George Knight - [Congregacionalismo Adventista]

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E N L A p o R T A o A Congregacionalismo a: c,Llamada de atenci6n o canto funebre? GEORGE KNIGHT La Revista Adventists rara vez publica osticuu» de mas de cinco piiginas. Consideramos el tiempo de nuesrros lecwres )' la coli- dad de su atenci6n. Sin embargo. eL Concilio Anual celebrado en las Cataratas del IgHLlZt{, Brasil, en el mes de ociubre de 1998. pidi6 al hiswriador de la Iglesia Advennsr« y maestro del Seminario. Dr. George Knight. que abriera una discusi6n acerca del impacw del congregacionalismo en La iglesia. Su penetrante puntO de q,ista sobre el asunto es tan nnportzmze, que decidimos darle el espacio que realmente merece.- Los editotes. S 610 hay dos iglesias verdaderamenre catolicas en el mundo actual: La Carolica Romana y la Catolica Adventista, Ahora que cuento con su atenci6n, espero que comprendan que el significado primario de la palabra "catolica" es "universal". El Adventismo es catolico en el scntido de que tiene una rnision rnundial que curnplir: el mensaje de 10 tres angeles de Apocalipsis 14, can la solemne advertencia acerca del tiempo del fin para toda naci6n, tribu, lengua y pueblo. Pero algunos adventistas llcgaron a creer que en el area de la organizacion de la iglesia el adventismo ha ido demasiado lejos. Algunos so tienen, incluso, que organizacionalrnenre , el Adventi mo "ha superado a la besria", La reacci6n para algu- nos ha sido la opcion del Congregacionalismo. Aprendamos del pasado El Congregacionali mo esta profundarnente arraigado en la historia de la Iglesia Adventi ta del Septimo Ora. Jaime White y Jose Bates llegaron al adveruismo provenientes del movi- miento Christian Connection, que tenra una polrtica congre- gacionalista. EI Movimiento Conexionisra se manrllvo unido por una asociaci6n de iglesias (algo aSI como los Ballristas actuates) que compartfan reuniones generales periooicas en comun. White y Bates trajeron esa forma de organizaci6n al REVISTA ,o\f)VENTISTA. :\G05TO'19'19

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E N L A p o R T A o A

Congregacionalismoa:

c,Llamada de atenci6no canto funebre?

GEORGE KNIGHT

La Revista Adventists rara vez publica osticuu» de mas decinco piiginas. Consideramos el tiempo de nuesrros lecwres )' la coli-dad de su atenci6n. Sin embargo. eL Concilio Anual celebrado enlas Cataratas del IgHLlZt{, Brasil, en el mes de ociubre de 1998.pidi6 al hiswriador de la Iglesia Advennsr« y maestro del Seminario.Dr. George Knight. que abriera una discusi6n acerca del impacwdel congregacionalismo en La iglesia. Su penetrante puntO de q,istasobre el asunto es tan nnportzmze, que decidimos darle el espacioque realmente merece.- Los editotes.

S610 hay dos iglesias verdaderamenre catolicas en elmundo actual: La Carolica Romana y la CatolicaAdventista, Ahora que cuento con su atenci6n,espero que comprendan que el significado primariode la palabra "catolica" es "universal".

El Adventismo es catolico en el scntido de que tiene unarnision rnundial que curnplir: el mensaje de 10 tres angeles deApocalipsis 14, can la solemne advertencia acerca del tiempodel fin para toda naci6n, tribu, lengua y pueblo.

Pero algunos adventistas llcgaron a creer que en el area dela organizacion de la iglesia el adventismo ha ido demasiadolejos. Algunos so tienen, incluso, que organizacionalrnenre , elAdventi mo "ha superado a la besria", La reacci6n para algu-nos ha sido la opcion del Congregacionalismo.

Aprendamos del pasadoEl Congregacionali mo esta profundarnente arraigado en la

historia de la Iglesia Adventi ta del Septimo Ora. Jaime Whitey Jose Bates llegaron al adveruismo provenientes del movi-miento Christian Connection, que tenra una polrtica congre-gacionalista. EI Movimiento Conexionisra se manrllvo unidopor una asociaci6n de iglesias (algo aSI como los Ballristasactuates) que compartfan reuniones generales periooicas encomun. White y Bates trajeron esa forma de organizaci6n al

REVISTA ,o\f)VENTISTA. :\G05TO'19'19

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Adventismo Sabatico a fines de ladecada de 1840 y principios de la de1850.

White, sin embargo, pronto e diocuenca que el congregacionalismo noestaba necesariarnente abocado a laobra de reunir a un pueblo. Para media-dos de la decada de 1850 ya se pronun-ciaba por un cuerpo ecle iastico organi-zado para que la obra evangelfstica delos observadores del sabado pudieraestablecer e y Ilevarse a cabo con direc-ci6n y vigor.

La iniciativa de White encontr6gran resistencia en aquellos que recor-daban que los mileristas habian sidoexpulsado~ de las iglesias, y el clamor deGeorge Storrs, en 1844, era que el pri-mer paso hacia la organizaci6n de laiglesia equivalfa a dar el primer pasopara convertirse en Babilonia. Whiterespondi6 que la misma raz6n por lacual 10 observadores del abado necesi-taban una organizaci6n era que elmovimiento estaba, como el deda, con-vertido en "una perfecta Babilonia", enuna verdadera confusi6n.1

Todas las ramas del mo\'imientomilerista, siguiendo 1a l6gicaCongregacionalista de Storrs y la de losConexionistas, pasaban por graves difi-cultades para organi:arse en iglesias.Ninguna se organiz6 antes de 1859. Y5610una creo una organi:acion sufi-cientemente fuerte tanto para sostenerun movimiento unido como para alen-tar la propagaci6n de su mensaje. Nosreferimos, por supuesto, a la actualIglesia Adventism del Septimo Ora.Todas las demas ramas del milerismo(las mas poderosas de la decada de1850) 0 estan muertas 0 agonizan. Partede su problema, como el historiadoradventista dijo en la deeada de 1970,fue que no tenian un foco 0 centroorganbacional. Un segundo problemafue que perdieron su visi6n como pue-blo apocaliptico, con una mision espe-cial para el tiempo del fin.'

A pesar de la organizaci6n deladventismo del septimo dfa, 0 quiza acausa de ella, eLcongregacionalismo halevantado peri6dicamente su cabeza enla iglesia. Uno de los episodios masamenazadore tuvo lugar en la e tela dela cri is de Kellogg. Entre 1907 y 1915hubo un significativo movimiento eon-

gregacionalista en la denorninaciondirigido par A. T. Jones, famoso desde1888, L. C. Sheafe , primer pastoradventista afro-americano rnuy prorni-nente, y otros. Hoy, a finales del sigloXX el congregacionahsmo amenaza orravez la estructura organizacional deno-minacional, en cuanro a la mejor formade "hacer iglesia" y llevar a cabo lamiston del adventismo.

Tarnbien es irnportante no tar que eladventismo tenia una tercera fundado-ra, una dama de nombre Elena G. deWhite, quien c habra criado en laIglesia Metodista Episcopal. Quiza eltftulo del libro de Charle W. Fergusonpodrfa ayudarnos a ver de d6nde proce-dla ella en cuanto al tema de la formade gobiemo de la iglesia. Organizing toBeat dte Devil: Methodists and theMaking of America tram de la historiade la denominaci6n americana de masrapida proyecci6n. EI secreto de laexpansi6n metodista en todo el conti-nenre fue una organi::aci6n consciente-mente enfoeada hacia la mision.

En el Adventismo actual existenvarias formas de congregacionalismo.Fueron e~timuladas, hasra cieno grado,tanto par un individualismo profunda-mente arraigado en su herencia protes-tante, como por una falta de reflexi6nsobre la docrrina bfblica de la Iglesiade parte de los adventistas en general.De heeho, es probable que la mayorfade los adventistas ni siquiera sepa quetal docrrina existe. Es probable que losCat6licos romanos desarrollaron unadoctrina de la iglesia, dice el argumentomas comun, pero el estilo advenrista esun tosco individuali mo y la indepen-dencia mas absoluta de cada sacerdoteen el sacerdocio de todos los creyenres.

Oeberfamos comprender, desde queiniciamos esta di eusion, que el congre-gacionalismo tiene mas de una cara.Nosotros, por 10 general, pensamos enel en termino de congregaciones enre-ras que deeiden tomar acciones inde-pendienres que son destructivas para lahermandad de iglesias. Pero hay otraforma de congregacionalismo muchomas diffcil de derectar, y cierramenremas difundida y mas seria. La cualpodrfa concebirse como una "mentali-dad congregacionalista", donde 10individuos (mas que las congregaeiones

enteras) votan silenciosamcnte con supies y u talon de cheques la forma enque han de dedicar su dinero), su tiem-po.

Varias expresiones de congregacio-nalismo )' de "mentalidad congregacio-nalista" parecen haber e extendido enciertos sectores del adventismo. Todoslos que se preocupan par estos asuntos ymovirniento deben conservar en sumente la idea de que las iglesias sonsociedades voluntarias y que la coerciontiene limite .

<.Que dice la Biblia?El Adventismo del Septimo Ora ha

construido su atracei6n sobre la prome-sa de ser fiel a la Biblia. Tanto losmiembros como los observadores de laestructura eclesiastica esperan una fun-damentaci6n bfblica para cualqllierplan organizacional que se proponga.

Lo primero que notamo es que nohay una correspondencia, pun to porpunto, entre el modelo de organizacionde la igle ia del Nuevo Testamento y elde la Iglesia Adventista del Septimoora. Lo mas que podrfa preguntarseace rca de los documentos del NuevoTestamento es si elias reflejaban prima-riamente un modelo congregacional 0

un modelo mas complejo.Otra cosa que debemos comprender

es que la Iglesia de la era del NuevoTestamento no necesariamente presen-[aba una visi6n madura, ni siquiera ver-daderamentc annoniosa, de la esrructu-ra de Laiglesia. Era una iglesia jo\'en enproceso ue tramici6n.

Pem sea cual fuere el estatus deaquel desarrollo, por 10 menos puededecirse que el Nuevo Testamento nospresenta una e tructura que supera almodelo congregacional. La evidenciano indica que los miembros indepen-dientes, ni siquiera eongregaeionesautosuficienres e independienres, estu-vieran a la orden del dfa. Al contrario,pertenecfan al sacerdocio de rodos locreyentes que ya se habfan reunido encongregacione que tenfan su unidadprimaria en 10que Pablo llamaba "elcuerpo de Cristo".

Pahlo adaro bien que la cabeza dela igle ia no era una per ona 0 grupo depersonas, sino Cristo mismo. A f, todaautoridad eclesiastica, a nivel humano,

13REVISTA ADVF~TISTA. A0Q~TO·1999

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es una autoridad delegada, y esta, adiferencia del modelo del mundo, no esmonarquica, sino autoridad de siervo.Como 10dice un erudite, los dirigenteshurnanos de la iglesia tienen autoridadde sacrificio y servicio a medida que elEspiritu Santo busca la manera de utili-sarles para moverse segrin las reg las deDio!) en la tierra. EI Nuevo Testamentono deja la menor duda en cuanto alideal del liderazgo del siervo; no obs-tante, este es, probable mente, el masfacil de abu ar 0 descuidar,

Aparte del liderazgo de Cristo, eluevo Testamento retrata una iglesia

conscienternente dirigida por el EspirituSanto. Esta no se centraba en la esrruc-tura 0 en una persona, sino en laDeidad. Siempre que la iglesia olvide esehecho, como ocurre con frecuencia,pronto se de vfa y extravia. Y ese proble-ma es tan cierto para los advenristas delseptirno dia, como 10es para los catoli-cos romanos, bauristas, 0 metodistas.

Cayendo de rodillasPara que la iglesia sea fiel debe per-

manecer sobre sus rodillas. No es ladirecci6n de la iglesia 10que cuenta,sino la direcci6n de Dio . No son nues-tros programas 0 estructuras, sino lamision de Dio . No es, incluso, nuestraposicion eclesiastica como Iidercs ymiembros, 10que cuenta, sino la posi-ci6n de Dios, tanto en la iglesia como ennuestros corazones. La iglesia, para sergenuina, debe tener a Dio en su centro,no su propio bienestar 0 el status quo.Ella debe siempre tener ofdos para ou- 10que su Senor trata de decide.

En el mundo actual de la IgleSia delNuevo Te tamento, la Biblia indica unmodelo de estructura que ciertamenterrasciende el congregacionalismo. EIejemplo mas completo de ese modelo eilustra con la misi6n de Pablo. EI apos-tol funcionaba definitivamente bajo elUdera:go de Cristo como una e pecie desuperintendente sobre los obreros en laszonas donde habfa incursionado con elmensaje cristiano. Ma aun, Pablo tenralugarteniente , como Timoteo y Tito,quienes no solo hadan la obra de evan-gelistas (2 Tim. 4:5), ina tambien ejer-dan funciones de liderazgo en variascongregaciones.

Fue aSI como Pablo envi6 a Timoteo

a lugares como Corinto, Filipos yTesalonica. Timoteo tenfa autoridadpara imponer las manos, reprender a losdirigentes de las iglesias locales que per-sistfan en el pecado, y determinar quelfderes eran dignos de "doble honor" (1Tun. 5:17-22). De igual modo, Tiro fue

guiado por Dios para nombrar ancianoslocales en todas las ciudades (TLto 1:5).

Segun las descripciones dadas de laobra de Timoteo y Tito, no parece queejercieran funciones de presidentes de10que lIamarfamos asociaciones, 0 10que otro en terminos modemos Hamanobispos. Mas bien, su funcion parecemas pr6xima a los pastores metodistasitinerames, quienes no solo hadanevangelismo sino tarnbien ten fan la res-ponsabilidad de velar por la congrega-ci6n. ELlosnombraban a los ancianoslocales y cuidaban de las iglesias mien-tras hadan su gira. En los comienzosdel Metodismo habra pastores itineran-tes y ancianos locales que actuabanbajo la direccion de un superintendentede area u obispo.

EI adventismo adopto aspectos deese modelo durante unos 60 MOS.

Hasta principios del siglo veinte nohubo pasrores locales establecidos, sinopastores/evangelistas itinerantes quenombraban a los oficiales de las iglesiaslocales.

Si bien Pablo pudo haber desempe-iiado el papel de superintendente gene-

14 REV IST:\ A 0 V EN TIS T A. AGO S TO· I ~ 9 9

ral en el area donde Ie tocaba curnpliru misi6n, no actu6 como agente libre,Ma bien rrabajo en armonfa con losdirigentes de orro lugares de la misioncristiana.

La mejor ilusrracion de un liderazgointerrelacionado se encuentra en elconcilio de la iglesia como se informaen Hechos 15. Dicho concilio definiti-vamente refleja el Iiderazgo internacio-nal e interdistrital de la iglesia primiti-va, cuando se reunieron para resolverun problema que estaba perturbando alcuerpo de Cristo; a saber, la feligresfa ylos requerimientos de conducta para losgentiles que deseaban unirse a la iglesia.

En Hechos 15 tenemos un cuerpoeclesiastico internacional que realizabala tare a de "arar y desatar" que Cristocoloc6 sobre Laiglesia, segun Mateo16:19 V 18:18. En esencia, esa funci6ntenfa que ver con "la regulaci6n de laconducta y el esrablecimiento de nor-mas ... Esa funcion lIeg6 a ser esencialen el movimiento cristiano a medidaque se separaba del Judarsmo y su estilode vida. La comunidad cristiana necesi-taba establecer sus propias normas".J

La funci6n de "atar V desatar", sinembargo, no habra de hacerse sobre lasbases de autoridad ecLesiastica terrenal.EI Comelltario blblico adventista pareceexpresarlo en forma correcta cuandodeclara que el significado de atar ydesatar e que "Ia iglesia en la tierras610 requerinllo que el cielo requiere yprohibira solo 10que el cido prohrbe ...Los representantes de Cristo en la tierratienen el derecho y la responsabilidadde atar 10que )'a ha sido atado en elcielo, y de desatar todo 10que ya hasido desatado en el cielo; e decir, deexigir 0 prohibir aquello que la inspira-cion revela con claridad. Ir mas alia deesto, es poner la autoridad humana enlugar de la autOridad de CriSto ... , ten-dencia que Dios no puede tolerar enaquello que fueron designados comosupervisores de los ciudadanos del reinode los cielos en la tierra".4

Hechos 15 muestra que los Ifderesde las iglesias judfas y gentiles actuabanarmoniosamente bajo la direcci6n delEspfritu Santo al hacer ciertas decisio-nes con respecto a la conducta cristia-na. Y no solo eso, sino que los dirigen-tes del ector gentil de la iglesia dieron

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a conocer los decretos del concilio enlas difercntes iglesias can la cualesternan comacto en la amplia cornuni-JaJ cristiana. Leemos que "al pasar porlas ciudades, les entregaban las orde-nanzas que habfan acordado los aposto-le y los ancianos que estaban enjerusalen, para que las guardasen"(Hech. 16:4).

Esta evidencia, aunque no indica unbien de arrollado sistema jerarquico,senala mucho mas que una forma con-gregacionalista de gobierno eclesiastico.Eso no signifies que las congregacionesno tuvieran autoridad en muchos, si nola mayorfa, de los asuntos. La congre-gaci6n era extremadamente importantea IOl>ojos de Pablo. La correspondenciaque mantenia con la iglesia de Corinto,en particular, indica el respctuOSo trata-miemo que Ie daba a una iglesia proble-matica. No Ie Ja un enfoque autoritarioa la urgencia de arreglar sus des6rdenes(y vaya que sf eran desordenados), sinoque cicrtameme los acon ej6 con finne-:a a la luz de los principios divinos paradesfraternizar, cuando menos, a uno delos disidentes (1 Cor. 5:4, 5) y hacerotros movimientos que los pusieran enlinea con la direccion y la volumad delSenor.

Explorando las ventajasHay algunas cosas muy pOSl[1vas

que se pueden decir acerca dc ciertosaspectos del congregacionalismo.Primero y mas sobresaliente, e elhecho importante de que la congrega-ci6n local e donde los miembros"hacen" iglesia. Si las congregacionesson saludables y estan comentas, pode-mas esperar que los otros niveles de laiglesia rambien sean vibrantes y saluda-bles. Pero a la inversa, no es necesaria-menre verdad. Es posible, a traves deun tipo apropiado de ingenierfa (0manipulaci6n), tener un sistema insti-rucional y el>tructural muy saludable yvibrante, mientras la gente viva con-vencida Je que debe apoyar al sistemamas grande, aunque una buena mayortade las congregaciorres sean aparicas.Hay, sin embargo, una bomba de ricm-po preparada en este ultimo escenario.EI hecho es que la salud, al nivel de lacongrcgaci6n, es la (mica manera degarantbar la salud a largo plazo de los

dernas niveles estructurales.Otra cosa notable de una congrega-

ci6n saludable es que nadie puede dete-nerLa. Si los miembros viven la erno-cion de su rnision, habra iniciativa yproveccion en este sentido, Un sentidode responsabilidad local es inapreciable.Mas alia de todas esas ventajas, unacongregaci6n local conoce las necesida-des de su comunidad de modo rnuy cer-cano, y puede crear una diversidad deprogramas para suplir dichas necesida-des.

Los modelos jerarquicos de laestructura de la iglesia tarnbien tienensus ventajas. Quiza el primero y masimportante es que proveen el marcoesencial para la acci6n concertada. Unaiglesia mundial puede enviar dinero ypersonal a una :ona necesitada delmundo que estaria mas alia del poten-cial de una congregaci6n local. Laestructura mayor no solo provee ace ionconcertada sino tambien una visionglobal. Al margen de esas venrajas, elmodelo jerarquico permite la continui-dad y, de alguna manera, unidad paralas partes constituyentes.

Tanto los modelos cangregacionalescomo 10- jenirquicos de Laiglesia tienensus desventaJas, por supuesto. Las con-gregaciones, par ejemplo, pueden enfo-carse facil 0 meramente en las necesi-

dades de la comunidad Local y olvidarla gran mision de la iglesia. AI no tenerninguna responsabilidad ante arrasautoridades, e facil para ella, soltar sus

amarras reologicas y caer bajo lainfluencia de un lider caris matico y suspecullaridades. Las jerarquias, por suparte, como 10 dijo tan acerradamenteWilliam [ohnsson, "pueden llegar a serburocraricas, y un fin en ellas mismas, yun esrorbo para las innovaciones. s Larigidez irnpuesta provee el canto fune-bre para la iniciativa local, la responsa-bilidad, e incluso interes, por 10queesta pa ando. Ninguno de los dos siste-mas tiene todas las ventajas 0 desventa-jas.

EI pensamiento congregaclonal en"otros niveles"

Para ser jusros con eL tema, tambientenemos que pregunrar a que gradadene Lugar el pensamiento "cangrega-donal" a niveles Je iglesias diferenresde la congregaci6n local. Aquf, porsupuesto, las dcfinicione son crftica-mente importances. Un ejemplo podrfaser un tipo de rensamiento que sc cnfa-ea, por ejemplo, en los proyectos indl-viduaLes como un objetivo para dar,mas que dar mecarucameme, dejandoque las autoridades apropiadas decidancomo se debe usar el dinero.

Nadie ignora que esta clase de darpara proyectos especiales esta cobrandofuerza en el advenrismo, y que estaforma de pensamiento congregacionalesta siendo impulsada desde la iglesialocal hasta el presidente de laAsociaci6n General.

EI beneficio del enfoque de dar s610para proyecros es que las personas real-mente quieren aber para que dan.Quieren \'er a d6nde \'a su dinero, pm-que de ninguna manera piensan echar-10 simplemente en el gran "agujeronegro" de la maquinaria administrativade la iglesia, confiando en que ha[(lalgUn bien. Los miembros tienden a darmas para proyectos que para nebulo osobjetivos.

EllaJo debil del plan de dar paraobjetivos es que, di bien la genre Jamas dinero de esta forma, 10 harancada vez menos para fondos generales.Los administradores se yen enrOllcesforzados a apelar aun mas a la mcntali-dad de dar para proyecto . Este tipo depensamienro congregacional puedeverse como po:.itivo dCl>deuna perl>pec-tiva, y deprimenre desde otra. En ulti-

15REVIST:\ ADVENTISTA, AGOST(l'1999

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rna instancia, no es sino otra forma delocalismo que desaffa a un globalismobien atrincherado.

c,Es esencial la uniformidad para launidad?

EI desafto del congregacionalismotambien requiere que formulemos ycontesternos importances preguntasacerca de las diferencias entre la unidady la uniforrnidad. {Debe una iglesia glo-bal hacer las cosas uniforrnemente 0

inclinarse pOI algunas posibles variacio-nes?

En terminos de la estructura de Laiglesia rnisrna no existe argumento quefuerce a Launiformidad exacta. Laestructura de la organizaci6n de laIglesia Adventista del Septimo ora,como 10 han demostrado ampliamentelos estudios doctorales publicados de loseruditos adventistas Andrew Mustard yBarry Oliver, no se ha basado en algunaeclesiologfa te6rica. sino mas bien en lafuncionalidad para la misi6n. Hacemosbien en notar que es la misi6n y no laestructura la inspirada.

Como 10dice Oliver en forma ati-nada: "Si bien Losadventistas deLsepti-mo dfa llegaron a ser una de las deno-minaciones cristianas mas etnicamentediversas de rodo eI mundo, corren elpeligro, no 5010 de no responder ade-cuadamente al cambia que la diversidadcultural ha producido, sino que tam-bien estan en peligro de negarse a reco-nocer que la diver idad necesita adapta-cion estrucrural. Para seguir siendo via-ble, el cambio no solo debeda ser respe-tado, sino anticipado".6

La Iglesia Adventista del SeptimoDia no ha sido la primera organizaci6nreligiosa que afrent6 los desaffos de Launidad sabre una base mundial. La his-roria de la igLesiacristiana sefiala dossoluciones probadas por otras iglesias.La primera es la 0luci6n Cat61icaRomana, que resolvi6 el dilema de Ladiversidad cultural permitiendo unampLio rango de variaci6n bajo estrictocontrol jerarquico. La segunda es lasoLuci6n Protestante y Ortodoxa, quealent6 la formacion de iglesias naciona-les.

Este probLema de Launidad en ladi\'ersidad, incluso, se remonta a epocasmuy anteriores, como notamo arriba,

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puesto que la iglesia cristiana del pri-mer siglo 10 ventiL6 en eI Concilio de[erusalen, heche que se describe en ellibra de Hechos 15. All! las placas tee-tonicas de las iglesias judfas y gentilesentraron en colisi6n, con la mayorfa enel Concilio de [erusalen que clamabanpor la homogeneidad universal. Loshermanos "en sesion", bajo la direcci6ndel Espiritu Santo, fonnularon final-mente un decrero que contemplaba5610cuatro cosas con las cuales las igle-sias gentiles tenian que conformarse.abstenerse de fomicaci6n, de comidassacrificadas a los Idolos, de comer ani-males esrrangulados, y de comer angre(Hechos 15:20,28, 29). Si bien habfa,probablemente, otras muchas ensefian-zas con Lascuales concordaban, peroque no e mencionan, es sorprendenteobservar cuan poca uniformidad requi-rieron los ap6sroles frente a los proble-mas obvios de unir a Jos grupos total-mente diferentes dentro de 13 iglesia.

Los delegados del concillo deJerusalen optaron por la diversidad ensu unidad. Pero denerfamos notar que,incluso aquellas regulaciones, no fueronimpuestas universalmente. Pablo cierta,mente tome un curso de accion aparteen 1 Corinrios 8. Nuevamenre, pareceextrmo que no cite los decretos delConcilio de Jerusalen en Romanos 14(que presumiblemente trata el mi moproblema de comer alimentos ofrecidosa los fdolos), si los mil veces citadosdecretos de Jerusalen hubieran sido uni-versalrnente obligarorio . Parece queinc1uso la misma legislaci6n de Hechos15 fue mas bien algo asf como decretoslocalizados en la parte oriental delMeditemlneo 0 que, mas probablemen-te, s6Lo fueron obligatorias por un tiem,po, hasta que 10 peor de la crisis hubie-ra pasado.

Hay una Jiferencia entre unidad yuniformidad. Algunos arguyen que eIadventismo debe estar unido en misi6n,el mensaje central y la condici6n deiervos en el servicio de Dios, pero noen rodo. De hecho, estas personasugieren que muchos a untos debendecidirse en la localidad e incluso porlos individuos.

Nueve aspectos atractivos del con·gregacionallsmo

REVISTA ADVENTISTA. AGOSTO·19Q9

Tal como algunos adventistas delseptimc dta Loven, hay muchos aspec-tos atractivo en el congregacionalismo,aunque no todos los "tipos de congrega-cionales" hallarfan atractiva la lista quesigue. Los aspectos que algunos perci-ben como atractivos no esran enumera-dos en un orden particular, pero seobtuvieron de varios tipos de miembrosinsatisfechos con el presente orden decosas. Estas son las preocupacioncs dealgunas de las personas mas capaces,mas brillantes y mas innovadoras de ladenominaci6n: el mismo tipo de perso-nas que fundaron inicialmente la IglesiaAdventista del Septimo Dfa. Estas per-sonas no son del tipo "exrrernista luna-tico" que existe en La igleSia, sino algu-no de sus miembros mas capaces, algu-nos con lill potencial muy grande.

1. Abusos de poder supuestos yreales. Muchos se preguman d6ndequed6 eLLiderazgode siervos, aunque laret6rica ha permanecido. Demasiadosyen un modelo de dos niveles en elclera, algo asr como la iglesia medieval,con un tipo de jefes al estilo GeneralMotors en la "cumbre", y los siervos de"abajo" en las iglesias locales.

2. Una falta de recursos a nivel decongregaci6n. las instituciones querecolectan dinero tienen mucho menosfondos disponibles en el "paquetefinanciero" denominacional. Muchosestan cansados de escuchar que unagran partida vuelve a traves de apropia-ciones de los niveles mas elevados.Tales personas no quieren fondos mar-cados para un programa dado, sino queestos puedan ~er usados en su area localpara implementar programas que pro-moveran oportunidades para cumpLir lamisi6n que son especial mente atracti-vas en su comunidad local.

3. El problema de una estructuraeclesiastica de cuatro niveles por end-rna del de la congregaci6n. Algunosdesean una instituci6n reducida queponga mas dinero y personal en la lrneadel frente, "donde el hacer iglesia" serealice efectivamente. Senalan que nin-guna otra igle ia en el mundo, inclu-yendo la Iglesia Cat61ica Romana (quetiene dos niveles por encima de Lacon-

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Diez formas en que los dirigentes pueden fomentar el congregacionalismo(Si en verdad desean hacerlo)

GEORGE KNIGHT1. Confundir las actuales estructuras y modos de hacer las cosas con el unico modo de

hacer las cosas 0 con el unico modo que Dios tiene de hacer las cosas.2. Ser inflexible.3. Reaccionar rilpldamente en vez de hacerto despues de un cuidadoso analsis.4. Confundir la uniformidad con la unidad.5. Tratar la estructura como si fuera mas importante que la msion.6. Continuar enviando (especial mente en Norteamerica) a j6venes ministros a semina-

rios no adventistas para obtener su entrenamiento pastoral. Enviar a los j6venes a semina"rios que no son adventistas en teologla y que tienen pol1ticas congregacionalistas, cierta-mente acelerara el proceso.

7. Ignorar la realidad de que la manera congregacionalista de pensar tiene lugar a nivelindividual mucho mas que en congregaciones enteras.

8. Continuar restandole importancia a la necesidad percibida de disminuir seriamente eltamano del sistema denominacional.

9. Persistir en la creencia de que las cosas meioraran 0 los problemas se desvanecerancon el solo hecho de que los Ifderes alcen mas la voz e ignoren las preocupaciones de laiglesia.

10. No escuchar.

gregacion local), tiene tantos nivelesadministrativos que sostener. Algunos,que estan cansados de sostener unaestrucrura tan grande, deciden poner sudinero en proyectos locales 0 de otrotipo.

4. Potencial evangelistico de lasiglesias congregacionales. Muchosadventi tas sinccros no s610 bllscan fon-dos para operar en el nivellocal, si.notambien crear estilos de adoraci6n con-temporanco y enfa is en la predicaCionevangelica en un sincero intcnto dehacer la obra.

Pnkticamente en todos 10 experi-mentos congregacionales en el adven-tismo, parece que las campanas masexitosas constitllyeron el motor quee ra detras del tipo congregacional dela iniciativas. Muchos siemen que haybuenas razone para tal renovacion.Despues de todo, observan, el adventi"-mo tiene mucha congregaciones muer-cas y agonizantes que perdieron la capa-cidad de atraer e inspirar a los miem-bros y a 10 que no 10 son.

.5. Confianza decreciente de los lai-cos y pastores en la organizaci6n. Estoes parte de un cuadro mayu~culo quecomemo a desarrollarse en las altas

esferas con Watergate y la resistencia ala guerra de Vietnam. En la iglesia huboeventos paralelos producidos por las cri-sis de Davenport, Walter Rea yDesmond Ford.

Esta cultura, aSI llamada "alta", hadado lugar al posmouernismo y alposinstitucionalismo. EI munclo cristia-no ha \'isto el arribo de 10 que algunoshan dado en llamar el "posdenomina-cionalismo". La "Iealtad obligada" dejode existir. Las generaciones mas j6ve-nes no apoyaran una organizacion soloporque alguien dice que es correctohacerlo. La persuasion moral es masimportante para ellos que los argumen-tos axiomaticos 0 alltoritativos.

6. La percepci6n de que nadieescucha "alia arriba". Mlichos sientenque los l(deres denominacionales soloexpresan "reflejos", como reaccionesante el congregacionalismo, y no escu-chan ni atientien real mente las preocu-paciones.

7. Las fricciones e tructuralesentre los pastores y las congregacio-nes. Muchos pa~tores sienten que fue-ron colocados mas en el rol de adversa-rios que en el de pastores, frente a suscongregaciones. Visto de esta (onna, el

empleo del pastor es producir miembrospara la asociaci6n: mimeros, en terrni-nos tanto de dinero como de bautisrno .Cierto pastor muy importante de unacongregacion compuesta de vario pas-tore, me dijo, incluso, que el era elgerente de la Franquicia Adventisra delSeptirno Dfa local, algo muy parecido asu contraparte McDonald's.

Otros pastores yen su rol comomanejar la lecherfa adventista. [untetantas vacas como pueda, que tenganlas ubres mas grandes posibles, y orde-fielas tan a menudo como sea posible, yenvfe la leche arriba los mas prontoposible, y sobre todo, rnantenga lasvacas tan quieras como sea posible. Estapercepcion esta acornpanada del hechode que demasiados miembro ientenque son valorados, tanto por pastorescomo pOTla organizacion, e pecffica-mente por su capacidad de dar.

En algunas divisiones mundiales dela iglesia, la presion no es tanto en reu-nir dinero como en producir bautismos.Algunos pasrores me han dicho que enalgunos lugares no pueden ni siquieratornar sus vacaciones si no alcanzaronsus blancos de bautisrnos. La solucion,

para muchos, tristemente es encilla:inventan algunos nombres.

8. Diferencias teol6gicas. Algunosindividuos y grupo!>,que parecen ser laminoria, no siemen ni necesidad nideseo de predicar las implicaciones

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Page 7: George Knight - [Congregacionalismo Adventista]

escarologicas del sabado, aunque toda-vfa desean predicar el sabado mismo. Esmas, objetan la doctrina del santuario yllaman a la Iglesia Adventisra delSeptimo ora como la iglesia rernanenteexcLusiva. AI parecer, tienen menosproblemas con la mode ta y biblica-mente fundada decLaraci6n de la doctri-na del rernanente en las VeintisieteCreencias Fundarnentales, pero creenque el voto bautismal excede a la evi-dencia. Algunos observan que ciertasdeclaraciones a nivel de asociacionacerca de la doctrina del rernanente,parecen medievale cuando definenquiene seran salvo en 10 ultimos dfas,en relaci6n con la Iglesia Adventistadel Septimo Ora.

Sea como fuere, algunos ven el con-gregacionalismo como una forma delograr predicar el evangelio rna' libre-mente, mientras restan imponancia alas doctrinas distintivas de la IglesiaAuventista del Septimo Ofa.

9. Resistencia enferrniza al cambio.Muchos de los arractivos del congrega-cionalismo giran alrededor de las finan-zas y la desconfianza de la Iglesia talcomo esni representada por u liderazgo.Mucho miembros y pastores sc sientenmal con los dirigenres que parecencreer que la presente forma de hacer lascosas es la unica. lndividuos preOCllpa-dos siemen que la denominaci6n puedehaber confundido Sll estructura can umisi6n. Se sienten aaafdos por el con-gregacionalismo, bajo el axioma de quela denominaci6n s610 puede er saluda-ble si 10 es a nivel de la congregaci6n.

He observado extensamente las cau-sas por las que el congregacionalismo esatractivo para algunos adventisras. Lostemores del movimiento pueden resu-mirse mas rapidamenre.

Mucho~ miembros preocupadostemen que a meuida que el congrega-cionalismo se incremente, el advemis-mo se desintegre estructuralmente. Ene e escenario ya no serfa capaz de enfo-car su "poder de fuego" en el empleoefectivo de 10 recursos humano yfinancieros en el mundo entero.

Una vez mas, la autoridad centralha desaparecido, podrfa desarrollarsef:kilmeme una diversificaci6n de pers-pectivas teologicas junto con un loea-

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lisrno que no solo haya perdido suvision mundial, sino tambien la visiondel adventismo como pueblo apocalfp-rico con una rnision al rnundo entero(Apoc.14:6-12).

Otros rernores legftimo tienen quever con el posible surgimiento de lfde-res carismaticos regionales que podrtandominar congregaciones en la rnismaforma en que los pastores protestanresabusaron de sus posiciones.

Tambien existe el peligro de que elestablecimienro de corporaciones lega-le de congregaciones independientespodrfa ser objeto de abuso. Despues detodo, Lahi toria del cristianismo hasido testigo muchas veces de que lasminorfas teol6gicas arrebatan el controla la mayorla y lIevan a sus movimientosy propiedades por sendas extrafias.

Si bien un problema semejante anivel denominacional no es imposible,el pe'o de una denorninacion completac un factor estabilizante que Ie falta aun grupito de congregaciones ai -Iadas.

Opciones para el futuroLa opcion obvia y deseada erfa

desarrollar una Iglesia que utili:ara lainiciativa, responsabilidad y diversiuadcongregacional al maximo, mientrasque al mismo tiempo captura las vema-jas de una estructura que aClllUula yenfoca lUundialmente los activos con elpropos ito de cumplir la mision. Es masfacil, por supue to, definir el ideal quealcanzarlo.

Es, inc1uso, mas facil mantencr elstatus quo. Y esa es otra opcion posible,aunque diffcilmente buena.

Mas bien, parece vital que los Ifde-res adventistas del septimo dla ue rodoslos niveles, desde la iglesia local ha tala Asociacion General, comiencen aescuchar a las \'ariadas pero responsa-bles voces dentro de la iglesia que cLa-man por una nueva era de enfoque ciniciativa. No pucdo sino instar a cadalIno de nosotros que ya deje de hablar ycomience a escuchar, escuchar con 10ofdos de nue tras mentes y con losordos de nue tro cora:ones elevados asu nivel mas ensible.

Escuchar a lo~disidentes adventis-tas: es po ible que tengan algunos pun-to validos.

Escuchar a la Iglesia Catolica

REV 1ST A A J) V £ N TIS T ,\. A l' 0 S TO. 1 ~ 9 q

Rornana medieval, que no escuch6 niconvirti6 a Lutero en un heroe,Recordernos que Lucero nunca pens6romper con Laiglesia.

Escuchar el rnensaje de nuestraherencia protestante en su mejor expre-sion, que es una protesta a la luz de lasEscri turas.

Y escuchar al Senor de la Iglesia quetodavia guia a su pueblo desde su rronoen el Lugar Santl irno.

EStel en el poder delliderazgo deno-minacional determinar si el congrega-cionalismo adventista sera una lIamadaa despertar 0 un canto hlnebre.

i escuchamo el llamamiemo ade pertar, pero senciLlamente apagamoseL timbre de la siesta, puede ser que rer-minemos siendo responsables de con-venir una tendencia perturbadora enun desastre total.

ReferenciasI. Jaime White, Adventist Review

and Sabbath Herald, 6 de diciembre de1853, pag. 173.

2. George Knight, MilleniaL Fever(BOise, 10.: Pacific Press Pub. Assn.,1993), pags. 327-342.

3. Matthew, BibleAmplifier Series (Boise, ID.: Pacific Pres,Pub. Assn., 1994), pag. 168.

4. The Seventh-day Adventist BibleCommentary (Washington, D.C.:Review and Herald Pub. Assn., 1956),tomo 5, pag. 433.

5. William G. Johnsson, enAdventist Review, Nov., 1997, pag. 17.

6. Barry Oliver, Seventh~dayAdventist Organizational Structure(Berrien Springs, Mfch.: AndrewsUniversity Press, 1989), pag. 355.

George Knight es profesor de HistoriaEclesicisticaen el SeminarioTeol6gico Adventism delSeptimo Dfa, en BerrienSprings, M(chigan.