Hablar Siempre con Eficacia y Disfrutando Nivel...

17
“Quien sabe hablar bien en público aventaja a los demás” 2018 Formador: D. Enrique Pérez Urresti Diplomado en Estudios Avanzados de Comunicación Director de Habla y Disfruta: formación y comunicación Hablar Siempre con Eficacia y Disfrutando Nivel I

Transcript of Hablar Siempre con Eficacia y Disfrutando Nivel...

“Quien sabe hablar bien en público

aventaja a los demás”

2018

Formador: D. Enrique Pérez Urresti

Diplomado en Estudios Avanzados de Comunicación

Director de Habla y Disfruta: formación y comunicación

Hablar Siempre con Eficacia y Disfrutando Nivel I

1

Índice

Este manual está concebido como un útil y práctico complemento del curso.

Espero que disfrutes con la lectura de este manual y que le saques el máximo rendimiento.

Así mismo, tienes mi permiso, como autor intelectual, para fotocopiarlo tantas veces quieras

y hacérselo llegar a toda aquella persona que lo pueda necesitar.

1. Aplicar el lenguaje no verbal para reforzar los mensajes y mantener la

atención del auditorio: el uso del cuerpo, la mirada, el gesto, la distancia

(prosémica), desplazamiento por el escenario, la velocidad, las manos, voz,

volumen, ritmo, silencios,

etc………………………………..……………………...

Pág. 2

2. Del Miedo al Placer escénico. Causas y soluciones para neutralizar el

miedo escénico. Del Miedo Escénico al Placer Escénico: …………………….

Pág. 6

3. Organizar el contenido de manera fácil y persuasiva: Macro-discurso y

micro-discurso: Estructura 10/80/10. Comienzo impactante, nudo sólido y

cierre

rotundo.……………………………………………….………………………..

Pág.

8

4. Consejos finales para una buena

comunicación…………………………..…

Pág15

“Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás los mismos

resultados que siempre has obtenido.”

Albert Einstein

“No hay otro sendero que lleve a una persona a hacer carrera más

rápidamente y a crearse una buena reputación que la destreza del

buen orador.”

Philip D. Armour

2

Aplicar el lenguaje no verbal para reforzar los mensajes y mantener la atención

del auditorio: el uso del cuerpo, la mirada, el gesto, la distancia (prosémica), desplazamiento por el escenario, la velocidad, las manos, voz, volumen, ritmo, silencios, etc.

“Hablar en público” no consiste únicamente en “hablar”. Comunicamos audio-visualmente: con todo el cuerpo; desde la modulación de la voz hasta la forma de vestir habla. Hablar en público es, ante todo, comunicar. Comunicar audio-visualmente.

Estudios bien fundamentados afirman la eficacia de nuestras comunicaciones públicas se basan en:

7% El contenido exacto de las palabras.

38 % La forma en la que emitimos las palabras. Volumen, tono, ritmo, velocidad…

55% Los gestos que acompañan a lo que decimos.

A quien no le ha pasado al entregar un regalo y escuchar: “¡Qué alegría! Es justo esto lo

que estaba esperando” y uno traducir: “Me parece que no he acertado esta vez con el regalo”.

EJERCICIO

El cuerpo siempre ha de ayudar a la palabra y en ningún momento contradecirla. Ante la duda, por mucho

que el orador se esfuerce, el auditorio creerá más al cuerpo que a la palabra. Mire hacia el suelo, encójase

de hombros, deje las manos caer a lo largo del cuerpo y diga: ¡Qué contento estoy!

Repita el ejercicio mirando hacia el cielo, con los brazos abiertos de par en par y con las palmas de las

manos hacia arriba y diga: ¡Qué contento estoy! Enumere las diferencias.

Hablar en público, el enfrentarse al grupo, puede producir cierto malestar, cierto

nerviosismo... y el cuerpo lo transmite ya que es mucho más sincero y espontáneo que la mente. Por eso debemos intentar estar lo más tranquilos y relajados que nos sea posible. Si usted está tranquilo y relajado el público también estará tranquilo y relajado.

El público perdona casi todo. Debemos confiar en él. El orador es un líder. El

auditorio espera un liderazgo fiable. No perdonará que les hagamos perder el tiempo ya sea por no haber preparado adecuadamente nuestra intervención o porque el orador trasmita su angustia al auditorio. Que nos quedemos en blanco, que se nos caiga algo o que nos equivoquemos provocará risa, pero realmente no le importará a la audiencia si somos capaces de seguir adelante con profesionalidad y elegancia. Fluya. Fluya como el agua.

Es por todo ello que debemos hacer un esfuerzo extra para ayudar a que nuestro cuerpo

se relaje y nos ayude en la comunicación transmitiendo tranquilidad, confianza y buenas intenciones. No hay nada más contagioso que la risa o, en este caso, la sonrisa. Sonría. Disfrute de su intervención y sonría.

DE PIE

1. Aplicación del lenguaje no verbal para reforzar los mensajes

3

¿Se ha planteado usted que todas las religiones monoteístas del mundo siguen unas sencillas normas de colación del cuerpo cuando oran? El ser humano, como animal territorial que es, mantiene consciente o inconscientemente una constante danza gestual con el resto de los miembros de su especie.

El orador al enfrentarse a un grupo, siempre mayor en número y en fuerza, refleja cierto miedo a

través de un baile continuo que tiene su máxima expresión en un baile rítmico de acercamiento

y alejamiento frente al público. La persona instruida debe de aprender a distinguir y controlar

estos mecanismos si quiere hacerse entender de forma eficaz. De ahí este breve apunte.

Somos columnas firmes y flexibles

(No se ponga tenso)

¿Cómo debemos de estar? Bien apoyados en el suelo, en paralelo y repartiendo el peso del cuerpo en ambas piernas por igual. Debemos de estar como un faro, como una columna flexible, segura y serena. Las manos a lo largo del cuerpo. Lo más simétricos que podamos, permitiendo la entrada de aire a la zona baja de los pulmones (respiración abdominal o diafragmática), lo que facilitará que nos tranquilicemos.

La respiración clavicular provocará ansiedad, la diafragmática más oxigenación y serenidad.

Debemos estar erguidos, ligeramente tensionados en los muslos y con cierta presión en los glúteos, lo que evitará el “tembleque” de las rodillas.

Las piernas a la distancia de las caderas. Las puntas de los zapatos en paralelo a unos 30 centímetros.

Las mujeres pueden unir los tacones en forma de “L” tanto cerrada como abierta.

El objetivo conseguir equilibrio físico y mejorar la entrada de aire lo que ayudará a una comunicación más eficaz.

Estas posturas de “stand bay” –habituales en los niños y niñas- permite el gesto libre y eficaz: coger un balón perdido que llega volando en un colegio, por ejemplo.

LAS MANOS

4

Siempre a la vista mostrando nuestras intenciones.

Delante del cuerpo y, a ser posible, con las palmas de las manos hacia delante o hacia arriba. En caso de querer unirla a baja altura.

Cuidado con el uso de bolígrafos, papeles, mecheros y demás artilugios que descentran a quien escucha. Los “tics” nerviosos y repetitivos –ya sean orales o gestuales- son considerados en la psicología como agresiones hacia la audiencia ya que molestan a todos menos a quien los produce que, ni se entera.

Salvo en situaciones muy, muy coloquiales no debemos de meter las manos en los bolsillos.

Las manos hablarán con nosotros acompañando nuestro discurso. No las esconda cuando esté hablando.

El gesto ha de ser amplio, libre e intermitente. Suba y baje las manos. Deje que despeguen, que vuelen y por favor, haga que aterricen…

0 EJERCICIO En una mesa: Los brazos sobre la arista de la mesa. Salvo que busquemos auto-control, no descansar las manos o los brazos sobre la superficie plana de la mesa. Pruebe lo siguiente: coloque la mano diestra bien apoyada sobre la superficie de la mesa. Ahora, apoye la mano zurda sobre la diestra. Imagínese que está hablando con alguien: Le cuesta hacer gestos, ¿verdad? Pues ahora, sujétese la muñeca derecha apoyada sobre la mesa con la mano izquierda y pruebe a hacer gestos… (Los zurdos lo contrario).

A más tensión más control corporal.

EN UN ATRIL Las manos descansarán sobre los costados del atril y estarán siempre visibles. El atril ha de ser un apoyo, no una barricada tras la que parapetarnos y protegernos. Baile. Deje que su cuerpo se exprese.

SENTADOS La postura ideal sería: erguidos, con la espalda recta y los antebrazos apoyados sobre el vértice de la mesa. Si la situación impone el estar sólo escuchando y resulta imposible el tomar notas –que sería lo lógico-, es conveniente tener las manos entrelazadas para un mayor autocontrol.

El respaldo de la silla ayuda a mantener la vertical pero no debe jamás sujetar el peso del cuerpo.

En caso que de no haya mesa, lo más conveniente es cruzar las piernas a la altura de las rodillas con cuidado de no invadir con el pie el territorio psicológico de nuestros interlocutores.

En caso de llevar faldas, la postura normal sería con las rodillas y los pies juntos apoyados en el suelo o, una pierna cruzada sobre la otra a baja altura.

LA VESTIMENTA La forma de vestir marcará la primera impresión que el público reciba de nosotros. La ropa es lo que más se ve de una persona. Más de una tercera parte de lo que mostramos es ropa. Por lo tanto, deberemos prestar una cuidada atención a la ropa que portamos.

5

No hay sólo una forma de vestir adecuadamente, cada persona deberá de decidir qué ropa ponerse en cada ocasión. Sólo un par de comentarios: 1. Usar el sentido común. A veces el “sentido común” –el sentir general- es un buen aliado. No

intente deslumbrar. Sea siempre usted mismo/a. 2. Es tan malo pecar por defecto como por exceso. Ante la duda decídase por lo más

conservador. 3. Busque una forma de vestir con la que usted se sienta cómodo/a.

LA MIRADA “SI QUIERES QUE TE ESCUHEN DEBERÁS DE MIRARLES”

La mirada es la puerta de la comunicación. Por eso hemos de mantener siempre el contacto visual con las personas a las que nos dirijamos. La PNL –Programación Neuro Lingüística- hace referencia a tres tipos de personas en función de si su construcción y percepción de la realidad se basa más en la vista, el oído o la cinestésia, pero sea como sea, a todos/as nos gusta que nos miren cuando nos están hablando.

Mirar en comprender, es acercarse, es preguntar, es compartir.

Hemos de mirar con naturalidad y en todas direcciones.

La mirada ha de ser: NATURAL, PANORÁMICA, A LOS OJOS e INTERPELANTE.

Los flancos derecho e izquierdo necesitan una mayor atención.

Tan sólo evitaremos la mirada cuando en el turno de preguntas alguien insiste. Tras escucharle atentamente, evitaremos mirarle para “evitar paralelos” y contestaremos mirando a todo el auditorio. Sólo al final de la respuesta, una mirada, rápida que volveremos a repartir entre el público.

No haremos ni barridos, ni saltos bruscos con la mirada ni fijaremos la atención en un grupo o persona. Miraremos al auditorio como miramos a los amigos: a los ojos y con una mirada abierta al diálogo.

La energía estará pendiente de las respuestas no verbales de nuestros interlocutores lo que nos permitirá modificar nuestro propio discurso en aras a la eficacia comunicativa (Orador Centrifugadora).

Llamaremos “Paralelo” cuando dos personas hablan entre ellas sin mirar al resto de las personas presentes entablando una comunicación en paralelo entre ellas. Esto provocará inmediatamente la aparición de más paralelos y la perdida de la comunicación. Acuérdese de la última reunión de trabajo y pregúntese si hubo o no “paralelos”. Y si estos aportaron algo al colectivo.

LA DISTANCIA

Estaremos señalando siempre un acercamiento frontal y voluntario, no obligado por una

aglomeración por ejemplo. Esta distancia condicionará también desde nuestra forma de vestir

hasta el código lingüístico a utilizar.

6

Distancia Íntima (15-45 cm): Posibilidad de dar un beso en la mejilla. A esta distancia sólo se permite una entrada cómoda a la pareja sexual o a amigos/as íntimos de la infancia, hermanos/as, etc. Puede generar gran tensión. Incluye los objetos personales como el bolso, el maletín y los objetos personales que puedan estar encima de una mesa de despacho.

Distancia Personal (45-120 cm): Posibilidad de agarrarse por la cintura. A esta distancia se suelen colocar los amigos/as. Se muestra la persona. Ideal para los comerciales. Es la distancia de la persuasión. Se usa el nombre de pila de la otra persona.

Distancia Social (120-360 cm): Posibilidad de contacto físico si ambas partes así lo estiman. Estrecharse las manos, por ejemplo. En este caso la persona se ve unida a un cargo. Se usa el apellido o el cargo de la otra persona.

Distancia Pública (más de 360 cm): Sin posibilidad de contacto físico. El cargo suple a la persona. Un presidente de gobierno, un alto directivo o presidente, etc. Cierta frialdad.

Cada persona tiene su propio abanico de distancias. No es extraño que una persona “A” crea

estar comulgando con otra “B” en una zona personal y que esta persona “B” sienta que le están

atosigando al estar entrando “A”, voluntaria o involuntariamente, en su zona reservada.

7

¿QUÉ ES EL MIEDO ESCÉNICO?

Ningún orador está libre de sufrir miedo escénico. Un miedo que se exterioriza a través de una serie de síntomas muy llamativos: sudoración, temblor en la voz, palpitaciones, rojez, garganta seca, temblores en manos y rodillas, etc. Todos estos factores provocan la disminución de la capacidad persuasiva del orador.

Hacia donde vaya tu pensamiento irá tu energía. El miedo escénico hace que las peores pesadillas del orador se cumplan: el miedo a hacer el ridículo nos lleva al ridículo más espantoso: la angustia previa a la actuación pública se transforma en una experiencia, desgraciadamente, inolvidable.

Nos atenaza el miedo a no contestar adecuadamente, a no conectar con el auditorio, a ser malinterpretados, a no controlar el tema suficientemente, a quedarnos en blanco, en suma: a no estar a la altura y a convertirnos en el “hazmerreír” del grupo. Es cierto que cuando tomamos la palabra hemos de salvaguardar nuestra propia imagen personal y profesional y la imagen de la institución o colectivo al que representamos, pero, ¿por qué tener miedo? Y lo peor es que si ha ocurrido una vez, tenemos más posibilidades de que esta situación se repita. No hemos de olvidar que somos nosotros mismos quienes la provocamos. Es como un ciclista que antes de descender un puerto peligroso está convencido de que va a tener una caída: ¿apostarían ustedes por él? Si la respuesta es negativa, ya tenemos la primera columna en la que se sostendrá el miedo

escénico. HAY QUE DAR. Es el momento de compartir, de entregar, de abandonar beneficios y

afanes propios y dar de corazón a corazón y de cabeza a cabeza.

LOS NERVIOS UN BUEN ALIADO

Antes de continuar hay que señalar que:

Sólo se produce miedo escénico si de verdad nos importa el tema o el auditorio.

Un grado lógico de nerviosismo es conveniente. El cuerpo se prepara para una situación de tensión: un momento de “vida” intensa.

No hemos de olvidar que en la mayoría de los casos el/la orador/a es una persona en inferioridad que se ve abocada a conducir a un grupo superior en número.

HERRAMIENTAS PARA CONTROLAR EL MIEDO ESCÉNICO Ganarse el Derecho a Hablar. Es decir, preparar bien el tema y la puesta en escena. A más

preparación más confianza en uno/a mismo/a.

Conocer al público. Tanto el contenido como la puesta en escena deberá de estar acorde con el público. Hacerse una idea lo más completa posible de nuestro interlocutor nos ayudará a no tenerle miedo. El Miedo siempre se sustenta en lo desconocido, en lo que vendrá. El miedo vive del futuro pero si lo pinchamos se desinflará.

2. Del miedo escénico al placer escénico

8

Práctica. A hablar se aprende hablando como a nadar nadando. Hay que aprovechar todas las oportunidades que se nos presente para hablar en público.

Marcarse con nitidez los objetivos. A veces los objetivos personales no coinciden con los objetivos formales. Defínalos ambos con toda precisión.

Dominar el principio y el final. Llevar por escrito el comienzo y el final de la charla nos ayudará a comenzar con confianza y a acabar con soltura tras un breve resumen final que resalte lo más importante.

Medios auxiliares. Si no usa medios complementarios de apoyo todo el peso de la charla recaerá en usted. Deje al auditorio que descanse. Aproveche el poder de la intermitencia reiterativa: Alterne su voz con medios tecnológicos.

Sencillez. No siempre lo más complejo es lo mejor. Ante igualdad de funcionalidad, decídase por lo más sencillo.

Vestuario. Intente ir acorde con lo que se espera de usted, no se pase ni por arriba ni por abajo. Ante la duda, vaya siempre discreto/a. Use su sentido común y una cierta dosis de prudencia.

El Comienzo. Acérquese al estrado tranquilo/a, sin prisas ni lentitud desesperante, ha de dar sensación de seguridad, no de indolencia o desgana. No comience a hablar hasta que reine el silencio y usted esté cómodo/a y tenga los papeles bien ordenados. Sonría. El tiempo y el éxito es suyo si se muestra seguro/a y con intención de aportar: “Centrifugue su energía.”

“Me he quedado en blanco, ¿y ahora qué...?” Primero, NO PASA NADA. Lo primero: el público no tiene ni porqué enterarse de que usted se ha quedado en blanco. Segundo: eso demuestra que a usted le importa lo que está haciendo. No dramatice. Si no le queda más remedio, plantéelo abiertamente, y tómese un par de minutos para ordenarse física y psicológicamente. No pida: De. Han ido a recibir. De lo mejor de usted, y no les defraudará. Tiene mucho que decir: dígalo.

RECURSOS

Vacía la mente. Cuente de 21 a 27, despacio. Céntrese y retome el discurso.

Coméntalo sin dramatismo pero, JAMAS, dé explicaciones del tipo: “…Es que no he preparado bien el discurso...”

Haz un resumen de lo explicado hasta el momento.

Pasa al punto siguiente. “Ahora, pasemos a hablar de...”

Apóyate en las transparencias para hacer un resumen o ampliar una idea.

Pregunta al público o dé la posibilidad de que te pregunten.

Busque una posición base, relájese en ella y ordene los papeles, mire al público y sonría. Déjese querer.

Céntrate en la idea principal; en el faro: en el “para qué” han venido a escucharle y sigue con toda naturalidad.

El orador no nace, se hace.

9

Para convertirse en un buen orador tan sólo ha de cuidar con mimo tres amores:

AMOR A SI MISMO/A

AMOR AL MENSAJE

AMOR A SU PÚBLICO

DEL MICRO AL MACRO DISCURSO

LA ESTRUCTURA INTERNA DEL DISCURSO

Felón señalaba que el dominio del tema objeto del discurso era indispensable y, con cierta ironía,

fustigaba a los oradores de su tiempo indicando que algunos no hablaban porque estuvieran

rellenos de verdades, sino que buscaban las verdades a medida que hablaban…

Se hacen bromas sobre la estructura básica de un discurso: “Lo voy a decir...; atento que lo digo... ya lo he dicho...” y es que, en el fondo, ésta es la estructura clásica de cualquier disertación: 1. Decir lo que se va a decir (los titulares de un noticiario). 2. Decirlo (desarrollar las noticias). 3. Recordar lo que se ha dicho (resumen de los puntos más importantes, es decir, volver a los

titulares).

No tenemos más que escuchar cualquier noticiario, ya sea en televisión o en radio para comprobar que esta estructura se cumple.

LOS 5 PASOS DE LOS ROMANOS PARA LA CONFECCIÓN DE UN BUEN DISCURSO

Los romanos señalaban que la confección de un buen discurso tenía que seguir estos cinco pasos:

Inventio (Inventario): La búsqueda de la información. Sin filtrar, sin orden. La recogida de toda la información posible. Confeccionar un “inventario”.

Dispositio (Disposición): Selección, organización y jerarquización de las ideas principales y secundarias en función de nuestro objetivo.

Elocutio (Puesta en escena) Disposición de los contenidos y uso de materiales complementarios. La generación del “Discurso Potito” un discurso muy elaborado, adaptado al destinatario con los mejores ingredientes, que nutra, sabroso y de fácil digestión. Por ejemplo, una presentación en Power Point de alto impacto.

Memoria (Ensayo) No es la memorización, es el ensayo general con auditorio limitado. Diferenciaremos entre improvisación y “repentización”. Repentizar es improvisar sobre un texto preparado anteriormente.

Actio (La acción) El acto en sí mismo con o sin turno de preguntas.

EL MICRO ORDEN: LA ESTRUCTURA 10/80/10

3. Organizar la Información

10

TÍTULO, INTRODUCCIÓN, NUDO, CIERRE Y TURNO DE PREGUNTAS Propongo una estructura tan sencilla como eficaz la estructura 10/80/10. 10% del tiempo para introducir el tema; el 80% para desarrollarlo y otro 10% para concluir con un pequeño resumen y un final rotundo.

El título

El título sirve para que la gente entre por la puerta. Ha de llamar la atención, ser claro y atractivo. Se debe de evitar los títulos genéricos que lleven a múltiples interpretaciones. Ya que el público sólo irá a escuchar lo que le parezca de su interés; si no está seguro de que el tema le va a interesar, ¿para qué va a ir…? ¿A probar...?

Tipos de títulos:

Interrogativo: ¿Euskadi con las actuales medidas saldrá de la crisis antes que el resto del Estado?

Positivo: Euskadi con las actuales medidas saldrá de la crisis antes que el resto del Estado.

De futuro: Euskadi con las actuales medidas podrá salir de la crisis antes que el resto del Estado.

Vocativos: ¡Euskadi saldrá con las actuales medidas de esta crisis antes que nadie en el Estado! Etc.

No usar títulos genéricos: “EUSKADI, PROBLEMAS Y SOLUCIONES”.

El hecho de estar acostumbrados a tener audiencias cautivas, que han de acudir al acto por contrato o la presencia de “personajes mediáticos” que llenan auditorios están ocasionando que los títulos cada vez sean de menor impacto. En ocasiones pueden ser, incluso, el “Asunto” del email. Permíteme un pequeño paréntesis. Y lo justifico sólo por lo grave del asunto: cuando vais a una reunión o convocáis una reunión. Además del título sabéis y hacéis saber el tipo de reunión que se ha convocado: su finalidad: Ejecutiva, Informativa, Descriptiva, Colaborativa, de Puesta en Común, Motivadora, de Ventas, Formativa, etc. Os dais cuenta que no saber la finalidad de la reunión puede provocar una absoluta pérdida de tiempo…

Inicio o Exordio (10%) El comienzo y el final de una exposición tienen una importancia especial a la hora de conectar con nuestro público. Nada más empezar deberemos:

Captar la atención

Adelantar el contenido

Ganarnos la benevolencia del auditorio. Con el fin de lograr estos tres objetivos, es decir, captar la atención, adelantar el contenido y ganarnos la benevolencia del público, podemos:

Señalar un beneficio o un peligro.

Citas o anécdotas propias o de personajes relevantes.

Una pregunta abierta (retórica).

Describir una situación.

Usar una fotografía o gráfico.

Mostrar un dato estadístico o una cifra llamativa, etc. Hay que recordar que ganar la atención ha de ser de manera conveniente, no con una salida de tono, por muy llamativa que ésta sea. El exordio es un adelanto para que el público sepa y se

11

prepare física y psicológicamente para recoger la información que le será entregada a continuación.

“Comenzar eficazmente un discurso de alto impacto”

Muchas veces nos acercamos a conferencias en la que la

información nos llega a chorros o baldazos. Cantidades

ingentes de información que no somos capaces de procesar.

Un espectáculo tan desbordante como fatuo e inútil. Y es que

para conseguir que nuestro mensaje llegue, para poder

comunicarnos, hay que aplicar cierta mesura y dominar la

técnica. El cuento de “El Bombero Loco de Urnieta” nos

servirá para mejorar el comienzo de nuestros discursos.

EL BOMBERO LOCO DE URNIETA

Por Enrique Pérez Urresti

Hace ya unos años, en el pequeño municipio de Urnieta tuvieron una avería en el suministro de

agua potable. El alcalde, preocupado por la situación, llamó al parque de bomberos de Amara

para preguntar si podían ayudarles. El jefe de bomberos de Amara les dijo que sin duda. Que

mandarían un camión con agua potable para abastecer a los vecinos y vecinas de Urnieta.

Dio la casualidad que estaba de turno un bombero

joven que vivía en Urnieta. Enseguida se presentó

voluntario, bajó deslizándose por la barra, se

vistió, cargó el aljibe de agua potable del camión

más grande que había en el parque y salió

derrapando con las luces y las sirenas puestas en

dirección a Urnieta. Cuando llego se bajó de un

salto. Cogió la manguera de mayor diámetro que

tuvo a su alcance la insertó a la boca del camión y

para sorpresa de los vecinos y vecinas de Urnieta

abrió al máximo la espita. Cuando terminó. Todo

contento y ufano se montó en el camión y volvió al Parque de Bomberos de Amara.

Cual no fue su sorpresa para el Jefe de Bomberos de Amara cuando, al de unas horas, recibió

otra nueva llamada del alcalde de Urnieta. Llamaba para ver si podían enviarle otro camión con

agua potable. Lo cierto es que le llamó un poco la atención esta llamada. Si había enviado el

camión más grande que tenían en el Parque esa misma mañana. Ya consumían agua esos

vecinos –pensó-. Igual es que tenían todas las reservas vacías -sentenció - y mandó otro camión

hacia Urnieta.

En este caso, a la persona que le tocó ir no le apetecía mucho. Cargó un camión pequeño. Y,

tranquilamente, se dirigió hacia Urnieta. Al llegar a la plaza, encendió las luces del camión de

bomberos, tocó por tres veces el claxon y espero a que los vecinos y vecinas se pertrecharán de

botellas, bidones, baldes y barreños. Luego se colocaron ordenadamente en fila y, cuando todo

el mundo estuvo preparado, abrió una pequeña fuentecilla en un lateral del camión. Al de una

hora todos los presentes habían recogido el agua que estimaron. El bombero se despidió

amablemente, se subió al camión y se volvió para Donostia.

Durango, febrero de 2014

La pregunta: ¿Cuál fue más eficaz? ¿Y eficiente? ¿el primer bombero o el segundo? Y, ¿Qué

hizo de diferente para que el segundo fuese más eficaz?

12

Efectivamente, encendió las luces y toco el claxon tres veces. Con esto consiguió preparar a su

audiencia, a su público, para que se preparase a recoger la información ordenadamente.

Cuantas veces vemos en charlas y conferencia a oradores locos que nos inundan de datos, cifras

e informaciones que oralmente es imposible recoger. Por favor, no hagan como el Bombero Loco

de Urnieta. Entreguen en papel -o en formato electrónico- los datos e informaciones que

oralmente su audiencia no pueda recoger. Se lo agradecerán.

EL NUDO O DESARROLLO (80%)

En el nudo es dónde se centra la información. Por lo general, ésta es la parte que mejor manejamos. Un error habitual es dar más información de la estrictamente necesaria. Siempre podemos dejar algunos nuevos datos para el turno de preguntas o para el manual de mano o subirlos a internet.

Se considera que el máximo de asimilación de un auditorio medio es de cinco ideas por charla. Es un buen consejo no cargar el nudo de información. Las diferentes partes del nudo pueden ser presentadas como pequeñas conferencias siguiendo este mismo esquema. La estructura ARE/ERA:

En el nudo es dónde se centran los argumentos, para que puedan ser seguidos con cierta facilidad, es conveniente que se ciñan a la siguiente estructura (ARE)

Afirmación

Razonamiento

Evidencia

Pondremos un ejemplo. Afirmación: “Son más peligrosas las drogas legales que las ilegales.” Razonamiento: “Genera más muertes entre los jóvenes el alcohol, que la heroína y la cocaína contabilizando la suma de las muertes provocadas por ambas.” Evidencia: “El año con más muertos en España por drogas ilegales fue de 1.200 muertos. En 2001, sin ir más lejos, más de 1.500 jóvenes murieron en accidentes de tráfico provocados directamente por el alcohol”.

Característica y tipos de evidencias

Las evidencias han de ser fiables, para ello hay que señalar la fuente de la cual se ha obtenido la información.

Recientes. Un dato desfasado carece de valor. Barcelona cuenta con una población de 12.000 habitantes, de los cuales el 20 %...

Relevantes. Es decir, que sustente claramente la afirmación de la que depende.

Verificables. Es decir, que se pueda localizar la fuente primogénita con el fin de comprobar dicha información.

Ejemplos de hechos. Un suceso puede ejemplarizar el argumento utilizado. (Citar un suceso conocido, una declaración, una sentencia...)

Estadísticas. Cuidado con los redondeos: el 20% y el 80%, se suelen decir a boleo. Una estadística para ser rigurosa ha de señalar, al menos, el número de encuestados, la fecha, la pregunta y el organismo que lo ha llevado a cabo.

De autoridad. Una persona que ha demostrado su conocimiento sobre el tema.

Testigos. Puede ser uno mismo que cuenta una experiencia propia.

Documentos legales. Sentencias, leyes, normativas municipales, proyectos de ley, etc.

13

Objetos. Mostrar un objeto, poder verlo y sentirlo, ayuda a dar credibilidad a nuestra exposición; por ejemplo: etiquetado incompleto en los productos alimenticios enseñando una botella de agua embotellada mal etiquetada.

Conclusión o Desenlace (10%) El final de una conferencia es lo que más se retiene, es la guinda que corona la charla. En

definitiva es lo que más va a condicionar la sensación final.

La conclusión puede ser:

Un resumen

Una solicitud

Dramática

Una cita o pregunta retórica

Resumen de beneficios para el público. Por ejemplo: Beneficio. “Si tras esta lectura podemos encontrar un título que garantice la presencia masiva de público, sabemos dosificar nuestro conocimiento y conseguimos finalizar nuestra conferencia de forma rotunda, esta lectura habrá sido una inversión muy rentable ya que, a partir de ahora, tendremos siempre, al público interesado y agradecido”. Gracias. Silencio. Apertura del coloquio (si se considera).

A evitar: concluir la charla con un lánguido: “Gracias por su presencia, espero no haberles aburrido demasiado…”

Si el orador ha hecho sus deberes conseguirá que su exposición sea interesante y rigurosa por lo que este final, además de demostrar la duda del propio orador sobre su capacidad (“Orador Desagüe”) no aporta nada ni al discurso ni al público. ¡Termine con un Chimpúm y no con un chimpin!

Errores habituales al concluir. Final Abrupto o en Precipicio: Cerramos con un dato menor. Se concluye sin resumir y hacer hincapié en las principales ideas que se han desarrollado en la charla. Se cierra sin garra y en un punto menor que no enfatiza la idea principal de la exposición. Perdemos la fuerza del último impacto. Nuestra traca final es una volandera pobre y lacia. Por el contrario, lo que propongo es que acabemos con una traca final potente que refuerce los argumentos y mantenga en alto la atención y la emoción en nuestra audiencia.

Final Mágico: Conclusión que llega por sorpresa sin que previamente se haya señalado en el exordio. El público pierde confianza en un orador que “improvisa” y del que no puede saber con antelación que pretende comunicarles.

El orden de confección y el orden de aparición del discurso No se debe confeccionar el discurso en el mismo orden en el que aparecerá en escena. Muchas veces cometemos el error de querer comenzar por el título, con la frase que resuma y remarque una idea que, aún no está desarrollada. Si aún no están definidos los contenidos ¿cómo vamos a resumirlos?

Una vez buscada y seleccionada la información ya tenemos el nudo. Lo que queremos contar. (el chuletón para el banquete). Tras saber cuál es el plato fuerte nos centraremos en ver cuáles podrían ser los entrantes que mejor preparen a los comensales, es decir, el inicio o exordio. Después buscaremos los postres –cuya misión no es saciar el hambre- si no dejar un buen sabor de boca: el cierre o peroratio y, por último buscaremos una frase impactante que será nuestro título. Es decir el orden de confección es: Nudo, Exordio, Peroratio y Título.

14

EL FARO (la finalidad)

El faro que ha de marcar el rumbo de nuestra charla no responderá al ¿Qué? si

no al ¿Para qué?

El faro es lo último que ven de su hogar los marineros y es lo primero que verán al sentir que están, una vez más, en casa. Es el eje de su viaje. Es el punto al que enfilarán su barca; y por mucho que arrecié la tempestad, su vida, su discurso vital, tendrá un destino claro: un faro. En la oratoria, el faro, es el eje central sobre el que se deberá de sustentar toda la información. Es la piedra angular que soportará todo el peso de la charla, la entrevista o el examen. Es de dónde partiremos y a dónde llegaremos. Marcando el faro con nitidez, el resto vendrá solo. Únicamente quedaría ordenar, jerarquizar y buscar su máximo esplendor.

Para ejemplarizar la idea del faro –la idea central- usaremos una barra de carnicería. Una barra bien fijada al techo (Inventio) de la que cuelgan chorizos de distintas longitud (la información a trasmitir):“Situación financiera de la empresa”, “Activos”, “Recursos humanos”, “posicionamiento en el mercado”, “Imagen de marca”… ¿Pero quedan chorizos volando…? No. Todos cuelgan de la barra, del faro, de la idea motriz. Es la idea con la que empiezo, con la que concluyo, y a la regreso si me pierdo. FARO: “La concejalía de cultura ha de conseguir que la biblioteca sea el principal motor de la búsqueda de información y de estudio del municipio.”

TÍTULO: “La biblioteca, el camino más corto entre tú y lo que buscas.

Acabo de desarrollar una idea - un “chorizo”- vuelvo al eje. Repito la idea central y sigo con otro “chorizo”… y concluyo con la idea faro.

La Idea Faro = Sujeto + verbo transitivo + predicado (Objeto Directo).

En ocasiones el “Faro” coincide exactamente con el título y el tema, pero puede que la situación no lo permita o no sea elegante verbalizar la finalidad última de la charla. Memorable la vez en que Francisco Umbral dijo claramente en televisión que él había ido a “hablar de sulibro” en el programa de Mercedes Milá. Tener marcado el faro no significa tener que repetir insistentemente la misma frase una y otra vez, pero sí insistir en la idea central. Giran los espejos, no la bombilla. Definir con claridad la finalidad y las cuatro ideas centrales de cada intervención será nuestro mayor trabajo. Si se tiene previamente recogida la información, tras marcar estas pautas con claridad en 5 minutos con una hoja de papel y un lápiz se puede organizar una magnífica charla.

CUANDO TOMAS LA PALABRA SE LA LUZ DE UN FARO

FARO: La biblioteca como principal centro de búsqueda de información porque es

CercanaCon ayuda de

personal expertoCon nuevas tecnologías

Con importantes fondos

documentales

Con colaboraciones y préstamos

15

Cuando tomes la palabra en público intenta ser como la luz de un faro. Si observas esta magnífica construcción casi invariable a lo largo de la historia y que ha salvado tantas miles de vidas podrás descubrir cuál es su secreto. 1. Su luz es única e irrepetible al igual que tú. Cualquier marinero sabrá en qué lugar del

mundo se encuentra si ve la luz de un faro. Adecuada al destinatario.

2. Cuanto más oscuro esté el camino, más necesario resulta. Imprescindible en los

momentos de incertidumbre y de gran oleaje.

3. Ofrece cobijo y protección, pero no deja de hacerlo cuando el barco pasa de largo y

siente que no acepta su propuesta. No se irrita por ello. El orador ofrece no obliga.

4. Adaptado al entorno: Alto, bajo, redondo, cuadrado…. Flexible. Abierto a los cambios.

5. Reiterativo. Con un eje central sólido y fijo (no gira la luz, giran los espejos que la rodean).

Un concepto central muchas formas de abordarlo.

6. Brillante. Por encima del resto de las luces de la costa: independientemente del resto de los

ponentes.

7. Requiere mantenimiento. Descansa. De día se apaga y descansa, porque conoce sus

limitaciones: sabe que, a veces, también hay que sanar al sanador.

8. Sólido y fuerte. Capaz de soportar la tempestad. Bien anclado en su eje (visión, misión,

valores).

9. No hay dos iguales. No hay dos oradores iguales. Como tú lo dices solo tú puedes decirlo.

10. Humilde. No deslumbres en vano. No pidas reconocimiento ajeno. Como el faro da con amor

y comprueba que no se apaga si un barco decide no acudir a su puerto, tan sólo insistirá de manera intermitente y reiterativa. No podemos obligar a que nos escuchen. Es su derecho y es nuestra misión poner todo de nuestra parte para conseguirlo.

16

Hablar de forma positiva.

Frases cortas y claras. Acabar con rotundidad. Sin titubeos.

Tener silencios. Hay tiempo para reflexionar y dirigir la respuesta.

Hablar, no cantar, ello supone no alargar vocales o añadir “yyyy”, “eeeehh”, etc.

El público no perdona las excusas ni la pena. Han ido a escucharle. Hable.

Hay que preparar bien los temas, no el discurso. Hay que llevar muchas ideas y muy

claras y luego relajadamente dejar que fluyan con aparente espontaneidad.

Uno se bloquea por tener demasiadas ideas que van tanto de dentro a fuera como

de fuera a dentro, no por falta de ideas. Dese tiempo para que salgan

ordenadamente. Confíe.

Hay que evitar los pensamientos negativos sobre nosotros mismos o sobre el público

y pensar siempre que tenemos la suficiente capacidad y preparación.

Si uno se equivoca, lo admite, o lo disimula, pero, sea como sea, sin dramatizar el

error.

Nunca meterse en el terreno de lo personal. Se puede poner en tu contra y además

no se justifica.

Las preguntas que entrañan una respuesta arriesgada normalmente no tienen el fin

de conseguir la información, sino otras cosas… Siempre hay más de una respuesta

posible sin mentir. Hay que elegir aquella que esté en nuestro terreno y no en el de

quien la formula. Además, se puede aprovechar para dar la información que más nos

interese.

Cuidar el código de la ropa y la imagen.

No hay liderazgo si no hay sintonía. Controle y maneje la distancia a la que se dirige:

distancia íntima, personal, social y pública.

Sea una columna flexible y controlada. Muévase con soltura y libertad.

Se puede leer si hace falta, eso sí, mirando al público aunque se esté leyendo.

La comunicación descansa en tres vértices: Quererse a uno/a misma. Querer

contar lo que se está contando. Querer contárselo a ese grupo de personas.

¡Fluye, Confía y Disfruta!

“Ser Persona es tener dudas y, aun así,

continuar tu camino”

Paulo Coelho. “Brida”

4. Consejos finales para una buena comunicación