Generación Bicentenario

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Autoridades Cristina Fernández de Kirchner Presidenta de la Nación Florencio Randazzo Ministro del Interior Luis Eduardo Di Rocco Secretario de Asuntos Políticos y Electorales Guillermo Justo Chaves Director del Instituto Nacional de Capacitación Política

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Generación Bicentenario

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Autoridades

Cristina Fernández de Kirchner

Presidenta de la Nación

Florencio Randazzo

Ministro del Interior

Luis Eduardo Di Rocco

Secretario de Asuntos Políticos y Electorales

Guillermo Justo Chaves

Director del Instituto Nacional de Capacitación Política

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Compilación: Guillermo Justo Chaves

Colaboración: Francisco Lucero - Diego Ronderos

Constanza Alonso - Luz Zugarramurdy - Juliana Tomasello

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INDICE

MIRANDO AL FUTURO.Por�Florencio�Randazzo.....................................................................................................................pp.�7-8

PROyECTO GENERACIóN BICENTENARIO, UNA MIRADA AL FUTURO DE ARGENTINA.Por�Guillermo�Justo�Chaves ............................................................................................................pp.�9-10

ARGENTINA DEL BICENTENARIO: LOGROs y DEsAFíOs.Por�Juan�Manuel�Abal�Medina� .....................................................................................................pp.�11-15

1 - ECONOMíA

POLíTICA ECONóMICA: BAsEs y EsTRATEGIAs PARA LOs PRóxIMOs AñOs (I).Por�Diego�Bossio ...........................................................................................................................pp.�19-25

POLíTICA ECONóMICA: BAsEs y EsTRATEGIAs PARA LOs PRóxIMOs AñOs (II).Por�Mercedes�Marcó�del�Pont ......................................................................................................pp.�27-31

2 - EDUCACIóN

UN MODELO EDUCATIvO PARA EL FUTURO: LOGROs y DEsAFíOs (I).Por�Alberto�Sileoni ........................................................................................................................pp.�35-39

UN MODELO EDUCATIvO PARA EL FUTURO: LOGROs y DEsAFíOs (II).Por�Mario�Oporto .........................................................................................................................pp.�41-45

UN MODELO EDUCATIvO PARA EL FUTURO: LOGROs y DEsAFíOs (III).Por�Daniel�Filmus ..........................................................................................................................pp.�47-52

3 - COMUNICACIóN y MEDIOs

COMUNICACIóN, POLíTICA y MEDIOs: NUEvOs EsCENARIO (I).Por�Mario�Wainfeld.......................................................................................................................pp.�55-61

COMUNICACIóN, POLíTICA y MEDIOs: NUEvOs EsCENARIO (II).Por�Luis�Lázzaro.............................................................................................................................pp.�63-65

COMUNICACIóN, POLíTICA y MEDIOs: NUEvOs EsCENARIO (III).Por�Ricardo�Rouvier ......................................................................................................................pp.�67-69

Una mirada al futuro de Argentina

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4 - JUsTICIA y sEGURIDAD

JUsTICIA y sEGURIDAD EN ARGENTINA, DEBATEs PENDIENTEs (I).Por�León�Arslanián ........................................................................................................................pp.�73-80

JUsTICIA y sEGURIDAD EN ARGENTINA, DEBATEs PENDIENTEs (II).Por�Eugenio�Raúl�Zaffaroni............................................................................................................pp.�81-86

5 - INTELECTUALEs

LOs INTELECTUALEs y sU ROL EN LA REALIDAD POLíTICA ACTUAL y EN EL FUTURO.Por�José�Pablo�Feinmann ............................................................................................................pp.�89-102

6 - PARLAMENTO

AGENDA PARLAMENTARIA DE LOs BICENTENARIOs 2010-2016 (I).Por�Agustín�Rossi ......................................................................................................................pp.�105-109

AGENDA PARLAMENTARIA DE LOs BICENTENARIOs 2010-2016 (II).Por�Carlos�Raimundi .................................................................................................................pp.�111-115

AGENDA PARLAMENTARIA DE LOs BICENTENARIOs 2010-2016 (III).Por�Silvia�Vázquez .....................................................................................................................pp.�117-121

7 - POLíTICA ExTERIOR

POLíTICA ExTERIOR ARGENTINA y CONTExTO INTERNACIONAL (I).Por�Gustavo�Martín�Prada.........................................................................................................pp.�125-127

POLíTICA ExTERIOR ARGENTINA y CONTExTO INTERNACIONAL (II).Por�Rafael�Bielsa .......................................................................................................................pp.�129-133

POLíTICA ExTERIOR ARGENTINA y CONTExTO INTERNACIONAL (III).Por��Eduardo�Sigal .....................................................................................................................pp.�135-138

8 - FEDERALIsMO

GOBIERNOs PROvINCIALEs: UNA MIRADA FEDERAL AL FUTURO DE ARGENTINA (I).Por�Gerardo�Zamora .................................................................................................................pp.�141-145

GOBIERNOs PROvINCIALEs: UNA MIRADA FEDERAL AL FUTURO DE ARGENTINA (II).Por�Juan�Manuel�Urtubey .........................................................................................................pp.�147-153

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Una mirada al futuro de Argentina

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MIRANDO AL FUTURO Por Florencio Randazzo

El�tránsito�por�los�bicentenarios�2010-2016,� además� de� trabajar� con� es-fuerzo� y� pasión,� nos� exige� pensarnuestra�Argentina�mirando�al�futuro.�

Habiendo� tomado� conciencia� desdedónde�venimos�y�cual�es�la�situaciónen�la�que�nos�encontramos�hoy,�la�pro-yección�al�futuro,�es�decir,�hacia�dondequeremos�ir,��representa�un�gran�des-afío� en� este� complejo� contexto� delsiglo�XXI.

Estamos�convencidos�que�la�Nación�seencuentra�en�un�momento�en�el�cualno�se�puede�permitir�volver�atrás.�Cre-emos� firmemente�que�es� tiempo�deenfrentar�esos�grandes�retos�apunta-lando�la�emergencia�de�nuevas�ideas�ynuevos�liderazgos,�en�ámbitos�políti-cos�y�sociales,�en�el�marco�de�un�pro-yecto�nacional.

Tenemos�la�convicción�que�se�puede,que�nos�une�el�amor�por�nuestra�Re-pública�Argentina�y�como�parte�de�unageneración�es�indispensable�asumir�elcompromiso�de�ser�protagonistas�de�lavida�política�e�institucional�de�nuestrapatria.�Necesitamos�líderes�que�apor-ten�a�un�proyecto�de�país�que�conso-

lide�y�garantice�la�gobernabillidad�de-mocrática�y�rescate�nuestros�valoresde�mayo,�así�como�la�ética,�la�solidari-dad,�el�compromiso�colectivo�y�la�de-fensa�del�interés�nacional.�

Queremos�dirigentes�que� tengan�enclaro� que� las� decisiones� y� accionessobre� cosas� cotidianas� son� las� quecambian�la�vida�de�la�comunidad,�quegobernar�es�crear�trabajo,�que�las�prio-ridades�son�la�educación�de�los�hijos,la�salud,�la�vivienda,�las�jubilaciones,la�seguridad�ciudadana�y�el�acceso�a�lajusticia,�el�desarrollo�a�partir�de�unaeconomía�al�servicio�de�la�producción,la� inclusión.�La�presencia�del�Estadodebe� ser� la� garantía� para� el� cumpli-miento�de�estas�prioridades,�así�comoel�generador�de�igualdad�de�oportuni-dades.

Por�eso,� �desde�esta�compilación�deensayos�que�titulamos�“Una�mirada�alfuturo�de�Argentina”�en�el�marco�del“Proyecto� Generación� Bicentenario”convocamos�en�un�espacio�de�partici-pación,�de�reflexión�crítica,�a�los�masdestacados� analistas� y� dirigentes� denuestro�país�que�anhelan�una�Argen-tina�para�todos.�Así�los�grandes�temas

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Una mirada al futuro de Argentina

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de�Estado�desde�la�mirada�de�los�es-pecialistas�terminarán�de�dar�forma�aese�ideal�que�nos�motiva�día�tras�día�aredoblar�el�esfuerzo.

Ese�sueño�de�una�Argentina�protago-nista�de�la�gran�patria�sudamericanacon�una�educación�pública�integradoraen�lo�social�y�generadora�de�oportuni-dades�para�todos,�con�un�sistema�desalud� eficiente,� con�políticas� activaspara�crear�empleo�en�todas�las�ramasde�la�economía,�que�a�su�vez�le�agre-gue�valor�a�nuestros�productos.�Conuna�juventud�que�crea�en�su�futuro�yen�su�país,�con�adultos�mayores�que

transiten�los�años�de�retiro�sin�sobre-saltos,�en�una�Nación�en�la�que�nadiese�sienta�discriminado.

Las�páginas�que�siguen�a�estas�brevesreflexiones�son�una�guía�y�referenciade�los�que�podemos�lograr�si�continua-mos� el� camino� inciado� por� aquelloshéroes�de�mayo;�próceres,��pero�a�lavez� hombres� y� mujeres� de� carne� yhueso,�que�lucharon�por�sus�ideas�conla�convicción�de�que�estaban�constru-yendo�una�Nación�para�todos�.Esa�Argentina�justa,�insisto,�de�todos�ypara�todos�es�el�sueño�que�nos�propo-nemos�hacer�realidad.

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Una mirada al futuro de Argentina

A través del recorrido que hicimos du-rante estos dos años de gestión, que co-menzó el 10 de diciembre de 2007, lavocación del Instituto Nacional de Capa-citación Política fué, es y seguirá siendopensar una Argentina con dirigentes nosolamente comprometidos con sus comu-nidades sino con capacidad para lo quehoy se llama la dirección de gobierno.

Aquellos que forman parte de un grupo,en todas las provincias, con responsabili-dades en torno al Estado, ya sea en el ám-bito ejecutivo, ya sea en el ámbitolegislativo, ya sea como líderes socialesen sus comunidades, saben lo difícil quees, en un escenario tan complejo como esla realidad social actual, conducir con efi-cacia y eficiencia las distintas organizacio-nes, los distintos organismos del Estado.

Desde el INCaP, empezamos con unameta bastante ambiciosa, que fue reco-rrer todo el país. Trabajamos de manerapresencial en veintiuna provincias y, a tra-vés de nuestro sistema de educación adistancia, pudimos llegar a las veinticua-tro. Así, pudimos acercarnos y observarlas demandas de la gente y de los dirigen-tes a lo largo del país.

A partir de la reflexión, del trabajo con-

junto, fuimos descubriendo muchas cues-tiones comunes que tienen que ver, fun-damentalmente, con cómo pensamosnuestras provincias, cómo pensamosnuestro país, cómo pensamos nuestra re-gión. De esta manera, nos encontrarnoscon un grupo que tenía característicaspropias y así se fue gestando el ProyectoGeneración Bicentenario.

¿Qué es esto de la Generación del Bicen-tenario? La respuesta no es difícil, es unespacio que tiene su propia improntadesde una perspectiva generacional, eta-ria. Es un espacio de reflexión, de cons-trucción de ideas y de participación. Pero,fundamentalmente, es un espacio inte-grado por una generación que tiene mu-chas cosas en común. Por aquella quealgunos denominamos la “generación in-termedia”, una generación que tiene unorigen y una matriz común.

La Generación del Bicentenario es hija dela democracia. Creció, se educó y seformó en democracia. Ha sido testigo delllamado “salto tecnológico”, observócómo fue cambiando el mundo.

Cada generación es hija de una época, ycomo no podía ser de otra manera, éstageneración tiene una matriz cultural pro-

* Director del Instituto Nacional de Capacitación Política. Magíster en Ciencias Políticas. Abogado. Profesor Adjunto de Derecho Político,

Universidad Nacional de La Plata.

Proyecto Generación Bicentenario,

Una Mirada al

futuro de Argentina

Por Guillermo Justo Chaves.*

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pia y una identidad, que precisa ser reafir-mada. Cuando digo que es preciso afir-marla no es en un sentido discriminatoriosino en términos de qué aporte se puederealizar desde un espacio de estas carac-terísticas. No se trata de la lógica mani-quea o binaria de unos u otros, sino,fundamentalmente, se trata de sabercómo muchos hombres y mujeres de todala República Argentina podemos coincidiren nuestras ideas, las podemos plasmar,expresar y llevar adelante.

Cuando pienso en que estamos hablandodel futuro, también debemos hacer unamención importante. Debemos remarcarque cuando pensamos en el futuro, tene-mos que saber que para que haya futuro,tiene que haber presente y tiene quehaber pasado. Los últimos siete años dela República Argentina han hecho que po-damos tener un presente, porque hacesiete años no sabíamos si el Estado argen-tino seguía existiendo, si seguíamos exis-tiendo como comunidad, como sociedad.Así también fuimos reconstruyendo pocoa poco el pasado, porque a ese pasado lefaltaba algo fundamental que era la ver-dad y la justicia. Eso también hay que re-marcarlo porque nosotros siempredecimos que gobernar es crear trabajopero, hoy también tenemos que saber,que gobernar es crear futuro. Hoy esta-mos trabajando para eso, para el futuro,por eso, tenemos que pensar en este es-pacio como un espacio de lucha por lasconvicciones y no como un espacio deconveniencia; un espacio de oportunidad

y no de oportunismo; un espacio de gran-

des retos para asumir protagonismos que

hoy la sociedad está reclamando.

Y cuando pensamos cómo tenemos que

trabajar, lo hacemos con el corazón, que

es lo que nos moviliza, lo hacemos con el

sentimiento, lo hacemos con esta bús-

queda del sentido de la vida que creo que

todos tenemos al volcarnos por la voca-

ción por lo público. Pero también a eso le

tenemos que agregar la capacidad téc-

nico - política para llevar adelante todos

los desafíos que el futuro nos va depa-

rando.

Por todo esto, tenemos que dar una

lucha, una lucha por las ideas, una lucha

por tener un Estado más capaz para resol-

ver los problemas cotidianos de los ciuda-

danos que es, en realidad, la finalidad

última y lo más importante. Y, también,

saber que esto lo debemos hacer sin des-

istir de ninguna manera. Macedonio Fer-

nández, un referente del pensamiento

nacional, decía que debíamos emancipar-

nos de los imposibles. Eso es, ni más ni

menos, lograr lo que es posible a través

de la búsqueda continua y repetida de lo

imposible.

Finalmente, termino diciendo que nues-

tro trabajo continúa; la Causa Nacional,

que es la causa de todos, perdura; la es-

peranza está viva, más que nunca y, con

esto, nuestros sueños nunca mueren.

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Argentina del Bicentenario:

Logros y desafíos.

Por Juan Manuel Abal Medina*

* Secretario de Gestión Pública – Jefatura de Gabinete de Ministros

En primer lugar, quiero expresar mi agra-decimiento por la invitación al Directordel INCaP, Guillermo Chaves y al señorMinistro del Interior, Florencio Ran-dazzo.

Todas las actividades que tienen que vercon el pensamiento, la reflexión, la cons-trucción de nuevos espacios de construc-ción militantes, son centrales para lanueva etapa que estamos viviendo. Por-que esta nueva etapa, que muchas vecesno terminamos de poder comprenderdel todo, significa sintéticamente el finalde una manera de pensar, entender yhacer política que se había instaurado enArgentina en los últimos tiempos.

Desde hace 6 años y medio estamosabriendo un nuevo camino que tiene quever con dejar atrás ese viejo modelo yatrevernos a construir lo nuevo. Un cons-truir lo nuevo que, obviamente, no tene-mos muy claro lo que significa, porquecomo siempre ocurre y como decía el fi-lósofo de Jena (Hegel), “el Búho de Mi-nerva levanta su vuelo en el ocaso”, yuno va viendo realmente lo que ocurriócuando el tiempo nos permite pasar.

Pero lo que sí podemos ver, y que tene-mos muy en claro, es que esta transfor-

mación que protagonizamos todos nos-otros, con el liderazgo de Néstor y Cris-tina Fernández de Kirchner significó,centralmente, volver a poner a la políticaen el espacio que siempre debió haberocupado, volver a ubicar a la política enel terreno por la pelea por los sueños, enel terreno de la transformación de la re-alidad, en el terreno de la lucha por losideales. Y esta transformación es central,porque de alguna manera, como decíaantes, pone fin a una etapa en la cual senos había convencido en la Argentina,pero en buena medida también en granparte del mundo, de que la política ya noservía para eso, de que la política erasimplemente el terreno de la administra-ción de lo existente y que, simplemente,se trataba de coordinar con los factoresde poder determinados modelos de con-vivencia pacífica.

Ese modelo, que yo defino como el mo-delo del “imposibilismo”, de alguna ma-nera, es hijo de la derrota. Es hijo de laderrota de los sueños colectivos de lossetenta, es hijo de la derrota de todosaquellos que pelearon y creyeron quepodían, en alguna manera, alcanzar elcielo con las manos, construir esas gran-des utopías y es también hijo del procesoy de la dictadura militar. ¿Por qué? Por-

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que básicamente ese modelo representóen lo concreto la idea de que la políticano podía transformar la realidad, de quela política no podía y no debía transfor-mar la realidad. Había enormes restric-ciones respecto de lo político.

El cambio del modelo mundial, las trans-formaciones que entendemos como laglobalización, la crisis de la deuda allápor los ’80, quiere decir que había unconjunto de transformaciones que le po-nían límites a lo político. Pero de algunamanera, la clase política argentina, y acádigo la verdad, fueron prácticamentetodos, entendieron que su tarea no erapelear por ampliar esos límites sino sim-plemente aceptarlos y resignarse a con-vivir con una política cada vez másestrecha que iba dejando de lado lasgrandes transformaciones populares.

Esa frase famosa de Alfonsín cuandodice “No quise, No pude o No supe”, dealguna manera expresa la incapacidad deun político que todavía intentaba trans-formar esta realidad. Lo que vino des-pués lo sabemos. Ya no hubo intentos,simplemente todo consistió en gerenciarcon los factores de poder y negarse ex-plícitamente a transformar esa realidad.Y por eso, a los problemas que la reali-dad presentaba todo el tiempo, a losproblemas que nuestra realidad presen-taba, la respuesta fue: No se puede, nose puede y no se hace nada.

Así por ejemplo, como me gusta recor-dar, si en aquellos años había un pro-blema real con las empresas públicas,porque digámoslo, las empresas públicasterminaron la dictadura absolutamentedesfinanciadas, con un conjunto de pro-

blemas, la respuesta de la política del Es-tado, lejos de decir: “bueno, cómo hace-mos para transformarlas, como hacemospara arreglarlas”, la respuesta fue: “lasprivatizamos, las dejamos de lado”.

Si había un problema serio con la salud yla educación, el Estado, la política, lejosde pensar, de discutir cómo mejoramosla salud y la educación, la respuesta fue:“la descentralizamos, la desregulamos”.Así, una a una, las principales políticasque se implementaron en la Argentinaen los años que van del 83 al 2003 no fue-ron otra cosa que su propia negaciónfrente a los factores de poder que plan-teaban límites. La decisión fue correrse.

Ejemplo obvio: era muy complicado juz-gar a los responsables del genocidio, sinninguna duda, había problemas reales yobjetivos para hacerlo. Se intentó, alprincipio, probar. Después, rápidamente,¿cuál fue la cuestión? Punto Final, Obe-diencia Debida, indultos. Así, una a una, las principales decisionesde esos años no fueron otra cosa que lanegación de la política y, al negar la polí-tica, se niega al Estado su propia capaci-dad de acción. ¿Y esto a qué condujo?Condujo a lo que sabemos todos, a unEstado impotente, incapaz de transfor-mar la realidad, que era visto por los ciu-dadanos, por la ciudadanía, como unlugar que simplemente servía para mejo-rar la vida de los que estaban ahí. Porquese habían dejado de lado los sueños, lasutopías, las construcciones y esas deci-siones llevaron a lo que todos conoce-mos: un Estado que en el 2001 sederrumbó; un Estado que prácticamentedesapareció; un Estado en el cual circu-laban 16 cuasimonedas en el territorio ar-

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gentino; un país en el cual los empleadospúblicos cobraban, cuando lo hacían, enesas cuasimonedas; un país en el cual al-gunas provincias querían irse de la Ar-gentina. Millones de desocupados,jubilados que no cobraban nada y habíantenido la vergonzosa reducción de sushaberes. Es decir, el Estado argentino,prácticamente había desaparecido.

Ahí es cuando empieza esta historia, ahíes cuando empieza este modelo del queestamos hablando ahora. ¿Por qué? Por-que hubo un proyecto político que en-tendió que había que recuperar lacapacidad de la política de transformarla realidad. Obviamente, los límites obje-tivos eran los mismos. No había más omenos globalización en 2003 que en el’98. No había más o menos crisis del Es-tado de Bienestar en el 2005 que en el’92. Los límites del mundo eran los mis-mos. Lo que cambió fue la decisión polí-tica de un proyecto que encabezó, enese momento, Néstor Kirchner que dijoque la política debía volver a trabajarpara transformar esa realidad y no sim-plemente para aceptar esas consecuen-cias.

Ese contexto, esa definición política, quealgunos errónea o intencionadamenteentendieron como voluntarista, comoenojada, como crispada, como que sequiere pelear con todo el mundo, no eraotra cosa que recuperar el estilo en elcual la política definiese qué volvería aocupar el centro de la realidad y, desdeese centro de la realidad, volver a hacerla tarea que siempre se tuvo que hacer,que es transformar el país a favor de lasgrandes mayorías populares.

Y así, con mucha decisión, con muchocoraje, del año 2003 a hoy, venimostransformando esas cuestiones y la clavede esta cuestión fue discutir ese con-cepto del “imposibilismo”, discutir elconcepto del imposible, del “no sepuede” o “no hay capacidad de ha-cerlo”. Obviamente que es difícil, pero siuno tiene la decisión, tiene la voluntad ytiene el coraje, se puede. Y así, por ejem-plo, muchas de esas empresas públicas,que habíamos privatizado, es decir, rega-lado, fueron recuperadas por el Estado yhoy son un modelo de eficiencia y com-portamiento para todos. Aysa, el Correo,Aerolíneas, etc. están demostrando queun Estado puede y es capaz de adminis-trar bien.

Y así, de la misma manera, aquellos queseguían diciendo que no se podía juzgar,que era imposible volver atrás, a los res-ponsables del genocidio del Estado por-que el mundo no les permitía hacerlo,hoy las dos leyes fueron derogadas, el in-dulto fue derogado y los responsablesdel terrorismo de estado están reco-rriendo hoy los tribunales.

Se nos decía que era imposible pensaruna quita con la deuda externa, que ladeuda externa era así y que a lo sumo sepodían discutir los matices, pero que eraimposible hacerlo. Con la decisión y el co-raje, alguien definió hacerlo y todo unpueblo lo hizo y tuvimos el recorte de ladeuda externa más grande que hubo enla historia argentina, en la historia delmundo, del 75%.

Una a una, estas decisiones de la políticafueron recuperando su capacidad de ac-ción y la fueron recuperando con deci-

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sión y coraje. Y así seguimos, seguimospara adelante, recuperando el Estado,recuperando las capacidades técnicas,políticas, administrativas, y fuimossiendo capaces de avanzar y profundizareste camino.

Pero obviamente, y todos lo sabemos,cuando uno avanza con lo de discutir conlos factores del poder, cuando unoavanza en dirección a discutir con los nú-cleos concentrados del poder social, ladiscusión es muy difícil. Y se hace más di-fícil cuando estos sectores, una vez quese han recuperado de ese gran golpeque fue el 2001-2002, empiezan cada veza querer achicar más la cancha. Y creoque ahí vimos, a partir del año 2007, laclave de esta cuestión. Porque frente aesa recuperación justa de poder se ha-bían opuesto pero, de alguna manera ha-bían hasta tolerado el accionar de unEstado más fuerte, más grande. En elaño 2007 dijeron “bueno, ya está”, y nosdijeron con mucha claridad en la cam-paña, no se si se acuerdan de los pensa-dores que decían, “bueno ha llegado elmomento de la moderación, ha llegadoel momento de la prolijidad, de la calidadinstitucional”, entendida como ellos laentiendan.

¿Por qué? Porque nos decían, “bueno, yaestá, ahora vuélvanse normales”, y derepente subió Cristina y demostró queno iba a ser normal, que iba a seguir pro-fundizando ese proceso de transforma-ción y de cambio desde el primer día degobierno. Porque cuando se habla demoderación, de calidad, en algunos sec-tores, lo que se quiere ocultar es que lapolítica tiene que ver con los conflictosde distribución del poder social.

Ese consenso del que se habla como sifuera una palabra santa, no es otra cosaque la negación del conflicto que en rea-lidad significa simplemente que tienenque gobernar los intereses de los máspoderosos. No es otra cosa, la política esconflicto y obviamente que también esconsenso, pero es consenso sobre los in-tereses de todos, no sobre los interesesde algunos. Consensuar es sobre la granmayoría de los intereses populares y nosobre lo sectores del poder concen-trado. Y por eso es que desde el año2007 en adelante, venimos sufriendopermanentemente el acoso de los facto-res de poder, porque no pueden tolerarque lo haga una mujer (porque somosuna sociedad terriblemente machista) yque pueda profundizar ese proceso y ha-cerlo de la manera en que lo estamos ha-ciendo, es decir, con fuerza, convoluntad y con ganas de transformación.

Y así tuvimos en el 2007 esa pelea salvajede algún sector que se había enriquecidoenormemente con nuestras políticas ydijo “No, no va más, esto es nuestro yqueremos tenerlo nosotros y es nuestropaís y es nuestra plata”. Escuchamos dis-cursos en el 2007 que nos daban ver-güenza ajena, en los que algunoshablaban que la plata debería volver acada uno, y en los que algún supuesto di-rigente llegó a decir que la economíaesta muy bien porque si él ganaba máspodría contratar a dos albañiles para lehicieran su casa, y ahora por culpa delgobierno no puede contratar a dos alba-ñiles. Yo me acordaba en una solicitadade la Sociedad Rural, cuando se aprobóel estatuto del peón de campo en quedecía que justamente si se aprobaba el

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estatuto del peón de campo no iban apoder contratar a tantas mucamas ensus casas. Ese no es el modelo de paísque queremos los peronistas. Ese mo-delo de país no lo queremos los argenti-nos.

Queremos un país integrado, justo y so-lidario. No nos gustan los conflictos peroson parte necesaria de la política. Nosgusta resolverlos a favor de los quemenos tienen. Y es así como avanzamos,aguantamos los golpes y seguimos avan-zando. Y tuvimos, nada más y nadamenos, que la enorme decisión y corajecuando en las últimas Elecciones Nacio-nales no nos fue demasiado bien, en esemomento contra todos los manuales,contra lo que muchos profetas nos de-cían, y muchos compañeros nos decían“paremos un poquito, frenemos”, ahí laPresidenta tuvo la enorme osadía polí-tica de decir al contrario, “vamos pormás”.

Tuvimos la inteligencia política a partir deuna decisión histórica de recuperar losfondos previsionales, las AFJP una de lasvergüenzas de los ´90, que nos permitiócon nuestra idea utilizar estos fondospara el beneficios de todos. Las AFJP yAerolíneas, por ejemplo, y ahora lo esta-mos viendo.

Atreverse en Argentina a pelear y apro-bar la Ley de Servicios Audiovisuales de-muestra un compromiso profundo conun modelo de transformación y de cam-bio. Porque justamente no venimos a lapolítica simplemente para ocupar luga-res.

Ninguno de nosotros cree que esta esuna carrera para ver quien queda enmejor cargo que el otro. Venimos a trans-formar la realidad, a hacer reales nues-tros sueños, a hacer posibles losimposibles, a seguir peleando por unaArgentina más justa, más grande, máslibre y más igualitaria.

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1Economía

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Política Económica: Bases y

estrategias para los próximos años (I).

Por Diego Bossio *

El� ANSeS� es� uno� de� los� organismos� deavanzada�del�Estado,�toma�decisiones�deinversión,�toma�decisiones�de�pago�de�ju-bilaciones,� de� asignaciones� familiares;toma�decisiones�tendientes�al�desarrollo.Entonces� me� parece� relatar� que� es� elANSeS,�de�que�se�ocupa,�cómo�está�el�sis-tema�de�seguridad�social�argentino.�Meparece�que�ha�habido�una�gran�transfor-mación� en� este� sentido� y,� finalmentequiero�hacer�algunas�reflexiones�de�cómovemos�el�escenario�mundial,�cómo�vemosla�economía�argentina�y�qué�perspectivashay�hacia� futuro,� y�qué� responsabilidadcomo�generación,�como�proyecto�político,tenemos�de�acá�en�adelante.�

Yo�estoy�convencido�y�creo�que�una�de�lasgrandes�transformaciones�que�hizo�la�Ar-gentina�en�los�últimos�años�es�reconvertirel�sistema�de�seguridad�social,�reconvertirel� sistema�de�previsión�que�sostiene�nosólo�a�los�jubilados�sino�también�a�los�tra-bajadores�activos�y�a�los�trabajadores�for-males� en� la� Argentina.� Esta� decisiónimplicaba�que�teníamos�que�ir�al�conflicto.Es�decir,�teníamos�que�tomar�una�decisiónen�donde�romper�con�un�status�quo�signi-ficaba�tomar�una�posición�y�un�modelo�yherramientas�totalmente�diferentes�a�lasque�existían�y�las�que�teníamos.�

Pero�detrás�de�esta�decisión�hay�un�com-ponente�valorativo,�que�como�generacióntenemos�que�rescatar,�y�es�que�en�los�’90existía�un�sistema�jubilatorio�y�previsionalen�donde�la�característica�central,�el�valoro�el�disvalor,�era�el� individualismo.�¿Porqué?�Porque�funcionaba�en�torno�a�quequien�tenía�un�trabajo�formal�aportaba�yen�el�momento�de�jubilarse�iba�a�recibirconforme�a�su�aporte.�Pero�en�un�contextoen�donde�el�50%�o�el�40%�de�la�poblaciónestaba�excluida�o�no�tenía�un�trabajo�for-mal,� significaba�profundizar� la�desigual-dad,� significaba� profundizar� lasdiferencias,� significaba� profundizar� losconflictos�sociales�en�la�Argentina.�Eso�erael�modelo�que�se�había�adoptado�en�la�dé-cada�de�los�’90�y�que�tenía�como�disvalorel�individualismo.�

Se�pasó�a�otro�modelo�en�donde�el�valorcentral�es�la�solidaridad�y�esto,�como�ge-neración,�creo�que�lo�tenemos�que�resca-tar.�¿Por�qué�digo�la�solidaridad?�Porqueel� sistema� previsional� argentino,� el� sis-tema�de�seguridad�social�argentino,�se�fi-nancia�en�gran�parte�con�el�aporte�y�lascontribuciones�de�los�trabajadores�forma-les�de�la�Argentina.�El�54%�de�los�recursosque�recibe�el�ANSeS�son�de�aportes�y�con-tribuciones�de�los�trabajadores.�¿Que�qué

* Director Ejecutivo de ANSES.

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financian�los�jóvenes�trabajadores?�Finan-cian�a�los�abuelos,�jubilados,�a�los�viejos.Financian�a�quienes�en�un�momento�de�lavida,�después�de�haber�trabajado�y�cons-truido�y�de�haber�aportado�mucho�al�país,necesitan�tener�el�espacio�y�la�posibilidadde�darle�a�los�jóvenes�la�posibilidad�de�queempiecen�a�trabajar.�

En�el�año�2003�y�hasta�el�2005,�el�sistemajubilatorio�argentino�tenía�en�torno�entre3�millones�200�mil�y�3�millones�500�mil�ju-bilados.� Esto� representaba� que,� justa-mente�en�ese�modelo�de�exclusión,�el�50%de�los�jubilados�o�personas�que�estabanen�condiciones�de� jubilarse,�no�recibíanningún�tipo�de�jubilación.�¿Por�qué?�Por-que�habían�estado�desempleados,�porqueno�estaban�en�un�trabajo�formal,�porqueno�habían�hecho�los�aportes�como�corres-pondía.�

Hubo�una�clara�política�de�inclusión�de�losadultos�mayores�en�la�Argentina�y�por�esaclara�política,�con�una�ley�del�Congreso�im-pulsada�por�en�su�momento�el�PresidenteKirchner,�se�incorporaron�al�sector�del�sis-tema�jubilatorio�argentino�2�millones�121mil�nuevos�jubilados.�Eso�es�una�políticaen�donde�estamos�priorizando,�tomandouna�decisión�de�priorizar�a�los�que�menostienen,�a�los�que�estaban�excluidos�y�endonde�profundiza�este�criterio�que,�comogeneración,�tenemos�que�rescatar�que�esla�solidaridad.�Es�decir,�hoy�en�la�Argen-tina�el�90%�de�las�personas�que�están�encondiciones�de�jubilarse�están�jubiladas�yesto�no�es�un�dato�menor,�esto�es�un�es-fuerzo�de�todos�los�argentinos,�pero�tam-bién� es� una� visión� clara� y� de� voluntadpolítica�de�tener�un�modelo�con�caracte-rísticas�inclusivas.�

¿Qué�más�les�puedo�decir�del�sistema�ju-bilatorio?�Las�dos�grandes�transformacio-nes� que� creo� que� hay� que� rescatar.Primero,�que�hay�una�movilidad�jubilato-ria.�Hoy,�dos�veces�al�año,�en�Marzo�y�enSeptiembre�de�cada�año�hay�aumentos�ju-bilatorios�automáticos�con�un�índice�pre-ciso,�claro.�No�responde�a�ningún�criteriodiscrecional,�responde�a�una�política�endonde�todos�los�años�los�jubilados�tienenun�criterio�equitativo,�claro�y�transparentede�aumento�jubilatorio.�Y�esto�también�esun�avance,�cuando�durante�los�`90�y�hastael�año�2001,�incluso�en�el�año�2001�hubouna�caída,�una�reducción�del�haber�jubila-torio�del�13%.�Hoy�los�jubilados�cuentancon�una�ley�que�sostiene�que�bajo�ningúnpunto�de�vista�se�pueden�bajar�las�jubila-ciones�en�la�Argentina.�Hubo�17�aumentosconsecutivos,� la� mínima� aumentó� un451%� y� la� jubilación� media,� el� habermedio�jubilatorio�aumentó�un�252%�en�laArgentina�desde�el�2003�a�la�fecha.�Estotambién�habla�a�las�claras�de�una�políticade�profundización,�de�inclusión�y�de�privi-legiar�a�quienes�más�lo�necesitan.��

El�otro�punto.�Recientemente�se�tomó�unade� las�medidas�más� trascendentales.� Elsistema�jubilatorio�argentino�incluyó�a�losjubilados,�ahora�tenemos�que�incluir�a�losniños.�Entonces,�la�presidenta�tomó�unadecisión,�creo�que�trascendental,�que�esde�incluir�a�través�de�la�asignación�básicapara�la�protección�social�a�los�niños�en�laArgentina� que� más� lo� necesitan.� ¿Porqué?�Porque�la�discusión�era,�si�era�uni-versal�o�con�si�los�recursos�del�estado�prio-rizábamos�los�que�más�lo�necesitaban,�y�lapresidenta� fue� clara� en� este� concepto.Hay�niños�en�la�Argentina�que�necesitan

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tener�un�mínimo�de�protección�social.�Aesos�niños�nosotros�apuntamos.�Casi�3�mi-llones�de�niños�en�la�Argentina�van�a�reci-bir�180�pesos�por�mes,�y�eso�es�un�avancesignificativo�que�va�a�generar�una�reduc-ción�de�la�pobreza�y�esto�lo�han�dicho�nosolo� los� estudios� que� hicimos� desde� elANSeS,�sino�también� los�estudios�priva-dos.�Una�reducción�significativa�del�nivelde�pobreza�y�casi�anular�la�indigencia�enla�Argentina.�

Es�un�piso�de�protección�social,�es�un�pisoque�da�la�oportunidad�a�millones�de�ar-gentinos�y�sobre�todo�en�el�norte�del�país,donde�creemos�que�la�tasa�de�coberturava�a�ser�del�orden�del�50%�de�los�niños,�esun�piso�que�permite�que�las�familias�cuen-ten�con�un�ingreso�permanente,�seguro,de�manera�consistente�que�les�va�a�permi-tir�consumir,�que�les�va�a�permitir�acer-carse�cada�vez�más�a�cubrir�necesidadesbásicas�que�establecen�nuestra�Constitu-ción.� Esto� es� un� avance� y� se� logra� pro-ducto�de�un�Estado�que�tiene�fortaleza�ytiene�capacidad�de�acción.�

Se�discutía�por�qué�se�financia�esto�desdeANSeS.�Ustedes�saben�que�ya�financiába-mos�asignaciones�familiares,�la�ANSeS�nosólo�financia�a�los�jubilados,�también�fi-nancia�a�los�trabajadores�a�través�de�lasasignaciones�universales.�Recientementela�presidenta�dijo,�hay�10�millones�200�milniños�en�la�Argentina�que�reciben�algúntipo�de�cobertura,�4�millones�y�medio�deniños�reciben�asignaciones�familiares�por-que�sus�padres�son�trabajadores�formales,un�millón�500�mil�niños�en�la�Argentina�re-ciben�asignaciones�familiares�porque�suspadres� son� trabajadores� municipales� oprovinciales,�y�el�Estado�provincial.�Veo

muchas�caras�de�funcionarios�provincialesacá,�con�algunos�he�compartido�algún�ga-binete�o�reuniones�en�algunos�foros,� fi-nancian�asignaciones�universales.�

Los�jubilados,�500�mil�niños,�cuyos�padresson�jubilados,�reciben�asignaciones�fami-liares�y�3�millones�de�nuevos�niños�quevan�a�recibir�a�partir�del�1�de�Diciembre.Es�decir,�ya�en�la�Argentina�hay�10�millo-nes�200�mil�niños�que�tienen�un�estándarmínimo�o�un�nivel�mínimo�de�protecciónsocial�y�eso�es�un�avance�muy�fuerte�quenos�va�a�permitir�poder�reducir�la�conflic-tividad�social�pero�además�paliar� la�po-breza,� sabiendo� que� no� es� la� solucióndefinitiva,�sabiendo�que�la�solución�defi-nitiva�es�seguir�apostando�al�desarrollo,seguir�apostando�a�la�industrialización,�se-guir� apostando� al� empleo,� seguir� apos-tando� a� transformar� la� estructuraproductiva�de�la�Argentina.

Y�acá�me�parece�que� también�el�ANSeStiene�un�cuento,�algo�para�contar�y�rela-tar.�Desde�la�transformación�del�sistemade� seguridad� social� argentino,� lo� quehemos�recuperado,�el�Estado�argentino�harecuperado�gran�parte�de�los�fondos,�o�losfondos�que�administraban�las�AFJP.�Hoy,ese�fondo�que�hace�exactamente�un�añorecuperamos,�el�5�de�Diciembre�de�2008,se�traspasó�al�Estado.�Ese�fondo�tenía�unvalor�de�98�mil�millones�de�pesos.�Hoy�esefondo�está�en�el�orden�de�los�140�mil�mi-llones�de�pesos.�Todo�ese�incremento�fueacompañado�producto�del�aumento�en�losprecios�de�los�activos,�producto�de�la�eco-nomía�que�viene�mejorándose�día�a�día�enestos�últimos�meses,�sobre�todo�en�el�úl-timo�par�de�meses.�Lo�que�denominamosen� economía,� fue� un� efecto� precio,� no

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hubo� incrementos� de� capitales� stock.Pero,�acá�es�importante�destacar,�que�esestock�de�recursos,�con�que�cuenta�el�sis-tema�de�seguridad�social�argentino�y�el�Es-tado� argentino,� tiene� como� criterioprofundizar�el�desarrollo�económico,�pro-fundizar�un�modelo�productivo�tendientea�que�haya�mayor�industrialización,�a�quehaya�mayor�empleo,�que�ese�empleo�seaformal�y�que�de�alguna�manera�se�profun-dice�y�se�multiplique�la�capacidad�produc-tiva�de�la�Argentina.�

¿Qué� quiero� decir� con� esto?� Muchasveces�la�discusión�en�este�caso�también�esideológica�porque�muchos�reclaman�queesos�fondos�tienen�que�maximizar�las�ga-nancias,�maximizar�el�interés�y�nosotrosdecimos�que�la�única�manera�de�sostenerun�sistema�de�seguridad�social�en�la�Ar-gentina,� fuerte�y�consistente,�y� la�única

manera�de�sacar�de�la�pobreza�a�muchos,a�millones�de�argentinos,�es�apostando�aldesarrollo�y�al�trabajo�y�al�empleo�formal.Estos�fondos�están�orientados�en�ese�sen-tido,�por�eso�hemos�multiplicado�por�8�losfondos�invertidos�en�infraestructura,�enenergía,�en�desarrollo�industrial.�Tenemosactividades�coordinadas�con�el�Banco�Na-ción�y�con�los�diferentes�estamentos�delEstado�para�apuntalar�al�desarrollo�y�elcrecimiento� de� las� empresas.� Eso� hacesostenible�el�sistema�de�seguridad�socialargentino,� el� único� elemento� que� haceque� podamos� proteger� las� jubilaciones,podamos�ser�consistentes�en�el�tiempo�enlas�asignaciones�familiares�y�que�haya�tra-bajo� en� blanco,� trabajo� formal,� porqueayuda�a�salir�de�la�pobreza,�porque�generamayores�aportes�a� las�contribuciones�alsistema�previsional�argentino,�porque�ge-nera�mayores� impuestos�para�el�Estado

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tener� herramientas� para� seguir� subsi-diando�determinados�sectores�de�la�pro-ducción� o� apuntalando� políticas� dedesarrollo�y�porque,�de�alguna�manera,genera�el�trabajo�digno�que�es�lo�que�dig-nifica�y�permite�que�los�argentinos�poda-mos�tener�una�visión�y�una�mejor�calidadde�vida.�

Eso�es�un�poco�el�relato�del�sistema�de�Se-guridad�Social.�¿Qué�rescato?�Como�gene-ración�me�parece�importante�tomar�notaque�nuestros�fondos�y�nuestros�recursosy� las� herramientas�que�hoy� tiene�el� Es-tado,�permiten�que�podamos,�coordinada-mente�con�otros�organismos�del�Estado,tener�una�política�de�desarrollo,�tener�unapolítica�de�financiar�empresas�argentinas,tener�una�política�de�financiar�la�inversiónpública,�tener�una�política�para�profundi-zar�el�desarrollo�y�mejorar� la�capacidaddel�empleo�en�la�Argentina.�

¿Cómo� vemos� a� la� Argentina� hoy?� Trescosas�que�me�parecen�centrales�y�un�pocoen�perspectiva�hacia�el�futuro.�El�punto�departida�es�como�está�la�economía�argen-tina.�Algunas�cuestiones�estructurales�po-sitivas�que�creo�que�hay�que�rescatar�encuanto�a�la�Argentina�y�algún�escenario�in-ternacional�en�la�próxima�década�que�meparece�importante�destacar.�

Primero,�la�Argentina�acumuló�seis�añosde� crecimiento� consecutivo� que� no� fuefruto�de� la� casualidad,� fue�producto�deuna�fuerte�voluntad�política,�un�claro�sen-tido�de�planificación�y�una�fuerte�orienta-ción� hacia� la� industrialización� de� laArgentina.�Este�año�fue�un�año�duro�poruna�crisis�y�un�shock�externo�transitoriomuy� duro� que� en� la� Argentina� natural-

mente�nos�afectó,�sobre�todo�en�lo�quetiene�que�ver�con�el�comercio�exterior.�Sehan�acumulado�reservas�internacionalesen�el�orden�de�50�mil�millones�de�dólares,47�mil�millones�de�dólares�para�ser�con-creto�y�reservas�internacionales�genuinas.�

Las�familias�en�el�mundo�han�crecido�enlos�últimos�años�producto�del�endeuda-miento.�Eso�no�ocurre�en�la�Argentina,�lasfamilias�argentinas�no�están�endeudadas.El�sistema�financiero�que�en�el�mundo�sedestrozó,�en�la�Argentina�tenemos�liqui-dez,�cosa�que�no�ocurre�en�otros�paísesdel�mundo.�Todo�lo�contrario,�el�Estadotuvo�que�salir�a�capitalizar�los�bancos�queestaban�al�borde�de�la�quiebra.�

La�deuda�con�respecto�al�PBI�es�histórica-mente�baja,�gracias�a�un�proceso,�una�de-cisión,� la� de� refinanciar� la� deuda,� dereducir�y�hacer�una�quita�significativa�y�co-menzar�un�proceso�de�desendeudamiento.

Cuando�uno�ve�en�la�Argentina�en�torno�alos�términos�históricos�y�una�perspectivaun�poco�más�amplia,�es�inédito�que�en�laArgentina�haya�siete�años�seguidos�de�su-perávit�fiscal,�eso�es�prudencia�y�eso�escriterio,� y� eso� es� fortaleza� del� Estado.Siete�años�consecutivos�de�superávit�fiscalque�permitieron�un�nivel�de�desendeuda-miento�tal�que,�hoy,�la�deuda�neta,�deudaque�tienen�los�organismos�públicos�nacio-nales,�ya�sea�el�Banco�Nación,�el�ANSeS,�elBanco�Central�y�otros�organismos�públicosnacionales,�en�términos�del�PBI�es�menoral� 25%.� � Cuando�asumió�el� gobierno,� ladeuda�neta,� la� deuda� argentina� era� del180%�del�PBI,�casi�duplicaba�nuestro�PBI.�

En�lo�que�respecta�al�tipo�de�cambio,�hubo

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una�política�decidida.�El� tipo�de�cambiojugó�un�rol�central�en�términos�de�compo-sición�de�la�estructura�productiva�argen-tina,�en�favor�de� la�competitividad�y�enfavor�de�los�sectores�industriales.�La�Ar-gentina,� en� ese� sentido,� dio� un� tipo� decambio�que�le�permite�administrarlo,�for-talecerlo�y�tomar�decisiones.�Es�decir,�sehan� incorporado� 4� millones� de� nuevosempleos�en�Argentina,�se�han�incorporado2�millones� de� nuevos� jubilados,� hay� unplan�de�inclusión�de�niños,�hay�un�plan�entérminos� productivos� que� ha� permitidoque�muchas�PyMES�y�muchas�empresasmedianas�en�la�Argentina�hayan�crecido�eincorporado� capital� y� tengan� capacidadexportadora.�

Yo�recuerdo�cuando�en�el�2001�exportá-bamos�25�mil�millones�de�dólares�y�el�des-afío� era� exportar� 70� mil� millones� dedólares.�Hoy,�tenemos�capacidad�para�ex-portar�más�y�el�año�pasado�exportamos�70mil�millones�de�dólares.�Es�decir,�el�puntode�partida�es�una�Argentina� fortalecidadesde� el� punto� de� vista� económico,� noproducto�de� la� casualidad,�producto�deuna�firme�vocación�política�y�un�plan�dise-ñado�a�favor�de�determinado�modelo�pro-ductivo�en�la�Argentina.�Hay�herramientasdesde�el�Estado�para�apuntalar�el�desarro-llo.� La�obra�pública�va�a� representar�15puntos�del�PBI,�esto�es�significativo�y�es�laposibilidad�de�tener�un�Estado�con�capa-cidad�de�reacción�y�capacidad�para�invo-lucrarse� en� algo� necesario� que� esapuntalar�el�desarrollo.�Es�decir,�el�puntode�partida�es�un�punto�de�partida�que�seha�construido�con�criterio,�con�planifica-ción�y�con�mucha�visión�de�futuro.

A� eso� ¿qué� le� agregamos?� Y� desde�mi

perspectiva,�una�Argentina�en�la�cual�nos-otros�como�generación�y� los�argentinostenemos�que�empezar�a�creer.�Hemos�fi-nanciado�proyectos�como�el� IMBAP.�Ar-gentina�es�uno�de�los�pocos�países�en�elmundo�que�tiene�capacidad�de�generar�unreactor�nuclear� y� lo� vende�a�Holanda�oAustralia,�es�uno�de�los�pocos�países�delmundo,�con�la�decisión�en�su�momento�dela�CONEAU�de� creación�de�Perón�y�quehoy�se�restableció�y�se�fortaleció,�de�teneruna�política�en�materia�nuclear�en�la�Ar-gentina.� Somos� de� los� pocos� países� delmundo�que�tenemos�capacidad�para�ge-nerar�satélites�y�poner�satélites�en�la�ór-bita.� Somos� el� único� país� de� AméricaLatina�que�tenemos�cinco�premios�Nobe-les,�tres�en�Ciencia.�Tenemos�una�Univer-sidad�Pública� gratuita,� profesionales� deprimer� nivel� en� el�mundo� y� destacadosestán�en�Argentina.�Tenemos�deportistasy�músicos�que�se�destacan�en�cualquierlugar�del�mundo.�Es�decir,�tenemos�quecreer� en� el� talento� argentino,� tenemosque�creer�en�nuestras�capacidades.�

A�esto�le�sumo�un�tercer�factor�que�creoque�nos�da�un�horizonte,�una�perspectivay�una�esperanza�que,�si�seguimos�en�estalínea�y�bajo�estos�criterios�políticos,�conesta�vocación�política�tenemos�un�futuromuy�favorable�para�la�Argentina.�Creo�quelos�países� centrales�están�en�una�crisis,creo�que�siguen�teniendo�liderazgo�polí-tico�y�militar�pero�estoy�convencido�tam-bién� que� los� países� emergentes,� China,India,� Rusia,� Brasil,� los� países� asiáticos,van�a�liderar�el�proceso�de�crecimiento�enel�mundo.�

Japón�y�Corea,�desde�1960�hasta�la�actua-lidad�multiplicaron� por� siete� su� ingreso

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per�cápita.�China�en�el�año�2050�represen-tará�el�25%�del�producto�bruto�mundial,hace�15�años�representaba�el�2%.�Hoy�re-presenta�el�12%.�En�el�año�2050�va�a�re-presentar�el�25%�del�PBI�mundial,�lo�quehoy�significa�EE.UU.�en�el�PBI�del�mundo.�

Es�decir,�el�proceso�de�crecimiento�de�lospróximos�20�años�en�el�mundo�va�a�estarliderado�por�estos�países� y� cuando�unomira� la� composición�de� estos� países� entérminos�de�comercio�exterior�justamentelo�que�demandan�son�muchos�de�los�pro-ductos� en� donde� Argentina� tiene� lide-razgo,�en�donde�Argentina�tiene�el�desafíoy�la�necesidad�de�seguir�agregando�valor.Somos�los�primeros�exportadores�de�miel,los�terceros�en�soja,�los�primeros�en�limo-nes,�los�segundos�en�jugo�de�uva.�Es�decir,nosotros�necesitamos�ir�en�un�proceso�deindustrialización�y�en�eso�China�tambiénes�una�oportunidad.�En�Australia,�cada�milhabitantes� hay� 600� autos,� en� China� nollega�a�25�autos.�Ahí�hay�un�claro�desafíopara� la� industria� automotriz� argentinaque,�dicho�sea�de�paso,�hay�dos�países�enAmérica�Latina�que�tienen�industria�auto-motriz,�Brasil�y�Argentina�.

¿Qué�quiero�decir�con�esto?�Parece�quehay�una�gran�oportunidad.�¿Por�qué?�Por-que�el�escenario�internacional,�y�tal�como

se�está�configurando�el�mundo,�nos�pre-senta�una�oportunidad�que�no�podemosdejar�de�mirar,�porque�creemos�en�el�ta-lento�y�creemos�en�los�argentinos�y�por-que�la�Argentina�tiene�un�punto�de�partidamuy�significativamente�mejor�que�lo�queteníamos�en�el�2001.�No�fruto�de�la�casua-lidad,� producto� de� políticas� claras� y� unmodelo�productivo.�

En�ese�sentido�creo�que�como�generación,como�responsables�de�diferentes�áreas,como�funcionarios,�como�políticos�y�comoun� espacio� de� encuentro� y� con� un� pro-yecto�político,�tenemos�una�gran�respon-sabilidad,� una� gran� responsabilidad� demilitancia,� una� gran� responsabilidad� degestión�y�una�gran�responsabilidad�de�se-guir� defendiendo� un� modelo� que� es� laúnica�clave�para�seguir�incluyendo,�paraseguir�creciendo�y�mejorando�la�calidadde�vida,�sobre�todo�de�los�que�menos�tie-nen,�es�seguir�apostando�al�desarrollo.�Eneso�tenemos�que�concentrar�nuestro�es-fuerzo,�tenemos�que�aprender�de�las�lec-ciones�que�nos�dejaron�estos�últimos�sieteaños�y�tenemos�que�ser�rigurosos�profe-sionales,�capaces�y�sobre�todo�con�muchamística�para�seguir�transformando�la�Ar-gentina.�

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Política Económica: Bases y

estrategias para los próximos

años (II).

Por Mercedes Marcó del Pont *

La�Argentina�está�en�condiciones�de�en-frentar�lo�que�aparece�como�un�procesode�inflexión�de�la�crisis�mundial�y�unalenta�recomposición�al�crecimiento�de�laeconomía�mundial.�Sin�haber�destruidola�capacidad�productiva�y�sin�haber�des-truido�empleo.�Y�esto�no�es�casual,�no�esproducto�de�lo�que�nos�quieren�hacercreer.�Todo�no�es�producto�de�que�la�sojacreció�mucho,�el�viento�de�cola�o�que�lacrisis�no�nos�impactó�porque�la�Argen-tina�no�estaba�muy�endeudada�con�elresto�del�mundo.�

En�realidad,�la�diferencia�cualitativa�es-tructural�de�la�Argentina�parada�frentea� esta� crisis� es� que,� efectivamente,� apartir�de�la�implosión�de�la�convertibili-dad�en�el�año�2001/2002�lo�que�cambiaes�el�patrón�de�acumulación�y�de�distri-bución�de�la�riqueza�en�la�Argentina.�Loque�cambia�es�la�lógica�de�la�acumula-ción,� lo�que�se�modifica�después�de�3décadas,� desde� mediados� de� los� ´70hasta�el�2001,�es�un�proceso�de�acumu-lación�en�donde�el�mejor�negocio�del�ca-pital� deja� de� ser� la� especulación� delsector�financiero�y�vuelve�a�ser�la�pro-ducción.�

Entonces�aquí�yo�quiero�hacer�una�sal-

vedad.�Ese�cambio�en�el�patrón�de�acu-mulación�no�fue�la�inercia�en�la�salida�dela�convertibilidad,�no�era�lo�que�indicabael� cambio� de� precios� relativos� que� seproducía.�A�lo�que�conducía�esa�inerciaes�a�construir�un�país�chiquito�que�estéen�condiciones�de�importar�de�todo�elresto�del�mundo�a�partir�de�salarios�ba-jísimos.�Existió�en�ese�entonces�un�claroplanteo� de� que� era�muy� fácil� avanzarhacia�la�dolarización.�Hay�que�recordaresa�etapa.

Y�fue�una�decisión�explícita�del�GobiernoNacional,�en�ese�momento,�de�plante-arse�otro�modelo,�un�esquema�en�dondeel� mejor� negocio� para� el� capital� y� lamejor�rentabilidad,�tenía�que�venir�de�laproducción,�de�la�economía�real,�de�lageneración�de�empleo.�No�cualquier�cre-cimiento,�un�crecimiento�fundamentadoen�el�mercado�interno.�Y�el�mercado�in-terno�no�se�crea�de�la�nada,��se�recrea�apartir�de�decisiones�explícitas�que�supo-nen�recomponer�la�condición�salarial�enla�Argentina,�que�suponen�no�solamentehacer�todos�los�esfuerzos�para�generarempleo�y�empleo�de�calidad,�sino�mejo-rar�sistemáticamente� la�remuneracióndel�trabajo.�

* Presidenta del Banco Central de la República Argentina.

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El�mercado�en�el�año�2003/2004,�la�iner-cia�del�mercado,�no�llevaba�a�que�el�sa-lario�real�aumentara.�Había�un�ejércitode�desocupados;�llevaba�a�una�pulsiónhacia�crecer�a�partir�de�mano�de�obrabarata.�Fue�por�una�intervención�directadel�Estado,�a� través�del�Ministerio�deTrabajo,�con�los�salarios�mínimos,�conlas�sumas�fijas,�la�que�forzó�en�esa�pri-mera�etapa��a�la�recomposición�del�sa-lario.

Creo� que� esto� lo� tenemos� que� tenermuy�en�cuenta�de�cara�hacia�el�futuro.El�Gobierno�Nacional�volvió�a�reivindicarel�rol��histórico�que�tiene�la�inversión�pú-blica.�La�inversión�pública�había�desapa-recido�de�los�presupuestos�de�la�Nación.Se�reivindica�nuevamente�el�rol�de�la�in-versión�pública�como�movilizador�de�ri-queza� hacia� el� interior� de� todo� elterritorio�nacional�y,�además,�como�ge-nerador� de� economías� externas,� deatractivos� para�promover� la� inversiónprivada.�

Se�plantean�entonces�políticas�que�su-ponen�además,�entre�otras�cosas,�unaconcepción�de�la�integración�regional�yde� pensar� un� mercado� interno� am-pliado,�el�MERCOSUR,�pero�sin�que�Ar-gentina� resignara� su� vocación� deconstituirse�en�un�país�industrial;�de�al-terar�lo�que�había�sido�esa�perversa�re-lación� desde� que� se� constituyó� elMERCOSUR�en�los�´80,�donde�la�Argen-tina�era�abastecedor�de�materias�primase�importador�de�bienes�industriales�delBrasil.

Hubo�toda�una�consistencia�macroeco-

nómica�y�de�políticas�que,�a�veces�a�mime�preocupa�cuando�desde�la�ortodoxianos�dicen,�bueno,�que�el�plan�fue�suerte.No.�Fue�planificación,�fue�consistencia,fueron�decisiones�estratégicas.�La�deci-sión�estratégica��de�que�el�tipo�de�cam-bio�fuera�uno�de�los�pivotes�a�partir�delcual�se�promoviera�este�proceso�de�in-dustrialización�y�de�reactivación�del�en-tramado� Pyme� de� la� Argentina.� Elcrecimiento�económico,�del�empleo�einversiones�de�los�últimos�años�vino�delas�Pymes.�Y�sabemos�que�las�Pymes�sonviables�si�tienen�un�mercado�sustenta-ble�y�consistente�en�el�cual�apoyarse.�

Entonces,�la�conclusión�es�en�realidadque�la�crisis�nos�pasó�medianamente�decostado,� no� por� lo� que� nos� quierenhacer�creer,� sino�porque�nos�plantea-mos�un�modelo�de�acumulación�consis-tente�y�fundamentalmente�sustentandoen�nuestro�mercado�interno.�Y�ese�es�elprincipal�activo�que�uno�tiene�que�seguirmanteniendo�e�ir�profundizando�haciaadelante.� ¿Por� qué� pongo� énfasis� enesto?�Porque�el�mundo�se�derrumbó�yaparentemente�las�economías�centralesestán�recuperándose,�pero�tampoco�hayque� hacerse� demasiadas� ilusionesacerca�de�lo�que�va�a�pasar�con�la�eco-nomía�mundial.�Puede�ser�una�recupe-ración� inestable.� Hay� una� enormepulsión�nuevamente�de�los�mercados�fi-nancieros�a�recrear�eventuales�burbujasespeculativas.�Y�hay�una�enorme�pulsiónpor�parte�de�las�economías�centrales�asalir�rápidamente�de�estas�políticas�he-terodoxas�de�intervención.�Políticas�que,hay�que�reconocer,�no�fueron�dirigidasa�salvar�a�los�pequeños�consumidores

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que�habían�comprado�la�casa�y�la�habíanperdido,�sino�a�los�sistemas�financieros.

La�idea�de�los�países�centrales�de�que�lopeor�de�la�crisis�ya�pasó�y�no�miran�loque�condujo�a�la�crisis�que�en�gran�me-dida�está�vinculado�a�lo�que�nosotros�su-frimos�en�Argentina�durante�30�años,�esesta�autonomía�de�lo�que�pasa�en�la�es-fera�productiva,�de�lo�que�pasa�en�la�es-fera�financiera.

A� mí� me� llama� la� atención� esto� de“bueno�ya�está,�basta�de�heterodoxia,veamos� que� nos� dice� el� mundo”.� Elmundo�nos�está�contando�una�historiabastante�trágica�y,�además,�lo�que�apa-rece�como�pensamiento�de�fondo�de�loque�son�las�agendas�y�las�recomendacio-nes�de�los�Organismos�Multilaterales�noha�cambiado�demasiado�para�los�paísessubdesarrollados.�Y�lo�que�plantea�estaglobalización�financiera,�es�que�en�rea-lidad�hay�que�ir�en�sentido�contrario�delo�que�ha�venido�haciendo�la�Argentina,a�partir�de�lo�cual�hemos�logrado�lo�quehemos�logrado�los�argentinos.�

Lo�que�nos�plantea�el�mundo�y�ese�pen-samiento�más�convencional�es�que,�enrealidad,�los�Estados�de�Bienestar�tienenque�desaparecer,�que�hay�que�desman-telarlos,�que�lo�que�hay�que�plantear�sonpolíticas�asistenciales.�Nosotros�profun-dizamos�nuestras�políticas,�que�tienenque�ver�con�el�Estado�de�Bienestar,�en-tendiendo�al�Estado�de�Bienestar�vincu-lado�a�lo�que�ocurra�en�el�mercado�detrabajo.�El�mercado�de�trabajo�es,�y�loseguirá�siendo�para�el�Gobierno�Nacio-nal,�el�factor�privilegiado�de�inclusión�so-

cial.�Por�eso�realmente�lo�significativo,relevante�y�revolucionario�que�fue�recu-perar�un�sistema�jubilatorio�de�reparto,solidario,�recuperar�esos�recursos�paraque�vuelvan�a�reinvertirse�y�a�generarempleo�y�valor�en�la�Argentina.

Lo�que�nos�dicen�desde�afuera,�tambiénlas�recomendaciones,�es�que�en�realidadhay�cierta�contradicción�para�los�paísesen�ser�competitivos�y�respetar�los�dere-chos� laborales.� Hay� una� propensióntambién�a�poner�en�contradicción,�enlos�países�subdesarrollados,�la�competi-tividad�con�la�protección�social�y�la�pro-tección� de� los� trabajadores.� Son� lasviejas�ideas�flexibilizadoras�de�los�´90,que�tan�bien�conocemos�los�argentinos,que�siguen�vigentes.�

Nosotros,�en�cambio,�planteamos�polí-ticas�que�tienen�que�ver�con�la�recom-posición�de�la�condición�salarial.�Con�larecomposición�y�el�fortalecimiento�delpoder�gremial�de�los�trabajadores.�Estees�otro�dato�que�hay�que�entender.�Quedesde�los�países�centrales�nos�dicen�quehay�cierta�contradicción,�en�gravar�al�ca-pital,� que� hay� que� gravar� indirecta-mente� también� el� trabajo…� Nosotrosnos�estamos�planteando�hace� tiempopolíticas�que�alienten�el�capital�que�va�ala�inversión,�pero�también�capturen�ren-tas�extraordinarias�de�aquellos�sectoresque�tienen�ventajas�comparativas�y�quetienen� la� suerte� de� tener� comporta-mientos� en� los� mercados� mundialescomo�ese�el�caso�de�los�precios�de�loscommodities� en� general,� pero� funda-mentalmente�los�commodities�agrope-cuarias.

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Todas�las�agendas�de�desarrollo�que�nosplantean�a�los�países�subdesarrollados:“atiendan�a�la�pobreza,�vean�que�estápasando�con�la�seguridad�alimentaria,vean� que� está� pasando� con� el�medioambiente”.� Todos� sabemos� que� sontemas�importantes,�son�consecuenciasdel� subdesarrollo.�No�nos�plantean�elcambio�estructural,�no�nos�plantean�latransformación�de�nuestras�estructurasproductivas,�y� sabemos�que�el�núcleoduro�del�desarrollo�económico�suponetransformación�de�las�estructuras�pro-ductivas.� Sabemos� que� no� hay� paísesque�hayan�avanzado�en�sus�procesos�dedesarrollo,�que�se�hayan�anclado�en�es-tructuras�productivas�que�se�dediquena�explotar�sus�recursos�naturales.�Esa�esuna�enorme�contradicción�que�todavíaexiste� y�en� realidad� la�Argentina�muyclaramente�ha�planteado�hacia�adelantesu�vocación�de�profundizar�el�procesode�industrialización.�

Entendamos�que�lo�que�se�resolvió�a�tra-vés�de�Presidenta,�la�universalización�dela�asignación�por�hijo,�es�maravilloso.Además,�es� fruto�de�mucha� lucha,�demuchas�discusiones,�del�planteo�de�losmovimientos� sociales,� sindicales� queeste�Gobierno�lo�toma�y�lo�hace.�Sabe-mos�que�eso�va�a�reducir�pobreza,�va�areducir�indigencia.�Pero�no�creamos�quesi�no�avanzamos�en�la�transformaciónestructural�de� la�economía�Argentina,en� la� transformación�de� su� capacidadproductiva,�vamos�a�poder�resolver�elproblema�de�la�igualdad.�Sobre�todo�elproblema�de�desigualdad�que�todavíaabarca�a�zonas�extensísimas�de�nuestra

geografía�nacional��y�a�cantidad�de�com-patriotas�nuestros.�

El�tema�de�la�desigualdad�no�lo�pode-mos�desenganchar�del�tema�de�la�espe-cialización�productiva�muy�primarizadaque�todavía�tiene�la�Argentina�y�sobreamplios�territorios.�También�esta�discu-sión�de�la�industrialización,�de�la�modi-ficación� de� la� base� material� comocondición�necesaria,�no�suficiente,�deldesarrollo�y�de�la�mejora�y�del�progresoy��transformación�de�las�relaciones�so-ciales,�tienen�que�estar�muy�presentes�ala�hora�de�plantearnos�los�desafíos�haciaadelante.�Y�eso�supone�que�nosotros�te-nemos�que�seguir�escribiendo�nuestrapropia� historia,� tenemos� que� escribirnuestro� propio� libreto� de� lo� que� pre-tende�la�Argentina�para�profundizar�esteproceso� realmente� transformador� ini-ciado�en�el�año�2003.�Ese�es�el�gran�des-afío�hacia�el�Bicentenario.�

Realmente�no�se�ha�descubierto�nadanuevo�en�teoría�económica,�en� teoríadel�desarrollo.�Las�experiencias�de�la�Re-volución�Industrial�en�lo�que�ha�sido�laexperiencia� más� reciente� de� Asia,� deIndia,�de�la�China,�lo�que�nos�muestranes� que� lo� países� tienen� que� recorrerestos�procesos.�Obviamente,�en�situa-ciones�más�difíciles�porque�la�globaliza-ción� ha� hecho� que� se� haya� perdidocapacidad�de�soberanía�y�manejo�de�po-líticas.�La�OMC,�lo�que�pueden�hacer�lospaíses�independientemente�para�modi-ficar�sus�estructuras�productivas.�Perohay�muchísimos� instrumentos�y� la�Ar-gentina�los�está�usando�y�los�va�a�seguirusando�y�a�seguir�perfeccionando.�¿Esto

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qué�quiere�decir?�La�Argentina�va�a�se-guir�haciendo�lo�que�ha�venido�recom-poniendo� en� los� últimos� años� que� esrecomponer�capacidad�de�Estado�paraintervenir,�para�asignar�recursos�a�favorde�los�más�débiles.�Me�parece�que�estaidea� de� un� Estado� cada� vez� más� efi-ciente,�cada�vez�más�complejo,�con�ins-trumentos�más�complejos�es� tambiénotro�de�los�desafíos�que�nos�está�espe-rando�hacia�adelante.�

Para�terminar,�simplemente�les�quierotransmitir�otra�cuestión.�No�podemosencerrarnos�en�creer�que�con�la�gestiónalcanza,� que� porque� estás� ahí,� mar-cando�la�cancha,�alcanza.�Nosotros�es-tamos� en� condiciones� de� crearcoaliciones�y�consensos�sociales�y�polí-ticos�que�nos�acompañen�en�este�pro-ceso.� Insisto,� realmente� tenemos�queaprender�de�nuestra�experiencia�con�la125.�Esa�política,�que�suponía�realmentea�través�de�las�retenciones�móviles�todaesa�estrategia�muy�profunda�que�pre-tendía�que�en�Argentina�no�se�profundi-zara� el� proceso� de� sojización,� que� secaptaran� rentas� extraordinarias� quedespués�sean�trasladadas�a�otras�priori-dades�económicas�y�sociales.�Las�reten-ciones� tienen�ese�rol�enorme�para�unpaís�productor�de�materias�primas�y�dealimentos,�de�poder�vender�alimentospero�que�nuestra�sociedad�pueda�con-sumir�alimentos�a�precios�compatiblescon�su�capacidad�adquisitiva.�Esa�discu-

sión�de�fondo�que�suponía�que�en�mu-chos�territorios�del� interior�del�país�laproducción�agropecuaria�era�desplazadapor� la�soja.�Nosotros�queremos�evitarque�el�mejor�negocio�sea� la�soja�parapoder�alentar�otras�producciones�alter-nativas�y�tener�un�sistema�agropecuariosustentable.� Esta� discusión� tan� pro-funda,�tan�ideológicamente�relevante,nosotros�no�la�supimos�dar�a�fondo,�en-tonces�me�parece�que�hacia�adelante�esuno�de�los�grandes�desafíos�que�tene-mos�todos,�como�Argentina�y�como�re-gión.��Porque�esto�también�está�siendomuy�cuestionado,�porque�lo�que�siguemuy�impregnado�en�nuestra�sociedad�esese�viejo�pensamiento�único,�ese�viejopensamiento�convencional.�

Creo�que�nuestro�principal�desafío�haciael�Bicentenario�es�dar�la�batalla�cultural,la�batalla�por�el�pensamiento�crítico,�labatalla�por�desplazar�esa�lógica�formaltan�atractiva�que�tiene�el�pensamientoneoliberal,�por�algo�mucho�más�compli-cado.�La�política�es�conflicto,�es�abordarlos� conflictos� pero� sabiendo� y� priori-zando�cuales�son�los�intereses�del�pue-blo,�de�la�mayoría.�Entonces,�me�pareceque�este�tipo�de�convocatorias�son�fun-damentales�para�encarar�este�desafíoesencial,�para�consolidar�este�procesoiniciado� en� el� 2003,� que�no� se� puedetruncar�porque�todavía�hay�muchísimopor�hacer,�que�es�la�batalla�cultural.�

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2Educación

Una mirada al futuro de Argentina

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Quiero�compartir�algunas�ideas�que�tienenque�ver�con�los�logros�y�los�desafíos�y�estadimensión�tan�interesante�que�nos�propo-nemos,� pensar� en� un�modelo� educativopara�el�futuro.

Es�justamente�el�sitio�donde�vamos�a�pasarel�resto�de�nuestros�días,�y�si�hay�alguna�ac-tividad�humana,�bien�humana,�es�la�educa-ción,�para�pujar�qué� sociedad�queremospara�adelante.�A�los�educadores�nos�gustamucho�el�futuro.�Siempre�digo�que�tene-mos� simpatía�por� el�mundo�que� viene� ypensamos�que�es�una�tragedia�lo�que�ocu-rre�de�entender�que�el�mejor�modelo�estáatrás.�Yo�creo�que�los�educadores,�todos�losdías,�en�las�45�mil�escuelas,�800�mil�dicenlo� contrario.� El� mejor� modelo� está� ade-lante,�¿por�qué�clausurar�la�historia,�enten-der�que�el�mejor�modelo�está�atrás?�Peroalgunos�tienen�alguna�nostalgia�de�un�pa-sado�dorado�que�no�ocurrió�y�de�eso�tam-bién�quiero�hablar� brevemente�en�estosminutos.�

Los�logros�forman�parte�de�una�gestión�degobierno,�por�tanto�hablamos�desde�allí,entendiendo�que�es�una�obligación�de�losfuncionarios�dar�cuenta�y�estar�ante�el�es-crutinio�de�la�sociedad.�Pero�mi�opinión,�nodigo�que�esté�sesgada,�nosotros�evaluamoscomo� muy� positivo� lo� que� se� ha� hecho

desde�el�2003.�La�primera�gestión�de�go-bierno�con�el�Ministro�Filmus�fue�ir�a�unaprovincia�que�hacía�90�días�que�no�pagabasalarios�docentes,�o�sea�que�partimos�deahí.�Ha�habido�un� recorrido�muy� impor-tante,�tenemos�noticias�muy�interesantespara�dar,�tenemos�muchos�logros�para�dar.Digo,�y�no�para�entrar�en�discusión�con�laspolíticas�menores,�de�verdad�no�es�mi�idea,pero�no�hace�muchos�años,�alguien�decía“qué� lindo� es� dar� buenas� noticias”.� Ybueno,�la�buena�noticia�era�el�blindaje�de40�mil�millones�de�dólares.�Yo�creo�que�hayotras�buenas�noticias�que�se�están�dando�ylos�logros�no�impiden�ver,�sería�una�nece-dad,�lo�mucho�que�falta.�Vamos�a�llegar�porun�esfuerzo�de�toda�la�sociedad�argentina.�

El�6%�del�PBI�en�educación,�dejó�de�ser�unlogro�de�un�gobierno�para�toda�la�sociedad,cuando�arrancamos�en�3.4�de�un�PBI�flacoy�en�retracción.�Hemos�sancionado�una�Leyde� Educación� Técnico-Profesional� impor-tante,�ha�aumentado�el�número�de�alum-nos� en� nuestras� escuelas,� hemossancionado�una�nueva�Ley�de�Educaciónque�dialoga�más�con�la�época,�que�es�másmoderna,�que�ratifica�la�obligación�del�Es-tado�en�torno�a�su�papel�en�la�educación.Se� han� distribuido� millones� de� libros� ybecas.�Se�han�construido�escuelas�como�nose�construían�desde�mediados�del�siglo�pa-

Un Modelo Educativo para

el futuro: Logros y desafíos (I).

Por Alberto Sileoni *

* Ministro de Educación de la Nacion.

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sado�y� todavía� faltan�muchas�para�cons-truir.�Tenemos�un�canal�que�nos�enorgu-llece,�el�Canal�Encuentro,�que�prueba�queel�Estado�puede�tener�una�televisión�ética,digna,� que� entretenga,� que� nos� mejorecomo� sociedad.� Pero� también� tenemosmuchas�deudas�para�adelante.�Yo� las� re-sumo�y�dejo�planteado�el�tema,�que�no�seentienda�como�que�tenemos�estas�dos�y�enel�resto�nos�va�bien,�no?

Lo�digo�desde�ahí,�porque�debiéramos�me-jorar�la�calidad�de�todo�el�sistema�educa-tivo,� debiéramos� poner� adentro� denuestras�escuelas�a�los�40�mil�pibes�de�5años�que�están�afuera,�debiéramos�abolirla�repitencia,�el�abandono.�Por�tanto,�consinceridad� estamos� diciendo,� dejo� entreparéntesis�una�cantidad�de�cosas�y�me�re-fiero�a�dos�que�son�deudas�muy�importan-tes.�

Primero,�cerrar�el�fecundo�ciclo�legislativoen�educación�con�una�nueva�Ley�de�Educa-ción�Superior.�Cuando�empezamos�a�hacercircular,�no�un�proyecto�en�términos�de�ar-tículos� sino�algo�más�que�un�puñado�deideas�en�la�presidencia�de�ambas�cámaras,con�el�CIN�que�es�el�Consejo�Interuniversi-tario�Nacional,�con�las�universidades�priva-das,�como�para�llegar�al�año�que�viene�asancionar�una�Ley�de�Educación�SuperiorUniversitaria�y�de�Educación�Superior�nouniversitaria�del�Bicentenario.�

Algunas�cuestiones:�Crear�un�sistema�uni-versitario�unificado,�que�no�lo�tenemos,�in-corporar� algunos� otros� modelos� que� nosean� sólo� universidades,� estamos� discu-tiendo�en�estos�días�la�creación�de�8�uni-versidades�que,�en�principio,�siempre�sonbuenas�noticias.�Las�universidades�del�Co-nurbano�Bonaerense,�el�80�%�de�sus�alum-

nos�son�primera�generación�de�estudiantesuniversitarios.�Esto�siempre�es�una�buenanoticia,�pero�sin�dudas�es�un�tema�para�or-denar.�Hay�que�pensarlo�mejor,�quizá�no�entodos�los�lugares�necesitemos�una�univer-sidad.�Hay�un�modelo�que�son�centros�re-gionales� de� educación� superior� quepueden�cumplir�la�satisfacción�ciertas�de-mandas�más�locales,�tenemos�que�pensaren�una� autonomía� que� entre� en� diálogocon�el�entorno.�

Nosotros�somos�defensores�de�las�mejorestradiciones�que�ha�habido�en�la�Argentina,la�del�radicalismo�democrático�del�18,� laReforma�que�ha�mejorado�la�sociedad�Ar-gentina�extraordinariamente�y�hace�pocosdías,�hace�dos�o�tres�días,�hemos�conme-morado�los�60�años�de�un�hecho�no�siem-pre�muy�conocido�que�ha�sido�un�decretode�Juan�Perón�de�noviembre�del�’49�sobreservicios�universitarios,�algo�a�lo�que�no�ha-bíamos�llegado�en�el�18.�Entonces,�ambastradiciones,�nosotros�las�atesoramos�y�lascapitalizamos,�pero�autonomía�no�es�terri-torialidad,�autonomía�no�es�sensibilidad.�

Tenemos� que� pensar� en� una� autonomíaque�dialogue�con�el�entorno,�tenemos�quehacer�que�los�que�menos�tienen�lleguen�ala�universidad,�que�son� los�que�pagan� launiversidad.�Por�tanto,�en�esta�nueva�leytiene�que�haber�financiamiento,�tiene�quehaber�una�cantidad�de�cosas�que�en�estosdías�nosotros�vamos�a�compartir.�

El�otro�gran�tema�que�está�en�los�diarios,�yque�dolorosamente�se�ha�banalizado,�es�laconstrucción�de�una�nueva�escuela�secun-daria�en� la�Argentina.�Somos�nostálgicoscon�esto,�algunos�miran�para�atrás�y�dicen“quiero�ir�a�la�escuela�en�la�cual�me�formé”.Bueno,�algunas�cifras:�en�los�’60�estudiaban

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en�la�escuela�el�35%�de�los�que�tenían�queestudiar.�En�los�’70�estudiaba�el�cincuentay�pico�por�ciento.�No�sé�si�se�entiende�loque�quiero�decir.�De�todos�los�que�debieranir�a�la�escuela,�de�13�a�17,�en�1960�adentrode�la�escuela�estaba�el�35%.�Así�que�la�ver-dad�que�a�aquella�escuela�nosotros�no�que-remos� volver.� Pero� no� porque� no� fuerabuena,�quizás�era�muy�buena�y�muchos�denosotros�hemos�sido�producto�de�ella.�Esque�no�era�para�todos.�

Somos�la�primera�generación,�esto�lo�suelodecir,�somos�la�primera�generación,�no�sólocomo� funcionarios,� sino� como� sociedad,que�tenemos�la�obligación�de�que�nuestroshijos�e�hijas�vayan�13�años�a�la�mejor�es-cuela.�Lo�que�era�universal�hasta�no�hacemucho�era�el�nivel�primario.�Hoy�hay�unaley�que�dice�que�todos�los�jóvenes�en�la�Ar-gentina�tienen�que�ir�de�los�5�a�los�18�añosa�la�escuela.�

Una�de�las�medidas�que�nos�parece�de�lasmás� impactantes�de� los�últimos�años�enmateria�social,�que�es�la�asignación�univer-sal�por�hijo,�y�tiene�dos�condicionalidades:una�sanitaria�y�otra�educativa.�Por�tanto,esperamos�que�la�escuela�se�llene�de�alum-nos�y�esto�puede�generar�algunas�tensio-nes.�Los�primeros�tiempos�quizás�la�escuelase�llene�de�alumnos�con�los�mismos�docen-tes,�con�los�mismos�baños,�con�los�mismospatios,� pero�hay�que� celebrar�que� la� es-cuela�se�llene�de�alumnos.�

Por�tanto,�yo�digo�que�la�reforma�sobre�lacual� estamos� pensando� tiene�mucho� detécnico�curricular,�tiene�mucho�de�repre-sentación� social.� Nosotros� tenemos� queconvencernos�como�sociedad�de�que�la�es-cuela�secundaria�debe�ser�para�todos�y�haymuchos�que�todavía�piensan�que�la�escuela

secundaria�debe�ser�para�pocos�y�que�si�al-gunos�de�esos�muchos�son�docentes,�esta-mos�en�un�problema.�

Este�no�es�un�problema�sólo�argentino.�BillGates,�que�es�un�tipo�que�sabe,�se�ha�pre-ocupado�por�la�educación�secundaria.�Leacaban�de�destinar�2�mil�millones�de�dóla-res�a�la�reforma�secundaria�en�los�EstadosUnidos�y�sé�que�de�la�escuela�secundariaen�los�Estados�Unidos�se�va�un�joven�cada26�segundos.�Mientras�los�blancos�termi-nan�la�High�School�el�85%,�los�negros�y�loslatinos,�la�terminan�el�38%.�Se�van�de�la�es-cuela�secundaria.�En�Francia,�donde�tuveoportunidad�de�estar�un�tiempo�hablandocon�el�ministro,�le�han�declarado�la�guerraal� abandono�escolar.� Están�pensando�enpagarles� a� los� alumnos,� no� becas� comodamos� nosotros.� Pagarles� a� los� alumnospara�que�no�se�vayan.�Lo�están�haciendo�enalgunas�escuelas.� Lo�está�haciendo�ya�elReino�Unido�y�lo�está�haciendo�el�Estado�deChicago,�de�Washington�y�de�Nueva�York.�

Más�allá�de�la�metodología�que�a�nosotrosen� algún� sentido� nos� hace� ruido� queríacompartir�la�problemática,�y�el�tipo�de�pro-blema�es�ese,�de�la�escuela�se�van�los�quemenos�tienen�y�de�nuestra�escuela�secun-daria�se�van�los�más�pobres.�Mientras�queen�el�primer�quintil�más�pobre�hay�un�30%de�abandono,�en�el�quinto�hay�un�6%�deabandono,�que�es�menos.�Entonces,�ahí�te-nemos� un� problema� que� se� da� sobre� labase�de�una�organización� federal,�por� lomenos,�difícil�para�así�decirlo.�Es�la�que�te-nemos�y�celebramos�tener,�pero�hay�5�pro-vincias�que�concentran�el�80%�del�PBI�en�laArgentina�y�concentran�el�85%�de�las�inver-siones.� Sobre� esto,� tenemos� que� hacereducación.�

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Hay�una�cantidad�de�problemas�que�luceneducativos,�que�mucho�antes�que�educati-vos�son�sociales�y�económicos,�que�tienenque�ver�con�lo�social�y�económico.�Tambiénformamos�parte�de�un�gobierno�que�cree-mos�que�ha�hecho�cosas�muy�importantesy�decimos�que�del�mismo�modo�que�nospreocupa�el�ingreso�y�la�permanencia�delos�chicos�en�el�sistema�educativo�nos�pre-ocupa�el�ingreso�y�la�permanencia�de�suspadres�en�el�trabajo.�Porque�si�no,�no�hayEstado�atrás�que�pueda�resolver�esta�situa-ción.�Nosotros�hemos�distribuido,�en�el�úl-timo� tiempo,� nosotros,� digo� la� Nación,porque�la�provincia�de�Buenos�Aires�tieneuna�activísima�operatoria�en�la�distribuciónde�libros,�22,�23�millones�de�libros.�Puedoasegurarles� que� no� hay� un� solo� libro� deesos�que�haya�ido�a�alguien�que�no�lo�me-rece,�pero�también�puedo�reconocer�quedebe�haber�algún�chico�que� lo�merece�yque�no�ha�recibido�un�libro,�porque�el�Es-tado�tiene�límites�en�esto.�Es�muy�impor-tante�que�haya�un�Estado�sensible�atrás,pero� lo�mejor�que� le�puede�ocurrir�a�unchico�es�que�el�libro�se�lo�compre�el�padrecon�el�fruto�de�su�trabajo,�como�nos�ha�pa-sado�a�buena�parte�de�los�que�estamos�acá.

Entonces,�ahí�hay�un�tema�fuerte.�Soy�delos�que�piensan�que�estamos�mejorandosustancialmente�lo�que�ocurre�más�afuerade�la�escuela.�Lo�que�ocurre�adentro�de�laescuela,�esto�tiene�que�ver�con�la�construc-ción�de�una�secundaria,�permítanme�la�opi-nión.� Creo� que� algunos� gremios� ya� hanbanalizado�el�título:�“vamos�por�una�secun-daria�más� fácil”,� cuando�nunca� se�pensóesto�en�el�Consejo�Federal.�

Ni� los�24�ministros,�ni� la�Nación�puedenpensar�en�una�secundaria�más�fácil�para�losque�menos� tienen,� por�muchas� razones,

digo�una�sola,�porque�sería�una�indignidadpensar�en�una�secundaria�más� fácil�paraaquellos�que�están�fuera�de� la�escuela�oque�tienen�más�posibilidad�de�abandonar.Pensar�en�una�secundaria�más�fácil�significano�esperar�nada�de�esos�chicos�y�nosotrosdecimos�que�cada�alumno�es�un�enigmaque�no�tiene�techo�y�que,�donde�hay�po-bres�expectativas�materiales,�tenemos�queponer�altas�expectativas�pedagógicas.

Entonces,�no�estamos�pensando�en�una�se-cundaria�más�fácil,�estamos�pensando�unasecundaria�exigente�pero�con�una�enormediferencia�con�el�pasado,�que�es�que�tienenque�entrar�todos.�Ahí�hay�una�tarea,�quepermítanme�que�lo�diga�de�esta�manera,�esuna�tarea�social,�no�porque�como�funcio-narios�queremos�rehuir�de�nuestra�respon-sabilidad,� que� somos� los� primerosresponsables,�sino�porque�tiene�que�haberuna�sociedad�atrás,�trabajando�en�ese�sen-tido� y� entendiendo� la� complejidad� deltema.�

Una� secundaria� con�normas,� también� sedice�por�ahí.�No�va�a�haber�amonestacio-nes,�tiene�que�haber�normas.�La�escuela�se-cundaria� tiene� que� ser� una� institucióncomo�lo�es�ahora,�regida�por�los�adultos.Nadie�está�pensando�en�que�conduzca�unaescuela�secundaria�una�asamblea�de�alum-nos�y�docentes.�La�escuela�es�una�institu-ción�regida�por�adultos,�y�los�adultos�debenejercer�la�autoridad�y�le�tenemos�que�darelementos�para�que�ejerzan�la�autoridad,pero�los�adultos�deben�escuchar�a�los�jóve-nes.�Me�parece�que�ahí�tenemos�un�déficit.�

Siempre�comparto�una�investigación�de�nohace�mucho,�una�investigación�de�pregun-tas�muy�sencillas�a�los�adolescentes,�el�49%dicen�“no�me�escuchan”�y�un�33%�restante

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dice�“me�escuchan�poco”.�Entonces,�ahí�meparece�que�hay�un�tema�que�tenemos�quepensar.�No�hay�que�discutir�con�los�jóvenesel�horario�de�entrada�a�la�escuela,�por�decirun�ejemplo�de�infinitos�otros�que�no�se�dis-cuten,�pero�se�pueden�discutir�si�los�jóve-nes�pueden�usar�el�gimnasio�un�sábado�ono.� Se� los�puede�escuchar�a� ver�qué�es-cuela�quieren.�

Hemos�hecho�investigaciones�y�estudios�yno�conocemos�un�solo�joven�que�recuerdeadmirablemente�una�escuela�donde�no�leexigían.�Es�más,�el�80�%�de�los�que�se�vansaben�que�están�cometiendo�un�error.�Nin-guno� recuerda�para�atrás�a�un�buen�do-cente�como�el�docente�que�no�exigía,�perosí�escuchamos�una�escuela,�insisto,�con�au-toridad,�sin�autoridad,�no�hay�aprendizaje.Queremos�que�los�padres�estén�más�pre-sentes�en�la�escuela,�los�padres�van�des-apareciendo�cuando�más�lo�necesitamos,están�mucho�en�el�nivel�inicial�y�están�muypoco�en�la�secundaria,�y�ahí�necesitamosmás�padres.

Una�escuela�donde�haya�clases.�La�verdadque,�y�también�lo�digo�sinceramente,�nosparece�que�hay�una�recurrencia�a�la�inte-rrupción�de�las�clases�exagerada�en�la�Ar-gentina.�Tiene�que�haber�clases,�tiene�quehaber�continuidad,�tiene�que�haber�rutinaeducativa,�una�escuela�que�escuche,�reco-nozca� los� esfuerzos,� donde� los� docentessean� respetados,� también� con� docentesque�quieran�enseñar.�Los�docentes�tienenque�recordar,�a�los�18�tomaron�una�deci-sión�para�toda�la�vida,�que�es�enseñarle�aotros.�Esa�vocación�es�una�vocación�quedura�para�toda�la�vida�y�no�es�mejor�queotras�vocaciones,�pero�es�distinta,�porque

trabaja�con�seres�humanos.�

De�cara�al�futuro,�me�parece�que�como�so-ciedad,�le�estamos�dando�mucho�más�valora�la�educación.�Cualquiera�sabe�que�la�edu-cación�es�un�tema�que�ya�no�es�sólo�de�loseducadores.�Cualquiera�sabe�que�mejorarla�escuela�es,�mejorar�el�PBI,�hacer�que�laschicas�no�se�embaracen�a�los�14,�sacar�a�lospibes�del�Paco�y�esto�me�parece�que�es�unvalor�que�tenemos�como�sociedad.�

Otro�valor�de�cara�al�futuro�es�ratificar�elvalor�del�Estado,�hemos�recuperado�el�Es-tado,�algunos�definen�al�Estado�como�unpredador�insaciable.�No,�el�Estado�no�es�undepredador�insaciable,�el�Estado�es�una�he-rramienta,�justamente�para�los�que�menostienen.�Recomiendo�el�ciclo�de�Canal�En-cuentro� sobre� los� presidentes.� Lula� diceuna�cosa�extraordinaria:�“Los�ricos�no�ne-cesitan�al�Estado”,�y�no�lo�decimos�en�tér-mino�de�antinomia,�porque�no�es�una�peleaesa.�El�Estado�es�el�resguardo�de�los�mássencillos.�

Hay�que�ratificar�el�valor�del�Estado�y�enla-zar,�en�este�caso,�Educación,�Bicentenarioy�futuro.�Uno�es�educador�y�por�ahí�hablasubjetivamente�pero�no�encuentro�muchasactividades�que� tengan� tanta� virtualidadpara�construir�el�futuro�como�la�educación.Entonces,�tenemos�que�avanzar�en�estostemas,� corregir�errores,�hacer�un�Estadomás�eficiente�y,�de�cara�al�Bicentenario,�ra-tificar�que�este�lugar�que�pisamos�es�unaPatria.�Nosotros� lo� reiteramos,� no� es� unlugar,� no� es� un� simple� lugar� ni� muchomenos�un�mercado,�es�una�Patria�y�paraconstruir�una�Patria�es�necesario�que�esténtodos�adentro.

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Un Modelo Educativo para

el futuro: Logros y desafíos (II).

Por Mario Oporto *

* Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.

Nadie�hoy�dice�o�pone�en�duda�la�impor-tancia�de� la�educación�y�ese�debate� sal-dado�nos�pone�en�nuevos�caminos�muchomás� complejos.� Realmente� muy� intere-sante�que�se�haga�esta�discusión�de�políticade�Estado�en�el�marco�del�Bicentenario�yde�la�Generación�del�Bicentenario.�Si�unose� considera� de�una� generación� identifi-cada�con�un�Bicentenario,�daríamos�comoun�acuerdo�previo�que�todos�rescatamoslos�valores�fundamentales�de�aquel�hechofundacional�ocurrido�hace�200�años.�Por�lotanto,�pensar�la�educación�en�ese�marco�esafirmar�algunas�ideas�que�yo�quisiera�re-marcar�como�herencia�de�la�revolución�de1810.�

En�primer�lugar,�la�libertad.�No�concebimosuna� educación� que� se� pueda� dar� en� unmarco�que�no�es�la�libertad�y�cualquier�pro-yecto�educativo�tiene�que�profundizar� laidea�de�libertad.�De�libertad�de�cátedra,�delibertad�de�expresión,�de�amplia�libertadpara�elegir�bibliografía�y�temáticas,�libertadpara�el�debate.�Reafirmar�esa�idea�que�fueuna�idea�fundacional�hace�200�años.�

Es�bueno�también�remarcar�que�aquella�re-volución� de� hace� 200� años� planteaba� eligualitarismo�y�que�nosotros�tenemos,�porlo�tanto,�que�plantear�qué�es�el� igualita-

rismo�en�el�siglo�XXI.�Y�plantearnos�qué�esel� igualitarismo� en� educación� está� resu-mido�en�la�decisión�popular�del�mandatoque�nos�han�dado�los�legisladores�con�laLey� Nacional� de� Educación,� de� educar� atodos�desde�el�jardín�de�infantes�hasta�ter-minar� la� escuela� secundaria.� El� igualita-rismo�está�vinculado�con�la�justicia�social�y,si�uno�piensa�en�la�generación�de�1810,�esbueno� recordar� la� tesis� doctoral� de�Ma-riano�Moreno,�que�además�estudió�en�unauniversidad�de�Bolivia.�

La�tesis�doctoral�de�Moreno�fue�sobre�laServidumbre�Indígena�porque�ahí�estaba�laexplotación�de�los� indígenas,�en�la�servi-dumbre.�Hoy�está�en�la�desocupación,�enla�marginalidad,�en�los�que�no�ingresan�almercado�laboral,�y�la�justicia�social�está�enlos�que�pueden�y�deben�hacer�un�proleta-riado�que�trabaje�con�salarios�en�blanco�de-centes�integrados�a�la�organización�laboral.�

Digo� esto� porque,� cuando�uno�piensa� laeducación,�piensa�que�un�programa�de�go-bierno� como� el� que� se� viene� pensandodesde�hace�ya�6�años.�Éste,�se�debe�basaren�dos�pilares�que�son�educación,�para�losniños�y�los�adolescentes,�y�el�trabajo,�paralos�adultos.�A�partir�de�allí�a�la�organizaciónde�un�programa,�podemos�agregarle,��pro-

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tección�para�los�ancianos.�

La� generación� de� la� revolución� de� 1810también�planteó�la�concepción�de�sobera-nía�y�esa�concepción�tiene�que�quedar�enla�escuela,�de�la�soberanía�popular�comodemocracia� y� de� la� soberanía� nacionalcomo�autodeterminación�de�los�pueblos�ydecisiones�soberanas�de�la�Nación.��Estosson�dos�conceptos�que�hay�que�trabajar�enla�escuela.�

Para�terminar,�creo�que�ese�programa�que,hoy�a�200�años,�nosotros�rescatamos�y�yoespero� que� no� rescatemos� solamentecomo�evento�de�homenaje�sino�como�con-tinuidad�y�un�mandato�fundacional,�estuvobasado�en�construir�una�Nación,�una�Na-ción�federal�y�una�Nación�que�en�1810�en-tendía� mucho� más� allá� de� los� límitesactuales.�Debemos�rescatarlo�como�un�des-tino�nacional�vinculado�a�los�destinos�de�lospaíses� hispanoamericanos� y� que� hoy� seagranda�mucho�más�porque�pensamos�esanación�incluyendo�al�Brasil.�

Y�si�la�escuela�argentina�fue�exitosa�en�elsiglo�XIX�para�construir�la�nacionalidad�ar-gentina,�con�una�sociedad�que�vivió�un�im-pacto� muy� grande� por� la� llegada� de� lainmigración,�hoy�la�escuela�argentina�tieneque�tener�la�gran�responsabilidad�de�cons-truir�culturalmente�la�idea�de�nacionalidadsudamericana,�porque�ahí�va�a�estar�el�des-tino�de�nuestro�futuro.�Va�a�ser�muy�difícillograr�libertad,�independencia,�soberanía,igualitarismo�si�no�es�en�el�marco�de�la�uni-dad�con�los�pueblos�de�nuestro�continente.�

En� ese� marco,� quiero� expresar� algunascuestiones�rápidas�sobre�el�tema�educativoy�el� futuro.� Siempre� cuento�una�historiasobre�cuando�me�ofrecieron�por�primera

vez�ser�Sub�Secretario�de�Educación�de�laprovincia�de�Buenos�Aires.�Cuando�aceptéese�cargo,�y�lo�reiteraron�cuando�acepté�serMinistro,�los�compañeros�de�militancia�medecían:�“tenés�una�gestión�tremenda.�Vasa�estar�sumergido�en�la�gestión,�no�vas�atener�tiempo�para�hacer�política”.�Y�yo�pre-guntaba�si�no�es�hacer�política�ocuparse�deldestino�educativo�de�4�millones�de�niños�yadolescentes.�Si�no�es�hacer�política�eso,�laverdad,�¿qué�es�hacer�política?�

Esto� genera�desafíos� para� el� futuro�muygrandes�porque�tenemos�un�programa�y�te-nemos�un�mandato�popular,�la�Ley�Nacio-nal�de�Educación,�en�mi�provincia,�la�LeyProvincial.�Por�lo�tanto,�hoy�mi�gestión�noes�una�gestión�fundacional,�no�es�una�ges-tión�que�inicia,�no�es�una�gestión�que�va�atener� en� sus� orgullos� el� pensar� un� pro-grama,�lo�va�a�tener�como�orgullo�colectivopero�no�como�orgullo�individual,�porque�migestión�es�cómo�hago�para�cumplir�el�man-dato�popular�que�implica�la�Ley�Nacional�deEducación�que�se�logró�con�el�gran�trabajode�Daniel�Filmus�y�el�consenso�casi�total�delas�dos�cámaras.�Entonces,�la�ley�marca,�yyo�les�digo�la�verdad,�cuando�miro�la�ges-tión�digo,�si�al�terminar�la�gestión�veo�quehemos�podido�avanzar�en�ejecutar�lo�quedice�la�ley�podré�tener�la�tranquilidad�deformar�parte�de�un�gobierno�popular,�perosi�termino�mi�mandato�y�realmente�no�heavanzado�en�lo�que�la�ley�propone,�por�másque�yo�forme�parte�de�una�tradición�polí-tica�y�que�mis�lecturas�hayan�estado�vincu-lados�a�diferentes�corrientes�ideológicas,sentiría�no�haber�sido�parte�de�un�gobiernopopular.�Porque�si�no�pudimos�lograr�quetodos�los�chicos�vayan�al�jardín�de�infantes,si�no�podemos�lograr�extender�el�horariode�la�escuela�primaria,�bajar�la�repitencia,por�lo�tanto�bajar�la�sobre�edad�y�que�los

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chicos� terminen� la� escuela� primaria� sa-biendo�leer�y�escribir�y�dividir,�y�si�no�po-demos� lograr� cumplir� con� el� mandatopopular�de�que�todos�los�chicos,�no�solo�in-gresen,�sino�que�permanezcan�y�egresencon�el�conocimiento�de�la�escuela�secunda-ria,�vamos�a�estar�lejos�entonces�con�habercumplido�el�mandato�del�conjunto�de�po-blación.�

Para�esto,�al�haber�un�programa,�mi�debatees� cómo� hacemos� sustentable� ese� pro-grama,�cómo�financiamos�ese�programa.�Yvoy�a�hacer�referencia�a�dos�o�tres�puntosprincipales.�

En�primer�lugar,�algo�que�rescato�y�afirmo,que�haya�clases,�objetivo�fundamental,�quehaya�clases.�¿Que�estamos�diciendo,�no?En�primer�lugar,�que�el�Estado�pueda�cum-plir�con�el�compromiso�de�generar�las�con-diciones�humanas�materiales�para�que�losdocentes�puedan�enseñar�y� los�alumnos

puedan�aprender.�Que�haya�clases�significabuenos� y� modernos� edificios� escolares,buen�equipamiento�escolar�en�textos�y�ma-terial�didáctico,�tecnología�dentro�de�las�es-cuelas� y� ampliar� la� democracia� en� lacomida�escolar,�ampliando�la�participaciónde�las�familias�y�de�la�comunidad.�Cuandodigo�que�haya�clases�digo�que�los�docentesvayan�a�dar�clases.�Y�no�estoy�refiriéndomea�los�paros�que�forman�parte�de�un�con-flicto,�que�se�agranda�en�el�momento�queexiste,�pero�que�es�un�conflicto�superableen�las�tensiones�necesarias�de�la�necesidadde�progreso�que�tienen�los�trabajadores�yen�la�discusión�con�sus�empleadores�queen�este�caso�es�el�Estado.�Cuando�digo�quelos�docentes�vayan�a�dar�clase,�digo�hayque�bajar�el�ausentismo�que�es�mucho�másgrave�que�los�paros�y�digo�que,�también,hay�que�bajar�el�ausentismo�de�los�alum-nos�y�que�los�alumnos,�cuando�vayan�a�cla-ses,�vayan�a�clase�pudiendo�cumplir�contodas�las�tareas�que�ir�a�clase�implica.�Este

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tema�es�un�tema�que�tiene�un�solo�objetivogeneral,�que�no�tiene�que�ser�un�objetivode�tensiones�porque�hay�otras�tensiones.

Yo�creo�que�es�la�mayor�tensión�que�hoy�te-nemos�que�resolver,�porque�es�cierto�quesomos�la�primera�generación�que�estamosfrente�a�ese�desafío�histórico.�Hubo�otrageneración,�que� fue� la�del� siglo�XIX,�quetuvo�el�desafío�con�respecto�a�la�escuelaprimaria,� nosotros� lo� tenemos� con� res-pecto�a�la�escuela�secundaria,�que�es�másdifícil�por�la�complejidad�de�la�sociedad�ac-tual�y�por�la�complejidad�de�la�edad�en�quela�que�nosotros�volcamos�la�obligatoriedad.Pero�realmente�nosotros�tenemos�que�lo-grar�que�todos�los�chicos�vayan�a�la�escuelay� que� todos� los� chicos� en� las� escuelasaprendan�y�que�estos�chicos�cuando�salende�la�escuela�estén�igualitariamente�capa-citados.�

Para�lograr�eso,�hay�que�seguir�discutiendoalgo�que�ya�se�discutió,�que�fue�la�Ley�deFinanciamiento�Educativo.�Hay�que�seguirdiscutiendo.�Algo�vamos�a�hacer�para�finan-ciar�y�hacer�sustentable�este�proyecto�po-pular�para�que� todos� los� chicos�vayan�alcolegio�desde�el�jardín�de�infantes�hasta�fi-nalizar� la� escuela� secundaria.� Porque� escierto�que�aquella�escuela�secundaria�quea�veces�añoramos,�a�la�que�fuimos�todos,la�única�que�todos�conocemos,�de�la�queno�tenemos�otra�experiencia,�era�una�es-cuela�selectiva,�que�educaba�al�40%�de�lapoblación�en�condiciones�de�estudiar.�Re-almente�yo�creo�que�tenemos�presupuestopara�educar�al�40%,�tenemos�condicionesfinancieras�para�hacerlo�y�con�alta�calidad.�

La�discusión�es�cómo�hacemos�para�finan-ciar�al�100%,�y�educarlo�en�una�escuela�querequiere� hoy� una� inversión� en� equipa-

miento,�en�tecnología,�que�antes�aquellaescuela�no�tenía�y�una�escuela,�como�en�elcaso�de�la�provincia�de�Bs.�As.,�que�tiene2.000�escuelas�rurales,�que�requiere�que�seinvierta�en�transporte�para�lograr�el�iguali-tarismo�también�en�el�ámbito�rural.�

Es�un� tema�que�es� fundamental,�porquecreer�que�vamos�a�poder�sostener�un�pro-yecto�de�universalización�de�la�escuela�conun�modelo�exclusivo�como�aquél,�es�una�fa-lacia�y�yo�creo�que�ahí�está�la�gran�discu-sión.� ¿Cuál� es� la� tensión� que� yo� dejéplanteada�hace�unos�segundos?�La�tensiónes�cómo�hacemos�que�esta�escuela�sea�in-clusiva,�que�retenga,�que�no�expulse,�queno�seleccione�y,�a�su�vez,�que�exija.�La�ver-dad�que�creo�que�muchas�de�las�causas�dela�deserción�escolar�son�complejas,�sería�unsimplismo�decir�dos�causas�o�una,�porquehay�un�sinnúmero�de�causas.�Ahora,�la�ver-dad� que,� para� la� retención� escolar� yoapuesto�más�a�la�exigencia�que�a�la�negli-gencia� y� yo� apuesto� más� a� retener� exi-giendo�que�a�creer�que�vamos�a�retenerabandonando�a�los�alumnos�adentro�de�laescuela�con�respecto�al�aprendizaje.�Y�esaes�una� inmensa�tensión,�porque�hay�dosmodelos�que�sabemos�organizar.�Sabemosorganizar�una�escuela�exigente�y�expulsivay�también�sabemos�organizar�una�escuelainclusiva�que�no�enseña�ni�exige�y�promo-ciona�socialmente�sin�aprendizajes.�

Esos�dos�modelos,�son�dos�modelos�posi-bles,� ¿cómo�hacemos�para�encontrar�unmodelo�que�ponga�la�exigencia,�el�aprendi-zaje,�como�un�gran�instrumento�de�reten-ción?� Y,� � tal� vez� allí� haya� que� inventarmuchas� cosas� nuevas,� pero� también�po-nerle�alguna�mirada�a�aquella�escuela�pri-maria�que�durante�el� siglo�XX�dio�buenaeducación�a�la�mayoría�o�el�conjunto�de�la

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población�y�es,�por�último,�un�comentariosobre�la�exigencia.�

La�exigencia�para�nosotros�es�un�proyectopolítico,�no�es�simplemente�un�slogan�o�uninstrumento� de� coyuntura.� Digo� un� pro-yecto�político�porque�necesitamos�en�estepaís� científicos� y�necesitamos�ampliar� lacultura�general�y�necesitamos�especialistas,y�necesitamos�profesionales�y�artistas�y�ne-cesitamos�técnicos,�y�necesitamos�investi-gadores,�y�necesitamos�que�esos�salgan�delconjunto� del� país� y� no� de� una� elite� quepueda� pagarse� estudios� cuaternarios� enuniversidades�extranjeras�o�en�universida-des�privadas�de�la�Argentina.�

Necesitamos�ampliar�el�conjunto�de�la�po-blación�para�lograr�que�de�ese�conjunto�sal-gan� los� cuadros� políticos,� los� cuadrostécnicos,�los�cuadros�científicos�que�estepaís�necesita�para�desarrollarse.�Este�es�uninmenso�desafío,�lo�sabemos,�estamos�con-vencidos� que� hay� que� educar� a� todos.Cuando�decimos�educar�a�todos,�decimoseducar�a�todos,�a�los�que�quieren�ser�edu-cados�y�a�los�que�no�quieren�ser�educados,a�los�que�tienen�voluntad�y�a�los�que�no�latienen,�a� los�que� tienen� familias�que� losapoyan�y�a�los�que�tienen�familias�que�losabandonan,�a�los�que�tienen�dificultades�deaprendizaje�y�a�los�que�tienen�facilidad�deaprendizaje.�

Y�ese�es�un�camino�político�que�uno�elige,y� sabemos�que�esto�nos� genera�muchosproblemas,�problemas�de�infraestructura,problemas�de�cargo,�problemas�de�pasivi-dad,�problemas�de�capacitación�y�forma-ción�docente,�pero�son�los�problemas�quequeremos�tener.�Los�problemas�que�quere-mos�tener,�son�los�problemas�derivados�dela� democratización� de� la� educación.� Noqueremos�tener�los�problemas�que�no�exis-ten�cuando�uno�educa�solamente�a�los�másaptos.�Y�es�una�tarea�muy�grande,�y�se�ladebe�conjunto�la�sociedad�y�con�esto�ter-mino.�

Creo�que�hemos�avanzado�muchísimo�enestos� años� y� tenemos� que� seguir� avan-zando.�Ahora,�si�la�educación�es�un�temaestratégico�para�la�cultura�y�el�desarrollonacional,�tiene�que�ser�un�proyecto�políticodel�conjunto�de�la�sociedad,�no�ser�un�pro-blema�de�docentes�y�de�ministros�que�sededican�a�la�educación,�sino�un�problemaestratégico�del�conjunto�de�la�sociedad.�Esoes�el�mayor�desafío�que�tenemos,�pero�unaLey�de�Financiamiento�que�va�a�hacer�llegaral�6%�de�inversión�en�el�PBI�y�La�Ley�nacio-nal�que�nos�obliga�a�incorporar�a�todos�losalumnos�a�la�escuela�desde�los�3,�4,�5,�nosobliga�desde�los�5�años�incluso�hasta�los�18años.�Es�un�proyecto�que�vale�la�pena�po-nerle�toda�la�fuerza�política�del�Estado�y�dela�militancia.�

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Un Modelo Educativo para

el futuro: Logros y desafíos (III).

Por Daniel Filmus *

* Senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires.

Si�hay�algo�que�tenemos�que�hacer�en�el�Bi-centenario�es�pensar�con�respecto�al� fu-turo,� porque� que� no� hay� nada� escritopensando�en�el�futuro,��de�cómo�se�hace�elfuturo.

Esto�va�a�depender�mucho�fundamental-mente�de�lo�que�construyamos�día�a�día,por�lo�cual�no�hay�razón�a�priori�sino�quetodas�las�ideas�son�válidas.�No�conozco�nin-gún�proceso�de�transformación,�de�cambioprofundo,�que�no�haya�sido�fruto�de�un�de-bate�y�de�una�polémica�en�donde�pensa-mos� con� objetivos� comunes� peropensamos� también� diferente.� Cada� unotiene�que�plantear�su�propia�perspectiva�yeso�es�lo�bueno�de�que�se�hagan�espaciosde�debate�como�este.

Hay�alguna�gente�que�ve�el�futuro�como�au-topistas,�no�importa�cómo�es�el�camino,�im-porta�el�lugar�de�llegada�o�el�lugar�de�saliday�creen�que�las�autopistas�son�iguales�entodo�el�mundo.�Nosotros�vemos�el�futurocomo�un� camino,� como�un� sendero� quehay�que�construirlo,�donde�el�camino�es�tanimportante�como�el�resultado�y,�en�ese�sen-tido,� lo� tenemos� que� ir� haciendo� entretodos.� No� es� menor� esta� discusión� y� elaporte�de�la�gente�más�joven�y�la�gente�quetiene� menos� prejuicio� del� que� tenemosnosotros�en�cómo�va�a�ser�la�forma�en�que

Argentina�va�a�optar,�junto�con�América�La-tina,�para�construir�el�futuro.�Hay�que�en-contrar�lugares,�espacios�y�momentos�dedebate�y�no�tener�prejuicios.�

No� todo� proyecto� necesita� un� proyectoeducativo�como�lo�estamos�llevando�ade-lante,�no�cualquier�modelo�nacional�nece-sita�de�ese�proyecto�y�cuando�uno�piensaen� la� educación,� la� piensa� para� un� pro-yecto.�En�la�década�del�70�ya�discutíamos,tengamos�primero�el�proyecto�nacional�ydespués�tengamos�el�modelo�educativo.�Y,en�realidad,�si�esperamos�a�tener�un�mo-delo�nacional�para�discutir�un�modelo�edu-cativo,� bueno,� nos� va� a� llevar� muchotiempo.� El� modelo� nacional� también� seconstruye� en� la� medida� que� nosotrosvamos�construyendo�un�modelo�educativo.No� hay� uno� en� el� otro.� No� hay� ningunaforma�de�construir�un�modelo�de�justiciasocial�sin�un�aporte�sustantivo�del�sistemaeducativo.�No�hay�que�esperar�uno�paratener�el�otro,�pero�sólo�si�tenemos�la�ideade�un�país�más�justo�necesitamos�un�pro-yecto�educativo.�

Hace�200�años�o�un�poco�más,�cuando�secrea�la�educación�en�la�Argentina,�no�se�lacrea�para�un�modelo�de�desarrollo�econó-mico.�En�Europa�la�educación�estaba�muyvinculada� al� desarrollo� económico,� una

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buena� parte� de� la� educación� en� Europasurge�con�la�idea�de�cómo�formar�mano�deobra,�en�la�Argentina�no�porque�no�necesi-tábamos�mano�de�obra.�Con�la�Ley�1.420�loque�se�piensa�es�cómo�construir�una�Na-ción,�no�piensan�cómo�construir�trabajo,porque�nosotros�comprábamos�todo�hechoy�dependíamos�de�Inglaterra,�vendíamosmateria�prima�y�comprábamos�los�produc-tos�manufacturados,�pero�las�casas�no�laspodíamos�comprar�hechas,�el�pan,�los�fe-rrocarriles�había�que�hacerlos�acá.�

La�educación�en�Argentina�surge�para�cons-truir�un�modelo�nacional�que�tiene�que�vercon�el�modelo�de�la�pampa�húmeda�y�conel�modelo�del�Puerto�de�Buenos�Aires,�perola�esencia�de�nuestra�escuela�fue�reconocernuestra�bandera�común,�porque�los�chicoseran� chicos� que� no� tenían� un� pasadocomún,�familias�que�no�tenían�un�pasadocomún�y�tampoco�tenían�un�futuro�común.Pasado�común�para�gente�de�muchos�luga-res�que�venía�de�distintas�regiones�de�la�Ar-gentina.� Somos�el� único�país� del�mundoque�considera�bárbaros�a�los�que�vienen�deadentro,�¿no?.�En�general�bárbaros�son�losque�vienen�de�afuera�y�se�considera�quenos�traen�una�ideología,�manejan�las�cosasde�manera�distinta,�pero�no,�nosotros�lo�hi-cimos�al�revés�por�el�puerto.

El�tema�del�campo�y�el�valor�del�campo,�elpadre�que�llegaba�a�la�oficina,�la�madre�queno� había� hecho� nada� durante� el� día.� Setransmite�la�ideología�como�se�transmite�laeducación�y�la�forma�de�transmitir,�de�cons-truir� la�Nación�en� la�Argentina�fue� la�es-cuela.� Por� eso�es� la� ley� 1420,� sino�no� laentendemos.�La�1420�es�la�forma�de�cons-truir�una�Nación�a�partir�de�una�ideologíacomún,�que�es�la�ideología�que�no�es�la�na-cional�sino�la�del�puerto�de�Buenos�Aires�di-

fundida�en�todo�el�país.�La�escuela�Nacionalera�la�que�llevaba�la�ideología�para�todo�elpaís,�el�currículum�centralizado�se�hace�enBuenos�Aires.

Ahora,�ese�modelo�que�no�incluye�el�tra-bajo�cambia�radicalmente�cuando�llega�elperonismo.�Esos�libros�de�lectura�que�unoplanteaba�con�el�papá�en�el�sofá�fumandouna�pipa;�aparecen�tipos�rarísimos�con�ma-meluco�en�el�libro�de�lectura�y�empieza�eltrabajo�a�ser�el�elemento�central�y�empie-zan�las�escuelas�técnicas,�las�escuelas�paraniños�huérfanos,�la�Universidad�Nacionalque�después�se�transforma�en�la�UTN�y�laComisión�Nacional�Profesional�que�despuésse�hace�el�CONE.�Pero�hasta�ese�momentono�hacía�falta�para�el�trabajo�la�escuela,�nisiquiera�una�escuela�distinta�que�despuésva�a�ser� la�escuela� industrial.�Por�el�mo-mento�no�existe,�pero�ya�el�mundo�es�otracosa,�Argentina�empieza�a�sustituir�impor-taciones,� empieza� la� industria,� el� pero-nismo� trae� una� idea� de� país� distinto,� sevalora�lo�de�adentro�y�si�uno�mira,�los�valo-res�cambian�totalmente.�Nosotros�nos�fija-mos.� Cuando� cantamos� la� marchaperonista,�dice:�“Sos�el�primer�trabajador”,eso�es�lo�principal.�No�dice�“Sos�el�primeremperador”,� “Sos�el�más� capaz”,� “Sos�elmás�genio”,�dice:�“Sos�el�primer�trabaja-dor”.� Empieza� a� valorarse� otra� cosa� y� laeducación�transmite�esto�y�para�eso�sirvela�educación.�Es�verdad�que�la�1420�existía,pero�muy�pocos�iban�a�la�escuela.�Empie-zan�a�ir�las�mujeres�a�la�escuela,�empiezanla�escuela�con�Evita,�empiezan�a�ir�a�la�es-cuela�secundaria.�Empiezan�a�ir�los�sectorespopulares.

Después�llega�un�momento�en�que�se�ins-taura�que�la�escuela�no�sirve�para�nada�por-que�la�década�del�’60�o�la�década�del�’70�en

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la�dictadura�militar�plantean�un�país�que�nonecesita� industrializarse.� Sería� lo�mismocomprar�hecho�que�fabricarlo�acá,�se�com-pra�más�barato�afuera,�al�1�a�1.�Compré-moslo� afuera,� entonces,� para�qué�ponerescuelas,�si�la�gente�no�va�a�trabajar,�paraqué�una�escuela�si�una�buena�proporciónde�la�población�va�a�quedar�marginada.�

Si�tomamos�el�país�cuando�asumimos�nos-otros,�donde�la�desocupación�está�arribadel�20%,�cerca�de�1�cada�5�argentinos�notrabaja,�para�qué�lo�voy�a�educar�si�no�tra-baja,�si�yo�invierto�en�alguien�que�despuésno� va� a� producir.� La� escuela� tiene� algúnsentido�como�una�escuela�refugio,�dondelos�chicos�van�porque�no�tienen�otra�cosapara�hacer,�entonces�ahí�podemos�degra-dar� la�calidad�de� la�escuela�porque�totaldespués�no�lo�voy�a�necesitar�para�trabajar.Cuando�la�pobreza�llega�al�50%�en�la�pobla-ción,�¿cómo�se�educa�ahí?�Lo�que�quieredecir�es�que�el�modelo�de�los�’90,�el�mo-delo� de� la� dictadura� militar� no� necesitaeducación�y�la�educación�argentina�es�des-truida�durante�mucho�tiempo�porque�notiene�sentido�educar�si�yo�no�tengo�un�paraqué,�un�Modelo�Nacional.�

Los�compañeros�preguntaban�por�la�edu-cación� técnica.�Nosotros� la� recuperamoscon�una� ley�específica�de�educación�téc-nica,�pero�al�mismo�tiempo�que�la�recupe-ramos� pusimos� el� 2%,� dice� la� Ley� delPresupuesto�Nacional,�en�educación�téc-nica�y�así�fue�que�cuando�asumimos�había5�millones�de�pesos�para�escuelas�técnicas,a�los�2�años�ya�habíamos�llegado�a�15.�Lomultiplicamos�por�3.�Cuando�hicimos�la�Leyde�Educación�Técnica,�de�15�millones,�en�unaño�pasamos�a�240�millones�de�pesos�queahora�con�500�millones�de�pesos.�De�5�a500� pero� ¿por� qué?� Porque� el� principal

tema�es�que�para�poder�producir�necesita-mos�técnicos,�sino�no�producimos.�La�LeyFederal�de�Educación�terminó�con�las�es-cuelas� técnicas,� el� drama� fue� que� nadieprotestó�porque�no�hacían�falta�los�técni-cos,�no�sé�si�está�claro.�Pero�¿cómo�nadiedijo�nada?�Es�que�nadie�requería�técnicos.

Cuando� empezó� a� producir� el� país,� paraque�ustedes�tengan�una�idea,�por�Argen-tina� se� recibían�3� ingenieros� textiles�poraño�en�el�año�2003.�Entraban�7�y�egresaban3.�¿Cómo�vamos�a�tener�solamente�3�inge-nieros�textiles�por�año?�Termino�yendo�enesa�dirección,�es�qué�proyecto�tiene�el�país.¿Por�qué�se�diferenció�la�escuela�pública�decalidad�para�todos?�porque�llegó�un�mo-mento� que� no� hacía� falta� calidad� paratodos,�hacía�falta�para�algunos�que�se�edu-quen�muy�bien�y�para�algunos�que�no.�

No�es�Arabia�Saudita�un�país�rico��porqueestá� arriba� de� un� océano� de� petróleo.Japón,�Corea,�Dinamarca,�no�tienen�nada.Millones�de�países�chiquitos�que�no�tienennada�tienen,�sin�embargo,�lo�único�que�nose�mueve�por�lo�menos�muy�rápido�en�elmundo�es�la�gente.�Todo�el�capital,�todo�lootro�se�mueve�en�1�segundo.�Se�acuerdanque�Cavallo�decía�que�había�provincias�in-viables,�¿se�acuerdan?�La�palabra�era�“in-viables”.�Bueno,�lo�que�se�pensaba�acá,�queun�sector�de�la�población�iba�a�ser�muy�pro-ductiva�y�después�teníamos�políticas�socia-les,� cuando� todos� sabemos�que� la� únicapolítica�social�es�una�buena�política�econó-mica�que�dé�trabajo.�No�hay�idea,�enton-ces,�de�provincias�inviables,�no�hay�idea�depaís�inviable�si�tiene�gente,�porque�lo�másvalorable�que�tiene�ese�país�o�esa�provinciaes�su�gente�y,�si�esa�gente,�tiene�capacidadpara�trabajar�y�para�producir.�

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Ahora,�vamos�a�ser�descarnados,�nosotrosllegamos�en�el�2010�al�6%�del�PBI�invertidoen�educación.�Lo�que�significa�que�estamosduplicando�la�mayor�inversión�que�tuvo�Ar-gentina� en� la� materia,� cuando� nosotrosasumimos�teníamos�el�3.5�%�de�un�PBI�quese�había�ido�al�diablo.�Ahora�tenemos�el�6de�un�PBI�que�es�60%�más�alto�que�cuandoasumimos,�es�muchísimo�lo�que�estamosinvirtiendo.�Después�de�Cuba�y�Costa�Rica,Argentina�debe�ser�el�país�que�más�invierteen�educación�de�América�Latina.�Los�déci-mos�que�más�invierten�en�proporción�delPBI�en�el�mundo,�a�partir�de�ahora.�Estopara�los�que�dicen�que�nuestro�gobierno�notiene�una�mirada�de�largo�plazo.�En�cienciay�tecnología�nosotros�multiplicamos�por�5,creamos�el�Ministerio�de�Ciencia�y�Tecno-logía,�nadie�lo�había�hecho,�y�multiplicamospor�5�la�inversión.�

Ahora,� ninguna� inversión� en� educación,ciencia� o� tecnología� se� va� a� ver� a� cortoplazo.�Fíjense�ustedes:�¿Cuándo�la�Ley�deEducación�Técnica,�es�del�año�2006,�cuandovan�a�egresar�los�primeros�alumnos�de�lasescuelas�técnicas?�En�el�2012�porque�sonde�6�años,�mucho�más�cara�que�mandar�aun�bachiller,�si�no�les�importa�lo�técnico�losmando�a�todos�a�bachillerato.�Se�está�ha-ciendo� la� inversión�más�alta.�¿Para�qué?Para�el�2012.�¿Quién�va�a�ser�gobierno�enel�2012?�Yo�que�sé!�Pero�si�no�lo�hago�ahorano�tengo�a�nadie�en�el�2012�y�yo�quiero�uningeniero�textil,�no�un�técnico�textil.�Ese�in-geniero�va�a�salir�en�el�2020,�pero�si�no�lohago�ahora�no�voy�a�tener�ese�ingeniero�enel�2020.�Pero�si�yo�quiero�un�ingeniero�enel�2020�tengo�que�mejorar�la�enseñanza�dela�matemática�en�la�primaria�y�en�la�secun-daria,�porque�nadie�va�a�ser� ingeniero�situvo�un�formación�pésima�en�matemáticaen�la�escuela�primaria.�Entonces�ya�tengo

20�años�para�hacerlo.�Entre�que�entró�en�laprimaria�y�termina�en�la�universidad.�Claro,yo� voy� a� la� escuela,� y� la� escuela� siguesiendo�por�decirlo�de�alguna�manera,�tandeficitaria�como�era�hace�10�años,�comocuando�asumimos.�Pero�el�docente�de�hoyes�el�docente�que�entró�cuando�se�pagabaa�los�docentes�300�pesos�en�patacones,�yse�formó�en�la�escuela�en�la�época�de�la�dic-tadura,�no�se�si�está�claro.�No�es�el�docentede�hoy,�mayoritariamente�el�docente�ya�delnuevo�proceso.�Y�no�hay�forma�de�mejorarla�calidad�de�educación�que�no�sea�la�cali-dad�del�docente.�Entonces,�bueno,�estamosinvirtiendo�el�6%.�Qué�van�a�decir�los�eco-nomistas�que�van�a�criticar�este�gobierno,“estamos�invirtiendo�el�6%,�fíjese,�y�los�re-sultados�que�nos�da”.�Algunos�de�los�quecritican�al� INDEC�que�nos�vengan�a�decirahora,�porque�ahora�tenemos�comparacio-nes�internacionales,�miren�ahora�nos�com-paramos�con�los�otros�países.�¿Qué�pasócon�cooperaciones�internacionales?�Ahoralas�tenemos,�porque�tuvimos�el�coraje�devolvernos�a�enganchar.�Tengamos�el�corajede�saber�cómo�podemos�ir�mejorando.�Ahísí�tenemos�datos,�y�ahí�sí�cuando�los�datosson�malos�nos�critican,�pero�son�malos�por-que,�cómo�van�a�ser�los�datos�después�quepasaron�los�cheques�por�el�2001,�2002�porla�década�de�los�’90�totalmente�margina-dos.�Entonces,�vuelvo�a�esta�cuestión:�nos-otros�estamos�invirtiendo�el�6%.�Si�nosotrosdurante�20�años�seguimos�invirtiendo�el�6%probablemente�tengamos�resultados.�

Había�un�gobernador�que�antes�de�haberasumido�como�Ministro,�me�dijo:� “¿paraqué�vamos�a�invertir�en�escuelas�si�pode-mos�con�ello�invertir�en�viviendas?�Vos�in-vertís� en� escuelas� y� enseguida� te� estánpidiendo�algo�más.�Una�vivienda�te�agra-dece�toda�la�vida,�nunca�te�pide�más�nada.

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No�pongamos�escuelas,�pongamos�casas”.Es�así,�los�chicos�cuando�tiene�escuela,�losmaestros�cuando�tienen�escuela�piden�mássalario,�cuando�tienen�escuela�tienen�me-jores�expectativas,�pero�si�no�invertimos�20años�el�6%�no�vamos�a�dar�vuelta�la�situa-ción.�No�es�que�hoy�invertimos�el�6%�y�voya�la�escuela�y�los�chicos�aprendieron�porarte�de�magia�más.�Que�alguien�me�digauna�medida�mágica�para�que�al�otro�día�elchico� aprenda�más,� entonces� se� inventauna�tecnología�en�donde�se�inyecta�algo�enla�cabeza�para�que�el�chico�aprenda.�Sino,la�única�forma�de�aprender�que�tenemosdel� esfuerzo� cotidiano,� y� eso� implica� uncambio�cultural,�insistir.�

¿Pero�qué�camino�hizo�este�gobierno?�Elgobierno�lo�que�hizo�fue:�Ley�de�EducaciónTécnica,� salario� docente� común.� Cuandonosotros�asumimos,�la�provincia�que�máspagaba�con�la�que�menos�pagaba�había�unarelación�de�1�a�3,�ahora�la�diferencia�es�de1�a�1,7.�Un�piso�salarial�digno�para�todo�elpaís,�no�porque�yo�sea�docente�en�Tucu-mán�o�en�Jujuy�voy�a�ganar�menos�que�elque�está�en�la�Ciudad�de�Buenos�Aires.�Y�elEstado� compensa�esa�diferencia� salarial.6%�del�PBI,�Ley�de�Ciencia�y�Tecnología,�Leyde�Educación�con�Obligatoriedad.�Bueno�siese�no�es�el�camino,�¿cuál?�Ahora,�que�al-guien�me�diga�que�porque�elegimos�ese�ca-mino,� al� otro� día� vamos� a� tener� en� lasescuelas�un�cambio�total,�esa�persona�noentiende�nada�de�educación.�

Ahora,� seamos� perseverantes,� muchosaños,�muchos�gobiernos�de�los�signos�quesean� invirtiendo� el� 6%,� valorando� al� do-

cente�y�prestigiando�al�docente�en�su�fun-ción,�no�sólo�con�el�salario�sino�con�el�res-peto� que� las� familias� y� los� medios� decomunicación� tienen� que� tener� con� res-pecto�al�docente.�Mucho�tiempo�de�insis-tencia�en�esta�dirección,��y�Argentina�va�atener�como�han�tenido�todos�los�países�quetuvieron�esta�política�en�10,�15,�20�años�elresultado�favorable.�El�otro�camino,�el�de�laignorancia,�es�un�camino�más�barato,�es�uncamino�que�Argentina�ya�probó�y�que�da�elresultado�que�todos�vemos.

La�educación�es�un�tema�político�cuyos�re-sultados�no�se�ven�al�otro�día,�a�tal�puntono�se�ven�que�ni�los�chicos�votan.�El�polí-tico,�el�dirigente,�que�tenga�una�mirada�cor-toplacista�y�no�una�mirada�de�Estado�en�elmodelo�de�construcción�de�un�país�a�largoplazo�y�quiera�invertir�en�algo�que�al�otrodía�le�de�un�vuelto,�probablemente�no�in-vierta�en�educación.��El�dirigente�en�serio,el�que�tiene�un�proyecto�de�país�para�el�Bi-centenario�en�serio,�va�a�pensar�que�inde-pendientemente�de�que�los�resultados�nose�vean�al�otro�día,�no�hay�otro�camino,�nohay�otro�mecanismo.�

No�conozco�en� la�historia�del�mundo�unpaís�que�haya�dado�vuelta�una�situación�crí-tica�como�tuvo�la�Argentina�sino�inviertesostenidamente� y� no� tiene� un� proyectoeducativo�para�un�modelo�nacional�,�siem-pre�que�el�modelo�nacional�tenga�estos�doselementos:�de�independencia,�de�libertady�de�democracia�profunda,�pero�tambiénde�justicia�social�y�de�integración�latinoa-mericana.

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Una mirada al futuro de Argentina

3Comunicación y Medios

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Comunicación, Política y

Medios: Nuevos escenarios (I).

Por Mario Wainfeld *

* Ex jefe de la sección política de Página /12. Actualmente se desempeña como columnista en el mencionado periódico.

En�una�encarnación�anterior� fui� abogado,ahora�trabajo�de�periodista.�Algo�le�queda�auno,�pero�trata�de�que�no�sea�mucho�porqueel�derecho�envicia�el�lenguaje�y�lo�acartonay�procuro�no�hacerlo�tanto.�Algunas�pincela-das�trataré�de�dar�sobre�este�tema,�que�di-gamos�que�claramente�es�polifacético.�

I - Introducción

Metodológicamente,�me�interesa�primero,mencionar�cuan�parroquiales�somos�en�la�vi-sión�de�nuestros�problemas.�Cómo�a�vecesno�advertimos�que�nuestros�problemas�soncomunes�en�muchos�lugares��del�mundo�y,sobre�todo,�en�la�región�que�habitamos.�Ensegundo�lugar,�también�me�gustaría�un�bro-chazo�acerca�de�lo�que�significa�la�ley�de�me-dios,�sus�virtualidades,�sus�potencialidadesy�demás,�y�sus�primeros�efectos,�los�efectosculturales�que�produjo,�incluso,�su�discusión.En� tercer� lugar,� hablar� de� cómo� anda� laagenda�democrática�en�la�Argentina.�No�laagenda�en�los�medios�sino�la�agenda�demo-crática.� Cómo� estamos� discutiendo,� endónde�andamos�y,�después,�hacer�una�espe-cie�de�final�voluntarista�pero,�digamos,�nodesmesuradamente�discrecional.�

Me�gusta�siempre�recordar�aquellos�versosbellos�de�John�Donne,�aquellos�que�dicen

“nunca�preguntes�por�quién�doblan�las�cam-panas,� las� campanas�doblan�por� ti”,� y�megusta�parafrasearlos�y�también�señalar�queen�general�las�campanas��doblan�en�muchoslugares�al�mismo�tiempo,�o�sea�que�lo�quenos�ocurre� a�nosotros,� ocurre�en�muchosotros�lugares,�en�otra�región,�en�especial�enesta�América�del�Sur.�

II - Política y medios

La�compleja�relación�ente�medios�dominan-tes� y� determinados� gobiernos� que� traenaires�de�renovación�progresista,�socialdemó-cratas,� revolucionaria,� bolivariana,� indige-nista,� llámenlo� como� quieran� o� defínanlocomo�quieran,�es�una�cuestión�común,�ocu-rre�en�todas�partes.�No�ocurre�en�la�Argen-tina,� no� es� un� problema� propio� delKirchnerismo�ni�de�Clarín,�es�un�problemaque�ciertamente�tienen�esos�sectores�comoprotagonistas�o�como�participantes�califica-dos,�pero�ocurre�en�todos�los�lugares�de�laregión.�Si�uno�recorre�apenas�los�diarios,�losmedios�masivos�o�los�medios�dominantes�enBrasil,�que�es�para�nosotros�mostrado�comoun�país�ejemplar,�o�en�Bolivia,�en�Ecuador�oen�Uruguay,�ahora�hay�que�mirar�las�cosasque�se�dicen�de�Pepe�Mujica�que�acá�es�plan-teado�como�una�especie�de�nazi�socialdemó-crata,�digamos.�Hay�que�leer�lo�que�dicen�los

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diarios�(los�equivalentes�de�nuestros�grandesmedios)�de�Pepe�Mujica,�hay�que�ver�esos�ni-veles�de�confrontación.�Si�uno�lee�lo�que�seha�dicho�en�Uruguay�de�Mujica�y�en�Boliviade�Evo�Morales,�diría�que�a�los�Kirchner�lostratan�comparativamente�bien,�por�lo�menosno�dicen�que�son�alcohólicos,�ignorantes,�nodicen�que�carecen�de�la�capacidad�mínimapara�gobernar.�Uno�podría�decir�que�muchosde�los�problemas�que�nos�afectan,�que�nostocan,�son�problemas�comunes.�

Me�tocó�estar,�hace�poco�en�un�encuentroen�Chile,�discutiendo�un�poco�la�experienciade�la�ley�de�medios�en�la�Argentina,�su�cons-trucción� social,� su�debate.�Y�me�encontrécon�un�panel�formado�por�políticos�chilenos,de�muy�variadas�extracciones,�que�discutíansu�problemática�local.�Parecía�que�eran�lostemas�del�la�ley�de�servicios�de�comunica-ción�audiovisual.�Discutían�incluso�el�orga-nismo�de�aplicación,�discutían�si�las�regionesdebían�o�no�participar.�Parecían�chistes�.�Y�amí,� que� conocía� la� temática,� les� confieso,me�sorprendía�la�analogía.�Después,�uno�seda�cuenta,�es�obvio,� �que�esos�problemasson�comunes.�Por�supuesto,�cada�sociedad,le�da�su�tinte,�su�tono�local.�Cada�gobiernolo�define�de�alguna�forma.�Pero�insisto,�es-tamos�insertos�en�una�realidad�y,�a�veces,somos�en�ese�sentido,��indeciblemente�veci-nalistas� en� nuestros� análisis,� y� eso� es� unpunto�que�a�uno�le�gusta�señalar.

La�idea�del�servicio�de�comunicación�audio-visual�tuvo�una�construcción�social�intere-sante�que�merece� señalarse,� producto�deuna�lucha�de�muchos�años�de�sectores�muyconcientizados�y�minoritarios�-volveré�sobreesto�en�algún�momento-�que�fueron�consi-guiendo�expandir�sus�banderas,�hacer�carnesus�conceptos.�En�algún�momento,�el�actualgobierno,�un�momento�no�sé�si�tardío,�pero

en�todo�caso�no�inmediato�en�un�gobiernoque� lleva�más�de�seis�años,�este�gobiernotomó�como�propio,�formó�un�arco�de�alian-zas�más�que�interesantes,�un�arco�de�alian-zas� más� progresista� indiscutible� yconseguimos�generar�un�escenario,�frente�alcual,�estamos�y�miramos�con�un�poco�de�sor-presa.�

No�diré�yo�qué�va�a�detonar�este�escenario,no�diré�yo�cuáles�van�a�ser�las�consecuenciasque�van�a�producir.�En�parte�porque�no�soydueño�del�futuro�y�porque�no�me�creo�quienpara�vaticinar,�y�encima,�porque�como�es-cribo�cotidianamente�y�advierto�que�es�difícilconstruir�escenarios�en�la�Argentina�y�hacervaticinios�así.�Me�invade�la�cautela.�Pero�síuno�puede�decir�que�algo�ya�pasó,�y�que�hayuna�cantidad�de�cosas�que�sí�son�interesan-tes,�que�han�ocurrido�y�que�se�merecen�si-quiera�un�vistacito.�

Lo�primero�que�pasó,�me�parece,�fue�que�seprodujo�un�destape,�o�sea�se�empezaron,�sediscutieron,�tomaron�estado�público,�discu-siones�que�eran�conocidas�en�círculos�aca-démicos,� en� círculos� de� iniciados,� endeterminados�lugares,�entre�especialistas�yentre�todos,�muy�tumultuosamente,�comohacemos�las�cosas�generalmente�los�argen-tinos,�muy�estentóreamente,�que�tambiénlas� hacemos� así,� hemos�hecho�esto� entretodos.� No� estoy� diciendo� que� lo� hemoshecho�en�acuerdo,�porque�acá�obviamenteha�habido�una�polémica�muy�importante�yrelaciones�antagónicas�muy�fuertes.�

Hemos�construido�un�escenario�en�donderealmente�se�han�discutido�muchas�cuestio-nes,�donde�se�han�puesto�los�intereses�ade-lante,� donde� se� ha� explicitado� que� losmedios�tienen�intereses�propios�que�defien-den�con�mucho�vigor,�donde�hemos�expli-

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cado�que�los�medios�tienen�posiciones�polí-ticas�propias.�Hemos�incitado�a�un�lector�sus-picaz�desde�algunas�trincheras,�desde�variastrincheras�o�desde�varias�posiciones�diferen-tes.�Le�decimos�al�lector�“ojo�con�ese��diario,ojo�con�esa�radio,�ojo�con�ese�periodista,�ojoque�este�labura�así,�dice�esto,�mirá�el�título,mirá�como�te�macanea”.�

Esto�lo�decimos�quienes�defendimos�la�ley�ylo�dicen�también�quienes�la�cuestionaron.Todos�estamos�hablando�y�generando�algoque�es�deseable,�aunque�lo�estamos�gene-rado�de�una�forma�especialmente,�insisto,conflictiva�y�a�veces�para�mi�paladar�dema-siado�gritona.�Estamos�construyendo�un�pú-blico�suspicaz,�estamos�contribuyendo�a�unpúblico�que�no�crea�en�verdades�reveladas,ni�de�un�lugar�ni�de�otro.�Que�se�pregunte�dedónde�viene�el�dinero�para�sustentar�cual�otal�cosa,�que�sospeche�de�las�pautas�publici-tarias�oficiales�o�de�las�pautas�publicitariasprivadas.�

Creo�que�el�saldo�de�toda�esta�polémica�y�detoda�esta�controversia,�que�muchas�vecesdice�en�tono�tan�alto�que�se�torna�casi�inau-dible,� es�de� todas� formas�un� saldo�auspi-cioso.� Aunque,� evidentemente,� en� algúnmomento�tendría�que�decantar�en�nivelesde�mayor�calidad,�de�menor�belicosidad�y�demayor�profundidad.�Pero�también,�uno�havisto,�ha� rodado�por�el�mundo,�y�ha�vistocosas,�y�los�destapes�son�un�poco�así�y�lostemas�saltan�a�borbotones,�las�discusionesse� derivan� a� determinadas� cuestiones,� elsensacionalismo�prima�acá�y�allá.�De�cual-quier�manera,�en�la�Argentina,�se�ha�dadouna�discusión�de�los�intereses,�de�lo�que�haydetrás�de�los�medios,�lo�que�cuesta�mante-ner�un�medio,�de�sus�intereses�específicos,de�la�lógica�del�periodista,�de�su�dependen-cia�económica�y�cultural,�de�centenares�de

cosas�de�las�que�mucho�tendremos�que�ha-cernos�cargo�y�que�nos�ha�puesto�en�el�des-afío�de�tener�que��responder�a�los�propiosproblemas,�a�los�propios�enigmas,�a�los�pro-pios�interrogantes�que�hemos�puesto�sobrela�mesa.�

El�saldo�es�interesante,�pero�nunca�lo�seráhasta�que�no�empiece�a�ocurrir�alguna�de�lasconsecuencias�a�las�que�la��ley�francamenteaspira�y� la�que�uno�piensa�que�realmentepuede�conseguir.�Creo�que�algunas�de� lascosas�que�ha�demostrado,�todo�es�sobre�ladiscusión�de�medios�audiovisuales.�Es�queno�hay� forma�de� conocer� la� realidad� sinocomparándola,�ya�que�no�hay�una�voz,�unaforma�de�dictar� la� realidad,�un�mensaje�ouna�de�las�famosas�campanas�que�sirva�paraabordar� toda� la� densidad� que� tienen� lostemas.�La�única� forma�es�precisamente�elmétodo�comparativo,�es�hacer�lo�que�hace-mos� todos� los� que� somos� lectores�más� omenos�avezados,�que�es�recorrer,�comparar,mirar,�acudir�a�distintas�fuentes,�acudir�a�dis-tintos�medios.�Esto�implica�uno�de�los�pun-tos,�que�para�mí�es�uno�de�los�puntos�másfuerte,�y�es�el�punto�más�fuerte�y�más�sólidode�la�ley�de�comunicación�audiovisual,�quees�la�apertura�al�pluralismo.�Esta�apertura�esen�definitiva,�el�derecho�a�la�comunicaciónes�un�derecho�ciudadano�que�sólo�se�conso-lida�cuando�hay�muchos�emisores.�Es�decir,el�pluralismo�sólo�se�consolida�si�hay�plura-lismo�de�emisores.�Este�pluralismo�de�emi-sores�supone�la�libertad�de�expresión.�

La�cantidad�de�emisores�no�implica�sus�pre-siones�sino�agregados,�e�indica�la�soberaníadel�público�a�la�hora�de�elegir.�Soberanía�quepasa�por�sus�cerebros�y�no�por�el�control�re-moto,�soberanía�que�pasa�por�su�capacidadde�captar�distintos�mensajes�y�por�otra�partede�ser�emisor,�de�comunicar.�Hasta�que�no

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haya�muchos�sectores,�muchos�actores�-al-gunos�hasta�hoy�son�juzgados,�ignorados�ominimizados-�que�sumen�su�voz�a� la�horamediática,�todo�este�revoltijo�que�hemos�ar-mado�no�tendrá�mayores�sentidos�o�mayordesemboque.�La�gran�oportunidad�es�preci-samente� esto,� que� existan�muchas� voces,que�exista�un�debate�muy�plural,�que�existanotros�actores,�que�existan�otras�formas�de�vi-sión.�Las�voces�sin�fines�de�lucro�tienen�unrol�esencial,�porque�son�sin�fines�de� lucropero�no�son�sin�intereses,�o�sea�que�su�inte-rés�no�es�lucrar�a�través�de�las�comunicacio-nes�pero�sí�hay�intereses�concretos�que�talvez�estén�minimizados�o�atendidos�en�la�ló-gica�convencional�de�los�medios.

Si�uno�tuviera�que�decir�algo,�diría�que�todolo�que�se�ha�debatido�y�la�forma�en�que�seestá�debatiendo,�la�forma�enormemente�vi-rulenta�y�polarizada�en�que�se�está�deba-tiendo� hoy� en� la� Argentina,� sobre� todo� através�de�los�medios,�no�es�especialmenteentusiasmante�y�no�es�el�clímax�de�nada�y

uno�espera�francamente�que�sea�un�estadotransitorio�que�decante�o�que�produzca�ela-boraciones�superiores�o�planteos�más�inte-resantes,� un� mejor� manejo� del� idiomacastellano,�más�respeto�por�la�oreja�y�el�ce-rebro�de�público�entre�otras�cosas,�mejor�ca-pacidad�de�audición�también�por�parte�delos�que�emiten.�Pero�uno�podría�decir�queesto�es�una�agenda�tumultuosa,�que�ha�re-velado�también�que�casi,�para�mirar�a�la�Ar-gentina,�hay�por� lo�menos�hay�dos�o� tresagendas.�

Uno�hoy�observa�los�medios,�y�dice,�hay�doso� tres� formas�distintas�de� ver� la� realidad.Siempre� las� hubo,� en� algún� sentido,� peronunca� estuvo� tan� expuesto,� y� ninguno�denosotros,�ninguno�de�los�que�informamos�otrabajamos�en� los�medios,�vamos�a�hacerotra�cosa�que�editar�de�una�forma�parcial,�locual� no� quiere� decir� capciosa,� lo� cual� noquiere�decir�con�mala�información,�lo�cualno�quiere�decir�sin�datos�corroborables��parael�lector,�el�televidente�o�el�oyente,�pero�sí

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quiere�decir�parcial.�Es�decir,�cada�uno�tieneun�ángulo�y�justamente�es�la�diversidad�y�laproliferación�de�voces�alternativas�la�que�ledará� encanto.� Igual,� en� estos� momentos,suena�todo�barullero�y�un�poco�ruidoso,�porlo� menos� para� mis� orejas.� Diré� al� mismotiempo,�en�orden�a�esto,�que�la�agenda�pú-blica�de�la�sociedad�argentina�es�bastantemás�interesante,�más�sofisticada�y�uno�po-dría�decir�de�bastante�más�calidad�de�lo�quesolemos�creer�o�comentar.�

III - La agenda democrática

Me�gustaría�apuntar�que�la�agenda�demo-crática�actual�en�la�Argentina�es�muy�supe-rior�a�la�agenda�que�se�tuvo��jamás�desdeque�yo�tenga�memoria.�Insisto,�ya�tengo�bas-tantes�años.�Me�atrevo�a�decir�que�tiene�sussofisticaciones,�su�nivel�de�detalle,�en�la�ca-lidad�de�los�temas�que�se�discuten�en�la�Ar-gentina�han�avanzado�muchísimo�y�eso�no�losabemos�ver.�No�lo�sabemos�ver�porque��es-tamos�enredados�en�conflictos�parciales�yporque�a�veces�también�queda�bien,�sobretodo�en�el�mundillo�en�que�yo�trabajo,�en�elmundillo� periodístico,� una� carga� de� pesi-mismo�existencial�o�de�negatividad�que�pa-rece�que�da�lustre.�

Voy�a�hacer�un�pequeño�recorte�de�algunostópicos�de�actualidad.�Ese�recorte�tiene�ele-mentos�de�azar�pero�no�es�del�todo�discre-cional.� Temas� que� están� en� las� primeraspáginas�de�los�diarios,�en�las�primeras�notasde�las�radios,�en�los�cafés,�eventualmente�enalgunos�más,�en�otros�menos.�Por�ejemplo,el�matrimonio�entre�dos�personas�del�mismosexo.�Hace�veinte�años�la�Argentina�se�rom-pía�los�cuernos�mucho�más�que�ahora�por�laley�de�divorcio�entre�personas�heterosexua-les,�convalidando�una�situación�que�era�so-

cialmente�instalada.�Ahora�esto�se�toma�conbastante�más�naturalidad.�Hasta�un�gober-nante�de�derecha�puede�hacer�un�gesto,�di-gamos�en�un�sentido�progresivo,�y�no�llamala�atención.

Los�movimientos�gay,�que�en�alguna�épocafueron�francamente�minoritarios,�aislados�ydiscriminados,�tienen�una�presencia�públicaenorme,�han�cambiado�su�discurso,�la�res-puesta�de�la�sociedad�ante�ellos�es�distinta.Les�cuento,�a�veces,�como�periodista�les�pre-gunto�a�las�abuelas,�a�los�organismos�de�De-rechos� Humanos,� a� los� representantes,cómo�les�va�con�la�sociedad�de�hace�veinteaños�y�todos�dicen�lo�mismo:�“nos�va�mejor,la�gente�nos�trata�mejor,�nos�entiende�más”.Uno�observa�en�esa�dialéctica�que�ellos�tam-bién�han�aprendido,�se�han�capacitado,�hanencontrado�formas�de�interesar�no�sólo�a�losconvencidos,�a�los�que�los�acompañan�desdesiempre,�sino�también�aquellos�que�no�estántan�convencidos,�que�duran�más,�que�tieneninstinto�discriminatorio�o��reflejo�discrimina-torio,� falta� capacidad.� Han� aprendidomucho.�

La�presidenta�viaja�con�su�par�de�Chile�al�Va-ticano�para�agradecer�la�mediación�papal.¿Qué�tal�estaba�la�Argentina�con�Chile�en�elaño�’79?�Al�borde�de�la�guerra,�porque�habíamilicos,�pero�esa�traducción�era�la�traduc-ción�de�un�pensamiento�geoestratégico,�quese�hundía�también�entre�los�políticos�argen-tinos,�entre�dirigentes�de�primerísimo�nivel.O�sea,�la�idea�de�que�el�conflicto,�las�hipóte-sis�de�conflicto�con�los�países�limítrofes�erabase�del�pensamiento�estratégico�de�fuer-zas,�inclusive�relativamente�eruditas�y�pre-paradas� como� el� desarrollismo,� ¿no� escierto?�

En�grandes�trazos,�esa�tontería,�ese�pensa-

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miento�necio�que�nos�cerró,�que�impidió�lacooperación,� la� integración,�nos�distrajo�ynos�hizo�más�tributarios.�Esto�se�dice�acá,pero�lo�dice�también�siempre�muy�bien�Lulada�Silva.�Digamos�que,�en�medio�de�estas�pe-leas,�todos�respondíamos�y�mirábamos�a�Eu-ropa�o�a�Estados�Unidos�para�reconocernos,según� cada� país� o� línea� de� pensamiento.Esto�se�fue�superando�a�raíz�de�los�alboresde�la�democracia,�primero�con�la�consultapopular�a�la�que�convocó�Raúl�Alfonsín�paraponer� un� cierre� al� conflicto� del� Beagle� yluego�con�una�serie�de�políticas�que�los�dis-tintos�gobiernos�democráticos�-de�los�cualesobviamente� no� tengo� el� mismo� juicio� devalor,�ni�creo�que�hayan�sido�todos�idénticosni�que�todos�hayan�hecho�el�mismo�aporte,pero� si� uno� mira� desde� Alfonsín� hastaMenem,�hasta�Duhalde,�hasta�los�Kirchner-todos�sustentaron�momentos�de�avance�dela�relación�y,�en�este�momento,�tenemos�ni-veles�de�cooperación,�de�integración,�de�in-tercambio� comercial� y� hasta� ejerciciosmilitares�conjuntos�con�Chile�con�toda�natu-ralidad.�Esto�también�se�acumuló�y�se�pro-dujo�en�democracia.�

La�asignación�universal,�una�consigna�de�sec-tores�militantes�ciertamente�comprometi-dos,� con� una� visión� social� bien� definida,digamos�que�tuvo�años�de�debate,�muchoso�pocos,�la�he�defendido�muchísimo�tiempo.Pero,�si�uno�mira�bien,�diez�años,�once�años,es�mucho�para�las�necesidades�sociales.�Noes�tanto�para�incorporarlas�al�imaginario�detodo� y� para� que� se� haga� medida� de� go-bierno.�

Lo�mismo�con�la�lucha�de�los�Derechos�Hu-manos,�por�decir�alguna�cosa�que�está�siem-pre� presente.� Uno� dice,� todas� estascuestiones�han�sido�construcciones�demo-cráticas.�Se�han�ido�realizando�sin�la�pompo-

sidad�de�las�llamadas�políticas�de�Estado,�sinque� se� reunieran� en� un� palacio� como� LaMoncloa,�que�nosotros�no�tenemos�porqueno� tenemos� realeza� -a�Dios�gracias,� entretantas�macanas�que�tenemos�nos�ahorramosuna-.�Pero�más�allá�de�eso,�son�elaboracio-nes,�son�construcciones,�sedimentos�demo-cráticos�que�se�han�venido�produciendo�yque�seguramente�no�sabemos�valorar.

Entre�lo�nostálgico�de�los�’70,�se�habla�de�lamaravilla�que�era�ese�tiempo,�pero�uno�po-dría�decir�muy� rápidamente,� y� seguro�meestoy�metiendo�en� camisa�de�once�varas,que�había�una�muy�pobre�lectura�de�la�co-rrelación�de�fuerzas,�de�problemas�ajenos�alo�que�se� llamaba�contradicción�principal,que�había�un�lugar�somítico�respecto�a�la�ca-pacidad�de�imponer�condiciones�al�enemigoo�al�adversario.�Si�uno�mirara�lo�que�se�decíaen�el�’83,�más�allá�de�las�luminosidades�quetenía�Raúl�Alfonsín�respecto�a�la�democracia,y� en� buena� hora,� uno� podía� decir� que� eldiagnóstico�que�tuvimos�era�paupérrimo.�Osea,�si�uno�lee�los�problemas�que�tuvo�la�Ar-gentina�del�’83�al�2009�y�revisa,�no�las�plata-formas,� sino� los� discursos� explícitos� einclusive�las�ideas�básicas,�las�ideas�fuerzasde� los� principales� políticos�no� tenían�nin-guna,�empezando�por�la�deuda�externa�queni�noción�tenían�ni�formaba�parte�ni�teníamucho�interés.

El�proceso�democrático,�la�agenda�democrá-tica�de�la�Argentina,�es�una�agenda�elevaday�de�calidad.�Una�agenda�donde�las�minoríashan�puesto�mucho,�donde�los�gobiernos�hantenido�que�aprender,�donde�hay�una�socie-dad�civil�jacobina�y�reclamante.�A�veces,��lasociedad� Argentina� es� insoportable,� digá-moslo�de�una�vez.�Reclama�por�todo,�cortalas�calles,�piquetea.�Antes,�piqueteaban�lospobres,�ahora�piquetean�los�ricos,�piquetean

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los�de�la�clase�media.�Antes�piqueteaban�losmovimientos� sociales,� los� desocupados,ahora� piquetean� los� ocupados,� los� queganan�cinco�lucas�por�mes,�cualquiera.�Losque,�como�Biolcatti,�tienen�un�patrimonio�demillones�de�dólares,�todos�piquetean.�Es�bár-baro,�ahora�esa�sociedad�es�una�sociedadtambién�exigente,�demandante�y�tambiénestá�ahí�y�también�nos�produce,�nos�arma�unescenario�que�es�francamente-�francamenteno�digo�que�es�entusiasmante�porque�es�unescenario�lleno�de�dificultades,�de�laberin-tos,�de�trabas�-,�un�escenario�de�una�socie-dad�vivaz�y�creativa�que�siempre�pide�más,que�nunca�se�resigna,�que�es�muy�deman-dante.�Ésta�es�una�de�las�características�quenos�ha�hecho,�aún�en�éste�período�que�tantotenemos�en�común�con�nuestros�países�ve-cinos,�que�nos�ha�hecho�diferentes�a�nues-tros�países�vecinos�en�la�escasa�sumisión�quetienen�todos�los�argentinos�y�en�especial�losde�los�sectores�populares�al�estatus�quo�vi-gente.�Esta�es�una�característica�dominante,que� a� veces� genera� mucha� convulsión� ymucho�conflicto�social�pero�la�verdad�que�esuna�consecuencia�virtuosa.

Diré�entonces,�que�hemos�tenido�y�tenemosuna� virtualidad� mediática� importantísimaque�tomará�color�cuando�aparezcan�nuevosprotagonistas,�nuevas�voces,�nuevas�técni-cas,�nuevas�generaciones�que�nos�sacudan�atodos�aquellos�que� tenemos�un� lugarcito.Que� también� vamos� a�hacer�desafiados� ycomplicados�por�la�emergencia�de�compe-tencias�a�la�que�no�estamos�acostumbrados.Tenemos�una�sociedad�civil�rica�y�tenemosun�proceso�político�muy�batallado,�con�vocesmuy�férreas,�con�descalificaciones�y�exclu-siones�muy�altas,�pero�en�la�que�también,�simiramos�bien,�hemos�alcanzado�un�nivel�desustentabilidad�económica�y�sustentabilidadpolítica,�tal�vez�infrecuente�en�la�Argentina.

No�sólo�veinticinco�años�de�democracia�sinola�perspectiva�de�que,�si�los�actores�y�los�pro-tagonistas�no�se�equivocan�mucho,�la�Argen-tina�pueda�tener�un�encierre�de�un�ciclo�degobierno�que�entregue�un�país�mejor�que�elque�recibió,�experiencia�casi�única�en�la�tra-dición�Argentina�y�en�la�tradición�de�los�últi-mos� veinticinco� años.� Un� país�mejor,� convariables� económicas�más� asentadas,� conmayores�posibilidades�futuras.

Todos� dicen� “la� oportunidad� vendrá� des-pués”,�esto�significa�un�reconocimiento�tá-cito�a�lo�que�está�ocurriendo�ahora,�estándadas�las�bases�para�una�oportunidad.�Haymás�reservas�en�el�Banco�Central,�hay�másequilibrio�fiscal,�hay�más�jubilaciones�esta-blecidas,�hay�un�plan�de�ingresos�que�es�elmás�importante�de�toda�la�América�del�Sur�-por�paliza�y�demolición-.�Todo�eso�se�encon-trará�el�próximo�gobierno,�sea�de�este�colorsea�de�otro,�apenas�se�mantenga�el�piso,�eltablero,�el�escenario�sin�rupturas�gigantes-cas.�

Las�cosas,�la�situación�de�Argentina,�pasa�porsituaciones�muy�afluentes�y�en�especial�porestándares�sociales�y�de�trabajo�que�nuncapadeció.�O�sea,�tiene�un�pasado�donde�mu-chas�cosas�estaban�mejor�pero�a�la�vez�tieneun�porvenir�-no�tan�ominoso�como�a�veceslo�vemos-�que�está�abierto�a�la�creación�ydemás.�¿Los�medios�tienen�algo�que�decir�enesto?�Tienen�bastante�y�todos�tenemos�queaprender�mucho.

Iv - Conclusiones

Me�gustaría�terminar�con�un�toquecito�vo-luntarista�y�expresado�en�primera�del�plural.No�porque�uno�se�cree�en�curso�en�todo�loque�critica�pero�sí�porque�al�criticar�tambiénuno�tiene�que�ponerse�en�el�pelotón�y�si�no

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pierde�presencia.�Cuando�me�encuentro,�porahí�en�un�panel�con�dos�compañeros�que�losconozco�hace�mucho�tiempo�y�con�los�quetengo�muchos�más�puntos�a�favor�que�dife-rencias,�uno�se�congratula,�inclusive�de�loséxitos�que�se�ha�tenido,�por�ejemplo�la�leyde�servicios�de�comunicación�audiovisual,�enlos�cuales�hemos�compartido�posiciones�yque�–insisto-�es�algo�que�ha�polarizado�a�lasociedad.�

Hemos�estado�de�un�lado,�pero�uno�tambiénse�siente�en�el�deber�de�hablar�y�de�decirlesa� todos,� que� nos� cabe� a� todos� aquellos� -sobre�todo�a�los�que�estamos�en�la�tarea�decomunicar,�hablo�del�lugar�que�me�toca-�noscabe�ahora�aprender�muchas�cosas�y�enten-der�muchas�otras�y�no�caer�en�aquello�queuna�persona�muy�inteligente�-que�me�honracon�su�amistad-��llama�la�banalidad�del�bien.Está�la�banalidad�del�mal,�de�la�que�hablabaHannah�Arendt,�pero�está�también�la�bana-lidad�del�bien�que�es�esta�de�solazarnos�enlugares�comunes�que�nos�albergan�a�todos,en�decir�las�cosas�que�todos�sabemos�quenos�gustan�o�que�nos�identifican,�en�cuestio-nar�a�los�otros.�Yo�creo�que�tenemos,�sobretodo�los�que�estamos�en�la�tarea�de�comu-nicar,�que�empezar�a�pensar�si,�ante�un�uni-verso� comunicacional� que� se� abre� porrazones�tecnológicas�pero�también�por�razo-nes�políticas�en�la�Argentina,�a�la�que�veni-mos�aludiendo�a�una�sociedad�muy�rica,�muyvasta,�muy�plural�con�una�agenda�muy�des-afiante.�

Los�que�comunicamos�nos�tenemos�que�mi-rarnos�al�espejo�y�empezar�a�respetar�más�anuestra�profesión�y�a�nuestro�público.�Si�nopodemos�por�ahí,�insisto�en�el�planteo,�pen-

sar�que�nuestro�público�merece�un�vocabu-lario�de�más�doscientas�palabras,�que�me-rece�que�no�se�le�grite,�que�merece�que�nose�le�aturda,�que�merece�que�una�entrevistano�sea�un�intercambio�de�gritos,�que�mereceque�no�se�interrumpa�el�interlocutor�-que�esun�pésimo�mensaje�democrático�que�el�pe-riodismo�sea�el�arte�de�interrumpir�y�no�elarte�de�conversar-,�de�repreguntar�o�de�bus-car�en�el�otro�determinadas�cosas,�que� locortés�no�debe�jamás�quitar�lo�valiente..�Quepor�otra�parte,�también�tenemos�que�empe-zar�a� leer�más,�a�escuchar�más,�a�mejorarnuestros�registros�y�nuestros�formatos.�Queel�servicio�de�medios�públicos�en�el�cual�tra-bajo�con�mucho�orgullo,�con�mucha�voca-ción�y�trato�con�la�mayor�dignidad�posible,tiene�mucho�que�aportar�en�esto�y�tambiéntiene�que�mirarse�al�espejo�y�aprender�mu-chas�cosas.�Si�todos�nos�miramos�al�espejo�ytodos�estamos�a�la�altura�de�aquello�que�de-clamamos,�yo�creo�que�tenemos�una�opor-tunidad,�como�siempre�erizada�de�riesgos,de�precipicios�y�de�cornisas.�

Insisto,�han�pasado�cosas�auspiciosas�en�laArgentina�y�han�pasado�cosas�muy�duras.�Laapertura�del�espacio�mediático�y�la�consoli-dación�de�una�agenda�democrática�que�hacequince� años� no� hubiésemos� soñado,� sonparte�de�ella.� Todas� las� carencias� socialesque�existen�en� la�Argentina,� todo�aquelloque,� un� poco� banalmente,� que� llamamosasignatura�pendiente�y�que�en�realidad�sonconflictos�irresueltos�que�los�procesos�de-mocráticos�no�han�sabido�cercar,�son�tam-bién�nuestro�desafío.

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Una mirada al futuro de Argentina

* Coordinador General de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicacion Audiovisual.

Comunicación, Política y

Medios: Nuevos escenarios (II).

Por Luis Lázzaro *

Me�parece�una�brillante�idea�tomar�el�temade�la�Generación�Bicentenario�y�proponer,desde�ahí,�una�reflexión�que�siempre�su-pone�una�mirada�del�tiempo�histórico�en�elque�estamos.�Nunca�es�fácil�pensarse�a�unomismo� en� términos� históricos� desde� eltiempo�en�el�que�vive.

Voy�a�proponer�varias�cuestiones�como�ex-cusa�por�lo�menos�para�pensar.�

Básicamente,�lo�que�tiene�que�ver�con�el�rolde� poder� que� tiene� el� periodista,� empu-ñando�un�instrumento�que�es�la�represen-tación� del� medio� o� del� sector� al� cual� serefiere,�y�su�relación�con�el�poder�político�ycomo�esto�cambió�radicalmente�desde�ellugar�del�respeto�casi�reverencial.�En�algunaépoca,�los�viejos�periodistas�teníamos�res-pecto,�ni�que�hablar�de�los�presidentes�o�delos�ministros,�etc.�sin�que�eso�nos�hicieraperder�la�agudeza�periodística�o�la�picardíainclusive,�pero�había�una�cuestión�de�res-peto�institucional.�A�cómo�ha�cambiado�laposición�de�fuerza,�donde�el�que�empuñaesta�herramienta�es�el�símbolo�tecnológicode�una�nueva�correlación�de�fuerzas.�Estoestá� indicando�que�algo�ha� cambiado�enestos�tiempos,�algo�ha�cambiado�significa-tivamente�entre�la�relación�de�la�política�yla�comunicación,�y�entre�los�medios�de�co-municación,�los�dispositivos�comunicacio-nales� y� las� infraestructuras� o� las

plataformas�de�comunicación,�que�ahoravamos�a�comentar�rápidamente.�

La�otra�cosa�que�me�parece�interesante,�esque�él�habla�de�la�agenda�de�la�época��de-mocrática�en�la�que�estamos�y�destaca�unaserie�de�cuestiones�que�hacen�de�este�untiempo�sumamente�rico,�interesante,�fértilque�revela�transformaciones,�que�revela�unprotagonismo�de�la�política.�Son�buenas�no-ticias,�no�sólo�porque�se�habla�sino�porquehablan�de�un�proceso�de� transformaciónque�no�está�en�las�noticias�periodísticas.�Noestá�en�la�producción�de�sentido�dominantede�las�noticias�de�los�medios�de�comunica-ción�hegemónicos,�que�son�básicamente�enfunción�del�modelo�que�tenemos�de�carác-ter�comercial�y�concentrado.�

Entonces,�tenemos�por�un�lado�una�posi-ción�de�poder�de�los�sistemas�mediáticos�enrelación�con�el�poder�político�-esto�habla�dela�calidad�de�la�democracia-�y�tenemos�porotro�lado�una�toma�de�posición,�una�pro-ducción�de�sentido�que�se�instala�desde�unlugar�de�poder�para�decirnos�periodística-mente�que�este�es�un�mal�tiempo.�Las�noti-cias� periodísticas,� y� sobre� todo� en� losformatos�audiovisuales�que�son�predomi-nantes�en�los�tiempos�en�que�vivimos,�ha-blan�de�malas�noticias,�no�refieren�la�buenaépoca�ni�tampoco�dan�cuenta�sustantiva-mente�de�esa�agenda�en�los�titulares.�En-

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tonces,�lo�primero�que�quiero�hacer�es�in-vitarlos�a��reflexionar�y�a�poner�estas�cues-tiones� en� sintonía� con� la� propuesta� depensar�a�los�medios,�la�comunicación�y�lapolítica�en�los�nuevos�escenarios.

Rápidamente,�quisiera�hacer�un�raconto�decómo�llegamos�hasta�acá�y�después�haceruna�breve�referencia�a�los�nuevos�desafíoso�a�los�tiempos�que�nos�toca�vivir�como�pro-tagonistas�de�esta�Generación�Bicentenario.

Acá�hay�un�tema�que�me�parece�fundamen-tal�para�entender�dónde�estamos.�Hay�queentender�la�dinámica�del�proceso�de�trans-formaciones�económicas,�científicas�y�tec-nológicas�de�fines�del�siglo�pasado,�para�dealguna�manera�visualizar�de�qué�forma�elproceso�de�la�comunicación�-que�viene�deuna� herencia� básicamente� oral,� grafica,local�y�a�lo�sumo�nacional-�pasa�en�estos�úl-timos�tiempos.�En�la�década�de�los�´80�y�conmucha�fuerza�en�la�década�del�los�´90,�porun� proceso� de� expansión,� articulación� yconvergencia�en�lo�que�comúnmente�se�co-noce�como�globalización,�se�hace�del�fenó-meno�de�las�plataformas�comunicacionalesuna�referencia�del�nuevo�tiempo�pero�tam-bién�un�factor�de�poder.�Factor�de�poderque�ha�estado�en�el�corazón�de�las�guerrasmodernas�que�hemos�vivido.�Esta�tecnolo-gía�es�hija�de�las�investigaciones�científicasvinculadas� a� los� procesos�militares� de� laguerra�fría�posteriores�con�la�guerra�de�lasgalaxias�y�que�desembocan�finalmente�enguerras�casi�virtuales,�como�la�famosa�gue-rra�del�golfo�y�otras�más,�en�donde�predo-mina�ya�el�sentido�y�la�construcción�de�losconflictos�a�partir�de�una�nueva�forma�derepresentar� la� realidad.� Entonces,� estosprocesos�que�están�en�el�corazón�de�la�con-centración�financiera,�de�las�alianzas,�de�lasfusiones�del�último�tiempo�del�siglo�pasado,

de�alguna�manera�son�las�que�empiezan�atener�una� importancia� fundamental�paraentender�los�nuevos�escenarios.�

Entre�1984�y�1996,�las�compras�y�fusionesen�el�ámbito�de�los�medios�de�comunica-ción�y�de�las�telecomunicaciones�-porquevan��hacia�un�proceso�de�convergencia-�ha-bían�sumado�unos�ciento�ochenta�y�cincomil�millones�de�dólares�en�todo�el�mundo.Pero�solamente�un�año�después,�en�el�´97,solo�hay�dos�operaciones�que�solamenteconcentran�ciento�ochenta�y�cinco�mil�mi-llones.�Es�decir,�hay�un�aceleramiento�delproceso�de�concentración�y�de�flujo�de�in-versiones�que�tiene�que�ver�con�cómo�losfactores�de�poder�se�posicionan�alrededorde�estas�plataformas�de�tecnología�de�inter-net,�de�telefonía,�de�lo�audiovisual,�de�lasnoticias,�etc.�Ese�fenómeno�impactó�en�laArgentina�con�mucha�fuerza.�En�el�año�´97solamente,�esos�procesos�implicaron�cuatromil�millones�de�dólares�de�operaciones�enla�Argentina�y�fueron�más�grandes�las�inver-siones� en� audiovisual� que� en� petróleo� osector�financiero.�Una�fuerte�corriente�deinversiones�de�ese�periodo�provino�de�losEstados�Unidos,�sobre�todo�a�partir�de�lasadquisiciones� de� empresas� de� cable.� Esdecir,�estábamos�en�un�mundo�donde�habíaun� fuerte� posicionamiento� de� empresasque�veían�la�convergencia�desde�el�área�dela� televisión� por� cable� y,� por� otra� parte,desde�el�mundo�de�la�telefonía.

En�el�trasfondo�de�este�proceso,�que�tam-bién�tiene�que�ver�con�endeudamientos�deempresas� locales,� hay� un� enorme� fenó-meno�de�adquisición�de�empresas�argenti-nas,�sobre�todo�en�el�mundo�de�la�televisiónpor�cable.�De�1.500�operadores�indepen-dientes�que�había�hace�10�o�15�años�en�elpaís�quedan�menos�de�la�mitad�y�la�mayor

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parte�de�ellos�pasó��a�formar�parte�de�algu-nos�conglomerados�que,�en�última�instan-cia� y� en� el� final� del� camino,� terminanresumiéndose�casi�en�un�par�de�operadoresdel�tipo�local.�

La�concentración�multimedia�produjo,�ade-más,�otro�fenómeno.�Es�la�transformaciónde�aquella�vieja�forma�tradicional�de�perio-dismo,�de�su�versión�grafica,�de�su�versiónradiofónica�o�con�el�formato�del�noticieroradial,�en�una�multiplataforma�de�informa-ción�que�circula�indistintamente�a�partir�deun�solo�emisor�por�diversos�medios�de�co-municación.�Es�decir�con�formato�de�inter-net,� con� formato� radial,� como� noticierotelevisivo,�como�canal�de�noticias�de�24�hs.,como�radio�AM,�como�radio�FM.�Es�decir,se�multiplica�de�una�manera�exponencial.�

Esto�va�de�la�mano�con�otro�problema,�queha�sido�la�progresiva�concentración�de�nosólo�de�la�propiedad�sino�también�de�la�pro-ducción�de�los�contenidos.�La�mayoría�delos�canales�locales�ha�ido�siendo�progresi-vamente�absorbido�por�contenidos�origina-dos� en� la� ciudad� de� Buenos� Aires,� en� lametrópolis.�Muchas�radios,�que�nacieronlocales,�terminaron�siendo�repetidoras�deemisoras�de�la�ciudad�de�Buenos�Aires,�esdecir,�ha�habido�una�concentración�no�sóloen�términos�de�la�propiedad�de�estos�dis-positivos�sino�también�de� los�contenidosque�circulan�por�allí.�Esto�tiene�que�ver�conalgo� que� se� reclama:� el� tema� de� cómovamos�hacia�la�diversidad.�Tenemos�que�ira�la�diversidad�porque�venimos�de�un�pro-ceso�hegemónico�de�muy�fuerte�concentra-ción,�donde�estamos�casi�en�un�escenariode�discurso�único�concentrado.�Esto�es�loque�explica�también�el�problema�de�los�mo-dales,�o�explica�de�una�manera�por�qué�seproducen�tensiones�cuando�se�pone�en�de-

bate�este�modelo�de�comunicación�que�te-nemos,�que�se�construyó�sobre�la�base�deuna�ley�originada�por�la�dictadura�militar�yempeorada�después�en�los�años�´90�por�losprocesos� de� concentración� económica� ypor�lo�que�fue�el�proceso�de�mercado.

Quisiera,�cerrar�haciendo�referencia�al�de-bate�que�se�propuso�en�la�sociedad�argen-tina,�surgido�de�la�fuerza�y�la�movilizaciónde�la�sociedad�civil,�de�las�organizacionessociales,�los�trabajadores�de�la�comunica-ción,�con�la�decisión�política�de�un�gobiernoque�decidió�acompañar� y�promover�estedebate�en�términos�sociales.�Y�cuando�digodebate� no� estoy� hablando� metafórica-mente.�Hemos�pasado�tres�o�cuatro�mesesrecorriendo�el�país,�con�foros�de�consulta.Hubo�debates�en�la�Cámara�de�Diputados.Se�ha�trabajado�durante�mucho�tiempo�deuna�forma�participativa�para�lograr�esta�he-rramienta.�Esta�herramienta�también�recu-pera,�además�de�proponer�un�esquema�dediversidad�en�cuanto�a�los�futuros�emisoresdel� paisaje� de� la� comunicación,� � algunascuestiones�que�la�ley�de�la�dictadura�man-tenía�bajo�siete�llaves,�como�es�la�posibili-dad� de� que� el� sector� público� como� talvuelva�a�ser�un�protagonista�de�la�comuni-cación.�Esto�es�algo�que�es�habitual�y�quees�corriente�en�la�mayor�parte�de�los�paísesdel�mundo�y�en�Europa�-ni�que�hablar,�perotambién�en�Estados�Unidos-.�

En�la�Argentina,�el�sector�público�tenía�unrol�subsidiario,�es�decir,�de�acuerdo�con�laley�solo�podía�haber�una�función�pública�enla�comunicación�siempre�que�no�hubiera�unprivado,�con�lo�cual�el�Estado�estaba�con-denado�a�hacer�una�política�comunicacionalde�frontera�o�de�gendarmería.�No�estaba�li-gado�a�la�ciudadanía,�no�estaba�ligado�a�unalógica� de� discurso� diferente� de� la� que

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puede�producir�el�medio�comercial.�Lo�in-teresante�acá�es�que�pueda�convivir�el�dis-curso� del� medio� comercial,� que� tiene� lalógica� del� rating,� con� el� discurso� de� unmedio�público�que�tiene�que�pensar�en�laconstrucción� de� ciudadanía,� o� en� estasagendas�democráticas,�o�con�los�discursosque�puede�proponer�la�comunicación�desdelos�actores�sociales�también�con�su�propiaagenda.�

En�esto,�tanto�a�nivel�de�provincia�como�demunicipio,�esta�ley�también�genera�la�posi-bilidad�de�construir�herramientas�de�tipomunicipal,�de�tipo�provincial,�con�las�univer-sidades�nacionales.�Pensar�también�políti-cas�de� comunicación,�no� sólo�en�el� viejosentido�de�la�prensa�de�los�municipios�o�laprensa�de� las�provincias�-que�también�esparte�del�trabajo�de�la�comunicación-�sinodesde�generar�nuevos�contenidos�y�contri-

buir�a�la�producción�de�sentidos.�

Si�logramos�que�todo�esto�se�ponga�en�fun-cionamiento,�en�marcha,�a�partir�de�estanueva�herramienta�que�es�la�ley,�creo�queestaremos�haciendo�un�aporte�importante,también�como�Generación�del�Bicentena-rio,�a�esta�etapa�política.�Una�nueva�etapade�un�país�que�quiere�trabajar�otras�agen-das,�transformarse,�recuperar�un�sentido�fe-deral,� tener�una�mirada� inclusiva�no�sólodesde�lo�social�sino�también�desde�lo�cultu-ral.�En�ese�sentido,�creo�que�la�ley�es�unaherramienta�que�nos�desafía�a�todos�a�es-perar� el� Bicentenario� trabajando� por� unpaís�con�mucha�más�riqueza�cultural�e�in-formativa,�con�más�diversidad�y�con�más�in-clusión.

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Una mirada al futuro de Argentina

Comunicación, Política y

Medios: Nuevos escenarios (III).

Por Ricardo Rouvier *

* Director de Ricardo Rouvier y Asociados. Docente del INCaP.

El�conflicto�entre�la�comunicación�y�la�polí-tica�no�es�un�problema�de�la�Argentina,�noes�un� invento�argentino�como�el�dulce�deleche,�digamos.�Es�un�conflicto�que� se�dasobre�todo�en�Occidente,�y�hace�reverbera-ciones�muy�fuertes�en�algunos�países�másque�en�otros.Es� un� problema� que� ya� ha� alcanzado� elcampo�de�lo�académico.�En�la�academia,�enlos�trabajos�que�uno�ve�publicados�relativosal�tema,�el�conflicto�abierto�que�hay,�abiertoen�algunos�países�y�en�otros�latente,�respectoa�la�comunicación�y�la�política,�es�un�hechoya�ineludible,�¿por�qué?�¿Qué�tiene�que�vercon�esto?�Si�nosotros�hace�veinte�años�hu-biésemos� dicho,� nos� hubiésemos� reunidohace�equis�cantidad�de�años�y�hubiésemoshablado�el�conflicto�entre�la�política�y�la�co-municación,�en�realidad�no�se�hubiese�enten-dido�bien�de�que�estábamos�hablando.�Talvez,�hubiéramos�estado�aludiendo�a�los�con-flictos�que�se�vivificaron�por�ejemplo�en�el�Es-tados�Unidos�de�los�’50,�con�el�macartismo.O�sea,�la�manera,�las�prohibiciones�que�exis-tían�respecto�a�la�comunicación�radial,�a�tra-vés� de� la� producción� artística� y� laspersecuciones�que�sufrieron�muchos�artistasy�comunicadores.�

Si�nos�íbamos�un�poco�más�atrás,�encontrá-bamos�algo�que�hoy�es�un�modelo�de�estudioen�la�academia,�que�es�el�modelo�nazi�de�co-municación.�Un�modelo�de�comunicación�ab-

solutamente� completo� y� donde� hay� unafuerte�implicación�entre�Estado�y�comunica-ción,�que�alcanza�un�importantísimo�nivel�deperfección�y�eficacia.�Hoy�se�lo�estudia�casiarqueológicamente,�porque�es�un�medio�queno�tiene�posibilidad�de�ser�reproducido.�Conesto,�contradigo�lo�que�dijo�un�importante�di-rigente� político� argentino� de� la� oposicióncuando�hablando�de�la�ley�de�medios�dijo:“se�quiere�imponer�el�modelo�nazi”.�Bueno,a�ese�dirigente�político,�que�no�vamos�a�decirsu�nombre,�lo�mando�a�marzo,�realmente�nosabe�de�qué�está�hablando.�Vuelvo�a�repetirque�el�modelo�alemán�de�ese�entonces�se�es-tudia�hoy�en�la�universidad,�yo�por�lo�menoslo�dicto�en�mi�clase,�es�un�modelo�absoluta-mente�inaplicable�hoy�en�el�mundo.�Por�lotanto,�lo�que�quiero�decir�es�que�esto�que�hu-biera� sorprendido,� que� hubiera� referido� aaquello,�no�tiene�nada�que�ver�con�el�planteoactual.�

¿Por� qué� no� tiene� nada� que� ver?� Porquedesde�los�’50�en�los�Estados�Unidos�y�la�se-gunda�guerra�mundial�a�la�fecha,�han�ocu-rrido�muchas� cosas.�Una�de� las� cosas�queocurrieron�es�el�desarrollo�acelerado�en�unproceso�de�aceleración�cada�vez�mayor�delrégimen�capitalista�de�producción�y�distribu-ción,�al�punto�tal�que�la�comunicación�se�con-virtió�en�una�mercancía.�La�noticia�hoy�es�unamercancía�y�es�una�mercancía�muy�impor-tante.�Y�esto�del�mismo�modo�en�que,�desde

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un�enfoque,�uno�podía�decir�que�detrás�deuna�lata�de�tomate�en�un�supermercado�velas�relaciones�sociales�de�producción.�

Uno�también,�desde�cierto�enfoque,�puededecir�que�la�comunicación�establece�un�lazosocial�entre�las�personas.�Ese�lazo�social�entrelas�personas�pueden�ser�relaciones�democrá-ticas,�igualitarias�o�relaciones�jerarquizadas.En�las�de�ese�caso,�conviene�investigar�si�esarelación�jerarquizada�que�establece�la�comu-nicación�proviene�de�una�jerarquía,�¿de�qué?de�sangre,�de�honor,�de�capital,�de�posesión,de�acumulación.�Entonces,�en�lo�que�uno�ob-serva�en�el�sistema�capitalista�actual�desarro-llado,� la� comunicación� juega� un� papelextraordinario�respecto�de�mantener�relacio-nes�sociales�de�dominación�y�de�inequidad.Esto�es�lo�que�yo�quería�plantear.

También�pega�sobre�un�tema,�que�segura-mente�no�digo�que�fuera�tratado,�pero�fue�untema�importante�para�esta�cuestión�relativaal�conocimiento,�al�recordatorio�y�a�avanzarsobre�el�Bicentenario,�es�el�tema�educativo.También� la� relación� entre� comunicación� yeducación�es�una�relación�crítica,�¿por�qué?Porque�en�la�construcción�de�subjetividad,del�sujeto,�individuo�o�del�grupo,�el�papel�delos�medios�es�cada�vez�mas�importante.�Esdecir,�está�papá,�está�mamá,�los�que�se�lla-man�agentes�socializadores.�Está�la�socializa-ción�primaria:�la�familia;�está�la�socializaciónsecundaria:�los�grupos,�los�amigos,�el�club,etc.,�etc.�De�pronto,�en�las�últimas�décadas,apareció� un� elemento� vital,� fundamentalpara�el�proceso�de�socialización,�y� la�crisisentre�comunicación�y�educación�es�de�tal�na-turaleza�-o�la�crítica,�o�la�situación�crítica�esde� tal� naturaleza-� que� yo� siempre� doy� elmismo�ejemplo,�que�me�parece�que�es�bas-tante�real.�Es�decir,�que�si�un�padre�y�unamadre�quieren�educar�hoy�a�su�hijo�-supon-gamos�cuatro�o�cinco�años-,�quieren�ser�au-

tores�o�partícipes�o�responsables�-como�quie-ran�llamarlos-�de�la�educación�de�su�hijo,�tie-nen�que�hacerlo�en�conflicto�con�los�medios.No�tienen�otra�alternativa�más�que�entrar�enconflicto�con�los�medios.�Porque�no�tienenen� los�medios�un� aliado� tiempo� completopara�ese�chico,�no�tienen�un�aliado�tiempocompleto,�más�allá�de�las�funciones�educati-vas,�que�nadie�niega,�que�pueden�jugar�losmedios�de�comunicación.�Pero�hoy�a�tiempocompleto�los�padres�lo�que�tienen�que�haceres�poner�límites�a�ese�consumo�de�mediosmasivos�por�parte�del�chico.�Al�poner�límitesentran�en�conflicto�con�la�cultura.�

Con�esto,�antes�de�pasar�a�la�política,�queríacerrar�con�la�introducción.�En�realidad,�en�elfondo�de�la�ley�de�medios,�en�el�fondo�delconflicto�de�la�comunicación,�está�el�conflictode�la�cultura,�está�la�cuestión�de�la�cultura.Tenemos�que�decirlo�claramente.�No�pode-mos,�no�debemos�quedarnos�solamente�fes-tejando,�por�decir�así.�Merecemos�festejaresta�nueva�ley�de�medios�porque�el�partidocontinúa,�y�el�partido�va�hacia�lo�más�pro-fundo�y�lo�más�profundo�es�la�cultura.�

En� el� terreno� de� la� política� el� tema� es� laagenda�democrática.�Pero�no�podemos�negarque�la�raíz�del�conflicto�de�la�comunicación�yla�política�tiene�que�ver�con�qué�es�lo�que�lepasa�a�la�política�para�que�retroceda�tantofrente�a�los�medios�de�comunicación.�El�pro-blema�que�tenemos,�no�los�argentinos,�sinoel�mundo�occidental,�es�que�la�cultura�-vol-vemos�al�tema�de�la�cultura-�se�ha�modifi-cado� tanto,� ha� cambiado� tanto� en� ciertadirección,�que�tiene�que�ver�con�el�desméritode�la�política.�

Ese�espacio�vacío�que�ocupan�los�medios�ma-sivos�de�comunicación�que�hacen�política�yque�además�ocupan�otros�espacios�públicoscomo�el�de� la� justicia,�también� los�medios

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masivos�de�comunicación�tienen�una�enormeversatilidad�-hay�que�reconocerlo-�que� lespermite�por�un�lado�en�el�telediario�multipli-car�un�homicidio�veinticuatro�o�veinticincoveces,�poner�en�cadena�a�todos�los�mediosde�comunicación�para�transmitir�el�mismohecho�-doloroso�por�supuesto-,�y�tambiéntienen�al�profesional�en�el��telediario�sentadoahí�para�explicarnos�cómo�funciona�la�justiciay�para�dar�su�propio�veredicto.�O�sea,�tene-mos�los�medios�de�comunicación�fiscales�ylos�medios�de�comunicación�políticos,�peroni�son�fiscales�ni�son�políticos.�Tenemos�unasituación�de�simulación�y�de�impostura,�perola� gran� pregunta� para� la� política� -que� novamos�a�resolver�hoy-�es:�¿qué�ha�pasado?,¿qué�ha�pasado�con�la�política�que�ha�dejadotantos�espacios�vacíos,� tantos�espacios�enblanco?�Esta�es�una�de�las�preguntas.�

Respecto�de�la�agenda�democrática,�yo�diríalo�siguiente:�es�cierto�que�la�población�argen-tina�en�los�últimos�veinticinco�años�ha�avan-zado�en�el�campo�de�la�subjetividad.�Quierodecir�que�la�población�argentina�siente�y�vivehoy�la�democracia�valorizándola�de�una�ma-nera�mayor�que�hace�unas�décadas�atrás,sobre�todo�con�la�recuperación�última�de�lademocracia�en�el�’83.�Desde�el�83�a�la�fecha,ha�crecido�esta�convicción�de�la�población�enel�valor�de�la�democracia.�Pero�el�problemaes�el�conflicto.�Nosotros�pensamos,�los�quenos�ocupamos�de�esto,�y�seguramente�mu-chos�deben�pensar�lo�mismo,�que�es�impen-sable� una� democracia� sin� conflicto.� Y� lademocracia�que�construyen�los�medios,�esuna�democracia�sin�conflictos,�es�una�demo-cracia�que�no�existe.�Lo�que�cada�día�hacenlos�medios�de�comunicación,�es�hablarnos�deuna�democracia�que�es�una� suerte�de� ce-menterio.�Porque�en�el�desarrollo�tecnoló-gico�de�las�últimas�décadas,�extraordinariodesarrollo�tecnológico,�también�se�ha�produ-cido�un�desarrollo�conceptual.�

Cuando�nos�acordamos�cuando�éramos�chi-cos,�que�recibíamos�una�cantidad�de�infor-mación�por�la�radio�o�por�los�diarios.�Los�queno�leíamos�los�diarios,�cuando�éramos�muychiquitos,�escuchábamos�la�radio.�Estaba�lamesa�familiar�como�un�espacio�de�circulaciónde�las�noticias.�Hoy,�el�estimulo�comunicacio-nal�es�mucho�mayor�y�el�espacio�familiar�hasufrido�sus�crisis,�sus�rupturas.�Ahora,�a�esto,se�le�ha�sumado�el�hecho�de�que�ya�no�hayinformación�pura,�hay�edición.�Toda�informa-ción�es�editada,�sobre�cualquier�tema.�Por�lotanto�el�receptor,�lo�que�recibe�no�es�una�in-formación,�es�una�información�envuelta�enuna�edición,�en�la�opinión.�

Si�se�hace�un�análisis�-nosotros�lo�hacemosen�nuestro�trabajo-,�de�los�telediarios�-aca-bamos�de�hacer�un�trabajo�de�investigaciónsobre�los�telediarios-,�se�verá�que�en�el�fondohay�una�concepción�de�democracia�que�notiene�nada�que�ver�con�la�democracia�real.Cuando�exponen�la�muestra�más�primaria�dela�democracia,�que�es�ver�a�gente�caminandopor�la�calle�y�expresándose�y�manifestándose-que�es�un�hecho�muy�antiguo,�muy�viejo,muy�primario�de�la�democracia-,�van�a�verque�eso�se�edita�y�se�plantea�como�una�ano-malía.�Eso�es�una�anomalía�para�esa�visiónparadigmática� de� una� democracia� que� noexiste.� Esto� me� preocupa.� Me� preocupamucho�porque�es�cierto�que�se�valoriza�la�de-mocracia,� pero�me� preocupa� esta� perma-nente�diferenciación�de�la�cultura�mediáticaen� plantearnos� una� democracia� que� noacepta�el�conflicto,�que�es�casi,�me�atreveríaa�decirlo,�una�forma�de�autoritarismo.�Es�casiuna�manera�de�autoritarismo,�como�que�nosexigen�un�paradigma�de�democracia�del�cualno�podemos�movernos.

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Una mirada al futuro de Argentina

Justicia y Seguridad en Argentina.

Debates pendientes (I)

Por León Arslanián *

* Ex Ministro de Justicia y Seguridad de la Nación. Ex Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

Celebro�el�objetivo�de�aportar�de�ideas�conmiras�al�futuro,�al�Bicentenario�y�la�posibi-lidad�de�abonar�e� iluminar�discusiones�odebates� en� búsqueda� de� soluciones� atemas�tan�sensibles�como�los�que�hoy�seproponen�en�Argentina.

Me�voy�a�ocupar�básicamente�de�la�proble-mática�del�sistema�penal,�pero�con�especialénfasis�tal�vez�en�lo�que�representa�una�desus�agencias�predominantes,�el�subsistemapolicial.�Nosotros�venimos�de� fracaso�enfracaso�respecto�a�esta�problemática�y�almodo�de�encarar�el�fenómeno�de�la�inse-guridad.� Venimos� de� fracaso� en� fracasoporque�la�primera�cuestión�que�salta�a�lavista�es�que�hay�un�incremento�de�la�vio-lencia,�de�los�índices�del�delito,�particular-mente�de�aquellos�que�más�conmueven�ala�comunidad.�Me�refiero�a�los�hechos�vio-lentos,�a�los�homicidios.�Todos�los�días�loregistran� las� crónicas� policiales,� esto� esmuy�preocupante.�Por�el�otro�lado,�tene-mos� una� segunda� dificultad,� que� es� nohaber� de� ninguna�manera� acordado,� demodo� definitivo,� la� discusión� o� disputaacerca�cuál�es�el�modo�de�abordaje�de�laproblemática.� Sabemos�que� tenemos�unenfermo�grave�y�los�médicos�no�nos�pone-mos�de�acuerdo�acerca�de�la�terapia�paratratar�a�este�enfermo�grave.�

¿Por�qué�tenemos�ésta�dificultad�después

de�tantos�años�de�vivir�bajo�el�síndrome�dela�violencia?�Yo�creo�que�es�porque�el�temade�la�seguridad�está�cruzado�por�ideologíasantitéticas,�por�ideologías�que�confrontan,que�se�oponen�y�que�se�repelen.�Tambiénesto�ha�sido�abonado�por�una�verdadera�in-capacidad� de� nuestra� clase� política� diri-gente,� más� allá� de� los� esfuerzos� quemuchos�hemos�hecho�de�resolver�el�temacomo�corresponde,�no�hemos�podido�ge-nerar� evidentemente� los� consensos� sóli-dos,� fuertes� y� sostenibles� en� el� tiempo,sustentables�como�para�que�esta�discusiónno�haya�terminado.�Hoy�está�al�rojo�vivo,mientras�la�gente�padece�los�problemas�dela�inseguridad�que�todos�conocemos.

Acá�hay�dos�alternativas,�hay�dos�grandesposiciones�alrededor�del�tema�de�la�segu-ridad.�Hay�una�posición�conservadora�de�fi-liación�liberal,�de�derecho�penal�máximo�ycuyo� punto� de� vista� saliente� son� por� unlado,�que�el�delito�crece�por�el�extraordina-rio�grado�de�tolerancia,�endeble,�por�el�ca-rácter�afable�de�un�Estado�que�no�tiene�lapotencia�o�la�fuerza�suficiente�en�sus�agen-cias�penales�como�para�atender�éste�fenó-meno.� Los� instrumentos� con� los� que� elEstado�debe�operar,�el�subsistema�policial,el�subsistema�judicial,�el�subsistema�carce-lario,�presentan�fallas�de�distinta�natura-leza.� Pero� diría� que� la� respuesta� estámanifiesta�por�distintos�tipos�de�motivos�-

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según�siempre�bajo�esta�posición,�que�enmucho�sentido�puede�que�no�le�falte�razón-fundamentalmente�todo�lo�que�tenga�quever�con�modelos�anacrónicos�de�organiza-ción,�probablemente�con�insuficiencia�derecursos,�etc.�etc.�¿Qué�se�propone�desdeeste�punto�de�vista�al�respecto?�Se�proponedotar,�particularmente�a�la�agencia�policialo�la�policía,�de�poderes�suficientes,�de�po-deres�bastantes,�sin�cortapisas,�además�dedarle�la�tecnología,�los�recursos�materiales,etc.,�como�para�que�estén�bien�dispuestosy�puedan�enfrentar�rápidamente�y�dar�larespuesta�que�se�necesita.�Además,�se�ne-cesita� sancionar� leyes� ejemplarizadorasque��incrementen�preferentemente�la�penay�de�ese�modo,�entonces,�buena�parte�delos�problemas�que�nos�aquejan�van�a�des-aparecer.�

Por�otro�lado�se�dice,�siempre�bajo�esta�mi-rada,�que�las�denominadas�garantías�pena-les�en�realidad�son�verdaderos�obstáculosporque� limitan� la� opción� efectiva� de� losoperadores�del�sistema.�En�particular�de�losórganos�policiales�y�también�de�los�judicia-les,�que�a�la�hora�de�aplicar�estas�garantías,en�definitiva�lo�que�están�haciendo�es�dealgún�modo�exhibiendo�en�elevado�gradode�tolerancia�frente�al�delincuente.�Se�diceque,�mientras�el�infractor�se�sirve�de�estasgarantías�para�tener�unas�mejores�posicio-nes,�los�hombre�honestos�y�la�sociedad�seencuentran�inerves�frente�a�ataque�de�losinjustos.� Entonces,� se� mira� con� descon-fianza�un�sistema�de�garantías�que�pone�encrisis�la�seguridad�de�las�personas.�

También�dentro�de�esta�postura,�otro�de�lospostulados,�de�los�argumentos,�de�los�fun-damentos,�es�que�la�preocupación�funda-mental�no�está�tanto�en�expandirse�hacianuevas�formas�de�la�criminalidad:�la�delin-

cuencia�económica,�socioeconómica,�la�de-lincuencia�de�cuello�blanco�en�la�categoríade�Saderland,�sino�que�acá�lo�que�preocupaes�el�delito�clásico.�Es�decir,�el�delito�que�secomete�tradicionalmente�y�que�lo�conoce-mos�de�su�configuración�histórica,�que�esel�robo�con�armas,�el�homicidio,�los�asaltosdomiciliarios,�en�suma,�los��hechos�come-tidos�con�mayor�violencia.�Frente�a�esto,�loque�se�preconiza�son�más�bien�campañasde�ley�y�orden�que�pongan�en�caja�este�fe-nómeno�particular�de�delincuencia.�

El�sistema�desde�esta�perspectiva� lo�quehace� es� seleccionar� sus� casos,� los� casossobre�los�que�el�sistema�va�a�operar,�cen-trándolo�en�ofensas�violentas,�en�las�viola-ciones� más� crasas.� De� este� modo,� laclientela�del�sistema�penal�la�conforman�lossectores�más�bajos�de� la�población,�queson�en�definitiva�los�que�cometen�estos�de-litos�denominados�clásicos.�También�desdeesta�mirada,�la�posición�respecto�del�delin-cuente�se�ha�endurecido�bastante,�no�haytolerancia.�Se�entiende�que�no�debe�habermás�tolerancia�para�el�delincuente.�Allá�éllas�motivaciones�que�lo�llevan�al�delito,�hayque�descreer�de�toda�posibilidad�de�rein-serción.�

Lo�que�muestra�es�un�verdadero�fracaso,�lacárcel�no�resocializa,�la�cárcel�desocializa,la�pena�entonces�pierde�el�sentido�resocia-lizador.�La�finalidad�que�se�busca�con�unapena� es� la� retribución� pura,� un� castigofuerte,�un�castigo�importante.�Se�tiene�másuna�mirada�que�tiende�a�la�exclusión,�a�lasalida�de�la�circulación�del�hombre�que�de-linque,�que�a�la�mirada�esperanzadora�ilu-minista�de�la�resocialización.�

Este�sentimiento�generalizado�de�inseguri-dad,�acicateado�por�los�medios�de�comuni-

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cación,�ha�producido�o�produce� -se�pre-tende�con�ello�que�así�sea-,�una�presión�im-portante�sobre�los�gobiernos.�Esa�presiónse�traduce�en�la�adopción�de�medidas�denaturaleza�populista,�más�bien�a�veces�decorte� demagógico,� en� donde� lo� que� sequiere�es�respuestas�rápidas,�penales�efec-tivos,�modificaciones�legislativas,�una�acti-vidad�febril�del�Congreso,�leyes�Blumberg,más�allá�de�que�no�importa�el�grado�de�ra-cionalidad� con�que�esas� leyes� se�dicten.Pero�es�como�que�si�esta�actividad�se�cum-ple,�algún�efecto�benéfico�desde�el�puntode�vista�de�la�seguridad�va�a�traer,�más�alláde�que�en�los�hechos�esto�quede�desmen-tido.�Se�considera,�de�ésta�manera,�la�leypenal�como�un�talismán.�

Por�qué�motivo�-se�razona�siempre�en�éstaposición-�vamos�a�consagrar�un�principiode�inocencia�que�cuyo�corolario�en�defini-tiva�es�que�el�individuo�esté�en�libertad�du-rante� el� curso� del� proceso,� cuando� enrealidad�aprovecha�esta�realidad�para�se-guir�delinquiendo?�

Con�lo�cual,�se�cuestiona�entonces�el�sen-tido�del�valor�de�la�garantía.�Se�insiste�enque�la�policía�tiene�que�tener�plenas�facul-tades.�También�las�corrientes�que�tratan�dereivindicar�o�reinstalar�los�edictos�policia-les,�la�facultad�de�la�policía�de�imponer�san-ciones,�penas.�En�algunos�casos,�se�suavizaesto�con�la�idea�de�una�judicialización�en�elsentido� de� que� haya� un� control� judicialpara�esto.�Pero�se�crean�figuras�con�fuerteconcesión,� hacia� una� idea� del� “peligro-sismo”�penal�que�tratan�de�castigar�el�es-tado�peligroso,�la�predelincuencia,�etc.�

Todo�esto,�en�franca�mengua�de�garantíasconstitucionales.�Pero�lo�que�es�más�grave,tanto�para�ello�sin�garantizar�resultados�de

ninguna�naturaleza,�es�que�vamos�a�ver�almerodeador�preso,�o�el�mendigo�preso,�oel�hombre�que�nos�limpia�el�vidrio�preso,pero�no�nos�va�a�hacer�bajar�el�índice�delrobo� de� automotor,� ni� el� homicidio� quecrece�con�motivo�del�robo�de�automotor,porque�sus�especialidades�son�distintas�porasí�decir.�Es�decir,�no�nos�sirve�para�nos-otros�el� control�de�ningún� fenómeno�dedelincuencia�seria�y�mucho�menos�organi-zada�a�recurrir�a�instrumentos�de�estas�ca-racterísticas.�

Hay�desconfianza�en�el�Poder�Judicial�y�sepretende�influir�sobre�los�jueces�para�queesto�tenga�una�interpretación�menos�libe-ral,�menos�licenciosa,�para�influenciar�a�lahora�de� interpretar�una�garantía,�una�fi-gura�penal,�la�situación�de�responsabilidadde�una�persona,�etc.�Este�pensamiento�tra-dicional�de�derecho�penal�máximo,�conser-vador,�se�opone�a�discutir�–absolutamente-acerca�de�la�etiología�o�de�las�causas�quellevan�al�delito�y,�particularmente,�cuandoesas� causas� no� son� de� origen� individualsino�más�bien�de�origen�social�o�socioeco-nómico.�La�exclusión,�por�ejemplo�social,no�puede�servir�de�discusión�a�la�hora�dearbitrar�medidas�securitarias�que�tenganque�ver,�incluso,�con�el�cambio�de�modeloeconómico.�Es�decir,�el�modelo�económicono�se�discute�porque�el�modelo�económiconunca,�por�sus�propias�bondades,�puedellegar�a�producir�consecuencias�tan�gravescomo�el�delito.�Si�se�llegase�a�producir,�ahíestá�el�remedio�específico,�sectorial,�pre-dispuesto,�que�es�la�ley�penal�en�todas�susmanifestaciones�posibles.�

El�derecho,�desde�esta�perspectiva,�aún�elderecho�penal,�en�realidad�se�transformaen�un� instrumento�de� la�política� y�no� alrevés.�Es�un�instrumento�de�la�política�de

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suerte�tal�que�ese�instrumento�debe�sub-ordinarse�y�garantizar�las�condiciones�ge-nerales� bajo� las� cuales� cierto� modeloeconómico�o�productivo�opera.

La�segunda�gran�postura,�que�se�enfrentacon�esta�primera,�la�podríamos�caracterizarcomo�una�posición�que,�si� la� tuviéramosque�referir�algún�modelo�de�Estado�deter-minado�-hablábamos�del�Estado�liberal�enel�primer�caso-,�yo�diría�que�se�enmarcaentre�lo�que�podríamos�llamar�el�Estado�deBienestar,�Estado�democrático�y�social�dederecho.�Aquí�vale�la�pena�una�especie�deexcursus�para�entender�cuál�es�el�problemade�la�Argentina.�La�Argentina,�durante�mu-chos�años,�sesenta�digo�yo,�ha�vivido�bajoel�imperio�de�la�dogmática�penal.�Digo�se-senta�años,�tomo�el�año�1940,�la�edicióndel�libro�de�Sebastián�Soler,�y�la�apariciónentre� nosotros� del� “Tratado� de� DerechoPenal”�de�Jiménez�de�Asúa�del�año�1947�-primera�edición�si�la�memoria�no�me�es�in-fiel-,�que�implica�un�aporte�y�un�cambio�demirada� sustancial� frente� al� fenómenopenal.� Hasta� entonces,� había� regido� unpensamiento�en�escuela,�que�era�la�escuelapositiva.�

Era�una�escuela�que�tenía�cosas�muy�valio-sas�y�otras�no�tanto.�Lo�que�era�valioso,�enotro�caso,�eran�los�estudios�criminológicos,el�desarrollo�de�la�sociología�criminal,�losestudios�sobre�la�persona�del�delincuente,etc.,�etc.�Luego�lo�que�entraba�en�crisis�erael�sistema�de�garantías.�El�problema�de�estaprofundización�de� la�problemática�penalfue�que,�de�alguna�manera,�nos�debilitó,nos� puso,� nos� encasilló.� Creció� notable-mente� la� dogmática� penal.� Somos� real-mente,� en� América� Latina,� el� país� másimportante�en�esto.�Pero�debilitó�todo�loque�tuviera�que�ver�con�investigación�de

campo�con�mirada�social,�sociológica,�coninvestigaciones,�con�el�correlato�que�debe-ríamos�haber�hecho�siempre,�incluso�comovariable�experimental�entre�la�miseria�y�eldelito,�cosa�en�la�que�se�avanzó�mucho�enotras�latitudes.�Hoy�en�día,�nadie�pone�entela�de�juicio�la�correlación�existente�entela�exclusión�social,�la�extrema�miseria,�la�in-equidad�y�el�incremento�de�índices�del�de-lito.�Hay�índices�especiales�para�medir�esto,por�ejemplo�el�Coeficiente�de�Gini.

El�Código�Penal�Argentino�de�1922,�fue�san-cionado�bajo�los�postulados�del�Estado�li-beral� de� derecho,� en� el� marco� de� unasociedad�tradicional�y�estable.�Esa�sociedadsufrió�una�transformación�porque�de�seruna�sociedad�tradicional�pasa,�en�el�año1945� con� el� justicialismo,� con� el� adveni-miento�del�peronismo,�a�convertirse�en�unasociedad�de�masas,�en�una�sociedad�quecrea,�que�incorpora�al�consumo�a�millonesde�habitantes,�crea�un�proletariado�impor-tante,�poderoso.�Además,�deja�como�señalclara� la�permeabilidad� clara� ascendente.Desde�el�’45�y�por�una�década,�Argentinano�sólo�incorporó�el�Estado�de�Bienestar,sino�que�generó�una�verdadera�política�quela�aproxima�al�modelo,�que�luego�con�losaños,� termina�conociéndose�como�el�Es-tado�Democrático�y�Social�de�Derecho.�

Desde�el�’55�en�adelante,�nuestro�país,�al-ternó�políticas� liberales� con� concesionesbienestaristas,�para�terminar�sumida�en�lasconsignas�más�devastadoras�del�Consensode�Washington,� que� se� tradujeron� en� eldesmantelamiento�del�Estado,�la�desnacio-nalización�de�empresas,�las�privatizaciones,las�pérdidas�de�puesto�de�trabajo,�la�preca-rización�del�trabajo,�etc.�A�partir�de�enton-ces,� de� ese� momento,� el� sistema� penalentra�en�crisis,�no�logra�ninguno�de�sus�ob-jetivos�y�la�ley�penal�endiosada�y�conside-

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rada�como�un�talismán,�exhibe�la�impoten-cia�de�su�desnudez.�Luigi�Ferrajoli,�señalólas�insuficiencias�del�Estado�liberal�para�sa-tisfacer�las�desigualdades�sociales�y�econó-micas�productoras�de�conflictividad�social.Insuficiencias�que�intentaron�ser�paliadascon� la�creación,�por�parte�de�ese�mismoorden�liberal,�del�Welfare�State.�El�Estadodel�Bienestar,�por�carecer�de�normativida-des�especificas�y�de�una�verdadera�base�fi-losófica� alternativa,� sirvió� más� a� laspresiones�de�grupos�de�poder.�Solo�la�re-significación� del� Estado,� dotado� de� unanueva�filosofía,�de�una�concepción�del�de-recho�específica,�puede�abastecer�de�unalegalidad�nueva�que�dé�sustancialidad,�nosólo�las�garantías�penales�o�los�límites�delpoder� frente�al�ciudadano,�sino�tambiénque�incorpore�la�lógica�universalista�de�lasprestaciones�sociales�a�favor�de�aquellos.�

Ferrajoli�nos�propone�así�una�nueva�ma-nera�de�ver�al�Estado�de�Derecho,�como�unEstado�de�Derecho�garantista,�en�que� lamera�legalidad�y�la�estricta�legalidad�sonsus�fuentes�de�legitimización.�La�estricta�le-galidad�no�es�otra�cosa�-para�Ferrajoli-�queel�apego�de� la� ley�a� los�derechos� funda-mentales�positivizados�en�las�constitucio-nes�modernas.�El�punto�de�unión�entre�laley�en�sentido�estricto�y�la�incorporación�yvigencia� de� los� derechos� fundamentalespositivizados�en�las�constituciones�nuevasy�en�los�tratados�internacionales�de�Dere-chos�Humanos,�entre�los�que�se�encuentralos�Derechos�Humanos�de�contenido�social,pone�de�manifiesto�el�carácter�instrumen-tal�de�toda�política.�La�política,�entonces,es�un�instrumento�del�derecho�de�suertetal�que,�inclusive�a�la�política�económica,debe�subordinársele�y�constituir�garantíasde�aquellos�derechos�fundamentales.�

Va�de�suyo�que,�a�la�luz�de�esta�mirada,�las

garantías�penales�recuperan�todo�su�vigor.Se�resignifica�la�función�y�misión�del�dere-cho�penal�y�de� los� instrumentos�del�queeste�se�sirve.�Además,�cobra�particular�in-terés�el�análisis�de�las�causas�del�delito�y�laviolencia,�así�como�el�cotejo�de�ésta�con�losderechos�fundamentales�de�contenido�so-cial,�a�la�par�que�la�puesta�en�discusión�defilosofía�y�modelos�económicos�destinadosa�producir�un�alto�grado�de�violencia�social.Así,�la�seguridad�pública�deja�de�ser,�enton-ces,�tan�solo�coto�de�caza�de�policías,�jue-ces�y�guardiacárceles,�para�abrirse�a�otrasdimensiones�sociales�más�amplias.�

A�su�vez,�y�como�derivación�de�ello,�el�con-cepto�de�seguridad�pública�se�enriquece�ycaen,� dentro�de� su� ámbito�de� compren-sión,�no�solo�el�comportamiento�y�desem-peño� de� las� agencias� penales� sino� lascompetencias� de� las� instancias� públicas,cuyo�objetivo�consiste�en�establecer,�man-tener�y�eventualmente�restaurar�las�condi-ciones�de�un�estado�de� convivencia�quepermita�el�efectivo�ejercicio�de�derechos�ylibertades.�Este�es�precisamente�el�objetivoque�manda� el� derecho� y� que� la� políticadebe�mantener�y�ejercer�a�través�de�políti-cas�públicas�que�constituyen�un�conjuntointerrelacionado�de�decisiones.�Y�no�deci-siones�que�tienen�como�foco�un�área�de-terminada�o�conflicto�de�tensión�social.�Setrata� de� decisiones� adoptadas� formal-mente�en�el�marco�de�las�instituciones�pú-blicas�pero�que�han�sido�precedidas�de�unproceso�de�elaboración�en�el�cual�han�par-ticipado�una�pluralidad�de�actores�públicosy�privados.�

Luego,��a�partir�de�esta�clara�definición,�laspolíticas�públicas�en�materia�de�seguridad,son� políticas� públicas� multiagenciales� ymultiactorales.�Multiagenciales�porque�nobasta�solamente�para�atender�este�fenó-

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meno�la�concurrencia�de�las�agencias�delsector,�sino�todas�las�demás.�Fundamental-mente,�aquellas�que�tienen�que�ver�con�elgabinete�social�y�que�tienen�que�intervenira� la� hora� de� encontrar� cómo� se� baja� lacuota�de�violencia�en�lugares,�en�situacio-nes,�en�hipótesis.�En�donde�la�policía�persé,� o� el� sistema� penal� en� sí� mismo,� nopuede�encontrar�una�solución.�

Para� -no� hace� falta� ejemplarizar� dema-siado-�buscar�casos,�basta�mirar�lo�que�pasacon�el�problema�de�la�minoridad.�Han�tra-tado�de�demonizar�a�una�franja�etaria,�aniños,�adolescentes,�chicos�de�nueve,�diez,once,�doce�años�porque�roban,�pensandoque� la� solución� para� ellos� es� el� derechopenal,�cuando�salta�a�la�vista�y�es�claro,�queesos�chicos�hacen�lo�que�hacen�porque�tie-nen�un�fenómeno,�una�falta�de�contenciónsocial,�que�determina�este�conflicto�con�laley�penal.�

Son�multiactorales,�también,�las�políticaspúblicas�de�seguridad.�Porque,�a�decir�ver-dad,�hoy�no�se�puede�concebir�a�la�seguri-dad�aislada�de�un�fenómeno�o�proceso�de

empoderamiento�ciudadano,�en�donde�elciudadano�tiene�mucho�que�decir�o�muchoque�opinar�a�la�hora�de�arbitrar�algún�tipode�solución.�La�necesidad�de�constituir�o�deorganizar�la�participación�social�a�través�deforos,�o�de�la�manera�que�se�desee,�alrede-dor�de�los�problemas�que�los�afecte,�comola�seguridad,�tiene�que�ver�con�las�propie-dades�de�las�soluciones.�No�estaríamos�dis-cutiendo� tanto� con� la� comunidad,� nitendríamos�a�la�comunidad�exacerbada�pi-diendo�tales�o�cuales�medidas,�si�las�tuvié-semos� trabajando� comprometida� ymancomunadamente� en� un� proceso� deidentificación�de�la�problemática,�de�bús-queda�de�la�razón�o�de�la�verdad�en�unadiscusión�abierta,�como�facilitan�o�posibili-tan�los�foros.�Las�demandas�no�serían�errá-ticas,�las�demandas�serían�sociales,�de�lacomunidad,�tendrían�una�racionalidad�ab-solutamente�distinta.�Esto�lo�pudimos�ex-perimentar�en�la�provincia�de�Buenos�Airescon�la�actuación�de�los�foros�de�seguridad.�

Ciertamente�que�todo�esto�demanda�pro-puestas.�Quisiera�hacer�brevemente�los�li-neamientos� que� pueden� ser� una

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propuesta.�Veamos,�nosotros�necesitamosun�modelo�global�de�intervención.�Un�mo-delo� global� de� intervención� significa� verdesde�qué�ópticas�nosotros�podemos�em-pezar�a�encarar�el�fenómeno�de�la�delin-cuencia.� Hay� varias� etapas� por� las� quetenemos�que�transitar.�Primero,�una�etapadiagnóstica,� es� necesario� que� sepamosmuy�bien�qué�instrumento�vamos�a�utilizara� la�hora�de�determinar� la�conflictividadpenal,�la�conflictividad�social�criminalizada.Necesitamos�trabajar�en�las�investigacio-nes�de�campo,�necesitamos�las�encuestasde�victimización,�necesitamos�las�estadísti-cas�de�crimen,�necesitamos�tener�alertastempranas�o�mecanismos�de�alerta�tem-prana�-por�ejemplo�información�referen-ciada�del�911-,�necesitamos�trabajar�conmapas�vecinales�del�delito�y�también�nece-sitamos�la�compulsa�más�relevante�de�losíndices�de�desarrollo�humano�por�jurisdic-ción�y�su�correlación�con�los�índices�de�de-lito.� Esto� hoy� es� mensurable,� hoy� hayíndices�que�nos�permiten�establecer�unacorrelación�entre�el�aumento�del�delito�ylas�condiciones�sociales�y�demás.�

Después,�tenemos�que�ir�hacia�una�etapaoperativa�instrumental.�En�ella�se�definenlos�modelos�de�intervención�mulitagencial,multidiciplinario�y�multiactoral.�Creo�quehay�muchos�modelos�en�América�Latina,�esmuy�parecido�el�fenómeno�en�distintos�pa-íses.��El�problema�más�grave�es�la�exclusióny�la�inequidad�social.�No�tendríamos�los�fe-nómenos�de�delito�que�tenemos�hoy,�y�dela� magnitud� que� son,� si� tuviéramos� re-suelto�el�tema�de�la�conflictividad�de�los�co-lectivos� de� villas� y� demás.� Ese� es� elfenómeno�grave�que�tiene�América�Latina,ese�es�el�problema�que�tiene�América�La-tina.�Entonces,�necesitamos�crear�una�ma-triz�de�intervención�destinada�a�tratar� laproblemática�de�los�núcleos�poblaciones

que�constituyen�estos�colectivos��afectadospor�la�exclusión.�Nosotros�hicimos�un�Pro-grama�en�la�Provincia�de�Buenos�Aires�quese� llamó�“Seguridad:�Ciudadanía�–� Inclu-sión”.�Fue�consensuado�por�los�actores�so-ciales,� por� la� comunidad� académica,centrales�de�trabajadores.�En�fin,�por�todoslos�actores�que�podían�operar,�en�un�docu-mento�que�fue�público,�en�un�acto�que�fuepúblico.�Comenzamos�a�trabajar�en�un�con-glomerado�que�fue�Fuerte�Apache�pero,�la-mentablemente,�esto�se�discontinuó.�Estosignificaba�no�solamente�la�urbanización,sino�un�trabajo�social�sobre�los�grupos�hu-manos,�mejorando�todas�sus�condiciones�yparticularmente�su�inserción�social,�labo-ral,�económica.

Es�muy�conveniente�la�creación�de�un�ob-servatorio�de�la�violencia�y�el�delito.�Es�unrecurso�muy�apto�para�recopilar�informa-ción.�Hacer�un�eje�en�los�Municipios�conesto,�y�no�sólo�arrojar�la�información�a�tra-vés�de�los�observatorios,�sino�darle�la�infor-mación� a� los� distintos� sectores� de� lacomunidad,� para� que� esta� informaciónpueda� ser� transformada� en� propuestasconcretas�de�acción.�Es�necesario�constituirlos�foros�vecinales,�darle�intervención�a�lacomunidad,�aleccionar�a�la�comunidad,�ca-pacitarla,�darle�el�“Know�How”�para�podertrabajar�este�tipo�de�materias.�Es�necesarioreformar� las� instituciones�policiales.�Hayque�recuperar�el�poder�de�conducción�dela�policía,�la�conducción�policial�debe�sercivil.�La�policía�tiene�que�tener�la�conduc-ción�operativa,�pero�la�conducción�estraté-gica�debe�estar�en�manos�civiles.�De�modosustancial,�y�no�simbólico�como�ha�sido�tra-dicionalmente,�poniendo�la�institución�po-licial� en� manos� de� un� Ministerio� deGobierno�o�del�Interior.�

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Por�suerte�avanzamos�en�estos�pasos.�Hayun�Ministerio,�tanto�en�la�Provincia�de�Bue-nos�Aires,�un�Ministerio�en�la�Nación,�y�creoque�este�es�un�buen�camino.�Hay�que�des-centralizar�las�policías�con�eje�en�los�Muni-cipios.� Hay� que� resignificar� el� rol� de� laPolicía�Federal�y�generar�las�policías�comu-nales�en�el�interior,�dependiendo�del�Inten-dente�de�cada�lugar.�Hay�que�suprimir�elescalafón�de�los�Suboficiales,�hay�que�tenerun�escalafón�unificado,�ya�que�nada�justi-fica�que�haya�Suboficiales�de�baja�jerarquíafrente�a�cuerpos�de�oficiales.�No�hay�nin-gún�criterio.

Es�necesario�que�intervengan�las�Universi-dades�en�la�formación�policial,�en�la�impar-tición�de�la�currícula�policial.�Es�importantecrear�los�procesos�de�reforma�judicial,�quepermitan�establecer�un�principio�acusato-rio�puro,�la�desconcentración�de�las�funcio-nes� judiciales� entre� los� procesos� deinmediación,� la� desburocratización,� latransformación� de� las� oficinas� judicialesque�son�anacrónicas,�y�llegar�a�una�reformacarcelaria�que�haga�que�la�cárcel�empiecea�tener�un�poco�de�sentido.�La�cárcel�es�lacenicienta�porque�padece�las�deficienciasdel�sistema�judicial.��Y�existe�la�necesidad

de�cupificar�la�cantidad�de�presos.�Un�paístiene�los�presos�que�puede,�no�los�presosque�quiere.�Argentina�no�es�Estados�Unidosy�no�puede�tener�2�millones�y�pico�de�pre-sos�en� las�cárceles.�No�puede�tener�máspresos�que�esos�modestos�140�presos�cada100.000�habitantes,�que�es�más�o�menos�lamedia�y�a�veces�por�arriba�de�la�media,�quetiene�América�Latina.

Concluyendo,��creo�que�hay�una�responsa-bilidad�de�la�clase�política�dirigente�Argen-tina.�Creo�que�si�hay�un�tema�en�el�que�laclase�dirigente�es�puesta�a�prueba�es�en�eltema�de� la� seguridad.�No� se� puede�máshacer�seguidismo,�hay�que�asumir�respon-sabilidades�de�frente�y�de�cara�a�la�gente.No� decir� y� hacer� aquello� que� la� gentequiere�escuchar�o�propone�porque�sí,�por-que�ya�tuvimos�la�experiencia�nefasta�delas�leyes�dictadas�bajo�la�presión�de�esascircunstancias.� Creo� entonces,� que� estoque� nosotros� estamos� haciendo� y� todasestas�reuniones,�nuestras�opiniones�y�lasque�tantos�otros�expertos�darán�aquí,�ilu-minan�un�camino,�que�es�el� camino�quehabrá�que�recorrer,�el�de�la�racionalidad.�

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Una mirada al futuro de Argentina

Justicia y Seguridad en Argentina.

Debates pendientes (II).

Por Eugenio Raúl Zaffaroni *

* Ministro de la Corte Suprema de Justica de la Nación.

“Por�su�inmensa�población,�la�delincuenciaen�la�Ciudad�de�Buenos�Aires�aumenta�enproporciones�alarmantes,�agitando�sin�des-canso�sus�temibles�tentáculos.�Está�fuerade�toda�duda�que,�desde�unas�décadas�aesta�parte,�una�gran�crisis�moral�agita�elpensamiento�y�fatiga�las�conciencias,�y�queen�la�vida�ha�penetrado�una�desconfianza,una� incertidumbre,�una�perplejidad,�queafloja�los�vínculos�de�la�familia�y�desata�losde�la�sociedad.�Las�diarias�crónicas�de�san-gre�están�repletas�de�gestas�delictuosas,�lascuales�tienen�una�nota�temática�común:�Eldesprecio�de�la�vida�humana�en�sus�más�va-riadas�manifestaciones.�La�mano�se�armasin�una�causal�lógica”.�

Esto�lo�podemos�leer�en�cualquier�diario,�lopodemos�ver�en�la�televisión,�está�escrito�afines�de�1930,��Oreste�Ciattino�“La�delin-cuencia�en�Buenos�Aires”.�Les�leo�la�nota�dela�página�112,�del�mismo�libro,�claro.�

“El�6�de�septiembre�de�1930,�ante�un�díaradiante� de� sol,� la� población� de� BuenosAires� vio� triunfar� la� revolución,� que� fuecomo�la�reacción�del�pueblo�contra�un�es-tado�de�cosas�que�había�llegado�a�un�límiteextremo”,�aquí�termino�la�discusión�políticadel�problema�de�la�seguridad,�se�las�dejo�austedes.�

Paso�al�problema�real,�es�decir,�hay�un�pro-blema�político.�Como�dijo�un�ex�Jefe�de�Ga-binete�de�Sarkozy,�la�realidad�no�interesa,lo�que�interesa�es�la�proyección.�Bueno,�laproyección�la�dejo,�vamos�a�la�realidad.�Noporque�ambas�no�se�influyan,�desgraciada-mente.

Primero,�si�estamos�hablando�de�control,prevención�de�la�delincuencia�callejera,�di-gamos�de�la�“delincuencia�común”,�si�que-remos� controlar� un� fenómeno� delictivo,creo�que�la�única�forma�de�controlarlo��-esto�lo�vengo�diciendo�desde�hace�años-�esun�Programa�similar�a� lo�que�se�hace�enmateria�de�salud.�Es�decir,�tengo�que�vercuáles�son�las�patologías�más�frecuentes,tengo�que�investigar�esas�patologías,�tengoque�orientar�los�cañones�presupuestarios,que�no�son�nunca�ilimitados,�hacia�esas�pa-tologías�más�frecuentes�y,�conforme�a�lascaracterísticas�de�la�patología,�hacer�la�pre-vención.� Unas� requerirán� internación,habrá�que�hacer�hospitales,�otras�requeri-rán�vacunas,�etc.,�depende.

Bueno,�en�materia�de�prevención�del�delitopasa� lo�mismo.�Pasa� lo�mismo�porque�eldelito�no�existe.��El�delito�es�una�fracciónque�hacemos�los�juristas�en�la�dogmática,conducta�antijurídica�culpable.�Teorizamos,discutimos,�“el�dolo�está�acá,�el�dolo�esta

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allá”,�pero�es�una�fracción�el�delito�en�sí.�Loque�existe�en�la�vida�social�son�conflictos,que� son� diferentes.� Existe� el� homicidio,existe�la�estafa,�existe�la�violación,�existe�elrobo�a�mano�armada,�existe�el�robo�común,existe�el�hurto.�E�incluso�son�diferentes,�nosólo�porque�hay�un�tipo�penal�distinto,�sinoporque�la�cotidianeidad�se�presenta�con�ca-racterísticas�que�son�totalmente�diferentes.No�es�lo�mismo�un�homicidio�en�ocasión�derobo�que�un�homicidio�intrafamiliar.�No�eslo�mismo�el�asalto�a�un�banco�que�un�arre-bato�en�la�calle.�Sí,�pero�los�dos�son�robos,claro,�y�los�dos�anteriores�son�homicidios,efectivamente.

Tampoco�es�lo�mismo�el�problema�de�fre-cuencia�delictiva�en�Barrio�Norte�que�enCiudad�Oculta,�o�en�la�Isla�Maciel.

Bien,� entonces� lo� primero� que� tenemosque�hacer��para�prevenir�algo�es�conocerloy,�si�no�lo�investigamos,�no�lo�conocemos.Y�a�veces�tengo�dudas�de�si�a�alguien�le�in-teresa�hacer�prevención�sobre�la�frecuenciadelictiva�en�la�realidad.�Tengo�dudas�por-que�no�lo�investiga�nadie.�Tomemos�todoslos�presupuestos�de�seguridad.�No�se�des-tina�un�solo�peso�a�investigación�de�campo.¿Qué� quiero� decir� con� investigación� decampo?�Investigación�de�campo,�cuidadoque�no�es�estadística.�No�es�que�nos�tiranun�número.�La�estadística�nunca�es�inge-nua,�toda�estadística,�toda�recolección�dedatos�persigue�una�realidad.�De�lo�que�setrata�es�de�recoger�datos�del�conocimientodel�fenómeno,�de�la�conflictividad�concretaen�cada�barrio,�en�cada�manzana,�en�cadaparte�de�la�ciudad,�en�cada�Municipio,�etc.La�seguridad�no�es�una�cuestión�general,“tal�medida�va�a�proveer�de�seguridad�atodo�el�país”,�eso�es�absurdo,�nadie�puedecreer�eso.�“Si�subo�las�penas�van�a�bajar�los

delitos”,� y� no�pasa� absolutamente�nada,eso�no�tiene�incidencia�sobre�la�realidad.�

La� prevención� es� eminentemente� local.Para� ser� local� se� necesita� que� sea� local-mente�investigada,�esto�se�hace�a�través�deun� relevamiento� de� datos� intencional-mente� orientado,� preguntas� orientadashacia�el�objetivo�de�obtener�datos�con�fi-nalidad�preventiva.�Estadísticas�simples�nosirven,�pero�sí�protocolos�de�victimización,conforme�al�delito,�las�características�deldelito,�cuál�es�el� riesgo�de�victimización,qué�caracteres�tiene�la�victimización,�a�quéhora�se�produce,�cuándo�se�produce,�enqué�circunstancias�se�produce,�cuáles�sonlas�situaciones�vulnerables�a�la�victimiza-ción,�quiénes�son�los�autores�si�se�los�co-noce,�por�qué�se�desconoce�determinadonúmero,�por�qué�quedan�determinadas�ca-racterísticas�de�NN,�los�que�son�conocidosqué�características�tienen,�qué�faja�etaria,qué�sexo,�qué�condición�social,�qué�instruc-ción.�

No�tenemos�datos�de�esa�naturaleza,�no�te-nemos�los�datos�locales.�Son�30/40�pregun-tas,� por� caso,� que� hay� que� relevar� ydespués� elaborar.� No� sólo� las� preguntaséstas�que�nos�arrojan�datos,�también�hayencuestas� de� victimización,� también�hayencuestas�de�autoinculpación.�Si�quiero�in-vestigar�el�aborto�no�puedo� investigar�elaborto�con�las�causas�judiciales,�con�las�de-nuncias.�Necesito�encuestas�de�autoincul-pación� porque� prácticamente� no� hayabortos�que�lleguen�al�conocimiento�de�lajusticia.�Si�quiero�investigar�el�hurto�domés-tico,�tampoco,�normalmente�se�resuelve,se�echa�a�la�empleada,�se�terminó�el�hurtodoméstico,�no�se�hace�la�denuncia.�Hay�sí,algunos�delitos�que�tienen�cifra�dura,�la�de-nuncia�es�el�hecho,�el�hurto�de�automotor,

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claro,�todo�el�mundo�tiene�seguro�y�quieresacarse�de�encima�el�problema.�Un�homi-cidio�en�la�calle,�claro,�porque�queda�el�ca-dáver�tirado.�Pero�los�otros�no�son�cifrasduras,�es� lo�que�se� llama� la�zona�gris,� lacifra�oscura.�Todo�fenómeno�criminal�estárodeado�de�una�cifra�oscura�que,�en�algu-nas�es�muy�pequeña�pero,�en�la�gran�ma-yoría,� como� en� el� delito� contra� lapropiedad,�es�muy�amplia.�Esto�requiereuna�investigación�de�la�frecuencia�real,�conmetodología�un�poco�depurada,�no�es�tanfina�pero� sí�un�poco�depurada.�Además,qué� conflictividad� hay,� cómo� operan� lasinstituciones,�cómo�opera�la�policía,�qué�di-ficultades�tiene.�

Los�Consejos�de�Seguridad�son�observado-res�–�participantes.�Esto�es�recoger�la�acti-tud,� la� información� que� pueden� dar� losConsejos�de�Seguridad,�valerse�de�toda�lainformación�de�que�se�vale�cualquier�inves-tigación� de� carácter� sociológico� seria.Desde�la�primer�escuela�de�Chicago�hastahoy.�Nada�de�esto�se�hace.�No�sabemos�re-almente,�no�conocemos�el�fenómeno��quequeremos�prevenir.�Al�no�conocerlo,�tam-poco� sabemos� cómo� invertir� el� presu-puesto.�Seguridad�absoluta�no�existe�frenteal�delito,� toda�sociedad�tiene�delitos,�demodo� que� se� puede� sobreestimar� cual-quier�aspecto�de�la�seguridad�y�orientar�lainversión�presupuestaria�hacia�una�apre-hensión�que�realmente�no�es�sumamentegrave�y�descuidar�otras�que�tienen�mayorgravedad.�Mientras�no�tengamos�un�diag-nóstico,� estamos� invirtiendo� el� presu-puesto� de� seguridad� ciegamente,� sincriterio.

Claro,�en�cuanto�nos�metamos�a�ver�los�de-litos�en�particular,�la�delincuencia�que�que-remos� prevenir� y� fundamentalmente

comenzando�por�los�más�importantes,�esdecir,�la�protección�de�la�vida�humana,�elprimer�derecho�humano.�Nos�vamos�a�en-contrar�con�que�la�primera�amenaza�parala�vida�humana�no�está�dada�por�el�homi-cidio�doloso,�sino�por�el�homicidio�de�trán-sito,�que�es�la�principal�causa�de�muerte�dela�franja�etaria�joven.�Después�vamos�a�vercon�cierta�alarma�que�el�otro�temor�somosnosotros�mismos,�los�suicidas�claro,�si�nosdeprimimos�estamos�mal.�Y�luego�vamos�aver�que�sí,�que�está�el�homicidio�doloso.Pero�vamos�a�ver�que�el�homicidio�dolosoque�prevalece�nítidamente�entre�nosotroses�el�homicidio�doloso�entre�conocidos�eintrafamiliar.�Después�viene�el�homicidiodoloso� en� ocasión� de� robo,� sí� efectiva-mente.�Pero�parece�que�el�intrafamiliar�yentre� conocidos� no� sale� en� el� diario� niocupa� ocho� columnas.� Todas� las� otrasmuertes�no,�pese�a�que�la�gente�se�muerede�las�otras�muertes�y�se�muere�para�todala�vida�igual,�pero�esas�no�se�registran,�notienen� mucha� importancia.� Importanciatienen,� como� decía� este� colaborador� deSarkozy,�la�proyección.�Lo�que�se�proyectaes�homicidio�doloso�en�ocasión�de�robo.�Elresto�gracias,�enterremos�los�muertos,�y�nonos�enteramos.

Bien,�básicamente�si�no�hacemos�esto,�yono� sé� qué� prevención� vamos� a� hacer� ytodo�lo�que�estamos�diciendo�es�conversa-ción�de�café.�Es�como�si�dejásemos�la�tu-berculosis,� el� cáncer,� el� SIDA,� para� unadiscusión�de�café,�es�lo�mismo.�Nos�faltauna�política,�un�organismo�neutro,�neutral-mejor�dicho-,�que�sea�capaz�de�llevar�ade-lante�este�tipo�de�investigaciones.�Y�digoneutral�en�el�sentido�de�que�no�esté�mane-jado� por� ningún� segmento� del� sistemapenal.�Porque�cualquiera�de�los�segmentosdel�sistema�penal�que�lo�maneje�va�a�incli-

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nar�los�datos�para�morder�la�mayor�partedel�presupuesto.�Soy�claro.�

Creo�que�este�organismo�tendría�que�infor-mar�a�la�Cámara�de�Diputados�antes�de�queapruebe�el�presupuesto,�que�tenga�la�obli-gación�de�pasarle�el�informe�a�la�Cámara�deDiputados.�Esto�en�cuanto�a�la�prevenciónde�la�delincuencia�ordinaria.�No�puedo�ha-blar�más�porque�si�no�tenemos�estos�datos,lo�que�vamos�a�prevenir�no�lo�conocemos.Entonces�no�vamos�a�prevenir�nada,�y�siprevenimos�algo�será�por�pura�casualidad.

Si�me�preguntan�criminalidad�organizada,criminalidad�trasnacional,�ahí�yo�tengo�unaseria�duda.�No�me�refiero�con�criminalidadorganizada�a�una�banda�de�secuestradores,sino�a�nivel�de�lo�que�se�conoce�como�cri-minalidad� de� mercado,� ofrecimiento� deservicios�ilícitos�en�el�mercado,�o�sea,�dis-tribución�de�tóxicos,�tráfico�de�personas,tráfico�de�armas,�tráfico�de�objetos�falsos,marcas�falsas,�etc.�Sobre�toda�esta�crimina-lidad�de�mercado�yo�tengo�una�tremendaduda�que�la�he�planteado�en�varios�forosinternacionales,�y�nadie�me�responde.�Voya� plantear� la� duda,� yo� no� tengo� la� res-puesta.�La�respuesta�está�en�manos�de�loseconomistas,� son� los�únicos�que�puedenproveer�una�respuesta.�

Creo� que� toda� la� lucha� que� se� está� ha-ciendo�contra�la�criminalidad�de�mercado,tiene�un�efecto�paradojal:�reduce�la�oferta,mantiene�la�demanda,�la�demanda�rígida.Si�la�oferta�se�reduce�el�precio�del�servicioilícito�aumenta�y�las�ganancias�de�las�orga-nizaciones�criminales�también,�como�es�na-tural,�lo�que�elimina�del�mercado�son�laspymes�del�servicio�ilícito,�queda�la�gran�em-presa�del�servicio�ilícito�que�se�va�poten-ciando.� Es� decir,� estamos� potenciando

capital�ilícito,�estamos�potenciando�la�so-fisticación�de�la�empresa�criminal,�y�esta-mos� aumentando� la� enorme� capacidadcorruptora�de�todas�esas�empresas�crimi-nales.�

Se�supone�que�la�renta,�es�muy�difícil�cal-cularlo,� pero� se� supone� que� la� renta� detoda��esta�criminalidad�organizada�superalargamente�el�billón,�es�decir�el�millón�demillones�de�dólares�anual,�que�se�inyectaen�el�circulante�a�través�del�lavado,�que�esotro�servicio�ilícito�naturalmente,�que�tam-bién�se�ha�concentrado.�El�lavado�se�hacea�través�de�los�bancos�y,�además,�hay�refu-gios�fiscales,�que�algunos� llaman�paraísoporque�se�confundieron�al�traducir�“hea-ven”�con�“hell”,�pero�que�todo�el�mundoconoce�y�sabemos�donde�están.�Entonceslo�que�me�pregunto�aquí,�y�paro�en�la�pre-gunta�porque�la�respuesta�me�excede,�esuna�respuesta�para�economistas,�esto�cum-ple�una�función�macroeconómica.�¿Cuál�esesa�función�macroeconómica?,�y�si�es�po-sible�acabar�con�esto�sin�demoler�o�por�lomenos�lesionar�gravemente�el�sistema�fi-nanciero.�Los�Chicago�Boys�dicen�“si,�estova�a�ahorro”,�los�neokeynesianos�dicen�“no,se� produce� una� recesión� del� demonio”.Bueno,�la�respuesta�se�las�dejo�a�los�econo-mistas,�hablo�hasta�donde�sé,�lo�que�no�séno�hablo,�y�sé�poco�además.

Problema�de�seguridad�y�justicia�penal.�Lajusticia�penal�tiene�muy�poco�que�ver�conla�seguridad.�La�justicia�penal�llega�tarde,llega�cuando�ya�se�produjo�el�hecho,�dadoque�es�muy�poco�lo�que�puede�hacer�la�jus-ticia�penal.�De�cualquier�manera,�no�fun-ciona�bien,�no,�por�supuesto.�No�funcionabien�porque�tenemos�una�enorme�demoraen�los�procesos�penales,�por�más�que�se�haacortado.�Hoy�no�tenemos�los�procesos�pe-

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nales� que� teníamos� hace� 15� o� 20� años.Pero,�de�todas�maneras,�el�proceso�penales�lento.�

Tenemos�nuestras�cárceles�llenas�de�pro-cesos�preventivos,�es�decir�de�presos�sincondena.� Un� 60,� 70%� de� los� presos� denuestras� cárceles,� están� presos� por� lasdudas,�son�medidas�cautelares.�Es�decir,aplicamos� y� hacemos� ejecutar� la� penaantes�de�la�sentencia.�Se�está�difundiendopor� toda� la� región� de� América� Latina� � ytambién� por� nuestro� país� –lamentable-mente-�un�método�que�se�importa�de�Es-tados� Unidos,� un� método� muy� prácticopara�resolver�esto�que�se�llama�“la�nego-ciación”.��Es�muy�interesante,�se�lo�toma�alprocesado�y�se�le�dice,�“bueno,�negociá�conel�fiscal”�a�ver�si�ponen�algo�un�poco�menory�así�no�se�hace�el�juicio�oral,�“pero�yo�soyinocente�quiero�ir�al�juicio�oral”,�“anda�aljuicio�oral,�vas�a�ver�lo�que�te�va�a�pasar”.En�juicio�oral,�al�tercero�que�le�ponen�25años� de� perpetua,� chau,� se� acabo� elasunto,�todo�el�mundo�va�a�negociar.�Es�elmétodo�que�usan�en�EE�UU,�en�las�películasuno�ve�el�jurado,��garantías,�el�acusador,�elotro,�que�actúan.�Mentira,�eso�sucede�enel�3%�de� los�casos,�4%�con�suerte.�En�elresto,� sucede� esto,� agarran� al� negro,� ledicen�“vos�estás�acusado�de�violación”�(deuna� blanca,� porque� de� una� negra,� no),“como� estás� acusado� de� violación,� vení,firmá�por�estupro�que�es�menos�grave”.�Elnegro�dice�“no,�como�por�estupro�si�no�hicenada”.�Bueno,�lo�mandan�al�jurado,�en�eljurado,� lo� defiende� el� doctor� Piróscafo.Bueno,�así�le�va�al�negro,�silla�eléctrica,�listoterminamos�la�historia,�el�segundo�negrofirma�lo�que�sea.�

Es�decir,�vamos�de�tener�penados�sin�con-dena�a�tener�condenados�sin�juicio,�esa�es

la�alternativa�que�se�nos�está�ofreciendo.¿Tiene�esto�solución?�Sí,�la�tiene,�pero�hayque�repensar�todo�el�sistema�de�nuevo.

Napoleón�tenía�muchos�defectos�pero�noera�ningún�tonto.�Cuando�se�hace�la�clasi-ficación� tripartita� de� crímenes,� delitos� ycontravenciones,�en�orden�de�gravedad,�nose�la�hace�sólo�porque�se�le�ocurre�hacertres�libros�del�código�penal,�se�la�hace�por-que�eso�tiene�consecuencias�de�carácterprocesal.�Es�decir,�uno�es�el�procedimientopara�los�crímenes,�otro�es�el�procedimientopara�los�delitos�y�otro�es�el�procedimientopara�las�contravenciones.�Porque�a�Napo-león�se�le�ocurría�que�necesitaba�algún�di-nero�para�sus�empresas�bélicas�y�no�podíamalgastarlo�en�hacer�un�proceso�penal,�conla�corte�de�Assis�para�todo�el�mundo,�claro.Acá�parece�que�queremos�hacer�el�mismoproceso�para�todos�y�no�podemos.�No�po-demos�porque�no�hay�ningún�sistema�pro-cesal�del�mundo��que�tenga�presupuestocomo�para�hacer�esto.�Absolutamente�im-posible.�Entonces,�se�producen�todos�losfenómenos�que�padecemos�en�el�aparatojudicial.

La�solución�por�ende�es,�no�volver�a�críme-nes,� delitos� y� contravenciones� pero,� enorden�de�gravedad,�establecer�3,��4�o�5�ca-tegorías�distintas�de� infracciones�y,� con-forme�a�cada�categoría,�arbitrar�procesosdiferentes,�soluciones�diferentes,�incluso�laposibilidad�de�sacar�el�conflicto�del�ámbitopenal�y�llevarlo�a�un�ámbito�reparador,�aun�ámbito�restitutivo,�etc.�Todo�lo�que�hoyvoy�a�seguir�discutiendo,�que�es�la�justiciarestaurativa,�que�no�es�más�que�encontrarun�modelo�reparador�y�restitutivo,�en�lugarde�sacar�del�modelo�penal.�Es�decir,�lo�quehacían�los�indios�antes�de�que�llegaran�losespañoles.�El�último�grito�de�la�moda�que

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nos�llega�de�Europa�es�ese,�nosotros�lo�co-nocíamos,�los�europeos�acabaron�con�él,pero�ahora�nos�traen�el�otro.�Esta�sería�lasolución�para�tratar�de�racionalizar�la�justi-cia�penal�y�adecuar�a�las�posibilidades�pre-supuestarias� de� un� país� en� dondenecesitamos�presupuesto�para�otras�cosas.No�podemos�dedicar�todo�el�presupuestoa�una�cuestión�penal.�

Por�otra�parte,�menos�aún�podemos�hacerla�locura�del�modelo�que�nos�viene�de�Es-tados�Unidos,�que�es�tener�cualquier�can-tidad�de�presos.�Tendríamos�que�tener�unorganismo�serio�que�nos�diga�cuantos�pre-sos�podemos�tener�en�condiciones�mínima-mente�dignas,�no�más.�No�vamos�a�soltarhomicidas,�no�vamos�a�soltar�violadores,no.�Hay� una� faja�media,� de� criminalidadmedia,�que�no�es�necesaria�tenerla�presa.Es�una�decisión�política�a�quién�de�ellos�setiene�preso� y�quién�de�ellos�no� se� tienepreso.�Hay�una�faja�de�criminalidad�leve,hay�una� faja� de� criminalidad�media,� hay

una�faja�de�criminalidad�grave.�Nadie�va�asoltar�a�nadie�de�criminalidad�grave.�Perola� criminalidad�media,� ahí� se� elige,� cadapaís�decide.�Puede�darse�una�solución�ins-titucionalizadora�o�puede�darse�otra,�es�ar-bitrio�político�eso.�Bien,�el�problema�es�eso,adecuar� esa� faja� de� criminalidad�media.Cuánto�de�eso�se�institucionaliza,�cuántono�se�institucionaliza,�a�la�capacidad�dispo-nible�que�tengamos�en�el�ámbito�prisional.Estas�son�las�medidas�para�enfrentar�la�re-alidad.�

Sé�que�no�es�fácil,�no�porque�las�medidasno�sean�fáciles�de�instrumentar�sino�por�lasdificultades�prácticas�de�instrumentación.No�es�fácil�por�la�proyección,�no�es�fácil�porlos�intereses�sectoriales�que�puede�afectar,no�es�fácil�por�los�intereses�inconfesablesque�puede�afectar,�no�es�fácil�por�el�riesgode�autonomización�de�agencias�del�sistemapenal,�que�puedan�poner�en�peligro�la�es-tabilidad�democrática,�etc.�Sí,�sé�que�haydificultades�políticas,�de�esas�no�me�ocupo,

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Los Intelectuales y su rol en la

realidad política actual y en el futuro.

Por José Pablo Feinmann *

* Ensayista y Novelista. Autor de varias obras, entre ellas “Filosofía y Nación: Estudios sobre el Pensamiento Argentino” y “La sangre de-

rramada”.

No�voy�a�revelear�mucho�sobre�como�vamosa�llegar�al�Bicentenario.�Se�va�a�llegar�mal.Por�un�lado�va�a�haber�festejos�oficiales,�ypor�otro�va�a�haber�festejos�de�la�eterna-mente�llamada�oposición.�Oposición�que�hatomado�una�entidad�ontológica.�Este�con-cepto�de�oposición,�como�si�fuera�una�afir-mación� contundente� ser� opositor.� Enrealidad,�ser�opositor�no�es�tener�una�enti-dad�propia.�El�opositor�se�opone�a�algo,�perotodavía�no�nos�ha�dicho�a�que�no�se�opone,o�sea,�qué�es�lo�que�él�cree�que�es�lo�suyo.Suponemos�que�no�se�opone�a�sus�propiasideas.�Pero�no�sabemos�cuáles�son�sus�pro-pias�ideas,�tal�vez�lo�sospechamos.

La�Argentina�está�en�un�momento�muy�de-licado,�América�Latina�también.�Los�gobier-nos�incomodan�mucho�a�la�administraciónnorteamericana,�sea�blanca,�seminegra�di-gamos,� (porque� tampoco� podemos� decirque�el�Presidente�actual�de�Estados�Unidosse�distinga�por�su�negritud,�es�un�muchachoafrican� –� american� –� pálido� digamos).� Loque�tiene�de�formidable�es�una�mujer�quees� realmente�negra,�no�sé�si�ustedes�hanvisto�a�Michell�Obama,�es�lo�que�nosotrosllamamos�un�miñón,�no?�Es�francamente�unminón.

Pero�vamos�a�llegar�mal,�porque�acá�todoslos�grandes�medios�están�en�contra�del�pro-

yecto�del�MERCOSUR,�de�la�alianza�con�losgobiernos�populares�de�América�Latina,�delo�que�llaman�los�populismos�de�América�La-tina.�Pero�no�nos�asombremos,�tienen�todoslos�medios,�van�a�seguir�insistiendo�desde�laradio,�la�televisión,�los�medios�gráficos,�po-derosos�que�tienen.�Pero�no�nos�tenemosque�asombrar.�

El�primer�Centenario�también�se�festejo�enmedio�de�una�terrible�desunión,�y�en�estadode�sitio,�porque�en�1909�Simón�Radowitzkyhabía�hecho�volar�a�Ramón�Falcón�y�eso�erauna�muy�mala�señal,�y�la�chusma�ultrama-rina,�como�le�decía�la�oligarquía�Argentina�ycierta�burguesía�del�puerto,�había�traído�conella�a�unos�ejemplares�altamente�incómo-dos�que�eran�los�anarquistas,�los�ácratas.�Deaquí�que�se�hubiera�dictado�la�Ley�de�Resi-dencia,� que� amenazaba� con� expulsar� delpaís�a�todo�aquel�que�incurriera�en�activida-des�ajenas�al�espíritu�nacional,�que�nunca�sesupo� bien� cual� era.� Pero� lo� fuimos� averi-guando�a�lo�largo�de�los�años�porque,�comodice�el�General�López�Aufranc,�con�la�sangrese�aprende�mucho,�entonces�ellos�nos�en-señaron�así.�Este�espíritu�nacional,�es�antetodo�católico,�después�es�negador�de�la�in-tervención�del�Estado�en�la�economía,�des-pués�responde�a�los�intereses�de�las�clasesligadas�al�agro�y�a�la�ganadería�y��a�los�inte-reses�de�las�clases�ligadas�a�las�finanzas,�y�el

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empresariado.�A�los�intereses�que�no�res-ponde�es�a�los�intereses�populares.�Nuncarespondió�a�esos�intereses.

Nosotros�empezamos�nuestra�historia�de�unmodo�muy�interesante.�Se�produce�un�mo-vimiento�político�el�25�de�mayo�de�1810,�yhay�buques�anclados�en�el�estuario�del�Ríode�la�Plata,�buques�ingleses�que�festejan�esallamada�Revolución,�con�salvas�de�cañona-zos.�Esto�ya�permitiría�preguntarse�por�quélos� ingleses� festejaban� la� Revolución� de1810.�Bueno�es�muy�sencillo,�la�Revoluciónde� 1810� fue� progresiva,� indudablementeprogresiva,�porque�fue�el�intento�de�salir�dela�vieja,�estancada,�arcaica�globalización�es-pañola�en�la�cual�estábamos�metidos,�y�bus-car� integrarnos� a� la� globalización� delprogreso,�a�aquellas�grandes�potencias�y�algran�imperio�del�Siglo�XIX�que�fue�el�que�di-bujó�el�rostro�de�todos�los�países�que�sur-gieron�en�el�S.XIX:�Inglaterra.�

Entonces,�si�bien�Moreno�y�Castelli,�fantase-aron�en�el�Plan�de�Operaciones,�que�es�unhermoso�texto�y�que�propone�confiscar�lasfortunas� parasitarias.� Fíjense� que� corajetenía�Moreno,�a�Cristina�Fernández�un�3%casi�la�tira�al�diablo,�y�Moreno�quería�con-fiscar�las�fortunas�parasitarias.�Decía,�si�po-nemos�500�millones�en�el�centro�del�Estado,vamos�a�poder�logar�un�desarrollo�muy�im-portante�en�el�país,�el�asunto�era�de�dóndepensaba�sacar�los�500�millones�de�pesos.�Sí,se�los�pensaba�sacar�a�las�clases�más�adine-radas.�Pero�lo�iba�a�conseguir�únicamente�silas�clases�más�adineradas�fueran�generosas,desprendidas�y�se�los�dieran�de�buena�fe.�Eldía�que�esto�ocurra�bajará�el�Mesías�o�seráque�algún�Dios�apareció�de�nuevo�por�la�tie-rra.� Esto�no�va�a�ocurrir� nunca,�para�queocurra�habría�que�lograr�algo�que�a�Morenono�le�importo�lograr,�que�es�la�movilización

de�las�masas.�

En�realidad,�Moreno,�esto�es�muy�lindo,�laverdad�que�es�un�regalo.�Moreno�tenía�elmismo�problema�que�Lenin,�el�mismo,�Mo-reno� era� un� Jacobino,� había� traducido� aRousseau,�admiraba�a�Robespierre,�a�SaintJust,�y�quería�hacer�una�revolución�Jacobina,sangrienta,�que�cortara�cabezas.�El�Plan�deOperaciones�en�este�sentido�es�totalmentesanguinario,� tiene� partes� espectaculares,“hay�que�derramar�arroyos�de�sangre”�dice,y�al�que�delata�a�otro,�aún�cuando�averigüe-mos�que�esa�delación�no�es�cierta,�o�es�in-justa,�igual�hay�que�detener�al�delatado�paradarle�satisfacción�al�delator�que�ha�actuadocomo�un�patriota.� Bueno,� después�decía,quizás�sorprenda�estas�proposiciones�quehago�que�son�más�dignas�de�los�“caribes”,así�llamaba�los�indios,�antropófagos�y�esascosas�que� imaginaba,�que�de�gente�civili-zada�como�nosotros,�pero�una�revolución,�siquiere�mantenerse�debe�mantenerse�por�elterror.�

Esta�frase�la�va�a�decir�Engels�en�un�textoque� se� llama� “De� la� autoridad”,� y� la� va� adecir�también�Salvador�María�del�Carril�enla�carta�que�le�dirige�a�Lavalle,�donde�dice“El�precio�de�la�victoria�es�el�poder”�o�sea“fusile�a�Dorrego”.�Entonces�que�hace�Mo-reno,�Moreno�decide�hacer�una�revolución,entonces�lo�llama�a�Castelli�y�le�dice�“vamosa�hacer�una�revolución”.�Supongamos�queCastelli�le�pregunta�¿Quiénes?,�“Vos�y�yo”,entonces�Castelli�le�dice,�“bueno�tenemosun�problema,�en�el�interior�a�Liniers�lo�apo-yan�esas�masas�ignorantes,�godistas�ligadasal�españolismo.�Bueno,�matemos�a�Linierspara�demostrar�que�somos�revolucionarios”.Lo�matan�a�Liniers,�pero�ahí�Moreno�se�dacuenta�de�algo�de�lo�que�carece,�el�es�un�Ja-cobino�que�no�tiene�una�burguesía.��Esta�es

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una�tragedia�muy�seria�porque�si�uno�quiereser�un�pianista�y�no�tiene�piano,�si�quiere�serun�sastre�pero�no�tiene�telas,�si�quiere�serun�pintor�pero�no�tiene�pintura,�no�le�va�a�irbien.�Entonces,�Moreno�no�tenía�una�bur-guesía�como�tenia�Robespierre�que�era�elmomento�de�ascenso�de�la�burguesía,�esoes�la�Revolución�Francesa�que�entre�parén-tesis�es�una�admirable�revolución,�es�la�quemejor�salió,�la�mejor�hecha�de�todas.�Enton-ces�Moreno�no�tenía�una�burguesía�revolu-cionaria,�entonces�no�puede�hacer�nada,�loderrota�el�muy�corto�de�luces�Cornelio�Saa-vedra,�sí,�muy�corto�de�luces.�

Bueno�hay�un�movimiento�el�5�y�6�de�abrilde�1911,�pero�el�caso�es�que�a�Moreno�lofletan.�Ahí�una�versión�conspirativa�y�pia-dosa�que�quiere�hacer�de�Moreno�un�tipoaltamente�peligroso,�que�afirma�que�lo�en-venenan�durante�el�viaje,�pero�no�se�ve�enclaro� quién� lo� podría� envenenar.� PorqueMoreno�con�Inglaterra�se�llevaba�bastantebien,�le�iba�a�dar�la�Isla�de�Martín�García.�LaIsla�de�Martín�García,�en�el�plan�de�opera-ciones�Moreno,�se�la�iba�a�dar�a�Inglaterra�ySaavedra�no�tenia�cerebro�como�para�enve-nenar�a�Moreno,�así�que�vaya�a�saber�quepaso�ahí�en�el�barco�en�que�iba�Moreno.

Bueno� desaparece� Moreno.� Moreno� notenia�burguesía,�al�no�tener�burguesía�nopodía�ser�Jacobino,�un�Jacobino�sin�burgue-sía,�bueno,��es�como�un�peluquero�sin�na-vaja�o�sin�tijera,�no�puede�trabajar.�Pero�esel�mismo�problema�que�tenia�Lenin,�Lenincuando�decide�hacer�la�revolución�en�Rusia,se�da�cuenta�que�carece�de�un�proletariadorevolucionario.� Fíjense� ustedes� que� pro-blema,�es�el�mismo�problema,�estaba�llenode� campesinos� Lenin.� Lenin� habrá� dicho“que�desgracia,�el�país�está�lleno�de�campe-sinos,�no�hay�más�que�campesinos,�no�hay

un�proletariado� industrial� revolucionario,como�pide�Marx,�para�hacer�la�revoluciónque�sepulte�a�la�burguesía”.�Entonces�Lenindice,�no��importa,�nosotros�vamos�a�hacerla�revolución�igual,�y�otros�le�dicen,�no,�hayotro�camino.�¿Cuál?�Bueno,�esperamos�60,70�años,�desarrollamos�a�la�burguesía,�y�deldesarrollo�de�la�burguesía�va�a�surgir�el�pro-letariado�revolucionario,�porque�eso�está�enel�Manifiesto�Comunista.�Bueno,�Lenin�a�eselo�habrá�hecho�fusilar�seguramente,�y�habrádecidido�lo�que�decidió,�o�sea,�la�tarea�de�lavanguardia�ilustrada,�que�es�la�elite�revolu-cionaria.�Va�a�consistir�en�que�el�paso�delcampesinado�a�su�condición�de�proletariadorevolucionario�se�dé�por�el�lado�de�la�ideo-logía.�Lo�que�piensa�Lenin�es�que�si�la�van-guardia� ilustrada� le� baja� línea� alcampesinado,�le�baja�la�línea�de�la�revolu-ción�socialista,�que�es�la�que�debería�tenerun� proletariado� revolucionario� que� él� notiene,�pero�si�el�partido�de�vanguardia�de�larevolución�se�hace�cargo�de�la�dictadura�delproletariado,�que�como�no�tiene�proleta-riado�esa�dictadura�la�van�a�ejercer�cuatroo�cinco�que�van�a�tener�la�ideología�de�la�re-volución�y�se�la�van�a�dar�a�las�masas.�

Entonces�bueno,�este�esquema,�como�todosustedes�saben,�no�funcionó,�porque�Leninse�muere�y�el�partido�de�vanguardia�de�larevolución�se�transforma�en�élite�revolucio-naria.�El�partido�transforma�la�doctrina�re-volucionaria� en� dogma� revolucionaria,� lavanguardia� se� transforma�en�el� grupo�deelegidos�que� va�a�dirigir� la� revolución�ennombre�del�proletariado�que�no�existe,�va�aejercer� la� dictadura� del� proletariado� ennombre�del�proletariado.�El�partido�de�van-guardia�se�transforma�en�una�organizaciónburocrática.�Al� frente�del�partido�de�van-guardia�hay�que�poner�a�un�líder�revolucio-nario,�y�ahí�ponen�a�Stalin�y�ahí�se�pudre

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todo.�

Se�pudrió�todo,�entonces�ahí�vemos�que�loque�le�faltaba�a�Moreno�y�lo�llevo�al�fracaso,que�era� la� burguesía� revolucionaria� Jaco-bina.�Le�faltó�a�Lenin�el�proletariado�indus-trial,�que�lo�intentó�reemplazar�de�un�modoque�resultó�casi�dialécticamente�necesariodel�modo�que� finalmente� resultó.�AparteLenin�seguía�el�concepto�de�Marx,�de�dicta-dura�del�proletariado,�que�fue�uno�de�losconceptos�más�desafortunados�de�Marx�ycuriosamente� el� que� Marx� considerabacomo� el� más� original� de� sus� conceptos.Cuando�empieza� la�dictadura�del�proleta-riado�la�verdad�no�termina�más.�Porque��elproletariado�queda�apartado�de�la�conduc-ción�de�la�dictadura�y�la�conducción�de�ladictadura�queda�en�manos�de�una�elite�van-guardista�revolucionaria�que�consagra�a�unlíder�que�termina�incurriendo�en�el�culto�ala�personalidad�de�ese�líder.�

Bueno,�así�fracasa�la�Revolución�de�Mayo.Alberdi,�en�un�texto�que�es�el�tomo�V�de�losEscritos�Póstumos,�que�creo�que�el�gran�pe-ñalillo�tradujo�como�“Grandes�y�pequeñoshombres�del�plata”.�Alberdi�tiene�un�párrafo,unos�capítulos�maravillosos�sobre�la�Revo-lución�de�Mayo.�Además�es�Juan�Bautista�Al-berdi,� yo� digo� esto� porque� digamos� quealgunos�historiadores�que�quieren�hacer�dela�Revolución�de�Mayo�un�hecho�glorioso,auspicioso,�y�de�Moreno�un�héroe�revolu-cionario�puro�y�de�Castelli�también,�y�uno�sepregunta�por�qué�todo�salió�tan�mal�si�em-pezamos�tan�bien.�No�habíamos�empezadotan�bien,�habíamos�empezado�con�dos�tiposmuy�inteligentes�pero�que�no�tenían�lo�quenecesitaban�tener�y�que�en�todo�caso�no�seocuparon�de�crearlo�o�de�buscarlo�porqueestaba�en�las�provincias.�Pero�para�estos�dosilustrados�abogados�porteños�lo�que�había

en�las�provincias�era�el�atraso,�la�barbarie,el�godismo,�el�pasado.�Entonces�así�no�ibana�ningún�lado.�Alberdi�dice�entonces,�“La�Re-volución�de�Mayo�fue�el�reemplazo�del�co-loniaje� español� por� el� coloniaje� porteño,sobre�las�provincias”.�Admirable�lucidez�deAlberdi,�“fue�un�proceso�de�colonialismo�in-terno”,�Alberdi�usa�la�palabra�colonialismointerno,��que�la�va�a�retomar�Gunder�Franken�la�teoría�de�la�dependencia�en�los�años´80.�

Fue� un� proceso� de� colonialismo� interno.Buenos�Aires�a�partir�de�ahí�se�dedica�a�do-minar� a� las� provincias.� Las� provincias� noestán�representadas�por�Buenos�Aires,�tal�esasí�que�cuando�se�forma�la�Junta�Grande,Moreno�ahí�se�tiene�que�ir,�porque�Morenocomo�revolucionario�necesita�un�Ejecutivorestringido.�El�error�de�los�revolucionarioses�que�siempre�necesitan�un�Ejecutivo�res-tringido,� los� revolucionarios� siempre� sonpocos,�¿no?�Hay�una�jefatura,�una�vanguar-dia�revolucionaria�que�trabaja�desde�afueradel�pueblo�porque�cree�tener�las�leyes�de�lahistoria,�cree�conocer�las�leyes�de�la�historia.Entonces�esto�los�lleva�a�creerse�superioresal�pueblo,�que�no�conoce�las�leyes�de�la�his-toria.�Entonces�la�función�de�la�vanguardiaes�transmitirle�al�pueblo�las�leyes�de�las�his-toria�para�que�el�pueblo�pueda�pasar�a�teneruna�conciencia�superior�pues�tiene�una�in-ferior,� entonces�no�pueden� contar� con�elpueblo.�

Alberdi�después�intenta�acercarse�a�Rosas,y�esto�asemeja�mucho�a�Alberdi�con�la�situa-ción�de�los�Montoneros�frente�a�Perón.�Por-que�Alberdi�dice� “Mayo� fue� la�hora�de� laespada,�Rosas�es�la�era�del�orden,�ahora�ne-cesitamos�la�era�de�la�inteligencia”�y�esa�eraél.�Él�fue�la�era�de�la�inteligencia.�Y�escribeun�texto�hermoso,�“Fragmento�Preliminar�al

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Estudio�del�Derecho”�de�1835,�donde�elogiaa�Rosas.� La� idea�de�Alberdi�era�dárselo�aRosas,�Conducción�Alberdi�–�Rosas,�aunqueno�rime,�lo�que�Alberdi�proponía�era�eso.�Encaso�de�encontrarse�“Vea�Don�Juan�Manuel,usted�es�un�gaucho�bruto,�pero�ha�impuestoel�orden�en�la�patria,�yo�que�soy�un�Doctoren�leyes,�y�un�joven�muy�inteligente,�le�voya�dar�la�ideología,�porque�usted�no�la�tiene”.Entonces�qué�pasa�con� los�Montoneros�yPerón,�pasa�algo�muy�similar.�Cuando�la�JPentusiasmada�con�la�campaña�electoral,�en-tusiasmada�con�toda�la�revolución�que�ve-nían� realizando� desde� el� secuestro� y� lamuerte�de�Aramburu,�lo�van�a�ver�a�Perón�-esto�es�muy�gracioso,�estoy�divagando-�por-que� ellos� consideran� que� han� hechomuchísimo,�han�derramado�sangre,�enton-ces�hacen�una�equivalencia�entre�sangre�ypoder.� “Nosotros� que� derramamos� tantasangre,�nos�corresponde�mucho�poder”.�

Bueno,�lo�van�a�ver�a�Perón�y�le�dicen�“que-remos�darle�una�lista�de�300�nombres�paraque�usted�los�incluya�en�el�Gobierno�que�vaa�presidir”.�Y�parece�que�le�dan�la�lista�así�y

Perón�la�guarda�así�-ni�la�mira-,�y�les�cuentael�siguiente�cuento:�“miren�muchachos,�us-tedes�confían�mucho�en�mi,�y�les�voy�a�con-tar� un� cuento:� Un� día,� un� chico� judíoSamuelito,�cumple�años,�y�el�padre�le�dice,vení�Samuelito�que�te�voy�a�dar�un�regalo,�yle�dice�el�regalo�está�arriba�del�ropero,��-�ah,padre,�no�sé�cómo�subir�del�ropero.�-�Yo�tevoy�a�dar�una�escalera.�Le�da�una�escalera,Samuelito�empieza�a�subir�y�al�cuarto�esca-lón�o�el�quinto,�el�más�alto,�está�roto,�Sa-muelito�no�se�da�cuenta�y�se�hace�pelotacontra� el� piso.� Entonces� lo�mira� al� padreatónito�y�le�dice�–�y�el�regalo?�–�Este�es�elregalo�hijo�mío,�no�aprendas�a�confiar�ennadie,�ni�siquiera�en�tu�padre”.�Se�fueron�to-talmente�preocupados�de�ahí.�Pero�la�ver-dad� que� Perón� había� sido� totalmentesincero�con�ellos,�acá�conduzco�yo,�no�mevengan�a�decir�que�vamos�a�compartir� laconducción�y�que�ustedes�me�van�a�dar�laideología,� yo� la� ideología� la� tengo� desdehace�rato.�

Tal�es�así�que�Perón�repite�sus�mismas�ver-dades�ideológicas�tanto�en�el�´73�como�en

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el�´45.�Le�había�tirado�a�la�juventud,�trasva-samiento�generacional,�socialismo�nacional,actualización�doctrinaria,�esa�sobre�todo�esmuy�graciosa�porque�no�hubo�nada�de�eso.Pero�ahí�necesitaba�a�la�juventud,�para�quese�movilizara,�concientizara,�fuera�a�los�ba-rrios,�y�así�lo�hizo�la�juventud.�Los�mucha-chos�tienen�que�seguir�pegando,�hay�quedarles�duro.�Y� los�otros�tienen�que�seguirconciliando,�y�los�otros�tienen�que�seguir�ha-ciendo�esto,�y�yo�conduzco�todo.�Porque�enel�movimiento�peronista�tiene�que�haber�detodo�-decía�Perón-�y�yo�actúo�como�el�padreeterno.�Cuando�se�forman�dos�bandos�pe-ronistas,�yo�los�llamo�y�les�digo�“Bueno,�mu-chachos�-así�como�hablaba�Perón,�yo�no�lopuedo�imitar�en�la�voz,�por�lo�menos�digo�loque� decía� Perón-� bueno,� muchachos� dé-jense�de�macanas,�y�arréglense”.�Esa�la�fun-ción�de�padre�eterno�que�es�el�que�está�enla�conducción�estratégica.�No�es�meterse�enel�problema,�es�estar�fuera�del�problema�yarreglarlo.

Ahora,�imaginenemos�la�siguiente�situación.Al�día�siguiente�de�Ezeiza,�Perón�llama�a�unamesa�y�pone�de�este� lado�a�Brito�Lima,�aNorma�Kennedy,�a�Osinde,�y�de�este� ladopone�a�Firmenich,�a�Perdía,�a�Abal�Medinapor�supuesto;�bueno�Abal�Medina�era�muyinteligente,�digamos�que�era�el� represen-tante�que�quedaba�de�la�Juventud�porquePerón�había�descabezado�a�Galimberti.�Ga-limberti� como� buen� “pelotudo”� le� habíadado�a�Perón�en�bandeja�el�motivo�para�quelo�descabezara,�porque�propuso�formar�mi-licias�populares,�aterrorizó�a�todo�el�mundo.Ustedes� imaginan�milicias� populares;� eramítico�que�Evita�había�querido�formar�mili-cias�populares�para�defender�a�Perón�en�losúltimos�tiempos.�Entonces�Perón�lo�llama�aMadrid�y�lo�descabeza,�la�Juventud�quedasin�representantes,�salvo�Juan�Manuel�Abal

Medina� (padre),� que� era� tan� hábil� comopara�poder�dialogar�con�todos.

Entonces,� digamos�que�de� este� lado�estáBrito�Lima,�a�Norma�Kennedy,�y�Osinde�y�deeste�lado�Firmenich,��Perdía,�a�ver�ponga-mos�a�alguien…�Carlos�Kunkel,�muy�bien,muy�bien�“ese�montonero�tira�bombas�quegobierna�la�Argentina”�como�dicen�los�bue-nos� adversarios� políticos.� Carlos� Kunkel,claro,�había�laburado�muy�bien�en�Ezeiza,�yestaba�Nilda�Garré,�y�también�estaba�Lupin-anduvo�con�un�coche�salvando�compañe-ros-,�Lupin�es�nuestro�ex�Presidente.�

Había� laburado� muy� bien� Carlos� Kunkel.Imaginen�la�siguiente�situación,�Perón�lesdice,�al�día�siguiente�de�Ezeiza,�“bueno,�mu-chachos,�arréglense,�déjense�de�macanas,esto�tiene�que�arreglarse”.�Bueno,�el�caso�esque�Perón�ahí�ya�no�puede�hacer�de�padreeterno,�y�no�lo�quiere�hacer,�no�lo�hace,�por-que� Perón� se� embandera� decididamentecon�la�derecha,��o�sea�que�Perón�deja�de�serahí�padre�eterno.�Desde�el�21�de�junio�eligela�derecha.

Volvemos�entonces�a�la�historia�argentinaluego�de�esta�larguísima�digresión.�La�histo-ria�argentina�sigue�desarrollándose�al�ritmodel�concepto�que�va�a�elaborar�genialmenteSarmiento�en�Chile,�concepto�de�civilizacióny�barbarie.�Que�es�también�esto�de�civiliza-ción�y�barbarie�que�existe�hoy.�Hoy�cuandoesta�señora,�con�exceso�de�peso�que�está�alfrente�de�un�partido�político,�habla�de�loscentros�urbanos,�que�debe�ir�al�rescate�deesa�pobre�gente�que�esta�manejada�por�lospunteros�del�Kirchnerismo,�está�haciendouna� cosa� de� civilización� y� barbarie.� Hoytodos�nosotros,�que�vivimos�en�la�opulentaCiudad�de�Buenos�Aires,�somos�la�civiliza-ción,�nos�guste�o�no,�aun�cuando�digamos

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que� queremos� mucho� a� los� bárbaros.� Sivamos�a�una�villa�miseria,�yo�diría�que�másque�convencerlos�que�somos�sus�verdade-ros�amigos,�vamos�a�salir�deteriorados,�muydeteriorados,�como�esos�tipos�que�metenen�las�cárceles�para�castigarlos,�porque�yano�hay�clase�obrera�y�lo�que�hay�es�una�mar-ginación�ofensiva,�y�una�gran�delincuenciaporque�hoy�la�clase�obrera�ha�devenido�adelincuencia.�Este�concepto�después�lo�po-demos�analizar�porque�es�muy�cruel�y�hayque�analizarlo�mejor.�

Entonces,�la�idea�de�Sarmiento�de�civiliza-ción�y�barbarie�sigue�vigente�hoy.�Macri�esla�civilización�y�¿qué�le�piden?�“¡Saquen�alos�negros�de�aquí,�por�favor,�no�queremosnegros�en�esta� ciudad,�no�queremos�a� labarbarie�en�el�corazón�de�la�civilización!”

Entonces,�Sarmiento�en�Chile�en�1845,�ungran�talento,�comienza�a�publicar�en�el�dia-rio� El� Progreso,� entregas� de� “Facundo”.Bueno,�“Facundo”,�y�esta�es�una�teoría�queme�pertenece,�es�una�historia�de�amor.�Lapregunta�sería�¿cómo�va�a�ser�una�historiade�amor?�Ese�libro�lleno�de�sangre,�lleno�deodio�de�Sarmiento�hacia�los�gauchos.�Perono,�Sarmiento�hace�un�gran�libro�porque�seenamora� de� Quiroga.� Quiroga� tiene� talpoder� literario,� como� elemento� literariosobre� Sarmiento,� que� lo� deslumbra.� Escuando�la�materia�de�la�literatura�terminapor�conquistar�al�escritor,�y�el�escritor�serinde�ante�su�personaje�y�comienza�a�des-lumbrarse�por�éste�y�casi�entonces�es�es-crito�por�su�personaje,�más�que�escribir�él.�

Sarmiento,�-esto�es�un�fenómeno�fantásticoen�la�historia�de�la�literatura-�que�se�pro-pone�escribir�un� libro�para�denigrar�a� losgauchos,�para� justificar� su�exterminio,� esconquistado�por�el�personaje�a�quien�quiere

biografiar.� Entonces,� la� descripción� quehace�de�Quiroga�llega�en�partes�a�ser�muyconmovedora.�Dice�por�ejemplo:�“es�la�fi-gura�más�americana�de�la�revolución”.�Fí-jense�que�inteligente�Sarmiento,�porque�siun�tipo�en�1845�quería�hacer�una�literaturanacional,�no�tenía�que�escribir�sobre�Riva-davia,�no�tenía�que�escribir�ni�siquiera�sobreSan�Martín,� tenía�que�escribir� sobre�estegaucho�de�vida�azarosa,�violenta,�sanguina-ria,�pasional,�de�batallas�y�de�gauchos�hara-pientos,�que�lo�seguían�con�sed�de�justicia�yde� poder.� Este� personaje� con� bosque� depelo,�como�decía�Sarmiento,�lo�fascina�tre-mendamente.�Y�es�un�gran�libro,�y�más�aun,el�verdadero�poema�épico�de�la�montonera,es�el�Facundo,�porque�ahí�está�la�batalla�deOncativo,�de�La�Tablada,�las�grandes�bata-llas�ganadas�o�perdidas�que�libra�Facundo,está�el�gaucho�en�armas.�

En�el�Facundo�de�Sarmiento,�está�el�gauchopeligroso,�el�que�puede�entrar�en�la�ciudad.Mientras� � el� que�es� tenido�por�el� poemagauchesco�por�excelencia,�que�es�el�MartínFierro,� está� el� gaucho� que� llora� todo� eltiempo,�“miren�lo�mal�que�me�tratan,�memandan�a�la�frontera,�en�la�frontera�la�pasomal,�en�la�frontera�hay�gringos”.�Habla�malde�los�gringos,�habla�mal�de�los�indios,�muymal.�Y�todo�esto�por�qué,�para�que�les�dentrabajo�a�los�gauchos,�nada�más�que�paraeso.�Pero�el�gaucho�Martín�Fierro�es�un�gau-cho�que�llora�para�que�el�sistema�lo�incor-pore,�y�cuando�en�la�vuelta�de�Martín�Fierrode�1878,�ya�el�Roquismo�puede�incorporara�los�gauchos�que�quedaron�vivos�despuésde�la�guerra�de�policía,�Mitre�-que�lástimaque�Macri�no�espió�a�Bartolomé�Mitre�enesa�época-,�le�pasó�algunos�datos�a�Peña-loza,��a�Felipe�Varela,�pero�bueno,�no�lo�te-níamos� ahí� a� este� hombre.� Es� genialrealmente�espiar�a�Bartolomé�Mitre,�el�ha-

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cedor�de�este�país,�el�gran�burgués�de�la�Ar-gentina,�el�que�brindó�por�la�unión�del�capi-tal� británico� y� el� esfuerzo� argentino,� esespiado�como�un�sospechoso.�Si�él�es�sos-pechoso,�qué�seremos�nosotros,�¿no?

Mitre�limpia�las�provincias,�porque�se�pro-duce�un�hecho�excepcional,�cae�Rosas,�la�Ba-talla� de� Caseros.� Rosas� defendió� laSoberanía�del�país�pero�sin�transformar,�sinmodernizarlo.�Que�esto�sí� lo�había�hechoFrancisco�Solano�López,�y�como�lo�hizo�ocu-rrió� la� Guerra� de� la� Triple� Alianza,� total-mente� dirigida� y� financiada� por� GranBretaña.�Nosotros,-�esto�no�lo�va�a�aceptarla�derecha�Argentina�o�el�liberalismo�argen-tino-��participamos�de�un�horrendo�genoci-dio�en�el�Siglo�XIX,�entre�Brasil,�el�pequeñopaís�uruguayo�y�nosotros,�matamos�800.000paraguayos.� Se� quedo� sin� hombres� Para-guay,�todo�porque�habían�comenzado�conun�proceso�de�desarrollo�autónomo,�y�por-que�debido�a� la�crisis�del�sur�norteameri-cano,� Inglaterra� necesitaba� el� algodónparaguayo.� Entonces�Mitre,� que� era�muyobediente�con�Inglaterra,�un�gran�amigo�deInglaterra,�les�dice�a�sus�soldados�“en�vues-tras�bayonetas�lleváis�el�libre�cambio”.�

El�caso�es�que�entre�la�caída�de�Rosas,�la�ba-talla�de�Cepeda�que�la�gana�Urquiza,�y�la�dePavón,�que�es�una�de�las�batallas�más�curio-sas�de�la�historia�Argentina�y�de�la�historiabélica�en� general,� una�batalla�que�habríaque�estudiar�en�los�manuales�de�estrategia,y�no�está�Clausewitz�para�estudiarla�pero�esuna�batalla�muy�muy�interesante,�porqueesa� batalla� estaba� ganada� por� el� federa-lismo,�estaba�ganada�por�Urquiza,�inclusoFelipe�Varela,�López�Jordan,�Peñaloza,�dicentenemos�500�jinetes�para�reventar�el�flancoizquierdo�de�Mitre.�Y�Urquiza�dice,�no�mu-chachos,� nos� volvemos� a� Entre� Ríos,� yo

estoy�cansado.�Y�le�dejan�la�batalla�a�Mitre,que�nunca�ganó�una�batalla.�Si�ganó�la�dePavón,�fue�porque�Urquiza�se�la�dio.�

Después�de�Pavón�se�produce�un�episodiomuy�sangriento,�muy�similar�a� la� llamadaConquista�del�Desierto�de�Roca,�que�es�laGuerra�de�Policía�que�Mitre�ordena�llevar�enlas�provincias,�para�terminar�con�el�gauchajealzado.�Terminado�el�Paraguay,�hay�que�ter-minar�con�los�gauchos�levantiscos.�Mitre�leescribe�a�Sarmiento:�“Quiero�hacer�en�LaRioja�(donde�estaba�Peñaloza,�Varela),�unaguerra�de�policía,�considerando�salteadoresa�estos�gauchos,� lo�que�hay�que�hacer�esmuy�sencillo,�colgarlos�en�el�lugar�donde�selos�encuentre”.�O�sea,�la�técnica�de�apartarde�la�condición�humana�a�esos�a�quienes�seha�decidido�eliminar.�Una�condición�de�po-sibilidad�para�matar�sin�culpa�es�considerarque�aquellos�a�los�que�se�mata�no�son�sereshumanos,�por�eso�está�la�famosa�frase�delGeneral�Ramón�Camps,�“nosotros�no�mata-mos�personas�matamos�subversivos”.

Queda�limpio�el�interior�y�ahí�ponen�a�loscaudillos�digitados�por�Buenos�Aires.�MartínFierro� incorpora�a� los�pocos�gauchos�quequedan�a�la�producción�de�las�estancias.�Yles�da�un�consejo�de�oro:� “el�que�obede-ciendo�vive�nunca�tiene�suerte�blanda�mascon�su�soberbia�agranda�el�rigor�en�que�pa-dece,� obedezca� el� que� obedece� y� serábueno�el�que�manda”.�Aquellos�que�sean�te-rratenientes,�vayan�y�repitan�esta�frase�quees�una�gran�frase�del�poder�agrario�argen-tino.

Entonces�asume�Roca,�hace�la�llamada�Con-quista�del�Desierto,�que�tanto�molesta�a�Os-valdo�Bayer.�Osvaldo�Bayer�vino�a�este�paísa�molestar,�realmente,�se�fija�en�cada�cosa,en�casa�minucia.�Que�importa�lo�que�Roca

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haya�matado�en� la� Patagonia,� lo�que� im-porta�es�el�progreso,�y�esta�es�la�teoría�de�laburguesía�colonizadora,�porque�acá�se�daun�proceso�de�colonización�interno.�

Toda�la�historia�Argentina�desde�Mayo�estábasada�en�el�Pacto�Neocolonial,�así�lo�llamaTulio�Halperin�Donghi,�un�hombre�muy�res-petable�en�“La�historia�de�América�Latina”.Lo�llama�el�Pacto�Neocolonial,�es�decir,�elpacto�que�Argentina�liberada�del�poder�es-pañol,�establece�con�Inglaterra�en�lo�econó-mico�y�con�Francia�en�lo�cultural.�Inglaterraes�el�taller�del�mundo,�Argentina�es�el�gra-nero�del�mundo.�José�Hernández�en�“La�Ins-trucción�del� Estanciero”� va� a� decir:� “valetanto� una� máquina,� como� un� vellón� deoveja”,�así�nos�fue.�Pero�lo�cierto�es�que�esaes�la�clase�hegemónica�que�domina�el�pri-mer�Centenario.�

Se�llega�a�la�tan�ponderada�generación�del´80,�no�valía�nada�porque�lo�único�que�hizola�clase�dominante�de�este�país�fue�disfrutarde�la�abundancia�fácil,�es�decir,�liquidaron�atodos�los�que�les�molestaba.�A�los�negros�losmandaron�a�todos�a�la�Guerra�del�Paraguay,después� los�mató� la� fiebre� amarilla,� quecomo�decía� el� peruano�Guerrero�Marthi-neitz,�cuando�decía�cosas�inteligentes,�decíaque�la�fiebre�amarilla�era�tremendamenteracista.�A�los�indios�los�liquida�Roca,�a�losgauchos� los� liquida�Mitre,�y�Buenos�Airesqueda�Buenos�Aires.�Entonces,�¿qué�hizonuestra�oligarquía?�No�hizo�un�país,� hizouna�ciudad,�una�bella�ciudad,�llena�de�pala-cetes�franceses.�Hizo�el�Teatro�Colón,�hizotodas�las�cosas�que�cuando�viene�un�turista,la� gilada� les�muestra,� “mirá� lo� que� tene-mos”,�que�no�tenemos�nada.�Pero�bueno,“mira�lo�que�tenemos,�mira�que�palacete,�laAvenida�Quintana”.�Todos�se�deslumbran�ydicen,�Buenos�Aires�se�parece�a�París,�y�sí

dice�uno�orgullosísimo,�se�parece�a�Paris,�yclaro�la�hicieron�los�que�iban�a�Paris,�volvíany�decían,�hay�que�hacer�esto,�esto�y�esto.�Hi-cieron�una�ciudad,�y�es�una�gran�ciudad,�conel�resto�del�país�derrotado,�la�que�festeja�elprimer�centenario.�

Entonces,�el�primer�Centenario�es�el�granfestejo�de�la�oligarquía�agro-ganadera,�de�lapequeña�burguesía�comercial�porteña,�delos�escuetos�intelectuales�digamos,�Wilde,Santiago�Estrada,�Miguel�Cané,�el�escritorCambaceres,�que�era�un�tipo�interesante,un�poco�más�interesante.�Julián�Martel�con“La�Bolsa”,� y� las� clases� dirigentes.� Y� Leo-poldo�Lugones�que�escribe�una�oda�a�los�ga-nados�y�las�mieces.�Está�claro�a�qué�habíaque�escribirle�una�oda.�Podríamos�pregun-tarle�a�qué�deberíamos�escribirle�una�odahoy,�para�el�segundo�Centenario,�vayan�pre-parando�una�oda,�a�qué�quieren�cantarle.�Yviene�Rubén�Darío�y�escribe�un�“Himno�a�laArgentina”� y� en� una� de� sus� partes� dice:“Ved,�ved�a�la�Antártida�recobrada”,�nos-otros� éramos� la� Antártida� recobrada.Bueno,�viene�la�Infanta�Isabel,�pasa�el�co-meta�Halley�para�hacer�efectos�especialesde�iluminación�del�gran�acontecimiento,�secrea�el�Hotel�de�Inmigrantes.�En�el�Hotel�deInmigrantes�se�les�da�a�cada�inmigrante�unpapel�que�dice�“En�Argentina�hay�vencedo-res�y�vencidos,�usted�entra�en�este�país,�sihoy�tiene�que�dormir�en�el�suelo�no�será�laprimera�vez�que�lo�hace,�hágalo”.�Bueno,�asílos�recibían.�Con�estado�de�sitio,�pero�se�fes-teja� el� primer� Centenario,� todos� felices.Viene�Blasco�Ibáñez,�lo�mejor�es�lo�que�des-pués�va�a�traer�Victoria�Ocampo�digamos,que�también�va�a�ser�una�importadora�deintelectuales�célebres�de�la�cultura�europeapara�que�le�firmen�el�cuaderno.

Sin�embargo,�como�el�país�lo�habían�despo-

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blado�porque�habían�matado�los�gauchos,habían�matado�los�negros,�habían�matadolos�indios,�Alberdi�dijo�“gobernar�es�poblar”,porque�hay�que�poblar�esto.�Es�decir,�paratenerlo�tuvimos�que�despoblarlo.�Para�tenereste�país�tuvimos�que�matar�a�todos.�Ahorano�tenemos�gente,�tenemos�que�traerla�dela�Europa�culta,� iluminada,�civilizada,�quevengan.�Entonces�Alberdi�dice�“gobernar�espoblar”�y�el�fascista�Anzoategui�dice�“gober-nar�es�poblar”,�y�nunca�se�casó,�era�un�fas-cista� inteligente,� algunos� son� muyinteligentes.� Entonces� pueblan� el� país� yviene� la� inmigración.� Pero� la� inmigraciónque�viene�es�pura�basura�para�la�oligarquía,y�vienen�encima�con�ideologías�extrañas�alser�nacional.�Me�suena�eso,�¿qué�es�el�anar-quismo?

Entonces�Cané�redacta�la�Ley�de�Residencia,y�escribe�un�texto�formidable�que�dice�lo�si-guiente�-creo�que�está�en�el�libro�“Viaje”-,“tenemos�que�tener�cuidado�los�argentinosporque�cada�vez�somos�menos,�están�en-trando�demasiados�y�algunos�se�enriquecenen�el�comercio�de�suelas�(zapateros)�y�estagente,�estos�torpes�enriquecidos�al�comer-cio�de�suelas�han�empezado�a�lograr�pene-trar�en�nuestros�salones”.�“Penetrar”,�o�sea,entrar�en�la�casa.�La�casa��no�hay�que�to-marla,�la�casa�es�de�ellos,�no�intentemos�sa-carle� la� casa� porque� nos� les� gusta� nada.Entonces�ahí�ya�Cané�decía,�penetran�en�lossalones�tropezando�con�los�muebles.�Esta�esgenial,�no�me�digan,�de�puro�brutos�que�sontropiezan�con�los�muebles,�como�habrá�tro-pezado�Menem.�Se�lo�imaginan�invitado�enla�casa�de�Martínez�de�Hoz�para�arreglar�al-gunas�cosas�del�plan�económico,�pero�Mar-tínez�de�Hoz�y�Walter�Klein�le�deben�haberdado�unas�cuantas�precisas�y�llega�este�rio-jano�bruto,�y�tropieza�con�los�muebles�sinduda,�pero�no�importa,�no�importa,�usted�va

a�hacer�lo�que�nosotros�decimos.�Sí,�dice�elotro�-total�que�mierda�me�importa-,�hagotodo�lo�que�ustedes�dicen,�pero�quiero�algu-nas�cosas,�ponerlo�a�Rosas�en�los�billetes�de$20.� ¡Pero� póngalo!� No� tenemos� ningúnproblema.�Bueno,�entonces�cuando�los�bru-tos�hacen�lo�que�ellos�quieren,�no�les�mo-lestan�los�brutos,�no�es�una�cuestión�lineal,bruto�que�obedece�no�es�bruto.

Bueno,�entonces�ahí�empiezan�los�proble-mas�porque�toda�esta�chusma�ultramarinaque�viene�es�anarquista.�Hacen�la�huelga�enlo�de�Vasena,�en�los�Talleres�Vasena,�y�ahísurge�Manuel�Carlés�y�la�Liga�Patriótica.�Yola� verdad�que�durante� el� conflicto� con� elcampo,�estaba�preocupado�de�que�surgierala�Liga�Patriótica�Miguens,�o�la�Liga�Patrió-tica�Llambías,�que�guarda,�Lugo�denuncióque�había�milicias�agrarias�en�Paraguay,�osea�que�eso�hay�que�tenerlo�en�algún�lugar.�

Manuel�Carlés�sí�organizó�la�Liga�Patriótica,que�eran�los�muchachos�bien�de�la�oligar-quía�pendenciera.�Hay�un�chiste�muy�her-moso,�eran�antisemitas,�porque�todo�fachoes�antisemita.�Entonces�hacen�un�pogromen� el� barrio� judío,� es� bueno� que� esto� losepan�los�compañeros�judíos�porque�suelenvotar�a�cualquier�cosa�menos�al�Peronismoporque�piensan�que�el�peronismo�es�nazi�ypor�eso�votan�a�otros,�que�tienen�en�su�his-toria�el�primer�pogrom�argentino,�hecho�porlos�niños�de�la�oligarquía.�Manuel�Carlés�alfrente,�que�les�decía�“voy�a�dirigirles�la�pa-labra�rápida�como�tiro�de�fusil”,�¿qué�les�pa-rece?,�una� frase�de�esas� lo�sigue�hasta� lamuerte�a�este�hombre.�Bueno,�entonces�elchiste�dice:�habían�cerrado�el�barrio�judío,entonces�a�todo�el�que�quería�entrar,�le�de-cían:�“diga�nueve”,�“noive”�decían,�los�caga-ban�a�palos.�Entonces�un�judío�viendo�esto,venía� de� compras� con� un� paquetito,� em-

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pieza�a�practicar:�nueve,�nueve,�nueve,�en-tonces�va�y� le�dicen:�diga�nueve�y�él�dicenueve.�“¿Qué�lleva�en�ese�paquete?”�-�“Goi-vos”.�Es�delicioso�el�chiste�pero�es�terribleporque�demuestra�cuán�hijos�de�perra�eran.�

Hay�una�represión�brutal�en�los�talleres�deVasena,�permitida�por�Yrigoyen.�Era�un�Pre-sidente�que�le�decía�en�este�caso�a�Delle-piane:�“Bueno,�usted�vaya�y�haga”.�No� ledecía�que�había�que�hacer,�pero�a�un�militarque�enfrenta�a�una�huelga�obrera,�uno�ledice�que�vaya�y�haga,�uno�ya�sabe�que�va�ahacer�el�militar.�Y�luego�la�Patagonia�trágicaque�es�una�masacre�infernal�de�la�cual�Yri-goyen�tampoco�se�da�muy�por�enterado,�yel� radicalismo� tampoco.� Porque� cuandoBayer�le�pide�al�radicalismo�que�haga�la�au-tocrítica�de�la�Patagonia�trágica�y�algunos�seríen,�no�es�una�macana�lo�que�está�diciendo,en�realidad�deben�esa�autocritica,�yo�creoque�la�deben,�y�bueno�deberían�formularlaen�algún�momento.

Nuestra�historia�sigue,�voy�a�abreviar�cómollegamos�a�este�Centenario.�Viene�el�golpede�Uriburu,�la�derecha�cree�que�tiene�todoen�sus�manos.�Lugones�redacta�la�proclamade�Uriburu,�su�hijo�crea�-todo�esto�es�cono-cido-�la�picana�eléctrica.�Es�notable�el�para-lelo�entre�el�sable�de�Lugones�de�Ayacuchoy�la�picana�eléctrica�de�su�hijo�en�los�sótanosde�las�comisarias�de�Buenos�Aires.�PorqueLugones�en�Ayacucho,�en�1924,�dice�“Ha�lle-gado�por�fin�la�hora�de�la�espada”�y�el�hijoacá�crea�la�picana�eléctrica�que�era�la�es-pada�que�debía�sostener�al�régimen.�Pasa�loque�hemos�llamado�la�década�infame,�quees�una�preciosura,�“La�Belle�Epoque”,�al�ladode�lo�que�vino�después.�

Y�viene�el�Peronismo.�Es�un�fenómeno�muycomplejo.�Primero�es�interpretado�como�un

movimiento�nazi�porque� los�del�GOU�sontodos�nazis�-que�eran�bastante�nazis,�sí-�en-tonces�toda�la�oligarquía,�la�gente�bien,�losaliadófilos�que�están�con�la�causa�de�los�alia-dos�por�la�libertad�en�Europa,�por�la�luchapor�la�libertad�en�Europa,�de�la�cual�partici-pan�como�sabemos�Estados�Unidos,�Ingla-terra�y�la�Unión�Soviética.�Francia�no�porquese�manda�a� guardar� enseguida,� digamos.Como�Francia�hace�un�papel�tan�deslucidoen�la�Guerra,�Hollywood�hace�Casablanca,entonces�los�franceses�quedan�bárbaros,�lossalvan�así,�Hollywood�es�muy�generoso�eneso.�Cuando�tiene�que�integrar�a�los�alema-nes�a�la�Guerra�Fría,�hace�una�biografía�deRommel� � con� el� actor� británico� JamesMason�como�protagonista�y�Rommel�quedacomo�un�héroe�extraordinario,�pero�era�unpaso�para�integrar�a�Alemania�a�la�GuerraFría.

Sigo.�Lo�primero�con�que�caracterizan�y�de-finen�a�Perón�es� con�que� fue�un�nazi.�Yotenía�un�amigo�que�decía�una�cosa�muy�in-teligente:�“no�es�que�Perón�sea�nazi,�lo�quepasa�es�que�Hitler�era�peronista”,�lo�cual�noes�tan�tirado�de�los�pelos�si�uno�lee�algunaslecciones�de�Heidegger�sobre�la�tercera�po-sición� en� 1935,� en� la� Universidad� de� Fri-burgo.�Dice,�Alemania�es�el�centro�espiritualde�Europa,�y�está�entre�dos�tenazas:�el�mer-cantilismo�norteamericano�y�el�colectivismosoviético.� Ni� yanquis� ni� marxistas,� ellosdicen�nazis,�peronistas.

Perón�hace�todo�lo�que�sabemos�que�hace.Hace� cosas�muy�buenas,� que� tendríamosque�hacer�de�modo�inmediato�como�el�IAPIpor�ejemplo,�aunque�sabemos�que�si�inten-tamos�hacer�el�IAPI�no�llegamos�al�Bicente-nario.�Con�Perón,�el�pecado�de�ese�primerPerón,�que�es�el�mejor�Perón�porque�ade-más�la�tiene�a�Eva�al�lado,�es�que�la�partici-

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pación�de�la�clase�obrera�en�la�renta�nacio-nal,�llega�al�53%�o�sea�nunca�llegó�más�alto.Se�produce�la�llamada�Revolución�Liberta-dora�para�que�justamente�eso�sea�inmedia-tamente�corregido,�porque�es�un�atentadoa�los�valores�nacionales�y�a�nuestro�estilotradicional�de�vida,�en�que�la�clase�obreratenga�un�porcentaje�tan�alto�en�la�renta�na-cional.�

Pasan�dieciocho�años�en�los�cuales�el�Pero-nismo�trata�de�volver�al�poder,�donde�haymuchas�cosas�muy�heroicas,�muy�rescata-bles.�La�resistencia�peronista,�la�huelga�deLisandro�de�la�Torre,�el�triunfo�de�Framini�enla�Provincia�de�Buenos�Aires,�Cooke,�el�sur-gimiento�de�la�Juventud�Peronista�hasta�elcrimen�de�Aramburu,�que�yo�no� llamo�niajusticiamiento�ni�asesinato,�porque�es�tancomplejo�ese�proceso�que�no�lo�puedo�tra-tar�ahora,�está�en�mi�novela�“Timote,�se-cuestro� y�muerte� de� Aramburu”.� Pero� esmuy�complejo,�porque�en�realidad�esa�ju-ventud�estaba�sofocada,�llevaba�dieciochoaños�o�quince�años�escuchando�pestes�dePerón,�habían�crecido�escuchando�a�sus�pa-dres�hablar�mal�de�Perón.�Entonces,�Perónse�les�volvió�la�figura�de�lo�prohibido,�de�loque�sus�padres�odiaban,�y�todos�sabemosque�lo�que�los�padres�odian�los�hijos�aman.Incluso�la�clase�obrera�esperaba�a�Perón�enun�avión�negro,�el�símbolo�de�lo�prohibido,de�lo�maldito,�de�aquello�que�está�negado�ytodo�aquello�que�está�negado�por�algo�es-tará�negado,�algo�debe�tener.�

El�caso�es�que�Perón�tiene�un�gran�primerregreso,�que�lástima�que�no�se�murió�ahí,�re-almente,�el�17�de�noviembre�de�1972�al�quelos�peronistas�llaman�“día�de�la�militancia”.Pero�ahí�todo�sale�bien,�incluso�hay�un�epi-sodio�muy�bueno.�Lorenzo�Miguel�pasó�a�lahistoria� porque�dijo� que� el� peronismo�es

como�comer� tallarines�el� domingo� con� lavieja,�pero�sin�embargo�cuando�Perón�bajadel�avión�y�entra�en�el�hotel�internacionalhay�un�loco,�un�cana�que�saca�un�revolver.Perón�iba�al�frente,�y�le�apunta�y�le�dice�qué-dese�ahí�y�Perón�sigue�caminando,�y�el�canadice�no�me�obligue,�no�me�obligue,�así�en-loquecido;�Lorenzo�Miguel�se�tira�para�cu-brir� con� su� cuerpo�el�de�Perón,�entoncesuno� reflexiona,� el� peronismo� no� sólo� escomer�tallarines�el�domingo�con�la�vieja,�esarriesgar�la�vida�también�para�cubrir�la�vidadel�líder.

Perón�llega,�negocia,�lo�pone�a�Cámpora�y�aSolano�Lima�que�duran�cuarenta�y�siete�díasnada�más�en�el�Gobierno,�hermosos�cua-renta�y�siete�días,�inolvidables.�El�discursode�Rucci�a�la�policía�es�de�una�belleza�con-ceptual�para�los�Derechos�Humanos,�lástimaque�enseguida�ocurre�lo�de�Ezeiza.�En�unareunión�entre�Rucci,�Cámpora�y�Juan�Ma-nuel�Abal�Medina,�Abal�Medina�-que�era�untipo�de�mucho�carácter-�le�dice�a�Cámpora:“Presidente,�¿por�qué�no�mandó�a�la�poli-cía?”�Y�Cámpora�dice:�“Que�quiere�Doctor,si�este�pelotudo�les�dio�un�discurso�de�queno�hay�que�reprimir”,�y�Rucci�no�dijo�nada,porque�hace�15�días�les�dijo�que�no�hay�quereprimir�y�en�Ezeiza�lo�hubiesen�necesitado.�

La�masacre�de�Ezeiza�determina�que�Peróntome�partido�por�la�derecha�pero�Perón�semuere� en� muy� poco� tiempo,� amasijo� deRucci,�Perón�se�muere�en�poco�tiempo�y�ahísí,�viene�la�catástrofe.�

El�llamado�“Proceso”�no�es�más�que�la�apli-cación�de�la�tecnología�de�la�contrainsurgen-cia�francesa�en�Indochina�y�en�Argelia.�Latarea�de�formación�se�logra�a�través�de�latortura,�o�sea,�se�tortura�al�prisionero,�hastaque�confiesa.�Cuando�confiesa�tiene�que�dar

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dos�nombres,�esos�dos�nombres�son�captu-rados,�son�torturados�y�esos�dos�personajestienen��dos�nombres,�y�así�se�fue�desarticu-lando� la�guerrilla�en�muy�poco� tiempo,�2meses�nomás,�pero�bueno,�duraron�8�años.Se�querían�quedar�para�siempre,�se�mandanla� atrocidad� de� la� Guerra� de� Malvinas� yviene�la�democracia.�Que�tampoco�nos�dejocontentos,�la�verdad,�porque�los�dos�prime-ros�años�de�Alfonsín�estuvieron�bien.�El�Jui-cio�a�las�Juntas�estuvo�bien�pero�despuésAlfonsín�se�va�a�los�caños,�digamos.�

Después� viene� lo� que� Barcelona� llama� elpersonaje�demoníaco,�viene�Carlitos�y�re-gala�el�país.�Era�la�época�de�regalar�el�país,porque�cuando�Carlitos�asume�sí,�le�dicen,usted�lo�que�tiene�que�hacer�es�privatizartodo.�La�plata�de�la�privatización�se�la�van�allevar�ustedes,�gran�culpa�del�peronismo,que� vergüenza.� Perdónenme,� que� ver-güenza� para� el� peronismo� porque� Evitahabía�dicho�siempre�“Yo�a�lo�que�le�tengomiedo�no�es�a�la�oligarquía,�es�al�corazón�oli-gárquico� de� los� dirigentes� peronistas”.� Ybueno,�es�el�peronismo�que�había�defen-dido�tanto�la�Soberanía�del�país�en�el�primergobierno,�el�que�la�regala,�el�que�la�vendeen�un�gobierno�de�Menem.�

Dejemos�de�lado�el�interregno�de�Luis�XXXII-porque�era�dos�veces�más�boludo�que�LuisXVI-� y� llegamos� a� lo� que� José� Natansonllama�el�Presidente�inesperado,�que�es�unpoco�el�que�nos�tiene�aquí�y�la�que�nos�tieneaquí.�Estamos�ahora�en�el�gobierno�de�unade�las�mujeres�más�inteligentes�que�ha�dadola�política,�de�las�que�mejor�saben�razonar.No�hay�político�que�se�le�pueda�compararen� el� logos,� en� su� capacidad� de� razona-miento,� en� su� velocidad� mental.� Sólo� elmejor�Perón�digamos,�sus�mejores�discursosse�puede�comparar�a�un�discurso�de�Cristina

Fernández.�Yo�no�digo�de�Kirchner,�digo�deCristina� Fernández.� Porque� de� Kirchnerdicen�los�otros�cuando�dicen�“los�Kirchner”,él�la�domina�a�ella.�Dicen�que�al�principioella�lo�dominaba�a�él,�ahora�él�la�domina�aella.�

Cristina�Fernández�es�una�mujer�brillante.La�otra�vez�me�llama�Martín�García,�un�pe-ronista�Kitsch,�digamos.�Yo�le�digo,�a�mi�medaría�vergüenza,�yo�no�soy�peronista,�el�pe-ronismo�es�un�despelote.�En�todo�caso�pe-ronista�de�Perón�no,�pero�peronista�de�todoese�despelote�que�es�el�peronismo�sí�puedoser�porque�es�un�relato�fascinante.�

Estos� 70� años� han� sido� entretenidos� sinduda�y�ahí�hubo�de�todo,�como�decía�Perón,en�el�peronismo�tiene�que�haber�de�todo,�yhubo�de�todo�y�seguirá�habiendo.�Ahora�latenemos�a�Cristina�Fernández,�y�lo�que�medijo�Martín�García,�muy�piola�fue:�“mira,�vosdirás�lo�que�quieras,�pero�vos�también�estásenamorado�de�Cristina”.�Y�yo�le�dije�“¿quiénno�está�enamorado�de�Cristina?�El�tarado�deMajul”.�¿Qué�persona�inteligente,�honesta,de�buen�corazón,�no�machista,�no� resen-tido,�no�taxista,�no�se�va�a�enamorar�de�unamujer�tan�inteligente,�bonita,�brillante?�Quequizás,�bueno,�le�falte�un�toquecito�de�ter-nura�por�ahí,�pero�bueno�alguna�vez�lo�lo-grará.�No�es�que�no�lo�tenga,�por�ahí�lo�tieneque�transmitir�un�poco�más�porque�se�haríamás�tragable,�pero�bueno,�los�que�no�la�tra-gan,�no�la�tragan�por�eso.�Es�muy�difícil�tra-gar�a�una�mujer�brillante�e�inteligente,�tantopara� los� tipos� como� para� las� minas.� Lasminas,�ustedes�saben,�son�las�peores�ene-migas�de�Cristina,�en�las�peluquerías�se�ha-blan�cosas�horribles�de�Cristina,�porque�lamayoría�sabe�que�nunca�van�a�ser�CristinaFernández,�que�van�a�seguir�siendo�las�hue-vonas�que�son�mantenidas�por�su�marido,

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que�van�al�country�el� fin�de�semana,�quecrían� a� los� hijos� y� cuando� se� dan� cuentaestán�viejas.

Y�a�esta�mujer,� los�varones�no� la�bancan,cómo�la�van�a�bancar.�Un�varón�no�puedebancar�una�mujer�inteligente.�Es�algo�terri-ble� para� un� varón� porque� supone� que� éltiene�que�dominar�a�la�mujer,�y�que�tieneque� ser� más� inteligente� que� ella.� Ahora,cada�vez�más�las�mujeres�son�más�inteligen-tes�que�los�varones,�o�sea�que�esto�es�ungran�problema�para�los�varones.�Yo�estoy�ca-sado�con�una�mujer�muy�inteligente,�es�unagran�artista,�es�una�escenógrafa�que�ha�sido-ahora�la�verdad�no�le�importa�nada-,�peroha�sido�escenógrafa�de�películas�como�LaPatagonia�Rebelde,�Misteriosa�Buenos�Aires,No�habrá�Más�Penas�Ni�Olvidos,�La�Nochede�los�Lápices,�hizo�teatro,�hizo�todo�y�yoestoy�orgulloso�de�eso,�y�yo�cuando�la�pre-sento�no�la�presento�con�mi�apellido,�paramí�es�una�ofensa�para�ella,�la�señora�de…ella�es�ella.�

Esto�es�Cristina,�y�este�es�el�primer�punto�deodio�que�despierta�en�los�machistas�varonesy�las�machistas�mujeres,�las�resentidas�mu-jeres�que�odian�lo�que�nunca�van�a�llegar�aser,�que�es�Cristina�Fernández.�No�estoy�ha-blando� de� los� que� la� admiran,� estoy� ha-blando�de�los�que�la�niegan,�de�las�que�laniegan,�las�caceroleras,�“vas�a�morir�comoEvita”�le�pintaron.�Ojo,�ese�es�el�mismo�odioque�le�tenían�a�Evita.�Sí,�en�San�Isidro�pintande�todo,�y�grasa�le�ponen,�claro,�grasa.�

Entonces,�los�Kirchner�han�renovado�el�odioPeronismo�–�Anti�Peronismo,�no�por�ellos,pero�lo�han�despertado�porque�tocaron�in-tereses,�tocaron�intereses�del�poder�y�lleva-ron�al�Gobierno�a�una�serie�de�muchachosque�habían�tenido�un�pasado�en�la�JuventudPeronista,�o�en�Montoneros,�que�no�es�lomismo.�Yo�estuve�en�la�JP�pero�nunca�estuveen�Montoneros,�y�me�peleé�con�los�Monto-neros�mucho�antes�que�los�militares.�Eso�esmuy�complejo,�un�amigo�mío�decía,�si�a�míme�llevan�por�Montonero�durante�la�dicta-dura,�yo�les�voy�a�decir,�ustedes�están�locos,yo�me�peleé�con�los�Montoneros�antes�queustedes.� Desde� el� Peronismo,� claro,� y¿desde�qué�Peronismo?�Desde�el�mío,�no�sé,pero�no�es�el�de�Firmenich.

Y,�bueno,�esta�otra�vez,�el�odio�de�clases,�elodio�de�razas,�el�odio�a�los�negros,�el�odio�alos�grasas�peronistas.�Y�todo�esto�se�amparaen�la�República,�en�las�Instituciones,�las�de-nuncias�de�corrupción,�todo�eso�que�funda-menta�los�golpes�de�Estado.�No�ha�habidogolpe�de�Estado�al�que�no�fuera�previo�sobretodo�las�denuncias�de�corrupción,�que�hansido� fundamentales.� Así� que� creo� quevamos�a�festejar�este�segundo�Centenarioen�estado�de�beligerancia,�y�que�va�a�ser�in-evitable�que�sea�así�y�que�vamos�a�tener�queseguir� en� ese� estado� para� lograr� algunascosas,�y�exigir�algunas�cosas�para�que�el�Go-bierno�avance,�sobre�todo�para�lo�que�todosqueremos�que�haya�menos�pobres,�menosexcluidos,�menos�“escupitados”�por�el�sis-tema�y�arrojados�a�esa�delincuencia�que�se

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* Diputado Nacional. Presidente del Bloque Frente para la Victoria

Voy�a�tratar�de�darle�un�encuadramientopolítico�a�lo�que�vive�hoy�el�Parlamento�enla�Argentina,�o�qué�es�lo�que�está�pasandoen�este�momento�en�la�política�argentina.Digamos�que�tiene�sus�implicancias�en�elparlamento,�en�el�Congreso�de�la�Nación�yque�se�expresa�de�diferentes�maneras.�Creoque�hoy�en�la�Argentina�la�verdad�que�es-tamos� viviendo� una� brutal� pelea� por� elpoder,�y�esa�brutal�pelea�por�el�poder��nose�está�dando�entre�el�oficialismo�y�la�opo-sición�sino�que�se�está�dando�entre�un�ofi-cialismo�que�intenta�construir�una�agendapública,�una�agenda�social,�con�las�clásicascorporaciones�que�han�existido�en�Argen-tina�durante�todos�estos�años.�Se�han�pa-rado� en� contra� de� cualquier� intento� detransformación.�En�donde�los�partidos�po-líticos�opositores,�han�resignado�esa�capa-cidad�que�cada�uno�de�nosotros�debe�tenerde�poder�ejercer�un�rol�independiente.�Hanresignado�la�posibilidad�de�que�la�políticaocupe�ese�rol�y�son�subsidiarios�de�las�po-líticas�de�las�corporaciones.

Las�actitudes�que�toman�en�el�Parlamento,como�las�actitudes�públicas�que�toman,�tie-nen�más�que�ver�con�lo�que�les�imponen�lascorporaciones,�tienen�más�que�ver�con�sa-tisfacer�esa�demanda�corporativa,�que�conlos�pensamientos�o�con�las�ideas�que�histó-ricamente,� tradicionalmente� -en� el� mo-mento�que�sea-�han�tratado�de�defender.

Hoy,�han�resignado�esa�posibilidad.�Hoy�laagenda�política�de�la�oposición,�las�actitu-des�políticas�de�la�oposición,�tienen�que�vercon�demandas�que�surgen�de�afuera�delseno� de� sus� propios� partidos� políticos,antes�que�de�políticas�acrisoladas,�acentua-das�o�maduradas�en�el�seno�de�su�propiopartido.�Y�eso�es�lo�que�nos�ha�pasado,�y�loque�se�ha�visto�con�mucha�claridad�durantey�creo�que�es�lo�que�va�a�pasar�y�probable-mente�sea�el�escenario�de�los�próximos�dosaños�en�el�parlamento.

Empezamos,�me�acuerdo,�después�de�laselecciones�del�28�de�junio�con�una�idea,�ynos�encontramos�ahí�con�que�teníamos�elvencimiento�de�las�leyes�que�contenían�fa-cultades�delegadas�y,�la�verdad,�que�parti-cipamos�en�alguna�reunión�con�todos�losbloques�de�la�oposición�y�los�dirigentes,�ynos�dijeron:�“no,�pero�está�bien,�es�razona-ble�que�estas�leyes�que�vienen�prorrogán-dose�año�tras�año,�que�le�dimos�cinco�añosa�Menen,�después�tres�años�más�a�Menemy�después�tres�más�a�De�la�Rúa�y�dos�añosa�Duhalde�y�después�a�Kirchner,�que�se�lademos�un�año�a�la�Presidenta.�Que�confor-memos� una� comisión;� que� esa� comisiónanalice�qué�facultades�se�seguían�teniendo,qué�dejar�en�manos�del�Poder�Ejecutivo�ycuales�otras�no...�“�.�Bueno,�una�cosa�abso-lutamente�razonable,�absolutamente�en-tendible.�

Agenda Parlamentaria de los

bicentenarios 2010-2016 (I).

Por Agustín Rossi *

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Existían�dentro�de�las�facultades�delegadasel�Código�Aduanero.�Sabíamos�que�el�temadel�Código�Aduanero�iba�a�traer�la�discu-sión�sobre�el�tema�de�las�retenciones,�en-tonces� yo� había� acordado� con� lapresidenta,� le� dije:� “Mire� Presidenta,vamos�a�prorrogar� las�facultades�delega-das,�pero�al�caso�del�Código�Aduanero�levamos�a�poner�un�límite�para�que�el�Ejecu-tivo�tenga�la�posibilidad�de�bajar�retencio-nes� pero� no� facultad� de� subirlas.� Y� quecuando�quiera�subirlas,�tenga�que�construiruna�ley�y�mandarla�al�Congreso�del�la�Na-ción”.

Todo�esto�que�parecía�absolutamente�razo-nable�se�fue�por�la�borda,�porque�la�mesade�enlace�le�exigió�a�la�oposición�bajar�re-tenciones�antes�de�aprobar�la�ley�de�facul-tades� delegadas.� Entonces� esa� primerabatalla,�como�la�plantearon�ellos�-por�losresultados�electorales�del�28�de�junio-,�nose�resolvió�en�el�Parlamento.�Se�resolvióuna�parte�en�el�Parlamento,�que�fueron�losdiputados�que�todavía�tenemos�capacidadpolítica�o�nos�reservamos�un�derecho�a�laautonomía�política�y,�por�el�otro� lado,� lacorporación� que� impuso,� vergonzosa-mente,�a�los�bloques�de�la�oposición�unadecisión�política.

Ni�que�hablar�de�la�discusión�sobre�la�Leyde�Medios.�La�Cámara�de�Diputados,�ver-güenza.�La�imposición�de�la�decisión�de�le-vantarse�del�recinto,�de�irse�del�recinto,�detratar�de�dejar�sin�quórum�a�la�sesión,�nofue�una�decisión�que�la�tomaran�los�blo-ques�de�la�oposición,�se�tomó�fuera�del�re-cinto�de�la�Cámara�de�Diputados.�Se�tomóen�un�hotel,�a�cuadras�del�Congreso�de�laNación,�donde�estaban�los�principales�di-rectivos�de�los�medios�de�comunicación�y

los�presidentes�de�los�bloques�desfilaronpor�ese�lugar.�Tomaron�la�decisión�que�lesimpusieron.�Y�eso�es�lo�que�está�pasandoen�la�Argentina.

La�discusión�que�hoy�tenemos�en�Argen-tina,�el�problema�del�no�consenso�que�aveces�se�presenta�como�una�actitud�intole-rante�por�parte�del�oficialismo,�en�realidad,es�el�problema�de�que�la�oposición�ha�re-signado�el�ejercicio�autónomo�de�su�volun-tad�política.�Lo�ha�entregado�a�un�sistemade�corporaciones�que,�si�alguna�vez�llegana�ganar�en�Argentina,�lo�primero�que�van�ahacer�es�imponerles�su�plan�de�gobiernopara�tratar�de�sacar�todo,�como�siempre�hasido�el�escenario�de�la�corporaciones�en�Ar-gentina.� Van� a� tratar� de� sacar� absoluta-mente�todo�lo�que�reciban�para��cada�unode�sus�sectores�corporativos�y�después�ledejarán�que�gobierne�como�pueda.

Aquí�tenemos�la�discusión,�esto�se�expresaen�el�Parlamento�Nacional�y�la�agenda�po-lítica�que�se�construye,�tiene�que�ver�exac-tamente� con� esas� cosas.� No� estamosdiscutiendo�escenarios�en�el�marco�de�laracionalidad� política.� No� estamos� discu-tiendo�a�ver�de�qué�manera�hacemos�unmejor�Parlamento,�no�estamos�discutiendocómo�hacemos�una�mejor� calidad�parla-mentaria.�La�verdad�que�no�estamos�discu-tiendo�eso.

Lo�que�hay�hoy�en�la�Argentina�es�una�bru-tal� lucha� por� el� poder� y� la� lucha� por� elpoder�se�da�entre�el�oficialismo,�con�suserrores,�con�sus�defectos,��o�con�una�ideade�país�dibujada�con�trazos�gruesos,�y�unmundo�corporativo�que�no�quiere�que�seavance.

Acá�las�cosas�pasan�muy�rápido,�pasan�rá-

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pido�en�términos�de�tiempos�políticos.��Yolos�invito�a�todos�a�retrotraernos�al�mes�si-guiente�de�las�elecciones�del�28�de�junio.En�un�comunicado�de�la�Asociación�de�Em-presarios�Argentinos�(AEA),�que�La�Nacióntituló:�“las�doce�condiciones”,�y�que�Claríndecía:� “Marcando� la� cancha”,� de� otrascosas� decían� “libertad� de� comercio”,bueno,�las�cosas�que�dicen�siempre:�“res-peto�al�federalismo,�etc”,�e�inconvenienciadel�tratamiento�de�la�ley�de�medios�audio-visuales.�Y�esa�es�una�presión�que�nosotrosya�vimos�anteriormente,�la�vimos�durantemuchísimos�años�en�Argentina.�Nosotroscontra�eso,�estamos�tratando�de�construirun�escenario�distinto.� Lamentablementecuesta�muchísimo�que�la�oposición�se�alejede�ese�tipo�de�presiones.�Por�eso�es�la�dis-puta�que�vamos�a�tener�en�la�Cámara�deDiputados.�Porque�la�presidencia,�la�vice-presidencia� de� la� Cámara� de� Diputados,tiene�una�importancia�hasta�simbólica.�Enrealidad,�el�objetivo�es�la�Comisión�de�Pre-supuesto�y�Hacienda�de�la�Cámara�de�Di-putados,� de� manera� tal� de� empezar� aincidir�en�la�política�de�ingresos�públicos�deEstado�Nacional.

Con�mayoría�de�la�oposición�en�la�Comisiónde� Presupuesto� y� Hacienda,� ¿Para� quéquiere�la�oposición�mayoría�en�la�Comisiónde�Presupuesto�y�Hacienda?�Para�modificarla� política� de� ingresos.� ¿Cuánto� tiempovamos�a�estar�discutiendo�una�baja�de�re-tenciones�con�la�oposición?

¿Cómo�se�hace�para�gobernar�en�este�sen-tido?�Pero,�después�se�asustan�cuando�yodigo�lo�que�digo.�Se�enojan�cuando�hablodel�veto.�¿Cómo�se�puede�gobernar?;�¿Quétiene�que�hacer�la�Presidenta,�si�mañana�lesacan�una�Ley�donde�le�modifican�la�ecua-ción�de�ingresos�públicos?;�¿Se�tiene�que

promulgar�esa�Ley?;�¿De�qué�manera�nos-otros� buscamos� sostener� la� gobernabili-dad?�.�Una�cosa�es�el�resultado�del�28�dejunio,�que�obviamente�a�nosotros�nos�hu-biera�gustado�que�nos�fuera�mucho�mejory�significó�un�avance�de�la�oposición,�perono�cambió�el�gobierno.

Nunca�el�oficialismo�tuvo�minoría�en�la�Co-misión�de�Presupuesto.�Nunca�en�la�histo-ria� parlamentaria.� En� el� año� 87,� con� laderrota�de�Alfonsín,�se�le�permitió�al�oficia-lismo�construir�mayorías.�Lo�mismo�pasóen�el�año�97.

En�un�escenario�de�estas�características,¿para�qué�quiere�la�oposición�esto�si�no�essolamente�en� la� idea�de�acorralar�al� go-bierno?;�¿Para�qué�un�dirigente�de�la�opo-sición� quiere� tener� mayoría� en� estacomisión?�En�la�oposición�funcionan�pre-sionados,� presionados� mediáticamente,presionados�corporativamente�y�este�es�elescenario�que�nosotros�tenemos�en�la�Ar-gentina�y�que�vamos�a�tener�seguramenteen�la�Argentina�durante�los�próximos�dosaños.

¿Qué� es� lo� que� nos� corresponde� a� nos-otros?�Nos�corresponde�tratar�de�empezara�construir�consensos�y�hablar�con�la�ver-dad,�decir�las�cosas�como�son.�Tratar�de�ex-plicitar�las�cosas�tal�cual�son,�porque�sinodespués�resulta�muy�difícil�creer�que�unopueda� construir� consensos� públicoscuando�las�cosas�no�se�dicen�de�la�maneraen�que�se�tienen�que�decir.

A�nosotros�como�dirigentes�políticos,�comomilitantes�políticos,�más�allá�de�las�respon-sabilidades� institucionales,� tenemos�quetratar�de�decir�en�cada�uno�de�los�lugaresen�donde�tengamos�responsabilidad�de�ha-

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blar�estas�cosas.�No�estamos�transitandoen�este�momento�de�Argentina�como�es-pectadores�de�privilegio.�No�estamos�tran-sitando�una�etapa�política�en�la�Argentinaen�donde�la�pelea�por�el�poder�las�discutenotros.�La�pelea�por�el�poder�no�está�defi-nida�en�otro�lugar,�nosotros�estamos�discu-tiendo�el�poder�y�eso�exige�a�cualquieracomo�militante�una�doble�responsabilidad,porque�los�errores�que�cometemos�los�pa-gamos�carísimos.�Porque�cada�vez�que�nosequivocamos,�cada�vez�que�alguno�de�nos-otros�con�responsabilidad�institucional�seequivoca,�pagan�en�el�error�muchos�otrosporque�es�una�pelea�claramente�desigual.

Para�estatizar�el� sistema�de� las�AFJP�noscostó�llegar�al�núcleo�de�la�discusión,�quees�quién�maneja�el�ahorro�previsional�delos� argentinos,� y� estuvimos� discutiendosiempre�por�los�bordes,�que�es�a�donde�nosllevan.�Toda�una�discusión�y�no�pudimosentrar�nunca�al�fondo�de�la�cuestión.

La�verdad�es�que�gracias�a�que�podemosmanejar�el�ahorro�previsional�de�los�argen-tinos,�pudimos�sacar�la�asignación�básicauniversal�por�hijo,�porque�no�teníamos�otraposibilidad�cierta�de�instrumentarla�rápido,en�forma�contundente,�de�forma�precisa,con�fecha�de�inicio,�sino�hubiese�sido�ope-rando�con�esta�decisión.�Y�pudimos�hacerloporque�teníamos�estatizado�el�fondo�de�lasAFJP.�Esto�no�significa�que�no�tengamos�quediscutir�una�reforma�impositiva,�que�tam-bién�hay�que�desmitificar�y�en�algún�mo-mento� tenemos� que� discutir.� Porquesiempre�que�se�dice�que�tenemos�que�dis-cutir�una�reforma�impositiva,�dicen�que�nose�puede�hablar�porque�siempre�genera�re-veses�en�la�economía.�

Se�acabaron�esos�tabúes,�si�algo�hicimos

fue�derribar�tabúes.�No�se�podía�discutir�laley�de�medios,�discutimos�la�ley�de�medios.No�se�podía�estatizar�las�AFJP,�estatizamoslas�AFJP.�Entonces,�con�esto�también�hayque� terminar� con� el� tabú.� En� algún�mo-mento,�racionalmente,�inteligentemente,hay�que�discutir�una�reforma�impositiva�enel�país�y�seguramente�no�pasará�absoluta-mente�nada.�Nada�de�las�cosas�que�no�ten-gan�que�pasar,� y� las� cosas�que�pasen�nopasarán�porque�seamos�nosotros�los�queestemos�discutiendo�una�reforma�imposi-tiva,�pasarán�por�otros�motivos,�por�otraslógicas�que�tiene�el�poder�económico�en�laArgentina.� Pero,� ciertamente� el�mensajeque� quiero� transmitir� es� fundamental-mente�entender�el�momento�que�está�vi-viendo�el�país,�tratar�de�separar�la�paja�deltrigo;�tratar�de�ver�realmente�cuales�son�lascosas�que�se�están�discutiendo,�más�allá�delnivel� de� cercanía� o� empatía� con� el� go-bierno.

Por�primera�vez�en�la�Argentina�después�demuchísimos�años,�estamos�discutiendo�elpoder.�Durante�años�en�Argentina�la�demo-cracia�discutía� cargos�o�el� gobierno,� y�elpoder�real�estaba�en�otro�lado.

Hay�una�voluntad�política�de�modificar�esaestructura�de�poder,�y��todo�lo�que�pasa�encada�uno�de�los�lugares�tiene�que�ver�conesa�acción�y�con�esa�decisión.�Y�los�que�es-tamos�acá�-que�tenemos�responsabilidadesinstitucionales-�tenemos�que�entender�estopor�sobre�todas�las�cosas,�para�no�perder-nos�en�la�cuestión�cotidiana,�en�la�cuestióndiaria,�en�la�cosa�que�por�ahí�te�hace�perderel� objetivo� de� donde� estás� trabajando� ydónde�tenés�que�acumular.

Cada�uno�de�nosotros�como�militantes�po-líticos�acumula�poder�en�un�determinado

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lugar.�O�se�acumula�de�este�lado�o�se�acu-mula�de�otro�lado�y,�cuando�uno�acumuladesde�este�lado,�tiene�que�tener�la�respon-sabilidad�de�saber�cuál�es�el�momento�ycuáles�son�las�cosas�que�se�están�poniendoen�juego.�Y�cada�uno,�en�cada�uno�de�los�lu-gares�del�país�en�donde�se�tiene�responsa-bilidad� institucional,� en�donde� se�milita,hace�a�esta�construcción�política.�Porquehay�algo�que�nosotros�también�sabemos,que� la� construcción�política�es�absoluta-mente�colectiva.�No�hay�construcción�polí-tica�individual�desde�el�campo�nacional�ypopular.�Y�cuando�uno�construye�en�térmi-nos�de�política�colectiva�sabe�del�esfuerzodel�compañero�de�Jujuy,�es� tan�valoradocomo�el�esfuerzo�del�compañero�de�Tierradel�Fuego.��Nosotros�tenemos�que�ver�dequé�manera�todo�eso�nos�lleva�a�ir�gene-rando� consensos,�masa� crítica,� para� queavance�la�cuestión�en�determinado�sentido.

Van� a� intentar� que� retrocedamos.� Hacetiempo�yo�le�decía�a�un�diputado:�“pero�vospor�qué�querés�darle�a�la�derecha�la�mayo-

ría�en�la�comisión�de�presupuesto.�Porque,con�la�composición�de�la�comisión�que�vosme�estás�proponiendo,�ninguna�de�las�leyesque�vos�votaste�conmigo�las�hubiésemossacado.�No�hubiésemos�ni�sacado�la�ley�demedios,�ni�estatizado�las�AFJP,�ni�hubiése-mos�estatizado�Aerolíneas�Argentinas,�por-que� se� hubiesen� opuesto.� Entonces,� nopodes�quedar�en�un�discurso�vacío�alrede-dor�de�un�control�que�nunca�vas�a�ejercery�que�además�esconde�que�acumulas�polí-ticamente�para�la�reacción”.

Es�verso�lo�del�control,�es�verso�lo�del�con-senso.�Los�que�no�pueden�consensuar,�por-que�no�los�dejan,�son�ellos�y�no�nosotros.Esta�es�la�realidad.�Porque,�cada�vez�que�seacercan�a�alguna�política�del�oficialismo,enseguida�los�condicionan.

Me�parece�que�todo�esto�son�las�cosas�quevamos� a� vivir� en� este� tiempo� y� segura-mente�en�los�próximos�dos�años�en�la�Ar-gentina.�

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Adelanto�que�la�lógica�desde�donde�estoymirando�la�realidad�argentina�y�dentro�deeso,� el� papel� del� Parlamento,� me� hacetomar�diferencias�y�tomar�distancias�muyclaras�con�las�actitudes�de�otros�compañe-ros� de� mi� mismo� espacio,� auto� titulado“progresista”,�que�termina�acumulando�jus-tamente�para�el�lado�contrario�para�el�queuno�piensa�que�se�debería�acumular.

Hoy�en�día�no�hay�una�agenda�del�Parla-mento,� creo�que�antes�de�agenda�parla-mentaria� en� términos� de� temasparticulares,�hay�una�cuestión�más�generalque�es�la�recuperación�de�la�legitimidad�delParlamento,�la�legitimada�pública,�la�legiti-midad�social�del�Parlamento.�Porque�cual-quier�agenda,�por�más�perfecta�que�sea�entérminos�de�temas,�queda�invalidada�si�seda�en�el�marco�de�una�pérdida�de�legitimi-dad.�Y,�al�mismo�tiempo,�me�parece�queesto� se� encuadra� en�política� general,� enuna�capacidad�de� re� legitimar� la�políticacomo�instrumento�de�la�sociedad�para�in-terpelar� al� poder.� No� existe� Parlamentofuerte�con�política�débil,�no�existe�capaci-dad�de�mediación�parlamentaria�entre�lasociedad�y�el�Estado�independientementedel�vaciamiento�autonómico�en�el�poder�dela�política�y�esto�pone�en�discusión�concep-tual�el�sistema�republicano.�No�renuncio�entérminos�teóricos�al�sistema�republicano,

lo�que�sí�lo�pongo�en�discusión�en�términosprácticos.�

Por�ejemplo,�la�crisis�internacional,�una�cri-sis�originada�dentro�del�mismo�sistema�fi-nanciero,� que� estalla� la� industriainmobiliaria�(este�sistema�económico�mun-dial�tiene�a�1.200�millones�seres�humanosbajo� la� pobreza,� perdón,�me� corrijo� conhambre,�1.200�millones�de�personas,�bajola�pobreza�son�4.000�millones).�Eso�no�escrisis,�desde�el�punto�de�vista�cultural,�estoya�ocurría�mucho�antes,�pero�sin�embargono�había�clima�de�crisis.�La�crisis�se�desatacuando�caen�los�grandes�grupos�y�dejan�ala�gente�sin�casa.�Los�estados�actúan�en�sal-vataje,�los�estados�que�no�podían�regular,tienen�que�acudir�al�salvataje�de�los�grupos,¿de�quién�es�la�plata�del�Estado�para�acudiral�salvataje�de��los�grupos?��También�de�lagente.�Que�en�definitiva� se� queda� sin� lacasa�y�además�tiene�que�aportar�para�queel�Estado�salve�a�los�grupos�y�el�capitalismosalga�de�la�crisis.�Y�esto�tiene�origen�en�lasdemocracias� que� se� jactan� de� tener� lamayor�capacidad�de�mediación�parlamen-taria.�Por�eso�es�que�pongo�en�cuestión�ladiscusión�del�Parlamento�por�fuera�de�ladiscusión�de� la�política.�Creo�que�en�esoayudó�mucho�la�discusión�de�la�Ley�de�Me-dios�en�este�sentido.

Agenda Parlamentaria de los

bicentenarios 2010-2016 (II).

Por Carlos Raimundi *

* Diputado Nacional MC

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Uno�de�los�grandes�slogans�de�los�que�seoponían�y�se�oponen�a�la�Ley�de�Medios�es:“tengamos�cuidado�de�preservar�a�los�me-dios�independientes�del�Poder”.�Y�lo�que�in-tenta�transmitir�ese�razonamiento,�es�decir,la�manera�en�que�está�traducido�al�sentidocomún�de�la�sociedad,�es�creer�que�los�me-dios�van�a�quedar�sometidos�si�hay�unosmanejos,�si�hay�una�regulación,�del�Estado.Por�lo�tanto,�me�parece�que�esta�discusión,lo�que�trajo�es�la�discusión�de�la�ecuacióndel�poder.�Y�la�verdad�es�que�el�Estado�esla�parte�menor,�minoritaria,�ínfima�y�másdebilitada�dentro�de�la�discusión�del�poder.Aquí�lo�que�estaba�en�discusión�era�nadamenos�que�quién�forma�el�sentido�comúnde�la�sociedad.�Para�que�las�sociedades�ylos�pueblos�no�asuman�que�hay�una�crisiscuando�hay�hambre,�sino�que�asuman�quehay�una�crisis�cuando�caen�los�grupos�fi-nancieros.�Y�lamentablemente�no�es�el�Es-tado�democrático,�sino�que�es�el�Poder�elque�fija�esa�escala�de�prioridades.�Por�eso,me�parece�que�el�único�marco�de�referen-cia�para�recuperar�legitimidad�y�capacidadde�mediación�real�del�Parlamento�es�la�re-cuperación�de�la�política,�en�términos�inte-grales,�es�esa�capacidad�de��la�política�deinterpelar�al�Poder.�

¿Por�qué�digo�un�Estado�tan�debilitado?�Su-pongamos�un�Estado�sentado�a�la�mesa�dediscusión�del�Poder.�Esta�es� la�otra�cues-tión,�es�entender�que�cuando�a�veces�sedice� “el� que� llega� al� gobierno,� toma� elPoder”� No,� el� que� llega� al� gobierno� ad-quiere�el�derecho�a� tener�una�silla�en� lamesa�del�Poder�para�poder�interpelarlo.�Esmás,�el�problema�en�la�Argentina,�es�que�-en� mi� opinión� personal� por� supuesto-desde��los�primeros�meses�de�Alfonsín,�queahí�sí�hubo�una�voluntad.�Me�imagino�eseúltimo�tramo�del�83,�la�campaña�electoral

y�todo�el�año�84,�mal,�bien,�se�puede�estaracuerdo�para�qué�o�no,�pero�ahí�había�unareconstitución�de�la�institución�de�la�polí-tica.�Primeros�meses,�pasó�ese�año�84�yvino�la�debacle.�Y�todos�los�gobiernos�su-cesivos,� en� lugar� de� ocupar� esa� silla� ennombre�de�la�sociedad,�para�interpelar�alPoder,�era�una�silla�más�del�Poder�para�jus-tificar�esa�desigualdad�social.�Y�creo�queeso� se� interrumpe� -lo� digo� con� absolutaconvicción-�con�Kirchner.�A�veces�encuen-tro�grandes�diferencias�entre�el�discurso�yla�realidad,�grandes�diferencias,�pero�tam-bién� le� doy� un� valor� instituyente� de� laagenda�política.� Es�decir,� se�puede�decirque�quiero�recuperar�el�Estado�y�no�hacertodo�lo�que�se��debería�hacer�para�recupe-rar�el�Estado.�Pero�el�hecho�de�poner�enagenda�recuperar�al�Estado�en�representa-ción�de�toda�la�sociedad,�ya�antepone�uneje�de�debate�distinto�al�que�tuvimos�los�úl-timos�20�años,�o�en�los�últimos�25�años,aun�desde�la�recuperación�democrática.

Entonces,�¿Por�qué�el�Estado�es�débil�auncuando�intente�superarse?�Desde�una�juntanacional�de�carne�que�manejaba�y�coordi-naba�el�comercio�exterior,�de�una�junta�na-cional� de� granos,� desde� una� empresanacional�de�hidrocarburos,�desde�una�em-presa�nacional�de�energía,�digo�imagínensesi�tuviéramos�esas�herramientas�hoy.�Por-que�el�Estado� fue�vaciado�y� recuperarlo,significa�recuperarlo�desde�una�posición�dedebilidad�muy�clara.�Eso�lleva�a�redoblar�es-fuerzos,�a�redoblar�los�recursos,�a�redoblarla�coherencia.�Por�eso�digo�que,�si�se�lograrecuperar�el�Estado�y�se�logra�re�legitimarla�política,�en�ese�marco�las�institucionescomienzan�a�jugar�un�papel�de�círculo�vir-tuoso�porque�median�a�favor�de�la�socie-dad.� Mientras� esto� no� pase,� lasinstituciones�van�a�terminar�vaciadas�y�ju-

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gando�a�favor�del�Poder.�Por�eso,�en�esto�deromper�los�mitos,�a�mi�me�ha�tocado�ver,ser�testigo.

Yo�tuve�mi�primer�mandato�como�diputadonacional� por� el� partido� radical� y� por� lascosas�que�viví�durante�ese�mandato�del�89al�93,�es�que�intenté�la�construcción�de�unacosa�distinta,�después�incorporándome�alFREPASO.�Y�uno�de�los�mitos�que�rompí�enese� momento� fue� cuando� se� habla� del“control�parlamentario”,�porque�el�controlparlamentario�de�algunos�diputados�en�lacomisión�de�seguimiento�de�las�privatiza-ciones�era:�coimear�al�funcionario�del�eje-cutivo�menemista,�coimear�al�diputado�deloficialismo�y�también�al�de�la�oposición.�O,recuperar�poderes�para�el�Parlamento,�paraque�el�Parlamento�vote�la�Ley�de�la�intan-gibilidad�de�los�depósitos�en�junio�del�año2001�y�que�en�noviembre�se�instale�el�co-rralito.

Entonces,�hay�cosas�muy�perversas�que�eldebate�político�nos�permite�sacar�a�la�luz.Por�ejemplo,�¿cómo�los�medios,�en�esto�de

tergiversar�el�sentido�común,�llevan�a�quela�principal�condena�de�la�sociedad�por�lafalta�de�la�legitimidad�de�la�política�está�enlos�legisladores,�los�diputados?�

A�mí�me�pasó�un�día,�me�encuentro�en�lacalle�con�un�señor�que�se�llama�Mario�Vi-cens,�que�fue�Secretario�de�Hacienda�delMinisterio�de�Economía�del�gobierno�de�laAlianza.�Yo�fui�diputado�de�la�Alianza.�En�unmomento�creí�que�la�Alianza�llegaba�parahacer�un�corte�histórico�con�los�diez�añosde� menemismo,� hasta� que� nos� dimoscuenta�tarde��-esto�lo�digo�como�autocríticafuerte-�que�ese�gobierno�al�llegar�ya�habíanegociado�todo.�Al�llegar,�cuando�este�go-bierno�que�venía�para�hacer�un�corte�histó-rico�y�había�dejado�a�Pedro�Pou�en�el�BancoCentral;�a�Stefani�en�la�AFIP;�a�Nazareno�enla�Corte;�y�a�Ibarra�en�Auditoría.�Ya�estabaentregado.�Y�aun�así,�le�votamos�en�bloqueporque�creíamos�que�era�distinto�y�demás,le�votamos�algunas�cosas.�Y�resulta�que�losdiputados,�pagamos�las�consecuencias�decosas� que� nunca� hubiéramos� imaginadoque�el�Poder�iba�a�hacer.�Y�un�día�me�en-

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cuentro�con�este�hombre�en�la�calle,�y�lagente�enseguida�después�de�la�crisis�me�re-prochaba�a�mí,�cuando�los�que�habían�can-jeado�la�deuda,�los�que�habían�bajado�lossalarios,�los�que�le�habían�aumentado�losimpuestos�a�la�clase�media,�los�que�habíanprofundizado� la� receta� fiscal� eran� ellosdesde�el�Poder,�no�los�legisladores�desde�elParlamento.�Y�ese�tipo,�cuando�cae�el�go-bierno,�primero�nadie�sabe�quién�es�y�se-gundo,� pasa� a� ser� presidente� de� laAsociación�de�Bancos.�Con�lo�cual�uno�sepregunta,�si�un�tipo,�al�día�siguiente�que�seva�del�Estado,�pasa�a�ser�presidente�de�laAsociación�de�Bancos,�¿para�quién�gober-naba�cuando�estaba�en�el�Estado?

Por�eso�es�que�comparto�en�términos�ge-nerales�esta�lógica,�lo�que�no�me�exime�deplantear�algunas�contradicciones�y�algunascosas�que�sinceramente�no�comparto.�Peroles�voy�a�decir�unas�cosas,� fundamental-mente�en�un�tono�más�positivo�y�voy�a�irterminando.�A�mí�me�ha�tocado,�es�ciertoque�los�contextos�no�son�iguales.�Ya�sé�quehay� que� desarrollar�más� esto� que� voy� adecir,�lo�voy�a�decir�muy�linealmente,�ex-clusivamente�para�tratar�de�explicar�lo�quequiero�decir.�No�lo�tomen�al�pie,�palabrapor�palabra,�pero�las�veces�que�a�mí�me�hatocado�estar�en�Bolivia�-que�fueron�variasdesde� la� asunción�de� Evo�Morales� hastaahora-�se�ve�claramente�que�una�parte�dela�renta�petrolera�en�el�oriente�es�lo�quehace�desestabilizar�al�gobierno.

No�quiero�decir�que�en�Argentina�pase�lomismo,�entiéndanme�la�estructura�del�ra-zonamiento.�Y�ahí�se�les�sacó�y�esos�tiposse�dan�cuenta�que�no�lo�tienen�y�acá�estáel�consultorio�dental,�está�el�salario�dondeno�había,�está�el�consultorio�médico�del�in-dígena,�está�la�jubilación,�está�la�escuela.

Entonces,� los�medios�dicen�las�mismas�opeores�cosas,�pero�la�gente�dice�“sigan�min-tiendo,�no�me�interesa�porque�yo�tengo�loconcreto”.�

En�cambio,�a�mi�me�parece�que�en�la�Ar-gentina�todavía�nos�falta�mucho�para�crearese�sentido�común�en�la�gente,�en�parteporque� se� conspira� y� se� destituye,� y� enparte�porque�si�se�promete�que�cada�inqui-lino�se�va�a�comprar�la�casa�y�después�nose� puede� comprar� la� casa,� algo� hay� quehacer.�O�no�decirlo,�o�si�se�lo�dice,�hacerlo.El�problema�es�cuando�se�generan�algunasexpectativas�que�permiten�que�se�genereel�discurso�de�“me�dicen�una�cosa�y�hacenotra”,�porque�entonces�ahí�empieza�a�tenerefecto�el�discurso�destituyente�de�los�me-dios.

Voy�hacer�dos�o�tres�reflexiones�finales.

El�desafío�para�recuperar�la�política�parte,primero�de�un�gran�esfuerzo�por�la�trans-parencia,� pero� no� sólo� transparencia� entérminos�de�buen�manejo�económico,�sinopor�la�transparencia�y�la�cristalidad�de�laspolíticas.�Es�decir:�“esto�es�lo�que�digo,�estoes�lo�que�hago�y�aquí�se�ve”.�Si�digo�que�vana�salir�$10�de�acá�y� llegan�$10,�y�no�quedigo�que�van�a��salir�$10�y�llegan�$2.�Porquees�cierto�que�$2�es�más�que�$0,�pero�tam-bién�es�cierto�que�$8�se�quedaron�en�el�ca-mino,�y�esas�cosas�la�sociedad�las�valora�ylas�condena.�Por�eso�hay�que�poner�un�granesfuerzo�en�eso.�Y�el�otro�gran�esfuerzo�esintelectual,�en�el�mejor�sentido�de�la�pala-bra,�porque�hay�pobreza�intelectual�inclusoen�los�sectores�a�los�que�pertenezco.�Recor-daba�en�la�discusión�del�presupuesto,�queen�la�intervención�que�hizo�Claudio�Lozanodijo:�“hay�500�empresas�que�justifican�el80%� de� las� exportaciones� y� como� antes

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había�200�y�ahora�hay�500�empresas�ex-tranjeras�se�aumentó�el�nivel�de�extranje-rización� de� la� economía”.� Y� despuésAgustín�Rossi�en�su�discurso�dijo:�“Se�crea-ron�170.000�pymes”,�y�es�probable�que�seacierto�lo�primero�y�seguramente�es�ciertolo�segundo.�Lo�que�hay�que�hacer�no�es�so-breactuar�poniéndose�en�los�extremos,�esdecir:� “bueno,� sí� señores,�el�mundo�queexiste�este,�si�hay�países�que�tienen�algu-nas�ventajas�comparativas�que�les�permi-ten� insertarse� en� los� mercadosinternacionales�a�buenos�precios,�eso�exigealgunos�niveles�de�concentración,�eso�noes�malo”.�Y�del�otro�lado�también�exigenponer�en�la�mesa�de�los�argentinos�la�co-mida�pero�que�no�la�hacen�esas�corpora-ciones�concentradas�que�tienen�escala�deexportación�mundial.�La�hacen� los�movi-mientos�familiares,�autoconvocados�y�lospequeños�productores.�Y�lo�que�hay�quehacer,�el�desafío�es�romper�con�esa�perezaintelectual� y� ver� como� conectamos� esasdos� cosas� que� son� verdad,� para� avanzarcomo�país�y�no�ver�cómo�me�paro�en�una�ycomo�me�paro�en�la�otra,�generando�esenivel�de�concentración.

Lo�que�estoy�planteando�es�que�hay�secto-res�de�clase�media�que�son�muy�sensiblesa�esas�cosas�y�que�no�hay�que�rifarlos�comoaliados,�pero�¿por�qué?�Porque��en�una�so-ciedad�fragmentada�como�la�argentina,�dela�única�manera� en�que� se� consolida�unproyecto� popular� es� con� un� bloque� depoder�de�sectores�populares�y�algunos�sec-tores�medios,�porque�si�los�sectores�me-dios� -como� en� nuestra� historia� hubograndes�sectores�medios-�se�juntan�con�laoligarquía�hay�proyecto�oligárquico.�Y�si�lossectores�bajos�se�juntan�con�la�oligarquía,que�fue�el�menemismo�-por�supuesto�quehubo�una�clase�media,��porque�hubo�favo-

res�a�la�clase�media,�pero�como�bloque�depoder,�el�bloque�de�poder�eran�los�sectoresmás�bajos�con�los�sectores�más�altos-,�esoes�conservadurismo�popular.�Y�el�modelopopular� para� consolidar� un� modelo� conmás�autonomía,�con�más�independencia,es�con�otro�bloque�de�poder,�donde�no�al-canza�solamente�sacar�dos�puntos�más�enlas�elecciones�con�un�solo�segmento�social,sino� que� hay� que� armar� un� bloque� depoder� para� gobernar.� En� ese� sentido� esdonde�creo�que�hay�que�dar�señales�muyfuertes,�para�que�estas�grandes�improntasde�este�gobierno�-que�comparto-�constru-yan�un�sujeto�político�consecuente�con�eseuniverso�de�ideas.�Porque�si�son�muy�pro-gresistas�con,�por�ejemplo:�Derechos�Hu-manos,�¿le�molesta�al�Poder?�Le�recontramolesta.�Que� la�Argentina�no�esté�en�elALCA,�el�principal�proyecto�de�la�potenciahegemónica�del�mundo.�No�estamos.�¿Lemolesta�al�Poder?�Indudablemente,�le�tocalos� intereses� los� intereses� fuertes,�no�esque�molesta,�no�hace�cosquillas,�le�toca�losintereses.�Ley�de�Medios,�recuperación�delas�jubilaciones�para�el�Estado.�Claramenteel�Poder�desestabiliza,�por�lo�tanto�hay�queser�muy�fuertes�y�construir�un�sujeto�polí-tico� capaz� de� sostener� ese� universo� deideas,� con� una� autonomía� de� ese� poderdesestabilizador�del�Poder.

Veo�también�que�no�se�hace�todo�lo�que�sepodría�hacer.�Un�universo�de�ideas�progre-sistas�no�se�sostiene�solamente�desde�la�or-todoxia� territorial,� desde� la� ortodoxiasindical.�Hay�que�ampliar�el�sujeto�políticopara�sostener�ese�nuevo�universo�de�ideas.Hablar�del�nuevo�proyecto�parlamentariosin�hablar�del�eje�de�las�disputas�de�Poder,resultaría�irrelevante.�

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Siempre�lo�voy�a�señalar,�yo�he�encontradoen�este�camino�y�en�este�rumbo�-cuandome�decidí�a�participar�en�la�convocatoria�dela�Concertación-�a�un�grupo�de�seres�huma-nos,�fundamentalmente,�con�los�que�pudecompartir�un�camino,�un�camino�político,pero�también,�valores�que�trascienden�laactividad� política� que� llevamos� en� con-junto.�Y�uno�de�ellos�tiene�que�ver�con�lacuestión�de�la�generosidad�y�la�solidaridadque�siempre�advierto,�señalo,�subrayo�y�fe-licito�del�peronismo.�Esa�capacidad�del�pe-ronismo�de�sentir�con�otro,�que�lo�hace�sergeneroso,�abrir�sus�brazos,�invitar�a�partici-par�a�alguien�que�viene�de�una�tradición�demilitancia�política�diferente,�de�una�tradi-ción�histórica�diferente,�desde� la�UCR,�odesde�ese�radicalismo�de�1983.

Intentaré�hacer�una�suerte�de�síntesis�de�loque�ha�sucedido�en�estos�26�años�en�la�po-lítica�argentina.

¿Saben�qué�es� lo�más� lindo�que� tiene� laConcertación?� Que� podamos� sentarnosporque�nos�unen�las�causas.�A�mí�la�verdadque�me�había�agotado,�francamente,�la�ló-gica�de�pensamiento�político�que�ponía�deun�lado�y�de�otro�antinomias�que�no�pare-cían,�bajo�ningún�punto�de�vista,�reales.�Laverdad�es�que�todos�nosotros�hemos�visto,en�estos�26�años�-para�no�referirme�a�toda

la�historia�argentina-,�que�los�dos�principa-les�partidos�políticos,�tanto�el�PJ�como�laUCR,�han�pasado�de� la� socialdemocraciadel� 83� al� neoconservadurismo� de� De� laRúa;��del�neoliberalismo�de�Menem�al�na-cionalismo�de�centroizquierda�de�Kirchner.�

Plantear�la�necesidad�de�ideologizar,�quequiere�decir�sentarse�sobre�las�causas�y�de-fender�las�causas�por�encima�de�cualquierotra�cuestión,�es�central�en�lo�que�debiéra-mos�ganar�como�cultura�política�para�de-lante.�Esto�debiera�ser�lo�que�naturalmentesuceda�en�la�Argentina,�que�uno�en�vez�dequerer�ganarle�al�otro,�efectivamente�todosle�queramos�ganar�a� la�pobreza.�Que�enlugar�de�querer�ganarle�al�otro,�le�quera-mos� ganar� a� la� ignorancia,� le� queramosganar� al� atraso,� al� subdesarrollo.�Que� lacausa�sea�la�que,�efectivamente,�nos�movi-lice�y�nos�motorice�a�todos.

Yo�tengo�una�visión,�además�de�la�visiónpolítica�y�como�mujer�política�y�militantepolítica,� pero� también� tengo� una� visiónmás�desde�la�cultura.�Trato�de�analizar�losprocesos,�tal�vez�en�una�perspectiva�que�esmás� antropológica� que� política,� a� vecesmás�psicoanalítica�que�política,�pero�por-que�trato�de�entender�qué�nos�ha�ido�pa-sando.�

Agenda Parlamentaria de los

bicentenarios 2010-2016 (III).

Por Silvia Vázquez *

Silvia Vázquez. 1

* Diputada Nacional

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Entre�otras�cosas,�porque�honestamentecreo�que�a�las�naciones�y�a�los�pueblos�-casicomo�la�identidad�que�surge�de�un�indivi-duo,�de�un�ser�humano-�nos�pasan�cosas,tenemos�almas.�Así�cuando�los�seres�huma-nos�que�no�reflexionamos,�no�hacemos�ex-periencia� sobre� lo� vivido� y� tendemos� arepetir,�eso�es�el�inconsciente,�la�eterna�re-petición.� � Bueno,� los� pueblos� tenemosexactamente�la�misma�tendencia.

Doscientos�años�de�historia��nos�permiteremontarnos,�quizás�no�tanto�al�de�1810,que�es�una�concesión�a�los�porteños,�perosí�al�de�1816.�Nos�permite�situarnos�entredos�congresos:�El�Congreso�de�la�indepen-dencia�y�el�Congreso�Nacional.�El�Congresode�la�independencia�de�1816�fue�un�con-greso�declarativo�y�pareciera�ser�que�esteCongreso� � se� transforma� a� sí� mismo,� sesitúa�a�sí�mismo�para�adelante�con�estasbatallas�que�debemos�seguir�dando.�Comoel�Congreso�que�logró�la�independencia,�unCongreso�que�logre�la�materialización�deaquello�que�fue�declarado

Una�falla�en�la�cultura�de�los�argentinos�quequiero�advertir,�está�situada�justamente�enesto:�muchas�veces�creemos,�cosas�que�serepite�y�es�como�cotidiana,�creemos�quepor�el�solo�hecho�de�enunciar�las�cuestio-nes,�esas�cuestiones�ya�son.�De�hecho,�haytantos�dirigentes�políticos�que�creen�quede�tanto�que�hablan,�hacen.�Pero�la�verdades�que�las�palabras�construyen�realidades,en�este�sentido�adhiero,�pero�si�uno�no�vay�hace,�no�le�pone�el�cuerpo�a�esas�pala-bras,�esas�palabras�no�se�corporizan�en�re-alidad.

Ese�Congreso�de�1816,�en�la�Declaración�dela� Independencia,�tiene�también�algunasfallas�de�origen,�algunas�cuestiones�de�ori-

gen�no�resueltas,�no�suficientemente�ex-puestas� y� sobre� lo�que� todavía�no� se�haabordado�lo�suficiente.

En�principio,�por�ejemplo,�que�la�forma�degobierno�fue,�resuelta�entre�un�conjuntode�diputados�o�representantes�que,�en�esemomento,�hubieran�adherido�a�otra�formade�gobierno.�Plantearon�sencillamente�algoque�la�historia�oficial,�a�partir�de�BartoloméMitre,�tratará�de�deslegitimar�frente�a�laposteridad�y,�además,�planteaban�la�mo-narquía�incaica.�En�el�1816,�ya�la�mayoríaquedó�sepultada�y�una�minoría�selecta,�quetenía�una�convicción�discutible,�había�im-puesto�su�criterio�y�sobre�eso�no�se�volveráa�echar�luz�en�la�historia.

Eso�tenía�también�una�razón�de�ser,�porqueel�planteo�de�San�Martín�y�de�Belgrano,�noera�un�planteo� loco.� Era�un�planteo�quetenía�que�ver�concretamente�con�la�reac-ción�de�una�de�las�primeras�naciones�quedeclaraban� su� independencia� en� el� con-texto�de�América�Latina,�insurgente.�Se�se-para� de� sus� hermanas� y� hermanoslatinoamericanos�y�quedará�pegada�desdeel� puerto� -con� una� mirada� colonizada-hacia�Europa.�Y�la�verdad,�es�que�lo�logra-ron,�digamos.��No�San�Martín�y�Belgrano.San�Martín�y�Belgrano�siguen�pugnado�através�nuestro�y�a�través�de�los�años�paraque�logremos�esa�independencia.�Indepen-dencia�que�sólo�podemos�conseguir,�si�po-demos�trabajar�mancomunadamente�connuestros�hermanos�latinoamericanos.

¿Qué�creo�que�básicamente�no�se�le�per-dona�al�gobierno�nacional,�a�este�conjuntopolítico,�abierto,�plural,�con�todos�los�másy�menos�que�tengamos,�las�fallas,�los�erro-res?�Yo�creo�que�básicamente�a�nosotrosno�se�nos�perdona�que�no�hayamos�adhe-

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rido�a�la�impunidad�del�olvido,�que�seamosunos�fervientes�combatientes�de�la�memo-ria.�Porque�si�uno�puede�traer�permanen-temente�al�presente�la�memoria,�y�esto�notiene�que�ver�solamente�con�la�pretensiónen�el�campo�de�los�Derechos�Humanos,�yde�los�Derechos�Humanos�en�la�lucha�porlas�libertades�públicas.�Si�uno�permanente-mente�trae�al�presente�y�extrae�del�pasado,aquellas� cuestiones� que� nos� han� dejadocomo�colonia,�eso�molesta.�

Ha�habido�una�trayectoria,�cumplida�desdela�forma�de�gobierno�y�desde�la�institucio-nalización�de�la�democracia�liberal,�para�nointerrogarnos��sobre�algunos�temas�y�quepensemos,�exactamente,�que�la�democra-cia�se�consolida�únicamente�porque�la�ma-yoría�de�la�ciudadanía�optó�por�el�caminode�la�libertad�en�determinado�momento.

Pero� cuando� vamos� a� hacer� el� combatecontra� la� pobreza,� resulta� que� entonceshay� que� interrogar� otras� cuestiones.� Yentre�esas�otras�cuestiones,�que�hay�queinterrogar�y�que�fueron�interrogadas�tam-bién�desde�que�este�gobierno�y�con�estaconformación�parlamentaria�también,�es-taban� las� corporaciones� económicas,� elpoder�económico�concentrado�en�la�Argen-tina.�¿Y�por�qué?�Porque�todo�es�funcionalal�mismo�sistema.�

Entonces,�hay�una�parte�de�verdad�en�undiscurso�y�en�otro.�Es�cierto�que�hay�500empresas�en�Argentina�que�representan�el56%�del�PBI,�es�decir,�que�la�concentracióneconómica�existe,�que�de�esas�500�empre-sas,�170�son�de�capital�nacional,�330�em-presas�son�de�capital�extranjero.�Que,�sivamos�a�ver�las�utilidades�que�tienen�unasy�otras,�las�170�empresas�se�llevan�aproxi-madamente�6.000�millones�de�utilidades

en�el�2008�y�las�330�extranjeras�represen-tan�casi�60.000�millones.�Que�los�han�lle-vado�porque,� principalmente,� tributan� asus�casas�matrices,�es�decir,�tampoco�es�di-nero�que�se�invierte�acá.�Pero�si�vamos�aanalizar�la�capacidad�de�generación�de�em-pleo�que�tienen�esas�empresas,�tambiénnos�vamos�a�encontrar�con�otro�dato�inte-resante.�Que,�las�170�empresas�nacionalesmás�las�pymes,�han�generado�casi�la�mismacantidad�y�hasta�un�poquito�más�de�em-pleo�que�las�330�empresas�principales�decapital�extranjero.

Tenemos�claramente�un�problema.�Las�dic-taduras,�con�ese�posicionamiento�autorita-rio,�se�han�ido�manifestando�culturalmentea�través�de�las�décadas�en�nuestro�país.�

En� Argentina� tenemos� todavía� vigentesmás�de�1.800�leyes�que�vienen�de�las�dic-taduras.�No�es�necesario�entrar�en�las�con-sideraciones�de�las�facultades�delegadas,hay� que� analizar� al� fenómeno� cultural.¿Cómo�pudimos�vivir�26�años?�Porque�hayque�estar�muy�metido�dentro�del�pensa-miento�autoritario�para�no�darse�cuenta�yno�reaccionar�del�hecho�de�que�vivíamosbajo�la�égida�de�la�comunicación,�dictada,armada,�mapeada,�por�la�lógica�de�una�cul-tura� de� una� dictadura�militar.� Teníamosuna�legislación�en�términos�de�partidos�po-líticos,� de� sistema� electoral� que� fueronpensadas�y�modeladas�en�otra�dictaduramilitar.�Hay�que�tener�una�sociedad�bas-tante�abstraída�como�para�que�no�se�decuenta.��Sino�no�se�entiende�que�la�reac-ción��a�lo�largo�de�26�años,�no�haya�sidootra.

La�verdad�es�que�no�somos�distintos�los�ar-gentinos�de�hoy�a�los�argentinos�de�hace10�o�15�años.�Somos�los�mismos.�Pero�creo

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que�había�un�pilar�fundamental�que�habíaque�voltear,�uno�de�esos�tres�pilares�en�losque�se�han�basado�las�dictaduras.�Un�pilarinstitucional,�un�pilar�económico-financieroy�un�pilar�cultural-comunicacional.�Este�úl-timo,�trataron�que�no�se�tocase,�esto�lo�pre-tendieron� todas� las� corporaciones,� laseconómicas�también,�que�desde�ese�lugarsostuvieron,�sin�balas,�este�modelo�de�con-centración�en�pocas�manos.

A� la�herramienta�comunicacional�el�Con-greso� Nacional� ha� logrado� asestarle� ungolpe� fenomenal.� Ahora� queda� por� de-lante,�un�proceso�de�lucha�mayor�al�ante-rior.�Creer�que�porque�tenemos�la�ley,�estoestá�resuelto,�es�lo�mismo�que�haber�creídolos�diputados�de�1816,�que�porque�decla-raron�la�independencia,�la�independenciaya�existía.�Bueno,�esto�todavía�no�existe,esto�hay�que�lograrlo.�Tenemos�una�herra-mienta,�pero�hay�que�lograrlo.�Hay�por�de-lante�unos�años�extremadamente�difícilesy�complejos�en�ese�sentido.�Hoy�las�corpo-raciones�en�la�Argentina�han�tomado�a�al-gunos�sectores�de�oposición�como�la�UCRy�el�Acuerdo�Cívico�y�Social�como�voceros.No�es�que�no�hacen�política.�Los�políticosson�los�otros,�las�corporaciones�son�los�par-tidos�políticos�con�los�que�verdaderamentese�enfrenta�el�gobierno.�El�Acuerdo�Cívicoy�Social,�el�PRO�o�la�UCR,�son�voceros�de�lascorporaciones.�Ese�es�el�lugar�que�han�to-mado.�Por�eso�también�eso�debe�ser�unalínea�divisoria�que�debe�ser�muy�clara.�

Lo�que�se�viene�después�de�esto,�es�la�dis-cusión�sobre�la�concentración�económica.Nos�cansamos�de�hacer�seminarios�en�elCongreso�diciendo�que�tenemos�que�refor-mular�el�sistema�tributario�en�la�Argentina.Llegó�el�momento�de�hacerlo.�Si�uno�asumela�mística�de�la�militancia,�la�asume�para

militar�las�causas,�eso�es�lo�que�me�une�conel�otro.�No�nos�tiene�que�interesar�maqui-llar�la�realidad,�para�el�maquillaje�están�losvoceros�de�las�corporaciones.�Nosotros�te-nemos�que�ir�por�las�causas.�

Es�necesario�hacer�un�replanteo�de�régi-men�tributario,�un�replanteo�del�régimende� coparticipación� federal.� También� haydeudas�históricas�que�tienen�que�ver�conestos� doscientos� años,� que� las� vamos� atener�que�pagar.�Esas�deudas�históricas�nosvan�a�llevar�a�hacer�planteos�que�van�a�lle-gar�al�Parlamento,�sin�lugar�a�dudas.�A�esteParlamento�que�tiene�una�estructura�libe-ral,�más�allá�de�los�partidos�políticos�que�locompongan.� La� estructura� está� pensadadesde�una�concepción�liberal.�

Por�otro�lado�es�necesario�pensar�que�es-tamos�insertos�en�América�Latina,�que�losmovimientos�de�los�pueblos�originarios�sonuna�realidad,�porque�hay�muchos�argenti-nos�que�parece�que�se�desayunan�ahora�deque� hay� indígenas� en� la� Argentina.� Haypueblos�originarios�en�la�Argentina,�hay�re-alidades�culturales�diferentes�a�las�prove-nientes�de� los�que�desembarcaron�en�elpuerto�de�Buenos�Aires�y�las�vamos�a�tenerque�asumir.

La�Argentina,�en�una�agenda�parlamentariahacia�el�2016,�tendrá�que�plantearse�nue-vamente�la�reforma�de�la�Constitución�Na-cional.� Deberemos� reconocer� esasrealidades� pluri� étnicas� y� culturales� ennuestras� instituciones,�cosas�que�hoy�noestán.��

Si�queremos�discutir�acerca�del�federalismoy�de�cómo�hacemos�para�que�ese�federa-lismo�sea�eficaz,�también�debemos�recono-cer�que�quizás�la�reforma�del�94�en�cuanto

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al�cambio�de�la�composición�del�Senado,�noes�para�nada�eficaz.�El�Senado�de�la�Nacióntermina�representando�al�pueblo�de�la�pro-vincia�y�dejó�de�representar,�como�lo�hacíaen�el�esquema�institucional�anterior,�a�laprovincia�efectivamente.

Por�otro�lado,�también�hay�demandas�de�lasociedad�para�el�nuevo�Parlamento�en�vis-tas�al�2016,�que�no�son�las�demandas�quelos�políticos�nos�hacemos.�Cuando�digo,�yno�es�broma,�que�así�como�una�parte�de�lasociedad�va�al�Parlamento�y�plantea�el�ma-trimonio�gay,�o�sea,�una�agenda�completa-mente� distinta� a� la� que� los� partidospolíticos�en�la�Argentina�jamás�se�les�hu-biera�ocurrido,�también�habrá�que�plante-arse�instituciones�como�el�matrimonio�civil.Esto�conlleva�interrogantes�porque�empe-zamos�a�notar�que�nosotros�estamos�sos-teniendo� desde� lo� estatal,� desde� lalegislación�civil,�un�sacramento�religioso,cuando�en�realidad�el�sacramento�religiosolo�es�para�aquel�que�profesa�la�fe,�no�para

la�totalidad.�Esas�discusiones�también�vie-nen�al�Parlamento,�que�es�la�vida�cotidianadel�ciudadano.

Por�último,�ponderar�una�última�cuestióncomo�central�y,�en�esto�también,�tenemosmucho�que�aprender�de�las�cosmovisionesde�los�pueblos�originarios.�Es�en�la�relacióncon�los�recursos�naturales,�la�ponderacióndel�valor�de�los�recursos�naturales�y�las�de-cisiones�que�se�tomen�en�materia�econó-mica,�con�una�valoración�y�ponderación�delimpacto�ambiental�que�esas�decisiones�ge-neran.�

Al�2016,�este�bicentenario�tiene�que�des-enterrar�lo�que�muchos�quisieron�que�que-dara� en� el� olvido,� tiene� que� seguirlevantando�la�bandera�de�la�memoria�porencima�de�la�de�la�impunidad�del�olvido�ytiene�que�plantearse�una�ciudadanía,�unarepública,�que�sepa�que�para�ser�indepen-diente�debe�incorporarlos�absolutamentea�todos.

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7Política Exterior

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Una mirada al futuro de Argentina

* Embajador de la Unión Europea en Argentina.

Si�hay�una�política�que�debe�ser�a�largoplazo�sin�duda�es�la�política�exterior.�Esnecesario�abordar,�en�la�Argentina�y�encualquier� país� del�mundo,� la� discusiónsobre�prioridades�en�política�exterior�mi-rando�un�poco�lo�que�ocurre�en�el�restodel�mundo.�

Luego�de�25�años�de�trabajar�y�analizarlas�políticas�exteriores�de�muchos�paísesdel�mundo,�no�solamente�los�países�eu-ropeos,�y�más�allá�de�toda�la�casuísticaque� esas� políticas� presenten,� hay� unaconstante� en� todo� el� mundo� práctica-mente,�y�es�que�hay�dos�grupos�de�prio-ridades�de�política�exterior�que�se�repitenen� todos� los� países� casi� indefectible-mente.�Esos�dos�grupos�de�prioridadesson,�primero,�los�vecinos�de�cada�país.�In-tegrarse�política�y�económicamente�consus�vecinos�es�una�prioridad�de�todo�elmundo�hoy,�sin�duda,�y�ha�sido�la�priori-dad� número� uno� desde� siempre� en� laUnión�Europea.�Y,�por�el�otro�lado,�evi-dentemente,� tener� un� relacionamientointenso�y�positivo�con�los�actores�globa-les,� las� principales� potencias.� En� todocaso,�los�países�o�los�conjuntos�de�paísesque�tienen�una�importancia�para�los�inte-reses�del�país�del�que�se�trate�en�todo�elmundo.

Estas� son� las� únicas� constantes� que� seven�en�las�relaciones�exteriores�en�todoel�mundo,�más�allá�de�la�casuística,�másallá�de�razones�históricas�como�culturalesque�puedan� sacarnos�de�esas�priorida-des.

Mirando�esto�desde�el�caso�de�la�Argen-tina,�la�relación�de�la�Argentina�con�susvecinos,�sobre�todo�con�los�vecinos�delMercosur,�es�normal�que�hoy�y�siempretenga�una� fundamental� importancia.�ElMercosur�sigue�siendo�el�proceso�de�in-tegración�más�importante�de�la�región�ysigue�siendo,�a�pesar�de�un�avance�lento,un�aspecto�que�será�siempre�prioritarioen�la�política�exterior�argentina.

Intentaré�hablar�de�otro�aspecto,�que�esel� relacionamiento�de� la�Argentina�y�elresto�de�América�Latina,�con�el�resto�delmundo.

Hace�un�tiempo�leí�un�artículo,�el�subtí-tulo�se�refería�a�algo�que,�quizás�para�loseuropeos� es� una� evidencia,� pero� vistodesde�Buenos�Aires�tal�vez�no�lo�es�tanto.Cuando� se� habla� de� grandes� potenciaspolíticas�o�económicas,�muy�a�menudo�seestá�hablando�de�los�Estados�Unidos;�ocuando� se� habla� de� una� visión� a� largoplazo�se�está�hablando�generalmente�de

Política Exterior argentina y

contexto internacional (I).

Por Gustavo Martín Prada *

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China.

Este�artículo�nos�informaba�algo�que�talvez� valga� la� pena� repetir.� En� este� mo-mento,�la�economía�de�la�Unión�Europeatiene�el�mismo�tamaño�que�la�de�los�Es-tados�Unidos�más�la�de�China�juntos.�Po-dría� dar� otras� cifras� o� comparacionessimilares� pero� con� esto,� lo� que� quierodecir�es�que�en�términos�económicos�hoyen�el�mundo,�todos�los�países�consideranque�un� relacionamiento� intenso� con� laUnión� Europea� es,� sin� duda,� � desde� elpunto�de�vista�económico,�una�gran�opor-tunidad.

No�solamente�la�economía�europea�hoyes�igual�a�la�china�y�la�americana�juntas,sino�que�la�Unión�Europea�es�hoy�por�hoyla�principal�fuente�de�inversión�extranjeraen�el�mundo;�la�Unión�Europea�es�el�prin-cipal�exportador�e�importador�del�mundoy,� hablando�en�Buenos�Aires� y,� por� su-puesto,�en�el�Mercosur,�la�Unión�Europeatambién�es�el�principal�socio�comercialdel�Mercosur.�La�Unión�Europea�es,�y�conmucha� diferencia,� el� principal� inversorque�tiene�la�Argentina.�De�hecho�la�UE�re-presenta�más�inversión�en�el�país�que�elresto�de�todos�los�países�juntos.�Algunaspiensan�que�la�Unión�Europea�es,�a�pesarde�todo�lo�que�estoy�describiendo,�unaentidad�proteccionista�en�lo�agrícola,�poreso�agrego�únicamente�que�la�Unión�Eu-ropea�es�el�mayor�comprador�de�produc-tos� agrícolas� en� todo� el� mundo,� ytambién�en�la�Argentina.

Si�alguien�pensase�que�el�exportar�mate-rias�primas�quizás�no�es�la�forma�de�en-carar� el� futuro� del� relacionamiento� deArgentina� con� el� resto� del�mundo,� dé-jenme�deciros�que� la�UE�es� también�el

principal�comprador�de�productos�trans-formados�del�sector�agrícola.

Por�todas�estas�razones,�porque�piensoque�llevarse�bien�con�los�vecinos�es�fun-damental�y�porque�llevarse�bien�con,�Eu-ropa,�debiera�ser�una�gran�prioridad�parala�región.�Voy�a�lo�que�pienso�que�podráser� en� los� próximos�meses,� el� próximoaño�y,�sin�duda,�en�los�años�futuros,�unadecisión�estratégica�que�debemos�tomarjuntos,� la� Argentina,� el� Mercosur� y� laUnión� Europea.�Me� estoy� refiriendo� alobjetivo�político,�la�prioridad�política�quetenemos,�de�relanzar�las�negociacionesentre� la� UE� y� el�Mercosur� e� incluir� unacuerdo�de�asociación�entre�Europa�y�elMercosur,�lo�más�rápido�posible.

En�el�año�2010�hay�una�constelación�es-pecialmente�favorable,�en�el�sentido�enque�la�Argentina�asume�la�presidencia�delMercosur�en�el�primer�semestre�del�añopróximo�y�España�asume�la�presidenciade�la�UE.�España�ha�sido�un�gran�impulsoen�las�profundizaciones�de�las�relacionesentre�la�UE�y�América�Latina�en�general.Por�lo�tanto,�estamos�ante�una�situaciónmundial�en� los�próximos�meses�y�en�elpróximo�año�para�dar�a�ambas�partes�unimpulso�definitivo,�para�relanzar�esta�ne-gociación�que�en�el� año�2004�no�pudoser,�pero�que�ahora�las�circunstancias�sonfavorables�y�debiéramos�avanzar�lo�másrápido�posible�hacia�esa�asociación�entreel�Mercosur�y�la�UE.�

Por�un� lado,�por� todas� las� razones�queacabo�de�enumerar,�sobre�todo�lo�que�re-presenta�la�UE�en�el�mundo,�pero�tam-bién� porque� pienso� que� ese� acuerdoentre�la�UE�y�el�Mercosur�será�algo�muypositivo�para�la�integración�del�Mercosur,

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Una mirada al futuro de Argentina

porque�muchas�razones�que�tienen�quever�con�la�imagen�que�tiene�del�Mercosurel�resto�del�mundo,�y�también,�sin�duda,porque� mostrará� a� los� escépticos� delMercosur,�que�este�es�un�instrumento�vá-lido�no�sólo�para�relacionarse�entre�lospaíses�del�Mercosur� sino� también�parainteractuar�con�el�resto�del�mundo.

Dicho�esto,�desde�el�punto�de�vista�euro-

peo,�la�gran�prioridad�que�tenemos�en�lospróximos�meses�y�años�hacia�la�región�yhacia� la� Argentina,� quiero� terminar� deuna�manera�más�general.�Este�acuerdoentre�la�UE�y�el�Mercosur�hay�que�situarloen�la�estrategia�de�la�Unión�Europea�paraAmérica� Latina� y� estoy� seguro� de� queserá� cualitativamente� todavía� más� in-tenso�que�lo�que�tenemos�en�estos�mo-mentos.�

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Una mirada al futuro de Argentina

* Ex Canciller de la Nación Argentina.

La�caída�del�muro�-bastamente�celebradaeste�año-�abolió�un�modelo,�inclusive�hastaun�modo�de�pensar�el�planisferio,�debajodel�cual�corrieron�ríos�de�sangre�pero�queno�dejaba�de�tener�su�simplicidad�para�en-tender�cómo�era�la�cosa.�También�terminó,la�caída�el�muro�de�Berlín,�con�una�literaturamuy�interesante�que�eran�las�novelas�de�es-pías�de�la�Guerra�Fría.�Con�lo�que�sí�terminó,objetivamente,�fue�con�un�modelo�bipolary�dio�paso�a�dos�decenas�de�años�de�unipo-laridad,�que�comenzó�con�los�gobiernos�deClinton,� con� una� unipolaridad,� digamos,blanda�y�que�después�con�dos�gobiernos�deBush.�Luego�del�11�de�septiembre,�un�pre-dominio�bélico,�un�predominio�castrense,una�unilateralidad�castrense.�Un�predomi-nio�fáctico�de�los�Estados��Unidos�y�un�tras-lado,�a�escala�planetaria,�de�las�hipótesis�deconflicto�de�los�Estados�Unidos�al�resto�delmundo.�De�hecho,�hay�que�subrayar�quecuando�se�conforma�la�alianza�para�invadirIrak�-la�segunda�invasión�de�Irak-�EstadosUnidos�no�conviene�la�invasión�con�la�UniónEuropea,� sino� con� algunos� países� de� laUnión�Europea�que�ideológicamente�coin-cidían�con�la�mirada�del�mundo�que�tenía�elex� presidente� Bush,� � además� de� algunasalianzas�tradicionales�en�las�alianzas�bélicasde� los� Estados� Unidos,� como� Australia,Nueva�Zelanda,�Canadá,�etc.

El�triunfo�de�Obama�en�la�elecciones�en�losEstados�Unidos,�en�realidad�más�allá�delpunto�de�vista�simbólico,�más�allá�de�ha-berlo� convertido� -a� pesar� del� pobreObama-�en�una�especie�de�estrella�de�Rockitinerante,�es�desde�el�punto�de�vista�sim-bólico�una�aceptación�de�una�realidad.�Larealidad� es� que� los� Estados� Unidos,� entanto�potencia�bélica,�ya�no�son�capaces�entérminos�materiales�de�mantener�ni�el�apa-rato� bélico� que� habían�mantenido� hastaese�momento�ni,�particularmente,�el�des-pliegue�de�personal�a�lo�largo�y�a�lo�anchodel�mundo.�Estados�Unidos�hoy�está�tras-ladando�tropas�desde�Irak,�las�está�trasla-dando�en�este�mismo�momento,�desde�lasgrandes�ciudades�a�los�centros�intermediosy�más�rurales�de�Irak.�Sumado�al�despliegueque�hay�en�Afganistán�y�en�otros�lugaresdel� mundo,� tiene� aproximadamente200.000�personas�en�el�exterior�y�esto�es�ellímite�de�su�capacidad�económica�para�so-portar�semejante�esfuerzo�bélico.

Imagino�que�el�día�más�feliz�de�la�vida�deObama� fue,�mejor� dicho,� el�minuto�másfeliz�de�la�vida�de�Obama,�fue�el�primer�mi-nuto�en�el�cual�se�sentó�en�la�silla�de�presi-dente,� porque� a� partir� de� ahí� todo� fuecompromiso�y�complicación.

Política Exterior argentina y

contexto internacional (II).

Por Rafael Bielsa *

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Hay�un�analista�estratégico,�Robert�Fried-man,�que�tiene�su�agencia�en�Texas,�quedice� que� la� estrategia,� en� realidad,� esmucho�más�una�cuestión�de�lectura�de�larealidad�que�de�manejo�de�opciones.� Esuna�buena�reflexión�porque�a�veces�ya�em-piezan�las�voces�que�le�dan�algunos�palospor�la�espalda�a�Obama�por�no�hacer�estric-tamente�lo�que�prometió�que�iba�a�hacerdurante� las� elecciones.� No� es� que� no� lohaga�-en�el�caso�de�que�no�lo�hiciere-,�por-que�no�quiere�sino�porque�hay�una�cosaque�se�llama�la�realidad�y�que�le�imponeuna�paleta�de�opciones�infinitamente�máspequeña�de�la�que�un�político�en�campañaquiere�demostrar�que�tiene.

Vamos�a�dar�dos�o�tres�ejemplos�muy�con-cretos�que�en�algunos�casos�nos�tocan�decerca.

Estados�Unidos�tiene�16�agencias�de�segu-ridad.�Cada�agencia�de�seguridad�tiene�sulógica�burocrática�interna,�su�propio�meca-nismo�de�supervivencia,�da�información�ala�hojita�que�todas�las�mañanas�le�llevan�alpresidente�Obama,�que�es�la�hoja�de�la�in-formación�más�estratégica,�es�un�elementoinformativo�único,�o�sea,�a�otras�autorida-des� también� se� les� informa�pero� con�unnivel�más�desclasificado�de� información.Esas�16�agencias,�son�un�elemento�extre-madamente�difícil�de�gerenciar�porque�tie-nen�intereses�distintos,�porque�actúan�demanera�diferente�en�el�mundo�y�porquetienen�un�pasado�y�pecados�y�muertos�enel�ropero,�diferentes�entre�sí.�Entonces�hayun�problema�extremadamente�difícil�queenfrenta� el� presidente� Obama� todos� losdías.

La�segunda�cuestión�es�que�Estados�Unidostiene�cinco�ramas�de�las�Fuerzas�Armadas:

la�Marina,�el�Ejército,�la�Fuerza�Aérea,�losmarines� y� las� empresas� contratistas.� Lasempresas�contratistas,�que�se�manejan�enel� campo�de�guerra� con� códigos�propiosque�no�son�los�de�la�Convención�de�Gine-bra,�al�mismo�tiempo�de�que�son�un�ele-mento�muy� importante�en�el�desplieguebélico�de� los�Estados�Unidos,� son�un�ex-traordinario�negocio�que�no�es�muy�fácil�dedesmontar.� � En� tanto� y� en� cuanto� estánmuy�vinculados�a�dos�personas�de�gobier-nos� anteriores,� los� Bush,� que� siguen� te-niendo� influencia�en� los�Estados�Unidos.Estados�Unidos�votó�un�presidente�demó-crata�pero�hay�muchísimas�personas�que,independientemente�del�voto,� tienen�unpensamiento�en�materia�de�política�exte-rior,� republicano.� Entonces� ahí� hay� otroproblema�donde�la�agenda,�la�realidad,�lequita�posibilidades�de�opción�al�presidentede�los�Estados�Unidos.

Una� cosa� que� nos� tiene�muy� en� cuenta,afortunadamente� tuvimos� una� fructíferareunión�del�UNASUR�en�Bariloche,�que�dealguna� manera� aquietó� momentánea-mente�las�aguas,�a�pesar�de�que�el�río�deaguas�turbulentas�sigue�agitándose�con�lasfamosas�bases�en�Colombia.�En�realidad�heleído�una�información�de�múltiples�fuentes,sin�sesgo�ni�de�condena�ni�de�aprobacióndesde�el�punto�de�vista�ideológico,�que�sonlos�primeros�pasos�que�está�dando�EstadosUnidos�para�reestructurar�sus�fuerzas.�Estaes� una� nota� explícita� del� PresidenteObama.�Estados�Unidos�tiene�que�pasar�deuna�fuerza�con�despliegue�y�permanenciaen�el�territorio,�a�un�mecanismo�de�desplie-gue�rápido,�llegada�rápida�y�retiro�rápido.La� verdad� que�mucho�más� preocupadosque�por�la�droga�que�se�cultiva�en�Colom-bia,�por�las�Fuerzas�Armadas�Revoluciona-rias�de�Colombia,�la�base�de�Palanquero�es

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Una mirada al futuro de Argentina

una�especie�de�porta�aviones�fijo,�en�tierra,para�llegar�más�rápido�a�otros�lugares,�sinnecesidad� de� demorar� los� vuelos.�O� seaque�es�muy�complicada�y�muy�cara�para�lasfuerzas� armadas� estadounidenses.� Lasfuerzas� armadas� en� Estados� Unidos� seestán�reformulando.�De�manera�tal�que�po-dríamos�decir,�que�esa�bipolaridad�que�fuederogada�a�golpe�de�martillo�cuando�cayóel�muro�de�Berlín�y�la�unipolaridad�poste-rior�están�dando�paso�-en�este�momento-a�una�todavía�unipolaridad�bastante�intan-gible�en�tránsito�hacia�una�multipolaridad.

Este�replanteo�de�la�política�exterior�de�Es-tado�Unidos�y�de�su�papel�en�el�mundo,tiene�muchas�repercusiones,�muy�intere-santes�desde�la�filosofía�política,�tipos�muyinteresantes�están�diciendo�que�si�no�hayque�volver�a�la�idea�de�los�padres�fundado-res,�de�que�Estados�Unidos�debe�prevalecerpor�la�fuerza�de�sus�principios,�la�fuerza�de

su�convicción,�y�no�por� la� fuerza�bruta�ydemás.�Una�polémica�en�el�ámbito�acadé-mico�estadounidense�muy�interesante.�In-dependientemente�de�eso,�están�pasandootras�dos�cosas�que�a�mí�me�gustaría�subra-yar.

La�primera�de�ellas�es�Rusia,�que�despuésde�una�larga�siesta�en�la�cual�se�desenten-dió�de�su�patio�trasero�y�de�su�influenciamuy� desgastada� con� la� disolución� de� laURSS�y�también�por�problemas�de�políticaexterna� y� problemas� de� cómo� transitardesde�una�economía�absolutamente�cen-tralizada�a�algo�parecido�a�una�economíade�mercado,�vuelve�a�ocupar�un�rol�signifi-cativo.

Rusia�también�tuvo�un�Pedro�el�Grande,�aligual�que�Brasil,�y�tiene�en�su�genética�po-lítica� pensarse� como� una� gran� nación,como�una�nación�imperial.�Entonces,�Rusia

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retomó�rápidamente�a�partir�del�adveni-miento�de�Putin�que,�desde�el�punto�devista� personal,� es� uno� de� los� estadistasmundiales� de� mayor� inteligencia� y� demayor�capacidad�de�visión�estratégica,�locual�es�un�juicio�personal.�Putin�empieza�ahacerse�cargo�de�todo�lo�que�se�le�estabaescapando,�se�le�estaba�escapando�Geor-gia,�la�OTAN�se�le�estaba�metiendo�por�dis-tintos� lugares�de� lo�que� vendría� a� ser� lazona�de�influencia�soviética,�Estados�Uni-dos�estaba�instalando�en�República�Checaun�radar�poderosísimo�y�en�Polonia�un�es-cudo�anti�misiles.�Hay�una�metáfora�muylinda�que�dice�que,�aunque�un�elefante�noquiera�ocupar�espacio,�necesariamente�loocupa�y�al�ocuparlo�amenaza�con�su�volu-men�a�otros�que�aspiran� a�habitar� en� lamisma�habitación�del�hotel.�Bueno,�Rusiase�empezó�a�mover.�Y�se�empezó�a�mover,entre�otras�cosas,�apoyándolo�a�Irán�desdeel�punto�de�vista�científico�y�en�participaren�el�desarrollo�de�programas�nucleares.Esto�lleva�a�que�en�Estados�Unidos�se�tengaque�dar�una�reacción�y�esa�reacción�se�ge-nera.�Es�una�de�las�consecuencias�impor-tantes� en� el� mundo� en� que� estamosviviendo.

La� otra� cuestión�muy� importante,� recor-dada�por�el�señor�Shimón�Peres,�presidentea�los�84�años�de�edad�luego�de�haber�per-dido�ocho�elecciones�-esto�deberían�verloalgunos�exitistas-,�que�fue�a�Brasil�despuésde�cuarenta�años�sin�que�un�presidente�is-raelí�vaya�y�que�venga�a�Argentina�despuésde�20�años�desde�la�última�vez.�Bueno,�evi-dentemente� esto� está� vinculado,� por� unlado,�con�la�visita�del�presidente�iraní;�peroestá�vinculado�con�otra�cosa,�Israel�envió�aun�ex�premier�israelí�en�misión�diplomáticaa�República�Checa�y�a�Polonia,�para�hablarde�industria�para�la�defensa.�La�primera�vez

que�un�ministro�de�defensa�israelí�hace�unavisita�diplomática�a�dos�países�que�no�estánen�la�esfera�de�influencia�de�Israel,�para�ha-blar�de�desarrollo�para�la�defensa.�Enton-ces,�da�la�sensación�que�Israel�no�se�sientetan�integrado�en�la�política�exterior�esta-dounidense� como� lo� estaba� hasta� el� go-bierno� de� Obama� y� está� empezando� aactuar�como�una�potencia�regional.�Y�tienetodo�para�ser�una�potencia�regional,�entreotras�cosas,�la�bomba�atómica.�Este�movi-miento,� entonces,� también� es� de� unaenorme�importancia.

El� tercer� dato,� al� cual� debe� asignárselemucho�relieve,�más�que�nada�para�enten-der� que� es� lo� que� está� pasando� en� elmundo� y� hacia� donde� está� yendo� elmundo,�es�que�en�el�último�aniversario,�dejulio� de� 2008� a� julio� de� 2009,� práctica-mente� la� totalidad� del� crecimiento� delmundo,�se�explica�por�el�crecimiento�de�laseconomías� emergentes.� Este� es� un� datoparticularmente�importante,�porque�estoexplica�Brasil,�la�lógica�de�Brasil.

Me�voy�a�centrar�en�tres�comentarios�sobreBrasil�y�tres�sobre�la�Argentina.

Los�tres�temas�centrales�del�mundo�son,�ami�modo�de�ver:�la�conservación�del�pla-neta,�la�energía�y�los�alimentos,�y�esto�ob-viamente�está�recubierto�por�muchas�delas�cosas�que�hemos�estado�hablando�hastaahora.

Brasil�lo�ha�entendido�esto�increíblemente.Haber�encontrado�petróleo�le�da�una�pers-pectiva�energética�extraordinaria.�Un�añoantes�del�convenio�que�firmó�el�año�pasadocon�Francia,�en�la�Guyana�Francesa,�se�ha-bían�reunido�Sarkozy�con�Lula�para�cerrarel�acuerdo�que�se�firmó�el�año�pasado.�Por

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Una mirada al futuro de Argentina

eso,�como�bien�decía�el�embajador,�la�polí-tica�exterior�es�siempre�una�larga�pacien-cia.�Todo�lo�que�Brasil�está�consiguiendohoy,�en�términos�de�relieve�y�de�ser�un�ju-gador�global,�es�el�resultado�de�que�tam-bién�tuvieron�un�Pedro�El�Grande,�de�quetambién�tienen�en�el�gen�la�idea�del�Impe-rio,�de�que�también�actúan�de�manera�talde�ser�conocidos�internacionalmente.

En�enero�de�este�año,�el�ministro�Iraní�trajouna� carta� particular� del� Primer�Ministropara�Lula,�instándolo�a�involucrarse�en�elconflicto�como�mediador.�La�cuenca�de�pe-tróleo�obliga�a�Brasil�a�tener�submarinosnucleares,�por�eso�el�acuerdo�con�Francia.Ese�liderazgo�también�actúa�desde�el�puntode�vista�económico,�como�un�polo�de�atrac-ción,�no�sólo�para�las�inversiones�sino�tam-bién�para�el�desarrollo�interno.�Esto�es�loque� ha� entendido� a� la� perfección� Brasil,cuanto�más�jugador�global�en�términos�po-líticos,�más�jugador�global�en�términos�eco-nómicos,� y� cuanto� más� jugador� entérminos�económicos,�más�jugador�en�tér-minos�políticos.

Tres�reflexiones�en�cuanto�a�Argentina.�Elmundo�que�viene�es�un�mundo�cada�vezmás�de�demanda�instantánea,�por�lo�tanto,para�tener�alguna�chance�de�insertarse�enél,�deberíamos�ser�un�país�en�condicionesde�poder�hacer�ofertas�alimentarias.�La�tec-nología�le�ha�dado�una�velocidad�a�la�circu-lación�de�los�bienes,�a�la�circulación�de�losconflictos,�a�la�circulación�de�los�bienes�cul-turales,�a�la�circulación�de�las�noticias,�tanincreíble�que�es�muy�difícil�pensar�en�tér-minos�de�20�años.�Pero,�sin�verlo�de�otramanera,�hoy�pensar�en�términos�de�uno�o

dos�años�es� � lo�mismo�que�hubiese� sidohace�20�años�atrás�pensar�en�términos�de10�años,�por�la�multiplicación�del�conoci-miento.�El�conocimiento�se�multiplica�a�unavelocidad�infinitamente�mayor�a�la�que�semultiplicaba�en�1750.

Estar�en�condiciones�de�hacer�una�ofertainstantánea�cuando�hay�demanda�instantá-nea,�implica�estar�permanentemente�mi-rando�el�mundo,�esto�es�tecnología,�estointeligencia�estratégica�y�esto�es�dirigenciacomercial.� Hoy,� todo� el� mundo� deberíatener�un�tablero�de�comando�en�su�despa-cho,�con�aquellos�productos�que�Argentinapuede� colocar�en�el�mundo�y�en� cuantosean�demandados�puedan�ser�rápidamenteofertados.�Lo�cual�supone�que�Argentinatiene�que�definir� qué�es� lo� quiere�hacercomo� perfil.� No� hay� ningún� país� en� elmundo,�ni�siquiera�Estados�Unidos,�ni�si-quiera� China,� ni� la� Unión� Europea� queestén�en�condiciones�de�proveer�de�todoslos�productos,�al�mismo�tiempo�a�todos�losgrandes�países.

Nuestro�futuro�tiene�tres�patas:�Tecnología,para�lo�cual�es�necesaria�una�fuerte�inver-sión�en�educación.��El�propio�Shimon�Peres,cuando�le�preguntaban�qué�es�la�Argentina,contestaba:�“la�Argentina�es�un�país�de�paz,un�país�de�innovación�y�un�país�de�conoci-miento”.�Esa�es�la�idea�compatible�con�loque�debería�ser�la�Argentina.

Quisiera�terminar�con�un�brevísimo�poemade�Antonio�Machado,�“hoy�es�siempre�to-davía”,�es�una�frase�llena�de�esperanzas.�Yodigo�“hoy,�mañana�no�sé”.�

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* Subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur.

El�Bicentenario,�es�un�gran�momento�parapensar�el�lugar�de�nuestro�país�en�el�mundoy�es�un�desafío�de�alta�complejidad.�Vivi-mos�en�un�mundo�complejo,�en�un�mundoque�ya�no�puede�pensarse�en�clave�de�unrelato�histórico�cerrado�y�cierto.�Vivimos�enun�mundo�que�lo�podríamos�caracterizar,en�muchos�aspectos,�por�la�incertidumbrey�por�la�necesidad,�por�la�capacidad�más�depercibirlo�de�que�de�dar�respuestas.�

El�problema�del�debate�sobre�la�inserciónde�la�Argentina�en�el�mundo,�es�que�sueleestar�-en�mi�opinión-�plagado�de�falsas�cer-tidumbres.�La�más�reciente�y�significativa�ala�que�me�voy�a�referir,�es�la�que�nos�do-minó� en� los� años� noventa,� que� son� esasuerte�de�certidumbres�ideológicas�y�quetienen�consecuencias�para�el�país.�Es�el�re-lato�ideológico�neoliberal�de�los�noventa,que�constituyó�la�interpretación�del�mundoa�la�medida�de�los�sectores�poderosos�dela�Argentina,�no�de�todos�los�argentinos.Una�interpretación�del�mundo�a�la�medidade�los�grandes�ganadores�de�la�revoluciónneoconservadora,�que�se�inició�a�fines�delos� años� setenta� y� a� comienzos� de� losochenta�del�siglo�XX.�Los�aspectos�centralesya�los�conocemos:�el�fin�de�la�guerra�fría�-a

la�que�se�hizo�referencia-�con�la�desapari-ción�del�comunismo�en�Europa,�esto�signi-ficaba�la�caída�de�un�último�obstáculo�quesignificaría�la�consolidación�de�un�régimenmundial�único.�Un�orden�único�centrado�enun�solo�país.�Un�orden�basado�en�el�domi-nio�ilimitado�de�la�propiedad�privada,�uncapitalismo�sin�límites�políticos,�ni�sociales,ni�culturales,�manejado�por�las�ramas�máspoderosas.�Un�orden�para�el�que�la�política,muchos�de�ustedes�hacen�política,�y�el�sin-dicato�eran�una�influencia�negativa.�En�fin,una�ideología�de�un�individualismo�abso-luto.

Es�decir,�en�definitiva,�era�un�orden�polí-tico-militar� sustentado�en�un�modelo�desociedad,�apoyado�a�su�vez�en�la�centrali-dad�incompartida�del�mercado.�Los�EstadosNación�aparecían,�en�esta�centralidad�ide-ológica,�como�residuos�del�mundo�tal�cualse�conformó�en�el�siglo�XVII.�Después�de�lapaz�de�Westfalia,�ya�no�podían�coordinarun�orden�político�en�sus�territorios�porquelas�fuerzas�realmente�dinámicas�de�la�eco-nomía,�de� las�finanzas,�del�trabajo,�de� lacultura�y�hasta�del�crimen�organizado,�noreconocían�fronteras�estatales.�Era�enton-ces�la�idea�de�las�desregulaciones,�de�la�es-

Política Exterior argentina y

contexto internacional (III).

Por Eduardo Sigal *

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pontaneidad�del�mercado.�La�flexibilizaciónlaboral,�en�nombre�del�progreso,�retrotrajoa�las�condiciones�de�trabajo�a�las�épocasanteriores�a�la�conquista�de��Estado�social.�

¿Dónde�tenía�que�estar� la�Argentina�conrespecto�a�los�que�sostenían�esa�certeza�deépoca?�Tenía�que�estar�donde�lo�indicabasu� destino� periférico;� tenía� que� formarparte�de�la�retaguardia�activa�de�la�princi-pal� superpotencia� con� la� que� compartíaademás,� supuestamente,� los� valores� delmodo�de�vida�occidental;�era,�si�se�quiere,una� línea� de� pensamiento� extremada-mente�simple:�había�un�mundo�bueno,�deconsumo�creciente,�de�libertad�individual,de�oferta�sin�obstáculos,�con�proyectos�devida�personales,�y�otro�de� ideologías,�deburocracias,�de�estancamiento,�de�ausenciade�proyectos�individuales.�Y�así�nos�conver-timos�-los�argentinos-�en�abanderados�enla�región,�en�América,�de�ese�modelo�quedebía�ser�indiscutido.�Y�así�fuimos�parte�deun�colosal�fracaso.

El�mundo�feliz�del�neoliberalismo�terminóasumiendo�el�rostro�de�las�crisis�regionalesmás� destructivas� de� la� historia.� Terminósiendo�el�mundo�de�la�guerra�antiterrorista,guerras�sin�causa,�preventivas,�consumadasal�margen�de�todas�las�instituciones�que�elmundo�destruyó�en�las�últimas�seis�déca-das�y�terminó,�en�épocas�más�recientes,��enel�mundo�de�la�crisis�de�los�centros�finan-cieros�mundiales,�la�más�catastrófica�desde1930.

Sin� embargo,� el� esquema� conceptual� deaquella�época,�no�se�ha�retirado�de�la�es-cena.�Con�frecuencia�oímos�decir�a�la�dere-cha�de�nuestro�país�que�la�Argentina�estáfuera�del�mundo,�que�nos�asociamos�al�pa-sado,� que� nos� negamos� a� reconocer� el

mundo�global�y�sus�nuevas�condicionalida-des.�Y�es�así�porque�hay�gente�que�no�legusta�que�Argentina�esté�comprometida,por�ejemplo,�con�la�defensa�de�la�democra-cia�en�Bolivia�y�que�se�oponga�a�los�proce-sos� de� desestabilización� democrática� ysecesionistas�en�la�región;�porque�protago-nizamos�-no�sólo�opinamos-�la�lucha�contrala�usurpación�anti�democrática�en�Hondu-ras;�porque�rechazamos�el�unilateralismoen�el�orden�mundial�y�regional�e�impugna-mos�la�presencia�de�las�bases�militares�nor-teamericanas�en�la�región,�como�es�el�casode�Colombia.�Articulamos�con�Brasil�unapolítica�común�en�los�debates�en�los�orga-nismos� internacionales.�A�algunos�no� lesgusta�que�el�tema�de�la�integración�regionaly�el�Mercosur�sea�eje�de�nuestra�política�yde�nuestra�forma�de�insertarnos�y�relacio-narnos� con� el� mundo.� A� algunos� no� lesgusta�que�avancemos�en�un�proceso�de�ar-ticulación�de�América�del�Sur.

Con�estos�elementos�vamos�cerrando,�enalguna�medida,�los�ejes�por�los�que�va�tran-sitando�la�política�exterior�argentina�desde1983�a�esta�parte�y�particularmente�desdeel�2003�a�esta�parte.

Trabajamos�para�una�integración�que�seamás�que�libre�comercio,�que�se�articule�entorno�de�la�producción,�que�apunte�a�ar-monizar�la�macroeconomía�de�los�países�dela�región,�que�construya�espacios�produc-tivos�de�alta�competitividad�global�y�queavance� en� la� dirección� de� construir� unanueva�comunidad�política�de�naciones�so-beranas�en�la�región.�Este�es�nuestro�enfo-que.

Está�claro�que�no�estamos�pensando�en�laArgentina�del�Bicentenario�como�una�na-ción�aislada�y�autárquica,�sería�una�locura

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en� este� siglo� XXI.� No� apuntamos� a� unmundo�recluido�sobre�pequeñas�identida-des�nacionales,�cerrado�a�la�innovación,�ce-rrado�a�la�libertad.

Desde�nuestra�estratégica�unidad�con�Bra-sil,�queremos�ser�actores�en�la�construc-ción�de�un�mundo�reequilibrado.�No�másequilibrado,�reequilibrado.�Un�mundo�conregiones�articuladas�que�constituyan�unageografía� política� plural,� pacífica,� alta-mente�institucionalizada�y�previsible.�Unmundo�pacificado,�no�sobre�la�base�de�ope-rativos�militares�unilaterales�de� rotundofracaso.�No�sobre�la�base�de�la�lucha�antiterrorista�centrada�en�lo�militar,�con�una�vi-sión�etnocéntrica�y�negadora�de�la�plurali-dad.

El�mundo�debe�ser�pacificado�si�se�alcanzannuevos�niveles�de�equidad�en�la�distribu-ción�de�los�bienes�materiales�y�simbólicos.Necesitamos�otra�apertura�por�parte�de�losgrandes� países,� otros� enfoques� que� nospermitan�pensar�en�un�mundo�nuevo�eneste�siglo�XXI.�Necesitaríamos�a�un�EstadosUnidos�capaz�de�renunciar�a�un�rol�de�he-gemonía�mundial,�como�lo�ocupó�en�buenaparte�del�siglo�XX,�para�poner�su�potenciaal�servicio�de�una�institucionalidad�interna-cional�sólida�y�viable.�Una�Europa�dispuestaa� potenciar� sus� vínculos� históricos� conAmérica�Latina,�como�bien�lo�planteó�Gus-tavo,�y�generar�acuerdos�duraderos�de�in-terés�y�beneficio�mutuo�y�recíproco.�Eso�eslo�que�estamos�buscando�y� la�verdad�esque�tenemos�muchísima�esperanza�de�queeste�año�próximo�-2010-�nos�permita�esta-blecer�un�período�de�negociación�entre�elMercosur�y�la�Unión�Europea,�que�nos�per-mita�avanzar�decididamente�en�este�pro-yecto�de�asociatividad,�que�hace�muchosaños�ya�que�venimos�trabajando�y�aun�no

hemos�logrado.

Creo�que�tenemos�condiciones�para�apro-ximarnos�nuevamente�a�esta�maduraciónque�tenemos�que�lograr.�Esa�decisión�polí-tica�necesitamos�que�se�acompañe�con�de-cisiones� también� de� beneficio� mutuo,también�desde� el� punto�de� vista� econó-mico�y�productivo.

Nosotros� creemos� que� para� ocupar� eselugar,�no�hay�otra�estrategia�que�la�de�la�in-tegración�regional.�Y�Europa�nos�ha�ense-ñado�mucho�también�en�eso,�muchísimo.La�experiencia�de�más�de�cincuenta�añosen�la�construcción�de�la�Unión�Europea,�latenemos�muy�presente,�adaptada��a�nues-tras�realidades,�pero�muy�presente.

No�hay�otra�perspectiva�que�la�de�una�na-ción� de� volumen.� Nosotros� precisamostener�una�Argentina�insertada�en�la�región,que�potencie�todas�sus�capacidades�econó-micas,�sociales,�culturales,�y�la�región�-elMercosur-�y�también�lo�que�una�parte�delmundo�va�a�necesitar�en�esta�nueva�épocaque�nos�toca�vivir:�alimentos,�agua,�ener-gía,�recursos�humanos.�Tenemos�que�po-nerlos�al�servicio�de�las�demandas�que�vansurgiendo�en�este�mundo�global,�una�re-gión�que�lleva�más�de�20�años�en�el�ciclodemocrático�más�prolongado�en�su�histo-ria.�

Parece�ridículo�tener�que�hablar�de�estocon�tantos�jóvenes�acá,�pero�en�la�regiónno�hemos�tenido�experiencias,�y�en�la�Ar-gentina�tampoco,�de�períodos�tan�conti-nuos� de� democracias,� y� es� un� valor� quetenemos�que�aprender�a�apreciar�y�a�trans-formarlo�en�un�capital�de�todos�nosotros.Es�una�región�que�vive�casi�sin�conflictos�in-ternacionales�y�cuyo�nivel�de�pacificación,

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Una mirada al futuro de Argentina

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aunque�tenga�algunas�diferencias,�es�real-mente�muy�alto.�

Cada�uno�de�esos�países�tiene�que�plantearesta�visión�regional�superadora.�La�Argen-tina�es�un�gran�proyecto�cultural�y�social�enel�seno�de�la�región.�Su�siglo�XX�tiene�la�tra-dición�de�la�justicia�social�en�su�código�ge-nético.�Fue�la�tierra�de�promisión�en�el�surdel�mundo�para�millones�de�inmigrantes�delos�más�diversos�orígenes.�Fue�desde�me-diados�de�siglo�XX�hasta�el�golpe�militar�el76,�un�modelo�de�pleno�empleo,�de�altamovilización,�movilidad�e� integración�so-cial,�de�plena�alfabetización,�en�el�contextode�los�desafíos�del�mundo�en�esa�época.

No� tenemos�por�qué�perder�esa�autoes-tima,�que�no�es�la�soberbia�de�la�gran�po-tencia,� ni� el� chovinismo� de� ciertosañoradores�del�granero�del�mundo.�Es�laseguridad�de�poder�aportar�a�un�procesode�construcción�política�regional�y�de�ahídar�un�aporte�en�la�dirección�de�un�mundomás�justo�y�más�pacífico�y,�en�consecuenciatambién,�más�seguro.

Estos�son�los�ejes�de�nuestra�política,�desdeallí�creemos�que�podemos�dar�una�contri-bución�a�este�mundo�del�siglo�XXI�y�conme-morar� nuestro� Bicentenario,� no� sólomirando�al�pasado,�sino�mirando�los�des-afíos�del�presente�y�del�futuro.�

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8Federalismo

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Una mirada al futuro de Argentina

* Gobernador de la Provincia de Santiago del Estero.

El�Bicentenario�no�sólo�es�una�época�de�fes-tejo�y�celebración,�sino�que�de�reflexión,�dereimpulso,�de�restablecer�las�pautas�para�lospróximos� años� y� generaciones,� en� estostiempos�tan�difíciles�que�se�viven.

Mi�provincia�está�ubicada�en�el�noroeste�ar-gentino,�pero�tiene�la�característica�de�sertambién,�de�alguna�manera,�parte�del�cen-tro�del�país�en�su�límite�con�Córdoba�y�partedel�noroeste�argentino�en�su�límite�con�elChaco�y�parte�de�Santa�Fe.�La�característicade�ser�mediterránea�y�de�un�territorio�bas-tante�extenso�la�hace��limítrofe�también�conotras�varias�provincias�del�noroeste�argen-tino.�Tenemos�casi�catorce�millones�de�hec-táreas.�

En�Santiago�del�Estero,�tenemos�una�granraigambre� cultural� expresada� en� muchascosas.�También�trabajo,�aunque�nos�dicenque�dormimos�la�siesta.�Pero�en�definitivasomos�esa�mezcla�de�inmigrantes�y�criolloscon�mucha�mezcla�en� la�sangre,�con�muypocas�barreras�sociales�y�tenemos�esa�virtudde�mirar�las�cosas�con�mucha�tranquilidad�y,sobre� todo�en�una�provincia�en� situaciónmuy�difícil�y�con�muy�poca�infraestructuraes�la�historia�de�las�inversiones�públicas�na-cionales.�

Hemos�sido�bastante�estoicos�en�atravesardistintas�etapas�del�país.�A�pesar�de�todo,somos�una�provincia�con�una�gran�capaci-dad�de�producción�primaria.�Casi�un�millónde�hectáreas�de�secano.�Hoy�hay�en�produc-ción� ochocientas� mil� hectáreas� de� soja.Somos�la�segunda�productora�aduanera�delpaís,�la�primera�del�noroeste�argentino�enganado�vacuno,�con�un�millón�y�medio�decabezas�de�ganado.�Casi�un�millón�de�cabe-zas�de�ganado�caprino�nos�hacen�la�primeraproductora�del�país.�Aun�sin�posibilidadesde�explotación,�tenemos�alguna�riqueza�mi-nera� y� posibilidades� de� hidrocarburo;� uncentro�turístico�importante�y�varias�posibili-dades�turísticas�más,�hoy�que�una�industriaimportantísima�y,�ese�epicentro�nuestro�quees� Termas� de� Río� Hondo,� también� se� lesuman�algunos�lugares�de�Sierra.�Tenemoscasi�doscientas�mil�hectáreas�bajo�riego,�quela�convierte�en�una�de� las�zonas�de�riegomás�importantes�de�Sudamérica�y�práctica-mente�de�América.

En�ese�marco,�definimos�algunas�pautas�po-líticas.�Esas�pautas�nos�llevaron�a�pensar�anosotros�en�Santiago�del�Estero.�Un�grupode� jóvenes�que� tuvimos� la�posibilidad�demostrar�algo�de�gobierno�a�través�de�algu-nas�intendencias�y�de�otras�representacio-nes� políticas.� Yo� vengo� de� la� minoría

Gobiernos provinciales: Una mirada

federal al futuro de Argentina (I).

Por Gerardo Zamora *

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histórica�de�Santiago�del�Estero�porque�miorigen�es�radical.�Soy�radical�y,�salvo�unospoquitos�años�en�el�gobierno�de�Yrigoyen,�ycuando�el�peronismo�estuvo�proscripto�enla�década�del�sesenta�que�fuimos�gobierno,no�fuimos�nunca�gobierno.�Pero�la�discusiónno�era�esa,�ni�quien�ganaba�ni�quien�teníarazón� tampoco,� porque� cuando� alguientiene�una�provincia�con�muchos�problemasy�cree�que�la�culpa�la�tiene�solamente�el�quegobierna,�creo�que�también�entramos�en�unerror�porque�los�fracaso�son�conjuntos�ge-neralmente.� Cuando� alguien� no� está� deacuerdo� con� el� oficialismo,� en� ese� mo-mento,�tiene�que�plantear�ideas�superado-ras�y�eso�también�nos�faltó�a�nosotros�en�laoposición.� En� términos� generales,� lo� quenos�faltó�a�todos�fue�establecer�políticas�deEstado.�Este�es�un�camino�que�hemos�tra-tado�de�revertir.�Estamos�tratando�de�gene-rar�en�sentido�contrario�a�lo�que�se�veníahaciendo�en�nuestra�provincia.

Cuando�hablo�de�“nuestra�provincia”,�puedoatreverme�a�hablar�de�la�región�y�de�todo�elnorte�argentino.�Somos�una�provincia�bas-tante�asimétrica�en�términos�de�calidad�devida,�con�lo�que�potencialmente�podemosbrindar�o�tenemos�y�esta�situación,�de�al-guna�manera,�nosotros,�en�Santiago�del�Es-tero,� hemos� comenzado� a� revertirla.Primero� desde� el� punto� de� vista� político.Nosotros�no�ganamos�en�el�2005�como�ra-dicales,�ganamos�con�un�frente�cívico�y�go-bernamos�desde�hace�más�de�cuatro�años.Hemos�tenido,�recién�le�contaba�un�poco�aGuillermo,� en� cuatro� años� y� tres� meses,siete�elecciones,�lo�cual�nos�da�un�promedioimportante.�Hemos�tenido�elecciones,�unacada�siete�meses�da�el�promedio.�Y,�por�su-puesto,�este� frente�cívico�ha� salido�victo-rioso�en�casi� todas.�Esto�no�es�mérito�deningún�partido�político.�Quien�habla�es�un

dirigente�político�que�nació�en� la�políticaterminando�la�secundaria,�como�muchos�delos�presentes,�seguramente.�

Allá�por�el�año�82,�ingresábamos�al�reiniciode�la�democracia.�A�partir�de�allí,�creo�queen� la�República�Argentina,�en�general,�entodas�las�provincias,�algunas�con�unos�ma-tices�y�otras�con�otros�matices,�la�vida�insti-tucional� de� los� partidos� políticos� ha� idosufriendo�una�transformación�porque�la�po-lítica�en�general�a�sufrido�una�transforma-ción.�Hemos�venido�de�la�híper�politizaciónde�la�juventud�argentina,�desde�el�87�al�89,y�después�un�proceso�inverso,�una�gran�des-politización,�desde�ese�momento�en�ade-lante.

Hemos�vivido�lo�tradicional�de�los�partidospolíticos�y�de�la�democracia�en�general,�quefue,�desde�el�punto�de�vista�partidario,�losvotos� cautivos,� la� disciplina� partidaria,� yhemos�estado�viviendo�también�en�los�últi-mos�años,�todo�lo�contrario.�Pero�no�es�porlos�partidos�políticos�y�ni�siquiera�los�políti-cos.�Es�porque�la�gente�está�por�encima�yrompiendo� todos� esos� esquemas� desdehace�rato�y�nosotros,�los�partidos�políticos,no�nos�hallamos�y�perdemos�elecciones,�nosquebramos.�Por�otra�parte,�a�los�políticostambién�nos�cuesta�entender�que�las�reglasde�juego�cambian.�Es�decir,�si�tomamos�a�laArgentina,�las�siglas�políticas�últimamentesignifican�poco�porque�la�gente�vota�a�loshombres�y�no�a�los�partidos,�etc.

Quiero�aclarar�ante�todo�esto,�que�soy�unpolítico�ortodoxo,�un�militante�de�la�política,por�eso�no�hablo�desde�el�fujimorismo,�nidesde�alguien�cayó�a�la�política�y�sacó�un�nú-mero�y�le�tocó�ser�intendente,�o�diputado,o� gobernador.� Yo� ocupé� todos� los� cargospartidarios,�pero�no�desde�el�cargo.�Desde

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Una mirada al futuro de Argentina

pintar�paredes,�pegar�afiches,�romper�afi-ches,�despintar�paredes,�darme�sillazos�enlos�comités�o�en�las�convenciones,�todo�lohe�hecho�en�política.�Pero�la�política�ha�idocambiando�y�las�responsabilidades�políticashan� ido� cambiando� profundamente� y� esdonde� debemos� empezar� a� verdadera-mente�establecer�políticas�de�estado�quenosotros� únicamente� las� llevamos� al� go-bierno�cuando�somos�gobierno,�desde�el�ofi-cialismo� o� desde� la� oposición,� es� decir,cuando�tenemos�una�responsabilidad�insti-tucional�que�con�nuestras�decisiones�trans-formen�la�realidad�de�la�gente.

Este�es�el�compromiso�importante�para�ha-blar�de�un�federalismo�en�serio,�o�sea,�noúnicamente� ponernos� desde� la� visión� dequejarnos,�sino�también�de�ser�parte�del�es-tablecimiento�de�los�rumbos.

Quiero�relatar�brevemente�la�experiencia�deSantiago� del� Estero� en� estos� cuatro� añosdesde� el� gobierno� de� provincia.�Me� tocóasumir�como�gobernador�radical,�si�bien�fuicon�un�frente�en�el�que�me�acompañaronmuchísimo�otros�partidos�políticos�y�hoy�lo

integran�en�el�gobierno�y�en�la�representa-ción� legislativa.� El� Justicialismo� y�muchasotras�fuerzas�políticas�más,�bastante�varia-das,�un�arco�que�va�desde�el�centro�a�la�iz-quierda,� y� muchos� sectores� sociales� ysectoriales� que� nos� están� acompañandopero�con�un�gobierno�de�otro�signo�político.

A�mí�me�tocó,�y�en�esto�quiero�destacar,�laposibilidad�de�tener�un�acercamiento�insti-tucional�con�el�gobierno�del�ex�presidenteKirchner,�esto�es�público.�Este�acercamientoinstitucional,�fue�más�allá�de�cualquier�otraintencionalidad� electoral,� porque� no� lahabía�en�ese�momento�y�debo�reconocer,como�lo�reconoce�la�gente�de�mi�provincia,que�en�la�región�y�en�la�provincia,�sin�entrara� discutir� otras� condiciones� subalternas,hemos� comenzado� a� combatir� las� asime-trías:�Programa�Monte�Grande,�programasde�viviendas,�caminos,�infraestructura�vial,revertir�la�situación�hídrica�de�la�provincia,etc.�Con�muchas� cosas�por�hacer� todavíapero�con�la�posibilidad�de�asentar�infraes-tructura�básica.

El�otro�día�estuve�en�una�charla�en�la�Cá-

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mara�de�la�Construcción,�y�hay�dos�teorías,una�teoría�de�las�últimas�décadas�que�noshan�tratado�de�imponer,�de�alguna�manera,desde�afuera�en�un�primer� lugar� y�desdeadentro�también,�que�era�ese�ideario�de�dis-cusión�entre�gasto�público�e�inversión,�deprivatizaciones� o� estatizaciones� y� todasestas�cosas�que�nos�llevaron�en�las�últimasdécadas�a�estar�convencidos�en�el�país�quepara�producir�desarrollo�económico�habíaque,�primero,�generar�urbanización,�creci-miento�social,�industrialización,�mayor�pro-ducción�y�después�generar�infraestructurabásica.�Es�decir,�primero�que�se�siembre,�seproduzca,�se�coseche�y�después�que�se�hagael�camino.�Primero�que�se�haga�la�industriay�después�poner�la�energía,�el�agua,�el�gas.�

Primero�que�haya�centros�urbanos�y�des-pués�hacer�los�hospitales�y�las�escuelas.�Asínos�fue.�Y�las�regiones�que�más�lo�sufrieronfueron�las�menos�industrializadas,�de�pro-ducción�primaria,�las�regiones�más�pobres.Esto�trajo�como�consecuencia�migraciones,exclusión�social,�conflictos�sociales,�menosposibilidades�de�educación,�graves�proble-mas�endémicos�de�salud.�El�norte�argentino,mi�provincia�fue�una�de�ellas.�Las�asimetríasque�se�han�producido�por�establecer�estosmodelos�de�pensamiento�económico,�polí-tico�en�la�Argentina,�han�sido�catastróficos,los�estamos�sufriendo�y�va�a�costar�muchorevertirlos.�Porque�aparte�van�contra�el�sen-tido�común.�

Yo,� como�muchos�gobernantes�y� como�elGobierno�Nacional�en�los�últimos�tiempos,con�una�mirada�más�general,�pienso�de�ma-nera�diametralmente�opuesta.�Primero�hayque�generar�infraestructura�básica.�Porquesin� caminos,� sin�agua,� sin�energía,� sin� in-fraestructura�educativa,�de�salud,�de�segu-ridad,�etc.,�es�imposible�generar�desarrollo

económico.�Este�desafío�de�generar�inver-sión�en�vez�de�pensar�en�el�gasto�es�el�ver-dadero� federalismo,� porque� se� hanempezado�aunque�algunos�prefieran�escu-char�opiniones�de�los�politólogos,�opinólo-gos,� economistas,� que� supuestamentesaben�más�que�nosotros,�de�que�todo�estátan�mal,�todo�está�errado�y�si�no�está�malseguramente� va� a� estar�mal,� en� un� pesi-mismo�generalizado,�no�nos�hace�ver�que�enrealidad�estamos�en�un�gran�momento�his-tórico�para�consolidar�un� rumbo�que�nospermita�un�crecimiento�importante.

No�hay�que�ir�muy�lejos�de�este�Bicentena-rio,�no�hay�que�ir�al�centenario�para�analizaralgunas�cosas.�Hay�que�mirar�muy�cerquitapara�analizar�este�federalismo.�Se�llegó�a�ha-blar�sin�tapujo,�con�total�desparpajo�e�irres-ponsabilidad,�pero�con�una�cara�de�seriedady�una�transmisión�de�responsabilidades�enla�opinión�pública,�de�que�las�provincias�omuchas�provincias,�teníamos�que�desapare-cer,� generar� regiones,� pero� no� como�unacuestión�estratégica�sino�para�evitar�el�pagode�diputados,�senadores.�Eso�es�lo�que�sellegó�a�hablar�en�este�bendito�país�hace�nomucho�tiempo�y�gente�que�todavía�tiene�vi-gencia.� Este� federalismo,� para� provinciascomo�la�nuestra,�tratamos�de�que�sea�un�fe-deralismo�que�nos�permita�la�autonomía�enlas�decisiones�pero,�por�otro�lado,�la�uniónen�un�concepto�de�país�que�nos�contenga�atodos�está�en�un�momento�interesante�dela�historia.

La�crisis�internacional�nos�ha�traído�algunascomplicaciones,�algunos�dicen�que�nos�haafectado�mucho,� otros� dicen� que� nos� haafectado�todavía�poco�y�que�nos�va�a�afectarmás,�algunos�objetivamente�pueden�haceranálisis�y�otros�de�de�manera�muy�subjetivadicen�que�el�problema�no�es�la�crisis�inter-

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Una mirada al futuro de Argentina

nacional,�que�el�problema�somos�los�argen-tinos�con�nuestras�propias�decisiones.�Perolo�cierto�es�que�estamos�atravesando�estacrisis� internacional,�con� los�coletazos�quepodamos� tener� en� el� país,� con� una� muybuena�posibilidad�para�el�futuro.�

El�año�2010�es�una�muy�buena�posibilidad.Pero�no�soy�economista,�apenas�soy�abo-gado�y�político�y�lo�que�me�gustaría�terminardiciendo�es�que�si�bien�nosotros,�que�tene-mos�una�gran�vocación�anti�federalista.�Lotenemos� en� nuestras� propias� provinciascuando�miramos�adentro�de�la�provincia,�lotenemos�dentro�del�país�cuando�miramos,�ysiempre�criticamos,�lo�nuestro�y�lo�tenemosdentro�de�nuestro�país�cuando�siempre�de-cimos�que�en�otros�lugares�están�mejor�quenosotros.�Uno�recorre�muchos�países�y�hayque�reconocer�la�importancia�de�Brasil�y�hayque� reconocer� algunas�políticas�de�Chile,pero�no�podemos�mandar�cartas�a�las�em-bajadas�diciendo�que�tengan�cuidado�por-que�este�país�es�una�porquería�porque�eso,en�cualquier�otro�país�civilizado�del�mundo,es�nada�menos�que�ser�traidor�a�la�patria.�

Nuestra�patria�somos�todos,�con�mayorías,con�minorías,�con�discusiones.�No�hay�quetener�miedo�a� la�discusión�pero� tampocohay�que�tener�miedo�a�las�mayorías,�porquehay�una�gran�moda�ahora�de�decir�que�todotiene�que� ser�por� consenso.�Quiere�decirque,�como�todo�tiene�que�ser�por�consenso,no�hay�que�hacer�nada�en�definitiva.�Y�esto,si�bien�nosotros,� los�que� tenemos�algunaresponsabilidad� nos� podemos� equivocarmuchísimas�veces,�tenemos�la�posibilidaden� el� marco� del� bicentenario� de�muchascosas:�sentar�bases�importantísimas,�esta-blecer� políticas� de� Estado� y,� ojo,� cuandohablo�de�infraestructura�no�es�solamente�laobra�pública.�Porque� �hacer�obras�genera

economía,�dinamiza�la�región,�el�comercio,

sino�que�estamos�hablando�del�contenido

siempre,�del�más�importante�contenido�que

va�a�haber� siempre�que�es�el� hombre�de

carne�y�hueso�al�cual�le�estamos�dando�po-

sibilidades.�Porque�sino�le�estamos�dando

hierro,�cemento,�licitaciones,�pintura,�ladri-

llos.�

Lo�importante�es�el�contenido,�es�cuando

estamos�definiendo�un�país�que�debe�mirar

para�arriba,�que�debe�generar�inversiones�y

también,�algo�que�no�cuesta�dinero,�es�el

gran�desafío�que�tenemos�nosotros�en�nues-

tra�provincia�por�cuestiones�históricas,�no

cuesta�dinero�pero�cuesta�esfuerzo,�tiempo,

decisión�política�y�es�seguridad�jurídica,�pre-

visibilidad�institucional,�clima�de�negocios,

posibilidades�de�desarrollo�económico,� la

ruptura�de�las�asimetrías,�la�posibilidad�de

la�exclusión�social.�

Estas�son�cosas�que�las�escuchamos�a�diario

pero�si�no�es�ese�el�objetivo�que�nos�tiene

que�poner�a�todos�en�el�mismo�camino,�ha-

bremos�fracasado�y�no�sirve�de�nada�la�de-

mocracia� tampoco.� Es� ahí� donde� las

provincias�dejamos�de�ser�ese�federalismo

de� pelear� por� nosotros� y� ponernos� de

acuerdo�con�las�demás�provincias.�Ese�fede-

ralismo�de�la�región�unida�con�otras�regio-

nes�y�con�el�país�en�su�conjunto,�para�buscar

sinergias�en�vez�de�esfuerzos�de�unos�sobre

otros,�y�creo�que�es�la�posibilidad�que�tene-

mos�de�generar�la�verdadera�recuperación

de�la�cultura�de�trabajo.�No�debemos�ser�in-

genuos�en�el�optimismo,�porque�eso�tam-

poco� es� bueno,� pero� sí� que� creyendo� en

nuestras� propias� fuerzas� contaremos� en

este�bicentenario�con�la�seguridad�de�que

somos� capaces� de� hacer� una� Argentina

mejor�entre�todos.�

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Una mirada al futuro de Argentina

* Gobernador de la Provincia de Salta.

Quiero�hacer�dos�o�tres�pequeñas�introduc-ciones�para�luego�ir�a�la�cuestión�de�fondo.En�la�Argentina�hay�un�fuerte�e�históricodebate�respecto�a�cuestiones�que�no�estánresueltas,�desde�la�propia�génesis�nacional,pero�muy�especialmente�a�partir�de�la�eraconstitucional�de�1853,�en�donde�se�em-pezó�a�diseñar�el�modelo�organizacional�dela�Argentina.�

Desde�esa�época�hasta�ahora,�como�siem-pre�hacemos,�encontramos�un�mecanismopara�transferir�o�trasladar�nuestras�respon-sabilidades�en�otra�cosa.�En�formato�insti-tucional,� en� personas,� en� organismosinternacionales,�en� lo�que� sea,�para�quesiempre�todos�los�problemas�sean�culpa�deotro�y�no�nuestros.�Uno�de�esos�temas�enlos�cuales�se�plantea�la�famosa�cuestión�delpresidencialismo�y�cómo�eso�termina�gene-rando� prácticamente� una� posición� deabuso�de�poder�de�algunos�sectores.�Nome�refiero�a�un�gobierno�en�particular,�sinoa�los�últimos,�de�mínima,�60�años�de�la�his-toria�argentina.

En�este�contexto,�me�parece�que�es�muyacertado�plantear�y�rememorar�la�discusiónque�algunos�constituyentes�tenían�-para-dos� en� algunos� trabajos� de�Alberdi-� res-pecto� de� que� en� definitiva,� una� de� las

formas�que�se�dieron�en�la�Argentina,�to-mando�el�ejemplo�norteamericano�y�otrospaíses�que�estaban�diseñando�modelos�or-ganizacionales�de�avanzada,�porque�en�esemomento�eran�realmente�vanguardistas,�seplantea�el�federalismo,�en�el�formato�quepodía�generar�equilibrios�de�poder�para�laconstrucción�de�ciudadanía�en�donde�lasgarantías� constitucionales� se� vean� clara-mente�respetadas�en�los�distintos�espaciosde�poder.

Nosotros� seguimos,� nunca� saltamos� esadiscusión,�entonces�cada�tanto,�cada�vezque�tenemos�una�crisis,�empieza�a�plante-arse�la�necesidad�de�atenuar�el�presiden-cialismo,�inventar�institutos�para�hacer�dela�Argentina�un�país�que�tenga�una�visiónparlamentarista�y�toda�esa�historia.�

Yo�tengo�una�visión�claramente�definida�alrespecto.�Creo�que�esa�discusión�no�sirvepara�nada.�Respeto�a�los�que�piensan�así,pero�en�lo�personal�pienso�que�nosotros�te-nemos�un�formato�organizacional�que�tieneque�ver�con�nuestra�cultura,�con�nuestrahistoria,�con�nuestra�tradición.�

En�este�contexto,�es�esencial�trabajar�paragarantizar� que� este� federalismo,� decla-mado�en�nuestra�Constitución,�pueda�tener

Gobiernos provinciales: Una mirada

federal al futuro de Argentina (II).

Por Juan Manuel Urtubey *

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un�viso�de�realidad.�Para�eso�es�básico�ga-rantizar��mínimas�herramientas�de�federa-lismo� fiscal,� porque� si� nosotros� nologramos�garantizar�esas�mínimas�herra-mientas�de�federalismo�fiscal,�no�vamos�aconseguir�en�absoluto�la�posibilidad�de�quetodas�las�formulaciones�que�se�tienen�quehacer�en�la�Argentina�puedan�tener�algo�deracionabilidad.

En�este�contexto,�lo�primero�que�tenemosque�hacer,�a�mi�juicio,�en�estas�historias,�esprimero,� cambiar� el� patrón� referencial.Como�generación�tenemos�un�imperativoético,�tenemos�una�obligación�moral.�Nopodemos�seguir�referenciando�la�discusiónpolítica�en�la�Argentina.�Respecto�de�lo�quepasó�hoy,�de�lo�que�pasó�ayer,�de�lo�quepasó�hace�treinta�años,�de�lo�que�pasó�hace50�años.�Nuestro�patrón�referencial�en�tér-minos�temporales�debe�ser�a�dónde�quere-mos�llevar�la�Argentina�dentro�de�treintaaños.

Hagamos�el�ejercicio�dialéctico�de�poner�eldía�cero.�No�del�Bicentenario,�donde�algu-nos�creen�que�termina�el�mundo,�no.�Em-pieza.� Pongámoslo� treinta� días� másadelante�y�entonces�empecemos�a�desan-dar�el� camino� treinta�días�previos�a�eso.¿Por�qué�ese�ejercicio�intelectual�es�intere-sante?�Porque�nos�va�a�permitir�a�los�argen-tinos�salir�de�patrones�referenciales�total�yabsolutamente�perimidos.�

El�gran�drama�que�tiene�el�sistema�institu-cional�en�el�mundo�entero�es�que�el�mo-delo�de�relación�del�ciudadano�del�siglo�XXIha�cambiado�drásticamente.�No�es�ni�mejorni�peor,�es�distinto.�Hasta�hace�treinta�añosen�el�mundo�el�modelo�de�razonamiento�y,por�ende,�de� relacionamiento�del� ciuda-dano�era�claramente�deductivo.�Seguía�el

modelo� aristotélico� clásico� en� donde� separte�de�la�noción�general�y�de�ahí�se�baja,deductivamente,�a�conceptos�particulares.�

Así�funcionó�muy�bien�el�sistema�porqueentonces,�aquellos�que�somos�peronista,�esfacilísimo,� nosotros� planteamos� de� con-cepto,�noción�general:�justicia�social,�con-cepto�particular:�jornada�laboral�de�ochohoras,�vote�por�lista�dos,�etc.�¿El�problemacuál� es?� El�modelo�de� razonamiento�delciudadano�cambió�porque�no�parte�de�lanoción�general�sino�que�parte�del�conceptoparticular.�No�es�mejor�ni�peor,�es�distinto.�

Hoy�el�ciudadano�tiene�un�modelo�de�razo-namiento�que�parte�del�concepto�particu-lar,� no� de� la� noción� general� de� lo� quesignifica�el�agua,�sino�de�esta�copa�de�agua.Desde�esta�copa�vía�abstracción,�procesoinductivo,�llegamos,�a�veces,�a�la�noción�ge-neral,�no�siempre,�pero�cuando�es�necesa-rio�llegar,�se�llega�pero�por�otro�camino.

Nosotros�tenemos�un�formato�institucionalestructurado�desde�la�lógica�de�ese�viejomundo,�que�hoy�entra�en�franca�contradic-ción�con�la�sociedad�en�que�está.�Entonces,plantear�que�el�equilibrio�en�la�Argentinaes�una�Argentina�parlamentaria,�en�el�sigloXXI,�es�un�disparate.�¿Por�qué?�Porque�endefinitiva�el�modelo�de�representación�estáen�crisis�porque�nuestras�democracias�sehan�hecho�casi�tan�participativas�como�re-presentativas.�

No�estoy�haciendo�una�apología�a�aquellosque�pasan�y�arrasan�por�arriba�de�la�insti-tucionalidad,�muy�lejos�de�eso.�Lo�que�en-tiendo� es� que� hay� que� encontrar� unequilibrio�para�desde�la�representación�ca-nalizar� la� participación� cívica.� Esto� nosobliga�a�encontrar�modelos�de�representa-

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ción�más�cercanos�al�ciudadano.�Cuandodigo�que�una�de�las�formas�de�encontrarverdadero�ejercicio�equilibrado�de�podereses�hacer�de�verdad�a�la�Argentina�un�paísfederal,�es�también�pensar�que�desde�laspropias� provincias,� garantizar� un� fuerteproceso�de�descentralización�de�la�toma�dedecisiones.�No�sólo�en�la�ejecución�de�po-líticas�hacia�los�municipios�es�lo�que�nos�vaa�permitir�a�cada�uno�de�los�argentinos�em-pezar�a�recuperar�el�fuerte�prestigio�de�laactividad� política� o� institucional.� Lo� pri-mero�que�nosotros�tenemos�que�garantizares�justamente�eso.�Sino,�la�toma�de�deci-sión�está�tan�lejos�del�ciudadano�que�no�seadvierte�la�bondad�por�más�que�efectiva-mente� sea� enorme� en� esa� decisión� to-mada.�

En�este�contexto,�caemos�inexorablementea� la� discusión� sobre� cómo� garantizamosque�la�discusión�del�federalismo�en�la�Ar-gentina�no�sea�solamente�una�discusión�depoder,�donde�lo�único�que�estamos�discu-tiendo�es�una�asignación�de�recursos�paragastos�corrientes�para�sostener�nuestrasrespectivas�burocracias�estatales.�

La�discusión�del�federalismo�en�la�Argen-tina�hay�que�encararla�desde�cuál�es�la�pla-taforma� de� desarrollo� queverdaderamente�haga�libres�a�los�pueblos,no�cuál�es�la�política�de�asignación�de�re-cursos�en�términos�estrictamente�de�pre-supuestos� federales,� provinciales� omunicipales.�Porque,�en�definitiva,�lo�únicoque�estamos�discutiendo�ahí�es�quién�es�elque�está�ejerciendo�una�posición�de�poderprivilegiada�respecto�del�ciudadano�y�res-pecto�de�quién�firma�o�deja�de�firmar�elcheque.�Frente�a�eso,�el�planteo�es:�Creoque�podemos�garantizar�y�mostrar�nuestrogran�desafío�para�trabajar�desde�esa�lógica.�

Yo�soy�brutalmente�optimista�en�el�sentidode�que�nosotros�por�nuestra�cultura,�pornuestra� tradición,� por� nuestra� historia,cuando� festejamos� o� conmemoramos� elcentenario,�se�generaron�y�se�instituciona-lizaron�un�núcleo�duro�de�acuerdos�básicosque� duraron� unos� cuantos� años,� unascuantas�décadas�en�la�Argentina.�Hoy�esta-mos�frente�a�una�situación�parecida,�en�laque�es�nuestra�obligación�alumbrar�un�pro-ceso�que�permita�que� los�argentinos�es-tructuremos�institucionalmente�un�mínimonúcleo�duro�de� intereses�y�de� ideas�quehagan�que�la�Argentina�vaya�para�el�mismocamino.

Entonces,�el�tema�central�es�cómo�garanti-zamos�condiciones�de�desarrollo�en�un�paísque�cumple�doscientos�años�como�organi-zación� pero� llevamos� ciento� cincuentaaños,�tal�vez�un�poco�más,�como�organiza-ción�estructurada�en�términos�constitucio-nales.� Cómo� nosotros� garantizamos� queeso�efectivamente�pueda�encontrar�corre-lato�con�los�problemas�de�hoy.

La�Argentina�tiene�niveles�alarmantes�deinequidad.�La�Argentina�tiene�un�nivel�desubdesarrollo,�en�algunos�ámbitos�de�la�so-ciedad,� creciente.� Si� no� encaramos� conenorme�coraje�y�voluntad�ese�desafío,�es-tamos�perdidos.�

Es�muy�buena�la�decisión�que�ha�tomado�laPresidenta�de�la�Nación�de�trabajar�en�laasignación�universal�por�hijo,�porque�aquelque�no�tiene�para�comer,�tiene�que�comer.El�problema�real�¿dónde�está?�Estamos�re-solviendo�un�problema�del�pasado�de�la�Ar-gentina� producto� de� no� haber� tenidopolíticas�claras�de�desarrollo�sostenido�enlas�distintas�regiones�de�la�Argentina.�Nos-

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otros� hoy� tenemos� que� pagar� los� platosrotos�bancando�a�través�de�este�sistema�aaquellos� que� no� tienen� otra� forma� depoder�alimentar�a�sus�hijos.�Esto�no�solu-ciona�los�problemas�de�la�pobreza�en�Ar-gentina,�seamos�honestos.�Lo�que�nosotrostenemos�que�hacer�es�construir�desarrolloy�para�eso�debemos�generar�situaciones,porque�en�la�Argentina�hay�veinticuatro�Ar-gentinas,�en�las�veinticuatro�Argentinas�hay511�Argentinas.�

Planteemos�cómo�nos�paramos�nosotrossobre�una�hipótesis�de�generar�condicionesde� desarrollo� para� que� la� Argentina,� nonosotros�sino�los�que�estén�dentro�de�cienaños,�cuando�se�discutan�las�tres�centenasde�nuestro�país,�no�tengan�que�volver�a�dis-cutir� esos� problemas� estructurales� queplanteamos.�Para�eso�es�esencial�garantizarun�federalismo�fiscal�que�a�nosotros�nospermita�crecer.

Junto�a�nuestro�equipo,�nosotros�trabaja-mos�en�lo�que�creemos�que�son�las�basespara�un�fondo�de�convergencia�en�la�Repú-blica�Argentina.�En�este�marco,�evaluar�losdistintos�niveles�de�participación�que�tienehistóricamente� la� República� Argentinadesde�el�momento�en�que�más�o�menos�seempezó�a�discutir�este�tema.�El�primer�añoen�donde�nosotros�discutimos�algunas�deestas�cosas�en�la�Argentina�fue�en�1935.�

Luego,�después�de�veinte�años,�en�1955,�sesancionó�una�nueva�norma�y�desde�ahí�si-guiendo,�hasta�una�ley�que�fue�sancionadaen�1973,�la�Ley�20.221,�que�generó�un�mí-nimo�de�condiciones�que�hicieron�de�la�Ar-gentina�un�formato�en�el�que�las�distintaseconomías�tendían�hacia�la�convergencia.Esto�es,�no�tomando�el�producto�bruto�ge-ográfico�de� sus�provincias�no�dividías� su

suerte�entre�sí�y�en�toda�respecto�de�la�Na-ción� sino�que� se� iban�uniendo� y� se� ibanacercando�hasta�conseguir�parámetros�ra-zonablemente�de�equidad.

Desde�el�año�85,�con�la�nueva�ley�de�copar-ticipación,�luego�agravada�con�los�pactosfiscales�y�por�una�brutal�apropiación�de�ri-quezas,�producto�de�un�cambio�de�modeloeconómico�en�a�Argentina,�terminó�gene-rando�que�la�gran�mayoría�de�las�provinciasargentinas�fueran�hacia�abajo�en�términosde�relación�de�producto�bruto�geográficoper�cápita�entre�la�República�Argentina�ycada�una�de�las�provincias.

¿Cuál� es� el� problema?� Si� tomamos� cual-quier�indicador,�por�ejemplo,�el�PBG�per�cá-pita,�vamos�a�encontrar�hay�por�lo�menosonce�provincias�argentinas�que�están�muypor�debajo�del�promedio�del�75�por�cientodel�promedio�del�PBG.�No�me�estoy�refi-riendo�al�general�sino�del�75�por�ciento�delPBG�de�la�Argentina.�El�NBI�daba�exacta-mente�igual�que�el�producto�bruto�geográ-fico,�porque�advertimos�que�esa�inequidadsostenida�en�el�paso�del�tiempo�hace�quehoy�tengamos�once�provincias�argentinasen�donde�el�promedio�por�encima�de�lasnecesidades�básicas�insatisfechas�del�pro-medio�nacional,�se�dispara.�

Planteamos�diferentes�alternativas�y�hastainclusive�llegamos�a�la�idea�de�aplicar�unfondo�pura�y�exclusivamente�para�producirinfraestructura�de�desarrollo�en�las�provin-cias�argentinas�que�tienen�menor�nivel�dedesarrollo�relativo.�Proyectemos�esa�inver-sión�como�activador�del�proceso�de�activi-dad�económica�y�llevemos�eso�proyectadoa�doce�o�catorce�años.�

Cuando�se�analiza�el�impacto�que�eso�hu-

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biese�tenido�en�la�Argentina,�tomando�ob-viamente�información�que�tenemos�del�pa-sado,�pero�proyectando�a�futuro�incluso�seacelera�muchísimo�más,�se�advierte�que�lasprovincias,�con�la�aplicación�del�fondo,�vanhacia� un� proceso� de� desarrollo� conver-gente.�El�monto�del� fondo,�por�ejemplo,dos�por�ciento�del�monto�coparticipable,quince,�veinte�por�ciento�de�lo�que�es�el�im-puesto�al� cheque�que�no� se� coparticipa,que�vaya�a�ese�monto�específico.�Esto�enel�fondo�tampoco�sirve�para�nada�porqueseguimos�planteando�la�discusión�ya�no�enla�Argentina�sino�en�las�veinticuatro�argen-tinas.�

Por�eso�pensamos�en�ir�más�a�fondo.�Es�deuna�dialéctica�perversa�clasificar�a�la�Argen-tina�entre�provincias�ricas�y�provincias�po-bres.�Todas�las�provincias�argentinas�tienenniveles�de�pobreza�insostenibles�que�nos-otros� tenemos�que� remediar.�No�solo� loque�es�pobreza�en�términos�de�ingresos�co-rrientes�sino�pobreza�estructural.�Juntandolas�dos�alternativas�elaboramos�un�índice.Planteamos�generar�una�inversión�en�la�Ar-gentina�para�sostener�y�apalancar�esa�ne-cesidad�de� crecimiento� relativo�que�hoyaquellas�regiones�más�pobres�de�cada�unade�nuestras�provincias�necesitan.

En�este�planteo,�imaginemos�la�aplicaciónde�un�fondo�de�cinco�mil�millones�de�pesos.¿Qué�significa?�Si�nosotros�hoy�tenemosuna�coparticipación�del�treinta�por�cientodel�impuesto�al�débito-crédito,�el�otro�se-tenta�está�fuera�de�la�masa�coparticipabledel�Estado�Federal,�ustedes�vieron�que�sediscutió�en�el�Congreso�y�toda�esa�historia.

Yo� sostengo�que�cuantos�más� fondos� searrojan� en� la� masa� coparticipable,� másgrande�es�la�inequidad�en�la�Argentina�por-

que�el�drama�está,�justamente,�en�cómoestá�conformado�el�sistema�de�coparticipa-ción.�

El� gobierno� nacional� ha� sido�muy� claro,como�todo�aquel�que�defiende�sus�propiosrecursos,�diciendo�que�discutir�coparticipa-ción�es�discutir�distribución�secundaria,�noprimaria.�Entonces,�vamos�a�ver�cómo�nosjuntamos�entre�los�veinticuatro�goberna-dores,�todos�los�senadores�y�diputados�na-cionales� y� nos� ponemos� de� acuerdo� yrectificamos�todas�las�legislaciones�de�lasprovincias,�a�ver�quién�va�a�decir�que�parasu�provincia�van�menos�recursos.�

Cuando�los�constituyentes�en�el�año�94�de-legaron�en�el�Congreso,�con�ese�sistema�demayorías,�la�conformación�de�la�nueva�leyde�coparticipación,�hemos�hecho�la�clásicahipocresía�que�hacemos�siempre�los�argen-tinos.�Se�dijo�que�no�iba�a�haber�nueva�leyde�coparticipación�porque�para�tener�unanueva�ley�hay�que�venir�en�ayuno�de�unasemana,�hay�que�hacer�una�prueba�de�re-sistencia� y� aparte�de� todo�eso� te� tienenque�dar�los�indicadores�como�si�hubierasterminado�de�comer�una�torta�de�choco-late�hace�quince�minutos.�Es�fácticamenteimposible�que�Argentina�se�den�todos�loselementos�que�nuestras�cláusulas�transito-rias�de�la�Constitución�establecen�para�lasanción�de�la�nueva�ley�de�coparticipación.Entonces,�o�discutimos�una�reforma�cons-titucional�o�dejamos�ese�devaneo�intelec-tual�de�siempre�echarle�la�culpa�a�que�esaley�no�está�y�creamos�algo�nuevo�que�com-pense�esas�inequidades.�

Para� eso� planteamos� que� el� treinta� porciento� que� vaya� a� las� provincias,� otrotreinta�por�ciento�que�quede�en�la�Nación.Estamos� hablando� sólo� del� impuesto� al

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cheque,�no�estamos�discutiendo�la�base�tri-butaria�de�la�Argentina,�nada�loco.�Con�elotro� cuarenta� por� ciento� creemos� unfondo.�Si�aplicamos�ese�fondo�sostenida-mente�durante�doce�años,�vamos�a�teneruna�política�de�Estado�de�inversión,�que�ge-nere� infraestructura.�No�pulverizamos� lapobreza�pero�resolvemos�el�problema�es-tructural�de�falta�de�competitividad�en�tér-minos�de�infraestructura�para�el�desarrolloen�la�Argentina.�No�es�milagro,�no�se�re-quiere�cambiar�el�formato�institucional�delpaís�para�darse�una�idea.

La�provincia�de�Buenos�Aires�1.647�millo-nes�de�pesos,�la�provincia�de�Santiago�delEstero�223�millones�de�pesos,�Tucumán�303millones�de�pesos,�Misiones�243�millonesde�pesos.�Todo�esto�da�el�fondo�per�cápitade�acuerdo�a�distintas�condiciones.�No�esuna�cosa�arbitraria.�

Nosotros�tenemos�el�drama�tradicional�deque�nos�sentamos�a�discutir�como�garanti-zamos�que�los�niños�del�Bicentenario�seanfelices.� ¿Qué� resolvemos� con� eso?�Deci-mos,�bueno�hay�que�resolver�esto�y�aque-llo.�¿De�dónde�conseguimos�recursos�parahacerlo?�

Estamos� planteando� una� idea� aquí,� quepuede�servir�para�tirarla�a�la�basura,�paratomar�el�diez�por�ciento�o�para�desarrollarmuy�por�arriba�los�grandes�titulares,�perolo�que�decimos�es�que�la�Argentina�tieneque�empezar�a�discutir�sobre�cosas�que�ge-neren�condiciones�para�el�desarrollo.

La�Argentina�tiene�que�discutir�un�par�decosas.�No�quiero�caer�en�la�historia�de�quediscutir� institucionalidad.� Plantear� unrumbo�para�la�Argentina�es�caer�en�un�si-pallismo�retrógrado�de�plantear�que�la�Ar-

gentina�tiene�que�encolumnarse�detrás�deJuan,� Pedro� o�Mariano.� La� Argentina� notiene�que�encolumnarse�detrás�de�nadie,�laArgentina�debe�tener�su�propio�modelo�dedesarrollo�para,�con�ese�modelo�de�des-arrollo,�discutir�en�el�mundo.

La�Argentina�no�puede�tomar�recetas.�Ar-gentina�no�va�a�ser�Chile,�no�va�a�ser�Sud-áfrica�que�desindustrializa�su�país�y�trabajeúnicamente�sobre�materias�primas�o�servi-cios�Premium.�La�Argentina�no�puede�serChina�que�trabaje�sobre�mano�de�obra�ba-rata.�Nosotros�tenemos�que�construir�nues-tra�propia�Argentina.�Tenemos�que�discutircómo�garantizamos,�entre�otras�cosas,�unaclase�media�rural� fuerte�en� la�Argentina,que�pueda�ir�a�la�avanzada�y�sea�vanguar-dista�en�la�innovación�de�ciencia�y�tecnolo-gía.�

Cómo�garantizamos�crecimiento�a�partir�dela�pequeña�y�mediana�empresa,�en�dondela�PyME,�no�sólo�va�al�satélite�de�la�granempresa�sino�que�sí�sean�satélite�de�la�granempresa�pero�que�sean�la�vanguardia�tec-nológica,�como�sí�ocurre�en�muchos�paísesdel�mundo.�

Esas�son�las�discusiones�que�tenemos�quedar.�Pero�el�planteo�es�correr�la�ideologiza-ción�del�desarrollo�y�del�crecimiento�eco-nómico.� Nosotros� necesitamos� generarriqueza�en�la�Argentina,�es�muy�difícil�se-guir�discutiendo�el�concepto�de�distribu-ción� de� la� riqueza,� cuando� nuestrageneración�de�riqueza�es�cada�vez�menos.Entonces,�si�nosotros�por�una�cuestión�ge-neracional,�miramos�solamente�cómo�re-solvemos� los� problemas� de� maladistribución�de�riqueza�en�el�pasado�en�laArgentina,�no�vamos�a�resolver�absoluta-mente�nada.�

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No�quiero�entrar�en�una�calificación�de�nin-guna� índole.�Obviamente�muchas� de� lascosas�que�se�hacen�hay�que�hacerlas�por-que�hay�que�resolver�problemas�que�no�seresolvieron�endémicamente�en�la�Argen-tina� desde� tiempo� inmemorial.� ¿El� pro-blema� cuál� es?� Un� día� hay� que� parar� lapelota,�y�escenarios�como�este�son�aque-

llos�en�los�cuales�tenemos�que�pararnos�unsegundo�de�la�huella,�corrernos�un�poco,desensillar�y�empezar�a�pensar�en�que�Ar-gentina�queremos.�Y�no�sobre�el�prejuicioy�el�preconcepto�de�que�Argentina�perdi-mos.�Eso�ya�está,�eso�ya�fue.�Lo�que�hayque�hacer�es�pararnos�a�ver�hacia�que�Ar-gentina�queremos�ir.�Y�ese�es�el�gran�des-afío�que�hoy�tenemos.�

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Este libro fue elaborado por el Instituto Nacional de Capacitación Política

Producción Gráfica y Diseño: Claudio Maqueda

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