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· , AUTOBIOGRAFIA DEL GENERAL JOSÉ ANTONIO p ÁEz VOLUMEN I. OBSEQUIO DEL MINISTERIO DE EDUCACIOJI NACIONAL ..... DIRECCION DE CULTUR~ .: IMPRENTA DE HELLET y BRED 58 y 60 CALLE DE FULTON NEW YORK 1869 REPRODUCIDA POR H. R. ELLIOT & CO., INC. NEW YORK, N. Y. 1946

Transcript of GENERAL JOSÉ ANTONIO pÁEz - bdigital.unal.edu.co · ... la infantería ha buscado un asilo en el...

· ,AUTOBIOGRAFIA

DEL

GENERAL JOSÉ ANTONIO pÁEz

VOLUMEN I.

OBSEQUIO DEL MINISTERIO DE EDUCACIOJINACIONAL ..... DIRECCION DE CULTUR~ .:

IMPRENTA DE HELLET y BRED58 y 60 CALLE DE FULTON

NEW YORK 1869

REPRODUCIDA POR

H. R. ELLIOT & CO., INC.

NEW YORK, N. Y.1946

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GARNEGIE ENDOWMENiAUG • .29, 1939

A VENEZUELA,

OON EL OABIRo ENTBA~ABLE

DEL HAS AMANTE DE SUS mJOS,

J. A. PÁEZ.

"A LOS BRAVOS DEL EJERCITO DE APURE.

"Soldados! Acabáis de ejecutar la proeza más extraordi-naria que puede celebrar la historia militar de las naciones.Ciento y cincuenta hombres, mejor diré, ciento y cincuentahéroes, guiados por el impertérrito General Páez, de propó-sito deliberado, han atacado de frente a todo el ejércitoespañol de Morillo. Artillería, caballería, nada ha bastadoal enemigo para defenderse de los ciento y cincuenta comopañeros del intrepidísimo Páez. Las columnas de caballeríahan sucumbido al golpe de nuestras lanzas; la infantería habuscado un asilo en el bosque; los fuegos de sus cañoneshan cesado delante de los pechos de nuestros caballos. Sólolas tinieblas habrían preservado ese ejército de viles tiranosde una completa y absoluta destrucción.

"Soldados! Lo que se ha hecho no es más que un preludiode lo que podéis hacer. Preparáos al combate, y contad conla victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y devuestras bayonetas."

Cuartel General en los Potreritos Marrereños, a 3 de Abrilde 1819.

BOLIVAR

REPRODUCCION FACSIMILAR DE LA EDICIONORIGINAL EXISTENTE EN LA, BIBLIOTECADEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE

AMERICA, WASHINGTON, D. C.

Nueva York

MCMXLVI

EDICION DEL

MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL

DIRECCION DE CULTURA

•• e_ •

N.B. - HACEMOS CONSTAR QUE EN ESTA EDICIONHEMOS INCLUIDO: 2 retratos del General José AntonioPáez, uno en traje de militar y otros de civíl; una copia delcuadro "Las Queseras del Medio", la Proclama del Liberta-dor a los Bravos de Apure y Prólogo de Don José Martí.

Todo lo cual no pertenece a la edicion original.

PROLOGO

• 'te ...

Con homenaje digno de él despidieron los Estados Unidos, hacepoco, los restos del que, sin más escuela que sus llanos, ni más dis-ciplina que su voluntad, ni más ejército que su horda, ni más semejan-te que Bolívar, sacó a Venezuela del dominio español, con tanta furiaen la pelea como magnanimidad en la victoria, en una carrera decaballo que duró dieciseis años. En parada solemne fué escoltado elcadáver por las calles más nobles de Nueva York, desde el cuartel delregimiento de Milicias al muelle de donde, al son de los cañonazosfunerales, lo transportó una lancha de vapor al buque de guerra que,por decreto del Congreso de Washington, llevaba los restos del héroeá Venezuela. Abría la parada la policía a caballo; la mandaba desdeun coche, envuelto en su capa militar y con la muleta caída á un lado,el general Daniel Sickles,el que ganó la batalla de Gettysburg de unapujante arremetida; seguía la artillería, con sus obuses relucientes;la marina, de bayeta y cuero; la caballería, de amarillo y azul; la tropade linea, sobria; la milicia, con colores y galas; una guardia de honor,gris; una escolta de oficiales mayores, con sombreros plumados yespadines de oro; otra de veteranos, con las mangas vacías prendidasal pecho. Las músicas vibraban. Las damas venezolanas saludabanel séquito con sus pañuelos, desde un balcón. Las aceras estabanllenas de curiosos. A la cabeza de los húsares iba Sheridan, el quede un vuelo de caballo cambió la fuga de sus escuadrones en Victoria.Presidiendo la comitiva iba Sherman, el que acorraló sobre susúltimos reductos al Sur exangüe. Cerraba el séquito doble hilera decoches, con los comisionados de Venezuela y los del Municipio, losciudadanos prominentes que dispusieron estas honras, representantesde Boston y de Brooklyn, magistrados y generales, ministros y cónsules,neoyorkinos e hispanoamericanos. Aquella música heroica, aquelestruendo de cureñas, aquel piafar de la caballería, aquellos uniformesgaloneados, aquellos carruajes de gente civil, eran cortejo propio delque con el agua al pecho y la lanza en los dientes salió de los esteros delsalvaje para ganar, en la defensa de la libertad, los grados y riquezasque otros ganan oprimiéndola, y morir al fín recomendando á suscompatriotas que, "como no sea para defenderse del extranjero, jamástoquen las armas". En una caja amarilla, como su pabellón, iba elcadáver, con las coronas de la Sociedad Literaria Hispanoamericana,del Consulado de Santo Domingo, del 7 o Regimiento, del fiel amigoBebus, y una espada de flores, y la corona de los cubanos. "Cerca,mi Dios, de tí"! tocaba la banda a un lado del muelle, cuando iba el.ataúd del féretro a la lancha, en hombros de ocho marinos. En filala caballería, la artillería, las milicias, la tropa de línea. El cañón,de minuto en minuto. Todos los sombreros en las manos.

Aquellos honores eran eco del asombro con que los Estados Unidosoyeron contar, y leyeron en libros y diarios ingleses, las proezas delllanero épico que con el decoro y hombría de su trato supo más tarde,en su destierro de veinte años en New York, mantener para-el hombreresignado la admiración que despertó el guerrero. Sus amigos de

entonces son hoy magnates de la banca, columnas de le religión,cabezas de la milicia, candidatos a la Presidencia de la República."Aun lo recordamos", dicen, "cortés y verboso, puntual en sus citas,muy pulcro en el vestir, lleno de génerosidad y de anécdotas, amigo delas damas y del baile, sin que lo de general y presidente se le viera másque en algún gesto de imperio de la mano ó en alguna centella delos ojos". !Aun recuerdan al prócer arrogante que en las noches deinvierno les contó las guerras increíbles de aquellos hombres quecargaban, como Sánchez, un cañón a cuestas; de aquellas mujeres, quedecían a sus esposos, como la de Olmedilla: "prefiero verte revolcaren tu sangre antes que humillado y prisionero;" de aquellos ginetesque amansaban al amanecer al potro salvaje con que a la tarde ibandando caza, asta contra anca, al enemigo. Así quisieron sus amigosde antes despedir con majestad al que tantas veces les apareció conella. Así honró á aquella lanza insaciahle el puehlo que se opuso,por razones de conveniencia, á que coronara su ohra.

Nadie comenzó su vida en mayor humildad, ni la ilustró con másdotes de aquellas sublimes que aparecen, con el misterio de la vida,venir a los hombres privilegiados del espíritu mismo de la tierra enque nacen. Vió la luz á la orilla del agua el que había de libraren ella hatalIas de caballería, como en la tierra firme. Le enseñaroncon sangre, en la escuela de la señora Gregoria, la doctrina cristianay los palotes de Palomares; cartuchos de pulpería y panes de azúcarfueron sus primeras armas, cuando sirvió á su tío el pulpero demancebo, y por la tarde le ayudaha e sembrar el cacaotal; pasó lamocedad de peón de hato, trayendo y llevando camazos de agua ea-liente, para que se lavase los pies el capataz de pelo lanoso que noveía con gusto su cahello rubio: á lomo pelado, sin más riendas quelas crines, salió a la doma del potro salvaje, rehotando, mugiendo,salvando quebradas, echado al cielo, volando; escarmenaha cerdaspara los cabestros o echaba correas a la montura, en los pocos ociosque le permitía Manuelote, sentado en un cráneo de caballo ó en lacabeza de un caimán, que eran allí los únicos asientos; "yo no lepregunto si sabe nadar", le decía Manuelote; "lo que le mando es quese tire al río y guíe el ganado;" su comida era un trozo de la resrecién muerta, asada al rescoldo, sin pan y sin sal, y el agua de latapara la bebida, y la cama un cuero seco, y el zapato la planta delpie, y el gallo el reloj, y el juez la lanza; cantó á la puerta de sunovia, enlos domingos y las fiestas, aquella poesía selvática y profundaque suele interrumpir el rival celoso con otra poesía, y luego con lamuerte; y de pronto, así como los llanos chamuscados y sedientos,albergue sólo del cocodrilo moribundo y de la víbora enroscada,surgen a las primeras lluvias cubiertos de lozanía, fragancia y verdor,yel potro relincha, y el toro renovado se encela, y cantan los pájaros,esmeraldas aladas, y todo entona con estallidos y chispazos el venturo-so concierto de la vida, así el alumno de la señora Gregoria, el criadode la pulpería, el que traía y llevaha los camazos, pone el oído entierra, oye a lo lejos, convocando al triunfo, los cascos del caballode Bolívar, monta, arenga, recluta, arremete, resplandece lleva caballoblanco y dolmän rojo, y cuando se le ve de cuerpo entero, allí está,en las Queseras del Medio, con sus ciento cincuenta héroes, rebanandoenemigos, cerrándolos como en el rodeo, aguijoneando con la lanza,como a ganado perezoso, á las hordas fatídicas de Morales. Pasa elrío; se les va encima; los llama a pelear; les pica el belfo de los caballos;finge que huye se trae a las ancas toda la caballería. "!Vuelvan caras!"dice, y con poco más de cien, á la luz del Sol, que volvió a parar sucurso para ver la maravilla, clavó contra la selva a seis mil rnerce-

narios, revueltos con el polvo, arrastrados por sus cabalgaduras, aplas-tados por sus cañones, caídos sobre sus propios hierros, muertos antespor el pavor que por la lanza! Así venció-en su primer pelea formal, enla Mata de la Miel; así en la última, trece años después, cuando ase-guró la independencia del continente en Carabobo. "!A vengar micaballo!" dijo en la Mata, y se trajo sin ginetes, porque á lanzazoslos sacó de las sillas, todos los caballos de López! "!A vengar a minegro Camejo!" dijo en Carabobo; carga con sus seiscientos, gana larienda y rompe al enemigo, vuelve con todas "las lanzas coloradas"y es libre la América.

Tres años sirvió de soldado durante la primera guerra, y cuandoen sus filas no habia llegado más que á sargento, en las del enemigo,triunfante en 1813, lo querían para capitán de caballería. ¿No eraél quien desmontaba en un encuentro treinta ginetes? ¿el "tío", el"compadre", el "mayordomo" de los llaneros? ¿el que por generosolos deslumbraba, y por astuto, y por fuerte? ¿el que veía de una legua,clavaba de un saetazo a al puerco montés,domaba el potro con mirarlofijo, volcaba al toro de un tirón de cola? Pero él se escurre por un ladodel monte, á ser capitán de los patriotas, que á poco se le cansan,y ya no son más que veinte, y luego dos, y luego él solo. Le quitaránla espada con engaño; íporque frente a frente, ni el pueblo enterode Canaguá se la quitaría! Lo cargarán de grillos en Barinas: ! amí los más pesados!" Lo habrían matado de noche, como a todos lospresos, á lanzazos, si con sus ruegos y los de un amigo no ablandase elcorazón del carcelero, que le quitó los hierros. ¿A dónde irá ahoraPáez? !A buscar su caballo y sus armas, para venir, él solo, a rescatara sus compañeros! "!Quién vive!" le grita la guardia. "El demonio,que pronto vendrá a cargar con ustedes!" Vuelve riendas. "[Adelante!"grita á un batallón invisible. La guardia se echa por tierra. De unplanazo se concilia al alcalde dudoso. Saca libres a ciento quincepresos. Abre otra cárcel, llena de mujeres.

y sin más. compañero que un gallardo español que no le conoce,y á quien dará después su bolsa, como para castigarse por haber pen-sado en cobrar en él toda la ofensa de que viene lleno, sale otra vez,sin aceptar el sacrificio cierto del pueblo de Barinas, que lo aclamapor jefe, á levantar el ejército allí donde la libertad está, más seguraque en las poblaciones, en los llanos. En los llanos, leales al rey,pero él levantará ejército! Sus primeros soldados son cinco realistasque le intiman rendición. Luego saldrá al camino, puesto en apurospara demostrar a los cinco reclutas cómo es verdad que tiene por locercano una compañía, que nunca llega; topa con una banda deindios; los aterra; los hace echar al suelo las flechas; con todas ellasy los arcos ata un haz; y se lo lleva á la espalda, y entra en el pueblocon los indios presos. Con los llaneros que desprecia Carda de Senaorganiza en Mérida su primera compañía: con los prisioneros de suteniente en Banco Largo monta los "Bravos de Páez": con el aguardi-ente y su palabra enardece de tal modo á los indios de Canabiche,temerosos de la fusilería, que los indios, transfigurados, se pican lalengua con la punta de la flecha, se embadurnan el rostro con la sangreque les sale de la herida y mueren abrazados á las cañones. Cuandono tiene más, sale a campaña con tres lanzas y un fusil; pero si quierecaballos para la gente que se le allega, ¿no van montados los realistas?si le faltan barcas con que defender el río, ¿para qué están las flecherasespañolas, que huyen a cañonazos, corriente arriba? por eso escogióPáez de pinta rucia los caballos de Sus mil llaneros, porque los ruciosson buenos nadadores. Ni, los hombres, ni las bestias, ni los elementos

le habrán de hacer traición; porque él, que al empezar la pelea caea veces sin sentido de la silla por la fuerza con que le acomete el deseode ir a recibir los primeros golpes; él, que en cuanto se ve solo ataca,y en cuanto ataca vence; él, que cegado por el combate se va detrásdel enemigo con un niño por único compañero, mientras su tropase queda atrás entretenida con el botín; él, que arenga a sus lanzasde este modo, en la Mata de la Miel: '" al que no me traiga un muertolo paso por las armas I;" él no humillará jamás á un hravo, ni se en-sañará contra el vencido. Al pujante Sánchez sí lo sacará de la mon-tura en el asta de la lanza, y como que. cuando lo tiene en tierra bajola rodilla, "prorrumpe en palabras descompuestas é impropias delmomento en que se hallaba," lo rematará de otro lanzazo; pero cuandoun patriota sanguinario deshonra sus armas descahezando prisio-neros indefensos, "ya al caer la quinta ", no puede contener la indig-nación que le sofoca; pára al bárbaro; acude á su superior; defiendea los prisioneros delante de la tropa. '" No; ni la más estricta ohedien- Jcia militar," escribió luego, "puede cambiar la espada del soldadoen cuchilla del verdugo I"

Así iba ya, de jefe suelto, algo más libre que al principio da jefestorpes y rivales celosos, á la cabeza de su gente de lanza que le adora,que le pára el caballo para pedirle lo que quiere, que le quita delas manos la lonja de carne que se lleva á la boca. Van por los. ríosde noche, voceando para ahuyentar los caimanes; por los esteroscenagosos, sacando á pujos de brazos su animal ahogado; por losllanos encendidos, entre brotes de llamas, turbiones de humareda,bocanadas de polvo. No hay más comida que la res que matan; ylos soldados, sin somhrero y vestidos de pieles, se apean, lanza enristre, á disputarse el cuero fresco. La banda sigue al paso, afilandoal chuzo de albarico, asegurando al astil con correas de cuero lacuchilla floja. Páez va delante, "descalzo y maltratado de vestido,"con unas calzas de balleta roídas hasta media pierna. Cruzan los ríoscon las armas y la montura á la cabeza; al que no sabe nadar le hacenbote de un cuero; si la carga es mucha, con tiras sin curtir recogenlos bordes de una piel, echan dentro lo pesado, y al agua van, consu caballo de una mano y la cuerda en los dientes. Al salir á unyagual, descubren a un homhre encunclillado, con las manos en lamaraña del cabello. con la mirada fija .en tierra; tiene a los pies,mondados, los huesos de su propio hijo. De cuando en cuando seencuentran, colgada en una jaula ö clavada en una escarpia. la cabezade un patriota frita en aceite; un día, después de vencer, desclavan lacabeza de Aldao, y sale volando un pájaro amarillo, como su bandera,que tenía allí su nido'

¿Qué es Monteverde, qué es Calzada, qué es Correa. qué es Latorre,qué es Boves, qué es Morillo? Cuando aun tienen su plan en elcerebro, ya Páez está á sus talones deshaciéndolo. Adivina todas lasvueltas y ardides del español y calcula con exactitud los movimientosque deben nacer de sus defectos y virtudes. Obedece a sus presenti-mientos, y se salva. Al azar nada fía y 10 prevé todo antes de empeñarel combate; pero ya en él, no pierde un gesto. Improvisa recursossingulares en los instantes más comprometidos. Engafia al más astuto.Siempre le ocurre lo que el enemigo no puede prever. Lleva la carnemuerta de tres días, para que no lo delaten los buitres que caen sohrela matazón reciente. Cada encuentro le enseña el modo de vencerlo.Su estrategia es original, pintoresca y sencilla. Sohresale en simularun ataque, y vencer con otro; en fingir fugas de caballería, partirlas fuerzas que le dan caza, y revolver con toda la gente sobre la una,

y luego sohre la otra; en sacar al campo al enemigo, de modo que lainfantería lo envuelva; en decidir una hatalla dudosa con una in-esperada acometida. ! Qué peleas, hra}o a brazo, la de la Miel, lade los Cocos, la de Mucuritas, la de las Queseras, la de Carabobo IAquellos mil hombres parecen un solo hombre: se tienden por lallanura, galopan al mismo son, ondean como una cinta, se abrenen abanico, se forman en una sola hilera, se replegan anca con anca,desböcanse en cuatro bandas, para revolver á una sobre el enemigodividido; vuelven á escape del triunfo, sacudiendo las lanzas en alto.

No eran aún más que cien, allá por IHq, X ya Páez se ibaá citar á combate con baladronadas al jefe realista ... El jefe vencidose echaba al río y Páez se echaba tras él, cruzaba el río antes y loesperaba á la otra orilla, para perdonarlo. Se les caen al suelo lospotros moribundos y la pelea sigue pie á tierra. Va á venir por aquellado el español; y lo aguardan hora sobre hora, tendidos sobre loscuellos de los caballos. Los apura el contrario numeroso y pasanla noche en el estero. Vienen á cazarlos con harcas y ellos se echanal agua, se acercan á la borda, se zabullen en cuanto luce la mechadel callón, pican con el asta el pecho de los artilleros, toman desnudos,lanza en mano, las flecheras desiertas. Se prepara Morillo, con elfavor de la noche, á echarles encima sus fuerzas mayores; y Páez, queno sabe de Aníbal ni de sus dos mil hueves, ata cueros secos á la colade cuatro caballos, y á la vez que echa al aire un tiroteo, lanza á losbrutos desesperados sobre el campo español, que presa del pánicolevanta tiendas. Si el viento va detrás del enemigo, incendia la sabana,y en medio de fuego espantoso, entre columnas de humo y lenguasde llamas, carga catorce veces la caballería. A Puerto Cabello, entre-tenido en maniohras falsas, lo asalta de noche á caballo por el mar,y lo toma. Y cuando en IHIH, horas después de ahrazar por primeravez a Bolívar, quiere el héroe, impaciente, vadear el Apure, burlandolas cañoneras españolas del Copié, "yo tomaré las cañoneras", dicePáez: sus hravos se desnudan y se echan al río con los caballos en peloy la lanza en la boca; nadan con una mano y con la otra guían a sucabalgadura; llegan a las cañoneras, saltan del agua al lomo, del lomoa la cubierta, de la cubierta a la victoria! Suyas son. Bolívar, vencedor,pasa el Apure.

Grande era Páez al resplandor de las llamas de San Fernando,incendiado por sus propios habitantes para que Morillo no pudierahacer de él fortaleza contra los patriotas; grande en los llanos,cuando, hijar contra hijar, con luces émulas centelleándoles los ojos,iba su caballo blanco al lado del potro rucio de. Bolívar; grande enlas Queseras, tundiendo á los de Morales con el cuento de la lanza,cuando, de herir á los seis mil con sus ciento cincuenta, ya se le habíaembotado al asta el filo; grande en Carauobo, cuando, señalándoseal contrario por su penacho rojo, que acude de sus infantes abatidosá su cahalleria desordenada, ve venir al "primero" de sus bravos, alnegro Camejo cuyo caballo, muerto como su amo, cae de rodillas a susplantas; de un vuelo del brazo cita á los ginetes que le quedan, ycuando un realista compasivo lo levanta del síncope que lo ha echadopor tierra, del poder de España en la América no quedan más quelos cascos, rojos por la sangre que empapa la llanura, de los 'caballosde Valencey y de Barbastro! Pero el llanero criado en el mando desu horda omnipotente jamás fué tan grande como el día en que deun pueble lejano mandó llamar al cura, para que le tomase, ante latropa, ei juramento de ser fiel á Bolívar; ni aquel guerrero, saludadodurante dieciseis arios á la entrada de los caminos por las cabezas de

sus tenientes en la picota ó la jaula, venció nunca tanto como el díaen que, roto con honor el último acero de España en Puerto Cabello,ni la humilló, ni se vengó, ni le colgó en jaulas la cabeza, ni laclavó en picas, sino que le dió salida libre del castillo, á tambor ba-tiente y bandera desplegada.

¿Podrá un cubano, á quien estos recuerdos estremecen, olvidarque, cuando tras dieciseis años de pelea, descansaba por fin la lanzade Páez en el Palacio de la Presidencia de Venezuela, á una voz deBolívar saltó sobre la cuja, dispuesta á cruzar el mar con el batallónde "Junín", "que va magnífico", para caer en un puerto cubano, darlibres á los negros y coronar así su gloria de redentores con unahazaña que impidieron la sublevación de Bustamante en el Perú, ádonde Junín tuvo que volver á marchas prontas, y la protesta delGobierno de Washington, que "no deseaba cambio alguno en lacondición ni en la posición política de Cuba?" Bolívar sí lo deseaba,que, solicitado por los cubanos de México y ayudado por los mexi-canos, quiso á la vez dar empleo feliz al ejército ocioso y sacar de laservidumbre, para seguridad y adelanto de la América, á la islaque parece salir, en nombre de ella, á contar su hermosura y brindarsus asilos al viajero cansado de la mar.! Páez sí lo deseaba, que aloír, ya cano y viejo, renovarse la lucha de América en la isla,! volvió a pedir su caballo y su lanza! ! Oh. llanero famoso! tú errasteluego, como yerra el militar que se despoja, por el lauro venenosodel poder civil. de la corona inmarcesible que los puebles tributan ásus héroes desinteresados; tú creías tener razón para olvidar el jura-mento que empeñaste al cura; fú te dejaste seducir por el poder, cuyotrabajo complicado exige las virtudes que más se quebrantan en laguerra; pero jamás fuiste cruel, ni derramaste para tu provecho lasangre de los tuyos, ni deprimiste, para mantener un falso engrande-cimiento, el carácter de tus conciudadanos! !Dondequiera que estés,duerme! Mientras haya americanos, tendrás templos; mientras hayacubanos, tendrás hijos!

José Martí

IND ICE DEL TOMO I.

P~.OOnODuccION.... •• . •• • •• . • •• • • . •• • •• . ..••• • •. .. . ••• • . . •• •• .••••• .• . • •• •••••• V

CAPiTULO I.-1IH naclmíento.c-Prímeroe años de mi juventud.-Encuentroeou salteadores.e-Muerte do UllO de ellos.-Mi huida al hato Je Ia Cal.zacla.-Quó SOll los hatos.-El negro Ma.nuelote.-En los negocios.-17YO-l~G9 0 •••••••• o •••• o 0 ••••••••••••••••••••••••••••••••••••

CAPÍTULOrI.- Situuclou geográfica do Venezuela.- Poblacion.c-T'uertos.c-,Rios lla\·l·gatlcs.-Defensa del terrttorio.c-c Ocupacion del trono de Es-paün por tT(l~é ßonapal'h'.-LuB colonias so deciden á sostener al Icjttrmomonarcn.c-,f untas.c-Movimíontos rcvoluciouuríos.c-Guerra con Espafia.. 1~

CAPÍTULO III.-;\re alisto en el t'j{:l'cito patriota.-:Ilo retiro del scrvlclo.i--ElgenCI'al cspaüol 'I'iscm: me uerubrn capitan (le caballerta.s--Huyo, y aceptoel mismo noiubr.uulcuto en el ejército putrlota.c-e Corubute de Suripá.-Abandono do la tropa.- Entrada en Cuuaguä.c- Viaje á. Baríuas.c-. Soypuesto en capílla.c-Salgo tic la prision.-So me prende de nuevo y 80 mepone cn capilla. por segunda YCZ.- u El ejército de las Animas. "-1810-1<!130 000 oo, 000.0.0.................. 26

CAPiTULO IV.-Condicioll de los prisioneros patriota.s.-Mi salida de la prl-aion.c--Lfbcrto á los denras presus.c--Xlnrcbo en busca de Puy.-Llegada á.Canaguá.-SUC1:SUH ocurridos eu aquel pueblo.- Captura de varios In-dioB.-~fal'cll'1 ú BarinUH.- Soy nombrado gobernador y corunndante dela provi r:cia.-Xo acepto.-~rn retiro al hato ele la Calzada.-Persecuciondel comandante lIal'celino.-l!~nga.-1813 _ .. 4 41

CAPiTULO V.- Garcia de Soua me pone á la cabeza de la caballería de sumaudo.i--Pcrñdin ele oste jefe.-lIi marcha häcia :Ilórida.-Amcnazas delrealista Lízon.i--Pído sen-ido á Parcucs.-Encuentro con lOs realistas enEstunques.c-Ylt tcmorurio arrojo en Ia cordillera que so halla en el ca-mino do Est anqncs á Bailadores.v-Mi retiro en la ciudad de Mél'i<1a.-Meincorporo á las tropas del general Urdaneta..-Mi disgusto por una injns-ticia que quiso huccrruc el comandanto Cha'Vcz.-~ti plan «lo apoderarmede los terrttorios dul Apure y ntraermo los Ilaneros.c-T'aso á Casanarc yino UlIO á Olrnedilla.-EuC'ucutl"O con los reft.listas.-Derrota do cstos.-Crueldad del comuudante Figuercdo.-lIi protesta Ó inuiguacion.-1814.. :;

CAI'í'fULO VI.-Olmedilla hace matar en mí ausencia á setenta. y seis de 108

prisioncros.-Figncrcdo so encnrga dpl mando y trata de prenderiue.c-,Desastroso fin de Ohuedllla.c-Accton de Cllirc.-DnlellrÍa, inevitable enlos combatce.e-Aveuturas do una noche en el campo de batalla.-Trl\iHde un militar CIl cumpaña.c-Borpresa du Palmarito.-El valiente Peíia.-Cómo lo aalvé.e--Batalla <lo la Mata de In Miel.-1I:i ascenso á tenienteooronel.-:Ilotiu militar en favor mio.-Lo clesuarato.-1815.............. Ci3

JI íNDICE DEL TOMO I.

PA¡¡.CUfTt'LO VII.-Oeupacion del pueblo del Mantecal por Vasquez.-El presbt.

tero coronel TorrellaB.-Lopez resuelve atacarme.-Me apercibo para ladefensiva.-Tomo la ofensíva oontra los españole s, -ContrarieuadeB de lacampaña de Apure.-El valiente capitán Antolin Mugica.-Su desastrosofln.-Paso á la parroquia de Arichuna.-MovimientoB del ejército realistaal mando de Latorre.-Comisiones que me da el jefe del ejército, coronelFrancisco de P. Santander.-A mi vuelta BOynombrado jefe supremo enlugar de este.s--Eatado del ejército que tenia á mis órdenes.-1816........ &~

CAPíTULO VIII.-Expedicion de Morillo.-Estado de Venezuela y Nueva Gra-nada á su llegada.-Sitio y ocupacion de Cartageua.-Cruehlades de Mo-rillo.-Sistema de guerra adoptado por los patriotas.-Organizacion delejércrto. - Emlgracíon. --Encuentro en " Los COCOB. 1I_ Acciou del Yagua!.-Entrevista con el realista Lopez.-Toma de Nutrias.-Suceso en la bocade Masparro.-Sorpresa á unas lanchas nnestras en la boca de la Portu-guesa.-Accioncs en el Palital y RabanaJ.-Marcha á Achaguas.-Terrorde algunos patriotas al saber los movimientos de Morillo.-Defensa delejército de Apure.-Correccion de algunos errores de Baralt.-181!>-1816.. 9M

CAPiTULO IX.-Me reuno con Nonato Pérez.-Accion de Mncurita •. -Derrotadel general Lntorre.e-Operacíones sobre Barinas y Casauare.e-Sorpresadada á los roallstas en Chire.c-Disensioncs en Cnsauarc.v-Cont.iuúo misoperaciones sobre Barínas. ·~j¡Arrojo asombroso" <le Irrbarren en BancoLargo.- Batallón "Bravo de rá~z."- Derrota del comandante realistaPerera.-Mi cnmpameuto en el Yagual.-IIpl'óicos hechos de Vicente Pcüay de Aramcndi.-Nos hacernos en Harinas do 108 elomeutos que necesitä-bamos.-Vuelta nl Yagual.s--Arríbo de 108 comisionados mandados por elLibertador.-Mi reconocimiento de su autoridad como jefe Bupremo.-AI)l'esamiento de las lanchas encu.lgas en la boca del Coplé por nuestracaballeria.-1817-1818.. lZl

CAPÍTULO X.- Marcha Bohre Calabozo.>- Me apodero del ganado que el ene-migo tenia en lit orilla de esta ciu<lad.-Morillo salo con 811 estado mayorá cerciorarse de In proximidad de nuestro cjéreito.-Carga que le dimos ypeligro que corrió el general expedicionario. --Derrota de trescientos hú-sares europeoa.e-Plan de Bolivar.-Mi opinion Bohre dicho plan.-Res·puesta á los cargos de insubordmacion que mo ha hecho ltestrepo.- Elplan de campaña que propuBe al Libertndor.s-- Voy ,¡turnar Ia plaza de SanFernando.s--Eucuentros en el caño de Biruaca, en el Negro y en Ia Enea.-Reunion lle las fuerzas del coronel Lopez con las del gcnernl Latorre.-Bolivar se reuno de nuevo conmigo.v-Persccncíon de Latot-rco--Combateen Orttz.c-Mucrte de Geuaro Vnsquez.« Mi marcha coutru Lopez.-EILibertador se salva milagrosamente en el Rineon de los Toros.--Mo,i·miento de Latorre.v-Aeolon de Co~tl(leg.-Mal'eho á San Fernando.-Vuelta. á Achág-nas.-Las tropas de San Fernando lile nombran generaJenjefe.-Defensa del ejército de Apure.-1818............................ I~I

CAPiTULO XI.-Rllgreso de Bolivar ¡\ Angoeturu.c-Moi+llo Ar presenta de-lante ele San Fernando.i--Heróico patrtot ismo e]e los habitantes do estaciudad.e-Tncidentc curioso do mí cainpnüa cout ra ~lorillo.- Varios en-cuentros de las fuerzas de mí maullo con las (le los realistas.e-Mí opinion-sobre ('1 plan dn oporaciouos que debiamns adoptar coutru )¡fnrillo.-Glo·riosa victoria en las Queseras del Merlio.-Fng-a <lo 10!'~realíataa.c-Pro-clama de Bolivar á los Ilravos de Apurc.-Lista do los héroes de las Que-seras del Medio.-1819................................................... 174

ÍNDICE DEL TOMO I. JII

P'-.C.A.PfTULOXII.- Persecuclou á Morillo.-Encuentro en Ia "Sacra Familia."

-Marcho contra Morales.--La emboscada en Caramacate.-Bollvar sereune conmigo en Acháguas.-Marcha á Barinas.-Bolivar me ordenamarchar á Guasdualito para prender á Nonato Pérez.-Mi opinion demarchar á la Nueva Granada en vez de ir sobre Bar!nas.-EI Libertadorme escribe á Guaadualit o.v-Se reune conmigo en este punto.-Marcha ála Nneva Granada y yo quedo obrando en el Apure.-Accion de la Cruz.-Reróica defensa de los cspañoles.-Penalidades,sufridas en la marcha áAcháguas.-Apresamiento de once embarcaciones realistas.-Ocupacionde las fuerzas do mi mando en ,,1 Apure el año 2~.-Morillo envía comísío.nados á los generales patriotas.-Entrevista de Morillo y Bolíva» en SantaAna.-Armlsticio.-Mi opinion sobre la suspenslon de las hostilidades.-Morillo se embarca para España.--Juicio sobre las campañas de Morillo.-1819-1820. 188

CAPÍTULOXIII.-Fin del armisticio.-Mi penosa marcha á Guanare para reu-nirme al Libertador.-EI general Latorre envía á este un parlamento.-Latorre deseoso de saber si yo me había reunido con Boltvar.c-Contra-marcha á Carahoho.-Gloriosa jornada en el Ilauo de este nombre.e-Do-cumentos ofici"les.-18'21................... .. 203

CAPITULOXIV.-Mi regreso á Valencia.-EI Libertador marcha para IaNueva Granada.e=Soy nombrado comandante de uno de los distritos milj-tares en que dp,lú dividida' Venezuela.-Operaciones de mis fuerzas con-tra algunos jefes reaIiAt"s.-Morales Aale de Puerto Cabello, desembarcaen algunos puntos de la costa y al fin se YO obligado á volver á aquelpuorto.i--Loe realistas salen de Puerto Cabello sobre Valencia.-Destruo·cíon de un destacamento realista en Patanemo.-Pongo sitio á PuertoCabello.e-Las enfermedades me obligan á levantarlo.e-El general Cß,lza,latoma el mamlo de la plaza.-1821-1822 Oo. in

CAPÍTUl.OXY.-Sitio de Puerto Cabello.- Intimaeion á C::tlzada.- Su res-puesta.v-Me reenelvo á tomar la plazu por asalto.-Peligrosa operacíon.i--Rendieion de In plaza y el eastillo.- Pérdidas de los realista. y patriotas.-Artleulos de la capitulacion.-1823..................................... fl30

CAPiTULOXVI,-Esfuerzos de los patriotas por conseguir auxilios de las po-tencias europeas y de lOAEstados Unidos.-Simpatia del pueblo inglés ydel americano por Ia cansa ele la índependencía sur-amertcanao-c-Recono,cimiento de Colombia.- Breves consideraciones sobre Ia Doctrina deMonroe.-Congreso de Panamá.-18i22.................................... i44

CAPíTULOXVII.-1rareha triunfal de Puerto Cabello á Carñcas.c-El Con-g-1'PSO decreta una leva de cincuenta. mil hombres.c-Movimlento revoln-cionario en Petare.-Pretensiones del capitan Dnpotet, de la marina fran-ccsa.-},!i rcspuestao-e Mi proclama derogando el bando de asamblea.-1824-182:i............................ 271

CAríTuLo XVIII.-Acnsacion ante el senado (le Colombia.-Aparente dupli-cidad del general Santnnder---La época mas funesta de mí vida pública,-Pronunciamiento do las munie.ipalidades do Venceuela.c-Los pueblesansiosos de reformas.c-Asnmblea en el convento de San Francisco de Ca-ráeas.-Mi carta y oficio al Libertador explícäudole mi COlHlucta.-1826.. 28G

CAPíTULOXIX.-Llp¡:acla del Libertador á Venezuela.-Xuestra cordial en-bre ...ista.-Der.retos y proc1amas.-Entrada triunfal en Carácaa.c-Obae-quio al Libertador en esta capital.- Vuelta del Libertador á Bogotá.-Consejos que me dió äutes de separarnos.-1827.......................... 384

IV ÍNDICE DEL TOMO I.

Pie.CAPÍTULOXX.- Cuba........................................... mCAPITULOXXI.-Conapiracionea realistaa.-Coronado y los Caatllloa.e-Cona-

piracion en Barfnaa.-Motin en Angostura.- Persecucíon do las partidasrebeldes y su exterminio.-Oficio al Libertador.-1827-1828............... 406

CAPITULOXXII.-Peraecucion de varias partidas realistas.-Llegada del te-niente coronel español Arizábalo para ponerse al frente de ellas.-Su per-secucion por las tropas de mi mando.-Capitulacion de AI"izábalo.-In ....trucciones que el general Latorre le había dado.-1827-28-29.. . . . . . . . . . . . . 4211

C.ü'fTULo XXIII.- Estado de Colombia al convocarse la Convencion de Oca-iia.-El partido militar.-El general Padilla.-Instalacion do Ia Conven-cion.-Mi comnnicacion á los representantes del pueblo de Ocaña.-Miopinion sobre los prímeros trabajos de la Convencion.c-c Diaolucíon de laConvencion.-Bollvar dictador.-Reconozco al Libertador como jefe sn-premo.-Proclamas.-Conspiracion del 25 de Setiembre.-Mi carta al Lí-bertador.-Mis medidas en Venezuela.-l~28......... 446

CAPITULOXXIV.- Proyectos para establecer una monarquía constitucionalen Colombia.-Injustos cargos centra ml.-Documentos inéditos.-Misopiniones sobre forma do gobierno.-1829. .. 469

CAPiTULOXXV.-Situacion interior do Colombia.-Manifiesto á los colom-bianos del Norte-1829.......................................... 519

CAPiTULOXXVI.-Dificultades de mi posicion en Venezuela.-Insurrecciondel general Córdova.-Carta que me escribiú, invitándome á tomar partoen ella.-Llegada á Venezuela del genoral Santander en calidad de preso.-Mi correspondencia con él en aquellas cireunstancias.-.Juicio scbre elgeneral Santander.c=Dlficultades con que yo habia de luchar si cl Líber-tador abandonaba á Cclorubía.s--Su circular ole 14 do Octubre á los deparotamentos de Colombía.c-Bus consecnencias.-Junta de ciudadanos en elconvento de San Francisco, en Caracas -Mi comunícaclon al minist rodel intorior.-Mi defensa del Lihertador.-Carta al Libertndorc-c- Con.vaco una junta en el Coliseo de Carácas.-Exposicion del pueblo de Carä-C88al Libertador.-Carta del general Souhlette al general Urdanota.-"Respue8ta á algunos cargos que me hace Rcstrepo.-l829...... .........•. 541

INTRODUCClON.

VA siendo costumbre y es deber de todo hombre que hafigurado en la escena política de su patria, el escribir la ce-lacion de los sucesos que ha presenciado y de los hechos enque ha tenido parte, á fin de que la juiciosa posteridad puedacon copia de datos y abundancia de documentos desentra-ñar la verdad histórica que oscurecen las relaciones apasio-nadas y poco concordes entre sí de los escritores contempo-ráneos. He aquí por qué despues de los afanes de una vidaagitadísima, acometo hoy la empresa de abrir el archivo demis recuerdos, de registrar los documentos que he logradosalvar de los estragos del tiempo y de las tempestades revo-lucionarias, y de ocuparme en fin en la penosa tarea de re-dactar lo que me dieta la memoria y me recuerdan dichosdocumentos.La revolucion hispano-americana, último episodio de la

gran epopeya que comenzó en la América del Norte y tuvosu período mas interesante en Francia, no ha sido todavíaapreciada en todo su valer, ya como espléndido triunfo delas ideas de la civilizacion moderna, ya como amaestra-miento para los pueblos que de súbito cambian el sayo delesclavo por la túnica del hombre libre. Las opiniones delos historiadores que han escrito sobre los sucesos de tanimportante época no estan de acuerdo en muchos puntoscapitales, quizá porque no tuvieron á la vista documentos

VI INTBODUCCION.

inéditos, que tambien á veces no se producen al público. yapor interes que en ello tiene el escritor apasionado 6 ya poroonaideracioues con que tropieza todo el que se ocupa dehechos contemporáneos.

El patriotismo de algunos hombres ilustrados reuni6 enveinte y dos volúmenes los documentos oficiales de Colom-bia que existian en los archivos públicos y privados, y allíse hallan los datos mas fehacientes de los sucesos de aqueltiempo.

Don Feliciano Montenegro, venezolano de bastante ins-trueoion, dió tambien á su patria un libro dedicado á la ju-ventud, libro que en pocas pájinas recorre todos los princi-pales sucesos de la historia de la independencia, y de granprecio, pues el autor presenció los hechos que refiere, y comoestuvo en las filas de los realistas con alta graduacion mi-litar, da valiosas informaciones que hoy solo pudieran ha-llarse en los impenetrables archivos españoles.

Despues de él, el Sr. Restrepo, seoretario de RelacionesExtrangeras de Colombia, publicó su obra, de Ia que hizomas adelante una nueva edicion arreglada y aumentada.

El Sr. Baralt vistió con las brillantes galas de UD estilocastizo y puro las relaciones de los que le precedieron en laempresa.En la parte en que se refieren á los sucesos de mi vida, he

advertido en los dos últimos graves errores, sobre todo enRestrepo, quien dejándose arrastrar en mas de un capitulopor el espíritu de provineialismo, ae muestra sobradamenteinjusto y demasiado parcial en sus juicios y apreciaciones.

Si el deseo de dar á mi patria un documento más psra suhistoria no fuera suficiente estímulo para hacerme emprenderel trabajo que me he tomado de escribir mis Memorias, move-ríame á ello la necesidad en que me han puesto mis adversa-ríos políticos de contestar á algunos cargos que me hacen,

INTRODUOClON • VII

con agravio de la verdad y desdoro tal vez de las glorias dela patria. Grácias sean dadas á la Providencia que me haprolongado la vida suficientemente para haber oido lo quetodos han hablado y poder hablar cuando todavía algunosno han callado. Es pues mi áuimo é intenoion decir todolo que sé y tengo por cierto y averiguado; corregir algunoserrores históricos en que han incurrido los escritores, y sindejar de confesar las faltas que haya oometido por error deentendimiento y no de eorason, defenderme de los ataquesque centra mí ha fulminado la mala fé ó el espíritu de par-tido, que pocas veces hace justicia al adversario,

Cuál sea la oausa que me baya atraido esa animadversionde algunos escritores, lo comprenderá fácilmente quien co-nozca los odios que dividen nuestra sociedad política; y comolos principios que en ella se disputan el predominio no sonde todos conocidos, paréceme oportuno dar aquí una idea deellos para instrucción de quien lo ignore.

Al declarar nuestra emancipacion política del gobiernoespañol, se presentó á las colonias el grandioso ejemplo depueblos que con el nombre de Estados Unides se habíanconfederado en obsequio de la comun seguridad sin perdercada seccion su soberanía y fueros particulares. El espec-táculo de la prosperidad que gozaban estos paises hIZO creerá algunos hombres que eran aplicables á los nuestros losmismos principios que veían desenvolverse allí con el mejoréxito. Creyeron que los españoles con el sistema de reunirlas diferentes colonial! fundadas por diversos conquistadores,bajo la soberanía de vireyes ó capitanes generales, habíandejado un grave mal en el país, y que todo lo que fuera cen-tralizar el poder, aún bajo la forma mas democrática, erarezagos de la dominacion española que debian destruirsecomo indignos de un pueblo que había alcanzado la libertadá costa de tantos sacrificios. Así, pues, se oreyó por algu-

VIII INTRODUCCJON.

nos que centralizacion y despotismo eran sinónimos, y quecon dicho sistema de gobierno se humillaba la dignidad delos pueblos, y se les ponia de nuevo bajo el régimen monár-quico. Semejantes doctrinas, tan bellas como seductoras,comenzaron á difundirse por todos los pueblos de la emanci-pada América, y cada ciudad que habia sufrido algo con laguerra, ó que podía presentar algun titulo histórico, aspiró áser capital de un Estado soberano é independiente, así comocada individuo se creyó tambien en el deber de combatir lasdoctrinas opuestas con los mismos medios con que se alcanzóla independencia.

Hombres respetables que conocian el estado de la socie-dad, si bien admiraban los generosos impulsos de la gene-ración naciente, Reoponian á adoptar en el gobierno de supatria principios que pudieron producir excelentes resultadosen la América del Norte, pero que en un país donde habiaimperado mucho tiempo el despotismo y donde habian que-dado todos los vicios de la dominacion colonial, era impo-sible establecerlos si no se daba al pueblo una nueva educa-cion. Oigase, pues, lo que escribe el Sr. Restrepo, que fuésecretario de Estado de Colombia y primer historiador dela república:

" El autor de esta historia concurrió á formar el aeta de"federacion y fué entusiasta por aquel sistema. Seducido"por el rápido engrandecimiento de las repúblicas de los" Estados Unidos y por la completa libertad que gozan sus" moradores, tenia la mayor veneracion por sus instituciones"políticas. Entónces juzgaba con los primeros hombres de" Nueva Granada que nuestras provincias se hallaban en el" mismo estado que las del N orte América en 1776, cuando"formaron su oonfederaoion. Empero las lecciones del"tiempo y de los sucesos que ha presenciado, junto con"sus reflexiones, le persuadieron bien pronto de lo con-

INTRODUCClON. IX

;1 trario. Habia y aun hay una gran diferencia entre los" Estados Unidos, que se fundaron y crecieron á la som-"bra de instituciones republicanas, y provincias que siem-"pre habían dependido de un gobierno monárquico yII despótico; en estas eran absolutamente nuevas las for-" mas democráticas, muchas de las cuales se oponian á cos-" tumbres, hábitos y preocupaciones envejeoidas, En aque-" llos Estados, por lo general, solo hubo que variar la eleccion" de los gobernadores que hacia antes el rey de Inglaterra." Las cartas constitucionales y las leyes de las antiguas pro-" vincias del Norte América sirvieron para las mismas des-" pues que se transformaron en repúblicas. En la Nueva" Granada, por el contrario, fué preciso para establecer el" sistema federativo, variar casi todo lo que existía. No es.1 admirable, pues, la poca subsistencia de nuestros Estados" nacientes; sus leyes no convenian á los pueblos y centra-" riaban sus antiguos habitadores." (Historia de Colombia,tomo I, página 147, Dota 9.)El mismo Libertador decia en su mensaje al congreso (JA

Angostura:" Cuándo mas admiro la excelencia de la constitucion fede-

rativa de Venezuela, tanto mas veo la imposibilidad de apli-carla á nuestra situación, y segun mi modo de pensar, es unmilagro que sumodelo en el N orte de América haya existidocon tanta prosperidad y que no haya caido en la confusion ála primera apariencia de peligro ó de dificultad. A pesar deesto, aquel pueblo es un ejemplo de virtud política y derectitud moral: la libertad ha sido su cuna, ha crecido en lalibertad y se mantiene en pura libertad. Añadiré que aquelpueblo es el único en la historia de la raza humana; y repitoque es un prodigio, que un sistema tan débil y complicadocomo el federativo, haya podido existir bajo circunstanciastan difíciles y delicadas como las que han ocurrido. Sin

INTRODUCCION.

embargo: cualquiera que sea el caso respecto al gobierno,debo decir del pueblo americano que la idea nunca entró enmi espíritu de asimilar la situacion y la naturaleza de dosnaciones tan distintas como la anglo é híspeno-americaaaa,¿ N o seria muy difícil aplicar á España el código político ci-vil y religioso de Inglaterra? Pues aun mas dificil seriaadoptar en Venezuela las leyes del N orte de Amérioa. ¿N odice el espíritu de las leyes que las leyes deben ser conformesal pueblo que las hace, y que es por una gran casualidad, quelas de una nacion convengan á otra ?--que las leyes debentener relacion al estado físico del país, á su clima, á la calidadde su suelo, á su situaoion, á su extension y al método de vi-da de sus habitantes, refiriéndose al grado de libertad quepuede soportar la constitución, á la religion del pueblo, á susinclinaciones, á sus riquezas, á su número, á su comercio,'sus costumbres y á su moralidad?"

Ademas de los ínconvenientes de adoptar principios exa-gerados en pueblos que empezaban á comprender las ven-tajas de la libertad, muchos patriotas sabiendo que Españano desistía de sus pretensiones de reconquista, creyeronque solo podian ser respetados los nuevos paises por me-dio de una fuerza central que en caso de peligro pudieseobrar sin estorbo alguno en el interior centra las agresio-nes exteriores. Nada de odioso ni despótico podía teneresta centralizacion del poder, puesto que el jefe del gobiernoejercia la autoridad que en él depositaba el pueblo por un li-mitado espacio de tiempo. Confieso que semejantes doctri-nas no suenan tan bien como las que predican sus contra-rios; pero en tratándose de intereses sagrados y vitales nohay que dejarse halagar por teorías que suenan gratas aloido, sino poner en práctica verdades que produzoan resul-tados positivos.

A los defensores de estos últimos principios he pertene-

INTRODU'CClON. Xl

oído. Por ellos he tenido que sufrir persecuciones, destierro,pérdida de bienes, miseria, y todo esto habria tenido en pocosi no hubiese llegado el caso de que mis contrarios me atri~buyan, para satisfacer su encono, faltas que no he cometidoy errores en que no he incurrido. N o negaré que hayacometido algunos; pero ¿ quién no ha sido engañado, si hatenido por algun tiempo que habérselas con multitud dehombres sin que Dios le haya concedido la maravillosa gra-cia de conocer la verdad bajo la máscara con que se cubre Iaambicion y el deseo de medrar á costa agena?ICuántas veces me he ocupado de la suerte futura de

América! Cuestiones de importancia se han de agitar to-davía, y lo que actualmente está sucediendo era de pre-veerse, atendido el estado de debilidad á que ha conducidola anarquía que ha desolado nuestros paises. Ella ha pro-vocado esas injustas agresiones que hoy dia enardecen odiosque ya el tiempo empezaba á extinguir, y que como era deesperar, no han producido mas resultadoa que convencer äla América española de que solo la union y la fuerza materialhacen fuertes y respetados á los pueblos que tienen intere-ses comunes.

N o creo que España vuelva á conquistar ni un palmodel terreno que ántes poseyó, mientras haya llanos, pamptlly 8abana8 que conviden al hombre al goce de la libertad ipero que la América del Sur llegue á ser lo que pareceestar llamada á ser, obra será de muchos años. Las discor-dias intestinas continuarán miéntras esten vigentes las causasde la anarquía, y mas tarde ó mas temprano la cuestion delimites, el derecho de navegacion por sus grandee ríos haránsurgir nuevas dificultades. ¿ Todas estas cuestiones llega-rán á hacer que en la América del Sur se establezcan esasnacionalidades, celosas las unas de las otras, como acontececon los diversos Estados que constituyen la Europa?

XII INTRODUCClON •

Yo tengo fé en el porvenir, pero no veo otro medio paraque el pueblo pueda entrar sin peligro alguno en las vias delas reformas que exija el progreso de las ideas modernas, ,inola ~ducacion propagada liberalmente en toda« las clasea rk la 80iMdad.

No dejaré de consignar en este prólogo un deseo que heacariciado por mucho tiempo, pero que parece irrealizablemientras España tenga colonias en América. Yo hubieradeseado ver siempre no solo la union fraternal de los paisessuramericanos, sino de todos estos con su antigua metró-poli, y aun alimentaria tan balagüeñas esperanzas si los he-chos que estan actualmente verificándose no hubieran ve-nido á destruirlas. Reconocida por España la independen-cía de sus antiguas colonias, estas y aquella, depuestos 108

odios quo la guerra habia encendido, debieron de existirunidas por los poderosos lazos del comun origen. Asi noshubiéramos conocido más los unos y los otros y presenta-ríamos al mundo el grandioso espectáculo de mas de cua-renta millones de hombres que reconociendo el mismo ori-gen, hablando la misma lengua, y teniendo los mismos viciosy virtudes, se unían siempre para estimularse en toda ideacivilizadora. La generacion actual habría olvidado los agra-vios de sus padres, y los hermanos de uno y otro hemisferiohubieran mantenido siempre un comercio fraternal, cam-biando generosamente sus producciones territoriales y com-pitiendo noblemente en sus triunfos literarios.A mí me consta que algunos hombres liberales de uno y

otro hemisferio estaban animados de estos mismos deseos, yfuerza es confesar que solo á los gobiernos que ha tenido ladesgraciada España, se debe que hoy no exista esa fraterni-dad que debiera haber entre pueblos los cuales, si bien ocupanpuntos opuestos en la superficie de la tierra, conservan aunlas virtudes y vicios de sus padres y habitan paises cuya na-turaleza física es casi idéntica.

INTRODUCCION'. XIII

En cambio, la enemistad de España que no nos ha causadoni puede causarnos mal alguno, ha servido para mantenerunidos á los americanos en un interés comun.

Hay hombres que predican todavia la doctrina de razasen América, y que quieren levantar una cruzada de los pue-blos que llaman latinos contra lo que dicen pretensionesambiciosas de la raza anglo-sajona. Esta doctrina, que noes mas que un plan de agresion europea contra los EstadosUnidos, que representan en el mundo el poder de la de-mocracia, solo podrá hallar adeptos entre quienes desco-nozcan el estado de la república de Washington y el delos paises hispano-americanos. Ademas, es hecho desmen-tido por la mas leve observacion que en toda América exis-tan intereses de raza alguna. En este continente se estáverificando continúamente la fusion de todas ellas, que esresultado del progreso moderno y del principio de la frater-nidad universal.

Terminaré esta introduccion recomendando á mis compa-triotas encarecidamente que tengan valor y armas 8010 parauna guerra estrangera y que trabajen con fé y devocion porel porvenir de nuestra patria, que solo necesita paz, y masque nada 6rden, para el desarrollo de todos los variades ele-mentos de prosperidad, á los cuales no se ha atendido porlas disensiones y anarquía que han asolado siempre paísestan favorecidos por la mano del Hacedor Supremo.

JOSÉ ANTONIO PÁEZ.

Nun .. Von, Abril19 de 1867.