BIENAVENTURADO BIENAVENTURADO

SOYSOYG U Í A T E R C E RG U Í A T E R C E R

T R I M E S T R ET R I M E S T R E

TOC

índiceP U N T O D E I N I C I O

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J U L I O

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F E V I V AFinalmente en casa

TIM RHODES

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A G O S T O

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S E P T I E M B R E

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P O R V E N I R

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Aunque en realidad nunca consideré ser otra cosa

que pastor, a menudo pensaba que el trabajo de director de orquesta

debía ser interesante. Es un llamado especial poder comprender las

fortalezas y desafíos de tantos instrumentos y personas diferentes, y

luego ayudarlas a trabajar juntas para hacer algo hermoso. De hecho,

tiene mucho en común con ser pastor y cristiano.

El pueblo de Dios está llamado a ser pacificador: hombres y mujeres

que pueden ver más allá del conflicto, el maravilloso resultado de amar

a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Tal amor se vuelve posible

cuando conocemos en verdad al Príncipe de Paz y llevamos su Espíritu

en nosotros. A medida que continuamos este recorrido a través de las

Bienaventuranzas, le animo a que recuerde todas las maneras en que el

Señor ha sido fiel para hacerle una mejor persona desde que recibió una

vida nueva en Él.

El apóstol Pedro exhortó a la Iglesia primitiva con las siguientes

palabras: “creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y

Salvador Jesucristo” (2 P 3.18). Solo a través de Él y de la gracia de una

vida llena del Espíritu, podremos convertirnos en quienes debemos ser,

para la gloria de Dios. Ruego al Señor que a medida que usted estudia

las palabras de Cristo, vea al mundo que le rodea más parecido a una

sinfonía armoniosa gracias al amor de Dios que brilla en usted.

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odos queremos sentir apego, ser considerados, reconocidos y deseados.

Ya sea en la escuela, el trabajo o alguna otra situación, es natural buscar

el placer de ser aceptados y apreciados. Pero a veces esto requiere que

comprometamos nuestras preferencias o, incluso, nuestros valores.

La presión para encajar puede parecer más intensa en el mundo de hoy, ya que

encontramos imágenes que parecen perfectas en las redes sociales, las noticias o el

entretenimiento, y asumimos que debemos estar a la altura.

Sin embargo, al seguir a Cristo, se nos recuerda que hay mucho más en nuestra

historia que lo que hacemos

en este mundo. A veces, en

nuestra búsqueda de justicia

y unión con el Señor, tenemos

que actuar de maneras que

nos hacen impopulares, que

van en contra del espíritu de

la época. Estamos llamados

a hacer la voluntad de Dios,

y eso requiere que vivamos a

plenitud nuestra fe. A veces

eso significa entrar en conflic-

to o situaciones difíciles para

buscar su paz y su justicia. En

este volumen de Bienaventu-

rado Soy, consideraremos las

cualidades de la vida cristiana

que hacen justo eso.

Comenzaremos este trimestre preguntando qué significa ser puro de corazón y

cómo eso nos ayuda a ver y experimentar a Dios. A partir de ahí, consideraremos lo

que significa ser pacificadores: hijos de Dios e imitadores de Cristo. Terminaremos el

trimestre considerando la importancia de responder al llamado divino de la justicia,

incluso si implica un alto costo.

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Bienaventuranza para memorizar

Este año, memorizaremos una sección del Sermón del monte, algunos versículos a la vez; y, cuando los unamos todos, ¡habremos memorizado las Bienaventuranzas! En cada guía trimestral, le proporcionaremos los versículos en los que deberá centrarse cada mes. Este trimestre, memorizamos...

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

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JULIOJULIOB I E N A V E N T U R A D O S A L S E R B I E N A V E N T U R A D O S A L S E R

L I M P I O S D E C O R A Z Ó NL I M P I O S D E C O R A Z Ó N

D e una forma u otra, la pureza es un tema importante en casi todas las culturas del mundo. Así que,

cuando Cristo habló acerca de la pureza de corazón, fue un concepto con el que su audiencia ya estaba familiarizada. Sin em-bargo, la forma en que habla en el Sermón del monte es sorprendente. Se preocupa por la postura de nuestros corazones, la calidad de nuestros pensamientos y sen-timientos más íntimos. Y la promesa a los limpios de corazón es significativa: “Verán a Dios” (Mt 5.8).

Moisés, David y muchos otros miem-

bros de la familia de Dios buscaron “ver al Señor”. Ver a Dios es encontrar su presencia cuando lo buscamos por encima de todo. Quizás, entonces, los limpios de corazón son aquellos que reconocen que, si bien sus otros dones son buenos, Dios mismo es la bendición suprema.

Mientras estudiamos las palabras del Señor este mes, pregúntese qué significa buscar la unidad con Dios en todo lo que hacemos. ¿Qué significa que nuestra vida esté alineada con la visión de Dios, incluso en los aspectos más personales, sin que tengamos afectos más importantes que Él?

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

Memorización Verá una porción de la Biblia cada semana, como recordatorio para memorizar las Bienaventuranzas. Este mes, se enfocará en los versículos en negrita:

Padre celestial, gracias por invitarme a buscar tu presencia. Sé que me amas y te pido que me ayudes a buscar tu bondad en todo lo que haga. Guíame por medio del Espíritu Santo, orienta mi corazón y mi mente hacia tu Hijo Jesucristo por encima de todo. Sé que contigo todo es posible. Ayúdame a recordar y reflejar tus promesas en mi vida. Amén.

Oración Utilice esta oración, o úsela como inspiración para orar con sus propias palabras, a medida que avanza a través de las reflexiones semanales en la próxima sección.

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corazón lo afecta todo: nuestros pensamientos, palabras y acciones.

Incluso si nos presentamos como santos y justos ante las personas que

nos rodean, Dios nos conoce en lo más profundo e íntimo de nuestro

ser. El Señor lo resumió cuando le dijo a Samuel: “Jehová no mira lo que

mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos,

pero Jehová mira el corazón” (1 S 16.7).

El Señor Jesucristo no vino al mundo para ayudarnos a superar algunos

malos hábitos y ser más diligentes en nuestras oraciones y servicio

comunitario. Él se preocupa de manera profunda por quiénes somos

—no solo por cómo nos comportamos— y desea que lo busquemos.

Que digamos, como lo hizo el salmista, “Tú eres mi Señor; no hay para

mí bien fuera de ti” (Sal 16.2).

La condición de nuestro

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J U L I O

S E M A N A U N O

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. —Mateo 5.8

Memorizar

De manera especial, con la tecnología y las plataformas sociales de hoy en día, es

fácil manipular cómo la gente nos percibe. ¿El comportamiento externo de usted

refleja sus sentimientos y deseos internos? Mientras ora, considere lo que significa

buscar la bondad del Señor en todo lo que hace, desde sus pensamientos más

privados hasta el ir y venir de su vida cotidiana.

Intentar esto

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J U L I O

S E M A N A D O S

nos viene a la mente algún tipo de filtración o extracción. En el

contexto de las palabras de Cristo, esta puede ser una analogía útil;

pues al buscar la pureza de corazón, aprendemos a filtrar lo que no

nos acerca al Señor. En lugar de anhelar las comodidades temporales o

preocuparnos por los asuntos del mundo, aprendemos lo que debemos

cuidar y cómo hacerlo.

Sin embargo, aprender a preocuparse no es el objetivo principal en

absoluto. De hecho, hay momentos en los que estamos llamados a no

preocuparnos, y poner nuestra confianza en la sabiduría del Espíritu

Santo para discernir lo que es necesario y lo que no. Es así como

creamos espacio y reservamos tiempo para poder escuchar a Dios y

reconocer las oportunidades de verlo con los ojos del corazón.

A medida que busquemos relacionarnos más con Dios, notaremos

un cambio en nuestros deseos y prioridades. Es posible que nos

preocupemos menos por lo que queremos, y en su lugar hagamos de lo

que Él desea para nuestra vida una prioridad. A medida que busquemos

la voluntad de Dios, nos iremos sintonizando más con el anhelo por Él,

y por el bien de todo lo que ha creado.

Al pensar en purificación

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S E M A N A D O S

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. —Mateo 5.8

Memorizar

Imagínese al Señor Jesucristo acompañándole en todo lo que hace; mientras

conversa con sus compañeros de trabajo, mientras maneja en el tráfico, mientras

hace las compras de comida, acuesta a los niños, o pasea al perro. ¿Cómo cambia

esto la manera en que piensa acerca de sus experiencias?

Intentar esto

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S E M A N A T R E S

del siglo XIX, Søren Kierkegaard, pronunció un sermón llamado La

pureza del corazón es desear una sola cosa, el cual se convirtió en un libro

más tarde. Su sermón describe los obstáculos, costos e importancia de

anhelar solo algo: la bondad de Dios por toda la eternidad. En otras

palabras, ser puro de corazón es buscar al Señor con una devoción

especial e incondicional.

El Salmo 24 define un “corazón puro” como aquel que se mantiene

alejado de la mentira y el engaño (v. 4). Después de todo, engañar es

desear dos cosas: lo que realmente estás haciendo y lo que quieres

que la gente piense que estás haciendo. De modo que los limpios de

corazón buscan el rostro del Señor (v. 6) para mirar la bondad de Dios.

Y es en esta búsqueda que llegaremos a conocer su presencia; por

medio del estudio de su Palabra, al experimentar su gracia y consuelo,

y al esperar y admirar su gloria.

El teólogo

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J U L I O

S E M A N A T R E S

Memorizar

Cristo les dijo a los fariseos que el gran mandamiento es “Amarás al Señor tu Dios

con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente (Mt 22.37). Aparte

tiempo esta semana para reflexionar en cuanto a estas palabras. El Señor no pide

parte de nuestros corazones o parte de nuestra devoción. Lo quiere todo. A medida

que medita en sus palabras, pídale al Señor que le indique cómo buscarlo con toda

su alma, mente y corazón.

Intentar esto

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. —Mateo 5.8

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la pureza con limpieza e higiene. Cuando leemos la Biblia, nos inclinamos

a interpretarla de manera similar, como hicieron los fariseos. Esta idea

proviene de Levítico: Dios le dio a su pueblo la Ley para que pudieran

entender mejor cómo ser santos. En un esfuerzo por evitar el pecado, los

fariseos se aislaron y emitieron juicios injustificados sobre las personas

que los rodeaban. En lugar de ver su propio pecado e invitar a Dios a

limpiarlos y sanarlos de verdad, se volvieron legalistas y temerosos.

Pero la limpieza debe reflejar la importancia de vivir sin pecar, en otras

palabras, sin contaminación espiritual.

La pureza también puede significar que ciertas cosas no se mezclan,

que mantienen su integridad. En el contexto del ministerio del Señor

Jesucristo en la Tierra, significa que debemos buscar solo su voluntad,

reconociendo que solo su camino, con todo lo que este requiera de

nosotros, es lo que nos hace puros en realidad.

A menudo asociamos

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J U L I O

S E M A N A C U A T R O

Memorizar

Después de predicar el Sermón del monte, Cristo sana a un leproso con tan solo

tocarlo (Mt 8.1-3). Según las leyes de la época, esto habría significado que Jesús se

habría contaminado y tenido que pasar por un ritual de purificación. Gracias a su

toque, el leproso quedó limpio, y el Señor Jesús no fue contaminado. En su tiempo

con el Señor esta semana, ore las palabras del leproso: “Señor, si quieres, puedes

limpiarme” (v. 2).

Intentar esto

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. —Mateo 5.8

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por TIM RHODESTIM RHODESFotografía por AUDRA MELTONAUDRA MELTON

F I N A L M E N T E E N C A S A

abía sido uno de los días

más importantes en la vida

de Hasna, aunque no lo

recuerda muy bien. La ma-

yoría son solo sentimientos de alegría a pesar de

las condiciones en que vivía. Había sido una madre

soltera con tres hijos en El Cairo, Egipto, durante

más de cinco años, cuando llegó el tan esperado

aviso: su condición de refugiada había sido apro-

bada. Después de años de vivir en suspenso, sabía

que sus hijos tendrían la oportunidad de disfrutar

de una vida mejor.

Ese mismo día, David y Debbie Alsobrook se estaban pre-

parando para un estudio bíblico semanal en su casa a medio

mundo de distancia. Su iglesia de Atlanta había alentado a

diferentes grupos a servir a los necesitados de la ciudad al

menos una vez al año. Y cada vez que el grupo terminaba de

ayudar en un comedor de beneficencia o en un refugio para

personas sin hogar, se daban cuenta de lo desconectados que

estaban de las personas a las que habían alimentado o provis-

to de ropa y artículos de higiene. Esa noche, querían llevar sus

preocupaciones al grupo y compartir ideas para hacer más.

Durante la reunión, alguien sugirió trabajar juntos en

una organización de reasentamiento de refugiados, donde las

iglesias y los grupos de voluntarios suelen pasar un período

de seis meses junto a una familia de refugiados específica que

comienza su vida en los Estados Unidos. Finalmente, esta con-

versación fue la que, meses después, llevó a los Alsobrook y a

su grupo a adoptar a la familia de Hasna como propia.

Cuando los Alsobrook y su grupo conocieron a Hasna

y sus hijos, poco se podían decir entre ellos aparte de

simples saludos. Aunque no tenían un idioma en común,

las familias se recibieron entre sí con brazos abiertos y algo

de desconfianza. Al principio, Hasna y sus hijos quedaron

impresionados por los recursos que se les proporcionaron.

Se sorprendieron, por ejemplo, al encontrar su primer

apartamento en los Estados Unidos completamente

amueblado por el grupo. Si bien Hasna estaba muy

agradecida, también fue cautelosa, preguntándose en dónde

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estaría el truco o cuándo se acabaría la ayuda.

Incluso sospechaba un poco de la generosidad

misma: ¿por qué alguien, en especial extraños,

ayudaría a su familia?

Con cada visita al médico o a una entrevista

de trabajo, con cada documento legal que el grupo

le ayudaba a completar, los escudos de miedo y

escepticismo cayeron poco a poco. A través de

interacciones deliberadas, los Alsobrook pudieron

mostrar el amor y la paz de Cristo de manera

personal y con detalles. Las llamadas telefónicas

casuales y las visitas periódicas se transformaron

en reuniones festivas, al compartir comidas y

pasar tiempo juntos.

Aunque esta madre soltera había sido testigo

de una violencia indescriptible y una pérdida

desgarradora, el amor de Hasna por sus hijos le

dio fuerzas para comenzar una vida nueva. Y,

por primera vez, se vio rodeada de una comuni-

dad amorosa y solidaria. Con una sensación de

seguridad cada vez mayor, ya no pensaba solo en

la supervivencia, sino que podía comenzar a soñar

con un futuro.

Como resultado, Hasna encontró valor para

hablar a los Alsobrook acerca de la oportunidad

de solicitar una casa por medio de Habitat for

Humanity. Juntos, completaron larguísimos

formularios. La idea de que Hasna y su familia

pudieran tener un hogar seguro y pacífico al que

llamaran suyo, después de años de incertidumbre

y, a veces, incluso de temor por sus vidas, era

casi insondable. La presentación del papeleo fue

seguida por meses de espera. Durante ese tiempo,

la determinación de Hasna se fortaleció con las

oraciones y el aliento de los Alsobrook y otros en

el grupo. Al final, llegó la noticia: de los miles de

solicitantes, la familia de Hasna fue uno de los

cinco hogares elegidos para recibir una casa.

El primer día de construcción, decenas de

vecinos y voluntarios de la iglesia de los Also-

brook felicitaron a Hasna y a sus hijos. Amigos

cercanos y conocidos ayudaron en cada paso de la

construcción, vertiendo hormigón y martillando

juntos para crear el marco.

Pero para los Alsobrook el momento más

poderoso del proceso fue la dedicación del hogar,

con la plantación de un árbol de dedicación.

Por lo general, la familia cava y planta, pero

los Alsobrook también estaban allí, cada uno

sacando una porción de tierra y ayudando a

colocar el retoño en el hoyo. “Representa que

somos una familia y que el árbol crecerá a medida

que crezca la familia con el tiempo”, dijo David.

Pensado como un símbolo tangible que da la

bienvenida a la familia de Hasna a la comunidad,

el árbol en este caso también testifica que la

comunidad ya es parte de la vida de esta familia.

Hasna nunca soñó que sentimientos tan

poderosos de paz algún día reemplazarían su

preocupación. Nunca imaginó que llegaría el día

en que dejaría de sentir ansiedad por si pudiera o

no satisfacer las necesidades inmediatas de sus

hijos. Así que, cuando le entregaron las llaves de

su nueva casa, las sostuvo en alto para que todos

las vieran, y luego las puso en su corazón. Hasna y

sus hijos, por fin, estaban en casa.

¿ P o r q u é a l g u i e n , e n e s p e c i a l e x t r a ñ o s , a y u d a r í a a s u f a m i l i a ?

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J U L I O

S E M A N A C I N C O

nos dicen una y otra vez que busquemos al Señor. Leemos acerca de

Moisés pidiendo ver la gloria de Dios (Ex 33.18), y David orando para

“contemplar la hermosura del Señor” (Sal 27.4 NVI). Nosotros tam-

bién anhelamos su presencia y su bondad, pero a veces no sabemos

por dónde empezar o cómo mantener una práctica espiritual que nos

ayude a experimentar su presencia. Es comprensible que ver a Dios se

sienta inalcanzable e intimidante, ya que estamos rodeados de distrac-

ciones y obstáculos que superar.

Debemos confiar en la promesa del Señor Jesucristo de que, en Él

todas las cosas son posibles (Mt 19.26), y que Él expió nuestros pe-

cados “para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo

elegido, dedicado a hacer el bien” (Tito 2.14 NVI). No tenemos que

entenderlo de inmediato; de hecho, esta confianza se desarrolla con

el tiempo al dar pequeños pasos para buscar, orar y recurrir a la Pala-

bra de Dios. Y como Juan promete, un día “le veremos tal como él es”

(1 Jn 3.2).

Las Sagradas Escrituras

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J U L I O

S E M A N A C I N C O

Memorizar

En el 2018, un grupo de investigadores pidió a más de 500 cristianos estadouniden-

ses que visualizaran el rostro de Dios. Fue un nuevo enfoque para entender cómo

nuestras experiencias afectan la forma en que pensamos acerca del Señor. El estudio

encontró que, en general, los participantes veían el rostro de Dios como atractivo,

inteligente y amoroso. Imagínese cómo sería ver su rostro. ¿Cómo le haría sentir?

Emocionado, feliz, vacilante o, incluso, temeroso. Mientras reflexiona, escriba sus

pensamientos y pídale a Dios que se manifieste en su vida de nuevas maneras.

Intentar esto

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. —Mateo 5.8

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C I E R R E M E N S U A L

Este mes, Este mes, examinamos la idea de pureza, en el sentido de ser limpios de

corazón. Consideramos lo que significa buscar la presencia de Dios, tanto desde

una perspectiva terrenal como eterna, el significado de continuar buscando la

presencia del Señor, al acercarnos a Él y al orar para ser más como Él. El próximo

mes exploraremos cómo podemos internalizar su paz y lo que significa ser hijos de

Dios mientras hacemos las paces con el mundo que nos rodea.

Otro vistazo

Al culminar cada mes y pensar en el siguiente, tómese un momento para reflexionar acerca de las siguientes preguntas. Puede responderlas mentalmente, anotar sus ideas en un diario o discutirlas en su grupo de estudio.

SJ ¿HA CAMBIADO SU COMPRENSIÓN de la pureza este mes? Si es así, ¿cómo?

SJ ¿CÓMO DEFINIRÍA VER O ENCONTRAR A DIOS?

SJ ¿CUÁLES SON LAS CUALIDADES DE ALGUIEN que es puro de corazón? ¿Puede pensar en ejemplos de la Biblia o de su propia vida?

Preguntas para reflexionar

En nuestro proyecto de un año de memorización de las Bienaventuranzas, este mes memorizó:

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

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SI NO CREE QUE NECESITA

EL PODER DE DIOS PARA PERMANECER PURO, SE ENGAÑA

A SÍ MISMO. TODOS NECESITAMOS

LA INTERVENCIÓN DE DIOS

CADA DÍA.

Charles F. Stanley

AGOSTO AGOSTO B I E N A V E N T U R A D O S A L B I E N A V E N T U R A D O S A L

S E R P A C I F I C A D O R E SS E R P A C I F I C A D O R E S

Para muchos de nosotros, la palabra

paz transmite tranquilidad interior

o ausencia externa de conflicto; sin

embargo, ambas cosas son imposibles todo

el tiempo. Incluso sería difícil imaginar lo

que significaría vivir sin preocupaciones.

A veces la paz es más fácil de entender al

imaginar su ausencia. Todos los días, los

mensajes de discordia del mundo en el que

vivimos inundan nuestros pensamientos

e influencian nuestras conversaciones. ¿A

quién escuchamos? ¿En quién confiamos?

Es comprensible que el trabajo de cultivar

la paz en medio de todo este caos pueda ser

abrumador.

Pero no estamos llamados a ser pa-

cificadores con nuestras propias fuerzas.

Cristo nos invita a acompañarlo a realizar

este trabajo, el cual se lleva a cabo según

su bondad y fidelidad. Este mes, considera-

remos cómo convertirnos en personas que

se involucren en los conflictos de manera

adecuada para buscar una solución. Hacer

la paz no es fácil, pero de algo estamos

seguros: Jesucristo promete que seremos

bendecidos si la buscamos.

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“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

Memorización Verá una porción de la Biblia cada semana, como recordatorio para memorizar las Bienaventuranzas. Este mes, se enfocará en los versículos en negrita:

Padre celestial, gracias por llamarme tu hijo. Recuérdame hoy mi redención en ti. Por favor, guíame para traer y buscar paz en todo lo que haga. Ayúdame a pensar menos en mí y más en tu bondad. Te ruego por tu gracia y fuerza para ayudarme a desear y cultivar la paz para todos los que me rodean. Amén.

Oración Utilice esta oración, o úsela como inspiración para orar con sus propias palabras, a medida que avanza a través de las reflexiones semanales en la próxima sección.

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A G O S T O

S E M A N A U N O

muchas cualidades del Mesías, como la de ser Consejero Maravilloso,

Dios Poderoso y una importante para entender quién es Él: Príncipe

de Paz (cf. Is 9.6). Es un poderoso recordatorio de nuestra redención

en Él, que “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no

tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a

nosotros la palabra de la reconciliación” (2 Co 5.19).

La muerte y resurrección de Jesucristo cuentan la historia en la que

Dios hace las paces con la humanidad perdida. Mientras esperamos su

regreso, nos invita a trabajar con Él para traer paz al mundo al construir

puentes y buscar reconciliación. Y miramos su ejemplo, en especial

cuando el trabajo es difícil. Lo importante de la pacificación es que

solo podemos lograrla cuando experimentamos un profundo cambio

interior. La gracia que nos reconcilia con Dios es la misma gracia que

extendemos a los demás al traer la paz al mundo que nos rodea.

La Biblia describe

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A G O S T O

S E M A N A U N O

Memorizar

En el Sermón del monte, Cristo nos dice cómo comenzar el trabajo de pacificación:

“Amad a vuestros enemigos... y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para

que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5.44, 45). Esto no tiene

por qué ser complicado: podemos comenzar saludándonos unos a otros (v. 47). Esta

semana, considere cómo poner en práctica la pacificación. Tal vez sea orando por el

bienestar de alguien con quien no se lleve bien, para que ambos tengan paz en sus

vidas, u ofreciendo un simple saludo a una persona a quien evitaría. Mientras ora,

pídale al Señor que ponga en su corazón el anhelo de paz.

Intentar esto

“ Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. —Mateo 5.9

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A G O S T O

S E M A N A D O S

del Señor Jesús que el trabajo de hacer la paz es difícil e, incluso,

peligroso. A cada paso se encontró con oposición: fue acusado de ser

un glotón y un borracho (cf. Lc 7.34), blasfemar (cf. Mt 9.3; Mr 2.6, 7)

y estar poseído (cf. Mt 12.24; Mr 3.22; Jn 8.48); y, por si esto no era ya

suficientemente desalentador, su propia familia no le creyó (cf. Jn 7.5).

Al tratar de seguir su ejemplo, anímese: las mismas personas a las que el

Señor Jesús quiso amar le respondieron con hostilidad y ridículo, pero al

final superó incluso las experiencias más oscuras. Y el notable resultado

es que se nos ofreció la reconciliación con Dios.

Ser un agente de paz con las personas que le rodean no significa que esté

permanentemente tranquilo. Por el contrario, significa que reconoce

que la gracia y la fuerza de Dios son las que le equipan para cultivar la

armonía y la buena voluntad. A medida que su conciencia de esto crezca,

también lo hará su deseo de paz con, y para, los que le rodean.

Podemos ver en la vida

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A G O S T O

S E M A N A D O S

Memorizar

Durante los últimos meses, hemos considerado cómo las Bienaventuranzas se

relacionan entre sí. Mientras ora esta semana, piense de manera específica en cómo

las cualidades que hemos examinado hasta ahora podrían ayudarle a convertirse

en un pacificador. Por ejemplo, pídale al Señor que le muestre cuándo ser manso y

misericordioso en sus interacciones, o medite acerca de cómo la pureza de corazón

o la pobreza de espíritu le ayudan a encontrar paz. ¿Es la pacificación parte de su

búsqueda de justicia? ¿Busca paz porque está afligido? Le sugerimos escribir en un

diario o conversar con un amigo de confianza a medida que contempla estas cosas.

Intentar esto

“ Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. —Mateo 5.9

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S E M A N A T R E S

las Bienaventuranzas, debemos tener cuidado de no confundir la

pacificación con “ocuparnos de nuestros propios asuntos” o evitar

conflictos a cualquier costo. La clase de pacificadores a la que el Señor

Jesucristo se refiere vive con una mentalidad mucho más activa, la cual

busca llegar a un acuerdo, ser justo y buscar reconciliación.

En su obra El Sermón del monte, el Dr. Martyn Lloyd-Jones propone

maneras prácticas de construir paz, que incluyen encontrar

oportunidades para hacer las paces y aprender a guardar silencio. Esta

última idea no significa quedarnos callados, sino aprender cuándo hablar

para no contribuir a la discordia. O, en palabras de Santiago, significa ser

“pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (1.19). Lloyd-Jones

sugiere satisfacer necesidades de manera tangible y tomar la iniciativa

de ofrecer paz, además de ser desinteresados, accesibles y amables.

Al leer

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A G O S T O

S E M A N A T R E S

Memorizar

Lloyd-Jones identifica varias maneras de ser pacificadores: 1) aprender a guardar

silencio, 2) ver cada situación en el contexto del evangelio, 3) hacer todo lo posible

por buscar métodos para vivir en paz, y 4) difundir la paz donde quiera que

estemos. Esta semana, piense en lo que podría hacer para poner en práctica dichas

recomendaciones. Puede ser tan simple como elegir no tener la última palabra en un

desacuerdo o proporcionar alivio tangible en la angustia de alguien.

Intentar esto

“ Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. —Mateo 5.9

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A G O S T O

S E M A N A C U A T R O

“Porque ellos serán llamados hijos de Dios”, no está prescribiendo una

fórmula para convertirse en hijo de Dios. Nos dice que un pacificador

es hijo de Dios. De manera que, nos convertimos en hijos de Dios (y

hacedores de la paz) al confiar en Cristo para que nos guíe por medio

de la fe en Él: el evangelio de Juan nos dice que “a todos los que le

recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser

hechos hijos de Dios” (1.12).

El apóstol Pablo menciona dos veces al “Dios de paz” en la carta a los

Romanos (15.33; 16.20). Esta es una cualidad que debería caracterizar

a la familia de Dios, ya que los hijos se parecen a su Padre, un Dios

que ama la paz y hace la paz. Como miembros de su familia, podemos

sentirnos reconfortados por eso.

Cuando Cristo dice:

29

A G O S T O

S E M A N A C U A T R O

Memorizar

Para algunos de nosotros, pensar en Dios como “Padre” es tranquilizador. Sin em-

bargo, la realidad es que vivimos en un mundo lleno de pecado en el que, algunas

veces, tenemos relaciones complicadas con nuestros padres. Incluso, hay quienes no

tienen relación alguna con ellos, lo cual puede afectar la manera en que ven al Padre

celestial.

Si ese es su caso, aparte tiempo durante los próximos días para pensar en las

cualidades de Dios Padre. Por ejemplo, que es creador, proveedor y fuente de sabidu-

ría y paz. Puede escribir una lista en su diario o marcar versículos bíblicos relaciona-

dos, y al orar, pídale a Dios que le ayude a comprender lo que significa ser su hijo.

Intentar esto

“ Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. —Mateo 5.9

30

A G O S T O C I E R R E M E N S U A L

Este mes, Este mes, contemplamos lo que implica ser pacificadores y consideramos

algunas formas en que podemos ser pacificadores de manera práctica. También

reflexionamos sobre la naturaleza de Dios y lo que significa ser sus hijos.

A medida que avanzamos, considere su deseo de paz y su búsqueda de justicia

divina. Nuestra justicia es por amor a Jesucristo, y el próximo mes tomaremos

tiempo para examinar más de cerca lo que esto significa.

Otro vistazo

Al culminar cada mes y pensar en el siguiente, tómese un momento para reflexionar acerca de las siguientes preguntas. Puede responderlas mentalmente, anotar sus ideas en un diario o discutirlas en su grupo de estudio. SJ ¿QUÉ SIGNIFICA SER PACIFICADORES para los miembros del Cuerpo

de Cristo? ¿Cómo podría esto moldear su vida, tanto dentro como fuera de la iglesia?

SJ ¿EXISTEN CONTEXTOS ESPECÍFICOS en los que sea correcto entrar en conflicto? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Puede pensar en algún ejemplo?

SJ ¿QUÉ PASOS CONCRETOS PODRÍA tomar para contribuir a que haya paz?

Preguntas para reflexionar

En nuestro proyecto de un año de memorización de las Bienaventuranzas, este mes memorizó:

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

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con Cristo cara a cara.

C H A R L E S F . S TA N L E Y

El anhelo

se cumplirá cuando

nos encontremos

Charles F. Stanley

Una persona piadosa y pacífica jamás es una persona que se

compromete con el mal en cualquiera de sus formas.

La paz no es pasiva: es positiva, motivadora

y estimulante.

SEPTIEMBRE SEPTIEMBRE B I E N A V E N T U R A D O SB I E N A V E N T U R A D O S

A L S E R J U S T O SA L S E R J U S T O S

Informes recientes indican que la

intolerancia y la persecución de los

cristianos —incluidos los ataques

físicos y la negación de los derechos

humanos básicos— está en aumento

en todas partes del mundo. Este era la

clase de sufrimiento del que el Señor

Jesucristo habla en las Bienaventuranzas:

el sufrimiento por causa de la justicia y por

buscar hacer la voluntad de Dios.

En Occidente, la mayoría de nosotros

no hemos experimentado este tipo

de violencia u opresión. Estamos más

acostumbrados a ser acosados por ideas

falsas o pensamientos prejuiciosos. Sin

embargo, la persecución ha sido parte

de la historia del cristianismo desde sus

comienzos. Este mes, examinaremos la

promesa de Cristo a aquellos que son

perseguidos por ser justos. También

consideraremos cómo, en tales

circunstancias, podríamos imitar a los

apóstoles y estar “gozosos de haber sido

tenidos por dignos de padecer afrenta por

causa del Nombre” (Hch 5.41).

INT

RO

DU

CC

IÓN

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“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

Memorización Verá una porción de la Biblia cada semana, como recordatorio para memorizar las Bienaventuranzas. Este mes, se enfocará en los versículos en negrita:

Padre celestial, gracias por enviar a tu Hijo a sufrir por mí.Sé que no hay nada más valioso que conocerte, y oro para permane-cer junto a ti, tanto ahora como por la eternidad. Guíame a tomar decisiones que te honren, Señor. Tengo la bendición de saber que estás conmigo tanto en los momentos de alegría como en los de su-frimiento. Ayúdame a imitar tu justicia en todo lo que haga. Amén.

Oración Utilice esta oración, o úsela como inspiración para orar con sus propias palabras, a medida que avanza a través de las reflexiones semanales en la próxima sección.

34

S E P T I E M B R E

S E M A N A U N O

pasado considerando lo que significa tener hambre y sed de justicia;

es decir, desear santidad y justicia en todo lo que hacemos. Jesucristo

nos dice que nos sentiremos satisfechos en esta búsqueda, pero

luego también nos dice que seremos perseguidos por ello. Es un poco

contradictorio, ¿no? Es comprensible que pensar en ello nos haga

sentir incómodos, pero tal vez deberíamos tomarlo como un estímulo.

De hecho, saber que la persecución es parte de la experiencia de ser

cristiano nos da la oportunidad de reflexionar en cuanto a nosotros

mismos cuando no experimentamos dicha clase de sufrimiento.

Por otro lado, si alguna vez nos preguntamos si vale la pena ser

perseguidos por causa de la justicia, debemos recordar que el reino

de los cielos es nuestro. Cristo nos advirtió que nos preocupemos

si las personas solo tienen cosas buenas que decir de nosotros (Lc

6.26). Pero al mismo tiempo, debemos ser conscientes de no traer

sufrimiento innecesario a nuestra vida.

Terminamos el trimestre

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36

S E P T I E M B R E

S E M A N A U N O

Memorizar

Piense en las promesas en cada declaración de las Bienaventuranzas. Por ejemplo, la

promesa de Mateo 5.10, “de ellos es el reino de los cielos”, es la misma que se nos da

en el versículo 3. ¿Cómo se relacionan? Además de hablarle sobre la vida cristiana,

¿estas promesas le dicen algo sobre la naturaleza de Dios?

Intentar esto

“ Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.10

37

S E P T I E M B R E

S E M A N A D O S

habla de una justicia que supera la de los escribas y fariseos (Mt 5.20),

parece que llama a una tarea desalentadora. Puede que recuerde que los

fariseos eran considerados como la élite espiritual de su época, un grupo

en el que una especie de perfeccionismo dominaba sus enseñanzas y la

vida en general. Para la gente común que intentaba seguir a Dios, esta fi-

losofía era difícil de seguir. Así que la gente, al escuchar que necesitaban

superar la justicia de los fariseos, habrían sentido que Cristo les estaba

pidiendo que realizaran lo imposible.

Es importante que recordemos que el único camino hacia la verdadera

justicia es Cristo. Al tener esto en cuenta, comenzamos a ver que el Señor

quiso decir algo muy distinto en Mateo 5. No quería que superáramos a

los fariseos en sus propios términos, sino que lo hiciéramos de acuerdo

al Señor mismo.

El Evangelio de Juan nos dice que cuando hacemos lo correcto para glo-

rificar a Dios, es probable que las personas reaccionen en una de dos

maneras: persecución y odio, o interés y conversión. Por eso debemos

recordar que aunque suframos dificultades debido a nuestro llamado a

permanecer fieles a los caminos del Señor Jesús, sabemos que Él camina

con nosotros en todo momento y que nunca nos dejará.

Cuando el Señor Jesús

38

S E P T I E M B R E

S E M A N A D O S

Memorizar

Juan 3.20, 21 dice: “Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a

la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene

a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”. Esta semana,

tómese un momento para examinar su comportamiento, relaciones y sentimientos.

Pídale al Señor que le muestre oportunidades para crecer en la búsqueda de su

justicia, y que le fortalezca frente a la oposición a su fe.

Intentar esto

“ Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.10

S E P T I E M B R E

S E M A N A T R E S

vemos muchos ejemplos de dos personas que buscan hacer lo mismo,

una de la manera correcta y la otra de la manera incorrecta. Esta es

precisamente la razón por la que a menudo Cristo reprendía a los fari-

seos por su comportamiento estricto: muchos se preocupaban profun-

damente por seguir a Dios, pero estaban tan obsesionados con marcar

todas las casillas necesarias para ser buenos, santos y justos que obvia-

ron lo más importante: a su Mesías.

A veces no entendemos que los fariseos fueron criticados y corregidos

no por su rigidez, sino por su vanidad e hipocresía. Jesucristo desafió

sus motivaciones, un desafío que también debemos sentir. Más a me-

nudo de lo que nos gustaría admitir, hacemos lo correcto de la manera

incorrecta o con las intenciones equivocadas. Quizás todos podamos

beneficiarnos de desear con más sinceridad obedecer a Dios.

En los Evangelios

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40

S E P T I E M B R E

S E M A N A T R E S

Memorizar

Piense en su propio caminar de fe. ¿Qué lecciones puede aprender de los

fariseos? Considere asuntos tales como su esperanza de la vida eterna y si su

comportamiento externo coincide con sus pensamientos y deseos internos. Esta

semana, ore para que el Señor transforme su corazón y le ayude a alinear sus

motivaciones con la voluntad de Él.

Intentar esto

“ Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.10

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S E P T I E M B R E

S E M A N A C U A T R O

significa pasar por todo lo que Él experimentó, incluso rechazo y

persecución. Significa tratar de imitar la justicia de Dios y anhelar su

voluntad, aunque a veces el comportamiento que agrade a Dios tenga

un alto costo, en especial cuando el mundo no lo comprenda ni lo

respete.

En Filipenses 3, el apóstol Pablo comparte cómo, para ganar a Cristo,

estaba dispuesto a perder todo: su posición social, su justicia bajo la ley y su

papel como perseguidor de la Iglesia (v. 4-11). El perseguidor se convirtió

en el perseguido al unirse a Cristo. Pero tenga en cuenta que, si estamos

unidos a Él, en realidad poseemos el reino de los cielos.

Estar unido a Cristo

S E P T I E M B R E

S E M A N A C U A T R O

Memorizar

Cuando compartimos la vida de Cristo, también compartimos su sufrimiento, muerte

y resurrección. Cuando piensa en dejar todo lo que ha considerado valioso para

seguir a Cristo, ¿cómo se siente? Aparte tiempo esta semana para meditar acerca

de lo que realmente significa conocer a Cristo y el poder de la resurrección. Pídale

al Señor que le ayude a comprender mejor el papel que juega el sufrimiento en su

relación con Él. Al orar, también puede pedirle que le dé una visión de cómo ser de

bendición para aquellos que le han hecho daño (1 P 3.9).

Intentar esto

“ Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.10

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S E P T I E M B R E

S E M A N A C I N C O

con el objetivo de hacer la voluntad de Dios, incluso si somos parte de una

sociedad que lo ignora o lo rechaza. De hecho, seguir el ejemplo del Señor

significa orar por la gracia de perdonar a quienes calumnian, ridiculizan y

persiguen a sus seguidores. Hablando de los que lo colgaron en la cruz,

el Señor Jesús dijo: “Padre, perdónalos” (Lc 23.34). Y en Hechos, el

moribundo Esteban gritó y le pidió al Señor que perdonara a las personas

que lo apedreaban (7.58-60).

Buscar la voluntad de Dios incluye amar a nuestros enemigos, ser más

misericordiosos con ellos de lo que pueden ser hacia nosotros (ver Lc 6.27-

38). Así es como el sufrimiento por el bien de la justicia conduce al reino

de los cielos: es una promesa que nos recuerda que pertenecemos a Dios

y que su bendición es nuestra, si dejamos que Él nos guíe.

Ser justo es vivir

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S E P T I E M B R E

S E M A N A C I N C O

Memorizar

A primera vista, Mateo 5.10 (“Bienaventurados los que padecen persecución por

causa de la justicia”) puede parecer distinto a los versículos que hemos examinado

hasta ahora. Sin embargo, sigue el mismo patrón que los versículos que lo preceden:

cada declaración en las Bienaventuranzas incluye una condición del corazón o forma

de ser, y un resultado prometido cuando encarnamos el rasgo descrito.

Mientras ora esta semana, considere la vida que el Señor Jesucristo describe en

las Bienaventuranzas. ¿Cómo podría la pobreza de espíritu conducir a la persecu-

ción? Pídale a Dios que le ayude a enfocarse en su reino y cómo puede florecer más

plenamente dentro de él.

Intentar esto

“ Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.10

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S E P T I E M B R E C I E R R E M E N S U A L

Este mes, Este mes, examinamos lo que significa ser justo y ser perseguido por causa de

la justicia. Consideramos estas ideas en el contexto de la justicia de los fariseos y

también vimos lo que es estar unido con Cristo en su sufrimiento.

Mientras miramos hacia el futuro, continúe orando y contemplando el papel que

cumple la persecución en el crecimiento espiritual. En nuestro último trimestre,

veremos ejemplos de aquellos que han sido perseguidos por su fe. También

exploraremos lo que el Señor Jesucristo tenía en mente cuando usó las expresiones

“sal de la tierra” y “luz del mundo”.

Otro vistazo

Al culminar cada mes y pensar en el siguiente, tómese un momento para reflexionar acerca de las siguientes preguntas. Puede responderlas mentalmente, anotar sus ideas en un diario o discutirlas en su grupo de estudio. SJ EXPLIQUE QUÉ ES COMPARTIR LA VIDA y la muerte de Cristo. ¿Cómo

influye esto en su búsqueda de justicia?

SJ ¿HA CAMBIADO SU COMPRENSIÓN acerca de la persecución a medida que ha crecido en la fe? ¿De qué manera?

Preguntas para reflexionar

En nuestro proyecto de un año de memorización de las Bienaventuranzas, este mes memorizó:

“ Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. —Mateo 5.8-10

El Padre hará lo que El Padre hará lo que es bueno, misericordioso es bueno, misericordioso y justo por usted, ya que y justo por usted, ya que

Él es santo y siempre Él es santo y siempre hace lo correcto. hace lo correcto.

CHARLES F. STANLEY

n el Evangelio de Mateo, en dos oportunidades, una voz del cielo llama y habla

de Cristo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (3.17; 17.5). En

ambos momentos, en el bautismo del Señor y en el Monte de la Transfigura-

ción, Cristo y sus seguidores escuchan y ven a Dios. Se les recuerda la natura-

leza de Dios como Padre y el papel de Cristo en el cumplimiento de su voluntad.

Este trimestre, comenzamos por comprender lo que significa ser limpio de corazón y,

como resultado, ver y experimentar la presencia de Dios. Continuamos contemplando quié-

nes somos como hijos de Dios: pacificadores que buscan imitar a Cristo. Y al final, considera-

mos cómo la justicia, la persecución y el sufrimiento son parte de nuestra vida en Cristo.

De cara al próximo ejemplar de la guía trimestral de este año, sigamos meditando en

lo que significa ser bendecido. Nos basaremos en lo que hemos aprendido hasta ahora al

considerar...

SJ Cómo regocijarse frente a la persecución

SJ Cómo ser la sal de la tierra

SJ Cómo podemos ser luz en el mundo

PO

RV

EN

IR

PO

RV

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IRE

Otro vistazo

Este trimestre, vimos una porción del Sermón del monte como parte de nuestro proyecto de memorización de un año. El texto en negrita es lo que ha memorizado hasta ahora:

Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. “ Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

“ Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. —Mateo 5.1-16 47

El Padre hará lo que El Padre hará lo que es bueno, misericordioso es bueno, misericordioso y justo por usted, ya que y justo por usted, ya que

Él es santo y siempre Él es santo y siempre hace lo correcto. hace lo correcto.

LA MISMA PRESENCIA

DE CRISTO LE L IBERARÁ,

CAPACITARÁ Y HARÁ QUE

SE TRANSFORME EN UNA

PERSONA PURA, SANTA Y

L IMPIA DE CORAZÓN.

CHARLES F. STANLEY

El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™

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