Guía II Con Cronograma. Historia de La Filosofía Antigua i

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIN A DISTANCIA

    2009-2010

    Teresa Oate y Zuba GRADO EN FILOSOFA

    HISTORIA DE LA FILOSOFA ANTIGUA I

    GRADO

    GUA DE ESTUDIO DE LA ASIGNATURA 2 PARTE | PLAN DE TRABAJO Y ORIENTACIONES PARA SU DESARROLLO

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    1.- PLAN DE TRABAJO La asignatura esta dividida en Dos Grandes Secciones que a su vez se desdoblan en dos, dando lugar a Cuatro Temas. Seccin Primera: Presocrticos, Sofstica, Scrates. Tema I. Presocrticos:

    El Nacimiento de la Filosofa en Grecia. Viaje al inicio de occidente. Milesios. Pitagricos. Herclito. Jenfanes, Parmnides y Zenn de Elea. Los Pluralistas: Empdocles, Anaxgoras y Demcrito. Lxico (Marzoa) y Antologa de Textos (OateG.Santos) Estudios CrticoHermenuticos.

    I.1. Contextos: La actualidad del pensamiento presocrtico. El contexto actual de la historia de la filosofa en relacin a la filosofa de la historia. Esquemas, trminos y conceptos en discusin. La inconsistencia de la tesis historicista y el contexto hermenutico de la filosofa crtica actual. La actualidad del pensamiento pre -metafsico presocrtico. I.2. El nacimiento de la filosofa en Grecia. Hacia Mileto.

    1.3. Los Filosofa antes de Scrates. Elenco y doctrinas de los filsofos presocrticos desde los milesios a los pluralistas: milesios, pitagricos, Herclito, Jenfanes, Parmnides, Zenn, Empdocles, Anaxgoras y Demcrito.

    1.4. Lexico y Didaskala: Antologa de textos de los filsofos presocrticos.

    I.5. Parmnides entre Platn y Aristteles: el conflicto de las razones de occidente. Tema II. La Sofstica y Scrates.La Herencia Socrtica y el Scrates de Platn. La Paideia Griega. La investigacin poltica y cultural del lenguaje. La subjetualidad tica y la virtud racional en la sofstica, Scrates y la herencia socrtica. Los Dilogos Socrticos de Platn. La Apologa de Scrates. El Menn.

    II.1. Culminacin y crisis del espritu tico. Del drama de Esquilo a Tucdides como pensador poltico. Discusin de los trgicos y los sofistas. La sofstica como fenmeno de la historia de la educacin. Origen de la pedagoga, ideal de la cultura y crisis del estado y la paideia. La Sofstica: Causas y Caracteres generales. Representantes de La Sofstica. II.2.Scrates. Vida y carcter. Interpretaciones de Scrates. Fuentes. Scrates y Los Sofistas. El Mtodo Socrtico: Mayetica y Reminiscencia. Doctrinas Socrticas. Introduccin a Platn. Platn y Scrates. Los Socrticos Menores: Cnicos, Cirenaicos y Megricos.

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    II.3. En busca del centro divino. Del siglo IV y la herencia de Scrates al nuevo concepto del saber en el Menn. El problema socrtico: la unidad de la virtud: aret y el conocimiento de la aret. Epistme, tchne y paideia de la aret. Se puede ensear la virtud? La reflexividad entre la obra y el alma como origen de la subjetualidad tica y la conciencia moral. II.4. La muerte de Scrates. La Apologa y El Fedn. Los llamados Dalogos Socrticos o Dilogos Menores. Platn y la posteridad. El Protgoras y el Gorgias. La propuesta del Menn platnico.

    Seccin Segunda: La Filosofa de Platn y Aristteles: sus vnculos diferenciales y de prosecucin. Sus problemas, planteamientos y doctrinas. Tema I. Platn.

    I.1. Vida y Obra. Los Dilogos: orden y estructura. El Pensamiento platnico. Hacia el Absoluto. El ser y el mundo de las Ideas. La Teologa platnica. El mundo sensible. La obra del Demiurgo. tica y Poltica. I.2. Platn: lo sensible y la Idea. Dialctica y Ontologa. 1.3. Leer a Platn: El debate de los grapha dgmata. I.4. Lecturas: Simposio, Fedro, Repblica, Filebo. Timeo. La Carta VII. I.5. Estudios crticos y hermenuticos:

    LLED, E.: El surco del tiempo: Meditaciones sobre el mito platnico de la escritura y la memoria. Crtica, 2000.

    OATE, T.: Hacia Mileto y Parmnides entre Platn y Aristteles. En El nacimiento de la Filosofa en Grecia, Viaje al Inicio de Occidente. Dykinson, 2004.

    SZLEZAK, T.A.:.Leer a Platn, Alianza, 1997. Tema II. Aristteles.

    II. 1. Vida y Obra. La realidad. La Ciencia. Filosofa Primera. Fsica. Biologa. Antropologa. Astrologa. Teologa. tica. Poltica. II.2. Los Escritos de Aristteles. La ousa y las categoras. La Fsica. El cielo y el motor inmvil. El alma y el nous. La lgica. La tica. II.3. Lecturas: El libro A (I) y el libro Theta (IX) de La Metafsica. De Anima (I.II.III). tica a Nicmaco.. III.4. Estudios Crticos y Hermenuticos: El renacimiento contemporneo de Aristteles: cuestiones de crtica filosfica e historiogrfica. La cuestin del objeto metafsico y el debate contemporneo. Discusin de la lectura ontoteolgica: el olvido de la prte ousa natural en la metafsica de la escisin. Discusin de la lectura teolgica: El olvido de la pluralidad divina en la teologa monotesta. Gua de Lectura de los 14 lgoi metafsicos. Todos ellos en: OATE, T.: Para leer la Metafsica de Aristteles en el siglo XXI Dykinson, 2001.

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    Metodologa

    Como habr podido observarse en el Temario del Plan de Trabajo, la estructura pedaggica del mismo distingue siempre tres tipos de materiales de estudio:

    A. Los Manuales de Informacin Histrico--Filosfica. En nuestro caso los dos magnficos Manuales de Historia de la Filosofa recomendados: Las Historias de la Filosofa I que debemos a Guillermo Fraile y La Historia de la Filosofa I de Felipe Martnez Marzoa respectvamente.

    B. Los Textos originales de los Filsofos. Para los cuales recomendamos Lxicos, Antologas de Textos o determinadas obras. Por ejemplo el Lxico griego de Marzoa incluido en su Historia de la Filosofa I, o la Antologa de Textos Presocrticos llamada Dydaskala que se incluye en mi libro el Nacimiento de la Filosofa en Greciao bien la Antologa de Clemente Fernndez: Los Filsofos Antiguos (BAC) 1974. O bien La Apologa, La Carta VII, El Filebo, La tica a Nicmaco, La Metafsica lgoi I y IX, El De Anima, etc,

    C. Los Estudios o Monografas de Criticismo Hermenutico. Por ejemplo mis estudios sobre Mileto o sobre Parmnides, los libros de Emilio LLed o T. Szlezak sobre Platn, o mis tratados sobre la recepcin y la hermenutica actual de la Filosofa Primera de Aristteles.

    Los tres niveles resultan imprescindibles para poder leer cabalmente los textos de los filsofos y poder dar cuenta filosficamente de los mismos: que es el objetivo fundamental de la Asignatura. Pero esto no puede ni debe hacerse sin ayuda, no solo ahora para los que se inicien sino nunca, pues la Filosofa no es una ciencia ensimismada o dogmtica, sino historiogrfica y crtica, que no puede prescindir de los contextos hermenuticos: de la documentacin crtica, la diferenciacin de los enfoques comparados y el criticismo histrico actualizado, tal y como lo exige el estado de las cuestiones filosficas de acuerdo con la comunidad cientfica universitaria y acadmica. No obstante dado el tiempo (cuatro meses) con que El alumno/alumna cuenta para preparar la Asignatura, El Equipo Docente ha contemplado lo siguiente, y es que el alumno/a deber preparar rigurosamente y en orden a la evaluacin las dos secciones del temario y sus cuatro temas, pero slo habr de estudiar en profundidad una de las dos secciones y sus dos temas, pues nicamente sobre aquella seccin en la que haya escogido profundizar habr de realizar la pregunta auto-formulada del examen, la cual podr llevar muy bien preparada desde casa para dar cuenta de ella en la Prueba Presencial. Esto se traduce metodolgicamente en que, por lo tanto, de una de las dos secciones del Programa no habr de preparar sino opcionalmente el nivel B y el C de estudio, restringindose obligatoriamente al nivel A en exclusivo: Las monografas de informacin histricofilosfica, que en el caso de esta Asignatura son dos: sendas Historias de la Filosofa I: la de G. Fraile y la de F. Martnez Marzoa, las cuales el alumno/a debe estudiar comparndolas entre s, y leyendo una despus de la otra, el tramo que ambas dedican desde Los Presocrticos hasta Aristteles, a fin de asegurase de estar preparando la Asignatura en su conjunto desde el punto de vista de una lectura histrica, filosfica, informativa y contrastada. Supongamos pues, un ejemplo concreto: la alumna/alumno ha elegido la opcin de la Seccin Primera del Programa, entonces, respecto de sus dos temas ha de trabajar en los tres niveles metodolgicos: Manuales de Historia de la Filosofa; Textos Originales de los Filsofos y Estudios Monogrficos de actualizacin y profundizacin crtica. As, cuando haya concluido dicho estudio debera estar preparado para redactar el borrador de la Pregunta Auto-formulada con su ndice estructural y su bibliografa selecta. Tambin debe preparar, desde luego, la Seccin Segunda del Programa de cara al examen, pero ahora solo habr de estudiar el nivel bsico: el A: los Manuales de Historia de la Filosofa sin tener que trabajar a Platn y Aristteles en el nivel B y C: ni los textos originales ni los Estudios de criticismo actual. Para Platn y Aristteles se ceir obligatoriamente, nicamente a las exposiciones de Fraile y Marzoa. Si bien insisto en la conveniencia de que usen ambos libros de historia de la filosofa, pues si uno resulta sumamente til

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    debido a su carcter erudito y ordenado (el de Fraile) el otro no lo es menos debido a su carcter profundamente meditativo y a la actualidad del enfoque ontolgico--hermenutico con que estudia Grecia desde ella misma. En resumen: Materiales A,B.C para nicamente una de las dos secciones y sus dos temas. Aquella sobre la que versar el Tema Libre de la Pregunta Auto-formulada. Materiales A para las dos secciones y sus cuatro temas. 2.- ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LOS CONTENIDOS Una lectura inteligente de dichos materiales debe observar en lo posible las siguientes indicaciones de carcter didctico y orientativo:

    A) LECTURAS 1: ESTUDIO. Conviene cuidar del proceso de rememoracin que presta atencin tanto a los modelos argumentales de los filsofos estudiados como a los trminos y problemticas caractersticas en la que stos se expresen. En un primer momento se deber inteligir la verosimilitud y pertinencia de los enfoques filosficos estudiados hacindose cargo el lector de cuales sean los contextos histricos, problemticos y agonsticos o interlocutivos de las cuestiones filosficas, cuyo rango de importancia se deber proceder a modalizar o jerarquizar, de acuerdo con el estatuto del modo de ser de los discursos y las tesis: midindose comparativamente la necesidad, contingencia o posibilidad de dichas cuestiones. As mismo habr de localizarse la contextuacin del problema y la doctrina (en su caso) tratados, tanto en relacin al contexto de la obra del filsofo/a estudiado/a como en relacin a los interlocutores agonsticos con los que esa filosofa concreta est debatiendo. B) LECTURAS 2: COMPRENSIN. Si en el momento anterior se trataba de comprender la necesidad, coherencia y verosimilitud de las cuestiones filosficas concernidas, en este segundo momento se tratar de explicar por qu los planteamientos susodichos son esos precisos con sus significantes concretos y no otros, as como de notar qu nociones faltan o sobran o no han sido advertidas por el pensamiento filosfico del que se trate. Este segundo nivel de comprensin sigue siendo afirmativo y estriba en hacerse cargo de la situacin mental a la que responde el modo de perspectiva del problema histrico-filosfico planteado. No se trata aqu de opinar sino de comprender la necesidad, obligatoriedad o motivos propios de la formulacin de los problemas, y hay que tener mucho cuidado de no invadir, colonizar o despreciar la diferencia de esas otras racionalidades o condiciones a las que responden los filsofos griegos proyectando sin ms sobre ellas nuestros esquemas y prejuicios epocales. Pongamos un ejemplo de Lectura comprensivaexplicativa interno a la misma filosofa griega: La Gnesis de la Teora de las Ideas de Platn, tal y como la explica y entiende Aristteles en el libro A de Los Metafsicos. Segn el Estagirita resulta verosmil pensar que la teora de las Ideas de Platn obedeciera a la doble enseanza de dos maestros de Platn: Crtilo, el sofista discpulo de Herclito, y Scrates. Pues, segn Aristteles, siendo as que Platn necesitaba explicar por qu en las palabras resida una carga ontolgica de precisin y plenitud mayor que la obviamente imperfecta de las cosas sensibles, de la cuales, no obstante, se deca provenir el lenguaje, habra tenido que recurrir a los conceptos universales socrticos (que Scrates se encontr buscando la unidad de la virtud), pero declarndolos seres causales en s de los entes sensibles y catapultndolos a otro mundo, sin muerte y sin contingencia. Ello con el fin de explicar la perfeccin formal y la distincin que tales entes sensibles

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    llegaban a alcanzar en los conceptos inteligibles, para lo cual habra necesitado Platn sigue Aristteles-- recurrir a la rememoracin de una experiencia perdida y anterior de la que los entes sensibles resultaban ser meros recuerdos, casi inconscientes: las huellas de un original olvidado. Pero Por qu esa experiencia originaria de las Ideas habra de situarse en un pasado ideal y en un mundo suprasensible? sigue inquiriendo Aristtelespues debido a que Crtilo, maestro de Platn y sofista al cual Platn dedica ese dilogo suyo en el cual se investiga el ser y la legitimidad del lenguaje, haba demediado a Herclito: lo haba entendido a medias, lo haba cortado por la mitad y se lo haba enseado mal a Platn: haba convencido a su discpulo de que para Herclito todo era movimiento en el mundo sensible, olvidando lo esencial: el centro del pensar del lgos del Efesio: la doctrina del hen sofn (El uno sabio) o unidad intensiva, que no pertenece al movimiento. Por lo que Crtilo acababa convirtiendo la dialctica heracltea en un mero cinetismo, un mero movilismo contingentista y relativista que habra conturbado y confundido a Platn. De ah que si no hubiera sido por Crtilo piensa Aristteles-- Platn no hubiera tenido que refugiarse en los conceptos universales socrticos buscando la necesidad y universalidad en otro mundo, pues era la sofstica nihilista la que haba vaciado a la Physis de su dimensin divina: necesaria, eterna, inteligible : de su Lgos. Del Lgos de la Phsis, tal y como Herclito s enseaba en cuanto s se lean sus aforismos directamente. Otra cuestin distinta, concluye el Estagirita, es que los conceptos socrticos universales no pudieran ser causas ontolgicas: es decir, seres, pero esta es ya otra problemtica, que afecta sin duda a las aporas irresolubles de la methexis o participacin platnica entre lo suprasensible y lo sensible, que Platn contrapuso dualistamente, dialcticamente, como un pitagrico que quisiera salvar el alma individual de la muerte del cuerpo, como se explica en otros pasajes del mismo libro Alfa. C) LECTURAS 3: CRTICA. Llegados a este punto, el/la estudiante podr proceder a una crtica refutativa slo en el caso de poder argumentarla internamente, es decir, en base a la discusin de los presupuestos y las implicaciones que l/ella mismo/a habr ido obteniendo en el anlisis y la interpretacin de los textos originales del filsofo.

    D) DOCUMENTACIN Y CRITICISMO. En cuanto a la Documentacin Bibliogrfica, o Literatura Crtica Secundaria, el/la estudiante deber proceder a una imprescindible contrastacin entre los textos originales de los filsofos y las interpretaciones y lecturas de los doctos. Situndose, en todo caso, con espritu crtico respecto de los ltimos. Para ello conviene proceder de acuerdo con una metodologa de literatura comparada. Por ejemplo: Si W. Jaeger dice que los primeros fi lsofos son telogos debido a que el arch y los archai (lo uno de lo mltiple; lo mismo de lo otro; la diferencia limitante y las condiciones de posibilidad de las unidades sintticas, etc.) son divinos (indisponibles, eternos, necesarios, fuente de inteligibilidad); mientras que los autores positivistas proyectan sobre los primeros filsofos un atesmo o agnosticismo relativo solamente a los dioses antropomrficos olmpicos considerando que la legislacin isonmica es sinnima de Ilustracin antropocntrica, el estudiante habr de notar esta divergencia entre las fuentes crticas y contrastarla con los textos: Son ateos los textos de Parmnides y Herclito o no lo son? Preguntas como sta resultan esenciales y han sido suscitadas por la hermenutica historiogrfica documental contempornea son la intencin prioritaria de devolver a los textos originales la palabra, ya que cuestiones como stas slo pueden dirimirse devolviendo a los filsofos griegos la palabra. Mientras tanto el/la estudiante tendr ocasin de reconstruir sus propias precomprensiones epocales y sus prejuicios, acercndose a estudiar la filosofa griega desde Grecia y desde su propio aprendizaje del filosofar con los filsofos y los escritos filosficos. Difcilmente podr dejar de plantearse a s mismo los mismos interrogantes que ellos y entonces, casi inadvertidamente se encontrar de lleno ejerciendo el derecho no a un mero opinar sino al ejercicio soberano de filosofar.

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    BIBLIOGRAFA. Resulta imprescindible y normativo en todos los casos que el estudiante se atenga, circunscriba y cia, como mnimo, a la Bibliografa Selecta recomendada explcitamente para la preparacin de la asignatura. Tanto en el caso de los textos originales de los filsofos cuya comprensin, anlisis y estudio doctrinal resulta prioritaria; como en el caso de la literatura filosfica: hermenutica y crtica desde la cual conocer y estudiar la historia de los problemas filosficos griegos desde la helenidad hasta nuestros das. En ningn caso resultar admisible sustituir tales textos documentales y cannicos por otros. Estando sin embargo perfectamente permitido abundar en otras mltiples lecturas posibles que se aadan a las determinadas pedaggicamente por el cuidado, la experiencia didctica y los principios profesorales del equipo docente de filsofos.

    E) ESCRITURA. Conviene, cuando se refiera la documentacin bibliografa utilizada en el estudio, dar solamente cuenta de la literatura efectivamente estudiada. En cuanto a los sistemas de escritura y ya no slo de lectura, debern seguirse las normas convencionales de referencia y citas que son las siguientes: Si se vierte una cita literal, sta va entrecomillada, si es muy larga, se aconseja que vaya separada y con un tipo de letra y de margen distinto a nuestra escritura. Si la cita no es literal sino que es una parfrasis de lo dicho, no va entrecomillado y hay que indicar a pi de pgina o a continuacin entre parntesis: Cfr. obra del modo como explicamos a continuacin, p. que significa cnfer, es decir, comprese, confrntese. Si la cita parafrasea la temtica que atraviesa un libro, no va entrecomillado y hay que indicar: Cfr. obra, passim pues passim significa aqu y all en varias partes A la hora de citar las obras, algunos de los m todos vigentes son los siguientes:

    - Para libros: Apellido en maysculas, ttulo en cursiva, lugar, fecha y pgina en tipologa normal en el orden que se muestra a continuacin:

    APELLIDO, Nombre: Ttulo, lugar, editorial, ao, pginas donde se encuentra la cita (p.). (lugar y ao pueden ir a la inversa).

    - Para artculos en revistas o captulos de libros: Apellido en maysculas, ttulo del artculo o el captulo en entrecomillado, nombre de la revista en cursiva, datos de la revista y pginas en tipologa normal. Todo ello en el orden que se muestra a continuacin:

    APELLIDO, Nombre, "ttulo de artculo" Nombre de revista, volumen, nmero, mes y ao, pginas del artculo de la primera a la ltima, pgina de la cita. Captulo de libro: APELLIDO, nombre, "ttulo del captulo o ensayo" en V.V.A.A. NOMBRE DEL EDITOR O COORDINADOR (y entre parntesis ed.), Ttulo de la obra colectiva, lugar, editorial, fecha, p.

    - La primera vez que aparece cada libro o artculo o captulo se cita a pie de pgina de este modo, es decir, entero, a no ser que se remita a la bibliografa final. En este caso caben dos opciones:

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    a) el modo abreviado en el cual hay que escribir entre parntesis en el cuerpo del texto el nombre del autor y el ao de la publicacin original de la obra junto con la pgina de la cita (esta fecha deber ser bien advertida en la bibliografa final)

    b) A pi de pgina poner el nombre y el ttulo de la obra no olvidando la pgina y sealando, la

    primera vez que se cita, que toda la informacin bibliogrfica se halla en la bibliografa al final.

    - Las siguientes veces que aparecen los escritos citados en nuestro texto: a) Mtodo abreviado en la modalidad a o b del apartado anterior. b) Si el libro citado de nuevo es el inmediatamente anterior y no coincide la pgina de la cita con la

    que habamos puesto, ya no se escribe toda la informacin, sino que se sustituye por la expresin "Op. Cit., p...." (junto con la pgina) que significa "opus citatum"/"opere citato", es decir: obra citada

    c) Si el libro citado de nuevo es el inmediatamente anterior y todo coincide, es decir, la pgina de la

    cita tambin es la misma, se sustituye toda la informacin por: "ib." "ibid" o "ibidem"

    d) Si el libro citado ya lo ha sido pero no inmediatamente antes, es decir, hay obras entre medias de las dos citas, se pone el mtodo abreviado.

    F) ORALIDAD DIALGICA. Conviene por ltimo, y sobremanera, que el/la estudiante practique la oralidad dialgica con sus compaeros y con los tutores de la asignatura. Ello resulta imprescindible en cuanto al ejercicio crtico del pensar interlocucional, y debido a que la filosofa pertenece por completo a la prctica del lenguaje dialgico regido por la virtud de la amistad y las restantes virtudes dialgicas: la medida discursiva, la capacidad interrogativa y refutativa, la repugnancia ante cualquier autoridad dogmtica, el amor a la verdad, el gusto por el placer de la investigacin, la generosidad a la hora de compartir la investigacin, la infatigabilidad hasta dar con los lmites constitutivos a los que las cuestiones pertenecen, la capacidad de traduccin y aplicacin de lo descubierto al estado de las costumbres (modificables) de la ciudad, as como las virtudes creativas capaces de servir al bien comn.

    3.- ORIENTACIONES PARA LA REALIZACIN DEL PLAN DE ACTIVIDADES

    A) MATERIALES DE TRABAJO 1. Se recomienda opcionalmente al/a estudiante llevar cuadernos de trabajo con todo tipo de apuntes, citas, esquemas, desarrollos, comentarios de textos, sugerencias, reflexiones propias, etc., pueden ser de anillas o ficheros, tambin electrnicos. Tales cuadernos podrn ser supervisados, comentados, discutidos y orientados en dilogo con los tutores, si el estudiante as lo desea.

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    B) OTROS MATERIALES DE TRABAJO 2. Asimismo se recomienda encarecidamente trabajar en la audicin y comprensin del visionado del material audiovisual de la Asignatura: seminarios, cursos, conferencias, programas de televisin, radio, etc., del equipo docente en la pgina web de la UNED: www.uned.es en el apartado Medios y servicios, Centro de medios audiovisuales (CEMAV) teleUNED, presentacin de la plataforma teleUNED, Entrar en teleUNED, Bsqueda avanzada,en autor: Teresa Oate y Zuba; en teleactos se encuentran los seminarios. Tambin se recomienda asistir tanto a las Tutoras, como, siempre que se pueda, a los Seminarios de Filosofa Griega que la Profesora Teresa Oate imparte acerca de la Asignatura en el Campus de la UNED. Estos seminarios son grabados cada ao y pueden ser seguidos por el alumnado por internet, en la pgina web de la UNED antes mencionada. Sirven para poder llevar a cabo el trabajo opcional del seguimiento de los mismos que puntuar de 0 a 3 puntos sobre la nota, siempre que esta sea un aprobado, del examen. No es necesario basar el Trabajo Opcional en la asistencia a un Seminario Presencial pues todos ellos son Telemticos y estn colgados en la red de la UNED. Adems no todos los aos tienen que impartirse ni son impartidos. Hay grabado mucho material desde el ao 2001 hasta la fecha.

    C) TUTORA. En el apartado relativo a las tutoras encontrar el estudiante abundante informacin relativa a la confeccin crtica de numerosas praxis de nuestro oficio: el oficio filosfico. Por ejemplo: comentarios de texto, exposiciones orales didcticas, reseas, ensayos filosficos, artculos, traducciones, ejercicios retricos de defensa y refutacin de tesis, sistemas de comprensin, anlisis e implicacin de premisas, postulados, objetivos, etc., de los discursos y conceptos filosficos. Por ejemplo, para llevar a cabo un comentario de texto filosfico habra que atender a los siguientes puntos recogidos en la bibliografa bsica de la Asignatura, en el libro de T. OATE y C. GARCA: El Nacimiento de la filosofa en Grecia. Viaje al inicio de occidente, Madrid, Dykinson, 2004, p. 52., o, ms extensamente, en los vdeos del Seminario de la Asignatura que se encuentran en la pgina web de la UNED. 1. Normas convenidas para un comentario de texto filosfico: Se trata de Registrar los: - Contextos documentales, histricos y polmicos. - Qu dice, cmo lo dice y qu no dice el texto: el significante, la literalidad, su documentacin y su

    genealoga. - Arqueologa y condiciones de posibilidad de los conceptos clave. Presupuestos e implicaciones de las

    tesis del autor. - Los sentidos de la interpretacin y la historia de los efectos. Necesidad hermenutica y transmisin. - Crtica comprensiva y crtica recusatoria Excluir a los que excluyen?... - Repliegue del anlisis y alternativas. 2. La hermenutica y los problemas filosficos que entraa un Comentario de texto: Actualidad de la cuestin

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    4.- GLOSARIO o LXICO Vase el glosario de trminos griegos recogido en la Introduccin general a la filosofa griega del libro de F. MARTNEZ MARZOA: Historia de la Filosofa I, Madrid, Itsmo, 1994., y la antologa de textos, as como la explicacin de los trminos griegos que se encuentra en el libro de T. OATE y C. GARCA: El Nacimiento de la Filosofa en Grecia. Viaje al Inicio de Occidente. Madrid, Dykinson, 2004., as como en el cd de los seminarios contenidos en dicho libro que se encuentran tambin en la web de la UNED.

    Nota Bene: Cuando ya haba sido diseado el esquema de esta Gua he sido informada de que el libro: Paidea de Werner Jaeger ha sido descatalogado. He procedido a suprimirlo como libro del Curso y la Asignatura para no generar ninguna confusin ni diferencias entre los que lo puedan conseguir y los que no. Resulta perfectamente prescindible e incluso puede que as se concentre el Programa. Os recomiendo que lo leis en algunas vacaciones. Para preparar estupendamente el Curso y la Asignatura basta con respetar los dispositivos pedaggicos sealados y la estructura metodolgica de los materiales de estudio ya consignada, aadindole, por ltimo, el complemento de los materiales audiovisuales: Los Seminarios. 5. - CRONOGRAMA El alumno/alumna debe considerar sinpticamente la organizacin del tiempo de estudio de la Asignatura, teniendo en cuenta, y nunca perdindolo de vista, que se trata de una Asignatura Cuatrimestral, y que son Cuatro grandes Temticas aquellas que debe conocer de modo crtico, documentado, reflexivo y filosfico, disponindose a estar preparado para dar cuenta de ellas. Recordmoslas someramente: I. Primera Seccin: El mundo de problemas y cuestiones de los filsofos Pre-Socrticos o PrePlatnicos y su ruptura con el pensar gentico: cosmognico o teognico, antropocntrico o en una palabra: mitolgico. Las cuestiones del arch (ley, criterio) y del lgos (lenguaje vinculante, razn comn, palabra) o la aletheia (verdad, descubrimiento) y la phsis (vida autolegislada y espontnea) resultan para los Presocrticos, por ello, por contraposicin al mito gentico, inseparables de una perspectiva sincrnica y topolgica o estructural, slo desde la cual nace la filosofa y la ciencia de Occidente, como delimitacin crtica de los grandes relatos y las creencias proyectivas del solo poder y aseguramiento del miedo del mortal: el ho mbre que imagina mitolgicamente lo divino a su imagen y semejanza dando lugar al panten de los dioses olmpicos. Con ellos, con los mitos teognicos y cosmognicos y con los dioses antropomrficos, rompe la Filosofa en Grecia desde su nacimiento, en busca de lo divino verdadero y contra los falsos dolos. El desplazamiento teolgico, desde lo divino humano mitolgico y sus poderosas creencias hasta lo divino ubicado en el lgos ka phsis y su necesidad racional compartible por el hombre libre a travs de la discusin, la medida, la interrogacin y el dilogo cientfico, hace nacer la Filosofa siempre y cada vez en cada uno de nosotros, como ya lo hiciera en Grecia, abriendo la posicin de lo que llamamos an la racionalidad de Occidente. As pues, para este primer bloque de problemas resulta esencial retrazar la diferencia ontolgica entre dos planos del lenguaje entendido como lugar de aparicin de los fenmenos: el plano ntico o mtico de las creencias instauradas por autoridad o poder, que pertenece a la modalidad contingente y cintica de lo que nace y muere, pudiendo ser y no ser, y ser as o lo contrario, esto es: el plano legislado. Y el plano necesario: el legislante u ontolgico, tambin del lenguaje como lugar de aparicin, pero ahora no ya de los fenmenos sino de las leyes o causas primeras en tanto que causasleyes: eso que los Presocrticos denominan: Arch o Archa: el plano de las leyes, los principioscriterios legislantes o las causas posibilitantes del segundo plano. La relacin Sereternidadnecesidad, y Ente

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    movimientocontingencia, da cuenta de estos dos lados del lmite, y enfoca (desde ellas mismas) las dos primeras ontologas del lenguaje de Occidente: la de Herclito y la de Parmnides, que hoy podemos leer ya, libres de las caricaturas deformadoras debidas a la dialctica platnica y gracias a la rehabilitacin de los primeros filsofos que debemos a la Escuela Peripattica de Aristteles. El reto de este Primer Tema es aprender a pensar, sincrnica, topolgica, estructural o causalmente, de la mano de los primeros filsofos, lo cual exige aprender a aprender: aprender a leer los textos originales que de ellos nos han llegado, dejando que aparezca el sentido y el lgos vinculante de ellos mismos y su alcance de interpelacin: el que seguir vivo mientras siga habiendo ese mismo modo de pensarvivir que es el de La Filosofa. Para ello el alumno/a habr de descontruir sus propias precomprensiones modernas: las positivistas y la historicista. Tal es la mayor dificultad que planeta poder leer a los Presocrticos e iniciarse en el pensarvivir contra-dogmtico del filosofar. Cronograma: Cunto tiempo tenemos en el actual Programa de la Asignatura para preparar la Seccin Primera dedicada a Los Presocrticos? Siempre opera, para nosotros, la divisin en cuatro, as que un mes: octubre, que perspicazmente debera comenzar en septiembre y an en las vacaciones de verano. Disponemos, no obstante, para esta problemtica de un libro escrito por m ex profeso para la Asignatura: El nacimiento de la Filosofa en Grecia. Viaje al Inicio de Occidente. Es un libro dedicado a Nietzsche y a su discpulo Giorgio Colli, a Gadamer y a su maestro Martn Heidegger: los descubridores contemporneos de Los Presocrticos, que ya no podemos seguir leyendo colonialistamente: desde los parmetros proyectivos del positivismo y el historicismo del siglo XIX y la primera mitad del XX. Pues estos enfoques han sido puestos radicalmente en cuestin por parciales y etnocntricos, denunciados como un modo violento de Colonialismo Histrico de todos los pasados anteriores a ella: el ejercido por parte de la Modernidad Ilustrada Acrtica no toda Ilustracin lo es, por supuesto--. Y no es casual que debamos a la Racionalidad Hermenutica tanto esta crtica como su fecunda rehabilitacin de todos los pasados no -superados dialcticamente, sino vivos: capaces de alcanzarnos y retarnos, como desafos del aprender de lo otro; y en este caso de lo otro constituyente para nosotros desde el lmite de nuestra memo ria escritural filosfica. La que se remonta documentalmente a la llamada Sentencia de Anaximandro, el compaero de Tales en Mileto, al inicio del pensamiento filosfico occidental. Como complemento y nervio medular de esta Primera Seccin del Programa de la Asignatura estudiaremos tambin la religin oracular de Apolo y Dinisos, dioses del sentido de las religiones mistricas griegas, pertenecientes no a los mitos de aseguramiento o salvacin, los premiso y castigos, sino a los mitos sincrnicos de comprensin e interpretacin, que tienden un puente entre la filosofa y la mitologa racional simblica. Los nombres de Apolo, Dinisos y Orfeo, esconden las evocaciones de una dimensin espiritual y tensional que sigue removiendo entre nosotros el misterio de la creatividad y alteridad de lo divino: su apelacin. Sin ella es para Grecia imposible que el mortal sea lo que es plenamente como expresaba el imperativo de Pndaro--: S lo que eres, o se recoga en el orculo dlfico destinado a Scrates: Concete a ti mismo. En efecto Grecia, la Filosofa griega y el alma griega, vista a travs de la unidad de cualquiera de sus mltiples manifestaciones espirituales y culturales diferentes, resulta impensable sin la articulacin de la ontologa del lmite y la pluralidad a la vez. La imagen del archipilago la condensa y la cifra. Mi recomendacin es que esa Primera Seccin se prepare siguiendo La Historia de la Filosofa I de Guillermo Fraile y la Historia de la Filosofa I de Felipe Martnez Marzoa, utilizadas como manuales bsicos de estudio informativo, y se complemente dicho estudio con la lectura crtica o hermenutica de mi libro: El nacimiento de la Filosofa en Grecia que contiene una Antologa de textos presocrticos muy cuidada. II. Segunda Seccin: El segundo gran bloque temtico del Programa es el concernido por: La Sofstica, Scrates y las Escuelas Socrticas, incluidos los primeros Dilogos de Platn y las cuestiones propias del Scrates Platnico. As se prolonga nuestro viaje al Inicio y el Lmite que nos constituyen, y nuestra nave desembarca ahora en un puerto tan floreciente como para ser visto, entonces, en el siglo V a.

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    C., como el centro del mundo. El centro cultural y racional, artstico y poltico del mundo democrtico: la Atenas del siglo V a.C., donde las artes del lenguaje reciben un asombroso y potente tratamiento por parte de brillantes oradores y politlogos, juristas y rtores: ha nacido una nueva cultura del lenguaje pblico al amparo de las instituciones: La Sofstica. Nombres como Gorgias de Leontini y Protgoras de bdera, Prdico o Trasmaco, que alcanzan en Atenas la gloria de la discursividad, la oratoria y la fama, nos han sido inmortalizados, si bien crticamente, por Platn y Aristteles. Pero hoy sabemos que Platn y Aristteles son impensables sin ellos. Para Platn el contrate y la conexin con Protgoras, por ejemplo, resultan tan decisivos, como lo son para Aristteles el contraste y conexin con la Retrica de Iscrates, quien, al igual que Gorgias, Filipo II de Macedonia y el propio Aristteles, defenda una estructura poltica panhelenista superior a la Ciudad-Estado de las plis enfrentadas entre s: la nica capaz de realizar una paz griega, basada en la Retrica, para toda la Hlade contrapuesta al exterior de la amenaza constante de Persia. La terrible hostilidad del orador Demstenes contra Aristteles el Macedonio, el maestro de Alejandro Magno, no dejar de recordarnos nunca la envergadura de lo que estaba en juego: la discusin entre el modelo racional de un Estado Nacional que encarnaba la prosecucin del ideal de la autarqua de Atenas, tal y como se disea en La Repblica de Platn, por ejemplo, y el ideal poltico de un Estado federal pluralista que abrazaba toda la Hlade y las diferencias del archipilago de la Hlade: el ideal retrico del panhelenismo y las artes de la paz, que situaba la diferencia de la dialctica belicista ( y la esclavitud) fuera: en la guerra contra Persia, o la guerra contra los brbaros: aquellos que no tenan lenguaje, aunque hablaran, porque no tenan lgos, ley, razn comn, constitucin, igualdad ante la ley: isonoma, y enlace isonmico de los derechos y deberes; aquellos brbaros que no tenan polis, ni Estado ni Politea, porque an no se regan por leyes isonmicas, sino por la elemental arbitrariedad feudal de la fuerza y la servidumbre anteriores al logro de la ciudadana libre y las leyes del lenguaje. Las leyes del lgos ka phsis ka plis: del lenguaje y la naturaleza y la ciudadana. No obstante, la Dialctica platnica no distingua entre Retrica y Sofstica como s har cuidadosamente Aristteles, pero solo al precio de renunciar a que sea la ciencia matemtica y tecnolgica la defensora de las leyes del Estado-Nacin. Aristteles devolver los fueros a la Retrica como tradicin literaria de los saberes y defender la vuelta de los Poetas a la Ciudad de donde les haba expulsado el racionalismo de La Repblica de Platn. Lo har basndose en los derechos comunitarios de los mundos de la vida y las normas sociales de la convivencia de los lenguajes participativos: ticos en todos los seres dotados de almavida: los animales. Pero las razones matemticas, musicales y mdicas que defienden la belleza de la armona y la salud del alma del hombre hasta proponer su inmortalidad tras la muerte del cuerpo, tampoco son nada desdeables, ya las haya defendido verdaderamente Platn porque fuera secretamente un pitagrico convencido como piensa Aristteles-- ya las haya defendido Scrates, al que Platn sin embargo parece presentar en algunos de sus Dilogos como un Sofista ms, si bien peculiar y tan peligroso a ojos del partido democrtico en el poder que le fuera contemporneo, como para haber declarado su condena judicial por el delito de asebea o impiedad con que su enseanza, su paidea, por las calles de Atenas, segn tal dictamen, corrompa a la juventud. As pues, decidir entre las razones en conflicto que separan al platnico Aristteles (tras veinte aos de estancia en La Academia de Atenas) de cierto platonismo pitagrico defendido por La Academia misma, o bien optar, al contrario, por ese ideal racional que tan largo desarrollo ha tenido y tiene en el pensamiento y la civilizacin de Occidente, necesita alejarse de cualquie r maniquesmo y remontarse al comienzo de la cuestin: al estudio riguroso de La Sofstica y de la Gran figura de Scrates y las Escuelas Socrticas: los Cnicos y Digenes; los Cirenaicos y Aristipo, los Megricos y Euclides, en cuya casa se refugi Platn a la muerte del maestro, cuando Scrates prefiri acatar la sentencia de la ley y morir de su propia mano, tomando la cicuta, en vez de exiliarse. Scrates prefiri morir de acuerdo con la ley, rodeado de sus amigos y discpulos, y en nombre de la aret (la virtud) de la Filosofa, tal y como lo ha inmortalizado su discpulo Platn en la Apologa.

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    Todo se remonta a Scrates y la Sofstica a la hora de discutir sin prejuicios lo que aqu est en juego: las leyes del lenguaje que deciden qu tica y qu paidea y qu racionalidad han de preferirse a la hora de lograr una vida buena. Una vida virtuosa tanto individual, como social e histrica, y de acuerdo con qu virtudes, habida cuenta del conflicto entre las razones y el conflicto entre las virtudes mismas, inseparables del poder, del saber, del deseo, y de la configuracin del cuidado de s mismo: del almavida de s mismo y de la ciudad; que resulta inseparable, a su vez, de la transmisin racional y educativa de las instituciones cientficas y jurdicas que hacen posible la libertad de la ciudadana. De esto se ocupan Scrates y la Sofstica, tal y como nos han recordado recientemente desde Judith Butler hasta Michel Foucault o Hans-Georg Gadamer, y antes de ellos un acendrado estudioso de la Retrica griega: Friedrich Nietzsche. Se ocupan del cuidado de s (inseparable de los otros y de las normas sociales del lenguaje). De una tica en busca de su criterio racional-social y poltico, que no necesita preguntarse tanto qu es el hombre, cuanto qu desea y qu leyescostumbres le hacen ser mejor o peor, siempre de acuerdo con los criterios del lgos o racionalidad igualitaria en los que puede descansar la libertad indispensable para una vida excelente con los otros. . Pero a qu precio? Al precio de qu virtudes? Cmo hacer que el mundo, la plis, sea mejor para poder poner en prctica las virtudes ticas y la paidea ciudadana? Con qu criterios racionales? Qu es la racionalidad tica y como se diferencia de las epistemes cientficas y de las artes tecnolgicas? Cmo se relaciona con la poesa, la gimnasia y la msica de la memoria y la imaginacin ahora que no son los poetas trgicos ni picos los que pueden seguir dirigiendo la paidea ciudadana? O s pueden seguir siendo los poetas los mximos educadores? No es mejor una paidea poltica regida por la ciencia? Pero qu es la virtud y qu es la ciencia? Se puede educar la virtud? Y sobre todo: Qu dice el lenguaje y qu lenguaje a quin debemos escuchar? Deben las leyes y las instituciones regir sin resto los mundos de la vida? Cules son los derechos de lo ilegislado? Qu dice la Filosofa? Y lo divino racional arrancado por la Filosofa al mundo de los mitos? Hay leyes ontolgicas que no pongan en peligro la libertad? Y el miedo a la muerte (propia y del otro)? No deber el hombre buscar las tecnologas y los caminos de la inmortalidad? Y las ofensas Qu se debe hacer con ellas? Ser mejor vengarse de la violencia o es preferible, como ensea Scrates, padecerla a ejercerla? Tenemos algn mtodo seguro para discutir estas cuestiones en las que se nos va la vida? O hemos decidido que no hay racionalidad vinculante ni leyes del lenguaje, la phsis y la plis como parecen defender los llamados Sofistas? ... Todo se remonta al problema de la racionalidad (el lenguaje, la unidad y la transmisibilidad educativa) de la virtud y la unidad de la virtud, del cuidado de s y de la plis (y qu plis, qu rgimen poltico?). Al problema del criterio y su complejidad, tal y como lo platearon Scrates y Los Sofistas. Pues todo se remonta al problema central que para ellos haca converger todos los anteriores: el problema de la Paidea. Para preparar este Segundo tema de la Primera Seccin, por eso mismo, nada nos vendra mejor que leer o al menos consultar una de las obras monumentales de Werner Jaeger: su Paidea. Pues que la edicin en castellano de esta obra monumental est agotada y descatalogada no impide, desde luego, que este gran clsico de los estudios del pensamiento helnico, esplndido para hacerse con los problemas del siglo V y IV en la Atenas y la Grecia de Scrates, los Sofstas y Platn, pueda ser consultado en cualquier biblioteca pertinente. Y sin embrago esta situacin aconseja no tomar este libro como obligatorio para la preparacin de la Asignatura. La va de estudio de este Segundo Tema de la Seccin Primera del Programa es entonces aquella a la que ya nos habremos acostumbrado preparando la Seccin Primera del Programa: estudiar la informacin que proporcionan nuestros dos manuales de Historia de la Filosofa I: el de Guillermo Fraile y el de Felipe M. Marzoa, y contrastarlos entre s. Contienen, en efecto, ambas obras documentacin y enfoques crticos ms que suficientes como para hacerse cabalmente cargo de las cuestiones aqu someramente comentadas. Y el estudioso puede concentrarse tambin, si lo desea, en la lectura directa de alguno de los dilogos socrticos menores. Yo los recomendara todos! pero en especial, adems de La Apologa y el Fedn, llamara la atencin sobre Menn y su tratamiento de las virtudes del lenguaje como lgos.

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    Considero que con estas lecturas, y con la meditacin filosfica cuidadosa de estas cuestiones y sus posibles respuestas, sobre las que aconsejo discutir apasionadamente con los amigos, practicando las virtudes del dilogo, el estudiante habr de estar suficientemente preparado para abordar las dos grandes Secciones que le esperan a continuacin: la Seccin Tercera dedicada a Platn y la Seccin Cuarta dedicada a Aristteles. Insisto si no puede leerse la Paidea de Jaeger no tiene mayor importancia. Cronograma: Se debera dedicar tres semanas de noviembre o veinte das de este mes a esta Segundo Tema de la Primera Seccin: podra dedicar una semana a la sofstica; otra semana a Scrates, atendiendo en especial a la comprensin profunda de la mayutica socrtica y de los interrogantes que suscita en cuanto a la memoria y la ontologa del ser del lenguaje dialgico; y por ltimo otorgar una tercera semana al estudio de la herencia socrtica en las llamadas Escuelas Socrticas Menores para desembocar en el ms grande de los socrticos jams habido, el que ha interpretado quiz, sin embargo, a Scrates, llevndolo hacia un modelo pitagrico de intelectualismo tico: Platn, el artista aristocrtico que situ a Scrates en una escena inmortal donde ya no podran alcanzarle nunca ms ni las condenas dogmticas de los jueces de su momento, ni las intrigas mezquinas de los Anitos o los Meletos de turno, ni las burlas de los cmicos conservadores o sofistas, tales como Aristfanes, mofndose de Scrates en el teatro popular y apuntando con su juicio grosero a una amarga caricatura tanto del filsofo como de aquella Atenas incapaz de entender el cambio de poca histrica que le tocaba vivir. Platn rehabilit para siempre a su maestro y a su ciudad, pero se ha de reparar en efecto en que para hacerlo tan eficazmente como logr hacerlo, no escogi la va de la venganza, sino otra, una muy diferente: tan profunda y compleja como el alma de Platn, que en esto se muestra como un fiel discpulo de Scrates: la va de la inversin literaria del lenguaje. Quiz la ms propiamente socrtica y filosfica, la que se opera al situarse, como siempre hace la Filosofa, contra la violencia de las costumbres, pero no en el mismo plano del tiempo y el espacio acostumbrado por ellas. III, Tema Primero de la Seccin Segunda: Platn. As llegar el estudiante de Filosofa a desembocar, entonces, en el socrtico Platn, y habr de comprender en primer lug ar cmo le bast a ste, a Platn, con sacar el dilogo socrtico del teatro tico y llevarlo a la escritura de unos cuantos libros, donde se daba cuenta de otra escena que contena a la misma Atenas convertida ahora en el escenario teatral de Scrates. Gracias a proceder por inversin y de otra manera en el juego de espejos del mundo y el arte: ahora, en los Dilogos Socrticos (escritos por Platn) no se proceda, como en la experiencia teatral sensible, a la puesta en escena oralcomn, de los guiones escritos previamente por los poetas o dramaturgos individuales: Sfocles, Esquilo, Eurpides sino que todos estos stos personajes y sus linajes homricos junto con sus caractersticos y tpicos guiones orales, se ponan en escena ahora de otra manera: se realizaban y cobraban vida al escribirse y leerse el dilogo. A Platn le bast con invertir los rdenes discursivos del teatro y la escritura para encontrar la forma dialogal de la filosofa y para dar lugar a la escena ms grandiosa que haya inmortalizado a Scrates con su ciudad: La Atenas que a todos nos constituye an, aquella a la que amamos con la profundidad de la memoria esttica y el deseo racional de la virtud: La Atenas de Scrates discutiendo con los sofistas y los ciudadanos por entre las plazas, los templos, los gimnasios, los jardines y los teatros; en los banquetes por la noche junto a Ditima, y en los caminos, a la sombra de los pltanos, dialogando con los jvenes o con algn amigo; en el gora, defendiendo a los militares vencidos, o acercndose al Pireo soando con la belleza del soberbio Alcibades o invocando a Esculapio antes de morir junto a sus amigos y sus discpulos desolados, entre los cuales se contaba ese Platn que no se haba pintado en la escena de la despedida que escribiera en La Apologa, ese Platn que escriba tragedias en su juventud y las tir al fuego al conocer a Scrates, ese que en la Carta VII de su autobiografa confesaba que jams haba puesto por escrito, ni pondra por escrito jams, ninguna de sus verdaderas doctrinas

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    El dramaturgo filsofo que prosigui por el camino de Scartes preguntndose por el problema central de la virtud, el criterio de la virtud y los problemas de la unidad de la virtud y el lenguaje, en discusin con los Sofistas: Crtilo o Gorgias o Protgoras, por un lado --para decirlo con los nombres propios de algunos Dilogos platnicos--, y con los pitagricos Teteto o Timeo, por el otro. Obras filosficas en las que Platn supone ya, como ser corriente en todas las fases de los Dilogos de Madurez, que el anlisis de los mencionados problemas necesita el trazado de una compleja diferencia tensional entre dos paradigmas racionales: la sofstica y la ciencia (no slo pitagrica, tambin hay que contar con la medicina hipocrtica y con el corpus atomista) pero liberada sta ltima del lastre con que parece gravarla la filosofa ontologa, tenida por inmovilista por los sofistas, a partir de su crtica, y probable incomprensin, del poema didaskliko de Parmnides de Ela. La misma diferencia que la Dialctica e Platn se siente obligada a articular despus de introducir a la filosofa platnica misma y a su Teora de las Ideas en discusin y autocrtica, tras el perodo de los grandes dilogos platnicos clsicos: Fedro, Banquete y Repblica. Una discusin que se elabora de manera autocrtica en El Sofista y El Poltico, por un lado, con respecto a la crisis de las aporas platnicas que plantea el dilogo El Parmnides, y alcanza hasta las tesis del Filebo, preguntndose siempre por la misma cuestin del criterio racional tico, llevada ahora dinmicamente al de la produccin de las sntesis conceptuales o tecnolgicas mejores. Y ello porque a pesar de la infinita riqueza del universo platnico, siempre es uno y el mismo el hilo conductor que permite salir de los laberintos: la pregunta que se remonta a aquella formulada insistentemente por el Scrates Platnico: Qu principios del lenguaje racional dialgico y crtico deben guiar legislativamente la vida virtuosa del hombre en medio de su vida social y poltica?... La cuestin ahora no es la de los Archa o principios sincrnicos del lenguaje del ser y sus mbitos o regmenes de legislacin racional, sino la de la Paidea. La educacin del Paids, del nio, del joven, del ciudadano. Es decir: la de cual sea la racionalidad competente y preferible a la hora de disear la subjetualidad de la racionalidad individual y poltica en el marco de la plis ciudadana; ya haya de ser sta democrtica o no democrtica, pues tal discusin involucra sin duda la de la racionalidad poltica misma y la de cual sea la organizacin preferible a las restantes, entre los regmenes polticos posibles que regulan las relaciones entre el saber y el poder. Cuestin no dirimible sta si no es a travs del anlisis mismo de los modelos posibles de politicidad, gobierno y racionalidad que han de situarse conflictualmente entre s, de acuerdo no solo con las exigencias del problema de la virtud (la aret), decisivamente planeado para nosotros ya por el Scrates de los dilogos platnicos (los menores, los primeros) y su discusin con los grandes sofistas, sino ahora, tras la muerte de Scrates, y avanzado ya el siglo IV, cuando se trata de la propia muerte de la Plis y cuando parece ya irreversible la muerte de Atenas. La derrota blica de Atenas frente a Lacedemonia con que prosiguen las guerras persas, haciendo derrumbarse todo el fulgor y la paz del siglo anterior. Cuaado resulta difcil no mirar retrospectivamente a Pericles y su consejero: el filsofo Anaxgoras, con un sentido crtico radical: el de que hubieran operado en lo aparente, efmero, pero no en el mbito de la verdad duradera y eterna, no en el mbito de las leyes, que debe volver a ser reflexionado a partir de una revisin en profundidad tambin del legado presocrtico, junto con el de Scrates, el de los Sofistas y el de la religin mistrica, tal y como se expresa en el culto mdicomusical, matemtico y poltico de las sectas pitagricas extendidas, en particular, por Siracusa, Tarento, Crotona y el Mediterrneo occidental, a partir de su surgimiento en la Samos de Jonia de la mano del legendario Pitgoras. Sabio contemporneo de los milesios en el siglo VI. A.C., al que se remiten despus algunos de los socrticos: los ms aristocratizantes: los platnicos del crculo socrtico, que a la muerte de Scrates fundarn en los jardines del gimnasio dedicado al semidis Academos, una Escuela de vida y pensamiento superior: La Academia. A ella llegarn para educarse en astronoma, msica, matemtica y dialctica, los mejores cientficos y filsofos de la poca, y entre ellos Aristteles el Macedonio, un joven brillante, destinado por su padre, el mdico real de Filipo II de Macedonia, a ser el maestro consejero del hijo del rey: Alejandro, como Anaxgoras lo haba sido de Pericles, y Platn lo intentaba ser una y otra vez, de Dioniso, el tirano

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    gobernante de Siracusa, a travs de su influencia en uno de los platnicos de mayor virtud y probidad, muy cercano a Dionisio y a Platn, un siracusano profundamente comprometido con la misma causa filosfica y poltica que ste: el platnico Din. Platn lo intent sin xito una y otra vez, a riesgo de su vida y su libertad. Su fracaso poltico se destila en Las Leyes a travs de un monlogo pesimista y somb ro, al que Popper en La Sociedad Abierta y sus enemigos, no dudara en tildar de inspirador de todos los fascismos. Igual que Nietzsche no haba dudado en tildar al Scrates Platnico de engendrador del linaje de los alucinados del transmundo. En nuestros das Platn ha sido decididamente reivindicado como filsofo literario y dramaturgo por la Hermenutica de HansGeorg Gadamer, pero el debate sigue abierto y en pi, suscitando una de las controversias de mayor alcance del pensamiento filosfico actual y del debate entre Dialctica y Hermenutica en la Postmodernidad. El enigma del sentido del Pensamiento de Platn, situado en el contexto del siglo IV a C. y las actividades de la Academia de Atenas, concentrar, pues, el Primer Tema de la Seccin Segunda. El conocimiento y exploracin de esta temtica suponen para nosotros los occidentales y para esa memoria crtica de Occidente que es La Filosofa (la memoria del lgos la llamaba con lucidez ese gran helenista que es Emilio LLed) uno de los desafos ms apasionantes que pueda imaginar nuestra responsabilidad histrica: comprender la conflictividad del poder de la racionalidad poltica y la educacin cvica; aprender a distinguir los problemas de la virtud y la legitimidad, de los del deseo del poder y la eficacia mitolgica del poder; y no perder de vista nunca la cuestin del criterio y los distintos regmenes de la verdad junto con sus conflictos: el cientfico, el mdico, el musical, el literario, el numerolgico, aritmtico, geomtrico ambos en el sentido euclidiano--, el potico, el mitolgico, el fsico Platn da vrtigo. Pensar por ejemplo que su Timeo es para l un mito propedutico para la enseanza de Las Leyes, tal y como se explicita en el Critias, y comprender que ese mismo Timeo disea las bases de la ciencia y la ciudad medieval en el occidente latino agustinistaplatnico, hasta el Renacimiento y la cada de Constantinopla cuando pueden llegar a Occidente los sabios del Imperio oriental y empieza a perder pesp la ciudadestado amurallada y feudal Da vrtigo. Ha de darnos un profundo vrtigo a los occidentales y ha de darnos mucho qu pensar a los filsofos, empezando por esta pregunta: Qu ha dicho verdaderamente Platn el Ateniense?... Cronograma: Para estudiar a Platn disponemos de un mes y una semana: cinco semanas en total: la cuarta semana de noviembre, las dos primeras semanas lectivas de diciembre y las dos semanas de vacaciones de navidad, es decir: la ltima quincena del ao hasta su ltimo da. El 1 de enero al amanecer propongo comenzar el estudio de Aristteles que ocupar la cuarta y ltima leccin, el Segundo Tema de la Seccin Segunda del Programa. Para estudiar a Platn propongo como siempre ceirse a la informacin que proporcionan nuestros dos manuales de Historia filosfica: el de Fraile y el de Marzoa, y completarlos en este caso con todos los preciosos libros de Emilio LLed sobre Platn que se puedan leer; en especial: El surco del tiempo: Meditaciones sobre el mito platnico de la escritura y la memoria. Tambin convendra no olvidarse del libro de Thomas A. Szlezk: Leer a Platn, para estar al tanto de la polmica de los agrapha dgmata y sus implicaciones. O adentrarse en un estudio mo: Parmnides entre Platn y Aristteles que ya sirve de introduccin a Aristteles y est en mi libro: El nacimiento de la Filosofa en Grecia Muchos lo habrn ledo ya cuando hayan trabajado a los Presocrticos en la Seccin Primera del Programa. En cuanto a Platn mismo, propongo ahora leer (adems de la Apologa y el Fedn o el Menn, que ya se habrn ledo en la Seccin Segunda) solamente La Carta VII y el Filebo junto con determinados pasajes de Fedro, Repblica, Timeo y Leyes a los que remitan nuestros manuales, o selecciona la utilsima Antologa de Textos de Clemente Fernndez., recomendada en la Bibliografa. Es muy importante en ese sentido entender bien la Doctrina del Bien Ontolgico de carcter modal tal y como se vierte en Repblica con el smil del Bien Ontolgico y el Sol del mundo inteligible. Y resulta, as mismo, de la mayor importancia reflexionar sobre el papel del mito en la discursividad y la racionalidad platnica. Ambas cuestiones preparan

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    la entrada en Aristteles de la mano de la Crtica del Estagirita a la Teora de las Ideas de Platn y a la racionalidad Dialctica de la Academia de Atenas, permitindonos afrontar el ltimo tramo del Programa por la nica puerta posible abierta por el estudio criticista contemporneo del llamado Nuevo Aristteles: el de su ontologa: el de su Filosofa Primera, donde se contienen y discuten rigurosamente los criterios de interpretacin de los principales trminos filosficos con los que Aristteles elabora los contenidos de sus lecciones: los tratados o lgoi esotricos, contenidos en el Corpus llegado hasta nosotros. IV. Segundo Tema de la Seccin Segunda: El Aristteles Griego: Como ya se ha advertido, el estudiante de la Asignatura se enfrentar en esta ltima leccin del Programa a la gran obra del filsofo macedonio: el Corpus, y al debate de ste con la ontologa de Las Ideas de su maestro Platn. ste debate se contiene en los 14 lgoi de la mal llamada Metafsica por ndrnico de Rodas, Escolarca del Liceo en el siglo I a.C., y editor de los Tratados de Escuela, los nicos que hemos conservado del filsofo, habindose perdido sus restantes obras: los Dilogos Exotricos, los brillantes y pulidos escritos, publicados por el maestro de los que saben (como le llamaron los filsofos rabes), destinados a un pblico ms amplio, y cuya belleza y elegancia literaria todava alababa Cicern. La escuela filosfica y cientfica del Liceo fue fundada por Aristteles tras la muerte de Platn en los jardines del templo del semidios o hroe Apolo Lycio, a las afueras de Atenas, pues Aristteles era extranjero (mteco) y careca de permiso para ensear intramuros. El liceo se propuso, desde el principio, como escuela alternativa a la Filosofa de los Principios (las Ideas y los Nmeros Ideales) de la Academia, y a su enfoque matemtico y poltico de carcter pitagrico; a las tesis dualistas de la sobrevivencia del alma respecto del cuerpo y a la mitologa fsico--matemtica de la cosmogona inspirada en el Timeo y su demiurgo o dios ingeniero. Tambin se opuso a los mitos de ultratumba, los premios y castigos en el ms all metafsico y a la confusin, sobre todo, entre los gneros universales lgicos, aritmticos, geomtricos o musicales, con los primeros principios vivos, ontolgicos, de los seres animados y los mundos de la vida que haban de encontrarse no entre las abstracciones sino en el terreno de las acciones comunitarias y las normas sociales de los lenguajes comunicativos y sus contextos ticos, pero no en la lgica de los conceptos ni en los materiales elementales de los cuerpos extensos. Aristteles calific al platonismo pitagorizante de materialismo abstracto, y se decant por continuar el verdadero pensamiento de Platn y Scrates no por la va de la cienciatcnica sin por la va del alma, la eticidad y la bsqueda del bien modal ontolgico: la excelencia de la vida buena para cada tipo diverso de vida comunitaria animada. Se opuso en suma: a la orientacin que la Academia platnica haba tomado en manos del sucesor de Platn: su sobrino Espeusipo, as como a Jencrates, Eudoxo y otros mdicos, astrnomos y matemticos, tales como Filolao, del que se deca que Platn haba obtenido los materiales secretos (pitagricos) para escribir su Timeo. El nombre que diera Aristteles a esta enseanza donde se recogan las aportaciones de la tradicin filosfica anterior completa, desde los presocrticos y la sofstica hasta la Dialctica, incluida la de Platn, pero puesta en su lugar metodolgico preciso no fue sin embargo el de Metafsica sino el de Filosofa Primera o de lo Primero: de los Primeros Principio s (archa) ontolgicos y teolgicos racionales como en los Presocrticos-- tanto de los entes sensibles, como del conocer y el devenir de los mismos: de las entidades o substancias compuestas. Versaba pues sobre las primeras entidades ontolgicas o lmitescriterios del ser que se dice en el lenguaje de plurales maneras, las cuales no podan ni ser sensibles (pendientes de explicacincausacin) ni ser universales o lgicas, sino que pertenecan a otro lugar: no eran ni individualescontingentes o mviles: ese es el objeto de la Fsica; ni universales, genricas o conceptuales: ese es el objeto de la matemtica: cuyas entidades son inmviles s, pero a costa de no ser entidades separadas soberanas, simples, autolegisladas y espontneas, tal y como corresponde a las acciones comunes que regulan la participacin de los individuaos (y sus conceptos) en los mundos ticos, sociales, de la vida animada y en los mundos espirituales (noticos) que se ocupan del sentido histrico de la transmisin de las instituciones culturales. Las entidades primeras (los archa) han de ser para Aristteles causas inmviles, activas y separadas: tal es el objeto de la tercera y superior filosofa teortica: ni la Matemtica ni la Fsica, sino la Filosofa Primera cuyo nombre es de ontologa del ser y teologa del ser divino: la ciencia de

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    la verdad que se ocupa de localizar las primeras causas y los primeros principios: unas entidades tan separadas o espontneas como los entes fsicos, pero no contingentes y compuestas o divisibles o mortales como ellos: sino como corresponde a sus causas, siendo lo contrario y mejor: los lmites excelentes de lo que llegan a ser en comn participando en la accin cultural y poltica o cvica (en el caso del hombre) cada uno de un modo singular y necesario: el modo excelente que contribuye al bien de todos y a la plenificacin de la virtud de cada uno. As pues y para terminar con este mero botn de muestra: las entidades primeras de Aristteles no son los individuos ni los universales como lean los medievales, contraponindolos adems a ambos entre si en una discusin interminable sino las acciones excelentes que dan lugar a la vida buena de la comunidad y a la retransmisin durativa, recreativa de su bien ontolgico--modal (el modo de ser excelente y activo de su bien) y su diferencia.

    De esta manera localizaba ahora Aristteles la unidad de lo mltiple, la mismidad de la alteridad y las leyes del csmosorden, ya del mundo fsico, ya del ser diferencial y extticoactivo de lo primero, tal y como ambos rdenes se dan en el lenguaje del pensar del ser que se dice de plurales maneras, y de acuerdo con la articulacin de niveles y de regmenes que corresponde a los lenguajes y razones de cada uno: a las razones de Aristteles. Tales son las diferencias y regmenes topolgicos de comportamiento distintivo que el lenguaje de los mundos sociales de la vida registra, cuando se est, como lo est Aristteles, el primer estructuralista de Occidente, atento a analizar y reunir las sintaxis de los mbitos, los nexos y los trminos en que se expresa la memoria del lgos de cada comunidad. Ello exige invertir el sentido del tiempo psicolgico individual, segn el antes y el despus, y reinsertar al individuo co-causado por los otros, en los tejidos de receptividad y creatividad sincrnicos donde culmina la ontologa biolgica de Aristteles: en una notica o esttica de la memoria y la imaginacin creativa en comn, para la cual la eternidad divina del sentido de la obra y su acontecer seala el lmite (y las condiciones de posibilidad) de lo mejor en cada caso. El lmite posibilitante de la vida buena y las virtudes dianoticas: las que se dan en libertad y dialogicidad: ya en medio de las instituciones culturales y polticas, ya entre los amigos, ya, sobre todo, en la investigacin cientfica y en la investigacin y puesta en obra de la verdad por parte de la paidea: tal y como sucede en el arte potico popular del teatro trgicohomrico, o como sucede en ese arte superior que solo algunos eligen: el de la paidea de la Filosofa. Ya que lo ms divino, la verdadaccincausal ms divina, para Aristteles, est en el paso que se cumple, para decirlo con sus propias palabras, no en el movimiento potencial forzado por la carencia, sino en el proceso de la accinlenguaje y la transformacin creativa comunicativa; la que media (y enlaza) libremente a unos y otros, por causa de la accin virtuosa: enrgeia--prxis (entidad primera) puesta en obra en comn. Vemoslo un momento segn la enseanza de Aristteles en Metaf. IX-6--10: la enrgeiapraxis pasa por la verdadaltheia y se cumple en la entelcheia. Es decir que la verdad eficaz se pone en obra excelente de accin: el buen sonar de la flauta, por ejemplo, ensea Aristteles, tras mltiples aprendizajes. Un buen sonar o excelente sonar que se agencia al flautista y a su cuerpo, a su alma, a su aire y su memoria, a sus dedos y al ritmo de su corazn, igual que se agencia, tan buena interpretacin, a la percepcin del pblico al que alcanza en medio de la sala, absorto en la accin de la msica, y mientras alcanza simultneamente tambin quiz a aqul receptor singular, uno de los mejores intrpretes, dispuesto a proseguir la vida de esa misma accin y su sentido, tambin por la va mimtica de su participacin diferencial y merced a otra recreacin original del sentido de la misma accin transformada o recreada libremente el maestro de los que saben lo expresa mejor, claro est, cuando dice, con esa sencillez conmovedora que es la gloria de los grandes maestros, que el paso de la enrgeia a la Aletheia y de sta a la entelcheia expresa dice Aristteles-- la vida y el modo de ser (activocausal--posibilitante) del lmite (pras) primero que son las primeras entidades porque el fin del maestro es ver al alumno enseando. Por eso la verdad ontolgica tiene para Aristteles estatuto prctico: de accin, y potico o retrico, de afirmacin creativa que ha de proponerse y convencer o percudir, libremente en cada caso, tal y como corresponde a las accio nes del lgos que desbordan la mera crtica, la denegacin y la interrogacin dialcticas, para arriesgarse a expresarse en el lmite de lo otro: el que seala

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    la afirmacin de afirmacin y la produccin del sentido verdadero: creativo, eterno. El sentido compartido por los otros, nicamente por el amor (eros) y la (phyla) de los otros al bien ontolgico y a la comunidad a la que ste da lugar. Por eso dir Hans-Georg Gadamer en nuestros das que Platn y Aristteles comparten lo esencial: la doctrina del Bien Ontolgico. Y qu hay en cuanto a Scrates y su pregunta esencial?: Se puede ensear la virtud?. La respuesta del platnico Aristteles es genial, es inequvoca: nicamente --solamente (hapls) simplemente, indivisiblemente-- se ensea la virtud, porque lo que se trasmite es el modo excelente (arists) de ser de la accinvirtud y su unidad intensiva, indivisible, que alcanza a recrearse nicamente por la interpretacin diferencial del otro que la recrea y retransmite a su vez Aristteles es, siguiendo a Herclito y Parmnides, el fundador de la Hermenutica Antigua como delimitacin de la abstraccin hipottica de la Dialctica meramente refutativa o crticay desde luego se cuenta entre los mejores intrpretes de Platn. Pero recibir del Aristteles Griego doctrinas ontolgicas como sta lo cambia todo a la hora de leer cualquier pasaje del Corpus. En efecto, a medida que se iban descubriendo no sin dificultad y asombro tales doctrinas, las doctrinas del griego Aristteles, gracias sin duda a la aportacin de ciencias como la Filologa y la Historia, estos estratos arqueolgicos vivos del texto helnico no dejaban de incitar a un criticismo de mayor profundidad y calado. Eran textos recubiertos durante siglos por las interpretaciones medievales y modernas del Corpus, que al florar a la superficie de nuestros estudiosos aristotelistas contemporneos daban lugar a las discusiones acendradas de cada uno de los pasajes del Corpus y en especial de la metafsica, donde se encuentran las claves inmanentes de la comprensin del mismo y la justificacin racional de su discusin e interpretacin crtica, sentada por el propio Aristteles. Ello explica que el Corpus de Aristteles editado por Andrnico haya sido objeto de un criticismo sin parangn posible por parte de las universidades occidentales a lo largo de todo el siglo XX. Lo cierto es que se ha revisado punto por punto y no sin notables resultados. Tal labor de criticismo arroja ya en los albores del siglo XXI una serie de frutos unitarios que la universidad y las Facultades de Filosofa no pueden ignorar por mucho que transformen sustantivamente la imagen de Aristteles que habamos heredado de la Escolstica medieval y de su discusin por parte de una modernidad ilustrada que la continuaba secularizndola. Quiz fuera Leibniz, recuperando las mnadas como entidades intensivas inmateriales o tomos indivisibles espirituales, o acciones expresivasperceptivas, el ltimo moderno fiel a la ontologa griega del Estagirita, pero sus mnadas ya haban perdido la comunidad de lo simple participativo, a pesar de que Leibnitz para leer a Aristteles durante el barroco tambin tuviera que desprenderlo del lenguaje neoplatnico en que haba sido recibido durante milenios por parte de las metafsicas bblicas: tanto cristianas, como rabes, judas o incluso provenientes del neoplatonismo sinttico griego, que ya lea a Aristteles desde un cierto Platn: el de la Teora de las Ideas Se comprender que esta lectio que solo traigo a ttulo de botn de muestra de los problemas concernidos por el Aristteles hermenutico en nuestros das no deba proseguir aqu, en esta Gua, pero s nos obligue a encarar el problema de Cronograma que nos afecta de pleno: Cmo hacer para estudiar todo esto en el marco de nuestra Asignatura? Mi propuesta se complica ahora con un problema aadido: Marzoa no se atreve con la Filosofa Primera y deja en silencio las elocuentes pginas de su precioso libro. Werner Jaeger no lo incluye en su Paidea pero tiene un Aristteles escrito en clave evolucionista en el ao 1923 que ya ha sido refutado (por historicista) de modo definitivo y tesis a tesis, sobre todo por Giovanni Reale; si bien el Aristteles de Jaeger marca el hito de suponer un antes y un despus para los estudios aristotlicos contemporneos que se vieron incentivados por su provocacin de un modo extraordinario. Y Guillermo Fraile? Nos informa igual de bien que siempre su slida erudicin? Vale sin duda para cubrir con creces el plano de la informacin, pero se trata de un sabio dominico cristiano tomista! De manera que el estudiante podra medir por s mismo al leerle hasta qu punto la tradicin oficial de la Iglesia Catlica se acerca o no al Aristteles helnico contrastando la interpretacin cannica del Padre Fraile con los textos de Aristteles y sin embargo son stos los que no puede leer sin descontruir las asunciones metafsicas con que cada

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    uno de nosotros hemos aprendido a hablar en filosofa merced a la tergiversacin del sentido de los trminos de Aristteles! Luego el crculo hermenutico no parece poder romperse. Vuelvo al ejemplo que ya he trado precisamente antes para poder usarlo entre nosotros y nosotras en la Gua de la Asignatura, a saber: que las entidades o substancias primeras no son los individuos y las substancias segundas no son los universales, ya que esa es una doctrina lgica de Las Categoras, un tratado del Organon, un tratado de Lgica, que no se ocupa para nada de las primeras causas y los primeros principios de las entidades individuales que s son primeras relativamente o sobre los conceptos universales que las definen, pero no son las ltimas causas ni siquiera de tales definiciones. No son causas sino causadas y para el Aristteles Griego esta causacin debe explicarse sin recurrir a ningn dios mitolgico gentico o creador del tipo de Hesodo o del Timeo de Platn, en esto tan mitolgico, tan pre-filosfico como cualquier cosmogona y teogona, con el agravante de convertir a los seres vivos en accidentes o instrumentos debidos a la voluntad de otro No, la causa primera de los seres vivos hay que buscarla en su propia alma: esas s es doctrina aristotlica: que sta, el alma, es la primera causa del ser, como ensea con precisin el libro VII-17 de los Metaf. Pero no en cuanto a la dimensin individual del alma prosigue el libro siguiente: el VIIIporque entonces se perdera la diferencia ontolgica entre la causa primera y lo causado, y se dira dos veces la misma cosa, como en las repeticiones platnicas, sino que se trata del alma como causa primea cuando el alma es indivisible; cuando s lo es efectivamente porque est en accin de mismidad con otros, no en potencia, sino en accin, participando en la obra comn intensiva y en el modo de ser excelente de sta, pues slo sta es eterna e indivisible o primera, tal y como acabamos antes de ver y como comprenderemos ahora an mejor si invertimos el sentido del tiempo psicolgico y entendemos sencillamente que es la vida individual la que se remite y refiere a esa misma vida suya pero puesta en obra y accin eterna cuando logra alcanzar a ser plenamente eso diferencial que ya era, cuando cada uno llega a ser lo que es con los dems, en la accin del bien comn, cuya interpretacin y percepcin pertenece a la notica o la teologa racional plural de lo divino (theon) sin poder ser reducido en Aristteles a ninguna Fsica Celeste de los astros (va neo-platnica) o a fsica del movimiento alguna. Se trata de Ontologa no de Fsica. Se trata del ser del lenguaje y de su sentido, no del mundo. Se trata de estudiar los sentidos del ser que se da de plurales modos en el lenguaje de los hombres y de buscar en cada caso el lmite referencial del lenguaje del sentido compartible o compartido a travs del amor y la amistad. Pero qu podemos hacer entonces en el marco de esta Asignatura? No estudiar al Nuevo Aristteles al Aristteles Hermenutico, y contentarnos con repetir un Aristteles convencional, que ahora se habra vuelto irremediablemente falso, dogmtico, conservador o banal, una vez que se observan de manera unitaria o sistemtica los resultados obtenidos por las investigaciones crticas de la academia universitaria occidental a lo largo de todo el siglo XX en materia de aristotelismo? Sera ir contra el espritu de la universidad y de su trabajo, ir contra el espritu de la filosofa y de la comunidad cientfica, que tambin debe presidir las investigaciones filosficas. Pero lejos de m tamaa corrupcin. Que los Belarminos hagan su trabajo contra Galileo. El nuestro es, por el contrario, dar cuenta de la Filosofa Griega arcaica y clsica que culmina en Aristteles y su reproposicin transformada de los filsofos pre-platnicos o presocrticos responsables de las ontologas del lenguaje: Herclito y Parmnides. Los nicos que podan contribuir a delimitar las pretensiones hegemnicas y monolgicas de la razn Dialctica a expensas de todas las otras tradiciones sapienciales y literarias de la Hlade. Nuestra obligacin es ensear al Aristteles Hermenutico tal y como las investigaciones contemporneas nos permiten y exigen ensear en la universidad, y en las Facultades de Filosofa: siempre de acuerdo con el preciso estado de la cuestin que dibuja la crtica tras arduos trabajos. Y siempre dispuestos a revisarla y discutirla, pero nunca a omitirla o a saltrnosla sin ms. As que, por ltima vez: Cmo podemos proceder en este Cronograma? En cuanto a la informacin ya lo hemos dicho: hay que leer el captulo correspondiente en el manual de Guillermo Fraile para hacerse cargo

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    del Corpus y poder reproducir con solvencia esa informacin que da cuanta de la filosofa del maestro en su conjunto, pero en cuanto al Nuevo Aristteles cmo podemos proceder? Yo recomiendo consultar mi libro: Para leer la Metafsica de Aristteles en el siglo XXI (Dykinson, Madrid, 2001) y que cada uno encuentre y estudie en l lo que ms le interese y vaya buscando, de acuerdo con las pormenorizadas instrucciones que ya se han dado en esta Gua con anterioridad, a fin de posibilitar que se estudien solamente algunas secciones de dicho libro, donde se contiene todo el material crtico y documental antedicho y el mapa doxogrficotemtico de las interpretaciones del aristotelismo actual. Para terminar yo no dejara de leer ciertos pasajes y lgoi de la Filosofa Primera a los que la lectura de mi libro por parte de cada cual condujera. Recomiendo especialmente el libro I (Alfa) y el libro (IX) de los metafsicos del filsofo. Y en cuanto a la notica del amor racional a lo divino como modo de ser de las acciones participativas excelentes tambin me adentrara en el De nima. Las lecturas que recomiendo estn ntimamente relacionadas entre s. Tambin leera, para terminar completa, la tica a Nicmaco de Aristteles. Se dice que su lgos VI; dedicado a la phrnesis, la virtud dialgica de la prudencia racional, ha sido el libro ms citado del siglo XX. Y no es extrao, pues mientras el siglo XX redescubra al Aristteles Griego redescubra tambin despus del largo recorrido de la historia de la racionalidad dialctica ilustrada, la racionalidad hermenutica largo tiempo silenciada, la que ya vena pugnando por reflorecer a partir de los estudios sobre Retrica del helenista Nietzsche, dispuesto a invertir la inversin del platonismo a fin de devolver sus fueros a los poetas en la ciudad y en la Paidea trgica del lmite. Aunque sin duda ha sido Martn Heidegger, y en especial el Segundo Heidegger tras la kehere de su pensar, quien se ha dado la vuelta al Aristteles Griego y le ha seguido hacia atrs: hasta las ontologas desconocidas e incomprendidas de Herclito y Parmnides. HansGeorg Gadamer, por su parte, helenista y discpulo de Heidegger nos ha permitido volver a entender la dimensin profundamente democrtica que comporta tal retorno a lo no-dicho y no-pensado del lenguaje documental: a sus posibilidades no descubiertas. No s si en otras pocas se han dado fenmenos de envergadura semejante cuando se produca un salto: un cambio de paradigma. Pero probablemente siempre se haya producido as: cuando la academia erudita y la gran filosofa descubren casi a la vez lo mismo, quiz porque lo necesita el porvenir para poder manar de un modo diferente hasta nosotros. Y si los usos dogmticos de Platn daban vrtigo Qu decir ahora, por el contrario, del Aristteles reescrito por el Segundo Heidegger, Hanna Arendt, Gadamer, Hans Jonas, Marcuse, etc.? Ms bien notar que El Nuevo Aristteles se abre camino re-proponiendo una prudente delimitacin de la desmesura de la dialctica de la razn occidental y la consiguiente apertura a una era de serenidad, de plurales diferencias enlazadas en los mundos de la vida; igual que a una ontologa tica del cuidado del ser que se da en el lenguaje. Ello a la vez que apela a una reproposicin de lo divino, lo sagrado, y el misterio del amor notico y la amistad, como ltimos criterios de vida comunitaria, igualmente comprometida con la phsis y lo divino: con la tierra y con lo otro del hombre en el hombre: con la diferencia. Cronograma: Para preparar a Aristteles contamos con cinco semanas: todo el mes de enero del nuevo ao y la primera semana de febrero, anterior a los exmenes presenciales. Las mismas cinco semanas que habamos previsto para Leer a Platn. Y ahora s, despus de de todo lo dicho, podemos desembocar en lo ms simple: Cronograma Completo de la Asignatura: Octubre: Presocrticos. Noviembre: Sofstica y Scrates. Diciembre: Platn. Enero: Aristteles.

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    Nota Bene: La longitud inusual de este Cronograma solo se debe a la escasez del tiempo del que disponemos para hacernos cargo, sin abrumarnos pero con responsabilidad universitaria y crtica, del estado actual en que se encuentran las cuestiones e investigaciones propias de la Filosofa Griega arcaica y clsica. Quiz las indicaciones anteriores contribuyan a despertar o incrementar el deseo de saber del estudioso de esta Asignatura, para la cual, las costumbres an historicistas de los planes de estudio, se empean reservar exclusivamente el primer ao del Grado. Estoy segura de que lo apasionante de este viaje filosfico compensar, sin embargo el esfuerzo requerido. Sin tal esfuerzo difcilmente se podr trazar para el pensamiento filosfico de Occidente un suelo ni lo bastante firme ni lo bastante complejo. Estimo que adems este suelo vivo os proporciona la nica metrtica que dira Platn para medir por vosotros mimos y con vuestro propio criterio, racional e informado: filosfico, los caminos por los que seguir desenvolvindose en Occidente, el lenguaje del ser. Tambin estn a vuestro servicio los videos telemticos de los Seminarios orales de Filosofa que he ido colgando en la red desde principios de esta misma dcada que ahora concluye. Soy vuestra profesora. Estoy razonablemente a vuestra disposicin. Sed todos y todas bienvenidos. Gracias y suerte. Teresa Oate y Zuba. Catedrtica de Filosofa de la UNED. Despacho 303. Edificio de Humanidades. Paseo de la Senda del Rey 728040Madrid. [email protected]