Gemas del libro de Proverbios

Por: Lucio Abdiel Olmedo Espinosa

Capítulo 1.

Solo los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. El principio de la sabiduría es venerar al Señor.

Debemos saber identificar a los engañadores y no caer en sus engaños. El que obedece a Dios vive confiadamente, sin temor al mal.

Capítulo 2.

La sabiduría es escudo para los que anden en ella. Solo la ciencia y la sabiduría pueden liberar del mal camino, de los que

hablan perversidades. Solo los impíos serán arrancado de la tierra, los justos permanecerán en

ella y la habitarán.

Capítulo 3.

Honrar al Señor con todos nuestros bienes y el Señor nos lo regresara en abundancia.

El Señor reprende al que ama, no debemos menospreciar la disciplina. La sabiduría estaba con el Señor cuando Él fundó la tierra, su ciencia

dividió los océanos.

Capítulo 4.

Lo que siempre debemos buscar es sabiduría e inteligencia. Aunque nos cueste todos los bienes, adquiere inteligencia. Sobre todo, guarda la mente, porque es la fuente de nuestra vida.

Capítulo 5.

Los caminos de los hombres están ante los ojos de Dios. El impío muere por sus propias indisciplinas. Tenemos que alejar nuestro camino de la mujer extraña, deleitarnos en la

esposa de la juventud.

Capítulo 6.

Debemos ser trabajadores, no importando en donde estemos. Debemos darnos nuestro mantenimiento.

La calamidad del hombre malo llagara de repente, y por ella será quebrantado.

El que comete adulterio es falto de juicio, él se destruirá a sí mismo.

Capítulo 7.

Si guardamos los mandamientos podremos vivir. La sabiduría y la inteligencia nos ayudaran a alejarnos de la mujer adúltera. La casa de la ramera es casa de muerte, de sepulcro.

Capítulo 8.

La sabiduría esta antes que la plata y el mejor oro. La veneración al Señor consiste en el aborrecimiento del mal La sabiduría fue establecida desde la eternidad, antes que se crearan las

primeras cosas.

Capítulo 9.

Si queremos vivir debemos dejar las simplezas, los malos caminos. La inteligencia esta en conocer al altísimo. La sabiduría aumentara nuestros años de vida.

Capítulo 10.

La justicia libra de la muerte, el tesoro de maldad no será de provecho. La memoria del justo será bendita. El amor cubre todas las faltas.

Capítulo 11.

En la humildad esta la sabiduría. La justicia de los rectos los librara. El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo.

Capítulo 12.

El que ama la disciplina ama la sabiduría. Más vale el menospreciado que tiene servidores. Ninguna adversidad acontecerá al justo.

Capítulo 13.

La riqueza del hombre puede rescatar su vida, pero el pobre no oye la amenaza.

El que respeta el mandamiento será recompensado. EL hombre prudente obra con sabiduría.

Capítulo 14.

La mujer sabia edifica su casa. Para el entendido la sabiduría es fácil. El hombre bueno está contento con su camino.

Capítulo 15.

Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a malos y a buenos. Sin consulta los planes fracasa, pero los muchos consejeros prosperaran. El que escucha la represión que da vida, entre los sabios habitara.

Capítulo 16.

Todos los caminos del hombre son limpios en su opinión, pero el Señor pesa los espíritus.

Mejor es poco con justicia que mucho fruto sin derecho. Manantial de vida es el entendimiento para el que lo posee.

Capítulo 17.

El siervo prevalece sobre el hijo que causa deshonra. El que paso por alto la ofensa promueve la amistad. El que da mal por bien no apartara el mal de su casa.

Capítulo 18.

Torre fuerte es el Nombre del Señor, a Él corre el justo. Responder antes de escuchar es fatuidad y oprobio. Hay un amigo más allegado que el hermano.

Capítulo 19.

Las riquezas atraen amigos, el pobre hasta los pierde. El que posee entendimiento se estima a sí mismo, el prudente hallará el

bien. Mucho planes hay en el corazón del hombre, pero el propósito del Señor

prevalecerá.

Capítulo 20.

El justo camina en su integridad, dichosos serán sus hijos después de él. No ames el sueño para que no te empobrezcas. La bondad y la lealtad guardan al rey, y con bondad se sostiene su trono.

Capítulo 21.

Practicar justicia y juicio es más agradable al Señor que el sacrificio. Es mejor vivir en un rencor del terrado, que con esposa pendenciera en

espaciosa casa. El hombre que se desvía de los caminos de la sabiduría irá a parar con los

muertos.

Capítulo 22.

Ser estimado es mejor que la plata i el oro. El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la

amistad del rey. El que oprime al pobre para aumentar su riqueza, y el que da al rico, los

dos empobrecerán.

Capítulo 23.

No te fatigues por enriquecerte. Se prudente y desiste. Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a la palabra de sabiduría. Oye a tu padre, al que te engendro, y cuando tu madre envejezca no la

menosprecies.

Capítulo 24.

El necio solo piensa en el pecado, y los arrogantes son abominables. Siete veces cae el justo y se vuelve a levantar; pero los impíos se hunden

en la desgracia. Besados serán los labios del que responde palabras rectas.

Capítulo 25.

Manzana de oro en marco de plata es la palabra dicha a tiempo. Detén tu pie de la casa de tu vecino, para que no se hastié de ti y te

aborrezca. Como ciudad derribada y sin muralla es el hombre sin dominio propio.

Capítulo 26.

Nunca respondas al necio conforme a su necedad para que no te iguales a él.

Como las piernas inútiles al lisiado, es el proverbio en boca del necio. El que se entromete en pleito ajeno, es como el que toma a un puerro por

las orejas.

Capítulo 27.

Alábete el extraño y no tu boca; el ajeno y no tus labios. No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre. El avisado ve el mal, y lo evita; los simples pasan y llevan el daño.

Capítulo 28.

El hombre sabio y entendido mantiene el orden y está confiado como u león.

El que busca al Señor lo entiende todo. El que confiesa sus pecados y se aparta alcanzará misericordia.

Capítulo 29.

Cuando el justo gobierna, el pueblo se alegra. El justo atiende la causa de los pobres, el impío se desentiende. El rey que juzga con verdad a los pobres, afirma su trono para siempre.

Capítulo 30.

Toda palabra de Dios es limpia, el señor es escudo a los que esperan en Él. Las langostas, sin rey y salen todas en cuadrilla. El león, fuerte ante todos los animales, ante nada retrocede.

Capítulo 31.

No gastes tus fuerzas con mujeres, ni tus caminos con las que destruyen a los reyes.

Mujer virtuosa. Su valor excede mucho a las piedras preciosas. La mujer que venera al Señor, ésa será alabada.