F u t u r i s m o – i t a l i a

En 1905 F.t. marinetti sentó las bases

de un movimiento de arte activista que

anunciaba el verso libre poética en un

cambio radical de las convenciones de la

poesía. su objetivo era afirmar la libertad

individual contra las jerarquías sociales

y para celebrar la intuición como la clave

para la expresión creativa.

En el verso libre (parole in libertà) en-

contró un modelo ideológico, y en 1909

publicó el primer manifiesto futurista,

que anunció que “el escritor futurista ha-

rá uso del verso libre, una orquestación

de imágenes y sonidos en movimiento,

para expresar la vida contemporánea “in-

tensificado por las velocidades que son

posibles por el vapor y la electricidad, en

tierra, en los mares, y en el aire”.

El movimiento futurista no abandonó a

la pintura; más bien, sus artistas venera-

ron la velocidad en sus lienzos cinéticos y

composiciones tipográficas.

Como posteriores publicaciones perió-

dicas dadaístas, los primeros manifiestos

futuristas y poemas onomatopéyicos em-

plean los tipos para simular los sonidos

de las máquinas veneradas por la estéti-

ca de la velocidad.

la revolución futurista “reinventó” to-

dos los aspectos de la vida, incluyendo la

publicidad, libros y ropa. Publicidad era

el medio perfecto para expresar los idea-

les futuristas, y el “estilo futurista”, codi-

ficado por Fortunato Depero, se aplicó a

los productos comerciales.

El libro-objeto, con letras dislocadas

flotando en las páginas y las cubiertas

experimentales hechas de metal y uni-

das con pernos de metal, fue un rechazo

de las normas burguesas tradicionales.

los futuristas también abogaron por la

creación de deslumbrantes vestidos en

colores fosforescentes que hicieron de la

calle un teatro del absurdo.

Benito mussolini anunció: “Es marinetti

quien me inculcó el sentimiento del océa-

no y de la potencia de la máquina”. De he-

cho el futurismo y el fascismo se unieron

inicialmente en su desprecio por la bur-

guesía. El fascista, que también abrazó

la parafernalia de la antigua roma, usó

la vanguardia futurista como una he-

rramienta para la juventud apacionada,

aunque con el tiempo apenas toleraron

las excentricidades del futurismo.

antes de pasar por completo al realis-

mo social, que personificaba el individuo

subsumido por el estado, el futurismo

inspiró el estilo del arte comercial oficial

fascista común en carteles de propagan-

da y publicidad comercial durante la pri-

mera década del régimen.

El estilo cinético, a menudo con tipo-

grafía elaborada mecánicamente, a ve-

ces sombreada y por lo general con los

ascendentes y descendentes en punta,

dio la ilusión de velocidad.

El “Parole in libertà” original futuris-

ta propuso utilizar tipografías romanas

existentes en formas no convencionales

para subrayar el ferviente repudio futu-

rista hacia la tradición.

Estilos posteriores de manejos de sig-

nos eran casi parodias de cómo el estilo

futurista debería verse.

Depero fue el maestro de la letra fu-

turista comercial, utilizando una curiosa

síntesis de vanguardia, alfabetos sans

serif e inscripciones de letras romanas

en piedra. El manejo tipográfico futurista

abarcó toda la gama desde lo compara-

tivamente moderado a lo extravagante-

mente chillón.

En la década de 1930, cuando el fascis-

mo se hizo más arraigado e intolerante

hacia los experimentos de vanguardia, el

futurismo se disipa como un estilo diná-

mico y un movimiento de arte aplicado.