nopuedodecirlocon

seguridad,esdifícilcuandosoloseimagina.Pero,situvieraquedarunacifra,diríaque sonveintepasos.—LavozdeVera sevuelvemás seguray toma impulso.LatareaquelehapuestoAaronlaayudaapensarenotracosaquenoseaencómosehadespedido de su marido esa mañana, mal, sin un beso, solo porque ella se habíadeshechode sus zarrapastrosos pantalones preferidos sin decirle nada—.El pasillohaceunrecodohacialaizquierda.Ahíestáestetrastero.Docepasos.Unpocomásysellegaalasala,aladerecha.Nueve…No,másbienocho.Aunquetambiénsellegaaelladesdeelcomedor.

—Lohaceestupendamente.Entramosenelcomedordesdeelpasillo. ¿Cuántospasoshayhastalasala?

—Unmomento…Diez,diríayo.Hacialaizquierda.—Hayalgoenmedio.—No.Bueno,estálapieldeosoconcabeza.—Veradescribecadavezconmás

vivacidad—.Klausestámuyorgullosodeella,abatióalosoélmismoenCanadá.Younavezmetropecéconella…yzas,selepartiólamandíbula.LapeguéconPattex,Klausnisediocuenta.Lomejoresirpegadoalapared.

—¿Ungrizzly?—No,unosopardo.—¿Dóndeestáelrevólver?—AaronsientequeVeraseponerígidaalinstante,así

que sigue hablando como si no hubiera dicho nada—. Ahora estamos en la sala.¿Cómoestáamueblada?

Juntoaellasolohaysilencio.—Seguroquetienemueblesbonitos.Verasedecideporfinaresponder.—EstiloBiedermeier.—¿Untresillo?—Sofá y dos sillones. Un televisor. A la izquierda, el gran armario. Entrando

desdeelcomedorsevadirectoalapuertadelaterraza.—¿Esmuygrandelahabitación?Enpasos.


Veraseabstraeensuspensamientos.—Esbastantegrande.Docepasoshastalapuertadelaterraza,catorceenlaotra

dirección.—¿Dóndeestáeldespacho?—Detrás de la sala de la caza.Ah, sí, esa puerta también da al pasillo, seme

había olvidado, lo siento.—Suvoz se pierdepor un canal de lágrimasvacío—.Ydesdeallísebajaalsótano.

—¿Cuántospasoshaydelacocinaaldespacho?—Unmomento,tengoquevolveraempezarporelprincipio,meestoyhaciendo

unlío.Aaronnolapresiona.—Doce.Hacialaderecha.Antesestáelvestíbuloconlapuertadeentrada.Yla

escalera.Asietepasos,calculo.Aaron ya conoce el camino desde la entrada hasta la cocina pasando por el

vestíbulo, igualqueal trasteroyalsótano.Verasolosehaequivocadoporunpasocadavez.Sinembargo,unpasopuedesuponerladiferenciaentrelavidaylamuerteparaella.

—Quiero volver a la sala. Allí hay un armario, me ha dicho. ¿Y los demásmuebles?

—Unaparadoryunacómoda.—¿Enquépared?—Aladerecha.Osea,lacómodano.Elaparadoraladerecha.—¿Alfombras?—Deterciopelo.—¿Dóndeestáelrevólver?—Lesdaránsudineroynosdejaránlibres.Yalohaoído.—Esehombremiente.—¿Cómolosabe?Sisiguepreguntándomeporelrevólvernoledirénadamás.—Vayamosaldespacho.¿Quéhayallí?VerapiensaenqueKlausnisiquierahatocadolabocinaalmarcharse,comohace

siempre.Ytampocolehadichoadiósconlamano.—Seguroqueunescritorio,¿no?—Aladerecha,delantedelaventana—respondemecánicamentelamujer—.Un

archivador.Linóleo.Cruzandoenlínearectasellegaalasaladelacaza.Ochopasos.Allícuelganlascornamentas.Todoenverde,legustaría.Enelcentrohayunagranmesaparaloscazadores.Yunaalfombrabonita.Tambiénhayungrifodecerveza,yelarmariodelasarmas.

—¿Dóndeestáelrevólver?


33

Unanimalpequeñocorreaesconderseenlamaleza.Ungatosalvajeounmapache.Deja en la nieve un zigzag nervioso que en la pantalla de las gafas de infrarrojosreluce de color verde. De los árboles se desprenden cristales. El viento llega acincuentakilómetrosporhorajustosydeleste,comolaluzdelaluna.Lallamadadeunmochuelosiguea ladeunarrendajo,que imitaa ladelotropájaroysuenacasiauténticaaunqueenrealidadesunaburla.

Mientrasavanzaahurtadillasporentre lavegetación,Pavlikescuchaatentoeseduelo que el mochuelo perderá. Lleva puesto un ghillie y se ha calado tanto lacapucha de ese traje de camuflaje blanco y peludo sobre la cabeza que solo ve suentornoatravésdeunarendija.Suspasossonlentosperoágiles.Primeroposalacaraexteriordelpieyluegolohacerodarparaevitarpisaralgunaramitayproduciralgúnruido.Deesaformaharecorridounkilómetroenlaúltimahora,hadejadoatráslospanelessolaresyporfinhasubidoalacolinadondelasFordaguardanbajolasredesnevadas.

Losúltimosmetrossearrastra,losrecorrepegadoalsueloyconunapiernapordelante.Lleva lacabeza inclinadahaciaun lado, sumejilla roza lanieve.Antesdeavanzar,susmanospalpanelterrenoyapartancualquiercosa,hastalomásmínimo,quepudieraproduciralgúnsonido.Asísemuevecentímetroacentímetro,yempleacuatrominutosencubrirelpequeñotramoquelefaltahastalacima.Arrastraconsigoelfusilsujetandolacorreaentreelíndiceyelpulgar.LabocadelcañóndelBarrettLightFiftyestáprotegidaporunpreservativoparaquenoleentrenadadenieve.

Pavliksequitalasgafasdeinfrarrojos.Sacalaesteraaislanteblancadedentrodelghillieyse tumbaencima.CuandohaestadoaquíconKemperhaceunashoras,havistolapiedraqueleservirácomosoporteparaelLightFifty.Montaelsilenciadoryle coloca el preservativo para impedir que se le acumule agua de condensacióndentro.Envuelveelcañónconunavendadegasasinapretarmucho.Conlamiradevisiónnocturnaenfocalacolinaqueseencuentraalotroladodelapistadedespeguey aterrizaje y sobre la que hay un claro. A causa de la vista panorámica sobre elaeródromo, en verano es un lugar muy frecuentado para hacer picnics. Un cartelexige que los perros se lleven atados con correa. Puede leer el texto con claridad,calculaqueestáamilcienmetros,peroquiereasegurarse.Eltelémetrolocorrobora:milnoventayuno.

Laspreguntashansidosencillas.¿QuéharíaélsihubieraalquiladounaviónenFinow y quisiera descartar que el Departamento lo supiese? Querría que alguienexplorara el aeródromo. ¿Quién? Seguro que Holm no. Sascha sería improbable.Bosch. Es el más prescindible, y además está familiarizado con aeródromos.¿Cuándo?Noantesdelaunadelamadrugada.¿Dónde?Desdeel lugarquecuentaconlamejorvista.


Pavlikhasopesadoesperarloallíalacecho,perounintercambiodedisparosseríaunriesgodemasiadoelevado.TienequeconseguircapturaraBoschconvida;soloasípodráobligarloaque lesdesveleelescondite.Poresoha trazadootroplan,yparaellonecesita elLightFifty con silenciador, porquepara elmáuser es unadistanciademasiadogrande.

Susojossehabíanacostumbradoalasgafasdeinfrarrojosyprimerotienenqueamoldarse otra vez a la oscuridad. Sabe que pasarán treinta minutos hasta que laadaptación sea completa. Pavlik enfoca el objetivo solo de manera periférica asabiendas; así estimula los fotorreceptores del borde de la retina, que son losresponsablesdelavisiónnocturna.

«Teme la penumbra, no la noche». Tiene ese viejo dicho de francotiradoresgrabadohastalostuétanos.

Mientras subía la colina ha dejado de nevar, pero todavía hay unas nubesperezosasquecruzanelcieloypodríanvolveradescargarencualquiermomento.Lanievelocubre,lanievelotapatodoyessuamigaporqueiluminalanoche.Pavliksemeteenlabocaunpocodeesanievebuenaparaenfriarsualientoynopermitirquelodelate.Laotranieve,encambio,laquecaedelasnubes,essuenemiga,lerobalavisión, juega a su antojo con los proyectiles. Por lo demás, el viento le preocupabastante. Puede calcular la velocidad y la dirección a cincuenta metros comomáximo,másallánopuedededucirlascondiciones.Porcómosemecensuavementelascopasdelosárbolesenelbordedelclarosesabemuypoco;unerrordesolocincokilómetrosporhoramodificaríalatrayectoriadeunabala.

De un modo inconsciente, su mano izquierda juguetea bajo el ghillie con elcasquillo que le ha regalado Helmchen. Dieciocho años. Siente cada hora en loshuesos.Sabequetienequemantenersedespiertocomosea.

Antes de salir ha llamado a Sandra. Cuántas veces ha agradecido que en esasllamadas ella nunca le demuestre lo preocupada que está, porque no quiereintranquilizarloconnadamás.Enlugardeacribillarloapreguntas,lehahabladodelapequeña,quenosehartadebeberleche,dormita,estáhechaunamonada,aprietaelpulgarqueridoensumanita.LoquenohanmencionadoniunasolavezeselnombredeAaron.¿Porqué?PorqueSandrasabequeélseríacapazdedarsuvidaporella.Eneso no les hace falta gastar saliva. Si llegara a suceder, ella se pasaría una nocheenteragritando,perodespuésestrecharíaaAaronensusbrazosylloraríalapérdidaconella.

Hayotronombrequesumujersíhapronunciado.Lehacontadoalgoaloqueélhaestadodandovueltasunosminutos,acuclilladoenel suelodehormigóncon losojoscerrados,fumando.

—Cuando regresó deBarcelona, lo invitaste a casa.Tú habías bajado a buscarunascervezasalsótanoyyomequedéunmomentoasolasconél.Nopudomirarmealosojosniunsegundo.

Pavlikrecuerdaesanoche.Sandrasefueprontoalacama.Setomóunapastilla


parapoder dormir, igual que todas las nochesdesdehacíamedio año.Él se quedósentado conKvist en el balancíndel jardínnevado.Vaciaronuna cajadeBeck’sysoloabrieronlabocaparabeber.EnalgúnmomentoKvistsepusodepieparairalbaño,oesocreyóPavlik.Sinembargo,cuandofueaveralcabodediezminutos,sehabíamarchado.

Ellosdossiempresehabíandespedidoconlasmismaspalabras.«Hastaluego,capoPavlik».«Hastaluego,capoKvist».Esanocheno.Aprietaelcasquilloensupuño.¿Cuántasnochescontienendieciochoaños?Solo

una,laúltima,decidirási todolodemáshaestadojustificadoohasidoenvano.Sitienequedarsuvidaoquitárselaalhombrequefuesumejoramigo.

Lamanchanegraqueempiezaadanzardelantedesuojoderecholeadviertequedebe cerrarlo unos segundos porque está haciendo un sobreesfuerzo. Demasiadopronto.VolverallamaraSandranotendríasentido.LaatencióndePavlikdecaería;sepondríatriste,porqueenmomentoscomoestesepreguntasiserálaúltimavezqueoiga su voz. Sin proponérselo, termina siempre esas llamadas conuna palabra quesirvededespedida,unafrasequeSandrapodrárecordarmásadelanteparaencontrarconsueloenella.«DaleaJennyunbesodemiparteysusúrralequehacemuyfelizasupadre»,hasidohaceunrato.

Ellalosabe,perodeesonohanhabladonunca.Seatalamascarilladelghillie,secolocaelauriculardelmóvilyllamaaDemirci.Elladescuelgaalinstante.—¿Sí?—Cuéntemealgo—murmuraPavlik—.Hágameunapreguntaalaquetengaque

darlevueltas.Oblíguemeacharlar.—Tienecuidadodebajardosterceraseltonodevoz,desuavizarlasvocales,deamortiguartodoslossonidosexplosivos.

«…asharlar».—Unmomento.Se abre una puerta…, se cierra. Pavlik sabe que ella está ahora en el pasillo,

dondenolamolestarán.—¿Quépensócuandoseenteródequeibanaponerlesunajefa?Élríesinemitirningúnsonido.—LedijeaLissek:«Muybueno.Cuéntameotro».—¿Mefaltabatestosterona?—Tonterías.TeníamosaAaronconnosotros,yera laque tenía loshuevosmás

grandesfueradeunagranjadeavestruces.Noseofenda.—Entonces,¿porqué?—Lamitaddesutrabajoconsisteenpolítica,ynuestroculopuededependerde

ello.Esos tiposconrayadiplomáticasonmásmachitosque todosnosotros.Bueno,puedequenomás,perosídeotromodo.Noestabasegurodequefueranatomarlaen


serioyconsiguieraustedcubrirnoslasespaldas.Peroesohaquedadoclarohoy.—Aunasí,nometieneendemasiadaestima.—Ya sé lo que piensa, pero se equivoca.Antes de que llegara,me informé un

pocosobreusted.Uncompañeromío,JanPieper,unpezgordodelaBKA,sabíaunpardecosassobreeltiempoqueestuvoenDortmund.AbdulÖymen.

—¿Quélecontó?—QueÖymencontrolabaelnegociode laextorsiónacambiodeprotecciónen

todalacuencadelRuhr.Usteddirigiólasinvestigacionesentrececasosdeasesinatocontra él.Entre susvíctimas se contabanmujeresyniños, peronopudodemostrarnada.Unanocheentrósolaenelbarhabitualdelhombre,dondeestabasentadoaunamesaconochodelossuyos,yledijodelantedetodoslosclientes,seguroqueenunturcomuyelegante,queerauncerdocobardeyquelecabíalapollaenunacajadecerillas. Öymen la siguió a la calle. Quería darle una paliza. El grupo especial deoperacionesquesehabíallevadoallíconustedlodetuvoporintentodeagresión.Nisiquiera llegó a interrogarlo, pero esa misma noche hizo que unos informadoresfiltraranensuscírculosquehabíadelatadoasupropiagente.Suabogadolosacóporlamañana;seishorasdespués,elcadáverdeÖymenflotabaenelRuhrconuntiroenlanuca.DicenqueDortmundesahoraunalocalidadmásapacible.

—Pueslehancontadoalgodeltodofalso.—Vaya.—Sí.Ledijeque supolla cabría enundedal, yque todavía sobraría sitiopara

meterahídentrosucerebro.—Creíaqueeraustedunadama.—Yyonocreíaquefueraarecordarmeeso.—¿Selapuedecontratarparafiestas?AhoraesDemirciquienríeenvozbaja.—Esomegusta—murmuraPavlik.—¿Elqué?—Quesería.Hágalomásamenudo.—Puesamímegustaquehableensordina.—Abrendíahacerloenunaagademia.Eltonodevozdeellacambia:—Sientohaberdichoesodesuhermanogemelo.—Nopasanada.Yotampocopuedosoportaraesecalzonazos.—QueKvistsehayaesfumadonodemuestranada.—Nosepongacursi.Oyeunavozdefondo.Nowak.—Unsegundo—diceDemirci,ytapaelmóvil.LanievesederriteenlabocadePavlik.Lajefavuelveaponerse.—Sascha nos ha dado las instrucciones de la entrega. Regional exprés Berlín-

Angermünde.Salidadentrodecincuentaysieteminutos.Másadelantenosharásaber


cuándoydóndehayquelanzarlabolsadesdeeltren.—¿PasaesetrayectoporFinow?—Todavíanolosé.Voyainformarme.

Yahanrecorridomentalmentelacasacuatroveces.Todoslospasosdelaplantabajaylaprimera,treceescalonesdepiedra,ungiroaladerechadespuésdeloctavo.Hanllegado al dormitorio y a la habitación de invitados, al cuarto deVera, su refugio,dondelegustasentarsealeerbiografíasdeactores,uncuartodelaplancha.Eldesvánnoestáhabilitado.Aaronsabedóndeestánlaslámparas,depieodetecho,conoceelmobiliario,elrevestimientodelsuelo,elpapelpintado,elcolordelascortinas.Silapuerta del trastero estuviera abierta, podría echar a correr y llegar a cualquierhabitación,acualquiermueble,singolpearseconnadamásqueunaodosveces.

Sinembargo,Verasiguesinconfesarledóndeestáelrevólver.Hay otra sala pequeña, la sala interior deAaron.Allí ha estado reflexionando.

Ella escondería el arma en algún lugar donde, en caso de necesidad, enseguidapudieraencontrarla.Unladrón,denoche.Poresohaceratoquesehadecididoporeldormitorio. Solo puede estar en el lado de la cama delmarido deVera. Justo a laizquierdadelapuerta.Pero¿debajodelacamaoenlamesilladenoche?Esosuponeunadiferenciaenorme;Aarontendráquedecidirhaciadóndeecharlasmanosenunafraccióndesegundo.

Unvehículosaledelpatio.Unmotorpotente,nomuyrevolucionado.—¿Cuántoscochestienen?—susurra.—Tres.Mideportivo,unMazda,porquemegustairdeprisa,nuestrafurgonetay

eljeepdeKlaus.«Eslacamionetaconlaquehemosvenido».«Osufurgoneta».—Pero Klaus se ha ido con el jeep. —Vera encuentra un par de lágrimas

olvidadas—.Sihubieravistoustedesadesgraciadepantalones…Perdón.Conelloshahechode todo.Descuartizarpresas, sacarel estiércoldel establo, encargarsedelcebadero.Yjustodeesoteníanaspecto.Inclusoselosponíaparasentarseacenar.¡Ycómoapestaban!Ustedtambiénseloshabríatirado,¿aquesí?

—¿Selosponíatambiéncuandolimpiabaelrevólver?¿Eldelcajóndelamesilla?PorelestremecimientodeVera, su inútil intentodesepararsedeAaronenesas

estrecheces,surespiraciónqueseaceleradepronto,sabequehadadoenelblanco.—Todoirábien.Nodebetenermiedo.—Porfavor,nolohaga—suplicaVera.Aaronquieretranquilizarla,asegurarlequenoleexigiráquevayaaporelarma,

perolapuertadeltrasteroseabresinhacerruido.ElolordeOjosdeFichaselemeteporlanariz.Intuyeunmovimientoraudo.Veralanzaunsuspiro.Lapuertasecierraigualdesilenciosamenteylacerraduragira.


—¿Vera?Ningúnsonido.LavozdeAaronsepierdeensugarganta.—¿Vera?Vera,porfavor,dígamealgo.Temblando, susmanosatadasbuscanel cuerposinvidaque tienea su lado.El

tóraxdeVeraestáempapado.Aaronhuelesangre.Gritaygritaygrita.

Ha soñado que Sascha tenía cuatro años y que por Navidad había pedido unaexcavadoradejuguete,perosololetraíanzapatosylápicesdecoloresyunalibreta.HasoñadoqueelhombrealqueunaveztuvieronquellamarpadreempujaaSaschaescalerasabajoporprimeravezdosdíasdespuésdeNavidad.Sinembargo,cuandoelhombrealqueunaveztuvieronquellamarpadreabríalapuerta,detrásestabaél,eseal que el hombre llamaba hijo, ese al que había enseñado a utilizar una sierramecánica.Entoncescortabaalhombrealqueunaveztuvieronquellamarpadreporlamitad.Los dos trozos caían al suelo, a derecha y a izquierda, y aparecía allí unriachuelo que se los llevaba corriente abajo. Él estrechaba a su hermano y le oíadecir:«Noteníamiedoporquesabíaquetúmeibasaproteger».HasoñadoqueibanencochealaciudadconsumadreyqueellalecomprabaaSaschaunheladodetresbolas y a él una camisa nueva. Que en casa comían algo con kétchup y que unacornejapicoteabaenlaventana.

Hasoñadoquesuhermanoloobservabamientrasdormía.QueAaronleclavabaundedoentrelascostillasenelríoyélteníaquesentarse

enelsueloadescansar,alladodeltrastero,hastaquelamanoenvenenadalosoltaraalfin.

«Ahora».QueAarongritaba.Despierta,perotodavíanoabrelosojos.Seincorpora,oyelossollozosdeAaron

alotroladodelapuerta,sabeloquehahechosuhermano.Holmestiralosmúsculos,sientecómoleobedecen,cómofluyenylellenanlos

tatuajes.Entra en la cocina. Sascha está sentado a la mesa, fumando. Holm ve que su

hermano disfruta de cada calada. La cosa durará cinco minutos, puede que diez.Saschanolevantalamirada.Holmsecolocaasuladocontrespasosquesoncomounosolo.GolpealacabezadeSaschacontralamesacontalfuerzaque,cuandoselalevanta tirándole del pelo y lo lanza a un rincón, en ella quedan estrías de sangre.Antes de que Sascha pueda sacar su Glock, Holm se arrodilla junto a él, tiene laRemingtonenlamanoyleobligaaabrir laboca.LemeteelcañóndelarmahastaqueSaschaseatraganta.

—Habríasidomejorquenuestropadretematara,porqueasíjamáshabríaspodido


recordarmemideuda.Ahorapagaréesadeudapermitiendoquesalgasvivodeestacasa.Ve a buscar tu dinero.Como te atrevas a volver, escogeré para ti una de lasmuertesqueheestadopensandoparaAaronyhedescartado.

Saca laRemingtonmuy despacio de la boca de su hermano. Sus ojos son dospozossinfondo.

Sascha consigue a duras penas ponerse de pie. Recula ante la mirada de suhermanocomounperroanteunbastón.Lapuertadelacasasecierra.Holmaguardainmóvil,estáenotrotiempo,hastaqueoyeaSaschairseconelMazda.

Vaaltrasteroyabrelapuerta.Aaronsaledisparadahaciaél.Holm se balancea para esquivar sin esfuerzo su doble golpe con el canto de la

mano, estrella los puños en los riñones de ella, la agarra y la lanza de nuevo altrastero,dondequedatiradajuntoalamujermuerta.Holmvesuslágrimas.

Seacuclillaenelpasillo.Suspensamientosson tanclarosy tranquiloscomoelmartrasunatormenta.Asíquedice:

—Laséptimavirtud la sigopuestoque soy lealhastadespuésde lamuerte.Lasextavirtudlacontemploporquehastaelfinalactuaréconhonor.Laquintameexigedecir laverdad; tambiénesolohagosiempre.Porlacuartavirtudmedirijoaustedcomo«señoraAaron»,ynoconelnombrequequerríadarle.Laterceralarespetéaltaparlaconelabrigocuandoseestabamuriendodefrío.Lacantidaddeesfuerzoquerequiere la segunda virtud es algo que acabo de aprender; para renegar de mihermanomehahechofaltamáscorajequeparacualquierotracosa.Laprimera,noobstante, es la principal. La rectitud. Esa es la virtud que la ha llevado a usted acolocarse ante el autocar con los brazos abiertos. Amí me obligó a confesar queamaba a la hija de Ilia Nikulin. Su pequeña Natashenka, que lo era todo para él.Aunquesabíaquejamásmepermitiríapasarniunsolominutodefelicidadconella.Élhabíasacrificadoasuhijoyhabíavistomorirasuhijamayor.SupeormiedoeraquetambiénNataliatuvieraquecerrarlosojos;poresoocultóqueerasuhija.Igualque el hombre al que tuve que liquidar por él en Londres, ella llevaba una vidadiscretabajootronombre.Nikulinleregalóunaempresalegalquenoteníaningunarelaciónconsusnegocios.Además,insistióenqueallíparecierasolounaempleada;talerasumiedo.Larectitudincluyetambiénlajusticia.UstedconocióaNatalia,pueseralamujeralaquematóenelaparcamientosubterráneodelhotelAralsk.


34

Eltrayectodeltrenpasaacincokilómetrosescasosdelaeródromo—lehacesaberDemirci—.CruzaBarnimerHeide, una enorme zona boscosa. Siete pueblos en unáreadequincekilómetros,muchasgranjasapartadas.Lapolicíaestáalertada,perolesheordenadoquenosedejenver.Tardaríamosdíasenpeinarlazona,esosincontarconquesoloserviríaparaespantaraHolm.

Pavlik habría procedido exactamente igual. Sabe que todo se decidirá allí, enFinow,entrelacolinasobrelaqueestáapostadoyladelotrolado,ladelclaroquevigila sinpausa.Suspupilas se contraen condolor.LavozdeDemirci es la únicarazónparanocedera la tentacióndecerrar losojos solocincominutos.Ella lehahabladodecómocreció,unachiquilla turcaenunapequeñaciudaddeHesseen ladécadade1970,delasburlasdelosdemásniños—«¡Comeajos!»,«¡Morita!»—,delos profesores que la sentaban siempre en la última fila, de su primera amiga deverdadcondoceaños,hijadeuninmigranteitaliano,delospadresqueleenseñaronasentirseorgullosadesusorígenes,delaAcademiadePolicía—«¿Quévieneahaceraquíunadeesos?»—,deloscompañerosdesuprimerdestinoenCoblenza,aquieneslesresultabagraciosocolgarensutaquillaunpañueloparalacabeza,desuobsesiónporquererserlamejor.

PavlikpiensaenAaron,enloparecidasquesonambasmujeres.—Mi superior se llamaba Himmler —dice Demirci—. Nunca pensó en la

posibilidadde cambiarse el apellido, él estaba por encimade eso.Unavez que yoteníalamoralporlossuelos,medijo:«¿Quiénsabealgodeusted?Solounpuñadodepersonas.Todoslosdemásdanigual,yeso…».

—Chsss—lainterrumpePavlik.En el claro se han espantado unosmirlos. Losmirlos son unos vigilantesmuy

fiables. Pavlik vira hacia el camino que lleva al punto panorámico. Ningún faro,ningúnruidodemotor.Cuandovuelveatenerelclaroenlamira,unzorrosaltadedebajodeunbancodepícnicydirigelamiradadirectamentealvisordePavlik,quepuedeverlodecepcionadoqueestáelanimalporsabersedescubierto.

«Esa sensación la conocemos los dos, amigomío. Pero tú no te rendirás, y yotampoco».

—Falsaalarma.—Hayalgoquehacetiempoquequieropreguntarle—sedecideDemirci—.¿Por

quéfuetanariscoconmigoeldíaqueempecéenelservicio?Letendílamano,perousted pasó de largo sin saludarme. ¿Fue algo personal, o es que ese día se habíalevantadoconelpieizquierdo?

Pavlikguardasilencio.—Unmalchiste,losiento.—No,silosmejoreschistesdecojosloscuentoyomismo.—Demircisolointuye


su respiración.Al cabo de una eternidad, Pavlik vuelve a hablar—:En noviembrevinoavernoselMI5.SospechabanqueunacéluladelIRAAuténticofinanciabasuluchacontraelÚlsterconcomerciodearmasycrearonlatapaderadequehabíaunalemán interesadoenhacernegociosconellos.LissekmeenvióaBelfast.¿Algunavezhaestadoallí?

—No.—Pues no vaya. En los periódicos dicen que la guerra ha terminado. No es

verdad. La célula era pequeña, inteligente, desconfiada. Pero mi prótesis era elcamuflaje perfecto, como tantas otras veces. Conseguí ganarme su confianza.Discutieronconmigodepolíticayyonotuvequeesforzarmeporcompartirmuchosde sus puntos de vista, si no todos. ¿Tienen esos hombres derecho a luchar por supatria?¿Ustedquédice?

—Yosoykurda.—Pensamoslomismo.Losdíasseconvirtieronensemanas.PatrickO’Byrneera

sucabecilla,ochoañosmayorqueyo.Nopasabaporningunapuerta,untóraxcomoun barril deGuinness, y en sus rizos podría haber anidado un pájaro.Con él pasélargas noches en pubs. Patty quería conocerme antes de hacer negocios conmigo,asegurarsedequelasarmasseríanutilizadasparaalgobueno.Ellosnoeranlamafia,sinounospatriotas,decía.Ymecontóquélohabíaconvertidoaélenelhombrequeera.¿AlgunavezhaoídohablardeLongKesh?

—No.¿Quéeseso?—Una cárcel que los ingleses construyeron para presos del IRA. Patty estuvo

encerradoallícincoaños.Loscarceleroslequitabanelcolchón,lamanta,laropa,loszapatos, le ataban lasmanosa la espalda.Colgabanuncubodeaguadelantede laventanade la celday esparcían añicosde cristal por el suelo, luego leobligabanacorrer descalzo sobre ellos para nomorir de sed.No sé cómo tienen las cosas loskurdosenlascárcelesturcas,peronoserápeor.

—No se puede conquistar un imperio si no se tiene cierta propensión a lacrueldad.Y,encuantoaloskurdos…,unsobrinomíolediscutiríaeso.

UncopodenievedanzaenelvisordePavlik.Enseguidalellegacompañíaysepierdeentremuchosotros.Sucedeloqueélhabíatemido.

—¿Quéocurre?—preguntaDemirci.—Laenemigadearriba.Ellaenseguidasabeaquéserefiere.—¿Mucha?—Todavía no, pero pronto. —Ve un temblor como de una interrupción de la

imagen y corrige el visor—. También yo le hablé a Patty demí, pero nada sobreSandra, los gemelos y la niña, sino sobre una villa vacía de Düsseldorf, unmatrimonio roto, un hijo al que ya no me dejaban ver. Cuando salimostambaleándonosdelpub, completamente borrachos, y nos despedimos, yo crucé elbarriocatólico,queestabaseparadodelesteprotestanteporunavalladeochometros


dealtura;losingleseslallamanlaPeaceLine.Habíaperrosolfateandoenlabasura.Carros blindados, patrullas. Todo el rato creía oír pasos detrás de mí. En el hoteldormíaconlaWaltherdebajodelaalmohada,sinelseguro.

—Sédeesaoperación.—No,no sabenada.Estábamos junto almar.Pattyme abrazó.Quería hacer el

negocio.Yolesusurrélaverdadaloído.Alversumirada,creírompermepordentro.Se marchó, y yo regresé a Berlín y le dije a Lissek que el MI5 contaba coninformación errónea. Sandrame hizo las preguntas adecuadas. ¿Cuántos hermanostienePatty?¿Cuántohacequeestácasado?¿Quémúsicalegusta?

—¿Tienehijos?PoresoleestámásagradecidoaDemirciqueportodolodemás.—John,SéamusyMaria.Ellatienequinceaños,empezabaasalirconsuprimer

novio.—Se le ha secado la boca, la tiene áspera—.La semanadespués,Lissek sedespedía.Nosagarramosunabuenaborracheraenunpub irlandés,contamosviejashistorias, juramosnocambiarniolvidarnosnunca.Elúltimobrindisme tocóamí:«Por que los muertos nos esperen». En ese mismo momento, un equipo del SASatacabaenBelfast.Pattymurióeneltiroteo.Meenteréalamañanasiguiente.Esefueeldíaqueustedempezóenelservicio.Mefuiacasaymepuseahacerleña.Detodasformasqueríacomprarunnuevoarmarioparaelsalón.

Se pasa un minuto contemplando el temblor mientras Demirci no consiguepronunciarniunapalabra.

—Nomehagaesto—susurraelladespués.—¿Cortarleñaenhorasdetrabajo?—Estápensandoendejarlo.Esoesimposible,nopuedoprescindirdeusted.—AlverlaallídepiealladodeLissek,conelramodefloresenlamano,pensé

quesimedetenía…—Seinterrumpe—.Elramodefloresque…Elramo.—Locomprendo.Enesemismo instante,Pavlik recuerda laprimeravezqueAaronfueasucasa

conKvist.Sesentaroneneljardínyélfuealacocinaaporhielo.EnlamesaestabaelpapelarrugadodelramodefloresqueKvistlehabíallevadoaSandra.Lotiróalapapelera.

Yviounmomentolapegatina.«EvaAskamp.Mundofloral».—¿Pavlik?—preguntaDemirci.Eltemblorhadesaparecidoderepente.Lalunabrillaentrenubesdeshilachadas.

Pavlikoyeunmotor,virahacialapistaforestalyvelacamionetaqueseacercasinlucesalazonadepícnic.Lasnubesseabren,lalunailuminatodalacolina.

—Contacto—susurraPavlik.Cortalacomunicación,lequitaelpreservativoalcañónysemetenievefrescaen

laboca.


A pocos kilómetros de la granja, Bosch se ha detenido a pensar por primera vez.Holmestáenfermo.Boschnosabequélehaocurridoesasúltimashoras,perodudaquesobrevivaaesanoche.YentoncesélestaráenmanosdeSascha.Noverániuncéntimodelmillón,solopuedeesperarunabala.

Esosiregresaalagranja.¿Qué lomantienevivo?Esapregunta queparece tan sencilla es dificilísimade

responder.Yani siquierapuedeponersesu trajede losdomingosysaliracomprarfloresparaSimoneyunregaloparaElias,decirlesquetodoirábien.Entonces,¿dequésirvetodoesto?

Haseguidoconduciendoporelbosquenevado,queparecíasalidodeunodeesoscuentosqueleleíaaElias,ysehadetenidoporsegundavez.Debedehaberalgoquelomantienevivo,hareflexionado.Porque,sino,nohabríaseguidoconHolm,nosehabríaatrevidoatanto.Sí,esolesuenalógico.

Hacontinuadodenuevoporelúnicocaminoyhaatravesadounpuebloenelquela gente salía de un restaurante. Una fiesta familiar, seguramente; un tipo hacíapayasadasdeborracho.Uncochehasalidodespaciodesuaparcamiento,Boschhatenidoque esperar.Unhombrehaorganizadounaguerradebolasdenieve con suhijo,queeradelaedadquehabríatenidoEliasdentrodediezaños.Boschhavistocómoelpadresedejabaengañar,sereíaylevantabalasmanoscomosilohubieranvencido.

Enlasalidadelpueblosehadetenidounaterceravez.Derepentesabequesoloqueríaeldineroporquenolohantratadocomoaalguienquesepasótreshorasmediomuerto agarrado al patín de un helicóptero abatido hasta que lo sacaron del mar,alguien junto a quien su buen compañeroMatthias había muerto ahogado porquehabía perdido el brazoyyano tenía fuerzas para sostenerse, alguienque tuvoquemiraralacaradesumujercuandolequitaronlosvendajesyporsuexpresiónsupoquesentíarepugnancia.

Poresoqueríaeldinero:porqueselohabíaganado.Ysi se lohubierandado todohabría idobien.Alcomprendereso, elmiedoha

desaparecido.Hasabidoloqueharía.IríaaporeseCessna,seelevaríaporencimadelasnubes,veríalasestrellasyentoncescerraríalosojosypensaríaenalgobonito.Talvezencuandole tocólamanoalaniñitadel lazoenelpeloenelautocaryella lesonrióydejódellorar.

Vadandobandazosporesapistaqueyaconoceporquealasochohaestadoallí.Ha explorado con los prismáticos la torre, el hangar y los edificios, y no haencontradoningunaseñaldequeabajoestuvieraesperándolosnadie.

¿Osí?Yanoestáseguro.¿Deverdadyahaestadoallí?

Lacamionetaquedaocultaporlosarbustos.PavlikvequeBoschsedeslizadeprisa


bajolaluzdelaluna,setumbaenunbancoyseponegafasdevisiónnocturna.Lotiene en el puntodemira.Boschpasaunminuto así, después cambiadeposturayexaminalacolinadePavlik.Aestenolepreocupa;lapiedrasobrelaquedescansaelfusilloprotegeaéldegenerarunahuellatérmica.Lanieveenlabocalecorroelosdientes,perovuelveinvisiblesurespiración.Tieneeldedoapoyadoenelgatillo,supulso en descanso es de veintiocho.Cualquiermédico estaría tentado de darlo pormuerto.

Boschseincorpora,agazapado.EldedodePavliknosemueveniunmilímetro,estáfundidoconeldisparador.

Una sombra salta hacia Bosch. Parece que apenas lo toca, pero Bosch caedesplomado. La sombra se arrodilla sobre el hombre, un buen rato. Tiene la caravuelta de espaldas a Pavlik, pero a él no le hace falta verla.Aunque una capuchaocultara esepelo rubio rojizo, sabríadequién se trata.Kvistmata aBoschconunpuñorápido.Cuandocorrehacialacamioneta,sesubeydalavuelta,PavliklosigueconelcañóndelLightFifty.

Hace horas que sabe cuál es su objetivo. Un neumático. Antes de que Kvistarranque sin luces, Pavlik contiene la respiración. Puede aguantar así durante diezsegundos hasta que la falta de oxígeno provoca un temblor apenas perceptible. Lairregular pista forestal queda medio oculta por la vegetación, de manera que solodisponedeunpuntoparadisparar.Uncortafuegosquenotienemásdedosmetrosdeanchura. Al cabo de nueve segundos, la camioneta pasa por ese punto a granvelocidad.LaconcentracióndePavlikestabaenfocadaaesemomentoy,aunasí,eldisparo leha sorprendido.Loha soltado inconscientementeun segundoantes,paraconseguirquefueraperfecto.Labalapenetraenelneumáticotraserodelacamioneta.La mayoría de los tiradores de precisión, hombres muy capaces, jurarían que undisparoasíesimposible.Kvistnosehadadocuentadenada;puestoqueeraunabalaencamisada, la camioneta tardará varios minutos en acabar con el neumáticodeshinchado. Pavlik está eufórico. Corre hacia las Ford con el fusil y arranca elcamuflajedeunacondostirones.Sequitaelghillie,seponealvolanteyregresaatodavelocidad.

ElmundodeAaronespequeño.Consisteeneltrasterodondeestáagazapada.EnelcuerpofríodeVeraasulado.EnelsilencioconelqueHolmlacontempladesdehaceuna eternidad, el silencio ante sus preguntas susurradas, siempre lasmismas. ¿QuéclasedepersonaeraNatalia?¿DesdecuándosabequelamatóAaron?¿QuéocurrióenBarcelona?

Está a punto de pensar que nuncamás volverá a oír su voz, que lamatará sinhaberledicho laverdad,comosinada,comosi fueraunacarga,apenasunestorboparasuluto.

YentoncesHolmrompeelsilencio:


—Sugranbellezanoeralarazónporlaquelaamaba.Teníalosojosverdes,igualqueusted.Peronoeraporeso.Adorabaalospoetasrusos,igualqueyo.Peronoeraporeso.Podíaentrarenunasalay,eneseprecisoinstante,unosedabacuentadequehasta entonces había estado a oscuras. Tampoco era por eso. Fue a su hermanomellizo,Anatoli,aquiensupadredejóatrásenlacasadeOjosdeHielo.Ellahabríapodidoodiarmeporloocurrido,ytambiénporhaberocupadoellugardeAnatoli.Sinembargo,eldíaenqueseenteródecómohabíamuerto,yoestabaenelparquedelagrancasaaorillasdellagoyellaseacercóamí,mepusounamanoenlamejillaydijo:«Ahoratienesunafamilia».

Aaronverebotarsuspalabrascomopiedrassobreelagua,ycadavezquegolpeanesunapunzadadedolor.

Deélydeella.—Y en ese instante supe lo que sentía por ella. Lo oculté. Como nunca había

experimentadoamor,mitemorantealgoasíeratangrandecomoanteunsótano.Sinembargo,unavezfuidescuidadoymipadreviocómomirabaaNataliamientrasellase ponía en el pelo una camelia, su flor preferida. Su mano cayó pesada en mihombro y me dijo: «No te está permitido». —Pasa un rato, después las piedrasvuelven a saltar—. Natalia y yo éramos entonces muy jóvenes, pero mi padre yahabía decidido mi vida. No me preguntó si lo había entendido. No tuvo queadvertirmesobreelpreciodeladesobediencia.Losañossiguientes,Nataliayyonosvimosenmuypocasocasiones,soloenlascelebracionesfamiliares.Ellasiempremeacariciaba lamejilla y sonreía. Nadamás. Aun así, creí comprender que sentía lomismoqueyo.

AaronoyequeHolmquieresollozarynopuede.—¿QuématóaNatalia?Nofuesubala,nolaacusoporesabalaperdida.¿Quéla

matódeverdad?—Miambición—susurraella.Las bocas de las armas escupen destellos rojo anaranjado. Aaron vuela por el

aparcamientosubterráneodelhotelAralsk.

Elasesinoasueldolapersigueentrelashilerasdecoches.Esrápido,undepredadorinteligente.Cadavezqueellalevantalacabezaunafraccióndesegundo,éldispara.Una bala le ha hecho un rasguño en la sien, le corre sangre por la cara. En sucargadordereservasoloquedancuatrocartuchos;eneldelaGlockdeél,doceaún,aunquelahaacribilladoconunalluviadebalas.Aaronsaltaenplanchaporencimadeuncapómientrasdisparacontraelhombre,perounabala ladetieneamitaddelmovimiento.Aaroncaealsuelo.Nosientenada.Vequeélsaledesuesconditesinprisa. La creemuerta, o incapaz demoverse.Cuando ella levanta laBrowning, sesorprende. Su disparo es pura irreflexión; ha apuntado a lamano de la pistola. LaGlockgolpeteacontraelsuelo.Aaronoyeungrito,peronodeél,yestádemasiado


aturdidaparadarsecuentadeloquehapasado.Enunactoreflejovuelveadisparar,esta vez apuntando al vientre. El hombre lamira desconcertado y cae de rodillas.Aaronlograponerseenpie,setocaelorificiodeentradaenlacintura,luegoeldelaespalda,ycomprendequelabalalahaatravesadolimpiamente.Seacercaalhombre,se dobla, se arrastra. Se incorpora a pesar del repentino dolor ardiente y aparta laGlockdeunapatada.Entoncesvealamujer.Estátiradajuntoalapuertadeaccesoalhotel,inmóvil,yenelladodelcorazóntieneunagujeroquemanacomosifueraunafuente.

El hombre está arrodillado delante de Aaron, se aprieta el vientre con ambasmanos,respiraigualqueloharáNikoenBarcelona.Lesuplicaconlamirada.Ellalomiradesdearriba, conmenoscompasiónquenuncaantesnidespués,y lemete suúltimabalaentrelosojos.

Eserecuerdoescomounamanchadenacimiento.—Siempre que oía la voz deNatalia, oía también la demi padre. «No te está

permitido».Nosabíasiellacorrespondíamissentimientos,niquéeraloquemedabamásmiedo: si tener razónoestar imaginándolo todo.Nuestrocontactomás íntimofue un beso en la mejilla. Nunca he tenido nada más profundo con ninguna otramujer.Pasaronmuchosaños.Nosiemprepensabaenella,nocadasegundo,comoenlos folletines, pero a veces estaba enun ascensor, o enun coche, o tumbado en lacama,yelhechodesaberquenomeestabapermitidodesearlahacíaqueelmundosedetuvieraymeenfurecía.Enelinviernodehaceonceañostuvequeencargarmedeunasuntorutinario.Matéenunafloristeríaaunhombrequesehabíaentrometidoennuestrascosas.Cuandoélcayó,arrastróconsigoalsuelounamaceta.Eraunacameliablanca.Quedótiradajuntoalhombre;lasangrequemanabadesubocamanchóunpétalo.Mequedémuchoratoallí.Eldueñode la floristeríaechóacorrer,amímedaba igual que avisara a las autoridades.De repente supeque tenía que tomarunadecisión.Esperarhastaquemellevarandetenido,oconfesarlemiamoraNatalia.Noexistíaunaterceraposibilidad.—Vuelveaencontrarnuevaspiedras—.¿Algunavezlehadichoaunhombreloquesienteporél?

«Demasiadotarde.Eneltúnelyaerademasiadotarde».—No.—¿Porqué?Aaronnopuederesponder.—Seavergüenza,ahoraqueesconscientedeello,dequeaquelalqueustedcreyó

incapaz de amar estuviera dispuesto a morir para demostrar sus sentimientos. Sinembargo, fui un cobarde. Los samuráis decían que quienes aman son las personasmásaudaces.Bushinonasake.Ustedsabeloquesignifica.

—Laternuradelguerrero.—Yo amaba sinceramente, pero me faltó valor para demostrarlo hasta el


momentodemorir.Usted,sinembargo,estabadispuestaahacerlo.Esolorespeto.Yono conseguí ese dominio superior. Igual queme faltó valor para presentarme anteNatalia.—Aunenelsilencio, laspiedrassaltandiezvecesantesdehundirse—.Leescribí la única carta que he escrito en mi vida. Es difícil poner sobre un papelpalabras que no has pronunciado nunca. Todas ellas las conoces, y todas te sonajenas.Simisilusionesnoeraninfundadas,lepedíaquesereunieraconmigoenSanPetersburgo,huyéramos juntosy lodejáramostodoatrás.Meescabullídemipadrecomounladrón.Tampocomedespedídemihermano.Lehabíadadoyatodoloquepodía. No me llevé nada más que ropa. Tres días y tres noches esperé en SanPetersburgo.Fui a laorilladelNevá,vi cómounpuente enorme se abríaparaquepasara un barco con farolillos, y aguardé. Recorrí callejuelas en las que veía adesconocidos abrazándose, y aguardé. Susurré su nombre en la oscuridad de lahabitacióndemihotel,yaguardé.Alfinaldelaterceranochesupequenovendría.De nuevo fui alNevá. Todo enmí se había extinguido, ya no tenía ningún hogar.¿FueasícomosesintióaldespertarenBarcelonaybuscarelmundoenvano?

—Sí.—Cuatro hombres aparecieron en la orilla. Querían matarme. Cuando vi sus

cadáveresflotarenelrío,volvíenmí.¿Quiénloshabíaenviado?—Nikulin.—Mi padre. Había interceptado la carta para Natalia, que no llegó a recibirla.

Todosesosañoshabíadesconfiadodemí.Nuncafuilibreynolosabía.Esamismanoche,ustedlamató.Mesonóelteléfonoyyomegolpeélacabezacontratodoslosespejos, igual que hacía mi padre en ese mismo momento. Volé a Moscú parademostrarle en qué crueldadesme había hecho experto, pero Fiódor, con sus ojostristes,yahabíafirmadosudeclaraciónylaordendedetencióncontramipadrefueejecutada.Elavióntuvounproblematécnico,poresolleguémediahoratarde.Aunasí,vi cómo lo sacabana la calle esposado.Nuestrasmiradas secruzaron.Él supoleerlamía.¿Cómomurió?

—Se quitó la vida en prisión preventiva.Desenroscó el sifón del lavamanos ygolpeandoconélconsiguióunaesquirladeporcelanaconlaqueseabriólasvenas.

—¿Nuncaleparecióextraño?Teníacomiendodesumanoalamitaddelaparatojudicial,lehabríaresultadofácilsalirlibre.¿Unsuicidio?¿Encajabaalgoasíconél,aun teniendoencuenta lamuertedesuNatashenka?No,aesehombrenadahabríapodidodoblegarlo.CuandoustedregresódeRusialeotorgaronunacondecoraciónyladestinaronalDepartamento.¿Yporqué?Porhabermatadoaunamujermásamadade loqueusted será amada jamás.Porhaberme rotoel corazón.Apartedeeso,noconsiguiónada.NofueustedquiendestruyóelimperiodeIliaNikulin.Fuiyo.Paguéa dos guardianes de la prisión de Butyrka para que lo mataran. Dejaron que sedesangraray sequedaronamirar,yyo lespedíquemecontarancómohabía sido.EsohabríatenidoquehacerustedconBoenisch.Créame,habríasidounasatisfacciónmayorqueuntiroenlacabezaenunaparcamientosubterráneo.Fuelaúltimavezque


toquédinerodemipadre.Conozcotodassuscuentas,lasquenuncaseencontraron.SoloenRiad siguehabiendodosmilmillonesdedólares.Antesmearrancaríaunamanoquecogeruncéntimodeahí.Alarguelassuyas.

Estáparalizada,presaenuncapullodemiedo.—¿Deverdadpiensaqueeseseríasucastigo?Aaronletiendelasmanostemblorosas.Holmlecortalabrida.Ellaoyecómosedesabotonalacamisaperosedetiene.—Queríaenseñarlealgo.Dejarquesusdedossedeslizaranporlacameliablanca

que tengo sobre el corazón. La camelia que planté en la tumba de Natalia. Sinembargo, ahora no quiero que su mano vuelva a tocar mi pecho. Me resultaríainsoportable.

Yaellatambién,peronoporrepugnancia.—Hacemucho queme tortura la pregunta de si Nataliame habría seguido de

haber leído mi carta. Si estaría viva aún, porque la noche que usted fue al hotelAralsk yo la habría estrechado entre mis brazos en San Petersburgo. Si maté conrazóntambiénamisegundopadreosiélnotuvoningunaculpa.—Laspiedrassaltanenunacadena interminable—.¿AbrazóustedaNatalia?¿Ledijoalgo?¿Pronuncióminombre?

EntoncesAaronlocomprende.ElansiaquesienteHolmporqueellarecuperelamemoriaestanimperiosacomoladeellamisma.Poresolehacontadosuhistoriaenlugardematarlahace rato.Parahacerla recordar.Yque lo libere.Porque se aferradesesperadamentealaesperanzadequelamujeralaqueamabapensaraenélenelmomentodemorir.

Sin embargo, ella no sabe si fue así. La última imagen del aparcamientosubterráneoeseldisparoentrelosojosdelasesino.

—Nomeacuerdo—susurra.—Déjemeayudarla,séquées loque labloquea.—Palabrascomoceniza—.Le

hedadovueltassinpararasucastigo.Podríadispararmiarmajuntoasuoídoparaquelerevientenlostímpanosysequedesordayciega,parasiempreencerradaenuncuerpoqueseríauncalabozoaislado.Hepensadoencortarletambiénlalengua.Pero¿noseríaesodemasiadopoco?¿Ysimataratambiénatodoslosquesignificanalgoparausted?¿Inclusoatodosaquellosparaquieneshatenidounabuenapalabra,comolamujerquelelimpiaelapartamentooelacomodadordesucinepreferido?Todavíasigosintenerloclaro.¿Quélepareceríarazonable?

SiAarontuvierafuerzasparagritar,loharía.—Su peor castigo, sin embargo, ya está decidido. Se lo prometí a Natalia la

últimavezqueplantéunacameliablancaenla tumbadeMoscú:duranteel tiempoquevoyaconcederle,tendráquevivirconelhechodequeelúnicohombrealquehaamadofueraelculpabledequesequedaraciega.

Noes él quien lanza laspiedras sobre el agua; es ella.Estádepie en laorilla,delantedetodaunaescombreradeguijarros.Cadaunadelaspiedrasquesostieneen


sumanopesatantoqueesimposiblequesaltesobrelasolas.Ysinembargo,lohace.—¿Quéquieredecirconeso?—susurra.—Piénselobien.DerepenteAaronyanoestáenlaorilla,sinosobrelamontañaconlaquesoñó

porque allí arriba sería definitivamente libre. Bajo ella se abre un abismo, sinembargo.Laspiedras empiezana resbalar, el recuerdo la arrastra consigocomounalud.Seprecipitaenunúnicotorbellinohacialanadaygrita.

Tiene a Niko en sus brazos. Él se atraganta con su propia sangre, tose paralibrarsedeella,tiradeAaronhaciasíconsusúltimasfuerzas.

«Queríamosrepartírnoslo.Meprometióqueno teharíanada.Déjame ir.Tienesquehacerlo».

Mientrasellavaatodavelocidadporlaronda,niunasolavezselepasaporlacabezapedirayudaparaél.

—Ustedhuyóporquequeríaqueyolomatara—diceHolm.Aaronsesumergeen las luces fluorescentesdel túnelde laplazadeDrassanes.

Holm coloca su Audi junto a ella sin ningún esfuerzo. Semiran. Un instante queperduramásqueeltiempomismo.Ahoraquelaondadechoqueseestrellacontrasucorazón,sabequeunsegundoantesdelrelámpagoquesumiósumundoenlanieblanolamentónohaberledichonuncaaNikoqueloamaba.

Suúltimopensamientofue:«ABoenischlodejévivir;ati,no».


35

Lapistanevadasepierdeenelbosque.Élestáfrentealapuertatraseraabiertadelacamioneta y tiene ante sí el neumático de repuesto pinchado. Sabe que su únicaoportunidadconsisteendeteneruncoche,ytambiénqueenesazonaapartadayaesahora no hay nadie de camino a ningún sitio. Consulta el reloj. Cuatro valiososminutos han pasadoya.Elmóvil se lo ha dejado enBerlín porque habrían podidolocalizarlo.Eltodoterrenorobadolohaaparcadoenelemplazamientoforestaldesdeelquesehainternadoenlamalezaparallegaralclaro.Demasiadolejos,aunamediahora a pie. Con eso se le acaban las opciones. No es el viento lo que le hacecongelarse,nielfrío.Esladesesperación,ytambiénlacertezadequehatomadounadecisión equivocada al llevarse la camioneta para no despertar ninguna sospechacuandoseacercaraalagranja.

Faros.Primerorelucenenlascopasdelosárbolesyenseguidaabrendosagujerosenla

negrura.Quéaliviosiente.Secolocaenmediodelapistaylevantaunamano.LaotralatienepreparadaparasacarlaMakárovsielcochenosedetiene.

Noseránecesario.Antesdequeelconductorfreneybaje,Kvistyasabequiénes.

APavliknadalodesconcentra.Nilatristezanilaira,ningúnrecuerdo.Tambiénsumanoderechacuelgaencimadelarma,suWalther.Elbosquesilenciososecurvaporencimadeél,loabsorbe,letransmitesucalma.

—Nodeberíashaberlellevadofloresamimujer.—Sabíaqueenalgúnmomentoataríascabos.—¿Quieresdeciralgomás?—Puedeshuireternamentedealgo,perosiemprellevascontigoelúnicoerrorque

hascometido.—Kvisttienelacabezagacha,suvozapenassuenaamayorvolumenqueelviento.

Pavliknosedejaconfundirporello.—Aquella vez, en Kabul, maté a un hombre inocente. Jörg Aaron me llamó

criminal.—Unapalabraadecuada.—Conseguíolvidarlo,peroaquelpastúnteníaunhijo.TrabajabaenKabulcomo

intérpreteenlaembajadaestadounidenseyenunasaltolesalvólavidaalresidentedelaCIA.Estabaenpeligro,asíqueleconcedieronunvisadoparaEstadosUnidos.Elamericanopagósudeudahaciéndolesaberquiénhabíamatadoasupadreydóndepodía encontrarme. El hombre quiso vengar sumuerte. Yo no tendría que haberleclavadomicuchilloenelcuello,peroensusojosvialotro,alhombredeKabul.Que


su hijo siguiera respirando me habría acusado de por vida. Hice desaparecer sucadáver.

PavliknonecesitaningunacintamétricaparasaberqueseencuentraaunmetroexactoalaizquierdadelaFord,juntoalapuertacerrada,uncuerpopordetrásdelejedelantero.PiensaenlascostillasquelehagolpeadoaKvist…¿Selasharoto?Tieneelvientoasuespalda,quesoplalanievehacialapistaylalanzacontralaspernerasdeKvist.

—¿Porquéno te lo confesé a ti, o aAndré? ¿Quéhabríaispensado?Que JörgAaron tenía razón.Habría podido afirmar que fue en defensa propia, pero aun asíhabríatenidoquereconocermiculpa.Antemímismo.Dejédedormirporlasnoches,perdítodopuntodeapoyo.Comosielmundofueradecristal.Noestabasegurodeseguirvivo.

Habla despacio, podría decirse que cada palabra le resulta infinitamente difícil.Sinembargo,PavliksabequeKvistquiereganartiempoparalucharhastaelfinal.Élhacelomismo.

«Unduelodepistolasno.Notendríaningunaoportunidadcontraél».—Atravésdeunrumanoentréenelmundodelasapuestasdeportivas.Laligade

segunda división china, combates de kick boxing en Malasia y cosas así. Laadrenaliname ayudó durante un tiempo, pero después empecé a perder. En algúnmomentoestaba tanahogadopor losnúmeros rojosqueyanoveíaningunasalida.Empecéapagarcondinerofalsoincautado.

—Andrétedescubrió—dicePavlik.—YoteníaqueentregarmecuandoélvolvieradePraga.Notehacesunaideade

cómome alegré de que te emborracharas tanto. Si no, también habría tenido quematarte a ti. Recosté su cabeza enmi regazo y le cerré los ojos. Pero no dejé deapostar. Era como si en Praga hubiera muerto otro con André. Y ese otro muriótambiéncuandomepedisteperdónpornohaberestadoconmigo.MuriómásadelanteenBarcelona,yestamañanaenunascensor.Nocreeríascuántasvecespuedemoriruno.

—Tedoymipalabra:hoymorirásporúltimavez.—Cadavezperdíamás.Esostiposmedejaronmuyclaroloqueimplicabatener

deudas con ellos, pero conocíanuna solución.Mepusieron en contacto conHolm.Fue él quien tuvo la idea del Chagall. Me dio su palabra de que a Jenny no leocurriríanada.

PavlikcasinosoportaoírelnombredeellasaliendodelabocadeKvist.Vecómorelaja lamusculatura.Un ligero estiramiento de los hombros, del cuello. Lamanoizquierdaparececolgardormidamientraslosdedossedesperezancontantodisimuloquelamayoríalohabríapasadoporalto.

Pero¿cuántohacequeseconocen?—EnBarcelonarespirémipropiasangre.LedijeaJennyquiénsoy.Poresome

dejó allí. Cuando desperté en el hospital, estaba convencido de que todo había


acabadoy fueuna liberación.Sin embargo,noocurriónada.No lo entendía.Fui averla a su habitación, su padre estaba allí. Nadie dijo nada. Pensé que me estabaencubriendo.Meimpresionótantoquesalíalpasilloycaíderodillas.DurantecincoañoshevividoconmiedodeHolmydeti,yavergonzado.

Pavliknuncaseperdonaránohabersedadocuenta.—En algún momento llegué a creer que estábamos en paz. Él no había

conseguidoeldineroenBarcelona;yo,encambio,dosbalas.Noobstante,elinviernopasado me lo encontré de repente y me dijo que quería trasladar a su hermano aTegel.Quenecesitabaunanoviaparaél,nadamás.Sonabajusto.YohabíaconocidoalmaridodeEvaAskamp,otrojugador.Meacordédesumujerydequelascosasnoleibanbiendespuésdesumuerte.Accedióporunacantidadridícula.

—¿YnoteextrañóquealguiencomoHolmsepusieraencontactocontigoparaencontrarunanoviaporcorrespondencia?Paraalgoasíhabría tenidoacientosmás—seburlaPavlik.

—Sí,peropreferínopensarlo.SolocuandoBoenischentróenjuegoloentendí.EseeraelcastigoqueHolmmeteníareservado:queleentregaraalamujeralaqueamo.Ayerporlanochesupetodalaverdad,queellaperdiólamemoriayquedesdeentoncessetorturaporhabermedejadoenlaestacada.Alsalirdelhotel,unhombremepreguntólahorayyolotumbédeungolpe.

LavozdeKvistescadavezmástenue,laspalabrasyasologotean.Pavliksabeporqué.Porqueasítienequeconcentrarseenentenderlo,ysedistrae.

—No la dejé ir al autocar porque me lo suplicara, sino porque esperaba queentoncesrecordase.

—Tienesunaboca.—Quería hacerlo, pero cuando me buscó con los ojos y me tocó la mano

comprendíloquelehabíahechoymibocanoquisoobedecerme.—Susdedosvibransobre laMakárov—.Boschmehadichodóndeestánescondidos.Venconmigo.Lasalvaremos.Estodoloquetepido.

—Novolveréadartelaespaldajamás.PorellayporAndrépagarásaquíyahora,enestanieve.

—Quieroexplicárselo.Verlaunavezmás.—Teenvíasaludos.—Sinmínuncasabrásdóndeestán.—Nopuedocreerqueundíateconsideraramiamigo.Eresunmierda,nuncahas

tenidohonor,nohasexistido.—Jamásmevencisteenlosentrenamientos.—Cierto:soloeranentrenamientos.—Hastaluego,capoPavlik.—Hastaluego,cobarde.Cuando laMakárovvuela en lamanodeKvist, Pavlik ya está rodandobajo la

Fordy almismo tiempo saca suWalther.Dispara tresbalas rápidas, peroKvist ha


saltadoenplanchadesde la luzde los faroshacia laoscuridad.LosojosdePavlikexaminanlapista.No.Habráelegidoelcaminomáscorto,sehabrásumergidoenlavegetacióndeladerecha.LaFordnoleinteresaparanada:PavliktieneelmandoadistanciayKvistsabequeesimposiblereventareldispositivoantirrobo.

Giraparaver la lindedel bosque.A tresmetros; enmedio, una cuneta.Si salearrastrándosededebajodelvehículopor ahí se lopondráenbandeja.Pavlik ruedahacia el otro lado y echa a correr agachado pista arriba. Una de las balas que losiguenleatraviesalamangaizquierdadelmono,perosololerozaelbrazo.Pavlikselanzaalacunetayaguzaeloído.

Unasramasqueseparten.Alaizquierda.Kvistseinternaenelbosque,dejaquevaya apor él.Pavlik avanza cuerpo a tierrapor lamalezay serpentea a travésdelterrenoheladomientrascalculasusposibilidades.Kvist tieneonceañosmenosqueél,estáenmejorformaylesuperaconlapistola;Pavlik,sinembargo,cuentaensucolumnadelhaberconsuvisión,susconocimientosdefrancotirador,queleayudanaleerrastrosyorientarse,suexperienciaylascostillasdeKvist.

Enlaluchacuerpoacuerponotienennadaqueenvidiarse.Ambosprefierenlosgolpesdebrazodelkravmagáydesconfíandelaeleganciadelkárate.

Pavlik llega a una cuesta. Interpreta la nieve, las huellas de calzado planas yfrescas. Un cauce helado se pierde entre unos pinos con una pendiente de treintagrados. Más abajo, los árboles se elevan como un muro negro. Disminuye larespiración, ya solo intuye los latidosde su corazón.Oyeunos crujidos tan suavescomosifueransuspropiascervicales.Aveintemetrospendienteabajo.

Sedeslizaporelcauce,apenasnecesitaayudarsedelaspiernas,resbalasinhacerruido hacia abajo y se detiene. Kvist se ha quitado la cazadora, está tirada a laizquierda.Elrastrosaledelcauce.

Sin embargo, una de las pisadas en la nieve es demasiado honda. EnseguidacomprendequeKvisthasaltadodesdeahíalotrolado,paraengañarlo.Pavliklevantaelcododerecho,esquivaelgolpedeKvist,gira.SuspiernassecierransobreeltroncodeKvistylocatapultanhaciaelcaucecontalfuerzaquelosdosresbalan.Sedeslizancomo en una pista de bobsleigh hacia la depresión del terreno con la cabeza pordelante;Pavlikdeespaldas,Kvistsobreél.Losdossueltanlasarmas,setrabajanelunoalotroabasedegolpesrapidísimos.LospuñosdePavlikdescarganunredobleenlascostillasdeKvist.EsteunetresdedoscomounapuntadelanzaparaclavarlosenelojodePavlik,peroéllointerceptaconlamanoizquierdayconsigueestrellarelpuñoderechobajo labarbilladeKvist.Sientecómo leparte lamandíbula.Cuandoquieredarleungolpedemartilloconelpuño,eltalónseleenganchaenunaraíz.Laprótesispierdepresiónysaltadesusitio.LatenazaconlaquetieneagarradoaKvistsesuelta.Pavlikquiereimpedirlequesellevelamanoalapantorrillaporquesabeloquetieneahí,perolleganaunsalienteycaentresmetrosenvertical.

Pavlik sedadeespaldas.Eldolor locorroecomounácidoa travésde lasvíasnerviosasylodejainconscienteunossegundos.Cuandovuelveensí,veaunKvist


borrosodepieporencimadeél;ensusmanostieneelcuchilloquelehaclavadoaPavlikenelabdomenmientrascaían.

—Tendríasquehabermehechocaso.—Tengoquedecirtealgomás.—LavozdePavlikluchacontralossusurrosdela

sangreensucabeza.Kvist se inclina hacia él para entendermejor sus palabras y entoncesPavlik le

clava cinco dedos rígidos en el flanco, tan hondo que desaparecen hasta el últimonudilloantesdehacerlosgirar.AKvistselesaltanlosojosdelasórbitas.

SehundederodillasacámaralentadelantedePavlik.Quieregritar.Peroestavezsíquesubocaseniegaaobedecerledefinitivamente.—Leenseñémuchascosasamihermanapequeña—susurraPavlik—.Yellaa

mí.Estosellama«manomuda».Séqueahoraentiendestodaslaspalabras,soloqueyanopuedesmovertenihablarnirespirar.Demuéstrameahoraquéessisu.

ContemplacómoKvistseasfixiamuydespacio.Cuandosurostrocaeenlanievesin emitir sonido alguno, Pavlik también quiere quedarse ahí tumbado. Le cuestahorroresbuscarsumóvilatientas.Noloencuentra.Cualquierideaesunaestrellaqueenseguida se extingue. Tarda un tiempo en darse cuenta de que debe de haberloperdidodurantelapelea,enalgúnlugardeahíarriba.Elmicrófonodegargantanolesirvedenada,estáfueradelalcance.

Pavliksearrastrahacialaparedderoca.Nosabecómo,peroconsigueponersedepie.Porencimadeélsebamboleapartedelaraízquelehaarrancadolaprótesis,eslo bastante larga para poder agarrarla con ambasmanos.En su abdomen siente unfuegoqueleardehastaenlapuntadelpelo.Seimpulsahaciaarriba,creequeenlavidaloconseguirá,peroescapazdealcanzarelsalienteconlamanoderechaypalpahasta encontrar un asidero de roca. Con un último esfuerzo desesperado lograimpulsarseporencimadelapared.Escomosielcuchilloseleclavaraunasegundavez.Oyesurespiración,queleresultaajena.Quiereecharseadormir.

Sus ojos ya se han cerrado amedias cuando descubre la prótesis a solomediometrodedondeestá.

«¡Muévete!».«Demasiadolejos».«¡Venga!».Seestira, somnolientocomounperezoso,yconsiguealcanzar laprótesis.Se la

coloca, abre la válvula que genera la presión, siente cómo se adhiere la caña a sumuñón.

«¡Sigue!».Escarbaenlanieve,intentaavanzar.Prontoabandonatodaesperanzadeencontrar

elmóviloalgunadelasarmas.Nosabecuántotardaenverporfinlacarretera,losfarosde laFord.Suabdomenesahoradehielo; todo lodemás,unabrasa.Yasolotienequesuperarlacuneta.

«¡Puedeshacerlo!¡Puedeshacerlo!¡Puedeshacerlo!».


Pavlik se levanta apoyándose en la camioneta con la que ha llegado Bosch,consigueponersetraselvolantey,alhacerlo,gritadedolor.AhorasabrásiélteníarazónyBosch,acausadesusproblemasdememoriaacortoplazo,haintroducidoladirección del escondite en el sistema de navegación. Si se ha equivocado, ya noencontraráfuerzasparaarrastrarsehastalaFordymarcharsedeallí.Enesecaso,sequedarásentadosinmás,esperandoamorir.


36

AaronsabequeHolmlaestámirandodesdehaceunaeternidad,quehaleídocadauno de sus pensamientos, ha presenciado cada metro que se precipitaba hacia elfondodelabismo,hasentidocadaunadesusmuertesyestásegurodequenosehadejadoninguna.

—En sumomento intenté descubrir quiénme había hecho aquello. LaBKA laaisló a usted, y no lo conseguí, pero nunca perdí la esperanza. Cuando hablé conKvistporlodelChagall, lepedíinformacióndetalladasobrelaagentequeoperaríacomo falsa experta en arte. Intentaba prepararme tan a conciencia como usted, einsistí en conseguir una copia de su expediente.No soy capaz de describir lo quesignificóparamíleersunombrejuntoaldeIliaNikulin,saberquemibúsquedahabíallegadoasufin.Paraesohabríaqueserunpoeta.

Aaronesperaelfinal.—En un principio quería utilizar otro cuadro robado para mi propósito, una

naturalezamuertadeCézannequeundesconocidohabíasustraídounañoantesdelMuséed’OrsaydeParís.Tuvequecambiarmisplanesporqueelcuadroreapareció,yme decidí por el Chagall a causa deNatalia y demí.Los soñadores, esos éramosnosotros, pero solo como una ilusión, ya que nunca pudimos abrazarnos, aunqueestuviéramosenloaltodeunacuerdafloja.EnBarcelonalaestuveobservandoyvicómo se arrimabausted aKvist y lo besaba.Entonces supe quemi elección habíasidoperfecta.

«Es cierto. También yo estaba sola sobre la cuerda floja. Entonces perdí elequilibrioyaúnsigocayendo».

—En el túnel me detuve. En mi interior arreciaba una ira que apenas lograbacontener.Lairaporhabercedidoamiodioyhaberledisparadoenlacabeza.Esperédesdelomáshondoquesiguieraustedvivaparapoderhacerlelaúnicapregunta.Elcochehabíaquedadovolcado.Miréenelinterior.Ustedgritaba:«¡Misojos!¡¿Dóndeestánmisojos?!».Eneseinstantedecidítenerpacienciayabrirleelprimerinfierno.

—Yentréenél—susurraAaron.—Aun así, la amaban y usted lo sabía. Eso es más de lo que nunca me fue

concedidoamí.—No,éljamássintiónadapormí.Sino,nomehabríahechoeso.—Yalocreo.Kvisteraunjugadoryestabadesesperado,poresosedejómeteren

elnegocio.EnBarcelonaestuvoconélenunrestaurante.Cuandoselevantóparairalbaño,vilamiradadeélresbalarporsunuca.Lamismamiradaqueledirigióayerenelaeropuerto,mientrasustedfumabayélladeseaba.Tambiénesodebonegárselo.

En un primermomento Aaron cree sentir un nuevo abismo bajo sus pies. Sinembargo,aunqueparezcaextraño,pormuyajenaqueleresultelaideadequeNikopuedaamarla,dequesiemprelahayaamado,consiguetranquilizarlamásdeloquela


espanta.Eso significaría que desde hace cinco años sabe que es culpable y también ha

vividoenuninfierno.«¿Quésientesenél?».«¿Mevestodaslasnochesygritas?».—Sí tengo un consuelo para usted: estoy seguro de que Pavlik ya conoce la

verdad. Es demasiado inteligente para no haberlo descubierto. Kvist puede poseerunascualidades impresionantes,peronoes rivalparaél.Pavlikesunhombreparaquien el juramento que hizo por las leyes de su país valemenos que el amor quesienteporusted,yaquetambiénesaesunaclasedeamor.MataráaKvist,nomecabelamenorduda.

«Sí.Siesasí,lohará».—Cuántascertezasposeeusted…Yyo,tanpocas.Amísolomequedalamano

deNataliaenmimejilla,susonrisa,laternuraconlaquepronunciabaeldiminutivocariñosodeVania,puesasímellamabayoenRusia,porelpadredemipadre.

Es como si el fuego de repente se quedara sin oxígeno. Aaron recorre subiblioteca como en un sueño, ve que cada cosa está en su lugar, abre seis puertas,luego la séptima, la última, y aparece en el aparcamiento subterráneo. Acuna lacabezadelamujerensuregazo,sabequeunabalaperdidadesuBrowninghasidolaculpable de ese manantial rojo. Los ojos de la mujer están mates como el barnizagrietadodeuncuadroantiguo.Aaron le sostiene lamano.Estácaliente.Lamujerquieredeciralgo.

Despuésdevariosminutosenlosquesololeaferralamano,consiguepronunciarunaúnicapalabraconesfuerzo.

—Ahoravuelvoahacerlelapregunta—diceHolm—.Simeniegalarespuesta,completarésucastigo.Tengaencuentaqueporsuvozsabrésimeestámintiendo.

Ellainspiralacenizaqueélexhala.—¿DijoalgoNataliaantesdemorir?Contaréhastadiez.—Nohace falta—susurraella—.Le sostuve lamanohastaqueestuvo tan fría

comolamíaydijo:«Vaniusha».«¡Ahora!».Aaron se levanta de un salto dispuesta a luchar contra Holm, pero sus puños

golpeanenelvacío.Corredocepasoshacialaizquierda,despuésaladerechaporelpasillo. Chasca la lengua una vez, vuelve a chascar. Veintitrés pasosmás hasta elvestíbulo.AaronnosabesiHolmlasigue,suspiesdescalzosgolpeteanenelsuelo,su respiración hace tanto ruido que suena como un único grito. La escalera.Ochopeldaños hasta el descansillo, giro brusco; Vera se ha equivocado por un escalón,Aaron tropieza, cree oír un ruido tras de sí, chasca la lengua, se levanta, sigueavanzando,arrastraconsigoelmiedocomosifueraunlastredeunatonelada.Cincoescalonesmás,estavezescorrecto.Trespasosa laderecha,chasquido,esquivar lalámpara de pie, la puerta del dormitorio está abierta. Dos pasos raudos hasta la


mesilladenoche.Abreelcajóndegolpe, sacael revólver,unColt, sientequeestácargado, tensa el gatillo. Con las piernas abiertas, apunta el arma hacia la puerta.Jamáshadeseadoconmásfervorpodercontrolarsupulso.

Se ve allí de pie, temblando. Para calmar sumiedo necesita a otra persona: laAaronquesolomira.

Lamujerdelarmasetranquilizaporquelaotralehaquitadoeltemblor.Ningúnruido.Selanzasobrelacama,aterrizaderodillasapuntandoconelarma.Nada.Denuevoespera.«¡Hazlo!».Correhacialapuertayselanzaalsueloparaatravesarelumbral,rueda,segolpea

contralapared,vahacialaescalera,chascalalengua.NirastrodeHolm.Derepentesabedóndeestá.Se levantacomounasonámbula,baja laescalera,avanzaporelpasillohastael

trastero.Sigueallísentado.—Igual que usted, yo busqué mi camino durante mucho tiempo. —Habla

apartandolacaradeella,volviéndolelaespalda—.CuandoIliaNikulinmepreguntóaquellavezporminombre,creíhaberloencontrado,peromeengañéamímismo.—Uncierreseabre—.¿Noesextrañoqueambos, lamismanoche,comenzáramoselmismo camino?Usted sigue el bushidō desde que ejecutó al hombre que le habíaenviadomipadre.Yo,desdequetodoslosespejossehicieronañicos.Micaminohallegadoasufin.Hecumplidomidestino,nosientopesar.¿Noquieredormirporfinustedtambién?Talvezprontoleseaconcedido.Haceunratolehedichoalgoamihermanoquenopodráolvidar.Yahabráabiertounabolsaconpapelesyencualquiermomento estará aquí para hacer lo que toda la vida le ha dadomiedo hacer. Paraentoncesyoyaestarémuertoynopodréprotegerla.—Elacerosedeslizaalsalirdelavaina—.Sabeustedquemelodebe.

—Sí.Aaronleponeelrevólverenlanuca.Sabequeélseclavaladagadeseppukuseiscentímetrospordebajodelombligo,

que tira de ella hacia la izquierda, la hace subir hasta debajo del esternón y seseccionalaaorta.Holmnoemiteunsolosonido.Aaronnotacómotiembla.Aprietaelgatilloyoyeelcuerpodeélcaeraunlado.

Llegauncoche.


37

Solohansidodiezkilómetros,peroPavliknopodríaconducirniunomás.Todavíaconsigue detener la Ford. Cuánta sangre… Las manos se le resbalan del volante,blancas como la nieve.Quiere apearse, lo deseamuchísimo, pero su cuerpo se harendido en ese bosque y no deja que le ordene nada más. Se le cierran los ojos.Disparos.Tresbalasqueatraviesanelparabrisasperonoletocan.Intentaesforzarseenentenderlo.Holmnohabríaerradoeltiro,noatanpocadistancia.

Lecuestahorroresabrir losojos, igualquearrastrarsependientearribahaceunrato.Nopuedeser,peroveaAarondepieenlaluzdelosfaros.Sostieneunrevólvercon ambasmanosyvuelve a disparar.Pavlik siente la corrientede aire en la sien.Quierealcanzareltiradordelapuerta,noloconsigue,lointentaunayotravez.Unproyectilseclavaenelradiador.Porfinencuentraeltiradorysedejacaercontralapuertaparaabrirla.

—Aaron…,soy…yo.Suvozsuenaaunvolumentanridículoquecreequeellanopodráoírlo.Perove

cómoechaacorrer,sedetienedelantedelafurgonetaybusca,avanzaatientas.Deprontoestáconél.Pavlikllora,yhastaesolehacedaño.Aaronlesostienelamano.Conoceesesudorfrío.Unmiedoterribleseapodera

deella.—Tenemosquesalirdeaquí.—Lavoznoesladeél.—¿Quétehapasado?—Abdomen.Cuchillo.Tendrásqueconducir.Estáparalizada.Élquierearrastrarse.Fracasa.—Espera—diceAaron.Rodeaelvehículohastaelladodelcopilotoeintentanopensarenloqueleestá

pidiendoPavlik.Abre lapuerta,buscael troncodeél con losbrazos.Pavlikgime.Aaronquierearrastrarlohaciasíperonoloconsigue,pesademasiado.

Ahí.Unruidodemotor,tenue.Estácomomuchoaunkilómetrodedistanciayseacercadeprisa.

—DicenqueporlovistoanteserasdelDepartamento—murmuraPavlik,aañosluzdedistancia—.Nomelocreo.Hastadisparascomounaciega.

—¡Notemepongasallorar,nenaza!Conunúltimo tiróndesesperado,Aaron lo arrastra al asientodel copiloto. ¿Ha

gritadoélohasidoella?BajalaventanillayrezaporqueelvientoheladoimpidadealgúnmodoquePavliksequededormido.Tardaunabarbaridadenvolveralladodelconductorysentarsealvolante.LeponeaPavlikelrevólverenlamano.

—Gira todo lo que puedas a la derecha—susurra él—. Amedio gas, camino


estrecho,cienmetros.Ellaponelaprimeraypisaelpedal.—Hastardadounaeternidad.Menudoamigoestáshecho.Hacermeesperarasí…

—Yseechaallorar.—Esqueteníaquedarle…recuerdosaKvist…detuparte.Sienteelgolpedeesafraseconelmismoretrasoqueunaherida.—Despacio…Para.Alaizquierda,carretera,libre.Pavlikhablacadavezamenorvolumen,suvozsepierdebajoelrugidodelmotor

mientras ella imagina que solo va al mínimo, y no acelerando a más de cienkilómetrosporhorametidaenuntúneldeadrenalina.

—Todorecto…Dos…carriles.ElvientoentraporlaventanillaylelanzaelpeloalacaraaAaron.Oyecaerel

Coltalsuelo;Pavlikyanopuedesostenerlo.—¿Loves?—Detrás…—seobligaacontestarél.Seoyentiros.Elretrovisorizquierdorevienta.—Quiere…ponerse…allado…Tienes…queocupar…elcentro.

«Ahora pagaré esa deuda permitiendo que salgas vivo de esta casa». Al subir alcoche,laspalabrasdesuhermanomartilleanensucabezacomouncompresor.Enelterraplén de las vías donde espera al tren, esas palabras lemarcan las venas y vecorrersusangreporellasmientraslaspalabrasmartilleanymartilleansinparar.Enqué poco valora su hermano la deuda… ¿Por haber tenido que bajar esa escaleradurantecuatroaños,alfinalsolovaapoderconservarlavida?Hasoportadotodaslashumillaciones,todaslasdeshonras.Perosoloporquesabíaquesuhermanoestabaendeudaconél.Cuandoalosochoañosnoescapabamientrasélrobabapan.Cuandoloviomoriryrenacerenlacasadeaquelhombre.Cuandolocondenóacincoañosdecárcel.Pero esemartilleo ledice loque tienequehacer en cuanto tenga el dinero.Entoncessuhermanosíquepagaráelpreciodeverdad.Saschaquierecontemplarsucadáver como si fuera un trozo demadera, una piedra, un animal atropellado, lasalgas podridas de la playa. Entrará en el laberinto y esta vez será pan comidoencontrarelcaminodesalida.Sepreguntaráporquénolohahechohacetiempo.Eraunapuertaqueteníacerrada.Despuéssedirigiráaltrasteroyabrirá.

Imaginarcómoledemostraráaellaquehaycosasmuchopeoresqueserciegalocolmade tal satisfacciónquecasinooyeel tren.Hace la llamaday labolsavueladesde una puerta. La abre y ve el dinero. Sabe en qué tiene que fijarse. CuandoSaschasostieneunbilleteacontraluzenelcoche,elnúmerodelacantidadsesolapacasiperfectamenteconlacorrespondenciadelotrolado.Perosolocasi.

Enesemomentoelmartilleosedetiene.Porquelasimágenesqueacabadeverensu cabeza, las imágenes de lo que sucederá en la casa, son tan poderosas, tan


estremecedorasymaravillosas,quecualquierotroanhelo,inclusoeldeldinero,sehadesvanecido.Saschadecidevolveralagranja.

YvelaForddandobandazosporlacarretera.

Aaron roza contra el Mazda. La furgoneta patina, ella quiere estabilizarla, pero¿cómosehaceesoaciegas?

—¿Dóndeestá?Nohayrespuesta.—¡Pavlik!—Sequeda…atrás…Intenta…Aladerecha.Ella se echa a un lado y de nuevo rechina la chapa metálica. El parabrisas

delanteroconlosagujerosdebalanoaguantamáslapresiónyseparte.Losañicosseprecipitanalinterior,legolpeanenlacaracomosifueranmetralla.

—¿Por dónde sigue la carretera? —le grita a Pavlik—. ¿Curvas? ¿Tráfico ensentido contrario? —Ningún sonido—. ¡Por favor, dime algo! ¡Si no, tendré queparar!¡Estoesimposible!—Sudesesperaciónarrancalasvocalesdelaspalabras,lasdesguaza.

—Unautobús…Cienmetros…Adelanta…Ya.Aaron pasa al carril izquierdo y oye que roza contra elMazda y lo deja atrás.

Disparos.Pisaelpedaldelaceleradorafondoypasadelargounautobúsquenove.Pavliktienedospalabrasmáspreparadas:—Camión…Delante.Los aterrados bocinazos del conductor del camión retumban en los oídos de

Aaron.Lamolenopuedefrenaryesquivarla;ellanopuedevolveratrás.«Demodoqueesteeselfinal.Herecuperadomivida,peroahoralaentregaréen

esta carretera. Pavlik está conmigo. No muero sola. Pero, por favor, por favor, siexistes,dejaqueélvuelvajuntoaSandra,juntoasushijos,dilealbarqueroquesoloselleveauno».

Recordar por unos milisegundos cómo jugaba a indios y vaqueros con losgemelos es una felicidad indescriptible. Saber de nuevo que Pavlik le hizo unaescueta señal de aprobación con la cabeza al final de su segunda semana. «Tienesunas piernas bonitas, pero lo demás también acompaña». Preparar con él la fiestasorpresa para el maldito cuarenta cumpleaños de Sandra, verlo sonreír de oreja aoreja. «Te pondremos a ti un lazo enormey ya está; ese será elmejor regalo paraella».Tenerdiecisieteañosyprepararestrellasdecanelaensecretoparasorprenderasumadre.Yquéduras lequedaron…Sostenerelarmadesupadreen lamanoporprimeravezysentirqueestabahechaparaeso.EntrarconsupadreeneldespachodeldirectordelcolegioporquelehabíadadounapatadaentrelaspiernasalhermanomayordesuamigaHatice,quelesacabaunacabeza,porqueelchicohabíaqueridopegarasuhermana.Notarcómosupadrelepasabaunbrazoporloshombros.«Ya


puededargracias:leheenseñadoamihijaque,cuandoveaalgoasí,primerodéunapatadaenlaentrepiernayluegootraenlacabeza».

DerepenteoyeaHolm.«Lomásimportantequemeenseñómipadreesquelavoluntaddebesermayor

queelmiedo».Sientedenuevoelviento.Por ladisminucióndelruidodelmotoryelgolpede

airequeentraenlacabinadesdeunladosedacuentadequeyahapasadoalautobús.Aarondaunvolantazoysecuelaenelagujeroportanpocoqueelespejoretrovisorquedaarrancado.Trasellaseoyeelacerochocandocontraelacero,suenacomounaprensadechatarra,sabequeelMazdahacolisionadodefrentecontraelcamión,quelo ha sacado de la carretera entre chirridos. Frena, no consigue hacerse con lasensacióndelacalzadahelada,notaquelafurgonetagira,cadavezmásdeprisa;laspiruetasdeungigantesobrecuyoshombrosellasesientemuypequeña.

Elgigantesedetiene.—Pavlik—susurra,ylobuscaconlamano.Lacarótidaenvíadébilesseñalesenmorsebajosudedotembloroso.


Sónar

LoshombresesperanenelpasillofrentealaunidaddeCuidadosIntensivosyestántancalladosqueoyencómolaagujahorariadelgranrelojdeparedsaltaalasseis.Lapuertaseabre.

SaleDemirci.—Sobrevivirá.Nadiepronunciaunapalabra,ellavaaentrarotravez.—Bienhecho—diceFrickeasuespalda.Demircisevuelve.—Ustedtambién.Todosustedes.—Dudaunmomento—.Ahorapodríaanunciar

queapartirdehoynosllamaremossoloporelapellidoynostutearemos,igualquehacíamipredecesor;noseloniegoaustedesporfaltaderespeto.Misabuelosvivíansegún las viejas tradiciones.Yo los trataba de usted, y aun así nuestra relación eraíntimay significaronmuchoparamí.Si algúndía llegara elmomento, lloraría porcadaunodeustedescomosifueranunmiembrodemifamilia.

EseneseinstantecuandoLisseksedespide.AaronySandraestánsentadasenlacamadePavlik.Élestádemasiadodébilpara

hablar.Aarontienelosojoscerrados.Seharetiradoasusalainterior.Todavíaoyeelecodeldisparo.¿HarecibidoelcastigoqueHolmhabíapensadoparaella?Ladejóciega,yparaélesonoeramásqueellimbo.Pero¿quépodríaserpeor?¿Niko?SialabrirlosojosenBarcelonahubieserecordadolodelalmacén,habríasidocomocaeratravésdetodoslosespejos.Encambio,creyóquehabíaabandonadoalhombrealqueamabaaunamuertesegura.Esefueotrolimbo,yunapartedeellaardióallí.Ahorayanosientevergüenzaninostalgia,soloodio.Queenalgúnmomentoseextinguirá.

Talvez.También el odio puede ser un castigo. ¿Era eso lo que tenía enmente Holm?

Pasaránmuchosdíasymuchasnocheshastaqueobtengaunarespuesta.Demircientra.Sandraledaunbesoasumarido.AcercalacabezadeAaronhacia

síyleacariciaelpelocontantocariño,contantaincondicionalidad,queellasabequesuamiganolahabríaacusado,nienvozaltaniensuinterior,siPavliknolohubieraconseguido.Aaronsolloza.

—Sí—diceSandranadamás.Saleylosdejaasolas.DemircisesientajuntoaAaron.—¿Cómohapodidosobreviviraesto?—lepreguntaalfin.Aaronnoabrelosojos.—Mehanayudado.DemircirodealamanodePavlikconlassuyas.—Nosabíaqueconocierala«maniobraLissek».—¿Quéeseso?—preguntaDemirci.


—Le pasó usted la negociación con Sascha a Pavlik, y con ello minimizó mivalor.

—Solo lo hice para que oyera usted su voz. Porque esperaba que le ofrecieraconsuelo.

Aaron siente una gratitud que escapa a cualquier palabra, no habría ninguna lobastanteenorme.Pavlikquierehablar,perosulenguaparecedemasiadograndeparasuboca.

—Mañana.Ahoradescansetranquilo.OtroecoresuenaenAaron.«¿Noquieredormirporfinustedtambién?».Sí, un cansancio de plomo la llenaba por dentro como si fuera de hormigón y

quisiera arrastrarla hasta el fondo de unmar negro por encima del cual velaba uncielo extraño. Ese cansancio ha desaparecido. Se desvaneció cuando el gigante sedetuvo y Aaron saltó de sus hombros. Tal vez también porque en ese momentosucedió algo que todavía no quiere admitir, no quiere creerlo por miedo a estarimaginandoalgo.

Poresotienelosojoscerrados.Saledesusalainterior.—¿Cuálessuprimerrecuerdo?—pregunta.Demirci,extrañada,selopiensa.—Tenía dos años y subí a gatas el respaldo de un sillón. Todavía conservo la

cicatrizenlacabeza.Deldolornomeacuerdo,solodecómocaí.—Yoséquemispadreshablabanconmigoyquenoentendíaningunapalabra—

diceAaron—.Eramuyextraño.—Mipadretirómipececitoporelretrete—sueltaPavlikconlavozronca—.Las

consecuenciasaúnsevenhoy.Seechanareír.Unosgolpesbrevesenlapuerta.AaronoyeaHelmchen.—Perdón.—No,pase—diceDemirci.HelmchenseacercaaAaron.Letomalamanoydejaalgoenella.Aaronlopalpa.

Esuncasquillovacío.Mientrasledavueltasacuálserásusignificado,Demircidice:—SeñoraAaron,quieropedirleunacosa.—¿Sí?—VuelvaalDepartamento.Aaronguardasilencio.—Tieneuntiempoparapensarlo,desdeluego.Se agotan los segundos de respuesta exigidos por los buenos modales. Aaron

sigueconlosojoscerrados.—Laciegayelcojo.Eldreamteam—selamentaPavlik.—Piénselo por lo menos. Hace un rato me lo han pedido todos los hombres,


aunquenohacíafalta.Desdeayerporlamañanayoyaestabadecidida.Aaronabrelosojos.—¿Podríaapagarlaluz?SienteeldesconciertodeDemirci.—Porfavor.Lamujerselevantaylohace.—Vuelvaaencenderla.Elcorazóninvitaasurespiraciónabailar.—Puedodiferenciarlaclaridaddelaoscuridad.


Epílogo

Para esta novela me he documentado todo lo exhaustivamente que me ha sidoposible. Tal vez se note en la lectura, pero las conversaciones y las opiniones enprimera persona han resultado para mí una fuente de información imprescindible.QuierodarlasgraciasaldoctorRomanSchmeissner,entrenadordemovilidad,cuyocompromiso con «sus» ciegos es ejemplar. También a Christa Maria Rupp, de laAsociacióndeCiegosyDiscapacitadosVisualesdelSarre.

Tuve el placer de reunirme con cuatromujeres ciegas, y cada una de ellasmeimpresionó sobremanera. Kerstin Müller-Klein vive su vida de tal forma que seacercamucho amiAaron.UgneMetznerme enseñó que los tacones altos puedenutilizarse como sónar. Susanne Emmermann es la persona que está al cargo de laContabilidadFinanciera deBVG (laAutoridaddeTransporte deBerlín), yPamelaPapst es una abogada defensora de éxito que ha contado su historia en la fabulosabiografía Ich sehe das, was ihr nicht seht («Veo lo que vosotros no veis», sintraducciónalespañol).

ElcatedráticoJürgenKiwit,médico jefedeNeurocirugíade laclínicaBuch,enBerlín,fueunagranayudaparamí,asícomoeldoctorNorbertHelbig,neurólogoypsiquiatra,graciasaquienaprendídetallesmuyesclarecedoressobrelamemoriaylaamnesia.

EldoctorPeterKleinertsiempreencontrótiempoparadedicarme.Aélloacribillécon tantas preguntas médicas que muchos otros habrían perdido enseguida lapaciencia.¡Gracias,Peter!

ElcatedráticoPeterHöflich,delaUniversidadViadrina,enFráncfort,meiluminóacercadelosconvenioseuropeosdeejecucióndepenas.

MiasesorespecializadomásimportantehasidoelcatedráticoBernhardA.Sabel,directordelInstitutodePsicologíaMédicadelaUniversidaddeMagdeburgo.Hacemuchosañosquetrabajaenlainvestigaciónprácticaconciegos.Pacientesdetodoelmundobuscansuayuda.Susconocimientosespecializadosysuscomentarioscríticostuvieronunvalorenormeparamí.Poderleerdeantemanoelmanuscritodesunuevolibro fue una gran suerte; representa una auténtica inyección de valor para losdiscapacitadosvisuales.

El señor Sabel acompañó la novela con comentarios y sugerencias, y measesorará tambiénen lassiguientes; lahistoriadeAaronnoha terminadoaún.Paramí,esosignificamucho.

Quien quiera sabermás acerca de la ecolocalización, esa asombrosa técnica deorientaciónparaciegos,puededirigirseporejemploa laasociaciónAnderesSehen(«OtraVisión»),deBerlín.DanielKishhallegadoadominarlaporcompleto,ysusvídeosenYouTubehablanporsísolos.

A quienes deseen descubrir las hazañas extremas de las que son capaces los


ciegos quisiera recomendarles encarecidamente tres autobiografías que demuestranquelashabilidadesdeAaronnosoncosadelaficción:

Balanceakt.BlindaufdieGipfelderWelt(«Unactodeequilibrio.Aciegasenlacimadelmundo»,sintraducciónalespañol),deAndyHolzer.

Micaminome llevaaTíbet: la extraordinaria vidadeunamujer invidente, deSabriyeTenberken.

Ylaluzsehizo,deJacquesLusseyran.Deahíherobadounafrasea laquenomepuderesistir:«Esperaaquelohaya

vistoelciego».Además me ha enriquecido Ver en la oscuridad, de John M. Hull, así como

NotizbucheinesNeurologen.WasBlindesehen(«Notasdeunneurólogo.Loquevenlosciegos»,sintraducciónalespañol),deOliverSacks.

DelHagakureheextraídocuatrocitas.Mehetomadoalgunaslibertades.Quenadiebusqueunedificiodeveinteplantas

enBudapesterStrasse,enBerlín,comotampocoelhotelJupiterdeLeipzigerStrasseoelAralskenMoscú.LomismovaleparalasdoscolinasquerodeanelaeródromodeFinow.Esos sonmiedificio,mis hotelesymi aeródromo.Que loshombresquearriesgaron la vida en el asalto del Landshut y la liberación de los rehenes enMogadisciomeperdonenporhaberleatribuidoaJörgAaronsuvalorysuresolución.

El«Departamento»soloexisteenelmundodeAaron,noenlarealidad,aunquealgunos ministros del Interior desearían que así fuera. El funcionamiento de estaunidad especial inventada por mí, de todas formas, se basa en varios años deinvestigacionesqueempezaronconmiprimeranovela,OperationRubikon.

Si se me ha escapado algún error en temas especializados, solo yo soyresponsabledeél,nomisfuentes.

Tambiénquisieradarleslasgraciasacuatroamigosíntimos:aMurmelClausenyaHans-JoachimNeubauerporsutalento,su lecturacríticaysusconsejos;aJürgenHaase porque fue el primero que pudo imaginarse a una agente ciega comoprotagonista.Hans-LudwigZachert,antiguodirectorde laBKA(laOficinaFederaldeInvestigaciónCriminal),hasido,comosiempre,miconsejero.

VayaasimismounenormeagradecimientoaKatrinKroll,de laagenciaEggers,quiendesdeelprincipiocreyóenlanovelaymealentómuchísimo.LomismopuededecirsedeThomasHalupczok,mieditorliterario,cuyolemapodríaser:«Lobuenoesenemigo de lo mejor»; un hombre estupendo. Es tranquilizador saber que tienesdetrás un equipo como el de Suhrkamp. Si no existiera esa editorial, habría quecrearla.AhítambiénincluyoaJonathanLandgrebe,cuyaspalabrasmeayudaronenunmomentocomplicado.

Lacontribucióndemimujeraqueellibrollegaraabuenpuertoquedaclaraenladedicatoria.Siempremeapoyaentodoyesmiprimeralectora.Suafiladamiradahamejoradomuchascosas.Jamásentregaríaalgoqueaellanoleparezcabueno.Ojalánuncallegueesedía.


ANDREASPFLÜGER(BadLangensalza,Alemania,1957).EsunodelosguionistasmásreconocidosdeAlemania.Entresusmúltiples trabajos,por losqueharecibidovariospremios,seencuentranlosguionesdelaspelículasElnovenodíayStrajk,asícomomásdeunaveintenadeepisodiosdelaexitosaseriepoliciacaTatort.Estaessusegundanovela.


Notas


[1]Enespañoleneloriginal.(N.delaT.)<<


Hace cinco años perdió la vista.Hace cinco años perdió la vista. Entonces pensó que era el peor...

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