Todas las tareas sociales son importantes, y se confían hoy a grandes organizaciones, diseñadas a perpetuidad y dirigidas por sus propias administraciones.

Hace apenas setenta y cinco años una sociedad de esta clase habría sido inconcebible. Comenzaban a perfilarse (pequeños talleres, escuelitas, el profesional individual, el agricultor, el artesano) como grandes empresas.

La administración es el órgano específico de la institución trátese de una empresa comercial o una universidad. Si se quieren que las instituciones funciones, necesitamos administraciones eficaces.

Georg Siemens, dijo: “Sin administración un banco es un mero deshecho, que merece ser liquidado”. Sin institución no hay administración, y la inversa también es válida. Es el órgano de cuyo desempeño depende el cumplimiento de funciones y la supervivencia de la institución.

La administración es una función, una disciplina, una tarea que debe ejecutarse, y los gerentes son profesionales que practican esta disciplina, ejecutan las funciones y afrontan las tareas.

Es probable que la administración de organizaciones sin fines de lucro se convierta en el problema fundamental de esta disciplina, sencillamente porque las carencias administrativas de las instituciones de servicio público son el defecto que más llama la atención, trátese de un departamento municipal de obras sanitarias o de una universidad para graduados. La administración empresaria es el modelo.

La influencia del boom de la administración en los países en desarrollo tal vez fue mayor que en los países avanzados. El desarrollo económico y social significa ante todo administración.

El interés por el tema se difundió rápidamente en todos los países en desarrollo. Se formaron escuelas institutos y sociedades de administración en Bombay, México, África Occidental, como así en Turquía e Irán. Se obtuvieron éxitos notables: el rápido desarrollo de Brasil; el desarrollo veloz de Hong Kong, Singapur y Taiwán; además del desarrollo de un país campesino tan pobre y atrasado como Irán.

Dondequiera que se obtuvo un rápido desarrollo económico y social después de la segunda guerra mundial, fue como resultado del trabajo sistemático y definido de la formación de gerentes y la administración.

La educación administrativa superior era casi totalmente desconocida antes de la Segunda Guerra Mundial. En la década de 1970 es incontable en todo el mundo el número de cursos superiores, seminarios avanzados de administración, escuelas especiales, institutos especiales, colegios para el personal superior y otras instituciones vinculadas con la formación profesional y la instrucción superior de los gerentes.

Para 1970 había desaparecido la bruscamente la mística de la administración, es una de las razones probables la crisis del dólar en 1971. Pero la razón principal fue sin duda que los propios gerentes comprendieron de pronto que su actividad era un desafío y trabajo, y que al margen de su error mayor o menor

Refinamiento de las técnicas de la administración no son fórmulas mágicas. Comenzaba a advertirse la necesidad de conocimientos nuevos, enfoques fundamentales distintos y una comprensión más lúcida.

Perdurará la conciencia de que la administración es fuerza, una función, una responsabilidad y una disciplina. Este es el resultado más importante del boom de la administración.

Hemos advertido que la administración, es una función genérica, que afronta todas las tareas fundamentales en todos los países, y esencialmente, en toda la sociedad. Esta tiene que imprimir dirección a la institución administrativa. Tiene que meditar la misión, de esa institución, fijar sus objetivos y organizar sus recursos para obtener los resultados que la organización debe aportar.

Un gerente que comprenda la disciplina de la administración puede ser un profesional eficaz, aún si posee un conocimiento mínimo de las aptitudes y los conocimientos gerenciales. El hombre que conoce únicamente las habilidades y las técnicas y no comprende los elementos fundamentales de la administración no es un gerente; en el mejor caso es un técnico.

La administración es una práctica más que una ciencia. No es la aplicación del sentido común, el liderazgo y menos aún la manipulación financiera. Su práctica se basa tanto en el conocimiento como en la responsabilidad.

También es evidente que cuanto más se usen las tradiciones, valores y creencias en la administración mayores resultados obtendremos.

El

boom de la administración se apoyo en siete bases conceptuales:

1) la administración científica como clave de la productividad.

2) la descentralización como principio esencial de organización.

3) la administración del personal como modo ordenado de adaptación de las personas a las estructuras de organización.

4) el desarrollo de los gerentes.

5) La contabilidad gerencial.

6) La comercialización.

7) El planeamiento a largo plazo.

El enfoque tradicional concentra la atención en la productividad: el trabajo. Pero la productividad es el resultado de los tres factores de la producción, adecuadamente equilibrados. Incluso con respecto a la productividad del trabajo, hemos dado solo el primer paso: el análisis de los elementos individuales del trabajo. Necesitamos comprender los principios de la producción con el fin de armonizar los elementos del trabajo.

El boom de la administración se baso en todas las áreas del trabajo ejecutado en empresas manufactureras, y que utilizaban principalmente la fuerza del trabajo manual.

“Tendremos que aprender a dirigir a la gente más que a encuadrarla”. “Necesitamos aprender a dirigir más que a administrar, y a orientar más que a controlar”.

Ahora sabemos que la administración tiene que lograr que los valores, las aspiraciones y las tradiciones de los individuos, la comunidad y la sociedad sirvan a un propósito productivo común. Si no consigue movilizar la herencia cultural especifica de un país y un pueblo, es improbable que se promueva el desarrollo social y económico.

Como nuestra sociedad está convirtiéndose en una sociedad de organizaciones, todas las instituciones incluidas las empresas, serán responsables de la calidad de vida y tendrán que convertir la realización de los valores sociales, las creencias y los propósitos básicos en un objetivo principal de sus actividades normales permanentes.

Se sabe además que la administración es un factor del desarrollo económico y social. Este es el resultado de la administración.

Tendremos que aprender a usar muchos instrumentos nuevos y muchas técnicas diferentes de la administración.

El área de la administración es el cambio más importante consiste en que las aspiraciones y los valores, y la supervivencia de la misma de los países desarrollados acabaran por depender del desempeño, la competencia, el vigor y los valores de sus gerentes. La tarea de la próxima generación es conseguir que las nuevas instituciones organizadas de nuestro nuevo pluralismo sean productivas en beneficio del individuo, la comunidad y la sociedad. Esta es la tarea de la administración.

Las tareas

La administración es un órgano de la institución. Carece de función propia y en realidad no tiene existencia autónoma. Nada significa que la administración esta separada de la institución a la cual sirve.

1-Propósito y misión: en todos los actos decisiones la administración empresaria debe asignar siempre el primer lugar al rendimiento económico;

con este puede justificar su rendimiento y existencia.

2- Trabajo productivo y realización del trabajador: lograr que el trabajo sea apropiado para seres humanos y la lógica de estos es radicalmente distinta a la lógica del trabajo. Lograr que el trabajador se realice implica considerar al ser humano como un organismo que tiene particulares propiedades, capacidades y limitaciones fisiológicas y psicológicas, y un modo diferente de acción. Esto implica mostrar consideración por el recurso humano.

Los trabajadores deben obtener satisfacción de su realización en el trabajo y en el cargo.

3-Influencias y responsabilidades sociales: La libre empresa no puede justificarse por el mero hecho de que beneficia a los negocios. Solo puede hacerlo por los bienes que aporta a la sociedad. El encausamiento de la influencia social está convirtiéndose en una dimensión importante en la administración.

Estas tres tareas deben ejecutarse simultáneamente y dentro de la misma acción gerencial.

La perpetuación de la empresa puede ser la prueba más tajante y definitiva de una administración.

Si no hay compresión de la misión, los objetivos y la estrategia de la empresa, no es posible dirigir a los gerentes, diseñar organizaciones ni obtener cargos gerenciales productivos.

Administración de una empresa

Una lección importante se desprende del caso de Seas. El hecho de que las respuestas acertadas no son el resultado de la inteligencia o de la “intuición”. Richard Sears tenía ambas cualidades…y fracasó. Las respuestas válidas son el resultado de haber formulado los interrogantes adecuados. Y ello exige a su vez un trabajo esforzado y sistemático, enderezado a aclarar que es una empresa y que es “nuestra” actividad.

¿Qué es una empresa?

Propósito: crear un cliente. Los mercados son creaciones de los hombres de negocios. Lo que el cliente quiere comprar, lo que considera valioso, es decisivo para determinar que es una empresa, que produce y como prosperara. Y lo que el cliente compra y considera valioso nunca es el producto; siempre es utilidad.

Funciones: - Comercialización: una empresa se distingue de las restantes organizaciones porque comercializa un producto o un servicio. Es una dimensión esencial de toda la empresa. Su objetivo es lograr que la venta sea superflua; conocer y comprender tan bien al cliente que el producto o servicio se adapte a él y se venda por si mismo.

-Innovación: es un producto o servicio diferente que crea un nuevo potencial de satisfacción, más que una mejora. No es invención, porque desde el punto de vista tecnológico es siempre el mismo producto, pero desde lo económico hay innovación, porque hay un nuevo mercado.

TAREA DE DOTAR DE MAYOR CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN DE RIQUEZA A LOS RECURSOS HUMANOS O MATERIALES.

La ganancia no es una causa sino el resultado del desempeño de la empresa en la comercialización, innovación y productividad. Solo ella nos puede suministrar el capital para los empleos del

futuro: mas empleos y mejores.

La administración deberá decidir cuál es el rubro de la actividad de la empresa y cuál es el que debería abordar.

Propósito y Misión de la Empresa

Solo una definición clara de la misión y el propósito de la empresa permite tener objetivos claros y realistas. Ya que son el fundamento de las prioridades, las estrategias, los planes y las asignaciones de trabajo. Además son el punto de partida del diseño de cargos gerenciales y sobre todo del diseño de estructuras gerenciales, la estructura se subordina a la estrategia. Esta determina cuales son las actividades esenciales de determinadas empresas. LA ESTRATEGIA IMPONE SABER “QUE ES NUESTRA EMPRESA Y QUE DEBERIA SER”.

Para definir el propósito y misión de la empresa, la primera pregunta es ¿Quién es el cliente? El consumidor- el usuario final de un producto o un servicio- es siempre un cliente. Cada cliente define a una empresa distinta, tiene diferentes expectativas y valores, compra algo distinto. Sin embargo en la respuesta a ¿Qué es nuestra empresa? Se debe satisfacer a todos los clientes.

¿Qué es lo valioso para el cliente? Valor es generalmente una respuesta equivocada que tratan de definirla con calidad. Los fabricantes dicen que los clientes son irracionales, aunque la primera regla dice que no existen clientes irracionales. Por ej.: el mismo zapato que representa la mejor compra para la adolescente es un valor muy mediocre para su hermana un poco mayor.

La administración

necesita anticipar los cambios de la estructura de mercado que resultan de las modificaciones de la economía, la moda, o el gusto, y de las iniciativas de la competencia. Y la competencia debe definirse siempre de acuerdo con el concepto del cliente acerca de que producto o servicio compra, y por lo tanto se debe incluir tanto la competencia directa como la indirecta.

Definir el propósito y la misión de la empresa es difícil, doloroso y arriesgado. Pero es el único modo de que una empresa defina objetivos, desarrolle estrategias, concentre sus recursos y se consagre al trabajo. Es el único modo de administrar una empresa en vista del rendimiento.

El poder y el propósito de los objetivos

¿Qué puede decirse del objetivo ganancial? Concibe la utilidad no como un objetivo, sino como un requerimiento de la empresa, es decir, no como una meta sino como una necesidad. La utilidad es el resultado de hacer bien las cosas, más que el propósito de la actividad empresaria. Sobre todo, esta determinado por lo que es necesario para realizar los objetivos de la empresa. La rentabilidad es una medida de la eficacia con que la empresa cumple sus funciones en la atención en los mercados y sus clientes. Sobre todo es una restricción; si la utilidad no es adecuada para cubrir los riesgos, la empresa no podrá alcanzar los objetivos.

LOS OBJETIVOS NO REPRESENTAN EL DESTINO; CONFIGUARAN UNA ORIENTACIÓN. NO SON ÓRDENES; SON COMPROMISOS. NO DETERMINAN EL FUTURO; SON MEDIOS DE MOVILIZAR LOS

RECURSOS Y LAS ENERGÍAS DE LA EMPRESA EN LA PREPARACIÓN DEL FUTURO.

Estrategias, objetivos, prioridades y asignaciones de trabajo: La comercialización y la innovación son las áreas básicas de la determinación de objetivos. En estas áreas una empresa obtiene sus resultados. Lo que un cliente paga es el desempeño y contribución de estas. Todos los objetivos deben tender al cumplimiento de lo propuesto y no limitarse a ser meras buenas intenciones.

No todas las empresas pueden ocupar la posición de líder. Uno tiene que decidir en que sector del mercado, con que producto, que servicios y con que valores debe ser líder. No se gana mucho sí el mercado se amplía mucho más velozmente que las ventas de la compañía.

La posición del mercado deseable no es el máximo sino el óptimo. Este aspecto exige el análisis atento de los clientes, los productos o servicios, los sectores del mercado y los canales de distribución. Requiere una estrategia de mercado y también de una decisión de alto riesgo.

Los objetivos innovadores nunca pueden ser tan claros ni delimitarse tan estrechamente como los comerciales. Para definirlos la administración debe anticipar primero las innovaciones necesarias con el fin de realizar las metas de la comercialización, de acuerdo con la línea de productos, los mercados actuales, los mercados nuevos, y generalmente también con los requerimientos del servicio.

La meta es concentrar las energías y los recursos de la organización en los resultados

Convenientes. Por consiguiente, el producto final del análisis de la empresa es un programa de trabajo y asignaciones de trabajo específicas y concretas con metas definidas, límites de tiempo y una clara rendición de cuentas. A menos que los objetivos se conviertan en acción, no hay objetivo; son sólo sueños.

Planeamiento estratégico: el corto y largo plazo no están delimitados por un lapso dado. Una decisión no es de corto plazo porque su ejecución insuma solo unos pocos meses. Lo que importa es el periodo de tiempo en el que es efectiva.

El planeamiento estratégico es el proceso continuo que consiste en adoptar ahora decisiones empresariales sistemáticamente y con el mayor conocimiento posible de su carácter de futuro; en organizar sistemáticamente los esfuerzos necesarios para ejecutar estas decisiones, y en medir los resultados de esas decisiones comparándolos con las expectativas mediante la retroacción sistemática organizada.

El planeamiento estratégico no reemplaza el juicio con hechos, no sustituye al gerente por la ciencia. Ni siquiera disminuye la importancia y el papel de la capacidad, el coraje, la experiencia, la intuición o incluso la corazonada gerencial, así como la biología científica y la medicina sistemática no han disminuido la importancia de estas cualidades en cada médico. Por el contrario, la organización sistemática de la tarea del planeamiento y el suministro del conocimiento a la misma fortalecen el criterio, el liderazgo y la visión del gerente.