Guión Largometraje NARANJA
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Transcript of Guión Largometraje NARANJA
Naranja
Segundo Borrador
Ariadna Morales Berenguel
Número de registro de la
Propiedad Intelectual
(Oficina de Barcelona)
B-4507-10
19/10/2010
Contacto:
SEC. 1. EXT. DÍA. CIUDAD
Mientras aparecen los TÍTULOS DE CRÉDITO se intercalan
repetidas imágenes desde arriba de una gran ciudad con
grandes edificios y explanadas. A las afueras hay una zona
residencial rodeada de árboles frutales con muchos naranjos.
En las pequeñas calles colindantes los vecinos pasean,
saludan y hacen sus quehaceres diarios.
Se oyen diferentes sonidos como el timbre de las bicicletas
y voces de niños.
La imagen se acerca sobre una colina de pequeñas casitas. En
la más alta hay una pequeña vivienda de dos plantas y un
desván. La fachada es de color ocre. El tejado es triangular
y rojo. En su planta baja reside una pequeña tienda de
aromas artesanales. En su letrero de madera puede leerse el
nombre: "Oniria". Acaba de empezar el día, el negocio está
cerrado. Nos acercamos a la parte de la entrada.
SEC. 1A. INT. DÍA. TIENDA ONIRIA
El lugar tiene estilo antiguo, con grandes estanterías de
madera y un mostrador de ofertas. Hay mucha luz que entra de
grandes ventanales. La zona de caja también es de madera.
Sobre ella hay velas aromáticas de pequeño tamaño y sales de
baño. En las estanterías hay frascos de cristal rellenos de
líquidos de todos los colores. En otros jabones y velas
aromáticas bien ordenados. El incieso está en un mostrador
más pequeño con diversos carteles que explican su
procedencia.
Detrás de la caja hay una puerta que da acceso a la casa.
SEC. 1B. INT. DÍA. SALÓN CASA DE LA COLINA
El salón es pequeño. Hay un sofá amplio, una butaca antigua,
una televisión, una radio. Grandes ventanales iluminan la
habitación. Hay montones de velas de todos los colores y
tamaños. Hay más estanterías con libros viejos, una chimenea
y algo de decoración antigua. La cocina, de estilo americano
con una barra y una mesa pequeña, está junto al salón. Es
pequeña, con un horno y cuatro fogones. Hay un gran cuenco
de cerámica con frutas de todos tipo.
Unas escaleras llevan a la primera planta.
2.
SEC. 1C. INT. DÍA. PRIMERA PLANTA CASA DE LA COLINA
Un pasillo estrecho pasa por un baño y dos habitaciones que
quedan a los lados. Seguimos hasta el fondo, una escalera de
mano accede al desván.
SEC. 1D. INT. DÍA. DESVÁN DE LA CASA DE LA COLINA
El desván es tan amplio como la planta de abajo. La luz
llega desde una ventana en el tejado. Hay una gran mesa de
trabajo de madera llena de frascos de perfume, multitud de
flores de todos los colores y tipos, frutas a medio cortar
junto con a cuchillos y tijeras, especias, caramelo y cera
seca. Estanterías con más libros. Cerca de la mesa de
trabajo hay un calendario del año actual. Todos los jueves
están marcados.
La imagen se para sobre la mesa. Tiembla. Bajo ella hay
escondido un hombre azul. Su cara y sus manos también son
azules.
Sigiloso se acerca a un futón blanco donde descansa
profundamente AYA(24). Tiene el pelo rojo, largo, ondulado y
muy despeinado. Su aspecto es algo infantil. Lleva un
vestido rosa, está lleno de manchas de cítricos y canela. El
hombre azul le acaricia la cara. Le susurra algo al oído que
no podemos entender. Aya abre los ojos. Ya no hay nadie.
TÍTULO - TERMINAN LOS TÍTULOS DE CRÉDITO
SEC. 2. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
Los pájaros cantan. Aya sigue tumbada en el futón. Tiene los
ojos abiertos. Pone una expresión de incógnita, se da la
vuelta, frunce el ceño extrañada, se sienta en el futón
juntando sus rodillas y rodeándolas con las manos, ladea la
cabeza.
Frente a ella está el hombre azul en su misma posición,
mirándola. Él ríe. Se levanta y baja por las escaleras. Aya
le sigue con la mirada.
Aya se levanta de la cama, se estira. Coge varios frascos de
varios colores, va oliendo uno a uno. Sonríe. Los coge entre
sus brazos y baila al compás de la música.
3.
SEC. 2A. INT. DÍA. COCINA CASA DE AYA
Aya baja corriendo las escaleras con los frascos entre los
brazos. Los deja encima de la mesa. Prepara café y tostadas
mientras tararea una canción que suena.
CARLA(70) baja las escaleras con dificultad. Va con ropa
ajustada y maquillaje provocador que no combinan con su
edad. Lleva zapatillas de estar por casa. Tiene el ceño
fruncido, lo que le da una imagen de estar siempre enfadada.
AYA
Buenos días, abuela.
Va hacia su abuela. Aya sonríe y le da un beso en la frente
a Carla. Su abuela le aparta con la mano.
CARLA
No seas pegajosa. Sabes que no me
gusta.
Aya desiste y ayuda a su abuela a sentarse en la silla. Le
pone café y tostadas sobre la mesa. Aya vuelve a chasquear
los dedos. La música se para.
Se sienta a la mesa con su abuela. Se mete en la boca un
montón de galletas de fresa.
CARLA
(termina de sorber el café)
Deberías dejar que yo haga el
desayuno y tú dedicarte más a hacer
perfumes si no quieres quedarte sin
esas galletas tan caras.
Aya hace un gesto de recordar algo. Se acerca a la mesa del
salón y le da a la abuela los frascos de perfume que ha
bajado. Carla los abre y los huele.
CARLA
Uhm.. Bien, bien... Pero necesitaré
más para unas clientas que vienen
mañana.
Aya asiente con la cabeza.
Coge varias galletas, se las mete en la boca, hace un gesto
de despedida a su abuela con la mano y sube las escaleras
corriendo.
La música vuelve a escucharse.
4.
SEC. 3. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA.
Aya se pone un delantal de trabajo, se recoge el pelo
alborotado.
AYA
(mira a cámara)
¡Hola! Me llamo Aya, ¿qué tal?
Supongo que estás aquí porque
tienes curiosidad por saber de mí.
Corta las cáscaras de algunas frutas, fresas, peras y
limones. Coge algunas especias de la estantería y las
espolvorea en un recipiente hermético de cristal. Tritura la
fruta que acaba de cortar. Lo pone en un vaso.
AYA
La verdad es que tampoco soy nada
del otro mundo (bebe el contenido
del vaso). Vivo con mi abuela a las
afueras de la ciudad y trabajo en
el negocio familiar.
Deja el vaso. Esparce unas pétalos amarillos sobre el
recipiente de cristal hasta cubrir 3/4 partes. Coge una
botella de vodka. Mira a la cámara y ríe.
AYA
Tranquilos, no voy a emborracharme
en los primeros 10 minutos de
película.
Añade el alcohol en el recipiente. Lo cierra con una tapa de
plástico. Coge varios sobres con colorante de un cajón.
AYA
Elaboro aromas naturales para los
clientes de la tienda de mi abuela.
Coloca el recipiente en un baúl cerca del ventanal. Saca
otro. Lo abre, huele el contenido. Asiente feliz.
AYA
¡Ya está listo!
Saca más recipientes de cristal. Los pone en la mesa de
trabajo. Esparce unos polvos marrones en el primero de
ellos.
5.
SEC. 4. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
Aya esparce colorante marrón en uno de los recipientes,
mezcla, bate... Huele el contenido.
AYA
Castañas asadas...
SEC. 4A. EXT. DÍA. PARQUE DE BARRIO
Vemos en pantalla partida a un ANCIANO(82) de aspecto gruñón
sentando en uno de los bancos de un parque. Está apoyado con
las dos manos en su bastón. Refunfuña cosas por lo bajo.
SEC. 4B. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
Ahora esparce colorante blanco.
AYA
¡Yogurt!
SEC. 4C. EXT. DÍA. PARQUE DE BARRIO
Una paloma blanca revolotea sobre la boina que lleva el
anciano. Hasta que se pone sobre su cabeza.
SEC. 4D. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
Esparce en otro recipiente colorante ocre.
AYA
¿Galletas y miel? ¡Sí!
SEC. 4E. EXT. DÍA. PARQUE DE BARRIO
El anciano saca un trozo de pan duro del bolsillo de la
chaqueta y se lo tira a la paloma. Intenta ahuyentarla de su
cabeza.
SEC. 4F. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
Ahora mezcla en el mismo recipiente colorante blanco y
marrón.
AYA
¡Dulce de leche y cacao!
6.
SEC. 4G. EXT. DÍA. PARQUE DE BARRIO
La paloma hace sus necesidades en la boina del anciano. Éste
se rinde, coge su bastón, se apoya y vuelve a refunfuñar. La
paloma se acomoda sobre su boina.
SEC. 4H. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
Volvemos a pantalla completa. Aya tuerce el gesto, pone cara
de asco y se ríe.
AYA
¡Puag! (aleja el contenido)
Aparta los recipientes y va hacia una pequeña cocinilla al
final del desván. Pone una gran olla y enciende el fuego.
Añade varias barras de cera de abeja.
AYA
A veces los aromas salen mal, no
soy perfecta... (alza el dedo
índice) Para tener éxito el truco
está en la imaginación.
Tritura algunas fresas frescas y las bate en la batidora.
Añade el contenido a la cera ya derretida. Prepara unas
mechas en unos moldes en forma de espiral. Aya cierra los
ojos mientras tararea una nueva canción.
SEC. 5. EXT. DÍA. CAMPO DE FRESAS
Un vasto valle verde repleto de fresas. Aya corre mientras
sigue canturreando la canción. La escena se aleja y se
encuentra en un pequeño planeta flotante, todo lleno de
verde y el rojo de las fresas.
SEC. 6. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
El sonido de la canción anterior sale de su minicadena.
CARLA (OFF)
(desde abajo)
¡Aya! ¡A comer!
Aya abre los ojos de golpe.
Deja la cera en los moldes y los mete en una pequeña
neverita al lado de los fogones. Baja con prisa.
7.
SEC. 7. INT. ATARDECER. COCINA AÑOS 20
Una cocina vieja al estilo años 20 de ambiente acogedor. Una
SEÑORA(57) prepara la cena. Lleva un vestido azul de la moda
años 20, su pelo es rizado con un recogido. Va muy
maquillada. Tiene un delantal amarillo. Corta lechuga. Suena
el pitido del horno. Coge unas manoplas. Abre el horno.
Se oye cerrarse una puerta. Aparece el MARIDO DE LA
SEÑORA(60). Tiene cara de cansancio, de no haber tenido un
buen día. La señora mira a su marido. Él también la mira.
Olfatea algo delicioso. Cambia la cara y sonríe de forma
pícara a su mujer.
Se acerca a la señora, la coge por la cintura y la besa
apasionadamente. La pone encima de la mesa de la cocina
tirándolo todo. La besa en el cuello. La señora se deja
llevar, aún tiene las manoplas puestas.
Vemos una imagen del horno. Está abierto. Dentro hay un bote
de color ocre.
Aparecen unas letras en forma de eslogan de anuncio de
televisión. Reza: FRAGANCIA DE CANELA, JAZMÍN Y ANÍS.
Afrodisíaco. PASIÓN.
SEC. 8. INT. NOCHE. CALLE DESOLADA
Un CHICO JOVEN(14) camina por una calle larga y amplia. Va
vestido de negro. No hay nadie. Mientras camina flores
empiezan a crecer a su paso. Se va haciendo de día. Al final
de la calle hay una pequeña casa. Entra.
SEC. 8A. INT. DÍA. CASA DEL CHICO JOVEN
Un salón amplio con muebles de madera y sillones de
terciopelo rojo. El chico joven camina hasta el final de la
habitación, gira a la derecha.
SEC. 8B. INT. DÍA. CAPILLA
Hay unas 12 personas reunidas alrededor de un ataúd. Una
mujer llora frente a él. El chico joven se acerca a ella.
Hay una foto de una chica joven sobre el féretro.
El chico joven le ofrece una caja blanca con un lazo
amarillo a la mujer. Ella le mira con los ojos llenos de
lágrimas. Abre la caja.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 8.
Es un frasco lila. Aparecen de nuevo las letras de eslogan,
pero esta vez con tipografía gótica: FRAGANCIA DE ALGODÓN,
GALLETA Y LAVANDA. Apoyo. Compañía.
La mujer huele el frasco y abraza al chico joven.
SEC. 9. INT. TARDE. SALA DE ESTUDIOS BIBLIOTECA
UNIVERSITARIA
Un CHICO ESTUDIANTE(22) está en una mesa de biblioteca con
un portátil. Hay montones de libros de física cuántica,
matemáticas avanzadas y astronomía a su alrededor. Bufa, se
echa las manos a la cabeza, gruñe y se despeina. Apoya la
cabeza en la mesa suspirando.
Se acerca una CHICA ESTUDIANTE(22). Roberto alza la cabeza y
la mira. Ella sonríe.
SEC. 10. EXT. ESPACIO EXTERIOR
Los dos estudiantes llevan trajes de astronautas y flotan en
medio del espacio. Se cogen de la mano.
SEC. 11. INT. TARDE. SALA DE ESTUDIOS BIBLIOTECA
UNIVERSITARIA
La estudiante frota la espalda del chico. Saca sus libros,
se sienta junto a él y ambos se ponen a estudiar.
El bolso de la chica deja entrever un frasco de color verde.
Aparecen letras de eslogan más juvenil: HIERBA FRESCA,
MADERA Y ARENA DE LA MAR. Esperanza.
SEC. 12. INT. NOCHE. TOCADOR HABITACIÓN
Una MUJER(32) está frente al espejo de su tocador. Su
reflejo muestra una rostro de nariz aguileña, ojos separados
y boca pequeña. Lleva un vestido de fiesta negro. Se echa
unas gotas de un frasco rojo.
Su imagen se transforma en una chica guapa. Sus labios son
carnosos. Sus ojos redondos y almendrados. Su figura también
cambia a una chica alta y despampanante. Se levanta y deja
el perfume en el tocador.
Hay un frasco rojo. Aparecen letras de estilo romántico:
FRAGANCIA DE ROSAS, JAZMÍN Y PIMIENTA. SEGURIDAD. CONQUISTA.
9.
Cuando se levanta y su imagen desaparece del espejo vuelve a
ser la mujer de antes. Sale por la puerta con sonrisa
pícara.
SEC. 13. INT. NOCHE. COCINA CASA DE AYA
Aya presenta los cuatro frascos (el ocre, el lila, el verde
y el rojo) a su abuela. Se los arrastra sobre la mesa
durante la cena.
CARLA
Perfecto. Al lado del microondas te
he dejado la lista de ingredientes
para mañana.
Aya empieza a recoger la mesa. Le da una manzana a su
abuela. Ella se sienta y come unas fresas con nata.
Carla se levanta. Saca de su bolsillo dos pastillas. Las
pone al lado del plato de fresas de Aya.
CARLA
No olvides tomártelas antes de
dormir.
Aya no mira a su abuela. Su mirada va dirigida a una vela
encendida justo al lado de la ventana. Hay noche clara.
Un hombre azul se asoma por la ventana y saluda a Aya. Ella
le está mirando.
Carla sigue la mirada de su nieta. No hay nada en la
ventana.
CARLA
¿Qué miras?
AYA
(mira a su abuela)
Nada, nada.
Se levanta y se toma las pastillas.
Ayuda a subir a su abuela la escalera. Aya mira hacia atrás.
El hombre azul sigue saludándola. Ella le devuelve el saludo
con una mano sin que su abuela se dé cuenta.
Pero el hombre azul ya no está.
10.
SEC. 14. INT. NOCHE. DESVÁN DE AYA
Aya está tumbada en su futón mirando hacia la ventana del
techo. Se pueden ver la Luna menguante y las estrellas.
AYA
No estoy enferma. (PAUSA) Mi vida
es tan normal como la de
cualquiera. (PAUSA) Yo no me meto
con nadie.
Vemos la Luna llena. Parece inerte, pero habla a Aya.
LUNA (0FF)
Nadie te creerá...
Una estrella titila junto a la Luna. También comenta algo.
ESTRELLA (OFF)
Estúpida niña.
Aya frunce el ceño enfadada, coge un mando de televisión y
señalando a la ventana le da al botón de OFF. La Luna y las
estrellas desaparecen, se cierra la ventana.
La luz se apaga. Aya deja el mando y cierra los ojos.
SEC. 15. INT. DÍA. ESCALERAS CASA DE AYA
Aya baja corriendo las escaleras. Lleva una mochila grande
de color lila.
SEC. 15A. INT. DÍA. SALÓN CASA DE AYA
Baja las escaleras hasta el salón. No hay nadie.
SEC. 15B. INT. DÍA. COCINA CASA DE AYA
Abre el armario y coge varias galletas, se las mete en la
boca. Coge la lista de ingredientes de la mesa y va a la
puerta que accede a la tienda.
SEC. 15C. INT. DÍA. TIENDA ONIRIA
Carla está atendiendo a una clienta habitual.
CLIENTA
(a Carla)
Pues querida, la reforma te ha
quedado fantástica. ¿Quién te ha
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 11.
CLIENTA (continúa)pintado las paredes? A ver si me
recomiendas a alguien, que a mi
marido no le da la gana de pintar
la casa y...
Aya aparece por la puerta de atrás. La clienta la mira y
saluda con la mano. Aya sólo sonríe. Le da un beso en la
mejilla a su abuela. Esta vez lo acepta e incluso parece
obligada a sonreir cariñosamente. Aya sale disparada por la
puerta de entrada.
CARLA
(grita a Aya)
¡Ten cuidado! A la una aquí para
comer. (Se dirige a la clienta,
habla de forma cariñosa) Esta niña
siempre con prisas. No tiene
remedio...
SEC. 16. EXT. DÍA. COLINA ABAJO
Aya corre con la mochila. Pasa por una explanada de árboles,
caen hojas secas. Se escucha un sonido. Es el viento. Aya
sonríe.
Se divisa la estación de trenes a lo lejos. Es una parada
exterior. Al lado de la estación hay un valle de naranjos.
Las naranjas están ya maduras, relucen.
Aya se para en seco. El sonido del viento se para. Mira
hacia la izquierda.
SEC. 16A. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
Hay un hombre de espaldas en cuclillas bajo la sombra de un
naranjo. Lleva una camisa a rayas naranja y un vaquero
gastado. Está esquelético.
AYA
(mira a cámara y señala)
Y aquí tenéis al extraño SEÑOR
NARANJA(32).
El Señor Naranja se levanta y arranca una naranja del árbol,
se la lleva a la boca y le da un mordisco sin pelarla.
AYA
Siempre que vengo a coger el tren
él está ahí arrancando naranjas y
comiéndolas sin parar y siempre...
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 12.
El Señor Naranja se percata de la mirada fija de Aya, se da
la vuelta, le sonríe y saluda con la mano.
Aya se sonroja, baja la mirada y corre hacia la estación.
AYA
... siempre me mira y me sonríe.
De repente el Señor Naranja se transforma en una naranja
gigante de cartón. Sólo asoma la cabeza y las manos. Va a
llevarse una naranja a la boca, pero no llega, pierde el
equilibrio y cae rodando.
Se oye una carcajada fuerte. El sonido del tren.
SEC. 16B. EXT. DÍA. ANDENES ESTACIÓN DE TREN
Aya ríe por la imagen de la naranja gigante. Ríe fuerte y la
gente se le queda mirando.
El tren para. Aya se sube.
SEC. 17. INT. DÍA. INTERIOR DEL VAGÓN
Se sienta al lado de la ventana. Suena la alarma del cierre
de puertas.
Apoya la cabeza en el cristal.
AYA
Me gustan mucho los trenes. Me
hacen entrar en una especie de
trance. Invitan a soñar.
Aya alza su mano, abre y cierra los dedos frente a su cara.
Justo delante de ella ya no hay un asiento vacío, está el
hombre azul.
El hombre azul le sonríe. Aya cierra los dedos, los vuelve a
abrir y ya no está.
Suspira, vuelve a apoyarse en el cristal y se queda dormida.
Todo se vuelve negro.
SEC. 18. INT. DÍA. INTERIOR DEL VAGÓN
Se oye por megafonía: "Próxima parada: Angelía. Final de
recorrido"
Aya abre los ojos, volvemos a ver el interior del vagón con
otros pasajeros. Aya se apea del tren.
13.
SEC. 18A. INT. DÍA. ESTACIÓN DE METRO SUBTERRÁNEA
Anda con la multitud hasta las escaleras mecánicas. Sube
varias escaleras más. La gente tiene cara de malas pulgas,
va con prisas. Uno de ellos empuja a Aya sin disculparse.
SEC. 18B. INT. DÍA. SALIDA DEL METRO
Llega a las escaleras mecánicas de salida. Una luz naranja
resplandeciente ilumina la cara de Aya.
SEC. 19. EXT. DÍA. CIUDAD IMAGINARIA
Aya está en el exterior, la boca de metro la tiene detrás.
Echa un vistazo al paisaje. Las luces del cielo son
anaranjadas. Las nubes amarillas. El cielo está copado por
tres soles rojos. La luna azul se esconde detrás de
edificios de gran altura cuyo techo cubren las nubes.
Las personas que salen del metro con ella se convierten en
robots de colores vivos. Andan de forma mecánica.
Uno de los robots coge a Aya en brazos. Le da vueltas. La
deja en el suelo y baila con ella al ritmo de la música que
suena.
A su alrededor más robots bailan unos con otros.
Muchos se acercan y montan un corro. Un robot gigante coge a
Aya, la pone boca arriba y la eleva hacia el cielo.
Aya se incorpora sobre los hombros del robot gigante. Cierra
los ojos.
SEC. 20. EXT. DÍA. CIUDAD REAL
Aya abre los ojos. La música se detiene. La ciudad presenta
un aspecto gris. El cielo está nuboso debido a la polución.
La gente corre de aquí para allá sin apartar la vista al
frente. Se organizan como unidades de ejército y caminan al
unísono. Se oyen pitidos de coches y el sonido del metro.
Las calles colindantes están llenas de polvo y edificios
viejos y echados abajo. Los mendigos piden a la gente
vestida de traje que corre hacia la boca de metro. Otras
personas piden un taxi a la vez.
Aya pestañea. Vuelve a cerrar los ojos.
14.
SEC. 21. EXT. DÍA. CIUDAD IMAGINARIA
Vuelve a sonar la música. Aya abre los ojos. Sonríe.
Aya sigue en los hombros del robot gigante al que siguen
montones de robots de todos los colores. Se dirigen hacia el
horizonte de la ciudad futurista. Hay un edificio altísimo
que se disipa entre las nubes amarillas.
SEC. 21A. EXT. DÍA. ENTRADA EDIFICIO GIGANTE
El robot gigante ayuda a bajar a Aya. Ella se despide y le
da las gracias. Abre la puerta del portal del edificio
altísimo.
SEC. 22. INT. DÍA. HALL EDIFICIO GIGANTE
Todo vuelve a la normalidad. Aya entra. Camina contenta por
el hall
SEC. 22A. INT. DÍA. ESCALERAS EDIFICIO GIGANTE
Sube las escaleras hasta el sexto piso. Va saltando de dos
en dos.
SEC. 22B. INT. DÍA. PUERTA DEL SEXTO B
Llega a la puerta con una "B" sobre ella. Saca unas llaves
de la mochila y abre la puerta.
SEC. 23. INT. DÍA. SALÓN DEL SEXTO B
Entra dentro.
AYA
¡Ya estoy aquí!
No hay respuesta.
La puerta da acceso a un salón con un sofá pequeño y unos
pocos muebles. No hay televisor. Aya sube las persianas. La
luz entra a la habitación que deja ver paredes grises. En
muchos rincones hay flores de colores fríos y un gran reloj
de cuco.
AYA
¿Mamá?
15.
Aya deja mochila encima del sofá. La abre y saca un bote con
un líquido violeta. Se dirige al pasillo con el bote en la
mano.
SEC. 23A. INT. DÍA. PASILLO DEL SEXTO B
Aya se dirige al fondo del pasillo que iluminan los rayos
del Sol. Hay varios jarrones con flores en el camino, Aya
toca algunas de ellas y las huele.
SEC. 23B. DÍA. HABITACIÓN DEL SEXTO B
Habitación soleada. De paredes grises. Hay un pequeño
tocador decorado con flores. El espejo está roto. Hay una
gran ventana donde entra la luz del Sol. Un armario viejo
con un vestido vintage colgado en el mango.
La cama es de matrimonio, con un cabecero antiguo. En ella
está ANGELÍA(48), metida dentro con un camisón púrpura.
Tiene el pelo largo y ondulado como Aya. Está pálida y
padece ojeras. Está mirando hacia la ventana.
AYA
¡Mamá!
ANGELÍA
(gira la cabeza)
¡Aya!
Aya se acerca a su madre y le da un beso en la frente. Le
ofrece el frasco.
AYA
Feliz cumpleaños, mamá.
Angelía mira el frasco sonriendo. Desenrosca el corcho y
huele el contenido.
ANGELÍA
Uhm... son lilas con algo de
margaritas y frutas silvestres.
Y... ¡espera! Le has echado pera y
plátano, ¿verdad? ¡Gracias cariño!
¡Me encanta!
Angelía acaricia la mejilla de su hija. Aya sonríe y se
queda mirando a su madre cómo huele el perfume.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 16.
AYA (OFF)
Y esta es mi madre Angelía. Cada
vez que la miro me quedo embobada
por su belleza...
Vemos a Angelía sonreir con el bote en la mano. Poco a poco
se va volviendo más joven...
SEC. 24. EXT. DÍA. SELVA
ANGELÍA(21) mira a la cámara con decisión, segura de sí
misma. Está en medio de una selva de vasta vegetación. Lleva
su pelo rojo recogido en una coleta, ropa de safari y botas
montañeras. Porta una mochila y tiene atado a su cuello un
pañuelo pirata. Colgados de su cinturón hay un machete y una
cantimplora.
Está con los brazos en jarra. Mira hacia arriba, el Sol le
da en la cara. Cierra los ojos. Mira de nuevo a la cámara y
hace un gesto para que la siga.
Se da la vuelta. La seguimos entre los árboles y
plantas. Angelía llega a un claro.
SEC. 25. EXT. DÍA. CLARO ENTRADA AL TEMPLO ANTIGUO
Hay un pequeño templo en ruinas frente a ella.
AYA (OFF)
Mi madre era una gran exploradora.
Se sentía tan frustrada encerrada
en una ciudad que decidió salir a
correr aventuras.
Angelía se acerca a las ruinas. Pasa las manos por el
relieve de una columna. Es una simbología extraña de
escritura cuneiforme.
AYA (OFF)
Nunca tuvo miedo de hacerlo sola.
Su curiosidad era mucho más fuerte
y su instinto un gran aliado.
Angelía gira el capitel de la columna. Una pequeña apertura
aparece al ras del suelo apenas visible entre la hierba.
AYA (OFF)
Mi madre era toda adrenalina.
Angelía se arrastra y entra por la apertura con dificultad.
17.
SEC. 26. INT. DÍA. PASADIZO TEMPLO ANTIGUO
Angelía enciende una bengala, repta con dificultad hasta una
apertura más ancha. Sale al exterior de una sala.
SEC. 26A. INT. DÍA. SALA INTERIOR TEMPLO ANTIGUO
Es una sala enorme, frente a Angelía hay una gran estatua de
una sirena con cuatro brazos. Cada uno sostiene una perla de
piedra gigante. Angelía mira todo el panorama asombrada.
AYA (OFF)
Y cada cosa nueva que descubría la
reconfortaba y le animaba a seguir.
Angelía se acerca a la cola de la sirena y la escala sin
problema. Saca una cuerda de su mochila. La lanza y engancha
uno de sus ganchos en uno de los dedos de la sirena. Se
balancea al brazo izquierdo.
Se desliza pero pierde el equilibrio. Lanza de nuevo la
cuerda y consigue sostenerse con ella en uno de los cabellos
de la sirena. Se balancea y llega a la parte trasera de la
estatua. Descansa.
Escala la espalda de la sirena. Accede a un hueco debido a
una rotura. Descansa. Justo enfrente de ella hay una especie
de balcón con una reja rota. Dentro de ella hay un peine de
espinas plateado con rubíes en el mango.
ANGELÍA
Sí, bonita... ¡te encontré!
Lanza de nuevo la cuerda. Se engancha en un saliente de la
pared de enfrente. Se va impulsando cada vez más para llegar
a la reja.
Se escucha el grito de auxilio de un hombre.
Angelía mira en dirección al grito pero decide seguir dando
impulso y no hacer caso.
Se vuelve a oír el grito. La tierra empieza a temblar. Algo
golpea el templo desde fuera.
Angelía mantiene el equilibrio.
De nuevo el grito. Esta vez se para en seco. Otro golpe.
Angelía chasquea los dientes. Con la cuerda baja lo más
rápido que puede al suelo.
18.
El templo se mueve como si hubiera un terremoto. Una de las
perlas de piedra cae hacia abajo. Aya da una voltereta y
consigue esquivarla. Pero la perla rueda hacia ella, sale
corriendo.
SEC. 26B. INT. DÍA. PASADIZO TEMPLO ANTIGUO
Se introduce lo más rápido que puede por el pasadizo de
entrada. Por poco consigue escapar. La perla choca con la
entrada obstruyendo por completo el acceso a la sala.
ANGELÍA
¡Mierda! (da un golpe en el suelo)
Repta hasta la salida.
SEC. 27. EXT. DÍA. CLARO ENTRADA AL TEMPLO ANTIGUO
Sale al exterior. Frente a ella hay una criatura de 8
metros. Su figura es parecida a la de la pantera pero su
cola tiene un aguijón. El templo está destrozado por uno de
los laterales.
La bestia ruge al ver a Angelía y muestra seis colmillos
majestuosos.
Tiene atrapado en su cola a un hombre robusto vestido de
explorador. Parece inconsciente.
Angelía saca una daga escondida en su bota. Hace frente a la
bestia. Ésta se acerca a Angelía soltando al hombre de su
cola que cae bajo un árbol.
Angelía mira a la bestia decidida.
AYA (OFF)
Toda aventura conlleva riesgos. Mi
madre no le temía a nada. Quizá
solo a su propia valentía.
Angelía corre hacia la bestia, derrapa al lado de una de sus
patas y hace un corte en la garra. La bestia gime de dolor.
Furiosa intenta embestir a Angelía. Ésta le esquiva. Pero la
bestia consigue arañarla en la espalda.
Angelía cae a un lado, se toca la herida. Sangra.
El hombre que sostenía la bestia con la cola abre los ojos.
Se pone las manos a la cabeza. Su visión borrosa se aclara y
ve la escena.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 19.
Angelía chilla a la bestia. La bestia le ruge. Ésta vuelve a
embestir con la cabeza.
Angelía aprovecha la ocasión y escala por su morro hasta el
cogote. Se engancha en el pelo del monstruo y clava su daga
en el ojo izquierdo.
El hombre contempla asombrado la escena. Mira hacia abajo y
ve su escopeta. La coge y corre hacia donde está Angelía.
La bestia se retuerce y Angelía cae.
El hombre cubre a Aya y se coloca frente a la gran pantera y
dispara en la cabeza.
La bestia cae desplomada al suelo.
El hombre se queda un instante con la misma posición. Se
acerca al hocico. No respira.
Mira hacia atrás. Angelía se sostiene el brazo herido. Corre
a auxiliarla.
DAN (32)
¿Estás bien? Lo siento muchísimo,
esa cosa me perseguía desde el
lago... no sé cómo ha conseguido
evitar mis disparos... ¡Estás
sangrando! (hace presión en las
heridas de la espalda)
AYA (OFF)
Y como podéis imaginar. Este señor
con mirada de cordero degollado es
mi padre.
Angelía se queda mirando sin decir nada al hombre.
DAN
Me llamo Dan. Muchísimas gracias
por ayudarme, ¡me has salvado la
vida, muchacha! (sonríe)
Angelía se sonroja y aparta el brazo del hombre que presiona
las heridas.
ANGELÍA
En... en mi mochila hay algo de
primeros auxilios. Algunas gasas y
demás. Puedes sacarlas y hacer
presión con ellas.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 20.
DAN
Eh, claro, claro... Eh... (duda)
ANGELÍA
Angelía.
DAN
¡Angelía! Me gusta, ¿de dónde eres?
¿qué haces por aquí? (rebusca en la
mochila de Angelía, saca unas
gasas)
ANGELÍA
No soy de ningún lugar y soy de
todos a la vez y estoy aquí porque
las circunstancias lo han querido
así.
DAN
(ríe)
Pues ya somos dos.
SEC. 28. EXT. DÍA. DESIERTO
Dan va en un coche todoterreno por el desierto. Va sorteando
dunas. Angelía va en una moto justo a su lado.
AYA (OFF)
Daba la casualidad de que siempre
coincidían en el mismo sitio. Por
eso al principio competían.
SEC. 28A. EXT. DÍA. PIRÁMIDE
Llegan a una pirámide. Angelía deja la moto y sale corriendo
hacia ella. Dan para el coche y va detrás.
Cada uno rodea la pirámide por un lado.
SEC. 28B. EXT. DÍA. LATERAL IZQUIERDO PIRÁMIDE
Angelía va por la izquierda. Ve un hueco, lanza un gancho y
escala hacia él. Entra.
21.
SEC. 28C. EXT. DÍA. LATERAL DERECHO PIRÁMIDE
Dan opta por la derecha. Se agacha y escarba en la arena y
encuentra otro hueco de acceso. Entra en la pirámide.
SEC. 29. INT. DÍA. INTERIOR DE LA PIRÁMIDE
Angelía enciende una bengala.
SEC. 29A. INT. DÍA. INTERIOR DE LA PIRÁMIDE
Dan también enciende otra bengala.
SEC. 29B. INT. DÍA. PASILLO SUPERIOR INTERIOR PIRÁMIDE
Aya corre por un pasillo lleno de jeroglíficos. Se va
agarrando a la pared para no tropezar debido a los
desconchones del suelo.
SEC. 29C. INT. DÍA. ESCALERAS INTERIOR PIRÁMIDE
Dan sube unas escaleras con la bengala en la mano esquivando
los escalones rotos.
SEC. 30. INT. DÍA. SALA PRINCIPAL DE LA PIRÁMIDE
Ambos llegan a una sala iluminada por una apertura del
techo. Miran al fondo de la sala. Hay una puerta de oro
presidida por dos esfinges a los laterales.
Se miran. Corren ambos hacia ella. Llegan a la vez. Se
empujan. Angelía es quien consigue abrirla.
SEC. 30A. INT. DÍA. SALA PRINCIPAL DE LA PIRÁMIDE
Entra en una sala exactamente igual que la anterior. Dan
está al fondo abriendo la puerta. Entra.
Dan aparece detrás de Angelía. Ambos se ríen.
DAN
A ver ahora cómo salimos de este
laberinto... (bufa)
AYA (OFF)
Parecía que el destino no quería
separarlos.
22.
SEC. 31. EXT. ANOCHECER. PLAYA DESIERTA
AYA (OFF)
Compartían una misma pasión: la
libertad.
Angelía y Dan se miran. Están de pie sobre una roca en una
cala. Saltan al agua.
SEC. 32. INT. ANOCHECER. BAJO EL MAR
El agua es cristalina, llena de corales y conchas. La Luna
empieza a reflejarse en el agua.
Bucean, buscan rocas extrañas cerca de la orilla.
Angelía coge varias conchas y se las guarda en el faldón de
su camiseta. Dan también.
SEC. 33. EXT. ANOCHECER. ORILLA PLAYA DESIERTA
Salen a la orilla agotados. Se sientan en la arena. Revisan
sus conchas.
Dan abre la tercera. Hay una perla dentro.
DAN
¡Mira Angelía! (le enseña la perla)
ANGELÍA
¡No puede ser! ¡Vamos a venderla en
el pueblo! ¡Nos darán bastante
dinero por ella!
DAN
No, es para ti.
Dan le ofrece la perla a Angelía. Se la pone en su mano y la
cierra con delicadeza.
ANGELÍA
Pero...
Dan coge arena que acaba de arrastrar el agua. Saca de su
mochila una petaca plateada con licor. Mete la arena dentro.
La cierra.
ANGELÍA
¿Qué haces?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 23.
DAN
Recordar este momento.
ANGELÍA
No entiendo... Cada vez te entiendo
menos...
DAN
El alcohol ayuda a mantener los
olores, así se crean los aromas.
Quiero recordar cómo huele este
lugar.
ANGELÍA
¿A ver? (se acerca la petaca).
¡Puag! ¡Sigue oliendo a vodka! (se
la aparta de la cara)
DAN
(ríe)
¡Claro, tonta! Ahora hay que
guardarlo en algún lugar oscuro
donde mantenga el calor. El caso es
ir rellenándola con el aroma que
desees. Y así, cuando pase un
tiempo, el alcohol olerá a aquello
que añadiste hace tiempo a la
petaca.
ANGELÍA
¿Es a lo que te dedicas en tu
ciudad natal?
DAN
Me lo enseñó mi madre. Pero dejó de
hablarme porque me fui de casa y no
pude seguir con el negocio
familiar. Llevo 12 años sin volver.
Y, ¿sabes? No lo echo de menos...
ANGELÍA
Vaya... (mira al suelo y coge un
puñado de arena y juega con ella)
DAN
Es una larga historia, ¿y tú?
ANGELÍA
Cuando era pequeña devoraba
historias de aventuras. Y desde que
tengo uso de razón me he sentido
extraña en cualquier sitio. Creo
que no pertenezco a este lugar, a
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 24.
ANGELÍA (continúa)esta dimensión quizá. Mi madre
siempre me regañaba porque decía
que vivía de ilusiones y que tenía
que tomarme en serio mi vida.
DAN
(ríe)
Me conozco esa reprimenda taaaaan
bien...
ANGELÍA
(asiente)
Sí, pero yo me ahogaba. Me faltaba
el aire. Quería encontrar el lugar
donde sentir que estoy viva. Oh,
dios... hablo como una loca...
DAN
Sí, hablas como una loca, pero yo
también lo soy. Somos unos locos
para los demás simplemente porque
no hemos encontrado nuestro sitio.
Dan le da un golpecito en la espalda a Angelía. Se queda
quieto y empieza a acariciarle la espalda. Angelía se deja.
ANGELÍA
(sonríe a Dan)
Un día tuve una fuerte discusión
con mi madre (se pone seria).
Supongo que por ello esa noche cogí
una mochila vieja, algo de dinero
que mi madre reservaba para mi
universidad y me largué sin
pensarlo dos veces. De vez en
cuando me paro a pensar en que
debería sentar la cabeza,
reflexionar sobre mi vida. A
veces... (pausa). A veces creo que
aquella noche no me encontraba en
este mundo o algo así... y tomé la
decisión incorrecta. Estaba
enajenada. Pero una fuerza inmensa
me empujaba a ir más allá, no sé...
En fin, aquí estoy.
DAN
¿Y ahora volverías a casa?
Angelía se queda pensativa un rato. Mira al suelo, deja de
jugar con la arena. Devuelve la mirada a Dan con semblante
decidido.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 25.
ANGELÍA
Ni cuerda.
Dan acaricia el pelo de Angelía. Se miran. Dan se acerca a
Angelía y la besa. Se acarician.
DAN
La soledad...
ANGELÍA
¿Cómo?
DAN
Todo el mundo cree que la soledad
es horrible. Pero yo tengo la
suerte de compartirla contigo.
ANGELÍA
En armonía con el entorno. En
armonía con las dimensiones. En
armonía, la perfección. En perfecta
soledad. Sólo los dos.
Vuelven a besarse. Se tumban en la arena. Se acarician. Dan
está encima de Angelía.
La Luna llena está sobre el océano.
SEC. 34. INT. DÍA. HABITACIÓN DE ANGELÍA
Vemos la imagen de Angelía actual. Está leyendo en voz alta
un libro de aventuras. Aya sigue mirándola.
AYA (OFF)
No sé vosotros, pero para mí es la
más bella historia de amor.
ANGELÍA
Aya... (intenta incorporarse)
AYA
No te levantes, mamá. Dime.
ANGELÍA
Me gustaría que me leyeras este
capítulo. Se me cansa la vista con
facilidad y apenas puedo leer una
sola línea...
AYA
¡Claro!
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 26.
Aya coge el libro que Angelía tiene en el regazo. Empieza a
leer.
AYA (OFF)
Desgraciadamente, los momentos de
felicidad infinita no suelen duran
demasiado...
SEC. 35. EXT. DÍA. MONTAÑA NEVADA
Angelía y Dan suben una montaña muy empinada. Van bien
equipados. Hay una fuerte nevada.
DAN
(grita)
¡Un poco más! Parece que más arriba
podremos refugiarnos. No podremos
seguir sin que pase la tormenta.
ANGELÍA
¡Vale!
Se escucha un temblor. Un alud se cierne sobre ellos. Dan
salta sobre Angelía y la cubre con su cuerpo.
El alud pasa sobre ellos. Los arrastra. Quedan enterrados.
Todo se vuelve negro. Silencio.
No vemos nada. Ahora sólo se oye la respiración de Angelía.
Vemos que escarba la nieve y consigue salir al exterior.
Respira repetidamente.
ANGELÍA
¿Dan? ¡DAN!
Angelía escarba la nieve en busca de Dan. No lo encuentra.
Va a otra parte, hace lo mismo y no tiene suerte.
SEC. 36. EXT. ANOCHECER. MONTAÑANA NEVADA
Anochece. Ya no hay tormenta. Angelía sigue buscando a Dan.
Un grupo de esquimales camina con perros huskies y trineos
en dirección al pueblo. Ven a Angelía. Se acercan.
ESQUIMAL 1
(idioma esquimal)
¡Chica! ¿Qué buscas?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 27.
ANGELÍA
(llorando)
¡Ayudadme por favor! Dan ha
desaparecido. Una tormenta, el alud
nos arrastró. ¡No sé donde está!
¡Por favor!
Los esquimales se miran entre ellos.
ESQUIMAL 1
(idioma esquimal)
Echémosle una mano. Ha perdido
algo...
ESQUIMAL 2
(idioma esquimal)
¡No podemos! Va a anochecer pronto
y tenemos que volver al pueblo.
ESQUIMAL 3
(idioma esquimal)
¡Eh, mirad! (señala a Angelía)
Angelía está desmayada sobre la nieve.
SEC. 37. INT. NOCHE. CASA PUEBLO ESQUIMAL
Angelía despierta de golpe. Hay fuego encendido. Está sobre
una pequeña cama de paja con muchas mantas de piel sobre
ella.
Un hombre del pueblo de mediana edad se le acerca. Lleva una
pequeña bolsa forrada en piel. Empieza a hablar en inglés.
AYA (OFF)
El médico del pueblo le dijo a mi
madre que estaba embarazada de 4
meses. En ese momento ella era
inmensamente feliz.
Los ojos de Angelía se iluminan. Pregunta algo al médico.
AYA (OFF)
Pero le faltaba alguien importante.
Preguntó por Dan. Mi padre.
El médico agacha la cabeza. A Angelía se le llenan los ojos
de lágrimas.
AYA (OFF)
El médico le contó que la gente del
pueblo salió con antorchas en su
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 28.
AYA (OFF) (continúa)busca. Habían estado toda la noche.
No hubo rastro de mi padre...
SEC. 38. INT. DÍA. HABITACIÓN DE ANGELÍA
Aya sigue leyéndole el libro a su madre. Angelía mira por la
ventana, la luz del Sol se refleja en su cara. Tiene la
mirada perdida. Aya mira a su madre.
AYA (OFF)
Volvió a casa para darme a luz.
Desde ese momento empezó a
enfermar. Los médicos no tienen ni
idea de lo que le pasa. Lleva años
y años consumiéndose. Yo le
diagnostiqué "pena" como
enfermedad. Y para ella ya no
existe cura ninguna...
SEC. 39. EXT. DÍA. CIUDAD
Aya está caminando por la ciudad cabizbaja. Tiene la mochila
en la espalda y agarra las asas con las manos.
Entra en una tienda.
Vemos que sale con dos bolsas en la mano, se reincorpora la
mochila a la espalda. Sigue andando cabizbaja.
Tras ella se cae un robot de color naranja y se rompe en
varios trozos.
SEC. 40. EXT. DÍA. VALLE DE NARANJOS
Aya sube la colina que le lleva a casa. Mira hacia el valle
de los naranjos. Ahí está el Señor Naranja tumbado bajo la
sombra de un naranjo. Tiene varias naranjas a su alrededor a
medio comer.
Aya asustada se acerca. El Señor Naranja se incorpora y coge
otra naranja.
Aya se esconde tras un árbol y esquivando la mirada de el
Señor Naranja sube la colina.
El Señor Naranja se queda mirando como Aya corre hacia
arriba.
29.
SEC. 41. INT. NOCHE. COCINA CASA DE AYA
Carla y Aya están sentadas en la mesa de la cocina cenando.
Carla revisa el contenido de las bolsas que ha traído Aya de
la tienda de Amparo.
CARLA
Esta chalada de Amparo se ha
olvidado de las margaritas y el
aceite aromático... (refunfuña)
Esta mujer está perdiendo la
cabeza... ¡Y eso que es más joven
que yo!
Aya escucha a su abuela quejarse sin decir nada mientras
sorbe contenido de su plato.
CARLA
Vas a tener que volver mañana a la
tienda.
AYA
De acuerdo.
CARLA
Ya sabes que quisiera ir yo, pero
esta maldita pierna apenas me deja
dar dos pasos fuera de casa.
AYA
Voy encantada, abuela. Es mi
trabajo.
Carla guarda las cosas en la bolsa y sigue comiendo. Se
levanta. Deja el plato en la mesa y de su bolsillo saca dos
pastillas.
Aya las coge y se las traga. Bebe un poco de agua. Deja su
plato a medio comer y ayuda a su abuela a subir por las
escaleras.
SEC. 42. EXT. DÍA. COLINA ABAJO
Aya sale de casa con la mochila lila puesta. Echa a caminar
hacia la estación. Baja la colina.
Se para justo al lado del valle de los naranjos. Gira la
cabeza. El Señor Naranja no está.
Aya permance mirando hacia allí durante un rato. Ladea la
cabeza. Algo vuela cerca del árbol donde estaba el Señor
Naranja. Se queda en el tronco.
30.
Aya se acerca.
SEC. 43. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
Recoge un papel escrito con letra casi ininteligible. Aya lo
lee en voz alta:
AYA
"¡Gracias! ¡Estoy listo para
partir!"
Aya se queda un rato en la misma posición. Se guarda el
papel en el bolsillo del vestido. Sigue su camino a la
estación.
SEC. 44. EXT. DÍA. ANDÉN ESTACIÓN DE TRENES
Pasa la tarjeta del tren y accede a las vías. Solo hay una
pareja de novios magreándose al final del andén. Aya los
mira.
Mira al frente. El Señor Naranja está en una esquina al
borde del andén. Mirando hacia el frente. Parece inquieto,
nervioso. Se frota las manos.
Aya con cara de asombro le mira de abajo, arriba. Se queda
fija en su espalda.
AYA (OFF)
Su espalda tan ancha, moldeada.
Algo me atraía hacia ella. Algo así
como mi futón antes de caer rendida
cuando trabajo demasiado...
Aya se acerca poco a poco al Señor Naranja. Él sigue en la
misma posición. Mueve la pierna en señal de impaciencia.
Ella se queda un rato observando su espalda. Con una mano
saca la nota de su bolsillo. Con la otra va a tocarle la
espalda.
Se oye el megáfono: "Este tren no efectuará parada en esta
estación. Atención. Este tren no efectuará parada en esta
estación".
El tren pasa a gran velocidad en el mismo momento que el
Señor Naranja da un impulso para lanzarse a las vías.
Aya reacciona y le agarra de la camiseta. Tira hacia atrás.
Ambos se caen al suelo. El Señor Naranja cae encima de Aya.
El tren pasa a toda velocidad detrás de ellos.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 31.
Aya está en shock. Sus ojos abiertos como platos. No se
mueve. El Señor Naranja se reincorpora. Se levanta.
Aya sigue en el suelo mirándolo con la misma posición.
El Señor Naranja mira como se aleja el tren. Se da la vuelta
y mira a Aya furioso. La señala con el dedo.
SEÑOR NARANJA
(gritando)
¿Estarás contenta, no? ¡Has
conseguido que pierda la
oportunidad de volver! ¡Lo has
estropeado todo!
Se aleja dando zancadas. La pareja los mira sorprendidos, se
hacen los despistados cuando el Señor Naranja pasa por su
lado. Éste sale del andén.
Aya sigue en la misma posición.
AYA (OFF)
Y en aquel preciso momento, no sé
por qué...
Se escucha un trueno.
SEC. 45. INT. NOCHE. DESVÁN DE AYA
Vemos todo negro hasta que Aya abre los ojos lentamente.
Está tumbada en el futón. Mira hacia arriba por la ventana
del desván. Las gotas de lluvia golpean el cristal.
Otro trueno.
Aya se levanta poco a poco. Se acerca al baúl y saca uno de
los recipientes de cristal. Huele su contenido. Coge varios
frascos de la estantería de arriba y se dirige a la mesa de
trabajo.
Rellena los frascos con el líquido. Echa un colorante de
tono grisáceo.
La lluvia aprieta. Golpea más fuerte en el cristal.
AYA
(murmurando)
No pensar. Entretenerte. No
pensar...
Escribe en una pequeña etiqueta: "fragancia de clavel
blanco". Los coloca en una pequeña caja.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 32.
AYA
El tiempo corre.
CARLA (OFF)
(desde abajo)
¡Aya! ¡A cenar!
Aya deja de inmediato lo que estaba haciendo y baja por las
escaleras.
SEC. 46. INT. NOCHE. COCINA DE AYA
Aya baja las escaleras. Se sienta a la mesa. Carla está
terminando de colocar la cena.
CARLA
¿Qué tal llevas los nuevos perfumes
que te pedí? ¿Los has terminado?
AYA
Sí, los estoy empaquetando.
CARLA
(le pone el plato de comida a Aya)
Aquí tienes la comida del medio
día. En esta casa se hacen cinco
comidas al día y tú sólo comes
cuando quieres. Y yo no soy tu
chacha.
Carla reniega, se sienta a la mesa. Las dos comen.
Aya apenas prueba bocado y mira el plato sin hablar.
CARLA
Pero bueno, hija, ¡espabila y come
de una vez!
Aya coge la cuchara y come sin ganas. Mira por la ventana
cómo llueve.
Carla se levanta, recoge su plato, rebusca algo por los
armarios de la cocina y vuelve con dos pastillas. Se las da
a Aya.
CARLA
En fin, yo me acuesto.
Carla sube a su dormitorio. Aya se levanta para ayudarla.
Carla le detiene con la mano.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 33.
CARLA
Déjame, tú termínate la cena. Ya
puedo subir yo sola.
Aya deja a su abuela ir. Se sienta, come un poco. Recoge su
plato. Llena un vaso con agua. Vuelve a la mesa.
Aya se traga las pastillas. Coge el vaso de agua para beber.
Aya escupe las pastillas en la mesa. Están manchadas de
tinta azulada.
Una mano azul roba las pastillas. Es un hombre azul que
sonríe a Aya. Ella se sorprende.
SEC. 46A. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE AYA
El extraño sale por la ventana corriendo.
Enfadada, Aya coge un paraguas del paragüero y va detrás de
él.
SEC. 47. EXT. NOCHE. COLINA ABAJO
Aya sale de la casa por la ventana con dificultad y e
intenta no hacer ruido. Abre el paraguas y persigue
corriendo al hombre azul.
Aya tropieza. El hombre azul se para, se da la vuelta y le
hace un gesto de burla. Enfadada, Aya se reincorpora y
vuelve a correr detrás de él.
SEC. 47A. EXT. NOCHE. VALLE DE LOS NARANJOS
El hombre azul se aleja entre los naranjos del valle y
desaparece. Aya decelera el paso disgustada. Se percata,
entonces, de que el Señor Naranja está de espaldas sentado
en el césped mojado con varias naranjas. Tiene una en la
mano que muerde y mastica con la cáscara incluida. Lleva sus
vaqueros y su camiseta naranja a rayas.
Aya se le queda mirando indecisa. Da varios pasos, se para.
AYA (OFF)
No puedes escapar. La realidad te
persigue. Fervientemente.
Emprende la marcha dando zancadas.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 34.
Se coloca detrás de el Señor Naranja que sigue comiendo.
Como no se da cuenta de su presencia coloca el paraguas bajo
su cabeza para cubrirle. Sigue comiendo como si nada.
Aya empieza a impacientarse. Le da un toque en la espalda.
El Señor Naranja se da la vuelta, se echa hacia atrás y
frunce el ceño.
Hay un momento de silencio incómodo.
SEÑOR NARANJA
¿Qué es lo que quieres?
Aya se queda muda. Intenta decir algo pero no puede.
SEÑOR NARANJA
Si no tienes nada que decir, vete y
déjame en paz. Tengo demasiadas
naranjas que comer.
El Señor Naranja se da la vuelta enfadado y sigue comiendo
la naranja que tiene en la mano. Ahora Aya frunce el ceño.
AYA
¿Por qué quería suicidarse?
SEÑOR NARANJA
(se da la vuelta extrañado)
¿Suicidarme?
AYA
No te hagas el tonto. Ayer te salvé
de morir.
SEÑOR NARANJA
¿Qué dices, chica?
AYA
¡En la estación! Querías suicidarte
lanzándote al tren en marcha. ¡Te
salvé! ¡Y encima te enfadaste
conmigo!
SEÑOR NARANJA
Yo no he querido suicidarme en
ningún momento. Andas algo
confundida, me parece a mí.
AYA
¡Será posible? ¿Cómo que
confundida?... Bah...
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 35.
No hay respuesta. Aya no sabe qué más decir, gira la cabeza
hacia un lado. Relaja la expresión y mira la naranja a medio
comer que tiene el Señor Naranja en la mano.
AYA
¿Por qué siempre está aquí comiendo
naranjas sin parar?
El Señor Naranja se da la vuelta aún con el ceño fruncido y
le ofrece una naranja a Aya. Ella duda.
Él se levanta, le quita el paraguas y le obliga a sentarse
en el césped. Le pone la naranja en la mano.
SEÑOR NARANJA
(con cara de enfado)
Come.
Aya mira resignada al Señor Naranja e intenta pelar la
naranja con los dedos.
SEÑOR NARANJA
Así no (muerde una naranja con la
cáscara). Así.
Aya mueve la cabeza en gesto negativo. El Señor Naranja la
mira aún enfadado. Aya mira la naranja y decide morderla con
la cáscara. Pone una gesto extraño producido por la acidez.
El Señor Naranja ríe a carcajada limpia, se tira al suelo.
Aya le mira con cara de pocos amigos.
SEÑOR NARANJA
(se sienta a su lado aún riéndose)
No te preocupes. Te irás
acostumbrando poco a poco.
El Señor Naranja sonríe dulcemente a Aya. Ella le devuelve
la sonrisa.
SEC. 48. EXT. NOCHE. VALLE DE LOS NARANJOS
Pasa un rato. En silencio los dos comen naranjas con la
cáscara sentados en el césped. Sólo se oye la lluvia caer.
El Señor Naranja está mirando a Aya cómo come la naranja.
SEÑOR NARANJA
Eres la chica de los perfumes, ¿no?
AYA
(asiente)
Ajam, yo te llamo "el Señor
Naranja" porque siempre estás
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 36.
AYA (continúa)comiéndolas y no puedo evitar
imaginarte como una enorme naranja
que rueda y rueda sin parar.
SEÑOR NARANJA
(ríe)
Puedes llamarme como quieras. Pero
tengo un nombre, me llamo Paul.
Encantado.
El Señor Naranja le ofrece la mano a Aya. Ésta también
acerca la suya y la estrechan.
AYA
Yo soy Aya, es mucho mejor que la
chica de los perfumes. Yo prefiero
seguir llamándote el Señor Naranja,
me gusta más que Paul.
SEÑOR NARANJA
¿Por qué? Es un nombre extranjero,
pero es bonito.
AYA
Hasta que no pares de comer
naranjas no podré dejar de llamarte
así.
Silencio. Aya mira hacia el suelo. Mueve las manos nerviosa.
AYA
Hay algo que me ronda la cabeza y
tal... Perdona que te pregunte otra
vez pero, ¿por qué ibas a saltar
cuando pasaba el tren?
SEÑOR NARANJA
Aquél tren iba a ser el que me
llevara a casa.
AYA
(tono irónico)
¡Pero si ibas a saltar sobre él, no
a meterte en el vagón!
SEÑOR NARANJA
¡Ah! ¿Te referías a eso con lo de
suicidarme?
AYA
¿A qué si no?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 37.
SEÑOR NARANJA
Perdona, no tenía ninguna intención
de suicidarme. Durante esta época
del año, cuando las naranjas
maduran, es el momento adecuado
para acceder a otras dimensiones.
Aquél tren era el punto de conexión
indicado para conectar este mundo
con el mío.
AYA
(sarcástica)
Claro, claro... otras dimensiones,
¿no? Pasan muchos trenes a todas
horas. Si es así, ¿por qué no lo
has vuelto a intentar?
SEÑOR NARANJA
Búrlate si quieres, pero se
necesita mucha energía para viajar
a otras dimensiones, si no puedes
morir en el transcurso del viaje.
Para acceder a mi mundo es
necesario cargarse de energías y la
única forma de conseguirlas es a
través de las naranjas.
Desgraciadamente, aunque no se
realizara la conexión gasté todas
esas energías al lanzarme. Pero tú
me detuviste.
AYA
Lo siento... Pero, a ver, esto que
me cuentas me resulta complicado.
Aquí cuando una persona se lanza
así es porque quiere suicidarse no
para conectar con otro lugar.
SEÑOR NARANJA
Es difícil de creer, lo sé. Pero
también era difícil de creer que
existieran otros planetas o
galaxias hace algunos siglos, ¿no?
¿Conoces la teoría de las cuerdas?
AYA
(deja el tono sarcástico)
No.
SEÑOR NARANJA
Es una teoría de la astrofísica que
pretende demostrar que diferentes
mundos o realidades están
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 38.
SEÑOR NARANJA (continúa)
conectados, sólo hay que encontrar
la manera para acceder a ellos.
AYA
(dudosa)
Entonces, si tu mundo está en otra
dimensión, ¿por qué estás aquí?
SEÑOR NARANJA
Buena pregunta. Estoy aquí porque
los hombres azules me trajeron.
AYA
(sorprendida)
¡¿Conoces a los hombres azules?!
Son como nosotros pero todo, sus
ojos, su cara, sus manos... ¡todo
es azul! ¿Te refieres a ellos?
SEÑOR NARANJA
Pues sí, ¿los has visto tú también?
AYA
Sí, de hecho perseguía a uno que me
ha robado las pastillas para
dormir. Aparecen y desaparecen. No
dejan de molestarme.
SEÑOR NARANJA
(ahora el sarcástico es él)
Pastillas para dormir, ¿no?
AYA
(mira hacia abajo avergonzada) En
realidad son para que no vea cosas
raras, como los hombres azules.
SEÑOR NARANJA
Entiendo.
Siguen hablando con intensidad. Muestran confianza en los
gestos.
AYA (OFF)
He de reconocer que lo que el Señor
Naranja me contaba era difícil de
creer. Pero era la primera vez que
podía hablar de los hombres azules
con alguien con total confianza sin
que después me obligaran a tomar
pastillas.
39.
SEC. 49. INT. NOCHE. DESVÁN DE AYA
Aya se tira al futón suspirando, sonríe. Ha dejado de
llover.
Nota un bulto en el bolsillo, es una naranja.
Se levanta con energía. Coge un cuchillo de la mesa y
empieza a partir las naranjas. Exprime una en un vaso. Coge
unas especias y las pone encima. Prepara un almizcle con el
jugo de naranja.
El "tic-tac" del reloj comienza a sonar de fondo.
SEC. 50. INT. DÍA. DESVÁN DE AYA
CARLA (OFF)
(desde abajo)
¡Aya! ¿Y el desayuno? ¿Aya?
Se oyen unos pasos. Unos quejidos y pasos más lentos.
Carla abre la puerta del desván. Sube del todo.
CARLA
Ya te vale hacerme subir como tengo
la pierna...
Carla encuentra a Aya profundamente dormida. Está con medio
cuerpo en el futón, tiene en la mano cáscara de naranja. Se
oye su respiración fuerte.
CARLA
(por lo bajo)
Será posible... (gritando)
¡Espabila!
Aya despierta de un salto. Se levanta y empieza a recoger
todo el desorden.
AYA
¡Me he dormido! ¿Qué hora es?
CARLA
Las nueve y media
AYA
Oh, lo siento... Ayer me quedé
hasta las tantas haciendo un nuevo
perfume de cítricos.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 40.
CARLA
Más vale que sea bueno. ¿Para
cuándo estará listo?
AYA
Yo creo que con una semana o dos
será suficiente.
CARLA
Bueno... es tarde y tengo que abrir
y ya sabes que necesito algo de
café para rendir todo el día.
SEC. 51. INT. DÍA. TIENDA ONIRIA
Aya ayuda a su abuela a abrir las rejas de la tienda.
Encienden las luces, algunas velas aromáticas e incienso.
Cambian el cartel de "Cerrado" por "Abierto".
Carla está revisando la caja.
SEC. 51A. INT. DÍA. COCINA CASA DE AYA
Aya entra en la cocina y prepara café. Mientras se calienta
se queda pensativa mirando la cafetera.
AYA
¿Abuela?
SEC. 51B. INT. DÍA. TIENDA ONIRIA
Carla aún sigue revisando la caja y ordenando su mesa.
CARLA
¿Sí? Acércate y te escucharé mejor.
Se oyen unos pasos. Aya se asoma por la puerta de la tienda.
Tiene justo delante a su abuela que sigue ordenando la caja.
AYA
Pues... que ayer preparando el
nuevo aroma pues me di cuenta de
que me faltaban algunos
ingredientes...
CARLA
Ajam...
Carla no mira a su nieta, se pone unas gafas que tiene
colgadas en el cuello con un cordel y mira unas facturas.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 41.
AYA
¿Podría salir un momento a por
ellos?
CARLA
100, 200... (murmura algo)
AYA
¿Abuela?
CARLA
Toma 50 euros (los deja encima de
la mesa). Espero que sean
suficientes. Y no te retrases mucho
que encima hoy hemos abierto tarde.
AYA
Gracias abuela.
Aya se acerca y recoge el billete. Le da un beso a su abuela
que sigue con lo suyo sin hacerle caso. Vuelve a la cocina.
SEC. 52. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
Aya se acerca a el Señor Naranja que come naranjas debajo
del árbol. Lleva su mochila lila.
AYA
¡Hola Señor Naranja!
SEÑOR NARANJA
¡Hola! Siéntate, hoy las naranjas
están geniales.
Le ofrece una. Aya le da un mordisco. Se sienta al lado de
el Señor Naranja.
SEÑOR NARANJA
¿Llegaste bien a casa ayer? Espero
que tu abuela no te regañara.
AYA
¿Cómo sabes que vivo con ella?
SEÑOR NARANJA
Observo. Comer naranjas durante
todo el día es aburrido.
AYA
Ya veo. ¿Qué más sabes de mí?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 42.
SEÑOR NARANJA
Que bajas muchas mañanas con una
sonrisa resplandeciente. ¿Vas a ver
a tu novio?
AYA
¡Qué va! (se sonroja). Voy a
comprar ingredientes y así
aprovecho para ver a mi madre.
SEÑOR NARANJA
¿A tu madre? ¿Cómo que no vives con
ella también?
AYA
Bueno...
SEÑOR NARANJA
Déjalo, no es asunto mío. El caso,
me dijiste que te daban pastillas
para dormir, ¿no?
AYA
Algo así.
SEÑOR NARANJA
No dejes de tomarlas.
AYA
¿Por qué? Es decir, ¿es que tú
también las tomabas?
SEÑOR NARANJA
Sí.
AYA
¿Y ya no?
SEÑOR NARANJA
Mira, esos hombres azules no son de
fiar. A veces juegan en tu bando, a
veces no.
AYA
¿Sabes quienes son realmente?
SEÑOR NARANJA
Sí. Me la jugaron y me arrastraron
a un mundo que no es el mío. Y
ahora necesito comer muchas
naranjas. (susurra en el oído a
Aya) Tengo que volver. Este no es
mi sitio, ¿entiendes?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 43.
AYA
¿Por qué... por qué solo podemos
verlos tú y yo?
SEÑOR NARANJA
No. Estoy seguro de que más gente
puede verlos.
AYA
(hace una pausa antes de
hablar)
Cuando los veo me hago creer a mí
misma que estoy soñando despierta o
algo parecido.
SEÑOR NARANJA
Vivir es un sueño, Aya. Mira,
imagínate un sueño o tu propia vida
como tu casa, ¿vale? Es tu hogar y
tú eres la propietaria. Es el sitio
que has construido y amoldado para
ti.
AYA
Entiendo.
SEÑOR NARANJA
Pero de vez en cuando pueden haber
más de un propietario compartiendo
una misma casa (mira hacia abajo,
da otro bocado a la naranja). Quizá
nosotros compartimos una misma
forma de ver la vida. Pero no
quiere decir que no sea real. Nadie
ha demostrado aún que los sueños
sean sueños y no realidades de otra
dimensión.
AYA
(se ríe de la comparación)
Qué comparación más rara.
Cualquiera nos llamaría locos.
SEÑOR NARANJA
O soñadores.
Los dos siguen hablando. Aya sigue con la misma naranja. El
Señor Naranja coge una nueva y empieza a masticarla.
44.
SEC. 53. EXT. DÍA. PUERTA DE ENTRADA CASA DE AYA
Aya sale de casa con su mochila lila.
AYA
¡Vuelvo en un rato, abuela!
Cierra la puerta.
SEC. 53A. EXT. DÍA. COLINA ABAJO
Sale corriendo colina abajo sonriendo.
AYA (OFF)
La excusa de ir a recoger naranjas
para crear una nueva colección de
aroma a cítricos era perfecta para
que mi abuela me dejara salir casi
todos los días sin rechistar.
SEC. 54. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
Aya y el Señor Naranja pasean por el valle de los naranjos
recogiendo naranjas. Charlan animadamente.
AYA (OFF)
También era una forma de ver al
Señor Naranja y hablar con él.
Nuestras conversaciones eran de lo
más inusuales.
SEÑOR NARANJA
¿Cómo puedes creer que aún existan
dinosaurios?
AYA
Bueno, aún hay zonas de la Tierra
que no han sido investigadas. ¡Ni
siquiera descubiertas!
SEÑOR NARANJA
Tienes razón, pero un bicho de esas
dimensiones seguro que podría verse
perfectamente por satélite.
AYA
¡No todos eran tan grandes! De
hecho algunas especies actuales son
descendientes directos de los más
pequeños, incluso se estima que aún
existan... ¡Y quién sabe si no
viven en otras dimensiones!
45.
SEC. 55. INT. NOCHE. DESVÁN DE AYA
Aya lleva un delantal y una pañuelo en la cabeza. Su
delantal está manchado de cítricos. Aya corta naranjas y
exprime el contenido en un recipiente de cristal con
alcohol.
AYA (OFF)
Apenas dormía por las noches.
Estaba muy hiperactiva, algo que me
ayudaba a diseñar una serie de
aromas increíbles.
SEC. 56. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE AYA
Carla abre uno de los frascos de cristal con líquido naranja
y lo huele.
AYA (OFF)
Creo que también por eso mi abuela
no le daba demasiada importancia a
mis repetidas salidas a por
ingredientes.
CARLA
Es afrutado sí, pero tiene un aroma
fuerte, enigmático. Me gusta, creo
que has creado un aroma
característico. Mañana mismo lo
pondré a la venta.
Aya sonríe satisfecha. Carla sigue oliendo los diferentes
perfumes. Huele granos de café de un vaso y vuelta a oler
otros frascos y aceites.
SEC. 57. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
Aya y el Señor Naranja están tumbados bajo la sombra de un
árbol. Hay naranjas por el suelo. Junto a ellos hay un
exprimidor y dos grandes vasos de zumo de naranja.
AYA
¿Los tulpas?
SEÑOR NARANJA
Esa es mi teoría.
AYA
¿Crees que los hombres azules son
tulpas? ¿Pero qué son los tulpas?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 46.
SEÑOR NARANJA
(se sienta, bebe zumo del
vaso)
Se trata de seres que se originan
en la mente y a través de una
fuerte creencia en ellos pueden
llegar a convertirse en reales.
Proviene de la creencia budista.
Pueden crearse a través de una
mente o varias. Hasta los propios
monjes budistas afirman que pueden
ser peligrosos porque, a medida que
más gente cree en su existencia,
cuesta más trabajo eliminarlos.
Aya escucha con atención.
ANGELÍA (OFF)
Así que te habló de los tulpas...
SEC. 58. INT. DÍA. HABITACIÓN DE ANGELÍA
Aya está sentada en el suelo de rodillas, recuesta la
barbilla y los brazos sobre la cama. Mira a su madre. Ella
mira por la ventana.
AYA
¿Alguna vez has visto un tulpa?
Viviste una temporada en un templo
budista, ¿no?
ANGELÍA
(mira a su hija)
Pero no tiene nada que ver con la
religión budista. Ese tal Paul
tiene razón. La mente humana es
impredecible y creo que tiene un
poder que sobrepasa los límites de
la realidad. Como no sabemos su
potencial no podemos afirmar hasta
que punto una religión u otra es
creíble o no. Todo reside en la
importancia que le dé cada uno.
AYA
Eso mismo dijo él, sí.
ANGELÍA
Me gusta.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 47.
AYA
(sonríe)
Sabía que te gustaría. ¿Te recuerda
a papá?
ANGELÍA
(vuelve a mirar por la
ventana)
Puede que sí.
AYA
¿Cómo?
ANGELÍA
(algo más bajo)
Puede que creara un tulpa...
SEC. 59. INT. TARDE. DESVÁN DE AYA
Aya está sentada en el suelo, con el delantal y un cuchillo
en la mano manchado de restos de ciruela. Delante de ella,
en la misma posición hay un hombre azul.
AYA
Siempre pensé que seríais producto
de mi imaginación. ¿Sois reales?
¿Sois de este mundo?
No hay contestación. Aya se levanta y se acerca al hombre
azul. Éste sigue en la misma posición. Se agacha justo al
lado. Aya acerca el cuchillo a la cara del hombre azul. No
se mueve.
Deja el cuchillo en el suelo. Acerca entonces la mano para
tocarlo.
CARLA (OFF)
(desde abajo)
¡Aya!
El hombre azul sale corriendo por las escaleras. Aya se
apoya con las manos en el suelo y rechista.
SEC. 60. INT. TARDE. HABITACIÓN DE CARLA
Aya aparece por la puerta. Carla se mira en un espejo de pie
y se retoca el pelo. Va maquillada y con ropa elegante.
CARLA
Tengo que salir. He quedado con
unos proveedores importantes que
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 48.
CARLA (continúa)podrían ayudarnos con el negocio y
comercializar al por mayor.
Cenaremos fuera. Necesito que te
encargues de la tienda mientras
tanto.
AYA
Vale. Ve tranquila.
Carla coge su bolso y un bastón de un perchero y sale por la
puerta. Aya se acerca a ayudarle.
SEC. 61. INT. TARDE. TIENDA ONIRIA
Aya lleva a su abuela del brazo. Carla se aparta y se apoya
en el bastón.
CARLA
Aún sé andar con estos viejos
tacones. Tú atiende la caja. Puedes
preparar algo de arroz que quedó
ayer.
Aya se queda pensativa detrás de la caja.
Carla sale por la puerta principal de la tienda con el
bastón y cojeando.
SEC. 62. INT. ANOCHECER. TIENDA ONIRIA
Pasa un rato. Suena el reloj de cuco. La tienda está
iluminada por varias velas alrededor de la estancia.
Aya está en la silla, detrás de la caja. Tiene la cabeza
apoyada en la mesa. Mira la llama de una vela aromática.
AYA (OFF)
El mundo es increíble. Lo es porque
tiene tiempo y espacio. Hay veces
que no los notas, otras donde notas
que ondea a tu alrededor. La llama
de esta vela ondea el espacio donde
estoy, el tiempo hace que se
consuma lentamente a mis ojos.
(Pausa) Los ojos. Sabemos que vemos
con los ojos porque si los cerramos
ya no hay nada. Todo es negro. Pero
mantenlos cerrados un ratito más,
¿qué ves?
49.
SEC. 63. EXT. DÍA. CAMPO DE FRESAS
Aya está tirada en el césped. Hay fresas a su alrededor.
Mira al cielo de un azul claro acogedor.
AYA (OFF)
Nadie puede asegurar dónde estamos.
No sabemos hasta dónde llega la
realidad y nos adentramos en el
sueño. No sabemos nada de nosotros
ni de cómo funcionamos.
Se reincorpora. Anda por el campo de fresas.
AYA (OFF)
Pero hay algo que sí que es real:
La imaginación. Aunque algunos
románticos lo llaman "soñar
despierto".
Coge varias fresas y se las come.
AYA (OFF)
Yo tengo la suerte de tener un
mundo imaginario desbordante. Lleno
de sabores, olores y texturas. Es
mi mundo. Es mi dimensión.
Sus manos están manchadas de fresa. Se chupa los dedos.
AYA (OFF)
Es mi casa. Es mi vida.
A lo lejos hay un gran árbol. Aya se acerca a él. Hay una
figura humana bajo su sombra.
AYA (OFF)
Al contrario de la realidad en tus
sueños tú mandas y puedes dejar
pasar a quien quieras.
El Señor Naranja está debajo del naranjo. Se levanta, coge
una naranja.
AYA (OFF)
Te sientes tan libre. Puedes hacer
y decir lo que desees sin miedo a
que te rechacen. Puedes llegar a
rozar la felicidad.
El Señor Naranja se da la vuelta y sonríe a Aya. Aya sonríe
también. Se acerca a él corriendo y lo abraza.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 50.
AYA (OFF)
No quiero salir de aquí. ¿Por qué
tengo que enfrentarme a la
realidad? ¿Acaso esto no es real?
¿No forma parte de mí?
Se oye una puerta.
SEC. 64. INT. ANOCHECER. TIENDA ONIRIA
Aya pega un respingo y mira a la puerta. Una chica joven de
pelo naranja y pecas vestida de blanco está en la puerta de
la tienda.
LAURA(19)
¡Oh! Lo siento... ¿te he asustado?
Aya se reincorpora. Se pone de pie detrás de la caja.
AYA
No... no, ¡tranquila! No me he dado
cuenta de que entrabas. Dime, ¿en
qué puedo ayudarte?
LAURA
Quisiera echar un vistazo a lo que
tenéis, ¿puedo?
AYA
Claro, sin problema. Aquí estaré si
necesitas algo.
Laura se acerca a un estantería de velas aromáticas. Va
cogiendo algunas, mira la etiqueta y las huele.
Aya mira a Laura ensimismada. Mira su vestido blanco, luego
su pelo anaranjado, su perfil perfecto y sus mejillas
repletas de pecas.
Laura se vuelve y se cruza con la mirada de Aya. Ésta baja
la mirada avergonzada.
LAURA
Tienes una tienda preciosa.
AYA
Bueno, no es mía. Es de mi abuela.
Ha tenido que salir y me he hecho
cargo de ella por unas horas.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 51.
LAURA
Ya veo (coge un perfume y lo
huele). ¿Quién fabrica los
perfumes?
AYA
Yo, ¿buscas algún aroma en
particular? ¿Puedo recomendarte
algo?
LAURA
La verdad es que he entrado aquí
por curiosidad. Me apetecía mucho
andar y con la tontería he llegado
hasta aquí arriba. Iba inmersa en
mis pensamientos, ¿sabes?
Aya asiente y sigue escuchándola muy atenta. Hay un pequeño
silencio. Laura sigue mirando perfumes y aromas asombrándose
de los colores y las formas.
LAURA
Los olores que fabricas son muy
característicos. (pequeña pausa)
Bueno, lo reconozco, me muero por
saberlo... A ver, dime cuál me
recomendarías a mí
Aya se acerca a Laura. Se queda mirándola un rato. Luego
pasa a su lado y coge detrás de ella un frasco con un
líquido naranja.
AYA
(le ofrece el frasco)
Éste.
Laura abre el frasco y se echa unas gotas en la muñeca.
Huele la fragancia. Se asombra.
LAURA
¿Naranja?
AYA
¿Qué has sentido cuando lo has
olido?
LAURA
No te lo vas a creer, pero me han
venido recuerdos de cuando era
pequeña. Pero las cosas han
cambiado desde entonces... Aunque
reconozco que al olerlo todas las
preocupaciones han desaparecido por
un segundo.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 52.
AYA
Me alegro. Bueno, sé que es una
fragancia algo fuerte pero no sé,
creo que te sienta bien.
LAURA
Me has dejado asombradísima.
Esto... ¿cómo te llamas?
AYA
Soy Aya.
LAURA
Yo me llamo Laura. ¿Por qué? Es
decir, ¿cómo has sabido que este
perfume tendría este efecto en mí?
AYA
La verdad no sé explicarlo bien.
Tengo una sensibilidad especial
para los olores. Al entrar me he
quedado mirando tu pelo y me has
recordado a las naranjas.
LAURA
Vaya, vaya... qué curioso. ¿Y cuál
es tu olor Aya?
Aya se queda callada.
LAURA
Suele pasar. No te preocupes, ya
habrá alguien que sepa decirte cuál
es. El olor de una persona, su
aroma, es tan excepcional, tan
especial que perdura en la memoria
tanto como una imagen o una
caricia, ¿no crees?
Aya asiente pero sigue callada, mirándola.
LAURA
Lo siento, hablo demasiado. Ponme
este. Al final me has convencido y
me lo llevaré.
Aya abre una bolsa pequeña.
LAURA
Eh... pónmelo mejor para regalo.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 53.
Aya coge papel de regalo de debajo de la caja. Corta papel,
envuelve el perfume y ata un lazo amarillo como cierre. Lo
mete en la bolsa. Laura mira curiosa todo el proceso. Le da
la bolsa a Laura, ésta la coge.
AYA
Aquí tienes.
LAURA
Gracias. (se dirige a la puerta de
salida) Esto... es para mi padre.
(Aya levanta la vista). Cuando he
olido el perfume me ha recordado a
él de cuando jugábamos en el jardín
de casa, hace ya años de eso. Él
siempre tenía esa alegría, esa
energía vital que le impulsaba a
seguir adelante pasase lo que
pasase.
AYA
¿Se lo vas a regalar entonces?
LAURA
Algo así (silencio incómodo).
Murió. Iba camino del cementerio.
Aya se queda callada por un instante. Se palpa en las
miradas comprensión a la vez que incomodidad por el tema.
AYA
Lo... lo siento. Mi padre
desapareció en Siberia en un
accidente. Iba con mi madre. Ella
se salvó. A él nunca lo
encontraron.
LAURA
Al menos a ti te queda una
esperanza.
Laura sale por la puerta. Aya se queda mirándola sin
moverse.
Silencio de nuevo. Suena de nuevo el reloj de cuco que hace
reaccionar a Aya.
Mira el reloj. Marcan las 21:00 en punto. Aya coge una llave
colgada al lado de la puerta de entrada a la casa. Se acerca
a la puerta de la tienda. La echa con llave. Cambia el
cartel de "abierto" a "cerrado".
Tocan a la puerta.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 54.
AYA
¡Está cerrado!
SEÑOR NARANJA
¡Soy yo!
Aya abre la puerta con la llave. La deja entornada y se
asoma por ella.
AYA
(nerviosa)
¿Qué haces aquí? Mi abuela llegará
en cualquier momento y no le hará
mucha gracia verte aquí.
SEÑOR NARANJA
¡Aya! ¡Ya casi está! Casi vuelvo a
tener todas las energías. El
viernes es el día indicado.
AYA
¿Cómo?
SEÑOR NARANJA
¡Las naranjas! Hemos estado
comiendo tantas que podremos volver
el viernes.
AYA
¿Podremos?
SEÑOR NARANJA
Vendrás conmigo, ¿verdad?
El Señor Naranja empuja la puerta y se coloca frente a Aya.
Le coge la cara con ambas manos y le habla muy cerca.
SEÑOR NARANJA
No perteneces a este lugar, Aya. Te
estás consumiendo. Ven conmigo, por
favor.
El Señor Naranja mira a Aya con impaciencia, mira sus
labios, luego sus ojos. Se acerca más. Aya tiembla, está
nerviosa. Le mira.
AYA
Pero...
El Señor Naranja besa a Aya. Ella tiene los ojos abiertos
pero se deja llevar. Agarra los brazos de el Señor Naranja.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 55.
AYA (OFF)
Nunca imaginé que la felicidad se
pudiera conseguir en momentos como
aquél. Y pensé o más bien sentí que
sí, que me iría contigo a
cualquiera que sea el lugar al que
pertenezcas.
SEC. 65. INT. DÍA. HABITACIÓN DE CARLA
Carla está durmiendo en su cama, está todo cerrado por lo
que apenas hay luz. Se oye a alguien tocar la puerta. Es Aya
que aparece en el dormitorio de Carla.
AYA
¿Abuela?
Aya se acerca a la cama de Carla. Está roncando
profundamente. Aya la zarandea con cuidado.
AYA
Abuela, son más de las 9. El
desayuno está listo y los perfumes
que me encargaste también.
CARLA
(refunfuña)
Encárgate tú de la tienda. Bajaré
ahora.
Aya no sabe qué decir. Se queda de pie al lado de la cama
pensativa.
AYA
¿Cómo fue anoche?
CARLA
(sigue acostada)
No recordaba que pudiera entrarme
tanto vino en el cuerpo.
AYA
¿Y el negocio con la proveedora?
CARLA
Hecho.
AYA
Bien entonces, ¿no?
Carla se recuesta en la cama con desgana. Se pone las manos
en la sien derecha con gesto de dolor. Mira a su nieta.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 56.
CARLA
Tus creaciones le han encantado
pero dice que el negocio no
prosperará aquí. A finales de esta
semana nos mudamos a Francia.
Aya se queda mirando a su abuela estupefacta. No dice nada.
Carla se da la vuelta y vuelve a acostarse.
CARLA
En fin, déjame dormir un rato más.
Luego te cuento los detalles.
SEC. 66. INT. DÍA. ESCALERAS CASA DE AYA
Aya baja despacio las escaleras con la mano apoyada en la
barandilla. Se sienta en el escalón y se pasa la mano por el
pelo.
AYA (OFF)
Mudarse. (Pausa) He vivido toda mi
vida aquí. Mi abuela ha estado
intentando desde que tengo uso de
razón hacer prosperar su pequeño
negocio. Mirad.
Coge la cámara con la mano. Baja las escaleras.
SEC. 66A. INT. DÍA. SALÓN CASA DE AYA
Deja la cámara en la mesa, se queda la imagen fija. Vemos
que se sienta en el sofá del salón y saca de un cajón de la
mesita de al lado montones de facturas y papeles.
AYA
Aquí hay montones de facturas y
papeles que nunca llegaron a
firmarse o se cancelaron antes de
tiempo. Del 2009, del 2007, del
2000, de 1997, de 1991, del 80, del
70, del 63... del...
Vemos que de los papeles de la factura del año 1963 cae una
foto antigua en blanco y negro. Aya la recoge del suelo.
En la foto aparece un hombre alto de unos 28 años y una
mujer joven de pelo largo y rubio. Están de pie y entre
ellos hay un niño de unos 5 años sosteniendo un ramo de
flores. Están los tres sonriendo. Detrás de ellos está la
tienda "Oniria" con el cartel de madera nuevo el día que se
inauguró.
57.
Nos acercamos a la cara de Aya que parece que mira la foto
pero en realidad tiene la mirada perdida.
SEC. 67. INT. NOCHE. DESVÁN DE AYA
Aya sigue sentada en la misma postura de la secuencia
anterior pero está en su futón. Tiene la misma foto en la
mano.
Carla(58) está enfadada, grita, anda de aquí para allá
nerviosa y alzando las manos.
CARLA
¡No quiero volver a hablar más de
todo esto! Tu padre es un maldito,
un rastrero, un desagradecido y un
egoísta... No quiero saber nada más
de él en la vida, ¿me has
entendido?
Aya(12) llora en su futón con los brazos entre sus piernas y
la cabeza gacha. Se levanta de golpe. Mira a su abuela con
los ojos hinchados de tanto llorar.
AYA
¡No tienes derecho a decir eso! ¡Es
mi padre! Quiero ir con mi madre,
no quiero estar más aquí.
Carla se acerca a Aya a zancadas y le da un bofetón en la
cara. Aya le mira furiosa con la mano en la mejilla.
CARLA
Tu madre es una puta que engatusó a
tu padre y le arrastró por el mal
camino hasta morir en aquel
accidente.
AYA
¡No está muerto! ¡Volverá!
CARLA
Maldita niña... ¡vuelve a la
realidad! ¡Solo quedamos tú y yo!
Te guste o no.
Aya se levanta furiosa y baja las escaleras del desván
corriendo.
CARLA
¿A dónde vas?
58.
SEC. 67A. INT. NOCHE. ESCALERAS DESVÁN AYA
Carla le sigue, pero tropieza y se cae escaleras abajo.
SEC. 67B. INT. NOCHE. SEGUNDO PISO CASA DE AYA
Está tirada en el suelo. Un hueso sobresale de su pierna.
Sangra. Grita de dolor. Aya se da la vuelta y corre hacia
donde está Carla.
AYA
¡Abuela!
CARLA
(desesperada)
Por favor... no me dejes sola, tú
también no...
SEC. 68. INT. DÍA. SALÓN CASA DE AYA
Aya sostiene la foto con fuerza. Mira a la cámara. Suspira
profundamente. Se pasa las manos por el pelo.
Aya sale corriendo del salón por la puerta de salida. Da un
portazo.
SEC. 69. EXT. DÍA. COLINA ABAJO
Aya baja corriendo la colina. Se oyen de fondo las súplicas
y los gritos de dolor de Carla de la secuencia 67A. Aya se
tapa los oídos mientras corre.
AYA (OFF)
No sabía a dónde iría. En ese
momento no podía pensar en nada.
Mis pies se movían solos. Mi oído
solo percibía gritos. Quería
escapar de aquel sonido, incluido
del de mi propia respiración que me
aprisionaba los pulmones.
SEC. 69A. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
El Señor Naranja está de pie bajo la sombra del naranjo.
Está mordiendo una naranja con la cáscara. Ve a Aya bajar
colina abajo.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 59.
SEÑOR NARANJA
¿Aya? (grita) ¡Aya!
Corre detrás de ella. Aya sigue corriendo. No le escucha.
SEÑOR NARANJA
¡Aya! ¿Qué pasa? ¡Espera! ¡Hey!
Sigue corriendo detrás de ella.
SEC. 69B. EXT. DÍA. ENTRADA ESTACIÓN DE TRENES
El Señor Naranja está detrás de ella, le agarra del brazo
pero cae desmayado al suelo.
Una naranja mordida rueda al lado de Aya. Aya se para en
seco y se da la vuelta.
Mira hacia atrás y ve a el Señor Naranja tirado en el suelo.
Se lanza hacia él. Grita "¡Paul!".
AYA (OFF)
Ya sabéis la manera que tiene la
realidad de manifestarse. Golpeando
y cuanto más fuerte, mejor.
SEC. 70. INT. DÍA. SALA DE ESPERA HOSPITAL
Una luz blanca cegadora. Aya está sentada en una de las
sillas de la fila. Mueve los pies nerviosa. Tiene la cabeza
gacha. Mira sus dedos, luego a los lados buscando algo.
Un médico con bata blanca se acerca a ella.
MÉDICO
¿Es usted familiar de Paul?
AYA
(se levanta)
No, bueno... sí. Soy su novia
(enrojece).
MÉDICO
Su novio se encuentra bien. Debe
vigilar que coma más pues parece
que no ha comido bien en semanas.
Hemos encontrado altas dosis de
vitamina C, pero una falta
considerable de otros nutrientes.
Padece una fuerte anemia y necesita
estar ingresado unos días.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 60.
AYA
¿Puedo verlo?
MÉDICO
Por supuesto, pero antes necesito
que rellene unos papeles con los
datos personales de su novio. No
hemos encontrado en su ropa ninguna
identificación.
Aya asiente y sigue al médico.
SEC. 70A. INT. DÍA. RECEPCIÓN HOSPITAL
El médico acerca a Aya a recepción donde una enfermera está
ordenando unos papeles. Se levanta y saluda al doctor. Él le
da un apretón en el hombro a Aya y se aleja.
AYA
Eh... ¡doctor!
El médico se da la vuelta.
AYA
El Seño... ¿Paul no podrá comer más
naranjas?
MÉDICO
(con cara de extrañeza)
No, señorita. No podrá comerlas
durante varias semanas, podría
dañar su estómago. Le hemos
preparado una dieta especial y
suplementos de hierro. La enfermera
le dará los detalles.
El médico se aleja por el pasillo. La enfermera se sienta en
el ordenador. Saca unos papeles del cajón sin despegar los
ojos de la pantalla.
ENFERMERA
Por favor, rellene estos papeles.
Aquí tiene un bolígrafo.
Aya se queda mirando el papel. En él hay varios recuadros en
blanco donde rellenar el nombre, domicilio, teléfono, DNI,
datos de contacto e información sobre enfermedades o
alergias. Aya se queda con el bolígrafo en la mano
pensativa.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 61.
AYA (OFF)
No tenía ni idea de qué poner. No
sabía absolutamente nada de el
Señor Naranja.
Aya empieza a escribir.
SEC. 71. INT. DÍA. HABITACIÓN HOSPITAL DE EL SEÑOR NARANJA
Aya entra en la habitación de el Señor Naranja. Está
dormido.
Toda la estancia es blanca. Las paredes son blancas. La
cortina que separa las camillas es blanca, las sábanas y la
bata de él también.
Aya se queda mirándole. Está muy pálido. Hay dos camas pero
solo está ocupada la de el Señor Naranja.
Uno de sus brazos está fuera. Hay un pequeño tubo que va
desde su brazo a un bote de suero en una percha.
Aya se acerca a él. Se queda mirándole durante un rato.
Se sienta a su lado en una silla, apoya la cabeza en la
cama, coge la mano de él. Sigue mirándole.
SEC. 72. INT. DÍA. HABITACIÓN HOSPITAL DE EL SEÑOR NARANJA
Hay un ruido como si alguien arrastrara un carrito. Aya
levanta la cabeza sobresaltada.
En la habitación entra un hombre azul seguido de dos más que
llevan un carrito de utensilios médicos.
Los hombres azules se acercan al Señor Naranja, examinan el
suero. Examinan las pupilas y el pulso. Hablan entre ellos.
AYA
¿Qué hacéis aquí? ¡Dejadlo en paz!
Aya se levanta y agarra un hombre azul, pero su brazo le
atraviesa.
Uno de los hombres azules rellena unos papeles. Se oye un
murmullo ininteligible.
Aya vuelve a agarrar al hombre azul. Vuelve a atravesarlo.
Se lanza a otro, lo atraviesa. Aya cae al suelo. Mira hacia
arriba.
Uno de los hombres azules le mira a ella.
62.
SEC. 73. INT. TARDE. HABITACIÓN HOSPITAL DE EL SEÑOR NARANJA
Aya se despierta sobresaltada. Mira a el Señor Naranja,
sigue profundamente dormido. Su mano sigue agarrada a la de
él.
Mira el reloj de la pared. Marcan las 15:00.
Aya intenta levantarse, pero él le aprieta la mano.
SEÑOR NARANJA
(con los ojos cerrados)
Hueles a fresas.
Aya no responde. Se gira y mira a Paul.
SEÑOR NARANJA
(abre los ojos y mira a Aya)
Tengo que salir de aquí ya o no
dejarán que me vaya. Necesito...
necesito las naranjas.
AYA
Pero no puedes comerlas, ahora
tienes que cuidarte.
SEÑOR NARANJA
(mira a Aya compasivo)
Quiero volver a casa. El viernes,
quiero volver contigo.
AYA
(agacha la cabeza)
Tengo una idea. Vuelvo en un rato.
SEÑOR NARANJA
Muy bien. No me moveré.
AYA
(burlona)
Idiota.
Aya sale por la puerta.
SEC. 74. EXT. TARDE. ENTRADA TIENDA ONIRIA
Aya se acerca andando a la puerta de la tienda. Intenta
abrir la puerta de la tienda. Está cerrada.
63.
SEC. 75. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE AYA
Se oyen unas llaves abriendo la puerta principal. Aparece
Aya en el salón.
Todo está patas arriba. Los cajones abiertos, las facturas y
papeles tirados por el suelo. La mesa volcada. Una tostada
está en el suelo. La cafetera en el fogón con el café
derramado. El frigorífico abierto.
Aya sortea el desorden y sube las escaleras.
AYA
¡Abuela! ¿Abuela? ¡Contesta!
SEC. 75A. INT. TARDE. ESCALERA CASA DE AYA
Aya sigue llamando a su abuela. Sube las escaleras
desesperada. Se asoma al baño. Se asoma a la habitación de
su abuela.
SEC. 75B. INT. TARDE. HABITACIÓN DE CARLA
Aya entra en la habitación de Carla. Su cama está desecha.
Hay una maleta llena de ropa y frascos de perfume. Ropa
tirada por el suelo. Zapatos encima de la cama. Aya se queda
mirándolo todo, vuelve hacia atrás.
SEC. 75C. INT. TARDE. ESCALERA DESVÁN DE AYA
Aya sale del cuarto y sube las escaleras hacia el desván.
SEC. 75D. INT. TARDE. DESVÁN DE AYA
Aya asoma la cabeza y ve en el futón una maleta enorme. Aya
sube del todo y ve a Carla que está sacando ropa de su
armario y echándola al suelo.
CARLA
(sin mirarla)
Me parece muy bonito que
desaparezcas y te olvides que has
de atender un negocio.
AYA
(la ignora)
¿Qué haces?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 64.
CARLA
¿No está claro? La maleta, nos
vamos el viernes.
AYA
No voy a irme a ningún sitio.
Carla se gira y mira a Aya con ira.
CARLA
¿Cómo que no vas a ir a ningún
sitio?
AYA
No quiero irme de aquí.
CARLA
¡Que te lo crees tú! ¡Vendrás!
Sabes que me necesitas.
AYA
Más bien al contrario, tú me
necesitas a mí. Bueno, mejor dicho,
necesitas mis perfumes.
CARLA
(monta en cólera)
¡¿Cómo te atreves a decir eso?!
¡¿Quién te has creído que eres?!
AYA
Necesitas a alguien que siga el
negocio ya que papá no quiso y
ahora me utilizas a mí.
CARLA
Te he dicho mil veces que no
nombres a ese hombre en mi
presencia.
AYA
Lo siento, abuela (se acerca a
ella, le quita la ropa de las
manos). No voy a irme.
CARLA
¿Y de qué vas a vivir si se puede
saber?
AYA
Ya me las apañaré.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 65.
CARLA
(la imita)
"¿Ya me las apañaré?" Oh, niña
estúpida. (Gritando) ¡Tú vendrás
conmigo y no se hable más! ¡No
puedes valerte por ti misma!
AYA
Tengo 24 años, ¡ya está bien de
tratarme como una niña!
CARLA
Tendrás el cuerpo de una mujer pero
tu cabeza no da más de 8 años.
Coge a su nieta del brazo y la arrastra al armario. Aya se
retuerce hasta que consigue soltarse.
AYA
(monta también en cólera)
¡Ya está bien! ¡He dicho que no voy
a ir!
Carla empieza a llorar. Desquiciada coge varios botes de
perfume de la mesa de Aya y los tira al suelo furiosa. Tira
todas las cosas de la mesa, arranca papeples de recetas.
Coge el calendario de Aya. Antes de romperlo se queda
mirando. Todos los jueves están señalados. En uno de los
jueves pone: "Cumpleaños mamá".
CARLA
¿Qué? ¿Se puede saber qué es esto?
AYA
(le quita el calendario)
¡Nada!
CARLA
(ríe a carcajadas)
¿Por qué están esos jueves
marcados? ¿Todavía te acuerdas de
esa rastrera? ¡Contesta!
AYA
¡Voy a verla! ¡A escondidas de ti,
sí! ¡Es mi madre! ¡Está enferma!
Quiero cuidar de ella porque soy su
hija.
Hay un silencio incómodo. La discusión se calma porque Carla
cambia el semblante a uno de incomprensión. Se acerca a Aya
sin dejar de mirarla ahora con lástima.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 66.
CARLA
Tu madre murió cuando tenías 8
años. Bueno, mejor dicho, se
suicidó.
Una naranja rueda por el suelo. Se va empequeñeciendo y
cambiando de color hasta convertirse en una perla.
Aya se queda en shock mirando la perla rodar. La perla
vuelve a convertirse en una naranja.
CARLA (OFF)
Aya, ¿es que has dejado de tomar
las pastillas?
AYA
(explota)
Mentirosa. No sabes qué decirme
para retenerme, ¡maldita vieja
egoista!
Aya coge la naranja que rodaba y su mochila lila, baja las
escaleras. Carla grita su nombre. Aya no hace caso.
SEC. 75E. INT. TARDE. TIENDA ONIRIA
Aya va a la estantería de "NOVEDAD" y echa en la mochila
todos los frascos de líquido naranja. Se oye a Carla
llamarla desde arriba.
Sale por la puerta de entrada. Da un portazo.
SEC. 76. INT. TARDE. INTERIOR DEL VAGÓN
Aya está sentada en el asiento con la mochila cogida entre
los brazos. Sus ojos aguantan las lágrimas. Mira a la
ventana. Está temblando.
SEC. 77. INT. ANOCHECER. PASILLO DEL HOSPITAL
Aya camina con la mochila por el pasillo del hospital. Los
frascos en su mochila chocan y hacen ruido. La gente que hay
alrededor se quedan mirando la mochila de Aya.
Un señor mayor que va en silla de ruedas le chista y se pone
un dedo en la boca en señal de silencio. Una señora con el
pelo muy engominado hace "shhhh".
Aya agacha la cabeza avergonzada. Anda despacio, como a
cámara lenta.
67.
SEC. 77A. INT. ANOCHECER. HABITACIÓN HOSPITAL DE EL SEÑOR
NARANJA
Aya abre la puerta. Asoma una pierna y entra a cámara lenta.
El Señor Naranja la mira y se ríe.
Aya se queda de pie al lado de su cama.
AYA
¡Traigo la posible solución!
SEÑOR NARANJA
¡Estoy impaciente!
Aya se agacha, abre la mochila y saca un frasco de color
naranja. Se levanta y se lo muestra. Abre el bote, se echa
unas gotas en los dedos y las pone en la muñeca del Señor
Naranja.
AYA
Huele.
El Señor Naranja se acerca la muñeca a la nariz.
SEÑOR NARANJA
¡Es naranja!
AYA
Exacto. Está hecho con naranjas del
valle. Quizá sea una tontería pero
puede que si nos rociamos con esto
podamos conseguir las energías
suficientes para irnos, aunque no
sea a través del estómago puede que
funcione a través de la piel.
SEÑOR NARANJA
Seguro que sí. ¿Cuántos has traído?
AYA
Unos 40 frascos.
SEÑOR NARANJA
Suficientes. Rocíame el cuerpo con
ese, venga.
Aya destapa al Señor Naranja. Mira su bata blanca y luego a
su cara. Se queda quieta por un momento.
SEÑOR NARANJA
¿Vamos? ¿A qué esperas?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 68.
AYA
Pero...
El Señor Naranja le quita el frasco de la mano a Aya y se
echa el contenido sobre la cabeza.
SEÑOR NARANJA
Dame otro.
Aya saca otro frasco de la mochila y se lo da al Señor
Naranja. Éste lo abre y se lo echa por el cuerpo.
SEÑOR NARANJA
¡Aya! Venga, échate tú también.
Aya saca otro frasco, lo abre y empieza a esparcir el
contenido por todo su cuerpo.
AYA
Apestamos a naranja.
SEÑOR NARANJA
Y a alcohol.
AYA
¿Qué le diremos a los médicos?
SEÑOR NARANJA
La verdad, ¿es que acaso está
prohibido echarse perfume?
Ambos ríen.
SEC. 78. INT. NOCHE. HABITACIÓN HOSPITAL DE EL SEÑOR NARANJA
Hay ocho frascos vacíos encima de la cama y la mesa. Los dos
están mojados por el perfume. Aya está de pie junto al Señor
Naranja, él está sentado en la cama con las piernas fuera.
SEÑOR NARANJA
Esto es incluso más divertido que
comer naranjas, ¿no crees?
AYA
Es genial.
SEÑOR NARANJA
Aya, este aroma ya lo había olido
antes. No sigas haciéndote la
tonta. ¡Gracias!
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 69.
AYA
¿Por qué dices eso? Es normal que
te resulten familiares. Estas
naranjas son las que comíamos en el
valle.
SEÑOR NARANJA
(le interrumpe)
No me refiero a eso. Abre el
armario que tienes al lado.
Aya se acerca al armario. Es pequeño, de dos puertas.
Primero abre una y solo está la ropa de el Señor Naranja en
perchas.
Abre la otra. Hay un objeto cilíndrico envuelto en un papel
de regalo y un lazo amarillo. Está desatado pero con
intención de haber querido envolverlo de nuevo.
Aya saca el objeto.
SEÑOR NARANJA
Ábrelo.
Aya extraña abre el papel. Hay un frasco de cristal con un
líquido naranja y un tapón de corcho. No está lleno del
todo.
Aya abre el tapón y se acerca el frasco a la nariz, lo
huele.
AYA
(mira al Señor Naranja
asustada)
¡Es mi perfume! ¿De dónde lo has
sacado?
SEÑOR NARANJA
No lo sé. Lo he encontrado esta
tarde al despertarme. Me lo has
traído tú, ¿no?
AYA
No. Es de la tienda, eso seguro. Y
el papel de regalo... ¡espera!
¿conoces a Laura?
El Señor Naranja no responde. Tiene el rostro serio.
SEÑOR NARANJA
Sólo conozco a una.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 70.
AYA
Sí, tiene le pelo anaranjado, alta,
muy guapa y con pequitas por todo
el cuerpo.
SEÑOR NARANJA
Esto no me hace ninguna gracia.
AYA
¿Por qué? ¿Qué pasa?
SEÑOR NARANJA
Esa Laura que describes es mi hija.
Aya se queda sin habla. Hay un silencio tenso. Ambos se
están mirando. Con el bote aún en la mano Aya reacciona y
mira al Señor Naranja de arriba a abajo.
AYA
¡No puede ser! Eres demasiado joven
y ella parecía tener unos veinte
años.
SEÑOR NARANJA
Puede ser, si ella está en otra
dimensión.
AYA
¿Qué?
SEÑOR NARANJA
La verdadera razón por la que
quiero volver a donde pertenezco es
por ella. Cuando me fui Laura sólo
tenia 8 años. Y yo 32, como ahora.
AYA
(se echa las manos a la
cabeza)
No es posible... No, no, no, no, no
es posible.
SEÑOR NARANJA
Es posible. Para transportarse a
otras dimensiones es indispensable
superar la velocidad de la luz.
Este fenómeno fragmenta el tiempo,
mientras tú estás en otra dimensión
la realidad de la que provienes
mantiene el tiempo constante. El
tuyo pasa demasiado lento.
Para de hablar, se levanta sin dejar de mirar a Aya. Se
acerca a ella.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 71.
SEÑOR NARANJA
Vivo en una burbuja temporal, puedo
ver la dirección de esta realidad,
pero yo no pertenezco a ella. Estoy
perdido, Aya. Un fugitivo del
tiempo, quizá sea eso.
AYA
Pero entones, ¿por qué yo pude ver
a la Laura actual?
SEÑOR NARANJA
(mira a Aya muy serio)
No lo sé.
AYA (OFF)
(se toca la sien, cierra los
ojos fuertemente)
Mi mente empezó a dar vueltas. Todo
giraba sin parar. Una fuerza hacía
presión sobre mi cabeza. Me
comprimía, me estiraba... todo a la
vez. Iba a explotar.
Aya sale corriendo por la puerta aún mojada de cítricos.
SEC. 79. INT. NOCHE. PASILLO DE HOSPITAL
Aya corre despavorida por el pasillo. A su espalda surge una
especie de tubo extrasensorial, psicodélico. Las personas
que hay alrededor parecen ir marcha atrás, absorbidas por el
tubo, el cual se convierte en un remolino que gira en
espiral. Las personas se estiran hasta desaparecer en su
núcleo que va llenándose de colores según lo que absorbe.
Aya tropieza con una pequeña bomba de agua, cae y se
derrama. Gatea mirando como, al pasar el remolino, la bomba
de agua vuelve a su posición inicial antes de derramarse
para luego ser absorbida también.
SEC. 79A. EXT. NOCHE. CALLE. PUERTA PRINCIPAL HOSPITAL
Aya abre las puertas del hospital. Detrás de ella el
hospital empieza a descomponerse. Primero los muros, luego
las vigas, los pilares. Obreros trabajan en la obra. Desde
más arriba a más abajo.
Un solar destruido. Restos de otro edificio empiezan a
amontonarse hasta hacer un complejo de edificios viejos.
El remolino se va haciendo cada vez más grande.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 72.
Aya ve todo esto aterrorizada dando pasos hacia atrás.
Reacciona y vuelve a correr hacia delante.
SEC. 79B. EXT. NOCHE. ENTRADA BOCA DE METRO
Aya llega corriendo a una parada de metro y se para en seco.
No hay luz, todo está oscuro. Detrás de ella el paisaje se
descompone y recompone. La gente es absorbida y todo lo que
queda tras el remolino es una oscuridad aterradora.
Aya da marcha atrás antes de entrar en la boca de metro.
También es como meterse en la boca del lobo. Mira hacia
atrás.
Se decide, vuelve a mirar hacia adelante y baja al metro.
SEC. 79C. INT. NOCHE. ACCESO A LOS ANDENES. METRO
Todo está oscuro. Aya chilla y se oyen sus pasos fuertes al
correr. Todo se queda en silencio. El grito de Aya se corta.
Se oye una fuerte explosión.
Hay una luz al fondo. Aya corre hacia ella.
SEC. 80. INT. NOCHE. ANDÉN DEL METRO
Aya llega al andén del metro. Parece viejo y antiguo. Hay
anuncios anticuados colgados en las paredes. No hay nadie
excepto Aya.
Se acerca al cartel de las paradas de la línea de metro. Una
de ellas pone "Angelía". Aya recorre su dedo por el mapa
hasta ver la fecha. Lee en voz alta.
AYA
"Nuevos horarios de Febrero de
1994".
Se oye de fondo el sonido del metro, los focos se reflejan
en el cartel. Aya se da la vuelta.
El metro se para. Aya acciona la manivela y la puerta se
abre. Entra.
73.
SEC. 80A. INT. NOCHE. INTERIOR VAGÓN DE METRO
Hay poca gente dentro. Todos van vestidos a la moda de los
90. Aya se sienta.
Una mujer no deja de mirarla. Susurra algo a la mujer de al
lado. Ésta también mira a Aya y se lleva las manos a la
boca. Hace un gesto negativo con la cabeza sin dejar de
mirarla. Se levanta de su asiento y se acerca al de Aya.
SEÑORA
Hey, chiquilla, ¿estás sola? ¿dónde
está tu madre?
La mujer coge el brazo de Aya cuidadosamente, pero Aya se
aparta.
SEÑORA
(dirigiéndose a la otra mujer)
Creo que ha perdido a su madre.
Está asustada. Deberíamos buscar a
un policía.
Se oye por el megáfono "Señoras y señores la próxima parada
es Angelía. Asegúrense de accionar la manivela hacia la
derecha para abrir las puertas".
Aya mira los pequeños altavoces que hay en el techo. Vuelve
a mirar a la mujer.
SEÑORA
Sé que estás asustada, pero no
puedes quedarte sola. Te llevaré a
alguna comisaría donde puedan
llamar a tu madre.
El metro se para. Aya esquiva a la mujer, acciona la
manivela y sale corriendo. La mujer se queda sin habla.
SEC. 80B. INT. NOCHE. ANDÉN DE PARADA DE METRO ANGELÍA
Aya baja del metro. No hay nadie en el andén. Está nerviosa,
respira fuerte.
SEC. 80C. INT. NOCHE. ESCALERAS BOCA DE METRO
Sube las escaleras en dirección a la salida.
Va corriendo, pasa por un cartel asegurado con un cristal.
Se ve el reflejo de Aya.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 74.
Se para en seco y retrocede. Mira su reflejo en el cristal.
Es una niña de 8 años.
Aya se queda mirando su imagen horrorizada. Se toca la cara.
Se mira las manos.
AYA
(suena voz de niña)
Mamá.
Vuelve a correr dirección a la salida.
SEC. 81. EXT. NOCHE. BARRIO DE ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Aya sale de la boca de metro. La calle está solitaria. Un
autobús vacío pasa por la carretera lateral. Hay carteles
colgados en los balcones sobre un festival con el año 1994.
Aya camina por la calle desierta. Tuerce y se mete en un
callejón.
SEC. 81A. EXT. NOCHE. CALLEJÓN BARRIO ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Hay un hombre sentando en una esquina. Oye el ruido de los
pasos de Aya, gira la cabeza en dirección hacia ella.
HOMBRE
¡Hey, niña!
Aya lo ignora y tuerce por otra calle. El hombre se levanta.
Y va por el lado contrario del que va Aya.
HOMBRE
Niña... ¡oye, Aya!
SEC. 81B. EXT. NOCHE. CALLEJÓN 2 BARRIO ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Aya sigue andando rápidamente sin mirar atrás. De repente se
topa con el hombre de frente. Su cara está demacrada pero
lleva ropa cara. Su pelo está engominado. Su dentadura, con
sólo unos cuantos dientes, rechina. Es muy delgado y está
sucio.
HOMBRE
Oye, ¿quieres decirle a tu madre
que la echo de menos? Ya no
contesta a mis llamadas. ¿Es que ya
no va más por el club?
Coge el brazo de Aya pero ella lo evita y sale corriendo. El
hombre busca algo en su bolsillo y murmura algo.
75.
SEC. 81C. EXT. NOCHE. ENTRADA EDIFICIO DE ANGELÍA HACE 16
AÑOS
Aya llega al edificio de Angelía. Se cae a pedazos. Aya mira
hacia arriba, la ventana de su madre está abierta. Mira a la
puerta, la pared está desconchada y la puerta de hierro
oxidada.
Aya empuja la puerta y se abre con facilidad. Entra.
SEC. 82. INT. NOCHE. RELLANO EDIFICIO ANGELÍA HACE 16 AÑOS
El rellano tiene en las esquinas bolsas de basura. Aya
acciona la luz. Todas las bombillas están fundidas menos
una. La pared también está desconchada y hay varios boquetes
en el suelo. Faltan losas.
SEC. 82A. INT. NOCHE. ESCALERAS EDIFICIO ANGELÍA HACE 16
AÑOS
Aya sube las escaleras estrechas y empinadas con algunos
desconchones.
SEC. 82B. INT. NOCHE. PUERTA EXTERIOR SEXTO B HACE 16 AÑOS
Aya llega a la puerta de casa. Hay bolsas de basura y moscas
a su alrededor. Se oye una discusión en la puerta contigua.
La puerta de la casa de Angelía está entornada. Corre una
suave brisa. Aya entra.
SEC. 83. INT. NOCHE. SALÓN/COCINA DE ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Aya entra en la casa. El salón está desordenado y sucio. Las
ventanas están abiertas de par en par. La cortina está
tirada, la de la otra ventana se mueve con el viento.
La cocina está patas arriba. Los platos están sin fregar.
Hay comida de varios días en la mesa. Está lleno de moscas.
Hay un oso de peluche viejo con el brazo roto en el sofá.
Aya lo coge. Lo mira.
Deja el peluche y va hacia el pasillo.
76.
SEC. 83A. INT. NOCHE. PASILLO CASA DE ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Aya camina por el pasillo largo y estrecho. Está oscuro. Va
pasando sus manos por los muros con la pintura desconchada.
Mira hacia atrás. Hacia el salón.
SEC. 83B. INT. NOCHE. SALÓN/COCINA CASA ANGELÍA HACE 16 AÑOS
El salón tiene los pocos muebles tapados con sábanas. Las
sillas de la cocina están amontonadas en un rincón. No hay
objetos, ni están las bolsas de basuras. Parece abandonado
en espera de alquiler.
SEC. 83C. INT. NOCHE. PASILLO CASA DE ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Aya mira hacia adelante. La luz de la Luna se refleja en el
final del pasillo. Viene de la última habitación.
AYA (OFF)
Por mucho que quieras olvidar algo
y sustituirlo el tiempo está ahí
para recordártelo cuando menos te
lo esperas.
SEC. 83D. INT. NOCHE. HABITACIÓN DE ANGELÍA HACE 16 AÑOS
Una perla rueda por el suelo hasta tocar los pies de una
niña. Aya(8) está de pie con el pijama.
AYA (OFF)
Cuando a él le apetece va hacia
atrás y lo mismo puede alegrarte el
alma como volvértela a destrozar.
Angelía(32) está sentada en la cornisa de ventana con los
pies hacia afuera. El viento mueve su pelo pelirrojo. Toda
la habitación está desordenada, hecha un desastre.
AYA
¿Mamá?
Angelía mira hacia atrás. Tiene lágrimas en los ojos.
ANGELÍA
Aya, no puedo... Lo siento.
AYA
(empieza a sollozar, se
acerca)
¿Mamá?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 77.
ANGELÍA
Quédate ahí. La abuela llegará
enseguida.
Angelía sonríe tiernamente a su hija y se lanza al vacío.
Aya se queda estupefacta. Se queda quieta en el sitio. La
perla sigue rodando.
Suena el timbre.
AYA (OFF)
Al fin y al cabo, ¿qué son los
recuerdos si no el tiempo yendo
hacia atrás hasta posarse en algo
que te marcó de por vida?
Sigue sonando el timbre insistentemente. Se hace el
silencio.
SEC. 84. INT. NOCHE. HABITACIÓN DE ANGELÍA ACTUAL
No se oye nada, sólo vemos las imágenes.
Aya(24) tiene un ataque. Se cae al suelo, se retuerce. Alaza
la mano.
Ahora se oye de forma hueca la puerta, pasos. Todo parece
muy lejano, con eco.
Hombres azules se acercan a Aya, la cogen entre varios.
Intentan calmarla. Aya sigue retorciéndose. Tiene la mirara
perdida. Tiene espasmos. Empieza a salirle espuma por la
boca.
Uno de los hombres azules saca una jeringuilla. Se la clava
en la pierna.
Aya se tranquiliza. Empieza a cerrar los ojos. Ve a su
abuela actual(70), borrosa, en la entrada de la habitación.
Su cara refleja preocupación. Se echa las manos a la boca,
se cae el bastón que llevaba en las manos.
Cierra los ojos.
SEC. 85. INT. NOCHE. HABITACIÓN DE HOSPITAL
No vemos nada, sólo se escucha a gente hablar a lo lejos.
Susurros.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 78.
Aya entreabre los ojos. La imagen está borrosa. Un hombre
azul está escribiendo algo de espaldas a ella. Su abuela
está enfrente de él.
HOMBRE AZUL
¿Desde cuándo lleva sin tomarse los
neurolépticos?
El hombre azul mira hacia la izquierda mientras rellena algo
en un papel.
CARLA
(solloza)
No lo sé... Discutimos, no me di
cuenta...
HOMBRE AZUL
Tranquila señora, ha sido un ataque
fuerte pero se recuperará.
CARLA
(hace que se seca las
lágrimas)
Tengo que pedirles algo.
HOMBRE AZUL
Dígame.
CARLA
Tenemos que partir para el
extranjero mañana. Tengo que
llevármela conmigo.
El hombre azul para de escribir y mira a Carla.
HOMBRE AZUL
Me temo que no va a ser posible.
Necesita quedarse aquí ¿No tiene
algún otro familiar? ¿Alguien que
pueda ocuparse de ella? Por ahora
deberá quedarse varias semanas
ingresada.
No hay respuesta de Carla, mira al hombre azul enfadada.
CARLA
(cambia a un semblante serio)
¿Cuándo podrá salir, entonces?
HOMBRE AZUL
Señora, su nieta no está bien.
Seguramente tengamos que
internarnarla.
79.
Aya cierra los ojos. Volvemos a verlo todo negro.
SEC. 86. INT. DÍA. HABITACIÓN DE HOSPITAL
Aya abre los ojos, ya no está borroso. Hay mucha luz que
entra por la ventana. Las paredes y las cortinas son
blancas. Mira hacia su derecha. Tiene un pequeño tubo
enganchado a su vena con un esparadrapo, sigue el tubo con
los ojos hasta ver la botella de suero colgada de una
percha.
Se reincorpora. Solo lleva una bata blanca. Las sábanas y la
almohada de su cama son blancas.
Gira la cabeza a la izquierda. Su abuela ronca en un sillón
blanco. Hay una revista en su regazo.
Aya se sienta en la cama. Saca los pies fuera. Sin hacer
ruido intenta salir de la cama. Al tocar el suelo, la percha
chirría. Carla se despierta.
CARLA
¿A dónde te crees que vas?
AYA
Solo... solo quiero ir al servicio.
Aya coge la percha y camina dos pasos con ella. Entra en el
baño.
CARLA
(se levanta cojeando)
Bajo un momento a la cafetería a
por algo de comer. No se te ocurra
salir.
Carla sale con su bastón.
Se oye tirar de una cadena y la cisterna del water. Aya sale
del baño arrastrando la percha. Mira a su alrededor. Sale
por la puerta.
SEC. 87. INT. DÍA. PASILLO HOSPITAL
Aya anda descalza por el pasillo arrastrando la percha con
el suelo.
Mira hacia los lados. Algunos pacientes que pasean se le
quedan mirando. Una niña pelirroja de mirada perdida pasa en
una silla de ruedas.
Una enfermera sigue entonces a Aya. La mira extrañada.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 80.
ENFERMERA
¡Eh! ¡Chica! ¿Dónde vas tan
deprisa? Es peligroso.
Aya mira hacia atrás y ve que le persigue. Acelera el paso.
Va hacia el ascensor. Toca varias veces el botón.
La enfermera llega cuando la puerta del ascensor se abre.
Está el hombre azul que hablaba con su abuela.
HOMBRE AZUL
¡Aya! No deberías salir de la cama.
Aún estás convaleciente.
Aya le mira con desconfianza.
AYA
¿Por qué has estado persiguiéndome
todos estos años?
HOMBRE AZUL
¿Perdón?
AYA
No quiero que me llevéis a ningún
lugar.
HOMBRE AZUL
Si te refieres al internado
psiquiátrico se trata de lo mejor
para ti. No puedes quedarte sola en
estos momentos. Necesitamos estar
pendientes de ti, ver que estás
bien.
AYA
Necesito ver a Paul.
HOMBRE AZUL
¿Paul? ¿Quién es Paul?
AYA
Un hombre de 30 y pico, alto y
delgado. Le ingresaron aquí por
comer demasiadas naranjas. Tengo
que verle.
HOMBRE AZUL
Pero bueno... ¿naranjas? (coge el
hombro de Aya). Tranquila, te
conozco desde que tenías 8 años y
sé que podremos ocuparnos de ti.
Estarás en buenas manos. (habla más
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 81.
HOMBRE AZUL (continúa)
bajo a la enfermera). Llévela a su
habitación. Proporciónale algún
calmante, está demasiado alterada.
Se abre de nuevo el ascensor y aparece Carla con dos bolsas
apoyada en su bastón.
CARLA
¿Ocurre algo?
HOMBRE AZUL
Nada, señora. No se preocupe.
SEC. 88. INT. DÍA. HABITACIÓN HOSPITAL DE AYA
Carla está sentada en el sillón blanco comiendo comida
precocinada de un tupper del súper.
Aya está sentada en su cama con la bandeja de comida del
hospital sobre las rodillas. Mira por la ventana.
CARLA
Aya, ¡come! ¿Acaso quieres
empeorar?
AYA
¡Y a ti qué más te da! Esta noche
te vas al extranjero.
CARLA
Que sepas que he intentado por
todos los medios que vengas
conmigo. Pero nunca pensé que
recaerías de esa manera.
AYA
(irónica)
Claro... y por eso me encierras,
así todo es más fácil. Y eso que
tenías tantísimas ganas de que me
fuera contigo. Deberías haberme
dejado en un orfanato o algo así.
(Hace una breve pausa) Esos
hombres... ¿qué van a hacer
conmigo? ¿a dónde me llevan?
CARLA
No lo sé.
Aya mira a su abuela en silencio, inquisidora, sabe que
esconde algo.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 82.
AYA
¿Por qué aún conservas esa foto del
63 donde salís el abuelo, papá y
tú?
Carla deja el tenedor de plástico en el tupper, lo coge y lo
deja en la mesa. Se queda en silencio muy seria.
CARLA
Tu abuelo se fue con la primera
jovenzuela que pasó por la tienda.
No supe más de él y, vaya, ni
quiero saberlo jamás. Pero tu padre
se fue al poco tiempo después,
tenía 20 años. Me dejaron sola, no
pensaron en mí en ningún momento.
Los perfumes, los aromas que hay en
el desván me recuerdan tantísimo a
ellos que me desgarran el alma.
Carla se levanta, cojea un poco y se coloca al lado de Aya.
Le mira. Aya también la mira.
CARLA
Recibí una carta de tu padre hará
unos 25 años. Decía que había
conocido a la mujer de su vida, que
había conseguido olores increíbles
para la tienda, que volvería
pronto, que me echaba de menos...
(silencio, ahoga las lágrimas)
Quemé aquella carta. No creí ni una
sola palabra.
SEC. 89. INT. DÍA. TIENDA ONIRIA HACE 20 AÑOS
Carla(45) está colocando unas velas en unos estantes. Se oye
la puerta.
Una mujer joven de pelo rojo y ondulado está frente a la
puerta. Está bastante morena y muestra una embarazo
avanzado. Va vestida con ropa rota y vieja.
CARLA (OFF)
Al año de esa carta apareció en la
tienda una mujer clavada a ti
ahora. Estaba embarazada. Yo sabía
perfectamente de quién se trataba.
Angelía(25) se acerca a Carla. Se pone las manos en la
barriga.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 83.
ANGELÍA
¿Carla?
CARLA
Una servidora, ¿qué desea?
Carla sigue colocando las velas sin mirar a Angelía. Angelía
le toca el hombro. Carla tiene una vela en la mano, se
detiene, la agarra fuerte. Angelía empieza a hablar.
CARLA (OFF)
Angelía me habló de lo del
accidente. Me contó que el niño que
llevaba en su vientre era de mi
hijo. Me describió a Daniel, los
buenos momentos que pasaron juntos
y lo mucho que hablaba de mí y de
la tienda. Y me pedía por favor que
la dejara trabajar allí para
mantener a su futuro hijo. Decía
que había aprendido de Daniel todos
los trucos para crear esos nuevos
aromas que me describía en su
carta. (Silencio) O eso aseguraba
ella...
Angelía suplica a Carla, tiene lágrimas en los ojos. Se
arrodilla y se coge la barriga con las manos.
CARLA (OFF)
Me pareció tal la desfachatez y la
caradura de aquella chica que la
odié nada más verla entrar. La
rabia salió sin apenas darme
cuenta.
Angelía le agarra los pies a Carla que la aparta con asco.
CARLA
(grita)
¿Pero cómo te atreves a venir así y
creerme todo ese rollo? ¡Fuera de
aquí vagabunda!
Angelía se levanta a duras penas y sale por la puerta. Carla
se pone las manos en los ojos y empieza a llorar
desconsolada.
84.
SEC. 90. INT. DÍA. HABITACIÓN HOSPITAL DE AYA
Carla agacha la cabeza, Aya mira a su abuela con odio y
lágrimas en los ojos.
CARLA
Mi culpabilidad era tan grande como
mi orgullo. Aún así me enteré de
dónde se hospedaba tu madre y le
mandaba algo de dinero para tu
educación. Un día me armé de valor
y la llamé.
SEC. 91. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE ANGELÍA HACE 17 AÑOS
El salón está desordenado. Aya(7) está jugando con un osito
de peluche viejo en el suelo. Hay restos de comida en la
cocina.
Suena el teléfono. Aya mira a su madre(31). Está mirando por
la ventana. Lleva un camisón roto.
Aya corre a coger el teléfono.
AYA
¿Hola?
SEC. 91A. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE CARLA HACE 17 AÑOS
Carla(52) está al otro lado del teléfono con la foto de su
familia en la mano. Está llorando. No dice nada.
AYA (0FF)
¿Hola? ¿Hay alguien?
CARLA
Aya... ¿está tu mamá?
SEC. 91B. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE ANGELÍA HACE 17 AÑOS
AYA
(mira a su madre)
Sí, pero hace días que no habla y
solo llora. ¿Eres la yaya?
85.
SEC. 91C. INT. NOCHE. SALÓN CASA DE CARLA HACE 17 AÑOS
Carla se queda un rato al teléfono pero no dice nada.
Cuelga. Arruga la foto.
SEC. 92. INT. DÍA. HABITACIÓN HOSPITAL DE AYA
CARLA
Cuando tu madre se suicidó lo único
que podía hacer para saciar mi
culpa era cuidarte. Pero tampoco lo
hice bien. No sabía cómo cuidar a
una niña que poseía la habilidad de
su padre y el físico de su madre.
Los seres humanos somos tan débiles
que un sentimiento tan terrible
como el odio y la pena se mezclan
para hacerte una mala persona. Mi
única excusa es que aquéllos que
pensaba que me querían me
abandonaron. Me dejaron sola.
AYA
(tiene lágrimas en los ojos,
mira por la ventana)
Abuela, sólo te pido un último
favor.
Carla la mira sorprendida y agacha la cabeza. Luego asiente.
AYA
(mira a su abuela)
Tráeme todas las naranjas que
puedas.
SEC. 93. INT. NOCHE. HABITACIÓN HOSPITAL AYA
Todo está en silencio. La luz no está encendida. Aya está
comiendo naranjas rápidamente con la cáscara. Tiene una
bolsa llena. Se ha soltado el suero.
El jugo de la naranja se le derrama por la boca. Tiene su
bata blanca manchada.
Coge otra naranja pero se le cae una al suelo y rueda.
Aya aparta la bolsa y baja de la cama y sigue la naranja.
El Señor Naranja está en la puerta, se agacha y recoge la
naranja. Le da un mordisco y se la mete en el bolsillo de la
bata.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 86.
SEÑOR NARANJA
(habla en voz baja)
Sabía que no podías dejarme tirado.
AYA
¡Señor Naranja!
Aya se lanza a abrazarlo. El Señor Naranja le hace un gesto
para hablar más bajo.
AYA
(susurrando)
¿Cómo sabías que estaba aquí?
SEÑOR NARANJA
El olor a naranja es inconfundible.
El Señor Naranja acaricia la cara de Aya, luego el pelo.
Limpia el líquido de la comisura de los labios a Aya.
AYA
¿Crees que estaré lista?
El Señor Naranja asiente. Le coge de la mano.
SEÑOR NARANJA
¡Vamos! Esto va a ser difícil, pero
tenemos que salir de aquí como sea.
No queda mucho tiempo.
SEC. 94. INT. NOCHE. PASILLO HOSPITAL
El Señor Naranja lleva de la mano a Aya por el pasillo.
Están descalzos. Caminan despacio mirando hacia los lados.
Él mira al frente y ve una cámara de seguridad enfocando
hacia la derecha, hacia otro pasillo. Ambos se pegan en la
pared del lado izquierdo.
SEÑOR NARANJA
¡Mierda! No había caído en las
cámaras de seguridad.
AYA
¿Qué más da? Habrá médicos y
enfermeras de guardia.
SEÑOR NARANJA
No te preocupes por ellos, los de
esta planta están reunidos en una
habitación. Tenemos que irnos ya o
nos pillarán.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 87.
AYA
Vamos por las escaleras, ellos
suelen coger los ascensores.
SEÑOR NARANJA
Pero ahí hay algo que me preocupa
más.
AYA
¿El qué?
SEÑOR NARANJA
Los guardias de seguridad.
En ese momento un médico sale de una habitación y camina por
el pasillo. Aya y el Señor Naranja se sueltan de la mano. El
médico se les queda mirando. Ambos lo miran, se miran entre
ellos y caminan despacio como si nada.
MÉDICO
¿Qué hacéis por aquí? Es tarde,
deberíais estar durmiendo.
SEÑOR NARANJA
Somos compañeros de habitación. No
se preocupe, no podíamos dormir y
queríamos dar un paseo para ver si
así nos daba sueño.
MÉDICO
Está bien, pero no salgáis de la
planta. Para cualquier cosa hay
interruptores en los pasillos por
si necesitáis algo.
SEÑOR NARANJA
Gracias doctor.
El médico toca el botón de llamada del ascensor, se abre y
entra. Dentro da a otro botón. Se despide con un pequeña
sonrisa de cortesía. La puerta se cierra.
El Señor Naranja coge la mano de Aya y aceleran el paso sin
hacer ruido. Abren la puerta de salida de incendios que hay
al lado del ascensor que da acceso a las escaleras.
SEC. 94A. INT. NOCHE. ESCALERA DE INCENDIOS HOSPITAL
Las escaleras están iluminadas por una leve luz de
emergencia y la de la Luna a través de grandes ventanales.
Ambos están apoyados en la puerta que acaban de cerrar.
Sobre sus cabeza hay un letrero: "Planta 6". El Señor
Naranja mira hacia la ventana.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 88.
SEÑOR NARANJA
¡Vamos!
Echan a andar y bajan las escaleras apoyándose en la
barandilla. Echan varios vistazos cada tres escalones para
ver si hay alguien.
Se suceden varias imágenes de los dos bajando cada una de
las plantas hasta el bajo. Van mirando constantemente hacia
atrás o entre las barandillas.
SEC. 94B. INT. NOCHE. ESCALERAS DE INCENDIOS HOSPITAL.
PLANTA BAJA
Deceleran el paso cuando se acercan a la puerta de acceso de
la planta baja.
El Señor Naranja suelta a Aya y va a abrir la puerta sin
hacer ruido.
Se abre de golpe. Rápidamente se esconden detrás de la
puerta.
Un guardia de seguridad acaba de entrar en las escaleras con
una linterna apuntando hacia el frente. Bosteza. Va andando
con desgana.
Aya y el Señor Naranja miran la espalda del guardia
asustados. El guardia empieza a subir las escaleras.
El Señor Naranja mira a Aya y hace un gesto con la cabeza
hacia la derecha para salir de ahí.
Él sale de la puerta, pero de su bolsillo cae la naranja de
Aya y rueda hasta las escaleras.
El guardia se queda quieto, se da la vuelta rápidamente y
les apunta con la linterna.
GUARDIA
¡Hey! ¿Qué hacéis fuera de las
habitaciones?
Los dos echan a correr.
SEC. 94C. INT. NOCHE. HALL DEL HOSPITAL
Aya y el Señor Naranja corren. En el hall hay varios médicos
rondando y dos enfermeras en la zona de recepción. Se les
quedan mirando. Uno de los médicos se acerca.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 89.
Ellos escapan y corren hacia la salida principal. El médico
corre detrás de ellos gritando "Hey", el otro le persigue,
varios enfermeros también. El guardia de seguridad va detrás
con el walkie talkie en la mano:
GUARDIA
Dos pacientes acaban de fugarse del
hospital. Corren en dirección
oeste.
SEC. 95. EXT. NOCHE. CALLE
Aya y el Señor Naranja corren despavoridos. Varios guardias,
enfermeros y médicos le siguen.
El semáforo está en verde para los coches pero aún así
cruzan una carretera. Un coche frena fuerte y pita. Llegan
al otro lado.
Los guardias y los médicos se quedan atrás esperando que los
coches pasen para cruzar.
El Señor Naranja gira a la izquierda con Aya cogida de la
mano...
SEC. 95A. EXT. NOCHE. CALLEJÓN
...y se introducen por un callejón. Corren. Se oyen varias
alarmas de coche de policía.
SEC. 95B. EXT. NOCHE. PARTE TRASERA GUARDERÍA
Salen del callejón. Se topan con la parte trasera de un
pequeño edificio. A pesar de la poca luz se diferencia su
fachada anaranjada. Rodean el edificio.
SEC. 95C. EXT. NOCHE. PARTE DELANTERA GUARDERÍA
Llegan a la entrada principal. Pasan varios coches por la
carretera.
Es una guardería con la fachada pintada de naranja y verde
con un cartel diseñado como piezas de puzzle.
Hay un parque en el jardín con varios juguetes y atracciones
para los niños, un pequeño tobogán, dos columpios,
caballitos con muelle, bolas gigantes de gomaespuma y un
tubo amarillo con dos aperturas. Está separado por una reja
alta.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 90.
El Señor Naranja mira hacia los lados. La alarma de policía
suena más cerca.
SEÑOR NARANJA
¡Escalemos la valla!
Suelta la mano de Aya y empieza a escalar la valla. Aya le
sigue. Consiguen llegar arriba, dar la vuelta, bajar y
meterse dentro.
Aya se mete y se arrastra por el tubo amarillo. Saca la mano
hacia el Señor Naranja.
AYA
¡Aquí no nos descubrirán!
El Señor Naranja entra con algo de dificultad. Se da un
cabezazo.
SEC. 95D. INT. NOCHE. INTERIOR TUBO DE GUARDERÍA
El Señor Naranja está hecho una bola dentro del tubo. Aya
pone la mano en su boca y ríe por lo bajo.
SEÑOR NARANJA
Muy cómodo, sí señor.
Se oye la alarma de policía, pasa por delante.
AYA
(deja de reír y se pone seria)
En fin, quedémonos aquí un rato
hasta que pase el peligro.
Mira de nuevo la ortopédica posición de el Señor Naranja e
intenta contener la risa.
SEC. 96. INT. NOCHE. INTERIOR TUBO DE GUARDERÍA
No se oye nada. Sólo coches pasar a los lejos.
Están callados uno junto al otro. El Señor Naranja la mira.
SEÑOR NARANJA
Menuda aventura, ¿no?
AYA
(emocionada)
Es lo más cerca que he estado de
sentir lo mismo que sentía mi madre
en sus aventuras. ¡Ha sido
divertidísimo!
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 91.
El Señor Naranja levanta la barbilla de Aya con la mano. Le
da un beso en los labios.
SEÑOR NARANJA
¡Volvamos!
SEC. 97. EXT. NOCHE. CARRETERA
El Señor Naranja y Aya caminan descalzos por los laterales
del asfalto de una carretera secundaria. No pasa casi ningún
coche y hay luz gracias a unas pocas farolas y la Luna.
LUNA
(burlona)
Vaya, vaya... así que al final le
has conquistado.
SEÑOR NARANJA
(mira hacia arriba y se dirige
a la Luna)
Así es, aunque reconozco que me he
dejado querer.
El Señor Naranja mira a Aya que le mira sorprendida, le
guiña un ojo a ella y le sonríe.
Sale vaho al respirar. Van cogidos de la manos. Aya sonríe.
SEC. 98. EXT. NOCHE. ENTRADA ESTACIÓN DE TREN
Llegan a la estación de tren de la secuencia 16B. Parece
solitaria. Se cuelan por el acceso y llegan al andén.
SEC. 98A. EXT. NOCHE. ANDENES ESTACIÓN DE TREN
En uno de los bancos está la pareja de la secuencia 49
dándose el lote. El Señor Naranja y Aya los miran con cara
de locos. Van vestidos con la bata del hospital mojada por
la humedad, descalzos y despeinados. Van cogidos de la mano.
El hombre que está besando a la chica abre los ojos y los
ve. Se echa para atrás asustado. La chica mira para atrás y
también se asusta. Salen rápido del andén.
El Señor Naranja y Aya se miran cómplices. Se sientan en el
banco. Se quedan un rato callados, sólo se oyen algunos
búhos y coches pasar a lo lejos.
Al rato se escucha al megáfono anunciar que el primer tren
no parará en esa estación.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 92.
Los dos se levantan y se acercan a las vías. Se quedan en el
borde.
SEÑOR NARANJA
Pase lo que pase quiero que sepas
que existo.
AYA
Lo sé.
El Señor Naranja sonríe a Aya. Miran al frente decididos. El
tren se acerca. Los dos cogidos de las manos se lanzan a las
vías. Luz cegadora.
Se oye al tren pitar, a los frenos chirriar. Todo se vuelve
negro.
SEC. 99. INT. DÍA. HABITACIÓN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO
De nuevo la luz blanca. Vemos la cara de Aya, está acostada.
Abre los ojos.
AYA (OFF)
No quiero desilusionaros. Sé que
estabais seguros de que acabaría en
una especie de planeta
extraterrestre multicolor viviendo
felizmente con el Señor Naranja.
La imagen se aleja y vemos que Aya está tumbada en una cama,
lleva un vestido rosa de verano, tiene un frasco gris
metalizado en las manos. Se levanta. Hay una maleta grande a
su lado. Mira a la cámara.
AYA
Y lo estoy. Sólo he salido un
momento.
Se levanta. Hay otra chica durmiendo en la cama de al lado.
Ronca. Agarra una escoba entre los brazos.
Aya sale por la puerta con el frasco metalizado en la mano.
SEC. 100. INT. DÍA. PASILLO HOSPITAL PSIQUIÁTRICO
Aya camina por el pasillo, se cruza con varias personas. Una
está hablándole a la pared. Otra juega en el suelo con
varias canicas y les habla. Otro está mirando por la ventana
sin decir nada. Se cruza con una enfermera vestida de azul.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 93.
ENFERMERA
Hola Aya, ¿cómo estás esta mañana?
AYA
Bien, he soñado otra vez con el
valle de naranjos y fresas.
ENFERMERA
Genial.
La enfermera sigue hacia delante. Aya vuelve a mirar a la
cámara.
AYA
Estoy rodeada de personas con un
mundo interior fascinante. Viven
sus realidades, cada cual más
sorprendente.
SEC. 100A. INT. DÍA. PASILLO 2/PUERTA DEL DOCTOR
Gira por el pasillo y se queda frente a una puerta. Toca dos
veces. Sigue mirando a la cámara.
AYA
Soy consciente de que esto es un
psiquiátrico, sus inquilinos están
enfermos y los que dirigen el
cotarro son enfermeros vestidos de
azul. Pero, ¿no es más divertido
verlo de la otra forma?
Abre la puerta Laura, va vestida de enfermera con una bata
de color azul. Lleva recogido el pelo naranja.
LAURA
¡Aya! Tenías cita con el doctor,
¿verdad? Pasa. Llegará enseguida.
Aya mira a la cámara y guiña un ojo.
SEC. 101. INT. DÍA. CONSULTA DEL PSIQUIATRA
Aya pasa a una sala iluminada por la luz del Sol. Hay una
mesa grande con montones de papeles y un ordenador. Al lado
hay una camilla y varios posters de varias partes del
cerebro.
Laura apunta algo en un papel apoyada en una pequeña
estantería.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 94.
LAURA
¿Hoy es tu último día aquí no?
AYA
Sí, vengo a por las recetas y el
alta.
LAURA
(le sonríe con ternura)
Te vamos a echar de menos.
Laura le da un abrazo a Aya y sale por la puerta. Aya se
sienta en un lado de la mesa y espera.
Al momento entra PAUL(50) y pone la mano en el hombro de Aya
que sigue de espaldas a la puerta. El médico se sienta en su
sitio. Es entonces cuando Aya deja de mirar a la cámara y lo
mira a él.
PAUL
¿Cómo estás Aya?
AYA
Bien, un poco triste.
PAUL
¿Porque te vas?
AYA
Podría ser por eso, sí.
Paul se sienta en la silla, abre un cajón y saca unas gafas.
Se las coloca. Rebusca en el montón de papeles y saca una
ficha. Busca algo en el ordenador.
PAUL
Veo que la cosa ha mejorado.
Tomándote estas pastillas podrás
llevar una vida perfectamente
normal sin riesgo de recaídas. Aquí
tienes el alta y las recetas.
AYA
(Aya coge el papel)
Doctor, tengo algo para usted. Como
despedida.
PAUL
¿Ah, sí? No tendrías que haberte
molestado.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 95.
AYA
Para nada, es mi trabajo, es a lo
que me dedico.
Aya enseña el frasco de perfume de color metalizado a Paul.
Lo pone encima de la mesa y lo arrastra hacia él.
PAUL
¿Es un perfume? ¡Vaya! Había oído
que eras buena en esto de los
aromas y que habías regalado varios
a tus compañeros. A ver...
AYA
Ya le he dicho que es mi trabajo.
Paul abre el frasco y se lo acerca a la nariz. Hay un
silencio. Aya está sonriendo. Paul vuelve a oler el frasco y
mira Aya sorprendido.
AYA
Doctor, ¿usted conoce la teoría de
las cuerdas?
Paul sigue extrañado con el olor. No puede dejar de olerlo.
Mira a Aya sin decir nada.
AYA
Si esta teoría fuera la clave que
diera con el modelo correcto del
Universo, podrían existir lo
universos paralelos, ¿no? Es decir,
perfectamente podrían haber otros
mundos en los que cualquier
realidad fuese posible pudiendo
existir versiones de nosotros
mismos viviendo historias
diferentes, de todo tipo, en un
tiempo desconocido.
Aya sonríe satisfecha. Se levanta y se va sonriente con los
papeles en la mano. Paul mira como se va sin decir nada, muy
sorprendido.
SEC. 102. INT. DÍA. PASILLO HOSPITAL PSIQUIÁTRICO
Aya camina sonriente y con paso firme. Todos a su alrededor
parecen ir a cámara rápida.
AYA (OFF)
Esta teoría también explica que hay
algo que nos une con nuestra
réplica en otros mundos.
96.
SEC. 102A. INT. DÍA. CONSULTA DEL PSIQUIATRA
Paul deja el perfume a un lado. Se quita las gafas, se queda
pensativo. Saca del cajón una naranja y la muerde con la
cáscara.
Mueve la cabeza y se ríe en señal de entender lo que pasa y
sentirse algo idiota por no haberse dado cuenta antes.
SEC. 102B. INT. DÍA. PASILLO HOSPITAL PSIQUIÁTRICO
Aya sigue caminando. La gente a su alrededor camina más
rápido, algunos pacientes juegan a las cartas en una mesa,
otros ven la tele al otro lado del pasillo.
AYA (OFF)
El Universo está conectado de
alguna manera. Todo es posible si
se puede imaginar.
SEC. 103. EXT. DÍA. INTERIOR VAGÓN DE TREN
Aya está sentada en un asiento, mira por la ventana. El tren
está en marcha. Lleva una mochila lila entre sus brazos.
Sonríe.
AYA (OFF)
(toca el cristal)
Pero una cosa sí es cierta. Tenemos
que enfrentarnos a la realidad que
nos ha tocado vivir.
SEC. 104. EXT. DÍA. VALLE DE LOS NARANJOS
Aya lleva la mochila lila a la espalda y arrastra una
maleta. Sube la colina que conecta con el valle de los
naranjos. Mira hacia el naranjo donde siempre estaba el
Señor Naranja.
AYA (OFF)
Por muy dura que sea, por mucho que
nos cueste estar en ella. Es
nuestra vida.
97.
SEC. 105. EXT. DÍA. COLINA ARRIBA. ENTRADA TIENDA ONIRIA
Aya llega a la puerta de la tienda que da acceso a la casa,
ve que está abierta.
AYA (OFF)
Esta es la realidad que me ha
tocado vivir, a la que pertenezco y
no puedo escapar.
Entra en la tienda.
SEC. 106. INT. DÍA. TIENDA ONIRIA
La tienda está iluminada por los ventanales, todo está
ordenado. La puerta que da acceso a la casa también está
abierta. Aya hace un gesto de oler algo rico.
AYA (OFF)
Así que he de vivirla lo mejor que
pueda y, quién sabe, quizá me
deparen un montón de sorpresas y
alegrías.
Aya deja la mochila y la maleta en el suelo y corre alegre
hacia la puerta de entrada a la casa. Entra.
Vemos que encima de la mesa de la tienda, donde está la caja
reluce una petaca plateada.