Guillermo Flórez P. UN,unperiodico.unal.edu.co/fileadmin/user_upload/UNPeriodico079.pdf · 2...

24
Bogotá D.C. Nº 79, domingo 14 de agosto de 2005 Página web: http//unperiodico.unal.edu.co Correo electrónico: [email protected] Literatura la inmortalidad del canto homérico. 23 Plaguicidas estorban el camino a la sostenibilidad. Entrevista 18 Ciencia La biografía del universo, una historia para el asombro. 17 Omisiones y requisitos de la paz “La negación de un conflicto erosiona los apoyos de una o ambas partes para encontrar salidas”, advierte la psicóloga chilena Elizabeth Lira, en un diálogo muy oportuno sobre la reconciliación política de una sociedad que ha vivido procesos de represión. 14 Relaciones de giro a la izquierda Tender puentes entre una América Latina cada vez más radical y unos Estados Unidos sofocados por el conservatismo toma desprevenidos a muchos, pero no a José Miguel Insulza dispuesto a abrir para la OEA una nueva era de influencia. 10 Economía Bavaria: negocio espumoso sin dinero de por medio. 4 Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 En la plaza santafereña que hace más de 300 años concentrara la actividad de sastres y otros artesanos, hoy la Universidad Nacional abre una librería en el cumpleaños 467 de Bogotá. La tradicional esquina de la carrera séptima entre calles 20 y 21 alberga el sitio de ex- hibición editorial, con más de 25.000 títulos de todas las áreas del saber. Disfrutando de un tinto, lugareños y visitantes podrán en- contrar una particular oferta de libros, auditorios, salas de lectu- ra, concierto y exposición, que le dan carácter integral de centro cultural. Así, bajo la coordinación de Unibiblos, se abre la librería de Las Nieves, primer capítulo de una serie que incluirá otras en el Centro Gaitán y la Hemeroteca Nacional. P ÁG 6 Guillermo Flórez P. ¡la librería! en Las Nieves de Bogotá UN, Este proyecto está adscrito a la Red de Librerías Universitarias de Colombia, que busca intercambios entre las librerías universitarias y las comerciales.

Transcript of Guillermo Flórez P. UN,unperiodico.unal.edu.co/fileadmin/user_upload/UNPeriodico079.pdf · 2...

Bogotá D.C. Nº 79, domingo 14 de agosto de 2005 Página web: http//unperiodico.unal.edu.co Correo electrónico: [email protected]

Literaturala inmortalidad del canto homérico.

23Plaguicidas estorban el camino a la sostenibilidad.

Entrevista18CienciaLa biografía del universo, una historia para el asombro.

17

Omisiones y requisitos de la paz“La negación de un conflicto erosiona los apoyos de una o ambas partes para encontrar salidas”, advierte la psicóloga chilena Elizabeth Lira, en un diálogo muy oportuno sobre la reconciliación política de una sociedad que ha vivido procesos de represión. 14

Relaciones de giro a la izquierdaTender puentes entre una América Latina cada vez más radical y unos Estados Unidos sofocados por el conservatismo toma desprevenidos a muchos, pero no a José Miguel Insulza dispuesto a abrir para la OEA una nueva era de influencia. 10

EconomíaBavaria: negocio espumoso sin dinero de por medio.

4

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

En la plaza santafereña que hace más de 300 años concentrara la actividad de sastres y otros artesanos, hoy la Universidad Nacional abre una librería en el cumpleaños 467 de Bogotá. La tradicional esquina de la carrera séptima entre calles 20 y 21 alberga el sitio de ex-hibición editorial, con más de 25.000 títulos de todas las áreas del saber. Disfrutando de un tinto, lugareños y visitantes podrán en-contrar una particular oferta de libros, auditorios, salas de lectu-ra, concierto y exposición, que le dan carácter integral de centro cultural. Así, bajo la coordinación de Unibiblos, se abre la librería de Las Nieves, primer capítulo de una serie que incluirá otras en el Centro Gaitán y la Hemeroteca Nacional. PÁG 6

Guillermo Flórez P.

¡la librería! en Las Nieves de BogotáUN,

Este proyecto está adscrito a la Red de Librerías Universitarias de Colombia, que busca intercambios entre las librerías universitarias y las comerciales.

2■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Sociedad

La migración internacio-nal es un rasgo sobresaliente de la globalización contem-poránea. Sus implicaciones en los ámbitos demográfico, económico, laboral, político, social y psicológico tocan ca-da vez a mayor número de países, regiones, familias e individuos. Hoy, el fenómeno abarca desde desplazamien-tos humanos ordenados con beneficios para los países de origen y destino, hasta movimientos de población producto de la pobreza, la exclusión, la degradación del medio ambiente, la falta de paz y seguridad y la violación de los derechos humanos.

Colombia no es ajena al fenómeno. Como lo refleja el crecimiento de las remesas de trabajadores en 246% en-tre 1999 y 2004, la migración al exterior es ascendente y estrechamente asociada a la realidad social y económica caracterizada por el aumento de la pobreza y la reducción de oportunidades laborales. Conocer esta dinámica con-tribuye a diseñar políticas públicas y de cooperación in-ternacional que promuevan el bienestar de estas personas y el mejor aprovechamiento para las sociedades de origen y destino.

Panorama sobre la recepción de remesas

El estudio sobre benefi-ciarios de remesas reveló que las regiones con mayor par-ticipación son: Pacífica que recibe el 32%, el Eje Cafetero con 19% y Bogotá con 16%. El monto promedio de re-mesas mensuales oscila entre US $242 en la Región Atlán-tica y US $307 en Antioquia, mientras que la mayor pe-riodicidad y perdurabilidad en la recepción la tiene la región Atlántica (82% de los receptores obtiene giros por lo menos una vez al mes y el 23% los recibe hace más de cinco años), en contraste con Bogotá con 63% y 11% respectivamente.

El 51% de de las remesas proviene de Estados Unidos, mientras que el 28% procede de España, aunque el monto mensual promedio es mayor en el caso de este último (US $329) frente a US $247 de Es-tados Unidos. Esta situación puede estar relacionada con las olas migratorias a ambos países (más antigua en el caso de Estados Unidos), la creciente modalidad de mi-gración parental en España bajo la cual los padres emi-grantes sostienen sus hoga-res del país de origen y, entre otras, las condiciones de vida e ingresos laborales relativos de los emigrantes en ambos países.

Existe una alta concen-

Adriana Rodríguez

CastilloEconomista de la Universidad

Nacional y especialista en Política Social.

EmigrantesQuiénes migran, a dónde y en qué condiciones lo hacen, cómo se integran en las sociedades de destino, quiénes reciben las remesas provenientes del exterior y en qué se usan. Dos estudios: Encuesta sobre emigrantes internacionales y remesas en el Área Metropolitana Centro Occidente y Encuesta a beneficiarios de remesas hacen un acercamiento a esta realidad, trascendiendo el análisis macroeconómico1.

y remesas

Frente a la escasa infor-mación sobre el fenómeno de migración internacional en Colombia, un conjunto de instituciones comprometidas con el tema2 promovieron en 2004 dos investigaciones pio-neras que recopilaron infor-

emigrantes internacionales y remesas en el Área Metropo-litana Centro Occidente y la Encuesta a beneficiarios de remesas de trabajadores en agencias cambiarias en Co-lombia.

mación sociodemográfica, económica y laboral de los migrantes internacionales y sus hogares, de los pro-cesos y redes de migración, de la magnitud y el uso de las remesas internacionales. Se trata de la Encuesta sobre

Página Web: http://unperiodico.unal.edu.co Versión Internet: UNDigital Correo electrónico: [email protected] Teléfonos: 316 5348 - 316 5000 extensión: 18384 / Fax: 3165232 Edificio Uriel Gutiérrez Transv. 38 Nº 40-01, piso 5º. ISNN1657-0987

Guillermo Flórez P.

3

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Sociedadtración femenina en la recep-ción de remesas: tres de cada cuatro receptores son muje-res, 40% de ellas cónyuges o madres de los remitentes, lo que unido a la mayor perio-dicidad, permanencia y de-pendencia de estos recursos, ratifica fenómenos crecien-tes de emigración parental (de uno de los cónyuges) y la conformación de familias transnacionales (migración de los dos padres dejando a cargo a abuelas como cui-dadoras principales de los hijos), fenómeno que parece más concentrado en los es-tratos bajos como resultado de la búsqueda de oportuni-dades laborales e ingresos en el exterior.

Los remitentes de reme-sas tienen mejores niveles de escolaridad que el promedio de la población residente en el país y que los receptores, al punto de que el 71% tiene educación secundaria com-pleta o superior frente al 59% de los receptores y el 55% de la población ocupada del país.

Las características de los remitentes de remesas dan cuenta del patrón de migra-

(11% cada uno) y cónyuges (10%), y concentrada en dos destinos: España y Estados Unidos.

Según la percepción del hogar de origen, tres de ca-da cuatro emigrantes esta-rían regularizados en el país donde residen, mientras que 22% se hallaría en situación irregular, percepción que contrasta con la situación de la colonia colombiana en el exterior que en el caso de España superaría 60%. La ex-plicación puede ser la falta de confianza de los encues-tados en develar la verdadera condición del emigrante o la falta de información que ca-racteriza al proceso emigra-torio, debido a las presiones familiares, sociales y cultu-rales sobre el inmigrado para lograr éxito en el exterior que le impiden revelar verazmen-te su experiencia.

La irregularidad es ma-yor en España y está rela-cionada inversamente con la antigüedad de la migración, lo que podría deberse al en-durecimiento de las políticas de migración de los países re-ceptores en la última década.

La emigración presen-

mismo periodo.

La alta inserción laboral de los emigrantes y su con-centración en la población en edad activa permite afir-mar que las motivaciones migratorias se relacionan estrechamente con las altas tasas de desempleo, la des-trucción de puestos de tra-bajo y la reducción de los ingresos de los hogares ocu-rridos a partir del segundo quinquenio de los noventa en el país.

Además, la emigración tiene efectos sobre el mer-cado laboral pues reduce la oferta de trabajo y, por tanto, el desempleo. Una simula-ción revela que sin la emi-gración ocurrida entre 1999 y 2004, la tasa de desempleo de Amco en 2004 hubiera si-do siete puntos superior a la observada.

Impacto en los hogares

El 18% de los hogares de Amco recibe remesas del ex-terior. La recepción es menor en los estratos altos y bajos y mayor en la clase media.

Las remesas represen-tan el 10% de sus ingresos totales de Amco, porcentaje importante de la liquidez y del ingreso disponible de la región.

Los hogares que reciben remesas son fuertemente

encontrar un trabajo acorde con sus competencias, su disponibilidad de tiempo y productividad, lo que, ceteris paribus, reduce los niveles de subempleo en el mediano y largo plazo. Por otra parte, reducen los incentivos para insertarse en el mercado de trabajo y aumenta la proba-bilidad de que los desocupa-dos se desalienten o inclu-so desistan de la búsqueda de empleo, lo que reduce la participación laboral y, por tanto, el desempleo. Esto se refleja en los indicadores la-borales del gráfico 5.

Los retornados

Los retornados son los colombianos que estuvie-ron residiendo en el exterior y que han regresado al país con el propósito de residir es-tablemente. El estudio revela que estos colombianos tu-vieron como principal razón de emigración al exterior la búsqueda de empleo (67%), seguida por la realización de estudios (17%) y el deseo de reagruparse con sus familia-res (11%).

También revela que la probabilidad de ser emigran-te está directamente relacio-nada con la pertenencia a una familia con experiencia migratoria y evidencia la pre-sencia de importantes barre-ras para la integración en los países de destino en lo que

1Este artículo se basa en las publicaciones Estudios de la Migración Internacional y Remesas en Colombia (Cuadernos 2 y

3) realizadas con Luis Jorge Garay para el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Organización Internacional de Migraciones

(OIM). Las opiniones aquí expresadas no comprometen a estas entidades.2Conformada por la OIM, Dane, Asocambiaria,

Banco de la República, Aesco, Alma Máter, Fondo Mundial de Población y Ministerio de Relaciones Exteriores de

Las remesas tienen un impacto fundamental en los hogares del Eje Cafetero, al punto de que su inexistencia produciría un incremento de la pobreza y la indigencia equivalente a cinco puntos porcentuales.

financiar este tipo de gastos y que solo el 20% se dedica a gastos no recurrentes.

El mayor uso de las re-mesas en gastos recurrentes (bienes y servicios básicos para el hogar) de los recep-tores se observa en la Región Central, lo que denota una elevada dependencia de las remesas. En contraste, Bo-gotá presenta los menores porcentajes de uso en gastos recurrentes.

El Área Metropolitana Centro Occidente (Amco), compuesta por las cabece-ras municipales de Pereira, Dosquebradas y La Virginia y caracterizada por un alto nivel de emigración interna-cional reciente, fue el ámbito de aplicación de la Encuesta sobre emigrantes internacio-nales y remesas, un estudio a profundidad que permite caracterizar los hogares de origen de los emigrantes in-ternacionales y de los emi-grantes retornados.

Según el estudio, en el 14% de los hogares de Amco, uno o más miembros origi-narios del hogar reside en el exterior. Se trata de 26 mil personas, pertenecientes

ción determinado por una pronunciada ola migratoria a España durante la última década, en su mayoría de personas procedentes de ho-gares de precaria condición económica que buscan opor-tunidades laborales ante la crisis nacional.

Uso y dependencia de las remesas

El 61% de los giros (en valor) se utiliza para finan-ciar (parcial o totalmente) la compra de mercado y el pa-go de servicios públicos, con el agravante de que uno de cada cinco giros (22%) es uti-lizado exclusivamente para

a los grupos en edad activa (véase gráfico1), lo que ha ge-nerado cambios sustanciales en la estructura etárea de la población de origen: mien-tras que el 14% de la pobla-ción entre 25 y 34 años en Amco reside en el exterior; en otros grupos como niños y ancianos los porcentajes no llegan a 1% (véase gráfico 2) lo que ha adelgazado la franja poblacional correspondiente a la población activa y au-mentado las relaciones de dependencia en la región.

La emigración interna-cional de Amco es reciente: el 80% ocurrió durante el último decenio; mayoritariamente de hijos (51%), seguidos por hermanos y otros parientes

ta particularidades según el país de residencia. Los emi-grantes en España son más jóvenes y menos educados que los de Estados Unidos, lo que puede guardar relación con la mayor antigüedad de la emigración a la nación norteamericana y con las ba-rreras de idioma.

España es destino pri-mordial de la emigración de Amco sólo a partir del se-gundo quinquenio de los no-venta, mientras que Estados Unidos se ha mantenido co-mo un destino importante. El número de emigrantes de Amco en España se multipli-có por 37 entre 1990 y 2004, en tanto que el de Estados Unidos lo hizo por tres en el

dependientes de ellas pues constituyen su principal fuente de ingresos (40%) y financian el 34% de su gas-to recurrente, siendo los tres principales usos la compra de alimentos y bebidas, el pago de servicios públicos y los pagos relacionados con la vivienda. Esto revela una alta vulnerabilidad frente a fenómenos como la aprecia-ción del tipo de cambio y/o las contingencias de los remi-tentes de dinero del exterior.

Las remesas tienen un impacto fundamental en la condición socioeconómica de los hogares y la región, al punto de que su inexisten-cia produciría un incremento importante de la pobreza y la indigencia equivalente a cin-co puntos porcentuales.

En el mercado laboral, las remesas también tienen un importante impacto. El hecho de que los hogares receptores puedan disponer de recursos permanentes, los cuales garantizan la su-pervivencia y la financiación del gasto recurrente y bási-co, afecta la participación laboral, el desempleo y el su-bempleo. Por una parte, las remesas permiten a los indi-viduos que las reciben finan-ciar periodos de búsqueda de empleo más largos y tomar-se el tiempo necesario para

confluyen la irregularidad, el desconocimiento del idioma, la escasa e impersonal rela-ción con los conciudadanos del país de residencia y la inserción laboral precaria.

En medio de los altos niveles de desempleo, su-bempleo y precarios ingresos que acusan al país e impiden a muchas familias obtener ingresos, la emigración de colombianos al exterior y las remesas que reportan, cons-tituye la posibilidad de llevar un nivel de vida decoroso y acceder a los bienes de sub-sistencia.

En consecuencia, el análisis de esta problemáti-ca debe trascender el nivel macroeconómico del ingreso de remesas como aporte a la estabilidad cambiaria del país o como posible objeto de tributación.

Las políticas públicas deben dirigirse a subsanar la deuda social del país con una proporción importan-te de colombianos para los que la permanencia en su propio país no ha sido una opción viable. Esto requie-re un análisis integral y más humanístico del fenómeno que abarque los impactos e implicaciones de la migra-ción internacional en lo eco-nómico, social, demográfico, sociológico y cultural.

Aunque la mitad de las remesas proviene de Estados Unidos, es mayor el monto mensual promedio proveniente de España. Guillermo Flórez P.

4■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Economía

En 1997 el Grupo Santo Domingo (GSD) separó las inversiones en dos: dejó a Ba-varia con las empresas orien-tadas al sector de las cerve-zas y bebidas, mientras abrió un portafolio de inversiones que se ha diversificado con nuevas adquisiciones como: empresas de transporte, ser-vicios e inversión. En 2001 amplió sus inversiones en Panamá comprando la Com-pañía Nacional de Cervezas, luego alcanzó el control de la Unión de Cervecerías Pe-ruanas Backus & Johnston, aumentó sus inversiones en el Ecuador con la Compa-ñía Nacional de Cervezas y adquirió en Colombia un porcentaje más de Cervece-ría Leona, mientras en Costa Rica obtuvo una empresa de refrescos. Todo por cuantio-sos millones de dólares.

Para maquillar las rela-ciones internas, el grupo em-bistió las organizaciones sin-dicales aplicando indemniza-ciones a los trabajadores por pactar “retiros voluntarios” que alcanzaron los US $80 millones. También enfrentó huelgas en Panamá y Perú aplicando el sistema de dis-tribución de los productos a través de contratistas, lo cual explica en parte el aumento de los activos diferidos que presenta en el balance.

Estas operaciones se hi-cieron con la perspectiva de vender, posteriormente, las inversiones al mejor postor, pues se sabía que a través de diferentes sociedades el GSD controlaba en el Grupo Empresarial Bavaria (GEB) un paquete de 180 millones de acciones y 75% de la pro-piedad.

Un negocio que se sale de las manos

Previo a la fusión, el GSD recurrió a la práctica de nego-ciantes de carros de segunda: “Los compran baratos, los “en-gallan” y luego los venden más caros”. Pero en su aplicación, el precio pagado a los grupos em-presariales de Panamá y Perú fue alto y el “engallado” tam-bién. Lo anterior generó expec-tativas en el mercado acciona-rio y las inversiones afectaron la estructura financiera del grupo.

Por ello, entre febrero y marzo de este año, imple-mentaron argucias para que las acciones negociadas en la Bolsa de Colombia elevaran su precio, rodando rumores de una posible venta por abultadas cifras, que encu-brieron las pérdidas por US $37,6 millones durante 2004, frente a utilidades netas por US $42,51 millones en 2003, con lo cual el precio intrínse-co de la acción descendió.

La directiva de Bava-ria mostró como positivo la valorización de la acción y la mejor rentabilidad de los accionistas. Propuso man-tener el dividendo pagado desde el año anterior, lo que implicaba echarle mano a $561 mil millones de las re-

servas patrimoniales, pero la asamblea solo aprobó $203,1 mil millones.

Entra SABMiller

En julio de 2005 se anunció el acuerdo entre SABMiller y Bavaria, median-te el cual una subsidiaria de la primera se fusionará con Be-

vCo LLC., (BC), y un holding de las inversiones del GSD. Como consecuencia, SABMi-ller tendría una participación, indirecta, del 71,8% que es la misma del GSD en Bava-ria. En contrapartida, aquella emitirá a nombre de BC 225 millones de acciones ordina-rias de SABMiller, que repre-sentan 15,1% de su capital.

En este acuerdo no hay dinero de por medio, sino un intercambio de acciones. El nuevo accionista de SABMi-ller no podrá venderlas en un periodo de cinco años, salvo algunas excepciones, inclui-das enajenaciones limitadas a partir del tercer año. Como consecuencia el GSD pasa de ser cabeza de ratón a cola

de león, pues no controlará el GEB sino que en virtud del acuerdo tendrá derecho a postular dos de los directo-res que serán elegidos como miembros de la junta directi-va de SABMiller.

Por ello, Alejandro San-to Domingo y Carlos Alejan-dro Pérez, en su calidad de miembros del comité ejecuti-

Bernardo Parra Restrepo

Economista, autor del libro Los negocios de Mingo, efectos

de la apertura y la globalización

en los grupos Bavaria y Valores

Bavaria.

¿Qué hay detrás de la “venta”

La fusión de SABMiller y Bavaria es considerada la transacción del año. Un negocio muy bueno para la familia Santo Domingo que aunque pasa de ser cabeza de ratón a cola de León, aumentará sus dividendos, mientras los accionistas minoritarios de Bavaria padecerán la reducción de sus rentas.

Bavaria?de

Con este negocio, la familia Santo Domingo recibirá cerca de US $90 millones anuales. Está claro que el conglomerado económico será el gran beneficiado con el cierre de la operación. Fotografía: Diana Manrique. Montaje: Leonardo Cuéllar.

5

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Economía

vo de Bavaria, actuarán como vicepresidentes de la nueva junta creada para supervisar las operaciones de SABMiller en Latinoamérica y, por el hecho de pertenecer al equi-po de dirección, recibirá cada uno la suma de US $100.000 anuales.

Para perfeccionar la operación, el GSD y la sub-sidiaria de SABMiller deben esperar su aprobación en la asamblea extraordinaria de ésta última. Una vez con-cluida, la multinacional hará ofertas en Colombia para ad-quirir las acciones minorita-rias de Bavaria a US $19,48, precio utilizado como refe-rencia en el negocio. Tam-bién en Perú para adquirir las acciones listadas Clase A de la subsidiaria de Bavaria, y los intereses minoritarios de otras subsidiarias, como es el caso de las acciones que posee directamente el GSD en la Cervecería Leona.

¿Quiénes ganan y quiénes pierden?

Hasta julio 31 de 2005 había en Bavaria 41.667 ac-cionistas, de los cuales, cua-tro controlaban un paquete de 181,2 millones de accio-nes. SABMiller ha destina-do US $ 1.400 millones pa-ra pagarles a éstos, y espera abrir las ofertas públicas de adquisición (OPA) en Perú y Ecuador. También ha previsto otros US $1.000 millones pa-ra otras adquisiciones, pero los inversionistas saben que de presentarse una valoriza-ción del peso y de las otras monedas locales –frente al dólar– el ingreso en pesos u otras denominaciones de las acciones minoritarias, dismi-nuiría. Igualmente, se sabe que los accionistas menores no están obligados a vender su participación, así los nue-vos dueños tomen la decisión de retirarla de la bolsa, pues la condición civil de Bavaria sigue operando.

Los nuevos dueños son conscientes que deben hacer otras inversiones para mejo-rar la competitividad de las plantas locales, y que no es posible esperar un retorno de la inversión en el corto o me-diano plazo. Sus esperanzas se fincan en un periodo de cinco años para empezar a ver los rendimientos de esta operación.

Como consecuencia, SABMiller debe entregar a sus nuevos socios, el GSD, 15,1% de las ganancias –que en 2004 fueron US $2.400 mi-llones– en forma de dividen-dos. Teniendo en cuenta que la empresa extranjera paga US $0,38 por acción, se pue-de inferir que el GSD reci-birá cerca de 90 millones de dólares anuales. Lo anterior permite concluir que el ne-gocio fue muy bueno para la familia Santo Domingo, pero no para los accionistas mi-noritarios de Bavaria que ya padecen la reducción de sus rentas de dividendos.

Estos últimos tienen dos opciones: la primera, vender a SABMiller su participación al precio de US $19,48 en pe-sos, con la tasa de cambio que exista en el momento de celebrarse la OPA. Este precio es bueno si se tiene en cuenta que el valor patrimonial por acción con valorización es $18.958 y el precio de com-pra estaría alrededor de los $45.000: más de 2,3 veces. La

segunda, abstenerse de ven-der y esperar a que se mejo-re el dividendo actual como consecuencia de la dinámica que le impriman los nuevos dueños.

Actualmente se especu-la frente al posible flujo de dinero en dólares que reci-birían los accionistas mino-ritarios, en la eventualidad que vendieran sus partici-paciones, por lo cual fluiría a la economía nacional una parte de los US $1.400 millo-nes, cifra nada despreciable, comparada con las sumas adquiridas por el Banco de la República durante el primer semestre para frenar el pro-ceso de reevaluación del pe-so. Los accionistas de Bavaria están diseminados en todo el país, en promedio tienen 198 acciones cada uno, es decir que si decidieran vender, ca-da uno recibiría en promedio US$ 3.857 dólares.

Pero no es así, frente a la expectativa de comprar barato y vender caro solo se apresuraron algunos accio-nistas entre ellos los fondos de pensiones –que manejan

los ahorros de los trabaja-dores– y que compraron ac-ciones de Bavaria. En la lista aparecen los fondos Protec-ción, Horizonte, Santander y Colfondos, que adquirieron entre todos 2,93% de las ac-ciones. Seguramente harán fila para venderle a SABMiller al precio de US $19,48 por ac-ción habiéndolas comprado por cifras mayores.

Implicaciones en la economía nacional

Algunos analistas están preocupados porque las ga-nancias que produzcan las empresas del grupo Bavaria ya no se quedarán en el país sino que se girarán al exte-rior. De hecho, una porción significativa del valor creado por los trabajadores de Bava-ria sale hacia el exterior para cubrir el pago de los intereses de las inversiones especula-tivas, realizadas por su ad-ministración en los últimos años. Es más, esta considera-ción sería acertada si se de-mostrara que el GSD antes de fusionarse, hubiera invertido sus ingresos por dividendos

en el mercado nacional, pero esto no fue así, de hecho ni siquiera viven en Colombia por lo que sus consumos per-sonales, mucho menos, con-tribuyen con el pago del IVA al tesoro nacional. Falta por ver si en las nuevas condi-ciones incluso la Fundación Julio Mario Santo Domingo, va a recibir en el futuro las jugosas donaciones del Gru-po Bavaria.

Las ilusiones no van de la mano con la realidad, la actual situación financiera de Bavaria no es buena. Du-rante el primer semestre de 2005 el grupo arrojó pérdidas netas por $38.161 millones –US $16,5 millones– frente a ganancias en el mismo pe-riodo de 2004 por $43.849 millones.

Este resultado puede explicarse por el efecto con-table de sus inversiones en el exterior como consecuencia de la reevaluación del peso frente al dólar, que en los últimos 12 meses superó el 12% nominal. Pero la causa fundamental es que Bavaria incrementó los gastos finan-

cieros por una colocación de bonos en el mercado local e internacional de valores y sus pasivos con la banca nacio-nal e internacional. Aunque el grupo recibió $1,2 billones en su ingreso operacional en el primer semestre de 2005, frente al mismo periodo de 2004 equivalentes a 10%, re-portó un alza en los gastos operacionales de 23%.

Otro aspecto importante es el relacionado con el cam-bio de mano en el control de Bavaria, donde la participa-ción mayoritaria en el grupo absorbente está en manos de Altria (Philip Morris), el cual quedaría con 24,9% de las acciones con derecho a voto. El hecho que este gru-po sea el principal accionista de SABMiller y por tanto de su subsidiaria, Bavaria, tiene grandes implicaciones en la economía colombiana, toda vez que esta firma es también propietaria de la Compañía Colombiana de Tabaco.

Tanto la cerveza como el tabaco están gravados con impuesto al consumo, principal ingreso de los de-partamentos. En el caso del impuesto a la cerveza su participación en los recursos departamentales se sitúa en promedio en 63% y con éste se atienden las necesidades de salud y educación de la población colombiana. De acuerdo con la ley colombia-na, las firmas productoras de cerveza y cigarrillos dispo-nen de un periodo de mes y medio para trasladar al teso-ro departamental las sumas recaudadas. A este incentivo se debe agregar el reciente beneficio otorgado por el go-bierno de Uribe a las trans-nacionales con la reducción del impuesto a las remesas de giros al exterior. Nadie puede negar entonces, que son los fondos reunidos con los in-gresos de los más pobres, los que ayudarán a ser más ricos a unos pocos.

Buena parte del valor creado por los trabajadores de la cervecería servía para cubrir deudas en el exterior, con lo cual queda en entredicho que el país hubiera perdido con la venta accionaria Archivo

6■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Universidad

Concebida para el servi-cio del lector, el investigador, el profesional o el estudiante, UN, ¡la librería! es gestionada por profesionales con todos los medios técnicos necesa-rios para ofrecerle a la ciudad el mejor de los servicios. La comunidad universitaria y el público en general pueden encontrar en ella la produc-ción editorial de la Universi-dad en todas sus sedes y una amplia variedad de títulos de las demás editoriales univer-sitarias colombianas, en las disciplinas y áreas más di-versas del conocimiento. A la calidad y el precio asequible con el que llegan al usuario final los libros que publican las universidades nacionales, se agrega, para provecho de todos, una amplia y rigurosa selección de los títulos más relevantes de carácter acadé-mico y cultural procedentes de editoriales de prestigio mundial.

El interés de la Uni-versidad es fomentar en los alumnos el uso de los libros publicados por ella y otros centros académicos, y desa-

rrollar el hábito de la lectura y permanente consulta de los mismos, como un auténtico factor de apoyo del proceso de enseñanza-aprendizaje y del trabajo académico de to-das sus carreras profesiona-les. Adicionalmente, docen-tes, estudiantes y adminis-trativos de la Universidad, así como de otras instituciones, podrán solicitar información sobre bibliografías específi-cas o generales y suscribirse a su lista de correo con los temas que más les interesen de editoriales nacionales e internacionales.

UN, ¡la librería! está adscrita a la Red de Librerías Universitarias de Colombia, impulsada por la Asociación de Editoriales Universitarias de Colombia (Aseuc), así co-mo a la Red Latinoamericana de Librerías, auspiciada por Centro Regional para el Fo-mento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc). Éstas tienen como objetivo intensificar contactos e in-tercambios diversos entre las librerías universitarias y co-merciales, para así propiciar una más amplia circulación del libro en general y de las publicaciones universitarias en particular.

También está en capa-cidad de atender la demanda de la comunidad universi-taria, las bibliotecas o par-ticulares, referente a biblio-grafía que no se consiga en los circuitos de distribución nacionales. Tiene estableci-do, para este caso, convenios comerciales con editoriales, distribuidores y librerías ex-tranjeras de probada pres-tancia y responsabilidad, que garantizan el cumplimiento ágil y competitivo de este servicio. Se busca establecer mecanismos de crédito para la compra de libros por parte de la comunidad académica y administrativa de la Uni-versidad.

Con esta estrategia, ac-tores e instancias responsa-bles de la producción acadé-mica en la Universidad pue-den apoyarse en la librería para realizar presentaciones de sus novedades editoriales, charlas, conferencias y diver-sas actividades culturales, en el acogedor auditorio de la sede de Las Nieves.

La ejecución de este pro-yecto comprende tres fases, programadas para un perio-do de 18 meses, en los cua-les se pondrán en funciona-miento dos puntos de venta más (Hemeroteca Nacional y Centro Gaitán) y la adecua-ción del ya existente en el campus. Esto contribuirá, de manera esencial, a concretar el ciclo de divulgación y so-cialización de la producción académica de la Universidad Nacional de Colombia, cons-tituyéndose en un eslabón decisivo de la cadena edi-ción-distribución-venta de sus publicaciones hacia den-tro y fuera del campus uni-versitario, y en un centro de comercialización del acervo editorial que producen todas las dependencias editoras y sedes de la Universidad.

Otros servicios

En su siguiente etapa, se introducirán líneas de productos y servicios con el propósito de aumentar los beneficios a los estudiantes, profesores, personal admi-nistrativo y público en ge-neral. En coordinación con la Biblioteca Central de la Universidad Nacional se ha-bilitará en el espacio de Las Nieves una sala de trabajo e investigación, la cual conta-rá con acceso a las bases de datos que se tienen actual-mente y a otros recursos de apoyo para los investigadores y la comunidad universitaria. Su consulta será gratuita pa-ra la comunidad académica de la Universidad Nacional y tendrá un bajo costo para el público en general.

También se ofrecen, dentro y fuera de la Univer-sidad, espacios como el audi-torio y la sala de trabajo pa-ra eventos académicos y de extensión como posgrados, seminarios, cursos, confe-rencias, lecturas, conciertos, con lo cual se espera obtener ingresos que contribuyan al autosostenimiento. Además, se brinda el servicio de im-presión y edición de los tex-tos o memorias, producto de éstas y otras actividades; ca-fetería, cocteles, refrigerios; música (discos compactos) y películas (video y DVD); ob-jetos con sello institucional UN; papelería, separadores de libros, camisetas, útiles de escritorio, llaveros, ceniceros,

estilógrafos. Una sala de ex-posiciones cierra el conjunto de escenarios culturales de este lugar.

Las librerías de la UN constituyen la integración bi-bliográfica, física y simbólica de su producción académi-ca, y son centros de asesora-miento al lector, motores de promoción de la lectura, es-pacios que compilan y reco-gen la producción intelectual y editorial de la Universidad y de la sociedad. Vale decir, son puentes entre el conoci-miento recogido en medios impresos, digitales o electró-nicos y sus posibles lectores y beneficiarios.

Invitamos, pues, a la ciudadanía, y en particular a quienes están vinculados al mundo cultural y universita-rio a enriquecer este proyec-to. La lectura es la llave del conocimiento, es la actividad natural en el desarrollo de los procesos de aprendizaje e investigación, y su ejercicio y práctica conllevan directa-mente una notable y conti-nua mejora de su calidad y la de la educación. La librería universitaria –nicho ecoló-gico del libro académico y cultural– facilitará este pro-ceso y apoyará la formación de una cultura del libro y de la lectura, como herramienta básica de la formación pro-fesional de los estudiantes. UN, ¡la librería! es un espacio abierto a la realización y la difusión de la vida cultural de la Universidad Nacional de Colombia.

Pablo Arcila

Librero de UN, ¡la librería!

¡la librería!UN,

Con un concepto que apela a la estructura de centro multicultural de las librerías modernas y al encanto editorial de las clásicas, el jueves pasado se inauguró en la Plaza de las Nieves en el centro de Bogotá, el primero de tres puntos, con los cuales la Universidad Nacional amplía la circulación de su acervo académico, consignado en letras de molde.

El mejor ejemplo de la mentalidad que privilegia lo privado sobre lo público es el culto a los centros comerciales, que se opone a la valoración de la calle como espacio de intercambio y convivencia.

Con la nueva librería la UN continúa abriéndose a la ciudad.

Los visitantes podrán disfrutar de modernas instalaciones y múltiples servicios.

Fotografías: Guillermo Flórez P.

7

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Ciudad

La Alcaldía Mayor apro-bó recientemente el Plan Maestro de Espacio Público del Distrito Capital. Es la pri-mera vez que se produce un plan de este tipo en la ciudad y es también novedoso en el contexto latinoamericano. El Plan cuenta con el respaldo de un soporte técnico bas-tante completo y tiene, entre sus metas principales, la re-gulación del uso y apropia-ción del espacio urbano, su accesibilidad y el incremento de su cantidad y calidad ma-terial. Su presentación públi-ca ha generado algo de deba-te, sesgado más por intereses políticos de los opositores de la Administración Distrital que por consideraciones de sus posibles aportes al futuro de la ciudad.

El Plan Maestro enfren-ta, por primera vez el tema del espacio público en Bo-gotá de manera más amplia e integral. Es también una respuesta a inquietudes y presiones diversas, las más recientes asociadas a la pre-sencia masiva de vendedores ambulantes y estacionarios en los espacios urbanos. El problema no es reciente y, aun cuando se ha tratado en el pasado de hacerlo invisi-ble, aflora cada vez que pue-de y en donde puede.

Pero los asuntos del es-pacio público en Bogotá no comienzan ni terminan con los vendedores ambulantes. Luego de ser planteado y de-batido en diversos escena-rios desde hace más de 20 años, el espacio público se ha convertido en tema político y también en parte de la cul-tura ciudadana bogotana. A pesar del abuso en su manejo como propaganda electoral de ciertos grupos de poder, el tema se ha acercado a la ciu-dadanía lo suficiente como para hacerla consciente de los beneficios que derivan de contar con parques, alame-das y andenes bien hechos, plazas o plazoletas donde re-unirse y ciclovías para el des-plazamiento y el deporte.

La defensa del espacio público urbano se inició en Bogotá hacia 1980 cuando ese espacio comenzó a pri-vatizarse. La privatización no ha sido solo el cerramiento –con rejas– de espacios sino, lo que es más grave, la forma-ción de una mentalidad que privilegia lo privado sobre lo público. La mejor represen-tación de esto último es el culto a los centros comer-ciales y su magnificación en la conciencia ciudadana, que se opone a la valoración de la calle como espacio de inter-cambio y de convivencia. La defensa del espacio público en la ciudad se ha orientado desde entonces en dos di-recciones: buscar la mayor

no es sólo problema de peatonesEl espacio público

Bogotá y Medellín han avanzado notablemente en el tema del espacio público, si bien existe el equívoco entre las administraciones municipales, los ciudadanos e, incluso los urbanistas, de que es un asunto peatonal, y deja de lado lo vehicular y la dignificación de la vivienda como parte del espacio urbano.

Alberto Saldarriaga Roa

Profesor de la Escuela de Arqui-tectura de la Uni-versidad Nacional

de Colombia.

accesibilidad posible y ge-nerar conciencia ciudadana en torno a los valores de lo público.

Lo cultural de lo urbano

Trabajar en el incremen-to y mejoramiento del espa-cio urbano de uso público es tarea habitual desde hace décadas en muchos lugares del mundo. Es propia de las administraciones municipa-les y, en años recientes, se ha incrementado notable-mente por obra y gracia de las demandas ciudadanas y de las contribuciones de los profesionales del urbanismo y de la arquitectura. Desde Londres y Barcelona hasta Guayaquil y Sydney, los pro-yectos urbanos compiten por ser más generosos, atractivos y cercanos a la ciudadanía. Bogotá y Medellín, en Co-lombia, son las dos ciudades que pueden presentar obras significativas en ese sentido.

Algo que atormenta a los defensores y gestores del espacio público urbano es el asunto de la cantidad. Para ello se recurre a los indica-dores internacionales que se-ñalan promedios deseables, basados en la comparación de situaciones diversas en el mundo. Es así como se ha llegado a la cifra de diez me-tros cuadrados por habitante como meta necesaria para la ciudad de Bogotá. Curiosa-mente, ese indicador no dice mucho acerca de la calidad del espacio público ni de su distribución equitativa en el territorio de la ciudad. Tam-

poco dice mucho acerca de su relación con la vivienda o con el resto de las activi-dades urbanas. Es solo una referencia.

En esto es necesario hacer algunas precisiones. El espacio público apoya la dignidad habitacional de la ciudad entendida, entre otras cosas, como la disponibilidad de viviendas que alojen a la mayoría de la población. Un andén bien hecho no com-pensa una vivienda de mala calidad. Es necesario enton-ces pensar en otros indica-dores, los de calidad de vida, y trazar metas que alcancen una superación de los índi-ces de pobreza, desempleo, hambre y violencia que aque-jan una sociedad. El incre-mento en cantidad y calidad del espacio público debe ir a la par con la dignificación de la ciudad. Suena irónico aceptar que la población ha-bite en pésimas condiciones mientras se hacen alame-das y ciclorrutas que no son prioritarias. Esa es la visión “yuppie” del problema del es-pacio público en Bogotá.

Otro equívoco común en las discusiones recientes sobre este tema es la consi-deración de que solo lo pea-tonal constituye el espacio público de la ciudad, dejan-do a un lado el problema del espacio vehicular. La ciudad colombiana, al igual que las del resto del mundo, está mo-torizada; más aún, desde la segunda mitad del siglo XX su desarrollo físico se orientó en función del automóvil. La especulación inmobiliaria se

benefició y se beneficia toda-vía. Las periferias planificadas de la ciudad se desarrollaron y se desarrollan al amparo de los planes viales. Pensar que el problema de espacio público de una ciudad de ocho millones de habitantes es solo el de los peatones, es pecar por ingenuidad. Hay peatones en tanto hay vehí-culos, si éstos no existieran el asunto sería distinto. Por ello es necesario pensar qué muestran realmente los in-dicadores cuando se habla de este asunto. ¿Existe acaso alguna regla de proporción o de equilibrio entre el espacio vehicular y el peatonal? ¿Es posible establecerla?

Un último aspecto a considerar es la dimensión cultural del espacio urbano representada en el fortaleci-miento de la autoconciencia ciudadana y de la capacidad

de convivencia amigable en el territorio de la ciudad. Esto suele olvidarse en los proyectos que se limitan a “diseñar” el espacio como ente abstracto, pero necesa-riamente aflora toda vez que una obra se pone al servicio de la población. Es deseable pensar las intervenciones en el espacio público, no como acumulación de metros cua-drados sino como factores de cohesión cultural.

El Plan Maestro de Es-pacio Público toca tales te-mas de una u otra forma. Se arriesga en terrenos en los que nadie antes se arriesgó. Por eso es fácil criticarlo. No es la panacea para los males de la ciudad, es solo un buen intento por regular algo que en otras ciudades se autorre-gula, y por alcanzar algo que otras ciudades alcanzaron hace muchas décadas.

El Parque Tercer Milenio cubre 16 hectáreas de la deprimida zona que por años ocupó el llamado Cartucho. Guillermo Flórez P.

8■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Medios

Cuando Jesús Abad Co-lorado, fotógrafo indepen-diente, terminó su acompa-ñamiento a los campesinos de San José de Apartadó que buscaban los cadáveres de sus líderes asesinados, pre-guntó a los que se habían quedado en el pueblo “y los periodistas, ¿dónde están?”. Ellos respondieron que los comunicadores no se habían hecho presentes.

Habían pasado cinco días o más desde que la de-nuncia de la masacre de dos familias, incluyendo cuatro niños, uno de ellos de 11 me-ses, en la vereda La Resbalosa, recorriera los correos electró-

nicos de periodistas y organi-zaciones de derechos huma-nos. Jesús Abad corrió al sitio de los hechos, sin embargo, ya de regreso –sorprendido–, no encontró a sus colegas. Los periodistas de los gran-des medios solo llegaron una semana más tarde, y cuando arribaron, la comunidad de paz de San José se negó a darles declaraciones.

El relato anterior permi-te deducir que, en un buen número de casos, los perio-distas y los medios no están viendo el complejo conflicto armado, y por el contrario sus informaciones van de la mano de las versiones ofi-ciales. Es esa única visión la que hoy alimenta a la gran mayoría de ciudadanos que se acercan a la pantalla del televisor, el medio por el cual –dicen diferentes estudios– se “informa” el 80% de los colombianos.

En el caso de San José de Apartadó, aunque los me-dios llegan tarde, se alcanza a debatir sobre la autoría de la masacre. Campesinos se-ñalan al ejército; el ministro de Defensa, a la guerrilla, y la Fiscalía dice no poder ade-lantar diligencias por falta de colaboración de los po-bladores. Pero dos semanas después parece zanjarse todo debate sobre el asunto con las declaraciones del presi-dente Uribe: “En la comuni-dad de paz hay gente buena pero hay quienes señalan a sus líderes como auxiliado-res de las Farc”. Las decla-raciones presidenciales no incluyen un pedido de in-vestigaciones para esclarecer la masacre de niños y, por el contrario, lanzan un manto de duda peligroso contra la comunidad de paz.

En los días siguientes, no hubo periodistas que pi-

dieran al mandatario más explicaciones al respecto de tan graves señalamientos, o que exigieran algún llamado de justicia. Simplemente, la estigmatización hizo carrera sin que nadie hiciera ver el daño que esto hace para en-tender la dinámica del con-flicto y sus consecuencias.

La actitud de periodistas y de medios para dejar pa-sar sin mayor rigor este tipo de afirmaciones, advierte, en primera instancia, la extre-ma complacencia de algunas salas de redacción hacia la política de seguridad del jefe del Estado y su forma de ex-presarse frente a los actores del conflicto armado.

Esta afirmación se pue-de refrendar con dos estu-dios aparecidos en el primer semestre del año sobre los medios de comunicación en Colombia. El primero, “Re-porteros sin fronteras”, se-

ñala cómo el país atraviesa un déficit informativo, cómo la información se aleja de la verdad y cómo tanto gobier-no como diferentes actores del conflicto, presionan a los informadores. El segundo in-forme es el de la Facultad de Comunicación de la Ponti-ficia Universidad Javeriana, que en la revista Directo Bo-gotá indica que el 90% de la información publicada o emitida proviene de fuentes oficiales.

Las reacciones de otros países en torno a la masacre en San José fueron de escán-dalo. Diferentes asesores de congresistas norteamerica-nos no daban crédito a que el presidente Uribe no hu-biera expresado gesto alguno de repudio. Preguntaban si ello había desatado polémi-cas que los periodistas re-gistraran e incluso suscitaran en su papel de veedores so-

Hollman MorrisPeriodista y direc-tor del programa

de televisión Contravía, auspi-

ciado por la Emba-jada de Holanda.

Medios de comunicación “informan”

un conflicto irrealUna mirada de la gran prensa colombiana en el espejo de la guerra interna, refleja deformaciones peligrosas. Lo anecdótico, la descontextualización y la exclusión de la sociedad civil como fuente de información han consolidado la idea de un conflicto sin memoria ni sentimientos; sin víctimas ni crueldad, según reflexiona el periodista Hollman Morris.

Colprensa

9

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Medios

ciales. El silencio de los me-dios respecto al asunto quizá pueda explicar la aceptación tan grande y sin fisuras, por parte de un buen número de la población, de la política de seguridad democrática.

Es cierto que en la pren-sa nacional hubo expresiones de columnistas rechazando las declaraciones del primer mandatario, pero lo más preocupante pasa por la “ca-jita embrujadora”. Recorde-mos que solo un 2% de los colombianos lee la prensa y un 80% se “informa” por la televisión. Súmese a ello, que en los grandes canales la opi-nión está relegada a horarios de menor sintonía, y desapa-recieron el documental, la crónica y el reportaje, géne-ros periodísticos que, por ex-celencia, permiten el análisis, la memoria y los contextos, elementos de los que hoy ca-rece la programación, que se limita al mero registro de los hechos.

Los periodistas, los di-rectores de medios y de cana-les estamos en mora de hacer una mirada autocrítica antes que la sociedad se levante y nos señale las irresponsabi-lidades en la construcción de la memoria de la Nación y de las víctimas o en el olvido de ciertas voces de la sociedad.

Otros hechos

El caso Cajamarca. Allí muere una familia campesi-na, entre ellos dos menores de edad. El presidente llega al sitio de la masacre, y oye las explicaciones de los mi-litares, acompañado de un nutrido grupo de periodistas y de las cámaras de Palacio. Ante ellas, le asegura a los familiares de las víctimas la indemnización por parte del Estado, ya que hasta ese mo-mento la versión oficial era la de la confusión de los mili-tares que dispararon porque había niebla, lo cual no per-mitió distinguir si eran civiles o guerrilleros.

Ese día los noticieros destacaron la noticia y la actitud del jefe del Estado en reconocer el error y re-sarcirlo. Lo sorprendente, y sin antecedentes, es que esa misma noche, la Casa de Na-riño presentó por todas las cadenas un breve contexto de la situación de la zona, las explicaciones de los co-mandantes del ejército y una intervención del presidente explicando lo sucedido.

Santo remedio; habló el presidente y hasta allí llega-ron las ansias de verdad de los comunicadores. El diario El Tiempo en su editorial lla-mó la atención sobre la forma en que se había manejado el caso. El presidente práctica-mente aplicó justicia y ab-solvió a los militares frente a todo el país. Noticias Uno pudo comprobar que pasa-dos algunos meses, la famo-sa indemnización no había llegado.

Sería bueno hacer el ejercicio de recordar cuántas veces se ha visto que el presi-dente es cuestionado frente a las cámaras por agudas o punzantes preguntas de los periodistas.

Un año después, los or-ganismos de seguridad com-probaron que no se trató de una equivocación producto de la neblina sino de un ho-micidio. Los campesinos fue-

ron sacados de su vivienda y asesinados en la carretera. Los familiares no han reci-bido nada, solo amenazas y desplazamiento. El caso no tuvo la suficiente difusión de la verdad; en cambio, la versión oficial –incorrecta y falsa– se replicó hasta el cansancio. ¿Y la voz de las víctimas?, totalmente desco-nocida. ¿Las consecuencias?; muchos sectores del país tienden a creer que la guerra que se libra es lejana, limpia y sin víctimas. Se ha creado una imagen de que la guerra no tiene los costos que de verdad tiene, y que por tanto la salida armada es una bue-na opción y quizás la única.

Del caso de los tres sindicalistas asesinados en Arauca, presentados hasta el último momento por el mi-nistro de Defensa y el vice-presidente como guerrilleros muertos en combate, hoy se sabe que no eran guerrille-ros y que fueron sacados de la casa donde se reunían, y asesinados por tiros de gracia bajo las órdenes de un joven oficial del ejército. El com-portamiento de los medios es el mismo: ni un cuestiona-miento público o careo de los periodistas con el presiden-te o el ministro, ausencia de las voces de los familiares y mucho menos análisis de lo que estos comportamientos repetidos generan en la com-prensión real del conflicto armado.

Las reflexiones, cuando me preguntan cómo veo la dinámica actual del conflicto y el comportamiento de los medios, son las siguientes:

- La benevolencia de los medios de comuni-cación al no cuestionar con rigurosidad y sistematicidad las informaciones oficiales del conflicto, puede cifrar el mensaje, peligrosamente aceptado por la sociedad, de que se puede absolver a cual-quier persona por encima de la normatividad jurídica, o de que si lo dice el presidente es porque esa es la verdad.

- Las declaraciones oficiales vehementes y aca-loradas en defensa de las Fuerzas Armadas son pilar fundamental de la política de seguridad democrática.

- Frente a tantos erro-res oficiales resulta arriesga-do no escuchar la voz de la sociedad civil con la suficien-te amplitud que merecen, en informes que vayan más allá de lo anecdótico. Esta ausencia de voces consolida la salida armada, no plantea las grietas que tienen mu-chas decisiones y declaracio-nes oficiales y presenta una dinámica del conflicto sin la real dimensión de los sufri-mientos que genera.

- Aquí abro un parén-tesis: se desmovilizó el frente paramilitar Héroes del Sur, en el departamento de Nari-ño. Imágenes y testimonios de hombres con uniforme entregando armas y pidiendo perdón en un acto repetitivo, incoloro, inodoro. Pero, ¿y las víctimas de los Héroes del Sur?, ¿el recuento de los crí-menes o masacres de los que se les acusa? ¡Ni antes ni des-pués de la emisión aparece este “pequeño” detalle! Pre-sentadas así cada una de las desmovilizaciones, se frag-menta la realidad del con-flicto armado, como si no hu-biese memoria; sin sabor, sin sentimientos, sin pasiones, sin historia y sin lágrimas. Entonces, ¿por qué preocu-parnos de unas víctimas que ni siquiera aparecen? Quizás los costos de las acciones pa-ramilitares no son tan altos, creerán algunos.

Las esperanzas de las víctimas

La política de seguridad democrática, columna del programa de la administra-ción del presidente Álvaro Uribe, cuenta con un gran componente de imagen. En el imaginario de la gente, és-ta se traduce en caravanas triunfantes atravesando el país en temporada de vaca-ciones (una imagen fuerte);

las decenas de redadas ma-sivas en diferentes rincones del país, donde aparece una fila de civiles sindicados de terroristas (segunda imagen fuerte); la presencia del pre-sidente en los sitios donde horas antes se ha produci-do una incursión guerrillera (tercera imagen fuerte).

Una y otra vez, las mis-mas imágenes estarían gene-rando un estado de seguri-dad y bienestar en diferentes capas sociales, como las que tienen automóvil y pueden salir de vacaciones cuando hay puente. O la de diferen-tes sectores de la producción que han sentido el cese del secuestro y el hostigamiento por parte de la guerrilla. Me atrevo a decir que la seguri-dad democrática ha sido para estos sectores y no para toda la sociedad.

Si hacemos el ejercicio de cuántas de las personas que a diario nos presentan los noticieros como detenidas en redadas hoy están libres y en proceso de demandar al Esta-do, contaríamos más de una centena. La mayoría tienen ciertas particularidades: en las redadas del sur de Bolívar, campesinos comunes y co-rrientes, es decir pobres que bajaban un buen día de mer-cado, los echaron acusados de auxiliadores de la guerrilla a un camión; en Arauca, lí-deres sociales y campesinos; en el Atlántico, profesores y sindicalistas. Y en todos los rincones del país, donde hay comunidades indígenas, han acusado de guerrillero a algu-no de sus líderes.

La historia se sigue re-pitiendo en los informes de ONG de derechos humanos. Y en pocas oportunidades los noticieros han mostrando las graves equivocaciones. Co-mo aquella del comerciante que fue mostrado como el administrador de la fortuna del “Mono Jojoy”. Seis meses después fue dejado en liber-tad sin habérsele compro-bado absolutamente nada y con su vida destrozada. Con

razón en algunas regiones del país se dice: “Aquí a nadie se le niega una apertura de pro-ceso judicial”.

He tenido, por razo-nes del programa que dirijo, oportunidad de recorrer el país palmo a palmo en los dos últimos años. Y no son pocas las denuncias de per-secuciones de pueblos indí-genas o campesinos en el sur de Bolívar, el Catatumbo, Ca-quetá o Chocó.

La gran movilización in-dígena de septiembre del año pasado reunió 60 mil indíge-nas que protestaban por la guerra en la que los quieren involucrar tanto la guerrilla como el gobierno. Sin embar-go, esas expresiones y denun-cias no aparecen en grandes notas de televisión ni suman en las encuestas, porque la mayoría de ellos no tiene te-léfono ni vive en Bogotá o Medellín.

Los campesinos de San José de Apartadó siguen es-perando que alguna autori-dad del Estado condene el asesinato de los niños. Los campesinos y trabajadores de Quinchía (Caldas) libera-

dos recientemente después de una detención masiva, es-peran que públicamente se explique semejante absurdo. Las víctimas y los familiares esperan que la televisión ha-ga, por fin, análisis de sus problemas.

Frente a tantos errores oficiales resulta arriesgado no escuchar la voz de la sociedad civil con la suficiente amplitud que merecen, en informes que vayan más allá de lo anecdótico.

Archivo

Las declaraciones oficiales en defensa de las Fuerzas Armadas son reproducidas sin mayor cuestionamiento por los medios de comunicación.

10■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Internacional

Latinoamérica se está pintando a sí misma con ma-tices de rojo, y parte de la razón es la relación entre los grupos izquierdistas locales y los de Estados Unidos.

Una vida que ilustra esta historia en desarrollo es la de José Miguel Insulza, el ex ministro de relaciones exte-riores, elegido Secretario Ge-neral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en mayo de 2005.

Durante décadas desde 1945, la geometría política en Latinoamérica era una ecua-ción sencilla: los intereses de la derecha la hicieron ciega-mente leal a los Estados Uni-dos anticomunistas, mientras que la izquierda repudiaba el imperialismo yanqui. Este odio, justificado por la his-toria de los desmanes de la superpotencia, impidió que la izquierda del continente tratara de comprender a los Estados Unidos, un país con sus propias fuerzas políticas y sociales izquierdistas que en otras circunstancias hu-bieran podido ser vistas co-mo aliadas naturales.

En la década del 60 y especialmente en la siguien-te, la izquierda latinoame-ricana había empezado a romper el monopolio que las oligarquías y los dictadores derechistas habían mante-nido con Washington, y ella

misma había establecido alianzas con sus equivalentes estadounidenses.

Uno de los lugares más importantes para esta coope-ración era Chile, cuyo “cami-no al socialismo” democrá-tico iniciado por la elección como presidente de Salvador Allende en junio de 1970 pro-

vocó tanto un entusiasmo como una hostilidad apasio-nados en todo el continente americano.

El camino chileno tuvo un abrupto final con el golpe de estado del 11 de septiem-bre de 1973, liderado por el general del ejército, Augusto Pinochet, y coordinado con importantes figuras del go-bierno de Richard Nixon, so-bre todo el Secretario de Es-tado Henry Kissinger. Éstos y Pinochet se armaron con la doctrina de la “seguridad nacional” para justificar el gobierno militar y la repre-sión estatal, cuyas repercu-siones todavía se sienten en Latinoamérica.

Nada de esto es ya un secreto. Pero un factor des-cuidado es el valioso papel que tuvieron algunos secto-res estadounidenses después del golpe. Fuera de los mu-chos esfuerzos de colabora-

ción individuales, vale la pe-na mencionar dos iniciativas institucionales.

En primer lugar, la tra-gedia chilena fue el origen de la Washington Office on Latin America (Wola), que todavía cabildea a favor de los de-rechos humanos en Latino-américa. En segundo lugar, la Fundación Ford desarro-lló programas para asistir y dar empleo a las víctimas del golpe chileno, incluso a los intelectuales exiliados, perse-guidos y empobrecidos.

José Miguel Insulza era uno de ellos. Encontró refu-gio en México, donde diseñó un programa de estudios so-bre los Estados Unidos. Éste fue fundado con la idea de que todo latinoamericano comprometido con el cam-bio debe comprender cómo operan los Estados Unidos, y reunió en esta forma princi-pios académicos y activistas.

Esta nueva y activa rela-ción enfureció y preocupó a la derecha latinoamericana, fortalecida por la complici-dad de Washington en el pro-grama intergubernamental de asesinatos, transferencia de disidentes de un país a otro y tortura sistemática, co-nocido como la “Operación Cóndor”. La escala y ambi-ción de esta campaña llegó a la misma ciudad de Was-hington en septiembre de 1976, cuando unos asesinos a sueldo de la policía secreta chilena (Dina) plantaron una bomba en el automóvil del ministro de relaciones exte-riores de Salvador Allende, Orlando Letelier.

Letelier había sido un efectivo activista contra Pi-nochet en esa ciudad, desde el Instituto de Estudios Po-líticos (IPS). Como símbolo de las alianzas sociales que se formaron en el hemisferio, la bomba también mató al

colega de Letelier en el IPS, el ciudadano estadouniden-se de 25 años Ronni Moffit (cada año, desde entonces, el IPS concede el Premio de Derechos Humanos Letelier-Moffit a un ciudadano latino-americano o de los Estados Unidos que se haya distin-guido en la defensa de causas progresistas en el hemisfe-rio).

A pesar de tal violencia e intimidación, las relaciones entre las izquierdas latinoa-mericanas y estadounidenses se siguieron fortaleciendo. Esto se hizo aún más evi-dente en la década del 80, durante las guerras centro-americanas en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Una red de solidaridad con fuerte apoyo estadounidense ayudó a contener la plena ambición agresiva de la “nueva dere-cha” de Ronald Reagan en el istmo. José Miguel Insulza fue uno de los intelectuales opositores más activos de la agenda política de Reagan en este periodo.

Estas “pequeñas gue-rras” brutales produjeron montañas de cadáveres y una tremenda devastación social, pero también marcaron un momento clave de transición de la “nueva izquierda” la-tinoamericana: había supe-rado la fase de denuncia del imperialismo yanqui y ahora exigía tener voz en las deci-siones de la superpotencia.

Hacia finales de la dé-cada del 80, los chilenos que habían encontrado refugio en los Estados Unidos gracias a los esfuerzos liberales, for-maron el núcleo intelectual de la campaña del “Comando del No” que organizó la de-rrota de Pinochet en el refe-rendo de octubre de 1988. El apoyo financiero de algunos grupos estadounidenses con-tribuyó a la victoria. Se había cerrado un ciclo, y uno nuevo se abrió.

Una nueva OEA: una nueva era

Insulza alcanzó su posi-ción a la cabeza de la OEA de-rrotando al candidato favori-to de Washington, el ministro de Relaciones Exteriores de México Luis Ernesto Derbez. El discurso de posesión del

Sergio Aguayo Quezada

Profesor del Co-legio de México. Entre sus libros

se cuentan La Charola, Una historia de los

servicios de inteli-gencia en México (2001), El pan-

teón de los mitos: Estados Unidos y el nacionalis-

mo mexicano (1998), y Los archivos de la

violencia (1998).

La izquierda proteica latinoamericana:

Solidaridades forjadas en la época de Augusto Pinochet y Henry Kissinger alimentan la oleada radical latinoamericana. La carrera de José Miguel Insulza, el nuevo jefe de la OEA, es un ejemplo de esto, sostiene Sergio Aguayo Quezada.

Insulza asume el control de la OEA en un periodo crítico de su historia. Se trata de una organización cuya tradición más sólida es su irrelevancia.

José Miguel Insulza y la OEA

José Miguel Insulza llega a la OEA precedido de una larga amistad con los sectores más progresistas de América Latina y los Estados Unidos.

11

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Internacional

Se permiteUN posgrados en la radio

Giro en U

Publicado por la Universidad Nacional de Colombia con propósitos pedagógicos y bajo licencia académica de openDemocracy. Traducción de Nicolás Suescún.

chileno fue notable por su énfasis en el pluralismo, la diversidad, los derechos hu-manos y la seguridad; tam-bién condenó la pobreza y propuso que los beneficios de la ciudadanía política se extiendan a la ciudadanía social y cultural. En vista de la biografía de Insulza, este texto –más conceptual que programático– merece ser tomado seriamente como la enunciación de un propósito firme.

Insulza asume el control de la OEA en un periodo crí-tico de su historia. Se trata de una organización cuya tra-dición más sólida es su irre-levancia. Para que esto cam-bie, Insulza debe asegurarse de que los gobiernos y los ministros de relaciones del hemisferio –incluida la Casa Blanca y también el Depar-tamento de Estado– la tomen en serio.

La prueba inicial del éxi-to de Insulza tendrá tres as-pectos. En primer lugar, debe tratar de demoler el estereo-tipo que pinta a la OEA como un “club de gobiernos”, con-venciendo a los Estados Uni-dos y a Latinoamérica de que le concedan a la organización el beneficio de la duda, para que así pueda actuar firme e independientemente.

En segundo lugar, se en-frentará al enorme desafío de redefinir a la OEA para que se convierta en un puente entre una Latinoamérica cada vez más radical y unos Estados Unidos sofocados por el con-servatismo.

El aspecto más arduo y delicado de este desafío es Cuba: ¿Puede Insulza llevar a la OEA a condenar las viola-ciones de los derechos huma-nos de Fidel Castro y luchar al mismo tiempo contra el absurdo y criminal bloqueo económico de los Estados Unidos a la isla?

En tercer lugar, Insulza debe hacer gala de la com-prensión estratégica de una época en que, como resulta-do de las políticas de “ajuste estructural” impuestas por Washington (incluidos el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) en América Latina durante las dos últimas décadas, la iz-quierda de la región ha arra-sado en su camino hacia el poder.

Brasil, Argentina, Vene-zuela, Chile y Uruguay ya tie-nen gobiernos de izquierda o de centro-izquierda; es pro-bable que se les unan pronto

Bolivia, Perú y Ecuador; y un México geopolíticamente vi-tal puede llegar a hacer parte de esta nueva ola en 2006. Todos estos países están ex-perimentando con nuevas formas de organización, tan-to internamente como en su relación con el mundo ex-terior.

Es posible que trein-ta años después los Estados Unidos no puedan apelar a las políticas de las décadas del 50 al 80, cuando Washing-ton decretaba y apoyaba los golpes militares contra regí-menes izquierdistas legítimos o la amenaza de tales regíme-nes (Guatemala, Brasil, Uru-guay, Argentina, Nicaragua, así como Chile), pero, como lo demuestran el intento de golpe de abril de 2002 en Ve-nezuela, el apoyo militar a Colombia, y la guerra electró-nica contra Telesur, todavía están decididos a combatir las tendencias radicales en Latinoamérica. ¿Puede José Miguel Insulza proyectar una estrategia que le permita a la OEA desempeñar un papel positivo en estas disputas?

¿Qué clase de sociedad?

Es muy posible que la irrelevancia de la OEA con-tinúe. Pero Insulza parece dispuesto a cambiar esto y a embarcar la institución en una nueva era de influencia. Después de todo, uno de sus objetivos a lo largo de su vida ha sido el de cerrar la brecha entre la izquierda latinoame-ricana y los Estados Unidos y, simultáneamente, forzar a los legisladores de ambas regiones a reconocer la “le-gitimidad” de la asunción al poder de la izquierda.

Las mayores transfor-maciones ocurren en las ca-lles de Latinoamérica y en las mentes de sus ciudadanos. Pero una lección crucial de la historia es tener en cuenta lo que sucede en Washington. Esta es una lección que José Miguel Insulza ha aprendi-do bien y que se propone implementar al presidir una organización internacional que por demasiado tiempo ha sido un mero instrumento de la superpotencia hemis-férica.

Arranca Giro en U. “Hacia un mejor desempeño profesional”, un recorrido por los posgrados de la Universidad Nacional de Colom-bia, todos los miércoles de 8:00 a 8:30 de la noche por la 98.5 FM UN Radio.

“Con esta iniciativa la Di-rección Nacional de Admisiones (DNA) busca acompañar el esfuer-zo de la institución por consoli-darse como la Universidad de los posgrados”, explica su director, el Ingeniero Ricardo Pardo. La Uni-versidad Nacional de Colombia es reconocida por su calidad educa-tiva en pregrado. Ahora el objetivo es pasar de la universidad pro-fesional a la universidad investi-gativa, con programas dirigidos a profesionales en múltiples áreas del conocimiento: Artes y Arqui-tectura, Ciencias Puras, Ciencias de la Salud, Ciencias Económicas, Ciencias Humanas, Ciencias Agro-pecuarias, Derecho e Ingenierías.

De acuerdo con cifras de la DNA, para el segundo semestre de 2005, de los 1.455 aspirantes a cursar un posgrado, 920 fueron admitidos. El propósito de abrir un espacio mediático es que la comunidad académica y profesio-nal del país conozca los posgrados y sus ventajas, cuyos “plus” más sobresalientes están asociados a profesores altamente calificados,

174 convenios con universidades extranjeras, gestionados por la Ofi-cina de Relaciones Internaciona-les (ORI) y el reconocimiento a la excelencia académica por medio de becas y ayudas financieras. Por otro lado, en el primer ciclo de 2005, la institución contó con 97 admitidos a doctorados, cifra que evidencia su compromiso con la investigación y la generación de conocimiento para la sociedad co-lombiana.

Para el próximo periodo de inscripciones –primero de 2006–, el Alma máter contará con 244 programas de posgrado en sus sie-te sedes de Bogotá, Medellín, Ma-nizales, Palmira, Caribe, Orinoquia y Amazonia, así: 24 doctorados, 91 maestrías, 94 especializaciones y 35 especialidades médicas que combinan, entre otros aspectos, el trabajo académico, la investiga-ción científica y social, y la gestión de proyectos.

A lo largo de cada emisión de Giro en U, los oyentes conocerán los detalles de cada posgrado, a partir de la participación de sus coordinadores y estudiantes. Se incluirá además, información so-bre el contexto laboral y perfiles de egresados destacados. Igual-mente, podrán comunicar sus inquietudes al correo electrónico [email protected]

Los 35 miembros que componen la Organización de Estados Americanos se encuentran expectantes ante los posibles giros ideológicos que pueda dar el organismo bajo la secretaría de Insulza.

12■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Ensayo

El “diseño gráfico” del siglo XVII

Si tuviésemos en nues-tras manos la auténtica edi-ción prínceps del Quijote de 1605, un lector de hoy se sen-tiría enormemente incómodo, al carecer de encuadernación, en pliegos sin coser, quizás con una cubierta de “papelón” como mucho y con el papel del interior de pésima calidad (el llamado “de la tierra” o “del Paular”). Los problemas que había planteado la tinta sobre ese soporte daban una lectura aun más borrosa. La porta-da era tosca y desconcertante para nuestra mentalidad al ofrecer como imagen única y principal la marca del im-presor, mientras incluía una dedicatoria al Duque de Béjar que ocupaba tanto como el título del libro y el autor.

El texto corrido eran bloques asfixiantes de una desgastada letra (una varie-dad de la Garamond, típica de aquella época) con presen-cia de capitulares de escaso atractivo, algunos colofones inadecuadamente floridos y el pobre regalo de una viñeta en la segunda parte.

Pero llevemos esta edi-ción a su contexto, a 150 años de la invención de la imprenta para valorar adecuadamente el camino del estudio de las formas gráficas que se había recorrido entonces.

Aunque el término con-creto de “diseño gráfico” surge 300 años después del Quijote, la actividad dedicada a poner orden visual a los elementos de texto o imagen para facili-tar su comunicación, es algo que indudablemente se vie-ne realizando desde mucho tiempo atrás. El diseño gráfico aparecería con la imprenta de tipos móviles, ya que este he-cho obliga al análisis formal de los elementos a componer su estructuración ordenada y su correcta reproducción, mientras las hermosas etapas previas a Gutenberg pertene-cen al puro ámbito artesanal de la elaboración de obras únicas.

En pocos años, el uso de tipos móviles transformará su apariencia formal. Todas las bases tipográficas van a tener como referencia la “regla de oro” que propone Luca Pacioli en el tratado De divina pro-portione, ilustrado por Leo-nardo, en el propio siglo XV.

Por un lado, la imprenta relegará a los copistas a un rincón nostálgico, anunciará el fin de los hermosos y per-sonales trazos caligráficos, de las iluminaciones particu-lares de libros, de los “auto-res” que se dedican a copiar. En definitiva, será el ocaso de los libros considerados como preciosas obras de arte de singular realización.

Pero por otro lado, el in-vento de Gutenberg supon-drá también el principio del fin de la ignorancia, la exten-sión de la cultura a todos, la opción de que prácticamen-te cualquiera pueda poseer libros. Este avance técnico, con sus extraordinarias po-sibilidades en número de copias, rapidez y economía, con el potencial comunica-dor y propagandístico que supone, será utilizado tan ex-tensamente por los poderes políticos y religiosos como escrupulosamente restringi-do por ellos mismos a los demás, dando lugar a épocas de celosas vigilancias y gra-ves censuras impresoras.

El Quijote es un perso-naje para el que, como dice Edward Baker, la lectura es una experiencia fundamen-talmente visual, que no ve sino lo que ha leído, para el que leer es ver y viceversa, un auténtico “hombre tipo-gráfico”, según la descripción de Mc Luhan en la Galaxia Gutenberg. El Quijote, que es un libro libresco, lleno de libros que son comentados, comprados, vendidos, repre-sentados, quemados, critica-dos, impresos, pateados por los diablos, leídos en voz al-ta…, aparece en una de esas épocas de restricción de la imprenta. Mientras en la Es-paña de los Austrias las obras de Erasmo de Rotterdam, con decenas de ediciones en to-da Europa, están prohibidas, con la imprenta se han ex-tendido hasta extremos ab-surdos, junto a las novelas pastoriles, las historias de ca-balleros andantes a la busca del Santo Grial.

Cuando el cura y el bar-bero escrutan la librería de don Quijote (para quemar los libros de caballería), en-contrando libros de distintos tamaños, se produce el si-guiente diálogo:

“-¿Qué haremos destos pequeños libros que quedan?

- Estos –dijo el cura– no deben ser de caballerías sino de poesía”.

Este fragmento refleja que en aquellos años las novelas de caballerías eran los libros más caros del mercado español, editados en gran tamaño y con una impresión de alta calidad. Por el contrario don Quijote aparece impreso como un li-bro cualquiera, con un papel vulgar y con un precio de unos ocho reales y medio.

El Quijote de la Real Academia o de Ibarra

En la imprenta que vi-sita don Quijote en Barcelo-na, así como en cualquiera de las que encontramos por aquellos siglos, las labores de “diseño” debían estar en-treveradas entre las muchas del taller. No era extraño que en un taller de impresión se cruzaran –o se reunieran en una misma persona inclu-so– los trabajos propios del elaborador de tipos, el graba-dor de sellos, el fundidor, el de componedor, el mismo de impresor o el de editor. La figura del tipógrafo como tal va a emerger en el siglo de la Enciclopedia de Diderot y D´Alembert: es aquel que da forma y carácter a las letras.

Don Quijote de la Man-cha va a servir precisamente a la tipografía española para presentarse en sociedad por medio de una edición es-pecial de esta novela, capaz de rivalizar con las cuidadas

Manuel Álvarez JuncoProfesor Titular

de Diseño Gráfico y Vicedecano de Relaciones Inter-nacionales en la

Facultad de Bellas Artes de la Univer-sidad Compluten-

se de Madrid.

Los primeros diseños gráficos

Un recorrido por las formas gráficas alusivas a Don Alonso Quijano, expone las peripecias del Diseño Gráfico desde el prínceps hasta la producción editorial en serie. Estampas, dibujos, grabados e ilustraciones configuraron la intención de tipógrafos e impresores del viejo continente por ofrecer un orden visual a este clásico literario, que ahora se consigue por precios irrisorios.

Edición “princeps” del Quijote 1605.

Dresde, 1613.

Ed. Londres 1612.

París, 1614.

Anónimo. Ilustración de portada del Quijote. Lisboa, 1605. José Guadalupe Posada. “Don Quijote la primera, la sin par, la gigante calavera”.

Honoré Daumier, 1868.

13

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Ensayo

ediciones que se han reali-zado en el extranjero desde muy pocos años después de su aparición. Inglaterra edita en 1612 El Ingenioso Hidalgo, Francia en 1614 y gozará de diversas ediciones a lo largo del mismo siglo XVII en esos dos países así como en Ho-landa y Flandes.

Hasta la edición española del llamado Quijote de la Real Academia, son otros países los que dotan de adecuadas imágenes al Quijote y a San-cho en sus libros. La excelente edición ilustrada producida en Holanda por Salomón Savry en 1650 va a ser la primera gran referencia visual del Ingenioso Hidalgo en Europa.

Sin embargo los britá-nicos, que habían sido los primeros en traducir el Qui-jote, también lo habían si-

do en ilustrarlo en 1637 con doce láminas firmadas por J.P. Bueslas y grabadas por Bouttats. Y sus varias edicio-nes tendrán su culmen en 1738, con la famosa de Lord Casteret. En esta obra, que servirá de referencia a Iba-rra, se encuentran 68 láminas dibujadas por J. Vanderbank y grabadas por varios auto-res (sorprendentemente las excelentes colaboraciones de Hogarth fueron rechazadas). En el Londres de 1775 habrá otra buena edición con lámi-nas de Hayman.

En Francia se realiza la primera serie de estampas so-bre el tema en 1650. También a principios del siglo XVIII, los dibujos de Coypel serán moti-vo de grabados ampliamente difundidos por ediciones de Inglaterra y Holanda.

En España, aunque apa-recen algunas ediciones con imágenes, no hay quijotes ilustrados en absoluto dignos de mención hasta el de Iba-rra. Libros como los de 1674 de D. Obregón o las ediciones realizadas en Madrid por A. González de Reyes en 1706, 1714 y 1723 son de escasísi-mo mérito ya que repiten los modelos holandeses de Savry con estampaciones cada vez más borrosas, y la de 1730 promovida por la viuda de Blas de Villanueva es de pési-ma calidad.

Durante el reinado del ilustrado rey Carlos III, la Real Academia de la Lengua se propondrá corregir es-ta histórica injusticia con la realización de una gran es-tampación española de este extraordinario libro, justi-

ficando la nueva impresión “particularmente quando en-tre tantas ediciones como se han hecho del Quixote dentro y fuera del Reyno, puede con verdad decirse, que ninguna hay, que no tenga defectos sustanciales”. El encargado será el tipógrafo Ibarra.

Joaquín Ibarra en 1777 comenzó una obra en la que pocos medios se iban a rega-tear y en la que se iba a exigir una gran ambientación histó-rica. Se dividió en cuatro vo-lúmenes realizados en cuarto mayor con un papel de hilo especial, más satinado, obte-nido según un tipo de pren-sado que hacía desaparecer las huellas del tórculo en los grabados en hueco, sistema que también por aquellos años estudiaba Baskerville. Los tipos fueron diseñados por el mismo Ibarra.

Las ilustraciones fueron encargadas por una comisión especial de la Real Academia que, de entre 66 escenas se-leccionadas como importan-tes, decidieron finalmente 33 temas a elaborar. Se con-vocaron a cuatro grabadores prestigiosos y a un dibujante como José Castillo. La docu-mentación esmerada, inclu-yendo estudios del natural de tipos característicos para garantizar la excelencia de cada imagen, incluyó la co-laboración de la Real Acade-mia de Nobles Artes de San Fernando, que sumaron a los dibujos de J. Castillo los de A. Carnicero, F. Barranco, J. Gil, J. Bunete, G. Ferro y P.A. Arnal. Sorprendentemente para nuestra mentalidad se desechó la ilustración con el tema de la Aventura del rebuzno, aportada por Goya, por aquel entonces un pro-

metedor y poco diplomático joven artista.

Las estampas, con estilo francés en indumentaria, ca-racterización de personajes y ambientación, hoy nos dejan perplejos considerando que se pretendía establecer la au-téntica imagen española del Quijote que los extranjeros no habían sabido ofrecer.

Aparte de las ilustracio-nes se grabaron dos frontis-picios para los arranques de las dos partes, un retrato de Cervantes, viñetas, remates, frisos y unas cuidadas letras capitulares. La obra era com-pletada con un mapa de iti-nerarios de don Quijote.

La impresión de es-te famoso Quijote de 1780 le proporcionaría a Joaquín Ibarra, aparte del elogio de otros tipógrafos contemporá-neos como Didot o Bodoni, el nombramiento de Impresor de Cámara de Carlos III, del Consejo de Indias, de la Real Academia y del Ayuntamien-to de Madrid.

Conclusión

Don Quijote es un per-sonaje que nos sirve de llave, de mágica llave maestra, para la puerta de la realidad. Con él y Sancho Panza el lector se pasea por el mundo, se sitúa en primera línea como pri-vilegiado observador de sus propios misterios y miserias, desde el centro de su corazón vive el sueño del presente.

“Lejos, solo en la abierta llanada manchega, la larga figu-ra de don Quijote se encorva co-mo un signo de interrogación”, escribía J. Ortega y Gasset.

El libro de Cervantes provoca “visualizaciones” constantes, inspira imágenes inmediatas. Desde la edición de Ibarra, que dejaba al Quijo-te en el sitio que le correspon-día en su propio país, se han realizado en todo el mundo multitud de estampas, cua-dros, tapices, esculturas, car-teles, comics, obras teatrales, películas o dibujos animados (por no citar el “merchandi-sing” desatado este año del Centenario). Diferentes crea-dores lo han elegido como imagen de la humanidad, vehículo de nuestros senti-mientos, reflejo de nuestra condición. Se nos vienen a la cabeza los nombres de, entre otros, Hogarth, Goya, Dela-croix, Daumier, Doré, Corot, Cézanne, Fortuny, Garbayo, J. González, O. Redon, Segre-lles, Hopper, Orozco, J. Po-llock, Posada, Picasso, Dalí, O. Welles, A. Saura, Gutiérrez Aragón o Terry Gilliam.

Se ha hecho así realidad la predicción de Sancho: “No ha de haber bodegón, venta ni mesón o tienda de barbero donde no ande pintada la his-toria de nuestras hazañas”.

Los primeros diseños gráficos

del Quijote

Un recorrido por las formas gráficas alusivas a Don Alonso Quijano, expone las peripecias del Diseño Gráfico desde el prínceps hasta la producción editorial en serie. Estampas, dibujos, grabados e ilustraciones configuraron la intención de tipógrafos e impresores del viejo continente por ofrecer un orden visual a este clásico literario, que ahora se consigue por precios irrisorios.

“Don Quijote en el baile en la casa de don Antonio Moreno”. Tapiz. Coypel. París, 1773.

Francisco de Goya. “Don Quijote en

su biblioteca”. Ilustración

rechazada para el Quijote de Ibarra.1780.

Carnicero.

Marc Chagall ”Don Quijote”, 1975.José Guadalupe Posada. “Don Quijote la primera, la sin par, la gigante calavera”. Portada traducción Japón.

14■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Justicia

UN Periódico: ¿Cuáles son las secuelas que dejaron los procesos de perdón y ol-vido en la sociedad chilena y en las víctimas?

Elizabeth Lira: Durante el régimen del ex dictador Augusto Pinochet, más de 50 mil personas sufrieron la prisión política y la tortura, sin incluir a los detenidos en manifestaciones posteriores a 1973. Las cifras de ejecuta-dos políticos y desaparecidos alcanza las 4.000 personas y las estimaciones de exiliados se aproximan a los 200 mil. La mayoría de las víctimas corresponde a dirigentes po-líticos y sociales entre 20 y 40 años.

En 1988, el régimen mi-litar realizó un plebiscito que rechazó la continuidad de Pi-nochet y permitió elecciones nacionales. En 1990 se ini-ció el primer gobierno de la Concertación (una coalición de centro izquierda) encabe-zado por Patricio Aylwin. Su programa de gobierno bus-caba la verdad, reparar a las víctimas y “hacer justicia en la medida de lo posible”. Esa ha sido la política general desde entonces.

En cuanto a la verdad, han existido dos comisiones: la de verdad y reconciliación sobre detenidos desapareci-dos, ejecutados políticos y víctimas de violencia políti-ca; y la de prisión política y tortura. Se estableció tam-bién una mesa de diálogo sobre derechos humanos con las fuerzas armadas, centrada en ubicar los restos y en conocer el destino final de los detenidos desapare-cidos, lo cual dio origen al reconocimiento de la res-ponsabilidad de agentes del Estado.

UNP: ¿Cómo se ha repa-rado a las víctimas y juzgado a los responsables?

EL: Con relación al re-torno de los exiliados se or-ganizó un programa durante cuatro años, dos leyes sobre

Marta Nubia Bello*Nelly Mendivelso**

Programa de Iniciativas Universitarias para la

Paz, Universidad Nacio-nal de Colombia.*

Unimedios**

Más de 300 militares procesados y otro tanto sentenciados han descorrido el velo de la impunidad en Chile. La reparación a las víctimas, la verdad de la dictadura y la justicia siguen su cauce, mientras la sociedad le apuesta a la reconciliación política. UN Periódico habló con Elizabeth Lira Kornfeld quien lleva más de 20 años escudriñando las secuelas que en la sociedad y en las víctimas ha dejado la represión. La psicóloga fue invitada por la Fundación Manuel Cepeda y el Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia de la Universidad Nacional, para mostrar la experiencia en su país, que seguramente le servirá a Colombia en procesos como el de justicia y paz que apenas comienzan.

A propósito de

justicia y paz

reconocimiento de títulos y otra sobre franquicias tri-butarias. Para los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos se instituyó un pro-grama en 1992 que mantu-vo continuidad de atención hasta 2001, cuando se reor-ganizó como programa de derechos humanos del Mi-nisterio del Interior. La ley de reparaciones otorgó benefi-cios en educación, salud y una pensión a los familiares de las víctimas reconocidas.

primeros años de la dicta-dura señalaban la necesidad de reivindicar su dignidad y honor. Habían carecido de las más elementales condi-ciones procesales, acusados de los peores crímenes en nombre de la defensa de la patria, estigmatizándolos co-mo delincuentes. Requerían ser reconocidos como prota-gonistas y militantes de un proyecto de cambio social y político legítimo y no como gestores de un proyecto cri-minal. Ello implicaba que se reconociera oficialmente que habían sido torturados. En el caso de los familiares de desaparecidos requerían que las autoridades reconocieran haberlos detenido y asesina-do. Es decir, la primera ne-cesidad es “la confirmación de la experiencia vivida”, de-bido a la negación perma-nente de que esos hechos les hubieran ocurrido efectiva-mente. En segundo lugar, las víctimas debían resolver sus problemas inmediatos: tra-bajo, vivienda, seguridad de no volver a ser detenidos ni torturados, acceso a la salud, etc. Finalmente, la mayoría de las personas requerían elaborar esas experiencias en términos emocionales. Por ese motivo, desde el inicio de la dictadura se ofrecieron modalidades de intervención terapéutica, por parte de los organismos internacionales de derechos humanos.

UNP: ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para que un proceso de reconcilia-ción sea sostenible?

EL: En la reconciliación política –concebida como proceso y no como un mo-mento– son fundamentales los consensos políticos. La estabilidad depende de re-conocer los derechos de las víctimas y de los otros, in-cluidos los victimarios. Creo que una clave importante es hacer descansar el proceso en un asunto de toda la na-ción y no solo de víctimas y victimarios.

UNP: Desde la perspec-tiva de las víctimas y de la sociedad, ¿son posibles los procesos de reconciliación y perdón?

EL: La reconciliación política supone condiciones políticas que la hacen posi-ble, es decir que cuente con

A los exonerados políticos se les reconoció esa calidad y han podido acceder a pen-siones y en más de la mitad de los casos se otorgó una pensión de gracia al no te-ner ahorros previsionales. Los presos políticos tuvieron pensiones de reparación a las víctimas, mientras se ins-tituyó un programa de salud en hospitales para quienes padecieron la represión.

La justicia ha sido el re-sultado de un esfuerzo perma-

nente de las víctimas y de sus abogados. La defensa legal y la denuncia judicial se iniciaron durante el régimen militar en los organismos de derechos humanos y han continuado en los tribunales con resulta-dos diversos. Un decreto-ley de amnistía dictado en 1978 ha sido cuestionado en todos los casos, sin embargo algu-nos jueces han obviado apli-carlo fundando su decisión en el derecho internacional. Hoy existen varios casos senten-ciados y más de 300 milita-res procesados por múltiples casos, principalmente los de detenidos desaparecidos.

Es una historia que no está cerrada. En Chile se ha-bla de reconciliación políti-ca. Los intentos de instalar el olvido jurídico y social han fracasado, y la convicción de que la paz social y la reconci-liación dependían de la im-punidad ha sido cuestionada por los resultados de la justi-cia, sin que ello haya signifi-cado arriesgar la paz y la es-tabilidad como se anunciaba en el pasado. Los victimarios han rechazado el perdón (pe-dir perdón o ser perdonados) tanto o más que las víctimas.

UNP: Después de 20 años de atender personas que fueron objeto de repre-sión política, ¿cuáles son las necesidades de las víctimas?

EL: Los detenidos en los

En Chile la convicción de que la paz social y la reconciliación dependían de la impunidad ha sido cuestionada por los resultados de la justicia.

Guillermo Flórez P.Elizabeth Lira psicóloga chilena.

15

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Justicia

apoyo suficiente y que exista voluntad de realizarla.

Ahora, el perdón como expresión traslada al proceso político una relación propia de las relaciones interperso-nales y privadas o del ámbito religioso. Al hablar de recon-ciliación se superponen mo-delos interpersonales, religio-sos y políticos, que trasladan exigencias de un modelo a otro. Muchas veces, aspectos del modelo del sacramento de reconciliación en la re-ligión católica (la confesión o la penitencia) que supone la verdad pero condiciona el perdón al arrepentimiento, se describen como compo-nentes de la reconciliación política sin advertir la dife-rencia entre un proceso y otro. No parece posible con-dicionar la reconciliación po-lítica al arrepentimiento de los victimarios, que en la ma-yoría creen que obraron bien y se sienten orgullosos del papel desempeñado. No pue-de condicionarse la recon-ciliación a que las víctimas perdonen a los victimarios. Sería deseable que existiera un perdón recíproco, pero el proceso debe sostenerse en otros factores.

UNP: ¿Cuál es el papel que las víctimas y la socie-dad civil deben cumplir en la construcción de las propues-tas de negociación y supera-ción de la impunidad?

EL: Las propuestas de paz casi siempre se han basa-do en leyes de amnistía que garantizan impunidad para los responsables, y bajo el supuesto que otorgan impu-nidad equitativa a los bandos en conflicto. Hasta antes de la legislación internacional sobre derechos humanos, los derechos de las víctimas no tenían mucha importancia y eran sacrificados en aras del bien común, por tanto la impunidad era considerada una condición indispensable de la paz social. Hoy, los de-rechos de las víctimas serán considerados efectivos de acuerdo a la capacidad polí-tica de éstas para lograr que sean reconocidos.

La superación de la im-punidad es un proceso cul-tural en primer lugar, que su-pone el reconocimiento de la

igualdad ante la ley de todos, el reconocimiento legal y po-lítico del derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación. Pero ello implica una legisla-ción que garantice esos dere-chos y exija su cumplimiento. Los grados de impunidad de-penderán de las condiciones políticas de esa negociación, pero también de la capaci-dad de visualizar el asunto en un proceso de mediano o largo plazo. En lo inmediato, muchas veces las alternativas son muy reducidas y la impu-nidad aparece como un costo inevitable.

UNP: ¿Cuáles son los obstáculos que enfrentan los procesos de reconciliación?

EL: El poder que con-servan los responsables de los crímenes cometidos y la amenaza de que la situación no se ha cerrado por comple-to y podría reinstalarse. En el caso de Chile, Pinochet se mantuvo como comandante en jefe del ejército hasta 1998 y luego como senador vita-licio, alineando a las fuerzas armadas en su defensa. Su arresto en Londres introdujo una fisura importante entre sus partidarios, pero lo que determinó su anulación polí-tica fue la investigación –que se adelanta desde 2004– acer-ca de los dineros mal habidos que tenía en cuentas perso-nales, entre ellas en el Banco Riggs.

UNP: ¿Qué consecuen-cias puede acarrear la nego-ciación a partir de la nega-ción de un conflicto?

EL: La negación es un recurso limitado, que ero-siona los apoyos eventuales de una o ambas partes pa-ra encontrar salida al con-flicto. También, distorsiona el juicio de realidad de los afectados y de las víctimas (o pretende hacerlo), y plan-tea una situación imposible. ¿Cómo se puede negociar pa-ra solucionar un problema que no existe? Es un absurdo que desalienta todo diálogo y fomenta la desconfianza. Para negociar se requiere un consenso básico: tenemos un problema y es éste. El “tene-mos” es crucial, porque po-sibilita la definición común del problema y anticipa la posibilidad de resultados.

UNP: ¿Cómo se puede llegar a la verdad y cuál po-dría ser la reacción de las víc-timas?

EL: La verdad en gene-ral confirma la experiencia de las víctimas y eso les ha-ce bien en muchos sentidos. Pero la verdad particular, co-nocer cómo fue torturado y asesinado un hijo, por ejem-plo, puede tener efectos de-vastadores. Algunas personas pueden resistir la crueldad de ese conocimiento, pero otras no. La verdad en sí misma tiene un valor abstracto, pero se requiere, para que sea reci-

bida, que pueda ser escucha-da por el otro. La manera de comunicar la verdad es tan importante como el conteni-do de la verdad.

UNP: ¿Qué lecciones le quedan a un país atravesado por el conflicto, como lo es Colombia, de la experiencia chilena?

EL: No pensaría en lec-ciones. Advertiría acerca de la necesidad de estudiar cuá-les son las condiciones que reproducen y mantienen el conflicto, tanto desde el punto de vista político, eco-nómico o geopolítico, pero principalmente los factores subjetivos que mantienen la hoguera. Identificarlos ayu-daría a focalizar los proble-mas y las intervenciones. Se requiere de una mirada sis-témica que no descuide el análisis de las desigualdades y las injusticias, tampoco las raíces del conflicto en la mente y en las emociones, en las condiciones que favore-cen la legitimación subjetiva de la violencia.

Desde la perspectiva contem-poránea de la superación de las secuelas de los crímenes contra la humanidad, uno de los procesos paradigmáticos en los que se han producido significativos avances es el caso de Chile. Tras décadas de acción organizada, un conjunto de conquistas históricas se ha veni-do registrando. Lo que hace unos años era impensable ha comenza-do a suceder: el dictador Augusto Pinochet enfrenta numerosos pro-cesos judiciales –no sólo por crí-menes atroces, sino por enriqueci-miento fraudulento–; más de 300 oficiales de las fuerzas militares están siendo procesados, princi-palmente por su participación en “desapariciones” forzadas; dos co-misiones de esclarecimiento han documentado los horrores come-tidos; las víctimas han comenzado a ser reconocidas y dignificadas mediante procesos de reparación integral, etc.

En todo este proceso, las víc-timas y sus asociaciones han ocu-pado un lugar central. Ya desde los tiempos del imperio del terror bajo la represión dictatorial, su desafío abierto al silencio forzado alentó a muchos sectores de la sociedad a oponerse a la arbitrariedad. Pe-ro, además, el movimiento por los derechos humanos ha contado con la participación de científi-cos sociales, que han contribuido a la clarificación de las implica-ciones que tiene la violencia sis-temática para la sociedad, y del significado cultural y político de su superación definitiva. Como lo demuestra la presente entrevista, la lucidez intelectual de Elizabeth Lira ha nutrido el proceso de opo-sición social a la impunidad con reflexiones iluminadoras y análisis rigurosos.

El ejemplo chileno ofrece contundentes argumentos con-tra la tesis que predica el carácter inevitable de la impunidad como costo social ineludible de la paz. Dicha concepción se ha puesto en boga en Colombia para justificar la denegación de verdad, justicia y reparación, prevista en la Ley 975 de 2005, llamada de “justi-cia y paz”, con la que se quieren presentar penas irrisorias y exten-sos beneficios para los jefes de los grupos paramilitares como accio-nes adecuadas de resarcimiento del inmenso daño social causado. A esa argumentación contribuyen figuras intelectuales, que han de-cidido poner su talento y su co-nocimiento al servicio de la legiti-mación pública del sacrificio de la verdad y la justicia.

El papel de la inteligencia crí-tica no está del lado de la raciona-lización de situaciones que aten-tan contra la dignidad humana ni de la creación de argumentaciones propicias a la perpetuación de la violencia a través de la impunidad. Como lo señala Elizabeth Lira, un reto crucial hoy en Colombia re-side en dilucidar cuáles son las condiciones que reproducen el conflicto, y cuáles son los factores subjetivos que mantienen la prác-tica del crimen y la crueldad. Solo de ese estudio sistemático pues-to al servicio de procesos sociales transformadores pueden emerger las salidas que el país necesita con urgencia.

Iván Cepeda Castro

La lucidez contra la

impunidad

¿Cómo se puede negociar para solucionar un problema que no existe? Es un absurdo que desalienta todo diálogo y fomenta la desconfianza.

La reparación de las víctimas incluye reconocerlas como protagonistas y militantes de un proyecto de cambio social y político legítimo y no como gestores de un proyecto criminal.

Archivo

16■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Tecnología

Dejar la radio o las luces encendidas cuando no hay nadie en casa, suspender la entrega de correo mientras se está de viaje e incluso ad-quirir un perro guardián, son algunas de las opciones de seguridad con las que las per-sonas buscan proteger sus hogares de posibles intrusos.

Aunque en algunos mo-mentos estos métodos pue-den ser útiles, no son tan efectivos como los sistemas de alarmas contra robos que se ofrecen en los mercados del mundo. Las estadísticas

a sus servicios de telefonía básica. “La fuerte competen-cia entre los operadores de telefonía móvil y fija ha obli-gado a estos últimos a imple-mentar en sus paquetes de servicios alternativas nove-dosas”, comenta Echeverry.

A esto se añade el tema de la seguridad en donde el hurto a residencias se perfila como una grave y recurrente conducta que afecta la tran-quilidad de la ciudadanía. Así lo señala la Encuesta Nacio-nal de Victimización adelan-tada en diferentes ciudades del país, por la Dirección Na-cional de Planeación, en sep-tiembre del año anterior.

Diana Manrique Horta Unimedios

Líneas telefónicas

guardianas

Ingenieros electrónicos de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales han diseñado un sistema de alarma cuyos sensores conectados a la línea telefónica de la residencia advierten, a uno o varios números programados por el usuario, sobre la presencia de intrusos. La propuesta que convierte a este servicio público en un excelente aliado para la seguridad de los hogares será asequible a todos los “bolsillos”.

La propuesta, que se ha desarrollado conjuntamente con una empresa de telecomunicaciones de la región, busca ofrecer a los usuarios, en especial los de estrato 1, 2 y 3, una aplicación adicional a sus servicios de telefonía básica.

Los estudiantes de medicina y de otras ciencias de la salud en Colombia se están enfrentando a la disminución de escenarios de práctica y al hacina-miento en la academia, que se refiere al gran volumen de estudiantes sin espacios apropiados en los diferen-tes sitios docente-asistenciales. Estas condiciones disminuyen las oportu-nidades de ver, hacer y repetir un pro-cedimiento determinado para que su aprendizaje sea óptimo. En medio de este panorama, el recurso audiovisual entra a apoyar en forma contundente los procesos pedagógicos.

Esto fue lo que originó la alianza entre Unimedios-UN Televisión y el Departamento de Cirugía de la Fa-cultad de Medicina, ambas depen-dencias de la Universidad Nacional de Colombia, para producir la colec-ción de videos Corporis Fabrica sobre procedimientos médico-quirúrgicos básicos, que pretende llenar el vacío existente en el campo de la enseñanza de la medicina en el país.

Corporis Fabrica está compuesta inicialmente por diez videos con los siguientes procedimientos: taller de suturas, colocación de sondas vesi-cal y nasogástrica, intubación orotra-queal, examen oftalmológico, examen otorrinolaringológico, cateterismo venoso periférico y central, inmovili-zación de fracturas con férulas, reduc-ción de luxaciones, manejo inicial del paciente politraumatizado, toracente-sis y toracostomía a drenaje cerrado. La idea, a futuro, es enriquecer la colección con nuevos títulos.

Los videos tienen una duración promedio de 22 minutos, en los cua-les se muestra detalladamente el pro-cedimiento mediante la ejecución del mismo sobre pacientes reales, mode-los de simulación y cadáveres. Se em-plearon recursos como la animación en tres dimensiones, graficación, ilus-tración y presentación de prácticas erróneas.

El equipo que gestó la colección estuvo conformado por los profeso-res Javier Eslava y Herley Aguirre, del Departamento de Cirugía, junto a tres realizadores de Unimedios-UN Tele-visión, quienes iniciaron el proceso de producción a partir de la búsqueda y análisis de los escasos productos similares que hubiesen en el mercado nacional, y de una encuesta aplicada a casi 200 estudiantes de medicina de cuatro facultades del país, de donde surgieron los títulos de la producción. El siguiente paso fue la realización del video piloto que fue el de “Taller de suturas”. A partir de esta experiencia y con el apoyo del actual jefe del Depar-tamento, doctor Rubén Caycedo, se comenzó la producción de los nueve videos restantes.

La experiencia más importante del proyecto fue la interacción de sa-beres del médico asesor de conteni-dos, que siempre era un profesor es-pecializado en la práctica y enseñanza del procedimiento respectivo, y el co-nocimiento en el campo audiovisual del realizador del video, que dieron como resultado un producto audiovi-sual de excelente factura, respaldados con la experiencia de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.

Esta colección está disponible para el público en Unimedios-UN Te-levisión, en formatos VHS y DVD, en los puntos de venta de Unibiblos y será distribuida en todo el país.

Corporis Fabrica, pedagogía

para médicos

Según los resultados arrojados por la encuesta, el hurto a personas y a residen-cias representó el 83% de las conductas delictivas sufridas entre diciembre de 2002 y no-viembre de 2003, periodo del estudio. Los estratos 1 y 6 son las mayores víctimas de hur-to a residencias y constituye el 12,39% de los registrados en la encuesta, muy por en-cima de los registros de la Policía Nacional.

Tecnología y experiencia

El sistema diseñado por García y Cardona reduce los costos a un 20,5% respecto a la competencia nacional más económica. Según los inge-nieros, la obtención de este porcentaje se logró gracias al diseño original propuesto, el cual se basó en la programa-ción de labores muy básicas, pero igualmente efectivas.

Pero no sólo la reducción de costos es un aspecto rele-vante al momento de mirar el trabajo de estos jóvenes, pues también lo es la experien-cia. Desde hace un poco más de dos años, los ingenieros trabajan en el desarrollo de dispositivos electrónicos y lo hacen a través de su empresa Mantis Integración Tecnoló-gica, conformada antes de graduarse y que hoy se en-cuentra inscrita en el Parque de Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional Sede Manizales, puesto en marcha desde marzo de 2004.

“La idea con la que in-gresamos al Parque fue la

del desarrollo de tableros electrónicos para escenarios deportivos, y la de avisos con movimiento para loca-les comerciales, con la que nos presentamos a la segun-da convocatoria del Fondo Emprender, administrados por el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y fuimos seleccionados entre 1.085 proyectos”, cuenta David.

El hacer parte del Par-que les ha permitido tener los contactos para canalizar otra oportunidad de negocio: el de las alarmas de segu-ridad residenciales. “En es-tos momentos, el proceso de negociación con la empresa abarca desde temas como las unidades que les vamos a proveer hasta la propiedad intelectual del producto”, di-ce Marcel René; una labor que no ha sido fácil cuando se es “pequeño” y además se está comenzando.

muestran que la probabili-dad de que entren ladrones es tres veces menor en los ho-gares que tienen un sistema electrónico de seguridad que en aquellos que no lo tienen.

En los últimos años, la tecnología ha permitido ge-nerar sistemas de alarmas cada vez más sofisticados y fáciles de instalar. Sin em-bargo, en países como Co-lombia, sus precios elevados (entre $450.000 y $600.000) no son el mejor aliado al mo-mento de pensar en adqui-rirlas. Marcel René García y David Cardona, egresados de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, han diseñado y construido una alarma de alta eficiencia y asequible al bolsillo.

Se trata de un sistema que se activa a través de un botón de pánico compues-to por sensores ubicados en puertas, garajes y ventanas, el cual cuando percibe a un intruso llama de la línea tele-fónica del lugar, a un número predeterminado o a varios programados por el usuario (agencia privada de seguri-dad, estación de policía o a los mismos miembros de la familia), permitiendo así una capacidad de reacción más inmediata.

La propuesta, que se ha desarrollado conjuntamente con una empresa de teleco-municaciones de la región, busca ofrecer a los usuarios, en especial los de estrato 1, 2 y 3, una aplicación adicional

A precios cómodos, tal y como se ofrece ahora con los servicios de gas domiciliario, los usuarios de la telefonía fija podrán acceder a un sistema de seguridad en sus Guillermo Flórez P.

17

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Ciencia

La Física, la disciplina reina del siglo XX, de cuyos descubrimientos se han de-rivado importantes avances tecnológicos, desde los sis-temas de localización por satélite (GPS), hasta los re-productores de música, para citar solo un par de ejemplos, prepara su cuerpo de teorías y prácticas para el siglo XXI con un capital intelectual y tecnológico madurado en la historia científica, política y militar de al menos 300 años.

Bajo la figura tutelar de Albert Einstein, los desarro-llos teóricos y tecnológicos propiciados por esta disci-plina en el último siglo han servido para concebir impre-sionantes proyectos como los aceleradores de partículas –sofisticados artefactos que permiten colisionar partícu-las a altísimas velocidades– y así mismo reconfigurar la imagen del cosmos con el auxilio de un “manual de operaciones” que permite entender cómo funcionan las leyes que lo rigen.

La escritura completa de dicho manual es el objetivo actual de la Física según Jhon Ellis, investigador del Centro Europeo de Investigación en Física de Partículas Elemen-tales (Cern), quien fue invi-tado por el Departamento de Física de la Universidad Na-cional a dictar la conferencia Einstein en el siglo XXI, que sirvió para inaugurar la Cáte-dra Manuel Ancízar.

En esta charla, Ellis plan-teó un panorama general de los hallazgos cosmológicos que han surgido de la expe-rimentación, y los desarro-llos intelectuales de la teoría de la relatividad propuesta por el físico alemán a prin-cipios de la centuria pasada. Fue el propio Einstein quien postuló en 1917 que el uni-verso estático sería inestable, y por tanto debería estar en expansión, principio que fue comprobado tres años des-pués por el astrónomo Edwin Hubble.

La constatación de que efectivamente las galaxias se retiran de nosotros, así como la prueba de la existencia de energía en el vacío (constan-te cosmológica) hace 40 años por los estadounidenses Pen-zias y Wilson, permitieron actualizar el “mapa cósmico” y ajustarlo a las predicciones de la teoría.

“Las implicaciones cos-mológicas de la teoría de la relatividad especial de Eins-tein que mostró que los áto-mos son reales, y que la luz tiene partículas (fotones), así como la relatividad general que reveló que el espacio es curvo y se ve afectado por la

materia, tanto como el tiem-po, reconfiguraron la imagen del cosmos y dejaron abierta la pregunta por lo que contie-ne el Universo”, explica Ellis.

Así, la medición de las “porciones” de materia nor-mal, energía, fotones, neu-trinos y materia oscura que componen el Universo arroja resultados sobrecogedores: apenas el 4% del cosmos es materia normal; más de la mitad sería energía oscura, que se halla entre las galaxias e influye en la expansión del universo; y el 25% del cosmos es materia oscura, es decir, no hecha de los núcleos y los átomos como los concibe el modelo que se estudia en las clases de química. Una mínima parte de fotones y neutrinos complementan la estructura universal.

Vuelta al origen

Cuando el universo con-taba con un pico-segundo de vida, es decir: la millonési-ma parte de una millonésima de segundo, todo lo que hoy conocemos no era más que una sopa de partículas ele-mentales. Un microsegundo después aparecían los proto-nes y los neutrones. Luego, a los tres minutos, se formaron los núcleos, y 300 mil años más tarde se consolidarían

los átomos. “El Universo, con menos de un segundo de vi-da, tenía el tamaño de una naranja y una temperatura de más de diez mil millones de grados. Más caliente que el interior del Sol”, comple-mentaba en su conferencia el investigador inglés.

“Estos asombrosos da-tos –refiere Ellis– han sido alcanzados con el conoci-miento de las leyes que rigen las partículas y otros desarro-llos científicos de varias dis-ciplinas, los cuales permiten predecir el comportamiento de los componentes de la materia a partir de la experi-mentación, y claro del traba-jo teórico”. En esta medida, la Física de los aceleradores de partículas representa la inte-gración de los dos ámbitos, con hallazgos tan importan-tes como el de los quarks, que estructuran el interior de las partículas elementales; las mismas que parecen guar-dar los caracteres necesarios para completar la escritura del manual de funciones del Universo.

Con la nueva gene-ración de aceleradores se espera resolver varias de las inquietudes que se han planteado a partir del trabajo de Einstein, como el origen de la masa de las partículas, la naturaleza de la materia y

la energía oscuras, la “cap-tura” del esquivo bosón de Higgs, y la meta no alcanzada por el físico alemán: la posi-ble unificación de las fuerzas fundamentales.

Para lograr estos obje-tivos, Ellis integra el equipo de físicos que trabajan en el Cern en el proyecto del gran colisionador de hadrones (LHC) que permitirá coli-siones frontales entre proto-nes para generar una ener-gía total, catorce mil veces más grande que la masa del protón, y diez veces mayor

que las energías actualmente conocidas. El acelerador se-rá construido en la sede del Cern, en Ginebra, cerca de la frontera franco-suiza.

El proyecto entrará en operación en 2008, y permiti-rá mil millones de colisiones de partículas por segundo en el anillo dispuesto en un túnel de 27 kilómetros de diámetro a cien metros de profundi-dad. Cabe agregar que el LHC permitirá producir agujeros negros, puntos altamente masivos de cuyo campo gra-vitacional no puede escapar la luz, aunque luego se desin-tegran rápidamente.

La aventura de la Física disipa de esta manera su ho-rizonte para el presente siglo con renovadas propuestas para desentrañar lo espacios grises del universo. “Ante los desafíos de combinar acer-tadamente la relatividad y la mecánica cuántica, y unir las fuerzas fundamentales des-critas por la Física, existe la opción de la teoría de cuer-das, que defiende una nueva descripción de las partículas elementales, no como puntos sin dimensiones, sino como objetos extendidos a la ma-nera de lazos”, señala Ellis. Sin embargo, para que la teo-ría sea cierta harían falta más dimensiones espaciales que quizás el LHC permita dejar entrever, como algunos es-critores de ciencia ficción ya lo habían hecho.

¿Será posible completar algún día la maravillosa y compleja biografía del universo? Siguiendo la huella de Einstein, los físicos de partículas, como el candidato a Premio Nobel John Ellis, diseñan los experimentos que consideran adecuados para soñar con la hazaña.

La épica delYino Castellanos C.

Unimedios joven universo

Aspecto de la proyección virtual del acelerador de hadrones, cuya operación está prevista para iniciar en 2008.

Jhon Ellis, físico inglés, explicó los alcances de la propuesta de la nueva generación de aceleradores, en la jornada inaugural de la Cátedra “Manuel Ancízar”.

Guillermo Flórez P.

18■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Entrevista

UN Periódico: ¿Cuál es el concepto que maneja la FAO sobre agricultura sostenible?

Gero Vaagt: Debe co-bijar sostenibilidad para los agricultores en términos pro-ductivos, pero además salud ambiental, del productor, su familia y vivienda, y por otro lado, garantizar una produc-ción a largo plazo, para in-dicar que el trabajo agrícola también tiene valor para la economía de un país.

UNP: ¿Cuál es la ética que orienta hoy la produc-ción de plaguicidas?

Allan Hruska: Está de-finido en el Código Interna-cional de Conducta para la Distribución y Uso de Pla-guicidas: se deben buscar alternativas que sean menos tóxicas, que protejan la salud humana y la salud ambiental. Por eso se alientan alternati-vas que reduzcan los riesgos asociados con el uso de sus-tancias químicas, como los productos biológicos.

GV: Existen conve-nios como el de Estocolmo, a través del cual los países miembros deben corregir las decisiones erróneas que se han tomado en el pasado. Por ejemplo, permitir por largo tiempo el uso de contami-nantes orgánicos persisten-tes, es decir aquellos que se acumulan por años en el

medio ambiente o en el or-ganismo humano. Es mejor prevenir que esos problemas ocurran, por lo que ahora recomendamos evaluar los efectos de nuevas molécu-las que entren al mercado en un tiempo muy temprano, asociando el uso con activi-dades de posregistro o moni-toreo de residuos en los ali-mentos, el agua o el suelo.

Se sabe que en la zona Ártica, donde nunca se han aplicado plaguicidas, la leche materna tiene concentracio-nes muy altas de residuos de plaguicidas. ¿Cómo ocurre

eso? Pues se mueven a tra-vés del agua, el aire y otros productos. Los esquimales comen mucho pescado rico en grasa, a donde se deposi-tan las sustancias químicas que luego son ingeridas por la población y, por supuesto, por las madres en periodo

de lactancia. Este es un buen ejemplo para describir la éti-ca que se requiere.

UNP: ¿Cómo se resuelve el tema de las fronteras trans-nacionales; porque ni el agua ni el viento tienen linderos?

AH: El caso anterior nos

demuestra que los fabrican-tes no son los únicos respon-sables. Deben serlo también los gobiernos para normar el uso de los plaguicidas dentro de sus territorios, que no son necesariamente límite para la expansión de efectos indesea-bles en el medio ambiente. En este asunto, la comunidad in-ternacional es fundamental: sólo el intercambio de infor-mación permitirá recomen-dar la prohibición de sustan-cias persistentes o reportar la dinámica de los plaguicidas en aguas, suelos y atmósfera. La idea es convenir sobre cuá-les productos vamos a produ-cir en el mundo, eliminar los más peligrosos –eso en parte ya lo hemos logrado– y divul-gar las restricciones de otros tantos, aunque al final sea ca-da país quien tome sus pro-pias acciones. Seguramente así se puede mejorar nuestro planeta.

UNP: ¿Cuál es el proble-ma más grave que los pla-guicidas están generando al medio ambiente?

AH: Aunque hay pro-ductos cuya recomendación es eliminarlos por su enor-me persistencia, lamenta-blemente todavía se usan, sobre todo en países en vías de desarrollo. Es el caso del heptocloro y el lindano, por mencionar apenas dos, que fueron detectados muy re-cientemente en países de Latinoamérica, cuando se sabe desde hace tiempo que duran centenares de años en degradarse. Dichas sustan-cias las emplean pequeños productores en cultivos de maíz, hortalizas y fríjol. En Centroamérica hemos en-contrado un comercio ilícito de sustancias ya prohibidas y concluimos que su contra-bando se debe a que se com-pran muy baratas.

UNP: ¿Cuáles moléculas están afectando más la sa-lud de los trabajadores del campo?

GV: Aquí el asunto es con el uso de plaguicidas al-tamente tóxicos, clasificados por la Organización Mundial de la Salud en IA y IB. En esta región, por ejemplo, varios productos como metamido-fos, caen principalmente en esta categoría.

HA: Cuando hablamos de IA y IB, nos referimos a in-toxicación aguda, que inclu-

María Claudia Rojas R. Unimedios

La ética que debe cultivar

la agricultura

El mercado global de pesticidas se estima en US $27.700 millones, de los cuales Norteamérica consume el 30%, Europa occidental el 20% y Latinoamérica el 14%. Tales cifras indican la dependencia que la agricultura tiene de los agroquímicos, y conduce a la pregunta: ¿Qué tan “limpia” es la producción agrícola hoy en el mundo? A este interrogante intentan responder Gero Vaagt, Oficial Superior para el Manejo de Plaguicidas de FAO-Roma y Allan Hruska, Oficial de Protección Vegetal en América Latina de la FAO con sede en Chile, invitados por el Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Los expertos intervinieron en el “Curso Taller Andino sobre especificaciones de la FAO y de la OMS para plaguicidas químicos de uso agrícola”, apoyado por el organismo multilateral y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

Los Oficiales de la FAO Gero Vaagt y Allan Hruska insisten en que la agricultura sostenible incluye la salud de los trabajadores del agro, y no sólo la del medio ambiente.

A pesar de que estas cumbres están declaradas áreas de protección hídrica, 200 familias viven del cultivo de papa, que recibe al menos tres fumigaciones cada semana.

Guillermo Flórez P.

María Teresa Ochoa.

19

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Entrevista

En Colombia, la autoridad nacional competente para expedir registros a plaguicidas es el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), considerado entre los países andinos, líder en el control de los agroquímicos. “Colombia ha madu-rado en la supervisión y control de calidad de los insumos agrícolas, especialmente en el concepto técnico de toxicidad ambiental”, argumenta René Alejandro Castro del Área de Residuos de Plaguicidas del ICA.

En este momento, el país tiene registrados 1.350 plagui-cidas, 300 moléculas o ingredientes activos y 250 empresas comercializadoras según datos del mismo funcionario, pero el país no cuenta con un sistema de vigilancia y control para estas sustancias. Estudios adelantados por el Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas, de la Universidad Nacional de Colombia, muestran que cultivos de uchuva, papa, fresa, lechuga y tomate presentan una residualidad superior a los límites máximos permitidos para varias sustancias. Cabe preguntarse, entonces, ¿por qué ese mismo buen juicio no se ha extendido a los gremios, distribuidores y asistentes técni-cos para garantizar la inocuidad de estos alimentos?

Parte de la respuesta la da el mismo Castro, cuando dice: “Lo malo no son los plaguicidas sino su uso indebido”, focalizando el problema en el abuso de los químicos por parte de los agricultores, cuyo nivel de escolaridad explica por qué el escaso conocimiento de las plagas se convierte en sobredosificación o aplicaciones innecesarias de sustancias en los cultivos. Un panorama agravado por el vacío que dejó la eliminación de la asistencia técnica, hace más de cinco años, cuando fue reemplazada por la figura de las unidades municipales de asistencia técnica agropecuaria (umatas), “que se queda corta para abarcar la capacidad exigida por la

producción agrícola en Colombia”.

A cambio, Rafael Echeverri, autor del documento “Co-lombia en transición” del Instituto Interamericano de Co-operación para la Agricultura (Iica), se da el beneficio de la duda sobre la “gran” responsabilidad del campesino en el abuso de los plaguicidas: a los académicos y profesionales agrónomos les ha faltado “conocer las especificidades de la economía campesina y el manejo de los esquemas tradicio-nales, lo que ha generado desfase entre oferta tecnológica y demanda de los pequeños productores”

Para los académicos asistentes al curso, el problema está en la dificultad de vigilar tantas empresas y productos registrados en el mercado colombiano. De 1990 a hoy, el número de plaguicidas en Colombia aumentó de 697 a 1.350, similar a lo que pasó con las comercializadoras, que en 15 años se incrementaron de 78 a 250. Estados Unidos tiene establecidos controles para el monitoreo de residuos de insecticidas, fungicidas y herbicidas en alimentos que están en manos de tres organismos: la FDA, la EPA y el Servicio de Inspección del Departamento de Agricultura. Reconociendo que Colombia tiene serias dificultades de las estructuras, el personal, los laboratorios, la metodología y el requerimiento técnicos que demanda esa vigilancia, la seguridad alimen-taria en términos de inocuidad reposaría en la ética de los industriales y distribuidores

Cabe la duda de por qué Estados Unidos tiene autori-zada la fabricación de 3.000 principios activos, pero en su producción agrícola doméstica usa un porcentaje mínimo. En tanto, el universo de posibles problemas en Colombia se “reduce” a 300 principios activos y 250 empresas; en el futuro pretenderemos que el universo ¿se amplíe o se reduzca?

Caso Colombia

ye náusea, vómito, dolor de cabeza y, en algunos casos, afecta el sistema nervioso y puede provocar la muerte; pero frente a intoxicaciones crónicas por exposición a lar-go plazo –aquellos que pue-den causar cáncer o malfor-maciones en niños–, se tiene menos conocimiento y son más difíciles de determinar; de hecho no hay una clasifi-cación de esas sustancias.

UNP: Se habla de están-dares inferiores en varios pla-guicidas, ¿qué implicaciones tiene esa baja calidad?

HA: El reto es bajar esa cifra y lo ideal es llegar a cero. No podemos dar nombres de países, pero la información fue tomada de bases de datos en los años noventa, en Asia, África y Latinoamérica: el 30% de los plaguicidas tiene estándares inferiores, lo que en otras palabras quiere decir que los agricultores de mu-chos países están gastando el 30% de su dinero en pro-ductos que no sirven, pero en cambio estarían teniendo efectos negativos adiciona-les sobre el medio ambiente. Esta es otra arista del tema, pues además de monitorear el impacto en la salud de con-sumidores y trabajadores del campo y en los recursos na-turales, los gobiernos deben controlar la calidad de los productos a los que otorgan registro, porque los agricul-tores no tienen la capacidad de hacerlo. Este no es un pro-blema solo de la agricultura, en salud, los medicamentos muestran cifras similares.

UNP: ¿Qué piensa la FAO en relación con las semillas y las plantas genéticamente modificadas?

GV: Básicamente la FAO dice que es una técnica nue-va para el futuro de la ali-mentación en el mundo, que ofrece oportunidades pero al mismo tiempo riesgos. Es importante que los países que permiten su uso tengan también la capacidad de mo-nitoreo de los efectos.

UNP: ¿Hay posibilidad de llegar a una agricultura sin los efectos perversos de

la industrialización, usando métodos alternativos?

HV: Estamos indicando la necesidad de hacer inves-tigación y poner esfuerzos en esa área: agentes y técnicas de control biológico, plagui-cidas que no sean químicos, plaguicidas que sean especí-ficos para el organismo que se desea combatir, que se degraden en componentes inocuos después de su utili-zación, y entrañen un riesgo reducido para los seres hu-manos y el ambiente. Cono-cemos varias experiencias, entre ellas un insecticida bio-lógico elaborado con las es-

pecificaciones FAO, llamado neem, que viene de un árbol.

UNP: ¿Qué se espera del uso de herbicidas en el área transfronteriza Andina?

HV: Es importante que los países intercambien per-misos de uso. Allí la aplica-ción aérea es un problema en general que preocupa, y la FAO propone que se reduzca la aplicación aérea para evi-tar contaminación de aguas y bosques.

UNP: ¿Cuál es la orienta-ción al manejo de los cientos de vertederos donde se almacenan los excedentes de plaguicidas

Mientras los organismos discuten sobre el uso racional de los plaguicidas, en el campo la disposición de empaques como el del Manzate en una zona de páramo, envenena el nacimiento del agua que abastece a comunidades

que han sido prohibidos?

GV: Lo importante es eli-minarlos, pero también adop-tar medidas de prevención para que esa acumulación no ocurra de nuevo. Ya hay planes de un proyecto pequeño en Pa-raguay y actividades aquí en Colombia con sustancias como el metyl paration porque tene-mos problemas en varios países de Latinoamérica. La actividad consiste en hacer inventarios, buscar financiamiento, desa-rrollar propuestas y finalmente eliminar las sustancias obsole-tas. Vamos a iniciar un progra-ma grande junto con el Banco Mundial, el Banco Africano de

Desarrollo, la industria y varias ONG, con el objetivo de lim-piar África. Ya se ha edificado en siete países, la primera fase de lo que serán hornos de inci-neración. Tenemos experiencia de que a más de 1.500 grados se consigue una destrucción del 99,9% de lo que ya no son plaguicidas sino mezclas de sustancias químicas.

UNP: ¿Cuántos plaguici-das obsoletos hay en el mun-do?

GV: Estamos estimando 500 mil toneladas.

María Teresa Ochoa.

20■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Investigación

El nombre del chon-taduro en wanano, tucano, cubeo y cabiyarí –cuatro len-guas indígenas del Vaupés– se pronuncia similar a uré, pero la primera vocal no es como la nuestra, es una “u” nasal que se emite estiran-do los labios, como cuando se pronuncia la “e”. Pero el oído poco entrenado de los botánicos que han transitado por las selvas ha hecho que se hagan transcripciones tan simpáticas, pero erróneas, como nené, del reconocido etnobotánico Richard Evans Schultes.

Estas imprecisiones ha-blan de la necesidad de crear un espacio interdisciplina-rio en el que la Lingüística y la Botánica converjan para sacar mejor provecho de las salidas de campo y de las in-vestigaciones. En esta direc-ción apunta el Grupo de Bio-nimias que viene trabajando en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional bajo la guía de Ro-drigo Bernal, botánico, y Ma-ría Emilia Montes, lingüista.

Uno de los principales problemas a los que se enfren-tan los biólogos cuando salen a recolectar especímenes es la diversidad de nombres co-munes que éstos tienen. La dificultad aumenta cuando se trata de nombres indíge-nas, pues al corresponder a idiomas cuya fonología es di-ferente, con sonidos incluso inexistentes en la lengua del investigador, resulta compli-cado hacer su trascripción. Y para los lingüistas, la dificul-tad está en que no identifican una especie de otra, aunque no cabe duda de que el nom-bre de la planta queda regis-trado adecuadamente.

Para evitar que ambas disciplinas siguieran investi-gando cada una por su lado, hace año y medio se unieron y empezaron a trabajar en la recolección de los nom-bres indígenas de las palmas en América. “Es uno de los grupos de plantas más útiles para las comunidades, por-que de ellas usan todo: viven en casas donde el piso es de palma; las paredes y las es-caleras son de sus tallos; el techo está hecho de sus ho-jas; las hamacas, la comida y los canastos donde guardan la ropa están hechos con su fibra, al igual que el atizador con el que avivan el fuego; cocinan sus frutos; hacen chicha; la cerbatana con la que cazan es hecha de sus tallos; el animal que cazan se alimenta de sus frutos. Y no sólo eso, en la cultura y hasta en sus mitos tienen un lu-gar central”, asegura Rodrigo, que lleva 20 años dedicado a investigar las palmas.

La base de datos de es-te proyecto, ambicioso por su extensión, cuenta hasta ahora con nombres de 283 especies en 180 lenguas. Eso quiere decir que ya tienen nombres de casi la mitad de las palmas del continente (600), ubicadas desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina.

una ortografía aproximada, wahtá pohko ño, y se inter-preta como “palma preñada de almidón”, cuenta Diana Marmolejo, estudiante de Lingüística quien hizo su tra-bajo de grado en el grupo. ¿Cómo puede ser posible, si en ninguna parte de la lite-ratura dice que esta palma tenga almidón?; además, su madera es durísima, lo que implicaría tener que derri-barla para extraer el almidón. Un pueblo sedentario, que ya descubrió la agricultura, no la tumbaría. “Eso quiere decir que este nombre nos puede hablar de un pueblo preagrí-cola y de una palabra que se ha conservado intacta por muchísimos años”, concluye Bernal. Tales usos pasados serían imposibles de descu-brir de otro modo.

Diana indaga, específi-camente, sobre los nombres de las palmas en Colombia –que hace parte de la inves-tigación principal–, mientras su compañera Nancy Ortega averigua los nombres indíge-nas de achote, ají, algodón, batata, coca, calabaza, gua-yaba, maíz, maní, piña, pa-paya, totumo y yuca. A partir del trabajo, fruto de la alianza con la biología, ambas as-piran a obtener el título de lingüista este año.

Para enriquecer el traba-jo, se registran los nombres y se tiene en cuenta su asocia-ción con otras lenguas, como el español y el quechua; su ubicación geográfica, longi-tud y latitud donde fueron tomados; nombres de las partes de las palmas, y mitos y leyendas. Por eso, a medida que esta base de datos crece, surgen numerosas inquie-tudes y hallazgos. El aspec-to geográfico, por ejemplo, ayudaría a formular hipótesis sobre el parentesco entre las palabras, o cuál fue el lugar de domesticación de una es-pecie o la dirección en que fue migrando un pueblo. “La geografía lingüística ha usa-do mucho esta metodología: nombres que se ponen sobre mapas y que luego permiten trazar fronteras”, asegura Ma-ría Emilia Montes.

Hasta ahora, estos inves-tigadores han documentado la denominación del chon-taduro en 89 lenguas, que al ser puestos en un mapa permitiría formular hipótesis sobre el origen de su nombre o punto de domesticación. En la Costa Pacífica hay dos pueblos muy cercanos y de la misma familia lingüística, waunán y embera, pero tie-nen nombres completamen-te diferentes para el chonta-duro: uré en el primero y jea en el segundo. “O allí con-vergieron dos nombres que vienen por rutas distintas o de allí fue de donde salieron”, plantea Bernal. Esto, tenien-do en cuenta que los restos arqueológicos más antiguos que se tienen del chontaduro están en esta zona.

Así, el trabajo interdis-ciplinario que este grupo plantea no es exclusivamente hacer un glosario de palmas, sino que es una llave para re-velar secretos ancestrales que entrañan sus nombres.

El mundo de la Lingüística y la Biología se unen para conocer la riqueza botánica y étnica en América. El primer gran trabajo que emprenden es la recolección de los nombres que los indígenas le han dado a las palmas, uno de los grupos de plantas más importantes para estas culturas.

Paula Grisales Unimedios

Glosa nativa

palmasde las

Dimensiones ancestrales

Aunque de la parte ini-cial de la exploración docu-mental les falta barrer los registros de las principales bibliotecas del continente,

planean gestionar pasan-tías para que los estudiantes puedan visitarlas. Y cuando la base de datos crezca, será solamente la punta del ice-berg. A las revelaciones de los nombres solo se accede después de que se dispone

de información muy extensa, bien tomada y analizada con rigor.

El caso de la palma ba-rrigona es un ejemplo. En lengua wanano el nombre de esta planta se escribe, en

El Bactris gasipaes o chontaduro es la única especie de palma domesticada.

La madera de palma más dura en América es la de la palma barrigona.

21

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Noticias

Disminuir la contami-nación en aguas y suelos provocada por el cultivo de clavel y rosa, en la Sabana de Bogotá, es uno de los ob-jetivos principales del trabajo de investigación adelantado por expertos de la Facultad de Agronomía de la Univer-sidad Nacional de Colombia Sede Bogotá, en el Centro Multisectorial del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) ubicado en Mosquera (Cundinamarca).

Desde hace algunos años, la producción de es-tas especies, que representan un importante renglón en las exportaciones del sector floricultor colombiano, se realiza con sistemas de cul-tivo sin suelo (hidropónicos) en donde se emplean, como sustrato, arena, perlita, lana de roca, fibra de coco y casca-rilla de arroz quemada.

En el caso del clavel, 108.000 kilogramos por hec-tárea de cascarilla de arroz quemada soportan las casi 400 hectáreas que se cultivan en la Sabana de Bogotá, ge-nerando contaminación por el lixiviado (lo que drena de las camas hidropónicas) de la solución nutritiva que se uti-liza en el fertirriego, el desti-no final de este sustrato, co-mo desecho, y la quema de la cascarilla antes de su uso.

Una de las formas co-mo el grupo de investigación busca contrarrestar la situa-ción ambiental generada por este sistema de cultivo es la recirculación de los lixivia-dos. El propósito es aprove-char su potencial fertilizador, en asocio con el reciclaje de los sustratos de cultivo, como se hace actualmente en Ho-landa (primer productor in-ternacional), donde la conse-cuente contaminación obligó por ley a emplear sistemas cerrados o de recirculación de la solución nutritiva en el 100% de las superficies de sus cultivos de flores.

“Los sistemas de cultivo que utilizan técnicas de ferti-rriego producen pérdidas de agua y fertilizantes por lixivia-ción de la solución entre el 20% y el 50% del total de la solución nutriente aportada”, comenta Víctor Julio Flórez, coordina-dor del proyecto titulado “Pro-ducción más limpia de rosa (Rosa sp.) y clavel (Dianthus caryophyllus L.) con dos técni-

La Facultad de Enferme-ría de la Universidad Nacio-nal de Colombia ha adquiri-do un maniquí simulador de última generación (Simman) que permite reproducir técni-camente, en un ambiente pa-recido al real, múltiples situa-ciones y técnicas de soporte vital básico y avanzado, así como desarrollar destrezas individuales o de grupo en la atención a enfermos críticos.

La iniciativa de adqui-rir este simulador surge de la necesidad de mejorar el entrenamiento de los profe-sionales en enfermería tanto en el manejo de situaciones clínicas graves, como en la correcta utilización de los re-cursos para la óptima asis-tencia al paciente.

El simulador se consti-tuye además en un excelente instrumento para la docen-cia, dada la posibilidad de representar situaciones que

Simman,un respaldo a la enfermería

se producen en casos reales. Simman está compuesto, en-tre otros elementos, por un maniquí de cuerpo completo, un compresor que suministra aire al sistema aéreo del ma-niquí, un monitor de pacien-te simulado, un paquete de trauma, un regulador (alter-nativo al compresor), y un procesador Pentium 233.

En cuanto a los detalles de Simman cabe agregar que cuenta con una cabeza de intubación realista, lengua flexible, epiglotis, cuerdas vocales, tráquea, esófago y pulmones entre otros órga-nos simulados. Así mismo, está preparado para ser so-metido a técnicas de ventila-ción, mostrar signos de res-piración espontánea, exhalar CO2, ofrecer una frecuencia de respiración variable y distensión estomacal, entre otras funciones que permiten la adecuada simulación de casos de enfermería.

menos contaminantes

Flores

Estas situaciones son controladas mediante un programa informático capaz de registrar los distintos pa-rámetros según el ejercicio propuesto al estudiante. De esta manera, el pulso, la ten-sión arterial, la saturación de oxígeno, la temperatura, la auscultación de sonidos car-diacos, respiratorios y abdo-minales son procesados para completar la información del caso.

Con este maniquí, la Fa-cultad de Enfermería facilita la práctica de sus estudiantes antes de atender casos reales. Simman es tan completo, que incluso se le pueden añadir genitales masculinos o fe-meninos para la aplicación de técnicas de cateteriza-ción urinaria. Un avance que agradecen los enfermeros de la Universidad Nacional y, por supuesto, los pacientes reales.

cas de cultivos sin suelo en la Sabana de Bogotá”.

Por otra parte, el proyec-to, que inició en julio de 2004 con la financiación de Aso-colflores y el Sena, se ha de-dicado además a determinar la capacidad contaminante de los lixiviados producidos en los sistemas de cultivo de rosa y clavel con los sustratos cascarilla de arroz quemada y fibra de coco, evaluando diferentes porcentajes de re-circulacion de la solución nu-tritiva, con el fin de obtener una producción más limpia de estas especies bajo condi-ciones de invernadero en la Sabana de Bogota.

“Dentro de los sutratos utilizados el más económico es la cascarilla de arroz, pero también es el más complejo y difícil de manejar, por lo que se hace necesario pro-porcionarle, a los floriculto-res, conocimientos en torno

a las formas más efectivas de aprovechamiento, los cuales pueden hacer más eficiente la producción, pero en armo-nía con el medio ambiente”, concluye el profesor Flórez quien destaca cómo, precisa-mente, este trabajo ha servi-do para sensibilizar al sector en torno a este tema.

La producción hidropónica de rosas es reciente en

22■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Música

La idea de contar con un público amplio para la músi-ca sinfónica está cumplien-do 120 años. Para esto, en Estados Unidos e Inglaterra se pensó en cobrar precios bajos y flexibilizar el formato de los conciertos permitien-do que los asistentes bebie-ran, fumaran, comieran y se pasearan mientras oían, de ahí su nombre tradicio-nal de promenade concert. Así, en 1885 se creó la Bos-ton Pops, orquesta sinfónica con un repertorio de arreglos

orquestales de los éxitos del teatro musical y de cancio-nes de moda. En Londres y Manchester, desde 1895 Sir Henry Wood y George Halle incluyeron este repertorio pero buscaron concentrar-se en la música sinfónica. Distanciándose de la dema-gogia y el populismo de la propuesta, pensaban que si había que educar las masas por etapas, el ideal era que apreciaran the real thing. En 1930, Arthur Fiedler, director de la Boston Pops, estableció los conciertos al aire libre, directos antecedentes de la “música al parque” del mun-do de hoy.

Con el crecimiento de la radio y la industria fonográ-fica apareció el concepto de easy-listening o música “de fondo” o “ambiental”. Esta música se comenzó a distri-buir en fábricas y oficinas y terminó siendo aquella que “no oímos” en aeropuertos, ascensores, centros comer-ciales y llamadas en espera. Su repertorio preferido era orquestal, como el de las de Mantovani en Londres y An-dré Kostelanetz en los Esta-dos Unidos, el primero hijo de un músico que trabajó con Arturo Toscanini y el segundo educado en Rusia en la tra-dición de Tchaikovsky y Ru-binstein. Después vendrían Frank Pourcel, Percy Faith, James Last, Paul Mauriat, Ray Conniff, todos músicos de tradición académica. En Ve-nezuela, surgiría la del com-positor, director y arreglista Aldemaro Romero, lo que nos lleva al tema de esta rese-ña, el CD Un viaje musical

por Colombia, de la Orquesta Sinfónica de Colombia.

Con sus discos Dinner in Caracas (1955) y Dinner in Colombia, Romero lanza a la popularidad arreglos de música venezolana y colom-biana que combinaba efecti-vamente con los estándares de la easy-listening y con hits de música internacional. Su receta era impecable: una or-questa profesional y de gran sonido, excelente grabación y orquestaciones y arreglos de alta calidad. En este re-pertorio resurge también el antiguo interés por lo exóti-co destacando la vitalidad y especificidad sonora de los géneros latinoamericanos y españoles.

Moderno y universal

Sin embargo, la Marise-la o el Barlovento orquesta-dos por Romero no venían directamente de sus entor-nos campesinos sino que ya habían sido mediados por adaptaciones para radio y or-questas de baile. Así, la lejanía entre el original y el formato orquestal no era muy grande. Además, el trabajo musical de Romero acentuó esa cer-canía, pues en 1978 fundó la Orquesta Filarmónica de Caracas. Continuaba así una larga tradición, donde los

músicos profesionales toca-ban en la opera o zarzuela, la sala de conciertos y la sesión de grabación a destajo; ense-ñaban en el conservatorio y experimentaban en un con-junto de jazz, rock o una big-band. Para ellos nunca ha ha-bido una real oposición entre música clásica y popular.

Solo dos del CD que comentamos son originales para orquesta: la Serenata en Chocontá de Alex Tobar, para orquesta de cuerdas, y Acua-rela, pasillo de Adolfo Mejia. La Serenata y gran parte de

los arreglos incluidos en él aparecieron anteriormente en los siete CD de Memo-rias Musicales Colombianas (MMC) de la Orquesta Fi-larmónica de Bogotá (1998-2004). Sólo uno de los arre-glos es el mismo, el Bunde Tolimense (MMC, I, 3), de Eduardo Carrizosa, director musical del trabajo. Este es tal vez uno de sus arreglos más convencionales y es no-toria la diferencia de sonori-dad y de técnica de grabación entre ambas versiones: gran sonoridad orquestal en la de la Filarmónica (una orquesta de casi el doble de integran-

tes) y más trabajo de estudio para destacar la percusión y los elementos nacionales en el de la Sinfónica actual.

Los únicos arreglos gra-bados por primera vez son Pamplona y Beautiful San Andrés, mejor logrado el pri-mero, al ser originalmente un pasillo con tres partes me-lódicas que le dan variedad frente a la monotonía de la canción de San Andrés (co-nocida en Providencia como Old Providence de autoría de Rodolfo Robinson), que al ser estrófica y no tener su tex-to suena siempre igual hasta cuando se transforma en un estándar bailable caribeño.

Comparados con los arreglos de la Filarmónica (MMC), los de este CD no re-sultan especialmente favore-cidos. Por ejemplo, el de Co-lombia tierra querida es muy sencillo frente al de Isauro Pinzón (MMC, VII, 13), que al incluir melodías de bole-ros, tangos y rancheras hace un guiño realista a la música que verdaderamente oyen los sectores populares urbanos del país. El oficio y la imagi-nación de Blas E. Atehortúa, Francisco Zumaqué y Jesús Pinzón Urrea resultan más que evidentes en sus trabajos para la Filarmónica. Frente a los de este CD, sus arreglos de Mi Buenaventura, La casa en el aire, El Sotareño, Brisas del Pamplonita, Pueblito viejo y Ay mi llanura exhiben rique-za contrapuntística, frecuen-tes modulaciones y variacio-

nes rítmicas y tímbricas, así como un mejor aprovecha-miento del medio orquestal.

Pero volviendo a the real thing, recordemos que la Or-questa Sinfónica de Colombia ha hecho importantes con-tribuciones a la difusión del repertorio de música sinfóni-ca nacional, como los cinco volúmenes de la colección Clásicos Colombianos Siglo XX, preparados y grabados entre junio de 1992 y febre-ro de 1993, con la dirección del uruguayo Federico García Vigil. Además de ser bastante completa e incluir la vertien-te nacionalista, esta muestra da a conocer las inquietudes modernas y universalistas de nuestros compositores.

Los textos y la portada del Viaje musical por Colom-bia requieren un breve co-mentario. Parece que el dia-blillo del corrector automáti-co de Word les jugó una mala pasada con la traducción de gaita por bagpipe o spanis-cher Tanz ignorando el uso local de esta palabra como género musical. Lo mismo su-cede con capachos, las mara-cas llaneras, llamados wicker baskets (canastas de mimbre) en la versión en inglés. Y en cuanto a las fotografías de la portada, aunque los haya, no son frecuentes los arpistas zurdos, ni las maracas indí-genas tocadas en parejas. Y finalmente sería bueno sa-ber la razón de la foto de un djembé de la música de Gui-nea y Senegal. ¿Lo habrán usado en la grabación?

Egberto BermúdezProfesor Titular del Instituto de Inves-

tigaciones Estéticas, Facultad de Artes de la Universidad Nacional

de Colombia.

un falso dilema

A propósito de Un viaje musical por Colombia, CD que acaba de publicar la Orquesta Sinfónica de Colombia, el musicólogo Egberto Bermúdez reflexiona sobre la receta que combina los sonidos populares con los clásicos.

Clásico vs popular:

Los únicos arreglos grabados por primera vez son los de Pamplona y Beautiful San Andrés, mejor logrado el primero, al ser originalmente un pasillo instrumental con tres partes melódicas que le dan variedad frente a la monotonía de la canción de San Andrés.

Cerca de 63 músicos, bajo la batuta de tres directores artísticos, son los encargados de transportarlo en este recorrido por las regiones más emblemáticas de Colombia.

23

■ D

omin

go 1

4 de

ago

sto

de 2

005

Literatura

Quienes dicen que el tiempo ayuda a olvidar se-guramente no se refieren a los textos que han influen-ciado el mundo occidental, y que siguen siendo recorda-dos aun cuando tuvieron su origen en una tradición oral hace poco más de 29 siglos. Es el caso de la poesía homé-rica, sobre la que han surgido muchos interrogantes acerca del motivo de su perdura-bilidad, del responsable de su autoría, y de si éste real-mente existió. De esto y más conversan los especialistas en Filología, Emilio Crespo, traductor al español de La Iliada de la Editorial Gredos, y Noel Olaya, catedrático de griego, latín y hebreo.

“Tuvo que existir al-guien que le dio forma a esas obras que conocemos como La Iliada y La Odisea; se le ha llamado Homero, pero lo que se piensa es que no precisa-mente fue la misma persona”, explica el profesor Olaya. “Es-toy de acuerdo. Hay un au-tor que ha creado La Iliada, y posiblemente otro que ha creado La Odisea. Es verdad que lo han construido sobre la base de una tradición, de otras personas que han he-cho cosas que al principio no eran tan perfectas, pero al fi-nal sí que hay un personaje”, agrega el profesor Crespo.

Las razones que susten-tan la idea de que no se trata de un único autor, son que La Iliada está ubicada geográfi-camente al oriente de la Gre-cia antigua y los dioses can-tados allí son más inmorales que los de La Odisea, ubicada hacia el occidente. Además, la manera como fueron cons-truidos los versos son muy diferentes en cada uno de los poemas, específicamente las fórmulas mnemotécnicas que consisten, según el pro-fesor Olaya, “en una especie de frasecita que caracteriza a cada personaje: ‘la de ojos de ternera’, ‘Héctor el de tre-molante casco’, ‘las veloces naves’…”, y que servían para recordar fácilmente cada uno de los versos que componían tan extensas obras.

Como afirma Crespo, “es sorprendente que algunas de esas fórmulas coincidan a pe-sar de los personajes, lo cual va un poco a favor de que no se trata del mismo poeta, pero el sistema es igual: uno no compone palabra a pala-bra, sino idea central a idea

central; es decir, cada ladrillo para componer un verso no es una palabra sino un bulto de ellas”, de ahí que en griego “cantar”, rhaps�idein, signifi-que “coser un canto”.

Haya existido o no Ho-mero, lo cierto es que era considerado el maestro de Grecia, a quien los niños leían. Pero cuando apareció la Filosofía, más o menos tres siglos después, y se comenzó a reflexionar sobre la natu-raleza y el hombre, las na-rraciones homéricas no que-daron al margen de dichas discusiones. “En parte fue reinterpretarlas, criticarlas y aprehenderlas de acuerdo a los parámetros de la época. De modo que la Filosofía, en cierta forma, se contrapone a Homero”, aclara Noel Olaya. “La Filosofía parte de poner en duda los relatos de aquel día. Si aparecían dioses in-morales había que discutirlo, porque no podían ser así, o si aparecía alguna descripción de la realidad que entendía la geografía de una manera, ha-bía que investigar. En primer lugar había que admirarse, en griego, zaumázein, ‘sor-prenderse ante lo que suce-de’, y luego aplicar la razón”, complementa Crespo.

Actualmente, estas epo-peyas siguen siendo intere-santes para Occidente, tal vez por ese aire más primitivo y menos refinado que refleja Homero y que lo diferencia de otros cantores como Ovi-dio o Virgilio.

Otro aspecto que favo-rece a los cantos de Homero, según Emilio Crespo, radica en descubrimientos hechos el siglo pasado, que demues-tran que se basan en fórmu-las orales que han repetido en varias latitudes; además son muy similares a los que

aparecen en las tablillas mi-cénicas, los documentos griegos más antiguos, hacia el año 1375 a.C, lo cual hace evidente que sus poemas y esta sociedad son muy seme-jantes.

Las lenguas “muertas” viven

Entonces, ¿por qué es importante estudiar las mal llamadas lenguas muertas? Lo primero que responden Noel Olaya y Emilio Crespo es que esas lenguas no están muertas, porque, como acla-ra la profesora Lindy Arriaga Díaz, del Departamento de Lingüística de la Universi-dad Nacional, viven a través de los textos y de las trans-formaciones que han dado como resultado las lenguas romances.

Hecha la aclaración, explican que, al estudiar los textos antiguos, la Filología debe conocer la lengua y la cultura del pueblo al cual pertenecen para así poder entenderlos. Por eso un filó-logo es un conocedor y di-fusor de las culturas de otros pueblos, cuya tarea más difí-cil como traductor, según la inusual experiencia del pro-

fesor Crespo, es ser preciso y que el lector comprenda que lo que lee es un poema arcai-co, pero al mismo tiempo lo entienda.

Para nuestros invita-dos, la mayoría de los textos antiguos contienen mensa-jes universales que aún hoy consideramos importantes, “¿Qué relación tiene el hom-bre con la sociedad y con la naturaleza?; ¿hay una rela-ción superior con alguna di-vinidad?; ¿qué es la belleza?; ¿para qué creamos obras be-llas?; ¿por qué disfrutamos?; ¿un hombre debe casarse con una mujer?; ¿deben te-ner relaciones sexuales dos hombres?; ¿debemos rezar a un dios?, ¿debemos intentar conseguir el poder a pesar de nuestros principios morales?, o, ¿qué es lo que hace que la experiencia de descubrir co-sas en la naturaleza sea atrac-tiva para el hombre?”.

Así, queda demostrado que aquella literatura no se pregunta por trivialidades; todo lo contrario, se cuestio-na por aspectos que los se-res humanos consideramos decisivos para guiar nuestras vidas.

Laura SalazarLingüista

Unimedios

del canto homéricoLa inmortalidad

En Colombia, el abogado Leopoldo López publicó en griego y español las obras de Homero, de Virgilio y las Siete tragedias de Esqui-lo entre 1938 y 1939. Para esto importó de Alemania una imprenta con caracte-res griegos.

Este egresado y profesor de la Universidad de Nariño nació en Pasto el 6 de ma-yo de 1891, y murió el 7 de octubre de 1940. Convenci-do de que los textos clási-cos eran la mejor fuente de formación, llegó a dominar la traducción del griego y el latín. Se destacó también en poesía, historia, geogra-fía y literatura didáctica.

Su espíritu erudito lo llevó a fundar, con Sergio Elías Ortiz, el Boletín de estudios históricos, uno de los más importantes divulgadores culturales y científicos de América. Asimismo, formó parte del Centro Histórico de Pasto, la Academia Co-lombiana de la Lengua y de Historia, y la Sociedad de Americanistas de París.

En las III Jornadas Filológicas, Homenaje al profesor Noel Olaya, pedagogo e investigador de la Universidad Nacional de Colombia, UN Periódico reúne al homenajeado con el especialista en literatura y sintaxis griega Emilio Crespo, de la Universidad Autónoma de Madrid, para conversar sobre poesía homérica.

Carátula de La Iliada, 1573, dedicada al Cardenal de Florencia, Ferdinando Medici.

Para los profesores Emilio Crespo y Noel Olaya, la historia, valores e ideología del Cercano Oriente explican las raíces de nuestra cultura.

Papiro de La Odisea, 12. 17 – 28, Egipto, ex.-II a.C., tamaño:

Guillermo Flórez P.

24■

Dom

ingo

14

de a

gost

o de

200

5

Exposición

La Organización de las Naciones Unidas teniendo en cuenta los 100 años de la publicación de los trabajos de Albert Einstein que revo-lucionaron la física moderna, y los 50 años de su muerte, ha declarado el 2005 como Año Internacional de la Física.

A propósito de la cele-bración mundial liderada por la Unesco, el Museo de la Ciencia y el Juego de la Universidad Nacional y el Planetario Distrital, se han asociado para desarrollar la exposición Albert Einstein, el hombre, el científico y el ciudadano. Ésta se exhibirá en los pasillos del Planetario hasta el 21 de agosto, y mos-trará diferentes facetas de este científico, gracias a una atractiva presentación inte-ractiva complementada con carteles informativos y simu-laciones por computador.

Albert Einstein fue una personalidad muy popular, a tal punto que después de dé-cadas de su muerte, la revista Time lo eligió el personaje del siglo XX. A pesar de ello, es desconocido para una in-mensa mayoría de personas, no solo en nuestro país sino en el mundo.

La exposición está or-ganizada en tres mundos:

el hombre, el científico y el ciudadano. Cada mundo está compuesto por juegos, mon-tajes interactivos y carteles. Allí se puede jugar con casti-llos de naipes, como lo hacía el pequeño Albert; armar fra-ses a partir de pensamientos suyos; conocer a su familia y jugar con sus rostros; sacar al joven Albert perdido en un laberinto, o ir a la caza de “X” a través de actividades inspi-radas en un juego, por medio del cual su tío le enseñó los rudimentos del álgebra y la geometría.

Después de su estadía en el planetario, la muestra se desplazará a otras ciuda-des de Colombia en plane-tarios, museos interactivos y centros culturales.

“Albert el hombre” re-corre diversos momentos y anécdotas que nos acercan el ser humano: al esposo, pa-dre, hijo, amigo y estudiant ve; de este modo es posible conocer a un personaje com-plejo, con variados matices y que sorprende por sus con-trastes; piénsese solamente que él, un solitario, poco ami-

go de los medios y convenci-do de que en la democracia nadie debe ser divinizado, se convirtió en el ícono del siglo XX.

En “Albert el científico” se pueden intuir las variadas visiones que establecieron en gran medida la hoja de ruta para la Física en el siglo XX. Fue un innovador, un revo-lucionario y un provocador, lo cual le valió no pocas ene-mistades y malquerencias; algo de esto se pude intuir en el Premio Nobel, que se le anuncia en 1922, pero co-rresponde a 1921, y además pronuncia su discurso en la ceremonia de entrega del di-ploma y el dinero en 1923. Por supuesto, los nacionalis-mos exacerbados después de la Primera Guerra Mundial tuvieron que ver en esto.

En “Albert el ciudadano” se percibe su talante. Einstein se caracterizaba porque de-cía lo que pensaba sin parar en mientes, si lo que decía gustaba o no a sus colegas o la sociedad; esto lo llevó a enfrentarse al nazismo, al macartismo y, a pesar de su apoyo inicial a la bomba atómica, volvió a retomar su pacifismo y se opuso al de-sarrollo de nuevas armas de destrucción masiva. Con la bomba atómica, Albert y la ciencia pierden su inocencia.

Su ironía y humor sar-cástico matizan al hombre, al científico y al ciudadano, una muestra de este humor es su frase: “Si mi teoría de la rela-tividad resulta correcta, los

alemanes dirán que soy ale-mán, los suizos dirán que soy suizo y los franceses dirán que soy un gran científico. Si mi teoría de la relatividad resulta errónea, los france-ses dirán que soy suizo, los suizos dirán que soy alemán y los alemanes dirán que soy judío”.

A los 40 años, Albert Einstein que había forjado su vida como una persona independiente, pacifista, so-litaria e innovadora, se vuelve objeto de la historia. A partir de ahí su existencia se vuelve paradójica, como lo consig-na la reflexión reveladora del libro No digas a Dios lo que tiene que hacer1, de François De Closets: “Einstein el so-litario se ha convertido en el hombre de las multitudes, Einstein el judío malo se ha convertido en el defensor de la tribu, Einstein el físico se ha convertido en el disiden-te de la física; sin embargo no ha terminado de tropezar con su destino. Einstein el pacifista ha firmado la carta al presidente Roosevelt y se ha visto arrastrado a la aven-tura atómica. Una vez más la historia se apodera de él”.

Para acercarse más a es-ta relevante figura de la hu-manidad, se puede visitar el Planetario Distrital de martes a domingo de 10:00 de la ma-ñana a 5:00 de la tarde. La entrada es libre.

Julián Betancourt

Director del Mu-seo de la Ciencia y el Juego de la Uni-versidad Nacional

de Colombia.

1 De Closets, François, 2005, No digas a Dios lo que tiene que hacer, Anagrama, Barcelona.

Einstein:el hombre,

el científico, el ciudadano

Hasta el 21 de agosto, el Museo de la Ciencia y el Juego de la Universidad Nacional de Colombia muestra, en el Planetario Distrital, montajes interactivos de los aciertos y las paradojas en la vida de quien fuera elegido el personaje del siglo XX. La exposición visitará varias ciudades del país.

Los colegios han sido el público mayoritario de la exposición que muestra al genio y al humano. Fotografías Davor Piece.