Gibson (2006) El simbolismo.pdf

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Er SrMBorrsMo Michael Gibson Concepción: Gilles Néret TASCHEN

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    Er SrMBorrsMoMichael Gibson

    Concepcin: Gilles Nret

    TASCHEN

  • La gran

    He intentado describirle a usted "las mentalidades"

    como sistema de imgenes, como criterios implcitosswbordinados a los ms dhtersos rdenes en ks dife-rentes caPas sociales; son sistemas en mooimiento,es decir, objetos de la bistoria, qwe sin embargo semueoen siempre al rnisrno ritmo en los dhlersosnhteles culturalei, determinando el comportamien-to de los bombres sin ser conscientes de ello.

    Georges Duby

    uando el Simbolismo hizo su aparicin a mediados del sigloI XIX, era menos un movlmlento artstico o un estilo que una\-/ expresin del espritu, y es nomble que afloraraprecisamenre enla zona catlica de la Europa industrial. Se difundi en la ..Europa de lamquina de vapor,,, enlazonacomprendida entre las ciudades Glasgow,Estocolmo,Danzig,Lodz, tieste, Florencia y Barcelona. El nombre yla caracterizacin se los dio el 18 de septiembre de 1886 la pluma de JeanMoras. Su final se anunci en el revuelo de Ia Primera Guerra Mundial,despus de haber afirmado su existencia durante seis decenios.

    En la Francia del siglo XIX, el Realismo era cosa de artistas oficialesy de aficionados, etiqueta y distintivo de una conciencia social que sesenta comprometida con los problemas reales de cada da. Los otrosartistas, que pintaban por inspiracin, erarrdespreciados por sus adver-sarios, que los consideraban representantes de la reaccin; en el mejorde los casos, eran tolerados como soadores, a quienes se les imputabaignorancia de los temas realmente importantes. Sin embargo, en otrospases, pongamos por ejemplo Inglaterra, el Realismo era asunto dehombres piadosos y reflexivos, cuyo objetivo era, tal es el caso deJohnRuskin, la profunda veneracin del Creador, imitando a la Naturalezacreadapor 1.

    No hay que olvidar empero que Inglat era era un pas prorestante, yque los dos trminos ms importantes que en mi opinin caracterizanel Simbolismo son tambin los que caractertzan el surgimiento de lospases europeos en aquella poca: catolicismo e industrializacin. Perono son stas categoras que tengan cabida en la teora del arte; por esemotivo es importanfe tatar este punto con algn detenimiento.

    Tenemos que objetar que determinados caracteres del pensamientojerrquico inherentes ala mentalidad europea se manruvieron vigenteshasta el siglo XIX. Aunque laWeltanscbauungtradicional fue duramen-te zaherida por el escepticismo de la Ilustracin, pudo imponerse en lavida diaria, al menos en las zonas rurales. Pero la nueva sociedad indus-trial, que necesitaba enormes contingentes de mano de obra, provocuna emigracin masiva del campo a las ciudades, que el ferrocarril seencargaba de abastecer de artculos y materias primas. Las estadsticashablan por s solas: a lo largo de esta poca, una de cada siete personasnacidas en el campo permaneci en l; el resto, una emigraba al NuevoMundo o a ias colonias, y cinco lo haca a las ciudades. En un espaciode medio siglo, entre 1850 y 1900, abandonaron Europa 60 millones de

    dispora

    Gustave MoreauGalatea, hacia 1896Acuarei y aguada, 45 x 34 cmColeccin Thyssen-Bornemisza, Lugano

    Esta obra tarda narra el amor no correspondidodel cclope Polifemo hacia la ninfa marina Gala-tea, que amaba al pastor Acis, hijo del dios Pan 1'de una ninfa de los ros. Presa de los celos, Polife-mo aplast a su rival con una roca.

    Gustave MoreauJpiter y Semele (er.alle), 1894-1896Oleo sobre lienzo,213 x 118 cmMuse Gustave Moreau, Pars

    Animada por la diosaJuno, la mortal Semele,querida del dios Jpiter, deseaba ver a ste entoda su plenitud divina. Cuando Jpiter accedia su deseo, ella no fue capaz de resistir la apari-cin del dios baio cl fuego de su. rayos 1' muricarbonizada. Esta complicada y ornamenradacomposicin es tpica en una vertiente determina-da de la pintura simbolisra. : 1

  • Pcrsonas. Los qr-rc en cantidacles masivas ergrusaron las ciudadcs 1, 5Lr5arrabales sc enco.rrargn,de repnrc priuadls .J" ,., ;;r;;;.;;;;ir";,que hasta entonces lcs haba da.lo su'i.lentida.l y ,, prp"l c, lr comu-rridd. jusrilicando es su crisrcn..i.r. Alr.ir l, .*iri"niii* ,r,;i;:.,;.,"la pertcne,cia a un orden urlrano, p.r ia i.r.g.r.-"

    .,-, 1o for,rid,rlie,rquina de un sisrcrne.producrir.o que organi zlala vtda. ,", i.,i.;r;;:tes segn_ criterios csrricrmcntc cct'rnnrifos, clejando de laclo lo, i,"ln_res,morales quc hasra cntonces erar-I ia base.1"

    "r, juriiii.".io exisren

    cia1. Por ese i.rivo, cl mundo catcirico p.r."...rr;;;,-, ms afec-r:rdoPor estas p-rofund;rs trrr-isfon'naciones, e ril ruc.lidJ cn qLlc su visicin cle irnundo se haba anclaclo cn 1o sir-r-rblico. t." *r",-, i.rrrr.,,-,r.ir-r soci.rlv cultural de l;r s.ciedad, originada por la rr'oiucin indusrriri, ;;;corrro consecuencia ur"l choque

    "rrt." lu, oricntacior-lcs tradicionales'rsimllicas ,v el nucv.r pr.rgniatis,ro

    -dos .or;;tr.i;;", a.r ,-,;";J;;r-sadas en vrlores di"r-n"i.allnentc opuesros.,

    U:l!.:1-.-.i.\ los.p1sc.,.c.rr,ilieos r,,p,-,rr.ro,r ,r.rl ios c.rmbi,-,s origi..i_Lrus poI r.l lndustfllrz.lert,lr. N,r:tilrr pur-l,r nriscr-ia qut,dcscrrcdcl,,. ,que se extcndi por igual a toclos los pases, ,i,-,o p,rrqr. ..*rri.,r f.-.represenracin emlrlemtica del ,,und.cn ltrs p.r.:, ..i01i.,,, .r-.;;19 qy" tocaba a la naturalcza c{el bie n y dei m,rl. Como ha escrit. \V,rlterBcnjirmin:

    "E1concepto de lo d",rl.rrrircc, surge alidoncle cl clc Modcr-nidad irparece

    ",.,

    .o,ijr,r.itirr c,rn c1 c;rtolicisrio.,

    Ciovanni BoldiniIi, tt.t'., .1. ll l. .. ,1, 1/,,,/1, ) 1/r/.,/r. I sq .()lco soLrc licrzo. l0O r l0O inr\1 uscic 1'(lrs.rr, I)rs

    ,\ IUt I il,\Fern,rnd Khnopif[,:n t'nnti,t l / l,tck ntt. dortr tpon tystlf )t89iOlco stlrrc licnz,,. 7] r 1,{l crn\"tuc I)i nkotheii. \l ;riclri,,rr,rl.r r,l:tlnrond Aur.rn lcrrrtlt!.11,t.11,1 i rit /r.ti,i,. i '(li

    t,1.,, .,,1,r. 1,. ..,,. lli, l..l.rr\1rrst, .lrs,,\r t\ I )ce()r.1riis. I).lris

    B

    COIIalaqucPo,

    :r abrupta,nctar-norfosis clc la vicir diaria fuc srscitecla por ur.revolucin j:rrr-rs conocida hsta cntonces, la revolucrrn inciust,1Jclel siglo XIX. Natural.-rcnrc las reoras por s sol:rs r-r. po.rrir

    rnover y transformr la socicclrd. I-os fiisofo-s r-ro prr.r.rban rricreshora de criric:,, ia.s corrccpciorcs traclicionalcs. pcrJ cllo no rr.rpicliti,r.ts(,.i.dl.i pr'(.)irll(l.r,lcrtr.tl.rdi.i,,lr:r]ist;r, s,,lrrc lurlo.,ll ..,] ..,r1,..srgurcril r'l-rr,Lntcnic.lclo su cstilo :inccstrrl clc r,.icla. y'.o sc h.rLr.i.r

  • -..+l:i*il:"t-.*_^; ,

    t*.

  • stxve Adolphe Mossat.1 distingr;da ),)'qtq,, 19CGeo sobc Iicnzo,75 x 60,5 cnr,leccirin privada

    'nro sinrbolist rardo quc:r1>rovcchri l:r riclr'lci Jc , stc cstrlo .rrti't:.,r. V,,ss cr o u tl.lic de obras importantcs, crrtrc cil;rs cl cuadroel quc cnirrrrca cn la vi.l,r.li,rri.t cl cma sim-lista.lc l,rfcrlrc fatalc.L,.t rlilcrcnci cntrc l.rs-soras sc tleiva dcl contcnirlo: cl 1.riqr"r'

    "tuco pcrrtluc s soo los lriqucvs, r' la rnujcr,i vt..tr.l.l clc{.rrur'nr( rr( lr,,r!lr( .lur\'r(' iil\1u'n.1 cincr.r clc cb,rll.s. I'csc cllo, cxiste un.1-i()s:1 tcrtsi(irt cntr!- ilrrlL)os.

    transformado nada si la poblacin rural rro hubicrr sido masivalnerltcdesgarrada de su n-iedio habitual y trasladada a un ambicntc totalmentenuevo. El desfase no se hizo espcrar. E,ntrc los idcales morales que pro-pagaba el cristianismo y las lrcccsidadcs ), r.uiscrias dc ia vida diaria seabri una sira cada ve z ms profunda, sobrc todo para las clascs tncuospudientes. Por cncirna dc todo critcrio morr1, irnperaba 1a necesidad dcsulsistir en un ordcn totalmcr.ttc nucvo y promctcdor. Una transtnutt-cin dc valorcs fue el rcsultado final.

    Esto cs 1o que da a entcnder un cuadro dcl simbolista bclga Henri dcGroux, titulado La gran dispora (pg. 1+). En l sc vc a l'rombrcs ymujcrcs, unos a prc y otros:r caballo,:rlrrrclotlrrlclo iLllltos un lugartotalnrentc devastado. Iln prinrer plano sc vc un grrrr crucifiio roto. L:rccrca dcl rcciuto cn el quc sc cncucntra h,r sido dcrribada, y c1 crltorllocst tarnLin dcstruido, clc fclrnr:r quc los h,rbitantcs sc vcn obligados,rp1rtir para otr1s ticrras. Nc sc trAta, corno -roclra crccrse :rl principio,dc una cspccie de xodr, h,rbitu,rl dcspus clc l;rs gr.rr.rdcs qLIcrras, sirrr)dc una

    "dispora" cspiritu,rl.

    N,centrccntrde ladel nnatuf.soblse imms (mun(Porq'resPf,com(tris n'tperoen clEssci

    L\ CR,\\ l)t^Sl'()ti.\

  • No cs casualidad quc cl crucifijo roto sc crlcucutrc justaurcntc cn clcentro dcl cuadro dc I{cnry de Groux: es cl srnlolo, an-rbiguo pcroccr.rtral cn la rcpresentacin dc un mur-rdo, quc rcconocc varios r-rivclcsdc lr rcalidd. Segn la conccpcir-r cristiar-ra del mundo, hay ur-ra partcdcl n-rundi creacla, la naturalcza, y otr trasccndcntc, 1a divin:r o sobrcnatural. Bajo ur-r punto dc vista purarncnte laico, lo rcal sc crirorrc a 1o.solrrc-rcal" scgr-r una frmula dc Guillaurnc Apollinairc (sur-re l) qucse impor-rdra nrs tardc. E,l cspritu positivista, sin cnrbtrrgo, rro aduritcn-rs quc una nic:r rcalidad, un solo nivcl, c[ dc la Naturalcz.a. El otromunclo rro scra r-n;is quc ilusin. Y se podra rcplicrrr: .Pucclc scr i[u-sinporquc ustccl lo dicc, pcro cso cs.lo quc rlos()tr()s qucrcnlos. vivir'". IJrtrrrcspLrcsta scmcjantc podra scr c'lictada tanto por trn c-spritu rcligir-rsocomo por Lln gllsto rn:s o mcnos pcrvcrso dc la iguorarrcia v cl cqoccrltrisnro. El

    "otro. r.rundo podra scr cl divino, postul,rc{o por la rcligitln,pcro tanrbin cl rnundo dcl pl;rccr ofrccido por las ,rrtcs, rnuncio par:rickrcn cl cluc rodr:rn rcfugi,rrsc, al nrcr-ros cn cs1 poca. tanto la ficcin clcrirsscintcs, conro, cn carnc v hucsc'r, cl rcr. l-lris [[ c]c Bavicr:r.

    Alphonsc Osbert,ll us dcl

  • :Rf-CHA:rnold Bcklint peste, 1898'mple sobre tbla, 149 x 105 cmunstmuseunl Basel, Basilca

    artisra tuvo que hu;. dos vcces con su familiai clera. Sin enrbargo, cn esra olra inconclusartJ el tcnr dc la pcstc dc for nra quc no ticnciacin dirccta con su vida, En la poca actual,, cuadro scmcjante podra sinrboliz,ar Ia amc-za del Sida.

    AJO::nry de Grouxgran dspora, hacia l89lco soLrrc lienzo, 76 x 98 cm,leccin privada, Pars

    rmbres y mu]eres, unos a pie y orros a caba-, abandonan el lugar dc la desolacin- En pri-r trmino, una gran cruz rota dc madera en.uelo. La valla que la rodeaba ha sido derriba-EI cuadro muestra de {orma un ranto pueril,o convincente, el fin dc las ideas tradiciona-

    . en una sociedad presa de profundas convulnes.

    PAGINA 15 ARRIf]A:James EnsorLa antqulin del ngel rebeldc,1889Olco sobrc Iicnzo, 108 x lJ2 cmMuse des Beaux-Arts, Anbercs

    Estc cuadro impresionantc y a la vez confusodemuestra lo difcil quc cs cncasillar rgidamen-te el simbolismo. Expresionista y abstracto almismo tiempo, el leo dc Ensor muestra un ru-multo impetuoso, una lucha cspiritual cn cl msall, inspirada en la Biblia.

    PAGINA I5 ABAJOJXavier MelleryI nmortalidad,sin fechaAcuarela sobre cartn, 80 x 58 cmMuses Rovaux des Beaux-Arts de Bclgiquc,Brusclas

    Enembartural sorro. fsiglo, rdos gcSe trauprdidlas inte

    "Se Iestas grde loscomeciedad,guram(Kahn,semeja,se ideni

    i-A CRAN t)li\SP()iiA

  • En ambos casos, sc trata dc un elemento de ncurosis o de locura. Sincrnbargo es lcito prcguntarsc si no l-ray un facror cspecficamente cul-tural subyacente que oculta la depresin latente de uno y el delirio delotro. Desde la pcrspectiva desarrollada por la etnologa a 1o largo de estesiglo, toda cultura se presenta como una reserva de valores y significa-dos gracias a la cual los individuos se sitan y se orientan en el mundo.Se trata, por tanto, de una prdida de valorcs, y por tanto de orientacin,prdida que larncntan sobre todo quienes sc muestran ms sensibles aIas intenciones de1 Simbolisn-ro.

    "Se nota den'rasiado", csribi el poeta sirnbolista Gustave Kahn, .qucestas gentes solamentc se mueven para ltuscar sus rccursos, y la fuer-rtcde los sueos se seca. La lgica de la ciencia, de 1a industria y delcomcrcio, rcspondi a toda una scrie dc nccesidades prcticas de la so-ciedad, as como tan-rbin a una manificsta volunrad dc podcr; pero segurame nte no poda calnrar la scd que, scgn la metfora dc GustavcKahn, slo pucde saciarsc cn la fuente de los sucos. [Jna metforasemejantc, ha1, que dccirlo, cs inadecuada cn la medida en que el sr,rcosc idcr-rtifica ms fcilmcnrc con lo irreal quc con cl cspritu crtico dc la

    MORTAL/>

    l.\ (ll(,\N I )1,\Sl\ )li,\ I5

  • {cnri I-c Sitl.rner1 1oig,r. I S()Sllc(l s()l)c Iicnz,,r. I li r 192 cnlusric .lc i (-h.rrcus,.- I ),rr.ri

    cicn [-tir r [)llururcI ltI o lt ( ; t1 )r\1.' lit,,l t l, t l,'ttl s,rl,r. i,.tl)l Sr i\.r/ui.r(l(),tsric J ( )r s.rr. I'.rrir

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    h.rci.r I Si/i

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    pocts simbolistas evocan dc mcjor galta 1a lun,r quc cl sol, el otoo qucla prir.r.ravcra, cl c:rnal quc ci rorrcrlrc, la lluvi,r quc el azul dcl nr1r; l1-nrcntarl, la tristcz- 1, cl aburrimienro, Ia desilusin antorosrl 1, Ia inrpo-tcncia, la soledad y Ia afliccir.r dc vivir c11 un nrLrndo en agorie.

    En la pocs:r dcJulcs Laforguc prcdomin:rr1 esros rcnras, Lrcro cxprc-s1clos dc forr.ua clist:rnciada ), c:ustic;r. E1 poct:t conficrc uu pitpcl cerl-cial a la lur-ra, al atardeccl, al otoo. Pcro su cspl-iru ticnc rrlgunas vcccsr:1sgos dc ngcl vcilgador:

    .,Tr>do aicnc da un solr impcratii;o cdtcgri),Ptro cotl cl largo lrr,tzo 1, la ntatriz lcjana.l:l dnt{', cl dntor qut,suaa, quc cs ast'tit t,fornrca;Qu no dtndttos pt'tt nosotros cn nucstt'o pcquco rint

  • v. cn nruchos casos, de la angusti:r que sc lce e n tantas o1ras cn cu1ntocl artista i-rurga por dcbajo de las cosas. Si una partc del arte siurlo-iista r.ros parecc dulzn y crnolicntc,

    -y sc pucdc cvocar cn cstc scn-tic'lo a lrdnroud Aman-Jcan, Hcnri l-c Sidrrner, Lucicn Lvy-Dhurmcr,Charlcs ltlaurin, Edgar Maxcrlcc o a Alphonsc Osbcrt- cntollccsbicrr parccc que cl 1rtisti1, que preferira ignorar la situ:rcir'r rcai,ilnagin:r la pl:rccr-rtcra ilusin de pcrpctuar aqucllo quc dc hccho habadej,rdo clc cxistir.

    Uno pucdc prcgur'rtilrsc a qu sc oponc cl sn-rbolo, quc es el r-rclcon'risrno clcl Sinrlolisnro. Para eso tencmos un1 rcspuesta: a 1o oreal",dctcrnrinaclo y dclimitedo por 1rr roca, a lo dado, ;r lo profano. E,r-rcfcctr'r, todo sn"rbolcl sc rcficrc Llna nlcr1 rcalidacl. Si dcsigna cn lasnrttcn-riiticas una cantidacl dcsconocicl:r, podra dccirsc quc cn rcligin,cn pt>csrr () cn artc aportr una cualiclad desconocidr susccptiblc cic volvcrsc rrrngiblc

    -ur-l v:rlor codiciaclo. Dcsdc una pcrspcctiva rc[igic'rs;r, es:rcualiil,rd c-s dc.sconociclrr (o inaprchcnsiblc), dado quc dcrir,,r dc un orclcrrsobrcnirturrrl, un ordcn quc slo 1a rncdiacin dcl objcto sagmdo pcrnti-tc signific.rr. f,o srrgrrrdo, clcsclc cstc punto clc vist:r, no cs rns quc un:1catcgor:r scnr:intica, r,nt clcbc confunclirsc con lo clivino

    -collo diccun rcir,in c]rino, no hr,que conftrnclir lrr lun,r con cl dcdo quc lplurtair:rcir cllir. Pcro incluso rrcscinclicndi clc cs,r pcrs'rcctive. cicr-trrs cos1sno sc pucclcn clcsign,rr .lircct,rn'rcntc. Haccn felt snrbolos p:1rr1 roc'lcrhabler clc cllas. De cst,r lrornrrr sc prls'r x l:1s catcgoras cnrblcmtica-s dcla c-lturl cluc sc crlcucntrarr m:is all clcl unlLrral clcl lcnguajc, y sc:rli-rcnt:ur tlc unrr rcscr\r.r clc valorcs inrPlcitos quc;1 l()s ojos clc cacla urrr'r

    I-

  • Alexandre SonLantcnto de Orfeo,1896Olco sobre licnzo.73 x I 16 crMusc d'Orsa1', Pars

    crean la jerarqua del mundo e indican al individuo cul es su posicinindividual en sta jcrarQua. Pcro tambin entra el tema del futuro, quese edifica, pese a todo, sobre los miedos y las esperanzas de los hombres,detcrrninndose en sus sueos, como a travs de inexorables condicio-nes materiales de un presente que la historia lc impone. Toda la energahumana est orientada precisamente a sobrepasar el campo estrecho dc1o dado, lo cual manifiestun perplejo Laforguc en versos tan imprcsio-nantes como irnic65; .Por qu nuestros sobcrbios sentidos/ son tandementes fuera de los teclados constreidos,/ crcyendo en espejos msdichosos que el Verbo...?"

    Aqu prcibimos el ncleo del conflicto, quc opone dos visiones delmuno: po. ,n, parte, un mundo dado c inalterable, favorable al co-merc;o y a la industria, pe ro indiferente a los valores que dan- sabor ysusrancia a la existencia; por la otra, un mundo en relacin dialcticacon un modelo trascendente (religioso, visionario o potico), que ac-ta como un fermento y promcte una transformacin creadora de [odado. El siglo XIX !a vivido una radical interve-ncin que ha sePeradoestos dos hemisferios de nuestra relacin con el mundo- Parece comosi 1o real no fuese ms que un lastrc para el soador, y el sueo nodiera alas a lo real. Sueo y realidad se cncuentran desdc ahora cr-tguerra." A partir de este momento se comPrendc que el arte simbhco sc,ru"lrr" no solamente contra viejas ilusiones a ias que la sociedad harcgresado finalmenre, ni a la expresi.n todava inocente de contenidoslnconsclenres, como conocemos desde Freud. El arte atae ms bien acosas ms profundas, ai estado siempre cambiante de Ia culturay ala

  • neurosis endgena", segn la frmula del gran l-relcnista E.R. Dodds,en su obra ..Los griegos y 1o irracional,. Eso explica que una buenaparte del arte simbolista se ocupe de un nuevo probiema, de las dificul-tades en la reiacin de hombre y mu;'er. Pues li cuirura, que confiere acada uno una confirmacin de su identidad como individuo, arae en lamisma medida a la identidad sexual. Y esta idenridad, basada en un donnatural, no puede ser solamente una construccin cultural, un meroartifico. Cualquier grieta, cualquicr dislocacin del cuerpo de la cukurahabr dc tener inevitablemente repercusiones en la interaccin de hom-bres y muje res. La frmula de Georges Dub aplicada a la Edad Media,es pertinente aqu:

    "E,n dcterminados punros de articulacin aparecengrietas que se van alargando poco a poco y terminan por dislocar eicuerpo, pero por el proceso de disolucin casi siernpre pareccn insidio-sas. Pese a ias ilusiones qu-e puedc desatar el aparente rumulto de agita-ciones superficiales, hace falu mucho tiempo para que sus resonanclasconduzcan a dcsmoronamientos, los cualeino son ms quc parciales ydejan subsistir siempre vcstigios irreductiblcs."

    Louis Velden HawkinsAngcl con aureoh,1894Oleo sobre lienzo, 61 x 50 cmColeccin privada, Pars

    Las bicn trazadas figuras de los santos se parecenms Is ..girls" actuales quc a ios ngelcien i:svidrieras dc las iglesias. Para no dcjarlugar a dudas, el marco original llevaba la inscripcin:

    "Entonan cnticos celesriales con labios an manciilados de tierra".

    LA CITAN I)IASPOIIAa:;\

    21

  • I:R:(ll I^:iilliam BlakeI gran dragn rolo l, l nujcr !cstida -l 809cuarcl:r,:J.l,J \ 42 crnrooklyn Muscunr, Ilrooklyn, Nucv,r York

    I carctc r'isionar-i,r.lc la o[r,r

  • 'l

    l

    al rncnos utt scntimicnto dc co,.l-lunidad que faltab,r crl las ms puclicrltcs'El simbolisrno sc inscribc profundanrcnic cn url pasaclo rico crl srnbo-lo., pr., cscarnio d" aqullos quc haban idcaliz-ado csc p;rs:rclo' unaidcaiizaci,-, quc, al *.no, prr" i.,. quc rcnan n-rcdios, corlcluio a nlar-ginarsc dccidi.lar,rc,,tc dcl iurso brutal dcl rnurldo, para dcgust1r tantoL, lico."s rclaiantcs como las arlgusti:Is y las pcsadiIlas dc las quc nopodan cvadirsc.

    1.,\ (;l{A\ I )1,\Sl'! )1r..\

  • Alfred Kubin) uro de carnenteria, hacia I 902Plunr r'rinta china rcbaiada sobrc papcl,1.1,8 x 18,2 cmOtcriisrcrcichischcs Landesmuscum, Linz

    El ausriaco AlIrcd Kubin, quc no comcnz a di-buj:r hasta los primeros aos dcl siglo, trata elcra dc ]os temorcs irracionlcs ms intcnsos. EIrrrurcilago, por tcrrorlico quc prczca. cs unrl(r sus invcncioncr rs bcnicnas.

    l:ranz von Stuckl:l pt'utlo,1893L)lco solrc licrzr>,95 x 59,7 cnrNcu.' Pinkothck, M rich

    listc licnzo dc bcll lrctut.r ,rc,tric;r cs ur excclentc ircrsonificacitin couvcrctotrrl dc la nruicrl)crlcrsa, tcrna ccrtr.rl tlcl Sinrlolisnr

  • radamente que es seor de un reino imaginario". Es esta cualidadpuramente imaginaria de su-influencia la que tuvo como consecuenciacasr necesana una soberbia ligeramente histrica en ei gran dandy qucfue el Cornte Robert de Montesquiou (pg.8). Este sirvi de modeloranto para ia figura cmica de Des Esseintes como para el personajepattico del Baron de Charlus, de Proust (..A la bsqueda del ticrlpoperdido,).-

    Esta extraa situacin nos enfrenta a una paradoia insoluble, va quee1 fondo simblico dc la cultura que estos personajes solitarios preten-dan conservar es precisamentc el quc, en una situacin o61" (esdecir, en todas las sociedades consideradas en sus fases de relatii'a es-tabilidad), constituyc no el terreno cerrado de algunos privilegiados,sino el fondo comn del que la totalidad de la sociedad deriva su co-hesin.

    Todo arte est en sus comienzos traspasado de smbolos. Hastapocas recientes, en un notorio maientendido relativo a la resurreccindel viejo ideai de

    "imitacin de la Natural.eza,, se ha considerado qucuna de las tareas dcl arte era reproducir escrupulosamente el espect-culo que uno tena ante 1os

    _ojos. Todo_ arte a1 que se ie atribuve unacierta irnportancia va ms all de s mismo y de su tema. Incluso e1Impresionismo se revela en sus mejores momentos como un arte quesabe captar lo que nos parece tan coddiano y tan inasible: el instanteinmediato y vivido. Es un caso lmite comparable con aquella pocaque, al socaire del Positivismo, negaba toda realidad en tanto que noestuviera referida al mundo material, inmediatamente sensible y men-surable.

    Pero el idealismo pasional y a veces fantico de1 arte simb1ico fuetambin el motivo del rechazo que experiment ms tarde. La guerramundial haba dado una terrible leccin, y la moral resultante de ah semanifest en obras tan desesperadas como sl

    "Viaje al fin de la noche",de C1ine- Hacia la misma poca, descubri Freud el origen secreto dccierta forma de idealismo: Ia sublimacin. Asimismo, los instrumentoscrticos desarrollados por Marx y reconocidos desde entonces por todoslos pensadores e historiadores serios, han permitido comprender ei fun-cionarniento de 1a ideologa

    -comprender cmo ias ideologas sancio-nan ias jerarquas sociales existentes mediante su relacin con las repre-sentaciones mtic:rs.

    A partir de ahora se comprende bien que la cornplacencia pueril deuna luena parte de I arte simblico haya sido particularmente vulnerablea la crtica. Pero el trascurso dcl tiempo y la evolucin de ias me ntalida-des nos ilevan a contempiar esto con una mirada nueva. Los trabajos delos etnlogos a lo largo del siglo nos permiten comprender hasta qupunto el sistema simblico de cuituras es indispensabie para el bienestarde los individuos y la supervivencia de una sociedad. S1o estc planosimblico permite designar los valores que merecen considerarse y so-lamente l permite a cada uno tener su propio sentimiento de identidadindividual y scxual

    -cosas stas que no pueden alarcarse con la razn,pero s por un orden que la razn no debera ignorar-.

    Por lo derns, el Simbolismo no ha dejado de existir. Pcrdura an hoyda, espccialmcnte en textos literarios, incluso en la olra dc un SamuelBeckett, por moderna que se nos antol'e. Tambin perdura, de forrnaespectacular, en el cine, sobre todo cn ia forma simblica o barroca deun Fcllini o un Past-,[ini.

    Incluso sc encucntran elementos sirbolistas en obras corno El gran

    Dante Gabriel RossettiAstarte 51,rca, 1877Olco sobrc lienzo. 1 8l x 107 cnrCirv Art Gallcrr,, Manchcstcr

    Janc Burden, compaera dc Rossctri dcspus dcia muertc de Elizabcth Siddal y cl frecaso dc surratrimonio con cl pintoq poeta v dccorador Wil-liam Morris, pos dc modclo para cstc cu.rdro-Cono cn nuchas otras obas cn las quc glorificaa I mis,na modelo, Rosscti cstiliza los rrsgos dcsu rusa, confirindolc unf,

    .g n scnsu,rlid1.

    Danre Gabriel RossettiBcata Bcatrix.1863Olco sobre iienzo, Sl, x 66 cnrTatc Gallcy, Londrcs

    Coro I{rssctti sc llamal I)antc, su nrotlclo I-li-zabcth Siddal, conrpacr:r r,futurr cspose suvr,tcnaquc llamase Bcariz-... Pcro st.rscquitci lavida co l:iudano c I ll(,2. [rstc cudro, pinrrcloun arlo dcspus dcl suicidio, cs un ltiro v doloroso horncna]c a aquclla mujcr. En l sc ve F,li-sabcth Bcatriz cn esta,lo dc xt,rsis, cir el ntonrcnto de la muertc. Un pjaro rojo rcsplandccicnte,el Espritu Santo, dcposita cntr c sus nranos uramapola. El ludano cs u,r dcrivtlo del opio. q u.'sc obticnc dc la amapoia.

    { A ctti\N t)lAsl'()lit 27

  • cristal de Marcel Duchamp.(p!g..214), quc a_ prirncra vista habra quesituar en las antpodas dcl Simblis^ro. ,-,

    "f".to, pcse a su forma sccay a su espriru irr-rico (por no dccir cnico), csr emparcr-rta.la, por susestructura y-c_omposicin, co, las grandcs *mquinis, si.rbolisras dcun Gustave Morcau, fundador dcl Simlolismo fiancs (pg.6).

    La irona, por orr-a parrc, nunca fuc ajcna al simborlsr-,-; ".,t." lo,poctas hay que nornbrar, adcms c1el ya citadoJulcs Laforgu, a Alfrcd

    Jarry, quie, marca la trar-rsicin hacia el ,-rodcrnisro d. ui-, i)u.l-,",.,-,p;su da.ndismo y. la originalidad y far-lrasa dc su obra litcraria pc.mitc,,,incluirlo cnrre los simbolisras.

    . c:i*a4*"x

    Fernand Khnopffl:l artc t La, tarica:. La f)/i?q(r. I696()lco sobrc Iie2,r. 50 .r I i0 eilMuscs Royaux dcs Bcaux Arts, I3ruscias

    I-n mc cnignrtico iicnzo, Khnoplf prcscnra unalclior d,, l rclacirirr .,,rgularquc L,,.rrrirra,corrlrndo cr su iolcdd, ricnc con l,r inraqin.rrio.No se trata rarro dc ur siruacion inrcmpra1c,,rrr,, dc Ia problcrjr rc inr dnrodr .le 1,,' irrr.rqirrari,' ropia Jc l.r cpoca sirrbolisr.r. Ll jor,.rr ai.iradr\ rcpr('scnt.1 l rtisr. L,)5 do5 roslrOr c,tjrliurrtos. lorrtran,l,r ulr todo. lll rti:l rcpo\t \un('tilld conrr lr rnujcr p,rrrrcr:. cncrna. iol dc j',cdricirin. Asr cr l prisi,lr r cl Judo,o rc\o, ijoJel rrc sinrbolis

    E.ntre los artistas sir.lolistas sc cllcontraball csros cspritus aue afir-maban 1a absoluta auronor-r-la del arrc. IJna rfi.racir, se ,-,-,ef

    "Jre renaun,valor muy_especial para una socicdad que qucra que el arte fucra*cdificanrc,'. Ei Modc*ir,,,o rorna csrc dogrna por su cucnrr. cxigicndoque el

    .arte,_al igual quc las- .rarclnricas,"sca'un domi,io aparte, noteniendo ms relacir con el coilrexro que cl quc aparece ",-,

    1. E,-, "r.sentido,.s.e percibe una corlrinuidad real i,lr..

    "r,. aite 1, sl nucsrro, una

    continuidad enmasca.ada por Ia idca dc ur rupr rr" ,.i.rl v dclinitiva:idca convertida en mito fundador dc la Moderlni,-lad

    lirncisco Je Gol rfI.ol,s,t.tSO:-IlL;()lco srhrc liclzt, Mr x I05 cnrNI usco dcl Prdr, Mtlr itl

    \1, .i l, '.r l)ri, ,r r( .t , lil ,.r rri, ,, \j lr(. \ur( i I I n (.r, ,.1lr,rrrl,r., l,,r trlLrlr. .re,ilrrc. irritcrrt,,..1rr,. r,., rcr

    rlr'r. \(,1\rc cl. Lrr.t irrr.,lcrr I,CnL.lrJ1,.lrrr.irr.i eU(1,,,r luc Un I)r(\ u\,,r',lcl .tntlll.rtur.lisllt,,.lc i,,,simbolisras. I-a cxrrcnra vitalidad tlel artisr,r csp.r_,.\l ,

    ',rrr).sr r rirr ,.rrJ,.rrq,, . o,, 1., .,t,r,,,ri..,., 1"i,".,1'r,.rrc.,l, ,11jr., Jcl.,it. J,. iirr.l,,,isl,,

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