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    Quin nos alimentaSigue la batalla por las semillas

    Fracking : la fractura finalde los territorios

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    Contenido

    EDITORIAL 1

    Quin nos alimentar. La cadena industrial de produccin dealimentos o las redes campesinas de subsistencia | Grupo ETC 2

    Crisis y subsistencia. El miedo no pasar (o para que lo quedicen que tiene que pasar no pase) | Jean Robert 12

    Ya viene la nueva 970 recargada! Las Leyes que privatizan y controlan el usode las semillas criminalizan las semillas criollas | Grupo Semillas 17

    Puntos de posicin sobre las semillas en el Paro Agrario 22

    Movilizacin campesina en Colombia pone los reectores

    sobre las semillas | GRAIN 31

    Ante la ofensiva de UPOV en ChileCLOC-Va campesina 31

    ATAQUES , POLTICAS , RESISTENCIA , RELATOS 36Ecuador: Declaratoria colectiva en defensa del Yasun, los derechos humanos y la vida | Ecuador:Proteger el planeta, mantener a las empresas petroleras fuera del Bloque ITT en el Yasun | Ecuador:La Conaie frente a la visita del presidente Correa a la nacionalidad waorani | Honduras: El gobiernode Lobo dicta auto de prisin contra lder lenca Berta Cceres | Territorio Bribri de Costa Rica: Paraser memoria | Paraguay: Contra la ley, se dio curso a pedido de Monsanto de patentar una especie de

    maz | Paraguay segn Monsanto | No creemos en la inversin agrcola responsable | Per: Tresgrupos empresariales Gloria, Wong y Oviedo son los nuevos barones del azcar

    DE UN VISTAZO Y MUCHAS ARISTAS 5 Fracking , la fractura nal de los territorios

    La portada es una foto de Prometeo Lucero en la frontera entre Guatemala y Mxico.Las fotos provienen de la Montaa de Guerrero (tambin de Prometeo Lucero), en Mxico, afectadas como

    estn ahora por los huracanes sucesivos que azotaron la entidad, con comunidades aisladas, o inundadas, y conmiles de damnicados. Comunidades descuidadas mientras se privilegiaba la ayuda a las zonas turisticas de laentidad. Vayan estas fotos de la esta de Chietepec, como saludo a la Montaa. Los dibujos son de Rini Templeton,que como antes han acompaado las pginas de Biodiversidad. Ustedes pueden consultar sus archivos en riniart.org. Sin duda su visin de las luchas de resistencia y de la vida cotidiana de los pueblos latinoamericanos, con losque comparti la comida y los sueos, es una de las visiones ms cariosas, comprometidas y lcidas, lograndoen pocos trazos fuertes, hacernos entender, de un vistazo, la fuerza interior de los personajes o los parajes quehabitan, las condiciones de opresion y las condiciones de unidad y bsqueda de transformacin. Rini Templetonya no est entre nosotros, pero su mirada permanece y nos acompaa y ensea.

    Agradecemos el apoyo de la Fundacin Siemenpuu, de Elankidetza-Agencia Vasca de Cooperacin para elDesarrollo y la Fundacin Swift

    BIODIVERSIDADSUSTENTO Y CULTURAS

    Nmero 78, octubre de 2013

    Biodiversidad, sustento y culturas es una pu-blicacin trimestral de informacin y debatesobre la diversidad biolgica y cultural parael sustento de las comunidades y culturas lo-

    cales. El uso y conservacin de la biodiversi-dad, el impacto de las nuevas biotecnologas,patentes y polticas pblicas son parte denuestra cobertura. Incluye experiencias ypropuestas en Amrica Latina, y busca ser unvnculo entre quienes trabajan por la gestinpopular de la biodiversidad, la diversidadcultural y el autogobierno, especial mente lascomunidades locales: mujeres y hombres in-dgenas y afroamericanos, campe sinos, pes-cadores y pequeos productores.

    Organizaciones coeditorasAccin [email protected] Accin por la [email protected] de la Semilla

    de la Va Campesina [email protected] Centro [email protected] [email protected]

    [email protected] Grupo [email protected] Grupo [email protected] de Coordinacin en [email protected] Uruguay [email protected]@sobrevivencia.org.py

    Comit EditorialCarlos Vicente, ArgentinaMa. Eugenia Jeria, ArgentinaMaria Jos Guazzelli, BrasilValter da Silva, BrasilGermn Vlez, ColombiaSilvia Rodrguez Cervantes, Costa RicaHenry Picado, Costa RicaCamila Montecinos, ChileFrancisca Rodrguez, ChileElizabeth Bravo, EcuadorMa. Fernanda Vallejo, EcuadorSilvia Ribeiro, MxicoVernica Villa, MxicoDavid Cardozo, ParaguayNorma Gimnez, ParaguayMartin Drago, UruguayAdministracin

    Luca [email protected] Vera [email protected] [email protected] Diseo y formacinDaniel [email protected]

    Depsito Legal nm. 340.492/07Edicin amparada en el decreto 218/996(Comisin del Papel)issn : 07977-888X

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    L a foto de la portada muestra a unnio que va por las ramas de un rbola la orilla de un ro: el Usumacinta(el mono aullador). Aunque juega feliz,porque jugar arregla todo, por lo menos porratos, l (como muchos ms de su familia yamigos) espera cruzar e internarse en terri-torio mexicano para trepar lo ms posibleen su camino hacia el sueo del dinero comosolucin. Y vaya si el dinero resuelve cuandola gente se queda despojada de sus entornosy medios de subsistencia con los que ase-guraba la vida en el cuidado y las certezascompartidas.

    Pero las soluciones que propone el dinero nos alejan de las fuentes de nuestro

    ser comn, nunca nos acercan. El dinero nos propone abandonar la tierra, ellugar donde nacimos. Nos propone dejar de sembrar nuestras semillas nativas,ancestrales que hemos custodiado e intercambiado en nuestros canales de con-anza por tantos, tantos siglos. Nos propone que en lugar de cultivar la tierra oproducir nuestros alimentos, busquemos algn empleo que nos permita contarcon dinero para comprar comida, para tener fuerzas y buen sueo para volver atrabajar para tener dinero y as comprar comida, en una cuenta innita que nonos deja sueltos nunca porque hay que comprar comida.

    Tal vez una de las penas ms grandes de los viejos de muchas comunidades esque sus jvenes hayan dejado de creer que es posible remontar la vida sembrando,recolectando, cazando, teniendo animales de traspatio, pescando y pastoreando.

    Es ste el agravio ms grande que podemos invocar: hay una guerra contra

    la subsistencia de las comunidades y los pueblos, un empeo por impedir que lagente pueda resolver por sus propios medios su alimentacin, la de su familia ysu comunidad.

    Pero en los hechos, todava al mundo lo alimentan todos aquellos, todas aque-llas que desde sus comunidades siguen empeados y empeadas en defender loque podramos llamar un mbito de cuidados minuciosos, de responsabilidadesdetalladas, de sueos compartidos que se refuerzan produciendo nuestros pro-pios alimentos y manteniendo las condiciones de tal produccin lo ms perma-nentes (hoy diramos sustentables) como sea posible.

    Sin ese entendimiento, todo parece cosicable, de la tierra a la semilla, inclusolos saberes, que se vuelven mercanca al someterse a la validacin y certicacinque proponen la mayora de los sistemas educativos ociales.

    Sin ese entendimiento, la gente no ubica la bsqueda de la autonoma de lospueblos, las luchas de resistencia contra los megaproyectos, la defensa de losterritorios, del agua, de las semillas nativas. Las luchas porque no fracturen elterritorio con profundas y expansivas sopas qumicas inyectadas a gran presincon tal de sacar gas y ganancias.

    Asommonos a este nmero deBiodiversidad,y sepan que queremos que elespejo sea mutuo. Queremos reejarnos en ustedes y que sus luchas se reejenaqu mismo.l

    BIODIVERSIDAD

    Editorial

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    Quin nos alimentarLa cadena industrial de produccin

    de alimentos o las redes campesinasde subsistencia

    Grupo ETC

    Q uienes gobiernan, quienes elaboran las po-lticas, y la inmensa mayora de los habi-tantes de las ciudades, no saben que exis-ten importantes sistemas alimentarios invisibles.Han pasado el ltimo medio siglo sin cuestionar elmodelo occidental de produccin, procesado y con-

    sumo de alimentos.Casi todo lo que se ha pensado sobre seguridadalimentaria en las ltimas dcadas se basa en esemodelo.

    Nos hemos vuelto dependientes de las limitadasestadsticas e interpretaciones que promueven lasagroempresas y cada vez hay menos informacinaccesible al pblico sobre la realidad de los merca-dos y sus utilidades.

    El gran pblico y quienes disean las polticasaceptan que el aumento del consumo de carne ylcteos, la obesidad y la necesidad de fertilizantes

    y agroqumicos es incontrovertible. Urge debatir loque sabemos (y lo que suponemos) de la cadena in-dustrial de produccin de alimentos.

    Para unos, la produccin basada en las multina-cionales de agronegocios, dominante en la mayorparte del mundo occidental, es el nico paradigmarealmente creble y posible. Para otros, son los cam-pesinos quienes deben estar en el punto de partida,en el centro de todas las polticas de alimentacin,locales, nacionales y globales.

    Usamos el trmino campesinos y campesinaspara describir a todos aquellos que producen ali-mentos principalmente para ellos mismos y suscomunidades, sean agricultores rurales, urbanos operi-urbanos, pescadores de costas y ros, pasto-res o cazadores y recolectores. Muchos campesi-

    nos entran en todas esas categoras. Los sembra-dores frecuentemente tienen estanques o animalesde traspatio, cazan o recolectan. Muchos van yvienen entre el campo y la ciudad. Por red en-tendemos la complejidad de relaciones que se apo-yan unas a otras y que comparten campesinos ycomunidades.

    La variedad de fuentes de alimentos de las quese nutren las comunidades campesinas diculta lasestadsticas: los campesinos trabajan con unos 7 milcultivos mientras los analistas de la industria se en-focan en 150. Casi nunca consideran las cosechas

    ocultas (recoleccin estacional en bosques, orillasy sabanas) o la abundancia de cosechas urbanas(hortalizas, piscicultura y animales).

    Tambin es difcil calcular cunta comida se pro-duce y se consume en la cadena industrial. Se ha es-crito mucho acerca del desperdicio que proviene dedescartar frutas y vegetales imperfectos o de losproblemas del transporte a largas distancias, de labuena calidad de los alimentos descartados por lossupermercados y lo que los propios consumidores

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    tiran en sus hogares; hay muy poca investigacinsobre el consumo excesivo: qu porcin del 80%de la tierra agrcola y los fertilizantes que a nivelplanetario se destinan a alimentacin animal y seconvierte en carne y productos lcteos se desperdi-cia? Cada vez ms consumidores rebasan con mu-cho la ingesta recomendada por las autoridades desalud. Al calcular todas esas formas de desperdicioconcluimos que la cadena slo entrega un 30% dela comida que la humanidad consume y necesita.

    Denitivamente la produccin industrial de alimen-tos no es capaz de proporcionar lo que en verdad ne-cesitan aquellos que padecen hambre o desnutricin.

    Quin nos alimenta

    La cadena industrial provee el 30% de los alimen-tos utilizando de 70% a 80% de la tierra arable.

    Usa ms de 80% de los combustibles fsiles y 70%del agua destinados para uso agrcola; ocasiona en-tre el 44 y 57% de las emisiones de gases con efectode invernadero (GEI) al ao; deforesta 13 millonesde hectreas y destruye 75 mil millones de toneladasde cubierta vegetal cada ao. Aunque domina los 7billones de dlares que vale el mercado mundial decomestibles, controla slo 15% de la comida que seproduce en el planeta, (la que se comercia interna-cionalmente) y deja 3 mil 400 millones de personasdesnutridas u obesas.

    En un ao normal y con buenas tierras, las varie-

    dades ms productivas de los principales monoculti-vos comerciales produciran ms masa crtica para elmercado por hectrea que las variedades campesinasdel mismo cultivo, pero a un costo mucho mayor,que incluye daos a la salud, a los medios de subsis-tencia de las comunidades y devastacin ambiental.

    Las redes campesinas producen ms de 70% de lacomida que consume la humanidad. Entre un 15%y un 20% proviene de agricultura urbana; otro 10 a

    15% de la caza y recoleccin; 5 a 10% de la pescay entre 35 y 50% de parcelas agrcolas de pequeaescala. Cosecha 60-70% de cultivos alimentarioscon el 20-30% de la tierra arable; utiliza menos del20% de los combustibles fsiles y 30% del aguadestinados para usos agrcolas. Nutre y usa la bio-diversidad de manera sostenible y es responsable dela mayor parte del 85% de los alimentos que se pro-ducen y consumen en las fronteras nacionales. Es elproveedor principal, y a veces el nico, de los ali-mentos que llegan a los dos millones de seres huma-nos que sufren hambre y desnutricin en el planeta.

    En un ao normal o malo, en suelos buenos oempobrecidos, las variedades campesinas en siste-mas de asociacin de varios cultivos, junto con lapesca y la cra de ganado de traspatio producen entotal ms comida por hectrea y ms nutritiva quecualquier monocultivo de la cadena industrial, auna fraccin del costo, empleando a ms personas y

    cuidando el ambiente.

    Quin nos alimentar

    La cadena industrial: Con los acaparamientos detierras, los tratados comerciales que favorecen a lasindustrias, los ms y ms abusivos monopolios depatentes, la criminalizacin de los intercambios desemillas, los subsidios ventajosos a los combustiblesfsiles baratos y el hecho de transferirle a los con-sumidores y los productores campesinos ms y ms

    costos de la produccin industrial de alimentos y dela seguridad alimentaria, el porcentaje de poblacinurbana en el planeta llegar al 70%, la obesidad seduplicar, la carne y la produccin de lcteos crece-rn 70%; la demanda total de alimentos aumentar50% y la necesidad de agua crecer 30%. Las emi-siones deGEI aumentarn 60%.

    La red campesina: Con respeto irrestricto a los te-rritorios campesinos, si se salvaguarda el derecho a

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    la tierra y el agua, a los intercambios de semillas y almejoramiento vegetal y pecuario comunitarios; si seeliminan las regulaciones que sabotean los mercadoslocales y la diversidad, si se generaliza el comerciosocial y ambientalmente justo, si se democratiza lainvestigacin y el desarrollo de prcticas agroecolgi-cas, la poblacin rural planetaria se mantendra en un50%, el acceso a alimentos y la calidad de los mismosse duplicara, las tazas de obesidad se desplomaran,las emisiones deGEI se reduciran al menos 60% y lademanda de agua 50%; el uso de combustibles fsilespara labores agrcolas se reducira entre 75 y 90%.

    La cadena industrial usa 150 cultivos, pero se enfocaen slo 12. 45% de la investigacin y desarrollo agr-colas se concentra en la versatilidad del maz. Se hanregistrado ms de 80 mil variedades bajo propiedadintelectual desde 1970; ms de la mitad (59%) son or-namentales. El costo promedio para desarrollar una

    variedad genticamente modicada es de 136 millonesde dlares. Slo entre el 10 y el 20% de las semillasque se utilizan en el Sur global provienen del sectorcomercial. La cadena se centra en el mejoramiento de pocos cultivos y considera slo 700 de sus parientessilvestres para la adaptacin al cambio climtico.

    La red campesina ha cultivado ms de 2 millones100 mil variedades de 7 mil especies de cultivosdesde los aos sesenta. Ornamentales, una mnimaparte. Producir nuevas variedades no cuesta nada.Entre el 80 y 90% de las semillas se consiguen fuera

    del mercado.Los campesinos conocen y manejan de50 a 60 mil especies de parientes silvestres, lo quesegn la cadena industrial, costara 115 mil millo-nes de dlares por ao.

    La cadena industrial trabaja con 5 especies y me-nos de 100 variedades. Menos de una docena decorporaciones dominan la investigacin en genticapecuaria de pollo, cerdo y res. Cuatro empresas do-minan 97% de la investigacin sobre mejoramientogentico del pollo y 4 dominan 65% de la genticade cerdos. Por la uniformidad gentica que promue-ven, Europa y Norteamrica tienen la proporcinms alta de especies pecuarias en peligro de colapso.

    La red campesina: Utiliza por lo menos 40 especiespecuarias y mantiene 7 mil variedades locales. 640millones de agricultores campesinos y 190 millonesde pastores cuidan la diversidad animal que nos ali-menta. 2/3 de los cuidadores de esas especies pecua-rias son mujeres. Hogares rurales y urbanos en elSur global obtienen de la ganadera domstica entre1/3 y 1/2 de sus ingresos.

    La cosecha acutica

    La cadena industrial captura 363 especies mari-nas y cra 600 en cautiverio, pero sus programas demejora se enfocan en slo 25. La sobreexplotacinamenaza a 20% de las especies de agua dulce; 30%de las reservas ocenicas de peces estn sobre-ex-plotadas y 57% estn al lmite de la sobre-explota-cin. Los barcos pesqueros pescan hoy slo 6% delo que se capturaba hace 120 aos.

    La red campesina pesca ms de 15 mil especies deagua dulce y millares de especies en los ocanos.Una 5 parte de la humanidad depende de la pes-ca como fuente principal de protenas. Las mujeresrepresentan 33% de la fuerza de trabajo rural dedi-cada a la acuacultura en China, 42% en Indonesiay 80% en Vietnam.

    Quin tiene las tierras y cmo las usa

    Por lo menos desde 2001, la cadena industrial se haapoderado de 15% de la tierra agrcola para produ-cir materias primas industriales y de 2% o ms paraproducir agrocombustibles. Usa entre 70 y 80% dela tierra arable y 176 millones de toneladas de fertili-zantes sintticos, y devasta 75 mil millones de tonela-das de suelos (valuadas en 400 mil millones de dla-res) cada ao. A 78% de la tierra agrcola del planetala cadena industrial le impone la produccin pecua-

    ria (piensos, forrajes o pasturas). 80% del fertilizantese usa en los forrajes pero la mitad de ese fertilizantenunca llega al cultivo por deciencias tcnicas.

    La red campesina usa entre 20 y 30% de la tierraarable del planeta, de la cual cultiva por lo menosla mitad sin usar fertilizantes sintticos. (23% delnitrgeno que se usa en sistemas agrcolas de culti-vos asociados proviene de estircol). La mayora delos campesinos logran que entre 70 y 140 millonesde toneladas de nitrgeno sean jadas anualmente alos suelos, lo que en un esquema de mercado costa-ra ms de 90 mil millones de dlares.

    Quin proteger nuestros bosques

    La industria de productos madereros primarios,con valor de 186 mil millones de dlares, se enfocaen el 0.5% de las especies conocidas (450) . En Cen-troamrica, el cambio del uso de suelode bosquesa forrajesdestruy 40% de los bosques en 40 aos.El 75% de las tierras deforestadas en el Amazonas

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    brasileo est ocupado por ganaderos. Ms de 90%de la madera tropical se comercia de manera ilegal.

    En las redes campesinas se conservan unas 80 milespecies forestales que 80% de las comunidades delSur global utilizan de diversas formas. De los bos-ques y sabanas se recolecta entre el 10 y 15% de laalimentacin mundial. Mil 600 millones de perso-nas dependen de los bosques para su subsistencia ylas tierras llamadas ociosas generan aproximada-mente 90 mil millones de dlares por ao. La mitadde la tierra de cultivo en el planeta cuenta con almenos 10% de bosques, que tienen un rol vital en laconservacin y almacenamiento de losGEI.

    Producir destruyendo o producir cuidando

    Con la agricultura industrial, se calcula que las emi-

    siones de gas metano aumentarn 60% para 2030. Lasparcelas no orgnicas emitirn una cantidad adicionalde 637 kg/ha deCO2 por ao. La explotacin del reade lecho submarino que actualmente hacen los buquesde pesca industrial cada ao contribuye a la destruc-cin del 1.5% de los prados submarinos y libera 299millones de toneladas de carbono a la atmsfera.

    La agricultura de las redes campesinas mantienelos pastos, las variedades y la diversidad microbianaque contribuyen a reducir las emisiones de metanoy xido nitroso. La agricultura orgnica y campe-

    sina, as como las prcticas agroecolgicas de res-tauracin de suelos pueden almacenar entre 3 y 8toneladas adicionales de carbono por hectrea, re-duciendo hasta el 60% de las emisiones deGEI. Lastecnologas de los pescadores artesanales no destru-yen los prados submarinos.

    Quin se acaba el agua

    El 76% del agua que cruza las fronteras nacionalesse usa para la agricultura industrial y el procesa-miento de sus productos (el comercio de frijol desoya [soja] y sus derivados gasta 20% del total delos ujos de agua internacionales de aguas limpias). El comercio de productos animales e industrialesrequieren cada uno de 12% del uso del agua. Ladieta basada en protena animal necesita hasta 5veces ms agua que una dieta vegetariana. El aguausada para la produccin de alimentos que luego sedesperdician sera suciente para satisfacer las ne-cesidades domsticas de 9 mil millones de personas.

    En las parcelas que no usan agroqumicos, las ltra-ciones de nitrato hacia los mantos freticos son cuatroveces menores. Unos mil millones de personas consu-men productos agrcolas que se cultivaron en principiocon aguas residuales. El agua de una ciudad con unmilln de habitantes puede irrigar entre 1 500 y 3 500hectreas de tierras semiridas. Entre 15 y 20% de laproduccin global de alimentos ocurre en reas urba-nas. Una dieta vegetariana requiere unas 5 veces menosagua que una dieta basada en la protena animal.

    Quin gasta energa

    La cadena industrial consume enormes cantidadesde carbn fsil (en combustibles, fertilizantes y pla-guicidas) contribuyendo a la degradacin ambientaly la emisin de gases. Los fertilizantes y plaguicidasqumicos equivalen a la mitad de la energa que se

    utiliza para producir trigo. La manufactura de ni-trgeno sinttico usa el 90% de toda la energa quese usa en la industria de fertilizantes.

    La red campesina trabaja con una eciencia ener-gtica muchsimo mayor: mientras que para la cade-na industrial se requieren 2.7 mega caloras (Mcal)de energa externa para producir un kilo de arroz, lared campesina lo produce con slo 0.03 Mcal. Parael maz, el costo energtico de la cadena es de 1.4Mcal, mientras que para la red es 0.04.

    La produccin industrial alimenta las enfermeda-des y lucra con el desperdicio. Las conservas se in-ventaron para alargar la vida de los comestibles, peroactualmente la meta comercial del procesamiento eshomogenizar, transportar y concentrar ingredientesen un mercado con valor de 1 billn 370 mil millonesde dlares. Desde 1950, el procesamiento de alimen-tos ha ocasionado que se reduzcan los contenidosnutricionales, se uniformen las dietas, se reduzca ladiversidad y se incrementen las tasas de obesidad yenfermedades crnicas relacionadas.

    Entre las redes campesinas se procesan y conservanlos alimentos para consumo local. Dos mil millonesde personas en el Sur dependen de los procesos loca-les artesanales de fermentacin y procesamiento degran parte de los alimentos que consumen.

    De la comida producida industrialmente, entre el 33 y el 40% se desperdicia durante la produccin,transporte, procesamiento y en los hogares; un 25%se pierde por el sobreconsumo.

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    El desperdicio per cpita de alimentos en Europay Norteamrica es de 95 a 115 kilos por ao. Me-nos de 5% de la investigacin agrcola se dedica acomprender y remediar las prdidas post-cosecha.Los barcos pesqueros industriales arrojan de vueltaal mar 7 millones de toneladas de producto cadaao y asesinan 40 millones de tiburones para co-merciar sus aletas.

    Sumados las prdidas y desperdicios de todo tipose calculan entre 280 a 300 kg per cpita en Europay Amrica del Norte.

    En contraste, el desperdicio en los hogares de fri-ca Subsahariana y el Sudeste de Asia es de 6 a 11kilos per cpita, menos de 10% de lo que se desper-dicia en los pases industrializados.

    En esa misma regin, la suma de prdidas y des-perdicios dara 120 y 170 kilos per cpita. Gran

    parte de los desperdicios de los cultivos y alimentosprocesados de modos locales en el Sur global fer-tilizan los suelos, alimentan los peces o el ganadodomstico.

    Pese a que la cadena industrial tiene grandescostos y desperdicios, 2 mil millones de personastienen deciencias de micronutrientes (868 mi-

    llones estn por debajo de la lnea de hambre) ymil 400 millones ms padecen sobrepeso (de loscuales 500 millones son obesos). El consumo decarne en los pases ricos es casi 2.2 veces ms de loque recomienda laFAO. Se espera que la obesidadse duplique para 2030. Las prdidas en producti-vidad y en gastos por enfermedades relacionadascon la malnutricin y el sobreconsumo excedieronya los 4 billones de dlares por ao, equivalentesa ms de la mitad del valor mundial del mercadode comestibles.

    Las redes campesinas de subsistencia en el Surglobal son el principal proveedor de comida paraquienes padecen hambre o desnutricin. Evitanlos monocultivos agrcolas y pecuarios y promue-ven la diversidad gentica. Las dietas diversas, enlos lugares donde no dominan las corporacionesde comida rpida, podran ahorrarle al mundo

    hasta 4 billones de dlares por ao y son la for-ma ms segura para resolver las deciencias demicronutrientes entre la poblacin. Los valoresnutricionales de los cultivos campesinos, debidoa su diversidad gentica, pueden variar hasta milveces comparados con la cadena industrial: 200gramos de arroz por da pueden representar el 25o hasta 65% de los requerimientos de protena;un pltano puede brindar entre el 1 y el 200% dela porcin diaria de vitamina A que necesita uncuerpo humano.

    Y los bichos chiquititos?

    La apicultura comercial da servicio a una terceraparte de los cultivos en los pases industrializados.Las colonias de abejas estn teniendo bajas dram-ticas a causa de los insecticidas, lo que amenaza conuna prdida de la productividad de unos 200 milmillones de dlares.

    Gracias a las redes campesinas, 71 de los 100 cul-tivos alimentarios ms importantes son polinizadosprincipalmente por abejas silvestres que sobrevivencon quienes comparten los mismos hbitats, dedonde obtienen alimentos y medicinas.

    La uniformidad gentica de cultivos y animales, combinada con el uso masivo de fertilizantes sint-ticos y plaguicidas, ha diezmado las poblaciones demicrobios bencos para la agricultura, erosionan-do los suelos, afectando la eciencia alimentaria delos animales y hacindolos vulnerables en extremoa enfermedades. La industria recolecta y conserva

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    ex-situ1 milln 400 mil cepas microbianas, sin em-bargo menos del 2% de la diversidad de los micro-bios ha sido identicada.

    Las redes campesinas de produccin de alimen-tos conservan la diversidad microbiana agrcola enla medida en que logran mantener la integridad delos suelos y la diversidad de cultivos y animales. Losmicrobios gastrointestinales, al variar entre razas ypiensos, ayudan a la eciencia alimentaria y a la sa-lud general de los animales y reducen las emisionesde metano de las reses.

    Trabajo, salud y tecnologa

    En la cadena industrial la tecnologa procede desa-rrollando micro-invenciones para macro-ambientes:innovaciones o modicaciones genticas desarro-

    lladas celosamente en laboratorios privados, paraaplicar a cultivos que se pretende distribuir a nivelglobal. Esta tecnologa necesita establecer monopo-lios cerrados, que provocan uniformidad y vulnera-bilidad a enfermedades.

    En las redes campesinas la experimentacin cons-tituye sistemas de tecnologa amplias y horizonta-les que aplican macro-soluciones que son tiles enmicro-ambientes: cambios multidimensionales ydiversos en los ecosistemas agrcolas de cada par-cela. No son patentables, (son el pan de cada da),

    se benecian de la investigacin compartida y de lossistemas de saberes tradicionales.

    En los pases industr ializados se redujo el nmerode familias de campesinos o agricultores a la mitado menos, en los ltimos 50 aos, con el desarrolloagroindustrial y el procesado de alimentos. Millo-nes de familias en todo el planeta han sido deste-rradas por el advenimiento de la industria en todossus rdenes.

    Adems de quitarles su sustento, la agroindus-tria es una fbrica de exterminio de comunidades:los plaguicidas causan 3 millones de enfermedadesseveras y 220 mil muertes cada ao. Por cada dlargastado en plaguicidas en el frica subsahariana,la regin pierde ms 6 mil 300 millones por ao encostos mdicos y baja de productividad ocasionadapor enfermedades relacionadas con el uso y consu-mo de plaguicidas.

    En las redes campesinas, 80% de los hogares culti-va algn alimento. Ms de dos mil 600 millones depersonas en el planeta dependen de la agricultura, la

    pesca y la cra de animales. Las parcelas campesinasdan empleo a 30% ms personas que los monoculti-vos y desiertos verdes industriales. Aunque el nme-ro y tamao de las parcelas campesinas no est biendocumentado, es vericable que la agricultura enpequea escala es ms productiva y sus productosms nutritivos: una de las variedades campesinasde papas en Per tiene 28 veces ms tonutrientestiles para prevenir el cncer que su pariente indus-trial. Las tortillas hechas de variedades indgenas demaz azul contienen 20% ms de protenas y sonms fcilmente digeribles que las tortillas hechas demaz de variedades comerciales.

    La diversidad

    La cadena alimentaria industrial considera quela diversidad es un obstculo para la produccin y

    para los monopolios. Por su ubicacin y sus proce-sos, est eliminando la mitad de las 7 mil lenguas yculturas que habitamos el planeta. Una tercera par-te de los territorios en Amrica del Sur (la Repblicade la Soja y alrededores) ya no cuenta con hablantesde lenguas indgenas.

    Las redes campesinas consideran necesaria la di-versidad agrcola para asegurar la existencia. Encada regin, la supervivencia depende del conoci-miento especco y profundo que se tenga de cadacultivo, suelo, clima o raza animal que all exista.

    Si se pierden las culturas y las lenguas que estoica-mente permanecen en el mundo y que resisten lainvasin industrial, nuestra generacin ser tal vezla primera en la historia en perder ms saberes delos que ha ganado.

    A sumir que podemos contar con la cadena in-dustrial para solucionar el cambio climticoy la crisis de alimentos no se sostiene estadstica-mente. La cadena no sloNO es la respuesta, sinoque es gran parte del problema. Urge apoyar lossistemas campesinos de produccin de alimentosy las prcticas agroecolgicas. Urge ms investiga-cin, debate informado y diversidad para terminarlos mitos que sabotean los sistemas de alimenta-cin justos y saludables.l

    Ver el texto completo Quin nos alimentar:La cadenaindustrial de produccin de alimentos o las redes campesinas

    de subsistencia? en el sitio del Grupo ETC:www.etcgroup.org/es

    All se encuentran las referencias completas y losreconocimientos a personas e instituciones de cuyas

    investigaciones abrevamos para este documento.

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    Crisis y subsistencia

    El miedo no pasar(o para que lo que dicen quetiene que pasar no pase)

    Jean Robert

    Tenerle miedo al miedo. De dos co-sas una: la crisis, o es una incitacinal miedo al pnico que el capitalis-mo requiere para efectuar los reajustesestructurales sin los cuales no lograrsobrevivir, o es una oportunidad detocar fondo.

    Tocar fondo quiere decir recobrardolorosamente y a veces con gozo lapercepcin de lo concreto: no slo delo duro que se vuelve ganarse la vida,sino tambin del suelo y de los otroselementos, y de la posibilidad, siempreabierta, de la convivialidad. Es limpiarla mirada de espejismos y quizs delexceso de abstracciones, pero tambinrecordar que, en pocas no muy lejanascomo todava en muchsimos lugaresdel campo mexicano, la gente extraa

    directamente de la tierra, de las aguasy el aire la mayor parte de lo necesariopara su subsistencia. No en solitario,sino en solidaridad.

    Acabo de escribir una palabra muydesprestigiada por los economistas:subsistencia. En primera aproximacin,llevar una vida de subsistencia es culti-var lo que uno come y comer lo que secultiva. Donde hay suelo, agua y sol, y,pienso yo, buena convivencia, siemprese puede lograr, en plena tierra o en ma-cetas. No requiere ttulos ni de primariani de licenciatura y an menos de docto-rado, pero exige saberes precisos, apro-piados al lugar, adecuados a su clima yen armona con la cultura particular aeste suelo, esta agua y este sol: llam-moslossaberes de subsistencia.

    Pero, no se suele decir, del que cul-tiva lo que come y come lo que cultiva:el pobre, apenas logra llevar una vidade subsistencia?

    Los ms empecinados promotoresde este desprecio son los economistas.Acaso los economistas entienden loque desprecian? Existe, para ellos, unfondo de la economa que se puedatocar, una base concreta que la relacio-ne con actividades que nos permitan

    comer, vestir y abrigarnos? La respues-ta de los economistas es: la economaes un juego que debera permitir atodos ganar el dinero necesario paraobtener la canasta bsica, a pocosllevar una vida llena de lujos y a poqu-simos ostentar una riqueza que ningu-na sociedad del pasado pudo siquierasoar. Quizs sea injusto, quizs loseconomistas vean la economa comouna lotera, pero dicen: seamos realis-tas: hay un nivel de injusticia ptimo,

    en el sentido que, de haber menos in-justicia, la situacin de los ciudadanosms pobres sera peor de lo que es bajoel supuesto ptimo de injusticia. Estodicen los economistas, o decan hastael derrumbe de sus ilusiones en entreel otoo del 2007 y el otoo de 2008.

    Hay dos argumentos que es impor-tante diferenciar. El primero dice: s; laeconoma es injusta, pero un poco deinjusticia sirve para incrementar la pro-duccin de tal manera que algo de laextrema riqueza de los ms ricos ltra-r hasta los pobres. Eso queda por ver.

    El segundo argumento es quizs msimportante, pero menos evidente: enla sociedad econmica moderna, unogeneralmente produce una cosa paraobtener otra. Quiero una canasta llenapara mi familia al n de la quincena,pero, para obtenerla, lleno papeles enuna ocina o trabajo en una fbrica dearmas o de cigarros. En palabras preci-

    Recordar que, enpocas no muy lejanas

    como todava enmuchsimos lugares del

    campo mexicano, la gente extraa

    directamente de latierra, de las aguas y elaire la mayor parte de

    lo necesario para susubsistencia. No en

    solitario, sino ensolidaridad.

    Acabo de escribir una palabra muy

    desprestigiada por loseconomistas:

    subsistencia. En primera aproximacin,

    llevar una vida desubsistencia es cultivar

    lo que uno come ycomer lo que se cultiva.

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    sas: slo obtengo la canasta de mi fa-milia mediante un rodeo. Aun ms quela injusticia, el rodeo de produccincaracteriza la economa moderna. An-

    tes del fatdico periodo de quiebre debancos y despojo de pequeos ahorris-tas, tanto la injusticia inherente comoel alargamiento de los rodeos se justi-can con el argumento de que, al crecerel montn de dinero, nalmente, habrpara todos.

    Cumbres de riqueza junto a abismosde miseria. Aun los ms ciegos entrelos economistas empiezan a ver quela economa es una mquina paraproducir niveles increbles de riquezajunto a abismos de miseria. Esta fraserequiere explicaciones. Hay que decirque la miseria no es la pobreza: his-tricamente es su opuesto. La miseriamoderna diere mucho de la pobrezatradicional. Proviene de negar la po-breza con su cultura de mutualidad yperseguirla. Adems. la economa for-mal, la que se ensea en las universi-dades y se sirve cada vez ms en salsa

    matemtica, es una ceguera selectivaadquirida: el economista que se atre-viera a quitarse las orejas exigidaspor su ocio dejara sbitamente de

    ser economista, como le ocurri a miamigo Jean-Pierre Dupuy que, a fuer-za de investigar los fundamentos epis-tmicos de su ciencia, la economa ma-temtica, descubri que sus frmulascelan situaciones que se parecen ms ala violencia de los sacricios humanosque a la toma en cuenta de todos lospormenores pertinentes. Dej de sereconomista y se hizo lsofo.

    Me imagino que los historiadoresde la economa se sorprendern deque los economistas de antes del quie-bre de 2007-2008 no vean lo que losfundadores de la tradicin liberal losprimeros economistas en el sentidomoderno vean con toda claridad. Esque estos pioneros de la economa mo-derna no se consideraban economis-tas profesionales en el sentido actual,sino pensadores generales, a la vez -lsofos como Burke, conocedoresde los sentimientos humanos como

    En la sociedadeconmica moderna,uno generalmente produce una cosa paraobtener otra. Quierouna canasta llena parami familia al n de laquincena, pero, paraobtenerla, lleno papelesen una ocina o trabajoen una fbrica de armas

    o de cigarros. En palabras precisas: sloobtengo la canasta demi familia mediante unrodeo. Aun ms que lainjusticia, el rodeo de produccin caracterizala economa moderna.

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    Smith, hombres polticos comoTownsend, o empresarios capacesde sacar provecho hasta de las crce-les como Bentham. La frase que daprurito a mis delicados amigos econo-mistas cuando la pronuncio frente aellos no hubiera chocado ni a Burke, nia Townsend ni a Bentham, pero quizsal renado Adam Smith, amigo de mo-ralistas y telogos de la gran tradicinescocesa. H aqu sta frase:

    La economa moderna es una m-quina de producir simultneamen-te montones de riqueza ni siquieraimaginables por nuestros ancestrosy abismos de miseria que tampococonocieron.

    La podemos reformular de variasmaneras, por ejemplo: La miseriaacompaa la riqueza como la som-bra acompaa la luz. La economaofrece a los hombres llevarlos hacia laabundancia al tiempo que fomenta lasformas de escasez que sern la base denuevas formas de miseria. Entre msriqueza ostenta una sociedad, menossus miembros son capaces de la relacio-nes de mutualidad que eran naturales alos pobres histricos y eran la base de

    sus redes de subsistencia. O, en pala-bras de John MFarlane en sus medi-taciones sobre la pobreza en la nacinms rica del sigloXVIII: No es en lasnaciones estriles y brbaras que hayms miseria, sino en las ms prsperasy civilizadas de las naciones1.

    Una nacin rica debe suprimir suspropias relaciones de subsistencia paraque zumben los motores de su econo-ma. Contrariamente al agua en unapercoladora, la abundancia de los ri-cos no penetra la sociedad hasta llegarhasta los pobres, como lo crea AdnSmith.

    Bentham, el primer empresario quelogr realizar ganancias en la admi-nistracin de una casa de pobres or-ganizada como una prisin modelo,nunca dio crdito a la ingenua teorasmithiana de la percolacin de lasriquezas con la cual an se persignanmuchos economistas modernos. Con

    un cinismo franco que restara votosa cualquier poltico contemporneo,Bentham pudo armar que la tarea delgobierno no consiste en aliviar la mise-ria sino en incrementar las necesidadesde los pobres para volver la sancindel hambre ms eciente. Urgi a quelos ricos extraviados en la benevolen-cia reconocieran que en el estado deprosperidad ms elevado, la gran masade los ciudadanos tendr probable-mente pocos recursos fuera del trabajodiario y estar siempre al borde de laindigencia. El lsofo Edmund Bur-ke, autor de una teora de lo sublime,abunda en esto, pues, slo la amena-za de la miseria permite a los hombres(que su condicin destina a los trabajosserviles) atreverse a los peligros de las

    guerras y la intemperie de los mares:Fuera de los apuros de la pobreza,qu podra obligar a las clases infe-riores del pueblo a enfrentar todos loshorrores que les esperan en los ocanosimpetuosos y los campos de batalla?2.Burke recalca que todas la veleidadesde socorrer a los pobres provienen deprincipios absurdos que profesan cum-plir lo que, por la misma constitucindel mundo es impracticable: Cuandoafectamos tener piedad por esa gente

    que debe trabajar si no el mundono podra subsistir estamos jugandocon la condicin humana3. Por tanto,explica, la verdadera dicultad no essocorrer a los hambrientos, sino limitarla impetuosidad de la benevolencia delos ricos. La voz del reverendo JosephTownsend es consonante con la de es-tas autoridades losco-econmicas:El hambre domar a los animalesms feroces, ensear la decencia y lacivilidad, la obediencia y la sujecin alos ms perversos. En general, slo elhambre puede espolear y aguijar a lospobres para hacerlos trabajar4.

    La Iglesia pidi sucesivamente per-dn a los judos por haberlos perse-guido, a Giordano Bruno por haberloquemado vivo, a Galileo por haberlocondenado, pero la economa nunca hapedido perdn a los pobres. Aprendisimplemente a disfrazar su cinismo es-tructural tras una mscara: cometer el

    1 Ver tambin: JohnMFarlane, Enquiriesconcerning the Poor ,1772.

    2 Edmund Burke, Thoughtsand Details on Scarcity ,1795.

    3 Ibid.4 Joseph Townsend,

    Dissertation on the PoorLaws , 1784.

    Con un cinismo francoque restara votos a

    cualquier polticocontemporneo,

    Bentham pudo armarque la tarea del gobierno

    no consiste en aliviar lamiseria sino enincrementar las

    necesidades de los pobres para volver la

    sancin del hambre mseciente. Urgi a que los

    ricos extraviados en labenevolencia

    reconocieran que en elestado de prosperidad

    ms elevado, la granmasa de los ciudadanos

    tendr probablemente pocos recursos fuera del

    trabajo diario y estarsiempre al borde de la

    indigencia. El lsofoEdmund Burke, autor de

    una teora de lo sublime,abunda en esto, pues,slo la amenaza de lamiseria permite a los

    hombres (que sucondicin destina a los

    trabajos serviles)atreverse a los peligros

    de las guerras y laintemperie de los mares.

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    bien, aadiendo: ostentosamente ydesde las cumbres del poder. Qu vean con los fundadores de laeconoma que sus seguidores pre-eren ignorar. Lo que llamamos lacrisis es un momento en que la lote-ra econmica ya no tiene premios deconsuelo para los ms pobres y en quela ventaja de los jugadores medianosse reduce cada vez ms, mientras lasuerte de los astutos de ayer se jueganuevamente en la bolsa y produce, porun lado, nuevos pobres y, por el otro,un nuevo tipo de riqueza que ya noevala en cantidades aritmticamen-te identicables sino en nmeros quepara el hombre comn suenan imagi-narios: los zillonarios [gente de in-

    calculable riqueza].He aqu un dato estadounidensesobre la disparidad de los ingresos: Elgrupo de los 300 mil estadounidensesms ricos gana en conjunto tanto cmolos 150 millones de sus conciudadanosms pobres. A escala mundial, se diceque los 500 individuos ms ricos delmundo ganan tanto cmo los 416 mi-llones ms pobres. Para clausurar stadanza de los nmeros locos, citemosun dato muy publicitado del Banco

    Mundial segn el cual hoy los pobresrepresentaran 56% de la poblacinmundial: mil 200 millones que vivencon menos de dos dlares al da y 2mil 800 millones con slo un dlar omenos5. Otra vez, la objetividad fra delos nmeros oculta una realidad msinquietante: por cierto, la disparidadentre los ingresos no deja de crecer entodo el mundo.

    Pero, lo que no dicen el Banco nila ONU ni los economistas porque notienen conceptos para expresarlo esque, hace medio siglo, la mayora delos hombres aun disponan de sabe-res y de medios de subsistencia queles permitan vivir dignamente en lapobreza, mientras hoy dependen cadavez ms de un mercado que los arrojaa la miseria.

    Por qu. Cmo. Demustralo, meintimarn mis amigos economistas. Nosiendo economista matemtico, slo

    puedo contestar con ejemplos cmoste: Segn uno de los documentos pre-sentados a la Conferencia de Jefes deEstado en Johannesburgo, en 2002, elconjunto de los pases industriales delNorte otorga a sus agricultores unasubvencin anual de 350 mil millones,o sea mil millones diarios, para per-mitirles exportar sus productos agro-pecuarios a los pases pobres, volvin-dolos dependientes de alimentos cuyoprecio se juega en la bolsa. Estas prc-ticas desleales [dumping] legalizadaspor los poderes econmico-polticos,

    5 Recientemente, dosautores han criticadola denicin de laspersonas por lo queNO son, NO tienen, NOganan y la ignoranciade sus verdaderascapacidades. Ver MajidRahnema y Jean Robert,La Puissance des

    pauvres , Arles : ActesSud, 2008.

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    sancionadas por bienhechores profe-sionales y las instituciones que los em-plean ha contribuido a destruir la basede subsistencia de los pobres y lo hacems que nunca.

    Y dnde queda la esperanza? Quomos ahora que los precios de los gra-

    nos y otros alimentos bsicos en losgrandes mercados suben despus dehaber ido a la baja durante casi treintaaos? Omos a algunos dirigentes po-lticos del Sur anunciar que, para quesus pueblos sigan comiendo, bajarno suprimirn los aranceles sobre losalimentos importados. No hemos dereconocer aqu una vieja estrategia delos monopolios capitalistas? Cuando laguerra de los precios tiende a eliminara los competidores, para qu protegeruna agricultura local no subsidiada cu-yos productos son ms caros que losque son subvencionados e importados?Hoy en Estados Unidos, prototipo delos pases con agricultura subsidiada,hasta la mayora de los ms pobres nodedica ms de 16% de sus ingresos ala alimentacin, mientras, en muchospases del Sur, muchos hogares pobresya gastan la mitad de sus ingresos paracomer y algunos 75%.

    El capitalismo parece preparase paraun gran paupericidio. Pero esta si-niestra perspectiva slo podr volverserealidad en la medida en que cedamosal miedo. Para que la crisis puedapermitir al sistema econmico procedera los ajustes estructurales sin los cualesno sobrevivir, no tiene que ser lo que

    mis amigos y yo queremos que sea: unestmulo a la reexin. No. Tiene quedesembocar en un pnico, si me per-donan el pleonasmo, general . Slo estepnico puede transformar la crisisen crisis, y slo una gran crisis puedehacernos tragar las nuevas inequidades,disparidades e injusticias, las nuevasdependencias y los nuevos despojos quelos mecnicos de la mquina econmi-ca mundial juzgarn necesarios paravolver a ponerla sobre sus rieles.

    No permitamos que se instale estetipo de crisis fomentada desde arriba.Resistamos al pnico. Mantengamosabiertos los horizontes de la esperanza.Cmo? No lo s, slo se pueden recons-truir esperanzas realistas entre amigos,entre compaeros o camaradas. Slo enun clima de conanza mutua ser posi-ble construir propuestas concretas msall del derrumbe de lo que nos quierenvender como economa.l

    El conjunto de los pasesindustriales del Norte

    otorga a sus agricultoresuna subvencin anual de

    350 mil millones, o seamil millones diarios, para permitirles exportar sus

    productos agropecuarios alos pases pobres,

    volvindolos dependientesde alimentos cuyo precio

    se juega en la bolsa. Estas prcticas desleales

    [dumping] legalizadas porlos poderes econmico-

    polticos, sancionadas porbienhechores profesionales y las

    instituciones que losemplean ha contribuido a

    destruir la base desubsistencia de los pobresy lo hace ms que nunca.

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    Ya viene la nueva 970 recargada!

    Las leyes que privatizan y controlanel uso de las semillas,

    criminalizan las semillas criollasGrupo Semillas

    E l decomiso y destruccin de setenta toneladasde semillas realizado por el Instituto Colombia-no Agropecuario (ICA) a los de pequeos agri-cultores de arroz de Campoalegre, Huila, presentadoen el documental9.70 de Victoria Solano, ha genera-do un fuerte debate pblico en los medios de comuni-cacin y en las redes sociales e indignacin de muchasagricultores y ciudadanos. ElICA determin que losagricultores violaron la resolucin 970 de 2010, queregula la produccin, el uso y la comercializacin desemillas en el pas. ste no ha sido un caso aislado,puesto que el Instituto Colombiano Agropecuario(ICA) desde el ao 2010 viene realizando brigadas portodo el pas, en las cuales realiza decomisos e instau-ra procesos de judicializacin a productores y comer-cializadores de semillas que usurpen los derechos deobtentores vegetales y que violen la resolucin 970.Es as como entre 2010 y 2011 elICA report el deco-miso de mil 167 toneladas 225 kilogramos de semilla,la mayora de arroz; pero tambin de papa, maz, tri-go pastos, frijol, entre otras. En el ao 2012, elICA rechaz 2 mil 793 toneladas 392 kilos de semilla dearroz por no cumplir con los requisitos exigidos. Loscampesinos en todo el pas estn indignados con estosdecomisos, los consideran ilegales y le han exigido alICA la revocatoria de esta resolucin.

    El debate sobre las semillas en Colombia se debe centrar en preguntascomo: Se puede aplicar sobre las semillas alguna forma de propiedadintelectual que permita privatizarlas mediante patentes o derechos de

    obtentores vegetales?, qu se pretende con las leyes de semillas y quinesse benecian o son afectados: las empresas o los agricultores?, las normas

    de semillas realmente buscan mejorar su calidad y sanidad o el controlmonoplico del mercado?, son las semillas certicadas y registradas lasnicas semillas legales que pueden circular en el pas? Puede ser ilegal

    el uso y comercializacin de semillas criollas?, qu responsabilidady papel juegan los gobiernos nacionales en la defensa de las semillas?,qu impacto tienen las normas de semillas sobre los derechos de los

    agricultores, la soberana y autonoma alimentaria de los pueblos?, quacciones debemos implementar desde la sociedad para lograr la libertad

    de las semillas?

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    Frente a este debate sobre la resolucin 970, lagerente delICA, Teresita Beltrn, ha querido desvir-tuar y desviar el verdadero problema que actual-mente se tiene en Colombia con las normas de semi-llas, haciendo las siguientes armaciones, que no seajustan a la realidad:

    La gerente delICA dice que es tendenciosa la ar-macin que la resolucin 970 es producto de la rmadel TLC o que responde a intereses de particulares;aunque el ICA reiterativamente insista que la resolu-cin 970 no tiene nada que ver con las obligacionessuscritas por Colombia en elTLC, en realidad unode los temas prioritarios para Estados Unidos paraaprobar este tratado, es la adecuacin de los siste-mas de propiedad intelectual sobre la biodiversidady especialmente sobre semillas, y explcitamente elpas adquiri la obligacin de suscribir el ConvenioInternacional deUPOV 91, lo cual se hizo efectivo alaprobarse en 2012 la ley 1518. Con elTLC el pas se

    comprometi tambin a garantizar la seguridad jur-dica para que las empresas biotecnolgicas y semille-ras puedan proteger sus innovaciones tecnolgicas ygarantizar las condiciones para el mercado de las se-millas de las empresas, lo que se materializ median-te la ley 1032 de 2006 y la resolucin 970 de 2010.

    El ICA asegura que la resolucin 970 no aplicapara el control de las semillas tradicionales. Noexiste restricciones para que un pequeo agricultorpueda guardar y usar sus semillas criollas y para elcaso de las semillas convencionales, los agricultorespuede reservar un porcentaje de la cosecha para ser

    resembrada. Aunque elICA arma que no se con-trola a las semillas criollas, actualmente existen ins-trumentos jurdicos para judicializar a los agriculto-res que posean semillas que presenten similitud o in-duzcan a confusin respecto variedades protegidaslegalmente. Esto podra llevar a que los agricultoressean penalizados con multas y crcel, simplementepor poseer o difundir semillas que se parezcan a lassemillas protegidas legalmente que comercializanlas empresas. Respecto a las restricciones que exis-ten para que un pequeo agricultor pueda reservarsemillas para sembrarlas nuevamente, esta reservaslo podr ejercerse por una sola vez y en un reamxima de cinco hectreas y slo puede utilizarlapara su propio uso y no puede entregarla a tercerosbajo ningn ttulo; adems debe demostrar que enla explotacin en su ltimo cultivo slo ha usadosemilla legal, certicada o seleccionada.

    Tambin la gerente delICA arma que en el passe producen 66 mil toneladas de semillas certicadas,85% por empresas nacionales y 15% por empresasinternacionales. El hecho que en el pas la mayorparte de las semillas certicadas sean producidas me-

    diante franquicias por empresas nacionales no sig-nica que el sistema de semillas sea controlado porproductores nacionales, puesto que actualmente lamayora de las semillas certicadas y todas las trans-gnicas son propiedad de unas pocas empresas trans-nacionales; esto sucede con especies como: maz,arroz, algodn, caa de azcar y hortalizas.

    A quienes benecian las leyes de semillas? Paraentender la dimensin y alcance de lo que est pa-sando con las semillas y especialmente como afec-tan a millones de pequeos agricultores en el pas,es necesario analizar el transfondo e implicacionesque conllevan las leyes de semillas.

    Desde pocas ancestrales los campesinos hansido los creadores y mejoradores de las semillasque sustentan la agricultura y la alimentacin en elmundo; es por ello que las semillas libres de pro-piedad intelectual son patrimonio de los pueblos

    al servicio de la humanidad, lo que ha permitido garantizar la soberana y la autonoma alimentariade las comunidades rurales. Los agricultores han te-nido el derecho al libre acceso, a la produccin, aguardar, intercambiar y vender las semillas; es porello que no es aceptable que se pretenda imponernormas que privaticen las semillas y que le quiten alos agricultores su control.

    Los pases industrializados han presionando a lospases del Sur, para que adopten leyes de patentessobre la materia viva y normas de derechos de ob-tentores vegetales sobre las semillas, que pretenden

    entregarle a las empresas semilleras el control detodo el sistema de semillas; denen quines son losdueos de las semillas y cules se pueden vender ycules no, desconocen los derechos de los pases deorigen de la biodiversidad y especialmente los dere-chos de los agricultores sobre sus semillas.

    Hoy, 82% de las semillas comercializadas en elmundo est patentado y slo diez empresas con-trolan 77% del mercado; de stas slo tres Mon-santo, Dupont y Syngenta, controlan el 47% delcomercio. Estas normas buscan volver obligatoriosel registro y la certicacin para la comercializacinde semillas en manos de unas pocas empresas, loque ha generado la prdida de las semillas campesi-nas e indgenas y criminalizan la libre circulacin delas semillas campesinas.

    Las normas de semillas en Colombia. En los lti-mos aos en Colombia se vienen realizando cambiosy ajustes en las polticas y leyes sobre biodiversidady semillas, ajustndose a los lineamientos y compro-misos adquiridos en los Tratados de Libre Comerciosuscritos por el pas. Entre estas normas se destacan:

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    1. Artculo 4 de la ley 1032 de 2006, (Cdigo Penal), dice El que, fraudulentamente, usurpe derechos deobtentor de variedad vegetal, protegidos legalmenteo similarmente confundibles con uno protegido le-galmente, incurrir en prisin de 4 a 8 aos y multade 26.6 a 1 500 salarios mnimos legales mensualesvigentes. Esta norma penaliza el uso sin permiso de

    semillas protegidas por las empresas, pero en realidadlo que pretende es llevar a que todos los agricultoresslo utilicen semillas registradas y certicadas. El as-pecto ms crtico de esta norma es que puede ser pe-nalizado y judicializado el uso de semillas criollas quesea similarmente confundible con una protegidalegalmente; es decir, se podra criminalizar a los agri-cultores que posean semillas criollas que se parezcana las semillas que son propiedad de las empresas. Peroquin determinar qu es confundible?, Confundi-ble para quin?; ms an, qu base puede esgrimirsepara penalizar una similitud, especialmente cuandoaquello a lo que se castiga por ser parecido ha existidocon anterioridad a aquello con lo que se le compara?

    2. La Resolucin 970 del ICA , de 2010, controlaproduccin, almacenamiento comercializacin y latransferencia a ttulo gratuito y/o uso de semillas, enel pas. Aunque elICA insistentemente asegura queesta norma no aplica para las semillas criollas, en elmbito de aplicacin no existe ninguna excepcinde estas semillas, por lo que s las afecta. Bajo lapremisa de mejorar la calidad y la sanidad de las

    semillas, lo que en verdad pretende esta norma esentregarle el control total a las empresas dueasde semillas privadas. Las evidencias cientcas enel mundo, muestran que las semillas mejoradascerticadas y registradas, son homogneas y estnamarradas al uso de los paquetes tecnolgicos depesticidas y en general han sido las culpables de los

    graves problemas sanitarios, que nos han llevado asemillas resistentes a plagas y enfermedades depen-dientes del uso incontrolado de agroqumicos. Porel contrario las semillas criollas, por estar adaptadasa las condiciones ambientales y socioeconmicas delas comunidades locales, presentan menos proble-mas de plagas y enfermedades y son nuestro segurofrente a los cambios climticos.

    La resolucin 970, dene que en el pas slopueden comercializarse semillas legales que seanregistradas o seleccionadas, y son protegidas legal-mente mediante el Convenio Internacional para laProteccin de las Obtenciones Vegetales, conocidocomo UPOV; para poder registrar estas semillas, sedeben cumplir los requisitos de nueva, homognea,estable y distinguible; pero evidentemente las se-millas criollas no cumplen estos requisitos y no sepueden proteger por el sistemaUPOV. Es por estarazn que el ICA considera que las semillas criollasslo pueden ser utilizadas por los agricultores en susparcelas, pero no pueden ser comercializadas.

    Para ejercer el control de todas las semillas en elpas, el ICA puede ingresar a cualquier inmueble o

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    parcela agrcola, y realizar inspecciones, decomisos,destruccin de semillas y judicializacin a los agri-cultores de semillas, en el caso que encuentre semillasprotegidas ilegales o semillas criollas que no estncerticadas para ser comercializadas o incluso pro-ductos alimentarios como arroz, maz, frijol o papaque eventualmente se puedan utilizar como semillas.

    Actualmente elICA contina ejerciendo el controldel uso de semillas, y ahora pretende profundizar lajudicializacin a los poseedores de semillas ilega-les mediante el nuevo Estatuto General de Proce-so, Ley 1564 de 2012, que le otorgaICA funcionesjurisdiccionales para resolver la usurpacin de losDerechos de Propiedad Intelectual a ObtentoresVegetales. Adicionalmente elICA ha sido dotado demayores recursos econmicos que se aplicar en lacontratacin de personal calicado para realizar lasbrigadas que contrarresten el agelo de la ilegali-dad, que pone en jaque a la sanidad vegetal nacio-

    nal, como lo anunci recientemente en la asambleade Acosemillas, la seora Ana Luisa Diaz, directoratcnica de semillas delICA.

    3. La nueva norma de semillas? (Aunque la monase vista de seda, mona se queda). Luego del enormerechazo que ha generado en todo el pas de la re-solucin 970 sobre semillas, elICA ahora pretendederogar esta norma y expedir una nueva; es as comoha difundido el borrador de la resolucin a travsde internet, por un periodo de sesenta das, con eln de hacer una consulta con el pblico. Es eviden-

    te que este procedimiento de consulta para expediruna nueva norma de semillas que puede afectar a lascomunidades indgenas, afrocolombianas y campesi-nas, no es vlida, de la misma forma como la CorteConstitucional deni que la ley que aprobUPOV 91, no fue consultada con estas comunidades tnicas.Por lo tanto no reconocemos el supuesto proceso deconsulta que elICA est haciendo mediante internet,de la nueva resolucin que reemplaza la 970.

    La diferencia de fondo de este nuevo borrador,con respecto a la 970 es que se incluye un prrafoadicional que dice; Se excluye del mbito de apli-cacin de la presente resolucin, aquellas semillasde variedades locales, cuyo n no sea la comercia-lizacin. Este cambio en la norma efectivamentedemuestra que elICA lo que pretende es controlar yprohibir que las semillas criollas puedan ser usadas,intercambiadas o comercializadas por los agriculto-res. Adicionalmente el texto de la nueva norma, fuelimpiado de algn lenguaje que pueda generar re-acciones en el pblico; pero en el fondo el espritu yla pretensin es el mismo de la 970 y de las demsleyes de semillas vigentes en el pas.

    En medio del calor del paro agrario que tuvo pa-ralizado gran parte del pas rural y urbano, y antela presin de los campesinos en la mesa de nego-ciacin con el gobierno nacional, sobre el tema so-bre las leyes de semillas, el Presidente Santos hizoel anuncio que se congela la resolucin 970; elgobierno nacional se compromete a no aplicar laresolucin 970 a las semillas nacionales, y a traba-jar en una mesa tcnica el tema de semillas, y enla estructuracin de una nueva propuesta sobressemillas certicadas que no afecten a productoragropecuario. Este anuncio del gobierno, generaconfusin y desinformacin, porque en realidad noexiste jurdicamente la gura de no aplicacin deuna norma, puesto que, o las normas estn vigenteso son derogadas, pero no congeladas; adems noexiste ningn documento ocial que haya adoptadola decisin de no aplicar la resolucin 970; pero esteanuncio le ha permitido al gobierno aplacar los ni-

    mos de los campesinos y bajar la presin sobre estetema, y mientras tanto sigue elICA con la intencinde modicar esta norma a travs del nuevo borra-dor de resolucin mencionado anteriormente.

    Lo ms relevante de este debate es que el tema delas normas de semillas ha sido puesto en la agendade negociacin entre el gobierno nacional y los cam-pesinos; y se espera que los cambios que se logrenvayan mas all de simplemente hacer unos cambiosde la resolucin 970, porque si verdaderamente sequiere proteger las semillas, se deben derogar todaslas normas que permiten aplicar propiedad intelec-

    tual a las semillas y las normas que penalizan el li-bre uso de las semillas por todos los agricultores.

    4. La ley 1518, de abril de 2012, por la cual se aprue-ba el Convenio Internacional para la Proteccinde las Obtenciones Vegetales-UPOV 91. Esta ley fueaprobada en el marco de los compromisos adquiri-dos por el gobierno nacional para la aprobacin yentrada en vigencia alTLC con Estados Unidos. LaCorte Constitucional procedi a revisar la constitu-cionalidad de esta ley, y en este proceso muchas per-sonas y organizaciones de todo el pas y del exterior,enviaron a la Corte documentos que prueban losefectos nocivos que tiene para el pasUPOV 91. LaCorte declar esta ley inexequible en diciembre de2012, por no haber sido consultada previamentea las comunidades indgenas y afrocolombianas.Adems la Corte seala que la aplicacin de pro-piedad intelectual sobre las semillas medianteUPOV 91, podra afectar la biodiversidad, la cultura y losterritorios de los pueblos y considera la posibilidadque la consulta podra llevar a la necesidad de re-negociar el Tratado.

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    Aunque la Corte declar inexequibleUPOV 91,es fundamental tener en cuenta que muchos de losaspectos lesivos antes sealados, estn incorpora-dos en otras normas de propiedad intelectual y desemillas que se aplican en el pas, como es el caso dela versin deUPOV 1978 que rige actualmente en lalegislacin nacional, en la ley 1032 de 2006 y en laresolucin 970 delICA. Es por ello que el conjuntode normas de propiedad intelectual y de semillas,son las reales amenazas a todo el sistema de semi-llas, a los derechos de las comunidades locales y a lasoberana alimentaria del pas.

    Qu hacer frente a estas normas de semillas? Para enfrentar estas normas regresivas que quierenacabar con nuestras semillas debemos fortalecerlos procesos de recuperacin y uso de las semillascriollas y los sistemas tradicionales basados en elmanejo de la biodiversidad, que permiten que las

    semillas se mantengan vivas y caminando. Debemosconformar alianzas entre los diferentes sectores so-ciales, para realizar acciones de resistencia frentea estas leyes, movilizacin social de rechazo a losdecomisos de semillas o a la obligatoriedad de solo

    utilizar semillas certicadas y a la introduccin desemillas transgnicas. Podemos apoyar y participaren las campaas y redes que se han conformado enel pas, como laRed de Semillas libres de Colom-bia, y apoyar e instaurar las acciones judiciales quebuscan derogar el artculo 4 de la ley 1032 se 2006(Cdigo Penal), la resolucin delICA 970 de 2010 ylas nuevas normas que se expidan que limite el libreuso de las semillas por los agricultores.

    Es inaceptable que elICA en vez de promover eldesarrollo rural que garantice la proteccin de lospatrimonios genticos de la nacin y de los derechosde millones de campesinos, indgenas y afrocolom-bianos, se convierta en una entidad policiaca quepersigue, judicializa y castiga a los agricultores porrealizar con dignidad el trabajo de mejorar, usar,guardar, intercambiar y comercializar semillas.

    Los agricultores del pas consideramos ilegalesestas normas y no vamos a reconocer ninguna que

    pretenda privatizar y entregarle a las empresas trans-nacionales el control del uso de semillas, en el marcode las leyes vigentes del pas. Estas normas violan losderechos sobre el patrimonio gentico y cultural delos colombianos y especialmente los derechos colec-

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    1. No aceptamos ninguna norma de propiedad inte-lectual aplicada a las semillas (patentes y derechosde obtentores vegetales), puesto que permiten suprivatizacin y el control corporativo de las se-millas, mediante el monopolio de los mercados.Estas normas violan los derechos sobre el patri-monio gentico de la nacin, los derechos colecti-vos de los pueblos para el libre uso, produccin ycomercializacin de las semillas y criminalizan eluso de las semillas por los agricultores.

    2. Todas las normas de semillas que operan en Colom-bia, se sustentan en el Convenio internacional dela Unin para la Proteccin de Obtentores Vegeta-les (UPOV), aprobado mediante la Decisin 345 de1993 de la Comunidad Andina de Naciones, queprotege los Derechos de los Obtentores Vegetales(DOV). Posteriormente la ley 1032 de 2006, en elartculo 4, penaliza la usurpacin de losDOV; y en

    2010 elICA expidi la resolucin 970, que controlala produccin, uso y comercializacin de semillas.Finalmente en 2012 se aprob la ley 1518 que im-plementa el convenioUPOV 91, norma que fue de-rogada recientemente por la Corte Constitucional.Exigimos la derogatoria de estas normas, en con-cordancia con el fallo de la Corte.

    3. Las normas de semillas y sus modicaciones en losltimos aos en Colombia, responden a presionesdesde los pases industrializados para que adecuenlas leyes nacionales a las normas de propiedad in-telectual y al control que ejercen las empresas semi-lleras sobre todo el sistema de las semillas. Es ascomo el artculo 4 de la ley 1032, la resolucin 970y la ley 1518, fueron aprobadas en el marco de lostratados de libre comercio, lo que conlleva a que es-tas normas benecien a las grandes transnacionalessemilleras y no a los pequeos agricultores.

    Puntos de posicinsobre las semillas en el Paro Agrario

    Colombia es uno de los pases del mundo con mayor agrobiodiversidad,expresada por cientos de variedades nativas y criollas en las manos de

    millones de agricultores de las comunidades indgenas, afrocolombianasy campesinas. Las semillas son consideradas Patrimonio de los pueblos,al servicio de la humanidad y han sido el fundamento para su soberana

    y autonoma alimentaria, por lo cual deben continuar en manos de losagricultores. En este contexto se plantan los siguientes aspectos que sonfundamentales para las comunidades rurales y que deben incluirse en las

    polticas gubernamentales sobre semillas:

    tivos de los pueblos indgenas y comunidades campe-sinas sobre su biodiversidad y sus semillas. Conside-ramos que las nicas normas de semillas que debenimplementarse en el pas, deben ser para que elICA ejerza un real y efectivo control de las semillas y de

    las tecnologas que puedan afectar el patrimonio ge-ntico de la nacin y las semillas que an protegen yutilizan las comunidades locales.l

    Bogot, agosto 26 de 2013

    (actualizada en septiembre 17 )

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    4. La resolucin 970 fue expedida con el argumen-to de lograr la sanidad y calidad de las semillas,pero en realidad, lo que permite es entregarle elcontrol monoplico de las semillas a las empre-sas, y volver obligatorio el uso y la comercializa-cin de semillas certicadas y registradas, comotambin criminaliza y prohbe la produccin ycomercializacin de semillas criollas.

    5. Todas estas normas fueron proferidas sin realizarconsulta previa informada con poblaciones t-nicas y campesinas. ElICA considera que la con-sulta de la resolucin 970 y de la modicacin deesta resolucin se realiza a travs de internet, lacual es inaceptable para las poblaciones rurales;por lo tanto la consideramos ilegtima. La CorteConstitucional luego de estudiar la exequibilidadde la ley 1518 (UPOV 91), consider que el argu-mento central para derogarla fue la no consultade los pueblos indgenas y afrocolombianos y

    existe suciente jurisprudencia de la Corte Cons-titucional sobre la forma en que debe hacerse laconsulta para proyectos que afecten a estas comu-nidades y evidentemente no es a travs de internet.

    6. Rechazamos los cultivos y alimentos transgnicosque el gobierno nacional ha autorizado para lasiembra y el consumo en el pas. Existen sucien-tes evidencias cientcas en el mundo que mues-tran los impactos ambientales por la contamina-cin gentica de los cultivos transgnicos sobre lassemillas criollas, los impactos socioeconmicos ysobre la soberana alimentaria de los pueblos y

    la salud humana y animal. Es evidente el fracasodel algodn transgnico en el pas, puesto que losagricultores de Crdoba y Tolima han tenido mi-llonarias prdidas por las psimas semillas de al-godn transgnico que les han vendido las empre-sas. En aplicacin del principio de precaucin,pedimos que se revoquen las autorizaciones paraestos cultivos y alimentos transgnicos en el pas.

    7. Rechazamos los decomisos de semillas y judicia-lizaciones a agricultores que elICA est realizan-do en diferentes regiones del pas. Entre 2010 y2012 se decomis ms de 4 mil 167 toneladas225 kilogramos de semillas, de acuerdo con in-formacin ocial delICA. Consideramos ilegalesestos decomisos, porque se est violando los de-rechos de los agricultores.

    8. Igualmente exigimos que no se obligue a los agri-cultores el uso de slo semillas certicadas y re-gistradas en los programas y proyectos guberna-mentales de fomento agrcola y como requisitopara acceder a los crditos nancieros agrcolas.

    9. En la resolucin 970 delICA, se establece que elagricultor slo podr reservar de su cosecha se-

    millas de las empresas, por una sola vez, en par-celas de mximo de cinco hectreas y no puedeentregarla a terceros bajo ningn ttulo; ademsdebe demostrar que en su ltimo cultivo slo hausado semilla legal certicada. Esta determinacines inaceptable y va en contrava de los derechosdel agricultor, consagrado en el Tratado Interna-cional de Recursos Fitogenticos (TIRFAA), de laFAO. En el art. 9, inciso 9.3, que seala: Nada delo que se dice en este artculo se interpretar en elsentido de limitar cualquier derecho que tenganlos agricultores a conservar, utilizar, intercambiary vender material de siembra o propagacin con-servado en las ncas, con arreglo a la legislacinnacional y segn proceda.

    10. El gobierno debe ejercer un fuerte control sobrelas empresas transnacionales que se apropien delas semillas certicadas y patentadas, que mono-polizan el mercado, la disponibilidad de semillas e

    imponen precios especulativos, como en los casosde semillas de algodn, arroz y papa. El gobier-no debe hacer estrictos controles de la calidad ysanidad de las semillas de las empresas, para queno afecten las semillas y la agricultura campesina.

    11. El ICA actualmente pretende derogar la resolu-cin 970 y aprobar una nueva norma. La dife-rencia de fondo de este nuevo proyecto de reso-lucin es que se incluye un prrafo adicional quedice: Se excluye del mbito de aplicacin de lapresente resolucin, aquellas semillas de varieda-des locales, cuyo n no sea la comercializacin.

    Este cambio en la norma efectivamente demues-tra que el ICA lo que pretende es controlar y pro-hibir que las semillas criollas puedan ser usadas,intercambiadas o comercializadas por los agri-cultores; lo que se pretende es que las semillas delos agricultores se mantengan connadas en suparcela y no puedan ser entregadas a terceros ocomercializadas.

    12. Consideramos fundamental que las polticaspblicas sobre semillas, estn orientadas a favo-recer los sistemas vivos de semillas campesinas,sistemas que estn bajo el control de las comuni-dades locales, que promuevan la agroecologa yla investigacin participativa de los campesinospara el desarrollo de semillas de buena calidad,acordes con sus necesidades y condiciones am-bientales y socioeconmicas.l

    Por cada semilla que nos decomisen, haremosque stas germinen y orezcan de nuevo, se

    multipliquen, se esparzan y caminen librementecon los agricultores por los campos de Colombia.

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    A contrapelo | 4 de septiembre 2013

    Movilizacin campesina en Colombiapone los reectores sobre las semillas

    GRAIN

    E l 19 de agosto, las orga-nizaciones campesinas co-lombianas iniciaron unparo nacional agrario. Bloquea-ron carreteras, regaron leche so-bre los automviles y bsicamentedejaron de producir comida paralas ciudades. El problema? Queestn siendo asxiados por laspolticas gubernamentales. El Es-tado no proporciona casi ningnapoyo al sector campesino de pe-quea escala.1 Al contrario, pro-mueve un modelo econmico ysocial que sirve a los intereses deuna acaudalada y minoritaria li-te. Los tratados de libre comercio(TLC) rmados recientemente conEstados Unidos y la Unin Eu-ropea estn atentando contra losproductores colombianos, que nopueden competir con las importa-

    ciones subsidiadas.2 El gobiernocolombiano ha estado promo-viendo activamente los acapara-mientos de tierra por parte de lasgrandes corporaciones, muchas deellas extranjeras (Monica Semillasde Brasil, Merhav de Israel, Car-gill de EUA), con el n de impul-sar los agronegocios orientados ala exportacin a expensas de loscultivos familiares orientados a lasoberana alimentaria.

    Los manifestantes argumentanque es necesario proporcionarle unrespaldo real al sector campesino,especialmente un acceso a la tierray menores costos de produccin.Si no ocurre esto, los productoresde caf, papa, carne y lcteos, porno mencionar a los pescadores enpequea escala, no tendrn comocontinuar trabajando. Hay ex-

    pulsin y exterminio. Ya puestoscontra la pared, la movilizacincomenz en una parte del pas enjunio y creci hasta convertirse enuna accin coordinada a nivel na-cional en agosto.

    El paro agrario fue apoyadomuy pronto por otros sectores:los obreros de la industria petro-lera, los mineros, los transportis-tas, los profesionales del sectorsalud y otros. El 29 de agosto, adiez das de comenzado el paro,ms de 20 mil estudiantes se unie-ron al movimiento y bloquearonBogot, la capital del pas. Larespuesta del gobierno fue cati-ca y contradictoria. Las fuerzaspoliciacas reprimieron violenta-mente hiriendo a muchos de losmanifestantes, por no mencionara los periodistas. Ms de 250 per-

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    sonas fueron arrestadas, incluidoel dirigente sindical de alto nivelHubert Jess Ballesteros Gmez.A la mayora le fabricaron car-gos. Hubo muertos de ambos la-dos. En un momento el gobiernoreconoci que los agravios recla-mados por los campesinos eranvlidos y ofreci algunas conce-siones. En otro, aleg que el mo-vimiento estaba inltrado por lasFARC. El presidente Santos apare-ci incluso en televisin diciendo:el paro agrario no existe. Alda siguiente, se le lm desde unhelicptero inspeccionando lasescaramuzas y las rociadas congas lacrimgeno que ocurran enlas calles de Bogot.

    La movilizacin tuvo tantoxito que abri un espacio dediscusin, concientizacin, soli-daridad y resistencia en Colom-bia. Los estudiantes, por ejemplo,entendieron muy bien que habaque respaldar a los campesinos yapoyar sus demandas. Y con lavoz en alto impugnaron losOGM y exigieron soberana alimenta-ria. Pero tambin elevaron suspropias demandas en favor de

    una educacin gratuita, hacien-do de la movilizacin una oleadams amplia de presin social paracambiar las actuales polticas co-lombianas, sin limitarse a las pre-ocupaciones agrarias.

    La ley 970. Las semillas emergie-ron como uno de los puntos msvisibles. Segn losTLC rmadoscon Washington y con Bruselas,Colombia debe impulsar dere-chos monoplicos legales sobrelas semillas que venden las cor-poraciones estadounidenses y eu-ropeas, como incentivo para queestas corporaciones inviertan enel pas. Los campesinos a quienesse sorprenda vendiendo semillasguardadas de variedades protegi-das, o incluso semillas nativas queno hayan sido registradas formal-mente, podran enfrentar multas

    e incluso penas en la crcel.3 Aligual que ocurre en muchos otrospases del mundo, criminalizar alos campesinos e indgenas porguardar, intercambiar y vendersus propias semillas pone en gra-ve riesgo la biodiversidad y el pa-trimonio cultural del pas.

    Y aunque lo cierto es que elgobierno colombiano lleva variosaos movindose en esta direc-cin, y accedi a dichas polticascomo parte de su membresa en laComunidad Andina o en la Orga-nizacin Mundial de Comercio,muchas personas sealan que esslo a partir de la rma de lostratados con Estados Unidos y laUnin Europea que el gobierno

    emprendi una implementacinseria de tales polticas. El aopasado, las autoridades colom-bianas asaltaron las bodegas ylos camiones de los productoresarroceros de Campoalegre, en laprovincia de Huila, y destruye-ron con violencia 70 toneladas dearroz que se deca que no habasido procesado de acuerdo conlas normas. La intervencin mi-litar para destruir semillas cam-

    pesinas sorprendi a muchsimagente e inspir a la joven activistaVictoria Solano a realizar un lmal respecto. La pelcula se intitula9.70 porque se es el nmerode la ley adoptada en 2010 quearticula el derecho del Estado adestruir las semillas de los cam-pesinos que no cumplen con lasdisposiciones.4 Hoy, gracias a lafuerza, la tenacidad y lo justo dela protesta campesina, gente detodas las vertientes que confor-man Colombia estn discutiendo,como puede verse en el lm, losmedios masivos, las redes socialesy en las calles, y se preguntan porqu el gobierno impulsa polticastan insensatas.

    Apoyemos el movimiento. Nohay duda alguna de que los cam-pesinos colombianos pueden ali-

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    mentar muy bien al pas, de unaforma que proporciona empleos,

    dignidad y un ambiente salu-dable. Pero el gobierno est tanrmemente atado a un modeloeconmico que sirve a los intere-ses de sus amigotes que se niegaa impulsar el cultivo familiar depequea escala. Debemos todosapoyar la lucha popular agrariaen Colombia para darle la vueltaal modelo. No es demasiado tar-de todava.

    Una accin concreta, el docu-mental 9.70 que pueden veren lnea en castellano en http:// youtu.be/kZWAqS-EL_g buscafondos para producir una ver-sin con subttulos en ingls detal modo que ms gente por todoel mundo pueda entender lo quelos campesinos colombianos en-frentan, y as los apoyemos en sulucha por derrotar tales polticas.La ms mnima contribucin ayu-

    da. Entren por favor a http://idea.me/proyectos/9162/documen-

    tal970 para participar. La fechalmite es el diez de septiembre!Otra accin signicativa es que

    la Coordinadota LatinoamericanaOrganizaciones del Campo, de laVa Campesina, busca iniciativasde solidaridad internacional pararespaldar el paro. Entren por fa-vor en http://goo.gl/9u6RXJ, parasaber ms. De nuevo, es crucial eltiempo para hacerlo.

    Ms all de Colombia, la dis-puta en torno a legislaciones desemillas semejantes se recrudeceen los altos niveles polticos y portodo el campo, en Argentina yChile tambin. Una preocupacines que los ms agresivos elemen-tos adoptados por el gobierno deColombia se puedan colar tam-bin a otros pases latinoamerica-nos. Es en verdad urgente erradi-car estas leyes.

    Al cierre de la edicin6 de septiembre, 2013

    El gobierno colombiano haanunciado la suspensin de laresolucin 970, que fue objetode protestas pblicas masivasen las ltimas semanas gracias ala enorme movilizacin campe-sina que comenz el 19 de agos-to. La resolucin, aprobada enel ao 2010 y, a veces conocidacomo ley 970, convirti en ilegalque los agricultores colombianosguardaran semillas, favoreciendoque empresas privadas y empre-sas transnacionales obtengan elcontrol monoplico del mercado.

    La suspensin ser por un pe-riodo de dos aos, y slo se apli-car a las semillas producidas enel pas (no a las importadas). Elgobierno dice que va a utilizar estecongelamiento de dos aos paraescribir nuevas normas sobre el

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    uso de semillas que no afectarna los pequeos agricultores.

    Esta medida NO signica uncambio de poltica. Se trata deuna declaracin pblica por partedel gobierno. La gente est espe-rando que se publique un docu-mento con fuerza legal para verque es lo que all se plantea, yreitera el llamado a que la Reso-lucin sea totalmente derogada.

    Para profundizarLa historia detrs del 970, Semana,Bogot, 24 de agosto, 2013, http://www.semana.com/nacion/articulo/la-historia-detras-del-970/355078-3

    Grupo Semillas, Colombia: Las leyesque privatizan y controlan el uso delas semillas, criminalizan las semillascriollas, Bogot, 26 de agosto, 2013,

    http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Colombia_Las_leyes_que_privatizan_y_controlan_el_uso_de_las_semillas_criminalizan_las_semillas_criollas

    Julia Duranti, A struggle for survival inColombias countryside, 30 de agosto,2013, http://www.bilaterals.org/spip.php?article23762.

    Visiten el sitio electrnico debilaterals.org para una coberturamayor del paro agrario y de la lucha entorno a la Ley 970

    Para mayor informacin en torno alas leyes de semillas en Colombia, porfavor contacten al Grupo Semillas [email protected] o visiten susitio electrnico, http://semillas.org.co/.

    Para saber ms de la lucha que estocurriendo en Chile, contacten aAnamuri, la Asociacin Nacional deMujeres Rurales Indgenas, http://www.anamuri.cl.

    Para mayor informacin de lo queocurre en Argentina, por favorcontacten a Diego Montn de laCoordinadora Latinoamericana deOrganizaciones del Campo, de La

    Va Campesina, http://www.cloc-viacampesina.net, [email protected].

    Comunicado del ICA: http://www.ica.gov.co/Noticias/Corporativas/2013/Comunicado-a-la-opinion-publica-%281%29.aspxA propsitodel documental 970 - comunicado a laopinin pblica

    Campoalegre Noticias: www.campoalegrenoticias.com/campoalegrunos-ganan-el-primen-roun-contra-9-70-del-ica/

    Radio Caracol: http://www.caracol.com.co/audio_programas/archivo_de_audio/congelada-la-resolucion-970-que-inspirara-documental-970/20130905/oir/1964819.aspxCongelada laresolucion 970, que inspirara ladocumental 970 y http://www.caracol.com.co/audio_programas/archivo_de_audio/la-suspension-de-la-resolucion-970-debe-tener-un-respaldo-legal/20130905/oir/1964811.aspxLasuspension de la resolucion 970 debetener un respaldo legal

    El Tiempo : http://www.eltiempo.com/politica/acuerdos-entre-gobierno-y-campesinos-en-tunja_13047442-4Acuerdos entre gobieron ycampesinos en tunja

    Notas1 Casi un tercio de la poblacin

    colombiana vive en el campo y casi60% de quienes viven en las reasrurales pasan hambre, en algunamedida. Ver Paro Nacional Agrario yPopular. Pliego de Peticiones.http://www.cut.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=5145.

    2 Los efectos apenas comienzan, peroson reales. Las exportaciones agrcolasa Colombia se dispararon 62% enel primer ao del tratado, mientrasque las exportaciones agrcolas

    colombianas a estados Unidos bajaron15% (Ver USTR, http://www.ustr.gov/about-us/press-ofce/fact-sheets/2013/may/us-colombia-one-year-later, yel portafolio, http://www.portafolio.co/especiales/resultados-del-tlc-en-colombia/balance-primer-ano-tlc-colombia-y-ee-uu-2)

    3 Para obtener registro y certicacinlas semillas requieren cumplircriterios de uniformidad y estabilidadgenticas, para ajustarse a losprocesos agroindustriales. Estoexcluye, por denicin, a las semillascampesinas, o variedades criollas,como se les llama en Colombia quetienden a ser diversas, adaptativasy dinmicas. Bajo las leyes actualesde Colombia, si un campesino quiereplantar semillas criollas, debe obtener

    una autorizacin del gobierno, slolo puede hacer una sola vez, sololo puede hacer en cinco o menoshectreas y debe consumir la cosechacompleta en casa (ni la puede venderen el mercado).

    4 Ver la pgina de Facebook del lmen https://www.facebook.com/documental970 y en Twitter busquen#NoMas970. En los tres aos devigencia de la Ley 970, hasta ahora(2010-2012), el gobierno rechaz odestruy casi 4 mil toneladas desemillas.

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    Ante la ofensiva de UPOV en Chile

    La ofensiva deUPOV en Chile diere poco delo que se est intentando imponer en mu-chos otros pases. Diversos artculos facilitan

    la apropiacin de semillas locales por parte de lasempresas, criminalizan el uso de semillas propiaspor parte del campesinado, e imponen elementosabsurdos como que aquellas empresas que registranalguna variedad como propia luego pueden impe-dir el uso de cualquier semilla que se le parezca. Yla amenaza de la conscacin de semillas, cultivosy plantaciones es parte de las nuevas sanciones ygrilletes que se imponen a las familias cam-pesinas que osen continuar haciendo loque han hecho toda su vida.

    Lo que las empresas y elgobierno no esperaban esla reaccin social que pocoa poco se ha ido constru-yendo en Chile. La leyde semillas de acuerdoa UPOV 91 fue aproba-da en primer trmite enel ao 2010, a pesar de lafuerte oposicin de diversasorganizaciones campesinas especialmente deANAMURI y

    de la CLOC-VC en Chile,as como de grupos de lasociedad civil. A pesar deesta primera derrota, lasorganizaciones siguieroninformando y denunciandolos contenidos de la ley, porlo que cuando Chile adhi-ri al Convenio UPOV 91,la oposicin fue muchsi-mo ms amplia y activa,y llev a un grupo desenadores a solicitar queel Tribunal Constitucionaldeclarara la inconstituciona-lidad de esta adhesin. Aqu sesufri una nueva derrota, pero eltrabajo de informacin sigui yse ampli, entre otros medios, atravs de las muchas movilizacio-nes sociales que se han realizadoen el pas desde 2011, entre las quese destacan las movilizaciones estu-

    diantiles. Actualmente, el rechazo a la privatizacinde las semillas y a la LeyUPOV 91 es una preocu-pacin nacional y transversal que hasta hace pocohaba impedido que la ley fuese aprobada en se-gundo trmite. Sin embargo, el gobierno de derechabajo la presin del gobierno de Estados Unidosle dio urgencia a este segundo trmite, intentandoaprobar denitivamente la ley sin que las organi-zaciones pudiesen reaccionar. La movilizacin estavez fue a nivel nacional y por todo tipo de medios,desde marchas en to