Guía para la celebración de la Jornada Mariana cada 22 del me1

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Gua para la celebracin de la Jornada Mariana cada 22 del mes.El gran prodigio que el apstol Juan vio en el Cielo: una mujer radiante de sol, no sin fundamento la Sagrada Liturgia lo interpreta como refirindose a la bienaventurada Virgen Mara, Madre de todos los hombres por la gracia de Cristo Redentor (Pablo VI, Signum magnum). Mara es el modelo de todas las virtudes, que ha practicado en grado perfectsimo. San Luis Grignon de Montfort enumera diez virtudes principales de Mara. A nosotros nos gusta ver presentada en las doce estrellas que coronan a la Santsima Virgen doce de las principales virtudes de Mara. La verdadera devocin a la virgen no consiste en prcticas devocionales; stas pueden ser expresin externa de una llama de amor que debe arder en el corazn de todos los devotos. Dicha devocin tiene como fundamento: a) El conocimiento de los privilegios con los cuales Dios enriqueci a la Madre del Redentor y salvador de los hombres. Mara de hecho como afirma la exhortacin sobre el culto Mariano de Pablo VI- ocupa en la Iglesia, despus de Cristo el lugar ms alto y ms cerca de nosotros. Mara est ntimamente unida al Hijo en la Obra de la Redencin y en vista de esta maternidad Divina de Mara y de su funcin en el Misterio del Verbo encarnado y del Cuerpo Mstico, fue predestinada, desde la eternidad, a ser la llena de gracia , la toda santa e inmaculada . Mara-afirma el Concilio. Hija de Adn, consistiendo a la Palabra Divina, se ha hecho Madre de Jess y, abrazando con toda el alma sin ser obstaculizada por algn pecado, la voluntad divina de salvacin, se ha ofrecido totalmente como la sierva del Seor, a la persona y a la obra de su Hijo, ponindome al servicio del misterio de la Redencin bajo de l y con El, con la gracia de Dios Omnipotente. Justamente los santos Padres consideran que; aria no fue instrumento puramente pasivo en las manos de Dios, sino que cooper a la salvacin del hombre con libre fe y obediencia (L: G: 6). De hecho, como dice San Ireno, Ella obedeciendo se hizo causa de salvacin para s misma y para todo el gnero humano . b) El Amor. Si Mara es Madre de Dios, Madre de la Cabeza, es tambin Madre de los miembros del Cuerpo Mstico: la Iglesia. Nosotros hemos sido engendrados por la Virgen Dolorosa en el Calvario, cuando Jess dio a Juan, virgen, a Mara como madre. Fue el ltimo don que Jess hizo a los hombres antes de entregarse al Padre. Como Hijos de Mara debemos crecer en el amor hacia una Madre tan buena y tierna, siempre pronta a venir al encuentro, ms bien a prevenir las necesidades de los hijos. c) La Veneracin

A la Virgen se le debe un culto especial llamado hiperdula o sea de especial veneracin, mientras a los santos se les atributa el culto de dula, o de simple veneracin. Solo a Dios se da el culto de latra o de adoracin. Pero todas las varias formas de veneracin o culto a la Virgen se transformaran en un estril homenaje de hijos hacia la madre celestial, si este culto no me llevara a la imitacin de las virtudes de Mara. La imitacin. Cada hijo debe reflejar en s la imagen de la mam, copiar sus virtudes. En esto consiste la verdadera devocin de la Virgen. La Virgen Mara afirmada la Marialis Cultus ha sido siempre propuesta por la iglesia a la imitacin de los fieles, no precisamente por el estado de vida que condujera y, mucho menos, por el ambiente sociocultural en el cual se desarroll, hoy casi por doquiera superada; ms porque, en su condicin concreta de vida, Ella se adhiri totalmente y responsablemente a la voluntad de Dios; porque acogi la Palabra y la practic; porque su accin fue animada por la caridad y el espritu de servicio; porque fue la primera y la maas perfecta seguidora (discpula) de Cristo, que tiene un valor ejemplar, universal y permanente (No. 35). La Devocin de las Doce estrellas de Mara y la Jornada Mariana que nos proponemos celebrar el da 22 de cada mes del ao, tiene como finalidad el desarrollar y hacer crecer en los corazones la verdadera devocin de Mara, la imitacin de sus principales virtudes y al mismo tiempo, quiere hacer vivir ms intensamente, bajo la gua de Mara y en su escuela, el ao santo de la Redencin, segn las indicaciones del Papa Juan Pablo II. EL SANTO PADRE JUAN PABLO II CONFIA A LA PODEROSA INTERCESION DE MARA EL XITO DEL AO SANTO DE LA REDENCIN. Nosotros nos preparamos al 40 aniversario de la fundacin de nuestra Obra de la Divina Redencin. Por ocurrencia providencial esta celebracin coincide con la proclamacin y celebracin del Ao Santo de la Redencin. Nuestra Obra de la Redencin querida e inspirada por Dios en tiempos de grandes calamidades, durante la ltima guerra mundial, naci en la navidad de 1,943. Ella ha nacido bajo la sombra del rbol del Carpine y bajo la proteccin de la Virgen Consoladora. Mara es la primera como afirma el Concilio entre las humildes y las ms pobres del Seor, las cuales con confianza esperan y reciben de El la salvacin (L. G. 55). Nuestra obra ha nacido para los humildes y los pobres. Surgida para los nios pobres, hurfanos y abandonados, ha vivido hasta hoy y se ha desarrollado en Italia, en Colombia, en Guatemala, El Salvador y la India, al servicio exclusivo de los pobres, marginados, abandonados. A estos hermanos ms necesitados, en los cuales se encarna y se representa al mundo Cristo, debemos llevar, a travs de Mara Consoladora el mensaje de la salvacin, del amor y del

alivio moral, ayudndolos a liberarse de la esclavitud y de todas las opresiones y violencias del pecado y de la miseria espiritual y material. La virgen es el nico ejemplar de la mujer fuerte que conoci la pobreza y el sufrimiento, la huida y exilio en Egipto. Perteneca a una familia experta en el sufrir , como canta la Iglesia en un himno de la fiesta de la Sagrada Familia. El Santo Padre ha confiado a la virgen el programa del Ao Santo de la Redencin. Llama a Mara Vrtice de la Redencin . Es indisolublemente conjunta a esta obra porque Madre del Redentor y el fruto ms excelso de la Redencin. Ella de hecho es la primera redimida en vista de los meritos de Cristo, Hijo de Dios y Suyo. La Iglesia deber ms intensamente mirar a Ella que encarna en s aquel modelo, que la Iglesia misma espera de Ser: toda gloriosa, sin mancha santa e inmaculada (Ef. 5, 27). Y aade: el jubileo de la Redencin reviste tambin un aspecto eminentemente mariano: la coincidencia de la celebracin que se coloca en la espera del tercer milenio hace comprender aquella mentalidad de adviento que distingue la presencia de Mara en toda la historia de la salvacin. mundo. Ella como estrella de la maana, precede a Cristo y lo prepara, lo acoge en s y lo da al

POR QUE EL 22 DEL MES? El da no ha sido escogido por casualidad. El ao pasado, propio en las fiestas navideas, la virgen me envi esta inspiracin. La Virgen Consoladora del Carpinelo me hizo entender que quera una jornada cada mes, consagrada de modo particular, a su culto con prcticas que expresaran ms tangiblemente la devocin que todos nosotros tenemos, en nuestra alma hacia una mam tan buena y poderosa. El 22 de agosto se celebra la fiesta de Mara Reina. La Iglesia, en la octava de la fiesta de la Asuncin, ha querido instituir esta fiesta para reconfirmar la realeza de Mara sobre todo el universo, sobre toda la humanidad. Como Jess por naturaleza y por conquista, es el Rey Universal del mundo, tambin Mara es Reina por derecho natural, en fuerza de su divina maternidad; y por derecho adquirido, habiendo colaborado a la obra de la redencin de la humanidad y al rescate del pecado. Mara es Reina a pleno titulo, porque el Hijo ha puesto en sus manos el dominio sobre todos sus hijos. Mientras Jess tiene un poder absoluto sobre todas las criaturas y sobre cada ser creado, Mara tiene poder de intercesin universal y muy poderosa. Y tambin como preparacin del jubileo estemos presentes a preparar nuestros corazones al gran evento. Tan alta es su funcin maternal.

Como ha dicho el Vaticano II: ella cooper, de manera del todo singular, a la obra del Salvador, con la obediencia, la fe y la ardiente caridad, para restaurar la vida sobrenatural de las almas (L.G 61). por eso todava continua, con su caridad maternal, a tomar el cuidado de los hermanos del Hijo suyo, todava peregrinos y puestos en medio a los peligros y afanes, hasta que seamos llevados a la patria celestial (Discurso del Papa en ocasin de los augurios de Navidad del Colegio Cardenalicio, 23-12-82). POR QUE ESTA DEVOCION DE LAS DOCE ESTRELLAS DE MARA? No es una nueva devocin, sino sencillamente profundizacin y estimulante llamamiento a la verdadera devocin a la Virgen. La Jornada Mariana que celebramos cada 22 del mes, quiere significar para todos sus devotos un poderoso mensaje para imitar la virtud propuesta para todo el mes. Son doce las estrellas que adornan la corona de Mara. Son doce los meses del ao: en cada mes consagramos una jornada especial y una intensa veneracin a la Virgen Consoladora. Por eso San Bernardo afirma que todas las gracias nos vienen concedidas por Dios con o sin la maternal intervencin de Mara . Lo mismo cantaba Dante Alighieri: Mujer eres tan grande y tan velozmente que quien quiere gracia ya a Ti no recurre es como desear volar sin alas . Ella es una madre tan buena y tierna que al pedir favor precede . Estas consideraciones encienden y estimulan en nuestro corazn un fervor cada vez ms creciente y es para todos sus hijos seguridad de ser escuchados en todas las necesidades, no solo materiales, sino sobre todo espirituales para el alma y para el cuerpo. EL 22 DE AGOSTO DE 1,886. SOLEMNE CORONACION DE MARA SANTISIMA CONSOLADORA REINA DE SU PUEBLO Y DE TODOS SUS DEVOTOS. Monseor Formisano, Obispo de No, acept la peticin de todo el pueblo de Visciano y d la inmensa muchedumbre de devotos y present al captulo Vaticano la peticin de la solemne coronacin de la Virgen Consoladora, como Reina del pueblo de Visciano y de todos sus hijos. El Decreto fue afirmado en Roma el 20 de abril de 1886. La emisin del Decreto fue motivada por la antigedad de la Sagrada Imagen y por la celebridad de los milagros, con los cuales Dios se haba dignado exaltarla. Fue delegado Monseor Nappi a presidir la solemne ceremonia de la coronacin que tuvo lugar en un tripudio de sol, de gozo y de amor el 22 de agosto, octava de la fiesta de la Asuncin de la Virgen al cielo y la fiesta de Mara Reina. Para recordar esta solemne fecha y para poder mejor imprimirla en el alma de todos sus hijos, hemos promovido la devocin de las DOCE ESTRELLAS DE MARA con una JORNADA MARIANA a celebrarse el da 22 de cada mes el primer centenario de la Proclamacin de la Virgen Consoladora como Reina de su pueblo y de todos sus innumerables devotos. La Virgen quiere imprimir ms visiblemente su imagen maternal en nuestros corazones de hijos con la imitacin de sus virtudes.

Primera estrella LA FE DE MARA 22 de enero La fe, la primera de las virtudes teologales ha sido infundida en el alma en el momento del bautismo. Ella es aquella virtud sobrenatural, por la cual creemos, sobre o en la autoridad de Dios, lo que l ha revelado y nos propone creer por medio de la Iglesia (Po X). Es un don, el ms grande, el ms importante: don fundamental que nos hace aceptados y agradables a Dios . Sin la fe, declara solemnemente San Pablo, es imposible agradar a Dios. La Sagrada Escritura alaba grandemente la fe de Abraham, el padre de todos los creyentes Abraham crey en Dios y le fue adjudicado a justicia . Podemos preguntarnos: Qu fue la fe del Patriarca Abraham en comparacin de la fe de Mara? En el mes de enero nosotros somos invitados por la Iglesia, con la fiesta de la epifana a meditar en la fe de los santos Reyes Magos que, atrados por las estrellas, afrontando cualquier gnero de sacrificio y peligro, se traslada a Beln para adorar al Nio Jess. Ellos creyeron en la divinidad del pequeo nio envuelto en pobres paales y le adoraron, ofrecindoles en don el oro del amor, el incienso de la oracin y la mirra de la mortificacin del sacrificio. Ms tambin la fe de los reyes magos no es sino poca cosa en consideracin a la fe de Mara. La fe de Mara fue heroica, prudente y fecunda. La Virgen crey al arcngel Gabriel que le llev el anuncio que haba sido pre escogida por Dios a llegar a ser la madre del Mesas, tan esperado. Fue un acto de fe en la Santsima Trinidad, en cuanto dio su consentimiento a la persona del Padre que haba enviado el ngel, en la persona del Hijo que hubiera concebido en su seno, en la persona del Espritu Santo que hara de ella la madre de Dios. Crey todava en el misterio de la Encarnacin, en la Divinidad del hijo por ella concebido y al fin crey en su perfecta virginidad. Con su consentimiento al mensajero de Dios, afirma San Agustn, Mara por medio de la fe abri las puertas del paraso a los hombres, porque como afirma tambin San Ireneo, aquel dao que hizo Eva con su incredulidad, Mara lo reparo con su fe . En esta luz debemos volver a leer el canto del magnficat, en el cual la Virgen, en su visita a Santa Isabel, despus de haber escuchado las palabras de Santa Isabel quien le dijo: Bienaventurada t que has credo exclam esttica: El Omnipotente ha hecho en mi cosas grandes; por eso todas las generaciones me llamarn bienaventurada . La pregunta dirigida al ngel fue dictada por la prudencia. A la respuesta nada es imposible a Dios , Mara da su consentimiento: He aqu la esclava del Seor, hgase en mi segn tu palabra . Fue una fe fecunda porque con su consentimiento, salvo la humanidad de la culpa de origen, fruto de la rebelin de Adn y Eva. Hizo as brotar en Mara todas las virtudes. San Alfonso reportando la afirmacin de Surez, testifica: La fe de Mara super la de todos los hombres y la de todos los ngeles. Vea a su hijo en el portal de Beln y lo crea Creador del mundo.

Lo vea huir de Herodes y no dejaba de creer en l como el rey de los reyes. Lo vio nacer y lo crey eterno, lo vio pobre, necesitado de alimento y lo crey Seor del universo, puesto sobre la paja y lo crey omnipotente. Observo que no hablaba y crey que era la sabidura infinita, lo oa llorar y crea ser el gozo del paraso. Lo vio finalmente en la muerte, vilipendiado, crucificado; ms aunque en los otros vacilara, desfalleciese la fe, Mara estuvo siempre firme en el creer que El era Dios. Junto a la Cruz Mara con toda la plenitud de su fe en la divinidad de Cristo. Mara es llamada por San Metodio: antorcha de los fieles , por que por su fe mereci ser hecha luz de todos los fieles. Y San Cirilo de Alejandra llama a la Virgen: REINA DE LA FE . A este propsito San Alfonso nos exhorta: busquemos de imitar la clara fe de Mara. De qu manera cada hijo debe imitar a su mam? La fe es al mismo tiempo una virtud y un don. Es don de Dios en cuanto es una luz y que Dios infunde en el alma; es una virtud por el ejercicio que el alma debe hacer en s misma. Por esto San Gregorio afirma: Cree firmemente aquel que practica lo que cree - San Agustn concluye magistralmente: T dices creo. Practica lo que dices y tienes fe . Es necesario recordar que lo que recomienda el apstol Santiago: la fe sin obras est muerta . Miremos a Mara, pensemos en Mara, esforcmonos de imitar a Mara en esta virtud fundamental, teniendo presente que su fe fue una virtud combatida y probada. Oremos a la Virgen para que nos conceda el espritu de fe. Con las palabras de San Pedro queremos terminar estas breves consideraciones: Hijos, resistid fuertes en la fe . Segunda Estrella Mara MODELO DE ESPERANZA 22 de febrero La esperanza es la segunda de las virtudes teologales, tambin ella fundamental para la vida cristiana. La virtud de la Esperanza es al mismo tiempo como la fe, don y virtud, infundida directamente por Dios en el instante del Santo Bautismo. As ensea el catecismo de Po X: La esperanza es la virtud sobrenatural por la cual confiamos en Dios y de El esperamos la vida eterna y las gracias necesarias merecerla . Con la fe la caridad hace parte integrante del organismo sobrenatural que nos ha hecho renacer a la vida nueva. No es concebible un cristiano sin esta virtud que infunde confianza y abandono en Dios. La esperanza nace de la fe. Ms firme y honda es la fe, ms firme es la esperanza. Nunca como hoy el hombre est sediento de esperanza. La falta de fe viva, sobrenatural, fundamento o cimiento de la vida cristiana, hace desplomar al hombre moderno en la angustia, en el desnimo en la depresin. Sin la esperanza no hay confianza en la vida, no hay coraje para enfrentar las incgnitas que la vida presenta. Sin la esperanza todo cae. Todos tendemos, estamos dirigidos hacia la esperanza, hacia un mundo mejor, el xito de nuestras empresas. AY! Si faltara esta fuerza que genera la esperanza, el hombre sera condenado a la inercia, al suicidio, y si hoy debemos lamentar muchos pecados de suicidio lo debemos a la falta de esta virtud y de esta toma de conciencia del don precioso de la esperanza. Si todo eso es verdad en el plan natural, en el trabajo, en los esfuerzos que el hombre emprende en los estudios, en las rebuscas o averiguaciones cientficas, en las empresas astronmicas, por asegurar el progreso de la humanidad, tanto ms es necesario en el plan sobrenatural. San Pedro afirma que la esperanza no desilusiona a quien tiene fe y exhorta a ser siempre listos, en un mundo pagano para dar razn de nuestra esperanza. El cristiano y en particular el devoto de Mara, camina en la tierra con la mirada dirigida hacia lo alto, en la esperanza de la Patria, de los bienes celestiales, de la corona de gloria que ha merecido con sacrificios y sus fatigas. Miremos al ejemplo admirable que nos da Mara. San Alfonso afirma

que Mara poseyendo la virtud de una excelente fe, tuvo todava la virtud de una excelente esperanza que la haba exclamar con David: Para m es buena cosa estar unido con Dios, poner en Dios Seor todas mis esperanzas. Confiado no en las criaturas, ni en los mritos propios, Mara se apoyaba nicamente en Dios, en la divina gracia en la cual solo confiaba. En los momentos difciles, nunca perdi la confianza en la asistencia de Dios: en la alternativa que el Seor la haba puesto, con el prodigioso embarazo que la expona al repudio por parte de Jos y al escndalo, ella no perdi la confianza en la asistencia divina. Confiado slo en Dios y en su ayuda, no revel a Jos el prodigio que se haba cumplido en Ella, por obra y virtud del Espritu Santo, Dios provey con su divina asistencia a quitarla de la situacin delicada en la que se haba encontrado por haber credo y acogido el mensaje del ngel. Se abandono a la Divina Providencia, confiado solo en la seguridad que Dios hubiera defendido su inocencia y su fama. Cuando Mara no encontr en Beln ni para ella, ni para el nio divino que deba dar a luz, albergue siquiera pobre, no se perdi de nimo, mas confiando en el Seor se refugi en una esculida gruta donde naci el nio Jess. Confi en el Seor cuando avisado por el ngel, Jos le comunico que tena que huir a Egipto para defender a Jess de la maldad de Herodes. No tenan nada, no conocan a ninguno, se dejaron guiar slo por la confianza en Dios quien los protegi contra todas las insidias. Al fin podramos afirmar que la esperanza de Mara toc el herosmo cuando en las bodas de Can, Ella rog a Jess para que obrara el milagro para quitar el apuro de los esposos, porque faltaba el vino. A pesar del aparente recusacin de Jess de anticipar su Hora , Ella tuvo confianza y Jess obr el milagro cambiando el agua en vino. La esperanza de Mara fue heroica en todas las circunstancias dolorosas de su vida. Ella esper contra toda esperanza, en modo inmensamente superior a Abraham. He aqu porque la Iglesia aplica a la Virgen las palabras del Sircide; Yo soy la Madre del Amor, del Temor, de la Ciencia y de la Santa Esperanza . E invita a los cristianos, sus devotos a invocarla con la bella oracin: Oh esperanza nuestra, Slvanos! . Mientras San Bernardo se dirige a Mara con santas palabras: Tu eres todo motivo de nuestra esperanza . Queremos terminar estas breves notas con las palabras que Monseor Jos Constanzo, obispo de Nola, ha pronunciado inaugurando nuestro Seminario del Sagrado Corazn , en Domicella (AV), resucitado de las ruinas del terremoto del 23/11/80, y con las cuales ha incitado a todos a vivir de esperanza, a crecer en la experiencia de esta virtud tan importante Quien tiene el corazn la esperanza es capaz de creer, de atreverse, de empearse. Quien tiene en el corazn la esperanza en las horas dramticas no se pierde de coraje, ms levanta los ojos al Cielo, descubre, logra descubrir la presencia misteriosa y activa de Dios. Lo adora en sus designios inescrutables, se somete a su voluntad, que en aquel momento aparece dura. Acepta las leyes inflexibles de la naturaleza y todava no se conforma. No se conforma en dejar las cosas como estn reducidas, encuentra la fuerza de trabajar, de proyectar. Proyectar, o se encuentra en s la fuerza de echarse adelante, ms all del lugar que puede desanimar. Empieza a ver, a acariciar con el corazn, con la fantasa, con la creatividad un proyecto ms grande de lo que le ha parecido desplomar bajo sus ojos asustados. La esperanza

y cuando la esperanza es el fruto de una fe madura, entonces no hay nada que pueda bloquear los tentativos de continuacin de reconstruccin, de empezar de nuevo. Se sabe que el Seor en su ternura y paternidad no nos abandona, se sabe que nos precede con su gracia, que nos acompaa con su presencia paternal, que no nos deja faltar su ayuda, si nos ponemos en camino confiadamente, desafiando las dificultades, nunca cruzando los brazos, ms dirigidos, tenazmente, audazmente hacia adelante para indicar el camino, para indicar las metas y las nuevas posibilidades. Quien tiene el corazn lleno de esperanza es capaz de descubrir posibilidades en las dificultades. El que espera es uno que cada da por la gracia de la fe y por la esperanza madura, cada da logra descubrir la posibilidad en la dificultad y sigue adelante . Busquemos tambin nosotros de imitar a Mara en esta virtud tan necesaria hoy, en un mundo que se vive de angustia y depresin. Solo Mara nos podr salvar. Roguemos a Ella con filial abandono repitiendo Madre ma, confianza ma . Tercera Estrella LA CARIDAD DE Mara HACIA DIOS 22 de marzo Dios ha creado todas las criaturas y en particular al hombre por un acto de amor infinito. No para aumentar su misma gloria ms nicamente para acrecentar, como ensea la teologa, su gloria externa. Todos los seres creando deben dar gloria a Dios, reconocerlo como nico Creador, Seor, patrn o dueo absoluto y adorarlo, amarlo, servirlo para gozar de el eternamente en el Cielo. El no puede permitir y no tolera rivales: solo El merece nuestro Amor, solo a Dios honor y gloria. He aqu porque la Escritura afirma: No dar a otros mi gloria . Por esto fuimos creados y por este fin debemos vivir, todos conocemos el primer mandamiento de la caridad: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente (Jn 10,26). Solo Dios es digno de nuestro amor y de nuestro corazn. El solo puede llenarlo. Por esto afirma San Agustn: Seor, tu nos has creado por Ti y nuestro corazn es infeliz hasta cuando no descanse en Ti . El es nuestro pleno gozo y nuestra eterna felicidad, Ms cul criatura en el mundo ha amado a Dios como Mara? Si la Virgen fue la predestinada desde la eternidad en ser la criatura predilecta pre escogida en ser la madre del Hijo de Dios. Del Salvador y Redentor del mundo, tuvo que ser rebosante de amor de Dios como ninguna otra criatura del mundo. La gracia es amor, la gracia es el inicio de la eterna felicidad Mara am a Dios con un amor nico. Solo Ella, lleva de gracia, se puede aplicar las palabras del cantar de los cantares: Mi dilecto o amado se ha dado a M y yo a El (Ct 11-16). Desde el primer instante de su Inmaculada concepcin la Virgen empez a Amar a Dios con un amor inmenso y este amor creci continuamente en su corazn. Por esto la Iglesia la llama Madre del bello Amor . Por lo cual San Bernardo, con razn afirma: El Divino Amor hiri a tal punto el alma de Mara, hasta de no dejar parte alguna no herida de amor: para que Ella amara con todo el corazn, con toda la mente, con todas las fuerzas y fuera llena de gracia . Solo Mara pudo cumplir el precepto del amor de Dios, amando a Dios por encima de todas las cosas y ms que a todas las criaturas, y en todas. Nada anteponer a Dios, Dios en todo y sobre todo: fue esta la regla que gui a Mara en su vida terrenal. Hecha Madre de Dios la Virgen sabia de ser, Fuego que lleva fuego de amor. A bien razn San Ildefonso afirma: como el fuego enrojece el hierro, as el Espritu Santo inflam toda a Mara, as que en ella no se vea sino la llama del amor divino, ni ms se senta sino el fuego de este divino amor . He aqu porque Alberto Magno ha escrito: Hubiera sido desconveniente a Dios dar un mandamiento que no fuera observado plenamente por ninguno. Pues alguien lo ha cumplido. Quien ha sido este alguien? Mara Santsima . Ms este amor en el cual consiste la

verdadera perfeccin del cristiano, Mara no lo ha guardado solo para s, cual verdadera Madre de todo creyente, de todos los cristianos, Mara comunica este hecho divino del Santo amor de Dios a todos sus devotos. Ella misma en una aparicin a Santa Brgida: Quieres unirte estrechamente a m? Ama a mi Dios a mi Hijo . Y San Jernimo afirma: Dios que es amor, vino a la tierra a encender este fuego del divino amor en todos los corazones, ms a ningn corazn inflam tanto, cuanto el corazn de su madre que siendo todo puro de los afectos terrenos estaba dispuesto a quemar de este fuego . Mara dice san Pedro Damin, cual guila real, tena los ojos siempre fijos en el divino Sol y en modo tal que ni siquiera las acciones de la vida le impedan el amor, ni el amor le impeda de tratar con los hombre o de atender su que hacer domestico . Su corazn estaba constantemente unido a Dios, de noche y de da, que como afirma el mismo San Ambrosio que dejo escrito: Cuando descansaba el cuerpo, vigilaba el alma . Con razn San Bernardino afirma: que Mara en la tierra no hizo sino lo que agradaba a Dios y le am tanto cuanto ms poda amar una criatura humana. Si queremos agradar a nuestra dulce mam celestial debemos seguir su ejemplo: ser rebosante de amor de Dios. Si es suficiente una sola gota de amor de Dios para hacer feliz a nuestro corazn, deberamos pedir a Dios por intercesin de Mara que experimento el paraso en la tierra con su corazn rebosante de amor, para que nos obtenga esta gracia. Rezamos a Mara para que el Espritu Santo hiera nuestro corazn del puro amor de Dios de manera que no gustemos, no anhelemos sino de amar sobre su ejemplo, solo Dios y su Divino Hijo Jess, solo as podremos ser sus dignos hijos. Cuarta Estrella AMOR DE Mara HACIA EL PROJIMO 22 de abril El primero y ms grande precepto del amor total y absoluto hacia Dios viene completado de la Ley interrogado por Jess respondi: Amaras a tu prjimo como a ti mismo (Jn 10:26). No se puede amar a Dios si no se ama al prjimo. San Juan, el discpulo predilecto de Jess, ensea con mucho vigor nosotros amamos, porque El nos ha amado primero; si uno dijera: Yo amo a Dios , y odiara a su propio hermano que ve no puede amar a Dios a quien no ve. Este es el mandamiento que tenemos de l: Quien ama a Dios, ama tambin a su hermano (Jn 4,19). Los dos preceptos se completan, son inseparables, si Dios es amor, la perfeccin consiste en amar a Dios. No podemos separar a Dios del prjimo. Por esto Jess quiso explicar con la parbola del Samaritano este precepto de la caridad hacia el prjimo concluyendo: Ve y haz lo mismo . La virgen ha amado ms que toda criatura a Dios y por consecuencia ha amado tambin al prjimo ms que cualquier otra. Es modelo en todo. Debemos amar al prjimo por amor a Dios. Si el amor hacia Dios en Mara es inmenso el amor de la Virgen por el prjimo. Jess dio a Mara a Juan como hijo y en Juan consign todos los hombres a Ella, como madre de todos los redimidos. Poda Mara no amarnos con un amor sin lmites?, Si ella es la Madre de la cabeza poda no ser tambin la madre del cuerpo mstico, al cual todos nosotros miembros pertenecemos? El Vaticano II ha proclamado a Mara como madre de la Iglesia, o sea madre de todos nosotros que somos por el bautismo regenerados a la vida nueva y hemos sido llamados a ser parte de la Iglesia,

o sea madre de todos nosotros que somos por el bautismo regenerados nosotros que somos por el bautismo regenerados a la vida nueva y hemos sido llamados a ser parte de la Iglesia, de la cual Ella es la madre tierna y prvida. El Evangelio nos revela episodios elocuentes de la ternura maternal de Mara para con el prjimo. Mara dio su consentimiento para ser la madre de Jess en la encarnacin, por amor a todos nosotros que hubiramos tenido que ser redimidos por su divino Hijo, que tom en Ella la carne humana, para reconciliarnos con el Padre y devolvernos la dignidad de Hijos de Dios. En aquel consentimiento la Virgen acept no solo de sacrificarse a s misma, de ser traspasada por la espada del dolor como le profetiz el viajo Simen en la presentacin de Jess al templo HE AQU, EL QUE ES PUESTO PARA CAIDA Y RESURRECCION DE MUCHOS EN ISRAEL, y COMO SIGNO DE CONTRADICCION Y A TI TAMBIEN UNA ESPADA TE TRASPASARA EL ALMA (Lc 2,34), ms ha sacrificado cuanto tena de ms querido, su Hijo en el altar de la Cruz, ofrecindolo a la muerte para que nosotros tuviramos la vida. Podemos bien decir Mara nos ha amado tanto hasta sacrificar a su hijo por nosotros. El Evangelio nos revela tambin el amor preveniente y solicito de Mara por su prima Isabel. Apenas conoce por el arcngel Gabriel que la prima necesitaba su ayuda porque dentro de tres meses tena que dar a luz al bautista, apresuradamente sale de Nazaret sin mirar ni incomodidades, ni a peligros, ni a todas las dificultades del viaje. Va a presentar sus humildes servicios sin ser interpelada. El verdadero amor intuye la necesidad y es pronto a donarse por la persona amada. Se somete a la prescripcin de Moiss de la purificacin, sin ser obligada, nicamente por no dar lugar a admiracin ni escndalo a todos los vecinos que no conocan cuanto el Espritu Santo haba obrado en Ella. Fue el mismo amor preveniente que movi a Mara a pedir a Jess de romper la demora y manifestar su potencia cambiando el agua en vino, con tal de ahorrar a los esposos el disgusto y la vergenza de ver faltar el vino en el banquete nupcial. Esta caridad hacia nosotros no ha disminuido ahora que est en el Cielo. Lo afirma San Buenaventura: Esta caridad ha aumenta porque en el Cielo ve ms las miseria de los hombres. He aqu sus preciosas palabras: Fue grande la misericordia de Mara mientras estaba todava en exilio en la tierra, mucho creci ahora que es Reina en el Cielo . El mismo Jess como refiere San Alfonso dijo a Santa Brigada: Si no intercedieran las oraciones de la madre ma, no quedara esperanza ni misericordia . El modo mejor y ms eficaz para obtener gracias de la Virgen es el de ayudar al que sufre, los pobres, de sacrificarnos para ayudar nuestro prjimo necesitado, nicamente por amor de Dios. Dice San Juan Crisstomo: Quien tiene misericordia del prjimo da con inters al Seor , el cual nos restituye centiplicadamente lo que hemos hecho a nuestros hermanos ms pobres. Quinta Estrella LA PUREZA INMACULADA DE MARIA 22 de mayo Oh Virgen! Quin, nunca, te enseo a agradar a Dios con la virginidad y conducir en la tierra una vida religiosa ? As San Bernardo se dirige a Mara. Despus de la cada de Adn la razn fue substrada al dominio de Dios y se desencadenaron en el hombre todas las pasiones que antes estaban sujetas a la razn. El hombre perdi el dominio de los sentidos, la concupiscencia de la carne y de los ojos, la soberbia de la vida han dominado al hombre, volvindolo smil o parecido a las bestias. Por eso el poeta canta: Hecho no fuisteis a vivir como brutos ms a seguir virtudes y conocimientos , era necesario que Dios para restaurar a la humanidad y devolverla a la dignidad de hijos de Dios, creara una criatura que hubiera tenido que ser modelo de la pureza angelical, como nueva Eva, que hubiera tenido que devolver al hombre la perfeccin perdida con la culpa de

origen. El deseo de Mara en su vida terrenal fue el de pertenecer toda a Dios, de una manera que ninguna parte de su ser le fuera substrada. Concebida sin pecado original en vista de los meritos del Divino Salvador, Mara no conoci la concupiscencia. Todos los privilegios de los cuales fue enriquecida tienen su origen de esta muy singular gracia de ser preservada inmune del pecado original de manera que si siquiera por un instante la Virgen estuvo bajo el dominio de Satans. Contra el hereje Elvidio que negaba la virginidad de Mara, San Jernimo afirma: T dices que Mara no persevero virgen? Y yo al contrario adems pretendo que san Jos fue virgen por Mara , y esto lo podemos sacar del hecho que Ella se turb ante el anuncio del ngel. Un autor sagrado afirma: Por qu se turb? Porque tema de perder su virginidad, tanta que hubiera sido hasta dispuesta renunciar a la divina maternidad que perder la virginidad . Y cuando recibi la aseguracin que el nio que tena que nacer de Ella, hubiera sido por obra del Espritu Santo, dio su consentimiento: He aqu la esclava del Seor, hgase en mi segn tu palabra . Padre Pesce sostiene en que Mara la pureza virginal fue absoluta, perfecta, insuperable, y eso bien se comprende porque Mara era madre de Dios. Como tal su santidad que podramos llamar la perfeccin ms alta que puede alcanzar una criatura humana era insuperable, porque solo Mara fue inmune como hemos dicho ya de la culpa original. Por este privilegio sus sentidos estaban completamente sumisos a la razn y la razn a la gracia: En Ella haba perfecta armona. La santidad es la posesin llena y absoluta de la perfeccin y de la pureza que acerca la criatura a Dios. Y Quin ms que Mara, llamada a ser la Madre de Dios, poda asemejarse a Dios? Mara debe ser nuestro modelo y en particular el modelo de la juventud. Si cada hijo debe esforzarse en parecerse a su mam, todos nosotros que nos gloriamos de ser hijos predilectos de Mara, debemos tender con todas nuestras fuerzas para adquirir la virtud de la pureza y defenderla de los peligros que la asechan. La Virgen se turb al saludo del ngel Por qu? Bien lo podemos comprender. Siendo muy humilde, convencida de su nada, delante de la alabanza tan alta e inexplicable del ngel, que la salud llena de Gracia se turba y se pregunta qu sentido tuviese tal saludo. Es la turbacin de un alma cndida que rehye de la loa. De otra parte habiendo vivido siempre en el escondimiento de su casia, se turba cuando el ngel la visita y se ve el centro de la atencin de Dios mismo. Cual ejemplo para todos nosotros y en particular para la juventud! Todos estamos expuestos a perder esta bella virtud . El mundo, el demonio y las pasiones: son las tres arpas que en continuacin tratan de asaltar al hombre. San Ambrosio afirma: Quien guarda la castidad es un ngel, quien la pierde es un demonio . San Agustn, quien vena de tan amarga experiencia en este campo, despus de su conversin dijo que: Es muy difcil sobre todo en la juventud practicar esta virtud, llamada la virtud difcil. Y esto Por qu? Porque no se quieren usar los medios que los maestros de espritu sugieren: ORACION, HUIR DE LAS OCACIONES Y MORTIFICACION. El mundo asalta continuamente, con todos los medios: moda escandalosa, diversiones peligrosas, medios de comunicacin social, prensa, novelas, radio y sobre todo la televisin y el cine: todo esto est organizado con diablura para deleitar y hacer caer al hombre en el vicio impuro. He aqu el hombre y sobre todo la juventud del vicio de la impureza vaca, insatisfecha, infeliz y angustiada. Se abre as la va, el camino a cualquier delito, al suicidio y a la ruina moral, material y mortal.

Imitemos a la Virgen, recemos, mortifiqumonos y busquemos de combatir para preservarnos y librarnos del mal que nos asecha. Sexta Estrella LA HUMILDAD DE MARIA 22 de junio San Agustn afirm: Mara agrad a Dios por su virginidad: fue elegida por su humildad. San Bernardino afirma: la humildad es el cimiento y la custodia de las virtudes . Aun aade: Si quieres construir el edificio de tu perfeccin piensa primero a poner hondas bases de humildad. Si la humildad es verdad como sostienen Santa Teresa, es la toma de conciencia de nuestra nada . Debemos convencernos que solo la humanidad atrae la mirada de complacencia de Dios sobre la criatura. A la base de la ruina de la humanidad tuvo lugar la rebelin de nuestros progenitores. Ms De qu naturaleza fue su pecado? De soberbia. El orgullo, el deseo de independencia y de dominacin: las tres bestias salvajes , como los llama Dante: saber, gozar y poder, han revolucionado el plan de Dios sobre el hombre arrastrndolo a la ruina. Mara atrajo la mirada de benevolencia de Dios sobre s, por su humildad y profunda y convencida . He aqu porque ella misma en el magnficat proclama: Dios ha hecho cosas grandes en M, ha mirado la humildad de su esclava: y el mismo poeta canta: Humilde y alta ms que criatura . Santa Francisca de Chantal afirma: Dios es tan amante de la humildad que inmediatamente va donde la ve . No dijo Jess: Aprended de M que soy manso y humilde de corazn? y Poda Mara, la ms perfecta discpula de Cristo ser diferente de su Hijo? por este motivo mereci ser exaltada por encima de todas las criaturas. Santa Matilde afirma: que la primera virtud en la cual particularmente se ejercit Mara, desde su infancia, fue la humildad. a) El primer acto de la humildad de corazn es tener bajo concepto de s mismo: Mara sinti siempre tan bajamente de S, como fue revelado a Santa Matilde, que an se viera tan enriquecida de gracia ms que los dems, no se prefiri jams a ninguno. Mara reconociendo de haber sido enriquecida de gracias y dones ms que toda criatura, cant en el Magnficat. El Seor mir la humildad de su esclava y ha hecho en Mi cosas grandes . Pero la Madre de Jess en la mayor luz recibida de Dios mientras conoca su infinita grandeza y bondad, tanto ms tomaba conciencia de su pequeez y se humillaba ms. Por lo cual dice San Bernardino: No ha habido en el mundo criatura ms exaltada, propio porque no hubo criatura ms exaltada, propio porque no hubo criatura que se halla humillado como Mara . b) Es acto de humildad esconder los dones recibidos. Mara no quiso revelar a San Jos, su esposo prometido, la gracia extraordinaria de la cual haba sido favorecida y de cuanto haba obrado en Ella el espritu Santo, hablando hubiera podido aliviar a San Jos de la sospecha que lo atormentaba. Mas prefiri callar y confa en el Seor, el cual lleg en su ayuda enviando al ngel en sueo a San Jos para revelarle cuanto en Ella se haba cumplido, por voluntad y predileccin divina. c) Adems, la humilde rehsa las loas que la vienen dirigidas y todas las refiere a Dios. Mara de hecho se turba cuando el ngel Gabriel la salda: Llena de gracia, el Seor est contigo . Oye ser alabada y se turba. Lo mismo pasa cuando la prima Isabel Dice: Bendita tu entre las mujeres Y De dnde que la madre de mi Seor viene a mi? Dichosa T que has credo (Lc 1, 42-43). Mara atribuye todas estas alabanzas a Dios y responde con aquel cntico inspirado: Mi alma glorifica al Seor y exulta en Dios mi Salvador, que se ha dignado a mirar la humildad de su esclava . San Alfonso comenta: Isabel, t me alabas, ms yo alabo al Seor a quien

solo se debe la honra, tu admiras mi espritu T me alabas porque he credo ms yo alabo a mi Dios que ha querido exaltar mi nada . Y San Agustn hablando de la humildad de Mara exclam: Oh, humildad!, verdaderamente dichosa, la cual dio a luz al Dios de los hombres, abri el paraso y libr a las almas del infierno . d) Es propio de los humildes servir. Mara escogi de correr apresuradamente hacia su prima Isabel a no ms supo por el ngel que hubiera dado a luz, a los tres meses al precursor de su divino Hijo. Se pone a su servicio, escogiendo los trabajos ms humildes. San Bernardo anota: Se extraaba Isabel que Mara hubiera llegado espontneamente donde ella y mucho ms extraaba que hubiera llegado por servirle y no de ser servida . e) Al fin los humildes aman en ser despreciados. Mara no aparece el domingo del triunfo de Jess, cuando todos aclamaban: Hosanna, hosanna, al Hijo de David, bendito el que viene en el nombre del Seor . Pero la Virgen aparece en el calvario al lado del patbulo infame de la cruz, al cual Jess haba sido condenado. Se hace conocer como madre del condenado ante aquella muerte infame de la cruz. La misma Virgen revel a Santa Brgida: S hay una cosa ms desagradable en ser considerado y llamado boda, es ser considerado necesitada de todo y las mas indigna de todos? Esta, Oh! Hija, fue mi humildad, este mi gozo, esta toda mi voluntad, con lo cual no busco agradar a otro sino a mi hijo . Si queremos agradar a Mara busquemos todos de imitar a esta dulce madre nuestra, en esta virtud tan necesaria para nuestra eterna salvacin. No podremos nunca ser verdaderos hijos de Mara si no nos esforzamos de ser humildes. Y San Bernardo exhorta muy oportunamente: Si no puedes imitarme en la virginidad, busca de imitarme en la humildad, hacindote humilde . Sptima Estrella LA OBEDIENCIA DE Mara 22 de julio Una de las virtudes ms difciles para poder vivir integralmente la vida cristiana es la obediencia. Hoy sobre todo que el espritu de independencia y de libertad absoluta es muy acentuado. La obediencia de hecho es la virtud que inclina la voluntad humana a someterse a la voluntad de los superiores, en cuantos representantes de Dios. De otro lado ha sido siempre ms fcil renunciar a las propias cosas con la pobreza, a los placeres de los sentidos con la castidad, que a la propia voluntad con la obediencia. La virtud de la obediencia pone en movimiento otras virtudes ligadas a esta como la humildad, la ve, la fortaleza; ella se conecta a la virtud de la justicia que hace dar a cada quien lo que corresponde. Dios prefiere como dice la escritura, la obediencia de la propia voluntad que es la parte ms noble del hombre. La Biblia afirma: Vale ms la obediencia que la inmolacin o sacrificio de una vctima y la observancia del mandato divino es mejor que la grasa de los carneros (1 Reyes 15-22). Jess es el modelo perfecto de obediencia. El, entrado en este mundo dice al Padre: No te agradaron las ofrendas de holocaustos, he aqu que vengo para hacer, Oh Dios!, tu voluntad (Hb 10. 5-7). Y en el evangelio afirma: Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre celestial que me ha enviado . (Jn 5, 34). Desde el momento de su encarnacin en el seno pursimo de la Virgen Mara, hasta el Todo est cumplido (Jn 19-30), en la cruz, la vida de Jess se mueve toda en la luz de la obediencia ms perfecta al Padre. Su obediencia es salvfica, es ejemplar para todos nosotros. Lo fue sobre todo por Mara, la cual sigui como verdadera y nica discpula las huellas de su divino Hijo. La Virgen Mara

Madre de hecho, fue, lo que por su fe y obediencia gener en la tierra el mismo hijo del Padre, sin relacin con ningn hombre, ms a la sombra del Espritu Santo, Como afirma la MARALIS CULTUS . Como en todas las dems virtudes, Mara es modelo especialmente en sta. Si el pecado de Eva fue la desobediencia, Mara, fue nueva Eva con su perfecta obediencia, repar este pecado, como lo afirma San Agustn. La obediencia de Mara fue la ms perfecta de todos los dems santos, en cuanto afirma San Bernardino: Mara siendo inmune del pecado original no tena impedimentos en obedecer a Dios, ms fue como una rueda que pronta se mova a cada inspiracin divina . Ella se puede muy bien aplicar cuanto afirma el Cantar de los Cantares: Mi alma se aniquil apenas El habl . Su vida terrenal ha sido un acto de continua obediencia. Obedece al mandato del emperador romano, movindose de Nazaret a Beln para el censo, aun siendo prxima a dar a luz a su dilecto Hijo. No duda en alojarse en una gruta, no habiendo encontrado albergue en un hospedaje. Fue pronta en obedecer a la indicacin del ngel que en sueo le hizo saber a travs de Jos que hubiera tenido que huir a Egipto, e ir en exilio, para substraerse a la persecucin de Herodes que quera suprimir al Nio Jess, credo su pretendiente al trono. Haba querido obedecer en todo a la prescripcin de Moiss, sometindose al rito de la purificacin como cualquier mujer que ha dado a luz aun no siendo obligada. La Virgen obedece siempre a Jos, como jefe de la familia, aunque en sus ms humildes disposiciones. Ella obedece sobre todo el calvario, inmolando su hijo dilecto, sometindose al designio del Padre Celestial. Estaba erguida junto a la cruz, ofreciendo al Padre la victima divina para la redencin y la salvacin del hombre. As, con docilidad, con la plena disponibilidad, cumple la misin que Dios le haba confiado, hasta renunciar al Hijo por tomar en cambio a Juan y en Juan todos los creyentes, para conducirlos a la nueva vida, a la eterna salvacin. Ella quiso obedecer a todos en su vida: a los padres, en todos sus deseos; en el templo, a los sacerdotes en el humilde servicio de Dios; a su esposo Jos, en todo lo que ordenaba o le manifestaba como sencillo deseo. Si queremos ser verdaderos devotos de Mara debemos imitar a la Virgen en esta virtud tan necesaria. La obediencia de hecho es hija de la humildad y brota de la fe. El espritu Santo ensea: El hombre obediente canta victoria (Pr 21, 28). Con la obediencia de hecho nosotros conseguiremos la victoria: a) Sobre nuestro egosmo y soberbia y espritu de indepedencia; b) Sobre nuestras pasiones, que son as dominadas y subyugadas; c) Sobre todos nuestros enemigos espirituales, que son provocados por el amor propio y culto del propio yo, quien obedece de hecho dicen los santos padres, no fallan nunca, al contrario se enriquecen de muchos mritos y acrecientan as su gloria en el cielo, en el Paraso. Tenemos un ejemplo muy actual en Juan XXIII, el cual escriba: Mi uniforme es obediencia y paz; y yo quiero continuar a hacer honor. Haciendo as sabed que se puede llegar muy lejos . La obediencia es madre de consolaciones y de victorias. Y el Papa Juan XXIII, volva a llegar lo que escribi Santa Catalina: Cuanto es dulce y gloriosa esta, en la cual estn todas las virtudes. Oh obediencia, que navegas sin fatiga y peligro, llegas al puerto de la salud! .

Octava Estrella LA TEMPLANZA Y MORTIFICACION DE MARIA 22 de agosto La templanza es aquella virtud que modera la inclinacin al placer sensible, especialmente a los placeres del gusto y del tacto. Bajo este aspecto la virtud de la templanza es tambin mortificacin y sacrificio. Esta fuerte inclinacin en el hombre a los placeres sensibles, sea del gusto que del tacto, se encuentra tambin en las bestias porque satisface la parte bruta del hombre. En este sentido Dante cantaba: Hechos no fuisteis a vivir como brutos, sino a seguir virtudes y conocimientos . La templanza hace noble al hombre y el espritu de mortificacin lo eleva y lo vuelve dueo de s mismo; al contrario la falta de templanza, la intemperancia y la falta de mortificacin vuelven al hombre esclavo de las ms bajas pasiones y le hacen vivir una vida materialista y parecida a los animales. La intemperancia degrada al nombre y la hace perder la nobleza de ser libre e inteligente, capaz de dominarse a s mismo y sus pasiones. Dios ha otorgado a la naturaleza humana del placer del gusto para proveer su conservacin estimulndolo a comer para vivir. Mara Santsima fue ejemplo y modelo de templanza, de mortificacin en los placeres del gusto anexos a la nutricin. Ella no busco nunca el placer en el alimento en s mismo como un medio para guardar la vida y gastarla por la gloria de Dios y la Salvacin del prjimo. Lo atestigua San Ambrosio cuando habla de la mortificacin de la Virgen en los alimentos, se por la calidad que por la cantidad. Qu decir, de su parsimonia en los alimentos?... ella conceda a su cuerpo apenas lo necesario multiplicaba los ayunos. Cuando se alimentaba, su comida era la ms ordinaria, apenas suficiente para tener lejos la muerte, nunca suficiente para satisfacer el apetito . (De Virgibnibus L. 11, 8). Mara modelo no solo de la templanza y espritu de sacrificio en el gusto, ms tambin en el tacto. Ella fue siempre virgen pura castsima, en el cuerpo y en el espritu. Inmune de los impulsos de la concupiscencia, desde su concepcin inmaculada, Mara es saludada por la Iglesia: Madre castsima, inviolada, integra virgen de las vrgenes, reina de las vrgenes . Vivir en perfecto equilibrio de mente, de corazn de alma y de cuerpo. Podramos invocarla como la virgen del equilibrio . En Ella todo era dominado por la razn alumbrada por la gracia en el grado ms alto y sublime. Su corazn estaba desapegado completamente no solo de los bienes de la tierra, con la prctica de la virtud de la pobreza efectiva, ms sobre todo de todos los placeres. En Mara tuvo lugar, en el grado ms alto, la ms perfecta castidad: La virginidad. Esta fue en ella muy apreciada, si se considera que en aquellos tiempos y en todo el tiempo que la precedi, las mujeres hebreas no slo no apreciaban tal castidad, sino que rehuan de ella con horror. Morir sin hijos se consideraba una verdadera maldicin de Dios. Cada mujer hevea cultivaba en su corazn una secreta esperanza en entrar en la serie de los padres del Mesas. He aqu porque la castidad virginal no se apreciaba, sino ms bien era despreciada. Mara por inspiracin divina fue la primera en apreciarla y abrazarla y por este motivo hizo voto de castidad consagrndose en perpetuo a Dios, en un arrojo de santo entusiasmo. Fue esta la mejor preparacin a la misin de Madre de Jess a la cual Dios haba predestinado a Mara sin que ella se diera cuenta. Por este motivo en Ella ningn pensamiento no bueno o no santo, ningn afecto desordenado, ningn movimiento en El ningn pensamiento no bueno o no santo, ningn afecto desordenado, ningn movimiento vino a turbar este perfecto equilibrio de su espritu y de su cuerpo. Estaba invadida toda por una luz brillante, tan clara, que ninguna mancha, an ms pequea, ha podido ofuscarla.

Estas virtudes tan bellas: templanza y mortificacin, se deben cultivar con el espritu de sacrificio; aceptar las pruebas y huir todo lo que puede poner en peligro la virtud. Las libertades que de repente, sobre todo en los meses de verano se conceden no solo los hombres, sino en particular las mujeres, ponen en peligro estas virtudes de la templanza y de la castidad que son la consecuencia natural. Desafiar de s mismo, huir de ocasiones peligrosas, vivir constantemente a la presencia de Dios, meditar con frecuencia sobre la realidad sublime que nuestro cuerpo es el templo del espritu Santo; esto ayuda mucho a vivir una vida de mortificacin, de gracia y de pureza anglica. Confiamos en Mara, dejmonos guiar por Ella, miremos a Ella como el nico modelo que ilumina nuestra vida y la eleva a los resplandores del Cielo. El Papa Juan XXIII deca: Cualesquiera sean nuestras condiciones de vida y nuestras responsabilidades, somos todos acogidos en la dulce maternidad de Mara que cumple para nosotros los mismo actos que cada madre hace para sus hijos: Ella ama, vela, protege e intercede . Novena Estrella FORTALEZ Y PACIENCIA DE Mara 22 de septiembre La fortaleza es una de las cuatro virtudes cardinales que enriquecen el alma en fuerza del Santo Bautismo. La virtud moral y sobrenatural de la fortaleza induce al hombre a enfrentar con firmeza y vigor, graves peligros, sufrimientos, muerte, por el triunfo del bien. Tambin esta virtud brota y encuentra su razn de ser en la fe que es la fuente. Cuando hay unos valores para salvar y necesita alcanzar un ideal, entonces se necesita ser dispuestos a santificar todo, tambin la vida como ha hecho Jess y con su ejemplo, Mara y toda la cantidad de mrtires y de santos. Cuando est en juego la honra y la gloria de Dios, la gracia de cuidar, la salvacin del alma y nuestra felicidad eterna y del prjimo, entonces no hay que tergiversar ni bajar a compromisos. Jess lo ha proclamado claramente y con firmeza: Quien quiere salvar su vida la perder y quien la pierde por el Reino de Dios la ganar . Es necesario estar dispuestos a perderlo todo a sacrificar cualquier cosa, salud, estima, amistad, bienestar terrenal, hasta la vida. Cuantas veces San Pablo lo afirma con vigor: Quin nos separar de la caida de Cristo? Ni vida ni muerte, ni persecuciones, ni amenazas De otro lado Jess nos ha dado el ejemplo. El ha dicho: Nadie ama ms que aquel que sacrifica su vida para la personada amada . Y San Juan amonesta: As Dios ha amado a los hombres hasta dar su Hijo por nuestra eterna salvacin . Poda Mara hacer de otro modo? El mes de septiembre nos hace festejar la glorificacin de la Cruz y conmemorar los siete dolores de la Virgen. San Alfonso escribe: Dios nos dio a la Virgen Mara como ejemplo de todas las virtudes, ms especialmente como ejemplo de paciencia Toda la vida de Mara fue un ejercicio continuo de paciencia . (Las glorias de Mara, Pg. 11). A pesar de las continuas y terribles pruebas a las cuales fue sometida, Mara se revel la mujer fuerte. Santo Toms ensea que dos son los actores de la fortaleza cristiana: Emprender y soportar cosas arduas y difciles . Los enemigos principales de la fortaleza son dos: el temor y la audacia. Si toda la vida de Jess, como afirma la imitacin de Cristo, fue cruz y martirio, podemos ser ciertos que Mara, cual perfecta discpula del Hijo Redentor, condujo una vida de verdadera mrtir. Si Cristo fue crucificado en el cuerpo, Mara fue crucificada en la alama. San Buenaventura llego a escribir, crucificada, concibi al crucificado. Su vida fue toda entretejida por una corona de espinas: desde la encarnacin de Jess en sus entraas puras, a su nacimiento en la gruta de Beln; desde la

presentacin al templo, a la huida a Egipto; desde el regreso del exilio a la vida de sacrificios y de trabajo en la casita de Nazaret; desde la vida pblica de Jess hasta el calvario. Aqu Mara cumpli la inmolacin suprema del Hijo del Padre, por la salvacin de la humanidad. Junto a la cruz estaba su madre, en actitud de sacerdote que ofrece al Padre la victima de expiacin y de reparacin, por las culpas de toda la humanidad pecadora. Por el merito de esta invicta constante y sublime paciencia, Mara se hizo nuestra Madre que nos dio a luz y gener a la vida de la gracia, como afirma San Alberto Magno. Ella es la mujer fuerte, un vivo prodigio de fortaleza. Si queremos ser verdaderos hijos de Mara, sus fieles devotos debemos imitarla en esta virtud, tanto necesaria, por nuestra vida cristiana. San Cipriano afirma: Qu cosa puede enriquecernos de mritos en esta vida y de gloria en la otra, sino el sufrir con paciencia las penas que la vida nos ofrece estas son como el cerco de espinas que defiende la via como afirma San Gregorio? La paciencia es la virtud que hace los santos como el fuego modelo y purifica el hierro. Debemos por lo tanto aceptar las cruces, las pruebas de la vida, las mortificaciones y los sacrificios, las contrariedades y las persecuciones, con espritu de fe y de amor, si queremos caminar sobre las huellas de Jess, a la escuela de Mara. El Papa Juan XXIII escriba en el periodo del alma: Que bella cosa trabajar sin cansarse, padecer en silencio las pequeas amarguras del da, sin turbarse nunca y guardar fresco y vivo el deseo de padecer ms para conseguir siempre mejor el verdadero bien de la dicesis, para agradar al buen maestro Jess. Saber callar, saber sufrir, saber adorar. Jess nos dar tambin en la prueba sus consolaciones. La paciencia es el fuete de la alegra. Es propio necesario poseer la paciencia que tiene las races amargas, pero da frutos deliciosos; la paciencia y la confianza, en Dios que a su tiempo todo ve y todo provee, y aade todava: El espectculo de la santidad sonriente entre las tribulaciones y las cruces est delante de m. La calma interior fundada en las palabras de Jess y en sus promesas, produce serenidad sin turbacin que florece en el rostro, en las palabras, en el tratar la imagen de San Francisco de Sales que me gusta recordar. Yo soy como un pjaro que canta en un bosque de espinas . Debe ser perenne invitacin para m . Decima Estrella LA ORACION CONTINUA DE MARIA 22 de octubre Sabemos que la Virgen no es slo modelo de santidad, porque es la llena de gracia ms, como se sabe, Pablo VI en la Exhortacin Apostlica que se refiere al culto mariano, es excelentsimo modelo de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y de la perfecta unin con Cristo, o sea en aquella disposicin interior con la cual la Iglesia, esposa amadsima fuertemente asociada a su Seor, la invoca y por su medio rinde culto al Eterno Padre. Por lo cual Mara no es solo la Virgen en escucha que acoge la Palabra de Dios con fe, sino que es tambin la Virgen en oracin . En la casita de Nazaret a la escuela de sus venerables padres Ana y Joaqun aprendi el arte sublime de la oracin, fue la Virgen de la contemplacin porque transcurri su niez bajo la accin del Espritu Santo, en continua comunin con Dios. Cuando nia fue presentada al templo, profundiz esta actitud de adoracin, de agradecimiento, de reparacin y de intercesin que ha caracterizado toda su vida, en la participacin a la misin de su divino Hijo Jess.

Todava una vez Pablo VI en la Marialis Cultus . Pone de relieve que Mara aparece como Virgen en oracin, especialmente en la visita a la madre del precursor en la cual manifiesta su espritu en expresiones de glorificacin a Dios, de humildad, de fe y de esperanza. Tal es el Magnficat , la oracin por excelencia de Mara, el canto de los tiempos mesinicos en el cual confluyen la exultacin del antiguo y nuevo Israel, en cuanto como aparece sugerir San Ireno, en el cantico de Mara, confluy el regocijo de Abraham que presenta al Mesas y reson, profticamente anticipa la voz de la Iglesia. De hecho, el cntico de la Virgen, ensanchndose, se ha transformado en oracin de toda la Iglesia y de todos los tiempos. La virgen con su oracin previene las necesidades de sus hijos y viene en su ayuda muchas veces sin ser invocada. As pas en las bodas de Cana cuando Mara, manifestando al Hijo, con delicada imploracin una necesidad temporal, obtiene al mismo tiempo un efecto de gracia: que Jess cumpliendo el primero de los signos, confirma los discpulos en la fe en El (Marialis Cultos). La actitud de Mara en el calvario, en el acto de ofrecer a Jess al Eterno Padre, la victima divina de expiracin y de reparacin, No es tal vez la oracin ms alta, ms expresiva y ms eficaz por nuestra eterna salvacin? El ltimo rasgo biogrfico de Mara nos presenta la Virgen en actitud orante. De hecho San Lucas nos dice que los apstoles era asiduos y concordes en la oracin juntos a unas mujeres y a Mara, Madre de Jess y con los hermanos de El (Mt 1, 14). Como se ve es evidente en la Iglesia naciente la presencia orante de Mara y tal presencia de la Virgen es continuada en la historia de la salvacin y en la Iglesia de todos los tiempos. Asunta al cielo, sigue su misin de intercesin para nosotros, sus hijos, todava peregrinos en este valle de lgrimas. Como verdaderos devotos de Mara debemos inspirarnos a sus ejemplos maternales haciendo de la oracin el respiro de nuestra vida, el alma de nuestro apostolado, la actitud constante delante de Dios. El mes de octubre es dedicado al Santo Rosario, oracin predilecta de Mara, salterio del cristiano. Si queremos honrar a la Virgen Santsima del Carpinelo, encendiendo en su corona otra clara estrella, esforcmonos de ser hombres de oracin. Vuelva el Rosario entre nuestras manos, en nuestras familias, en la oracin pblica como privada. Ms sobre todo en aquella familiar. Es este el nico recurso a los males de la sociedad moderna. Es certidumbre de ayuda, medicina para todas las enfermedades que afligen al mundo. Decimoprimera Estrella LA PRUDENCIA DE MARIA 22 de noviembre La prudencia es la primera de las cuatro virtudes cardinales infundidas en el alma al momento del Bautismo. Ella es aquella virtud moral que dirgela inteligencia a escoger o a juzgar y a ordenar los medios ms adecuados para el conseguimiento del fin ltimo. Ella permite que en cualquier circunstancia de la vida el cristiano vea y escoja lo que es mejor segn el espritu de Jess. Antes de tomar cualquier decisin, antes de decidirse a actuar, la persona prudente se pregunta: Qu hara Jess en mi lugar? Cmo actuaria si tendra que morir inmediatamente despus de esta conversacin, esta accin, este gesto o esta palabra? . Jess lo pregunta muchas veces en el

evangelio: Sed prudentes como la serpiente y sencillos como palomas yo os envi como ovejas entre lobos . Cuidaos de los hombres que pueden matar al cuerpo mas no el alma (Mt 10, 1620). San Mateo todava demuestra que la prudencia es una virtud sobrenatural, porque nos ensea a subordinar todo al ltimo fin: Es necesario amar ms a Dios que a los parientes, no hay que oponer nada ninguno a Dios; ser dispuestos a sacrificar, o perder su propia vida para salvarla (Mt 30, 37-39). El cristiano prudente sabe que la gracia de Dios es la perla escondida preciosa, por la cual hay que vender todo para comprarla y defenderla de los asaltos de los ladrones (Mt 13, 45-46). Prudente es la virgen que espera al esposo con la lmpara de la fe y de la gracia simpre encendida (Mt 25, 1-13). Prudente en fin es aquel que sabe hacer fructificar los talentos recibidos (Mt 25, 130). Jess alaba la prudencia de los inicuos solo para empujar los buenos a hacer tesoro de la gracia y a cuidar de los peligros que asechan la salvacin del alma (Lc 16,8). Por esto Jess responde a la Virgen que se quejaba con El por haberla hecho sufrir para encontrarlo despus de hab3erlo perdido: No sabais que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre? (Lc 2, 47). El da la vida por sus ovejas con tal de salvarlas y defenderlas de los lobos rapaces. La prudencia es la ms importante de las virtudes morales porque las dirige a todos. Por esto es llamada tambin reina de todas las virtudes morales porque las dirige a todas. Por esto es llamada tambin reina de todas las virtudes. Ella orienta, mueve modera, juzga y regula, endosando y equilibrando las acciones de cada hombre hacia el camino que Dios tiene por cada cristiano, para alcanzar la vida eterna Ella se distingue: a) De la prudencia de la carne: que es enemiga de Dios y conduce al alma a la muerte. Esta busca solo su propio inters y no la gloria de Dios. La prudencia de Mara al contrario en todas sus acciones busco nicamente a Dios y su gloria. Dirigi todos sus pensamientos, todos sus afectos, todas sus acciones slo a agradar a dios. Como Jess, poda afirmar: Hago todo lo que agrada a mi celestial y divino Padre . b) De la prudencia pagana: que est dirigida a satisfacer las pasiones y los placeres terrenos, descuidando cualquier esfuerzo para alcanzar la verdadera felicidad, sin relacin alguna con el ltimo fin. Es propia de aquellos que ponen toda su fuerza para encontrar los medios mejores para alcanzar fines propios, humanos como hacen los artistas, comerciales, etc. Esta prudencia es pagana, en cuanto se deja guiar solo por la luz de la razn y no juzga a la luz de la fe. El cristiano se deja alumbrar y orientar por las mximas del Evangelio, como se comportaba la Virgen en toda su vida: como verdadera discpula de Jess. Esta prudencia fue condenada por Jess en el Evangelio, el cual afirmo con energa: Qu le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde el alma? (Mt 16, 26). La prudencia de Mara era dictada slo por la enseanza de Jess: si Ella escuchaba todo lo que se deca de Jess y lo meditaba en su corazn , tanto ms habr sacado, en el transcurso del largo periodo de la vida escondida pasada con Jess en Nazaret, aquella enseanza, norma de vida del todo sobrenatural, al cual conform toda la vida, la oracin, la atenta escucha de Jess, la perfeccin de sus virtudes, eran para Ella una gua segura y sin falla en sus acciones cotidianas. c) De la mediocridad y del compromiso. Los que tienen esta prudencia se debaten entre el bien y el mal, se contentan del menor esfuerzo posible, viven en la tibieza acostumbrados que los induce a evitar problemas y no exige algn empeo serio; evitan de definirse con Jess, el cual condeno esta actitud con una fuerte amonestacin: Quien me niega delante de los hombres yo tambin los negar delante de mi Padre que est en los cielos . Mara fue modelo tambin en esto con su vida equilibrada y gastada nicamente para la gloria

de Dios y pan su Jess. Para actuar con prudencia es necesario antes que todo examinar todo con madurez; es necesario un examen rgido para escoger los medio ms adecuados para conseguir el fin que uno se propone. Por esto es necesario orar, reflexionar y aconsejarse con el padre espiritual o personas sabias que puedan indicar y orientar el camino a seguir, sin dao por su propia alma, para conocer y seguir su propia vocacin. Reflexionar, como ensea Santo Toms, sobre su pasado, presente y futuro. Mara fue ejemplo en esto. Adems, de la memoria del pasado que la induca a recordar cuanto Jess haba hecho y enseado, la Virgen tena el don de la penetracin del presente como lo demuestra su actitud delante del ngel Gabriel. Antes de decidir pregunta: Cmo puede ser esto, si no conozco varn? . Fue adems prudente en el hablar. El evangelio nos trae apenas cuatro veces las palabras de Mara. Pronta a escuchar y lenta en el hablar, como dice la Escritura. Aprendamos tambin nosotros a ser prudentes y sabios, para orientar palabras y acciones a la gloria de Dios y a nuestra eterna salvacin. Decimosegunda Estrella LA POBREZA DE Mara 22 de diciembre Dichosos los pobres de espritu porque de ellos es el reino de los Cielos (Mt 5, 2). Esto proclam solemnemente Jess en el discurso pragmtico de la Montaa. Las ocho bienaventuranzas son la Carta magna del cristianismo . En Ellas Jess ha reunido la esencia de su mensaje. Entre estos ocho puntos esenciales la pobreza, el desapego de los bienes de la tierra, ocupa el primer puesto. Esta enseanza ha sido siempre actual, porque el egosmo, el deseo espasmdico de los bienes de la tierra, la carrera desenfrenada a las riquezas ha sido siempre la polilla roedor del corazn del hombre. Haber, gozar, poder: son las tres arpas que esclavizan el corazn del hombre. Tener para gozar, tener para dominar. A pesar de que Jess ha enseado antes con el ejemplo de su vida humilde y pobre y despus ha recomendado esta virtud fundamental, insustituible de su mensaje de amor. La avidez de las riquezas y de los bienes de la tierra mortificada al hombre, bloquea la aspiracin de su corazn, creado para amar a Dios y para elevarse y dominar todas las cosas creadas, no por ser esclavo. No dijo Jess: Que gana el hombre con poseer todo mundo si despus pierde su alma? . En las tres tentaciones a las cuales Jess quiso someterse para nuestra enseanza, El, rechaz con fuerza la insidia de Satans que llevndolo en espritu a la cima de un monte altsimo, le muestra todos los reinos del mundo, su belleza y maravilla, despus dijo: Todo esto te dar, si postrndote me adornas . (Mt 4, 8). Ms Jess venci esta seduciente tentacin de la cual el mundo y sobre todo nuestra sociedad del bienestar y del consumismo es esclava. Ella adora las riquezas, en funcin del placer, hace de ellas, el dolo y el fin de la vida y es profundamente insatisfecho, porque todas las cosas, todos los bienes no podrn nunca sacar la sed infinita del corazn del hombre. Como dice San Agustn: El Seor nos ha hecho para l, y nuestro corazn es infeliz hasta que no descanse en El . Mara ha posedo en el mximo grado esta virtud. Y Cmo hubiera podido ser distinto? Mara es la discpula ms perfecta del Hijo. Naci pobre, vivi pobre en la casita de Nazaret, a la escuela de sus padres Ana y Joaqun. Pas su niez en una honrada pobreza, en el trabajo, en los oficios ms humildes, dedicada a la sencillez ms admirable.

El padre Canisio, segn San Alfonso, prueba que Mara regalaba a los pobres todo lo que no le era propiamente necesario. Acept con serenidad de dar a luz a Jess en una pobre gruta. Distribuyeron a los pobres los dones recibidos por los Reyes Magos, como atestigua San Bernardo. Por este motivo llev al templo la ofrenda de los pobres: las trtolas o dos palomas. Mara misma revel a Santa Brgida: Todas las cosas que poda tener, las distribua a los necesitados, no guardando ms que un poco de alimento y el vestido. San Buenaventura atestigua que Mara quiso casarse con un pobre carpintero, cual fue San Jos, siendo satisfecha de vivir con las fatigas de sus manos, hilar y coser. Siguiendo a Jess tambin la Virgen poda decir que s: Las zorras tienen sus guaridas, los pjaros del aire sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde apoyar su cabeza . As haba vivido tambin a lo largo de los tres aos de la vida pblica de Jess. Despus de la resurreccin de Jess y su ascensin a los cielos, Mara comparti con san Juan al cual Jess haba confiado su madre, de manera particular la pobreza. San Francisco de Ass gritaba, lleno de amor: Mi dios y mi Todo . Busquemos de amar de todo corazn a Dios que es la nica riqueza que da felicidad del corazn y la paz el alma. Como afirmaba San Agustn: Ama aquel bien, slo en el cual estn todos los dems bienes . Sigamos el ejemplo del Papa Juan XXIII que dijo de s mismo: He nacido pobre y he vivido pobre, he sido satisfecho de poco y he encontrado la paz . UNA IMAGEN, UNA HISTORIA En la historia de la Iglesia existen numerosos oasis marianos escogidos por Dios para manifestar al mundo, su infinita bondad mediante el oficio Maternal de Mara. Jess vino al mundo por Mara y tambin hoy, Jess es revelado a la humanidad pecadora, por Mara. Es este el verdadero significado de las apariciones de la Virgen en medio del pueblo cristiano. Uno de estos oasis escogidos por Mara con canal de gracias, es la sonriente y aprisca cuenca de Visciano donde en pocas inmemorables de la Virgen Santsima quiere hacerse ver nuevamente por su pueblo a la sombra de un rbol de carpine, de donde recibi el Titulo de Virgen Consoladora del Carpinelo. La narracin de la escena del reencuentro es sencilla y sugestiva a la vez, como conviene a un hecho prodigioso. EL REENCUENTRO Algunos buenos montaeses se dirigan muy de maana hacia los bosques vecinos para sus trabajos cotidianos. Al pasar cerca de la antigua abada de Visciano, en un matorral de acebo y espinas, bajo una antigua planta de carpine, al lado de la antigua muralla, aparece radiante una luz misteriosa: estupor y temor invaden el nimo de aquellos buenos campesinos asombrados y estupefactos por el prodigio, corren a dar aviso a las autoridades civiles y religiosas que inmediatamente se dirigieron al lugar y se apresuraron a excavar en direccin de la luz portentosa.

No tienen que trabajar mucho. Bajo aquel nudo de plantas de cada especie se revela a los ojos de aquellos, el prodigioso cuadro de aquella Mam morena con el manto tachonado de estrellas y el niito Jess en la simblica actitud de querer atraer a todo hacia Mara. La alegra del pueblo fue inmensa. Desde haca algn tiempo, la Campania estaba afectada por una terrible pestilencia que haba cegado millares de vctimas, sembrando de dolor y de luto nuestra frtil tierra. El reencuentro de la virgen con las dos jarritas y la campana, llena el corazn de aquel buen pueblo, de esperanza y de alegra. La mam no visita sin llevar alguna cosa y Mara santsima haba venido a consolar a aquel pueblo, librndolo de la terrible enfermedad y devolviendo a los pobres temblorosos la eterna felicidad y alegra de ser finalmente librados de la terrible prueba. As comienza la lluvia de gracias que en los siglos ha ido creciendo continuamente devolviendo a todos lo que esperan y se confan al patrocinio maternal de Mara, la certeza de ser librados de todos los males. EL CUADRO DE MARIA SANTISIMA CONSOLADORA DEL CARPINELO Es difcil fijar la poca precisa del prodigioso reencuentro del cuadro. La tradicin hace aparecer de nuevo el milagro en poca inmemorable. El prodigioso cuadro debi ser enterrado durante la guerra de los iconoclastas que se acentu en Italia y sobre todo en Campania bajo Eutichio y Esilarato Duque de Npoles. En aquella poca borrascosa de la historia religiosa de Italia, muchos cristianos para salvar las sagradas imgenes de la destruccin pensaron enterrarlas. As se explica como tantas vetustas y artsticas imgenes vivieron a ser encontradas en distintas partes de Italia. De la reciente restauracin, hecha en los Museos Vaticanos, por el seor Prof. Colalucci, parece que la sagrada imagen aparezca de nuevo, por cuanto resguarda al rostro de la virgen al siglo XII. Aquello que mayormente conmueve al devoto es la actitud caracterstica del Nio Jess que con su dedito tenso exprime un concepto teolgico tan caro a los devotos de San Bernardo y a los devotos de Mara. Esta es la sntesis teolgica del cuadro. A Jess por medio de Mara . Jess desde lo alto de la cruz dio a todos los hombres a Mara por madre y con la actitud tan expresiva del prodigioso cuadro de la Virgen Consoladora parece que diga: Si queris gracias id a Mara si queris el perdn, volved nuevamente a la Mam; si queris ser consolados, confiad en aquella que es Madre y esperanza vuestra . LLUVIA DE GRACIAS Que Mara quiere hacerse encontrar a la sombra de un rbol, para un designio de predileccin para todos los devotos de esa tierra afortunada, es un hecho histrico e incontestablemente demostrado. El manto de oro y de planta, los brillantes, los objetos preciosos que recubrieron a la Virgen en su esplendente fulgor, forman un poema de amor y gratitud.

La liberacin de la peste, la intervencin milagrosa vista por todos para librar esa poblacin de las amenazadoras erupciones del Vesuvio, las curaciones instantneas y gracias sealadas de toda especie, son toda una prueba de la proteccin de Mara hacia su pueblo. Cuenta las estrellas si puedes . As podremos decir tambin nosotros las gracias con las cuales sta Celestial Madre tierna y buena ha querido con largueza repartir continuamente a sus fieles. Y qu cosa demuestra la estatua modelada sobre el cuadro en el ao de 1,787 sino una nueva prueba del cada da creciente devocin a Mara Santsima consoladora del Carpinelo. Qu cosa tendremos que decir del santuario construido piedra sobre piedra durante estos ltimos siglos? Y Qu cosa dice el fervor encontrado entre los devoto de Mara para la construccin del nuevo tempo? Fruto de una cadena de actos de reconocimiento hacia la Virgen. MARIA SANTSIMA CONSOLADORA DEL CARPINELO PROCLAMADA REINA DE SU PUEBLO Esta devocin que aumentaba da tras da, tena que desembocar necesariamente en la proclamacin de Mara como Reina de sus fieles devotos. El 20 de abril de 1886 se afirm en Roma el Decreto de la Virgen del Carpinelo, gracias a la intervencin de Su Excelencia Monseor Formisano Obispo de Nola. La emisin dl decreto fue motivada por la antigedad de la sagrada imagen y la celebridad de milagros con los cuales Dios se haba dignado sealarla. As, el 22 de agosto de 1886, Mara Santsima Consoladora del Carpinelo, fue solemnemente coronada reina y madre de su pueblo con la intervencin de su Excelencia, Reverendsima Monseor. Nappi. LA CAPILLA COMO RECUERDO DEL AO SANTO El prodigioso cuadro de la Virgen del Carpinelo, en el plan de restauracin del santuario exiga una colocacin ms decorosa. Se pens construir en el lugar del reencuentro de la imagen, un templo que no se saliese del complejo arquitectnico del Santuario, sino que ms bien le completase, aunque con estilo distinto, su funcin. El 19 de abril de 1950, fue organizada una peregrinacin de las piedras que fueron depuestas a los pies del carpine. El ingeniero Doctor Rafael Pastena prepar el proyecto y pronto se iniciaron los trabajos que fueron terminados solamente en el mes de julio de 1952. La decoracin fue confiada al profesor Vicente Pratalocchi de Roma. Quien traz de nuevo las varias escenas del reencuentro del cuadro, los precedentes histricos fueron fijados en la cpula con la prefiguracin de San Juan Damasceno incansable defensor contra los iconoclastas. El primer prodigio hecho por la Virgen del Carpinelo est representado en un cuadro donde se ven los pobres apestados, curados al contacto del aceite encontrado en las jarritas, cerca de la imagen. Todo armonizado en un conjunto de preciosos mrmoles. En la entrada del templo fue tambin reproducida la escena de la curacin de la jovencita Mara Carifi acontecida prodigiosamente en la noche del 12 de octubre de 1938. Su excelencia Monseor Adolfo Binni, bendijo solemnemente el templo el 20 de julio de 1952, dictando para tal circunstancia la siguiente lpida en el muro bajo el carpine: DONDE IRRADIO LA

LUZ DE Mara SANTSIMA LA PEQUEA OBRA ALDEA DEL NIO A LA CUAL LA BONDAD DEL OBISPO DE NOLA CONFIO EL SANTUARIO, al final del ao Santo celebrado por todos los pueblos de la tierra dndose cuenta de la peticin del Vicario de Cristo para pedir paz y libertad a la Iglesia erigi este templo trono de misericordia maternal para todos y para los nios que la caridad recoge rbol sobre cuyas ramas cantan como pjaros en primavera la dulce bondad del corazn de Mara . ACEITE BENDITO Finalmente en aquel ao Mariano, y precisamente en ocasin de la jornada mariana con una concurrencia extraordinaria de fieles, el 21 de mayo de 1954 en el santuario fue acogida la devocin del Aceite de la Virgen . Para recordar el aceite prodigioso encontrado en las jarritas a los pies del cuadro, fueron bendecidos muchos jarrones de leo para ungir a los enfermos que soliciten a fin de impetrar la gracia de la curacin a la Virgen de la Consolacin del Carpinelo.

UN NUEVO TEMPLO A LA VIRGEN DEL CARPINELO El terremoto del 22 de agosto de 1962 provoc grietas en la estructura del antiguo santuario, las cuales parecan al principio de poca importancia, tanto que se ejecutara al mismo tiempo a la ampliacin del proyecto. El hundimiento del bside que adems no tena cimientos, motivo el replanteamiento de un proyecto nuevo y ms amplio de la Iglesia, el cual prevea entre otras cosas levantar el techo de la nave central y rehacer totalmente las pinturas de las paredes laterales. Ulteriores inspecciones hicieron notar que tambin los muros estaban agrietados y su estabilidad alterada. Al hacer cuentas, el rehacer los cimientos, prolongar la nave con otros dos mdulos, el reparar la cpula y el bside etc. Ms la reforma litrgica introducida el 7 de marzo de 1965, a la cual se tenan que acomodar las preparaciones, lo ms conveniente ara una solucin definitiva era la construccin del nuevo santuario y adems la ms econmica, porque la comisin de arte sagrada del Vaticano promova una arquitectura ms funcional que permitiese a los fieles participar ms fcilmente en los actos litrgicos. Con este fin se participo en el congreso de arquitectura de Ass el 22 de Abril de 1965, sacando las siguientes conclusiones. Se preparo el proyecto del nuevo templo. El conjunto se articula sobre una planta octagonal con planta central como exige la nueva liturgia permitiendo la participacin activa de la asamblea a los actos litrgicos. El pavimento representa una gran estrella en mrmol policromado que extiende ocho rayos por toda la superficie. En el rea de la antigua Iglesia se construyo un amplio patio por donde se entra a la capilla del voto, se recuerda el encuentro del cuadro de la virgen. Se conserv en su estructura antigua la cripta del seiscientos y se la comunic con otra nueva cripta excavada bajo la sacrista, por la que se entra al nuevo templo. De tal manera result un trptico interesante: en cemento armado, la

cpula, las paredes y la cripta que conserva los elementos ms antiguos del santuario; la capilla que recuerda el encuentro del cuadro de la Virgen; y al fondo del nuevo templo que quiere ser la glorificacin del pueblo a la Virgen. La construccin aun respondiendo a las ms estrictas exigencias de la construccin moderna conserva en conjunto las caractersticas clsicas conseguidas con una sencillez de formas que permiten una semejanza a las construcciones gticas. Est previsto adems un nuevo campanario con las mismas caractersticas de la Iglesia, as como un prtico delantero y una amplia plaza. Esto permite resaltar en primer plano la capilla de reencuentro y el carpine nicos elementos dejados intactos por motivos histricos. Todos los dems elementos requeridos para la esttica y funcionalidad del conjunto estn en fase avanzada de estudio. VINO DEL CIELO Una multitud de quince mil personas subi con todos los medios a su alcance a la sonriente colina de Visciano para tributar a la Virgen Consoladora del Carpinelo, una entusiasta bienvenida con ocasin de la inauguracin del nuevo templo y de la corona de la antigua imagen. La intensidad mxima de fervor y entusiasmo tuvo lugar a las seis de la tarde cuando un helicptero proveniente de Roma aterrizo en el campo deportivo del colegio. Apareci Monseor Sperandeo Obispo de Calvi y Teano que traa el cuadro de la virgen restaurado por el profesor Colalucci del museo Vaticano. En este momento los cordones de polica no fueron suficientes para contener la avalancha de gente que se agolpaba alrededor del helicptero levantando las manos, gritando e implorando con voces de jbilo. Acto seguido tuvo lugar la consagracin del altar y la bendicin del cuadro de la Virgen del Carpinelo realizadas por el Cardenal Paupini despus de la bendicin del templo. Entrada la tarde la multitud comenz a retirarse, El nuevo templo por los reflejos de sus ventanales policromados, majestuoso como un gigante en oracin, una oracin solemne como la majestad y la fe de un pueblo. FECHAS IMPORANTES LA CRIPTA: La cripta del viejo Santuario, anterior al ao 1600 serva como cementerio (lugar para sepultar a los difuntos), hasta el ao 1,810, ao en el cual fue prohibido por la autoridad civil. Ha sido descubierto en ocasin de la construccin del nuevo santuario y relativa plaza. Una verdadera joya el arte del ao 1700, se presenta en forma de Baslica con tres naves. Padre Arturo, con la ayuda de los bienhechores, la ha hecho restaurar y enriquecer: hacindola expresin elocuente de la espiritualidad de las Congregaciones, por l fundadas y un punto de encuentro eucarstico por el perpetuo sufragio para los amigos y bienhechores. La espiritualidad de los Misioneros de la Divina Redencin y de las Pequeas Apstoles de la Redencin consiste en asimilar el Misterio Pascual (pasin, muerte y resurreccin de Cristo) y

comunicarlo a las almas, especialmente a aquellas de los nios, adolescentes y jvenes ms necesitados, pobres y abandonados. En la Cripta de hecho encontramos ante todo: a) Jess en el Getseman: una artstica estatua de carroza del escultor Voltarini que expresa al vivo la soledad, la oracin y la pasin de Cristo doliente; b) Quince medallones en mosaico, una bellsima expresin del arte de la empresa Mellini de Florencia, son las catorce estaciones del Va Crucis, completadas por el mosaico central de Cristo Resucitado; c) El Sudario: es la preciosa y tambin rara fotografa del negativo original del sudario de Turn, en el cual fue envuelto Jess. Reproduce la imagen del Redentor en la rgida majestad de la muerte, dentro del sepulcro en espera de la resurreccin. Desde el negativo fotogrfico nos impresionan las varias heridas sufridas por Jess durante la pasin especialmente: las heridas en la frente, sufridas por la coronacin de espinas: la herida del costado traspasado por la lanza; las heridas en las manos y en los pies, traspasadas por los clavos; las heridas en todo el cuerpo, causadas por la flagelacin; las contusiones en las espaldas, a causa de la pesada cruz. El alma cristiana encuentra en la cripta, un ambiente mstico y sugestivo, un rico y abundante alimento espiritual, a travs del cual habla y se transforma en dios, para poder despus comunicarse con sus hermanos. La Virgen santsima Consoladora del Carpinelo desde su trono brillante de oro de luces atiende y llama a Ella sus devotos, para repartir con ternura maternal sus gracias. Quin ha recurrido a Ella y no ha sido escuchado? No pasa ningn da en el cual hay muestra de gracias recibidas. S, siempre podemos y debemos ir a Mara, debemos hacerlo de manera especial en los das escogidos por Ella. CADA LUNES DEL MES: En sufragio de las almas de los bienhechores inscritos a la Piadosa Unin del Perpetuo sufragio. Santa Misa vespertina en la cripta. CADA SABADO DEL MES: Santa Misa vespertina y Comunin reparadora en honor del corazn Inmaculado de Mara. CADA DOMINGO POR LA TARDE: Hora de adoracin reparadora antes de la Santa Misa Vespertina. LUNES DE PASCUA: Fiesta de la Virgen de los ngeles. En este da tambin en recuerdo de la primera peregrinacin de las piedras, el Santuario es repleto de fieles buscando el Pan de Vida, para cumplir el Precepto Pascual. 20 DE ABRIL: Aniversario de la firma del decreto de la coronacin de la virgen. 11 DE MAYO 1947: aniversario de la primera piedra del Hogar de la Virgen e inicio de las peregrinaciones al Santuario. TERCER DOMINGO DE MAYO: En la tarde congreso de los nios consagrados al corazn Inmaculado de Mara Santsima Consoladora del Carpinelo y concurso de la Cancin Mariana. LTIMO DOMINGO DE MAYO: Fiesta de los ex alumnos e la Pequea Obra. Convenio general de los ex alumnos de todas las casa de la obra delante del trono de la Virgen Consoladora.

PRIMER DOMINGO DE JUNIO: En la tarde Marcha del Rosario a lo largo del camino SchiavaVisciano. 11 DE JULIO 1971: Bendicin e inauguracin del nuevo santuario presidida por su Eminencia el Cardenal Giuseppe Paupini. EL PEMILTIMO DOMINGO DE JULIO: Fiesta solemne de la Virgen. En la noche anterior vigila Eucarstica mariana, santa Misa a las 23:00 horas y Comunin general. En la Tarde: Solemne Procesin. 22 DE AGOSTO: Aniversario de la coronacin de la Virgen. 23 DE SEPTIEMBRE: Da en el cual se encontr el agua en el Hogar del Nio (Italia). 2do. DOMINGO DE OCTUBRE: jornada de oracin para los enfermos como recuerdo de la extraordinaria gracia concedida a la jovencita Mara Carifi en la noche el 12 de octubre de 1938 TERCER DOMINGO DE OCTUBRE: Asamblea general de los inscritos a la asociacin del Rosario. CADA 22 DEL MES: Jornada Mariana mensual para honrar las virtudes de Mara. CONSAGRACION DE LOS NIOS AL CORAZN DE Mara SANTSIMA CONSOLADORA DEL CARPINELO. Cada sbado y domingo despus de las santas Misas y en ocasin de peregrinaciones, vienen consagrados, con frmula propia, al corazn Inmaculado de Mara Santsima Consoladora del Carpinelo, todos los nios hasta los doce aos. Despus de la bendicin dada por el sacerdote, una mam, en nombre de todas las mams de los nios, presenta y consagra al corazn Inmaculado de Mara los chiquitos presentes. Los consagrados se comprometen a rezar cada noche por lo menos tres Aves Maras, juntamente a sus padres hermanos. Se recomienda a los padres de consagrar sus hijos a la Virgen despus del bautismo y en ocasin de la Primera Comunin Son estas las fechas en las cuales Mara Santsima Consoladora del Carpinelo es mayormente empeada en conceder gracias especiales. Muchas veces Mara en su oficio Maternal el pedir precede. Vamos a su santuario, postrmonos a sus pies con fe, experimentaremos una vez ms la maternal proteccin de nuestra buena Mam del Cielo. NOVENA A MARIA SATISIMA CONSOLADORA DEL CARPINELO Virgen Santsima Consoladora del Carpinelo, piadossima Madre nuestra, que quisiste manifestarte al mundo en el esplendo de una luz maravillosa; acoge las suplicas de un pobre pecador; t eres la Madre de la Eterna Sabidura; Tu puedes ayudarme. Me entrego a Ti, de ti espero todas las gracias, slo en Ti confo Oh, madre de Bondad y de Misericordia. Disipa las tinieblas de mi mente; s para m el faro luminoso en el naufragio universal, conducindome al puerto seguro de mi eterna salvacin. Ave Mara... Virgen Mara Consoladora del Carpinelo, que te quisiste aparecer a la sombra de un rbol poco importante para el mundo, obtenme la gracia de vivir bajo tu amparo materno, escondido en tu corazn pursimo en donde yo pueda estar libre de todos los asaltos del enemigo infernal e imitar con todas mis fuerzas la virtud de la cual T, buena y tierna Madre, eres espejo pursimo y modelo ejempla. Ave Mara

Oh, Virgen Poderosa, dulcsima abogada nuestra T que en liquido milagroso que se conserva en las ampollas encontradas junto a tu imagen, prodigaste un remedio prodigioso en pocas de peste, lbranos de la peste del pecado y del vicio de denomina la tierra. Oh, Mara, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos; No ves que aquellos que t amas estn enfermos? Lbranos pronto de todas las enfermedades, pero especialmente de la lepra del pecado. Ave Mara Oh, Mara Santsima del Carpinelo, Madre de la Divina Misericordia, que en tu Santa y Milagrosa imagen quisiste indicarnos el camino seguro para alcanzar el puerto de nuestra salvacin eterna, haz que tu voz suave descienda al corazn del pecador y lo convierta, suba hasta el trono de dios para implorar la deseada gracia que precisamente en este da y en este momento de Ti deseo. Oh, Madre de bondad, no, no me ir de tu lado hasta que me hayas concedido la gracia que te pido . T eres madre, conoces toda mi vida; T puedes ayudarme. Qutame todo, pero dame la gracia de amar cada vez ms a tu Hijo Jess y de preferir morir antes que ofenderte. Ave Mara ORACION A LA VIRGEN CONSOLADORA Oh, Augusta Reina del Cielo, Seora y Soberana de la mente y corazn de tu pueblo, que con el fin de manifestarnos tu especial predileccin, en tiempos de grandes tribulaciones, quisiste ser hallada, por el medio de una luz desconocida, a la sombra de un rbol, nosotros te amamos y te damos gracias por la continua proteccin que has otorgado a nosotros, a nuestras familias y a todos aquellos tus devotos que t honran bajo este ttulo a nosotros tan querido. T, Oh Madre, que conoces nuestras necesidades, ven en nuestro auxilio, convierte a los pecadores, consuela a los afligidos, concede la curacin a los enfermos refugiados en tu materno corazn. Dona la paz a la Iglesia, a la patria y al mundo entero. Oh Mara, Madre de la Iglesia, bendice al Papa, a los obispos, a los amigos y bienhechores de los hurfanos acogidos a la sombra de tu Santuario, santifica y multiplica a los sacerdotes, a los religiosos y a todos aquello