Gastro Proyecto (Autoguardado)

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0 Docente: Dr. Freddy Hinostroza Autor: Cevallos Zambrano Rubén CATEDRA: Gastroente rología Hemorragias digestivas altas UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABI FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD CARRERA DE MEDICINA

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Hemorragias digestivas altas CATEDRA:

Gastroenterología

Autor:Cevallos Zambrano Rubén

Docente:

Dr.Freddy Hinostroza

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABI FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA DE MEDICINA

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HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA

DEFINICIÓN

Se define la hemorragia digestiva como toda pérdida hemática que ocurre en el

tracto digestivo. Si esta pérdida se produce por encima del ángulo de Treitz se

denomina hemorragia digestiva alta (HDA); incluyendo por tanto las hemorragias,

que ocurren por lesiones en esófago, estómago y duodeno. Esta pérdida puede

manifestarse como hematemesis, melenas, cuadro hemodinámica y en ocasiones

menos frecuentes, hematoquecia.

EPIDEMIOLOGÍA

Los estudios más extensos sobre la incidencia de la hemorragia digestiva alta, se

han realizado en Estados Unidos, donde se calcula que es de 100 casos por 100 000

habitantes al año, siendo el doble de frecuente en hombres que en mujeres. En el

Reino Unido supone 25.000 ingresos al año, y su incidencia es de 50 a 150 casos por

100.000 habitantes al año, y con una proporción entre sexos similar.

Pero últimamente en otras áreas geográficas, se han realizado estudios

epidemiológicos, que han observado su evolución en los últimos años; como el

realizado en Holanda (3), donde evidencian un descenso en la incidencia: de 61,7 en

1993; a 47,7 casos por cada 100.000 habitantes/año en el 2000.

La mortalidad de los pacientes ingresados por un episodio HDA (hemorragia

digestiva alta), es aproximadamente 10%-14% (2) y no ha cambiado en los

últimos 50 años. Lo mismo sucede con la tasa de resangrado que permanece en

torno al 15% en la última década.

CAUSAS

Las causas de la HDA se pueden clasificar en varias categorías basadas en factores

anatómicos y patofisiológicos: (Tabla N. 1)

- 1 - L e s i on e s u l c er os a s er o s i v a s

-1.1Enfermedad péptica ulcerosa

-1.1.1-Idiopática

-1.1.2-Inducida por fármacos

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-1.1.2.1-Derivados del ácido acetil-salicílico

-1.1.3-Infecciosos

-1.1.3.1-Helicobacter Pylori

-1.1.3.2- Virus (herpes, citomegalovirus)

-1.1.4-Úlceras por stress

-1.1.5-Síndrome de Zollinger Ellison

-1.2-Esófagitis

-1.2.1-Péptica

-1.2.2-Infecciosa

-1.2.2.1-Candida Albicas

-1.2.2.2-Virus (herpes, citomegalovirus…) -1.2.3-Farmacológica

-1.2.3.1-Alendronato

-1.2.3.2-Tetraciclina

-1.2.3.3-Quinidina

-1.2.3.4-Aspirina

-1.2.3.5-AINES

- 2 - H i p er t e ns i ón p o r t a l

-2.1-Varices del tracto esófago-gástrico-duodenal

-2.2-Gastropatía hipertensiva

- 3 - M a l f o r m a c i on e s v a s c u l are s

-3.1-Angiomas idiopáticos

-3.2-Síndrome de Rendu-Osler-Weber

-3.3-Dieulafoy

-3.4-Estómago de watermelon

-3.5-Gastritis post-irradiación

- 4 - T ra u m á ti ca s o pos t -c i r u g í a

-4.1-Mallory-Weiss

-4.2-Cuerpo extraño

-4.3-Anastomosis quirúrgica

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-4.4-Fístula aorta-entérica -4.5-Pos-polipeptomía

- 5 - Tu m o re s

-5.1-Benignos

-5.1.1-leiomioma

-5.1.2-Lipoma

-5.1.3-Pólipos

-5.1.3.1-Hiperplásico

-5.1.3.2-Adenomatoso

-5.1.3.3-Hamartomatoso

-5.2-Malignos

-5.2.1-Adenocarcinomas

-5.2.2-Tumor estromal

-5.2.3-Sarcoma de Kaposi

-5.2.4-Tumor carcinoide

-5.2.5-Melanoma

-5.2.6-Tumor metastásico

- 6 - M i s ce l á n e a

-6.1-Hemobilia

-6.2-Hemossuccus pancreaticus

En una serie prospectiva de 1000 casos de HDA, vistos en la universidad de

UCLA y, publicada en 1996 la incidencia de las causas se distribuye de la siguiente

forma:

-Enfermedad péptica ulcerosa - 55 %

-Varices de Esófago-gástricas – 14%

-Malformaciones Arterio-venosas – 6%

-Mallory-Weiss – 5%

-Tumores y erosiones – 4% cada uno

-Dieulafoy – 1%

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-Otros – 11%

La tendencia actual que dicta los datos recogidos más recientemente indica que la

proporción de casos debidos a la enfermedad péptica ulcerosa ha descendido. Así las

úlceras pépticas eran responsables del 21% de los episodios de HDA, de los 7822

pacientes incluidos en una base de datos nacional en los Estado Unidos: “Clínicas

Out comes Research Initiative” CORI, analizados entre 1999 y 2001 (6). En esta

serie el resto de las causas, se presenta de la siguiente forma:

-Lesiones mucosas inespecíficas 42%

-Esofagitis 15%

-Varices esófago-gástricas: 12%.

-Otras causas (las malformaciones, el Mallory-Weiss, y los lesiones arteriovenosas)

que explican menos del 5% de los casos.

Entre los pacientes con HDA de origen péptico, las úlceras gástricas fueron más

comunes que las úlceras duodenales, y supusieron cerca del 55% de las úlceras.

REVISIÓN CAUSAS DE HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA

- Enfermedad péptica ulcerosa –

La enfermedad péptica ulcerosa, sigue siendo la causa más común de HDA. Hay

cuatro factores de riesgo, independientes para que la úlcera gastroduodenal sangre:

-Infección por Helicobacter Pylori

-Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)

-Estrés

-Ácido gástrico

La reducción o la eliminación de estos factores de riesgo reduces las tasas de recidiva

ulcerosa.

- Helicobacter Pylori (HP) –

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El Helicobacter es una bacteria espiral, que infecta la mucosa gástrica

superficial, y cuya vía de transmisión es feco-oral.

La bacteria, no invade generalmente el epitelio gastroduodenal, pero hace que la

mucosa subyacente sea más vulnerable al daño del ácido y la pepsina, que se

encuentran en la luz gástrica interrumpiendo la capa mucosa, lo que hace que

las enzimas y toxinas se adhieran al epitelio gástrico. Además, la

inmunorespuesta del anfitrión al HP incita una respuesta inflamatoria que perpetúa

lesión en el tejido mucoso.

La inflamación crónica inducida por el HP, trastorna la fisiología de la secreción

gástrica y conduce a la gastritis crónica que varía en distintos grados. En la mayoría

de los individuos, es asintomática y no progresa, pero, en algunos casos sin

embargo, la alteración de la secreción gástrica junto con lesión de la mucosa

conduce a la enfermedad péptica ulcerosa, mientras que en otros casos, la

gastritis progresa a la atrofia y a la metaplasia intestinal y eventualmente al

carcinoma gástrico, o raramente debido al estímulo inmune persistente del tejido

linfoide gástrico, al linfoma gástrico.

La erradicación del HP se debe realizar en todos los pacientes en donde se

diagnostiquen la infección y que tengan enfermedad péptica ulcerosa, para

prevenir la reaparición de la úlcera y la hemorragia digestiva. En un metaanálisis de

19 estudios, las tasas de recidiva dentro de los erradicados, fue del 6% frente al 67%

en los no erradicados al HP, en el uncu duodenal y del 4% frente al 59% en la

úlcera gástrica. Los distintos regímenes de tratamiento, que combinan generalmente

uno o dos antibióticos, más un agente antisecretor, tienen tasas de la erradicación

del 80 al 90%.

- Antiinflamatorios no esteroideos (AINES):

Es una causa común de la úlcera gastrointestinal. La mayoría de estas úlceras son

asintomáticas y sencillas. Sin embargo, en los pacientes mayores coç9 una

historia anterior de la enfermedad péptica ulcerosa, tienen un mayor riesgo de

complicaciones como el sangrado.

Los AINE también son un factor importante en la cronificación de las úlceras.

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Los AINE tienen un efecto tóxico sobre la mucosa gastroduodenal como

consecuencia de la inhibición sistémica de la actividad de la cicloxigenasa

(COX). Por lo tanto la administración oral, intravenosa o, intramuscular de este

tipo de fármacos, pueden causar úlceras gástricas o duodenales en los animales y los

seres humanos.

La COX, es la enzima responsablede la síntesis de las prostaglandinas, a partir del

ácido araquidónico. En la mucosa gástrica y duodenal, produce varias

prostaglandinas como la E2, que contribuyen a su protección frente a los agentes

agresivos externos (el ácido y la pepsina).

Hay por lo menos dos formas de COX en el organismo, la COX-1 y la COX-2. La

mucosa gástrica y duodenal sana, utiliza la COX-1 para producir su prostaglandinas

protectoras, de la mucosa. La mayoría de los AINE bloquea la COX-1 y la COX-2,

deteriorando así la producción gástrica de prostaglandinas.

Los inhibidores selectivos COX-2 tienen menor efecto en la síntesis gástrica de

prostaglandinas. Como por ejemplo el celecoxib y el etodolaco. Consecuentemente,

los inhibidores selectivos de COX-2, y también los inhibidores COX-3, por

ejemplo el paracetamol, preservan la protección de la mucosa gastroduodenal.

Sin embargo, los inhibidores selectivos COX-2, pueden perder su especificidad a

dosis altas y pueden llegar a bloquear la COX-1, en el estómago y duodeno, y por

lo tanto, producir los mismos efectos que los AINE no selectivos.

Dosis de AAS de hasta sólo 10 mg/día inhiben de forma considerable la

síntesis gástrica de prostaglandinas . Aunque esas mínimas dosis, pueden

producir daño en la mucosa gástrica, estudios controlados indican, que el riesgo

del daño clínicamente relevante en la mucosa gastrointestinal, son dosis

dependientes del AAS.

Dosis de ácido acetíl salicílico de tan sólo 325mgr/día, aumentan el riesgo de

padecer úlceras duodenales. Comparado con el estómago, el daño de la mucosa

duodenal por AINE, parece depender directamente del pH gástrico.

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En múltiples estudios, se ha evaluado la relación entre la infección por HP y el

consumo de AINE; en el desarrollo de la enfermedad péptica ulcerosa. Por lo

menos dos meta-análisis concluyeron que el consumo de AINE, y la infección

por HP, se presentan como factores de riesgo independientes y sinérgicos, para la

enfermedad péptica y hemorragia digestiva por úlcera gastroduodenal.

En un metaanálisis más reciente (con un total de 21 estudios): El riesgo de la

enfermedad péptica ulcerosa, era perceptiblemente más elevado entre los infectado

por HP, comparado con los que no lo están (OR1.81).

El riesgo de la enfermedad péptica ulcerosa no complicada era 17.5 veces mayor

entre los usuarios de AINE infectados por HP, comparados con los no consumidores

de AINE no infectados por HP. Las úlceras eran comunes en los HP positivos,

comparado con los pacientes no infectados, con independencia del consumo de AINE

(OR de 4.03), y en los usuarios de AINE comparados con los no consumidores, con

independencia del HP (OR de 3.10).

- Estrés-

Las úlceras relacionadas con el estrés son una causa común de la HDA, sobre todo

en los pacientes hospitalizados por enfermedades graves.

La hemorragia digestiva secundaria al estrés, por la presencia de una enfermedad

grave, suele ser más grave que los casos primarios.

El riesgo de sangrado por úlcera, está relacionado con; el grado de estrés, lo

favorece fallo respiratorio, y aumenta todavía más si estos pacientes padecen

algún tipo coagulopatía

La profilaxis primaria de la úlcera, con los agentes antisecretores tales como

antagonistas del receptor H2, o inhibidores de la bomba de protones, disminuye el

riesgo del daño a la mucosa relacionada con el estrés, y del HDA en los pacientes

de mayor riesgo.

- El ácido gástrico –

La pepsina y el ácido gástrico son cofactores esenciales en la patogénesis de las

úlceras pépticas.

La integridad de la mucosa se debilitada por factores tales como: el Helicobacter

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pylori, antiinflamatorios no esteroideos, o estrés. Lo que conduce a una mayor

permeabilidad de la membrana celular, que facilita la difusión de iones de hidrógeno,

al interior de las células del tejido mucoso dando lugar a la acidosis y muerte celular,

que conducen a la ulceración intramural.

Raramente, la hiperacidez es la única causa de la ulceración péptica, como en los

pacientes con el síndrome de Zollinger-Ellison.

Aunque el control de la acidez gástrica, se considera una maniobra terapéutica

esencial en los pacientes con HDA activa.

- Varices esófagogástricas-

En una serie prospectiva de 1000 pacientes seguida por la universidad de

UCLA y de la administración del oeste de veteranos de Los Ángeles, encontró que

las varices esófago-gástricas eran la segunda causa más común de HDA, explicando

14% de los episodios.

Las varices Esófago-gástricas se desarrollan como consecuencia de la hipertensión

portal global o segmentaria. Las causas más comunes de la hipertensión portal global

en Estados Unidos y Europa, es la hepatopatía crónica enólica o vírica.

Las varices gástricas aisladas, pueden resultar de la hipertensión portal

segmentaria, debido a la obstrucción de la vena esplénica, bien por un carcinoma

pancreático, o por pancreatitis crónica. También, las varices gástricas secundarias

pueden desarrollarse, después de la esclerosis de las varices esofágicas con terapias

endoscópicas.

Los factores de riesgo de sangrado, de las varices gástricas son similares a los

factores de riesgo de las varices esofágicas. Estos factores de riesgo son:

1. Estadio de la insuficiencia hepática. A mayor grado de insuficiencia

hepática, mayor riesgo.

2. Hallazgos endoscópicos: los signos predictivos como la presencia de puntos

rojo cereza, signo de variz sobre variz. También del tamaño de la variz.

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3. Presión de la variz.

Diagnóstico –

La endoscopia es la técnica diagnóstica de elección para las varices esófago-

gástricas.

Si la endoscopia es poco concluyente y se sigue sospechando que la causa del

sangrado sea varicoso, se debe considerar otras pruebas diagnósticas como: La

angiografía portal o un angio-TC que pueden mostrar la presencia de colaterales y la

recanalización de la vena umbilical.

-Pronóstico –

La hemorragia por varices se detiene espontáneamente en un 50 % de los pacientes

afectos, pero en aquellos que no lo hace las tasas de mortalidad son del 70 al

80%.

Cada episodio de la hemorragia varicosa se asocia a un riesgo de mortalidad del

30%.

El riesgo de resangrado es alto (60 a 70%) si no se tratan. En las varices esofágicas,

este se reduce sustancialmente con tratamiento endoscópico profiláctico, esclerosando

las varices residuales. Sin embargo, la supervivencia a largo plazo, depende de la

severidad de la enfermedad hepática y no aumenta con este tipo de tratamiento

profiláctico.

La administración de un beta-bloqueante no selectivo, como el propranolol, puede

también disminuir el riesgo de resangrado. El inicio del HDA masiva por varices

esófago-gástricas, significa generalmente que la enfermedad hepática está muy

avanzada (estadio B o C de Child-Pugh).

El trasplante hepático es el único tratamiento que mejora perceptiblemente el

pronóstico a largo plazo de estos pacientes.

Tratamiento –La profilaxis primaria de la hemorragia varicosa es de elección, debido al índice

relativamente alto de sangrado de las varices esofágicas, y de la alta mortalidad

asociada a esta complicación.

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El tratamiento, con un beta-bloqueante no selectivo como el propranolol o del

nadolol, es el único que se ha demostrado como costo- efectivo.

La ligadura endoscópica de las varices, también puede ser beneficiosa, para

los pacientes de riesgo elevado de recidiva. En cambio, la escleroterapia

endoscópica profiláctico no está indicada, debido a los riesgos y a las complicaciones

de este procedimiento.

De los distintos tratamientos, que están disponibles para la hemostasia en

el sangrado agudo, el tratamiento endoscópico sigue siendo el más utilizado: la

ligadura con bandas y la escleroterapia.

4. Dieulafoy –

El Dieulafoy consiste en un vaso submucoso, dilatado, y aberrante, que erosiona el

epitelio que se encuentra por encima de él, en ausencia de una úlcera primaria (5).

La arteria submucosa, no presenta una ramificación normal, dentro de la pared

gástrica. Están situados generalmente en el fundus gástrico, a lo largo de la curvatura

menor, cerca de la unión gastroesofágica; aunque se han encontrado en todas las

áreas de la zona por encima del ángulo de Treitz, incluyendo el esófago y el

duodeno.

La etiología de la lesión de Dieulafoy es desconocida, pero se considera una

malformación congénita. Las causas, que desencadenan el sangrado todavía no se

conocen.

Los pacientes que sangran por un Dieulafoy son típicamente hombres, con

ciertas comorbilidades: la enfermedad cardiovascular, la hipertensión arterial,

insuficiencia renal crónica, diabetes, alcoholismo o consumo de AINE.

5. Lesiones vasculares –

Las lesiones vasculares ectasicas antrales, o el estómago de watermelon, es

una causa rara de HDA, que se confunde a menudo con gastropatía hipertensiva

portal, que aparece en pacientes con cirrosis hepática.

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El nombre: watermelon se deriva del aspecto endoscópico característico, de filas

longitudinales de las rayas planas rojizas que irradian del píloro, en el antro que se

asemejan a la imagen de una sandía. Las rayas blancas representan ectasia vascular,

y las rojas los vasos de la mucosa. También, se ha descrito de forma punteada (en el

cuál no son evidentes las rayas rojas), y parece encontrase más comúnmente en

pacientes con cirrosis hepática.

La mayoría de los watermelon son idiopáticos. Sin embargo, se ha asociado a la

cirrosis hepática, insuficiencia renal y a la esclerosis sistémica.

En una serie prospectiva representa el 4% de las causas de HDA no varicosa. Ocho

de estos pacientes (31%) también padecían hipertensión portal.

El perfil clínico, más común de estos pacientes es: una mujer, mayor de 70 años,

con anemia severa por déficit de hierro (por pérdidas inadvertidas sangre) y

sin historia de la cirrosis. En la serie descrita anteriormente, por ejemplo, la edad

media era de 74 años y el 80% eran mujeres.

Raramente se presenta como hemorragia digestiva aguda. Su presentación

clínica, es similar a la gastropatía hipertensiva portal, salvo que en estos pacientes

tienden a tener los angiomas antrales difusos.

6. Gastropatía Hipertensiva Portal –

La gastropatía hipertensiva portal (gastropatía congestiva), es una causa infrecuente

de hemorragia aguda del tracto digestivo superior, en pacientes con la hipertensión

portal.

Se considera la gastropatía hipertensiva, como causa de HDA cuando no

existen varices, u otras anomalías mucosas que justifiquen el sangrado.

Cuando la mucosa es friable, el sangrado ocurre probablemente cuando los vasos

ectásicos se rompen.

Patogénesis:

La gastropatía hipertensiva portal, se asocia con la severidad histológica y

bioquímica de la enfermedad hepática.

El flujo sanguíneo, a la mucosa gástrica, aumenta en los pacientes con la cirrosis,

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dando lugar a la gastropatía hipertensiva portal. Esto, sugiere que la patogénesis de

este desorden, se puede relacionar con la congestión, y la hiperemia que ocurre en el

estómago.

Algunos estudios han sugerido que la terapia endoscópica de las varices, sea

escleroterapia, o bandas sobre varices esofágicas, aumentan el riesgo de desarrollar

gastropatía hipertensiva.

Diagnóstico endoscópico-

En la gastropatía hipertensiva portal, aparece en la endoscopia como patrón reticular

blanco fino, que separa las áreas de la mucosa rosácea en la endoscopia. Los cambios

en la mucosa son generalmente más evidentes en el fundus y en el cuerpo.

Sin embargo, en los casos más severos aparecen como, exudado, sangrado en

sabana, lesiones petequiales, o vasculares semejante a angiomas, a menudo se

extienden desde el fundus gástrico hacia el cuerpo y el antro.

La anatomía patológica, revela un edema extenso, y en los casos más severos, con

dilatación capilar y venosa de la submucosa, que extiende a la mucosa.

Historia natural:

Para estudiar la evolución de estas lesiones, se hizo un estudio a 222 pacientes

cirróticos, a los que se les realizó endoscopias digestivas altas repetidas, cada 12

meses, durante un promedio de 47 meses. En 48 pacientes se les diagnosticó de

gastropatía hipertensiva portal, se asoció a la presencia de varices esofágicas. La

incidencia se estimó de un 3% al año, y del 24% en tres años. Durante el periodo

de observación, 16 pacientes sangraron por la gastropatía (9 de forma aguda y 7

crónicamente).

7. Hemobilia –

Hemobilia, o sangrado por el árbol hepatobiliar, es una causa rara de la hemorragia

digestiva aguda. Debe considerarse en un paciente con HDA y una historia reciente

de lesión parénquima o el árbol biliar, incluyendo:

-La biopsia percutánea y transyugular del hígado.

-En la colangiografía transhepatica percutánea.

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-Colecistectomía.

-Realización de biopsias o colocación de stent en la vía biliar endoscópicamente.

-Cálculos biliares, la colecistitis.

-Los aneurismas hepáticos de la arteria.

-Abscesos hepáticos.

La tríada clásica de hemobilia incluye: ictericia, dolor abdominal, y hemorragia

digestiva de origen oscuro, por encima del ángulo de Treitz

La hemobilia, se puede también con asociar con ictericia obstructiva y sepsis biliar.

8. Hemossuccus pancreaticus –

El Hemossuccus pancreático o el sangrado por el conducto pancreático, es

otra causa rara de HDA.

Su origen más probable es la pancreatitis crónica, los pseudoquistes, o los

tumores pancreáticos.

La hemorragia, sucede cuando un pseudo quiste o tumor erosionan a un vaso,

formando una comunicación directa entre el Wirsung y un vaso sanguíneo.

Normalmente puede ocurrir:

9. Después de una endoscopia terapéutica en el páncreas o el conducto

pancreático, incluyendo:

10. La extracción de cálculos del conducto pancreático

11. Esfinterotomías

12. El drenaje de un pseudoquiste.

El Hemossuccus, se debe sospechar clínicamente en un paciente que sufre HDA

después de algún procedimiento anteriormente descritos.

El diagnóstico, se puede confirmar mediante: TC, CPRE, angiografía, o la

exploración intraoperatoria. La exploración por TAC debe realizarse primero, ya

que es la menos invasiva. La arteriografía mesentérica con embolización de la

arteria puede controlar el sangrado agudo. Si el cuadro persiste o es masivo, la

pancreatectomía cefálica o del pseudoquiste y la ligadura del vaso debería evitar el

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resangrado.

13. Fístulas Aortoentéricas –

Las fístulas de Aorta-entéricas son una causa rara de HDA, pero tienen una alta

mortalidad si no se tratan.

El lugar más frecuente donde se encuentran es la tercera o cuarta porción duodenal,

seguido por el yeyuno y e íleon.

La mayoría de los pacientes, tienen como primera manifestación hematemesis y/o

hematoquecia que se suele seguir de persistencia en el sangrado que lleva a la

exanguinación masiva. La hemorragia intermitente, puede aparecer si un coágulo de

sangre sella temporalmente la fístula. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor

abdominal o de espalda, fiebre, y sepsis. De forma aislada se encuentra una masa

abdominal palpable o se escucha un soplo abdominal.

La presentación clásica es: un paciente con sangrado gastrointestinal masivo, una masa

abdominal pulsátil y dolor abdominal. Sin embargo, esta tríada estaba presente en

sólo el 11% de los pacientes. La mayoría de los casos se presentan como un HDA

recidivante de origen oscuro.

La causa más frecuente se debe a la presencia de una prótesis vascular de la

aorta abdominal. Normalmente debida a la infección de dicha prótesis o a la necrosis

de la anastomosis quirúrgica.

Otras causas que pueden provocarlo son:

14. Traumatismo

15. Radioterapia

16. Tumor invasivo

17. Úlceras penetrantes

18. Cuerpos extraños

Tumores del tracto gastrointestinal superior –

Las neoplasias del tracto digestivo superior explican menos del 3% de todas las

HDA. El HDA se presenta en la última etapa de la enfermedad, cuando la

neoplasia sufre ulceraciones superficiales, debido a una necrosis parcial, o a la erosión

de un vaso aberrante subyacente.

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En la endoscopia se presenta como una úlcera de márgenes irregulares, o

una masa ulcerada exofitica. La biopsia endoscópica, el cepillado, o la aspiración

con aguja para el examen histológico o citológico se deben de realizar para un

diagnóstico definitivo.

La ecoendoscopia, es útil para la estadificación local de la lesión, mientras que el

TAC se utiliza para realizar un estudio de extensión más amplio.

Lesiones de Cameron –

Las lesiones de Cameron son erosiones o úlceras que aparecen en el saco de una

hernia de hiato. Se han descrito hasta en un 5% de los pacientes con una hernia

hiatal, a los que se les somete a una endoscopia digestiva alta.

Son generalmente un hallazgo incidental, pero pueden causar raramente anemia

crónica por déficit de hierro y HDA.

Su patogénesis no se conoce en su totalidad. Pueden influir la presencia

esófagitis por reflujo, o un traumatismo mecánico.

El manejo clínico debe ser individualizado. La hemorragia aguda debe de ser

tratada endoscópicamente. Los pacientes con anemia por déficit de hierro por

sangrado crónico, pueden ser tratados con un IBP después de la repleción del

hierro, que puede ayudar a prevenir la recidiva de la anemia.

El tratamiento quirúrgico, de la hernia de hiato, se puede considerar en los pacientes

con sangrado recurrente, y que por dicha causa hayan sido sometidos previamente a

un tratamiento oportuno.

Miscelánea-

En el intestino delgado o ciertas enfermedades del colon derecho pueden

presentarse como melenas y raramente en forma de hematemesis.

La colonoscopia, el transito baritado, y la enteroscopia, pueden identificar un

tumor subyacente o una lesión vascular; cuando la endoscopia digestiva alta no puede

identificar la fuente de la hemorragia.

En los pacientes jóvenes se debe considerar la posibilidad de la presencia de un

divertículo de Meckel.

PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS

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Frente a un enfermo con HDA es preciso una valoración inicial, durante o tras

estabilizar al paciente, que incluye la confirmación de la misma, determinación del lugar

de sangrado (alto o bajo), su gravedad y la realización de procedimientos diagnósticos

para clarificar su causa, pronóstico y aplicar una terapéutica específica. A continuación

se exponen los procedimientos diagnósticos que habitualmente se realizan ante una

HDA

Anamnesis y exploración física

Se debe recoger una historia clínica detallada, haciendo hincapié en los antecedentes

patológicos, la forma de presentación, y realizar una exploración física general, en

ocasiones mientras se estabiliza al paciente, para determinar la etiología, gravedad y

catalogar el riesgo del paciente adecuadamente. De hecho, con los datos clínicos se

obtiene una orientación diagnóstica en un 40% de los casos.

Es necesario conocer el modo de presentación del sangrado y el tiempo transcurrido

desde el inicio. La hematemesis indica siempre que el sangrado es proximal al

ligamento de Treitz. La presencia de sangre fresca nos indica un inicio reciente de la

HDA, mientras que los posos de café indican un comienzo más diferido. La presencia

de melenas necesita un adecuado interrogatorio, y en la mayoría de las ocasiones la

realización de un tacto rectal para la confirmación de la misma, pudiendo ser el origen

del sangrado alto o bajo. Se descartarán otros orígenes del sangrado como la hemoptisis,

epistaxis, gingivorragias, o "falsas melenas" inducidas por determinados alimentos o

fármacos (sulfato ferroso). Es importante recordar que la HDA masiva puede

presentarse como rectorragia, hasta en el 12%, sobre todo si el paciente se encuentra

hemodinámicamente inestable.

Inicialmente, debemos evaluar el estado general del paciente incidiendo en la presencia

de enfermedades concomitantes. Este punto es clave, pues la presencia de patología

concomitante es un factor asociado a una mayor recidiva del sangrado y una mayor

mortalidad. La anamnesis dirigida per- mite conocer si existen antecedentes familiares,

episodios previos de sangrado, hábitos tóxicos (alcohol) e identificar los factores de

riesgo como la ingesta de fármacos (AINE, ácido acetilsalicílico y anticoagulantes). Se

anotarán otros síntomas como el dolor epigástrico, pirosis, disfagia o si existen vómitos

si han precedido o no al sangrado y la presencia de cortejo vegetativo. Se tendrán en

16

Page 18: Gastro Proyecto (Autoguardado)

cuenta las intervenciones quirúrgicas previas, especialmente las gastroduodenales por

las implicaciones en el diagnóstico y manejo de estos pacientes y la aórtica que nos hará

sospechar una fístula aortoduodenal.

Así mismo, debemos tener presente que la HDA representa una complicación frecuente

y en la mayoría de los casos decisiva y determinante en pacientes oncológicos o en

situación terminal.

La exploración física va a aportarnos datos que orienten nuestro diagnóstico y el estado

hemodinámico del paciente. Se determinará la frecuencia cardiaca, presión arterial y la

existencia de cambios ortostáticos. La exploración del abdomen va a detectar

hepatoesplenomegalia, ascitis, masas abdominales o la presencia de peritonismo. La

exploración cutánea puede revelar signos de vasoconstricción periférica (palidez y

diaforesis), la presencia de estigmas de hepatopatía o neurofibromatosis, pigmentación

de mucosas, etc.

Laboratorio

Se realizará una analítica general que incluya hemograma, coagulación, bioquímica

general, así como pruebas cruzadas para una futura transfusión. La hemoglobina y el

hematocrito orientan sobre la cuantía del sangrado, aunque puede que no reflejen la

pérdida real hasta pasadas 24-72 horas, al ponerse en marcha los mecanismos de

restauración. El volumen corpuscular medio será normal y, si se encuentra descendido,

sospecharemos pérdidas crónicas. La bioquímica general suele ser normal excepto en

pacientes con shock hipovolémico en los que puede existir una alteración de la función

renal e incluso fracaso multiorgánico. En la mayoría de los casos existe una elevación

de la urea, con una proporción urea/creatinina >100, a diferencia de la HD baja. Las

pruebas de coagulación van a descartar la presencia de coagulopatías asociadas.

Sonda nasogástrica

El lavado y aspiración nasogástrica se ha utilizado tradicionalmente en el diagnóstico y

manejo del paciente con HDA. La aspiración de sangre y coágulos de la cavidad

gástrica permitirá realizar la exploración endoscópica de una forma más segura y eficaz.

Además, la colocación de la sonda nasogástrica ayuda a localizar el origen del sangrado

en aquellos pacientes con melenas o hematoquecia sin hematemesis. La presencia de

sangre roja o posos de café confirma el origen alto del sangrado y, en determinados

17

Page 19: Gastro Proyecto (Autoguardado)

estudios, han mostrado un significado pronóstico, con una tasa de mortalidad del 9% si

se aspira posos de café frente al 18% si el aspirado es sangre roja3, o bien la presencia

de una lesión de alto riesgo de sangrado. Por otro lado, un aspirado claro reduce esta

probabilidad, pero no la excluye, de hecho el 15-20% de los pacientes con HDA

presenta un aspirado claro, debido a una colocación indebida de la sonda o la ausencia

de reflujo del sangrado duodenal por espasmo pilórico u obstrucción. El papel de la

sonda nasogástrica en la monitorización de los pacientes tras un tratamiento

endoscópico inicial no ha sido definida ni validada en estudios clínicos.

Panendoscopia oral

La endoscopia es la exploración diagnóstica de referencia y permite establecer un

diagnóstico, pronóstico del paciente y, en la mayoría de los casos, se convierte en una

exploración terapéutica de eficacia demostrada, reduciendo la estancia hospitalaria y

mejorando la supervivencia6. Existen diferentes métodos endoscópicos hemostáticos

(térmicos, inyección de sustancias, mecánicos y tópicos) con una eficacia demostrada

similar, alrededor del 80%, utilizándose habitualmente en función de las

disponibilidades y experiencia del endoscopista. Además, la endoscopia permite la toma

de biopsias de las úlceras gástricas para descartar malignidad, así como la

determinación de H. pylori mediante test rápido de ureasa o histología, si bien en el

contexto de una HDA disminuye de forma significativa su sensibilidad.

Se debe realizar una endoscopia digestiva alta en todo paciente con HDA a no ser que

existan contraindicaciones (Tabla N. 2). Debe realizarse de forma precoz, idealmente

en las prime- ras 12-24 horas, ya que se asocia a una mayor eficacia diagnóstica, nos

permite detectar aquellos pacientes con lesiones de bajo riesgo y que pueden ser dados

de alta precozmente, y en aquellos pacientes con lesiones de alto riesgo nos permite

aplicar una terapia hemostásica, lo que determina una reducción de la estancia

hospitalaria, menores requerimientos transfusionales, disminución de la incidencia de

resangrado y cirugía y un aumento de la supervivencia. Además, la endoscopia se

deberá realizar en un lugar acondicionado para ello, que permita la adecuada

monitorización del paciente y que disponga del material necesario para realizar la

terapia hemostática.

Idealmente, en los casos de sangrado activo o inestabilidad hemodinámica la

endoscopia se debe realizar inmediata- mente tras la estabilización y, si es posible,

18

Page 20: Gastro Proyecto (Autoguardado)

transfusión sanguínea del paciente, valorando previamente el ingreso en UCI del

paciente. Si el paciente presenta una hemorragia masiva y shock hemorrágico, debemos

valorar la indicación de cirugía urgente con una eventual endoscopia preoperatoria en

quirófano. Si se sospecha perforación u obstrucción intestinal deberá realizarse

radiografías de tórax o abdomen para descartar esta patología antes de empezar la

exploración endoscópica.

Es importante la correcta descripción y localización de las lesiones, así como la

presencia de signos de hemorragia activa, reciente o inactiva, (Tabla N. 3) utilizando la

clasificación de Forrest, ya que constituye el factor más importante de riesgo de

resangrado, influyendo en el pronóstico y determinando qué pacientes deben recibir

tratamiento endoscópico. Así, la presencia de sangrado activo (en chorro o en sábana) o

signos de sangrado reciente (vaso visible) presentan una elevada incidencia de

resangrado y, por tanto, una clara indicación de tratamiento endoscópico, situándose en

el extremo opuesto la presencia de una úlcera con base limpia, que no precisará

terapéutica endoscópica. Sin embargo, debido a la variabilidad inter observador de esta

clasificación, especialmente en la valoración endóscopica del vaso visible, se ha

postulado en los últimos años el examen mediante ecografía–Doppler10 para la

confirmación objetiva de vasos subyacentes, y seleccionar de forma más precisa los

pacientes subsidiarios de terapia endoscópica.

En ocasiones existe en la cavidad gástrica gran cantidad de sangre o coágulos que

impide la correcta visualización de la misma, especialmente fundus y curvatura mayor,

incluso a pesar de utilizar endoscopios terapéuticos con canales de aspiración de mayor

diámetro, resolviendo este problema mediante el lavado y aspiración tras colocar una

sonda nasogástrica o

Radiología baritada

Su sensibilidad en la detección de la fuente de hemorragia es significativamente menor

que la endoscopia, identificando la causa sólo en el 25-50% de los casos, sin capacidad

terapéutica y con el inconveniente de impedir la realización de la misma al menos las 6-

12 horas posteriores como consecuencia de la administración de bario. Por tanto,

únicamente queda reservada a aquellos pacientes que presenten contraindicaciones para

la realización de endoscopia.

19

Page 21: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Angiografía

La angiografía permite localizar la extravasación de sangre estableciendo el tratamiento

de la misma mediante embolización de material reabsorbible (Gelfoam) o no

reabsorbible (coils). Para que sea realmente eficaz necesita un sangrado activo, debido a

la corta duración (30 segundos) del contraste en la circulación, con un débito mayor de

0,5 ml por minuto, y un conocimiento adecuado de la anatomía vascular, precisando la

cateterización de la arteria celiaca y mesentérica superior, y en ocasiones de forma

selectiva la arteria gástrica izquierda, gastroduodenal, pancreáticoduodenal y esplénica.

En la mayoría de los pacientes con sangra- do gástrico, el origen de la hemorragia

depende en un 85% de la arteria gástrica izquierda. Por este motivo en casos con HDA

masiva y estudio arteriográfico normal se ha preconizado la embolización profiláctica

de la arteria gástrica izquierda, especialmente si se ha localizado mediante endoscopia

una lesión sangrante en dicho territorio o, en ausencia de la misma, si el paciente

presenta un riesgo significativo de fracaso multiorgánico en caso de recidivar la

hemorragia.

Su papel en la HDA queda reservado para aquellos casos con un sangrado masivo que

no permite la visualización de la mucosa por endoscopia, o bien en aquellos casos

refractarios al tratamiento médico y endoscópico con elevado riesgo quirúrgico.

Gammagrafía

La gammagrafía con sulfuro coloidal o hematíes marcados se utiliza sólo de forma

excepcional en la HDA.

EL MANEJO DE LA HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA

RECURSOS NECESARIOS

Para la implementación de un protocolo adecuado, normas de manejo, o

seguir los lineamientos más aceptados en el manejo de una hemorragia digestiva alta

son necesarios:

20

Page 22: Gastro Proyecto (Autoguardado)

1. Unidad de Terapia Intensiva (UTI)

2. CIRUJANO las 24Hs.

3. ANESTESISTA las 24Hs.

4. E.D.A. 24 Hs.

5. HEMOTERAPIA 24 Hs.

MANEJO DEL PACIENTE CON HDA

1. Clasificar al paciente según el riesgo de muerte.

2. Resucitación y manejo inicial.

3. Endoscopía Digestiva Alta (E.D.A)

4. Tratamiento médico.

5. Hemorragia incontrolable.

6. Resangrado.

7. Hemorragia por lesiones agudas de la mucosa gastroduodenal.

8. Cirugía.

9. Seguimiento.

1. Clasificar al pa ciente s egún el ries go de mu er te.

El siguiente esquema que otorga puntajes a las variables clínicas y

endoscópicas de los pacientes que ingresan con hemorragia digestiva alta nos permite

clasificar a los pacientes luego de su ingreso según su riesgo de resangrado y

principalmente de muerte, es decir se asemejaría a una clasificación pronóstica.

21

Page 23: Gastro Proyecto (Autoguardado)

0 – 3 RIESGO BAJO

4 – 7 RIESGO MODERADO

8 o más RIESGO ALTO

Ni éste, ni otros sistemas son aplicables de inicio, debido a que incluyen hallazgos

endoscópicos, por ende, la clasificación debe realizarse basados en el juicio y las

variables clínicas. (Tabla N.4)

2. Resucitación y manejo ini cial .

Ante el ingreso de un paciente que presenta una hemorragia digestiva alta, se

lo debe resucitar correctamente con la finalidad de normalizar o al menos estabilizar

hemodinámicamente a los pacientes que se encuentran anormales, o que no pierdan

su estabilidad o normalidad aquellos que ingresan compensados. Para esto se debe

realizar:

1- Hidratación parenteral.

2- Si existe compromiso hemodinámico: colocar 2 catéteres endovenosos de 14 F

expandir con 2000 cc de Solución Fisiológica o Ringer Lactato.

3- Si existen dudas de sangrado activo: colocar Sonda nasogástrica.

4- Solicitar: Hematocrito, Glóbulos blancos, Plaquetas, Hemoglobina, urea,

ionograma, TGO, TGP, FAL, Bilirrubina, TP, grupo sanguíneo y factor RH.

En base a lo anterior, debemos entonces, clasificar al paciente según el tipo

de sangrado que presente, el cual puede ser:

Leve o Moderado.

Severo.

22

Page 24: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Sangrado leve o moderado

Se define como un paciente con sangrado leve o moderado quien presenta las

siguientes características clínicas:

FC < 100 lat/min.

TAS > 100 mmHg.

< 60 años

Sin comorbilidades

Sin sangrado activo

Sangrado severo

Se define como un paciente con sangrado severo quien presenta las siguientes características clínicas:

FC > 100 lat/min.

TAS < 100 mmHg.

> 60 años

Presencia de comorbilidades

Presencia de sangrado activo

E.D.A. Al día siguiente.

- Monitoreo continuo (TAS y Fc)

- Colocar S.V.

- Medición de P.V.C.

- E.D.A. de URGENCIA si no responde a la resucitación inicial.

- Evaluar necesidad de transfusión de GR

23

Page 25: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Luego de la evaluación inicial del paciente, deberá decidirse si éste necesita de una

reanimación con fluidos expansores o requerirá de hemoderivados, para esto se

propone el siguiente esquema de reposición basados en parámetros clínicos y de

laboratorio y que es aceptado por la casi totalidad de la bibliografía. (Tabla N. 5)

3. Endoscopía Di gesti va Alt a.

Debe enfatizarse que la EDA debe realizarse luego de una correcta resucitación

del paciente. Su utilidad radica en:

1. Definir la causa del sangrado.

2. Definir el pronóstico.

3. Administrar terapia endoscópica.

Indicaciones de terapia endoscópica

1- Sangrado por várices esofágicas. (Banding o escleroterapia)

2- Pacientes con sangrado activo.

3- Úlceras con estigmas de sangrado. (Vaso visible o coágulo adherido) (5)

4- Mallory Weiss

5- Malformaciones vasculares: Teleangiectasias y ectasia vascular antral.

6- Lesión de Dieulafoy.

* En estas lesiones, generalmente el sangrado se detiene espontáneamente, pero

en situaciones ocasionales y excepcionales la terapia endoscópica es necesaria

para cohibir la hemorragia.

24

Page 26: Gastro Proyecto (Autoguardado)

La terapia endoscópica reduce la mortalidad, el resangrado, y la necesidad de

intervención quirúrgica. (Tabla N. 6)

Tipos de terapia endoscópica

Esclerosis con Adrenali na .

Dilución de 1:10.000

La hemostasia se logra en el 95 % de los pacientes.

La tasa de resangrado es del 15-20 %.

Coagulación Mult ipol ar .

Su uso es tan bueno como la inyección de adrenalina.

4. Tratamiento médico .

DROGAS S UPR ESOR AS DE LA SEC REC IÓN ÁC ID A

Su uso se basa en la observación de que la estabilidad del coágulo se reduce

en el medio ácido.

Un pH mayor a 6 es necesario para la agregación plaquetaria.

Un pH menor a 6 produce la lisis del coágulo.

No existe información que sostenga el uso de los antagonistas H2, ya que

estas drogas no mantienen el pH gástrico por encima de 6 en forma constante.

*

Varios estudios sugieren que el omeprazol reduce la tasa de resangrado,

transfusiones, mortalidad y estadía hospitalaria.

80 mg en bolo seguidos de una infusión de 8 mg/hora por 72Hs.

* En caso de no disponer de un IBP, se indicará Ranitidina E.V. 100 mg c/ 4 Hs. asociada a

suspensión antiácida de hidróxido de aluminio, hidróxido de magnesio y simeticona, teniendo en

cuenta la menor utilidad de éste esquema para disminuir la tasa de resangrado en comparación con

25

Page 27: Gastro Proyecto (Autoguardado)

el uso de IBP. Esto es una recomendación que se usa en algunas unidades de cuidados intensivos sin

respaldo bibliográfico que sustente su verdadera eficacia.

MANEJ O LUEGO DE LA E.D.A

Debe realizarse un monitoreo continuo de FC, TAS y volumen urinario para

identificar el resangrado.

Si persiste estabilidad hemodinámica por 4 – 6 hs, no se hizo escleroterapia

endoscópica, ni había estigmas de sangrado, luego de la EDA, debe

comenzarse con líquidos y una dieta liviana.

Si tolera la dieta, es correcto indicar el alta hospitalaria en forma temprana.

No existe información que sugiera el ayuno prolongado de los

pacientes arriba mencionados.

Si en la E.D.A. se identifica una lesión Forrest IA, IB o IIA se debe mantener

un ayuno de al menos 48 hs. Debido a la posibilidad de resangrado y la

eventual necesidad de otra endoscopía y/o cirugía.

NECES IDA D DE SEGU NDA E.D.A.

La recurrencia del sangrado luego de la hemostasia endoscópica inicial

es un factor importante, directamente relacionado con el pronóstico de la úlcera

péptica sangrante. Diversos estudios evalúan la efectividad de una segunda

endoscopía reglada en el manejo de la úlcera péptica sangrante o que resangra

luego de la terapéutica inicial.

Chiu y Cols publicaron en el 2003 un trabajo comparativo, randomizado, entre

el grupo de control, quienes luego de la endoscopía y hemostasia iniciales recibían

un seguimiento clínico y el grupo de estudio, que recibía una segunda endoscopía

reglada a las 16-24 hs. de la primera, con eventual reesclerosis; concluyendo que

el grupo de estudio tuvo menor tasa de resangrado y se realizaron menor cantidad

de cirugías.

26

Page 28: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Lo anteriormente expuesto también es reconocido por Calvet en Barcelona,

(10) quien plantea que la terapia endoscópica asociada a la terapéutica

farmacológica con inhibidores de la bomba de protones se asocia a un menor

riesgo de recurrencia y complicaciones, y menciona la utilidad de un “second-

look” endoscópico.

Esta terapéutica si bien desde el aval bibliográfico está sustentada y en

algunos reportes la citan como una conducta rutinaria; el resultado de una

encuesta realizada en Francia (20) arrojó que solo el 25% de los médicos

gastroenterólogos realizan una segunda endoscopía ante un episodio de

resangrado, siendo más proclives a ésta conducta aquellos profesionales que

desempeñaban su función en hospitales universitarios.

Existen reportes que indican que la reendoscopía de los pacientes en que se

realizó terapia endoscópica, en forma rutinaria reduce hasta un 75% la necesidad

de cirugía sin aumentar la mortalidad.

A modo de conclusión, un meta análisis de los estudios randomizados

disponibles hasta la fecha, publicado en el año 2003, concluye que la segunda

endoscopía en forma rutinaria, realizada en pacientes en que se realizó terapia

endoscópica, reduce el riesgo de resangrado y por ende la morbilidad, pero no

reduce la necesidad de realizar una cirugía ni la mortalidad.

En resumen, se debe realizar una segunda endoscopía cuando:

Exista evidencia clínica de resangrado.

En aquellos pacientes a los que se les realiza terapia endoscópica y ésta

no fue 100% satisfactoria.

Se recomienda realizar siempre la reendoscopía cuando se hace hemostasia

endoscópica, aunque esta conducta se encuentra aún en discusión y por el

momento podría dejarse a criterio del operador.

Page 29: Gastro Proyecto (Autoguardado)

5. Hemorra gi a incontrola ble .

La HDA activa que no puede ser detenida por el tratamiento endoscópico,

necesita una intervención quirúrgica urgente.

6. Resangrado.

Los pacientes que resangran luego de un período de estabilidad

hemodinámica deben someterse a una SEGUNDA E.D.A.

Si existe sangrado se debe reesclerosar, teniendo esta conducta al

menos tan buen pronóstico como la cirugía sin reendoscopía.

En el año 2005 se publicó un estudio cuyo objetivo fue identificar factores

predictores de resangrado luego de la segunda endoscopía, la cual la consideran

esencial en la reducción de la tasa de resangrado, concluyendo que los pacientes con

ASA grado III o IV, la úlceras mayores a un centímetro de diámetro, y la

presencia de signos endoscópicos de sangrado o sangrado reciente en la segunda

endoscopía, son factores predictores de un nuevo sangrado luego de la segunda

endoscopía.

7. Hemorra gi a por lesion es a gudas de l a mucosa gastroduodenal .

Las medidas generales y de reposición de la volemia, así como las indicaciones de

la cirugía, son similares a las del resto de las hemorragias digestivas de otra etiología.

Además, el manejo de estos pacientes incluye el tratamiento de las condiciones

predisponentes asociadas que han dado origen al desarrollo de las lesiones por estrés,

como drenar posibles focos de sepsis, corregir coagulopatías y mejorar la función

renal y respiratoria.

Cuando las lesiones agudas sangran y la hemorragia es de suficiente intensidad

como para requerir una intervención quirúrgica, las cifras de mortalidad superan el

30 %; en la mayoría de las series publicadas oscilan alrededor del 50 % y pueden

llegar al 70 % o más en los pacientes críticos. Contribuyen a esta alta mortalidad

numerosos factores relacionados con la gravedad de la condición general del

Page 30: Gastro Proyecto (Autoguardado)

paciente más que con la cirugía propiamente dicha o con el tipo de operación

realizada. Afortunadamente, en la gran mayoría de los casos la hemorragia cede en

forma espontánea, de modo que actualmente la necesidad de recurrir a la cirugía para

controlar el sangrado se ha reducido y oscila entre el 4 y el 25 %.

En 811 pacientes recopilados por Chamberlain solo debieron operarse 77 (9,5 %).

Las técnicas de hemostasia endoscópica son de poca utilidad debido al carácter

difuso de las lesiones y únicamente pueden tener aplicación en los casos de

erosiones aisladas.

El cateterismo selectivo con infusión de vasopresina o embolización arterial

también ha sido propuesto, con resultados inciertos.

En las hemorragias de carácter grave y persistente está indicada la intervención

quirúrgica. No existe acuerdo acerca de la operación a realizar y ningún estudio

prospectivo ha mostrado superioridad de alguna operación sobre otra. No hay un

procedimiento que pueda solucionar el problema en todos los casos; la elección

dependerá del tipo, la localización y la extensión de las lesiones, optándose por el que

se considere más adecuado para controlar la hemorragia. No obstante a pesar de la

gravedad del paciente, la conducta debe ser lo suficientemente agresiva porque la

persistencia de la hemorragia postoperatoria agrava el pronóstico en forma

considerable.

Las operaciones propuestas son:

a) Hemostasia directa de los puntos sangrantes combinada con vagotomía y

piloroplastia;

b) gastrectomía subtotal con vagotomía o sin ella y

c) gastrectomía total.

En términos generales, puede decirse que las operaciones conservadoras tienen un

alto índice recidiva de la hemorragia, que varía del 25 al 50 %, mientras que las

resectivas se acompañan de una elevada mortalidad.

En los pacientes críticos la hemorragia empeora aún más el pronóstico y las cifras

de mortalidad están en relación con el número de parénquimas afectados.

Page 31: Gastro Proyecto (Autoguardado)

La muerte por hemorragia digestiva es rara; sin embargo, ésta es un

elemento de mal pronóstico y puede ser una complicación preterminal en pacientes

seriamente comprometidos.

8. Cirugía.

Con la aparición y desarrollo de la endoscopía digestiva alta, tanto diagnóstica

así como herramienta terapéutica, la cirugía ha sido cada vez menos indicada,

desplazada y postergada por los nuevos métodos endoscópicos, los cuales

suplementados con los inhibidores de la bomba de protones han obtenido tan

buenos resultados como la cirugía.

Existe poca evidencia bibliográfica acerca de cuál es el procedimiento

quirúrgico de elección, el porcentaje de resangrado es menor al realizar una

gastrectomía que incluye la úlcera, ya sea con reconstrucción Bilroth I o II cuando

se lo compara con procedimientos más conservadores, sin embargo, el

procedimiento resectivo presenta una mayor morbimortalidad.

Históricamente la vagotomía debía acompañar a todos los procedimientos

quirúrgicos resectivos, pero con el advenimiento de los inhibidores de la bomba de

protones, este gesto quirúrgico ya no es necesario.

En el caso de una úlcera duodenal con sangrado activo, la ligadura específica de

la arteria gastroduodenal y de la gastroepiploica derecha reduce la tasa de

resangrado a un nivel similar que cuando se realiza una gastrectomía. (Nivel de

evidencia B)

Las úlceras gástricas probablemente sean mejor tratadas por una gastrectomía

parcial, dependiendo su tamaño y localización. No existen evidencias clínicas y

bibliográficas que recomienden algún procedimiento en particular y la decisión

debe ser tomada valorando cada caso en particular y la experiencia del cirujano.

(Nivel de evidencia C)

Si existen dudas o sospecha de enfermedad maligna, la gastrectomía parcial es

el procedimiento de elección.

Si el paciente tiene edad avanzada, presenta comorbilidades o un estado general

deteriorado, se debe realizar el mínimo procedimiento necesario para detener el

sangrado siendo lo más conservador posible. (Resección local de la úlcera,

hemostasia, etc.)

Page 32: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Con la finalidad de dilucidar el tipo de procedimiento quirúrgico a realizar ante

una eventual cirugía para detener una hemorragia digestiva alta, en un hospital de

la República Checa evaluaron las cirugías realizadas, las técnicas empleadas y

las complicaciones presentadas en pacientes que requirieron resolución quirúrgica

por su cuadro de hemorragia digestiva, la cual no se detuvo ante un tratamiento

endoscópico adecuado, considerando como tratamiento endoscópico adecuado, la

esclerosis ante el cuadro inicial y una segunda endoscopía y reesclerosis ante un

resangrado; la indicación del tratamiento quirúrgico fue la falla en la terapia

endoscópica, es decir, que no se detuvo el sangrado, tanto el primera como en la

segunda endoscopía.

En un estudio retrospectivo publicado en el año 2000 que evalúa la evolución

del tratamiento de la hemorragia digestiva en un período de 30 años, concluye que

en el primer período (15años) al 50% de los pacientes se le realizó tratamiento

médico y a la otra mitad tratamiento quirúrgico; mientras que en el segundo

período (también de 15 años) se le realizó tratamiento médico al 71% de los

pacientes con la consecuente disminución en la realización de cirugías para el

tratamiento de los cuadros de hemorragia digestiva. Los procedimientos

quirúrgicos que utilizaron fueron: Gastrectomías distales (52%) vagotomías con

resección de la úlcera y drenaje, (46%) y sutura hemostática. (2%) Al comparar la

mortalidad de los dos períodos encontraron que ésta disminuyó del 3,5 % en la

primera etapa, a un 2% en la segunda, a pesar de que en esta fase se realizó

tratamiento médico en un número mayor de pacientes.

9. S eguim iento

El seguimiento en las unidades que funcionan adheridas a normas o protocolos

de manejo, es realizado habitualmente por el especialista en Gastroenterología, o por

médicos pertenecientes al departamento o servicio de Gastroenterología.

Úlcera Gástrica

Deben recibir terapia para erradicar el Helicobacter pylori. El tratamiento

recomendado es la triple combinación de un inhibidor de la bomba de

protones, metronidazol y una tetraciclina.

Page 33: Gastro Proyecto (Autoguardado)

La tasa de resangrado es muy baja.

Si la causa fue la ingesta de AINES, éstos deben CONTRAINDICARSE.

Si no pueden suspenderse, debe usarse IBUPROFENO asociado a IBP.

A estos pacientes se les debe realizar una E.D.A. 6 meses luego del alta,

y hasta ese momento deben realizar terapia con IBP.

Úlcera Duodenal

La confirmación endoscópica de la cicatrización no es necesaria, excepto

en el caso en que la causa haya sido la ingesta de AINES.

A modo de reflexión final, es importante expresar que a pesar de que esta

entidad fue descripta, como aparece en la introducción, hace aproximadamente 5000

años, de los avances y cambios producidos tanto en el diagnóstico como en el

tratamiento, con la consiguiente mayor sobrevida y mejora en el pronóstico de éstos

pacientes, la hemorragia digestiva alta sigue siendo un capítulo de la medicina de

urgencia, la cirugía y la práctica clínica, donde quedan muchos aspectos por aclarar,

sobre todo en lo respectivo a su tratamiento.

Como la actual tendencia de la medicina y la práctica médica contemporánea, esta

entidad, no escapa a estos lineamientos y por ende cada vez más se transforma en

patología de manejo multidisciplinario, donde clínico, gastroenterólogo, cirujano e

intensivista deben trabajar en forma conjunta para brindar una atención acorde y

con los resultados que hoy en día se obtienen cuando se trabaja en forma

interdisciplinaria y siguiendo un protocolo de trabajo.

Con el correr del tiempo, el avance en el tratamiento farmacológico y el

desarrollo de la endoscopía, la cirugía ha ido relegando protagonismo, desplazada por

los buenos resultados de la medicina mini invasiva, siendo actualmente la cirugía el

tratamiento de segunda línea, solo si fracasa el tratamiento endoscópico y en más de

una oportunidad.

Es indiscutible, que ante toda hemorragia digestiva alta, la realización de la

endoscopía y si es necesario, la realización de tratamiento endoscópico con esclerosis,

es el “gold standard.”

Page 34: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Lo que se encuentra aún en discusión para algunos autores y ya es un hecho sin

cuestionamiento para otros, es la realización de una segunda endoscopía, la cual

puede ser “reglada” si se hizo algún procedimiento terapéutico en la endoscopía

inicial, o de necesidad en el caso de evidencias de resangrado.

Prácticamente no existen dudas que ante evidencias de resangrado la reendoscopía

debe realizarse, teniendo esta conducta al menos tan buenos resultados y tasa de

complicaciones como la cirugía.

Un poco menos claro es el papel de la reendoscopía reglada en el caso de que se

haya realizado esclerosis en el primer procedimiento endoscópico, existiendo

actualmente una tendencia en la bibliografía a que debe realizarse siempre.

Todos los trabajos al respecto concluyen que esta conducta reduce la tasa de

resangrado, y algunos agregan que disminuye la morbilidad, pero ninguna estrategia

terapéutica hasta el momento ha logrado reducir la mortalidad.

En cuanto al rol de la cirugía, ésta tiene indicaciones precisas en la mayoría de los

casos, e indicaciones sujetas al criterio del médico de cabecera en situaciones

especiales relacionadas con el estado general, las comorbilidades del paciente, el

tiempo de evolución de la hemorragia y el contexto clínico y de infraestructura donde

se atiende el paciente.

En grandes centros hospitalarios, de alta complejidad, con recursos de

hemoterapia, cuidados intensivos, gastroenterólogo endoscopista, con posibilidades

de realizar endoscopías diagnósticas y terapéuticas, cirujano, quirófano disponible y

anestesista las 24 Hs. Pueden intentarse tratamientos conservadores durante más

tiempo.

Distinto es el caso de instituciones de menores recursos o menor complejidad, y

que no disponen de la infraestructura anteriormente descripta, o que no tienen

posibilidades de realizar el traslado de los pacientes a centros de mayor complejidad,

donde el rol y la importancia de la cirugía siguen siendo de vital importancia y es una

estrategia totalmente válida para la resolución de los casos de hemorragia digestiva

alta grave.

La técnica quirúrgica a emplear sigue siendo una materia pendiente y un punto

no resuelto que no se pudo dilucidar a lo largo del tiempo. Como se expone en el

Page 35: Gastro Proyecto (Autoguardado)

texto páginas arriba, se han practicado distintas técnicas y procedimientos, desde

grandes cirugías resectivas, hasta procedimientos hemostáticos menores, la

diferencia radica básicamente en la morbimortalidad que implica cada

procedimiento por sí mismo, principalmente la morbilidad y el resangrado, ya que la

mortalidad hasta hoy no ha sido relacionada claramente con ninguna conducta,

probablemente por la multifactorial dad de ésta. (Edad del paciente, comorbilidades,

tipo de reanimación, tiempo en la cual se inició la reanimación, terapia instaurada,

infraestructura, etc.) Lo único que se ha relacionado claramente a una disminución de

la mortalidad es la adhesión a protocolos y normas de trabajo y tratamiento.

En cuanto a la técnica quirúrgica empleada en forma estricta, se vio que las

resecciones mayores, gastrectomías, fueron superiores en la disminución de la tasa de

resangrado, cuando se los comparó con procedimientos menos agresivos, hemostasia

o resección de la úlcera y vagotomía, pero ambos tenían la misma tasa de necesidad

de reintervención quirúrgica; las cirugías resectivas porque presentaron mayor tasa de

complicaciones, y los procedimientos menores porque presentaron mayor incidencia

de resangrado.

Por lo anteriormente expuesto, no existen evidencias bibliográficas que

expongan con claridad cuál es el mejor procedimiento quirúrgico a emplear en cada

caso, quedando la mayoría de las veces a criterio del cirujano, pero a modo de guía

podría aceptarse y/o recomendarse que si el paciente se encuentra en buen estado

general, y no presenta comorbilidades de importancia se debe intentar realizar la

resección gástrica, mientras que si el paciente es longevo, presenta un deterioro

importante en su estado general o tiene comorbilidades de relevancia, entonces

estarían indicados procedimientos hemostáticos menores.

Page 36: Gastro Proyecto (Autoguardado)

PROTOCOLO HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA 2013

EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO:

1º Confirmar el sangrado digestivo: descartar falsa hemorragia: fármaco (ampicilina,

rifampicina, hierro, carbón activado), alimentos (remolacha, espinacas, tinta de

cefalópodos, morcil a, regaliz, chocolate negro, colorantes), sangre deglutida o sangrado

extra-digestivo (ORL).

2º Localización del sangrado: en la mayoría de los casos la hematemesis o melenas

indican un sangrado digestivo por encima del ángulo de Treitz, aunque en el caso de un

tránsito digestivo lento, las melenas podrían reflejar una hemorragia digestiva baja.

Otros signos de sangrando digestivo alto son los siguientes: aspirado gástrico

hemorrágico, aumento de ruidos intestinales, y elevación del nitrógeno ureico (Tabla

N.7)

3º Diagnóstico específico:

3.1 Anamnesis:

Antecedentes familiares, edad, enfermedades subyacentes, ingesta de

medicamentos, episodios previos, síntomas asociados, características de la

sangre y de las heces.

3.2 Exploración física:

Encaminada a evaluar la gravedad de la hemorragia en función de la

repercusión hemodinámica y hematológica en el paciente, para él o podemos

hacer uso de la clasificación establecida por el subcomité para la supervivencia

del paciente traumático del American Col ege of Surgeons (Tabla N.8)

3.3 Pruebas complementarias:

- Laboratorio:

- Hemograma

- Estudio de coagulación

- Bioquímica: Glucosa, Urea, Creatinina, iones, transaminasas, ácido láctico.

- Gasometría.

Page 37: Gastro Proyecto (Autoguardado)

- Radiología:

- Rx simple de abdomen: descartar signos de perforación, cuerpos extraños,

obstrucción.

Los estudios con contraste no están indicados en el episodio agudo.

- Ecografía abdominal: útil en casos de enfermedad hepática, hipertensión

portal o grandes malformaciones vasculares.

- Endoscopia:

La esofagogastroduodenoscopia tiene una sensibilidad del 70-90% y está

indicada en el caso de:

- Hemorragia digestiva que no cede con tratamiento médico.

- Sospecha de varices esofágicas o de lesiones potencialmente quirúrgicas

(pólipos, malformaciones arteria-venosas).

- Hemorragias intensas.

Lo ideal es realizarla en las primeras 24 horas tras el sangrado.

La perforación gástrica es la única contraindicación absoluta, contraindicaciones

relativas son: trastornos de coagulación, inestabilidad hemodinámica, alteración

de la conciencia y compromiso respiratorio.

-Métodos isotópicos:

Indicados solamente en sangrados subagudos o intermitentes y sobre todo en

casos de hemorragia digestiva baja. Su utilidad en la hematemesis se limita al

diagnóstico de las duplicaciones gástricas.

-Arteriografía:

Indicada en el caso de sangrado copioso sin localización endoscópica.

Page 38: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Profilaxis:

La utilización de fármacos para la profilaxis de HDA en pacientes pediátricos graves

ingresados en UCIP es un tema controvertido, muchos estudios concluyen que su

utilización se limitaría a aquellos pacientes con al menos dos de los siguientes

factores de riesgo:

- Ventilación mecánica

- Coagulopatía

- Shock o insuficiencia cardiaca.

- Sepsis

- Fallo hepático

- Fallo renal

- Corticoides

- Alteración neurológica aguda

- Quemaduras

- Acidosis metabólica

- Cirugía mayor y trasplante de órganos

La nutrición enteral precoz sí ha demostrado su efectividad en la prevención de

hemorragia digestiva, sobre todo en grandes quemados.

Manejo:

La etiología de la hemorragia digestiva, la intensidad y localización del sangrado y la

disponibilidad de medios, hacen que no se pueda establecer una pauta uniforme para el

tratamiento de un episodio de hemorragia aguda. Sin embargo en todas las situaciones

será prioritaria la evaluación inmediata de la situación hemodinámica del paciente

prestando especial atención a la presencia de signos de shock o anemia. La taquicardia

es el indicador más sensible de hemorragia aguda y grave ya que la hipotensión en el

Page 39: Gastro Proyecto (Autoguardado)

niño pequeño es de aparición más tardía. La hipotensión y el relleno capilar lento son

signos de hipovolemia y shock.

A efectos prácticos, podemos hacer una división entre hemorragia varicosa y no

varicosa, y en función de la intensidad del sangrado. Nos detendremos más en el caso

del sangrado severo que compromete hemodinámicamente al niño, teniendo en cuenta

que las varices esofágicas son la causa de la mayoría de los casos de hemorragia masiva

y que los fármacos vasopresores son útiles únicamente en esta entidad.

Hemorragia no varicosa.

Leve: Sin repercusión hemodinámica ni anemización. La actitud del pediatra consiste

en colocar una sonda nasogástrica, comprobar que no existe sangrado activo, probar

tolerancia oral unas horas y, administrar un citoprotector como el sucralfato.

Moderada: Sangrado activo que provoca anemización y signos de leve-moderada

afectación hemodinámica.

1.- Se debe canalizar una vía venosa y proceder a la administración de

volumen hasta la estabilización hemodinámica. En función del hematocrito

podrá ser necesaria la administración de concentrado de hematíes.

2.- Realizar extracción para analítica: hemograma, hemostasia, iones,

BUN/creatinina, bioquímica y pruebas cruzadas.

3.- Administrar ranitidina por vía intravenosa u omeprazol. Existen

evidencias que indican que el ácido gástrico y la pepsina alteran la normal

formación del coágulo en la lesión sangrante, al aumentar el pH aun valor

superior a 6 de forma mantenida, se optimizan los mecanismos

hemostáticos sobre la lesión.

4.-Una vez estabilizado hemodinámicamente, debe procederse a realizar

endoscopia alta que dará información sobre el origen del sangrado y sobre

la posibilidad de recidiva. Si aún existe hemorragia activa (Forrest Ia e Ib)

(Tabla N. 9) se utilizarán métodos para hemostasia in situ.

Severa: En aquel os casos en los que tras la valoración inicial se constata inestabilidad

hemodinámica (un aumento de 20 lat/min o una disminución de la TA de 20 mmHg

Page 40: Gastro Proyecto (Autoguardado)

representan una pérdida de entre el 10-20% de la volemia) o shock, será preciso el

tratamiento inicial en una Unidad de Cuidados Intensivos.

Manejo en UCIP:

1º Proteger la vía aérea y valorar la necesidad de intubación si existe hemorragia

masiva, hipoxia, taquipnea intensa o alteración del estado mental.

2º Administración de oxígeno para contrarrestar la pérdida de capacidad de transporte

de oxígeno por la pérdida de eritrocitos.

3º Canalización de dos accesos venosos periféricos o uno central. Reposición de

volumen con líquidos y concentrado de hematíes hasta conseguir la estabilización

hemodinámica.

4º Corregir la alteración de la coagulación mediante la administración de plaquetas y

plasma fresco congelado. La administración de factores específicos de la coagulación

(factor rVIIa) en la actualidad no está aprobada para esta indicación.

5º Colocar una sonda naso-gástrica puesto que previene la dilatación gástrica en las

hemorragias masivas y contribuye a la preparación para la endoscopia. El lavado

gástrico con soluciones frías carece de utilidad y está formalmente contraindicado ya

que produce alargamiento del tiempo de protrombina, hipotermia y una disminución de

la oxigenación de la mucosa; de igual manera está contraindicada toda aspiración

vigorosa que pudiera provocar lesiones de la mucosa o agravar una lesión preexistente.

6º Una vez estabilizado al paciente, proceder como en la hemorragia moderada.

Hemorragia de origen varicoso:

Poco frecuentes en niños pero pueden comprometer la vida del paciente puesto que se

presentan como hemorragia masiva. Tras la estabilización hemodinámica, y antes de

actuaciones diagnósticas se puede iniciar el tratamiento con octeótrido, análogo de la

somatostatina que disminuye la presión por disminución del flujo asplácnico. El

octeótrido presenta mínimos efectos secundarios (hiperglucemia) y ha sustituido a la

vasopresina, que tiene el inconveniente de presentar importantes efectos secundarios

Page 41: Gastro Proyecto (Autoguardado)

(retención hídrica, hiponatremia, hipertensión, arritmias e isquemia miocárdica). No

existen estudios en la población infantil, pero la terlipresina (análogo de la vasopresina),

para muchos autores, es la droga de elección en las varices sangrantes en adultos. En

general, las hemorragias por úlcera gastrointestinal o malformaciones vasculares no

responden al tratamiento con vasoconstrictores.

En situaciones de difícil control se puede utilizar la sonda de Sengstaken-Blakemore.

Las intervenciones quirúrgicas de emergencia (transacción esofágica, derivación

portosistémica, derivación transyugulo-intrahepático-portal) quedan reservadas para

casos en que fracasan las medidas anteriores. v

Page 42: Gastro Proyecto (Autoguardado)

HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTAS EN NIÑOS

ASPECTOS GENERALES DE LA HEMORRAGIA DIGESTIVA

Incidencia

En adultos la hemorragia digestiva alta presenta una incidencia de 100:100.000

personas/año y la baja de alrededor de 20:100.000 personas/año, con una disminución

llamativa en la franja de edad de 16-30 años (23/1.000.000 personas/año para el total de

hemorragias digestivas). En los niños no disponemos de datos de incidencia, aunque

obviamente esta debe ser mucho menor. La proporción de casos de hemorragia

digestiva alta en la infancia es inferior a la de hemorragia digestiva baja. Algunas series

de EEUU indican que el sangrado rectal supone el 0,3% de las urgencias pediátricas

asistidas en un hospital terciario durante un periodo de 10 meses. En las unidades de

cuidados intensivos pediátricos, y debido a la idiosincrasia de los pacientes ingresados

en ellas, el riesgo de hemorragia por lesión aguda de la mucosa gastrointestinal es más

elevado, entre el 6 y 20% de los mismos.

Etiología

Son múltiples las causas inflamatorias, por erosión acidopéptica, malformativas,

tumorales o vasculares que puede originar una hemorragia digestiva en el niño. Su

etiología es habitualmente benigna y varía en función de la edad, dato fundamental a

tener en cuenta para la orientación diagnóstica en este proceso. (Tabla N. 10). Desde un

punto de vista general, se puede afirmar que en aproximadamente un 10% de los casos

la hemorragia será secundaria a una enfermedad sistémica (trastornos hematológicos,

septicemias, enfermos graves en UCIP, etc.). En el resto, habitualmente se comprueba la

existencia de lesiones locales en el tubo digestivo, siendo más frecuentes las lesiones a

nivel distal (10%-20% hemorragia digestiva alta, 30%-40% en intestino delgado, 50%

en región colorrectal).

Valoración general del niño con hemorragia digestiva

Page 43: Gastro Proyecto (Autoguardado)

La evaluación de un niño con sospecha de sangrado digestivo requiere una

aproximación sistemática mediante una anamnesis y exploración clínica reglada que

delimite:

1) Si se trata de un sangrado digestivo verdadero o por el contrario de una falsa

hemorragia o de un sangrado extradigestivo,

2) El grado de repercusión hemodinámica secundario a la pérdida hemática,

3) El origen y la causa más probable del san-grado digestivo. El uso juicioso de

técnicas complementarias, cuya indicación vendrá guiada por los datos de la anamnesis

y exploración clínica, ayudará a delimitar en muchos casos la etiología de la hemorragia

digestiva y el abordaje terapéutico más adecuado.

Falsas hemorragias

Entre las causas de falsa hemorragia se encuentran algunos alimentos como

espinacas, remolacha, tinta de cefalópodos, morcilla, dulces como regaliz o chocolate

negro, diversos aditivos y colorantes alimentarios, refrescos y fármacos como el

bismuto, rifampicina, ampicilina, carbón activado, hierro etc. Todos ellos pueden

conferir una coloración rojiza u oscura a las heces o al vómito que pueden plantear

dudas con una hemorragia digestiva verdadera. La colonización de las heces por serratia

marcercens puede originar una coloración rosada del pañal que puede inducir a

confusión con sangre. En caso de duda es de utilidad determinar a través de pruebas de

laboratorio la presencia de sangre verdadera en el contenido del vómito o las heces.

Mención especial merece la presencia de sangre en el vómito o heces del recién nacido

como consecuencia de la deglución de sangre materna a su paso por el canal del parto o

a través de una fisura del pezón en el neonato amamanta-do. La prueba de Apt-Downey

se basa en la propiedad de la hemoglobina fetal, mayoritaria en el recién nacido, de

resistir, al contrario de lo que ocurre con la hemoglobina adulta, a la desnaturalización

alcalina. Esta prueba nos permitirá diferenciar la sangre fetal de la sangre materna con

facilidad y a la cabecera del paciente. El procedimiento consiste en enjuagar la sábana o

pañal manchado de sangre o una deposición muy sanguinolenta con agua abundante

para obtener una solución de hemoglobina con sobrenadante rosado bien diferenciado.

Esta solución se centrifuga y se decanta el sobrenadante. A 5 partes del sobrenadante se

le añade una parte de hidróxido sódico 0,25 N. En 1-2 minutos cambia el color; si el

Page 44: Gastro Proyecto (Autoguardado)

color nuevo es amarillo parduzco (hemoglobina desnaturalizada por el álcali) la sangre

es de origen materno y por el contrario si la coloración permanece rosada la sangre

procede del niño. Esta prueba no debe realizarse con sangre desnaturalizada (melena o

sangre en poso de café) ya que la oxihemoglobina ha sido con-vertida a hematina y

puede ser falsamente interpreta-da como hemoglobina adulta.

Sangrado de origen extradigestivo

Es una causa frecuente de falsas hemorragias digestivas, como ocurre en caso de

sangre deglutida cuyo origen puede estar en la boca (aftas, amigdalitis, gingivitis,

traumatismo dental o mucoso) o en la mucosa nasal (epistaxis). Se pueden manifestar

como falsas hematemesis cuando la sangre deglutida es vomitada o como melena

cuando es expulsada por vía rectal. La exploración clínica cuidadosa buscando puntos

sangrantes a nivel nasofaríngeo o de la mucosa oral generalmente aclarará el origen del

sangrado. Una hematuria o la menstruación pueden dar lugar a confusión con

hematoquecia.

Hemorragia digestiva alta

La hemorragia digestiva alta se origina como con-secuencia del sangrado a nivel

esofagogastroduodenal. Entre las causas principales de HDA se encuentran las

erosiones y/o úlceras de la mucosa y el san-grado secundario a varices esofagogástricas.

Con menor frecuencia la etiología radica en un trastorno generalizado de la coagulación,

en tumores o en mal-formaciones vasculares gastroduodenales. La HDA es menos

frecuente que la HDB y suele presentarse de forma más aguda y con mayor compromiso

hemodinámico, dado que las pérdidas suelen ser superiores. La manifestación clínica

habitual es la hematemesis o la melena, aunque ocasionalmente un sangrado copioso

asociado a un tránsito intestinal acelera-do puede dar como manifestación la emisión de

sangre roja por vía rectal y otras veces, la presentación es en forma de hemorragia

oculta. La historia clínica cuidadosa, el examen físico completo y un limitado número

de pruebas complementarias orientan acerca de la causa y su gravedad. El examen

endoscópico y, en menor medida, las técnicas radiológicas e isotópicas completan la

evaluación diagnóstica, y, en algunos casos, la terapéutica.

1. Evaluación y diagnóstico 1.1. Anamnesis

Page 45: Gastro Proyecto (Autoguardado)

La anamnesis se centrará en aquellos datos que nos orienten hacia la existencia de

antecedentes familiares de enfermedades hereditarias que cursen con sangrado digestivo

o en antecedentes personales que delimiten la posible etiología del sangrado actual. En

la Tabla II se indica los aspectos más importantes a tener en cuenta en la recogida de la

información.

Exploración clínica

Se debe practicar una exploración completa del paciente, en la que se incluirá la

búsqueda de signos de inestabilidad hemodinámica consecuencia del san-grado

digestivo o de datos sugestivos de enfermedad de base que justifique dicho sangrado

Valoración hemodinámica

La estimación del volumen de las pérdidas valorado por los datos aportados por la

familia tiende a sobreestimar la gravedad de la hemorragia. Un buen indicador de la

cuantía de la misma es la frecuencia y la calidad del pulso. El incremento ortostático de

la frecuencia cardiaca es señal de hipovolemia y persistencia de la hemorragia. La

hipotensión en el niño pequeño es de aparición tardía y suele indicar pérdida importante

de volumen y mal pronóstico. La toma de presión en decúbito y en sedestación con

hipotensión ortostática es un dato más útil y precoz. Una situación de pérdida de

volumen importante se manifestará por depresión del sensorio (agitación, confusión),

palidez, signos de hipoperfusión periférica con extremidades frías y relleno capilar

lento. En la Tabla III se indica una clasificación de la gravedad de la hemorragia en

función de la repercusión hemodinámica valorada por signos clínicos habituales.

Evaluación de signos sugestivos de la etiología del sangrado

– Aspecto general: Coloración de la piel, si es ictérica o se acompaña de lesiones

cutáneas (petequias, telangiectasias, púrpuras, pigmentaciones, eritema nodoso),

– Exploración nasofaríngea, buscando signos de sangrado procedentes de la nariz

(rinitis, traumatismos) o de las amígdalas (hipertrofia, congestión amigdalar).

– Palpación y percusión abdominal tratando de buscar organomegalias, masas,

distensión o dolor a la palpación.

– Exploración perianal y ano-rectal, realizando no solo inspección, sino también tacto

Page 46: Gastro Proyecto (Autoguardado)

rectal cuidadoso, que nos ayudará a poner en evidencia sangre en recto que no

hubiera sido expulsada.

– El examen de las heces nos puede ayudar a aclarar el origen o la zona de sangrado, de

forma que ante un sangrado agudo, las características de las heces serían por lo

general en forma de melena o hematoquecia. Si se evidencia sangre oculta en las

heces se pensará en esofagitis o enfermedad inflamatoria intestinal. (Tabla N. 11). Si

la presencia de sangre es masiva irá a favor de un ulcus gastroduodenal o de varices

esofágicas.

Pruebas complementarias

A) Pruebas de laboratorio

La hematemesis franca raramente requiere confirmación de la realidad del sangrado.

En caso de duda debe confirmarse que se trata de un verdadero sangrado mediante

pruebas específicas como la ortoluidina, el guayaco o la aglutinación de látex marcado

con anticuerpos antihemoglobina A humana. Las pruebas de laboratorio útiles para la

evaluación de una HDA se exponen en la (Tabla N. 12). El hematocrito es valorable

tras un periodo de unas 24 horas después del sangrado inicial, cuando se ha restaurado

la volemia. Valores iniciales bajos pueden indicar sangrado previo. Se observa

trombocitopenia en sangrados graves asociados a consumo de plaquetas o por

hiperesplenismo secundario a hipertensión portal. Las enfermedades inflamatorias

agudas producen a menudo trombocitosis. Un volumen corpuscular medio bajo indica

hemorragia crónica o déficit de hierro. Las pruebas de coagulación alteradas sugieren

hemofilia, CID, déficit de vitamina K o enfermedad hepática. La alteración de la

bioquímica hepática indica disfunción hepatocelular o enfermedad de la vía biliar. La

elevación del BUN sanguíneo con niveles normales de creatinina (aumento del cociente

BUN/creatinina > 30) se produce por la depleción de la volemia y absorción de

proteínas, indicando acumulación de sangre en intestino delgado. Un valor

BUN/creatinina < 30 en el contexto de un sangrado por vía rectal (melena o

hematoquecia) es más sugestivo de hemorragia digestiva baja.

B) Aspirado gástrico

Page 47: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Es útil para confirmar el sangrado, definir la actividad y gravedad del mismo,

prevenir la dilatación gástrica y evacuar la sangre y coágulos existentes, además de

preparación para el examen endoscópico. La existencia de varices esofágicas no

constituye una contraindicación para el sondaje nasogástrico. El retorno de un aspirado

claro o bilioso descarta la existencia de un sangrado activo en esófago o estómago pero

no descarta un sangrado transpilórico ya que entre un 15-20% del sangrado originado

más allá del píloro no llega a estómago. Debe evitarse el aspirado vigoro-so porque

puede producir pequeñas erosiones en la mucosa gástrica. El mantenimiento de una

sonda naso-gástrica abierta sin aspiración permite monitorizar la actividad e intensidad

del sangrado y prevenir la dilatación gástrica por la hemorragia. El lavado gástrico con

suero salino frío carece de utilidad y está formalmente contraindicado por el riesgo de

hipotermia, alteración de la hemostasia local y disminución de la oxigenación de la

mucosa. Si fuese necesario realizar lavados para fines diagnósticos (preparación previa

para endoscopia) se utilizará suero salino a temperatura ambiente.

C) Endoscopia digestiva alta

La forma más directa y con mayor rendimiento para localizar el punto de sangrado es

la endoscopia. Se denomina endoscopia alta o esofagogastroduodenoscopia, ya que

permite visualizar, con un equipo adecuado y en manos de un endoscopista con

experiencia, hasta casi el inicio de las asas yeyunales. Está indicada en niños con

sangrado persistente o recurren-te, cuando se sospecha la existencia de varices

esofágicas y en hemorragia intensas, en la que el diagnóstico y la intervención

terapéuticas precoces son esenciales. Lo ideal es realizarla en las primeras 12-24 horas

del inicio del sangrado. El diagnóstico de certeza del origen de sangrado suele

establecerse en el 90-95% de los casos. La exploración endoscópica nos puede

proporcionar los siguientes hallazgos exploratorios:

– Signos directos:

- Lesión que sangra activamente: Bien a chorro e intermitente como

ocurre en la arteria sangrante o bien rezumante, como en el caso de las

lesiones venosas.

Page 48: Gastro Proyecto (Autoguardado)

- Visualización de signos de hemostasia reciente : Coágulo sobre la lesión,

indicativo de hemorragia reciente.

– Signos indirectos: Lesión que no es visualizada, pero existen datos para señalar la

localización del punto sangrante: reflujo de sangre por el píloro o gran coágulo que

ocupa el bulbo, indicando que le lesión asienta en el duodeno.

- Diagnóstico por exclusión: Se establece tal diagnóstico cuando después

de explorar el tramo gastroduodenal no se encuentra lesión sangrante.

Indica que la lesión se encuentra más allá de la zona estudiada.

- Diagnóstico no establecido: En aquellos casos en los que por exceso de

sangre o por fallos del instrumental no se estableció el origen del

sangrado.

- Diagnóstico falso: Por errónea interpretación de la lesión sangrante,

atribuyendo la hemorragia a una lesión que no es la responsable de la

mis-ma.

La endoscopia no solo permita localizar el punto de sangrado, sino que también

posibilita, con arreglo a los criterios de Forrest, (Tabla N.13) establecer un pronóstico

de recidiva.

D) Otras exploraciones

Radiología

- Radiografía simple de abdomen: tiene un papel limitado en el estudio de

la hemorragia digestiva, aunque puede ser útil en caso de ingesta de

cuerpo extraño o sospecha de perforación u obstrucción intestinal.

- Transito digestivo superior: no está indicado en las hemorragias agudas

Page 49: Gastro Proyecto (Autoguardado)

porque tiene baja sensibilidad y dificulta la realización e interpretación

de las pruebas diagnósticas. Su uso se limita al estudio de sangrado

crónico. Puede ser de utilidad en el diagnóstico de la enfermedad

inflamatoria intestinal y de los tumores.

- Ecografía: tiene un papel muy limitado en la evaluación inicial del

paciente sangrante. La ecografía Doppler es de utilidad cuando existe

enfermedad hepática, hipertensión portal o grandes malformaciones

vasculares.

- TAC y RMN: están reservadas habitualmente para los casos de sospecha

de malformaciones vasculares y masas tumorales o inflamatorias.

Métodos isotópicos

Son técnicas no invasivas especialmente útiles en sangrados subagudos o

intermitentes.

- Escintigrafía con pertecnetato de Tecnecio 99 que detecta mucosa

gástrica ectópica. Es útil en el estudio de hemorragia digestiva baja por

divertículo de Meckel. Su utilidad en caso de hemorragia digestiva alta

se limita a las duplicaciones gástricas.

- Escintigrafía con eritrocitos marcados con Tecnecio 99: Permite

localizar sangrados intermitentes siempre que el volumen sea superior a

0.1ml/minuto y sirve de orientación para la endoscopia y la angiografía

Arteriografía

Puede ser de utilidad en caso de sangrado copioso sin localización endoscópica

precisa, identifica el punto sangrante cuando el volumen de pérdida es superior a 0,5

ml/minuto. Es particularmente útil en la evaluación de las malformaciones vasculares,

hipertensión portal con varices sangrantes y hemorragia de la vía biliar (hemobilia).

Laparoscopia y laparotomía exploradora

Raramente están indicadas en una hemorragia digestiva alta. Su única indicación

sería en los casos de sangrado masivo y en los casos de perforación en donde estaría

Page 50: Gastro Proyecto (Autoguardado)

absolutamente contraindicada la exploración endoscópica.

Manejo terapéutico del paciente con hemorragia digestiva alta

El manejo va a depender de la situación clínica, de la cuantía de la hemorragia y de

las posibilidades terapéuticas que existan en función de la sospecha etiológica. Los

objetivos fundamentales son:

1) Mantenimiento/recuperación de la estabilidad hemodinámica,

2) Tratamiento médico de los factores patogénicos que puedan actuar perpetuando el

sangrado, 3) En caso de fracaso del tratamiento médico, tratamiento intervencionista

que asegure una hemostasia definitiva.

Estabilización hemodinámica

En aquellos casos en los que tras la valoración inicial se constata inestabilidad

hemodinámica o shock será preciso el tratamiento inicial en una unidad de cuidados

intensivos. No obstante, en muchas ocasiones, y hasta el traslado del enfermo a dicha

unidad, las primeras actuaciones a realizar en el servicio de urgencias son:

- Mantenimiento de una adecuada oxigenación: oxígeno en mascarilla o

gafas nasales.

- Canalización de dos vías venosas o una vía central.

- Extracción sanguínea para pruebas de laboratorio y pruebas cruzadas.

- Expansión rápida de la volemia, inicialmente con líquidos isotónicos

hasta disponer de hemoderivados.

- Corrección de los trastornos electrolíticos y metabólicos.

2.2. Tratamiento farmacológico

En la actualidad los grupos farmacológicos que se utilizan en el tratamiento de la

hemorragia digestiva alta son:

Supresores de la secreción ácida

La hemorragia secundaria a lesión mucosa se pro-duce cuando la solución de

continuidad alcanza una estructura vascular. Existen evidencias que indican que el ácido

Page 51: Gastro Proyecto (Autoguardado)

gástrico y la pepsina alteran el mecanismo normal de formación del coágulo en la lesión

sangrante y aceleran el proceso de fibrinolisis. A un valor de pH gástrico de 6 se

prolonga el tiempo de formación del agregado plaquetario y del coágulo de fibrina,

mientras que a un pH ≤5 estos procesos hemostáticos están completamente abolidos. El

empleo de fármacos anti-secretores se basa en su capacidad de aumentar el pH

intragástrico (de forma ideal, a un valor superior a 6 de forma sostenida) para optimizar

los mecanismos hemostáticos sobre la lesión. Así pues, la utilización de fármacos que

aumentan el pH gástrico tiene su fundamento en que indirectamente mejoran los

mecanismos hemostáticos locales. Para los distintos fármacos que inhiben la secreción

ácida, inhibidores de receptores H2, inhibidores de la bomba de protones o antiácidos de

acción local.

Reductores del flujo asplácnico

Tienen su fundamento en su capacidad para inducir vasoconstricción del territorio

asplácnico lo que origina una menor presión venosa a dicho nivel y por tanto un efecto

favorable para reducir el sangrado. Su máxima utilidad es en el tratamiento de la

hemorragia secundaria a las varices esofagogástricas de la hipertensión portal, aunque

también pueden ser efectivas en otros sangrados de origen no arterial (esofagitis,

gastritis, duodenitis). Habitualmente los sangra-dos arteriales por úlcera o malformación

vascular no responden al tratamiento con reductores del flujo asplácnico. Más adelante

se indican los distintos fármacos utilizados en la actualidad así como su modo de

empleo.

Citoprotectores

Tienen un papel secundario en el manejo farmacológico de la hemorragia digestiva

aguda. En este grupo se incluyen el sucralfato y el misoprostol. El primero es una sal de

sulfato de aluminio y sacarosa que tapiza las superficies mucosas dañadas y es quelante

de la pepsina y sales biliares. El misoprostol es un análogo de las prostaglandinas con

efecto citoprotector que se utiliza sobre todo como profilaxis en pacientes que reciben

antiinflamatorios no esteroideos.

Tratamiento intervencionista

Endoscopia terapéutica

Page 52: Gastro Proyecto (Autoguardado)

La endoscopia permite la aplicación de diversos métodos como ligadura o esclerosis

de varices, coagulación térmica o eléctrica y fotocoagulación por láser. Está indicada en

sangrados que no responden a la terapéutica médica convencional. Las complicaciones

más frecuentes son necrosis, perforación y este-nosis.

Taponamiento con balón

Es una de las terapias iniciales de las varices sangrantes. Se basa en el uso de sondas

con balones esofágicos y gástricos que realizan una presión directa en la variz sangrante

y disminuyen el flujo a través de las colaterales portosistémicas. Existen dos tipos

básicos de sondas: las que poseen sólo un gran balón gástrico (Linton-Nachlas) y los

que poseen tanto balón gástrico como esofágico (Sengstaken-Blakemore) Se trata de

una técnica efectiva en el control de la hemorragia, pero constituye una medida

temporal (el balón esofágico debe retirarse a las 12-24 horas) y con una importante tasa

de resangrado cuando se retira. Debe plantearse el tratamiento endoscópico si persiste el

sangrado.

Cirugía

El niño con sangrado digestivo alto raramente requiere cirugía. Debe considerarse la

indicación quirúrgica en sangrado grave que precisa transfusiones sanguíneas repetidas.

Las indicaciones fundamentales son: úlcera duodenal con sangrado arterial, varices

sangrantes intratables, perforación y duplicaciones.

3. Manejo específico en función de la situación clínica y etiología

Las dos causas principales de sangrado digestivo alto son las lesiones de la mucosa y

las derivadas de la hipertensión portal (varices esofágicas, ectasia antral). Revisaremos

el tratamiento específico de cada una de estas entidades.

- Hemorragias de origen no varicoso

El tratamiento médico, en muchas ocasiones no va a ser necesario o en todo caso,

conservador y limitado en el tiempo ya que el 70% de las hemorragias secundarias a

lesión de la mucosa gastroduodenal se solucionan espontáneamente, elevándose esta

cifra al 85% con tratamiento médico. El 15% restante es tributario de tratamientos

endoscópicos. Si se demuestra que existe infección por H. pylori estará indicada su

Page 53: Gastro Proyecto (Autoguardado)

erradicación para evitar recurrencias, sin embargo, no es necesaria la erradicación

aguda en pacientes con HD grave.

A) Hemorragia leve

Mínimo sangrado alto, con nula repercusión hemodinámica. Éste podría ser el caso

de niños que en el curso de un episodio demesis presentan una pequeña hematemesis de

sangre roja o en poso de café. Suelen corresponder a pequeñas laceraciones de la

mucosa gastroesofágica. La actitud del pediatra consiste en colocar una sonda

nasogástrica, comprobar que no existe sangrado activo, atender a la causa

desencadenante, probar tolerancia oral unas horas y, si cede el sangrado, realizar un

seguimiento durante 48 h más. En esta circunstancia, no sería necesario administrar

fármacos que eleven el pH gástrico. Está indicada la administración de protectores de

mucosa como el sucralfato.

B) Hemorragia moderada

Es la hemorragia activa que se ha comprobado a través de sonda nasogástrica y que

presenta signos de leve-moderada afectación hemodinámica. El manejo del paciente con

este tipo de hemorragia consiste en la estabilización hemodinámica y en la

administración por vía IV de fármacos antisecretores. Una vez estabilizado

hemodinámicamente, debe procederse a realizar endoscopia alta. El tratamiento

endoscópico es de elección en toda úlcera gastroduodenal que presente hemorragia en

los grados I y II de Forrest, cuando se aprecie un vaso visible no sangrante, o coágulo

que no se desprende con el lavado. Asimismo, son indicaciones opcionales del

tratamiento endoscópico la úlcera esofágica, la esofagitis y las malformaciones

vasculares (vaso aberrante o enfermedad de Dieulafoy y las angiodisplasias).

Modalidades de la endoscopia terapéutica

- Tópicas: tejidos en textura gomosa, factores de coagulación,

taponamiento ferro-magnético y colágeno.

- Mecánicas: hemoclips y balones.

- De inyección: la hemostasia se consigue mediante el efecto

vasoconstrictor de los fármacos y compresión del vaso por edema local

secundario. Las sustancias que se utilizan son: etanol 98%, polidocanol,

Page 54: Gastro Proyecto (Autoguardado)

adrenalina, morruato sódico, trombina y solución glucosada hipertónica.

– Térmicas: electrocoagulación mono y bipolar, sondas térmicas, y métodos sin

contacto Argón (Gas y Láser) y ND:YAG (Neodinium: Yttrium Aluminium Garnet).

Este último ha demostrado ser más eficaz que el Láser Argón, ya que un 10% de su

energía calórica llega a 4 mm de profundidad. La mayoría de los auto-res, sostienen

que el tratamiento de elección sería la inyección de adrenalina y polidocanol aunque

no se ha demostrado diferencias de eficacia con la electrocoagulación bipolar y sonda

térmica.

Otras técnicas

- Angioterapia: la arteriografía como método terapéutico se convierte en

un procedimiento importante para el manejo del paciente con HD cuan-

do el tratamiento médico y endoscópico resulta ineficaz. La realización

de una arteriografía de urgencia en el caso de una hemorragia severa,

cuando han fallado el resto de las medidas terapéuticas, puede tener dos

variantes: el tratamiento a través de catéter de una lesión identificada

previamente o bien el diagnóstico y tratamiento de una lesión no

identificada previa-mente. A través del catéter, podemos realizar el

tratamiento, bien mediante la infusión de vasopresina intraarterial o bien

mediante embolización.

- Tratamiento quirúrgico: el tratamiento quirúrgico está indicado para

aquellos pacientes cuya hemorragia no se controla con métodos

endoscópicos o arteriográficos o existe una hemorragia masiva que no

puede ser controlada con medidas médicas.

C) Hemorragia severas (shock)

Esta situación, por fortuna, muy poco frecuente en la infancia obliga al ingreso del

paciente en UCI. Una vez recuperado del shock, proceder como en el caso de la

hemorragia moderada. En el 10-20% de los casos de las hemorragias graves, la

endoscopia terapéutica no logra la hemostasia permanente, siendo la causa más

frecuente de fracaso terapéutico el acceso inadecuado a la lesión. Posteriormente será

Page 55: Gastro Proyecto (Autoguardado)

necesaria una estrecha vigilancia del paciente por si hubiera recidiva del sangrado.

- Hemorragia de origen varicoso

Las hemorragias por varices esofágicas son, al igual que las hemorragias graves de

otro origen, poco frecuentes en la edad pediátrica, aunque potencialmente muy

peligrosas y pueden comprometer seria-mente al niño. El tratamiento de la

hemorragia varicosa engloba tres aspectos: prevención primaria del primer sangrado

en un niño con varices esofágicas conocidas, tratamiento del episodio de sangrado

agudo, y la profilaxis secundaria de la recidiva una vez controlado el sangrado

agudo.

Prevención del primer episodio de sangrado

Debe realizarse ante un paciente que es diagnosticado por primera vez de varices

esofágicas. Se utilizan fármacos que disminuyen la circulación del territorio esplácnico.

El fármaco más utilizado es el propranolol, cuya dosis estimada está en 1-2 mg/kg/día,

en 2-4 administraciones. En niños su eficacia ha sido recientemente cuestionada. Se

puede valorar su administración individualizada teniendo en cuenta que se trata de un

tratamiento de duración indefinida y que los pacientes con él tienen disminuidos los

mecanismos de compensación (p. ej. aumento de frecuencia cardiaca) ante una

hipovolemia.

Tratamiento del episodio agudo

Las hemorragias secundarias a varices sangrantes constituyen el cuadro más

dramático de las HDA dado que suelen ser profusas y con frecuencia difíciles de

controlar. La estabilización hemodinámica del paciente en una unidad de cuidados

intensivos es fundamental para asegurar el éxito del tratamiento.

– El tratamiento farmacológico se basa en la administración de vasoconstrictores

esplácnicos. Los fármacos utilizados en la actualidad son: vasopresina,

somatostatina, octeótrido, y nitroglicerina. El octeótrido, análogo a la somatostatina,

se prefiere a ésta como droga de elección en esta patología. Se administra vía IV

iniciándose con una dosis de 1 µg/kg en “bolus”, seguido de una infusión de 1

g/kg/hora, incrementándose la dosis cada 8 horas si no hay reducción del sangrado,

hasta 4-5 g/kg/ hora en infusión continua. Si no hay san-grado en las siguientes 24

Page 56: Gastro Proyecto (Autoguardado)

horas, la dosis puede ser disminuida a la mitad cada 12 horas. Los efectos

secundarios incluyen náuseas, dolor abdominal, diarrea, bradicardia e hiperglicemia

y suelen resolverse espontáneamente. La dosis máxima es de 50 µg/hora. La

vasopresina, se administravía IV, en bolus de 0,3 U/kg, durante 20 minutos, y

posteriormente a 0,3 U/kg/h en infusión continua. Su aplicación clínica en el niño es

limita-da, debido a sus frecuentes e importantes efectos secundarios. La

nitroglicerina, se administra vía IV. Se inicia con una perfusión continua de 0,25-0,5

µg/kg/min., con incrementos posteriores de 0,5 µg/kg/min cada cinco minutos, hasta

una dosis máxima de 1-2 µg/kg/min procurando mantener una presión sistólica

superior a 90 mm Hg.

– El tratamiento endoscópico se basa en:

1) Inyección de sustancias esclerosantes como etanolamina, polidonacanol y

cianocrilato (indicado sobre todo en varices gástricas),

2) Aplicación de bandas elásticas en la base de la variz yugulándola. Esta

técnica es la de mayor uso en la actualidad, preferida a la esclerosis por su

menor número de complicaciones.

– En la hemorragia difícilmente controlable por otros medios, la utilización, siempre en

manos expertas, de la sonda de Sengstaken-Blakemore podrá contribuir al cese

temporal de la hemorragia.

Profilaxis de la recidiva

Mediante fármacos (propranolol) y mediante técnicas como la derivación

portosistémica percutánea intrahepática (TIPS) y la embolización transhepática

percutánea de la vena coronaria gástrica. En el caso de fracaso de estos tratamientos y

como última solución, se recurrirá al trasplante hepático.

Page 57: Gastro Proyecto (Autoguardado)

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Page 62: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Anex

os

Page 63: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 2: contraindicaciones para la Panendoscopia Oral

Tabla N. 1: Porcentajes de la etiología de la hemorragia digestiva alta

Tabla N. 3: Correlación entre la clasificación de Forrest, hallazgos endoscópicos y el riesgo de recidivas de hemorragias

Page 64: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 6: Factores pronósticos endoscopios según el aspecto de las úlceras.

Tabla N. 6: Diferencia sintomatológica de una Hemorragia digestiva Alta con una Hemorragia digestiva baja

Page 65: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 8: Valoración del grado de Shock

Tabla N. 9: Criterios de Forrest

Page 66: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 10: Etiología de la Hemorragia digestiva alta en niños

Tabla N. 11: Evolución diagnostica. Anamnesis

Tabla N. 12: Valoración hemodinámica. Grado de afectación

Page 67: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 13: Clasificación de Forrest de los pacientes con Hemorragias digestiva Alta

Tabla N. 14: Sistema de Rockall

Tabla N. 15: Sistema de Blathford

Page 68: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 15: Sistema de Blathford

Tabla N. 16: Clasificación de la Hemorragia digestiva según la cuantía de la perdida

Page 69: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 16: Frecuencia etiológica de la Hemorragias digestiva alta

Tabla N. 18: Variable asociada con pobre pronostico en la Hemorragias digestiva alta por lesiones ulcerativas

Tabla N. 19: Medidas generales en Hemorragia digestiva alta

Page 70: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Tabla N. 20: Riesgo de Hemorragia digestiva alta por ulcera péptica asociada al uno combinado de ácido acetilsalicico en dosis cardiovasculares con AINES o Coxib.

Tabla N. 21: Perdidas estimada de sangre y líquidos en base a la presentación inicial en un paciente.

Page 71: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 1: Riesgo de Hemorragia digestiva alta por ulcera péptica asociada al uno combinado de ácido acetilsalicico en dosis cardiovasculares con AINES o Coxib.

Cuadro sinóptico N. 22: Tratamiento endoscópico de Hemorragia digestiva alta con Inhibidores de la bomba de Protones

Page 72: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 3:

Page 73: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 4: Algoritmo diagnóstico-terapéutico de la Hemorragia digestiva alta

Page 74: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 5: Algoritmo diagnóstico-terapéutico de la Hemorragia digestiva alta

Page 75: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 6: Flujograma de manejo

Cuadro sinóptico N. 7: Tratamiento de la Hemorragia digestiva alta según la etiología varicosa o no varicosa

Page 76: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 8: Fisiopatología de la Hemorragia digestiva alta

Cuadro sinóptico N. 9: Algoritmo Hemorragia digestiva alta varicosa

Page 77: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 10: Algoritmo tras la sospecha de una Hemorragia digestiva alta

Cuadro sinóptico N. 11: Manejo de la Hemorragia digestiva alta asociada con Hipertensión Portal

Page 78: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 10: Clasificación de la Hemorragia digestiva alta según varios parámetros

Cuadro sinóptico N. 10: Clasificación de la Hemorragia digestiva alta de acuerdo a las manifestaciones.

Page 79: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Cuadro sinóptico N. 10: Causas Hemorragias digestivas alta, según órganos de origen.

Cuadro sinóptico N. 10: Manifestaciones clínicas en HDA agudas y crónicas.

Page 80: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 1: Principales casusa de hemorragias digestiva altas

Imagen N. 2: Gastroscopia donde se observa un sangrado

Imagen N. 3: Esclerosis de Ulcera duodenal vaso visible

Page 81: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 3: Esclerosis de Ulcera gástrica

Imagen N. 4: Tratamiento endoscópico (Térmico, mediante Electrocoagulación bipolar o árgon de gas) en lesión de dieaulafoy.

Page 82: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 5: Desgarramiento de Mallory-Welss (causa de Hemorragia digestiva alta)

Imagen N. 6: Angiodisplasias (Causa de Hemorragia digestiva alta) se observa manchas color rojo cereza múltiple.

Imagen N. 7: Hemorragia digestiva alta varicosa.

Page 83: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 8: Hemorragia digestiva alta varicosa.

Imagen N. 9: Ligaduras de varices con bandas elásticas

Imagen N. 10: Ulcera duodenal (Causa de Hemorragia digestiva alta)

Page 84: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 11: Redistribución del flujo sanguíneo, tras una Hemorragia digestiva alta

Imagen N. 12: Ulcera gástrica (Causa de Hemorragia digestiva alta)

Imagen N. 13: Varices esofágicas (Causa de Hemorragia digestiva alta)

Page 85: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 13: Escleroterapia)

Imagen N. 14: Varices gástricas (Causa de Hemorragias digestiva alta)

Imagen N. 15: Gastropatía hipertensiva portal (Causa de hemorragia digestiva alta)

Page 86: Gastro Proyecto (Autoguardado)

Imagen N. 16: Mallory Weiss (Causa de Hemorragias digestiva alta)

Imagen N. 16: Angiodisplasias (Causa de Hemorragias digestiva alta)

Imagen N. 17: Angiografía (Método de diagnóstico Hemorragias digestiva alta)