Grupos pequeños. Kurt W. Johnson

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Grupos pequeños para el tiempo del fin

Pentecostés. La Reforma. El reavivamiento de Wesley en In­glaterra. Todos estos grandes movimientos en el cristianis­

mo comenzaron con reuniones de grupos pequeños en hogares privados.

Ahora un nuevo reavivamiento está cubriendo los Estados Unidos m ientras los adventistas abren sus corazones al Espíritu Santo y sus hogares a los amigos y vecinos. Kurt Johnson le dice a usted lo que necesita saber para comenzar un grupo pequeño y dirigir a sus miembros hacia una nueva vida en Cristo.

+ Cómo elegir un énfasis para su grupo tal como la oración, el estudio de la Biblia o el apoyo para personas que tienen una necesidad común.

+ Q ué es lo que da más resultado cuando invita a la gente a participar en su grupo peq ueño.

+ Cómo llevar a los miembros de grupos pequeños a que tomen decisiones para el ba utismo.

+ Q ué hacer y decir e n la noche de apertura.

+ La importancia de un convenio de grupo.

+ Cómo ser un buen líder de un grupo pequeño.

+ Cómo pueden los pastores añadir im pulso al evangelismo de un grupo pequeño.

Kurt Johnson es director de los departamentos de Escuela Sabática y Ministerios Personales de la Asociación de Oregón de la Iglesia Adventista. Este li bro se originó en sus experiencias a l adiestrar a miembros de iglesia y pastores alrededor del mun­do e n el ministerio de los gr upos pequeños.

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Grupo~ peque nos para el tiempo del fin

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Uno guío práctica para el siglo XXI

Grupo~ pequen os para e/ tiempo de/ fin

K U R T .W. j O H N S O N

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA Av. San Martín 4555, 1602 Florida . Buenos Aires, Argentina

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Título del original: Small Groupsfor the End-time, Review and Herald Publishing Association, Hagerstown, MD, E.U.A., 1997.

Dirección editorial: Aldo D. Orrego Traductor: David P. Gullón Tapa: Rugo O. Primucci

IMPRESO EN LA ARGENTINA Printed in Argentina

Primera edición MCMXCIX - 10M

Es propiedad.© Review and Herald Publishing Association (1997). © ACES (1999). Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

ISBN 950-573-724-6

22 Johnson, Kurt W. JOH Grupos pequeños para el tiempo del fin- 1 a. ed.- Florida

(Buenos Aires}: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999.

188 p.; 20x14 cm

Traducción de: David P. Gullón

ISBN 950-573-724-6

l. Título - 1. La Biblia- Estudio

Impreso, mediante el sistema offset, en talleres propios. 240699

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

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Contenido

Capítulo

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1 Los huesos están rechinando .................. .

2 Cristianos solitarios ................................ .

3 El veneno que dio origen a la Reforma .

4 El modelo de iglesia perseguida ........... .

5 Por qué no se echó de menos a Cheryl

6 Una perspectiva bíblica e histórica de

los grupos pequeños ............................. .

7 La Iglesia Adventista y los grupos

7

15

27

43

53

58

pequeños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

8 ¡Que el modelo de iglesia auténtico

se ponga de pie!....................................... 91

Capítulo 9 Grupos pequeños 101: Elementos básicos 98

Capítulo 10 Grupos pequeños 201: Entendiendo

a su grupo ................................................ 118

Capítulo 11 Grupos pequeños 301: Comenzando bien

desde el principio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Capítulo 12 Decisiones para Cristo en los grupos

pequeños ............... .................................. 147

Capítulo 13 Soy líder de un grupo, ¿y ahora qué? ... . . 154

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6 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Capítulo 14 Consejos prácticos para el éxito en los grupos pequeños ..................................... .

Capítulo 15 ¿Dónde funcionan? ................................. ..

Capítulo 16 Los huesos dejarán de rechinar.. ............ .

Apéndice Bibliografía

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(.nPíTULO UNO

Los huesos están rechinando

11 e estaba divirtiendo aquella tarde soleada y tibia. Era uno de esos días cuando un muchacho se goza de ser mucha­cho. Las moscas volaban alrededor de mi cabeza y la trans­

piración me corría por el rostro de tanto correr y jugar. Una mosca aterrizó en mi rostro. Le di un golpe repentino con mi mano pero sentí un dolor agudo en mi mejilla por el esfuerzo que hice. No importa, lo estaba pasando bien. Me agaché debajo del alambrado del patio del corral pretendiendo que las vacas eran bandidos y que yo era un vaquero montando mi caballo a lo largo de la llanura al aire libre. Detuve mi caballo imaginario de vez en cuando y miré alrededor para estar seguro de que ningún bandido estaba acechando detrás de las rocas, y entonces seguí adelante con cuidado.

Mientras me acercaba al fin del potrero me detuve abrupta­mente. Allí, frente a mí, estaba el esqueleto desarticulado de un animal. Me bajé y recogí uno de los huesos y le di vuelta en mis manos. Era de un color blanco grisáceo y áspero, como papel de lija. Me pregunté si habría sido de un ciervo o de una vaca.

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8 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Fuera lo que fuera, alguna vez tuvo vida, energía y un propósito para vivir.

Ahora los huesos estaban secos, quebradizos, desintegra­dos, casi hechos polvo y casi olvidados. Permanecí allí, revol­viendo el hueso entre mis manos, susurrando: "¿Me pregunto ... ?"

Un valle lleno de huesos Parece como si la guerra hubiera terminado y el enemigo

estuviera vencido para siempre. Satanás manifiesta satisfacción maligna al contemplar la escena. "Triunfé", piensa. "¡Vencí a]e­stts y a su iglesia!" Delante de él, los montes áridos surgen a cada · lado del vasto suelo del desierto. Un buitre solitario vuela en cír­culos, descendiendo en picada hacia el suelo, y después se eleva y sigue su viaje. Una lagartija moviendo rápidamente su lengua se detiene momentáneamente al lado de una de las pocas plan­tas esparcidas que apenas se aferra a la vid~. La alta temperatura que hay al mediodía impulsa incluso a las aves de rapiña a bus­car un refugio del calor tan agobiante.

No es un panorama agradable. Esqueletos de hombres, mu­jeres y niños yacen en montones, desparramados a lo largo de la llanura abierta. Los huesos yacen blanqueados y resquebrajados al sol. Pero en esta escena espectral Dios tiene un mensaje para su iglesia.

Leemos acerca de esto en Ezequiel 37:1-4: "La mano deJe­hová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza so­bre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová".

"Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?" Permanecí solo en el potrero. El hueso blanqueado que te­

nía en mis manos había comenzado a quebrarse y astillarse. Al­guna vez había sido suave y lleno de tuétano. Ahora no tenía

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Los huesos están rechinando 9

vida. Aun si lo remojara en agua como se hace con las raíces de una planta, ni con eso tendría vida. Incluso si lo enviara al hos­pital para un trasplante de tuétano de hueso, aun no tendría vi­da. Y si alguien lo trasplantara en un animal vivo, ni siquiera con eso tendría vida. El hueso todavía estaría seco y sin vida.

Si Dios me hubiera hecho la pregunta que le hizo a Eze­quiel, "¿Vivirán estos huesos?", mi respuesta habría sido: "No, Se­ñor, es imposible. Pronto los huesos se convertirán en polvo y quedarán olvidados".

Ezequiel continúa explicando que los huesos secos y sin vi­da representan al pueblo de Dios. Está desanimado al examinar su actual condición. Dicen: "Nuestros huesos se secaron, y pere­ció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos" (Eze. 37:11). En contraste con esta condición está. la iglesia floreciente y llena del Espíritu de 1 Corintios 12. Allí se compara a la iglesia a un cuerpo humano, con Cristo como la cabeza, y los miem­bros de la iglesia, es decir, el resto del cuerpo, está en una rela­ción apropiada con Jesús. Las partes del esqueleto están unidas una a la otra; hay fibras, músculos y tendones. Los órganos están sanos y funcionan inmejorablemente para un rendimiento ópti­mo.

¡Qué diferencia hay entre este ideal y el triste cuadro del pueblo de Dios que presenta Ezequiel! Un grupo trabajando ar­moniosamente para cumplir la voluntad de Dios; el. otro, sin Es­píritu . y sin vida, de manera que ¡incluso los buitres no encuen­tran nada para darse un festín!

Pablo amplía el deseo de Dios para su iglesia al declarar en Efesios 4:11-16 que los dirigentes están para preparar a los miembros del cuerpo para el servicio (vs. 11, 12). ¿Con qué pro­pósito?

_.Para la edificación del cuerpo (v. 12). c.- Para ayudar a los miembros a llegar a la unidad de la fe

(v. 13). c.- Para ayudar al cuerpo a crecer en el conocimiento del

Hijo de Dios (v. 13).

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1 O Grupos pequeños para el tiempo del fin

_.Para llegar a ser miembros maduros del cuerpo (v. 13). _.Para alcanzar un estilo de vida semejante al de Jesús (v.

13). _.Para llegar a estar completamente unido con Jesucristo

en todos los aspectos de la vida diaria (v. 13).

El resultado de esto es que "todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutua­mente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor" (Efe. 4:16). Este pasaje hace claro, a mi parecer, que la iglesia está destinada para ser un organismo dinámico, creciendo numéricamente y en relación mutua.

La descripción de Ezequiel es una descripción triste. Una iglesia separada del cuerpo es un pueblo sin visión ni compro­miso con una misión. Los miembros han dejado de buscar y sal­var a los perdidos. Se han olvidado de la misión de la iglesia y de la razón de su existencia: ¡salvar a los que descenderán a la tumba sin Cristo a menos que alguno les cuente acerca de Je­sús!

Una iglesia muerta es una iglesia que no puede contemplar a un salvador perfecto, a Jesucristo, más allá de los problemas de pecado de los miembros individuales y de sus líderes. La políti­ca, la murmuración, la crítica y la falta de perdón dejan a los miembros cautivos de Satanás, de manera que se ven forzados a tratar de hacer la obra del ministerio por su cuenta, usando mé­todos de manipuleo.

Una iglesia de huesos secos es un pueblo que no está sien­do renovado y llenado diariamente con el Espíritu Santo, un pueblo que no crece en su relación con Jesús. El estudio diario y personal de la Biblia, la oración, el culto familiar, la memoriza­ción de la Escritura y la búsqueda unida del Espíritu son algo raro en ellos. Los miembros han olvidado lo que dijo Jesús: "Pe­ro recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíri­tu Santo" (Hech. 1:8). Han olvidado que reciben poder al perma­necer en su presencia.

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Los huesos están rechinando 1 1

Ezequiel 37 es un comentario triste del estado de los elegi­dos. El pueblo que se describe allí está sin dirección y sin vida. Semejante pueblo ha olvidado su razón de ser; ha olvidado el poder del evangelio; ha olvidado cómo recibir poder continua­mente. Tienen forma y estructura, un sistema esquelético, es de­cir, una organización, pero no sirve para nada. ¿Por qué? Porque d sistema de distribución es impotente. Está vacío del Espíritu Santo.

¡Ezequiel presenta una profecía de esperanza! Dijo Dios: "He aquí yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis ... y sa­bréis que yo soy Jehová" (Eze. 37:5, 6). Después Ezequiel descri­be cómo se juntaron los huesos, y los tendones, y los músculos y los órganos y la carne y la piel cubrieron la estructura esquelé­tica. Ahora había una nueva forma y estructura, pero esto no era suficiente. Hasta que Dios le dé espíritu al cuerpo recién forma­do y que está sobre sus pies, no hay poder. Sin el soplo de Dios la estructura es solamente una mera forma, un esqueleto seco.

La solución de Dios

Una vez más me parece estar solo en aquella pradera mi­rando fijamente a los huesos secos de un animal. Oigo la pre­gunta que Dios le hace a Ezequiel, "¿Vivirán estos huesos?", y esta vez respondo: "Sí, Señor, tú puedes volver a hacerlos vivir". Pero, ¿cómo deben volver a revivir esos huesos? ¿Cómo puede el ejército reanimado y habilitado cumplir su misión para poseer "la tierra"?

Dios contesta y dice: "Pondré mi Espíritu en vosotros y vivi­réis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Je­hová hable, y lo hice, dice Jehová" (Eze. 37:14). Note el énfasis en la iniciativa de Dios. Dios tiene una visión de su iglesia, de usted y de mí, en asociación con él.

George Barna, en su libro Tbe Power of Vision, describe la visión como:

.- viendo lo invisible y haciéndolo visible,

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12 Grupos pequeños para el tiempo del fin

_.. un sueño con ruedas y un mapa de carreteras. 1

En su libro My Utmost for His Highest, Oswald Chambers describe la visión en estas palabras: "D.ios nos da la visión, luego nos baja al valle para cambiarnos en la forma de la visión, y es en el valle donde tantos de nosotros nos desmayamos y re­trocedemos. Cada visión será una realidad si tenemos pacien­cia".2

Una visión es algo que influye sobre nuestra vida y en nuestra vida; no es algo en lo que nosotros trabajamos. Ninguno puede alcanzarla alguna vez, sino que vivimos en la inspiración de ella hasta que Dios la realiza. La visión es una pasión, un lla­mamiento, un impulso o compulsión que sencillamente no nos deja. Hablamos acerca de la necesidad de "captar la visión". Pero el tipo de visión que Dios desea que tengamos no es la que po­demos captar; es la que nos cautiva.3

La visión nos transforma. Uno no puede permanecer siendo el mismo mientras está cautivado por una visión. ¡Es imposible! Piense acerca de los personajes de la Biblia a quienes Dios usó para causar un impacto. Todos tuvieron que ser transformados y reavivados por Dios antes de que estuvieran dispuestos y fueran capaces de ser una parte de la visión de Cristo. Esto es un punto decisivo: no hicieron la visión de Dios; fueron cambiados por la visión de manera que Dios pudiera realizar su voluntad por me­dio de ellos.

Dijo Dios ...

_.. Adán y Eva, aunque han pecado, hay esperanza. Por medio de vuestra simiente os redimiré a vosotros y al mundo.

_.. Abrahán, tu simiente será como las estrellas del cielo. Pero si te voy a utilizar, debes dejar tu patria a la que amas, e ir a la tierra que te mostraré.

_.. Moisés, tú liberarás a mi pueblo y lo conducirás a Ca­naán. Pero primero vete a pastorear ovejas durante 40 años.

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Los huesos están rechinando 13

,.. David, tú eres el rey que elegí. Tienes algunos puntos ásperos en tu carácter que necesitan cambio; pero eres un hombre según mi propio corazón. ·

c.- María, sé que los moralistas mirarán hacia abajo en tu pasado, pero tengo una tarea única para ti. Confía en mí y camina en esta visión.

c.- Pablo, necesito tu ardor. Pero para usarlo, necesito con­seguir tu atención. Tal vez tenga que dejarte momentá­neamente ciego para que puedas ver en realidad. ¡Des­pués de eso, podré l,ltilizarte! .

Nuestro enfoque humano es decir: "Creo que ésta es la vi­sión de Dios para mí, de manera que ahora pondré manos a la obra y la haré, ¡mírenme!" Esto es natural y normal, pero no es correcto. Cuando Dios nos transforma, no estamos por más tiempo preocupados acerca de nuestra visión, sino que espera­mos que Dios nos moldee para realizar nuestra parte de la visión que tiene para nosotros. El ser una parte de la visión de Dios puede ser costoso: Jesús nos dijo que puede costamos la familia, los amigos, las casas y las tierras, e incluso nuestra libertad. En realidad, si la visión no es clara y no hemos sido cambiados y modelados por el Espíritu para adaptarnos a la visión de Dios, el costo será muy elevado. Cuando la marcha se hace dura y las olas comienzan a encresparse, los que no están comprometidos firmemente con la visión saltarán afuera del barco.4

El último lunes de mayo que acaba de pasar, cuando en los Estados Unidos recordamos a los caídos en la guerra, caminé a través del cementerio para colocar flores en la tumba de mi padre. Estaba familiarizado con el cementerio y encontré rápida­mente la lápida. Permanecí allí por unos momentos y pensé en todos los que están enterrados allí. El deseo de Dios es el de le­vantarlos de sus tumbas, que estén sobre sus pies y darles vida. Desea soplar su Espíritu en ellos y hacerlos parte de su gran ejército para tomar el reino. Debe ser la primera pasión en tu vi­da y en la mía, para aumentar la multitud que estará lista para cuando regrese Jesús.

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14 Grupos pequeños para el tiempo del fin

También necesitamos caminar a través de otro cementerio, el valle de Ezequiel, y contemplar los huesos secos de nuestras propias vidas y de nuestra propia congregación. Algunas veces he tratado de sacudir los viejos huesos por mí mismo. Algunas veces tratamos de deducir qué ingredientes de tendones y mús­culos se necesitan para mantener los huesos juntos. Pero nuestra lista de los elementos esenciales puede ser más humana que di­vina. Caminemos juntos a través de las páginas de este libro y juntos tratemos de vislumbrar la visión de Dios.

Usted debe saber, con toda honestidad, que esto puede ser una empresa costosa. Seguir a Jesús es morir. Seguirlo a él puede significar dar muerte a nuestras propias agendas, programas y sueños bien intencionados. Si estamos dispuestos a ser moldea­dos por Cristo, él dará vida a nuestros huesos secos.5

Referencias 1 George Barna, Tbe Power of Vision [El poder de la visión] (Ventura, California: Regal

Books, 1992), pp. 28-41. 2 Oswald Chambers, My Utmost for His Highest [Lo sumo núo por lo sublime suyo] (Nueva

York: Dodd, Mead and Co., 1961), pp. 188, 71. 3 William Beckham, Tbe Second Reformation [La segunda Reforma] (Houston: Touch Publica­

tions, 1995), p. 23. 4 Ibíd., cap. 21. 5 Ibíd.

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Cristianos solitarios

C.nPíTULO DO~

's tiempo de cambiar algunas de las maneras como "hacemos iglesia", es decir, los métodos que usamos. No todas, por su­

:'puesto. Estamos haciendo muchas cosas correctamente. Pero miremos a ambos lados de la cuestión. Primero, ¿qué es lo que estamos haciendo bien? ·

El proyecto Misión global de la Iglesia Adventista está llevan­do a miles de personas a aceptar a Jesús. Mucho de esto se logra mediante los laicos. En 1996 se establecieron más de 2.000 con­gregaciones nuevas y 659.899 hombres y mujeres llegaron a ser miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día alrededor del mundo. Sólo en China se establecieron 114 iglesias en regiones que tienen un millón de personas cada una,' en las cuales, 5 años antes no teníamos ni un solo miembro. 1

¡La obra pionera de Misión global de la iglesia es emocio­nante! Los miembros laicos se están comprometiendo con su vida como modernos "fabricantes de tiendas" (compárese con Hech. 18:3) para implantar nuevas iglesias. Mientras escribo esto ...

_. Hay 200 pioneros en la India. _. Indonesia tiene 150 lugares como objetivo para crear

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16 Grupos pequeños para el tiempo del fin

nuevas congregaciones y un blanco de adiestrar y enviar 300 pioneros a todo el territorio de la India .

.- Rusia tiene actualmente 100 pioneros en servicio activo .

.- En la Costa de Marfil hay 45 pioneros .

.- En todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos de Norteamérica, hay estudiantes que están comprometiendo sus vidas con el servicio en las misiones.

Los métodos que se emplean son muchos: la venta de literatu­ra evangélica, programas de alfabetización, seminarios de salud, escuelas bíblicas de vacaciones, estudios bíblicos, reuniones de grupos pequeños en casas de familia, visitación, y muchos más.

¡Los relatos también son emocionantes! .- En la India la esposa de uno de los que venden literatura

es modista. Buscando oportunidades para hablar deJe­sús, ya ha bautizado a 10 clientes .

.- En Nueva Guinea un pionero que se dedicaba a estable­cer iglesias fue apedreado, atacado con pistolas y mache­tes, y le quemaron toda su literatura. El resultado ha sido 100 bautismos y 16 decisiones recientes para el bautis­mo. ¡El esfuerzo para establecer una nueva iglesia ha teni­do éxito!2

.- ¡En Rusia hay una explosión de evangelismo! La propor­ción de crecimiento en bautismos, el asentamiento de nuevas congregaciones, el establecimiento de unidades de acción de la escuela sabática y los grupos hogareños de confraternidad o koinonías, junto con otros métodos, ha resultado en un crecimiento sin precedentes para la División Euroasiática .

.- En los Estados Unidos, el programa NET 95 y NET 96 ha provocado un resurgimiento en la evangelización.

¡El Espíritu de Dios está operando en todo el mundo y esta­mos agradecidos! Éstas son algunas de las formas que nosotros, como miembros de la Iglesia Adventista, estamos llevando a cabo correctamente el ministerio. Pero contemplemos ahora algunos

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Cristianos solitarios 17

de los problemas que hay con la misión de l;a iglesia. Los estudios revelan que aproximadamente el 80% de los

asistentes a la iglesia en Norteamérica es consumidora, es decir, asiste a la iglesia una vez por semana, mientras que el restante 20% está involucrado semanalmente en el miinisterio (la regla fa­miliar del 80/20).3

Hay unos 300 millones de personas que viven en Norteamé­rica y sólo un millón son adventistas del sép1timo día. Aproxima­damente, la mitad de los no adventistas ni siquiera reconocen el nombre adventista del séptimo día, o si lo reconocen, confunden a los adventistas con otros grupos religiosos. 41

La Iglesia Adventista promedio en los Estados Unidos gasta sólo el 5o/o de su presupuesto en la evangelización de la comuni­dad, pero gasta el 30% de su presupuesto en edificios y manuten­ción.5

Si su iglesia tiene más de 15 años, puedle esperar 3 nuevos conversos por año por cada 100 miembros. Pero si su iglesia tie­ne menos de 3 años, usted puede esperar 10 conversos por cada lOO miembros. Esa es la causa por la cual entre el 80 y el 85% de todas las iglesias en los Estados Unidos están perdiendo feligre­ses. Roger Dudley, un investigador adventista de la Universidad Andrews, nos dice que las iglesias adventistas que son recientes, crecen a un promedio 10 veces mayor que el de las iglesias que fueron establecidas hace tiempo.6

Un estudio reciente de 1.700 adventistas mostró que la mitad tenía 5 amigos no adventistas o menos. ¡No podemos alcanzar a los que no conocemos!7

Algunos feligreses ven al pastor cono uno que satisface las necesidades de los enfermos y desanimados; uno que visita y da estudios bíblicos a los que no son cristianos; preside reuniones; administra las finanzas de la iglesia y predica un sermón cada se­mana que suple las necesidades espirituales y emocionales de la

. congregación. Si un anciano de iglesia u otro miembro lleva a cabo las funciones del ministerio, decimos: "No es lo mismo"; necesitamos que el pastor esté allí. ¿Es esto una comprensión realista del papel del pastor?

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18 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Estamos desarrollando constantemente programas para dete­ner la marea de miembros que no asisten y para "cerrar la puerta de atrás de la iglesia" de modo que los recién bautizados no la abandonen. La búsqueda de una solución contemporánea es una lucha constante y frustrante, de manera que estamos tentados a criticar "constructivamente" los métodos, al pastor, al evangelista, al guardián espiritual o a la asociación.

En muchas iglesias, un miembro puede faltar por varias se­manas sin que se lo note o sin que se lo contacte. Hace poco, un miembro en una iglesia me dijo que la semana anterior había vi­sitado a una persona que no había asistido a la iglesia local du­rante el año anterior. Este miembro le dijo que sólo una persona de la iglesia (que había sido un amigo íntimo) aún lo visitaba pe­riódicamente.

Los estudios realizados revelan que un miembro que entra a la iglesia debe desarrollar un mínimo de 7 amigos íntimos en la iglesia durante su primer año, o probablemente dejará de asistir. Me consta que nosotros, como miembros de iglesia, nos preocu­pamos. ¿Cómo podemos hacer esta tarea mejor?

Dijo Jesús: "La mies a la verdad es mucha ... rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies" (Luc. 10:2). ¿Dónde en­contraremos estos segadores? Sólo de un 3 a un 10% de los miembros en la iglesia local están involucrados de una manera consistente en la evangelización pública (estudios bíblicos, gru­pos pequeños de evangelización, visitación, etc.), o en ministerios que están dirigidos específicamente a los que no son cristianos. ¿Por qué?

Según la División de Población de las Naciones Unidas, cada año se añade a la población mundial el equivalente ·de un país como Méjico, casi 100 millones de personas.

Los que hacen estadísticas nos dicen que la población mun­dial en el tiempo de Jesús equivalía a la que tenían los Estados Unidos en 1995. En los días de Martín Lutero (1483-1546), se du­plicó. Ese aumento llevó unos 1.500 años. Trescientos años más tarde, al comienzo de del siglo XIX, por el 1800, volvió a dupli­carse la población, y de nuevo se duplicó en 1930. Desde 1930

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Cristianos solitarios 19

hasta el año 2000, un período de 70 años, se elevará súbitamente a unos 6.500 millones y después se volverá a duplicar en la pri­mera parte del siglo :X:XJ.B ¡Esa es una multitud de personas que necesitan conocer a Jesús!

Puesto que hay más cristianos que nunca antes, ¿por qué es­tamos progresando tan poco? ¿Y qué va a hacer usted acerca de esto?

Saliendo del capullo Demasiados cristianos viven igual que el guardabosque soli­

tario que siempre aparecía en escena en el momento adecuado para solucionar el dilema. Ninguno sabía donde estaba el guarda­bosque solitario en la vida cotidiana. Parece que no necesitaba a nadie (excepto su vehículo con tracción en las 4 ruedas) y hacía frente a la vida por sí solo. En cualquier momento que se produ­cía una crisis, allí estaba, y después, ¡zas!, se alejaba hacia el hori­zonte a la luz del atardecer.

Esa es la forma como viven muchos cristianos. Se ocultan el uno del otro, excepto el sábado. El resto de la semana están ab­sorbidos en trabajos, tareas de la casa, una reunión de iglesia de vez en cuando y con su propio grupo de amigos. Rara vez tienen tiempo para ir a la reunión de oración, para asistir a un grupo pequeño que se reúne semanalmente, para dar estudios bíblicos, para hacer evangelización de amistad q para cualquier otro minis­terio. Periódicamente, cuando se hace un anuncio en la iglesia acerca de una necesidad crítica, dejan todo y ayudan, y después vuelven a introducirse en su propio capullo a semejanza del gu­sano de seda. Hace unos pocos años, el autor del libro Mega­trends denominó a esta sociedad, una sociedad de alta tecnolo­gía/y de poca comunicación.9

Arrebujarse (vivir en su propio mundo) es una palabra que está de moda en esta década de los 90. Se refiere a los que pre­fieren esconderse del resto de la sociedad, que están demasiado cansados como para hacer algo excepto "hundirse" en sus casas. Un resultado interesante de esta tendencia se ve en un estudio

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20 Grupos pequeños para el tiempo del fin

reciente para determinar qué marca de pizza es la que le agrada más a los consumidores en los Estados Unidos y cuál es la que tiene el volumen más elevado de venta. Es interesante, la pizza de la casa "Pizza ~ut" [La cabaña de la pizza] fue la favorita por su gusto, pero la p(zza de la casa "Domino Pizza" [Pizza dominó] tuvo el volumen más elevado de ventas. ¿Por qué? Porque la casa Dominó las lleva a domicilio y la casa "Pizza Hut" en la mayoría de los casos no las lleva a domicilio. El consumidor esta dispues­to a quedarse con la "segunda mejor", para quedarse en casa y aislarse de la sociedad. 10

La iglesia debe ser más que lo que sucede allí un día a la se­mana. Una iglesia debe ir más allá de su playa de estacionamien­to y llegar a ser una comunidad amante, un lugar donde se nutre a los cristianos y donde se alcanza con el evangelio a los que no conocen a Cristo. Las Escrituras son claras sobre esto:

• "Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mat. 28:1~).

• "Y será prédicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mat. 24:14).

• Hay diversidad de dones, y diversidad de ministerios, pe­ro a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu (un ministerio o algo que hacer por Jesús; véase 1 Cor. 12:4-7).

Algunos cristianos se esconden detrás de sus dones espiri­tuales como una excusa para evitar dar testimonio. "Bien", dicen "mi don es tocar el piano en la división de niños así que no ne­cesito llegar a conocer a mis vecinos o a mis compañeros de tra­bajo que no son cristianos". Pero Dios nos ha llamado para testifi­car. Si usted no lo hace, entonces, ¿quién lo hará? Eso no significa que usted debe estar siempre dando estudios bíblicos o presen­tando el evangelio a los incrédulos. Pero quiere decir que usted está a disposición de esas personas como un amigo. Permita que Dios le proporcione la oportunidad de hablarles acerca de Jesús. Si usted necesita ayuda para explicarles la Biblia o el evangelio,

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Cristianos solitarios 21

hay multitud de cristianos que pueden ayudarlo. Pero a menos que cada cristiano se preocupe acerca de la· salvación eterna de aquellos con los cuales se relaciona, muchos descenderán a la tumba sin Cristo. Tal vez la próxima víctima puede ser su vecino de aliado o su compañero de trabajo.

Una investigación reveló que en los Estados Unidos hay de 40.000 a 50.000 lugares y pueblos que no tienen presencia ad­ventista. Y hay miles de pueblos y ciudades que tienen una po­blación lo suficientemente grande como base para tener más de una iglesia. Debemos evitar la falsa idea de que tener una iglesia en cada población quiere decir que hemos realizado nuestra mi­sión para Jesús en esa ciudad. Si el promedio de feligresía de una iglesia en los Estados Unidos es aproximadamente de 75 a 100 miembros, y la mayoría de las comunidades tiene un prome­dio mayor de 1.000 habitantes como base de población, entonces ¡necesitamos apuntar a algunas secciones de la ciudad para esta­blecer otra iglesia para Jesucristo!

Elena de White fue muy osada y visionaria en sus comenta­rios:

"Se necesitan misioneros que vayan a pueblos y aldeas, y eleven la norma de la verdad, para que Dios pueda tener sus testigos esparcidos por todo el país, a fin de que la luz de la ver-dad pueda penetrar donde hasta ahora no ha llegado ... Jesús no descuidó los pueblos. El relato declara que él 'recorría ... todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predi­cando el evangelio del reino' (Mat. 9:35)" .12

"Vi raudales de luz que salían de las ciudades y de los pue­blos, de la montaña y del llano. La Palabra de Dios era obedeci­da, y en cada ciudad y cada pueblo, monumentos eran levanta­dos a su gloria" .13

Al considerar la situación en la que se encuentra el mundo, y en la que somos llamados a testificar, es evidente que tenemos una obra que hacer. No creo que el problema fundamental sea un problema espiritual. Es un asunto espiritual, pero no un pro­blema espiritual. Permítanme explicarme. Creo que la mayoría de los cristianos desean usar sus dones en el ministerio y desean

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22 Grupos pequeños para el tiempo del fin

estar comprometidos activamente en una relación con Jesús, una relación que se desarrolle y que prospere. El problema está en la manera como algunos de nosotros "hacemos iglesia", es decir, en los métodos que usamos. Nuestro mensaje y nuestra misión son claros y están fijados, pero debemos revisar nuestros métodos.

Es importante que estemos impulsados por un propósito, de lo contrario, no estamos apuntando al blanco. El método de esco­peta no es eficaz: aguijonea pero no hace el trabajo.

Si no somos cuidadosos con nuestros métodos de evangeli­zación y discipulado, conseguiremos cristianos consumistas, cris­tianos espectadores que se ocultarán en el banco. Estos son cris­tianos a los que les falta la madurez del Espíritu en su relación con Jesús, lo que a su vez se refleja en su estilo de vida.

En algunos casos sencillamente congregamos personas y no las conectamos con otros miembros ni las involucramos en el minis­terio. Les damos algunos estudios bíblicos, los bautizamos, los ani­mamos a que asistan a la iglesia y a la escuela sabática. Si es posi­ble, intentamos que participen en la vida de la iglesia, al ponerlos en la comisión de actividades sociales o pidiéndoles que se unan a un coro para el proyecto de la recolección en la iglesia local.

Esto no esta mal, pero no es suficiente. ¡Puede ser mejor! Creo que la Escritura y Elena de White nos han dado un enfoque fundamental que tiene una posibilidad mejor de ayudarnos a conseguir discípulos totalmente leales a Jesucristo, quienes estén comprometidos en la evangelización desde el mismo momento de su vida cristiana. Cualquier proceso que se siga (y creo que hay una variedad de enfoques usando ingredientes similares), debe dar a luz nuevos creyentes que se involucren activamente en el uso de sus dones en diversos ministerios para alcanzar a los perdidos para Jesús. As( como una madre da a luz en forma natural, así también la experiencia del nuevo nacimiento debe dar nacimiento en forma natural a creyentes recién nacidos que sean activos en ministrar. ¡Deben nacer de tal manera que el nuevo creyente ni siquiera sea consciente de que hay alguna otra forma de vivir!

La iglesia es un movimiento, no un edificio; un organismo,

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Cristianos solitarios 23

no una organización. Un organismo es algo vivo y activo. Así co­mo el cuerpo humano está constituido por'fmuchas células que a su vez componen los diferentes órganos ddl cuerpo, así también la iglesia consiste de muchos miembros o partes del cuerpo que funcionan en compañerismo y unidad. Para que el cuerpo de Cristo esté sano, debe tener tanto células (los componentes más pequeños de la iglesia: el ministerio individual y los grupos pe­queños) como todo el cuerpo (el grupo mayor: los servicios de adoración, campañas de cosecha, seminarios de obra misionera, etc.) funcionando en forma conjunta en el ministerio.

Un principio clave para recordar es este: la vida del cuerpo está en la célula. Así que en la iglesia, el lugar donde ocurre el ministerio en grado óptimo, es donde los miembros individuales pueden usar sus dones espirituales para alcanzar a otros. Nuestra prioridad debe ser el ministerio individual, y no la estructura, los sistemas, los programas o los servicios religiosos de la iglesia. Tan importantes como son estas cosas, no son la prioridad. Es tiempo de capacitar a los laicos para el ministerio. Es tiempo de echar otra mirada al papel y función del pastor y, si es necesario, volver a definir su papel. Sí, ¡es tiempo de cambiar o adaptar el sistema donde sea necesario para que pueda dar a luz en forma natural a un movimiento laico capacitado!

Como adventistas del séptimo día tenemos una misión única hacia el mundo que incluye proclamar el mensaje del tiempo del fin de Apocalipsis 14. Debemos ser osados y al mismo tiempo sabios y culturalmente pertinentes en nuestra aceptación y reali­zación de esta tarea. Si usted y yo no decimos: "Heme aquí, Se­ñor, envíame a mí", entonces, ¿quién realizará la misión?

Una leyenda de dos ciudades En una ciudad importante, un equipo de líderes de un cole­

gio secundario del noroeste del Pacífico estaba llevando a cabo reuniones de instrucción para laicos en una iglesia de 350 miem­bros. Después del adiestramiento, se decidió establecer 2 iglesias de 70 miembros cada una desde la iglesia madre. Se asignaron

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24 Grupos pequeños para el tiempo del fin

dos pastores jóvenes a esas dos congregaciones para preparar a los miembros para el ministerio.

Uno de estos pastores, sabiendo que éste era el desafío y la oportunidad de su vida, decidió usar los métodos que había aprendido del equipo de líderes del colegio secundario. Había aprendido cómo dividir a sus miembros en grupos de ministerio, como instruirlos y como enviarlos a la comunidad (Pablo, en Efesios 4:12 [NBE], llama a esto "equipados").

El pastor informó a su congregación que no tenía las res­puestas para todas sus preguntas, pero que sabía que había miles en la ciudad que necesitaban a Jesús en sus vidas y que podía ayudarlos para que aprendieran cómo compartir a Jesús con ellos. Dividió a sus 70 miembros en grupos pequeños de 12 que se reunieron para sus clases de la escuela sabática y durante la semana en los hogares de los miembros de iglesia. En las reu­niones hogareñas los miembros invitaron a sus amigos y a sus familias a asistir a sus estudios bíblicos de grupos pequeños. Un sábado, la clase estudió la lección y dedicaron tiempo para tratar sus propias necesidades personales y para orar por ellas y por la obra misionera de.su grupo pequeño. En 10 meses bautizaron a 49 personas y la feligresía de la iglesia ascendió de 70 a 119. Los recién bautizados ya eran miembros de un grupo de hogar, de modo que permanecieron en el grupo para prepararse y para el discipulado, y luego comenzaron a invitar a sus amigos y sus fa­milias para que se unieran al grupo de hogar.

Puesto que virtualmente toda la feligresía estaba involucrada en el ministerio, los miembros nuevos pensaron que así era como se suponía que fueran, y también llegaron a ser activos en el grupo.

El segundo pastor siguió un modelo más tradicional de mi­nisterio. Visitó fielmente a .sus feligreses, predicó sermones exce­lentes, los sábados había una clase general para la escuela sabáti­ca, pero no había grupos pequeños en los hogares, o equipos de visitación, ni clases de escuela sabática evangelizadoras, ni otros equipos de ministerio que estuvieran preparados para servir En el transcurso de 10 meses, tuvieron disensiones, no hubo bautismos

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Cristianos solitarios 25

y se perdieron 40 de los miembros fundadores. 14

La diferencia entre las dos iglesias estuvo en la preparación de los laicos y en lanzarlos al servicio misionero. Dios nos ha lla­mado a hacer lo mismo.

Brad Smith, en un artículo en la revista NEXT, resume la ten­dencia actual en la vida de la iglesia en estas palabras: "La iglesia del siglo XXI será la que vuelva al énfasis que se presenta en Efesios 4, de equipar a los creyentes en una forma nueva que no se ha visto en los Estados Unidos por décadas". 15

Creo que esta tendencia de capacitación del ministerio laico es una señal de que estamos viviendo en los últimos días de la historia de esta tierra. En Hechos 2, Pedro describió la primera lluvia o la lluvia temprana del Espíritu Santo en Pentecostés como un cumplimiento de la profecía, al citar la profecía de ]oel: "Y en los postreros días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóve­nes verán visiones, y vuestros ancianos soñaran sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días de­rramaré mi Espíritu" (Hech. 2:17, 18).

De la misma forma, cuando se derrame la lluvia tardía del Espíritu Santo, Elena de White describe la escena de esta forma: "En visiones de la noche pasó delante de mí un gran movimiento de reforma en el seno del pueblo de Dios. Muchos alababan a Dios. Los enfermos eran sanados y se efectuaban otros milagros. Se advertía un espíritu de oración como lo hubo antes del gran día de Pentecostés. Veíase a centenares y miles de personas visi­tando a las familias y explicándoles la Palabra de Dios. Los cora­zones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo, y se ma­nifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de la ver­dad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina. Los verdaderos y sinceros hijos de Dios recibían grandes bendicio­nes. Oí las alabanzas y las acciones de gracias: parecía una re­forma análoga a la del año 1844".16

Dios ha llamado siempre a su pueblo, primero a ir a él para ser llenados con su Espíritu. Sólo entonces dice el Señor: "¡Id!"

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26 Grupos pequeños para el tiempo del fin

No debemos invertir la orden. No podemos salir y después venir, pues así estaremos haciendo el ministerio por nosotros mismos, y nos desanimaremos y veremos resultados lamentables. Siempre debemos ir primero a los pies de Jesús, tal como le dijo a los discípulos que esperaran en Pentecostés el Espíritu Santo. Des­pués debemos salir, o sea, ministrar a los que necesitan conocer a Jesús. Esta es la fórmula del cielo.

La iglesia está haciendo una cantidad de cosas correctas, ala­bado sea el Señor, ¡pero hay cosas que podemos hacer mejor! Mientras no hayamos cumplido nuestra misión y no haya regresa­do Jesús, debemos luchar por la excelencia y estar abiertos a métodos nuevos.

Referencias 1 133rd Annual Statistical Repott-1995 [Informe estadístico anual N" 133. Año 19951 (de la

Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día). Folleto publicitario de Misión global, 1996

2 Jackie Ordelheide Smith, coordinador para los Pioneros de Misión global, para la informa­ción y relatos de la oficina de Misión global de la Asociación General, diciembre de 1996.

3 Robert Raines, New Life in tbe Cburcb [Vida nueva en la iglesia] (Nueva York: Harper and Row, 1961), p. 141.

4 ·Alfred C. McClure, sermón Semillas 96, "We Have Caught the Flame" [Hemos captado el fulgor] del 12 de junio de 1996. (La versión condensada, "Plantando y cosechando", se publicó en la Adventist Review [Revista Adventista] de diciembre de 1996.)

5 Jbíd. 6 Jbíd. 7 Jbíd. 8 V. Beckham, La segunda Reforma, p. 53. Citado de "Warm the Storks" [Alegra las cigüeñas],

Houston Cbronicle [Crónica de Houston], 18 de mayo de 1992. 9 John Naisbitt y Patricia Aberdene, Megatrends 2000 [Megatendencias, año 2000] (Nueva

York: Morrow Publishing, 1990). 10 Michael Slaughter, "Beyond Small Groups Seminar Tapes" [Más allá de los casetes para los

seminarios de grupos pequeños] (Pasadena, California: Charles E. Fuller Institute), cinta N" 3. 11 Reaching Unentered Towns Through NET '96 [Alcanzando ciudades donde no se ha pene­

trado por medio de RED 961 (Silver Spring, Maryland: División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo día, 1996), cap. 7, p. 59.

12 Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Alres: ACES, 1975), p. 43. 13 Jbíd., p. 507. 14 John McGhee, "A Tale of Two Cities" [Una leyenda de dos ciudades], McGbee Family

Newsletter [Boletín Informativo de la Familia McGhee], 26 de enero de 1996. 15 Brad Smith, "Team Ministry in the 21st Century" [Ministerio en equipo en el siglo XXI],

NEXT[Siguientel, febrero de 1996, pp. 1-4. Citado en Current Tbougbts and Trends [Pensamientos y tendencias contemporáneas], junio de 1996.

16 Elena de White, joyas de los testimonios (Mountain View, California: Publicaciones lntera­mericanas, 1953; 3 ts.), t. 3, p. 345.

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El veneno que dio origen a la Reforma

l a Handford Nuclear Reservation [Reserva nuclear Handford] está causando gran preocupación en la parte noroccidental de los Estados Unidos. Durante las décadas de 1940 y 1950,

los desechos nucleares de baja radiactividad de los reactores y de los complejos de Handford se colocaron típicamente en la­gunas o se vaciaron directamente sobre la tierra, donde contami­naron las aguas subterráneas. Eventualmente, los desechos nu­cleares se almacenaron y sellaron en recipientes y se enterraron. Hoy día, hay 177 depósitos sólidos subterráneos que contienen un total de 231 millones de litros de venenos atómicos mortales.

Sin embargo, los barriles están comenzando a tener fugas. Los líquidos se están escurriendo y se acercan lentamente a los acueductos que desaguan en el gran río Columbia, planteando una seria amenaza a los peces y a toda clase de vida acuática, y a los que dependen del río para agua potable e irrigación. Que­da poco tiempo para actuar antes de que sea demasiado tarde; 1

Hay otros tipos de venenos que causan problemas a la so­ciedad. Satanás hace todo lo posible para infiltrarse insidiosa-

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28 Grupos pequeños para el tiempo del fin

mente en la mente. Usa los entretenimientos, los medios de pu­blicidad, y los libros y videos como avenidas a las almas de hombres y mujeres. Satanás también ataca la iglesia. La Biblia di­ce que el diablo anda como un león rugiente buscando a quien devorar (1 Ped. 5:8). Es el gran engañador (Mat. 24:24); un; la­drón y un salteador que se mueve furtivamente entre el rebaño para destruir a las ovejas (Juan 10:1-18).

¿Por qué se usan estos términos? Porque Satanás no desea que los hombres y las mujeres que caminan por las calles de las ciudades de este mundo lleguen a conocer a Jesús como el Se­ñor y Salvador de sus vidas.

Es interesante examinar las tácticas que usa Satanás para destruir al pueblo de Dios:

* Herodes trató de matar a Jesús cuando nació. * Después del bautismo de Jesús, Satanás trató de entram­parlo al tentarlo para que se inclinara y le rindiera lealtad a Satanás. * Se hicieron varios intentos para quitarle la vida a Jesús mientras estuvo sobre la tierra. * Jesús murió en la cruz, una victoria aparente para Satanás que resultó ser una gran victoria para los cristianos y una derrota completa para Satanás. * Pablo y otros cristianos perseguidos de la iglesia en cier­nes.

No sólo demuestran las Escrituras el deseo de Satanás de eliminar al cristianismo, sino que los historiadores documentan cómo el Imperio Romano cooperó en este proceso.

Nerón, un emperador romano del siglo 1, proclamó decretos con la intención de impedir ciertos movimientos nuevos y socie­dades secretas, declarando que los cristianos no podían edificar iglesias ni lugares de reuniones públicas. Los que violaban el decreto podían perder sus propiedades, la ciudadanía romana, e incluso sus vidas. 2 Esta es una de las razones por las que los cristianos al principio se reunían en sus hogares para los servi-

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El veneno que dio origen a la Reforma 29

cios de adoración. Inconscientemente, Nerón ayudó a establecer un sistema para alcanzar a otros que derrotó su propio deseo de restringir el crecimiento del cristianismo.

Nerón llegó a ser un perseguidor implacable de la iglesia. Incendió la ciudad de Roma, tal vez para despejar el espacio pa­ra sus nuevos proyectos de edificación y después le echó la cul­pa a los cristianos.3 Cosió pieles de animales alrededor de los cristianos que rehusaban renunciar a su fe, y mientras los espec­tadores observaban esto con alegría, los mártires eran descuarti­zados por perros salvajes.4 Sin embargo, la fama de Nerón co­mo perseguidor quedó asegurada cuando llegó a ser el primer emperador que se paseó en una carroza a través de sus jardines privados, ¡iluminados con la luz de antorchas humanas! Hizo re­vestir a los mártires cristianos con alquitrán aceitoso y después les prendió fuego para su propio placer. 5

El decreto de Nerón contra los edificios de iglesia duró unos 250 años (desde el año 64 hasta el 313), pero de cualquier modo la iglesia continuó creciendo, reuniéndose en los hoga­res.6

Trajano, el emperador romano desde el año 98 al 117, reavi­vó los decretos contra las sociedades secretas. Su lista incluía al cristianismo, al que calificó como "una superstición depravada e intemperante". Por consiguiente, la persecución a la que la igle­sia tuvo que hacer frente bajo el emperador precedente, Domi­ciano, continuó para algunos cristianos que se reunían y adora­ban juntos_7

Finalmente, el emperador romano Constantino detuvo la persecución en el año 313 al hacer del cristianismo la religión legal del Imperio Romano. Constantino edificó una cantidad de catedrales.8 Fue en ese tiempo cuando la teología y la práctica de la iglesia comenzó a cambiar el papel y la función de los laicos. Juan Wesley reconoció esta progresión muchos siglos más tarde. Dijo Wesley: "Incluso en el siglo primero el misterio de iniquidad comenzó a operar en la iglesia, culminando con el bautismo del emperador Constantino, que . produjo más mal al cristianismo

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30 Grupos pequeños para el tiempo del fin

que las diez persecuciones juntas. Porque en ese tiempo la Igle­sia y el Estado, el reino de Cristo y el del mundo, estaban tan ex­traña y artificialmente mezclados... que difícilmente volverán a dividirse hasta que Cristo venga a reinar sobre la tierra" .9

Algunas de las malezas doctrinales que surgieron durante la edad oscura de la historia de la iglesia produjeron las semillas de la Reforma. Los reformadores reaccionaron contra el veneno que estaba penetrando insidiosamente en la iglesia cristiana. Martín Lutero clavó sus 95 tesis sobre la puerta de la iglesia de Wittenberg, en Alemania. Él y otros padres de la Reforma co­menzaron a hacer volver a la iglesia a la Escritura como la única autoridad para las creencias y la práctica. Martín Lutero trató te­mas teológicos tales como el bautismo, la salvación por medio del don de Jesucristo, Cristo como nuestro mediador, etc. Los adventistas del séptimo día añadieron a esta lista la aclaración del tema del sábado, el estado de los muertos y el mensaje del santuario como otras doctrinas claves que necesitaban atención teológica. Pero el área en la cual deseo concentrarme es en la participación de los laicos en el ministerio.

Cuando Constantino anunció que el cristianismo era la reli­gión oficial del Imperio Romano y dio autorización para que se edificaran iglesias (en el año 313), cambió la teología de la igle­sia. Como hemos de ver en un capítulo posterior, los miembros de la iglesia primitiva se congregaban principalmente en sus ca­sas para sus reuniones religiosas porque no tenían edificios de iglesia. Los apóstoles y otros discípulos líderes (equivalentes a nuestros pastores que reciben su pensión de gracia de la deno­minación) eran principalmente los que establecían las iglesias, los que equipaban a los laicos para el ministerio y los predicado­res itinerantes.

Se designaron ancianos en las iglesias para que hicieran la obra de supervisar a los miembros y de alcanzar a los incrédulos. Los ancianos y los diáconos se encargaron de las necesidades diarias básicas de los miembros de iglesia. Evidentemente, las reuniones públicas se hacían en las casas, a las que asistían des-

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El veneno que dio origen a la Reforma 3 1

de un corto número de creyentes hasta más de 100. Las Escritu­ras se refieren a los hogares iglesia y mencionan que los discípu­los iban de casa en casa. Se llevaba a cabo el ministerio por los ancianos, los diáconos y por otros miembros de iglesia. Los pas­tores eran los evangelistas y los administradores ("superviso­res").

La construcción de edificios de iglesia para reuniones colec­tivas de adoración bajo Constantino tuvo ventajas y desventajas. En las basílicas recién construidas, la gente asistía a los servicios religiosos de la iglesia por lo menos una vez por semana. Un pastor o un sacerdote los instruía y los dirigía en el servicio de adoración. El pastor satisfacía las necesidades ministeriales de los miembros. Algunos miembros pudieron haber sentido que la adoración colectiva de todos los fieles era suficiente para cumplir sus obligaciones de ministrar. Desde los días de Constantino, la iglesia nunca ha sido la misma.

Vida de la Iglesia Adventista

En los primeros días de la Iglesia Adventista seguimos un modelo de vida de iglesia que estaba más cerca de la metodolo-

. gía de la iglesia primitiva. C. Mervyn Maxwell se refiere a una entrevista que le hizo un corresponsal periodístico a G. B. Starr durante una campaña de evangelización, artículo que arroja luz sobre el modelo del ministerio adventista en nuestra iglesia en los años formativos de la misma. A Starr se le preguntó por qué medios los adventistas estaban creciendo tan rápidamente. Aquí está su respuesta:

"No tenemos pastores estables. En gran medida, se enseña a nuestras iglesias a cuidarse de sí mismas, mientras que casi todos nuestros ministros trabajan como evangelistas en campos nue­vos. En el invierno van a las iglesias, salones o escuelas y bauti­zan creyentes. En el verano usamos carpas y las levantamos en las ciudades y en las aldeas donde le enseñamos a la gente estas doctrinas. Este año, predicaremos de esta manera desde unas 100 carpas. Además de esto, enviamos gran cantidad dé colpor-

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32 Grupos pequeños para el tiempo del fin

tores con nuestros libros y tratados, que visitan a las familias y les enseñan la Biblia. El año pasado empleamos de esta forma a unos 125. Otra clase de tarea son los estudios bíblicos. Los obre­ros van de casa en casa teniendo estudios bíblicos, a las que asisten desde una persona hasta 20. El último año dimos 10.000 de estos estudios bíblicos. Al mismo tiempo empleamos a 300 vendedores ambulantes (colportores) que en forma constante recorren el campo y venden nuestras obras más voluminosas. Además de esto, cada iglesia tiene una sociedad misionera. El último año el total de sus miembros fue de 10.500. Cada uno de esos miembros hace obra misionera en mayor o en menor gra­do, tal como vender libros, prestar o regalar algunos tratados, obtener suscripciones para nuestras revistas, visitar a las familias, buscar a los pobres, ayudar a los enfermos, etc. El año pasado hicieron 102.000 visitas, escribieron 40.000 cartas, obtuvieron 38.700 suscripciones a nuestras revistas, distribuyeron 15.500.000 páginas de literatura y 1.600.000 revistas". 10

¡No es maravilla que la Iglesia Adventista creciera! Tal vez no usemos exactamente los mismos métodos hoy día, pero el princi­pio es el mismo: un laicado comprometido y capacitado. Escribió Elena de White: "Cristo encomienda a sus discípulos una obra in­dividual, una obra que no se puede delegar en otro" .U

En una reunión ministerial en Los Ángeles, California, en marzo de 1912, A. G. Daniells, presidente de la Asociación Gene­ral, pronunció estas palabras: "En gran parte, no hemos estableci­do a nuestros ministros como pastores sobre las iglesias. En algu­nas de las iglesias muy grandes, hemos elegido pastores, pero como regla general, hemos estado listos para servir en el campo misionero, para la obra de la evangelización, y nuestros herma­nos y hermanas han estado listos para mantener sus servicios de iglesia y para llevar adelante la obra de la iglesia sin pastores re­sidentes en las iglesias. Y espero que esto nunca cesará de ser el orden de los asuntos en esta denominación; porque cuando sus­pendamos nuestro obra de avanzada y comencemos a estable­cernos en nuestras iglesias, para permanecer en ellas, y hacer su

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El veneno que dio origen a la Reforma 33

tarea de pensar y de orar y la obra que deben hacer, entonces nuestras iglesias comenzarán a debilitarse y a perder su vida y su espíritu, y llegarán a paralizarse y fosilizarse y nuestra obra se batirá en retirada" .12

Paralizarse y fosilizarse son términos que me recuerdan el "valle de los huesos secos" de Ezequiel, con el que empezamos este libro. Una iglesia que permanece inactiva en ministrar es una iglesia que está muerta o se está muriendo. Una iglesia que depende sólo del pastor y de los líderes elegidos por la comisión de nombramientos para llevar a cabo su ministerio es una iglesia que no está en armonía con la voluntad de Dios. Como adventis­tas del séptimo día, no pensamos en violar las horas del sábado haciendo alguna actividad impropia, pero algunos han caído en la trampa de Satanás al pasar por alto el plan de Dios de llevar el evangelio a todo el mundo. Ese plan incluye a cada cristiano comprometido en todo tiempo en el ministerio. La Biblia deno­mina a esta disposición constante "a tiempo y fuera de tiempo" (2 Tim. 4:2).

Las primeras 39 páginas del tomo 7 de Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia] subrayan la forma como creció la Iglesia Adventista en sus primeros 60 años. Aquí se presenta la metodología sobre la que se basó el crecimiento:

"Tan pronto como se organice una iglesia, ponga el ministro a los miembros a trabajar. Necesitarán que se les enseñe cómo trabajar con éxito" .13

· "La mayor ayuda que puede darse a nuestro pueblo consiste en enseñarle a trabajar para Dios y a confiar en él, y no en los ministros" .14

"Dios no dio a sus ministros la obra de poner en orden las iglesias. Parecería que apenas es hecha esa obra es necesario hacerla de nuevo. Los miembros de la iglesia a favor de los cua­les se trabaja así con tanta atención, llegan a ser débiles en lo re­ligioso... Dios nos ha privado de sus bendiciones porque su pueblo no obró en armonía con sus indicaciones" .15

"Se han de organizar iglesias, y se deben trazar planes de

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34 Grupos pequeños para el tiempo del fin

trabajo para los miembros de las iglesias recién organizadas. A medida que los obreros salgan llenos de celo y del amor de Dios, las iglesias originales serán reavivadas; porque el éxito de los obreros será considerado como asunto de profunda preocu­pación personal por todo miembro de iglesia" .16

Algunos de nosotros hemos perdido la pasión por predicar el evangelio a los que necesitan conocer a Jesús. Es fácil quedar atrapados en el torbellino de la vida de manera que olvidemos nuestra razón para vivir. Demasiados de nosotros hemos dejado el ministerio para los pastores, a los que se les paga. Devolve­mos nuestros diezmos, para que el pastor pueda alcanzar a los perdidos y nosotros nos marchamos a nuestros lugares de em­pleo creyendo que hemos hecho nuestra parte. ¡Esa disposición no es bíblica y debe cambiarse! Debemos pensar de esta manera: Dios me ha dado una ocupación para ganar dinero con que sus­tentar a mi familia, 1pero mi ocupación es principalmente mi es­fera de ministerio! El dinero es secundario; ¡los perdidos son lo principal! Esto no quiere decir que no se respeten los derechos y la privacidad de los parroquianos o de las personas, sino que significa que cada uno de nosotros debe orar y buscar oportuni­dades para hacer una diferencia espiritual en las vidas de los hombres y las mujeres de nuestra comunidad.

Los dones espirituales

En el primer capítulo nos referimos a Efesios 4. En esa de­claración sobre los dones espirituales, Pablo describe el método de Dios de llevar a cabo el ministerio de la educación de los miembros y el de la obra misionera. En el verso 7 se nos dice que Dios tiene algo para que cada cristiano haga en el ministe­rio: "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo" (Efe. 4:7). Pablo dice lo mismo en 1 Corintios 12:4-7: "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu" (v. 7). ¡A cada uno se le da algo que debe hacer para Jesús!

Después, Pablo describe el plan de Dios para el cuerpo de

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El veneno que dio origen a la Reforma 35

pastores, como lo llamaríamos hoy: "Y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros" (Efe. 4:11). ¿Para qué propósito? "Para la perfecta organización [note esta descripción del trabajo] de los santos [usted y yo] con vistas a la obra del ministerio, a la edifi­cación del cuerpo de Cristo" (Efe. 4:12, versión Cantera-Iglesias). En los pocos versículos que siguen, Pablo describe a lo que se parece una iglesia con todos sus miembros involucrados en el ministerio: tienen unidad de fe; Cristo es la cabeza; cada uno habla la verdad en amor; y todos están creciendo.

Me gusta la última frase del versículo 16: "Recibe su creci­miento". Ese es el plan de Dios para los hombres y las mujeres del mundo: que lo acepten a él (crecimiento numérico) y que lleguen a ser semejantes a él (crecimiento espiritual). Nuestra parte es aceptar el papel en el que Dios nos ha llamado a servir a cada uno de nosotros. El llamamiento a ser un miembro laico involucrado en el ministerio es tanto un llamado como lo es el de un pastor al que se le paga para el ministerio. La iglesia de Dios no funciona de acuerdo con la voluntad de Dios sin ambos: el clero pagado y los laicos siguiendo fielmente su llamamiento.

La Biblia comparte varios métodos de obra misionera que se usaron en la iglesia cristiana primitiva. Estos métodos aún son válidos aunque deban adaptarse a las diferentes culturas. Antes de que repasemos esto, debemos definir nuestros términos. A algunas personas no les gusta el término laicado o laico, ya que tiende a separar a los que no son clérigos de los clérigos ordena­dos, aun cuando los que no forman parte del clero son en reali­dad tan ministros como el clero ordenado. Prefieren usar térmi­nos tales como ministro, pastor o pastor voluntario. Pero como los términos laicado, laicos y miembros laicos son fácilmente entendidos por todos y no hay un sustituto exacto, éstos son los términos que usaremos en este libro.

La Biblia también usa la terminología ovejas/pastor. Un pas­tor (ordenado) es una persona comisionada para cuidar espiri­tualmente de las "ovejas perdidas" así como de "encontrar a las

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36 Grupos pequeños para el tiempo del fin

ovejas". Sin embargo, un sondeo de la Escritura y de los comen­tarios de Elena de White sugieren que la preocupación personal del pastor debe ser buscar a las ovejas perdidas, incluyendo la capacitación de los laicos para el ministerio. En general, los lai­cos son vistos como el pueblo de Dios, a distinción de sus diri­gentes ordenados. La Escritura no hace distinción entre líderes y miembros, ya que en el Nuevo Testamento, el laós (pueblo de Dios) incluye tanto a los clérigos como a los que no lo son. La palabra moderna laicado se usa en forma diferente de la palabra griega laós. Para nuestro propósito, un laico no forma parte del clero ordenado y puede ser un empleado denominacional.

En el Nuevo Testamento, los laicos "iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hech. 8:4). Algunos ejemplos son Aquila, Priscila y Bernabé. Según Pablo, el objetivo de "ir" era "para que de todos modos salve a algunos" (1 Cor. 9:22).

El Nuevo Testamento distingue entre evangelistas y pastores aunque no da una descripción del trabajo para estos cargos. Se ha sugerido que los evangelistas dedicaban la mayor parte de su tiempo a ganar a las "ovejas perdidas". Pero el Nuevo Testamen­to enseña que la evangelización es la tarea que deben realizar tanto los ministros como los miembros de iglesia. Además, a los pastores que reciben salario se les añade la responsabilidad de capacitar a los miembros para el ministerio. 17

Métodos neotestam.entarios de hacer obra misionera La predicación. Pablo dijo que con la "locura de la predica­

ción" algunos serían salvados (1 Cor. 1:21). La locura es que Dios puede proclamar el evangelio sin ayuda de la humanidad. Usó burros y trompetas, y aun podrían clamar las rocas si fuera nece­sario. Sin embargo, la predicación es un medio fundamental para proclamar el evangelio. El libro de Hechos confirma esto.

Miguel Green, en su libro Evangelism in the Early Church, se refiere a tres tipos de predicación: predicación en las sinago­gas, predicación al aire libre y predicación profética. 18 La predi­cación fue un factor importante entre los métodos de llevar a ca-

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El veneno que dio origen a la Reforma 37

ho la misión. Sin embargo, "el rompimiento con la sinagoga, el surgimiento de la persecución y la ausencia de edificios cristia­nos para la adoración, todo esto obstaculizó la predicación for­mal del evangelio" .19

En los días del Imperio Romano no era fácil reunir un grupo grande de personas sin incitar la acción de las autoridades, y los agentes principales en la extensión del cristianismo fueron hom­bres y mujeres "que continuaron con su subsistencia de alguna manera puramente secular y hablaron de su fe a los que encon­traban en esta forma natural".20 A pesar de las dificultades, gran­des cantidades de cristianos predicaron en todo el mundo.

Grupos de ministros. Cuando Jesús quiso causar un impacto en el mundo, comenzó con un grupo de 12 hombres a los que dedicó su vida, su tiempo y su energía. Esos 12 eran un grupo pequeño de hombres a quienes Jesús adiestró, capacitó, y a los que envió a predicar. Observamos varios principios de peque­ños grupos en juego entre este equipo de ministros.

La visitación personal. Un método que se usó con mucha eficacia fue el de enviar discípulos, generalmente de dos en dos, para visitar a la gente en sus hogares, en los lugares públicos o en los ambientes rurales. Algunos ejemplos de este método en la Escritura incluyen la visita de Ananías a Saulo (Hech. 9:10-18); Pedro y Juan y el lisiado del templo (Hech. 3); Pedro y el oficial romano (Hech. 10); y la conversación de Pablo con Publio, el principal de la isla después del naufragio (Hech. 28).

"En la obra de diseminar el evangelio", escribió Elena de White, "Cristo envió a sus discípulos de dos en dos. En nuestros esfuerzos, debemos seguir el plan del Maestro. Hay muchos que piensan que sería más ventajoso dispersar nuestras fuerzas tanto como sea posible... Pero el método de Cristo es el mejor, y siempre resultará en pérdida el seguir otros métodos que no sean el suyo". 21

La enseñanza. Otro método usado a lo largo de todo el Nuevo Testamento y especialmente en el ministerio de Jesús fue la enseñanza. Los Evangelios están llenos con relatos de Jesús,

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38 Grupos pequeños para el tiempo del fin

sentándose con una multitud, o tratando temas espirituales para el auditorio de una persona. Este fue un método empleado con eficacia por los miembros de la iglesia primitiva.

La literatura. Los discípulos pronto se dieron cuenta de que poniendo por escrito las enseñanzas y los milagros de Jesús, ex­tenderían su influencia a otras regiones adonde no podían ir en persona. La inforryación escrita podía ser leída muchas veces, estudiada y comunicada a otros. Juan declaró abiertamente el propósito de la literatura: "Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo ten­gáis vida en su nombre" (Juan 20:31). Juan deseaba convencer a sus lectores de que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios.

El testimonio. Mientras que los cristianos primitivos compar­tían la verdad que encontraron en Jesús, también añadían su tes­timonio personal. Justino Mártir usó su testimonio como un con­verso cristiano muy eficazmente en el siglo 11. Los cristianos se dieron cuenta de que nadie podía refutar la experiencia personal de un creyente. Cuando la compartían, y había evidencias de una vida cambiada, motivaban a muchos a reflexionar sobre sus vidas y sus necesidades personales.

La evangelización hogareña. "Uno de los métodos más im­portantes de esparcir el evangelio en la antigüedad fue por el uso de los hogares". 22 Un ejemplo de la manera como este méto­do frustró a los detractores del cristianismo se ve en las palabras de un hombre llamado Celso. Se quejaba de que la gente co­mún, tales como "los que trabajaban con lanas, los zapateros, los que trabajaban lavando ropa y los palurdos", se convertían al cristianismo en los hogares de los cristianos. Esas reuniones en casas de familia consistían en cualquier cantidad de personas, desde unos pocos a "multitudes considerables". 23

La evangelización en las sinagogas. Los cristianos que trata­ban de compartir su fe iban a donde iba la gente que estaba dis­puesta a escuchar y a hablar acerca de asuntos espirituales. Se mezclaban con los incrédulos. Este es un concepto que muchos cristianos han pasado por alto hoy día. Es al mismo tiempo sen-

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El veneno que dio origen a la Reforma 39

cillo y profundo: para pescar peces se debe ir al lugar donde es­tán los peces. Hechos 2:46 apoya esto, declarando que los cre­yentes iban al templo y también de casa en casa.

La oración. Cuando los 12 discípulos derramaron sus cora­zones ante Dios en oración, fueron llenos del Espíritu Santo, ha­blaron la palabra con valentía y la gente creyó y aceptó a Jesús. Pablo sabía que la oración era uno de los medios para atar a Sa­tanás y para preparar a la gente para escuchar el evangelio. Le pidió a la iglesia de Éfeso que orara por él para que pudiera predicar audazmente. Le pidió a los corintios que oraran para que los baluartes del mal pudieran ser quebrados. Los apóstoles sabían que Dios no se revelaría a sí mismo a los incrédulos a menos que dependieran completamente de Dios en oración.

El establecimiento de iglesias. Uno de los medios principa­les de alcanzar al mundo fue poniendo en marcha iglesias nue­vas. Cuando se establecía un grupo de creyentes, se comenzaba la construcción de un edificio de iglesia. Cuando se llenaba un hogar, se buscaba otro lugar o se edificaba una nueva iglesia. Con una base bien establecida, los cristianos tenían lugar para invitar a sus amigos y parientes mientras presentaban su fe y adoraban.

Las calesitas o tiovivos adventistas A Ron Gladden y a mí nos gusta referirnos a esta variedad

de. métodos de evangelización como a una calesita. ¿Por qué? Porque la evangelización no es un acontecimiento sino un pro­ceso; es una forma de vida. Es un ciclo interminable de prepara­ción cosecha y seguimiento. Aunque hay una progresión natural, los contactos con los que no son cristianos pueden ocurrir en cualquier momento durante este proceso. Como el proceso es cíclico, y la gente puede comprometerse en cualquier momento, el proceso evangelizador es semejante a una calesita, también conocida como caballitos o tiovivo.

Todas las partes de este proceso son necesarias y son bíbli­cas. Cada método debe funcionar junto con los otros para llevar

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40 Grupos pequeños para el tiempo del fin

a cabo la tarea de evangelizar al mundo. Una estrategia exitosa del grupo pequeño puede usar eficazmente cualquiera de los métodos mencionados previamente, dentro del ministerio de los grupos pequeños. Por eso es que la iglesia cristiana creció numé­rica y espiritualmente en diferentes momentos de la historia usando la evangelización en el hogar como el método principal. Lo mismo puede y debe ocurrir hoy. Aquí están los pasos en es­te proceso:

Como usted puede ver, hay una variedad de formas para compartir a Jesús. Sin embargo, como este libro es principal­mente acerca de grupos pequeños, es decir, acerca de la evange­lización en los hogares, éste será nuestro centro de atención.

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Otras estrategias son exactamente tan válidas, pero el método de los grupos pequeños es el foco de este libro. Todos los méto­dos citados arriba pueden incorporarse en la estrategia de éxito de un grupo pequeño.

El veneno de la Reforma A esta altura estoy seguro de que usted habrá descifrado que

esa parte de veneno que dio origen a la Reforma aún persiste en la iglesia protestante. Es una desviación del plan de Dios para in­volucrar a cada miembro en el ministerio activo. Pero hay espe­ranza; hay señales de un resurgimiento del movimiento laico. Hay informes de miembros de la Iglesia Adventista a través de Norteamérica (y de otros países) que están comprometidos en la evangelización relacional, estableciendo escuelas bíblicas por co­rrespondencia, haciendo visitas puerta a puerta, participando en las reuniones de cosecha transmitidas por satélite, llegando a ser pioneros de Misión global, y estableciendo iglesias. También hay un fuerte movimiento de cadena de oración, una búsqueda de Dios en oración para tener su Espíritu. Está comenzando a caer la lluvia refrescante, la lluvia tardía del Espíritu Santo.

Vi la lluvia del Espíritu en Harare, Zimbabwe. Estaba diri­giendo un seminario de adiestramiento acerca de cómo usar los grupos pequeños como un proceso para nutrir a los miembros recién bautizados, y también como un método de obra misionera continuo para los que no habían hecho su decisión por Jesús después de una campaña de avangelización de cosecha. En mi clase estaba un hombre que había hecho un compromiso con Dios para involucrarse en el ministerio activo a partir del primero de enero. Cada día, después del trabajo, este hermano y su espo­sa iban de puerta en puerta buscando personas que desearan te­ner estudios bíblicos. Oraron y le suplicaron a Dios que les diera 50 estudios bíblicos antes del primero de abril, cuando volverían a comenzar las reuniones de evangelización de cosecha. Dios escuchó sus oraciones y honró su fidelidad dándoles más de 50 personas con quienes estudiar. ¡Qué emocionados estaban! Du-

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42 Grupos pequeños para el tiempo del fin

rante las reuniones se bautizaron 25 de esos miembros en pers­pectiva, y otros hicieron decisiones para ser bautizados. El her­mano dijo que estaba muy cansado de todo el trabajo, pero que valía la pena. Estaba extremadamente emocionado cuando se le ocurrió la idea de reunir en un grupo pequeño a aquellos con los que había estado estudiando. Sus ojos brillaban· al darse cuenta de que había una alternativa a los estudios bíblicos indivi­duales que también daba resultados y que le permitiría estudiar con más de una familia a la vez.

Se está derramando el Espíritu alrededor del mundo. ¡Aní­mese! Los huesos están empezando a rechinar, ¿los puede oír?

Referencias 1 "Leaking Hanford Waste Demands Quick Action" [Las fugas de los desechos de Handford

exigen una acción rápida], Columbian [El Columbiano] (Vancouver, Washington), 27 de febrero de 1996.

2 Phillip Schaff, History oj tbe Christian Cburch [Historia de la iglesia cristiana) ( Grand Rapids: Eerdmans, 1959), t. 1, p. 384.

3 Ibíd., p. 379. 4 Ibíd., p. 382. 5 Ibíd. 6 Ibíd. 7 Ibíd., t. 2, p. 46. 8 Ibíd., p. 71. 'William Beckham, "The Two-winged Church Will Fly" [La iglesia que tiene dos alas volará],

Seminar Notebook [Apuntes de Seminario] 0996), p. 18. 10 Russell Burrill, Revolution in the Church [Revolución en la iglesia] (Falbrook, California:

Hart Research Center, 1993), p. 39. 11 Elena de White, Seroicio cristiano, p. 15. 12 C. Mervyn Maxwell, apuntes de clase del curso Historia de la Iglesia Adventista, en la Uni-

versidad Andrews. Véase también Burrill, p. 41. 13 Elena de White, joyas de los testimonios, t. 3, pp. 82, 83. 14 Ibíd., p. 82. 15 Ibíd., p. 81. 16 Elena de White, Obreros evangélicos, p. 26. 17 C. Mervyn Maxwell, apuntes de clase del curso Historia de la Iglesia Adventista. 18 Miguel Green, Evangelism in the Early Church [Evangelización en la iglesia primitiva]

(Grand Rapids: Eerdmans, 1970), pp. 194-200. 1' Ibíd., pp. 202, 203.

20 Ibíd., p. 203. 21 Elena de White, Signs ojthe Times [Señales de los Tiempos], 23 de enero de 1893, p. 7. 22 Green, p. 207. 23 Ibíd., p. 208.

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(4!PíTULO CU41T~O

El modelo de iglesia perseguida

l os pastores se sentaron delante de mí con miradas interrogati­vas en sus rostros. Estaba en la ciudad de Vladivostok, en

• .Rusia, llevando a cabo la preparación de grupos pequeños y de clases en liderazgo pastoral. No podían creer lo que estaban oyendo. Su respuesta fue: "¿Quiere decir usted que aun cuando tenemos libertad de culto, aún necesitamos reunirnos en nues­tros hogares para tener reuniones de grupos pequeños?" El dile­ma era que se habían estado reuniendo secretamente en sus ho­gares durante muchos años por témor de que los encontrara la KGB (policía secreta soviética) y la posibilidad de ser enviados a campos de concentración en Siberia. ¡Ahora que tenían libertad, los creyentes rusos deseaban reunirse juntos públicamente todo el tiempo!

Podía entender su razonamiento. La primera vez que com­partí un servicio religioso de adoración en público con nuestros hermanos de Rusia, vi el gozo y la conmoción en sus rostros. Nunca se cansaban del compañerismo, de cantar, de dar estu­dios bíblicos, de predicar y de compartír ideas. Algunos de sus

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44 Grupos pequeños para el tiempo del fin

amados habían sido muertos o habían sufrido en la prisión para tener este privilegio de adoración.

De hecho, unos pocos días más tarde, estaba en la ciudad de Novosibirsk, viajando en automóvil con el presidente de la asociación. Me miró y me dijo: "¡Dios es tan bueno! Hace 50 años hubo una reunión ministerial semejante a la que usted está llevando a cabo. Un día, en el medio de la reunión, la KGB dio puntapiés en la puerta, arrestó a los 15 ministros que allí estaban y los envió a Siberia. Uno de ellos regresó vivo; los otros murie­ron". Me senté aturdido, preguntándome si tenía la misma clase de fe.

Unos pocos días más tarde estaba sentado al lado de una instructora bíblica. Señaló a una mujer y dijo: "Su madre rehusó abandonar el sábado". Resultó que el castigo de su madre fue que tomaron a su hija Oa mujer que estaba sentada frente a mí) y nunca le permitieron ver a su madre. ¡No es maravilla que la li­bertad de cultos significara tanto para ellas\

¿Qué fue lo que mantuvo a la iglesia creciendo y vibrante durante ese período de persecución? Un elemento clave fueron las reuniones de grupos pequeños en los hogares, la iglesia del hogar. Había participación, estudio de la Biblia, oración, adora­ción, apoyo y alimento espiritual, y obra misionera. Las necesida­des personales quedaron satisfechas. Copias de la Biblia y de los libros de Elena de White eran una rareza. He visto copias manuscritas completas de El Deseado de todas las gentes y de partes de la Biblia. Vivían con el temor de ser arrestados por su fe, pero también vivían en paz en los brazos de un Dios que los comprendía.

Animamos plenamente a nuestros hermanos y hermanas en Rusia a continuar reuniéndose cada sábado para el culto público de adoración en sus iglesias y salas de reuniones. También suge­rimos reuniones especiales para la juventud, reuniones vesperti­nas, concentraciones de adiestramiento y cualquier otro tipo de reuniones públicas que desearan. Pero les instamos a no descui­dar los pequeños grupos en los hogares. Analizamos juntos los

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El modelo de iglesia perseguida 43

beneficios del compañerismo, el apoyo, los estudios bíblicos in leractivos, y la obra misionera a los no creyentes que se llevab: a cabo en los grupos. Una vez que vieron el equilibrio y enten dieron lo que la Biblia y Elena de White dicen acerca de las reu niones de grupo en los hogares, quedaron convencidos. El pue blo ruso dijo finalmente que Dios los había conducido provi dencialmente en su sistema de iglesias del hogar durante lo años de persecución.

Nuestro equipo de colaboradores de los Estados Unidos ce menzó a llamar al sistema de grupo pequeño del hogar, el "me del o de la iglesia perseguida", porque era algo muy. típico de 1 iglesia del Nuevo Testamento y porque esta forma de adorar ha bía sido muy popular entre los cristianos durante los tiempos d persecución.

Sin embargo, la estrategia del grupo del hogar es más qu sencillamente un modelo de iglesia perseguida; es un enfoqu bíblico que es un ingrediente clave de la vida de la iglesia. Lo principios que sustenta el método de los grupos pequeños ha sido parte del plan de organización de Dios para la iglesia desd los días del Antiguo Testamento. El cristianismo está basado e el concepto de comunidad, es decir, la relación con Dios y d unos con otros. Un grupo pequeño es el mejor exponente de 1 vida en comunidad.

Los grupos pequeños en una iglesia perseguida Durante los tiempos de persecución, el concepto de pequ(

ño grupo del hogar florece y la iglesia crece espiritual y numér camente, pero cuando la persecución afloja hay una tendencia descuidar la vida de los grupos pequeños y llegar a concentrars en el programa antes que concentrarse en el grupo.

En la década de 1970, misioneros de la Iglesia Menonita d América comenzaron a salir de Etiopía con retorno permanente los Estados Unidos dejando una iglesia indígena nacional d 5.000 miembros. En 1982 los comunistas derrocaron al gobiern de Etiopía. La iglesia comenzó a sufrir persecución. Los menan

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46 Grupos pequeños para el tiempo del fin

tas perdieron sus propiedades y edificios de iglesia; los líderes fueron encarcelados, y a los miembros se les prohibió reunirse. La iglesia pasó a la clandestinidad y llegó a ser un movimiento de grupos pequeños del hogar. Diez años más tarde, en 1992, fue derrocado el gobierno comunista y la iglesia salió de su escondi­te. Los menonitas quedaron sorprendidos y se regocijaron por el hecho de que los 5.000 miembros ¡habían crecido a más de 50.000 miembros!1

El segundo ejemplo comprende a una iglesia que floreció en tiempo de libertad al emplear el modelo de los grupos peque­ños. La iglesia tiene su base de operaciones en Seúl, Corea del Sur. En otro tiempo, era una iglesia de 2.400 miembros tradicio­nalmente basada en el programa regular, y ahora es una iglesia basada en los grupos pequeños con más de 750.000 miembros. Cambió porque el pastor estuvo en su lecho de enfermo y se vio forzado a organizar su iglesia de una manera diferente. Por medio del estudio de la Biblia, la reflexión y la oración, Dios le reveló un plan para capacitar a los laicos para el ministerio. El pastor llamó a sus diáconos, y cuando estaban reunidos les expuso el plan. Los diáconos estuvieron de acuerdo en que el plan era bí­blico, pero todos concordaron en que estaban demasiado ocupa­dos para ser una parte del plan. Entonces el pastor llamó a sus diaconisas y cuando se reunieron les presentó el mismo desafío. Respondieron 200 mujeres, el lOo/o de la feligresía, y comenzó el movimiento de grupos pequeños. Hoy día, por medio de un mi­nisterio de oración y de grupos pequeños, la iglesia ha hecho una explosión a través de Corea. 2

La Iglesia Adventista en sus comienzos, al igual que la igle­sia del Nuevo Testamento, siguió un modelo similar tanto de las reuniones en público como de las reuniones en las casas. Es ho­ra de que reexaminemos nuestras raíces. Dijo Elena de White: "No tenemos nada que temer en el futuro, excepto que olvide­mos la manera en que el Señor nos ha conducido y sus ense­ñanzas en nuestra historia pasada". 3

Como adventistas, oramos por la lluvia del Espíritu, habla-

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El modelo de iglesia perseguida 47

mos acerca de ella, y miramos hacia el futuro al derramamiento <le la lluvia tardía y a una explosión de crecimiento de la iglesia que ocurra en nuestros días. Predicamos firmemente y creemos que sucederá antes de la segunda venida de Cristo. Cuando esto ocurra, ¡nuestro sistema tradicional no será capaz de manejar el crecimiento! No habrá dinero suficiente para construir edificios de iglesia. La iglesia crecerá de una forma tan rápida que nues­tras iglesias existentes no serán capaces de manejar la gran canti­dad de miembros, y finalmente la persecución nos alejará de las ciudades y de nuestros edificios. ¿Cuál es la solución? La Escritu­ra, Elena de White y los ejemplos en nuestra historia pasada re­ciente en la Iglesia Adventista nos han dado la respuesta: un lai­cado capacitado y grupos de hogar; una combinación ganadora. Y no podemos pasar por alto la experiencia de la Iglesia Adven­tista en China.

La Iglesia Adventista en China En 1948 China quedó convulsionada por una guerra civil.

Ciudad tras ciudad cayó ante los comunistas que bajaron desde el norte. La guerra y las grandes inundaciones dejaron aproxi­madamente 55 millones de chinos sin hogar. Los precios se ele­varon súbitamente. Amenazó el hambre. Si algunos tenían una excusa para no preocuparse acerca de la predicación de la Pala­bra, eran los chinos, que tenían que dedicar la mayor cantidad de· tiempo y energía para sobrevivir.

Sin embargo, sintiendo la brevedad del tiempo, los misione­ros de la Iglesia Adventista y los nacionales chinos lanzaron el programa Misión 48, el4 de abril de 1948, con 50 reuniones pa­ra el público. Sin embargo, la obra misionera se clausuró definiti­vamente en forma muy rápida. El 9 de diciembre de 1948 se re­cibió un telegrama en las oficinas de la Asociación General que decía: "Evacuando misioneros del norte, del centro y del sur de China". A comienzos de 1949 fueron evacuados los últimos mi­sioneros adventistas norteamericanos.

Entre 1949 y 1950 la obra oficial de la Iglesia Adventista en

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48 Grupos pequeños para el tiempo del fin

China estaba reduciéndose lentamente de una manera progresi­va. Comenzando en 1951, los comunistas presionaron a los diri­gentes chinos de la Iglesia Adventista para que clausuraran com­pletamente la obra de la iglesia en China. En 1966, el ejército ro­jo chino había aniquilado virtualmente lo que había quedado del testimonio cristiano en público. Después llegaron los años del silencio.4

En años recientes, con gran expectación, los cristianos de todas las denominaciones se preguntaban cómo le había ido al cristianismo en aquel período. ¿Había sido el cristianismo capaz de sobrevivir a la expulsión de sus misioneros, a la clausura de sus iglesias y a la cruel persecución? ¡No sólo había sobrevivido, sino que su feligresía se había multiplicado!5 ¿Cómo fue posible eso? La respuesta fue: los grupos de compañerismo del hogar.

Los cristianos en China se habían reunido en pequeñas ter­tulias informales en los hogares para adorar, para orar y para es­tudiar la Biblia. En ese marco de apoyo, encontraron fe, valor, fortaleza y esperanza para continuar con su fe cristiana.6

En 1976 el gobierno chino comenzó a aflojar su control en muchas regiones, y la obra cristiana comenzó a revivir. Aun cuando muchos de sus líderes cristianos todavía estaban en pri­sión en 1977 y 1978, se aceleró el movimiento de la iglesia de hogar.

Comenzando 1979 el gobierno permitió que se abrieran las iglesia en forma gradual. En 1989 se abrieron aproximadamente unas 5.000 iglesias. Los edificios de las iglesias protestantes aco­modaban unos 5 millones de fieles cada semana, con otras reu­niones numerosas en los hogares.

De hecho, algunas fuentes creen que al menos 50 millones de chinos asisten a las iglesias en los hogares. En las regiones rurales de China, las iglesias en los hogares están floreciendo rá­pidamente. Durante la década de 1980, la Iglesia Adventista cre­ció de unos pocos miles a más de 70.000 miembrosJ Desde 1989 ha habido un firme aumento en los bautismos. Un ingre­diente clave ha sido la combinación de los grupos pequeños

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(reuniones en los hogares) y las reuniones de grandes grupos. ¿A qué se asemeja el ministerio de los grupos pequeños en

China? Comunicaciones recientes revelan los datos siguientes. Los grupos se congregan en casas durante una o dos horas, reu­niéndose varias noches por semana, dependiendo del horario de los participantes. Generalmente lo que ocurre es que una fa­milia adventista comparte su fe con un amigo, un pariente o un vecino. La persona acepta la fe adventista y se une al grupo. El grupo, junto con el nuevo cristiano adventista, invita a la familia del miembro recién convertido y a sus amigos a asistir. Así es como crece el grupo.

Esencialmente no hay pastores, así que todos los grupos son dirigidos por miembros laicos, y la mayoría son mujeres. Se encargan de la mayor parte de la predicación y son las predica­doras más poderosas. Una de estas mujeres predicadoras desa­rrolló una iglesia de 1.000 miembros, ¡y ha bautizado personal­mente a cientos de conversos! Hay un programa de instrucción de gran extensión para desarrollar líderes de grupo, predicadores y otras técnicas para testificar.

Los registros indican que los grupos más pequeños están compuestos por 16 personas. Cuando el grupo llena la casa, co­mienzan uno nuevo. En algunos casos los miembros se reúnen en el campo, debajo de los árboles y tienen un servicio religioso. A veces en esas ocasiones se han reunido hasta 800 personas. Estas reuniones más grandes siguen un formato que es similar a un servicio religioso de iglesia como al que hemos asistido la mayoría de nosotros. En la reunión en el hogar, hay un tiempo de compañerismo, oración y estudio. Generalmente estudian la Biblia, a veces algún otro libro.

Se me dijo que los que asisten a las reuniones formales de la Iglesia Adventista tienen una actitud diferente de la que tienen los que asisten a los grupos pequeños. Los asistentes a la iglesia solamente asisten y participan en el servicio de adoración for­mal; después se van a la casa y vuelven la semana siguiente. Los que pertenecen a los grupos en las casas, se concentran más.

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50 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Desean llegar a acercarse a Dios, aprender a orar; van para tener compañerismo y aliento, y compartir sus experiencias.

La Iglesia Adventista está creciendo más rápidamente en las regiones más pobres de China. La gente se concentra en lo que Dios tiene para ofrecer. Responden muy positivamente al evan­gelio. La iglesia se desarrolla con más lentitud en las grandes ciudades. Una persona lo resumió así: "Entre los que asisten a los grupos de iglesia en los hogares hay un espíritu de abnega­ción que es difícil de encontrar en las regiones más desarrolladas de China, o si vamos a eso, en el resto del mundo. Hay un espí­ritu de familia y una felicidad que no se puede encontrar en la sociedad en general. Esos grupos son generalmente evangeliza­dores".

Es evidente que hay mucho que podemos aprender de la experiencia de nuestros hermanos y hermanas cristianos en Chi­na. Son altamente flexibles, se concentran en la obra misionera, dependen de Dios y evidencian una pasión por ganar a los per­didos para Cristo.

Usando viejos métodos en contextos nuevos Es tiempo de reexaminar dónde hemos estado y adónde

quiere Dios que vayamos desde aquí. Debemos quitar el polvo de ciertos principios-verdaderos-y-probados y comenzar a vol­ver a ponerlos en ejecución, usando métodos contemporáneos. Elena de White lo dijo así: "Se necesitan hombres que oren a Dios pidiendo sabiduría, y que, bajo la dirección de Dios, pue­dan infundir nueva vida en los antiguos métodos de trabajo y que puedan inventar nuevos planes y nuevos métodos para des­pertar el interés de los miembros de la iglesia y para alcanzar a los hombres y las mujeres de este mundo".8

Es evidente que si queremos terminar la obra en esta tierra, algunas cosas tienen que cambiar. Para mí es muy interesante saber que Lyle Schaller, un autor altamente respetado y consultor de iglesia en varias iglesias protestantes principales, reflejó los sentimientos de Elena de White cuando dijo: "Los odres viejos

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El modelo de iglesia perseguida S 1

de las denominaciones no llegarán al siguiente milenio" .9 Scha­ller se está refiriendo a la falta de participación laica en el minis­terio de la iglesia. El artículo continua diciendo: "Equipar hoy es más que un seminario de dones espirituales o un programa de administración voluntaria. De ninguna manera es un programa, sino un completo cambio de paradigma en el liderazgo de la iglesia" .10

En otras palabras, no más tareas como de costumbre. Como adventistas del séptimo día hemos tenido por muchos años el consejo que los expertos están denominando ;;hora "odres nue­vos" y "cambio de paradigma". Están diciendo que el liderazgo laico de la iglesia estará comprometido activamente en un ministe­rio en equipo que los hará productores cristianos y no especta­dores. Es hora para que la Iglesia Adventista avance por ejemplo y por acción. Tenemos el consejo, ¿por qué no tomamos la delante­ra?

Recuerde el equilibrio de Elena de White: "No debe haber reglas fijas. Nuestra obra es progresiva, por

lo tanto hay que dejar lugar para que los métodos sean mejora­dos. Sin embargo, bajo la dirección del Espíritu Santo, la unidad debe ser preservada y será preservada" .11

"Se conc;:ebirán nuevos métodos para alcanzar los corazo­nes. En esta obra se utilizarán algunos métodlos que serán dife­rentes de los empleados en el pasado, pero ninguna persona, a ca:usa de esto, bloquee el camino mediante la crítica" .12

Un punto que debe enfatizarse es que los métodos cam­bian, ¡pero las normas y las doctrinas no son negociables! Como adventistas del séptimo día tenemos el único mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 para compartirlo con todos los habi­tantes del mundo. Este es un asunto no negociable. Sin embargo, debemos buscar continuamente formas nuevas y contemporá­neas para compartir ese mensaje sin compromiso.

Estoy entusiasmado al pensar acerca del deseo de Dios para su iglesia y la mía: un movimiento laico habilitado usando sus dones para el ministerio en gloriosa armonía con el propósito

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52 Grupos pequeños para el tiempo del fin

de alcanzar para Jesús a la gente que no pertenece a ninguna iglesia.

Referencias 1 William Beckham, La segunda Riforma, p. 29. 2 Ibíd. 3 Elena de White, joyas de los testimonios, t. 3, p. 442. 4 Roland Hegstad, sermón sobre libertad religiosa, para los pastores de la asociación de Ore­

gón, predicado en junio de 1972. 5 Roberta Hestenes, Using tbe Bible in Groups [Usando la Biblia en grupos] (Filadelfia: West-

minster Press, 1983), p. 9. 6 Ibíd., p. 10. 7 Adventist Review [Revista Adventista], 12 de julio de 1990. 8 Elena de White, El evangelismo, pp. 81, 82. 9 Lyle Schaller, "Net Fax" [Red de fax], del1° de abril de 1996, p. 1, en Current Tboughts and

Trends [Pensamiento y Tendencias Actuales], junio de 1996, p. 3. 10 Brad Smith, "Ministerio en equipo en el siglo XXI", p. 3. 11 Elena de White, El evangelismo, p. 82. 12 Ibíd.

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Por qué no se echó de menos a Cheryl

(~PíTULO CIHCO

i us palabras aún me persiguen: "No encajé"; "No estoy segura de ser aceptada"; "La gente probablemente se interesó, pero sencillamente no resultó". Esas eran las frases que Cheryl em­

pleó para explicar por qué después de un año como una cristia­na recién convertida ya no asistía más a la iglesia. La razón no tenía nada que ver con las doctrinas de la Biblia, con preguntas sobre el sábado o con alguna presión por parte de sus familiares. Todo se relacionaba con la necesidad de sentirse aceptada.

Aún puedo recordar el día que la bauticé. Había asistido a una serie evangelizadora de cosecha y continuó con estudios bí­blicos y asistió a las reuniones sociales y al culto de adoración de la iglesia. Una de las hermanas de la iglesia "de más de 60 años de edad", Alicia, tomo a Cheryl, de 22 años, bajo su cuida­do. En toda ocasión, Alicia estaba allí al lado de Cheryl, asegu­rándose de que no estaba sola y presentándola a otros miem­bros. Con el tiempo presentaron a Cheryl a los adultos jóvenes que tenían más o menos su edad. La gente era amigable, pero nunca se produjeron relaciones íntimas. A Cheryl no se la invitó

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54 Grupos pequeños para el tiempo del fin

a ser parte de la vida de ninguno fuera de las reuniones de la iglesia. Gradualmente, "no se sintió parte del grupo". Pasaron varias semanas antes de que alguno dijera: "Oye, ¿dónde está Cheryl? No la he visto últimamente, ¿la vio usted?"

Lo que Cheryl buscaba era relaciones; sentir que formaba parte de una comunidad. La palabra comunidad se la asocia ge­neralmente con la geografía (el vecindario o la ciudad); con la sociología (familia por nacimiento natural); con algún grupo po­lítico (la nación, el estado, la municipalidad); o algunas veces con un grupo de apoyo (en el caso de aflicción, divorcio, adf.· ción a drogas). Una comunidad es un grupo de personas que tienen metas comunes en sus vidas personales, de manera que se juntan para formar una amistad de apoyo de uno hacia otro. El punto fundamental es que nos necesitamos mutuamente y necesitamos a Dios para tener buena salud física, social, mental y espiritual.

Dios es una comunidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno; hay unidad, cooperación, trabajo en equipo y amor de uno hacia el otro en los tres miembros de la Divinidad. Fue. por causa de su relación especial que decidieron expresar ese amor al crear a otros seres a su semejanza para que experimentaran y gozaran la misma relación.

Durante la creación del mundo dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" ( Gén. 1:26). Después leemos que Dios dijo: "No es bueno que el hom­bre esté solo; le haré ayuda idónea para él" (Gén. 2:18). Encon­tramos comunidad en las relaciones. Dios hizo a los hombres y a las mujeres para que tuvieran relaciones positivas y de apoyo entre ellos. No es algo natural estar fuera de armonía con Dios y entre nosotros. Seamos casados o solteros, nos necesitamos, y todos necesitamos a Dios.

Aun los no cristianos reconocen la necesidad de vincularse con personas que los acepten y los amen así como somos usted y yo. Hace unos pocos años, uno de los espectáculos televisi­vos más populares, Cheers [Aplausos], desarrolló su popularidad

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sobre este tema de relaciones. Al comienzo de cada episodio, se les recordaba a los televidentes que Cheers era un lugar donde cada uno conocía el nombre del otro. Desafortunadamente, ese lugar era una "taberna", pero la necesidad que satisfacía, de ser parte de la comunidad, es universal, y en algunos lugares la iglesia está fracasando en esto. Un amigo mío me dijo reciente­mente que un nuevo amigo suyo que había aceptado el cristia­nismo, había sido camarero en un bar durante 25 años. Este hombre le dijo que la taberna era más amigable que algunas de las iglesias a las que había asistido.

Solo contra el mundo Los norteamericanos tiene una larga tradición de individua­

lismo que está en tensión con la idea de comunidad. Se enorgu­llecen de su capacidad para cuidarse. Le dicen a sus chicos cuando están creciendo: "Deben valerse por sí mismos. Si uste­des no se cuidan, nadie lo hará". Mantienen la independencia personal como un objetivo. Pero el individualismo tiene sus des­ventajas. Debido a este espíritu, algunos han desarrollado una mentalidad de "derechos" que asume las prioridades por enci­ma de las relaciones. Si la relación no es "satisfactoria", ya sea en el matrimonio, los hijos, las amistades, el trabajo, la iglesia, etc., optan por abandonarla. Las decisiones se toman basadas no en lo que es mejor para la sociedad, para su familia, su iglesia, etc., sino lo que es mejor para "ellos".

Si usted está leyendo este libro, probablemente no será así. Con los cristianos, el egoísmo toma una forma más sutil. Algunas veces los que participan en los grupos pequeños asisten sólo por lo que pueden conseguir, y no para dar así como reciben. De hecho, la revista Newsweek informó hace varios años que ha­bía unos 15 millones de norteamericanos en unos 500.000 gru­pos de apoyo en los Estados Unidos. Cuando se les preguntó por qué pertenecían a un grupo, muchos respondieron que el grupo les proporcionaba alguien que "me escucha". Debemos estar contentos de que esas personas están asistiendo a los gru-

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pos, pero para que encuentren curación y realización debe desa­rrollarse una comunidad verdadera: deben encontrar una rela­ción con Dios y el uno con el otro tanto por dar como por reci­bir.1

La exaltación aislada de la persona es una gran diferencia del plan de Dios para la singularidad en el contexto de la co­munidad. En la analogía de la iglesia como un cuerpo, como se ve en 1 Corintios 12, cada persona tiene un papel único en la iglesia. Si una persona sufre, toda la comunidad de la iglesia su­fre. Se necesita y es necesario cada don que es único en su gé­nero.

Es en la comunidad donde se nos desafía más a crecer en Jesús. No perdemos nuestra singularidad en la comunidad; la encontramos. Somos más únicos cuando estamos con otros que nos necesitan para complementar el cuadro mutuo de Dios que estamos creando. Juntos llegamos a ser lo que no podemos lle­gar a ser solos. Ese es el plan de Dios para su iglesia.

El apóstol Pablo lo dijo bien en 2 Corintios 5:15: "Y porto­dos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos". Cuando uno está relacio­nado con Jesús, el yo llega a ser secundario y los demás llegan a ser lo principal. "El cristianismo no levanta murallas de separa­ción entre el hombre y sus semejantes, sino que liga los seres humanos a Dios y unos con otros".2 ¿No es este el objetivo de la iglesia y del cristianismo: vivir en unidad y armonía que llega a ser una avenida para el derramamiento de la lluvia tardía del Es­píritu Santo en una mayor medida de lo que se vio en Pentecos­tés?3

Estaba conduciendo recientemente un seminario de prepara­ción sobre cómo tratar con el conflicto en los grupos pequeños. Después de la reunión, Jennifer, una de las líderes del grupo se­ñaló a otra líder de un grupo pequeño, Sara, y me contó este relato. Cuando Sara comenzó a ir al grupo por primera vez, no tenía nada positivo para compartir con el grupo. En vez de eso, obtuvo algo del grupo. Sara era semejante a un cachorro que

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había sido golpeado. No miraba a nadie a los ojos; se sentaba con su cabeza gacha. Sus comentarios siempre eran negativos. Pero el grupo encomió sus buenas cualidades y la hizo sentirse aceptada y necesitada. No pasó muchos tiempo antes de que comenzara a florecer. "¡Mírela ahora!", exclamó Jennifer. Perma­necimos juntos y observamos a una joven vivaz, reír, sonreír y abrazar a sus compañeras líderes del grupo. Ahora Sara estaba dando a otras lo que había recibido. Había recibido el Espíritu Santo en una relación con cristianos solícitos.

Creo que una de las formas más excelentes y naturales de crear una iglesia solícita es por medio de los grupos pequeños. El resto de este libro tratará acerca de cómo hacer que la comu­nidad sea una realidad en su vida personal y en su iglesia por medio del ministerio de los grupos pequeños.

Referencias 1 "Unite and Conquer" [Únanse y conquisten], Newsweek [Noticias de la Semanal, 5 de febre­

ro de 1990. 2 Elena de White, Obreros evangélicos, p. 147. 3 Julie A. Gorman, "Clase Encounters-The Real Thing" [Encuentros íntimos: La cuestión

real], Christian Education ]ournal [Revista de Educación Cristiana], t. XIII, N" 3.

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Una perspectiva bíblica e histórica

(~PíTULO ~¡1~

de los grupos pequeños

(

'omo dice David Haney, "la pregunta: ¿Cree usted en los gru­pos pequeños?, no es ni correcta ni equivocada, sino extem­

, ,poránea. Es como si alguien nos preguntara si creemos en la lluvia, o en el automóvil. ¡Los grupos simplemente existen! Están surgiendo espontáneamente, por todo el mundo, dondequiera que la obra de Dios se mantiene activa y despierta" .1

Una lectura casual de las Escrituras le informa al lector que las reuniones de los grupos pequeños y de los grandes siempre han sido una parte de la vida espiritual y de la historia bíblica. Sobre el tema se han escrito numerosos libros de cómo crearlos, pero todavía muchos cristianos no entienden los principios bí­blicos del ministerio de los grupos pequeños.

Creo que parte de la razón por la que algunos se han aleja­do asustados del ministerio de los grupos pequeños es la "mala reputación" que los grupos pequeños han tenido en los últimos 40 años. En la década de 1950 los grupos pequeños fueron con­siderados como unidades de terapia psicológica. La década de

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1960 trajo los niños de las flores, las drogas, el movimiento de Jesús, y el evangelismo de parque y cafetería, del cual surgieron grupos de susceptibilidad. La reacción de la década de 1970 sos­tuvo que la intimidad era importante y que no era saludable la divulgación de los sentimientos propios a los demás. Todo esto arrojó una sombra en algunas mentes sobre el concepto de los grupos pequeños.

Debido a esta reacción, muchos cristianos se alejaron del modelo bíblico de los grupos. Existía el temor de dañar la propia imagen por una "asociación equivocada". Sin embargo, varias organizaciones cristianas intentaron dar un giro positivo a esta disyuntiva. Trataron de neutralizar la falsificación de Satanás en un intento por desarrollar un modelo positivo de grupos peque­ños para la iglesia cristiana. Estas organizaciones hicieron una contribución significativa al cambiar el pensamiento de los cris­tianos hacia un modelo más positivo y bíblico de los grupos pe­queños.

El énfasis cristiano en las décadas de 1970 y 1980 consistió en: que los grupos iban a construir un compañerismo positivo y un vínculo y unidad entre los cristianos. Se escribieron cantos que reflejaban esa actitud, tales como "Somos uno en el Espíri­tu". Se puso de relieve la camaradería y la amistad, quedando el estudio de la Biblia y la oración en segundo lugar. Pocos consi­deraron la obra misionera hacia los que no eran cristianos co­mo una parte significativa de la vida del grupo. Si un incrédulo asistía al grupo, estaba perfectamente bien, pero no se estimuló eso. Desde una perspectiva adventista, hubo grupos AYA [Aso­cü:Íción de Jóvenes Adventistas] para los jóvenes. Se desarrolló un seminario sobre ministerios para los adultos como una añadi­dura o alternativa a las reuniones evangelizadoras de cosecha, y nacieron los seminarios sobre Daniel y Apocalipsis. Además, casi de la noche a la mañana brotaron seminarios sobre tópicos de salud y otros asuntos que se sentía que se necesitaban.

A mitad de la década de 1980, cuando se estaban desarro­llando los métodos de la evangelización de relación y cuando

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60 Grupos pequeños para el tiempo del fin

los grupos pequeños para la evangelización misionera estaban explotando en otros países alrededor del mundo, comenzaron a surgir los grupos pequeños en el adventismo. Es interesante que un estudio de la División Norteamericana acerca de los métodos de testificar usados en 1990 por los adventistas del séptimo día reveló que los grupos de compañerismo hogareños, ¡eran el mé­todo número uno! El cuadro siguiente revela las 9 actividades de testificación que estaban a la cabeza en ese año. De hecho, el estudio revela que algún tipo de reuniones en el hogar/grupos pequeños y otras actividades de evangelización de relación son la elección preferida de la mayoría de los adultos hasta los 50 años de edad.

PARTICIPACIÓN EN PROGRAMAS DE TESTIFICACIÓN

Feligresía adventistas de la División Norteamericana

Compañerismo bíblico del hogar

Contactos telefónicos

Contactos de puerta en puerta

Seminarios de Apocalipsis

Presentación de relatos bíblicos

Seminarios sobre salud

Reuniones públicas de evangelización

Seminarios de Daniel

Seminarios sobre la familia

22%

21%

17%

17%

16%

15%

14%

9%

8%

0% 5% 10% 15% 20% 25%

Del sistema de información de la División Norteamericana de la iglesia. Informe 5 presentado por Monte Sahlin.

Mientras los grupos pequeños comenzaron a ganar una po­sición firme en la Iglesia Adventista, se levantaron algunas críti­cas. Comentarios típicos fueron: "Los grupos pequeños son sen­cillamente personas que se sientan en un círculo y que juntan su ignorancia", o "Un grupo pequeño suaviza la verdad de la Es-

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Una perspectiva bíblica e histórica 61

critura", o "Nunca vi que ocurriera una decisión en favor de Cristo en un grupo, no gaste su tiempo. Adhiera a la campaña de evangelización pública". Parte del problema fue el hecho de que muchas personas estaban fundamentando su opinión sobre los grupos pequeños en las prácticas anticuadas de las décadas de 1950, 1960 y 1970, más bien que sobre los paradigmas más nue­vos que eran más escriturados. También, cambiar es difícil, pero los métodos de Dios deben adaptarse y se adaptarán y deben cambiar en un medio ambiente progresista. La sociedad y la cul­tura nunca permanecen estáticas, y nosotros debemos avanzar.

Monte Sahlin, en su libro Sharing Our Faith With Friends [Compartiendo nuestra fe con los amigos], tiene un capítulo ex­celente sobre la historia de la evangelización en la Iglesia Ad­ventista. Una sección es especialmente útil para nuestros prop6-sitos. Sahlin comparte el concepto de que ha habido 3 épocas de evangelismo en la Iglesia Adventista, que son:

La época del evangelismo profético (1844-1900) Este período se caracterizó por un énfasis sobre la Palabra

de Dios y una crítica profética de las iglesias establecidas. Los objetivos incluían instituciones sociales tales como la esclavitud, el alcohol, el vestido y la dieta. La predicación era el método clave de esa época. Las reuniones generales al aire libre se insti­tuyeron como un medio de evangelización y como una llave pa­ra el reavivamiento de los miembros adventistas. El punto central primario de la evangelización era el establecimiento de iglesias. Durante ese tiempo se organizaron más de 1.500 iglesias loca­les.3

La época del evangelismo institucional (1900-1980) Según Howard B. Weeks, historiador de la evangelización

adventista, por el año 1900 las reuniones en carpa en las que se trataba el tópico de la profecía y el adventismo no tuvieron tanto éxito como habían tenido antes. La nueva época se enfocó sobre la predicación evangélica de la comunicación de un sistema de

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62 Grupos pequeños para el tiempo del fin

la doctrina adventista centrado en Cristo. Lecciones evangélicas y resúmenes de tópicos corrientes llegaron a ser una parte clave de las reuniones. En ese período el promedio de la congrega­ción pasó de 36 miembros en 1900 a 110 miembros en 1963, más del triple. En esa época crecieron rápidamente nuestros hospitales, casas publicadoras, industrias de alimentos saluda­bles y el sistema de educación. El enfoque adventista hacia el ministerio, al igual que el de otras denominaciones, fue un enfo­que de línea de montaje. Si algún método funcionaba, se lo em­paquetaba y se lo hacía circular entre los demás. Después de to­do, ¿por qué volver a inventar la rueda? Como todos tenemos la misma meta, razonaron muchos, usemos los mismos métodos.4

La época del evangelismo de relación (1980 hasta hoy) Durante la década de 1980 llegó a ser más y más difícil con­

seguir que un gran número de pastores y congregaciones coope­raran en la tradicional evangelización institucionalizada. Se de­sarrolló un enfoque de menú. Esta nueva época parece estar ca­racterizada por un énfasis en compartir la propia fe satisfaciendo necesidades personales, estableciendo amistades y después ha­blándoles de Jesús y de las doctrinas de la Biblia. El compañeris­mo es más importante que la organización y la posición y el "trepar por la escalera". El objetivo es satisfacer las necesidades de la gente más bien que desarrollar los programas instituciona­les. Varios métodos de las épocas anteriores se combinaron con algunos métodos más nuevos. Surgieron los grupos de compañe­rismo del hogar y grupos pequeños como una de las estrategias sobresalientes de esta época.5

El movimiento histórico en la Iglesia Adventista en los pocos últimos años es un reflejo de la sociedad contemporánea. Gran­des instituciones burocráticas están reduciendo el tamaño. Siste­mas controlados verticalmente están dado paso a sistemas de­mocráticos descentralizados llamados círculos de control de cali­dad. Está surgiendo un nuevo paradigma en el cual el trabajo se realiza mediante asociaciones, interconexiones de colegas y

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compañeros de trabajo. Se considera más importante a la gente que la productividad. Se cree que si la gente siente que es acep­tada, entonces aumentará la productividad. "Nos hemos cambia­do de la pirámide al círculo; del poder que fluye hacia abajo, al poder que circula alrededor; de la burocracia a las estructuras orgánicas que capacitan a un grupo para servirse mutuamente así como para servir al mundo".6

Algunos están diciendo hoy que el interés que hay en el proceso de los grupos pequeños y la necesidad de tenerlos, es un nuevo cambio de modelo. Sin embargo, los cristianos tienen sencillamente que mirar a la historia cristiana y la Escritura para darse cuenta de que este no es el caso. Los grupos pequeños re­flejan la intención original de Dios para su iglesia. Veamos juntos las evidencias que apoyan esta declaración, teniendo en mente que estamos contemplando los principios. La aplicación de estos principios variarán con las culturas y las circunstancias.

Principios del Antiguo Testamento Los principios de los ministerios de los grupos pequeños

pueden trazarse al primer versículo en el Antiguo Testamento, en Génesis 1:1: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". La palabra que se emplea para Dios en el idioma original está en plural, lo que incluye a más de una persona involucrada en la creación. La religión cristiana sostiene que los miembros de la Deidad -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son uno en pro­pósito y designio; con su permiso, un grupo pequeño.

Después de la creación de la raza humana a la imagen y se­mejanza de Dios (Gén. 1:27), Dios dijo algo que nos proporciona algo de la razón fundamental para tener grupos pequeños: "No es bueno que el hombre esté solo" (Gén. 2:18). El hombre y la mujer fueron creados como seres sociales; viven más felices y viven vidas más productivas en grupos. La unidad de la familia se dio para satisfacer las necesidades humanas básicas. Así como un bebé recién nacido necesita el amor y la atención de una fa­milia para un desarrollo saludable, así también un hijo de Dios

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64 Grupos pequeños para el tiempo del fin

recién nacido necesita el alimento que sólo un pequeño grupo atento, de la familia de una iglesia más grande, puede darle. Gé­nesis 2:18 no quiere decir que todos tienen que casarse para en­contrar satisfacción en la vida, pero implica que como seres hu­manos necesitamos los unos de los otros socialmente.

Cuando Dios creó en Edén al primer hombre y a la primera mujer, formó una comunidad pequeña en relación a sí mismo. Caminaban juntos "al aire del día" (Gén. 3:8). Después Dios les dio una tarea para que la hicieran juntamente con él: debían cuidar el huerto de Edén (Gén. 2:15). También se les dijo que fructificaran y se multiplicaran (Gén. 1:28), aumentando el tama­ño de su grupo.

Vemos aquí varios principios claves de la vida de un grupo. Un grupo pequeño es un mínimo de 3 personas: dos seres hu­manos y Dios. Obran recíprocamente y hacen cosas juntos. De­sean que otros se unan a su grupo y que aumenten su desarrollo social y espiritual.

Como Adán y Eva fueron la primera pareja creada, también formaron una familia y dieron a luz a toda la gente y las nacio­nes que siguieron. Debido al pecado, el plan de Dios de la co­munidad y armonía fue interrumpido periódicamente, como por ejemplo en la disputa entre Caín y Abel, y en la torre de Babel. Pero Dios se propuso restaurar esas relaciones quebradas. Abra­hán y el grupo de su familia fueron incluidos en el pacto de Dios. A David y a su casa se le prometió el reino. El plan incluía a los israelitas como la nación que Dios usaría como su ejemplo para realizar la tarea.

La estructura organizativa de Dios para Israel comprendía relaciones de grupos grandes, medianos y pequeños. La nación estaba compuesta de grupos y subgrupos de varios tamaños: es­taba dividida en tribus que a su vez se dividían en clanes, que a su vez se dividían en familias y casas individuales. De la misma manera, el Israel espiritual, la iglesia de Dios de nuestro tiempo, necesita tener un liderazgo competente y equilibrado en cada nivel de estructura de organización. Si la iglesia pasa por alto

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cualquiera de estos grupos, sufrirá en su misión. El concepto del Antiguo Testamento de organizar de lo más

grande a lo más pequeño también se ve en el consejo sobre lide­razgo que Jetro, el suegro de Moisés, le dio a él mientras los is­raelitas estaban peregrinando por el desierto. El pastor Moisés tenía una feligresía de más de 2 millones. En Éxodo 38:26 se de­clara que la iglesia en el desierto estaba compuesta por 603.550 hombres. Si le sumamos una esposa y varios hijos a cada pareja, ¡tenemos una gran congregación! No es maravilla que Moisés "se tirara de sus cabellos pastorales" y dijera: "¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos?" (Deut. 1:12). Es evidente que la tarea que le esperaba a Moisés era una tarea imposible. Hoy día muchos pastores intentan atender a una congregación con muy poca ayuda. Es imposible que los pastores solos satisfagan las necesidades de todos sus miembros. Esta es una razón por la que es importante que todos los 11f.•.'. iem-bros ayuden en el ministerio. !

]etro (Éxo. 18:21-23) le dijo a Moisés que escogiera hom­bres capaces, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborre­cieran la avaricia y que los pusiera sobre el pueblo en grupos de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Eso significa que Moisés necesitó en números redondos aproximadamente 60.000 líderes de 10; 12.000 de 50; 6.000 de 100, y 600 de i.ooo, es decir, un total de unos 78.600 líderes. Escoger los líderes y escribir la descripción del trabajo de cada uno, debe de haber sido ya una tarea abrumadora. Pero Dios inspiró a Moisés para que siguiera explícitamente esas órdenes.

Algunas veces los pastores y los líderes laicos dicen que no es práctico, necesario, ni posible organizar una iglesia en grupos pequeños. ¡Pero Moisés lo hizo! Su grupo más pequeño era una unidad de 1 O personas con un líder, ¡el tema de este libro!

Piense en lo que ocurrió cuando Moisés, y más tarde Josué, siguieron la estructura de organización de Dios: los condujo a la tierra prometida de Canaán. Desafortunadamente, los israelitas abandonaros la tarea antes de que su misión fuera realizada.

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66 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Llegaron a estar satisfechos de sí mismos y no completaron la tarea de conquistar completamente Canaán para Dios.

Algunas veces las iglesias hoy hacen lo mismo. Una vez que se establecen en una comunidad y alcanzan un cierto tamaño, los miembros llegan a estar satisfechos de sí mismos. Se quejan de que ya son un grupo suficientemente grande. Si llegan a ser un grupo demasiado grande llegan a ser impersonales. Y tienen muchas otras excusas. Pero la misión de la iglesia no terminará hasta que vuelva Jesús. Él dijo que fuéramos a todo el mundo, a cada raza, tribu y pueblo. Sencillamente no es suficiente estar presente en una comunidad; debemos "ocuparla". Debemos or­ganizar a la iglesia para el servicio. Y el ministerio de los grupos es una parte del plan de Dios.

Jesús y los grupos pequeños Cuando Jesús estaba listo para fundar la iglesia cristiana, co­

menzó con un grupo pequeño. Mateo 4:18-22 y Lucas 6:13-16 enumeran la lista de los 12 discípulos que escogió Jesús. Necesi­taban que se limaran algunas asperezas de carácter, pero ellos fueron los comienzos del cristianismo.

El número 12 es interesante. Los sociólogos nos dicen que una vez que un grupo llega a ser mayor de 12, cambia las diná­mica y ya no es más un grupo pequeño, sino un grupo de tama­ño mediano. Por eso es importante que un grupo pequeño se divida una vez que alcanza aproximadamente 12 miembros. Si no se divide, el porcentaje de supervivencia no es bueno, por­que la dinámica de un grupo pequeño ya no se hace presente. Sin embargo, algunos grupos manejan este asunto al reunirse con un grupo mayor, y después se dividen en unidades más pe­queñas que se reúnen en toda la casa para el diálogo y la inte­racción.

Otro fenómeno interesante de un grupo pequeño ocurrió dentro del grupo de los 12. Jesús y los otros discípulos tenían amigos íntimos entre ellos mismos. Jesús tenía una relación estre­cha con Pedro, Santiago y Juan. En el huerto del Getsemaní

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Una perspectiva bíblica e histórica 67

(Mateo 26), Jesús le pidió a los 3 que oraran con él, mientras los otros quedaron en otra parte del huerto. De la misma manera en el monte de la transfiguración (Mat. 17:1-3). No hay nada malo con que miembros del grupo establezcan vínculos afectivos unos con otros, esto es completamente natural. Alentar amistades íntimas y participación en la oración entre los diversos miem­bros ayudará a los miembros del grupo a ministrarse mutuamen­te y fortalecerá su grupo. Además de eso, cuando llega el mo­mento para que su grupo se divida, anime al grupo dividiéndolo de acuerdo con sus relaciones especiales, y será mucho más fácil para el grupo.

¿Qué es más importante, el tiempo que se dedica a un gru­po pequeño o el que se dedica a un grupo grande? La respuesta está en que los grupos pequeños y los grupos grandes no deben competir. La iglesia los necesita a ambos. Esto es especialmente cierto en la evangelización, cuando los grupos pequeños y las campañas de cosecha se combinan para proporcionar alimento y cosecha. Cuando se coloca en grupos a los recién bautizados y a los que aún están buscando a Jesús, hay una responsabilidad se­manal y una familia lista para ayudar en el crecimiento espiri­tual del individuo, y hay tiempo en los hogares. Jesús visitó el hogar de Simón el leproso; pasó tiempo con la mujer junto al pozo; tuvo un encuentro con Zaqueo. La Escritura nos dice que cuando vio las multitudes, tuvo compasión de ellas. El tiempo qve se dedica a los grupos pequeños y a los grandes es como la fe y las obras: no pueden separarse.

Jesús pasó tiempo con su grupo pequeño, los 12 discípulos. Intimó con ellos, los instruyó, oró con ellos, y después los llevó con él para que observaran cómo ministraba a otros. Después se retiraron en su pequeño grupo y rindieron informes y trataron su ministerio y su misión (Mat. 14:13-23; Mar. 3:7). Una lectura casual de los Evangelios revela que Jesús pasó más tiempo en escenarios de una sola persona y en grupos pequeños, que en escenarios de grupos grandes. ¿Por qué? Porque las personas se salvan individualmente, y no en multitudes.

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68 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Jesús siempre puso a las personas antes que la estructura y las tradiciones. Su meta era tener relaciones redentoras. Le dijo a los discípulos que si alguno deseaba ser un líder en su organiza­ción, debe colocar a los demás en primer lugar. Debe estar dis­puesto a servir a los demás y a abandonar las metas y los deseos egoístas (Luc. 22:24-30). Además de eso, Jesús le dijo a los líde­res religiosos que su prioridad debía ser vivir los principios del reino y no estar controlando las reglas del reino. Dijo que era lo que estaba dentro de la persona lo que cuenta, no la apariencia exterior (Luc. 17:20, 21). Una vez que la relación es correcta, se­guirá la obediencia. En cada cosa que la iglesia haga, incluyendo los grupos pequeños, las personas deben ser la prioridad núme­ro uno. Los miembros no deben participar en la vida del grupo para "arreglar" el uno la vida del otro. Esa es la obra del Espíritu, que convence y cambia vidas. Los miembros están para aprender y para vivir la Escritura y para apoyarse y orar el uno por el otro.

Jesús también usó el escenario del grupo pequeño con sus discípulos, para capacitarlos para el servicio. Era un medio am­biente seguro para compartir las preocupaciones y las preguntas y para poder crecer de las experiencias obtenidas. Un ejemplo es la parábola del sembrador en Lucas 8. Los discípulos estaba sen­tados con la multitud escuchando a Jesús compartir el relato y su aplicación a la vida y al ministerio. Cuando los discípulos estu­vieron a solas con Jesús, le pidieron que les explicara la parábo­la. Estoy seguro de que la exposición los ayudó en su compren­sión de la práctica de ganar almas. De manera similar, el am­biente de un grupo pequeño proporciona la oportunidad para que cada miembro atienda a los otros en el grupo, invite a sus amigos y parientes, y aprenda a ministrar en un marco en el que no se sientan intimidados.

Jesús usó el marco del grupo pequeño no sólo para com­partir lecciones espirituales, sino como un medio ambiente en el cual modelar el liderazgo. Los discípulos tenían celos unos de otros y luchaban entre ellos acerca de quién sería el primero en

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Una perspectiva bíblica e histórica 69

el reino. Jesús pudo explicarles que los dones de cada persona son para trabajar en armonía con los de otros bajo la dirección del Espíritu Santo (Luc. 22:24-30; Mat. 18:1-5).7

Grupos pequeños basados en hogares fueron importantes para Jesús en la formación, el desarrollo y el éxito de la iglesia cristiana. Su ministerio ocurría a menudo en el contexto de un hogar: "Entonces ... entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos" (Mat. 13:36). Y mientras que estaba en la casa, los enseñaba. "Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa" (Luc. 7:36); después procedió a enseñarle a Simón acerca del perdón. En resumen, Jesús comenzó la iglesia cristia­na y su ministerio al mundo por medio de un grupo pequeño. Su ejemplo debe decirle mucho, volúmenes, a su iglesia de hoy. Es hora que volvamos al propósito original, ¡es el momento para los grupos pequeños!

La iglesia cristiana primitiva y los grupos pequeños Los creyentes primitivos llamaron a la iglesia "los de la fami­

lia de la fe" (Gál. 6:10). Pablo ofreció ánimo a los miembros jó­venes al recordarles continuamente que pertenecían a una fami­lia espiritual. Eran miembros de "la familia de Dios" (Efe. 2:19). Pedro usó la misma metáfora y amplió el concepto para signifi­car que los miembros eran una "casa espiritual" (1 Ped. 2:5) en la que vivía Dios.

. Esta metáfora encaja dentro de la realidad, porque en el si­glo I la vida cristiana se centraba en hogares privados. A los cristianos no se les permitió construir edificios de iglesia hasta después del año 313. El hogar llegó a ser el lugar de reunión de los creyentes primitivos. Cuatro ejemplos de los días de la iglesia apostólica son: la iglesia en la casa de María, la madre de Juan Marcos (Hech. 12:12); la iglesia en la casa de Priscila y Aquila (Rom. 16:3-5: 1 Cor. 16:19); la iglesia en la casa de Filemón (File. 2); y la iglesia en la casa de Ninfas (Col. 4:15). Hechos 2:41-47 indica que la temprana comunidad cristiana era una comunidad estrechamente unida que compartía los recursos y que se reunía

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70 Grupos pequeños para el tiempo del fin

diariamente para el estudio de la Biblia, la comunión, la oración y la alabanza.

Clemente, uno de los padres de la iglesia primitiva, describe una reunión en una casa que visitó: "El dueño de la casa nos dio la bienvenida, y nos llevó a un apartamento seguro, arregla­do como un teatro y hermosamente construido. Allí encontra­mos una considerable multitud esperándonos, quienes habían venido durante la noche". 8

Había una variedad de tipos de reuniones hogareñas. El li-bro de Hechos registra los tipos siguientes:

c.- Reuniones de oración (Hech. 12:12) c.- Tardes de camaradería cristiana (Hech. 21:7) _.. Comidas en común, posiblemente servicios de comu­

nión (Hech. 2:46) _.. Una noche de oración, adoración e instrucción (Hech.

20:7) _.. Reuniones evangelizadoras de improviso (Hech. 16:32) _.. Reuniones planificadas para presentar el evangelio

(Hech. 10:22) c.- Atención de los interesados que inquirían acerca del

evangelio (Hech. 18:26) _.. Para instrucciones de organización (Hech. 5:42)

Hubo un equilibrio entre las reuniones en el hogar y las pú­blicas, una "combinación ganadora" en la formación y en los métodos evangelizadores que siguieron. Después del derrama­miento del Espíritu Santo, la Escritura declara que los creyentes se reunían diariamente "en el templo y por las casas" enseñando acerca de Jesús (Hech. 5:42). Más tarde vemos que Pablo hace lo mismo. También enseñó y evangelizó "por las casas" (Hech. 20:20). Las reuniones en los hogares proporcionaron la espina dorsal de la estructura de la iglesia. Sin embargo, los hogares no fueron el único contexto en el cual funcionó la iglesia.

Reuniones de grandes multitudes también fueron parte de la estrategia evangelizadora, tales como las reuniones en el tem-

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Una perspectiva bíblica e histórica 71

plo y por las sinagogas. Un ejemplo de esto es la predicación de Pedro en Hechos 2, cuando se añadieron a la iglesia 3.000 creyentes.

Las sinagogas fueron los "edificios de iglesia" para los ju­díos. Al principio los cristianos se reunían con ellos, sin conside­rarse una denominación separada sino sólo un grupo reformado dentro del judaísmo. Pero cuando los cristianos continuaron pre­dicando y enseñando, siguió la oposición de los líderes judíos. Finalmente los cristianos fueron excluidos de las sinagogas y se vieron forzados a reunirse en hogares privados, donde se podía invitar a los vecinos a tratar y escuchar el relato del evangelio con menos peligro de ser interrumpidos.

Sin embargo, excepto en ciertos períodos de persecución intensa, los cristianos pudieron testificar en la plaza del mercado. Un excelente ejemplo actual de evangelización en la plaza del mercado la compartió conmigo uno de nuestros líderes de Rusia. Durante los momentos más críticos de la persecución de los cristianos en Rusia, las reuniones públicas y privadas de los cris­tianos fueron proscritas, especialmente cualquier reunión de evangelización. Los creyentes paliaron esto lo mejor que pudie­ron. Una forma era ir cada semana al mercado al aire libre.

Uno de nuestros pastores tomó un gallo con él cada semana y permaneció en el mercado con él. Otros miembros de iglesia estaban allí y hablaban con él pretendiendo que estaban discu­tiendo la compra del gallo. En realidad, estaban tratando de la lección de la escuela sabática, negocios de iglesia, evangeliza­ción, o algunas veces dando un estudio bíblico. Algunas veces un miembro también traería algo para vender en el mercado y se quedaría al lado del pastor con el gallo. Mirando fijamente hacia delante, trataban asuntos espirituales y de la iglesia. Un día un oficial de la KGB se acercó a nuestro pastor y le dijo: "¿Qué tiene de malo su gallo? Usted lo ha traído al mercado durante sema­nas. Mucha gente le habla a usted acerca del gallo y lo mira, ¡pero ninguno se lo compra!" Por medio de este método y de otros métodos arriesgados la iglesia creció y prosperó en Rusia.

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72 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Los miembros de la iglesia primitiva debieron haber usado estrategias similares en tiempos de persecución. La persecución no puede extinguir el evangelio. Como declaró uno de los pa­dres de la iglesia, "la sangre de mártires es semilla de cristianos".

Por el tiempo del emperador romano Nerón, los cristianos comenzaron a atraer la atención como un grupo separado del judaísmo. En el año 64, 33 años después de la muerte de Jesús. Nerón declaró que los cristianos y otras "sectas" específicas no podían edificar iglesias u otros lugares públicos de reunión.9 Los que violaban el decreto intentando adorar a Jesús públicamente podían eventualmente perder su propiedad, la ciudadanía roma­na, y en algunos casos sus vidas.

Ya hemos visto cómo Nerón y Trajano reprimieron el cristia­nismo al proscribir las asambleas públicas. Hay sólo una refe­rencia histórica a un edificio para las reuniones cristianas antes del año 300, y ese edificio estaba en Persia en el año 265, fuera del Imperio Romano. 10

La fuerza de la iglesia del hogar cristiano durante este tiem­po queda ilustrado por un incidente ocurrido en el año 170. El emperador romano proclamó un decreto que decía que los cris­tianos en Alejandría debían "desistir de su fe y de sus reunio­nes" o se enviaría el ejército romano para destruirlos. El obispo de Alejandría (la ciudad más grande de Egipto en ese tiempo) respondió declarando que para destruir a los cristianos, habría que ejecutar a más de la mitad de la población de la ciudad. 11

En el siglo IV el emperador Constantino declaró al cristia­nismo la religión oficial del Imperio Romano. Ese decreto dio como resultado planes de edificios de iglesia a través del impe­rio. Con las oficinas centrales de la religión y del gobierno en Roma, los líderes de la Iglesia y del Estado unieron sus manos para promover el crecimiento del cristianismo.

Los pasos que llevaron al decreto de Constantino comenza­ron en el año 311, en la ciudad de Nicomedia, y fueron dados por el emperador romano Galerio. Galerio declaró "que el pro­pósito de recuperar a los cristianos de su terca innovación y de

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la multitud de sus sectas para las leyes y la disciplina del estado romano no se realizó; y que ahora les concede permiso para te­ner sus asambleas religiosas, a condición de que no perturben el orden del Estado" .12

El edicto de Constantino del año 313 fue más allá del edicto de Galerio. Constituyó un paso decisivo de la neutralidad hostil a una neutralidad y protección amigables. Preparó el camino para que el cristianismo fuera la religión legalmente reconocida del Imperio Romano. El edicto ordenó la restauración inmediata y total de todas las propiedades confiscadas a la iglesia, a expensas del tesoro del Imperio.13

Después de este edicto, Constantino fue adelante en la construcción de estructuras de iglesia con una arquitectura es­merada. Construyó de inmediato iglesias magníficas en Jerusa­lén, Belén y Constantinopla.

Eusebio, el padre de la historia eclesiástica, describe una iglesia construida en Tiro entre el 313 y el 322. Declara que in­cluía una gran pórtico, un atrio cuadrangular rodeado por co­lumnas, una fuente en el centro del atrio para que los asistentes se lavaran sus manos y sus pies antes de entrar, pórticos interio­res, galerías, altares, tronos para los obispos y bancos para los miembros de iglesia. Los materiales de construcción incluían ce­dros del Líbano, granito y otros materiales preciosos.14

La iglesia: ¿Edificio o cuerpo? Las alianzas de la Iglesia con el Estado y el institucionalismo

tuvieron un efecto negativo sobre la iglesia. El período siguiente se conoce hoy como la Edad Oscura. Durante ese tiempo, el compañerismo espiritual y el sentido de comunidad de la iglesia fueron intercambiados hasta cierto punto por edificios, ritual y formalidad. Se perdió la casa de reuniones como el medio de la vida espiritual. La "iglesia" llegó a significar un edificio, ladrillos y argamasa.

En vez de asistir a la iglesia en sus hogares, los cristianos se reunían en el edificio de la iglesia para el culto de adoración se-

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74 Grupos pequeños para el tiempo del fin

manal. En lugar de la reunión semanal en el hogar dirigida por los laicos, ahora los miembros asistían a un servicio a mitad de semana dirigido por el sacerdote, en el edificio de la iglesia. El papel del clero pagado cambió de hombres calificados, evange­listas, superintendentes y los que establecían congregaciones, a líderes del culto y predicadores. El papel de los laicos cambió de ser testigos, a ser espectadores y asistentes del clero pagado.

Además, el edificio de la iglesia reemplazó al hogar como el centro de la vida de la iglesia. No estoy queriendo decir que los lugares públicos de adoración están mal. Ya hemos declarado que la iglesia cristiana debe tener tanto grupos pequeños como reuniones públicas. Pero la iglesia perdió su equilibrio. Bill Beckham se refiere a este equilibrio por medio de la metáfora de "la iglesia con dos alas" .15 Dice que así como un avión o un pája­ro no pueden volar con una sola ala, así la iglesia no puede rea­lizar su tarea si está desequilibrada en este enfoque.

Cuando era muchacho, compraba planeadores de madera balsa y los arrojaba al aire. Si el planeador no estaba correcta­mente ensamblado y las alas no estaban unidas en forma ade­cuada, el avión iba en círculos alrededor o se estrellaba en el suelo. Igualmente, si la iglesia no está equilibrada en su instruc­ción a los miembros y evangelización, no se le podrá dar al mundo el mensaje del evangelio que Cristo nos encargó.

Un enfoque lleno del Espíritu Los miembros de mi iglesia me han preguntado: "Pastor, ¿a

qué se parece una iglesia llena del Espíritu? ¿Cómo se supone que funcione? ¿Qué métodos usa?" Para contestar esas preguntas generalmente los dirijo al capítulo 2 del libro de Hechos. Este capítulo es una lectura obligatoria para la comprensión de la vi­da de una iglesia llena del Espíritu.

gue: Un resumen de los antecedentes de Hechos 2 es como si-

.- Jesús les dijo a los discípulos que iba a regresar al cielo Quan 13:33).

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Una perspectiva bíblica e histórica 75

• Jesús les dijo que no los dejaría solos, sino que les daría el Espíritu Santo Quan 14:15-18)

• Jesús les dijo que el Espíritu Santo sería su ayudador. Los enseñaría y les ayudaría a recordar lo que Jesús les había enseñado Quan 14:26).

c.- Jesús les aseguró a sus discípulos que era para su prove­cho que regresara al cielo. El Espíritu Santo, a quien Je­sús enviaría, convencería al mundo de pecado, de justi­cia y de la necesidad de hacer una decisión en favor de Cristo Quan 16:7-15).

c.- Después de su resurrección, justo antes de que regresara al cielo, Jesús les dio a sus discípulos lo que los cristianos llamamos la gran comisión. Les dijo a todos los cristianos que fueran e hicieran discípulos, que los bautizaran y que enseñaran en todas las naciones (Mat. 28:18-20).

• Después Jesús les dijo que esperaran en Jerusalén para recibir el Espíritu Santo (Hech.1:4, 5).

• Jesús les dijo que recibirían poder y que serían sus testi­gos en todo el mundo cuando el poder del Espíritu San­to viniera sobre ellos (Hech. 1:8).

Hechos 2 describe a los discípulos recibiendo el poder del Espíritu Santo. Lo que sigue después de los primeros 4 versículos es a lo que se parece una iglesia llena del Espíritu. En Hechos 2:22-36, Pedro predica a la gente acerca del hecho que Jesús es el Mesías, el Salvador del mundo, y el Hijo de Dios. Después de escuchar el sermón, la gente exclamó: "¿Qué haremos?" (Hech. 2:37). Pedro les dijo que se arrepintieran y que fueran bautizados para el perdón de los pecados, y 3.000 personas respondieron al llamado y fueron bautizados (Hech. 2:38-41).

Lo que sigue después del bautismo es una descripción de lo que fue la vida de la iglesia para esos recién bautizados, miembros de la iglesia recién formada, llena del Espíritu, y relati­vamente prístina. El versículo 42 describe 4 cosas que formaron parte de su vida diaria. Primero, los creyentes se dedicaron a la

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76 Grupos pequeños para el tiempo del fin

enseñanza de los apóstoles. Hoy podemos llamar a esto estudio de la Biblia. Segundo, había comunión: tenían amor, eran solíci­tos, compartían y se instruían mutuamente. Tercero, partían el pan juntos. Compartían una comida común diaria. Cuarto, ora­ban juntos.

El versículo 43 añade un quinto elemento. Dice que en la iglesia se hacían maravillas y señales. Otras referencias bíblicas mencionan conversiones, curaciones e incluso resurrecciones.

Los versículos 44 y 45 añaden una sexta dimensión. Decla­ran que los creyentes tenían "todas las cosas en común" y daban de sus posesiones para cualquiera que necesitara. Algunos cre­yentes habían perdido sus posesiones cuando se convirtieron al cristianismo. A veces los nuevos cristianos se encuentran sin tra­bajo, sin dinero y sin hogar. De esa manera los miembros de la iglesia se ayudaron mutuamente y suplieron las necesidades de sus miembros. Hoy esas necesidades pueden incluir ayuda fi­nanciera con alimentos, vivienda, servicios públicos u honora­rios médicos. Además podría incluir programas de rehabilitación de la adición al alcohol o las drogas y la recuperación de otros hábitos que causan adicción.

El versículo 46 declara que los miembros se reunían en el "templo" (reuniones de concentración de gente) y "en las casas" (pequeñas reuniones en los hogares y evangelización amigable de persona a persona), y "el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" (Hech. 2:47). Las reuniones donde había mucha gente y las reuniones en los hogares no sólo pro­porcionaban apoyo, compañerismo y vida social, sino que tam­bién había ganancia de almas, ya que se bautizaba gente. Algu­nos dicen que el propósito de los grupos pequeños es satisfacer las necesidades sociales. Eso es cierto, ¡pero el modelo bíblico también produce decisiones para Jesucristo! Si su grupo pequeño no tiene la obra misionera como una parte de su formato, enton­ces su grupo no está siguiendo el modelo dado por Dios que en­contramos en Hechos 2.

Un amigo mío visitó un grupo pequeño. Los miembros esta-

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ban estudiando las profecías de la Biblia y había cristianos y buscadores de la verdad (personas que no han aceptado aJe­sús). Durante la reunión era evidente que Marta, una de las que no eran cristianas, no había comprendido el estudio bíblico. Al terminar la reunión, mi amigo habló con Marta. Ella le dijo que iba a llegar a ser cristiana y que se uniría a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Mi amigo sintió curiosidad, porque sabía que Marta no entendía la profecía de Daniel 9 que acababa de estu­diarse en el grupo. Mi amigo le preguntó acerca de su compren­sión de las enseñanzas de la Iglesia Adventista. Ella respondió: "Hay algunas cosas que no entiendo. Pero las que entiendo, sé que son verdad. Una vez que continúe estudiando y entendien­do lo que no me e& claro, sé que lo encontraré bíblico, porque cada cosa que he entendido hasta aquí está fundamentada en la Escritura. Además, esta gente me ama; son mi familia".

¡Eso es de lo que se trata en los grupos pequeños!

Referencias 1 Miguel Ángel Cerna, El poder de los grupos pequeños en la iglesia (Newbury Park, California:

El Camino, 1991), p. 17. 2 "Church Members: Involvement, Witnessing, Devotions" [Miembros de iglesia: Compromiso,

testificación, devociones], Sistema de información de la División Norteamericana, informe No 5 (Sil­ver Springs, Maryland: Review and Herald, 1991), p. 8.

' Monte Sahlin, Sharing Our Faith [Compartiendo nuestra fe] (Hagerstown, Maryland: Re-view and Herald), pp. 14, 15.

4 Ibíd., pp. 15-18. 5 Ibíd., pp. 20-23. 6 Gareth Weldon Icenogle, Bíblica! Foundationsfor Small Group Ministry [Fundamentos bí­

'b!icos para el ministerio de los grupos pequeños] (Downers Grove, Illinois: InterVarsity Press, 1994), pp. 9-12.

7 Neal F. McBride, How to Lead Small Groups [Cómo conducir grupos pequeños] (Colorado Sprü¡.gs, Colorado: NavPress, 1990), pp. 15-18.

8 Miguel Green, Evangelismo en la iglesia primitiva, p. 208. 9 Phillip Schaff, Historia de la iglesia cristiana, t. 1, p. 384. 10 Albert J. Wollen, Miracles Happen in Group Bib!e Study [Ocurren milagros en el estudio de

la Biblia en grupos] (Glendale, California, 1976), p. 30. 11 Ibíd., p. 29. 12 Schaff, t. 2, p. 71. n Ibíd., p. 72. !4 Ibíd., pp. 198-202, 15 William Beckham, La iglesia que tiene dos alas volará.

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(.nPíTULO ii{T{

La Iglesia Adventista y los grupos pequeños

l a Iglesia Adventista, que se originó del movimiento de Gui­llermo Miller en la década de 1840, atrajo adherentes de va­

.drias denominaciones principales, una de las cuales era la Igle­sia Metodista. Elena G. Harmon [más tarde Elena de White] fue bautizada en la Iglesia Metodista en 1842. Ella describe ese acontecimiento en estas palabras: "Éramos doce catecúmenos y fuimos al mar para que nos bautizaran. Soplaba un fuerte viento y las encrespadas olas barrían la playa; pero cuando cargué esta pesada cruz, mi paz fue como un río. Al salir del agua me sentí casi sin fuerzas propias porque el poder del Señor se asentó so­bre mí. Sentí que desde aquel momento ya no era de este mun­do, sino que, del líquido sepulcro, había resucitado a nueva vi­da. Aquel mismo día por la tarde fui admitida formalmente en el seno de la Iglesia Metodista" .1

Como miembro de la Iglesia Metodista, llegó a estar involu­crada en lo que se denominaba "reuniones de clases" [es decir, de estudio de la Biblia y de oraciónP Esta práctica se originó en

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Inglaterra y más tarde se desarrolló en nuestra reunión de ora­ción semanal. Para entender esto, debemos remontarnos a la In­glaterra del siglo XIX y hacer un repaso del ministerio de Juan Wesley, el fundador de la Iglesia Metodista.

En los años que siguieron a la Reforma, el cristianismo con­tinuó gozando de aceptación popular, pero volvió la formalidad institucional de la iglesia. Debido a esto, languidecieron las reu­niones de grupos en los hogares y la influencia del cristianismo declinó en la primera parte del siglo XVIII ante la revolución in­dustrial europea. Pero Juan Wesley y Jorge Whitefield fueron uti­lizados por Dios para encabezar un reavivamiento espiritual en Inglaterra.

Wesley y Whitefield viajaron por las campiñas inglesas, ha­ciendo un llamamiento a la gente para que se volviera a Dios. Cuando las personas hacían sus decisiones en favor de Cristo, los organizaban en sociedades. Esas sociedades se reunían en lugares que alquilaban para orar, para estudiar la Biblia, para te­ner comunión y para la adoración. 3

En Bristol, Inglaterra, surgió un problema en varias socieda­des con relación a la recaudación de dinero para pagar el alqui­ler mensual de los lugares para reuniones públicas. Por consi­guiente, Wesley dividió las sociedades en grupos de 12 perso­nas. Designó a un líder en cada grupo para recaudar un centavo semanal de cada familia para pagar el alquiler. Cuando los líde­res recaudaron los centavos, le informaron a Wesley que habían descubierto problemas de gente que bebía, otros que tenían difi­cultades en sus matrimonios, y otras situaciones que no debe­rían ser parte del estilo cristiano de vida.

Después de esta revelación, se revisó el plan de recaudar dinero. El grupo de 12 miembros comenzó a reunirse en la casa de uno de los miembros, y comenzaron a hablar francamente de sus problemas personales para edificación mutua. 4

El crecimiento espiritual y personal en las vidas de los miembros del grupo de la sociedad fue fenomenal. Nuevas de la influencia positiva de las sociedades de Bristol llegaron a Lon-

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80 Grupos pequeños para el tiempo del fin

dres. Dentro de un tiempo breve, la sociedad de Londres se divi­dió en grupo de 12. De este sencillo comienzo salieron las reu­niones de clases metodistas. Esos grupos proporcionaban estudio de la Biblia, oración, testimonios y compañerismo. Fue de este proceso de grupos de donde floreció en Inglaterra el reaviva­miento wesleyano (llamado metodista porque seguían métodos específicos para realizar el ministerio) . Era un reavivamiento di­rigido por miembros laicos, no por clero pagado; miembros lai­cos que abrían la Biblia en los hogares a través de toda Inglate­rra.

Con el tiempo, el movimiento de Wesley cruzó el Océano Atlántico. Se edificaron iglesias, y las reuniones públicas combi­nadas con las pequeñas reuniones de clases proporcionaron la base para el crecimiento del metodismo en los Estados Unidos. 5

El movimiento de grupos pequeños en el metodismo tuvo también un impacto sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día debido a la influencia de Elena de White. En su juventud, Elena llegó a estar involucrada en el movimiento milerita y en la subse­cuente formación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Muy temprano en su experiencia, Elena de White reconoció los bene­ficios espirituales positivos del ministerio de los grupos peque­ños. Por consiguiente, bajo la dirección de Dios, escribió las de­claraciones siguientes:

"Predicad menos y educad más, dirigiendo estudios bíblicos y orando con las familias y los grupos pequeños. A todos los que trabajan con Cristo quiero decir: Cuandoquiera que podáis obtener acceso a la gente en su hogar, aprovechad la oportuni­dad. Tomad vuestra Biblia y abrid ante las personas sus grandes verdades. Vuestro éxito no dependerá tanto de vuestro saber y talento, como de vuestra capacidad para conquistar corazones. Siendo sociables y acercándoos a la gente, podréis atraer la co­rriente de sus pensamientos más fácilmente que por el discurso más capaz. La presentación de Cristo en la familia, en el hogar o en pequeñas reuniones en casas particulares, gana a menudo más almas para Jesús que los sermones predicados al aire libre, a

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la muchedumbre agitada o aun en salones o capillas".6

"Congréguense pequeños grupos en la tarde o en la mañana Lemprano para estudiar la Biblia. Celebren una reunión de ora­ción para que el Espíritu Santo los pueda fortalecer, iluminar y santificar ... Si lo hacen serán grandemente bendecidos por Aquel que dedicó totalmente su vida al servicio, y que nos redimió por medio de ella ... ¡Qué testimonio deberían dar de la cordial rela­ción que mantienen con sus compañeros de labor en esos pre­ciosos momentos cuando buscan la bendición de Dios! Cada cual cuente con palabras sencillas lo que le ha ocurrido... Reú­nanse pequeños grupos para estudiar las Escrituras. No perde­rán nada y ganarán mucho". 7

Elena de White tuvo otra oportunidad de observar el impac­to de los grupos pequeños en el campo y en la ciudad. Desde 1891 hasta 1900 estuvo en Australia ayudando en el desarrollo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Mientras estaba en Aus­tralia ayudó a establecer el Colegio de Avondale y escribió varios libros, tales como El Deseado de todas las gentes y El camino a Cristo.

Creo que Dios colocó a Elena White en Australia por otra razón significativa. Ella ya había experimentado directamente el poder de los grupos pequeños. Ahora Dios la estaba colocando en un país donde estaba ocurriendo un reavivamiento de gru­pos pequeños. Eso también le proporcionaría una oportunidad para fortalecer el poder espiritual de los ministerios de .los gru­pos pequeños en su mente y experiencia.

En Australia, durante la década de 1890, el tiempo del minis­terio que Elena de White llevo a cabo allí, ocurrieron aconteci­mientos que se relacionaron con lo que hoy se conoce como el Reavivamiento Galés. Los clérigos en Melbourne y sus alrededo­res se reunieron para orar por la salud espiritual de sus miem­bros y compatriotas. Los pastores se fortalecieron tanto al pasar este tiempo juntos, que creyeron que lo mejor que podían hacer por el bienestar de sus miembros era organizarlos en grupos si­milares para el estudio de la Biblia, la oración y el compañeris-

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mo. Por consiguiente, en la ciudad de Melbourne cada semana se estaban realizando 2.000 reuniones de hogar en el nivel máxi­mo del reavivamiento.

Los pastores de Melbourne que estaban comprometidos en el ministerio de grupos pequeños invitaron a R. A. Torrey para que fuera desde los Estados Unidos y realizara una campaña de evangelización. El resultado fue un reavivamiento extraordina­rio.

En ese tiempo, una joven de Nueva Gales del Sur estaba vi­sitando Melbourne. Llevando su experiencia a Nueva Gales del Sur, asistió a las reuniones familiares de oración en Nueva Gales del Sur. Las reuniones familiares contribuyeron al Reavivamiento Galés, lo que tuvo un impacto asombroso en el desarrollo del cristianismo en Nueva Gales del Sur.

Durante ese mismo período de tiempo que causó un impac­to en la iglesia cristiana en Australia, Dios le destacó a Elena de White la importancia del ministerio de los grupos pequeños·.

"La formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano, es un plan que ha sido presentado ante mí por Aquel que no puede equivocarse. Si hay un gran número de herma­nos en la iglesia, organícense en grupos pequeños, para trabajar no solamente por los miembros de la iglesia, sino por los no creyentes también" .9

"Pero con motivo de nuestros congresos, no debernos per­der de vista la posibilidad que se nos brinda de enseñar a los hermanos y hermanas a hacer trabajo misionero práctico donde viven. En muchos casos, en esas asambleas, convendrá designar a ciertos hombres escogidos para la responsabilidad de impartir enseñanza en los diferentes ramos de actividad. Enseñen algunos a los miembros a dar estudios bíblicos y a dirigir reuniones fami­liares. Otros pueden tener el cargo de enseñar los principios de la salud y de la temperancia, y la manera de tratar a los enfer­mos. Otros aún pueden trabajar en favor de la obra con nuestros periódicos y libros" .10

"Dediquen los maestros de nuestras escuelas el domingo al

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esfuerzo misionero. Lleven consigo a los estudiantes para que celebren reuniones en favor de los que no conocen la verdad. El domingo puede dedicarse a fomentar varios ramos de trabajo que lograrán mucho para el Señor. En este día puede hacerse obra de casa en casa, celebrarse reuniones al aire libre y en ca­sas particulares" .11

Como puede verse a través de la historia y de la pluma de Elena de White, Dios tiene propósitos eternos en mente por me­dio de los grupos pequeños. Cuando Dios reveló los aconteci­mientos que ocurrirán antes de la segunda venida de Cristo, los grupos pequeños y el compartir las Escrituras con vecinos for­man una parte importante del plan de Dios.

"En visiones de la noche pasó delante de mí un gran movi­miento de reforma en el seno del pueblo de Dios. Muchos alaba­ban a Dios. Los enfermos eran sanados y se efectuaban otros milagros. Se advertía un espíritu de oración como lo hubo antes del gran día de Pentecostés. Veíase a centenares y miles de per­sonas visitando las familias y explicándoles la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divi­na. Los verdaderos y sinceros hijos de Dios recibían grandes bendiciones. Oí las alabanzas y las acciones de gracias: parecía una reforma análoga a la del año 1844" .12

"Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos y jun­tarse en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los án­geles los proveían de comida y· agua, mientras que los impíos sufrían hambre y sed".13

Elena de White usa términos tales como cottage meetíngs, small companies, líttle companíes y small gatherings [reuniones familiares, pequeñas compañías, sociedades pequeñas y peque­ñas reuniones]· para referirse a lo que hoy podemos llamar gru­pos pequeños. Considere los elementos de su consejo:

l. Dios le dijo que las iglesias grandes debían tener grupos

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84 Grupos pequeños para el tiempo del fin

pequeños. 2. Los grupos pequeños se deben reunir comúnmente en

"hogares privados". 3. Reunirse junto "al hogar". 4. Reunirse en la noche o en la mañana, lo que sea más

conveniente para el horario de uno. 5. El propósito de la reunión es para atender a los "miem­

bros de iglesia" bautizados; para "ganar almas para Jesús"; y para atender a los "no creyentes".

6. ¿Qué es lo que se hace durante la reunión? (a) Abrir la Biblia", "estudiar la Biblia", "presentar a Cristo", "dar estudios bí­blicos"; (b) orar; (e) " ser sociales", "acercarse a la gente", "con­quistar el corazón"; (d) "compartir testimonios".

Los comentarios de Elena de White con respecto a los gru­pos pequeños reflejan muy de cerca los elementos de Hechos 2:42-47: estudio doctrinal, compañerismo en los hogares, ora­ción, alimentos y obra misionera.

Tipos de reuniones adventistas Elena de White empleó varios términos para describir los

diferentes tipos de reuniones en la Iglesia Adventista. La termino­logía y la práctica ha variado algo a través de los años, pero los principios permanecen.

l. Cottage Meetings [Reuniones familiares): Esta era una reu­nión de un grupo pequeño durante la semana para el estudio de la Biblia, la oración, el compañerismo y para compartir testi­monios. El énfasis estaba en el estudio de la Biblia. Generalmen­te el grupo se reunía en hogares privados. El grupo seguía un formato en sus reuniones que alcanzaba tanto a los creyentes como a los no creyentes. Los términos little companies y small companies parece que se refieren a esas reuniones familiares.

2. Bible Readings (Estudios bíblicos]: C. Mervyn Maxwell, historiador eclesiástico d~ la Iglesia Adventista, declara que el primer estudio bíblico en la Iglesia Adventista ocurrió como re­sultado de una tormenta durante una reunión general en Cali-

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fornia. Cuando el ruido de la tormenta hizo imposible la predica­ción, alguien tomó una Biblia y comenzó a hacer preguntas so­bre un tema doctrinal, invitando a la congregación a mirar los textos que contestaban las preguntas. Este método sencillo de preguntas y respuestas se afirmó y llegó a ser muy popular. Fi­nalmente, se hizo un llamamiento a la gente para que enviara sus estudios bíblicos favoritos. Los mejores fueron compilados en 1888 en la primera edición del libro Bible Readingjor the Ha­me Circle [Estudios bíblicos para el círculo del hogar].

Evidentemente, los estudios bíblicos eran similares a lo que llamamos un seminario o un taller. A veces Elena de White se refiere a miembros de iglesia dando estudios bíblicos y reunién­dose en grupos pequeños como si fueran dos reuniones diferen­tes. Otras veces parecería como si las dos reuniones pudieran llevarse a cabo simultáneamente. Naturalmente podía usarse el hogar no sólo para reuniones de grupos pequeños, sino tam­bién para una serie de conferencias bíblicas similar a los semina­rios que realizamos hoy día, tales como los seminarios sobre Daniel y Apocalipsis; descubriendo a Jesús; vínculo familiar posi­tivo; detección, control y manejo del estrés, etc.

En un capítulo anterior me referí a una entrevista periodísti­ca en el estado de Indiana (Estados Unidos) con el evangelista adventista G. B. Starr, y en la que Starr explicó los estudios bíbli­cos: "Los estudios bíblicos son un trabajo diferente. Los instructo­res van de casa en casa y tienen estudios de la Biblia en forma individual o hasta con 20 personas. El año pasado dieron 10.000 estudios bíblicos" .14 Parece que un estudio bíblico abarcaba a unas pocas personas o tantas como entraran en una casa.

3. Social Meetings [Reuniones sociales]: 15 Hacia la mitad del siglo XIX, las reuniones de clases metodistas estaban cambiando a una reunión semanal de oración que incluía dimensiones so­ciales. La Iglesia Adventista también incluyó una reunión social como parte de sus oficios religiosos. A menudo se llevaba a cabo después de un servicio religioso de predicación, algunas veces a mitad de semana, pero con frecuencia el sábado. La reunión so-

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86 Grupos pequeños para el tiempo del fin

cial le proporcionaba a la congregación tiempo para compartir personalmente los beneficios que habían recibido del sermón o de la presentación del estudio de la Biblia. En otras ocasiones se tenía una reunión social en lugar de un sermón, ya que los primeros adventistas no tenían pastores designados en forma re­gular. En esas situaciones la reunión se hacía después de termi­nar la escuela sabática.

La reunión social incluía oración, testimonios, palabras mu­tuas de ánimo, cantos y camaradería. La reunión era muy similar a los elementos contenidos en lo que hoy llamaríamos un servi­cio de alabanza, oración y testimonios. Una diferencia era que la reunión social no se limitaba a una cantidad definida de asisten­tes. En algunos casos, si la congregación era muy grande, los participantes se dividían en grupos pequeños para darle a cada feligrés una oportunidad para participar.

Jaime White, en el libro Lije Incidents, nos proporciona una vislumbre de una reunión real: "Las reuniones sociales estaban señaladas por una gran solemnidad. Con lágrimas, se confesa­ban los pecados y había un quebrantamiento general ante Dios, y fuertes súplicas por perdón, y una idoneidad para encontrar al Señor en su venida. Y los humildes discípulos del Señor no bus­caron en vano su rostro. Antes de que terminara la reunión cen­tenares testificaron con lágrimas de gozo que habían buscado al Señor y lo habían encontrado y habían gustado la dulzura de los pecados perdonados" .16

"Durante una reunión social, se dieron 117 testimonios en 53 minutos. Todo derecho y al punto" .17 Una revisión de los pri­meros artículos y cartas adventistas demuestra que la reunión social era un parte clave de la vida de la iglesia, y que algunos consideraban que asistir a ellas era un deber. La reunión social era el tiempo para fortalecer la comunidad entre los miembros mediante la oración y los testimonios. Elena White dijo que era esencial para la igl~sia tener reuniones sociales, y que debería enseñarse a los ministros jóvenes a conducir reuniones socia­les.18

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En 1882, Elena de White describió una reunión tal en estas palabras: "Las reuniones sociales [de testimonios] y de oración deben ser las reuniones más interesantes que se tengan. Se debe pedir sabiduría a Dios y se deben hacer planes para dirigir las reuniones de manera que sean interesantes y atractivas. La gente tiene hambre del pan de vida. Si lo encuentra en la reunión de oración, irá para recibirlo. Las oraciones y los discursos largos y prosaicos no cuadran en ningún lugar, pero mucho menos en la reunión social [de testimonios]. Cansan a los ángeles y a la gente que los escucha. Nuestras oraciones deben ser cortas y directas. Dejemos al Espíritu de Dios entrar en el corazón de los adoradó­res, y él apartará toda árida formalidad" .19

En la Iglesia Adventista, la reunión social evolucionó o se desarrolló en una reunión de oración que fue del plan original de oración, alabanza y testimonios, a un sermón pastoral seguido por unos pocos minutos de oración. Hoy, algunas congregacio­nes ni siquiera tienen una reunión de oración. Si la tienen, sólo asisten unos pocos. Necesitamos volver al formato original, que entraña un enfoque más relacional. Algunos de los congresos sobre la oración de la década de 1990 en la Iglesia Adventista reflejan de cerca las características de las reuniones sociales.

4. Open-Air Meetings/Camp Meetings [Reuniones al aire li­bre/Congresos anuales o Reuniones generales]: La ganancia de almas siempre ha sido una prioridad en la Iglesia Adventista. Los primeros adventistas predicaban dondequiera y en cualquier momento que había una oportunidad. Debido a la falta de fon­dos para alquilar edificios públicos y porque muchas veces no estaban disponibles los grandes edificios públicos, las reuniones se realizaban al aire libre. Un ejemplo fue una reuniun de evan­gelización en mayo de 1854 en Locke, en el condado de Ing­ham, en Míchigan, Estados Unidos. "El edificio de escuela que podían emplear no albergaba ni a la mitad de los oyentes, así que el orador permaneció en la ventana abierta y habló tanto a los que estaban en la casa como a la gran multitud que estaba en el césped y en sus carruajes" .20 Además de esto, grandes mul-

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88 Grupos pequeños para el tiempo del fin

titudes se reunían en la propiedad de la granja de alguien o en un lugar de reuniones público y céntrico.

A mediados del siglo XIX, las carpas para las reuniones pú­blicas eran una novedad, especialmente en· la parte occidental de los Estados Unidos. Sólo con colocar una carpa, uno podía atraer una multitud, así que las carpas y las reuniones al aire li­bre tenían mucho éxito. La primera reunión general al aire libre de la Iglesia Adventista se tuvo en 1868 en un bosque de arces en la granja del pastor E. H. Root, que vivía en Wright, Míchi­gan. Fue una reunión al aire libre donde se usaron tanto asientos al aire libre como carpas. "Las primeras reuniones o congresos generales al aire libre se planearon no sólo para la bendición es­piritual de los creyentes, sino como campañas de avangelización para el público en general; por lo tanto, era la costumbre cam­biar el lugar de reuniones cada año, y buena parte de la predica­ción, especialmente por las noches y los domingos, se hacía con este propósito en mente. Este plan fue apoyado por Elena de White hasta por lo menos 1900".21

5. Sabbath Worship Service [Culto de adoración sabático]: Una parte vital del adventismo fueron los servicios religiosos del sábado. Generalmente incluían una escuela sabática de estudio de la Biblia, oración y compañerismo, con obra misionera y el aprendizaje de habilidades de liderazgo como una parte esen­cial. El servicio religioso que le seguía era una predicación o una reunión social.

6. Personal Visitation [Visitación personal]: Hoy día, al refle­xionar sobre este punto, usamos el término evangelización amistosa. Los ingredientes clave incluyen el establecer relacio­nes sociales con los asistentes que no son miembros de iglesia, con los vecinos y con los compañeros de trabajo, teniendo en mente el objetivo de satisfacer sus necesidades e introducirlos a Jesús por medio del estudio de la Biblia y la experiencia perso­nal.

7. Personal Prayer and Bible Study [Oración personal y estu­dio de la Biblia]: La Biblia declara que Jesús pasaba mucho tiem-

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po en oración. Si los cristianos van a crecer espiritualmente, o van a tener un ministerio eficaz, deben pasar algún tiempo dia­riamente con Dios.

Una iglesia local que incorpore estos 7 ítem tendrá un pro­grama equilibrado de instrucción y de obra misionera. Habrá oportunidades para que el Espíritu Santo haga un impacto en su ministerio. No sólo obrará y actuará el Espíritu en las vidas per­sonales de los miembros, sino que las vidas se cambiarán en la medida en que se sigan los planes de Dios. Elena de White lo declaró bien cuando dijo: "Somete todos tus planes a Él, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indicare su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios, y ella será cada vez más semejante a la de Cristo". 22

Hablé recientemente con uno de los pastores en el sur de Oregón. Estaba entusiasmado por los bautismos y por la canti­dad creciente de los grupos pequeños en la iglesia durante los pocos meses pasados. Mi amigo me dijo que generalmente tuvo que alentar a comenzar a los nuevos grupos. Después de la re­ciente campaña de cosecha, uno de los miembros de su iglesia dij~: "Debemos colocar a los nuevos miembros y a los interesa­dos en grupos pequeños. No tenemos demasiados grupos, de manera que necesitamos comenzar tres grupos más". Otros miembros siguieron esta posición y, por su propia cuenta, orga­nizaron la cantidad suficiente de grupos para satisfacer las nece­sidades actuales de la iglesia. Mi amigo el pastor me dijo que era emocionante ver a sus miembros tomar la delantera. ¡Había valido la pena el equipar a los miembros, aconsejarles y lanzarles un desafío!

Referencias 1 Elena de White, Notas biográficas, pp. 27, 28. 2 Ibíd., p. 48. 3 John Dillenberger y Claude Welch, Protestant Christianity [Cristianismo protestante] (Nueva

York: Charles Scribner and Sons, 1954), pp. 129-136. 4 B. Waugh y T. Mason, Tbe Works of the Reverend john Wesley [Las obras del reverendo

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Juan Wesley] (1832), t. 7, p. 12. 5 A.]. Wollen, Ocurren milagros en el estudio de la Biblia en grupos, p. 36. 6 Elena de White, Obreros evangélicos, p. 201. 7 ___ , Cada día con Dios, p. 11. 8 Wollen, Ocurren milagros en el estudio de la Biblia en grupos, pp. 36, 37. 'Elena de White, El evangelismo, p. 89. 10 ___ ,joyas de los testimonios, t. 3. pp. 323, 324. 11 ___ , Consejos para los maestros, pp. 426, 427. 12 ___ ,joyas de los testimonios, t. 3, p. 345. 1' ___ , Primeros escritos, p. 282. 14 G. B. Starr, en Wabash, Indiana, Plain Dealer [El Comerciante Honrado], P de octubre de

1886, p. 5. 15 Mucha de la información investigada que comparto con respecto a las reuniones sociales

está tomada de un proyecto de investigación realizado por Russell Burrill y titulado "A Biblical and Adventist Historical Study of Small Groups as a Basis for Mission" [Un estudio biblico e histórico ad­ventista de los grupos pequeños como una base para la misión], de mayo de 1996.

16 Jaime White, Life Jncidents [Incidentes de vida] (Battle. Creek, Michigan: Steam Press of SDA Pub. Assn., 1868), t. 1, p. 167. Aquí Jaime White está hablando de las reuniones sociales du­rante el movimiento milerita.

17 ]. N. Loughborough, Miracles in My Life [Milagros en mi vida] (Phoenix, Arizona: Leaves of Autumn Books, 1987), p. 88.

18 Elena de White, "Labor at Camp-Meetings" [Trabajo en los congresos anuales], Signs of the Times [Señales de los Tiempos], 17 de mayo de 1883.

1' ___ , "Christian Work" [Trabajo cristiano], Review and Herald [Revista y Heraldo], 10 de octubre de 1882. (Nota cf.el Traductor-Editor: Véase también joyas de los testimonios, t. 1, p. 458.)

20 Arthur W. Spalding, Origin and History of Seventh-day Adventists [Origen e historia de los adventistas del séptimo día] (Washington D.C.: Review and Herald, 1962), t. 2, p. 7.

21 lbíd., pp. 17, 18, 22 Elena de White, El camino a Cristo, p. 70 (ed. ACES 1978 de bolsillo, y también 1985).

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¡Que el modelo de iglesia auténtico se ponga de pie!

C41PíTULD oc~o

l a última parte de la década de 1980 y la década de 1990 se­rán recordados por algunos como el período de transición en ~ a vida de la denominación. El deseo de los baby boomers

(personas nacidas inmediatamente después de la Segunda Gue­rra Mundial en los Estados Unidos) de "hacer una iglesia dife­rente" junto con el deseo de la iglesia de atraerlos, han contribui­do al ensayo experimental de métodos nuevos. Además, ha habi­do un resurgimiento de volver al modelo del Nuevo Testamento para solucionar el problema de la participación de los laicos en la evangelización, y de la baja asistencia a las reuniones de la iglesia que existe en muchas partes del mundo. Estos factores han impelido a la iglesia a ir de un enfoque del ministerio de "cortar a todos por el mismo molde" --es decir, aplicarle a todos el mismo molde no importa sus diferencias, y que viene de arri­ba abajo- hacia una variedad amplia de estilos y métodos.

El nuevo énfasis sobre la comunidad ha resultado en un én­fasis renovado sobre las reuniones de grupos pequeños en hoga­res particulares. Hay muchos libros y seminarios en cuanto a

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92 Grupos pequeños para el tiempo del fin

cuál es la mejor manera de estructurar este ministerio. Algunos pastores y líderes laicos están desconcertados acerca del signifi­cado de muchos términos y conceptos relacionados con los gru­pos pequeños. Aquí se presenta un resumen de los modelos de los grupos pequeños que se están discutiendo y parte de la ter­minología que es pertinente.

Las estructur:as de los grupos pequeños Enfoque tradicional. El enfoque tradicional que existe hacia

los grupos pequeños ha tendido a que se los considere como algo secundario, y que los grandes grupos ocupen el lugar prin­cipal. Los grupos pequeños han sido relegados a la reunión de oración y a la clase de escuela sabática antes del culto de adora­ción. Lamentablemente, por regla general no se le asigna tiempo suficiente a estas clases. También, el énfasis ha sido sobre el es­tudio objetivo de la Biblia, con poco tiempo para la maduración de las relaciones sociales.

El enfoque tradicional también tiende a estar centrado-en­el-programa. La vida en la iglesia gira alrededor de programas para satisfacer las necesidades de los miembros y para atender a los que no son de la iglesia. Los grupos donde hay relación entre sus miembros son secundarios. Las iglesias con este estilo a ve­ces se las denomina iglesias DBP (diseño basado en el progra­ma).

La iglesia centrada en los buscadores de la verdad, cree que Dios ha llamado a la iglesia a relacionar a los perdidos con Jesu­cristo. Todo lo que la iglesia hace y cada dólar que gasta debe contribuir al objetivo de alcanzar a los no cristianos. El culto de adoración está ideado teniendo en mente a los que no pertene­cen a la iglesia. La música, la estructura del programa, el uso del idioma, etc., todo esto está adaptado a sus necesidades. El objeti­vo principal no es tanto alimentar a los santos como proporcio­nar un medio ambiente en el que los que vienen por primera vez se sientan confortables. Este es un enfoque que se centra en la adoración: la vida de la iglesia gira alrededor de los servicios

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¡Que el modelo de iglesia auténtico se ponga de pie! 93

l'eligiosos de fin de semana y de mitad de semana. Otros aspec­tos de la vida eclesiástica, incluyendo los grupos pequeños, pueden ser importantes, pero son secundarios.

Metaiglesia. La terminología viene de Carl George. Metá es un prefijo del griego que tiene que ver con cambio. Ocurre en palabras tales como metamorfosis, metabolismo y en la palabra ~riega metánoia, arrepentimiento, que se refiere al cambio que ocurre con la conversión espiritual. Por eso la metaiglesia es una iglesia en transición, una iglesia que está llegando a ser lo que Dios quiere que sea su iglesia.

Es más una filosofía que una estructura. Un asunto clave es intentar entender más plenamente cómo debe relacionarse la fa­milia de Dios entre sí y con Dios, y la forma cómo la iglesia co­mo organización debe estar estructurada y dotada de personal. [ Jno de los deberes principales del pastor de la metaiglesia es la formación o el equipamiento de líderes laicos que proporcio­nen atención a la familia de la iglesia y a los que no pertenecen a ella. Una parte decisiva de la metaiglesia es la finalidad del au­mento en las conversiones por medio del Espíritu Santo que obra mediante centros de discipulado, en hogares dirigidos por laicos. Todas las funciones del ministerio están descentralizadas en grupos en los hogares, y entonces los pastores están libres para concentrarse en la instrucción y el desarrollo del liderazgo laico.

, Las metaiglesias son iglesias que examinan su ministerio y su estructura para determinar si necesitan cambiar para ajustarse :ti modelo de vida de iglesia del Nuevo Testamento. Los defenso­res de la metaiglesia declaran que no es un programa, una es­tructura o un sistema, sino una forma de pensar. Cómo enfocará cada iglesia el fin del proceso de transición es incierto, pero los ~rupos pequeños son por lo general un componente central en la filosofía de la metaiglesid.*

Muchas iglesias son iglesias basadas en programas que tie­nen grupos pequeños. Han incluido grupos pequeños de hogar como parte de su "programa". Al intentar satisfacer las necesida-

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des de los diferentes tipos de personalidad que hay en la con­gregación, han continuado con sus programas regulares, pero con la añadidura de grupos pequeños como una opción. Sin embargo, la iglesia aún está esencialmente centrada en el pro­grama. En un marco así, el programa de los grupos pequeños generalmente avanza con dificultad porque se ve al pastor co­mo el director y superintendente de todos los programas, y las li­mitaciones del tiempo no le permiten al pastor concentrarse en ningún aspecto del ministerio. Los grupos son sencillamente un brazo de la vida de la iglesia.

Otro término familiar que se emplea hoy para describir las iglesias de grupos pequeños es la palabra transición. Una familia de una iglesia de transición ha decidido que quieren que su mi­nisterio gire alrededor de los grupos pequeños, pero actualmen­te aún es una iglesia basada en el programa. Estas iglesias están en el proceso de reestructuración, de modo que los grupos pe­queños proporcionan los servicios religiosos que antes suplían los otros programas. Esta es una tarea extremadamente difícil, porque para la mayoría de las iglesias es un modelo nuevo y extraño. En una iglesia basada-en-los-grupos-pequeños, cada uno pertenece a un grupo, y la vida de la iglesia está en los gru­pos pequeños y no en los programas. Todo lo demás es secun­dario. Muchas iglesias luchan con esta transición porque no to­dos los miembros que asisten desean que ocurra este cambio.

Una iglesia célula pura es una iglesia que virtualmente no tiene programas. La vida de la iglesia ocurre en la célula. Cada miembros de la iglesia pertenece a un grupo pequeño. Todo el ministerio funciona para alimentar a los miembros y la obra mi­sionera se hace por medio del grupo pequeño. El papel del pas­tor es adiestrar y equipar a los miembros para llevar a cabo el ministerio en el contexto de los grupos, no es el de hacer él solo el ministerio. Los miembros del grupo velan por las necesidades el uno del otro cada vez que están enfermos, o están en el hos­pital, cuando están afligidos, desanimados, cuando necesitan ali­mento o vestimenta o cuando necesitan instrucción bíblica.

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Periódicamente se tienen reuniones de grupos mayores para Instrucción e inspiración. Hay concentraciones periódicas u otros eventos especiales, pero sólo ni no entran en conflicto con la vida del grupo. Nada compite con los grupos, ni siquiera las reuniones de junta. La familia de la iglesia adora junta en el fin de semana, pero no hay otros programas regulares semanales.

****** Estos son algunos de los conceptos y palabras de moda ha­

bituales que se usan en las discusiones de los grupos pequeños. Todas los participantes en la discusión están de acuerdo en que los grupos pequeños, las reuniones de público numeroso y los programas, todos tienen su lugar en la iglesia y concuerdan en que los laicos deben estar equipados para el ministerio. Pero hay desacuerdo sobre el equilibrio exacto del énfasis que hay que poner sobre los diversos conceptos.

Cada congregación debe determinar cuál es su modelo co­rrecto, por medio de la oración, el estudio de la Biblia y de los escritos de Elena de White, y una evaluación honesta de su vida de iglesia actual. Cuando Dios habla por medio del Espíritu San­to a toda la congregación en cuanto al ministerio de la iglesia local, éste será reconocido pero no impuesto. Sin embargo, por las evidencias es obvio que la iglesia debe centrarse en la co­munidad, lo que incluye a todos los miembros de la congrega­ción en algún aspecto de los grupos pequeños, así como en el ministerio de los grupos mayores (ejemplos actuales de cómo hacer esto los presentaré en un capítulo posterior).

En mi opinión, tanto las iglesias basadas en el programa co­mo las iglesias basadas en grupos pequeños encuentran intrínse­camente apoyo en la Biblia. Se necesitan ambos grupos de mi­nisterio, los pequeños y los grandes, siempre y cuando se man­tenga el equilibrio. Lo importante es que cada miembro de igle­sia use sus dones en el ministerio, que todos pertenezcan a al­gún tipo de grupos pequeños, que las reuniones con el grupo mayor sean de inspiración como para edificar a los que asisten y que la vida de la iglesia gire en torno a la comunidad y al minis-

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terio. Si la congregación está buscando el poder del Espíritu Santo y en hacer la voluntad de Dios, entonces, creo que Dios honrará sus esfuerzos y los bendecirá.

Estructura general de los grupos en la Iglesia Adventista

Dentro de la Iglesia Adventista se encuentra toda la gama de la estructura general de los grupos pequeños, con la posible excepción del modelo de iglesia célula pura, que es algo común en los países donde hay persecución y en regiones en las que hay muy pocos miembros. En las iglesias tradicionales adventis­tas, la clase de escuela sabática funciona como el único compo­nente pequeño de la vida de la iglesia. La mayoría de las iglesias adventistas están basadas en el programa, con grupos pequeños como una opción. En cada uno de estos tipos de estructura ge­neral algunas iglesias han trabajado demasiado para hacer que la clase de escuela sabática contribuyera al ministerio y a la comu­nidad en la iglesia local. Muchas de estas iglesias han eliminado la mayor parte del tiempo del programa de la escuela sabática para dar más tiempo a las clases. Además, muchas iglesias han introducido en la clase algunos elementos nuevos tales como: compartir tiempo para desarrollar relaciones sociales, proyectos de obra misionera, y una aplicación más práctica de las doctrinas bíblicas que se enseñan en las lecciones.

Un estilo que se ha usado en muchas iglesias es lo que se ha denominado "unidades de acción de la escuela sabática" (lo trataremos en un capítulo posterior). Además, algunas iglesias han combinado el tiempo de la clase de la escuela sabática y las reuniones de pequeños grupos basados en el hogar en lugar de la tradicional reunión de oración a la que generalmente asisten pocos.

Actualmente muchas iglesias adventistas están en transición de un ministerio basado en un programa a un ministerio basado en los grupos pequeños, y están intentado proporcionarle a cada miembro üha experiencia con grupos pequeños.

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¡Que el modelo de iglesia auténtico se ponga de pie! 97

En la actualidad hay varias iglesias en la denominación que siguen el plan piloto de la iglesia célula. El Instituto de Evange­lismo de la División Norteamericana en la Universidad Andrews y el Departamento de Ministerios de Adultos de la División Nor­teamericana están proporcionando liderazgo en ésta área. Los próximos años proporcionarán algunos datos de interés sobre el uso del modelo de célula en el ministerio.

Estoy entusiasmado porque los miembros y los líderes están orando y buscando la dirección de Dios en cuanto a cuál es su voluntad para su iglesia local, y están ofreciendo una diversidad interesante de ideas. Cuando hay una búsqueda honesta, Dios puede y desea hacer cosas grandes y fascinantes por su iglesia. Esta es una señal de la actividad del Espíritu Santo. ¡Los huesos están comenzando a vibrar!

Referencia • Car! F. George, Prepare Your Church for the Future [Prepare su iglesia para el futuro]

(Tarryton, Nueva York: Fleming H. Revell, 1991), p. 57 y siguientes.

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Grupos pequeñoslOI: Elementos básicos

staba dirigiendo un seminario de preparación de grupos pe­queños cuando se me acercó una joven y me dijo: "¡Espero

~~,que este sea un curso básico para los principiantes, porque necesito mucha ayuda! Por favor, explique lo que es un grupo pequeño". Abordemos primero esa pregunta.

De:Cmición de un grupo pequeño

Hay varias frases para definir lo que es un grupo pequeño. Aquí están algunos ejemplos:

"Una célula es un grupo pequeño con un tamaño ideal de 8 a 15 personas que se reúnen de una manera regular para la ado­ración, el estudio de la Biblia, la obra misionera, el discipulado y la oración". 1

"Un grupo pequeño dentro de la iglesia es una reunión vo­luntaria y deliberada, de 3 a 12 personas que se reúnen regular­mente con el blanco común de la mutua edificación cristiana y compañerismo". 2

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Grupos pequeños 1 O 1 : Elementos básicos 99

"Un grupo pequeño es una reunión deliberada en la que se reúnen frente a frente de 3 a 12 personas, en un horario regular con el propósito común de descubrir y crecer en la vida abun­dante de Cristo".3

Algunas de estas definiciones pasan por alto el elemento im­portante de la obra misionera. De hecho, he asistido a reuniones de capacitación de grupos pequeños a lo largo y lo ancho de los Estados Unidos en los cuales se contemplaba fundamentalmente a los grupos pequeños como elementos para edificación, mien­tras que se pasaba por alto la obra misionera, lo que es un serio error. Como ya hemos visto, la obra misionera está implícita en Hechos 2:46 y 47, que habla de la actividad de casa en casa de l.os discípulos que era seguida por nuevas accesiones a la fe. Ele­na de White también declara que los grupos pequeños sirven tanto para la obra misionera como para la edificación de los miembros: "La formación de pequeños grupos como base del es­fuerzo cristiano, es un plan que ha sido presentado ante mí por Aquel que no puede equivocarse. Si hay un gran número de her­manos en la iglesia, organícense en grupos pequeños, para traba­jar no solamente por los miembros de la iglesia, sino por los no creyentes también". 4

La siguiente es una definición que creo incorpora todos los elementos necesarios: Un grupo pequeño es una reunión delibe­rada y frente a frente de 3 a 12 personas que se reúnen en un horario regular, con el propósito común de desarrollar relacio­nes, satisfacer las necesidades que sienten los miembros del gru­po, crecer espiritualmente, y trazar planes para llevar a otros a aceptar a Jesús como el Señor y Salvador de sus vidas.

La definición de un grupo pequeño debe resultar de los valo­res esenciales o de los elementos de la reunión de un grupo pe­queño: desarrollar y edificar la comunidad, y comunidad significa relaciones. Las 4 relaciones siguientes son claves para un grupo pequeño exitoso:

l. Relación de Dios con la persona: El grupo debe concen­trarse en lo que Dios desea que le suceda a los miembros en for­ma individual y debe ser sensible al toque de Dios en sus vidas.

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1 00 Grupos pequeños para el tiempo del fin

2. Relación de la persona con Dios: La respuesta individual a la acción del Espíritu de Dios es una parte fundamental de la vida del grupo. Los miembros del grupo deben estar conscientes de que el Espíritu Santo toca las vidas de los miembros del grupo de manera que puedan apoyarse entre sí. Cuando el Espíritu impre­siona a los miembros a responder, la gente común hará cosas ex­traordinarias para Dios.

3. Relación de persona-a-persona: La respuesta de los miem­bros a Dios afectará la forma como se relacionan entre ellos. Al crecer en el Espíritu se fortalecerán mutuamente, orarán el uno por el otro, se ayudarán en las necesidades personales, serán más comprensivos y perdonadores, y desearán que otros tengan la misma experiencia.

4. Relación de la persona-con-el-mundo: Un grupo no puede ser espiritualmente íntegro sin alcanzar a otros que estén más allá del círculo. Dios ha llamado a las personas a "congregarse", pero también les ha dicho que "vayan". Dios requiere que los grupos ayuden a cumplir esta comisión. Los líderes del grupo deben modelar la obra misionera. Este es un factor decisivo para el éxito del grupo.

La vida del grupo surge de estos elementos fundamentales. Como vimos en un capítulo anterior, Hechos 2:41-47 proporciona el programa de actividades para toda la vida de la iglesia. Apli­quemos los principios a la reunión de un grupo pequeño. Los detalles que se enumeran son:

HECHOS2 FORMATO DE GRUPO

... La doctrina de los apóstoles Estudio de la Biblia ... La comunión Participación personal, interacción social ... Las oraciones Tiempo para la oración

( .. El partimiento del pan juntos Adoración, comer juntos ... Tenían todas las cosas en co- Satisfacer las necesidades personales mún de los miembros del grupo ... Había bautismos Obra misionera y misión

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 1 O 1

Basado en esta información, todos los grupos pequeños ten­drán 5 componentes comunes: amar, aprender, decidir, hacer y orar. Amar involucra escuchar y compartir el relato personal de uno. Aprender se consigue al estudiar juntos la información y la Biblia. Decidir entraña hacer decisiones de grupo acerca de qué hacer con los niños; qué hará el grupo con el tiempo que pasan juntos; cuándo multiplicar el grupo, y otros asuntos semejantes. Una buena parte de las decisiones se hacen en las reuniones ini­ciales y no es un punto central importante actual del grupo. Ha­cer es la misión del grupo: ¿Cuál es su objetivo? ¿Qué es lo que el grupo está tratando de realizar? ¿Cuál es su ministerio de obra misionera? Orar es algo que debe impregnar la vida del grupo.

En cuanto a lo que toca con respecto al programa de reu­niones del grupo en cuestión, hay 4 componentes principales. Estos detalles del programa son: compartir, estudiar la Biblia, orar y llevar a cabo la misión. Cada tipo de grupo sigue este mis­mo programa: Compartir incluye amar y decidir. El estudio de la Biblia incluye aprender. La misión es alcanzar a otros, que es lo que se hace. Orar es buscar el poder de Dios en todos los aspec­tos de la vida del grupo. Por supuesto hay alguna superposición de componentes. Las diferentes clases de grupos emplearán canti­dades de tiempo diferentes en cada detalle. Por ejemplo, un gru­po cuya concentración se enfoca en compartir, usará menos tiempo en el estudio de la Biblia, la misión y la oración. Un gru­po de estudio de la Biblia para obra misionera podrá usar menos tiempo en compartir y en orar.

Debajo hay un programa modelo para dos tipos diferentes de reuniones de grupo con una duración de una hora y media:

Grupo de camaradería

Compartir, 50 minutos Estudio de la Biblia, 25 minutos Oración/Misión, 15 minutos

Grupo de obra misionera de estudio de la Biblia

Compartir, 20 minutos Estudio de la Biblia, 55 minutos Oración/Misión, 15 minutos.

Por supuesto, cada grupo debe ser lo suficientemente flexi­ble para hacer frente a las necesidades que surjan del grupo y

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1 02 Grupos pequeños para el tiempo del fin

para seguir la dirección del Espíritu Santo. No hay una forma propia única de organizar y dirigir un grupo, y esta estructura es sólo un punto para comenzar. Con todo, el grupo seguirá un tra­zado básico, aunque la secuencia y la terminología varíen algo de un grupo a otro, lo que incluirá estos 4 ingredientes vitales: compartir preguntas, estudio de la Biblia, misión y oración. A su vez, miremos cada uno de estos elementos.

Compartir preguntas

Para que el grupo tenga éxito es importante que cada miem­bro se involucre en la discusión y esté dispuesto a compartir sus ideas públicamente. Para disponer el escenario para cada reu­nión, el grupo necesita comenzar con un tiempo para compartir. Este tiempo de compartir hace que cada uno se sienta distendido y que hable acerca de como pasó la semana y de su vida perso­nal en un medio ambiente sin intimidaciones. Ayuda al grupo a estar consciente de las necesidades de los demás y consigue que los miembros más tranquilos del grupo se involucren de entrada en el proceso del grupo, de manera que continúen hablando du­rante el tiempo dedicado al estudio.

El líder del grupo comienza con una oración y luego dice: "Hablemos acerca de nuestra semana. ¿Qué sucedió en su vida desde nuestra última reunión?" Después de que los miembros han tenido tiempo para hablar acerca de cómo les fue en la se­mana, el líder del grupo hace una pregunta que consigue que los miembros del grupo se familiaricen mejor unos con otros, con el propósito de establecer relaciones más íntimas. Por ejem­plo: "Un día Jesús le dijo a sus discípulos que necesitaban hacer una pausa en su trabajo y descansar. ¿Qué les gustaría hacer para descansar y distraerse?"

Un punto clave para recordar en cuanto a las preguntas que se comparten es que no deben ser intimidatorias, permitiendo que los miembros compartan su relato personal. No debe exigirse un conocimiento especial de la Biblia o de otro tópico. El tiempo para compartir no debe ser para criticar; ¡debe ser sencillo, dis-

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Grupos pequeños 1 O 1 : ~lementos básicos 1 03

tendido y. entretenido! El tiempo para compartir tiene varios beneficios. Logra que

todos se involucren y les da una oportunidad para que se familia­ricen, profundicen sus relaciones y hagan nuevos amigos. Pro­porciona una oportunidad para que los miembros del grupo lle­guen a ser conscientes de los demás y aprecien la singularidad de cada uno.

Hay por regla general 5 tipos de preguntas para compartir en las que puede participar un grupo durante la vida del grupo. Estos tipos de preguntas para compartir son los siguientes:

Preguntas en tiempo pasado: Son preguntas que comparten los miembros del grupo acerca de su historia personal. Las pre­guntas ayudan a entender la experienCia de la vida y los antece­dentes de los compañeros del grupo. Las preguntas en tiempo pasado son especialmente útiles en las etapas del comienzo de un grupo. Algunos ejemplos pueden ser: ¿Asistió usted a la iglesia cuando era chico? ¿A cuál denominación religiosa? ¿Cuál era su juego favorito cuando era niño? ¿Cuál es la cosa más graciosa que alguna vez le sucedió cuando . estaba sentado a la mesa cuando era niño? ¿Qué clase de calefacción tenía su casa cuando usted era adoleséente?

Preguntas en tiempo presente: Estas son preguntas que ayu­dan a los miembros a hablar acerca de lo que está sucediendo actualmente en sus vidas. Algunos ejemplos son: ¿Cuál es su pa­satiempo actual favorito? ¿Qué cosa hizo alguien por usted esta semana que usted la apreció? ¿Cuál es su lugar favorito?

Preguntas en tiempo futuro: Estas preguntas le dan a los miembros una oportunidad para hablar acerca de sus esperanzas y sueños para el futuro. Algunos ejemplos son: ¿Adónde le gusta­ría ir en sus próximas vacaciones? ¿Cómo le agradaría que lo re­cuerden al fin de su vida?

Preguntas de afirmación: Estas preguntas le dan a los miem­bros la oportunidad de compartir cosas positivas entre ellos. Al­gunos ejemplos son: ¿En qué le ha ayudado más a usted el gru~ po? ¿Qué característica le gusta más en cada persona del grupo?

Preguntas de responsabilidad: Este tipo de preguntas se usa

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1 04 Grupos pequeños para el tiempo del fin

sólo si los miembros se han puesto de acuerdo para ser mutua­mente responsables de su vivir cristiano. Algunos ejemplos son: ¿Cómo ha sido su estudio de la Biblia y su oración en la semana pasada? Como padre, ¿ha dedicado usted un tiempo de calidad cada día con hijos esta semana pasada?

Hay algunas directrices importantes que los líderes deben seguir con respecto a las preguntas que se hacen para compartir:

l. Después de hacer la preguntas, pida que comience un vo­luntario. Nunca vaya alrededor del círculo para poner a alguien en un apuro. El líder tal vez necesite, en primer lugar, comenzar a planear la pregunta.

2. Permítale a la gente la alternativa de no contestar si así lo eligen. Diga algo así como: "¿Quién quiere ser el siguiente?"; "Es­tá muy bien no compartir si esa es su elección"; "Si usted siente que esta noche no debe participar, está perfectamente bien".

3. Elija preguntas que no sean intimidatorias.

4. No pregunte por opiniones sobre temas polémicos tales como el aborto, la pena capital, la política, etc.

5. No haga preguntas que motiven a los asistentes a expre­sarse en forma negativa acerca de sí mismos. La finalidad es tener una experiencia positiva, dándole a los miembros la oportunidad de conocerse mejor y atenderse mutuamente.

Estudio de la Biblia En los grupos cristianos el tiempo dedicado a aprender/dis­

cutir debe basarse en las Escrituras. Dependiendo del tipo de grupo, pueden usarse otros materiales, pero la Biblia necesita ser el fundamento. Por ejemplo, un grupo que se reúne con el objeti­vo de ayudar a restablecerse de la aflicción y el dolor, puede usar un libro contemporáneo como su foco principal, pero la Bi­blia debe ser el recurso clave.

En el grupo pequeño el tiempo de estudio es para el estudio inductivo de la Biblia, el cual se basa en la discusión. El líder fa­cilita la discusión, pero no presenta todo él solo. Dirige al grupo

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Grupos pequeños 1 O 1 : Elementos básicos 1 OS

para descubrir las verdades que hay que aprender. Este estilo es el opuesto del enfoque de seminario, en el que hay un profesor que comparte y contesta las preguntas y permite la discusión cuando es necesaria o cuando hay tiempo. Sin embargo, un lí­der de grupo a veces enseña, y siempre debe dar dirección a la discusión de manera que no llegue a ser una tertulia de ideas personales o una combinación de ignorancia. El maestro debe estudiar y prepararse para guiar suavemente la discusión sin do­minar el proceso.

Un estudio inductivo de la Biblia tiene 3 partes. Primero hay una observación: ¿Qué es lo que dice? ¿Cuál es el contexto y ante­cedentes de este pasaje? Los miembros del grupo enumeran sen­cillamente los hechos y obtienen tanta comprensión del pasaje como les sea posible. En segundo lugar hay una interpretación: ¿Qué significa? Esto entraña revisar el contexto histórico y textual y preguntar lo que significó el texto cuando fue escrito original­mente. En tercer lugar está la aplicación: ¿Qué paralelos encon­tramos hoy con el contexto original? ¿Cómo se aplica a nosotros hoy? Uno se pregunta: ¿Y qué? ¿Cómo me afecta a mi hoy?

El objetivo final del estudio de la Biblia en un grupo peque­ño es la aplicación. Uno debe recordar siempre que la Escritura no es sencillamente para aprenderla, sino para vivirla. Si alguien en su grupo está en el medio de los procedimientos de un di­vorcio, el grupo debe estar más preocupado acerca de la manera como Jesús, por medio del poder del Espíritu Santo, puede ayu­darlo justo ahora, que en entender, por ejemplo, la genealogía de Jesús.

Una pregunta clave es generalmente cuáles son los materia­les que deben usarse. La experiencia ha mostrado que para un grupo que comienza es mejor usar material impreso y guías de estudio, como opuesto al material preparado por el líder del gru­po. Por regla general estas guías están escritas por alguien que tiene experiencia en la vida de los grupos pequeños, y las guías de estudio están proyectadas para ayudar al grupo a seguir un modelo para asegurar una experiencia más positiva. -

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1 06 Grupos pequeños para eJ tiempo del fin

Misión Cada grupo debe tener una meta bien definida y una estrate­

gia misionera que los miembros de1 grupo la entiendan y la ha­gan suya. Es decisivo que los miembros del grupo entiendan la razón de su existencia como grupo y que experimenten un senti­do de pertenencia de la vida del grupo. La experiencia ha mos­trado que sin una estrategia para la obra misionera, el foco del grupo se vuelve hacia dentro, el entusiasmo y la realización de los miembros del grupo declina, y la vida del grupo se estanca y se deteriora.

Vi cómo sucedía esto en una iglesia que visite hace poco. Me encontré con los líderes de los grupos pequeños para una sesión de instrucción y de preguntas y respuestas. Alicia me pre­guntó pof qué creía yo que su grupo pequeño se había estanca­do y muerto. Su grupo comenzó con 6 miembros entusiasmados acerca del estudio, la oración y el compañerismo entre ellos. Jun­tos establecieron objetivos, pero después de 8 meses el interés había languidecido y el grupo había dejado de existir. Después de una breve discusión del tema, descubrí que después de 2 me­ses de reuniones, el grupo de Alicia había cambiado su enfoque. Decidieron que nadie nuevo entrara en el grupo, abandonaron toda la obra misionera porque todos estaban muy ocupados, y comenzaron a concentrarse en sus propias necesidades más bien que en las necesidades de los demás. Alicia me dijo que los miembros del grupo tenían temor de que si entraban nuevas per­sonas destruirían la unidad íntima de su comunidad. El grupo violó el principio divino que dice que el alcanzar a otros da vida a todos los que son una parte del proceso.

Un grupo floreciente alcanzará a los no cristianos, a los cris­tianos que no tienen una relación creciente con jesucristo, o a los de otras denominaciones que están buscando una compren­sión más profunda de la Escritura.

Ciertos tipos de grupos son grupos de actividad misionera de una manera automática por su intención y su propósito. Otros grupos, tales como el grupo cristiano de oración, o un grupo de

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 1 07

adventistas que estudian el libro El conflicto de los siglos, pueden necesitar formular una estrategia o un proyecto de obra misione­ra para mantener a su grupo robusto y para cumplir el mandato bíblico.

Oración

La oración es el elemento vital del grupo. La oración liga a los miembros del grupo entre sí, fortalece a los miembros para la vida diaria y apuntala la obra del Espíritu Santo en el grupo. La oración fortalece las relaciones del grupo, ayuda a los miembros a desarrollar la vida devocional, los capacita para ministrarse mu­tuamente, y edifica la fe cuando los miembros ven que Dios satis­face las necesidades diarias de los que forman parte del grupo.

Es prudente asumir que alguno en el grupo nunca antes ha orado en forma privada, y algunos nunca han orado en público. Otros tienen miedo de orar en voz alta y tal vez nunca se unen a un grupo si creen que los pueden poner en aprieto. Una norma buena que podemos seguir es hacer saber a los miembros del grupo que nunca se les pedirá que oren en voz alta. El tiempo de la oración siempre debe ser voluntario. Sin embargo, hay varias ideas que un dirigente de un grupo puede usar para involucrar a todo el grupo en la oración.

l. Proporcione oraciones escritas para que todos los miem­bros del grupo las lean en voz alta juntos al fin del tiempo dedi­cado a la oración. Utilice el Padrenuestro, el Salmo 23 o una ora­ción escrita.

2. Déle a cada miembro un pasaje escrito de la Biblia e invite a quien desea leerlo en voz alta durante el tiempo dedicado a la oración, a que lo lea.

3. Distribuya papel y lápices y pídale a los miembros que es­criban una frase de oración y léala, durante el tiempo dedicado a la oración.

4. Haga una declaración y solicite que los miembros llenen la parte en blanco con una o dos palabras. Un ejemplo podría ser:

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1 08 Grupos pequeños para el tiempo del fin

"Señor, ayúdame ... ", o "Señor, gracias a ti por ... "

5. Sugiera que los miembros del grupo oren por categorías. Ofrezca frases de oración de alabanza a Dios, frases que pidan a Dios que satisfaga las necesidades de los que están dentro de su grupo.

6. Tenga un período de oración silenciosa. Por lo general, al comienzo de la reunión del grupo orará el

líder o un miembro del grupo. Durante la reunión principal, ya sea al final o durante el tiempo para compartir, los miembros tendrán su tiempo para orar juntos. Generalmente ésta es una oración conversacional. Las oraciones son cortas, una o dos fra­ses. Una persona puede orar más de una vez. El grupo no ora en orden en círculo sino que las oraciones son espontáneas y vo­luntarias.

El grupo debe mantener un diario de pedidos de oración y las contestaciones de Dios. También puede ser útil formar com­pañeros de oración una vez que los miembros del grupo han es­trechado lazos entre sí y se sienten cómodos con la idea.

Tipos de grupos pequeños Hay muchas clases de grupos pequeños. Cada grupo sigue el

formato que se trató antes, de compartir, estudio de la Biblia, oración y misión. La diferencia está en el énfasis y el tiempo que se usa en cada uno de estos puntos. Algunos de los tipos más comunes de grupos son:

l. Un grupo de compañerismo está planeado para tener inte­racción social. El tiempo del grupo no necesariamente tiene que seguir muy de cerca el bosquejo de los 4 puntos que se presenta arriba. Pueden estar entusiasmados acerca de las relaciones y de las actividades del grupo, tales como comidas a la canasta, ir de compras, excursiones, viajes al zoológico, etc. Este grupo es es­pecialmente útil para los miembros nuevos, los solitarios, los sol­teros y para los que aman a la gente y que les gusta entretenerse. Un grupo de compañerismo debe desarrollar intencionalmente un proyecto de obra misionera para que lo realice el grupo, pues

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 109

de otra manera la obra misionera será pasada por alto. El lado débil de los grupos de compañerismo es que pueden quedar tan atrapados en las actividades sociales que pasen por alto el estu­dio de la Biblia y la oración.

2. Un grupo de estudio de la Biblia es para los que les agrada estudiar la Biblia y otros libros junto con otros cristianos para crecer en su conocimiento de un tópico particular. Este grupo puede estudiar un libro de la Biblia o un tema, tal como los eventos de los últimos días, los ángeles, etc. El lado débil en este caso es que el grupo puede desarrollar en cierta medida una acti­tud de "sólo nosotros tenemos la verdad". Este tipo de grupo también necesita un proyecto de obra misionera para mantener el equilibrio.

3. Los grupos de obra misionera están planeados para alcan­zar a los no cristianos, a los que no son miembros o a los miem­bros de iglesia que no asisten. Hay una variedad de enfoques.

Un primer ejemplo son los grupos de estudio de la Biblia. El estudio puede ser sobre varios libros de la Biblia o asuntos ta­les como los ángeles, la vida de Jesús, etc. El programa Hogares de Esperanza -sobre los libros de Daniel y Apocalipsis, que se desarrolló en la Asociación de Oregón de los Adventistas del Séptimo Día a finales de la década de 1980 y en la de 1990- es un ejemplo de este tipo de grupo.

Un segundo tipo de grupo de obra misionera .es el que algu­nas veces de los denomina grupos de amistad redentora o sende­ro. Se llaman sendero porque responden a las necesidades perso­nales y dirigen a la gente a lo largo del sendero hacia Jesús. Estos grupos no se concentran sobre los libros de la Biblia sino sobre las necesidades. Un ejemplo es el que se denomina MAMAS, ma­dres de niños preescolares. Otro puede ser un grupo de desayu­no de hombres o de mujeres, en el cual el foco se centra en las amistades y en el hecho de que con Jesús son muy distintos los asuntos de la vida cotidiana.

Un tercer grupo de obra misionera es uno que está proyecta­do para satisfacer las necesidades de los que una vez fueron cris­tianos o de los que asisten actualmente en forma esporádica. El

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11 O Grupos pequeños para el tiempo del fin

propósito es volver a familiarizarlos con Jesús. Un cuarto tipo son los grupos de buscadores. Estos grupos

están concebidos teniendo en mente a la gente secular. El grupo puede ser para ateos o para aquellos que sencillamente desco­nocen temas y conceptos religiosos. El lado débil de los grupos de obra misionera es que pueden concentrarse en el crecimiento numérico más bien que en el crecimiento espiritual de los miem­bros.

4. Los grupos de trabajo/ministerio son grupos de obra misio­nera y de edificación que no pasan la mayoría del tiempo senta­dos en círculo. De hecho, muchos grupos de trabajo se reúnen sólo una vez al mes para pasar dos horas en el círculo, y durante las otras semanas se reúnen para tener un tiempo breve para compartir, para el estudio de la Biblia y la oración, y después se vuelve a las tareas elegidas. Un ejemplo es el grupo de trabajo de literatura que lleva literatura de puerta en puerta, se encarga de poner literatura en las casillas donde se coloca la propaganda y en los estantes de exposición pública, etc. Otros ejemplos pue­den ser los directores de los clubes de Conquistadores, los miembros del coro o los líderes de las divisiones de la escuela sa­bática y sus ayudantes. Estas personas se encuentran semanal o quincenalmente para tratar de su ministerio, para compartir y apoyarse mutuamente, para tener un estudio breve juntos, orar y hacer el ministerio juntos.

Los grupos de trabajo necesitan buscar oportunidades para hacer obra misionera. Para los Conquistadores puede ser el in­volucrar a los jóvenes que no son adventistas y a sus padres. Para la escuela sabática de niños puede ser visitar a los padres que no son adventistas, cuyos hijos asisten a la escuela sabática u otras actividades para familiarizarse.

El tema de un grupo de trabajo/ministerio es que Dios le ha dado a cada uno un don espiritual y necesita ser usado en el mi­nisterio. El lado débil de este tipo de grupo es que la tarea llega a ser más importante que las relaciones, el estudio de la Biblia o la oración.

5. Los grupos de apoyo están concebidos para personas con

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 111

necesidades especiales. Por lo general estas necesidades son a corto plazo, y después las personas se unen a otra clase de gru­po. Algunos ejemplos son grupos de apoyo para divorciados, pa­ra los que se están recuperando de alguna aflicción, para los que son adictos a algo (al alcohol, las drogas, el tabaco, los desórde­nes de la alimentación, etc.) y tipos similares de necesidades. Los grupos son para apoyar y no para hacer terapia. Si la persona ne­cesita terapia, debe recibirla de un consejero profesional cristiano. Los miembros del grupo son conscientes de sus propias batallas, pero este no es el enfoque del grupo. El grupo se concentra so­bre la amistad, estudiando la Biblia como un recurso de ayuda, y orando los unos por los otros. Con frecuencia se emplea un libro pertinente u otro material como suplemento a la Biblia.

He visitado grupos de apoyo a los que asisten personas con una variedad de necesidades, incluyendo la bulimia, la adición al alcohol, la recuperación del divorcio y la dependencia delta­baco. Los miembros del grupo compartían cómo les había ido la semana, después compartían un estudio de la Biblia concentrán­dose en la forma cómo Dios fue la solución para sus necesida­des. Los miembros del grupo terminaban su reunión uniendo sus manos y permaneciendo en círculo, orando uno por otro.

El lado débil de los grupos de apoyo es que los miembros pueden tender a concentrase sobre sus necesidades individuales antes que sobre el poder del Espíritu Santo y ser creados de nue­vo en]esús.

6. Los grupos de oración pasan la mayoría de su tiempo en oración, aunque también estudian la Biblia y comparten. Por re­gla general los miembros tienen compañeros de oración, cade­nas de oración o redes de oración, y están dispuestos a orar tanto como se necesite por aquellas situaciones y circunstancias que se presentan ante su atención.

El lado débil de los grupos de oración es que hay un peligro en ver a los otros como si no fueran espirituales si no pertenecen a un grupo de oración o si no oran tanto como lo hacen ·los miembros del grupo.

7. Un grupo de pacto es uno en el que sus miembros se po-

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1 12 Grupos pequeños para el tiempo del fin

nen de acuerdo en el deseo de tener un equilibrio en el uso del tiempo de su grupo, concentrándose sobre los 4 ingredientes de compartir, estudiar la Biblia, hacer obra misionera y orar. Por re­gla general el grupo estudia un libro de la Biblia o un tópico bí­blico. Los miembros del grupo tienen un sistema de grupo abier­to e invitan a personas nuevas a que se unan al grupo sobre una base semanal. Durante el tiempo que dedican a la oración, los miembros oran por los nuevos que vienen cada semana.

Este tipo de grupo es popular porque incorpora todos los aspectos de un grupo pequeño en una manera que satisface las necesidades de la mayoría de las personas de la manera más fá­cil. Además, llena los requisitos del criterio bíblico de la vida de un grupo pequeño.

El punto débil de este grupo es que pueden perder su equili­brio y enfoque sobre un aspecto del grupo satisfaciendo el for­mato. Además, pueden olvidar invitar a personas nuevas y enfo­carse sobre el proceso más bien que sobre la actividad misionera. También, una afluencia constante de gente puede impedir al gru­po que se cristalice.

8. Un hogar iglesia es un grupo pequeño que se reúne en un hogar antes que en un edificio de iglesia. En el marco del ho­gar están presentes en general todos los aspectos de la vida de la iglesia. El sábado por la mañana se hace la escuela sabática y el culto de adoración. Durante la semana hay una pequeña reunión del grupo. Cualquier reunión de junta o de planeamiento se lleva a cabo en el marco del hogar.

Es así como se vive la vida cristiana en algunos países que prohíben las reuniones cristianas públicas. También es una estrate­gia para hacer obra misionera en algunos países. Cuando estuve en Brasil, llevando a cabo instrucción para grupos pequeños hace algunos años, descubrí que algunos de los miembros desarrollaban planes para establecer nuevas iglesias usando esta estrategia. En Norteamérica nuestras escuelas sabáticas filiales están basadas en la misma premisa. Es hora, creo yo, de que comencemos a usar a los grupos pequeños como una estrategia para establecer iglesias.

El lado débil de la iglesia del hogar es que puede llegar a

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 113

estar aislada de la comunidad mayor de la iglesia, olvidando la necesidad de funcionar dentro de las pautas denominacionales y de cooperar con la asociación. En ocasiones, iglesias indepen­dientes han tomado una dirección radical que ha llevado a una doctrina errónea.

9. Una iglesia célula es una iglesia donde todos los miem­bros pertenecen a un grupo pequeño. Toda la vida de la iglesia ocurre en la célula. Hay por lo general muy pocos programas y no se permite que nada compita con la célula, incluyendo las reuniones de junta. Incluso el servicio de adoración semanal es secundario a la vida de la célula. Un purista en el concepto de la iglesia célula cree que el único modelo bíblico es el modelo de la iglesia célula y que el modelo tradicional basado en el programa no es correcto desde el punto de vista bíblico. Hay muchas igle­sias fuera de Norteamérica que siguen este modelo, pero es difícil encontrar una en Norteamérica que haya perfeccionado esta filo­sofía. Sin embargo, muchas personas y organizaciones están tra­bajando mucho sobre este concepto que algunos dicen que es la iglesia del futuro.

El lado débil de la iglesia célula es que puede desarrollar una creencia entre los feligreses de que los otros modelos de grupos pequeños no son válidos. Si no se es cuidadoso, puede desarrollarse una actitud elitista.

10. Las unidades de acción de la escuela sabática están fun­damentadas sobre la premisa de que la Iglesia Adventista ya tiene una filosofía y estructura intrínseca de grupos pequeños que no se está usando hasta su total capacidad. La premisa es que el propósito de la escuela sabática es compañerismo, instrucción en el ministerio, estudio de la Biblia, obra misionera (local y mun­dial) y apoyo de oración, y desde que estos son los ingredientes bíblicos para el formato de un grupo pequeño, deben incorporar­se en cada clase de escuela sabática los sábados por la mañana. Las clases tienen como mínimo una hora en la cual siguen el for­mato del grupo pequeño de compartir, estudio, oración y trabajo sobre un proyecto de obra misionera. Algunas veces el proyecto de la clase puede ser tener un grupo pequeño en el hogar duran-

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114 Grupos pequeños para el tiempo del fin

te la semana. De esa manera, el grupo del hogar y la clase de escuela sabática pueden trabajar juntos como una unidad para obtener más éxito. Varias asociaciones en los Estados Unidos, ta­les como la de asociación de Míchigan y la de Columbia del Nor­te, se han concentrado sobre este tipo de grupos pequeños. Tra­taremos de este concepto en más detalle en otro capítulo.

El punto débil de las unidades de acción de la escuela sabáti­ca está en que en algunos casos la ubicación de la clase y el tiempo disponible no son conducentes para la vida saludable del grupo. A menudo los miembros se sientan en los bancos junw con otras clases en el santuario. Debido a lo inadecuado del tiempo y de la ubicación, la interacción del grupo no es tan uni­da como podría ser. Esto lleva al desánimo y a la falta de partici­pación de los miembros, y a una actitud negativa hacia los gru­pos pequeños en general.

Algunos han tomado los 10 tipos de grupos precedentes y los han dividido en categorías principales para una identificación más fácil. Por ejemplo, se usan las frases "grupos María" y "grupos Marta", basados sobre el relato bíblico de María sentán­dose a los pies de Jesús mientras Marta preparaba la comida. Los que se sientan en los grupos en círculo semanalmente con el propósito de edificarse diariamente, pertenecen a los grupos de­nominados María. Los que prefieren la acción antes que los gru­pos que se sientan en círculo cada semana, pertenecen a los gru­pos denominados Marta.

GRUPOS DENOMINADOS MARÍA

Grupos de compañerismo Grupos de estudio de la Biblia Grupos de acción misionera Grupos de oración Grupos de apoyo Grupos de pacto

GRUPOS DENOMINADOS MARTA

Algunos grupos de obra misionera Iglesia de hogar Unidades de acción de la escuela

sabática

Aquí hay otra división triple de los grupos:

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 115

GRUPOS DE TRABAJO

Obra misionera Apoyo Unidades de acción de

la escuela sabática Iglesia de hogar

GRUPOS DE COMPAÑERISMO Compañerismo Pacto Oración

ESTUDIO DE LA BffiLIA

Estudio de la Biblia Unidades de acción de

la escuela sabática

Otros han denominado a los grupos, "grupos de la comuni­dad" (los que establecen relaciones con la comunidad), "grupos de discipulado" (los que ayudan a los cristianos) y "grupos de servicio" (los que proporcionan oportunidades para el servido, para utilizar los dones espirituales).

Puede haber alguna superposición en estas categorías. Tam­bién hay que tener presente que los diferentes tipos de grupos si­guen la misma agenda o formato de: compartir, estudio de la Bi­blia, oración y misión. Sin embargo, la cantidad de tiempo puede variar dependiendo del tipo de grupo y su misión. El diagrama siguiente ilustra este principio:

Grupos de estudio y de apoyo Enfocados en la actividad misionera

Grupos de trabajo o ministerio Grupos de compañerismo cristiano

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1 16 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Un grupo pequeño floreciente

Un grupo pequeño floreciente será el que esté abierto a cida uno no importa cuál pueda ser su necesidad. Es verdad que a ve­ces las necesidades especiales de alguno pueden imponer que otro tipo de grupo pueda satisfacer mejor su necesidad, pero el lí­der del grupo ayudará a esa persona a unirse al grupo que sea mejor para ella. También debe tenerse presente la importancia del factor afinidad, es decir, que la gente con necesidades simila­res obtienen fuerza y apoyo cuando buscan juntos a Dios. Un grupo saludable se parecerá más o menos a esto:

Un grupo pequeño floreciente

No cristiano

Visita

Cuidado extra (Persona que lo

requiere)

Niñera~ (Atiende

a los niños)

Líder del grupo

Cristiano nuevo (creciendo)

Líder asistente

No cristiano

(Para uno más u otra visita)

En el próximo capítulo proporcionaremos las descripciones de los trabajos y una explicación adicional de estas descripcio­nes de los líderes y de los participantes.

Los dos hijos de Catalina habían partido del hogar. Uno esta­ba casado, el otro estaba en el colegio superior. Mientras se adaptaba a su nuevo estilo de vida, Catalina pensó que un grupo pequeño donde se estudiaran varios tópicos bíblicos con otros

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Grupos pequeños 1 O 1: Elementos básicos 117

"nidos-vacíos" sería una obra misionera excelente. Miró a su alre­dedor y descubrió que vecinas, compañeras de trabajo, amigas de la iglesia y otras personas que conocía estaban en la misma etapa de la vida. Las invitó a unirse a un grupo pequeño donde estaban otras iguales a ellas mismas. El factor de la afinidad no eran sus creencias religiosas o sus antecedentes, sino su etapa en la vida. Esto le proporcionó a un grupo de mujeres apoyarse mu­tuamente, orar juntas, estudiar la Biblia juntas y hacer nuevas amigas en un medio ambiente que es amigable.

Este tipo de grupo se llama algunas veces un grupo "sende­ro" o "puente". Un grupo así le permite a uno formar relaciones que más tard~ proporcionan oportunidades para invitar a alguien a estudiar las enseñanzas principales de la Biblia o para asistir a otras reuniones de la iglesia y, a la larga, a reuniones evangeliza­doras de cosecha. ¡Esto es verdadera evangelización amigable de la mejor calidad!

Referencias 1 Gregory Lawson, Christian Educational ]ournal [Revista de Educación Cristiana], XIII, N" 3

(Primavera de 1993), p. 67. 2 Neal McBride, Cómo dirigir grupos pequeños, p. 24. 3 Roberta Hestenes, conferencias de clase, Seminario Teológico Fuller, 1986. 4 Elena de White, El evangelismo, p. 89.

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c~PíTuLo DI{Z

Grupos pequeños 201: Entendiendo a su grupo

uchos líderes laicos adventistas han enseñado seminarios , de profecías o clases de escuela sabática o han predicado

algún sermón. Una pregunta que hacen con frecuencia es: "¿En qué estriba la diferencia entre esto y una reunión de un grupo pequeño?" Los puntos siguientes ayudan a contestar esta pregunta.

l. La reunión del grupo pequeño se tiene normalmente en un hogar más bien que en la iglesia o en un edificio público. He asistido a reuniones en una casa de pompas fúnebres, en oficinas a la hora del almuerzo, y en un restaurante. Servirá cualquier lugar que no represente un peligro.

2. La disposición para sentarse se hace con sillas que seco­locan en círculo más bien que en filas. La sala de estar o la mesa de la cocina es un lugar excelente. Es fundamental que ninguno se siente afuera del círculo, para que no se pierda la dinámica.

3. Las reuniones de grupos son generalmente una noche por semana y tienen una duración de una hora y media a dos

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Grupos pequeños 20 1: Entendiendo a su grupo 119

horas. Es importante comenzar y terminar a tiempo, pues de Jo contrario algunos miembros dejarán de asistir. Los miembros ne­cesitan descansar, y algunos necesitan acostar a sus hijos.

4. Más bien que una conferencia preparada por un instructor hay una discusión guiada por el líder. No obstante, aún es esen­cial la preparación. Algunos líderes de grupos cometen el error de no estudiar el material antes de la reunión. Un líder que no entiende el material no puede guiar en la discusión. A veces es necesario que el líder asuma el papel de maestro por un breve período de tiempo. Decir que enseñar nunca es un aspecto de un grupo pequeño no es lo re.al. Pero el líder es uno que ayuda, no un conferenciante.

5. El punto central del tiempo de estudio es desarrollar rela­ciones interpersonales y la aplicación del conocimiento bíblico a la vida de cada día. Entender las Escrituras y conocer la doctrina es importante, pero la aplicación a la vida es muy importante en el contexto de un grupo pequeño. Recuerde, la Escritura no es sólo para aprenderla, sino también para vivirla.

6. Es importante pedir respuestas de decisión durante el tiempo que el grupo está reunido, pero no hasta el punto de presionar, lo que hace que algunos dejen de asistir. La clave es conseguir que los miembros sigan viniendo para darle al Espíritu Santo la oportunidad de convencer los corazones.

7. El número máximo de participantes en muchos grupos pequeños es de 12 aproximadamente. Algunas veces pueden participar más de 12, dependiendo del tipo de la casa de reu­niones. En contraste, un enfoque del estilo de una clase-confe­rencia puede acomodar a una cantidad mayor.

8. En un grupo pequeño es muy importante ser sensible al crecimiento espiritual de sus miembros y no compartir demasia­da información de una manera rápida. El apóstol Pablo en 1 Co­rintios 3:1 y 2 declaró: "Hermanos, no pude hablaros como a es­pirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía". Elena de White, al comentar sobre el mismo

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120 Grupos pequeños para el tiempo del fin

tópico, escribió: "No debéis pensar que toda la verdad ha de ser presentada a los no creyentes en todas y cada una de las ocasio­nes. Debéis planear cuidadosamente qué decir y qué dejar de decir. Esto no es practicar el engaño; es trabajar como trabajó Pablo".*

Ubicación y liderazgo Elegir el lugar donde va a reunirse su grupo es decisivo para

su éxito. Una habitación que no sea cómoda, fría o caliente, chi­cos que hacen ruido, o la presencia de animales domésticos, pueden distraer al grupo de miembros. Al elegir una ubicación, elija sabiamente. Una planificación cuidadosa debe proporcio­nar:

a. Una atmósfera confortable en la sala de estar o alrededor de la mesa de la cocina.

b. Es necesario tener buena iluminación, útil para estudiar y desarrollar una atmósfera cordial.

c. Coloque los asientos en círculo, de manera que cada uno puede ver al otro mientras habla.

d. Elija una ubicación que proporcione el mínimo de dis­tracciones e interrupciones. Los niños, los animales do­mésticos, el teléfono, la televisión, la radio, etc., pueden interrumpir su grupo de estudio.

e. Para que algunos miembros del grupo asistan, puede ne­cesitar a alguien que se encargue de los niños. Si una ca­sa tiene un espacio adicional, debe conseguirse un vo­luntario para que se encargue de los chicos.

El líder del grupo. En un capítulo separado trataremos con el liderazgo en los grupos pequeños, así que para esta sección será suficiente un descripción breve de este trabajo. Un líder de un grupo pequeño es una persona señalada y reconocida para ser­vir al grupo al librar de impedimentos y capacitar al grupo a al­canzar sus propósitos y objetivos. Esto se hace de la siguiente manera:

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Grupos pequeños 201: Entendiendo a su grupo 121

,... Asista a un taller de trabajo de formación de liderazgo y participe en un grupo pequeño como líder asistente o participante.

,... Haga fácil la reunión semanal del grupo.

,... Supervise todos los detalles de la vida del grupo durante la reunión semanal y fuera de ella.

,... Modele y anime la participación, el compartir, la acepta­ción y la comprensión entre los miembros.

,... Dirija al grupo al desarrollar un acuerdo, objetivos y al llevarlos a la práctica.

_..Verifique los que estuvieron ausentes de la reunión para animarlos, satisfacer sus necesidades y estar enterado de las dificultades.

,... Hable y ore semanalmente acerca del grupo con el líder ayudante y con el anfitrión.

_..Busque la ayuda que necesite para asegurar una vida po­sitiva del grupo.

_..Asista a las reuniones regulares programadas para líderes.

El líder asistente debe: ,... Ser un apoyo para orar y animar al líder.

,... Facilitar la reunión del grupo cuando el líder está ausente.

_..Ayudar a reclutar a miembros nuevos y a hacer un segui-miento de los miembros ausentes.

_..Ayudar con detalles tales como los arreglos para que al­guien se encargue de los niños, completar y entregar los formularios de informe requeridos, y otros detalles que se necesiten.

,... Asistir a la reunión mensual de los líderes.

,... Ser un aprendiz para adiestrar y dirigir un grupo propio suyo en el futuro.

El anfitrión debe:

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122 Grupos pequeños para el tiempo del fin

.-Proporcionar un hogar o un lugar confortable para las reuniones.

c.- Arreglar los asientos en el lugar de reuniones; hacer los ajustes para que la temperatura sea la ideal; supervisar los refrescos si es que se van a servir; estar seguro de que hay Biblias adicionales, papel, guías de estudio, lápi­ces disponibles, etc.

_.. Contestar cuando llaman a la puerta y dar la bienvenida a los miembros cuando llegan .

.-Estar seguro de que se satisfacen las necesidades de los miembros, tales como el lugar donde está el baño, los va­sos para beber, el teléfono, etc .

.-Tener cuidado de las distracciones que puedan ocurrir durante la reunión del grupo, tales como el timbre, el te­léfono, los niños y los animales domésticos, etc.

Estas 3 personas son importantes para el éxito de un grupo pequeño. Sin embargo, una preparación espiritual es el primer paso y el más importante. Por medio del poder del Espíritu San­to, la persona de menos experiencia puede ser dramáticamente eficaz. El éxito espiritual del grupo no depende de los talentos o las habilidades de los líderes, sino de su disposición a rendirse a la voluntad y al poder de Dios.

El acuerdo o compromiso Es esencial que el grupo llegue a un entendimiento en

cuanto a sus expectativas para la reunión y sus relaciones entre ellos. Un acuerdo resolverá muchas dificultades e impedirá mu­chos problemas antes de que aparezcan. Un compromiso o acuerdo define las expectativas de los miembros del grupo; pro­porciona responsabilidad entre ellos; intensifica el compromiso al grupo; proporciona una base por la cual evaluar el éxito de su grupo; y establece el propósito del grupo.

En la primera reunión del grupo, el líder debe compartir la información básica con los miembros del grupo, familiarizarse

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Grupos pequeños 20 1: Entendiendo a su grupo 123

con ellos y decirle al grupo que la semana próxima tratarán jun­tos en detalle los asuntos y el programa o agenda del tiempo de su grupo. Las áreas que hay que induir en ocasión de la segun­da reunión son como sigue:

.-El grupo es un lugar seguro donde estar. Los miembros son aceptados tal como son .

.-Nunca ninguno será puesto en aprietos o en dificultades de una manera deliberada. Si alguno desea hablar, orar o leer, será por voluntad propia. El grupo no irá alrededor del círculo para que cada uno hable y no le pedirá a na­die que haga nada .

.-Los miembros del grupo no tratarán de "arreglar" la vida de nadie, sino que permitirán que el Espíritu Santo cam­bie- y convenza a la gente .

.-El blanco del grupo es compartir la experiencia con los otros. Finalmente, el grupo se multiplicará y se formará un grupo nuevo bajo la dirección de un líder ayudante.

c.- Las normas de procedimiento básicas incluyen el día para reunirse; el tiempo para comenzar y para terminar; el re­querimiento de tener a alguien para que se encargue de los niños; la cantidad de tiempo (semanas o meses) que se reunirá el grupo; la importancia de llamar al líder si un miembro no puede venir a la reunión de manera que el grupo no tenga que esperar por él; y otros asuntos del lí­der y de los miembros .

.-El grupo debe decidir sobre la cantidad de tiempo que va a usar en las 4 partes de la vida del grupo: compartir, es­tudiar, la misión y las oraciones .

.-El grupo debe discutir el proceso de invitar al grupo a personas nuevas una vez que se ha estado reuniendo por una cantidad considerable de tiempo.

Una vez que se trató el arreglo, los miembros del grupo de­ben respetarse mutuamente y respetar al líder ayudando a llevar a cabo los detalles del acuerdo. El siguiente es un ejemplo de formulario para usarlo al desarrollar un acuerdo del grupo.

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124 Grupos pequeños para el tiempo del fin

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Grupos pequeños 20 1: Entendiendo a su grupo 125

Cada grupo pequeño tiene una personalidad distinta y un conjunto de características que lo hacen único. Aquí hay algu­nos consejos prácticos acerca del acuerdo o compromiso que se aplican a la casi mayoría de los grupos y que harán la vida más fácil para el grupo.

Primero, trate el tipo de grupo (compañerismo, de apoyo, de oración, de obra misionera, etc.) que usted está formando. El tipo de grupo se determina por su enfoque principal; es la razón por la cual existe el grupo.

Segundo, permita que el propósito del grupo surja del tipo específico de grupo. Por ejemplo, el propósito de un grupo para recuperarse de la aflicción puede ser ayudar a los miembros a abordar el problema de la pérdida de seres queridos por enfer­medad o accidente. Un estudio de la Biblia para alcanzar a otros puede ayudar a los miembros a entender cómo Dios puede ha­cer distinción en los asuntos de la vida diaria.

Tercero, el grupo debe decidir cuándo se reunirá y cuál será la longitud de la reunión. Esto garantizará más participación. Al­gunas iglesias intentan que todos los grupos se reúnan la misma noche y al mismo tiempo. Esta opción debe ser examinada cui­dadosamente para ver si tendrá un efecto positivo o negativo sobre los asistentes. Es esencial comenzar y terminar a tiempo. En Oregón, donde vivo, muchos de los madereros salen para el trabajo a las 4 de la mañana. Esto significa que generalmente los excluye una reunión tarde por la noche.

Cuarto, al discutir el horario y el formato, determine la canti­dad de tiempo que emplearán en compartir, en el estudio, en la oración y en tratar acerca de la tarea a llevar a cabo como mi­sión. Esto asegurará un equilibrio con el que pueden vivir todos los miembros y ayudará al líder a mantener al grupo en horario. La mayoría de los grupos tiene reuniones de menos de 2 horas,

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126 Grupos pequeños para el tiempo del fin

de manera que el tiempo es limitado. Además, el grupo necesita hablar acerca del tiempo que se reunirá antes de que se haga una transición y se reorganice. Soy de la opinión que, si es posi­ble, cada uno en la iglesia debería estar en algún tipo de grupo, pero en forma periódica, es decir, cuando el material de estudio que se tiene se ha completado, el grupo debe proporcionar un tiempo de transición para los miembros. Sin embargo, si un gru­po se está multiplicando y dividiendo al añadir constantemente miembros nuevos, el proceso de la transición llega a. ser un pro­ceso que continúa. También sugiero que multiplicar y dividir es la forma más saludable para la transición de los grupos.

Quinto, el grupo debe discutir si habrá o no tareas para rea­lizar en el hogar. Si hay que emplear tiempo fuera del grupo pa­ra prepararse individualmente, algunos pueden abstenerse de asistir. Trate este asunto abiertamente, de modo que los miem­bros no se desanimen.

Una vez que se discutió el compromiso y se está de acuerdo con él, los miembros del grupo tienen la posesión del grupo y el líder tendrá el permiso y la responsabilidad para llevar a cabo los detalles. Además, el pacto o convenio le da al grupo una he­rramienta para usar en el futuro cuando discutan en qué forma está cumpliendo el grupo en satisfacer las necesidades y las ex­pectativas de sus miembros.

La reunión de los líderes Otro asunto ineludible que es esencial para un ministerio

exitoso en los pequeños grupos es tener la reunión regular de los líderes. La experiencia indica que cuando el ministerio de un grupo pequeño está comenzando, es esencial una reunión se­manal para los líderes. Una vez que el ministerio del grupo está establecido, generalmente basta con una o dos reuniones al mes.

El propósito de la reunión es para: (1) Lanzar y formar la visión; (2) aprender habilidades; (3) compartir ideas y proble­mas, orando juntos y presentando informes. Hay varios nombres

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Grupos pequeños 20 1: Entendiendo a su. grupo 127

que se le dan .a las reuniones para los líderes y a los segmentos de las reuniones. Un nombre común es reunión VGH, que es una sigla para visión, juntarse en grupo y adiestramiento en ha­bilidades. Deben estar presentes el pastor y un coordinador de­signado (un miembro de iglesia). El pastor debe presentar la for­mación de la visión mensual de manera que los líderes de grupo y el pastor continúen "trabajando en la misma dirección;'. El in­forme puede ser hecho por el líder laico y la preparación puede ser hecha por el pastor, el líder laico, el anfitrión,. el video, el casete, los deberes del libro y la discusión.

Las reuniones para los líderes están designadas para apoyar­los; son una oportunidad para compartir los gozos y las frustra­ciones; una oportunidad para compartir soluciones a los proble­mas del grupo; y un tiempo para orar juntos. Si la reunión para líderes no se lleva a cabo sobre una base regular casi está garan­tizado que los líderes llegarán a desanimarse y el ministerio del grupo no florecerá en la iglesia local. No pase por alto este in­grediente clave. Si es necesario, elimine otras reuniones y pro­gramas en la iglesia local para proporcionar tiempo para este elemento vital de un programa de grupos que tenga éxito.

Vea el Apéndice para un formulario de un ejemplo de infor­me para usar mensualmente para entregar durante la reunión para líderes.

La estructura del liderazgo Aun cuando el ministerio de su grupo pueda desarrollarse

de pequeños comienzos, tal vez con sólo uno o dos grupos, es esencial organizar una estructura de liderazgo desde el comienzo que le permita desarrollarse y expandirse cuando crece el nú­mero de grupos en su iglesia. No necesita estar reorganizando constantemente todo esto.

Una estructura del personal, sencilla pero viable es la si­guiente:

•:• El pastor como el sostenedor y constructor de la visión.

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128 Grupos pequeños para el tiempo del fin

•!• Un líder laico como el coordinador del programa gene­ral.

•!• Un líder coordinador asistente.

•!• Un instructor y un asistente que son los líderes que super­visan un máximo de 10 grupos.

•!• Líderes y asistentes de los grupos pequeños para los gru­pos individuales.

Nota: Cada uno de los cargos que se acaban de mencionar siempre tendrá líderes asistentes que se estén entrenan­do.

El cuadro de la estructura sería algo similar a esto:

Personal (Pastor y laico

1

asistente)

1 1

Instructor Instructor Instructor Asistente Asistente Asistente

El pastor y el miembro laico que actúa como coordinador supervisan todo el programa de los grupos pequeños. El territo­rio de la iglesia se divide en secciones geográficas. Un instructor (un miembro laico) y un asistente supervisan un máximo de 10 líderes de grupos dentro de su sección geográfica asignada. El lí­der del grupo pequeño y su asistente dirigen un grupo general­mente con un máximo de 12 miembros.

En cada nivel de la estructura de la organización habrá reu­niones para líderes y contactos regulares para asegurar que el apoyo y la solución de problemas son eficientes y adecuados.

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Grupos pequeños 20 1: Entendiendo a su grupo 129

Cómo puede comenzar un pastor un ministerio de grupos pequeños

l. Investigando; llegando a familiarizarse con los grupos pe­queños a través de las Escrituras, los escritos de Elena de White, y libros escritos sobre el tema. Hablando con personas que tie­nen experiencia en grupos pequeños.

2. Asistiendo a un seminario de instrucción sobre grupos pequeños y visitando una iglesia que ya tenga un ministerio de grupos pequeños.

3. Orando y pidiéndole a Dios que lo guíe a buscar a algu­nas personas en su iglesia con quienes compartir su visión para los grupos pequeños. Una vez que ha seleccionado a esas perso­nas, invitándolas a asistir a una reunión con usted en la que pueda compartir su sueño. La cantidad de invitados no debe ser de más de 10 personas. Un número par es lo mejor.

4. En su primera reunión con ellos, comparta su visión y pí­dales que se reúnan una noche por semana durante 5 semanas en las que usted modelará un grupo pequeño con ellos y em­pleará algún tiempo enseñándoles los principios de los grupos pequeños.

5. Al terminar lás 5 semanas, pídales que oren y determinen si Dios les está solicitando que sean parte de un ministerio de grupos pequeños. Si dicen sí, divida entonces el grupo en pare­jas. Si tiene 6 personas de entre las 10 que están de acuerdo en ser partes de un ministerio de grupos pequeños, entonces, una vez que están colocados en parejas, usted tendrá 3 grupos de 2 personas. Esos 2 llegan a ser el líder y el líder asistente de un grupo. Pídales que inviten a otros 2 o 3 miembros de la iglesia que lleguen a ser parte de su grupo. Consiga que dirijan un gru­po por otras 5 semanas.

6. Al fin de las 5 semanas, reúnase con los líderes de sus gru­pos y con sus asistentes y planifique con ellos la forma de co­menzar un ministerio desarrollado de grupos pequeños hacia la comunidad, valiéndose de ellos como los líderes principiantes. De estos grupos usted adiestrará líderes y multiplicará sus grupos.

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130 Grupos pequeños para el tiempo del fin

7. Una vez que comenzó el ministerio de los grupos, el pas­tor debe predicar de la Escritura acerca de los grupos y de su funcionamiento.

8. Incorpore experiencias de grupos pequeños y pedidos de oración como parte del servicio de adoración, lo que inspirará y animará a otros.

9. Incluya en la hoja informativa y en el boletín las fechas, la hora y los lugares de los grupos y los nombres de los líderes de manera que miembros en potencia puedan contactarlos si de­sean unirse a un grupo.

10. Tenga servicios religiosos especiales de consagración para los líderes nuevos en las mañanas de los sábados, para que la iglesia pueda orar por los líderes.

11. Fije la hora de los seminarios de capacitación para gru­pos pequeños sobre una base regúlar para preparar a los miem­bros de la iglesia.

12. Continúe llevando a cabo reuniones para líderes como un modo de darles el apoyo y la instrucción que necesitan.

13. Haga planes para tener campañas de cosecha, clases bautismales, estudios bíblicos individuales y regulares, y otras actividades evangelizadoras para ayudar a otros a tomar decisio­nes en favor de Jesús y de la iglesia.

14. Haga del ministerio de los grupos pequeños la parte central de la vida de la iglesia y reduzca el número de reuniones de junta y otros programas para proporcionar tiempo para que los miembros se comprometan con los grupos pequeños. Esto es decisivo para el éxito de este ministerio. La gente tiene una cantidad de tiempo limitada, y la iglesia no puede hacer todo. Así que elija y haga planes sabiamente para el beneficio de los miembros de iglesia.

Cómo puede comenzar un grupo pequeño un líder laico

l. Estudie con oración la información sobre cómo comen­zar y dirigir grupos. Ore fervientemente por la guía del Espíritu

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Grupos pequeños 20 1: Entendiendo a su grupo 131

Santo al buscar la sabiduría y la dirección de Dios. 2. Concierte una cita con su pastor. Exprésele su deseo de

comenzar un ministerio de un grupo pequeño en su hogar. Pída­le consejo, ayuda y que lo apoye en oración.

3. Asista a un seminario de instrucción de grupos pequeños o escuche cintas o lea libros sobre el tema.

4. Elija a un amigo miembro de la iglesia para que sea su líder asistente. Reúnanse sobre una base regular, pidiéndole a Dios que los dirija al planear comenzar con un grupo pequeño.

5. Si necesita un lugar para reunirse que no sea su hogar, pídale a otro miembro si el grupo puede usar su casa.

6. Haga una lista de miembros en perspectiva e invite a otros a ser parte de su grupo.

7. El líder y el líder ayudante deben solicitar una reunión mensual para informarle al pastor de lo que está sucediendo en el grupo, hacer preguntas y orar juntos.

8. Cuando se presente la oportunidad, comparta experien­cias del grupo con los miembros de la iglesia durante el sábado.

9. Reclute e instruya a líderes en potencia de grupos peque­ños, incorporándolos en la reunión mensual que tiene con el pastor.

10. Mientras el ministerio del grupo pequeño crece, conti­núe orando y buscando el poder del Espíritu Santo.

* * * * * * * Una iglesia de 130 miembros en Míchigan decidió seguir

una estrategia de obra misionera involucrando a grupos peque­ños en la escuela sabática, en la visitación de puerta en puerta, en los estudios bíblicos individuales y en cordialidad y atención. El plan era invitar a la gente a recibir estudios bíblicos. Los invi­tados incluían a amigos, conocidos, nombres obtenidos en la vi­sitación general y personas que habían respondido a tarjetas en­viadas por correo para solicitar estudios bíblicos. Después, los miembros de la escuela sabática organizaron sus clases tradicio­nales en grupos pequeños que se reunieron durante el tiempo regular de la clase y durante una parte del tiempo del programa de la escuela sabática. Algunos de los miembros invitaron a sus

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132 Grupos pequeños para el tiempo del fin

amigos a un grupo pequeño de estudio de la Biblia en sus hoga­res; otros dieron estudios bíblicos individuales. El objetivo era conseguir que con el tiempo los interesados en estudios bíbli­cos asistieran al grupo pequeño de la clase de la escuela sabáti­ca.

¿Qué ocurrió? ¡En 5 años hubo 60 bautismos! La iglesia cre­ció de 130 miembros a 200. En uno de esos años un grupo pe­queño de la clase de escuela sabática, ¡oró por 15 bautismos y Dios les proporcionó 16! ¡Los miembros dicen que la oración es un ingrediente vital! Los miembros oraron un mínimo de 3 veces al día por sus amigos que estudiaban la Biblia, y Dios los bendi­jo con una rica cosecha.

Referencia ' Elena de White, El evangelismo, pp. 96, 97.

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(~PíTULO 0~(.¡;

Grupos pequeños 301: Comenzando bien desde el principio

(

"laudia me dijo que la primera noche cuando se reunió su grupo pequeño, ¡estaba que se moría de miedo! No estaba

, segura de lo que tenía que decir o no decir. No deseaba herir los sentimientos de nadie. Quería que el grupo tuviera éxito. No quería avergonzarse ni avergonzar a nadie. Después de mucha oración y de tomar un antiácido para su estómago estuvo lista para empezar. La reunión se desarrolló bien, y Claudia se sintió totalmente motivada y en marcha.

¿Qué debe decir usted en su noche de apertura? ¿Cómo invi­ta a alguien a que lo visite y ponga a prueba el grupo?

Invitando a un forastero

La clave para el éxito de un grupo pequeño es extender una invitación personal a aquellos con los cuales usted está rela­cionado. Considere el invitar a vecinos, amigos, compañeros de trabajo, familiares, su dentista, el empleado de la estación de servicio, su peluquero, al dependiente, y a otros conocidos su-

(133) Biblioteca de Libros Adventistas en PDF

134 Grupos pequeños para el tiempo del fin

yos. Esto puede incluir el hacer una visita personal, una llamada

telefónica, o enviar una invitación manuscrita o impresa. Méto­dos más impersonales que se han usado son los volantes que están designados para anunciar los tipos de grupos disponibles y para invitar al público a llamar o asistir a una reunión nocturna de organización. Otros han colocado avisos similares en tamaño a un aviso de "Se vende" en el jardín, delante de sus casas, anunciando la reunión.

Descubrí que un enfoque relajado, en el que nadie se sienta incómodo, es el mejor. Diga algo semejante a esto: "Patricia, voy a tener una reunión de un grupo pequeño en mi casa los martes por la noche y deseo invitarla a que venga y pruebe. Varios de nosotros estaremos estudiando la vida de Jesús en los evange­lios. Estamos buscando cosas que nos ayuden a hacer frente a los problemas de la vida diaria. Me gustaría que formara parte del grupo. Venga este martes por la noche y si cree que lo satis­face, me agradaría que continuara asistiendo. Si por ahora no satisface sus necesidades actuales y no desea seguir asistiendo, eso también está bien. ¿Qué le parece?"

Cada grupo pequeño necesita tener el evangelismo como su énfasis primario, pues de no ser así, puede llegar a ser una peña de amigos o una sociedad cerrada en la que los visitantes se los ve como entremetidos. Aquí se presentan varias formas de co­menzar nuevos grupos:

l. El principio de la silla vacía. Cada grupo debe tener un asiento vacío en su círculo en cada reunión. El asiento debe lle­narse en la siguiente reunión cuando los miembros del grupo invitan a otros a asistir. Su grupo debe orar al Señor cada semana para que lo dirija a alguien a la siguiente reunión. Al crecer el grupo por medio de este proceso, finalmente se multiplicará y se dividirá para formar un nuevo grupo.

2. Algunas veces los miembros del grupo existente u otros que desean pertenecer a un grupo de estudio, no pueden asistir a ese grupo debido a conflictos de horario o de emplazamiento

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Grupos pequeños 30 1: Comenzando bien llS

del grupo. Eso significa que es tiempo para formar un nuevo grupo.

3. Invite a las personas de las listas de interesados de la iglesia, a miembros recién bautizados, a los que visitan la iglesia, a los que una vez fueron miembros, a amigos, compañeros de trabajo, y a otros que a usted le parezca.

4. Lleve a cabo reuniones de reavivamiento o campañas de cosecha e invite a los que asisten a que formen grupos peque­ños de estudio de la Biblia.

5. Tan pronto como usted tenga una persona que desea es­tudiar la Biblia, forme un grupo pequeño e invite a otros. Re­cuerde, ¡dos personas pueden comenzar un grupo pequeño! El ser pocos no es razón para no comenzar. El Espíritu Santo y las invitaciones personales harán que su grupo crezca.

La primera noche Como líder usted sentirá probablemente alguna tensión en

su primera noche. Esto es algo normal, pero recuerde que us­ted es un hijo de Dios. Él le ha pedido que hable por él. A los que Dios llama, también habilita. Cuando usted está autorizado, Dios desvanecerá la tensión y la reemplazará con un estado de ánimo relajado y con sus propias palabras. Como orador público en los últimos 25 años, puedo dar fe de las victorias de Dios en el ministerio. Dos promesas que encontré de gran ayuda son:

"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peti­ciones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Fil 4:6, 7).

"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Tim. 1:7).

En la primera noche, trate de que su líder ayudante y el an­fitrión (si tiene uno) se reúnan temprano con usted. Una vez que la sala está preparada y los detalles están en regla, tenga un momento de oración con ellos. La preparación básica incluirá:

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136 Grupos pequeños para el tiempo del fin

* Encender las luces exteriores de la casa si está oscuro afuera. * Colocar las sillas que sobren en forma de círculo. * Tener Biblias adicionales a mano. * Tener cantidad suficiente de guías de estudios de la Bi­blia y lápices de sobra.

Es esencial hacer que cada uno se sienta distendido cuando comienza la reunión de su pequeño grupo. Me gustaría decir al­go así:

"Estoy realmente alegre de ver a cada uno de ustedes aquí esta noche. Como ya saben, este es un grupo cristiano pequeño y nos reunimos para compañerismo, para recrearnos y para aprender cómo la Biblia puede ayudarnos en nuestra vida diaria.

"Deseo que cada uno se sienta distendido y que no esté nervioso. Compórtense con naturalidad. No se les va a pedir que hagan o digan nada si no lo desean. Algunos de nosotros nunca antes hemos estudiado la Biblia, y eso no importa. Todos tenemos que comenzar a conocerla en algún momento. Si nece­sitan ayuda para encontrar un capítulo o versículo en la Biblia, les ayudaré. Alguien tuvo que ayudarme a mí cuando comencé a estudiarla por primera vez. Oraremos en el grupo, pero oraré primero y más tarde si alguno de ustedes quiere orar, también está bien. Cuando llegue el momento de leer, si les agrada leer en voz alta, pueden hacerlo. Si no les gusta leer, no hay proble­ma; a algunos nos gusta y a otros no. En otras palabras, todos somos diferentes y deseamos respetar la intimidad y las diferen­cias. ¿Qué les parece esto?

"Comencemos a conocernos entre nosotros. Veré cuán bue­no soy para recordar el nombre de cada uno. La que se sienta a mi lado es Patricia Maldonado. Patricia es mi vecina que vive en la misma calle y hemos sido amigos por dos años. Este es Rober­to Torres. Roberto y yo compartimos juntos una pieza en el inter­nado. Este es Tomás Acosta. Me encontré con él la semana pasa­da en el supermercado y comenzamos a hablar. Lo invité para que se quedara esta noche. Aquella es Doris Weiss. Doris es una

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Grupos pequeños 301: Comenzando bien 137

amiga del trabajo. Muy bien, ahora que al menos hemos escu­chado el nombre de cada uno, veamos si ustedes pueden recor­darlos. Usemos unos pocos minutos y veamos cuán bien lo ha­cemos.

"La semana próxima hablaremos más acerca de lo que hare­mos en nuestro grupo, pero esta noche explicaré brevemente lo que hacemos por regla general. Hay dos o tres partes que son esenciales para la reunión. Cuando comenzamos tenemos lo que llamamos un tiempo para compartir. Durante ese tiempo hablamos acerca de lo que sucedió en nuestras vidas desde la úl­tima vez que nos reunimos. Generalmente tenemos una pregun­ta que nos ayuda a conocernos mejor. La segunda cosa es nues­tro tiempo de estudio. En nuestro caso estoy sugiriendo que use­mos las guías de estudio, Cara a cara con jesús, junto con nues­tras Biblias. Son 13 lecciones, así que nos llevará unos 3 meses completar las guías de estudio. Finalmente, hablaremos acerca de nuestras necesidades y problemas personales y yo los dirigiré al orar por estas necesidades. Como ya mencioné antes, yo o mi ayudante Roberto haremos las oraciones, y si alguno de ustedes quiere orar puede hacerlo. No queremos presionar a nadie para que ore. ¿Qué les parece? ¿Hay alguna pregunta o comentario?

"Comencemos nuestra reunión esta noche para que pue­dan comprender mejor a que se asemeja cada reunión. La sema­na próxima deliberaremos acerca de dónde nos reuniremos, cuándo nos reuniremos, cuánto tiempo tendrá cada reunión nocturna, las ideas que ustedes tienen acerca del formato de la reunión, etc. Deseo que todos juntos decidamos y estemos de acuerdo acerca de los detalles de nuestro grupo pequeño".

Después de esto, comience la reunión del grupo y esté pre­parado para deliberar acerca del acuerdo o compromiso de to­dos los integrantes para tener las reuniones con el grupo en el siguiente encuentro. Durante las primeras reuniones, asegúrese de que los miembros están distendidos y que sienten que su aporte es importante. Lo fundamental es orar, hacer lo mejor que se pueda, ser amigable y mantener una sonrisa.

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138 Grupos pequeños para el tiempo del fin

La segunda reunión En la siguiente reunión, vuelva a darle a cada uno la bienve­

nida. Si hay personas nuevas, preséntelas al grupo. Repase los mismos pensamientos que compartió con ellos en la reunión an­terior y entonces déle a cada uno una copia de las estipulaciones del grupo para examinarlo todos juntos. A algunos líderes les gusta comentar los detalles del convenio sin entregarlo y des­pués, una vez que se lo haya estudiado, lo entregan y dejan que los miembros lo llenen. Sin embargo, algunos líderes no usan una hoja impresa. Sencillamente tienen la discusión y se ponen de acuerdo verbalmente.

Sobre todo, trate acerca del día de la semana en que se va a reunir el grupo; del mejor momento para tener la reunión; cuán­to tiempo emplearán en las tres secciones de compartir, estudiar la Biblia y orar; y si se espera que haya preparación fuera del tiempo del grupo. Póngase de acuerdo para llamar si usted no puede asistir a la reunión del grupo; deliberen acerca del hecho de invitar a personas nuevas y del objetivo de multiplicar el gru­po; y consiga también que los miembros escriban los nombres y los números de teléfono del líder, del líder ayudante y del anfi­trión.

Como algunos tal vez no estén familiarizados con la Biblia, explique algunos de los conceptos básicos. No pregunte si algu­no necesita una introducción a la Biblia, dé por sentado sencilla­mente que alguno la necesita. Muéstreles la lista de libros que está al comienzo de la Biblia, que también tiene la numeración de las páginas de cada uno, para poder encontrarlo. Explique algo acerca del Antiguo y del Nuevo Testamento. Demuestre có­mo encontrar un libro, un capítulo y un versículo. Por ejemplo, puede decirles que si abren la Biblia por la mitad, encontrarán el libro de Salmos (hágalo usted). Si ahora de la segunda mitad lo vuelven a abrir por la mitad, encontrarán los Evangelios, que son los primeros libros del Nuevo Testamento, y al final del cual está el libro del Apocalipsis. Que los capítulos están impresos con números más grandes y los versículos con números más pe-

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Grupos pequeños 30 1: Comenzando bien 139

queños, etc. Después de unas pocas reuniones, cuando los miembros

del grupo se sienten completamente a gusto entre ellos, el líder del grupo necesita presentar el concepto de la oración conversa­cional. Recuerde que la oración pública hace que muchas perso­nas se pongan nerviosas. Tienen temor de parecer ridículos, o de no saber qué decir, o de ser juzgados por otros. El temor para orar desaparecerá cuando un grupo aprende los hechos básicos de la oración en común. Dígale a los miembros del grupo que no se presionará a ninguno para que ore. Si desean orar, pueden hacerlo a discreción. Lo fundamental es hablar con Dios con franqueza de corazón.

Hay varias pautas que podemos seguir para enseñar al gru­po a orar juntos:

l. Como líder, muestre cómo orar, orando usted primero. Después de que ora el líder, otros continuarán haciéndolo. Re­cuerde que tal vez necesita explicarle a alguno en qué consiste la oración. Hace poco estaba visitando a una mujer que comen­zó a compartir conmigo algunos de los problemas de su vida. Se presentó la oportunidad para orar con ella. Le pregunté si es­taba bien que orara. Respondió afirmativamente. Incliné mi cabe­za y comencé a orar. Después de que había pronunciado algu­nas palabras, me interrumpió. Abrí los ojos y me estaba mirando con una mirada burlona en su rostro. Me dijo: "Kurt, ¿qué es lo que se supone que debemos hacer cuando oramos? Yo nunca oré". Le expliqué cómo orar, y comenzamos de nuevo. Cuando terminé, dijo: "Eso es la cosa más hermosa que alguien ha hecho alguna vez por mí". ¡No de por sentado que todos saben cómo orar!

2. No pase mucho tiempo compartiendo pedidos de ora­ción. Ore por las necesidades del grupo. Si otros miembros del grupo desea orar por el mismo asunto o necesidad, puede hacer­lo, o decir sencillamente "Amén" mientras la persona termina su oración.

3. Seleccione un tópico a la vez mientras su grupo está

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140 Grupos pequeños para el tiempo del fin

aprendiendo a orar juntos. Algunos grupos tienen una oración de tres direcciones. Primero, los miembros comienzan a alabar y agradecer a Dios en oración. En segundo lugar, los miembros oran por las necesidades que no son del grupo (por amigos, eventos, situaciones). Finalmente, el grupo ora por las necesida­des del grupo (por la familia, por sí mismos, por los compañeros del grupo, por el grupo, etc.).

4. Después el grupo debe orar por la "silla vacía", para que se llene con un nuevo miembro.

S. El grupo puede concluir diciendo todos al unísono el Pa­drenuestro. El orar juntos le da a cada miembro del grupo una oportunidad para orar. Muchos miembros no conocen el Padre­nuestro. Deben hacerse copias y ponerlas a disposición de cada miembro.

Repase la sección sobre la oración en grupos en un capítulo posterior, para ayuda e ideas adicionales.

Problemas en los grupos Sonó el teléfono. Era mi amigo el pastor David. David me

dijo que algunos de los líderes de grupos de su iglesia desea­ban alguna ayuda para tratar con conflictos entre los miembros del grupo y cómo mantener el grupo en marcha. Él había com­partido algunas ideas, pero se decidió que sería de ayuda llevar a cabo una reunión de líderes para tratar este tema. Nos reuni­mos unas pocas semanas más tarde y tuvimos una discusión ex­celente acerca de este tema. Aquí están algunas ideas y concep­tos que tratamos aquella noche.

¡Qué linda sería la vida si estuviera libre de inquietudes! Nuestros grupos pequeños son semejantes a nuestras familias. En el grupo, los miembros comparten cosas en común acerca de ellos: cómo se sienten; los asuntos de la vida que les producen experiencias positivas como también negativas; y su necesidad de afecto, comprensión y apoyo. Cuando usted coloca varias personalidades juntas que se reúnen regularmente, esté seguro de habrá algún conflicto.

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Grupos pequeños 30 1: Comenzando bien r 41

Casi cada problema en el grupo proviene de 6 áreas de la vida del grupo, que son: las de las expectativas de los miembros del grupo; la participación que tienen en la vida del grupo; el contenido de la reunión; las habilidades de dirigir del líder; se­guir los detalles del acuerdo o compromiso del grupo; y la inte­racción de los miembros entre sí.

1. Expectativas. Todos los que pertenecen a un grupo traen expectativas en su mente en cuanto a cómo debe ser un grupo. Esas expectativas se reflejan en lo que perciben ser el propósito del grupo, los beneficios que recibirán en forma personal, lo que ellos como individuos tienen que ofrecer a los otros miem­bros del grupo y cómo debe conducir el líder el grupo. Si estos asuntos no se discuten en las primeras semanas de la vida del grupo, el grupo se está preparando para tener conflictos. El acuerdo o pacto del grupo ayudarán a resolver este problema.

2. Participación. Como cada persona está en una etapa dife­rente de crecimiento durante toda su vida, y debido a que los asuntos de la vida diaria producen un efecto positivo y negativo sobre esas diversas etapas, los miembros del grupo pueden ser un apoyo o un desafío para el líder. La mayoría de los grupos tendrán algunas personas que son desafíos. Un grupo normal puede incluir a los que son tranquilos, los que hablan demasia­do, los que son. agresivos o los que son intelectualmente capa­ces. Puede incluir un bromista, uno que duda como Tomás, un cqnsejero, un aconsejado y uno que parece estar durmiendo la mayor parte del tiempo (usted podría añadir otros a esta lista). Cada una de estas personas puede frustrar al grupo y a su líder de vez en cuando. Una persona que tiene algo que decir sobre cada tópico, será analizada probablemente por el consejero y lo que conseguirá es que la mayoría no querrá que hable tanto. El líder del grupo debe hacer notar que sin duda los miembros del grupo serán diferentes unos de otros, y que necesitan ser respe­tuosos y aceptarse mutuamente.

3. Contenido. Los sociólogos nos dicen que hay 4 estilos bá­sicos de aprendizaje de los oyentes. Están los que creen que la

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142 Grupos pequeños para el tiempo del fin

parte central del grupo debe ser el compañerismo; otros creen que debe enfocarse en el estudio; otros desearán que el líder del grupo se desempeñe casi como un maestro, dependiendo del líder para el éxito del grupo; y las personas que están orien­tadas hacia la acción se frustrarán al sentarse en circulo y al con­versar. Como las expectativas difieren, el grupo debe debatir so­bre estos 4 campos y ponerse de acuerdo sobre lo que constitu­ye un equilibrio razonable en la reunión del grupo. Es la res­ponsabilidad del líder recordarle al grupo que lo ayuden para que todos se mantengan en el carril.

4. Liderazgo. La dependencia del Espíritu Santo es el requisi­to previo número uno de un líder de grupo. Sin embargo, el no entender la dinámica de un grupo o el no ser consciente de los asuntos que causan conflicto o pasarlos por alto, puede entorpe­cer la eficacia del Espíritu. Debe ser una prioridad de cada líder de grupo leer algunos libros sobre grupos y asistir a un semina­rio de adiestramiento. Además, ser un líder ayudante o participar como miembro de grupo antes de llegar a ser un líder de grupo ayudará a que la vida sea mucho más fácil para el líder.

Es esencial para el líder del grupo tratar con los conflictos que son evidentes en el grupo. Cuanto antes se trate con el con­flicto, más robusto estará el grupo. Si es imprescindible, el líder necesitará hablarles a los miembros fuera del grupo y permitir que el grupo discuta los problemas. Los miembros del grupo necesitan saber decir "Lo siento", y necesitan poder decir y vivir la declaración: "Está perdonado". Si hay conflicto en el grupo, hay que hacerle frente más pronto o más tarde. Con el tiempo, destruirá al grupo y entonces los miembros tendrán que tratar con los pedazos, así que ¿por qué no hacer frente al conflicto tan pronto como surge?

Todos los grupos pasan por varias etapas en forma similar a la etapa del crecimiento de un chico o al crecimiento de un cris­tiano recién nacido en su vida espiritual. Estas fases son naci­miento (bebé), niño (niño pequeño), joven (vida de aprendizaje) y adulto (maduro, comprensivo y acogedor). Si el líder y los

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Grupos pequeños 30 1: Comenzando bien 143

miembros entienden estas etapas del crecimiento y la vincula­ción, los ayuda a entenderse entre ellos. Por ejemplo, un miem­bro aún puede estar en la etapa de niño mientras que otro está en la etapa adulta del crecimiento cristiano, y la manera como se relacionan con el grupo reflejará su etapa de crecimiento.

5. Pacto o acuerdo. Si un grupo no tiene un pacto o acuerdo para las reuniones, o si éste no es seguido por el grupo, enton­ces seguramente van a surgir problemas. Por ejemplo, suponga que alguno es un asistente esporádico y el grupo nunca sabe si va a venir. Si los miembros se han puesto de acuerdo en llamar al líder en el caso de que tengan que estar ausentes, entonces el líder puede gentilmente recordarle eso al reincidente. Si un gru­po tiene la tendencia a pasar más tiempo de lo que se estipuló en el segmento de tiempo de la vida del grupo dedicado a com­partir, entonces el líder tiene influencia para que se respete el horario; de lo contrario el grupo necesita cambiar su acuerdo.

El acuerdo para las reuniones le concede al líder autoridad y permiso para dirigir el grupo. Sin eso no hay nadie que tenga la dirección de los detalles de la vida del grupo, y tanto el líder co­mo los miembros pueden llegar a frustrarse.

6. Interacción del grupo. El líder del grupo no puede contro­lar la forma en que los miembros piensan o actúan entre ellos. Las personas con problemas crónicos o las que dominan negati­vamente el grupo pueden "poner el desaliento" sobre la interac­ción positiva del grupo. El líder necesita ser consciente de la for­ma como se relacionan los miembros y, si es necesario, tratar con el miembro que sea negativo. Consiga que el grupo ore siempre los unos por los otros y por las relaciones mutuas del grupo durante el tiempo dedicado a la oración.

Solución de los problemas Neal McBride sugiere una estrategia de 4 pasos para tratar

con los problemas, estrategia que la encontré útil.* ¡No es pene­trante pero funciona!

l. Reconocimiento del problema por parte del grupo. Por

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144 Grupos pequeños para el tiempo del fin

ejemplo, el líder o un miembro pueden decir: "Me doy cuenta de que usted está ofendido", o "Necesitamos ventilar esta diferencia de opinión". Deje que la persona o las personas hablen acerca de eso. Los miembros del grupo necesitan estar seguros de que la solución final es una en la que todos salen ganando siempre que sea posible. Los miembros deben aprender a disentir, y con todo amarse y respetarse mutuamente.

2. Personalización del problema. Permita que el grupo en­tienda que las dificultades son normales y también son de la in­cumbencia del grupo, porque el grupo es una familia. El líder debe lograr que cada uno se sienta cómodo y ayude al grupo a resolver el problema juntos como una unidad, sin echarle la cul­pa a uno en particular, siempre que sea posible.

3. Clarificación. Hay que debatir el problema y clarificar el asunto en cuestión. Algunas veces el problema está camuflado por acciones o reacciones que son sencillamente cortinas de hu­mo.

4. Resolución. Seleccione las mejores alternativas y colóque­las en acción.

Aquí se presentan algunos problemas típicos y se sugieren algunas soluciones para resolverlos:

La persona que es un problema crónico. Hay algunas perso­nas que tienen problemas que parece que no pueden vencer y que al suscitarlo continuamente interrumpen el avance del gru­po. La solución está en ayudar a la persona a recibir asistencia profesional o colocarla en un grupo que trate con los problemas con los cuales está luchando.

Una persona nueva se une al grupo. Una persona nueva que no ha estado con el grupo puede sentirse como si no perte­neciera al grupo. Además, puede ser que los otros miembros no compartan tan abiertamente como lo hacían previamente. La so­lución es tomar tiempo en las dos primeras reuniones y permitir que cada uno "cuente su historia" de manera que todos estén mejor familiarizados. Si la persona que acaba de llegar parece que nunca encaja, el líder del grupo debe hablarle y decirle:

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Grupos pequeños 30 1: Comenzando bien 145

'Tengo la impresión de que no se siente cómoda en el grupo", o '¿Se siente cómoda en el grupo?" Permita que la persona se ex­prese. Puede ser necesario ayudarla a que se una a otro grupo.

Un miembro ataca verbalmente los comentarios de otro. El líder debería interrumpirla con tacto y afirmar el derecho a di­:;entir, pero recordándole a todos que deben ser bondadosos y respetuosos con los demás. Hable acerca de eso con una sonrisa en su rostro.

Un miembro del grupo es constantemente negativo. El líder u otros miembros pueden hablar con esa persona fuera de las reu­niones del grupo.

Deliberaciones laterales. Si dos personas siempre están ha­ciendo comentarios entre ellos que ningún otro puede oír, el lí­der debe hablar con ellos fuera del grupo, o dirigirlos a otro grupo.

El participante tranquilo versus el participante conversador. El grupo debe respetar siempre Jas personalidades de los miem­bros, pero el grupo también necesita recordar de vez en cuando que debe haber oportunidad para que hablen todos. El mirar a una persona callada puede a veces animarla a hablar. He descu­bierto que la mejor solución para las personas conversadoras es · que el líder las lleve a un lado y les diga que tanto a usted como a ellas les gusta conversar, y que desea que le ayuden a conse­guir que otros se involucren. Traten de enfoques posibles y con­siga su ayuda.

* * * * * * * Hay muchos otros asuntos que pueden aparecer de vez en

cuando, pero los que se han tratado deben ayudar al grupo para que pueda manejar la mayoría de los problemas. La reunión de los líderes programada regularmente es un momento cuando el grupo de líderes y el pastor pueden discutir en profundidad es­tos asuntos y apoyarse mutuamente.

David y Alicia habían sido líderes de grupos pequeños en su iglesia por casi 6 años. El grupo comenzó originalmente como continuación de un seminario sobre el Apocalipsis en su iglesia

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146 Grupos pequeños para el tiempo del fin

en el estado de Washington, en los Estados Unidos. Había algu­nos miembros de la iglesia que tenían la visión de que un grupo pequeño debía ser perfecto para alimentar a los miembros re~ cién bautizados y continuar estudiando con los que aún no ha­bían tomado una decisión. David convino en ser el líder, y el resto es historia. Se bautizaron dos personas como resultado de su primer año de reuniones. El grupo continua reuniéndose con el objetivo en mente de alcanzar a los que no pertenecen a nin­guna iglesia.

David dice que con un programa ocupado es fácil llegar a estar sencillamente centrados en la educación y descuidar el se­guir invitando a los que no son miembros de la iglesia. Sin em­bargo, una vez que los miembros de un grupo ayudan a alguien a aceptar a Jesús y a ser bautizado, ¡desean que la experiencia continúe! Si el grupo de David puede hacer eso con estilos de vi­da recargados, entonces usted y yo podemos hacer lo mismo.

Referencia * Neal McBride, Cómo dirigir grupos pequeños, p. 104.

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(~PíTULO bOCI

Decisiones para Cristo en los grupos pequeños

4411~ U:rt, necesito su ayuda. ¿Puede decirme cómo obtener de­cisiones para Jesús y para el bautismo en un grupo pe-

, ' ,! queño? Tengo varias personas en mi grupo que han creci­do en su relación con Jesús y creo que están listas para aceptarlo como su Salvador, pero ¿cómo debo abordarlas? ¿Les entrego tarjetas de decisión como se hace en las campañas evangelizado­ras de cosecha? A mí eso me parece poco práctico. ¿Tiene usted alguna sugerencia?" La pregunta que me hizo Sharon en el semi­nario de adiestramiento que estaba llevando a cabo en Portland, Oregón, en los Estados Unidos, es una pregunta que se hace a menudo, ¡y es una pregunta extremadamente importante!

Uno siempre debe recordar que es el Espíritu Santo el que produce la convicción y prepara a alguien para que haga la deci­sión. Los hombres y las mujeres que usan métodos son sencilla­mente instrumentos o avenidas por medio de las cuales el Espíri­tu Santo elige obrar. Es parte del plan de Dios usarlo a usted y a mí en compañía con él en lo que Elena de White llama "la cien­cia de ganar almas". Nuestro blanco es ser conscientes de la

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148 Grupos pequeños para el tiempo del fin

obra del Espíritu en la vida de alguien y estar dispuestos a ayu­darlos en la decisión que están tomando.

De acuerdo con lo que hemos aprendido en los capítulos anteriores, cada grupo pequeño debe estar involucrado en obra misionera, ya sea directamente invitando al grupo a los que no son cristianos, por medio de proyectos de acción misionera fuera del grupo, o a través de la actividad de los grupos de trabajo (los grupos denominados Marta) de los que ya leímos. Como ca­da grupo va a estar comprometido en las vidas de los que no son cristianos, es imperativo que los cristianos en el grupo se den cuenta de las cuestiones básicas, para ayudar a algunos a responder a la obra del Espíritu Santo en sus vidas.

El primer paso a seguir es estudiar la vida de Jesús y apren­der la forma como se relacionaba con las personas. Philip Sa­maan tiene un libro excelente sobre este tópico, titulado El méto­do de Cristo para testificar. También la declaración de Elena de White en el Ministerio de curación es un clásico sobre este pun­to: "Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien de­seaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesi­dades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: 'Seguid-me'".*

Como se puede ver, establecer relaciones -comprender las necesidades de la gente, familiarizarse con ellos como perso­nas-- fue el primer paso de Jesús. Este es el marco natural de la dinámica de los grupos pequeños. Por eso la prioridad principal de los líderes y de los miembros cristianos del grupo debe ser la de desarrollar relaciones y ganar la confianza de los otros del grupo. Esto se hace más eficazmente si los miembros del grupo llevan a cabo actividades juntamente con los otros miembros fuera de la reunión del grupo. Personalmente, he ayudado a miembros a cultivar con un monocultor o arado rotatorio sus huertas y he ido a jugar al béisbol con ellos.

El líder también debe conocer las necesidades personales de los miembros. Muchas veces los problemas o las preocupa-

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Decisiones para Cristo en los grupos pequeños 149

dones personales son una prioridad sobre el material bíblico y lo que se ha aprendido. Sara, una miembro de uno de mis grupos, estaba convencida de que debía adorar en el día sábado, pero su primera preocupación no era cómo entender lo que deda la Bi­blia sino qué denominación tenía el mejor programa para niños. Una vez que las necesidades de sus hijos fueron satisfechas, Sara estuvo dispuesta a pensar acerca de otros asuntos.

También, no todos en su grupo crecerán espiritualmente a la misma velocidad. Es necesario darse cuenta de las señales en lo que respecta a dónde están sus miembros espiritualmente, de manera que puedan recibir el cuidado y la atención necesarios. Esto requiere escuchar los comentarios y observar el lenguaje del cuerpo. Por ejemplo, si alguno dice: "Puedo ver cómo Jesús puede influir en mi vida", ese miembro está expresando una afirmación positiva en favor del cristianismo. Si nunca aceptaron a Jesús en su vida, entonces deben ser visitados fuera del grupo y debe dárseles una oportunidad para aceptar a Jesús.

Creo que la mejor forma de establecer un ministerio de gru­po pequeño en una iglesia local es tener un programa de evan­gelización que involucre a los grupos pequeños, las campañas de cosecha, los seminarios, los eventos que los conduzcan a la iglesia, etc. Sugiero que la iglesia establezca un ministerio de grupos pequeños y un plan de visitación para consolidar estu­dios bíblicos individuales o para colocar a los interesados en los grupos pequeños. Con el tiempo se puede llevar a cabo una campaña de cosecha. Puede colocarse a los recién bautizados y a los interesados que aún no se han bautizado en grupos pe­queños. Estos grupos se reúnen semanalmente y son ideales pa­ra afirmar a los miembros nuevos y para la atención de personas interesadas con el fin de cosechar a los que no se han bautizado. Además, los grupos para desarrollar amistades y que se usan co­mo grupos que presentan temas para conducir a la iglesia, o co­mo peldaños para tener grupos de estudio de la Biblia o para la asistencia a la iglesia, pueden ser una parte esencial de la estrate­gia.

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150 Grupos pequeños para el tiempo del fin

Además, estos miembros nuevos tienen una cadena de ami­gos y parientes a los que pueden invitar a los grupos pequeños. Por medio de los grupos y las campañas de cosecha, continúa el ciclo. Los que son adictos (al alcohol, tabaco, drogas, etc.) y otras necesidades especiales pueden ser colocados en grupos de apoyo y se les puede dar el cuidado adicional que necesitan. Creo que este tipo de ciclo de evangelismo ayuda a "cerrar la puerta de atrás de la iglesia" a la pérdida de miembros nuevos.

Hace varios años enseñé un seminario sobre el Apocalipsis. Al terminar el seminario colocamos a los interesados en un gru­po pequeño que se reunía en un hogar bajo mi liderazgo. Estu­diamos las doctrinas principales de la Iglesia Adventista. El grupo incluía a Federico, mi líder ayudante; a Tomás y su esposa, Sara, que pertenecía a otra denominación protestante; a Julián, un ca­tólico; a Guillermo, que pertenecía a una iglesia interdenomina­cional; otra adventista del séptimo día, Juana; y yo (los nombres han sido cambiados, pero todos los otros detalles son exactos).

Nuestro grupo eligió estudiar las enseñanzas principales de la Escritura. Cada noche los miembros del grupo llevaban la guía de estudio a sus hogares y la repasaban para la próxima reunión del grupo. La noche que estábamos estudiando el tema del sábado, vino Julián a la reunión del grupo muy excitado. Le dijo al grupo: "¡No puedo creerlo! ¡He estado adorando en el día equivocado durante más de 60 años!" Miró a Guillermo y le dijo: "¿No es sorprendente, Guillermo? ¡Hemos estado asistiendo a la iglesia en el día equivocado!" Billlo miró y le contestó: "¡Yo no estuve yendo en el día equivocado! Disiento contigo". Así siguió una discusión interesante esa noche, que comencé por recordar­le al grupo que podemos disentir con amor y respeto del uno hacia el otro y hacia sus puntos de vista.

¿Cómo respondí como líder del grupo a esta situación?

l. Visité a Julián fuera de la reunión del grupo y lo afirmé en su decisión acerca del sábado. Le di literatura para leer y lo invité a la iglesia el sábado siguiente. Vino, y finalmente fue bautizado.

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Decisiones para Cristo en los grupos pequeños 1 S 1

2. También visité a Guillermo fuera de la reunión del grupo. Quería estar seguro de que las diferencias de opinión no habían desanimado su espíritu o herido sus sentimientos. Hablamos de sus sentimientos y oramos juntos. Siguió asistiendo y me dijo que sabía que los miembros del grupo se habían ocupado de él.

3. Durante una reunión del grupo, Tomás dijo que creía que el sábado era el día de descanso. Su esposa Sara no dijo mucho, pero podía decir que no estaba de acuerdo con la opinión de su esposo y estaba preocupada. Los visité fuera de la reunión del grupo y hablamos de sus sentimientos. Comenzaron a asistir a la iglesia tanto el sábado como el domingo. Tomás deseaba bautizarse como adventista, pero Sara no deseaba. Continuamos trabajando con ellos.

Cuando los miembros del grupo aceptan a Jesús, dan pasos significativos de crecimiento espiritual y obtienen la mayor victo­ria de sus vidas, el grupo necesita afirmar sus decisiones y sus victorias. Como usted puede ver, la sensibilidad, el conocimiento y la visitación fuera de las reuniones del grupo son necesarios para ayudar a los miembros en sus vidas.

Cuatro niveles de decisión También encontré de ayuda el conseguir que los líderes y

los líderes asistentes de los grupos entendieran los niveles de decisión que las personas razonan en sus mentes. Cuando se ce>mprenden, el líder puede conocer dónde se encuentra el miembro en el proceso de hacer las decisiones. Los 4 niveles son como sigue:

Nivel 1: Nivel de la información. Es en este nivel donde la persona reúne los datos y la información. Acumula los datos acerca de Jesús o de una enseñanza determinada de la Escritura. Si la persona no tiene toda la información que necesita para contestar las preguntas acerca de un tema particular, entonces no estará lista para tomar una decisión sobre ese tema.

Nivel 2: Nivel de la convicción. Una vez que la persona cree que tiene información suficiente sobre un asunto dado y que to-

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152 Grupos pequeños para el tiempo del fin

das sus preguntas han sido contestadas satisfactoriamente, está en una posición de comenzar a pensar acerca de la trascenden­cia de lo que han aprendido. El Espíritu Santo comienza a ac­tuar en la mente y en la vida. La persona comienza a luchar con lo que debe hacer con la nueva información y experiencia.

Nivel 3: Nivel del deseo. Una vez que la persona comenzó a pensar acerca de los beneficios de tomar una decisión posible, decidirá hacer algo con los hechos que ha aprendido. Si le pre­gunto en privado a una persona si puede ver algún beneficio en aceptar a Jesús o aceptar una doctrina en su vida, y me dice que no, algunas veces un testimonio personal conseguirá que piense en los beneficios.

Nivel 4: Nivel de la acción. Una vez que las personas han progresado a través de los 3 primeros niveles, están listas para tomar una decisión. Les pregunto en forma individual: "¿Existe alguna razón en la cual usted pueda pensar para no aceptar aJe­sús hoy?" Si me dan una razón y con todo ven los beneficios de una decisión positiva, generalmente les digo: "Si aclaramos este asunto de ... [cualquiera sea la objeción], ¿estará lista para hacer una decisión?" Esto ayuda a prevenir el posponer su decisión para un momento futuro.

Los miembros del grupo necesitan entender estos niveles porque les ayuda a determinar en qué etapa está una persona para hacer una decisión sencillamente al escuchar sus comenta­rios durante la reunión del grupo. Por ejemplo, en el relato acer­ca de Julián y Guillermo, Julián progresó rápidamente a través de cada paso y estaba listo para actuar, pero Guillermo aún estaba luchando con el primer nivel. Generalmente es mejor tratar el proceso de hacer la decisión en forma privada con los miem­bros del grupo mientras se desarrollan espiritualmente a su pro­pio paso. Sin embargo, esté siempre listo para sostener a cual­quier miembro que hace una decisión pública durante el tiempo de la reunión del grupo. Además, si alguno toma una decisión pídale que la comparta durante la próxima reunión del grupo

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Decisiones para Cristo en los grupos pequeños 1 53

para que todo el grupo pueda regocijarse y agradecer a Dios. Lo esencial es escuchar, observar, apoyar, visitar y hacer

preguntas en forma personal para obtener los resultados más positivos.

La iglesia hispana en Gladstone, Oregón, ha hecho de los grupos pequeños una estrategia clave. Los miembros están ex­tendidos en una distancia dilatada, lo que hace difícil que se junten para una campaña de cosecha larga de varias noches por semana. En la actualidad, los grupos pequeños en varios lugares están estudiando material doctrinal. Las decisiones se hacen en los grupos. Además, cada pocos meses el pastor lleva a cabo reuniones populares de cosecha de fin de semana solicitando decisiones. Esas son seguidas por una serie corta de reuniones de cosecha en otros momentos durante el año. Actualmente se han bautizado 18 personas por medio de esta estrategia.

Referencia • Elena de White, El ministerio de curación, p. 102.

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Soy líder de un grupo, ¿y ahora qué~

C.nPíTULO T~.l:(.l;

l os mejores líderes de grupos pequeños son los que partici­pan de las características de la sigla FED, que significa: F =

.. Jiel a Dios; E = dócil y dispuesto a aprender; y D = disponible para satisfacer las necesidades de los miembros del grupo. ¡Me gusta realmente esa definición!

Ampliando esta sigla son útiles las calificaciones siguientes en los líderes de los grupos:*

Comprensión de y un compromiso a los principios espiritua­les. 1 Timoteo 3:16 y 5:22 declaran que los líderes de iglesia no deben ser novicios en la vida cristiana. Los líderes espirituales deben en primer lugar comprender la Escritura y deben tener experiencia.

Creciente relación con jesús. Si un líder va a modelar un crecimiento espiritual y animar a otros, primero eso debe ser una realidad en su propia vida. Debe ser evidente el desarrollo de un carácter semejante al de Cristo. Varias veces las epístolas del Nuevo Testamento animan a los hijos de Dios a "crecer en la

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Soy líder de un grupo, ¿y ahora qué? 155

gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesu­cristo" (2 Ped. 3:18).

Devoción para tener afecto hacia la gente. El líder está dedi­cado a alcanzar a los miembros del grupo y demostrar un interés amante por sus tristezas, gozos y necesidades personales. Ade­más, es esencial que el líder sea uno que aliente para ayudar a los miembros en su crecimiento personal y en su desarrollo.

Pasión para ganar almas perdidas para jesús. La razón nú­mero uno para la existencia de la iglesia es para relacionar a la gente con Jesús. Un líder debe tener este deseo ardiente.

Estudioso(a) de la Biblia El líder del grupo necesita disfrutar del estudio y aprender acerca de las Escrituras diariamente. Un líder no puede ayudar en el estudio de la Escritura si no la estu­dia por sí mismo.

Que pueda ser enseñado( a). Al principio, un líder puede no saber mucho acerca de dirigir un grupo, pero si es humilde y está dispuesto a aprender, tiene los ingredientes necesarios para el éxito.

Deseo de servir a otros. Jesús dijo que el verdadero liderazgo es poner en primer lugar las necesidades de los demás. El líder también modela lo que enseña al ser un ej~mplo vivo: un cristia­no auténtico.

Compromiso de tiempo. Lleva tiempo ser líder de un grupo. El líder debe estar dispuesto a pasar una noche por semana en una reunión de grupo; asistir a las reuniones programadas regu­larmente para líderes; prepararse para la reunión semanal; y ase­gurarse de que se satisfagan las necesidades de los miembros del grupo. Por supuesto, está el líder ayudante, y en muchos ca­sos otros miembros cristianos del grupo para ayudarlo al hacer frente a las necesidades de los miembros del grupo fuera del tiempo de reunión del grupo.

Hay otras características de un líder de grupo, pero éstas son las básicas. Debe tenerse en mente que ninguno de nosotros cumple todas estas características tan perfectamente como quisie-

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156 Grupos pequeños para el tiempo del fin

ra, pero Jesús nos ha prometido fuerza y el poder del Espíritu Santo.

Motivos para el liderazgo Mientras uno reflexiona en las características para el lideraz­

go en un grupo pequeño, lo esencial es la motivación. Los moti­vos correctos que le permiten a un líder servir de una manera positiva son los siguientes:

* Un deseo de exaltar y glorificar a Dios.

* Un deseo de complacer a Dios usando los dones espiri­tuales que le ha dado.

* Un deseo de hacer algo positivo para la iglesia de Dios.

* Un deseo de compartir con otros el hecho de que el cris­tianismo puede satisfacer las propias necesidades perso­nales.

* Un deseo de relacionar a las almas perdidas con Jesucris­to.

Los motivos incorrectos pueden llevar a la desaparición de un grupo, y en algunos casos a destruir la espiritualidad de los miembros. Los motivos que destruyen la vida del grupo son:

* Un deseo de realizar una necesidad emocional, tal como la aceptación, la aprobación, etc.

* Un deseo de ejercer poder y autoridad sobre otros.

* Un deseo de responder a un desequilibrio personal de aprobación y admiración (complejo de "Mírenme").

* Un deseo y necesidad de estar siempre en el centro de cualquier cosa que suceda.

Lo esencial es que el líder tenga el deseo de ayudar al grupo para alcanzar sus objetivos y para realizar el propósito de su existencia. Si las razones del líder para participar son incorrectas, no debe servir en esta capacidad.

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Soy líder de un grupo, ¿y ahora qué? 157

Funciones de un líder Mientras el líder sirve a los miembros del grupo, hay varias

misiones que son básicas para un liderazgo positivo:

a. Un líder de grupo que tenga éxito busca desarrollar rela­ciones personales con cada miembro del grupo. Esto va mucho más allá de conocer su nombre y de un casual, "¿Qué tal? ¿Cómo está?" Implica pasar un tiempo de cali­dad con ellos e intentar entender la contribución única que hace al grupo.

b. Un líder de grupo exitoso es sensible a las necesidades, los sentimientos y las personalidades de sus miembros, y ratifica su individualidad.

c. Un líder de grupo de éxito modela continuamente el amor, la confianza y la aceptación como la conducta nor­mal de los cristianos.

d. Un líder de grupo que tenga éxito será verdaderamente un facilitador y guiará el flujo de la discusión e intentará abarcar a todos los miembros del grupo de una manera que no se sientan incómodos.

e. Un líder de grupo Qe éxito anima a los miembros a que escuchen, acepten y respeten a los que tienen un punto de vista que difiere del líder o de los miembros.

f. Un líder de grupo de éxito ayuda al grupo a realizar sus metas y a crecer en una comunidad cristiana madura.

Etapas o ciclos en la vida del grupo Al igual que ocurre con los seres humanos, los grupos pe­

queños pasan a través de etapas de desarrollo, y es esencial que los líderes entiendan este proceso. Un modelo de 5 etapas usa la terminología de: infante, pequeño, niño, joven y adulto. Otro modelo de 6 pasos usa los siguientes términos: etapa anterior al contrato; etapa de orientación; etapa de poder y control; etapa de confianza; etapa de cambio; y conclusión o etapa de un nue­vo comienzo. Sin embargo, la terminología que prefiero es esta:

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158 Grupos pequeños para el tiempo del fin

* Etapa de exploración: Los miembros están recién comen­zando con el grupo. Se hacen preguntas tales como: "¿Pertenezco al grupo?", "¿Qué es lo que se espera de mí?", "¿Qué puedo esperar de otros?"

* Etapa de transición: Los miembros de sienten más a gusto entre ellos, y están comenzando a arriesgarse hacia afue­ra y a "probar la temperatura del agua" para ver si el grupo es un lugar seguro al cual pertenecer. Los miem­bros comienzan a aflojarse y disfrutan con los demás.

* Etapa de acción: Los miembros del grupo se sienten per­fectamente bien entre ellos. Son muy abiertos al compar­tir sus opiniones personales y han desarrollado confianza y aceptación.

* Etapa de terminación/Etapa de nuevo comienzo: El gru­po está terminando: se divide en 2 grupos; o empiezan un nuevo conjunto de guías de estudio; o establecen un nuevo propósito para la existencia del grupo. General­mente los miembros se sienten tristes porque ese cambio interrumpe el vínculo que habían establecido, pero se adaptan y avanzan a una experiencia positiva de un gru­po nuevo.

Debe recordarse que las etapas son una parte de la vida. Si un líder está consciente de estas etapas y de las emociones que experimentan los miembros del grupo, puede hablarle al grupo acerca del cambio y los miembros se adaptarán más rápidamen­te.

Diferentes estilos de liderazgo

El entender lo que se espera de usted como líder es indis­pensable para que lleve a cabo la descripción de la tarea de un líder. Además, su actitud, sus métodos y conducta, es decir, la forma como usted dirige, también determinará su habilidad para ayudar a un grupo. Echemos una mirada a los diferentes estilos

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Soy líder de un grupo, ¿y ahora qué? 159

de liderazgo y cuál parece ser el mejor para el liderazgo de los grupos pequeños.

Tradicionalmente hay 4 estilos básicos de liderazgo: el auto­crático, el autoritario, el democrático y el de no intervenir o "laisser-faire".

Un líder autocrático es dominante y dictatorial. Intenta tener el mando total, teniendo a los miembros como oyentes y segui­dores. El líder determina el plan y desea que el grupo elija como objetivos los objetivos personales del líder. A menudo hacen de­cisiones en forma unilateral y pasan por alto otros puntos de vista. Los miembros del grupo son casi como si fueran títeres.

Un líder autoritativo tiene en mente una dirección definida, pero es accesible a las ideas de los demás. Generalmente ejerce un control fuerte pero, con todo, los miembros están involucra­dos activamente en discutir las ideas y los objetivos del líder. El líder está abierto a la modificación basado en el aporte del gru­po, pero generalmente no cambia sus metas personales para el grupo. Este tipo de líder emplea su poder personal para conse­guir la participación de los otros.

Un líder democrático se centra en el grupo y comparte la dirección con el grupo. El líder es enérgico, pero valora las habi­lidades y las opiniones de los demás. Este estilo de liderazgo crea un sentido de seguridad y pertenencia al grupo. Todos los pl;:tnes, los objetivos y las pautas son un asunto de discusión del grupo, y la meta del líder es obtener dirección y participación.

El líder "laisser-faire'~ el que deja hacer o que no interviene, es el que es permisivo y pasivo. Ejerce un control mínimo y los miembros dirigen la reunión del grupo. Este líder no la prepara y deja que las cosas vayan a la deriva. El líder parece ser pasivo y parece no importarle. Este estilo da como resultado la fragmenta­ción y anima la indecisión.

¿Cuál de los estilos tradicionales es el mejor? Creo que casi todos estarán de acuerdo en que cada estilo tiene su lugar y su utilidad, pero la mayoría de la gente prefiere el estilo democráti-

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160 Grupos pequeños para el tiempo del fin

co. Sin embargo, hay otros dos estilos que necesitamos conside­rar: el liderazgo de servicio y el liderazgo de circunstancias.

El estilo del liderazgo de servicio surge de Lucas 22:24-30. Los discípulos de Jesús estaban discutiendo quién iba a ser el mayor. Jesús les dijo: "Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así de vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el. que sirve" (vs. 25, 26).

También dijo Jesús: "Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos" (Mar. 9:35). Después Jesús les demostró a los discípulos lo que estaba diciendo cuan­do asumió el papel de siervo y les lavó los pies (Juan 13:5), algo que los discípulos sintieron de manera evidente que era algo in­digno de ellos. Aun cuando Jesús, el Rey del universo, tenía el derecho de exigir que lo sirvieran, demostró que un líder verda­dero es uno que gana el respeto y la lealtad por la forma como trata a las personas. Los líderes-siervos no reclaman el derecho de salirse con la suya, ni tratan de manipular políticamente para conseguir sus fines, y lo que es más importante, no "atropellan a la gente" o exageran la verdad para realizar sus propios propósi­tos. Los líderes-siervos colocan primero las necesidades y los de­seos de los otros antes que los suyos. Ganan respeto por causa de su sinceridad, devoción y honestidad, amor y respeto de los demás, y el deseo de desarrollar a otros.

Jesús ejemplificó el liderazgo de servicio cuando dio su vida por sus seguidores. ¡Este es verdadero liderazgo de servicio! El apóstol Pablo, en un intento por explicar este concepto de ser un líder-siervo, escribió: "Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo). Me he hecho débil a los

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Soy líder de un grupo, ¿y ahora qué? 161

débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos" (1 Cor. 9:19-22).

Pablo era un hombre culto y un líder poderoso, pero no exigía, sino que servía, y esto no es algo que surge en forma na­tural. Sin embargo, al rendirse a la gracia y al poder de Jesucris­to, llegamos a ser líderes-siervos que reflejamos el estilo deJe­sús.

Durante los últimos años surgió un nuevo concepto, llamado liderazgo situacional. Liderazgo situacional significa que el estilo de liderazgo variará dependiendo de la situación y la circunstan­cia. Para el cristiano esto quiere decir que el liderazgo de servi­cio siempre debe ser el estilo fundamental, pero algunas veces, con la autorización de los seguidores, se le da al líder el derecho de ser más ejecutivo cuando se necesite.

Aquí hay un ejemplo de esto en la vida del grupo. Los miembros de un grupo concertaron en comenzar a las 7 de la tarde y terminar a las 9 de la noche. Pero parece que siempre comienzan tarde y terminan pasada la hora, lo que frustró a al­gunos de los miembros que le dieron al líder el permiso para ser autocrático con ellos y ayudarlos a cumplir su compromiso. El líder mantuvo al grupo para comenzar y terminar puntual­mente, pero lo hizo con una sonrisa en su rostro y con un espíri­tu bondadoso.

La elección del estilo de liderazgo es fundamental para que ul). grupo sea un lugar agradable, como algo opuesto al grupo al cual nadie desea'-pertenecer. Además, un estilo democrático de liderazgo de servicio desarrolla líderes nuevos. Estaba visitando una iglesia y conferenciando con los líderes del grupo. Estaba impresionado por la eficacia del liderazgo y la personalidad de Sally, uno de los líderes del grupo. Pregunté acerca de ella des­pués de la reunión y se me dijo que una vez era una persona RCE, es decir, que "requería un cuidado extra" el estar a su alre­dedor. Su actitud, inseguridad y amargura hacían desdichados a los que estaban a su alrededor. Sin embargo, el amor, la bondad y la aceptación de los miembros del grupo y el deseo del grupo

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162 Grupos pequeños para el tiempo del fin

de servirla al amarla tal como era, fue usado por el Espíritu Santo para cambiar totalmente su vida.

La historia de Sally es el resultado del liderazgo de servicio. Debido a que la sirvieron, ahora ella sirve a los demás. ¡Eso es todo de lo que trata el ministerio!

Referencia

• Neal McBride, Cómo dirigir grupos pequeños, pp. 29-31.

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(~PíTULO C~TO~C{

Consejos práutiuos para el éxito en los grupos pequeños

U semana pasada sonó mi teléfono y mi interlocutor me hizo una pregunta muy importante: ¿Cuáles consideraba yo que

ran los ingredientes esenciales para que un programa de grupos pequeños tuviera éxito? Vinieron a mi mente muchas co­sas, y probablemente dejaré fuera de la lista lo que alguno consi­dera el número uno, pero aquí hay varios para considerar y no en un orden particular:

l. Establezca un clima distendido. Si usted desea que los miembros de su grupo vuelvan cada semana, entonces el clima del grupo debe ser un clima en el que se sientan a gusto. Su grupo debe ser entretenido. Nadie quiere sentirse estresado y fuera de lugar en una reunión de grupo. El propósito es hacer que la gente sienta que la necesitan y que están contentas de participar; que se sientan como si estuvieran en su casa.

Asegúrese de que los miembros de su grupo sepan que está perfectamente bien que se conduzcan con naturalidad y que vengan tal como son. Asegúreles que nadie en el grupo será puesto intencionalmente en aprieto ni se le pedirá que haga algo

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164 Grupos pequeños para el tiempo del fin

con lo que no se siente a gusto. El grupo no irá alrededor del círculo para hablar, leer u orar. La reunión será voluntaría y los miembros elegirán en qué partes han de participar.

2. Establezca algunas normas básicas. Esto generalmente se llama un pacto o convenio. Dentro de las dos primeras reuniq~ nes, el grupo debe ponerse de acJerdo sobre el día en que se reunirá, la hora de la reunión, y la cantidad de tiempo que pasa­rán en compartir, en estudiar la Biblia y en orar. Deben discutir la lista de cosas que se deben y que no se deben hacer. La idea es tener la dirección del grupo y de los detalles de la vida del grupo. Esto es esencial para ayudar al. grupo a asistir, para la moral, para la multiplicación del grupo y para tener una base para evaluar la vida del grupo.

3. Tenga una reunión regular para los líderes. Los líderes de los grupos pequeños, los líderes ayudantes y los anfitriones necesitan apoyo y adiestramiento continuo. Debido a esto, una reunión programada con regularidad es esencial, al principio se­manalmente, y más tarde, mensualmente.

El. pastor debe estar presente en la reunión de los líderes por lo menos una vez al mes, aun cuando puede haber un miembro que coordine el programa de los grupos pequeños. Si no se puede contar con el pastor, debe dirigir el líder laico, lo que ayuda a los líderes a darse cuenta de la importancia del mi­nisterio del grupo. Hay tres asuntos del orden del día para cada reunión: (1) El desafío de la visión, lo que debe estar a cargo del pastor. Hay que recordar continuamente a los líderes de la necesidad que tienen los grupos pequeños del apoyo de la igle­sia. Además necesitan darse cuenta de cuán importantes son ellos para la visión y el objetivo de la iglesia de alcanzar para Jesús a la gente que no asiste a la iglesia. (2) El tiempo de com­partir: los líderes necesitan "agruparse" y hablar acerca de sus preocupaciones, gozos, dolores de cabeza y frustraciones, y orar unos con otros para obtener apoyo y ánimo. Como líderes están luchando contra Satanás y sus ataques contra los que necesitan decidirse por jesús y crecer en él. Es fácil llegar a fatigarse en la

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Consejos prácticos para el éxito 165

batalla en "la línea del frente''. Además, es un momento para que los líderes llenen informes escritos acerca de las personas que asisten al grupo y de cómo están marchando las cosas en sus grupos. (3) El adiestramiento de las habilidades es otra parte esencial de la reunión. Los líderes necesitan estar desarrollando continuamente sus talentos para ministrar a los que están en sus grupos. Un poco de tiempo dedicado a esto en cada reunión se­rá una ayuda tremenda para este ministerio de adiestramiento.

4. Asegure la participación del pastor jefe de/distrito. Es deci~ sivo que la familia de la iglesia y los líderes se den cuenta de que los grupos pequeños son una prioridad para el pastor. El pastor debe involucrarse en las reuniones regulares de los líderes y en uno de los grupos. Debe hablar acerca de los grupos en la hora del culto. divino, e imprimir los nombres de los líderes de los grupos en el boletín o en la hoja informativa de laiglesia.

5. Haga de los grupospequeños una prioridad en el progra­ma. Un indicador de cuán importante son los grupos pequeños para una iglesia local se verá en la forma como planea diaria­mente la vida de la iglesia para los miembros. Un régimen muy sobrecargado de muchos programas Y: reuniones de junta impe­dirán . que muchos miembros participen en los grupos. Los miembros tienen sólo un tiempo equis disponible. No se puede esperar que apoyen programas y miríadas de compromisos, que tengan sus responsabilidades en el trabajo y en la familia, y que <~¡ún formen parte de un grupo pequeño. La iglesia local debe decidir cuáles.sonsus prioridades, o agotarán a todos, y la vida diaria de la iglesia será una carga y un desánimo.

6. Enfoque en la obra misionera. Cada grupo debe estar en­focado en la obra misionera, so pena de que la vida del grupo fi­nalmente llegue a estancarse y el grupo desaparezca. Enfocar los esfuerzos sobre otras personas es decisivo para mantener al grupo vibrante y activo. No hay gozo mayor que relacionar con Jesucristo a la gente que no asiste a la iglesia. Cuando los partici­pantes del grupo se dan cuenta de que su grupo está ayudando a la gente a encontrar a Jesús, ¡el ministerio de los grupos pe-

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166 Grupos pequeños para el tiempo del fin

queños en la iglesia local sobrevivirá y prosperará! Hay varios puntos esenciales que mantendrán el esfuerzo

de su iglesia para establecer un ministerio vivo y creciente de grupos pequeños. Permítame compartir un relato con usted.

Hace varios años un pequeño grupo de obra misionera en la parte central del estado de Oregón, en los EE.UU., comenzó a estudiar el libro del Apocalipsis. El grupo se reunió durante mu­chos meses. Cuando terminaban con un juego de guías de estu­dio, comenzaban un grupo nuevo. Esto fue así por casi 2 años. Le pregunté a Barry, el líder del grupo, cuál era el secreto para mantener el entusiasmo por un período de tiempo tan largo. Él me miró sonriendo y me dijo: "Kurt, cuando ve a los miembros de su grupo aprendiendo acerca de Jesús, aceptándolo como Señor y Salvador y que llegan a ser miembros bautizados de su iglesia, ¡eso penetra en la sangre! No hay gozo mayor que crecer y aprender de Jesús y ayudar a otros a conocerlo. Cuando usted ve y experimenta esto, está impulsado por el Espíritu para se­guir compartiendo. ¡No puede detenerse! Eso es lo que Jesús nos ha llamado a hacer".

¡Jesús nos ha llamado para que relacionemos a las personas con él! Este el propósito fundamental de la vida. Cuando Jesús vuelva en su segunda venida no nos preguntará si fuimos el me­jor vendedor de zapatos, o si fuimos los dueños de los mejores edificios en la ciudad, o si elegimos las mejores inversiones, o si participamos en la mayoría de las juntas de iglesia. Nos pregun­tará si hemos usado nuestros dones, talentos y habilidades para llevar a los perdidos a sus pies. ¿Cuál será su respuesta?

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(~PíTULO QUIHCI

~Dónde funuionan?

qué debe parecerse un ministerio de grupos pequeños? ., Algunos creen que hay una sola manera de desarrollar un ' ministerio de grupos pequeños. Otros sienten que el perfil de un ministerio de grupos pequeños debe depender de los do­nes espirituales, las necesidades y las personalidades de los miembros de iglesia, que serán diferentes de una congregación a otra. Hasta cierto punto, ya nos referimos a estos temas en un capítulo anterior, y dejaré que su iglesia local decida en qué for­ma Dios les habla después de un tiempo dedicado al estudio, a la oración y al ayuno. Lo que deseo hacer es compartir con uste­des algunas ideas estratégicas que fueron empleadas por otros, y entonces sugerir un par de modelos para el futuro.

Hay 4 modelos básicos que se están usando en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con un quinto que se está vislum­brando. Son: (1) la iglesia que básicamente se basa-en-el-progra­ma con algunas opciones de grupos pequeños que se añaden para los que desean participar; (2) un modelo de vida de iglesia basado-en-el programa pero en el que se anima a cada miembro

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168 Grupos pequeños para el tiempo del fin

a pertenecer a un grupo, y se alienta a cada ministerio a dispo­ner de un tiempo para la vida del grupo (por ejemplo, el coro, los dirigentes de las divisiones infantiles, la comisión de música, la comisión de literatura, etc., deben tener unos momentos para la interacción en grupos pequeños por lo menos una vez al mes); (3) una iglesia basada,...en-el-programa · que ha decidido que desea llegar a ser una iglesia basada-en-grupos-pequeños, o al menos dejar que los programas estén en segundo lugar, después de la vida de los grupos pequeños; e 4) una iglesia con unidades de acción de la escuela sabática. Además, hay unas pocas iglesias (5) que están planeando, soñando y aun tratando de comenzar una iglesia puramente basada-en-células, que no tiene programas sino sólo grupos pequeños juntamente con un servicio religioso de adoración una vez por semana.

Contemplemos un ejemplo de cada uno de estos modelos.

Iglesia basada-en-el-programa con grupos pequeños como una opción·

La iglesia de Vancouver, en el estado de Washington en. los Estados Unidos, tiene un programa activo de iglesia. Los miem­bros de iglesia conducen seminarios sobre salud tales como es­cuelas de cocina, una escuela bíblica de vacaciones, seminarios sobre los dones espiri~ales, clases de fotografía y otros progra­mas de actividad misionera. Esta iglesia de .460 miembros consi­dera que los grupos pequeños son una parte necesaria de la vida de la iglesia, especialmente para los miembros recién bautizados y para la obra misionera en marcha. Generalmente hay de 3 a 8 grupos disponibles en la iglesia, incluyendo los grupos que con: tinúan dando estudios bíblicos y p<iira solicitar y obtener decisio­nes. Después de las reuniones de cosecha se utilizan los grupos, especialmente para los miembros recién bautizados. Además, los grupos de compañerismo son apreciados en particular por los miembros solteros y los miembros jubilados de la iglesia. Los miembros disfrutan de los grupos y los usan como un lugar al

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¿Dónde funcionan? 169

cual pueden invitar a sus amigos sin que éstos se sientan intimi­dados.

Iglesia basada-en-el-programa que apunta a tener grupos para cada miembro

La iglesia Kelso-Longview, en la ciudad de Longview (estado de Washington, EE.UU.), comenzó un ministerio de grupos pe­queños en 1993. Es una iglesia de unos 470 miembros, de los cuales asisten unos 300. Actualmente la iglesia tiene 23 grupos pequeños con 210 miembros en los grupos. Los grupos se utili­zan como una avenida para alimentar y recuperar a la familia de la iglesia. Sin embargo, el objetivo es centrarse en la obra misio­nera, y varias personas ya han sido bautizadas junto con unos pocos miembros que no asistían y que ahora han vuelto a la iglesia. Después de una serie de reuniones de cosecha, se integra a los recién bautizados en grupos pequeños para ayudar en el proceso de asimilarse a la iglesia y en su continuo crecimiento espiritual.

Iglesia basada-en-el-programa que desea llega a ser una iglesia centrada en grupos pequeños

En Klamath Falls, en el estado de Oregón en los Estados Unidos, hay una iglesia de 313 miembros que está muy cerca del límite con California. El pastor actual de esa iglesia le ha propor­cionado un liderazgo fuerte en grupos pequeños a sus congre­gaciones durante muchos años. Los grupos pequeños son el cen­tro de la vida de la iglesia, pero la estrategia de la obra misionera incluye también otras opciones. Algunas de éstas son estudios bí­blicos individuales y reuniones de cosecha. Como resultado más importante de una combinación de grupos de obra misionera y reuniones de cosecha, han tenido 72 bautismos en los primeros 8 meses de este año [1997]. La iglesia terminará el año aproximada­mente con 18 grupos pequeños, incluyendo algunos donde es­tudian doctrinas, el evangelio de Juan y la carta a los Filipenses.

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170 Grupos pequeños para el tiempo del fin

La estrategia que se usa es nutrir espiritualmente a los nue­vos miembros y animarlos a que inviten a sus amigos y familia­res a los grupos pequeños y a otros programas de actividad mi­sionera de la iglesia. El objetivo es hacer de los grupos pequeños el centro de la obra misionera.

Unidades de acción de la escuela sabática En la década de 1980 la Asociación de Míchigan comenzó

un esfuerzo intensivo para involucrar a cada miembro activo de la iglesia en la experiencia de grupos pequeños, lo que incluía la obra misionera por medio de las clases de escuela sabática. Esas clases así constituidas se denominan "unidades de acción" o "unidades evangelizadoras". El motivo principal es que estas unidades de acción cumplan el consejo de Elena de White con respecto al propósito de la escuela sabática. Se han empleado las unidades de acción alrededor del mundo como un instru­mento para ganar almas y para alimentar a la feligresía, o, como dice uno de mis amigos, para "atraerlas y mantenerlas", es decir, para no perderlas.

Las unidades de acción se org~nizan con 10 elementos bási­cos:

l. Tamaño: de 6 a 8 personas, para una participación ópti­ma.

2. Liderazgo: cada clase tiene un líder de obra misionera al que se lo denomina coordinador asistente, que es un ayudante del líder de Ministerios Personales de la iglesia. Con la ayuda de un secretario, el coordinador asistente promueve la obra misio­nera de acuerdo con el plan de la clase.

3. Planificación: los planes de obra misionera de la clase se desarrollan inmediatamente después de la organización de la clase en una sesión especial de planeamiento.

4. Tiempo: se proporciona a la clase un máximo de una ho­ra. Se dedican 25 minutos a la sociabilidad y la obra misionera al comienzo de la clase, seguidos por 35 minutos para el estudio y discusión de la lección de la escuela sabática.

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¿Dónde funcionan? 171

5. Alimentación espiritual: hay una atención semanal para los miembros que están ausentes. Durante la semana los miem­bros contactan a los que están enfermos, los ausentes, etc.

6. Tiempo para compartir: cada semana los miembros com­parten sus experiencias de obra misionera y hablan de los planes para la semana próxima.

7. Estudio: los miembros de la clase repasan y tratan la lec­ción de la escuela sabática.

8. Desarrollo del líder: hay una reunión mensual con los lí­deres semejante a lo que se ha venido diciendo en los capítulos anteriores. Una vez al mes se reúnen los líderes de las clases con el líder de Ministerios Personales, los directores de la escue­la sabática y el pastor para estudiar la coordinación del trabajo de las clases y de la iglesia.

9 y 10. Evaluación y aplicación: una vez al mes los miem­bros de la clase se reúnen en el hogar de uno de los miembros para evaluar y planificar sus proyectos presentes.

En algunas localidades el proyecto de obra misionera de la unidad de acción es tener grupos pequeños semanalmente en los hogares de los miembros. De esa manera, cada miembro de iglesia está involucrado en la experiencia con los grupos peque­ños que incluyen la obra misionera.

En el distrito de Bantama, en la División de África y del Océano Índico, hubo 1.245 bautismos en 1994; 942 fueron fun­damentalmente producto del trabajo de las unidades de acción y 303 de campañas públicas de cosecha. Hay 21 iglesias y grupos en el distrito. En una iglesia hay 90 unidades de acción

En 1992 la iglesia que está en Pendleton, en el estado de Oregón en la Asociación de la Alta Columbia en los EE.UU., ter­minó el año con 92 bautismos. Fueron el resultado de estudios bíblicos individuales, grupos pequeños en los hogares y reunio­nes evangelizadoras de cosecha junto con las unidades de ac­ción de la escuela sabática, las que constituyeron una parte vital de la estructura de la obra misionera. La obra misionera llevada a

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172 Grupos pequeños para el tiempo del fin

cabo con tanta solicitud por los miembros influyó en el resulta­do. El pastor proporcionó la visión, la instrucción, el modelo y el estímulo, ¡y el Espíritu Santo bendijo sus esfuerzos!

Iglesia célula El modelo de iglesia célula está funcionando en iglesias que

no son adventistas en muchos países alrededor del mundo. Sin embargo, los adventistas en los Estados Unidos han avanzado con este modelo. Las raíces de nuestra iglesia se originaron de un modelo basado en el programa, y pocos han cuestionado con éxito este paradigma tradicional.

Unas pocas iglesias adventistas están trabajando con este modelo. Por ejemplo, una iglesia puramente basada en células se está formando en Míchigan y en Texas, y hay planes para que comiencen otras en los estados de California, Oregón y Was­hington. Pasarán unos pocos años para que estas iglesias pro­duzcan frutos.

Modelos para el siglo XXI Creo que veremos radicalmente nuevos paradigmas de la

vida de la iglesia en el próximo siglo. ¿Quién dice, por ejemplo, que para que exista una iglesia deba existir un edificio? Creo que necesitamos establecer iglesias sin tener edificios. Si somos sinceros y vamos a ganar a nuestras comunidades para Jesús, no seremos capaces de levantar suficientes edificios para alojar a cada miembro. ¿Por qué no tener cientos o aun miles de grupos pequeños y alquilar un auditorio o un estadio para los servicios religiosos de la iglesia? ¡Piense en las muchas maneras que pode­mos gastar los millones de dólares que invertimos en edificios de iglesia si en vez de eso rentáramos instalaciones para los ser­vicios religiosos de adoración y usáramos los fondos restantes para hacer obra misionera! Debemos elegir como blanco zonas específicas de una ciudad, hacer estudios demográficos y en­cuestas. de casa en casá, proporcionar programas de estudios bí-

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¿[)ónde funcionan? 173

blicos y otros programas para satisfacer las necesidades de la comunidad, establecer relaciones personales, comenzar grupos pequeños, y finalmente convertir los hogares en casas de iglesia. Esto llevará mucho trabajo e innovación, pero ¿de qué otra ma­nera se le dará al mundo una oportunidad de conocer a Jesús?

Otra estrategia es establecer iglesias en lugares elegidos co­mo blanco. Aun en zonas donde ya existe una Iglesia Adventista hay gente que no va a ninguna iglesia o grupos culturales que no han sido alcanzados, tales como grupos étnicos particulares o una generación con una subcultura diferente. ¿Por qué no descu­brir lo que es culturalmente pertinente para ese segmento deter­minado, establecer allí grupos pequeños para desarrollar relacio­nes, satisfacer las necesidades y presentar a Jesús a la gente? El paso siguiente debe ser desarrollar servicios de iglesia y reunio­nes que hablen su idioma cultural. La idea de que no necesita­mos comenzar otra iglesia hasta que la iglesia existente no tenga asientos vacíos, pasa por alto el hecho de que se pueden necesi­tar métodos diferentes para alcanzar a gente diferente.

Me gusta lo que se dice de lo que se llama una clase de "vi­sión normal" para la escuela sabática. Durante la semana, cada miembro pertenece a un grupo pequeño (sea un grupo de traba­jo o un grupo de hogar), y se reúnen los sábados por la mañana para la escuela sabática. La reunión se divide en 5 partes: un ejercicio de formación del grupo al comienzo; grupo de adora­S:ión, que incluye el canto y la oración; estudio de la Biblia, que es un estudio inductivo con aplicación para la vida; ejercicios para equipar o para desarrollar habilidades que ayuden a equi­par a los miembros para el ministerio; y planes de acción misio­nera desarrollados para que los usen los miembros del grupo al compartir el evangelio con sus amigos y vecinos.

Mi visión personal Para ser fiel a la Escritura y a Elena de White, los grupos

pequeños no pueden permanecer como una parte opcional de la vida de la iglesia. Los grupos pequeños deben llegar a ser parte

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174 Grupos pequeños para el tiempo del fin

del punto central más importante alrededor del cual giren los otros eventos de la iglesia. Los grupos pequeños evangelizan, alimentan y apoyan a los miembros en su ministerio. Una venta­ja de este paradigma es que el pastor podrá supervisar muchas iglesias de una manera más fácil, porque los miembros de iglesia ministrarán a los miembros de los grupos.

Creo que hay más de una manera de organizar a una iglesia que se centra en los grupos pequeños:

Una forma es tomar una iglesia establecida que se basa en el programa y modernizar las actividades de la iglesia para aco­modar un ministerio basado en grupos pequeños. Puede ser que cada uno tenga una clase de escuela sabática de "visión normal" o una unidad de acción a la cual pertenezcan sus miembros. Durante la semana habrá grupos pequeños basados en los hogares en adición a que se reúnan grupos de trabajo o de ministerio. Hay algunas personas "Martas" que prefieren estar activas y servir antes que sentarse en un círculo y estudiar duran­te la semana. Sin embargo, los miembros de un grupo así deno­minado "Marta" pueden sentarse juntos los sábados por la ma­ñana para la escuela sabática y reunirse periódicamente para planear el ministerio, la oración y el estudio de la Biblia.

Un segundo modelo o paradigma sería dividir la agenda del grupo pequeño. La oración, el compañerismo y el estudio de la Biblia se lleva a cabo en varios momentos durante la semana. El grupo pequeño de la clase de escuela sabática puede estar don­de se lleva a cabo el estudio bíblico. Puede haber una reunión social o de compañerismo después del servicio religioso de la iglesia, o en algunas ocasiones, durante el servicio, en el cual los miembros se sienten en círculo y compartan sus experien­cias personales y lo que han obtenido al estudiar la Biblia y al orar juntos. Durante la semana estarán involucrados en obra mi­sionera de varios tipos al usar sus dones espirituales. Los que tienen funciones similares de hacer obra misionera, lo que in­cluye a los grupos pequeños en los hogares, se reúnen como grupo para planear, orar, apoyarse y para hacer la obra del mi-

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¿Dónde funcionan? 175

nisterio. Un tercer paradigma es el que incluye a todos en un grupo

pequeño basado en el hogar. La iglesia no tiene programas ex­cepto un fin de semana ocasional para adiestramiento, una con­centración de servicio, una concentración juvenil, etc. Cada per­sona en la iglesia pertenece a un grupo pequeño que se reúne durante la semana. Todas las funciones del ministerio de edifica­ción, apoyo, solicitud por los desanimados y por los enfermos, obra misionera para los que buscan la verdad, etc., tiene lugar durante la semana en los grupos. Los grupos se juntan los sába­dos por la mañana para el culto de adoración y para la escuela sabática.

Un cuarto modelo de grupos pequeños que me intriga es aquel en el que no hay edificio de iglesia. La visitación personal, de puerta en puerta, los acontecimientos basados en las necesi­dades (seminarios para padres, seminarios sobre salud, etc.), se llevan a cabo en los barrios de una comunidad para comenzar los grupos pequeños. Estos grupos llegan a ser iglesias en las casas que se reúnen semanalmente. Varios grupos del hogar pueden formar una iglesia en el hogar. Estas iglesias en los hoga­res se reúnen después en forma periódica en un edificio alquila­do para los servicios de adoración, concentraciones para el mi­nisterio de servir, etc. Esto puede suceder una vez por mes. Al­gunas veces los jóvenes de varias de las iglesias de hogar pue-

. den juntarse para llevar a cabo eventos especiales. Tengo una visión de comunidades enteras que tienen iglesias de hogar cada pocas manzanas. Si realmente vamos a alcanzar al mundo en las dimensiones de la lluvia tardía con el derramamiento del Espíritu Santo, debemos pensar en algo más allá de lo que ahora existe. Debemos tener iglesias sin murallas en nuestras comunidades.

Un quinto modelo es una iglesia actual basada en el"pro­grama que decide establecer una nueva iglesia basada en células. Por medio de una visitación de puerta en puerta, envíos por co­rreo, eventos en la comunidad, seminarios sobre necesidades personales, campañas de cosecha, etc., se comienza con estu-

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176 Grupos pequeños para el tiempo del fin

dios bíblicos en la comunidad. Se organiza en grupos pequeños a los miembros recién bautizados y otros que están estudiando. Se divide la ciudad en zonas. Cada una, tiene un líder. El líder regional supervisa hasta 10 grupos. Una vez que la cantidad de grupos en una zona pasa de 10, se añade un segundo líder a esa zona.

Los miembros de la iglesia original llegan a ser los líderes de los grupos en sus barrios en esa zona. Al crecer los grupos con nuevos miembros, se adiestra a nuevos líderes dentro del grupo. Finalmente, el número se incrementa, y comienza un nuevo grupo pequeño o una iglesia basada en células.

¡Las posibilidades son fascinantes! Sin embargo, se necesita una nota de precaución. Es necesario soñar y planear, pero pue­de ser perjudicial intentar cambios radicales de modelos dentro de las iglesias ya establecidas que están basadas en programas. De hecho, Jesús advirtió contra echar vino nuevo en odres vie­jos. Mi consejo es cambiar lentamente las iglesias actuales en un programa de grupos pequeños. Para cambios radicales, comen­zar con nuevas iglesias, donde los grupos pequeños son una norma. Líderes bien intencionados han llegado a ser mártires al­gunas veces en favor de una causa noble eligiendo la batalla equivocada. Dios no desea que se produzcan peleas de iglesia sobre la estructura y los métodos; él desea que se realice la obra del ministerio. ¿Pueden hacerse cambios? Sí, pero con sabiduría, oración y unidad del cuerpo de la iglesia local.

Daniel tenía la visión de que Dios quería que comenzara un grupo pequeño en su hogar que apuntara a miembros entre los 20 y los 30 años de edad. Eran miembros que nunca asistían a la escuela sabática, llegaban tarde a la iglesia, y muchas veces nunca se molestaban en asistir. Su grupo de estudio trataba con temas que se dirigían a su necesidades como las siguientes: ¿Có­mo ser cristianos en el lugar de trabajo? o ¿Cómo pueden impar­tir los padres principios espirituales a sus hijos? ¡Eso les agradaba a los jóvenes! Con el tiempo, algunos de ellos invitaron a sus amigos y el grupo creció. Finalmente, Daniel solicitó permiso

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¿Dónde funcionan? 177

para enseñar una clase de escuela sabática; se lo concedieron, e invitó al grupo pequeño a asistir a su clase. Hoy, de 12 a 20 adultos jóvenes que asistían a su casa muchos sábados por la mañana, ¡van a la escuela sabática y a la iglesia en forma regular e invitan a otros!

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(~PíTULO PI{CI~!I~

Los huesos dejarán de rechinar

(

'uando era muchacho, una de las frases más emocionantes que me gustaba escuchar era: "¡Vamos de campamento!" Me

~,,,agradaba ir a acampar. Vivía en el desierto y me gustaban las montañas, el olor de los pinos y los abetos; el sonido del arroyo levantando espuma sobre las rocas; el chisporroteo de una foga­ta cuando lame la madera seca y lanza chispas hacia el cielo; las ardillas listadas que andan por el suelo, y las que trepan; y no me olvido de la pesca.

Nací con una caña de pescar en mi mano. Me levantaba a cualquier hora en la mañana o tiraba cualquier cosa, incluyendo mi guante para jugar al béisbol, cuando se mencionaba la pala­bra "pesca". Tenía 10 años y me sentía en la gloria porque está­bamos acampando en la montaña, donde se daba por sentado que la pesca era algo fabuloso. Nos levantábamos a la salida del sol y comenzábamos la caminata de casi dos kilómetros y medio, la mayor parte cuesta arriba, al lugar que tenía la fama de ser el remanso de pesca más apasionante de la montaña. ¡Estaba entu-

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Los huesos dejarán de rechinar 179

siasmado! Pinos y abetos, veloces ardillas listadas, el sol comen­zando a asomarse sobre la colina, ¡eso era lo mejor de la vida! Decidí que cuando fuera mayor iba a vivir permanentemente allí. Seguí a mi padre, con la caña de pescar en la mano. Duran­te los primeros centenares de metros, mi padre me decía vez tras vez que aminorara la marcha, porque en mi entusiasmo lo lastimaba en la espalda con mi caña de pescar. A medida que aumentaba la distancia, comencé a aminorar el paso. Mi padre me miraba por encima del hombro y me daba voces de aliento, tales como: "Date prisa, Kurt, ¿por qué te demoras? ¡Pensé que querías ir a pescar!" Finalmente, con la transpiración corriéndo­me por el rostro, con dolor en mis músculos y sintiéndome que las piernas no me sostenían, lo llamé y le dije: "Papá, ¿podemos descansar? Estoy cansado". Me miró con una sonrisa en su rostro y me dijo: "Kurt, creí que te gustaban las montañas". Le contesté: "Me gustan, papá, ¡pero no esta clase de montañas!"

Cuatro hombres se movían sinuosamente hacia arriba, a la ladera de otro monte. El viaje había sido largo. La hora ya era avanzada. Llegaron a un lugar llano sobre la ladera y se senta­ron. Estaban cansados. Les dolían los músculos. La transpiración corría por sus rostros. Miraron a Jesús como si le dijeran: "Señor, nos gustan las montañas, pero no esta clase de montaña".

Los rodea el crepúsculo, anhelan descansar y dormir, y 3 de ellos se duermen, pero el cuarto se sienta, meditando y orando. Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan con él para orar, como lo iba a hacer más tarde en el huerto del Getsemaní. Pero en vez de orar, se durmieron. Sin embargo, Jesús permaneció bien des­pierto. Se quitó sus sandalias y se frotó las partes doloridas de sus pies. Contempló cómo sus seguidores dormían. Parecía que no comprendían. Él habla de sufrimiento, ellos piensan en con­quistar. Él habla de sacrificio, ellos piensan en celebración. Los discípulos creen que ven, que oyen, pero ni oyen ni ven.

Jesús les había dado lo mejor que poseía, pero algunas ve­ces sus seguidores no parecían entender su pasión. Él está en la Tierra para unir a los perdidos con su Padre. Desea hacer a sus

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180 Grupos pequeños para el tiempo del fin

discípulos pescadores de hombres y mujeres, ¡no pescadores de pescado! Mientras Jesús considera el camino que tiene por delan­te, el huerto del Getsemaní, las injurias de la multitud, su muerte en la cruz, comienza a orar. Al orar, el Padre oye y le contesta. Leemos este relato en Lucas 9:28-36:

"Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Y en­tretanto que oraba la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. Y he aquí dos varones que ha­blaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; quienes aparecie­ron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; más permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. Y suce­dió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enra­madas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sa­biendo lo que decía. Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor de entrar en la nube. Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto".

El versículo 28 dice que Jesús tomo a Pedro, Jacobo y Juan y subió al monte a orar. Con el fin de estar preparados para el mi­nisterio y para las tentaciones y tragedias de la vida diaria, ¡debe­mos orar! La paz, el poder y la sabiduría vienen sólo por medio de la oración.

El versículo 29 declara que mientras Jesús oraba, su rostro se transformó. Estaba unido con su Padre. Las circunstancias de su vida no cambiaron; Jesús aún tenía por delante la cruz, el sufri­miento en el huerto del Getsemaní y los insultos de la multitud. Su oración no cambió la situación sino que lo preparó para en­frentarla. Su rostro se transformó no porque quedó libre de difi­cultades, sino porque por medio de la oración había recibido la fuerza y el poder para triunfar sobre las pruebas. ¡La oración lo

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los huesos dejarán de rechinar 181

prepara a usted y a mí para el ministerio! El versículo 32 dice que Pedro, ]acabo y Juan estaban rendi­

dos de sueño. Estaban, como se dice, "noqueados"; estaban ron­cando. Pero mientras dormían, ¡la gloria de Dios iluminó la lade­ra como si fuera la luz del día! Se sobresaltan y se despiertan y ven a Jesús transfigurado y su rostro resplandeciente ¡porque es­tá unido al Padre en oración y refleja su gloria divina! La Biblia declara que los discípulos vieron la gloria de Dios. Dios los llevó arriba al monte para que experimentaran la gloria de Dios, pero en lugar de eso sólo la vieron.

Aunque sin lugar a dudas esa experiencia le cambió la vida a los discípulos, ¿puede imaginarse lo que habría sido para ellos si hubieran estado despiertos y orando con Jesús? La pregunta que usted y yo debemos hacernos hoy es: ¿Somos receptores del poder de Dios o somos sólo espectadores? ¿Estamos dur­miendo sobre los desvíos de la vida cuando debemos estar orando? Dios desea que su vida y la mía estén llenas del Espíritu.

Cuando descendieron del monte, los discípulos no pudie­ron echar un demonio de un muchacho que estaba poseído por los demonios. Jesús les dijo que su falta de poder radicaba en la falta de fe, y que esta clase de fe llega sólo por el ayuno y la oración (Mat. 17:14-21).

Jesús es muy claro. Una iglesia que está comisionada es una iglesia llena de vidas llenas de poder, y tenemos estas vidas ¡sólo cuando somos un pueblo de oración!

Vuelvan otra vez conmigo al valle, al valle de Ezequiel. Dios le dijo a Ezequiel que le dijera a Jos huesos secos de la iglesia, a usted y a mí: "¡Oíd palabra de Jehová!" "He aquí, yo hago entrar espítitu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre voso­tros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jeho­vá ... Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré repo­sar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová" (Eze. 36:1; 37:4-6, 14).

Así como Jesús fue cambiado por el Espíritu de Dios sobre

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182 Grupos pequeños para el tiempo del fin

el monte, así seremos transformados y cambiados para reflejar la imagen de Dios cuando por medio de la oración nos unamos a él. Satanás no desea que la iglesia de Dios se ponga sobre sus pies como un ejército poderoso para ganar al mundo para Jesu­cristo. Satanás no desea que Dios lo llene a usted o a mí con su Espíritu. Pero Dios lo hará cuando humilde y sinceramente le demos todo nuestro ser. Cuando pertenezcamos total y comple­tamente a Jesús; cuando hagamos y vayamos a donde desea que vayamos; cuando los perdidos signifiquen para nosotros más que nuestros negocios, casas o posesiones; entonces entraremos en el reino de los cielos. Cuando ocurra esto, los huesos dejarán de rechinar. Será imposible que rechinen. Estarán unidos, uni­dos por medio del Espíritu.

Necesitamos llegar a estar verdaderamente comprometidos con estas dos actividades: orar y ser pescadores de hombres. Dios nos ha dado la comisión y los pasos para recibir poder. ¿Escucharemos? ¡Creo que estamos escuchando! Tengo fe en nuestro Dios y tengo fe en ustedes y en lo que Dios hará en us­ted y en mí. La Biblia dice que el que comenzó la buena obra ¡la perfeccionará! (Fil. 1:5). Esto no es tal vez o quizás. ¡Es algo se­guro!

Cuando usted y yo entremos en la tierra a la que se refirió Ezequiel: la tierra de Dios para usted y para mí, el cielo, enton­ces los huesos ya no rechinarán. No será porque el Espíritu de Dios ya no esté presente, sino porque, como dice él, "porque hablé y lo hice" (Eze. 37:14), lo llené total y completamente a usted con mi Espíritu.

Los huesos han dejado de rechinar, ya no los escucho rechi­nar. En vez de eso, escucho voces angelicales, escucho trompetas, ¡escucho la voz de jesús! "Sí, ven, Señor jesús".

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Informe semanal del grupo pequeño Grupo _____ Zona Fecha de reunión __ _

Líder Líder ayudante Anfitrión Ubicación

l.

2.

3. 4. 5. 6. 7. 8.

9. 10.

Nombres de los asistentes 11.

12.

13. 14. 15. 16. 17. 18.

19. 20.

Por favor, marque cada nombre con un código: L = líder; LA = líder ayudante; A = anfitrión; V = visita; VV = visita que vuelve; R = asistente regular; M = miembro local; N = miembro que no es local; NA = no adventista.

Hora para comenzar la reunión ____ Hora de clausura __ _ ¿Usa Ud. himnos de alabanza? ¿Oración conversacional?

¿Un asiento vacío? ----~--------------­Califique la calidad de la experiencia de su grupo esta semana (de 1 a10) ____ _

Si es menos de 5, ¿por qué? _______________ _

¿Necesita hablar con el pastor?--------------­Por favor, use la parte de atrás de esta hoja para (1) informes de encomio; (2) zo­

nas de problemas; (3) información que el pastor necesita conocer acerca de usted

y de la gente con la cual usted trabaja; ( 4) oraciones contestadas.

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