Paul CézanneFrancia 1839 – 1906

Cézanne formó parte del grupo iniciador del impresionismo y aunque expuso sus pinturas en dos de las tres primeras muestras anuales que organizaron, no logró con ellas captar el interés del público. Tampoco el de la prensa especializada, la que llegó incluso a burlarse de sus cuadros.

Matisse admiraba su maestría para con el manejo del color, mientras que Picasso, además de considerarlo su maestro, admitió que la técnica de composición plana de Cézanne le había valido para crear las bases mismas del cubismo.

Sus naturalezas muertas eran diferentes a todas las conocidas y aunque destacaban por su claridad e increíbles sutilezas, no eran entendidas ni encontraban espacio para su exhibición en las galerías de arte de su tiempo.

Hoy, por decenas, decoran las paredes de los mejores museos del mundo.

Alguien dijo y no sin razón, que aun sus retratos pueden ser considerados verdaderas “naturalezas muertas”, pues exigía a sus modelos que permanecie-ran absolutamente quietos durante todo el tiempo.

Sentarse a posar frente a Cézanne era algo comparable a una pesadilla, a lo que cabe todavía agregar que era considerado un pintor extremadamente lento.

No extraña por eso que sus retratos muestren a los protagonistas siempre serios y cual si estuvieran cansados.

El “Joven con chaleco rojo” está indudablemente dedicado a resaltar el uso del color. Una técnica que Cézanne manejaba de maravillas.

Aunque rara vez contrataba modelos profesionales, en esta ocasión acudió al joven Michelangelo di Rosa para realizar una serie de cuatro lienzos que terminarían convertidos en otras tantas de sus obras maestras.

Valga citar, como detalle anecdótico, que la versión que estamos viendo fue robada a punta de pistola en febrero de 2008 de la Colección Fundación Bührle de Zurich, Suiza.

A Cézanne lo fascinaba el agreste paisaje de Provenze y en especial el monte Sainte-Victorie, cercano a su estudio, al que le dedicó más de 60 de sus obras.

Utilizaba gruesos bloques de color con el que lograba un por entonces innovador efecto denominado composición plana. A través de él obtenía una increíble profundidad de campo que no tardaron en imitar muchos de sus contemporáneos incluyendo, como ya dijimos, a Picasso.

Este cuadro (Grandes Bañistas) uno de los últimos realizados por Cézanne es, además, el de mayor tamaño que pintó (208 x 251 cm).

Hay quienes creen que es una pintura inconclusa, pero pocos dudan de que constituye una verdadera antecesora del cubismo:

Picasso, 1907

acartito@yahoo.com.ar

Estás escuchando a Jascha Heifetz ejecutando en solo de violín “Humoreske”, del compositor checo Antonin Dvorak, contemporáneo de Paul Cézanne.

Cézanne vivió gran parte de su vida como un

ermitaño, haciendo de la pintura su única

compañera de viaje.