GABRIEL GARCÍA MORENO

NIÑEZ CANDOROSA Y JUVENTUD INTRÉPIDA

Gabriel pasó en Guayaquil su infancia y pubertad. Hay que destacar que en la época en la que nació fue una de las más difíciles para su país, pues en esos

años el Ecuador se estaba formando como república independiente y para ello se daban varias revoluciones, guerras civiles, fusilamientos, asesinatos políticos

y varias crueldades más que dejaron una huella imborrable en el alma de García Moreno.

Fue el octavo y último de los hermanos. A raíz de las turbulencias políticas, la familia experimentó graves y crecientes reveses económicos. Justamente cuando nació Gabriel, la situación era más precaria que nunca. A pesar de

estos problemas, todos los hijos tenían una buena educación.

Nació el 21 de diciembre de 1821. Sus padres fueron: Gabriel García Gómez, español nacido en Castilla la Vieja. En 1793 se trasladó a América,

estableciéndose en Guayaquil. Allí se casó con una joven de alcurnia. Mercedes Moreno, hija de don Ignacio Moreno, caballero de la Orden de Carlos III.

Al morir su padre, su madre encargó la educación de su hijo al Padre Betancourt, quien aceptó gustoso. El Padre pensó que la mejor educación podía recibirla en la capital, ya que ahí estaban los mejores colegios y universidades del país. Así que García Moreno fue enviado a los 15 años a la ciudad de Quito. Estuvo en el colegio San Francisco y en la Universidad de San Fulgencio. A sus 18 años, tuvo la convicción de entregarse al sacerdocio y tanto su madre como su hermano mayor que también era sacerdote decidieron apoyarle en su decisión, pero luego se dio cuenta que solo era una “vocación temporal” decidió dejarla a un lado y retomar sus estudios interrumpidos.

García Moreno era un hombre que se interesaba en las matemáticas, ciencias, artes. Pero especialmente se interesó en su anhelo por defender los valores religiosos de la patria, y por eso se inclinó por las leyes y la política. Fue así como a los 25 años, se abocó a la acción política, actividad que en adelante polarizaría su vida. En este lapso de su vida contrajo matrimonio con Rosa Ascasubi, mujer de fortuna y alta situación social, que le llevaba doce años. La comunión de ambos en los mismos ideales era perfecta.

EL PRESIDENTE FLORES Y LOS PRIMEROS PASOS DE GARCÍA MORENO.-

Flores tenía una ideología liberal, corriente que García Moreno no compartía para nada. Se daba cuenta que esta presidencia no era para nada buena, así que García Moreno al no estar de acuerdo con este presidente empieza a expresar su inconformidad en su periódico “El Zurriago”; que a pesar de no ser un periodista de profesión demostró que tenía gran habilidad en este oficio.

García Moreno fue uno de los voluntarios en derrocar a Flores del poder y Vicente Ramón Roca pasó a ser presidente. Roca, al conocer que García Moreno era enemigo acérrimo de Flores; quiso aprovechar su capacidad y energía al nombrarlo Gobernador del Guayas, provincia en la que usó mano dura en contra de los partidarios de Flores y desterró a los más peligrosos.

VIAJE A EUROPA -TRES AÑOS EN PARÍS

García Moreno decidió hacer una pausa en su actividad política y viaja a Europa, en donde recorre Francia, Inglaterra y Alemania.

A su regreso, se encuentra con alguien quien sería su enemigo y a quien tendría que criticarlo duramente.

Llegó a criticarlo a tal punto que, Flores no tuvo otra opción que arrestarlo y por consiguiente desterrarlo por 2 años.

Permaneció en Paris durante 3 años, alojándose en el Barrio Latino.

Durante su estancia, se dedicó como nunca al estudio, ampliando sus conocimientos de historia y crítica literaria.

El destierro lo maduró al tiempo que también amplió sus horizontes.

Refiriéndose a esta etapa de su vida escribió Veuillot: «Solo en tierra extraña, desconocido, pero alentado por su fe y su gran corazón, García Moreno se educó a sí mismo para reinar, si tal era la voluntad de Dios. Aprendió cuanto debía saber para gobernar a un pueblo en otro tiempo cristiano, pero que se estaba volviendo salvaje... Con este fin trató de ser sabio»

GARCÍA MORENO PRESIDENTE Nuestro héroe tenía 40 años

cuando asumió el poder. Uno de los primeros temas

que planteó fue el de establecer la religión oficial. El proyecto elaborado declaraba religión del Estado a LA CATÓLICA, con exclusión de las demás.

Se decretó la reorganización de la economía, del ejército, de la educación, así como la construcción de una carretera de Quito a Guayaquil.

García Moreno agregó que se serviría de dos medios: la represión enérgica del crimen y la educación sólidamente cristiana de las nuevas generaciones.

Fomentaría la industria, el comercio y la agricultura, hasta ahora atrasados «por falta de conocimientos o de vías de comunicación». Ordenaría la hacienda pública «sobre la triple base de la probidad, la economía y el crédito nacional». Cuidaría del ejército y de las buenas relaciones internacionales. Espléndido y programático discurso, cuyos enunciados habrá de cumplir punto por punto.

Según García Moreno, la única “cura” que tenía el país en caos era establecer reglamentos morales en base a la religión Católica. Así que envió un representante a la Santa Sede con instrucciones precisas, para solicitar al Papa un remedio para los males que aquejaban a la Iglesia en Ecuador.

El Papa accedió a lo solicitado y todos sus pedidos fueron concedidos.

Entre varias cosas, solicitaba que:, la Santa Sede dé facultad a los obispos e imponga al Gobierno la obligación de impedir en las escuelas y Universidades el uso de libros condenados por la Iglesia.

El Concordato fue oportunamente promulgado en Quito y se leyeron al pueblo los artículos del mismo.

EL CONCORDATO CON LA SANTA SEDE.-

SEGUNDA PRESIDENCIAEn 1869, Espinosa terminaba de completar el período del presidente renunciante. Los conservadores pensaron otra vez en García Moreno como próximo Presidente, pero éste se rehusó terminantemente. Después de tanto pensar pone en duda su anterior resolución.

Al ver que todo iba mal en el país decidió aceptar la candidatura que le habían ofrecido. Él solamente quería mantenerse como presidente interino y entregar su poder a otro después de reformar la Constitución, ya que creía que la mejor manera de llevar por buenos senderos al Ecuador, era tener una Constitución netamente católica.

Y de esta manera los poderes: el civil y el eclesiástico que durante algún tiempo se mantenían enfrentados ahora se encontraban en estrecha unión y consagrada la catolicidad del Estado, había que pensar en la restauración del poder político. Así que el 20 de julio, la Convención se reunió en la iglesia de la Compañía donde, tras una misa solemne, se procedió a la designación del Presidente de la República. García Moreno fue elegido por unanimidad. En este mandato se ocupó de las fuerzas armadas.

LA EDUCACIÓN Los colegios eran pocos, y los que funcionaban estaban reservados por lo

general a la clase alta. La labor de García Moreno en este campo fue admirable, porque el asunto no carecía de dificultades. El país era muy pobre, y no había dinero para fundar y sostener escuelas y colegios. Por otra parte, pocos eran los profesores adecuados. Lo primero que hizo fue la reforma de la instrucción primaria. Las escuelas de este nivel, mal organizadas y dirigidas, tenían escasísimos alumnos. Lo cierto es que en poco tiempo floreció la enseñanza primaria. A principios de 1875, las nuevas escuelas llegaron a quinientas. La educación alcanzó a todos, incluidos los indios.

Preocupóse también de la educación secundaria o segunda enseñanza. Casi todas las provincias pudieron contar con un colegio de este tipo. Se ocupó asimismo de la enseñanza superior. Su proyecto era fundar, una Universidad nueva, fiel al espíritu de la Constitución recientemente promulgada.

Es así como se crearon las facultades de filosofía, derecho. Resolvió también erigir una facultad de ciencias. Creó además una escuela politécnica con tres carreras, arquitectura, ingeniería y artes industriales. Pronto surgió la facultad de medicina. Para equiparla, hizo traer de Europa todos los instrumentos necesarios. Para unir la belleza con la verdad, García Moreno fundó también una Academia de Bellas Artes, donde se cultivó la pintura, la escultura y la música. Otro proyecto que excogitó García Moreno fue la erección de un observatorio internacional en las afueras de Quito.

OBRAS PÚBLICAS.- García Moreno se lanzó también a un

asombroso plan de obras públicas. En sus seis años de gobierno construyó numerosos edificios, entre ellos colegios, hospitales, cuarteles, casas de huérfanos, penitenciaría, conservatorio.

Emprendió asimismo la construcción de una amplia red de carreteras. Lo primero que resolvió hacer fue la carretera de Quito a Guayaquil. Simultáneamente mandó hacer otras cuatro rutas, dando vida a varias regiones hasta entonces relegadas. Por estas cinco grandes arterias, las ciudades y provincias, conectadas entre sí, se ponían en comunicación con la capital.

SALUD PÚBLICA Muy cerca de la Casa de Gobierno estaba el hospital

de Quito, que todavía conservaba el título de «Hospital de San Juan de Dios». El edificio era grande, con una doble fachada y hermosos patios, pero estaba muy mal atendido. Así que promulgó un reglamento, que dictó personalmente. Pronto el hospital sería considerado como uno de los mejores de Hispanoamérica.

Pululaban también en el Ecuador niños abandonados y niños huérfanos. Ambos tenían casas propias. Él las tomó bajo su protección y las transformó totalmente de caserones tristes que eran en lugares acogedores y festivos. El de los niños abandonados lo confió a las Hermanas de la Caridad. Luego esos niños se trasladaron a un buen edificio, cedido por un donante, que García Moreno se encargó de dotar y sostener. El de los huérfanos se lo encargó a las Hermanas de la Providencia. Tras su muerte, ambos establecimientos tuvieron que luchar a brazo partido para poder sobrevivir.

Y es de esta manera como muere uno de los seres más ilustres que han existido en el Ecuador, en manos de personas incapaces de darse cuenta del bien que le hizo al país a través de sus obras y buenos actos.

Un hombre que a pesar de haber sido tan criticado y a la vez atacado nunca tuvo miedo a nada y de esa manera logró lo que logró con mucha voluntad y esfuerzo.

Gabriel García Moreno, un hombre que dejó una huella imborrable en la historia del país y será un gran ejemplo para todos los habitantes de nuestro querido Ecuador.