HEREJAS

En BlancoNARRATIVA

-Mi madre dice que la muerte no es para siempre, yo aveces no le creo. Me resisto a pensar en que podría haber otra vida, otra vida igual a esta; y de haberla, sería muy dificil encontrarla.

Santana piensa en profundidades que a su edad, no son muy usuales. Su voz se quiebra.

Tal vez tendría que echarle la culpa a su madre, o simplemente asimilar que era un ser demasiado grande para este mundo. Solía decirle que era un ángel, que con sus alas envolvía todo a su alrededor. Muchas veces me salvó de la caída libre.

La tarde que Santana saltó olvidó sus alas.

Creo que quiso despojarse de todo aquello que la ataba. En una ocasión la escuche decir que las verdaderas cadenas del hombre eran únicamente sus conciencias, creo que había algo que no la dejaba seguir siendo. Santana siempre creyó en las casualidades, por lo que no me resultó extraño que ese mismo día, literalmente diese un salto cuántico.

Me decía que no necesitaba nada. Que era feliz con las nimiedades del día. Disfrutaba del rocío de la mañana, de como la espuma rompía en sus pies siempre que iba a dar un paseo a la orilla del mar. Era una sirena. Decía que el amanecer era el borrador de algún dios y que el atardecer era el fin de aquella obra. Siempre quiso ser parte de ese cuadro y para mi, sólo su sonrisa iluminaba más que todos aquellos matices divinos.

-Ahora estás en el infinito Santana, ahora eres parte de él.

Dijeron que fue un accidente. Yo pensaba que todo iba a salir bien. La gente me veía y lloraba.

-Lo siento_ decían.

NARRATIVA

Cuando por fin te abrace

POESÍA

Aleqs Garrigóz

ARTÍCULO

Miguel Toral

Primero que nada debo sentenciar a la revolución cualquiera que esta sea como un acto equitativo en el que interviene -o por lo menos así debería de ser- el intelecto y la fuerza bruta, pues ninguna revolución puede denominarse pacífica, tranquila y amable. Hay que cortar de tajo los cimientos podridos de un engrane multifuncional que se desgarra.

La revolución no es mental ni efectiva si no tiene manos incandescentes, antorchas de fuego (poesía, metrallas, ráfagas de humo, letras invasoras, música estridente ó colores incomprendidos) que le permitan dar zarpazos como un tigre que ha permanecido en cautiverio y que se libera somnoliento con ganas de sangre.

Manual parala Revolución

Luchar por mi fé

Vivir mi vida no se trata de huir, tampoco de no dar la cara.Planto mis pies en el suelo, me preparo para desenfundar.

Prefiero morir de pie a vivir con una máscara.Quiero tomar mi espada y a los cielos gritar.

Yo mismo he de definir la libertad que posee mi cuerpo.Aunque el dolor domine mi alma no doblegaré mi rodilla.No permitiré que nadie ni nada me diga que ya he muerto.

Mi voluntad es mi acero, mi arma, donde se esconde mi sonrisa.

Aquí me quedo, aquí es donde grita mi credo.Aléjate ahora, no respondo si brilla mi sable.

Si salto, corre pues te sumiré en un eterno sueño.Mi espíritu ruge con una flor de sangre, y de tu ambición tiene

hambre.

No pienso como los demás, tengo una firme oposición a tus leyes.

No seré como tú ni como ellos, no soy una simple imagen.¡Tengo vida, tengo mente y mi albedrío! Dominar el mundo y su

materia ¿acaso eso quieres?No te lo permitiré, soy quien lleva la contraria, estoy lleno de

coraje.

POESÍA

H. Woodpecker.

Tanto hablas de la paz con los tuyos, tu lengua es un puñal.Maldito cerdo lleno de hipocresía, das vergüenza en tu

decisión.Escoria de Roma, peste de Europa, bendices dictaduras y las

ganas de matar.Tu palabra no es la del Nazareno, tan sólo son palabras

inscritas con una maldición.No quiero tu bendición, ni tus sacramentos, nada que provenga

de tu mano.Dime proscrito, maldito, esbirro de la perdición, mi nombre es

Hijo de la Libertad.Sé que al caminar así he de sufrir, y casi no tendré patria

eterna, ni tierra, ni ningún hermano.Pero elijo esto para creer realmente, limpiar mi conciencia,

poder vivir en sinceridad.

Hasta ser libre realmente, no pararé de cambiar mi caminar.Si he de caer en el risco, volveré a escalar cada fragmento.

Todo sea por alcanzar la verdadera gloria al volar.Y envolverme entre mis alas, empapándome en la lluvia de mi

sentimiento.

Así me considero creyente, sin vaciar las arcas de mi mirada.Estoy seguro de tener en mi vista el sentido de mi rumbo.El poder encontrarme con mi Dios en un santuario, aquella

palabra ya olvidada.Y no parar como en el pasado, como siempre acostumbro.

Podré desgarrar mis penas y mi resentimiento, pero puedo asegurar que seré libre.

Romperé las cadenas, prejuicios e intolerancia, mantendré mi verdadera fe.

POESÍA

María G. Barrón A.

Todos los Sábados a partir de las 21:00 hrs

POESÍA

Ía Navarro

Las f(r)icciones, representan a losactos reales tomados como parteaguaspara la ficción narrativa

RATZINGER:El alemán que fue papa

M. Toral

F(R)ICCIONES