Ganesh
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Ganesh - Ganesha - El dios de la buena fortuna
En el Hinduismo Ganesha también escrito como Ganesa o Ganesh y a veces llamado Ganapati
(conductor de las huestes celestiales), es una de las representaciones de dios más conocida. Es el
primogénito del dios Shiva y de la diosa Parvati y esposo de Bharati, Riddhi y Siddhi. También es
llamado Vinayaka (señor de todos los seres), Vinayagar y Vinayakudu, en otras lenguas de la India
actual. En sanscrito la silaba "Ga" simboliza Buddhi (intelecto) y la silaba "Na" simboliza Vijnana
(sabiduría), por ende Ganesha es considerado el maestro de la inteligencia y sabiduría. Típicamente
su nombre lleva el prefijo Shri que es un título Hindú de respeto. Shri Ganesha es usualmente
representado como alguien de piel color roja, con una gran barriga, cuatro brazos, una cabeza de
elefante con un solo colmillo y montando un ratón. El culto a Ganesha está ampliamente difundido
fuera de la India en toda Asia y en años recientes ha llegado a paises occidentales. A sus devotos se
les denomina Ganapatyas.
Como es el caso de cualquier otra representación de dios en el Hinduísmo la figura de Ganesha es un
arquetipo cargado de múltiples significados y simbolismos que expresan un estado de perfeccion, así
com los medios para obtenerla. Ganesha de hecho es el símbolo de aquel que há descubierto a la
divinidad dentro de sí mismo. El representa el perfecto equilibrio entre las energías masculina y
femenina (Shiva-Shakti), entre fuerza y bondad y entre fuerza y belleza. También representa la
capacidad discriminativa que otorga la capacidad de percibir las distinciones entre la realidad y la
ilusión, entre lo real y lo irreal.
Una descripción de todas las características y atributos de Ganesha se puede encontrar en el
"Ganapati Upanishad" (antiguas escrituras dedicadas a Ganesha observadas por los Hinduístas) del
rishi (grán vidente) Atharva, en donde Ganesha es identificado con Brahman y Atman (el supremo
espíritu que es eterno, sin género, omnipotente , omnisciente, sin cámbio, infinito, inmanente y la
realidad trascendental que es la base divina de todo lo que existe en el universo). También es
descrito como la fuente, causa y suma de todo lo que está delimitado por el espacio y el tiempo en el
cosmos, asi com el ser de infinita consciencia y gozo. Las figuras de Ganesha son representadas
usualmente con cuatro brazos para simbolizar su divinidad, aunque existen figuras con 6, 8, 12 y 16
brazos cada una cargando un objeto o símbolo diferente, existiendo un número de hasta 57 objetos o
símbolos en las distintas representaciones que existen de Ganesha.
El dios de la buena fortuna
En términos más generales ya que Ganesha elimina todos los obtaculos de nuestro camino
material y espiritual, es considerado por todos los Hinduistas como el dios de la buena suerte
quién otorga prosperidad y fortuna en todos los ambitos de nuestra vida. Es por ésto que se le
invoca ántes de iniciar una actividad importante, ya sea mundana o espiritual, para que todo
obstáculo sea eliminado y la buena fortuna se alcance fácilmente en todo lo que se realice, claro
esta que esto solo sucede si lo que se desea alcanzar es bueno y puro, ya que de otra forma sera
Ganesha mismo quien a traves de todas las huestes celestiales que existen y que estan a su
cargo ponga todo tipo de obstaculos e impedimenteos para que no se realice o alcance nada
que sea para fines egoistas, dañino para nosotros mismos o para los demas o simplemente no
auspicioso. De esta misma forma Ganesha nos protege de todo ambiente de negatividad,
violencia, envidia u odio si se le invoca con este fin.
Invocacion a Ganesha Para invocar a Ganesha hay que seguir las reglas basicas de un ritual magico o religioso a cualquier
divinidad. A pesar de que en algunas ocaciones no sera posible, es conveniente antes de la
invocacion realizar alguna o todas de las siguientes recomendaciones para lograr una mejor
comunicacion con dios. Tomar un baño, lavarse la boca y usar ropas limpias. Tener una imagen,
idolo y/o yantra de Ganesha en un altar para ayudar a la concentracion, realizar ofrendas de agua,
flores, incienso, velas, frutas, dulces, comida y/o cualquier cosa que consideremos especial o de
valor para nosotros. Desde el punto de vista magico es mas propicio invocarlo por las mañanas antes
del medio dia y aun mejor si es invocado durante el periodo de la luna creciente, desde la luna nueva
hasta la luna llena. Pero desde el punto de vista religioso Ganesha esta siempre disponible en todo
momento para escucharnos, hayamos o no observado estas recomendaciones, seamos o no
Hinduistas, siempre y cuando exista un deseo real y puro de comunicarse con el amo y señor de éste
y todos los demas universos paralelos ó dimensiones.
Mantra de Ganesha Los mantras son palabras o frases normalmente escritas en sanscrito (el antiguo idioma de la India)
que fueron escritas por los grandes sabios y videntes de la antiguedad. Al pronunciarlos uno entabla
comunicacion directa con la entidad invocada. Por decirlo de alguna manera los mantras son
conjuros magico-religiosos y al pronunciarlos atraemos las vibraciones de todo el universo para
lograr el proposito deseado. La manera de pronunciar un mantra es hacerlo 11, 21, 51 ó 108 veces, y
si se desea puede hacerse más veces, pero siempre en multiplos de 108 veces. Entre mas se
pronuncie un mantra mas energia atraemos a nuestro ambiente, a nuestro cuerpo, nuesta mente y
espiritu, lo cual gradualmente hara que vivamos en sintonia con la deidad invocada y en el caso de
un mantra de Ganesha que cualquier obstaculo en nuestro camino material o espiritual sea
eliminado. Swami Ganesh Maharaj recomienda empezar un dia Lunes o Jueves. Despues de
pronunciar este mantra diariamente, inclusive durante actividades cotidianas, después de unas
semanas se empezará a ver los resultados al darse cuenta que lo que se pensabas era un problema u
obstaculo de alguna manera magica se ha solucionado. Un par de los mantras más conocidos para
invocar a Ganesha y obtener sus bendiciones supremas son los siguientes:
"Om Gam Ganapateye Namaha" "Om Gang Ganapataye Namaha Om" (versión tántrica)
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Ganesha, la deidad con cabeza de elefante
Creo que ya he dicho que a pesar de lo que popularmente se cree, la religión hindú es
monoteísta.
Debido a que este único Dios, llamado Brahman, es Absoluto (es decir, eterno,
invariable y sin forma), no pude ser representado de una manera concreta y por ello se
recurre a un sinnúmero de deidades que simbolizan los infinitos aspectos y cualidades
de la Divinidad (en el Cristianismo, por ejemplo y de manera similar, se encuentran las
Vírgenes, los ángeles, los arcángeles y los santos que cumplen el rol de asistentes de
Dios).
Aparte de la infinidad de deidades, la India es un país de gran extensión territorial. Es
por ello que dependiendo de muchos factores (la región, el idioma, la época del año) se
pueden ver diferentes deidades o incluso la misma, con otros nombres o atributos. No es
raro que una deidad muy popular al sur del país, por ejemplo, sea casi desconocida en el
norte.
A pesar de esta variedad, hay una sola imagen que puede encontrarse a todo lo largo y
ancho de la India.
Se trata de Ganesha, el dios con cabeza de elefante.
Su nombre naturalmente puede variar, y entre los más conocidos están Ganesh,
Vinaiaka, y Ganapati.
Mitología
La tradición cuenta que Ganesha era originalmente un niño que cuidaba la entrada a la
habitación de su madre, la diosa Parvati, que lo había creado con sus propias manos
para que la protegiera en la ausencia de su consorte. Cuando éste, el fiero dios Shiva,
volvió de uno de sus retiros de meditación, encontró al desconocido niño impidiéndole
entrar a su propia casa, tal era su obediencia para con las palabras de su madre. Debido
a su temperamento, Shiva cortó la cabeza de su hijo, sin saber que lo era.
Cuando Parvati se enteró, amenazó a su esposo con una separación con consecuencias
cósmicas si no volvía a la vida a Ganesha. El apesadumbrado Shiva salió a la selva
decidido a traer la cabeza del primer ser viviente que se le cruzara…¡Que levante la
mano el que se sabe con que ser se cruzó Shiva! El lector que responda acertadamente
se gana el derecho a dejar un comentario gratuito.
Sí, a la sazón este ser fue un elefante, pero no uno común y silvestre, sino un elefante
santo; que es uno de los tantos animales que en la India son adorados (más allá de las
famosas vacas).
Fue así entonces, que el niño obtuvo una nueva cabeza y la relación entre los dioses
perduró para el bien de la armonía universal.
Debido a esta historia, en las casas hindúes se puede encontrar una estatua de Ganesha
sobre las puertas, para que proteja la entrada de las energías negativas.
La popularidad de Ganesha tiene más razones, ya que es considerado el destructor de
los obstáculos y las dificultades. Por ello, ante el comienzo de cualquier tarea (sea la
construcción de una casa, la jornada diaria, o una boda), es aconsejable orarle al Señor
Ganesha para asegurar el éxito de la empresa.
Es debido a esto que también es considerado el protector de los viajeros, y muy
especialmente de los estudiantes.
Sobre esto, Swami Premananda dice: “Los niños principalmente pueden relacionarse
con la forma amorosa, amigable y poco agraciada del Señor Ganesha. Él es el Señor del
conocimiento y de todas las artes. Puede guiar a los estudiantes hacia una vida culta que
también involucre la espiritualidad”.
Sin Colmillo
Hablando de su apariencia, a pesar de las diferentes manifestaciones que puede tener
Ganesha a lo largo y ancho de la India, es generalmente representado con uno de sus
colmillos partido, lo cual se dice fue un acto de auto-sacrificio.
Como suele suceder en la mitología, hay al menos dos explicaciones para esto:
La primera dice que lo hizo para escribir, utilizando el colmillo como bolígrafo, el
Mahabharata, el gran poema épico de la India, que es de hecho la epopeya más larga
del mundo. Se dice que el Mahabharata fue dictado por el anciano sabio Vyasa a
Ganesha, ya que ningún ser humano normal hubiera podido escribirlo.
La segunda versión cuenta que había un demonio llamado Kaiamuhan, al que los dioses
habían bendecido con la inmortalidad, merced a sus penitencias. Cuando el demonio
obtuvo esa bendición no respetó a nadie y comenzó a herir a los dioses y a otros seres.
Para humillarlos el demonio les ordenaba que se pusieran de pie ante él y que golpearan
sus frentes con las manos cruzadas (es decir, entrelazando los nudillos de los dedos).
También les obligaba a sentarse y levantarse mientras tiraban de sus orejas con brazos
cruzados.
Como estaba causando tantos problemas, los dioses fueron a quejarse al Señor Ganesha.
Él les prometió que destruiría a Kaiamuhan, y entonces fue a enfrentarse con el
demonio. Kaiamuhan sacó su arco y su flechas, pero Ganesha destruyó las flechas
arrojando una de las armas que sostiene en una de sus manos y así inmovilizó a todo el
ejercito del demonio. Esto hizo que Kaiamuhan montara en cólera y entonces utilizó
contra Ganesha todas las armas que tenía y que había obtenido en virtud de sus
penitencias. Pero en lugar de dañar a Ganesha, las armas giraban entorno a él y caían al
suelo inofensivamente.
Acto seguido, Ghanesa rompió uno de sus colmillos y lo lanzó contra el demonio, que
se desvaneció ante el impacto de esta poderosa arma. Pero como había obtenido la
bendición de la inmortalidad no murió, sino que se convirtió en una enorme rata. Así,
Ganesha se sentó sobre esta gran rata y la adoptó como su vehículo.
A este respecto, la mayoría de los deidades hindúes tienen un vehículo, que por un lado
es el medio en que se trasladan pero por otro lado tiene un simbolismo espiritual. Por
ende, es totalmente normal ver ilustraciones o estatuas de Ganesha montando sobre la
rata; lo cual es un poco insólito, sobre todo por la diferencia de tamaño. Sin embargo,
los artistas se las arreglan con imaginación, a la vez que achican un poco al elefante y
agrandan la rata.
De todos modos, el significado espiritual de la rata es que representa a los deseos
mundanos, los cuales Ganesha es capaz de gobernar a su antojo.
Es así como desde la victoria sobre el demonio, y como forma de agradecimiento,
cuando la gente veía a Ganesha empezaba a hacer los mismos gestos que el demonio les
había obligaba a hacer a ellos para ridiculizarlos. De esta forma, esos gestos se
convirtieron en una forma de rendirle culto a Ganesha, una forma que se mantiene hasta
hoy.
Es parte de la tradición y se puede ver en todo templo donde haya una imagen de
Ganesha. Yo mismo lo hago constantemente, y casi me olvido que visto de afuera
puede parecer un gesto algo ridículo.
Que los cumpla feliz
Cada año en el mes de Agosto/Septiembre (dependiendo del calendario lunar) se festeja
Ganesha Chaturti, que vendría a ser el cumpleaños de Ganesha. En toda la India se
celebra este festival anual, en algunas partes con más pompa que en otra. Las
celebraciones en la ciudad de Bombay, por ejemplo, son las más famosas.
Justamente, este año (2008) el evento se conmemoró el pasado miércoles 3 de
septiembre. Es un poco por ello que traigo a colación la historia de esta deidad tan
querida para mí; y otro poco porque también tengo mi historia particular que contar.
Durante la estancia, junto a mis padres, en el ashram de Amma (“La Santa de los
abrazos”), tuvimos la oportunidad de celebrar Ganesha Chathurti.
Tradicionalmente, a lo largo de diez días se realizan rituales y ofrendas a una gran
estatua de papel maché, que se construye especialmente para la ocasión. En más de una
ocasión asistí a estos rituales para disfrutar viendo los antiquísimos y sagrados
procedimientos de adoración.
El último día de los festejos es siempre coronado por la inmersión de la estatua de
Ganesha en el mar. Esta costumbre se sigue en todo el país y si no hay mar se usan ríos
o arroyos.
El significado de esta zambullida es que la deidad se lleva consigo todas las dificultades
y problemas de los devotos, limpiando el terreno para un siguiente año lleno de
auspiciosidad.
Cerca del atardecer, la mayoría de los residentes y visitantes del ashram de Amma, nos
dirigimos en una informal procesión hacia la orilla del Mar Arábigo, que en esa zona es
muy bravo. El entusiasmo era mucho y los espectadores cientos.
La tradición manda que los varones sean los encargados de meter la estatua al agua.
Después de ciertas dudas, mi padre y yo decidimos participar de la ceremonia.
Nos quitamos la camiseta, nos arremangamos los pantalones, y tímidamente nos
acercamos a la imagen, tratando de tocarla aunque sea un poquito entre la multitud de
participantes. No era tarea fácil, pues eran muchos los que se habían arremolinado en
torno a Ganesha para llevar la estatua. La tradición dice que cuanto más lejos y
profundo se acarrea la imagen, más auspicioso es el resultado.
Se dio la voz de largada y alrededor de cincuenta personas salimos, con la estatua en
andas, dispuestos a llevarla lo más lejos posible.
En cuanto la primera ola rompió en nuestras rodillas, el séquito se vio reducido a quince
personas, pues al parecer la mayoría se amilanó por el agua.
Los que quedamos avanzamos decididamente y soportamos con dignidad dos o tres olas
de alto calibre. Sin embargo, una terrible y última masa de agua se abalanzó sobre el
grupo y no hubo nada que hacer.
Todos desparramados y muertos de risa emprendimos el regreso a la orilla. Mi padre
encontró una guirnalda que se había salvado del naufragio y quiso guardarla como
trofeo, pero le advirtieron que los problemas no se irían si alguna parte de la deidad
quedaba en tierra. Rápidamente, entonces, la lanzó de nuevo al agua.
En este sentido, yo por mi parte hallé flotando ni más ni menos que la cabeza de
Ganesha, y la tomé decidido a preservarla, pero una ola justiciera me sorprendió de tal
manera, que con suerte pude mantener mi propia cabeza.
Todo terminó muy bien, con cada cosa en su lugar, con el cuerpo llenó de arena y el
corazón llenó de satisfacción por haber mandado al fondo del mar todas nuestras
dificultades.
Personalmente, como he dicho, Ganesha me es muy querido y siempre me ha gustado,
desde niño.
Sabiendo esto, Swami Premananda me regaló en el año 2003 una pequeña estatua
dorada, que me ha acompañado desde entonces, y a la que realizo un simple ritual cada
semana, como símbolo de mi amor por Swami Premananda y, claro, por Ganesha, el
eliminador de todas las obstrucciones.