Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

18
Giacomo Castagnola

description

Ensayo sobre la práctica del arquitecto/artista peruano Giacomo Castagnola en la ciudad de Tijuana. Revisión de proyectos donde se aplica el concepto de microurbanismo

Transcript of Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

Page 1: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

Giacomo Castagnola

Page 2: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

“Como diseñador te convier-

tes… en un catalizador de infor-

mación personal y material, que

mediante procesos de acumula-

ción en el tiempo, va formando

nuevas sustancias y relaciones

produciendo estructuras ar-

quitectónicas y sociales más o

menos temporales”

Giacomo Castagnola (1)

Indice

Semblanza

Proceso: Banca de espera

Sobre el espacio público

Conceptos

Proyecto 1: Microparke

Proyecto 2: Archivo bc

Proyecto 3: Slowtrans

Page 3: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

1: Cerro San Cosme, asentamiento informal (60 años de edad) Lima, Perú, 2004. Foto de Julio César Dazan.

Page 4: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

semblanzaOriginario de Lima, Perú. Estudió arquitectura y diseño en la Universidad Ricardo Palma, en su ciudad natal. Vive y trabaja en Tijuana desde 2004, donde estableció Germen Estudio, oficina de proyectos de arquitectura y diseño.

Es en Lima donde inicia su exploración sobre “la ciudad informal”, y en Tijuana donde su in-vestigación se enriquece con lo que Giacomo ha denominado la “experiencia arquitectónica del migrante”, desarrollada desde la posición del que carece de los privilegios de un ciu-dadano: el colono informal o ilegal. Para Castagnola, la observación y estudio de “la ciudad informal” lo han llevado a identificar el principio de “no-diseño”, en el que “no hay una base para la constancia de un plan, sino que se consolida y construye entre la necesidad y las sit-uaciones” (2). El no-diseño se da como proceso individual y auto-constructivo que sustituye las preconcepciones del proyecto, la planificación o el diseño. Bajo esta modalidad, cada in-dividuo resuelve sus necesidades empleando diferentes recursos materiales y constructivos, dando como resultado patrones arquitectónicos inéditos.

En muchas partes de Latinoamérica donde predomina la pobreza extrema, el crecimiento urbano informal se manifiesta como estrategia creativa de supervivencia. Estos procesos no se presentan exclusivamente en el ámbito de la vivienda, se expanden hacia el comercio y el transporte. Los individuos tejen redes entre estos tres ámbitos, articulando microurbanis-mos (Imagen 1). Sobre este término, Castagnola afirma que “una persona puede cargar su propia casa, negocio y transporte sobre el cuerpo”(3). Estas unidades básicas, creadas por las personas, son tácticas que dependen de la capacidad de compresión y descompresión de las mismas para ser activadas en diferentes contextos y bajo diversas circunstancias. Los microurbanismos, en opinión de Castagnola, constituyen la nueva materia urbana. Estas infraestructuras físicas y sociales paralelas que a primera vista parecen simples interconex-iones caóticas, constituyen organizaciones complejas producidas en la dinámica cotidiana de cada ciudad.

Antes de dejar al lector con la entrevista en la que Giacomo Castagnola abunda sobre los conceptos descritos arriba, me detendré en reseñar un proyecto que, en mi opinión, muestra algunas de sus principales inquietudes. 2: Banca de espera, 2006, ilustración de Giacomo Castagnola.

Page 5: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

Banca Ambulante (2006), surge de una inquietud genuina y sencilla: la posibilidad de “estar” (4) en un lugar. Esta noción de “estar” no implica “ocupar” un espacio, tomarlo o hacerlo suyo. Más bien sugiere una estadía breve: una apropiación vivencial del espacio. Banca Ambulante responde también a un gesto aparentemente sencillo, el de “la hospitalidad” (Imagen 2).

La locación para la que Banca Ambulante fue diseñada se encuentra en la Colonia Federal de Tijuana, donde se ubica la Puerta México. Esta zona funciona como puerto de entrada vehicu-lar y peatonal para quienes vienen desde Estados Unidos hacia México. Tijuanenses, mexi-coamericanos y turistas nacionales e internacionales cruzan diariamente las puertas giratorias y las casetas para automovilistas, sumando 1.4 millones de cruces anuales, según registros del Instituto Municipal de Planeación (5). El impacto de esta actividad sobre la colonia es per-ceptible cuando, con un ojo atento, descubrimos las diferentes etapas de desarrollo que nos revelan su traza y configuración actual (6).

Resultan interesantes el tipo de interacciones que se establecen en los alrededores de las en-tradas peatonales. Particularmente en la calle José María Larroque, lugar donde Castagnola diligentemente colocó su banca, es nutrido el número de personas que esperan de pie, segu-ramente para recibir a familiares o amigos. La Colonia Federal es también el sitio por donde son repatriados diariamente cientos de indocumentados mexicanos, quienes cruzan por la Puerta México a las oficinas del Instituto Nacional de Migración y cuyo destino final serán las calles de Tijuana.

Cuando Castagnola colocó Banca Ambulante en las proximidades de la Puerta México, imple-mentó un servicio público precario del cual carecen los usuarios de este espacio. En este sen-tido, la banca, parece encarnar “la ley incondicional de la hospitalidad ilimitada” a la que se re-fiere filósofo Jacques Derrida (7). Este mobiliario se convirtió en un gesto privado de cortesía y hospitalidad en un espacio público, dirigido indistintamente al extranjero o al local. Justamente en un lugar donde se ejerce una “hospitalidad” que, en el mejor de los casos, concede asilo en relación directamente proporcional al estado de nuestras billeteras y cuentas bancarias. Es aquí donde “la hostilidad” suplanta a la hospitalidad. Todos los días observamos cómo la prim-era se ejercita a través de las leyes, por medio de la clasificación estricta e implacable de los usuarios de acuerdo al estatus de su documentación. Frente a esta “in-hospitalidad” es que esta banca fue colocada, en un punto preciso de fricción entre todos estos intereses, gener-ando un paréntesis paréntesis que permitía la posibilidad de orientarse, esperar o simplemen-

te disfrutar de un vaso de fruta picada un domingo por la tarde.En una aproximación descriptiva al diseño de Banca Ambulante, podemos señalar que em-plea materiales simples. Se compone de una tabla de madera sostenida por un marco de metal soldado, con una línea de corte geométrico sencillo. Sin embargo, su sencillez esconde complejidad pues es resultado de la hibridación entre dos objetos cotidianos: una banca y una carretilla. (Imagen 3). Al fundir estas dos funciones, Castagnola concilia principios que de entrada parecerían estar en conflicto: movilidad e inmovilidad por un lado, trabajo y ocio por el otro. Personalmente, encuentro en este diseño un ejemplo de la unidad básica del micro-urbanismo al que se refiere Castagnola. Por su escala corporal, su capacidad de de-splazamiento y, sobre todo, por su naturaleza táctica: la posibilidad de descanso en un lugar público, que la planeación formal de la ciudad no logra satisfacer. Banca Ambulante sortea las burocracias que administran, controlan y determinan las posibilidades de interacción que los ciudadanos podemos tener en un espacio compartido y lo hace desde el espacio de injerencia personal, en riesgo de ser ilegal.

En cuanto a la construcción de sistemas, más adelante observaremos cómo el principio de tensión dinámica - movilidad versus inmovilidad, trabajo versus ocio - de esta pieza, ha sido replicado bajo diversas condiciones en diferentes locaciones fuera de México. No sólo eso, su proceso de hibridación formal continúa, cobijando otros referentes formales que han dinami-zado, expandido y enriquecido sus posibilidades de uso y las relaciones que sus potenciales usuarios pueden establecer con la ciudad a través de este diseño.Sin más que añadir, dejo al lector con la entrevista a Giacomo Castagnola realizada en su estudio en Tijuana, a finales del mes de junio del 2010.

3: Banca de espera, 2006 - 10, Fotografías de Giacomo Castagnola.

Page 6: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

4: Pacha Cutec, Perú, 2004. Foto de Giacomo Castagnola.

Page 7: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

espacio públicoFZ: ¿Cuál es tu definición personal de espacio público?GC: Mi experiencia ha sido bastante vivencial. En las ciudades en las que he vivido siempre me he movilizado a pie o en transporte público. Nunca he usado carro, sólo por temporadas cortas. Así que recorrer la ciudad como peatón ha sido mi forma de entender el espacio público. Años atrás, con Julio César, un amigo arquitecto, estudié el espacio público de Lima recorriéndola y registrándola. Tratábamos de entender qué pasaba fuera de la arquitectura, en aquello que representa el 80% de la ciudad construida, nombrado como informal, periferia o pueblo joven. La academia enseñaba a diseñar estilizados volúmenes blancos, muy bien proporcionados, arquitectura de casa de playa para la clase media alta.Mientras tanto, me preguntaba qué pasaba en la ciudad. Porque no hay muchos de estos cu-bos blancos en el horizonte Lo que hay son cerros inundados de vivienda, diferente entre sí, multicolor, problemática, casi como un tapiz o un organismo que no alcanzaba a comprender.

Recorrer la ciudad fue un ejercicio interesante, bastante psicogeográfico, totalmente situa-cionista. No íbamos con prerrequisitos de cómo ni qué registrar, no teníamos respuestas. Trazábamos rutas hacia zonas de la ciudad que estaban fuera de nuestro circuito habitual. Fue un ejercicio metodológico de recorrer, convivir, registrar y almacenar información de la ciudad por seis meses. Entender cómo la gente ocupaba un espacio público compuesto por veredas, árboles, parques, puentes, bancas, transporte público y calles. Entender que es ahí donde uno interactúa con desconocidos, hace ciudad y se entiende como ciudadano.Registré y documenté fotográficamente en Lima una infinidad de unidades que representaban conjuntos o grupos particulares cuya repetición a escala urbana generaban sistemas comple-jos sobre la vivienda, el transporte y el comercio (ver imagen 5). Empecé a entender la escala de la ciudad (lo macro) desde la escala personal, individual (lo micro): el micro-transporte y el micro-comercio.

La estrategia de lo micro se infiltra con facilidad en el espacio público de la ciudad por su cualidad mínima, móvil, flexible y adaptable que, acumulada en grupos, genera una actividad urbana muy intensa. Un ejemplo de ello es el micro-comercio en la calle. El comercio informal es una estrategia de las clases sociales de menores recursos que no pueden acceder a crédi-tos para establecer un negocio planeado y entonces, sale a vender a la calle. 5: Vendedores ambulantes en las calles de Perú. Foto de Giacomo Castagnola, 2004.

Page 8: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

individuo. Salir de la esfera privada te conecta directamente con un potencial generador de opciones. La actividad multidisciplinar provocada por el intercambio y la colaboración/con-taminación genera información nueva que no se puede dar manteniendo especializaciones o sistemas cerrados. El espacio público virtual en Tijuana (redes sociales por internet) es muy activo. Podría serlo aún más, y generar más intercambios de información local que los que se dan en el espacio físico de la ciudad.

Otro de los factores que entendí después estudiar Lima, es que dichos comportamientos son procesos de crecimiento que muchas ciudades comparten. Estos patrones acumulativos de pequeña escala van desde la persona como vehículo de venta hasta su transformación en comercio establecido. Sucede en muchas ciudades en desarrollo o que han tenido migra-ciones en los últimos veinte, cuarenta o cincuenta años. Al estudiar la ciudad por su edad, te das cuenta de la etapa de desarrollo en que se encuentra. No en sus decisiones de diseño sino en su fase de crecimiento y desarrollo. Esto se puede aplicar a otras ciudades latinoamer-icanas donde existe pobreza, marginación y desigualdad social. Por eso, después de vivir en Lima, Tijuana siempre me resultó muy familiar. Reconocí que los sistemas que operan en la ciudad son similares en relación a la construcción emergente e informal (ciudad de inmi-grantes). También viví en San Diego y la diferencia es bastante clara, el uso de la calle es más restringido y regido básicamente por el automóvil.

FZ: ¿Cómo es el espacio público en Tijuana para ti?GC: El espacio público en Tijuana es muy intenso y activo, siempre me gustó y resultó familiar la relación y el uso que se le da a la ciudad, la forma de moverse en ella. También es un es-pacio conflictivo, conocido por la violencia provocada por el narco, que definitivamente afecta la relación y el uso del espacio público, pues lo va fragmentando. La gente deja de salir de su esfera privada o semi-privada y de interactuar con el extraño.En esta ciudad, los centros comerciales son los principales espacios públicos, son espacios privados. Existen muy pocos parques, plazas o vías peatonales. Es una ciudad dominada básicamente por el carro, con muy pocas iniciativas para incluir al peatón en el sistema vial o con ciclovías como alternativa de transporte. Hay casos de ciudades latinoamericanas recu-peradas y transformadas como Medellín o Bogotá, en los que la recuperación de la ciudad se dio al utilizar el espacio público como herramienta de integración social.

FZ: ¿Cuáles serían esos componentes del espacio público que no están en la esfera privada? GC: Salir del momento de confort y la esfera de control. Fuera de la esfera privada está la relación con la red social, con el otro. Hay que ser conscientes que siempre somos parte de una red social, solamente que uno cierra o abre su contacto con lo público. Es en ese roce e interacción donde uno forma parte de un sistema. De esa manera te conectas, tratas de absorber y de influir.

El pensamiento en red no es igual al renacentista, cuando centramos nuestra mirada en el

Page 9: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

FZ: ¿Puedes darnos tu definición del concepto “informal” que aplicas en tu práctica?GC: Lo que no está dentro de los límites de lo formal. A veces rompe ciertas reglas (com-erciales, catastrales, privadas-públicas) y está estigmatizado. La mayor parte del tiempo se asocia con las clases media o baja, cuyo único recurso es saltar las burocracias del sistema. Eso genera problemas para ambos lados, pero también una inmensidad de posibilidades, dependiendo de los contextos. Lo informal es complejo y no lineal. Es un proceso de auto-organización que emerge de sí mismo y de sus creadores. Desde el punto de vista urbano, lo informal se generó por patrones comunes como la migración del campo a las ciudades. En Latinoamérica, por ejemplo, en Lima este proceso de migración inició en los mediados de siglo XX. Actualmente más del 80% de la ciudad construída tiene menos de 50 años y un porcentaje similar de 80 % es población inmigrante. Esta última se desplazó del interior del país a la capital. El crecimiento informal acelerado de Lima no fue otra cosa que la respuesta del migrante ante las dificultades históricas para acceder a servicios públicos y privados que la ciudad no podía brindarle.

En Tijuana, al igual que en Lima, esto es muy notorio, hay tantas desigualdades y problemáti-cas sociales que la estructura del Estado y el orden que se supone debe haber en la ciudad no existen. Lo interesante de estos lugares es que se puede ser parte de la construcción de la estructura social u organizativa. Al ser jóvenes, estas ciudades están todavía armándose y conectándose. La otra cara de la moneda es que se puede generar mucha violencia. Lo in-formal puede tomar muchos rumbos, por eso no está definido. Es un limbo entre lo que no se controla, lo que puede llegar a ser ilegal o imaginativo.

Un ejemplo del potencial imaginativo de lo informal es el proyecto Banca Ambulante, que inicié en Tijuana y después llevé a Dinamarca y Corea (Imagen 3). Cuando estuve en Dinamarca, el único lugar donde pude construir la banca que quería era una zona militar invadida por hip-pies: la zona roja. En el resto de la ciudad era difícil conseguir herreros. Es un sistema cerrado: debes contratar una compañía, algo muy caro para ese tipo de construcciones pequeñas. En cambio, en esa pequeña isla informal, sabía que sí podría encontrar un herrero. Finalmente encontré lo que no pude encontrar en la ciudad formal. Por eso, estas brechas ofrecen posibi-lidades. Ese es el gen de lo que se siente en ciudades como Tijuana o Lima.

conceptos

6: Documentación de kioscos en Perú, 2004. Foto de Giacomo Castagnola.

Page 10: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

ríos es fundamental ya que movilizan rocas desde los cerros hasta el mar. Al hacerlo van distribuyendo las rocas más grandes primero, luego las más pequeñas, hasta el mar. Nueva-mente, es el movimiento del agua el que sedimenta y solidifica ciertas acumulaciones de roca que consolidarán nuevas rocas y montañas. En este caso, la forma es parte de un proceso orgánico de autoconstrucción y crecimiento. La génesis de la forma es inmanente a la materia misma, no a un diseño preconcebido. En este proceso se produce el cambio de escala de las rocas pequeñas acumuladas, que luego se convierten en roca sedimentada, de mayores dimensiones. Así, comienzo a ver las ciudades no planificadas o informales como un proceso de crecimiento orgánico. Mediante procesos de acumulación, sedimentación, coagulación y consolidación en el tiempo.Así fue como empecé a entender lo informal desde la perspectiva de la genética, el ADN y la filosofía de De Landa.

FZ: ¿Puedes darnos tu definición de “no-diseño”?GC: Para mí, el ejercicio del no diseño forma parte de las cualidades de lo informal, lo per-iférico y los crecimientos espontáneos. No es preconcebido porque carece de bases para la constancia de un plan: se habita y luego se habilita. Creo que las ideas de acumulación, sedi-mentación, coagulación y consolidación explican en parte al no diseño, al tratar de entenderlo como un proceso natural de acumulación de información y consolidación de procesos que culminan en un diseño o una construcción.Tuve esa experiencia en Tijuana porque fui construyendo y modificando mi casa durante el tiempo que la habité. Fue un ejercicio de romper con la diferencia estricta entre diseño y con-strucción. No diseñar es comportarte en el espacio e ir definiendo y registrando tu forma al habitarlo.

Así como en las antiguas invasiones de un lugar o terreno, tienes que habitar y estar física-mente presente por largos periodos de tiempo para defender ese pedazo tierra. En este sen-tido, lo informal, el crecimiento espontáneo y la autoconstrucción son parte fundamental de un proceso que inicia con la unidad mínima: la presencia física, habitando primero y construy-endo después. Entonces podrás pasar por diferentes etapas de construcción: del carrizo o bambú a la madera y de ahí al ladrillo “consolidado”. Por cierto, casi siempre se deja una loza con fierros de construcción en espera del segundo piso, o de que se case algún hijo. La casa siempre está en construcción. No es que no esté terminada, sino que puede seguir creciendo y cambiando.

Hay muchas oportunidades, claro que todos las tienen, ¿no? Ese es a veces el problema. Puedes sacar provecho negativo también, pero siempre tienes opción de intervenir positiva-mente.

FZ: ¿Puedes hablarnos sobre tu concepto de “movilidad”?GC: Lo no estático, lo no permanente, lo que puede ser itinerante, lo cambiante, lo flexible, lo adaptable. La movilidad es un factor siempre presente en la ciudad. Por ejemplo, la movili-dad en el pequeño comercio es fundamental para lograr acceder al espacio público de forma temporal. Así es como se dan los ejercicios de apropiación temporal, mediante la movilidad. En los casos de comportamientos como el micro-comercio o el micro-transporte, la movili-dad es fundamental para generar su crecimiento. Estos procesos acumulativos de material o relaciones se dan en largos plazos de tiempo en los que “uno va tanteando en qué lugar puede crecer”. No es una inversión específica en un punto fijo, sino que son pruebas. Vas encontrando los puntos que están funcionando: los flujos de gente, de la competencia. Hay muchos casos, igual que en Lima, donde grandes centros comerciales comenzaron a partir de la consolidación de pequeños kioscos comerciales (imágenes 5 y 6).

FZ: ¿Puedes hablarnos sobre el ciclo de sedimentación/coagulación/consolidación al que te refieres en algunos de tus procesos de trabajo?GC: Todo inició estudiando la ciudad, entendiéndola como un organismo complejo de uni-dades, conjuntos y cuerpos que generan el sistema urbano. Esto, sumado a mi interés por los sistemas naturales, como la biología y la anatomía, pero sobre todo la genética y el ADN. ¿Qué es el ADN?, ¿materia o memoria?, ¿materia o información? Es materia e información al mismo tiempo, es forma que contiene información en su construcción.

Mi interés era estudiar la materia y la construcción: la estructura interna y cómo se forma, de qué y cómo está hecha. ¿De cuántas partes está conformada esa roca? No pensaba en el espacio cartesiano, renacentista, en perspectiva. Más bien en lo topológico, en la materia y su estructura. Viendo el espacio siempre lleno de relaciones, en lugar de estar vacío en per-spectiva. El asunto consiste en detectar esta información y sus conexiones como parte del proceso arquitectónico. Eso me condujo al filósofo Manuel De Landa. Este filósofo describe en algunos de sus escritos la autogénesis de la forma, de la conformación natural de rocas y montañas. De cómo los ríos actúan como “máquinas abstractas de sedimentación”, como computadoras hidráulicas o mecanismos selectores. La función de los flujos de agua de los

Page 11: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

7: Boceto. Ilustración de Giacomo Castagnola, 2004

Page 12: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

8: ilustración Microparke: Giacomo Castagnola, 2005.

MicroparkeGC: Microparke fue uno de los primeros que Lucia (Sanromán) y yo desarrollamos al llegar a Tijuana. La premisa era: cómo generar espacio público o verde sin muchos recursos financi-eros. El proyecto proponía un sistema disperso. Una unidad que, acumulada, generaba una red. En lugar de ocupar grandes dimensiones físicas y de presupuesto, la propuesta era abor-dar el sistema de reciclaje y de red para generar espacio público verde. Estos microparques dispersos se generarían con llantas de tractor reciclado que servirían como banca y maceta

9: Ilustración Microparke: Giacomo Castagnola, 2005.

Page 13: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

a la vez. Fue la comunidad de La Morita II, al este de la ciudad, la que adoptó el proyecto y construyó su Microparke.

FZ: ¿Cómo surgió la idea del proyecto?, ¿cuáles fueron sus estrategias? GC: Surgió por varios motivos, como el abordar la generación de espacio público desde lo micro y acumulativo. Para mí, las áreas verdes son indispensables en la ciudad. Tam-bién está el tema del reciclaje y finalmente, ofrecer lugares para sentarse y poder estar.Microparke es como un parque/silla. Siempre he tenido interés en las sillas tanto como objeto mín-imo como por su relación con el cuerpo. Por ejemplo, cuando estás en un lugar por mucho tiempo tienes que sentarte. Que te pongan una silla implica “estar”, algo muy distinto a estar recorriendo la ciudad. Sacar una silla a la calle es un gesto sencillo pero muy simbólico: generas un “lugar para estar.”

FZ: ¿Podrías hablarnos sobre tu interés alrededor de la movilidad e inmovilidad en este proyecto? GC: La inmovilidad la relaciono con el establecimiento de un mueble o algo móvil, cu-ando se hace inmueble. Por otro lado, me parece que el hecho de poner una sil-la en el espacio público es un gesto más performático, casi siempre implica que es para alguien más. El proyecto Microparke no era móvil porque su propósito era hab-lar del momento preciso en el que se empieza a “echar raíces”, encontrar un lugar ideal y consolidarse. Debo decir que no se trataba de idealizar lo informal sino tratar de anal-izarlo. En este caso, cuando Microparke se formalizaba, se anclaba y se volvía inmueble.

Por ejemplo, en la vivienda informal, con el acceso al título de propiedad se da un crec-imiento diferente. Esto sucede porque tiene un estatus diferente, seguridad y otras posibi-lidades para desarrollar una constancia. En Microparke había un grado de consciencia de que los módulos son estáticos, pero que aún así, pueden ser reajustados. La idea era que se consolidara una red que fuera creciendo y pudiera ser estable con el tiempo. No eran parques sobre ruedas, aunque ¡era un parque en una rueda! Para mí, el sacar la silla a la calle es hacer pública cierta intimidad y hacer íntimo cierto espacio público. Ese es un poco el juego, la intimidad en el espacio público. Aunque también pensaba en la relación con la escala, especialmente porque la silla tiene una dimensión corporal y personal.

10: Archivo Baja California. Ilustración de Giacomo Castagnola, 2007.

Page 14: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

11: Archivo Baja California. Fotos de Giacomo Castagnola, 2007.

Archivo BCGC: Archivo BC fue un proyecto que hicimos entre Tania Candiani (artista visual), Lucia San-román (curadora) y yo. Básicamente es un archivo en línea con los trabajos e información de los artistas de Tijuana y Baja California. Mi participación en el proyecto fue diseñar el objeto físico que presentaría este material en algún espacio exterior. Así que diseñé el ABC móvil. Como muchos de los otros proyectos, también funciona en red, conectado a internet, donde se encuentra el archivo (www.archivobc.org). Archivo BC funciona acumulando y desplegando información para una comunidad a través del objeto físico. El lenguaje del objeto físico surge de la mezcla de varios referentes: motocicleta, cabina de avión, silla, carretilla, cámara de video o foto y pantalla de televisión. Se ganó el nombre de “bicho” entre los amigos cercanospues tenía este “comportamiento” mecánico, muy low-tech.

FZ: ¿Cómo vincularías la idea de Archivo BC con la relación que exploras constantemente entre forma y memoria?GC: Nuevamente me remito a la pregunta sobre el ADN: ¿materia o memoria?, a la “fisicali-dad” del ADN. Al estar dentro de nosotros, no solamente almacena información sino que nos construye. Nos dice qué producir y a qué ritmo, cuánto y cuando. Este punto era clave para mientendimiento de la materia, cargada de información y viceversa, la información acarreando

materia.

A partir de esto, entiendo que todo objeto o materia carga información. Por ejemplo, la textura de la veta de una madera contiene información sobre su edad, el tipo de crecimiento que tuvo, su estado actual, etcétera. Para mí, las preguntas eran: ¿por qué hacer esta forma o aquella?,

Page 15: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

12: Slowtrans .Foto de Giacomo Castagnola, 2010.

Slowtrans

GC: Slowtrans fue producido para la Anyang Public Art Project 2010 (APAP, por sus siglas en inglés) un proyecto de arte público en la ciudad de Anyang, Corea, que se encuentra a una hora de Seúl. En este evento se invita a arquitectos y artistas para que hagan intervenciones que tengan relación con comunidades locales o grupos sociales, detonando o exponiendo ciertas problemáticas urbanas, generando nuevas formas para relacionarse con la ciudad. A mí me invitaron para desarrollar un pequeño sistema de movilidad y de transporte. Mi pro-puesta recupera ciertas dinámicas orgánicas de la ciudad referentes a la movilidad. Lo que ideamos fue una estación de bicicletas que nombramos Slowtrans Anyang.

La idea consiste en que el peatón pueda rentar estas bicicletas a las que, además le puede adosar en la parte trasera diferentes mobiliarios como mesas, bancas, así como una pieza lla-mada pyong-sa, un mueble tradicional coreano (8). Además, se transformó la estructura de al-gunas bicicletas para convertirlas en bicicletas de carga: Long Cargo Bikes (imagen 12). Este proyecto se relaciona con otros proyectos de mobiliario urbano móvil: las bancas ambulantes que brindan servicio de asiento temporal en la ciudad. Sin embargo, creo que al vincularlo con la bicicleta adquiere otra dimensión y alcance. Básicamente es brindarle a esa comunidad un microsistema de transporte mixto, así como una pequeña infraestructura de bancas y mesas móviles para generar actividades y eventos en las calles.

Para las Long Cargo Bikes lo que hice fue alterar esas bicicletas para darle otras funciones. Estructuralmente, extendí el eje de la rueda delantera y les puse un área para carga. Esto hizo que continuaran siendo de 2 ruedas, pero con carga frontal para no generar problemas en las angostas ciclovías. Creo que los objetos encarnan información, muchas veces es el diseño en sí, en este caso la bicicleta, la que se conecta con el usuario. Fue por eso que escogí el-ementos móviles de mediana escala, para que pudieran infiltrarse en las pequeñas calles y activar situaciones. Para que estos objetos puedan generar arraigos o cambios, necesitan ser más permanentes y a largo plazo. Muchas veces estos proyectos carecen de apoyo. Una escala de inicio como la gubernamental o institucional va más allá de nosotros, de nuestras familias y nuestros cir-cuitos de amigos y colegas. En mi caso, más que hacer relaciones a nivel gubernamental para que se generen cambios en la ciudad, algo que al final se vuelve imposible, intervengo desde

Page 16: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

13: Slowtrans .Ilustración de Giacomo Castagnola, 2010.

Page 17: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

la escala media o micro-acumulada. Sin embargo, la mayoría de las veces es difícil generar un cambio desde allí. Creo que la escala pública y gubernamental es un paso necesario para ciertos proyectos. Lo que más me interesa es conectar con estructuras reales, hacer que proyectos e ideas puedan ser viables y generen cambios en la escala social. Veo todos mis proyectos como experimentos para entender y tratar de intervenir la ciudad.

Hasta ahora, con nuestra pequeña caravana de bicicletas Slowtrans hemos funcionado abas-teciendo de micro-infraestructura móvil y de carga algunos eventos de otros proyectos APAP 2010. Por ejemplo, hicimos un evento ofreciendo talleres como Model Making Day (el día de hacer maquetas de tu cuadra), Children Flea Market (el mercado callejero de niños para niños) o Mobile Planting Station (la estación de recolección de plantas y macetas para refor-estación). Realmente el usuario puede inyectar el programa que quiera a este diseño.

14: Slowtrans .Foto de Giacomo Castagnola, 2010.

Notas:1.Statement, Giacomo Castagnola, tomando de:http://www.archivobc.org/?secc=2&a=104&sub=1&letra=CConsultado el 26 de julio de 2010.2.Idem3.Idem4.Como el lector podrá comprobar más adelante en la entrevista, la posibilidad de “estar” es una preo-cupación constante que enlaza algunos de los proyectos descritos en el texto. 5.Dato encontrado en: http://tijuana.gob.mx/Dependencias/implan/proyectos.aspConsultado el 26 de julio de 2010.6.Inicialmente, un barrio que se encontraba ligado a su vecino San Ysidro, en territorio norteamericano. Hasta los años setenta compartía junto con la colonia Libertad esta característica de barrio fronterizo, semirural aislado del resto de la ciudad de Tijuana por el río. Sus habitantes iban y venían a voluntad por la línea fronteriza. A partir del recrudecimiento del las políticas migratorias entre Estados Unidos y México en los años noventa, un estricto control fue establecido en este zona. La colonia fue reconfigu-rada para hospedar el inmueble de la garita fronteriza, que alberga una vialidad con casi 30 carriles para automóviles (considerando la entrada a México), casetas de seguridad y los puertos de ingreso para peatones, así como oficinas migratoria de ambos países. La Colonia Federal está plagada por negocios que parecen responder a un programa turístico, numero-sas tiendas de curiosidades mexicanas (muchas de ellas abandonadas actualmente), así como farma-cias y consultorios de dentistas (negocios lucrativos en la ciudad turística). Sin embargo, las calles del interior de la colonia, incluso las que colindan con el muro fronterizo, aún guardan un ambiente familiar y barrial, un microclima que alcanza algunas cuadras a la redonda. La colonia tiene actividad propia, como la comercial, en varias escalas: oficinas dedicadas a legalización de autos, farmacias, casa de cambio, pero también puestos ambulantes de comida y curiosidades. 7.El filósofo Jacques Derrida elaboró una interesante tesis alrededor de la hospitalidad en su texto “La hospitalidad”. En una entrevista para Le Monde de 1997, Derrida abunda sobre la cuestión de “la ley incondicional de la hospitalidad ilimitada” y “las leyes de la hospitalidad”, estableciendo que “…estas dos figuras de la hospitalidad como, en efecto, deben asumirse las responsabilidades y como deben tomarse las decisiones. Prueba temible porque si estas dos hospitalidades no se contradicen, per-manecen en el momento mismo en el que se reclaman una a la otra, de modo desconcertante. Todas las éticas de la hospitalidad no son las mismas, pero no hay cultura, ni vínculo social sin un principio de hospitalidad”. (Le Monde, 2 de diciembre de 1997. Entrevista de Dominique Ahormes, Trad. Cristina de Peretti y Francisco Vidarte, en http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/hospitalidad.htm, consultado el 26 de julio de 2010.8. Una especie de mesa-banca-escenario de uso muy común en espacios públicos coreanos.

Page 18: Giacomo Castagnola. Cuatro prácticas contemporaneas en el espacio publico tijuanense.4pcep

Imágenes

Imagen 1: Cerro San Cosme, asentamiento informal (60 años de edad) Lima, Perú, 2004. Foto de Julio César Dazan.Imagen 2: Banca de espera, 2006, Foto de Giacomo Castagnola. Imagen 3: Banca de espera, Tijuana, Dinamarca, Corea, 2006 - 10.Fotografías de Giacomo Castagnola.Imagen 4: Pacha Cutec, Perú, 2004. Foto de Giacomo Castagnola.Imagen 5: Vendedores ambulantes en las calles de Perú, 2004. Foto de Giacomo Castagnola.Imagen 6: Documentación de kioscos en Perú, 2004. Foto de Giacomo Castagnola.Imagen 7: Boceto. Ilustración de Giacomo Castagnola, 2004.Imagen 8: Boceto de Microparke, ilustración de Giacomo Castagnola, 2004.Imagen 9: Boceto de Microparke, ilustración de Giacomo Castagnola, 2004.Imagen 10: Archivo Baja California, ilustración de Giacomo Castagnola, 2007.Imagen 11: Archivo Baja California, fotos de Giacomo Castagnola, 2007.Imagen 12: Slowtrans, foto de Giacomo Castagnola, 2010.Imagen 13: Slowtrans, ilustración de Giacomo Castagnola, 2010.Imagen 14: Slowtrans, foto de Giacomo Castagnola, 2010.

Esta publicación fue posible gracias al apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico ( PECDA).

Agradecimientos a: Giacomo Castagnola, Jenny Donovan, Gabriela Torres, Lucía Sanromán y Mónica Belini. .

Corrección de estilo: Christian Zúñiga. Cuidado de edición: Alina Kossio.