Gazpacho Industrias Creativas

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Revista

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  • IMAGEN DE SOBRECUBIERTA Trama de la Existencia Lambda Print de la serie La Argentina70 x 70 cm Ral Veroni Glasgow, 2002Obra gentileza Galera Mar Dulce

    IMAGEN DE CUBIERTA Accin!MAD10Performance de Gwendoline RobinFotografa Isabel LenCortesa de Accin!MAD/Matadero

  • 1INDUSTRIASCREATIVAS

    NMERO 6 JUNIO 2011

    LA REVISTA DEL CENTRO CULTURALDE ESPAA EN BUENOS AIRES

  • NDICE

    4 IMGENES COMPARTIDASMuestrajos miguel onaindia

    8 INDUSTRIAS CREATIVASDe qu hablamos cuando hablamos...enrique avogadro

    10 CREAR CON SPONSORS MILLONARIOS O CON CARTNEntrevistas a Alberto Anaut y Washington Cucurto enrique avogadro

    13ARRIBA EL TELNpedro montes

    14CUANDO SUMAR ES MS QUE CONTAR NMEROSwustavo quiroga

    16PARA CONSTRUIR PBLICOS INTELIGENTESroberto igarza

    18BREVES

    20SOBRE LOS LIBROS DE PAPEL Y EL RIESGO DE LA DESAPARI-CIN DE UNA INDUSTRIAguido indij

    22LA MODA EST DE MODAlaureano mon

    24ARTE EN LOOPmariano soto

    26COPYS: DEREChA O IzQUIERDA?matas reck

    28DEL DISEO INDUSTRIAL COMO PORTADOR DE CULTURApablo bianchi

    30MEDIATECA

    31 OBRADossier Fotogrficocurador: claudi carrerasfotografas de blankpaper y ph15

    51PLANETA XDesde el Parque Espaa, Rosariopablo makovsky

    52EL MUNDO Y LA MSICA LOCAlgermn andrs

    5420 AOS DE arteBA, LA fERIA DE ARTE LDER EN AMRICA LATINAfacundo gmez minujn

    58fERIAS, REINAS DEL DESIERTOmariano soto y sancho dansey

    60LA TRAMA DEL quehacerlaureano mon

    64NO TE CONTENGASCuento iosi havillo

    66QU ES UN MEDIALAB?el equipo de estado lateral

    68PUERTA 18, DONDE EL TALENTO ES LA CLAVElaura benbenaste

    70ESTACIONESproduccin: equipo revista de arte Sauna dany barreto, guido ignatti, m.s. dansey, mariano soto, juan batalla, charlie goz

    82LAS INDUSTRIAS CREATIVAS Y LA PEREzA INTELECTUALDesde el Centro Cultural Espaa en Crdobapaula beaulieu

    84LA PUBLICIDAD EN LA ERA DE LAS NUEVAS TECNOLOGAS Y LAS REDES SOCIALESjavier ghia

    86EL JUEGO DE LA VIDA MediaLab CCEBAjoaqun fargas

    88VIDEOJUEGOS: UN CREADOR CUENTA SU EXPERIENCIAmariano surez battan

    90POR UN CINE DE PUO Y LETRAhernn masaluppi

    92MICA: ABRIR LOS OJOS ANTE LAS INDUSTRIAS CREATIVASfer isella

    96GLOSARIO

  • EDITORIAL

    Gazpacho no para. Arranc 2011 y comenza-mos a urdir los nmeros con los que esperamos seguir reflexionando junto a ustedes sobre los temas culturales y sociales de nuestro mundo de hoy. Esta catarata de textos e imgenes arranca ahora y no se detiene hasta fin de ao. Ojal los entusiasme nuestro entusiasmo. No veamos la hora de volver para darles la bienvenida a nuestras pginas y decirles que aqu estamos. Gazpacho vuelve con mucho ms tomate.

    Les confesamos que tenemos algunas con-vicciones pero tambin dudas que nos permiten hacernos preguntas que nos ayudan a crecer. Entre nuestras convicciones sostenemos con firmeza que la cultura y los bienes que se produ-cen a partir de ella y de la explosin del talento no constituyen productos de lujo. Forman parte de nuestros derechos bsicos. Nos arriesgamos a decir que son bienes estratgicos para reforzar la inclusin social, marcar con fuerza nuestra identidad y contribuir a consolidar una econo-ma sustentable.

    Ms all del nmero contundente que indica que en 2009 estos productos constituyeron el 3,9 del PBI, la sociedad civil luego de la fuerte crisis de 2001 y de la concentracin de algunas producciones en empresas que invaden el mer-cado con productos globales que son idnticos en cualquier rincn del planeta, encontr all un problema pero rpidamente comenz a planear una solucin. La apuesta a las industrias crea-tivas autogestionadas que comenzaron a crear empleos, bienes culturales locales, la invencin de una economa propia y, todava algo informal, que intenta tambin acortar los colchones de pobreza. Atentos a estos crecimientos comen-zaron a realizar sus aportes varias empresas del sector privado que encontraron en la cultura un modo de consolidar su prestigio, ms all de los beneficios fiscales que estos aportes pudieran ocasionarles.

    Cine, formatos televisivos, teatro, diseo, soft-ware, videojuegos, espectculos, msica

    empezaron a consolidar un fenmeno relativa-mente nuevo al que hoy se le presta atencin porque son armas cargadas de un futuro que es-peramos prodigioso que trabaje para la inclusin, que promueva la diversidad y el desarrollo de cada uno de nosotros hacindonos personas ms ricas, ms curiosas, con ganas de aprender y divertirnos con pautas propias que se empiezan a apreciar sin chauvinismos, slo con la alegra de que aqu podemos hacerlo.

    En este mundo que se acelera con el vrtigo del mundo digital, con sus redes sociales, la web que ofrece muchos de estos bienes en forma gratuita y numerosos soportes portables, nacen algunas dudas.

    El estado debe intervenir en este crecimien-to? Si es as: con qu contenidos y criterios de distribucin en los presupuestos nacionales y provinciales? Surge tambin una pregunta sobre la propiedad: estos bienes realizados por perso-nas que trabajan deben ser gratuitos indiscrimi-nadamente, debe regirse todos por el copyright, cmo democratizar el acceso a ellos? Pueden la sociedad civil y sus creadores generar sus propios recursos?

    En este nmero de Gazpacho intentamos ser precisos en la descripcin de lo que son las in-dustrias creativas, lo que implica su crecimiento poderoso pero tambin de la problemtica que genera este mismo crecimiento sin reglas claras, an, ni aqu ni en la regin, donde detecta-mos una concentracin slo en algunas pocas ciudades.

    Evolucin sostenida pero tambin vallas se van encontrando en el derrotero de estas indus-trias. Tratamos de asomarnos a una y a otras. Tenemos certezas pero tambin muchas dudas. Vamos a formar parte de un debate caliente y apasionado porque nuestra contemporaneidad indica que aqu an existen muchos pasos para poder caminar con ms certezas en este sendero que, ms all de todo, se vislumbra como tre-mendamente auspicioso.

  • ImgENES CompARTIDAS

  • muestra: imgenes compartidas en julio en cceba sede san telmo, balcarce 1150

    Espaa y Argentina se unen, suman dinero, inter-cambian actores y actrices, promueven directores en el espacio comn de una pantalla de cine.

    Abordar el audiovisual desde la produccin industrial es un desafo, especialmente para lograr que el lector contine con la lectura del texto. Encontr la solucin en una sala de cine. Anoche fui a ver Un cuento chino del director argentino Sebastin Borenztein, pelcula presentada en nuestro medio como argentina y con todos los elementos que simbolizan nuestra idiosincrasia, pero leyendo los crditos iniciales, tambin me sorprend al encontrar una importante participacin que hasta puede ser financieramente mayoritaria de empresas e instituciones espaolas (Tornasol Films, Instituto de Cine de Espaa, Junta de Valencia, entre otras).

    Este aporte de capital, servicios, jefaturas tcnicas y muchas veces hasta actores es invisible a los ojos del espectador comn y an del cinfilo, que slo ve el cine como expresin artstica o como entretenimiento. Estoy seguro que el hecho que sealo pas desapercibido para la mayora de la gente que colmaba la sala.

    Esta relacin no es nueva, pues luego de experiencias espordicas y limitadas, se ha incentivado y en las dos ltimas dcadas las

    co-producciones entre la industria audiovisual espaola y la argentina han sido muy estrechas, especialmente en la produccin de obras cinematogrficas. Muchos motivos produjeron este acercamiento: exilios polticos o espontneos, lengua e historia comn, cdigos comprensibles para los empresarios participantes que vieron en este mtodo de produccin la forma de financiar y proyectar internacionalmente sus obras, sistemas de ayudas estatales fundados en similares principios, fueron entre otros los hechos que condujeron a un activo intercambio.

    Argentina y Espaa compartieron el esfuerzo financiero y artstico en cantidad de obras que ya integran la memoria audiovisual de ambos. El fluir entre las culturas de los dos pueblos permiti que se crearan lazos financieros y empresarios, que se pudiera lograr un intercambio tcnico que mejorara la calidad de la obra final y que el mercado se ampliara, beneficio del que goz ms la cinematografa argentina que la espaola, pues el sistema de exhibicin y la mayor cantidad de espectadores que Espaa tiene en relacin a Argentina, permitieron una distribucin ms amplia de pelculas argentinas en las salas de exhibicin espaola. An hay muchos casos de pelculas, mayoritariamente argentinas, que han tenido

  • jos miguel onaindia

    ms espectadores y tiempo en cartelera en las ciudades espaolas que en nuestro propio pas

    Estos lazos industriales permiten que mucha gente dedicada al cine haya ampliado notablemente su territorio de accin. Las fronteras nacionales ya no los encierran y autores, directores, actores, tcnicos de todas las reas pueden desarrollar su actividad en forma eventual, alternada o permanente, en ambos pases, en las numerosas obras que se producen por ao.

    Pelculas emblemticas de los ltimos aos para el pblico argentino como La nia santa, de Lucrecia Martel, El secreto de sus ojos de Juan Jos Campanella o Las viudas de los jueves, de Marcelo Pieyro (entre muchos otros ttulos y directores, ya que la seleccin slo es indicativa) tienen una importante participacin espaola no slo en lo financiero sino tambin en los rubros artsticos y tcnicos, pese a la argentinidad de su temtica.

    En 1997, las autoridades cinematogrficas de Iberoamrica, impulsadas por Espaa, decidieron crear un fondo de cooperacin internacional para promover las co-producciones entre los pases de ese bloque cultural, como tambin la distribucin y la capacitacin. As surgi el fondo internacional de ayuda, denominado Ibermedio, que permiti con

    una austera administracin de su aparato burocrtico, distribuir fondos aportados por los pases que lo integran para financiar el desarrollo de proyectos audiovisuales entre dos o ms naciones, la realizacin de obras y la exhibicin de las mismas en los pases de la zona. ste es un gran incentivo para el conocimiento de autoridades, productores y cineastas y, en muchos casos, para consolidar industrias incipientes.

    An queda una asignatura pendiente: la consolidacin de un espacio audiovisual iberoamericano fortalecido por una poblacin que d apoyo popular a sus obras y la posibilidad de crecimiento a esa industria esencial para todo pas. La produccin de imgenes en movimiento es hoy una de las actividades culturales de mayor capital simblico y que generan mayor riqueza y empleo. La defensa de la identidad plural y contradictoria de nuestras culturas depende de la voluntad y habilidad de nuestros agentes culturales para consolidar ese mbito. Las mltiples y variadas imgenes que nos unen demuestran que el objetivo es posible.

    Jos Miguel onaindia. abogado y docente universitario.

  • 8Desde el desprecio con el que Theodor Adorno se refiri a la industrias culturales, la produccin de bienes del sector fue alcanzada por el vrtigo de los tiempos. Hoy hablamos de industrias crea-tivas, un concepto ms amplio e inclusivo que aqul denostado por el representante de la escue-la de Frankfurt.

    El trmino industria cultural es utilizado por primera por la Escuela de Frankfurt a mediados del S XX para dar cuenta de los cambios que se estaban produciendo en materia de produccin y consumo de bienes culturales. Aos ms tarde, la UNESCO cristaliza el concepto refirindolo a aquellas industrias que combinan la creacin, la produccin y la comercializacin de conte-nidos creativos habitualmente protegidos por copyright que sean intangibles y de naturaleza cultural. La teora se enmaraa an ms con la aparicin del trmino industrias creativas (po-pularizado en Inglaterra durante la gestin de Tony Blair) para dar cuenta de un conjunto ms amplio de actividades cuyo insumo principal es el talento.

    Ms all de los debates acadmicos, hablar de industria cultural o creativa implica reconocerle a la cultura un espacio fundamental en el plano productivo en tanto generador de trabajo y dador de sentido para las personas. Las mismas tienen un impacto cada vez ms relevante en los grandes centros urbanos a partir de la emergencia de la sociedad post industrial (por ejemplo, de acuerdo con datos del Observatorio de Industrias Creativas, el diez por ciento del empleo en la Ciudad de Bue-nos Aires tiene que ver con el sector). En trminos prcticos, cada vez ms gente se vincula, de una u otra manera, a la industria audiovisual (cine, pu-blicidad, televisin, animacin), la industria edi-

    torial, la industria de la msica, los videojuegos, la moda y el diseo, la tecnologa, la gastronoma y todo tipo de servicios profesionales de matriz creativa. Del mismo modo, son cada vez ms las empresas y emprendedores que impulsan modelos de negocios relacionados a estos sectores.

    Vale la pena preguntarse, sin embargo, por la capacidad de las industrias culturales y creativas para abrir un espacio a expresiones que operan en los mrgenes del mercado, ya sea porque busquen trascenderlo o porque persigan un fin solidario y democratizante. Las crisis recurrentes en nuestra historia y las reacciones a las mismas ofrecen una clave para explicar la riqueza y variedad el mapa cultural local. Buenos Aires est repleta de orga-nizaciones e individuos que apuestan justamen-te a estos cruces: teatro y cine comunitario; una vibrante cultura alternativa presente en fanzines, historietas, recitales trasnochados y el teatro hiper independiente; colectivos sociales que trabajan creativamente con una agenda amplia de temas. Entre todos ellos configuran un espacio novedoso y de un enorme potencial que podramos denomi-nar inclusin creativa.

    Las industrias culturales y creativas constituyen un derrotero poderoso a la energa creadora de la sociedad pero slo en la medida en que las mismas estn basadas en discurso original, autctono, de fuerte raigambre identitaria y con una proyeccin de crecimiento econmicamente inclusivo y sus-tentable.

    FOTO: Kevin Dooley, bajo licencia Creative Commons

    enrique avogadro. director de industrias Creativas de la CaBa y del CdM.

    DE QU HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE INDUSTRIAS CREATIVAS

    de qu hablamos cuando hablamos enrique avogadro

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    CREAR CoN SpoNSoRSmILLoNARIoS o CoN CARTN

    Alberto Anaut:La voluntad de ganarel futuro

    entrevistas enrique avogadro

    La crisis parece ser un tema recurrente en la coyuntura espaola actual. Cul ha sido el impacto en el sector cultural?Ante cualquier dificultad, hay dos reacciones: la de quienes se quedan paralizados y la de quienes deciden seguir adelante. En La Fbrica nos iden-tificamos ms con esta voluntad de ganar el fu-turo. Desde 2008, pese a todas las dificultades, hemos seguido desarrollando nuestro proyecto y poniendo nuevas ideas sobre la mesa. El resulta-do, desde el punto de vista de los contenidos es muy alentador: los grandes proyectos de La F-brica PHotoEspaa, Notodofilmfest, Matador, la revista Ee y sus festivales siguen ocupando un papel importante en nuestro panorama cultural y tienen pblicos realmente entusiastas.

    Es posible generar propuestas realmente inclusivas en materia de gestin cultural en espacios urbanos?Las ciudades han cambiado. Ocupan un papel cada vez ms importante en la sociedad y son una mquina de innovacin y concurrencia. En Espaa, por ejemplo, alrededor del quince por ciento de la poblacin es inmigrante y eso significa nuevas necesidades. Es fundamental que todos los proyectos estn abiertos a la nueva sociedad. Por eso, no hay que hablar de pbli-co, sino de pblicos. Ese es el reto.

    Qu pasa con las expresiones artsticas que estn fuera del sistema? Existe el riesgo de neutralizarlas al incluirlas en propuestas de consumo ms masivo?En La Fbrica no somos partidarios de las exclu-siones. Y mucho menos de que estar fuera del sistema se convierta en una vitola de calidad. Cuando trabajamos en proyectos, trabajamos siempre desde la perspectiva de la calidad y de los contenidos. Nosotros queremos que la cultura se conozca, se difunda y mantenga su calidad. No somos partidarios de que haya dos lneas de cultura: la verdadera para los entendidos y la mala, que identificaramos con lo popular. Nuestro sueo es llegar a muchos pblicos con propuestas valiosas y de calidad.

    Cmo ve el desarrollo actual de las industrias culturales/creativas en Amrica Latina?La visin desde Europa es muy parcial y est marcada por la visin espectacular. Mxico, Brasil, Argentina... pases que, por volumen y por tradicin, tienen una cultura muy desarrollada y grandes focos creativos. La realidad, sin embar-go, es mucho ms rica. Desde La Fbrica y desde Espaa estamos convencidos de que el futuro ser mucho mejor si trabajamos juntos y plan-teamos proyectos a los dos lados del Atlntico. Trabajamos con una cultura que tiene enor-mes puntos en comn y eso nos permite hacer propuestas mucho ms enriquecedoras. Esa es nuestra perspectiva.

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    Con eventos gratuitos como PHotoEspaa y diferentes iniciativas impulsadas por ustedes, hay una intencin de La Fbrica de hacer ms accesible la cultura, ms inclusiva y solidaria? Cmo trabajan con relacin a la apertura o ampliacin a nuevos pblicos?PHotoEspaa es un festival financiado por admi-nistraciones, instituciones, fundaciones, centros de arte y empresas. En conjunto, ms de setenta marcas. Desde esta perspectiva, la financiacin nos permite que la mayor parte de las activi-dades sean gratuitas. Esto es, sin duda, una puerta abierta a todos los pblicos. Sin embargo, una poltica de pblicos va mucho ms all del coste o la gratuidad de las diferentes acciones y exposiciones. Para nosotros, es fundamental que el festival tenga la riqueza, la calidad y la variedad suficientes para que, desde los exper-tos en fotografa hasta los nios, encuentren en

    PHotoEspaa una llamada y una actividad que les acoja. En La Fbrica estamos convencidos de que la cultura tiene que ser abierta y que depende de nosotros hacerla llegar a todos sus posibles destinatarios. Con las menores barreras, naturalmente.

    Qu recomendacin puede darle a quienes estn iniciando emprendimientos culturales/creativos? Que lo intenten. Que se arriesguen. Que persistan en el empeo. El xito cuesta trabajo y tiempo.

    FoTo: Existencia (firmes!) y Existencia (en posicin de descanso). Impresiones inkjet sobre billetes de lotera usados. 8.3 x 10.6 cm. RAL VERONI. Glasgow, 2003Reproducciones gentileza GALERA MAR DULCE

    alBerTo anauT. dirige la Fbrica, espaa. (ver Estaciones en pgina 70.)

    http://galeriamardulce.blogspot.com P

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    entrevistas enrique avogadro

    La cultura intelectual argentina tiene mucha pre-sencia en el mundo. Tuve la oportunidad de estar en Asia, Europa y Estados Unidos y hay mucho respeto por nuestra cultura, an en lugares en los que no se nos conoce tanto. Tambin en Amrica Latina hay mucha influencia de nuestro pas, a travs de sus grandes editoriales en la dcada del setenta y gracias a la recuperacin de la democracia en los ochenta. De la misma manera nosotros recibimos mucha influencia de Brasil, de Chile y de otros pases hermanos.

    Las industrias culturales tienen un papel que jugar en la lucha contra la desigualdad?Tienen un rol muy importante. Hace aos nadie hablaba de cooperativismo como ahora. Hoy, me deca una seora que a esta marcha (la entrevista la realizamos el 24 de Marzo en Plaza de Mayo) en 2003 no vena nadie. Estamos frente a un cambio que lo generan las personas a travs de su cultura. En Argentina hay una tradicin de la cultura alternativa, de fanzines, comics mu-chos escritores, artistas plsticos. No pasa como en otros pases en los que hay algo oficial, un formato establecido. Ac hay muchas editoriales pequeas, dibujantes, historietistas

    Es una cultura alternativa en expansin o sents nostalgia por el pasado?Yo comenc en el mundo de los libros en los noventa y, desde entonces, me pasaron cosas maravillosas y nunca dej de sorprenderme. Ac hay un inters genuino. Nosotros, si se quie-re, somos un ejemplo. Hacemos libros de cartn con literatura que podra calificarse de elite, para un pblico literario, y ac vendemos miles de libros. Veo una cultura muy movilizada, en una sociedad ms motivada, que toma conciencia.

    WasHingTon CuCurTo. escritor y editor.

    Qu te dice el concepto industria cultural/creativa?Toda manifestacin industrial es cultural. Lo industrial es una plataforma para desarrollar pequeas economas alternativas. Cmo vera una persona comn, un padre de familia, un trabajador, a la industria? Uno es partcipe de la industria como consumidor o tambin la puede modificar, la puede generar, la puede transfor-mar? Entiendo a la industria como un espacio de transformacin en el que uno interacta con los dems y trata de generar su propio lugar de identificacin. Todo lo industrial es cultural.

    Se puede emprender en Argentina desde las industrias culturales?Por supuesto. La industria es una actividad humana que debera beneficiar a todas las personas.

    Eloisa Cartonera es parte de la industria editorial argentina?Nosotros fabricamos libros pero estamos ms cerca de otras personas que no fabrican libros. Una editorial puede ser muchas cosas. Somos bsicamente una cooperativa de trabajo que ahora fabrica libros pero no es la idea mantener siempre lo mismo. Pretendemos mantener la vida de la cooperativa generando oportunidades.

    Argentina tiene un reconocimiento en el mundo por sus industrias culturales?

    Washington Cucurto: Sobre la fundacin de economas alternativas

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    ARRIBA EL TELNpedro montes

    El fenmeno teatral porteo nacido en el movimiento independiente ahora recorre Amrica Latina, de Bolivia a Mxico, de la mano de un grupo de jvenes artistas que suman desde payasos hasta cuentacuentos.

    Buenos Aires es la ciudad latinoamericana que cuenta con ms salas de teatro independiente de Amrica Latina. Los barrios del Abasto, Almagro, Boedo y Palermo dan cobijo en sus calles a casi trescientas salas. Desde la histrica El excntrico de la 18 dirigida por Cristina Banegas hasta la ms o menos reciente Timbre 4 a cargo de Claudio Tolcachir. Ahora este movimiento dio lugar a un fenmeno exportacin a travs del proyecto encarado por el Teatro de integracin latinoamericana (TIL). El colectivo, formado por un grupo de jvenes creadores, recorre la Amrica profunda y lleva espectculos, pedagoga teatral y deseos de integracin. Est compuesto por actores, payasos, malabaristas, acrbatas, titiriteros, cuentacuentos, directores y un mago. Arranc en Bolivia y planea llegar hasta Mxico. El TIL naci

    a partir del encuentro en un viaje por Bolivia, por un festival de clown en La Paz, Empayasados, que se hizo en 2010 cuenta Juan Ruy Cosn, uno de sus integrantes junto a otro argentino, Luciano Mansur, el boliviano Ariel Baptista y el italiano Dario Tamiazzo. La integracin del continente a travs del teatro es su objetivo central. Cosn afirma: Elegimos viajar por Latinoamrica porque sentimos que en este momento est caliente; que hay fenmenos polticos que nos hablan de que es un tiempo de unin y que es hora de que los latinoamericanos miremos ms para adentro y que profundicemos mucho ms en nuestras culturas, originarias y mestizas, que la historia oficial por tanto tiempo ha relegado, sobre todo en el arte. As caminan el continente con sus mochilas cargadas de historias para representar en vivo en plazas, salas y en los espacios en los que cada ciudad decida abrirles las puertas

    FOTO: James Cridland, bajo licencia Creative Commons

    FuenTe: Contra la balcanizacin cultural de Jorge dubatti

    Pedro MonTes es periodista.

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    Desde hace tiempo comienza a surgir un cambio de paradigmas para prevenir a la humanidad del capitalismo desmesurado que va del colapso global al dolor personal. Algunos de los remedios que se proponen son las acciones comprometidas y el poder consciente de grupos sociales en red. Pero, qu hacer, mientras tanto, para que un proyecto creativo no ensucie su aura mientras aprende a sumar?

    Al superar la clsica visin del sistema econmi-co: mercado-producto-consumidor, podemos diluci-dar que, cuando se trata a los productos creativos, se tropieza en cierta confusin de valuar cuantitati-vamente slo aspectos tangibles: producto, produc-tores, circuitos y mercados, perdindose referencias importantes que hacen a su valor agregado.

    Las empresas comprometidas tienen mltiples consideraciones: aspectos ecolgicos, culturales, innovacin y gestin de capital social, entre otros, que se convierten en recursos activos de una comu-nidad, infraestructuras de conocimiento y eco-nomas de nuevas redes sociales. Pero, qu pasa cuando los entes que disponen del dinero tienen que tomar un examen basado en el riesgo-rentabili-dad de las ganancias para otorgar un prstamo, un subsidio o financiar un emprendimiento?

    Los bancos con objetivos especulativos sol-ventan nicamente personas, empresas o cor-poraciones rentables en el modelo de economa tradicional; se focalizan en aumentar ganancias en corto tiempo y proteger intereses propios. Desde que el poder ciudadano se ha ocupado en saber qu se hace con el dinero ahorrado se dio lugar al nacimiento de las Bancas ticas, entidades dinami-zadoras ocupadas en un modelo social sostenible, dispuestas a atender segmentos como educacin, poblaciones excluidas o emprendimientos justos; transparentar sus acciones y hacer partcipes a los clientes con sus votos.

    Estas bancas alternativas promueven cambiar el modelo neoliberal al de una economa real: invertir la competencia en el precio por la del valor tico; equilibrar el consumo material con el consumo cultural e intelectual; impulsar ideas y proyectos cooperativos que causen un impacto positivo a la sociedad y al planeta.

    Como ciertas utopas se hacen realidad, en Espaa los buenos proyectos ya pueden acudir a bancos o instituciones para prstamos o fondos de inversin ticos. Entre ellos, el Proyecto Fiare, perteneciente a la Federacin Europea de Bancos ticos y Alternativos; Triodos Bank, parte de una red internacional; Coop57 o la Banca tica de Badajoz.

    Trasmitindose, el efecto afectivo llega a Lati-noamrica para sanear relaciones entre el dinero y las personas, de la mano de la Red Banco Solidario en Ecuador, que se ampla con instituciones de microfinanzas a Bolivia, Per, Colombia y Venezue-la o sucursales de Oikocredit, que arriban a Mxico, Ecuador, Costa Rica; entre otras.

    Podremos alcanzar a ver en nuestro barrio insti-tuciones econmicas fundadas en un modelo tico, de responsabilidad global e inters solidario, pero hasta que esto sea habitual, los proyectos alternati-vos atraviesan la difcil tarea de autosolventarse o convencer a los tradicionales financieros de apoyar sus aventuras sin morir en el intento. Mientras, deberamos preguntar por el destino de nuestros ahorros y tildar me gusta para comunicar que el cambio ya empez: 1+1 es 3.

    oBras: Perejiles al servicio del Estado y Amor fatal. (1994-2004) ral veroni. Billetes intervenidos de la serie Lucha por la vida. Buenos aires, new York, glasgow ral veroni. reproducciones gentileza galera Mar dulce.

    http://galeriamardulce.blogspot.com P

    WusTavo quiroga. diseador industrial y gestor cultural.

    CUANDO SUMAR ES MS QUE CONTAR NMEROSwustavo quiroga

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    Desde la perspectiva del consumo cultural, la teora ofrece una forma de entender las prc-ticas sociales que coopera en iluminar alter-nativas para ensanchar pblicos o, al menos, mantenerlos.

    Howard Gardner, del ProjectZero en Harvard, sostiene que no poseemos una inteligencia sino una combinacin de ocho inteligencias de natura-leza diferente: una lingstica, una lgica-matemti-ca, una espacial, una musical, una corporal-cintica, una intrapersonal, una interpersonal, una naturalis-ta. Cada persona posee una determinada combina-cin de esas inteligencias. As como algunas perso-nas disponen de la lingstica ms desarrollada que las dems, otras han desarrollado ms la lgica-ma-temtica o la musical. Por eso, cuando abordamos un nuevo objeto de conocimiento nos resulta ms fcil si la va de acceso es compatible con nuestra combinacin de inteligencias. Si existe una nica va de representacin es probable que una mayora de los destinatarios se vean perjudicados. Por el contrario, cuando se ofrece una multiplicidad de representaciones, aumentan las probabilidades de tener ms pblicos.

    Desde la perspectiva del consumo cultural, la teora ofrece una forma de entender las prcticas sociales que coopera en iluminar alternativas para ensanchar pblicos o, al menos, mantenerlos. Cuan-do una cantidad creciente de pblico concurre a las pantallas para alternadamente consumir, compartir y comunicar, la competencia se exacerba. Todos de-ben realinear formatos y gneros con dispositivos y audiencias. En ese apurado proceso de reinvencin del sistema cultural-meditico, la transmediatiza-cin juega un rol protagnico. Siempre un texto

    puede ser ms que un texto. Un canal en Youtube, un relato audicionable, un cmic, un juego, un paseo por la ciudad, una comunidad en las redes sociales.

    Aquello que siempre fue deseable, ahora es posible. Ya no existe combinacin de inteligencias que no pueda abordarse. Las tecnologas wii o kinect pueden ajustar los contenidos para aquellas personas que han desarrollado prioritariamente una inteligencia corporal-cintica. Las tcnicas de realidad aumentada y las cada vez ms populares aplicaciones 3D pueden involucrar aquellas per-sonas que desarrollan ms la inteligencia espacial o la naturalista. La polivalencia de las plataformas de comunicacin favorecen las personas con una inteligencia interpersonal ampliada.

    La construccin de espacios narrativos fundados en formatos y gneros diversos y sinrgicos, y dis-ponibles en la ubicuidad, es un proceso complejo. Pero, para competir en un espacio comn consti-tuido por una oferta y una demanda hiperfragmen-tadas, ningn eslabn de la cadena de valor puede seguir ofreciendo ms de lo mismo sin perder audiencia. Asumir la diversidad de combinaciones de inteligencias que definen los pblicos permitira adoptar las vas de representacin ms eficaces entre las numerosas que hoy estn disponibles. Ofrecer a los consumidores, todos inteligentemente diferentes, ms posibilidades de perforar la super-ficie o apariencia, ir hacia adentro o ir por ms, es una cuestin central en el devenir de las industrias creativas.

    FOTO: Atencin: la percepcin requiere participacin, Antoni Muntadas

    roBerTo igarza. doctor en Comunicacin social.

    PARA CONSTRUIR PBLICOS INTELIGENTESroberto igarza

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    Creatividad en Europa 2009 fue el Ao Europeo de la Creatividad y la

    Innovacin. Durante doce meses se desarrollaron actividades de promocin y debate en torno a las industrias creativas y la necesidad de impulsar

    el desarrollo econmico a partir de la innovacin. Como resultado, la Unin Europea decidi poner en marcha una Estrategia 2020 que promueva

    lazos entre el mundo empresarial, la innovacin y las asociaciones para el conocimiento, apuntando

    a generar una unin Innovadora.

    Contar la propia historiaVidas paralelas es un proyecto impulsado por el Ministerio de Cultura de Brasil por el cual se distribuyen cmaras digitales y celulares a trabajadores de diferentes industrias. El

    objetivo explcito del programa es fomentar la inclusin digital, permitiendo a los trabajadores intercambiar experiencias y realizar una reflexin crtica sobre su espacio de desarrollo e identidad a travs de diferentes soportes vinculados a las

    nuevas tecnologas.

    Vocacin se buscaEl proyecto Inneract provee capacitacin

    gratuita en diseo para jvenes en situacin de vulnerabilidad, a fin de ayudarlos a canalizar su creatividad hacia trayectorias profesionales

    viables y enriquecedoras. El programa cuenta con el apoyo de varias universidades y se desarrolla,

    por el momento, en localidades de California (Estados Unidos).

    Diseo para todosA fines de octubre, la Ciudad de Buenos Aires se convierte en un gran escaparate para el diseo

    en todas sus formas. El Festival Internacional de Diseo, organizado por el Centro Metropolitano

    de Diseo (CMD), con el apoyo de las principales instituciones del sector, toma por asalto la

    ciudad con un sinfn de actividades: muestras, conferencias, instalaciones, encuentros de

    negocios e intervenciones urbanas. Es un espacio de difusin para el diseo de toda la regin.

    Financiamiento para proyectos creativosKickstarter.com es la plataforma tecnolgica

    ms conocida de un fenmeno que est creciendo en los ltimos tiempos: crowdourcing

    (terciarizacin masiva) para apoyar proyectos creativos. Siguiendo la misma lgica colaborativa de Wikipedia, estos portales permiten impulsar la colaboracin masiva de los usuarios o fans para hacer posible la realizacin de diferentes

    proyectos. Ya se estn desarrollando plataformas similares de alcance local y regional.

    La ciudad en tus manosEl proyecto What if...? Cities, del estudio de arquitectura madrileo Ecosistema Urbano,

    busca generar un espacio de interaccin ciudadana que permita mejorar la vida en la

    ciudad a travs del uso de nuevas tecnologas. Gracias a esta herramienta, todo el mundo puede generar propuestas de mejora para su calle o su

    barrio, as como vincularse a proyectos de inters o buscar apoyo para los propios.

    BREVES

    ILUSTRACIN: Gazpacho

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    Tambin hablamos de gastronoma Diferentes regiones y pases, como Lyon

    en Francia, Espaa, Mxico o Per, estn impulsando a la gastronoma como factor de desarrollo econmico. El tema tiene infinitas aristas, incluyendo a las industrias creativas. A fines del ao pasado el MoMA inaugur la

    muestra Counter Space: Design and the Modern Kitchen para dar cuenta de las transformaciones de la cocina en el siglo XX y as reflexionar sobre un espacio de socializacin, experimentacin, consumismo y evolucin con relacin a la(s)

    familia(s) y roles de gnero.

    provocar los cruces El auge de la tecnologa y el intercambio de datos estn haciendo rpidamente obsoletos a los formatos o soportes tradicionales de las industrias culturales y creativas, tal como lo demuestran los debates sobre la muerte del

    disco compacto o los pronsticos agoreros con relacin al libro impreso. La buena noticia, de

    todos modos, es que la emergencia del contenido por sobre el soporte est permitiendo cruces

    ms que interesantes en industrias hasta ahora poco permeables a la hibridacin. La industria editorial, la de los videojuegos, la de la msica,

    la audiovisual y la de la tecnologa estn aprovechando para integrar talentos provenientes

    de campos diferentes, dando como resultado ensaladas cada vez ms creativas.

    La calle como escenarioEl teatro comunitario tiene algunos exponentes

    de excepcin en la Ciudad de Buenos Aires. El Grupo de Teatro Catalinas Sur (creado en 1983 por el pionero Adhemar Bianchi) y el

    Circuito Cultural Barracas (con quince aos de trayectoria) son apenas dos ejemplos del tambin llamado teatro con vecinos. Adems de ofrecer propuestas culturales de gran calidad, estos

    proyectos buscan explcitamente la integracin social de su entorno a travs de la participacin

    de todos y de la exploracin de temticas de fuerte raigambre identitaria.

    La biblioteca como espacio creativoThe L!brary Initiative es un proyecto puesto

    en marcha para incentivar el hbito de lectura entre los nios neoyorquinos que asisten a

    escuelas pblicas. Gracias a la participacin de arquitectos, diseadores, muralistas y otros profesionales creativos, la iniciativa transforma de raz las bibliotecas escolares convirtindolas

    en un recurso vital para la comunidad de estudiantes, docentes y familiares. Ms de cincuenta bibliotecas han sido reinventadas

    desde la puesta en marcha del proyecto.

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    En el caso de que todos los libros pudieran bajar-se gratis en Internet, de que viviran escritores, editores, libreros y toda la cadena de produccin del libro? En pleno siglo XXI no existe legislacin que los proteja sin violar la libertad de expresin y respetando los derechos de todos: creadores y usuarios.

    Desde que me inici en este oficio de la edicin, hace dos dcadas, la comunicacin ha cambiado y los medios de produccin se modificaron radical-mente as como las formas de consumo han comen-zado tambin, muy modestamente, a transformarse.

    Al principio haba tipgrafos, linotipistas, com-ponedores y peliculistas, y en los dos aos que fue-ron del 89 al 91, pude fundar La Marca Editora en el living de casa, muido de una PC con procesador AT y pantalla de letritas color mbar.

    El otro da, en el avin que me llev a Pars, no vi a nadie leyendo en cacharros electrnicos. No llegu a encender el mo porque cuando estaba terminando de acomodarme para leer La descompo-sicin de Hernn Ronsino, publicado por interZona, la azafata me ofreci otra butaca. A que no saben quin estaba sentado al lado? Hernn Ronsino. Nos estiramos para saludarnos y nos remos un rato con la casualidad. A qu voy? A que hay algo pequeo, del orden de lo sensual, en el libro, que ni iPad, ni Kindle, ni Sony Reader, ni Nook, ni Fnacbook dan. Si hubiera estado leyendo el texto (evito decir libro) en pantalla, ese momento feliz no hubiera existido.

    Soy un militante del papel pero no un empecina-do luchador contra las nuevas tecnologas. Es que antes que eso soy un militante de la diversidad y de la libre expresin. Y eso es algo que el papel da, y el e-book, al menos mientras no exista un modelo de negocio que garantice la bibliodiversidad y la subsistencia de la edicin independiente, quita.

    El editor participa de la puesta en circulacin de una idea, la imprime en papel, la distribuye y comercializa en diversos canales a travs de redes de compleja construccin que incluyen periodis-tas, crticos, distribuidores, libreros y la puesta en valor de un catlogo que excede al libro mismo. Los indies estamos convencidos de que debemos defender esa red y privilegiar el canal de las libre-ras para poner en circulacin nuestros textos en formato libro. En ese terreno damos nuestra lucha territorial con la alianza de muchos libreros, que entienden la importancia de sostener tambin los proyectos editoriales independientes y, en conse-cuencia, la cadena de valor del libro.

    Si invertimos en digitalizar y publicar en forma-to digital, nuestros libros estarn gratis en Taringa (invento argentino!) la semana que viene. Cmo los cobramos? Por el contrario, si algunos, digamos un diez o un treinta por ciento, de nuestros lectores, prefieren leer nuestras producciones en formato digital, la librera amiga de la calle Corrientes vende un veinte por ciento menos. Cmo pagar el alquiler esa librera? Y si no puede pagar el alquiler, cerrar y ya no venderemos veinte menos, sino cien por ciento menos. Estamos preparados para eso, para basar nuestra industria en una nica dimen-sin electrnica?

    Es un asunto serio. Sera grave que se cierren libreras si igual podras bajarte o conseguir los contenidos en formato electrnico? S. Porque podras bajarte, en trminos de Google, TODO lo producido por el hombre. Pero, cmo se produci-rn contenidos en el futuro? Quin va a investigar, escribir? Quin a seleccionar, editar? Qu edito-res y libreros funcionarn como mediadores de tus consumos culturales?

    FOTO: Gazpacho

    guido indiJ. editor y librero.

    SOBRE LOS LIBROS DE PAPEL Y EL RIESGO DE LA DESAPARICIN DE UNA INDUSTRIAguido indij

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    El diseo de indumentaria de autor en Argenti-na gener ingresos anuales, durante el perodo 2009/10, por sesenta y cinco millones de dlares. En Argentina existen aproximadamente cien-to cincuenta micro y pequeas empresas que producen de manera sostenida, empleando ms de tres mil personas. El valor estratgico de este segmento no viste slo en los nmeros.

    Analizar el trabajo de estos diseadores de autor implica acercarnos a un hecho desde dos perspec-tivas: una visin econmica y una visin cultural. Desde la primera de ellas, las firmas adquieren importancia en tanto emprendimientos productivos donde se ponen en juego variables como produc-cin, inversin, recursos, capital, financiacin y comercializacin. La dimensin cultural entra en escena desde el momento que estos diseadores desarrollan un ejercicio creativo, logrando con el tiempo un lenguaje de diseo propio por utilizar un criterio independiente a la hora de proponer produc-tos originales en los mercados nacionales e interna-cionales. Todo proceso creativo personal se inscribe dentro de un contexto cultural que lo contiene. En este sentido, sus trabajos creativos reactualizan una cultura en tanto herederos de ella, a la vez que la proyectan hacia el futuro en tanto protagonistas.

    Por qu elijo, en principio, definir como industrias culturales al diseo de indumentaria de autor y no a la industria de la moda en su totalidad? Podemos decir que todo lo que nos rodea est diseado, fue pensado y realizado por alguien: una mesa, una silla, un semforo, un traje, una ruta, un edificio, un par de zapatos. En ese con-texto es viable afirmar que todas las prendas que encontramos en el mercado global fueron ideadas y producidas por alguien que tuvo la intencin de hacerlo. La mayor parte de esa produccin se gua por lo que conocemos como moda, un sistema de renovacin peridica de productos que busca incentivar el consumo de las personas ms all de sus necesidades reales, haciendo de la fugacidad un

    elemento clave. Sobre ese eje se articulan los bienes que se comercializan: sobre los requerimientos de un mercado. La moda se organiza por temporadas, propone masividad, dicta lo que se debe consumir y lo que no, homogeniza. En ese escenario la posibili-dad de incentivar la identidad cultural de los bienes o de los consumidores es escasa. El fin es otro.

    Esta caprichosa descripcin nos hace preguntar-nos hasta qu punto la indumentaria masiva gene-rada desde la periferia en base a lineamientos de moda definidos en los centros puede ser conside-rada una industria capaz de generar productos que trasciendan el carcter meramente de mercancas. Cunto de creatividad hay en ese producto? Cun-ta significancia entraan esos bienes? Las respuestas a estas preguntas an estn abiertas.

    En lo que comnmente llamamos diseo de indumentaria de autor, la perspectiva es distinta. Si bien se producen bienes prendas que se insertan en mercado de consumo donde los productos de moda dominan, estos productos buscan establecer otro nivel de identificacin con el usuario. Al ser bienes concebidos y producidos para diferenciarse del resto de la oferta a partir de una gran cuota de creatividad, privilegiando una visin personal de quien los disea, se convierten en prendas con una carga identitaria ms fuerte, portadoras de valores, que nos hablan de un contexto social bajo el cual fueron producidas y de una cultura comn de trabajo en la cual se insertan. No debe ser un dato menor la originalidad e innovacin que estos lenguajes de diseo entraan, abrindose paso y asumiendo ries-gos, frente a una dinmica de consumo que tiende a la homogeneizacin. En esta grieta que se abre, donde afloran productos originales, encontramos la posibilidad de revertir el flujo discursivo de la moda de afuera hacia adentro para comenzar a proyectar una visin propia del diseo nacional, de adentro hacia afuera.FOTO: Juan Manuel Alzamora y equipo por Jorge Molina

    laureano Mon. lic. en Ciencia Poltica y cool hunter.

    LA MODA EST DE MODAlaureano mon

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    Videoarte porttil, visores voyeurs de procesos creativos e instalaciones de sitio especfico, son los elementos con los que el proyecto ThisIsNotAGallery se ubica promisoriamente en la industria local relacionada con las artes visuales. Una galera pensada desde la inclusin y la sustentabilidad.

    Primera instancia. Desde Cabrera 5849, en Palermo, un pequeo visor nos permite asomar a lo que pasa dentro: la reproduccin de un video en formato loop durante das, semanas, meses. El tal video es obra artstica, ya sea como registro de un proceso creativo, de una performance o una pieza de videoarte en s.

    Ms all del visor, un patio a cielo abierto ideal para openings veraniegos y, apenas ms all, un galpn: la segunda instancia. Un enorme espacio expositivo con pasado de barraca, sntesis del concepto white cube pero con altos techos cate-dralicios, mucha luz natural y cierta informalidad bohemia en clave de loft.

    La tercera instancia en la vida artstica del pro-yecto ThisIsNotAGallery (TINAG) es, desde julio de 2008, la galera itinerante: un dispositivo que reproduce videos, alimentado por energa solar, ab-sorbida y canalizada por paneles ad hoc y ubicado en plena calle, en cualquier punto de la ciudad, para uso e interaccin de todo el que pasa. La susten-tabilidad y la utilizacin de recursos energticos limpios, fueron dos puntos clave en el momento que este dispositivo fue gestado por sus hacedo-res, Leo Prat y Carlos Baragli. Junto a la no menos desdeable ambicin de acercar el arte a todo aquel que circula por la calle.

    ThisIsNotAGallery no es una galera, porque es eso y muchas cosas ms. Con eje en el video arte como lenguaje expresivo, funciona como metfora del concepto de loop: se autoabastece, se retroa-limenta y se cierra en s misma, en un recorrido circular. Expresin pura de la autogestin, jerar-quiza la libertad en todo lo que pare: la eleccin de

    artistas, de proyectos expositivos y la apropiacin del espacio pblico. A ste ltimo no slo lo avanza con la galera itinerante; sino tambin con el visor a la calle y con las intervenciones de artistas en la fachada. De puertas adentro, la clave est puesta en la exploracin y toma del espacio expositivo como motor artstico. Instalacin site specific de concepcin compartida con el artista, cruzada de ejes temticos como ser actualmente el del paso del tiempo.

    Dirigida desde su gnesis por Carlos Baragli (artista, docente del IUNA) y sostenida econmica-mente por l y sus socios pertenecientes al mundo de la publicidad ThisIsNotAGallery crece y se afirma sin pausa. Tanto localmente como a nivel internacional. Fue sede del VIBA Festival 2009; llev a Fernando Lamas a arteBA 2010 quien gan uno de los Premio en Obra particip en Art Bassel Miami con sus dispositivos mviles y actualmente est en gestiones para llevarlos al MAC/VAL, Pars.

    Anclada en la independencia, tanto en lo tangi-ble como en lo intangible, TINAG es duea de sus rumbos y sus tiempos. Pero eso no implica laxitud alguna. Todo lo que fue pasando en estos tres aos de vida, nos dice algo sobre el temperamento pro-fesional que aqu se cocina. Y hablando de cocinas, no puede dejar de destacarse el carcter de domus que adquiere la no galera para los artistas en proceso de montaje. El aire relajado y hogareo que se respira siempre en TINAG, autntico hasta los tutanos, es el cierre coherente de una poltica cul-tural centrada en lo humano, lo creativo, lo artstico desde el alma.

    www.thisisnotagallery.com P

    TINAG iniCi el CiClo de MuesTras EscAPArATE en CCeBa sede Florida. el ProYeCTo sigue HasTa Fin de ao Con disTinTas galeras.

    FOTO: gentileza ThisIsNotaGallery

    Mariano soTo. Muselogo, codirige la revista sauna.

    ARTE EN LOOPmariano soto

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    El derecho de autor, el llamado copyright, es el sueldo del autor. Sino de qu viviran msicos, escritores e inventores. Sin embargo, en este nuevo siglo se estn alzando voces que muestran otra perspectiva, todo es de todos. Y con ello dan inicio a una polmica que arde.

    Como editores pensamos que los libros alguna vez fueron censurados y hoy lo siguen siendo; que para leer un libro hay que saber leer, en caso que s, tener tiempo para leer, en caso que s, entrar a una librera o boutique, sacar la tarjeta de crdito y pagar en cuotas la ltima novela que no te pods perder, esa, reseada en los suplementos cultura-les y comentada por los grandes crticos, encima la abrs y tiene una c dentro de un circulito con varias prohibiciones debajo que vos nunca haras.

    Quizs somos un poco exagerados, nunca se quemaron libros, el copyright existi siempre, todo el mundo ley alguna vez un libro, o como dice la maestra, si no tiene plata para comprar el libro vaya a la biblioteca pblica y lalo all, pero, no lo fotocopie, la fotocopia mata al libro.

    Ms all del lector y sus derechos de lector, como dice Martn Schecman (valga la cita al autor), empezar el libro por la pgina que quieras, dejarlo cuando se te antoje, prestarlo, marcarlo, no leerlo, existen los derechos de autor, la propiedad intelec-tual, el hecho de decir, eso lo escrib yo, se me ocu-rri a m, estas palabras las invent eu, estos versos que rezan mi amor si pudiera volar, mi amor si pudiera soar, mi amor si pudiera rer, seguro sera junto a ti estaran prohibidos de fotocopiar o reproducir por cualquier medio. Ni hablar de los

    grandes relatos que muchas veces son annimos, o sus autores contentos los esparcen por el mundo, que ms quieren que los lean!

    Sin ser ingenuos y risueos por dems, sabemos del valor de la autora de un texto, y la importancia del reconocimiento al escritor, pero tambin sabe-mos que todo lo que producimos est inspirado en otros, que la palabra circula libremente, no tiene ataduras, y nos copiamos constantemente, hasta nos mimetizamos, nos influenciamos, nos contagia-mos de ese virus que es la letra, la que nos da vida y nos mata al aprenderla.

    Dice la pgina de (i)legales de los libros de Milena Caserola y el asunto (o la escuchars en los pasillos de la Feria del Libro Independiente-FLIA): todos los izquierdos estn reservados, sino remtan-se a la lista de libros censurados en las distintas dic-taduras y democracias. Por lo que privar a alguien de quemar un libro a la luz de una fotocopiadora, es promover la desaparicin de lectores.

    FOTO: Jordan Burnett, bajo licencia Creative Commons

    MaTas reCk. editor de Milena caserola.

    COPYS: DEREChA O IzQUIERDA?matas reck

    www.milenacaserola.blogspot.com Pwww.elasunto.com.ar P

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    Uno de los problemas del diseo industrial nace del adjetivo que condiciona su denominacin. El trmino industrial es regresivo, porque apela a una idea de industria perimida y seriada. El diseador de hoy es un operador cultural que trabaja en y para un entorno especfico.

    Ya lo deca visionariamente Gui Bonsiepe en 1985: industria no es solamente una planta fabril con maquinarias, con obreros, tcnicos, personal administrativo y una marca; estos componentes constituyen solamente un, aunque a veces perfecto, simulacro de industria. Tendremos industria, en el real y completo sentido de la palabra, a partir del momento en que la innovacin tecnolgica forme parte intrnseca de la prctica industrial cotidiana.1

    En un momento donde los cambios tecnolgi-cos han transformado drsticamente la manera en que se conciben y fabrican los objetos; donde no hace falta ms que ver las etiquetas de los productos para entender que el foco del inters se ha trasladado desde el lugar donde se produce (made in) al lugar donde se disea (designed in); y donde la problemtica social y ambiental nos obliga a reflexionar sobre la real incidencia de los productos en nuestro entorno, seguir pensando el diseo que asimila al objeto con la mera mercan-ca seriada es fatal.

    Toda nuestra vida sucede dentro de un ecosiste-ma objetual y aquellos que elegimos para compartir nuestro entorno nos definen de algn modo. De ah que una silla sirve para sentarse, al igual que un tro-no, pero las connotaciones de ambos son sumamen-

    1Bonsiepe, Gui. El diseo de la periferia. Mxico: Gustavo Gili, 1985 pg. 30.

    te distintas. Por eso, el objeto de diseo no surge aislado, es la encarnacin de un complejo sistema de signos, referencias y relaciones que emergen de la cultura que lo origina y a la que se incorpora. Hay que entenderlos como portadores de cultura.

    Se debe transformar el concepto de diseo industrial a partir de considerar quines producen objetos como industrias culturales, y al diseador como un operador cultural. Hoy, en el contexto de esta sociedad global donde pareciera que las iden-tidades se diluyen, hacer foco en nuestras singulari-dades culturales es una estrategia factible de posi-cionamiento y supervivencia, uno de los ltimos bastiones de resistencia de nuestras producciones locales. De ah las disposiciones que protegen la denominacin de origen de ciertos productos. El inesperado valor de lo local.

    Estas nuevas industrias culturales podrn, por fin, aprovechar el potencial transformador del dise-o, generando productos ya no con valor agregado, sino intrnseco. El trabajo de Alejandro Sarmiento, basado en la bsqueda de nuevos usos para ma-teriales pobres, los muebles que Usos produce en Jujuy, que tornan contemporneo lo ancestral o los objetos con que Designo Patagonia construye el imaginario de su regin son slo algunos de los ejemplos de esta posible identidad, donde los productos, diseados a partir del uso ingenioso de los recursos materiales disponibles, se transforman en vehculos de nuestra riqueza cultural.

    FOTO: Luminaria Orbits Bugs, de Alejandro Sarmiento

    PaBlo BianCHi. diseador industrial, docente e investigador.

    DEL DISEO INDUSTRIAL COMO PORTADOR DE CULTURApablo bianchi

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    mediateca cceba, florida 943

    www.cceba.org.ar P

    mEDIATECALa mediateca cuenta con una coleccin de libros y revistas sobre industrias creativas, su gestin, aplicacin y desarrollo, con ediciones espaolas exclusivas. Un servicio gratuito del Centro para tener en cuenta.

    INDUSTRIAS CULTURALES, CREATIVIDAD Y DESARROLLOgermn ReyColeccin Cultura y DesarrolloEd. Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el DesarrolloLa redefinicin de los paradigmas del desarrollo a la luz de las industrias culturales. Un anlisis de proyectos emprendedores que han encontrado en el teatro, radios comunitarias o colectivos musicales, un modo de representacin social. El autor propone que los emprendimientos culturales, adems de contribuir al desarrollo de sus comunidades, constituyen una manera de representarse a s mismos.

    LA CULTURA, ESTRATEGIA DE COOPERACIN AL DESARROLLOCoord. gemma Carb RibugentEd. Universitat de girona, 2007El recorrido a travs de las relaciones entre cultura y desarrollo como resultado del tercer seminario organizado por la universidad catalana. Las nuevas formas de accin de las polticas culturales, la globalizacin, el ejercicio de la cultura como dimensin de la ciudadana y diferentes propuestas para la cooperacin en las industrias culturales.

    INCONSCIENTE COLECTIVOPRODUCIR Y GESTIONAR LA CULTURA DESDE LA PERIFERIAAutores varios. Compilacin: Daniela BobbioEd. Fundacin baco-Cultura Contempornea, en coedicin con la Universidad Bas pascal, 2007Una gua de lectura para producir y gestionar cultura. Mediadores, polticas culturales y de mecenazgo, gestin de los Festivales de Teatro, en las voces perifricas del interior argentino y latinoamericanas. Otra opcin frente a la bibliografa existente, centrada en Capital Federal, Mxico o las grandes ciudades europeas.

    BUSCANDO SEAL. LECTURAS SOBRE NUEVOS HBITOS DE CONSUMO CULTURALComp. mariano BarbieriCentro Cultural de Espaa-Crdoba-2009Las nuevas y viejas maneras de producir cultura y los hbitos culturales de las sociedades iberoamericanas: medios de comunicacin, msica, arte digital, nuevos estilos de trabajo y vida cotidiana, con su ingerencia en las economas actuales de pases y regiones. Como ejemplo, el modelo de una microcervecera peruana al servicio del desarrollo cultural y el financiamiento del arte contemporneo local.

    PaloMa sneH. escritora y saxofonista de rock.

    PaloMa sneH

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    OBRADOSSIER FOTOGRFICO

    Curador: Claudi Carreras

    Fotografas de BlankPaper y PH15

  • OBRA

    Mi intencin en este dossier ha sido presentar dos ejemplos de industrias creativas coordinadas y auto-gestadas por los propios fotgrafos. Considero que una de las cosas de las que ms adolece el medio es la escasa capacidad de trabajar en equipo y la falta de organizacin que va en detrimento de posibles apoyos y exigencias profesionales.

    En estos tiempos de cambios y de pocos canales de visibilidad que paguen por contenidos, existen, sin embargo, algunos muy poderosos, entre ellos la tan devoradora como bienvenida Internet. Pero an es difcil poder vivir de lo que se produce o exhibe en la red. Los autores tienen que buscar modelos para vivir de lo que merecen, la realizacin de su obra: en el mundo real o en el mundo virtual. La cuestin es que su trabajo de artistas sea valorado como trabajo. El romanticismo creativo es un lujo que poqusimos creadores pueden sostener.

    En este dossier, propongo dos casos muy distintos.La Escuela Blankpaper, un grupo de fotgrafos

    espaoles, que organiza un colectivo y crea una es-cuela para fomentar el tipo de trabajo que les interesa y adems vivir de la fotografa. Crean y fomentan su creacin a travs de la enseanza. Un caso redondo. Me parece clave expresar que la prctica artstica,

    adems de autores, necesita profesionales capaces de movilizar y generar plataformas: hay muchos artistas y pocos gestores especializados. Necesitamos ms orga-nizaciones, escuelas, festivales, espacios de exhibicin y circulacin de las obras.

    Por su parte, PH15 de Buenos Aires, se basa en dar herramientas a los chicos y chicas de las llamadas villas, para que ellos mismos se expresen a travs de la fotografa y para, de este modo, conseguir fondos para tratar de cambiar su situacin de precariedad, lindante con la pobreza: una manera creativa de aplicar los conceptos de la industria para fines que conviven con el arte y con la posibilidad de aplicar el arte como catarsis pero fundamentalmente como herramienta de trabajo. Un arma que otorgue dignidad y expresin a la vida de quien se sumerge, desde su pobreza, a participar en el proyecto. PH15 es una insignia que cruza industria, creatividad y solidaridad y potencia estos tres elementos sin renegar de ninguno.

    El concepto de producir obras es lo que herma-na a estos proyectos que generan su propia premisa artstica para que vivan todos: los que ensean y los que aprenden en el mismo momento que todos, sin distincin, crean.

    C.C.

    FoTo: Fede Clavarino, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTos: Fede Clavarino, escuela Blank Paper, Madrid

  • BlankPaper es el primer colectivo de fotografa surgido en Espaa. En 2003 un grupo de fotgrafos decidimos construir este proyecto. Una etapa plagada de dudas sobre nuestra propia obra y sobre la manera de darla a conocer.

    Fosi Vegue funda BlankPaper Escuela en 2006, en Madrid, con la intencin de ofrecer formacin desde la experiencia de los miembros del colectivo y de otros fotgrafos dentro del mbito de la fotografa y el cine documental. En ella se imparten cursos y talleres rela-cionados con nuestro modo de entender la fotografa y el cine.

    BlankPaper Escuela persigue que sus alumnos desarrollen una forma de mirar y narrar propia. En los cursos se lleva a cabo el desarrollo y seguimiento de un proyecto personal. Todos los profesores de BlankPaper Escuela son fotgrafos en activo, que aman profundamente la fotografa y que han hecho de ella una forma de vida. De su experiencia en cada uno de los proyectos que desarrollan surgen los contenidos que ms tarde impartirn en clase.

    La formacin trasciende los lmites fsicos de la escuela, en muchos casos los alumnos se convierten en nuestros colaboradores debido a la cercana que tene-mos con ellos y a las oportunidades que les ofrecemos. Por este motivo ellos mismos emprenden nuevos proyectos como revistas, organizacin de proyecciones, productoras audivosuales...

    No fomentamos la competitividad, pero s somos muy exigentes: todos somos iguales y todos podemos aprender de los dems.

    Realizamos excursiones a exposiciones interesantes en el panorama mundial y todos los aos comple-tamos el curso con una excursin compuesta por profesores y alumnos al Festival de Arles.

    Otorgamos una beca de formacin para nuestro

    curso Anual de Desarrollo de Proyectos que actual-mente disfruta una alumna argentina, Bernardita Morello. Y tambin tenemos un plan de becarios, a lo largo del ao, que ayudan en las tareas de comisariado de exposiciones, montaje, realizacin de dossieres.

    Ahora tenemos a Diego Collado, un becario de Lima (que fue alumno de Fosi Vegue en el taller que imparti en el CCEBA).

    No nos interesa tanto la tcnica, sino que los alum-nos obtengan una voz personal. Pretendemos generar en ellos una obsesin, al margen de los rendimientos profesionales de la fotografa. Nos basamos mucho como referente en la historia de la fotografa y los grandes autores, y hacemos del libro de fotografa nuestro principal recurso. Poseemos una de las mejo-res bibliotecas de fotografa de Espaa.

    En este sentido BlankPaper cuenta con una editorial de la que ya han salido dos anuarios con los trabajos ms destacados de los alumnos y en los que invitamos en cada nmero a un fotgrafo espaol de referencia.

    Dos de nuestros alumnos han creado la primera distribuidora mundial de libros autopublicados. La escuela tambin cuenta con una sala de exposiciones que programa muestras de fotgrafos emergentes con visin de futuro. Adems programamos visionados de portfolios, presentaciones de libros, charlas, cine club... De este modo somos una plataforma en la que fruc-tifican multitud de sinergias en torno a la fotografa y su difusin.

    En 2008 abrimos una nueva sede en Castelln y en 2009 en Valencia, con la intencin de ampliar nuestra oferta de cursos, talleres y actividades, y as generar proyectos de mayor envergadura.

    www.dalpine.com P

    BlankPaper

  • FoTo: Michele Tagliaferri, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTos: Mleticia Tojar, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTos: Michele Tagliaferri, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTo: lus Cuenca, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTo: Jess Monterde, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTo: arturo rodrguez, escuela Blank Paper, Madrid

  • FoTo: roco vidal, Ph15, Buenos aires

    ph15

  • FoTo arriBa: daniel delgado, Ph15, Buenos aires FoTo aBaJo: Mariela agero, Ph15, Buenos aires

  • FoTo: Juan ignacio sosa, Ph15, Buenos aires

  • FoTos: Marcos Paredes, Ph15, Buenos aires

  • FoTo arriBa: roco vidal, Ph15, Buenos aires FoTo aBaJo: Walter daz, Ph15, Buenos aires

  • ph: photography

    Fotografa: dibujo con luz

    15: el nmero que identifica Villa 15, denominada Ciudad Oculta, una de las numerosas villas de emer-gencia de Buenos Aires.

    ph15: un espacio donde chicos y adolescentes miran espontneamente todo lo que los rodea y todo lo que llevan adentro. Donde expresan quines son y lo que sienten a travs de imgenes llenas de diferentes luces.

    La Fundacin ph15 est conformada por un grupo de personas que cree en la educacin a travs del arte y en su utilizacin como medio de inclusin social.

    Los talleres brindados por ph15 poseen un carcter totalmente innovador, tanto por su didctica de trabajo como por ser una experiencia que posibilita un espacio de integracin, desarrollo de la identidad y de la expresin artstica a chicos de muy bajos recursos.

    El proyecto empez en agosto de 2000 por ini-ciativa de un grupo de chicos de Ciudad Oculta que queran aprender fotografa.

    Las actividades de los talleres estn orientadas al despliegue de la creatividad fotogrfica. A travs del aprender a mirar y mostrar las distintas realidades de sus vidas, tanto de forma individual como grupal, se ensea a los chicos a explorar todo lo que los rodea y a expresarse a travs de su propia mirada, con otra perspectiva. Sin dejar nunca de lado la bsqueda de la calidad artstica, ph15 genera un espacio de formacin de identidad que contribuye a mejorar la condicin social y cultural de los chicos; utiliza el poder creativo de la fotografa para abrirles una va alternativa que transmita, de manera prctica y directa, valores y refe-rentes culturales que son propios y no impuestos.

    Les permite apropiarse del lugar en el que viven, descubrir nuevos espacios a travs de las salidas que organiza la Fundacin, e interactuar con lo que los rodea. A travs de las actividades de ph15 los chicos no solamente salen de su barrio, tambin aprenden a moverse en la ciudad y conocen lugares a los que no tienen habitualmente acceso.

    FoTo: Mariana ale, Ph15, Buenos aires

    www.ph15.org.ar P

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    B

    Fotografas de BlankPaper y PH15

    Curador: Claudi Carreras

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    desde el parque espaa, rosario pablo makovsky

    pLANETA X

    Nos metemos en planetax.org.ar y nos encon-tramos con el ttulo del artculo de mark Fisher, Realismo capitalista, que a su vez alude a la cita de Jameson+Zizek: Es ms fcil imaginar el fin del mundo que el fin de capitalismo. S, claro, de eso se trata: cmo evitar repetir la misma y nica pesadilla?

    Todo esto nos recuerda la pelcula aquella de John Carpenter, El prncipe de las tinieblas (1986): los guardianes del durmiente el mis-msimo demonio tenan, todos, el mismo sueo, que era en realidad un mensaje de un futuro devastado, lo que se dice un fin del mundo. Nos parece una buena descripcin de la tarea de PlanetaX, el colectivo autogestivo rosarino que en 2011 cumplir los dulces diecisis: se trata de correrse de ese sueo inducido, de ese mensaje mecnico, para poder pensar el fin, al fin.

    Toda la idea de PlanetaX escribe Oscar Favre en el chat de Facebook era militante. En ese momento (fines de los noventa) estbamos copados con el situacionismo y la idea que ellos tenan de intervencin en la vida cotidiana. La de romper con el arte separado de la vida.

    Previo a fines de 2001, el concepto era sostener un espacio contracultural, en un punto heredado de lo que fue el espritu under de los noventa; la crisis del 19 y 20 de diciembre, de alguna manera, reformul todo, agrega Jua-ni, uno de los mejores cantautores de Rosario,

    surgido de la escena que cre PlanetaX, donde la msica es el eje del proyecto y abundan los buenos msicos.

    PlanetaX Discos lleva editados ochenta y cuatro discos: No hay criterio esttico tribal, un gusto estricto, un gnero, para decidir qu se edita y que no. Pero tampoco se trata de la amplitud indiscriminada escribe Ezequiel Gatto, uno de sus gestores, ms propias de las grandes discogrficas. El criterio orbita alrededor de la relacin que cada uno establece con su propia msica, de los afectos y alianzas productivas que se construyen entre aquellos que pasan a travs del colectivo y a travs del sello. Hay un nfasis decididamente puesto en las experiencias. As, el criterio es ms tico que esttico.

    Desde el 2000 PlanetaX tiene una casa que ya pas por tres mudanzas, hoy en una planta alta de Montevideo 2348 donde se mantienen las actividades: recitales, muestras, fiestas y las asambleas en las que participa un grupo muy heterogneo de gente y edades: msicos enu-mera Franco Ingrassia, un histrico, djs, artistas visuales, diseadores, cocineros, plomeros, infor-mticos, electricistas e intelectuales.

    FOTO: Paco Savio

    PaBlo MakovskY. Periodista uruguayo residente en rosario.

    planetax.org.ar P

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    En el contexto global de la industria musical, Argentina atraviesa la incertidumbre generada por el modelo antiguo basado en el control de las producciones, que lleva a las grandes empresas del mercado de la msica grabada (los pocos sellos multinacionales), a tomar decisiones apresuradas que no tienen en cuenta las particularidades de cada regin, sino apenas sus balances financieros. Por esta rara situacin de la msica grabada va ganando terreno el arte musical, que es cada vez ms libre.

    En Argentina, Brasil y Colombia donde se con-centran grandes comunidades creativas que han sa-bido vislumbrar una proyeccin alternativa, a travs de Creative Commons y prcticas se potencian hoy nuevas oportunidades para pequeos sellos o pro-puestas independientes de gestin musical, ya sea en la propia produccin de los artistas, la difusin y/o distribucin de su msica, como en el significa-tivo hecho de mostrar nuevos talentos (accin que los grandes sellos no realizan desde hace aos).

    En ese sentido, la gran produccin autogestio-nada hace foco en contenidos locales y trabaja con buenos estndares de calidad, adems de mos-trarse abiertos a nuevas modalidades de negocios an en gestacin. Incluso en el prueba/error hay optimismo, y por esas caractersticas de expansin ms desconcentrada pero a la vez profesional, se suscitan cruces entre pares de pases vecinos, intercambios asociativos y, por ende, apertura de mercados para los msicos. Con todo, no es muy importante el volumen de negocio que resulta, pero s est propiciando una suerte de nueva nocin ms colaboradora y sustentable, que sabe que hay que invertir y confiar en el largo plazo. Todo este vasto panorama en crecimiento est principalmente apo-

    yado en Internet, donde se ve un potencial, no una competencia. Un impacto concreto de esta realidad es la cada vez ms larga lista de artistas argentinos que salen de gira por Amrica y Europa, superando sus propias expectativas en materia de inters del pblico.

    Al mismo tiempo, entre tanta produccin y autogestin, nacen naturalmente los filtros o los es-pacios que, de acuerdo a criterios que no se basan meramente en lo comercial, se transforman en pun-tos de referencia para los consumidores, usuarios y para los mismos creadores musicales, puesto que en la mayora de los casos son participativos. Como ejemplos en el pas podemos mencionar algunas propuestas hbridas: ZonaIndie.com.ar (una pla-taforma de difusin para la escena indie), el Club del Disco (una curadura artstica, que selecciona obras nuevas de todos los gneros y las ofrece a oyentes inquietos), los sellos Estamos Felices y Los Aos Luz (que estn construyendo catlogos muy cuidados), ArrobaMusic.com (nueva productora de msica que plantea descargas en cruce con marcas como canal de promocin para nuevos talentos), el colectivo Zizek (agencia de creativos en el marco de la msica bailable), el netlabel cordobs DeptoRec (que se dedica a la electrnica experimental) y algunos canales ms que ofrecen calidad y diversi-dad, con la finalidad de abrir ms el abanico de la cultura actual.

    FOTO: Gentileza de Fito Pez

    gerMn andrs. escritor y gestor cultural.

    EL MUNDO Y LA MSICA LOCALgermn andrs

    www.vermirando.com P

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  • 20 AOS DE arteBA, LA fERIA DE ARTE LDER EN AMRICA LATINAfacundo gmez minujn

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    Con veinte aos de liderazgo, arteBA se ha consolidado como la feria de arte contemporneo ms importante de Latinoamrica. A lo largo de este recorrido, ha sufrido grandes e importantes transformaciones, no slo estticas sino tambin conceptuales.

    Si bien en sus comienzos se especializ como feria de galeras con el objetivo claro y conciso de ser una plataforma de exhibicin para que los artis-tas vivan de su obra, con el tiempo, sus objetivos y prioridades se fueron profundizando y modifican-do: la institucionalizacin de la feria como entidad independiente de polticas de estado, su avance regional, su accionar como generador de propues-tas innovadoras y su posterior internacionalizacin, la fundamental sinergia entre galeristas, artistas y coleccionistas unidos con el fin comn de revalo-rizar y difundir el arte contemporneo, el apoyo al arte joven y emergente, los premios al empeo y la creatividad sumados al aporte cultural, producto de los programas de adquisiciones para los museos, fueron slo algunas de las acciones de la feria.

    En la vigsima edicin de arteBA, participarn setenta y un galeras y se llevar a cabo la octava edicin del Premio arteBA-Petrobras de Artes Visuales, uno de los certmenes ms esperados del circuito artstico local, donde se mostrarn los proyectos ms singulares de los siete artistas seleccionados. El Barrio Joven Chandon, espacio especialmente dedicado a artistas y galeras emer-gentes, mostrar la creacin de artistas de Argenti-na, Brasil, Chile y Colombia y Mxico. La segunda edicin del Concurso Arcos Dorados de Pintura Latinoamericana renov sus bases y en esta nueva edicin de convocatoria abierta invit a los artistas

    de Brasil, Costa Rica, Puerto Rico, Per y Venezuela a participar por el Premio Adquisicin. Como en las ltimas ediciones, y despus de seis aos de historia, contina el Matching Funds arteBA- Zu-rich, que permite que tres museos adquieran obras durante la feria para incrementar sus colecciones y en el auditorio, de entrada libre y gratuita, el Open Forum 2011 contar con la presencia de grandes figuras nacionales e internacionales que debatirn en torno al arte contemporneo.

    Como gran novedad de este ao, se lanza U-TURN Project Rooms by Mercedes Benz, una nueva seccin con el objetivo de acercar lo mejor de la escena contempornea internacional al pblico visitante. arteBA convoc a la curadora Abaseh Mirvali que, tras un intensivo trabajo de campo invit a participar a diecinueve artistas de once galeras distintas procedentes de Alemania, Argentina, Brasil, Colombia y Mxico.

    De esta manera, y gracias al aporte de las empresas y filntropos que nos siguen acompaan-do, la historia contina sumando nuevos logros y desafos con un gran espritu de festejo; tal como reza el tango: si veinte aos no es nada, arteBA es la prueba viviente de que el arte contemporneo tiene mucho ms por vivir.

    OBRA PG. 54: Sin ttulo, Graciela Hasper, 2009Gentileza Galera Ruth Benzacar OBRA PG. 55: Masks, Flavia Da Rin, 2010 Gentileza Galera Ruth Benzacar OBRA PG. 57: red with him, Liliana Porter. 2005 Gentileza Galera Ruth Benzacar

    FaCundo gMez MinuJn. Presidente de arteBa Fundacin.

    www.arteba.com P

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  • fERIAS, REINAS DEL DESIERTOmariano soto y sancho dansey

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    Como si de bienales se tratara, las ferias de arte contemporneo operan como espacios de legitimacin en un panorama artstico local plagado de ausencias institucionales y de la escasa falta de atrevimiento de esa misma legitimacin entre pares.

    Cuando se buscan metforas, uno podra decir que las ferias son grandes maquinarias que ponen a andar el sistema del arte contemporneo, verdade-ros motores que cargan de energa a la actividad y desencadenan una serie de eventos relacionados, cuyos ecos se siguen escuchando hasta la llegada de una nueva edicin. El silbato suena en mayo con arteBA y tiene al menos dos paradas obligadas: Buenos Aires Photo, en el mes de octubre, y PINTA, en julio y noviembre, en sus dos versiones, Londres y Nueva York. De esta ecuacin, podra decirse, surge el canon nacional, ese cmulo de ideas que conforman lo que las mentes y los libros decidirn recordar. U olvidar.

    Ser por eso que profesionales y amateurs hacen malabares para conseguir su lugar, sea un stand de proporciones, un rincn para colgar el cuadrito, una crnica en el suplemento especializado o una invitacin V.I.P. Despus vienen las largusimas co-las, las sonrisas de ocasin, el flirteo de las tarjetas personales y el mareo del champagne. Es que, si para algo sirven estos eventos, es para determinar el quin es quin del mundillo local. Pobre del gale-rista que se quede fuera del circo y bienaventurado aqul que consiga ubicacin preferencial. Lo mismo para los artistas que muestren lo suyo en una galera-emergente o aquellos que logren subirse a la galera-trampoln.

    A la hora de legitimar, los galeristas de renom-bre buscan impresionar con alguna pieza de museo que, por ms firma que tenga y por mas atpicos que sean sus trazos, difcilmente llegue a sorpren-der. Tiene lgica: si por algo llegaron a ser grandes, es por tradicin. Lo triste del caso es que tampoco los jvenes cumplirn con ese cometido. Son pocos realmente los que apuestan a lo nuevo, los que arriesgan. En el mejor de los casos presentan en so-ciedad a alguno de los chicos terribles que venan haciendo ruido en el underground. En el peor de los casos, solo ruido ser.

    De todo como en botica, parece ser el criterio curatorial. Y esto tiene su lado positivo: Si para algo sirven estas fiestas es para contemplar el panorama. Son eso: la vidriera de la produccin nacional. Esa es su misin. As debe ser. Pero sobre ese punto ser necesario revisar la metfora inicial. Como sucedi en la Argentina, durante la dcada del noventa, se confunde industria con comercio. La gigantesca estructura que parece fbrica, es en realidad un fastuoso shopping.

    Las verdaderas mquinas de produccin de sentido (que incluyen tambin al mercado pero slo como un aspecto y, por cierto, perifrico) son las be-cas, los premios, los fondos para financiar proyectos de investigacin, los espacios para la exhibicin y el anlisis de obra, lo ms libres e independientes que puedan ser. Y entendiendo al mercado como uno de los principales factores de coaccin.

    No es cuestin de recurrir a la vieja-nueva anti-nomia arte versus mercado. Es poner cada cosa en su lugar. El problema es que se instalan, entonces, en los lugares vacos. Lentamente las ferias fueron cooptando el espacio vaco que dejan las polticas pblicas en materia cultural. Ausencia de mu-seos modernos y activos. Ausencia de centros de experimentacin, de convocatorias, de encuentros entre pares y articulacin. Ausencia de estmulos, de presupuesto. Ausencia de una ley de mecenazgo que venga a solucionarle la tarea a los artistas y no al revs. Ausencias, que, en la medida de sus posibilidades, con sus limitaciones monetarias y su mediana escala, vienen a cubrir las universidades pblicas y privadas; las organizaciones civiles; y por supuesto, el mercado, con toda la fuerza que el dinero tiene en este mundo materialista. A ciencia cierta, el nico que tenemos.

    En fin, que no decaiga, que si de materialismo se trata, habr que darle forma a la materia. La labor de todo artista. De los que manejan el arte de hacer negocios. Y de los otros.

    FOTO: Alejandro Chaskielberg Finalista Premio Petrobrs Bsas Photo 201O

    Mariano soTo y M.s. danseY. el primero, es muselogo; el segundo, periodista. ambos participan de la direccin de la revista sauna.

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    Historias de vida de jvenes diseadores de todo el pas, de norte a sur y de este a oeste, que lograron el sueo de su vida haciendo lo que les gusta objetos de todo tipo y vendindolos. Los clientes y ellos, felices.

    Amanece en Argentina y, en el remoto pueblo de Vaqueros, ella espera ansiosa la luz del da. Sobre la mesa de la cocina un par de zapatos de alpaca cincelada aguarda los retoques finales. Desde nia, Roxana siempre pens en ese metal y en qu nue-vas posibilidades constructivas podra descubrir en l. Quince aos despus lo suyo es disear indu-mentaria y accesorios, algo que uni naturalmente a su prematuro oficio de orfebre, heredado de sus races ancestrales. Mis prendas son atemporales, porque pienso en el futuro, afirma con la clida tonada saltea. Luego toma el par de zapatos y se pierde en su colorido taller.

    Anochece, que no es poco, y en el departamento del edificio sobre la peatonal cntrica de Mendoza, Augusta graba, sobre pequeos crculos de acrlico rojo, diferentes grupos sanguneos. Es un trabajo minucioso que requiere concentracin en medio de una habitacin repleta de plsticos fosforescentes, cueros plateados y telas abarrotadas de lunares. Es comn que ella aplique esos crculos grabados con tcnicas de joyera sobre sus vestidos, construidos a partir de rectngulos textiles. Todas las prendas, absolutamente todas, estn realizadas a partir de 1,5 m2 de tela. La pieza terminada es un juego, desde su gestacin hasta su uso, explica mientras regala escarapelas de acrlico.

    En nuestro pas los protagonistas del diseo abren caminos en todo el territorio. Diseadores de indumentaria, textiles, grficos e industriales, tambin artesanos, artistas, y arquitectos, entre otras formaciones de origen, crean da a da pren-das contemporneas, desde perspectivas origina-les cargadas de significado. Sus entornos locales configurados a partir de rasgos geogrficos, sociales, culturales y econmicos son el escenario

    ineludible de sus acciones. La trazabilidad de una pieza de diseo nos habla de universos singulares que emergen sobre complejas realidades que ponen a prueba el inagotable ingenio de una comunidad por trascender sus lmites.

    Los diseadores son personas, no hay dudas, y las piezas de diseo son relatos de experiencias individuales que dan cuenta de discursos, bsque-das creativas y estrategias productivas valiosas; de-sarrolladas, muchas veces, en la innegable soledad que implica bucear en lo desconocido. Es el costo de pasar de la intencin al hacer, conservando la autenticidad del gesto. Lleg el momento de unirse.

    Claro que existe un rasgo social de la idio-sincrasia local de no querer reconocerse entre argentinos, acentuando las individualidades ms all de los evidentes puntos comunes de nuestra cultura, resuena en la habitacin colonial de la sede del Centro Cultural Espaa Crdoba. Corre el otoo de 2010 y treinta personas se miran entre s, preguntndose: qu tenemos en comn? Se esbozan tmidas respuestas en por lo menos diez tonadas diferentes. A eso queramos llegar, porque Las cosas del quehacer, debates en torno al diseo de indumentaria en Argentina, se propuso reunir a diseadores de diez provincias para reflexionar colectivamente sobre las vicisitudes de producir en nuestro pas. Entremezclados con los creativos, gestores culturales participaron de los talleres de debates para comprender un poco mejor el fenmeno del diseo de autor. De la terapia grupal a la construccin colectiva, sa fue la consigna; un experimento que result bien y que se transform en un libro, editado en marzo 2011.

    Y parece que de comn tenamos bastante. Ideas acerca de los rasgos identitarios de los lenguajes creativos, la propiedad intelectual de los productos y la gestin de los emprendimientos de diseo, fueron abordadas por sus protagonistas relatando sus propias experiencias. El libro recopila los talle-res de debate donde surgieron esos intercambios, como as tambin las disertaciones de especialistas,

    LA TRAMA DEL qUEHACErlaureano mon

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    gestores culturales y docentes que se involucran cotidianamente en el diseo.

    Las cosas del quehacer tambin busc ayudar en la generacin de redes que funcionen como plataformas de intercambios e interacciones colaborativas. Sabiendo que el campo de accin del diseo incluye todo el territorio, es imprescin-dible acortar distancias entre actores que pueden colaborar entre s, vinculando colegas y futuros compaeros de ruta.

    Es uno de esos calurosos mediodas meso-potmicos y, en las afueras de Resistencia, ellos dos continan resistiendo, amando, viviendo y produciendo en un solitario campo. Sobre el tendal, cuelgan metros de lienzo serigrafiado con figuras de colores estridentes sobre trazos color tierra. Nicols y Mariana esperan que el sol haga lo suyo, para luego coser los sacos de vestir. Esta es la provincia del algodn y compramos lienzo en Once, sealan mientras miran la ruta. Minutos ms tarde llega Victoria, una diseadora nacida en Los Quir-

    quinchos, Santa Fe, que vive en Tilcara, Jujuy, y que va hasta Resistencia, Chaco, a estampar sus dibujos sobre el denim que compr en Rosario. Ellos tres se conocieron en Crdoba y ahora colaboran entre s, creando una lnea de jeans que transmita el men-saje de la Pachamama. Ellos construyen da a da la trama del quehacer.

    FOTO PAG. 61.: Leonardo Peralta, vestido y pieza deco, Jersey rasado y variedad textil. Mendoza, 2006. Coleccin C/TEMP, F. del Interior. FOTO PAG. 62.: Leonardo Peralta, vestido coleccin primavera-verano. Mendoza, 2010. FOTO PAG. 63.: Leonardo Peralta, vestido; Stella Fernndez, performance. Mendoza, 2009.

    Las cosas del quehacer, debates en torno al diseo de indumentaria en Argentina; editado por el CCeC; con prlogo por Pancho Marchiaro; compilacin por laureano Mon & observatorio de Tendencias inTi; con la colaboracin de Wustavo quiroga, Museo en Construccin (Mendoza), Fundacin Pro Tejer (Bs as), MaCro (rosario), CCevirla (Tucumn), Cultura Corrientes (Corrientes), y esaa spilimbergo (Crdoba).

  • No te coNteNgasun relato de iosi havillo

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    P es una eminencia cansada. Vive preso en los laberintos de la academia. Lo fatigan los estudiantes, los colegas, la calle, los artesanos, ir y volver a casa, los pasillos largos de la facultad, los baos apestosos, las escaleras tapadas de consignas, su sueldo siempre magro, las reuniones interminables, la cara satisfecha del decano. Lo cansa orse decir cada vez las mismas cosas, abrir los ojos, indignarse, examinar: se sellara los prpados y la boca para siempre si pudiera. Desprecia al otro en general, pero tambin a l mismo, a ese tipo parco y circunspecto que se cruza velozmente en los espejos o al contrario, que contempla, demasiado, en xtasis. P sufre. La soledad, la decadencia del cuerpo, la enfermedad degenerativa de su gata. Sufre mucho la existencia de sus vecinos. Y sin embargo, P todava es un hombre fino. Se sigue vistiendo con esmero, el saco cado, de lino crudo, la camisa de seda, el pelo abundante y despreocupado. P llega a casa, se desnuda y se acuesta en la cama de cara al ventilador encendido con un vaso de whisky entre las manos. Toma de a sorbos breves y crispa los msculos del cuello sintiendo el ardor que baja por la garganta. Sobre la mesita de luz descansa el manuscrito de su novela eterna. nica e inconclusa. Ya casi mil doscientas pginas. La ltima impresin es de hace tres das, la primera, de diez aos atrs. S/t, dice en la tapa, pero es una broma, para despistar, el ttulo verdadero lo sabe slo l y cada vez que lo piensa se llena de valor. Otro whisky y se pone a hojearla. Casi siempre genial, y de repente, terrible, deleznable. Cmo pudo escribir algo as. Llorara: el manuscrito queda abierto sobre su pecho como una foca despatarrada que lo abraza y lo consuela. El tercer vaso se lo toma de un saque y al mismo tiempo que termina de beber arroja sobre la mesa de luz el mamotreto, con enojo, haciendo tambalear la pila de libros acumulados en una esquina. Todos caen al piso, uno solo abierto, por la mitad. Un libro de tapa roja que conoce bien, con el dibujo de un bicho enroscado en el centro. Lee estirando el cuello.

    Cbrete el rostro y llora... Vomita.

    S!

    Cuarto whisky y P se excita. Se pone juguetn, saca un hielo del vaso y lo deja caer en el inicio del pecho guindolo hacia la pelvis con movimientos suaves.

    Entrecierra los ojos y cuando los abre no est seguro de ver lo que cree ver. Su gata ciega, enferma y moribunda, lame con fruicin el poema que cay boca arriba. El dao en el cerebro de la gata es irreversible, piensa P, no distingue slidos de lquidos, leche de papel. P se re, para adentro, como un lobisn, la ereccin es patente y piensa en cmo sera asesinar al decano. Cmo sera entrarle con una navaja, incrustarle por la espalda una botella partida. P se sirve un quinto whisky y tiene, por fin, una idea brillante.

    Cbrete el rostro y llora...

    pero no te contengas. Vomita.

    S!

    P piensa en una pequea revolucin: poesa y narcotrfico. Libros impresos con qumicos, calmantes, opiceos, alucingenos. Libros para lamer y aspirar. cido, somnferos, cocana. P imagina todo muy rpido: una red interminable de libreras paralelas y declamadores falsos. Asumiendo un rol de mecenas exquisito y a la vez democrtico. Editndolo todo: poemas frvolos, comprometidos, malos, malsimos, clsicos y modernistas, jvenes y vejestorios, poemas apcrifos, blogs. La venganza al revs. Imagina la fortuna, el mito, una gran industria cultural al servicio de la destruccin. Su nombre repetido un milln veces, en cada lugar, con una P inmensa que opaca a todas las otras iniciales. Ms whisky y P se envalentona invenciblemente. Piensa en su primo farmacutico y en su to informtico. Tiene que incluir los libros digitales y las redes virtuales, concebir pantallas capaces de provocar los mismos efectos. En el piso, la gata saciada duerme un sueo de ronroneo duro, P estira un brazo para alcanzar el libro rojo pero ya no puede con su cuerpo y se derrumba. En la cada, algunas palabras le saltan a la vista enlazadas como una liana imposible de atrapar: largos, alfileres, flatulentos y paranoica, orga, amarga.

    OBRA: El mago A , Oscar Bony (Posadas 1941-Buenos Aires 2002, Argentina), 1998. De la serie el triunfo de la muerte. Fotografa color sobre papel y vidrios baleados con pistola automtica Walther P. 88 de 9mm., en marco de madera. 127 x 102 x 4. Coleccin particular

    iosi Havillo. escritor, guionista y traductor.

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