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HEIDI MURKOFF Autora de “Qué se puede esperar cuando se está esperando” con SHARON MAZEL Los fondos para esta guía fueron concedidos por la compañía Clorox. Del cuarto de juegos al parque de juegos, todo lo que usted y su familia necesitan saber para disfrutar de un hogar saludable durante el invierno, la época de gripe y todo el año. QUÉ SE PUEDE ESPERAR ® GUÍA PARA TENER UN HOGAR SALUDABLE

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Cuando llegan los niños a nuestras vidas debemos tener nuestro hogar límpio y saludable. Aquí te damos una ayuda para concretarlo, y que también nunca te falte este manual, que tengan una gran salute familar. Hasta pronto!!!

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Heidi Murkoff Autora de “Qué se puede esperar cuando se está esperando” con SHaron Mazel

Los fondos para esta guía fueron concedidos por la compañía Clorox.

del cuarto de juegos al parque

de juegos, todo lo que usted y

su familia necesitan saber

para disfrutar de un hogar

saludable durante el

invierno, la época de

gripe y todo el año.

QuÉ se puede esperar®

GuÍa para tener un hoGar

saludable

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t enemos buenas noticias que le van a sorprender: su casa es probablemen­te más limpia de lo que se imagina

(y de lo que su mamá siempre parece decir­le). Sí, su hogar, ese lugar que tiene una gran variedad de zapatos deportivos y cal­cetines desparramados por el pasillo, con los cientos de juguetes cubriendo la alfombra de la sala (¿hay una alfombra allí abajo?) y con los montones de ropa que nunca parece llegar a la cesta de ropa para lavar, no es un lugar tan sucio después de todo. Es más (y más noticias buenas), también es mucho más saludable de lo que se imagina. Gracias a mejores medidas sanitarias (ese inodoro bajo techo y el agua potable que usted da por dada, ese refrigerador por el que no se preocupa), a una mejor conciencia sobre higiene personal (digamos, lavarse las manos), a la seguridad alimentaria (por ejemplo, fechas de vencimiento) y al avance

en la medicina preventiva (particularmente esos chequeos anuales y la vacunación al día), la probabilidad de que usted, o uno de sus familiares, se enferme severamente por ese desorden que llama hogar (o por sa­lir de su hogar, a la escuela, al campo d e j u e go s o a l s u p e r m e rc a d o ) e s bastante remota. Así que ahora que le pasamos el dato con las buenas noticias, ¿qué significa para usted? Significa que cuando se trata de limpiar su hogar o proteger a sus hijos de enferme­dades, no hay necesidad de ponerse ner­viosa o de volverse loca. Algunas medidas preventivas y una dosis de sentido común es todo lo que se necesita para ayudarle a mantener su hogar y a su familia más salu­dables. Es más fácil de lo que cree (y mucho más fácil de lo que su mamá querría que usted creyera) y todo se incluye aquí, en esta guía.

QuÉ se puede esperar®

GuÍa para tener un hoGar

saludable

pa rt e 1

Cómo Mantener Su Casa SaludableCóMo Mantener Su CaSa liMpia y Saludable

Y a ha escuchado a los padres hablar de esos gérmenes en los juegos y ha visto reportes de los mismos en las

noticias. Incluso han llegado a ocupar la primera plana. Al escuchar a los medios de comunicación (y a otras mamás, sin mencio­nar a su suegra) hablar de eso, uno pensaría que los gérmenes (también conocidos como virus, bacterias y hongos) se encuentran en cualquier esquina de su casa, listos para infectar a cualquiera que se acerque lo más

mínimo. Pero antes de que empiece a enlo­quecer pensando en las amenazas micros­cópicas que merodean por su casa, piense en esto: usted no puede escaparse por com­pleto de los gérmenes; es más, de acuerdo a algunos investigadores, exponerse un poco a algunos gérmenes puede incluso ayudarle a fortalecer su sistema inmunológico. En pocas palabras: ya que todos están de acuerdo en que es bueno evitar algunos gérmenes (por ejemplo: la E. coli, una

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◆ Lávese las manos antes y después de cam­biarle el pañal.

◆ Cubra la colchoneta para cambiar al bebé con cubiertas lavables que puedan lavar­se fácilmente con agua caliente cada dos días (o más, si es necesario).

◆ Limpie la mesa para cambiar al bebé cada dos días con un detergente suave y agua. Cuando el agua y jabón no sean suficientes (si su pequeñito decide marcar su territorio con una fuente de orina o decorarlo con la defecación más explosiva que se haya conocido), desinfecte la superficie de la colchoneta con una toalla desinfectante. Esto es especialmente importante si su bebé vomita o tiene diarrea.

el bañoSu visita al baño todos los días puede ser sólo de entrar y salir rápidamente, pero a las bacterias les gusta quedarse mucho tiempo después que baja la palanca. Aunque real­mente hay más gérmenes en la cocina (¡sor­presa!), muchos hacen su hogar en el baño. Y con razón. El ambiente del baño es tibio y húmedo, por lo que es muy acogedor para el moho, el sarro y las bacterias.

las superficies. Quite el cartel de bienve­nida a los gérmenes limpiando los lavama­nos, superficies, asientos del inodoro (espe­cialmente si su hijo todavía no es experto en puntería) y las paredes de la bañera y de la regadera con limpiadores o paños desin­fectantes. No olvide limpiar otros lugares de proliferación, como manijas, chorros, llaves del grifo y perillas donde se esconden más que un par de gérmenes (especialmente si algunos miembros de la familia olvidan lavarse las manos después de ir al baño).

los cepillos de dientes. Son excelen­tes para quitar las bacterias de los dientes,

bacteria que puede ocasionar diarrea severa) y algunos alérgenos que no tienen lugar en su hogar (como las bolitas de pelusa que salen de los ositos de peluche), es prudente limitar los alérgenos y gérmenes que llegan a vivir con usted y sus seres queridos, sin intentar crear un entorno esterilizado de laboratorio alrededor de su casa. A con­tinuación encontrará consejos útiles para mantener su hogar más saludable:

el dorMitorio Entre esponjosas almohadas, sábanas suaves y cortinas sueltas, el dormitorio no solamente es un refugio acogedor para sus habitantes humanos, sino también es un excelente lugar para que los gérmenes y alérgenos se sientan como en su casa.

la cama. Como a los gérmenes y alérgenos les encanta andar por la cama (¿y quién los va a culpar?), las sábanas deberían cambiarse y lavarse en agua tibia o caliente en la lavadora. Tendrá que cambiarlas con más frecuencia cuando alguien se enferme (especialmente si ese alguien está vomitando) y puede conside­rar echar un poco de cloro1 para eliminar más gérmenes (si sus sábanas son blancas). Lo mismo sucede con los bebés, quienes tien­den a ser un poquito sucios al dormir (es decir, babean y a los pañales mojados se les sale la orina) y podría cambiarla con sábanas limpias más seguido. Otra observación acerca de la cama: incluso si Peludito o Mishito es el mejor amigo de su hijo, el dejar que las mascotas y los niños duerman juntos puede no ser muy buena idea. Los animales peludos son imanes para los gérmenes y alérgenos y compartir una cama con ellos también sig­nifica compartir más gérmenes.

la mesa para cambiar al bebé. Para el momento en que su bebé llegue a su pri­mer cumpleaños, usted habrá cambiado casi 2,500 pañales. Incluya el año o par de años que tendrá que seguir cambiándolo hasta que pueda ir al baño por sí solo, y usted tendrá un gran número de pañales sucios. Y también de gérmenes. Para mantener las nalgas del bebé limpias y el medio ambiente del bebé más saludable:

1Todas las menciones de cloro en esta guía se refieren a cloro desinfectante regular, sin olor.

ConSeJo rÁpido

¿t iene en casa un babeador de primera? Coloque una manta diseñada especial­

mente para absorber la saliva debajo de la cabeza de su bebé y amárrela a los palos de la cuna. De esa manera, únicamente deberá cambiarla tres veces al día, en lugar de tener que cambiar las sábanas.

c ó m o m a n t e n e r s u c a s a s a l u d a b l e�

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con un paño desinfectante cada dos días (o más, si alguien de su familia tiene mala pun­tería) le ayudará a mantener limpio el baño y a disminuir el número de bacterias.

la bañera. No son sólo sus hijos quienes juegan con los juguetes que están en la bañe­ra. Las bacterias y los gérmenes también están festejando con ellos; es una fiesta que crece y crece a medida que los invitados se multiplican. Para evitar que los gérmenes se alimenten de los juguetes en la bañera, déje­los secar en una red o un cesto después del baño. Los juguetes que capturan agua (viene a la mente el patito de hule) necesitan lim­piarse regularmente con una solución de cloro diluida y luego lavarse bien para poner­los a secar.

la ducha. Abra la ventana o encienda el ventilador cada vez que tome una ducha o un baño. El moho y el sarro pueden aparecer prácticamente de la noche a la mañana si el ambiente del baño les favorece (tibio y húmedo). Y no sólo es desagradable ver el moho, también es una fuente de alérgenos dentro de la casa.

el Salón de juegoSAunque a veces no quieren compartir sus juguetes, los niños siempre son generosos cuando se trata de compartir gérmenes, los cuales se trasmiten en el salón de juegos, más rápido que lo que corre un automóvil de carreras en Indianápolis 500. El salón de juegos típico, de hecho, es como una incu­badora para cultivo de bacterias y otros gérmenes. Los puede encontrar (si tuviera microscopio) en los peluches y los bloque­citos de Lego, en los zapatos de la muñeca Barbie y en los hoteles del Monopolio, así como en cada juguete y juego que se imagine (y eso es antes de que el amigo de su hija cuya nariz está goteando frote sus pegajosos dedos en ellos). Para no recibir invitados indeseables (en forma de gérmenes) en el salón de juegos de su hijo, mantenga en mente estos importantes consejos:

pero también son muy buenos para espar­cirlas a toda la familia. Para evitar el inter­cambio de gérmenes, asegúrese de que todos tengan su propio cepillo y que nadie los comparta (sepárelos por color para que no haya confusión). Guarde los cepillos de dien­tes con una separación al menos de una pulgada entre uno y otro para asegurar que las cerdas no se toquen y que los gérmenes no pasen de uno a otro. Y reemplace los cepillos regularmente, especialmente des­pués de una enfermedad (los gérmenes pueden permanecer allí incluso después de su recuperación). Tome estas sencillas pre­cauciones y no habrá necesidad de invertir en esos caros esterilizadores de cepillos.

las toallas. Cada vez que se seca la cara, deja gérmenes (en un ambiente húmedo se facilita su multiplicación). Para asegurarse de que el siguiente miembro de la familia que utilice el baño no reciba esos gérmenes, asigne una toalla a cada uno y lávelas regu­larmente en agua caliente con jabón. Otro consejo para las toallas: asegúrese de col­garlas para secar (en lugar de dejarlas moja­das y amontonadas en el piso, donde los gérmenes se multiplicarán más rápido de lo que le tomará decir: “Mario, no olvides colgar tu toalla”).

el inodoro. No es una imagen agradable, pero considere lo siguiente: el vapor del agua (más el contenido del inodoro; sí…todo lo que está allí) hace erupción en el inodoro como un volcán de mini bacterias cada vez que baja la palanca y caen sobre lo que esté cerca (incluyendo el cepillo de dientes que dejó sobre el lavamanos). Cerrar la tapa antes de bajar la palanca ayudará a prevenir que se lave los dientes con agua del inodoro. Limpiar el asiento del inodoro (no olvide levantar el asiento también y limpiar abajo)

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ConSeJo rÁpido

¿s igue usando un vaso en común para enjuagarse? Cambie a vasitos de papel

que pueden tirarse después de usarse. Si prefiere usar vasos no desechables, propor­cione su propio vaso a cada miembro de la familia (y que los laven frecuentemente con agua y jabón después de usarlos).

¿SabÍa uSted?

¿s abía que la mayoría de las personas t o c a 3 0 0 s u p e r f i c i e s c a d a

30 minutos?

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noSotroS Contra loS alérgenoS

l a amenaza doble del polen y la polución puede mantener a los alérgicos dentro de

casa, pero para muchos, el verdadero problema comienza dentro de la casa. La caspa de las mas­cotas, los ácaros del polvo, el moho y otros alérgenos e irritantes que se encuentran dentro de la casa no son más que para estornudar, espe­cialmente si existe un historial de asma o alergias en su familia. Siga estos pasos para reducir la exposición de su familia a los alérgenos que se encuentran dentro de la casa:

Ácaros del polvo. Aunque se albergan en telas y alfombras por toda la casa, a los ácaros del polvo les encanta el dormitorio, donde los col­chones, la ropa de cama y las almohadas sirven de verdaderos condominios para estas pestes microscópicas. Aunque los ácaros del polvo no son problema para la mayoría de la gente, pueden llevar a la miseria a quienes tienen hiper­sensibilidad a ellos o al excremento que dejan a su paso. Para limitar la exposición a los ácaros del polvo:

◆ Desempolve frecuentemente con un paño mojado o un limpiador de atomizador.

◆ Aspire semanalmente y considere invertir en una aspiradora con filtro HEPA (que captura las partículas eficientemente), el cua l captu ra los áca ros del polvo y otros alérgenos.

◆ Lave la ropa de cama una vez a la semana en agua ca l iente y las cor t inas una vez al mes.

◆ Quite esos montones de animales de peluche con los que de todas formas nunca juega su hijo (son imanes para los ácaros del polvo) y lave los favoritos semanalmente. O ponga a funcionar este dato importante sobre los ácaros del polvo: ya que el aire frío hace que los ácaros se mueran, puede meter a los animales de peluche en el congelador toda la noche (no olvide des­congelarlos antes de devolvérselos a su hijo).

◆ Instale filtros en los respiraderos y ventanillas del aire acondicionado y calefacción; reemplá­celos anualmente.

Caspa de las mascotas. El pelo que anda flotando definitivamente puede ocasionar estor­nudos y fatiga en algunos niños susceptibles a las alergias (aunque es interesante notar que cada vez hay más evidencia que sugiere que tener mascotas en casa durante el primer año de la vida del bebé podría proteger a los niños

de alergias a las mascotas, lo que los hace tener una posible futura defensa en la prevención de alergias). Si su pequeñín muestra señales de alergia a las mascotas, trate de mantener a su hijo y a Peludito en diferentes habitaciones (y definitivamente no en la misma cama). En casos severos, la única solución podría ser encontrarle otro hogar a la mascota.

Moho. El moho, otra fuente de alérgenos aéreos que se mantienen dentro de su casa, puede hacerle la vida imposible a algunas personas, y no solamente por verlo. Para controlar el creci­miento del moho en su casa, proporcione ven­tilación adecuada dando salida al vapor de la cocina, la lavandería y el baño, y manteniendo el nivel de humedad en la casa a un nivel bajo (utilice un deshumidificador si su casa es espe­cialmente húmeda). Las áreas donde el moho se multiplica (basureros, refrigeradores, cortinas de baño, azulejos) deben limpiarse con una solución de cloro u otro agente contra el enmohecimiento.

otros alérgenos. Mantenga los alimentos y la basura cubiertos, no porque sean alérgenos, sino porque pueden atraer dos fuentes de alérgenos (sin mencionar la repulsión que causan): los ratones y las cucarachas (especialmente las deyecciones de las cucarachas). Los estudios muestran que estos insectos producen varios a lérgenos asociados con el desar rol lo del asma.

irritantes. Existen otros alérgenos potenciales que pueden encontrarse por toda la casa. Para proteger a sus hijos susceptibles, quite las fra­zadas de lana, las almohadas de plumas, los per­fumes y los jabones perfumados (use hipoaler­génicos) y elimine del ambiente el humo del tabaco.

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Cuando loS JugueteS (y otraS CoSaS) Se Caen al Suelo

¿Qué ha recogido su bebé del suelo últi­mamente para luego comérselo? ¿Un

puñado de Cheerios que se le cayeron? ¿Un chupete perdido? ¿Un insecto muerto? (¿Ya le dio asco?). Aunque no debería motivar a su pequeñín a utilizar el suelo como su mesa personal de buffet, no hay razón para tomar medidas drásticas para intentar prevenir esas inevitables transferencias de gérmenes de la mano a la boca. Seguro, necesitará mantener el piso limpio (así que todavía no guarde el trapeador), pero recuerde que usted se está preocupando por gérmenes a los que ya ha sido expuesto y que por lo general no son dañinos. Sólo asegúrese de que el bebé no esté recogiendo (y mascando) objetos moja­dos que se dejen en el suelo, como la galleta del día anterior que chupó varias horas y luego dejó en el baúl de juguetes, porque las bacterias se multiplican rápidamente sobre las superficies mojadas. Tampoco es bueno consumir los objetos recogidos del suelo afuera de casa, donde tienen su hogar algunos gérmenes menos benignos (como los del excremento de perro, por ejemplo).

Haga una parada en el lavamanos antes de tomar los juguetes. No existe mejor forma de detener la propagación de gérme­nes y enfermedades que lavándose las manos. Así que antes de que su hijo y su amiguito vayan al salón de juegos, hágales una parada en el baño para que se laven las manos a profundidad (¡con jabón por favor!).

limpie los gérmenes de las superficies de los muebles del salón de juegos. Haga los paños desinfectantes su nuevo amigo en el salón de juegos (pero no tiene que exage­rar). Utilícelos para limpiar los lugares de mayor concentración de gérmenes, tales como paredes, repisas, baúles de juguetes, manijas de gavetas, perillas de armarios; casi todo lugar que puedan tocar las manitas (que es casi todo lo que está al alcance de ellos).

Mantenga los juguetes limpios. ¿Alguna vez ha visto jugar a los niños? Primero se tocan la nariz (y se embarran un poquito de moco), luego tocan un juguete, luego sus manos (y posiblemente el juguete) van a la boca, luego regresan al juguete. Con razón sus juguetes pueden hospedar huestes de gérme­nes, y puede ser suficiente para que se enfer­men, literalmente. Usted puede ayudar a evi­tar la propagación de virus y otras enfermedades. Los juguetes plásticos de una pieza (por ejemplo, los Legos) pueden lavarse en el lavaplatos (los más pequeños pueden lavarse en una fina bolsa de malla) o el

eStÁ bien CoMpartir … MeJor no

a los niños, por ser niños, les encanta com­partir todo con sus amigos; los secretos, las

cajitas de jugo, un moco y a veces incluso los juguetes. Sí, los gérmenes se transfieren más a

menudo cuando tiene dos (o más) niños juntos. Por eso es importante que les enseñe qué cosas pueden compartir con sus amigos y qué no.

eStÁ bien CoMpartir

◆ libros ◆ juguetes ◆ Crayones y lápices ◆ Camioncitos ◆ Sillas

MeJor Si no lo CoMparten

◆ Peine y cepillo ◆ gorro ◆ Cepillo de dientes ◆ Vasos y tenedores (y los jugos

en cajita) ◆ Silbatos y otros instrumentos

de soplar ◆ Pañuelos de papel

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Con los pequeñitos que siempre andan en medio del camino, proba­blemente no necesita pensar dos

veces en hacer su cocina a prueba de niños. Después de todo, proteger esos deditos curiosos de las hornillas calientes y los cuchillos filosos no es gran ciencia. Pero, ¿ha pensado en proteger a sus pequeñitos de otro peligro en la cocina: las bacterias de los alimentos contaminados? Cada año en este país existen más de 75 millones de casos de enfermedades cau­sadas por alimentos contaminados y por suerte, la mayoría tiene como resultado sola­mente uno o dos días de síntomas menores. Pero las mismas bacterias que provocan náuseas y carreras al baño pueden dar rienda suelta a muchos más estragos en niños pequeños que no tienen todavía un sistema inmunológico fuerte (también en los ancia­nos y quienes tienen un sistema inmunoló­gico debilitado), lo cual los obliga a luchar contra una enfermedad mucho más seria. Esto significa que tener cuidado al preparar los alimentos para su familia es una prioridad que debería poner al principio de su lista de cosas para hacer. He aquí algunas maneras de mantener seguros y saludables los ali­mentos que le da a su familia.

Mantenga Su CoCina SeguraAntes de preparar cualquier comida o merienda en su cocina (emparedado de jamón y queso), asegúrese de seguir estos consejos básicos para la salubridad de su cocina:

lávese las manos. Lo ha escuchado miles de veces desde su niñez, pero mamá (y el Departamento de Salud) sí que sabe. Lavarse sus manos en agua caliente con jabón antes de preparar los alimentos es su mejor defen­sa contra la proliferación de bacterias en la cocina. También lávese con agua y jabón después de haber tocado con las manos

fregadero en agua con jabón. Los peluches deben meterse a la lavadora para eliminar los gérmenes, así como los ácaros del polvo y

c ó m o m a n t e n e r s u c a s a s a l u d a b l e�

carne cruda, aves, pescado o huevos; todos estos pueden albergar bacterias peligrosas.

tire la toalla. Es decir, en la lavadora. Los trapos, esponjas y toallas de cocina son una perfecta atmósfera de cultivo para las bac­terias, que prosperan en los ambientes húme­dos. Para evitar secarse las manos, limpiar las superficies y los platos con un criadero de microorganismos, lave los trapos y toallas frecuentemente en agua caliente y con jabón o en la lavadora (con un poco de cloro si es posible). Reemplace las esponjas al menos una vez al mes y lávelas bien con jabón entre usos (puede colocarlas en el lavaplatos por la noche), o colóquelas en el microondas por 30 segundos cada noche para eliminar los gérmenes que se esconden en los doble­ces. Para evitar la proliferación de gérmenes en su cocina, utilice toallas de papel o paños desinfectantes para limpiar la cocina.

Cuide las superficies. Las bacterias se crían más rápido que los conejos, especial­mente cuando se dejan por sí solas sobre las superficies de la cocina. Para impedir sus esfuerzos reproductivos, asegúrese de usar agua con jabón o limpiadores desinfectantes frecuentemente. Haga lo mismo con todas las superficies de la cocina, como las asas de los electrodomésticos, los basureros, las perillas de los gabinetes, incluso el teléfono (sí, ese que utiliza para llamar a mamá con una pregunta sobre la receta mientras sus manos están todavía llenas de trozos de carne cruda).

Manténgase al día. Mantenga separadas las tablas de picar para los diferentes alimen­tos, una para vegetales y otra para carnes, aves y pescado; y recuerde lavarlas en el lavaplatos después de cada uso (o si son muy grandes para el lavaplatos, con agua caliente con jabón). Cuando las tablas se rayen de tanto uso, tírelas (a las bacterias les gusta esconderse y multiplicarse en las superficies con ranuras).

protéJaSe de loS aliMentoS ContaMinadoS

otros alérgenos. Si un juguete no puede lavar­se en la lavadora, colóquelo en una bolsa plás­tica y métalo al congelador por la noche.

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Mantenga separados los utensilios. Un cuchillo que ande circulando de las pechugas de pollo crudas al queso y luego a los toma­tes, puede esparcir muchas bacterias por su cocina. Si está utilizando un cuchillo para diversos pasos de la preparación de la comi­da, lávelo entre usos con agua caliente con jabón. Mejor aún, tenga diferentes cuchillos para diferentes propósitos (uno para carne cruda y aves, otro para vegetales) y lávelos después de cada uso.

Mantenga separado lo crudo y lo cocido. Nunca coloque los alimentos cocidos al mismo plato (o tazón o tabla de picar) que anteriormente contenía la comida cruda (incluso vegetales y frutas crudas, ya que algunas acarrean bacterias).

Mantenga SuS aliMentoS SeguroS Para asegurarse de que lo que entra a la boca de los bebés (y el resto de su familia) sea tanto seguro como nutritivo, mantenga estas recomendaciones en mente cuando prepare, almacene y sirva alimentos a su familia.

Mantenga fríos los alimentos fríos (a 40˚F o menos). Refrigere los alimentos que no servirá o cocinará inmediatamente y refrigere o congele las sobras lo más pronto posible.

Mantenga calientes los alimentos calien-tes (a 140˚F o más) hasta que los sirva. Recaliente las sobras completamente hasta que estén calientes y echando vapor; las salsas y las sopas deben hervir antes de servirlas.

no congele nuevamente los alimentos que hayan sido descongelados a temperatura ambiente, llevados a temperatura ambiente después de descongelar, o guardados por más de uno o dos días después de descon­gelar, incluso en el refrigerador.

lave la tapa de los alimentos enlatados antes de abrirlos para evitar que la suciedad y las bacterias entren en los alimentos. También, limpie el filo del abrelatas después de cada uso y colóquelo de vez en cuando en el lavaplatos para una limpieza profunda.

revise las etiquetas y no utilice los ali­mentos que están vencidos. Cuando tenga duda, tírelos, incluso si no hay señales obvias de que estén dañados. Definitivamente tire cualquier alimento que tenga color u olor raro.

no sumerja en la salsa dos veces (sumer­gir una tostada en la salsa, morder y luego sumergir la misma tostada nuevamente) ni coma directamente del envase con la misma cuchara. Las bacterias de su boca pueden contaminar los alimentos. La misma regla de sumergir dos veces se aplica a la comida para bebés. Tome lo que necesite del reci­piente de comida para bebé y colóquelo en un plato. Si alimenta a su bebé directamente del recipiente, la cuchara que ha estado en l a boca de l bebé l l e va r á cons i go los gérmenes.

MenSaJe Sobre el biberón

e ste es un mensaje sobre el biberón de su bebé que tal vez no sabía: los biberones

y los chupones no necesitan esterilizarse con un equipo especial entre comidas. Los lava­platos (o lavar en el fregadero con detergente y agua caliente) pueden dejarlos lo suficien­temente limpios. Aún así, no debería tirar al viento toda la precaución para prevenir gérmenes en lo que respecta al biberón de su bebé. Si hay leche preparada o leche materna sobrante en el biberón al final de la alimentación, tírela en lugar de regresarla al refrigerador para usarla después. Sí, pareciera ser un desper­dicio, y sí, la leche preparada es cara y la leche materna es preciada, pero un biberón usado (uno que tenga una mezcla con saliva de bebé) es un criadero de bacterias. Una mejor solución: llene el biberón con la can­tidad justa que el bebé necesita y agregue más si el bebé está muy hambriento.

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� c ó m o m a n t e n e r s u c a s a s a l u d a b l e

¿toMa leCHe Segura?

s in importar si su bebé está tomando leche preparada o leche materna, la preparación y

el almacenamiento seguros de su fuente principal de nutrición es esencial. Mantenga estos consejos en mente:

leCHe Materna◆ Si la leche materna que se está sacando con

bomba no es utilizada de inmediato, man­téngala refrigerada hasta que esté lista para alimentar a su bebé (la leche materna recién sacada puede almacenarse hasta por 48 horas en el refrigerador).

◆ Congele la leche materna enfriándola en el refrigerador primero por 30 minutos y después colocándola en el congelador. Congelar pequeñas cantidades (de 3 a 4 onzas a la vez) minimizará el desperdicio y permi­tirá descongelarla más fácilmente. Puede almacenar la leche materna congelada de manera segura por tres meses.

◆ Descongele la leche congelada sacudiendo la bolsa o el biberón en agua tibia hasta que se descongele y luego úsela en los siguientes 30 minutos. También puede dejar que la leche se descongele por la noche en el refri­gerador (sólo asegúrese de usar la leche materna en las siguientes 24 horas). Nunca

use un microondas para descongelar o calen­tar la leche materna.

◆ No vuelva a congelar la leche materna des­congelada. Refrigérela y, si su bebé no se la toma en 24 horas, tírela.

leCHe preparada◆ Siempre revise la fecha de vencimiento de la

leche preparada y no compre latas ni reci­pientes de leche preparada que estén perfo­rados, dañados o que estén goteando.

◆ Mezcle la leche preparada para el biberón de su bebé de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta y sólo asegúrese de que tales ins­trucciones no hayan cambiado desde el últi­mo lote; siempre déles un vistazo. Asegúrese de que sus manos, la tapadera de la leche preparada y todos los utensilios para mezclar estén completamente limpios antes de mez­clarla. Utilice la cuchara incluida para leche preparada en polvo.

◆ Si calienta la leche preparada, asegúrese de usarla de inmediato. Los gérmenes pueden­crecer rápidamente en la leche preparada tibia, así que no la deje esperar mucho tiempo.

◆ Mantenga refrigerada la leche ya preparada­hasta que esté lista para usarse, pero no más de 48 horas.

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Hábitos Saludables para Su FamiliaCóMo Heredar el gen de la liMpieza

¿l e parece que a su pequeño le gotea siempre la nariz? ¿O le duele siem­pre la garganta? ¿O tiene un mal

resfrío? Hay una sencilla razón. A los niños les encanta andar (y tocar e intercambiar juguetes) con otros niños, otros niños a quie­nes les gotea la nariz, les duele la garganta y tosen. Este contacto cercano permite que los gérmenes pasen de un niño a otro (no regre­san, no vuelven, el que los encuentra se queda con ellos). Es más, los niños utilizan las manos para explorar su mundo (sin mencionar la exploración de sus narices). Y los bebés van un paso más allá usando la boca para explorar lo mismo que sus manos (un estudio encon­tró que los bebés se ponen objetos en la boca

más de 80 veces por hora). Ya que la trans­misión de mano a boca es el medio de trans­porte favorito de los virus, con razón los gérmenes están de día de campo con sus hijos. Y al incluir su sistema inmunológico menos maduro, y el hecho de que los niños son por naturaleza discapacitados para la higiene, tendrá el escenario perfecto para un programa de resfríos frecuentes. Así que, ¿qué debe hacer una madre o un padre preocupado? Seguir a su hijo con un paño para desinfectar las 24 horas del día y los 7 días a la semana, obviamente no es lo más práctico (los niños se mueven muy rápido) y podría definitivamente obstaculizar el estilo de vida del niño…y el suyo.

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Un enfoque más sensato y más efectivo: enlis­te a sus retoños en la lucha contra los gér­menes. Enséñeles a sus pequeños la asocia­ción entre los gérmenes y esa sensación fea de enfermedad que no les gusta y empezarán a comprender los beneficios de la limpieza (y a lavarse las manos). Éstas son algunas lecciones de higiene que incluso los peque­ños pueden comprender, y ojalá, cumplir:

lavarse. Sin duda, no hay mejor manera de ayudar a detener la propagación de gér­menes y virus que lavarse las manos, y en el caso de los niños, dejarles a ellos la res­ponsabilidad de lavárselas. De hecho, las investigaciones muestran que lavarse las manos con agua y jabón puede reducir el número de infecciones en niños menores de cinco años en un 50 por ciento. Enseñe a sus hijos a lavarse las manos después de ir al baño, después de jugar, antes y después de las comidas, después de estar en contacto con un animal y después de haber estornu­dado o tosido. Para leer más consejos sobre la mejor manera de hacer que sus hijos se laven las manos, consulte el recuadro que aparece en la siguiente página. ¿No hay agua ni jabón cerca? Los paños húmedos desecha­bles que contienen alcohol y las gelatinas o atomizadores desinfectantes pueden ser igual de efectivos (sólo asegúrese de supervisar a sus hijos cuando los usen).

Cubrirse la boca y la nariz al estornudar y toser. En lugar de decirle a los niños que se cubran la boca con las manos al estornu­dar o toser (las manos las usarán rápidamente para pasar los gérmenes que acaban de expulsar), enséñeles a usar la parte interior del codo. O aún mejor, que utilicen un pañuelo de papel.

tirar los pañuelos de papel. Ya sea que hayan usado un pañuelo de papel para estor­nudar, sonarse o limpiarse la boca, mantener el pañuelo en circulación hará que los gér­menes también circulen. Mejor enseñe a sus

hijos a tirar los pañuelos de papel después de cada uso y a lavarse las manos antes de tocar cualquier otra cosa o persona.

evite tocarse la boca, la nariz o los ojos cuando sea posible. Incluso cuando sea pocas veces, a los niños les encanta hurgarse la nariz. Así que en vez de discutir con sus hijos para que dejen de tocarse la nariz, ármelos con las mejores razones para dejar ese hábito. Explíqueles que cada vez que se metan sus dedos en la nariz (la boca o los ojos), están introduciendo gérmenes sucios y una oportunidad para que éstos se queden allí, se multipliquen y los enfermen. Dígales que ellos pueden mantener esos gérmenes fuera de sus cuerpos y ayudar a mantenerse saludables, al evitar meterse los dedos en la nariz, la boca y los ojos. Por supuesto, hablar por hablar sola­mente no será eficaz, a menos que también haga un esfuerzo (y se lave una y otra vez). Poner en práctica la agenda de higiene usted misma (no dejar de lavarse las manos porque está ocupada) significará que sus hijos pro­bablemente también seguirán el programa contra los gérmenes.

¿SabÍa uSted?

¿s abía usted que las personas que se lavan las manos un promedio de siete veces

al día tienen cuatro veces menos resfriados que la persona regular?

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Feliz laVada de ManoS

sus hijos probablemente piensen que una lavada de manos de dos segundos es sufi­

ciente para enviar los gérmenes por el des­agüe, pero una lavada de manos a profundi­dad verdaderamente requiere unos 20 segundos de restregar y lavar. ¿Le parece imposible hacer que su pequeño se compro­meta a lavarse las manos por 20 segundos? No si restregarse es realmente divertido. He aquí unos consejos:

Cantar a solas. Para que lavarse las manos sea divertido y eficaz, haga que su hijo cante “Feliz Cumpleaños” o la canción del abeceda­rio dos veces (tres veces si canta muy rápido) mientras se lava las manos. Una vez que ter­mine de cantar, también habrá terminado de lavarse las manos (usted también debería obedecer la regla de los 20 segundos, aunque no sería mala idea tararear la canción en su cabeza en lugar de cantarla a viva voz).

Hacer espuma. Ya que sus hijos necesi­tarán lavarse bajo las uñas y la parte posterior de las manos, tentarlos con jabón espumoso o motivarlos con “hacer muchas burbujas” hará que el trabajo sea divertido.

oler la fragancia. Usar jabones perfuma­dos, con fragancia de fresa o lavanda, por ejemplo, puede motivar a sus pequeñitos a enjabonarse, especialmente si usted pide oler después de haberse lavado.

lavarse juntos. El juego de “te lavo las manos si tu lavas las mías” hará que lavarse sea más divertido para los dos.

la luCHa Contr a la gripe

l a gripe está de moda todos los años, más o menos de octubre a abril. Y durante la temporada de gripe, cerca

del 10 por ciento de la población de este país se contagia de este virus, lo cual oca­siona una gran cantidad de narices que gotean, músculos que duelen, fiebre, letargo y dolor de garganta. Para la mayoría de las personas que se contagian, la gripe es molesta, incómoda y posiblemente inconve­niente: se sentirán muy mal por una o dos semanas y dejarán de ir al menos unos días al trabajo o a la escuela. Para aquéllos cuyo sistema inmunológico todavía está en desa­rrollo (léase, niños) o quienes tienen un sistema inmunológico comprometido (los ancianos o quien ya está enfermo), un caso de gripe puede ser mucho más serio. Los virus de la influenza (también cono­cida como la gripe) contagian a la población de dos maneras: por medio de gotitas que se respiran (las que son esparcidas al aire cuando alguien tose o estornuda) y por contacto de mano a boca (como cuando alguien toca a una persona infectada con la gripe o una superfi­cie cargada de virus y luego pone la mano en su boca, nariz u ojos). Desafortunadamente, una vez que se ha contagiado con gripe, no hay mucho que pueda hacer para combatir el virus (la gripe es un virus, así que los antibió­ticos no funcionarán para deshacerse de ella) y hay muy poco que hacer para minimizar su sufrimiento, más que descansar, tomar líqui­dos y tomar acetaminofén o ibuprofeno para la fiebre y los dolores (nunca proporcione aspirina a los pequeños ni a los adolescentes que tengan gripe, porque podría ocasionarles el síndrome de Reye, una enfermedad que puede poner sus vidas en peligro). Por suerte, siempre hay maneras de ayudar a evitar con­tagiarse con la gripe desde el principio y hay maneras de reducir el riesgo de propagar el virus de la gripe si un miembro de la familia ya se contagió. Esto es lo que necesita saber para ayudar a controlar el virus de la gripe:

Vacúnese contra la gripe. La vacuna con­tra la gripe está aprobada para los bebés mayores de seis meses y las nuevas guías de los CDC (Centros para el Control de Enfermedades) recomiendan que todos los

niños hasta los 5 años (y todos los contactos en casa, incluyendo hermanos, parientes, niñe­ras, etc.) se pongan la vacuna contra la gripe, así como quienes tienen alto riesgo de com­plicaciones por la gripe (como las embaraza­das o quienes tienen sistemas inmunológicos debilitados o asma, por ejemplo). Muchos expertos médicos recomiendan que todos se vacunen (incluso los niños mayores de cinco años y los adultos sanos). Cuando su hijo reci­ba la vacuna, asegúrese de que sea una vacuna contra la gripe sin timerosal (la mayoría lo son). Si es la primera vez que su hijo recibe la vacuna contra la gripe, prepárese para la repe­tición, ya que los niños que nunca han recibi­do la vacuna contra la gripe necesitan dos

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vacunas que se ponen con un mes de diferen­cia para estar protegidos. Los niños mayores de cinco pueden evitar la vacuna completa­mente y optar por “Flu Mist”, una vacuna con­tra la gripe en atomizador nasal (¡mira mamá, sin agujas!). Pregunte a su pediatra si “Flu Mist” es aconsejable para sus niños mayores.

lavar, lavar, lavar. La forma más efectiva para evitar que los gérmenes de la gripe (como cualquier otro germen) molesten a su familia es lavándose las manos. Asegúrese de que todos en su familia se laven las manos, y de que se las laven bien, después de tocarse unos a otros, después de sonarse, después de ir al baño, cuando lleguen a casa después de estar fuera, antes y después de comer, etc.

esté atento a esas superficies. ¿Necesita una buena razón para limpiar su casa? Aquí hay una: los investigadores han descubierto que el 60 por ciento de las superficies en los hogares a las que se han realizado pruebas están infectadas con virus de influenza duran­te la temporada gripal si alguien dentro de la familia está enfermo de gripe. Aquí hay otra: el virus de la gripe es resistente, puede sobre­vivir durante 2 días (incluso más) en algunas superficies. Para ayudar a reducir el riesgo de propagación del virus de la gripe, utilice paños húmedos desinfectantes en las super­ficies que se tocan con frecuencia, tales como el baño y las superficies de la cocina, las manecillas de las puertas, teléfonos, teclados de computadoras, juguetes, mesas, etc.

e s fácil mantener su casa saludable, pero ¿qué pasa cuando se atreve a salir? Para proteger a su familia de los gérmenes,

¿será necesario ponerse guantes y máscaras protectoras, evitar tocar las manecillas de las puertas y los pasamanos y rehusarse a dar la mano a otras personas? Por supuesto que no. A pesar de que casi seguramente encontrará suficientes gérmenes dondequiera que vaya, las posibilidades de que realmente se enferme por causa de uno de esos gérmenes son muy escasas, especialmente si es diligente para lavarse las manos como debería serlo. Aún así, saber que todos esos gérmenes están ahí, puede ser un poco grotesco, y durante las temporadas de gripe y resfrío, un poco pre­ocupante. Así que aunque no tenga que meter­se en una burbuja cuando ande paseando, puede tomar estas precauciones contra los gérmenes:

baños públicos. ¿Está sentado? A pesar de lo que le haya dicho su mamá, las probabili­dades de que se infecte con una enfermedad transmitida sexualmente en el inodoro de un baño público son mínimas (incluso en esos mugrosos baños de las gasolineras). Eso se debe a que tales infecciones no pueden vivir lo suficiente en el asiento del inodoro y para poder infectarse se necesita que entren en el tracto genital y no tocar únicamente sus nalgas. Es más, la mayoría de los baños públicos son limpiados regularmente (¡incluso más frecuen­temente que el suyo en casa!), así que no hay

necesidad de preocuparse tanto de los gér­menes. Sin embargo, para asegurarse de que no haya heces (de alguien más) sobre el asien­to del inodoro, utilice las cubiertas de papel que se proveen en los baños o cubra el asiento con papel de baño, baje la palanca con el zapa­to en lugar de hacerlo con la mano y no se quede sin mover sobre el asiento mientras baja la palanca (debido a la salpicadura del agua). Cuando se lave las manos (¡y no olvide este paso crucial!), utilice una toalla de papel para cerrar la llave y abrir la puerta (recuerde, la mayoría de la gente no se lava las manos después de ir al baño). Si está usando un baño público para cam­biar los pañales de su bebé, cubra la mesa para cambiar al bebé con toallas de papel y luego utilice su propio cojín y colóquelo encima para poder acostar a su bebé. Algunos baños familiares proveen cubiertas desechables para la mesa, así que si las hay, úselas.

Campos de juegos. ¿Puede creer que hay más gérmenes en el equipo de un campo de juegos al aire libre que en un inodoro? Es cierto. Las pruebas muestran que se encuentran más fluidos como saliva y otras cosas que no querrá saber en las barras, columpios y resbaladeros que en los baños públicos; dándole aún otra razón para insis­tirle a sus hijos que se laven las manos o utilice un desinfectante de manos después de jugar con e l equipo del campo de juegos.

Salir y paSear

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Otro consejo para los campos de juegos: lleve botellas de agua potable o jugo en cajita para sus hijos en lugar de dejarlos beber de la fuente de agua. No querrá saber cuántos gér­menes acechan allí (en una palabra: muchos).

el automóvil familiar. Cada vez que amon­tone a sus hijos en el automóvil, es muy pro­bable que haya algunos pasajeros indeseables que deseen un aventón. Sí, hay gérmenes en el automóvil familiar y, en algunos casos, puede que haya incluso más en el automóvil que en su baño (después de todo, ¿cuándo fue la última vez que roció desinfectante en el automóvil?). Entre bebés que babean, ani­males de cuatro patas, los jugos derramados, los descuidos con la comida y, sí, el hurga­

miento de la nariz durante los semáforos en rojo, el automóvil es un auténtico hogar fuera de casa para los gérmenes. Así que, (y aquí vamos otra vez), lavese las manos cuando regrese de un paseo en automóvil, aspire y limpie frecuentemente las superficies del automóvil (el volante, las mani­jas, etc.), trate de limitar la cantidad de comida y bebidas (incluyendo las bebidas en biberón) que se consumen en el automóvil, limpie los derrames tan pronto como sucedan (a las bac­terias les encantan los ambientes húmedos) y mantenga una bolsa en el automóvil para toda la basura. Asegúrese, también, de limpiar el asiento del bebé frecuentemente y lave la cubierta del asiento después de unos meses (o cuando esté visiblemente sucia).

nariz, antes de dar un medicamento a un niño y después de sacar la basura.

◆ ¿Con qué frecuencia hacen que los niños se laven las manos? ¿Hay alguien que supervise que los niños se laven las manos? La res­puesta debe ser frecuentemente (similar a la de arriba) y ¡sí!

◆ ¿Cuántos lavamanos tienen? Idealmente, debe haber uno cerca de la mesa para cam­biar a los niños y uno para que los niños lo usen. Uno aparte y cerca del área de prepara­ción de comidas es un punto a favor.

◆ ¿Con qué frecuencia limpian el cajón de arena? Es buena idea hacerlo cada dos semanas. El cajón de arena deberá permane­cer cubierto cuando no se esté usando.

◆ ¿Con qué frecuencia limpian el baño? ¿el área de preparación de alimentos? ¿la mesa para cambiar a los bebés? Diariamente, por lo menos.

◆ ¿Cuál es su política acerca de permitir que niños enfermos asistan al centro de cuidado infantil? Los niños con diarrea, enfermeda­des respiratorias o fiebre no deben estar cerca de otros niños. También pregunte acerca de su política con respecto a sarpullidos, narices que gotean, niños que toman antibióticos, etc.

◆ ¿Cuáles son sus requerimientos de inmuni-zación? ¿Solicitan ustedes que los niños sean vacunados contra la gripe? Es mejor asegurarse de que todos los niños sean inmunizados apropiadamente.

h ay más niños en los centros infantiles ahora que nunca antes (más de 11 millones de niños menores de cinco

años están en los centros infantiles fuera de casa); y donde hay muchos niños, usualmente hay muchos gérmenes que se pueden con­tagiar. De hecho, los estudios muestran que los niños en los centros infantiles tienden a resfriarse más frecuentemente y a tener más virus estomacales y más infecciones de oído que quienes no asisten a estos centros. Teniendo en mente tales estadísticas, verifi­que las guías de salud y sanidad del centro de cuidado infantil de sus niños para ver si cumplen con los estándares. Éstas son algu­nas preguntas que puede hacer:

◆ ¿Cuántos niños tienen en el centro de cuidado i n fant i l ? ¿Cuántos en las c lases individuales? Las clases pequeñas son mejo­res cuando se trata de exposición a los gérme­nes que causan resfriados e infecciones.

◆ ¿Con qué frecuencia limpian los juguetes? ¿Cómo limpian los juguetes? Se recomienda lavar los juguetes de plástico duro cada dos días con una solución de una parte de cloro y una parte de agua, o con agua tibia con jabón.

◆ ¿Con qué frecuencia se lavan las manos los miembros del personal? Busque una respuesta que incluya lo siguiente: después de su llegada, antes de jugar afuera con los niños, después de ir al baño o ayudar a un niño a ir al baño, antes y des­pués de comer y servir el almuerzo, antes y des­pués de cambiar pañales, después de limpiarles la

CentroS de Cuidado inFantil

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la fundación “What to expect” es una organización sin fines de lucro que ayuda a familias necesitadas a tener embarazos más sanos, partos sin riesgo y bebés más felices. El programa “Hola Bebé”, creado por la fundación, proporciona educación en salud prenatal y servicios de apoyo gratuitos a las

familias de bajos ingresos, y ha logrado servir a más de 200,000 mujeres embarazadas alre­dedor de toda la nación. Para saber cómo puede ayudar a la fundación, visítenos en

www.whattoexpect.org.

the Clorox Company La compañía Clorox tiene un largo historial ayudando a que la vida de las

personas sea más fácil, más sana y mejor. Fundada hace casi 100 años por cinco empresarios en Oakland, California, actualmente, la compañía cuenta con

7,600 empleados alrededor del mundo y ha logrado reunir a algunas de las marcas más reconocidas y de mayor confianza, incluyendo su nombre genérico cloro y los productos de limpieza. A través de la Fundación Clorox, la compañía

Clorox está comprometida a crear un cambio positivo en las comunidades donde sus empleados trabajan y viven. Desde 1980, la fundación ha concedido fondos

en efectivo por un total de más de $66.3 millones a organizaciones no lucrativas, escuelas y universidades. Para más información, visítenos en

www.theCloroxCompany.com.

La guia “Qué se puede esperar: Guía para tener un hogar saludable” es gratuita.

Para ordenar una copia para su familia, visite www.clorox.com.

Derechos reservados ©2006 por Heidi Murkoff Illustraciones por Nancy Lane

Publicado por The What to Expect Foundation, 144 W. 80th Street, New York, NY 10024.Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro puede ser reproducida a mano, electrónicamente, o

por cualquier otro medio, incluyendo fotocopias sin el permiso de la casa editorial.

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¡e n esta guía completa y llena de consejos fáciles y prácticos para mantener su hogar más sano, Heidi Murkoff, autora de la vendida serie sobre

embarazo y educación para padres “Qué se puede espe­rar cuando se está esperando”, ¡ayuda ahora a que las familias triunfen exterminando los gérmenes!

Heidi Murkoff es la mamá quien escribió “Qué esperar cuando se está esperando”, el libro más vendido y que ha ayudado a más de 27 millo­nes de familias desde el embarazo hasta los años en que el infante empieza a caminar. Heidi y la fundación “What to Expect” están compro­metidas a ayudar a cada familia a que aprendan qué se puede esperar; por eso, ella ha donado todo su tiempo y servicios a este programa.

La compañía Clorox le ha proporcionado una donación de $1 millón a la fundación “What to Expect”. La donación completa va a ser utilizada para el programa de la fundación “Hola Bebé” que ayuda a familias necesitadas a tener embarazos más sanos, nacimientos sin peligro y bebés más felices.

Mantenga Su Hogar

Saludable y aPrenda:

◆ Adónde les gusta a los gérmenes ocultar­

se en la cocina, el cuarto del baño, y el

cuarto de los niños, y algunas cosas sim­

ples que usted puede hacer para preve­

nir que no se propaguen.

◆ Una explicación de las guías de los CDC

para las vacunaciones de la gripe para los

bebés y niños, y otros consejos para pre­

venir la gripe en toda la familia.

◆ El por qué es una gran idea enseñarles a

los niños a lavarse las manos regularmen­

te y cómo pasarles a otros el “gen de limpie­

za.”

◆ Las preguntas para hacerle a los encarga­

dos del centro de cuidado de niños y del

jardín infantil sobre los protocolos de

higiene que siguen para que un niño

enfermo no infecte al resto de la clase.

◆ Cómo las pequeñas manos pueden mane­

jar los gérmenes en el patio.

◆Consejos sobre qué hacer con la leche

materna, los alimentos para bebés, y mucho,

mucho más...

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