Gaceta del Centenario nº 44 - 23 de Mayo de 2002
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8/6/2019 Gaceta del Centenario n 44 - 23 de Mayo de 2002
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De momento hay que alejar el fantasma del hambre, cueste lo que cueste, buscando el dinero donde lo haya (como alguien dijo y
no cumpli). Pero a la larga el problema del paro exige la desarticulacin del sistema capitalista, dentro del cual no hay solucin
para los problemas sociales, porque es l quien los crea o los agudiza. La Falange, contra el criterio capitalista que asigna la
plusvala al capital, propugna el criterio sindicalista: laplusvala para la comunidad orgnica de productores.
-Para nosotros, el capital no es sino un instrumento, al servicio de la produccin: no concebimos la estructura de la
produccin como relacin bilateral entre capital y trabajo. El capital, en cuanto a instrumento nacional para el logro
nacional de la produccin, debe pertenecer a los productores mismos -en sus formas individuales y sindicales- o a laintegridad econmica nacional.
-La familia es para nosotros la clula social indestructible. Y no admitimos que haya ms forma de constituir, de
conservar indisolublemente la familia que el matrimonio.
-A nuestro modo de pensar, constituye una traicin contra Espaa la entrega de Estatutos autonmicos a regiones
en cuyo espritu no se halla instalada la conciencia de la unidad de destino en que Espaa consiste. El Estatuto dado
sin esa garanta es un instrumento de desmembracin. Catalua, pueblo magnfico, al que acaso est reservado
recobrar el primero la conciencia de un gran destino comn espaol, no est al presente limpia de separatismo como
para que pueda entregrsele sin riesgo un Estatuto que ponga en sus manos la formacin espiritual de las nuevas
generaciones.
Esto pens y dijo, en vsperas de la negra fecha del 16 de febrero, Jos Antonio Primo de Rivera, en un repaso esquemtico de
temas que la actualidad brindaba. A travs de esas opiniones inditas hasta hoy, se refleja la profunda visin poltica -exactitud,
claridad, profeca- de nuestro Ausente.
De la sombra nos llega ahora esa palabra suya, que es, cuando empieza a formar la semilla de su esfuerzo, de su vida y de su
muerte, norma, camino y leccin.
LUGAR POTICO
ORACIN A JOS ANTONIO
PorManuel Machado
En noviembre de 1936
Jos Antonio, Maestro!... En qu lucero,
en qu sol, en qu estrella peregrina
montas la guardia? Cuando a la divina
bveda miro, tu respuesta espero.
Toda belleza fue tu vida clara.
Sublime entendimiento, nimo fuerte,y en pleno ardor triunfal temprana muerte
porque la juventud no te faltara.
Hblanos t... De tu perfecta gloria
hoy nos enturbia la leccin el llanto;
mas ya el sagrado nimbo te acompaa
i y en la portada de su nueva historia
la Patria inscribe ya tu nombre santo...
Jos Antonio! Presente! Arriba Espaa!
SONETO A JOS ANTONIO
Por P. Prez Clotet
Laurel azul la plvora homicida,
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y bandera la sangre de tu duelo.
Lo proclaman la espada y el desvelo
y la razn del cielo descendida.
Y tu mrmol muriendo, vida a vida,
la muerte de una Historia sin consuelo,
porque el oriente, al filo de tu celo,
se incendiara ms hondo en cada herida.
Laurel, mrmol, bandera, desplegadosen una absorta luz de profeca,
que hasta el fuego, cumplida su amargura,
lleva por los caminos enlutados...
Lo proclaman los ojos a porfa
con lirios levantando tu escultura.
SONETO A JOS ANTONIO
Por Romn Jimnez de Castro
Amor. Amor. Las del amor dormidas
plazas del corazn, enamoradas,
las de pluma y estrella fabricadas,
le fueron por su sangre prometidas.
Prometidas le fueron codiciadas
ciudades de celestes avenidas;
las de una juventud de almas partidas,
islas en primavera conquistadas.
Amor. Amor. Su historia estaba escrita,
no por soldado en ro ni lucero,
s por amante en amorosa cita.
Solo ya y de la tierra prisionero,
a la Tierra rindi en amor primero,
y en cada espiga y rosa resucita.
EL TENAZ RECUERDO
Por Luis Santa Marina
Pasa el tiempo, los das sucesivos
cenicientas oleadas son de nieblaque quieren alejarle de nosotros...
Pero es intil, queda su palabra,
su palabra moviendo los cerebros
o los curtidos, viejos corazones.
No muri; le sentimos vigilanteen los peligros y malaventuras;
se cruza con nosotros por las calles
y le vemos tendido en las montaas
-piedras, encinas y cielos inmensos-.
Nada, es intil, no muri... qu importanrazonamientos de vuelo ratero?
Vive, est con nosotros, cada da
mira el radiante amanecer de Espaa.
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MUCHO NOS ENSE
Por Luis Santa Marina
Mucho nos ense. Fue lo primerojuntar los derramados por el suelo
sagrado, en escueto haz -acero y vuelo-
desdn por todo lo perecedero.
Y nuestro amargo barro y altaneroacept el arduo yugo, y el desvelo
de la noche estrellada, y el anhelo
de abnegacin con hito de lucero.
Y pas el tiempo eterno y breve. Un dasubi a lo alto a contemplar Espaa
total, inmensa -solana y umbra-.
Y con su fin transustanci la huraa
y seera soberbia en temple ardiente,
a la obediencia o mando indiferente.