Guia de Paris
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Guía de París www.elmundosevebien.com 1 Guía de París (en 4 días) Por Marcos | 30 diciembre, 2013 | Archivo, EUROPA, VIAJES Y ESCAPADAS En esta Guía de París vamos a tratar de abarcar lo inabarcable y resumir parte de lo que ofrece esta ciudad francesa para el visitante. Intentaremos hacerlo lo más humildemente posible, como siempre desde nuestra experiencia personal, y siempre sin intereses ocultos. ¡París se ve bien! París es la ciudad de la luz y del amor. La luz única de sus históricas calles y el amor incondicional del viajero que entra en un romance idílico con una de las capitales más visitadas del mundo. Bienvenidos a un viaje hacia una de las ciudades más cautivadoras de Europa. Una ciudad que ofrece una grandiosidad más propia de imperios pasados pero que también encierra rincones encantadores y calles empedradas llenas de historia, un destino que no puede faltar en el pasaporte de nadie. On y va! Paris Je t´aime
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Guia Turistica de Paris para 4 dias
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Guía de París (en 4 días)
Por Marcos | 30 diciembre, 2013 | Archivo, EUROPA, VIAJES Y ESCAPADAS
En esta Guía de París vamos a tratar de abarcar lo inabarcable y resumir parte de lo que
ofrece esta ciudad francesa para el visitante. Intentaremos hacerlo lo más humildemente
posible, como siempre desde nuestra experiencia personal, y siempre sin intereses ocultos.
¡París se ve bien!
París es la ciudad de la luz y del amor. La luz única de sus históricas calles y el amor
incondicional del viajero que entra en un romance idílico con una de las capitales más
visitadas del mundo.
Bienvenidos a un viaje hacia una de las ciudades más cautivadoras de Europa. Una ciudad
que ofrece una grandiosidad más propia de imperios pasados pero que también encierra
rincones encantadores y calles empedradas llenas de historia, un destino que no puede faltar
en el pasaporte de nadie. On y va!
Paris Je t´aime
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París es la ciudad más visitada del mundo. Son más de 42 millones de turistas los que visitan esta
ciudad al año. Casi como toda la población de España. Solo por este dato uno se debe imaginar que
es una ciudad perfectamente habituada la turismo, de cualquier tipo y nivel social y económico.
Esto tiene ventajas e inconvenientes.
Ventajas porque cualquier demanda del turista puede ser resuelta por muy compleja que parezca, e
inconveniente porque esta peculiaridad también hace que París sea una ciudad masificada y
sobresaturada de turistas y por ello cara, ya que la demanda siempre supera a la oferta, ya sea de
hoteles, restaurantes o atracciones turísticas.
Tal y como hacemos en los posts de viajes vamos a empezar por algunos pequeños consejos que
hay que tener en cuenta por si alguien quiere visitar esta maravillosa ciudad.
Vista nocturna de los inválidos desde la Torre Eiffel
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PARTE 1.- CONSEJOS PARA
VIAJAR A PARÍS
Para quien no conozca París uno puede pensar que en un puente largo incluso en una semana puede
ser suficiente para ver toda la ciudad. Nada más lejos de la realidad. Aunque la ciudad es muy
organizada y manejable, son tantas las actividades que uno puede hacer, que desde el primer día uno
sabe que si uno quiere ver la ciudad aunque sea sus principales monumentos, necesitará muchos
más días.
En cuestión de fechas para visitarla, sin duda cada estación tiene su encanto y sus ventajas. El otoño
es precioso aunque frío. El invierno es muy frío pero si coincide con la Navidad es una ocasión
única para ver la ciudad engalanada. En primavera la ciudad reluce y en verano el buen tiempo y las
horas de luz hacen que los días cundan mucho más. Resumiendo, cualquier época es buena para
visitar la ciudad.
TRÁMITES, MONEDA E IDIOMA
Viajar a Francia tiene los mismo trámites que cualquier país de la Unión Europea. La moneda es el
Euro y el idioma es el francés. Toma información relevante. Tampoco hay que confiarse con el
inglés ya que aunque para el turista siempre hay en el inglés una alternativa de comunicación, es
posible que en algunos momentos el inglés sea totalmente inservible y haya que esforzarse por
comunicarse en francés.
También es conocido, incluso para los propios franceses, que los parisinos tiene fama de secos e
incluso bordes. Esto no es del todo cierto aunque en ocasiones sí que uno comprueba en sus propias
carnes que mucha gente no tiene la necesidad de contentar permanentemente al turista, tal vez
porque por muy mal que te traten siempre habrá otro turista que llene su negocio, eso es una de las
desventajas de saberse una ciudad elegida.
Aquí os dejamos un mapilla de la ciudad para que nos orientemos.
Mapa de París
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TRANSPORTE
Los vuelos a París son más que frecuentes. El aeropuerto más cercano es el Charles de Gaulle.
Para llegar al centro hay tren de cercanías que apenas tarda 30 minutos y cuesta unos 10 €.
También hay shuttles (unos 20€ por persona) y taxis unos 40€. Desde España es posible encontrar
muy buenas ofertas.
Para moverse por la ciudad lo más cómodo es el metro, hay bonos de 10 viajes individuales más
económicos que el billete sencillo. Unos 1,70€ por viaje, muy conveniente y se quiere desplazar
rápidamente por la ciudad, ya que hay monumentos muy alejados entre sí.
También otra opción para moverse entre monumentos es posible utilizar el Batobus, que es un
servicio turístico circular por el río Sena, que recorre cada 15 minutos recorre las paradas turísticas
más destacadas.
Personalmente me da grima este tipo de turistadas pero en este caso puede ser una opción desde el
punto de vista funcional, ya que permite disfrutar de un paseo por el Sena mientras que uno se
desplaza hacia las distintas partes de la ciudad. Cuesta unos 15€ pero te da derecho a utilizarlo
ilimitadamente durante todo un día.
Batobus uno opción turística pero muy útil en el fondo
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HORARIOS
París es una ciudad abierta casi 24 horas. Es posible comer algo a cualquier hora del día aunque en
los restaurantes más selectos mantienen los horarios europeos o sea comen desde las 12 del
mediodía hasta las 2, y cenan desde las 6:00 pm hasta las 22:00 pm. Por supuesto los puestos de
comida rápida son una opción para una urgencia o para comer algo entre horas.
CINE Y MÚSICA
El arte y la cultura en Francia es un tesoro nacional, y eso se nota. No hace falta más que pasear por
sus calles para ver el mimo y el respeto desde un músico ambulante hasta los pintores de
Monmartre, un tesoro nacional. Eso aunque no lo parezca para los dirigentes españoles, influye
positivamente en el buen nivel tanto en el cine como en la música, y en general todas las facetas de
la cultura.
En cuanto el cine por supuesto es indispensable antes de visitar París ver la famosa película de Jean
Pierre Jeunet, Amelie. Esto es casi una obligación. También podemos destacar muchísimas
películas que reflejan un poco esa esencia parisina, como Midnight in Paris esa comedia
surrealista de Woody Allen que refleja la época dorada de los años 20. Otras como Paris je t´aime,
El código da Vinci, Frenético de Polanski y Before Sunset son también películas interesantes si
uno se quiere sumergir en paisajes y rincones de esta gran ciudad.
En cuanto a la música francesa aunque bastante desconocida para mucha gente, esconde tesoros
realmente formidables. En algún post antiguo hemos hablado de nuestra debilidad personal por
gente como Mathieu Chédid (M). También Tété, Pauline Croze o Zaz son músicos alucinantes
que nos han tocado la patata durante los últimos años, y por eso os dejamos una muestra en forma
de video para que veáis que no mentimos, y que se puede hacer muy buena música a pesar de que el
francés no esté tan institucionalizado como el inglés para el pop.
Por supuesto los clásicos Édith Piaf, Charles Aznavour, Jacques Brel, Patrick Bruel,
Dominique A, Manu Chao, Jacques Brel o incluso la leyenda viva de Johnny Holiday, no
deberían faltar en el reproductor de vuestro mp3 mientras paseáis por la ciudad.
ALOJAMIENTO
Como hemos comentado antes la oferta de hoteles es muy extensa pero cara. No es fácil encontrar
algo económico de calidad y céntrico, aunque es posible. Nosotros aunque encontramos algo
económico y centrado tampoco lo recomendaríamos especialmente ya que las instalaciones de las
habitaciones estaban algo descuidadas, algo por desgracia algo habitual en París.
Por otra parte a nivel fetichista recomendaré un hotel en el Barrio Latino muy cerca de Notre Dame
que personalmente ha sido muy importante en mi vida. Y solo por eso lo recomiendo.
http://www.hoteldescarmesparis.com
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COMIDA Y BEBIDA
La comida francesa es una de las mejores del mundo, eso no es un secreto. Tampoco es un secreto
que Francia como país tiene declarada la guerra nacional a los fast food (o fat food). Sin embargo
comer bien a un precio módico en París puede ser toda una aventura.
En cuestión de platos cocinados típicos franceses la recomendaciones son tan extensas que este post
siempre se nos quedaría corto. Por supuesto los quesos son un tesoro nacional e incluso en la tienda
más sencilla tendremos una oferta de quesos con una calidad increíble y muchas veces simplemente
en cualquier supermercado es posible encontrar productos de muy buena relación calidad/precio.
Por supuesto no podemos olvidarnos de la repostería francesa. Tanto el pan de boutique como los
bollos más clásicos que son una oferta continua para el visitante. En nuestro viaje gastronómico
nunca deberá faltar un crepe dulce preferiblemente de nutella, o un “macaron” de Ladurée en
los Campos Eliseos para los más refinados. Todo un viaje de las papilas gustativas para los golosos.
Para los “gordos de salado” los croques son sandwiches mixtos muy típicos. El Croque Monsieur
es el normal, y el Croque Madame lleva un huevo a la plancha encima. Sencillo pero delicioso.
Como bebida y salvando el vino en cualquiera de sus vertientes, yo con mi querencia sureña y
mis recuerdos de Avignon, debo y quiero recomendar que probéis el Pastis, un anís que se toma
mezclado con agua antes de comer y que es algo tan clásico y castizo como nuestro vermut de grifo.
Puede que no os guste porque es bastante fuerte pero sin duda no hay mejor manera que camuflarse
con los parisinos que pedirse un Pastis para antes de comer.
La Torre Eiffel el gran símbolo de París
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PARTE 2.- LUGARES DE
INTERÉS
Dada la cantidad de monumentos, museos y sitios destacados que hay en París y muchos muy
alejados entre ellos, es complicado hacer una ruta lógica que pasen por todos ellos. Lo más
funcional es que según los días que el viajero tenga, se haga una lista organizativa para poder
visitarlos por zonas. Hay muchos que son indispensables, otros quedarán en función al tiempo y las
ganas del viajero.
Nosotros vamos a hablar de los sitios de interés del mapa según el sentido de las agujas del reloj los
que a nuestro juicio son los más importantes, aunque sabemos que nos dejamos muchos. También
hay que decir que vamos a mezclar las experiencias de este reciente viaje con otras visitas antiguas
a París para poder ampliar la información.
LA ÓPERA Y ALREDEDORES
Con destino a la Isla de Francia y simplemente dejándose llevar por las majestuosas calles del
centro neurálgico de la ciudad nos encontramos con el Palacio de la Ópera de París, toda una
institución a nivel nacional y donde se representan sus más famosos espectáculos.
Conocida al principio con el nombre de «Academia de ópera», la «Academia Real de Música» se
fundó en el año 1669 por Colbert, en respuesta a la Academia real de Danza. Con la misión de
difundir al público la ópera francesa, no sólo en París sino también en otras ciudades del país.
Una farola y un trozo de la Ópera
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Después nos dirigimos hacia la Plaza de la Madeléine, que es una iglesia que mandó construir
Napoleón en honor a sus soldados. Actualmente es la zona más cara de París llena de tiendas y
restaurantes de lujos.
A muy pocos metros esta la gigantesca plaza del Obelisco de Luxor. Este Obelisco fue un regalo
de Mehemet Ali, valí de Egipto en 1830. Realizado en granito rosa de Asuán, el obelisco mide 23
metros de alto y pesa 230 toneladas. Fue erigido con una gran celebración, el 25 de octubre de
1836, por el ingeniero Apollinaire Lebas con la ayuda de máquinas elevadoras y de gigantescos
cabrestantes.
CAMPOS ELÍSEOS
Desde la plaza del Obelisco a un lado se pueden ver los campos Eliseos con el Arco del triunfo al
fondo, y por otro los jardines de los Tuileries y los del carrusel y el Louvre de fondo. Hay una
buena caminata aunque con tiempo y fuerzas merece la pena recorrer.
Por una parte los Campos Elíseos son sin duda una de las calles más famosas de París. Allí están
todas las tiendas de moda tecnología y restaurantes. En el número 75 se puede hacer un descanso
para degustar unos caros pero únicos “macarons” de “Ladureé” de los que ya os hemos hablado
antes.
El nombre Campos Elíseos viene de la mitología griega, donde designaba la morada de los muertos
reservada a las almas virtuosas, el equivalente del paraíso cristiano. Para acceder a él debían beber
en el río Lete, que les haría olvidar su paso por el infierno.
Los Campos Elíseos, sin Contador
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MUSEO LOUVRE Y ALREDEDORES
Por la otra parte desde la plaza del Obelisco tenemos el Palacio y los jardines de las Tullerías
(Tuileries) o tejerías que es donde se fabricaban las tejas para los edificios en la antigüedad.
Posteriormente en el jardín del Carrusel casi pegado al museo han vivido muchos monarcas
franceses.
Por ambos jardines pasear se antoja indispensable, tienen cierto parecido a los jardines del Retiro
con dos fuentes centrales. En el paseo nos toparemos de frente con la plaza del museo Louvre y su
conocidísima cúpula de cristal piramidal.
El Museo del Louvre es el museo nacional de Francia consagrado al arte anterior al
impresionismo, y es uno de los más importantes del mundo. Sus extensas colecciones son el
resultado de un doble esfuerzo histórico. Al coleccionismo desarrollado por la monarquía francesa a
lo largo de varios siglos, se sumó el esfuerzo de los hombres de la Ilustración, la labor
desamortizadora de la Revolución francesa y las campañas arqueológicas y compras impulsadas
durante todo el siglo XIX.
Museo Louvre
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La apertura del Louvre en 1793 constituyó el precedente de todos los grandes museos nacionales
europeos y norteamericanos, y de hecho fue el modelo para muchos de ellos. Es el museo de arte
más visitado del mundo, muy famoso por sus obras maestras, especialmente La Gioconda de
Leonardo da Vinci.
Ya solo ver el edificio impresiona, bueno los edificios, porque uno se da cuenta que al menos
necesita un día para poder verlos todos. Una vez dentro del museo muchos van directamente a la
Mona Lisa y para los que la veáis por primera vez, seguro que pensáis que es mucho más pequeña
de lo que pensabais. De hecho es hasta casi ridícula comparada con la marabunta de gente
haciéndola fotos.
Personalmente y como fetiche personal me encanta Anne Louis Girodet y en concreto el cuadro
“El sueño de Endymion” que me parece impresionante. “El entierro de Atala” también me
alucina y me pone un nudo en la garganta. No lo sé llamadme loco pero hay algo en esos cuadros y
en ese pintor que realmente me toca la patata.
El sueño de Endymion de Girodet
Su estilo preludía el romanticismo, al añadir elementos de erotismo a sus pinturas, aunque en
algunas de sus obras muestra su inclinación hacia el clasicismo de su maestro Jacques-Louis David.
Se le recuerda porque su estilo era preciso y claro. Desde luego maneja la luz como pocos.
Pero lo dicho que cada uno busque y se deje llevar por sus gustos e instintos, o por lo menos que
curiosee al menos durante unas horas este gran almacen de historia y arte que es el Louvre.
Luego si uno no tiene tiempo o dinero para entrar al museo, puede consolarse con visitar en el hall
principal, donde están situadas todas las tiendas y cafeterías. Allí es fácil encontrarse con esa
indeterminada y pegajosa mezcla entre arte y negocio. Para ejemplo esta foto que bien merece una
reflexión.
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Una manzana mordida en el Louvre
LES MARAIS Y ALREDEDORES
Muy cerca del Louvre tenemos uno de los barrios más eclécticos de la capital francesa. Sus
edificios históricos conservados a pesar de la destrucción de muchos edificios durante la guerra han
sido reemplazados por otros edificios modernos pero de gran valor arquitectónicos.
Uno de los primeros sitios que nos encontramos es el Forum Des Halles una extraña combinación
entre parque y centro comercial. La construcción moderna fue finalizada en 1977 y supone otro
centro neurálgico de las compras de la ciudad.
A pocos metros está el centro de arte Georges Pompidou. Este famoso centro de arte moderno
alberga las exposiciones más famosas de la ciudad, muchas de ellas expuestas también en el exterior
del museo. En el hall principal (de acceso libre) podemos encontrar también muchas obras y
tiendas. Bien merece la pena un buen paseo por los alrededores o incluso un pequeño descanso en
algunas de sus caras pero glamurosas terrazas.
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La surrealista fuente del Pompidou
La zona de Marais es muy conocida por en contenido histórico que tienen sus calles y edificios, uno
de sus más claros ejemplos es por ejemplo la plaza de la Bastilla. Para saber la importancia de este
lugar, lo mejor es preguntarle a nuestra amiga de la Wikipedia que nos contará uno de los capítulos
de la historia francesa más importantes.
La historia de la fortaleza de la Bastilla va unida a la de las Lettres de cachet, que eran cartas
firmadas por el rey (o por sus ministros) que ordenaba ingresar en prisión sin juicio. Se trataba de
una prisión confortable para las altas personalidades (aristócratas y burgueses), que disponían de
verdaderos departamentos con servicio y buenas comidas. Sin embargo, existía una parte más
convencional no tan agradable para los prisioneros comunes, y el edificio contaba también con
celdas de castigo (pero no mazmorras) que servían de condena a los prisioneros insubordinados.
La toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789 representó el símbolo del inicio de la Revolución
francesa. Su importancia ha sido magnificada por los historiadores románticos, como Jules
Michelet, que han querido hacer de ella un símbolo fundador de la República.
Ese día la muchedumbre invade la Bastilla, libera a los siete prisioneros comunes que estaban
encarcelados, se apodera de la pólvora y de las balas y lleva a la Cámara municipal la guarnición de
la Bastilla. Durante el trayecto, el gobernador es asesinado cortándole la cabeza. Los asaltantes
tuvieron un centenar de muertos y 73 heridos.
La Bastilla se empezó a demoler a partir del 16 de julio por un empresario privado que vendió gran
parte de sus piedras como recuerdo (piedras esculpidas representando la Bastilla en miniatura).
Incluso se transformó en objetos de piedad y de culto todo lo que se pudo recuperar de carpintería y
hierros forjados de la vieja fortaleza. La mayor parte sirvió para construir el puente de la Concordia.
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Desde el 16 de junio de 1792 se decidió que el lugar que ocupaba la Bastilla formaría una plaza
llamada de la Libertad, y que una columna se levantaría en ese lugar. Palloy puso la primera piedra,
pero la construcción no se llevó a cabo. Se instaló una fuente en 1793.
Luego en dirección a la isla de la ciudad nos encontramos con uno de los ayuntamientos más
elegantes del mundo, El Hotel de Ville. Este edificio ha albergado el ayuntamiento de París desde
1357. Actualmente se utiliza para múltiples propósitos: aloja la administración de la ciudad, allí
tiene su despacho el alcalde de París (desde 1977), y también se utiliza para brindar grandes
recepciones.
El ayuntamiento de París
EL CEMENTERIO PERE LACHAISE
Solo para los oscuros y/o fanáticos musicales está el cementerio del Père-Lachaise que es el
cementerio más grande de París y uno de los más conocidos en el mundo. Está situado en el XX
Distrito y tiene la peculiaridad de que muchos parisinos lo utilizan como si fuera un parque.
Lo curioso del parque es visitar algunas tumbas, como la de Jim Morrison, cantante de “The
doors” o Edith Piaf o Moliére y ver como aun a día de hoy esas tumbas son visitadas por cientos
de fans haciendo de este cementerio una especie de mezcla entre un museo y un parque.
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NOTRE DAMME Y LA ILE DE FRANCE
Sin duda la isla más famosa de Francia y una de las más famosas del mundo es la que se sitúa en
pleno centro de París. Y por supuesto allí se encuentra una de las iglesias más visitadas del mundo,
Notre Dame.
Se empezó a construir en el año 1163 y se terminó en el año 1345. Dedicada a María, la Madre de
Jesucristo (de ahí el nombre Notre-Dame, Nuestra Señora), se sitúa en la pequeña Isla de la Cité en
París, Francia, que está rodeada por las aguas del río Sena. La catedral surge íntimamente ligada a la
idea del esplendor gótico, a efecto claro de las necesidades y aspiraciones de la sociedad de la
época, a un nuevo enfoque de la catedral como edificio de contacto y ascenso espiritual.
La iglesia de Notre Dame de París
Para verla tanto de noche como de día uno será capaz de deleitarse si es por el día de sus vidrieras
monumentales como si es por la noche para dejarse llevar por un ambiente único e indescriptible.
Durante las ceremonias es fácil entender la importancia de esta iglesia, por ejemplo en su órgano
uno de los más grandes del mundo y meta a la cual cualquier organista del mundo querría alcanzar.
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Tampoco hay que olvidar que al tratarse de un edificio religioso durante la visita no es posible hacer
fotos con flashes, y la misma debe transcurrir desde el respeto. Independientemente de las creencias
religiosas de cada uno, conviene dejarse llevar por la espiritualidad de sus rincones. Algo realmente
único.
Los rincones únicos de Notre Dame
BARRIO LATINO
Sin duda y después de haber dado alimento al espíritu en Notre Dame, una de las mejores zonas de
París para cenar (o comer) es el Barrio Latino. Por supuesto no estamos hablando de un sitio
elitista ni selecto, pero en sus calles uno puede deleitarse por comidas de todo tipo y de todo precio.
También de la misma forma uno puede dejarse llevar en un paseo simplemente para disfrutar del
encanto mundano de este barrio único.
El Jardín Botánico también se encuentra a este lado de la ciudad, la conveniencia de visitarlo
vendrá dad por el tiempo de visita que tenga cada uno. Nosotros personalmente nos lo dejamos para
la siguiente visita a la ciudad, así como el Museo D´Orsay joya mundial del impresionismo y que
realmente merece ser visitado. Ya que alberga gran parte de la historia del arte del siglo XIX y se
complementa perfectamente con el Louvre y el Pompidou.
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LOS INVÁLIDOS
Siguiendo nuestro inabarcable recorrido por la ciudad llegamos a otro de los puntos importantes de
la visita y otro de los sitios donde se puede respirar la historia vida del país. Para ello volvemos a
recurrir a la Wikipedia para que nos dé un apunte sobre la importancia de este lugar.
El complejo de Les Invalides responde a la voluntad del rey Luis XIV de Francia, que ordenó su
construcción el 24 de febrero de 1670, con la intención de que las instalaciones ofrecieran cobijo
para los veteranos inválidos de guerra que quedaban sin hogar. Los planos son de Libéral Bruant, y
la construcción fue llevada a cabo por Jules Hardouin-Mansart.
La construcción de los edificios principales se desarrolló entre marzo de 1671 y febrero de 1674; el
conjunto fue operativo y empezó a albergar antiguos soldados a partir de noviembre de ese año. La
construcción de la iglesia, en cambio, tuvo que aplazarse y fue completada en agosto de 1706, tras
treinta años de obras.
En 1840, los restos de Napoleón Bonaparte fueron trasladados de la Isla de Santa Helena a París,
por iniciativa del rey Luis Felipe I de Francia, y depositados en Les Invalides.
Vista de hormiga de los Inválidos de París
La iglesia es realmente bonita aunque no alcanza la esencia incomparable de Notre-Dame o Sacre
Coeur, pero al menos el entorno en sí guarda un encanto especial. Napoleón para los franceses es
parte vital en su historia aunque realmente para el resto del mundo no fue más que otro
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megalómano que trató de conquistar tierras y dominios al igual que se ha hecho durante toda la
humanidad por otro lado.
El panteón donde descansa Napoleón
LOS CAMPOS DE MARTE
Muy cerca de las Escuelas Militares comienza los Campos de Marte otro recito histórico
reconvertido, donde hubo fusilamientos durante la Revolución Francesa y que luego han sido
convertidos en uno de los parques mejor cuidados de la ciudad y por supuesto con la Torre Eiffel de
fondo.
En 1765 todo el terreno fue nivelado y se diseño su forma geométrica al igual que fueron plantados
olmos y otros árboles. Sin duda es el lugar ideal para pasear por este grandioso parque y para
hacerse fotos con la torre de fondo.
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La tore Eiffel desde los Campos de Marte
LA TORRE EIFFEL
Y llegamos al plato fuerte de la ciudad de París. pocas ciudades tienen un elemento tan
representativo de la ciudad como lo es esta torre construida para una Expo universal. Los españoles
hicimos a Curro, sobran las palabras. El caso es que la Torre Eiffel se erige como destino
indispensable para cualquier viajero.
Desde aquí recomendamos a no ser que uno vaya muy pillado de tiempo en visitar la Torre tanto de
día como de noche ya que de ambas formas tiene un encanto único y especial. Por supuesto de
noche creo personalmente que se superan todas las expectativas. Por supuesto subir es algo
indispensable, aunque habrá que cruzar los dedos para que la niebla nos permita ver la mayor parte
de la ciudad posible.
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La Torre Eiffel de noche
La Torre Eiffel inicialmente nombrada torre de 330 metros (tour de 330 mètres), es una estructura
de hierro pudelado situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este
monumento parisino, símbolo de Francia y su capital, fue el monumento más visitado del mundo
con 6.893.000 de visitantes en 2007. Con una altura de 330 metros, prolongada más tarde con una
antena a 325 metros, la Torre Eiffel fue la estructura más elevada del mundo durante más de 40
años, hasta que la superó el edificio Chrysler, de Nueva York, en 1930.
Fue construida en dos años, dos meses y cinco días por el ingeniero francés Gustave Eiffel y sus
colaboradores para la Exposición universal de 1889 en París, en controversia con los artistas de la
época, que la veían como un monstruo de hierro. Inicialmente utilizada para pruebas del ejército
con antenas de comunicación, hoy sirve, además de atractivo turístico, como emisora de programas
radiofónicos y televisivos.
Para subir hay dos opciones. Se puede subir en ascensor, primero hasta el segundo piso y luego
tomar otro ascensor que te lleva hasta el tercer y último piso, o segundo ser valiente y subir hasta el
segundo piso por la escaleras, que es algo más barato y también tiene su gracia ya que se ven unas
vistas espectaculares y la estructura interna de la torre. Además se hace algo de ejercicio, que nunca
viene mal hacer hueco para un crepe de Nutella.
Para llegar al último piso, eso sí, es imprescindible ir en ascensor. En total la entrada hasta la cima,
cuesta como unos 15 € y el horario es de 9:30 a 23:00h en invierno y hasta la medianoche en
verano. En verano para evitar colas si que merece la pena la compra por adelantado. En particular
por las mañanas las colas son kilométricas.
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Desde allí sin duda se ven las mejores vistas de París ya sea de día como de noche, especialmente
de noche la verdad. No dudéis en estar todo el tiempo necesario para disfrutar de una de las vistas
más espectaculares del mundo.
París de noche desde la Torre Eiffel
LE MOULINE ROUGE
Después del insuperable gusto de la Torre Eiffel otra de las zonas fundamentales para cualquier
visita a la ciudad es la zona del Barrio Rojo de Pigalle, donde se centra la actividad nocturna más
picante de la ciudad.
Lo primero que tenemos que ver de este barrio (y a poder ser de noche) es sus famosas tiendas
eróticas, si que es verdad que desde el punto de vista del turista no es un sitio muy inseguro aunque
sí que habrá que tomar las lógicas precauciones.
Realmente a parte del paseo sórdido, mirando a los personajes habituales de la noche en este tipo de
ambientes, la visita está centrada uno de los edificios más cinematográficos de todo París. El
famosos cabaret del Moulin Rouge cita obligada para todo el que flipó con la peli de Baz
Luhrmann.
Por desgracia no vimos a Satine pero sí que verlo en directo le hace a uno evocar el ambiente
bohemio de la Belle Epoque, una cita obligada de la ciudad. Actualmente hay espectáculos de
Cabaret que cuestan unos 100€, nuestros bolsillos dijeron que no.
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Le Mouline Rouge sin Satine
MONMARTRE
Y hablando de cine otra de las visitas obligadas de París es el barrio bohemio de Monmartre. Desde
Pigalle y después de haber visto el Moulin rouge la siguente parada y sin dejar el hilo
cinematográfico es la famosa cafetería de Amelie, el Café Tabac des Deux Moulins.
Este café está situado en Rue Lepic, nº 15; esquina con Rue Cauchois y está decorado con carteles
y detalles de la película.
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Amelie Poulaine, peliculón y musicón
A partir de ahí comienza una ascensión por este barrio tan bohemio lleno de rincones
maravillosos. Uno de los más destacados casi llevando a la cima es la Plaza de Tertre, o plaza de
los artistas. Esta plaza pertenecía a un antiguo municipio que se anexionó a París en 1860. Rodeada
de edificios del siglo XVIII, la plaza está llena de pintores que ofrecen sus distintas visiones de
París.
Es bastante curioso ver como dentro de la comercialidad, cada pintor ofrece un estilo personal en
sus cuadros cosa que es bastante de agradecer ya que se demuestra el gran nivel artístico de esta
gente. Desde luego hay algún cuadro realmente impresionante.
Hay que decir que solo 300 pintores tienen el derecho a pintar allí y que son evaluados para poder
tener el permiso. Sinceramente merece la pena pasear entre los pintores y al menos ya que comprar
es complicado si llevarse el recuerdo de sus obras alguna realmente impresionantes.
La plaza de Tertre una preciosa galería en el mejor sitio posible
Y a pocos metros de esta plaza, siguiendo a la marabunta de gente, llegamos a la segunda iglesia
más importante de París, por no decir que es la primera aunque solo sea por el entorno donde está
situada, la Iglesia del Sacre Coeur.
Se trata de una basílica al Sagrado Corazón de Jesús. Su construcción se inició por la Asamblea
Nacional en 1873, como un edificio religioso a perpetuidad en homenaje a la memoria de los
numerosos ciudadanos franceses que habían perdido la vida durante la Guerra franco-prusiana.
Según sus promotores se hacía también para expiar por la impiedad del Segundo Imperio francés.
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La Basílica del Sacre Coeur
Aunque el interior es realmente espectacular, gran parte de la belleza de este sitio es donde está
construida. Desde la puerta bajan las escaleras más famosas de París y sin duda otro de los puntos
fuertes e imprescindibles de la visita a la ciudad.
A los pies de las escaleras está unos de los Tiovivos más antiguos de la ciudad y del mundo. Las
vistas tanto desde arriba como desde abajo son realmente espectaculares.
La Basílica del Sacre Coeur desde abajo.
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CONCLUSIÓN
Por más que uno intente verlo todo cuando visita una cuidad, siempre hay algo que se le escapa, ya
sea consciente o inconscientemente. Consciente porque el tiempo como tal es limitado, e
inconsciente porque en el fondo siempre hay que hacerlo para tener ganas de volver a visitar esa
ciudad.
Bueno sinceramente en el caso de París esto no hace mucha falta ya que es tal el encanto de la
ciudad y te atrapa de tal forma que dentro de ti sabes que algún día volverás, incluso antes de
haberte ido.
También es cierto que uno cuando viaja tiende a pensar que la mejor época para hacerlo es
con luz y calor. Sin embargo realmente el verdadero encanto de viajar está en hacerlo con la
gente adecuada y en el momento adecuado, y eso es independiente a las condiciones
meteorológicas.
Por supuesto París en ciertos puntos es una ciudad para verla de noche y porqué no con
algunas gotas de lluvia. Porque la lluvia y la noche son parte también de este único paisaje,
son como las lágrimas después de ver una buena película, que son parte del encanto de esa
película.
París nos había enamorado y al igual que esa película tan especial, incluso antes de
haber acabado ya estábamos deseando volver a ver.
Las lágrimas de Eiffel
