Gente Mansa

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CABALLOS EL PERRO OVEJERO MAGALLÁNICO GAUCHOS LOS NOMADES DE LA PATAGONIA. CUARTA ENTREGA DE LAS LAMINAS COLECCIONABLES La raza canina que se forjó en nuestra tierra.

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Numero 4 - Noviembre 2012 Revista de interes para gente de campo o amantes de las tradiciones.

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CABALLOS

EL PERRO OVEJERO MAGALLÁNICO

GAUCHOSLOS NOMADES DE LA PATAGONIA.

CUARTA ENTREGA DE LAS LAMINAS COLECCIONABLES

La raza canina que se forjó en nuestra tierra.

y aunque no siempre he entendidomis culpas y mis fracasos

en cambio sé que en tus brazosel mundo tiene sentido

NUMERO 4 - 2012

EDISION IMPRESA: VALOR $ 3.000idea y diseñoJOSE R. SOTO VERATraducción al inglésJUAN E. ALVAREZ GARCES

ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS

Mario Benedetti.

Si hablar con un gaucho ya es, parece, harto compli-cado (enumeración de razones, abajo), ver al MISMO gaucho en un reportaje en ARTE TV, a miles de km de distancia, meses después del viaje, ya es el colmo de los colmos -entiéndase a una regocijada en este colmo-.Razones para que sea difícil hablar con un gaucho:

* ellos viven, nómadas, al sur del mundo, dícese, Patagonia argentina y chilena, en mi caso, chileno (los jinetes del norte chileno se llaman huasos).

* a los gauchos no les entusiasma hablar con descono-cidos, menos con turistas. En general, son desconoci-dos por su locuacidad, pero conocidos por su valor, lealtad, arte tanto a caballo como arte al disfrutar la soledad.

El término gaucho (y huaso) parece tener origen en el quechua (huachu: vagabundo), por lo que dice María Moliner, y contiene también influencias moriscas y hasta del mudéjar (hawsh: pastor, vagabundo. En suma, nómadas, y gustosos de la soledad que Patagonia les ofrece.

Atravesando la pampa argentina en autobús, desde Buenos Aires hasta Ushuaia, es muy fácil divisarlos a lo lejos, cuidando del ganado, sean ovejas o caballos, entre los guanacos y ñandúes salvajes, atentos ante la posible llegada del temido cazador, el puma del cono sur.

Yo me los encontré cara a cara por primera vez al

cruzar el estrecho de Magallanes, al sur del sur, entre Argentina y Chile. En bus y ferry, de Porvenir a Punta Arenas.

La propia región de Magallanes es renombrada por responder a ese ideal de "far away", lejos, lejos, el fin del mundo: aquí paladeas el extraordinario sentimiento de aislamiento unido a un sentido de la hospitalidad difícil de creer en semejantes circunstancias. Y así es el gaucho: solitario, pero amable. Tímido.

Vi no solo gauchos, también gauchas. La mayoría llevaba el pelo largo, la cara oscurecida por el sol y el viento, inclementes; pañuelo anudado al cuello, boina ladeada, camisa remangada y cazadora que les proteja del viento omnipresente; botas de cuero, facón agar-rado a la espalda gracias al cinturón que también sostiene sus pantalones pseudobombachos.

Y por supuesto, su inevitable mate y gusto por el asado. Pero lo que me quedó grabado en la memoria es su sonrisa, sus ojos sinceros, su palabra escasa pero acertada.

En el Parque Nacional Torres del Paine, a donde nos dirigimos tras unos días en Punta Arenas y pernoctar en Puerto Natales, algunos gauchos han reorientado su campo laboral.

De cuidar ovejas, vacas y caballos, han pasado a cuidar de otro ganado: el humano. En algunas zonas del

parque, dirigen rutas a caballo. Pero su trabajo más necesario consiste en transportar alimentos y productos básicos a los refugios que acogen a los montañeros.

La ruta W se ha convertido en una de las formas de salvar este territorio.

Puede el turismo ayudar a salvaguardar el ecosistema, así como el patrimonio cultural de un país? Chile es conocido por ser uno de los países que menos protege el desarrollo sostenible de su economía, pero poco a poco la conciencia de sus propios ciudadanos se está imponiendo sobre un pensamiento económico que va radicalmente en contra de la protección medioambien-tal.

El gaucho de la foto me contó que llevaba un tiempo trabajando con turistas, pero que prefería a las ovejas. :-)

En sí, resulta complicado para quienes se han dedicado toda su vida al pastoreo en solitario-en su caso, venía de familia, hijo y nieto de gauchos- lidiar con turistas de todo tipo y linaje, convivir con un tono de voz algo más alto del que ellos en general gustan de utilizar, en fin, socializarse a la brava, viniendo del aislamiento propio del pastor nómada.

A este gaucho le gustó charlar brevemente con esta turista, al menos eso quiero creer. Me contó que estaba terminando de construirse una casita en Puerto Natales y que pensaba comprarse unas ovejas y volver al pastoreo, que era su pasión, cabalgar de nuevo por las soberbias praderas patagónicas, abrir el alma al camino, sin más voces que las del viento, los montes y los árboles.

LOS NOMADESDE LAPATAGONIA

Si hablar con un gaucho ya es, parece, harto compli-cado (enumeración de razones, abajo), ver al MISMO gaucho en un reportaje en ARTE TV, a miles de km de distancia, meses después del viaje, ya es el colmo de los colmos -entiéndase a una regocijada en este colmo-.Razones para que sea difícil hablar con un gaucho:

* ellos viven, nómadas, al sur del mundo, dícese, Patagonia argentina y chilena, en mi caso, chileno (los jinetes del norte chileno se llaman huasos).

* a los gauchos no les entusiasma hablar con descono-cidos, menos con turistas. En general, son desconoci-dos por su locuacidad, pero conocidos por su valor, lealtad, arte tanto a caballo como arte al disfrutar la soledad.

El término gaucho (y huaso) parece tener origen en el quechua (huachu: vagabundo), por lo que dice María Moliner, y contiene también influencias moriscas y hasta del mudéjar (hawsh: pastor, vagabundo. En suma, nómadas, y gustosos de la soledad que Patagonia les ofrece.

Atravesando la pampa argentina en autobús, desde Buenos Aires hasta Ushuaia, es muy fácil divisarlos a lo lejos, cuidando del ganado, sean ovejas o caballos, entre los guanacos y ñandúes salvajes, atentos ante la posible llegada del temido cazador, el puma del cono sur.

Yo me los encontré cara a cara por primera vez al

cruzar el estrecho de Magallanes, al sur del sur, entre Argentina y Chile. En bus y ferry, de Porvenir a Punta Arenas.

La propia región de Magallanes es renombrada por responder a ese ideal de "far away", lejos, lejos, el fin del mundo: aquí paladeas el extraordinario sentimiento de aislamiento unido a un sentido de la hospitalidad difícil de creer en semejantes circunstancias. Y así es el gaucho: solitario, pero amable. Tímido.

Vi no solo gauchos, también gauchas. La mayoría llevaba el pelo largo, la cara oscurecida por el sol y el viento, inclementes; pañuelo anudado al cuello, boina ladeada, camisa remangada y cazadora que les proteja del viento omnipresente; botas de cuero, facón agar-rado a la espalda gracias al cinturón que también sostiene sus pantalones pseudobombachos.

Y por supuesto, su inevitable mate y gusto por el asado. Pero lo que me quedó grabado en la memoria es su sonrisa, sus ojos sinceros, su palabra escasa pero acertada.

En el Parque Nacional Torres del Paine, a donde nos dirigimos tras unos días en Punta Arenas y pernoctar en Puerto Natales, algunos gauchos han reorientado su campo laboral.

De cuidar ovejas, vacas y caballos, han pasado a cuidar de otro ganado: el humano. En algunas zonas del

parque, dirigen rutas a caballo. Pero su trabajo más necesario consiste en transportar alimentos y productos básicos a los refugios que acogen a los montañeros.

La ruta W se ha convertido en una de las formas de salvar este territorio.

Puede el turismo ayudar a salvaguardar el ecosistema, así como el patrimonio cultural de un país? Chile es conocido por ser uno de los países que menos protege el desarrollo sostenible de su economía, pero poco a poco la conciencia de sus propios ciudadanos se está imponiendo sobre un pensamiento económico que va radicalmente en contra de la protección medioambien-tal.

El gaucho de la foto me contó que llevaba un tiempo trabajando con turistas, pero que prefería a las ovejas. :-)

En sí, resulta complicado para quienes se han dedicado toda su vida al pastoreo en solitario-en su caso, venía de familia, hijo y nieto de gauchos- lidiar con turistas de todo tipo y linaje, convivir con un tono de voz algo más alto del que ellos en general gustan de utilizar, en fin, socializarse a la brava, viniendo del aislamiento propio del pastor nómada.

A este gaucho le gustó charlar brevemente con esta turista, al menos eso quiero creer. Me contó que estaba terminando de construirse una casita en Puerto Natales y que pensaba comprarse unas ovejas y volver al pastoreo, que era su pasión, cabalgar de nuevo por las soberbias praderas patagónicas, abrir el alma al camino, sin más voces que las del viento, los montes y los árboles.

El Ovejero Magallánico -al cual llamamos así por razones geográficas- es un perro al cual no todos nece-sariamente conocemos. Consideramos que se trata de un perro cuya continuidad de su existencia resulta altamente justificada.

Tenemos con él todavía la oportunidad de continuar utilizando un instrumento sumamente útil y práctica-mente indispensable en las explotaciones ovinas del extremo sur de nuestros países, Chile y la Argentina.

Son pocos aquellos que se percatan de la necesidad de tratar de preservar a estos perros. Probablemente porque en las zonas más pobladas de estos países no son muchos los que conocen incluso la existencia de los mismos.

Conviene hacer un análisis de las causas por las que

un sencillo capricho folclórico regional. La idea pasa por otro camino.

Consideramos que este perro es el perro ideal que se ha formado a través del tiempo y del trabajo con las ovejas, como herramienta indispensable del pastor de ovejas en todas las faenas que realiza en esa zona con las mismas, sobre todo cuando el caballo está de recorrida o deba arrear las grandes majadas en esos lugares.

Es un perro que por la modalidad de esas latitudes debe recorrer con su patrón alrededor de 50 Km diari-amente. Esto significa que debe poseer, además de su alto instinto pastoril, una estructura de una gran correc-ción funcional y de una constitución que le permita mucho poder de aguante y resistencia.

Debe tomarse muy en cuenta que son pocos los perros ovejeros en el mundo que secundan a su dueño a caballo. Se considera que cada uno de estos perros realizan la labor de cuatro peones a caballo. Por ello, resultan insustituibles tanto para el productor por el ahorro de mano de obra y de costo que significan. Como también para el jinete debido a que su colabo-ración en su trabajo es de un valor incalculable.

Por otro lado, estos perros tienen que trabajar bajo inclemencias de tiempo extremas, muchas veces con muy bajas temperaturas, vientos huracanados, y con nieve que les cubren las extremidades. Cumplir en esas zonas tareas de días de arreo y de guardián de las ovejas ante los depredadores de esas regiones es una tarea para todo perro altamente exigente y que pocos pueden sobrellevar.

Además, en algunos casos, cuando el ovejero se retira a descansar, en días con temperaturas bajo cero en su cabaña no calefaccionada, estos perros lo cubren cariñosamente brindándole su calor animal, la cober-tura con su cuerpo y su afecto. Es fácil comprender que en esas inmensas y heladas regiones rodeadas de soledad esos perros son insustituibles. No encontramos ninguna raza existente en el mundo que los pueda sustituir. Básicamente porque se criaron en ese medio y recibieron una selección implacable en el trabajo de

gran exigencia en esas regiones.

Algunos pueden pensar que mientras exista este modelo de explotación, ante la indispensable necesi-dad de la colaboración de estos perros, los mismos van a seguir existiendo.

Esto es teóricamente cierto pero nuestros pueblos tan propensos a las novedades y a las modas, además de pensar que en general los demás hacen las cosas mejor que nosotros, fácilmente y con rapidez adoptamos modalidades foráneas.

Además, no solamente debemos pensar que podemos perder un perro para trabajos exclusivamente pastoriles y por lo tanto únicamente de utilidad para estas faenas. Para que estos perros logren realizar estas faenas deben estar dotados básicamente de una gran inteligencia, una gran adaptabilidad para resolver con rapidez prob-lemas que surgen en cada momento, como también un gran apego a su dueño y grupo familiar.

Puede por lo tanto fácilmente convivir no solamente en la campiña realizando tareas rurales, pero también como perro en zonas urbanas como perro de compa-ñía y guardia y, sobre todo, formando parte de un grupo familiar -con la ventaja que representa todo perro de estirpe de pastores- de gran apego a los niños, compa-

ñero de juegos y cuidado de los mismos.

A su vez, como sucede con estos perros que han sufrido una gran selección natural, como todo animal salvaje y además se les impuso una férrea selección artificial extremadamente funcional por las exigencias diarias en su convivencia con el ser humano, adquiri-eron una belleza excepcional producto de una intensa y extensa elección individual a través de muchas generaciones.

Por ello esta raza fácilmente se transformara en perros admirados por sus dueños y que seguramente podrá desempeñar un excelente papel en exposiciones cinológicas internacionales. Tal cual ha sucedido con otras razas que han surgido en nuestro continente y ya son admiradas y criadas en el resto del mundo.

Chile ya tiene una raza para quererla y enorgullecerse de ella.

(Parte de esta nota, pertenece al Prof. Werner F.Kirschbaum)

planteamos nuestra preocupación para que esta población de perros no llegue a perderse:

Consideremos primeramente, porqué suponemos que estos perros están en peligro de desaparecer:

En general, el progreso tecnológico llega a estas latitudes de otras regiones e incluso de otros países. Vemos que ya ha llegado a nuestros países la modali-dad de revisar los amplios potreros patagónicos en motocicleta llevando los perros en la misma y bajándo-los cuando se necesita arrear a la majada o buscar algu-nos animales.

Para ello se utiliza la raza escocesa Border Collie y también últimamente la raza Kelpie introducida desde Australia. La última es una raza de pelo corto muy resistente a los calores de su país de origen. Es el

producto de la cruza entre ovejeros escoceses con el perro salvaje de Australia, llamado por los aborígenes Dingo, lo cual hace que sea de una docilidad a veces cuestionada.

Si nos descuidamos estos y otros perros desplazarán en parte por novedad y por ignorancia a los perros ya existentes en la zona (los lanudos, los barbuchos, los cuatro ojos) que tienen mas de 100 años de selección en su trabajo, secundando a los ovejeros a caballo en medio del clima implacable de la región.

Nos preguntamos ahora, cuál es la causa por la cual nos proponemos salvar a estos perros y con qué obje-tivo perseguimos esta finalidad:

Nuestro objetivo no es simplemente sentimental, porque estos perros nos resulten simpáticos o bien, por

Escrito porCarmen - Frei

Fuente:BlogLos GauchosChilenos

2012 - Derechos Reservados

OvejeroMagallanic

La raza canína que se forjó en nuestra tierra.

Dkreativa.com

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[email protected] - www.dkreativa.com

El Ovejero Magallánico -al cual llamamos así por razones geográficas- es un perro al cual no todos nece-sariamente conocemos. Consideramos que se trata de un perro cuya continuidad de su existencia resulta altamente justificada.

Tenemos con él todavía la oportunidad de continuar utilizando un instrumento sumamente útil y práctica-mente indispensable en las explotaciones ovinas del extremo sur de nuestros países, Chile y la Argentina.

Son pocos aquellos que se percatan de la necesidad de tratar de preservar a estos perros. Probablemente porque en las zonas más pobladas de estos países no son muchos los que conocen incluso la existencia de los mismos.

Conviene hacer un análisis de las causas por las que

un sencillo capricho folclórico regional. La idea pasa por otro camino.

Consideramos que este perro es el perro ideal que se ha formado a través del tiempo y del trabajo con las ovejas, como herramienta indispensable del pastor de ovejas en todas las faenas que realiza en esa zona con las mismas, sobre todo cuando el caballo está de recorrida o deba arrear las grandes majadas en esos lugares.

Es un perro que por la modalidad de esas latitudes debe recorrer con su patrón alrededor de 50 Km diari-amente. Esto significa que debe poseer, además de su alto instinto pastoril, una estructura de una gran correc-ción funcional y de una constitución que le permita mucho poder de aguante y resistencia.

Debe tomarse muy en cuenta que son pocos los perros ovejeros en el mundo que secundan a su dueño a caballo. Se considera que cada uno de estos perros realizan la labor de cuatro peones a caballo. Por ello, resultan insustituibles tanto para el productor por el ahorro de mano de obra y de costo que significan. Como también para el jinete debido a que su colabo-ración en su trabajo es de un valor incalculable.

Por otro lado, estos perros tienen que trabajar bajo inclemencias de tiempo extremas, muchas veces con muy bajas temperaturas, vientos huracanados, y con nieve que les cubren las extremidades. Cumplir en esas zonas tareas de días de arreo y de guardián de las ovejas ante los depredadores de esas regiones es una tarea para todo perro altamente exigente y que pocos pueden sobrellevar.

Además, en algunos casos, cuando el ovejero se retira a descansar, en días con temperaturas bajo cero en su cabaña no calefaccionada, estos perros lo cubren cariñosamente brindándole su calor animal, la cober-tura con su cuerpo y su afecto. Es fácil comprender que en esas inmensas y heladas regiones rodeadas de soledad esos perros son insustituibles. No encontramos ninguna raza existente en el mundo que los pueda sustituir. Básicamente porque se criaron en ese medio y recibieron una selección implacable en el trabajo de

gran exigencia en esas regiones.

Algunos pueden pensar que mientras exista este modelo de explotación, ante la indispensable necesi-dad de la colaboración de estos perros, los mismos van a seguir existiendo.

Esto es teóricamente cierto pero nuestros pueblos tan propensos a las novedades y a las modas, además de pensar que en general los demás hacen las cosas mejor que nosotros, fácilmente y con rapidez adoptamos modalidades foráneas.

Además, no solamente debemos pensar que podemos perder un perro para trabajos exclusivamente pastoriles y por lo tanto únicamente de utilidad para estas faenas. Para que estos perros logren realizar estas faenas deben estar dotados básicamente de una gran inteligencia, una gran adaptabilidad para resolver con rapidez prob-lemas que surgen en cada momento, como también un gran apego a su dueño y grupo familiar.

Puede por lo tanto fácilmente convivir no solamente en la campiña realizando tareas rurales, pero también como perro en zonas urbanas como perro de compa-ñía y guardia y, sobre todo, formando parte de un grupo familiar -con la ventaja que representa todo perro de estirpe de pastores- de gran apego a los niños, compa-

ñero de juegos y cuidado de los mismos.

A su vez, como sucede con estos perros que han sufrido una gran selección natural, como todo animal salvaje y además se les impuso una férrea selección artificial extremadamente funcional por las exigencias diarias en su convivencia con el ser humano, adquiri-eron una belleza excepcional producto de una intensa y extensa elección individual a través de muchas generaciones.

Por ello esta raza fácilmente se transformara en perros admirados por sus dueños y que seguramente podrá desempeñar un excelente papel en exposiciones cinológicas internacionales. Tal cual ha sucedido con otras razas que han surgido en nuestro continente y ya son admiradas y criadas en el resto del mundo.

Chile ya tiene una raza para quererla y enorgullecerse de ella.

(Parte de esta nota, pertenece al Prof. Werner F.Kirschbaum)

planteamos nuestra preocupación para que esta población de perros no llegue a perderse:

Consideremos primeramente, porqué suponemos que estos perros están en peligro de desaparecer:

En general, el progreso tecnológico llega a estas latitudes de otras regiones e incluso de otros países. Vemos que ya ha llegado a nuestros países la modali-dad de revisar los amplios potreros patagónicos en motocicleta llevando los perros en la misma y bajándo-los cuando se necesita arrear a la majada o buscar algu-nos animales.

Para ello se utiliza la raza escocesa Border Collie y también últimamente la raza Kelpie introducida desde Australia. La última es una raza de pelo corto muy resistente a los calores de su país de origen. Es el

producto de la cruza entre ovejeros escoceses con el perro salvaje de Australia, llamado por los aborígenes Dingo, lo cual hace que sea de una docilidad a veces cuestionada.

Si nos descuidamos estos y otros perros desplazarán en parte por novedad y por ignorancia a los perros ya existentes en la zona (los lanudos, los barbuchos, los cuatro ojos) que tienen mas de 100 años de selección en su trabajo, secundando a los ovejeros a caballo en medio del clima implacable de la región.

Nos preguntamos ahora, cuál es la causa por la cual nos proponemos salvar a estos perros y con qué obje-tivo perseguimos esta finalidad:

Nuestro objetivo no es simplemente sentimental, porque estos perros nos resulten simpáticos o bien, por

Estancia Cerro Castillo, Última EsperanzaPerro ovejero con su amo (Ernesto Rodríguez), alrededor de 1940

La raza ardenessa de sangre fría es muy antigua. Se trata de un caballoextraordinaria-mente dispuesto y lleno de vida, además de inmensamente fuerte, resulta ideal para todo tipo de labores de tiro.

Su tierra natal es la montañosa región de las Ardenas, en la frontera entre Francia y Bélgica pero también hay un ardenes sueco, fruto del cruce del ardenés original con caballos del norte de Suecia.

Se cree que desciende de los caballos de batalla de la edad media.

Volvió a ser muy solicitado a principios del siglo XIX durante la invasión de Rusia por el ejército napoleónico y, más recientemente en la primera guerra mundial, se utilizó como caballo de artillería.

Aspecto : Tiene la cara ancha, ojos expresivos, ollares bien abiertos y orejas puntiagudas. Su cuello es ancho y el pecho ancho y hundido.

Sus extremidades posteriores son robustas y su cuerpo macizo y compacto. Pese a tener extremidades cortas, son muy musculosas y ligeras.

Alzada : de 1,52 a 1,62 metros.

Capa : Ruano, tordo, alazán o castaño.

Características : Es muy resistente, puede sobrevivir en climas desfaborables con poca comida.

A pesar de ser tan duro, es excepcionalmente manso y fácil de manejar. CRAZAS

Ardenés

Es un caballo cuyo origen data de muy antiguo. Las primeras citass sobre el aparecen en los escritos romanos (año 80 a.J.C.) Las referencias sobre su existencia y sus virtudes se encuentran a lo largo de la hiostoria tanto dentro como fuera de españa.

La población autóctona de caballos del norte de España se adaptó al territorio que fue de los astures, su aislamiento natural, así como la selección efectuada por los celtas dieron lugar al asturcon.

Es un caballo muy rústico dotado de gran fuerza y pequeña talla lo que lo hace muy apreciado en labores agrícolas.

Aspecto : La cabeza es de tamaño mediano o pequeño, frente ancha y supranasales entrantes, más marcados en los machos. Los ojos son grandes, negros y vivos, las orejas pequeñas y móviles, la grupa es inclinada y la cola, de nacimiento muy bajo.

La crin es muy poblada. Las extremidades son finas y fuertes y sus cascos pequeños y redondeados.

CRAZAS

Asturcón

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