Güeros

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Carlos Mendoza Pérez 2201 GÜEROS “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción”, frase tomada de la película Güeros: una producción con crítica juvenil, con crítica social y educativa, con crítica mexicana que ha impuesto su marca en el cine nacional. Un rodaje con contraste social, político, económico y geográfico expuesto en su fotografía en blanco y negro. Datos contextuales. Bajo la dirección de Alonso Ruizpalacios, Güeros es el primer largometraje del debutante cineasta nacido en la Ciudad de México en 1978 y que ha incursionado en el teatro, la televisión y el cine en México y Europa. Tras su fallido ingreso a la UNAM en 1999, decidió estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres y, posteriormente, dirigió reconocidas obras de teatro como La cocina de Arnol Wesker, El playboy del oeste de John Millington, Rock & Roll de Tom Stoppard y La comedia de los errores de William Shakespeare. En cuanto a televisión, realizó el programa Fonda Susilla (2006), la serie documental Expedición 1808 (2009) para National Geographic, la serie de ficción XY (2009-2012) y Drenaje Profundo (2010), además de alrededor de 300 segmentos en el programa Once Niños del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Su filmografía está marcada por cortometrajes como Café Paraíso (2008), que ganó el Ariel al mejor cortometraje en el año

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de Alonso Ruizpalacios.

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Carlos Mendoza Pérez 2201

GÜEROS

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción”, frase tomada de la película Güeros:

una producción con crítica juvenil, con crítica social y educativa, con crítica mexicana que ha

impuesto su marca en el cine nacional. Un rodaje con contraste social, político, económico y

geográfico expuesto en su fotografía en blanco y negro.

Datos contextuales.

Bajo la dirección de Alonso Ruizpalacios, Güeros es el primer largometraje del debutante

cineasta nacido en la Ciudad de México en 1978 y que ha incursionado en el teatro, la

televisión y el cine en México y Europa.

Tras su fallido ingreso a la UNAM en 1999, decidió estudiar en la Royal Academy of Dramatic

Art de Londres y, posteriormente, dirigió reconocidas obras de teatro como La cocina de

Arnol Wesker, El playboy del oeste de John Millington, Rock & Roll de Tom Stoppard y La

comedia de los errores de William Shakespeare. En cuanto a televisión, realizó el programa

Fonda Susilla (2006), la serie documental Expedición 1808 (2009) para National Geographic,

la serie de ficción XY (2009-2012) y Drenaje Profundo (2010), además de alrededor de 300

segmentos en el programa Once Niños del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional

(IPN). Su filmografía está marcada por cortometrajes como Café Paraíso (2008), que ganó el

Ariel al mejor cortometraje en el año 2009 y El último canto del pájaro cú (2010), que ganó el

mismo premio en 2011.

La película Güeros no se queda atrás en certámenes; está considerada como la película

mexicana más premiada durante 2014. Ganó el premio a Mejor Ópera Prima en el Festival

Internacional de Cine en Berlín, Alemania y en el Festival de Cine de Lima, Perú; el premio

FIPRESCI en el Festival de Cine de Jerusalén, Israel; el galardón a Mejor Dirección de

Fotografía en el Festival de Cine de Tribeca, Nueva York, Estados Unidos y el premio

Horizontes Latinos en el festival Internacional de Cine de San Sebastián, España, todos

éstos en el año 2014.

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En cuanto al Festival Internacional de Cine de Morelia, Güeros obtuvo el premio a Mejor

Actor de Largometraje Mexicano: Tenoch Huerta, Sebastián Aguirre y Leonardo Ortizgris,

Mejor Primer o Segundo Largometraje Mexicano, el premio del Público y el premio Guerrero

de la Prensa el año pasado.

El guión de la película, que estaba abierto a la improvisación dependiendo los lugares

escogidos para filmar, eran los que dictaban lo que habría de ocurrir a los personajes, y

surgió de una historia que encantó a Alonso: la búsqueda del músico norteamericano Woody

Guthrie por el mismo Bob Dylan, quien arribó a Nueva York, Estados Unidos para cuidarlo y

permanecer con él en sus últimos días de vida.

La idea del director de hacer un road movie dentro del DF nació del hecho de que los

mexicanos pasamos gran parte de nuestra vida en el coche debido al tráfico capitalino.

Durante la filmación, que tardó alrededor de dos meses recorrer la ciudad, los actores

conocieron lugares de México que les resultaban desconocidos.

Síntesis.

Una mujer con su hijo siendo atacados por un globo relleno de agua marcan el inicio de ésta

historia. El responsable, Tomás, es enviado por su madre al sur de la Ciudad de México en

donde vive su hermano mayor, Sombra, junto con su amigo Santos sumergidos en un limbo

al estallar la huelga de la UNAM en 1999 y en donde, al tener esta situación, habían ya

inventado extrañas maneras de ocupar su tiempo.

Una tarde, mientras Tomás leía el periódico, se da cuenta que su héroe musical, Epigmenio

Cruz, está agonizando en algún hospital de la ciudad. A partir de esto, convence a Sombra y

a Santos de ir a rendirle homenaje al cantante de rock de los años setenta ídolo de su padre

y, junto con una amiga de la facultad: Ana, emprenden su camino. La búsqueda de

Epigmenio se ve alterada por diferentes situaciones a las que se enfrentan los protagonistas:

la persecución de un padre de familia que busca justiciarlos por robarse la luz de su

departamento, un atraco en algún barrio de la ciudad, las huelgas estudiantiles por las

principales calles y avenidas que provocan el tráfico, la broma de un niño al aventarles un

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tabique al parabrisas del vehículo en el que iban, entre otros obstáculos que atrasan su

búsqueda y la cual prolongan por alrededor de tres días.

Opinión.

La película es, sin duda, una obra que identifica y refleja el día a día en la ciudad de México.

Es una producción que combina un avance tecnológico de sonido, fotografía, actuación e

incluso diálogos que contrasta los tiempos y las situaciones cotidianas que se muestra en la

cruda realidad característica de toda película mexicana.

Consiste en una parodia-burla del acontecer social: las manifestaciones y huelgas, el tráfico

capitalino, los “ninis”, el estilo de vida en los barrios mexicanos, las drogas y vicios en

general, entre otros factores que el largometraje toma de manera positiva y cómica, pero que

no dejando aparte la reflexión sobre estos problemas.

Presenciamos entonces una historia contada a partir de una excelente fotografía en blanco y

negro que, según Alonso Ruizpalacios, retrata los contrastes de la capital y sirve para el

público ponga su propio color desde su perspectiva. Las tomas más impresionantes para mí

son la del café, en donde la leche se junta con el agua, y la de la llanta rodando mientras

siguen su ruta en busca de Epigmenio Cruz. Los perfiles de los actores son tomados

dependiendo la situación en la que se encuentren, resaltando así el ángulo más importante y

significativo en la escena.

La actuación es buena, aunque me parece que la falta de experiencia de los actores le resta

drama a la película, sin embargo, es retomada y reconquistada por la calidad de la imagen y

los colores en que se presenta: blanco y negro. El ritmo es bueno ya que no se distingue

alguna pausa en la narración: desde el inicio se muestra una continuidad que permite el

seguimiento del drama y que no permite la distracción del público. El sonido es muy real y

acorde al ambiente que se presenta, busca también explicar la situación mediante los

cambios de ritmo y la potencia o fuerza con que se proyecta. El humor, la improvisación, la

cámara con movimiento, el audio envolvente y la música acertada, hacen de Güeros un filme

que marca un parte aguas en el cine mexicano.

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Me parece que el director buscó cubrir cada detalle de la realidad mexicana; retratar, desde

una perspectiva particular, las situaciones a las que nos enfrentamos al vivir en el Distrito

Federal y, sobre todo, elevar el nivel del cine mexicano por su entrega al proyecto y su

calidad con que se presenta la filmación, así como la autocrítica que hace al cine nacional

mediante el rompimiento de la cuarta pared.

Ficha técnica.

Dirección: Alonso Ruizpalacios.

Guión: Gibran Portela y Alonso Ruizpalacios.

Producción: Ramiro Ruiz Ruiz-Funes.

Compañía productora: Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Postal Producciones.

Fotografía: Damián García.

Edición: Yibran Assuad y Ana García.

Sonido: Isabel Muñoz.

Música: Tomás Barreiro.

Dirección de arte: Sandra Cabriada.

Reparto: Sebastián Aguirre (Tomás), Tenoch Huerta (sombra), Ilse Salas (Ana), Leonardo

Ortizgris (Santos), Raúl Briones (Furia), Laura Almela (Isabel).

País: México.

Idioma original: Español.

Año: 2014.

Duración: 108 minutos.

Género: Comedia-drama.