FINALISTAS CATEGORÍA ALEVÍN

ALMENSILLA

Título: “La pequeña Sara”Autora: Sara Pallarés Jaén

Sara era una niña pequeña de cuatro años. Tenía largas coletas rubias, ojos brillantes y una bonita sonrisa. Sara pasaba el día pintando y leyendo bonitos cuentos.

Un día por la tarde que ya era casi de noche se puso a leer en el sofá de su casa, el que se encontraba junto a la chimenea del salón. Cuando se quiso dar cuenta se encontraba en un bosque. Anduvo y anduvo por un camino entre grandes árboles y escuchó una voz, como muy lejana, que le decía - ¡cuidado, cuidado! -. Sara, sorprendida, se asustó tanto que se cayó al suelo y allí se encontró a Pulgarcito que le dijo - ¡cuidado, que me pisas! -. Sara se disculpó diciéndole – perdón Pulgarcito, ¿a dónde te diriges? -. - Yo me dirijo a la casita de chocolate – dijo Pulgarcito. – Pues yo te puedo acercar, de esa manera llegarás mucho antes – dijo Sara. Como ella estaba sola y con hambre, decidió acompañar a Pulgarcito a la casita de Chocolate.

Cuando llegaron, la pequeña Sara cogió un dulce de chocolate de la entrada y luego llamó a la puerta. Abrió la bruja - ¡Ahhh! – gritó Sara. Era la bruja de los cuentos pero detrás de ella estaban tomando un chocolate Blancanieves, el burro, el perro, el gato y el gallo de Bremen. También se encontraba allí el flautista de Hamelín, este estaba tocando la flauta.De repente, la pequeña Sara escuchó una voz dulce que la llamaba – Sara, Sara, despierta cariño que te has quedado dormida leyendo junto al fuego. Es tarde y ya es hora de ir a la cama -. Era mamá. – Mamá, mamá, estaba soñando con mis amigos de los cuentos y yo estaba con ellos, convertida en una linda muñeca de trapo.

FIN.

AZNALCÁZARTítulo: “El misterio de la biblioteca”Autor: David Villarán Barbeito

Un día un bibliotecario escogió a una vieja y polvorienta Biblioteca y la arregló en sietedías. Estaba escribiendo en el ordenador, cuando de repente escuchó ruidos extraños y creyó que eran niños, pero nadie pasaba por allí. Entonces miró atentamente a la listade libros y eran de los hermanos Grimm.

En la sala de libros se escuchó como un terremoto. Fue a ver qué pasaba, y en lugar de la sala de libros había un bosque mágico donde todos los personajes de los cuentos se mezclaron en el bosque. El bibliotecario caminaba muy asustado, de repente seencontró con la casita de chocolate hecha toda de dulces, por la ventana se asomabanlos músicos de Bremen. El burro abrió la puerta y lo invitó a un concierto de Ópera queiban a dar en el bosque. Llamó al flautista de Hamelin y tocó la flauta para que todoslos siguieran al concierto, y allí estaban: Pulgarcito, Blancanieves y todos los demás.

A mitad del concierto vino una bruja y todos salieron corriendo hacia la casita de chocolate y se metieron en un lugar secreto. La bruja hizo aparecer seres extraños, pero no encontraron nada, cavaron un túnel bajo tierra,se escaparon y fueron al final del bosque, y allí había una fuente que concedía deseos. El bibliotecario le pidió volver a la Biblioteca. Cuando llegó, a sus amigos les dijo que cuando quisieran podían hacer esta aventura con sus hijos/as.

Al poco tiempo la calle estaba llena de luz y había pasado algo mágico; las colasllegaban al final de la calle, y los personajes asustados se metieron en los libros, pero el bibliotecario les dijo que salieran a saludar a todos los niños del mundo porque graciasa ellos se había convertido en la Biblioteca más famosa del mundo, en la cual losniños/as entraban a todas horas del día, la convirtieron en un mundo de aventuras yjuegos, viajando con su imaginación con los personajes de los cuentos.

FIN

BOLLULLOS

Título: “El bibliotecario”Autor: Israel García Cabello

Había una vez, un bibliotecario que trabajaba en un bonito colegio con muchos colores llamado Beatriz Galindo.Era un hombre muy bajito, con poco pelo y por una razón que nadie sabe siempre llevaba una flauta. Por ser tan bajito los niños le llamaban Pulgarcito, aunque su nombre era Daniel.Un día recogiendo la biblioteca vió un libro que brillaba, le entró curiosidad y decidió leerlo. El cuento empezó a temblar y lo absorbió.De repente se encontraba en un bosque con un caballo alado y con muchas cosas extrañas: árboles con brazos, cocodrilos de madera que se movían, gnomos muy feos y muy bajitos y lobos parlantes que intentaban comerse los gnomos.Se subió al caballo , pero no sabía montar y practicó y practicó hasta que aprendió. Decidió irse de ese bosque que le daba miedo.Una voz encantadora atrajo su atención, siguió la voz hasta encontrarse con un castillo. Con la ayuda de su caballo entró en el castillo , vió que era una princesa bellísima, se dió cuenta que era Blancanieves. Al verlo la princesa se asustó y se fue corriendo a refugiarse en su castillo.Daniel se fue triste y decepcionado.La noche se acercaba y hacía frío. A lo lejos, vio una Casa de Chocolate. Se acercó , no había nadie. Como todo era de chocolate se comió una mesa para cenar y encendió un fuego para calentarse y la casa se derritió.Compuso una partitura que al tocarla le concedería el deseo que él pidiera. Su deseo era convertirse en un príncipe de verdad, con un castillo inmenso y destruir a todos los malvados del mundo de los cuentos para que fueran felices.Conquistó a la princesa, comieron venado y vivieron enamorados. Nadie volvió a ver a Daniel en el colegio.

FIN

ESPARTINAS

Título: “Tomás y los cuentos vivientes”Autor: Guillermo Gómez Trujillo

Un viernes a las 17:00 de la tarde en una casa, había un niño llamado Tomás, pero en su casa le llamaban Pulgarcito por ser el más pequeño de sus cinco hermanos.

Tomás se aburría mucho porque sus hermanos estaban estudiando para los exámenes finales y su padre estaba escuchando una música muy rara. Su padre decía que se llamaba ópera y saltaba haciendo gestos raros con un palo en la mano minetras leía un papel llamado partitura.

Así que su madre le dijo a Tomás que si quería ir a la biblioteca con ella. Tomás dijo que podría aburrirse más, pero finalmente fue. Cuando llegaron, Tomás se sorprendió al ver todas las estanterías llenas de libros.

Su madre salió a hablar con el bibliotecario mientras Tomás escogió un libro y se puso a leerlo. Se llamaba "La casita de chocolate". Tras leer un poco el cuento, escuchó unas voces. Miró por todos lados y no vio a nadie. Las voces decían:-¡Mira qué niño tan gordo y grande! Ja ja ja. ¡Esta noche nos lo podemos comer!

Tomás cerró el libro muy asustado.

Después cogió otro libro que se titulaba "El flautista de Hamelin". Al cabo de un rato leyendo, vio salir unos ratones por las estanterías y se inundó toda la sala con estos roedores. Se comenzó a oir una música que procedía de una flauta que puso a los ratones en fila saliendo por la puerta de la sala ante el asombro de Tomás que se puso a bailar en contra de su voluntad.

Cuando la sala se quedó vacía, cerró el libro y cogió otro titulado "Blancanieves". Tan emocionado estaba con su lectura, que no se dio cuenta de que unos pequeños hombrecillos se sentaban a su lado, hasta que uno de ellos le preguntó:-¿Qué estás leyendo?

Tomás se sorprendió pero no se asustó, comenzando a jugar al escondite, al pilla pilla...

De pronto, escuchó una voz que decía:

-¡Fíjate, el pobre se ha quedado dormido!Y suavemente despertó a Tomás para llevárselo a casa.

En el camino de vuelta, le dijo Tomás a su madre:-¡Mañana podemos volver otra vez, es que me lo he pasado muy bien!

FIN

HUÉVAR DEL ALJARAFETítulo: “Un mundo mágico”

La clase de 2º A y 2º B fuimos a una excursión con la señorita Manoli y Charo, íbamos al parque de Mª Luisa. Cuando llegamos vimos con sorpresa que Blancanieves le daba de comer a las palomas pero estaba llorando.- Ivan, le preguntó.¿Por qué lloras?Ella respondió.-¡Alguien ha convertido en piedra a mis amigos los enanitos-Es verdad los estoy viendo por el parque!-dijo Salvador.-¡Mira allí está Mudito y Dormilón!- dice Ángel.-¡Y allí Gruñón y Sabio! -Dice Rafa.-¿Cómo podemos ayudarte?- dice Diego.Ella dijo que había una puerta que conducía a un mundo mágico y que allí podríamos encontrar una poción.- ¿Donde está esa puerta?- dijo Manuel.-¡Cerca de una fuente!- respondió Blancanieves.-¡Te ayudaremos!- dijo Ivan F.Le pedimos permiso a la señorita Manoli.Nos fuimos corriendo, llegamos a la fuente y al lado estaba la puerta, y vimos a los músicos de Bremen. Lorena y Ana le preguntaron sobre la poción y no lo sabían.-¡Qué bonito en este lugar!- dice Juan M.-No nos entretengamos, busquemos la poción tenemos poco tiempo.- dijo Luisa Mª.-Cuando íbamos caminando oímos una dulce melodía tocada por una flauta.Lorena dijo:¡Vayamos hacia allí!Vimos a un señor tocando.-¡Perdone! Toca muy bien. 'dijo Yolanda.-Hola, soy Hamelin.-¡Oh!.- decía Mª del Rocio.-Observo que buscais algo.-Sí, una opción mágica para ayudar a unos amigos.-Buscar al Pulgarcito, él os ayudará.

-Gracias.-dijo Sara.-¿Donde puede estar?. Dijo Lidia.-Buscar un árbol azul.Fuimos rápido y vimos el árbol, nos acercamos y al lado había una casita de chocolate.-¡Um qué rico!.-dijo Macarena-Vimos a un hombre pequeño.-¡Es pulgarcito!.- dijo Carmen.-Hola, ¿nos puede ayudar?.-dijo Inés.-Los enanitos de Blancanieves se han convertido en piedra.-contestó Mónica.-¡Vaya, vaya, será el malvado hechicero, tenéis que ir en busca del bibliotecario. Tiene un libro mágico.-Gracias.-respondió Hugo.-¿Dónde vive?-dijo Jorge.-Al lado de un árbol rosa.-Gracias.- dice Salvador.Desde lejos escuchamos Opera , y fuimos hacia allí. Y vimos el árbol rosa, había una casita pequeña llamamos al timbre. Tenía una partitura en la mano y hablaba por el móvil. Le contamos lo que pasaba y muy amable nos preparó la poción y le dimos las gracias.

Nos aligeramos y le dimos el frasco a Blancanieves que echó una gota a cada uno y todos recuperaron su estado original.

-¡Nos tememos que se va a enfadar la seño Manoli!.- dijo Alejandro Mora.-¡Hemos salvado a los 7 enanitos a tiempo!

FIN

ISLA MAYORTítulo: “La pequeña Blancanieves y su flauta”Autora: Lucia Nevado Sánchez

Érase una vez, un campo lleno de amapolas cuando a lo lejos se veía a una niña. Y un campesino la reconoció porque sabía que era la niña que se encontró un día en la ópera. Y la pequeña se veía llorando y muy mal, entonces el campesino le dijo:- ¿Por qué lloras niña? y la niña no contestaba, porque era muy vergonzosa, se giró y se fue.

Pasaron los días y la pequeña volvió a los campos y por segunda vez el campesino le preguntó qué le pasaba, y ella muy tímida respondió:

- Estoy por aquí porque estoy buscando una cosa que se me perdió hace muchos días.- ¿Y qué buscas?- Una flauta que me regaló el bibliotecario de la biblioteca del pueblo, y estoy muy triste porque era mi juguete preferido y cuando la tocaba siempre estaba superfeliz.

Entonces, el campesino Hamelin, le dijo que no estuviese mal, que él le ayudaría a buscarla y seguro que la iban a encontrar.

Pasaron días y más días, y la flauta no aparecía y se dieron por vencidos. La pequeña Blancanieves seguía triste porque la flauta era la que la ponía feliz. A las semanas el campesino le dijo que tenía un regalo para ella, que con ese regalo no iba a buscar más su flauta.

Blancanieves no tenía hermanos y tampoco amigos, la única compañía que tenía era Hamelin que se había portado muy bien con ella, le dijo que como lo ayudaba dándole la comida a los trabajadores que le regalaría un móvil para poder comunicarse con él.

Blancanieves se puso muy contenta porque nadie le había hecho nunca un regalo. Él le dijo a la pequeña que detrás de la casa tenía el regalo. Por la mañana fue donde le había dicho y cuando llegó encontró una gran casa de chocolate, la pequeña se puso muy contenta, pero después se puso a llorar. Hamelin le dijo ¿por qué lloras? y ella le dijo que le había gustado su regalo pero ella lo que quería era su flauta. Hamelin le dijo:-Entra en la casa y coge la caja y ábrela, y estaba su flauta, la que tanto había buscado.Y colorín, colorado, felices los hemos dejado.

FIN

OLIVARES Título: Pulgarcito, un niño felizAutora: Carmen Lucía Cáceres Mariscal

Había una vez un niño tan pequeño, tan pequeño, que todos lo llamaban Pulgarcito. Pero a él no le importaba. Todos creían que él se pondría triste porque se metían con él, pero nada de eso. Él era el niño más alegre que había, cantaba ópera, tocaba la flauta, tenía unas partituras buenísimas y era amigo de todos los niños que por allí había, de Blancanieves, de Hamelin…Pero un día, jugando se partió una pierna y tuvo que estar en la cama mucho tiempo. Entonces, todos los niños le echaron de menos y se dieron cuenta de que no se portaban bien cuando se metían con él. Y fueron a su casa a pedirle perdón.Pulgarcito les dijo que no tenía nada que perdonarles, que todo estaba olvidado. Los niños se fueron de allí y tuvieron una idea. Fueron a la biblioteca del pueblo y hablaron con el bibliotecario. Querían llevarle muchos libros a Pulgarcito para que leyera y se distrajera mientras estaba en reposo, y el bibliotecario les aconsejó. Cuando ya tenían todos los libros, fueron a casa de Pulgarcito y cuando abrió el regalo y vio el montón de libros que sus amigos le habían llevado, no pudo aguantar la emoción y se puso a llorar de alegría.Desde ese día todos fueron inseparables y muy pero que muy buenos amigos. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

FIN

SALTERASTítulo: “Beltrán el flautista”

Érase una vez una vez un niño llamado Beltrán que tocaba muy bien la flauta.Todos los días ensayaba mucho, porque quería ganar un concurso, porque si lo ganaba podía ir a Bremen para aprender de los mejores flautistas. Por eso después de salir del cole no hacía otra cosa que practicar incluso escribía partituras que luego tocaba.Tanto ensayó que al final ganó el concurso y se pudo ir a Bremen. Allí hizo muchos amigos y paseaban por la ciudad.Un día descubrieron la estatua de los “Músicos de Bremen”. A Beltrán le gustó mucho y fue a la biblioteca para leer el cuento. Allí le preguntó al bibliotecario, quien le dijo que ese cuento lo había escrito los Hermanos Grimm, y se lo dio.Cuando terminó de leerlo se fijó que allí había muchos cuentos: Pulgarcito, La casita de chocolate, Blancanieves…no sabía cual escoger, hasta que vio uno que se llamaba “El flautista de Hamelin”, ¡cuánto disfrutó leyendo!, porque el protagonista era un flautista como él. Estaba tan entusiasmado leyendo que se había olvidado por primera vez que tenía que volver para ensayar, por eso llamó a sus compañeros con el móvil para que no se preocuparan y salió corriendo de la biblioteca y pensó que a partir de ese día intentaría volver todos los días para leer un ratito.Beltrán se hizo mayor y se convirtió en un músico muy famoso. Todas las orquestas querían tocar con él. Escribió óperas muy famosas y recorrió toda Europa gracias a su talento, esfuerzo, trabajo y estudio, y todos los conocían como Beltrán el flautista”

FIN

SANLÚCAR Título: “El secuestro de la bibliotecaria”Autor: Pedro José Colorado Gómez

Hola amigos, soy Pedro José, detective privado, os voy a contar un caso muyespecial en el que trabajé hace algún tiempo.Todo sucedió el viernes 16 de enero de 2012, ese día fui a la biblioteca, estuvehablando con la bibliotecaria, quedé con ella en pasar el día siguiente para recogerunos libros de detectives que me estaba preparando.Cuando fui al día siguiente, la biblioteca estaba vacía, Lola no había ido atrabajar, ella nunca antes había faltado al trabajo, la llamé desde mi móvil y saltó elbuzón de voz.. Entonces decidí buscarla por la biblioteca y para mi sorpresa lo únicoque encontré fue un camino de páginas de los cuentos de los Hermanos Grimm, losfavoritos de Lola, fui siguiendo las páginas y llegué a una habitación que nunca anteshabía visto, intenté abrir la puerta pero no pude, seguí por el pasillo hasta otrahabitación en la que encontré una mesa en la que había una figurita del flautista deHamelín, una flauta, unas partituras y un libro muy extraño donde aparecíanmezclados los cuentos de los Hermanos Grimm; también había una casita dechocolate mordida en el techo, lo último que encontré fue una nota que decía: Teesperamos en la habitación del final del pasilyo cuando habras la viblioteca si nodesaparezeran tus cuentos.firmado nosotro.La nota era muy extraña, tenía muchas faltas de ortografía y parecía escrita por niños.Salí de la habitación, continué por el pasillo y llegué a una puerta donde había uncartel que ponía: CUIDADO CON EL PERRO. Era la misma letra de la nota anteriory desde luego no había ningún perro. Crucé la sala y llegué a una habitación dondeencontré a Lola atada a una silla, lloraba desconsoladamente y se alegró muchode verme ; la desaté con mi navaja multiusos, de pronto vi moverse unas sombras,las seguí y para mi sorpresa vi que solo eran cinco niñas, que cuando ,me vieronrompieron a llorar. Entonces llegó Lola y se puso a dar voces como una loca, yointenté tranquilizarla y ¡¡¡ al final lo conseguí!!!Les pedía a las niñas que me contaran por qué habían hecho eso y me dijeronque estaban hartas de Lola, de su mal humor y de que no las dejara siquiera respirar;entonces Lola se puso a llorar y les dijo a las niñas que tenían razón y que lasperdonaba por todo. Al final todas se abrazaron, me dieron las gracias y meprometieron no volver a secuestrar a nadie ni ser tan gruñona. ¡¡Espero que locumplan!!

FIN

TOMARESTítulo: “La partitura mágica”

En un pueblo del Aljarafe sevillano, vivía una familia muy humilde formada solo por padre e hijo, ya que su madre había muerto cuando él nació. El niño se llamaba Pedro y su padre era el bibliotecario del pueblo.Su padre desde siempre fue muy aficionado a la música y en sus ratos libres le gustaba tocar música y cantar ópera con un grupo de amigos con los que se encontraba por la tarde. Pedrito aprendió de esta afición y acompañaba con su flauta mientras su padre cantaba. La flauta era el instrumento más barato que su papá le había podido comprar ya que eran muy humildes.Pedrito era un niño muy despitado, por eso su padre le compró un móvil para localizarlo si se perdía. Una tarde, Pedrito se fue con una moneda que le había dado su padre a una famosa tienda que se llamaba “La casa de chocolate” a comprarse un capricho. Su papá llevaba tiempo intentando ahorrar para participar en un concurso de ópera en Bremen, pero no tenía dinero para el.En la tienda de chocolate, Pedrito no pudo comparar la caja de bombones que le quería regalara a su padre y sólo le alcanzó para una chocolatina que se comió inmediatamente. Cuando iba a tirar el papel al suelo, Pedrito observó que el envoltorio de la chocolatina era una pequeña partitura que rápidamente se atrevió a tocar cuando llegó a su casa. Empezó a sonar una melodía dulce y mientras esta sonaba la flauta se transformaba en una flauta de oro. Pedrito se quedó con la boca abierta y fue corriendo, como si del flautista de Hamelin se tratara, a decírselo a su padre.Al llegar a la biblioteca le enseñó la flauta de oro a su padre y se lo explicó todo. Su padre quedó sorprendido y para hacer otra prueba toco la partitura de Pedrito con unas castañuelas que rápidamente se volvieron de oro. Con el dinero de vender las castañuelas, pensó, podría pagarse los billetes paraEl día del concurso llegó y su padre cantó la ópera mientras Pedro le acompañó haciendo sonar al compás con su flauta la partitutra mágica de la chocolatina. Todo el público quedó maravillado con el bello espectáculo y ganaron el concurso de ópera.

FIN

VALENCINATítulo: Los regalos sorpresa.Autora: Virginia Vázquez Sánchez

Erase una vez un niño llamado Gabriel que le gustaba la flauta. Había visto a unos niños mayores que la tocaban en su colegio. Ese día Gabriel estaba muy nervioso porque era su cumpleaños y su mamá le había preparado una fiesta de disfraces cuyo tema era personajes de cuento. Era tarde cuando sus amigos llegaron a la fiesta, Gabriel que se había disfrazado de Flautista de Hamelin estaba muy ilusionado esperando que entre alguno de los regalos de sus amigos hubiese una flauta. Cada vez llegaban más amigos de Gabriel unos disfrazados de Blancanieves otros de Pulgarcito otros de Pinocho y muchos más.

Todos los niños merendaron, jugaron, cantaron y llegó la hora de los regalos. Gabriel empezó a abrir los regalos esperando con ilusión la flauta que tanto quería y entre esos regalos había ropa, juguetes, juegos de mesa y más. Al finalizar la fiesta los amigos de Gabriel se fueron muy contentos y aunque él se lo había pasado muy bien estaba un poco triste porque no le habían regalado lo que tanto esperaba.

Cuando ya Gabriel se estaba preparando para acostarse sonó el móvil de su papá, era su abuelo que no había podido estar en la fiesta pero quería felicitar a su nieto antes de que se acabara el día. Su abuelo le dijo: Hola Gabriel soy el abuelo, siento no haber podido estar en tu fiesta, le di a tus padres dos regalos para que los dejaran en tu cuarto. Gabriel se puso a buscar hasta que los encontró. Los abrió y era un libro de partituras y una flauta. A partir de ese día Gabriel no dejó de tocar la flauta, quería convertirse en una gran flautista.

GANADOR CATEGORÍA ALEVÍN

SANTIPONCE

Título: “Darío y la flauta mágica”Autor: Darío Vázquez García

Mi padre solía contarnos cuentos a la luz de la chimenea, mi hermano y yo prestábamos tanta atención que olvidábamos que era un cuento y creíamos que era de verdad.Una noche, cuando todos estaban dormidos, bajé al salón, para cogerle a mi padre una flauta que tenía entre los libros, solía coleccionar objetos antiguos y un día me dijo que esta flauta abría mundos, era negra, con dibujos raros, me acerqué a la boca y soplé. Salió una bonita nota, me asusté porque ya no sabía tocar, seguí tocando y en toda la habitación se vio el agradable sonido.Teníamos la chimenea encendida, todo estaba calentito y el acercarme a ella vi que las llamas, hubo una puerta y un pasillo por donde pasar. Dejando el miedo a un lado, me metí por la chimenea sin quemarme. A lo lejos vi una mujer llorando, me acerqué y le pregunté quién era y me dijo que era Blancanieves y que lloraba porque no estaba en su cuento. Le dije que viniera conmigo. Los dos seguimos andando y yo seguía tocando la flauta. Después vimos una casita en la oscuridad, como teníamos sueño nos metimos dentro y tenía un olor como a chuche. Dormimos toda la noche y cuando despertamos vimos una mujer vieja con pelo largo y muy fea, nos dijo que era la bibliotecaria y ordenaba los cuentos en su casita Seguimos dormidos notamos cosquillar en la cara y al abrir los ojos me sorprendí cuando vi a Pulgarcito. Me dijo que guardase silencio que la vieja bibliotecaria era una bruja que nos iba a comer.Me dijo que como era muy vieja y tenía mala memoria el trabajo de bibliotecaria lo hacía muy mal, tenía todos los cuentos cambiados de sitio, los protagonistas fuera de ellos y así todo estaba liado. Me asusté y desperté a Blancanieves y entre los tres ideamos un plan para poder Pulgarcito me dijo que la bruja tenía escondida una partitura que al tocarla con una flauta hacía realidad lo que se pensaba. Mientras Pulgarcito y Blancanieves la entretenían pude quitársela toque la flauta y pensé en Hamelin miles de ratones aparecieron. La bruja asustada salió chillando y corriendo y no volvió jamás. Los cuentos volvieron todos a su sitio y yo salí de la chimenea.Estaba tan cansado que me dormí, cuando desperté mi hermano estaba a mi lado y rodeados de cuentos tirados en el suelo. Tenía la flauta en mi mano. ¿Fue todo un sueño o fue realidad?

FIN

FINALISTAS CATEGORÍA INFANTIL

ALMENSILLATítulo: “Érase una vez unos cuentos muy revueltos”Autora: Sara Martín Moreno Mi historia es bastante diferente a las demás porque en esta, el mal se apodera de… bueno, será mejor que no os lo cuente sino que lo leáis vosotros mismos: Las brujas de los cuentos, como por ejemplo de “Hänsel y Gretel”, “La Bella Durmiente”, “La Cenicienta” o “Blancanieves”, estaban tan celosas que se unieron e hicieron un hechizo que mezcló los cuentos y también que al final de los cuentos el mal ganase. Y desde entonces el cielo era gris y nada era alegre, era todo lo contrario. Pero ¿entonces qué? ¿todo se quedaría así para siempre?. Pues no. Las brujas estaban tan liadas pensando en las princesas y en Hänsel y Gretel que se olvidaron de hechizar un cuento y a una pequeña personita y sí, es Pulgarcito, entonces lo que hizo Pulgarcito fue ir cuento por cuento cuando encontró el de “Blancanieves”. Entró en él, fue en busca de la guarida de la bruja y cuando la encontró se subió a una mesa. Allí había algo que no esperaba, era un móvil, y no uno cualquiera sino ¡¡un Samsung Galaxy Mini!!. Después fue a la estantería donde había muchas pócimas pero no encontró nada que le pudiera servir. Pulgarcito no se rindió porque él sabía que estaba en su mano salvar los cuentos. En la mesa había algo brillante, Pulgarcito lo vio y era una llave, pero de repente se oyó una música a todo volumen, era como de ópera antigua, procedía de aquel móvil. Pulgarcito se asustó y no se le ocurrió otra cosa que empezar a saltar encima de las teclas y sin querer cogió la llamada. Sonó una voz de horrible de una vieja bruja: - Alberta, soy Fernanda, te llamo por si habías enterrado la llave junto a las demás ¿lo has hecho? – dijo Fernanda. A Pulgarcito no se le ocurrió otra idea que poner voz de vieja bruja: - Ahora mismo, pero recuérdame dónde tenía que enterrarla – dijo pulgarcito con voz de bruja. – ¡Vieja bruja olvidadiza! Es debajo del árbol milenario, en el cuento de “La Cenicienta” ¡hazlo ya! – dijo Fernanda y colgó. Pulgarcito saltó al cuento de “La Cenicienta”, buscó aquel árbol y ¡sí!, allí estaban las otras llaves. Cuando Pulgarcito las cogió fue al malvado castillo de la madrastra, allí estaban hablando por teléfono y, de repente, ¡¡BUM!! Se oyó romper algo. Resulta que era el móvil de la madrastra, esa vieja bruja se enfadó y lo tiró por la ventana, cuando lo hizo rompió el cristal de la ventana y seguidamente Pulgarcito pensó: “y luego dicen

que hay crisis…”. Entonces Pulgarcito lo único que oyó de aquella conversación fue que en 23 horas y 59 minutos saldrían de los cuentos a la vida real y allí se apoderarían del universo. Pulgarcito salió corriendo a buscar las celdas de los príncipes. En las mazmorras encontró al príncipe de “La Bella Durmiente” y le dio la llave para abrir la celda ya que Pulgarcito era muy pequeño. Cuando terminaron fueron corriendo al cuento de “La Bella Durmiente”, allí el príncipe le dio un beso a Aurora y Pulgarcito, con lágrimas en los ojos, dijo: - me prometí no llorar -. Pero la princesa no despertó, el príncipe y pulgarcito se preguntaron qué ocurría, entonces Pulgarcito se acercó y le dio un beso en la mej¡lla y ¡sorpresa!, Aurora despertó y dijo: - Eres mi pequeño principito riendo dulcemente) -. Pulgarcito se sonrojó. Pulgarcito le contó toda la historia y siguió rescatando princesas y cuando iba a por Hänsel y Gretel se olvidó de la hora y solamente le quedaban 15 minutos. Cuando terminó de rescatarlos resultó que la siguiente parte era en… ¡El cuento de Pulgarcito!. Cuando llegó fue a su casa y allí estaban ¡las brujas! Decían que Pulgarcito era un enano insolente y se reían, aunque como eran tan viejas lo que hacía era toser. Pulgarcito se entristeció pero recordó que no importa el tamaño sino la bondad, el valor y el honor, y mágicamente ¡se convirtió en un apuesto y robusto príncipe! Así pudo derrotar a las brujas y al hacerlo todo cambió; el cielo era azul, todo tenía un bonito color, lo malo fue que pulgarcito se convirtió nuevamente en pequeño. Todo volvió a ser como era, y lo mejor de todo fue que a partir de ese momento se recordará a Pulgarcito como un héroe por salvar los cuentos y por cambiar la música del móvil por una de una flauta llamada “Casita de Chocolate”. Se puede decir que fueron felices y comieron perdices.

FIN.

AznalcázarTítulo: AzulAutora: Bárbara Mije García

Era un día acogedor, en las calles de Bremen los pájaros cantaban como nunca antes habían cantado. Era como si en vez de pico tuvieran una flauta; de repente, en la calle “Los Cántaros Verdosos” se escuchó la dulce ópera de Verdi y, efectivamente, por una ventana se veía a la señora Rody cantando su canción favorita.

En otra ventana, los… ¡fantasmas! Había colores blancos en todas partes, ¡pero!, ¿qué veo? Uno de ellos era azul. Se llevaba genial con los otros fantasmas, algo que no esperaba, estaba contemplando el color tan extraño que tenía cuando…¡Fuera de aquí fantasmas, como os atrevéis! Furioso, el señor Rody gritaba a los fantasmas.

El fantasma azul, asustado, tiró las partituras de la ópera, algo que enfadó aún más al señor Rody, todos los fantasmas escaparon, pero tuvieron que buscar otro hogar.El fantasma azul encontró una Biblioteca y entró, dentro había una joven bibliotecaria en la puerta, más adelante, millones de libros como: Pulgarcito, Blancanieves, Cenicienta, manuales para móvil… El fantasma cogió un libro, dentro vio un precioso dibujo de una casita de chocolate, cogió otro, otro, otro… Más adelante el fantasma vio un cartel en el que ponía: “SE NECESITA AYUDANTE”

El fantas, le llamaré “Azul”, se presentó al trabajo y se lo dieron. Hoy Azul, sigue trabajando en la Biblioteca porque puede leer cuando quiera, pero aparte de eso, es porque puede conocer a niños y ver sus preciosas caritas.

FIN

BOLLULLOSTítulo: “Una idea un éxito”Autora: Gloria Pérez Ríos

Había una vez, una muchachita llamada Bety y su hermano pequeño Pablo.

Bety, era una chica morena y de piel blanca, alta, alegre, generosa y amable; Pablo era un niño bajito , delgadito, simpatico dulce y muy listo.

Ellos vivían en Bremen (Alemania), eran huérfanos, y sólo tenían unos ahorros y una flauta que era de su padre.

Una mañana soleada, Bety decidió viajar con su hermano Pablo a Inglaterra. Llegaron a un pequeño pueblo pesquero al sur de este país llamado Starville, este pueblo era muy pobre, vivían de la pesca y cuando no había pesca no había dinero.

Bety y Pablo quedaron encantados de Starville y de sus habitantes, todos eran amables y simpáticos con ellos.

Pasada una semana, decidieron quedarse a vivir allí, en una bonita casa que parecía de chocolate.

Starville no tenía ni siquiera alcalde, ni policías…

Allí encontró a un joven llamado Hans, y se hicieron muy amigos. Bety como una chica de ciudad, tenía muchas ideas, le dijo a Hans que quería montar una biblioteca y hacerse bibliotecaria, para que el pueblo tuviera más cultura.

Y así lo hizo, poco a poco, fue conociendo a todos los habitantes de allí y se ganó el cariño de todos, empezaron a llamarla Blancanieves, por su belleza y su dulzura y a su hermano Pablo le llamaban Pulgarcito , por lo pequeño que era.

Blancanieves (Bety) hizo una página web de Starville, con fotos de sus playas, monumentos, gastronomía… y así el pueblo tendría mucha fama y turismo.

Un día Pulgarcito (Pablo) se puso a tocar la flauta, su hermana se encantó de lo bien que lo hacía. Hans, tenía unas viejas partituras de su abuelo y se las regaló a Pablo.

Una tarde Hans y Bety decidieron hacer una pequeña ópera con los habitantes del pueblo, y así , ganar dinero para poder hacer cosas buenas por Starville, como una escuela, hospital, jefatura de policía, cines, parques, farmacias….

Pero como en todos los pueblos, siempre hay un malvado, y allí lo había. Era un joven feo y retorcido, robaba, hacía daño a los barcos del puerto y a sus habitantes.

Zack, que era malvado, tenía una banda que trabajaba para él, a cambio de algo de comida.

Una tarde oscura y tormentosa, Zack y su banda, se enteraron que Bety, Pablo y Hans iban a hacer una ópera con las viejas partituras, este las robó, se le cayó el móvil y todos se dieron cuenta que Zack y su banda intentaron robar las partituras de la ópera.

Llamaron a la policía del pueblo más cercano y los detuvieron. La ópera se hizo y tuvo mucho éxito, cada vez iban a Starville más turistas.

El pueblo poco a poco se fue enriqueciendo.

Al mes a Hans lo hicieron alcalde de Starville, él hizo muchas cosas buenas por sus habitantes, todos los llamaban Hamelin por limpiar Starville de ratas como Zack y su banda.

Y así todos fueron felices hasta el día de hoy.

FIN

ESPARTINAS

Título: “El ingrediente secreto”Autor: Marina Maroto Pérez

Siempre que voy a casa de mi abuela, a la hora de merendar, me coloco sobre la mesa de la cocina un plato blanco salpicado de flores de vivos colores. Sobre él, dos rebanadas de pan con margarina y la deliciosa mermelada de fresa de mi abuela. A la derecha del plato, un vaso de cristal con zumo de melocotón. Todo ello sobre un mantel a cuadros amarillos y blancos.

-¡Abuela, esta mermelada está riquísima! ¿Cómo la haces? ¿Cuál es tu secreto?

-Con que quieres saberlo... Muy bien, te lo contaré:

Hace mucho tiempo en Bremen vivía Blancanieves. La llamaban así porque siempre llevaba un vestido de lino blanco; pero su verdadero nombre era Lis.

Todas las noches, un joven caballero se arrodillaba ante su balcón ofreciéndole un bonito regalo para ganarse a la muchacha y casarse con ella. Cada noche era un chico diferente el enamorado.

Una noche le presentaron una graciosa casita de chocolate muy detallada y trabajada. Blancanieves admiraba la delicada obra, pero no quería casarse con aquel muchacho que se consideraba el mejor pastelero de Bremen.

A la siguiente salida de la luna, se presentó un caballero que había compuesto una brillante ópera dedicada a la dama. Le entregó las partituras y ¡empezó el espectáculo! La joven le rechazó agradeciéndole su trabajo, pero aquel chico era demasiado presumido para ella.

Volvieron a salir las estrellas y se presentó un caballero con una flauta de pan. Le dedicó una bellísima canción compuesta especialmente para ella. Lis quedó

maravillada y dos lágrimas descendieron por sus sonrojadas mejillas y le preguntó al caballero:

-¿Cómo lo hacéis?

-Con todo el amor que siento por vos, bella dama.

Entonces entendí que el ingrediente secreto de la mermelada era el mismo que inspiraba al caballero para escribir canciones a Blancanieves. El amor.

FIN

HUÉVARTítulo: La bibliotecaria y los cuentos mágicos

Érase una mujer que se llamaba Emma, trabajaba en la Biblioteca de la ciudad , su trabajo después de tantos años, le parecía aburrido, se puede decir que había leído casi todos los libros que allí habría.

Una tarde la llamó su jefe al móvil, que tendría que trabajar, por la noche ,para preparar una exposición sobre cuentos infantiles y catalogar nuevos libros

-¡Encima de noche! Con lo aburrido que son y todo en silencio pensó.

Emma después de cerrar para el público, se preparó una buena cafetera para aguantar toda la noche y además puso música para no estar en silencio. Todo iba muy bien hasta que el montón de libros que llevaba en brazos se cayeran al suelo y de golpe salió un remolino y salieron todos los personajes de los cuentos. Emma no se lo podía creer, pensaba: -yo me he quedado dormida, estoy en un sueño o una pesadilla .-dijo Emma.

Los personajes corrían y hablaban unos con otros de lo aburridos que estaba metidos en lo libros y querían inventarse otras historias u otros finales.

De pronto el Fantasma de la Opera la cogió de la mano y la sentó en un sillón para ver una representación, eran los Músicos de Bremen con sus partituras, todos cantando, se cerró el telón y yo aplaudí embobada, después me guió hasta una puerta de oro y entré, leí un cartel que ponía: “Bienvenidos a Hamelin” y escuché a lo lejos a un muchacho tocar la flauta y bailar con Blancanieves y le dije -¿pero, tú qué haces en este cuento, qué haces aquí? dijo Emma.

Blancanieves, me miro y me dijo:Estoy cansada de vivir en la casa con los enanitos, fregando platos y haciendo sopa, quiero aventuras.Pero si al final te casas con el príncipe, ¿no te gusta ese final?.

No, yo quiero vivir en una casita de chocolate, llamar por el móvil a mis amigos, para ir a la Ópera o a bailar.Se fue bailando con el flautista yo cierro la puerta y pensé , necesito un café, despertarme,¡me estoy volviendo loca!.Cuando estaba tomando el azúcar con la cucharilla escuché una vocecita que decía:¡Cuiado! ¿no me ves?Del susto, solté la taza y vi a un niño pequeñito como un dedal.

¿Por Dios, cómo quieres que te vea? Eres muy pequeño. ¿Quien eres?.Soy pulgarcito ¿nunca has leído mi cuento?¡Oh Dios mío! Otra vez tengo visiones, este café tiene que estar malo o es un brebaje mágico.Por favor ayudadme, suplicó Pulgarcito.A ver ¿qué quieres? Me está entrando dolor de cabeza dijo Emma.Estoy cansado de ser pequeño, quiero ser grande y fortachón, ¿tú puedes ayudarme?.Sí claro, voy a por el cuento de Alicia en el País de las Maravillas, ella tiene un botecito que si bebes te vuelves grande, espero que ella pueda ayudarnos. Pero claro en todo este caos, cualquiera encontraba a Alicia, que se había ido con Blancanieves y el flautista. Así que lo metí en el bolsillo de mi bata, para que no se me perdiera y empecé a ordenar los libros encima de la mesa hasta que encontré el cuento de Alicia y el conejo le dijo a Pulgarcito que lo siguiera para dentro del cuento, en busca del bote, Emma miró los libros por dentro, pero estaban los personajes mezclados y pensó menuda ensalada de cuentos. Todos los personajes se habían pasado de un libro a otro viviendo las aventuras de sus otros amigos, y se lo estaban pasando fenomenal, pero Emma estaba preocupada, ¿cómo iba a explicar el caos en los cuentos?.Los llamó y reunió a todos y les explicó que ellos hacían felices a muchos niños, cuando a la hora de dormir sus papás o abuelos se los leían. Emma le dijo a Blancanieves que muchas niñas sueñan en ser princesas bondadosas y a Pulgarcito que no importaba el tamaño sino el corazón y ser bueno. Todos los personajes volvieron a sus cuentos diciéndole adiós a Emma y de pronto ella sintió sueño y se durmió en el sillón.Cuando se despertó pensó qué sueño más extraño había tenido y abrió las puertas para que entraran los niños. Emma propuso que se inventaran otros finales para las historias y se hacían un concurso para el más original. De noche éstos finales se lo cuentan a los personajes y se ríen juntos.

ISLA MAYOR

Título: “Blancanieves, la bibliotecaria”Autora: Alba Mª Martínez Sánchez

En un pueblo muy pequeño de un diminuto país llamado Cuentilandia, vivía una niña llamada Blancanieves, a la que le gustaba mucho leer libros, pero en su pueblo no había biblioteca.

Ella pensaba en qué podía hacer para montar una biblioteca, entonces se acordó de su amigo Pulgarcito, que vivía en la casita de chocolate a las afueras del pueblo.

Lo llamó a su móvil para pedirle ayuda para recaudar dinero para hacer una biblioteca en el pueblo. A Pulgarcito se le ocurrió una idea:

- ¡Podíamos hacer un concierto de ópera! ¡Recaudaremos mucho dinero! Tú, Blancanieves cantas muy bien, y nuestro amigo Hamelin podría tocar su flauta.

A Blancanieves le pareció muy bien y se pusieron manos a la obra. Hablaron con el dueño de un local grande, que era perfecto para hacer el concierto. El dueño, que era muy bueno, les prestó el local y además les hizo un bonito cartel y las entradas.

Llegó el día del concierto, pero como Hamelin estaba enfermo tuvo que tocar la flauta Pulgarcito, que también sabía. Blancanieves cantó y cantó hasta altas horas de la noche y la gente no paraba de aplaudir. El concierto fue todo un éxito y como fue a verlo casi todo el pueblo ganaron mucho dinero.

El dueño del local, que era muy rico, se lo regaló a Blancanieves y a Pulgarcito para montar allí la biblioteca. Con el dinero recogido en el concierto compraron muchos libros de cuentos, poesías, cómics y revistas.

El alcalde nombró a Blancanieves la bibliotecaria del pueblo y a Pulgarcito su ayudante. ¡Por fin llegó el día! Se ha inaugurado la biblioteca. Todo el pueblo asistió a este acontecimiento. A partir de este día todos los niños del pueblo y también sus padres iban todas las tardes a leer a la biblioteca y se divertían mucho.

La bibliotecaria y su ayudante organizaban concursos de lectura entre los niños y niñas del pueblo. En pocos meses todos leían estupendamente. El alcalde del pueblo estaba muy contento por la genial idea de montar la biblioteca y cuando llegó el primer aniversario, en agradecimiento a Blancanieves y Pulgarcito, el ayuntamiento les regaló un viaje a Bremen, “La ciudad de los cuentos”.

FIN

OLIVARESTítulo: La Biblioteca mágicaAutora: Lucía del Rocío García Marín

Érase una vez en un pueblo perdido entre montes con nieves eternas en sus cumbres vivía un bibliotecario. Su biblioteca habrá tenido siempre la fortuna de que los niños

ocupaban allí la mayor parte de las tardes.Sin explicarse el motivo, los niños dejaron de ir y sobre los libros de sus estanterías sólo se veían telarañas y alguna que otra mosca que se resistía a morir de frío.Apenado de ver libros tan u como Pulgarcito, Blancanieves, La casita de chocolate… que en otros tiempos habían sido los que acunaban a los niños a la hora de dormir y ahora parecían haber perdido el brillo y el color de antaño, pensó idear un plan para volver a recuperar la risa y la alegría de los niños leyéndolos.Pensando y pensando, se dio cuenta de que entre las estanterías parecía que un libro brillaba entre todos. Se acercó y reconoció que el Flautista de Hamelin le guiñaba un ojo.¡Oh! Pensó. ¡La flauta que mi abuelo me regaló de pequeño debe de estar en algún lugar que no recuerdo ahora! De pronto, otro libro cayó al suelo, era el de los músicos de Bremen y le dijeron:-¡No te des nunca por vencido! Piensa un poco y tu imaginación te hará encontrar lo que buscas.Todo parecía ahora claro como el día. El bibliotecario pensó:-¿Y si toco con mi flauta mágica la partitura que mi abuelo me dejó junto a ella cuando me la regaló? ¿Qué podría pasar?Tocó… y tocó y parecía que el flautista de Hamelin le decía:-Sigue, sigue. ¡Lo conseguirás!Empezó a escuchar a lo lejos como un ruido extraño. Poco a poco se acercaba y la algarabía llegó hasta las puertas de su biblioteca. ¡Sí! ¡Allí estaban! Muchos niños llamando a la puerta. El bibliotecario no daba crédito a lo que veían sus ojos.Niños… ¡Muchos niños! ¡Sí! Corrían de un lado a otro entre las estanterías buscando su libro preferido y en ese momento volvió a ser el bibliotecario más feliz que jamás se haya visto.Decenas de niños sentados con sus libros entre las manos y… sin moverse de sus sillas viajaban hasta los lugares más inimaginables jamás soñados y… ¡Qué fantástico! ¡Sin moverse de su biblioteca!Esa noche el bibliotecario volvió a sentirse dichoso y útil.Los niños ya no dejarían de soñar con sus cuentos y la flauta estaría allí siempre para llamarles si se olvidaban.

FIN

SALTERASTítulo: La manzana doradaUn brillante sol aparecía en el horizonte, que parecía avisar a los habitantes de Hamelin que ese día iba a ser templado.En una casita de chocolate, por la ventana de galleta, se veía a una hermosa chica depelo largo, suave como la seda y negro como el azabache. Tenía unos ojos verdespreciosos y una piel morena muy brillante.Ella se estaba preparando para ir a la biblioteca. Estaréis pensando que a quién se leocurre ir a la biblioteca a las 8 de la mañana, pero es que, Malexandra, la chica, era labibliotecaria de la famosa biblioteca “Bremen”.Cogió las llaves de su casa, que eran de chocolate, las gafas de sol, de regaliz; y sumóvil. Se puso su chaqueta y se fue.Iba por la avenida de Las galletas de jengibre, cuando escuchó a alguien que gritaba suElla se giró y vio quien era, Adriana, una conejita que medía algo más de un metro. Supelaje, era morado, con mechas rosas, y sus ojos, turquesas. Su pequeña barriguita era blanca como la nieve, no paraba de moverse de un lado para otro, excitado.Maledranda, asombrada, le preguntó:-¡¡ Me he quedado sin imaginación!!- Tengo una buena idea-dijo Malexandra.Fueron los dos corriendo a la biblioteca. Abrieron una gran puerta y fueron al pasillo nº5, que era el de “los remedios”.Buscaron en la balda de “Pulgarcito”, y cogieron el libro de “Los remedios para laAbrieron el libro, de una sola página, y vieron una pequeña pantalla. En ella salía unárbol lleno de manzanas. Decía la leyenda que el que comiera una de esas manzanas y pensara en lo que quería volver a querer, lo tendría la instante.

Cogieron el coche de Malexandra y fueron pitando hacia el árbol de las manzanasAl llegar, intentaron coger una manzana, pero no llegaban.Entonces, vieron que Blancanieves vivía justo al lado, y fueron a su casa. Tocaron a la-¿Quién es?- Sonó una voz dulce desde dentro.-Soy Malexandra, la bibliotecaria.En ese mismo instante Blancanieves abrió y preguntó:-¿Me podrías dejar una escalera?-Claro- contestó decidida,- pero necesito un libro de partituras.Malexandra y Adriana se miraron, ¡sabían dónde encontrar uno!Cogieron otra vez el coche y fueron a la biblioteca. Entraron y fueron al pasillo nº 4,“Flauta encantada”, lo cogieron y se fueron.Se lo dieron a Blancanieves, cogieron la manzana y Adriana se la comió. Pensóprofundamente en la imaginación y abrió los ojos. ¡Empezó a escribir un maravillosoLa imaginación es genial!!!

SANLÚCAR LA MAYORTítulo: La Flauta MágicaAutora: Lucía Cortés Galán

Érase una vez, en cualquier lugar de nuestro mundo, un bello pueblecito que se escondía entre las montañas, un pueblecito muy tranquilo donde sus habitantes vivían en feliz armonía, Bremen era su nombre. Allí vivía la protagonista de este cuento, Zaida.

Zaida era una niña un poco revoltosa, que por supuesto no le gustaba estudiar. Sus padres estaban muy preocupados y no sabían cómo hacerle entender que estudiar era importante, que había que esforzarse, que en la vida no se regalaban las cosas así como así. Zaida estaba triste porque en verdad ella era buena y se daba cuenta que así no podía seguir.

Entonces un día se acordó de cuando era muy pequeñita, cuando su abuelo vivía y era quién la cuidaba, se acordó de un regalo que le hizo y tenía guardado con cariño. Su abuelo era carpintero, y antes de irse al cielo le dijo: “Zaida cuando te encuentres muy triste acuérdate de este regalo que te doy y no lo abras hasta ese momento porque es un regalo mágico que te enseñará a ser feliz...¿me lo prometes?”_ Sí abuelito, te lo prometo_ contestó. Entonces Zaida cogió el regalo que estaba envuelto en una tela roja y lo abrió. Era una preciosa flauta de madera con su nombre grabado. Zaida se quedó sorprendida porque ella no sabía tocar la flauta y tampoco imaginaba cómo eso le iba a cambiar la vida. Pero tanto había querido a su abuelo que le pareció mal no aprender a tocarla. Entonces se fue a la biblioteca del pueblo para buscar algún libro que le ayudara, ya que Bremen era pequeñito y no había ningún sitio que la enseñara.

Una vez allí le preguntó al bibliotecario si tenía algún libro de música y buscando, al fin dieron con uno. Cuando Zaida abrió el libro se encontró unas partituras dentro muy viejas, de una ópera que se llamaba “La flauta mágica”, de un compositor llamado Mozart. Eso le llamó la atención mucho y ojeándolas, de repente, un papelillo con un número de un teléfono móvil cayó al suelo. El papel decía: Ramón, profesor y compositor.

Zaida rápidamente fue a contarle a sus padres lo sucedido y ellos la animaron a llamar, para preguntar a ese tal Ramón si podía darle clases de música. Al llamar, un hombre llamado Ramón la atendió y dio la casualidad que vivía en un pueblecito cercano, por lo que no tuvo ningún problema en darle clases. Al día siguiente, después del cole, comenzó su primera clase. Ramón era muy agradable y le enseñó ya el primer día una bonita canción. Zaida ilusionada se llevó la flauta al cole y se lo contó a sus amigas, a las cuales les tocó la canción que aprendió; entonces se rieron y le dijeron que la música no servía para nada, que eso era perder el tiempo, que ver la tele era más divertido. Zaida volvió triste a casa y pensó en lo que le dijo su abuelo, no

entendía cómo le dijo que esa flauta era mágica y le iba a hacer feliz. Cuando llegó a casa le dijo a sus padres que no quería seguir dando clases, que las niñas del cole se reían de ella. Sus padres le animaron a seguir adelante. Esa noche se acostó preocupada, porque realmente quería aprender, y tenía ilusión por eso, pero también pensaba que nadie en el pueblo estudiaba música y quizás fuera una pérdida de tiempo. Después de dar una semana de clases con ramón, Zaida le dijo que no quería seguir porque se reían de ella y se encontraba un poco desanimada. Ramón le dijo que se lo pensara porque veía que ella tenía cualidades para ser una gran compositora. Al día siguiente la llevó a la ciudad para enseñarle la gran Escuela de Música donde él trabajaba. Allí se dio cuenta de que no era rara y que había muchos niños y niñas como ella. Le hizo tanta ilusión que se apuntó para las clases de música. ¿Lo ves Zaida?_ le dijo Ramón_ mañana mañana empiezas en la escuela, ya verás como aquí todo es diferente. La acompañó a la parada del autobús y se despidió de ella, pero algo extraño sucedió. Cuando Ramón se alejaba se volvió, le dijo adiós con la mano sonriendo y Zaida se quedó sorprendida, porque en vez de Ramón le pareció ver a su abuelo... Creo que estoy demasiado cansada_ pensó_ y no le dio importancia. Al día siguiente en la Escuela de Música buscó a Ramón para decirle que el primer día de clase había sido estupendo, pero no lo encontró por ningún lado, incluso los profesores ni siquiera lo conocían, ni habían escuchado hablar de él nunca. Zaida se quedó de piedra, pensó que algo especial le había ocurrido. En ese momento supo que se iba a esforzar mucho en el cole y en la Escuela de Música ya que quería ser compositora. A partir de ahí le cambió la vida y desde luego fue mucho más feliz, por fin entendió lo que le dijo su abuelo.

Cuando ya se hizo mayor , fue una gran compositora y muchas de sus amigas que se reían de ella de pequeña iban a sus conciertos. Zaida aprendió una lección muy importante, que en la vida algunos sueños se hacen realidad si nos esforzamos por conseguirlos.

SANTIPONCETítulo: La Flauta Mágica

Eran las 9:00 de la mañana cuando a Blancanieves le sonó el ¡Qué buen día hace hoy! Dijo Blancanieves mientras se desperazaba.Es un día estupendo para limpiar el ático se puso las zapatillas y bajó a la ¡Ummmm! ¡Qué rico estaba! Ahora manos a la obra.Una vez en el ático Blancanieves se puso a limpiar y al mover el antiguo baúl de su tatarabuelo cayeron unos extraños pergaminos por detrás. Blancanieves se agachó para recoger lo que se había caído y al despegarlo vio unos extraños símbolos que parecían alguna clase de partituras, en ellas aparecían la fecha y lugar. Cuál fue mi sorpresa que esas partituras procedían de un pequeño pueblo llamado Hamelin situado en una ciudad llamada Bremen. Un montón de ideas se acumulaban en su cabeza y cinco minutos después estaba descolgando el móvil para llamar a su amigo Pulgarcito.-Hola Pulgarcito, le saludó Blancanieves.-Hola Blancanieves dijo Pulgarcito, hacía mucho tiempo que no sabía de ti. ¿Qué tal va todo? ¡Muy bien! Hace mucho frío por aquí pero sabes cómo son los inviernos en la montaña, por cierto Pulgarcito ¿Sigues-Porque he encontrado unas misteriosas partituras y quiero averiguar dequien son y qué esconden. Mañana cogeré un vuelo hacia Bremen y siquieres nos encontramos en alguna cafetería de Hamelin.-De acuerdo, Blancanieves pero quedamos mejor en la vieja biblioteca deHamelin, soy amigo del bibliotecario y él seguro que nos servirá de ayudapara descubrir que misterio esconden esas partituras.-Muy bien Pulgarcito nos vemos mañana. Colgó el móvil y siguió conlo que estaba haciendo. A las cuatro de la tarde del día siguiente seencontraba sentada en un cómoda silla de la biblioteca de Hamelin juntoa su amigo Pulgarcito, consultando el libro que les había recomendado elviejo bibliotecario comprobando las imágenes con las partituras. Pulgarcitose dio cuenta de que en la esquina superior izquierda de las partiturasaparecía el emblema de la antigua ópera de Bremen y además que esosextraños símbolos eran en realidad notas de música.-¡Hemos de ir a la ópera de Bremen, Blancanieves! ¡Allí está lasEl bibliotecario se ofreció a llevarlos a la ópera. Una vez allí Blancanievesno pudo evitar soltar un exclamación, era una ópera preciosa habíainstrumentos de toda clase, violines, tambores… pero lo que llamó suatención fue una hermosa flauta de madera, situada en un extremo de lasala. Al acercarse vió que tras ella había una puerta cerrada y en ella elmismo emblema de las partituras. Cual no fue su sorpresa al ver la flautaque había llamado su atención también en el emblema.-¡Has de tocar las partituras con esa flauta Blancanieves! Dijo Pulgarcito.

Blancanieves empezó a tocar y unas bella melodía inundó la ópera y trascada nota que salía de la flauta las puertas se iban abriendo un poquito-¡Mira Blancanieves es el país de los cuentos!Poco a poco comenzaron a recordar como la malvada bruja había borradolos recuerdos de todos los habitantes del país de los cuentos y expulsadode allí. Ahora todo había cambiado ¡Al fin podían regresar todos a casa!

FIN

VALENCINATÍtulo: Un sueño de Fantasía.Autor: ADRIÁN MARÍN HURTADO

Un cuento he de escribir, mezclando a tantos personajes que yo ya no me acordaba de que existían, personajes de mi infancia ¡Que tiempo tan feliz!-¡Adrián!, me llaman.Voy abajo, mis padres van a salir y me quedo un rato solo, me dejan el móvil por si los tengo que llamar. Me voy a mi silla, a escribir el cuento de la biblioteca que me piden, no me sale nada y me duermo encima de la mesa, recuerdo mi última imagen, la flauta que tengo delante.¡Eh, que pasa! ¡Quién me llama!, abro los ojos y cuál es mi sorpresa, ¡Cuatro músicos!¿Quiénes sois? -dije asustado.Todos miraron a la vez.- Somos los músicos de Bremen ¿y tú?, ¿por qué estás en medio de instrumentos dormidos?.¡Eh! No sé, me dormí.¡Bueno!, nos tenemos que marchar, hoy tocamos en Hamelín y no queremos llegar tarde. El año pasado un flautista muy conocido de allí, con su flauta, nos ganó el primer premio, pero este año no le dejaremos.¿Puedo acompañaros? Me gustaría veros.Vale, pero venga móntate en el camión, nos marchamos.¡Sí, sí! Voy.De camino a Hamelín me doy cuenta de que esto no puede ser real, bueno, si quiero saber qué pasa tengo que ir. De camino a Hamelín nos entra hambre a todos y vemos un cartel qué bueno, nos dirigimos allí y antes de llegar una voz muy diminuta nos grita:¡Ayúdame! ¡Ayúdame!

Miramos por todos lados, pero no sabíamos de donde venía esa voz, al mirar al suelo vemos a un niño pequeño, paramos y se sube al camión.¡Gracias!, soy Pulgarcito.¿De dónde has salido? – Le preguntaron los músicos.Me he escapado de esa casa de chocolate, todo muy bueno, pero no te dicen que al final te quieren comer.Vaya desilusión, se acabó el almuerzo, decidimos irnos y girando vemos otro cartel

Sonó mejor y fuimos hacia allí. Al llegar apareció una muchacha muy guapa y nos dio de comer, la comida de sus siete enanitos o algo así nos dijo, buenísima, les dimos las gracias y rumbo a Hamelín. Pulgarcito llamó a sus padres y éstos le dijeron que no se moviera de allí, y se quedó con Blancanieves en su casa.

Al llegar al pueblo de Hamelín los recibieron como verdaderos artistas, y como grandes artistas actuaron, incluido ese de la flauta que traía muchas ratas con él, ¡Qué asco!, en fin, me dormiré un rato y al despertar Gloria la bibliotecaria de mi pueblo me llamaba.Adrián, ¿estás despierto?Sí, sí¿Te has dormido en clase?, ¿has traído tu cuento?.Sí, sí, aquí lo tienes. Al terminar las clases me fui.Al llegar a mi casa fui a mi cuarto y vi allí encima de mi cama muchos libros de mi infancia. No me creía que hubiera leído todo eso, y me di cuenta que mientras que uno lea la imaginación no se acaba.

Esos hermanos Grimm fueronlos mejores

Gracias

FIN

GANADOR CATAGORÍA INFANTIL

TOMARES

Título: Elvira la bibliotecariaAutora: Sara Moreno Ortega

Había caído la noche. Elvira se levantó de su mesa y fue a ordenar las estanteríasde los libros de su biblioteca. A sus 57 años aún se mantenía ágil y aunque la vida no lehabía permitido prolongar su felicidad con la persona a la que amaba había decididovolcar su amor en los libros. Se acercó a la sección de relatos infantiles, en la baldainferior los libros de cuentos resumidos para los más pequeños se amontonabandesordenadamente.-¡Estos críos…!- dijo en voz alta y echó mano de sus gafas que inevitablemente seenredaban en la cadena de aquella pequeña brújula que siempre colgaba de su pecho.Los niños habían encajado los cuentos de tal forma que Elvira tiraba de ellos sin podersacarlos mientras la estantería coja se tambaleaba. Con el último tirón, el volumencompleto de los cuentos de los Hermanos Grimm que se hallaba en la balda superior se precipitó al vacío...

Elvira se halló en medio de un bosque. El lugar le era totalmente desconocido.Frondosos árboles crecían a su alrededor y, de no muy lejos, llegaba hasta sus oídos elsonido de una flauta. Decidió buscar su origen y llegó a un claro donde un flautista conaspecto sucio y desaliñado tocaba su instrumento sentado en un tronco caído. Elvira,tuvo la impresión de que lo conocía y acercándose le preguntó:- Buenos día, me he perdido y no sé donde estoy, ¿podría indicarme dónde estamos?-El flautista terminó la pieza que estaba interpretando con un juego de notas tan hermoso que hizo que Elvira volviese a su niñez durante un instante.- En el bosque, por supuesto- respondió el flautista sacándola de su anonadamiento ycontinuó tocando.

Elvira no pudo evitar fijarse en la extraña indumentaria que vestía: un jubón de cueroy paño rojo, unas calzas grises y en la cabeza un curioso sombrero. En el tronco, juntoa sus pies había un precioso zurrón de cuero. De pronto, se escuchó un ruido y de laespesura del bosque surgió un gran lobo gris que se fue acercando poco a poco mientras enseñaba sus grandes dientes. Elvira, asustada, se protegió tras el flautista. El lobo se acercó aún más y, de repente, se alzó sobre sus patas traseras y comenzó a bailar. El flautista acompañó al lobo en su danza sin dejar de tocar y tras el desenfrenado baile los dos cayeron al suelo exhaustos. De pronto, ante el asombro de Elvira el lobo comenzó a hablar:

- Esa bella melodía me ha traído hasta aquí sin poder evitarlo. Llevo varias horasbuscando a una hermosa joven. ¿No la habréis visto por casualidad? Lleva una capaencarnada con una caperuza.- No, no la hemos visto- respondió el flautista con amabilidad.En ese momento, una voz que provenía del bosque dijo: - ¡Os dije que este no erael camino! ¡Lo sabía y nadie me hizo caso! ¡Yo tenía razón!-. Otra voz más suaverespondió: -Tranquilo, antes o después la encontraremos-. Y una tercera habló: -Quizáshubiera sido más prudente no atravesar esa niebla-. En el claro aparecieron uno, dos,tres, cuatro…hasta siete enanitos con sus picos y palas al hombro. El que parecía másanciano de todos acercándose preguntó: -Disculpad señores, ¿han visto a una hermosa y simpática doncella? La estamos buscando. Tiene la tez pálida como la luna y los ojosnegros como el carbón y su nombre es Blancanieves-.- Pues yo también estoy buscando a una jovencita con una caperucita roja- respondió el lobo.Elvira comenzó a darse cuenta de que, por alguna extraña razón había ido a parar a unmundo de cuentos y que estos estaban desordenados. Algo le decía que hasta que noestuviera todo ordenado no podría volver a su casa. – ¡Todos están perdidos!...- dijoElvira en voz muy baja sí misma.- Sí, así es…yo también ando perdido- dijo una vocecilla a su lado.Elvira miró al lugar del que provenía la voz: un niño muy muy pequeñito, vestido conunos pantalones cortos y una chaquetilla que lo miraba sonriente. Elvira no pudo dejarde mirar los bolsillos llenos de miguitas de pan blanco que contrastaban con el azul marde su chaqueta.-¿Quién eres tú?- le preguntó; - No, no me lo digas. ¿Debes de ser Pulgarcito, verdad?-.- Síii- exclamó el niño,- ¿cómo lo has sabido?- Bueno…desde pequeña he oído hablar de todos vosotros.- ¿De todos?- inquirió Pulgarcito.- Sí, de todos. Pero lo que no comprendo es que hacéis todos en el mismo lugar.- Ya te lo hemos dicho, estamos perdidos. Yo nunca había visto tanta gente por elbosque.-¿Este es el bosque donde vive tu padre y corta leña?-, preguntó Elvira.- No que va…- ¿Cómo sabes que no es el bosque donde trabaja tu padre?-- Porque he subido al monte Aísatnaf para ver donde estaba pero cuando bajo vuelvo aperderme.- ¿Sabrías llevarme?- preguntó Elvira.- ¡Claro! El camino está aquí mismo.Pulgarcito y Elvira dejaron atrás el claro adentrándose en lo frondoso del bosquehasta que el terreno fue haciéndose cada vez más empinado. Después de mucho

esfuerzo llegaron a la cima de la montaña. Desde aquella cumbre se divisaban losterritorios separados por anillos de niebla que aislaban unos de otros y que por algunadesconocida razón los personajes habían atravesado. Tenía que devolverlos a su lugarde origen y para ello debía orientarse. Elvira tomó la brújula de plata, aquel regalodonde José grabó aquella inscripción que la había acompañado tantos años: “Para quenuestro amor nunca se pierda” y memorizó la situación de cada uno de los anillos delos cuentos. No fue fácil convencer a todos aquellos personajes para que volvieran aatravesar los anillos de niebla y así regresar a sus lugares de origen. Hubo que completar cuento a cuento. Las razones que daba Elvira ayudaban a convencer a las personas pero con los animales funcionaba mucho mejor la música del flautista. Fue con este con el que Elvira acabó en el pueblo de Hamelín. Había algo en aquel muchacho que ya en un primer momento le resultó familiar. Una atracción que Elvira no supo explicarse hasta que se percató del enorme parecido que tenía con José, aquel hombre que tanto tiempo atrás la había hecho feliz.

Elvira vendió la cadena de plata de su brújula y con el dinero hizo que limpiaran lasropas, dieran un buen baño y que le recortasen la barba con una barbero que no paraba de cantar alegremente El Brindis de La Traviatta, la ópera de Giuseppe Verdi. Después almorzaron juntos y Elvira disfrutó de su compañía como mucho tiempo atrás lo hiciera con el hombre al que amó. Más tarde, en la despedida, el flautista regaló a Elvira como muestra de gratitud un hermoso flautín que guardaba en su zurrón. Elvira, con buen criterio, se encaminó hacia el bosque donde por primera vez había entrado en aquel mundo de fantasía. La niebla la envolvió. El silencio era absoluto. Elvira tropezó con algo y se golpeó la cabeza…

Al abrir los ojos Elvira se encontró en el suelo de la biblioteca. Alrededor suyo estabanlos cuentos que había intentado ordenar y un poco más allá el grueso volumen de loshermanos Grimm.

- Todo ha sido un sueño y tú has tenido la culpa- dijo señalando aquel libro de cuentos.Al levantar el volumen, ante su sorpresa, halló un hermoso flautín tallado de madera.Instintivamente se llevó la mano al pecho sin encontrar lo que buscaba. Hurgó entonces en los bolsillos de su pantalón y la pequeña brújula estaba allí. Y tomándola entre sus manos la apretó contra el pecho y sonrió.

FIN

GANADOR CATEGORÍA JUVENIL

TOMARES

Pablo Azagra García

LO ALEGRE DE LO TRISTE- Basado en el Requiem de Verdi

“Tiene gracia, papá siempre aborreció la lluvia”, dijo la chica mientras veía como metían el ataúd en el nicho inundado. “Le parecía triste. Odiaba mojarse”. El hermano sonrió. “Las cosas solo son tristes si crees que lo son. Fíjate: papá ahora es el único que, encontrándose aquí, está totalmente seco”.

GANADOR CATEGORÍA ADULTO

SANLÚCAR LA MAYOR

Juana Mora Alés

LA DANZA DE LAS FLORES EN EL JARDÍN DE LAS NOTAS. Basado en NABUCCO.

Entre sonidos y pausas mi cuerpo cede irresistible a la fluidez, mi espíritu seescapa hasta una estrella brillante, alta, muy alta. Por un momento la gravedadduerme, deja paso al magnetismo de notas y voces secuestradoras de tiempo yespacio; danzo, siento... La Música termina; La realidad llama.