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28 19 de agosto de 2016 Cambios implementados en el sector gastronómico en Cuba pretenden que una buena parte de las unidades que brindan este servicio eleven su calidad mediante la autogestión de recursos y finanzas. La joven experiencia tiene altibajos tanto en los establecimientos que pasan a ser cooperativas, como en los arrendados por trabajadores por cuenta propia. Precios asequibles, higiene y buen trato, son asuntos pendientes en ciertos lugares Por CARIDAD CARROBELLO y ARIEL TRUJILLO Ni frío, ni caliente Ni frío, ni caliente MARTHA VECINO ULLOA GASTRONOM˝A NO ESTATAL GASTRONOM˝A NO ESTATAL

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28 19 de agosto de 2016

Cambios implementados en el sector gastronómico en Cuba pretendenque una buena parte de las unidades que brindan este servicio eleven

su calidad mediante la autogestión de recursos y finanzas. La jovenexperiencia tiene altibajos tanto en los establecimientos que pasan

a ser cooperativas, como en los arrendados por trabajadores por cuentapropia. Precios asequibles, higiene y buen trato, son asuntos pendientes

en ciertos lugaresPor CARIDAD CARROBELLO y ARIEL TRUJILLO

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CUENTAN los vecinos que hacemucho tiempo El Potín era uncentro gastronómico atractivo

para quienes transitaran por la céntri-ca intersección de Línea y Paseo. A lapar del declive de la gastronomía esta-tal en la capital, el restaurante fue de-jando atrás sus días de gloria, mientraslas iniciativas privadas conquistaban elpaladar de los clientes dispuestos a su-frir un agujero en el bolsillo, antes deun malogrado servicio.

Cuando en 2013 parecía que El Potíndespertaba del letargo, una vez consti-tuido cooperativa no agropecuaria(CNA) junto a otras 10 unidades de laciudad adscritas al Ministerio de Co-mercio Interior (Mincin), la incompe-tente gestión de su entonces presiden-te provocaba una quiebra y postergabael esperado renacimiento.

La asamblea de cooperativistas nose hizo esperar. Tras ser elegida por sussocios para comandar el zozobranteestablecimiento, Tania Cano �antes de-pendiente� puso manos a la obra.Renegoció las deudas con el banco ylos proveedores, mandó a cambiar losviejos y raídos toldos del portal, hizoarreglar los techos de adentro, comprótelevisores, aires acondicionados, me-sas y sillas nuevas para el restaurante.

Asegura Cano que no se amilanócuando la especialista económica en-cargada del estudio de factibilidad dijoque el proyecto era muy atrevido. �Al-gunos socios se fueron y otros se que-daron, pero con esfuerzo sabía que sepodía levantar la unidad. Durante loscuatro meses que cerramos por recu-peración había que venir a limpiar, apintar, a hacer guardias nocturnas.Cada cooperativa es como una familia;cuando salía en busca de proveedoresy llegaba algo desilusionada necesita-ba del aliento de mis compañeros paraseguir adelante.

�Hubo inversionistas que quisieronformar parte del equipo, pero siemprehe tenido claro que nosotros mismospodemos salir a flote, y eso también creaun sentido de pertenencia necesario,pues prácticamente vivimos aquí yhemos concebido nuestro propio pro-yecto, no queremos que nadie nos locambie�, puntualiza la presidenta.

�En nueve meses pienso que hici-mos más que en el primer año. He-mos triplicado las ventas; además,hemos logrado la confianza de losclientes. Antes, esta unidad estabasiempre vacía, ahora no�, comentaGustavo Peña, su vicepresidente,

mientras advierte que la clave es tra-bajar sin descanso y actuar inteligen-temente con las finanzas.

De estatal a cooperativa

Durante años, la mayoría de los cen-tros gastronómicos en Cuba padecie-ron de la misma enfermedad: el malservicio. Unos, a causa del crecientedeterioro de sus instalaciones y elmenguado abastecimiento; otros, porlos bajos salarios que desestimulan alos trabajadores; y no pocos, por la pro-liferación de individuos que tras losmostradores, en las cocinas o en laatención a las mesas de cafeterías yrestaurantes, viven del �invento�, esdecir, de la apropiación de los recur-sos del Estado.

La sustracción y venta ilegal decárnicos, lácteos, bebidas, cigarros,entre otros, así como el mal manejo delas finanzas y el pésimo trato al consu-midor, fueron empañando la imagen deestos centros, de su personal y sus di-rectivos.

Con el fin de cambiar el panoramade indisciplinas y dar otros aires a laactividad gastronómica, hace cuatroaños se comenzó a experimentar en elsector las formas no estatales de ges-tión como el trabajo por cuenta propiaen locales arrendados y cooperativas.

De las 8 984 unidades dedicadas a lagastronomía en todo el país, muchasirán dejando a un lado los procedimien-

tos a los que estuvieron acostumbra-das, para aprender a ser independien-tes y eficaces en la gestión económica.

Lo anterior le quita una buena car-ga administrativa al Estado, que sinembargo no perderá la propiedad so-bre los medios fundamentales de pro-ducción en el sector. En lo adelante, sufunción será regular y controlar; podrávender o arrendar equipos y útiles, perolos inmuebles, por ejemplo, seguiránformando parte del patrimonio socialbajo su custodia.

La esperada decisión ha recibidoaplausos y críticas. Andrés Ávila, se-cretario del buró provincial del Sindi-cato del Comercio y la Gastronomíaen Camagüey, sostiene que si en algu-nos lugares se trabaja adecuadamen-te no hay por qué cambiar la forma degestión.

�En la provincia existen más de 180locales arrendados; en la ciudad capi-tal hay 27 restaurantes estatales, dereconocida calidad. La gastronomía deese tipo aquí está muy bien. Por ejem-plo, destacan lugares como el Lago delos Sueños (parque recreativo), concentros de gran aceptación popular�.

Lo mismo razona Eloy Carlos Por-tal, director de la Empresa de Gastro-nomía municipal de Ciego de Ávila, sindesconocer el plan previsto para den-tro de dos años en esta ciudad. Aquí seprevé constituir 41 cooperativas, pa-sar 12 centros a arrendamiento y de-

Luego de sortear muchasdificultades,la cooperativa El Potínse ha convertido en unanueva oferta para quienestransitan por Líneay Paseo, en la capital.

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jar alrededor de 10 establecimientosestatales.

�Hasta ahora, en la cabecera provin-cial las cafeterías de los �particulares� ylos restaurantes �paladares� no han pro-gresado mucho. Desde los años 80 lasautoridades del territorio comenzaronuna política de reparación y fortaleci-miento de los centros estatales, sobretodo los más especializados. En la ac-tualidad, los organismos de inspecciónde la gastronomía, los especialistas dehigiene y otras entidades velan pormantener la calidad y el buen servicioen esos centros�, explica Eloy.

Los cambios en la provincia de LaHabana, con 1 350 unidades de este tipoadscritas al Mincin, van más firmes.Pero según Pedro Antonio Pérez, es-

pecialista principal que atiende los nue-vos modelos de gestión por la Unión deEmpresas de Comercio y Gastronomía,solo el 16 por ciento ha dado el paso trans-formador: 149 locales arrendados y 35cooperativas.

A juzgar por las declaraciones ofre-cidas a BOHEMIA en centros deCamagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegosy La Habana, así como por el criteriode directivos del sector y funcionariosdel gobierno y del Partido, ahora no haypor qué precipitarse en �cambiar depalo para rumba�.

El salto se hará de manera paulati-na. Porque diversificar las ofertas enmedio de las restricciones económicasdel país, capacitar a los trabajadoresgastronómicos en el mejor trato al

cliente, y garantizar una mayor protec-ción al consumidor, no son objetivosfáciles de alcanzar a corto y medianoplazos.

El indispensablefactor humano

Tras un sondeo por varias cooperati-vas de la capital, BOHEMIA pudocomprobar que el principal obstáculoque impide el acelerado florecimien-to de algunos de estos establecimien-tos es la mentalidad de sus propios tra-bajadores.

Afirma Peña, el vicepresidente deEl Potín, que solo quedan tres de los 18cooperativistas con que arrancaron en2013. �Unos se han marchado por vo-luntad propia, otros por decisión de laasamblea tras descubrir eventos deengaño al cliente. Después de tantoesfuerzo para poder iniciar de la mejorforma, descubrimos que uno de los so-cios, que trabajó aquí por más de 30años, había cometido una estafa justoen la primera mesa atendida. Nos dolióporque era el preámbulo de lo que se-ría una nueva etapa. De inmediato seconvocó a la asamblea y se decidió ex-pulsarlo. Ahora todos ejercemos el de-recho de cuestionar a quienes afectenlos intereses comunes�.

Revela el directivo, con más de 20años en el sector de la gastronomía, queciertos vicios aquejaban a su instala-ción. �Muchos de los que trabajabanaquí durante tiempo, estaban acostum-brados a irse temprano, a llevarse parasus casas un poco de cada cosa, no lesinteresaba ganarse a los clientes, ra-zón por la cual todas estas unidadesestaban descomercializadas. Hemostratado de cambiar la mala fama queEl Potín se creó, pues cuando el usua-rio no se siente complacido se marchay fomenta una opinión negativa acer-ca del lugar�.

Félix Arqueadas, presidente de lacooperativa El Carmelo, también delVedado habanero, comenta que cuan-do ha habido malos tratos hacia losclientes, �se ha acorralado a la personay ella sola se ha desvinculado. Además,según los estatutos tengo la facultadde sancionar al que cometa alguna in-disciplina, con afectación del salario.Aquí también quedan muy pocos de lossocios con los que comenzamos, mu-chos no aceptaron el estilo de trabajo,el estarles exigiendo constantemente�.

¿Por qué los restaurantes particu-lares han ganado nivel, incluso conprecios elevados? Para Félix, la higie-

La cooperativa El Carmelo aún no ha conquistado una buena afluencia de público.

Entre los nuevos estatutos acordados en la cooperativa El Potín, se hallan la no modificaciónde normas y precios.

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ne, el buen trato, la belleza del lugar, lacalidad y diversidad de la oferta, hanhecho de las paladares la opción másinteresante para todo aquel que decidair a comer fuera de casa.

Amplía Peña que quienes entran ala cooperativa a veces traen conceptoserróneos. �Aquí no prima �la búsqueda�sino los deseos de trabajar bien; siem-pre hay propinas, buen salario�.

Según Pedro Antonio Pérez, los tra-bajadores de las cooperativas incre-mentaron su salario mensual de 280 pe-sos a 1 500 como promedio.

La calidad y la cuestióndel precio

�Muchos no quieren ver el benefi-cio de ser cooperativa, que aunque tie-ne dificultades, indiscutiblemente esun proyecto mucho mejor�, comentaTania con optimismo. �Ahora podemosinnovar y hacer los platos que quera-mos y bajo el régimen estatal no podíaser así. Nosotros incorporamos a la car-ta un pollo Potín, con nuevas tenden-cias, piña glaseada y bañado en quesoMozzarella gratinado.

�Ha tenido buena aceptación y loelaboramos con lo que tenemos a mano,manteniendo siempre un precio ase-quible. Tampoco se trata de buscar laexquisitez en productos inaccesibles yelevarle el costo al plato. Tenemos queconcientizar que, a diferencia de algu-nas paladares, nosotros cumplimosuna función social: llegar a toda la po-blación, desde el abuelo retirado hastael trabajador con mayores ingresos�.

En ese sentido, cabe destacar las ini-ciativas de algunos trabajadores porcuenta propia (TCP) con la voluntadde ofrecer servicios gastronómicos ac-cesibles a su comunidad. Tal es el casodel restaurante Zarzal, del municipiode Centro Habana, cuyo nombre se ins-pira en un pueblo del oriente cubano.

De acuerdo con su capitana, IdalmysTirado, ese es un sitio para todos losbolsillos y del cual nadie se va sin co-mer. La carta ofrece precios desde unCUC en el plato de ropa vieja de cerdo,hasta seis CUC para los pescados ymariscos. �Con ese de un CUC no nosganamos prácticamente nada, pero lesdamos la posibilidad de comer a las per-sonas de menos ingresos�.

Para Pedro Antonio Pérez, de laUnión de Empresas, los importes dealgunas ofertas pueden ser altos conel objetivo de rebajar otros. �Quere-mos que los locales arrendados y lascooperativas logren hacer determi-

nados productos con precios asequi-bles, lo cual se ha logrado en muchoscasos. El objetivo es que sean másbaratos que las paladares�.

No obstante, para nadie es un se-creto que el esperado bajón de preciosocurrirá en la medida en que se logrenproyectar un mercado y tiendas mayo-ristas libres de trabas y escaseces, y alas cuales puedan acceder tanto las CNAcomo los demás TCP. �Luego, por decre-to, y como salió en la norma 136, elMincin puede decidir topar el precio dealgunos productos�, concluye este es-pecialista en nuevas formas de gestión.

Si de higiene se trata

La buena higiene también resultacrucial para todo aquel que aspire a

brindar un servicio de excelencia. Cuen-ta Carlos Fariñas, vecino del Vedadocapitalino, que en más de una ocasiónpresenció, mientras caminaba por lapizzería estatal Buona Sera, en la es-quina de 23 e I, cómo trabajadores deesa unidad descargaban grandes mo-les de queso con palas.

Otros tantos han sido testigos decómo en restaurantes particulares,donde se supone que el servicio es dealtos quilates, el mismo que sirve esquien friega, o en Coppelia, ya sea el deLa Habana o el de Ciego de Ávila, laempleada que cobra, luego coloca biz-cochos sobre los helados.

Yurwhys Shumam, titular de la ca-fetería agramontina Vos Sabéis, asegu-ra que allí �se vende limpieza� desde

Los primeros responsables de velar por el cumplimiento sanitario en los centros estatalesson las administraciones, y en los negocios particulares, sus titulares.

Los inspectores dejan recomendaciones técnicas muy buenas para mejorar el servicioa la población, en la cafetería agramontina Vos Sabéis.

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que abrió en febrero de este año con elobjetivo de atraer a toda la familia. �Mestras mes vienen muchos inspectores,pues estamos en una zona céntrica deCamagüey. Me dejan recomendacio-nes técnicas muy buenas para mejo-rar el servicio a la población�.

En el también camagüeyano com-plejo Estrella Roja, con tres años defuncionamiento, trabajan al unísonounidades estatales y espacios arrenda-dos. La calidad e higiene de ambos esbuena, sin embargo, en D�Caché, peque-ña cafetería particular, las moscas re-volotean de un lado para otro.

De acuerdo con la doctora MayraMartí, jefa del Departamento Nacionalde Higiene de los Alimentos y Nutri-ción, los aproximadamente 3 000 ins-pectores de su organismo son una es-pecie de �policías sanitarios distribuidospor todos los municipios del país, peroresulta imposible tener permanente-mente a cada uno de ellos donde seoferte comida a la población. Ello quie-re decir que los responsables de velarpor el cumplimiento sanitario en loscentros estatales son las administra-ciones, y en los negocios particulares,sus titulares�.

Según la doctora Martí, existen cin-co pautas básicas a cumplir donde secocinan alimentos. En primer lugar,la calidad y la procedencia del agua yde la materia prima; luego, la limpiezade las manos, la superficie y los ins-trumentos de trabajo; y por último,durante la cocción, expendio y conser-vación, respetar la regla de tiempo-temperatura y la de protección, lejosde bacterias y vectores.

�Si el alimento es caliente debemantenerse por encima de 65 gradoshasta el momento de servirse. El tiem-po entre la elaboración y el consumono puede exceder las dos horas. Lascarnes requieren cocinarse por enci-ma de 70 grados, temperatura a la quemuere la salmonella. A veces ocurre lacontaminación cruzada, por ejemplo,al cortar un queso en el mismo lugar ycon el mismo cuchillo con que se picóun pollo crudo en el que pueden habi-tar bacterias�, explica la doctora y pun-tualiza la obligación de incluir en el re-

gistro sanitario cualquier producto quese quiera añadir al menú de un centrogastronómico.

Muchas son las enfermedadestransmitidas por los alimentos, refie-re la especialista; las fundamentales,por las condiciones ambientales denuestro país, son el estafilococo y lasalmonella, aunque también corre-mos el riesgo del cólera, la cual provo-ca rápidamente la deshidratación, y enalgunos casos, la muerte por vulnera-bilidad del organismo.

De ahí que lo más importante resul-te promover una cultura de la higiene,pues no son pocos los que compran ali-mentos por las calles, sin saber suprocedencia. Muchos vendedoresambulantes andan en bicicletas, suda-dos o con las manos sucias, guardandodulces en una caja de cartón o en unavidriera que guarda el calor de todo eldía, lo cual propicia la proliferación demicrorganismos.

De acuerdo con Mayra Martí, algu-nos alimentos son más propensos acontraer bacterias que otros. �Los máscomplejos son los que llevan salsas, cre-mas, mayonesas, rellenos de carne, omezclas de materias primas. El pesca-do es de alto riesgo por las condicionesnecesarias para su conservación. Algu-nas especies pueden contraer laciguatera, intoxicación que el calor nodestruye. Este producto debe adqui-rirse en lugares seguros�.

Créditos en aumento

Para Félix Arqueadas, presidente de ElCarmelo, el crédito bancario se ha faci-litado bastante en el último año. �Ahoraestá más agilizado que antes, piden me-nos papeles, preguntan en qué lugar sevan a hacer los gastos, si es para capitalde trabajo o de inversiones. Hay que lle-var los contratos de las personas a lascuales se les va a comprar, y demostrarel flujo de caja. Los períodos de pago seacuerdan y la tasa de interés es justa�.

El Potín tampoco ha tenido trabascon el banco. �El crédito nuestro es dealrededor de un millón de CUP. Con estese hicieron las compras iniciales, comolos equipos de refrigeración. En la ne-gociación de la deuda dejada por el pre-sidente anterior no hubo problema al-guno�, confirma la presidenta.

Sin embargo, en la cooperativaagramontina La Ragazza, confiesa supresidente Alberto Oñate, que no haquedado satisfecho en la gestión con elbanco. �Necesitamos climatización,nuevos equipos de frío, los insumos del

Milagros Suazo, directora de BancaCorporativa del Banco Metropolitanoen La Habana, destacaque para las cooperativas existe el fondofiduciario del Estado, el cual sirve degarante para estas al asumirel 75 por ciento del riesgo de la deuda.

Una buena estrategia de precios se observa en la paladar Zarzal, de La Habana.

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área de elaboración. Estamos solicitan-do desde abril un préstamo al banco y seha demorado porque dicen que no tene-mos resultados suficientes. Pedimos 300mil pesos, nos dijeron que bajáramos a100 mil, para capital de trabajo, y no apro-baron el resto para las inversiones�.

De acuerdo con Milagros Suazo, di-rectora de Banca Corporativa del Ban-co Metropolitano en La Habana, esasdecisiones dependen de instancias pro-vinciales. �El financiamiento lo aprue-ba el comité de crédito de la sucursal, yexisten niveles, pues hay sucursalesque tienen facultades hasta un monto.El proceso no es largo, todo depende delos documentos.

�El objetivo es dar el crédito pruden-temente, primero se pide uno, se cum-ple, y luego se pide otro. Cuando se com-prueba que puede devolverse no haydificultades. Hasta ahora no hemos ne-gado ninguno en La Habana�.

Suazo también destaca que para lasCNA existe el fondo fiduciario del Esta-do, el cual sirve de garante para estasal asumir el 75 por ciento del riesgo dela deuda. En el caso de los dos primerosaños, la garantía para el capital de tra-bajo inicial es del ciento por ciento.

�La única cooperativa de La Haba-na a la que hubo que aplicarle la garan-tía del fondo presupuestario fue El Var-sovia, ubicado en 17 y 12, Vedado. ElPotín y El Tropikín han cumplido conlos plazos, luego del cambio de juntadirectiva. La estrategia es darles unperíodo de gracia para que les paguena los proveedores con los primeros in-gresos y con las ganancias futurasamorticen el crédito�.

Lo cierto es que, como toda activi-dad novedosa, esta requiere de expe-riencia y destreza táctica. �Hay quienpide mucho dinero y le decimos la cifraa solicitar para las inversiones, y cuan-do termine que pida capital de trabajopara comprar los insumos. En eso seestán especializando las nuevas ofici-nas de negocio que tenemos en LaRampa y en Juan Delgado y Lacret,creadas para atender solo al sector noestatal�, dice la directiva y confirma laintención de seguir abriendo locales deeste tipo para que los TCP no tenganque acudir a las sucursales.

Luego del transporte, la gastrono-mía es el sector que más se ha in-volucrado en esta actividad bancaria.No obstante, todavía son muchos losTCP que desconocen que pueden soli-citar un crédito, sin necesidad de serCNA o local arrendado.

EN la ciudad de Camagüey, la coo-perativa La Ragazza remodeló ellocal de una antigua cafetería y

ahora da servicio de restaurante. Al-berto Oñate, su presidente, cuentaque por dicha inversión les librarondel pago del arrendamiento duranteun semestre. �Así pudimos oxigenarnuestra economía en medio de alti-bajos financieros�, admite.

Más expedito fue el camino para loscienfuegueros Luis Alexander Cabe-za, titular de la Casa del Sándwich, ypara José Ramón Montero Vázquez,al frente de la Casa del Batido. Ambasunidades bajo el sistema de arrenda-miento fueron exoneradas de pagarpor sus locales durante los meses dela remodelación, que en buena medi-da tuvieron el apoyo de la Empresa deGastronomía.

Casi todas las nacientes formas degestión en este sector han tenido queconstruir primero o resanar sitiosmaltrechos, para luego brindar el ser-vicio. Por eso, desde mediados de 2014nuevas normas estipularon librarlasdel pago del arrendamiento mientrastranscurriera la reparación de losinmuebles, por un período de hastados años.

Los litigios empiezan cuando se tie-ne ya la obligación de pagar, pues notodos los centros tienen igual afluen-cia de público ni logran ofertas esta-

bles y variadas para engordar sus in-gresos.

Así ocurrió con la cooperativahabanera El Carmelo. Cuenta su pre-sidente que �al principio eran 90 000pesos, una exageración. Tuve la opor-tunidad de discutir esa cifra con elConsejo de Administración Provin-cial (CAP). El caso se entendió y aho-ra son 7 200 pesos mensuales, lo cualestá bien ajustado a las dimensionesdel local�.

Son los CAP quienes determinanque para algunas zonas o municipios,y tras considerar las condiciones delos locales, las tarifas no sobrepasenlos dos pesos por metro cuadrado.

No obstante, para los socios de ElPotín el problema sigue latente. �Aquíhay 1 300 metros cuadrados, por losque pagamos 13 000 pesos de arrenda-miento mensual a la Empresa Restau-rantes Habana. Es exagerado el mon-to, y más por las malas condiciones enque recibimos la unidad�.

¿Mercado mayorista?

La Resolución 61 del Mincin estable-ció este año los principios para la re-lación entre productores y co-mercializadores mayoristas con lasformas de gestión cooperativa y lostrabajadores por cuenta propia enarrendamiento, que se desprendieronde dicho organismo.

La cafetería arrendada Casa del Batido, en la calle Prado, cerca del bulevar cienfueguero,es un centro muy visitado.

Piedras en el zapatoDilemas con los arrendamientos y el abasto de recursosfrenan las nuevas formas de gestión

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La titular del ministerio, Mari Blan-ca Ortega, aseguró el pasado año enCienfuegos, a propósito del acto nacio-nal por el Día del trabajador del sec-tor: �A las cooperativas surgidas de lasunidades de la gastronomía se lesmantendrá el mismo suministro, yademás podrán acceder a las comer-cializadoras mayoristas que estamosdesarrollando para adquirir los insu-mos o equipos necesarios para la pres-tación del servicio.

�Tendrán abastecimientos a pre-cios diferenciados (no al gravamen delmercado minorista) y asimismo la po-sibilidad de que cuando necesiten máscantidad de recursos los adquieran enel comercio minorista a los precios detal mercado�, declaró.

Según afirma Pedro Antonio Pérez,especialista principal que atiende losnuevos modelos de gestión por la Uniónde Empresas de Comercio y Gastrono-mía de La Habana, ya ese mercado fun-ciona: �Hoy los mayoristas venden di-rectamente a las cooperativas. Antesse hacía a través de nosotros, ahora esdirecto, sin intermediarios�.

Sin embargo, el funcionario ad-mite que hay retraso por parte devarias entidades: �todas las empre-sas del Ministerio de la IndustriaAlimentaria (Minal) tienen la ordende empezar a hacerles contratos yse piensa que para finales de agostoya estén hechos y comercialicen di-rectamente los productos: carnes,lácteos, cervezas, refrescos. Eso seha despejado un poco�.

No obstante, para la gran mayoríade los cuentapropistas e incluso las coo-

perativas, una cosa es lo que �se pien-sa�, y otra, la que realmente se vive.

El mayor dolor de cabeza

En la cafetería-restaurante El Delei-te, arrendada dentro del ComplejoEstrella Roja de la Empresa de Comer-cio Minorista de Camagüey, la titulardel local, Mayelín Vázquez Morales,afirma que hay mucha inestabilidaden los abastecimientos.

�No recibimos los aseguramientosde la Empresa de Bebidas y Licores,ni los refrescos enlatados, por eso lagente va a comprarlos a los lugaresaledaños y perdemos clientes�.

Igual le ocurre a Yurwhys Shu-mam, titular de la cafetería agra-montina Vos Sabéis. �Los centros noestatales tienen de bueno que ellos

mismos toman las decisiones y las eje-cutan; pero casi nada está a la mano yse dificulta mantener las ofertas. Lasventas mayoristas aún las estamosesperando�, plantea.

La misma piedra molesta en loszapatos de los tres trabajadores de launidad avileña Micro A, donde Ernes-to Ramos, titular de esta cafetería debarrio, expresa que sin un mercadoabastecedor no es posible bajar los pre-cios de venta.

Similar inquietud tiene la cien-fueguera Yudaimi León Linares,vicepresidenta de la cooperativa PinosAltos, enclavada en la avenida 5 deSeptiembre, zona de hospitales y de lafacultad de Ciencias Médicas, así comode la escuela de arte Benny Moré.

La joven valora que el mercadomayorista constituido por contratosdirectos con empresas productorasdebería fluir en beneficio de los esta-blecimientos que tienen gran impor-tancia social por el servicio brindadoa la comunidad. Pero no es fácildestrabar la relación contractual conlas empresas.

A su lado, Zulema Delgado, econó-mica de la misma entidad, argumen-ta: �Dejamos de ingresar alrededor de22 000 pesos porque la Empresa de laIndustria Alimentaria nos quitó el dul-ce, pues el producto tiene un compo-nente en divisa. Propusimos comprár-selo a precio de venta, pero aun así nocamina la gestión. La Empresa deBebidas y Refrescos igual dice que noestá autorizada a vendernos�.

Y añade: �No hay una obligación deentrega pues todo depende de las con-diciones económicas del país. Así ocu-

La oferta de helados en la cafetería arrendada dentro del Combinado Estrella Roja,en Camagüey, mitiga el calor.

En la capital agramontina, el restaurante-cafetería El Deleite, tiene problemascon el abastecimiento de bebidas y refrescos.

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rrió el año pasado con el cerdo y con elqueso, que lo rebajaron. ¿Dónde está elavance entonces, si cuando queremoselevar las ofertas tenemos el freno deseguir funcionando como si tuviéramosuna libreta de abastecimiento?�.

De dónde serán� ay, mamá�

La ineficacia de la relación contrac-tual con las empresas proveedoras,provoca que las entidades bajo nue-vas formas de gestión acudan a lasunidades minoristas y se produzcandesabastecimientos que afectan alpueblo.

Carmela López y su pequeña hijatransitan de un lugar a otro por la ave-nida capitalina de Línea, en busca deuna bebida refrescante para mitigar lased. La madre se queja: �Hoy en las�shoping� y en las cafeterías estatalesno hay refrescos, maltas, cervezas cu-banas, y no queda otra alternativa quecomprarlos a mayor precio en las cafe-terías arrendadas por cuentapropistas.Llegan con los carros, arrasan, y no de-jan nada para nosotros�.

En busca de soluciones, se habla decrear tiendas que oferten productoscon grandes formatos. Es el caso delestablecimiento habanero Zona +, dela corporación Cimex, en 7ª A entre 66y 70, Playa, con productos al por ma-yor para satisfacer necesidades delsector no estatal.

Sin embargo, quienes acuden allí acomprar, expresan que no hay gran-des diferencias entre las ofertas deeste centro y otros. Sugieren hacerdescuentos o aplicar precios diferen-

ciados para los grandes clientes asi-duos, como lo hacen tiendas similaresen el mundo.

Gretchen Alfonso, directora de mer-cadotecnia de Cimex, aclaró a Cuba-debate que Zona + es tan solo una tien-da minorista. �Las mayoristas tienenotros sistemas de trabajo, otra maneraen la formación de precios�.

Una arista diferente del asunto esque desde otros países llegan mer-cancías de todo tipo, lo cual corrobo-ra que hay un mercado abastecedorsubterráneo.

Mientras la promesa del mercadomayorista y las tiendas de este tipovan y vienen, hay trabajadores porcuenta propia que sugieren permitirla importación de artículos y equiposcon fines comerciales �ahora solo au-torizado a las cooperativas mediantela gestión de Cimex-. Lo anterior pu-diera funcionar con las debidas regu-laciones, licencias e impuestos aran-celarios que beneficien al país, y deeste modo destrabar el funcionamien-to de estas formas de gestión, así comoponer coto a la ilegalidad.

Tomando la temperatura

¿Frío o caliente?, de una forma u otrase califica por la población la mejoríabuscada en la gastronomía de las nue-vas formas de gestión no estatal. Unastienen aciertos, y otras tropiezos.

En la capital, El Tropikín, ubicadoen 12 y 21, Vedado, sigue dormido en loslaureles. Lleva dos años en reparacio-nes. El presidente se endeudó con dosmillones de pesos al banco. Dicen que

en agosto iban a abrir, pero faltan mu-chas condiciones, incluida una granmarquetería de cristales y aluminio.

A pesar de los avances, el talón deAquiles de algunas cooperativas con-tinúa siendo la afluencia de personas.Unos alegan que la razón es la malaubicación, otros no tienen excusas.

La cooperativa El Recodo, en F yMalecón, Vedado, permanecía cerra-da a las dos y 30 de la tarde del sábado30 de julio, cuando los reporteros deBOHEMIA visitaron la zona. Cincodías después, recibía a varios clientes.Es un lugar pequeño, con pocas me-sas. Pero no existe un cartel que iden-tifique al sitio.

Isabel Socarrás, vecina y cliente,afirma que los trabajadores del Minis-terio del Turismo almuerzan en ese�comedor�, donde los platos no bajande 25 CUP. �Ahí hay muy buena higie-ne y me consta que han mejorado mu-cho sus condiciones, pero le faltaafluencia de público�. Lástima que sehaya perdido el asiduo público univer-sitario de F y 3ª, que tuvo décadas atrás.

Hay otros lugares que logran avan-ces. En Vos Sabéis, los camagüeyanosElia Peláez, Armando Ronquillo,Anabel Basulto y Lily Castro votan afavor del cambio donde antes solo seofrecían espectáculos bailables congran molestia para los habitantes dela zona.

Elia, vecina cercana, añade que allíhay profesionalidad, higiene y respetoal público. Viven pendientes de man-tener la oferta, además del café no fal-tan los bocaditos, tamales, espaguetis,croquetas, batidos �recomienda el decoco�, ni la limonada frapé� Todo estoalivia la alimentación del pueblo, dice.

Igual impacto social logra la cafe-tería arrendada Micro A, donde elavileño Cristóbal Hernández, declaraque �la calidad es muy buena, losbocaditos tienen el pan suavecito, hayrefrescos, yogurt, muy especial y fríoes el refresco de piña. Paso por aquí acada rato y no resisto la tentación decomprar algo�.

De las 189 cooperativas gastro-nómicas aprobadas (80 funcionando y109 pendientes), algunas muestranuna imagen diferente que beneficia alentorno donde están enclavadas. Tam-bién el servicio se va perfeccionando.La Divina Pastora, el Biki, Bien mesabe, y la Casona de 17, por solo men-cionar algunas de las habaneras, en-derezan un camino que estuvo torci-do durante años.

La tienda minorista Zona +, de la corporación Cimex, oferta en la capital productosalimenticios y de aseo en grandes formatos.

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