García Márquez y El Amor Al Dinero

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García Márquez y el amor al dinero Iván Uriarte Hace unos días me pidieron unas palabras sobre García Márquez y su obra. Me enfrente a la penosa situación de escribir algo que no deseaba, pero ser crítico literario implica cumplir con ciertos compromisos, particularmente cuando se trabaja en un espacio que siempre se ha mostrado respetuoso con mis opiniones. La muerte de un escritor laureado suele provocar devociones histéricas, salvo cuando se trata de un autor que ha nadado contra la corriente. Pienso en José Bergamín y en Alfonso Sastre. Bergamín sufrió toda clase de agravios por su apoyo a la izquierda abertzale y su pasado de antifascista insobornable, que incluyó una oposición firme, valiente y clarividente sobre la transición. Con una trayectoria similar, Alfonso Sastre aún vive, pero se le ha marginado sistemáticamente por los grandes medios por sus convicciones políticas. Ser un comunista libertario que cree en el derecho de autodeterminación de los pueblos no está bien visto. Es una actitud radical, que desagrada a los editores, ávidos de ganancias. Cuando desaparezca (y espero que sea lo más tarde posible), las necrológicas serán discretas y en muchos casos, proliferaran los exabruptos, por supuesto en nombre de la libertad, la democracia y los derechos humanos. García Márquez prefirió acercarse al poder y en la hora de su muerte, ha cosechado un clamor de alabanzas. Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, le ha despedido, aseverando que desaparecía uno de los “escritores más visionarios”, “maestro” del realismo mágico y “voz” del pueblo americano. Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia, escribió en su cuenta de twitter: “maestro García Márquez,

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un análisis a las ideologías del fallecido escritor colombiano.

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Garca Mrquez y el amor al dinero

Ivn Uriarte

Hace unos das me pidieron unas palabras sobre Garca Mrquez y su obra. Me enfrente a la penosa situacin de escribir algo que no deseaba, pero ser crtico literario implica cumplir con ciertos compromisos, particularmente cuando se trabaja en un espacio que siempre se ha mostrado respetuoso con mis opiniones. La muerte de un escritor laureado suele provocar devociones histricas, salvo cuando se trata de un autor que ha nadado contra la corriente. Pienso en Jos Bergamn y en Alfonso Sastre. Bergamn sufri toda clase de agravios por su apoyo a la izquierda abertzale y su pasado de antifascista insobornable, que incluy una oposicin firme, valiente y clarividente sobre la transicin. Con una trayectoria similar, Alfonso Sastre an vive, pero se le ha marginado sistemticamente por los grandes medios por sus convicciones polticas. Ser un comunista libertario que cree en el derecho de autodeterminacin de los pueblos no est bien visto. Es una actitud radical, que desagrada a los editores, vidos de ganancias. Cuando desaparezca (y espero que sea lo ms tarde posible), las necrolgicas sern discretas y en muchos casos, proliferaran los exabruptos, por supuesto en nombre de la libertad, la democracia y los derechos humanos. Garca Mrquez prefiri acercarse al poder y en la hora de su muerte, ha cosechado un clamor de alabanzas.Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, le ha despedido, aseverando que desapareca uno de los escritores ms visionarios, maestro del realismo mgico y voz del pueblo americano. lvaro Uribe, ex presidente de Colombia, escribi en su cuenta de twitter: maestro Garca Mrquez, gracias siempre, millones de habitantes del planeta se enamoraron de nuestra patria en la fascinacin de sus renglones. Tanto Obama como Uribe estn implicados en crmenes contra la humanidad. Entre otras cosas, Obama pasara a la historia por los asesinatos extrajudiciales con aviones no tripulados (los famoso drones) y lvaro Uribe ser recordado por su agresivo terrorismo de estado. De hecho, la corte penal internacional investiga sus crmenes y nos descarta ordenar su improbable detencin. Improbable por que Uribe es un pen de Estados Unidos y Estados Unidos no reconoce la autoridad de la corte penal internacional. Ser honrado por dos genocidas no debera ser una buena noticia para un escritor difunto.Se puede hacer una radiografa del pensamiento poltico de Garca Mrquez? Dado que nunca escribi un ensayo que reflejara su posicin, nos limitaremos a los hechos. Simpatizo con el socialismo y la revolucin Cubana, critic el imperialismo norteamericano (lo cual motiv que se le negara el visado estadounidense hasta la presidencia de Bill Clinton) neg ser comunista, se exili en Mxico al ser vinculado con el M-19 por el gobierno de Julio Csar Turbay en 1981, pero al ao siguiente, Belisario Betancur sucedi a Turbay y le ofreci un cargo oficial, como ministro o embajador en Madrid o Pars, segn cont Jon Lee Anderson en su famoso artculo El poder de Gabo. Sin embargo, Garca Mrquez decidi convertir ciudad de Mxico en su residencia habitual, si bien pasaba temporadas en sus casas de Bogot, Cuernavaca, Barcelona, Pars, La Habana, Cartagena de indias y Barranquilla. Apoy la candidatura de Andrs Pastrana y posteriormente, realiz funciones de mediador entre el gobierno colombiano y las guerrillas del ELN y las FARC. Sus funciones como pacificador no rindieron ningn fruto. Con los aos, su perfil poltico se hizo cada vez ms indefinido y difuso. Aunque ahora no se mencione, su prestigio como escritor empez a declinar. Algunos crticos apuntaron que crnica de una muerte anunciada (1981) marcaba el fin de un ciclo marcado por la innovacin y la creatividad. Personalmente nunca me ha gustado Garca Mrquez, salvo en la adolescencia, pero despus he mentido en ms de una ocasin abrumado por la beligerancia de sus admiradores.Hace unos das, el expresidente Betancur, con 91 aos, admiti no saber si Garca Mrquez era de izquierdas o de derechas, asegurando que era absurdo hablar en estos trminos, pues son denominaciones obsoletas. El expresidente Pastrana ha afirmado que Gabo era un liberal que evolucion cmo evolucion la izquierda. No era radical. En Aracataca, pueblo natal del escritor, se ha recibido la noticia de su muerte con relativa indiferencia. Algunos se han quejado de que su famoso y multimillonario compatriota no haya realizado ninguna donacin a una pauprrima poblacin de 45,000 habitantes, sin servicio de agua potable y con grandes carencias materiales. El tumulto que ha levantado la muerte de Garca Mrquez me ha recordado la oleada de homenajes recibidos por Nelson Mandela. Es indiscutible que Mandela hizo mucho ms por Sudfrica que Garca Mrquez por Colombia, pues paso 27 aos en la crcel y renuncio a la libertad, cuando se le ofreci a cambio de abandonar y denunciar la lucha armada. Madiba acabo con el apartheid, pero pact con la oligarqua blanca comprometindose a no introducir cambios revolucionarios en cuestiones econmicas. Hoy en da Sudfrica es uno de los pases ms desiguales y violentos del planeta. En Colombia, la situacin no es mejor.Dicen que Garca Mrquez era vanidoso y sibarita. Lo primero es irrelevante, pues suele ser el pecado capital de todos los artistas. En cuanto a lo segundo, no se a cunto asciende la fortuna personal del escritor, pero desde luego supera el patrimonio del vilipendiado Hugo Chvez. Gracias a las gestiones de Carmen Balcells, hada madrina de los plumferos ambiciosos, se le llegaron a pagar casi 2 millones de dlares como anticipo por cada libro. Solo Isabel Allende, triste imitadora de Garca Mrquez, ha cobrado cantidades semejantes en el mercado de las letras hispanoamericanas. Se han vendido 30 millones de ejemplares de cien aos de soledad. Algunos dirn y qu? Qu tiene de malo el dinero?Pues creo que el dinero o, mejor dicho, el amor al dinero es la piedra fundacional de la economa capitalista. Airado, un escritor chileno, que al parecer era amigo de Garca Mrquez, me dijo que no era no era u explotador ni un burgus. Yo creo que si era un gran burgus, que amaba el caviar, el champan, y la langosta. No era un burgus en el sentido marxista del trmino, pues no era propietario de los medios de produccin, pero s en un sentido ms moderno y convencional. Amaba el lujo y se juntaba con los poderosos de la tierra. No se diferenciaba mucho de su eterno antagonista, el furibundo neoliberal Mario Vargas Llosa, que le pego un puetazo en el ojo por razones an desconocidas. Ambos pasaron por el sarampin juvenil de querer cambiar el mundo y apenas llego el xito, descubrieron que era mucho ms cmodo disfrutar de los grandes placeres del mundo. Ninguno tom partido por el pobre, el paria, el enfermo o el excluido. Ninguno sali a la calle a defender sus derechos, aprovechando su influencia para luchar contra la explotacin y la desigualdad. Presuntamente, Garca Mrquez no era un explotador. No s cmo trataba a sus empleados, pero est claro que nadaba en la cinaga capitalista como pez en el agua. Imagino que alguno me atribuir envidia. No s si en mi inconsciente late el anhelo de lujo y riqueza. Si es as, intento reprimir ese impulso daino y mezquino.Cul es entonces el camino a seguir? Los escritores y los artistas rara vez se han caracterizado por su valenta y solidaridad. He citado dos ejemplos al principio del artculo: Bergamn y Sastre, podra aadir a Eva Forest, que siempre me ha inspirado una especial simpata. Dado que hablamos de Amrica latina, mencionar otros ejemplos, pero tendr que salir del campo de la literatura. S que algunos se llevaran las manos a la cabeza, pero s que en la actualidad no hay un pensador ms valiente y comprometido que Jon Sobrino, telogo de la liberacin y amigo del no menos admirable Ignacio Ellacura. Ellacura nos leg una frase que debera ser el primer mandamiento de la tica universal: Nadie tiene derecho a lo superfluo mientras todos no tengan lo esencial. Ellacura decano de la UCA de san salvador, muri asesinado el 16 de Noviembre por el batalln Atlactl de la fuerza armada, cumpliendo rdenes de Estados Unidos. No fue el nico mrtir. Las balas tambin mataron a otros cinco sacerdotes y lo que es ms perverso acabaron con la vida de Elba y Celina, madre e hija y encargadas de las tareas domsticas. Celina solo tena diecisis aos. Elba intento intilmente protegerla con su cuerpo. La iglesia catlica nunca ha querido a los telogos de la liberacin Y los sucesivos gobiernos espaoles han mostrado una cruel indiferencia, despreocupndose de las investigaciones sobre estos asesinatos. Yo soy ateo y me parece irrelevante su condicin de jesuitas, pero admiro su ejemplo. Al igual que el che o el sacerdote guerrillero colombiano Camilo Torres, Ellacura, Sobrino y sus compaeros eran hombres ntegros, altruistas y profundamente austeros. Su austeridad no es dato menor, sino una irrefutable prueba de su compromiso. Citar otros ejemplos, pero ya en el terreno de la poltica. Cuenta Jon Lee Anderson que el Che regreso de su primer viaje a Rusia consternado por el estilo de vida elitista y la evidente aficin por los lujos burgueses que observ en los funcionarios del Kremlin, comparado con las condiciones de vida austeras del ciudadano sovitico comn. Cuando se convirti en presidente del Banco Nacional de Cuba, el Che rechaz un sueldo de mil dlares y sigui cobrando los 250 que le correspondan como comandante de las fuerzas revolucionarias. Cuando el bloqueo provoc problemas de abastecimiento y se impusieron las cartillas de racionamiento, se asign una racin suplementaria a los miembros del gobierno. El Che se neg a disfrutar de ese privilegio, alegando que su obligacin como revolucionario era compartir las penalidades del pueblo cubano. Comenz a circular el rumor entonces de que Aleida, su segunda esposa, peda dinero a escondidas para llegar a fin de mes. Thomas Sankara, presidente de Burkina Faso entre 1984 y 1987, actu del mismo modo durante sus aos en el poder, ganndose el apelativo del Che africano. Sankara se asign un sueldo de 450 dlares, se neg a instalar aire acondicionado en su despacho, vendi la flota de Mercedes-Benz del anterior gobierno y convirti en Renault 5 en el nuevo coche oficial. Su final fue idntico al del Che, Patrice Lumumba e Ignacio Ellacura. Todos fueron asesinados por militares al servicio de las oligarquas, con la complicidad y el apoyo de Estados Unidos.Escribe Jon Sobrino: el ideal de libertad ha fracasado en la sociedad moderna. No lleva ni a la justicia ni a la solidaridad. [] No solo existe la injusticia estructural, sino que existe tambin el encubrimiento, la tergiversacin y la mentira institucionalizada. Esto es posible porque escasean las voces comprometidas y sin miedo, fundamentalmente porque los ricos y poderosos movilizan todos sus recursos para captar, descalificar o silenciar a los pocos disidentes con la capacidad de influir en la opinin publica. No es posible reinar y ser inocente declar Saint-Just. Del mismo modo podramos decir hoy: No es posible ser millonario y ser inocente. La acumulacin de dinero es una obscenidad en un mundo con millones de hambrientos, pobres y excluidos. La comuna de pars estableci que los funcionarios pblicos incluidos los altos cargos- no deban cobrar en ningn caso un sueldo superior al de ningn obrero. Creo que se debera aplicar el mismo criterio a escritores y artistas. Indiscutiblemente. La inmensa mayora se rebelara con la furia de Medea. Esa reaccin demuestra que no producen arte, sino entretenimiento pues el verdadero arte es radical, humano, solidario. Sartre renuncio al nobel. Su gesto lo dignifica. Garca Mrquez prefiri cenar en la casa blanca, lo cual retrata el tamao de su ambicin. En cualquier caso, da igual lo que yo diga. Seguirn sonando las fanfarrias y los hipidos de las plaideras. El ruido suele ser el mejor aliado del poder e hipnotiza a las masas, con su miserable estrpito. Finalizo con una cita de Sobrino: lo ms necesario y urgente es luchar contra un sistema mundial que produce injusticia, muerte, indignidad, [pero] solo unos pocos quieren hacerlo en serio. Solo unos pocos.