GPAECONOMIA

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Volumen 1 No1, Julio 2009 1 AÑO 1 No 1 julio 2009 A VENEZUELA LA PROTEGE EL DIOS DE LOS BORRACHOS CONVERSACIONES CON EL DR. ENRIQUE TEJERA PARIS Con artículos de: Trino Márquez, Gabriela Calderón, Alberto Benegas lynch (h), Pedro Luis España, Emeterio Gómez, Carlos Alberto Monaner, Carmelo Paiva Palacios

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Volumen 1 No1, Julio 2009

1AÑO 1 No 1 julio 2009

A VENEZUELA LA PROTEGE EL DIOS DE LOS BORRACHOS CONVERSACIONES CON EL DR. ENRIQUE TEJERA PARIS

Con artículos de: Trino Márquez, Gabriela Calderón, Alberto Benegas lynch (h), Pedro Luis España, Emeterio Gómez, Carlos Alberto Monaner, Carmelo

Paiva Palacios

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POLITICA5 LA PROPIEDAD SOCIALISTA, Trino Márquez

7 QUE ENTIENDEN POR DEMOCRACIA?, Gabriela Calderón

9 MICROCREDITO, EMPRENDEDORES Y POBREZA, Luis Pedro España

ECONOMIA

11 RUEGO A MIS AMIGOS LIBERALES, Emeterio Gómez

13 KEYNES Y SU HERENCIA, Alberto Benegas Lynch (h)

17 EL CREDO LIBERAL, Carlos Alberto Montaner

24 A VENEZUELA LA PROTEGE EL DIOS DE LOS BORRACHOS, Narciso Guaramato Parra

38 EL LIDERAZGO COMPLEJO, Juan Vera Gil

GERENCIA

Volumen 1 , Número 1julio 2009

DOCUMENTOS

33 PASCUAL VENEGAS FILARDO, Carmelo Paiva Palacios

41 VENEZUELA ANTE LA CRISIS

© Guaramato Parra & Asociados, 2009GPAECONOMIA es una revista on line de economía, política y negocios. La filosofía que la inspira es la liberal cuyos fundamentos básicos son. La libertad individual, la eco-nomía de mercado, la propiedad privada y la democracia representativa

Editor: Narciso Guaramato Parra: [email protected]ía.com

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© Guaramato Parra & Asociados, 2009GPAECONOMIA es una revista on line de economía, política y negocios. La filosofía que la inspira es la liberal cuyos fundamentos básicos son. La libertad individual, la eco-nomía de mercado, la propiedad privada y la democracia representativa

Editor: Narciso Guaramato Parra: [email protected]ía.com

En los últimos meses he recibido una serie de amis-tosos reclamos porque dejé de editar el Boletín del Núcleo de Economistas del Banco Central de Vene-

zuela. Espero que ahora se alegren de esta nueva publica-ción que les presento, el cal es un híbrido tecnológico, ya que se llega a el por vía electrónica, pero puede imprimirla y tener una revista convencional.

GPAECONOMIA tiene mayores pretensiones, ha superado la camisa gremial para ponerse el traje de comunicador. Su objetivo es en primer lugar agrupar una serie de artículos que están dispersos por la red más algunos inéditos y así proporcionar una lectura interesante y educativa.

En segundo lugar y no menos importante se ha querido continuar con la promoción de nuestros economistas. Aho-ra a la ya conocida sección: ”Protagonistas en la Econo-mía Venezolana”, se le une una serie de conversaciones con los principales economistas del país, iniciando con el Dr. Enrique Tejera París, quien posiblemente es el primer economista graduado por una universidad venezolana, la UCV.

Narciso Guaramato Parra

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Guaramato Parra & Asociadoses información

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5El comunismo del siglo XXI no deja de sorprendernos continua-mente. Su propósito consiste en mantenernos distraí-

dos en muchos flancos impor-tantes a la vez, de modo que el autoritarismo colectivista se vaya implantando sin prisa, pero sin pausa. Se aprueba una con-dena brutal contra los comisa-rios y agentes de la Policía Me-tropolitana, mientras se exalta al rango de héroes a los criminales de Puente Llaguno; se pasa por encima de los ochocientos mil caraqueños que eligieron a Antonio Ledezma alcalde Me-tropolitano, al tiempo que el dedo atómico del comandante designa a Jacqueline Fa-ría jefa del gobierno del Distrito Capital; se acribilla moralmente a Manuel Rosales en momentos en que se filtra una sentencia que lo condenaba sin haberlo juzgado y, de paso, el gobierno le echa tierra a todos los casos de corrupción que involucran a miembros del chavismo (caso Diosdado Cabello y Juan Barreto); se amenaza al resto de las autoridades regionales elec-tas de la oposición y, al mismo tiempo, se les despoja de las competencias y recur-sos financieros que podrían permitirles obtener algún éxito significativo en sus respectivas funciones. No hay tregua. La oposición sufre el ataque desde distintos frentes con todos los organismos del Es-tado apuntando contra ella. El invento más reciente (no sabe-

mos qué ocurrirá antes de que estas lí-neas comiencen a circular públicamente) es el anteproyecto de Ley de Propiedad

Social, elaborado por el diputa-do del PSUV, Ulises Daal, has-ta ahora desconocido, como la inmensa mayoría de los parla-mentarios de ese partido, que levantan la mano en señal de aprobación a todas las arbi-trariedades que se le ocurren

al dúo Chávez-Cilia Flores. El mencionado anteproyecto re-

presenta un nuevo instrumento jurídico, que viene a sumarse a otros aprobados en el pasado reciente, con los cuales se busca arrinconar en un espacio marginal la propiedad privada: la Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular y la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Ser-vicios. La Ley de Propiedad Social desarro-lla los principios de la economía socialista colectivista, tal como estos aparecían se-

LA PROPIEDAD SOCIALISTA

Trino Márquez

mientras se exalta al rango de hé-roes a los criminales de Puente Llaguno; se pasa por encima de los ochocientos mil caraqueños que eligieron a Antonio Ledezma alcalde Metropolitano

Guaramato Parra & Asociados

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ñalados en el Proyecto de Reforma Cons-titucional rechazado por el pueblo el 2-D. Por lo tanto, lo primero que habría que decir es que esa ley es inconstitucional por dos razones. La primera, porque en la Carta de 1999 no aparece en ninguno de sus artículos la palabra socialismo, mo-delo muy distinto al esquema de econo-mía mixta con predominio de la propiedad privada establecido en la Constitución; la segunda, porque cuando se le propuso al pueblo votar a favor de la aplicación del socialismo, el rechazo fue categórico.Además de inconstitucional, la Ley refle-ja una clara orientación marxista, antisin-dical y antiobrera, militarista, centralista y con una decidida vocación punitiva y con-fiscatoria. A partir de una necia interpretación de la supuesta Ley del Valor de Marx, la remuneración de quienes trabajen en las Unidades Productivas Socialistas (UPS) será igual, independientemente de la posi-ción jerárquica dentro de la UPS. De este esquema falsamente equitativo e igualita-rio vienen de regreso los cubanos, los chi-nos y los vietnamitas. Ahora en esas so-ciedades se trata de implantar el principio de a cada quien según sus capacidades (rendimiento, productividad). Se había re-lajado tanto la disciplina laboral, que esos regímenes totalitarios se vieron obligados a premiar el esfuerzo y crear incentivos materiales traducidos en dinero y otros emolumentos.Es antisindical y antiobrera porque en las UPS no se contemplada la contratación colectiva, ni las mejoras salariales por in-cremento de la producción y la producti-vidad, ni para elevar la calidad de vida de los trabajadores, fines básicos de los sin-dicatos. El derecho a huelga se halla pros-crito. La organización de los miembros de

las UPS estará supeditada a los consejos comunales donde operen esas unidades productivas. En la propiedad social los sindicatos son sustituidos por los conse-jos de fábrica, que, a su vez, dependen del PSUV. Es militarista porque dentro de los aspectos esenciales que los consejos co-munales deben imponerles a los trabaja-dores de las UPS se encuentra la instruc-ción militar, componente sin el cual no se puede aspirar a ser miembro de ese tipo de unidad. Los lineamientos básicos de formación militar provendrán directamente del comandante. Es centralista porque contempla la creación del Consejo Central para la Pla-nificación de la Economía Socialista, órga-no conformado por 12 miembros del Gabi-nete Ejecutivo que dirigirán las estrategias y políticas de la economía. Finalmente, es una ley con vocación punitiva y confiscatoria porque incluye la Red de Comisarios y Comisarias de la Producción Socialista, responsable de ga-rantizar que se cumplan los objetivos se-ñalados por el Consejo Central (ni siquiera originales son: se copiaron hasta los tér-minos usados por los comunistas rusos). Además, Miraflores podrá declarar cual-quier bien público o privado como propie-dad social. Basta que el teniente coronel así lo decida. El próximo 1 de mayo es una fecha propicia para detener este disparate tan colosal que, desde ya, está desestimulan-do aún más la inversión, está empujando la fuerza de trabajo al mundo de la infor-malidad y, por añadidura, está repitiendo las trágicas experiencias de la Rusia bol-chevique, la China maoísta y la Cuba fide-lista, infiernos que acabaron con millones de vidas y arruinaron esas economías.

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Cuando los que están en el poder in-terpretan la victoria electoral como el triunfo en un partido de

fútbol o en una guerra—escena-rios en el que los ganadores se imponen a los perdedores—vale la pena discutir, ¿qué entienden ellos por democracia?

En Trinidad y Tobago nuestro Presidente declaró que la única democracia no es la Occidental y se refirió como ejemplo de de-mocracia alternativa a la dicta-dura cubana. No parece impor-tarle al mandatario que en Cuba solo hay un partido y que todos los cubanos están sometido a la voluntad de uno1. Tampoco importan los-derón extensos reportajes internacionales acerca de la represión de disidentes cu-banos, como el Dr. Óscar Elías Biscet, un cubano sentenciado en 2003 a 25 años de prisión por promover de manera no violen-ta la libertad política.

Al parecer, el Presidente considera demo-cracia a un sistema libre de partidos po-líticos, y por ende, sin pluralismo. Rafael Correa cree que cualquier oposición es necesariamente “desestabilizadora”. Da-niel Ortega, junto con Fidel, celebraron las declaraciones de Correa en Trinidad y Tobago. Y Castro aplaudió a nuestro Pre-sidente por considerar que “Elecciones

no significan democracia, porque el multi-partidismo no es más que una manera de

desintegrar a la nación”. Nues-tro Presidente puede que tenga suficientes credenciales para dar cátedra de economía, pero de teoría política no solo que le faltan las credenciales sino que parece estar con la brújula ave-riada.

Giovanni Sartori, una autoridad en materia de democracia, ex-plicó que “el unipartidismo au-toritario equivale a un sistema de control que…se caracteri-za… por el ‘exclusionismo’, por la limitación de las actividades

políticas de los que no están dentro de él”. Quienes no están dentro de él son to-dos aquellos individuos que conforman la oposición e instituciones de la sociedad

civil independientes del poder del Estado, como por ejemplo, la prensa libre. Por eso es que el Presidente y sus partidarios con-sideran a la prensa “corrupta” cada que

¿QUÉ ENTIENDEN POR DEMOCRACIA?

GabrielaCalderón

el unipartidismo autorita-rio equivale a un sistema de control que…se carac-teriza… por el ‘exclusionis-mo’,

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esta no está de acuerdo con ellos o juega el papel de fiscalizadora independiente; y a los partidos de oposición algo inherente-mente “desestabilizador” o “golpista”.

No obstante, Sartori dice que no puede haber democracia sin oposición. La opo-sición es la oportunidad de que la minoría algún día llegue a convencer a la mayoría. Sin ella, cada individuo pierde la libertad de expresar y realizar su cambio de opi-nión en la arena política4.

Podemos estar de acuerdo en algo con los señores Castro, Correa y Ortega: las elecciones no significan, por sí solas, de-mocracia. Sin embargo, son un elemento

necesario aunque insuficiente para consti-tuirla. Sartori agrega un factor más, “Para que el pueblo ‘tenga poder’ (en serio) la condición irrenunciable es que el pueblo impida cualquier poder ilimitado”. ¿Cuál es el límite de la voluntad de la mayoría? En una democracia formal y constitucio-nal, ese límite son los derechos de cada individuo. Entre esos derechos, está el de-recho a pensar distinto, a disentir.

Por eso, en las democracias liberales se sospecha de la unanimidad y se aprecia la disidencia, la variedad. En las palabras de Sartori, “La autocracia, los despotismos, las viejas y nuevas dictaduras, hacen al mundo de un solo color; la democracia es un mundo multicolor.

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9S i quiere calcular de una forma breve, rápida y sen-cilla cuántos son los trabajadores que reci-

ben una remuneración inferior a la canasta básica, simple-mente súmele a la tasa de in-formalidad la de desempleo y tendrá una cifra muy aproxima-da al número de pobres, que obtendría por medio de otros métodos estadísticos algo más complejos.

En otros países probablemente esa igual-dad entre informalidad y pobreza puede que no se dé como en Venezuela.

"La leyenda dorada de la informalidad", esa que hace un pocote de años cons-truyó Hernando De Soto para beneplácito del mundo liberal, y según la cual la salva-ción de los pobres estaba en permitirles el desarrollo libre de su propia iniciativa, en nuestro caso, se restringe a un pequeño

porcentaje de individuos.

No más de 10% de los informa-les efectivamente obtiene una remuneración mayor a la que tendría si estuviera empleado en el sector formal.

Sé que voy en contra corrien-te con lo que acabo de afirmar. Ciertas declaraciones dicen que Venezuela es el país con mayor número de emprendedores. Me

permito dudarlo, o al menos dejar en cla-ro que alguna diferencia debe haber entre lo que esos estudios comparativos dicen y lo que ha sido la tradicional asociación entre superación de la pobreza y empren-dimiento.

Si esto de que los venezolanos son muy emprendedores se refiere al ejercicio afa-noso de nuestros jóvenes profesionales frente a la aridez del mercado laboral, o a los inventos económicos que los hijos de los sectores medios y altos hacen con sus ganas de no trabajar para otros, pue-de entonces que la afirmación sea cier-ta. Pero si se refiere al emprendimiento, como herramienta para salir de la pobreza olvídenlo, al menos bajo las condiciones actuales.

MICROCREDITO, EMPRENDEDORES Y POBREZA

Luis PedroEspaña

No más de 10% de los informa-les efectivamente obtiene una remuneración mayor a la que tendría si estuviera empleado en el sector formal

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La clave para que el sector informal, aque-llos que trabajan por su cuenta, sea una fuente de remuneración mayor que el sec-tor formal, tiene que ver con el nivel de ca-pacitación.

Entre nosotros, los emprendedores exito-sos son aquellos que poseen capacida-des, que por lo general fueron obtenidas tras largos años de permanencia en la educación formal, lujo que los pobres no pueden darse.

De allí que para que el "verdadero sector informal", ese que se asemeja tanto a la pobreza, incremente su nivel de producti-vidad y con ella su remuneración, hay que dar con la fórmula para que desde la ex-periencia de lo que los informales hacen se creen oportunidades para la capacita-ción y el acceso al crédito.

El emprendimiento de los que no son po-bres es meritorio, pero en nada modifica el hecho de que en nuestro país la informali-dad sea igual a la pobreza.

Cualquiera que se haya aproximado a eso que llaman el microcrédito, la otra leyenda dorada nacida del trabajo de Muhammad Yunus, sabe que detrás de cada peque-

ño crédito tiene que haber un proceso for-mativo, si bien parte de la actividad que desarrolla el trabajador informal tiene que dirigirse a incrementar capacidades sean ellas administrativas, gerenciales o tecno-lógicas.

No solo se trata de enseñar sobre el prin-cipio de responsabilidad que experimenta quien al honrar una deuda incrementa su capital reputacional y con ello el acceso a un nuevo y mayor crédito (lo cual es de-terminante para que el emprendimiento salga de la pobreza), sino también de la adopción de herramientas cognoscitivas a las que no se tuvo acceso por medio de la escuela y por lo cual se es pobre.

¿Cuántos programas de formación para el trabajo vinculados al acceso al crédito existen en Venezuela? Los del sector pú-blico lamentablemente no cuentan porque el microcrédito estatal siempre será más una ayuda que un crédito, los del sector privado pueden contarse con los dedos de una mano y sobran.

Convertir a la economía informal en un te-rreno para el emprendimiento sigue siendo una materia pendiente para los que creen que la libertad es una forma de salir de la pobreza.

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11En una encuesta equis, en Europa, "el 13% de los gerentes ve tolerable falsear las cuentas" y en otra "el

41% no ofrece voluntariamente información a las autoridades sobre la corrupción en sus em-presas". En otras palabras, que el bueno de Madoff -el estafador supremo- no fue un caso aislado, ¡ni siquiera desproporcionado! Y no se necesita ser un experto en encuestas para intuir que, por si algo faltara -dado lo comprome-tedor de dicha información- ¡esas cifras deben también, a su vez, estar falseadas o, más exactamente, subestimadas!

Pero mucho más allá del problema esta-dístico o de muestreo, es decir, más allá de que mucha gente que falsea las cuen-tas no lo va a decir, el verdadero problema de fondo, la verdadera tragedia que con-fronta la humanidad, es que ¡dependiendo de los montos que estén en juego, un por-centaje mucho más alto estará dispuesto a falsear lo que sea! El verdadero proble-ma es que la concepción de la Ética que la Civilización Occidental nos ha inculcado es, también ella, falsa. Que no es que "se estén perdiendo los valores", como tanto se nos dice, sino que las defensas mora-les de las que disponemos son muy ende-bles, que el hombre es mucho más procli-ve al fraude, la estafa, el lavado de dinero, el ocultamiento de información, la falta de

transparencia ¡y el crimen! que todo lo que la visión idílica de lo humano que prevaleció hasta el siglo XVIII pudo haber imaginado.

El verdadero problema es que los siglos XIX y XX, con Nietzsche y Heidegger a la cabeza, pusieron en evi-

dencia que el Ser Humano no tiene mucho que ver con esa visión idílica que la Filosofía Griega y el Cristianismo nos sembraron. Nada que ver con

la "Voluntad de Verdad o de Autenticidad", ni con la propensión a buscar y a refun-dir lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero -la Ética, la Estética y la Racionalidad- con la que Sócrates soñó. Que el hombre, aun en la limitadita definición de Aristóteles, está mucho más cerca de lo Animal que de lo Racional. Que además de ser Ima-gen y Semejanza de Dios -la aproxima-ción del Cristianismo- es también Imagen y Semejanza de las bestias, la corrupción y el blanqueo de dinero. Que el verdade-ro problema no reside en la Racionalidad

RUEGO A MIS AMIGOS LIBERALES

EmeterioGómez

el verdadero problema de fondo, la ver-dadera tragedia que confronta la humani-dad, es que ¡dependiendo de los montos que estén en juego, un porcentaje mucho más alto estará dispuesto a falsear lo que sea!

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-que igual puede ponerse al servicio del Bien o del Mal, de las "Cuentas Claras" o del ocultamiento de información- sino que reside en la muy endeble condición moral del hombre. Esa que lo aproxima más a la nietzscheana Voluntad de Poder o a la heideggeriana Pura Posibilidad de Ser.

Pero esta visión de Lo Humano, como ya dije, la desarrollaron los siglos XIX y XX, en tanto que los liberales nos quedamos con la visión optimista que tuvo la humani-dad hasta el siglo XVIII, esa que se plasmó en el Proyecto de Sociedad de la Ilustra-

ción y de la Burguesía europea, centrado en la visión infantil de un permanente Pro-greso. Me duele mucho oír a mis compa-ñeros liberales postulando la bella idea de la Libertad Individual, sustentada en una más ilusa aún Responsabilidad Individual que no necesita de ningún control exter-no; capaces -entre ambas- de convertirse en el cimiento de Lo Social. Quiero muy respetuosamente rogarle a estos amigos liberales clásicos que antes de despotricar contra los controles, las regulaciones y la intervención estatal -supuestos orígenes de todos los males- reflexionen un poco sobre esos dos siglos, el XIX y el XX, de-cisivos para la comprensión de la Anima-lidad Humana. Y agradezco por esta vía

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Hay quienes para eludir el mote de socialista pien-san que es una buena es-

capatoria el autodenominarse ke-ynesiano al efecto de poder así patrocinar con más comodidad el déficit fiscal, la manipulación es-tatal del dinero, el crédito y la tasa de interés, el incremento del gasto y el endeudamiento públicos, la intromisión guber-namental en los salarios y la sobreregulación de los negocios privados. Otros, en cambio, presa de una candidez a prueba de balas, son usados y entran por la variante del keynesianismo pensan-do que reencauzan el siste ma en lugar de destruirlo como lo hacen.

He consignado antes que el propio John Maynard Keynes es quien se encarga de despejar con claridad meridiana su filiación al escribir el prólogo a la edición alemana de su Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, en 1936, en plena épo-ca nazi : “La teoría de la producción global que es la meta del presente libro, puede aplicarse muco más fácilmente a las con-diciones de un Estado totalitario que a la producción y distribución de un determina-do volumen de bienes obtenido en condi-ciones de libre concurrencia y de un grado apreciable de laissez-faire”. Sin duda que es así. En todos lados donde se aplicaron

sus recetas el resultado operó en dirección al espíritu de la planifi-cación totalitaria. A confesión de parte, relevo de prueba.

Dadas los renovados entusias-mos por este autor, conviene vol-

ver sobre algunos pensamien-tos que aparecen en esa obra de Keynes, quien, entre otras cosas, propugna “la eutanasia del rentista y, por consiguiente,

la eutanasia del poder de opresión acumu-lativo de los capitalistas para explotar el valor de la escasez del capital.” Asimismo, respecto de las barreras aduaneras, pro-clama “el elemento de verdad científica de la doctrina mercantilista” y, en momentos de consumo de capital, aconseja el dete-rioro de los salarios a través de la infla-ción para que los destinatarios crean que mantienen sus ingresos: “la solución se encontrará normalmente alterando el pa-trón monetario o el sistema monetario de forma que se eleve la cantidad de dinero, más bien que forzando a la baja de la uni-dad de salario”, lo cual, en la práctica es lo que se ha adoptado en grado crecien-te en muy diversos lares. Es decir, como consecuencia de las medidas keynesia-nas de aumento del gasto público y la ex-pansión monetaria para financiar el déficit, la consecuencia necesaria es el consumo de capital y, al ocurrir ello, los salarios e

KEYNES Y SU HERENCIA

Alberto Benegas Lynch (h)

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ingresos en términos reales se contraen aunque nominalmente se eleven.

Hay recetas de Keynes, también tomadas de la obra mencionada, que son realmen-te pueriles, por ejemplo, lo que denomina “el multiplicador” elucubrado para mostrar las ventajas que tendría el gasto estatal, esquema que funcionaría de la siguiente manera: sostiene que si el ingreso fuera 100, el consumo 80 y el ahorro 20, el efec-to multiplicador resulta de dividir 100 por 20, lo cual da 5 y (aquí viene la magia) si el Estado gasta 4 se convertirá en 20 puesto que 5 por 4 arroja aquella cifra (?). Ni Keynes ni el keynesiano más entusias-ta jamás han explicado como multiplica el multiplicador. Y todo ello en el contexto de lo que también escribe este autor: “La prudencia financiera está expuesta a dis-minuir la demanda global y, por tanto, a perjudicar el bienestar”(!).

Es verdaderamente curioso pero uno de los mitos más llamativos de nuestra época consiste en que el keynesianismo salvó al

capitalismo del derrumbe en los años treinta, cuando fue exactamente lo contra-rio: debido a esas políticas surgió la crisis y debido a la insistencia en continuar con esas recetas, la crisis se prolongó. La crisis se gestó como consecuen-cia del desorden moneta-rio al abandonar de facto el patrón oro que imponía disciplina (de jure lo aban-donó Estados Unidos en 1971; Keynes se refería peyorativamente al metal aurífero como “esa vetus-ta reliquia”). Eso ocurrió,

primero con la irrupción de los tristemente célebres bancos centrales una vez dejado de lado el oro y, luego. en los Acuerdos de Génova y Bruselas de los años veinte que establecieron un sistema en el que per-mitieron dar rienda suelta a la emisión de dólares, moneda reserva que ya no debía responder ante ningún reclamo, salvo el pedido de la banca central extranjera para canjear sus billetes con el acuerdo tácito de no proceder en consecuencia.

De este modo, Estados Unidos incursionó en una política de expansión (y contrac-ción) errática lo que provocó el boom de los veinte con el consiguiente crack del veintinueve, a lo cual siguió el resto del mundo que en ese entonces tenía como moneda reserva el dólar y, por ende, ex-pandía sus monedas locales contra el au-mento de la divisa estadounidense.

Tal como lo explican Milton Friedman y Anna Schwartz, Benajamin Anderson, Lio-nel Robbins, Murray Rothbard, Jim Powell

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y tantos otros pensadores, Roosevelt, al contrario de lo prometido en su campaña para desalojar a Hoover, y al mejor estilo keynesiano, optó por acentuar la política monetaria irresponsable y el gasto estatal desmedido, a lo que agregó su intento de domesticar a la Corte Suprema con legis-lación que finalmente creó entidades ab-surdamente regulatorias de la industria, el comercio y la banca que intensificaron los quebrantos y la fijación de salarios que, en plena debacle, condujo a catorce mi-llones de desempleados que luego fueron en algo disimulados por la guerra.

No hay alquimias en economía. De lo que se trata en una sociedad abierta es de

contar con marcos institucionales civili-zados que respeten los derechos de pro-piedad al efecto de permitir las mayores tasas de capitalización para que los sala-rios e ingresos resulten lo más altos que las circunstancias permitan. Si los apara-tos estatales se entrometen en las vidas y las haciendas ajenas, el resultado ne-cesariamente será el desviar los siempre escasos factores productivos hacia áreas y sectores distintos de los prioritariamen-te preferidos por la gente, al tiempo que se cercenan las consiguientes libertades individuales siempre en pos de una ca-marilla de burócratas.

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El liberalismo parte de una hipótesis filosófica, casi religiosa, que postula la existencia de derechos

naturales que no se pueden con-culcar porque no se deben al Es-tado ni a la magnanimidad de los gobiernos, sino a la condición es-pecial de los seres humanos. Esa es la piedra angular sobre la que descansa todo el edificio teórico, y se les atribuye a los estoicos y al fundador de esa escuela, Zenón de Citia, quien defendió que los derechos no provenían de la fratría a la que se pertenecía o de la ciudad en la que se había nacido, sino del carácter racional y diferente de las demás criaturas que poseen las personas. Antes de definir qué es el liberalis-mo, qué es ser liberal y cuáles son los fundamentos básicos en los que coinci-den los liberales, es conveniente advertir que no estamos ante un dogma sagrado, sino frente a varias creencias básicas de-ducidas de la experiencia y no de hipóte-sis abstractas, como ocurría, por ejemplo, con el marxismo. Esto es importante establecerlo ab initio, porque se debe rechazar la errada suposición de que el liberalismo es una ideología. Una ideología es siempre una concepción del acontecer humano ?de

su historia, de su forma de realizar las transacciones, de la manera en que deberían hacerse?, concep-ción que parte del rígido criterio de que el ideólogo conoce de dón-de viene la humanidad, por qué se desplaza en esa dirección y hacia dónde debe ir. De ahí que toda

ideología, por definición, sea un tratado de «ingeniería social», y cada ideólogo sea, a su vez, un «ingeniero social». Alguien con-sagrado a la siempre peligrosa

tarea de crear «hombres nuevos», perso-nas no contaminadas por las huellas del antiguo régimen. Alguien dedicado a guiar a la tribu hacia una tierra prometida cuya ubicación le ha sido revelada por los es-critos sagrados de ciertos «pensadores de lámpara», como llamara José Martí a esos filósofos de laboratorio en permanente desencuentro con la vida. Sólo que esa actitud, a la que no sería descaminado ca-lificar como moisenismo, lamentablemente suele dar lugar a grandes catástrofes, y en ella está, como señalara Popper, el origen del totalitarismo. Cuando alguien disiente, o cuando alguien trata de escapar del lu-minoso y fantástico proyecto diseñado por el «ingeniero social», es el momento de apelar a los paredones, a los calabozos y al ocultamiento sistemático de la verdad. Lo importante es que a los libros sagra-

EL CREDO LIBERAL

Carlos AlbertoMontaner

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dos, como sucedía dentro del método es-colástico, nunca los desmientan. Un liberal, en cambio, lejos de par-tir de libros sagrados para reformar a la especie humana y conducirla al paraíso terrenal, se limita a extraer consecuencias de lo que observa en la sociedad, y luego propone instituciones que probablemen-te contribuyan a alentar la ocurrencia de ciertos comportamientos benéficos para la mayoría. Un liberal ha de someter su con-ducta a la tolerancia de los demás criterios y debe estar siempre dispuesto a convivir con lo que no le gusta. Un liberal no sabe hacia dónde marcha la humanidad y no se propone, por tanto, guiarla a sitio alguno. Ese destino tendrá que forjarlo libremente cada generación, de acuerdo con lo que en cada momento le parezca conveniente hacer. Al margen de las advertencias y actitudes consignadas con anterioridad, una definición de los rasgos que perfilan la cosmovisión liberal debe comenzar por una referencia al constitucionalismo. En efecto, John Locke, a quien pudiéramos calificar como «padre del liberalismo po-lítico», tras contemplar los desastres de Inglaterra a fines del siglo XVII, cuando la autoridad real británica absoluta entró en su crisis definitiva, dedujo que, para evi-tar las guerras civiles, la dictadura de los tiranos, o los excesos de la soberanía po-pular, era conveniente fragmentar la auto-ridad en diversos «poderes», además de depositar la legitimidad de gobernantes y gobernados en un texto constitucional que salvaguardara los derechos inaliena-bles de las personas, dando lugar a lo que luego se llamaría un Estado de derecho. Es decir, una sociedad racionalmente or-ganizada, que dirime pacíficamente sus conflictos mediante leyes imparciales que

en ningún caso pueden conculcar los de-rechos fundamentales de los individuos. Y no andaba descaminado el padre Locke: la experiencia ha demostrado que las 25 sociedades más prósperas y felices del planeta son, precisamente, aquellas que han conseguido congregarse en torno a constituciones que presiden todos los ac-tos de la comunidad y garantizan la trans-misión organizada y legítima de la autori-dad mediante consultas democráticas. Otro liberal inglés, Adam Smith, si-guió el mismo camino deductivo un siglo más tarde para inferir su predilección por el mercado. ¿Cómo era posible, sin que nadie lo coordinara, que las panaderías de Londres –en ese entonces el 80% del gasto familiar se dedicaba a comprar pan? supiesen cuánto pan producir, de mane-ra que sólo se horneara la harina de trigo requerida para no perder ventas o para no llenar los anaqueles de inservible pan viejo? ¿Cómo se establecían precios más o menos uniformes, sin la mediación de la autoridad? ¿Por qué los panaderos, en defensa de sus intereses egoístas, no su-bían el precio del pan ilimitadamente y se aprovechaban de la perentoria necesidad de alimentarse que tenía la clientela? Todo eso lo explicaba el mercado. El mercado era un sistema autónomo de pro-ducir bienes y servicios, no controlado por nadie, que generaba un orden económico espontáneo, impulsado por la búsqueda del beneficio personal, pero autorregulado por un cierto equilibrio natural provocado por las relaciones de conveniencia surgi-das de las transacciones entre la oferta y la demanda. Los precios, a su vez, consti-tuían un modo de información. Los precios no eran «justos» o «injustos», simplemen-te eran el lenguaje con que funcionaba ese delicado sistema, múltiple y mutante,

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con arreglo a los imponderables deseos, necesidades e informaciones que mutua e incesantemente se transmitían los con-sumidores y productores. Ahí radicaban el secreto y la fuerza de la economía capi-talista: en el mercado. Y mientras menos interfirieran en él los poderes públicos, mejor funcionaría, puesto que cada interfe-rencia, cada manipulación de los precios, creaba una distorsión que, por pequeña que fuera, afectaba a todos los aspectos de la economía. Otro de los principios básicos que aúnan a los liberales es el respeto por la propiedad privada. Actitud que no se deri-va de una concepción dogmática contraria a la solidaridad ?como suelen afirmar los adversarios del liberalismo?, sino de otra observación extraída de la realidad y de disquisiciones asentadas en la ética: al margen de la manifiesta superioridad para producir bienes y servicios que se aprecia en el capitalismo cuando se lo contrasta con el socialismo, donde no hay propiedad privada no existen las libertades indivi-duales, pues todos estamos en manos de un Estado que nos dispensa y administra arbitrariamente los medios para que sub-sistamos (o perezcamos). El derecho a la propiedad privada, por otra parte, como no se cansó de escribir Murray N. Rothbard ?siguiendo de cerca el pensamiento de Locke?, se apoyaba en un fundamento moral incontestable: si todo hombre, por el hecho de serlo, nacía libre, y si era libre y dueño de su persona para hacer con su vida lo que deseara, la riqueza que creara con su trabajo le pertenecía a él y a nin-gún otro. ¿En qué más creen los liberales? Obviamente, en el valor básico que le da nombre y sentido al grupo: la libertad in-dividual. Libertad que se puede definir

como un modo de relación con los demás en el que la persona puede tomar la ma-yor parte de las decisiones que afectan su vida dentro de las limitaciones que dicta la realidad. Le toca decidir las creencias que asume o rechaza, el lugar en el que quiere vivir, el trabajo o la profesión que desea ejercer, el círculo de sus amistades y afectos, los bienes que adquiere o que enajena, el «estilo» que desea darle a su vida y –por supuesto? la participación di-recta o indirecta en el manejo de eso a lo que se llama «la cosa pública». Esa libertad individual está ?claro? indisolublemente ligada a la responsabili-dad individual. Un buen liberal sabe exigir sus derechos, pero no rehúye sus debe-res, pues admite que se trata de las dos caras de la misma moneda. Los asume plenamente, pues entiende que sólo pue-den ser libres las sociedades que saben ser responsables, convicción que debe ir mucho más allá de una hermosa petición de principios. ¿Qué otros elementos liberales, en verdad fundamentales, habría que aña-dir a este breve inventario? Pocas cosas, pero acaso muy relevantes: un buen libe-ral tendrá perfectamente clara cuál debe ser su relación con el poder. Es él, como ciudadano, quien manda, y es el gobier-no el que obedece. Es él quien vigila, y es el gobierno el que resulta vigilado. Los funcionarios, elegidos o designados ?da exactamente igual?, se pagan con el di-nero del erario, lo que automáticamente los convierte –o los debiera convertir– en servidores públicos sujetos al implacable escrutinio de los medios de comunicación, y a la auditoría constante de las institucio-nes pertinentes. Por último: la experiencia demuestra que es mejor fragmentar la autoridad, para

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que quienes tomen decisiones que afec-ten a la comunidad estén más cerca de los que se vean afectados por esas acciones. Dicha proximidad suele traducirse en me-jores formas de gobierno. De ahí la predi-lección liberal por el parlamentarismo, el federalismo o la representación proporcio-nal, y de ahí el peso decisivo que el liberal defiende para las ciudades o municipios. De lo que se trata es de que los poderes públicos no sean más que los necesarios, y que la rendición de cuentas sea mucho más sencilla y transparente. ¿Qué creen, en suma, los liberales? Vale la pena concretarlo ahora de manera sintética. Los liberales sostenemos ocho creencias fundamentales extraídas, insis-to, de la experiencia, y todas ellas pueden recitarse casi con la cadencia de una ora-ción laica:

• Creemos en la libertad y la responsabi-lidad individuales como valores supremos de la comunidad.• Creemos en la importancia de la toleran-cia y en la aceptación de las diferencias y la pluralidad como virtudes esenciales para preservar la convivencia pacífica.• Creemos en la existencia de la propiedad privada, y en una legislación que la ampa-re, para que ambas ?libertad y responsa-bilidad? se puedan ejercer realmente.• Creemos en la convivencia dentro de un Estado de derecho regido por una Cons-titución que salvaguarde los derechos in-alienables de la persona, y en la que las leyes sean neutrales y universales para fomentar la meritocracia y que nadie ten-ga privilegios. • Creemos en que el mercado ?un merca-do abierto a la competencia y sin controles de precios? es la forma más eficaz de rea-

lizar las transacciones económicas y de asignar recursos. Al menos, mucho más eficaz y moralmente justa que la arbitraria designación de ganadores y perdedores que se da en las sociedades colectivistas, diseñadas por “ingenieros sociales” y diri-gidas por comisarios.• Creemos en la supremacía de una so-ciedad civil formada por ciudadanos, no por súbditos, que voluntaria y libremente segrega cierto tipo de Estado para su dis-frute y beneficio, y no al revés.• Creemos en la democracia representati-va como método para la toma de decisio-nes colectivas, con garantías de que los derechos de las minorías no sean atrope-llados.• Creemos en que el gobierno ?mientras menos, mejor?, siempre compuesto por servidores públicos, totalmente obediente a las leyes, debe rendir cuentas con arre-glo a la ley y estar sujeto a la inspección constante de los ciudadanos. Quien suscriba estos ocho criterios es un liberal. Se puede ser un convencido militante de la escuela austríaca fundada por Carl Menger; se puede ser ilusionada-mente monetarista, como Milton Friedman, o institucionalista, como Ronald Coase y Douglass North; se puede ser culturalis-ta, como Gary Becker y Larry Harrison; se puede creer en la conveniencia de suprimir los «bancos de emisión», como Hayek, o predicar la vuelta al patrón oro, como pres-cribía Mises; se puede pensar, como los peruanos Enrique Ghersi o Álvaro Vargas Llosa, neorrusonianos sin advertirlo, en que cualquier forma de instrucción pública pudiera llegar a ser contraria a los intere-ses de los individuos; o se puede poner el acento en la labor fiscalizadora de la «ac-ción pública», como han hecho James Bu-

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chanan y sus discípulos, pero esas escue-las y criterios sólo constituyen los matices y las opiniones de un debate permanen-te que existe en el seno del liberalismo, no la sustancia de un pensamiento liberal muy rico, complejo y variado, con varios siglos de existencia enriquecida de forma constante, ideario que se fundamenta en

la ética, la filosofía, el derecho y ?natural-mente? en la economía. Lo básico, lo que define y unifica a los liberales, más allá de las enjundiosas polémicas que pueden contemplarse o escucharse en diversas escuelas, seminarios o ilustres cenáculos del prestigio de la Sociedad Mont Pélerin, son esas ocho creencias antes consigna-das. Ahí está la clave.

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No se preocupen tanto, a Venezuela la pro-tege el Dios d e los borrachos” nos dijo Gustavo Herrera en 1943 cuando era Mi-

nistro de Fomento, a Andrés German Otero y a mi. ¿ Ustedes no han visto cuando un campesino se cae de borracho, los amigos lo montan en el caballo y el caballo al paso se va a la casa, en medio de una tormenta, bordeando barrancos, Si el borracho, con algún deslizarse de la bestia, se despertara, y viendo el barranco se asustara, del susto rodarían por el barranco, pero como Dios protegió al borracho, no dejó que se despertara y entonces llegó sano y a salvo a su casa”.

(Tejera parís, Enrique. Venezuela y el Dios de los Borrachos, Semi-Memorias. Libros marcados, Caracas, 2007.)

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No se preocupen tanto, a Venezuela la pro-tege el Dios d e los borrachos” nos dijo Gustavo Herrera en 1943 cuando era Mi-

nistro de Fomento, a Andrés German Otero y a mi. ¿ Ustedes no han visto cuando un campesino se cae de borracho, los amigos lo montan en el caballo y el caballo al paso se va a la casa, en medio de una tormenta, bordeando barrancos, Si el borracho, con algún deslizarse de la bestia, se despertara, y viendo el barranco se asustara, del susto rodarían por el barranco, pero como Dios protegió al borracho, no dejó que se despertara y entonces llegó sano y a salvo a su casa”.

(Tejera parís, Enrique. Venezuela y el Dios de los Borrachos, Semi-Memorias. Libros marcados, Caracas, 2007.)

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Volumen 1 No1, Julio 2009

El 17 de octubre de 1938 los doc-tores Arturo Uslar Pietri, J.J. Gon-zález Gorrondona, Tito Gutiérrez Alfaro y José Manuel Hernández

Ron dirigieron una comunicación al Rector de la Universidad de la Universidad Cen-tral de Venezuela sugiriendo la creación de la Escuela Libre de Ciencias Económicas y Sociales. El 28 de octubre se acuerda su creación y luego de la anuencia del Ejecu-tivo se inauguró la cátedra solemnemente el 17 de noviembre de ese año.

Las actividades se iniciaron con 59 alum-nos inscritos, de los cuales, en julio de 1942, los jóvenes Enrique Tejera París, José Padrón Irazábal y Luis Cornelio Hueck se gradúan de licenciados en Cien-cias Económicas y Sociales, los dos pri-meros con la distinción: summa cum lau-de. De tal manera que los que conforman este trío serán los primeros economistas graduados en Venezuela, ya que Alberto Adriani M. quien es considerado el primer economista venezolano se graduó en el exterior.

Conocí al Dr. Tejera París en la Academia Nacional de Ciencias Económicas en don-de pronunció un discurso en conmemora-ción del 70 aniversario de la escuela de

A VENEZUELA LA PROTEGE EL DIOS DE LOS BORRACHOS

Por Narciso Guaramato Parra

Fotos:

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OMIA

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Aparte de estudiar y man-tenerse al día y recibir las revistas es saber combi-nar dos cosas que casi

son antitéticas una es la econo-mía social o sea el enfoque de los economistas que lo arreglan todo casando la economía con la socio-logía y el otro es el enfoque pura-mente econométrico que también tiene la ventaja que la van hacien-do tan pura que no se parece a la realidad y en el medio de todo eso está una ciencia que los economis-tas no practican lo suficiente que es la estadística, sobre todo las esta-dísticas, las series de estadística y todos los resultados principales de nuestra profesión están basados en las proyecciones y extrapola-ciones.

Dr. Tejera, ¿cómo es que usted que ya estaba estudiando derecho se decide a estudiar una carrera desconocida en el país como es el caso de economía?

Porque no era nueva para noso-tros los muchachos de izquierda, nosotros militábamos en el Parti-do Democrático nacional (PDN) que era el predecesor de Acción democrática y en ese momento y en ese momento no había sino dos bandos que estaban regidos por algo muy grave que tuvo una

influencia enorme en Venezuela y en muchos países que fue la gue-rra de España, entonces estabas con los republicanos o estabas con los fascistas, nosotros éramos anti fascistas, entonces estábamos on los republicanos pero además de todo rápidamente fuimos conven-cidos de que los comunistas eran anti patriotas porque estaba so-metidos a los dictámenes de un país extranjero y nosotros éramos nacionalistas y patriotas, y en ese medio estaba Acción Democrática, es decir el PDN. Lo único que po-díamos leer era los libros de eco-nomía que eran lo mas parecido a la política del poder en esa época era leer libros casi todos de origen socialista y por supuesto los libros que venían de la Unión Soviética, algunos que ya cuando comenza-mos a estudiar tuvimos el valor de leer y hasta marcar, lo digo porque yo lo tengo marcado el libro de ca-pital, que es uno de los libros más fastidiosos. Si tu supieras el libro de las Riquezas de las naciones es mucho menos fastidioso. Pero el que si es muy bueno es el Ma-nifiesto Comunista, porque si bien es una exageración uno tiene que pensar que eso fue hecho en una época, y en esa época, Dios mío, tenían niños obreros de ocho años y de seis años trabajando, cosa horrible, no había democracia en

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economía de la UCV. Para su edad mu-chos envidiaríamos su lucidez y claridad de pensamiento sin tener que mencionar su enorme vitalidad. Para el momento que escribo estas líneas ha salido a la venta el primero de una serie de cuatro libros con sus memorias “Gobierno en Manos” (Li-bros marcados, 2009). En el año 1994, ya había escrito un primer libro de memorias “La formación de un caraqueño” (Planeta) el cual parte de sus primeras impresiones infantiles hasta el año 1951. Posterior-mente en el año 2007 publicó “Venezuela y el Dios de los Borrachos Semi-Memo-rias” (Libros Marcados), texto que recoge un grupo de ensayos sobre política y eco-nomía.

Al tomar la decisión de realizar esta serie de conversaciones con los más distingui-dos economistas del país, era lógico que iniciase con el Dr. Tejera. Por lo que proce-dí a llamarlo para concertar una entrevis-ta, el personalmente atendió la llamada y muy cortésmente me citó en su casa para un sábado en la mañana. Rápidamente procedí a prepararme y consulte los datos habituales. El Dr. Enrique Tejera París na-ció en Caracas, en el año 1919, es hijo del reconocido médico Enrique Tejera, cursó estudios en el Colegio La Salle Tienda Honda (donde yo también fui alumno). Se

graduó en la primera promoción de econo-mistas de la UCV, como ya se mencionó, graduándose al mismo tiempo de aboga-do. Fue profesor Universitario, Director de la escuela de economía de la UCV. Fue el creador de CORDIPLAN, Fiscal Gene-ral de seguros, Gobernador del Estado Sucre, Ministro de Relaciones Exteriores, Senador Principal por el Distrito Federal, Presidente del Banco Industrial de Vene-zuela, Director Ejecutivo del Fondo Mo-netario Internacional, Embajador en las Naciones Unidas y España. Actualmente forma parte de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.

El día señalado acudí sin falta a la cita, aunque un poco retardado ya que la dis-tancia que separa nuestras casas es con-siderable. Acompañado de un matrimonio amigo que se iban a encargar de las foto-grafías, fuimos recibidos con una cordial sonrisa del Dr. Tejera París, quien des-pués de los saludos acostumbrados, nos condujo a su estudio, una confortable ha-bitación con vista al jardín, presidida por una imponente chimenea y todas las pa-redes tapizadas de libros ordenadamente clasificados por temas, en esta pared es-tán los de política, en esa los de economía y administración, aquí los de urbanismo, nos comenta con mucho orgullo. Son pu-ros libros de trabajo, no hay una sola no-vela, nos aclara.

La realidad es que yo estaba bastante nervioso, ya que era la primera vez que realizaba esta actividad, no soy periodista, por lo tanto siempre ha estado claro que no sería una entrevista, sino una conver-sación entre colegas (salvando la distan-cia) con el fin de dar a conocer al público nuestros valores humanos. En el país hay

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muchos países.

Pero hay personas que intentan trasladar los principios manifes-tados en esos libros a la realidad actual

No se puede son dos cosas to-talmente distintas. Tú no puedes pasar del mundo de los caballos y de los trenes que comenzaban al mundo de los trenes de supervelo-cidad como hay ahora.

Dr. Tejera, ¿cómo es que usted que ya estaba estudiando derecho se decide a estudiar una carrera desconocida en el país como es el caso de economía?

Porque no era nueva para noso-tros los muchachos de izquierda, nosotros militábamos en el Parti-do Democrático nacional (PDN) que era el predecesor de Acción democrática y en ese momento y en ese momento no había sino dos bandos que estaban regidos por algo muy grave que tuvo una influencia enorme en Venezuela y en muchos países que fue la gue-rra de España, entonces estabas con los republicanos o estabas con los fascistas, nosotros éramos anti fascistas, entonces estábamos on los republicanos pero además de

todo rápidamente fuimos conven-cidos de que los comunistas eran anti patriotas porque estaba so-metidos a los dictámenes de un país extranjero y nosotros éramos nacionalistas y patriotas, y en ese medio estaba Acción Democrática, es decir el PDN. Lo único que po-díamos leer era los libros de eco-nomía que eran lo mas parecido a la política del poder en esa época era leer libros casi todos de origen socialista y por supuesto los libros que venían de la Unión Soviética, algunos que ya cuando comenza-mos a estudiar tuvimos el valor de leer y hasta marcar, lo digo porque yo lo tengo marcado el libro de ca-pital, que es uno de los libros más fastidiosos. Si tu supieras el libro de las Riquezas de las naciones es mucho menos fastidioso. Pero el que si es muy bueno es el Ma-nifiesto Comunista, porque si bien es una exageración uno tiene que pensar que eso fue hecho en una época, y en esa época, Dios mío, tenían niños obreros de ocho años y de seis años trabajando, cosa horrible, no había democracia en muchos países.

Pero hay personas que intentan trasladar los principios manifes-tados en esos libros a la realidad actual

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muchos profesionales, viejos y jóvenes que pueden contribuir al desarrollo de Ve-nezuela.

La industria del rumor hace estragos al esparcir falsas premisas sin importar el daño que hacen. El gremio de los econo-mistas ha sido duramente e injustificada-mente atacado. Se nos atribuye el origen de grandes problemas, cuando la verdad es que ha sido poca nuestra participación, para muestra un botón, el actual Presiden-te del Banco Central de Venezuela y el actual Ministro de Finanzas, no son eco-nomistas. Con este planteamiento inicié la conversación con el Dr. Enrique Tejera París, posiblemente el primer economista graduado en el país. Recuerdo que en el discurso que he hecho referencia, el Dr. Tejera afirmaba que hay que diferenciar entre los economistas y los financieros, son dos cosas totalmente diferentes. Durante casi hora y media, repasamos una diversidad de temas, llenos de anéc-dotas, - me disculpan pero a las personas de mi edad solo nos queda contar anécdo-tas, - como si para mi no fuera un placer escucharlo. Últimamente he aprendido lo mucho que pueden aportar esos hombres y mujeres que tanto han hecho por nues-tra nación: Domingo F. Maza Zavala, Ra-fael Crazut, - esos fueron alumnos míos aunque saben más que yo, me dice son-riendo. La alegría, la humildad y el afec-to que me mostró fue remedio suficiente para que abandonara mi temor inicial y me sintiera a gusto con la conversación. Si el resto de las entrevistas planificadas van a ser como esta, seguro que disfrutaré en grande este proyecto.

A lo largo de del tiempo transcurrido el Dr. Tejera no dejó de mostrar su vocación de

planificador, se ve que es un hombre me-ticuloso, En su estudio, todo está en su lugar para facilitar el trabajo, el orden de sus archivos es envidiable, guarda en per-fecto orden todas sus libretas de anotacio-nes, lo que según el le ha permitido redac-tar sus memorias. Hablando de escritura, el Dr. Tejera, escribe todos sus trabajos a mano, que luego son pasados a máquina por su secretaria. En uno de los rincones del estudio tiene un escritorio tipo secreter ubicado a una altura poco usual, ya casi para retirarme me entero es que en ese escritorio el escribe estando de pie y es el lugar donde acostumbra terminar sus libros.

Como estaba comentando, su condición de planificador es lo más resaltante, a tal punto que me obsequia el libro “Dos ele-mentos de gobierno” (1960) base teórica y filosófica de la creación de la Oficina Cen-tral de Coordinación y Planificación. Otro aspecto que deja claro es su amor por Ve-nezuela, - a mí solo me importa Venezuela, los otros países me interesan en la medida que nos afectan. Habla con pasión sobre urbanismo, sobre construir, crear. De to-dos los trabajos que ha realizado dice que el de Gobernador del Estado sucre, es el que lo ha dejado más satisfecho.

Una y otra vez en sus comentarios usa la figura del tren, parece que es uno de sus pasatiempos, en el estudio se encuentran algunas figuras de trenes, inclusive en su jardín se encuentra un vagón de verdad, el cual ha convertido en estudio. Sin em-bargo la gran presencia en la habitación donde nos encontramos es la maqueta de un velero de cinco mástiles, es el mode-lo del “Copenhaguen” buque-escuela Da-

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No se puede son dos cosas to-talmente distintas. Tú no puedes pasar del mundo de los caballos y de los trenes que comenzaban al mundo de los trenes de supervelo-cidad como hay ahora.

El caso de los órganos de planifica-ción. Los órganos de planificación incluyendo el Gosplan de la Unión Soviética de planificación central tenían fundamentalmente, para mí, por objeto el manejo del pre-supuesto y de los presupuestos, pero como en los gobiernos demo-cráticos generalmente los econo-mistas comunistas o el socialismo real como llaman, no tenían ca-bida, los gobiernos democráticos tolerantes como el de Venezuela, los becaban y le dejaban manos libres en las universidades, en-tonces, no podían hacer otra cosa que dar clases, y a aprender, se dedicaron a estudiar la economía teórica, muy pocos de ellos estu-diaron finanzas públicas porque consideraban que eso no coordi-naba con la planificación central. Entonces que sucede, que cuando esos economistas, pertenecientes a la escuela marxista, no pudiendo ser economistas trabajando en el Gosplan en la unión soviética o su equivalente en muchos países del socialismo real, entonces cuando

llegan a aparatos de planificación democráticos no saben qué ha-cer, no están entrenados, no han aprendido, lo que han aprendido es hacer p, lporoyecciones econó-micas y eso sobre todo es un ejer-cicio econométrico, por supuesto todo órgano de planificación tie-ne que basarse en la estadística y en la econometría, precisamen-te tiene que tener proyecciones, porque el oficio del planificador es proyectar, pero tenemos otra cosa, las proyecciones que se puedan hacer fuera del Banco Central en la economía moderna son proyec-ciones montadas al aire también, puesto que toda la economía está basada en la circulación mone-taria, entonces los economistas planificadores deben dejar a los economistas del Banco central el derecho a hacer las proyecciones y los estudios, ¿Por qué? Porque ellos están manejando el material de la economía, los que deciden la cantidad del producto va a me-ter. A los economistas de CORDI-PLAN lo que les toca es ver que insumo ,van a meter para contra-rrestar la cantidad del producto y contrarrestar la inflación. La otra cosa es la siguiente, parte del mecanismo económico es el empleo, no hay otra manera racional de generar bienestar que a través del empleo, sea directa-

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nes, comprado en Dinamarca en 1960. En su último libro, el Dr. Tejera París narra lo mucho que disfrutaba los paseos en barco en las costas de Sucre. La amena charla no se alargó todo lo de-seado, porque el Dr. Tejera París tenía otra cita que atender, pero antes de despedir-nos nos hizo prometer que regresaríamos. No fue necesario que insistiera mucho, será un placer regresar para escuchar las anécdotas y lecciones de tan agradable anfitrión.

Finalmente el Dr. Enrique Tejera París nos despide señalándonos que fuéramos opti-mistas, que a Venezuela la protege el Dios de los borrachos, por lo que llegarán tiem-pos mejores

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mente o sea indirectamente por los productos que generan, eso lo sabe un muchacho de segundo año, pero ahora lo están ignoran-do totalmente.

El caso de los órganos de planifi-cación. Los órganos de planifica-ción incluyendo el Gosplan de la Unión Soviética de planificación central tenían fundamentalmen-te, para mí, por objeto el manejo del presupuesto y de los presu-puestos, pero como en los gobier-nos democráticos generalmente los economistas comunistas o el socialismo real como llaman, no tenían cabida, los gobiernos de-mocráticos tolerantes como el de Venezuela, los becaban y le de-jaban manos libres en las univer-sidades, entonces, no podían ha-cer otra cosa que dar clases, y a aprender, se dedicaron a estudiar la economía teórica, muy pocos de ellos estudiaron finanzas públi-cas porque consideraban que eso no coordinaba con la planificación central. Entonces que sucede, que cuando esos economistas, perte-necientes a la escuela marxista, no pudiendo ser economistas tra-bajando en el Gosplan en la unión soviética o su equivalente en mu-chos países del socialismo real, entonces cuando llegan a apara-tos de planificación democráticos

no saben qué hacer, no están entrenados, no han aprendido, lo que han aprendido es hacer p, lporoyecciones económicas y eso sobre todo es un ejercicio econométrico, por supuesto todo órgano de planificación tiene que basarse en la estadística y en la econometría, precisamente tiene que tener proyecciones, porque el oficio del planificador es pro-yectar, pero tenemos otra cosa, las proyecciones que se puedan hacer fuera del Banco Central en la economía moderna son proyec-ciones montadas al aire también, puesto que toda la economía está basada en la circulación mone-taria, entonces los economistas planificadores deben dejar a los economistas del Banco central el derecho a hacer las proyecciones y los estudios, ¿Por qué? Porque ellos están manejando el material de la economía, los que deciden la cantidad del producto va a me-ter. A los economistas de CORDI-PLAN lo que les toca es ver que insumo ,van a meter para contra-rrestar la cantidad del producto y contrarrestar la inflación. La otra cosa es la siguiente, parte del mecanismo económico es el empleo, no hay otra manera racional de generar bienestar que a través del empleo, sea directa-mente o sea indirectamente por

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los productos que generan, eso lo sabe un muchacho de segundo año, pero ahora lo están ignoran-do totalmente.

Cordiplan murió cuando Gumersindo Ro-dríguez que es un buen economista y que está entrenado en la London School of Economics, pero ese fue el que comenzó en primer lugar con la cuestión monetaris-ta, inclusive meter el monetarismo dentro de Cordiplan y hacer-le la competencia al Banco Central y al Mi-nisteario de Hacienda, ahí murió y el entierro fue cuando sacaron a Cordiplan de Miraflo-res y se lo llevaron al Banco Central. Tanto lo enterraron que te voy a contar un cuen-to de otra organiza-ción absurda que hay en Venezuela, que fue una cosa que llamaron la COPRE, eso es una de las cosas que más ha hecho daño en Venezuela porque las pocas cosas buenas que hizo, por ejemplo el adelanto en des-centralización de todos modos iba a suce-der, eso no lo inventaron ellos. Un día me invitaron de la COPRE porque iban a hacer una nueva ley de planificación para regresar

el Decreto Ley orgánica que yo había hecho. Entonces, yo fui y había una mesa muy gran-de como con 20 personas entre invitados y los que habían hecho el proyecto, ahí en la COPRE y después de que yo me di cuenta que aquello no tenía ni pies ni cabeza, les hice una pregunta, miren señores pero yo les

quiero preguntar una cosa, Cordiplan está dos pisos más abajo de ustedes, ¿ustedes han consultado con la gente de Cordiplan para hacer esta ley?, se quedaron viéndo-me, la verdad es que no se les había ocurri-do. Estaban hacien-do una ley sobre planificación sin consultar el es-queleto de lo que quedaba allí en-terrado en Cordi-plan

Pero fíjate otra cosa, Cordiplan,

he insistido muchoben que esa ofi-cina central fuera no solo de plani-ficación sino de coordinación, por-que la planificación es para algo y como el algo era fundamental-mente en un país donde el Esta-do gobierna la mayor parte de la construcción, de todas las cosas y

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de eso se trataba y tenía también hacer lo que como parte del esta-do mayor del presidente hacer lo que los milityares llaman recorrer la línea, en combate, en opera-ciones osea ser el organismo que esta haciendo lo que se decía de-bía hacer.

Dr, Tejera, usted que ha sido go-bierno

gobierno he sido en el estado Su-cre, de resto yo era parte del go-bierno de Betancourt

Correcto, pero dada su experien-cia ¿que se debe hacer par hacer un buen gobierno?

Tu sabes, esa es una pregunta que llena esta biblioteca entera, esos son todos de política. Esa bi-blioteca, son libros, como debe ser el gobierno y aquellos son de ad-ministración y economía, pero son dos cosas que tu vez que están separadas pero es que esos libros están escritos por profesores, allí no nigún libro sobre como gober-nar y las cr´ticas sobre los gober-nantes por profesores, por gente que nunca a gobernado,u sabes que mi último libro, me llamaron ayer de la editorial, que es el libro venezolano que más se ha vendido este año, le han salido críticas al li-

bro en internet y los periódicos. La respuesta al éxito del libro se debe, aparentemente lqs encuestas di-cen dos cosas, uno que a la gente se refresca recordando o pudien-do ver que aquí hubieron gobier-nos muy honestos, muy compe-tentes y además muy duros, muy fuertes porque fueron capaces de resistir los embates de la izquier-da extrema y la derecha extrema, que llevaron hasta casi quemar vivo al Presidente de la República, se dice fácil. La otra cosa que han dicho, que es lo curioso, que para los jóvenes es como un manual de como gobernar, que enseña como gobernar. Cual es la esencia de un gobierno para Venezuela, yo no se como será para otros países, a mi los otros países no me importan salvo como se porten con Vene-zuela. ¿que es lo que hay que ha-cer en Venezuela?. En Venezuela hay que trabajar clínicamente. El Che Guevara cuando hablé con el, cuando me dijo que iba a ser presi-dente del Banco Central. - tu, eres médico, como vas a hacer, el me dijo -yo te escuche en una con-ferencia en Guatemala que tu di-jiste que la economía, lo que más se parecía es a la medicina ¿ por que? porque se trata de curar las enfermedades y mantener la salud de un organismo formado por una sociedad de células como el cuer-

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po en el caso de la medicina o bien una sociedad de células que es la sociedad humana y por eso am-bas tienen órganos, organismos, sistemas y circulación, son cosas muy parecidas. Hay que proceder clínicamente y la regla básica, hay tres reglas básicas, a primera re-gla es la esencial de los médicos, lo primero es no dañar ver como está la cosa y no dañar, no meter-te con el aparato antes de saber que es lo que sirve de eso y como se puede mejorar, o sea aprove-chare el sistema. La segunda re-gla ya es de economía también, es que tu tienes que proceder, mucho más para, o sea el para que de las cosas que todo el que, si tu haces economía, si tu haces gobierno todo lo que hay que hacer -y eso es lo que deberíamos estudiar-, todo el que necesita seguir la teo-ría de fulano, la teoría de sutano va por mal camino, tiene que ir para, o sea para mejorar la suer-te de los miembros de esa socie-dad de sociedad de células que es la nación, tu tienes que gobernar siempre pensando para que efecto y la otra cosa es que yo voy a ha-cer esto porque es necesario para hacer esto. Tu tienes que proceder clínicamente como los médicos, si tu encuentras el cuerpo social que tiene varias enfermedades a la vez, tu no te precipitas a curar

la más grave de primero, después la segunda y luego la tercera, por que puede ser que los remedios se hagan daño uno a otros.

Cual considera que es el problema más grave en estos momentos?

El más grave que veo ahora, es la falta de alimentos, si es la falta de alimentos porque para tener vida, lo primero que necesita la gente es agua y comida y esa son las dos cosas que le faltan al 30% de la población de Venezuela, porque el 30% de la población de Venezuela está situado donde no hay agua. El agua de Caracas, por ejemplo es más costosa que una botella de coca cola porque hay que subir-la mil metros y volver a tirar para abajo 200 metros, no hay agua y la otra cosa es que no hay comida. La producción y la productividad. La reforma agraria, baja la produc-tividad y además de todo la pro-ducción está bajando, pero es que hay una cosa más grave cuando nosotros abogábamos por una reforma agraria, nosotros sabía-mos para que, era porque la ma-yor parte de los venezolanos vivía en el campo, en 1936 el 90% de la población venezolana vivía en el campo, toso lo que hicieras a favor del agro era a fabor del 90% de los habitantes. Hoy día el 92% de la po-

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blación viven en centros urbanos, tofdo lo que tu hagas a favor del 8% restante, sino produce para el 92%, vas en contra de la inmensa ,mayoría de la población de Vene-zuela. Entoncesa la reforma agra-

ria que hay que hacer ahora, es una reforma para incrementar la productividad ¿y como se aumen-ta la productividad? pues, estable-ciendo en el campo las mismas reglas a favor del campesino que hay para los trabajadores urbanos, asea hay que convertir a, esc los campesinos en obreros. La última reforma agraria de verdad, verdad, conjuntamente con el gobierno de Betancourt que se vino con un in-

menso aparato, un congreso para hacer la Ley agraria se proclamó en el campo de Carabobo, etc. la situación era más o menos 50 - 50, entonces, nos dimos el lujo en Venezuela de hacer la reforma

agraria para establecer pequeñas unidades de producción rompien-do unidades de producción que estaban funcionando muy bien como grandes haciendas de café en Yaracuy, lo ven, esa reforma agraria dio una gran paz social y además le dio el apoyo campesino al gobierno y eso fue lo que logró entonces que no hubiera posibili-dad alguna para la guerrilla cam-pesina aquí. Así que politicamente

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era muy importante, pero en ese momento, lo primero que te dije, el jefe de Cordiplam, mi sucesor, me dijo la reforma araria libera brazos o sea manda gente para las ciuda-des, no ocupa más gente sino me-

nos gente y de tal modo que el fu-turo de Venezuela no puede estar en manos de una connitización del país. La situación, para terminar, es tanto más grave cuando 60%, y va creciendo, de lo que consu-mimos los venezolanos es impor-tado, si por ejemplo los sindicatos de Estados Unidos y Canadá ha-cen lo que han hecho otras veces

en otros países de negarse a em-barcar productos para Venezuela, aquí nos morimos de hambre, aqu hay que entregarse, es decir que a venezuela para dominarla no se necesita invadirla, basta con no

mandarle comida durante una se-mana.

Usted en su libro refiere sobre una lección que le dio el presidente Betancourt sobre la relación con los subalternos. el le dijo “Tu, ve y haz lo que tienes que hacer ¿te sale bien? Muy bien, tú eres políti-co, ese es tu oficio. ¿Te sale mal?

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te quito”. Más adelante usted re-flexiona y dice “que nada hace más tonto a un presidente o a un ministro que meterse detalle tác-ticos, o meterse en detalles en nombramientos de subalternos o chismes. Las responsabilidades, en Gobierno o en administración, pública o privada, si se compar-ten se esfuman. No puedes re-clamar. Y si no te metes, de todos modos capitaliza lo que realizan los subalternos. ¿En premio vas a quitarle seguridad, prestigio y

seguridad?”.

Todo lo contrario que otros pre-sidentes muy conocidos no sola-mente de Chaves

¿No confían en sus subalternos?

Es que son inseguros de si mis-mos, no están seguros de que van a ser buenos presidentes, no sa-ben que hacer como presidentes.

Usted ha sido abogado, economis-ta, gobernador ministro, etc. ¿cual

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Fue un hombre de indecli-nable pasión por la do-cencia, nacido en Barqui-simeto (ciudad capital del

Estado Lara) el día 25 de marzo de 1911, en el hogar constituido por Felipe Venegas B (un andi-no que fue general de montone-ras hasta llegar a la jefatura de cuartel) y María Filardo Morles (una modesta artista del piano y la guitarra, cuyos padres fueron Pascual Filardo Grassi, italiano de Potenza y Rosa Morles Martínez, llanera de Barinas). El año 1911 será de grandes celebraciones en toda Venezuela por la conmemoración del centenario de la independencia. En México, envuelto en asfixiante clima de guerra, fina-lizan los treinta y cinco años del gobierno de Porfirio Díaz.

El 31 de diciembre de 1938, nuestro personaje formará un ejemplar y cristiano ho-gar con la joven y gentil Elba Borges Falcón. De dicha unión, con el correr de los años, na-cerán los hijos: Pedro Luís, Elba Coromoto, Irene, Alicia, María Eugenia, y María Elena Venegas Borges. El doctor Pascual Venegas Filardo fijará su residencia permanente en Caracas pero recorrerá a Venezuela, viajará como turista y acucioso observador por diver-sos países del mundo y su vida terrena finali-

zará en el año 2003.

Pascual Venegas Filardo, en 1919, inicia sus estudios de prima-ria en su ciudad natal en la escuela de las hermanas García Sorondo, los concluye y prosigue en el Cole-gio La Salle hasta obtener su gra-do de Bachiller, en 1931, con ca-lificaciones sobresalientes. Valga hacer notar que en los años 1926-28 también cursó estudios en la Escuela de Comercio de Barquisi-

meto. En la Universidad Central de Venezue-la, primero se inscribe para cursar Medicina pero no persevera y desde septiembre de 1933 pertenece a la nómina de estudiantes en la Facultad de Derecho; y finalmente en la recién creada Escuela de Ciencias Económi-cas y Sociales, donde le correspondía egre-sar formando parte de la primera promoción de Licenciados (1942); pero como ostentaba, junto con José Antonio Mayobre, las funcio-nes de representación estudiantil en el Con-sejo de Facultad, recibirá dos años después su título de Doctor en Ciencias Económicas y Sociales (en una promoción conformada por doce profesionales: Humberto Cárdenas Be-cerra, Pedro Chacín Ch. , Victoria Luisa Der-tenoz, Magdalena González, Salvador Lairet, Olga Luzardo Finol, José Antonio Mayobre, Pedro César Moros, Clemente Ortega, h,

PROTAGONISTAS EN LAECONOMIA VENEZOLANA

PASCUAL VENEGAS FILARDO

Carmelo PaivaPalacios

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Carlos A. Punceles, Héctor Santaella y Pas-cual Venegas Filardo).

Su participación en el mundo periodís-tico comienza firmemente en 1935, cuando ingresa a “Unidad Nacional”, nuevo periódi-co diario que dirigía Rafael Angarita Arvelo y administraba Casto Fulgencio López. Un año después, Pedro Sotillo lo llevará al diario “El Universal” (fundado en Caracas el jueves 1 de abril de 1909 por el poeta Andrés Mata y como redactor Andrés J. Vigas); será ascen-dido en 1939 al cargo de Jefe de Redacción, por casi medio siglo, y en varias ocasiones estuvo encargado de la Dirección. Durante los años 1936-40 fue redactor de la Revis-ta “Billiken”. Venegas Filardo se cuenta entre los fundadores del grupo poético “Viernes” que reunía a una pléyade de literatos vene-zolanos y fue Secretario de Redacción de la revista que sostiene e inmortaliza a dicho grupo.

Durante toda su vida mostró una efec-tiva disposición a la divulgación del pensa-miento escrito por otros autores; evidenciado también en la creación, mantenimiento y di-rección del Suplemento Literario del diario El Universal, de las publicaciones de la Asocia-ción de Escritores Venezolanos (institución de la cual fue miembro fundador, Secretario y Presidente en varias ocasiones). Destaca-do integrante de la Asociación Venezolana de Periodistas, Comisión Indigenista Nacio-nal, Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, Asociación para el avance de la Ciencia, “Pen Club” de Venezuela, Club de Leones, etc.

Pascual Venegas Filardo fue un hombre bueno, excelente formador de generaciones de profesionales de alta calidad durante más de cuatro décadas ininterrumpidas de ense-ñanza universitaria, pero también en forma intemporal con sus obras escritas y prototipo de ciudadano ejemplar. Es de recordar que en sus años juveniles fue profesor de Geografía

de Venezuela en el Colegio La Salle (de la esquina de Tienda Honda). En la Universidad Central de Venezuela, en 1944, fundador del primer Seminario universitario de Geografía Humana de Venezuela, también fundador de las cátedras de: Geografía Económica de Ve-nezuela en la Facultad de Ciencias Económi-cas y Sociales; y Geografía Humana de Ve-nezuela en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1956 fundador de la cátedra de Geografía Económica de Venezuela en la Facultad de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello.

Como reconocimiento a su labor inte-lectual y docente, son numerosas las promo-ciones de profesionales universitarios que le han designado como epónimo. También obtu-vo premios tales como Nacional de Periodis-mo, Municipal de Poesía, y diversas conde-coraciones nacionales y extranjeras.

Entre sus libros de poemas publicados tenemos: Cráter de Voces (1939), Música y eco de tu ausencia (1941), Canto al río de mi infancia (1957), La niña de Japón (1961), etc. De temática económica son, entre otros: Notas de Economía Colonial Venezolana (1947), Aspectos Geoeconómicos de Vene-zuela (1958), Estudios Regionales (1983), Siete ensayos sobre economía venezolana (1970), y los volúmenes de “Obras Selectas” de temas económicos nacionales que le pu-blica la Academia Nacional de Ciencias Eco-nómicas en 1996.

El 1 de julio de 1954 fue designado indi-viduo de número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Su discurso de incorpo-ración, años después (el 5 de marzo de 1969) será editado con el título “De una Venezuela tradicional a una Venezuela integral”. Entre los cargos desempeñados en dicha Academia tenemos al de Primer Vicepresidente (nom-brado en 1981) y Presidente para el perío-do iniciado en 1983, cumpliendo un brillante

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y fructífero desempeño. Fue electo individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua correspondiente de la Real Españo-la, el 29 de marzo de 1965, para suceder en el sillón XV al intelectual e historiador José Antonio Cova, y se incorpora efectivamente el 21 de abril de 1982.

Un decreto ejecutivo fechado el 30 de enero de 1984 designa a los primeros vein-te (20) individuos de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas (creada por Ley sancionada el 10 de agosto de 1983, promulgada el día 24 y publicada en la Gace-ta Oficial de la misma fecha, en el año bicen-tenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar) y uno de ellos es el doctor Pascual Venegas Filardo.

Son muchas y múltiples las facetas (catedrático, escritor, académico, periodista, etc.) que reflejan el paso triunfal de la vida terrena del doctor Pascual Venegas Filardo, mi dilecto profesor en la cátedra de Geografía Económica cuando, a principios de la déca-da de los años sesenta, iniciaba la carrera de Economía en la Universidad Católica Andrés Bello. Una de esas facetas, imposible de es-conder u olvidar, es la ejercida como dirigente de la asociación gremial de los economistas venezolanos. Participará activamente en la creación del Colegio de Economistas de Ve-nezuela, será uno de los firmantes de su Acta Constitutiva, el 16 de octubre de 1953 y per-tenecerá al primer Comité de Redacción de la revista gremial.

Formará parte de la Comisión Electoral en los años iniciales de dicho Colegio, miem-bro de la Junta Directiva que tomó posesión el 20 de mayo de 1956 y del Tribunal Discipli-nario electo el 14 de marzo de 1959. Figuró como candidato en otras ocasiones y en di-versas comisiones durante la etapa del CEV. Será mayor y más descollante su papel como gremialista del Colegio de Economistas del

Distrito Federal y Estado Miranda instituido a partir del mes de abril de 1968.

Precisamente resulta electo Presiden-te del Tribunal Disciplinario en la directiva ini-cial de ese Colegio, y en el proceso electoral que culmina el 15 de enero de 1970 gana, el doctor Pascual Venegas Filardo, la Presi-dencia del Gremio y estará acompañado de un grupo de entusiastas colegas. Al finalizar el lapso estatutario se designó una Comisión Electoral pero, por primera vez, concluyó el período previsto sin la presentación de plan-chas de candidatos y es así como dicha Co-misión formada por los colegas: Héctor Frías Berríos, Gilberto Hurtado e Ítalo Santaromita, como principales, y Trino Alcides Díaz, Car-melo Paiva Palacios y Guido Solano, como suplentes, resuelven declarar desierto el pro-ceso electoral y quedará prorrogado el man-dato de la Junta Directiva que gozaba el con-senso de respaldo.

Entre los hechos importantes para nuestro gremio, ocurridos durante la actua-ción del doctor Pascual Venegas Filardo como Presidente de los economistas, está la firma del documento por el cual se recibe en como-dato por treinta años de una casa para sede del gremio; así como también que el Congre-so Nacional deja sancionada la Ley de Ejer-cicio de la Profesión de Economista la cual será promulgada quince días después por el Presidente de le República y publicada en la Gaceta Oficial Nº 29687, correspondiente al día miércoles 15 de diciembre de 1971. En el gremio de los economistas será perenne el recuerdo y presencia del doctor Pascual Ve-negas Filardo.

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Imaginemos un funambulis-ta atravesando ladistancia de dos grandes torres sobre cualquiergran ciudad. Ca-

mina despacio por el alambre, mantiene el equilibrio. Sabe como hacerlo, está entrenado para estar conectado Juan Vera su centro. Si de pronto cruzara ante él un pájaro herido y qui-siera ofrecerle su pértiga para socorrerlo,probablemente perdería el equilibrio y seprecipitaría hacia el asfalto inclemente.

A menudo nos enfrentamos a conflictos que ponen en riesgo nuestro balance. Te-nemos un propósito en la vida o en nues-tro trabajo, un plan para lograrlo, creemos en una serie de valores que nos permiten discernir y sin embargo cada día nos trae innumerables posibilidades de salirnos deese plan, de atender la contingencia que nos aleja. Consideramos que debemos ser razonables y tomar decisiones prácti-cas, pero muchas veces esa razonabilidad práctica es la menos estratégica y como el funambulista perdemos el equilibrio y nos precipitamos en un abismo más profun-do.

No quiero abusar de un ejemplo cuya al-ternativa es extrema como “la bolsa o la

vida”, el funambulista podía encontrarse a unEL par de metros del suelo. El resultado es el mismo desde el punto de vista de salirse del camino, aunque el daño se resuelva en algunas contusiones. Si esta

circunstancia se repite y se re-pite, terminaremos igualmente maltrechos Pero podemos tam-bién ceñirnos a nuestro plan y

no ver oportunidades, dolores, circunstan-cias que merecen ser consideradas por-que tienen que ver con nuestros valores y tendrían costo en nuestra más íntima cre-dibilidad.

En mi trabajo de coach se me presentaninnumerables conversaciones en las que el dilema de la contingencia y el propó-sito estratégico como una dicotomía es habitual y la única respuesta es que no hay única respuesta, que lo necesario es no perder el equilibrio y preocuparse por mantener el centro, la profunda conexión con nosotros mismos y el momento que vivimos, para comprender lo que significa, lo que es mejor para nosotros en el ahora, sin dejar que la amnesia de lo importante nos inunde.

Hace poco estuvo en Chile Michel Chen-

EL LIDERAZGO COMPLEJO

Juan VeraGil

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der y dio una conferencia titulada “Lide-razgo desde la autenticidad”. Me invitó a ir Raúl Herrera pero me pilló en uno de mis talleres y me la perdí. Luego varios asis-tentes me informaron de su contenido y me enviaron resúmenes.

Me interesó la claridad de su distinción en-tre complicado y complejo, porque explica bien algo que necesitamos entender para dirigir en el mundo actual. Raúl recoge en su blog: “Hacer una sopa es simple, bas-ta con tener los ingredientes y la receta, y la podemos hacer. Hacer un cohete espa-cial es complicado, es un gran número de recetas que debemos cumplir EL arte de De Dirigir estrictamente. En caso de error, podemos revisar las recetas y ver donde nos equivocamos. En cambio, educar un niño es complejo, no hay recetas, el entor-no cambia, todo afecta los resultados. En general, se aplica a un hormiguero, a la bolsa de valores, a la selva, al clima, laeconomía, etc., y más que nada se aplica a cualquier relación entre humanos”.

Dirigir es complejo y mientras lo conside-remos complicado seguimos abocados a seguir buscando recetas, fórmulas difíci-les que nos tracen un camino. Buena par-te del coaching directivo pone su foco en lograr que éste se abra a esta distinción, que se de cuenta que la complejidad no se resuelve con recetas, que hay algo más profundo a lo que debe estar dispuesto,a que el soñado algoritmo pase por él mis-mo y su forma de ser y estar.

Y es aquí donde llegamos a la metáfora del funambulista, a su necesidad de vivirprofundamente el momento único que está viviendo, en el que las distintas varia-bles están presentes con toda su intensi-

dad. No puede negarse que la imagen del pájaro herido es real y le perturba pero no puede eludir su propósito de llegar al otro lado. Ambas realidades están ¿Qué elige? ¿Pueden ser compatibles ambas? Y si nolos son ¿Cuál privilegia?

La peor decisión es el autoengaño, que-darse en la irresponsabilidad de la queja. Esa es la inautenticidad. Hemos hablado en estas líneas de liderar desde el amor, desde la propia voz, estar presentes en nuestras palabras. Hoy el concepto sutil que agregamos es el de liderar nuestra vida desde la autenticidad.

Algo complejo no puede ser contenido en algo rígido, necesitamos una profunda comprensión y una gran flexibilidad, pero algo profundo no es comparable con algo banal. Puedo ser profundo y banal, puedo aceptarme así, pero si confundo el trata-miento de lo profundo con el tratamiento de lo banal confundo a otros y me confun-do yo.

A veces todo esto parece complicado pero no lo es, simplemente es complejo y la mejor forma de avanzar es mantener nuestros ojos, todos nuestros ojos, pro-fundamente abiertos y desarrollar el arte de la confianza sobre un cimiento que no sea la seguridad. Poder decir no estoy se-guro, pero tengo confianza porque estoy aquí y estoy vivo.

Eso permite al funambulista elegir entre el pájaro y la torre de enfrente, darse cuenta en ese instante cuál es su verdadero sue-ño.

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Documento que presentan a la opinión pública nacional la Academia Nacional de Ciencias Económicas y la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.

Caracas, 1 de julio de 2009

Al igual que en la mayoría de los países del orbe, Venezuela no escapará de las consecuencias negativas de la crisis global que hoy aqueja al mundo, siendo

el colapso de los precios del petróleo el fenóme-no que más directamente nos afectará. Sin em-bargo, la severidad de esas consecuencias será mayor de la que debería producirse, ya que la implementación de una serie de políticas públi-cas y de acciones gubernamentales ha exacer-bado la vulnerabilidad de la economía a shocks externos. La política expansiva de gasto público que se im-plementó durante los años de altos y crecientes precios petroleros posibilitó la inyección a la eco-nomía de los recursos adicionales que procedían del exterior, expandiendo la oferta monetaria de forma persistente e intensa. Ello estimuló la de-manda, particularmente al consumo privado, y con ella a la actividad productiva. No obstante, el crecimiento de la producción, a pesar de ser ele-vado, fue menor que el de la demanda, hacién-dose necesaria la importación creciente y masiva de productos para complementar la relativamente escasa oferta interna. Esa circunstancia, combi-nada con una sobrevaluación desproporcionada de la moneda, hizo que las importaciones se dis-pararan hasta alcanzar niveles muy elevados a pesar del control de cambios existente. Aún así, la inflación que se materializó durante esos años fue cada vez mayor, siendo la más alta de la Amé-

rica Latina y una de las más elevadas del mundo. En resumen, la economía pasó a depender más que nunca del ingreso petrolero. Fue tal el desbordamiento incontrolado del gas-to público, no sólo interno sino también externo dirigido hacia países afines con el proceso polí-tico del gobierno, que no bastaron los ingentes ingresos fiscales, obligándose a PDVSA a hacer elevadas erogaciones ajenas a su naturaleza a los fines de financiar una serie de cuantiosos programas sociales, adquirir empresas no afines, importar y distribuir alimentos, y hacer aportes multimillonarios a fondos grandemente y que no dispusiera de recursos suficientes para cubrir sus gastos operativos, realizar las inversiones reque-ridas, y pagar oportunamente a múltiples empre-sas contratistas que le prestan servicios indispen-sables para su buen funcionamiento. Todo ello se ha traducido en una merma de su capacidad de producción, en aumentos de sus costos y en una elevación desproporcionada de sus pasivos, in-cluso en los períodos en que los precios interna-cionales estaban subiendo intensamente y batían récords históricos. En otras palabras, se debilitó notablemente la principal industria del país. Igualmente, se forzó al Banco Central de Vene-zuela a transferir sin compensación alguna reser-vas internacionales por un monto superior a los $ 30 millardos al Fondo de Desarrollo Nacional para el financiamiento de erogaciones guberna-mentales, en vez de canalizar buena parte de los ingresos adicionales del petróleo hacia un fondo de estabilización macroeconómica, con el fin de acumular abundantes recursos que permitieran neutralizar los efectos nocivos de una eventual caída de los ingresos petroleros causada por una reducción de los precios de exportación. Se permitió la apreciación real de la moneda hasta

DOCUMENTOVENEZUELA ANTE LA CRISIS

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alcanzar elevados niveles de sobrevaluación que han minado la capacidad competitiva del aparto productivo. Ello se ha debido a la fijación del tipo de cambio oficial por más de cuatro años, a pesar de la materialización de una inflación interna muy superior a la padecida por nuestros principales socios comerciales. Si a ello agregamos el acoso y los sistemáticos ataques gubernamentales a la empresa privada, particularmente en los sectores agrícola, agroindustrial y de industrias básicas, es fácil inferir que se ha minado la capacidad de respuesta del aparato productivo, máxime cuan-do se ha pretendido substituir múltiples centros de producción tradicional por unidades producti-vas improvisadas que no cuentan con la tecnolo-gía, el financiamiento, el know how y la gerencia eficiente requeridos para realizar una gestión exi-tosa. Todo ello se ha traducido en menor inver-sión, limitación de la capacidad de producción y en menores posibilidades de empleo formal, per-manente y bien remunerado. Otros factores han contribuido a deteriorar la realidad nacional, destacando entreellos:- El desgaste de la infraestructura física.- La decadencia moral cada vez más arraigada, que se manifiesta en una corrupción desenfrena-da, en el desbordamiento del crimen y en el atro-pello cada vez más frecuente de los derechos fundamentales de los ciudadanos.- Las repetidas y cada vez más frecuentes vio-laciones al estado de derecho, que se posibili-tan por la total ausencia de independencia de los poderes públicos, que ahora actúan de acuerdo a las directrices que reciben del Ejecutivo y en lí-nea con la ideología revolucionaria; que se desea imponer por la fuerzaEfectos de la crisis global sobre Venezuela La severa contracción de las exportaciones de hidrocarburos como consecuencia de los meno-res precios y de la mermada capacidad de pro-ducción local, limita las posibilidades de compra en el exterior, lo que lleva a la imposición de res-tricciones cuantitativas a los volúmenes de im-portación y a limitaciones en la disponibilidad de divisas preferenciales para la realización de las mismas. Esto genera presiones inflacionarias, no sólo como consecuencia de la reducida oferta de productos foráneos, sino también por la devalua-ción implícita del bolívar, que se produce a pesar

del mantenimiento de la tasa cambiaria oficial, ya que al restringirse la asignación de dólares subsi-diados y pasarse el grueso de las compras exter-nas al mercado cambiario libre, el tipo de cambio promedio al que se hacen éstas es muy superior al del año precedente. Si al debilitamiento de las transacciones corrientes de la balanza de pagos se agrega la exacerbación de la salida de capita-les que tradicionalmente se produce al bajar de forma abrupta los precios petroleros, se hace im-perativo el manejo prudente de las reservas inter-nacionales, pues de lo contrario se incrementará de forma notable la vulnerabilidad externa de la economía. La caída de los ingresos petroleros implicará una severa restricción de las finanzas públicas, siendo lógico prever una importante contracción del gasto público real en 2009, aun cuando se decidiere hacer uso de los recursos disponibles a principios de este año en la cuenta de Tesorería Nacional y en varios fondos gubernamentales, y también continuara el gobierno en su peligroso proceso de endeudamiento, que sería un factor limitante de las posibilidades de solventar la cri-sis nacional. Eso implica que el factor locomotor que en años previos llevó a la economía a ex-perimentar altos crecimientos ¾la demanda del sector público¾ no estará presente en el futuro previsible.Adicionalmente, la demanda agregada privada real también experimentará contracciones de importancia, particularmente la inversión, en-tre otras razones, por los ataques, amenazas, controles y restricciones que cada vez con más crudeza recaen sobre el sector empresarial. El consumo privado también se contraerá, debido a la reducción del ingreso personal disponible real, al mayor desempleo, al menor poder de compra de los ingresos de los venezolanos, a las restric-ciones crediticias y a las pérdidas patrimoniales generadas por la crisis global. Ese comporta-miento adverso de la demanda agregada inter-na, combinado con las menores posibilidades de exportación de la industria local, restringirá la ac-tividad económica, haciendo prever que tanto el PIB petrolero como el no-petrolero experimenten contracciones en el futuro previsible. De allí que sea lógico esperar un incremento de importancia del desempleo y delsubempleo. El marco constitucional y las acciones agravan-

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tes del gobierno La vigente Constitución consagra un sistema de economía mixta que, entre otras manifesta-ciones, se basa en una planificación concertada, participativa y democrática de las actividades económicas, para compatibilizar la libre iniciativa con la regulación de dichas actividades y la inter-vención del Estado en los sectores de carácter estratégico; para promover el desarrollo armóni-co de la economía nacional, como cometido con-junto del Estado y de la iniciativa privada; y de un modo tal que garantice, además de la solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equi-dad del crecimiento de la economía, la seguridad jurídica. Esta seguridad implica, por parte del Es-tado, el respeto a los derechos fundamentales, el cumplimiento del debido proceso y del pago oportuno de las justas indemnizaciones en los casos de sacrificios de los derechos particulares, la correcta interpretación de las normas vigentes, la independencia del Poder Judicial y el respeto de los contratos y de los tratados de inversiones suscritos por la República. Ambas Academias, por la frecuencia de deter-minadas acciones gubernamentales, consideran que existe un desconocimiento del sistema eco-nómico constitucional. En efecto, la libre iniciativa es una excepción y no un principio en la planifica-ción económica gubernamental. La prescindencia del debido proceso en los casos de intervención anticipada de actividades económicas privadas, con el apoyo de fuerzas militares, deja de lado las garantías expropiatorias del derecho de propie-dad del debido proceso y de la justa y previa in-demnización. La estatización de actividades pro-pias de la libre iniciativa y de la libre competencia y la planificación dirigista, contradice el carácter mixto del sistema económico constitucional. La constante terminación anticipada de contratos celebrados por el Estado y la intervención estatal en contratos entre particulares, el empleo discre-cional de la sanción administrativa de ocupación de bienes privados, y el exorbitante arbitrio de la Administración para calificar la utilidad pública, los servicios públicos esenciales y las faltas con-tra la seguridad alimentaria, fomentan una gran inseguridad jurídica que impide, ciertamente, lo-grar los objetivos de un desarrollo armónico de la economía nacional. Inseguridad esta que se agrava por el desconocimiento de la validez de

los títulos de propiedad reconocidos por el mismo Estado a través de las autoridades notariales y registrales y afianzadas por la historia del orde-namiento jurídico colonial y del republicano y del valor del trabajo como factor de legitimación de la propiedad de la tierra mediante una prolongada posesión productiva. A lo cual se agrega la inefi-cacia del poder judicial para proteger los dere-chos constitucionales de la propiedad, al acceso a la propiedad, a la protección de los bienes y de la integridad de las personas. En ese orden de ideas, preocupa sobremanera un conjunto de acciones y decisiones guberna-mentales que tendrán hondas repercusiones, agravando así el panorama económico del país. Una de ellas es el acoso sistemático a múltiples unidades productivas privadas, que se manifiesta a través de la imposición de controles de precios desproporcionados que no toman en considera-ción la evolución de los costos de producción, condenando a múltiples productores y distribui-dores a trabajar a pérdida. Otra, es la aplicación de controles y permisos que obligan a las empre-sas a producir y distribuir determinados tipos de productos y en cantidades establecidas arbitra-riamente por funcionarios gubernamentales. También hay que mencionar la intervención y confiscación de fundos productivos bajo el pre-texto de que las tierras no se están dedicando a la producción de rubros que, a juicio de las au-toridades, son los que allí se deben cultivar, y la expropiación de fincas bajo el falaz argumento deque las mismas son propiedad de la Nación, a pesar de que se presenten pruebas inequívocas de su legítima propiedad. Estas acciones, ade-más de violar derechos fundamentales, generan desabastecimiento e inflación, limitan la capa-cidad de acción de las unidades de producción y destruyen el aparato productivo tradicional, el cual se está pretendiendo substituir por otro que ha probado ser inoperante y que ha fracasado en otras economías donde se ha intentado ins-taurar. No se justifica la estatización de múltiples em-presas que estaban desarrollando sus activida-des productivas de manera eficiente, utilizándose argumentos o razones irrelevantes y en algunos casos falaces, generándole esto costosos com-promisos al Estado por concepto de indemniza-ciones, y complejas responsabilidades operati-

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vas y gerenciales, dándose el caso de abruptas caídas de productividad y eficiencia en el manejo de algunas empresas estatizadas. Merece es-pecial mención la confiscación y toma de control de múltiples empresas, nacionales y extranjeras, que prestaban sus servicios a PDVSA en condi-ción de contratistas y a quienes se les adeudaba grandes cantidades de dinero. Esto, además de generar inconvenientes de carácter judicial por las múltiples acciones legales que emprenderán las empresas afectadas, traerá severas conse-cuencias a la industria petrolera nacional, ya que le será muy difícil a PDVSA operar eficientemente todas las unidades productivas y de servicios que ahora absorbe. Eso implicará menor eficiencia, obsolescencia tecnológica, interrupciones opera-tivas y otros inconvenientes que se reflejarán ne-gativamente en las operaciones de nuestra princi-pal industria, pudiendo darse situaciones graves, como reducción de la capacidad de producción, afectación de yacimientos y otras calamidades. No puede aceptarse el flagrante desacato al mandato popular expresado en el referéndum del 2 de diciembre de 2007, al insistirse en la implan-tación de una serie de acciones contempladas en la rechazada reforma constitucional a través de la aprobación por la Asamblea Nacional del Plan de Desarrollo Económico y Social 2007-2013, que no es más que el plan de instrumentación de la reforma constitucional rechazada, de la impo-sición de 26 decretos ley en el marco de la Ley Habilitante cuyo período de vigencia culminó el 31 de julio de 2008, y la aprobación ulterior de varias leyes que violan abiertamente la Constitu-ción vigente. Especial mención merece la Ley de Propiedad Social que actualmente se discute. En las prime-ras versiones del anteproyecto se establecía, al igual que en la rechazada propuesta de refor-ma constitucional, que la propiedad privada sólo se reconocerá sobre bienes de uso, consumo y medios de producción legítimamente adquiri-dos. Dado que los bienes de uso y consumo son aquellos que se utilizan o consumen para satisfa-cer las necesidades de los individuos, no pueden incluirse en esa categoría los bienes inmuebles distintos a la vivienda principal, tales como terre-nos, viviendas para alquilar incluyendo las más humildes, ubicadas en los barrios pobres de las ciudades, o bienes muebles para ser explotados

por terceros, tales como taxis, kioscos y otros. Esa limitación a la propiedad privada introduce fundados temores acerca de la eventual inten-ción de expropiar bienes no catalogados como de uso y consumo que son propiedad no sólo de empresas o de personas naturales con abun-dantes posibilidades económicas, sino también de individuos de escasos recursos quienes po-drían perder igualmente sus exiguas pertenen-cias. Con respecto a los medios de producción legítimamente adquiridos; hay que decir que se podría condicionar la referida legitimidad a que los medios de producción fueran utilizados para la consecución del modelo económico socialista, quedando en manos del Estado la potestad de decidir si los mismos pasan o no a ser propiedad social. Igualmente, en las primeras versiones del ante-proyecto de esa ley, se establecía que el Ejecuti-vo Nacional podría decretar la adquisición forzo-sa de bienes y declararlos de propiedad social si considerara que su uso no está en línea con el modelo socio productivo, teniendo la potestad de declarar de propiedad social los bienes de origen público o privado que determinara necesarios para el desarrollo de la economía socialista. Ba-sándose en esa norma, el Ejecutivo podría deci-dir que la tierra no puede ser objeto de propiedad privada sino de propiedad social como de hecho lo mencionó recientemente el Presidente de la República, y que, en consecuencia, cualquier edificación construida sobre un terreno ubicado en el territorio nacional es también de propiedad social. A nuestro juicio esas normativas violarían flagrantemente la garantía de derecho de propie-dad consagrado en el artículo 115 de la Constitu-ción vigente. Si bien es cierto que en versiones más recientes del anteproyecto de la Ley de Propiedad Social no se hace mención a la limitación del recono-cimiento de propiedad privada a bienes de uso, consumo y medios de producción legítimamente adquiridos, ni a la potestad del Ejecutivo Nacio-nal de decretar la adquisición forzosa de bienes declarados de propiedad social cuando éste con-sidere que esos bienes son necesarios para el desarrollo de la economía socialista, no deja de preocupar la inequívoca intención que subyace en ese proyecto de ley, que no es otro que la im-posición forzosa de un esquema de economía

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socialista que viola lo establecido en la Constitu-ción vigente y que fue inequívocamente rechaza-do por la mayoría de los venezolanos en el refe-réndum del 2 de diciembre de 2007. Consideran estas Academias que no es correc-ta la forma como se está conduciendo al país a través de la aplicación de políticas públicas que violan la Carta Magna, y que en muchos casos están reñidas con principios democráticos funda-mentales, ya que su implementación acarreará consecuencias muy adversas. Se está minando el aparato productivo nacional con sus conse-cuentes efectos negativos sobre la fuerza labo-ral y sobre la población en su conjunto, se está poniendo en riesgo la operatividad de nuestra principal industria y se están violando derechos fundamentales de los ciudadanos, pudiéndose mencionar múltiples ejemplos que lo demues-tran, tales como el desacato al mandato popular expresado en las urnas cuando éste es contrario a los intereses del gobierno, y las limitaciones a la libertad de expresión y al derecho a acceder a información veraz y oportuna a través del acoso permanente a medios de comunicación social in-dependientes.

Necesidad de un nuevo rumbo

Se hace imperativo un cambio de rumbo en la conducción del país. Creemos que el camino a seguir es la implementación de un plan de desa-rrollo nacional integral y sustentable que busque como objetivo fundamental la erradicación de la pobreza, la inclusión social y la superación del ser humano, para así asegurarle una vida mejor a la presente y a las futuras generaciones. Ese proceso de desarrollo, que trasciende a lo pura-mente económico, y que debe incluir lo social, lo político, lo ambiental, lo cultural y lo tecnológico, tiene que fundamentarse en un acuerdo social, a través del cual se le dé un fundamento sólido de permanencia y sustentabilidad, conforme a los valores superiores del ordenamiento jurídi-co nacional, dentro del marco constitucional del sistema económico armónico, que postula como principio de orientación la convergencia del es-fuerzo privado y del poder del Estado, y de la garantía de la seguridad jurídica, que depende primordialmente del respeto a la supremacía de

la Constitución y de la Ley y de la preeminencia de los derechos humanos. En la consecución de ese acuerdo social no sólo se tiene que contar con la participación de los diversos sectores de la vida nacional, sino que es fundamental la intervención activa y decidida del Estado, porque sobre él recae la responsabi-lidad de implementar las reformas para el logro de la inclusión social; de establecer reglas de jue-go claras, creíbles y permanentes y asegurar su cumplimiento; de aplicar las reformas necesarias para crear un Estado democrático sólido con po-deres públicos funcionales e independientes que garanticen la libertad y los derechos de los ciuda-danos en el sentido más amplio; de asegurar la defensa de la nación y la seguridad ciudadana; de implementar las políticas públicas que permitan, conjuntamente con la participación del resto de la sociedad, el acceso universal a la educación y a la salud; de promover los valores y principios éti-cos que busquen la superación del ser humano a través del esfuerzo y la autoestima; de imple-mentar los planes de inversión para satisfacer las necesidades de vivienda y para el desarrollo de la infraestructura física y de su mantenimiento; y, finalmente, de fomentar la inversión reproductiva para la creación de un sector productivo diverso, eficiente, competitivo y generador de múltiples y crecientes fuentes de empleo permanente y bien remunerado. Esto, además de ser condición fun-damental para el abatimiento de la pobreza, es el camino para el logro de una economía diversi-ficada, no dependiente de una actividad única y volátil, como es la petrolera, en la que se logre el control de la inflación y la consecución de altas y sostenidas tasas de crecimiento. Es aspiración de estas Academias que las re-flexiones aquí presentadas sirvan para la crea-ción de conciencia de los graves momentos que se viven en el país, y para llevar al convencimien-to de quienes hoy tienen las responsabilidades de gobierno de las necesidades de corregir el rumbo de las políticas públicas, para así mitigar las consecuencias de la crisis global, e implantar un nuevo plan de desarrollo nacional que enrum-be al país hacia un futuro mejor.A.N.C.E

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Gabriela CalderónGabriela Calderón es editora de ElCato.org y columnista de El Universo (Ecuador). Se graduó en el 2004 con un título de Ciencias Políticas con concentración en Re-laciones Internacionales de la York College of Pennsylvania. En el verano de 2004

realizó una pasantía en el Cato Institute en la que completó el programa de entrena-miento para análisis de políticas públicas. En el 2007 obtuvo su maestría en Comer-

cio y Política Internacional de la George Mason University.

Alberto Benegas Lynch (h)Alberto Benegas Lynch (h) es doctor en Economía y también es doctor en Cien-cias de Dirección. Es Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Aca-demia Nacional de Ciencias y es miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, ambas en Argentina. Es autor de dieciséis libros y cuatro mas en

colaboración.

Carlos Alberto MontanerCarlos Alberto Montaner nació en La Habana, Cuba, en 1943. Reside en Madrid des-de 1970. Ha sido profesor universitario en diversas instituciones de América Latina y

Estados Unidos. Es escritor y periodista. Varias decenas de diarios de América Latina, España y Estados Unidos recogen desde hace más de treinta años su columna sema-nal. La revista Poder lo ha calificado como uno de los columnistas más influyentes en

lengua española.

Emeterio Gómez Economista UCV, postgrado en planificación regional, Instituto de estudios so-

ciales, la Haya. Doctorado de Economía Universidad La Sorbona

Carmelo Paiva PalaciosEconomista Egresado de la Universidad Santa María en 1968, con estudio de post gra-do y especialización cursados en la Fundación Getulio Vargas (Brasil) y en la Universi-dad Central de Venezuela. Es profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela y economista jubilado del Banco Central de Venezuela. En el gremio de los economis-

tas ha sido miembro de la Junta Directiva y del Tribunal disciplinario del Colegio del distrito Federal y Estado Miranda; de la Contraloría de la Federación de Colegios de

Economista de Venezuela; del Directorio de IMPRECONOMISTA; del Directorio Acadé-mico de INDEPEC.

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Trino Marquezsociólogo. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor Titular de la UCV. Docente del Doctora-

do en Ciencias Sociales de la UCV. Director Académico de CEDICE-Libertad.

Luis Pedro EspañaSociólogo, director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Uni-

versidad Católica Andrés Bello (UCAB) y coordinador del Proyecto Pobreza

Juan Vera GilLicenciado en Informática de Gestión, Universidad Politécnica de Madrid, España; Master en Dirección General de Empresas, Centro de Estudios Superiores de Em-

presa, CESEM. Diplomado en Marketing, American Managment Asociation. Diploma-do en Formación de Formadores, Comunidad Europea. Diplomado en Dirección por Valores, Universidad de Barcelona. Se ha desempeñado como Presidente y Direc-tor General de la Escuela de Negocios ESDEN en Madrid – España. Presidente del Centro Español de Educación a Distancia. Director General del Centro de Estudios en Informática,CENEI, España. Director del Master en Gerencia Pública, proyecto

desarrollado por el Comité Interministerial de Modernización de la Gestión Pública de Chile. Asesor de empresas en el ámbito de la gestión. Socio Gerente de Proyectos de

CyS – Soluziona Servicios Profesionales